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Debates
Lunes 26 de septiembre de 2005 - Estrasburgo Edición DO

16. Protocolo al Acuerdo de pesca de atún CE/Comoras (2005 2010)
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  El Presidente. De conformidad con el orden del día, se procede al debate del informe de la señora Fraga Estévez, en nombre de la Comisión de Pesca, sobre la propuesta de Reglamento del Consejo relativo a la celebración del Protocolo por el que se fijan las posibilidades de pesca de atún y la contrapartida financiera previstas en el Acuerdo entre la Comunidad Económica Europea y la República Federal Islámica de las Comoras sobre la pesca en aguas de las Comoras, para el período comprendido entre el 1 de enero de 2005 y el 31 de diciembre de 2010[COM(2005)0187 C6-0154/2005 2005/0092(CNS)] (A6-0260/2005).

 
  
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  Joe Borg, miembro de la Comisión. (EN) Señor Presidente, antes de exponer la posición de la Comisión en este expediente, permítame dar las gracias a la Comisión de Pesca y, muy especialmente, a la ponente, la señora Fraga Estévez, por la excelente labor que ha llevado a cabo en un plazo tan ajustado.

Me complace poder presentar a sus Señorías el proyecto de propuesta para la celebración del protocolo por el que se establecen las oportunidades de pesca de atún y la contribución financiera en el marco del Acuerdo CEE-Comores.

Como saben sus Señorías, la Comunidad mantiene una relación desde hace largo tiempo con la zona pesquera de las Comores. El primer acuerdo pesquero con este país se remonta a 1988. Aunque se trata del acuerdo atunero de menor envergadura, su importancia se debe a la ubicación estratégica de sus caladeros en el Océano Índico, así como a las posibilidades de pesca obtenidas.

El nuevo Protocolo, que fue rubricado el 24 de noviembre de 2004, abarca un período de seis años, del 1 de enero de 2005 al 31 de diciembre de 2010. El Protocolo concede oportunidades de pesca para 40 atuneros cerqueros y 17 palangreros de superficie, y contempla una contribución financiera de 390 000 euros anuales. El acuerdo es de beneficio mutuo para ambas partes y recoge una serie de elementos nuevos, entre los que destacan los siguientes: En primer lugar, una cláusula de exclusividad, que prohíbe la existencia de licencias privadas u otros acuerdos privados fuera del ámbito del Acuerdo. En segundo lugar, la obligación de establecer un sistema de seguimiento de buques para reforzar las inspecciones realizadas en los buques que faenan en aguas de las Comores. En tercer lugar, una cláusula social de aplicación a los marineros locales contratados por buques comunitarios. En cuarto lugar, normas relativas a la presencia a bordo de observadores, y en quinto y último lugar, el ajuste de la distribución del coste del Acuerdo entre la Comunidad y los armadores en una proporción situada entre 65/35 % y 75/25 %, que ya se aplica en otros acuerdos atuneros en el Pacífico. Este aumento de la cuota de los armadores en el coste del Acuerdo se aplicará progresivamente a todos los acuerdos atuneros de la Comunidad, como se exige en la reforma de la Política Pesquera Común.

Creo que estos nuevos elementos introducidos mediante el diálogo con las autoridades de Comores y que coinciden con los principios que figuran en los nuevos Acuerdos de asociación en materia de pesca garantizarán que el Acuerdo con las Comores contribuya a una pesca responsable y sostenible en las aguas de este país.

Esta labor contempla igualmente el establecimiento de objetivos anuales y plurianuales, la distribución de parte de la compensación financiera –un 60 %–, los objetivos que se desean alcanzar y los criterios y procedimientos que permitan evaluar los resultados anuales obtenidos de conformidad con el artículo 7 del Protocolo.

Permítanme ahora abordar las enmiendas. En cuanto a la enmienda 1, la Comisión considera que no es necesaria, ya que pronto se pondrá en marcha el procedimiento par adoptar el nuevo acuerdo marco, el Acuerdo de asociación en materia de pesca.

Respecto a las enmiendas 2, 3 y 5, la Comisión coincide plenamente con su espíritu. No obstante, la Comisión ya transmite este tipo de información de conformidad con los acuerdos interinstitucionales vigentes y, en particular, con el Acuerdo marco entre la Comisión y el Parlamento Europeo. Por consiguiente, la Comisión considera que estas enmiendas resultan superfluas.

Por lo que se refiere a la enmienda 4, me gustaría recordar las disposiciones comunitarias básicas relativas al mandato de la Comisión para negociar en nombre de la Comunidad. El Consejo ha autorizado a la Comisión a negociar acuerdos y arreglos pesqueros entre la Comunidad y las Comores. En vista de ello, la renovación periódica no requiere un nuevo mandato cada vez que se negocia.

La Comisión no puede aceptar la enmienda 6. La Comisión ha entablado un diálogo permanente con el sector en el marco de un grupo sectorial especial. Este grupo se reúne periódicamente para deliberar sobre las próximas negociaciones y otras cuestiones técnicas. Además se invita a expertos de los Estados miembros para que estén presentes durante las negociaciones de los acuerdos o protocolos de pesca.

 
  
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  Carmen Fraga Estévez (PPE-DE), ponente. (ES) Señor Presidente, estoy segura de que este Pleno, al igual que la Comisión de Pesca, respaldará la firma de este Acuerdo de pesca entre la Unión Europea y las Comoras que da continuidad a protocolos anteriores y que permitirá faenar a 57 barcos comunitarios hasta el año 2010.

Este Acuerdo es también un paso más en el nuevo modelo de acuerdos de asociación destinados a fomentar una cooperación aún mayor y una mayor implicación en el desarrollo del sector pesquero del tercer país. No obstante, aun respaldando los principios que animan este modelo, debemos insistir en que dista mucho de ser claro.

En primer lugar, es el primero que llega al Parlamento en el que, de modo unilateral y sin que medie petición del tercer país, la Comisión ha decidido subir, de 25 a 35 euros, es decir un 40 %, el canon que pagan los armadores por tonelada pescada, y sin haberles consultado. La Comisión se defiende diciendo que la subida estaba prevista en las conclusiones del Consejo de Ministros de 2004, pero lo que todos dedujimos de aquellas conclusiones fue que se emprendería una subida gradual de los cánones, cuando la realidad ha sido una escalada por decreto y bastante brutal.

Este Parlamento, al igual que el sector, se encuentra con una política de hechos consumados, llevados a cabo por los negociadores de la Comisión por su cuenta y riesgo, y sin que tengamos oportunidad de examinar dichas decisiones más que a toro pasado, cuando llega a nuestra comisión –por cierto cada vez con más retraso– el Protocolo firmado y rubricado.

Nuestra Institución no puede estar de acuerdo con perpetuar esta situación de oscurantismo. Por ello, en mi informe propongo que los armadores puedan estar ahora presentes en la comisiones mixtas con el fin de que puedan, al menos, estar informados en tiempo real de lo que se prepara para ellos.

Por lo que se refiere al Parlamento, aprovecho para pedir de nuevo -y me dirijo esta vez al Consejo, que está ausente- que un miembro de la Comisión de Pesca esté presente como observador en las negociaciones. Sinceramente, no entendemos su oposición, ya que un observador no puede interferir en las decisiones, pero, en cambio, estaríamos mejor informados, lo que no puede tener nada de malo, a no ser que los negociadores tengan algo que ocultar.

Igualmente grave, esta vez presupuestariamente hablando, es que, en contra de las conclusiones del Consejo, alguno de estos acuerdos, como el que hoy nos ocupa, no está respetando la obligada diferenciación entre lo que se paga como contrapartida financiera por las posibilidades de pesca y lo que se paga como ayuda al desarrollo.

Desde el punto de vista de la transparencia presupuestaria, esta situación es inaceptable. Además, la Comisión es claramente consciente de ello y ha reconocido ante la Comisión de Pesca que incumple esta obligación. Pero no da la más mínima explicación de lo que le ha llevado a hacerlo, al menos en este caso.

Por último, señor Presidente, en aras de esta necesaria simplificación y después de un encomiable periodo de paciencia de este Parlamento, ha llegado el momento de exigirle a la Comisión que presente su modelo para los acuerdos regionales y, en particular, el acuerdo tipo atunero.

Como es sabido, la flota atunera solicita licencias de pesca a cada país de la zona para poder seguir los bancos de atún que atraviesan los distintos caladeros. En la actualidad ello obliga a embarcar a un número apreciable de marineros de cada uno de los países, lo que convierte a cada buque en una ONU en miniatura, con, a veces, insuperables problemas de lenguas, costumbres, tradiciones e incluso espacio, por no hablar del coste.

Es una situación totalmente absurda a la que se suma la falta de concreción de algunos de los aspectos más pragmáticos, como es la propia definición de qué es una marea o, por ejemplo, la mecánica de las transmisiones electrónicas. Puede que sea normal que a los negociadores se les escapen estos detalles, pero si uno se pone por un momento en la piel de un patrón de pesca se da cuenta de que al final su principal preocupación son las cuestiones administrativas y de personal más que la propia pesca.

Señor Presidente, solicitando, desde luego, la aprobación de este acuerdo fundamental para el suministro europeo de atún, así como para el sector pesquero de Comoras, desearía que se tomaran en consideración las observaciones aquí formuladas.

 
  
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  Helga Trüpel (Verts/ALE), ponente de opinión de la Comisión de Presupuestos. - (DE) Señor Presidente, señor Comisario Borg, quiero empezar volviendo a hacer hincapié en que la política de pesca que, por supuesto, es tan importante en la Unión Europea, es un ejemplo clásico de la necesidad de reconciliar los intereses económicos y las necesidades del medio ambiente. La Unión Europea se ha fijado el objetivo de proteger las poblaciones de peces y de contribuir a su recuperación, además de evitar la sobreexplotación y promover los intereses económicos de la industria pesquera. Para ello es fundamental que haya transparencia y, teniendo eso en cuenta, la Comisión de Presupuestos ha presentado las dos enmiendas a las que quiero dedicar esta intervención.

El presente acuerdo expira en 2010 y, como es nuevo, lo importante es si realmente se realizará una evaluación posterior que se presentará ante esta Cámara a tiempo de adoptarse nuevas disposiciones y de negociar un nuevo Acuerdo. Esta Cámara insiste en que se notifiquen debida y puntualmente cuando estén disponibles los datos de dicha evaluación, y me gustaría que usted, Comisario Borg, se comprometiera claramente a informar a esta Cámara y a encargarse de que reciba los datos de cualquier evaluación que se lleve a cabo dentro de los plazos establecidos.

Del mismo modo, estamos hartos de que las propuestas de acuerdos lleguen a esta Cámara meses después de que la pesca haya comenzado. Asimismo, espero que diga con claridad si va a cambiar esa práctica y si se empezará a notificar e informar a esta Cámara a su debido tiempo.

 
  
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  Dorette Corbey, en nombre del Grupo del PSE. - (NL) Señor Presidente, quiero dar las gracias a ambas ponentes, cuyo informe he leído con gran interés. El atún es un pescado muy apreciado, saludable y rico en aceite Omega 3, que es tan importante. Lo importante es que la especie del atún sobreviva a la pesca de modo que los futuros pescadores puedan capturar atún y los futuros consumidores puedan disfrutarlo.

El contenido de los acuerdos de pesca es vital para las pesquerías europeas, los países en desarrollo y sobre todo también para los peces. Aunque como nuevo miembro de la Comisión de Pesca, me perdí los debates sobre las Comoras, me gustaría hacer un par de observaciones.

La primera se refiere a la pesca justa y a las verdaderas asociaciones. El acuerdo sigue un mecanismo que fue muy beneficioso para la Unión Europea. Por cada euro invertido, la Unión Europea obtenía 5,7 euros. Lamentablemente, no puede decirse lo mismo de las Comoras, un país golpeado por la pobreza. Por tanto, estoy un poco sorprendida por el hecho de que la señora Fraga rechace el aumento de las contribuciones de la Unión Europea y de los pescadores. Después de todo, ha sido un mecanismo muy beneficioso. Solo mediante verdaderas asociaciones, en lugar de beneficios económicos unilaterales, podrá lograrse una mayor cohesión en materia de cooperación para el desarrollo, pesca e investigación científica.

Apoyo totalmente el deseo de la Comisión de Desarrollo de destinar los fondos de pesca a los pescadores locales. Me gustaría que hubiera especificaciones más detalladas sobre la población local que trabaja en los barcos.

En segundo lugar, con respecto a la pesca sostenible, los consumidores han de tener la oportunidad de comprar pescado sostenible, atún sostenible, certificado por los PMMO o un organismo similar. El pescado sostenible es, sobre todo, pescado que no se está pescando en exceso. Para ello necesitamos ciertos datos, y también se necesita estrechar la vigilancia y la inspección. El artículo 7 del Protocolo estipula que la Unión Europea debe contribuir a garantizar la sostenibilidad futura de la pesca de atún.

Tengo algunas preguntas. ¿Me puede garantizar el Comisario que «en el futuro» significa lo antes posible? ¿Qué medidas adoptará usted para garantizar a corto plazo que el atún indopacífico sea también atún sostenible? ¿Qué capacidades tiene que desarrollar el Gobierno de las Comoras para poder garantizar una pesca sostenible de atún y qué ayuda le está ofreciendo la Unión Europea a este respecto?

La pesca sostenible implica también pescar sin la captura accidental de especies de peces amenazadas. Tiburones, tortugas y delfines corren el riesgo de ser rodeados y atrapados. El patudo y el atún aleta amarilla son especies amenazadas que se capturan en las mismas redes. ¿Conoce usted, señor Comisario, las cantidades de patudo y de atún aleta amarilla que pueden encontrarse en la región de las Comoras? ¿Cuándo se publicarán los resultados de los estudios que la Unión Europea ha encargado y qué nivel de ayuda va a conceder la Unión Europea al Grupo de trabajo de capturas accidentales de la Comisión del Atún del Océano Índico?

 
  
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  Carl Schlyter, en nombre del Grupo Verts/ALE. - (SV) Señor Presidente, las Comoras están muy lejos de aquí y lo que hacemos allí es un secreto. No llega a debatirse aquí. Pero si las imágenes de la televisión de las Comoras llegaran a nuestras casas, el Parlamento nunca aprobaría este acuerdo. Compramos los derechos de pesca al Gobierno, pero aquellos a quienes realmente quitamos el pescado, es decir, a los pescadores de los pueblos, no tienen influencia alguna y rara vez reciben compensaciones suficientes. Ni los Parlamentos nacionales ni el Parlamento Europeo tienen influencia digna de mención y eso se presenta como un hecho consumado. A solo diez meses de la entrada en vigor del acuerdo se nos brinda la oportunidad de expresar nuestra opinión. Este Parlamento ha solicitado cambios en muchas ocasiones. Ya va siendo hora de retomar el control democrático de esos acuerdos, que guardan más relación con el colonialismo trasnochado que con el comercio y la democracia modernos. Por tanto, celebro la propuesta de obtener más información. Quiero dar las gracias a la Comisión por la mayor cofinanciación de quienes utilizan el acuerdo, de manera que se reduzca la carga que soportan nuestros contribuyentes, pero lamento el hecho de que se esté ampliando el acuerdo para incluir varias toneladas al año. Creo que las pequeñas comunidades pesqueras del país asociado deben tener derecho de veto sobre los acuerdos. Mi Grupos votará en contra de este acuerdo, que favorece a los pescadores de la Unión Europea en detrimento de sus colegas más pobres del sur.

 
  
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  Hélène Goudin, en nombre del Grupo IND/DEM. - (SV) Señor Presidente, los acuerdos de pesca de la Unión Europea con terceros países han sido objeto de duras críticas por parte de más de una organización dedicada al desarrollo, como el Comité Sueco de Cooperación en materia de Desarrollo Internacional (Sida). Es cierto que se han reformado los acuerdos, pero la crítica de los acuerdos de cooperación actuales está totalmente justificada.

Las Comoras ocupan un lugar estratégico y, por tanto, según la ponente, un acuerdo de pesca con esa república insular complementaría los acuerdos actuales de la Unión Europea con terceros países. En otras palabras, son los pequeños intereses de la Unión Europea los que hay que proteger, en lugar de los supuestos intereses de los pescadores indigentes de las Comoras. La Unión Europea explota su presunción de poder para garantizar intereses económicos a corto plazo. El acuerdo sobre el atún con las Comoras no es especialmente amplio, pero la cuestión de los acuerdos de pesca es importante en principio. No estaría mal que los costes de los acuerdos de pesca recayeran totalmente en las partes que deciden hacer uso de ellos. ¿Por qué los contribuyentes europeos deben pagar unos acuerdos de pesca que favorecen a las flotas de solo unos pocos países de la Unión Europea? La ponente cree que los armadores pagan demasiado por estos acuerdos. La Lista de Junio cree, por el contrario, que este asunto no es competencia de la Unión Europea y que los acuerdos no deben pagarse en ningún caso con los recursos de la Unión Europea.

La Presidencia del Reino Unido y la Comisión han establecido que las cuestiones de desarrollo en África constituyen un ámbito político prioritario. No obstante, existe una voluntad limitada de reformar en serio la contraproducente política europea en materia de agricultura, comercio y pesca. Al parecer, se pretende aumentar la ayuda sin hacer nada con respecto a los problemas estructurales que hacen más difícil la erradicación de la pobreza en los países en desarrollo.

 
  
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  Manuel Medina Ortega (PSE). – (ES) Señor Presidente, los oradores que me han precedido no se han molestado siquiera en ir a visitar los países con los que firmamos acuerdos de pesca; yo sí lo he hecho: he estado en las Comoras, he vivido con su población, he visto cómo viven y he visto la importancia que tiene este Acuerdo para el desarrollo económico de estas islas. Por ello, me parece que ya está bien de decir tonterías sin tener ninguna preparación.

Estoy totalmente de acuerdo con la ponente sobre este tema. Creo que es un Acuerdo importante para nosotros y para la población de las Comoras y, por tanto, apruebo su redacción.

El Acuerdo ayuda a mantener la estabilidad del sector aquí y contribuye al desarrollo de esos países. Se trata de la transición de unos primeros acuerdos exclusivamente comerciales a unos acuerdos con los que estamos ayudando a esos países a desarrollarse.

La estructura actual de los acuerdos ayuda al desarrollo de estos países. Podríamos hacer más, probablemente, si contáramos con una mayor participación de los pescadores y de los armadores. Las propuestas que ha hecho la Comisión de Pesca en este sentido son razonables y las apoyo firmemente; nos ayudarían a eliminar los trámites burocráticos.

Necesitamos, además, una política general con respecto a toda esta zona del Índico, en la que, aunque la presencia en el aspecto cerquero es importante, la presencia general de la Unión Europea es muy pequeña en comparación con la explotación de los recursos por países asiáticos, como Taiwán, Japón o la República de Corea, que sí están explotando esos recursos en perjuicio de la población.

La explotación de la Unión Europea es muy moderada y, desde luego, me uno a la ponente en la protesta contra una especie de discriminación, en virtud de la cual en los acuerdos con la zona sur son los pescadores los que tienen que pagar, mientras que en los acuerdos con la zona norte no se produce ese aumento de los cánones que ahora nos quieren imponer. En todo caso, el Acuerdo es importante para nosotros y para los países de esta zona y, desde luego, me gustaría que se prosiguiera en esta línea con relación a otros aspectos.

Habría motivos, quizás, para oponerse a ello dadas las consideraciones que he expuesto antes, pero creo que la Unión Europea tiene la obligación de seguir profundizando en este tipo de relaciones. Estos países, y concretamente las Comoras, necesitan desesperadamente nuestra presencia. Las Comoras son tres pequeñas islas perdidas en el Océano Índico, no tienen realmente una gran posición estratégica, están en el Canal de Mozambique, sus ciudadanos están afectados por todas las enfermedades posibles –el dengue, la malaria, la fiebre amarilla y otras–, y, precisamente, el gran problema que tienen estas islas es la ausencia de elementos para el desarrollo.

Creo que el Acuerdo pesquero es algo que podrá y deberá ayudar, a condición de que impliquemos mucho más a nuestros marinos y a nuestros pescadores en el desarrollo económico de estas islas, en su propio beneficio y también en beneficio de la Unión Europea.

 
  
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  Joe Borg, miembro de la Comisión. Señor Presidente, quiero comenzar dando las gracias a todos los oradores por sus comentarios. Voy a comentar una serie de aspectos, empezando por el planteado por la señora Fraga con respecto a los cánones de licencia. El reequilibrio de los costes no es algo nuevo. Si analizamos la evolución de esta variable desde mediados de la década de 1980, encontramos que hasta mediados de la de 1990 la proporción de reparto era de 80 a 20. Luego, desde mediados de la década de 1990 hasta nuestros días, dicha proporción ha pasado a ser de a 25.

Puedo afirmar que la decisión de la Comisión de aumentar el canon de atún pagado por los armadores está justificada por varios motivos, incluida la necesidad de aumentar la responsabilidad financiera de los armadores comunitarios y garantizar una contribución justa al Estado costero. Según se refleja en las conclusiones del Consejo de julio de 2004, esta contribución debe ser justa, equilibrada y no discriminatoria.

La proporción de 35 a 65 ya se ha aplicado en todos los acuerdos sobre el atún firmados en el Pacífico, incluido Kiribati, las Islas Salomón y los Estados Federados de Micronesia, y los Estados miembros afectados no han formulado ninguna objeción a esto.

Llegado el momento de la renovación del Protocolo CE-Seychelles el pasado mes de septiembre, la Comisión había anunciado ya al grupo externo del Consejo que se proponía aplicar la proporción de 35 a 65. Durante las negociaciones, las Seychelles pidieron a la Comisión posponer esta modificación para evitar distorsionar la competencia según el Acuerdo de Tanzania, que pronto entrará en vigor y en cuya fase inicial, la proporción aplicable seguirá siendo de 25 a 75. El Acuerdo CE-Seychelles mantuvo por consiguiente la proporción de 25 a 75, pero se acordó una fórmula según la cual la transición hacia la proporción de 35 a 65 será efectiva en un futuro próximo.

La armonización de la proporción de 35 a 65 en otros acuerdos pesqueros se implantará en 2006. La misma proporción de 35 a 65 se implantará en los demás acuerdos pesqueros en la zona, los de Mauricio y Madagascar, que se negociarán en 2006.

Además, la Comisión se propone mantener una reunión con el sector atunero a finales de 2005 con el fin de debatir todos los temas de importancia.

Asimismo, subrayo y repito que existe un diálogo constante con el sector, dentro del marco del grupo sectorial especial, y voy a procurar que dicho diálogo se intensifique aún en mayor medida. También veré qué se puede hacer para minimizar en lo posible los retrasos a la hora de efectuar los pagos a terceros países.

En cuanto al punto suscitado por la señora Corbey, me permito apuntar que todos los acuerdos son sometidos además a una evaluación de la salud de las poblaciones de peces. Citaré el reciente acuerdo con Marruecos, en el que la Comisión demostró la seriedad con que asume sus obligaciones al realizar antes una evaluación científica, de acuerdo con la nueva política sobre los acuerdos de cooperación pesquera. El acuerdo se ciñó a lo que podría denominarse «la población excedentaria». En otras palabras, la pesca que puede capturarse de manera sostenible por encima de lo que los pescadores locales puedan capturar. El acuerdo solo cubre, por tanto, dichas poblaciones excedentarias de peces dentro de los límites de la sostenibilidad. Esta política está siendo adoptada y aplicada a todos los acuerdos de cooperación pesquera.

Agradezco al señor Schlyter su apoyo en lo referente al reequilibrio de los costes. También doy las gracias al señor Medina Ortega por su apoyo respecto del nuevo acuerdo de cooperación pesquera y procuraré que se haga todo lo posible para limitar la burocracia innecesaria. Quiero expresarle además mi agradecimiento por sus opiniones que dimanan de su experiencia directa en la pesca en las Comoras y el Océano Índico.

Respondiendo a la señora Goudin, este acuerdo prevé un segmento de desarrollo bajo el cual la Unión no solo se beneficia de los derechos de pesca, sino que se obliga a prestar asistencia al sector pesquero de las Comores. Este es un elemento nuevo de los acuerdos de cooperación, que se está incorporando en todos los acuerdos con terceros países.

 
  
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  El Presidente. El debate queda cerrado.

La votación tendrá lugar mañana a las 12.00 horas.

 
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