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Acta literal de los debates
Miércoles 4 de junio de 2003 - Estrasburgo Edición DO

10. Mujeres y deporte
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  La Presidenta. – De conformidad con el orden del día, se procede al debate del informe (A5-0167/2003) de la Sra. Fraisse, en nombre de la Comisión de Derechos de la Mujer e Igualdad de Oportunidades, sobre «Mujeres y deporte» [2002/2280(INI)].

 
  
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  Fraisse (GUE/NGL), ponente.(FR) Señora Presidenta, señora Comisaria, me complace presentar mi informe esta tarde –aunque en un hemiciclo un poco vacío, como pueden ver–, porque la cuestión «Mujeres y deporte», que es competencia a la vez de la Comisión de Derechos de la Mujer e Igualdad de Oportunidades y de la Comisión de Cultura, Juventud, Educación, Medios de Comunicación y Deporte, atañe a mis dos responsabilidades en este Parlamento. Es un informe de propia iniciativa que trata, en suma, del fundamento de nuestra democracia, porque el deporte es uno de los elementos fundamentales del desarrollo de la democracia desde la Antigüedad.

Además, me complace que este informe se haya ultimado bajo la Presidencia griega. Quisiera recordar brevemente los diferentes elementos contextuales de este informe de propia iniciativa, tal como he propuesto al comienzo.

En primer lugar, hay que admitir la existencia de una gran disparidad de situaciones entre los hombres y las mujeres, las niñas y los niños respecto del deporte y del acceso al deporte. No importa si hablamos del deporte de alto nivel o del deporte de ocio. Tenemos que reconocer que existe una disparidad.

En segundo lugar, el deporte es y sigue siendo un espacio de autorrealización en todas las etapas de la vida y, a este respecto, la cuestión de la igualdad de oportunidades adquiere importancia.

En tercer lugar, dado que existe esta disparidad de situaciones, para que haya igualdad de oportunidades de niñas y niños, hombres y mujeres, adolescentes y jóvenes, hay que tener en cuenta una cuestión que plantea dificultades: las disparidades y las diferencias que se constatan entre los dos sexos respecto del rendimiento deportivo.

Algunos me han dicho que esto ya está asumido. Les recuerdo que tanto el ejército como la policía han tenido que elaborar diferentes pruebas competitivas y de rendimiento para hombres y mujeres. Esto es un intento de establecer la igualdad entre cuerpos distintos para asegurar que hombres y mujeres tengan las mismas oportunidades. He intentado explicar esta idea, sobre todo en el considerando M de mi informe.

Resulta muy difícil, a partir de situaciones diferentes, conseguir un estado de igualdad o de equilibrio, llámenla como quieran. En mi opinión, estos tres elementos contextuales han presidido la redacción de este informe. Les recuerdo que hace trece años se presentó en el Parlamento un informe sobre las mujeres y el deporte. Yo esperaba ser pionera, pero no, debo reconocer que otras personas antes que yo han planteado este problema y ello me satisface.

La igualdad de oportunidades y la autorrealización se plantean en tres ámbitos: el deporte escolar, el deporte de ocio y el deporte de alta competición. A este respecto he querido ser innovadora con respecto al informe anterior. Hay que tener en cuenta estos tres ámbitos para el desarrollo del deporte.

La escuela es el lugar para fijar las normas y enseñar conjuntamente a niñas y niños, y un lugar en el que hay que abrir perspectivas en lugar de cerrar las puertas a oportunidades futuras. Todos los profesionales me han dicho que la escuela desempeña un papel fundamental en el acceso de las mujeres al deporte. El deporte de ocio representa un lujo para algunos –y diría que, sobre todo, para algunas–. Para poder practicar el deporte como ocio hace falta tiempo, medios y posibilidades de acceso. Hay muchas menos infraestructuras destinadas a las niñas, a las adolescentes, a las chicas jóvenes y a las mujeres que las destinadas a los jóvenes y a los hombres. La disparidad es grande si se tiene en cuenta que para las mujeres que asumen la ya pesada doble vida profesional y familiar, el acceso al deporte de ocio es un lujo. Es un punto que quería subrayar.

En cuanto al deporte de alta competición, en primer lugar hay que comprender las cuestiones que implica. No siempre resulta fácil estar al corriente de lo que ocurre en el deporte femenino de alto nivel. Los medios de comunicación no siempre informan como podrían, como debieran o como desearíamos. Además, no debemos olvidar los problemas de salud específicos que sufren algunas deportistas de elite. Se producen trastornos y problemas hormonales que más tarde pueden provocar dificultades reproductivas o el envejecimiento precoz. Todos los profesionales me han alertado sobre estos problemas de salud. Como dice una socióloga, el deporte no es necesariamente sinónimo de salud, contrariamente a lo que suele creerse. Por último, todo el mundo insiste en el deseo de ver a las mujeres participar más en la toma de decisiones. También es un elemento fundamental.

Para concluir, quisiera decir que últimamente he trabajado mucho con los diferentes Grupos políticos. Les agradezco su disponibilidad. También agradezco a la Presidencia griega que el 8 de marzo organizara un encuentro en Salónica sobre mujeres y deporte, en el cual estuve presente. Asimismo, agradezco a la Presidencia griega que haya incluido mi propuesta tituladade crear una unidad llamada «Mujeres y deporte» en su declaración al final de este encuentro. Además, doy las gracias al Comité Olímpico Internacional y a la red europea Mujeres y Deporte, que han hecho gala de una gran voluntad de cooperación.

La última idea que quisiera expresar reúne lo que todo el mundo, todos los profesionales me han dicho: me han pedido que defienda la participación mixta en el deporte. Este es el camino adelante.

Este informe se titula «Mujeres y deporte», pero su objetivo es la participación mixta, de hombres y mujeres, niñas y niños juntos en lo que es y debe seguir siendo un ejercicio placentero para ambos sexos.

 
  
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  Diamantopoulou, Comisión. – (EL) Señora Presidenta, me gustaría dar las gracias y la enhorabuena a la Sra. Fraisse porque su informe es interesante, pero también encierra enormes dificultades, si pensamos que, por un lado, afecta a millones de ciudadanas de la Unión Europea y, por otro, es un asunto en el que apenas hay competencias y muy poca experiencia en el plano europeo.

En cuanto al informe, quisiera comenzar con el análisis relativo al valor comunitario del deporte. Creo que la Sra. Fraisse demuestra muy bien la importancia del deporte como un arma poderosa en la lucha contra la discriminación. Por ello, tanto en la Comisión Europea como en el plan para 2003, que es el año contra la discriminación, se ha promovido de forma muy intensa la dimensión del deporte para combatir la discriminación y, en el año 2004, que es el año del deporte, el plan que se está elaborando incluye el tema de la discriminación.

Voy a referirme y comentar de forma más específica –dado que, por supuesto, debo decir que estoy absolutamente de acuerdo con el espíritu del análisis al que ella misma se ha acaba de referir– ciertas peticiones que afectan directamente a las instituciones.

La primera es que, como saben, la Convención ya ha respondido a la pregunta sobre el deporte y el Tratado; está claro –y nadie lo discute– que el deporte, con su dimensión social y educativa, como la cultura y la enseñanza, se ven como actividades de apoyo a escala europea, cosa que no ha cuestionado ningún Estado miembro. Por lo tanto, conocemos los límites dentro de los que podemos movernos institucionalmente. Está su propuesta de crear una unidad de «deporte y mujeres». Creo que, en este momento, es difícil determinar la competencia específica de dicha unidad, al haber dificultades prácticas para determinar las competencias en el plano europeo.

En lo que se refiere a material y estudios disponibles, existe una importante bibliografía del Consejo de Europa que, creemos, se ha utilizado en ocasiones y que nos resulta suficiente para basar en ella la acción positiva. Además creo que, sobre todo en el año 2004, tendremos la posibilidad de avanzar más y promover la dimensión del deporte femenino. Qué duda cabe, no podemos simplemente sentarnos y no hacer nada mientras esperamos un nuevo artículo en el Tratado. Existe margen y creo que podemos avanzar más mejorando la información a las asociaciones deportivas y aumentando el conocimiento de las posibilidades que brindan los programas actuales de la Comunidad, para los que casi no existe demanda por parte de las asociaciones y programas relacionados con el deporte. Podemos referirnos al programa EQUAL o a los programas de investigación, para los que aún no se han formulado propuestas, o incluso al programa DAPHNE, si pensamos en la dimensión del acoso sexual en el deporte, que no es en absoluto insignificante.

Por consiguiente, yo diría que estoy de acuerdo y que seguiré apoyando plenamente acciones para animar a las asociaciones deportivas a que utilicen los programas de la Comunidad, aunque sería más cauta en los aspectos relacionados con los nuevos estudios o con nuevas estructuras administrativas, al menos hasta que dispongamos de una definición más clara de las actividades. Está claro que la Comisión Europea está obligada en todas las propuestas que realice a respetar la acción legislativa de los Estados miembros, por una parte, y a tener en cuenta la autonomía de las asociaciones deportivas, por otra.

Sin embargo, una forma segura de potenciar el interés de los Estados miembros y de las asociaciones de deportivas es promover el deporte entre las mujeres para luchar contra la discriminación. He tomado nota de ello en su posición y resaltaría que el deporte y las políticas deportivas pueden utilizarse claramente como un arma para combatirla.

 
  
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  Zissener (PPE-DE) . (DE) Señora Presidenta, Señorías, aun cuando, desde un punto de vista histórico, la relación entre las mujeres y el deporte tiene detrás una larga tradición y se remonta a los primeros juegos de la Antigüedad griega, la decisión de admitir a las mujeres en los Juegos Olímpicos se adoptó solo en 1928. Desde entonces, la participación femenina ha ido aumentando de manera continuada, si bien ahora podría y debería avanzar con mayor rapidez.

El presente informe está dedicado a la participación de las mujeres en los tres ámbitos centrales del deporte: el deporte escolar, el deporte de ocio y el deporte de competición, en ninguno de los cuales se deben crear posibilidades de práctica deportiva reservadas exclusivamente a las mujeres. También en el deporte se deben aplicar los principios de la integración de la igualdad de oportunidades entre las mujeres y los hombres en todas las políticas. El aspecto de la igualdad de derechos en el ámbito del deporte es, a mi parecer, el punto más importante del informe. El objetivo de la igualdad de oportunidades en el deporte escolar, amateur y profesional tiene como primera finalidad una integración más adecuada de las mujeres en todos esos ámbitos.

No obstante, por otra parte, también en el campo del deporte es preciso identificar el grado de importancia del lugar que ocupan las mujeres. Así, estas están infrarrepresentadas en los órganos de decisión de las organizaciones deportivas. ¿Por qué en las estructuras asociativas y federativas participan mayoritariamente hombres, a pesar de que cada vez son más las mujeres afiliadas a agrupaciones deportivas? Esta discrepancia resulta cada vez más evidente en el deporte de alta competición. Las mujeres no están representadas en los órganos de decisión del deporte profesional de manera proporcional a su dedicación. Al contrario, se encuentran en una situación mucho más difícil en el deporte de alta competición, en particular también en lo que respecta a la salud de las deportistas que participan en actividades deportivas de competición. La Comunidad debe actuar en ese ámbito y debe hacerlo en colaboración con las correspondientes organizaciones del deporte de competición.

En cualquier caso, también se debe tener presente en qué aspectos es aplicable el principio de subsidiariedad. Comparto la opinión de que no es necesario que se cree una unidad de «Mujeres y Deporte» en la Comisión, tal como se propone. Además, no existe ninguna partida presupuestaria que permita financiar una unidad de ese tipo y, por consiguiente, apoyo el voto en contra del artículo 5 en la votación de mañana. También les pido que rechacen el artículo 32, donde se propone que se inste a los Estados miembros a que incluyan la retransmisión de las competiciones deportivas femeninas en la televisión pública, en el marco de la modificación de la Directiva «Televisión sin fronteras». No existe ninguna lista obligatoria de ámbito europeo relativa a la retransmisión de acontecimientos deportivos. Cada Estado miembro puede establecer, si lo desea, su propia lista nacional de acontecimientos deportivos importantes de gran interés público. Establecer dicha obligación tendría como resultado, a mi parecer, una sobrerregulación que nuestro Grupo no desea. Por esto mañana no vamos a votar a favor del artículo 32.

Antes de acabar, quisiera felicitar muy sinceramente a la Sra. Fraisse por su excelente informe. En una gran parte, este también merece nuestra aprobación y mañana vamos a votar a favor de la totalidad.

 
  
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  Zrihen (PSE).(FR) Señora Presidenta, señora Comisaria, Señorías, está claro que aún queda un largo camino por recorrer hasta conseguir la participación regular de las mujeres en una actividad física. El deporte reviste una importancia fundamental para nuestra sociedad. Es un medio universal para potenciar la comprensión por encima de las barreras del idioma, de la nacionalidad, de la religión y del color. Es un instrumento maravilloso para promover la paz en el mundo, ahora que se acercan los Juegos Olímpicos del año 2004.

Practicar el deporte es como pertenecer a una gran familia. Por tanto, en ningún caso deben quedar excluidas las mujeres ni dejarse de lado sus intereses. Nuestras acciones a favor de la igualdad de las mujeres en el acceso al deporte deben ser a la vez horizontales y verticales, es decir, por un lado tenemos que desarrollar el deporte femenino en todos los niveles, ya sea el deporte escolar, el deporte de ocio o el deporte de competición; pero por otro también es importante dirigirnos a todas las categorías de mujeres, sobre todo aquellas que, en razón de su ritmo de vida o de su condición, tienen menos acceso al deporte.

El deporte escolar es más que un aprendizaje del deporte. Contribuye al desarrollo del papel que desempeñarán los jóvenes en la sociedad en el futuro. Dadas las reticencias de las jóvenes que dejan el deporte, también es absolutamente necesario estimular su entusiasmo por el deporte. Se trata por tanto de su emancipación y su autonomía. En cuanto al deporte como ocio, está claro que para muchas mujeres el deporte es una actividad opcional más, que viene después del trabajo, los niños, la casa y el ocio familiar. Somos muy conscientes de las consecuencias de esto para la salud de las mujeres. Además, nuestras instalaciones deportivas no siempre permiten que las mujeres y a las chicas jóvenes practiquen un deporte dentro de un horario adecuado y con servicios como, por ejemplo, guarderías.

Por último, el deporte también es una profesión, un medio para ganarse la vida. Por tanto, las autoridades deportivas y los deportistas de elite tienen que respetar las normas en vigor respecto de la libre circulación de las personas y la libre prestación de servicios. Las mujeres en el deporte de alto nivel son una minoría, son modelos para las generaciones jóvenes. Con objeto de incitar a las jóvenes a practicar un deporte, es necesario que estas deportistas sean visibles y, por lo tanto, que en la televisión, por ejemplo, no queden en un segundo plano, apareciendo tan solo a la cola de otras cuestiones.

Pero la práctica de un deporte de alto nivel induce a una transformación del cuerpo que tiene consecuencias sobre la salud y la vida futura de las deportistas. Es importante llevar a cabo estudios específicos sobre los efectos del deporte de alto nivel en la salud de las mujeres. Asimismo, hay que prever un entrenamiento físico específico para las mujeres. Por último, es importante que las mujeres estén representadas en todos los deportes, cualquiera que sea el nivel y la finalidad. Asimismo, es imprescindible permitir a las mujeres ejercer funciones de juez y árbitro y asegurar que ambos sexos estén representados en los comités médicos y de selección.

Nuestra iniciativa debe permitir a las mujeres practicar una actividad deportiva de forma regular, y presta una atención particular a las mujeres disminuidas, así como a las mujeres mayores, porque el deporte es, sin duda, un medio privilegiado de autodesarrollo y rehabilitación. Asimismo promueve la integración social de personas de todas las edades, la solidaridad y la autosuperación. La actividad deportiva debe promoverse para potenciar a nuestra sociedad y asegurar el bienestar de todos. Por consiguiente, quiero concluir dando las gracias a la Sra. Fraisse y a la Comisión por el interés que han mostrado por esta cuestión.

 
  
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  Figueiredo (GUE/NGL). (PT) Señora Presidenta, fue la presión y la lucha de algunas mujeres las que hicieron que en 1928 el Comité Olímpico Internacional admitiese por fin la participación de mujeres en los Juegos Olímpicos, en atletismo y solo en unas pocas pruebas. Por ejemplo, hasta 1964 no se introdujeron los 800 metros. Fue la presión de muchas mujeres atletas y entrenadoras, sus acciones inconformistas y su lucha las que consiguieron, aquí y allá, algunas concesiones de organizaciones deportivas altamente misóginas. Abrieron un camino que hoy celebramos, en el debate de este informe, el cual apoyo, de iniciativa de la ponente, Sra. Geneviève Fraisse, a la que felicito por el excelente trabajo realizado y a la que agradezco también la inclusión de propuestas por mí presentadas. Sabemos que hay una enorme diferencia de situaciones de la mujer en el deporte dentro de la Unión Europea, en especial entre los países del Norte y los del Sur, aunque es muy baja la media de mujeres (solo un 16%) y chicas (solo un 37%) que declaran practicar regularmente una actividad física y deportiva.

De ahí que destaque como especialmente importante la defensa del reconocimiento del deporte femenino como expresión del derecho a la igualdad y a la libertad de todas las mujeres para disponer de su cuerpo e insertarse en el espacio público, independientemente de la nacionalidad, la edad, la orientación sexual, la religión o la deficiencia, lo que significa que los Estados miembros y la Unión Europea tomen las medidas necesarias para garantizar la igualdad de acceso de hombres y mujeres a la práctica deportiva, a todos los niveles y en todas las etapas de la vida, independientemente del medio social, y que presten especial atención a las personas con deficiencias mentales o físicas, entre las cuales es importante promover el deporte y la actividad física, tal como se afirma en el informe. Y me congratulo de que la Comisaria también lo haya señalado aquí en este Año Europeo de las Personas con Discapacidad. Espero que no nos quedemos solo en este año.

Pero de ahí también la importancia de aprovechar los distintos instrumentos jurídicos y financieros para promover y apoyar el deporte femenino. Es necesario dar mayor relevancia a la educación física y deportiva, crear mejores condiciones para las mujeres atletas y garantizar la igualdad de derechos en el deporte de alta competición en todos los planos, inclusive en la toma de decisiones y en la creación de las condiciones para una reinserción social activa al final de la carrera deportiva de las mujeres atletas.

 
  
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  Aaltonen (Verts/ALE).(FI) Señora Presidenta, señora Comisaria, Señorías, incluidos aquellos de ustedes que asisten en calidad de observadores, si están despiertos. Como no comencé a trabajar en el Parlamento hasta el mes de abril, al mismo tiempo que los diputados observadores, quiero mencionarlos. Todavía me siento un poco como una observadora. Ahora tengo el honor de hablar en el Pleno por primera vez y me alegra haberme encontrado con un tema que siento como muy personal, habiendo adquirido la energía y la fuerza que aporta una vida practicando el deporte. Quizás sea esta la razón por la cual aquí aún nos hallamos en buena forma.

Me complace poder decir que la ponente, la Sra. Fraisse, ha incorporado, si no todas, al menos muchas de las enmiendas propuestas por el Grupo de los Verdes/Alianza Libre Europea en nuestro debate en comisión. Con estas enmiendas, nuestro Grupo ha intentado resaltar las mismas cuestiones que la ponente, la Sra. Fraisse, ha incluido en cierta medida en su informe. El deporte femenino está relacionado con un problema que también nos resulta familiar en la esfera política y económica: la participación en la toma de decisiones. Es necesaria una acción efectiva en materia de igualdad para resolverlo.

Recordemos que el deporte no se reduce al deporte de competición o de alto rendimiento o a las plusmarcas mundiales. El deporte y el ejercicio son para la mayoría formas de conseguir una vida sana y equilibrada en una sociedad que cada vez es más exigente y ajetreada. Se trata de un aspecto que queremos resaltar más en el informe. El ejercicio y el deporte promueven la vitalidad, tanto en encuentros individuales como por equipos.

También hay otra serie de cuestiones cuya importancia quisiera subrayar, ya que se me ha dado la palabra. Sería muy importante que hubiera oportunidades de participar en el deporte para aquellas personas que no gozan de una salud perfecta. El deporte también es una forma eficaz, mentalmente terapéutica y socialmente beneficiosa de mejorar la calidad de vida de las personas enfermas o discapacitadas y de ayudarlas en su vida diaria. Las personas que no pueden caminar utilizando sus propias piernas, pueden montar a caballo, tomando prestadas las patas del caballo, por así decirlo. Esto es deporte. Otro punto importante que hay que tener en cuenta, en mi opinión, es que las mujeres y los hombres que están envejeciendo también deberían contar con las mismas oportunidades de hacer ejercicio y practicar deporte que las personas jóvenes y ágiles. De forma similar, no se puede insistir bastante, a este respecto, en el efecto beneficioso del deporte y en su capacidad para rehabilitar. Estas dos cuestiones tan importantes ya han sido incorporadas en el informe. No obstante, me habría gustado que se hubiera hecho más hincapié en resaltar que el deporte es la forma más maravillosa de integrar a los inmigrantes, a las mujeres y a los niños en una nueva sociedad.

A pesar de todo, estamos muy satisfechos con el informe y únicamente pedimos unos cuantos votos separados en algunos puntos. Espero que se preste especial atención al hecho de que el deporte, como materia de estudio en el colegio, no sea juzgado utilizando los mismos indicadores que para las disciplinas intelectuales, como las lenguas extranjeras y las matemáticas. Asimismo espero que en el informe se omita la referencia al deporte como un derecho fundamental del individuo. Pienso que el deporte es un derecho de todas las personas, pero considero que el concepto de «derecho fundamental» sufriría una inflación en este contexto. Este informe también debería dejar fuera la lista que enumera a los países que no enviaron equipos mixtos a los últimos Juegos Olímpicos, aunque es importante hacer un llamamiento a que todos los países envíen equipos mixtos.

Si se acepta este informe tras el debate parlamentario en la votación de mañana, y espero que así sea, yo me mantendré sin embargo un poco escéptica en cuanto a lo que harán la Comisión y los Estados miembros. Por esta razón, sería igualmente muy importante que realizáramos un seguimiento del informe, y en este momento hago un llamamiento a la Sra. Comisaria responsable y le pregunto si podríamos contar con un informe de seguimiento sobre las recomendaciones recogidas en este informe antes de que finalice la actual legislatura parlamentaria en 2004. Quiero dar las gracias a la Sra. Fraisse por su informe y por su apasionada defensa de este tema en su conjunto.

 
  
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  Zabell (PPE-DE). (ES) Señora Presidenta, antes que nada, quisiera agradecer todos los esfuerzos de la Sra. Fraisse, ponente de este informe.

Señorías, los tiempos han cambiado mucho. Fíjense ustedes, en el año 1912, cuando se le preguntó al mítico Pierre de Coubertin sobre la posibilidad de organizar unos juegos olímpicos femeninos el contestó lo siguiente: "Eso es impracticable, carente de interés, antiestético e incorrecto. La concepción de unos juegos olímpicos tiene que responder a la siguiente fórmula: exaltación periódica y solemne del atletismo, la lealtad como medio, el arte como marco y los aplausos femeninos como recompensa".

De esto hace cien años, no es mucho. Las mujeres no participábamos en los juegos olímpicos y ahora, sin embargo, superamos el 40%. Y si tenemos en cuenta que hay continentes cuya participación es muy muy baja, creo que, verdaderamente, hemos avanzado muchísimo. Sin embargo, yo que he dedicado 20 años de mi vida al deporte como aficionada y luego como profesional, pienso que hay dos frentes en los que queda todavía muchísimo por hacer y muchísimo camino que recorrer.

El primer frente es el de los medios de comunicación. En España los periódicos deportivos, que son los periódicos más leídos de nuestro país -más, incluso, que los periódicos de tirada nacional-, no dedican, ni siquiera el 4% de su contenido al deporte femenino, con el agravante de que muchas veces el contenido referido al deporte femenino son noticias de tipo "rosa" o "del corazón", que llamamos en España, o sobre posturas o vestimentas de nuestras deportistas. Este no es sólo un problema de España, en Francia el diario L'Équipe dedica un máximo del 5% de sus noticias al deporte femenino. Se trata, pues, de un problema que abarca toda la Unión Europea.

El segundo frente es el de los organismos deportivos. En el mundo de la política, muchas veces, nos quejamos de que la participación de la mujer es demasiado baja; sin embargo tengo que decir que la participación de la mujer en el mundo de la política está a años luz por encima de la participación de la mujer en los organismos deportivos.

En vista de lo dramático de la situación, el Comité Olímpico Internacional decidió en el año 1996 que, para finales del año 2000, el 10% de todos los puestos en todas las estructuras de poder, de decisión, debería estar reservado para mujeres, incluyendo federaciones internacionales y organismos pertenecientes al movimiento olímpico, con la idea de que para el año 2005 este cupo ascendiera al 20%. Son cuotas ridículamente bajas, pero lo más grave del asunto es que, encima, no se están consiguiendo.

Señorías, en la clausura de la Primera Conferencia Mundial sobre la Mujer y el Deporte, en octubre de 1996, en Lausana, Juan Antonio Samaranch afirmaba que el siglo XXI tendría que ser la nueva era para la mujer en el mundo del deporte. Entre todos y entre todas hemos de hacer lo que esté en nuestras manos para que la afirmación de Juan Antonio Samaranch se haga realidad.

 
  
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  Karamanou (PSE).(EL) Señora Presidenta, comenzaré dando las gracias y mi más sincera enhorabuena a la Sra. Fraisse por su iniciativa de movilizar e aumentar la sensibilización del Parlamento Europeo y de todos los organismos competentes acerca de una cuestión muy seria, a saber, la relación entre el deporte y la mujer.

Este informe es particularmente importante y valioso en la carrera hacia los Juegos Olímpicos de 2004 y esperamos que las propuestas que contiene sean tenidas en cuenta por el comité organizador de Atenas 2004. Sin embargo, también quiero dar mi más sincera enhorabuena a la Sra. Comisaria, quien ha respondido directamente y de forma positiva a las propuestas del informe. En efecto, señora Comisaria, el deporte puede ser una forma muy activa de combatir la discriminación contra las mujeres y, lo que es más importante, de luchar contra la infrarrepresentación de las mujeres en este campo. Creo que habría que tomar medidas en este sentido para aumentar el número de mujeres que ocupan posiciones de liderazgo en todos los niveles de las actividades deportivas, para apoyar el desarrollo personal y profesional de las mujeres en el campo del deporte, la organización y la administración del deporte y el entrenamiento, así como la organización de encuentros deportivos en todos los niveles.

Es necesario crear mecanismos para garantizar que las mujeres jóvenes tengan mucho que decir en el desarrollo de las políticas y los programas que les afectan. Hay que animar a los medios de comunicación a que reflejen positivamente la amplitud, la profundidad, la calidad y los beneficios del trabajo de las mujeres y chicas en el deporte. Por último, se necesita apoyo para lograr los niveles de igualdad entre los sexos establecidos por el Comité Olímpico Internacional en 1998 y la aplicación práctica de todos los puntos recogidos en la declaración de Salónica, que clausuró el trabajo de una gran conferencia internacional celebrada en el marco de la Presidencia griega.

A medida que nos acercamos a los Juegos Olímpicos de 2004, deberíamos hacer de la idea de la participación de las mujeres un importante mensaje de estos juegos. Hagamos que los Juegos Olímpicos sean una auténtica celebración de la humanidad que promueva los valores a los que las mujeres otorgan una particular importancia: los valores de la paz, la democracia, la igualdad, el respeto de las diferencias, el diálogo entre culturas, la coexistencia creativa de las personas y la resolución de las diferencias por medios pacíficos.

 
  
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  Mann, Thomas (PPE-DE). (DE) Señora Presidenta, el Parlamento Europeo y el Consejo han convocado para 2004 el Año Europeo de la Educación a través del Deporte, un motivo suficiente para elaborar un informe de propia iniciativa dedicado a evaluar el acceso al deporte como un derecho fundamental, con toda la razón. En el deporte se fortalece la personalidad desde los años jóvenes, se desarrolla la autoconfianza y su práctica siempre supone una emancipación para las mujeres.

Se experimentan y se superan los límites, no solo individualmente, sino también en equipo, cuando se logran resultados conjuntos que representan mucho más que la suma de los esfuerzos individuales. Además, se aprende a mantener un trato más considerado entre sí y también la manera de incluir a quienes tienen una discapacidad: una importante contribución a la integración social.

Por esto resulta todavía más incomprensible que se niegue a las mujeres el acceso al deporte por motivos sociales o culturales. Recuerdo los Juegos Olímpicos de 1996 en Atlanta. Entonces intervine en esta Cámara, en nombre del Grupo del PPE, en contra de la discriminación practicada por los Estados musulmanes que habían prohibido la participación de las mujeres debido a su negativa a cumplir una norma. Concretamente, querían despojarse de los pañuelos y prendas que les impedían correr. Esto se les prohibió entonces. Apreciada Anne Karamanou, espero que algo así no vuelva a repetirse en Atenas.

Seguramente ya sabe que en aquel momento el PPE se abstuvo en la Comisión de la Mujer. El motivo principal fue que mientras no dispongamos de competencias a escala europea, no se puede crear una nueva unidad dentro de la Comisión. La Sra. Diamantopoulou ha señalado que, aun así, es perfectamente posible movilizar fondos europeos, por ejemplo los de los programas Equal o Daphne o de los programas de investigación. Existen algunas normas generales, por ejemplo en lo que respecta a los horarios de utilización de las instalaciones deportivas, que no siempre tratan de manera equitativa a las mujeres. Esto no se puede afirmar de manera tan general. Ya han ocurrido bastantes cosas. La Sra. Zissener ha recordado que no se puede ordenar la retransmisión televisiva obligatoria de las competiciones deportivas femeninas. El mercado ya se encargará de regular este aspecto. Procedo del campo de la comunicación y acabamos de constatar claramente la evolución positiva en este ámbito femenino. Y las mujeres ya no están en absoluto infrarrepresentadas en los medios de comunicación. En la publicidad hace tiempo que las numerosas figuras femeninas del campo del atletismo, del esquí, del tenis o de la natación se han convertido, afortunadamente, en modelos a seguir. Han ido conquistando con pleno derecho un número creciente de modalidades deportivas que antes estaban reservadas a los hombres, incluido el fútbol femenino, muy atractivo por otra parte. Solo hay un ámbito que no me entusiasma: el del boxeo femenino. Pero en todos los demás se ha avanzado muchísimo y esto es muy satisfactorio.

Con toda seguridad coincidimos en, al menos, un aspecto: una vez conseguida la inclusión en la votación de mañana de algunas de las enmiendas que hemos presentado, también desde la perspectiva del PPE estamos unánimemente de acuerdo en que dondequiera que se produzcan discriminaciones, estas no solo se deben denunciar, sino que sobre todo también se deben combatir de manera enérgica. El ámbito del deporte es, sin duda, un dominio esencial en este sentido.

 
  
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  Prets (PSE) . (DE) Señora Presidenta, señora Comisaria, en primer lugar quiero dar las gracias a Sra. Fraisse, con quien también coincido en que –como en todo lo que hacemos– a nosotras nos toca, en nuestra calidad de mujeres, mejorar la situación femenina en el deporte. Tenemos que actuar y tomar la iniciativa.

También nos corresponde a nosotras señalar que debido a la pequeña pero significativa diferencia, concretamente a la diferencia física, se dan burdas diferencias en la remuneración, diferencias no despreciables en la asistencia, una difusión diferente en los medios de comunicación y una presencia distinta de las mujeres en la práctica real de las organizaciones. Esto significa promover la igualdad de oportunidad también en el deporte. También significa, por ejemplo –para destacar el tema de la integración de la perspectiva de la igualdad de oportunidades entre hombres y mujeres en los presupuestos que ahora se está llevando a cabo en la Comisión de Derechos de la Mujer–, que se deben examinar los recursos de las agrupaciones, federaciones y centros de enseñanza desde dicha perspectiva. ¿Cómo se distribuyen los recursos entre las competiciones femeninas y las masculinas? ¿Cuánto se gasta en la formación de mujeres y hombres, y cuál es el montante de los premios en metálico y de otro tipo en las competiciones? Habría que insistir en el aspecto de la igualdad de oportunidades en la formación de entrenadoras y docentes y es necesario y absolutamente imprescindible fomentar el acceso de mujeres a puestos de responsabilidad. La colega ya ha comentado que justamente en las organizaciones internacionales no se ha registrado casi ningún progreso en lo que respecta a la presencia femenina. Por esto, pienso que el año próximo –o sea, el Año de la Educación a través del Deporte– ofrece una oportunidad para señalar estos aspectos. Debemos sensibilizar a los promotores de proyectos para que también presenten proyectos dirigidos a las mujeres y también deberíamos instar a la Comisión a que preste especial atención a estos proyectos en el momento de la selección, con objeto de transmitir una señal. Es necesario promover asimismo nuevas ramas profesionales, concretamente las que hasta ahora han sido habitualmente de dominio masculino: jueces, personal de asistencia, personal sanitario; todo esto tiene que empezar a moverse.

Antes de acabar, quisiera decir unas palabras sobre el deporte escolar: no comparto la opinión de que este debería ocupar un lugar secundario con respecto a asignaturas como las matemáticas, la geografía y las lenguas extranjeras; esto ya viene ocurriendo, en efecto, desde hace tiempo. Cuando hay que economizar recursos, siempre se empieza por el deporte. Los primeros recortes se introducen en el deporte y la cultura. Creo que es un mal camino y en Austria se está haciendo de nuevo ahora mismo. Se han suprimido dos horas del horario escolar, entre las que figura el deporte. Esto es inadmisible, pues el deporte no solo tiene un valor educativo y social, sino también un valor sanitario, del cual no se debería privar a nuestros niños y jóvenes.

Finalmente permítanme que añada un último comentario; ya sé que se me ha agotado el tiempo, pero quisiera ofrecerles esta información. Se ha hecho referencia a los medios de comunicación; a que no podemos obligarles a dar información. Es cierto, pero debemos dar mucha importancia a que la información sea seria. Por ejemplo, en la maratón de la ciudad que tuvo lugar en en enero, la televisión austriaca (ORF) acompañó la llegada de la vencedora a la meta con la canción «You Sexy Thing». La imagen iba enfocando las correspondientes zonas y partes del cuerpo de las mujeres. ¡Esto está fuera de lugar en una información deportiva seria! Las mujeres continúan siendo objeto de este tipo de discriminación y la atención no se centra en sus logros deportivos, sino únicamente en su sexo y su cuerpo. ¡Tenemos que oponernos a ello!

 
  
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  Karlsson (PSE). (SV) Señora Presidenta, señora Comisaria, Señorías, cuando la estrella del golf sueca, Annika Sörenstam, quiso competir con los hombres en el torneo profesional norteamericano, el mundo del golf masculino se puso muy nervioso. Una serie de golfistas reaccionaron con suspicacia y antipatía, y otros rechazaron la idea directamente. Los hombres se preguntaban qué iba a suceder. Quizás ella fuera mejor que algunos de ellos. La reacción con que se encontró Annika Sörenstam cuando quiso medirse con los hombres es sintomática de la actitud de muchos hombres hacia las mujeres y el deporte. No es que crea que los hombres en general conspiren activamente contra las mujeres en el deporte, aunque hay algunos que sí lo hacen. Lo que se hace sin pensar y con prejuicios tiene, sin embargo, el mismo efecto. Las mujeres están discriminadas en el deporte. Es algo que, en mi opinión, aparece de forma muy clara en el excelente informe de la Sra. Fraisse. Las mujeres obtienen menos recursos y sus periodos de entrenamiento son más cortos, y muy a menudo son tratadas injustamente por los patrocinadores. Es más, a menudo son hombres lo que dan las noticias del mundo del deporte. A esto deberíamos añadir precisamente lo que otros ya han dicho, a saber, que los medios de comunicación dedican más espacio a los hombres que a las mujeres.

Soy presidente de un club deportivo: el club de balonmano Järnvägen, de Hallsberg. Es un club con un buen grado de igualdad en cuanto a sus miembros, con un número de chicas y mujeres aproximadamente igual al de chicos y hombres. Hemos trabajado en pos del objetivo de establecer la igualdad de oportunidades para chicas y chicos. No diré que hayamos tenido un éxito completo, pero hemos realizado bastantes progresos. Aún queda mucho por hacer, y tenemos que seguir esforzándonos en nuestro club de balonmano. Todas las demás asociaciones deportivas también deben realizar un esfuerzo y trabajar en pos del objetivo de lograr un entorno igualitario en el mundo del deporte.

El deporte es significativo por muchas razones. Es casi siempre beneficioso y saludable para quienes lo practican. Crea oportunidades de contacto social y de unidad, y ayuda a las personas a madurar. A través del deporte podemos combatir el consumo de drogas y la marginación, y podemos dar a las personas espacio para crecer y desarrollarse, pero todos, tanto chicas como chicos, deben contar con las mismas oportunidades.

El Parlamento Europeo no puede eliminar todas las causas de la falta de igualdad en el deporte, del mismo modo que no podemos eliminar dichas causas en otros ámbitos de la sociedad. Sin embargo, podemos ser claros al decir lo que queremos, y nos podemos alentar a nosotros mismos, a los Estados miembros, a las asociaciones deportivas, a los medios de comunicación y a aquellos que participan en el mundo del deporte, a que piensen siempre en términos de igualdad y de condiciones iguales para hombres y mujeres. Los Estados miembros pueden ser más estrictos en las acciones que emprenden. Se pueden suspender las ayudas concedidas a las asociaciones que no cumplan los objetivos en términos de igualdad. Los patrocinadores pueden ejercer presión sobre los clubes. Si no practican la igualdad, no reciben dinero. Por lo tanto, debe existir la voluntad de lograr la igualdad en el deporte. Querer es poder. Hagamos uso de esa voluntad para conseguir la igualdad en el deporte europeo.

 
  
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  La Presidenta. – Gracias, señor Karlsson.

El debate queda cerrado.

La votación tendrá lugar mañana a mediodía.

(Se levanta la sesión a las 23.15 horas) (1)

 
  

(1) Orden del día de la siguiente sesión: cf.Acta.

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