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Acta literal de los debates
Miércoles 3 de julio de 2002 - Estrasburgo Edición DO

2. Programa de actividades de la Presidencia danesa
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  El Presidente. – De conformidad con el orden del día, el próximo punto es la declaración del Presidente en ejercicio del Consejo sobre el programa de la Presidencia danesa.

Al mismo tiempo que presento este punto del orden del día, quisiera dar gracias en nombre del Parlamento y de los presidentes de los grupos, a la Presidencia danesa por habernos invitado a Copenhague antes del comienzo oficial de nuestra reunión a fin de sostener un extenso debate con la Presidencia entrante acerca de sus prioridades. Tomo nota de que el Presidente en ejercicio del Consejo, Primer Ministro Rasmussen, participará a título excepcional en nuestro debate principal del próximo mes de noviembre sobre la ampliación, aunque no nos informará sobre la labor del Consejo Europeo. Se prevé que antes de que acabe la Presidencia danesa con la Cumbre de Copenhague, haya un intenso diálogo con los dirigentes de los grupos del Parlamento.

Todos estos son aspectos innovadores que indican un esfuerzo en favor de la asociación entre las instituciones. En nombre del Parlamento, quisiera expresar oficialmente al Presidente en ejercicio nuestra apreciación por la amplitud e intensidad de esos esfuerzos y por su carácter innovador.

 
  
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  Fogh Rasmussen, Consejo. – (DA) Señor Presidente, señorías, distinguidos miembros de la Comisión Europea, señoras y señores, es un gran honor para mí hablar hoy por primera vez ante este Parlamento. Supone una alegría especial hacerlo como Presidente del Consejo Europeo a fin de presentar las prioridades de la Presidencia danesa de la UE. Aguardo el debate posterior sobre las tareas que se alzan ante nosotros.

El Parlamento Europeo es una importante y constructiva fuerza en el desarrollo de la cooperación europea y estoy seguro de que seguirá siéndolo durante los próximos meses en los que nos encontraremos ante una serie de decisiones de trascendental importancia para la Unión Europea del futuro. La Presidencia danesa se propone por tanto mantener una estrecha colaboración con el Parlamento Europeo.

La Presidencia danesa desea reforzar la cooperación entre las instituciones comunitarias. Sé que el Parlamento Europeo comparte este deseo. Intentaremos promover los contactos y la cooperación entre las instituciones. Tenemos intención de celebrar cumbres entre el Parlamento, la Comisión y la Presidencia con anterioridad a los Consejos Europeo de Bruselas y de Copenhague.

Nos encontramos ante importantes decisiones en relación con la codecisión. La Presidencia mostrará eficacia y flexibilidad esperando alcanzar una cooperación fructífera. Hemos de aprobar un nuevo presupuesto. También en este punto la Presidencia propone negociaciones constructivas y orientadas a los resultados.

Dinamarca concede gran importancia a la labor del Parlamento Europeo y la Presidencia estará bien representada en todas las asambleas plenarias. A este respecto, el Ministro de Asuntos Europeos, Bertel Haarder, antiguo miembro de este Parlamento, jugará un papel importantísimo.

(Aplausos)

No obstante, también los demás ministros daneses participarán en los debates plenarios a lo largo de los próximos meses. Yo mismo informaré al Parlamento tras el Consejo Europeo de Bruselas y emitiré un informe al final de la Presidencia tras la cumbre de Copenhague. Además, participaré en el importante debate sobre la ampliación que tendrá lugar el 19 de noviembre.

Hemos titulado a nuestro programa de la presidencia ”Una Europa”. Con este título subrayamos la importancia que concedemos a la ampliación y a una cooperación más estrecha en nuestro continente. El programa contiene una exposición detallada de nuestros planes y objetivos para cada ámbito. Hoy quiero concentrarme en los temas principales.

Los epígrafes del programa son:

En primer lugar: Ampliación de la UE – De Copenhague a Copenhague. Hemos de adoptar una decisión sobre la ampliación de la UE en la cumbre de Copenhague prevista para diciembre.

En segundo lugar: Libertad, seguridad y justicia – Hemos de reforzar la lucha contra el terrorismo, la delincuencia y la inmigración ilegal.

En tercer lugar: Desarrollo sostenible – desde el punto de vista económico, social y de medio ambiente. Hemos de trabajar por que el desarrollo económico vaya parejo con la protección del medio ambiente y la mejora del empleo.

En cuarto lugar: Alimentos seguros. Hemos de trabajar por una mejor seguridad alimentaria, examinar la política agrícola y renovar la política pesquera común.

En quinto lugar: Responsabilidad global de la UE. Hemos de reforzar la política exterior y de seguridad común, consolidar los fuertes lazos existentes entre Europa y los EE.UU. y trabajar en favor de un acuerdo global entre los países ricos y pobres del mundo.

En la reunión del Consejo Europeo celebrada en Sevilla se adoptaron una serie de decisiones relativas a los marcos del trabajo del Consejo a la luz de la ampliación. Doy la bienvenida a estas decisiones. Trataremos de ponerlas en práctica en la medida de lo posible ya durante la Presidencia danesa. Esto afectará especialmente a las decisiones relativas a una mayor transparencia en el trabajo del Consejo. En general, nuestra ambición es garantizar el máximo grado posible de transparencia sobre todo el trabajo de la Presidencia danesa.

(Aplausos)

La ampliación de la UE es la tarea más importante a la que se enfrenta la Presidencia danesa. Me voy a ocupar a fondo de este importante tema posteriormente en mi intervención, sin embargo, antes quiero comentar el resto de temas del programa de la Presidencia.

Junto a la ampliación la Presidencia danesa hace gran hincapié en hacer avanzar el considerable orden del día comunitario que se levanta ante nosotros. Nos centraremos especialmente en cuatro ámbitos.

En primer lugar trabajaremos en favor de una mayor libertad, seguridad y justicia.

La Presidencia danesa dará gran prioridad a la lucha contra la delincuencia transnacional y a la ejecución del plan de acción comunitario para la lucha contra el terrorismo, haremos hincapié en el desarrollo de una intensa cooperación internacional –especialmente con los EE.UU.

La Presidencia canalizará asimismo las conclusiones del Consejo Europeo de Sevilla en materia de asilo, inmigración y control de las fronteras. En este ámbito se adoptaron una serie de decisiones equilibradas, concretas y prospectivas que servirán de base al trabajo durante la Presidencia danesa.

En segundo lugar, la Presidencia danesa trabajará en favor de un desarrollo sostenible. Desde el punto de vista económico, social y de medio ambiente.

Daremos prioridad a la aplicación del mercado interior y al desarrollo de la cooperación económica de los países comunitarios. Una economía europea fuerte y competitiva es la condición previa para el crecimiento, el bienestar, un mayor empleo y un desarrollo sostenible. Debemos estar en condiciones de competir globalmente –especialmente con respecto a los EE.UU.

Además, la Presidencia danesa prestará gran atención a los alimentos. Trabajaremos por alimentos seguros. La seguridad alimentaria – de la tierra a la mesa – es una tarea muy importante para la UE. Bajo la Presidencia danesa trataremos de lograr avances concretos en este ámbito.

Las discusiones respecto a la reforma de la política agrícola común tendrán asimismo comienzo bajo la Presidencia danesa. Daremos a este trabajo considerable prioridad y trataremos de llevarlo tan lejos como sea posible, sin embargo, me gustaría recalcar que es una discusión que debe mantenerse al margen de las negociaciones sobre la ampliación de la UE. No aceptaremos que se pongan nuevas condiciones a la ampliación.

(Aplausos)

Por último, la Presidencia dará prioridad a los trabajos dirigidos a una nueva política pesquera para los países comunitarios. Es una tarea ardua y de gran envergadura. La propuesta de la Comisión constituye una buena y seria base desde la que seguir trabajando

La responsabilidad global de la UE es el último epígrafe de la Presidencia danesa.

La UE tiene una especial responsabilidad ante la paz y estabilidad en un mundo cada vez más unido. Así sucede especialmente en la lucha contra el terrorismo internacional y en los esfuerzos por reducir la pobreza en el mundo.

También el desarrollo de la política de defensa y de seguridad común (PESC) seguirá adelante el próximo semestre. Como consecuencia de la reserva danesa en el ámbito de defensa, los trabajos relativos a los aspectos militares de la cooperación serán presididos por Grecia y me gustaría recalcar que contribuiremos a garantizar una cooperación eficaz y ágil entre las dos presidencias en este punto.

La Presidencia danesa se verá marcada por una serie de cumbres internacionales de relieve.

La UE ha de asumir y asumirá un papel central en la Cumbre Mundial sobre Desarrollo Sostenible en Johannesburgo. Trabajaremos sobre la base de los marcos fijados en la Cumbre de Sevilla. Es intención de la Presidencia danesa garantizar un resultado lo más ambicioso posible. El objetivo es un acuerdo global prospectivo que obligue tanto a países ricos como a países pobres, un acuerdo global con el que los países ricos mejoren las posibilidades de desarrollo de los países pobres mediante el libre comercio y el aumento de la ayuda al desarrollo. Por su parte, los países en vías de desarrollo deben comprometerse a un buen gobierno, es decir, democracia, respeto por los derechos humanos, acceso abierto y libre a la información.

En la Cumbre Euroasiática de Copenhague prevista para septiembre las relaciones entre Asia y Europa se verán consolidadas.

Propondremos también un fortalecimiento de la relación con Rusia y los nuevos vecinos de la UE al este – Ucrania, Bielorrusia y Moldavia. Es necesario formular una nueva política con respecto a estos países.

Las especiales circunstancias que rodean Kaliningrado deben hallar una solución –basada en el acervo Schengen. Debería resultar posible sobre esta base alcanzar un entendimiento razonable con Rusia. Habrá una cumbre entre la UE y Rusia en Copenhague en noviembre y esta cumbre será un paso esencial en todo este proceso.

Permítanme volver a la tarea más importante a la que se enfrenta la Presidencia durante este semestre, cerrar las negociaciones sobre la ampliación de la UE con hasta diez nuevos Estados miembros. Fue en Copenhague en 1993 donde se definieron las condiciones de la adhesión a la UE y puede ser ahora en Copenhague en 2002 donde se den por finalizadas las negociaciones sobre la ampliación. De Copenhague a Copenhague.

Nuestro objetivo es cerrar las negociaciones con todos los países solicitantes que estén preparados antes de finales de este año. Lo cual permitirá a estos países convertirse en miembros de la UE en 2004, es decir, antes de la próxima elección al Parlamento Europeo.

Al mismo tiempo seguiremos avanzando en las negociaciones con los países que no están preparados para la adhesión hasta más adelante y reforzaremos las relaciones con los nuevos y antiguos vecinos de la UE.

Seguiré tres principios en las negociaciones sobre la ampliación de la UE:

En primer lugar, insistiremos en la exigencia de que han de cumplirse ciertos criterios claros para convertirse en miembro de la UE. Espero que esto así ocurra en el caso de los diez países, sin embargo, no haré concesiones con la exigencia principal.

En segundo lugar, ningún país deberá esperar a otros. Hay diferencias en el tamaño de los países, pero no en sus derechos o compromisos. Si sólo algunos –y no los diez países- están preparados para diciembre, en Copenhague habremos de cerrar las negociaciones con aquellos que estén preparados y ningún país que esté preparado deberá esperar a un país que no esté preparado.

(Aplausos)

En tercer lugar, mantendremos diciembre de 2002 como fecha decisiva y vinculante. Todas las experiencias demuestran que lo mejor para la UE es trabajar en una gran tarea a la vez. El próximo semestre estará dedicado a la ampliación. Tras ésta apremian nuevas tareas. En 2003 hemos de cerrar las discusiones en la Convención sobre el futuro de la Unión Europea. En 2004 tenemos una conferencia intergubernamental y la elección al Parlamento Europeo y en 2005 y 2006 hemos de fijar los marcos del próximo período presupuestario.

No digo que sea ahora o nunca; pero si no aprovechamos la oportunidad ahora, corremos el riesgo de que la ampliación sufra un retraso considerable. Tenemos un compromiso moral e histórico para alcanzar un resultado bueno y positivo.

(Aplausos)

No obstante, hay una serie de piedras en el camino. Debemos retirarlas.

En primer lugar, está la cuestión de la financiación. Especialmente en cuanto a las discusiones sobre agricultura, fondos estructurales y presupuesto. En mi opinión, la Comisión ha presentado una propuesta lógica y equilibrada.

Varios Estados miembros consideran que la propuesta tiene un coste excesivo. Al mismo tiempo, los países candidatos manifiestan que la propuesta es insuficiente. En mi opinión, la Comisión ha alcanzado el justo equilibrio en su propuesta.

En la Cumbre de Sevilla aprobamos un ambicioso calendario. Éste supondrá que la UE, a más tardar a comienzos de noviembre, podrá comunicar a los países candidatos una posición común ante la cuestión de las ayudas directas a la renta para los agricultores. La Presidencia danesa mantendrá este ambicioso calendario.

El otro problema fundamental es la cuestión de Chipre. Chipre se las arregla bien en las negociaciones para la adhesión, es uno de los países que ha cerrado la mayoría de los capítulos de la negociación – 28 de 31, y como país candidato, Chipre tiene derecho a entrar cuando el país esté preparado. Sin embargo, al mismo tiempo es un problema que la isla continúe estando dividida. El Consejo Europeo de Helsinki estableció que la solución de este problema sería una ventaja, pero no una condición para su adhesión a la UE. Al mismo tiempo, recalcó, no obstante, que la decisión definitiva se adoptaría tomando en cuenta todos los factores relevantes. La Presidencia danesa seguirá trabajando sobre esta base y me gustaría recalcar que todos los involucrados – en ambas partes – deben hacer los máximos esfuerzos por hallar una solución lo antes posible.

En tercer lugar, el referéndum irlandés sobre el Tratado de Niza supone un factor desconocido. La aprobación del Tratado de Niza es condición para que la ampliación pueda llevarse a cabo dentro de los plazos establecidos. Las negociaciones se llevan a cabo sobre la base de las disposiciones del Tratado de Niza. Un nuevo ”no” en Irlanda pondrá en peligro todo el proceso. Con este trasfondo saludo la declaración sobre la neutralidad irlandesa en la Cumbre de Sevilla. Se ha enviado un mensaje claro y positivo desde Europa al pueblo irlandés.

No ocultaré que nos encontramos ante desafíos considerables. Sin embargo, nadie debe dudar de la determinación, del compromiso o de la voluntad de la Presidencia danesa.

Disponemos de un buen punto de partida. Éste es sobre todo resultado del trabajo infatigable de la Comisión y de los países candidatos a lo largo de más de diez años y la Presidencia danesa seguirá trabajando igualmente sobre la base de los resultados obtenidos por presidencias anteriores, entre éstos, por ejemplo, los grandes progresos alcanzados por la Presidencia española.

Diez años de negociaciones, diez años de duro trabajo, que han dado fruto, diez años de esperanzas, que no podemos permitirnos defraudar. Hemos de cumplir las promesas que nos hemos hecho mutuamente, hemos de mantener los plazos que nosotros mismos nos hemos puesto. Hemos de aprovechar la oportunidad histórica que se nos ha brindado.

Más de cuarenta años de dominio comunista en Europa central y oriental supusieron una partición artificial y desafortunada de Europa. Es este capítulo oscuro de la Historia de Europa el que ahora tenemos oportunidad de cerrar.

El tiempo de los brindis pasó. Hemos de hacer que la acción siga a las palabras. Ahora es cuando debemos cumplir nuestras promesas.

(Aplausos)

”Una Europa” es el título de la Presidencia danesa. Una Europa para todos nuestros pueblos. Una Europa como marco de una futura cooperación en beneficio de todos. Una Europa con libertad, paz y bienestar.

La Presidencia danesa hará todo cuanto esté en su mano por levantar ésta y las demás tareas que se nos han encomendado. No podemos hacerlo solos, necesitamos a todos nuestros socios.

Después de la Segunda Guerra Mundial, grandes europeos como Schuman, Monet y Spinelli crearon la visión de una Europa sin guerras, una Europa unida en cooperación. Este sueño se ha hecho realidad para nosotros en Europa Occidental. La ampliación de la UE supone la posibilidad de extender esta libertad, paz, estabilidad y prosperidad que conocemos a los países del este. Debemos acudir a esta tarea en el espíritu que imbuía a los fundadores de la cooperación europea. No debemos perdernos en detalles, debemos tener el valor y la voluntad de aferrarnos a la visión histórica y a la tarea que se alza ante nosotros.

Hago un llamamiento para que todos vean la ampliación de la UE desde esta perspectiva histórica. Hago un llamamiento para que aprovechemos la oportunidad histórica de unir la Europa que estaba anteriormente dividida.

Hago un llamamiento para mantener una cooperación más estrecha con el Parlamento Europeo en la ejecución de la más importante tarea política de nuestra generación: dar a las nuevas democracias de Europa central y oriental la bienvenida a la Unión Europea.

Gracias, señor Presidente.

 
  
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  Prodi, Presidente de la Comisión. – (IT) Señor Presidente, señor Primer Ministro, Señorías, la de hoy es la última sesión plenaria antes de las vacaciones de verano. Acaba de finalizar el Consejo Europeo de Sevilla y empieza este importantísimo semestre de Presidencia danesa. Me parece pues el momento oportuno para hacer un balance de la situación.

Entre las actividades que nos acompañarán a lo largo de la segunda mitad del año destacan tres grandes procesos estrechamente relacionados entre sí: en primer lugar, como decía el Primer Ministro danés, la ampliación. Como manifesté ayer en este Parlamento, se ha resuelto la inmensa mayoría de los asuntos pendientes y la Comisión indicará al Consejo Europeo de otoño qué países considera preparados para la adhesión. Al mismo tiempo, tendremos que examinar los progresos de los demás países candidatos: nuestra estrategia consiste en llevar adelante el proceso de manera orgánica, sin levantar otras barreras en el interior del Continente que tratamos de unificar. En este estado de cosas y salvo imprevistos, es probable que la Comisión considerará preparados para la adhesión a todos los diez países de la primera oleada. El criterio, sin embargo, sigue siendo el mismo: a ningún país se le juzgará en términos generales; a cada país se le juzgará según su mérito propio.

Trabajaremos con ahínco para concluir las negociaciones de adhesión en Copenhague. Antes, sin embargo, será preciso alcanzar un acuerdo interno entre los actuales Estados miembros sobre cuestiones presupuestarias y sobre los pagos directos a las explotaciones agrarias, a pesar de que estas cuestiones no están estrechamente relacionadas entre sí. A este respecto, quiero reiterar mi convicción de que la propuesta de la Comisión es la única base posible para alcanzar dicho acuerdo entre los quince Estados de hoy y los veinticinco de mañana. En consecuencia, hago un llamamiento para que todas las partes se comprometan a llegar a un acuerdo que permitirá la reunificación de todo el Continente.

Mientras tanto, pondremos al día el calendario y la estrategia de preadhesión para Bulgaria y Rumanía. En cuanto a Turquía, el Consejo de Sevilla anima y apoya plenamente - así rezan las conclusiones - los esfuerzos realizados por dicho país para respetar las prioridades definidas en su Acuerdo de asociación con vistas a la adhesión. El informe periódico sobre los avances y la situación de las reformas acometidas por Turquía, que la Comisión publicará en octubre, será el elemento central con vistas a las decisiones que se tomarán en Copenhague.

Por lo tanto, el Consejo Europeo de Copenhague del próximo mes de diciembre fijará la fecha de 2004 en que tendrá lugar el ingreso de los nuevos Estados miembros y la firma del Tratado de adhesión en marzo de 2003. Evidentemente, todo el proceso depende de la ratificación del Tratado de Niza, sobre la que los electores irlandeses serán consultados en otoño. En consecuencia, debo destacar la importancia que tendrá para el futuro de Europa un resultado positivo. El impulso de la ampliación no se agota con la firma del Tratado de adhesión que, por el contrario, sólo será la fase inicial. A partir de 2004, la Unión deberá dar muestras de que es capaz de desempeñar plenamente sus funciones y de responder a las expectativas de los ciudadanos europeos que entonces se habrán convertido en más de 450 millones.

Los últimos datos del Eurobarómetro son claros: el 67% de los entrevistados está a favor del euro, con un avance de seis puntos respecto al sondeo anterior; la política exterior y de seguridad común y la ampliación gozan de un amplio consenso y la inmensa mayoría de los ciudadanos es favorable a dotar a la Unión Europea de una Constitución.

Señorías, los datos del Eurobarómetro nos indican también que los ciudadanos reclaman a nuestras Instituciones la máxima eficacia. Y éste es precisamente el sentido del segundo punto que quiero abordar con ustedes en el día de hoy: las reformas institucionales. De hecho, en cuanto se ratifique, el Tratado de Niza introducirá las reformas institucionales necesarias para la ampliación. Paralelamente, no obstante, deberemos tomar algunas decisiones de fondo sobre la naturaleza política y sobre la arquitectura institucional de la Unión Europea del futuro. En efecto, Europa debe estar más presente en tres grandes ámbitos: una política exterior más fuerte y un papel más decidido en el escenario internacional; una cooperación más estrecha entre los Estados miembros en el terreno de la seguridad y de la justicia y en la lucha contra la delincuencia organizada y la inmigración ilegal; una mejor coordinación de la política económica y financiera.

El debate sobre el futuro de Europa, actualmente en curso en el seno de la Convención, aborda todos estos temas. Sin embargo, la ampliación ya es inminente y no podemos esperar cruzados de brazos la ratificación de un nuevo Tratado. ¿Cómo repartir, entonces, las competencias entre los Comisarios cuando la Unión estará integrada por 25 o más Estados, o sea, desde aquel momento, no desde hoy? ¿Cómo podrá el Consejo asegurar una conducción coherente y eficaz?

La Presidencia danesa ha recibido el mandato de llevar adelante las reformas procedimentales del Consejo decididas en Sevilla, y la Comisión se compromete desde este mismo momento a ofrecer toda su colaboración. También la Comisión se ha movido en este sentido. Como dije ayer, ya he propuesto ideas similares sobre cómo reorganizar el trabajo del Colegio, y ahora quiero repetir que las reformas, sin necesidad de modificar el Tratado, deben avanzar al mismo tiempo en todas las Instituciones. Por lo tanto, cuando lleguemos a ser 25 Estados miembros, tendremos que sacar las lógicas consecuencias.

Debemos dejarnos guiar por un único objetivo: colocar los hombres y las mujeres apropiados en el lugar apropiado, y sólo debemos pensar en el interés general del sistema y en su rendimiento óptimo. En realidad, el objetivo que se persigue es siempre el de una gobernanza de la Unión más sólida y más democrática.

El tercer y último asunto que quiero tratar hoy es Johannesburgo y la Cumbre mundial sobre el desarrollo sostenible. El concepto de sostenibilidad es un concepto recurrente en nuestro pensamiento. A menudo hablamos de sostenibilidad y de objetivos a largo plazo para nuestras políticas en materia medioambiental, económica y social, y yo espero que la Cumbre de Johannesburgo marque un decidido paso adelante. Entre otras cosas, sé que muchos de ustedes van a participar en esta Cumbre, y es bueno que sea así porque la Unión tiene un papel de guía en el ámbito comercial, de la ayuda al desarrollo, de la ayuda humanitaria y de las relaciones diplomáticas. Pero no debemos dormirnos en los laureles ni en los resultados logrados en el pasado. Debemos retomar el impulso de Monterrey y de Doha, donde la Unión tuvo un papel fundamental, y hemos de hacer frente a la difícil tarea de convencer a nuestros socios de que cumplan su papel.

Debemos comprometernos a mantener concretamente el desarrollo del Sur del mundo siguiendo las prioridades definidas por el Secretario General de la ONU, Kofi Annan: agua, higiene, salud, energía, agricultura y biodiversidad. Tampoco debemos olvidar los aspectos sociopolíticos: desarrollo de la democracia, buen gobierno, diálogo político, reformas sociales y económicas. Al final todas las acciones convergen en los grandes objetivos: reducir la pobreza, garantizar la paz, mejorar las condiciones de vida de la que, por desgracia, constituye la inmensa mayoría de la población del planeta.

Las crecientes diferencias de renta entre el Norte y el Sur del mundo se están ampliando, especialmente en África. Debemos invertir la tendencia y evitar levantar nuevos muros y barreras de división a escala mundial. Por esto, es necesario hacer mucho más de lo que se ha hecho hasta ahora y es preciso cumplir los compromisos asumidos y actuar de manera más concertada y complementaria.

La última reunión del G-8 en Canadá adoptó un plan de acción para África en apoyo de la nueva asociación para el desarrollo de África, o sea, el NEPAD. No podemos limitarnos a participar en esta iniciativa, sino que debemos garantizar que nuestra contribución estará a la altura de nuestro papel de socio privilegiado de África y de nuestras responsabilidades históricas hacia el continente.

Señor Primer Ministro, la Presidencia danesa puede contar con el activo apoyo de la Comisión y de la recién creada Agencia de Seguridad Alimentaria, con el fin de mantener los estándares más elevados de los alimentos seguros para los ciudadanos de la Unión, a los que usted ha hecho referencia en su discurso.

En los tres grandes temas que hoy he abordado - ampliación, reformas institucionales y desarrollo sostenible – la Unión Europea debe erigirse en modelo de eficacia democrática. No olvidemos que nosotros somos el único ejemplo concreto de gestión democrática y supranacional de la globalización. Los demás hablan de ella; nosotros tratamos de lograrla. Por este motivo, el mundo espera de nosotros una gran contribución al debate sobre la sostenibilidad, y debe ser la contribución de todos: suya, Señorías; suya, Presidente Rasmussen, y de todo el equipo que acaba de hacerse cargo de la Presidencia del Consejo; nuestra, de la Comisión.

Estoy contento porque hemos comenzado, señor Primer Ministro, esta colaboración de manera leal, fuerte, activa pero también amistosa, y se lo agradezco. También les quiero dar las gracias a ustedes, Señorías, y dado que éste es el último período parcial de sesiones antes de las vacaciones, aprovecho la ocasión para desearles felices vacaciones.

(Aplausos)

 
  
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  Poettering (PPE-DE) . – (DE) ¡Señor Presidente, señor Presidente del Consejo, señor Presidente de la Comisión, estimadas y estimados colegas! Señor Presidente Rasmussen, ha pronunciado usted un gran discurso. Si lo pone en práctica durante este semestre, ofrecerá también un ejemplo de que no sólo los países grandes pueden hacer avanzar a Europa, sino justamente también un país como el suyo, que asume su tarea con grandes aspiraciones. Yo le deseo a Dinamarca que tenga mucho éxito, en beneficio de todos nosotros.

(Aplausos)

Usted ha dicho, de Copenhague a Copenhague, y ha hablado de una Europa. En sus palabras yo he captado también algo así como una visión, puesto que usted asume la responsabilidad que tenemos de aprovechar ahora la oportunidad de volver a unir a esta Europa. En 1993 Copenhague representó la dignidad humana, el Estado de Derecho, la democracia, el reconocimiento de las minorías, el sistema de la economía de mercado. Transponer todo esto ahora, al cabo de diez años, mediante la adhesión de nuestros vecinos centroeuropeos constituye una tarea verdaderamente histórica.

Yo estoy muy de acuerdo con usted en que nuestro objetivo debe ser acoger a diez Estados: Estonia, Letonia, Lituania y Polonia, la República Checa, Eslovaquia, Hungría, Eslovenia y evidentemente también Chipre y Malta. Sin embargo, también debe quedar claro que si un país no cumple dichas condiciones, los que ya las cumplan no deben tener que esperar sólo porque otros todavía no lo han conseguido. He escuchado con mucha gratitud sus palabras cuando ha dicho que no se debe establecer ninguna nueva condición. Yo le ruego que resista a todas las presiones, del país que sea, para que impongamos nuevas condiciones.

(Aplausos)

En nombre de nuestro Grupo, quiero decir con toda claridad que si el Canciller de la República Federal de Alemania ahora vincula, por razones electorales, la cuestión agraria con la ampliación, nosotros lo rechazamos con la máxima firmeza. ¡Yo le animo a que haga lo mismo y rechace firmemente esta pretensión!

(Aplausos)

La Comisión, el Comisario Fischler, nos presentarán el 10 de julio el balance intermedio de la política agrícola y entonces lo debatiremos. Usted mismo ha dicho que más adelante ya tendremos ocasión de adoptar decisiones al respecto. Por otra parte, permítanme que les recuerde –con objeto de animarle, señor Presidente del Consejo– que este Parlamento aprobó por una gran mayoría el informe Böge sobre las repercusiones financieras de la ampliación para la Unión Europea desde el punto de vista de la política agrícola; es decir que cuenta usted con el apoyo de la gran mayoría de esta Asamblea a favor del camino que usted desea seguir.

Yo quisiera añadir un par de observaciones relativas a Turquía. Las conclusiones de Sevilla incluyen, en efecto, una observación al respecto. Nosotros apoyamos cuanto favorezca las relaciones entre Turquía y la Unión Europea. Sin embargo, consideramos que aún no ha llegado el momento de poder fijar ya, bajo la Presidencia danesa, una fecha para el inicio de las negociaciones. Turquía tiene que llevar a cabo más reformas. Nosotros debemos apoyarla en esta tarea, pero todavía no ha llegado el momento de fijar una fecha para las negociaciones. Yo le pido al Gobierno de Turquía que abandone sus reticencias en relación con la vinculación de las fuerzas de combate y de sus tareas a la Unión Europea y a la OTAN. Pues debemos tener capacidad de actuación en nuestra calidad de europeos y Turquía debe contribuir a ello en la parte que le corresponde.

La Presidencia danesa se ha referido extensamente a la opinión pública y a la transparencia. En efecto, los países nórdicos –Finlandia, Suecia y también, sobre todo, Dinamarca– ofrecen justamente un ejemplo destacado en este ámbito. Yo quiero animarle a que bajo su Presidencia traslade también a la práctica el enfoque que se decidió en Sevilla. Por ejemplo, si en las conclusiones de Sevilla se dice que los asuntos se deberán debatir públicamente en el Consejo de Ministros al principio y al final del proceso legislativo, usted debería definir el inicio y la conclusión de las negociaciones de la manera más flexible posible, a fin de que entre ambos quede sólo un breve lapso de tiempo durante el cual tal vez no esté garantizada la publicidad. Necesitamos publicidad, necesitamos transparencia. La televisión también debe tener acceso, para que así podamos llegar a la población.

Según las conclusiones de Sevilla, antes de finales de 2002 se concluirá el acuerdo interinstitucional sobre la mejora del marco regulador. Nosotros esperamos que a continuación también se alcancen resultados en el ámbito político hacia finales de este año 2002. Quisiéramos alcanzar asimismo un acuerdo en relación con el tercer pilar, o sea, sobre la política interior y de justicia, a semejanza del adoptado con respecto a la Política Exterior y de Seguridad Común, con objeto de mejorar la transparencia también en ese ámbito.

Señor Presidente del Consejo, yo le agradezco mucho sus palabras. ¡Y le deseo que pueda trasladarlas a la práctica! ¡Le deseo mucho éxito a la Presidencia danesa! El Grupo del Partido Popular Europeo y de los Demócratas Europeos está a su lado. Puesto que le acompaña nuestro antiguo y apreciado colega Bertel Haarder, yo tengo la seguridad de que trabajando en equipo lograrán conducir también r a la Presidencia danesa a un buen resultado. ¡Yo les deseo que la Presidencia danesa tenga mucho éxito!

(Aplausos)

 
  
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  Barón Crespo (PSE). - Señor Presidente, señor Presidente en ejercicio del Consejo, señor Presidente de la Comisión, Señorías. Señor Presidente del Consejo, usted sabe lo que piensa mi Grupo porque tuvo la amabilidad de invitarnos a todos los presidentes a Copenhague y creo que ha planteado la cuestión al final de su intervención en los términos justos, dándole una visión histórica al desafío que tenemos ante nosotros. En este sentido, le tengo que decir que creo que es un buen planteamiento político. Espero que la Presidencia danesa actúe con neutralidad, como lo hizo en la última vez que ocupó el cargo.

Tengo que decirle que no desesperamos de que, respetando las decisiones del pueblo danés, ustedes también se incorporen plenamente a la construcción europea. Creo que será bueno para todos.

En relación con los desafíos que tenemos ante nosotros, el fundamental es la ampliación. Reitero que hay que plantearlo en términos de desafío histórico entre europeos para conseguir una Europa. El Parlamento está haciendo todo lo posible para lograr que la ampliación se haga en los plazos convenidos. Me han sorprendido las declaraciones de su Ministro de Asuntos Exteriores amenazando con sacar el palo a los países candidatos si no se comportan debidamente. No sé si la transcripción de la prensa es la correcta. Pero, en cualquier caso, sí le digo que tienen una tarea titánica, porque -el Parlamento lo ha dicho en anteriores ampliaciones- no se puede dar un salto de este tipo sin reconsiderar las cosas. No se puede pasar de quince a veinticinco negociando en quince días y sin tocar en absoluto los temas presupuestarios. Por eso tienen ustedes el problema del Consejo. Va a necesitar usted también un bastón, un palo, para poner orden en el seno del Consejo.

Tengo que decir, ya que el Sr. Poettering se empeña en introducir la campaña electoral alemana sistemáticamente en los debates, que, ¡hombre!, se puede discutir sobre la agricultura, pero dígale usted al Sr. Stoiber que no saque los Decretos Benesch todo el tiempo, que esas son bombas mucho más peligrosas en Europa.

(Aplausos)

Por lo tanto, señor Primer Ministro, ya que los cuentos de su paisano Andersen son bellísimos, no haga que esto sea un cuento que acabe en pesadilla. Les deseo mucho suerte, pero lo tienen muy difícil. Y esto se relaciona con la seguridad alimentaria, porque lo que tenemos ahora mismo es una política agrícola hiperproductivista e hipercapitalista. Nosotros hemos tenido el valor político de debatirlo. Queremos una política agrícola que tenga un sentido de desarrollo sostenible, pero no se puede decir que eso se va a discutir y se van a esperar cuatro años. Ese es un desafío que tienen.

En cuanto a la pesca, tenemos también que hacer una política de desarrollo sostenible, pero aplicando los principios humanos y de respeto del tejido y de la cohesión social, que creo que compartimos todos. Le tengo que señalar que ustedes son una potencia pesquera, porque son los que más pescan en la Comunidad.

En cuanto a la seguridad, la justicia y la libertad, lo único que le digo es que apoyamos la lucha contra el terrorismo y el crimen organizado. Estamos muy preocupados porque su Gobierno está siguiendo una política sobre asilo que ha sido criticada por la Comisaría de Refugiados de las Naciones Unidas. Además ustedes no han puesto Tampere en su programa; se refieren sólo a Sevilla. En el trabajo de desarrollo de Tampere tenemos cinco directivas pendientes sobre la mesa…

(Aplausos)

… y ustedes en Sevilla han tenido que poner deberes con plazos a los Ministros de Interior.

Señor Presidente, una breve referencia a la responsabilidad global. Tiene usted razón cuando plantea la seguridad global. A mí me preocupa mucho también y me gustaría que me desmintiera las declaraciones de su Ministro de Asuntos Exteriores en las que afirma que el planteamiento del "Cuarteto" y de la Conferencia Internacional en Oriente Medio no tiene sentido. Eso está aprobado por el Parlamento, es una línea de la Unión Europea y está en las conclusiones de Sevilla. Pensamos que una actuación unilateral norteamericana no es la línea para tratar de resolver este conflicto.

Por último -y con ello concluyo, señor Presidente-, sabiendo que la Convención que estamos preparando es un desafío para el año que viene, me gustaría saber qué piensan ustedes: ¿están a favor del método comunitario o del directorio?

Muchas gracias y buena suerte.

(Aplausos)

 
  
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  Watson (ELDR). – (EN) Señor Presidente en ejercicio, asume usted la Presidencia del Consejo Europeo en un momento en el que la Unión se enfrenta con el reto más importante que jamás haya tenido: la mayor expansión de nuestra Comunidad en la historia de la integración europea. Si su presidencia acaba con éxito –y todo tenemos la seguridad de que así será- suprimirá los últimos vestigios del Telón de Acero. Como se indica acertadamente en su programa, Europa habrá culminado un esfuerzo que empezó en la Cumbre de Copenhague de 1993, en la que se fijaron los criterios para el ingreso, y pasa a la Cumbre de Copenhague, en 2002, que reúne a Europa.

¿Por qué los liberales de este Parlamento están tan seguros de que tendrá usted éxito? No solamente porque se ha preparado usted tan a fondo para esta labor sino también porque asume usted también la presidencia del Consejo en un momento en que los liberales ocupan las presidencias de la Comisión Europea y del Parlamento Europeo. Cuando gobiernos de izquierda y de derecha se pliegan a estrechos intereses nacionales y ponen en dificultades esta reunificación histórica, la historia recurre a la generosidad del espíritu liberal. Instamos a Blair y Schröder en la izquierda y a Aznar, Berlusconi y Chirac en la derecha a que se detengan un momento y piensen en la imagen de Europa que tendrá el mundo si nos querellamos como soldados romanos bajo la cruz por una fracción del 1% del PIB.

(Aplausos)

No es fácil ser liberal cuando la codicia y los prejuicios se manifiestan por todas partes, pero tenga la seguridad, Presidente en ejercicio, de que los demócratas liberales de este Parlamento mantendremos nuestro apoyo infatigable a la ampliación bajo los criterios que se fijaron en Copenhague. Lamento que la Presidencia española no haya podido facilitarles a ustedes el trabajo logrando mayores progresos en la agricultura y la pesca, como ya se ha mencionado hoy. Aunque apoyamos fírmemente la reforma de la PAC y de la PCP, esa reforma no tiene que ser un requisito previo para la ampliación. Que nadie crea que el gran interés que tenemos en pagar el precio de la ampliación hará que dejemos de lado la ejecución de la reforma. Ahora bien, que nadie crea tampoco que toleraremos la práctica de que el orden del día de la Unión Europea quede dictado por el calendario de las elecciones nacionales.

El otro obstáculo que tendrá usted que superar es la escasez de la preparación pública. Una encuesta del Eurobarómetro indica que solamente un ciudadano de cada cinco se considera bien informado acerca de la ampliación de la UE. Irlanda tiene que aprobar el Tratado de Niza, y después de Copenhague los parlamentos nacionales y este Parlamento tienen que ratificar los tratados de ingreso. Si no nos ocupamos debidamente de los temores populares ante los países candidatos y ante el costo de la ampliación, todavía es posible que este proceso no llegue a feliz término. Sin embargo, esta dificultad quedará resuelta en gran parte si la meritoria tradición de apertura y responsabilidad de Dinamarca logra influir positivamente en el Consejo tras las tímidas medidas acordadas en Sevilla, y si dan ustedes a su excelente Ministro de Asuntos Europeos carta blanca para ocuparse de los euroescépticos.

Por lo que se refiere a los asuntos del interior y de la justicia, el Grupo ELDR acoge con satisfacción su detallado programa encaminado a proteger a nuestros pueblos contra el terrorismo. Esperamos que, como buenos liberales, den muestras ustedes del mismo celo en la adopción de medidas resueltas para proteger las libertades de los ciudadanos, como han hecho ustedes en el caso de las amenazas terroristas. En la esfera de la inmigración y el asilo, les insto a que utilicen el método comunitario, ya probado y de validez demostrada, para progresar y vencer la oposición miope de los que están en contra de un cuerpo europeo de guardafronteras.

En respuesta a las observaciones de mi amigo, el Sr. Barón Crespo, le diré que yo preferiría ser una persona en busca de asilo que intenta entrar en Dinamarca –país en el que tendría mayores posibilidades de éxito- que uno de los integrantes de los racimos de personas que se esfuerzan por colarse en el triste país del Sr. Blair.

(Aplausos)

En cuanto al desarrollo sostenible, su promesa de concentrar sus esfuerzos en la adopción de medidas encaminadas a dar trabajo a la gente que no lo tiene y a conseguir una economía sólida en vez de aumentar la proliferación de objetivos, es música para los oídos de los demócratas liberales. También aplaudimos la meta que se han fijado de equiparar los nuevos progresos en materia de liberalización energética con la introducción de normas básicas comunes en materia de fiscalidad energética, y pueden ustedes contar también con nuestro apoyo para impulsar las negociaciones necesarias acerca de las numerosas medidas en materia de servicios financieros necesarias a más tardar al final de este año si queremos completar a tiempo para 2004 el plan de acción sobre servicios financieros.

Con semejante magnitud de tareas se enfrenta usted con una enorme carga. Reunir a Europa es su preocupación principal, y lo es acertadamente. Le deseamos toda clase de éxitos y le brindamos nuestro apoyo, pues esta responsabilidad recae en nuestra generación, nosotros somos el objeto de este reto, y es en nosotros en quien reside la esperanza.

(Aplausos)

 
  
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  Frahm (GUE/NGL). – (DA) Señor Presidente, quiero dar la bienvenida a mis compatriotas y a la Presidencia danesa. Le deseo naturalmente suerte a la Presidencia danesa con la larga serie de puntos recogidos en el programa y en especial, naturalmente, con la ampliación. Sabemos que deberíamos haber acabado el trabajo con respecto a los aspectos económicos de la ampliación en Ámsterdam; ya entonces deberíamos haber tenido la gran pelea sobre la política agrícola y los fondos estructurales –sin embargo, ahora es demasiado tarde para convertirlos en un obstáculo para llevar a cabo la ampliación. Sólo quiero exhortar al gobierno danés para que mantenga la línea llevada hasta ahora de que debemos eliminar de una vez por todas la ayuda agrícola en favor de un mundo más justo, dejando fuera de juego los intereses nacionales y en su lugar, colocar en el orden del día la sostenibilidad y la relación con los agricultores del tercer mundo. Quiero mostrar mi respaldo a que se mantenga esta línea.

No obstante, hay otras cosas en las que no quiero desearles suerte, no quiero desearle suerte al gobierno danés a la hora de influir en la política de asilo y de refugiados europea común. Vengo de un país, donde la visión de hechos como el racismo y otros similares es diferente. En Dinamarca uno puede ser condenado por llamar al socio más estrecho y respaldo parlamentario del gobierno, Pia Kjærsgård, del Dansk Folkeparti, lo que se le llama en todos los demás países europeos, y lo que últimamente la European Voice lr ha llamado: una manifiesta racista. Si uno dice esto en Dinamarca, puede verse condenado por ello. Aplicamos un concepto de racismo y de hechos similares un poco diferente al que aplican las Naciones Unidas y la UE, y en realidad también al que la mayoría de ciudadanos daneses aplican cuando hablan entre amigos. Dinamarca es también un país que tiene una forma absolutamente particular de contemplar la ayuda al desarrollo. La hemos recortado, sin embargo, el gobierno danés considera que la situación es increíblemente positiva, sólo porque no figuramos en la base ni en el medio con respecto a los demás países. Es también un país que aprecia mucho los vínculos transatlánticos. También figuran en el programa de la Presidencia. En este punto se habla de los intereses comunes. ¿Es una muestra de intereses comunes colaborar con un país que no quiere reconocer al Tribunal Penal Internacional, colaborar estrechamente con un país que no quiere ratificar el Protocolo de Kioto? ¿Es una muestra de intereses comunes o sólo es porque en esta lucha común contra el terrorismo hemos de cerrar los ojos ante un montón de cosas, ante la guerra de los rusos en Chechenia, ante la manera en que los turcos tratan a los kurdos, ante cómo Israel trata al pueblo palestino –es decir, porque somos una alianza común contra el terrorismo, una alianza transatlántica?

Muchos diputados al Parlamento Europeo recordarán entonces al Ministro danés, Bertel Haarder, quien fuera miembro del Parlamento Europeo y ponente de los derechos humanos. Podemos ver que el cambio del diputado al Parlamento Europeo, Bertel Arder, por el señor Ministro Bertel Haarder no ha sido un cambio especialmente bueno. Habríamos preferido conservarte como diputado al Parlamento Europeo, Bertel Haarder, hablando claramente, y quiero invitar al gobierno a que vuelva a leer el discurso que Bertel Haarder pronunció cuando fue ponente en el Parlamento de los derechos humanos. Debéis volver a leerlo como inspiración para vuestras próximas decisiones.

 
  
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  Maes (Verts/ALE). - (NL) Yo vengo de otro país pequeño y, por tanto, mi discurso tendrá un tono ligeramente diferente, pero usted comprenderá que para nosotros la Presidencia danesa augura algo bueno en muchos aspectos. Ustedes son para nosotros un ejemplo de democracia, transparencia y solidaridad internacional. Al menos lo han sido hasta ahora y espero que continúen siéndolo.

A los países pequeños Europa les resulta siempre un poco más grande que a los países grandes, ya que éstos tienen que poner orden en su vasto territorio antes de que puedan interesarse por las necesidades de los demás. Por eso este Parlamento alberga cada vez más la esperanza de que los pequeños países sean capaces de lograr mayores avances que los grandes, y la firmeza de Dinamarca, que usted nos ha transmitido a través de su discurso, no constituye ninguna excepción a esta regla.

Por lo que respecta al trato prioritario conferido a la ampliación usted se refiere con razón a los grandes derechos de Copenhague que sirvieron como requisitos para los países candidatos. Estas condiciones han desempeñado una función claramente orientativa en el ámbito de los derechos humanos, la democracia y las minorías. No han sido sólo una esperanza sino también un acicate para que las reformas introducidas en dichos países se llevaran a cabo de conformidad con nuestra común escala de valores y no revistieran carácter meramente económico.

Compartimos su deseo de que los candidatos a la adhesión puedan entrar en cuanto estén preparados y constatamos que, en realidad, muchos de ellos son países pequeños. El número de habitantes de varios de estos países no es superior al de algunas regiones históricas tales como Escocia, Gales, el País Vasco, Flandes, Valonia y Cataluña, pero a estas regiones se las deja un poco de lado. Usted sólo tiene ojos para los Estados miembros, pero nosotros nos preguntamos qué será de las regiones constitucionales. ¿Acaso deben convertirse todas en Estados miembros para que sean tenidas en cuenta? ¿O prestará usted asimismo atención a las regiones, no sólo a las regionales constitucionales, sino también a las que pertenecen a los países candidatos? Las necesitará para resolver definitivamente el problema de los fondos estructurales.

¿Es oportuno introducir una separación entre las grandes visiones y las reformas en estas circunstancias? Según tengo entendido, el Presidente de la Comisión, el Sr. Prodi, le ha enviado una pregunta implícita: ¿puede usted, con vistas a la ampliación, aplazar la reflexión acerca del futuro de nuestras instituciones sin tenerlas presente en un rincón de la mente y sin tener una visión acerca de la forma en que deben reformarse?

Hay otra pregunta crítica que ya ha sido formulada por el Sr. Crespo y la Sra. Frahm. Tiene que ver con la inmigración, la lucha contra la inmigración ilegal, la lucha contra el crimen y los solicitantes de asilo.

Obviamente, no es únicamente culpa suya que el Consejo o los Consejos nos hagan cargar con una política que no es política. Esto no es una política equilibrada. La Comisión presentó unas propuestas mucho más ponderadas.

Aún quería haberle preguntado cómo piensa incorporar a Chipre sin ofrecer garantías de seguridad a la minoría turca, cómo piensa resolver el problema de Kaliningrado, etcétera. Por eso tenemos mucha curiosidad por conocer las preguntas de los demás, pero lo que más nos interesa son sus respuestas de hoy y, muy especialmente, sus futuras acciones. En todo caso le deseo mucho éxito en nombre de mi Grupo.

 
  
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  Camre (UEN). – (DA) Señor Presidente, comenzaré dando las gracias al señor Presidente del Consejo, el Primer Ministro Fogh Rasmussen, por su discurso muy claro y transparente. La Presidencia danesa será presidida naturalmente con toda la competencia profesional de que Dinamarca es capaz; sin embargo, esto no equivale a decir que se logrará cumplir el programa muy ambicioso del gobierno danés para una rápida ampliación al este, pues tal cosa no depende sólo de la competencia de la Presidencia. Hay enormes choques de intereses comprensibles entre la población de los quince países de la UE y sólo aquellos que sean completamente insensibles a los intereses del ciudadano medio comunitario pueden pensar que la atención de estos intereses ha de ser dejada a un lado para acelerar la ejecución de la ampliación al este. Ante todo, resulta sumamente deplorable aplazar una reforma agrícola porque ésta posiblemente sea políticamente imposible tras la ampliación. Tanto económica como organizativamente una ampliación al este supone una enorme tarea. Hablamos de varios cientos de miles de millones de coronas que la UE habrá de enviar al este cada año. La inmigración a la UE de mano de obra muy barata combinada con el traslado de nuestras empresas, que requieren mano de obra, al este, provocará violentos cambios sociales en la UE. A pesar de los deseos del gran capital europeo de un gran volumen de mano de obra barata y nuevos mercados es poco inteligente por parte de la UE hacer caso omiso de los problemas sociales que se causarán a los europeos.

Los grandes problemas a los que nos enfrentamos pueden echar perfectamente por tierra el ambicioso plan del gobierno danés. Es en este trasfondo en el que quiero criticar “la idea de ahora o nunca”. Si la decisión sobre la ampliación no se adopta en 2002, no se hundirá el mundo –sólo es el Presidente de la Comisión, el Sr. Prodi, quien va por ahí pretendiendo creer tal cosa. Por ello celebro también las manifestaciones del Sr. Presidente del Consejo rechazando esta forma de pensar. Hace falta una cooperación entre los países europeos, sobre todo una cooperación en materia de libre comercio, sin embargo, es una aberración hablar de una reunificación de Europa. La verdad es que los países de Europa nunca han formado parte de una cooperación más estrecha que ésta en la que hoy toman parte. El proyecto no fracasará porque no se alcance una fecha determinada –al contrario puede mejorarlo el hecho de que los problemas no se silencien y se aplacen. Por ello la Presidencia debe disponer de una plan B al que pueda recurrirse si el plan A fracasa. Concluiré expresando mi deseo de que la Presidencia danesa, fiel a su costumbre, contribuya al desarrollo de la UE escuchando más a los electores europeos de lo que estamos acostumbrados a que se les escuche.

 
  
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  Bonde (EDD). – (DA) Señor Presidente, me gustaría dar la bienvenida a la Presidencia danesa a una cooperación de medio año, vuestro trabajo puede ser histórico por dos motivos, puede ser la última vez que los Estados miembros compartan la presidencia –esto no ha de pasar- y la ampliación puede tener éxito o fracasar a causa de demasiados intereses mezquinos.

El Movimiento de Junio votará a favor de la ampliación, sin embargo, no ocultamos nuestra crítica de los métodos negociadores de la UE. Los países solicitantes han de fotocopiar todas las leyes comunitarias sin tener en cuenta en lo más mínimo sus propias democracias nacionales. En los Sudetes, el precio del suelo agrícola es el 10% del precio en el país vecino, Alemania. Cuando ahora obligamos a los checos a vender al mejor postor tras un corto período transitorio, no es difícil prever el resultado y las reacciones entre los electores checos. ¿No podríamos permitir que los regímenes transitorios fueran más flexibles y no permitir, por ejemplo, la venta de residencias de verano y suelo agrícola en la UE hasta que el ingreso medio en la República Checa se aproxime al nuestro? Los regímenes agrícolas comunitarios son caros para los consumidores y contribuyentes de la UE si no se garantiza a los agricultores unos ingresos adecuados. Las subvenciones sólo de las arcas comunitarias a la agricultura danesa serán este año probablemente tres veces superiores al ingreso neto total de la agricultura. Por ello los agricultores franceses, daneses, polacos y todos los demás agricultores tienen un interés común en lograr la reforma de la política agrícola para que ésta apoye los ingresos de los agricultores en lugar de respaldar productos invendibles, los excedentes, la destrucción, la devastación de la producción agrícola de los países en vías de desarrollo, l adestrucción medioambiental, los sobreprecios que repercuten sobre los consumidores en nuestra comida diaria.

La Presidencia danesa del Consejo es liberal y está estrechamente ligada a la agricultura danesa, esto ofrece una oportunidad histórica para acabar con la fallida economía planificada comunitaria. ¿Por qué no eliminar todo sostenimiento de precios en un 20% al año, dar a los agricultores obligaciones para la caída del precio del suelo y autorizar ayudas a los ingresos más desfavorecidos? Si no suprimimos el sostenimiento de precios en la UE, no hay ninguna razón para que los nuevos países miembros entren en el sistema. Démosles, en lugar de ello, el dinero para que dispongan de él libremente y no se vean atraídos hacia inversiones fallidas. La Presidencia danesa también debe peinar las 85.000 páginas de leyes comunitarias. Devolvamos la mayor parte a los Estados miembros de modo que la UE sólo legisle en materia de temas transnacionales, en los que por sentido común no podemos legislar por nosotros mismos. Convirtamos la UE en una Europa de las democracias en lugar de una comunidad de los cabilderos y de los burócratas.

 
  
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  Dupuis (NI). - (FR) Señor Presidente, yo también desearía dar la bienvenida a la Presidencia danesa, al Sr. Presidente Rasmussen y a nuestro antiguo colega Bertel Haarder, así como aprovechar esta ocasión para darles las gracias por el nombre que han dado al programa de la Presidencia danesa: “Una Europa”. Dicho esto, desearía que la Presidencia danesa recordara que en Europa existe una pequeña región que desde hace mil días vive un genocidio, me refiero a Chechenia. Es urgente, en efecto, que la Unión Europea tome disposiciones, bajo los auspicios de la Presidencia danesa, para que una troika viaje a Chechenia, a fin de comprobar los estragos causados y la política criminal que desde hace mil días Rusia aplica en ese país. Espero que la Presidencia danesa sepa imponer dicha política antes del Consejo Unión Europea-Rusia que se celebrará en el próximo otoño.

Dinamarca, es también la ampliación; el Presidente Rasmussen lo ha repetido en numerosas ocasiones. Por lo que a mí respecta, pienso que la Unión debería reflexionar y proponer una nueva ampliación. Europa no es todavía “una”. Está pendiente la cuestión israelí, es decir, de hecho, las cuestiones que atañen a la paz, la libertad y la democracia en esta región del mundo. Preguntaré, pues, a la Presidencia danesa la opinión que le merece la propuesta de cincuenta diputados del Parlamento Europeo de incluir Israel en la lista de países candidatos, y también - situada en otra región desestabilizada del mundo, la del Cáucaso - Georgia, que es, además, una puerta al Asia Central. ¿La Presidencia danesa estaría dispuesta a trabajar en la idea de incluir Georgia en la lista de los países candidatos?

 
  
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  Rovsing (PPE-DE). – (DA) Señor Presidente, señor Presidente del Consejo, señor Presidente de la Comisión, siempre es una placer escuchar al Sr. Primer Ministro, Anders Fogh Rasmussen, y sus visionarios comentarios sobre la ampliación al este. Es una tarea sumamente pesada la que el Sr. Presidente del Consejo ha tomado sobre sus hombros. Todos hemos de contribuir a que la ampliación se lleve a cabo, especialmente Alemania y Francia, que han sido el núcleo del desarrollo de la UE, con el fuerte respaldo de España. Sin el sólido compromiso y la participación de estos países será difícil que la ampliación se lleve a cabo. Probablemente va a costar más dinero del que, sin embargo, creemos. Aunque éste fuera el caso, no existe ninguna razón para estar asustados: todos juntos vamos a pagar un poco más por apoyar la construcción de infraestructuras, administración, etc., que tanta falta les hace a los nuevos países solicitantes. Sería una señal de pobreza de espíritu por parte de la Unión no compartir un poco de su creciente riqueza con estos países. Sería inteligente que el Sr. Presidente del Consejo junto a sus colegas informara claramente de que la aportación extra no ha de plantear obstáculos a la ampliación. Ésta debe llevarse a cabo.

El objetivo de la ampliación es la creación de un espacio de paz, libertad, democracia y riqueza. Existen todas las posibilidades de que esto se lleve a cabo. La ampliación aumentará nuestras posibilidades de reforzar los esfuerzos contra el terrorismo internacional y de hacer más eficaz la lucha contra la delincuencia internacional, incluida la trata de seres humanos. Es fundamental que respaldemos un desarrollo sostenible que suponga más personas trabajando y una mejor situación económica. El camino para ello pasa por crear una sociedad más competitiva, de modo que se supriman trabas, complicaciones burocráticas y condiciones contractuales inadecuadas y podamos alcanzar el mismo aumento anual en prosperidad que ha logrado alcanzar la sociedad norteamericana. De haber mostrado la misma competencia que los EE.UU. a la hora de aumentar nuestra productividad, habríamos dispuesto de muchos más medios económicos. Es fundamental, por tanto, que apostemos en nuestro desarrollo por la competitividad. Dentro de diez o quince años, China e India figurarán a la cabeza de una serie de países asiáticos con una dinámica que en muchos aspectos planteará enormes exigencias a nuestras capacidades de reconversión y crecimiento. Preparémonos mientras tengamos posibilidades para ello, no nos detengamos en detalles insignificantes, concentrémonos en las grandes líneas a seguir.

En la competencia global, la capacidad de producir alimentos seguros desempeñará un papel importantísimo. Mediante la investigación, el desarrollo y la innovación industrial y la creación de mayor valor añadido debemos asegurarnos un papel de liderazgo dentro de este ámbito. Es importante que admitamos una responsabilidad global y junto a los norteamericanos, tratemos de hallar una solución a los problemas en Oriente Medio. La UE constituye el grupo de países que mejor conocen la situación. Podemos hacer una aportación importante, sin embargo, sin el respaldo de los EE.UU., de Rusia y de los países árabes nuestros esfuerzos serán baldíos. Por último, me alegra la promesa del Sr. Presidente del Consejo de que habrá la mayor transparencia posible en torno a la legislación del Consejo. Me permito interpretarla como una autorización a que las emisoras de televisión transmitan las partes importantes de las reuniones del Consejo.

 
  
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  Lund (PSE). – (DA) Señor Presidente, en primer lugar dar las gracias al Presidente del Consejo, Sr. Fogh Rasmussen, por el programa presentado. Será una Presidencia que se distinguirá claramente de anteriores presidencias danesas. La cooperación se ha visto ampliada en una larga serie de ámbitos y a ello se suma la tarea fundamental, que todos han destacado, de cerrar la negociación de la ampliación con nada menos que diez países candidatos. Sobre todos nosotros descansa una gran responsabilidad moral y política, y para cumplir con ella, es preciso naturalmente que en todas las partes exista la necesaria voluntad de alcanzar compromisos. Los países solicitantes han pasado por un proceso de adaptación radical. Han realizado grandes sacrificios, sin embargo, ahora pueden declararse preparados en todo lo esencial. El balón se encuentra ahora en gran medida en el terreno de juego de la propia UE y creo que la Comisión lo ha jugado con un régimen especialmente sensato para la financiación de la ampliación durante los primeros años, que distingue claramente la ampliación de la futura reforma agrícola. Esto me parece muy sensato. Ahora la decisión queda en manos de los quince Jefes de Gobierno. Ahora va a quedar claro si la UE dispone estos años de jefes de estado con la necesaria calidad y fuerza y con visión más allá de intereses nacionales a corto plazo. La estrechez de miras y los nuevos nacionalismos no han de ser obstáculo para la ampliación.

El segundo gran desafío será la Cumbre Mundial de Johannesburgo, en la que la UE debe mostrar activa y valientemente su solidaridad con los países en vías de desarrollo liderando la búsqueda del acuerdo global, como también mencionara el Sr. Presidente del Consejo, mediante compromisos políticos concretos y con un calendario necesario. Es preciso presionar a los EE.UU., que aparentemente creen que el hambre, la pobreza y el terrorismo pueden ser solucionados militarmente, y reservar ayuda económica a los regímenes que danzan como marionetas siguiendo el guión norteamericano. Espero que la Presidencia danesa adopte una postura activa y tome el camino de la verdadera solidaridad con el tercer mundo. En este punto existe asimismo una relación con la política de asilo e inmigración comunitaria que no sólo trata de la inmigración ilegal, como cabría creer a veces. El debate sesgado y negativo sobre los extranjeros en ciertos países debe ser sustituido por una política europea común basada en el humanismo y en la que los extranjeros no sean objeto de discriminación social, en la que se respeten los convenios y en la que el acceso a Europa como refugiado o por reagrupamiento familiar no esté reservado a una élite bien educada. No debemos levantar un ”Fuerte Europa”, fundado en la nivelación por abajo, sino crear al contrario una relación entre la tan loada globalización y nuestra legislación en materia de extranjería. Con esta línea –pero también sólo con esta línea- cabrá esperar una positiva cooperación desde el Parlamento Europeo. Dichas estas palabras, me gustaría manifestar mi esperanza y confianza en que la Presidencia danesa resuelva las tareas pendientes y especialmente en que lo haga en estrecha colaboración con el Parlamento Europeo.

 
  
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  Maij-Weggen (PPE-DE). - (NL) Señor Presidente, en primer lugar quisiera felicitar a los Sres. Rasmussen y Haarder por el excelente programa que han presentado. Suena muy bien. Creo que encontrarán mucho apoyo en el Parlamento Europeo. Tengo dos preguntas y espero poder obtener una respuesta.

Mi primera pregunta se refiere a la publicidad del Consejo. Siempre he puesto todo mi empeño en este asunto. Usted sabe que he sido uno de los principales puntos de apoyo para el reciente Reglamento relativo al acceso a los documentos gracias al cual disponemos ahora al menos de una administración abierta. Sin embargo, la publicidad del Consejo, tal y como se define en la actualidad, no me satisface del todo. Según tengo entendido, el Consejo reviste carácter público al comienzo y al final de las reuniones y la publicidad se ciñe a la legislación elaborada sobre la base del procedimiento de codecisión.

Mi pregunta es la siguiente. ¿Cómo se aplicará esta reglamentación en la práctica? ¿No cabe la posibilidad de que las reuniones se hagan públicas de principio a final en el caso de la codecisión? ¿Y por qué entra solamente en consideración el procedimiento de codecisión? ¿Por qué no se hace pública la legislación que corresponde a los Estados miembros nacionales?

Mi segunda pregunta está relacionada con la ampliación. Hay cuatro países que ponen pegas a la ampliación porque sostienen que primero hay que reformar los fondos estructurales y la política agrícola. Esta tesis se escucha por ejemplo en los Países Bajos. Quisiera preguntar al Sr. Rasmussen si no podría hablar largo y tendido con nuestros amigos liberales de los Países Bajos -son sobre todo ellos los que defienden este punto de vista-, en concreto con su líder, el Sr. Zalm, pidiéndole que suavice un poco su postura de modo que el nuevo Gobierno de los Países Bajos pueda participar con toda lealtad en la ampliación. Me daría vergüenza que mi país se hallara entre los países que obstaculizan este proceso.

 
  
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  Hume (PSE). – (EN) Señor Presidente, extiendo una cordialísima bienvenida a la Presidencia danesa y me agrada sobremanera que en su programa declare que en la Unión Europea recae una responsabilidad especial de paz y estabilidad en un mundo que está cada vez más interrelacionado.

En nuestros días está teniendo lugar la mayor revolución de la historia del mundo, que es la revolución tecnológica de los transportes y de las telecomunicaciones, con el resultado de que el mundo es mucho más pequeño. Sin embargo, en este caso estaremos en una situación mucho más fuerte para configurar el mundo, pero en particular para lograr, pues estamos en un nuevo siglo y en un nuevo milenio, que éste sea el primer siglo en el que no haya ya conflictos ni guerras en nuestro mundo y que la Unión Europea utilice su influencia para conseguirlo. La Unión Europea es el mejor ejemplo de solución de conflictos en la historia del mundo, y eso refuerza nuestra posición para lograr lo que apetecemos.

Con dos guerras mundiales, la primera mitad del siglo pasado fue la peor de toda la historia del mundo. A pesar de ello esos mismos pueblos, los pueblos que están representados en este Parlamento, se reunieron todos y dieron por terminados sus conflictos y crearon la Unión Europea. Los principios en que se funda la Unión Europea deberían prevalecer en las zonas de conflicto de todo el mundo. Sé por experiencia propia que los tres principios fundamentales de la Unión Europea son los tres mismos principios en que se basa el acuerdo de Irlanda del Norte: número uno, respeto de la diferencia, que es la base de todo conflicto. Hay que respetar la diferencia; número dos, instituciones que respeten la diferencia, y número tres, trabajar juntos en interés común y, de esa manera, derrumbar las barreras del pasado.

Me agrada que el Comisario Patten y su departamento estén trabajando en esta esfera, pero en el mundo de nuestros días me gustaría que la Unión Europea estableciese en la Comisión Europea, con su propio Comisario, un departamento dedicado a la solución de conflictos y a la paz. De esa manera podríamos desempeñar nuestro cometido en este mundo más pequeño de nuestros días, para poner término a los terribles conflictos que están teniendo lugar en diferentes lugares del mundo y para llevar a esas zonas un mensaje de paz y de estabilidad duradera.

 
  
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  Riis-Jørgensen (ELDR). – (DA) Señor Presidente, estimado Sr. Presidente del Consejo y estimado Sr. Primer Ministro. Llegó el día que todos nosotros, pero especialmente tú, hemos estado esperando y para el que te has preparado desde que te convertiste en Primer Ministro de Dinamarca. Estoy orgullosa en tu nombre y en el de Dinamarca. Como liberal, me supone una alegría especial estar hoy aquí. Contamos ahora con un presidente liberal del Consejo, del Parlamento Europeo y de la Comisión. Es un buen punto de partida para la ejecución del programa de trabajo de la Presidencia.

La ampliación es la cuestión primordial. Los liberales hemos luchado a favor de la ampliación desde la caída del muro. Ésta garantizará a las nuevas democracias de Europa Central y Oriental el lugar que les corresponde en la futura Europa. La ejecución de la ampliación a tiempo exigirá no sólo habilidad política, sino también mucho trabajo duro. Y de ambas cosas sé bien por experiencia propia que el Sr. Presidente del Consejo puede dar mucho y con ello lograr cerrar el círculo de Copenhague a Copenhague. Como liberal danesa, espero que el éxito de la ampliación lleve a que Dinamarca vuelva a ser miembro de pleno derecho de la UE. Puede parecer extraño trabajar en favor del acceso de los nuevos países a la plena cooperación europea cuando uno procede de un país que se ha quedado sin influencia en ámbitos esenciales. Sin embargo, la especial situación de Dinamarca en la UE no será en ningún caso un lastre para la ampliación. La ampliación dará derechos a los nuevos ciudadanos europeos. Es nuestro deber – pero un deber que cumplimos con alegría – dar a estos nuevos ciudadanos de la UE los mismos derechos de los que gozamos nosotros mismos. Un ciudadano comunitario puede asentarse y conseguir trabajo en cualquier lugar de la UE. Nuestros nuevos conciudadanos deben disponer de este derecho desde el primer día.

Me gustaría desear toda la suerte del mundo a la Presidencia en su tarea de realizar el proyecto de una Europa. Estoy convencida de que lo logrará. En el Grupo Liberal haremos todo lo que esté en nuestra mano para ayudar a conseguirlo.

 
  
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  Gahrton (Verts/ALE). (SV) Señor Presidente, no creo que viniendo de la región de Escania necesite derrochar frases de cortesía con un Primer Ministro danés, sino que puedo hablar claramente. ¿Por que optó usted por aplicar la política de inmigración de un partido xenófobo el mismo día que asumió su cargo como Presidente de la UE? ¿Cómo cree usted que el resto del mundo interpreta esto?

Ahora Anders Fogh Rasmussen elogia la ampliación. Pero, ¿cómo se puede creer que quieran abrir las fronteras a los extranjeros de los países candidatos cuando quieren cerrarlas para los rusos, los africanos, los asiáticos y los latinoamericanos? Bertel Haarder dice en el diario Berlingske Tidende que la ley de extranjería de la derecha danesa es un triunfo para las chicas inmigrantes. Ahora, como extranjero en Dinamarca, hay que tener 24 años para poder traer a su mujer del país de origen. Si un sueco o un griego que vive en Dinamarca quiere traer a su novia de 18 años, puede hacerlo. Si, por el contrario, un musulmán de la parte turcochipriota de Chipre quisiera hacerlo, ¿qué pasaría? Ese país aún no es miembro de la UE, pero si llega a serlo, ¿cómo piensan resolver este dilema?

Empleando el lenguaje de Hans Christian Andersen, ¿no se parecen un poco los deseos de ampliar la UE de la derecha danesa a “El nuevo traje del Emperador”? No se puede rechazar a los denominados extranjeros y, al mismo tiempo, desear la ampliación de la libre circulación en la UE para que abarque a todos los países de Europa, algunos de ellos musulmanes.

De esta manera hacen ustedes de la UE una especie de Fortress Europe, un estado superimperialista, que el pueblo danés ha rechazado. Pero está claro que los gobiernos daneses acostumbran a ignorar al pueblo. ¡Ustedes son campeones europeos de la manipulación de resultados de plebiscitos! ¿No es ir demasiado lejos querer manipular también los resultados del plebiscito de los irlandeses?

 
  
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  Stenzel (PPE-DE). – (EN) Señor Presidente, quisiera felicitar a la Presidencia danesa y también al Sr. Bertel Haarder por estar aquí con nosotros, y por el ambiciosísimo programa que han fijado para mantener los plazos de la ampliación.

Mi primera pregunta es una pregunta doble: ¿creen ustedes realmente que pueden mantener los plazos, teniendo en cuenta las enormes diferencias que hay en materia de política agrícola? ¿Habrá tiempo suficiente entre noviembre y diciembre para concluir esas negociaciones en el seno de la Europa de los 15?

Mi segunda pregunta se refiere a los denominados decretos presidenciales y a los decretos de Benes. Hay tensiones entre Alemania y la República Checa, y también entre Austria y la República Checa, acerca de un pasado reciente y muy amargo. El pasado no debe ser un obstáculo para el decurso del presente. Por eso me gustaría pedirle, Primer Ministro, que utilice usted su influencia política para mitigar esas tensiones y que utilice su influencia con el Gobierno checo para que responda al informe del Parlamento Europeo sobre la República Checa, en el que se pide a los checos que deroguen los decretos en cuestión a más tardar cuando llegue el momento del ingreso.

 
  
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  Schulz (PSE) . – (DE) Señor Presidente, en primer lugar, una observación con respecto a lo que acaba de decir la Sra. Riis-Jørgensen. Me sorprende que el Sr. Prodi sea ahora liberal. Yo le conocí como representante del Olivo. Últimamente he leído que estaba presente en la sesión de clausura del Grupo cristianodemócrata. Ahora resulta que es liberal. Viene a ser prácticamente el presidente de la agrupación tricolor que tenemos en esta Asamblea. Sin embargo, tal vez él quiera añadir algo al respecto.

Yo quisiera decirle, no obstante, una cosa al Sr. Poettering. Él siempre se empeña en impartir desde aquí lecciones para que otros –ayer el Sr. Aznar, ahora el Sr. Rasmussen– la transmitan al Canciller federal. ¿Cuál es el fondo del asunto? El fondo del asunto es que el Gobierno alemán, a través de la persona del señor Canciller federal, preguntó –una pregunta acertada, a mi parecer– si los pagos directos en su forma actual no podrían llegar a constituir un obstáculo para la ampliación si no reformamos el ámbito agrario. Por lo demás, existe un consenso al respecto. El Sr. Fischler va a presentar en julio algunas propuestas para la transferencia, en el marco de la modulación, de fondos de los pagos directos en beneficio del apoyo a las zonas rurales. Tengo curiosidad por comprobar si el Sr. Poettering también se levantará entonces para declarar que se están poniendo trabas a la ampliación. No lo hará, ya se lo puedo adelantar, pues entonces no estará en juego la campaña electoral federal alemana. El objetivo de las intervenciones de Poettering cuando se expresa de esa guisa es exclusivamente hacer propaganda en el contexto de la campaña electoral alemana. Esto es admisible. No es nada malo, la lucha electoral es importante en política, pero sería más aceptable, señor Poettering, si cuando la Asamblea debatió sobre Austria, y cuando debatimos sobre Italia, usted no hubiese intervenido como un Savonarola para manifestar que todo ello eran injerencias en los asuntos internos de los Estados miembros, para luego actuar aquí, cuando se trata de su propio país, como si estuviera en un acto electoral en Osnabrück.

(Aplausos)

 
  
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  El Presidente. – Me parece que después de esta intervención, el Sr. Poettering va a procurar atraer mi atención.

 
  
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  Krarup (GUE/NGL). – (DA) Señor Presidente, no voy a inmiscuirme en la polémica alemana, sino a felicitar a la Presidencia danesa. Fue una presentación trabajada y bien presentada, sin ni siquiera una sola idea independiente. Los daneses somos ciertamente gente modesta. Somos y seremos el rabo del buldog alemán, sin embargo, la retórica del Sr. Primer Ministro hace parecer que fuera el rabo el que menea al perro. Y tras esta divertida imagen – esta hermosa retórica – hay una realidad que encierra una larga serie de contradicciones. Mi buen colega, Per Gahrton, indicó una de ellas. Una contradicción muy marcada, como es que el gobierno danés que ocupa ahora la Presidencia de la UE, cuente con un apoyo parlamentario que representa un marcado grado de xenofobia, próximo al racismo. En unión con este apoyo parlamentario – el Dansk Folkeparti –, que también está representado en esta Asamblea, se ha presentado un programa de extranjería, cuyas contradicciones fueron documentadas muy claramente por el Sr. Gahrton y repetiré la pregunta del Sr. Gahrton.

El segundo punto de la retórica es la Copa de Europa en manipulación de referéndums – el mensaje claro a la población irlandesa. No sé de qué tipo de mensaje claro se trata. La situación en la que se encuentra Irlanda no ha variado y la capacidad de modificar referéndums ya la mostró anteriormente la Presidencia danesa.

El último y decisivo punto es este mantra: Un espacio de libertad, seguridad y justicia – ELSP. El Sr. Primer Ministro, la Presidencia danesa del Consejo, habla sin parpadear de reforzar la lucha contra el terrorismo. Ahora que pronto se cumplirá un año del 11 de septiembre, vemos una legislación del pánico, que en primer lugar desprecia la más elemental seguridad jurídica y en segundo lugar, aborda iniciativas comunitarias que carecen de base en el Tratado. Pienso especialmente en la orden de detención europea. La seguridad jurídica y la democracia están en vías de desaparición.

 
  
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  Berthu (NI). - (FR) Señor Presidente del Consejo, usted ha dado, para su Presidencia, prioridad a la ampliación; le felicito por ello y le apoyaremos calurosamente.

Desearía formularle tres preguntas con respecto a esta prioridad. Para la primera no le pido necesariamente una respuesta inmediata, ya que es espinosa: se trata del presupuesto agrícola. Como usted sabe, si se quisiera transponer de la misma manera las normas de la PAC, habría de incrementarse considerablemente el presupuesto agrícola, lo cual nadie desea. No tenemos tiempo de reformar la PAC y, como usted ha dicho, no hay que retrasar la ampliación. El hecho de renacionalizar las ayudas directas resulta atrayente por varios motivos, pero no es cien por cien satisfactorio, ya que justamente son los países más pobres los que podrían pagar menos. ¿No habría, entonces, una vía complementaria para explorar, y que consistiría en la aplicación de una nueva preferencia comunitaria, que permitiría a la vez proteger la renta de los agricultores, imponiendo al mismo tiempo normas de calidad muy elevadas? Recientemente, hemos ratificado un plan norteamericano bastante cuestionable de apoyo a la agricultura, pero que podría darnos la oportunidad de exigir una revisión de las normas de la OMC, a fin de que cada país o cada zona pueda defender su modelo agrícola. ¿Qué piensa usted de una reflexión de este género, fijando como plazo 2006?

En segundo lugar, con respecto a la inmigración ilegal, la Presidencia anterior se había fijado como una de sus prioridades la lucha contra la inmigración ilegal. La prioridad de usted es la ampliación. En la confluencia de ambas, se plantea el problema de Turquía: país que pretende ser candidato y que, sin embargo, es un punto de confluencia de la inmigración ilegal en Europa. ¿Qué piensa usted hacer a este respecto?

Y, en tercer lugar, usted ha declarado en su exposición que un nuevo “no” en Irlanda pondría la ampliación en peligro. ¿Es esto cierto, señor Presidente? ¿No sería posible incorporar las partes correspondientes de Niza en el tratado de adhesión, mejorándolas de paso, y, desde este ángulo, un “no” de los irlandeses no sería más bien afortunado para Europa?

 
  
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  Berès (PSE). - (FR) Señor Presidente, la Presidencia española se había impuesto como prioridad la lucha contra el terrorismo. Usted se ha impuesto como prioridad la ampliación. Políticamente hablando: ¡bravo! Sin embargo, no debemos creer que, en este torbellino semestral, nuestros ciudadanos se dejarán deslumbrar, y no malogremos lo que, para la mayoría de ellos, constituye un logro fundamental de la Unión Europea: me refiero, evidentemente, al paso al euro. Desde este punto de vista, todavía nos queda mucho por hacer. Primero y ante todo necesitamos una verdadera coordinación de las políticas económicas para que el euro vaya acompañado por el crecimiento y la creación de empleos.

Su país, señor Presidente, esta en opting out. Naturalmente, deseamos para el pueblo danés que esta situación evolucione. ¿Pero díganos cómo, en esas condiciones, se puede organizar el mandato tratándose de cuestiones que requieren voluntad y determinación política para avanzar? ¿Qué consecuencias saca respecto al funcionamiento de nuestras instituciones, y cómo espera usted organizar la Presidencia en este ámbito?

 
  
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  Laschet (PPE-DE) . – (DE) Señor Presidente, señor Presidente del Consejo, usted ha hablado de los objetivos de su Presidencia y también se ha referido al conflicto de Oriente Medio. La Comisión de Asuntos Exteriores, Derechos Humanos, Seguridad Común y Política de Defensa ya trató este tema con usted en Copenhague. Mi pregunta se refiere a la iniciativa norteamericana de estos últimos días.

El Presidente norteamericano ha recurrido a un mecanismo que la Unión Europea está aplicando con éxito en todo el mundo. Señala unos objetivos concretos –por ejemplo, un plan trienal–, define los criterios según los cuales se evaluarán las reformas y acepta apoyar dichas reformas si esos criterios se cumplen. Este es esencialmente nuestro modelo para la ampliación al Este, que se inauguró en Copenhague con los criterios de Copenhague. Este es nuestro modelo para las relaciones con los países TACIS y últimamente, señor Comisario Nielson, también para las relaciones con los países ACP, en las que hemos establecido unos principios concretos, que también pueden acarrear sanciones.

Mi pregunta a la Presidencia danesa es, por lo tanto, la siguiente. La Comisión está actuando de otro modo en Oriente Medio. En este caso no hemos establecido unos principios, sino que hasta ahora hemos venido desembolsando nuestra ayuda, por su importe global incluso, sin condiciones y sin estimular los esfuerzos reformadores. ¿Cree usted que existe alguna posibilidad de desarrollar bajo la Presidencia danesa del Consejo una nueva iniciativa europea junto con los Estados Unidos sobre la base de la perspectiva concreta que acaba de exponer el Presidente Bush para la creación de un Estado palestino en un plazo de tres años y de que su Presidencia del Consejo pueda apoyar una iniciativa de este tipo?

 
  
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  Schmidt, Olle (ELDR). (SV) (comienzo sin micrófono) ... puede verse a liberales sentados en los asientos del Consejo, a un Primer Ministro que es genuinamente liberal y, a su lado, a Bertel Haarder. Para comenzar quisiera solamente decirle, señor Primer Ministro, que usted es un hombre osado. ¿Es realmente posible ampliar Europa sin Polonia? Sé que ustedes piensan así, y lo dicen, pero me cuesta mucho esfuerzo imaginarme esa situación. Quisiera escuchar sus comentarios sobre lo que es política y estratégicamente posible en este caso.

Permítanme decir algunas palabras sobre la política de asilo y refugio. Sé que es un capítulo delicado y sé también que ustedes ven en los suecos a un hermano mayor. Espero, señor Primer Ministro, que no lo haga en este momento y que me vea como a un liberal amigo, un amigo fiel que quiere decirle algunas verdades. Algunas veces nos equivocamos y otras estamos en lo cierto. Debo confesarle que esta situación me preocupa. Me preocupa que Europa se esté convirtiendo en una fortaleza, que realmente rechaza a las personas. Sabemos que necesitamos a millones de personas. Para cumplir los objetivos de Europa y mantener el bienestar necesitaremos cada año hasta 2050 a unos cuatro millones de personas.

Cuando Europa se amplía me parece importante mantener en alto los valores, valores que los europeos queremos que otros también tengan. Además, creo conveniente que nosotros mismos cumplamos esas exigencias. Permítame decirle, señor Primer Ministro, que espero que la política de inmigración que ustedes han modificado en Dinamarca no llegue a convertirse en un símbolo en el resto de Europa. Creo que se necesita más tolerancia y más apertura, es decir, más liberalismo. El pueblo europeo tiene ansias de liberalismo. Nunca podremos combatir a enemigos oscuros con propuestas oscuras.

Señor Primer Ministro, quiero decirle, para terminar, que usted me inspira mucha confianza. Usted cumplirá la tarea comenzada por Uffe Elleman-Jensens. Quiero desearle suerte, til lykke, pero espero que cambie sus ideas respecto a la política de refugiados.

 
  
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  Hautala (Verts/ALE). – (FI) Señor Presidente, los colegas han dicho cosas muy importantes sobre la política de extranjería, así como que la Unión Europea no debe convertirse en una fortaleza blindada. Quisiera utilizar mi intervención para hacer hincapié en que nosotros también debemos desarrollar en nuestro entorno más cercano una buena colaboración con nuestros vecinos.

La Presidencia danesa nos ofrece, de hecho, una nueva posibilidad para ello en dirección al norte. Dinamarca ha mencionado en el programa de actividades de su Presidencia el refuerzo de la llamada dimensión nórdica. Saludo con entusiasmo esta mención y quisiera proponer que la Comisión, conjuntamente con la Presidencia danesa, empiece ya a elaborar el siguiente programa de acción de la dimensión nórdica, ya que el programa actual expira a finales del año 2003.

Yo quisiera saber cuál es realmente la actitud de la Comisión ante la dimensión nórdica. ¿Está la Comisión tan seriamente convencida a este respecto como lo está la Presidencia danesa? Se trata de la cooperación de toda la Unión Europea con sus regiones vecinas septentrionales, y no solamente de la colaboración de los países nórdicos con Rusia, Islandia, Noruega y Groenlandia, entre otros países. Estamos verdaderamente ante un programa, en cuyo marco debemos ser capaces de resolver nuestros problemas comunes relacionados con los enormes retos que tenemos, por ejemplo, la brecha existente entre el nivel de vida de Rusia y la Unión Europea; es tan grande la diferencia en el nivel de desarrollo que puede llegar a representar una amenaza para la seguridad. Existen centrales nucleares, transportes de material radiactivo, y luego está también la problemática relacionada con las condiciones climáticas árticas. En este marco de la dimensión nórdica, ¿tienen la Comisión y la Presidencia danesa la intención de centrarse ahora también en la llamada ventana ártica que forma parte de esta dimensión nórdica y qué es lo que se piensa conseguir concretamente en este campo?

 
  
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  Alavanos (GUE/NGL). – (EN) Señor Presidente, yo también quiero dar gracias al Primer Ministro danés pero ha dicho algo a propósito de la cuestión de Chipre que me ha sorprendido. Se ha deslizado un cambio pequeño, delicado y espero que involuntario en el texto de la resolución del Consejo Europeo de Helsinki. La resolución dice que la decisión sobre el ingreso de Chipre se adoptará sin que una solución política sea condición previa para ello.

En este caso, el Primer Ministro danés ha dicho que “se adoptará una decisión final sobre la base de todos los factores pertinentes”. Esto es algo muy diferente de la posición del Sr. Prodi, así como de la posición de la Comisión, o sea la posición del Sr. Verheugen, de la posición del Parlamento Europeo, de la posición de Helsinki y de la posición de la presidencia española. Espero que no haya habido una intención deliberada por parte de la presidencia danesa y espero también que cuando el Primer Ministro danés vuelva a tomar la palabra, nos confirme que, aunque queremos que haya una solución política y nos esforzaremos por conseguirlo, dicha solución no sea condición previa para el ingreso de Chipre.

 
  
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  Tannock (PPE-DE). – (EN) Señor Presidente, la ampliación es un proyecto noble y a nuestros vecinos de Europa oriental, que en Potsdam no supimos proteger contra el yugo comunista, les daremos la posibilidad de retornar a la familia europea de naciones. Ahora bien, hay muchos problemas, que van desde la ratificación irlandesa del Tratado de Niza –aunque seguramente ya hay un plan B por si resulta necesario- hasta los pagos directos excesivamente generosos hechos en el marco de la PAC a los agricultores y el potencial de inmigración en gran escala, particularmente en el caso de las comunidades romaníes nómadas y mal integradas, de las cuales hay muchísimas en países de Europa oriental.

Me agrada particularmente el ingreso de dos países del Commonwealth británico: Malta y Chipre, lo que aumentará la utilización del inglés en esta institución, cosa que merece mi firme apoyo. Eso no es óbice para que yo también sienta preocupación por Chipre, como ya se ha mencionado en la otra ala de esta sala. Quizá tenga que ingresar como isla dividida, con todo lo que esto significa para una posible anexión turca de la parte septentrional. ¿Qué presión cabe ejercer, particularmente ante el Sr. Denktash, a fin de poder llegar a un acuerdo con el Sr. Clerides que permita que un Chipre unido ingrese en la Unión en 2004, como estoy seguro de que todos deseamos en este Parlamento?

 
  
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  Medina Ortega (PSE). - Señor Presidente, la Cumbre de Sevilla impone a la Presidencia danesa unas obligaciones para cumplir en muy poco tiempo.

Concretamente, según el apartado 32 de las Conclusiones de la Presidencia, se solicita al Consejo, a la Comisión y a los Estados miembros que cada uno, en el marco de sus competencias, lleven a la práctica las siguientes medidas antes del final de 2002: la puesta en práctica de operaciones conjuntas en las fronteras exteriores, la puesta en práctica inmediata de proyectos piloto abiertos a todos los Estados miembros interesados y la creación de una red de funcionarios de enlace de inmigración de los Estados miembros.

Teniendo en cuenta el corto tiempo de que dispone la Presidencia danesa, ¿estarán en condiciones de apoyarla para la realización de estos objetivos fijados de una manera muy clara en la Cumbre de Sevilla?

 
  
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  Nicholson of Winterbourne (ELDR). – (EN) Señor Presidente, muchas gracias por esta innovación que me agrada sobremanera. Felicito a la Presidencia danesa muy calurosamente y, naturalmente, también a mi colega, el Sr. Haarder, antiguo miembro eminente de la Comisión de Asuntos Exteriores, Derechos Humanos, Seguridad Común y Política de Defensa, así como de este Grupo, por su nueva posición.

Sin embargo, amigos de la presidencia, me gustaría pedirles algo que, como la presidencia danesa, creo que les agradaría conceder. Hoy en día el Tratado de Roma reconoce derechos humanos y derechos de los animales, pero no da derechos a los niños. Sin embargo, el derrumbamiento del Muro de Berlín y el final de la Guerra Fría reveló una imagen devastadora de niños objeto de abuso, de niños descuidados, de niños miserables y de niños hambrientos y desesperados como no habíamos visto en Europa desde el final de la Segunda Guerra Mundial. Hoy en día, con la ampliación de la Unión Europea, la situación no va a mejorar. ¿Por qué digo semejante cosa? Porque, desgraciadamente, hay pruebas suficientes de que la desaparición de las fronteras, la ampliación de la Unión Europea, factores como la mundialización, los Acuerdos de Schengen e Internet han hecho que la tragedia de los niños ultrajados sea aún peor. Los niños de nuestros días corren riesgos que antes no existían; por ejemplo, un enorme número de niños son objeto de trata en todo el mundo. Traficantes, delincuencia organizada y separación de sus familias: he aquí varios de los muchos riesgos de que son víctimas los niños.

La Unión Europea no puede ocuparse de todo, pero tenemos poderes muy particulares. Lo que estoy pidiendo es que la Presidencia danesa trabaje conmigo y con la Children's Alliance, que es un grupo de diputados de este Parlamento que provienen de todos los grupos políticos aquí representados, a fin de que podamos prestar un apoyo unánime. Quisiéramos conseguir que en el Tratado de Adhesión y en el Tratado de Roma se introdujera una simple noción, apenas un reconocimiento de la Convención de las Naciones Unidas sobre los Derechos del Niño, que cada uno de los Estados miembros han firmado y ratificado. Ésta es la Convención más importante en la historia del mundo, la que ha obtenido el mayor número de ratificaciones. Únicamente los Estados Unidos de América se oponen a ella. La Comisión ha desempeñado su cometido: figura en el acquis communautaire. Quisiéramos ahora que estuviera también en el Tratado de Adhesión y en el Tratado de Roma. Presidente en ejercicio, ¿va a trabajar usted conmigo para lograrlo?

 
  
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  von Wogau (PPE-DE) . – (DE) Señor Presidente, yo quisiera hacer un breve comentario en relación con la intervención del Sr. Schulz. ¡Él no ha formulado una pregunta, sino que ha pronunciado un discurso electoral!

(Aplausos)

Yo sólo quería señalar que las encuestas de opinión le han puesto aparentemente muy nervioso y esta también es una circunstancia que pesa mucho.

Señor Presidente del Consejo, yo quisiera hacerle una pregunta relativa a las competencias bajo su Presidencia del Consejo. En el ámbito de la defensa, no será competente Dinamarca, sino que Grecia ya asumirá las competencias durante el período de su Presidencia. Sin embargo, justamente en los Balcanes existen algunas decisiones muy importantes pendientes, como por ejemplo la participación norteamericana y el tema de la asunción de la responsabilidad por parte de la Unión Europea. Mi pregunta se inscribe en este contexto. ¿Cómo se propone asegurar la coordinación a fin de garantizar que la parte civil y la parte militar, que en fondo están inseparablemente ligadas, mantengan una coordinación óptima? ¿Qué papel desempeñará la Presidencia y que papel le corresponderá cumplir a la Comisión?

 
  
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  El Presidente. – Se me ha asignado un plan de trabajo para esta mañana que ya no me permite recurrir al sistema de “levante el brazo y procure atraer mi atención”. Insto a la veintena larga de personas cuyos nombres están en la lista, así como a sus grupos, a que animen a sus presidentes para que incrementen las posibilidades de recurrir al mencionado sistema la próxima vez que lo experimentemos en esta sala. Ha sido una nueva característica interesante.

 
  
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  Fogh Rasmussen, Consejo. – (DA) Ante todo quiero dar las gracias por el constructivo y positivo debate. He tomado nota de muchas observaciones esenciales y competentes que me llevaré conmigo hoy de aquí. Trataré de contestar el mayor número posible de cuestiones, sin embargo, el tiempo del que dispongo para contestar estas cuestiones no permitirá que conteste todas las cuestiones planteadas, por lo que también me gustaría pedir que se permita al Sr. Ministro para Europa contestar algunas de las cuestiones. Se han hecho algunos discursos electorales en esta Asamblea. Quizá sea correcto y natural, sin embargo, no tengo intención de inmiscuirme en la campaña electoral de algunos países.

(Aplausos)

Además, la Sra. Frahm y el Sr. Krarup, quienes representan a Dinamarca en el Parlamento, han realizado intervenciones que considero forman parte del debate sobre política interior y de la lucha en materia de política interior en Dinamarca. Tampoco tengo intención de entrar en esta cuestión. Creo que nos hallamos ante tareas tan colosales para la Unión Europea que cabría desear y esperar que un debate en el Parlamento Europeo se centrara en las visiones europeas y no en polémicas mezquinas sobre política interior.

(Aplausos)

Me gustaría dar las gracias al Sr. Poettering por el respaldo a la Presidencia danesa y me gustaría decirles al Sr. Poettering, al Sr. Watson y a la Sra. Maij-Weggen, quienes plantearon la cuestión de la transparencia, que es intención de la Presidencia danesa administrar las normas sobre transparencia de modo que pueda hablarse de la más amplia transparencia dentro de las decisiones que se hayan adoptado. No voy a ocultar que me gustaría haber ido más lejos en lo que a transparencia se refiere y trabajaré por una mayor transparencia en torno al trabajo legislativo de la Unión Europea; sin embargo, por ahora se ha adoptado una decisión en Sevilla y la Presidencia danesa la administrará tan ampliamente como nos sea posible.

También planteó el Sr. Poettering la cuestión de una mejora de la legislación. Otorgamos a ésta la máxima importancia y aguardamos la cooperación interinstitucional que pueda existir a este respecto. Le daremos la máxima prioridad. El Sr. Poettering menciona la cuestión de Turquía. Es evidente que Turquía como país candidato debe recibir el mismo trato que todos los demás países candidatos, es decir, Turquía no puede recibir una fecha para la apertura de negociaciones para la adhesión a la Unión Europea hasta que cumpla las condiciones políticas, los criterios de Copenhague. Éste no es el caso de Turquía en el momento actual.

También planteó el Sr. Poettering la cuestión de la política agrícola, al igual que hiciera el Sr. Watson. Me gustaría contestar conjuntamente al Sr. Poettering y al Sr. Watson, puesto que quiero aprovechar al mismo tiempo la oportunidad para dar las gracias al Sr. Watson por su apoyo a la Presidencia danesa. Estoy completamente de acuerdo en que debemos pedir que ningún país, que ningún líder políticamente responsable de Europa, tome ahora la ampliación de la Unión Europea como rehén para sus ambiciones en la política agrícola.

(Aplausos)

Sería una equivocación histórica de grandes dimensiones que alguien bloqueara la ampliación de la Unión Europea a causa de la disputa sobre una cantidad que, a pesar de todo, es de importancia marginal. Permítaseme recordar, en primer lugar, que la propuesta de la Comisión supone la posibilidad de llevar a cabo la ampliación de la UE dentro del marco del presupuesto actual. No necesitaremos más dinero para realizar la ampliación de la Unión Europea y en segundo lugar, la propuesta de la Comisión respecto a la introducción gradual de las ayudas directas a los agricultores de los nuevos Estados miembros supondrá un gasto adicional ciertamente modesto – un gasto adicional que equivale a menos del 0,1% del valor de la producción total de los actuales países comunitarios. Me niego a creer que algún líder político europeo quiera bloquear la ampliación a causa de la disputa en torno a una cantidad inferior al 0,1% de la producción.

(Aplausos)

También me gustaría contestar las cuestiones planteadas por el Sr. Barón Crespo, a quien doy también las gracias por sus buenos deseos hacia la Presidencia danesa. Me gustaría aclarar un malentendido. El Ministro danés de Asuntos Exteriores no ha hablado de emplear el garrote con los países solicitantes. Al contrario, proponemos verdaderas negociaciones con los países solicitantes. Quiero decirle al Sr. Barón Crespo y asimismo al Sr. Bonde, que abordó la cuestión de las futuras reformas de la política agrícola – y en este punto hablo también como Primer Ministro danés – que Dinamarca es partidaria de futuras reformas de la política agrícola. Sólo deseo, como Presidente del Consejo Europeo, recalcar que tales reformas de la política agrícola no deben convertirse en una nueva condición para llevar a cabo la ampliación de la Unión Europea.

El Sr. Barón Crespo planteó asimismo la cuestión de Oriente Medio, y lo mismo hizo el Sr. Laschet posteriormente en el debate. Me gustaría decir que la Presidencia danesa considera actualmente cuál es la mejor manera en que la UE puede contribuir a reiniciar el proceso de paz en Oriente Medio. Creo que, entre otras cosas, éste comenzará con el inicio de un proceso de reforma del autogobierno palestino; habrá elecciones dentro de no mucho tiempo. El objetivo de estas consideraciones que nos hacemos actualmente es crear el trasfondo para una posterior conferencia de paz, donde puedan reanudarse las negociaciones de paz israelíes-palestinas. Puedo informarles de que el Ministro danés de Asuntos Exteriores debatirá a lo largo del día de hoy este tema con el Secretario de Estado norteamericano, el Sr. Colin Powell, lo cual es lógico porque pretendemos mantener una estrecha coordinación entre la UE, los EE.UU., y otros miembros de la zona respecto a esta cuestión. Es intención de la Presidencia danesa que la Unión Europea pueda y deba desempeñar un papel constructivo en los intentos por lograr la reanudación del proceso de paz en Oriente Medio. Puedo decirle, por lo demás, al Sr. Barón Crespo, que la Presidencia danesa es firme partidaria del método comunitario en la UE. Desgraciadamente, el tiempo no permite que profundice en el trabajo de la Convención, sin embargo, le otorgamos la máxima importancia.

Varios oradores han abordado también la cuestión de Chipre. La Sra. Maes, el Sr. Alavanos y el Sr. Tannock plantearon la cuestión de Chipre. Me gustaría subrayar que la Presidencia danesa se ajustará a las decisiones adoptadas en Helsinki y éstas contienen tres elementos. En primer lugar, sería una ventaja disponer de una solución al problema de Chipre, de modo que sea una isla unida la que se adhiera a la UE; en segundo lugar, una solución no es una nueva condición para una ampliación; en tercer lugar, la declaración de Helsinki dice que llegado el momento de adoptar una decisión, se tendrán en cuenta todos los factores pertinentes serán tenidos en consideración. Y me gustaría decirle al Sr. Alavanos que esto no es ninguna novedad. Es una decisión adoptada en 1999 en Helsinki. La Presidencia danesa se basará en esta decisión, y existe plena coincidencia entre la Comisión y la Presidencia respecto a la cuestión de Chipre.

 
  
  

(DA) Asimismo quiero decirle muy brevemente al Sr. Dupuis que no existen actualmente planes de convertir a Georgia en país candidato. Creo que Georgia no cumple de ningún modo las condiciones para ello. Respecto a Chechenia, puedo decir que la situación en la zona formará parte del diálogo que la UE mantendrá con Rusia durante la Presidencia danesa. He de decirle al Sr. Camre que debe haberme entendido mal, si ha tenido la impresión de que yo pienso que la decisión sobre la ampliación de la UE podría aplazarse sin riesgo alguno. Si es así, el Sr. Camre ha entendido mi intervención de forma absolutamente equivocada, pues al contrario, recalco que es ahora durante este otoño – antes de finales de este año – cuando debe adoptarse la decisión sobre la ampliación de la UE.

Y así preguntó la Sra. Ursula Stenzel si el calendario presentado es realista. Sí, pienso que el calendario es realista. Es ambicioso, pero es realista y debemos recordar que el Consejo Europeo de Sevilla adoptó una decisión muy clara respecto a que la UE ha de presentar una posición común sobre las ayudas agrícolas directas ante los países candidatos a más tardar, a comienzos de noviembre. Y esto da tiempo suficiente entre comienzos de noviembre y la Cumbre de la UE en Copenhague en diciembre para que podamos llevar a cabo las negociaciones finales con los países candidatos.

Me gustaría dar las gracias por el fuerte y claro mandato que el Parlamento Europeo ha dado hoy a la Presidencia danesa respecto a la ampliación de la UE. Constato la existencia de un acuerdo pleno entre el Parlamento, la Comisión y la Presidencia sobre los marcos del trabajo que se alza ante nosotros. En primer lugar, la ampliación es la tarea principal para la Presidencia danesa, para la Unión y para Europa y en segundo lugar, nos hallamos ante una oportunidad histórica única que no hemos de dejar pasar. Si no cerramos las negociaciones antes del cambio de año, corremos el riesgo de empujar la ampliación hasta un futuro lejano. Doy las gracias por el respaldo recibido del Parlamento. La Presidencia danesa hará todo lo posible para que podamos alcanzar un resultado en la cumbre de Copenhague en diciembre, sin embargo, -como dijera anteriormente- la Presidencia no puede cumplir sola esta tarea. Esto requiere ayuda de todos nuestros socios. No sólo del Parlamento y de la Comisión, sino también de los Estados miembros y de los países candidatos. Han pasado trece años desde la caída del muro. Han pasado nueve años desde la Cumbre de Copenhague en la que establecimos los criterios para la adhesión, y cinco años desde el inicio de las negociaciones. Ahora no podemos pedir a los países candidatos que sigan esperando. Es ahora cuando debemos cumplir las promesas. Es ahora cuando debemos ser conscientes de nuestra responsabilidad histórica. Es ahora cuando debemos cerrar uno de los capítulos oscuros de la historia de Europa. Aguardo la cooperación con el Parlamento Europeo en torno a esta importante tarea.

(Aplausos)

 
  
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  Prodi, Presidente de la Comisión. – (IT) Una brevísima replica, señor Presidente, para hacer algunas afirmaciones que me merecen especial interés. Ante todo, no es en absoluto cierto que la ayuda comunitaria en Oriente Próximo no esté sujeta a controles y a condiciones. Ya es hora de que acabemos con estas afirmaciones que tienen su origen en alguna otra parte y que llevan a una caricatura ridícula, que no corresponde a ninguna realidad ni conocimiento de los hechos. La Comisión, como las demás Instituciones, e incluso mucho más que el Fondo Monetario, apoya los proyectos para infraestructuras de paz en Oriente Próximo, hoy lamentablemente destruidas por la guerra, pone en práctica las decisiones que toma el Consejo en la ayuda a la Autoridad Palestina y continúa haciendo los controles que son necesarios, aunque por desgracia la tragedia de la guerra convierte en más difícil su eficacia. Sin embargo, quiero llamar la atención del Parlamento sobre la importancia de evaluar estas afirmaciones no demostradas que, de hecho, continúan mancillando nuestras Instituciones.

(Aplausos)

Una breve respuesta en relación con la dimensión nórdica, que para la Comisión es muy importante y lo será aún más, tanto como instrumento en las relaciones con Rusia como para la solución de determinados aspectos y problemas. A la vista de la Presidencia danesa, quiero citar sólo uno de ellos, es decir, lo importante que es la relación constructiva y de amistad con Groenlandia y lo importantes que son el aspecto geográfico, el aspecto estratégico y también el aspecto humano de nuestra relación con esa región.

Y ahora, señor Schultz, una breve observación sobre su intervención. He asistido en numerosas ocasiones a seminarios del Partido Liberal, del Partido Popular y, afortunadamente, por invitación del amigo Enrique, también del Partido Socialista y de los Verdes. No soy un Presidente tricolor, sino más bien multicolor, que es mucho más que tricolor, porque un Presidente tricolor sería restrictivo, absolutamente restrictivo en esto caso.

(Aplausos y risas)

Por último, quisiera dar las gracias al Parlamento por esta gran apertura de crédito concedida a la Presidencia danesa por todas las fuerzas políticas; es un respaldo merecido y un respaldo necesario para nuestro trabajo. Triunfar en una operación de alcance histórico para el continente como la ampliación exige la unidad de todos nosotros: una unidad que haga superar las diferencias entre las fuerzas políticas y también los juegos políticos internos de cada país; una unidad que permita alcanzar el acuerdo necesario sobre los asuntos pendientes; una unidad de acción entre todas las Instituciones de la Unión, y a este fin el diálogo interinstitucional será decisivo tanto para decidir mejor como para prepararnos para la ampliación con las normas existentes. En efecto, debemos ser capaces de hacer funcionar nuestras Instituciones en cuanto se amplíen, y debemos prepararnos desde ahora. Por último, unidad para demostrar que Europa sabe dar respuesta a los grandísimos desafíos. En los próximos meses, en efecto, los retos políticos y los retos económicos serán aun más importantes que los de los pasados meses, y habrá una gran necesidad de Europa en el mundo, empezando por Johannesburgo, pero después todavía más, a medida de que vaya entrando el otoño. Debemos responder a las nuevas grandes demandas de civilización en nuestro interior, para dar libertad y seguridad, y también en el exterior, para una gobernanza mundial en la que, como dije antes, Johannesburgo es sólo el inicio, pero que necesita realmente un nuevo orden que ante todo es orden mental y, después, orden político.

(Aplausos)

 
  
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  El Presidente. – Presidente en ejercicio, muchas gracias por su polícroma contribución.

 
  
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  Cushnahan (PPE-DE). – (EN) Señor Presidente, quisiera felicitar al Gobierno danés, que ha asumido la presidencia, y desearles toda clase de éxitos durante sus seis meses de mandato. Se enfrentan con una tarea formidable y me agrada mucho que hayan dado gran prioridad a la finalización de las negociaciones para el mes de diciembre.

Comparto los sentimientos que ha expresado recientemente el Ministro de Asuntos Exteriores de Dinamarca, Per Stig Møller, quien ha subrayado la necesidad de que la Unión Europea cumpla sus promesas para con los países candidatos. Ahora bien, también tenemos una obligación moral de cumplir las promesas ya hechas a los actuales Estados miembros. Las propuestas que actualmente está considerando el Comisario de Asuntos Agrícolas, Franz Fischler, como parte del examen de mitad de período de la PAC, constituyen una traición respecto del acuerdo de Berlín sobre la Agenda 2000. Las nuevas propuestas sobre modulación y el desacoplamiento de las primas por ganado en favor de un sistema basado en pagos en función de la superficie, presagian un desastre para los agricultores de la UE.

Nada menos que el 20% del total de pagos directos a los agricultores se apropiarían y transferirían a otras medidas de desarrollo rural o se reingresarían en el propio presupuesto de la PAC. Como los productores de cereales y ganado dependen actualmente por completo de los pagos directos para obtener ingresos, las nuevas propuestas les dejarían sin beneficios.

Los ingresos agrícolas han disminuido ya. La agricultura es la piedra angular de la economía rural en Europa y el desarrollo rural sería un tópico sin sentido alguno si se penaliza y empobrece a los agricultores mediante la aplicación de las propuestas que la Comisión de la UE deja filtrar. Prepararse para la ampliación penalizando a los agricultores es un error moral y político que puede muy bien dar por resultado que el propio proceso de ampliación se gane la antipatía de los agricultores.

Lo que habría que hacer es financiar la ampliación con el presupuesto vigente, aumentando los gastos hasta su actual nivel máximo. Hasta ahora un 20% de los fondos presupuestarios –lo que representa unos 25.000 millones de euros- están sin utilizar. Utilizando ese dinero, la UE demostraría su voluntad política de efectuar la ampliación con convicción y a tiempo.

 
  
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  Murphy (PSE). – (EN) Señor Presidente, quisiera sumarme a los que han dado la bienvenida a la Presidencia danesa. Me agrada en particular su intención de esforzarse por que haya una sola Europa unida, cosa importantísima.

Lo que quisiera decirle, Presidente en ejercicio, es exactamente lo mismo que lo que dije hace tres semanas a la Presidencia española saliente. La Comisión y el Parlamento están haciendo lo que tienen que hacer respecto de la ampliación, y ahora incumbe al Consejo cumplir su cometido y lograr que la ampliación se efectúe. La historia no nos perdonará nunca, ni perdonará a los gobiernos de la Unión Europea, si retrasan este proyecto histórico a causa de la querella por unos cuantos millones de euros. Ha llegado el momento de cumplir nuestras promesas.

(Aplausos)

No es éste el momento de poner nuevas dificultades al proceso de ampliación. La reforma de la política agrícola común es importante pero no está vinculada con la ampliación. También éste es un mensaje que debe transmitir usted al Consejo. Todo el mundo se calmará a medida que los resultados del examen de mitad de período se vean con más claridad, pero se trata de un mensaje que necesitamos que transmita usted a los gobiernos. Le apoyamos en las tres cuestiones que ha enunciado. Los criterios se fijan para seguirlos, y hay que seguirlos. Trabajaremos de consuno con usted a este respecto. No podemos retrasar a ningún país que esté preparado para ingresar, y diciembre de 2002 es la fecha crucial.

El Sr. Watson se ha permitido una observación tan poco elegante como tonta acerca del Reino Unido. He de decirle que en esa Gran Bretaña que califica de “triste”, cualquiera –independientemente de su edad- puede casarse con quien quiera. Quizá pueda sumarse a mí para invitar a los jóvenes daneses a que vengan a Gran Bretaña y se casen con quien quieran y luego, si les parece, se vuelvan a su país.

Ha llegado el momento de obrar en vez de hablar, como ha dicho usted. Sin embargo, estos próximos meses vamos a oír bastantes palabras poco amistosas y va a haber bastantes debates subidos de tono. Cuando vuelva usted aquí en diciembre, después de la reunión en la Cumbre, espero sinceramente que todos estemos cantando al unísono: “Wonderful, wonderful Copenhague”. Muchas gracias.

(Aplausos)

 
  
  

PRESIDENCIA DEL SR. ONESTA
Vicepresidente

El Presidente. - ¡Muchas gracias! Tras oír este cántico final, concedo el uso de la palabra al Sr. Caveri.

 
  
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  Caveri (ELDR). – (IT) Señor Presidente, Señorías, he valorado altamente la declaración de la Presidencia danesa de esta mañana, sobre todo en relación con la cuestión extraordinariamente delicada de la ampliación. No puedo por menos que destacar la perfecta sintonía con el Presidente de la Comisión en un tema tan delicado y tan crucial. Dos son las reflexiones que hay que hacer: la primera se refiere a la presión sobre las opiniones públicas de nuestros países, puesto que si bien es cierto que el referéndum irlandés es crucial y decisivo, no es menos cierto que debemos conseguir que el proceso de ampliación se explique y se entienda en nuestros países, y ésta es una tarea que seguramente corresponde a cada uno de los diputados europeos.

La segunda reflexión se refiere, en cambio, a los referéndum que se celebrarán en los países candidatos. También en este caso es necesario prestar atención a la forma en que se desarrollará el proceso para evitar efectos dominó que podrían resultar sumamente negativos, así como contrarrestar el empuje populista que se está manifestando casi en todas partes y que tiene un tinte extremadamente negativo respecto a la integración europea.

Otro punto decisivo es ciertamente el trabajo de la Convención. En el período 2003-2004 deberemos hacer frente a un atasco institucional: las elecciones, la ampliación y la Conferencia Intergubernamental. Me gustaría decir a la Presidencia danesa que en el trabajo de la Convención hay al menos dos temas que de alguna manera serán también interesantes para ella. La cuestión, siempre actual, del papel de las minorías lingüísticas en Europa. Éste es un tema importante no solo para los países de la ampliación, sino también para los Estados miembros. El otro tema, al que ya se ha hecho referencia en este Pleno, es la cuestión de las relaciones, dentro de la Unión Europea, con las regiones que tienen un poder legislativo reconocido por cada una de las Constituciones. También en este caso el tema es especialmente significativo, puesto que o seremos capaces de conjugar de verdad federalismo y subsidiariedad o las incomprensiones frente a los mecanismos europeos podrían crecer de alguna manera.

Quisiera volver a recordar el método, muy apreciable, seguido por la Presidencia danesa que ha permitido a todas las comisiones parlamentarias, incluida la que yo presido, celebrar una serie de reuniones con los coordinadores en Copenhague. Por fin hay esta promesa de una presencia física y verdadera del Consejo en el seno de las comisiones para poder discutir, en los momentos cruciales, los apartados de cada uno de los informes antes del debate en el Pleno. Creo que esta innovación - me dirijo al amigo Haarder - es muy significativa, porque de alguna manera hoy seguimos sufriendo un problema de relaciones con el Consejo que tiene consecuencias extraordinariamente negativas.

En los temas que atañen en particular a la actividad de mi comisión, me interesa destacar dos cuestiones que, no obstante, conciernen a todo el Parlamento y evidentemente también al Grupo del que formo parte. La primera cuestión se refiere a la importancia que, ya desde los próximos meses, tendrá el debate sobre la política de cohesión y la política regional. Quisiera recordar que en enero dispondremos del segundo informe intermedio sobre la cohesión y, durante el año 2003, del tercero que será el decisivo. Por lo tanto, podemos decir que los debates de estos días son muy importantes.

También es importante seguir trabajando en el Libro Blanco. A este propósito, quisiera recordar una cuestión urgente a la que deberán enfrentarse los daneses, o sea, la cuestión de los ecopuntos de Austria. Éste es un tema político muy delicado que se debe resolver de alguna manera, puesto que sabemos que incide también en el proceso de ampliación y pone evidencia lo apremiante que es el problema de los transportes en los Alpes.

 
  
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  Wurtz (GUE/NGL). - (FR) Señor Presidente, he querido actuar honradamente respetando la nueva organización del debate, y sacar yo mismo las conclusiones en nombre de mi Grupo. Lamento que todos no hayan decidido hacer lo mismo.

Desearía formular tres observaciones. La primera se refiere a la conclusión de las negociaciones sobre la ampliación. Estoy de acuerdo en lo que se ha dicho en cuanto al calendario. El hecho de aplazar o de no dejar el tiempo necesario para la negociación final tendría consecuencias políticas desestabilizadoras, es decir: un precio político que no podemos pagar. En cambio, no estoy de acuerdo con lo que se ha manifestado sobre las propuestas de la Comisión en materia de presupuesto y de ayudas agrícolas. El Sr. Rasmussen ha hablado de propuestas razonables; el Sr. Prodi de “única base posible”. Sin embargo, no debemos ignorar - y ustedes lo saben - que los países de Europa Central perciben estas propuestas como discriminatorias y como un signo negativo procedente de la Unión Europea. Asimismo, las poblaciones experimentan otros aspectos económicos del acervo comunitario como obligaciones demasiado pesadas para ellas. Basta con seguir el debate político en Polonia. Creo que no se ha elegido el método correcto para crear una Europa más estable y más unida, que es lo que constituye el objetivo de la ampliación.

Mi segunda observación, de orden más general, podría resumirse en una frase: “No nos fiemos de la excesiva tranquilidad”. Señor Prodi, usted ha hecho una lectura selectiva del Eurobarómetro. Pienso que es una forma demasiado fácil de tranquilizarse. Si existe realmente un amplio consenso, ¿por qué aplazar, entonces, decisiones estratégicas una vez que se han celebrado las elecciones francesas y alemanas? ¿Por qué hay que temer el referéndum irlandés? De hecho - y todos lo sabemos - existe un gran malestar entre los dirigentes europeos y los ciudadanos europeos. Estoy convencido de que hay que encarar el problema con determinación y hacer que los ciudadanos tengan una mayor implicación en la elaboración de la política europea, y, en ese sentido, se debe desarrollar una política capaz de motivarles, de movilizarles y de despertar en ellos la solidaridad. Se trata de un reto esencial que la Unión ha de aceptar.

Finalmente, pienso que el debate ha sido muy interesante en muchos aspectos, pero insuficiente en cuanto al papel de la Unión en el mundo. Tres ejemplos: África sólo ha sido mencionada en términos imprecisos. En el G8 se mencionó ese plan de acción para África. Plan que los africanos habían evaluado en 64 millardos de dólares. Ahora bien, no se ha llegado a ningún compromiso. En la propia Unión Europea, el acuerdo de Cotonú ni siquiera ha sido ratificado por los Quince, lo que impide su entrada en vigor. Es preciso imprimir un nuevo giro. Segundo ejemplo: la Cumbre de la Tierra en Johannesburgo y sus retos planetarios. También este caso, la preparación de dicha Cumbre está actualmente bloqueada por cuestiones de financiación y se corre el peligro de fracasar. ¿Cuáles son, en su opinión, las iniciativas que la Unión debe adoptar? Tercer ejemplo: los lazos transatlánticos, que usted también ha mencionado, señor Presidente, sin siquiera referirse al unilateralismo y a la decisión increíble que han adoptado los dirigentes norteamericanos de valerse de la ONU y de la paz en los Balcanes, para intentar escapar a una jurisdicción internacional. Pienso que tenemos que conocer su opinión sobre todos estos puntos.

 
  
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  Frassoni (Verts/ALE). – (IT) Señor Presidente, quiero dar la bienvenida a la Presidencia danesa.

Europa: he aquí un mensaje muy fuerte en el cual también nosotros estamos implicados y que escuchamos como mucho gusto. ¿Pero qué Europa, señor Presidente? Al final de este debate, que yo también valoro altamente por su nueva forma, quisiéramos transmitirle tres mensajes: ante todo consideramos que sus políticas en materia de asilo y de inmigración, contrariamente a sus afirmaciones, no son una cuestión interna. Debe existir una correspondencia y una coherencia entre lo que ustedes hacen y dicen en Dinamarca y lo que ustedes hacen y dicen aquí; no puede haber una divergencia tan grande.

Estamos muy preocupados porque Dinamarca corre el riesgo de dejar de ser un claro modelo de acogida y de integración como lo fue en el pasado demostrando así que los derechos y las libertades nunca se pueden adquirir de verdad y pueden variar a cada cambio de Gobierno. Ustedes, los daneses, pretenden medir incluso el amor sobre la base de la nacionalidad y de la edad: esto es algo que, desde el punto de vista europeo, suscita muchas perplejidades. Estamos convencidos de que la manera en que conducirán el Consejo dependerá también de cómo se comportarán con relación a estas materias dentro de su país.

Segunda cuestión: Chipre. Hemos escuchado no sin preocupación a su ministro de Asuntos Exteriores declarar: "No debemos hacer nada, es cosa de las Naciones Unidas". No es verdad. En lo referente a la ampliación, es absolutamente fundamental la manera en que la Unión Europea gestionará los últimos meses de las negociaciones. A pesar de las declaraciones de Helsinki y de otros Consejos importantes, no podemos permitir que ingrese en la Unión Europea un país en el que existe un muro o una línea verde. Debemos y deben hacer todo lo posible para resolver este problema.

Tercera cuestión: Johannesburgo. A pesar de que existe una prioridad absoluta para la Unión Europea, en su discurso usted no ha dicho cuál es la prioridad de la Unión en Johannesburgo. En nuestra opinión, la prioridad es una sola: declarar y actuar sin titubeos para afirmar que el comercio y el mercado no están por encima de cualquier tipo de compromisos y de acuerdos en materia medioambiental. Este es el mensaje que debe salir de Johannesburgo, un mensaje que actualmente no se oye en absoluto en ninguna parte, salvo en algunas frases que la Comisión ha usado hoy en los documentos de la Unión Europea. Ésta es la línea estratégica que debemos seguir de cara a Johannesburgo y esto es lo que me gustaría oírles decir hoy.

 
  
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  Camre (UEN). – (DA) Señor Presidente, en primer lugar lamento que el Sr. Primer Ministro Fogh Rasmussen haya tenido la impresión de que traté de relativizar su compromiso en la ejecución de la ampliación. Tal cosa nunca se me pasaría por la cabeza. Sólo quise responder al comentario del Sr. Primer Ministro de que la ampliación tendría lugar en todo caso, también aunque no se lograse este año.

Algunos de mis colegas daneses y también un par de mis colegas suecos han criticado la política del gobierno danés en materia de refugiados e inmigración y asimismo la política hacia los países en vías de desarrollo. Aunque el Sr. Watson hizo una excelente comparación entre ser solicitante de asilo en Dinamarca e Inglaterra, respectivamente, se han propagado algunas falsedades sobre la política danesa y el último ejemplo han sido las palabras que le hemos oído pronunciar a la Sra. Frassoni hace un momento. Con este trasfondo y teniendo en cuenta que tres cuartas partes de la población danesa respaldan la política del gobierno en este ámbito, me gustaría pedirle al Sr. Primer Ministro o en su caso, al Sr. Ministro Haarder, que confirmara dos cosas: En primer lugar, que el informe relativo a los derechos humanos, del que fue ponente el Sr. Ministro para Asuntos Europeos, Sr. Haarder, diputado al Parlamento Europeo por aquel entonces, ha sido observado en todos los sentidos en la nueva política de extranjería puesta en práctica por los partidos gubernamentales y el Dansk Folkeparti. En segundo lugar, me gustaría pedirle al Sr. Primer Ministro que confirmara que la ayuda danesa al desarrollo en 2002, por un lado, es la segunda mayor de la historia de Dinamarca y por otro, es la mayor que concede un país en relación con el producto nacional bruto del país.

 
  
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  Bonde (EDD). – (DA) Señor Presidente, no es habitual elogiar a los adversarios, sin embargo, me gustaría elogiar a Anders Fogh Rasmussen por un buen discurso y especialmente porque, al igual que cuando estuvo aquí la Reina, no se enfrentó a los opositores daneses a la Unión. Este desacuerdo debemos tratarlo en Dinamarca.

Aquí tenemos un proyecto común de apertura de la UE, y quiero pedir a la Presidencia danesa que cuelgue todos los órdenes del día, resúmenes y documentos de trabajo del proceso legislativo en la página web ”dk2002”. Cuando la UE actúa como legislador, debe existir la misma transparencia que en los parlamentos nacionales, y cuando la UE administra, los ciudadanos deben disponer de un mejor acceso a los documentos.

A continuación, me gustaría prevenir al señor Primer Ministro del uso de la ampliación contra los opositores irlandeses al Tratado de Niza. Me han comunicado claramente que respaldan la ampliación y técnicamente tiene poca ciencia tomar la Declaración núm. 20 de la Cumbre de Niza y situar el número de votos y escaños en el Parlamento Europeo en los tratados de adhesión. Técnicamente es fácil y el Tratado de Niza no es ninguna maravilla de belleza y además va a ser modificado en el Convención actualmente en marcha y en la próxima Conferencia Intergubernamental, como advirtiera acertadamente el Sr. Giscard d’Estaing, Presidente de la Convención, en los periódicos daneses de hoy. Cito en inglés del Berlingske Tidende:

 
  
  

(EN) La solución no consistirá en ignorar la votación sino en hacer frente a la situación. Probablemente requiera que se tome del Tratado de Niza lo que es necesario para llevar a cabo la ampliación.

 
  
  

(DA)... y no fui yo, sino el Sr. Giscard d’Estaing, Presidente de la Convención, quien lo dijo hoy en el Berlingske Tidende. Quiero prevenirle al señor Primer Ministro del peligro de fracaso de la ampliación dando motivos a los países para que tengan en cuenta otros intereses cuando llegamos al final del camino.

 
  
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  Gollnisch (NI). - (FR) Con ocasión del acceso de Dinamarca a la Presidencia europea, los diputados del Grupo de las Derechas Europeas desearían saludar la manera en que este país ha sabido conciliar su pertenencia a la Unión con la defensa de su soberanía nacional. En efecto, Dinamarca, de gloriosa tradición, pequeño sólo en superficie y población, es un país admirable por la conducción de su política europea. Primero, porque se atreve a consultar directa y sistemáticamente a su pueblo sobre los compromisos que desea contraer en su nombre y porque esta voluntad popular es tenida en cuenta por las autoridades gubernamentales. A pesar de haberse visto obligado a organizar un segundo referéndum sobre Maastricht, no ha participado en la moneda única en contra de la voluntad de los daneses.

Hoy sigue existiendo la corona, y, naturalmente, la economía danesa goza de mejor salud que la zona euro. Dinamarca no participa en la política de inmigración común. Además, está aplicando, en este ámbito, medidas nacionales de una gran lucidez. No participa en la política de defensa. Conserva importantes prerrogativas nacionales, con excepciones al derecho común europeo en materia de cooperación policial y judicial. Supo rechazar o adaptar todas sus transferencias de soberanía en los ámbitos que afectan al meollo mismo de las prerrogativas soberanas de los Estados, y ello en el interés legítimo de la nación danesa. Todo eso no constituye en absoluto una desventaja, sino, muy por el contrario, una verdadera baza en la conducción de las negociaciones de adhesión de diez nuevos miembros deseosos de unírsenos, pero cuidadosos de no ceder una libertad recientemente reconquistada.

Dinamarca constituye la prueba de que se puede participar en Europa sin entregarse al sistema de Bruselas más allá de lo estrictamente necesario. La prueba de que la firmeza contrarresta las imposiciones de la ideología antinacional, por más triunfante que ésta parezca, en el momento en que se elabora, en una Convención, la constitución de un super-Estado eurocrático centralizado, y, por tanto, contrario al verdadero espíritu de Europa. Deseo que los gobiernos europeos se inspiren en la práctica danesa, que no atenta ni contra sus libertades ni contra sus identidades milenarias.

 
  
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  Brok (PPE-DE) . – (DE) Señor Presidente, Señorías, el presente debate entre los presidentes de los Grupos, las Presidencias del Consejo y la Comisión me ha permitido averiguar una cosa: todos coinciden en que para el próximo semestre existe una sola prioridad y ésta se llama ampliación, ampliación, ampliación. Al mismo tiempo también he observado algo que yo creo que no habíamos experimentado hasta ahora, a saber, una plena coincidencia entre la mayoría de esta Asamblea, la Comisión y la Presidencia del Consejo en cuanto al procedimiento y al calendario. Una coincidencia que realmente deberíamos procurar mantener entre todos, pues sólo así podremos estar a la altura de esta tarea histórica.

Por esto, yo también agradezco que quede claro, tal como consta en la resolución del Parlamento, que no se deben establecer nuevas condiciones para la ampliación, que quede claro que es necesaria una reforma de la política agrícola, pero que esto tampoco representa una nueva condición. Y si ahora se desean enmendar los errores de la Agenda 2000, esto no se puede hacer a expensas de los países candidatos a la adhesión, sino que quienes negociaron la Agenda 2000 deben asumir la responsabilidad política y no traspasarla a los electores o a los países candidatos.

Además, también es necesario recordar con toda claridad que se seguirá un procedimiento diferenciado. También en este momento, con los diez países que seguramente podrán dar el salto, es preciso que éstos sepan que al final se tendrá que evaluar individualmente a cada uno de ellos para comprobar si cumple las condiciones. Por consiguiente, hasta el momento ninguno tiene una garantía. Por esto también será necesario examinar aspectos como los que se están discutiendo con un país como Polonia, por ejemplo, como si se debe mantener o no la independencia del Banco Central. Son temas importantes que es preciso examinar en este contexto y, por lo tanto, ninguno se debería sentir demasiado seguro.

Señor Presidente del Consejo, yo quisiera animarle a que continúe impulsando el tema de Kaliningrado. No obstante, también quisiera manifestar claramente que, por razones históricas y pragmáticas, la solución del tema de Kaliningrado no se puede basar en corredores. Yo creo que, por las razones citadas, no se les puede pedir ni a los lituanos ni a los polacos que un corredor atraviese su país y que, por este motivo, sin duda deberemos aplicar los criterios de Schengen con algunos compromisos, aunque evidentemente también es necesario asegurar la credibilidad de la seguridad de las fronteras exteriores en el contexto de una Europa que garantiza la libertad de circulación interna. Sin embargo, yo creo que también está claro que esto representa al mismo tiempo una gran oportunidad de tender un puente hacia Rusia.

En otoño de este año tendremos que mantener unas conversaciones difíciles con un país que, por razones estratégicas, es sumamente importante para nosotros; me refiero a Turquía. Tenemos que hacer todo lo posible para que Turquía continúe formando parte de nuestra Europa, por las citadas consideraciones estratégicas, pero es inadmisible que el precio de un compromiso en relación con el tema de la utilización de las instalaciones de la OTAN para la Política Europea de Seguridad y Defensa y el tema de la adhesión chipriota vaya en detrimento del cumplimiento consecuente de los criterios de Copenhague.

(Aplausos)

Yo creo que no se puede pagar este precio, ya que esto pondría, en efecto, en entredicho la credibilidad futura de todo el proceso de ampliación. Ya sé –puesto que tampoco a mí se me ocurre ninguna respuesta en las circunstancias actuales– que la resolución de este problema es una tarea increíblemente difícil para la Presidencia del Consejo y para la Comisión. Aun así, yo creo que aprovecharemos la oportunidad, que lo conseguiremos y, sobre todo, que también dejaremos claro que la unificación de Europa no es una compensación por el pasado, sino el método para que el pasado, que fue tan terrible, no se repita nunca más y esto representa un nuevo comienzo para este continente.

(Aplausos)

 
  
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  Schulz (PSE) . – (DE) Señor Presidente, me alegra poder intervenir después del Sr. Brok, pues he escuchado con satisfacción su aportación. Ha sido una intervención objetiva y no polémica, la primera de este tipo de la parte alemana del Grupo del PPE en toda la mañana. He escuchado varias veces que el colega Haarder fue un colega encantador. Esto sólo se puede referir a su actuación privada. Políticamente, era muchas cosas, pero no encantador, pues yo tuve la oportunidad de trabajar con él en la Comisión de Libertades y Derechos de los Ciudadanos, Justicia y Asuntos Interiores. Si lo que el Sr. Haarder defendió allí durante años como la línea del liberalismo danés se convierte en la política de asilo e inmigración real de la Unión Europea, ésta poco tendrá que ver con la afabilidad, pero sí mucho con la dureza.

Y usted, señor Rasmussen, permítame que le diga una cosa: En su calidad de Presidente del Consejo, no puede pedirle al Parlamento Europeo que no se ocupe de la política interior de los Estados miembros, sobre todo cuando el Presidente en funciones del Consejo está desarrollando en su país una política en relación con un tema que el Consejo de Sevilla declaró prioritario para la Unión Europea, concretamente el tema del asilo y la inmigración, que él mismo declara que debe convertirse en un modelo dentro de la Unión Europea. ¡Evidentemente vamos a ocuparnos de la política interior danesa! La intervención más importante para usted ha sido la del Sr. Camre. En efecto, éste es el representante del partido de Pia Kjæersgaard, el Partido Popular danés, de cuyo apoyo depende su gobierno. Lo que dice ese partido se parece mucho a lo que ha defendido aquí el Sr. Gollnisch. En su lugar, yo volvería a reconsiderar si puede ser un objetivo de una Presidencia del Consejo desarrollar una política que merece la plena aprobación del Front National. En efecto, lo cierto es que el mensaje que usted transmite no guarda ninguna relación con la tolerancia y una inmigración bien regulada y mucho, en cambio, con una fortificación de las fronteras y la exclusión de las minorías. En la Unión Europea necesitamos una combinación de dos cosas: mientras no exista una inmigración bien regulada, florecerá la inmigración ilegal.

(Aplausos)

Por esto tenemos que regular la inmigración. Sin embargo, para ello es preciso reconocer que ésta existe. Pero no se puede admitir que exista a cualquier precio. La Unión Europea y los Estados miembros tienen el derecho de regular la inmigración y la política de asilo. En el ejercicio de este derecho deben respetar los principios humanitarios. Ya que usted ha citado a Jean Monnet, señor Primer Ministro Rasmussen, yo debo instarle a que aplique el método Monnet. Su Gobierno se encuentra muy alejado de Monnet y Spinelli, a quien usted ha citado, fue un político comunista italiano, que fue perseguido en su país. Habría que examinar muy atentamente si él hubiese podido obtener asilo en su país bajo las condiciones allí vigentes.

(Aplausos)

 
  
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  Andersson (PSE). (SV) Señor Presidente, quiero dar la bienvenida a la Presidencia danesa. Vivo muy cerca de Dinamarca. Puedo ver Dinamarca desde mi ventana. Sólo cuatro kilómetros nos separan, la distancia más corta en el estrecho de Sund. También doy la bienvenida con satisfacción a la gran prioridad de la Presidencia danesa: la ampliación. Espero que tengan éxito. Durante la Presidencia sueca hicimos grandes avances en este sentido. Ahora les toca a ustedes llevarnos hasta la meta y, con cautela, creo que lo lograrán.

También tengo esperanzas cifradas en la conferencia de Naciones Unidas en Johannesburgo. Hoy soy algo más pesimista. He visto que la Presidencia española no ha dado prioridad al desarrollo sostenible. Espero que en los temas medioambientales ustedes no se apoyen demasiado en EE.UU. Europa y EE.UU. tienen opiniones muy divergentes en estas materias. Esperamos que EE.UU. se acerque a nuestras posiciones, pero no debemos confiarnos.

Como muchos colegas, quisiera también referirme a la política de refugiados. Quisiera mencionar un informe de Bertel Haarder, en el que, en relación con el desarrollo de un sistema de asilo común, se instaba a los Estados miembros a ir más allá de los niveles mínimos de armonización, mediante la adopción de severas normas de protección a los refugiados en las que se pudiese fundamentar el futuro sistema de asilo.

¡Pero Dinamarca, durante el tiempo en que Bertel Haarder ha sido ministro, ha hecho precisamente lo contrario! Dinamarca ha pasado de un alto nivel de protección a unos niveles mínimos, en lugar de hacer como dijo el Parlamento Europeo, es decir, intentar aumentar la protección.

En este contexto, la reunión de Sevilla me ha decepcionado, ya que en ella se trató esencialmente la inmigración ilegal. Entiendo que es un problema y que hay que resolverlo, pero no con una política de refugiados menos generosa. Por eso estoy muy desilusionado con Dinamarca. Ustedes, como país que ejerce la Presidencia, son responsables de cumplir con lo que se dijo en el Parlamento Europeo cuando Bertel Haarder fue diputado y Vicepresidente. Ustedes deberían reflexionar cuando reciben críticas de sus correligionarios suecos, y de los socialdemócratas suecos, pero son aplaudidos por el Frente Nacional. ¡Esto debería hacerlos recapacitar!

 
  
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  Haarder, Consejo. – (DA) Señor Presidente, me gustaría dar las gracias a mis antiguos compañeros por la acogida sumamente amable que he recibido. Es casi como el hijo pródigo de la Biblia que regresa a casa a la fiesta y la alegría.

Puedo asegurarles a Barón Crespo, Pernille Frahm, Per Gahrton, Olle Schmidt, Jan Andersson, a la Sra. Frassoni y al Sr. Schulz que la Presidencia seguirá trabajando en el objetivo de Tampere, es decir, el objetivo de crear un espacio de libertad, seguridad y justicia en Europa. Esto ocupa un lugar prominente en el programa de nuestra Presidencia y también fue subrayado en el discurso del Sr. Primer Ministro.

Seguiremos las pautas de la Declaración de Sevilla y en materia de asilo trataremos de llegar más lejos de lo previsto en Sevilla. La política de asilo común, según la Declaración de Sevilla, debe estar concluida en 2002, sin embargo, trataremos de acabar tanto como sea posible ya durante la Presidencia danesa. Hemos elaborado un calendario, un ”mapa de carreteras”, que hemos facilitado a la Comisión y que remitiremos al Parlamento. En éste, podrán leer el Sr. Medina y otros diputados cómo estamos plenamente inmersos tanto en la cuestión de la repatriación y el retorno como en la del control de las fronteras. Ya dentro de tres semanas se reunirán los responsables del control de las fronteras en Copenhague para debatir la forma en que podemos plasmar en la realidad la decisión de Sevilla. Me gustaría decirle, entre otros, al Sr. Gahrton que el gobierno danés ha declarado desde un principio nuestro deseo de contar con una política de asilo común que cumpla todos los compromisos internacionales y más; y me gustaría decirle a Pernille Frahm y al Sr. Camre, entre otros, que naturalmente cumpliré lo manifestado por mí en mis intervenciones ante esta Asamblea y en los informes que elaboré sobre los derechos humanos en 1998 y 1999. Dinamarca tiene desgraciadamente en este campo una excepción de los Tratados. Digo desgraciadamente y apelo a Pernille Frahm, al Sr. Gahrton entre otros, a que nos ayuden a acabar con estas excepciones, como nos gustaría y así quizá podríamos colaborar a este respecto. No obstante, me gustaría garantizar al Parlamento que la Presidencia danesa de ningún modo se verá debilitada por la excepción danesa, haremos todo lo posible por alcanzar un consenso entre los catorce y posteriormente trataremos en Dinamarca de adaptarnos a las normas comunitarias. A esto puede llamarse una postura positiva.

A la Baronesa Nicholson me gustaría prometerle todo el respaldo imaginable en los esfuerzos dirigidos a emplear las normas comunes y las acciones comunes así como las negociaciones con terceros países para actuar contra los terribles problemas de abuso infantil contra los que la Baronesa Nicholson ha combatido tan a fondo y sobre los que ha llamado la atención del Parlamento en repetidas ocasiones.

Espero que el Sr. Cushnahan no espere que yo vaya a contestar a una propuesta de la Comisión sobre la política agrícola que todavía no se ha presentado. Estoy de acuerdo con lo manifestado por el Sr. Murphy sobre este asunto.

El Sr. Cavieri mantiene un fuerte compromiso en la política de minorías y escuché con interés sus palabras relativas a la necesidad de una política de cohesión.

Respeto el compromiso del Sr. Wurtz con la pobreza en África y quiero avisarle que esta tarde contestaré una pregunta sobre la nueva posición norteamericana ante el Tribunal Penal Internacional – luego trataré esta cuestión en esta Asamblea esta tarde.

Por último, quiero prometerle al Sr. Schulz que en cualquier oportunidad me encantará contarle cómo funcionan los gobiernos en minoría, pues son algo a los que no están acostumbrados en el país del Sr. Schulz. Funcionan de modo que todos cooperan con todos y esto puede ser difícil de entender para extraños.

Por último lugar, me gustaría dar las gracias al Sr. Brok; escuché como siempre con gran atención lo que dijo y me gustaría darle las gracias a él, a la Comisión de Asuntos Exteriores, Derechos Humanos, Seguridad Común y Política de Defensa y a todo el Parlamento porque en un momento tan temprano como esta primavera se haya tomado una posición clara ante la ampliación. Es un enorme respaldo a la que es la máxima prioridad de la Presidencia danesa. Así que una vez se nos han dado las gracias, también hay motivos para que nosotros demos las gracias al Parlamento que en este tema ha mostrado el camino a seguir con decisiones rápidas y claras.

 
  
  

PRESIDENCIA DEL SR. COX
Presidente

El Presidente. – Quisiera dar gracias al Primer Ministro y al Ministro de Asuntos Europeos por su presencia y por haber respondido a las preguntas hechas durante el debate, actitud que deseamos sinceramente que continúe durante la Presidencia danesa.
El debate queda cerrado.

 
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