PROPUESTA DE RESOLUCIÓN
28.5.2008
presentada de conformidad con el apartado 2 del artículo 103 del Reglamento
por Pasqualina Napoletano, Carlos Carnero González y Véronique De Keyser
en nombre del Grupo del PSE
sobre el Proceso de Barcelona: Unión para el Mediterráneo
Véase también la propuesta de resolución común RC-B6-0281/2008
B6‑0288/2008
Resolución del Parlamento Europeo sobre el Proceso de Barcelona: Unión para el Mediterráneo
El Parlamento Europeo,
– Vista la Declaración de Barcelona, aprobada en la Conferencia Euromediterránea de los días 27 y 28 de noviembre de 1995, por la que se establece una Asociación Euromediterránea,
– Vista la Comunicación de la Comisión al Parlamento Europeo y al Consejo sobre el Proceso de Barcelona: Unión para el Mediterráneo (COM(2008)0319),
– Visto el apoyo prestado al principio de establecimiento del Proceso de Barcelona: Unión para el Mediterráneo por el Consejo Europeo de los días 13 y 14 de marzo de 2008,
– Vista la Declaración final de la Presidencia de la Asamblea Parlamentaria Euromediterránea (APEM) y las Recomendaciones adoptadas por la APEM en su cuarta sesión plenaria de 28 de marzo de 2008 en Atenas,
– Vistas las conclusiones de la Conferencia de Ministros de Asuntos Exteriores Euromediterráeos de los días 2 y 3 de diciembre de 2003 en Nápoles y de los días 5 y 6 de noviembre de 2007 en Lisboa,
– Vista la Comunicación de la Comisión al Parlamento Europeo y al Consejo relativa a la consolidación de la política europea de vecindad (PEV) (COM(2006)0726),
– Vistas las conclusiones de la Cumbre Euromediterránea que marcan el décimo aniversario de la Asociación Euromediterránea acordada en Barcelona los días 27 y 28 de noviembre de 2005,
– Vistas sus anteriores resoluciones sobre la política mediterránea de la Unión Europea y, en particular, su Resolución de 15 de marzo de 2007,
– Visto el apartado 2 del artículo 103 de su Reglamento,
A. Considerando la importancia estratégica de la región mediterránea y del Oriente Próximo para la UE y la necesidad de una política basada en la solidaridad, el diálogo, la cooperación y los intercambios, con miras a superar los desafíos comunes y lograr el objetivo de crear un espacio de paz, estabilidad y prosperidad compartida,
B. Considerando que en la cumbre constitutiva del Proceso de Barcelona: Unión para el Mediterráneo de 13 de julio de 2008 en París convendría prever claras directrices para el refuerzo de las relaciones multilaterales con los socios mediterráneos, incluidas la mejora de los métodos de trabajo y las crecientes responsabilidades compartidas,
1. Acoge con satisfacción la Comunicación de la Comisión Europea sobre el Proceso de Barcelona: Unión para el Mediterráneo y comparte el propósito de la iniciativa de dar un nuevo impulso político concreto a las relaciones multilaterales de la UE con sus socios mediterráneos, elevando el nivel político de dichas relaciones, previendo una mayor responsabilidad común y un mayor reparto de responsabilidades y desarrollando proyectos regionales que respondan a las necesidades de los ciudadanos en la región;
2. Comparte el punto de vista de que se precisa un Proceso de Barcelona renovado que sirva de piedra angular a la cooperación de la UE con la región mediterránea, pues es el único foro del que son miembros todos los socios mediterráneos; considera que la Declaración de Barcelona, sus objetivos y ámbitos de cooperación constituyen el núcleo de esas relaciones; espera que la nueva iniciativa se base en los logros de la Asociación Euromediterránea, aportando un valor añadido al proceso;
3. Apoya decididamente el desarrollo del propuesto Proceso de Barcelona: Unión para el Mediterráneo como una consolidación de la zona euromediterránea basada en principios democráticos y el respeto del Estado de Derecho, que deberá conducir a una mayor asociación en la política exterior y de seguridad, la lucha contra el terrorismo y la búsqueda de una solución al conflicto de Oriente Próximo;
4. Confía en la buena disposición para cooperar en la creación de un marco institucional para el proceso de Barcelona: Unión por el Mediterráneo; reclama que, en cuanto rama de la Autoridad Presupuestaria de la UE, el PE participe para velar por que el nuevo marco y sus proyectos sean un éxito;
5. Acoge con satisfacción la propuesta de la Comisión de crear una copresidencia en el Proceso de Barcelona: Unión para el Mediterráneo para las reuniones a nivel de jefes de Estado y Ministros de Asuntos Exteriores, pues ello hará que la cooperación euromediterránea se considere como algo más propio; destaca que la rama meridional de la presidencia debería ser nombrada por consenso de los socios meridionales y que el país que desempeñe la presidencia debería invitar a las cumbres y reuniones ministeriales a todos los Estados que participan en el Proceso de Barcelona: Unión para el Mediterráneo; considera que la secretaría de la asociación reforzada propuesta no debería suponer más burocracia ni duplicar las estructuras existentes;
6. Pide al Consejo y a la Comisión que evalúen sin demora las repercusiones institucionales y jurídicas de esta importante nueva iniciativa, en particular con respecto a las disposiciones del Tratado de Lisboa, la cooperación reforzada y la creación de un servicio exterior de la UE;
7. Comparte el parecer de que convendría preservar y reforzar las actuales estructuras institucionales del Proceso de Barcelona e intensificar los diálogos político, económico y cultural que son características esenciales de las relaciones euromediterráneas;
8. Se congratula de la propuesta de la Comisión de reforzar las relaciones con los socios mediterráneos a nivel político, organizando cumbres bienales en el marco del Proceso de Barcelona: Unión para el Mediterráneo tanto para aprobar declaraciones políticas como para adoptar decisiones sobre los principales programas y proyectos que convenga desarrollar a nivel regional;
9. Celebra la propuesta de la Comisión de crear una comisión mixta permanente con sede en Bruselas integrada por representantes de todos los participantes en el Proceso de Barcelona: Unión para el Mediterráneo que desempeñe un importante cometido en la mejora de la gobernanza institucional;
10. Se congratula de la propuesta de la Comisión sobre el cometido de la Asamblea Parlamentaria Euromediterránea (APEM), que debería convertirse en elemento integral del marco institucional del Proceso de Barcelona: Unión para el Mediterráneo, como su dimensión parlamentaria; subraya que es necesario reforzar la legitimidad democrática y el papel de la APEM, única asamblea parlamentaria que reúne a los 27 Estados miembros de la UE y a todas las partes del proceso de paz en Oriente Próximo; considera que la APEM, en cuanto órgano consultivo, debería tener derecho a presentar propuestas y evaluaciones;
11. Reitera que el desarrollo de la democracia debe lograrse apoyando reformas políticas y subraya que la credibilidad de la política europea de democratización y promoción de los derechos humanos depende de un apoyo decidido y visible a las sociedades civiles y las organizaciones políticas democráticas de la ribera meridional del Mediterráneo; reclama una mayor participación de la sociedad civil y los representantes de los interlocutores sociales en el marco institucional del Proceso de Barcelona: Unión para el Mediterráneo; reitera su petición a la Comisión de que intensifique los esfuerzos para la creación de «subcomisiones de democracia y derechos humanos» con todos los socios mediterráneos, en virtud de los acuerdos de asociación euromediterráneos y pide a los países socios que respeten los compromisos adquiridos en este ámbito, sobre todo en lo que se refiere a los casos concretos, y que apliquen la cláusula de derechos humanos;
12. Reafirma que el relanzamiento de la asociación mediterránea es un imperativo político para crear una alianza estratégica y destaca que convendría orientarse en los principios de participación, asociación en pie de igualdad y acciones concertadas en la gestión de los avances en todos los ámbitos de la cooperación;
13. Indica que la cooperación UE-Mediterráneo también debería ampliar su ámbito de aplicación a otros países costeros mediterráneos y destaca que conviene reconocer plenamente toda la identidad mediterránea;
14. Subraya que la Asociación Euromediterrána no puede centrarse únicamente en temas económicos y comerciales; recuerda que los tres pilares de Barcelona están estrechamente relacionados; recuerda que el objetivo del tercer pilar era contribuir a «la paz, la estabilidad y la prosperidad» y que no se ha avanzado significativamente en el proyecto de una Carta para la paz y la estabilidad; destaca que los objetivos de crear una zona de librecambio y de liberalización del comercio no son fines en sí mismos, pues deben ir acompañados del refuerzo de la cooperación regional y de la integración social y ambiental;
15. Recuerda que la política económica no debe evaluarse sólo en virtud de su contribución al crecimiento, sino también en virtud del número de puestos de trabajo creados, su contribución a la reducción de la pobreza y su contribución al desarrollo de las regiones desfavorecidas;
16. Destaca, en este contexto, la necesidad de que la UE preste mayor apoyo a los programas de los Estados socios mediterráneos para facilitar el establecimiento de un clima favorable a mayores inversiones y animar a los jóvenes a crear pequeñas empresas, facilitando asimismo el acceso a los microcréditos; considera, en este contexto, que conviene incrementar el apoyo prestado por el Instrumento de Cooperación Financiera Euromediterráneo (FEMIP), incluidas las campañas de información;
17. Recuerda su propuesta de creación de un Banco Euromediterráneo de Inversión y Desarrollo capaz de atraer la inversión extranjera directa que falta en la región mediterránea y que la participación de los Estados del Golfo, en cuanto principales inversores en la región, podría contribuir a la consecución de ese objetivo;
18. Destaca la importancia de la convergencia socio-económica, tanto en su vertiente Sur-Sur como entre las dos orillas del Mediterráneo, y de la integración económica regional como premisa para atraer más inversiones y aprovechar plenamente la cooperación económica, industrial e institucional a que se han comprometido los socios euromediterráneos;
19. Destaca la necesidad de una mayor participación en los programas regionales y un mejor uso del Instrumento Europeo de Vecindad y Asociación (IEVA) por más países de la UE, así como de una promoción sostenible del gran potencial de inversión en la región mediterránea en el seno de la Unión Europea;
20. Destaca que la agricultura desempeña un cometido central en la mejora de las condiciones de vida de las poblaciones rurales, la protección del medio ambiente y la reducción del éxodo rural y la inmigración; reclama, en este contexto, una propuesta de política agrícola UE-Mediterránea basada en la complementariedad de su cadena alimentaria y una política viable de aguas basada en las necesidades alimentarias soberanas;
21. Considera, con vistas a un desarrollo sostenible, en particular debido a que los países del Mediterráneo Meridional y Oriental experimentan un acusado crecimiento energético, que conviene estimular la inversión en proyectos que concedan prioridad a las energías renovables y la eficiencia energética, permitan reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, contribuyan al acceso al agua potable y combatan efectivamente la contaminación del Mar Mediterráneo;
22. Reconoce el cometido de los migrantes para el desarrollo de sus países de origen, facilitando sus inversiones en esos países y reduciendo el coste de las transferencias; destaca la importancia de promover oportunidades de inmigración legal y facilitar los desplazamientos legales, pues así se crean oportunidades de crecimiento económico y se mejora el comercio entre los países de ambas riberas; reclama una cooperación reforzada entre los países implicados con participación de las instituciones europeas, en particular de la Comisión Europea, para lograr el máximo nivel de convergencia entre los regímenes de pensiones, el acceso a la asistencia sanitaria y otros derechos sociales de los trabajadores migrantes;
23. Reafirma que es necesario apuntalar la situación de la mujer en la región mediterránea mediante políticas que otorguen un importante cometido a la mujer en sus sociedades y promoviendo la igualdad de género; destaca que el respeto de las tradiciones y costumbres no debe ir en detrimento de sus derechos fundamentales;
24. Destaca que la cultura también debería considerarse un factor económico y un instrumento de integración social y destaca la importancia de desarrollar, junto con los proyectos económicos ya previstos, proyectos de cooperación cultural y, en particular, mayores programas de intercambio para los jóvenes en la región;
25. Destaca la necesidad de proponer una interesante gama de programas de cooperación cultural a nuestros socios mediterráneos mediante un mejor uso de ERASMUS MUNDUS, el Instrumento Europeo de Vecindad y Asociación y Euromed Audiovisual II (2006-2008), que deberían reforzarse y prorrogarse;
26. Destaca los importantes aspectos de prevención de conflictos de la cooperación e intercambio culturales, así como la importancia del diálogo entre culturas y civilizaciones para tender puentes y estimular las condiciones necesarias para la paz y la estabilidad donde existan conflictos; considera que el acervo que representa la Alianza de Civilizaciones auspiciada por las Naciones Unidas podría contribuir a reforzar los valores comunes y universales;
27. Acoge con satisfacción el nuevo impulso propuesto por la Comisión en su Comunicación sobre el Proceso de Barcelona: Unión para el Mediterráneo para el desarrollo ulterior de programas regionales con los socios mediterráneos; está de acuerdo en la importancia de perseguir con ahínco los objetivos de incrementar la cohesión regional, la integración económica y el desarrollo de infraestructuras;
28. Destaca la importancia de que los proyectos emprendidos en el marco del Proceso de Barcelona: Unión para el Mediterráneo estén abiertos a todos los Estados de la UE y a los socios mediterráneos interesados, especialmente si tienen un interés particular en proyectos o ámbitos específicos;
29. Pide a la Comisión que informe periódicamente al PE y a la APEM sobre el desarrollo de estos proyectos regionales y que examine las propuestas y las evaluaciones presentadas a nivel parlamentario para mejorar la visibilidad del proceso, la capacidad de absorción y el valor añadido para los ciudadanos en la región;
30. Encarga a su Presidente que transmita la presente Resolución al Consejo, a la Comisión y a los Parlamentos y los Gobiernos de los Estados miembros de la UE y a los Gobiernos y Parlamentos de los Estados participantes en el Proceso de Barcelona.