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Acta literal de los debates
Martes 5 de julio de 2005 - Estrasburgo Edición DO

32. Situación política e independencia de los medios de comunicación en Belarús
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  El Presidente. De conformiad con el orden del día, se procede a la declaración de la Comisión sobre la situación política y la independencia de los medios de comunicación en Belarús.

 
  
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  Benita Ferrero-Waldner, miembro de la Comisión. (EN) Señor Presidente, deseo comenzar agradeciendo a las Señorías que nos han pedido un intercambio de puntos de vista sobre Belarús. Es el tercer intercambio de pareceres sobre Belarús desde que soy Comisaria. Comparto sus inquietudes, por lo que es importante discutirlo. Creo firmemente que es fundamental fortalecer la democracia y apoyar las fuentes independientes de información en ese país, sobre todo a la vista de las próximas elecciones presidenciales.

La Comisión Europea tiene mucho interés en que Belarús sea un vecino democrático y estable, y espera que en el futuro pueda beneficiarse plenamente de la Política Europea de Vecindad.

Sin embargo, los recientes sucesos de Belarús han alejado su sistema político de la democracia, las normas y los valores de Europa, evitando que el país ocupe el lugar que le corresponde en la familia de las naciones europeas. Después de las elecciones parlamentarias y del referendo en Belarús el año pasado, que no cumplieron ni de lejos los criterios de unos comicios democráticos, en noviembre de 2004 el Consejo de la Unión Europea confirmó las restricciones de los contactos interministeriales con las autoridades bielorrusas. Al mismo tiempo, la Unión Europa envió un claro mensaje al pueblo bielorruso para decirle que no le hemos olvidado y que queremos intensificar los contactos con la sociedad civil.

La Unión Europea ha condenado sistemáticamente los arrestos y juicios por motivos políticos de potenciales adversarios del Presidente Lukashenko. Hemos apelado al respeto de la legalidad y a la liberación inmediata de esas personas. Vemos en estos actos del régimen un intento de eliminar a los líderes de la oposición, especialmente en los prolegómenos de las elecciones presidenciales de 2006. La creciente represión de los partidos políticos, de las organizaciones no gubernamentales y de la prensa independiente nos preocupa profundamente.

También observamos de cera la situación de los derechos humanos en el país. Como clara muestra de que la Unión Europea no puede aceptar las violaciones de los derechos humanos y las libertades fundamentales, el año pasado impusimos una prohibición de visado a ciertos altos cargos bielorrusos basándonos en las conclusiones del Consejo de Europa. Hubo el informe Pourgourides sobre desapariciones por motivos políticos. Entonces extendimos la prohibición a los funcionarios considerados responsables de las elecciones fraudulentas y del referendo manipulado, así como a los responsables de la represión de manifestaciones pacíficas.

Nuestra preocupación por el cumplimiento de los derechos sindicales en Belarús nos ha llevado a investigar las violaciones denunciadas de la libertad de asociación y del derecho de negociación colectiva, tal como los definen las Convenciones de la OIT, sobre todo en el marco del SPG, el Sistema de Preferencias Generalizadas. La investigación podría concluir en último término con la exclusión de Belarús de los beneficios del SPG.

Ante el escenario de empeoramiento de la situación política en el país, la Unión Europea se mantiene en su compromiso de ayudar a la sociedad civil y al pueblo de Belarús. Aquí hay que decir que la Comisión es un importante donante de Belarús y que en los últimos meses hemos racionalizado nuestra ayuda al país. Se ha organizado un seminario en Vilnius específicamente para coordinar nuestra ayuda. Ha sido de gran utilidad, pues nos ha dado la ocasión de intensificar nuestra coordinación, no solo entre los Estados miembros, sino también con países como los Estados Unidos de América y Canadá.

Tenemos dos objetivos. Uno es ayudar y respaldar los derechos humanos, la democratización, la sociedad civil y las fuerzas democráticas en el sentido estricto de la palabra. Prestamos especial atención al apoyo a los medios de comunicación, a las organizaciones no gubernamentales, al fortalecimiento de las instituciones democráticas y al Estado de Derecho. Lo hacemos a través de la Iniciativa Europea para la Democracia y los Derechos Humanos (IEDDH) y el instrumento de cooperación descentralizado. Se han realizado dos convocatorias de concursos en marzo, y la selección de proyectos ya ha terminado. La contratación tendrá lugar probablemente durante el verano, de forma que podrán empezar las actividades antes de final de año. Hay diez o doce proyectos de ONG de educación y abogacía que asesoran jurídicamente a las personas con problemas de derechos humanos. Espero unos excelentes resultados.

El segundo objetivo es la asistencia a las necesidades más amplias de la población en zonas asociadas. Por necesidades más amplias me refiero al programa TACIS, que se centra en asistir a la propia población en diferentes sectores, como la gobernanza, el desarrollo sostenible, el sector social, la educación, la sanidad, el medio ambiente y de desarrollo económico, y también en aliviar los problemas causados por la catástrofe de Chernóbil, que ocupa un lugar preferente en nuestro programa de ayuda.

La idea de fomentar emisoras de radio independientes a Belarús ha sido sugerida como una respuesta eficaz y útil a la falta de información alternativa e independiente. Hemos estudiado detenidamente las posibilidades y vamos a ver cómo lo podemos arreglar. Al amparo de nuestra actual normativa financiera no es fácil hallar la solución correcta de inmediato. Pero les puedo decir que, en cuanto a las dificultades que sufren los periodistas en Belarús, tenemos un programa clave de formación periodística y ya hemos podido hacer muchas cosas. Hemos prestado ayuda a la Asociación Bielorrusa de Periodismo, que está muy agradecida. Por ejemplo, le dimos nuestro respaldo al otorgarle el Premio Sajarov a la Libertad de Pensamiento en 2004.

 
  
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  Bogdan Klich, en nombre del Grupo del PPE-DE. – (PL) Señor Presidente, señor Comisario, esta es ya la cuarta resolución del Parlamento sobre Belarús. Sin embargo, es la primera que deriva de una profunda desilusión con la actitud de la Comisión. Desde el punto de vista del Parlamento, el Consejo es un aliado y la Comisión un enemigo, al menos en lo que toca a la revisión de la política actual sobre Belarús. El Consejo entiende qué es lo que hace falta, mientras que la Comisión no tiene la menor idea de cómo se deben modificar los instrumentos existentes para apoyar a la sociedad civil y fomentar el proceso de democratización de este país.

El mensaje emitido por Javier Solana durante su reunión con Condoleezza Rice en Vilnius acerca de la oposición democrática en Belarús es de gran importancia política. Pero al mismo tiempo la Comisión ha caído en un extraño circulo vicioso. Cree que se puede llegar al cambio en Belarús mediante los mecanismos e instrumentos políticos existentes. No es el caso. Así no vendrá el cambio, porque esos instrumentos están diseñados para países democráticos, o países en que ya ha comenzado el proceso de democratización. Sería imposible promover el inicio de transformaciones democráticas en ningún país del mundo a través de los instrumentos aludidos por el señor Comisario. Si lo intentásemos, nos arriesgaríamos a sacrificar la credibilidad política de la Unión Europea, y a que las declaraciones políticas en el futuro nunca más fueran secundadas por la acción.

Mientras todo esto sucede, dentro de poco (el año que viene) tendrán lugar en Belarús elecciones presidenciales. Hemos de ayudar a los bielorrusos a tomar su decisión. Por eso, es fundamental que dispongan de información fiable e independiente, principalmente a través de emisoras de radio. Quisiera señalar que ya se han lanzado proyectos en Polonia y en Lituania para fundar emisoras de radio independientes. Dichos proyectos comenzaron compitiendo entre sí, pero ahora están trabajando juntos. Por ese motivo, la resolución se refiere a una red de emisoras para Belarús.

Los gobiernos nacionales ya han prestado su apoyo a estos proyectos. Pero también deberían contar con el respaldo de la Unión Europea, y para ello debe cambiar nuestra actitud. La Comisión lleva ocho meses sopesando la posibilidad de prestar ese apoyo, y esto no puede seguir así. Esta propuesta de resolución se ocupa precisamente de ese problema.

 
  
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  Marek Maciej Siwiec, en nombre del Grupo del PSE.(PL) Señor Presidente, lo que hoy estamos haciendo es nada menos que describir lo que podría designarse como el estancamiento de una crisis. Nos han llegado noticias de esa crisis y todos hemos visto las imágenes de manifestaciones, de víctimas y personas apaleadas. Esas personas después van a prisión, nosotros lanzamos protestas y esperamos a las siguientes imágenes en televisión. Todo esto significa que, en realidad, somos incapaces de hacer gran cosa. No podemos, y al menos deberíamos tener la honradez de admitirlo para nosotros mismos.

El debate de hoy en la prensa solo se ocupa de un pequeño aspecto de la dura realidad que domina todas las facetas de la vida en Belarús. En nombre de mi Grupo, quiero apelar muy seriamente a la Comisión para que tome el proyecto de resolución, que será presentado mañana, como fuente de inspiración para sus actos.

Y hay otro punto que no debemos olvidar. Aunque sea muy tarde y aunque tengamos una audiencia tan reducida, debemos ser francos y admitir que la Unión Europea, y me refiero a todos los aquí presentes y a los Estados miembros, seguirá siendo totalmente impotente hasta que emprendamos conversaciones con Rusia sobre Belarús.

Tenemos conversaciones con Rusia sobre muchas materias, de las cuales las más conocidas son el gas y diversos intereses rentables, pero no hemos preguntado a Rusia su verdadera opinión sobre la situación en Belarús. Es muy conveniente para Rusia y para el Presidente Putin que haya un país al que poder mirar por encima del hombro en esa parte de Europa, y que exista un régimen al que se pueda ver como la oveja negra de Europa. Lukashenko y sus abusos son tolerados y subvencionados para tener gas y petróleo baratos, y la Unión Europea está de acuerdo. Al menos deberíamos admitir que el régimen de Lukashenko conviene a Rusia y que nosotros no nos oponemos a ello.

El encarcelamiento de Jodorkovski resulta insignificante ante lo que está sucediendo en Belarús. Nos rasgamos las vestiduras y protestamos por Jodorkovski, pero poco se dice de las víctimas anónimas de Lukashenko. A menos que demos pasos concretos a favor de la sociedad civil, ese pueblo perderá su valor más importante: su esperanza. Eso sería el fin.

 
  
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  Anne E. Jensen, en nombre del grupo ALDE.(DA) Señor Presidente, señor Comisario, ha dado usted una muy gráfica descripción de la situación en Belarús. Las cosas allí están tomando un rumbo equivocado, y es muy entristecedor, sobre todo porque en otros países de la antigua Unión Soviética hay un ánimo de renovación que no vemos en absoluto en Belarús.

Ha mencionado usted una larga lista de programas en marcha. Yo creo, sin embargo, que el señor Klich ha sido certero al decir que muchos programas de la UE se dirigen a países limítrofes con alguna forma de estructura democrática. Es diferente cuando se trata de una dictadura, como sucede en Belarús. Para ese país hacen falta otros instrumentos. Como es bien sabido, el programa Tacis cuenta con muchos recursos para resolver problemas de medio ambiente y asuntos de vigilancia fronteriza. Pero ¿cómo sabemos si el Presidente Lukashenko los está gestionando en interés de la UE?

Por eso pienso que la propuesta que contiene la resolución que votaremos mañana es totalmente correcta. Es un documento que el Grupo de la Alianza de los Liberales y Demócratas por Europa apoya plenamente y sin reservas. Para nosotros es importante fomentar el derecho a la libre formación de opinión en Belarús, y tenemos la obligación, pura y simple, de ponernos manos a la obra con algunos de esos proyectos que, desde el punto de vista económico, pueden ser extremadamente modestos, pero que suponen un gran espaldarazo moral para los bielorrusos que luchan por la democracia. Necesitan oír y comprender que hay alguien preocupado por su situación, que está detrás de ellos y que les apoyará de todo corazón. Al combatir, están exponiendo sus vidas a un gran peligro. Desde fuera, debemos ayudarles. Tenemos una responsabilidad, y creo que usted nos debe explicar cómo piensan afrontarla en la práctica.

 
  
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  Konrad Szymański, en nombre del Grupo UEN.(PL) Señor Presidente, en las últimas semanas el régimen de Lukashenko ha añadido una más a su lista de dudosas prácticas. Ha empezado a jugar la baza nacionalista contra la comunidad polaca de Belarús, que ha vivido en el país desde tiempo inmemorial.

La Unión de Polacos de Belarús ha sido perseguida continuamente desde que fue elegida una nueva cúpula democrática, a pesar de que la organización se mantiene apartada de la política interior. El periódico en lengua polaca fue cerrado, y los medios de comunicación gestionados por el Estado emiten propaganda que presenta a los polacos como agentes de potencias extranjeras, financiados por la OTAN y la CIA, que prácticamente están preparando una revuelta sangrienta contra el Estado bielorruso.

La política de la UE debe responder a tales sucesos. En mi opinión, valdría la pena pensar en una mayor solidaridad intergubernamental entre los países, y también en solidaridad en la política comunitaria y transatlántica. En cuanto a la Comisión, deben dirigirse políticas a la puesta en marcha de proyectos muy específicos, como el apoyo a los medios de información independientes.

Señor Comisario, hay un asunto que quisiera destacar en especial. No cabe la menor duda de no habrá en esta Cámara comprensión para la pasividad ni la indolencia de la Comisión durante esta legislatura. Si siguen ustedes haciendo como hasta ahora, no conseguirá sino crear nuevas áreas de conflicto entre el Parlamento y la Comisión. No nos deja otra opción, señor Comisario.

 
  
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  Aldis Kušķis (PPE-DE). (LV) Señor Presidente, Señorías, señor Comisario, Lukashenko, el dictador de Belarús está consiguiendo crear un régimen totalitario, aprendiendo de los clásicos del comunismo totalitario soviético y elogiándolos; esta vez no usa la dictadura del proletariado y la ideología comunista como máscara, sino que está destruyendo metódicamente las libertades civiles y políticas de Belarús, la libertad de expresión y la información verídica. Los medios de comunicación están controlados y envían informes detallados a los ciudadanos de Belarús sobre las proezas del dictador. La radio emite canciones alegres y una máquina propagandística digna de Goebbels está minando la confianza de la sociedad. Están destruyendo la necesidad de libertades democráticas, la desesperanza degrada los sueños de los ciudadanos y la fe en sus propias fuerzas. ¿Cómo podemos detener este proceso de pérdida de memoria cultural? ¿Cómo podemos preservar esas parcelas de sociedad civil que aún permanecen intactas? ¿Cómo podemos crear una nueva demanda interna de información honesta y veraz?

Podemos hacerlo si la Unión Europea cumple con sus derechos y obligaciones. Cumpliendo el derecho y la obligación de crear un espacio de información libre con fondos presupuestarios que ya se han votado este año. Insto a la Comisión Europea a que deje de usar la diplomacia exagerada y cumpla con sus obligaciones. El lanzamiento de programas de radio independientes depende exclusivamente de la buena voluntad de la Comisión Europea. Las cuestiones financieras, técnicas y organizativas pueden resolverse este mismo año. En este momento, los periodistas profesionales están reservándose para crear contenidos objetivos. Este trabajo será un honor aún mayor que el premio Sajarov concedido por el Parlamento Europeo el año pasado. Les insto a que apoyen esta resolución. Apóyenla y llévenla a cabo, para que Belarús no se convierta en un estado totalitario.

 
  
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  Joseph Muscat (PSE).(EN) Señor Presidente, la señora Comisaria no necesita que ninguno de nosotros le explique lo que está pasando en Belarús. Al mismo tiempo, creo que usted está de nuestra parte, señora Comisaria. Pero, por favor, pongámonos manos a la obra. Es la petición que hacemos todos al unísono.

Las normas son un medio para un fin, no un fin en sí mismas. No podemos decir al pueblo bielorruso que no podemos ayudarles de momento porque hemos de cumplir normas complicadas. Cambiemos las normas.

Uno de los protagonistas de la elaboración de las normas y de la garantía de su cumplimiento es el Parlamento. Veamos lo que podemos hacer. Todos quisiéramos establecer compromisos concretos respecto al proyecto de emisora de radio, a la asistencia directa a las familias de las víctimas del régimen –están con el agua al cuello– y, en tercer lugar y sobre todo, a un calendario realista y concreto. Entiendo lo que quiere usted decir cuando se refiere a un calendario que comience, esperemos, después del verano y continúe durante el futuro previsible, pero hemos de contar con un calendario concreto de hitos específicos para los próximos doce meses.

 
  
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  Rolandas Pavilionis (UEN). (LT) La Universidad Europea de Humanidades que se cerró el año pasado en Minsk ha vuelto a renacer en Vilnius. Históricamente, las universidades de Europa han sido las precursoras de la Unión Europea. Las verdaderas raíces de la Unión Europea están en las universidades, y estas se fundamentan en la libertad de pensamiento. Por esta razón, acogemos con satisfacción la recuperación de la Universidad Europea de Humanidades en la resolución que presentamos al Parlamento en nombre del Grupo Unión por la Europa de las Naciones. También nos alegran los esfuerzos de la República de Lituania encaminados a difundir la democracia, la libertad de pensamiento y los derechos humanos a través de la educación, preparando a una generación para un nuevo país, vecino de la Unión Europea, que aún se encuentra atrapado en una dictadura. Por lo tanto, nos dirigimos a la Comisión Europea, a los Estados miembros de la Unión Europea y les instamos a seguir el ejemplo de los donantes de Europa y los Estados Unidos de América y apoyar a esta universidad de todas las maneras posibles. Estamos seguros de que así ampliaremos el reino de la libertad, en el que la libertad, la solidaridad y la cooperación de una nación están al servicio de la dignidad de la persona, nuestra propia dignidad.

 
  
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  Charles Tannock (PPE-DE). (EN) Señor Presidente, mi interés por Belarús viene de antiguo, y nunca he recomendado eliminar totalmente el contacto con las autoridades de Belarús en ámbitos de interés mutuo como el tráfico de personas y los asuntos comerciales. También es cierto que con la actual política de la UE no se ha obtenido ningún dividendo. El régimen del presidente Lukashenko ha retrocedido hasta una mentalidad de asedio, con lo que la creciente paranoia respecto a las intenciones de la UE, de los Estados Unidos, e incluso de Rusia, en algunos casos ha comportado un aumento de la represión y de las reacciones autoritarias.

En la práctica ha desaparecido la democracia, las elecciones han sido una parodia y el mandato del Presidente ya no tiene límites, aunque los observadores del CIS digan lo contrario. Se pisotean los derechos humanos, con desapariciones inexplicables de figuras de la oposición. El poder judicial dista mucho de ser independiente y no pone en tela de juicio la campaña del Ministro de Justicia adjunto, Paval Radzivonaw, como principal arquitecto de las enérgicas medidas tomadas en periódicos como Novaya Gazeta Smorgoni y Vremya. La condena de figuras de la oposición como Mikhail Marinich es una prueba más de todo ello. La libertad de prensa es prácticamente inexistente ahora, con la suspensión de los periódicos y el acoso y la penalización de los periodistas, incluyendo a los corresponsales extranjeros. En teoría, los bielorrusos pueden incluso ser enviados a campos de trabajo por atreverse a criticar al Presidente. El año pasado una periodista, Veronika Cherkasova, fue asesinada misteriosamente.

En términos de libertad de medios, la situación de Belarús es actualmente similar a la de algunos regímenes paria del mundo, como Cuba, Birmania, Corea del Norte o Irán. La UE y los Estados Unidos están de acuerdo en condenar a este régimen brutal e imponen hábiles sanciones a los oficiales del régimen.

Apoyo firmemente la emisión independiente por radio en Belarús desde la UE y también la ayuda financiera a los periodistas y a la sociedad civil de Belarús. Espero que los días de ese horrible régimen estén contados y que pronto quede fuera del mapa de Europa.

 
  
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  Benita Ferrero-Waldner, miembro de la Comisión. (EN) Señor Presidente, pienso, en efecto, que no discrepamos. Es un régimen en que se pisotea la libertad, de modo que tenemos que hacer algo que ya he explicado tres veces. Fue la Comisión quien acordó ir a Lituania junto con algunos Estados miembros para trabajar juntos y encontrar las estrategias acertadas.

Las estrategias correctas están ahí, el problema es nuestra normativa financiera. Esta normativa financiera se introdujo porque el Parlamento la pidió. ¿Por qué? Porque ha habido irregularidades, pero ahora estamos atados de manos. Es muy difícil para mí ir en contra de las normas financieras, y por ese motivo se requiere tanto tiempo. No puedo ir sencillamente y dar dinero a cualquier ONG. Tiene que hacerse de acuerdo con las normas, y las normas son muy difíciles y estrictas. Si queremos cambiar las normas, y no me importaría empezar a simplificarlas, francamente, necesito el apoyo del Parlamento, ya que de lo contrario no puedo hacer nada. No quiero que se me acuse de cometer irregularidades, como les ha ocurrido a algunos colegas. Siempre soy flexible y estoy abierta. Estudiaré el tema, pero se requiere mucho tiempo. Pueden transcurrir meses antes de que las cosas estén en su sitio, pero avanzaremos en la dirección correcta.

No creo que sea correcto decir que el Consejo tiene otras ideas. El Consejo vino detrás de nosotros. Nosotros empezamos a trabajar con algunos Estados miembros y con muchas ONG, pero el Consejo no es responsable de la puesta en práctica. La puesta en práctica nos corresponde a nosotros, de conformidad con la Perspectiva Financiera y las normas y según nuestras limitaciones. Ese es el verdadero quid de la cuestión. Sus Señorías deben saberlo, y por eso les hablo clara y abiertamente.

Tampoco es correcto decir que no nos comunicamos con Rusia sobre este tema. Por supuesto que sí. Aunque la realidad es que Rusia no ha cambiado nada hasta el momento y parece que será difícil que lo haga. Pero estoy completamente de acuerdo, y ya estuvimos de acuerdo en el seminario, en que debemos acercarnos a los medios de comunicación y tener contacto directo con la sociedad de allí; deberíamos formar a los periodistas.

También deberíamos trabajar vía Ucrania. Hemos trabajado con nuestros amigos polacos y lituanos, y también trabajaremos mucho con los ucranianos, ya que tienen mejor acceso que nosotros. Es cierto que Lukashenko está imponiendo medidas más estrictas porque teme que pueda empezar un movimiento similar al de Ucrania, Georgia y el Kirguistán.

Esa es la realidad de la situación, pero en estos momentos no puedo darles más información. Trabajamos en la puesta en práctica pero, por desgracia, se tarda más tiempo del que yo quisiera. Durante mi cargo anterior como ministra de Asuntos Exteriores, yo daba una instrucción y la instrucción se seguía, y quizás en los meses siguientes se ponía en práctica. En la Comisión, es más complejo. Debemos ser muy cuidadosos para asegurarnos de que no cometemos irregularidades. Pero estoy dispuesta a estudiar esa situación, si Sus Señorías también lo están.

 
  
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  El Presidente. He recibido seis propuestas de resolución(1) de acuerdo con el apartado 2 del artículo 103 del Reglamento.

El debate queda cerrado.

La votación tendrá lugar el jueves a las 12.00 horas.

 
  

(1) Cf. Acta.

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