Propuesta de resolución - B8-0654/2017Propuesta de resolución
B8-0654/2017

PROPUESTA DE RESOLUCIÓN sobre la situación en Yemen

22.11.2017 - (2017/2849(RSP))

tras una declaración de la vicepresidenta de la Comisión / alta representante de la Unión para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad
presentada de conformidad con el artículo 123, apartado 2, del Reglamento interno

Barbara Lochbihler, Ernest Urtasun, Igor Šoltes, Bodil Valero, Michel Reimon, Yannick Jadot, Molly Scott Cato, Alyn Smith en nombre del Grupo Verts/ALE

Véase también la propuesta de resolución común RC-B8-0649/2017

Procedimiento : 2017/2849(RSP)
Ciclo de vida en sesión
Ciclo relativo al documento :  
B8-0654/2017

B8‑0654/2017

Resolución del Parlamento Europeo sobre la situación en Yemen

(2017/2849(RSP))

El Parlamento Europeo,

–  Vistas la Reunión de Alto Nivel sobre Promesas de Contribuciones para la Crisis Humanitaria del Yemen, celebrada en Ginebra el 25 de abril de 2017, y la promesa adicional de la Unión de 116 millones de euros,

–  Visto el llamamiento hecho el 12 de abril de 2017 por el relator especial de las Naciones Unidas sobre las repercusiones negativas de las medidas coercitivas unilaterales en el disfrute de los derechos humanos, Idriss Jazairy, para que se levante el bloqueo naval de Yemen,

–  Vistas sus anteriores Resoluciones sobre Yemen, y en particular las de 25 de febrero de 2016, sobre la situación humanitaria en Yemen[1], y de 9 de julio de 2015, sobre la situación en Yemen[2],

–  Vista su Resolución, de 28 de abril de 2016, sobre los ataques a hospitales y escuelas, una violación del Derecho internacional humanitario[3], y su Resolución, de 27 de febrero de 2014, sobre el uso de drones armados[4],

–  Vistas las conclusiones del Consejo de 3 de abril de 2017 sobre Yemen, la declaración conjunta de 10 de enero de 2016 de la vicepresidenta de la Comisión / alta representante de la Unión para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad (VP/AR), Federica Mogherini, y el comisario de Ayuda Humanitaria y Gestión de Crisis, Christos Stylianides, sobre el ataque contra un centro de salud de Médecins Sans Frontières (Médicos sin Fronteras – MSF) en Yemen, y la declaración del comisario Stylianides de 11 de noviembre de 2017 sobre la situación humanitaria en Yemen,

–  Vistas la declaración, de 15 de diciembre de 2015, del portavoz del Servicio Europeo de Acción Exterior (SEAE) sobre la reanudación de las conversaciones auspiciadas por las Naciones Unidas sobre Yemen y la declaración conjunta, de 2 de octubre de 2015, de la VP/AR, Federica Mogherini, y del comisario de Ayuda Humanitaria y Gestión de Crisis, Christos Stylianides, sobre Yemen,

–  Vistas las Directrices de la Unión Europea para fomentar la observancia del Derecho internacional humanitario,

–  Vistas las Resoluciones del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas sobre Yemen, en particular las Resoluciones 2216 (2015), 2201 (2015) y 2140 (2014),

–  Vistas las declaraciones de 8 y 10 de enero de 2016 sobre Yemen del portavoz del secretario general de las Naciones Unidas,

–  Vistas las recomendaciones formuladas durante el primer «Development Champions Forum», celebrado del 29 de abril al 1 de mayo de 2017, sobre la necesidad de redefinir la economía de Yemen,

–  Visto el artículo 123, apartado 2, de su Reglamento interno,

A.  Considerando que, desde que la coalición encabezada por Arabia Saudí, de la que forman parte los Emiratos Árabes Unidos, Marruecos, Jordania y otros países y a la que apoyan los Estados Unidos y el Reino Unido, comenzó a bombardear Yemen en marzo de 2015, el país se ha ido sumiendo cada vez más en un conflicto armado con consecuencias trágicas para la población civil, que ya llevaba sufriendo muchos años por causa de la inseguridad y las tensiones políticas, los elevados niveles de pobreza, la dramática devastación medioambiental y la parálisis económica;

B.  Considerando que cada vez está más enquistado el conflicto entre, por un lado, los rebeldes hutíes aliados con el expresidente Alí Abdalá Saleh, que controlan zonas del país en las que, según las estimaciones, vive el 70 % de la población, incluida la capital Saná, y que supuestamente cuentan con el apoyo de Irán y, por otro lado, las fuerzas del depuesto presidente Abderrabuh Mansur al-Hadi, que cuenta con el reconocimiento la comunidad internacional, apoyadas por la coalición encabezada por Arabia Saudí;

C.  Considerando que la tensión ha aumentado aún más desde que el 4 de noviembre de 2017 los hutíes lograron por primera vez lanzar un misil de largo alcance contra el aeropuerto de Riad que fue interceptado por la defensa aérea saudí antes de ocasionar daños, pero que puso a la capital saudí al alcance de posibles ataques; que Arabia Saudí ha acusado a Irán de poner en manos de las autoridades hutíes la capacidad para lanzar misiles y, en represalia, ha bloqueado todas las rutas de acceso a Yemen por tierra, mar y aire;

D.  Considerando que prácticamente el 90 % de los alimentos básicos del país son importados; que el relator especial de las Naciones Unidas sobre las repercusiones negativas de las medidas coercitivas unilaterales en el disfrute de los derechos humanos ya ha puesto de relieve que el bloqueo naval y aéreo de Yemen impuesto por las fuerzas de la coalición ha sido una de las principales causas de la actual catástrofe humanitaria; que dicho bloqueo ha restringido y perturbado las importaciones y exportaciones de alimentos, combustible y suministros médicos, así como la ayuda humanitaria; que los retrasos injustificados y la denegación de entrada de buques a los puertos yemeníes constituye una medida coercitiva ilegal con arreglo al Derecho internacional;

E.  Considerando que, en febrero de 2017, la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) declaró que Yemen constituía «la mayor emergencia de seguridad alimentaria del mundo»; que las organizaciones humanitarias estiman que al menos un 70 % de los 27 millones de habitantes de Yemen, y el 80 % de los niños, necesitan ayuda humanitaria, más de 17 millones de personas sufren inseguridad alimentaria y 7 millones se encuentran en riesgo agudo de hambruna; que, según la declaración sobre Yemen de la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCAH) de 2 de noviembre de 2017, el número de casos de enfermos de cólera, epidemia que ha experimentado el crecimiento más rápido jamás registrado, se eleva a 895 000;

F.  Considerando que las organizaciones humanitarias han subrayado que la anunciada reapertura por parte de Arabia Saudí de determinados puertos y puntos de entrada en zonas bajo control del Gobierno reconocido internacionalmente no resolverá la grave escasez de combustible y alimentos a que se enfrenta la gran mayoría de la población que vive en territorio controlado por los rebeldes; que la escasez de combustible está impidiendo el funcionamiento de los hospitales;

G.  Considerando que, si bien durante la Reunión de Alto Nivel sobre Promesas de Contribuciones para la Crisis Humanitaria del Yemen, celebrada en Ginebra en abril de 2017, varios países y organizaciones se comprometieron a donar un total de 1 100 millones de dólares estadounidenses, el 21 de noviembre de 2017 los fondos aportados por los donantes ascendían únicamente al 56,9 % de los 2 300 millones de dólares que las Naciones Unidas pidieron para Yemen en su llamamiento de ayuda humanitaria para 2017;

H.  Considerando que, según las Naciones Unidas, más del 90 % de las víctimas de la crisis han sido civiles, contándose por decenas de miles desde 2015; que se ha acusado a la alianza encabezada por Arabia Saudí de cometer crímenes de guerra por haber atacado ilegalmente en los últimos años escuelas, mercados, hospitales, bodas, funerales y hogares en ataques indiscriminados o ataques contra objetivos civiles; que la alianza hutí-Saleh ha bombardeado indiscriminadamente zonas civiles en la ciudad de Taiz y ha disparado su artillería contra objetivos situados en Arabia Saudí, matando e hiriendo a civiles, y que ha reclutado niños soldados de tan solo 15 años para que luchen en el frente;

I.  Considerando que, pese a la presión internacional para que se encuentre una solución política a la crisis, las partes en el conflicto no han conseguido llegar a un acuerdo;

J.  Considerando que, según el decimoctavo informe anual de la Unión sobre la exportación de armas, 16 Estados miembros de la Unión, entre los que se cuentan Francia, el Reino Unido, Alemania y España, han proporcionado armas y apoyo militar, con exportaciones por valor de miles de millones de euros, a miembros de la coalición encabezada por Arabia Saudí, incluidos este país y los Emiratos Árabes Unidos; que el presidente Trump, en su reciente visita, echó leña al fuego al manifestar su apoyo sin reservas a la política de Arabia Saudí en la región y prometió exportaciones de armas a este país por valor de 110 000 millones de dólares; que desde el comienzo de su mandato se ha producido un aumento notable de las operaciones letales extraterritoriales y extrajudiciales de los Estados Unidos en Yemen, en especial mediante el uso de drones, que, según la información disponible, han causado numerosas víctimas civiles; que existen pruebas de que los Estados miembros de la Unión facilitan apoyo directo e indirecto a estas operaciones letales mediante el suministro de información, entre otros medios; que las exportaciones de armas y el apoyo militar hacen posibles el bloqueo y la actual campaña aérea y contribuyen a la crisis humanitaria y a la persistente imposibilidad de encontrar una solución política al conflicto;

K.  Considerando que en la Resolución del Parlamento de 25 de febrero de 2016 sobre la situación humanitaria en Yemen se pidió a la VP/AR que pusiera en marcha una iniciativa destinada a imponer un embargo de la Unión a la venta de armas a Arabia Saudí, de conformidad con la Posición Común 2008/944/PESC del Consejo, de 8 de diciembre de 2008; que en octubre de 2017 cuatro líderes de grupos políticos del Parlamento Europeo se dirigieron por escrito a la VP/AR instándola a que atendiera el reiterado llamamiento del Parlamento en favor de un embargo de armas de la Unión en relación con el conflicto de Yemen;

1.  Manifiesta su profunda preocupación por el alarmante deterioro de la situación humanitaria en Yemen; lamenta profundamente la pérdida de vidas ocasionada por el conflicto y el sufrimiento extremo de quienes no reciben ayuda humanitaria careciendo de lo mínimo para subsistir, se ven envueltos en los combates, han sido desplazados o han perdido su medio de vida, y transmite su pésame a las familias de las víctimas; reafirma su compromiso de seguir apoyando a Yemen y al pueblo yemení;

2.  Pide a la alianza encabezada por Arabia Saudí que ponga fin total e inmediatamente al bloqueo naval y aéreo de Yemen y, en particular, que vuelva a abrir los puertos de Hodeida y Saleef y el aeropuerto internacional de Saná para que la ayuda humanitaria y los suministros de agua y combustible puedan llegar a la población que está muriendo de hambre; pide asimismo a la alianza hutí-Saleh que permita el acceso sin trabas a los trabajadores humanitarios;

3.  Condena firmemente los ataques indiscriminados contra civiles, en particular los bombardeos, el uso de municiones en racimo y el presunto uso de minas antipersonas, así como los ataques que provocan la destrucción de infraestructuras civiles, como escuelas, instalaciones médicas, zonas residenciales, mercados, sistemas de agua, puertos y aeropuertos; reitera su urgente llamamiento a todas las partes en el conflicto para que garanticen la protección de la población civil y respeten el Derecho internacional humanitario y en materia de derechos humanos;

4.  Urge a todas las partes a que acuerden un cese de las hostilidades supervisado por las Naciones Unidas como primer paso para la reanudación de las conversaciones de paz bajo los auspicios de las Naciones Unidas, teniendo en cuenta que solo un alto el fuego, urgentemente necesario, puede aliviar el dramático sufrimiento de la población civil;

5.  Recuerda a todas las partes implicadas que la persistencia del caos y la inestabilidad ocasionados por el conflicto refuerza a grupos extremista como Al Qaeda de la Península Arábiga y el Estado Islámico de Irak y el Levante (EIIL)/Dáesh; proclama el compromiso de la Unión de oponerse a los grupos extremistas y sus ideologías, y destaca la necesidad de que los actores de la región actúen de igual modo;

6.  Reitera su petición a la VP/AR para que ponga en marcha una iniciativa destinada a imponer un embargo de armas de la Unión contra los miembros de la coalición encabezada por Arabia Saudí, habida cuenta de que ha cometido graves violaciones del Derecho internacional humanitario y en materia de derechos humanos y de que el mantenimiento de las autorizaciones para la transferencia de armas a estos países infringiría, por tanto, la Posición Común 2008/944/PESC del Consejo, el Derecho nacional de los Estados miembros de la Unión y el Tratado sobre el Comercio de Armas; solicita que la VP/AR informe sobre las medidas adoptadas para aplicar el anterior llamamiento efectuado por el Parlamento en su Resolución de 25 de febrero de 2016;

7.  Lamenta profundamente el anuncio del presidente Trump de un considerable aumento de las exportaciones de armas a Arabia Saudí, y subraya que los exportadores de armas que aviven el conflicto corren el riesgo de ser cómplices de crímenes de guerra; lamenta el drástico aumento de las operaciones antiterroristas letales de los Estados Unidos en Yemen; insta al Consejo, a la VP/AR y a los Estados miembros a que se opongan a las ejecuciones extrajudiciales, reafirmen la posición de la Unión de conformidad con el Derecho internacional y velen por que los Estados miembros no efectúen o faciliten operaciones letales ilegales o participen en ellas de cualquier otro modo; insta a la VP/AR, a los Estados miembros y a los terceros países a que se comprometan a investigar, con arreglo a sus obligaciones de Derecho internacional, las denuncias creíbles de muertes potencialmente ilegales y a que adopten la Posición Común sobre el uso de drones armados al margen de conflictos armados;

8.  Apoya plenamente los esfuerzos de los Estados miembros de la Unión y de terceros países de crear mecanismos internacionales que recaben pruebas y exijan responsabilidades a quienes hayan cometido violaciones graves de derechos humanos e infracciones del Derecho internacional humanitario; destaca que garantizar la rendición de cuentas por estas violaciones es indispensable para lograr una solución duradera del conflicto; saluda, a este respecto, la creación por las Naciones Unidas de un grupo de destacados expertos internacionales y regionales con el mandato de supervisar e informar sobre la situación de los derechos humanos en Yemen y llevar a cabo un examen completo de todas las denuncias de violaciones y abusos del Derecho internacional de derechos humanos y otros ámbitos oportunos y aplicables de la legislación internacional cometidos por todas las partes en conflicto desde marzo de 2015;

9.  Pide a todas las partes en el conflicto que tomen medidas para suprimir todos los obstáculos logísticos y financieros que afectan a la importación y distribución de alimentos y suministros médicos a la población civil en situación de necesidad;

10.  Pide a todas las partes, y en especial a las autoridades hutíes, que permitan el acceso sin trabas de los periodistas a todas las zonas de Yemen; celebra la reciente liberación de Yahya Abdulraqeeb al-Jubeihi, Abed al-Mahziri y Kamel al-Khozani, e insta a la liberación inmediata e incondicional de todos los demás periodistas encarcelados;

11.  Recuerda que no existe solución militar al conflicto de Yemen y que la crisis solo podrá resolverse mediante un proceso de negociación en el que intervengan todas las partes implicadas y participen de forma plena y significativa las mujeres, los jóvenes y otros grupos marginados, y que culmine con una solución política integradora; reitera su apoyo a los esfuerzos realizados por el SEAE para facilitar la reanudación de las negociaciones, e insta a todas las partes en conflicto a que respondan a dichos esfuerzos de forma constructiva y sin establecer condiciones previas; pide a la Unión y a los Estados miembros que condenen pública y firmemente el bloqueo y sus repercusiones, y que pidan responsabilidades a todas las partes en conflicto por su comportamiento;

12.  Pide a los países y organizaciones que asumieron compromisos durante la Reunión de Alto Nivel sobre Promesas de Contribuciones para la Crisis Humanitaria del Yemen, celebrada en Ginebra en abril de 2017, que cumplan sus compromisos sin demora y que incrementen sus donaciones de modo que se puedan cubrir todas las necesidades señaladas por las Naciones Unidas;

13.  Pide a la Unión y a sus Estados miembros que, además de sus esfuerzos humanitarios y políticos, apoyen las actuaciones en materia de resiliencia y consolidación de la paz, en particular apoyando a los actores de la sociedad civil y a las estructuras locales económicas y de gobierno, con el fin de garantizar la rápida restauración de las infraestructuras y los servicios básicos, estimular la economía local y fomentar la paz y la cohesión social;

14.  Encarga a su presidente que transmita la presente Resolución al Consejo, a la Comisión, a la vicepresidenta de la Comisión / alta representante de la Unión para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, a los Gobiernos y Parlamentos de los Estados miembros, al secretario general de las Naciones Unidas, al secretario general del Consejo de Cooperación del Golfo, al secretario general de la Liga de los Estados Árabes y al Gobierno de Yemen.