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Acta literal de los debates
Jueves 7 de septiembre de 2000 - Estrasburgo Edición DO

5. Accidentes de submarinos nucleares
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  El Presidente. – De conformidad con el orden del día, se procede al debate conjunto de las siguientes propuestas de resolución:

- B5-0704/2000 del Sr. Sakellariou y otros, en nombre del Grupo del Partido de los Socialistas Europeos, sobre los submarinos nucleares;

- B5-0707/2000 del Sr. Belder, en nombre del Grupo por la Europa de las Democracias y las Diferencias, sobre el naufragio del submarino Kursk y el peligro de contaminación nuclear en la antigua Unión Soviética;

- B5-0709/2000 de la Sra. Thors y del Sr. Väyrynen, en nombre del Grupo del Partido Europeo de los Liberales, Demócratas y Reformistas, sobre el naufragio del submarino Kursk y el peligro de contaminación nuclear en la antigua Unión Soviética;

- B5-0717/2000 del Sr. Posselt y la Sra. Oostlander, en nombre del Grupo del Partido Popular Europeo (Demócratas Cristianos) y Demócratas Europeos, sobre el naufragio del submarino nuclear Kursk.

- B5-0725/2000 de la Sra. Schroedter y otros, en nombre del Grupo de los Verdes/Alianza Libre Europea, sobre el peligro de los submarinos nucleares;

- B5-0736/2000 de la Sra. Muscardini, en nombre del Grupo Unión por la Europa de las Naciones, sobre los incidentes con submarinos nucleares;

- B5-0738/2000 del Sr. Sjöstedt y otros, en nombre del Grupo Confederal de la Izquierda Unitaria Europea/Izquierda Verde Nórdica, sobre el naufragio de submarinos nucleares.

 
  
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  Belder (EDD). – (NL) Señor Presidente, al igual que los promotores de la resolución conjunta, acompaño en el sentimiento a los familiares de la tripulación del accidentado submarino atómico Kursk. Que reciban consuelo y la fuerza de Dios, quien únicamente conoce su profundo dolor y está dispuesto a aliviar su aflicción.

La terrible catástrofe humanitaria del Kursk ha enfrentado al pueblo ruso y también ha vuelto a enfrentarnos a nosotros con las peligrosas consecuencias que conllevan los accidentes de las maquinarias y naves propulsadas por energía nuclear, y con el estricto cumplimiento de las medidas de seguridad en ese campo. A este proceso de concienciación contribuyen sustancialmente, y sobre todo, y quiero subrayarlo, los directamente implicados: los ciudadanos rusos y las organizaciones sociales con sentimientos de responsabilidad. Sus nombres no son un secreto. No sólo merecen nuestro respeto, sino también todo el respaldo posible de Europa. Con cuánta irresponsabilidad actúan, sin embargo, las autoridades rusas, especialmente en el aparato militar del país, en materia de energía atómica. Y ello desde hace mucho tiempo.

La contaminación radiactiva del pueblo Moesljoemovo con plutonio, préstese atención, desde 1949 en el sur del Ural, ofrece una muestra penosa de esta actitud. Antes, las madres desarrollaban leucemia a los cincuenta años, según una residente. Lo mismo les sucedía a sus hijas, aunque ya la padecían a los veinte años; y ahora sus nietos ya sufren este mal mortal desde los dos años.

Con toda la razón, la resolución conjunta hace hincapié en los no pocos riegos nucleares que proceden de decenas de submarinos atómicos arrinconados de la flota del norte de Rusia. A este gran riesgo potencial para las personas y el medio ambiente, añado otro para la ciudad de Moermansk y su entorno directo: el barco de carga Lepse. Este barco sirve desde principios de los años sesenta como almacén de residuos radiactivos procedentes de los rompehielos impulsados por energía nuclear. El mal estado en que se encuentra el Lepse exigiría que la carga radiactiva se trasladara a tierra en contenedores especiales para que, así, haya seguridad. Esta idea tiene ya años ¿Por qué no se ha hecho nada hasta el momento? La respuesta es simple: por la postura irresponsable e intransigente de la autoridad civil con el ente que financia el proyecto, la Unión Europea, respecto de dos puntos esenciales: la firma del acuerdo por el que Rusia asuma la responsabilidad civil de las actividades, y la importación libre de impuestos de los aparatos para realizar las operaciones. Una asombrosa ilustración de la actitud oficial rusa ante cuestiones urgentes de seguridad nuclear. También resulta sorprendente el escándalo nuclear de 1995 en Moscú. En ese momento, el director del instituto científico pensó que los reactores atómicos del tipo de Chernóbil constituía un plan “genial” para aumentar enormemente el presupuesto de su institución: calentar las viviendas cercanas mediante el reactor del instituto dedicado a la investigación. El vecindario se dio cuenta a tiempo. El plan fue desechado y el reactor incluso se cerró ¿Qué sucedió con el director Jevgeni Adamov? Hoy es el Ministro ruso de Energía Atómica. Sueña con otro proyecto rentable, un proyecto multimillonario: Rusia como centro de recolección y transformación de residuos nucleares procedentes del extranjero. Europa está advertida.

 
  
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  Plooij-van Gorsel (ELDR). – (NL) Señor Presidente, Señorías, señor Comisario, el Grupo Liberal está profundamente afectado por la reciente catástrofe del submarino Kursk y comparte el luto de los parientes de los fallecidos y del pueblo ruso. Además, nos preocupa mucho la bomba de efecto retardado que constituye la energía nuclear y el desastre ecológico que amenaza con ocasionar el Kursk en el Mar de Barents, y también otros barcos naufragados que todavía se encuentran ahí. Así mismo, resulta vital que Rusia forme parte de las organizaciones internacionales para la seguridad nuclear. Pido, por tanto, al Comisario que presione a Rusia de manera que ese país asuma su responsabilidad e investigue si los submarinos nucleares todavía en servicio se adecuan a criterios de seguridad más estrictos. Existen expertos internacionales suficientes para ayudar a Rusia a realizar un inventario de los problemas y desmantelar los residuos nucleares existentes en los submarinos del Mar de Barents. Desde luego, Rusia debe actuar con total transparencia y facilitando la colaboración. Rusia también es financieramente responsable ¿Puede decirme la Comisión o el Comisario de qué forma puede la Unión Europea asistir a Rusia en el desmantelamiento de los barcos hundidos y, así, eliminar el peligro de radiación nuclear para nuestros ciudadanos de la UE?

 
  
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  Posselt (PPE-DE). – (DE) Señor Presidente, acompañamos con el sentimiento a los 118 marinos y sus familias, y para ellos son nuestras oraciones. Ellos son acreedores de nuestra solidaridad. No obstante, tampoco podemos olvidar que la catástrofe del Kursk suscita una enorme preocupación, concretamente con respecto a la situación en Rusia. Debemos tener claro que el Presidente Putin ha ocultado, junto con las autoridades rusas, muchas de las circunstancias que han rodeado el accidente. Se han ocultado, falseado o encubierto algunos hechos. Sin embargo, en una entrevista también dijo algo que es cierto, a saber, que el accidente del Kursk es sintomático de la situación en toda Rusia. Tenemos que enfrentarnos por fin a esta situación. Tenemos que contemplar la realidad tal como es. Ésta no sólo incluye la seguridad nuclear y la flota de submarinos nucleares, sino toda una gama de armamento de tecnología avanzada, que no está sujetos a ningún tipo de controles ni medidas de seguridad adecuados.

Por esto es esencial que entre todos empecemos a actuar para introducir por fin algo de transparencia en Rusia. Gracias al Sr. Nikitin y a los medios de comunicación independientes, que ahora están expuestos a una represión aún mayor, por lo menos pudimos tener noticia del accidente al cabo de cuatro días. Gracias a la ayuda internacional se pudo evitar al menos lo peor y ojalá también se logre encontrar una solución. Por consiguiente, nuestra ayuda no sólo es necesaria, sino que también representa un compromiso público. Se requiere un compromiso público y una oferta de cooperación, que no se limite sólo a los cheques, sino que también incluya el desarrollo del Estado de Derecho, de la constitucionalidad y de unos medios de comunicación libres en Rusia. Lo más importante es consolidar y apoyar a todas las fuerzas democráticas, todos los medios de comunicación independientes, la administración, la justicia y los políticos jóvenes, sobre todo en los municipios, a fin de que Rusia llegue a ser un socio con el que podamos convivir sin riesgo en Eurasia.

No voy a entrar ahora en otros temas como el de Chechenia y muchos más. Sólo el caso del Kursk ya resulta sintomático del alcance de las repercusiones ecológicas y políticas directas para nuestra Europa de las catástrofes ocurridas en Rusia. Por esto, por nuestro propio interés, debemos promover la progresiva evolución de Rusia hacia un Estado democrático de Derecho. En estos momentos, bajo el mandato del Presidente Putin, se observa más bien un retroceso, que merece toda nuestra atención. Por todo ello, tenemos una gran responsabilidad en este contexto.

 
  
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  Schroedter (Verts/ALE). – (DE) Señor Presidente, como ya han manifestado los colegas, el accidente del Kursk nos indica que diez años después del fin de la guerra fría aún se siguen anteponiendo los fines militares a las vidas humanas. También yo quiero expresar desde aquí mis más sentidas condolencias a las familias que han sido sus víctimas y que han perdido a sus padres e hijos.

Sabemos que no se puede excluir la posibilidad de que este accidente afecte a un mayor número de personas. Sobre el fondo marino late –como todo el mundo sabe– la amenaza de dos reactores nucleares. Nadie sabe, no obstante, cuál es el alcance de esta amenaza ni los riesgos latentes que entraña para la salud. Por consiguiente, a mi parecer sólo es posible extraer una consecuencia de este accidente: tenemos que reconocer por fin que una vez concluida la guerra fría seguimos incrementando y renovando el armamento, tanto en el Este como en el Oeste, y que esto es sumamente peligroso y causa muertes humanas, y por lo tanto es preciso que se acabe

Frente a este accidente sólo existe una respuesta posible y ésta es: ¡desarme ya! El desarme sólo funcionará si se lleva a cabo de manera equitativa tanto en el Este como en el Oeste. Lo cual también significa que es preciso llevarlo a cabo conjuntamente, en cooperación, y que no se aparte a las personas, como Alexander Nikitin, que participan en esta tarea y nos ayudan a prevenir los riesgos derivados de la guerra fría y el rearme que todavía amenazan a las personas.

Yo ruego a la Comisión que advierta al Gobierno ruso con palabras claras que no vamos a aceptar que se sigan ratificando las sentencias contra Nikitin y se inicien nuevos procedimientos judiciales contra él.

 
  
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  Marset Campos (GUE/NGL). – Señor Presidente, nuestro Grupo Confederal de la Izquierda Unitaria Europea/Izquierda Verde Nórdica comparte totalmente tanto las consideraciones como las propuestas en relación con los accidentes de submarinos nucleares, triste herencia de la guerra fría. Y para señalar que no todo está en un lado, tengo que referirme obligatoriamente a la situación del submarino británico que tuvo una avería el pasado 12 de mayo en Sicilia y que desde el 19 está en Gibraltar, la única colonia británica en el Mediterráneo. La situación está causando una gran alarma social entre la población, porque según la propia norma de la Royal Navy, en un radio de 10 kilómetros hay peligro, en 100 kilómetros aún se mantiene un peligro potencial, y sólo se puede reparar el submarino en muelles catalogados “X“. El muelle de Gibraltar es del tipo “Z”. Es curiosa la conducta neocolonial del Reino Unido, que ha resuelto el problema sustituyendo la “Z” por la “X” en un papel, con un corrector o una goma de borrar. Creo que es importante que la Comisión y el Consejo exijan que ese submarino se vaya al Reino Unido y que velen también por el cumplimiento de las normas de seguridad.

 
  
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  Oostlander (PPE-DE). – (NL) Señor Presidente, el desastre del Kursk nos ha mostrado la terrible herencia de 70 años de política soviética, especialmente por la forma incorrecta en que ha actuado la Administración rusa. El siglo de oro de la nomenclatura comunista dio lugar a que se despreciara tanto a las personas en la antigua Unión Soviética que ahora, en la actual Rusia, no se las ha podido salvar, y ha provocado que nos enfrentemos a este horrible desastre. Ése es el punto central de nuestra resolución. Considero de un mal gusto extraordinario por parte del GUE presentar enmiendas que se esfuerzan por apartar la atención de este desastre y centrarla en un problema regional de naturaleza totalmente diferente. Lo encuentro vergonzoso. La Unión Europea y este Parlamento deben adoptar, en cambio, una postura clara respecto del rescate del Kursk. También debemos estar implicados en ello por razones humanitarias. Además, el rescate del Kursk pone de relieve otros problemas, es decir, el gran número de viejos submarinos rusos y los residuos nucleares existentes en esa misma región del norte de Rusia.

La Unión Europea y el Parlamento deben dejar claro que para Europa se trata del interés general y, por tanto, también para Rusia; y que este asunto debe solucionarse con prontitud. En primer lugar, en cuanto a los parientes de los fallecidos del Kursk, con los que compartimos su dolor. En segundo lugar, respecto de la situación nuclear de Europa. De eso trata nuestra resolución.

 
  
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  Pérez Royo (PSE). - Señor Presidente, estamos hablando de la tragedia del submarino ruso Kursk y, ciertamente, compartimos todas las consideraciones de la resolución común en relación con este tema. Pero, hemos de añadir inmediatamente, que para adquirir credibilidad, este Parlamento Europeo y la Unión en general no pueden ignorar que dentro de su propio territorio existe una situación de grave riesgo nuclear derivado de un accidente en un submarino, aunque naturalmente este último no alcance el carácter dramático del caso del Kursk. Me refiero al caso mencionado anteriormente por el colega Marset, al submarino británico Tireless, anclado desde el mes de mayo en el puerto de Gibraltar, donde se pretende proceder a su reparación.

Es un puerto que, como se ha indicado, no reúne las condiciones técnicas ni de situación para reparar este tipo de barcos. Es un puerto preparado únicamente para reparar mercantes, no buques de guerra y mucho menos submarinos nucleares. No se puede solucionar el problema con una simple recalificación, porque esa recalificación podría afectar a las condiciones técnicas. Pero el problema es que las normas de seguridad incluyen planes de emergencia y actuaciones especiales para la población en un radio de diez kilómetros, en este caso se trata de unas 200.000 personas. Algo que no se puede improvisar de la noche a la mañana, entre otras cosas, porque no se puede desplazar a la población.

Tenemos que denunciar la actitud lamentable del Gobierno británico, pero más aún la actitud del Gobierno español, que ha mantenido un lamentable y vergonzoso silencio sobre esta cuestión, hasta que le han hecho reaccionar tímidamente las protestas de los habitantes de la zona.

Quiero concluir, Señor Presidente, diciendo que no es mi costumbre plantear en esta Asamblea asuntos de política interior. Pero éste no es un asunto de política interior, es un asunto de seguridad europea, es un asunto de decencia europea y lo planteo aquí para provocar la reacción de esta Asamblea y de las autoridades de la Unión en general a fin de remediar esta situación intolerable.

 
  
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  Gasòliba i Böhm (ELDR). – Señor Presidente, Señorías, en nombre del Grupo del Partido Europeo de los Liberales, Demócratas y Reformistas y junto a mi colega Plooij-van Gorsel, nos sumamos a las muestras de condolencia por las víctimas del submarino nuclear ruso, a la petición de mayor cooperación entre la Unión Europea y las autoridades rusas para evitar un nuevo desastre. Evidentemente creemos que la Unión Europea tiene suficientes argumentos como para asegurar esta cooperación. También expresamos nuestra preocupación -como lo han hecho otros oradores- porque, desgraciadamente, el asunto que se había de debatir, el del accidente gravísimo, lamentable y mortal del submarino Kursk nos ha llevado a tratar el problema de un submarino nuclear en aguas del Mediterráneo, en el área de la Unión Europea, en una colonia británica. Este hecho provoca una gravísima y justificada alarma debido a una grave avería en el reactor nuclear y porque no se cumplen, entre otras cosas, las directivas de la Unión Europea. Creemos que hay que actuar de manera urgente. La Unión Europea ha de intervenir, y con la mayor urgencia posible este submarino nuclear se ha de trasladar a una base británica para ser reparado en las debidas condiciones.

 
  
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  Bautista Ojeda (Verts/ALE). - Señor Presidente, señorías, como bien se ha dicho, un submarino nuclear británico se encuentra amarrado en su base de Gibraltar desde el pasado 19 de mayo. Una avería mínima en el sistema de refrigeración de un reactor nuclear nunca se puede considerar insignificante, ya que contiene agua pesada con isótopos radiactivos. Más aún, el Reino Unido ha incumplido a sabiendas la normativa comunitaria en materia de radioprotección, exponiendo a sus ciudadanos de Gibraltar y a los de la bahía de Algeciras a una probabilidad muy alta de contaminación, ya que es ahora y no el pasado mes de mayo cuando reconoció el alcance de la avería. En este caso, se ha producido una violación del Derecho comunitario.

Nos quejamos de que Rusia tardó cuatro días en avisar a la Comunidad Europea de su accidente. Nosotros hemos tardado dos meses.

Supongo que los abucheos que nos dirigieron algunos parlamentarios británicos cuando, en el mes de julio, denunciamos aquí esta situación, también se los dirigían a los ciudadanos de Gibraltar.

Desde aquí denunciamos la falta de información a la población de la zona y de noticias fiables y oficiales por parte del Reino Unido. Asimismo, denunciamos lo que es una realidad: el Reino Unido ha decidido, ante importantes presiones sociales en el país, trasladar a la bahía de Algeciras sus bases de operaciones y reparaciones de submarinos atómicos, sin respetar su propia normativa que le exige no mantener este tipo de bases en zonas altamente pobladas.

Igualmente, denunciamos la actitud contemplativa del Gobierno español, que sólo ha reaccionado cuando la presión y la alarma social han sido unánimes.

Por todo ello, los andaluces pedimos a esta Asamblea, a su Presidencia, más allá de los intereses diplomáticos bilaterales de dos Estados miembros, que se realicen las oportunas consultas y negociaciones que hagan posible el traslado inmediato de este submarino a bases que reúnan las suficientes condiciones de seguridad para repararlo y, de esta forma, se ponga fin a la alarma social creada.

 
  
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  Nielson, Comisión. – (EN) La Comisión comparte las muestras de pesar expresadas en las resoluciones sobre el accidente en el que se vio involucrado el submarino ruso Kursk en el mar ártico de Bering el pasado 12 de agosto que costó la vida a 118 marinos. Sentimos especial preocupación por la política adoptada por las autoridades rusas durante los días siguientes al accidente respecto a la ayuda exterior y la información que se proporcionó a la población rusa y al público en general. Rusia es en última instancia responsable de concebir y aplicar un plan de gestión de sus residuos nucleares y del combustible nuclear agotado y, por consiguiente, las resoluciones hacen un llamamiento, muy acertado, a Rusia para que haga uso de todos los recursos disponibles, incluidos sus propios especialistas.

La Comisión considera que la comunidad internacional debería ofrecer la ayuda necesaria a Rusia. Ya ha lanzado varios proyectos de asistencia en el marco de varios programas comunitarios. La mejora de la gestión de los residuos radiactivos en el noroeste de Rusia es una de las prioridades explícitas incluidas en el nuevo reglamento de TACIS que abarca los próximos siete años. La Comisión saluda cualquier acción que incremente los fondos presupuestarios para reducir la amenaza ideológica en el noroeste de Rusia y, en particular, que haga posible el desmantelamiento de los submarinos nucleares retirados de la circulación con mayor rapidez que en el caso del desmantelamiento realizado hasta ahora de 10 submarinos en desuso de un total de 100 que componen la Flota del Norte y que están amarrados en distintas bases del noroeste de Rusia.

Además de los submarinos, el combustible nuclear agotado procedente de varios rompehielos nucleares viene a sumarse al peligro ecológico. La falta de capacidad de almacenamiento de combustible nuclear agotado sigue siendo uno de los principales escollos de las operaciones de desmantelamiento en su conjunto. Las actividades respaldadas por la Comunidad son estudios para diseñar y calcular el coste de unas instalaciones de almacenamiento en el noroeste de Rusia o en el sur de los Urales. A la luz de estos estudios, la comunidad internacional, incluida quizá la Comunidad Europea, podría financiar posteriormente la construcción de dichas instalaciones de almacenamiento.

Para acelerar el desmantelamiento, la Comunidad está apoyando el diseño, la construcción y la concesión de licencias de una cisterna para el transporte y almacenamiento del combustible nuclear agotado defectuoso que se produzca durante el funcionamiento de submarinos y rompehielos nucleares que actualmente se encuentran almacenados en condiciones primitivas. La Comisión también participa en varios estudios encaminados a mejorar la gestión de residuos radiactivos en el noroeste de Rusia.

Antes de concluir, quisiera hacer hincapié en la importancia de la coordinación internacional en esta inmensa tarea. Por citar dos ejemplos, la Comisión participa en el grupo de expertos de contacto patrocinado por la OIEA. El trabajo del grupo podría desembocar en la elaboración de una estrategia amplia y en proyectos de inversión clave que deberán ser apoyados por la comunidad internacional y, en colaboración con varios países donantes, la Comisión está negociando actualmente un acuerdo con los rusos. Este acuerdo, conocido como el Programa multilateral de medio ambiente en el ámbito nuclear, tiene el objetivo de superar los obstáculos relacionados con la ayuda internacional procedente, por ejemplo, de la exención fiscal y las responsabilidades en materia nuclear. La Comisión espera que el accidente del Kursk permita un avance real de las negociaciones y, en particular, refuerce la determinación de las autoridades rusas de celebrar el acuerdo.

 
  
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  Marset Campos (GUE/NGL). - Señor Presidente, quisiera saber si el Sr. Comisario tiene algo que decir sobre la cuestión, también relativa a submarinos nucleares, que afecta al Tireless en Gibraltar. Ha sido planteada por cinco diputados en esta Asamblea y él no ha dicho nada. Estoy preocupado: ¿es que está sordo? ¿Es que no sabe qué hacer?

 
  
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  Bautista Ojeda (Verts/ALE). – Señor Presidente, estamos hablando de seguridad nuclear y repito lo que ha dicho el compañero Marset Campos: esperamos que el Sr. Comisario diga algo de nuestro problema, un problema en la Unión Europea que afecta a ciudadanos de dos Estados miembros.

 
  
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  Nielson, Comisión. – (EN) Me he tomado la libertad de responder, en nombre de la Comisión, al tema que figura en el orden del día. Me parece muy natural. El debate de otros temas deberá ser cubierto por otros medios y bajo un punto diferente del orden del día. Sugeriré a mis colegas que respondamos a sus preguntas por escrito.

 
  
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  Bautista Ojeda (Verts/ALE). – Señor Presidente, el tema del día es “Accidentes de submarinos nucleares”. La Conferencia de Presidentes decidió traer al orden del día de hoy también el tema del submarino en Gibraltar.

(Aplausos)

 
  
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  El Presidente . – El debate queda cerrado.

La votación tendrá lugar hoy a las 17.30 horas.

 
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