Volver al portal Europarl

Choisissez la langue de votre document :

 Índice 
 Anterior 
 Siguiente 
 Texto íntegro 
Acta literal de los debates
Jueves 7 de septiembre de 2000 - Estrasburgo Edición DO

6. Burundi
MPphoto
 
 

  El Presidente . – De conformidad con el orden del día, se procede al debate conjunto de las siguientes propuestas de resolución:

- B5-0660/2000 de la Sra. Sauquillo Pérez del Arco, en nombre del Grupo del Partido de los Socialistas Europeos, sobre Burundi;

- B5-0711/2000 del Sr. Van den Bos, en nombre del Grupo del Partido Europeo de los Liberales, Demócratas y Reformistas, sobre el acuerdo de paz en Burundi firmado en Arusha (Tanzania);

- B5-0718/2000 del Sr. Johan Van Hecke, en nombre del Grupo del Partido Popular Europeo (Demócratas Cristianos) y Demócratas Europeos, sobre la situación en Burundi;

- B5-0726/2000 de la Sra. Maes y del Sr. Rod, en nombre del Grupo de los Verdes/Alianza Libre Europea, sobre la situación en Burundi;

- B5-0734/2000 de la Sra. Muscardini, en nombre del Grupo Unión por la Europa de las Naciones, sobre Burundi;

- B5-0739/2000 del Sr. Vinci, en nombre del Grupo Confederal de la Izquierda Unitaria Europea/Izquierda Verde Nórdica, sobre el acuerdo de Arusha y la transición democrática en Burundi.

 
  
MPphoto
 
 

  Van den Bos (ELDR). – (NL) Señor Presidente, ¿por qué tantos africanos no saben compartir el poder? El hecho de que los más fuertes puedan llevarse todo y los más débiles se queden con las manos vacías significa que hay un error de base. Si los más poderosos constituyen, además, una minoría, los conflictos no pueden impedirse. En tanto los grupos étnicos se excluyan entre sí y se nieguen a colaborar, hay muy pocas esperanzas. Solamente una reconciliación nacional ofrece una posibilidad y eso, ciertamente, se aplica a Burundi. Tras los esfuerzos particulares de Mandela parece que finalmente se aproxima la paz. Desgraciadamente, las luchas no han concluido y algunas partes se han negado a firmar el acuerdo de paz.

Debe hacerse todo lo posible para que las negociaciones de paz tengan éxito. Debe presionarse al máximo a los rebeldes hutus con el objeto de que participen en el proceso de paz y dejen de seguir las destructivas instrucciones de los Sres. Kabila y Mugabe. A fin de asegurar la implicación de todos los partidos, es importante que los dirigentes políticos también cuenten con protección personal. Es especialmente necesario que se ponga fin a la violencia que ejerce tanto el Gobierno como la oposición sobre ciudadanos inocentes. No puede plantearse el completo restablecimiento de la ayuda europea ante una situación de lucha continua, las reiteradas violaciones de derechos humanos y la pasividad de los partidos. Una mayor disposición por su parte a fin de construir la paz daría lugar a una mayor disposición por la nuestra a fin de ayudar. Los mediadores deben fomentar las iniciativas que conduzcan a la desmovilización de las partes y a reunirlas finalmente en un ejército. En tanto se alcanza un alto el fuego, los refugiados burundianos deben ser ayudados por la sociedad internacional y deben poder encontrar un refugio seguro en Burundi.

Por último, para lograr una paz duradera en este país, es también absolutamente necesario que se logre la paz en la región del Congo. Solamente cuando los africanos quieran compartir el poder, habrá un futuro para este continente.

 
  
MPphoto
 
 

  Van Hecke (PPE-DE). – (NL) Señor Presidente, si partimos del principio “mejor un acuerdo incompleto que nada”, efectivamente, se ha dado un paso adelante en Arusha en el proceso de paz burundiano. Todo el reconocimiento recae en Mandela, quien desde hace meses va y viene a fin de no sólo poner a las partes en speaking terms, sino también de sentarlas en una mesa redonda. No obstante, el acuerdo es insuficiente. Al fin y al cabo, todavía no existe un alto el fuego y continúan las luchas en torno a la capital, Bujumbura. Las dos facciones hutus más importantes del ejército, responsables en su mayor parte de la violencia, no han estado implicadas en las negociaciones. De ahí que la próxima fase que se celebrará en Nairobi, la reunión del 20 de septiembre entre los grupos armados, tal vez resulte todavía más crucial que Arusha. Es lamentable que el acuerdo no mencione un contexto regional más amplio.

También hay que concienciar de su responsabilidad a los países vecinos, Congo y Tanzania, desde los que operan los grupos armados. Además, surge el interrogante de si Mandela no ha analizado el conflicto burundiano desde una perspectiva demasiado sudafricana. Es correcto que algunas de las facciones tutsis utilicen el peligro de exterminación de la minoría como justificación para mantener una supremacía. No obstante, eso no significa que éste no sea un peligro real en Burundi. Y por ello, debemos, creo yo, exigir garantías suficientes para la minoría, y velar por que el odio étnico no se avive ante unas eventuales elecciones. Por último, considero, señor Presidente, que Europa debe dar luz verde al restablecimiento de una ayuda semiestructural, sobre todo, respecto de la enseñanza y de la asistencia sanitaria. En caso contrario, corremos el riesgo de ser corresponsables de la muerte de miles de ciudadanos inocentes y, en tanto democristiano, no puedo resignarme a ello.

 
  
MPphoto
 
 

  Maes (Verts/ALE). – (NL) Señor Presidente, me sumo completamente a la petición del Sr. Van den Bos y a la del Sr. Van Hecke; 200.000 muertos en Burundi. Por supuesto, es necesario, señor Comisario, que se firme la paz, un acuerdo de paz. Únicamente me temo que ese acuerdo de paz se haya logrado porque los jefes de Estado necesitaran semejante acuerdo en ese momento. Tal vez debiera haberse negociado durante un poco más de tiempo a fin de que todas las partes se sentaran en la mesa redonda, ya que estoy convencida de que mientras, tanto por parte de los hutus como de los tutsis, no se sienten a la mesa los principales antagonistas, no se puede hablar verdaderamente de paz. Me satisface mucho que algunas facciones de las más enemigas hayan accedido a ello. De ahí que no quiera calificar este acuerdo de paz de inútil.

Me formulo ahora la pregunta de cómo nosotros, en tanto Unión Europea, podemos satisfacer los deseos de paz que expresan tantas voces en Burundi. Creo que para empezar, deberemos presionar más a fin de lograr una paz global en la zona de los Grandes Lagos. No me puedo librar de la impresión de que todavía distintos dirigentes africanos tienen demasiados intereses particulares como para poder esforzarse por lograr la paz en el Congo y en la zona de los Grandes Lagos. Una segunda cuestión es el famoso restablecimiento de la ayuda. Siempre he lamentado ese famoso boicot realizado contra Burundi, sobre todo, porque era muy selectivo. Espero ahora que los proyectos de paz y la construcción concreta de la democracia mediante ayuda estructural nos permitan avanzar.

 
  
MPphoto
 
 

  Cauquil (GUE/NGL). – (Señor Presidente, como militante de Lucha Obrera de un país que ha desempeñado y desempeña aún un papel abyecto en Burundi, como también en Rwanda y en toda esa región del centro de África, no puedo guardar silencio ante una resolución que alinea frases supuestamente favorables a los pueblos de esa región, pero que encubren el papel de las grandes potencias en las matanzas resultantes de los enfrentamientos entre las bandas armadas correspondientes a dos etnias -tutsi y hutu- de esa región.

Sin remontarnos siquiera a la responsabilidad de la antigua potencia colonial belga en la hostilidad voluntariamente alimentada y aguzada entre las dos principales etnias de los dos países, el papel en la guerra civil de los intereses franceses, por un lado, y anglosajones, por otro, es hoy público y notorio, como también lo es la responsabilidad directa del ejército francés en la movilización y el armamento de la extrema derecha hutu, culpable de un auténtico genocidio. Y los sucesivos Gobiernos franceses, ya fueran de derechas o de izquierdas, no han querido siquiera hacer lo que el Gobierno belga ha hecho, a saber, reconocer su responsabilidad en esa situación, lo que no quita, evidentemente, para que el peso de dicha responsabilidad sea abrumador.

Así, pues, deseo expresar mi hostilidad a la hipocresía de las grandes potencias y expresar mi solidaridad con los pueblos de Burundi y Rwanda, que, más allá de las separaciones étnicas, más allá de la responsabilidad de sus propios dirigentes, han pagado un oneroso tributo a la dominación de las grandes potencias imperialistas sobre África.

 
  
MPphoto
 
 

  Khanbhai (PPE-DE). – (EN) Señor Presidente, hace más de cien años, las potencias coloniales europeas dividieron las territorios tribales de África para establecer fronteras nacionales. Los países africanos han heredado el legado del conflicto étnico, habida cuenta de que las principales etnias han intentado dominar la política nacional. Algunos ejemplos son las etnias afar e issa en Yibuti, kikuyu y luhya en Kenia y hutu y tutsi en Ruanda y Burundi.

Creo que la UE debe centrarse en cómo persuadir a los tutsis, la elite dominante en Burundi, para que se reconcilien y cooperen con la mayoría hutu para alcanzar la paz. La UE debe insistir en que los países vecinos no interfieran en Burundi y supeditar la ayuda que les concede la UE a dicha cooperación.

Este Parlamento y la Comisión Europea pueden ayudar a Burundi, y la presente resolución es un excelente paso en esa dirección.

 
  
MPphoto
 
 

  Imbeni (PSE). – (IT) Señor Presidente, es para mí una satisfacción intervenir en nombre y a petición de la Sra. Sauquillo, en primer lugar para dar las gracias al Sr. Nelson Mandela que una vez más ha merecido realmente el Premio Nobel de la Paz que se le ha otorgado.

Quiero reiterar que el Acuerdo de Arusha no supone todavía el final de la guerra ni la paz, sin embargo, el acuerdo existe y precisa una iniciativa inmediata de la Unión Europea. La iniciativa debe tener las siguientes características: enviar un mensaje a todos los que han firmado el acuerdo para instarles a que insistan y sigan el camino emprendido; enviar un mensaje a los que no lo han firmado para recordarles que no existe otra alternativa que la paz, que la única alternativa a la paz es perpetuar los sufrimientos de la herencia colonial, la muerte y la opresión; enviar asimismo un mensaje a los países limítrofes para invitarles a que no interfieran en los asuntos internos de los demás, así como a que contribuyan y respalden este proceso de paz.

En la iniciativa de la Unión Europea debe contemplarse asimismo y naturalmente la consiguiente ayuda y contribución económica, porque los verdaderos procesos de paz, los que son estables, precisan contribuciones para convertirse en democracias consolidadas.

 
  
MPphoto
 
 

  Nielson, Comisión. – (EN) Tras algunas enmiendas de última hora y con un retraso de nueve horas, la mayoría de los partidos que han participado en las negociaciones que han durado dos años, firmó el 28 de agosto un acuerdo de paz recortado en Arusha. La Comisión saluda la firma del acuerdo de paz como un paso preliminar importante en el largo y difícil proceso de negociación para poner fin al conflicto entre la mayoría hutu y la población minoritaria tutsi en Burundi.

No obstante, como se ha dicho en el debate, aún quedan pendientes algunas cuestiones muy importantes, como la del alto el fuego, que es la principal laguna de este acuerdo, la amnistía, la composición de la asamblea nacional, la duración del acuerdo y el liderazgo del gobierno de transición; problemas que no son precisamente secundarios.

A pesar del número y de la importancia de estas cuestiones, la firma representa un acontecimiento importante y pone fin al proceso de Arusha, aunque no a las negociaciones propiamente dichas. Éstas continuarán, principalmente en Bujumbura, y esperamos que los propios burundeses asuman una mayor autoría del proceso. Éste ha sido, en muchas ocasiones, un problema durante el largo proceso.

La negativa de los partidos extremistas a suscribir el acuerdo es motivo de preocupación para la Comisión, y no debemos escatimar esfuerzos para persuadirles de que lo hagan. Dos partidos tutsis añadieron su firma al acuerdo un día más tarde. Las conversaciones sobre el alto el fuego están previstas para el 20 de septiembre en Nairobi. Los presidentes regionales Moi y Thabo Mbeki hacen hincapié en su importancia. El éxito de estas conversaciones se considera un requisito imprescindible para iniciar la aplicación del acuerdo de paz, el despliegue de las fuerzas de paz de las Naciones Unidas y la plena restauración de la cooperación al desarrollo.

En estos momentos, la Comunidad Europea está dispuesta, a nivel técnico, a reanudar gradualmente un programa de cooperación de envergadura en coordinación con otros donantes. Además del programa de rehabilitación por valor de 48 millones de euros, cuya aplicación ya está en marcha, la CE está ultimando los procedimientos para la liberación de 50 millones de euros con cargo a los fondos Stabex para el relanzamiento de la economía rural. La Comisión está elaborando un documento de estrategia para apoyar la aplicación del acuerdo de paz que se centra en la desmovilización, la reconstrucción social y económica de Burundi y en la reforma del Estado.

Por último, la Comisión celebrará una reunión informal de donantes a nivel técnico el próximo 15 de septiembre en Bruselas. Su finalidad es informar sobre la aplicación del programa, mejorar la coordinación entre los donantes, preparar una estrategia común para contribuir a la aplicación del acuerdo de paz y preparar la celebración de una mesa redonda de alto nivel con la participación de partidos y donantes y que debería celebrarse el próximo otoño en París.

Estamos organizados para incrementar la cooperación actual. Puedo decir al Parlamento que consideramos que éste es un buen ejemplo para intentar demostrar cómo gestionar mejor la transición desde la fase de la ayuda humanitaria hasta la mejora y la introducción gradual de una cooperación al desarrollo progresista a largo plazo. Estamos enviando todas las señales que podemos a organizaciones como el ACNUR para intentar organizar bien, como ya les he dicho, a otros donantes que se encuentran también en esta situación.

La coordinación es de la máxima importancia porque nos encontramos aún en una situación en la que el equilibrio adecuado y el envío de señales adecuadas a los partidos que participan en el proceso en Burundi son tan importantes como los euros que movilizamos. Se trata de un esfuerzo muy centrado en el que intentamos hacer las cosas bien.

 
  
MPphoto
 
 

  El Presidente . – El debate queda cerrado.

La votación tendrá lugar hoy a las 17.30 horas.

 
Aviso jurídico - Política de privacidad