Propuesta de resolución - B8-0407/2017Propuesta de resolución
B8-0407/2017

PROPUESTA DE RESOLUCIÓN sobre la situación humanitaria en Yemen

12.6.2017 - (2017/2727(RSP))

tras una declaración de la vicepresidenta de la Comisión / alta representante de la Unión para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad
presentada de conformidad con el artículo 123, apartado 2, del Reglamento

Charles Tannock, Karol Karski, Pirkko Ruohonen-Lerner, Anders Primdahl Vistisen, Urszula Krupa, Ryszard Czarnecki, Ryszard Antoni Legutko, Monica Macovei, Angel Dzhambazki, Geoffrey Van Orden, Branislav Škripek, Ruža Tomašić en nombre del Grupo ECR

Véase también la propuesta de resolución común RC-B8-0407/2017

Procedimiento : 2017/2727(RSP)
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Ciclo relativo al documento :  
B8-0407/2017
Textos presentados :
B8-0407/2017
Debates :
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B8‑0407/2017

Resolución del Parlamento Europeo sobre la situación humanitaria en Yemen

(2017/2727(RSP))

El Parlamento Europeo,

–  Vistas sus anteriores resoluciones sobre la situación en Yemen,

–  Vistas las conclusiones del Consejo, de 3 de abril de 2017, sobre la situación en Yemen,

–  Vistas las Resoluciones 2216 (2015), 2266 (2016) y 2342 (2017) del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas sobre la situación en Yemen,

–  Vistas las declaraciones de la vicepresidenta de la Comisión / alta representante de la Unión para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad sobre la situación en Yemen,

–  Vista la Declaración Universal de Derechos Humanos de 1948,

–  Visto el Convenio de Ginebra de 1949 y sus protocolos adicionales,

–  Visto el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos de 1966,

–  Vistos la Convención de las Naciones Unidas sobre los Derechos del Niño de 1989 y su Protocolo facultativo relativo a la participación de niños en los conflictos armados de 2000,

–  Vista la Declaración de las Naciones Unidas de 1981 sobre la eliminación de todas las formas de intolerancia y discriminación fundadas en la religión o las convicciones,

–  Visto el Estatuto de Roma de la Corte Penal Internacional,

–  Vista la Convención de las Naciones Unidas contra la Tortura y Otros Tratos o Penas Crueles, Inhumanos o Degradantes, y en particular su artículo 15,

–  Vista la Convención de las Naciones Unidas sobre la prohibición del empleo, almacenamiento, producción y transferencia de minas antipersonal y sobre su destrucción, de septiembre de 1997,

–  Vista la Conferencia de alto nivel de donantes para la crisis humanitaria en Yemen, celebrada en Ginebra el 25 de abril de 2017,

–  Visto el artículo 123, apartado 2, de su Reglamento,

A.  Considerando que, en los últimos dos años, Yemen se ha visto envuelto en combates entre las fuerzas leales al presidente exiliado Abderrabuh Mansur al-Hadi, respaldado por una coalición multinacional dirigida por Arabia Saudita, y los aliados del movimiento rebelde hutí respaldado por Irán, y que el conflicto se ha convertido en una encarnizada guerra por delegación a más gran escala entre dos de las mayores potencias de la región;

 

B.  Considerando que, después de dos años de combates, el Yemen se ha convertido en el escenario de una de las mayores crisis humanitarias del mundo, con 18,8 millones de personas —casi el 70 % de la población— necesitadas de ayuda, y que la situación es especialmente grave por lo que se refiere a los niños, más de 2,2 millones de los cuales sufren desnutrición aguda;

C.  Considerando que el conflicto ha provocado la muerte de al menos 7 800 personas, la mayoría de ellas civiles, y alrededor de 44 000 heridos; que un reciente brote de cólera ha causado la muerte de más de 500 personas, y que se sospecha la existencia de la enfermedad en otros 60 000 casos;

D.  Considerando que el conflicto también ha provocado continuas violaciones de los derechos humanos, el hostigamiento y la detención de minorías religiosas y la presunta utilización de niños en los conflictos armados;

E.  Considerando que el actual conflicto en Yemen tiene su origen en la incapacidad de los diferentes gobiernos para garantizar las aspiraciones democráticas, económicas y sociales del pueblo yemení, lo cual ha alimentado el descontento, la violencia y la división;

F.  Considerando que según Stephen O’Brien, secretario general adjunto de asuntos humanitarios y coordinador de la ayuda de emergencia de las Naciones Unidas, la guerra civil ha dejado Yemen al borde del «colapso social, económico e institucional total», y que es urgente adoptar medidas internacionales para poner fin al sufrimiento de la población yemení;

G.  Considerando que el grupo terrorista islamista Al Qaeda ha aprovechado el conflicto y el caos para reforzar su presencia en el sur y el sureste del país;

H.  Considerando que los soldados hutíes han sido acusados de disparar con armamento pesado en zonas edificadas, mientras que la coalición dirigida por Arabia Saudí ha sido acusada de llevar a cabo ataques aéreos contra hospitales y otros edificios civiles;

I.  Considerando que un Yemen estable, seguro y dotado de un gobierno que funcione adecuadamente es fundamental para los esfuerzos internacionales desplegados para luchar contra el extremismo y la violencia, tanto en la misma región como fuera de ella, así como para conseguir una situación de paz y estabilidad sostenibles en el propio país;

J.  Considerando que en la Conferencia de alto nivel de donantes para la crisis humanitaria en Yemen, celebrada en Ginebra el 25 de abril de 2017, la Unión Europea comprometió 116 millones de euros para cubrir las necesidades humanitarias más urgentes y vitales, apoyar la resiliencia y favorecer la pronta recuperación del país, y que las promesas de contribuciones internacionales efectuadas en dicha conferencia alcanzaron un total de 1 100 millones de dólares;

K.  Considerando que tanto los hutíes como las fuerzas aliadas han sido acusados de cometer graves violaciones del Derecho de la guerra, desplegando minas terrestres antipersonales prohibidas, maltratando a los detenidos y lanzando cohetes de forma indiscriminada en zonas pobladas de Yemen y el sur de Arabia Saudí;

L.  Considerando que la coalición ha sido acusada de llevar a cabo decenas de ataques aéreos indiscriminados y desproporcionados que han causado la muerte de miles de civiles en violación del Derecho de la guerra, utilizando en particular municiones de racimo que han sido prohibidas a nivel internacional;

M.  Considerando que, en abril de 2016, las partes en conflicto en el Yemen emprendieron conversaciones de paz en Kuwait, que fueron abandonadas en agosto del mismo año; que han fracasado los sucesivos esfuerzos dirigidos a conseguir que las partes reanuden las negociaciones, y que prosiguen los ataques aéreos de la coalición y los combates en tierra;

1.  Condena la actual violencia en Yemen, así como sus efectos en hombres, mujeres y niños inocentes;

2.  Insta encarecidamente a todas las partes en el conflicto a que pongan fin a los combates y reanuden cuando antes unas conversaciones de paz constructivas y dirigidas a hacer del Yemen un país sostenible, pacífico y plural en interés de todos sus ciudadanos;

3.  Expresa su profunda preocupación por la posibilidad de que la actual violencia e inestabilidad en Yemen permita a grupos terroristas y extremistas aprovecharse de la situación, lo cual podría tener graves implicaciones para la seguridad, tanto en la región como fuera de ella;

4.  Considera que Arabia Saudí e Irán son la clave para resolver la crisis, e insta a ambas partes a que se esfuercen por mejorar las relaciones bilaterales y cooperen para poner fin a los combates en Yemen;

5.  Lamenta profundamente la muerte de civiles y de trabajadores humanitarios en Yemen, así como los ataques indiscriminados evidentes contra infraestructuras civiles, en particular contra escuelas y hospitales;

6.  Está firmemente convencido de que la única solución a largo plazo a la crisis en Yemen requiere un diálogo político integrador, en consonancia con el marco establecido por la iniciativa del Consejo de Cooperación del Golfo, los resultados de la Conferencia para el Diálogo Nacional y las diversas resoluciones del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas y conclusiones del Consejo Europeo;

7.  Lamenta profundamente la decisión de los combatientes hutíes y de sus aliados de rechazar al enviado especial de las Naciones Unidas a Yemen, Ismail Ould Cheikh Ahmed, en su condición de negociador de la paz, y considera que la renuencia de los actores más importantes a mostrar su voluntad de emprender conversaciones de paz solo puede prolongar el conflicto y el sufrimiento del pueblo yemení;

8.  Pide a todas las partes que respeten los derechos humanos y las libertades de todos los ciudadanos en Yemen, así como de todos aquellos que trabajan en misiones de paz y humanitarias en el país, incluidos los trabajadores humanitarios, los médicos y los periodistas;

9.  Lamenta profundamente que ninguna de las partes en el conflicto haya investigado de forma creíble las supuestas violaciones del Derecho de la guerra por parte de las fuerzas respectivas en Yemen, al tiempo que reclama una investigación independiente de todas las acusaciones de malos tratos, torturas, asesinatos selectivos de civiles y otras violaciones de las normas del Derecho internacional humanitarias y los derechos humanos;

10.  Recuerda a todas las partes en el conflicto que los hospitales y el personal médico están amparados explícitamente por el Derecho internacional humanitario, y que los ataques deliberados a civiles y a infraestructuras civiles constituyen crímenes de guerra;

11.  Lamenta que las fuerzas hutíes, las fuerzas gubernamentales y progubernamentales y otros grupos armados utilicen a niños soldados, que representan aproximadamente un tercio de todos los combatientes en Yemen, al tiempo que recuerda a todas las partes sus responsabilidades derivadas de las leyes y los convenios internacionales;

12.  Condena las supuestas responsabilidades de las milicias hutíes y las fuerzas aliadas en las desapariciones forzadas, las torturas de detenidos y las detenciones arbitrarias de numerosos activistas, periodistas, líderes tribales y opositores políticos desde el inicio del conflicto;

13.  Acoge con satisfacción los compromisos asumidos en la Conferencia de alto nivel de donantes para la crisis humanitaria en Yemen, al tiempo que destaca la necesidad de emprender una acción humanitaria coordinada y dirigida por las Naciones Unidas con el fin de aliviar el sufrimiento del pueblo yemení; insta, por otra parte, a todos los países a que cumplan los compromisos contraídos en dicha conferencia con miras a contribuir a satisfacer las necesidades humanitarias;

14.  Acoge con satisfacción la renovación por el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas de las sanciones dirigidas contra personas y organizaciones que socavan el proceso de transición pacífica en Yemen;

15.  Apoya firmemente la labor del secretario general adjunto de asuntos humanitarios y coordinador de la ayuda de emergencia de las Naciones Unidas, Stephen O’Brien, con el fin de aliviar el sufrimiento de la población yemení;

16.  Encarga a su Presidente que transmita la presente Resolución al Consejo, a la Comisión, al Servicio Europeo de Acción Exterior, a la vicepresidenta de la Comisión / alta representante de la Unión para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, a los Parlamentos y los Gobiernos de los Estados miembros, al Presidente de Yemen, a la Cámara de Representantes de Yemen y al Secretario General de las Naciones Unidas.