Propuesta de resolución - B6-0221/2008Propuesta de resolución
B6-0221/2008

PROPUESTA DE RESOLUCIÓN

14.5.2008

tras las declaraciones del Consejo y de la Comisión
presentada de conformidad con el apartado 2 del artículo 103 de su Reglamento,
por Friedrich-Wilhelm Graefe zu Baringdorf, Alyn Smith, Milan Horáček, Marie-Hélène Aubert, Alain Lipietz, Frithjof Schmidt, Rebecca Harms, Caroline Lucas, Carl Schlyter, Bart Staes, Marie Anne Isler Béguin, Mikel Irujo Amezaga, Raül Romeva i Rueda, Kathalijne Maria Buitenweg y Jill Evans
en nombre del Grupo Verts/ALE
sobre la subida de los precios de los alimentos en la UE y en los países en desarrollo

Procedimiento : 2008/2564(RSP)
Ciclo de vida en sesión
Ciclo relativo al documento :  
B6-0221/2008
Textos presentados :
B6-0221/2008
Textos aprobados :

B6‑0221/2008

Resolución del Parlamento Europeo sobre la subida de los precios de los alimentos en la UE y en los países en desarrollo

El Parlamento Europeo,

–  Vista la Declaración Universal de los Derechos humanos, que en el apartado 1 de su artículo 25 contempla el derecho a la alimentación,

–  Vistas las recientes recomendaciones de la Evaluación internacional de la ciencia y la tecnología agrícolas para el desarrollo (IAASTD) sobre la producción mundial de alimentos, iniciadas y elaboradas con apoyo del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, la FAO, el Banco Mundial y otros organismos de la comunidad internacional,

–  Vista su Resolución de 25 de octubre de 2007 sobre el aumento del precio de los piensos y productos alimenticios[1],

–  Visto el apartado 2 del artículo 103 de su Reglamento,

A.  Considerando que los desorbitados precios de los alimentos han dado lugar a motines por los alimentos en países en desarrollo y que, según el Banco Mundial, al menos 33 países importadores de alimentos podrían sufrir desórdenes sociales como consecuencia del acceso cada vez más limitado a alimentos por parte de la población pobre,

B.  Considerando que la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) estima que 826 millones de personas sufren hambre y malnutrición y muchos millones más están bajo la amenaza de sufrirlas si no mejora rápidamente su acceso a recursos para producir alimentos y a alimentos,

C.  Considerando que cada día mueren en el mundo de hambre y malnutrición 25 000 personas, de las que 11 000 como mínimo son niños,

D.  Considerando que el Programa Mundial de Alimentos (PMA) estima que se necesitan como mínimo 500 millones de dólares más para ejecutar los programas previstos para 2008; considerando que las existencias de cereales públicas y privadas han caído hasta el nivel más bajo de los últimos 40 años,

E.  Considerando que, durante los últimos decenios, el Banco Mundial, el Fondo Monetario Internacional y la Organización Mundial del Comercio han impuesto la liberalización del comercio a los países en desarrollo, lo que ha establecido en muchos países un modelo dominante de agricultura a gran escala orientada a la exportación, a expensas de una producción local de alimentos sostenible y de los mercados locales,

F.  Considerando que la falta de inversiones en la investigación agrícola, el desarrollo rural y la formación de agricultores por las autoridades de desarrollo de los países y las instituciones financieras internacionales han expuesto ante todo a los pequeños agricultores a una competencia desleal, lo que ha agravado su pobreza y su vulnerabilidad y ha reducido su capacidad de producir suficientes alimentos,

G.  Considerando que, durante decenios, las subvenciones a la exportación y la ayuda alimentaria, especialmente de los EE.UU. y de la UE, han sido responsables de la destrucción de la agricultura de subsistencia y de la agricultura a pequeña escala en los países en desarrollo y han dejado a millones de familias sin tierra y sin acceso suficiente a alimentos,

H.  Considerando que, según los informes de la Evaluación de los Ecosistemas del Milenio (EM), se prevé que, de mantenerse las tendencias actuales, el número de personas pobres del África subsahariana aumente de los 315 millones de 1999 a 404 millones para 2015,

I.  Considerando que los precios de los productos agrícolas en la explotación se han reducido durante decenios en la UE y en todo el mundo a causa de las políticas de intervención en los mercados y de subvenciones a la exportación, que han favorecido las grandes explotaciones y la concentración de industrias multinacionales de elaboración de alimentos, de manera que dichos precios ya no cubren los costes de producción de la mayoría de los pequeños productores,

J.  Considerando que, siguiendo esta tendencia, el sector de la alimentación y el sector de piensos han aumentado los precios de los productos elaborados, empleando su poder en el mercado para aumentar los beneficios mucho más allá de aplicar un porcentaje razonable a las materias primas agrícolas adquiridas,

K.  Considerando que la actual crisis alimentaria es también consecuencia del aumento de la especulación con productos básicos agrícolas y alimentarios, así como del aumento de las sequías y las inundaciones debido al cambio climático, el aumento de la competencia entre la producción de alimentos y la de biocombustibles, la liberalización comercial sin restricciones, la creciente población mundial, el aumento de los precios del petróleo y, en consecuencia, de los factores de producción agrícola, y el aumento de la demanda mundial de piensos debido a los cambios de la dieta de las economías emergentes,

L.  Considerando que, ante la crisis financiera global, el incremento del uso de productos básicos agrícolas para la producción de carne y biocombustibles ha estimulado la especulación con productos básicos agrícolas, lo que debe atajarse con urgencia y someterse a control a nivel mundial,

M.  Considerando que la voz de la UE tiene peso como donante de ayuda al desarrollo y socio comercial importante en negociaciones bilaterales y multilaterales y debe utilizarse con responsabilidad, entre otros medios, promoviendo instrumentos en favor de unas normas comerciales justas socialmente y respetuosas del medio ambiente, como el concepto de acceso condicional al mercado propuesto por el Parlamento Europeo,

1.  Considera que el acceso a alimentos y el bienestar nutricional es un derecho humano fundamental que debe garantizarse también a la población de los países en desarrollo; pide, por consiguiente, medidas adecuadas para aplicar las disposiciones de la Declaración Universal de los Derechos humanos relativas al derecho a la alimentación;

2.  Expresa su profunda preocupación ante la repercusión negativa del aumento de los precios de los alimentos para los pobres y el aumento de la malnutrición y el hambre; advierte, no obstante, de que los precios en la explotación deben cubrir los costes incurridos por los pequeños productores para garantizar la seguridad alimentaria, especialmente en los países en desarrollo, y que las tendencias hacia el aumento de la monopolización de los mercados de alimentos por empresas dedicadas a la comercialización de semillas y distribuidores de alimentos debe atajarse y someterse a un control suficiente; pide a la Comisión que proponga un acuerdo marco general de comercio justo, pues está demostrado que este concepto de comercio ofrece protección contra la volatilidad de los precios de los alimentos y unos precios justos para los productores;

Políticas exteriores

3.  Considera que para combatir verdaderamente el hambre es necesaria una política global de desarrollo sostenible que permita a los países en desarrollo producir y suministrar a su población agua y alimentos suficientes y evitar el comercio de productos agrícolas y la ayuda alimentaria que socavan la seguridad alimentaria;

4.  Reconoce la importante contribución de las pequeñas y medianas explotaciones a la estabilidad del suministro de alimentos, por lo que pide un apoyo sustancial a unos sistemas razonables de explotación, criterios de buena gobernanza aplicables a las iniciativas de reforma agraria, programas de formación en prácticas agrícolas sostenibles y el fomento del acceso a la tierra en el marco de los programas de desarrollo;

5.  Considera que la lucha contra el hambre debe basarse en el reconocimiento del derecho de un país o región a adoptar medidas y estrategias soberanas para la seguridad alimentaria y para proteger la subsistencia de la población y sus derechos económicos, sociales y culturales;

6.  Pide, por consiguiente, a la Comisión, como negociadora en la OMC, que redoble sus esfuerzos para dar en particular a los países más pobres oportunidades de proteger su producción local de alimentos y abstenerse de presionarles, por ejemplo en las negociaciones sobre acuerdos de asociación económica (AAE) para que renuncien a la fiscalidad sobre las importaciones o a los controles cuantitativos de las importaciones cuando estos instrumentos estén justificados por intereses de seguridad alimentaria nacional;

7.  Pide a la UE y demás países industrializados, así como a las instituciones financieras internacionales, que no fuercen a los países en desarrollo a liberalizar o privatizar sectores básicos de la economía o servicios públicos vitales para la población;

8.  Celebra la iniciativa del Gobierno de los EE.UU. de desvincular la ayuda alimentaria y considera esta iniciativa como un paso importante hacia la reforma de todo el programa de ayuda alimentaria y tener plenamente en cuenta la necesidad de apoyar de manera proactiva un aumento de la seguridad alimentaria regional y local, anteriormente socavadas con frecuencia por ayuda alimentaria vinculada de los EE.UU.;

9.  Pide a la Comisión que, en el marco de la OMC, proponga una iniciativa para evaluar los instrumentos de estabilización de los precios de los productos básicos y otros instrumentos de gestión de la oferta; pide al BEI que examine las posibilidades de establecer inmediatamente un fondo de garantía en apoyo de los regímenes nacionales de microcréditos y de cobertura de riesgos que funcionan con proximidad a las necesidades de los productores locales de alimentos, en especial, en los países en desarrollo más pobres;

10.  Pide a la Comisión y a los Estados miembros que dediquen una parte importante de su presupuesto de ayuda al desarrollo a la investigación agrícola y a la formación y los intercambios de mejores prácticas para los agricultores, con el fin de promover la producción regional y local orientada al mercado; que continúen desarrollando sistemas de cultivos eficientes y sostenibles, como la rotación de cultivos y los cultivos mixtos, así como el cultivo de plantas y la cría de animales adaptados a la realidad local y no modificados genéticamente sobre una base de participación con el fin de aportar estabilidad al suministro local de alimentos y de establecer unos sistemas agrícolas razonables con unos aportes de energía menores a largo plazo;

11.  Expresa su convicción de que la disminución del grado de seguridad alimentaria en la mayoría de los países en desarrollo está vinculada intrínsecamente al aumento de la liberalización del comercio con productos agrícolas; pide a la Comisión que evalúe el impacto de las políticas actuales de liberalización del comercio en el hambre y la pobreza en los países en desarrollo;

Políticas internas

12.  Considera, ante el aumento de la competencia entre la producción de alimentos y la producción de biocombustibles, que el uso de materia orgánica para la producción de energía puede contribuir a una combinación de energías sostenible siempre que para la producción de biogás se utilicen materiales de desecho y estiércol y la producción de energía no compita con la producción de alimentos;

13.  Considera que las pautas de consumo con una ingesta elevada de productos animales, como leche, carne y huevos, da lugar a una mayor demanda total de productos básicos agrícolas y a grandes cantidades de gases de efecto invernadero, por lo que pide que se indique los alimentos se etiqueten indicando la cantidad total de energía utilizada en su producción;

14.  Pide a la Comisión y a los Estados miembros que eviten nuevas impermeabilizaciones masivas de tierras cultivables para fines de construcción y transporte, y pide, por consiguiente, a la Comisión, que, en el marco de las evaluaciones de impacto, elabore criterios para reducir el consumo de tierras en proyectos de construcción y transportes;

15.  Insta a la Comisión y a los Estados miembros a que revisen la PAC con miras a establecer un equilibrio sostenible entre la producción de alimentos, la producción de piensos y la producción de energía sobre la base de una evaluación de impacto en la seguridad alimentaria;

16.  Pide a la Comisión que haga una evaluación de impacto completa de las políticas y programas de la UE en los ámbitos de la energía, el desarrollo, la agricultura, el comercio exterior y la industria, con el fin de asumir la plena responsabilidad de unos instrumentos y medidas mejores para la seguridad alimentaria global;

17.  Encarga a su Presidente que transmita la presente Resolución al Consejo y a la Comisión, así como a las Partes del Convenio sobre la Diversidad Biológica.