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L-Erbgħa, 11 ta' Mejju 2005 - Strasburgu Edizzjoni riveduta

3. Bank Dinji
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  Der Präsident. Nach der Tagesordnung folgen nun die Erklärungen des Rates und der Kommission zur Weltbank.

 
  
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  Nicolas Schmit, président en exercice du Conseil. Monsieur le Président, je peux effectivement, au titre de cette déclaration du Conseil au sujet de la Banque mondiale, vous confirmer que la Banque mondiale joue un rôle très significatif sur le plan global dans le domaine du financement du développement. Il est clair que la gestion à la fois politique et administrative de la Banque mondiale est, de ce fait, un sujet d'une très grande importance. Toutefois, en tant que représentant de la Présidence du Conseil de l'Union, je ne suis, hélas, pas en mesure de prendre position au nom du Conseil, ni de faire rapport des travaux menés par le Conseil sur ce sujet.

En effet, l'Union en tant que telle - et à ce sujet aussi, je dirai hélas! - ne joue aucun rôle dans la définition de la politique et dans le fonctionnement de la Banque mondiale. Il appartient donc aux États membres de l'Union qui sont également membres des organes de la Banque mondiale de définir leur position vis-à-vis de la Banque. Le Conseil n'a, de ce fait, pris aucune position sur les matières en question car il n'a aucune compétence pour le faire. Aucune instance du Conseil n'a discuté d'une stratégie pour la Banque mondiale, ni de la coordination d'une éventuelle position commune européenne à cet égard, ni des procédures décisionnelles qui existent au sein de cette institution.

Je peux par ailleurs ajouter que les États membres s'emploient à coordonner leur position pour avoir plus de poids au sein des institutions internationales, y compris des institutions financières internationales telles que la Banque mondiale, un exercice qui n'implique toutefois pas le Conseil en tant qu'institution puisque, je le répète, il n'existe pas de compétence communautaire dans ce domaine.

Il est vrai aussi que M. Wolfowitz, qui a été proposé pour le poste de président de la Banque mondiale, est venu à Bruxelles où il a rencontré le président du Conseil Ecofin, M. Junker, et les représentants des autres gouverneurs européens de la Banque. Lors de cette réunion, d'un caractère totalement informel, la stratégie future de la Banque mondiale en rapport avec le financement du développement a effectivement été évoquée avec le président proposé par le gouvernement américain, ce qui est d'ailleurs conforme aux usages.

Je ne peux donc que regretter que le Conseil n'ait pas de compétence en cette matière. Peut-être faudra-t-il un jour entamer une réflexion sur une meilleure coordination des États membres de l'Union européenne au sein de ces institutions internationales où ils représentent effectivement, par leur poids collectif, un plus grand nombre, même comparés aux États-Unis.

 
  
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  Joaquín Almunia, miembro de la Comisión. Señor Presidente, como Comisario responsable de las relaciones con las instituciones financieras internacionales, agradezco esta invitación para compartir con sus Señorías las opiniones de la Comisión sobre las relaciones que mantiene nuestra institución con el Banco Mundial.

El Banco Mundial y la Unión Europea son los dos principales actores mundiales en la lucha contra la pobreza y en la financiación de la ayuda al desarrollo.

Este Parlamento sabe muy bien que la Unión facilita alrededor de la mitad del total de la ayuda pública a los países en vías de desarrollo, y que, además, en la mayoría de los casos, la Unión es el primer socio comercial de esos países, lo cual refleja el peso de la solidaridad en nuestra dimensión internacional.

El principal objetivo de la política comunitaria de desarrollo es reducir y, en definitiva, eliminar la pobreza. Ello supone apoyar un desarrollo económico, social y ambiental sostenible, promover la integración gradual de los países en vías de desarrollo en la economía mundial y combatir la desigualdad.

La Unión ha asumido, como saben sus Señorías, el firme compromiso de contribuir a la realización de los Objetivos del Milenio, a través de una mayor y mejor financiación de la ayuda al desarrollo, la mayor coherencia de las políticas para el desarrollo y, en particular, una mayor atención a África.

En cada uno de estos temas, la Comisión, a propuesta de mi colega Michel, ha planteado recientemente acciones específicas, que entiendo que Louis Michel ha tenido oportunidad de debatir en este Parlamento.

Quiero referirme brevemente a los dos primeros temas: los niveles financieros y la necesidad de mejorar la coherencia de las políticas de desarrollo.

En términos de financiación, la Unión anunció, en la Cumbre Monterrey, su compromiso de aumentar la ayuda oficial al desarrollo desde el nivel en el que estábamos en 2002, el 0,33 % del PIB, hasta el 0,39 % en 2006, como primer paso para el cumplimiento del objetivo del 0,7 % en 2015.

El mes pasado la Comisión propuso dos objetivos adicionales y conectados entre sí para el año 2010: un objetivo intermedio, para el conjunto de la Unión, del 0,56 % del PIB en ayuda al desarrollo, y un objetivo individual en ayuda oficial al desarrollo para cada uno de los Estados miembros, que sería un mínimo del 0,51 % para los Estados miembros que pertenecían a la Unión antes de la ampliación y del 0,17 %, en el 2010, para los nuevos Estados miembros.

Pero, por importante que sea llevar a la práctica este esfuerzo, no es suficiente. Aparte de la ayuda, las políticas de los países desarrollados influyen sobremanera en la posibilidad de que los países en vías de desarrollo alcancen los Objetivos del Milenio y, a este respecto, la Comisión subraya la importancia de la coherencia de las políticas para el desarrollo y, por primera vez, asume, en esas comunicaciones, compromisos en este sentido.

En cuanto a las relaciones con el Banco Mundial, quiero referirme a dos asuntos: la cooperación operativa entre la Comisión y el Banco, y la representación de la Unión Europea en la gobernanza del Banco Mundial.

Las relaciones entre Comisión y Banco Mundial son antiguas. Compartimos una agenda común de reducción de la pobreza y compartimos, por supuesto, los Objetivos del Milenio. El Banco Mundial trabaja en el logro de estos objetivos, a través de sus principales líneas operativas y mediante la evaluación del avance hacia esos Objetivos en el contexto del Informe Global de Supervisión.

La Comisión y el Banco colaboran estrechamente en el suministro de la ayuda, a través del Trust Fund Agreement —Acuerdo del Fondo Fiduciario— firmado en 2001 y modificado en 2003. Esta cooperación se tradujo en la participación de la Unión en varios trust funds, con una aportación total superior a 1 500 millones de euros desde el año 2000.

Entre otros ejemplos, cabe citar los fondos para la lucha contra el sida o los fondos específicos, tales como la Iniciativa multilateral para la reducción de la deuda de los países pobres más endeudados (HIPC).

Por otra parte, tanto la Comisión como el Banco se basan cada vez más en las estrategias nacionales de reducción de pobreza definidas por los propios países en vías de desarrollo.

Al lado de estos objetivos globales, la cooperación con el Banco Mundial se centra también en algunas zonas geográficas prioritarias, respecto de las cuales hacemos análisis conjuntos, mantenemos diálogos conjuntos sobre las políticas y nos esforzamos por coordinar la programación financiera para los países más próximos a las fronteras de la Unión Europea. No sólo hablamos, por lo tanto, de la acción coordinada del Banco Mundial con las instituciones europeas en países que ya pertenecen a la Unión, sino, por supuesto de los países candidatos y de los países de la política de vecindad, como los Balcanes occidentales, el Norte de África y Oriente Medio, o los países que pertenecen a la Comunidad de Estados Independientes.

En lo que respecta a estos países, la cooperación de la Unión, a través de la Comisión con el Banco Mundial, persigue que las políticas aplicadas sean complementarias y contribuyan a la incorporación del acervo comunitario, y pone especial énfasis en el desarrollo institucional, el medio ambiente y sus infraestructuras, la reforma económica y el desarrollo del sector privado.

En este sentido, durante los últimos cinco años, la Comisión y, a veces, el Banco Europeo de Inversiones han firmado tres memorandums of understanding con el Banco Mundial.

Estos memorandos sirven de marco práctico para una cooperación reforzada en términos de diálogo económico y asistencia técnica y financiera. Cubren la coordinación de nuestras actividades en el ámbito cubierto por la política de vecindad de la Unión y, en los próximos meses, se va a ampliar el memorandum of understanding para los nuevos Estados miembros y países candidatos, con el fin de incluir a los Balcanes occidentales.

Por último, me quiero referir a la representación de la Unión en los órganos de gobierno del Banco Mundial.

Actualmente pertenecen al Banco 184 Estados, entre ellos los 25 Estados pertenecientes a la Unión Europea. En el Banco, el porcentaje de votos de estos Estados miembros de la Unión es del 28 %, mientras que el de los Estados Unidos es del 16 %.

Sin embargo, el 28 % no traduce en la práctica el peso real de la Unión. La parte de la Unión Europea en la financiación concesional es aún mayor que ese 28 %. En este sentido, es elocuente el ejemplo dado por el último reaprovisionamiento de la Asociación Internacional para el Desarrollo (IDA). En esta oportunidad, se ha producido un cambio espectacular en las aportaciones de los donantes, aumentado la parte europea del 48 al 60 % y reduciéndose la de los Estados Unidos hasta el 13,8 %, la más baja en la historia de la entidad.

A pesar de estas cifras de participación de la Unión, tanto en el capital del Banco como en su financiación, no estamos aprovechando plenamente ese peso por falta de una representación unificada de la Unión en los órganos rectores del Banco. Y, de este modo, a pesar de que numéricamente los Estados miembros de la Unión dominan el consejo de dirección del Banco, globalmente tienen menos influencia que los Estados Unidos.

Actualmente la Comisión participa solamente como observadora en las reuniones del Comité de Desarrollo del Banco, principal instancia de decisión de la institución. Es una situación simétrica a la que se produce en el Comité Monetario y Financiero Internacional del Fondo Monetario Internacional y que contrasta claramente con el peso de la Unión Europea en la cooperación al desarrollo respecto del peso efectivo en el Banco Mundial o en la vida del sistema monetario internacional, a través de nuestra moneda única, en el caso del Fondo Monetario Internacional.

La Comisión viene reiterando que, si la Unión quiere poner fin a la disparidad entre su influencia y sus aportaciones y pretende estar más presente en la escena internacional, es preciso que hable con una sola voz. Si es capaz de presentar una posición europea única, la Unión aumentará su visibilidad y su influencia. En este sentido, cabe observar algún pequeño avance en la coordinación de la Unión con los órganos rectores del Banco.

Por ejemplo, desde el año pasado, los directores ejecutivos procedentes de la Unión Europea en el Banco Mundial celebran reuniones anuales con diputados de este Parlamento, con la Comisión y con representantes de las organizaciones no gubernamentales.

Los directores ejecutivos de la Unión en el Banco Mundial han acordado reunirse semanalmente para intercambiar opiniones y en estas reuniones participa regularmente un funcionario de la Comisión perteneciente a nuestra Delegación en Washington.

La Comisión se esfuerza por reforzar la coordinación de los directores ejecutivos europeos en Washington, pero el objetivo último debe ser la representación unificada de la Unión en los órganos rectores del Banco Mundial. Por supuesto, antes de tomar esa decisión, será preciso examinar cuidadosamente cuáles son las implicaciones legales y presupuestarias de la misma, pero ello no debe ser óbice para no analizar seriamente cómo avanzar hacia ese objetivo.

En suma, nuestra cooperación con el Banco Mundial es antigua e intensa, especialmente en apoyo a los países en vías de desarrollo. La Comisión desea mantener y potenciar esas excelentes relaciones de trabajo y mejorar la coordinación, tanto con el Banco Mundial a nivel operativo como entre los representantes de los Estados miembros en los órganos de gobierno del Banco. De esta forma, la Unión hablaría con una sola voz y tendría en el Banco la influencia que le corresponde.

 
  
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  Anders Wijkman, för PPE-DE-gruppen. Herr talman! Jag vill tacka för inläggen från Schmit och Almunia. Det finns mycket som kan sägas om Världsbanken, dess styrning och inte minst hur dess ledning utses. Valet av Wolfowitz nyligen visar att kompetens för den specifika uppgiften spelat mindre roll än politiska meriter. Det visar att utseendet av höga chefer i det internationella systemet fortfarande lämnar mycket övrigt att önska.

Men jag har kort tid på mig och ska fokusera specifikt på relationerna mellan EU och banken. Både Schmit och Almunia pekar på svagheten idag dvs. att vi inte uppträder enat och med en röst. Från parlamentets sida hade vi nyligen ett möte med de europeiska direktörerna i Världsbanken och de var helt eniga i att kräva och efterfråga ett mer enat uppträde från unionens sida i utvecklingsfrågor, rent allmänt och specifikt när det gällde arbetet i banken. Vi hade också ett möte med Jeffrey Sachs för någon månad sedan i utvecklingsutskottet och han ställde frågan varför -givet det enormt stora flödet av biståndspengar jämfört med resten av världen - "varför uppträder inte EU mer enat, ni skulle få ut större effekt av ert arbete, bättre resultat och ni skulle också ha ett större inflytande i hela detta viktiga sammanhang".

Både Schmit och Almunia har ju understrukit i sina inlägg att vi har en brist idag. Hur ska vi kunna skapa ett mer enigt och enat uppträdande i utrikespolitiken om vi fortsätter att uppträda så splittrat i dehär internationella institutionerna? Det är också typiskt att vi i de diskussioner som nu förs om säkerhetsrådets kommande sammansättning överhuvudtaget inte diskuterar om EU som union skulle ha en plats i säkerhetsrådet, utan att det fortfarande är medlemsstaterna på nationell nivå som gäller.

Herr talman, jag kan bara understryka från min utgångspunkt att vi måste få en ändring på detta plan. Vi måste skapa en större enighet i samarbetet och vi måste harmonisera våra insatser på ett helt annat sätt för att verkligen få ut det resultat vi vill av unionens uppträdande och kunna ta ett större ansvar på den globala arenan.

 
  
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  Poul Nyrup Rasmussen, for PSE-Gruppen. Hr. formand, hr. Schmit og hr. Almunia. Må jeg sige tak for de to herrers indlæg i dag om Verdensbanken, som jeg føler virkelig fokuserer på det centrale behov. Der er ikke tvivl om, at vi i dag, fem år efter at vi i år 2000 underskrev årtusindeerklæringen om udviklingslandenes centrale behov frem til år 2015 - jeg var selv en af underskriverne - må konstatere, at det ikke er gået i den rigtige retning, men at det desværre på de fleste områder er gået i den forkerte retning.

Der er heller ikke tvivl om, at 54 lande i de sidste 15 år er blevet fattigere, 1 milliard mennesker lever for under to euro om dagen. Verdensbanken fungerer ikke optimalt. Verdensbanken er i gang med en række vigtige reformer, men vi mangler stadigvæk at tackle en række problemer. Jeg vil foreslå til overvejelse - og jeg deler ganske hr. Almunias understregning af, at Europa kan optræde med én stemme - jeg vil foreslå fire opgaver, som jeg mener trænger sig på.

Den første opgave går ud på, at vi i Europa nu virkelig må finde en løsning på at optræde i fællesskab i Verdensbanken. Hvis vi gør det, vil vi have 27,98 % af stemmerne over for USA, som vil have 16,39 % af stemmerne. I dag er den nærmeste stemmevægt til USA fra Europa Tyskland med 4,49 % af stemmerne. Jeg taler ikke om et nyt modsætningsforhold - jeg taler om en langt bedre balance i Verdensbanken, og jeg taler om, som den anden opgave, at vi må bede om og insistere over for Verdensbanken på, at der sker en reform af deres låneregler og deres lånebetingelser. Vi må koordinere mellem Verdensbanken, Valutafonden og FN's hjælp til udviklingslandene, så vi ikke overlapper, men indretter os i den samme retning.

Den tredje opgave handler om, at vi har brug for en reform af Washington-konsensus. Der er brug for, at vi nu virkelig lader være med at stille de samme krav til de fattige lande, som vi stiller til de rige, og at vi hjælper med at opbygge sunde stærke stater i udviklingslandene, som kan gøre udviklingspolitik til en medejendomsret. Og den fjerde og sidste opgave, hr. formand, består i, at vi virkelig tager ILO's årsrapport om verdens fattigdom alvorligt, også i Verdensbanken. "Decent jobs for all" - anstændige job til alle er det afgørende instrument for udryddelse af fattigdom.

Må jeg slutte, hr. formand, med at sige, at jeg tror, at det er vigtigt - som Almunia og hr. Schmit sagde det - at Europa nu også påtager sig det reelle ansvar, der følger af, at vi er verdens største ulandshjælpeorganisation. Vi bør tage et medansvar for, at det også bliver fulgt op i Verdensbanken.

 
  
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  Johan Van Hecke, namens de ALDE-Fractie. Voorzitter, bij de oprichting van de Wereldbank in 1944 produceerden de zeven rijkste landen, de G7, nog veruit het grootste deel van alle goederen in de wereld, vandaag is dat nog amper de helft. De Verenigde Staten waren bij de oprichting de grootste geldschieter, vandaag zijn ze de grootste schuldenaar. De ontwikkelingslanden waren zestig jaar geleden nog onmondig, vandaag is hun invloed in multilaterale onderhandelingen, bijvoorbeeld de onderhandelingen in het kader van de Wereldhandelsorganisati, niet langer te negeren.

Dit alles om te zeggen dat de Wereldbank dringend nood heeft aan een drastische hervorming. Zolang de ontwikkelingslanden geen echte inspraak in het beleid en de besluitvorming van de Wereldbank hebben, zal deze gepercipieerd blijven als een controle-instrument in handen van de zogenaamde rijken, in plaats van een internationale instelling die gericht is op stabiliteit en ontwikkeling, in een geest van wederzijds respect en solidair partnerschap.

De Wereldbank heeft nu een departement externe relaties, waar meer dan driehonderd mensen werkzaam zijn. De instelling vindt dit departement een van de belangrijkste om haar imago op te poetsen, maar de vraag rijst of dit niet op een andere manier kan, namelijk door de ontwikkelingslanden beter bij de werking van de instelling te betrekken, door de besluitvorming in de Bank eindelijk transparanter te maken en door de uitgaven beter te controleren. Kortom, Voorzitter, collega's, ik behoor tot diegenen die geloven dat de Wereldbank dringend toe is aan herbronning. Geen financiële herbronning, wel een interne herbronning. Binnen deze internationale organisatie, die als een van de grootste en meest gezaghebbende ter wereld wordt beschouwd, lijkt op het gebied van structuur, werking en mentaliteit de tijd immers meer dan vijftig jaar te hebben stilgestaan.

 
  
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  Monica Frassoni, a nome del gruppo Verts/ALE. Signor Presidente, onorevoli colleghi, sono molto grata ai colleghi degli altri gruppi che hanno sostenuto la nostra proposta di discutere la questione della Banca Mondiale, anche se ero perfettamente consapevole, come la maggior parte di noi, che il Consiglio non poteva fare affermazioni molto diverse da quanto il Ministro Smith ha dichiarato stamattina. Tuttavia, noi dobbiamo essere consapevoli del fatto che una situazione non soddisfacente può e deve essere cambiata, anche perché questo mi sembra un settore nel quale la volontà politica ci può essere di aiuto.

Non dobbiamo ricorrere a grandi articoli del Trattato per fare in modo che il Consiglio e la Commissione, insieme al Parlamento, cosa assolutamente indispensabile, possa lavorare per migliorare o perlomeno per mettere all'ordine del giorno il tema del coordinamento europeo. Un coordinamento europeo che tuttavia non si dovrebbe solamente limitare al pur meritorio lavoro di cooperazione tecnica e finanziaria, ma che si deve concentrare anche sulle politiche della Banca mondiale - sulle quali, appunto, non interveniamo in alcun modo - sui processi di nomina e sui criteri di concessione dei finanziamenti. Ritengo che questi siano i tre elementi sui quali l'azione del Parlamento europeo dovrebbe essere definita meglio: lo possiamo fare se lo vogliamo.

Io penso, Presidente, lei mi potrà correggere nella sua eventuale risposta, che questo non sia un problema di competenze ma di volontà politica: se il Consiglio vuole può agire, al pari della Commissione, e lo stesso vale per il Parlamento.

Per quanto riguarda le procedure di nomina sappiamo benissimo che dal 2000 al 2001, sono state emesse delle direttive per renderle più trasparenti ed accettabili. Queste direttive sono state disattese e ciò ha un forte valore politico: ancora una volta non si tratta di una questione di carattere procedurale o istituzionale. Gli Stati Uniti hanno respinto il primo candidato proposto dagli europei alla direzione del Fondo monetario internazionale, i paesi europei non hanno fatto altrettanto quando Wolfowitz è stato presentato come candidato a dirigere la Banca Mondiale. Avrebbero potuto farlo. Due telefonate sono state sufficienti per convincere un paio di primi ministri o presidenti di governo europei, e gli executive director sono stati completamente aggirati: mi sembra che ciò sarebbe stato perfettamente evitabile se l'avessimo voluto.

Per quanto riguarda la qualità delle politiche della Banca mondiale, noi oggi non abbiamo nessuna particolare garanzia che alcune piccole aperture che erano state iniziate da Wolfersohn saranno continuate: penso alla governance, penso alla questione della corruzione. Credo che anche su questo noi dovremmo cercare di incidere. Ci sono una serie di progetti estremamente controversi come la grande diga del Nam Theun in Laos o un progetto di miniera in Guatemala, che sollevano un'opposizione assolutamente generale, però i nostri executive director li hanno approvati. Se questo Parlamento o l'opinione pubblica ne fossero stati al corrente, probabilmente avrebbero reagito in modo diverso. Mi piacerebbe sentire oltre a dichiarazioni di impotenza anche qualche elemento di volontà di agire.

 
  
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  Luisa Morgantini, a nome del gruppo GUE/NGL. Signor Presidente, onorevoli colleghi, ringrazio Monica Frassoni per aver chiarito in modo così diretto le questioni sul tappeto.

Penso che la nomina di Wolfowitz a capo della Banca mondiale abbia nuovamente messo in luce il deficit di democrazia e di trasparenza che caratterizza il processo di selezione e nomina del presidente della più importante istituzione finanziaria mondiale per lo sviluppo. Anche commissione sviluppo di questo Parlamento lo ha messo in evidenza. Ci piacerebbe pensare che il presidente della Banca mondiale possegga un approccio positivo alla risoluzione dei conflitti interculturali, nonché un convinto impegno a supporto del multilateralismo, insieme, ovviamente, ad un personale coinvolgimento in favore dell'eguaglianza sociale e nella lotta alla povertà.

Ma la di là del giudizio sulla persona, nota comunque per essere uno dei più efficaci promotori della dottrina della guerra preventiva, nonché dell'esportazione della democrazia con le armi - non si sa mai, anche San Paolo si convertì sulla via di Damasco - sembra che la Banca mondiale non si sia evoluta molto rispetto al quadro fissato a Bretton Woods, ormai più di sessant'anni fa. Questo è vero anche per il sistema dei voti e dei seggi di cui è necessaria una revisione, anche per rispondere alle richieste dei paesi del Sud del mondo e dei movimenti che si sono espressi in questi anni per un Sud diverso e per la partecipazione.

L'Unione europea si è impegnata a garantire e facilitare una maggiore compartecipazione dei paesi in via di sviluppo nei processi decisionali dell'economia globale, incluse le istituzioni finanziarie internazionali. Tuttavia, a prescindere da questi accordi e dagli impegni assunti dall'UE - a Monterey, Barcellona, Johannesburg - sarebbe corretto e coerente assicurare il buongoverno nella gestione di un'istituzione che per prima la richiede come condizione per accedere ai finanziamenti.

Il mancato rispetto dei criteri di democraticità e trasparenza mina le fondamenta, la legittimità e la credibilità delle istituzioni internazionali, in un mondo in cui si sente il bisogno di istituzioni internazionali forti e legittimate, che promuovono la partecipazione: basta leggere il libro di Aminata Toure che nel Mali ha avuto un'esperienza drammatica dell'operato della Banca mondiale.

L'Unione europea può svolgere un ruolo fondamentale per questa legittimità, anzi, l'Unione europea deve svolgere proprio questo ruolo, ma per farlo deve usare un'unica voce: bisogna sviluppare un maggior coordinamento tra i direttori europei, dato che l'Europa detiene il 30 per cento dei voti nel consiglio di amministrazione della Banca mondiale e anche del Fondo monetario internazionale.

L'Unione europea, lo ribadiamo, è il più grande donatore del mondo, però dimentica spesso di accompagnare le donazioni ad un'efficace azione politica. Un importante ruolo può essere svolto dai parlamenti europei e in una riunione New York questo è già stato fatto. Sono necessarie risposte chiare: la riforma democratica delle procedure deve però vedere anche un ribaltamento dell'asimmetrica posizione tra le economie del Nord e del Sud del mondo.

Credo che dobbiamo portare sviluppo e molto spesso, invece, le politiche della Banca Mondiale hanno avuto effetti devastanti sulle popolazioni. Ciò riguarda in particolare le privatizzazioni e i bisogni primari, dato che sembra inutile, come ha detto l'onorevole Watson, che i mercati dei paesi in via di sviluppo siano pieni di merci che le popolazioni non possono acquistare perché non dispongono di lavoro e di denaro per acquistarle.

 
  
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  John Whittaker, on behalf of the IND/DEM Group. Mr President, in the European Union, we are very good at sanctimonious rhetoric about the need for poverty reduction in poor countries. But whatever the appearances, this is not what today’s discussion is about. As Mr Almunia has made clear, it is about influence.

I will not comment on Mr Wolfowitz’s suitability to lead the World Bank, but the European Union’s initial hostility to him has softened. The EU needs support for Pascal Leumi to head up the World Trade Organization and for its candidate – perhaps Baroness Amos? – to lead the United Nations Development Programme. Hence the comment of Action Aid that EU support for Mr Wolfowitz is a stitch-up, and similar remarks from other NGOs.

Whilst I will not diminish the value to poor nations of assistance from the World Bank and the European Union, fair trading conditions would be of far greater value to them than any amount of aid or debt relief. Trade, rather than hand-outs, allows poor nations to help themselves, as the Indonesians were pleading after the tsunami.

Unfortunately, the EU seems to excel in poverty creation in pursuit of its own agenda: for example, paying cash to Mauritania, Angola and Mozambique for the right to fish out their coastal waters and impoverish their fishermen; or economic partnership agreements under which the European Union tries to buy poor nations’ acquiescence to its protectionist policies.

No doubt the rhetoric will continue. The reality is that self-interest rather than philanthropy drives the EU’s actions, and this self-interest is best served by the EU having its own people in the top jobs.

 
  
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  Hans-Peter Martin (NI). Herr Präsident! Erlauben Sie mir, meine kurze Redezeit dafür zu verwenden, eine Anregung zu geben.

Am 18. Mai wird sich die Kommission der Europäischen Transparenzinitiative zuwenden. Es liegen verschiedenste Ideen auf dem Tisch. Dazu gehört auch eine Umgestaltung des Internetauftritts. Warum könnte nicht ein ganz konkreter Schritt darin bestehen, auf einer besseren Internetseite des Rates, der Kommission und gerne auch des Parlaments in einer sehr klaren Sprache darzustellen, was die Weltbank tatsächlich tut, was wir Europäerinnen und Europäer dort bisher vorangebracht haben, wie wir dort tatsächlich vertreten sind, um welche konkreten Projekte es geht und welche Einflussmöglichkeiten es gibt?

Warum sage ich das? Ich habe die Debatte über Fernsehschirm verfolgt. Es war leider so, dass fast alles, was gesagt wurde, vor 20 Jahren schon gesagt worden ist. Ich denke, dass die nötigen Reformen, die doch die meisten von uns gerade bei der Weltbank für notwendig erachten, nur herbeigeführt werden können, wenn man über Transparenz Öffentlichkeit herstellt.

 
  
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  Othmar Karas (PPE-DE). Herr Präsident, Herr Kommissar, meine Damen und Herren! Die Debattenbeiträge haben bisher eines wieder einmal deutlich unter Beweis gestellt: Wir sind auf der Welt ein big payer, aber wir sind noch kein politischer big player! Wir müssen alles tun, um nicht nur zu erklären und zu bedauern, sondern sind aufgerufen, rasch Handlungen zu setzen, um diese Kluft zu schließen, weil wir ansonsten unserer Verantwortung nach innen und in der Welt nicht gerecht werden können.

Beide Berichte – sowohl des Rates als auch der Kommission – waren ja weniger Berichte über die Weltbank als eine richtige Analyse unserer Schwächen, und beide Berichte haben deutlich gemacht, dass nicht die Weltbank unser Problem ist, sondern dass wir selbst ein Problem haben. Unser Problem besteht darin – der Herr Ratspräsident hat das ja bereits gesagt –, dass nicht der Rat zuständig ist, sondern die Mitgliedstaaten. Sind denn die Mitgliedstaaten nicht der Rat? Die Mitgliedstaaten im Rat sollten alles daransetzen, dass vom Rat eine Initiative ausgeht, um diese Schwäche zu beseitigen.

Es wurde gesagt, dass wir irgendwann einmal damit beginnen sollen. Aber wir müssen nicht irgendwann einmal, sondern jetzt rasch damit beginnen! Die Verfassung gibt uns die Möglichkeit, weil die Europäische Union Rechtspersönlichkeit erhält. Wir müssen diese Rechtspersönlichkeit der EU nützen, um unsere Schwächen in der Außenvertretung zu beseitigen.

Für mich besteht ein Zusammenhang zwischen unserer Politik im Weltwährungsfonds, in der Weltbank, in der WTO, in der UNO und in der EIB. Alle unsere Vertretungen in diesen Institutionen müssen mit einer Stimme sprechen und von einem Gesicht koordiniert werden, damit wir unsere Aufgabe in der Welt erfüllen können, denn je stärker die Globalisierung unser Handeln beeinflusst, umso stärker brauchen wir eine Weltordnung, eine Sozial-, Wirtschafts- und Grundsatzordnung. Wenn wir nicht bei uns beginnen, können wir unsere Rolle in diesen Organen nicht spielen. Wir sind am Zug und nicht die Weltbank!

 
  
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  Margrietus van den Berg (PSE). Voorzitter, in zijn vorige leven was de heer Wolfowitz tamelijk unilateraal gericht en stond hij bij ons bekend als hardliner, nu is hij voorzitter geworden van de Wereldbank, een multilateraal ontwikkelingsinstituut. Dit is toch een wonderbaarlijke witwassing, om het in geldtermen uit te drukken. Er zit ook een pijnlijk kantje aan voor Europa. Zoals daarstraks gezegd, zijn er nieuwe procedures, waarbij wij wel invloed kunnen uitoefenen. Een paar telefoontjes uit de VS waren niettemin voldoende om hem toch benoemd te krijgen. Wij hadden vooraf geen afspraak over een gezamenlijke kandidaat, zoals wel met Lami voor de WTO. We kwamen, wat de Wereldbank betreft, te laat en waren niet verenigd. Ik denk dat daar het zwakke punt ligt - hierover is een eerlijk bericht van de Raad en van de Commissie gekomen.

Het gaat natuurlijk niet alleen over een gezamenlijke kandidaat, maar ook over beleid. Iedereen weet dat, als het over de Washington-consensus gaat, de internationale, multilaterale financiële instellingen lijnen en prioriteiten hebben die vaak haaks staan op het ontwikkelings- en armoedebeleid dat wij in Europa internationaal graag zouden willen. Nu hoeft het niet allemaal volstrekt het ene of het andere te zijn, je hebt een balans nodig. Om die balans te krijgen en de sociale doelstellingen, armoedebestrijding en millenniumdoelstellingen ook in de Wereldbank centraal te kunnen stellen, is het nodig met één stem te spreken. Dit vergt gezamenlijk optreden. Ik ben het eens met wat net gezegd werd: de nieuwe Grondwet geeft ons misschien meer mogelijkheden en ook wel een opdracht, om als Europa in die instellingen gezamenlijk op te treden en met één stem te spreken.

Het is nogal wat: wij leveren 60% van de leningen tegen gunstige voorwaarden en hebben een veel groter stemaandeel, maar zijn tegelijkertijd feitelijk afwezig. Dat zouden we op handelsgebied nooit tolereren. Ik geloof dat dit de kern van de zaak is. Ook coherentie is nodig. In Afrika bijvoorbeeld is de Wereldbank actief met het prioriteitsinitiatief rond educatie. De Commissie wil daar evenwel niet aan deelnemen, omdat de landenstrategiedocumenten voor dit gebied voorzien in wegen en infrastructuur en niet in onderwijs. We leveren dus niet, terwijl wij hier in het Parlement schreeuwen om coherent, gezamenlijk optreden.

Er is dus een probleem aan beide kanten. Kunnen de Raad en de Commissie nog eens nadenken of op basis van de nieuwe Grondwet geen initiatief, op zijn minst in politiek-economische termen, voor de Wereldbank kan worden genomen? Ook wat de manier van samenwerken betreft, moeten we tot een sterkere positie te komen dan nu. De positie nu is al te triest. Die wil noch de Raad noch de Commissie bekleden. Beide hebben immers erg overtuigd gesproken – en triest geklonken. Laten we allegre naar de nieuwe tijd gaan.

 
  
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  Ignasi Guardans Cambó (ALDE). Señor Presidente, es evidente que el Banco Mundial es un instrumento eficaz, y puede serlo más, y no creo que el problema esté en el nuevo liderazgo. Yo no tengo especial temor a que el nuevo liderazgo del Banco Mundial pueda reconvertir las energías que hasta ahora se han destinado a otros ámbitos en aras de un mejor funcionamiento del Banco Mundial.

El problema lo tenemos nosotros, en la hipocresía del discurso europeo, en el que nos dedicamos a explicar a nuestros ciudadanos cómo quiere contar Europa en el mundo, cómo queremos contribuir a la paz del mundo. Y eso lo dicen los gobiernos a sus propios votantes y después no se esfuerzan lo más mínimo para convertir esas palabras y esas promesas en acciones reales.

La Unión Europea como tal no pinta nada en el Banco Mundial. No necesitamos para eso una nueva Constitución; es un problema de voluntad política y de coherencia. El Comisario Almunia lo ha descrito perfectamente. Hay 25 Estados miembros que no se hablan en el Banco Mundial, y eso hay que denunciarlo aquí. Es muy fácil protestar contra el nombramiento de Wolfowitz, y a lo mejor hay que hacerlo, pero debería ser mucho más fácil que todos nosotros denunciemos a nuestros gobiernos por ser incapaces de coordinarse para políticas, nombramientos y criterios de concesión de financiación.

 
  
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  Frithjof Schmidt (Verts/ALE). Herr Präsident, meine Damen und Herren! Das größte Problem in der Politik der Weltbank ist die Strukturanpassungspolitik. Jahrzehnte der Strukturanpassungsprogramme der Weltbank haben oft groteske Ergebnisse gebracht, etwa bei der Privatisierung der Dienstleistungen.

Nehmen wir als Beispiel die Wasserversorgung. Die Wasserversorgung wird privatisiert, es wird eine Infrastruktur geschaffen, aber die Preise für das Wasser steigen so, dass sich die ärmsten Bevölkerungsgruppen das Wasser nicht mehr leisten können. Oder nehmen wir die Handelspolitik. Die erzwungene Liberalisierung und die Marktöffnung als Bedingungen für Kreditvergaben führen dazu, dass die Verhandlungsposition von Entwicklungsländern in den Welthandelsrunden in der WTO geschwächt wird. All dies konterkariert die Ziele der europäischen Entwicklungspolitik, bei denen wir der Wasserversorgung beispielsweise im Rahmen der Armutsbekämpfung eine zentrale Rolle zuweisen oder sagen, es geht darum, die Verhandlungskapazitäten der Entwicklungsländer in den Welthandelsrunden zu stärken. Deswegen ist hier die zentrale Stellschraube, mit der die Politik der Weltbank verändert werden muss.

Die jetzt beginnende Reform ändert grundsätzlich nichts. Die so genannte selektive Politik bei der Kreditvergabe, die jetzt neu eingeführt werden soll, ist im Grunde eine Bankrotterklärung für über 30 Jahre Politik der Weltbank. Kurz gesagt bedeutet diese neue Politik Folgendes: Wer die Strukturanpassungsprogramme der Weltbank in den letzten Jahren oder Jahrzehnten mitgemacht, aber keine guten Ergebnisse erzielt hat und nicht besser dasteht, der soll nun Geld bekommen, um die gröbsten sozialen Missstände zu beseitigen. Wer diese Politik nicht richtig mitgemacht hat, soll noch weniger Geld bekommen. Diese Einteilung in good performer und bad performer ist hochproblematisch. Ich glaube, es ist eine Aufgabe der Kommission und des Rates, hier dafür zu sorgen und darauf zu drängen, dass diese Einteilung wenigstens nach klaren, transparenten und nachvollziehbaren Kriterien erfolgt, und außerdem darauf zu drängen, dass die Weltbank ihre Strategie der Armutsbekämpfung im Rahmen der UN-Reform, im Rahmen der Millennium Development Goals grundsätzlich verändern muss.

 
  
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  Proinsias De Rossa (PSE). Mr President, I have to say that I am shocked by the Council statement here today that not a single body of the Council has made any effort whatsoever to reach a common position in relation to our stance in the World Bank, or indeed to use the clout we clearly have financially and in voting terms on the World Bank; despite the fact that every Head of State recently signed up solemnly to the European Constitution, which declares that we want to end world poverty, and despite the fact that each Member State has signed up to the Millennium Development Goals.

We still have states that welsh on their commitments to reach the development aid target of 0.7% of GDP, which has been in place for decades. My own Member State solemnly declared last year at the United Nations General Assembly that it would reach the 0.7% of GDP by the year 2010. This year, it has announced that it will not reach that figure, not because we do not have the money, but because the Government wants to spend the money on winning the next election!

It is clear that the governments of the Member States of the European Union are more interested in trade than they are in eliminating poverty. They are more interested in securing their position in the World Trade Organization than they are in securing the position in the World Bank to pursue the objectives of the Union. Could I ask that this House move from making declarations to establishing an ad hoc committee so that we can prepare a common position for the European Union and the World Bank and then drive the Council and the Commission to adopt Parliament’s position on this issue?

 
  
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  Nicolas Schmit, président en exercice du Conseil. Monsieur le Président, je tiens d'abord à remercier les honorables députés pour ce débat extrêmement intéressant ainsi que pour les messages très utiles qu'ils ont adressés à la direction du Conseil mais aussi de la Commission. Je distinguerai deux ou trois questions. Je commencerai par le poids de l'Union dans les institutions financières, et tout particulièrement au sein de la Banque mondiale. Permettez-moi de parler un instant au nom de la présidence et non pas en tant que représentant du Conseil.

Il est vrai que, si nous étions actionnaires dans une entreprise privée, nous gérerions très mal notre part de capital dans cette entreprise. Mais comme vous le savez, c'est un peu plus compliqué et nous ne sommes pas dans cette configuration. Nous sommes dans une autre configuration, de nature politique. Néanmoins, je dois dire que le message selon lequel l'Union européenne doit mieux coordonner ses positions au sein de ces organisations, et notamment au sein de la Banque mondiale, relève d'une nécessité absolue puisque, comme beaucoup d'entre vous l'ont dit, nous sommes bien en deçà de notre poids réel, de notre poids financier, mais aussi de notre poids politique.

À ce propos, je tiens à indiquer qu'il existe peut-être dans le traité un article qu'il faudrait lire à deux fois et éventuellement exploiter pour donner suite au débat que nous avons mené ce matin. Je veux parler de l'article 99 du traité – qui est d'ailleurs également repris dans le projet de Constitution – et qui prévoit que les États membres peuvent, sur la base d'une proposition, mieux coordonner leurs positions au sein des institutions financières et des conférences financières internationales. Je crois donc que la question de la représentation de l'Union dans les enceintes internationales – et tout particulièrement dans les enceintes financières internationales – reste posée. Je n'ai pas besoin de revenir sur les difficultés que cela comporte.

Deuxième question que vous avez soulevée et qui est un peu liée à la première, c'est la réforme des institutions financières internationales, et notamment de la Banque mondiale. Je crois que, sur ce point, le rôle de l'Union européenne est capital. Nous devons effectivement – et c'était aussi en partie le but de la rencontre informelle avec M. Wolfowitz – pousser le nouveau président de la Banque mondiale à poursuivre la réforme, non seulement du fonctionnement de la Banque mondiale, mais aussi de ses politiques. Je pense là aussi que le rôle de l'Union européenne peut être d'autant plus important que l'Union parle d'une seule voix. On en revient un peu à la question du poids de l'Union européenne dans les institutions internationales. Il est certain que, dans ces institutions, il faudra mieux tenir compte des nouveaux équilibres du monde, mieux intégrer un certain nombre de nouveaux acteurs internationaux, de nouvelles puissances économiques, sans oublier les pays en développement.

Le dernier point porte sur la politique d'aide au développement. Le commissaire a d'ailleurs donné sur ce point un certain nombre d'éléments d'information. L'Union européenne est le plus grand donateur; elle fournit plus de 50% de l'aide au développement. Je dois dire que nous nous sommes lancés dans l'examen de nouvelles formes de financement de l'aide au développement. Le dernier Conseil ECOFIN a travaillé sur ces modes de financement. Vous connaissez tous l'idée qui a été émise de créer certaines taxes pour précisément respecter, voire augmenter, le taux d'aide au développement, et je peux vous dire que, lors de sa réunion informelle qui se tiendra les 13 et 14 mai à Luxembourg, l'ECOFIN compte bien revenir sur ces modes de financement nouveaux de l'aide au développement en vue notamment d'assurer le respect des objectifs du sommet du millénaire qui va avoir lieu en septembre.

 
  
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  Joaquín Almunia, miembro de la Comisión. Señor Presidente, en primer lugar, quiero manifestar mi acuerdo con todas las intervenciones que se han referido a la necesidad de una coordinación más estrecha de los Estados miembros de la Unión Europea en las actividades, en la toma de decisiones y en la orientación de las políticas y de la estrategia del Banco Mundial.

La Comisión intenta, a través de los instrumentos que tiene en sus manos, influir y orientar las políticas del Banco Mundial en la línea de nuestros objetivos en política de desarrollo y en la ayuda oficial al desarrollo. Les he hablado en la intervención inicial de esos memorandums of understanding, de esos trust funds, a través de los cuales actuamos, poniendo en común recursos del Banco Mundial y recursos del presupuesto de la Unión Europea en toda una serie de actividades y de regiones del mundo, cuando vemos que esas actuaciones son conformes a los objetivos definidos por la Unión Europea y a nuestras prioridades en materia de ayuda al desarrollo y de políticas de apoyo al desarrollo de los países más pobres del mundo.

En segundo lugar, reitero lo que he dicho en mi intervención inicial y también ha sido recogido por muchas de sus Señorías: la necesidad de avanzar hacia una voz única de la Unión Europea en el Banco Mundial y en otras instituciones internacionales.

Algunos de ustedes han citado como una palanca de apoyo para avanzar hacia ese objetivo la entrada en vigor de la Constitución, y es cierto que la entrada en vigor de la Constitución, la personalidad única de la Unión y el impulso político que supone la puesta en marcha de la Constitución deben servirnos para avanzar hacia esa meta. Pero también es cierto, que, como lo acaba de recordar la Presidencia en ejercicio del Consejo, con el actual Tratado, con las actuales disposiciones vigentes, la Unión debería estar hablando con voz única en muchas instancias, entre otras, en el Banco Mundial y en el Fondo Monetario Internacional, al menos en lo que se refiere a la zona euro.

Pero hay otro elemento que nos va a ayudar, no sé si conforme a la voluntad de todos los Estados miembros, pero sí creo que conforme a la voluntad colectiva de la Unión, de esta Cámara, de la Comisión y del Consejo. Europa quiere ser un global player, como decía el señor Karas, pero hay países que van a ser actores globales y que están exigiendo reformas en los órganos de gobierno en la manera de estar representados los diferentes países y regiones del mundo en las instituciones financieras internacionales y, en particular, en el Banco Mundial. Ante esa presión la Unión Europea no puede responder de forma dividida, tiene que responder necesariamente de forma unida, avanzando hacia esta voz única.

Un comentario sobre el nombramiento del nuevo Presidente del Banco Mundial. Como saben ustedes las Comisión Europea no tiene ninguna participación en ese procedimiento, pero el señor Wolfowitz va a tomar posesión como Presidente del Banco Mundial el próximo día 1 de junio. A partir de ese momento, nos interesa que el Banco Mundial profundice en los aspectos positivos que han marcado la gestión del señor James D. Wolfensohn en los últimos diez años. Y en las dos oportunidades que he tenido, como miembro de la Comisión, de hablar personalmente con el señor Wolfowitz en estas últimas semanas, eso es lo que le he planteado: a partir del 1 de junio, la Comisión Europea y el conjunto de la Unión quieren que el Banco Mundial siga avanzando por donde ha avanzado de manera positiva en los años de gestión del señor Wolfensohn. Y debo decirles que la respuesta, hasta ahora, del señor Wolfowitz, refleja un compromiso, una afirmación de que quiere seguir profundizando en esos aspectos positivos. Espero que a partir del 1 de junio podamos comprobarlo.

 
  
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  Der Präsident. Damit ist die Aussprache zu diesem Tagesordnungspunkt abgeschlossen.

 
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