PROPUESTA DE RESOLUCIÓN sobre la situación en Sudán del Sur
13.1.2014 - (2014/2512(RSP))
presentada de conformidad con el artículo 110, apartado 2, del Reglamento
Cristian Dan Preda, Filip Kaczmarek, Gay Mitchell, Davor Ivo Stier, Mariya Gabriel, Eija-Riitta Korhola, Tunne Kelam, Sergio Paolo Francesco Silvestris, Monica Luisa Macovei, Elena Băsescu, Eduard Kukan, Philippe Boulland, Arnaud Danjean, Roberta Angelilli, Sari Essayah, Joachim Zeller en nombre del Grupo PPE
Véase también la propuesta de resolución común RC-B7-0018/2014
El Parlamento Europeo,
– Vistas sus anteriores resoluciones sobre Sudán del Sur y Sudán,
– Vistas las declaraciones de la Vicepresidenta de la Comisión / Alta Representante de la Unión para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, Catherine Ashton, de 24 de diciembre de 2013 y 2 de enero de 2014, sobre la situación en Sudán del Sur,
– Vistas las conclusiones del Consejo, de 22 de julio de 2013, sobre Sudán y Sudán del Sur,
– Vistas las Resoluciones del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas 2132(2013), de 24 de diciembre de 2013, y 2126(2013), de 25 de noviembre de 2013,
– Vista la declaración de la Secretaría Ejecutiva de la Autoridad Intergubernamental para el Desarrollo (IGAD), de 19 de diciembre de 2013,
– Vistas las conversaciones sobre la situación en Sudán del Sur convocadas por el Consejo de Paz y Seguridad de la Unión Africana, en particular en su reunión de Banjul del 30 de diciembre de 2013, así como por la Cumbre de la Autoridad Intergubernamental para el Desarrollo (IGAD) celebrada en Nairobi el 27 de noviembre de 2013,
– Vista la declaración de prensa emitida en nombre de la Unión Africana por la Presidenta de la Comisión de la Unión Africana, Nkosazana Dlamini-Zuma, el 4 de enero de 2014;
– Vista la declaración emitida el 8 de enero de 2014 por los enviados de la IGAD tras su viaje a Yuba para desbloquear las conversaciones entre el Gobierno y el lado rebelde,
– Visto el Acuerdo General de Paz para Sudán de 2005,
– Vista la hoja de ruta para Sudán y Sudán del Sur establecida en el comunicado emitido por el Consejo de Paz y Seguridad de la Unión Africana el 24 de abril de 2012, respaldada plenamente por la UE,
– Visto el Acuerdo revisado de Cotonú,
– Vista la Declaración Universal de Derechos Humanos,
– Visto el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos,
– Vista la Carta Africana de Derechos Humanos y de los Pueblos,
– Visto el artículo 110, apartado 2, del Reglamento,
A. Considerando que el 15 de diciembre de 2013 comenzaron en Sudán del Sur los combates entre tropas gubernamentales y una alianza laxa de milicias étnicas y comandantes del ejército sublevados;
B. Considerando que el conflicto se inició a raíz de que Salva Kiir, Presidente del país y miembro del grupo étnico dinka, acusara a su Vicepresidente destituido, Riek Machar, de etnia nuer, de estar organizando un golpe de Estado contra él; y que Riek Machar ha negado estar implicado en tentativas de golpe;
C. Considerando que combatientes leales al Vicepresidente Machar han concentrado su lucha en zonas petrolíferas del Estado noreste de Junqali, desde donde se ha extendido a partes de Yuba y a los Estados septentrionales de Unidad y Alto Nilo; y que la lucha se ha intensificado sobre el terreno con el avance del ejército hacia la ciudad de Bor, capital del Estado de Junqali, en poder de los rebeldes;
D. Considerando que se han documentado ejecuciones extrajudiciales masivas, la persecución de personas por motivos étnicos y detenciones arbitrarias, y que desde el 6 de enero de 2014 se han hallado al menos tres fosas comunes;
E. Considerando que el conflicto ha causado casi 1 000 muertos, mientras que más de 200 000 personas se han visto desplazadas o han huido del país, en su mayoría a Uganda y Kenia;
F. Considerando que los países vecinos de África oriental, en particular Kenia y Etiopía, presionan a ambas partes tratando de restablecer la paz; y que Uganda, a petición del Presidente Kiir, ha enviado 1 200 soldados y equipo militar para garantizar la seguridad de instalaciones como el aeropuerto y viviendas del Estado;
G. Considerando que la producción de petróleo de Sudán del Sur cayó en 45 000 barriles diarios (cerca de un 20 %) hasta 200 000 barriles diarios desde que se cerraron los pozos de petróleo en el Estado septentrional de Unidad debido a los combates;
H. Considerando que, el 7 de enero de 2014, el Gobierno y las facciones rebeldes de Sudán del Sur mantuvieron su primer encuentro cara a cara en Adís Abeba, aumentando las esperanzas de que se llegue a un alto el fuego; y que, no obstante, estas conversaciones están al parecer bloqueadas debido al encarcelamiento por el Gobierno de once presuntos golpistas;
I. Considerando que los rebeldes reclaman la liberación de once destacados políticos próximos a Machar, detenidos por el supuesto golpe de Estado, para que puedan participar en las conversaciones; que el Presidente Kiir ha declarado que podrían participar en las conversaciones, fruto de buenos oficios regionales, si los debates se trasladan de Etiopía a Yuba para que puedan volver a sus lugares de detención por la noche, pues serán liberados con arreglo al procedimiento judicial del país; que los rebeldes han rechazado esta oferta; que los presos han declarado que su condición de tales no debería ser un impedimento para que se llegue a un acuerdo para el cese de las hostilidades;
J. Considerando que el enviado de los Estados Unidos, Donald Booth, y los enviados de los países vecinos de Sudán del Sur se reunieron el 11 de enero de 2014 con Riek Machar para tratar de incorporar las propuestas de ambas partes a un proyecto de documento de alto el fuego;
K. Considerando que, pese a las conversaciones de paz en curso, persisten los combates y la movilización de fuerzas armadas; y que las fuerzas gubernamentales están tratando de reconquistar la ciudad de Bor, última capital estatal que sigue en poder de los rebeldes;
L. Considerando que, el 8 de enero de 2014, varias docenas de personas celebraron una marcha por la paz en Yuba, denunciando la lucha entre los bandos del Presidente y el Vicepresidente depuesto;
M. Considerando que la situación humanitaria es extremadamente preocupante, pues apenas puede llegarse hasta las personas necesitadas; y que los combates y los ataques a trabajadores humanitarios y sus equipos también han impedido el acceso de los trabajadores humanitarios para ofrecer su ayuda;
N. Considerando que, a raíz de una petición de asistencia de las Naciones Unidas, se activó el 4 de enero de 2013 el Mecanismo de Protección Civil de la Unión con el fin de prestar apoyo a Sudán del Sur con ayuda en especie para el suministro de refugios, material médico, medicamentos, material de bienestar y alimentos;
O. Considerando que el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas adoptó el 24 de diciembre de 2013 la Resolución 2132 (2013) por la que se autoriza reforzar con 5 500 soldados y 440 policías el contingente total de las fuerzas de la Misión de las Naciones Unidas en Sudán del Sur;
P. Considerando que la Oficina de Coordinación de los Asuntos Humanitarios de las Naciones Unidas (OCHA), ha lanzado un llamamiento unificado a fin de obtener 166 millones de dólares estadounidenses para responder a la crisis y prestar asistencia a un número de personas estimado en 628 000 de enero a marzo de 2014; y que las prioridades máximas son la gestión de campos, los alimentos y la subsistencia, la salud, el refugio, la protección, el agua, los saneamientos y la higiene, y la atención que ya se está dedicando a los refugiados ya presentes en Sudán del Sur;
Q. Considerando que la Comisión presta apoyo a acciones de salvamento de vidas con casi 160 millones de euros en ayuda humanitaria asignados en 2012-2013; y que también liberará 50 millones de euros en 2014 para responder a la crisis humanitaria cada vez más intensa del país;
R. Considerando que la Corte Penal Internacional ha emitido dos órdenes de detención contra el Presidente Al Bashir, acusándole de ser responsable de crímenes de guerra, crímenes contra la humanidad y actos de genocidio perpetrados por las fuerzas sudanesas y sus aliados, la milicia Janjaweed, en Darfur (Sudán);
1. Condena firmemente los recientes brotes de hostilidades en Sudán del Sur y pide a todas las partes que depongan las armas y pongan fin de inmediato a la violencia que ha causado muertos, heridos y daños entre la población civil desde el inicio de la crisis en diciembre de 2013.
2. Expresa su profunda preocupación ante la reciente escalada de la violencia en Sudán del Sur, que tiene graves consecuencias políticas, económicas, sociales y humanitarias para un país ya frágil e inestable; está especialmente preocupado por la dimensión étnica del conflicto; destaca que buscar el poder recurriendo a la violencia o a la división étnica es contrario al Estado democrático de Derecho y conculca el Derecho internacional;
3. Condena las violaciones de los derechos humanos y los abusos que, según las noticias, han cometido todas las partes, incluidos grupos armados y fuerzas de seguridad nacionales, y subraya que quienes hayan cometido violaciones del Derecho humanitario internacional y de los derechos humanos internacionales deben asumir sus responsabilidades;
4. Pide al Gobierno y a las facciones rebeldes que resuelvan sus diferencias pacíficamente, demuestren buena voluntad y acuerden un alto el fuego incondicional y el fin de las hostilidades para reducir tensiones y aliviar la espantosa situación de la población;
5. Acoge con satisfacción los esfuerzos de mediación emprendidos por los enviados de la IGAD y su compromiso de tomar todas las medidas necesarias para facilitar la conclusión con éxito de las negociaciones entre los líderes de Sudán del Sur; apoya plenamente las negociaciones en curso en Adís Abeba y, en este contexto, insta al Gobierno y a las facciones rebeldes a que entablen de buena fe conversaciones políticas sin condiciones, incluyentes y globales, y a que cooperen plenamente con los enviados especiales de la IGAD;
6. Insta al Gobierno de Sudán a que practique las necesarias reformas políticas y económicas con el fin de abordar la mala gestión del país, la pobreza crónica y los niveles crecientes de corrupción e inseguridad;
7. Celebra la decisión del Consejo de Paz y Seguridad de la Unión Africana de establecer una comisión para investigar las violaciones de los derechos humanos y otros abusos y recomienda vías y medios para garantizar la responsabilidad, la reconciliación y la reparación entre todas las comunidades;
8. Anima a todos los países vecinos de Sudán del Sur a cooperar estrechamente a fin de mejorar la situación de seguridad en la región; destaca que la cooperación con Sudán en particular supondría una mejora de los lazos después de que quienes ya se enfrentaran en una guerra civil volvieran de nuevo a estar próximos a una situación de conflicto a causa de las disputas sobre tasas por el petróleo y sobre fronteras a primeros de 2012;
9. Pide a los líderes de Sudán del Sur que permitan que los trabajadores humanitarios hagan su trabajo y les faciliten la seguridad que necesitan para atender inmediatamente a las necesidades básicas de la población y evitar una tragedia humanitaria en Sudán del Sur;
10. Pide a la Comisión, a los Estados miembros y a la comunidad internacional que hagan honor a los compromisos de financiación contraídos con la región y movilicen recursos para reaccionar de inmediato ante el empeoramiento de la situación humanitaria en Sudán del Sur y, en particular, que hagan frente a la grave penuria de alimentos y agua, refugios de emergencia y protección;
11. Insta a Sudán del Sur a que ratifique el Acuerdo de Cotonú entre la UE y los Estados ACP con el fin de hacer efectivo el compromiso a largo plazo de la UE con el desarrollo de Sudán del Sur;
12. Celebra la decisión de reforzar la Misión de las Naciones Unidas en Sudán del Sur (UNMISS) aumentando el número de soldados, policías, personal de logística y personal civil; destaca, no obstante, que la protección de los civiles es una responsabilidad fundamental del Estado;
13. Encarga a su Presidente que transmita la presente Resolución al Consejo, a la Comisión, a la Alta Representante de la Unión para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad / Vicepresidenta de la Comisión, a los Gobiernos y los Parlamentos de los Estados miembros, al Gobierno de Sudán del Sur, al Comisario para los Derechos Humanos de Sudán del Sur, a la Asamblea Nacional Legislativa de Sudán del Sur, a las instituciones de la Unión Africana, a la Autoridad Intergubernamental para el Desarrollo y al Secretario General de las Naciones Unidas.