Propuesta de resolución - B6-0108/2005Propuesta de resolución
B6-0108/2005

PROPUESTA DE RESOLUCIÓN

16.2.2005

tras las declaraciones del Consejo y de la Comisión
presentada de conformidad con el apartado 2 del artículo 103 del Reglamento
por Adriana Poli Bortone y Sebastiano (Nello) Musumeci
en nombre del Grupo UEN
sobre las relaciones de la Unión Europea con la región mediterránea

Procedimiento : 2005/2506(RSP)
Ciclo de vida en sesión
Ciclo relativo al documento :  
B6-0108/2005
Textos presentados :
B6-0108/2005
Textos aprobados :

B6‑0108/2005

Resolución del Parlamento Europeo sobre las relaciones de la Unión Europea con la región mediterránea

El Parlamento Europeo,

–  Vistos la Declaración de Barcelona y su programa de trabajo de 28 de noviembre de 1995, adoptados en la Conferencia de Barcelona,

–  Vistas las conclusiones de las otras conferencias euromediterráneas,

–  Vistas en especial las conclusiones del último Consejo Euromediterráneo, celebrado en La Haya los días 29 y 30 de noviembre de 2004,

–  Vistas todas sus anteriores resoluciones sobre este asunto,

–  Vista la próxima reunión de la Asamblea Euromediterránea, que debe celebrarse en El Cairo del 12 al 15 de marzo de 2005, que reunirá por primera vez a representantes de los Parlamentos de los países mediterráneos, así como a representantes del Parlamento Europeo,

–  Visto el apartado 2 del artículo 103 de su Reglamento,

A.  Considerando que la Declaración de Barcelona de 1995 y los compromisos derivados de la misma constituyeron un punto crucial para las relaciones entre los países mediterráneos, y considerando que esos principios son todavía válidos como apoyo importante para esas relaciones,

B.   Considerando que diez años después de su adopción, el programa de la Conferencia de Barcelona debe, sin embargo, ser evaluado y posiblemente adaptado a la nueva situación geopolítica, que es muy diferente de la existente en 1995, con objeto de hacer más eficaces las relaciones euromediterráneas,

C.  Considerando que la nueva política de vecindad, recientemente puesta en marcha por la Unión Europea como estrategia básica para crear relaciones especiales y más cercanas con los países vecinos, debe considerarse como complementaria al Proceso de Barcelona y debe tener en cuenta sus resultados,

D.  Considerando que la adopción de los nuevos planes de acción nacionales, que tienen debidamente en cuenta las características específicas de cada país, puede aportar un valor añadido a la estrategia general para la consolidación del diálogo euromediterráneo en todos los sectores,

E.  Considerando que la radicalización de la crisis de Oriente Próximo durante los últimos años, desde muchos puntos de vista, ha hecho que se estanque el diálogo político multilateral en la región mediterránea,

F.  Teniendo en cuenta la actitud distinta, positiva, adoptada recientemente por la República Islámica de Libia, que es todavía un país observador en el Proceso de Barcelona y que ha mostrado señales tangibles de su deseo de adherirse al espíritu y a los principios de la Conferencia,

G.  Considerando que en un nivel económico el Proceso de Barcelona ha sido la rampa de lanzamiento para una consolidación multilateral de instrumentos, creando una red importante de acuerdos dirigidos al establecimiento de una zona de libre comercio,

H.  Teniendo en cuenta la necesidad de hacer avanzar el diálogo cultural, religioso y social entre los socios de ambas orillas del Mediterráneo y de ampliar ese diálogo a sectores nuevos pero políticamente importantes, como el control de la proliferación de armas nucleares y la lucha contra el terrorismo,

I.  Teniendo en cuenta el lanzamiento del proceso de parlamentarización en el diálogo euromediterráneo, que podía hacer a las sociedades civiles de los países mediterráneos participantes más consciente de las estrategias y de los objetivos de todo el proceso,

J.  Considerando que la eficacia y la fuerza del proceso puesto en marcha en Barcelona dependerán de la concesión de recursos financieros adecuados en el marco de las futuras perspectivas financieras, para continuar, con los nuevos instrumentos que deban adoptarse, la dinámica positiva creada en la etapa final de la ejecución del programa MEDA,

K.  Teniendo en cuenta la necesidad de crear una estructura apropiada que, desarrollando el mecanismo que existe ya en la Unión, pueda coordinar eficazmente los sistemas nacionales de protección civil,

L.  Considerando que, finalmente, es necesario intentar definir con claridad los derechos y valores comunes en los que se debe basar el marco de políticas comunes, aunque las formas y la dinámica pertinentes pudieran diferir entre los distintos países,

1.  Subraya la importancia estratégica del proceso puesto en marcha en la Conferencia de Barcelona para crear una zona de estabilidad, paz, progreso económico y diálogo social, religioso y cultural en la región mediterránea, que aún necesita ser una de las prioridades genuinas de la acción exterior de la Unión Europea;

2.  Reitera su visión esencialmente positiva de los progresos realizados en los tres ámbitos principales – político, económico y social– en los que se ha desarrollado un diálogo multilateral entre los países euromediterráneos, consciente, sin embargo, de que puede y debe hacerse mucho más, con realismo y ambición, para completar las acciones comenzadas;

3.  Es consciente de que, en el marco multilateral, es necesario promover más la estabilidad regional, a través de procesos de cooperación e integración que, empezando por los países mejor preparados, puedan abarcar posteriormente áreas geográficas más extensas;

4.  Es también consciente de la necesidad de que un número creciente de sectores de la sociedad civil en todos los países euromediterráneos participen en el Proceso de Barcelona, con objeto de difundir y compartir ciertos principios en los que se basa la asociación y elevar el perfil de todo el proceso de cooperación ante la opinión pública;

5.  Considera esencial que el nuevo marco financiero de la Unión Europea destine suficientes recursos a desarrollar los programas y los proyectos que, tras los buenos resultados obtenidos con el programa MEDA, especialmente en sus años finales, pueden ayudar a lograr los objetivos de la Conferencia de Barcelona;

6.  Acoge con satisfacción el comienzo, en el marco general del proceso de diálogo iniciado en Barcelona, de la etapa de parlamentarización, que permitirá a los representantes de los diversos pueblos euromediterráneos reunirse y discutir temas comunes y presentar sus conclusiones en el Consejo Euromediterráneo;

Aspectos políticos

7.  Acoge con satisfacción la postura adoptada recientemente por el Gobierno libio, que ha mostrado que quiere distanciarse tangiblemente del terrorismo internacional, al que había apoyado activamente en el pasado; a ese respecto, considera que el levantamiento de las medidas de embargo comercial contra Libia es un paso significativo para la futura inclusión plena del país en el Proceso de Barcelona;

8.  Considera que la política de vecindad puesta en marcha por la Unión Europea con los países vecinos no debe ser perjudicial para el progreso de las relaciones euromediterráneas, en términos de desplazamiento de prioridades políticas, sino que debe representar un contexto estratégico más amplio, en el que el Proceso de Barcelona debe continuar siendo el elemento clave de las relaciones euromediterráneas;   

9.  Considera que los futuros planes de acción nacionales son un instrumento válido para una colaboración más estrecha que, teniendo en cuenta las circunstancias nacionales y el desarrollo social y económico de cada país, podrá adaptar la ayuda, los programas y el diálogo social y cultural a las características específicas del país socio en cuestión;

10.  Considera importante ampliar el diálogo político entre todos los socios euromediterráneos incluyendo temas nuevos de palpitante actualidad, como el control de la proliferación de las armas nucleares y la lucha contra el terrorismo internacional, que requieren la participación activa de todos los países;   

11.  Es consciente de que, en muchos casos, a pesar del gran número de conferencias a nivel de ministros de Asuntos Exteriores y ministros sectoriales, el proceso de diálogo político ha acusado una falta de continuidad y de cierto sentido de la responsabilidad por parte de muchos gobiernos locales en los programas que les conciernen directamente;   

Aspectos económicos

12.  Acoge con satisfacción los resultados logrados en el ámbito económico con objeto de crear una zona de libre comercio en el Mediterráneo; acoge con satisfacción, en especial, la celebración de los acuerdos de asociación entre la Comunidad Europea y todos sus socios mediterráneos, que están preparando el camino para una cooperación y un diálogo más estrechos en muchos sectores; espera que los acuerdos de asociación con Argelia, Líbano y Siria, firmados pero aún sin ratificar, entren pronto en vigor;

13.  Es consciente de las dificultades permanentes para poner en marcha la zona de libre comercio entre los países de las orillas meridionales del Mediterráneo; acoge, por lo tanto, con satisfacción, en especial, la firma y la entrada en vigor del Acuerdo de Agadir entre Egipto, Jordania, Túnez y Marruecos, que sienta bases concretas para la cooperación económica multilateral entre varios países mediterráneos, y espera que el ejemplo establecido por estos países sea seguido pronto por otros socios;

Aspectos sociales y culturales

14.  Considera que el diálogo social y cultural en un sentido amplio, permitiendo que los países puedan conocerse mejor, debe abrir el camino para compartir un número cada vez mayor de principios y valores fundamentales; a ese respeto, acoge con satisfacción la creación de la Fundación Euromediterránea Anna Lindh, que tendrá su sede en Alejandría, en Egipto, y estará financiada por el programa MEDA, que podrá desempeñar un papel importante en la promoción de intercambios culturales cada vez más estrechos;

15.  Considera que queda mucho por hacer en lo concerniente a la modernización de las estructuras administrativas y políticas de los países de la ribera meridional del Mediterráneo y a la formación de una sociedad civil en que la mayor cantidad posible de miembros de la sociedad se sientan, y estén, representados;

16.  Cree que la democracia en el sentido amplio debe fomentarse en todos los países euromediterráneos, pero es consciente de las circunstancias diferentes de cada país, que pueden requerir formas individuales de desarrollo orientadas a una mayor apertura a la sociedad;

17.  Es consciente de que la presión demográfica y las diferencias en el desarrollo económico entre las dos orillas del Mediterráneo, por no mencionar la pobreza de otros pueblos africanos, están forzando a un número cada vez mayores de personas hambrientas y desesperadas a intentar emigrar a Europa;

18.  Considera, no obstante, que la emigración Sur-Norte, en interés de los propios emigrantes, debe estar regulada por ciertas normas y adaptada a las necesidades y a la capacidad real de absorción de los países de inmigración; pide, por lo tanto, a las autoridades de los países costeros del Norte de África que cooperen para poner freno a la inmigración ilegal, que, a menudo, termina en tragedia para los implicados;

19.  Subraya la necesidad de incrementar las acciones en beneficio de los jóvenes, que representan un 25% de la población en muchos países de la orilla meridional, bajo la forma de programas de formación específicos que se desarrollarían en países mediterráneos con experiencia en intercambios de estudiantes; considera asimismo apropiado fomentar la circulación de artistas y operadores que pueden elevar la conciencia de las culturas de sus países respectivos, y espera, por lo tanto, que el propio programa MEDA o el nuevo instrumento financiero también puedan financiar a organismos para la protección del patrimonio cultural en toda la región mediterránea;

20.  Apoya la idea de crear una agencia para coordinar los sistemas de protección civil existentes en los distintos países euromediterráneos que pueda actuar como sistema de alerta temprana en caso de desastres naturales y de intervenir rápidamente para hacer frente a las consecuencias de un desastre natural de gran envergadura;

21.  Encarga a su Presidente que transmita la presente resolución a la Comisión, al Consejo, a los Parlamentos de los Estados miembros, y a los Gobiernos y los Parlamentos de los otros países signatarios de la Conferencia de Barcelona.