PROPUESTA DE RESOLUCIÓN
28.5.2008
de conformidad con el apartado 2 del artículo 103 del Reglamento,
presentada por Hélène Flautre, David Hammerstein, Raül Romeva i Rueda, Daniel Cohn-Bendit, Monica Frassoni y Cem Özdemir
en nombre del Grupo Verts/ALE
sobre el Proceso de Barcelona: Unión para el Mediterráneo
Véase también la propuesta de resolución común RC-B6-0281/2008
B6‑0295/2008
Resolución del Parlamento Europeo sobre el Proceso de Barcelona: Unión para el Mediterráneo
El Parlamento Europeo,
– Vista la Declaración de Barcelona, aprobada en la Conferencia Euromediterránea de los días 27 y 28 de noviembre de 1995, por la que se establece una Asociación Euromediterránea con un programa de trabajo detallado,
– Vista la Comunicación de la Comisión al Consejo y al Parlamento Europeo, de 21 de mayo de 2003, titulada «Un nuevo impulso a las iniciativas de la UE en el ámbito de los derechos humanos y la democratización, en colaboración con los socios mediterráneos. Orientaciones estratégicas»,
– Vistas las conclusiones de la Cumbre Euromediterránea celebrada en Barcelona los días 27 y 28 de noviembre de 2005 con motivo del décimo aniversario de la Asociación Euromediterránea,
– Vista la Comunicación de la Comisión al Consejo y al Parlamento Europeo, de 4 de diciembre de 2006, relativa a la consolidación de la política europea de vecindad (PEV) y los documentos oficiosos relativos a dicha Comunicación, «ENP-Thematic dimension», «Strengthening the Civil Society Dimension of the ENP» y «ENP- a Path towards further economic integration»,
– Vistas las conclusiones del Consejo de Asociación entre el Reino de Marruecos y la UE, de 23 de julio de 2007, sobre la posibilidad de un refuerzo sustancial de las relaciones con Marruecos y la perspectiva de un estatuto más avanzado,
– Vistas las conclusiones del Consejo de Asuntos Generales y Relaciones Exteriores de la UE, de 15 de octubre de 2007, sobre la negociación de un acuerdo marco con Libia,
– Vista la Comunicación de la Comisión, de 5 de diciembre de 2007, titulada «Una Sólida Política Europea de Vecindad»,
– Vistas la Comunicación de la Comisión sobre una Agenda Europea para la Cultura en un Mundo en vías de Globalización (COM(2007)0242) y su subsiguiente Resolución sobre esta cuestión (P6_TA (2008) 0124),
– Visto el apoyo prestado al principio de establecimiento del Proceso de Barcelona: Unión para el Mediterráneo por parte del Consejo Europeo de los días 13 y 14 de marzo de 2008,
– Vista la Declaración final de la Presidencia de la Asamblea Parlamentaria Euromediterránea (APEM) y las Recomendaciones de la APEM aprobadas en su cuarta sesión plenaria el 28 de marzo de 2008 en Atenas,
– Vista la Comunicación de la Comisión al Consejo y al Parlamento Europeo, de 20 de mayo de 2008, titulada «Proceso de Barcelona: Unión para el Mediterráneo»,
– Vistas sus resoluciones anteriores sobre la política mediterránea de la Unión Europea,
– Visto el apartado 2 del artículo 103 de su Reglamento,
A. Considerando que la región mediterránea es una zona estratégica de importancia vital y complementaria para la Unión Europea, tanto en términos políticos como económicos, y subrayando a este respecto la importancia de revitalizar y renovar las relaciones entre la Unión Europea y sus socios mediterráneos, a fin de conferirles una mayor relevancia política,
B. Señalando que el Proceso de Barcelona representa un firme compromiso con la estabilidad regional y la democracia y ha sido el instrumento central en las relaciones euromediterráneas desde 1995, ofreciendo un marco para la asociación política, económica, cultural y social entre los países y los pueblos de ambas orillas del Mediterráneo,
C. Destacando que la política europea de vecindad tiene como objetivo fomentar dicha asociación, ofreciendo una nueva oportunidad de profundizar las relaciones, fortalecer el diálogo político e integrar a los países asociados en programas y organismos comunitarios,
D. Considerando que, de conformidad con la Decisión del Consejo Europeo de los días 13 y 14 de marzo de 2008 y con la perspectiva de la cumbre del 13 de julio, la Comisión ha presentado una Comunicación titulada «Proceso de Barcelona: Unión para el Mediterráneo», que tiene por objeto impulsar las relaciones multilaterales, una mayor apropiación compartida del Proceso y hacerlo más visible y relevante para las personas de la región,
E. Considerando que la dimensión del proyecto debería ocupar un lugar central en esta nueva iniciativa, a fin de seguir promoviendo la cohesión regional y la integración económica; considerando que la Comisión ha identificado cuatro proyectos principales que deben respaldarse en la Cumbre del 13 de julio, a saber, las autopistas marinas, incluida la interconexión por autopista en el territorio del Magreb, la descontaminación del Mediterráneo y buena gestión medioambiental, el plan solar del Mediterráneo y la cooperación reforzada en el marco de la protección civil,
F. Considerando que en la Cumbre constituyente del Proceso de Barcelona: Unión para el Mediterráneo, que se celebrará el 13 de julio de 2008 en París, deberían establecerse claras directrices para fijar sus principales objetivos y su estructura y métodos de trabajo sobre la base del principio de apropiación compartida,
G. Señalando que el análisis de los logros y las carencias del Proceso de Barcelona debería tenerse debidamente en cuenta para poder renovar las relaciones euromediterráneas de una forma eficaz y dar un nuevo impulso al Proceso; destacando a este respecto la importancia de afrontar las dificultades halladas en el desarrollo de la cooperación y al profundizar la Asociación Euromediterránea, tales como la persistencia del conflicto en Oriente Próximo, las graves tensiones políticas en la región, como en el Sáhara Occidental, la falta de progresos realizados en el ámbito de la democracia y los derechos humanos y la falta de sensibilización de la opinión pública en cuanto al Proceso,
H. Considerando que la creación de la Asamblea Parlamentaria Euromediterránea (APEM) debe considerarse como un paso adelante en términos de implicación parlamentaria en la Asociación Euromediterránea, pero señalando la necesidad de seguir fortaleciendo el papel de la APEM en la formulación y aplicación de la nueva política euromediterránea,
I. Considerando que la declaración del año 2008 como Año Europeo del Diálogo Intercultural debería hacer que se incrementen los esfuerzos de la UE por promover la cooperación y el intercambio culturales, factores ambos de prevención de los conflictos y facilitadores del desarrollo social y económico,
1. Acoge con satisfacción la reciente Comunicación de la Comisión Europea titulada «Proceso de Barcelona: Unión para el Mediterráneo» y apoya el propósito de esta nueva iniciativa de dar un nuevo impulso político y práctico a las relaciones multilaterales de la UE con sus socios mediterráneos elevando el nivel político de dichas relaciones, incrementando la apropiación compartida y desarrollando proyectos regionales y subregionales que respondan a las necesidades de las personas de la región;
2. Coincide en la necesidad de un Proceso de Barcelona con renovado vigor que debe seguir siendo la piedra angular de la cooperación de la UE con la región mediterránea, pues es el único foro en el que todos sus socios mediterráneos intercambian puntos de vista y participan en un diálogo constructivo; considera que los objetivos y ámbitos de cooperación establecidos en la Declaración de Barcelona ocupan y seguirán ocupando un lugar central en las relaciones euromediterráneas; pide por ello a los países que no forman parte del Proceso de Barcelona que den su apoyo al acervo de Barcelona para avanzar hacia las mismas metas;
3. Considera que esta nueva iniciativa ha planteado asuntos importantes que deben abordarse, como el rendimiento político y económico de los Estados del sur del Mediterráneo y cuestiones de organización política e institucional por parte de la UE; considera asimismo que en el desarrollo de este nuevo proceso ha de tenerse debidamente en cuenta el enfoque bilateral adoptado por los socios mediterráneos, incluidos los Estados ribereños del Mediterráneo, en sus relaciones con la UE;
4. Comparte la opinión de que esta nueva iniciativa debe basarse en los logros en términos de cooperación euromediterránea desde 1995 y, al mismo tiempo, conferir un nuevo ímpetu al Proceso de Barcelona a fin de superar sus deficiencias y carencias;
5. Reitera que el conflicto israelo-palestino y la ocupación actual de los territorios árabes han supuesto un obstáculo a la hora de profundizar las relaciones euromediterráneas y que sólo una solución justa y duradera de este conflicto conforme a la iniciativa árabe de paz puede liberar el potencial de la Asociación; señala, a este respecto, la necesidad de una mayor implicación de la UE, en el contexto de la cooperación con sus socios mediterráneos, en los esfuerzos por alcanzar el objetivo de la Conferencia de Annapolis de lograr una solución negociada al conflicto de Oriente Próximo hasta finales de 2008;
6. Señala que uno de los principales objetivos de la política euromediterránea es promover el Estado de Derecho, la democracia, el respeto de los derechos humanos y el pluralismo político y considera, a este respecto, que la Asociación Euromediterránea aún no ha dado los resultados esperados en el ámbito de los derechos humanos; pide por ello al Consejo y a la Comisión que introduzcan con toda claridad la promoción de los derechos humanos y la democracia entre los objetivos de esta nueva iniciativa y que sigan reforzando la aplicación de los mecanismos existentes, como la cláusula de derechos humanos incluida en los acuerdos de asociación (también con la incorporación de un mecanismo de aplicación de dicha cláusula en los nuevos acuerdos futuros), los planes de acción bilaterales de la PEV y las nuevas subcomisiones de derechos humanos; pide, asimismo, la creación de un Tribunal Euromediterráneo de Derechos Humanos para ofrecer a todos los ciudadanos de los países firmantes de la Declaración de Barcelona la posibilidad de presentar sus reclamaciones relativas a la violación de derechos humanos;
7. Comparte la opinión de que la mejora de las relaciones de la UE con sus socios mediterráneos debe reflejar la importancia de nuestros lazos y la profundidad de nuestras relaciones culturales e históricas; se congratula, a este respecto, de la propuesta de la Comisión de reforzar las relaciones con nuestros socios mediterráneos a nivel político organizando cumbres bienales de Jefes de Gobierno con el fin de aprobar declaraciones políticas y tomar decisiones acerca de los programas y proyectos principales que deberán desarrollarse a nivel regional; considera que la APEM debe participar en la preparación de estas cumbres y decidir de forma sistemática el envío de una delegación a cada una de ellas para seguir de cerca los debates y los resultados;
8. Observa la necesidad de construir una asociación más fuerte basada en una mayor apropiación compartida de los diversos procesos; se congratula, a este respecto, de la propuesta de la Comisión de establecer una copresidencia, una comisión mixta permanente con sede en Bruselas y una secretaría de la Asociación con objeto de fomentar la apropiación compartida de la cooperación euromediterránea; celebra, en este sentido, la propuesta de la Comisión que consiste en que, a partir de la entrada en vigor del Tratado de Lisboa, se designe como Copresidentes a los Presidentes del Consejo y de la Comisión, a nivel de Jefes de Estado y de Gobierno, y al Alto Representante/Vicepresidente de la Comisión, a nivel de Ministros de Asuntos Exteriores; destaca asimismo la propuesta de que el Copresidente por parte de los países mediterráneos asociados sea nombrado por consenso; pide, no obstante, al Consejo y a la Comisión que exijan al país que albergue la secretaría el pleno cumplimiento de los compromisos del Proceso de Barcelona en materia de democracia y derechos humanos;
9. Se congratula de la propuesta de la Comisión de reconocer a la Asamblea Parlamentaria Euromediterránea (APEM) como la legítima representación parlamentaria de una Unión para el Mediterráneo y apoya firmemente el fortalecimiento del papel de la APEM en las relaciones con los socios mediterráneos de la UE; subraya, por tal motivo, la importancia de seguir oficializando el papel de este órgano parlamentario euromediterráneo, como órgano consultivo que participa en la formulación y aplicación de la política euromediterránea; considera que la cuestión de abrir la APEM a los representantes parlamentarios de los países que no forman parte del Proceso de Barcelona y que se adherirán a esta nueva iniciativa debe abordarse necesariamente dentro de las estructuras pertinentes de este órgano;
10. Señala que todas las instituciones de la UE deben estudiar en profundidad las implicaciones presupuestarias de esta nueva iniciativa, sobre la base de una buena colaboración, con arreglo a los resultados de la próxima cumbre;
11. Considera que el desarrollo de la dimensión no gubernamental debe ir de la mano del desarrollo de la dimensión parlamentaria, a fin de implicar a las sociedades civiles de ambas orillas, mejorar los intercambios y relaciones y aumentar la sensibilización del público en cuanto al Proceso de Barcelona: Unión para el Mediterráneo;
12. Subraya los importantes aspectos de prevención de conflictos de la cooperación y el intercambio culturales y la importancia del diálogo entre culturas y civilizaciones para tender puentes y estimular las condiciones necesarias para la paz y la estabilidad donde existan conflictos;
13. Destaca que la cultura también debería considerarse un factor económico y un instrumento de integración social y subraya la importancia de desarrollar, junto con los proyectos económicos ya previstos, proyectos de cooperación cultural y, en particular, programas de intercambio ampliados para los jóvenes en la región; considera que tales proyectos harán que nuestra asociación reforzada sea más concreta y visible y más relevante para el ciudadano corriente; subraya, en este sentido, la necesidad de proponer a nuestros socios mediterráneos un interesante abanico de programas de cooperación cultural, a través de un mejor uso de ERASMUS MUNDUS y del Instrumento Europeo de Vecindad y Asociación;
14. Acoge con satisfacción los nuevos esfuerzos propuestos por la Comisión en su Comunicación para el desarrollo ulterior de programas regionales con los socios mediterráneos de la UE con miras a promover la cohesión regional y desarrollar infraestructuras; pide a la Comisión que informe con regularidad tanto al Parlamento Europeo como a la APEM sobre el desarrollo de estos proyectos; señala que estos proyectos deben ser coherentes con los objetivos de la política euromediterránea y pide a la Comisión que acepte el establecimiento de un mecanismo de control que implique tanto a la Comisión como a la APEM en tal proceso;
15. Encarga a su Presidente que transmita la presente Resolución al Consejo, a la Comisión, a los Estados miembros y a los Gobiernos y Parlamentos de los países asociados.