INFORME sobre un nuevo enfoque para la Estrategia Marítima Atlántica

20.7.2021 - (2020/2276(INI))

Comisión de Desarrollo Regional
Ponente: Younous Omarjee

Procedimiento : 2020/2276(INI)
Ciclo de vida en sesión
Ciclo relativo al documento :  
A9-0243/2021
Textos presentados :
A9-0243/2021
Textos aprobados :


PR_INI

SUMARIO

Página

PROPUESTA DE RESOLUCIÓN DEL PARLAMENTO EUROPEO

EXPOSICIÓN DE MOTIVOS

OPINIÓN DE LA COMISIÓN DE TRANSPORTES Y TURISMO

OPINIÓN DE LA COMISIÓN DE PESCA

INFORMACIÓN SOBRE LA APROBACIÓN EN LA COMISIÓN COMPETENTE PARA EL FONDO

VOTACIÓN FINAL NOMINAL EN LA COMISIÓN COMPETENTE PARA EL FONDO


PROPUESTA DE RESOLUCIÓN DEL PARLAMENTO EUROPEO

sobre un nuevo enfoque para la Estrategia Marítima Atlántica

(2020/2276(INI))

El Parlamento Europeo,

 Vistos los artículos 174, 225 y 349 del Tratado de Funcionamiento de la Unión Europea,

 Vista la Comunicación de la Comisión, de 23 de julio de 2020, titulada «Un nuevo enfoque para la Estrategia Marítima Atlántica. Plan de Acción Atlántico 2.0 – Un Plan de Acción actualizado para una economía azul sostenible, resiliente y competitiva en la zona atlántica de la Unión Europea» (COM(2020)0329),

 Vista la Comunicación de la Comisión, de 20 de mayo de 2020, titulada «Estrategia de la UE sobre la biodiversidad de aquí a 2030 – Reintegrar la naturaleza en nuestras vidas» (COM(2020)0380),

 Visto el Acuerdo adoptado en París el 12 de diciembre de 2015 en el marco de la 21.ª Conferencia de las Partes en la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP 21) (el Acuerdo de París)[1],

 Vista la Comunicación de la Comisión, de 11 de diciembre de 2019, titulada «El Pacto Verde Europeo» (COM(2019)0640),

 Vista su Resolución, de 15 de enero de 2020, sobre el Pacto Verde Europeo[2],

 Vistos el primer plan de acción para una estrategia marítima en la región atlántica, de 13 de mayo de 2013 (COM(2013)0279), y la revisión intermedia del mismo, de 23 de febrero de 2018 (SWD(2018)0049),

 Vistas las estrategias de la UE de 10 de junio de 2009 para la región del Mar Báltico (COM (2009) 0248), de 8 de diciembre de 2010 para la cuenca del Danubio (COM (2010) 0715), de 28 de julio de 2015 para la región alpina (COM (2015) 0366) y de 17 de junio de 2014 para la región del Adriático y del Jónico (COM (2014) 0357), y sus Resoluciones sobre dichas estrategias[3],

 Vista la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres[4],

 Vistas la Directiva 92/43/CEE del Consejo, de 21 de mayo de 1992, relativa a la conservación de los hábitats naturales y de la fauna y flora silvestres (Directiva sobre las aves)[5] y la Directiva 2009/147/CE del Parlamento Europeo y del Consejo, de 30 de noviembre de 2009, relativa a la conservación de aves silvestres (Directiva sobre los hábitats)[6],

 Vista su Resolución, de 16 de enero de 2020, sobre la 15.ª reunión de la Conferencia de las Partes (COP15) en el Convenio sobre la Diversidad Biológica[7],

 Visto el Reglamento (UE) 2021/1060 del Parlamento Europeo y del Consejo, de 24 de junio de 2021, por el que se establecen las disposiciones comunes relativas al Fondo Europeo de Desarrollo Regional, al Fondo Social Europeo Plus, al Fondo de Cohesión, al Fondo de Transición Justa y al Fondo Europeo Marítimo, de Pesca y de Acuicultura, así como las normas financieras para dichos Fondos y para el Fondo de Asilo, Migración e Integración, el Fondo de Seguridad Interior y el Instrumento de Apoyo Financiero a la Gestión de Fronteras y la Política de Visados[8],

 Visto el Reglamento (UE) 2021/1059 del Parlamento Europeo y del Consejo, de 24 de junio de 2021, sobre disposiciones específicas para el objetivo de cooperación territorial europea (Interreg) que recibe apoyo del Fondo Europeo de Desarrollo Regional y de los instrumentos de financiación exterior[9],

 Visto el Reglamento (UE) n.º 1380/2013 del Parlamento Europeo y del Consejo, de 11 de diciembre de 2013, sobre la política pesquera común, por el que se modifican los Reglamentos (CE) n.º 1954/2003 y (CE) n.º 1224/2009 del Consejo, y se derogan los Reglamentos (CE) n.º 2371/2002 y (CE) n.º 639/2004 y la Decisión 2004/585/CE del Consejo[10],

 Vista la propuesta de Reglamento del Parlamento Europeo y del Consejo, de 12 de junio de 2018, relativo al Fondo Europeo Marítimo y de Pesca y por el que se deroga el Reglamento (UE) n.° 508/2014 del Parlamento Europeo y del Consejo (COM(2018)0390),

 Vista su Resolución, de 28 de noviembre de 2019, sobre la situación de emergencia climática y medioambiental[11],

 Visto el Dictamen del Comité Europeo de las Regiones, de 19 de marzo de 2021, sobre la Comunicación de la Comisión titulada «Un nuevo enfoque para la Estrategia Marítima Atlántica. Plan de Acción Atlántico 2.0 – Un Plan de Acción actualizado para una economía azul sostenible, resiliente y competitiva en la zona atlántica de la Unión Europea»,

 Vista su Resolución, de 25 de marzo de 2021, sobre la definición de una estrategia de la Unión en materia de turismo sostenible[12],

 Visto el informe del Comité de la Misión de la Comisión para la salubridad de océanos, mares, aguas costeras y aguas interiores, de 21 de septiembre de 2020, titulado «Mission Starfish 2030: Restore our Ocean and Waters by 2030» (Misión Estrella de Mar 2030: restaurar nuestros océanos y aguas de aquí a 2030),

 Vistas las Conclusiones del Consejo, de 5 de junio de 2019, sobre la aplicación de las estrategias macrorregionales de la UE,

 Vista su Resolución, de 9 de marzo de 2011, sobre la Estrategia europea para la región atlántica[13],

 Vista su Resolución, de 13 de septiembre de 2012, sobre la Estrategia de la Política de Cohesión de la UE para el espacio atlántico[14],

 Visto el Informe de la Comisión, de 20 de mayo de 2014, relativo a la gobernanza de las estrategias macrorregionales (COM(2014)0284),

 Vista la comunicación de la Comisión, de 26 de enero de 2011, titulada «Contribución de la política regional al crecimiento sostenible en el marco de Europa 2020» (COM(2011)0017),

 Vista la Directiva 2014/52/UE del Parlamento Europeo y del Consejo, de 16 de abril de 2014, por la que se modifica la Directiva 2011/92/UE, relativa a la evaluación de las repercusiones de determinados proyectos públicos y privados sobre el medio ambiente[15],

 Vista la comunicación de la Comisión, de 17 de mayo de 2021, titulada «Un nuevo enfoque de la economía azul sostenible de la UE: Transformar la economía azul de la UE para un futuro sostenible» (COM(2021)240),

 Vista la Directiva 2008/56/CE del Parlamento Europeo y del Consejo, de 17 de junio de 2008, por la que se establece un marco de acción comunitaria para la política del medio marino (Directiva marco sobre la estrategia marina)[16],

 Vista la Directiva 2007/60/CE del Parlamento Europeo y del Consejo, de 23 de octubre de 2007, relativa a la evaluación y gestión de los riesgos de inundación[17],

 Vista la Directiva 2001/42/CE del Parlamento Europeo y del Consejo, de 27 de junio de 2001, relativa a la evaluación de los efectos de determinados planes y programas en el medio ambiente[18],

 Visto el estudio elaborado por su Dirección General de Políticas Interiores de la Unión (Departamento Temático B - Políticas Estructurales y de Cohesión), de 15 de enero de 2015, titulado «El nuevo papel de las macrorregiones en la cooperación territorial europea»,

 Visto el artículo 54 de su Reglamento interno,

 Vistas las opiniones de la Comisión de Transportes y Turismo y de la Comisión de Pesca,

 Visto el informe de la Comisión de Desarrollo Regional (A9-0243/2021),

A. Considerando que el espacio atlántico se ve gravemente afectado por las consecuencias socioeconómicas de la COVID-19 y los efectos negativos del Brexit;

B. Considerando que el espacio atlántico es la mayor cuenca marítima de la Unión;

C. Considerando que el turismo costero y marítimo es una importante fuente de empleo para las regiones atlánticas y padece especialmente la crisis socioeconómica provocada por la pandemia de COVID-19;

D. Considerando que la crisis climática y el aumento del nivel del mar tienen graves consecuencias para el conjunto de los litorales y las islas del espacio atlántico, cuyo entorno, tanto terrestre como marítimo, es frágil y único;

E. Considerando que la zona atlántica de la Unión abarca Madeira, las Azores, las Islas Canarias, la Guayana Francesa, Martinica, Guadalupe y San Martín como regiones ultraperiféricas (RUP), y que el nuevo plan de acción para el Atlántico debe dirigirse a todas estas regiones, fomentando al mismo tiempo una estrecha cooperación con los países y territorios de ultramar (PTU) atlánticos y los países atlánticos no pertenecientes a la Unión y sus regiones;

F. Considerando que, en 2015, el PIB total del espacio atlántico fue de 2,175 billones EUR, lo que representa el 15 % del PIB de la Unión[19];

G. Considerando que la Estrategia Atlántica debe incluir flujos de intercambio tangibles e intangibles con PTU y terceros países atlánticos, tomando como base las regiones atlánticas de la Unión, incluidas las RUP;

H. Considerando que la nueva Estrategia de la UE sobre la biodiversidad para 2030, la revisión de la Directiva sobre energías renovables[20] y la economía azul son elementos clave en la transición hacia una economía altamente eficiente desde el punto de vista energético y basada plenamente en las energías renovables, incluidos unos criterios de sostenibilidad reforzados;

I.  Considerando que los océanos desempeñan un papel fundamental en la adaptación al cambio climático;

J. Considerando que los océanos saludables y la conservación y preservación de sus ecosistemas son esenciales para la humanidad, puesto que regulan el clima, producen oxígeno suministrado a la atmósfera terrestre, albergan biodiversidad, constituyen un recurso para la seguridad alimentaria y la salud humana a escala mundial, así como para actividades económicas como la pesca, el transporte, la construcción naval, el comercio, el turismo, la gastronomía, las energías renovables, la investigación y los productos sanitarios;

K. Considerando que la estrategia «de la granja a la mesa» aspira a implantar un sistema alimentario justo, sano y respetuoso con el medio ambiente;

L. Considerando el papel destacado que desempeñan los puertos y el transporte en el fomento de un desarrollo sostenible y en la transición hacia una economía sin emisiones de dióxido de carbono y basada en energías renovables;

M. Considerando que el sector marítimo de la Unión también debe ayudar a frenar la pérdida de biodiversidad y la degradación medioambiental, así como al cumplimiento de los objetivos de la nueva Estrategia de la UE sobre la biodiversidad para 2030;

N. Considerando que el Plan de Acción Atlántico 2.0 revisado debe liberar el potencial que ofrece la economía azul en la región atlántica, preservando al mismo tiempo los ecosistemas marinos y contribuyendo a la adaptación al cambio climático y a la mitigación de sus efectos;

O. Considerando que la educación y la formación en competencias relacionadas con los océanos, los proyectos de investigación conjuntos y la concienciación pública sobre el potencial y la fragilidad del océano como entorno natural contribuirán al éxito de la estrategia;

P. Considerando que el Plan de Acción Atlántico 2.0 no contiene ninguna referencia a las RUP atlánticas que refuerzan la dimensión marítima y atlántica de la Unión;

Balance de la Estrategia Atlántica desde 2013

1. Destaca el trabajo realizado por todos los actores locales, regionales, nacionales y de la Unión, y en particular la labor del Atlantic Strategy Group;

2. Observa con preocupación los efectos del Brexit y de la pandemia de COVID-19 en las zonas marítimas y costeras atlánticas; observa que, en consecuencia, la cohesión económica, social y territorial en estos territorios podría verse amenazada, con un riesgo importante de aceleración de las tendencias de despoblación;

3. Considerando que el Plan de Acción Atlántico de 2013 contribuyó a construir una imagen más completa de lo que está ocurriendo en todo el Atlántico, pero que, debido a su amplio alcance, su contribución fue limitada a la hora de influir en las prioridades y apoyar el desarrollo de proyectos pertinentes;

4. Destaca los esfuerzos por promover la dimensión internacional de la Estrategia Atlántica, en particular a través del éxito de la Declaración de Galway sobre cooperación en el océano Atlántico, de 24 de mayo de 2013, y de la Declaración de Belém sobre cooperación en materia de investigación e innovación en el Atlántico, de 14 de julio de 2017; recuerda que el componente internacional del Plan de Acción Atlántico de 2013 y el apoyo a su aplicación ayudan a entender los cambios en curso en el océano Atlántico, así como sus efectos en las distintas comunidades costeras;

5. Observa con pesar que los resultados generales han estado muy lejos del potencial del plan de acción y lamenta la falta de dotación presupuestaria para dicho plan y la complejidad de su sistema de gobernanza;

6. Destaca que los 1 200 nuevos proyectos marítimos y cerca de 6 000 millones EUR de inversiones señaladas por la Comisión[21] no se derivan plenamente del Plan de Acción Atlántico de 2013, pero acoge con satisfacción el hecho de que la Estrategia Atlántica atrajera o inspirara algunas de dichas inversiones y proyectos; lamenta, además, que solo alrededor del 30 % de los proyectos señalados fueran transnacionales[22] y que la revisión intermedia no ofrezca una visión de conjunto real de los proyectos llevados a cabo a través de la estrategia; considera que las regiones atlánticas no han participado suficientemente en la gobernanza de la estrategia;

7. Lamenta que, aunque se incluyeron en la Estrategia Atlántica de 2013, los sectores de la pesca y la acuicultura sostenibles quedaran en gran medida excluidos de la evaluación intermedia de la Comisión de 2017;

EL NUEVO PLAN DE ACCIÓN 2.0: RECOMENDACIONES DE MEJORA

Consideraciones generales

8. Celebra la revisión del plan de acción y reconoce los avances realizados en materia de gobernanza; lamenta, sin embargo, la persistencia de varias deficiencias;

9. Celebra que haya criterios más estrictos a la hora de seleccionar las prioridades del nuevo plan de acción en comparación con el Plan de Acción Atlántico 2013-2020 y solicita la aplicación de medidas concretas derivadas directamente de la estrategia; propone que se incluyan hojas de ruta o hitos específicos para cada objetivo con el fin de hacer más específicas y fáciles de evaluar las acciones definidas;

10. Lamenta que no se haya asignado ninguna financiación en el presupuesto de la Unión al Plan de Acción Atlántico; recomienda que los programas existentes y las oportunidades de financiación existentes en el marco del MFP 2021-2027, como Interreg, el Fondo Europeo de Desarrollo Regional, el Mecanismo «Conectar Europa» y Horizonte Europa, promuevan convocatorias de proyectos para hacer frente a los retos y oportunidades multidimensionales de las regiones atlánticas;

11. Subraya la importancia de aumentar las sinergias entre los distintos fondos, programas y estrategias de la Unión, en particular los programas de gestión directa y los programas nacionales y regionales, a fin de apoyar una economía azul sostenible, sólida y competitiva en las regiones atlánticas; pide a la Comisión que estudie la posibilidad de etiquetar los proyectos que cumplan las diversas prioridades y objetivos de la nueva estrategia, con el fin de facilitar su financiación en el marco de los programas y fondos pertinentes de la Unión; pide a los Estados miembros y a las regiones participantes que mencionen la estrategia en los programas y fondos de la política de cohesión pertinentes para estas regiones;

12. Considera que la estrategia puede fomentar la planificación conjunta y el desarrollo de los sectores de la economía azul en la región atlántica, siguiendo las mejores prácticas en materia de ordenación del espacio marítimo a nivel colaborativo, inclusivo e intersectorial y confiriendo un lugar primordial a los problemas medioambientales, de biodiversidad y climáticos, contribuyendo así a la consecución de los objetivos climáticos y energéticos de la Unión y promoviendo tecnologías de generación de energías renovables en alta mar, como la energía mareomotriz, undimotriz, solar y eólica;

13. Destaca la importancia de dar a conocer ampliamente los programas de financiación de la Unión a los posibles beneficiarios y pide a la Comisión que elabore una guía clara y simplificada sobre todas estas oportunidades; pide, además, a la Comisión que estudie la posibilidad de etiquetar proyectos para que la dimensión europea resulte visible para el público;

Regiones ultraperiféricas e islas

14. Lamenta que en la nueva Estrategia Atlántica solo se haga una breve referencia a las islas de los Estados miembros en el Atlántico, en particular las RUP, a pesar de que estas zonas dependen en gran medida de la economía azul para su sostenibilidad socioeconómica y albergan una parte significativa de la biodiversidad de la Unión;

15. Recuerda que las RUP dan una verdadera dimensión atlántica a la Unión y que su plena integración en esta estrategia es fundamental para su éxito, por lo que debe reforzarse; recuerda que, de conformidad con el artículo 349 del Tratado de Funcionamiento de la Unión Europea, deben tenerse en cuenta su insularidad, lejanía y reducida superficie para promover una verdadera integración social, económica y territorial, pero también para poner de relieve su potencial único y sus activos distintivos, como su posición geoestratégica;

16. Destaca la importancia de elaborar estrategias para luchar contra las limitaciones de las regiones atlánticas derivadas de su carácter periférico o baja densidad demográfica, en particular en las islas de los Estados miembros de la Unión y las RUP, fomentando unas conexiones de transporte más sostenibles, eliminando la dependencia energética adoptando energías renovables, como la energía solar, mareomotriz y eólica, y desarrollando redes de información coordinadas;

Industria y empleo

17. Recomienda que se desarrolle una estrategia industrial a nivel atlántico, con un fuerte componente sostenible de economía azul medioambiental y socioeconómico, y sugiere que el plan de acción se centre en el desarrollo de industrias emblemáticas, así como en políticas sectoriales pertinentes específicas de la zona o las zonas atlánticas en las que los esfuerzos adicionales para reforzar la cooperación a nivel de la cuenca marítima tengan el mayor potencial;

18. Solicita que la estrategia haga especial hincapié en la creación de empleos de calidad; considera que los principios del pilar europeo de derechos sociales no están suficientemente protegidos en el nuevo plan de acción para el Atlántico, por lo que considera necesario incluir una dimensión social más fuerte en la estrategia; pide que se incluya un componente social ambicioso que luche contra la pobreza y la exclusión social y favorezca la creación de empleos de calidad y, en particular, la formación y el acceso de los jóvenes a las profesiones del sector marítimo, en ámbitos como la construcción y la reparación navales, la acuicultura y la pesca;

Pesca sostenible

19.  Lamenta que la estrategia no mencione la pesca y la acuicultura sostenibles, a pesar de que estos sectores desempeñan un papel socioeconómico y medioambiental esencial en todo el litoral atlántico y en las RUP; pide que se incluya este sector clave de la economía azul en la nueva estrategia, en consonancia con la Comunicación de la Comisión, de 17 de mayo de 2021, sobre un nuevo enfoque para una economía azul sostenible en la UE; considera que las referencias a estos sectores siempre deben hacer alusión a la aplicación de un enfoque de base ecosistémica respecto de la gestión marítima;

20. Previene contra los efectos nefastos de la sobrepesca y destaca la necesidad de que los Estados miembros y las regiones de la zona atlántica desarrollen una cooperación efectiva contra la pesca ilegal no declarada;

21.  Destaca la importancia de la cooperación entre la Comisión, los Estados ribereños del Atlántico y las agencias a la hora de proteger las poblaciones de peces, alcanzar los rendimientos máximos sostenibles y acabar con la sobrepesca;

22. Destaca que el Plan de Acción Atlántico 2.0 debe fomentar mayores sinergias con la Estrategia «De la Granja a la Mesa» y la Estrategia sobre la biodiversidad para 2030 para apoyar una economía azul sostenible desde el punto de vista medioambiental, social y económico, sólida y competitiva en la zona atlántica;

23. Observa que la salida del Reino Unido de la Unión podría modificar el modo en que los buques de la Unión llevan a cabo sus actividades en el océano Atlántico y las dinámicas que se han instalado a lo largo del tiempo en la región;

Turismo sostenible

24. Destaca la necesidad de desarrollar un turismo de calidad, inteligente y sostenible, ya que se trata de un sector crucial de la economía azul, y espera que el Parlamento y la Comisión pongan en marcha proyectos piloto en este ámbito; insta a la Comisión a que garantice que el Plan de Acción Atlántico 2.0 se armonice adecuadamente con la estrategia de turismo costero y marítimo y pide una reevaluación inmediata de dicha estrategia; pide, además, a la Comisión y a los Estados miembros que desarrollen nuevas modalidades de turismo marítimo y costero sostenible que ponga en valor estas zonas mediante la diversificación de la oferta de actividades y, al mismo tiempo, las preserve luchando contra los efectos nocivos del turismo de masas en las costas, el medio ambiente y el patrimonio cultural; destaca la importancia de la economía circular en el sector turístico para desarrollar unas prácticas más sostenibles que beneficien al desarrollo local y al empleo local durante todo el año; observa el potencial considerable del turismo gastronómico ligado, en particular, a los productos de la pesca y la acuicultura;

25. Destaca la importancia de REACT-UE, que podría ofrecer a las regiones atlánticas un nuevo comienzo a través del turismo costero, la innovación y las infraestructuras portuarias de carácter sostenible; recuerda la necesidad de crear infraestructuras marítimas específicas y adaptar y modernizar las existentes, como las instalaciones de apoyo a la navegación y el ocio;

Pilar I - Los puertos como entradas y polos para la economía azul

26. Destaca la importancia de reforzar el papel de los puertos atlánticos y la necesidad de invertir en infraestructuras inteligentes, así como la importancia del desarrollo y la gestión sostenible de los puertos, incluidos los puertos ecológicos; subraya el papel fundamental y estratégico de los puertos como puertas de entrada a la Unión, plataformas logísticas, focos de turismo, recursos de producción de energía, centros de almacenamiento y centros industriales; señala la necesidad de adoptar rápidamente medidas para ofrecer a los puertos la posibilidad de protegerse frente a las consecuencias del cambio climático, en particular de los aumentos del nivel del mar;

27. Pide a la Comisión, a los Estados miembros y a sus regiones que fomenten proyectos innovadores sostenibles desde el punto de vista medioambiental y socioeconómico en los sectores marítimos atlánticos, en los puertos y alrededor de ellos, a lo largo de todo el litoral atlántico y en los territorios marítimos, como la instalación de infraestructuras marítimas de carga de carácter ecológico;

28. Solicita a la Comisión que incluya en el nuevo Plan de Acción Atlántico más medidas para fomentar la conectividad entre puertos y aeropuertos, cuando proceda, mejorando su sostenibilidad, y el desarrollo de los territorios marítimos del interior mediante conexiones multimodales; lamenta los problemas persistentes de interoperabilidad del transporte ferroviario en el Corredor Atlántico;

29. Pide a la Comisión y a los Estados miembros que completen los proyectos prioritarios incluidos en la Red Transeuropea de Transporte (RTE-T) para el Corredor Atlántico, especialmente en las zonas transfronterizas y en el contexto de las futuras orientaciones de la RTE-T y del Mecanismo «Conectar Europa» (2021--2027), y promuevan e inviertan en el pleno desarrollo de las autopistas del mar de la RTE‑T que conectan islas con tierra firme;

30. Pide a la Comisión y a las regiones atlánticas que desarrollen estrategias para la supresión de los cuellos de botella ferroviarios, continúen el desarrollo de enlaces ferroviarios de alta velocidad y la mejora en paralelo de las líneas convencionales, proporcionando continuidad transfronteriza, elaboren planes de transición multimodal hacia modos de transporte sostenibles, apoyen el desarrollo de la autopista ferroviaria atlántica, mejoren las conexiones ferroviarias y portuarias y las conecten con otros grandes corredores de la RTE-T, en particular los corredores mediterráneo, mar del Norte-Mediterráneo y Rin-Alpes, así como las demás líneas del Corredor Atlántico, teniendo en cuenta los objetivos del Pacto Verde Europeo y de la Estrategia de la UE sobre la biodiversidad para 2030; observa con satisfacción la reestructuración prevista de los corredores marítimos entre la Europa continental e Irlanda tras el Brexit, en particular la integración de Irlanda en el Corredor Atlántico;

31. Acoge con satisfacción el trabajo de las partes interesadas nacionales y regionales a la hora de mantener y mejorar los niveles de seguridad de las infraestructuras mediante la aplicación de la legislación oportuna, la cooperación y el intercambio de mejores prácticas;

32. Pide a la Comisión que fomente la descarbonización del transporte marítimo, como una manera de promover inversiones para la mejora de la sostenibilidad; pide a la Comisión y al sector de los transportes marítimos de la Unión que evalúen las ventajas de establecer una asociación de la Unión para el transporte marítimo a fin de fomentar la innovación en el sector, contribuir a la descarbonización, crear infraestructuras para la carga, el almacenamiento y el suministro de combustibles alternativos en los puertos y las terminales de carga y desarrollar planes de gestión de residuos para los puertos atlánticos;

Pilar II - Competencias profesionales azules del futuro y conocimiento de los océanos

33 Destaca la necesidad de crear redes entre universidades y centros de aprendizaje en el ámbito de la investigación y la formación sobre temas relacionados con los océanos, y observa con interés las oportunidades que ofrece el programa Erasmus+ 2021-2027 a través de las nuevas iniciativas de alianzas de universidades europeas y centros de excelencia profesional; alienta a que se sigan desarrollando las escuelas azules europeas; destaca que la educación y la formación específicas sobre la economía azul, también a través del Fondo Social Europeo Plus, contribuirían a concienciar sobre los ecosistemas marinos y sobre la necesidad de protegerlos abordando el problema de los desechos marinos;

34. Destaca la importancia de luchar contra el abandono escolar prematuro y de la educación formal y no formal para mejorar las competencias de las poblaciones marítimas, y alienta los esfuerzos de coordinación de los distintos sectores pertinentes para promover un crecimiento azul inclusivo y competitivo;

35.  Subraya la importancia de poner en marcha proyectos piloto en la región atlántica en el ámbito de la gobernanza y el conocimiento de los océanos, en las RUP y en otros lugares, con la participación de universidades, centros de investigación y escuelas marítimas;

36. Acoge favorablemente el creciente desarrollo de nuevas investigaciones en biotecnología marina debido a su potencial uso para aplicaciones industriales y médicas; recuerda que los proyectos e iniciativas de innovación pueden contribuir al desarrollo de las capacidades de investigación, la creación de redes y el intercambio de mejores prácticas;

Pilar III - Energías renovables marinas

37. Acoge con satisfacción las iniciativas para acelerar la adaptación al cambio climático y alcanzar el objetivo de convertirse en un continente neutro en carbono para 2050, como la Alianza Atlántica de las Competencias y la creación de incentivos para promover el establecimiento de instalaciones de energía renovable en alta mar y territorios del interior; destaca la importancia de la cooperación entre los Estados ribereños del Atlántico en materia de investigación y desarrollo en ámbitos emergentes de las energías renovables, como la energía solar, undimotriz, mareomotriz y eólica; lamenta que la energía renovable en alta mar siga estando infradesarrollada en la región atlántica;

38. Señala que una economía azul renovada en la región atlántica podría contribuir a la transición hacia una energía limpia, aprovechando el creciente potencial de las energías renovables marinas y la gestión sostenible del espacio marítimo en consonancia con el Pacto Verde Europeo, que pone de relieve el papel esencial de la producción de energías renovables marinas para la transición a una economía climáticamente neutra;

Pilar IV - Un océano sano y unas costas resilientes

39. Lamenta que el Plan de Acción Atlántico 2.0 y sus pilares no mencionen la aplicación del enfoque con base ecosistémica a la gestión marina, tal como exige la Directiva marco sobre la estrategia marina[23], y considera que este debe aplicarse a todas las actividades que formen parte de la economía azul;

40. Apoya la investigación oceánicas y pide a la Comisión y a las regiones atlánticas que, en el marco del pilar IV del plan de acción, promuevan un gran proyecto conjunto de descontaminación del océano Atlántico y de sus fondos marinos, apoyen la investigación y la observación oceanográficas en el fondo del océano y promuevan medidas sostenibles de prevención de la contaminación; pide, en este contexto, que se desarrollen acciones para contribuir a la protección y la descarbonización de las fuentes marítimas, como el carbono producido por los buques;

41. Opina que debe ampliarse la economía circular mediante la recogida de la basura marina y su reintroducción en la economía; insta a la Comisión a que apoye la construcción de centros de recogida y tratamiento de plásticos y otros residuos marinos, en particular en las RUP atlánticas, muy afectadas por los residuos que arrastran las corrientes marinas; propone la creación de un centro de prevención y lucha contra la contaminación marina en una de las RUP atlánticas;

42. Pide a la Comisión, a los Estados miembros y a sus regiones que desarrollen mejores capacidades de prevención y gestión de riesgos para hacer frente a los accidentes en tierra y mar y a las catástrofes naturales; pide a la Comisión que colabore estrechamente con la Agencia Europea de Seguridad Marítima para apoyar a los Estados miembros en la reducción de los riesgos medioambientales relacionados con los buques y en la mejora de la sostenibilidad y la seguridad generales del sector marítimo;

43. Acoge con satisfacción la referencia en el Plan de Acción Atlántico 2.0 a la cartografía y la conservación o a la nueva creación de los humedales costeros como parte del objetivo 6 sobre el refuerzo de la resiliencia de las costas; pide a la Comisión que garantice que estos ámbitos cuenten con planes de gestión eficaces;

44. Destaca la importancia de los programas INTERREG o del Fondo Europeo de Desarrollo Regional específicos que están destinados especialmente a la mitigación del cambio climático y a la adaptación a este, así como a la evaluación y a la prevención de los riesgos hidrogeológicos en las zonas costeras y los humedales;

45. Pide a la Comisión que elabore, en colaboración con la Organización Marítima Internacional, iniciativas ambiciosas y una hoja de ruta para la descarbonización de los buques basada en una evaluación de impacto exhaustiva;

46. Pide a los Estados miembros que designen amplios espacios marítimos protegidos y destaca la importancia de proteger todas las especies marinas; subraya el hecho de que las zonas marinas protegidas no solo protegen los ecosistemas marinos, sino que también desempeñan un papel en la mitigación del cambio climático y la adaptación a este y contribuyen a la salud y la resiliencia de los océanos; reitera la petición de la Comisión, incluida en su Estrategia sobre la biodiversidad para 2030, de que se proteja al menos el 30 % del medio marino de la Unión, por ejemplo mediante zonas de recuperación de las poblaciones de peces, tal como prevé la política pesquera común, y se clasifique al menos el 10 % de las aguas de la Unión como zonas estrictamente protegidas[24];

47. Destaca la importancia de aunar los esfuerzos de la Comisión y de los Estados miembros para mejorar la salud y la gestión de los océanos y promover la gestión sostenible de sus recursos, como se indica en la Declaración de Galway y en la Declaración de Belém;

48. Subraya la importancia del informe de la «Mission Starfish 2030: Restore our Ocean and Waters» (Misión Estrella de Mar 2030: restaurar nuestros océanos y aguas) para el Plan de Acción Atlántico y pide que se adopten medidas de apoyo y se coordine con los Estados miembros y sus regiones la aplicación de políticas para lograr sus cinco objetivos generales: conocimiento, regeneración, contaminación cero, descarbonización y gobernanza;

Gobernanza

49. Celebra el hecho de que las regiones atlánticas en la actualidad se encuentren mejor integradas en la gobernanza de la Estrategia Atlántica, que las delegaciones nacionales tengan la posibilidad de invitar a sus regiones a participar en el comité estratégico para la labor de la región atlántica y que se haya solicitado la incorporación de la Conferencia de Regiones Periféricas Marítimas (CRPM) como organismo asesor; señala, a este respecto, que las regiones, las ciudades, los pueblos y los municipios costeros podrían contribuir significativamente a la aplicación de este plan de acción;

50. Anima a que representantes de todas las regiones pertinentes se integren en las delegaciones nacionales y a que se invite a los PTU atlánticos y a los Estados atlánticos que no sean miembros de la Unión a participar en la estrategia;

51. Recuerda el modelo de éxito de la estrategia alpina en lo que respecta a su estructura de gobernanza;

52. Propone que se lleven a cabo encuentros anuales o incluso más frecuentes entre los Estados miembros, las regiones participantes en la estrategia, la Comisión, el Parlamento y todas las partes interesadas, con el fin de promover una mejor coordinación y un seguimiento frecuente de las medidas establecidas en cada región; considera que debe darse más visibilidad a la nueva estructura de gobernanza y a futuras reuniones;

53. Recomienda que las partes de la Estrategia Atlántica y los miembros del comité de seguimiento de Interreg Espacio Atlántico establezcan unos objetivos y procesos decisorios comunes para aplicar mejor las soluciones con el fin de afrontar los desafíos regionales en los ámbitos de la innovación, la eficiencia de los recursos, el medio ambiente y la cultura, apoyando el desarrollo regional y el crecimiento sostenible; subraya que el programa Interreg Espacio Atlántico no tiene la capacidad administrativa y financiera para ser la única fuente de financiación para los proyectos que se inscriben en el marco de la Estrategia Atlántica;

54. Pide a la Comisión, en el contexto de los objetivos específicos de la Estrategia Atlántica, que se centre en las zonas socioeconómicas menos desarrolladas o con mayores necesidades de desarrollo de la zona atlántica; considera fundamental aumentar el número de convocatorias específicas de proyectos en las regiones atlánticas, incluidos los proyectos transatlánticos a pequeña, mediana y gran escala, sobre las prioridades socioeconómicas menos desarrolladas de la Estrategia Atlántica; recuerda, en este contexto, la importancia de aplicar plenamente el principio de asociación, con la implicación de los interlocutores socioeconómicos en la elaboración de los programas de la política de cohesión en las regiones del Atlántico, también con el fin de garantizar una mejor planificación y ejecución de los proyectos sobre el terreno;

55. Insta a los Estados miembros a que, en cooperación con sus autoridades regionales y locales y otras partes interesadas, refuercen su compromiso y pongan en marcha proyectos estratégicos conjuntos; destaca la importancia de los sectores estratégicos contemplados en este plan de acción, como el transporte, la energía, el turismo sostenible, la protección del medio ambiente y el uso sostenible de los recursos, la investigación y la educación;

56. Considera que las organizaciones no gubernamentales medioambientales cuyas actividades están directamente relacionadas con el mar deben participar más activamente en la creación, promoción y ejecución de nuevos proyectos, en la educación y en otros sectores, como la protección de los ecosistemas atlánticos y la biodiversidad;

57. Pide a las partes de la Estrategia Atlántica que, con el apoyo de la Comisión, desarrollen una plataforma de información específica para intercambiar experiencias y mejores prácticas pertinentes en el marco del Plan de Acción Atlántico 2.0;

58. Insta a la Comisión a que revise la estrategia actual a la vista de las graves deficiencias detectadas;

Hacia una macrorregión atlántica

59. Recuerda que el Consejo, en sus Conclusiones de 5 de junio de 2019 sobre la aplicación de las estrategias macrorregionales de la UE, seguía estando abierto a la creación de nuevas macrorregiones; pide al Consejo Europeo que encargue a la Comisión que establezca un modelo de macrorregión atlántica que refuerce la inclusión de las autoridades regionales y el papel de las RUP atlánticas en la gobernanza de la Estrategia Atlántica, impulse proyectos ambiciosos para la región atlántica, coordine mejor el uso de los fondos de la Unión en las regiones y funcione de manera integrada, centrándose en las sinergias entre la dimensión marítima y la cohesión económica, social y territorial;

60. Pide a la Comisión que lleve a cabo un análisis en profundidad de las ventajas para los Estados miembros y sus regiones de establecer una macrorregión atlántica que aborde los retos comunes a los que se enfrentan estas regiones; pide a la Comisión que tenga en cuenta las especificidades de las RUP en el plan de acción y en su análisis en torno a la creación de una macrorregión atlántica y destaca la necesidad de tener debidamente en cuenta sus especificidades desarrollando en cada cuenca —la cuenca caribeña, la cuenca amazónica y la cuenca de la Macaronesia— unas estrategias específicas centradas en los desafíos particulares de las RUP, garantizando de este modo que ninguna región quede rezagada;

°

° °

61. Encarga a su presidente que transmita la presente Resolución al Consejo, a la Comisión, a los Estados miembros y a los Parlamentos regionales de Francia, Irlanda, Portugal y España participantes en la estrategia, así como al Comité de las Regiones y al Comité Económico y Social Europeo.

 

 


 

EXPOSICIÓN DE MOTIVOS

La Estrategia Atlántica ha establecido una cooperación más ambiciosa, abierta y eficaz en la zona del océano Atlántico y ha identificado los retos y oportunidades a los que se enfrenta la región. El ponente celebra la primera Estrategia Atlántica al igual que el trabajo realizado por todos los actores institucionales y no institucionales en los distintos niveles.

 

El ponente observa, no obstante, los escasos resultados del plan de acción anterior y lamenta que hayan sido pocos los proyectos que han recibido apoyo. Se trata, sin duda, de un primer paso importante que, sin embargo, ha puesto de manifiesto desde el primer momento la necesidad de mejorar la arquitectura del futuro plan de acción, de reforzar su gobernanza y conseguir una mayor implicación por parte de las regiones.

 

El nuevo plan de acción supone claramente un avance considerable. Las regiones atlánticas se implican más en la gobernanza, se refuerza el mecanismo de asistencia y se establecen criterios más estrictos para seleccionar las prioridades. Un punto débil que no desaparece es, una vez más, la falta de un fondo dedicado a la Estrategia Atlántica.

 

En la actualidad, los retos a los que se enfrenta el espacio atlántico son aún mayores. Resulta urgente responder a la crisis socioeconómica agravada por la actual pandemia y el Brexit, y es igualmente necesario hacer frente a las amenazas para los ecosistemas, promover la neutralidad climática y responder a las nuevas emergencias periféricas.

 

Con su informe de iniciativa, el ponente anima a que la evolución de la Estrategia Atlántica se encamine hacia una estrategia macrorregional atlántica y a la creación de una macrorregión atlántica para mejorar la coordinación entre los retos que afectan a los ámbitos terrestre y marítimo, reforzar el peso político de la estrategia garantizando una gobernanza en diversos niveles y racionalizar las distintas fuentes de financiación.

 


 

 

OPINIÓN DE LA COMISIÓN DE TRANSPORTES Y TURISMO (26.5.2021)

para la Comisión de Desarrollo Regional

sobre un nuevo enfoque para la Estrategia Marítima Atlántica

(2020/2276(INI))

Ponente de opinión (*): Izaskun Bilbao Barandica

(*) Procedimiento de comisiones asociadas – artículo 57 del Reglamento interno

 

 


SUGERENCIAS

La Comisión de Transportes y Turismo pide a la Comisión de Desarrollo Regional, competente para el fondo, que incorpore las siguientes sugerencias en la propuesta de Resolución que apruebe:

 

 Visto el Acuerdo adoptado en la 21.ª Conferencia de las Partes en la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP21) en París el 12 de diciembre de 2015 (el «Acuerdo de París»),

 Vista la Comunicación de la Comisión, de 20 de mayo de 2020, titulada «Estrategia de la UE sobre la biodiversidad de aquí a 2030 – Reintegrar la naturaleza en nuestras vidas» (COM(2020)0380),

 Vista su Resolución, de 28 de noviembre de 2019, sobre la situación de emergencia climática y medioambiental[25],

 Vista la Directiva 2007/60/CE del Parlamento Europeo y del Consejo, de 23 de octubre de 2007, relativa a la evaluación y gestión de los riesgos de inundación[26],

A. Considerando que la economía azul en el océano Atlántico generó 73 400 millones de euros de valor añadido bruto (VAB), lo que representó el 36 % del valor añadido bruto de la economía azul de la Unión, y proporcionó empleo a 1,29 millones de personas en 2017;

B. Considerando que el sector de la economía azul debe contribuir a la transición hacia una energía limpia, en particular explorando energías renovables, ampliando su potencial marino y mediante una gestión más sostenible que facilite la preservación y recuperación de los ecosistemas marítimos;

C. Considerando que el informe especial del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (GIECC) sobre el océano y la criosfera en un clima cambiante ha puesto de manifiesto las diversas amenazas para el mar y el litoral; que la Unión debe desarrollar una respuesta mejor a amenazas y emergencias como la contaminación marina, incluida la derivada de accidentes, y la subida del nivel del mar;

D. Considerando que, además de los socios comerciales de la Unión como Asia y América del Norte, la región de América Latina y el Caribe representa el quinto socio comercial de la Unión; que la Unión es el principal inversor en la región de América Latina y el Caribe y su segundo socio comercial, lo que da lugar a importantes flujos de transporte marítimo entre ambas regiones;

E. Considerando que una mayor coordinación y cooperación entre las regiones atlánticas es la única manera de atenuar los efectos de la actual crisis de la COVID-19, el cambio climático y la pérdida de biodiversidad que afecta a los hábitats oceánicos y a las comunidades costeras, y los efectos colaterales del Brexit;

F. Considerando que varios sectores de la economía azul se han visto afectados por la crisis actual, en particular el turismo costero y marítimo; que la economía azul debe utilizarse de forma estratégica a fin de que ayude a reparar los daños económicos y sociales causados por la pandemia de COVID-19;

G. Considerando que el Plan de Acción adoptado por la Comisión para actualizar su Estrategia Marítima Atlántica incluye los mismos principios que se establecen en el Pacto Verde Europeo y en su Estrategia Digital y tiene en cuenta los Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas;

H. Considerando que la preservación y recuperación de los ecosistemas marinos es esencial para la humanidad, puesto que son fundamentales para la seguridad alimentaria y la salud humana a nivel mundial y actúan como fuente de actividades económicas, incluidas la pesca, el transporte, el comercio, el turismo, las energías renovables y los productos sanitarios, que deben basarse en el principio de sostenibilidad;

I. Considerando que el transporte marítimo ecológico y las actividades portuarias innovadoras contribuirán a reducir la huella de carbono y medioambiental de la Unión;

J. Considerando que el océano Atlántico ha tenido históricamente un gran valor estratégico para Europa, y cuenta con un potencial que puede verse notablemente reforzado por el desarrollo científico y tecnológico;

1. Respalda el principio del desarrollo sostenible como principal motor del crecimiento económico en la Unión Europea y, en particular, en la región atlántica, a través del transporte marítimo, la construcción naval, la biotecnología, la pesca y la acuicultura, el turismo sostenible y de la energía eólica marina, undimotriz y mareomotriz; pide a la Comisión que promueva la investigación, el desarrollo y la innovación basada en la ciencia como herramientas que contribuyen a la transición hacia una energía limpia mediante el uso de las energías renovables, los combustibles alternativos y la diversificación de las fuentes de energía de la Unión, y que también pueden interconectar las estrategias territoriales de especialización inteligente esenciales para las nuevas cadenas de valor industriales;

2. Señala que una economía azul renovada en la región atlántica puede contribuir a la transición hacia una energía limpia, aprovechando el creciente potencial de las energías renovables marinas y la gestión más sostenible del espacio marítimo en consonancia con el Pacto Verde Europeo, que pone de relieve el papel esencial de la producción de energías renovables marinas para la transición a una economía climáticamente neutra; destaca, a este respecto, la importancia de la estrategia marina con miras a alcanzar la neutralidad climática; pone de relieve, a este respecto, la Directiva (UE) 2018/2001 del Parlamento Europeo y del Consejo, de 11 de diciembre de 2018, relativa al fomento del uso de energía procedente de fuentes renovables; pide a la Comisión que garantice que la Unión conserve su posición de liderazgo tecnológico, retenga el talento y produzca energía limpia, teniendo en cuenta al mismo tiempo las posibles repercusiones en el medio marino, incluidas las relacionadas con el cambio climático;

3. Pide a la Comisión y a la industria que evalúen las ventajas de establecer una asociación europea para el transporte marítimo a fin de fomentar la innovación en el sector, contribuir a la descarbonización, crear infraestructuras para la carga y el suministro de combustibles alternativos en los puertos y las terminales de carga y desarrollar planes de gestión de residuos para los puertos atlánticos; recuerda la importancia de incentivar e invertir en cadenas de valor para los productos, los procesos y las empresas económicamente viables y sostenibles con el objetivo de lograr la neutralidad climática, la eficiencia en el uso de los recursos, instalaciones de reciclado y la circularidad, al tiempo que se mantiene y desarrolla la competitividad internacional; pide a la Comisión que estudie nuevas posibilidades de abordar los problemas de los plásticos, los residuos y la contaminación acústica;

4. Destaca que los esfuerzos de recuperación de la Unión deben centrarse en la sostenibilidad, en consonancia con los objetivos del Pacto Verde, de competitividad y de crecimiento; pide a la Comisión que incluya en su Estrategia la adaptación al cambio climático y sus numerosas consecuencias para la región atlántica;

5. Pide a la Comisión y a los Estados miembros que completen los proyectos prioritarios incluidos en la Red Transeuropea de Transporte (RTE-T) para el Arco Atlántico, especialmente en las zonas transfronterizas y en el contexto de las futuras orientaciones de la RTE-T y del Mecanismo «Conectar Europa» (2021-2027), a fin de promover e invertir en el pleno desarrollo de las autopistas del mar de la RTE-T que conectan islas con tierra firme y en un sistema global de transporte multimodal en toda la región atlántica; estima que los proyectos deben prestar especial atención a las necesidades especiales de conectividad y accesibilidad de las regiones periféricas, insulares y ultraperiféricas del Atlántico; subraya la necesidad de dar prioridad, cuando sea geográficamente factible, a los modos de transporte más sostenibles, como el transporte ferroviario, marítimo y por vías navegables interiores;

6. Subraya que las distintas estrategias macrorregionales han sido eficaces a la hora de facilitar la cooperación, la recuperación y el uso eficiente de los programas de la Unión, como el Fondo Europeo de Desarrollo Regional (FEDER), Interreg o las estrategias de especialización inteligente; pide, por tanto, a la Comisión que elabore una estrategia macrorregional atlántica basada en la actual estrategia de cuenca marítima para el Atlántico en cooperación con las autoridades nacionales, regionales y locales y en la que participen las principales partes interesadas, como los agentes económicos y sociales, la sociedad civil, la comunidad académica y las organizaciones no gubernamentales; pide a la Comisión que aproveche la cohesión económica, social y territorial sostenible e inclusiva en esta zona geográfica, teniendo en cuenta el Pacto Verde Europeo y la Estrategia sobre la Biodiversidad; subraya que la gobernanza de esta Estrategia también debe basarse en el principio de gobernanza multinivel con el fin de garantizar una participación regional eficaz; destaca la importancia de los programas específicos que están destinados especialmente a la mitigación del cambio climático y a la adaptación al mismo, así como a la evaluación y prevención de los riesgos hidrogeológicos en las zonas costeras y los humedales;

7. Resalta que el corredor Atlántico, como parte de la red básica de la RTE-T, deberá completarse a más tardar en 2030, y recuerda la dimensión marítima excepcional del corredor Atlántico debido a sus importantes puertos marítimos principales; lamenta, no obstante, que sigan faltando conexiones multimodales con el interior en varios puertos, en particular líneas de alta velocidad y convencionales para garantizar las conexiones ferroviarias transfronterizas entre la península ibérica y el resto de la red de la Unión; destaca, asimismo, los problemas de interoperabilidad que afectan al transporte ferroviario en este corredor;

8. Pide que se mejore la conectividad multimodal del corredor Atlántico con otros corredores de la RTE-T, en particular con los corredores Mediterráneo, Mar del Norte-Mediterráneo y Rin-Alpino; recuerda la dimensión exterior del corredor Atlántico debido a su ubicación geográfica junto a rutas marítimas mundiales y pide que se aproveche plenamente esa dimensión exterior, lo que mejorará la cadena logística hacia la Unión y desde ella en el marco mundial gracias a su ubicación geográfica junto a rutas marítimas mundiales;

9. Pide a la Comisión que centre su atención en las nuevas formas de fomento de la descarbonización del transporte marítimo, como una manera de promover inversiones en favor de la sostenibilidad; pide, en este sentido, un cambio hacia un sistema de transporte más sostenible y multimodal, el despliegue de combustibles alternativos, como los renovables, equipos e infraestructuras de repostaje, la renovación de las infraestructuras existentes, la finalización de las infraestructuras incluidas en la RTE-T del Arco Atlántico, la optimización de las escalas portuarias, la renovación de la flota en el transporte acuático, medidas técnicas y operativas para mejorar la eficiencia energética de los buques, la modernización, digitalización y automatización del transporte marítimo y una transición hacia un modelo de negocio basado en la economía circular, todas las cuales deben convertirse en prioridades en este ámbito; pide, además, a la Comisión que garantice inversiones que respondan a estas ambiciones;

10. Pide a la Comisión que elabore, en colaboración con la Organización Marítima Internacional (OMI), iniciativas ambiciosas y una hoja de ruta para la descarbonización de los buques basada en una evaluación de impacto exhaustiva;

11. Destaca que la posible inclusión del transporte marítimo en el régimen de comercio de derechos de emisión de la Unión Europea (RCDE) debe estar debidamente justificada y basarse en una evaluación de impacto exhaustiva;

12. Señala la necesidad de establecer objetivos específicos sobre el despliegue de las energías renovables marinas en las regiones atlánticas, teniendo en cuenta su impacto medioambiental en los sectores del transporte y del turismo;

13. Pone de relieve la posición geoestratégica de las regiones ultraperiféricas y su importante papel en la aplicación de esta Estrategia; estima, por tanto, que la financiación de estas regiones y su acceso a los fondos deben basarse en sus características específicas, tal como establece el artículo 349 del Tratado de Funcionamiento de la Unión Europea;

14. Pide a la Comisión que colabore estrechamente con la Agencia Europea de Seguridad Marítima (AESM) al objeto de apoyar a los Estados miembros en la reducción de los riesgos medioambientales relacionados con los buques y en la mejora de la sostenibilidad y la seguridad generales del sector marítimo; pide a la Comisión, además, que establezca un sistema de alerta y observación de las tormentas e inundaciones graves consecuencia del cambio climático; destaca, a este respecto, que deben asignarse recursos adecuados a la AESM con el fin de establecer y gestionar dicho sistema; pide a la Comisión que adopte medidas para prevenir la contaminación marina y que utilice el sistema SafeSea Net de la AESM;

15. Destaca que las inversiones en materia de coordinación y cooperación entre los puertos marítimos, que actúan como pasarelas y nodos para transporte tanto de pasajeros como de mercancías, son una prioridad de la economía azul; pone de relieve que los puertos deben desempeñar un papel clave en la transición hacia la multimodalidad y sostenibilidad del turismo costero, la acuicultura, la construcción naval, la logística y las infraestructuras para el desarrollo de la energía renovable marina y las industrias marinas renovables, a fin de garantizar que todas las partes de la región puedan beneficiarse del crecimiento de un transporte marítimo inteligente y sostenible y lograr una distribución del crecimiento equilibrada en todo el territorio;

16. Destaca que los puertos han sido reconocidos como clave para la conectividad internacional, la economía europea y sus regiones en la Comunicación de la Comisión titulada «Estrategia de Movilidad Sostenible e Inteligente»; resalta, asimismo, que los puertos y el transporte marítimo son fundamentales para la transición hacia una movilidad sostenible e inteligente en consonancia con los objetivos del Pacto Verde Europeo; recuerda a la Comisión y a los Estados miembros que es necesaria una mayor inversión para que los puertos se conviertan en nodos multimodales de movilidad y transporte y en bancos de pruebas para la reutilización de residuos y la economía circular; subraya que los puertos tienen la posibilidad de convertirse en zonas verdes en un plazo corto; pide a la Comisión que elabore un marco relativo a las medidas que deben adoptar los puertos para convertirse en nodos de energía limpia para los sistemas integrados de electricidad, el hidrógeno y otros combustibles alternativos y las entidades con un bajo nivel de emisiones; pide que las inversiones públicas y privadas en los puertos situados a lo largo de la costa atlántica se centren en la falta de conexiones con el interior, con el objetivo general de convertir los puertos en plataformas logísticas y nodos estratégicos del transporte multimodal, de la generación, almacenamiento y distribución de energía, así como del turismo;

17. Destaca la importancia de reforzar el papel de los puertos atlánticos y la necesidad de invertir en infraestructuras inteligentes, así como la importancia del desarrollo y la gestión sostenible de los puertos, incluidos los puertos ecológicos, lo que debería proporcionar una mayor capacidad de adaptación al crecimiento del comercio; subraya, además, la importancia de reforzar el papel de los operadores portuarios como catalizadores de las actividades económicas de la economía azul, con el fin de movilizar financiación para infraestructuras inteligentes y permitir un modo de complementar y supervisar el crecimiento del comercio; pone de relieve, a este respecto, la necesidad de instalar infraestructuras de recarga y repostaje de combustibles alternativos en los puertos y las terminales de carga, lo que mejoraría significativamente la calidad del aire y del agua en las zonas costeras; destaca, asimismo, la necesidad de mejorar el transporte marítimo sostenible y las actividades portuarias innovadoras, a fin de reducir su huella de carbono y medioambiental; recuerda, en este contexto, la importancia de adoptar un enfoque integrado para la gestión de las zonas marítimas, costeras y del interior, en particular mediante el fomento de planes de movilidad azul que promuevan los servicios de transporte intermodal, los laboratorios de movilidad inteligente y las rutas de turismo atlántico sostenible;

18. Insta a la Comisión Europea a que presente un plan que incluya medidas adecuadas a escala europea, con la colaboración de las administraciones nacionales, regionales y locales, para abordar los efectos del cambio climático en la subida del nivel del mar y en las bocas fluviales y a que proponga soluciones para adaptar los puertos, las infraestructuras y las zonas costeras a fin de prevenir catástrofes; acoge con satisfacción los elementos medioambientales positivos de la Estrategia Atlántica, entre los que se encuentran la creación de una red de puertos ecológicos y la atención al desarrollo de energías renovables y las medidas de protección costera; señala que los ecosistemas costeros sanos desempeñan un papel importante en la adaptación al cambio climático, especialmente en lo que se refiere a la subida del nivel del mar y a los fenómenos meteorológicos extremos cada vez más frecuentes; destaca, a este respecto, la importancia de la gestión del riesgo climático y de las medidas de adaptación necesarias para proteger las comunidades, la biodiversidad y los hábitats costeros; pide a la Comisión, además, que desarrolle diferentes escenarios para las rutas del comercio marítimo y que planifique medidas adecuadas para prepararse de cara a la subida del nivel del mar y los fenómenos meteorológicos extremos;

19. Apoya las prácticas sostenibles en el turismo costero y marítimo, ya que son esenciales para la competitividad y la resiliencia de la región atlántica y para la creación de puestos de trabajo de alto valor centrados en la educación y formación profesionales azules mutualmente reconocidas con un «programa Erasmus azul» específico, de modo que se atraiga a jóvenes talentos hacia todos los sectores de la economía azul en la zona, como la construcción naval, la energía, la economía circular, el ámbito marino y el turismo sostenible, y con el fin de crear un campus atlántico de educación y formación avanzadas en ciencias, tecnologías, ingenierías y matemáticas (CTIM) relacionadas con la economía azul y el Pacto Verde Europeo;

20. Destaca que la nueva Estrategia debe ser un factor multiplicador para la creación de empleo en las comunidades costeras de la región atlántica, principalmente en el transporte y el turismo; pide a la Comisión que adopte medidas para mejorar las condiciones de trabajo y empleo de los trabajadores del mar a fin de aumentar el atractivo del sector; pone de relieve que unas normas medioambientales estrictas deben ir acompañadas de normas sociales también estrictas, tanto para el personal portuario como para los trabajadores de los buques; recuerda la necesidad de cursos de formación periódicos, de reciclaje profesional y de mejora de las capacidades de la gente del mar;

21. Hace hincapié en la necesidad de desarrollar acciones que combinen la Estrategia Marítima con el sector turístico y de promover prácticas sostenibles en el turismo costero y marítimo; pide a la Comisión que siga desarrollando el turismo costero y marítimo de una forma que preserve los hábitats marinos y costeros; destaca la importancia de la economía circular en el sector turístico, que debe ser el principio rector, junto con las medidas en pro de una contaminación cero, la eficiencia energética y la preservación de la biodiversidad, como una parte del desarrollo de prácticas más sostenibles que beneficien el desarrollo y el empleo locales a lo largo del año;

22. Pide a la Comisión que desarrolle zonas piloto donde puedan probarse métodos de protección costera y promoverse soluciones basadas en la naturaleza; pide a los Estados miembros que propongan la inclusión en sus acuerdos de asociación de programas y acciones específicos de apoyo a las zonas y comunidades costeras «libres de desechos»;

23. Resalta la necesidad de proteger y promover el atractivo de las zonas costeras atlánticas y las regiones ultraperiféricas, sus paisajes y su patrimonio cultural mediante un enfoque integral que puede contemplar el desarrollo de productos turísticos alternativos y temáticos con el objetivo de potenciar la imagen de la región como destino turístico y garantizar la sostenibilidad económica; hace hincapié, por tanto, en la importancia de la creación de denominaciones de origen y sellos de calidad para los productos agrícolas, pesqueros y acuícolas producidos en las regiones atlánticas, con el fin de impulsar el turismo gastronómico y cultural;

24. Destaca la importancia de contar con una estructura de gobernanza sólida para la aplicación efectiva del Plan de Acción Atlántico 2.0 en la que participen todas las partes interesadas pertinentes a escala de la Unión, nacional, regional y local, respaldada por todos los instrumentos financieros disponibles para dar respuesta a la crisis de la COVID-19 y tomando como referencia el Pacto Verde Europeo, en el que se alude claramente al papel fundamental de la economía azul como uno de los sectores clave para alcanzar sus objetivos; recuerda, a este respecto, la importancia de una ordenación eficaz del espacio marítimo y de un compromiso integrador de la Unión con el desarrollo de la economía azul y la protección del medio marino;

25. Insiste en la necesidad de garantizar que la Estrategia se aplique lo antes posible a fin de que contribuya a la recuperación económica y social, en particular de los sectores del transporte y del turismo; pone de relieve, a este respecto, que la economía circular, las medidas en pro de una contaminación cero, la eficiencia energética y la preservación de la biodiversidad deben ser principios rectores de esta Estrategia y deben crear prácticas más sostenibles que sean beneficiosas para el desarrollo y el empleo, al tiempo que se salvaguarda la competencia internacional de los sectores en la región atlántica;

26. Destaca la relevancia de las regiones ultraperiféricas y de las islas, ya que revisten una suma importancia para el comercio marítimo europeo e internacional dada su ubicación estratégica; pide que las regiones ultraperiféricas sean consideradas zonas especiales, en las que debe darse prioridad al empleo de calidad y mejorarse la accesibilidad y conectividad por mar y aire, a fin de facilitar su desarrollo y cohesión en pie de igualdad con el continente; opina que las regiones ultraperiféricas ofrecen nuevas oportunidades para el desarrollo de las energías renovables, el turismo sostenible y la economía circular al ser un entorno con una excelente biodiversidad marina;

27. Destaca que el Brexit ha cambiado el contexto geopolítico general y ha creado nuevas fronteras exteriores de la Unión en las regiones del Atlántico y del litoral del canal de la Mancha, lo que agrava su situación periférica con respecto al resto de la Unión; pide a la Comisión y a los países participantes que inicien sin demora negociaciones con el Reino Unido sobre un acuerdo ad hoc para determinar el estatuto, el alcance y las condiciones de su participación como tercer país en el Plan de Acción Atlántico 2.0; pide a la Comisión que haga todo lo posible por incluir al Reino Unido y a las agencias pertinentes del Reino Unido en el proceso de aplicación de la Estrategia Marítima Atlántica y que adopte las medidas necesarias para facilitar el comercio y la conectividad a través de los puertos atlánticos entre la Unión y el Reino Unido, con el objeto de abordar las consecuencias del Brexit; pide a la Comisión que tenga esto en cuenta en el próximo plan de acción de la Estrategia Marítima Atlántica, así como en otras propuestas pertinentes con valor añadido de la Unión, como la revisión de las orientaciones de la RTE-T, con el fin de facilitar y reforzar la cohesión socioeconómica y territorial de estas regiones, por ejemplo, mejorando la interconexión entre las redes básica y global, así como la multimodalidad, para garantizar conexiones fluidas entre los puertos, las plataformas logísticas, los aeropuertos y las redes ferroviarias y de carreteras;

28. Considera que la Comisión debe seguir llevando a cabo un seguimiento y una revisión periódicos de la manera en que se ejecutan los pilares temáticos y los objetivos pertinentes del Plan de Acción Atlántico 2.0 y proporcionar, junto con los Estados miembros participantes, la financiación necesaria para la correcta ejecución de los proyectos; subraya la necesidad de garantizar la continuidad de los programas de cooperación territorial, como el programa Interreg Espacio Atlántico y la plataforma BlueInvest; alienta el establecimiento de asociaciones público-privadas y otras posibilidades de combinación de inversiones públicas procedentes de los presupuestos nacionales y de la Unión con financiación privada que pueda movilizar los recursos de todos los programas europeos.


INFORMACIÓN SOBRE LA APROBACIÓN
EN LA COMISIÓN COMPETENTE PARA EMITIR OPINIÓN

Fecha de aprobación

25.5.2021

 

 

 

Resultado de la votación final

+:

–:

0:

48

0

0

Miembros presentes en la votación final

Magdalena Adamowicz, Andris Ameriks, José Ramón Bauzá Díaz, Izaskun Bilbao Barandica, Marco Campomenosi, Ciarán Cuffe, Jakop G. Dalunde, Johan Danielsson, Karima Delli, Gheorghe Falcă, Giuseppe Ferrandino, Mario Furore, Søren Gade, Isabel García Muñoz, Jens Gieseke, Elsi Katainen, Kateřina Konečná, Elena Kountoura, Julie Lechanteux, Bogusław Liberadzki, Peter Lundgren, Benoît Lutgen, Elżbieta Katarzyna Łukacijewska, Marian-Jean Marinescu, Giuseppe Milazzo, Cláudia Monteiro de Aguiar, Caroline Nagtegaal, Jan-Christoph Oetjen, Philippe Olivier, Rovana Plumb, Tomasz Piotr Poręba, Dominique Riquet, Dorien Rookmaker, Massimiliano Salini, Sven Schulze, Vera Tax, Barbara Thaler, István Ujhelyi, Henna Virkkunen, Petar Vitanov, Elissavet Vozemberg-Vrionidi, Lucia Vuolo, Roberts Zīle, Kosma Złotowski

Suplentes presentes en la votación final

Clare Daly, Roman Haider, Jutta Paulus, Marianne Vind

 


 

 

VOTACIÓN FINAL NOMINAL
EN LA COMISIÓN COMPETENTE PARA EMITIR OPINIÓN

48

+

ECR

Peter Lundgren, Tomasz Piotr Poręba, Roberts Zīle, Kosma Złotowski

ID

Marco Campomenosi, Roman Haider, Julie Lechanteux, Philippe Olivier, Lucia Vuolo

NI

Mario Furore, Dorien Rookmaker

PPE

Magdalena Adamowicz, Gheorghe Falcă, Jens Gieseke, Elżbieta Katarzyna Łukacijewska, Benoît Lutgen, Marian-Jean Marinescu, Giuseppe Milazzo, Cláudia Monteiro de Aguiar, Massimiliano Salini, Sven Schulze, Barbara Thaler, Henna Virkkunen, Elissavet Vozemberg-Vrionidi

Renew

José Ramón Bauzá Díaz, Izaskun Bilbao Barandica, Søren Gade, Elsi Katainen, Caroline Nagtegaal, Jan-Christoph Oetjen, Dominique Riquet

S&D

Andris Ameriks, Johan Danielsson, Giuseppe Ferrandino, Isabel García Muñoz, Bogusław Liberadzki, Rovana Plumb, Vera Tax, István Ujhelyi, Marianne Vind, Petar Vitanov

The Left

Clare Daly, Kateřina Konečná, Elena Kountoura

Verts/ALE

Ciarán Cuffe, Jakop G. Dalunde, Karima Delli, Jutta Paulus

 

0

-

 

 

 

0

0

 

 

 

Explicación de los signos utilizados

+ : a favor

- : en contra

0 : abstenciones

 


 

 

OPINIÓN DE LA COMISIÓN DE PESCA (21.4.2021)

para la Comisión de Desarrollo Regional

sobre un nuevo enfoque para la Estrategia Marítima Atlántica

(2020/2276(INI))

Ponente de opinión: Pierre Karleskind

 

SUGERENCIAS

La Comisión de Pesca pide a la Comisión de Desarrollo Regional, competente para el fondo, que incorpore las siguientes sugerencias en la propuesta de Resolución que apruebe:

1. Lamenta la prácticamente nula referencia en la estrategia a los sectores de la pesca y la acuicultura, a pesar de que desempeñan un papel fundamental en toda la fachada atlántica, generan actividad económica y empleo, conforman nuestras regiones costeras y combaten el declive demográfico; pide a la Comisión que revise el texto actual y adapte la estrategia propuesta para incluir ambos sectores, dadas las graves deficiencias detectadas, y que incluya medidas para hacer frente a los efectos de la pandemia relacionados con la evolución de la demanda de los consumidores, el acceso al mercado, los problemas de seguridad y el transporte en relación con las restricciones fronterizas; destaca, a este respecto, la importancia de aunar los esfuerzos de la Comisión y de los Estados miembros para mejorar la salud y la gestión de los océanos y la gestión sostenible de sus recursos;

2. Subraya que, en lo relativo a la pesca, solo se hace referencia a la «pesca de basura» y que, si bien es importante que los pescadores participen en la descontaminación de los océanos, es imperativo tener en cuenta los impactos socioeconómico y medioambiental de este sector; destaca que la pesca, como actividad más antigua de la economía azul, desempeña un papel importante en el desarrollo de la economía circular y que debe tenerse en cuenta con vistas a promover una estrategia que garantice la continuidad de la sostenibilidad del sector pesquero aprovechando sus puntos fuertes;

3. Subraya que los pescadores desempeñan un papel importante en la limpieza de los océanos con la recogida de la basura marina; señala, no obstante, que esta cuestión debe abordarse ante todo en tierra y mediante la reducción de los residuos en origen;

4. Deplora que, al evaluar la primera Estrategia Atlántica, no se hayan tenido en cuenta los sectores de la pesca y la acuicultura, a pesar de que ambos estaban incluidos en ella;

5. Destaca la importancia de la cooperación entre la Comisión, los Estados ribereños del Atlántico y las agencias a la hora de proteger las poblaciones de peces, alcanzar el rendimiento máximo sostenible y acabar con la sobrepesca;

6. Observa que la salida del Reino Unido de la Unión modificará radicalmente el modo en que los buques de la Unión llevan a cabo sus actividades en el océano Atlántico y las dinámicas que se han instalado a lo largo del tiempo en la región; destaca que la reserva de adaptación al Brexit podría ser un instrumento importante en esta transición; lamenta que el presupuesto asignado a esta reserva para cubrir las pérdidas ocasionadas por la salida del Reino Unido en el sector de la pesca sea totalmente insuficiente y que los criterios de reparto propuestos por la Comisión no traten con igualdad al conjunto de segmentos afectados;

7. Acoge con satisfacción, en el contexto de las perturbaciones causadas por la retirada del Reino Unido de la Unión, el objetivo de fomentar las conexiones de transporte marítimo de corta distancia en el Atlántico para integrar mejor a Irlanda;

8. Pide a la Comisión que haga todo lo posible por incluir al Reino Unido y a las agencias pertinentes del Reino Unido en el proceso de aplicación de la Estrategia Marítima Atlántica, para que pueda sacarse partido de la fructífera cooperación histórica que ha habido en este ámbito;

9. Señala que, para que la estrategia sea realmente eficaz, es necesario reforzar el papel de las autoridades locales y las regiones, en particular de las regiones ultraperiféricas, no solo porque son las que albergan una parte importante de la biodiversidad europea, sino también porque estas regiones dependen en gran medida de la economía azul por lo que respecta a su sostenibilidad social y económica;

10. Considera que la Estrategia Atlántica debería vincularse a la Estrategia «De la Granja a la Mesa» y a la Estrategia sobre Biodiversidad, a fin de garantizar que todas ellas funcionen en sinergia; señala que los sectores de la pesca y la acuicultura desempeñan un papel clave en el suministro de alimentos sanos con una huella de carbono reducida y que es esencial la interconexión de la Estrategia Atlántica con ambas estrategias; considera necesario, en este sentido, analizar el impacto global de estas estrategias en la región atlántica, tanto desde el punto de vista ambiental como social y económico, de manera que contribuyan a impulsar un sector pesquero y acuícola fuerte, próspero, sostenible y resistente frente a amenazas como el cambio climático;

11. Subraya que el cambio climático está alterando cada vez más la distribución, la productividad y la composición de las especies de toda la cadena de vida marina, así como la estructura de las generaciones; destaca que el cambio climático tiene efectos interrelacionados en los océanos, los estuarios y los lechos vegetales marinos que proporcionan hábitats y zonas de cría a los peces; señala que los científicos sugieren que el efecto más notable del cambio climático será la expansión de las especies marinas hacia los polos; subraya que, en consonancia con el Acuerdo de París sobre el Cambio Climático, de 2015, la Estrategia Europa 2.0 debe centrarse en la necesidad de respuestas transatlánticas eficaces y progresivas al cambio climático, a través de medidas de mitigación y adaptación, en particular para hacer frente a los nuevos retos de la gestión de la pesca y las cadenas de suministro;

12. Recuerda que el sector de la pesca desempeña un papel esencial en las economías de ambos lados del Atlántico, por lo que es fundamental realizar progresos conjuntos en materia de pesca sostenible y políticas comerciales que contribuyan a luchar contra la pesca ilegal, no declarada y no reglamentada, igualen las condiciones de competencia para los operadores e impidan el acceso al mercado de productos pesqueros de origen no sostenible;

13. Acoge con satisfacción la referencia en el Plan de Acción a la cartografía y la conservación de los humedales costeros como parte del objetivo 6 sobre el refuerzo de la resiliencia de las costas; pide a la Comisión que garantice que estos ámbitos cuenten con planes de gestión eficaces;

14. Recuerda, a este respecto, que las zonas marinas protegidas no solo protegen los ecosistemas marinos, sino que también desempeñan un papel en la mitigación del cambio climático y la adaptación al mismo y contribuyen a la salud y la resiliencia de los océanos; reitera la petición de la Comisión, incluida en su Estrategia sobre la biodiversidad de aquí a 2030, de que se proteja al menos el 30 % del medio marino de la Unión, por ejemplo mediante zonas de recuperación de las poblaciones de peces, como se prevé en la política pesquera común, y zonas en las que se restrinjan las técnicas de pesca y las actividades económicas más destructivas; pide, asimismo, un alto nivel de protección para, al menos, el 10 % de las aguas de la Unión;

15. Lamenta que el Plan de Acción 2.0 y sus pilares no mencionen la aplicación del enfoque ecosistémico a la gestión marina, tal como exige la Directiva marco sobre la estrategia marina, y considera que este debe aplicarse a todas las actividades que formen parte de la economía azul;

16. Destaca que el litoral atlántico ofrece oportunidades para otros sectores con un potencial significativo, como la energía renovable marina, la investigación, la construcción naval, el turismo pesquero y las rutas gastronómicas en las zonas costeras con productos de alta calidad y cadenas de valor cortas; subraya la importancia de la cooperación entre los Estados ribereños atlánticos en materia de investigación y desarrollo sostenible en el ámbito de las energías renovables; acoge con satisfacción, a este respecto, los aspectos medioambientales de la estrategia, incluida la creación de una red de puertos ecológicos y el desarrollo sostenible de las energías renovables;

17. Lamenta que no se haya asignado financiación alguna a la puesta en práctica de la estrategia; considera que, una vez revisada, esta debería contar con un presupuesto adecuado;

18. Subraya la importancia de una ordenación eficaz del espacio marítimo y de un compromiso colectivo integrador en favor del desarrollo de la economía azul, la protección del medio ambiente marino y el desarrollo industrial de nuevos sectores en el mar; subraya que la expansión de las actividades debe ser compatible con el principio de precaución y con la necesidad de realizar evaluaciones de impacto socioeconómico, en particular en actividades tradicionales como la pesca.

INFORMACIÓN SOBRE LA APROBACIÓN
EN LA COMISIÓN COMPETENTE PARA EMITIR OPINIÓN

Fecha de aprobación

19.4.2021

 

 

 

Resultado de la votación final

+:

–:

0:

25

0

3

Miembros presentes en la votación final

Clara Aguilera, Pietro Bartolo, François-Xavier Bellamy, Izaskun Bilbao Barandica, Rosanna Conte, Rosa D’Amato, Giuseppe Ferrandino, Søren Gade, Niclas Herbst, France Jamet, Pierre Karleskind, Predrag Fred Matić, Francisco José Millán Mon, Grace O’Sullivan, Manuel Pizarro, Caroline Roose, Bert-Jan Ruissen, Annie Schreijer-Pierik, Ruža Tomašić, Peter van Dalen, Emma Wiesner

Suplentes presentes en la votación final

Benoît Biteau, Manuel Bompard, Nicolás González Casares, Valentino Grant, Petros Kokkalis, Gabriel Mato, Nuno Melo

 


VOTACIÓN FINAL NOMINAL
EN LA COMISIÓN COMPETENTE PARA EMITIR OPINIÓN

25

+

ECR

Bert-Jan Ruissen, Ruža Tomašić

PPE

François-Xavier Bellamy, Peter van Dalen, Niclas Herbst, Gabriel Mato, Nuno Melo, Francisco José Millán Mon, Annie Schreijer-Pierik

Renew

Izaskun Bilbao Barandica, Søren Gade, Pierre Karleskind, Emma Wiesner

S&D

Clara Aguilera, Pietro Bartolo, Giuseppe Ferrandino, Nicolás González Casares, Predrag Fred Matić, Manuel Pizarro

The Left

Manuel Bompard, Petros Kokkalis

Verts/ALE

Benoît Biteau, Rosa D'Amato, Grace O'Sullivan, Caroline Roose

 

0

-

 

 

 

3

0

ID

Rosanna Conte, Valentino Grant, France Jamet

 

Explicación de los signos utilizados

+ : a favor

- : en contra

0 : abstenciones

 

 


 

INFORMACIÓN SOBRE LA APROBACIÓN EN LA COMISIÓN COMPETENTE PARA EL FONDO

Fecha de aprobación

13.7.2021

 

 

 

Resultado de la votación final

+:

–:

0:

42

0

0

Miembros presentes en la votación final

François Alfonsi, Mathilde Androuët, Pascal Arimont, Adrian-Dragoş Benea, Isabel Benjumea Benjumea, Tom Berendsen, Erik Bergkvist, Stéphane Bijoux, Franc Bogovič, Vlad-Marius Botoş, Rosanna Conte, Corina Crețu, Rosa D’Amato, Christian Doleschal, Francesca Donato, Raffaele Fitto, Chiara Gemma, Mircea-Gheorghe Hava, Krzysztof Hetman, Peter Jahr, Constanze Krehl, Elżbieta Kruk, Cristina Maestre Martín De Almagro, Nora Mebarek, Martina Michels, Dan-Ştefan Motreanu, Andżelika Anna Możdżanowska, Niklas Nienaß, Andrey Novakov, Younous Omarjee, Alessandro Panza, Tsvetelina Penkova, Caroline Roose, André Rougé, Susana Solís Pérez, Irène Tolleret, Valdemar Tomaševski, Yana Toom

Suplentes presentes en la votación final

Isabel Carvalhais, Laurence Farreng, Stelios Kympouropoulos, Bronis Ropė

 


VOTACIÓN FINAL NOMINAL EN LA COMISIÓN COMPETENTE PARA EL FONDO

42

+

ECR

Raffaele Fitto, Elżbieta Kruk, Andżelika Anna Możdżanowska, Valdemar Tomaševski

ID

Mathilde Androuët, Rosanna Conte, Francesca Donato, Alessandro Panza, André Rougé

NI

Chiara Gemma

PPE

Pascal Arimont, Isabel Benjumea Benjumea, Tom Berendsen, Franc Bogovič, Christian Doleschal, Mircea-Gheorghe Hava, Krzysztof Hetman, Peter Jahr, Stelios Kympouropoulos, Dan-Ştefan Motreanu, Andrey Novakov

Renew

Stéphane Bijoux, Vlad-Marius Botoş, Laurence Farreng, Susana Solís Pérez, Irène Tolleret, Yana Toom

S&D

Adrian-Dragoş Benea, Erik Bergkvist, Isabel Carvalhais, Corina Crețu, Constanze Krehl, Cristina Maestre Martín De Almagro, Nora Mebarek, Tsvetelina Penkova

The Left

Martina Michels, Younous Omarjee

Verts/ ALE

François Alfonsi, Rosa D'Amato, Niklas Nienaß, Caroline Roose, Bronis Ropė

 

0

-

 

 

 

0

0

 

 

 

Explicación de los signos utilizados

+ : a favor

- : en contra

0 : abstenciones

 

 

Última actualización: 3 de septiembre de 2021
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