Índice 
Acta literal de los debates
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Miércoles 26 de octubre de 2005 - Estrasburgo Edición DO
1. Apertura de la sesión
 2. Proyecto de presupuesto general 2006 (Sección III) - Proyecto de presupuesto general 2006 (Otras secciones)
 3. Turno de votaciones
 4. Gases fluorados de efecto invernadero
 5. Emisiones procedentes de los sistemas de aire acondicionado en vehículos de motor
 6. Emisiones sonoras en el entorno debidas a las máquinas de uso al aire libre
 7. Redes transeuropeas de transporte y energía
 8. Aditivos alimentarios
 9. Lucha contra la delincuencia organizada
 10. Estrategia de lucha contra una pandemia de gripe
 11. Patente para las invenciones biotecnológicas
 12. Enfoque comunitario de la gestión de las migraciones económicas
 13. Explicaciones de voto
 14. Correcciones de voto: véase el Acta
 15. Bienvenida
 16. Aprobación del Acta de la sesión anterior: véase el Acta
 17. Preparación del próximo Consejo Europeo informal
 18. Turno de preguntas (preguntas al Consejo)
 19. Composición del Parlamento: véase el Acta
 20. Afganistán
 21. Situación en Azerbaiyán en vísperas de las elecciones
 22. El proceso de Barcelona renovado
 23. Orden del día de la próxima sesión: véase el Acta
 24. Cierre de la sesión


  

PRESIDENCIA DEL SR. BORRELL FONTELLES
Presidente

 
1. Apertura de la sesión
  

(Se abre la sesión a las 9.05 horas)

 

2. Proyecto de presupuesto general 2006 (Sección III) - Proyecto de presupuesto general 2006 (Otras secciones)
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  El Presidente. Empezamos nuestro orden del día con el debate conjunto sobre el procedimiento presupuestario para el ejercicio 2006. Examinamos

- el informe del señor Giovanni Pittella, en nombre de la Comisión de Presupuestos, sobre el proyecto de presupuesto general de la Unión Europea para el ejercicio 2006 (Sección III, Comisión) [C6-0299/2005 - 2005/2001(BUD)] (A6-0309/2005) y

- el informe del señor Valdis Dombrovskis, en nombre de la Comisión de Presupuestos, sobre el proyecto de presupuesto general de la Unión Europea para el ejercicio 2006 (Sección I, Parlamento Europeo; Sección II, Consejo; Sección IV, Tribunal de Justicia; Sección V, Tribunal de Cuentas; Sección VI, Comité Económico y Social; Sección VII, Comité de las Regiones; Sección VIII (A), Defensor del Pueblo Europeo; Sección VIII (B), Controlador Europeo de Protección de Datos) [C6-0300/2005 - 2005/2002(BUD)] (A6-0307/2005).

 
  
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  Giovanni Pittella (PSE), ponente. – (IT) Señor Presidente, Señorías, en este largo procedimiento que nos ha conducido hasta la votación en primera lectura, con frecuencia han resonado en mi mente dos preguntas. La primera: ¿qué es el presupuesto? ¿Un frío ejercicio contable o un acto político clave? La segunda: las decisiones –o mejor dicho, la «codecisiones»– que tomamos, ¿constituyen de verdad una prioridad para nuestros ciudadanos y nos corresponde a nosotros la tarea de financiar esas prioridades o sería más justo que se financiasen con cargo a los presupuestos nacionales o regionales?

Creo que estas dos preguntas, aplicables tanto al presupuesto anual como a las perspectivas financieras, preceden al análisis de las partidas y categorías de gastos. Representan el núcleo de un debate que debe salir de los áridos tecnicismos porque es un debate totalmente político. Si la Unión Europea debe tomar algunas medidas y no otras, no se puede decidir a puerta cerrada, alimentando una rancia y vacua dialéctica entre actitudes rigoristas y laxistas.

Es un tema capital de la agenda política europea y me sorprende –se lo digo a los representantes del Consejo– que en la Cumbre de Jefes de Estado y de Gobierno de mañana no haya lugar para estas cuestiones. ¿Cómo se puede escribir la agenda social de la Unión sin vincularla también a las decisiones que se toman en torno al presupuesto anual y plurianual? Es un misterio que espero encuentre respuesta en la intervención de hoy del Presidente en ejercicio del Consejo, el señor Blair.

La cuestión de los recursos financieros necesarios para desempeñar nuestras tareas es clave. Ha llegado el momento de afrontarla con valentía. El tema es: ¿hay responsabilidades que deben desempeñarse en el nivel supranacional? ¿Hay un valor añadido europeo respecto del gasto público nacional? ¿Cuáles son esas políticas y programas y cuál es su lugar en el presupuesto europeo?

Pondré algunos ejemplos. El primero: la política de cohesión, ¿es una política necesaria y quién debe llevarla a cabo? No hay duda de que los desequilibrios sociales, económicos y territoriales siguen caracterizando a la Unión. Es esencial, por tanto, promover el desarrollo económico afrontando las carencias estructurales, estimulando el crecimiento sostenible y apostando de forma significativa por el relanzamiento del empleo y de la competitividad. Esta política debe hacerse a escala europea, porque solo en este nivel puede ser eficaz en términos de costes, racionalización y uniformidad de los procedimientos, reparto de los recursos, programación de los objetivos e intercambio de buenas prácticas.

Segundo ejemplo: la investigación. ¿Es necesario adoptar políticas de investigación a escala europea? O mejor, aparte de los Estados individuales y los agentes privados, ¿debe haber también un compromiso directo a escala europea en la investigación? El diferencial de competitividad que estos años ha debilitado nuestro continente con respecto a las economías emergentes o las consolidadas está a la vista de todos. ¿Podemos colmar esa diferencia solo con medidas de protección o hay que potenciar los esfuerzos europeos de investigación creando centros de excelencia, aportando valor añadido a la industria, a las pequeñas y medianas empresas, promoviendo la cooperación entre operadores públicos y privados, sobre todo por lo que respecta a las infraestructuras de investigación y las cooperaciones sector público-privado, difundiendo el conocimiento y poniendo en red a nuestros investigadores que trabajan por todo el mundo?

La Unión Europea forma –y esto lo saben ustedes– más doctores en disciplinas científicas y en ingeniería que los Estados Unidos, pero muchos deciden emigrar o emprenden carreras de otro tipo. Actualmente, hay en torno a 85 000-90 000 investigadores europeos trabajando en el sector de la investigación científica en los Estados Unidos. Un aumento de las inversiones a escala europea contribuiría sin duda a reducir este problema. A este respecto, la comparación de datos a escala internacional indica que la Unión Europea tiene aún un largo camino que recorrer para alcanzar a sus principales competidores.

En 2001, la Unión Europea gastó el 1,9 % del PIB en investigación, mientras que Japón destinó el 3,1 % y los Estados Unidos el 2,8 %. El programa clave de nuestras intervenciones es, como sabemos, el Sexto Programa Marco, y actualmente se encuentra en la recta final el Séptimo Programa Marco. ¿Podemos dejar estos instrumentos sin unos recursos financieros adecuados?

Tercer ejemplo: enseñanza, formación, cultura y políticas juveniles. Tiene razón el Presidente en ejercicio del Consejo, el señor Blair, cuando recuerda, como hizo en su apasionado y valorado discurso inaugural de la Presidencia británica en esta Cámara, que debemos modernizar nuestro modelo social y reducir drásticamente la dramática cifra de 20 millones de desempleados, elevando los índices de productividad, formando a más trabajadores en materias científicas y actuando prioritariamente sobre el capital humano. No obstante, su posición podría perder eficacia si no viniera acompañada de decisiones coherentes en materia de medios financieros.

Hemos efectuado elecciones concretas al aumentar los importes para los programas destinados a los jóvenes: quizás no se haya producido nunca, antes de este presupuesto, un aumento tan importante, que afecta a los tres programas fundamentales para los jóvenes: Sócrates, Leonardo y YOUTH. Debemos trasmitir un mensaje potente a los jóvenes europeos y ser coherentes con el Pacto por la Juventud, que los Gobiernos lanzaron hace algunos meses, y poner en marcha nuevas acciones piloto, como Erasmus para los jóvenes emprendedores y Erasmus para los estudiantes de las escuelas medias-superiores (de 16 a 18 años).

Por último, las acciones exteriores. En estos años se ha producido una situación paradójica. Por una parte, se ha pedido con razón a la Unión Europea que desempeñase un papel más unitario e influyente en el mundo y, por otra, se ha reclamado, sobre todo por parte de los Estados miembros, que en materia de política exterior se mantuviese el poder de veto y un importe financiero del todo inadecuado.

Es pues legítimo que los ciudadanos europeos lamenten la sustancial falta de influencia de la Unión en la asamblea más amplia de la comunidad internacional. Hoy está previsto que el presupuesto comunitario, con tan solo 5 000 millones de euros, más o menos, se haga cargo de la reconstrucción en Iraq, de la reconstrucción en Afganistán, de la urgencia del tsunami, de las ayudas humanitarias, del refuerzo de la democracia, de la defensa de los derechos humanos en las zonas en crisis, de la lucha contra la pobreza y la miseria, de los programas de cooperación del Mediterráneo y Balcanes, de decenas y decenas de iniciativas importantes. Y, por último, se acaba de anunciar la necesidad de ampliar nuestra contribución para la reconstrucción de Pakistán, para la urgencia tras el terremoto. Se ha anunciado también una intervención más consistente para ayudar al proceso de paz en Oriente Medio.

Todo esto determina una insoportable tenaza entre estas declaraciones políticas, estos compromisos, estos deberes –me atrevería a decir– y la dotación financiera de la rúbrica 4, que es de solo 5 000 millones de euros. Esta tenaza, esta contradicción, contribuye a que todos nosotros –Parlamento Europeo, Comisión y Consejo Europeo– aparezcamos a los ojos de nuestros conciudadanos como los clásicos príncipes sin cetro. Pienso que también estas cuestiones tienen que ver con nuestro presupuesto.

Considero que la estrategia adoptada por la Comisión de Presupuestos se ha inspirado en los siguientes principios: mantener la coherencia con los enfoques de años anteriores; dejar abiertas todas las opciones estratégicas posibles para el Parlamento, a fin de tomar la decisión final en la conciliación de noviembre, sin denunciar en este momento el acuerdo interinstitucional, pero utilizando al máximo el instrumento de flexibilidad para defender todas nuestras prioridades; garantizar un adecuado nivel general de pagos; garantizar un adecuado nivel general de pagos de los Fondos Estructurales; aportar el máximo apoyo a la realización de los objetivos de Lisboa mediante un aumento de los recursos a favor de las pequeñas y medianas empresas, de la investigación, del medio ambiente y, sobre todo, de las políticas dirigidas a los jóvenes; aumentar el compromiso financiero de la rúbrica 4, es decir las acciones exteriores, cuyo límite máximo no permite financiar al mismo tiempo las urgencias, que de año en año se van sumando a las anteriores –Afganistán, Iraq, tsunami–, y las prioridades tradicionales del Parlamento. Les ahorro las cifras, que ustedes conocen al menos tan bien como yo, y paso a la conclusión política.

Estimados representantes del Consejo, señora Comisaria, Señorías, esta es nuestra posición. Es una posición fuerte y razonable, a favor de un presupuesto ambicioso, pero no pretencioso, una posición a la que hemos llegado gracias a la contribución responsable de todos los Grupos políticos, y quiero dar las gracias a todos los coordinadores de Grupo de la Comisión de Presupuestos y a todos los colegas que han contribuido a nuestro trabajo, que han hecho posible el examen de las más de 900 enmiendas y que hasta ahora han aportado a nuestra plataforma un amplísimo consenso. Doy las gracias a la señora Comisaria por la cooperación instaurada, que fue reforzándose poco a poco hasta hacerse muy valiosa y perfilar posiciones de amplísima convergencia. Doy las gracias al Ministro Lewis, representante del Consejo: le doy las gracias, hoy, por la exquisita cortesía que ha demostrado en su diálogo con el Parlamento; mañana quisiera darle las gracias por las repuestas positivas que el Consejo, espero, nos dé en la conciliación.

Un pensamiento de agradecimiento también para el presidente Lewandowski, para el personal y para la secretaría que me ha ayudado; gracias en especial a mi incomparable asistenta –perdonen esta nota de carácter personal, pero es sincera y merecida– en el durísimo trabajo de estos meses, que estoy seguro seguirá llevando a cabo.

Mi mensaje de conclusión está dirigido una vez más al Consejo. Con frecuencia decimos: entre la primera y la segunda lectura habrá un terrible pulso entre Parlamento y Consejo. ¿Pero realmente es así?, pregunto al Consejo. ¿Es inevitable que corra la sangre en los salones dorados de Carlomagno? ¿Tenemos que venir forzosamente con la pistola del artículo 272 escondida en el bolsillo? ¿Es tan difícil comprender que no están en juego una serie de raras reivindicaciones corporativas, sino simple y dramáticamente el destino y el futuro de Europa, de nuestras instituciones, de la relación de confianza entre nosotros y nuestros conciudadanos, una relación profundamente desgastada pero aún recuperable y relanzable?

El presente presupuesto es un presupuesto puente hacia la nueva fase de programación. Tiene lugar en una fase tremenda de la vida y la historia de la Unión. Ni a usted, señor Ministro Louis, ni a sus representantes que están presentes aquí, ni tampoco al Presidente Blair, si bien fieles a la tradición británica que desde Churchill en adelante les ha visto más como socios que como parte de la Europa unida, se le oculta que hay desafíos que nadie puede combatir por sí solo, y esos desafíos, desde la cohesión hasta la competitividad y las acciones exteriores, solo pueden ser afrontados por la Unión si dispone de medios financieros adecuados.

Los nuevos escenarios del planeta, ni siquiera previsibles cuando en 1999 se decidieron las actuales perspectivas financieras, nos imponen demandas urgentes a las que debemos dar una respuesta adecuada. Pienso que muy pocos ciudadanos piden menos Europa, muchos piden más Europa. Mi auspicio es que la segunda parte de la Presidencia británica pueda regalarnos dos resultados brillantes y decisivos para subir la cuesta. Juntos podemos lanzar un buen presupuesto para 2006, juntos podemos lanzar antes de finales de año las nuevas perspectivas financieras, inaugurando una nueva era de confianza en el proyecto europeo.

 
  
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  El Presidente. Señor Pittella, gracias por sus explicaciones y el estricto uso de su tiempo. La ventaja de la Unión Europea es que podemos estar seguros de que por los salones del edificio Charlemagne correrá cualquier cosa, menos la sangre. Gracias por su imagen, que nos recuerda la realidad presente.

 
  
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  Valdis Dombrovskis (PPE-DE) , ponente. (LV) Señor Presidente, Señorías, mañana el Parlamento Europeo votará el presupuesto de la Unión Europea para 2006. La importancia de esta votación será mucho mayor que una simple asignación anual de las finanzas para la UE. El 2006 será el último año de las actuales perspectivas financieras. Por lo tanto, el presupuesto de 2006 también servirá como punto de referencia en la toma de decisiones para las próximas perspectivas financieras correspondientes a 2007-2013.

Respecto al presupuesto de 2006 para las restantes instituciones comunitarias, las principales prioridades son la ampliación de la Unión y el uso efectivo y muy dirigido de los recursos presupuestarios de la UE. La primera prioridad tiene que ver con que se complete con éxito la ronda de ampliación de 2004, mediante la plena integración de los representantes de los nuevos Estados miembros de la UE en las instituciones comunitarias, además de los preparativos para la próxima ronda de ampliación, en la que se incorporarán Bulgaria y Rumanía. Existe una situación inaceptable, y es que, pese a que ya ha transcurrido más de un año desde la ampliación de la UE, muchos puestos de personal permanente destinados a los nuevos Estados miembros siguen estando vacantes. Uno de los problemas que cabe destacar con relación a esto es el exceso de burocracia y la lentitud de los procedimientos para contratar personal. Con el fin de garantizar el éxito de la próxima ronda de ampliación de la UE, se propone que debería prestarse apoyo a todos los puestos de personal permanente solicitados por las restantes instituciones con relación a la ampliación, así como a otros gastos adicionales relacionados con esta. La segunda prioridad es un uso efectivo y muy dirigido de los recursos presupuestarios de la UE. Esta prioridad incluye cuestiones como: centrar el gasto institucional de la UE en tareas fundamentales; prestar apoyo a las solicitudes de nuevas demandas presupuestarias y puestos de personal permanente solo después de haber evaluado la posibilidad de redistribuir los recursos y el personal dentro del marco del presupuesto existente; prestar apoyo a las nuevas iniciativas solamente después de haber evaluado su impacto sobre el presupuesto y la cooperación interinstitucional con la intención de hacer un uso económico y efectivo de los recursos presupuestarios. Las dos instituciones con capacidad de decisión sobre presupuestos –el Parlamento Europeo y el Consejo– respaldan los principios de disciplina presupuestaria y el uso racional del dinero del contribuyente europeo. El Consejo propone reducir el gasto administrativo de las restantes instituciones en 15 millones de euros, en comparación con las peticiones iniciales de aquellas. Sin embargo, hay que decir que en muchos casos esta reducción se ha aplicado de forma irreflexiva, sin un cuidadoso examen de la naturaleza específica y los problemas de la labor de las instituciones. Tras una cuidadosa revisión de las solicitudes en el presupuesto para las restantes instituciones, se propone devolver parte de las reducciones realizadas por el Consejo Europeo al presupuesto –un importe que asciende a 7,5 millones de euros. Con respecto al presupuesto del Parlamento Europeo, en primer lugar me gustaría destacar el tema del límite máximo del gasto conjunto. Tras un amplio debate dentro de la Comisión de Presupuestos, teniendo en cuenta la experiencia del pasado año con la votación del presupuesto inflado y el hecho de que como consecuencia no se consiguiese alcanzar el gasto presupuestado para el Parlamento, se propone reducirlo en 20 millones de euros en comparación con las peticiones de la administración. Creo que el presupuesto del Parlamento Europeo debería determinarse en función de las necesidades que se han establecido tras una cuidadosa evaluación. El logro de un límite máximo del 20% del gasto administrativo total no es un fin por sí mismo.

Por supuesto, la cuestión de la suma de más de 200 millones de euros al año que se gasta adicionalmente para proporcionar al Parlamento Europeo una sede en Estrasburgo sigue estando de actualidad. El principal problema es el mantenimiento de dos edificios del Parlamento Europeo en paralelo en Bruselas y Estrasburgo. Debe reconocerse que esta cuestión es competencia del Consejo Europeo.

En el presupuesto del Parlamento Europeo para 2006 se ha prestado una atención considerable a la política de información y comunicación, para garantizar que la información sea accesible y que el trabajo del Parlamento Europeo se explique mejor a los ciudadanos de la Unión. El papel del Parlamento Europeo como representante de los Estados miembros de la UE debería reforzarse especialmente en este sentido. Ya se han adoptado varias medidas. Por ejemplo, puedo mencionar el lanzamiento de la nueva página principal del Parlamento Europeo, en la que se ha prestado mucha más atención a la información actual sobre el trabajo de este en todas las lenguas oficiales de la UE. Se propone mejorar el programa de visitantes al Parlamento Europeo para 2006 y establecer una reserva especial para la comunicación y la información.

Por último, quisiera retomar el tema que he destacado al comienzo de mi intervención. Dado que 2006 es el último año de las actuales perspectivas financieras, es importante que la suma total de créditos de compromiso y pago para el presupuesto de 2006 se corresponda con los compromisos que ha asumido la Unión Europea, incluidos aquellos relacionados con la ampliación. Estoy plenamente de acuerdo con lo que ha dicho el señor Pittella, que en 2006 es necesario establecer una suma adecuada de créditos de pago, incluso para los Fondos Estructurales. La actitud adoptada por el Consejo Europeo en relación con el presupuesto de la UE para 2005, en la que bloqueaba artificialmente la suma de créditos de pago, fue inaceptable. Ahora se ha hecho evidente la naturaleza injustificada de la postura adoptada por el Consejo Europeo. La Comisión Europea está preparando enmiendas al presupuesto de 2005, estableciendo una mayor suma de créditos de pago para los Fondos Estructurales. Si el Consejo Europeo trata de bloquear una vez más el importe de los créditos de pago para el presupuesto de 2006, demostrará su falta de voluntad para financiar completamente los compromisos adquiridos por la UE en el marco de las actuales perspectivas financieras. Hay que decir que permitirse hacer promesas vacías sin respaldarlas con actos aumenta el distanciamiento y el escepticismo que sienten los ciudadanos hacia la UE.

En conclusión, también quisiera llamar concretamente la atención de la Comisaria Grybauskaite sobre la escasa calidad de la traducción al letón del presupuesto elaborado por la Comisión Europea. Un ejemplo son las líneas presupuestarias 02030202 y 02030203, relativas a medicinas para el tratamiento de enfermedades raras. La traducción al letón de la Comisión habla sobre recursos para tratar a los huérfanos y de medicinas para huérfanos. Por lo tanto, la señora Comisaria no debería sorprenderse: recibirá peticiones de los huérfanos letones para que financien sus medicinas, ya que eso es lo que dice en la traducción preparada por la Comisión Europea. Gracias por su atención.

 
  
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  El Presidente. Muchas gracias, señor Dombrovskis. Procuraremos entre todos mejorar nuestros procedimientos de comunicación plurilingüe.

 
  
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  Dalia Grybauskaitë, miembro de la Comisión. (LT) Quisiera dar las gracias al Parlamento por su evaluación del proyecto de presupuesto para 2006, al señor Pittella por su valoración de nuestro entendimiento cada vez mayor y por la cooperación de la Comisión y el Parlamento, así como la forma en la que se han realizado todos los debates y preparativos para la aceptación del presupuesto. Con el fin de evitar problemas asociados a la traducción, continuaré mi intervención en inglés.

(EN) Para evitar problemas de interpretación, deseo hacer mi presentación más técnica en inglés. El señor Pittella nos ha dado un gran ejemplo con su presentación.

Voy a repasar las distintas rúbricas. En el gasto agrícola, bajo la rúbrica 1a, la Comisión presentará dentro de una semana sus nuevas previsiones teniendo en cuenta las nuevas tendencias del mercado, lo que, según la información que poseemos, dará lugar a una reducción de las previsiones de gasto agrícola propuestas por la Comisión.

En lo que respecta a la segunda rúbrica –acciones estructurales–, el AP propuesto por la Comisión se presentó y elaboró sobre la base de tendencias observadas y de nuestras previsiones revisadas, que no se corresponden exactamente con las de los Estados miembros. La Comisión presentará una carta rectificativa a principios de noviembre, teniendo en cuenta que recibirá los datos definitivos de los Estados miembros a finales de este mes, así que en las primeras semanas de noviembre les propondremos el nivel definitivo, que tendrá que fijarse mediante un diálogo tripartito en noviembre.

En lo que respecta a las políticas internas, el Parlamento ha presentado muchas enmiendas, sobre todo a programas adoptados por codecisión. Por lo tanto, como es habitual, la Comisión confirma que apoyará cualquier propuesta en el paquete de codecisión, si la acuerdan dos autoridades presupuestarias.

Las acciones exteriores constituyen la rúbrica más complicada para todos nosotros, sobre todo porque suponen cierta presión con respecto al uso del instrumento de flexibilidad. El año que viene necesitaremos partidas de gasto al menos para el tsunami y para la reforma del azúcar y empieza a quedar claro que se necesitarán dos partidas de gasto más: apoyo a Gaza y el terremoto de Pakistán. Esto define y distingue claramente cómo debemos entender el uso del instrumento de flexibilidad en el futuro, y quisiera volver a confirmar lo que dije recientemente en la Comisión de Presupuestos: la Comisión y su Servicio Jurídico consideran que, para 2006, se dispone de un máximo de 493 millones de euros para el instrumento de flexibilidad.

En lo que respecta a los gastos administrativos y de personal, acojo con agrado el restablecimiento de todas las solicitudes del AP que presentamos. También me complace la reacción del Consejo y del Parlamento a nuestro mensaje de septiembre sobre el reclutamiento, y quisiera corregir un punto de la presentación del señor Dombrovskis. Los 1 480 puestos para nuevos Estados miembros están cubiertos en estos momentos. No quedan puestos vacantes. Estamos haciendo todo lo que podemos.

Por lo tanto, si se van a reservar 16 millones de euros, como se ha propuesto hoy, previo cumplimiento de unas condiciones muy exigentes, que no se pueden cumplir inmediatamente el año que viene, nos encontraremos con problemas de reclutamiento para aproximadamente la mitad de los nuevos puestos propuestos, entre 200 y 300 puestos. No obstante, la Comisión aprovechará la oportunidad para hacer comentarios sobre las enmiendas en su conjunto, sobre todo sobre las que se presentarán en nuestra carta rectificativa, y que son sumamente importantes para el Parlamento. Les enviaré esta carta antes de la segunda lectura.

Quisiera desear al ponente y al Parlamento un debate muy constructivo y una votación positiva mañana. La Comisión estará a su lado, ayudándoles a alcanzar un acuerdo para 2006 en noviembre o, como muy tarde, en diciembre.

 
  
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  Pasqualina Napoletano (PSE), ponente de opinión de la Comisión de Asuntos Exteriores. – (IT) Señor Presidente, Señorías, en calidad de sustituta de la ponente, la señora De Keyser, quiero destacar tres puntos planteados por la Comisión de Asuntos Exteriores.

El primero se refiere a la Iniciativa Europea por la Democracia y los Derechos Humanos, para la que no aceptamos el recorte del 25 % propuesto por la Comisión y pedimos que se restablezca al menos el presupuesto de 2005.

El segundo punto tiene que ver con la ayuda a la reconstrucción de Iraq. Quisiéramos que los fondos comunitarios se gastasen de forma trasparente, confiándolos a las agencias de las Naciones Unidas que trabajan en Iraq.

Por último, pedimos al Consejo más claridad a la hora de informar sobre el uso de los fondos para los representantes especiales de la Unión. En espera de explicaciones por parte del Consejo, la Comisión de Asuntos Exteriores ha propuesto un recorte de un millón y medio de euros en los compromisos de pago asignados a la línea presupuestaria en cuestión.

 
  
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  Nirj Deva (PPE-DE), ponente de opinión de la Comisión de Desarrollo. – (EN) Señor Presidente, quiero felicitar al señor Pittella, el ponente, por haber elaborado una excelente declaración presupuestaria, y también a la Comisaria.

El señor Pittella ha sido tan amable de aceptar aproximadamente el 80 % de las enmiendas al presupuesto de la Comisión de Desarrollo. Todos sabemos que este presupuesto deja poco margen de maniobra. El propio señor Pittella ha explicado las dificultades que han presentado las acciones exteriores: Afganistán, Iraq, el tsunami, Gaza y el terremoto.

El terremoto constituye todo un reto. Tres millones de personas vagan por las laderas de las montañas congelándose hasta morir. No tienen tiendas de campaña, comida ni agua. Por problemas logísticos, es imposible facilitarles comida, agua y un lugar donde cobijarse, entre otras cosas. No sabemos cuándo va a costar este año. La respuesta al tsunami fue espléndida, y a mí me pilló en medio. En todo el mundo se recaudaron 5 300 millones de dólares estadounidenses, de los cuales la Unión Europea comprometió 160 millones y posteriormente otras cantidades al amparo del instrumento de flexibilidad.

Sin embargo, soy consciente de que la Presidencia británica está muy preocupada por el terremoto y por Pakistán. Alimentar y cuidar de tres millones de personas durante el invierno va a ser complicado. ¿Adoptamos a una familia y pedimos a los ciudadanos pakistaníes de Karachi, Lahore o Rawalpindi que cuiden de esas personas durante esos seis meses y les ayudamos con cupones, cartillas de racionamiento y les proporcionamos comida para no permitir que mueran de hambre en las cumbres de las montañas? Lo ignoro.

También agradezco que buena parte de lo solicitado por la Comisión de Desarrollo se haya concedido. Solo lamento que el programa de lavado de manos –del que hablamos en mi comisión– no fuera aceptado por el ponente del presupuesto. Quisiera destacar esto.

 
  
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  David Martin (PSE), ponente de opinión de la Comisión de Comercio Internacional. – (EN) Señor Presidente, creo que todos estamos de acuerdo en que el comercio puede hacer más por el desarrollo que toda ayuda y toda reducción de la deuda que podamos conceder. En otras palabras, la cumbre de Hong Kong en diciembre puede ser más importante para el desarrollo que la cumbre de Gleneagles que tuvo lugar en verano. Sin embargo, el comercio es algo más que una simple liberalización: es preciso que ayudemos a los países en desarrollo a llevar sus productos al mercado y tenemos que ayudarles también a que estén en condiciones de cumplir nuestras normas técnicas y sanitarias.

Por eso la Comisión de Comercio Internacional propone una nueva línea presupuestaria denominada «Asistencia al comercio». No es que la asistencia al comercio no esté incluida ya en nuestro presupuesto, pero en estos momentos está repartida en 200 líneas presupuestarias distintas. La Comisión de Comercio quisiera que estas ayudas se unificaran en una única línea presupuestaria. Quisiéramos una línea presupuestaria clara que permita que la ayuda relacionada con el comercio se movilice más fácilmente y sea más visible y accesible para los países en vías de desarrollo.

 
  
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  Christopher Heaton-Harris (PPE-DE), ponente de opinión de la Comisión de Control Presupuestario. – (EN) Señor Presidente, quiero dar las gracias a la Comisaria por haber venido hoy. También quisiera empezar dando las gracias al ponente de la Comisión de Presupuestos por asistir a un par de reuniones de la Comisión de Control Presupuestario y escuchar nuestras dudas y preocupaciones. Ha sido muy saludable para todos nosotros participar en ese proceso.

El procedimiento que sigue la Comisión de Control Presupuestario es el siguiente: analizamos nuestros informes de aprobación de la gestión y estudiamos las conclusiones y los puntos que hemos planteado con los que la Cámara se ha mostrado de acuerdo y que la Comisión no ha aplicado en su totalidad y luego elaboramos enmiendas para tratar de garantizar su aplicación en el futuro.

También analizamos muy detenidamente el presupuesto de la OLAF, porque es uno de los ámbitos en los que surgen muchos aspectos que son motivo de preocupación y lo seguirán siendo en el futuro. Este año la OLAF solicitó una significativa ampliación de sus recursos humanos, de hecho pidió 25 nuevos miembros del personal y un incremento del presupuesto del 10 %, pero a nuestra comisión, la comisión que debería ser la que toma la iniciativa y que debe apoyar más a la OLAF –como creo que probablemente ocurre–, le preocupaba la posibilidad de que ese personal no fuera realmente necesario. Una de las enmiendas al presupuesto de este año incluye detalles sobre eso. Tratamos de obtener una explicación satisfactoria, que no estoy seguro de que hayamos recibido debidamente.

También solicitamos al Tribunal de Justicia de las Comunidades Europeas y al Tribunal de Cuentas Europeo que modifiquen sus respectivas decisiones administrativas antes del 1 de noviembre de este año, con el fin de prohibir el uso privado de coches oficiales. Se han presentado enmiendas al presupuesto a tal fin.

Por último, una cuestión totalmente distinta y a título personal: hay una enmienda firmada por todos los diputados a esta Cámara para permitir la financiación de actos paneuropeos destinados a fomentar la inclusión social de jóvenes y personas con discapacidad psíquica mediante actividades deportivas, que espero que recoja el ponente.

 
  
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  Catherine Guy-Quint (PSE), ponente de opinión de la Comisión de Asuntos Económicos y Monetarios. – (FR) Señor Presidente, señora Comisaria, en nombre de la Comisión de Asuntos Económicos y Monetarios, quisiera precisar nuestras prioridades presupuestarias.

En primer lugar, necesitamos recursos adecuados para garantizar unos análisis económicos de calidad y coherentes que permitan elaborar perspectivas económicas fiables para la Unión. Ya conocen nuestro interés en el programa PRINCE «El euro, una moneda para Europa», porque, como también sabemos, va a llegar una segunda ola de euros y, por tanto, hay que seguir apoyando el interés de los ciudadanos en todos nuestros países.

Por último, tenemos gran empeño en ayudar a las PYME promoviendo un entorno financiero viable para las estructuras más pequeñas, así como los instrumentos de financiación ética. En cuanto al apoyo al programa Fiscalis, encaminado a mejorar el funcionamiento de los sistemas de fiscalidad indirecta del mercado interior, formamos a los funcionarios nacionales necesarios, porque, para nosotros, es una garantía de futuro, de seguridad y de prosperidad para la Unión.

 
  
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  Jamila Madeira (PSE), ponente de opinión de la Comisión de Empleo y Asuntos Sociales. – (PT) Señor Presidente, Señorías, ante todo quisiera dar las gracias al señor Pittella por el excelente trabajo que ha realizado durante todo el procedimiento presupuestario de 2006.

La Comisión de Empleo y Asuntos Sociales, de la que fui ponente de opinión, celebra el hecho de que la Comisión de Presupuestos haya reconocido y aceptado la necesidad de aumentar determinadas rúbricas y, por otra parte, restituir las sumas establecidas en el anteproyecto de presupuesto con respecto al Fondo Social Europeo, el programa Equal, EURES, las medidas para combatir y prevenir la exclusión social y el programa Leonardo.

Sin embargo, algunas de nuestras sugerencias –algunas muy importantes para nosotros– cayeron en el olvido y quisiera llamar su atención sobre ellas. Por ejemplo, el europasaporte es un instrumento para promover la transparencia de calificaciones, un factor clave para conseguir los objetivos de Lisboa, y se presentó en un paquete conjuntamente con el programa Leonardo. Creemos que deberían aumentarse las asignaciones al europasaporte, y sin embargo estos aspectos no se han tenido en cuenta.

También quisiera llamar su atención sobre la situación de la agencia de Bilbao, que, sin ningún ajuste presupuestario desde 2004, ni en términos de inflación ni para cubrir las necesidades de la ampliación, pronto será incapaz de seguir funcionando.

Por último, quisiera rendir homenaje a los esfuerzos del señor Pittella en nombre del Año europeo de la movilidad de los trabajadores; en primer lugar por incluirlo como un evento anual especial, dado que no podría preverse como un proyecto piloto; y en segundo lugar dada su importancia y, desde un punto de vista objetivo, su efectividad para cumplir los objetivos de hacer que la economía europea sea competitiva.

 
  
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  Bogusław Liberadzki (PSE), ponente de opinión de la Comisión de Transportes y Turismo (PL) Señor Presidente, la Comisión de Transportes y Turismo ha examinado este presupuesto dados los recortes que ya se han realizado dentro de las actuales perspectivas financieras, que pronto comenzarán su último año. Por lo tanto quisiéramos hacer constar nuestra protesta por la propuesta de reducir el gasto en las redes transeuropeas en 120 millones de euros. Creemos que las redes transeuropeas constituyen una herramienta clave para la implementación de la visión de una Europa cohesionada y del desarrollo regional.

Además, no podemos consentir las enmiendas del Consejo destinadas a reducir el gasto en los organismos que trabajan para la seguridad en el transporte. Concretamente, nos oponemos a los recortes realizados en el gasto destinado a la prevención de la contaminación marina.

Dados estos dos aspectos fundamentales, quisiéramos dejar perfectamente claro que el hecho de que el sistema de transporte sea eficiente interesa a los ciudadanos de la UE y a su economía, y quisiera pedir a todos los Grupos políticos y a los diputados a esta Cámara que nos presten su apoyo. Me gustaría rendir homenaje al señor Pittella, que ha contribuido tanto al trabajo sobre este proyecto de presupuesto.

 
  
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  Constanze Angela Krehl (PSE), ponente de opinión de la Comisión de Desarrollo Regional. (DE) Señor Presidente, señora Comisaria, Señorías, la Comisión de Desarrollo Regional, en su opinión sobre el presupuesto, ha accedido a las propuestas de la Comisión y restituido el proyecto preliminar, con especial referencia a los pagos. El ponente tuvo en cuenta las necesidades de los Estados miembros al aumentar de nuevo los pagos en un 40%, por lo que hay dos aspectos que me gustaría pedirles. Uno es que deberían gastar este dinero de forma adecuada y conforme a los conocimientos actuales, y el otro es que tengan esto en cuenta en el debate sobre las perspectivas financieras para 2007-2013 y presupuesten oportunamente la política de cohesión en el futuro.

Quisiera pedirle a la Cámara que refrende dos propuestas más de la Comisión de Desarrollo Regional: una para un proyecto sobre el trabajo europeo en red de las PYME y el otro para un estudio sobre las necesidades particulares de los nuevos Estados miembros en lo que respecta a la reconstrucción de las urbanizaciones subvencionadas construidas con paneles, un problema que hemos debatido en esta Cámara con frecuencia sin ningún conocimiento exacto de los retos que esto plantea a los Estados miembros en cuestión.

 
  
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  Katerina Batzeli (PSE), ponente de opinión de la Comisión de Agricultura y Desarrollo Rural.(EL) Señor Presidente, también me gustaría dar las gracias al ponente, el señor Pittella, que ha planteado la visión política y la técnica de este presupuesto, que es directa y funcional.

En este presupuesto se juzgará también la credibilidad del Parlamento Europeo. Hasta el momento, la Comisión nos ha dicho que el gasto agrícola se mejorará o se determinará en función de una carta correctiva. Creo que no es una muestra de credibilidad por nuestra parte que debatamos esta cuestión del gasto agrícola, de una gran alcance, bajo la influencia de una carta correctiva. Sin embargo, tampoco será creíble el Parlamento Europeo si vota a favor de la enmienda de la Comisión de Presupuestos, en función de la cual se colocan en reserva las ayudas comunitarias, con lo que queremos decir que se congelan, en un momento en el que la reforma de la OCM del tabaco está aquí y ha sido votada por todos los Gobiernos de los Estados miembros.

Quisiera preguntar a la Comisión por qué no ha incluido también el tabaco en el nuevo proyecto de presupuesto, conjuntamente con todos los productos que ha incluido en las subdivisiones de la categoría 1.

En lo que respecta a la igualdad de género, debería respaldarse la enmienda ya adoptada por la Comisión de Presupuestos sobre el refuerzo del programa DAPHNE y los programas de subvenciones y ayuda a la financiación de las organizaciones de mujeres, especialmente el Lobby Europeo de Mujeres.

(El Presidente interrumpe a la oradora)

 
  
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  Elspeth Attwooll (ALDE), ponente de opinión de la Comisión de Pesca. – (EN) Señor Presidente, intervengo en sustitución del señor Mulder, que ha redactado la opinión de la Comisión de Pesca.

Nuestra comisión confía más en las cifras anticipadas por la Comisión en el AP que en las previsiones del Consejo. Por lo tanto, proponemos el restablecimiento de las cifras de la Comisión. Se trata de cifras ya de por sí prudentes y para nosotros hay una serie de prioridades. Incluyen el apoyo a los nuevos Estados miembros para la realización de ajustes en su sector pesquero, la inversión en métodos de pesca respetuosos con el medio ambiente, una financiación suficiente para el desarrollo de consejos consultivos regionales, ayuda económica para las personas cuyo medio de vida se vea afectado por las reducciones de las capturas, un reparto más coherente de los créditos para investigación, una mayor atención a las necesidades de regiones remotas y una mejor aplicación de los instrumentos de control con el fin de garantizar el respeto de las normas tanto sustantivas como financieras. Tenemos la esperanza de que todas las instituciones pertinentes apoyen este enfoque.

 
  
  

PRESIDENCIA DEL SR. ONYSZKIEWICZ
Vicepresidente

 
  
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  Gérard Deprez (ALDE), ponente de opinión de la Comisión de Libertades Civiles, Justicia y Asuntos de Interior. – (FR) Señor Presidente, señora Comisaria, Señorías, las enmiendas aprobadas por la Comisión de Libertades Civiles, Justicia y Asuntos de Interior al proyecto de presupuesto 2006 se centraban, esencialmente, en tres objetivos: lucha contra el terrorismo, control de las fronteras exteriores de la Unión y protección de los datos personales de los ciudadanos.

De un modo general –y quisiera manifestar aquí mi agradecimiento al ponente general y a mis colegas diputados de la Comisión de Presupuestos–, esas enmiendas fueron aprobadas por dicha comisión y lo serán mañana, espero, por el Pleno.

Más concretamente, en materia de lucha contra el terrorismo, proponemos un incremento significativo de los recursos operativos de Eurojust, al mismo tiempo que aumentamos en más del 30 % los créditos para el proyecto piloto, que propugnó esta Cámara a fin de coordinar más efectivamente los medios para prevenir y afrontar la amenaza terrorista.

Por otra parte, estamos a favor de asignar los recursos solicitados por la Comisión para disponer de una verdadera capacidad de gestión de crisis y proponemos ampliar los créditos destinados a ayudar a las víctimas de actos terroristas a la asistencia letrada.

En materia de control de las fronteras exteriores, proponemos un refuerzo significativo de los medios consagrados a la nueva agencia Frontex y restablecemos los créditos de pago inicialmente previstos en el anteproyecto de presupuesto para el sistema de información de Schengen y el sistema de información sobre visados, créditos de pago que habían sido reducidos por el Consejo con bastante poca lucidez.

En materia de protección de datos, mantenemos en reserva una parte de los créditos solicitados por la Comisión para los derechos de los viajeros, a fin de obligarla a respetar los compromisos contraídos ante el Parlamento en relación con la modificación del sistema de transmisión de los datos de viajeros aéreos a las autoridades estadounidenses.

Por otra parte –y este será mi último comentario–, en la propuesta de resolución insistimos en la necesidad de aplicar un mecanismo de protección de los datos personales en el tercer pilar.

 
  
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  Alexander Stubb (PPE-DE), ponente de opinión de la Comisión de Asuntos Constitucionales. – (EN) Señor Presidente, quiero comenzar felicitando a mi amigo, el señor Pittella, por su excelente trabajo. Quiero mencionar tres puntos.

El primero es que la Comisión de Asuntos Constitucionales ha formulado cinco propuestas: queríamos más dinero para las cátedras Jean Monnet, más dinero para organizaciones culturales, más dinero para organizaciones que profundicen en la idea de Europa, más dinero para grupos de reflexión europeos y más dinero para debatir el futuro de la Unión Europea. ¿Qué ha ocurrido? ¡No hemos conseguido nada! Las cinco propuestas han sido rechazadas. Estoy seguro de que el señor Heaton-Harris está muy satisfecho con eso, pero odio tener que decirle que yo estoy muy contento con su propuesta, porque ha dado un montón de dinero al programa PRINCE. Pedimos nueve millones de euros y se nos han concedido compromisos por valor de más de 4 millones de euros. Eso es excelente y, por lo tanto, estoy satisfecho con los cambios que ha introducido la Comisión de Control Presupuestario.

El segundo punto que deseo mencionar es más bien una pregunta: ¿para qué necesitamos el dinero? Todos sabemos que los franceses y los neerlandeses rechazaron la Constitución en referendo, y que tenemos que empezar a debatir sobre el futuro de la Unión. Eso es algo que redunda en interés de todos nosotros. La Constitución no está muerta, seguirá viviendo y tenemos que reanudar el debate sobre la misma. Para eso necesitamos dinero.

La tercera cosa que quiero decir también es una pregunta: ¿podemos comprar el debate con dinero? Por supuesto, la respuesta es no. Sin embargo, creo, tanto personalmente como en mi calidad de miembro de la Comisión de Asuntos Constitucionales, que es muy importante poner en marcha el debate, y el hecho de que la Comisión haya presentado un plan B –perdón, un plan D– y vaya a recibir más de cuatro millones de euros en compromisos de la Comisión de Presupuestos es positivo, y también es bueno para el futuro de la Unión Europea.

 
  
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  Katerina Batzeli (PSE), ponente de opinión de la Comisión de Derechos de la Mujer y de Igualdad de Género. – (EL) Señor Presidente, respecto a la política comunitaria sobre igualdad de género, para empezar quisiera dar las gracias al señor Pittella, que aceptó las enmiendas relativas a la integración de la igualdad en todos los capítulos sobre política comunitaria. Quisiera que se respaldase la enmienda, la cual ya se ha aprobado en el presupuesto, lo que refuerza la financiación del programa DAPHNE II, un programa que pretende afrontar el fenómeno de la violencia contra mujeres y niños.

Además, considero que es importante respaldar las enmiendas de la Comisión de Derechos de la Mujer e Igualdad de Género sobre una mayor financiación de las organizaciones de mujeres, especialmente el Lobby Europeo de Mujeres. Esto se debe a que las acciones de esas organizaciones son esenciales para promover la igualdad de género en la vida social, económica y política, además de para conseguir los objetivos de la Estrategia de Lisboa de una mejor y más sólida participación de las mujeres en el mercado laboral.

 
  
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  Laima Liucija Andrikienë, en nombre del Grupo del PPE-DE. – (LT) En primer lugar quisiera felicitar al ponente, el señor Pittella, por su excelente informe además de por su constructiva cooperación durante la primera lectura del presupuesto en el Parlamento Europeo. Me complace que en la Comisión de Presupuestos hayamos conseguido tomar decisiones relativas a las prioridades más importantes: la competitividad de la Unión Europea y la mejora de la financiación de los sindicatos, el apoyo a las medianas y pequeñas empresas, otras medidas para la aplicación de la Estrategia de Lisboa, la mejora de la seguridad de los ciudadanos, la consolidación de la reciente expansión de la Unión Europea y el crecimiento de la labor de la Unión Europea como socio mundial. Nuestros esfuerzos en 2006 deberían centrarse en estas prioridades. Si el Consejo aprueba la propuesta del Parlamento Europeo sobre un instrumento flexible, contaremos con fondos suficientes para financiar la reconstrucción de Iraq y Afganistán y la ayuda necesaria para realizar el trabajo de reconstrucción tras el tsunami en varios países asiáticos. El año 2006 es un año excepcional desde el punto de vista presupuestario. Es el último año de este período financiero y el Consejo ha sido incapaz de alcanzar un consenso sobre las nuevas perspectivas financieras. Dado que deben hacerse preparativos para la próxima ronda de ampliación de la Unión Europea, creo que el comportamiento del Consejo es irresponsable, ya que se está debatiendo sobre la ampliación sin un acuerdo sobre cómo se financiará. Por lo tanto, se está obligando al Parlamento Europeo a considerar alternativas muy distintas, incluidas las hipótesis más pesimistas. Confío en que mañana el Parlamento Europeo respalde las propuestas más importantes de la Comisión de Presupuestos y estaremos preparados para la segunda reunión de conciliación con el Consejo, que se celebrará en noviembre.

 
  
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  Catherine Guy-Quint, en nombre del Grupo del PSE. – (FR) Señor Presidente, señora Comisaria, permítanme una observación preliminar. Me parece que deberíamos modificar este procedimiento, que denominamos de debate presupuestario, porque limitar la intervención de cada comisión a un minuto es absurdo. Realmente habría que establecer un nuevo procedimiento.

(Aplausos)

Quisiera decirles que nuestros ponentes y todos los diputados de la Comisión de Presupuestos han adoptado, por lo que se refiere a este presupuesto, un enfoque estratégico. Por una parte, la Unión tiene necesidades, y son muchas: políticas tradicionales, política agrícola, política de los Fondos Estructurales. Estas necesidades son amplias y sin duda cuestan mucho dinero. Pero no hay que olvidar que las nuevas necesidades de la Unión no cesan de crecer: desde el punto de vista del empleo, del desarrollo sostenible, todo lo que implica la Estrategia de Lisboa en materia de investigación, las redes, la información a los ciudadanos, la formación, la seguridad en todos los sentidos del término, la seguridad contra el terrorismo, la seguridad de las fronteras y la seguridad, por ejemplo, en el contexto actual de la gripe aviar.

Por otra parte, la Unión tiene también deberes, por ejemplo en materia de ayuda a los ciudadanos más pobres y a los países que esperan la adhesión a la Unión Europea, sin olvidar la ayuda a otros países en que el tributo de muerte no deja aumentar con las víctimas de catástrofes naturales, ya sean los tsunami, los huracanes o el terremoto de Pakistán, o los países que han vivido conflictos –los Balcanes, Afganistán, Iraq, Gaza-, y la reforma del azúcar.

La carga sobre el presupuesto europeo no deja de aumentar en el mismo momento en que tenemos escasez de ingresos. Nos encontramos ante una tarea imposible, y por tanto absurda. Esta situación no puede perdurar. De ahí nuestra estrategia presupuestaria, que ha consistido en asignar importes sustanciales, pero en absoluto excesivos, a los gastos. Ahora bien, ni siquiera hemos podido asignar todos esos gastos. Tropezamos, pues, con algunas grandes dificultades.

No obstante, por fuerza he de reconocer que nuestra relación con la Comisión mejora: así, me parece que este año hemos hecho también progresos en nuestra manera de trabajar para, justamente, ejecutar el presupuesto con más eficacia. Esta mejora debe continuar.

Por lo que se refiere a los proyectos piloto, tendremos que reforzar nuestra acción, incluidas nuestras acciones preparatorias. Nuestra acción no solo deberá centrarse en los proyectos piloto en que más interés tenemos, sino también en todos los proyectos piloto: por ejemplo, las PYME, la ayuda a la juventud –en particular en el marco del programa Erasmus– o la ayuda a los países más pobres para promover las vacunaciones en todo el mundo.

Por último y sobre todo, debemos seguir difundiendo más información en torno a nosotros. Pero el problema es que a pesar de un presupuesto muy razonable, que exige 115 000 millones de euros en créditos de pago, lo que corresponde al 1,04 % de nuestro PIB, nos encontraremos frente a un Consejo imperturbable, estoico, que solo piensa en una cosa: ¡no toquen mis presupuestos nacionales!

Pido al Consejo que coopere más efectivamente con nosotros. Somos conscientes de la existencia de dificultades internas, pero también deben saber que Europa no podrá avanzar sin auténticos recursos nuevos. En el marco de nuestro presupuesto, no hemos utilizado nada más que nuestros derechos dentro de las perspectivas financieras actuales, que nos permiten apelar a un amplio grado de flexibilidad. Es lo que hemos hecho, porque ese recurso a la flexibilidad es indispensable para aplicar las políticas de mínimos que pide la Unión Europea, si de verdad queremos tener un futuro común. Por último, queremos que entiendan que el Parlamento no puede seguir haciendo imposibles: hacer más con menos.

 
  
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  Anne E. Jensen, en nombre del Grupo ALDE.(DA) Señor Presidente, señora Comisaria, creo que el proyecto de presupuesto para 2006, que tenemos ahora ante nosotros tras la votación de la Comisión de Presupuestos, está bien equilibrado, y esperamos que durante la votación de mañana podamos seguir cantando al unísono no solo con respecto a las líneas generales del presupuesto, sino también a los detalles del compromiso establecido entre una amplia mayoría de la Comisión de Presupuestos.

También quisiera mostrarle mi más sincero agradecimiento al señor Pittella por sus grandes esfuerzos por conseguir un compromiso, su disposición para escuchar y su considerable paciencia. El señor Pittella ha hecho de los programas de educación y para la juventud su principal prioridad, y creo que eso le honra. Invirtiendo precisamente en este ámbito conseguiremos resultados muy importantes con muy pocos recursos.

También quisiera dar las gracias al señor Dombrovskis por su trabajo sobre las restantes instituciones.

Los puntos del compromiso que nos gustaría destacar especialmente al Grupo de la Alianza de los Demócratas y Liberales por Europa tienen que ver con el aumento de las asignaciones al Proceso de Lisboa, especialmente para la investigación y el programa para el desarrollo de líneas de crédito destinadas a las pequeñas empresas de los nuevos Estados miembros. También nos gustaría destacar que hemos depositado nuestra fe en asignaciones más realistas en política exterior, en la que aparentemente los ministros de Asuntos Exteriores consideran que son los países pobres los que deberían sufrir privaciones para que podamos financiar la reconstrucción tras el tsunami y que, tras la reforma azucarera, deberían ser estos también los que financien la compensación pagada a los países que se ven privados de sus cuotas. Por supuesto, es inaceptable, y por eso es adecuado hacer lo que vamos a hacer: utilizar el instrumento de flexibilidad.

Naturalmente, los créditos de pago adecuados son necesarios cuando se trata de los Fondos Estructurales, y podemos ver como, en los últimos años, nuestros proyectos se han aplicado mejor. De hecho, durante dos años, los créditos de pago del presupuesto han sido demasiado bajos y esta es la situación que estamos solucionando.

Dentro de la rúbrica del presupuesto «proyectos piloto y acciones preparatorias», que constituye una partida pequeña, es más lo deseado que los recursos de que se dispone, y me complace que se haya conseguido asignar recursos a un proyecto piloto destinado a la construcción de áreas de descanso seguras en las autopistas europeas, lo que nos permite tomar medidas activas para prevenir los ataques a los conductores de camiones de largas distancias y garantizar una mayor seguridad. Se trata de una cuestión pequeña, pero a la vez muy importante.

En el presupuesto del Parlamento, quisiéramos respaldar el compromiso por el que hacemos reservas para la política de información, incluida la televisión por Internet, además de para seguir adquiriendo edificios, de forma que en el futuro ahorremos en alquiler. Hemos sido reacios a bajar del 20%, pero respaldamos el compromiso. Es importante que no hagamos en el presupuesto reservas mayores que las que necesitamos.

El presupuesto general con el que contamos ahora es mayor que el ofrecido por el Consejo, pero no tan grande que no podamos defenderlo. Es obvio que este debate presupuestario está influenciado por la falta de acuerdo sobre las perspectivas financieras para 2007-2013. Por lo tanto, mi Grupo apoya claramente la propuesta que tenemos ante nosotros. Las asignaciones son realistas y necesarias.

 
  
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  Helga Trüpel, en nombre del Grupo Verts/ALE. (DE) Señor Presidente, Comisaria Grybauskaitë, señor Lewis, hoy, una vez más, se presentan ustedes ante un Parlamento seguro de sí mismo, que explica en detalle cómo las tareas de Europa han aumentado y cómo necesitamos por lo tanto más recursos si queremos afrontar estos retos. El proyecto de presupuesto de la Comisión, con su 1,02%, es prudente. Consideramos absolutamente inaceptables los recortes que ha propuesto el Consejo. Debemos ser lo bastante audaces como para financiar las tareas dirigidas a un elemento específico si queremos responder adecuadamente a los retos del futuro.

Por lo tanto, doy las gracias al señor Pittella, el ponente. Aunque estamos de acuerdo en los aspectos esenciales, me gustaría tratar una serie de cuestiones en las que mi Grupo considera que debería haber cambios. Creemos que las ayudas a la exportación agrícola en su formato actual son injustificables; que en países como Senegal la verdura de Europa sea más barata que la que se produce localmente es una situación intolerable y, si la perpetuamos, en la Unión Europea estamos dando motivos a la gente para que se conviertan en refugiados. No puede permitirse que esta política continúe.

También deben reducirse las ayudas al tabaco; esto nos ofrecería la oportunidad de liberar fondos que podrían invertirse en otras partes, especialmente en la política de investigación o en educación, cultura y juventud. El señor Pittella considera –y en esto estoy de acuerdo con él– que es aquí donde necesitamos gastar más para permitir a los estudiantes que tengan más movilidad en Europa. El verdadero suministro cultural llega a las personas allí donde se encuentran, y para hacerlo disponible deberíamos regresar al menos a las cifras de 2004.

También debemos invertir más en energías renovables si realmente deseamos una estrategia «alejada del petróleo» como respuesta adecuada a los retos del cambio climático. Necesitamos hacer esto no solo por motivos medioambientales, sino también por motivos de política económica. Toda estrategia de este tipo debe formar parte de la estrategia de Lisboa, ya que son las tecnologías medioambientales las que nos proporcionarán una ventaja en el mercado mundial. Es algo en lo que nosotros, como europeos, debemos tener un especial interés, y debemos ser lo suficientemente ambiciosos para avanzar en este caso.

Volviendo a la política exterior, el Consejo sigue expresando con palabras piadosas cómo debemos hacer más: más en Iraq, más en Afganistán, más por las víctimas del tsunami. Después va y recorta el gasto en la política cotidiana. Al hacerlo está socavando de forma irresponsable la credibilidad de la Unión Europea. Los actuales cálculos del presupuesto no harán nada por permitirnos alcanzar los objetivos que nos impusimos en el año 2000, que implicaban aspectos como una guerra más decidida contra la pobreza. Al igual que algunos de los diputados que ya han intervenido, quisiera decirle alto y claro una vez más al Consejo que debemos hacer un pleno uso de esta flexibilidad –en forma de estos 493 millones de euros– si la Unión Europea quiere poder ir con la cabeza bien alta por el mundo el próximo año y realmente ser capaz de hacer las cosas que hemos prometido en varias partes del mundo. Por lo tanto, instamos al Consejo a que no adopte una línea rígida en este tema, sino que cambie de postura y se una a la Comisión para elaborar un presupuesto realmente bueno para la Unión Europea –uno que demuestre el compromiso con su futuro.

 
  
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  Esko Seppänen, en nombre del Grupo GUE/NGL. (FI) Señor Presidente, se diría que la economía presupuestaria de la Unión Europea nada en la abundancia. El presupuesto del Parlamento Europeo ha estado vacío de contenido en un diez por ciento durante años. En estas circunstancias, el Gabinete del Parlamento ha tenido enormes dificultades para gastar el 20 % del presupuesto administrativo de la Unión que las demás instituciones le conceden sin preguntarse por el destino que se va a dar a ese dinero. Sin embargo, no todos los usos que nuestro Gabinete idea con presteza para gastarlo son aceptables.

En la elaboración del presupuesto se ha seguido una política muy restrictiva con respecto a la Sección IV, para la cual el Parlamento desea elevar el tope recurriendo en la mayor medida posible al instrumento de flexibilidad. Las cifras de ejecución presupuestaria propuestas por la Comisión para el ejercicio 2005 indican que en esta Sección ha habido muchos elementos vacíos de contenido y esto viene ocurriendo desde hace mucho tiempo; o bien es este el caso, o bien la Comisión no está ejecutando los deseos expresados por el Parlamento en relación con el presupuesto.

El aspecto más curioso es el relativo a la previsión de pagos con cargo a los Fondos estructurales. El Consejo, en su proyecto de presupuesto, ha reducido en 8 000 millones de euros los pagos solicitados por los Estados miembros. Los mismos ministros que comunicaron a la Comisión, en nombre de sus países, los montantes necesarios para cubrir las acciones estructurales según sus estimaciones, han recortado en una quinta parte, en el Consejo, las exigencias que ellos mismos habían planteado. El Parlamento ha hecho un esfuerzo para satisfacer los deseos de los Estados miembros y ha contemplado en el presupuesto el 40 % del déficit de financiación de las acciones estructurales, tal como recomendaron aquéllos a la Comisión

En nombre de mi Grupo, quiero manifestar que el presupuesto para el próximo ejercicio no va a cumplir los objetivos que consideramos prioritarios para desarrollar la dimensión social de la Unión.

 
  
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  Dariusz Maciej Grabowski, en nombre del Grupo IND/DEM (PL) Señor Presidente, quiero expresar mi reconocimiento al señor Pittella y a la Comisión de Presupuestos por el trabajo que han realizado.

La Unión Europea debe hacer frente a los retos siguientes: en primer lugar, el crecimiento económico está disminuyendo. En segundo lugar, las empresas de la Unión están perdiendo competitividad. En tercer lugar, el desempleo es elevado y se está ensanchando la brecha entre ricos y pobres. En cuarto lugar, falta voluntad política e iniciativa para estimular las economías de los nuevos Estados miembros, con el resultado de que los países poscomunistas mantienen su retraso y siguen siendo dependientes en el aspecto económico. En quinto lugar, los dirigentes de la Unión han sacado adelante de manera apresurada la decisión sobre la adhesión de Turquía a la UE, a pesar de la oposición de la mayoría de los ciudadanos y mientras simultáneamente se observa una falta de voluntad, de visión de futuro o de estrategia en lo que se refiere a la adhesión de Ucrania.

El presupuesto para 2006 no hace ningún esfuerzo para intentar resolver ninguno de los problemas antes citados, sino que de hecho ocurre todo lo contrario. Es una continuación de la estrategia aplicada en años anteriores, de manera que el resultado será un mayor frenazo económico y unos problemas sociales y económicos todavía más arraigados. La estructura del gasto es casi idéntica a la de años anteriores, con lo cual resulta inevitable que grandes sumas de dinero se gasten en partidas que tendrán escasa repercusión desde un punto de vista económico. Al mismo tiempo, no habrá dinero suficiente para financiar la investigación y el desarrollo tecnológico, grandes proyectos de infraestructura o la ayuda a las regiones y países más atrasados.

El campo de aplicación y la estructura del presupuesto para 2006 impedirán responder a los retos que plantea la ampliación de la Unión a diez nuevos Estados miembros. El proyecto de presupuesto tampoco tiene suficientemente en cuenta la futura adhesión de Bulgaria y Rumania. Y lo que es aún peor, el presupuesto para 2006 incluye una larga lista de gastos superfluos en una amplia diversidad de servicios de consultoría y de promoción, y también un aumento de los gastos administrativos y burocráticos.

En resumidas cuentas, consideramos que el presupuesto para 2006 es erróneo y contrario a los ideales de una Europa unida. Estos ideales incluyen un crecimiento económico rápido, la paz social y la solidaridad con las regiones y países más atrasados.

 
  
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  Wojciech Roszkowski, en nombre del Grupo UEN (PL) Señor Presidente, quiero agradecer a ambos ponentes el enorme esfuerzo invertido en la elaboración de los informes sobre el presupuesto y felicitarles por haber sabido atender al inmenso número de enmiendas presentadas. El Parlamento se enfrenta una vez más a la difícil tarea de aprobar un proyecto de presupuesto que no solo cumpla nuestras expectativas, sino que al mismo tiempo también permita llegar a un acuerdo con el Consejo. En el anteproyecto de presupuesto para 2006 la Comisión solo aumentó en un 4 % y un 5,9 %, respectivamente, los compromisos y los pagos, ante la expectativa de que, de lo contrario, el Consejo plantearía objeciones. Pero este ha introducido nuevos recortes substanciales, que han acabado reduciendo el proyecto de presupuesto del 1,02 % al 1,01 % de la renta nacional bruta.

Los constantes recortes del gasto de la Unión por parte del Consejo ponen en peligro los principios de cohesión y solidaridad en los que se basa el concepto de la integración europea. Resulta casi innecesario añadir que esto es motivo de gran preocupación en los nuevos Estados miembros, incluida Polonia. Estos recortes también ponen en entredicho la aplicación, aunque sea mínima, de los principios de la Estrategia de Lisboa, que también interesa mucho a los nuevos Estados miembros.

La delegación polaca en el Grupo Unión por la Europa de las Naciones está celebrando una victoria en las elecciones parlamentarias y presidenciales que tuvieron lugar hace poco en Polonia. Hemos leído comentarios en la prensa de muchos Estados miembros que afirman erróneamente que el partido Ley y Justicia y el presidente electo, Lech Kaczyñski, son contrarios a la Unión Europea. Algunos llegan hasta el extremo de describir peligros imaginarios que amenazarían a Polonia y a la Unión Europea como consecuencia de dichas elecciones. Quisiera aprovechar la oportunidad para manifestar con toda rotundidad que esos peligros son ficticios. Estamos a favor de la Unión Europea, aunque critiquemos su falta de cohesión y de solidaridad.

Por mi parte, quisiera preguntar quién pone más en peligro la integración europea: uno de los numerosos partidos que expresan críticas contra algunas de las prácticas más discutibles de la Unión en Europa o quienes apoyan los recortes presupuestarios. La posición adoptada por la Comisión de Presupuestos del Parlamento –y esperamos que también por el Pleno– puede parecer moderada. Pero estamos convencidos de que permitiría garantizar, por lo menos, un nivel mínimo de gasto, que consideraríamos aceptable si sirve para evitar un presupuesto todavía más reducido.

 
  
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  Sergej Kozlík (NI).(SK) Hay un viejo refrán que dice: «Es difícil decir a quién se debe querer y a quién se debe olvidar.» Esto resulta doblemente cierto en el caso de la avalancha de enmiendas que proponen aumentos del presupuesto. Quiero expresar mi reconocimiento por la habilidad con que los ponentes, señores Pittella y Dombrovskis, de la Comisión de Presupuestos del Parlamento, han conseguido atender a lo que podríamos describir prácticamente como una «pandemia» de propuestas con respecto al Presupuesto de la Unión para 2006. Aunque la Comisión de Presupuestos ha hecho todo lo posible para examinar meticulosamente todas las partidas propuestas, el gasto presupuestario resultante supera la propuesta del Consejo Europeo en 4 000 millones de euros, lo que equivale a un incremento de casi un 4 %.

A mi parecer, este desplazamiento y afianzamiento de los recursos presupuestarios no es interesado. El aumento tiene sobre todo por objeto ámbitos como los de los Fondos estructurales, la ciencia, la investigación y la educación. Se trata de aquellos ámbitos que en verdad pueden llegar a convertirse en el motor de la Unión Europea y una mayor afluencia de fondos, si se utilizan de manera eficaz, puede tener algo así como un «efecto Viagra» sobre el ritmo lento de la economía europea.

Sin embargo, para obtener apoyo para este incremento se requerirá un esfuerzo considerable y será necesario mantener una posición unida durante las negociaciones del Parlamento con el Consejo y la Comisión. Quiero insistir en particular en la necesidad de que Sus Señorías ejerzan alguna influencia política en sus países de origen, con el fin de conseguir que sus Gobiernos nacionales adopten una posición positiva con respecto al presupuesto para que lo apruebe mañana el Parlamento.

 
  
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  Salvador Garriga Polledo (PPE-DE). – (ES) Señor Presidente, señores diputados, agradezco la presencia de la señora Comisaria y lamento profundamente la ausencia del Presidente en ejercicio del Consejo, que ha estado con nosotros en todo el procedimiento presupuestario y que, precisamente cuando tenemos el debate de la primera lectura y tenemos que celebrar un trílogo, ha decidido ausentarse.

Asimismo, quiero agradecer la presencia y la labor realizada por ambos ponentes. Espero que todavía podamos consensuar en el día de hoy algunas de las enmiendas y de los votos separados.

Es importante que hagamos una primera lectura homogénea, porque tenemos que llegar a la conciliación del día 24 todos unidos y seguros del respaldo de los Grupos políticos y de los diputados de esta Cámara.

Este año nuestra posición negociadora está siendo muy dura, debido a dos circunstancias excepcionales. En primer lugar, estamos en el final de la cuerda en la categoría número 4 de acciones exteriores. Tres prioridades tan importantes como Iraq, Afganistán o el tsunami no existían en 1999, cuando arrancaron las actuales perspectivas financieras; la categoría 4 ha estado mal financiada desde el comienzo y nunca hemos podido hacer una presupuestación normal. Este año, desgraciadamente, tampoco.

En segundo lugar, no hay noticias de un desbloqueo en las posiciones de los Estados miembros respecto a las nuevas perspectivas financieras; nos arriesgamos a llegar a 2006 sin un proyecto financiero viable. El Parlamento Europeo tiene que tomar precauciones, porque la aplicación del artículo 272 del Tratado es, por primera vez — repito, por primera vez—, una posibilidad real.

Por todo ello, presentamos un proyecto de presupuestos que no rompe con el techo de las perspectivas financieras, pero que sí se aproxima bastante. Y solicitamos un incremento de pago y un uso de la flexibilidad muy por encima de lo que desea el Consejo.

Mi Grupo respalda a los señores Pittella y Dombrovskis, que han presentado un proyecto de presupuesto al Parlamento Europeo muy valiente e innovador, y les pide que mantengan sus posiciones en la segunda lectura y en la conciliación.

 
  
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  Louis Grech (PSE).(EN) Señor Presidente, quiero agradecer al señor Pittella y al señor Dombrovskis su excelente trabajo.

El señor Dombrovskis, como ponente para otras instituciones, ha incorporado la mayoría de las prioridades de nuestro Grupo a su resolución final. Una de esas prioridades es el mantenimiento del presupuesto del Parlamento en el nivel del 20 % de la rúbrica 5. Si se usa efectivamente, esa referencia nos proporciona la estabilidad y el rigor necesarios para cualquier presupuesto. Además, hemos incrementado la reserva asignada a inversiones inmobiliarias y nos reservamos el derecho a utilizar la reducción de 20 millones de euros de la reserva para imprevistos como inyección de capital para cualquier compra de nuevos edificios parlamentarios. La política sobre adquisición de inmuebles ha tenido mucho éxito y era muy lógica desde el punto de vista financiero.

Por el contrario, la política sobre comunicación e información ha resultado decepcionante, ya que no hemos conseguido convencer a los ciudadanos europeos de que el Parlamento Europeo representa sus aspiraciones y sus intereses. En el presupuesto de este año hemos incluido fondos suficientes para comenzar a poner en práctica una estrategia de información que esperamos sea eficaz y asequible para el ciudadano.

Naturalmente, es preciso tomar más medidas para mejorar la racionalización de un presupuesto basado en actividades y para mejorar la eficacia de nuestras actividades. Si debemos evaluar de forma crítica y objetiva la incidencia del ejercicio «pisar el acelerador», es preciso reconocer que pocos de estos objetivos se han cumplido en la práctica. Siendo realistas, sin embargo, no hay razón para que la administración no pueda alcanzar la mayoría de sus objetivos el año que viene. Hay muy poco margen para la complacencia. Es preciso eliminar cuellos de botella y tenemos que centrarnos más en las actividades básicas, consiguiendo un uso más eficaz de nuestros recursos y reduciendo el despilfarro y la duplicación de los mismos. Una adecuada planificación de los recursos humanos, incluida una reorganización, la armonización del reclutamiento y la mejora de los servicios de formación deben considerarse también prioridades en 2006. Es preciso que iniciemos un plan que establezca prioridades para responder a nuestras futuras necesidades, teniendo en cuenta que, a partir de 2009, tendríamos que presupuestar más de 100 millones de euros al año a resultas del Estatuto de los Diputados.

Estas modificaciones y reformas deben mejorar la calidad y el rendimiento de nuestras instituciones. Sin embargo, en última instancia, es preciso analizar esta cuestión en términos de sus efectos para los nuevos ciudadanos, ofreciéndoles un producto con valor añadido que responda a sus expectativas y, al hacerlo, refuerce la imagen y la credibilidad del Parlamento Europeo y de otras instituciones.

 
  
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  Silvana Koch-Mehrin (ALDE). – (DE) Señor Presidente, señora Comisaria, Señorías, el dinero indica a qué cosas concedemos valor. Sin embargo, si echamos una mirada al presupuesto de la Unión Europea tendremos la impresión –que no deja de ser sorprendente– de que consideramos siete veces más valiosa la agricultura que la investigación y la educación. Es un enfoque equivocado por dos razones, pues si la Unión considera políticamente deseable algo, debería utilizar el presupuesto para sentar las bases que lo hagan posible y Europa debería invertir en el futuro en vez de subvencionar estructuras desfasadas. Existe una diferencia, por ejemplo, entre invertir en nanotecnología o garantizar los ingresos de un agricultor; sí, ya sé que la Unión Social Cristiana vive en otra época.

Por esto es bueno que el Parlamento haya aumentado el gasto en la Agenda de Lisboa y haya reducido el apoyo al tabaco. Tenemos que seguir avanzando en esta dirección.

 
  
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  Gérard Onesta (Verts/ALE).(FR) Señor Presidente, señora Comisaria, como todos los diputados, quiero felicitar en primer lugar al ponente, el señor Pittella, que ha tenido un arduo trabajo que realizar con respecto a la Comisión. El señor Dombrovskis quizás lo tenía más complicado aún, puesto que debía desarrollar un arduo trabajo dentro mismo del Parlamento, un pulso siempre delicado entre la Comisión de Presupuestos y la Mesa, y creo que ha desempeñado perfectamente esa tarea, aunque a veces fuera difícil.

Dado que mi colega, la señora Trüpel, ha centrado su discurso en el presupuesto general, quisiera centrar el mío en el presupuesto del Parlamento para poner los puntos sobre las íes, porque, a mi entender, nos disponemos a votar una disposición bastante absurda.

Por primera vez en su historia, el Parlamento renuncia al listón teórico del 20 % de gastos administrativos. No soy fetichista con la cifra, pero en cualquier caso diré dos o tres cosas. En primer lugar, no puedo consentir que se diga en esta Cámara que la Mesa improvisaría, en la urgencia, con la inyección a finales de año de los capitales que no hayamos sabido utilizar. Esto no es así. Se trata de una política a largo plazo, en virtud de la cual este Parlamento ha querido inyectar sistemáticamente capitales para comprar inmuebles. Esto ha permitido ahorrar cientos –digo bien, cientos– de millones de euros a los contribuyentes, porque hemos pagado nuestros edificios anticipadamente, en vez de pagar tipos de interés totalmente absurdos.

En su resolución, el Parlamento dice que renunciamos a 20 millones de euros. En cambio, al mismo tiempo, se dice que estamos dispuestos a reclamarlos de nuevo al Consejo si los necesitamos para inversión inmobiliaria. Voy a abandonar esta sala dentro de cuatro minutos exactamente para negociar la venta de nuevos edificios para el Parlamento. Por tanto, ya está claro que vamos a necesitar ese dinero.

Imagino cómo se reirá el Consejo cuando vea llegar nuestra solicitud de presupuesto rectificativo, en la que reclamemos lo que le devolvemos hoy de un modo un tanto precipitado para hacer un gesto de cara al exterior. Hacer un gesto de cara al exterior es una bonita idea, pero realmente esos 20 millones nos permitirían inyectar capitales y hacer ahorros considerables. Esos 20 millones de euros repartidos entre los ciudadanos europeos –he calculado lo que da– son cuatro céntimos que devolvemos a cada ciudadano. Pienso que cada ciudadano estará muy contento de recibir esos cuatro céntimos. Sin embargo, con la inyección de esos 20 millones, habríamos podido seguir otra política. Esos 20 millones son demasiado o demasiado poco. En todo caso, es sobre todo un ejemplo excepcional de una situación que no tiene sentido.

 
  
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  Tobias Pflüger (GUE/NGL). – (DE) Señor Presidente, el Consejo y la Comisión han creado presupuestos paralelos, que no es posible examinar oficialmente, para financiar las operaciones militares de la Unión. Mediante el llamado «mecanismo ATHENA», los Estados miembros de la UE depositan el dinero destinado a las operaciones militares de la Unión en un fondo separado que no aparece definido específicamente como una rúbrica del presupuesto comunitario. De este modo, excluyen al Parlamento y hacen casi imposible su supervisión.

He preguntado a la Comisión de Asuntos Exteriores y a la Subcomisión de Seguridad y Defensa cuánto dinero hay en ese fondo, pero no he obtenido respuesta. Por esto ahora formulo la misma pregunta directamente al Consejo y a la Comisión. Dicho procedimiento se está utilizando en la actualidad para financiar la misión ALTHEA-EUFOR en Bosnia y la intención es utilizarlo en el futuro para financiar específicamente lo que la UE designa como operaciones de gestión de crisis, que equivalen a hacer la guerra.

Es evidente que el presupuesto de ayuda al desarrollo se empleó para financiar las dudosas operaciones militares y de control de la Unión en el Congo y en Sudán o, por lo menos, eso parece desprenderse de las declaraciones de los representantes de la Comisión a la Comisión de Asuntos Exteriores. En dicha reunión también se manifestó que el Tratado de Niza en su forma actual proscribe cualquier tipo de presupuesto militar independiente para la Unión Europea. ¡Y hace muy bien! ¡Dejen de utilizar artimañas financieras para sufragar operaciones militares de la UE!

(Aplausos)

 
  
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  Jeffrey Titford (IND/DEM).(EN) Señor Presidente, me resulta muy difícil tomarme en serio un debate sobre unos voluminosos documentos que solo un euromaniático podría leer, por no decir de comprender. Además, ¿para qué sirve un debate sobre un presupuesto para 2006 que, como todos sabemos, no guarda relación alguna con la forma en que el dinero se va a gastar en realidad?

El Tribunal de Cuentas se ha negado, con toda razón, a aprobar las cuentas de la UE durante los 10 últimos años y en su último informe afirmó que el 95 % del presupuesto comunitario puede ser objeto de fraude. Sin embargo, cada año esta Cámara se limita a encogerse de hombros, suspirar y mirar para otra parte. Esa es una vergonzosa crítica a esta institución y demuestra hasta qué punto es totalmente inútil.

Antes de empezar a debatir cómo gastar el dinero del año que viene, creo que debemos solucionar el caos que hemos ido dejando a nuestro paso en los años anteriores. Mientras que el desastroso estado de las finanzas de la UE no se haya solucionado, esta Cámara no tiene por qué debatir nuevos gastos. Les pido que, si tienen conciencia, rechacen el presupuesto para 2006.

 
  
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  Seán Ó Neachtain (UEN).(EN) Señor Presidente, quiero aprovechar esta oportunidad para comentar dos aspectos concretos de la política presupuestaria: la Política Agrícola Común y la iniciativa PEACE. Después de lo que he oído en esta Cámara esta mañana, quiero afirmar un hecho muy básico: de ninguna forma podemos incumplir nuestras promesas sobre la Política Agrícola Común, con relación al presupuesto o a las negociaciones en la OMC. Hemos aprobado la Política Agrícola Común. Nos comprometimos en Berlín en 2002 y tenemos que cumplir nuestra palabra. Nuestra palabra debería ser nuestra garantía. Modificarla de alguna forma nos haría perder toda nuestra credibilidad, No podemos hacer eso en el contexto del desarrollo de la Europa rural, que es tan importante como el desarrollo de cualquier otro aspecto de la política europea.

Quiero decir, como ha hecho, entre otros, mi colega, la Ministra de Agricultura de Irlanda, la señora Coughlan, que debemos cumplir la promesa que hicimos. No podemos faltar a nuestra palabra sobre la PAC hasta 2013, como dijimos en Berlín.

También quisiera hacer unos comentarios sobre la iniciativa PEACE II. Como sus Señorías saben, el programa PEACE II apoya una serie de iniciativas políticas en Irlanda del Norte y en el condado fronterizo de Irlanda. Ese programa de paz ha sido esencial para la evolución que se ha producido en mi país. Deseo que continúe, junto con el excelente trabajo que esta Cámara y toda la Unión Europea han hecho para el programa de paz, en la próxima ronda de los Fondos Estructurales entre 2007 y 2013.

Agradezco a los ponentes su trabajo y espero que la continuación de las promesas realizadas mejore la Unión y los programas que ha emprendido.

 
  
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  Jean-Claude Martinez (NI).(FR) Señor Presidente, Señorías, este es el último presupuesto de las perspectivas financieras y sigue fijado en tan solo 111 000 millones de euros, es decir, un importe irrisorio, que como ha dicho todo el mundo –la señora Guy-Quint, la señora Trüpel– no se corresponde para nada con la multiplicidad de las tareas que hay que llevar a cabo. Esto comporta evidentemente un derroche de energía por parte de los coordinadores, como el señor Garriga Polledo, por parte del señor Lewandowski y por parte de

(IT) … nuestro ponente general, el señor Pittella, que ha dirigido el debate con refinada habilidad y aguda sutileza italiana.

(FR) Por tanto, de año en año, los problemas siguen siendo los mismos: la agricultura está infrapresupuestada y sigue habiendo –según el modelo de Jrushchov en el decenio de 1960– una discrepancia entre la ambición de la Estrategia de Lisboa de desarrollar la economía basada en el conocimiento y el miserable importe de los recursos disponibles. Esto hace que el señor Pittela emplee las páginas introductorias de su informe para subrayar lo que hay de irrisorio en un presupuesto de 700 millones de euros para los transportes y 650 millones para la enseñanza. Y aún así, nos quedamos más de dos mil millones por debajo de las perspectivas.

La causa, por supuesto, es política, pero es sobre todo ideológica: es la regla del equilibrio a corto plazo, la regla tontamente matemática que hace que no tengamos los recursos para colmar nuestras ambiciones. Hay que ir no solo a un equilibrio de tipo Maastricht, sino también a un equilibrio a largo plazo en el ciclo económico, e incluso a un equilibrio social. De ahí, evidentemente, la decepción de la población. De ahí, en particular, entre las 900 enmiendas, mi enmienda, la 146, suscrita por casi todos los Grupos, que propone un Día Europeo de los Alcaldes, para entroncar a Europa en la democracia local, una Europa de base que sea hasta cierto punto de los ciudadanos, caracterizada por la solidaridad y profundamente arraigada en sus pueblos y en la democracia de cada día.

 
  
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  Markus Ferber (PPE-DE). – (DE) Señor Presidente, señora Comisaria, Señorías, el debate a escala europea del presupuesto para 2006 resulta tan apasionante porque se trata del último presupuesto en el marco de las actuales perspectivas financieras y, por consiguiente, señor Presidente en ejercicio del Consejo, estamos determinando cuáles serán las bases del de 2007, en ausencia de unas perspectivas financieras. Quisiera aprovechar la ocasión para recordárselo a la Asamblea, a fin de evitar que perdamos de vista por completo este hecho.

En esta Cámara también vamos a tener que iniciar un proceso de reconsideración. En mi opinión, no podemos continuar ofreciendo un apoyo indiscriminado, sino que debemos concentrarnos en lo que en verdad se ha hecho a escala europea y en cuánto dinero se puede poner a disposición para ello. A la señora Koch-Mehrin, le diría que, además de sus cálculos sobre cuánto se destina a la investigación y cuánto a la agricultura, debería examinar todos los presupuestos públicos y vería que el gasto en la agricultura representa una proporción infinitesimal comparado con lo que se gasta en investigación. El presupuesto federal alemán gasta mucho más en investigación que en la agricultura. Cuando se suman los montantes, las diferencias se anulan. En este caso, la responsabilidad es nuestra y el presupuesto debe reflejar este hecho. Los Estados miembros tienen mayores responsabilidades en materia de investigación y esto se refleja en sus presupuestos. El resultado de los cálculos no es ese.

Permítanme, no obstante, que manifieste con toda claridad que si exigimos que los Estados miembros cumplan los criterios de estabilidad –lo cual significa que deben ahorrar–, desde esta Cámara no podemos despilfarrar el dinero a diestra y siniestra. Todos los problemas europeos no necesitan una partida en el presupuesto europeo para responder a ellos. En el futuro, el Parlamento va a tener que acostumbrarse a hacer el tipo de propuestas financieras que constituyen la norma habitual en los Parlamentos nacionales. Si conseguimos aprender la lección del presupuesto para 2006, habremos avanzado mucho.

 
  
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  Neena Gill (PSE).(EN) Señor Presidente, deseo felicitar al ponente, el señor Pittella, por su excelente informe. Es un informe radical, pero que debe ser alabado por el oportuno acento que pone en el cumplimiento de los objetivos de Lisboa y en la necesidad de mejorar los Fondos Estructurales y las acciones exteriores.

Solo quiero hacer cuatro comentarios. El primero, sobre la información y la comunicación: es bastante evidente que necesitamos centrarnos y enfocarlas mejor. Por lo tanto, acojo con satisfacción la iniciativa de la Comisaria Wallström de regenerar herramientas de comunicación mediante el uso del plan D, pero quiero destacar que esto solo tendrá éxito si se dispone de recursos suficientes. Por lo tanto, pido al Consejo que se encargue de que eso sea así.

En segundo lugar, el mayor reto del presupuesto de este año y de la financiación futura está en la rúbrica 4: acciones exteriores. Dado el número de nuevas regiones en las que la UE ha tenido que intervenir últimamente, además de la frecuencia y enorme capacidad destructiva de los desastres naturales que afectan en su mayoría a países pobres, como el reciente terremoto de Pakistán y la India, para el que es preciso que incrementemos los recursos el año que viene, creo que existe la necesidad imperiosa de que el Consejo y la Comisión vuelvan a reflexionar detenidamente sobre cómo se van a financiar esas nuevas actuaciones y, al mismo tiempo, sobre cómo vamos a cumplir nuestras obligaciones para alcanzar los Objetivos de Desarrollo del Milenio. La situación en relación con esta rúbrica se agrava aún más por la nula disposición a ser más flexibles en lo tocante al régimen del azúcar, un ámbito en el que es muy importante que ayudemos a los agricultores pobres, pero que, al mismo tiempo, añadirá más presión en la rúbrica 4.

Ahora que hablo de agricultura, aprovecho para pasar a mi tercer comentario. Me alegro mucho de que en la Comisión de Presupuestos se aprobara mi enmienda sobre la reducción de las subvenciones al tabaco. Este es un importante paso para poner fin a la hipócrita actitud de la Unión Europea: hemos estado, por una parte, financiando programas de salud que advierten de los efectos perjudiciales del consumo del tabaco y, por otra parte, subvencionando la producción del tabaco. Esto socava totalmente la credibilidad de la UE y, para colmo, una gran cantidad del tabaco se quema y destruye porque su calidad no es suficientemente buena para su consumo. Por lo tanto, ruego a todos mis colegas que apoyen esta enmienda concreta.

Por último, sobre el presupuesto para el Parlamento, debo admitir que me sorprende un poco nuestra estrategia –o la falta de ella– ya que realmente es una pena que...

(La Presidenta interrumpe a la oradora)

 
  
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  Nathalie Griesbeck (ALDE).(FR) Señor Presidente, señora Comisaria, señor Dombrovskis, señor Pittella, Europa atraviesa actualmente una importante crisis institucional que se conjuga con problemas económicos que en algunos países de la Unión son muy graves y que provocan, como todos sabemos, una falta de perspectivas políticas.

Hoy más que nunca, nuestros conciudadanos necesitan recuperar la fe en el futuro, recuperar la confianza en Europa. Los europeos necesitan creer –y tienen incluso ganas de creer– en grandes proyectos políticos, que no pueden ponerse en práctica si no nos dotamos de recursos presupuestarios suficientes y ambiciosos. Todos –o casi todos– en esta Cámara consideramos que el proyecto de presupuesto propuesto por el Consejo no se corresponde con el nivel de competencias que nuestros conciudadanos quieren confiar a la Unión Europea, ni tampoco con las nuevas tareas que la Unión quiere emprender hoy.

Como ponente permanente sobre los Fondos Estructurales de la Comisión de Presupuestos, quisiera destacar la importancia de esos fondos y la necesidad de incrementarlos, no solo para destacar más nuestra acción a los ojos de nuestros conciudadanos europeos, sino también para acercar más los territorios en esta Europa de 450 millones de habitantes.

Por último, si celebro que subrayemos enérgicamente nuestro apoyo a la investigación, al desarrollo y a la juventud, quisiera en cambio protestar por el importe, totalmente insuficiente, destinado a la rúbrica de Acciones exteriores: ahí está la clave de nuestra credibilidad en Europa y de la fuerza del sueño europeo.

 
  
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  Pedro Guerreiro (GUE/NGL).(PT) Si bien la propuesta del Parlamento mejora la del Consejo en lo que respecta al volumen de los pagos, sin embargo no responde a las necesidades y retos económicos, sociales y medioambientales que plantea una Unión Europea ampliada.

No olvidemos que la propuesta queda por debajo de lo previsto en el marco financiero para 2006, que era un 1,08 % de la renta nacional bruta. Teniendo presente que el montante final se situará entre el 1,04 % y el 1,01 %, confiamos en que el Parlamento no esté poniendo en peligro la propuesta, ya insuficiente, que presentó para las perspectivas financieras 2007-2013.

A pesar de nuestra posición crítica en líneas generales, les instamos a que adopten las enmiendas que hemos suscrito, que tienen por objeto crear un proyecto piloto para las actuaciones en el sector textil y de la confección, que conduzca posteriormente a la elaboración de un programa comunitario para dicho sector, conforme a la propuesta del Parlamento, establecer planes para la recuperación de los recursos pesqueros, visto el impacto social y económico de la prohibición estacional, y fomentar el plurilingüismo, no en último lugar en las asambleas parlamentarias ACP-UE.

 
  
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  Lars Wohlin (IND/DEM). – (SV) Señor Presidente, el proyecto de presupuesto del Parlamento para 2006 supone un incremento de la renta nacional bruta media de los Estados miembros en un 1,04 %. Lamento que el Parlamento pretenda aumentar el gasto en un gran número de partidas sin proponer un ahorro correspondiente y adecuado en otros ámbitos. El Consejo, es decir, los Gobiernos de los Estados miembros, propone que el gasto se limite al 1,01 % de la renta nacional bruta en 2006. Por mi parte, apoyo esa propuesta.

Los diferentes Estados miembros son quienes deben establecer el marco del gasto. Los Estados miembros y los contribuyentes netos han considerado que pueden aceptar que se haga en ese nivel. Mi posición de fondo es que el Parlamento debería tener una influencia significativa sobre la definición de las prioridades dentro de ese marco, pero la responsabilidad política de decidir cuánto se debe recaudar en los diferentes países corresponde a los Gobiernos nacionales. El Parlamento no debería intentar aumentar continuamente el presupuesto. Eso es sobrepasarse. El Parlamento debería limitarse a la tarea principal de marcar las prioridades dentro del marco establecido por los Estados miembros.

 
  
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  Hans-Peter Martin (NI). – (DE) Señor Presidente, al escuchar al señor Ferber, uno tiene la impresión de que es una verdadera lástima que desde Berlín todavía no le hayan llamado para que se haga cargo de los asuntos financieros alemanes en Bruselas, pues en ese caso cambiarían algunas cosas. También es una lástima, señor Ferber, que se encuentre en minoría dentro de su propio Grupo, lo que es aún peor cuando habiendo encabezado una candidatura de los socialdemócratas –como es mi caso– uno se ve obligado a escuchar el inacabable «más, más y más» de ese caballero, y nada más, sin ninguna indicación de que haya comprendido que los tiempos han cambiado y «menos» a menudo puede ser «más».

Mientras se mantengan sus disposiciones financieras actuales, esta Cámara será un ejemplo viviente de cómo despilfarrar el dinero. Lo cierto es que el presupuesto para 2006, considerado en conjunto, constituye otra muestra de codicia, incomprensión y oportunidades perdidas. De codicia porque pone el acento en el «más»; de incomprensión, porque nadie ha pensado un destino útil para los 90 millones que ya teníamos y esta es la oportunidad perdida.

Cada vez está más claro que nuestra Europa necesita alternativas reales. Necesitamos establecer alianzas; alianzas a través de toda Europa; alianzas democráticas; alianzas que tengan como objetivo la transparencia y que por fin presionen para conseguir cambiar en toda Europa lo que ahora se está haciendo mal, por el bien de sus ciudadanos.

 
  
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  Janusz Lewandowski (PPE-DE).   (PL) Señor Presidente, la primera lectura del presupuesto de la Unión Europea para el ejercicio 2006 constituye una prueba de que el Parlamento Europeo –que es un símbolo de diversidad y ofrece un foro para todas las opiniones, incluso algunas tan radicales como las que acabamos de escuchar hace unos momentos– es capaz de alcanzar un compromiso sobre asuntos presupuestarios complejos.

A pesar de que inicialmente se presentaron más de novecientas enmiendas, ahora hemos acordado una estrategia que es de esperar que se refrende en la votación de mañana. Hemos conseguido alcanzar este compromiso pese al hecho de que el ejercicio 2006, por las razones que ya se han expuesto, plantea un reto desde el punto de vista presupuestario. El gasto ha aumentado como resultado de circunstancias que no se podían prever al inicio de las actuales perspectivas financieras. Gran parte del mérito corresponde a los ponentes, señores Pittella y Dombrovskis, a los coordinadores voluntarios de los Grupos políticos, a los asesores de dichos Grupos y, evidentemente, a la secretaría, encabezada por la señora Fialho. El Parlamento Europeo ha adoptado, así, una posición con respecto al presupuesto anual para el ejercicio 2006 y a las perspectivas financieras para el período 2007-2013. Lamentablemente, no puede decirse lo mismo de los Gobiernos europeos, en su actuación a través del Consejo. Esperamos que alcancen una posición sobre las perspectivas financieras plurianuales y también que garanticen que las reuniones del Comité de conciliación que se van a celebrar en noviembre para tratar sobre el presupuesto para 2006 no sean una oportunidad perdida. Para alcanzar estos objetivos se requiere un mandato claro y esta va a ser una verdadera prueba para la Presidencia británica. El mandato para alcanzar una conciliación sobre el presupuesto para 2006 es una prueba a la que deberá hacer frente la Presidencia británica en noviembre de este año.

El Parlamento ya ha esbozado su estrategia. Merece la pena destacar que esta incluye la confirmación de su derecho a una participación del 20 % en el gasto administrativo, al mismo tiempo que se empiezan a buscar maneras para que el propio Parlamento pueda economizar.

Respetamos el Acuerdo Interinstitucional y estamos haciendo pleno uso de su fuerza jurídica. También hemos hecho un buen uso del instrumento de flexibilidad, conforme a la interpretación de este mecanismo que hace la Comisaria Grybauskaitë. Somos muy conscientes de que el consenso en materia presupuestaria constituye una buena noticia que los ciudadanos de la Unión Europea están esperando.

 
  
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  Marilisa Xenogiannakopoulou (PSE).(EL) Señor Presidente, permítame que también empiece por felicitar a nuestro ponente, Giovanni Pittella, por su excelente y audaz trabajo, si puedo describirlo así.

El presupuesto para 2006 se está debatiendo en medio de una grave crisis de orientación política en la Unión Europea, que se refleja en el punto muerto en que se encuentran las nuevas perspectivas financieras.

Lamentablemente, el Consejo de Ministros ha vuelto a demostrar una enorme debilidad política, ahora con el proyecto de presupuesto. Cuando se establecen unas prioridades políticas a escala europea y no se garantiza una financiación suficiente para las mismas, ello plantea un grave problema de credibilidad política.

Los ministros de Finanzas han vuelto a razonar predominantemente como contables. Lo hemos visto en la reducción lineal de los créditos sin ningún razonamiento ni criterio político. Lamentablemente, el objetivo solo era uno: que el presupuesto global no superase el 1,01 %. El Consejo, con una drástica estrechez de miras, está considerando el presupuesto como el mínimo denominador común para alcanzar un compromiso en vez de como un instrumento de desarrollo, redistribución y solidaridad y una herramienta para llevar a cabo políticas europeas.

El problema que se plantea es, por lo tanto, político. ¿Están escuchando el Consejo y los Gobiernos europeos el mensaje de nuestros pueblos, de los ciudadanos? ¿Comprenden que solo responderán a las necesidades de la sociedad europea si consolidan las políticas que tienen como objetivo el desarrollo, el empleo, la solidaridad y la cohesión, especialmente ahora, tras la ampliación?

En el Parlamento Europeo vamos a votar a favor de las enmiendas que consolidan el presupuesto comunitario y las políticas que Europa y su población necesitan en la actualidad. Pero con esto no basta: en este momento, Europa necesita una nueva estrategia progresista y el correspondiente presupuesto para ponerla en práctica. La Europa actual necesita romper con las percepciones conservadoras, gerenciales y neoliberales. Tenemos que proyectar un nuevo plan para Europa y manifestar una auténtica voluntad política de aplicarlo.

 
  
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  Kyösti Tapio Virrankoski (ALDE). – (FI) Señor Presidente, en primer lugar quisiera felicitar al ponente general, señor Pittella, y al ponente para las demás instituciones, señor Dombrovskis. También quiero manifestar mi agradecimiento al presidente de la Comisión de Presupuestos, señor Lewandovski, y a la comisaria Grybauskaitë por el excelente nivel de cooperación que ha mantenido.

El anteproyecto de presupuesto de la Comisión refleja un fuerte deseo de mejorar el empleo y la competitividad en la Unión Europea. La Comisión ha aumentado la financiación de la política estructural en 3 700 millones de euros y los fondos destinados a la investigación y la sociedad de la información en un total de 243 000 millones de euros. Se trata de una continuación lógica de las prioridades establecidas en las perspectivas financieras aprobadas por el Parlamento.

Este presupuesto va a ser el último que se elabora dentro del marco financiero actual. Todavía no se ha llegado a un acuerdo sobre el nuevo marco, situación por la cual le corresponde una gran responsabilidad al Estado que detenta la Presidencia en este momento. El objetivo principal para el futuro inmediato será establecer las nuevas perspectivas financieras; de lo contrario, la labor de la UE quedará paralizada.

 
  
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  Ville Itälä (PPE-DE). – (FI) Señor Presidente, el presupuesto para 2006 es importante porque es el último en el marco de las actuales perspectivas financieras. También será el puente hacia las próximas, sobre las cuales de momento no existe acuerdo. El Parlamento adoptó, obviamente, su posición con vistas a la negociación la primavera pasada, cuando aprobó el meritorio informe del señor Böge.

Es especialmente importante asegurar la financiación del futuro de la UE desde el punto de vista de las grandes prioridades, que son mejorar la competitividad de la Unión, invertir en investigación y desarrollo, y mejorar la seguridad pública. Invertir en investigación y desarrollo es invertir, al mismo tiempo, en el futuro de la Unión.

Pero tampoco debemos olvidar por completo las políticas de la Unión en los demás ámbitos. La agricultura va a necesitar una transformación estructural en el futuro, pero estos cambios se deben realizar de manera que la práctica de la agricultura sea posible en el conjunto de la Unión, incluidas las regiones periféricas.

En los últimos tiempos se ha hecho patente, por desgracia, que los desastres naturales comienzan a ser más frecuentes. El presupuesto de la Unión debería incluir en el futuro una provisión más adecuada para responder a esta circunstancia, que nos permita reaccionar con rapidez tanto dentro de las fronteras de la Unión como fuera de ellas.

Debemos felicitar al señor Dombrovskis, el ponente para el presupuesto del Parlamento, por haber garantizado que este dé un buen ejemplo mediante un presupuesto adecuado a las necesidades reales y no a la cantidad de dinero que podría gastarse en el desarrollo de una diversidad de nuevos planes y proyectos más o menos adecuados. Es absolutamente intolerable que el presupuesto se elabore de manera que, en virtud de un «pacto entre caballeros», cada año se gaste un 20 %, agotando hasta el último céntimo. Un Parlamento responsable que inspire confianza en la opinión pública debe elaborar su presupuesto en relación con los costes reales y no conforme a porcentajes.

 
  
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   Jan Mulder (ALDE). – (NL) Señor Presidente, por mi parte, también quisiera empezar por expresar mi decepción por el hecho de que la Presidencia británica brille hoy por su ausencia. Me pregunto si el señor Lewis podría permitirse adoptar la misma actitud hacia la Cámara de los Comunes.

En segundo lugar, quiero felicitar a ambos ponentes y, en el minuto que se me ha concedido, deseo hablar sobre todo de democracia. En 2004, alcanzamos un acuerdo con el Consejo sobre la Política Exterior y de Seguridad Común, en virtud del cual nos comprometíamos a celebrar periódicamente consultas de alto nivel sobre el contenido de dicha política. El Consejo jamás ha cumplido ese compromiso; nunca se ha celebrado ninguna consulta de alto nivel político.

El Consejo opina ahora que hemos incumplido el «pacto entre caballeros» porque hemos consignado un cierto montante en la reserva, pero permítanme que disienta. Creo que quien ha incumplido el acuerdo es el Consejo. Dicho acuerdo se refiere a los gastos administrativos del Parlamento y también a los del Consejo. Francamente, no comprendo cómo se pueden considerar gastos administrativos los gastos de la Política Exterior y de Seguridad Común. Por esto debe intervenir la democracia para verificarlos.

 
  
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  László Surján (PPE-DE). – (HU) Señor Presidente, en este ciclo nos hemos marcado algunas metas significativas: mejores oportunidades de empleo, un tráfico más adecuado, una sociedad basada en el conocimiento, una cohesión sólida, una presencia visible en el mundo. El presupuesto para el año próximo no apoya la consecución de estos objetivos, pero en verdad agradezco que el Consejo haya superado, aunque solo sea ligeramente, el famoso 1 %. Por esto, la Comisión de Presupuestos, bajo la dirección de nuestro ponente, desearía incrementar en 4 000 millones los pagos del año próximo, lo cual nos permitiría gastar 3 700 millones de euros adicionales en la política de cohesión.

Incluso una vez aceptada nuestra propuesta estaremos muy por debajo de los montantes especificados en el anteproyecto de presupuesto general a medio plazo aplicable. Si el Consejo no apoya en la segunda ronda este gasto adicional meramente simbólico, estará reconociendo que no se toma en serio los planes de desarrollo nacional, que los nuevos Estados miembros no han sabido aprender de los errores de años anteriores y que los Gobiernos que creen poder resolver sus propios problemas escatimando a la Unión siguen siendo mayoría. Es un gran error. La economía de Europa no se podrá reanimar reduciendo los fondos destinados a la Unión, sino aprovechando mejor las oportunidades que esta ofrece. La solución no es menos Europa, sino más. Por esto, Señorías, les insto a que apoyen la propuesta presentada.

 
  
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  Szabolcs Fazakas (PSE). – (HU) Señor Presidente, en primer lugar, también quiero felicitar al señor Pittella por su excelente trabajo y su magnífico informe.

El presente presupuesto es enormemente significativo para Hungría y para los demás Estados de reciente adhesión. Por un lado, porque representa una transición al plan financiero para el período 2007-2013, que se definirá dentro del marco elaborado por el Parlamento Europeo y que es de esperar que se adopte lo más pronto posible y, por el otro lado, porque los representantes de todos los Estados miembros han participado en igualdad de condiciones en la elaboración de este presupuesto, desde los trabajos preliminares hasta su finalización. Por fin no hemos visto aquí la diferenciación entre los Quince y los Diez. Vistos los debates de ayer, creo que no es necesario que insista en la importancia de este hecho.

Ha habido una estrecha y manifiesta cooperación no solo durante las reuniones con la Comisión, sino también en las sesiones de conciliación durante la elaboración del presupuesto para el ejercicio 2006 y de las perspectivas financieras para el período 2007-2013. Por primera vez hemos podido decir que los 25 Estados miembros son partes iguales, que no existen diferencias entre ellos. Esto es sumamente importante, pues solo trabajando juntos podremos construir una Europa común.

Los importes principales del presupuesto para 2006 relativos a Hungría eran conocidos: ya se habían fijado con el Acuerdo de Copenhague. Aun así, hemos podido introducir algunas modificaciones de dichas cifras en el marco del Acuerdo proponiendo enmiendas que permitan hacer realidad nuestros valores europeos comunes. Nos satisface especialmente que, atendiendo a una propuesta de Hungría, nos propongamos garantizar una asignación más elevada para Serbia, que demuestre que la Unión Europea no solo impone condiciones, sino que también recompensa su cumplimiento.

 
  
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  Antonis Samaras (PPE-DE).(EL) Señor Presidente, quiero hacer tres breves comentarios políticos.

En primer lugar, la cancelación de todos los subsidios a un sector, como el del tabaco, no refleja la sensibilidad que nuestro Parlamento ha demostrado tradicionalmente con los grupos más débiles de la sociedad.

En segundo lugar, este escaso presupuesto, con un límite del 1%, no nos permite ejercer una política digna de las ambiciones de la Europa que queremos. El Consejo ha recortado el presupuesto para algunos de los principales objetivos comunitarios, como la cohesión económica, el desarrollo sostenible, las pequeñas y medianas empresas, la investigación y la innovación, dicho de otro modo, todos los objetivos de Lisboa. Pero, al mismo tiempo, se ha recortado la autoridad de los propios dirigentes europeos, que crearon muchas expectativas y después cedieron de forma incondicional a la filosofía de la austeridad o, para ser exactos, a la filosofía de la miseria, no de la austeridad, porque la austeridad implica recortar el exceso, el derroche; pero cuando se recorta la inversión en el futuro y en la esperanza, esto no es austeridad, sino miseria.

En tercer lugar, hemos llegado al punto de tener solo 13 millones de euros en nuestro fondo de emergencia. ¿Cuándo? Cuando a nuestro alrededor la naturaleza está vengándose del hombre, cuando la frecuencia de los terremotos y los huracanes se ha convertido en la nueva pesadilla mundial, nosotros nos atamos de pies y manos en lugar de fomentar la solidaridad humanitaria de Europa en el ámbito internacional. En lugar de ponernos a la cabeza del grupo nos hemos quedado en la cola.

Es posible que la Presidencia británica alcance un acuerdo con los franceses a finales de año. Quizá cierre las perspectivas financieras habiendo alcanzado algunos compromisos dolorosos, pero la idea de Europa se habrá arruinado, porque por desgracia habremos abandonado todos nuestros objetivos.

(Aplausos)

 
  
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  Richard Seeber (PPE-DE), en nombre del ponente de opinión de la Comisión de Peticiones. (DE) Señor Presidente, me dispongo a hablar en nombre de mi colega y compañero de la Comisión de Peticiones, señor Schwab, quien por desgracia no puede estar presente. Voy a hacer referencia a la previsión presupuestaria para el Defensor del Pueblo Europeo, que es competencia de la Comisión de Peticiones.

Las funciones del Defensor del Pueblo revisten una importancia fundamental, porque implican comunicarse con los ciudadanos europeos y acercarles las instituciones. El Defensor del Pueblo examina el creciente número de reclamaciones relativas a la mala administración en la Comunidad, y cuando es necesario, lleva a cabo investigaciones, lo que garantiza el respeto a los derechos de nuestros ciudadanos. Su trabajo mejora la transparencia y la calidad de los servicios que ofrecen las autoridades europeas. Por tanto, es muy importante que el Defensor del Pueblo Europeo disponga de los fondos suficientes que le permitan llevar a cabo sus funciones con la mayor eficacia posible.

La Comisión de Peticiones considera que el aumento de un 3 % en el presupuesto de 2005 es adecuado y defendible, en particular en términos del aumento de trabajo derivado de un aumento de las reclamaciones y las comunicaciones. No obstante, la principal razón por la que necesitamos financiación adicional es porque queremos prepararnos adecuadamente para la adhesión de Rumania y Bulgaria, y por tanto también apoyamos la petición de aumentar el personal que se ocupe de la ampliación.

Pero la línea presupuestaria también permite que los peticionarios, es decir, la ciudadanía reclame, bajo ciertas circunstancias, el reembolso parcial de hasta el 80 % de sus costes de viaje al presupuesto del Parlamento, previa autorización del Presidente de la Comisión. Las dietas de estancia en hoteles y otros gastos también pueden reembolsarse.

La Comisión cree que es necesario aplicar dichas medidas de protección porque ya han tenido un efecto beneficioso sobre las propias capacidades de la Comisión y han mejorado su respuesta a las necesidades de los ciudadanos europeos. Por tanto, no cabe duda que no podemos tener más Europa por menos dinero.

 
  
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  El Presidente.  – El debate queda cerrado.

La votación tendrá lugar el jueves a las 11.30 horas.

(La sesión, suspendida a las 11.05, se reanuda a las 12.05 horas)

 
  
  

PRESIDENCIA DEL SR. TRAKATELLIS
Vicepresidente

 

3. Turno de votaciones
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  El Presidente. – De conformidad con el orden del día, se procede al Turno de Votación.

(Resultados y demás información sobre la votación: cf. Acta)

 

4. Gases fluorados de efecto invernadero

5. Emisiones procedentes de los sistemas de aire acondicionado en vehículos de motor

6. Emisiones sonoras en el entorno debidas a las máquinas de uso al aire libre

7. Redes transeuropeas de transporte y energía

8. Aditivos alimentarios

9. Lucha contra la delincuencia organizada

10. Estrategia de lucha contra una pandemia de gripe
  

- Antes de la votación sobre la enmienda 16:

 
  
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  Caroline Lucas (Verts/ALE).(EN) Señor Presidente, solo quiero proponer que cambiemos la palabra «mutación» por «recombinación» en la enmienda. El Grupo del PSE ha indicado que votaría a favor de esa modificación. Se trata esencialmente de un cambio de carácter técnico, pero, en términos científicos, no se puede evitar la mutación del H5N1, por mucho que nos gustara y por muy poderosos que nos creamos. Sin embargo, sí podríamos tener una posibilidad de evitar una recombinación, así que quisiera que se cambiara la palabra «mutación».

 
  
  

(Se acepta la enmienda oral)

 

11. Patente para las invenciones biotecnológicas

12. Enfoque comunitario de la gestión de las migraciones económicas

13. Explicaciones de voto
  

Recomendación para la segunda lectura: Avril Doyle (A6-0301/2005)

 
  
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  Carlo Fatuzzo (PPE-DE).(IT) Señor Presidente, Señorías, he votado a favor del informe Doyle sobre la reducción de las emisiones perjudiciales para el medio ambiente a fin de salvaguardar el clima. Pero hoy, 26 de octubre de 2005, el tiempo en Estrasburgo es espléndido, primaveral, hace calor, y esto también en Bérgamo –mi ciudad–, y en Atenas.

Me pregunto si realmente debemos considerar el cambio climático un hecho negativo, porque me parece muy agradable. Y sobre todo, si en China se sigue contaminando y por tanto influyendo negativamente sobre el clima, ¿no pensamos hacer nada para evitar la importación de productos chinos fabricados de forma no ecológica?

 
  
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  Richard Seeber (PPE-DE). – (DE) Señor Presidente, quiero señalar que he seguido la intervención del ponente sobre el informe Doyle y considero que el artículo 175 es el fundamento jurídico correcto, porque Austria y Dinamarca ya han adoptado prohibiciones al uso de estos gases fluorados y su experiencia demuestra que las alternativas son, en principio, técnica y económicamente viables y que tienen un efecto mucho menos dañino sobre el medio ambiente. Si los CFC siguen usándose en casi todos los nuevos aparatos de aire acondicionado, se teme que su uso se generalice aún más, con un aumento del 5 % para el 2010, lo que no es justificable.

 
  
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  Edite Estrela (PSE), por escrito. (PT) He votado a favor de la recomendación para la segunda lectura del informe de la señora Doyle sobre «Emisiones procedentes de los sistemas de aire acondicionado en vehículos de motor» por las razones siguientes:

1. Cumple con los compromisos del Protocolo de Kyoto de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en la atmósfera;

2. Tenemos que usar tecnologías sostenibles para evitar el cambio climático y las cada vez más frecuentes catástrofes naturales.

 
  
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  Glyn Ford (PSE), por escrito. (EN) Voy a votar a favor de este informe a pesar de mis reservas. El fundamento jurídico es un aspecto importante. La propuesta de un fundamento jurídico compartido del artículo 175 y el artículo 95 para los artículos 7, 8 y 9 parecía la mejor solución, en lugar del artículo 175 por sí solo, para mantener elementos esenciales de un enfoque de mercado único en lugar de una renacionalización de la industria.

Los argumentos a favor de permitir normas más estrictas en los Estados miembros que las deseen son atractivos. Pero, ¿hasta dónde podemos avanzar por ese camino sin poner en peligro intereses más generales?

Me satisfacen las medidas para limitar la ampliación de la lista de gases prohibidos. Técnicamente es posible, pero puede salir caro, tanto para los consumidores como para el medio ambiente, con fuertes incrementos del consumo energético de hasta el 40 %.

En este momento debemos dejar que la Comisión evalúe esas nuevas prohibiciones, teniendo en cuenta la incidencia global que tendrían en la economía y en el medio ambiente.

 
  
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  Françoise Grossetête (PPE-DE), por escrito. – (FR) Por lo que respecta al reglamento, me he pronunciado a favor del mantenimiento de dos fundamentos jurídicos. En efecto, considero que el texto persigue simultáneamente objetivos de protección del medio ambiente y de armonización de las normativas para el buen funcionamiento del mercado interior. Emplear como fundamento solo el artículo 175 habría tenido una repercusión negativa sobre el funcionamiento del mercado interior, sin tener una legitimación ambiental real.

Me oponía a la ampliación del ámbito de las prohibiciones de comercialización, en particular debido a los estudios de impacto realizados por la Comisión y a la ausencia de soluciones alternativas a medio plazo.

Por lo que se refiere a la directiva, me oponía a la modificación de las fechas de aplicación de las prohibiciones de empleo de gases fluorados. En efecto, los plazos de aplicación fijados en 2011 para los nuevos tipos de vehículos y 2017 para todos los vehículos nuevos son necesarios, ya que el cambio de fluido refrigerante no solo implica el desarrollo de nuevos tipos de sistemas de aire acondicionado, sino también cambios estructurales de la ubicación de los distintos elementos bajo el capó.

 
  
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  Linda McAvan (PSE), por escrito. (EN) Los diputados laboristas al Parlamento Europeo apoyamos plenamente el informe Doyle, que trata de contener y garantizar un uso seguro y una recuperación apropiada de los gases fluorados que contribuyen al calentamiento del planeta. Los recortes de los gases fluorados ayudarán a los Estados miembros a cumplir los requisitos del Protocolo de Kyoto. Sin embargo, no podemos apoyar las enmiendas a la legislación que tratan de imponer prohibiciones a determinados gases fluorados sin una adecuada evaluación de sus efectos. El instrumento legislativo incluye una cláusula de revisión en el artículo 10 y ese es el mecanismo adecuado para abordar cualquier posible prohibición.

 
  
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  Frédérique Ries (ALDE), por escrito. – (FR) Los tres gases fluorados de que se trata –HFC, PFC y hexafluoruro de azufre– favorecen el fenómeno del calentamiento planetario. Es importante, por tanto, que la Unión Europea vele por reducir su empleo, incluso por prohibirlo en determinadas condiciones, que incluyen alternativas eficientes y un calendario concreto.

He votado a favor del informe Doyle por dos razones:

En primer lugar, los esfuerzos ya realizados por la industria. Los gases HFC hoy vilipendiados sustituyeron en el decenio de 1990 a los gases CFC, destructores de la capa de ozono. Esto quiere decir que el principio de sustitución de las sustancias peligrosas por otras más seguras ya es una realidad.

Segundo, el empleo de estos tres gases en aplicaciones tan variadas como los sistemas de refrigeración y aire acondicionado, los aerosoles farmacéuticos para tratar el asma o los agentes extintores de incendios, justifica un enfoque equilibrado entre el bienestar de la población y la protección del clima.

Por último, quiero señalar que se puede luchar eficazmente contra los gases de efecto invernadero sin hacer alardes «puramente jurídicos». Por esta razón he rechazado la posibilidad de que el «medio ambiente» fuera el único fundamento jurídico, pues no habría tenido más que un efecto: fragmentar el mercado único en 25 legislaciones diferentes.

Nuestras empresas, nuestros trabajadores y nuestros ciudadanos no desean una Europa puntillosa.

 
  
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  Bogusław Sonik (PPE-DE), por escrito. – (PL) Mis comentarios van a hacer referencia al Reglamento del Parlamento Europeo y del Consejo sobre ciertos gases fluorados de efecto invernadero y a la propuesta de directiva del Parlamento Europeo y del Consejo sobre emisiones procedentes de los sistemas de aire acondicionado en vehículos de motor, por la que se modifica la Directiva del Consejo 70/156/CEE.

Señor Presidente, el Reglamento sobre gases fluorados constituye otro ejemplo de regulación excesiva, y no guarda ninguna relación con la realidad. ¿Qué sentido tiene adoptar otro Reglamento medioambiental cuando las estadísticas demuestran que los gases fluorados son prácticamente inofensivos y que resulta difícil distinguir los efectos negativos del error estadístico?

El Reglamento adopta un enfoque totalmente desequilibrado al desarrollo medioambiental e industrial.

El hecho de que se base en un único fundamento jurídico, es decir, en el artículo 95 del Tratado que establece la Comunidad Europea, significa que el funcionamiento del mercado común podría verse perturbado, lo que es una posibilidad preocupante.

Polonia y otros Estados miembros que no han impuesto restricciones en el uso de los gases fluorados se oponen firmemente a esta decisión. Creen que el Reglamento tendría que basarse en dos fundamentos jurídicos, es decir, en los artículos 95 y 175 del Tratado que establece la Comunidad Europea. Esto permitiría aplicar requisitos idénticos en toda la Unión Europea respecto de las restricciones y prohibiciones en la colocación en el mercado único de ciertos productos que contienen gases fluorados, y significaría que se respeta el principio del mercado común.

No cabe duda de que para la mayoría de nuevos Estados miembros las restricciones en las emisiones de gases fluorados resultarán en pérdidas económicas desproporcionadas en comparación con los beneficios medioambientales.

 
  
  

Recomendación para la segunda lectura: Avril Doyle (A6-0294/2005)

 
  
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  Ilda Figueiredo (GUE/NGL), por escrito. (PT) Estas propuestas están encaminadas a dar continuidad a las negociaciones sobre la nueva propuesta de la Comisión para contribuir de forma significativa al cumplimiento del objetivo de la UE en el ámbito del Protocolo de Kyoto a través de la introducción de medidas rentables de reducción de las emisiones, como afirma la ponente.

Si bien estas medidas resultan insuficientes, constituyen una contribución, en especial la nueva directiva y el Reglamento que estamos debatiendo.

La eliminación de los modelos antiguos será progresiva y los Estados miembros incentivarán la instalación de sistemas de aire acondicionado que usen un gas eficaz que tenga un potencial bajo de calentamiento global, como por ejemplo CO2, como se defiende en una de las propuestas aprobadas en el Parlamento y que hemos apoyado.

Confiamos en que la Comisión y el Consejo la acepten.

 
  
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  David Martin (PSE), por escrito. (EN) Acojo con satisfacción esta propuesta de la Comisión destinada a reducir las emisiones de los sistemas de aire acondicionado de los vehículos de motor contempladas en el Protocolo de Kyoto. Estoy a favor de fijar un plazo breve para la puesta en práctica de esta propuesta en su conjunto, aunque creo que se debe dar un plazo más largo a los pequeños fabricantes de coches.

 
  
  

Informe: Karl-Heinz Florenz (A6-0296/2005)

 
  
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  Carlo Fatuzzo (PPE-DE).(IT) Señor Presidente, Señorías, he votado a favor del informe del señor Florenz, al que felicito, porque su informe va dirigido a reducir las emisiones sonoras perjudiciales para el medio ambiente. Espero que, gracias al silencio resultante, los Gobiernos sean capaces de oír la voz de los jubilados que piden un aumento de sus pensiones, porque hasta ahora no han sido escuchados.

 
  
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  Luís Queiró (PPE-DE), por escrito. (PT) El informe Florenz permitirá que la propuesta de la Comisión sobre las emisiones sonoras en el medio ambiente debidas a las máquinas de uso al aire libre se apruebe lo más rápidamente posible.

Parece que los conocimientos técnicos disponibles hace cinco años y el progreso realizado desde entonces han sacado a la luz nuevos datos que nos permitirán hacer cambios nuevos en los valores límite.

No podemos ignorar el impacto potencial en el mercado interior de estas máquinas si se produce un retraso en la alteración de la legislación. No podemos permitir que se retiren del mercado europeo.

Asimismo, los valores límite de la fase que se inicia el 3 de enero de 2006 tienen un carácter meramente indicativo.

Si la directiva se publica antes de finales de año en el Diario Oficial, los fabricantes afectados tendrán la seguridad jurídica necesaria para sus productos.

Por lo tanto, he votado a favor del informe Florenz.

 
  
  

Informe: Mario Mauro (A6-0283/2005)

 
  
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  Richard James Ashworth (PPE-DE), por escrito. (EN) Tanto yo como mis colegas del Partido Conservador británico apoyamos los proyectos de RTE, pero nos hemos abstenido en la votación final debido a nuestra preocupación por la posibilidad de que el incremento de las cantidades que se propone sea excesivo e incumpla las aportaciones financieras del 1 % de la renta nacional bruta de los Estados miembros.

 
  
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  Pedro Guerreiro (GUE/NGL), por escrito. (PT) Este informe se refiere a la cofinanciación comunitaria de las redes de transporte y energía como parte de los objetivos de la «Estrategia de Lisboa», o dicho de otro modo, a la consolidación del mercado interior –con prioridad a la ampliación hacia el este–, incentivando la privatización y la competencia en los ámbitos del transporte y la energía.

Por ejemplo, el informe sugiere que se incentiven las denominadas asociaciones público-privadas. Se trata de un instrumento que ha servido para entregar al capital privado el control de numerosos servicios públicos, «a través de garantías jurídicas compatibles con la legislación sobre la competencia y el mercado interior»; dicho de otro modo, la primacía de la competencia capitalista en la UE, a expensas de la denominada «cohesión económica y social».

Acogemos con satisfacción la propuesta del informe de aumentar el nivel de cofinanciación comunitaria para estos proyectos, pero el informe no dice que el paquete de financiación global tenga que aumentarse con este propósito. Es una contradicción en los términos, porque disminuirá el número de proyectos que pueden financiarse.

 
  
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  Sérgio Marques (PPE-DE), por escrito. (PT) Felicito al señor Mauro por su importante y oportuno informe sobre la propuesta de Reglamento del Parlamento Europeo y del Consejo por el que se determinan las normas generales para la concesión de ayudas financieras comunitarias en el ámbito de las redes transeuropeas de transporte y de energía y por el que se modifica el Reglamento (CE) n.º 2236/95, que apoyo plenamente. Acojo con especial satisfacción el establecimiento de disposiciones que promuevan la inversión necesaria para cumplir con los objetivos de Lisboa.

Europa tiene que invertir en infraestructura de transporte y energía. Sin embargo, cuando se fijen los porcentajes de financiación mínimos para esta propuesta, habrá que tener en cuenta las perspectivas financieras para 2007-2013.

 
  
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  David Martin (PSE), por escrito. (EN) Las recomendaciones incluidas en este informe deben dar un esperado impulso a las redes transeuropeas en el ámbito de la energía y del transporte. Se propone un incremento del 10 % del presupuesto y que se permita que hasta el 50 % de los proyectos transfronterizos sean financiados con ayudas comunitarias. Acojo con agrado esa propuesta.

 
  
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  Erik Meijer (GUE/NGL), por escrito.(NL) Hoy, se ha vuelto a intentar malversar los fondos y las normas existentes para solucionar los problemas transfronterizos. Las Redes Transeuropeas estaban destinadas a compensar las deficiencias pasadas. Las fronteras estatales a menudo obstaculizaban la construcción y el mantenimiento de las conexiones rápidas y de larga distancia. Las antiguas vías férreas estaban principalmente destinadas a los viajes nacionales. La cooperación europea podría contribuir a las conexiones entre dos países vecinos, o a través del territorio de un tercer país entre dos países no vecinos.

El plan de cofinanciación original de no más del 10 % estaba destinado solo a ese fin. Ahora las contribuciones han aumentado al 30 o 50 % y, según las enmiendas del señor Mauro, un Estado miembro también ha excedido las fronteras naturales. ¿Por casualidad esas enmiendas estaban ya destinadas en su país a cubrir la mitad del coste de un puente a prueba de terremotos en Sicilia? Tendría que haber votado en contra de esa propuesta cuando se aprobó. Me opongo a la creciente interferencia de la UE en las deliberaciones administrativas y los proyectos de prestigio nacionales. Cuando dispongamos de fondos para las RTE, tendríamos que invertirlos en conexiones ferroviarias transfronterizas, en particular las olvidadas conexiones entre el este y el oeste.

 
  
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  Luís Queiró (PPE-DE), por escrito. (PT) Las Redes Transeuropeas constituyen un instrumento muy importante en la creación y desarrollo de la infraestructura de los sectores del transporte, las telecomunicaciones y la energía en Europa.

La propuesta de la Comisión pretende revisar las normas generales para la concesión de ayuda financiera comunitaria en el ámbito de las redes transeuropeas de transporte y de energía para 2007-2013.

Considero que, en vista de la lista de 30 proyectos prioritarios en materia de transporte, tenemos que establecer normas claras para la concesión de ayuda financiera, para que estos proyectos puedan desarrollarse conforme a otras políticas comunitarias, sobre la base de criterios de eficacia y normas de transparencia respecto de la financiación de los proyectos.

Por último, nadie duda que este informe nos ayudará a aplicar medidas destinadas a fomentar las inversiones necesarias para alcanzar los objetivos de Lisboa.

Por lo tanto, he votado a favor del informe Mauro.

 
  
  

– Informe: Mojca Drèar Murko (A6-0191/2005)

 
  
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  Hélène Goudin, Nils Lundgren y Lars Wohlin (IND/DEM), por escrito. (SV) Compartimos la opinión sobre la necesidad de una revisión continua de la legislación vigente. Pero la cuestión es el ámbito político en el que se aprobará la legislación. Como principio básico, creemos que las autoridades alimentarias nacionales respectivas tienen que decidir en primer lugar los aditivos alimentarios que van a permitir. Si la autoridad alimentaria de un país en particular permite la utilización de ciertos aditivos específicos en relación con la preparación y venta de un artículo alimenticio, no vemos ninguna razón para que una directiva de la UE influya en esa decisión. La seguridad alimentaria y la salud pública son cuestiones muy importantes, y las autoridades de la UE solo deberían ocuparse de ellas cuando también impliquen ventajas prácticas transnacionales.

Tenemos buenas razones para creer que este informe, así como las propuestas legislativas similares, seguirá fortaleciendo a autoridades como la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (AESA). Hemos votado a favor de las enmiendas que hacen hincapié en que se trata de una directiva mínima y que, por tanto, permite la flexibilidad nacional. Hemos votado en contra del informe en su totalidad. Confiamos en que las autoridades alimentarias nacionales de los Estados miembros están facultadas para abordar esta importante cuestión de forma satisfactoria. Nuestra actitud presupone que los productos alimenticios tienen que ir etiquetados con su país de origen para que los consumidores puedan tomar decisiones informadas y activas.

 
  
  

Informe: Bill Newton Dunn (A6-0277/2005)

 
  
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  Andreas Mölzer (NI). – (DE) Señor Presidente, está claro que desde el 11 de septiembre de 2001 hemos dedicado casi toda nuestra atención al antiterrorismo y hemos descuidado la lucha contra la delincuencia. Este cambio equivocado ha permitido que las organizaciones criminales, que en su mayoría surgen en países no europeos, extiendan su influencia y se descentralicen.

Es esencial que volvamos a centrar nuestra atención en la lucha contra las actividades criminales y la delincuencia organizada, porque constituyen una fuente de financiación, aunque no la única, para el terrorismo. La cooperación temporal de las autoridades estatales con los delincuentes a fin de poder luchar contra ellos más tarde no sirve de nada; es una invitación a más corrupción y más mala gestión.

Creo que es necesario que la policía y el poder judicial compartan las estructuras de comunicación, y que haya más cooperación entre las organizaciones individuales y los Estados, junto con una mejor protección de los testigos, pero tampoco debemos olvidar el apoyo a las víctimas del crimen.

 
  
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  Ole Christensen, Dan Jørgensen, Henrik Dam Kristensen, Poul Nyrup Rasmussen y Britta Thomsen (PSE), por escrito. (EN) En nombre de la delegación de los socialdemócratas daneses, el señor Poul Nyrup Rasmussen, el señor Henrik Dam Christensen, la señora Britta Thomsen, el señor Ole Christensen y el señor Dan Jørgensen. La delegación ha votado a favor de la votación en bloque de las 28 enmiendas. Sin embargo, somos conscientes de que el punto F de la enmienda 15 incluye la posibilidad de que los Estados miembros utilicen la inhabilitación para ocupar cargos públicos y políticos contra los delincuentes condenados. Estamos en contra de ese punto concreto.

Los socialdemócratas daneses son conscientes de que la propuesta afecta a una cuestión incluida en la sección IV del TUE, para la que Dinamarca disfruta de una excepción (opt-out).

 
  
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  Hélène Goudin, Nils Lundgren y Lars Wohlin (IND/DEM), por escrito. (SV) La Lista de Junio está a favor de una mayor cooperación e intercambio de información entre los Estados miembros para luchar contra la delincuencia transfronteriza. Pero las decisiones relativas a la armonización del derecho penal y procesal solo se pueden tomar con el acuerdo de los Estados miembros y los Parlamentos nacionales tienen que supervisarlas. No compete al Parlamento Europeo establecer lo que constituye un crimen, las circunstancias atenuantes y los grados de culpabilidad.

 
  
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  Pedro Guerreiro (GUE/NGL), por escrito. (PT) Creemos que es prioritario luchar contra la delincuencia organizada, sus múltiples redes, las actividades de tráfico de drogas o personas, el blanqueo de capital y los paraísos fiscales.

Sin embargo, compartimos las preocupaciones expresadas por algunos diputados de nuestro Grupo respecto a algunos aspectos de este informe, entre otros:

- la ampliación de la definición de organización criminal, en el contexto de la lucha contra la delincuencia organizada, a asociaciones de personas cuyo objetivo no sea el beneficio económico o material, y que eluden la definición de la Convención de las Naciones Unidas sobre la Delincuencia Transnacional Organizada, que considera como delincuencia organizada a las organizaciones que tengan como objetivo el lucro material o económico, excluyendo de esta forma las motivaciones políticas o sociales;

- la mayor posibilidad de acusar a personas de una forma que puede ser ambigua; dicho de otro modo, podría culparse a personas que no están implicadas en actividades criminales;

- queda mucho por hacer en la lucha contra la delincuencia organizada teniendo en cuenta los recursos disponibles, y el informe defiende la creación de una «fuerza policial de la Unión Europea», pero deja de lado las causas profundas de la delincuencia organizada.

Lamentamos que las enmiendas presentadas por nuestro Grupo se hayan rechazado, en particular el rechazo de la enmienda encaminada a garantizar el control parlamentario de las actividades de Europol.

 
  
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  Carl Lang (NI), por escrito. – (FR) Europa quiere combatir la gran delincuencia organizada, cuyas ramificaciones internacionales se golpean en el corazón de Europa. Esto está muy bien. Ya era hora de preocuparse por los estragos que han provocado los terribles acuerdos de Schengen. Aunque me opongo a la creación de una policía europea, un auténtico FBI europeo, sí es necesario reforzar la cooperación entre los Estados miembros y ello dentro del pleno respeto de las soberanías nacionales en materia de policía, de justicia y de lucha contra la delincuencia organizada transfronteriza.

Europa no necesita dotarse de enésimos comités del tipo Teodulo cuya vocación en última instancia es despojar por completo a los Estados nación de sus prerrogativas soberanas: la capacidad para decir qué es la ley y para hacerla cumplir. Hoy, lo esencial de la información policial la transfiere y maneja Interpol. La obsesión de nuestros eurócratas de superponerle una agencia europea genera, aparte de los costes inherentes al funcionamiento de cualquier organismo, muchas complicaciones, en particular por la voluntad absoluta de armonizar las definiciones de los crímenes y delitos punibles o incluso de las penas y sanciones.

Renunciemos a la quimera de la uniformización y concentremos al fin nuestros esfuerzos en una lucha coherente contra todas las formas de delincuencia, empezando por restablecer nuestras fronteras nacionales.

 
  
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  Luís Queiró (PPE-DE), por escrito. (PT) La delincuencia organizada internacional constituye un fenómeno enorme que va en aumento.

¿Cuál es la medida de este crecimiento? ¿Qué datos reflejan lo que está ocurriendo realmente?

Nadie tiene una imagen clara y coherente de la verdadera extensión de la delincuencia organizada. Esta situación no puede continuar.

Como políticos, ¿podemos tolerarla? No. Es urgente reforzar la lucha contra la delincuencia internacional en el territorio europeo, por el bien de nuestras sociedades en los próximos años.

El nuevo texto presentado intenta mejorar la eficacia de la lucha contra la delincuencia organizada. Este texto es más preciso; por ejemplo, acogemos con satisfacción que defina las relaciones entre Europol e Interpol.

He votado a favor del informe Dunn, porque creo que estas medidas pueden ayudar a reforzar la lucha contra la delincuencia organizada.

 
  
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  Georgios Toussas (GUE/NGL), por escrito. – (EL) La decisión marco y, lo que es más importante, el informe de la Comisión de Libertades Civiles, Justicia y Asuntos de Interior propone la aprobación de una definición común y de sanciones por la participación en delincuencia organizada, y concede particular importancia a la responsabilidad de las personas jurídicas si se considera que están implicadas en actividades relacionadas con la delincuencia organizada.

Sin embargo, el orden jurídico de cada Estado miembro posee un arsenal jurídico adecuado y suficientemente estricto para luchar contra la delincuencia organizada, que es un elemento constitutivo del sistema capitalista. Al igual que con la ley antiterrorista europea, estas nuevas medidas, que eliminan los principios básicos del derecho penal, se aprueban para poder usarlas contra los ciudadanos y los derechos democráticos, y para reforzar mecanismos represivos como Europol y Eurojust. Un claro ejemplo es el reciente complot contra el presidente del Partido de los Trabajadores de Irlanda, Sean Garland, que corre el peligro de ser entregado a los Estados Unidos acusado de «conspiración comunista para socavar el dólar americano». En la sesión plenaria del Parlamento Europeo ya hemos escuchado una intervención insultante que presentaba la actividad de una organización política (Sinn Fein) como delincuencia organizada.

Los comunistas están y siempre han estado en contra de la delincuencia en el marco del derecho penal común, que a menudo está relacionado con mecanismos del estado urbano. Pero no aceptamos las medidas que sirven de excusa a la penalización de la actividad política.

 
  
  

– Propuesta de resolución: Â6-0548/2005

 
  
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  Richard Seeber (PPE-DE). – (DE) Señor Presidente, quiero señalar que, en principio, los Estados miembros son responsables de tomar las medidas necesarias para anticiparse a la pandemia de gripe que se ha anunciado. Dicho esto, también es importante que la Comisión los coordine.

Las advertencias tanto de la Organización Mundial de la Salud como del Centro Europeo de Prevención y Control de Enfermedades demuestran que se están tomando muy en serio la posibilidad de que se declare una pandemia. Ha llegado el momento de elaborar planes de emergencia, tomar las medidas coordinadas necesarias y, sobre todo, actuar para prevenir el pánico entre la población.

En conclusión, también quiero dar las gracias a los intérpretes por haber sacrificado una parte de su almuerzo.

 
  
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  Ilda Figueiredo (GUE/NGL), por escrito. (PT) La resolución que acabamos de aprobar es un paso en la dirección adecuada en la lucha contra esta enfermedad. Y lo que es más importante aún, concede gran importancia a la prevención, como hemos defendido, porque así se puede evitar una posible pandemia. Como el texto afirma, el intercambio de información es fundamental para evitar alarmismos. Tenemos que trabajar de forma racional y concertada con las autoridades nacionales e internacionales.

De ahí nuestras propuestas para que la Comisión Europea apoye económicamente un sistema de vigilancia, pruebas de laboratorio, investigación sobre vacunas adecuadas, vacunación en los Estados miembros y apoyo económico y técnico a países terceros, especialmente asiáticos, para garantizar la prevención y la detección desde su origen.

Es fundamental que haya apoyo comunitario, como hemos estado defendiendo, en caso de un brote de la enfermedad, porque los criadores de aves perderán ingresos al reiniciar sus operaciones. Dicho brote afectará también a un número significativo de agricultores y otros trabajadores del sector avícola, y tendrá un fuerte impacto económico y social en los Estados miembros.

Por tanto es importante tener en cuenta que, aparte de los problemas de salud humana, es posible que algunos países, ya sean países de la UE o aquellos donde se origina la enfermedad en el sudeste asiático, no puedan asumir los elevados costes implicados.

 
  
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  Hélène Goudin, Nils Lundgren y Lars Wohlin (IND/DEM), por escrito. (SV) Esta resolución aborda una cuestión de naturaleza transfronteriza. Así pues, existen buenas razones para que los Estados miembros coordinen las medidas aprobadas y las decisiones políticas que se han tomado. En consecuencia, hemos decidido votar a favor de la resolución en su conjunto. Pero queremos hacer hincapié en que las medidas aisladas de la UE son insuficientes para resolver los retos que plantea una pandemia de gripe mundial. Por eso es muy importante que la UE actúe en cooperación con la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Cuestionamos algunos puntos individuales del informe, como la necesidad de la Comisión de preparar una estrategia de comunicación exhaustiva junto con el Centro Europeo para la Prevención y el Control de las Enfermedades (ECDC). Presuponemos que los Estados miembros de la UE son perfectamente capaces de comunicarse con sus ciudadanos sin ayuda de organismos de la UE.

Creemos que corresponde a las organizaciones internacionalmente reconocidas, como la OMS, trabajar en cuestiones sanitarias mundiales. Algunas enmiendas pierden de vista este hecho, y en su lugar hacen hincapié en el papel internacional de la UE. Criticamos el hecho de que el Parlamento Europeo esté explotando una cuestión de gran importancia política para reforzar a la UE y su papel político internacional.

 
  
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  Diamanto Manolakou (GUE/NGL), por escrito. – (EL) Algunas de las medidas propuestas para los Estados miembros son adecuadas y otras son pura propaganda, como la provisión de vacunas y medicamentos. Por supuesto se ha hecho sin excusa, pidiendo a los Estados miembros que adopten una postura y pidan grandes cantidades, lo que ha incentivado a las empresas farmacéuticas a aumentar su producción.

No cabe duda de que necesitamos un plan más amplio basado en la prevención, que incluya exámenes a los trabajadores de las granjas avícolas y proporcione ayuda integrada (técnica, económica y científica) sobre todo a los países de Extremo Oriente, donde la enfermedad es endémica desde hace 7 años. El objetivo es la erradicación definitiva de la enfermedad en las aves silvestres y de granja, que son especies portadoras del patógeno. Si no se incluyen estos aspectos, el problema podría reaparecer en el futuro.

Asimismo, la nueva directiva de la UE, en lugar de introducir medidas más estrictas, es laxa sobre ciertas cuestiones, permitiendo que las grandes empresas avícolas eludan prohibiciones sobre el comercio intracomunitario avícola, incluso en ámbitos que han sido atacados por una gripe muy patogénica.

La política de la UE, incluso cuando se trata de pandemias, es usarlas en beneficio de la rentabilidad de las grandes empresas; por eso son «perjudiciales» para las clases populares. La solución es «luchar» contra la UE de las grandes empresas hasta acabar con ella.

 
  
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  Erik Meijer (GUE/NGL), por escrito.(NL) Hace algunos años surgieron dos epidemias mortales, la del misterioso virus del SRAS, que ha desaparecido de nuestra vista, y una posible combinación de gripe aviaria con variantes de gripe humana. Creo que se trataron de forma demasiado laxa, con un enfoque de «esperemos a ver qué pasa».

Apenas se comprobó el movimiento internacional de viajeros desde los focos de infección; se prestó poca atención a la investigación de las nuevas variantes de gripe; no se llevaron a cabo vacunaciones preventivas de las aves y los suministros de vacunas para la vacunación masiva de ciudadanos contra las variantes de gripe ya conocidas resultaron claramente insuficientes.

Ya he llamado la atención de la Cámara en otras ocasiones sobre esas deficiencias: lo hice el 7 de abril y el 23 de mayo de 2003, y en preguntas a la Comisión en 2003 y 2004. Entonces la Unión Europea y sus Estados miembros no estaban preparados para un gran peligro que podría haber costado millones de vidas en un corto período de tiempo. También era urgente eliminar, a gran escala, las aves criadas en granjas. Si bien estos problemas aún no se han resuelto, la Cámara y la Comisión ahora muestran una actitud diferente.

Los que, como el Grupo Unión por la Europa de las Naciones, creen que se está extendiendo un pánico innecesario y que los que necesitan protección son sobre todo los cazadores de aves, son solo una pequeña minoría. Por lo tanto, votaré a favor de esta resolución.

 
  
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  Frédérique Ries (ALDE), por escrito. – (FR) La gripe aviar está ante nuestras puertas, ya que se han registrado casos en Croacia, Rusia, el Reino Unido y Alemania.

¿Que balance se puede sacar de quince días de gestión de crisis?

Podemos congratularnos de que los Estados miembros hayan tomado las medidas de urgencia que se imponían para evitar los riesgos de contagio en la Unión prohibiendo la importación de aves silvestres, utilizando etiquetas que indican que se trata de «carne de ave producida localmente», sacrificando grandes cantidades de pollos, fijando cuotas para las especies y así sucesivamente

Sin embargo, ¿cómo no deplorar la ausencia de coordinación entre los 25 países, cada uno deseoso de aislarse de los riesgos sanitarios presentes en otros, cuando precisamente para hacer frente e todos esos riesgos de pandemia Europa se dotó en 2003, tras la crisis del SRAS, de un Centro Europeo para la Prevención y el Control de Enfermedades?

Estocolmo debería ser el centro de coordinación y vigilancia sanitaria en Europa. Pero este no es el caso.

Entonces, en espera de que los Estados miembros se dignen a dar una oportunidad a la Europa de la salud, es indispensable que nos preparemos para la migración anual de aves silvestres en la primavera próxima.

Esperemos que Europa aproveche estos seis meses para desarrollar una vacuna y asegurarse de que no se reúnan las condiciones necesarias para la aparición de la gripe aviar en el territorio de la UE.

 
  
  

– Propuesta de resolución: RC-B6-0551/2005

 
  
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  James Hugh Allister (NI), por escrito. (EN) En la votación de hoy sobre las resoluciones conjuntas sobre patentes para las invenciones biotecnológicas, he votado a favor de las enmiendas que dejan clara la necesidad de una prohibición de las patentes de partes del cuerpo humano, tejidos y células en su estado vivo natural y sus secuencias de ADN. No existe ninguna circunstancia en la que el cuerpo humano y sus partes deban convertirse en un bien comercializable. Asimismo, dado que creo con gran convicción en la protección de la vida humana, también en sus primeras etapas, me opongo tanto a los procesos destructivos como a la ingeniería científica que juega con la maravillosa creación que es el cuerpo humano.

 
  
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  Ilda Figueiredo (GUE/NGL), por escrito. (PT) No cabe duda que la biotecnología constituye una de las más importantes tecnologías para el futuro y por eso tiene que recibir apoyo de un marco político adecuado. También hay que tener en cuenta los aspectos éticos, medioambientales y sanitarios.

Uno de los problemas más importantes en este ámbito es el de las patentes. Creemos que la vida humana, incluido el ADN, no puede patentarse bajo ningún concepto. Por eso hemos votado en contra de todas las propuestas que allanan el camino de la patentabilidad de genes y de la propia vida, y lamentamos que en la resolución final haya alguna confusión que pueda dejar la puerta abierta a dichas patentes, aunque su objetivo sea evitar otra propuesta de consecuencias más graves.

Estamos totalmente en contra de las patentes que incluyen la vida y el conocimiento que consideramos un bien universal.

Otro ámbito de debate son los principios éticos. No se debe impedir la investigación sobre células madre, si bien estamos en contra de la clonación humana, como se menciona en la resolución.

Al final nos hemos abstenido en la resolución, teniendo en cuenta los aspectos contradictorios en relación con nuestras posiciones de principio.

 
  
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  Bruno Gollnisch (NI), por escrito. – (FR) Una vez más se someten a debate ante esta Cámara las prácticas de la Oficina Europea de Patentes. Hace algunos meses se trataba de los programas informáticos y las invenciones implementadas por ordenador. Hoy, de forma mucho más grave, y que afecta a lo más hondo de nuestros principios morales y a la esencia de nuestra humanidad, se trata de la biotecnología.

Sin duda, la legislación europea, al no adaptarse y dejar que existan zonas grises en la legalidad, es en parte responsable de la situación actual, ya que ha permitido la concesión de una patente sobre células germinales humanas, o rechazar una oposición presentada contra una patente relativa a células madre embrionarias. Esta legislación debe revisarse rápidamente.

Pero no se puede exonerar por completo a la Oficina Europea de Patentes en este asunto.

Nunca se repetirá lo suficiente: el ser humano no es patentable, un ser humano, en su totalidad o en parte, en cualquier fase de su desarrollo, no es patentable. Ya va siendo hora de poner las cosas claras en un texto preceptivo.

 
  
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  Françoise Grossetête (PPE-DE), por escrito. – (FR) Los problemas relacionados con la genética humana no deben abordarse en términos emocionales y simplistas.

La Unión Europea no puede permitirse acumular retrasos con respecto a sus socios internacionales y dejar en el candelero una serie de ámbitos de investigación.

Por lo que se refiere a los grandes principios fundamentales y los valores universales que defendemos, es esencial descartar por completo la clonación con fines reproductivos y los riesgos de eugenismo.

Pero es igual de importante definir lo que es posible y aceptable en investigación genética, en especial en el marco de la clonación terapéutica y de la investigación sobre células madre con vistas a promover la salud humana.

Sabemos que el marco definido para la patentabilidad de las invenciones biotecnológicas constituye la base esencial para desarrollar nuevas terapias, que para muchos enfermos representan una oportunidad inesperada.

 
  
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  Frédérique Ries (ALDE), por escrito. – (FR) He votado en contra de la resolución y de todas las enmiendas presentadas por el Grupo de los Verdes/Alianza Libre Europea y el Grupo del Partido Popular Europeo (Demócrata-Cristianos) y de los Demócratas Europeos.

Este texto es un pretexto, una pieza más de una estrategia a largo plazo que no tiene otro fin que poner fin a la financiación europea de la investigación sobre células madre embrionarias.

Ha habido tres ataques concretos en menos de nueve meses.

Marzo de 2005: el Grupo Verts/ALE y el Grupo del PPE-DE proponen una resolución sobre un caso de tráfico de células reproductivas femeninas en Rumanía. Su único motivo era denunciar la clonación –incluida la clonación terapéutica– y exigir que la Unión cortara todos los fondos destinados a esta investigación.

Octubre de 2005: setenta y tres diputados escriben al Presidente de la Comisión en nombre del Parlamento. ¿Para qué? Para atacar la libertad de investigación en Europa –una vez más– en nombre de sus convicciones, que por lo demás respeto.

Unos cuantos hemos planteado una réplica a esta carta, y somos ya 127 los que hemos precisado al señor Barroso que es impensable excluir a Europa de un ámbito crucial de la investigación científica.

26 de octubre de 2005 y tercer acto llevado a cabo por esos Grupos: el secuestro de esta resolución.

En una votación oscurantista, 338 diputados decidieron no dejar ninguna oportunidad a la ciencia. Una señal desastrosa más para la investigación del genoma y millones de pacientes en Europa.

 
  
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  Kathy Sinnott (IND/DEM), por escrito. (EN) El señor McCreevy dejó claro anoche, cuando habló sobre este tema, que no tiene la intención de respetar la directiva que prohíbe la clonación humana cuando afirmó que, incluso si la clonación reproductiva quedaba prohibida por la directiva, dejaba la puerta abierta a la posibilidad de la clonación terapéutica.

Al hacer eso, McCreevy vuelve a hacer un «corte de mangas», en esta ocasión, al Consejo de Ministros y a la Directiva sobre patentes biotecnológicas.

A. En el punto 35 de la exposición de motivos del Consejo relativa a la posición común sobre la Directiva de biopatentes se afirma que:

«En el punto (a) del apartado 2, el Consejo sustituyó “procedimientos para la clonación reproductiva de seres humanos” con “procedimientos para la clonación de seres humanos”, puesto que pensó que el adjetivo “reproductiva” podía ser demasiado restrictivo. Se entendía que las palabras “seres humanos” incluye la fase embrionaria».

Parece que el señor McCreevy tiene previsto ignorar las directivas comunitarias vigentes y la difunta Constitución.

 
  
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  Alyn Smith (Verts/ALE), por escrito. (EN) Este tema es muy complejo desde el punto de vista tecnológico y moral y, aunque tengo ciertas dudas sobre algunos aspectos de la resolución, creo que contribuye en cierta medida a conseguir un equilibrio entre la necesidad de una investigación que podría ser muy beneficiosa y, por otra parte, los daños potenciales que esta investigación podría causar a la vida humana. Por lo tanto, en general apoyo el compromiso que el Parlamento ha alcanzado hoy, pero esta tecnología tendrá que ser objeto de revisión de forma constante.

 
  
  

Informe: Ewa Klamt (A6-0286/2005)

 
  
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  Frank Vanhecke (NI). – (NL) Señor Presidente, el informe Klamt que, lamento decir, he aprobado hace un momento, puede describirse como una especie de lista de deseos inocente, y como una descripción de conceptos ideológicos de izquierdas que no tienen nada que ver con el mundo real.

Aparte de la obediencia obligada a las supuestas bondades de la sociedad multicultural, que por cierto, no guarda ninguna relación con lo que esa sociedad está haciendo en nuestras ciudades y barrios, me asombra que este informe defienda la idea de que la inmigración legal organizada en Europa podría ayudar a abordar el gran problema de las falsas solicitudes de asilo, los inmigrantes ilegales y el tráfico de personas.

Creo que una cosa no tiene nada que ver con la otra, porque huelga decir que las personas y las categorías profesionales que podrían aceptarse como inmigrantes legales temporales o permanentes u obtener permisos de trabajo no son las mismas que nos agobian con el problema de la inmigración. ¿Por qué de repente iba a mejorar la lucha contra la inmigración ilegal si lo único que obstaculiza la lucha actual es la falta de voluntad política y el valor y, en consecuencia, las medidas que son tan necesarias en nuestros países tardan en llegar?

 
  
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  Philip Claeys (NI). – (NL) Señor Presidente, he votado en contra del informe Klamt, que contiene una lista de propuestas que se oponen a los intereses de nuestros ciudadanos. Parece como si el Parlamento Europeo estuviera especializándose cada vez más en votar textos de ese tipo. Es una actitud estrecha de miras volver a buscar nuestra salvación en los nuevos inmigrantes económicos. Deberíamos aprender de nuestros errores pasados.

La política de integración aprobada hasta la fecha en la mayoría, sino todos, los Estados miembros ha fracasado. Por tanto, atraer a extranjeros de fuera de Europa solo agudizará el problema. Ya es hora de que los que vivimos en nuestras torres de marfil empecemos a darnos cuenta de ello.

 
  
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  Romano Maria La Russa (UEN).(IT) Señor Presidente, Señorías, quiero expresar mi solidaridad con la señora Klamt por el intento, por lo demás vano, de la izquierda de desnaturalizar el informe en comisión. Dado que es sabido que las regularizaciones no permiten resolver los problemas ni mejoran las condiciones de los inmigrantes sin trabajo, estoy de acuerdo con la ponente en decir que la regularización masiva no representa ni una medida contra la inmigración clandestina ni un medio para contratar emigrantes económicos, sino que alimenta la marginación y fenómenos extendidos de delincuencia.

Aunque la ambiciosa propuesta de crear un sistema europeo de «tarjetas verdes» es compartible, una política que flexibiliza las modalidades de entrada para los trabajadores estacionales o con un trabajo por tiempo definido, genera una situación catastrófica e ingestionable. Para que la inmigración constituya un factor de prosperidad y desarrollo, más que de inestabilidad, son necesarios procedimientos y criterios rigurosos. A la presencia de un garante y a la demostración por parte del emigrante de su capacidad de garantizar sus medios de subsistencia, considero que hay que acompañar otras garantías. El puesto de trabajo debe ser una condición indispensable para la admisión de un inmigrante. No es aceptable prever derogaciones y excepciones.

Espero que la Comisión presente una propuesta coherente y pragmática, con condiciones concretas y no arbitrarias. La migración económica representa una oportunidad para un país, pero no puede ser la panacea de todas las disfunciones, del envejecimiento a la falta de mano de obra. Este es el motivo por el que mi Grupo, la Alianza Nacional o la Unión por la Europa de las Naciones, se ha abstenido en la votación sobre este informe.

 
  
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  Antoine Duquesne (ALDE), por escrito. – (FR) Me he abstenido con respecto al artículo 6 del informe Klamt sobre un enfoque comunitario de la gestión de las migraciones económicas, porque considero que si es normal conceder el derecho de voto a los ciudadanos europeos y no europeos en las elecciones locales, lo es mucho menos concederlo a los ciudadanos no europeos en las elecciones europeas.

En las elecciones locales, todo ciudadano que lleve residiendo en un país europeo durante cierto tiempo–por ejemplo, cinco años, como en Bélgica– debe poder expresarse sobre sus condiciones de vida, el modelo de desarrollo de su municipio, la educación de sus hijos, etc.

Me gustaría también que, al igual que en Bélgica, este derecho de voto fuera concedido a los ciudadanos no europeos, en la medida en que contraigan el compromiso solemne de acatar la Constitución y las leyes de los países que les acogen.

 
  
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  Hélène Goudin, Nils Lundgren y Lars Wohlin (IND/DEM), por escrito. (SV) El informe de propia iniciativa forma parte del proceso de establecimiento de una política de inmigración europea que se aplique en todos los Estados miembros.

Pero la Lista de Junio cree que los propios Estados miembros deben tener libertad para decidir sus políticas en materia de inmigración económica y que no compete al Parlamento Europeo establecer normas en ese ámbito. Creemos que la inmigración económica no puede entenderse como un problema que exige armonización de las normas en el ámbito europeo. Por el contrario, los Estados miembros tienen que tratar esas cuestiones de forma independiente. Un Estado miembro que, por ejemplo, desee aplicar normas generosas para la inmigración económica debe poder hacerlo de conformidad con el principio de competencia institucional.

 
  
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  Pedro Guerreiro (GUE/NGL), por escrito. (PT) El informe contiene puntos que apoyamos. Por ejemplo, pide a la Comisión que garantice la inclusión de todas las disposiciones de la «Convención Internacional sobre la Protección de los Derechos de todos los Trabajadores Inmigrantes y de sus Familias», adoptada por la Asamblea General de las Naciones Unidas el 18 de diciembre de 1990, e insta a todos los Estados miembros a ratificar esta Convención. Entre otros aspectos que consideramos positivos está la condena del informe sobre la manera en que las políticas actuales de la Unión Europea se concentran en la vertiente punitiva.

El informe contiene algunos puntos contradictorios, en el contexto de una política de inmigración que fomenta la explotación de los recursos humanos de países terceros, en especial los trabajadores mejor cualificados. También llama la atención sobre la importancia de cláusulas sobre flujos migratorios y la readmisión obligatoria –dicho de otro modo, expulsión– en caso de inmigración ilegal.

También lamentamos el rechazo de propuestas presentadas por nuestro Grupo, entre otras, nuestra oposición a los «centros de detención temporal» y otras medidas que privan de libertad a los inmigrantes, la condena al establecimiento de «centros de detención temporal» en países terceros, y la condena del fracaso político de las «cuotas», que han agravado la inmigración ilegal y la precariedad laboral de estos trabajadores.

 
  
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  Carl Lang (NI), por escrito. – (FR) Este informe, que quiere ser una respuesta al Libro Verde de la Comisión Europea sobre las migraciones económicas, no es más que una larga letanía de aberraciones peligrosas y suicidas para las naciones y los pueblos de Europa. En él se encuentra un revoltijo de las propuestas más sesgadas a favor de la inmigración y del mundo en desarrollo:

Reconocimiento del derecho de voto en las elecciones locales y europeas para los inmigrantes extraeuropeos; flexibilización de las modalidades de entrada y residencia para los emigrantes económicos; aprobación de las regularizaciones masivas como medio de ofrecer perspectivas de futuro a los inmigrantes ilegales; lanzamiento de campañas de sensibilización sobre las repercusiones positivas de las políticas de inmigración e integración de la historia de las migraciones en los programas escolares; reafirmación del derecho de reagrupación familiar a gran escala; posibilidad de que los trabajadores emigrantes económicos se beneficien de las cotizaciones sociales del país de acogida tras su retorno a su país o incluso supresión de los gastos bancarios en las transferencias de fondos efectuadas desde el país de acogida al país de origen para los trabajadores inmigrantes.

Por último, la guinda del pastel es que este informe se niega a dar prioridad a los ciudadanos de la Unión Europea antes de recurrir a los nacionales de terceros países. Es la cantinela de siempre: se da preferencia a los nacionales de terceros países sobre los ciudadanos europeos.

 
  
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  Fernand Le Rachinel (NI), por escrito. – (FR) Este informe sobre la gestión de la inmigración económica es una maraña de mentiras, falsedades y sesgos ideológicos. Es tan excesivo en su redacción que perjudica a los propios inmigrantes al querer favorecer sistemáticamente una política de inmersión a escala europea.

Ningún Gobierno nacional podría presentar semejante catálogo de medidas sin ser enviado a la oposición en las elecciones siguientes.

La señora Klamt quiere pasar por la vía europea, dejando a los pueblos en la ignorancia del crimen que se comete a sus espaldas.

Felizmente, el Consejo, con gran sabiduría, ha mantenido el principio de la unanimidad para todas las cuestiones relacionadas con la inmigración legal.

Basta un ejemplo para demostrar la aberración de tales propuestas: «la inmigración económica puede ayudar en la gestión de los flujos migratorios... y ha demostrado tener efectos positivos en el mercado laboral».

Se trata, evidentemente, de una falsedad: cuantos más inmigrantes legales dejemos entrar, tanto más asistiremos al aumento explosivo del número de inmigrantes clandestinos, que esperan que un día cercano se regularice su situación, como en España o en Italia.

El Parlamento Europeo haría el ridículo y se desacreditaría si aprobara semejante informe, que, de salir adelante, atraería a nuestras fronteras a millones de hombres y mujeres en busca de la tierra prometida por nuestros aprendices de brujo.

 
  
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  Hiltrud Breyer (Verts/ALE). – (DE) Señor Presidente, quería pedir a la Comisión que diera una explicación a la Cámara, pero por desgracia la Comisión está ausente. Quizá sus servicios sean tan amables de transmitir este mensaje a la Comisión, y pediré que se haga en el transcurso de esta semana. La razón de esta petición es la declaración del Comisario McCreevy durante el debate de anoche sobre la patentabilidad de la clonación humana, una declaración que no encuentra apoyo en la legislación. La interpretación de la Comisión es sencillamente errónea y contradice la nota de protocolo del Consejo de Ministros emitida por el Consejo cuando se aprobó la directiva. El artículo 35 de esa nota de protocolo afirma claramente que no solo se prohíben las patentes de la clonación reproductiva. La Comisión, que es el guardián de los Tratados, no puede, en un discurso de uno de sus miembros, dar una interpretación que no coincida con la directiva; es un error y contradice la nota de protocolo del Consejo.

Por eso es urgente que sus servicios pidan a la Comisión que la rectifiquen, porque de lo contrario habrá consecuencias. Pido una clarificación porque hay otros diputados presentes en la Cámara que comparten mi opinión; que se envíe la clarificación a la oficina del Comisario McCreevy y que él mismo corrija el error esta semana.

 

14. Correcciones de voto: véase el Acta
  

(La sesión, suspendida a las 13.45, se reanuda a las 15.00 horas.)

 
  
  

PRESIDENCIA DEL SR. BORRELL FONTELLES
Presidente

 

15. Bienvenida
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  El Presidente. Me complace saludar la presencia en la tribuna oficial de una delegación del Verkhovne Rada, el Parlamento de Ucrania.

(Aplausos)

Esta delegación, compuesta por nueve diputados, está presidida por el señor Valeryi Pustovoytenko. Han acudido a Estrasburgo para la octava reunión de la Comisión Parlamentaria de Cooperación entre la Unión Europea y Ucrania que se va a celebrar hoy y mañana.

Les deseo, a ustedes y a toda la Comisión Parlamentaria de Cooperación UE-Ucrania, una reunión muy fructífera.

 

16. Aprobación del Acta de la sesión anterior: véase el Acta

17. Preparación del próximo Consejo Europeo informal
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  El Presidente. El punto siguiente del orden del día es el debate a partir de las declaraciones del Consejo y de la Comisión sobre la preparación del próximo Consejo Europeo informal.

Para ello contamos con la presencia del Primer Ministro del Reino Unido, señor Blair, a quien quiero agradecer especialmente el esfuerzo que me consta ha tenido que hacer para estar hoy con nosotros. Creo que es muy positivo que, en la víspera de la reunión de Hampton Court, el Parlamento pueda recibir directamente de la boca del Presidente del Consejo las explicaciones adecuadas sobre la razón de ser de esta reunión. Gracias, señor Blair. Tiene usted la palabra.

(Aplausos)

 
  
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  Tony Blair, Presidente en ejercicio del Consejo. (EN) Señor Presidente, Señorías, es un verdadero placer para mí estar con ustedes esta tarde en el Parlamento Europeo de Estrasburgo. Permítanme dar también la bienvenida a nuestros colegas de Ucrania. Si en algún momento sintiésemos una falta de confianza en Europa y sus valores, entonces el interés de pueblos como nuestros amigos ucranios nos diría que los valores de Europa son sólidos y muy envidiados en muchas partes del mundo.

(Aplausos)

Mi propósito al venir hoy aquí, es informarles acerca de lo que pretendemos que, en las próximas semanas, sea la base de la Presidencia británica. Está conmigo Douglas Alexander, nuestro Ministro de Asuntos Europeos, que se quedará aquí cuando yo me marche, para responder a más preguntas –¡especialmente a las preguntas difíciles!

(Risas)

No obstante, me complace informarles de que estaré aquí al menos una hora y media, tanto para escuchar sus comentarios como para responder yo mismo a algunas de esas preguntas.

También me gustaría explicar, antes de nada, cómo queremos que avance la Presidencia en las próximas semanas. El 23 de junio, en Bruselas, expusimos una visión esencial sobre cómo deberíamos combatir el desafío de la mundialización. Creo que la opinión generalizada en Europa es que necesitamos que Europa avance y que lo haga en la dirección correcta. La cuestión es cómo hacerlo.

Ahora tenemos una oportunidad, tanto en la cumbre informal que se celebrará mañana, como posteriormente, en la cumbre formal de diciembre, de fijar esa dirección y las políticas específicas para seguirla. Por lo tanto, en estas dos reuniones, nuestra idea es, en primer lugar, acordar la dirección correcta para Europa en términos económicos; después, en segundo lugar, establecer algunas áreas prioritarias nuevas para la acción europea; y, finalmente, sobre la base y en el contexto de todo esto, alcanzar un acuerdo presupuestario en diciembre, en el Consejo formal.

En primer lugar hablaré de la cumbre informal. Esto es lo que quiero sacar de esta cumbre informal. Lo primero que quiero conseguir es que en esa cumbre informal se alcance un acuerdo efectivo con respecto al documento de la Comisión presentado por el Presidente Barroso y la Comisión Europea. Ese documento de la Comisión es un análisis del desafío de la mundialización y cómo nos enfrentamos al mismo, como Estados miembros y como Unión Europea.

Debo decir que se trata de un análisis severo, pero es el análisis correcto. Muestra el enorme desafío competitivo que nos presentan las economías emergentes como China y la India, sin hacer caso de los Estados Unidos y otros. Muestra lo importante que es que nos encarguemos de los casi 20 millones de parados de la Unión Europea. Muestra cómo debemos hacer que nuestros mercados laborales sean menos restrictivos, cómo tenemos que asegurarnos, en el ámbito de la investigación y el desarrollo, de la innovación y otras áreas, de alcanzar las mejores prácticas del mundo. Muestra cómo en ámbitos como en el de la energía –en el que, después de todo, en los próximos años importaremos alrededor del 90 % de nuestras necesidades de crudo y gas– Europa tiene que apostar mucho más fuerte, y también muestra el enorme desafío demográfico al que nos enfrentamos, con una menor población activa, más jubilados y, por lo tanto, más personas que necesitan trabajar. Debido a ello, cuestiones como el equilibrio trabajo/vida y cómo podemos permitir que las personas mantengan a sus familias y acudan al lugar de trabajo son sumamente cruciales.

Lo primero que queremos hacer en la cumbre informal es que se adopte ese documento y que esa sea la base para el debate que mantengamos posteriormente sobre Europa, su modelo social y su futuro económico. No obstante, también queremos añadir algunas áreas específicas de prioridades futuras para el trabajo europeo. Me gustaría mencionar algunas de ellas.

Con respecto a esas áreas de futuro trabajo, también estamos, en nuestra calidad de Presidencia, publicando algunos documentos actualmente de académicos de la Unión Europea relativos a ciertos aspectos del desafío al que nos enfrentamos en cada una de esas áreas. Estos documentos se publicarán y se pondrán a disposición de los diputados al Parlamento y de los asistentes a la cumbre de mañana. Pero, ¿cuáles son las nuevas áreas de prioridad en las que deberíamos pensar?

En primer lugar, está la investigación y desarrollo y la innovación. Debemos asegurarnos de que se dedique una mayor parte del presupuesto europeo a esas áreas prioritarias, porque esas son las áreas del futuro para la economía europea.

(Aplausos)

También necesitamos coordinar mejor la forma en la que trabajamos en estas áreas. Concretamente proponemos un consejo europeo de investigación que sea el equivalente a la Fundación Nacional de la Ciencia (NSF) estadounidense, que apoye la financiación de proyectos de investigación y desarrollo y nos ofrezca la oportunidad de crear en Europa las mejores empresas del mundo en las tecnologías del futuro.

Así pues, un área importante para el trabajo prioritario futuro es la investigación y el desarrollo. La segunda área es la energía y la política energética. En mi opinión, es el momento de desarrollar una política energética común dentro de Europa.

(Aplausos)

Durante demasiado tiempo hemos estado en una situación en la que, de forma aleatoria y fortuita, cada país se ha limitado a determinar sus necesidades y prioridades energéticas conforme a sus necesidades, pero sin ningún sentido del poder colectivo que podríamos tener en Europa, si estuviésemos dispuestos a utilizar conjuntamente nuestra energía y nuestros recursos. Esa política no debería centrarse en nuevas barreras reguladoras, sino en conseguir un mercado de la energía realmente abierto. Debería tratar, por ejemplo, el tema de una red eléctrica convenientemente integrada en la Unión Europea. No obstante, esto ya se hace de manera bilateral entre países. Piensen lo superior que sería nuestra competitividad y nuestro poder económico si estuviésemos dispuestos a garantizar que se integrase a escala europea.

En segundo lugar, nosotros, como otros grandes países del mundo, estaríamos dispuestos a mantener un diálogo a escala europea con los principales proveedores de energía, para utilizar nuestro peso colectivo para que nuestra voz fuese escuchada. En tercer lugar, necesitamos desarrollar energías limpias, eficiencia energética y alcanzar ciertas posiciones comunes al menos acerca de las posibilidades y perspectivas relativas a cuestiones relacionadas con áreas como la energía nuclear.

(Reacciones diversas)

Sabía que ciertas cosas podían tener una acogida diferenciada.

(Risas)

Esas son las áreas en las que tenemos que trabajar en el futuro.

La tercera área se refiere a las universidades. Seamos claros acerca de la situación actual en Europa. Nuestro sector universitario no compite como debería con los Estados Unidos. China y la India están desarrollando su sector universitario de forma extraordinaria. Observando no solo el gasto de nuestro sector de enseñanza terciaria, sino también de dónde estamos obteniendo el valor añadido en la conexión entre empresa y universidad, no tenemos en absoluto las mismas posibilidades en Europa que las que se tienen en otras partes del mundo.

Nuestra propuesta es que encarguemos a la Comisión concretamente que informe al Consejo Europeo el próximo año acerca del desafío al que se enfrentan las universidades europeas, cómo competimos con los Estados Unidos, cómo conseguimos una mayor asociación entre el sector público y privado para apoyarlas y más escuelas universitarias que vinculen el mundo empresarial y el académico en toda la Unión Europea.

Hay una cuarta área que me gustaría proponer para el trabajo prioritario. Se trata de cómo controlamos la inmigración, pero también cómo la utilizamos para impulsar la efectividad y competitividad de la economía europea. Necesitamos asegurarnos de contar con los controles apropiados sobre la inmigración ilegal, reconociendo al mismo tiempo que la inmigración controlada puede realmente beneficiar a nuestras economías europeas.

(Aplausos)

Uno de los documentos que hemos publicado hoy pertenece a un académico francés, Patrick Weil, que también ha sido asesor político en Francia, que señala irónicamente cómo los países que han abierto su mercado laboral a las personas procedentes de los países de la adhesión –la adhesión de los Diez– se han beneficiado realmente de esa apertura. Necesitamos llevar esas lecciones más allá.

(Aplausos)

La quinta área se refiere a la necesidad de un mayor progreso en lo que yo podría denominar las cuestiones demográficas o del equilibrio trabajo/vida. En este ámbito no resulta apropiado que la Unión Europea dedique mucho tiempo a elaborar más regulación y esas cosas, sino que es aquí donde el método abierto de coordinación podría funcionar convenientemente, en cosas como el equilibrio trabajo/vida, el cuidado de los niños y permitir que las personas puedan mantener su familia y el trabajo al mismo tiempo, en cómo obtener las mejores prácticas en los sistemas de seguridad social y pensiones en toda Europa. Esto sería prudente si analizamos cómo podemos modernizar la economía europea.

La última área de trabajo prioritario se refiere a lo que el Parlamento Europeo denominó el fondo de mundialización. Solamente quiero dejar una cosa muy clara con respecto a esta idea. Lo importante del fondo de mundialización es que no debería ser un fondo que proteja a las empresas que necesiten reestructurarse o que fracasen, ni un fondo que eche una mano a las empresas que no consiguen triunfar. Lo que debería hacer, en cambio, es proteger y ayudar a las personas que, debido a una reestructuración, hayan sido despedidas o se enfrenten a dificultades en el mercado laboral. Veamos un ejemplo reciente del Reino Unido, en el que miles de personas fueron despedidas en la fábrica de Rover: no detuvimos la reestructuración, porque me temo que, aunque trágica para las personas implicadas, era necesaria en términos económicos. No obstante, ofrecimos ayuda real actualizando la formación y capacitación, y buscando nuevos empleos para el personal, con el fin de proteger no el puesto de trabajo, sino al individuo. Este fondo, si se organiza convenientemente, más que perjudicarnos nos ayudará a hacer frente al desafío de la mundialización.

(Aplausos)

Lo que queremos proponer en el Consejo informal mañana es que deberíamos acordar la orientación básica en el documento de la Comisión y, entonces, en las seis áreas de trabajo que acabo de señalar, establecer cómo podemos progresar en cada una de ellas, con el fin de mejorar la competitividad de la Unión Europea y también su solidaridad social, ayudando a la gente a adaptarse al desafío de la mundialización.

Asimismo, mañana, a raíz del Consejo especial que celebramos el 13 de julio, queremos proponer medidas para una estrategia contra el terrorismo, con el fin de alcanzar un acuerdo con respecto a esas medidas en el Consejo de diciembre. Estas deberían centrarse en cosas como la radicalización de ciudadanos dentro de la Unión Europea, la protección de nuestra infraestructura y, en particular, cómo intercambiamos información y protección de forma más efectiva, cómo la conservamos, cómo conseguimos la cooperación entre diferentes servicios de seguridad y policiales de la Unión Europea, con el fin de proteger mejor a nuestros ciudadanos y, como el Ministro del Interior, Charles Clarke, les dijo cuando estuvo aquí en el Parlamento Europeo, nos satisface tratar esto bajo el primer pilar, a fin de que pueda formar parte del proceso de codecisión.

(Aplausos)

Si mañana conseguimos llegar a un acuerdo al respecto, entonces creo que ya tenemos la base, al menos, del contexto adecuado para alcanzar un acuerdo de financiación.

Además de esas otras cuestiones, están los temas pendientes, y permítanme decir una cosa al respecto ahora. En cuanto a la directiva sobre la ordenación del tiempo de trabajo, espero que podamos llegar a un acuerdo durante la Presidencia británica; nosotros al menos intentaremos que sea así. Con respecto a la directiva relativa a los servicios, conocemos la posición adoptada por el Parlamento Europeo, pero espero que sea posible alcanzar un acuerdo político con respecto al camino a seguir, porque –y digo esto con toda sinceridad– esta directiva es una parte necesaria para completar el mercado único y es importante para Europa.

(Exclamaciones)

He decidido venir hoy al Parlamento Europeo, por lo que no he podido asistir al Parlamento británico; esto es una especie de recordatorio, así que, ¡se lo agradezco mucho!

Quiero decir concretamente –y esto tal vez me meta en más problemas– al Presidente de la Comisión, a quien felicito por el trabajo que ha realizado en los últimos meses, que las propuestas del Comisario Verheugen relativas a la desregulación son un indicador importante de que Europa está dispuesta a regular cuando se trata de los intereses de los ciudadanos, pero que también está dispuesta a liberalizar cuando es necesario para nuestra competitividad.

(Exclamaciones)

¡Esto dará a nuestros colegas ucranios un excelente ejemplo de lo que es una democracia moderna!

Cuando celebremos el Consejo de diciembre, tenemos la intención de hacer todo lo posible por alcanzar un acuerdo de financiación. Quiero dejar muy claro –y lo sé por conversaciones que he mantenido con diputados de los países de la adhesión– que para todos nosotros el presupuesto europeo es importante. Como sabemos en Gran Bretaña, hay importantes cuestiones implicadas en esto. No obstante, deberíamos recordar –es decir, nosotros, los 15 Estados miembros de la antigua Unión Europea de hace un tiempo– que para los 10 países de la adhesión, esto tiene una importancia fundamental. Reconozco nuestra responsabilidad, en calidad de Presidencia, de hacer todo lo posible por alcanzar un acuerdo. Espero que podamos hacerlo, sea cual sea el nivel concreto del presupuesto.

También me gustaría hacer otra observación. Si queremos alcanzar un acuerdo con respecto al presupuesto –y sé que el Parlamento Europeo y también el Consejo Europeo así lo quieren–, estaremos en mejores condiciones de hacerlo cuando hayamos acordado una orientación económica y nuevas prioridades de trabajo, y cuando estas puedan entonces influir en el resultado de ese debate presupuestario. El punto de partida de ese debate presupuestario debe ser este acuerdo de financiación, para reordenar las prioridades, y el debate deberá ser capaz –a través del proceso de revisión– de darnos una perspectiva de futuro de una forma más racional de invertir el presupuesto europeo en el mundo actual.

Si queremos que nuestra economía afronte los desafíos futuros, en algún punto tendremos que asegurarnos de que el presupuesto se corresponda con las prioridades económicas de nuestros ciudadanos, de nuestras empresas y de nuestros trabajadores.

(Aplausos)

Finalmente, en materia de relaciones exteriores, con respecto al cambio climático, sabrán que alcanzamos acuerdos prósperos con China y la India, así como con Rusia, relativos a la cuestión de cómo mantener un diálogo apropiado sobre el cambio climático. En particular, quiero llamar su atención sobre la planta de demostración de carbón con emisiones prácticamente nulas que hemos acordado con China que construya Europa. Esa podría ser una importante señal para el futuro. Será para mí un placer continuar hablando después sobre el cambio climático, en respuesta a sus preguntas.

Asimismo, esperamos poder alcanzar un acuerdo en el Consejo de diciembre sobre una estrategia para África. Europa puede estar orgullosa de lo que hemos hecho con respecto al desarrollo, pero lo cierto es que necesitamos hacer más. Por estas mismas razones, por cierto, también esperamos obtener un buen resultado en las negociaciones de la OMC en Hong Kong.

Con respecto a la cuestión de la defensa, cabe señalar que, cuando comenzamos el proceso de la defensa europea, la gente se mostraba muy escéptica. Hoy contamos con nueve misiones europeas diferentes en todo el mundo, que están en manos de las fuerzas europeas, lo que nos demuestra que la defensa europea puede, en efecto, funcionar. Por supuesto, hemos mantenido las negociaciones sobre la adhesión con Turquía y Croacia. Por lo tanto, nuestro objetivo es conseguir lo siguiente: acuerdo sobre una nueva orientación económica; nuevas prioridades para el trabajo europeo en áreas como la investigación y el desarrollo, la energía, las universidades, la inmigración, la demografía, etc.; y un futuro acuerdo de financiación que sea justo, que comience a centrarse en esas prioridades y que abra la perspectiva futura de ser capaces de reordenar sustancialmente el presupuesto europeo. También queremos un conjunto de conclusiones en el área de justicia y asuntos de interior, que nos ayude a combatir el terrorismo y la inmigración ilegal, aprovechando, al mismo tiempo, los beneficios de una inmigración debidamente gestionada. Queremos mejorar nuestra defensa, particularmente la política de defensa común, en áreas como el aerotransporte estratégico y los aviones nodriza.

Queremos conseguir conclusiones claras en diciembre sobre una estrategia de desarrollo para Europa con respecto a África y asegurarnos de mantener un sólido proceso de cambio, con el fin de combatir las emisiones de gas de efecto invernadero y el desafío medioambiental al que nos enfrentamos.

Hace unos meses llegamos a un punto en el que, a raíz de las votaciones a favor del «no» en los referendos, teníamos la sensación de que Europa estaba paralizada. Si queremos que Europa avance de nuevo en la dirección correcta, entonces tendremos que ponernos de acuerdo sobre qué dirección es esa y las medidas concretas para conseguirlo.

Si somos capaces, en el transcurso de estas próximas semanas, de ofrecer al menos alguna explicación y respuestas a nuestros ciudadanos sobre cómo nos enfrentamos al desafío de la mundialización, cómo ofrecemos una mayor seguridad en una era de terrorismo global e inmigración masiva, y cómo podemos tener una política exterior que utilice el peso colectivo de Europa en beneficio de los ciudadanos de Europa, entonces al menos habremos comenzado a reorganizar Europa, por el camino correcto y avanzando.

Ninguna Presidencia puede conseguir todo eso, pero si podemos conseguir lo que hemos expuesto aquí, creo que será importante.

Hoy he venido aquí para informar acerca de lo que hemos hecho y de lo que pretendemos hacer en las próximas semanas. Les aseguro que pretendemos informar de nuevo y asegurarnos de mantenerles constantemente al tanto de las deliberaciones del Consejo.

Para terminar con este tema, quiero decir que es importante que nos aseguremos de que, para afrontar estos desafíos, la Comisión Europea, el Parlamento Europeo y el Consejo Europeo trabajen juntos y en estrecha colaboración. Ese es nuestro deseo. Como se pone de manifiesto en los debates que celebran y en los debates que celebramos con ustedes, no siempre estamos de acuerdo. No obstante, volviendo al comentario que he hecho al principio, también es obvio, a la vista de quienes se encuentran en la tribuna presenciando nuestros debates, que Europa tiene mucho de lo que estar orgullosa y que es hora de que demostremos a nuestros ciudadanos que los próximos cincuenta años pueden ser tan buenos como los pasados.

 
  
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  José Manuel Barroso, Presidente de la Comisión. (FR) Señor Presidente, señor Blair, Señorías, la Cumbre informal de Hampton Court brindará, espero, la ocasión de un verdadero debate sobre los desafíos económicos y sociales a que se enfrenta Europa. Espero que no sea solo un debate, sino también –como acaba de decir el Presidente del Consejo, el señor Blair– la ocasión de tomar decisiones sobre el camino a seguir en el futuro.

La semana pasada, en Bruselas, les presenté las decisiones adoptadas ese mismo día por la Comisión con vistas a la Cumbre de Hampton Court. No repetiré esa presentación. Solamente recordaré que, además de un documento sobre los desafíos económicos y sociales asociados a la mundialización, la Comisión aprobó una iniciativa encaminada a relanzar las negociaciones sobre las perspectivas financieras y contribuyó a un acuerdo político que consideramos necesario y urgente.

Quiero darles las gracias por su apoyo al documento elaborado por la Comisión y reafirmar en esta Cámara, ante ustedes y ante el señor Blair, que queremos contribuir a encontrar una solución al problema del presupuesto, porque si queremos demostrar de verdad que Europa está en marcha, necesitamos una decisión sobre las perspectivas financieras.

(Aplausos)

En Europa, como sabemos, el nivel de prosperidad, de cohesión social, de protección del medio ambiente y de calidad de vida es históricamente alto en comparación con otras regiones del mundo. Pero también es cierto que hay un déficit de justicia social. Tenemos 19 millones de parados en los Estados miembros de la Unión. La distancia entre ricos y pobres es demasiado grande.

En muchas grandes ciudades tenemos serios problemas de integración que requieren medidas urgentes. La verdad es que esta situación puede deteriorarse ante los desafíos simultáneos del envejecimiento de la población y de la mundialización. Sin duda, la mundialización genera grandes oportunidades, pero también trae amenazas para determinados sectores de Europa.

Una cosa es segura: mantener el statu quo no es posible. Es urgente emprender reformas y modernizar Europa. Si queremos conservar los valores europeos, debemos modernizar nuestras políticas. Por ello, proponemos reformas ambiciosas, insistiendo en la necesidad de evitar dos peligros.

Por una parte, el peligro de quienes piensan que Europa es solo o principalmente un mercado. Se equivocan, porque la Europa ampliada, la Europa de veinticinco, y más en el futuro, debe apoyarse en una estructura de cohesión social y coherencia política, tanto internamente como hacia el exterior, si queremos defender este proyecto. No debemos considerar nunca que el gran proyecto europeo está definitivamente realizado, sino que debemos luchar cada día por reforzarlo.

Por otra parte, el peligro de quienes piensan que es posible hacer de Europa una potencia que tenga al mismo tiempo veinticinco minimercados de la energía y veinticinco minimercados de los servicios. Si queremos hacer de Europa una verdadera potencia, debemos realizar plenamente el mercado interior. De ello depende nuestra competitividad en el mundo globalizado.

(Aplausos)

(EN) Creo que la Unión Europea tiene que desempeñar un papel muy importante a la hora de impulsar estas ambiciosas reformas y la modernización de nuestros sistemas sociales. El éxito depende de que consigamos la combinación adecuada de medidas a escala europea y nacional. Debemos utilizar a fondo todos los instrumentos de que disponemos: la legislación, como ha dicho el Primer Ministro Blair, y estamos tratando de legislar mejor. Existen casos en los que necesitamos legislar más y otros en los que necesitamos menos burocracia y menos normativa. No podemos elaborar el futuro presupuesto de la Unión Europea sin los instrumentos, junto con la vigilancia multilateral, la experiencia compartida y todos los mecanismos que tenemos a nuestra disposición. Los poderes ejecutivos de la Comisión, el derecho de iniciativa de la Comisión, el uso efectivo de las normas de competencia: contamos con los instrumentos para complementar y añadir valor –no para sustituir– a lo que hacemos a escala nacional.

En el plano internacional, también, Europa es el nivel de acción adecuado. Seamos francos: ni siquiera los mayores Estados miembros de nuestra Comunidad cuentan con la fuerza para gestionar la mundialización o por tratar exactamente en pie de igualdad con otras potencias mundiales. Somos un buen ejemplo de mundialización a escala regional. Nuestra profunda integración, nuestras políticas comunes y nuestros valores compartidos nos dotan de una fuerza añadida que ningún Estado miembro individual puede tener.

Esa es la razón por la que para combatir mejor la pobreza en el mundo, para proyectar los valores europeos en todo el planeta y para negociar en interés de nuestros Estados miembros, es mejor reafirmar claramente que necesitamos una fuerte dimensión europea. Lo digo claramente: necesitamos, ahora más que nunca, una Unión Europea fuerte en este mundo globalizado.

Estos instrumentos se refuerzan mutuamente; dependen unos de otros para triunfar. En el documento que la Comisión ha elaborado para la reunión informal planteamos ciertas líneas de acción. Permítanme subrayar algunos de esos aspectos.

En primer lugar, la creación del fondo de ajuste a la mundialización, para hacer frente a las consecuencias de esta para las personas que, por ejemplo, se vean afectadas por una reestructuración. Como ha dicho el Primer Ministro Blair –y esa es precisamente también la idea original de la Comisión–, el propósito de este fondo no es el de proteger a las empresas que no son competitivas o económicamente viables, sino ayudar a las personas. Al mismo tiempo que defendemos la apertura de nuestras economías, deberíamos demostrar que también nos preocupamos por las personas. Las personas no son estadísticas. Debemos contar con una política activa apropiada para sus preocupaciones y aspiraciones.

Estoy muy agradecido al Primer Ministro Blair por su apoyo a este fondo.

(Aplausos)

También hemos delimitado algunas áreas en que la colaboración entre la Comisión y los Estados miembros puede continuar explorándose y reforzándose; se trata de áreas que son competencia ante todo de los Estados miembros, pero en las que la Comisión puede desempeñar un papel importante, sea como intermediario honesto, como catalizador o como punto focal de referencia comparativa, de supervisión mutua, de acción colectiva. Por ejemplo, como ha dicho el Primer Ministro, y como hemos afirmado en nuestro documento, estamos a favor de un planteamiento común, a escala europea, con respecto a la energía. Solamente añadiré un ejemplo más a los excelentes ejemplos que ha citado el Primer Ministro: el importante ámbito de la bioenergía. Considero que podemos hacer mucho más en este terreno, combinando los ámbitos del medio ambiente, agricultura, investigación y fondos que ya tenemos a nuestra disposición. Por lo tanto, existe una posibilidad de que las instituciones europeas y los Estados miembros trabajen juntos.

Otra área es la de investigación y desarrollo, y esperamos obtener los fondos necesarios para ella, a fin de emprender alguna acción a escala europea, porque necesitamos esa dimensión. Debemos preguntarnos por qué las mentes más privilegiadas de Europa, y también de China, la India y muchas otras partes del mundo, van a estudiar a los Estados Unidos, cuando sabemos que las mejores universidades se fundaron aquí. Las universidades son una creación europea, así que ¿por qué van a otro sitio cuando podrían quedarse aquí? También necesitamos complementar la acción a escala nacional con una acción Europea en pro de las universidades, la investigación y la innovación.

Finalmente, la Comisión está dispuesta a presentar al Consejo Europeo un plan que marque el camino hacia una Europa moderna, capaz de ofrecer prosperidad económica y justicia social.

Así pues, mi mensaje en la cumbre será claro: si queremos mantener nuestros valores europeos, debemos modernizar nuestras políticas, y es mejor que lo hagamos juntos. Deberíamos pedir un compromiso personal de todos los líderes de la Unión Europea. Nosotros, las instituciones europeas –el Parlamento, el Consejo y la Comisión–, tenemos que hacerlo juntos. También los Estados miembros, las autoridades regionales y locales y los interlocutores sociales tenemos obrar por este cambio. Sé que el cambio nunca es fácil, pero permítanme decirles algo: la inacción es mucho peor y mucho más costosa. Si no hacemos nada, será mucho más doloroso que si cambiamos ahora con nuestros valores y nuestra firme voluntad.

(Aplausos)

Creo que Hampton Court también debería ofrecer un mensaje positivo a nuestros ciudadanos con respecto al papel que puede desempeñar Europa en el mundo, en términos de seguridad y proyección de nuestros valores, bien mediante la ayuda al desarrollo, bien mediante la gestión de la mundialización. Es importante que también definamos este nuevo papel de Europa en el mundo.

Espero que nuestro debate de mañana nos permita alcanzar un consenso para estar a la altura y responder a los desafíos a que nos enfrentamos y la necesidad de avanzar. Creo que este consenso, esta visión común, es necesaria. Este nuevo consenso es necesario para volver a conectar a Europa con sus ciudadanos y también para preparar el terreno para seguir avanzando en nuestro proyecto europeo.

Este consenso y este sentido de la urgencia son necesarios para alcanzar un acuerdo con respecto al presupuesto y a las perspectivas financieras, esperemos, antes de que finalice el año. Quiero dar las gracias al Primer Ministro Blair por su renovado compromiso personal con respecto a estos objetivos, que ha explicado hoy aquí. Es difícil, pero también es posible y necesario. La tarea de los políticos responsables consiste en hacer posible lo que es necesario. Por esta razón, ahora estamos trabajando con ahínco. Hemos estado trabajando en estrecha colaboración y de forma muy intensa con la Presidencia británica. Quiero dar las gracias al Primer Ministro Blair y a todo su personal por el trabajo sumamente competente que están realizando y quiero asegurar al Parlamento Europeo y al Primer Ministro Blair que haremos todo lo posible por garantizar el éxito, no solo de la cumbre de mañana, sino también de la cumbre de diciembre, para que Europa vuelva a ponerse en marcha.

(Aplausos)

 
  
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  Hans-Gert Poettering, en nombre del Grupo del PPE-DE. (DE) Señor Presidente, Señor Presidente en ejercicio del Consejo Europeo, Señor Presidente de la Comisión, Señorías, me dirijo a usted, señor Presidente del Consejo Europeo, deliberadamente como tal y no como «Primer Ministro». Si bien es gracias al cargo de Primer Ministro por lo que usted ostenta la presidencia de la Unión Europea, no está aquí para defender solo los intereses británicos, sino los de Europa en su conjunto, y le juzgaremos por la manera en que lo haga durante las próximas semanas y meses.

(Aplausos)

Este debate se celebra en el momento y lugar adecuados. Mañana, usted se reunirá con los Jefes de Estado y de Gobierno en un distinguido palacio, como les corresponde. Espero que el nombre de Enrique VIII no sea un mal augurio y no ejerza una influencia siniestra en el futuro de Europa. Señor Presidente en ejercicio del Consejo Europeo, aunque todos sabemos que ni usted, como Primer Ministro, ni su partido pertenecen a mi familia política, quiero darle un voto de confianza por estar hoy aquí, en el Parlamento Europeo, entre los representantes de los ciudadanos europeos. Así pues, mañana se reúne el Consejo de Jefes de Estado y de Gobierno, y esto sigue el orden lógico de los acontecimientos: primero, el Parlamento Europeo en Estrasburgo y después el Palacio de Hampton Court a las afueras de Londres.

(Aplausos)

Le deseamos éxito, señor Presidente en ejercicio del Consejo Europeo, en el reestablecimiento de la confianza entre los 25 Jefes de Estado y de Gobierno. Su presencia hoy aquí sin duda ayuda a crear confianza, porque las tres instituciones europeas están presentes. También quiero decir que mañana el Presidente del Parlamento Europeo estará presente todo el día, y esto también constituye una novedad. En el futuro, tendríamos que dar por sentado que el Presidente del Parlamento Europeo participe en todas las reuniones del Consejo Europeo. Si pueden convertirlo en una tradición, la democracia europea saldrá ganando.

Queremos que mañana tenga éxito en clarificar nuestro deseo de una Europa fuerte en el mundo, y con ello quiero decir que no debemos separar a Europa del mundo; al contrario, nuestra Europa tiene que responder a los graves problemas mundiales. Pero una cosa está clara, y es que no podríamos abordar ninguno de esos problemas si no fuera por la Unión Europea. Es posible que Europa no sea la solución a todos los problemas, pero no podremos solucionar ninguno sin la acción concertada de los europeos en la Unión Europea.

La mundialización no solo afecta a la economía, aunque todo el mundo hable de ello. No cabe duda de que la mundialización es un proceso económico, pero en su núcleo se trata de que somos un solo mundo, y eso representa un desafío intelectual, moral, cultural, político y, por supuesto, también económico. Si se trata correctamente, la mundialización es positiva. Lo que somos y lo que hacemos se sustenta en los derechos humanos y la dignidad humana. Países como Cuba o la República Popular de China no podrán seguir diciendo que lo que hacen en materia de derechos humanos es solo una cuestión nacional. Por el contrario, la mundialización recalca la dignidad humana en este planeta, ya se trate de los estadounidenses, los europeos, los chinos o los cubanos. Todos compartimos la dignidad humana; esto también forma parte de la mundialización.

(Aplausos)

En la actualidad, todo está interrelacionado. Esta mañana, un colega me ha dicho que la Comisión, que ya trabaja muy bien con la OMC, podría implicarse aún más en términos de su presencia en sus comisiones. No puedo aventurarme a dar una opinión, pero es lo que me han dicho. El hecho es que lo que ocurre en la OMC no solo es economía, y daré un ejemplo de lo que quiero decir. He realizado muchas visitas a Marruecos. Si uno camina por las calles de una ciudad marroquí, verá mucha gente joven, y por supuesto es algo muy positivo, pero si esos jóvenes marroquíes no tienen oportunidades, si no abrimos nuestro mercado, incluso a los productos agrícolas –esto solo puede hacerse poco a poco y no de la noche a la mañana– entonces esos jóvenes no tendrán oportunidades en su propio país, y empezarán a llamar a las puertas de Europa, como hacen en Ceuta y Melilla. Por eso el Acuerdo Mundial del Comercio es una cuestión profundamente humana y no solo económica, y al abordarla tenemos que tomarnos en serio nuestras responsabilidades políticas y morales.

(Aplausos, exclamaciones)

Ahora se habla de un subsidio, y nuestro Grupo pide que volvamos a examinarlo muy atentamente. Hace varios años, cuando yo trabajaba en el Comité de las Regiones, se estaba reestructurando el sector del acero, y Europa ayudó con medidas educativas, no con subsidios de mantenimiento. Por supuesto es posible intentar algo parecido para las industrias que se encuentran en dificultades como consecuencia de la desregulación y la mundialización, lo que implica que esos fondos se usen para poner en marcha proyectos de reciclaje profesional. El Fondo Europeo de Desarrollo Regional ya dispone del dinero necesario, y por eso pido que volvamos a examinar esta opción más atentamente.

No cabe duda que necesitamos mercados laborales flexibles. También tenemos que reducir la burocracia. Gracias, señor Presidente de la Comisión, por presentarnos una buena propuesta sobre la manera de hacerlo.

(EN) Le ruego, señor Primer Ministro –no en su calidad de Primer Ministro, sino de Presidente en ejercicio del Consejo Europeo–, que independientemente de lo que decidan mañana, no tomen ninguna decisión formal. Al contrario, en todo lo que se dispongan a decidir, por ejemplo en grupos de trabajo, deberán incluir a la Comisión Europea. Nosotros no permitiremos que un proceso intergubernamental decida el futuro de Europa; queremos que las instituciones de Europa estén implicadas en todo el proceso de desarrollo de Europa.

(DE) Lamento decir que se me ha acabado el tiempo de uso de la palabra. Todos sabemos que es usted un buen comunicador. Si los resultados de su presidencia a finales de 2005 igualan en términos de calidad a sus dotes comunicativas, nos sentiremos muy satisfechos. Así pues, daremos nuestra respuesta final en diciembre o enero. Le deseo mucho éxito, porque si lo consigue será un éxito para todos nosotros.

(Aplausos)

 
  
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  Martin Schulz, en nombre del Grupo del PSE. (DE) Señor Presidente, Señorías, el Presidente en ejercicio del Consejo ha mencionado en su intervención que los debates en Hampton Court mañana tocarán el tema de la lucha contra el terrorismo, así que quiero comenzar diciendo algo sobre el 7 de julio.

Los ataques del 7 de Julio en Londres fueron ataques contra la sociedad civil europea y contra los británicos, pero fueron algo más que eso; fueron ataques a todos nosotros. Por eso su respuesta –no solo como Primer Ministro del Reino Unido, sino también como Presidente del Consejo– fue una respuesta en nombre de todos nosotros. La respuesta del Gobierno laborista, con una combinación adecuada de rigor sobre seguridad pública y diálogo con los ciudadanos, fue la adecuada. Fue uno de los éxitos de la Presidencia del Consejo, y quiero darle las gracias por ello.

(Aplausos)

Pero mañana, cuando debata el modelo social europeo, usted y los Jefes de Estado y de Gobierno debatirán un modelo social que se ha desarrollado en Europa de forma progresiva durante un período de 50 años desde el final de la Segunda Guerra Mundial. En el núcleo de este desarrollo está la combinación coherente, por primera vez en la historia económica, de los avances económicos y técnicos con el progreso social. Todo el crecimiento económico y social ha ido de la mano de más derechos sociales y mayor estabilidad social. Esta es la fórmula del éxito del modelo social europeo.

Ahora hay cada vez más economistas, incluso en el ámbito gubernamental, que llevan años diciéndonos que un mayor progreso económico y social está supeditado a la destrucción de la cohesión social, con salarios más bajos, jornadas laborales más largas, y menos derechos para los trabajadores y los sindicatos. Decimos «no» a esto, porque destruye el modelo social europeo. Este es el camino que el Comisario McCreevy ha trazado, y le pedimos que mañana lo cierre.

(Aplausos)

Señor Presidente, está en lo cierto al decir que el mercado interior europeo y su desarrollo suponen una gran oportunidad. Sí, por supuesto, queremos la libre circulación de servicios, pero lo que no queremos es la libre circulación del dúmping social en Europa. Si el principio del país de origen se usa como medio para destrozar las normas sociales, entonces no queremos esa directiva de servicios.

(Grandes aplausos)

El mercado produce muchos productos, pero la solidaridad no es uno de ellos; tenemos que crearla nosotros mismos, y es sobre todo una tarea de los Estados. Aquí en el Parlamento Europeo tenemos que ayudarles a hacerlo.

(Aplausos)

Esto es lo que también esperan los que le eligieron. Aunque el señor Poettering ha hablado sobre muchas cuestiones, no ha dicho gran cosa sobre la cumbre que le espera mañana. Con esto en mente quiero pedirle una cosa, señor Presidente en ejercicio del Consejo: que se asegure que la cumbre se centre en el tema que la Comisión ha propuesto, en el hecho de que la condición previa fundamental para una economía próspera en Europa no es la destrucción de la cohesión social, sino la verdad de que los beneficios de las empresas son positivos porque ese es su objetivo, pero que los trabajadores cuyo trabajo genera dichos beneficios tienen que beneficiarse de ellos y mantener empleos decentes con salarios decentes, con los que puedan mantener a sus familias. Si este es el objetivo de la Unión Europea, señor Presidente en ejercicio del Consejo, entonces los socialdemócratas avanzaremos codo a codo con los laboristas.

(Grandes aplausos)

 
  
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  Graham Watson, en nombre del Grupo ALDE.(EN) Señor Blair, al esbozar su visión en nombre de la Presidencia británica el pasado mes de junio, llamó usted a los líderes de Europa a ajustar sus políticas al mundo de hoy: volver a conectar a Europa con sus ciudadanos, a sus ciudadanos con las demandas de un mercado mundial y a sus políticos con las prioridades de Europa. Ahora, seis meses después, como ha demostrado su acogida aquí, muchos no pueden o no quieren pensar más allá del antagonismo entre la Europa liberal y la Europa social.

Que quede claro: más del 90 % del PIB de la zona del euro se produce en países cuyos costes sociales son demasiado elevados. Esto plantea un peligro para nuestro futuro económico. Las soluciones del pasado ya no sirven.

Es hora de ser conscientes de que la mundialización no es una cuestión para mañana, sino que ya está aquí. Anuncia grandes oportunidades para la creación de riqueza y el intercambio intercultural, pero también desafíos transfronterizos como la inmigración, el cambio climático y el crimen organizado internacional. Supone un desafío para nuestro Estado de bienestar social, y el modelo alemán, que parecía funcionar hace 20 años, ya no lo hace. Como me dicen mis amigos alemanes, está kaputt.

Si la Unión Europea desea prosperar en una comunidad mundial, debemos combinar la reforma de modelos sociales caros con una nueva voluntad de crear un mercado único de productos, servicios, capitales y trabajo. Con una mayor inversión en investigación, innovación y educación, el mercado único genera la riqueza que sufraga nuestra política social. No se trata de un Shangri-La económico y social, protegido de todas las presiones del mundo, sino que permite una respuesta común a un desafío común.

Continuemos desarrollando las políticas comunes en los ámbitos de la energía y de los asuntos interiores de que hablan ustedes. El Reino Unido se opuso a esto en la Convención Europea y acogemos con satisfacción su cambio de opinión. Muchos políticos de izquierda, particularmente en esta Cámara, perciben la reforma de los sistemas de bienestar y la apertura del mercado como una amenaza. Sin embargo, como señaló la semana pasada mi colega Bernard Lehideux, la solidaridad social y una economía de mercado libre pueden ir de la mano. En efecto, si el liberalismo económico se complementa con un liberalismo social, podemos ofrecer a nuestros ciudadanos la seguridad, prosperidad y oportunidad que esperan.

No es el estilo norteamericano ni el estilo galo. Es, quizás, la Tercera Vía que buscan los socialdemócratas pero que no han encontrado. Porque, como Richard Crossman les avisó hace años, el problema de demasiados políticos muchos de izquierda no es que carezcan de mapas ideológicos para el nuevo territorio que están atravesando, sino que sus líderes creen que los viajeros experimentados ya no necesitan esos mapas.

Señor Presidente en ejercicio del Consejo, no envidio su tarea en Hampton Court. Pero no se rinda. La Unión Europea no solo es capaz de llevar a cabo una reforma: anhela una reforma. Lo que necesita de la Presidencia es liderazgo. El liderazgo debe consistir en algo más que un buen discurso ocasional, como los conservadores británicos puede que lamentablemente piensen en breve.

Ha llegado el momento de tomar el mando. El éxito o no de la Presidencia británica no se podrá evaluar totalmente hasta diciembre. Deben convencer ustedes a los incrédulos de que, bajo su liderazgo, Europa puede satisfacer las ambiciosas expectativas que nos fijaron.

Eso significa elevados ideales. ¿Cuáles son sus ideales para Europa, señor Blair? Abandonar la ideología y confiar en determinados grupos para asegurar la reelección del Gobierno no es liderazgo. Es partidismo. La ideología nos da la fuerza moral para tomar decisiones difíciles en casa y para combatir los problemas de derechos humanos en el extranjero, dotándonos de una política exterior de la que podamos estar orgullosos, no avergonzados; haciendo que estemos orgullosos de ser europeos.

Su dificultad, sospecho, es que algunos Estados miembros dudan de la solidaridad británica. Ven al Reino Unido como a ese explorador en la jungla que, cuando el grupo de exploradores se queda de piedra al ver a un tigre a punto de atacarles, lentamente se quita sus botas y se calza un par de zapatillas para correr. Al colega que le susurró: «¡estás loco, nunca escaparás del tigre!», él le respondió: «amigos míos, no es del tigre del que tengo que escapar».

Si Gran Bretaña participase plenamente en el euro y en Schengen para demostrar solidaridad, su autoridad e influencia serían mayores.

(Aplausos)

 
  
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  Monica Frassoni, en nombre del Grupo Verts/ALE. – (IT) Señor Presidente en ejercicio del Consejo, hoy nos ha confirmado usted su habilidad de actor y encantador, cualidad que podría enseñar a alguno de nuestros amigos, compatriotas míos, en una de sus muchas visitas a Italia.

No obstante, esta habilidad suya no remedia el hecho de que la gran Cumbre de relanzamiento de la dimensión social europea parece hoy degradada a una amistosa charla entre amigos sobre los temas más dispares, en particular la reforma económica y la competitividad. En cambio, sigue usted sin querer debatir sobre la política común de la energía, que ya figura en la Constitución, una política que hoy no parece servir nada más que para relanzar el viejo debate sobre la energía nuclear. Creo que habría podido usted elegir algo mejor para acercar Europa a los ciudadanos.

(EN) Seamos claros, si omite usted la cuestión del país de origen, creo que podemos ponernos de acuerdo, o al menos comenzar a debatirlo y llegar a un acuerdo. Si está dispuesto a hacerlo, intentemos debatirlo. Si no quiere omitirlo, creo que sería muy difícil ponerse de acuerdo con este Parlamento. Creo que, en cualquier caso, aunque intente conseguir un acuerdo político en diciembre, tendrá que esperar un poco más antes de cantar victoria, dado que nosotros no votamos hasta enero.

(IT) Señor Presidente, señor Blair, Señorías, no basta decir que queremos más investigación y más innovación, sino que a mi entender hay que definir sobré qué y en qué dirección. De verdad quisiéramos que nos dijese qué propuestas concretas son posibles para explotar el potencial de competitividad europea en materia de energías renovables, tecnologías medioambientales y eficiencia energética, aparte de la energía nuclear o la protección de la gran industria química. Esto nos ayudaría a conseguir una sinergia real entre los beneficios económicos estratégicos y los desafíos medioambientales que plantea la mundialización.

En su discurso y en el de la Comisión, observamos la ausencia de propuestas claras sobre la dimensión internacional de la batalla por el modelo social europeo, es decir, una estrategia para promover a escala global los valores de solidaridad, democracia, derechos y salud que de palabra todos pretenden defender.

Señor Blair, consideramos que no hay planes D o B que valgan: el auténtico y verdadero giro para la Europa social, y para Europa sin más, sería el abandono de la idea nefasta de que se puede relanzar el proyecto europeo recortando el presupuesto de la Unión. Y en este punto quisiéramos de verdad que cambiase de idea.

(Aplausos)

 
  
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  Francis Wurtz, en nombre del Grupo GUE/NGL. – (FR) Señor Presidente, señor Blair, señor Barroso, el discurso del señor Blair del mes de junio incluía al menos tres constataciones indiscutibles: en primer lugar, la existencia de una grave crisis de confianza entre nuestros conciudadanos y las instituciones europeas; en segundo lugar, la necesidad de cambiar una idea de Europa que ha generado veinte millones de parados; y, por último, la utilidad de abrir un debate de fondo sobre qué debe ser el modelo social europeo hoy. Hasta aquí todo está muy bien.

Con respecto al último punto, el modelo social, el Primer Ministro británico parecía tener incluso una referencia que proponer a toda Europa, la que encarna él mismo en su país. ¿Acaso no se ha reducido la tasa de desempleo al 5 % de la población activa? Semejante éxito merece examinarse más atentamente. ¿Qué tiene de particular el modelo Blair, dado que las prioridades de la Presidencia británica concuerdan perfectamente con las de toda la Unión? En efecto, ¿qué puede haber más afín a Blair que el plan de acción de la Agenda de Lisboa, revisado en 2005?

Pero el caso es que en el Reino Unido, a diferencia de otros Estados miembros, la mayoría de esas reformas se han realizado ya plenamente, o están en curso de serlo. Por tanto, mi Grupo consideró útil, antes de la Cumbre extraordinaria de Hampton Court, conocer cómo evalúan esta experiencia piloto de la Europa liberal del siglo XXI los principales interesados, es decir, los propios británicos. Así, durante dos días, la semana pasada, oímos en Londres a los principales sindicatos, a movimientos feministas, a diputados laboristas y a empleados de universidades británicas. Lo menos que puede decirse es que lo que nos han dicho no nos inclina a pensar que este tipo de modelo permita a la Unión superar el desapego de los ciudadanos por Europa.

Así, por lo que se refiere al empleo, nuestros interlocutores nos han enumerado las múltiples artimañas empleadas para desinflar las estadísticas de desempleo. El país tiene más de dos millones de personas denominadas enfermos de larga duración y otras declaradas incapacitadas para trabajar y, como por azar, en una ciudad acomodada del sur de Inglaterra, solo el 2 % de las personas se encuentran en situación de incapacidad laboral, mientas que ascienden al 32 % en el sur pobre del País de Gales. La precariedad, se nos ha dicho también, es enorme, especialmente entre las mujeres, de las cuales tres quintas partes trabajan a tiempo parcial en empleos mal pagados y sin perspectivas, mientras que los hombres padecen una de las jornadas de trabajo más largas de Europa.

La extensión de la pobreza fue otra dimensión de la situación comentada por nuestros amigos británicos. Aparte del número de desempleados y de los pobres con trabajo, una jubilada de cada cuatro vive en la pobreza en todo el país. La tasa de pobreza infantil alcanza incluso la pasmosa cifra del 54 % en el centro de la ciudad de Londres.

En cuanto a los servicios públicos, si nadie niega el aumento de los gastos registrado en los tres últimos años, se han calcado –se nos ha dicho, y cito– las prestaciones y los métodos del sector privado en aras de la rentabilidad. Así, en los últimos ocho años se han suprimido 10 000 camas de hospital. En nuestra sociedad, los ciudadanos se ven demasiado a menudo abandonados a sí mismos frente a las fuerzas del mercado, nos ha dicho un investigador, resumiendo un sentimiento general. Adelante, ríanse, Señorías. Les estoy hablando de lo que los representantes de las fuerzas sociales británicas nos han dicho. Adelante, ríanse.

En cambio, nos ha llegado un magnífico aliento de humanidad del encuentro con los sindicalistas que organizaron este verano en British Airways una huelga, ilegal, de solidaridad con los 800 trabajadores y trabajadoras inmigrantes de la empresa subcontratista americana Gate Gourmet, que acababan de ser despedidos en bloque para dejar sitio a trabajadores más baratos. Juntos respondieron y ganaron, y con ellos la dignidad.

Señor Presidente, nuestra convicción es que el concepto de modelo social europeo es demasiado precioso para ser mancillado. Soporta mal las gélidas aguas de las leyes del mercado. Cuando esta evidencia se imponga, entonces, y solo entonces, Europa irá mejor.

 
  
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  Nigel Farage, en nombre del Grupo IND/DEM. – (EN) Señor Blair, ante el discurso que pronunció usted aquí en junio yo apenas podía creer lo que estaba escuchando. Dijo que la gente estaba haciendo sonar las trompetas alrededor de las murallas de la ciudad, dijo que el desempleo alcanzaba la cifra de 20 millones y que los índices de productividad estaban cayendo por debajo de las estadounidenses, y recomendó deshacernos de la burocracia, que era música para nuestros oídos euroescépticos.

Quizás sea esa la razón por la que ha elegido Hampton Court para la cumbre de mañana: Enrique VIII fue, después de todo, el primer euroescéptico inglés. ¿Qué ha pasado desde entonces? Pues bien, la Comisión anunció que iba a detener la tramitación de 68 nuevas leyes y ayer se nos dijo que otros 200 instrumentos legislativos se revocarían en el transcurso de los tres próximos años. Por lo tanto, todo parece bastante alentador. Sin embargo, lo cierto es que todo es fachada; son juegos malabares, y la prueba fue el comentario del Comisario Verheugen de que legislar mejor no significa desregular. La Comisión Europea no renunciará a su poder; no habrá reformas económicas reales.

Desde 1947, el Parlamento británico ha elaborado 25 000 leyes. Desde que usted es Presidente del Consejo Europeo, se han adoptado no menos de 2 500 instrumentos legislativos. ¡A menos que consiga salir de ese laberinto en Hampton Court mañana, este será su legado y la prueba de que Europa no funciona!

(Aplausos del Grupo IND/DEM)

 
  
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  Brian Crowley, en nombre del Grupo UEN. – (EN) Señor Presidente, quiero dar las gracias al Primer Ministro por reunirse hoy de nuevo con nosotros. Del mismo modo, también quiero dar las gracias al Presidente de la Comisión por estar con nosotros.

Habiendo escuchado algunas aportaciones del Primer Ministro y de algunos de mis colegas en su calidad de presidentes de los Grupos, la situación podría resumirse en algo así como «afrontar el desafío de la mundialización» y «aprovechar las oportunidades que ofrece». En realidad, si analizamos lo que tenemos que tratar en la próxima cumbre informal del Consejo Europeo, deberíamos seguir cuatro principios rectores en este sentido: solidaridad, generosidad, responsabilidad y capacidad.

La solidaridad en cuestión consiste en garantizar la protección no solo del modelo social, tal y como lo vemos, con los principios básicos de lo que ese modelo social debería contener, sino también la solidaridad con los demás Estados miembros y con quienes necesitan más ingresos ahora, y la máxima transferencia de riqueza para ayudarles a reorganizar el desarrollo y a modernizar su infraestructura, sus sistemas y mercados.

Debería haber generosidad por parte de los Estados miembros más grandes y ricos a favor de los Estados más pequeños, para garantizar que estén protegidos y que se les brinde la oportunidad de aprovechar estas nuevas ventajas.

Necesitamos capacidad para asegurarnos de poder hablar en nombre de nuestros ciudadanos, porque independientemente de la ideología de la que uno hable, independientemente del «ismo» que quiera ponerle, la verdadera prueba del trabajo político, la verdadera prueba de la nueva legislación consiste en mejorar las vidas de las personas cada día, en asegurarse de que las vidas de los hombres y mujeres de a pie sean mejores, que tengan empleo, seguridad social, un servicio sanitario apropiado y un servicio educativo apropiado. Esas son las cuestiones reales que deberíamos afrontar en nuestro camino.

Finalmente, deberíamos enmarcar las negociaciones sobre las perspectivas financieras en un contexto más reducido, porque –independientemente de los porcentajes implicados– la responsabilidad, la capacidad, la generosidad y la solidaridad de las que hablo son igualmente importantes en este terreno.

Sin embargo, no debemos revocar un acuerdo sobre la política agrícola común que se alcanzó en 2002. Debemos asegurarnos de no ir en contra de una parte de la sociedad por el supuesto beneficio de otras partes de la sociedad. Los agricultores y trabajadores agrícolas ya han pasado tiempos bastante difíciles hasta ahora.

Yo le digo, señor Blair: sea fuerte, sea firme, sea auténtico y, sobre todo, no tenga miedo. Parafraseando a George Bernard Shaw: algunos hombres ven las cosas tal como son y se preguntan por qué; yo sueño las cosas como deberían ser y digo, ¿por qué no?

 
  
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  Roger Helmer (NI). – (EN) Señor Presidente, siendo yo el primero de los Conservadores británicos que interviene hoy, me gustaría dar la bienvenida al Primer Ministro a Estrasburgo. Encantado de verle, señor.

Al igual que sus antecesores, John Major y Margaret Thatcher, usted llegó al poder con el firme propósito de acabar con el legado de ambivalencia británica con respecto a la UE. No obstante, como ellos, enseguida se dio de bruces con la cruda realidad. Como ellos, se dio cuenta por fuerza de que las aspiraciones y ambiciones de la UE son completamente contrarios a los intereses británicos.

En 1997 los líderes europeos le dieron la bienvenida pensando que era la persona que, finalmente, llevaría a Gran Bretaña al corazón de Europa. Sin embargo, nunca se ha atrevido a hacer frente a la hostilidad de los británicos frente al euro y ahora nunca lo hará.

Su ofrecimiento de un referendo sobre la Constitución de la UE torpedeó todo el proyecto y condujo directamente al referendo francés y a los votos en contra de Francia y los Países Bajos.

El pasado mes de junio pronunció usted un discurso muy aplaudido en esta Cámara, pero su Presidencia se ha quedado encallada. Poco o nada tiene que enseñar. Ha venido para contemplar las ruinas de sus sueños europeos truncados. Sus propios diputados laboristas al Parlamento Europeo se han opuesto una y otra vez a su programa modernizador, particularmente en lo que respecta a la Directiva sobre el tiempo de trabajo. Puede que en Westminster impere el Nuevo Laborismo, pero en Bruselas es el Viejo Laborismo.

Así pues, me gustaría hacerle una recomendación positiva y constructiva: en función del resultado de las primarias del Partido Conservador actualmente en marcha, es muy probable que los diputados conservadores al Parlamento Europeo abandonen el Grupo del Partido Popular Europeo, tal vez ya en Navidad. Es un partido demasiado izquierdista y federalista para la mayoría de los Conservadores. Por su parte, usted debe de estar cansado de los socialistas anticuados del Grupo del PSE, así que, ¿por qué no retira a sus diputados del Grupo del PSE y solicita su ingreso en el Grupo del PPE? Estoy seguro que el líder del PPE, el señor Poettering, verá con muy buenos ojos su solicitud. ¡Al fin y al cabo, el señor Poettering es nuevo laborista como el que más!

(Risas)

 
  
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  Tony Blair, Presidente en ejercicio del Consejo. (EN) Muchas gracias, señor Helmer, por sus ideas constructivas. Si usted representa realmente el futuro del Partido Conservador británico, podemos estar seguros de permanecer durante mucho tiempo en el Gobierno.

(Risas y aplausos)

Intentaré responder a las cuestiones planteadas y, como decía Enrique VIII a sus esposas: ¡No os retendré mucho tiempo!

(Risas)

Empezaré, en primer lugar, expresando mi satisfacción por lo que ha dicho el Presidente Barroso; por supuesto, estoy muy de acuerdo. La Presidencia y la Comisión Europea han trabajado a fondo sobre el documento de la Comisión que debatiremos en nuestra reunión de mañana. Abordaré algunos aspectos concretos para después pasar a una cuestión general.

En relación con lo que estaba diciendo el señor Poettering, comparto plenamente su punto de vista sobre la OMC; es muy importante y todo el mundo entiende que no podemos realizar cambios fundamentales inmediatos de la Política Agrícola Común, pero es importante que tengamos una perspectiva de cambio de cara al futuro. En lo que respecta al fondo, creo que estamos de acuerdo: si este fondo sirve para ayudar a la gente a hacer frente a las consecuencias de la mundialización, entonces será positivo. Si meramente se trata de apoyar a empresas con problemas, desde luego no es lo que queremos. Es más bien lo primero, y no lo segundo.

En segundo lugar, en relación con la intervención del señor Schulz: primero, me gustaría agradecerle sus palabras sobre el 7 de julio y los atentados terroristas en el Reino Unido. Sus palabras significan mucho para mi país; gracias.

En cuanto al modelo social, espero poder responder a algunas de estas cuestiones dentro de un momento, pero me gustaría reiterar, ahora mismo, que nunca deberíamos destruir la solidaridad social. Lo que deberíamos hacer es darle relevancia para el mundo de hoy. Ese es el objetivo de nuestras acciones.

En cuanto a las palabras del señor Watson, estoy de acuerdo en que no se trata de elegir entre una Europa liberalizada y una Europa social en este sentido tan absoluto. Espero que el documento de la Comisión y los nuevos ámbitos de trabajo que estamos proponiendo no hagan pensar a la gente que tienen que elegir de forma tajante entre una u otra opción.

Señora Frassoni, molte grazie, ¡me temo que mi italiano no da para más! En una reunión anterior ya preguntó usted, y lo ha vuelto a hacer hoy, sobre las áreas en las que cooperaremos en materia de investigación y desarrollo. Puedo decirle que la biotecnología es un área muy clara, ya que reviste una gran importancia para el pleno desarrollo de la asistencia sanitaria y de la actividad empresarial en el futuro. Europa debería lioderar el sector biotecnológico, y si no tenemos cuidado incluso podrían sacarnos ventaja países como la India.

La tecnología medioambiental es otra área. Quiero citar un ejemplo que creo que habría provocado profundas reticencias hace 20 o 30 años. En aquel entonces hizo falta bastante imaginación para componer la idea del Airbus. En los últimos años hemos pasado de una posición en la que Boeing dominaba literalmente todo el mercado a la situación actual en la que Airbus es una empresa europea de la que podemos estar orgullosos y que compite con las mejores del mundo.

A veces sirve de ayuda poner en común en Europa nuestra investigación, nuestro desarrollo y nuestra innovación para poder estar a la altura del reto que debemos afrontar. Si somos capaces de hacerlo, y si somos capaces de responder al reto del modo en que he indicado, creo que en otros ámbitos también seremos capaces de crear empresas europeas líderes en el mundo.

Señor Wurtz, no sé quiénes fueron sus interlocutores en el Reino Unido, pero ya le recomendaré yo algunos otros para la próxima vez que vaya, si no le importa. Permítame que le diga, en relación con el desempleo, que hemos creado dos millones de puestos de trabajo más en el Reino Unido. El nuevo acuerdo para los desempleados constituye el mayor programa de cualquier país europeo para hacer frente al desempleo. Ha sido mi Gobierno el que ha introducido por primera vez, a pesar de la oposición conservadora, un salario mínimo legal. Tenemos el crédito tributario para familias trabajadoras y otras ayudas para los que reciben salarios más bajos. Hemos sacado a 700 000 niños de la pobreza y a dos millones de pensionistas de la más extrema penuria, y nuestros servicios públicos han dado los mejores resultados escolares y logrado una reducción de las listas de espera en hospitales, por primera vez en 20 años. Es un éxito social muy positivo.

No obstante, tengo que decir que mi experiencia política me ha demostrado que siempre llega un punto en que algunos sectores de la izquierda se suman a las fuerzas de la derecha para desacreditar a los Gobiernos progresistas modernos.

El señor Farage ha hablado del programa del Comisario Verheugen para eliminar la legislación sobrante y, según tengo entendido, usted ha aplaudido sus acciones, pero piensa que ha empleado la terminología equivocada. Realmente no me importa qué terminología utiliza, sino que lo importante, cuando la Comisión Europea se está deshaciendo de normativas innecesarias, es que haya espacio, como dije anteriormente, tanto para una mejor legislación como para la desregulación. A veces, Europa necesitar legislar, y entonces eso es lo correcto. Pero Europa solo debería legislar cuando sea necesario y Europa no debe injerirse en áreas en que eso no es necesario. Creo que esa es la posición correcta.

Señor Crowley, he escuchado lo que ha dicho sobre la Política Agrícola Común. De nuevo, le entiendo. Por supuesto, no estamos diciendo que podemos cambiar todo el sistema de la noche a la mañana; lo que estamos diciendo es que en el futuro deberíamos tener una perspectiva distinta para llevar a cabo las reformas.

Para terminar con este punto quiero decir que la Presidencia británica y el Consejo tienen sus responsabilidades; también la Comisión Europea las tiene, por supuesto. Este órgano, el Parlamento, también tiene su responsabilidad, y nuestra responsabilidad común es la siguiente: actualmente, el peligro real al que nos enfrentamos en Europa es que nuestros ciudadanos perciben la mundialización cada vez más como una amenaza. Sin embargo, la mundialización, si somos inteligentes y sabemos cómo gestionar sus consecuencias, no representa ninguna amenaza, sino una oportunidad para nosotros.

(Aplausos)

Sí, es cierto que, al visitar China o la India, es sorprendente ver la magnitud del crecimiento de sus industrias y empresas. Por cierto, ya no es verdad que China, la India y otros países como ello hayan dejado de competir en el sector de los bienes y servicios de bajo valor añadido, sino que en la actualidad también compiten en la gama alta del mercado. Esto es cierto. Esto no solo se aplica a China y la India, por cierto. Hay países como Vietnam, por ejemplo, que hace unos pocos años se enmarcaban en un contexto completamente distinto, pero que hoy se han convertido en países de economía emergente. Todo esto es cierto y supone un gran reto competitivo, pero también una gran oportunidad para nosotros, porque estos países necesitarán servicios financieros; estos países necesitarán tecnología; estos países importarán bienes, del mismo modo que los exportarán.

Hemos de tener confianza en la capacidad de la Unión Europea para superar este reto competitivo. No se trata de dejar a un lado la solidaridad social. Si acabamos debatiendo desde esa perspectiva, no llegaremos a ninguna parte. Nadie creerá que es positivo que la Unión Europea abandone su dimensión social. Yo defiendo la dimensión social de Europa, pero tiene que ser una dimensión que fomente nuestro reto competitivo en el mundo actual. ¿Por qué? Porque si nuestras empresas no prosperan, si nuestra mano de obra no es competitiva, si no damos de nuevo trabajo a la gente, ¿qué es la dimensión social? Para que esta dimensión tenga un carácter verdaderamente social, tiene que fomentar la prosperidad, el nivel de vida y el futuro económico de nuestros ciudadanos. De esto es de lo que trata el debate.

Así pues, por supuesto, en el mundo moderno, a medida que se complete el mercado único, es cierto que se plantearán retos competitivos conforme se vayan abriendo nuestros mercados, pero también habrá oportunidades. También es cierto que en el mundo actual se producirá el fenómeno de la deslocalización; claro que será así. No obstante, en nuestras manos está reciclar y actualizar nuestras capacidades. Podemos ayudar a las personas a encontrar nuevos trabajos. Podemos, por ejemplo en aspectos como el equilibrio entre la vida familiar y laboral y los sistemas de seguridad social, encontrar nuevas y mejores formas de ayudar a las personas.

No estamos hablando de un proceso en el que haya que abandonar la dimensión social de Europa, sino de un proceso de cambio. Y el cambio, después de todo, es consustancial a la Unión Europea. La Unión Europea debería ser la institución que, más que ninguna otra, pueda confiar en el cambio. Fue el cambio el que nos llevó a la Unión Europea. Fue el cambio el que llevó a Europa, devastada por la guerra, a decidir que su futuro iba a ser diferente de su pasado. Miren qué tenemos ahora: países que viven y trabajan juntos solidariamente.

(Aplausos)

La respuesta que doy siempre, tanto a euroescépticos británicos como de otro país, es: «observen este Parlamento hoy, a los distintos países aquí representados, a los países de la adhesión liberados de la tiranía y la dictadura, aquí, formando parte de este Parlamento». ¿Por qué no íbamos a tener confianza?

(El señor Matsakis levanta una pancarta en la que se puede leer: «Chipre sigue siendo una colonia británica»)

¡Sí señor, y su país está hoy en la Unión Europea gracias a la fortaleza de Europa!

(Grandes aplausos)

Por supuesto, podemos beneficiarnos de este reto competitivo. Nosotros, en Europa, que logramos superar la guerra y las enfermedades, que hemos creado 50 años de prosperidad, ¿somos realmente incapaces de modernizar nuestro modelo social del modo que queramos? ¡Claro que no! Podemos hacerlo y lo conseguiremos si tenemos confianza. Podemos hacerlo si estamos dispuestos a afrontar los retos de forma realista. Y podemos hacerlo si escuchamos a nuestros ciudadanos.

Lo que nuestros ciudadanos nos están diciendo es algo muy sencillo para Europa. No están diciendo –y por esto discrepo de los euroescépticos– que «no queremos Europa». Están diciendo: «que Europa responda a las cuestiones que nos preocupan». Nos preocupa la mundialización, nos preocupa la seguridad y el terrorismo y nos preocupan las amenazas para nuestro medio ambiente. Dejemos que Europa tenga algo que decir en estas cuestiones. De esta forma recuperaremos el apoyo que la Unión Europea necesita.

En mi comparecencia ante este Parlamento en junio les dije que la primera vez que he votado en mi vida fue en el referendo sobre Europa. Voté «sí» y nunca me he arrepentido. Yo soy europeísta, siempre lo he sido y siempre lo seré. Pero son los europeístas los que necesitan abanderar la modernización y el cambio.

(Aplausos)

¿Creen que los euroescépticos quieren el cambio? Estarían encantados si Europa no cambiara, ya que podrían retomar lo que es esencialmente un argumento nacionalista estrecho con la excusa de querer una Europa más eficaz.

(Grandes aplausos)

Por eso, está en nuestras manos llevar adelante estas medidas.

Mañana celebraremos la cumbre informal. Pongámonos de acuerdo sobre el documento de la Comisión. Después debemos actuar, no solo en el Consejo y la Comisión, sino también en este Parlamento. Actuemos juntos y hagamos que Europa importe realmente a sus ciudadanos. Podemos hacerlo. Podemos hacerlo si tenemos confianza, si creemos en nosotros mismos y si tenemos el coraje de llevar a cabo los cambios que quieren nuestros ciudadanos. Esto es lo que digo y esto es lo que deberemos hacer.

(Grandes y prolongados aplausos)

 
  
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  Timothy Kirkhope (PPE-DE). – (EN) Señor Presidente, es una pena que el Primer Ministro se haya tenido que ir. No obstante, en nombre de la delegación verdadera y responsable del Partido Conservador de diputados al Parlamento Europeo que creen en el compromiso constructivo en esta Cámara y en Europa, me gustaría agradecer a la Presidencia la declaración que ha realizado el Primer Ministro. En junio nos ofreció una lista de la compra, pero a fecha de hoy no nos ha informado de la entrega segura de los productos de esa lista. En su lugar, nos ha ofrecido otra lista de la compra, y aunque puede ser buena, quiero saber –y estoy seguro de que su Ministro me responderá a esto– cuándo se producirá la entrega. El Primer Ministro ha hecho referencia a una política energética común. Me parece que esto se contrapone a una posición mantenida anteriormente y me gustaría que se aclarasen algunos puntos al respecto.

En una intervención anterior ante este Parlamento, el Primer Ministro manifestó lo siguiente: «Los ciudadanos europeos nos hablan y nos formulan las preguntas. Desean nuestro liderazgo y es hora de que lo ejerzamos.» Me alegró oír estos comentarios, pero me veo en la obligación de decir que no han pasado la prueba. De hecho, algunas fuentes afirman que el propio Primer Ministro dice que su Presidencia ha fracasado. Distintas voces de todo el espectro político se han aunado para expresar su decepción por la falta de avances.

Estoy de acuerdo con la decisión de actuar con cautela en las negociaciones de adhesión con Turquía y es importante que enviemos una señal al pueblo turco, pero parece que el resto de la agenda se encuentra en un punto muerto. Mañana, el Consejo abordará la reforma económica y los retos derivados de la mundialización a que se enfrenta la UE, pero ¿dónde están las propuestas concretas de la Presidencia? ¿Cuál es la respuesta al verdadero reto al que hace frente Europa y que procede de la India y China? ¿Dónde está el liderazgo en la Ronda de Doha? Según el Primer Ministro, lo que necesitamos es avanzar en la liberalización del comercio mundial, pero este proceso parece estar empantanado por la falta de voluntad política de la UE.

¿Dónde está el liderazgo político sobre la futura financiación de la UE? No cabe duda de que el Reino Unido y otros países tienen intereses vitales. ¿Está el Primer Ministro dispuesto a defenderlos? ¿Podrían él o su Ministro decirnos cuál es la postura? ¿Está de acuerdo con las declaraciones del Viceprimer Ministro, el señor Prescott, de que Gran Bretaña está lista para llegar a un acuerdo sobre el «cheque británico» sin necesidad de introducir ninguna reforma fundamental de la PAC? ¿Dónde está el liderazgo sobre el futuro de Europa? Creíamos que durante la «pausa de reflexión sobre la Constitución», podríamos obtener algunas respuestas, pero no ha sido así.

Cuando esta Presidencia echó a andar, dije que no sería juzgada por sus palabras, sino por sus resultados. Todavía quedan dos cumbres bajo la batuta del Primer Ministro, así que hay tiempo para realizar avances reales a partir de este momento y hasta el final. Esperábamos que la retórica de sus palabras en junio se viera acompañada ahora de algunos avances firmes. Barrer los problemas difíciles bajo la alfombra para que sean las próximas Presidencias las que tengan que lidiar con ellos no es la clase de liderazgo que se nos había prometido del Primer Ministro.

El tiempo apremia, se acerca el invierno. Estamos a la espera de algunos resultados reales.

(Aplausos)

 
  
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  Harlem Désir (PSE).(FR) Señor Presidente, señor Barroso, señora Wallström, señor Blair, Señorías, muchos europeos están preocupados no solo por el curso que sigue la mundialización, como ha dicho el señor Blair, sino también por el curso que siguen las políticas europeas. Consideran que hoy Europa no les protege realmente de los efectos más duros de la competencia internacional y que, a veces, esas políticas atentan incluso contra sus derechos sociales.

La Cumbre de Hampton Court debe responder a esta preocupación; debe enviar un mensaje claro de la firme voluntad de los ciudadanos europeos de defender su modelo social y, por tanto, de dejar de oponerlo a la competitividad.

No, no es el modelo social europeo –contrariamente a lo que pretendía el Primer Ministro hace cuatro meses en Bruselas, ante este Parlamento– el responsable de los veinte millones de parados en Europa, es el bajo crecimiento de los grandes países de la zona euro, la falta de coordinación de las políticas presupuestarias y monetarias, que no sostienen la demanda interior y la inversión, así como la insuficiencia de esfuerzos en investigación e innovación. Con respecto al último punto, veo que estamos de acuerdo.

Pero observo también que ha renunciado usted a esa retórica, que se suponía iba a ser la fuerza motriz de su Presidencia pero que más bien la ha conducido a la inmovilidad, a cierto aislamiento y al riesgo de estancamiento. En efecto, no restauraremos la competitividad de nuestras economías y crearemos confianza en Europa destruyendo el modelo social, sino apostando por las bazas de Europa, por la calidad de las infraestructuras, incluidas las de comunicación y de energía –usted lo ha mencionado–, por la cualificación de la mano de obra, por unos centros de investigación y unas universidades mejor coordinados, por una política industrial común en los sectores de futuro.

Por esta razón, nuestra preferencia se dirige más bien hacia las políticas de los países nórdicos: más inversiones en investigación, más derechos a la formación permanente, mantenimiento de un alto nivel de solidaridad y redistribución y servicios públicos de calidad. Su éxito demuestra que hay otra vía para la competitividad distinta de la destrucción de los sistemas de protección colectiva y la reducción del nivel de solidaridad. Demuestra que reforma no es forzosamente sinónimo de regresión. La reforma y la modernización de los sistemas sociales solo serán aceptadas y tendrán sentido para los ciudadanos si significan nuevas protecciones, nuevas oportunidades y nuevas armas para que cada cual pueda afrontar la competencia, los cambios y la mundialización.

Si las reformas y la modernización implican alinear nuestros sistemas sociales y nuestras economías con las economías de mercado más salvajes, no contribuiremos ni a la confianza de los ciudadanos ni al apoyo a las reformas. Por ello, es esencial negociarlas con los interlocutores sociales y relanzar el diálogo social, con el objetivo de una armonización al alza y el rechazo al dúmping social entre Estados miembros, y por esta razón estamos a favor de un mercado interior de los servicios, pero en contra de la Directiva Bolkestein, que no persigue tanto un mercado interior de los servicios como el debilitamiento del modelo social y de los servicios de interés general.

Por último, no habrá una Europa dinámica sin unas perspectivas financieras ambiciosas. Es fundamental llegar a un acuerdo en el Consejo sin más demora, en particular para los Estados miembros, y nos complace el anuncio de un acuerdo sobre cierto número de directivas adoptadas por el Parlamento en primera lectura y hoy bloqueadas: la directiva sobre el tiempo de trabajo –deseamos que vaya en el sentido del voto del Parlamento Europeo en primera lectura, es decir, la supresión de la exclusión voluntaria, y sin duda usted nos dirá si esto es así–, la directiva sobre el trabajo temporal, la revisión de la directiva sobre los comités de empresa europeos, para reforzar los derechos de los trabajadores ante las reestructuraciones y, por último, la elaboración de una directiva marco sobre los servicios de interés general. Por lo que respecta a las medidas de desregulación...

(El Presidente interrumpe al orador)

 
  
  

PRESIDENCIA DEL SR. McMILLAN-SCOTT
Vicepresidente

 
  
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  Silvana Koch-Mehrin (ALDE). – (DE) Señor Presidente, en junio, Tony Blair compartió con esta Cámara sus ideas acerca del presupuesto de la UE del futuro que tendría menos subvenciones agrícolas y gastaría más en investigación y educación. Le estoy muy agradecida por decirlo. Si bien ello reflejaba la realidad y lo que opinan los ciudadanos, decirlo fue un acto de valentía, y las reacciones de otros Jefes de Gobierno lo evidencian. Sin embargo, le pido que se atenga a sus prioridades; son vitales para nuestro futuro, y cuando personas como Gerhard Schröder le critiquen, recuerde que ha perdido las elecciones y ya no tiene mandato para hablar en nombre de Alemania.

Hoy, los diputados del Grupo de la Alianza de los Demócratas y Liberales por Europa han dado la bienvenida a Tony Blair con pancartas en las que ponía en inglés «Legislar en público». De esta manera respondemos a otra de sus declaraciones: la de que pretendía abrir al público las sesiones del Consejo. Le pedimos que haga realidad esa declaración. ¡Hágalo! Le estamos esperando.

(Aplausos)

 
  
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  Ian Hudghton (Verts/ALE). – (EN) Señor Presidente, señor Presidente en ejercicio del Consejo, lamento que el Primer Ministro Blair haya salido corriendo a hablar con los periodistas y no se haya dignado a quedarse a escuchar todo el debate. En su comparecencia de junio ante esta Cámara, el Primer Ministro manifestó que la Presidencia británica quería resolver las dificultades planteadas en relación con la Directiva de servicios y la Directiva sobre el tiempo de trabajo y llegar a un acuerdo sobre el presupuesto. Hoy ha dicho exactamente lo mismo sobre estas complicadas cuestiones.

A estas alturas, la Presidencia británica parece una entidad vacía. El progreso es nulo y la incertidumbre continúa. Seguimos sin presupuesto para 2007 y esto es motivo de grave preocupación no solo en los países de la adhesión. Las propuestas del Gobierno británico supondrían para Escocia pérdidas de los Fondos Estructurales por valor de mil millones de libras y Gales quedaría excluida de la financiación del Objetivo 1. La incertidumbre se ha apoderado de nuestras comunidades rurales porque el Reino Unido ha retirado de improviso las ayudas al paquete financiero en materia agrícola que fue acordado recientemente. Y también hay incertidumbre respecto a la cuestión de qué sustituirá a la difunta Constitución.

Progreso nulo. Qué diferencia con las recientes presidencias de Irlanda y Luxemburgo: naciones pequeñas y prósperas cuyos logros en sus seis meses de ejercicio fueron inmensos y excelentes ejemplos de la condición independiente que creo que beneficiaría a Escocia y que mis compañeros galeses y catalanes también desean para sus países. Progreso nulo, parece, hasta la cumbre de diciembre. Creo que acumular tantas cuestiones complejas sin resolver para una cumbre formal es concitar un desastre potencial.

Para terminar, me gustaría decir que el último acto de la Presidencia británica será presidir el Consejo de Pesca de diciembre. ¿Puedo pedir que por una vez, solo una, el Gobierno británico dé prioridad a la supervivencia de las comunidades costeras e insulares de Escocia desde el punto de vista social y económico y las sacrifique en la mesa de negociación?

 
  
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  Jens-Peter Bonde (IND/DEM). – (DA) Gracias por el excelente discurso que nos ofreció en junio, señor Blair. Si ofrece usted todo el reembolso británico, no conseguirá un compromiso de presupuesto en diciembre. No podrá apuntarse un tanto de los viejos centralistas de Bruselas y defensores de los subsidios agrícolas. Para ellos, usted es demasiado moderno. Para nosotros, no lo es bastante.

Lo que echamos de menos es una declaración por su parte de que la Constitución está muerta y enterrada y una declaración en la que nos pida que empecemos de nuevo y que permita a los defensores y a los adversarios de la Constitución elaborar un documento de debate conjunto. Entonces deberíamos elegir directamente una nueva Convención que elaboraría una o dos propuestas sobre las cuales se votaría en referendos simultáneos en todos los países. De esta manera, los votantes decidirían nuestro futuro común, y obtendríamos la distribución de poderes entre los Estados miembros y la UE que los votantes quieren ver. Entonces usted podría utilizar sus últimos meses como Presidente de la UE para garantizar la transparencia en las reuniones del Consejo y asegurar que los representantes electos tengan acceso, cuando lo soliciten, a todos los documentos de los 300 grupos de trabajo secretos en el Consejo de Ministros que adoptan el 85 % de la legislación a puerta cerrada. Asimismo podría obligar a la Comisión a que publique los nombres de los miembros de los 3 000 grupos de trabajo secretos que preparan nuestras leyes. Dé a los representantes electos una idea de las leyes y del trabajo que se realiza.

Doscientos de aproximadamente 220 miembros de la Convención Europea apoyaron la idea de trabajar de cara al público a diferencia de la situación actual en que todo se hace a puerta cerrada hasta que sale a la luz. Todos los representantes electos lo firmaron, al igual que 23 de los 28 Gobiernos, aunque no el de Gran Bretaña, a pesar de que a Peter Hain le hubiese gustado añadir su firma. No pudo hacerlo en nombre del Ministro de Asuntos Exteriores del señor Blair. Como Presidente de la UE, el señor Blair puede ir al grano. Solo se necesita una mayoría simple para cambiar el Reglamento en el Consejo de forma que, en el futuro, todo se haga a puerta abierta, salvo que una mayoría cualificada opte por una excepción. Se trata de una propuesta muy simple, firmada por 20 de los actuales 25 países. ¿Tiene usted la voluntad de someter a votación la propuesta?

 
  
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  Roberta Angelilli (UEN).(IT) Señor Presidente, Señorías, al igual que el pasado mes de junio, el Presidente en ejercicio del Consejo, el señor Blair, ha pronunciado hoy un discurso lleno de buenos propósitos europeístas. Hemos oído palabras claras sobre sectores estratégicos para el relanzamiento de la economía europea, como la energía, la investigación y las infraestructuras. Pero no son más que palabras, porque todo depende del acuerdo sobre las perspectivas financieras y, a este respecto y a pesar de sus tranquilizadoras declaraciones, no estamos convencidos de que exista la voluntad necesaria para la conclusión de las negociaciones.

Además, se han dedicado demasiado pocas palabras al nuevo modelo social europeo, en particular en vísperas de una Cumbre que justamente debe tratar de eso. No nos convence sobre todo el entusiasmo Tony Blair con la revisión de la directiva sobre el tiempo de trabajo, que puede convertirse en un instrumento de chantaje contractual para una masa cada vez mayor de trabajadores atípicos y temporales, ni nos convence su entusiasmo por la denominada directiva Bolkestein, que, en su estado actual, solo pone en peligro los derechos de los trabajadores y los consumidores, creando, en el mejor de los casos, únicamente 600 000 puestos de trabajo: ¡un elefante que pare un ratoncito!

En conclusión, con respecto al modelo social europeo, el señor Blair ha estado poco convincente y, si no hubiese ido desdeñando un poco a este Parlamento al dejar...

(El Presidente interrumpe a la oradora)

 
  
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  Ashley Mote (NI). – (EN) Señor Presidente, el señor Alexander es consciente de que sé que no se le da muy responder preguntas. No obstante, lo volveré a intentar. ¿Qué planes tiene el Gobierno británico en relación con el saqueo institucionalizado de fondos públicos que lleva produciéndose durante décadas? Según el Tribunal de Cuentas, desde la adhesión del Reino Unido hay 600 000 millones de euros de los que no se han rendido cuentas y eso es cinco veces la contribución que hemos hecho durante el mismo periodo.

Sobre la mesa del señor Blair, en Downing Street, hay una carta en la que se recomienda que el Gobierno del Reino Unido fije un plazo límite para finalizar la reforma básica de los procedimientos contables de la UE de manera que sean plenamente conformes con las normas internacionales de contabilidad. Al mismo tiempo, el Reino Unido debería manifestar el hecho de no hacerlo en ese tiempo significaría que el Reino Unido se vería abocado a invocar la Convención de Viena sobre Tratados.

Mientras tanto, los 1,25 millones de libras esterlinas por hora del Reino Unido deberían ingresarse en una cuenta de fideicomiso.

 
  
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  Othmar Karas (PPE-DE). – (DE) Señor Presidente, señora Vicepresidenta, Señorías, hace unos días denuncié la ausencia del Presidente del Consejo, de ahí que hoy me hubiese gustado decirle: «¡Bienvenido!», pero ha vuelto a marcharse. Espero que no tengamos que esperar hasta diciembre para que vuelva a subir a la tribuna.

La razón por la cual denuncié su ausencia es que creo que es demasiado reticente, demasiado modesto en su enfoque del debate público europeo, de la búsqueda de respuestas a las preguntas que formulan los ciudadanos y de los problemas a los que nos enfrentamos. Creo que hay una falta de presidencia activa en el Consejo. Aunque creo que el discurso que dio el 23 de junio era mejor, hoy hemos oído su segundo discurso con los análisis correctos, sugerencias vagas y muchas declaraciones. Le he dicho, señor Presidente, que ya ha superado la mitad de su Presidencia, y por ahora no ha cosechado éxitos; y le sigue quedando mucho para convertir su Presidencia del Consejo en un éxito. Para hacerlo no le bastarán los discursos retóricos y pulidos.

Le pido que dé usted a la Unión Europea el poder de hacer lo que le exige; por mencionar tan solo dos ejemplos, no tenemos competencias en materia de universidades ni en política energética nacional, aunque son cosas que usted exige que abordemos. Dé a la Unión Europea la financiación para hacer lo que le exige, y para aplicar las cosas en cuya adoptación participó usted. Créanos: el informe Böge es la prueba de la falta de acuerdo con el Parlamento sobre las perspectivas financieras, porque queremos ser capaces de hacer las cosas que estamos obligados a hacer.

Tal como lo vemos nosotros, la economía social de mercado es el modelo social europeo, y el periodo de reflexión sobre la Constitución empieza ahora y no el 30 de junio. Vuelva a buscar a los ciudadanos, saque a Europa a flote, ¡actúe!

(Aplausos)

 
  
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  Bárbara Dührkop Dührkop (PSE). – (ES) Señor Presidente, señor Presidente en ejercicio del Consejo, quiero decir, en primer lugar, que lamento que se relegue a diciembre cualquier avance en las perspectivas financieras, porque me parece peligroso apurar el tiempo. Usted sabe que ello tendrá repercusiones en la política de crecimiento económico, en la solidaridad con los nuevos Estados miembros, en la inversión en políticas innovadoras, así como en el reforzamiento de la justicia social y la competitividad en el contexto de la mundialización. No en la agricultura, pues esta hay que pagarla religiosamente, porque es un gasto obligatorio.

Pero también le felicito, porque hemos vuelto a algo esencial de una época anterior, un principio que se usaba en la época de los paquetes financieros llamados «Jacques Delors». Primero definamos y consensuemos las prioridades políticas de la Unión Europea ¯queremos hacerlo a la vez¯ y después, como ha señalado el Presidente en ejercicio del Consejo, señor Blair, acordemos el paquete financiero necesario. Pero esto serán palabras que se lleve el viento si continuamos en el corsé de un porcentaje, porque no le cuadrarán las cuentas con todas las prioridades que se han mencionado. Debe deducirse, si acaso, de las palabras que ha pronunciado el señor Blair, que se van a renegociar las cifras hasta ahora barajadas en el Consejo. Creo que debemos ser coherentes con lo que defendemos y dotarlo de los instrumentos financieros necesarios.

En junio, este Parlamento cumplió su deber como autoridad presupuestaria. Creo que ustedes tienen ahora la grave responsabilidad de cumplir con el suyo y buscar una posición común en el seno del Consejo Europeo, porque es verdad lo que se dice: «Lo que no está en el presupuesto, no está en el mundo». Si todas las palabras y prioridades que fijamos no están acompañadas al mismo tiempo por una voluntad política y por una dotación financiera, no sirven para nada.

Para terminar, quiero decir:

(EN) Estoy completamente de acuerdo con el hecho de que Europa se mueve en la dirección correcta. La carrocería es la Constitución, el motor es el euro y la gasolina es el presupuesto.

 
  
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  Marielle De Sarnez (ALDE).(FR) Señor Presidente, Europa está estancada. La Constitución está estancada. El presupuesto está estancado. La inspiración está estancada. Y, en esta crisis, la Presidencia británica tiene una parte de responsabilidad, aunque no toda. Han impedido ustedes que se alcanzara un acuerdo el pasado mes de junio sobre las perspectivas financieras. Y, a día de hoy, parece que el único logro de la Presidencia del Consejo sea la apertura de las negociaciones con Turquía, como si la huida hacia delante pudiese sustituir a la visión.

Señor Presidente, no resolverá usted esta crisis sin llegar a un acuerdo sobre el presupuesto de la Unión. No resolverá esta crisis sin perspectivas de instituciones fuertes y democráticas. No resolverá esta crisis con menos Europa. Y, sobre todo, no resolverá esta crisis haciendo creer que se pude limitar Europa a meros acuerdos económicos o a un gran mercado. Europa es, en primer lugar, un proyecto político. Señor Presidente, Europa es esperada, dentro de la Unión, por todos los que saben que es la única respuesta a la mundialización y, en el exterior, por todos los que aspiran a un equilibrio mundial mejor. ¡No los decepcione! ¡No los decepcione más!

 
  
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  Jean Lambert (Verts/ALE). – (EN) Señor Presidente, me gustaría comenzar por la Directiva de servicios. Espero asimismo que la Presidencia haya recibido el mensaje de que somos muchos en este Parlamento los que creemos que los servicios de interés general, a pesar de su importancia para la cohesión social y la movilidad social, no se inscriben en el ámbito de aplicación de esta Directiva.

En segundo lugar, la energía: supongo que una política energética común implicará un cambio dinámico hacia la eficiencia ecológica; ¿qué orientación está dando la Presidencia al respecto? ¿Qué cambio presupuestario desplazará fondos a las energías renovables a fin de que, por fin, se equiparen a la energía nuclear?

Es cierto que es fundamental hacer progresos en relación con el cambio climático, especialmente si queremos avanzar en la erradicación de la pobreza en África. Así pues, ¿cómo vincula la Presidencia estas cuestiones sobre el cambio climático a otras, por ejemplo, en el marco de la Agenda de Lisboa, fomentando, supongo, aspectos como una estrategia de formación verdaderamente radical que permita a nuestra mano de obra hacer frente al cambio climático?

Por último, ¿qué medidas adoptará la Presidencia con respecto a la mundialización para mejorar las condiciones a escala internacional en las esferas del trabajo y del medio ambiente?

 
  
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  Mirosław Mariusz Piotrowski (IND/DEM).   (PL) Señor Presidente, creo que la cumbre sobre la mundialización organizada por la Presidencia británica, que reunirá a los jefes de Estado o de Gobierno de los Estados miembros de la UE, es una iniciativa sumamente valiosa. La mundialización es una forma de colonialismo político, económico y cultural impuesto por los países ricos a los países pobres y menos desarrollados. Una de las principales amenazas que plantea es el uso ineficiente de los recursos naturales de la Tierra.

La Comisión Europea ha propuesto crear un fondo especial para combatir los efectos de la mundialización. Mi pregunta es si este fondo se utilizará también para apoyar el trabajo de investigación y desarrollo en tecnologías ecológicas y para promover la responsabilidad medioambiental de las empresas, incluidas las multinacionales. Es de esperar que la cumbre de mañana sea uno de los factores que permita a los Estados miembros de la UE lanzar una política a largo plazo con medidas para evitar los efectos indeseables de la mundialización.

 
  
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  Konrad Szymañski (UEN).   (PL) Señor Presidente, señor Alexander, no cabe duda de que la Unión Europea necesita urgentemente un debate honesto, como el que tendrá lugar en Hampton Court, y creo que esta cumbre ha sido una buena idea británica. Quisiera hacer dos observaciones en respuesta a las preguntas formuladas en la carta enviada por el Primer Ministro Blair a sus invitados. Para crear más puestos de trabajo y más crecimiento en Europa, lo que hemos de hacer es cumplir las promesas prosaicas que hicimos hace 50 años. Con ello me refiero a un acceso equitativo a un mercado de trabajo y de servicios abierto. Propongo que estas cuestiones se aborden en primer lugar, antes de pasar al brumoso futuro político de Europa.

¿Podemos conseguir más juntos? La respuesta a esta pregunta es un sí rotundo, pero nuestros logros dependerán de la medida en que creamos en el proyecto europeo. Esta fe está inextricablemente vinculada a la existencia de un mercado de trabajo y de servicios abierto al que todos tengan un acceso equitativo y a que los antiguos Estados miembros demuestren solidaridad con los nuevos Estados miembros de la UE en términos presupuestarios. La desgana de completar el mercado común o adoptar un presupuesto basado en la solidaridad socavará la fe en el proyecto europeo en los países que actualmente más fe tienen en él, por ejemplo en países como Polonia.

Por favor, recuerde al señor Blair este vínculo, señor Alexander, y pídale que no lo olvide y lo deje claro a los demás invitados en Hampton Court, aunque algunos lo consideren un chantaje.

(Aplausos)

 
  
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  Frank Vanhecke (NI). – (NL) Señor Presidente, he leído en la página web oficial que este Consejo Europeo ideará medidas para salvaguardar mejor la seguridad de los ciudadanos europeos. De acuerdo con los medios de comunicación, los primeros ministros de Francia y España presentarán una iniciativa conjunta para una gran política de inmigración en Europa, y es sobre este tema que quiero expresar algunas preocupaciones. A fin de cuentas, con su política de regularización masiva, el Gobierno socialista de España es responsable de los terribles sucesos acontecidos en los enclaves españoles en Marruecos y ha de decirse, con toda franqueza, que las políticas de inmigración de ambos países han fracasado.

Por ello lo que necesitamos es la simple confirmación de que nuestro continente no es una zona de inmigración, que nuestros Estados miembros de hoy ya se ven afectados por enormes problemas como consecuencia de la presencia en nuestro territorio de millones de inmigrantes que no pueden ser asimilados.

Deberíamos respetar la voluntad de nuestros ciudadanos y ofrecer a Turquía una asociación privilegiada en lugar de abrir negociaciones de adhesión con un país que, por desgracia, no puede llamarse europeo en ningún sentido. Esto sería un buen comienzo.

 
  
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  Françoise Grossetête (PPE-DE).(FR) Señor Presidente, escuchando al señor Blair en su discurso de junio, nos decíamos que todo iba a cambiar. En realidad, el señor Blair ha necesitado cuatro meses para presentar propuestas, unas propuestas con las que no podemos sino estar de acuerdo porque ya forman parte de nuestros propios planes.

Por lo que se refiere a investigación y desarrollo, energía, formación, control de la inmigración y el desafío de la democracia, no hay nada nuevo en las propuestas del señor Blair. No son más que una cáscara vacía. Y de gran discurso en gran discurso, la Europa en crisis va acumulando retrasos, mientras el mundo va muy rápido. ¡Gracias, señor Blair! La Presidencia del señor Blair es una presidencia ausente, una presidencia que no propone nada.

Entonces, ¿cuáles son concretamente los avances registrados desde julio? Por más que he buscado, no he encontrado aún medidas que respondan a las expectativas de los ciudadanos. Ha habido, en efecto, la apertura de negociaciones con Turquía, pero los ciudadanos europeos no la querían realmente...

El señor Blair lamentaba en junio que solo dos de las veinte primeras universidades del mundo se encuentren en Europa. Pero ¿qué ha hecho concretamente para cambiar esto? El señor Blair afirmaba que la investigación es la piedra angular para seguir siendo competitivos. Todos estamos de acuerdo. Pero ¿cuáles son sus propuestas concretas? ¿Qué hace para evitar la fuga de cerebros?

Por último, señor Blair, ¿qué ha hecho usted para despertar el amor por Europa? ¡No queremos una Europa sacrificada en el altar de la tacañería gubernamental! Un presupuesto de rebaja jamás será aceptado por este Parlamento. Y no se trata de cambiar el cheque británico por la PAC, sino de dar por fin a Europa los medios para colmar su estrategia. No se construye la Unión Europea únicamente con sueños y bonitos discursos. Temo que el señor Blair no haya meditado demasiado las palabras de Shakespeare: «La ambición… prefiere la derrota a una victoria que lo oscurezca.»

 
  
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  Gary Titley (PSE). – (EN) Señor Presidente, estoy seguro de que el señor Blair se sentirá halagado por el hecho de que la señora Grossetête piense de él que es «Supertony», a quien basta chasquear sus dedos para transformar Europa de la noche a la mañana y capaz de hacer que los otros 24 Estados miembros hagan de la noche a la mañana lo que él desea.

Sin embargo, yo quisiera acoger con agrado muchos de los avances realizados por la Presidencia, en particular su cooperación con el Parlamento y la constante atención que los Ministros prestan a los deseos de este Parlamento.

Estoy satisfecho con el progreso realizado en materia de justicia y asuntos de interior y con el compromiso personal del Ministro de Interior británico de hacer partícipe al Parlamento en la cuestión de la retención de datos y hacer de ello una cuestión del primer pilar, lo que constituye un paso de gigante en las relaciones entre el Consejo y el Parlamento.

Me complacen los progresos realizados en relación con África; los avances en materia de la mejora de la legislación, particularmente la continuación del programa de las seis Presidencias a este respecto y el primer compromiso de la Presidencia de colaborar con la Comisión Europea. Me complacen los avances relacionados con la ampliación, en particular la apertura de las negociaciones con Turquía. Sabemos que fue una decisión difícil, que hay muchos Estados miembros con legítimas reservas y es de digno de alabanza que el Ministro de Exteriores británico fuera capaz de cumplir los plazos de este proceso. Habría sido un desastre para Europa si se hubiera suspendido. Hemos abierto negociaciones con Croacia y tengo entendido que el Viceprimer Ministro del Reino Unido está allí hoy para avanzar en estas negociaciones, y también estamos realizando progresos en los Balcanes.

Sin duda me complacen las declaraciones que ha realizado hoy el Presidente en ejercicio del Consejo, particularmente en lo relativo a la política energética porque, como el Presidente en ejercicio recordará, hice referencia a ello en el congreso de Partido Laborista. Es por culpa nuestra que no se haya logrado la plena realización del mercado único, que es tan importante, así como de las infraestructuras de transporte y energía. El problema de Europa es que existe un déficit de resultados. Los Gobiernos tienen que apoyar sus palabras con dinero y cumplir sus promesas. Espero que esto ocurra en la cumbre. Los Estados miembros se darán cuenta de que Europa solo avanzará si hacen lo que han prometido hacer.

 
  
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  Bronisław Geremek (ALDE).   (PL) Señor Presidente, tengo que admitir que los discursos del Primer Ministro Blair tienen cierto encanto. Después de oír el discurso que dio ante esta Cámara en junio, y su discurso final de hoy, quiero empezar diciendo que considero al Primer Ministro Blair uno de los pocos verdaderos hombres de Estado en Europa. Sin embargo, al irse se llevó consigo su encanto, y por ello mis comentarios serán de un talante algo diferente.

Cada vez hay más indicaciones de que el resultado de la Presidencia británica van a ser malas noticias para la Unión Europea. Y ello suscita la pregunta de qué pasos piensa tomar la Presidencia británica en los próximos dos meses para asegurar que se logran verdaderos progresos al menos en dos cuestiones. Los nuevos Estados miembros también consideran problemática las perspectivas financieras, dado que sufren a consecuencia de ella. ¿Tiene alguna idea la Presidencia británica de cómo se podría compensar a estos países por las pérdidas que sufrirán? La segunda observación que quiero hacer es que la Unión Europea necesita una dimensión política. ¿Qué propuestas hará la Presidencia británica a la Unión Europea en este sentido?

 
  
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  Jaime Mayor Oreja (PPE-DE). – (ES) Señor Presidente, yo quiero empezar diciendo que me gustaría reconocer una vez más lo que significa un excelente discurso en el Parlamento Europeo, como el que ha desarrollado hoy el señor Tony Blair. Primero, porque es un discurso marcadamente político y hacen falta discursos políticos en el Parlamento Europeo, porque nos aleja de la rutina y porque, al mismo tiempo, tiene, sin duda, una capacidad de renovación y de regeneración, que yo creo que no debemos minusvalorar. Se podrán decir muchas cosas a continuación pero no debemos, en modo alguno, infravalorar y minusvalorar la importancia del discurso político del señor Blair en la tarde de hoy, exactamente igual que la de su discurso del 23 de junio de este mismo año.

Y quiero poner de manifiesto que, sobre todo, valoro que marca unas prioridades, marca unos problemas y marca, al mismo tiempo, lo que es el liderazgo, es decir, la capacidad de elegir, sintetizar, concentrar los esfuerzos políticos que debe hacer la Unión Europea.

Y, dicho esto, lo que hace falta es que esa lista de problemas no solamente sea asumida por el señor Blair, sino también por el Consejo que tendrá lugar este fin de semana en Gran Bretaña.

Y en segundo lugar, cabe subrayar —y es lo que yo creo que echo más en falta en el discurso del señor Blair— que entre el significado de las orientaciones que ha marcado y las acciones hay un trecho del que no ha hablado: tiene que hacer un esfuerzo para definir cuál es el papel político de la Unión Europea en estos temas, como ha recordado mi compañero Karas hace muy pocos minutos. No basta con las orientaciones y no basta con las acciones. Hay una acción intermedia: definir el papel político de la Unión Europea en la lucha contra el terrorismo, en la inmigración y en las universidades. Y eso significa un esfuerzo del Consejo, y el Consejo Europeo tiene que impulsar la Unión Europea cediendo algunas competencias, parte de su soberanía, para que la Unión Europea y sus instituciones propias puedan desarrollar la tarea que, indudablemente, les corresponde.

En definitiva, yo desearía que este excelente discurso, que no minusvaloro, no se convierta en una frustración más al final del Consejo Europeo de este semestre.

 
  
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  Enrique Barón Crespo (PSE). – (ES) Señor Presidente, Señorías, aprovecho este minuto que me han dado para enviar mensajes directos a la Presidencia británica, partiendo de la imagen utilizada por mi compañera Bárbara Dührkop.

Si queremos ponernos en movimiento, como ha planteado el Presidente en ejercicio del Consejo, nos hace falta tener un motor, que es el euro ¯y hay que recordar que el país más competitivo del mundo, ahora que hablamos de economía, es Finlandia, que está en el euro¯, nos hace falta también que haya un combustible, que es el acuerdo presupuestario sobre perspectivas financieras y, además, necesitamos un chasis que funcione, que es, básicamente, la Constitución.

En relación con lo que ha planteado el Primer Ministro, señor Blair, investigación y desarrollo e innovación, están en las perspectivas, ahora bien, en estas materias se ha realizado el mayor recorte; política energética, se puede avanzar, no es comunitario; universidades, no lo es; Erasmus, sí, también se puede incrementar; e inmigración, que es muy importante: hay que impulsar la Agencia Europea de Fronteras, los acuerdos de readmisión y la atención a África.

Por último, en la lucha contra el terrorismo, ha habido un cambio de posición desde el 7 de julio; el Ministro Clarke dijo aquí que si la Constitución llevara esto al primer pilar sería un paso importante.

Por lo tanto, creo que la Presidencia británica tiene muchas oportunidades de realizar propuestas para hacer realidad estos objetivos.

 
  
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  Antonio Tajani (PPE-DE).(IT) Señor Presidente, Señorías, estoy de acuerdo con el contenido de la intervención del señor Blair sobre la Cumbre de mañana, pero quisiera que el Consejo examinase con mucha atención un tema fundamental, que ocupa ya un lugar central en las intervenciones tanto del señor Blair como del señor Barroso: lo mucho que se resiente la economía de la Unión por el envejecimiento de nuestra población. La tasa demográfica y la población activa en Europa están disminuyendo de forma preocupante; los datos publicados precisamente ayer por Eurostat nos dicen que solo conseguimos colmar este déficit a través de la inmigración.

La tasa de natalidad de 1,5 hijos por pareja está muy por debajo del nivel de reemplazo natural, que es de dos hijos por dos progenitores. En 2020, la población activa disminuirá un 20,7 % con respecto a 1980, lo que equivale a 20 millones de trabajadores menos. La población europea envejece: en 2020, los ancianos representarán un 19,1 % más que en 1980. Todo esto tiene un efecto negativo no solo para las finanzas públicas, la sanidad y las pensiones, sino también para las perspectivas de crecimiento en Europa, porque perdemos dinamismo.

Las razones son muchas, entre ellas sin duda no haber salvaguardado y promovido la familia, célula fundamental de la sociedad, uno de los valores fundamentales de la civilización europea. Descubrimos que renunciar a nuestros valores, aparte de un impacto social, tiene una repercusión económica muy negativa. En estas condiciones, los objetivos de Lisboa parecen difícilmente alcanzables.

¿Qué hacer ahora? Debemos volver a los valores que impulsaron a los padres fundadores de Europa a dar vida a un sueño que puede quebrarse justamente en el momento en que está a punto de realizarse. Por esta razón, todas las instituciones tienen el deber de apuntar a la centralidad de la persona, si de verdad queremos dar vida a un nuevo modelo social europeo, un modelo que debe inspirarse en los principios de la economía social de mercado, donde la competitividad, la competencia y el papel de la libre iniciativa y del espíritu empresarial en su conjunto han de tener como fin principal el pleno empleo y el bienestar de la sociedad.

Hay mucho que hacer para generar un crecimiento equilibrado, incluida la necesidad de revisar –y en esto estoy de acuerdo con el señor Blair– las opciones energéticas, de identificar los instrumentos financieros y de proyectos. Consejo, Comisión y Parlamento deben abordar en las próximas semanas asuntos importantes: la liberalización de los servicios, las perspectivas financieras y la agricultura. Pero si trabajamos sin un plan estratégico basado en los valores fundacionales de nuestra sociedad, todo esfuerzo será vano. Tiene razón el señor Blair cuando dice que tenemos un gran patrimonio que conservar. Actuemos de modo que no lo destruyamos.

 
  
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  Martine Roure (PSE).(FR) Señor Presidente, la lucha contra la delincuencia organizada y el terrorismo es una de las principales preocupaciones de su Presidencia.

Con ocasión de la presentación de las prioridades británicas, en junio, les recordé que nuestros conciudadanos quieren una Europa solidaria, protectora y generosa, y que debemos preservar, por tanto, el frágil equilibrio entre seguridad y libertad. Y este principio sigue estando en el orden del día con respecto a la directiva sobre la retención de datos. Celebro los esfuerzos de su Presidencia a favor de la codecisión con el Parlamento. Aceptamos el desafío y trabajaremos por alcanzar un acuerdo en primera lectura.

No obstante, seguiremos de cerca puntos en los que tenemos gran interés, en especial la protección de los datos en esta directiva. Solo unas normas estrictas sobre el acceso a los mismos y sanciones penales nos permitirán garantizar que la retención de datos no se efectúe en detrimento de las libertades de nuestros conciudadanos.

 
  
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  Jacek Emil Saryusz-Wolski (PPE-DE). – (EN) Señor Presidente, yo soy uno de los que han apreciado la intervención de la Presidencia, pero me temo que ni me ha seducido ni me ha convencido. No me convence que no haya perspectivas de que se cumpla lo prometido. Lo que la Unión necesita no son palabras bonitas, sino resultados concretos y para ello es urgente y perentorio que aprobemos un presupuesto plurianual.

Transcurrido dos tercios del periodo de esta Presidencia invisible, estamos donde estábamos en junio. Los nuevos Estados miembros albergaban ciertas esperanzas. Hoy muestran su decepción y su preocupación por el abismo que media entre lo prometido y lo cumplido. La falta de perspectivas presupuestarias pone freno a sus esfuerzos y a su planificación económica a largo plazo y les priva de los beneficios inherentes a su condición de Estados miembros. La ampliación de 2004 necesita herramientas financieras para salvar este abismo y mantener la cohesión social y económica, tomando como base el principio de solidaridad.

En junio oímos hablar de liderazgo político. Muchos esperaban que este liderazgo se reflejara en el presupuesto. ¿Acaso estamos cerca de llegar a una solución satisfactoria? Oímos hablar de una Europa que mira con confianza a la ampliación como una oportunidad histórica para construir una Europa más grande. ¿Realmente podemos tener más Europa con menos dinero, si es que hay algo de dinero? ¿Por qué no se ha incluido el presupuesto en el orden del día de Hampton Court? La credibilidad de la UE está en juego. Hay que salir del punto muerto. Se nos acaba el tiempo. ¿Cómo debemos hacer frente a los retos de la mundialización y del modelo social? En Hampton Court se pretende debatir sobre si la Unión posee los instrumentos financieros adecuados. Eso es como empezar la casa por el tejado. En lugar de resultados, tenemos visión. La visión sin contenido real no es más que una ilusión, que no sirve de mucho a nuestros ciudadanos.

Quedan dos meses, señor Presidente del Consejo, para cumplir la promesa de llegar a un acuerdo sobre el presupuesto. Le instamos a que utilice todos los medios de que dispone la Presidencia para llegar a un acuerdo sobre las perspectivas financieras. Hay un proverbio polaco que dice: el que golpea más rápido, golpea dos veces. El Parlamento Europeo ha presentado un presupuesto decente, razonable y más cuantioso. No es ideal, pero es bueno, mejor que el que el Consejo ha sido capaz de presentar, si es que ha presentado algo. ¿Por qué el Consejo no lo acepta y lo adopta? Por favor, reflexione sobre ello.

 
  
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  Borut Pahor (PSE). – (SL) Señor Presidente, permítame seguir donde mi predecesor lo ha dejado. Estoy de acuerdo con la valoración del Primer Ministro británico de que la estructura del presupuesto europeo está anticuada y ya no refleja las necesidades modernas de la Unión Europea. Me complace que en la reunión informal de mañana, la presidencia del Reino Unido proponga algunos cambios estratégicos en esta dirección.

Estaré encantado si las propias perspectivas financieras refleja este nuevo consenso en la política europea en relación con las tareas prioritarias. Sin embargo, como representante de los nuevos países, incluida Eslovenia, siento que es mi deber recalcar que los intentos de formular nuevas tareas prioritarias en el presupuesto no deberían utilizarse como una excusa para posponer la adopción de las perspectivas financieras en diciembre. De hecho, es esencial, sobre todo para los nuevos países, que el presupuesto se adopte cuanto antes, dado que de lo contrario no podremos elaborar adecuadamente nuestros propios programas presupuestarios para diseñar con éxito las finanzas de los fondos europeos.

 
  
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  Douglas Alexander, Presidente en ejercicio del Consejo. (EN) Señor Presidente, en nombre del Primer Ministro, Tony Blair, le doy las gracias por brindarnos esta oportunidad de pronunciar un discurso ante el Parlamento sobre la gran variedad de asuntos tratados en el transcurso de esta tarde, con vistas a la reunión informal de Jefes de Gobierno que tendrá lugar mañana en Hampton Court.

Diría que, sobre todo por este hecho, el intercambio de opiniones de esta tarde ha sido un debate oportuno y útil sobre los asuntos a los que Europa va a enfrentarse en los próximos años. Hay cuestiones que apuntan directamente a la manera en que Europa afronta la mundialización y, tal y como nuestro Primer Ministro ha concluido, las amenazas son tan importantes como las oportunidades que conlleva la mundialización.

La Presidencia del Reino Unido, que quede claro, desea llegar a un consenso en torno a la futura orientación de Europa y ver que los puntos de vista expresados hoy aquí por los diputados a esta Cámara queden reflejados en propuestas en este sentido. Felicito a los líderes de todos los Grupos políticos que hemos escuchado hoy por expresar sus puntos de vista de forma tan clara y directa. También quiero agradecer al Presidente Barroso su contribución al debate. El contenido de su intervención, junto con el papel de la Comisión al que se ha referido, el papel de los valores europeos en un mundo globalizado, es testimonio de hasta qué punto los Estados miembros y la Comisión comparten una visión común y, además, un sentido de urgencia común respecto a las importantes cuestiones a las que hoy nos enfrentamos.

Pido la comprensión del Parlamento si no respondo a cada uno de los planteados en el transcurso de este largo pero importante debate. En lugar de ello, permítanme abordar los temas principales planteados por muchos de los oradores en el tiempo disponible.

Con el mayor de mis respetos, me temo que las observaciones del señor Kirkhope reflejan los riesgos de escribir un discurso en respuesta a otro discurso que no ha escuchado, en el sentido de que ha cuestionado el compromiso de la Presidencia desde el punto de vista de los detalles de lo que se llevaría a cabo. Nuestro Primer Ministro, en nombre de la Presidencia, ha dejado muy claro no solo el importante logro relacionado con la adhesión de Turquía, sobre el que a continuación me extenderé, sino también la importancia de seguir el orden lógico del debate sobre el futuro de Europa respecto a la cuestión de su financiación futura. Acerca de su pregunta concreta sobre dónde estaría el interés nacional de Gran Bretaña, diría simplemente a este Parlamento que el reto a que se enfrenta Gran Bretaña es el mismo que el que afronta cualquier Presidencia, la necesidad de buscar el consenso en toda Europa, como ya he indicado; sin embargo, este consenso incluirá necesaria y convenientemente el interés nacional británico.

El señor Désir ha planteado cuestiones importantes en relación con la infraestructura energética y las universidades. No dude de que he tomado nota con interés de los aspectos planteados en relación con la Directiva de servicios. Estas son precisamente algunas de las contribuciones que caracterizarán nuestra discusión en curso sobre el tema.

La señora Koch-Mehrin, quien parece haber abandonado su asiento en la Cámara, ha hablado de la importancia de otras prioridades, además de I+D, y, en particular, de la cuestión de la transparencia, que se ha planteado tanto en esta Cámara como en varios otros foros en los que ha participado hoy nuestro Primer Ministro. De nuevo, quiero informar a esta Cámara de que el 19 de octubre tuvo lugar una discusión formal entre los representantes permanentes sobre la cuestión de la transparencia. Desde el principio de nuestra Presidencia dejamos claro nuestro interés en intentar avanzar en esta cuestión, así como en la continuidad de dicho avance. Pero las discusiones ya han empezado, tal y como se reflejó en el debate celebrado el 19 de octubre en el COREPER.

En el cordial estilo que le caracteriza, el señor Hudghton ha afirmado que la Presidencia británica no ha hecho ningún tipo de progreso. Simplemente destacaré que se la perspectiva de la adhesión de Turquía ha sido negada al pueblo turco durante 42 años. No corresponde a nadie en esta Cámara, tanto si está a favor como en contra de la adhesión de Turquía, minimizar la importancia histórica de lo que se consiguió en Luxemburgo. Como hoy soy el responsable de responder en nombre de la Presidencia, me resistiré a la gran tentación de enzarzarme con él en toda la variedad de aspectos sobre los que, como nacionalista escocés, ha intentado llamar la atención hoy en el Parlamento. Simplemente diría, y lo hago como un compatriota escocés más, orgulloso de serlo, que su intervención de hoy en este debate no se confundiría fácilmente con un rayo de sol.

En respuesta al señor Bonde, espero haber tratado ya su cuestión acerca de la transparencia. En relación con la cuestión de la señora Angelilli, quien ha cuestionado si existe un compromiso suficiente para buscar un acuerdo sobre la financiación futura, simplemente repetiría los razonamientos expuestos anteriormente por nuestro Primer Ministro en nuestro debate de hoy, dejando claro que ambos creemos necesaria una discusión sobre el futuro de Europa mañana en Hampton Court, y que esta discusión es una condición fundamental para el progreso que estamos decididos a intentar y realizar en relación con la financiación futura.

El señor Mote, quien parece haber abandonado la Cámara –quizás sea un reflejo de cómo he intentado responder a sus preguntas en el pasado– ha planteado concretamente la cuestión de la corrupción. La Presidencia está trabajando con la Comisión y otros Estados miembros en torno al informe de la Comisión «Hoja de ruta hacia una declaración de fiabilidad sin reservas», un paquete de medidas para reformar el sistema contable de la Comisión con el fin de facilitar que el Tribunal de Cuentas pueda dar el visto bueno a la contabilidad. Esperamos llegar a un acuerdo en la reunión del Ecofin en noviembre.

El señor Karas reclama un «debate abierto y público». Yo diría que lo que hoy hemos presenciado en el Parlamento es exactamente eso: un debate sincero sobre la importancia de una serie de cuestiones con anterioridad a la reunión de Hampton Court. Respecto a otras cuestiones, en particular la competencia en universidades y la financiación futura, he escuchado con atención las afirmaciones concretas que ha estado haciendo desde el punto de vista de su Grupo.

La señora Dührkop Dührkop ha reconocido la necesidad de un debate sobre orientación política, refiriéndose a la cuestión de la financiación futura y, de nuevo, me limito a reiterar nuestra clara opinión de que la lógica correcta es la de establecer la orientación de Europa antes de tratar el tema de la financiación futura.

Intuyo cierto escepticismo entre los diputados al Parlamento con respecto a la viabilidad de ese proceso. Permítanme simplemente recordar una Presidencia británica anterior, la de 1992, cuando las propuestas de la Presidencia sobre financiación futura se presentaron en noviembre, antes de que se alcanzara un acuerdo en diciembre. La señora De Sarnez ha planteado la misma cuestión. Ha afirmado que nos resultaría muy difícil resolver la cuestión presupuestaria. Quiero reiterar que si no somos capaces de resolver la cuestión de la futura orientación de Europa, el desafío de resolver la financiación será muchísimo más difícil.

En relación con lo que ha planteado la señora Lambert, en particular el cambio climático, permítanme ser muy directo por lo que respecta al progreso que deseamos ver. Deseamos crear consenso respecto a la amenaza del cambio climático y la necesidad de una acción urgente para enfrentarnos a ella. Por esta razón, el 17 de octubre, el Consejo de Medio Ambiente, bajo nuestra Presidencia, acordó una posición inicial de la Unión Europea para las negociaciones sobre el cambio climático de Naciones Unidas en diciembre. Tenemos gran interés en proporcionar una base sólida de trabajo para la estrategia sobre el cambio climático de la Unión Europea a medio y largo plazo, y toda una serie de formaciones del Consejo y las reuniones externas de la Unión Europea están contribuyendo a este fin.

Finalmente, buscamos un acuerdo en torno a la necesidad de soluciones rentables y flexibles para abordar las emisiones de la aviación en la UE y, en nuestra calidad de Presidencia, hemos acogido favorablemente el estudio reciente encargado por la Comisión, que recomienda el comercio de derechos de emisión como la mejor solución. Estamos planeando una discusión inicial acerca de estas cuestiones en el Consejo de Medio Ambiente de diciembre.

El señor Piotrowski y el señor Szymañski han hablado del desafío de la mundialización y han planteado cuestiones importantes que creo que van a influir en los debates de mañana en Hampton Court con los Jefes de Gobierno.

El señor Van Hecke ha planteado aspectos sobre Turquía con los que, con mi mayor respeto, no estoy acuerdo. No solo hablo en nombre de la Presidencia, sino que me complace decir que lo hago en el de un Consejo de Asuntos Generales, que de forma coherente con promesas anteriores, se puso de acuerdo en la reunión de Jefes de Gobierno europeos en diciembre de 2004 y fue capaz de iniciar las negociaciones para la plena adhesión de Turquía el 3 de octubre pasado. Me es grato decir que la señora Grossetête ha reconocido la importancia histórica exacta de ese aspecto y del inicio de las negociaciones de adhesión con Turquía. Pero al intentar, según he intuido, criticar la Presidencia británica, ha dicho: «No podemos unir Europa a base de sueños». Propongo respetuosamente que tengamos mucha más esperanza en construir Europa en el sentido que deseamos haciéndolo sobre la base de nuestras esperanzas y sueños, y no solamente de nuestros recuerdos y logros del pasado.

Tal y como nuestro Primer Ministro ha expresado de forma muy elocuente en su resumen del debate de hoy, si nos fijamos en los desafíos futuros a los que Europa se enfrenta, ya sea en la cuestión del cambio climático o en la de garantizar la prosperidad y mantener la protección social frente al reto de la mundialización, no es difícil justificar la importancia de la labor de Europa en los próximos 50 años. Por lo tanto, no pienso que vaya en detrimento de los intereses de Europa reafirmar deliberadamente los desafíos futuros a los que nos enfrentamos. Diría que se trata de una base más sólida sobre la que sustentar el apoyo popular para Europa que la de simplemente recitar los logros pasados.

El señor Titley ha reconocido con generosidad el trabajo de la Presidencia con el Parlamento. No estoy seguro de si la asistencia en el Parlamento es estos momentos es un reflejo del interés relativo por las observaciones del Primer Ministro y del Ministro de Europa británico; sin embargo, estoy muy agradecido y transmitiré a mis colegas Ministros sus amables palabras. De la misma forma, le agradezco que haya reconocido el aspecto que he intentado defender en mi intervención, a saber, la importancia realmente histórica del inicio de las negociaciones de adhesión con Turquía. También me he sentido satisfecho al oír que su Señoría planteaba la cuestión más amplia de África y el importante trabajo que se ha llevado a cabo bajo la Presidencia británica en relación con este asunto de gran preocupación internacional.

En este sentido, quiero destacar la importancia que la Presidencia, junto con la Comisión, concede a la significativa labor que todavía está por hacer en relación con las cuestiones de desarrollo en las negociaciones de la Organización Mundial del Comercio que tendrán lugar en Hong Kong en diciembre, hacia el final de la Presidencia británica.

Todos aquellos de entre nosotros que durante la Presidencia británica hemos trabajado arduamente, tanto por lo que respecta a la reducción de la deuda como a las ayudas, ahora consideramos que estas negociaciones nos brindan una oportunidad esencial e importante que debemos aprovechar si queremos realizar progresos en el tercer ámbito fundamental para el desarrollo que es, naturalmente, el comercio.

El señor Geremek también ha planteado la cuestión de la financiación futura y permítanme decir de forma muy directa que, a la vista de lo que nuestro Primer Ministro ha reiterado hoy y dada la falta de acuerdo sobre la financiación futura, no pienso que a estas alturas convenga debatir sobre la compensación que se ofrece a los países de reciente adhesión, los llamados A 10. Ahora tenemos la oportunidad de reconvertirnos y comprometernos a realizar el verdadero esfuerzo de garantizar un acuerdo sobre la financiación futura, que por supuesto es importante para el país titular de la Presidencia, así como para cualquier Estado miembro. No obstante, reconozco que es sobre todo importante para aquellos Estados miembros que se han unido recientemente a la Unión Europea.

El señor Mayor Oreja ha formulado preguntas amplias sobre el futuro papel de Europa y, en concreto, en la cuestión del terrorismo se ha preguntado si seremos capaces de poner en práctica los ámbitos de trabajo más amplios establecidos por nuestro Primer Ministro. De nuevo, quiero decir a los diputados a esta Cámara que esta es exactamente la razón por la que hemos encargado el informe, para poner en práctica estos amplios ámbitos de trabajo a su debido tiempo.

El señor Barón Crespo ha planteado la cuestión del Tratado Constitucional, lo que me brinda la oportunidad de reforzar una de las ideas originales que sustentan la reunión de Hampton Court y que esta discusión anticipa. En vista a las decisiones de los votantes de Francia y los Países Bajos, opinamos a todas luces que la respuesta incorrecta sería continuar simplemente de forma mecánica una discusión de arquitectura institucional cuando, de hecho, probablemente la descripción más precisa del voto –seguro en Francia y pienso respetuosamente que también en los Países Bajos– sea que se refirió tanto al texto como al contexto. Por lo tanto, hubiéramos estado equivocados al abordar simplemente la cuestión del texto cuando existe la cuestión más amplia, a la que nuestros ciudadanos están pidiendo una respuesta, de cómo se articula Europa con la mundialización. Esa sigue siendo la inspiración y la intención que subyacen a la reunión de mañana.

El señor Tajani ha planteado varios aspectos importantes, al igual que la señora Roure. Sin embargo, permítanme terminar reiterando la importancia del aspecto destacado por el señor Saryusz-Wolski, en concreto la cuestión de la financiación futura. Como he dicho, he intentado dejar claro en el debate de hoy en esta Cámara que concedemos gran importancia a un posible acuerdo sobre la financiación futura en el Consejo de diciembre.

Sin embargo, en apoyo de esa discusión, permítanme mencionar también la carta enviada por nuestro Primer Ministro, como Presidente de la Unión Europea, a sus homólogos invitándolos a reunirse con él mañana en Hampton Court. Cito sus palabras: «Sé que varios de mis homólogos están preocupados por saber cómo planea la Presidencia llevar a cabo las negociaciones de la financiación futura. Hemos realizado varias consultas y creo que hay una voluntad colectiva de alcanzar un acuerdo en diciembre. El Presidente Barroso ha manifestado algunas nuevas ideas sobre cómo avanzar en esta labor.»

Estoy convencido de que la carta enviada por el Primer Ministro a los demás Jefes de Gobierno deja clara la sinceridad de nuestro compromiso por llegar a un posible acuerdo y también la importancia de seguir el orden lógico que ya he mencionado.

Señor Presidente, quiero de nuevo expresar mi gratitud por la oportunidad de participar en este importante y oportuno debate. Estoy seguro de que la reunión de mañana en Hampton Court constituirá una oportunidad real e importante para los Estados miembros para mandar un mensaje tanto de unidad como de esfuerzo colectivo y demostrar el papel clave de la Unión Europea en la respuesta a los desafíos de los que tanto hemos oído hablar hoy.

 
  
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  Margot Wallström, Vicepresidenta de la Comisión. (EN) Señor Presidente, el señor Alexander ha mencionado la estrategia para África. La Comisión Africana vino a visitarnos la semana pasada y, cuando presentó su programa de trabajo político, centrado en particular en la hambruna, la guerra, el sida, la desertización y el analfabetismo, de repente nuestros problemas europeos nos parecieron fáciles de manejar.

Considero que este debate de dos horas y media es una discusión interesante sobre los desafíos que tenemos ante nosotros. Sin duda podríamos encontrar elementos de desacuerdo, pero también podríamos encontrar un amplio consenso en toda una serie de asuntos, incluida la necesidad de fijar un presupuesto tan pronto como sea posible.

Solo me ha decepcionado un aspecto. Me habría gustado oír algo más acerca de cómo podemos inspirar confianza a los ciudadanos sobre lo que estamos haciendo. Sabemos que no podemos proseguir sin disponer de legitimidad democrática, así como de apoyo y participación democráticos, y como ustedes saben, mi tarea es garantizar, desde el punto de vista de la comunicación, que estemos bien equipados. Se trata del contenido, de demostrar que podemos marcar una diferencia en Europa; sin embargo, también debemos establecer un buen diálogo y debate con los ciudadanos europeos en los próximos años.

Como el señor Alexander ya ha comentado exhaustivamente esta cuestión, yo tengo poco que añadir. Quisiera darle las gracias de nuevo y me aseguraré de que la Comisión esté bien informada de todos los aspectos concretos planteados.

 
  
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  El Presidente. El debate queda cerrado.

DECLARACIONES POR ESCRITO

(ARTÍCULO 142 DEL REGLAMENTO)

 
  
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  Richard Corbett (PSE).(EN) Nos encontramos en un «período de reflexión» sobre el futuro del Tratado Constitucional.

La Presidencia tiene razón al no haber enfocado este debate en el texto del Tratado, sino en su contexto. En lugar de proponer la reescritura de artículos del Tratado, las discusiones se han centrado en el futuro del modelo social europeo (con el Consejo Europeo especial), la economía, la reforma del presupuesto, la ampliación y la mejor forma de lograr un mercado único en el sector de los servicios.

El avance en estos aspectos creará un nuevo contexto en el que entonces podremos decidir qué hacer con el texto. Existe todo un abanico de posibilidades, desde el abandono de todas las reformas hasta pedir a franceses y neerlandeses que vuelvan a votar. En la práctica, lo más probable es algo que se sitúe entre estos dos extremos. Pero tanto si se clarifica el texto actual como si se incluyen añadidos, se introducen cambios, se reescriben pasajes o se redacta un nuevo texto, una cosa está clara: la necesidad de reforma no ha desaparecido. Las cuestiones que llevaron a los 25 Gobiernos a concluir que es necesario un nuevo Tratado Constitucional siguen estando sobre la mesa y deberán abordarse.

En primer lugar, debemos cambiar el contexto y la Presidencia del Reino Unido ha empezado con buen pie.

 
  
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  Ilda Figueiredo (GUE/NGL).(PT) En lugar de las propuestas que piden respuestas eficaces a los graves problemas sociales en la UE –más de 22 millones de personas desempleadas y 72 millones de personas que viven por debajo del umbral de la pobreza–, el Presidente en ejercicio del Consejo sigue presionando para que se tomen medidas en apoyo de la competitividad y la competencia. En este contexto, la insistencia en la investigación, el desarrollo y la innovación siempre se presenta como un medio para crear las condiciones adecuadas para las empresas y no como la muy necesaria respuesta a las preguntas de una mejor salud para todos, unos niveles superiores de educación pública y la creación de trabajos de calidad con derechos. El señor Blair, el Presidente en ejercicio del Consejo, ha puesto el acento en la necesidad de una mayor flexibilidad en el mercado laboral y en la movilidad y el apoyo a la reestructuración, lo cual conlleva más recortes de puestos de trabajo y ello, a su vez, más desempleo y un mercado laboral más precario.

Asimismo ha reiterado el apoyo a la directiva propuesta sobre la creación de un mercado interior para los servicios y sobre el tiempo de trabajo. Por ello es evidente que lo que se prepara es un énfasis en la liberalización, que podría exacerbar los problemas económicos y sociales existentes, que solo serviría a los intereses de los grupos económicos y financieros de la UE y satisfaría la agenda de la Unión de Confederaciones Industriales y Empresariales de Europa.

 
  
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  Bruno Gollnisch (NI).(FR) Los Jefes de Estado y de Gobierno hablarán mañana en Hampton Court de los desafíos que plantea la mundialización a nuestros modelos económicos y sociales.

El mero hecho de que esta reunión, a pesar de sus consecuencias políticas y presupuestarias, se haya acortado a un solo día es ya inquietante de por sí.

Lo que es peor: la solución ya se ha encontrado, de creer al señor Gordon Brown, Ministro británico de Hacienda. Hay que acabar con el callejón sin salida del proteccionismo. Pero ¿dónde ha visto el señor Brown proteccionismo en Europa? Es el mercado más abierto del mundo y el que más respeta las normas de la OMC. Nuestros competidores, por otro lado, utilizan desvergonzadamente las armas del dúmping, las barreras comerciales, las subvenciones ocultas, etc.

La Comisión, por su parte, propone un fondo de adaptación a la mundialización de nada menos que 500 millones de euros –¡1 euro por persona!– para ayudar a buscar empleo a aquellos a los que sus políticas habrán llevado al paro. ¡Qué cinismo!

Mientras persistan en querer adaptar nuestros modelos sociales a la mundialización, cada vez habrá más desempleados, más pobreza y más precariedad. Hay que hacer exactamente lo contrario: tomar de la mundialización solo lo que no vaya en contra de los objetivos políticos de prosperidad y pleno empleo.

 
  
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  Alyn Smith (Verts/ALE).(EN) He escuchado la totalidad de este debate con creciente tristeza por la forma en que la retórica admirable y ambiciosa de la Presidencia del Reino Unido no se ajusta a la realidad. Allí donde existía una agenda clara que aplicar –posterior a la ampliación– con el fin de lograr una reforma real en lugar de simplemente hablar de ello, la posición atrincherada del Reino Unido y su estilo deficiente solo han conseguido alienar en lugar de entusiasmar. Si el Reino Unido hubiera presentado propuestas significativas, entonces creo que esta Cámara habría actuado como un buen aliado. En cambio, solo hemos oído pura palabrería por todos lados, mientras que los ciudadanos de Europa se alejan cada vez más de nosotros. No hemos aprendido la lección de los referendos neerlandés y francés, y ahora la Presidencia no tiene tiempo para hacer nada útil, con lo que perdemos una gran oportunidad.

 
  
  

PRESIDENCIA DEL SR. DOS SANTOS
Vicepresidente

 

18. Turno de preguntas (preguntas al Consejo)
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  El Presidente. De conformidad con el orden del día, se procede a las preguntas al Consejo (B6-0332/2005).

 
  
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  John Purvis (PPE-DE).(EN) Señor Presidente, intervengo en nombre de un colega, el señor Kamall, quien el mes pasado formuló al Consejo la pregunta H-0688/05 relativa a las cuotas textiles de China. Todavía no ha recibido ningún tipo de respuesta. Me pregunto si podría pedir al Consejo de Ministros que nos diga cuándo recibirá una respuesta. En circunstancias normales, la respuesta suele llegar al día siguiente.

 
  
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  El Presidente. – Señor Purvis, he recibido una notificación de que la respuesta del Consejo llegará en cualquier momento. De hecho, el Consejo está presente en la Cámara y quiero pedirle que de preferencia a responder a esta pregunta.

Pregunta nº 1 formulada por Andrew Duff (H-0761/05)

Asunto: Reglamento sobre la "línea verde" de Chipre

¿Cree el Consejo que la reciente modificación del Reglamento sobre la «línea verde» ha cumplido su finalidad de dar lugar a un incremento significativo del comercio entre el norte y el sur de Chipre?

¿Representa una respuesta adecuada al compromiso político asumido por el Consejo en abril de 2004 de prestar asistencia al desarrollo del norte de Chipre?

 
  
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  Douglas Alexander, Presidente en ejercicio del Consejo. (EN) En respuesta a la cuestión anterior, no puedo decir que esté familiarizado con el asunto concreto. Pienso que si hubiera visto la pregunta, probablemente habría dado una respuesta. Sin embargo, puedo asegurarle que el Consejo analizará este asunto y se esforzará por garantizar una próxima respuesta.

En relación a esta cuestión, el llamado Reglamento de la línea verde fue aprobado por el Consejo el 1 de mayo de 2004 con la intención de facilitar la reunificación de Chipre mediante el fomento del desarrollo económico de la comunidad turcochipriota a través de la facilitación del comercio entre el territorio norte de Chipre y el territorio aduanero de la Unión Europea. Como su Señoría apunta correctamente en su pregunta, el Consejo aprobó enmiendas al Reglamento de la línea verde en febrero de 2005 para intentar extender su alcance y eficacia, contribuyendo de esta forma a continuar con la integración de la isla.

En su primer informe sobre la aplicación del Reglamento de la línea verde del 1 de mayo de 2004 al 30 de abril de 2005, la Comisión concluye que la circulación de personas está funcionando correctamente, pero que el volumen y el valor de las mercancías que cruzan la línea siguen siendo limitados.

Aunque el informe menciona las últimas enmiendas aprobadas en febrero de 2005, las decisiones de aplicación de la Comisión relativas a las nuevas mercancías cubiertas todavía estaban en preparación. Por lo tanto, no era posible una evaluación completa de la eficacia de estas enmiendas.

La Comisión tiene previsto elaborar un nuevo informe sobre el Reglamento de la línea verde en 2006, en el que informará sobre la aplicación de dichas disposiciones. Por lo que respecta a otras medidas, previstas para facilitar la reunificación de Chipre mediante el fomento del desarrollo económico de la comunidad turcochipriota, el Consejo es consciente de que, en este sentido, sus responsabilidades y esfuerzos continúan.

 
  
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  Andrew Duff (ALDE).(EN) Doy las gracias al Presidente en ejercicio del Consejo por su respuesta. ¿Incluirá, como una parte importante de la evaluación de los progresos hecha por usted y por la Comisión, una evaluación cuantificada del volumen del comercio destinado a terceros países que atraviesa la línea verde?

¿Podría también explicar por qué a los camiones turcochipriotas se les impide viajar al sur? Es claramente absurdo que a un vehículo turcochipriota se le permita circular por las calles de Estrasburgo, mientras que se le impide el paso por las calles del sur de Nicosia.

 
  
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  Douglas Alexander, Presidente en ejercicio del Consejo. (EN) Agradezco a su Señoría las cuestiones que ha planteado. Puedo asegurarle que he escuchado atentamente y he tomado nota. Con el permiso del Parlamento, los transmitiré directamente a la Comisión de modo que pueda tenerlas en cuenta para la labor en curso que está llevando a cabo.

 
  
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  Chris Davies (ALDE).(EN) Funcionarios de la Comisión me contaron el año pasado, cuando me encontraba en Nicosia justo después de que el Reglamento de la línea verde entrara en vigor, que en la práctica los grecochipriotas aprovechaban cualquier oportunidad para encontrar motivos e impedir su aplicación máxima y que el comercio todavía es muy restringido. Me doy cuenta de que esta es una cuestión que provoca gran frustración entre los miembros del Consejo, cuya amplia mayoría quiere ver un comercio directo con Chipre del Norte.

A nadie en el Consejo le gusta desestabilizar la nave, pero ¿no creen que ha llegado el momento de señalar un poco más con el dedo de forma pública cuando ciudadanos de la UE, cuyos representantes electos lamentablemente no han sido reconocidos todavía por esta Unión, están siendo oprimidos por un Estado miembro?

 
  
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  Douglas Alexander, Presidente en ejercicio del Consejo. (EN) Los Ministros de Asuntos Exteriores de la Unión Europea expresaron el deseo de poner fin al aislamiento de los turcochipriotas en el Consejo de Asuntos Generales de abril de 2004. A petición del Consejo, la Comisión elaboró dos proyectos de reglamentos para cumplir este compromiso. Tal vez parte de la frustración de la que su Señoría habla refleja el hecho de que todavía no ha sido posible aceptarlos. Sin embargo, puedo garantizar al Parlamento que continuaremos esforzándonos por lograr un acuerdo. Sin duda, ello implicará a varios Estados miembros. Puedo garantizarles que estamos decididos, en la medida de lo posible, a alcanzar un acuerdo para materializar esta decisión del Consejo de Asuntos Generales.

 
  
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  Sarah Ludford (ALDE).(EN) Agradezco al Presidente en ejercicio su respuesta, pero ¿no es vergonzoso que un año y medio después de que el Consejo prometiera el fin del aislamiento de los turcochipriotas, todavía no exista comercio directo ni ayudas financieras? ¿Podría prometer que se logrará un acuerdo en diciembre, hacia el final de la Presidencia británica?

¿Es el Presidente en ejercicio consciente de que algunos de los pasos fronterizos entre el norte y el sur de Chipre a veces se encuentran cerrados, de forma que el rechazo de los vuelos directos desde y hacia Chipre del Norte aísla efectivamente a los turcochipriotas del contacto con el mundo exterior? En el Ministerio de Asuntos Exteriores se han estado gestando algunas ideas jurídicas sobre la autorización de vuelos directos a Chipre del Norte. ¿Podría contarnos qué ha ocurrido con esas ideas?

 
  
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  Douglas Alexander, Presidente en ejercicio del Consejo. (EN) Con todos mis respetos, le recuerdo a la autora de la pregunta que hoy estoy respondiendo en nombre de la Presidencia, y no del Gobierno británico. La invito a dialogar conmigo separadamente, en un foro distinto, sobre la opinión del Ministerio británico de Asuntos Exteriores acerca de la autorización de vuelos.

Dicho esto, comparto la frustración de la diputada por los avances que habíamos esperado presenciar a la luz de ese compromiso anterior del Consejo de Asuntos Generales. No obstante, como ya hemos discutido extensamente en nuestra conversación anterior sobre la financiación futura, garantizar un acuerdo a menudo no depende de la voluntad de un país, ni tampoco del país titular de la Presidencia, sino de la capacidad de asegurar el apoyo de todos los países. Por esta razón, a pesar de la verdadera frustración que compartimos con ella, solo puedo garantizarle que continuaremos realizando esfuerzos serios por alcanzar un acuerdo. Sin embargo, a estas alturas no puedo darle garantía alguna de la fecha en que vaya a lograrse dicho acuerdo.

 
  
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  El Presidente. – Pregunta nº 2 formulada por Panagiotis Beglitis (H-0762/05)

Asunto: Proyecto de mandato de negociación para la celebración de un acuerdo de estabilización y asociación UE-Serbia y Montenegro

En abril de 2005, la Comisión Europea finalizó y presentó al Consejo un proyecto de mandato de negociación para la celebración de un acuerdo de estabilización y asociación entre la UE y el Estado de Serbia y Montenegro. Hasta la fecha, Serbia y Montenegro es el único país de los Balcanes occidentales que, a pesar de su declarada importancia estratégica para la seguridad y la estabilidad en la región, reconocida por la Unión Europea, ve cómo su perspectiva europea permanece bloqueada por los procedimientos europeos.

¿Por qué razón se están retrasando el examen y la aprobación de un mandato de negociación con vistas a iniciar las negociaciones? ¿Cuándo prevé el Consejo que se proceda a la aprobación y asignación del correspondiente mandato a la Comisión Europea? ¿Por qué en el caso de Croacia el requisito previo de cooperación con el Tribunal Penal Internacional para la ex Yugoslavia no ha impedido que la UE entablara las negociaciones de adhesión, mientras que en el caso de Serbia y Montenegro este mismo requisito se ha aplicado de manera más absoluta, llevando a una práctica de "dos pesos y dos medidas"? ¿Por qué motivo el Consejo no da inmediatamente comienzo a las negociaciones de adhesión, manteniendo paralelamente la posibilidad de controlar si se cumple el mencionado requisito en una fase posterior y, en cualquier caso, antes de que se concluyan las negociaciones y se firme el acuerdo?

 
  
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  Douglas Alexander, Presidente en ejercicio del Consejo. (EN) Estoy totalmente de acuerdo con su Señoría sobre la importancia del acercamiento de Serbia y Montenegro a la Unión Europea. Por esta razón, me alegro de que el Consejo autorizara a la Comisión a entablar las negociaciones para la estabilización y la asociación, así como por el acuerdo con Serbia y Montenegro alcanzado en el Consejo de Asuntos Generales y Relaciones Exteriores de 3 de octubre, del que ya he hablado. Posteriormente se celebró una ceremonia formal de inicio de las negociaciones el 10 de octubre en Belgrado, que contó con la presencia del Comisario para la Ampliación, el señor Rehn.

La decisión de entablar las negociaciones del AEA es consecuencia del resultado positivo del estudio de viabilidad que Serbia y Montenegro recibieron de la Comisión en abril de 2005. Siendo este paso uno de los objetivos de nuestra Presidencia, el Reino Unido lo considera importante para Serbia y Montenegro en su camino hacia la Unión Europea. También ratifica el compromiso de la Unión Europea con la Agenda de Salónica, que hace hincapié en que el futuro de los Balcanes occidentales se encuentra en la Unión Europea.

El Consejo ha juzgado que el ritmo y la conclusión de las negociaciones dependerán en particular del avance de Serbia y Montenegro en el desarrollo de su marco legislativo y de su capacidad administrativa, la aplicación eficaz de la Carta Constitucional y, por supuesto, la plena cooperación con el Tribunal Penal Internacional para la Antigua Yugoslavia. El Consejo y la Comisión revisarán conjuntamente los avances de Serbia y Montenegro en estos terrenos antes de la conclusión de las negociaciones.

 
  
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  Panagiotis Beglitis (PSE).(EL) Señor Presidente, me gustaría hacerle dos breves preguntas al Presidente en ejercicio del Consejo, el señor Alexander.

En primer lugar, sabiendo que en 2006 se celebrará un referendo en Montenegro, sobre su posible secesión del Estado conjunto de Serbia y Montenegro, ¿en qué medida afectarán los progresos en las negociaciones sobre el acuerdo de estabilización a este referendo en Montenegro?

En segundo lugar, ¿en qué medida se verán afectadas las negociaciones sobre el acuerdo de estabilización y asociación por las negociaciones paralelas que están a punto de iniciarse sobre el estatuto final de Kosovo y, además, cree el señor Alexander que la posición de Serbia sobre la cuestión de Kosovo afectará al progreso de las negociaciones sobre el acuerdo de estabilización y asociación?

 
  
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  Douglas Alexander, Presidente en ejercicio del Consejo. (EN) En el transcurso de nuestra Presidencia, he tenido personalmente la oportunidad de viajar a Belgrado y escuchar directamente de boca de los representantes de Serbia y Montenegro su deseo de adherirse al final a la Unión Europea y su deseo de impulsar la tramitación de los acuerdos de estabilización y asociación. Por lo tanto, pienso que nos adelantaríamos a nosotros mismos –dado el anuncio reciente, al que se dio expresión formal cuando el Comisario Rehn visitó Belgrado recientemente– si anticipáramos lo que puede o no puede ser la conclusión de un potencial referendo en el futuro.

Sin embargo, me gustaría destacar –como también subrayé muy claramente en nombre de la Unión Europea cuando me reuní con representantes tanto de Serbia como de Montenegro– que el deber de cooperar con el Tribunal Penal Internacional es inmediato y actual. Nos hemos sentido animados por algunos pasos que han tenido lugar en Belgrado en los meses anteriores y por el nivel de cooperación mostrado en comparación con los niveles anteriores. Sin embargo, permítanme ser muy claro esta tarde en esta Cámara sobre el hecho de que deben realizarse avances adicionales y reales para garantizar una cooperación plena con el Tribunal Penal Internacional para la Antigua Yugoslavia.

 
  
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  Bart Staes (Verts/ALE). – (NL) Señor Presidente, ruego me disculpe por haberme retrasado, por lo cual no he oído algunas de las respuestas del Presidente en ejercicio, pero dado que estamos hablando de Serbia, permítame que le diga que la semana pasada estuve en Kosovo –la parte albana de la provincia septentrional de Serbia para ser exactos– donde la gente está sumamente preocupada por el destino de 2 500 personas que siguen desaparecidas. Serbia se niega a ayudar a recuperar los cadáveres.

Una de las condiciones que deberíamos imponer en la Unión Europea para seguir cooperando con Serbia es que ese país coopere con la UNMIK y con las autoridades albanesas en Kosovo a fin de asegurar que todas las personas que hayan perdido familiares sepan al menos dónde están, dónde están sus cuerpos y que estos sean devueltos para que reciban un entierro digno. ¿Puede prometer el Presidente en ejercicio que esta será una de las condiciones para seguir cooperando con Serbia?

 
  
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  Douglas Alexander, Presidente en ejercicio del Consejo. (EN) Comprendo la intensidad de las emociones que rodean a estas cuestiones, sobre todo por la oportunidad que he tenido en los últimos meses de viajar, no solo a Serbia y Montenegro, como he dicho, sino también a Kosovo, y de escuchar por mí mismo los verdaderos desafíos que se presentan ante Kosovo en particular y ante la región en general.

En este aspecto, en el transcurso de las conversaciones que mantuve tanto en Belgrado como en Pristina, destaqué la importancia de esperar al informe del Embajador Eide. En este sentido, nuestra esperanza sería que este informe proporcionara la base sobre la que poder encontrar una vía que satisfaga no solo a un componente de una comunidad, sino que también sirva a los intereses más amplios de paz y seguridad en la región.

 
  
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  El Presidente. – Pregunta nº 3 formulada por Marie Panayotopoulos-Cassiotou (H-0763/05)

Asunto: Jóvenes agricultores, regiones remotas y uso de los Fondos estructurales y otros medios de financiación

A la vista del final del periodo de programación 2000-2006, ¿cómo evalúa el Consejo los resultados del uso de los Fondos estructurales y otros medios de financiación en lo referente a la integración social, a la educación, a la formación y al avance profesional de los jóvenes que viven en regiones rurales, insulares, montañosas, escasamente pobladas y remotas, así como en regiones que presentan problemas demográficos?

¿Acaso el nuevo proyecto para el periodo 2007-2013 incluye acciones dirigidas a estos grupos, con el fin de favorecer su integración en su entorno social natural y permitirles seguir viviendo en el mismo?

 
  
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  Douglas Alexander, Presidente en ejercicio del Consejo. (EN) El Consejo no ha evaluado las repercusiones de los fondos estructurales y de cohesión en la integración social, la educación, la formación y el desarrollo profesional de los jóvenes que vive en zonas con problemas demográficos.

El Tercer Informe de Cohesión sobre la Política Económica y Social, que informa sobre los avances logrados para conseguir la cohesión económica y social a través de SCF, el BEI y otros instrumentos financieros, fue aprobado por la Comisión el 18 de febrero de 2004. Una parte del informe se centra en las repercusiones de las políticas comunitarias, la competitividad, el empleo y la cohesión, así como las repercusiones y el valor añadido de las políticas estructurales en dichos ámbitos.

El Consejo es consciente de la importancia del papel de los jóvenes agricultores en el desarrollo del entorno rural y la conservación medioambiental. En 2003, el 24 % de las explotaciones agrícolas estaban dirigidas por una persona menor de 45 años. Debe garantizarse el relevo generacional sobre todo con de medidas especiales de jubilación anticipada combinadas con el apoyo a la creación de explotaciones.

Durante el período de programación actual, es decir, del año 2000 a 2006, se habrán asignado aproximadamente 2 000 millones de euros del presupuesto comunitario directamente a jóvenes agricultores para ayudarles a establecerse. La cantidad está destinada a financiar las inversiones y ayudarles a establecerse en el negocio mediante servicios de consultoría.

Mirando al futuro, el Consejo ha aprobado recientemente toda una serie de medidas en el marco del Reglamento de desarrollo rural para 2007-2013, en particular ayudas de hasta 55 000 euros por explotación, ayudas a la modernización y la posibilidad de usar la reserva nacional para ayudar a los jóvenes agricultores a establecerse.

 
  
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  Marie Panayotopoulos-Cassiotou (PPE-DE).(EL) Señor Presidente, quiero dar las gracias al Ministro por su respuesta y espero que la financiación se decida pronto de forma que, en 2010 y 2013, se haya puesto en práctica todo lo que nos ha dicho.

También quiero pedirle que se tomen las medidas adecuadas para la educación y la cultura en estas zonas que, por supuesto, se basan en la reproducción de los recursos humanos.

 
  
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  Douglas Alexander, Presidente en ejercicio del Consejo. (EN) Permítanme tratar primero la cuestión de los avances hacia la consecución de un acuerdo sobre la financiación futura. Reitero lo que he dicho anteriormente esta tarde, que nuestros esfuerzos son sinceros al intentar llegar a un acuerdo en diciembre. El tenor de la cuestión refleja el sentido de urgencia por parte de no solamente un Estado miembro, sino de varios Estados miembros distintos sobre la necesidad de alcanzar un acuerdo sobre la financiación futura.

He establecido ante el Consejo los términos del tercer informe de cohesión sobre la política económica y social, en el que se informa sobre los avances. Sería útil dejar claro que la fecha límite para la adopción de la estrategia de desarrollo rural para toda la UE es otoño de 2005. El marco para el seguimiento y la evaluación debería acordarse a finales de 2005, momento en el que los Estados miembros crearán los planes estratégicos nacionales en consonancia con una estrategia de gran alcance en la Unión Europea. Así que, claramente, en esa coyuntura habrá un espacio tanto nacional como europeo. Estos planes incluirán objetivos cuantificados para el gasto en desarrollo rural, adaptados a las circunstancias regionales. Sin duda entonces podrá juzgarse la eficacia del gasto en dichas circunstancias.

 
  
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  Josu Ortuondo Larrea (ALDE). – (ES) Señor Presidente, señor Ministro, el Gobierno británico se ha mostrado partidario de rebajar la PAC y de reducir las subvenciones a la agricultura, por ello, yo le pregunto si la Presidencia en ejercicio del Consejo cree que los jóvenes que viven en regiones rurales y montañosas van a integrarse mejor en su entorno natural y van a tener más oportunidades de vida con esa propuesta de abandono de la política agrícola común.

 
  
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  Douglas Alexander, Presidente en ejercicio del Consejo. (EN) Si su Señoría se refiere a las negociaciones de la Organización Mundial del Comercio, ya en 2003 se llegó a un acuerdo marco, que fundamentalmente logró encarrilar de nuevo las conversaciones comerciales y que incluía tanto a los Estados Unidos como a la Unión Europea.

La postura en las futuras conversaciones comerciales en los importantes días que nos esperan ha sido discutida en el Consejo de Asuntos Generales de la semana pasada, y es una fuente de preocupación constante y de interés directo por parte de la Comisión Europea, quien ejerce el liderazgo por nosotros en este ámbito.

Sin embargo, existe el riesgo de que la discusión sobre la importancia de la Ronda para el Desarrollo de Doha se limite a la discusión de cuestiones de desarrollo agrícola y rural. La Unión Europea tiene mucho que ganar de una conclusión satisfactoria de las conversaciones de la Organización Mundial del Comercio, no solo en la agricultura, sino también en el sector de los servicios y en el acceso al mercado de los productos no agrícolas. Así que todos nosotros, tanto si vivimos en zonas rurales como urbanas, tenemos un interés común en garantizar una conclusión positiva de las negociaciones de la Organización Mundial del Comercio. Un avance hacia un aumento del comercio mundial es un avance hacia una mayor prosperidad mundial.

 
  
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  El Presidente. – Pregunta nº 4 formulada por Fiona Hall (H-0766/05)

Asunto: Eficiencia del uso final de la energía

A la luz de las recientes conmociones registradas en el mercado de la energía, tales como el aumento de los precios del petróleo y una mayor preocupación de la opinión pública por los efectos del cambio climático, ¿qué medidas ha adoptado el Consejo bajo la Presidencia británica para asegurar que la propuesta de Directiva sobre la eficiencia del uso final de la energía y los servicios energéticos (COM(2003)0739 – C5-0642/2003 – 2003/0300(COD)) tiene en cuenta las medidas más rigurosas para fomentar el ahorro de energía respaldadas por una gran mayoría en el Parlamento?

 
  
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  Douglas Alexander, Presidente en ejercicio del Consejo. (EN) El Consejo es plenamente consciente de las cuestiones planteadas por su Señoría y comparte su opinión de que las medidas a favor de la eficiencia energética son uno de los instrumentos clave para abordar el cambio climático. Sobre este telón de fondo, puedo garantizar a su Señoría que el Consejo no escatima esfuerzo alguno por alcanzar un acuerdo en torno a este importante proyecto de directiva con una segunda lectura del Parlamento Europeo.

En cuanto al alcance respecto al cual el Consejo está tomando en consideración las enmiendas aprobadas por el Parlamento Europeo en primera lectura durante estas negociaciones, hoy puedo confirmar que el Consejo está haciendo un esfuerzo considerable por tener en cuenta elementos clave de estas enmiendas. Conviene tener en cuenta varios elementos para desarrollar un compromiso que conduzca a una directiva efectiva, como su periodo de vigencia, la cuantía del objetivo de ahorro, la función del sector público, el uso de indicadores de eficiencia energética y parámetros de referencia, así como un sistema de vigilancia fiable.

Está claro que es preciso encontrar un equilibrio adecuado entre objetivos realistas y viables y objetivos ambiciosos que solo servirán para reducir la credibilidad de la legislación comunitaria.

 
  
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  Fiona Hall (ALDE).(EN) Gracias por esta respuesta alentadora y positiva; sin embargo, debo decir que es decepcionante que el Consejo esté rebajando las propuestas ante el Parlamento, en particular mediante la reducción del nivel de los objetivos y quitándoles su carácter vinculante. Esto significa que según las propuestas de la Presidencia del Reino Unido, el objetivo se ha recortado tanto que, en el Reino Unido, se está consiguiendo casi lo mismo que con las medidas ya vigentes.

Si el compromiso del Gobierno respecto a la eficiencia energética es genuino, ¿cuándo vamos a ser testigos de ello en términos de dureza de las negociaciones actuales entre el Consejo y el Parlamento? Hemos escuchado mucha retórica sobre el cambio climático y el ahorro de energía, pero todavía no hemos sido testigos de la acción en el texto real que se encuentra sobre la mesa.

 
  
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  Douglas Alexander, Presidente en ejercicio del Consejo. (EN) Gracias por darme la oportunidad de responder. Ingenuamente me ha conmovido que haya calificado mi respuesta de alentadora, aunque no me ha sorprendido mucho oír a continuación cómo la tachaba de decepcionante. Permítanme reconfortar en la medida de lo posible a su Señoría al hablar del tema específico de las virtudes y defectos de los objetivos obligatorios.

Hemos dejado claro que todos los Estados miembros se han comprometido a aumentar su ahorro de energía de acuerdo con los objetivos establecidos en la directiva. Sin embargo, los objetivos obligatorios de ahorro de energía podrían dar lugar a la aplicación de medidas a corto plazo exclusivamente destinadas a cumplir los objetivos y no orientadas al resultado necesario a largo plazo. También puede hacer que la atención y los recursos se centren indebidamente en la medición y no en la acción.

Los Estados miembros consideraron que no sería conveniente crear la posibilidad de ser llevados ante el Tribunal de Justicia por no haber conseguido los niveles de ahorro prescritos. Por ejemplo, si un Estado miembro consiguiese solamente un ahorro del 5 % después de seis años, en lugar del 6 % prescrito, la consecución de los objetivos dependería en parte de los cambios de comportamiento de los consumidores. Los Estados miembros pretenden influir en esto a través de las distintas medidas que se proponen en el proyecto de directiva. Sin embargo, la eficacia de estas medidas no es totalmente predecible ni está por completo bajo el control de los propios Estados miembros.

Además, ya contamos con objetivos obligatorios en el marco de nuestros compromisos conforme al Tratado de Kyoto. Establecer objetivos específicos sobre elementos individuales del paquete de medidas, como impulsar la eficiencia energética para alcanzar ese objetivo, reduciría la flexibilidad que necesitamos para cumplirlos.

 
  
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  El Presidente. – Pregunta nº 5 formulada por Sarah Ludford (H-0767/05)

Asunto: Utilización del marco comunitario para medidas de cooperación policial

¿La sentencia del Tribunal de Justicia sobre la adecuación de la legislación comunitaria para imponer sanciones penales (Asunto C-176/03 de 13 de septiembre de 2005) está alentando al Consejo en la dirección de utilizar el marco comunitario en lugar del insatisfactorio marco intergubernamental para medidas de cooperación policial? ¿Está explorando positivamente la Presidencia británica el potencial de utilizar el artículo 42 del Tratado de la Unión Europea para estos fines? ¿De qué manera va a evitar que foros como el G5 y el G8 y los nuevos desarrollos de Schengen perjudiquen aún más una cooperación europea transparente, democrática y plena? ¿Se propone el Consejo, por lo menos, mantener al Parlamento Europeo y a los Parlamentos nacionales informados de la evolución de las negociaciones intergubernamentales y de los planes futuros?

 
  
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  Douglas Alexander, Presidente en ejercicio del Consejo. (EN) Como ha manifestado en numerosas ocasiones el Tribunal de Justicia, la elección del fundamento jurídico para la adopción de instrumentos legalmente vinculantes debe basarse en factores objetivos. La sentencia del Tribunal de Justicia confirmó que el legislador comunitario podría adoptar medidas relativas al Derecho penal de los Estados miembros cuando sea necesario para la aplicación de la política comunitaria en cuestión. El Tribunal de Justicia también reiteró que, por norma general, los asuntos de Derecho penal no eran de competencia comunitaria. Yo no decidí el ámbito de aplicación del título 6 del Tratado de la Unión Europea como tal, ni limité el ámbito de aplicación del título 6 más allá de la cuestión muy específica sobre la que dictaminó el Tribunal de Justicia.

Actualmente no se está considerando el uso del artículo 42. El Consejo no puede ni debe tratar de impedir a los Estados miembros que cooperen bilateral o multilateralmente sobre cuestiones policiales y judiciales, siempre y cuando cumplan las obligaciones que les corresponden conforme a los Tratados. Por definición, el Consejo no asume la cooperación fuera del marco de los Tratados. Por lo tanto, ni el Consejo ni su Presidencia pueden proporcionar al Parlamento Europeo información relativa a estas formas de cooperación.

La información relativa a la cooperación sobre cuestiones policiales o judiciales conforme al título 6 se transmite al Parlamento Europeo en función del artículo 39 del Tratado. En lo que respecta a la información a los Parlamentos nacionales, se trata de una cuestión particular de cada Estado miembro, no del Consejo ni de su Presidencia.

 
  
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  Sarah Ludford (ALDE).(EN) Señor Presidente en ejercicio del Consejo, gracias por su respuesta, pero es mucha la preocupación por la proliferación de foros para abordar cuestiones de seguridad y control de las fronteras. Hace unos meses, el Primer Ministro francés, el señor De Villepin, habló sobre cómo Gran Bretaña, Alemania, España, Italia y Francia están avanzando en las conversaciones sobre cooperación policial, intercambio de inteligencia, controles fronterizos y seguridad interior. También contamos con la Convención de Prüm entre siete Estados miembros, que parece retroceder al sistema Trevi de los setenta. Esto no solo es antidemocrático y poco transparente, sino que con toda certeza tampoco proporciona el valor añadido de afrontar en común los retos que plantean el terrorismo y la inmigración. ¿Seguro que esto no interesa a la Unión Europea en su conjunto?

 
  
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  Douglas Alexander, Presidente en ejercicio del Consejo. (EN) Efectivamente estoy al tanto de las reuniones informales que su Señoría menciona. Sin embargo, no hay un testimonio más elocuente del planteamiento que hemos adoptado, con el que toda Europa participa en estas conversaciones, que el papel que ha desempeñado nuestro Ministro del Interior, el señor Clarke, con este Parlamento y con otros miembros del correspondiente Consejo.

También considero –si reflexionan sobre los comentarios hechos hoy por nuestro Primer Ministro– que es obvio que afrontar la cuestión de la seguridad personal y física, especialmente en vista de los terribles sucesos que tuvieron lugar en Londres el 7 de julio, sigue siendo una de las prioridades de nuestra Presidencia. Entre nuestras pretensiones se incluye llevar adelante este trabajo antes de que concluya nuestra Presidencia del Consejo Europeo de diciembre, en el que, por supuesto, participarán todos los Estados miembros.

 
  
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  Richard Corbett (PSE).(EN) Celebro el modo en que ha descrito el Consejo el efecto de la sentencia del Tribunal de Justicia, que fue justa, pero quisiera pedir que se contrarreste en la medida de lo posible la reacción de la prensa ante este fallo, sobre todo en el Estado miembro del señor Alexander.

La prensa ha dado la impresión –amplificada por los euroescépticos– de que a partir de ahora la Comisión podrá decidir por su cuenta la política de sentencias de los distintos Estados miembros; es decir, que podría determinar las sentencias para distintos delitos, pero eso no es así. Incluso en el marco comunitario, la Comisión propone, pero son el Consejo y el Parlamento los que disponen.

 
  
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  Douglas Alexander, Presidente en ejercicio del Consejo. (EN) Agradezco a su Señoría que haya reflexionado sobre la importancia de mi respuesta. Espero que la exactitud de mi respuesta cumpla su propósito. La Presidencia de la Unión Europea es responsable de muchas cosas, como de buscar un camino para avanzar en la financiación futura o conseguir una línea de rumbo para una Europa moderna en la era de la mundialización.

Independientemente de estos retos tan importantes, me complace que nuestras responsabilidades no se extiendan hasta las políticas editoriales de muchos de los periódicos en cuestión. Es propio de la naturaleza de una unión de democracias contar con una prensa libre, y el mejor modo de contrarrestar algunos de los malentendidos y mitos perpetuados sobre esta cuestión en concreto, y de forma más general, consiste en garantizar que la información real que hoy he comunicado se difunda fuera de esta Cámara y sea comprendida por el gran público.

 
  
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  El Presidente. – Pregunta nº 6 formulada por Elizabeth Lynne (H-0769/05)

Asunto: Desregulación

¿Va a apoyar la Presidencia británica a José Manuel Barroso en sus esfuerzos por poner freno a las iniciativas legislativas innecesarias y onerosas de la Comisión Europea? A pesar de las garantías dadas por esta Presidencia de que actuaría para evitar la elaboración de legislación superflua y fomentar el principio de subsidiariedad, se observa cómo la Presidencia británica aboga por la promulgación de legislación poco práctica, como la protección de los trabajadores contra la luz solar en la Directiva sobre radiación óptica. ¿Va a aprovechar la Presidencia la oportunidad de que dispone para aportar algo de sentido común a la elaboración de legislación comunitaria ridícula?

 
  
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  Douglas Alexander, Presidente en ejercicio del Consejo. (EN) El deseo de legislar mejor en todos los sentidos es una de las prioridades del Consejo y de nuestra Presidencia. El informe de la Comisión sobre el resultado de su evaluación de las propuestas legislativas pendientes, a las que hace referencia su Señoría, será estudiado con gran interés por el Consejo. Hemos programado un debate político sobre el propósito de legislar mejor, incluido el paquete de evaluación, para el Consejo de Competitividad de noviembre.

Su Señoría ha mencionado concretamente la directiva sobre radiaciones ópticas. Entenderá que, como Presidencia, ahora necesitamos consultar a todos los Estados miembros y trabajar para conseguir un acuerdo que sea aceptable para el Consejo y para este Parlamento. Todos nos hemos comprometido a mejorar el modo en que Europa se autorregula. El Consejo, la Comisión y una vez más este Parlamento, necesitamos trabajar conjuntamente para hacer que este compromiso sea una realidad.

 
  
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  Elizabeth Lynne (ALDE).(EN) Gracias por su respuesta, señor Presidente en ejercicio del Consejo. Me complace que haya reiterado el compromiso de legislar mejor, pero necesitamos medidas. Sabemos que procederemos a la conciliación respecto a la directiva sobre radiaciones ópticas. Entiendo que el Consejo de Ministros va a eliminar la radiación natural de la directiva sobre radiaciones ópticas, pero, para empezar ¿por qué se planteó? Lo hizo el Consejo de Ministros. Quisiera saber qué Ministros y qué Estados miembros lucharon por ella. Esta realidad demuestra nuestra necesidad de que las reuniones del Consejo de la UE se celebren en público. Así podríamos saber qué países respaldan esta especie de legislación de broma que desacredita a la UE. ¿Se comprometerá el Presidente en ejercicio del Consejo a presionar para que las reuniones del Consejo de la UE se celebren en público?

 
  
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  Douglas Alexander, Presidente en ejercicio del Consejo. (EN) Entiendo que su Señoría me está invitando a explicar el trabajo del Consejo y, dadas las condiciones de la directiva en cuestión, dudo si hacer algo así.

Respecto al problema sustantivo de la transparencia, ya lo tratamos hoy, con relación a las declaraciones hechas a principios de mes por nuestro Primer Ministro en nombre de la Presidencia en respuesta a una pregunta planteada en el Parlamento en vísperas de la Presidencia británica. El proceso de tratar de hacer avanzar su compromiso de analizar la cuestión específica de la transparencia dentro del Consejo está progresando ahora.

Al igual que la iniciativa del Consejo que esta describió originalmente, requiere cierto grado de apoyo más allá de la Presidencia en ejercicio del Consejo. En este sentido, una parte necesaria para conseguir avances en el problema de la transparencia es que impliquemos a otros. Por eso, dentro de nuestra Presidencia se ha establecido ahora un proceso para tratar de buscar una solución.

 
  
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  Richard Corbett (PSE).(EN) ¿No es este un nuevo caso en el que una cuestión importante es secuestrada por los euroescépticos en la prensa y en la política? Los euroescépticos describen la cuestión legítima de legislar mejor como el deseo de los burócratas de Bruselas de imponer cargas sobre las empresas. Mientras que, de hecho, todos sabemos que no se puede adoptar ninguna legislación europea si no es aprobada por el Consejo y el Parlamento, y que la buena legislación europea es un ejercicio de reducción de la burocracia: una patente en lugar de veinticinco; una marca, un solo formulario de registro y una sola tasa en lugar de veinticinco; un único documento administrativo para nuestros camiones en las fronteras en lugar de los cuarenta y pico que había antes.

La buena legislación europea es buena, la mala legislación europea es mala, pero no deberíamos dejar que los euroescépticos afirmen que toda ella es mala.

 
  
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  Douglas Alexander, Presidente en ejercicio del Consejo. (EN) Estoy totalmente de acuerdo con la pregunta que me ha planteado su Señoría desde el punto de vista de la necesidad de distinguir entre una legislación en los casos en que conviene y, de hecho, en los que existen áreas en las que hay alternativas a la normativa que deberían considerarse.

Sin embargo, quisiera destacar en mi respuesta que los términos de esta pregunta –dejando a un lado la cuestión específica de cómo trata estas cuestiones la prensa, de lo cual, me temo, ninguno de nosotros somos directamente responsables–, destaca en mi mente la importancia de que todas las instituciones de Europa traten de sacar adelante este plan de legislar mejor. No se trata de un plan que, con el mayor de los respetos hacia el Comisario Verheugen o el Presidente Barroso, pueda conseguirse simplemente con su esfuerzo, ni tampoco con el del Parlamento. Debe ser un esfuerzo compartido entre el Consejo, la Presidencia y el Parlamento. Si existe un verdadero compromiso –ya que creo que cada vez es mayor el compromiso dentro de cada una de estas instituciones para asumir e impulsar este plan–, entonces cabe esperar que en el futuro veamos menos titulares como el que describe su Señoría.

Sin embargo, con un poco más de optimismo, quisiera destacar el tipo de cobertura que recibió en el Reino Unido el anterior anuncio del Presidente Barroso y el Comisario Verheugen desde el punto de vista de que se desechasen aquellos aspectos de la legislación proyectada considerados ociosos e innecesarios. Esto se celebró casi unánimemente incluso en las páginas de los diarios británicos más escépticos. Para consolidar la credibilidad de la Comisión, la Presidencia y el Parlamento, es necesario que se vea que tomamos medidas decisivas en el que sin duda es uno de los aspectos que preocupan no solo a la comunidad empresarial de toda Europa, sino también a nuestros ciudadanos.

 
  
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  Philip Bushill-Matthews (PPE-DE).(EN) Celebro sus comentarios y su respuesta, señor Presidente en ejercicio del Consejo. Respaldo su voluntad de desregulación y varios colegas tratarán de ayudarle a conseguirla. Pero volviendo al punto original sobre la desregulación y a la directiva sobre radiaciones ópticas, el Primer Ministro Tony Blair ha afirmado en esta Asamblea esta tarde que existe la necesidad de regular en aquellos casos en los que hace falta, pero también de desregulación en aquellos casos que así lo requiere nuestra competitividad.

¿Está de acuerdo usted en que, desde el punto de vista de la competitividad, deberíamos retomar la directiva madre de esta directiva sobre radiaciones ópticas, la directiva original de 1989? La última vez planteé esta pregunta y la respuesta que obtuve es que revisar la directiva depende de la Comisión. Lo sabemos, pero ¿podría comprometerse usted a invitar a la Comisión a que retome esta directiva marco o al menos invitar al Consejo a que a su vez invite a la Comisión?

 
  
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  Douglas Alexander, Presidente en ejercicio del Consejo. (EN) Lo más constructivo sería que yo transmita a la Comisión la firmeza de convicciones que ha expresado su Señoría. Soy consciente de que no es la primera vez que se plantea esta cuestión y con toda certeza me aseguraré de que la Comisión tenga conocimiento de las preocupaciones que ha planteado hoy.

 
  
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  El Presidente. – Pregunta nº 7 formulada por Catherine Stihler (H-0771/05)

Asunto: Ensayos clínicos con microbicidas

En 2004 fueron infectadas por el VIH 4,9 millones de personas, más que en cualquiera de los años anteriores. Puesto que el 75% de los jóvenes infectados son muchachas, queda de manifiesto la creciente vulnerabilidad de las mujeres, así como la consiguiente necesidad de aumentar las actuales medias de prevención, en particular las destinadas a las mujeres.

El Programa de cooperación de los países europeos y de los países en desarrollo sobre ensayos clínicos (EDCTP) se estableció en febrero de 2004; un tercio de su presupuesto iba a ser financiado por los Estados miembros (más un tercio por la Comisión y un tercio por el sector privado).

A la vista del incremento del índice de infectados por el VIH y del establecimiento del EDCTP, ¿puede proporcionar el Consejo información sobre la financiación aportada por los Estados miembros e indicar qué ensayos clínicos con microbicidas están siendo actualmente financiados por el EDCTP en consecuencia?

 
  
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  Douglas Alexander, Presidente en ejercicio del Consejo. (EN) No puedo estar más de acuerdo con su Señoría sobre la tragedia de los casos de infección con VIH entre mujeres y niñas. Como sabemos, la Asociación sobre Ensayos Clínicos de Europa y los Países en Desarrollo es un grupo formado por 14 Estados miembros más Noruega de fuera de la Unión Europea.

La inversión inicial para establecer la asociación la proporcionó la Comisión Europea con una asignación de 200 millones de euros para un plazo de cinco años a través del sexto programa marco de investigación y desarrollo de 2002 a 2006. La asociación cuenta con un presupuesto total de 600 millones de euros para el periodo de 2003 a 2007: además de los 200 millones de euros proporcionados por la financiación comunitaria, 200 millones de euros provendrán de Estados miembros y otros 200 millones más de la industria, instituciones benéficas y organizaciones privadas.

Es responsabilidad de cada Estado miembro contribuir en especie a través de sus actividades de investigación nacionales. Varios proyectos financiados con dinero público en cada Estado miembro van a cuenta de la contribución total de 200 millones de euros.

El Consejo ha señalado la necesidad de actuar conjuntamente por parte de la Comisión y los Estados miembros en asociación con la Asociación sobre Ensayos Clínicos para respaldar la investigación y el desarrollo de nuevas herramientas para luchar contra el VIH/sida, la malaria y la tuberculosis, un hecho que se destaca en las conclusiones del Consejo de Asuntos Generales de 24 de mayo de este año. La asociación ha identificado una serie de temas de investigación específicos y emitirá convocatorias de propuestas de investigación sobre estos temas durante un período de dos a tres años.

El año pasado solamente se financió una prueba relativa al VIH, que estudiará el suministro de fármacos antirretrovirales a niños con VIH. Las convocatorias de propuestas de investigación publicadas el pasado mes incluyen una convocatoria específica para la investigación sobre microbicidas. El título de esta convocatoria es «Capacitación para la realización de ensayos de fase I, II y III de microbicidas vaginales contra la transmisión sexual del HIV». Las solicitudes se presentarán durante los próximos meses y las decisiones de financiación se tomarán el año que viene.

 
  
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  Catherine Stihler (PSE).(EN) Está claro que los microbicidas podrían revolucionar la prevención del sida en todo el mundo. Los actuales ensayos clínicos ya están mostrando resultados positivos, pero esto requiere financiación.

Como usted sabrá, señor Presidente en ejercicio del Consejo, el Departamento británico de Desarrollo Internacional ha apoyado en gran manera la investigación sobre microbicidas. ¿Está usted de acuerdo conmigo en que el apoyo a los ensayos clínicos con microbicidas es esencial para luchar contra el sida y, especialmente dada la prioridad que ha otorgado la Presidencia del Reino Unido a África, animará la Presidencia a otros Estados miembros a que se impliquen en la Asociación sobre Ensayos Clínicos de Europa y los Países en Desarrollo?

 
  
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  Douglas Alexander, Presidente en ejercicio del Consejo. (EN) La respuesta es muy sencilla: sí. Refleja nuestro compromiso no solo con el malogrado continente africano –quizás el único continente que en los últimos años ha retrocedido en muchos de los indicadores claves que se destacan en el informe de la Comisión para África de nuestro Primer Ministro– sino también de respaldar a otros países en su esfuerzo por alcanzar los Objetivos de Desarrollo del Milenio, reiterados en septiembre en la Cumbre de Revisión del Milenio celebrada en Nueva York.

También destaca la importancia de avanzar en la investigación clínica si se pretende encontrar soluciones a un reto tan grande como el VIH/sida.

Puedo garantizar a su Señoría –de la que sé que tiene un apasionado y pertinaz compromiso con la lucha contra la injusticia, no solo en su país, sino también en el extranjero– que estamos dispuestos a respaldar los esfuerzos de la cooperación como he descrito, no solo a través de las iniciativas del Departamento de Desarrollo Internacional al que ha hecho referencia en su pregunta, sino también animando a otros Estados miembros a que desempeñen su importante labor en lo que constituye una contribución enormemente importante de la UE junto a Noruega para afrontar un reto y un problema realmente mundiales.

 
  
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  El Presidente. – Pregunta nº 8 formulada por Kyriacos Triantaphyllides (H-0774/05)

Asunto: Celebración de un acuerdo entre la Comunidad Europea y Azerbaiyán sobre determinados aspectos de los servicios aéreos

El 29 de agosto de 2005 un vuelo turcochipriota despegó del aeropuerto ilegal de la llamada República turca del norte de Chipre en dirección a la capital de Azerbaiyán, Bakú. Este vuelo se suma al vuelo directo procedente de Azerbaiyán con destino al territorio ocupado efectuado el 27 de julio de 2005. Ambos vuelos se han llevado a cabo en incumplimiento de los principios de la aviación civil europea e internacional. Teniendo en cuenta que existe una propuesta de decisión del Consejo (COM(2005)0060 final) relativa a la firma del Acuerdo entre la Comunidad Europea y la República de Azerbaiyán sobre determinados aspectos de los servicios aéreos, que sustituye a los acuerdos bilaterales entre los Estados miembros y la República de Azerbaiyán, ¿puede indicar el Consejo cómo piensa actuar ante la posición adoptada por Azerbaiyán a este respecto, valiéndose de los medios políticos de que dispone?

 
  
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  Douglas Alexander, Presidente en ejercicio del Consejo. (EN) El proyecto de acuerdo al que ha hecho referencia su Señoría no incluye el transporte aéreo entre Chipre y Azerbaiyán. El único propósito de este proyecto de acuerdo es garantizar que, en aquellos casos en que exista un acuerdo bilateral entre un Estado miembro y Azerbaiyán, este se adapte a la legislación comunitaria. Dado que no existe dicho acuerdo bilateral entre Chipre y Azerbaiyán, este proyecto de acuerdo no tiene aplicación en la cuestión que plantea su Señoría con respecto a los vuelos desde Azerbaiyán a la zona de la República de Chipre en la que el Gobierno de esta no un ejerce control efectivo.

 
  
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  Kyriacos Triantaphyllides (GUE/NGL).(EL) Señor Presidente, agradezco al Ministro su detallada respuesta. No obstante, permítame observar que me ha dado respuestas técnicas a una pregunta puramente política. Por supuesto, todos sabemos que Azerbaiyán tiene que cumplir las directrices de las Naciones Unidas y la OACI, pero quiero saber cuál es el punto de vista del Consejo sobre el hecho de que Azerbaiyán siga realizando vuelos a aeropuertos en los territorios ocupados de la República de Chipre.

 
  
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  Douglas Alexander, Presidente en ejercicio del Consejo. (EN) Todo lo que puedo hacer es reiterar los aspectos técnicos que he mencionado. A menudo, la respuesta técnica es la mejor para algunas preguntas políticas. Sin embargo, también sería importante –dados los términos de la pregunta suplementaria– dejar claro que la Comisión Europea no tiene competencia para implicarse directamente en esta cuestión: se trata de un problema bilateral entre el Gobierno de la República de Chipre y el Gobierno azerbaiyano. Esto también refleja la postura del Consejo, que espera que se pueda encontrar una solución bilateral a este problema.

 
  
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  El Presidente. – Pregunta nº 9 formulada por Sajjad Karim (H-0775/05)

Asunto: Orden del día del Consejo de Asociación UE-Israel

Como respuesta al debate sobre la situación en Oriente Medio celebrado en el Parlamento Europeo el 7 de septiembre de 2005, Douglas Alexander, en nombre de la Presidencia británica del Consejo, recalcó el «claro punto de vista» del Consejo sobre el muro de separación en Jerusalén este y asignó a los Estados miembros que el Consejo ha planteado y planteará al Gobierno de Israel sus preocupaciones sobre las acciones israelíes en materia de derechos humanos. El Sr. Alexander explicó también que el Consejo considerará a su debido tiempo los temas que planteará en el Consejo de Asociación UE-Israel, programado para el final del presente año.

¿Podría el Consejo resumir el proceso por el que se decide el orden del día del Consejo de Asociación? En vistas del incumplimiento continuado por parte de Israel del dictamen de la CIJ de 9 de julio de 2004, ¿podría el Consejo dar, en su caso, una justificación de por qué la ejecución del dictamen del más alto tribunal internacional, cuyas decisiones erga omnes incumben a todos los Estados miembros, no debería ser un punto prioritario del orden del día?

 
  
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  Douglas Alexander, Presidente en ejercicio del Consejo. (EN) El Consejo ya ha indicado, en su respuesta a la pregunta escrita E-3041/05 de su Señoría, la postura de la Unión Europea sobre el muro de separación y el dictamen consultivo del Tribunal Internacional de Justicia sobre la cuestión.

El problema del muro de separación constituye un punto fijo en la agenda de continuos contactos políticos entre la Unión Europea e Israel, incluidos los programados en el contexto de la próxima reunión del Consejo de asociación UE-Israel.

 
  
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  Fiona Hall (ALDE), suplente del autor. – (EN) Muchas gracias por su respuesta. Pese al optimismo inicial que hubo tras la retirada unilateral de Israel de Gaza, el panorama en la actualidad es mucho más sombrío que lo que se esperaba. La semana pasada, Israel rompió los contactos diplomáticos con la Autoridad Palestina después de que tres jóvenes colonos fueran asesinados cerca de Hebrón. Ayer, en The Independent, James Wolfensohn acusaba a Israel de actuar prácticamente como si no se hubiese producido la retirada, atrasando la toma de decisiones complicadas y optando por volver a tratar los aspectos difíciles en lentos subcomités.

¿Cómo pretende el Consejo, en calidad de miembro del «Cuarteto», volver a sentar a Israel y a la Autoridad Palestina a la mesa de negociaciones y garantizar que no se malogran esos sentimientos iniciales de optimismo?

 
  
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  Douglas Alexander, Presidente en ejercicio del Consejo. (EN) Realmente estoy de acuerdo con su Señoría en que estos son tiempos de frustración y decepción en la búsqueda de una salida al proceso de paz en Oriente Próximo. Sin embargo, debemos reconocer que la retirada que describe constituyó un importante paso adelante y representó una importante oportunidad de avanzar en el proceso del plan de trabajo, que no había estado tan claro en años anteriores. Así que reconozco la tragedia que describe y las consecuencias posteriores.

Sin embargo, sobre los aspectos específicos de cómo podemos seguir avanzando, como miembros del «Cuarteto», quisiera expresar, en nombre del Consejo, nuestra gratitud y apoyo por los constantes esfuerzos de James Wolfensohn. Dado el papel tan constructivo que ha podido desempeñar hasta la fecha, tiene un papel personal esencial que jugar como Enviado Especial para la Retirada.

La Unión Europea está dispuesta a ayudar. Se trata de una verdadera prueba para la Autoridad Palestina y para Israel, pero también de una gran oportunidad.

Pese a las decepciones y frustraciones, debemos adoptar una visión a largo plazo. Todos los que quieren ver un Oriente Próximo pacífico y estable deben seguir respaldando los esfuerzos del «Cuarteto» y del Enviado Especial en particular.

 
  
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  David Martin (PSE).(EN) Señor Presidente en ejercicio del Consejo, su respuesta me anima. ¿Podría usted hacer notar a Israel y a sus vecinos, a través de las conversaciones entre la UE e Israel y del proceso mediterráneo, que la mejor forma de garantizar su seguridad no pasa por la separación, muros o barreras, sino por la mutua integración económica y política y a través de intercambios culturales, científicos y técnicos? Solamente con ese refuerzo mutuo del contacto podrá garantizarse la seguridad para los palestinos y los israelíes y para la región en su conjunto.

 
  
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  Douglas Alexander, Presidente en ejercicio del Consejo. (EN) Estoy plenamente de acuerdo con los puntos planteados en la pregunta. Por supuesto, Israel tiene derecho a protegerse de los actos terroristas, pero también todos entendemos que es necesario encontrar una salida y una solución política a los retos de Oriente Próximo. En este sentido, y a pesar de las verdaderas dificultades a las que sigue enfrentándose Oriente Próximo, creo que deberíamos estar orgullosos de los esfuerzos que ha podido hacer la Unión Europea en esta difícil y agitada zona del planeta y debería alentarnos especialmente la solidez que ha podido aportar el señor Wolfensohn a su papel de enviado especial del «Cuarteto».

Por supuesto, quedan más cosas por hacer, por supuesto la Unión Europea está dispuesta a plantear estas cuestiones directamente a las autoridades de Israel y Palestina, y por supuesto la Unión Europea está dispuesta a ayudar del modo que sea posible.

Sin embargo, simplemente quisiera reiterar que, en última instancia, la responsabilidad recae principalmente en Israel y las autoridades palestinas. Se trata de una verdadera prueba para ellos, pero también de una gran oportunidad, exactamente por los motivos expuestos en la pregunta.

 
  
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  Sarah Ludford (ALDE).(EN) Estoy de acuerdo con la última pregunta suplementaria y la respuesta a la misma, y en este sentido me doy cuenta de lo estúpido que fue reclamar la suspensión del Acuerdo de Asociación UE-Israel, como hicieron algunos, o hablar sobre un boicot a las universidades de Israel. Eso es totalmente contraproducente.

Con referencia al deseo de ampliar las oportunidades para los Palestinos, al que hizo referencia la Presidencia, ¿podría darnos el Presidente en ejercicio algún estímulo más respecto al apoyo de la UE al desarrollo económico en Gaza y explicarnos las propuestas de que podría haber una contribución por parte de la UE para asegurar las fronteras de Gaza, especialmente la frontera con Egipto?

 
  
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  Douglas Alexander, Presidente en ejercicio del Consejo. (EN) En primer lugar quisiera decir a su Señoría que el tema del desarrollo económico está estrechamente vinculado con el tema de la seguridad. La Unión Europea se ha comprometido a seguir con un mayor respaldo a la policía civil palestina con ayuda de cuerpos de la UE, con el fin de contribuir a construir el entorno de seguridad necesario en Gaza tras la retirada israelí, para poder propiciar el desarrollo económico necesario.

También celebramos el acuerdo entre los Gobiernos de Israel y Egipto sobre disposiciones básicas de seguridad a lo largo de la frontera entre Gaza y Egipto. Asimismo hace falta una resolución sobre el problema del paso fronterizo en Rafah y es esencial para el destino de otros pasos y para casos como el del puerto y el aeropuerto.

La Unión Europea sigue siendo uno de los donantes internacionales que más contribuye a la Autoridad Palestina. El pasado año la ayuda prestada a los palestinos por la Comunidad Europea ascendió a aproximadamente 250 millones de euros. Esto incluyó ayuda a los refugiados, alimentos, el sector sanitario y educativo, el sector privado, los municipios y la creación de instituciones. Recientemente la Comisión ha anunciado un mayor paquete de ayuda a los palestinos y entregará alrededor de 280 millones de euros en 2005. Esta suma incluye una importante contribución para ayudar a afrontar las prioridades identificadas por el señor Wolfensohn. El objetivo de la Unión Europea es garantizar que la retirada sea un éxito y constituya un paso adelante para la aplicación del plan de trabajo.

La Comisión ha establecido estrictas condiciones para la ayuda presupuestaria que ha conceido a la Autoridad Palestina. Estas condiciones refuerzan sobre todo la necesidad de transparencia de las finanzas públicas de la Autoridad Palestina, el fortalecimiento de la gestión prudente del presupuesto y el fomento del avance de la reforma administrativa y financiera general.

 
  
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  El Presidente. – Pregunta nº 10 formulada por Dimitrios Papadimoulis (H-0777/05)

Asunto: Decisión marco sobre protección de datos (CNS/2004/0813)

El Consejo ha iniciado el procedimiento de aprobación de la decisión marco sobre protección de datos a pesar de la oposición del Parlamento Europeo acerca del fundamento jurídico y la desproporción entre el objetivo y los medios, de las organizaciones humanitarias debido a los problemas relacionados con el respeto de las libertades civiles y del sector industrial por su elevado coste. ¿Está de acuerdo el Consejo con la opinión de algunas instancias de que «el coste no es un problema político»? ¿Cómo prevé garantizar los derechos humanos y resolver los obstáculos constitucionales en diversos Estados miembros en relación con la aplicación generalizada de esta decisión marco? ¿Qué opina el Consejo de las objeciones formuladas por los ministros británicos en el sentido de que no es imprescindible un sistema paneuropeo y que la necesidad de seguridad puede atenderse mejor a través de 25 sistemas nacionales?

 
  
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  Douglas Alexander, Presidente en ejercicio del Consejo. (EN) Tras los atentados terroristas que tuvieron lugar en Londres el 7 de julio de 2005, el Consejo reiteró la necesidad urgente de un instrumento comunitario para la retención de datos de las comunicaciones, solicitado tras los atentados de Madrid, y se comprometió a aceptarlo para octubre de 2005.

El proyecto de decisión marco presentado por cuatro Estados miembros en abril de 2004 no pretende registrar el contenido de ninguna comunicación, sino de conservar los denominados datos de tráfico. Estos datos, como es el caso de los nombres de las personas que se comunican mediante una llamada de teléfono o la duración de la misma, son necesarios para que las autoridades policiales y judiciales puedan investigar las infracciones penales y llevar a cabo enjuiciamientos con éxito en una era en que los delincuentes explotan las ventajas de los sistemas de comunicación modernos.

La propuesta de directiva sobre la conservación de los datos del tráfico, aprobada por la Comisión el 21 de septiembre de 2005, y que consideró el Consejo en octubre, también tiene que ver con los datos del tráfico y no con el contenido de las comunicaciones. Todavía debe adoptarse una decisión sobre si la decisión marco o la directiva constituye el fundamento jurídico adecuado para dichas normas del Consejo sobre conservación de datos. Entretanto, continuará el trabajo sobre los aspectos fundamentales, por supuesto, en consulta con la Comisión y el Parlamento Europeo.

En su reunión celebrada el 2 de julio de 2004, el Consejo destacó la necesidad de considerar especialmente la proporcionalidad de la medida con relación a los costes, la privacidad y la eficiencia. El Consejo pretende conseguir un instrumento que equilibre los requisitos de la aplicación de la ley con el derecho a la privacidad y los costes, y que sea compatible con las constituciones de los Estados miembros.

 
  
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  Adamos Adamou (GUE/NGL), suplente del autor. – (EL) Señor Presidente, señor Ministro, gracias por su respuesta, pero según las conclusiones del servicio jurídico del Consejo y teniendo en cuenta los problemas jurídicos que surgirán si se adopta esta propuesta en el marco del tercer pilar y la información sobre el compromiso del Ministro neerlandés de no aceptar una propuesta en el marco de este pilar, ¿cuándo tiene el Consejo intención de retirar su propuesta?

 
  
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  Douglas Alexander, Presidente en ejercicio del Consejo. (EN) La idea, como ya dijo nuestro Primer Ministro durante las reuniones, es tratar de garantizar un acuerdo durante la Presidencia del Reino Unido sobre el camino a seguir. Esto indica que diciembre será la oportunidad en la que, en el escenario que nos gustaría ver, conforme al pilar uno, tal como ha propuesto nuestro Ministro del Interior, Charles Clarke, podamos ver cómo se consigue un avance respecto a este instrumento. Espero que esto responda directamente a la pregunta, ya que seguimos tratando de encontrar una base conforme al primer pilar uno en lugar del tercero, como implicaba la pregunta.

 
  
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  Claude Moraes (PSE).(EN) Como acaba de decir el Presidente en ejercicio del Consejo, Charles Clarke tomó la sabia decisión de que el Parlamento Europeo pueda expresar ahora sus puntos de vista sobre esta propuesta. Dado que el Parlamento está ahora en proceso de expresar su punto de vista, ¿podría pedirle al Presidente en ejercicio del Consejo que se tome en serio el argumento de las salvaguardias? Aceptamos la necesidad de conservar los datos y ahora estamos analizando los tiempos. Realmente estamos avanzando en la dirección correcta, pero necesitamos salvaguardias concretas y colectivas. ¿Nos podrá garantizar que se toma en serio este aspecto, ya que el Parlamento desea que el Consejo trate esto como una prioridad?

 
  
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  Douglas Alexander, Presidente en ejercicio del Consejo. (EN) Me gustaría hacer un par de comentarios directamente en respuesta a algunos puntos que ha planteado su Señoría.

En primer lugar, la Presidencia británica se ha comprometido a garantizar un acuerdo sobre la medida de retención de datos antes de final de año, como he dicho, y continúa con el trabajo sobre el fondo en consulta por igual con la Comisión y el Parlamento, que han planteado estas cuestiones. Sin embargo, seguimos comprometidos con la idea de que la conservación de datos específicos de las comunicaciones durante un período determinado constituye una reacción proporcionada a la amenaza del terrorismo y que los costes asociados no son excesivos.

Sobre el aspecto específico de conforme a qué pilar deberíamos avanzar, es importante añadir un punto a los debates que han tenido lugar hoy en el Parlamento, y es decir sinceramente que no creo que a nuestros ciudadanos les importe si la medida se decide conforme al primer o al tercer pilar. Lo que necesitamos es una propuesta que pueda acordarse rápidamente y que permita una aplicación efectiva de la ley sin amenazar a los derechos fundamentales de los ciudadanos de la Unión Europea.

Respecto al punto específico que ha planteado su Señoría, estamos de acuerdo en que todos los datos conservados deben mantenerse de forma segura conforme a los principios de protección de datos y el intercambio de datos debe ir acompañado de altos niveles de protección. La policía y otras autoridades públicas no tendrán acceso ilimitado a los datos retenidos y deberán cumplir las normas nacionales para acceder a información privada. El contenido de las llamadas o los mensajes –como he tratado de sugerir antes– no se conservará. Se trata simplemente de que los proveedores mantengan registros de quién llamó a quién, dónde y cuándo. Esto forma parte del equilibrio que creemos que es necesario entre proteger a las personas del terrorismo y la delincuencia grave y, por otra parte, respetar los derechos civiles.

Por lo tanto, creemos que nuestra respuesta debe ser proporcionada y respetar los valores democráticos comunes. Debemos defender a nuestras comunidades de la amenaza del ataque al tiempo que mantenemos los derechos humanos conforme al Derecho internacional y la Convención Europea de Derechos Humanos. Pero seamos muy claros: los terroristas no solo quieren atacar nuestras vidas, sino también nuestro modo de vida.

 
  
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  Gay Mitchell (PPE-DE).(EN) Quiero dar las gracias al Ministro por su respuesta y decirle que comparto sus preocupaciones. Sin embargo, hace poco en Irlanda un ciudadano irlandés ganó un sorteo de lotería internacional de unos 100 millones de euros, no puedo recordar la cifra exacta. Inmediatamente hubo alrededor de 60 consultas en su archivo privado de la seguridad social y otros más en su archivo privado de tributación, los cuales están examinando los Comisionados de Ingresos Fiscales.

Me parece que debemos tener cuidado y garantizar que la información de los servicios públicos no sea utilizada por los terroristas como fuente de inteligencia, en aquellos casos en los que organizaciones como el IRA Provisional en ocasiones tienen a su persona encargada de la inteligencia en la administración pública. Quisiera pedir al Ministro que tenga mucho cuidado de asegurar que existan comprobaciones y equilibrios adecuados y que se trate con severidad a aquellas personas que para sus fines particulares hagan un uso inapropiado de la inteligencia o información recopilada en interés público.

Quisiera hacer un último comentario: Comprendo que los detectives privados, por ejemplo, tienen gente dentro de las distintas administraciones públicas, pero pagan ...

(El Presidente interrumpe al orador)

 
  
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  Douglas Alexander, Presidente en ejercicio del Consejo. (EN) No puedo comentar el caso concreto del afortunado ganador de la lotería, que, como se ha sabido, no ha sido tan afortunado cuando ha visto invadida su privacidad. Creo que tampoco esperará que comente sus alegaciones y propuestas sobre la administración pública y la protección de datos en cada Estado miembro.

La Presidencia desea observar avances en la protección de datos y estamos de acuerdo en que todos los datos deben mantenerse de forma segura, conforme a los principios de protección de datos, y que hay que exigir niveles de protección muy altos para los intercambios de información.

La policía y otros organismos no deberían tener acceso ilimitado a los datos retenidos y es esencial que se cumplan las normas nacionales para acceder a información privada. Si estas normas no se consideran suficientes en el país de su Señoría, sugiero que este tema se plantee a dicho Estado miembro, al igual que se plantea a la Presidencia cuando se considera la protección de datos en el ámbito europeo.

 
  
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  El Presidente. – Pregunta nº 11 formulada por John Purvis (H-0784/05)

Asunto: Sebo animal y Directiva 2000/76/CE relativa a la incineración de residuos

El sebo animal (grasa animal) derretido está incluido en la Directiva 2000/76/CE (1)relativa a la incineración de residuos (DIR) y, a partir de diciembre de este año, deberá incinerarse en condiciones muy estrictas. Actualmente, se usa como combustible en las calderas de vapor en los desolladeros y en la producción de biodiésel. No obstante, las condiciones de la DIR parecen excluir su uso para estos propósitos. ¿No es esto incoherente con la política de medio ambiente de la Comisión consistente en fomentar fuentes energía alternativas competitivas y eficaces?

 
  
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  Douglas Alexander, Presidente en ejercicio del Consejo. (EN) La Directiva sobre incineración de residuos no descarta ni desaconseja el uso de residuos como fuente de energía alternativa competitiva y eficiente. Al contrario, el objetivo de la directiva es impedir o limitar, en la medida de lo posible, los efectos negativos sobre el ambiente y la salud humana provocados por la incineración y coincineración de residuos.

A la hora de aprobar la legislación, el legislador comunitario examina cuidadosamente las posibles concesiones mutuas con relación a otros objetivos de política comunitaria. El sebo residual solamente se incluye en el ámbito de la directiva en aquellos casos en que se incinera o coincinera. Otras operaciones de recuperación o eliminación de residuos que impliquen el sebo de los residuos, como es su transformación en biodiesel, no están sujetos a los requisitos de la directiva, sino que están sujetos al control conforme a la Directiva marco sobre residuos.

 
  
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  John Purvis (PPE-DE). (EN) Gracias por su respuesta. De hecho, la Comisión respondió ayer a una pregunta similar, pero parece que ha habido problemas prácticos en la aplicación de esta directiva, en especial en tres Estados miembros –incluido el que usted y yo conocemos mejor, señor Presidente en ejercicio del Consejo– que la habían aplicado con la máxima rigidez. ¿Sería posible aplazar la puesta en práctica de la directiva en esos tres Estados miembros hasta que la Comisión encuentre una aplicación más práctica? Sin duda, sería coherente con nuestro deseo de una legislación europea más razonable. También beneficiaría a los agricultores de nuestra circunscripción escocesa y al medio ambiente de Escocia.

 
  
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  Douglas Alexander, Presidente en ejercicio del Consejo. (EN) Aunque sería muy tentador responder tanto en calidad de diputado al Parlamento escocés como de Ministro británico, quiero recordarme a mí mismo y a esta Cámara que hoy respondo en nombre de la Presidencia.

En este contexto, si bien comparto las observaciones de su Señoría sobre la necesidad de abordar esas dificultades prácticas, me parece más adecuado que los Estados miembros individuales que actúan en sus propios intereses presenten estas cuestiones a la Comisión en lugar de tratarlas, en primer lugar, como un asunto de la Presidencia.

Pero en cuanto al camino a seguir y las medidas de la Comisión Europea, permítanme decir que la Comisión contratará a una consultoría el mes próximo para llevar a cabo un estudio sobre las repercusiones ambientales, normativas y operativas derivadas de la inclusión de la incineración de residuos de sebo en la Directiva de Incineración de Residuos. El estudio incluirá recomendaciones a la Comisión relativas a la conveniencia de aplicar los controles preceptivos de la Directiva de Incineración de Residuos a la incineración de sebo. Se espera que dichas recomendaciones se hagan a mediados del año que viene.

 
  
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  David Martin (PSE).(EN) Señor Presidente en ejercicio del Consejo, este tema puede parecer en cierto modo un poco críptico, pero es muy importante. Tiene usted razón al decir que hay una revisión, pero el problema es –la última observación que ha hecho– que no se concluirá hasta el próximo mes de junio. Una vez que las empresas, los agricultores y demás dejen de incinerar el sebo, no es probable que vuelvan a hacerlo, así que necesitamos una decisión para antes de finales de año.

La Comisión no ha prometido, sino indicado, que estudiará de buen grado la idea de excluir el sebo de la directiva. Solo 3 de los 25 Estados miembros incluyen el sebo en el ámbito de aplicación de la directiva.

Una solución sencilla sería que la Presidencia pidiera a la Comisión que hiciera una advertencia diciendo que el sebo no debe formar parte de la Directiva de Residuos. Creo que la Comisión daría una respuesta favorable.

 
  
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  Douglas Alexander, Presidente en ejercicio del Consejo. (EN) En primer lugar, permítanme dejar constancia de que entiendo, sobre todo en virtud de mis responsabilidades en mi propio país, la importancia de esta cuestión y el hecho de que un número limitado de Estados miembros hayan avanzado mucho más rápidamente que otros en la aplicación de esta directiva.

No me habían planteado antes que la Presidencia tuviera que pedir a la Comisión que hiciera una advertencia, porque hasta ahora la posición en relación con esta y otras directivas estaba clara. La posibilidad de proceder a cualquier mejora necesaria para cumplir la directiva cuando entre en vigor a finales de este año es una decisión comercial de las empresas de aprovechamiento de grasas animales y las empresas de biodiesel que queman el sebo como carburante.

Pero si la situación es tal como la describe su Señoría, es decir, que hay una verdadera incertidumbre respecto de las ventajas e inconvenientes de invertir debido a la inseguridad sobre la directiva, sin duda estudiaré de buen grado la observación que se me ha hecho y escribiré a su Señoría confirmando el camino a seguir.

 
  
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  Elspeth Attwooll (ALDE).(EN) Señor Presidente en ejercicio del Consejo, gracias por su respuesta. No solo el sebo plantea problemas, aunque sea el más acuciante.

Es realmente necesario lograr la neutralidad con respecto al carbono y evitar costes innecesarios a las empresas. Así pues, suponiendo que la sugerencia del señor Martin fuera una solución, también quiero preguntar al Consejo si estaría dispuesto a apoyar a los diputados al Parlamento Europeo para pedir a la Comisión que elabore una lista de materiales a los que no se les apliquen los procedimientos de infracción conforme a la Directiva de Incineración de Residuos hasta que se haya realizado un análisis de su impacto ambiental global cuando se usan como fuente de combustible.

 
  
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  Douglas Alexander, Presidente en ejercicio del Consejo. (EN) Dado el abanico de opiniones que ya se han expresado respecto del camino que la Presidencia debería seguir, el enfoque lógico sería reflexionar sobre ambas sugerencias y escribir en su momento a sus Señorías, una vez concluido este debate.

 
  
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  El Presidente. – Pregunta nº 12 formulada por Claude Moraes (H-0790/05)

Asunto: La cuestión kurda en Turquía

A la vista de la actitud positiva del Consejo en lo que se refiere a las negociaciones para la adhesión de Turquía a la Unión Europea, ¿podría proporcionar el Consejo una versión actualizada de los progresos que se han realizado a este respecto durante la Presidencia británica? ¿Podría comentar, en particular, la posición en lo que se refiere a los derechos culturales y humanos de los kurdos como parte de cualquier paquete de negociación?

 
  
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  Douglas Alexander, Presidente en ejercicio del Consejo. (EN) Como bien saben sus Señorías, la Unión inició las negociaciones de adhesión con Turquía el lunes 3 de octubre. Fue un momento histórico y otro paso importante en la evolución de la relación entre la Unión Europea y Turquía. Marcó el inicio de un largo y riguroso proceso que estará guiado por el marco de negociación aprobado por el Consejo el mismo día. El 20 de octubre, la Comisión empezó a examinar el capítulo sobre ciencia e investigación.

La Unión Europea seguirá controlando el respeto de los derechos humanos y los derechos culturales del pueblo kurdo y la situación en el sudeste del país en general. Como estipula el marco de negociación, Turquía tiene que consolidar y ampliar la legislación y aplicar medidas, entre otras cosas, sobre la libertad de expresión, la libertad religiosa y los derechos de las minorías. El progreso en estos terrenos tiene que ser irreversible y aplicarse plena y efectivamente. Por lo tanto, la Comisión hará un seguimiento exhaustivo e informará al Consejo con regularidad.

El Consejo les puede asegurar que la Unión concede mucha importancia a esta cuestión en el marco de un proceso de reforma continuo en Turquía. Así pues, continuaremos haciendo un seguimiento y evaluando el progreso en todos los órganos competentes.

 
  
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  Claude Moraes (PSE).(EN) Quiero aprovechar esta oportunidad para felicitar al Presidente en ejercicio del Consejo por su papel en Luxemburgo, unas negociaciones que probablemente no olvidará.

Respecto de la gravísima cuestión de la comunidad kurda, estoy en contacto con el mayor centro comunitario de kurdos del Reino Unido. Aunque agradecen las negociaciones, les preocupa que la energía positiva que ahora está fluyendo en esas negociaciones impida ver las preocupaciones reales en materia de derechos humanos que aún tiene la comunidad kurda. Sienten que deberían ser una parte muy importante de cualquier negociación –una parte simbólica– y pedimos al Presidente en ejercicio del Consejo que continúe tomándose esto en serio.

 
  
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  Douglas Alexander, Presidente en ejercicio del Consejo. (EN) Quiero aprovechar esta oportunidad para dejar constancia de mi respeto y admiración por el trabajo que su Señoría lleva realizando durante varios años a favor de comunidades como la kurda en Londres. En respuesta a su homenaje a mi papel en las negociaciones y la afirmación de que nunca las olvidaré, ¡creo que casi olvido mi propio nombre al final de las 30 horas de negociaciones sucesivas e ininterrumpidas! Pero me complace decir que, a pesar de la falta de sueño y el considerable esfuerzo de todas las partes, hemos hecho lo que considero un avance constructivo que refleja la larga asociación histórica entre Turquía y Europa, porque este país lleva 42 años intentado integrarse en Europa. Fue un momento verdaderamente histórico en Luxemburgo y muchos diputados al Parlamento Europeo pueden sentirse orgullosos.

Pero espero que mi respuesta inicial refleje que lo importante de ese momento histórico es que señala la próxima etapa de un camino que Turquía ha emprendido. En muchos aspectos, el destino es importante pero también lo es el camino que Turquía está recorriendo para llegar a ese destino. A este respecto, creo que los que durante mucho tiempo hemos defendido la adhesión de Turquía a la Unión Europea tenemos en cuenta los intereses de las comunidades que, en el pasado, temieron por sus derechos humanos y civiles en ese país; el proceso de adhesión y el rigor del que hablaba en mi respuesta anterior representan las mejores garantías que podemos darles de que Turquía progresará como todos deseamos mientras recorre ese camino durante la próxima década, y que tanto las comunidades en Turquía como la comunidad internacional en la UE juzgarán con transparencia el ritmo y la magnitud de dicho progreso.

 
  
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  El Presidente. – Pregunta nº 13 formulada por Richard Corbett (H-0792/05)

Asunto: Enfermedades respiratorias y la Agenda de Lisboa

Teniendo en cuenta la sección sobre salud del VII Programa Marco de investigación y desarrollo, ¿tiene intención el Consejo de examinar la pertinencia de los diferentes tipos de temas de salud con respecto a la Agenda de Lisboa?

¿Es consciente el Consejo de que las enfermedades respiratorias cuestan a los servicios europeos de salud más de 102 000 millones de euros y que en la mayoría de los casos requieren consultas de medicina general y hospitalizaciones urgentes, dando lugar a una carga enorme en términos de días de trabajo perdidos?

¿Está de acuerdo el Consejo en que es probable que la investigación en este ámbito proporcione beneficios a la salud y a la economía y aporte por tanto una contribución importante a la Estrategia de Lisboa?

 
  
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  Douglas Alexander, Presidente en ejercicio del Consejo. (EN) Como ya sabe su Señoría, actualmente el Consejo está examinando la propuesta de la Comisión de abril de 2005 para el Séptimo Programa Marco 2007-2013 –o PM7– que el Parlamento y el Consejo decidirán de acuerdo con el procedimiento de codecisión.

En varias ocasiones, el Consejo ha confirmado la importancia que otorga a la investigación y al desarrollo tecnológico en el contexto de la Agenda de Lisboa. Espero que las observaciones de nuestro Primer Ministro esta tarde hayan dejado claro su compromiso y el de la Presidencia con esta agenda.

El programa de investigación en particular es el principal instrumento comunitario. Es oportuno investigar más sobre las enfermedades respiratorias porque son la principal causa de muerte en la Unión Europea y, sin embargo, pasan más inadvertidas que muchas otras enfermedades, como por ejemplo las dolencias cardiacas.

Su Señoría tiene razón al llamar la atención sobre la gran pérdida económica que causan estas enfermedades. En la Unión Europea se pierden 41 300 días de trabajo al año por cada mil habitantes debido a una enfermedad crónica de obstrucción pulmonar.

Las pérdidas de productividad que se derivan de esta enfermedad ascienden a 28 500 millones de euros anuales. La propuesta de la Comisión para el PM7 incluye la salud y el medio ambiente como temas de investigación prioritarios. Respecto de la investigación potencialmente relevante para las enfermedades respiratorias, se proponen los siguientes temas, entre otros: enfoques e intervenciones terapéuticas innovadoras con aplicaciones potenciales en muchas enfermedades; investigación transnacional sobre enfermedades infecciosas y enfermedades importantes, incluido el cáncer; calidad, eficacia y solidaridad de los sistemas sanitarios; mejora de la prevención y el mejor uso de los medicamentos; interacción de factores ambientales, como la contaminación, con la salud humana.

El Programa Marco indica las grandes líneas de investigación y, por lo tanto, no enumera de forma exhaustiva cada uno de los temas de investigación potenciales. Estos se elaborarán en las decisiones específicas del programa y durante la ejecución del mismo, que es responsabilidad de la Comisión.

La selección de los proyectos de investigación se hace sobre todo mediante convocatorias abiertas a la comunidad científica y tienen en cuenta varios criterios, como la excelencia científica y el valor añadido europeo.

 
  
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  Richard Corbett (PSE).(EN) Quiero dar las gracias a la Presidencia por su alentadora respuesta y por el compromiso del señor Blair de impulsar la IDT en el presupuesto de la Unión Europea.

La investigación es un ámbito en el que un programa común, en lugar de 25 programas nacionales separados, puede aportar valor añadido y ahorrar dinero. La salud, importante en sí misma para los seres humanos, también lo es en términos de nuestro rendimiento económico. Las estadísticas que usted ha mencionado demuestran que se trata de un ámbito que puede servir de ejemplo de la manera de incluir el ámbito de la investigación en la Agenda de Lisboa.

Pido al Consejo que persevere en esa línea en sus deliberaciones internas.

 
  
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  Douglas Alexander, Presidente en ejercicio del Consejo. (EN) Puedo asegurarles que estudiaré y tendré en cuenta las observaciones de su Señoría.

Reitero el compromiso e importancia que otorgamos al uso de la directiva marco en las formas que he mencionado en mi respuesta inicial. Quiero ofrecer un rayo de optimismo a su Señoría y decirle que no es el único en este Parlamento que defiende esta cuestión.

Cuando esta tarde estaba sentado en la mesa 2 y nuestro Primer Ministro aún estaba dirigiéndose a la Cámara, una de sus colegas del Grupo Socialista ya me había pasado una nota diciendo que interpretaban el compromiso que nuestro Primer Ministro demostraba con la investigación y el desarrollo como una señal muy clara de que el Séptimo Programa Marco se financiaría tal como ella deseaba.

No puedo dar hoy dicha señal porque ese compromiso implica cuestiones interrelacionadas de financiación, pero en mi opinión refleja la convicción, no solo en el Consejo –creo que quedará reflejada en el Consejo de mañana en Hampton Court–, sino en un amplio sector de diputados a este Parlamento, de que la investigación y el desarrollo constituye una de las prioridades de la Unión que avanza hacia el futuro.

 
  
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  El Presidente. – Pregunta nº 14 formulada por Bernd Posselt (H-0794/05)

Asunto: Minorías en Turquía

¿Qué opinión le merece al Consejo la situación de las minorías étnicas y religiosas en Turquía en comparación con el año anterior, especialmente en lo que concierne a la ley relativa a la religión?

 
  
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  Douglas Alexander, Presidente en ejercicio del Consejo. (EN) La Comisión Europea está de acuerdo en que las reformas de los últimos años han reforzado los derechos de las minorías. Pero aún quedan una serie de cuestiones pendientes, que la Comisión abordará en su informe regular, que se presentará el 9 de noviembre. La Comisión y el Consejo seguirán supervisando de cerca estas cuestiones.

Las comunidades religiosas no musulmanas siguen experimentando dificultades con cuestiones como la personalidad jurídica, los derechos de propiedad, la formación, los derechos y permisos de trabajo de los residentes para el clero turco y no turco, las escuelas y la gestión interna. Se espera que la nueva ley sobre fundaciones resuelva algunos de estos problemas.

La Comisión Europea ha reconocido que el último proyecto constituye una mejora significativa respecto de su predecesor. La Unión ha pedido a Turquía que apruebe dicha ley rápidamente y garantice el pleno cumplimiento de las normas europeas.

Durante su visita a Ankara entre el 6 y el 8 de octubre de 2005, el Comisario Rehn pidió a las autoridades turcas que tuvieran en cuenta los comentarios de la Comisión sobre el proyecto de ley. La Unión Europea también ha repetido sus llamamientos a Turquía para que reabra el seminario greco-ortodoxo de Halki.

Respecto de los derechos de las minorías étnicas, se ha realizado algún progreso, sobre todo en el ámbito de los derechos culturales, pero aún tenemos que avanzar más. Además, la situación en el sudeste de Turquía aún es preocupante.

El mandato de negociación acordado por la Unión Europea, que guiará las negociaciones de adhesión con Turquía en los próximos meses y años, estipula que Turquía tiene que esforzarse por mejorar el respeto de los derechos humanos y las libertades fundamentales, así como consolidar y ampliar la legislación y aplicar medidas relativas, entre otras cosas, a la libertad religiosa y los derechos de las minorías.

El Consejo les asegura que la Unión concede mucha importancia a estas cuestiones. Por tanto, todos los organismos competentes continuarán haciendo un seguimiento y evaluando el progreso, así como dialogando con Turquía.

 
  
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  Bernd Posselt (PPE-DE). – (DE) Señor Presidente, estos problemas afectan sobre todo a los grupos de minoría cristiana en Turquía, donde los cristianos se enfrentan a la amenaza de desaparecer de la escena. Su número disminuye y el Patriarca Ecuménico teme que cuando finalicen las negociaciones para la adhesión no queden cristianos en Turquía. Por este motivo, le formulo una pregunta muy específica. La Ley sobre la religión se presentó a la Comisión, que hizo algunas críticas incisivas al respecto. Los turcos dijeron que su Parlamento efectuaría mejoras. ¿Tiene usted alguna indicación de que se estén realizando tales mejoras, en concreto en lo que respecta a la ley sobre la propiedad y la formación de sacerdotes? ¿Ha recibido usted indicaciones definitivas, e insistirá usted en que se traduzcan en acciones en el transcurso de las próximas semanas, o pretende esperar hasta que los cristianos turcos hayan desaparecido antes de tratar esta cuestión?

 
  
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  Douglas Alexander, Presidente en ejercicio del Consejo. (EN) Creo que conviene esperar el informe de la Comisión sobre estas cuestiones, porque es importante –en lugar de abordar ejemplos concretos o incluso a veces casos anecdóticos– tener pruebas en las que basar nuestras afirmaciones.

Sin duda la Unión sigue pidiendo al Gobierno turco que reabra el seminario greco-ortodoxo de Halki que, como he dicho, se cerró en 1971. El Gobierno turco mantiene su compromiso y está buscando una solución compatible con la legislación turca y aceptable para el Patriarcado.

Sobre la cuestión específica de la confiscación de bienes de la iglesia greco-ortodoxa, el Comisario Rehn escribió al Primer Ministro turco en junio acerca de las deficiencias del proyecto de ley sobre las fundaciones e hizo hincapié en la cuestión de los derechos de propiedad en particular.

La última observación que quiero hacer –dada la formulación tan negativa de la pregunta sobre las perspectivas de la comunidad cristiana en Turquía– es dejar constancia del hecho de que los mismos dirigentes de esas comunidades cristianas han reconocido la magnitud del progreso que se ha realizado en los últimos meses antes del inicio de las negociaciones de adhesión. Así pues, aunque respeto la observación de su Señoría, creo que también tenemos que prestar oído a las voces cristianas de dentro de Turquía, que aseguran que el proceso y la perspectiva de adhesión les están garantizando derechos de los que, por desgracia, no habían disfrutado en el pasado.

 
  
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  El Presidente. – Pregunta nº 15 formulada por Michl Ebner (H-0798/05)

Asunto: Protección y fomento de las razas bovinas alpinas

En virtud del Reglamento (CE) nº 639/2003(2) se rebaja de 36 a 30 meses la edad de las vacas y terneras a partir de la cual se conceden restituciones por exportación. Antes, en virtud del Reglamento (CE) nº 615/1998(3), se concedía la restitución por exportación de animales de hasta 36 meses de edad.

Este cambio les hace la vida más difícil a los ganaderos de las regiones de montaña, que están sometidos al ciclo reproductivo alpino de partos de otoño; además, la dureza del clima en los prados de altura hace que las razas bovinas de montaña se desarrollen con mayor lentitud y que, por razones biológicas, las vacas no puedan ser cubiertas antes de alcanzar los 24 meses de edad.

¿Puede prever el Consejo una excepción a la citada normativa para que la edad de exportación del ganado de razas vacunas alpinas vuelva a situarse en los 36 meses?

 
  
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  Douglas Alexander, Presidente en ejercicio del Consejo. (EN) Según el procedimiento estipulado para el Reglamento (CE) nº 639/2003, al que hace referencia su Señoría, la Comisión es responsable de enviar al comité de gestión cualquier propuesta de modificación de las medidas de aplicación relativas a las condiciones que rigen el pago de los reembolsos a la exportación. El Consejo solo puede actuar cuando una mayoría de delegaciones en el comité de gestión no haya podido emitir una opinión sobre dicha propuesta. La Comisión no ha hecho tal propuesta.

 
  
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  Bernd Posselt (PPE-DE), suplente del autor. (DE) Señor Presidente, este es un problema considerable para las regiones montañosas que se ven amenazadas por la desaparición de cultivos y la desertización, y de este modo, teniendo no solo esto en cuenta sino también la importancia medioambiental de estas razas bovinas para los Alpes, que corren un riesgo ecológico, quiero preguntar si el Consejo apoya esta acción o si mantiene su absoluta imparcialidad y se niega a pronunciarse sobre la misma.

 
  
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  Douglas Alexander, Presidente en ejercicio del Consejo. (EN) La Unión Europea cuenta con toda una serie de instrumentos destinados a ayudar a los agricultores. Que yo sepa, no hay ninguno directamente destinado al ganado de montaña, pero muchos se refieren a los ganaderos que dan el tipo de beneficios que muchos ciudadanos europeos asocian con la ganadería alpina, como la gestión de paisajes y hábitats delicados y, por supuesto, el mantenimiento de la biodiversidad.

En respuesta a la cuestión subsiguiente que ha planteado su Señoría, solo quiero reiterar la importancia de reconocer las respectivas responsabilidades institucionales en relación con este Reglamento y sugiero que, si persisten las preocupaciones que su Señoría ha mencionado, dadas las respectivas responsabilidades de la Comisión y la Presidencia, quizá sea más adecuado plantearlas a la Comisión.

 
  
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  El Presidente. – Pregunta nº 16 formulada por Esko Seppänen (H-0804/05)

Asunto: "Cheque británico"

El Consejo Europeo no logró alcanzar en junio un acuerdo sobre las nuevas perspectivas financieras para el periodo 2007-2013. Uno de los obstáculos al acuerdo lo constituyó el denominado «cheque británico», mecanismo corrector especial en favor del Reino Unido. ¿Tiene previsto la actual Presidencia presentar una propuesta al Consejo Europeo dirigida a que los Estados miembros reciban el mismo trato, es decir, que ponga fin a la reducción especial de las aportaciones concedida al Reino Unido y a otros Estados miembros?

 
  
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  Douglas Alexander, Presidente en ejercicio del Consejo. (EN) La Presidencia es consciente, como el Primer Ministro y yo mismo hemos afirmado hoy en numerosas ocasiones, de la importancia de alcanzar un acuerdo sobre las nuevas perspectivas financieras, si podemos, para finales de año. Trabajaremos en este sentido. Acaba de concluir una serie de reuniones bilaterales con todos los Estados miembros y los dos países candidatos para determinar la base sobre la que podemos alcanzar un acuerdo.

En vista de esas consultas, la Presidencia elaborará una propuesta que presentará al Consejo. El Primer Ministro, Tony Blair, ha escrito una carta a los Jefes de Gobierno antes de la reunión informal que se celebrará mañana en Hampton Court, en la que afirma que podemos y debemos alcanzar un acuerdo en el Consejo de diciembre, y que hará todo lo que esté en su mano para lograrlo.

Dicho esto, el giro de los acontecimientos en el Consejo Europeo de junio reafirmó de forma muy convincente que el factor determinante para alcanzar un acuerdo sobre las futuras perspectivas financieras no será la voluntad de un país –del país que ocupa la Presidencia–, sino el compromiso de los 25 Estados miembros de la Unión Europea de esforzarse por lograr ese consenso.

 
  
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  Esko Seppänen (GUE/NGL). – (FI) Señor Presidente, señor Presidente en ejercicio del Consejo, en junio esta cuestión dependía de tan solo unos cuantos países y, en mayor medida del país que actualmente asume la Presidencia, el Reino Unido. En aquel momento, consiguió torpedear la solución que nos habría permitido llegar a un marco financiero para el periodo 2007-2013. Ahora que lo está elaborando usted mismo, ha surgido la pregunta de si formará algún tipo de paquete y quiero preguntarle lo siguiente: ¿es posible que la financiación conjunta de la agricultura se convierta en una parte de este paquete, lo cual significaría que una parte del gasto agrícola obligatorio correría a cargo de los propios Estados miembros?

 
  
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  Douglas Alexander, Presidente en ejercicio del Consejo. (EN) Permítanme abordar ambas cuestiones por separado.

En primer lugar, aunque puede ser conveniente para la pregunta de su Señoría que el Reino Unido se hubiera quedado aislado en una minoría de uno en el Consejo Europeo de junio, me temo que esto no fue lo que ocurrió. Lo sé porque estuve allí. Cinco Estados miembros no aceptaron las propuestas de la Presidencia de Luxemburgo. Desde el punto de vista británico, dijimos muy claramente que había razones concretas para no aceptarlas. Pero no estaría bien que yo explicara o repitiera los argumentos presentados por el representante británico en junio, puesto que hoy tengo la responsabilidad de responder en nombre de la Presidencia.

En relación con la cuestión general de la agricultura, nuestro Primer Ministro ha tratado este tema hoy en el transcurso de sus observaciones, es decir, que creemos que necesitamos trazar un camino a seguir, en términos de reforma, que reconozca los retos futuros a los que la Unión Europea se enfrentará en el transcurso de las próximas perspectivas financieras.

Aparte de todo esto, solo puedo reiterar la cuestión con la que he comenzado mi respuesta, esa saber, que como nuestro Primer Ministro ha dejado claro en el transcurso de sus observaciones de hoy ante este Parlamento, deseamos alcanzar un acuerdo sobre las futuras perspectivas financieras, no solo porque se consideraría un éxito de la Presidencia británica o porque beneficiaría a un Estado miembro, sino porque tener un presupuesto que refleje las prioridades modernas de la Unión en una época de mundialización beneficiará a todos los Estados miembros de la Unión Europea. La Presidencia ha recibido peticiones concretas de los países A10 –los nuevos Estados miembros– que articulan repetidamente su claro deseo de certeza respecto de los fondos que tendrán a su disposición en el futuro. Hemos escuchado atentamente estos puntos de vista, en consonancia con nuestra responsabilidad como Presidencia. Dadas las dificultades del Consejo Europeo de junio, no presentamos propuestas de inmediato, sino que intentamos escuchar las opiniones de otros Estados miembros. Reconocemos que el contexto político en el que tendrían que celebrarse los debates sobre la financiación futura sería más aceptable si tuviéramos una conversación previa sobre la futura orientación de Europa; por eso hemos organizado la reunión informal de Jefes de Gobierno de mañana. Tras la reunión de mañana en Hampton Court, intentaremos realizar un progreso práctico y real en relación con los retos que todos reconocemos.

 
  
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  El Presidente. – Pregunta nº 17 formulada por Bill Newton Dunn (H-0808/05)

Asunto: Estilo de respuesta a las preguntas en el turno de preguntas

Un estudio de la actual Presidencia muestra que disfruta no dando respuestas directas a las preguntas directas que se formulan en el turno de preguntas. ¿Acaso está adoptando deliberadamente el estilo de la Cámara de los Comunes, donde los ministros nacionales se jactan de revelar lo menos posible, en contra de los principios de la verdadera democracia, o, dado que la Presidencia representa al Consejo en su conjunto y no a los Comunes, tiene intención de utilizar el sistema continental de ayudar a los ciudadanos, que pagan sus sueldos, respondiendo con información genuina a las preguntas que se le formulan?

 
  
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  Douglas Alexander, Presidente en ejercicio del Consejo. (EN) El borrador de las respuestas a las preguntas orales en el Turno de Preguntas lo redacta la Secretaría del Consejo en cooperación con la Presidencia y los Estados miembros con objeto de dar respuestas precisas a las preguntas de sus Señorías.

Pero cabe recordar que durante el Turno de Preguntas, el Presidente en ejercicio actúa en nombre del Consejo; por tanto, tiene que declinar la respuesta a preguntas que no competen al Consejo, por ejemplo respecto de cuestiones de política interior.

 
  
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  Philip Bushill-Matthews (PPE-DE), suplente del autor. – (EN) Gracias, señor Presidente en ejercicio, y gracias por llegar a la pregunta 17. En las dos últimas ocasiones, por desgracia nos quedamos sin tiempo y no hubo respuesta a mi pregunta.

Mi pregunta es complementaria. Creo que en el último período parcial de sesiones de Estrasburgo, la Presidencia decidió unilateralmente cambiar el sistema de respuestas a las preguntas para que tuviera que implicarse todo el Consejo. Tengo entendido que el Presidente Borrell Fontelles ha escrito formalmente para pedir que volvamos al sistema que ha funcionado en esta Cámara durante 30 años. Le ruego que lo haga. No hay muchos diputados presentes, pero los que estamos aquí valoramos mucho esta oportunidad y no queremos que las respuestas a las preguntas que no pueden responderse en esta ocasión se aplacen por más tiempo.

 
  
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  Douglas Alexander, Presidente en ejercicio del Consejo. (EN) Puedo asegurarle que, en términos del diálogo continuo con el Presidente Borrell, no tenemos ninguna intención de reducir la capacidad de los Ministros de responder directamente ante los diputados de acuerdo con el formato actual. No estoy seguro de que ambos estemos disfrutando, ¡pero sin duda usted sí! Puedo asegurarle que el hecho de no llegar a la pregunta 17 en los dos Turnos de Preguntas anteriores no fue una cuestión personal.

Creo que una responsabilidad importante de los Ministros es intentar abordar por sí mismos las preguntas que se han formulado. Sobre la base de mi experiencia acumulada en responder a preguntas en esta Cámara, hay circunstancias en que las preguntas que se nos formulan directamente son cuestiones de interés nacional en lugar de competer a la Presidencia e, inevitablemente, eso queda reflejado en las respuestas que se dan.

 
  
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  El Presidente. Al haberse agotado el tiempo asignado al turno de preguntas, las preguntas nº 18 a 46 se contestarán por escrito.(4)

Con esto concluye el turno de preguntas.

(La sesión, suspendida a las 19.00 horas, se reanuda a las 21.00 horas)

 
  
  

PRESIDENCIA DEL SRA. KAUFMANN
Vicepresidenta

 
  

(1) DO L 332 de 28.12.2000, p. 91
(2) DO L 93 de 10.4.2003, p. 10.
(3) DO L 82 de 19.3.1998, p. 19
(4)Véase el anexo «Turno de preguntas»


19. Composición del Parlamento: véase el Acta

20. Afganistán
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  La Presidenta. De conformidad con el orden del día, se procede a la declaración de la Comisión sobre Afganistán.

 
  
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  Benita Ferrero-Waldner, miembro de la Comisión. (EN) Señora Presidenta, el mes pasado casi 7 millones de afganos fueron a votar para elegir un Parlamento por primera vez en 36 años. Fue la culminación de un proceso de transición política acordado en Bonn hace cuatro años.

Visité Afganistán a principios de septiembre para observar los preparativos de las elecciones y ver por mí misma el efecto práctico que nuestra ayuda tiene sobre el terreno. También pude debatir todos los retos futuros y la próxima fase del proceso de estabilización con el Presidente Karzai y sus Ministros, así como con la sociedad civil afgana y las Naciones Unidas. Por tanto, quiero aprovechar esta oportunidad para decir algunas palabras sobre las elecciones, los preparativos para el nuevo período que se abre y las futuras relaciones UE-Afganistán.

La Unión Europea ha apoyado las recientes elecciones en Afganistán de varias maneras. No es una exageración decir que no podrían haberse celebrado sin la Unión Europea, incluidas las contribuciones de los Estados miembros. Hemos financiado el 40 % del presupuesto electoral, aportando 159 millones de euros.

Asimismo, hemos intentado mejorar la transparencia enviando una Misión de Observación del Proceso Electoral, presidida por la señora Bonino, que se encuentra hoy aquí. Dicha Misión ha hecho un seguimiento del proceso desde julio. También se ha beneficiado de la cooperación de una delegación de observación del Parlamento, presidida por el señor Salafranca Sánchez-Neyra, que también se encuentra hoy aquí. Creo que podemos decir que la Misión de Observación del Proceso Electoral de la UE era el mayor grupo internacional de observación en el país. Su presencia fue muy importante.

En su declaración preliminar, la Misión de Observación del Proceso Electoral de la UE informó de que la jornada electoral había transcurrido de forma pacifica, el proceso hasta ese momento se había administrado bien en general y las elecciones suponían un avance en el desarrollo democrático de Afganistán. Sin embargo, también señaló una serie de preocupaciones, por ejemplo con el entorno de la campaña, la elección del sistema de votación y el mecanismo de reclamación. Sé que en algunas provincias han salido a la luz fraudes e irregularidades durante la fase del recuento de votos. La Misión de Observación del Proceso Electoral ha pedido a las autoridades electorales que aborden estas cuestiones con diligencia.

Quiero fecilitar a la señora Bonino por el excelente trabajo de su equipo hasta la fecha. Estoy esperando con impaciencia el informe final, que incluirá una evaluación general de todo el proceso electoral, así como recomendaciones para mejorar la celebración de elecciones futuras. La señora Bonino volverá a viajar a Kabul antes de finales de año para presentar el informe a las partes implicadas en las elecciones.

¿Qué pasará después del proceso de Bonn? Afganistán ha recorrido un largo camino desde la caída de los talibanes. Me siento orgullosa de que la ayuda de la Comisión Europea haya tenido un efecto tangible. Hemos llevado a cabo una combinación de reconstrucción visible, capacitación duradera y mejora de la vida cotidiana de los ciudadanos afganos. Vamos a entregar los mil millones de euros que prometimos en Tokio para el período 2002-2006.

Si recordamos el caos, la devastación y la represión en Afganistán hace cuatro años, está claro que el país ha avanzado. Cinco millones de niños han regresado a las escuelas, de los cuales un tercio son niñas. Se ha vacunado al ochenta por ciento de los niños contra el sarampión y la polio. Se están construyendo carreteras, escuelas y clínicas y muchas ya están funcionando.

Pero la situación es frágil y las mejoras aún no son totalmente sostenibles. Está claro que el país tiene un largo camino por recorrer. Se necesita más esfuerzo, en particular respecto de la gobernanza, el Estado de Derecho, la seguridad, la lucha contra la droga y el desarrollo. Por lo tanto, acojo con satisfacción la idea sugerida por las Naciones Unidas a finales de agosto de celebrar una gran conferencia internacional, a principios de 2006, para elaborar el «pacto post-Bonn» entre Afganistán y la comunidad internacional. La Unión Europea será un importante participante en la conferencia.

¿Qué debería implicar el pacto? Debería centrarse en particular en la responsabilización afgana y la sostenibilidad. La estabilización duradera no será posible a menos que los afganos estén dispuestos a asumir una mayor responsabilidad en el proceso de transición y a hacerlo sostenible. El Acuerdo de Bonn demostró la importancia de unos objetivos y calendarios claros que aseguren la dinámica. Así pues, nuestro objetivo debería ser la incorporación de parámetros claros en el pacto post-Bonn. Sería útil alguna forma de seguimiento conjunto afgano-internacional del progreso. El pacto post-Bonn tiene que ser bidireccional: tiene que contener compromisos económicos, políticos y militares claros tanto por parte de los afganos como de la comunidad internacional.

Por último, quiero hablar del papel de la Unión Europea. La Unión Europea y sus Estados miembros han desempeñado un importante papel en Afganistán. Junto hemos conseguido una tercera parte de los 12.500 millones de dólares en subvenciones prometidos en las conferencias de Tokio y Bonn. Los Estados miembros de la UE aportan actualmente el 80 % de las tropas de la ISAF. El Representante Especial de la UE en Afganistán, Francesc Vendrell, ha realizado un excelente trabajo político.

Bajo los auspicios de la Presidencia británica, estamos debatiendo con el Gobierno del Presidente Karzai una declaración conjunta sobre una asociación UE-Afganistán. Sería una importante señal política del compromiso continuo de la UE con Afganistán. También dejaría claras nuestras expectativas, el tipo de progreso que queremos apoyar en Afganistán en ámbitos como la gobernanza, el desarrollo y los derechos humanos. Mi esperanza es que podamos concluirla en las próximas semanas para que esté en marcha antes de cualquier conferencia post-Bonn y pueda ayudar a dar forma a los debates que se celebren.

Por último, creo que la Unión Europea tiene el derecho y también el deber de desempeñar un importante papel en el éxito del pacto post-Bonn. En cualquier caso, la Comisión mantendrá su compromiso.

 
  
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  José Ignacio Salafranca Sánchez-Neyra, en nombre del Grupo PPE-DE. (ES) Señora Presidenta, señora Comisaria, Señorías, ante todo quisiera expresar mi reconocimiento a la Comisaria Ferrero-Waldner. En primer lugar, por su compromiso positivo y activo con la causa de la consolidación democrática en ese país; en segundo lugar, por el acierto de haber enviado a ese país, que atraviesa circunstancias muy difíciles, una misión de observación electoral. Ello ha garantizado la presencia de la Unión Europea, que está viva, a pesar de la crisis que estamos viviendo y del debate que hemos presenciado esta tarde, con el Presidente en ejercicio del Consejo, el Primer Ministro británico, señor Blair, y demuestra claramente que no estamos ensimismados en la contemplación de nuestros propios problemas, sino que somos solidarios con los problemas de otros países que sufren y que han vivido circunstancias extremadamente difíciles, como es el caso de Afganistán.

Celebro la presencia en este debate de los miembros de la delegación del Parlamento Europeo. Veo al señor Evans, a la señora Scheele, al amigo Philippe Morillon, a la señora Nicholson y al señor Schröder. Quisiera aprovechar este debate en el Pleno de nuestro Parlamento para, al igual que en la rueda de prensa que hicimos con Emma Bonino en Afganistán, manifestar nuestro reconocimiento a los candidatos que fallecieron en este proceso electoral, a los agentes electorales y, sobre todo, a los ciudadanos de la Unión Europea que perdieron su vida en esta noble misión de prestar su contribución a la causa de la consolidación democrática en este país.

Pienso en el soldado francés que falleció justo cuando nosotros estábamos realizando nuestra misión y, también, en los diecisiete bravos soldados españoles que perdieron su vida en un accidente de helicóptero, a quienes tuvimos ocasión de rendir un homenaje de gratitud y de reconocimiento en la visita que realizamos a Herat, la base donde aquéllos tenían su cuartel general, y también en la visita que hicimos al Gobernador, al Presidente, a las autoridades de las Naciones Unidas, a mujeres candidatas y al General Jefe de la misión de las Fuerzas de la OTAN en ese país.

Desde un punto de vista general, quisiera decir que nuestra misión de parlamentarios europeos asumió plenamente las conclusiones resultantes de la extraordinaria labor realizada por la colega Emma Bonino, y también manifestamos, desde un punto de vista político, el juicio acerca de las prioridades que la Unión Europea debería prestar para el futuro.

Pensamos, fundamentalmente, en la consolidación democrática del país, desde una perspectiva institucional y en el respeto de los derechos humanos y, sobre todo, del derecho de las mujeres; porque no se puede construir el desarrollo democrático en un país sin contar con la contribución de sus hombres y de sus mujeres y de su derecho a determinar su propio destino para el futuro.

Señora Presidenta, la delegación del Parlamento Europeo expresó la conveniencia de que nuestro Parlamento prestase su contribución al Proceso post-Bonn, albergando y organizando una amplia conferencia que contara con la participación de la Comisión, de los Estados miembros participantes en acciones unidas de la OTAN y, por supuesto, de los nuevos representantes en el Parlamento afgano, para, de ese modo, ir perfilando y jalonando los desarrollos de su propio futuro.

También pensamos que era importante que el Parlamento Europeo apoyase decididamente la declaración conjunta que la Comisión va a firmar con las nuevas autoridades y con el Gobierno afgano, para dar un marco institucional y un cauce a la amplia y generosa colaboración que nuestro Parlamento ha venido desarrollando.

Asimismo, le pedimos a la Comisión que reflexionase acerca de la conveniencia de que en un futuro se estableciera un amplio acuerdo de asociación que pudiese canalizar y establecer un formato institucional para el futuro de la cooperación.

Señora Presidenta, nos sentimos muy tranquilos después de la declaración que ha hecho la Comisaria Ferrero-Waldner, en la que afirma que la Unión Europea seguirá prestando su contribución a los dividendos de la paz, de la comprensión, de la concordia y de la reconciliación en ese atormentado país que ha sido hasta ahora Afganistán.

Termino, señora Presidenta, agradeciendo a Emma Bonino, con la que hemos trabajado en una magnífica sintonía, la hospitalidad y el apoyo que brindó a la delegación del Parlamento Europeo.

 
  
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  Robert Evans, en nombre del Grupo del PSE. – (EN) Señora Presidenta, las elecciones del mes pasado en Afganistán fueron un hito importante y quiero hacerme eco del homenaje a la señora Bonino y a sus colegas por el trabajo que realizaron. Después de todo, eran las primeras elecciones parlamentarias desde 1979. La participación, que fue superior al 50 %, no tiene nada que envidiar a otras contiendas electorales en el mundo.

Hubo problemas, pero los que quieren criticar –no necesariamente en esta Cámara– tienen que recordar el punto de partida, y las palabras de la Comisaria, «caos» y «devastación», realmente lo resumen. Aunque Afganistán dista mucho de ser perfecto, ha recorrido un largo camino. En calidad de observadores, nos sentimos muy orgullosos de presenciar no solo la asistencia de mujeres a los colegios electorales –muchas optaron por no ponerse el burka, como es su derecho–, sino también la presencia de funcionarias electorales y candidatas. Ahora sabemos que muchas mujeres han salido elegidas. Así pues, Afganistán ha recorrido un largo camino.

En la lista, uno de los primeros nombres elegidos fue el de la activista de los derechos de las mujeres, Malalai Joya. Será una de las 62 mujeres diputadas al Parlamento, un gran logro impensable hace no mucho tiempo. Algunas fueron elegidas por derecho propio, y otras en virtud de la norma que exige un 25 % de mujeres. Pero también han resurgido algunos fantasmas del pasado brutal de Afganistán.

Cuando estuvimos observando las elecciones, el Presidente Karzai nos explicó su opción, o la opción, por el sistema electoral –al que también ha hecho referencia al Comisaria–, basado en un voto único no transferible. Esto implica que no se puede apoyar a un partido político público en las papeletas electorales, sino que se presenta a los votantes una lista de literalmente cientos de nombres entre los que elegir. Escondidos en esas listas de nombres hay personas de reputación bastante dudosa, algunos implicados en crímenes de guerra según grupos de derechos humanos. El antiguo gobernador talibán Mawlawi Mohammadi, que supervisó la destrucción de las estatuas de Buda, resultó elegido en una provincia con menos del 10 % de los votos, lo cual revela sin duda un defecto del sistema. El mulá Raketi, comandante de una unidad militar talibán, fue elegido en otra provincia.

Así pues, la tarea a que se enfrenta el Presidente Karzai no es fácil. Tiene que ayudar a esas fuerzas dispares a formar un órgano legislativo viable y eficaz. Uno de los retos cruciales a que se enfrenta es abordar el grave problema de la drogadicción en el país, al que también se ha referido la Comisaria. El ejército y las autoridades policiales tienen que trabajar juntos con todos los órganos internacionales para buscar alternativas para los cultivadores de adormidera. Otro es abordar la alarmante disponibilidad de armas, que pudimos constatar en Kabul y en todo Afganistán.

El año pasado, la Presidencia neerlandesa hizo muchos planes para apoyar y ayudar a Afganistán. No debemos olvidarlos. La Misión de Observación del Proceso Electoral a la que me he sentido orgulloso de pertenecer tiene que formar parte de un proceso más largo y profundo de apoyo a Afganistán.

 
  
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  Emma Bonino, en nombre del Grupo ALDE. – (IT) Señor Presidente, señora Comisaria, Señorías, quiero aprovechar esta ocasión para dar las gracias en nombre de esta Cámara a los que formaron parte de mi equipo central, los observadores a largo plazo, que pasaron conmigo, en este país extraordinario pero muy difícil, cuatro meses en condiciones a veces muy peculiares, muy tensas y también muy emocionantes, pero no siempre fáciles. No les verán ustedes jamás, pero existen, estaban allí, bajo la bandera europea. Creo que hicieron un buen trabajo representando el apoyo a la democracia que es el terreno común de todos nosotros, el valor fundamental que queremos mantener.

Dentro de poco, la misión hará público, previa consulta a la Comisión, el informe final sobre las elecciones y, por primera vez, nos comprometeremos también, previa consulta, a elaborar un informe sobre la democratización y los pasos futuros. Por supuesto, todo el desarrollo electoral ha tenido momentos difíciles, que además ya habíamos anticipado en la declaración preliminar, y ha habido también momentos de preocupación, como la detención de Mohaqui Nasab –un periodista que edita un semanario sobre los derechos de la mujer–, detención que fue declarada ilegal por el propio responsable de la Comisión de Medios de Comunicación de las autoridades afganas. Creo que es un factor de preocupación, y espero que las instituciones europeas se lo hagan saber a nuestros amigos afganos y a las autoridades del país, o les recuerden la necesidad de respetar la ley y el Estado de Derecho.

Además, por lo que respecta, como usted ha dicho, al futuro seguimiento de la Conferencia de Bonn, quisiera resaltar dos cosas. En primer lugar, debemos ser conscientes de que se trata de un compromiso por lo menos a medio o largo plazo, cualquiera que se la fórmula que se adopte. Segundo, quisiera destacar la dimensión regional, tan importante para el éxito global de Afganistán. Ya se hable de seguridad, de comercio o de desarrollo económico, la dimensión regional es sin duda un elemento que hay que tener en cuenta.

Sin embargo, es cierto también que Afganistán es uno de esos países en los que el compromiso internacional, en particular el europeo, puede marcar la diferencia. Afganistán es un país constreñido entre un futuro posible y un pasado muy anticuado. Pero a mi entender tiene los recursos humanos necesarios para mirar al futuro. Cuando veo a miles de niñas salir de la escuela con el uniforme negro y el pañuelito blanco, con libros normales en la cartera, pienso que esto es el futuro, aunque falten aún muchos años para su plena realización. Pero precisamente en estos aspectos podemos marcar la diferencia, aunque no solos. Es necesario también que los amigos estadounidenses permanezcan en el país en este momento todavía difícil desde el punto de vista de la seguridad, esperando que en su comportamiento se muestren más respetuosos con las tradiciones locales, cosa que no siempre sucede.

Sigo convencida, pues, de que es posible un futuro. Depende de los afganos, qué duda cabe, pero también depende de nosotros. Creo que esta es la esperanza y el compromiso que motivó la visita que nos hizo usted y también la visita de la delegación europea y nuestra presencia durante tantas semanas, que, a mi entender, se ha ganado también el respeto y el reconocimiento del propio pueblo afgano.

 
  
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  Marie Anne Isler Béguin, en nombre del Grupo Verts/ALE. – (FR) Señora Presidenta, señora Comisaria, en primer lugar quisiera excusar a mi colega, la señora Beer, que desgraciadamente no ha podido participar en este debate y habría deseado estar entre nosotros. Como decían nuestros colegas, creo que podemos felicitarnos del desarrollo de las elecciones legislativas en Afganistán el 18 de septiembre de 2005. Aunque se hayan producido actos violentos en los últimos meses, especialmente contra candidatos o escrutadores, el día de las elecciones se desarrolló en un clima de no violencia. Es una buena señal en el camino hacia la democracia y el Estado de Derecho en Afganistán.

Ahora, como europeos, debemos concretar nuestro compromiso sobre el terreno. Estamos a favor de una ampliación de la misión de la ISAF, porque su misión es la reconstrucción y la consolidación del Estado. Es una misión importante, señora Comisaria, porque genera un clima propicio para el desarrollo del país tras decenios de guerra.

A este respecto, es muy importante subrayar una cosa: no se deben mezclar las dos misiones, la de la ISAF y la de la Operación Libertad Duradera. La segunda, que corre a cargo de los Estados Unidos, está destinada a combatir el terrorismo, es decir, a los talibanes. Se trata de operaciones de combate. Si se mezclan las dos misiones de reconstrucción, se perderá la confianza de la población y se empañará la buena reputación de esta misión.

Por otra parte, hará muy difícil la situación para las ONG, que cooperan ahora con la ISAF. Hay que plantear también la cuestión de las drogas en el país, como usted ha hecho, señora Comisaria. Es necesario un proyecto que tenga en cuenta todos los aspectos relacionados con este problema, que afecta tanto a la agricultura como a la salud y a la economía afgana en general. Por supuesto, repercute también en los países vecinos.

Quisiera señalar un último punto importante. El Gobierno actual del Presidente Karzaï ha firmado contratos para el estacionamiento de tropas norteamericanas por tiempo indefinido. No nos parece bueno para la estabilidad en la región. Una vez concluida la construcción del Estado, Afganistán será una nación soberana que no necesitará tropas extranjeras.

 
  
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  Luisa Morgantini, en nombre del Grupo GUE/NGL. – (FR) Señor Presidente, Señorías, lamento decir que no pude participar en las elecciones en Afganistán: lo habría hecho con sumo gusto, pero el sistema d’Hondt del Parlamento no me lo permitió.

Estoy realmente convencida de que los procesos de cambio en curso en Afganistán son concretos, efectivos y reales. Pero son lentos, difíciles y complejos. Un ejemplo de crecimiento de la democracia nos lo ofrece justamente una joven, Malalaia Joya, de 26 años de edad, a quien conocí cuando solo tenía 18 y trabajaba clandestinamente en Afganistán enseñando a las mujeres, y que fue elegida en una provincia difícil de Afganistán. Fue ella, entre otros, la que dijo hace dos años en la Loya Jirga y con toda claridad: «Los señores de la guerra aún siguen aquí».

El hecho de que una mujer como esta haya conseguido ser elegida, a pesar de las dificultades y las intimidaciones que ha tenido que sufrir –y estoy segura de que contribuirá a la construcción de la democracia en Afganistán– es un hecho extraordinario, porque, a mi entender, estas elecciones han sido positivas. También yo doy las gracias a Emma Bonino –de quien me fío, aunque disentimos en muchos temas, por ejemplo en Oriente Medio, pero en cuyo carácter democrático confío plenamente– por su presencia en Afganistán y me satisface mucho que la Unión Europea haya desempeñado un papel tan positivo.

Si Malalaia Joya es un ejemplo del nuevo Afganistán, lo es también Omar, un chico que conocí cuando aún estaban los talibanes y que decía: «Yo quiero vivir: no estoy luchando contra los talibanes solo por las mujeres, sino también por mí, porque no quiero tener barba y quiero escuchar música». También Omar ha sido elegido y esto representa, en mi opinión, otro hecho extremadamente positivo.

No obstante, no podemos ignorar las complejidades y las difíciles decisiones que debe tomar el Presidente Karzai, que en realidad ha optado ya por no castigar a los señores de la guerra, cosa que por ejemplo Human Rights Watch quisiera que hiciera, sino que ha tomado el que es quizás el único camino posible en esta fase, a saber, permitir que también los señores de la guerra fueran elegidos.

Considero que hay un problema grave por lo que respecta, por ejemplo, a la Fuerza Internacional de Asistencia a la Seguridad, que desempeña indiscutiblemente un papel muy positivo, aunque yo personalmente sea contraria a cualquier guerra o participación militar. Sin embargo, el papel desempeñado por las fuerzas estadounidenses no es positivo para la resolución del conflicto, la reconciliación y el desarrollo de Afganistán. No me refiero solo al horror de ver dos cuerpos de talibanes quemados –supuestos talibanes, porque a fin de cuentas así se considera a todos–, sino que me refiero también a la ausencia de legalidad y a la falta de normas, como sucede en la prisión de Bagram, en la que están recluidos talibanes sin ningún tipo de control.

Precisamente porque necesitamos razonar, comprender y cambiar juntos, creo que no podemos ocultarnos verdades que, ateniéndonos a las reacciones de los afganos que hemos visto en televisión, pueden crear conflictos. A este respecto, considero importantísimo el papel desempeñado por la UE en estas cuestiones. Expreso todo mi agradecimiento, no solo a la señora Comisaria, sino a toda la Unión Europea, que está trabajando de distintos modos para conseguir que Afganistán esté a favor de la democracia. No obstante, para alcanzar este objetivo, debemos trabajar de verdad por reforzar las instituciones estatales y por que las ONG y la sociedad civil puedan hacerse oír.

 
  
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  Vytautas Landsbergis (PPE-DE).(LT) Por ahora, Afganistán es el único caso en que una organización terrorista declaró la guerra al Estado democrático más poderoso del mundo y tenía una dirección conocida. Esa dirección era un Estado atrasado, que protegía a una organización terrorista, era el Afganistán gobernado por los talibanes. Por consiguiente, la alianza democrática fue capaz de dirigir su represalia a un punto geográfico definido eliminando la tiranía de los talibanes y abriendo la perspectiva de la democracia para los afganos. De hecho, uno no podía evitar sentirse conmovido al ver a un enorme número de personas corrientes, sobre todo mujeres del campo, que por primera vez en su vida iban a votar con la esperanza de un mejor sistema, libertad y respeto por todas las personas. Veremos que, aunque pueden tener partidarios, después de la retirada de los talibanes, ninguna de las organizaciones terroristas repetirá el error de ofrecer tarjetas de visita con una dirección a la que apuntar. Han forzado a otros en una situación en que todo lo que pueden hacer es defenderse y se crea una mayor confusión cuando terroristas de Jordania, Irán, Arabia Saudí y otros lugares, que actúan en Iraq no son llamados invasores, sino insurgentes. Sin embargo, Afganistán, después de haber sido el primer escenario de la guerra global contra el terrorismo, ya está desarrollando una verdadera democracia. Iraq es ahora la fatal línea de frente de la guerra total de los fanáticos contra Occidente, mientras que Afganistán está ahora casi detrás del frente. No obstante, la oportunidad para la democracia y los derechos humanos en Afganistán supone una gran prueba para todo el mundo. La Unión Europea ha hecho una contribución significativa y toda Europa ha de echar una mano en la construcción histórica de este nuevo Estado. Estoy orgulloso de que mi país, Lituania, también ofrezca su ayuda asumiendo la responsabilidad de toda una región. Los lituanos están ayudando a construir el nuevo Afganistán. Más Estados europeos podrían hacer lo mismo. El éxito en Afganistán supondrá la primera derrota del frente de terroristas globales, así como la esperanza de que este nuevo tipo de agresión totalitaria puede rechazarse. Gracias.

 
  
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  Karin Scheele (PSE). – (DE) Señora Presidenta, hablado como uno de los miembros de la delegación que fue enviada para observar las elecciones, quiero expresar mi más sincero agradecimiento a nuestro presidente, el señor Salafranca Sánchez-Neyra, por el buen trabajo que ha realizado la delegación en Afganistán, y también por supuesto, a Emma Bonino, que dirigió la misión de observación de la UE, y a los observadores a largo plazo de la Unión Europea, que realizaron un magnífico trabajo y siguen haciéndolo en cierta medida.

Dado que muchos de nosotros hemos recalcado ya la importancia de estas elecciones como una fase del proceso democrático de Afganistán, quisiera centrarme en la cuestión única de la participación de las mujeres afganas en la vida política. Por supuesto leímos mucho, mientras el régimen talibán estaba en el poder, acerca de la opresión de las mujeres afganas, y complace mucho ver, a partir de los resultados de las elecciones, que las mujeres conforman el 27 % de los futuros diputados al Parlamento. La cuota del 25 % para las mujeres ha sido muy útil en este sentido.

No obstante, no quiero pasar por alto el hecho evidente de que no bastará con tener una cuota y mantener tranquilos a los países donantes para que, en el futuro, las mujeres afganas participen más en la vida política y vean que su posición social sigue mejorando. Los indicadores sociales evidencian que la situación es aún muy difícil. Es significativo que el jefe de nuestra delegación, el señor Salafranca Sánchez-Neyra dijera en una conferencia de prensa en Afganistán que la Unión Europea, al controlar los desarrollos en Afganistán, examinará de cerca la situación de los derechos humanos y los derechos de las mujeres en particular.

Asimismo es preciso mencionar las condiciones en las que se ven obligadas a trabajar algunas organizaciones no gubernamentales en Afganistán. La Comisión ha de dejar bien claro que las ONG siempre serán nuestros socios para que no sean sometidas a la represión.

 
  
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  Nicholson of Winterbourne (ALDE).(EN) Señora Presidenta, la señora Ferrero-Waldner ha puesto la nota adecuada al comienzo de su discurso cuando ha dicho que esta era una ocasión histórica: las primeras elecciones desde hace decenios y las primeras elecciones parlamentarias en las que creemos que se permite participar a las mujeres.

Personalmente, para mí ha sido un gran honor formar parte del equipo que ha podido ser testigo de este evento tan trascendental. Quiero dar las gracias de todo corazón a nuestro buen colega, el señor Salafranca Sánchez-Neyra, que nos ha dirigido tan maravillosamente bien. Esta es la segunda vez que he trabajado estrechamente con él en unas elecciones; justo antes de eso estuvimos juntos en el Líbano. También quiero dar las gracias a mi colega desde hace mucho tiempo y a quien siempre he admirado, la señora Bonino, que dedica sus esfuerzos a Afganistán desde hace mucho tiempo. Tuvo la valentía de ir allí mientras los talibanes estaban en el poder. Muy pocas mujeres habrían demostrado su coraje y compromiso, y continúa con su trabajo.

Yo opté por realizar el seguimiento de los colegios electorales reservados a las mujeres. Vi miles de mujeres, la mayoría de ellas con burkas y la cara cubierta. Por supuesto, se los quitaban cuando entraban en las cabinas electorales reservadas a las mujeres. No sabían muy bien qué hacer una vez allí. Algunas pasaron media hora devanándose los sesos desesperadamente, intentando entender qué significaba el papel que tenían delante, qué tenían que hacer y cómo marcar una señal. No habían recibido educación. No olvidemos que Afganistán es una de las dos naciones más pobres del mundo. Sus estadísticas de salud solo son similares a las de Somalia. Ayudaremos a Afganistán en los años venideros en materia de educación y cuidados sanitarios preventivos, lo básico. Es correcto y necesario que lo hagamos.

No obstante, también debemos recordar a aquellas personas de la Unión Europea que ya han dado sus vidas por Afganistán. Guiados por el señor Salafranca Sánchez-Neyra, fuimos testigos de un tributo maravilloso y conmovedor a 17 soldados españoles muertos, cuyos nombres estarán grabados para siempre en el lugar de su muerte. Sacrificaron sus vidas por el futuro de los ciudadanos de Afganistán.

No podemos rendirnos. El país está sumido en una pobreza desesperada. Estaremos allí durante mucho tiempo, pero es la clase de trabajo para el que la Unión Europea está muy bien preparada.

(Aplausos)

 
  
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  Georgios Toussas (GUE/NGL).(EL) Señora Presidenta, Señorías, durante décadas, los ciudadanos de Afganistán han pagado con sangre y una tremenda destrucción las continuas intervenciones del imperialismo, porque el país tiene una gran importancia geoestratégica.

El hipócrita interés de los imperialistas norteamericanos y europeos en el ataque terrorista, los derechos humanos y la democracia en Afganistán constituye un insulto y una burla a la historia, porque fueron ellos quienes apoyaron política, moral, financiera y militarmente a la más ciega y reaccionaria de las fuerzas, a fin de bloquear la senda de los ciudadanos afganos hacia el progreso y convertir el país en una base militar avanzada.

La guerra desatada en 2001 por los Estados Unidos de América y la OTAN, con el beneplácito de la Unión Europea, tiene por objeto lograr el control militar y político del país que hoy en día está bajo la ocupación.

Por consiguiente, allí se ha construido una de las mayores bases de los Estados Unidos de América, amenazando a los países vecinos. El país ha caído en manos de servidores de los EE UU ansiosos de poder y el único desarrollo que se aprecia es el cultivo y el tráfico de opio.

Los esfuerzos por parte de los ejércitos de ocupación de los EE UU y los países de la Unión Europea van dirigidos a establecer fuerzas y Gobiernos sobre los que tener un control absoluto.

La condición previa de cualquier perspectiva de solución en beneficio de las personas es sobre todo que las fuerzas ocupantes abandonen el país y que la población, en medio de dificultades realmente tremendas, encuentre su camino hacia la paz y la independencia.

 
  
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  Ryszard Czarnecki (NI).   (PL) Señora Presidenta, quiero felicitar a la Comisaria y a la señora Bonino por su enfoque activo. Asimismo me gustaría alabar la la labor del señor Salafranca, jefe de la delegación.

Esta cuestión es sumamente compleja. Afganistán puede volver la vista a una historia orgullosa durante la cual los habitantes de las tierras altas de Afganistán lucharon contra los invasores. Sin embargo, al mismo tiempo no cabe duda de que en ciertos sentidos, se puede decir que el país exporta drogas al resto del mundo. Me complace que la Unión Europea no dé la espalda a Afganistán y que los contribuyentes europeos, por decirlo con claridad, financien medidas para promover la democracia en un país que podría parecer dejado de la mano de Dios. Ni que decir tiene que sería un desastre si los estadounidenses fueran los únicos en interesarse por Afganistán. Al margen de los costes, me complace que la Unión Europea esté financiando el arduo y largo proceso de fortalecimiento de la democracia en Afganistán, y que hayamos ofrecido una verdadera ayuda durante las recientes elecciones. Creo que fue un momento decisivo, aunque habrá que ver cuánto durará la tendencia.

Evidentemente deberíamos recordar el hecho de que un gran número de países ejercen una influencia sobre Afganistán, ya sea en términos políticos o económicos. Vale la pena observar que el país es indudablemente un foco de intereses iraníes y paquistaníes, así como de intereses estadounidenses.

Asimismo hay que mencionar el hecho increíble de que la gran mayoría de los ingresos de Afganistán proceden del tráfico de drogas, mientras que el presupuesto del Estado solo cubre una tercera parte de los salarios de los funcionarios. Sin la ayuda de los EE UU y la UE, el país simplemente no existiría. Deberíamos formularnos una pregunta muy directa, en concreto si Afganistán no estaría exportando el terrorismo al resto del mundo en una medida aún mayor de lo que hace ahora si no le ofreciéramos ayuda financiera. Creo que merece la pena prestar nuestro apoyo al proceso de democratización del país.

Hay otro punto que es preciso señalar. Es bien sabido que los europeos están mejor valorados, o quizás son más aceptados en Afganistán que nuestros amigos norteamericanos. Esta es una señal de que la UE debería preocuparse más de Afganistán, y de que deberíamos mantener nuestra presencia en el país. Quiero dar las gracias a todos los diputados del Parlamento que ondearon la bandera de la Unión Europea en Afganistán y mostraron al pueblo afgano que queremos ayudarles.

Creo que este debate es una prueba del interés del Parlamento en esta cuestión clave. Afganistán no es uno u otro país lejano, sino que es un verdadero problema europeo.

 
  
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  Jürgen Schröder (PPE-DE). – (DE) Señora Presidenta, señora Comisaria, quiero empezar dando las gracias a la señora Bonino y al señor Salafranca Sánchez-Neyra por haber realizado un trabajo tan bueno bajo su dirección en Kabul. Asimismo, quiero expresar mi gratitud a todos los diputados de esta Cámara que estaban con nosotros allí.

Quizás se me permita volver al tema que ha sido tratado varias veces esta tarde, en concreto las críticas que se han dirigido a Afganistán, un país que creo ha dado un enorme salto adelante y está a punto de dar más saltos. Deberíamos ser muy, muy moderados en nuestras críticas; los europeos no tenemos ningún motivo para señalar con el dedo a este país, que ha sufrido tanto, y decir quién debería ser castigado y qué ha hecho mal.

Sin duda, muchas cosas han salido mal y muchas más saldrán mal, pero consideremos la historia de Europa en el pasado siglo, la de mi país por ejemplo: incluso en la vieja República Federal, después de la Segunda Guerra Mundial, muchas personas con vínculos con el antiguo régimen fueron aceptadas en el servicio público e hicieron carrera en él. Recientemente, la parte occidental –a la cual pertenezco– ha mimado a la antigua nomenklatura soviética, y hablar con antiguos jefes de la KGB se ha convertido en algo de lo cual alardear, y así sucesivamente. Quiero advertir contra la tendencia a decirles continuamente a los afganos, desde una posición como la nuestra, lo que tienen que hacer.

Están sucediendo muchas cosas buenas; me impresionó mucho el alto grado de imparcialidad y compromiso demostrado por la gente joven. Había muchas personas jóvenes que ayudaban en los colegios electorales y cuando les preguntamos qué querían, nos contestaron: «Queremos educación, educación y más educación».

Acabaré diciendo que me gustaría mucho que esta Cámara creara una delegación para las relaciones con Afganistán, pues creo que es la mejor manera en que podemos ayudar a los parlamentarios de ese país.

 
  
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  Józef Pinior (PSE).   (PL) Señora Presidenta, quiero rendir homenaje al pueblo afgano y a las autoridades del país, en particular al Presidente Karzai, por haber conseguido celebrar elecciones libres. Se trata de un paso crucial hacia el establecimiento de la democracia y la paz en Afganistán. Cinco mil setecientos candidatos se presentaron en las elecciones celebradas el 18 de septiembre de este año a los consejos provinciales y a la Wolesi Jirga, que es la Cámara Baja de la Asamblea Nacional, y esta cifra incluye a 575 mujeres.

La escala de los problemas que suponía celebrar las elecciones puede calcularse por el hecho de que se abrieron 26 000 colegios electorales en todo el país. La papeleta para Kabul, por citar solo un ejemplo, sumaba siete páginas, e incluía a 617 candidatos para 62 escaños en el distrito electoral. El 30 % de los escaños en la Wolesi Jirba y los consejos provinciales están reservados a las mujeres. Aunque el número de mujeres que votaron en las elecciones presidenciales de 2004 superó los tres millones, en las elecciones de este año se registraron más de 7 000 nuevas votantes, lo cual representa un 44 % de los nuevos votantes registrados.

Este es solo el primer paso hacia la democracia en Afganistán. La misión preelectoral del Parlamento, que visitó Afganistán del 14 al 19 de julio de este año bajo el liderazgo del señor Brok, Presidente de la Comisión de Asuntos Exteriores y de la señora Morgantini, Presidenta de la Comisión de Desarrollo, celebró tres reuniones con candidatos a las elecciones, organizaciones de mujeres, grupos de derechos humanos y ONG en Kabul, Herat y Bamiyan. Las personas con las que nos reunimos confiaban en que la democracia saldrá victoriosa, aunque también expresaron su preocupación por las amenazas a este proceso.

Desde mi punto de vista, las amenazas clave son el estado de la seguridad en el país, la violencia contra las mujeres y la corrupción. Muchos de los antiguos líderes militares acusados de violaciones de los derechos humanos o incluso de crímenes se presentaron a las elecciones y consiguieron escaños. Asimismo existe el riesgo de que elementos criminales, sobre todo los barones de las drogas y los contrabandistas, consigan influir en la política del país. La Unión Europea debe hacer todo lo que esté en sus manos para estabilizar la democracia y la sociedad civil que vuelve a surgir en Afganistán.

 
  
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  Philippe Morillon (ALDE).(FR) Señora Presidenta, señora Comisaria, cuando el mes pasado acompañé a la delegación encabezada por mi colega y amigo, el señor Salafranca, volvía por quinta vez en cinco años a un territorio del que no solo he visitado la capital, sino que he recorrido en su mayor parte, desde el valle del Panshir, al norte, hasta Kandahar, capital del sur pashtún, pasando por Herat, Mazar-i-sharif y Bamiyan, el lugar de los budas gigantes, víctimas en 2001 de la estúpida barbarie de los talibanes.

En todas esas ocasiones me impresionó el deseo de paz y reconciliación que anima a la enorme mayoría de la población, una población saturada de violencia tras treinta años de guerra civil e internacional, una población vacunada contra cualquier riesgo de retorno al poder de los integristas islámicos, que tanto les hizo sufrir bajo el régimen del mulá Omar.

En cada nuevo contacto pude constatar asimismo lo difícil que sigue siendo la tarea de reconstrucción y cuán necesaria es, por consiguiente, la ayuda que la Unión Europea debe seguir aportando. Solo abordaré aquí un aspecto de esta ayuda, la relativa al restablecimiento de la seguridad, demasiado a menudo amenazada aún en algunas provincias. Esta ayuda se aporta hoy mediante la conjugación de los esfuerzos del ejército nacional afgano con las fuerzas internacionales, articuladas a su vez en dos categorías, con mandatos diferentes: la coalición, bajo mando norteamericano, que actúa esencialmente en la frontera pakistaní, y la ISAF, que usted ha dicho y subrayado que es mayoritariamente europea y que se ha desplegado progresivamente por el resto del país.

Esta dualidad es una fuente de ineficacia: celebro que la Alianza Atlántica se plantee ahora asumir la misión bajo un mando único y con un nuevo mandato de las Naciones Unidas. Cuando llegue el momento de discutir sus términos, señora Comisaria, quisiera hacerme intérprete de los propios afganos, que insisten en la necesidad, prioritaria, de ser protegidos contra las ingerencias de sus vecinos de Pakistán e Irán, y estiman que, una vez hecho esto, serán capaces de resolver sus propios problemas entre ellos.

 
  
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  Benita Ferrero-Waldner, miembro de la Comisión. Señora Presidenta, quisiera comentar algunos puntos que se han planteado en el debate. Uno de esos puntos es la cuestión de las personas que han atentado contra los derechos humanos y que han sido elegidos al Parlamento, porque esto nos preocupa a todos.

Lamentablemente, no le ha sido fácil a Afganistán embarcarse en un proceso de asunción de su pasado, y espero que sea cuestión de tiempo. En estas circunstancias, es sumamente lamentable, pero tal vez inevitable que estas primeras elecciones tras un conflicto comporten la elección al Parlamento de algunos individuos cuestionables.

Políticamente, la cuestión clave es cuánta influencia tendrán estos individuos en el Parlamento, y creo que es demasiado pronto para juzgarlo, puesto que el sistema de votación, como muchos han mencionado, incluida yo misma, es muy complicado. No hay bloques partidistas claros. Sin duda, el Parlamento estará muy fragmentado.

También me gustaría subrayar algunos aspectos positivos sobre algunas de las personas que fueron elegidas. Hubo personas valientes, defensores de la justicia y los derechos humanos en Afganistán, que también consiguieron ser elegidos, inclusive, como muchas de sus Señorías han mencionado, un número significativo de mujeres. Conocí a algunas de las candidatas y tengo que reconocer que me sorprendió de verdad y aprecié enormemente su valor. Cuando las conocí, dijeron que habían estado trabajando con muchas mujeres, y estoy segura de que todas ellas dijeron «saldremos elegidas». En definitiva, así ha resultado. Es un paso muy positivo.

Además, también es positivo observar que, aunque algunos talibanes hayan sido elegidos, muchos talibanes importantes no tuvieron éxito en las urnas. El ex Ministro de Exteriores, el ex Viceministro del Interior y el ex Viceministro de Justicia fueron derrotados. Estoy segura de que los votantes sabían a quién no debían votar.

Quiero decir también algo sobre las drogas. Sabemos que la cuestión de las drogas sigue siendo muy importante. También lo hemos debatido con el Presidente Karzai y estamos trabajando con la Presidencia del Reino Unido para ver qué podemos hacer en el futuro para abordar este problema de forma todavía más enérgica en dos frentes –el primero de los cuales son las plantaciones alternativas y el segundo es la justicia y la ley–, que es preciso reforzar.

Por último, la educación es una de las cuestiones clave. Quisiera recalcar esta cuestión de cara a futuros programas, no solo porque concierne a toda la sociedad, sino concretamente porque durante muchos decenios las mujeres no han tenido ninguna oportunidad y eso debemos compensarlo de alguna manera. Solo en 2004 construimos 50 escuelas y guarderías. También tenemos un proyecto específico para los niños de la calle. He visitado este proyecto y de nuevo debo decir que he visto el valor y el entusiasmo que hay entre los jóvenes, las preciosas niñas y los niños guapísimos que tienen un futuro. Quieren salir de las calles donde normalmente venden hortalizas y otras cosas pequeñas. Estoy de acuerdo en que la educación y la sanidad serán las cuestiones claves, y sin duda seguiremos haciendo hincapié en esas cuestiones.

(Aplausos)

 
  
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  La Presidenta. El debate queda cerrado.

La votación tendrá lugar durante el periodo parcial de sesiones de noviembre.

 

21. Situación en Azerbaiyán en vísperas de las elecciones
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  La Presidenta. De conformidad con el orden del día, se procede a la declaración de la Comisión sobre la situación en Azerbaiyán en vísperas de las elecciones.

 
  
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  Benita Ferrero-Waldner, miembro de la Comisión. (EN) Señora Presidenta, Azerbaiyán es uno de los socios clave de la Unión Europea en la región del Cáucaso Meridional, especialmente en virtud de su situación geoestratégica y a sus recursos energéticos. Por ello, el año pasado propusimos al Consejo que Azerbaiyán, junto con Armenia y Georgia, fueran incluidos en la Política de Vecindad Europea con el fin de reforzar más nuestras relaciones, partiendo de la base del Acuerdo de Asociación y Cooperación vigente desde julio de 1999.

La Comisión ha estado siguiendo los preparativos para las elecciones parlamentarias del 6 de noviembre de 2005 con gran atención y cierta preocupación.

Los acontecimientos de la semana pasada, tan poco antes de las elecciones, son fuente de más preocupaciones. Algunos Ministros del Gobierno azerbaiyano han sido cesados por el Presidente Ilham Aliyev y arrestados posteriormente, acusados de delitos que van desde la corrupción y la malversación de fondos estatales hasta un intento golpe de Estado.

No podemos emitir ningún juicio sobre estas acusaciones, ni queremos interferir en las decisiones que el tome poder judicial azerbaiyano. No obstante, queremos señalar que será crucial que Azerbaiyán realice, de modo muy transparente, investigaciones justas y exhaustivas, y si es necesario, un juicio equilibrado con el fin de establecer la verdad.

Los arrestos contribuye inevitablemente a un deterioro preocupante en la atmósfera de la campaña electoral. Lamentablemente, la campaña ya ha estado marcada por varios episodios de violencia y algunos incidentes concretos.

Debido a este clima, hemos tenido noticia de que docenas de candidatos se han retirado en las últimas horas. Los partidos de oposición ya no tienen acceso a la televisión estatal y pública o este acceso está sujeto a tantas restricciones que no puede considerarse satisfactorio.

En todos los contactos mantenidos recientemente por la Comisión con las autoridades azerbaiyanas, hemos insistido enérgicamente en el respeto de las libertades fundamentales, incluidas, sin duda, la libertad de expresión y la posibilidad de que los partidos políticos organicen reuniones públicas sin restricciones indebidas y que accedan a los medios de comunicación. Asimismo hemos subrayado varias veces, también ante los representantes de la oposición, la necesidad de que dichos derechos se ejerzan de forma moderada y pacífica.

Coincidimos totalmente con la evaluación de la campaña electoral realizada por la OSCE-OIDDH en los dos informes provisionales publicados hasta la fecha. No puede negarse que se ha realizado cierto progreso en comparación con las elecciones parlamentarias de 2000 y las elecciones presidenciales de 2003. Se registraron más candidatos que nunca; las autoridades estatales han cooperado con los observadores internacionales; se ha concedido cierto acceso a la televisión a todos los partidos.

Por último, acogemos con satisfacción la decisión de las autoridades azerbaiyanas de introducir sistemas como el entintado de dedos, que podrían reducir drásticamente la posibilidad de votación múltiple, aunque esto se hizo muy tarde.

Mientras por una parte felicitamos a Azerbaiyán por este progreso, estamos de acuerdo con la OSCE-OIDDH en que puede que no sea suficiente. El preocupante deterioro del clima de la campaña electoral en los últimos días amenaza con ensombrecer totalmente este avance limitado.

Seguiremos examinando la situación muy de cerca durante toda la campaña electoral, el día de las elecciones y después del 6 de noviembre. De acuerdo con nuestra práctica bien establecida, no desplegaremos una Misión de Observación Electoral propia; junto con los países de la OSCE, se prestará apoyo a la oficina de la OSCE y a la oficina de la OIDDH, que llevarán a cabo esta tarea.

Como hemos subrayado varias veces recientemente, estas elecciones serán una prueba de fuego para Azerbaiyán y sus aspiraciones de acercarse a la Unión Europea en el marco de la Política de Vecindad Europea. Respecto a la cuestión de la Política de Vecindad, solo puedo decir que empezaremos las consultas acerca de los planes de acción en breve. Esperamos poder elaborar planes de acción satisfactorios en el curso del año que viene.

 
  
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  Charles Tannock, en nombre del Grupo del PPE-DE. – (EN) Señora Presidenta, el pasado mes de junio intervine en el Pleno en el debate sobre los derechos humanos. La situación de Azerbaiyán en ese momento era especialmente grave, con acusaciones de que el Gobierno retenía a presos políticos e incluso de que la tortura y los malos tratos bajo custodia policial eran frecuentes. Ahora intervengo como coautor de la resolución, puesto que este Parlamento me envía a Bakú como observador oficial de las elecciones del 6 de noviembre. Pero también hablo en mi calidad de ponente del Parlamento Europeo para la Política de Vecindad Europea, que ahora se va a ampliar a las tres repúblicas del Cáucaso.

Acojo con satisfacción el decreto del Presidente Aliyev, que al menos en teoría ordena a los funcionarios estatales de la Comisión Electoral Central que aseguren y lleven a cabo unas elecciones libres, justas y transparentes. También creo que el reciente cese de los Ministros de línea dura de la vieja guardia, que se resistían al cambio, como el ex Ministro de Sanidad, Ali Insanov, sugiere que el partido progubernamental dominante, YAP, se dé cuenta por fin de que ha llegado la hora de gestionar la transición a una democracia multipartidista de forma pacífica y acercar Azerbaiyán a las prácticas democráticas europeas.

Sin duda, el Parlamento recién elegido será políticamente más variopinto, con tantos candidatos registrados para elegir, y también contará con diputados tecnócratas más jóvenes y más independientes. El sistema de Gobierno sigue siendo en gran medida presidencial, por lo que las elecciones parlamentarias serán más una prueba de voluntad por parte del Estado de comprometerse permanentemente con la democracia de estilo occidental que un verdadero cambio en el ejercicio del poder, que no se producirá hasta las próximas elecciones presidenciales en 2008.

No obstante, sigue habiendo motivos de preocupación respecto a la libertad de prensa, al acceso político equilibrado a los medios de comunicación y al derecho de reunión y manifestación. También es verdad que Azerbaiyán sigue afectado por el enquistado conflicto irresuelto de Nagorno-Karabaj, cuya resolución únicamente podrá lograrse de modo pacífico mediante el diálogo a través del Grupo de Minsk.

Lamento el enorme aumento del gasto militar en la región y las amenazas de escalada y un rebrote de las hostilidades. Azerbaiyán disfrutará en breve de una enorme inyección de fondos, puesto que el petróleo –con precios históricamente altos– fluirá de Bakú pasando por Tbilisi al puerto mediterráneo turco de Ceyhan. Es importante que este dinero se utilice para enriquecer a todo el país de forma equitativa, y debe haber transparencia y un compromiso renovado por parte del Gobierno de luchar contra la corrupción pública.

Por último, espero que las negociaciones en torno al plan de acción con Azerbaiyán se reanuden en breve, una vez que se suspendan los enlaces aéreos directos con la parte norte de Chipre ocupada por Turquía, puesto que este asunto, sin duda, preocupa profundamente a la República de Chipre como Estado miembro de la UE.

Como coautor en representación de mi Grupo político, pido a la Cámara que vote a favor de esta resolución. Enviará un mensaje contundente al Gobierno de Azerbaiyán respecto a la posición de esta Cámara y las esperanzas del Parlamento Europeo, especialmente de un futuro democrático para ese país.

 
  
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  Hannes Swoboda, en nombre del Grupo del PSE. (DE) Señora Presidenta, le agradezco a la señora Comisaria que nos haya presentado un cuadro tan rico en luces y sombras. Aunque podemos destacar algunos avances dignos de mención y elogio, últimamente los nervios vuelven a estar a flor de piel, lo que ha dado lugar a algunas medidas que en realidad no son compatibles con unas elecciones libres.

Resulta vital que observemos las elecciones, no solo el día en que los ciudadanos acudan a los colegios electorales –donde algunas de las medidas que usted ha mencionado efectivamente podrían mejorar la situación– sino también durante el periodo previo; debemos observar la transparencia de los procesos, la medida en que es posible el acceso a los medios de comunicación y el margen disponible para el desarrollo y expansión de la oposición.

La cooperación de nuestra delegación con el Parlamento de Azerbaiyán nos brindó la oportunidad de comentar diversas circunstancias que nos dieron mucho que pensar. El embajador del país tuvo dificultades para explicar por qué se cancelaban o reprogramaban continuamente los mítines de la oposición o por qué tenían que celebrarse a las afueras de Bakú, lo que sin duda ha dificultado los intentos de la oposición de presentar su programa y sus candidatos durante el periodo previo a las elecciones.

Por ello, no me sorprende escuchar que algunos de los candidatos habían cambiado de opinión porque pensaban que ni la campaña ni las elecciones serían justas.

Azerbaiyán tendrá que aceptar que necesita realizar grandes progresos hacia la democracia y la transparencia. Sin lugar a dudas, el proceso de transformación que tiene por delante es difícil, pero –a pesar del conflicto candente en torno a Nagorno-Karabaj– se deben adoptar dichas medidas.

Algo que nos impresionó durante nuestra visita a Azerbaiyán –y de lo que tuvimos que tomar nota– fue que la gran conflictividad en la que estaba sumido el país era la excusa habitual que se alegaba para justificar la constante obstrucción de las medidas encaminadas a promover la modernización, la transparencia y la democracia. Comprendemos que a Azerbaiyán le conviene que el conflicto se resuelva y por supuesto esperamos que esto sea posible, pero no debemos permitir que este impida que el Gobierno se modernice y continúe desarrollando las estructuras internas del país.

Usted ha mencionado el acceso a los medios de comunicación; estos se enfrentan con grandes problemas, no en último lugar en lo relativo a su propia seguridad. No se puede garantizar la seguridad de los periodistas críticos e independientes; entre ellos recuerdo a Elmar Huseynov, cuyo asesinato todavía no se ha investigado de manera satisfactoria. Evidentemente acogeríamos con agrado que Azerbaiyán abordara con mucho mayor determinación estas cuestiones.

A este respecto, quisiera añadir algo más. Azerbaiyán se encuentra actualmente, gracias al rápido aumento de sus ingresos por el petróleo, en condiciones de poder recaudar una cantidad mucho mayor de fondos adicionales. Durante nuestra visita, oímos decir que ya no podemos ejercer ninguna influencia real a través de la Política Europea de Vecindad, puesto que el país ya no depende de los fondos europeos.

Debería ser evidente para Azerbaiyán que el interés de sus propios ciudadanos exige que el progreso social y económico esté asegurado y para ello se requerirá mucha más inversión, lo que a su vez exige como requisitos previos mayor transparencia, acceso público y democracia.

Señora Comisaria, sus afirmaciones son ciertas y las apoyo. La Comisión y esta Asamblea deberíamos hacer conjuntamente todo lo posible para asegurar que, en el Azerbaiyán poselectoral, el nuevo Parlamento pueda aplicar reformas más importantes. Por el bien de los ciudadanos de ese país no debemos escatimar esfuerzos para alcanzar ese fin.

 
  
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  Sarah Ludford, en nombre del Grupo ALDE. – (EN) Señor Presidente, las terceras elecciones desde la independencia están celebrándose en un ambiente profundamente desalentador en este sistema autocrático y corrupto. La violencia y el acoso caen sobre los seguidores de la oposición, periodistas y defensores de los derechos humanos. Se permitió al destacado líder de la oposición, Rasul Guliyev, registrarse como candidato, pero después las autoridades se negaron a dejarle volver a Bakú y lo hicieron arrestar en Ucrania. Recientemente ayudé a liberar a un miembro de su familia. Ciudadana británica y electora mía, fue detenida en Bakú cuando los funcionarios de aduanas aseguraron haber «descubierto» una pistola –claramente introducida– en su equipaje. Contrajo una enfermedad crónica a raíz de la detención y ahora se está recuperando.

Occidente –Europa y los Estados Unidos– ha estado tentando de insistir en la continuidad y la llamada estabilidad. Tienen la mirada puesta en el petróleo desde que el Presidente de BP, Lord Browne, inauguró el nuevo oleoducto Bakú-Tbilisi-Ceyhan el pasado mes de mayo.

Las críticas extranjeras a las elecciones presidenciales de 2003 y las elecciones locales de 2004, que estuvieron gravemente viciadas, fueron apagadas de modo inexcusable. ¿No hemos aprendido que no puede haber una verdadera estabilidad sin democracia, Estado de Derecho y una economía honesta? Esta vez la Unión Europea necesita enviar una señal contundente en el sentido de que no puede existir una asociación con Azerbaiyán sin que allí imperen la democracia y los derechos humanos.

El Presidente Aliyev tiene que decidir entre abrazar el proceso democrático o intentar mantener un Gobierno autocrático con una ligera apariencia de legitimidad. Tenemos que decirle que si quiere a la Unión Europea como amiga, solo hay una opción.

 
  
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  Marie Anne Isler Béguin, en nombre del Grupo Verts/ALE. – (FR) Señora Presidenta, sus palabras demuestran sin lugar a dudas, señora Comisaria, que realmente algo falta en Bakú. Falta una delegación de la Comisión para supervisar nuestras políticas, para ayudar a Azerbaiyán –porque lo cierto es que la situación en Azerbaiyán no es perfecta– y para que, dentro de algunos meses, podamos poner de nuevo a este país en el orden del día.

En efecto, hoy más que nunca, Azerbaiyán encara su destino. El país debe demostrar ahora a la comunidad internacional que puede considerarse una democracia y que sabe respetar sus reglas. Azerbaiyán debe seguir el camino de un Estado de Derecho. Con la adhesión al Consejo de Europa, Azerbaiyán no solo se ha girado hacia Europa, sino que se ha adherido a los valores de la democracia y los derechos humanos que nos unen a todos aquí.

Hoy, la Unión Europea y Azerbaiyán, al igual que los dos países vecinos del Cáucaso Medridional, han recorrido todo un camino juntos, puesto que participan en la nueva política de vecindad. En este sentido, tienen nuevos derechos y obligaciones. El mensaje que el Parlamento Europeo debe enviar a nuestros amigos azerbaiyanos está muy claro: si el país tiene la voluntad de convertirse en una verdadera democracia, unas elecciones libres y transparentes son un hito en el camino. Esas elecciones legislativas, que se celebrarán el próximo 6 de noviembre, deben desarrollarse en la transparencia y conforme a las reglas del arte, sin presiones ni represión.

Ahora bien, asistimos, durante la precampaña y actualmente, a un aumento de la represión policial que no es aceptable. La brutalidad, la violencia y la intimidación que se observa contra la oposición, así como su falta de acceso a los medios de comunicación, no son admisibles. En nuestra resolución anterior pedíamos ya a los dos partidos, a la mayoría gubernamental y a la oposición, que no cedieran a la violencia, para que la campaña electoral se desarrollase en las mejores condiciones posibles. Teníamos motivos para ser optimistas entonces, tras el decreto presidencial del pasado mes de mayo que organizaba las futuras elecciones. Optimistas también al ver el número de candidatos inscritos para las 125 circunscripciones electorales; ¡incluso se había autorizado a participar a los disidentes! Pero hoy, como ha dicho usted, por fuerza hemos de constatar que, al aproximarse la cita electoral, la tensión aumenta y las normas fijadas no se aplican en absoluto. Con el envío de una delegación de diputados europeos para vigilar el buen funcionamiento del escrutinio, el Parlamento Europeo demuestra su interés y su voluntad de apoyar el proceso democrático en curso en Azerbaiyán.

Hoy debemos pedir a todos los partidos en liza, y muy especialmente a la mayoría en el poder, que demuestren que este país está a la altura de su ambición: celebrar unas elecciones libres y transparentes, en las que cada ciudadano, a través de su sola y única papeleta de voto, elija a los candidatos que mañana dirigirán el país. Le recordaré –porque es muy importante, señora Presidenta– que los desafíos de Azerbaiyán son colosales: la resolución del conflicto congelado de Nagorno Karabaj, el creciente poder...

(La Presidenta interrumpe a la oradora)

 
  
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  Jaromír Kohlíček, en nombre del Grupo GUE/NGL (CS) Señora Comisaria, después de escuchar sus comentarios introductorios, me ha parecido casi increíble que a continuación fuese a hablar de Azerbaiyán. Un siglo atrás, Azerbaiyán ya solo tenía la fama de ser un país increíblemente rico, a pesar de que Bakú era y sigue siendo uno de los principales centros mundiales en la producción de petróleo. Es bien sabido que sus ciudadanos viven en la más absoluta pobreza, a pesar de los abundantes recursos naturales del país. Cientos de miles de refugiados expulsados de sus hogares durante el conflicto de Nagorno-Karabaj siguen viviendo en campamentos de refugiados en Azerbaiyán. Además, una buena muestra del estado de la democracia en el país es que en una ocasión oí que un famoso explorador lo designaba como un «kanato». No obstante, el objetivo a corto plazo deben ser unas elecciones democráticas.

Todas nuestras deliberaciones sobre esta cuestión se deben ajustar principalmente a las resoluciones adoptadas por el Parlamento y la delegación interparlamentaria desde 1999. No se puede olvidar que los países del Cáucaso forman parte de Europa. Por lo tanto, es esencial que se eleve el nivel de las relaciones con Azerbaiyán y esto se debería hacer sobre la base de los valores democráticos fundamentales de la Unión. En concreto, se deben aplicar los estándares mínimos en materia social y medioambiental. En la fase previa a las elecciones democráticas, es de fundamental importancia que el clima favorezca a los partidos y políticos de la oposición. El acceso a los medios de comunicación y la libertad de asociación tienen igual importancia, y la salvaguarda de estos derechos debe ir más allá de la mera promulgación de las normativas legales y reguladoras pertinentes. Me sorprende un poco que el considerando L de la resolución se refiera a las conversaciones sobre Nagorno-Karabaj, pero no mencione de la presencia de representantes gubernamentales de Stepanakert.

Para acabar, quiero manifestar mi apoyo a la propuesta de resolución. Soy muy consciente de la complejidad de la situación en el Cáucaso meridional y, por lo tanto, comprendo que no es nada fácil avanzar en lo que respecta a los criterios democráticos en un periodo en que la amenaza de ataques extremistas está siempre presente. Aun así, al mismo tiempo no se deben abandonar los principios y procedimientos básicos durante las campañas electorales y las elecciones a organismos legislativos organizadas conforme a las normas de la OSCE.

 
  
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  Bastiaan Belder, en nombre del Grupo IND/DEM.(NL) Señora Presidenta, solo faltan once días para las elecciones parlamentarias en Azerbaiyán. En este contexto, resulta bastante sorprendente que en los medios de comunicación de Bakú predomine la información sobre espectaculares despidos y detenciones de miembros del Gobierno y altos funcionarios de la industria petrolera nacional. Las declaraciones y acusaciones oficiales hablan de conspiración con la oposición contra las autoridades legítimas y de corrupción.

No es esta una imagen demasiado alentadora para acudir a las urnas. Por esto, me sorprende mucho que el proyecto de resolución común no haga referencia alguna a estos acontecimientos recientes. En esta resolución, se desestima a la oposición, para no incomodar a la opinión pública, como un partido que está a punto de dar un golpe de Estado, mientras que el presidente Ilham Alíyev puede presentarse como un impecable defensor de la legalidad. Con razón oí lamentarse anoche a uno de los máximos expertos sobre Azerbaiyán de que «las elecciones parlamentarias del 6 de noviembre son una pérdida de tiempo y de dinero».

Aun así, no por eso flaqueará su compromiso. También viajará a Azerbaiyán en calidad de observador. Esta noche se puede decir lo mismo de las instituciones europeas, la Comisión y esta Asamblea. Cualquier mejora electoral será bienvenida. De ahí mi petición a la Comisión y, de hecho, a todas las organizaciones internacionales implicadas de que presionen urgentemente para que las autoridades de Azerbaiyán registren meticulosamente a todos los votantes (con su huella digital, por ejemplo). Es una medida de cautela que el Presidente Alíyev manifestó que consideraría seriamente, en un discurso ayer ante los magistrados regionales. Después de todo, en el pasado no han faltado casos de fraude en las votaciones, una auténtica tradición nacional que se está perfeccionando actualmente en Azerbaiyán.

Permítanme que aproveche la ocasión para destacar que la mofa y la marginación de la oposición democrática en Azerbaiyán con el tiempo pueden tener graves consecuencias políticas, no solo a escala nacional, sino también regional. El Gobierno represivo y autoritario del régimen en el poder genera un proceso de radicalización y polarización políticas entre las fuerzas opositoras, que se expresarán en forma de actitudes cada vez más antioccidentales. Le advierto a la Comisión que no debe subestimar esta tendencia.

Esta radicalización se manifestará también en las crecientes aspiraciones islámicas. Así queda patente, por ejemplo, en una encuesta de opinión realizada durante el invierno de 2004-2005, según la cual un 23,2 % apoyaba la idea de un Estado islámico, mientras que un 28,9 % acogería bien la introducción parcial de la sharía. Un indicio impreciso, sobre todo comparado con el régimen islámico más riguroso actualmente en el poder en Teherán.

Debo decirle a la Comisión que la riqueza de los recursos energéticos de Azerbaiyán o las bellas palabras sobre cuestiones como la democratización o la estabilidad (geo)política no deberían cegarnos temporalmente e impedirnos ver lo que Azerbaiyán y sus gentes necesitan por encima de todo: un Estado de Derecho democrático. Le ruego encarecidamente que, junto con el Consejo, pidan cuentas claramente y sin rodeos a los dirigentes de Bakú sobre esta cuestión –más allá de la contienda electoral interna–, especialmente cuando se están formulando acusaciones tan graves como la de planear un golpe de estado y malversar fondos públicos contra ciudadanos destacados.

Recapitulando, sobre todo debemos guardarnos del turbio juego de poder que están practicando en estos momentos el Presidente Alíyev y su séquito, a todas luces cambiante. Lo que está en juego es el reparto avaricioso entre ellos de los fondos del abundante petróleo y la competencia entre los reformistas y los miembros más antiguos del partido. Realmente hacen falta las reservas europeas y algunas palabras de cautela, en beneficio de la sociedad azerbaiyana.

 
  
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  Árpád Duka-Zólyomi (PPE-DE). – (HU) Señora Presidenta, la propuesta de resolución presentada señala los problemas más apremiantes en Azerbaiyán, que ponen en peligro el desarrollo impecable, democrático y pluralista de las elecciones parlamentarias del 6 de noviembre. Los representantes del aparato gubernamental, al parecer, afirman una cosa mientras hacen otra.

A pesar de los esfuerzos realizados hasta ahora por la delegación del Parlamento Europeo para del Cáucaso meridional, los dignatarios judiciales, el Parlamento y el Gobierno de Azerbaiyán tienen una extraña forma de interpretar la democracia, el Estado de Derecho, el Estado y los derechos humanos. El Jefe de Estado y su séquito gobiernan de manera autocrática. Como ha señalado la señora Comisaria, debemos tener en cuenta que la semana pasada el Presidente Alíyev despidió a varios altos cargos del Gobierno u ordenó su detención y encarcelamiento bajo fianza bajo la acusación intentar dar un golpe de Estado. Posteriormente, en el momento culminante de la campaña electoral, se detuvo a varias docenas de activistas a favor de los derechos civiles y miembros de la oposición. Todas los indicios apuntan que la autoridad se propone emplear su poder para defender su autocracia e intenta frustrar los mítines masivos de la oposición.

Dado que Azerbaiyán forma parte de la Política Europea de Vecindad, nos interesa que se produzca un cambio fundamental en la situación actual y las próximas elecciones constituyen la mejor oportunidad para ello. El Parlamento Europeo está interesado en que se establezca un proceso legislativo pluripartidista, que garantice la igualdad de oportunidades para la oposición. Pienso que la propuesta presentada es de extrema importancia. En ella, el Parlamento Europeo declara que la opinión pública internacional solo acepta elecciones limpias y libres, con igualdad de oportunidades. No se trata simplemente de una advertencia del Parlamento Europeo a Azerbaiyán, sino también de un mensaje significativo a toda la región del Cáucaso meridional. Bakú puede demostrar de lo que es capaz el 6 de noviembre.

 
  
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  Libor Rouček (PSE).   (CS) Señora Comisaria, Señorías, Azerbaiyán tiene fuertes lazos históricos, culturales y económicos con Europa, además de albergar poderosas ambiciones europeas. Tuve ocasión de comprobarlo personalmente durante una visita reciente al país, tanto a partir de conversaciones con personas corrientes en la calle como con durante los encuentros con actores políticos. Fue uno de los motivos por lo que acogí con agrado la decisión del Consejo Europeo de junio del año pasado de incluir a Azerbaiyán, junto con Armenia y Georgia, en la Política Europea de Vecindad. Estoy convencido de que esta política ofrece un marco adecuado para el desarrollo de relaciones mutuas y multilaterales y para hacer realidad las aspiraciones tanto de Europa como de Azerbaiyán.

Para que esta asociación mutua avance y se consolide, se deben compartir también ciertos valores comunes, como el respeto de los derechos humanos, las libertades civiles, la democracia y el Estado de Derecho. Las elecciones constituyen una importante medida del respeto de estos valores en cualquier país. Por esto, quiero aprovechar esta oportunidad para instar a las autoridades de Azerbaiyán a que respeten los principios electorales básicos durante las próximas elecciones parlamentarias. Estos incluyen la libertad de asociación y de expresión, tanto del Gobierno como de los candidatos de la oposición. Las autoridades deben garantizar también que las elecciones se desarrollen en un ambiente tranquilo y pacífico.

Como ya han señalado los oradores que me han precedido, estamos recibiendo señales contradictorias en esta fase preelectoral. Por un lado, parece que se ha avanzado un poco desde las últimas elecciones; por ejemplo, en general se presentan más candidatos y también más de partidos de oposición independientes. Por otro lado, sin embargo, se siguen imponiendo medidas represivas y la oposición todavía sufre opresión. Creo que la forma en que se están conduciendo estas elecciones también influirá sobre nuestras acciones futuras. Quiero decir que, si podemos garantizar que se sigan determinados procedimientos durante estas elecciones –y yo mismo voy a formar parte de la misión de observación–, esto tendrá un efecto positivo sobre nuestro trabajo en relación con el plan de acción propuesto. Si nos llevamos una impresión predominantemente negativa, esto tendrá la consiguiente repercusión sobre nuestro trabajo.

 
  
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  Tadeusz Zwiefka (PPE-DE).   (PL) Señora Presidenta, la libertad de expresión es uno de los factores clave en el proceso de la construcción de la democracia. Una indicación positiva del alcance de esta libertad es el grado de libertad del que gozan los medios de comunicación.

Azerbaiyán entró a formar parte del Consejo de Europa hace cuatro años. En aquel entonces, prometió garantizar la libertad de expresión, la independencia de los medios de comunicación y la labor de los periodistas. Aunque estamos al corriente de estas cuestiones, sigue siendo necesario informar a los ciudadanos de Azerbaiyán y recordarles la importancia del papel que desempeñan los medios de comunicación. También debemos recordarles la importancia de la libertad e igualdad de acceso a los medios de comunicación para todos los ciudadanos y fuerzas políticas, en especial durante las campañas electorales. Esto incluye la campaña desarrollada durante la fase previa a las próximas elecciones de noviembre.

El hecho es que uno de los periodistas más conocidos del país, Elmar Huseynov, ha sido asesinado. Nadie hizo nada por evitar ese asesinato, a pesar de que su esposa había informado de que unos desconocidos le seguían y muchos de sus amigos afirmaron que esperaba morir asesinado. Tras este suceso, el Presidente Alíyev anunció que se trataba de una grave provocación contra el Estado y acusó a los culpables de dañar la buena reputación de Azerbaiyán. El Gobierno incluso pidió ayuda de otros países, pero la investigación no ha logrado resultados hasta la fecha. Al contrario, ha dado pie a muchas especulaciones. El Gobierno mantiene el control de los periódicos más leídos y solo una minoría lee la prensa de la oposición. La publicación del periódico Monitor se interrumpió tras la muerte de Huseynov y, aunque su sucesor ha lanzado una nueva publicación, Real Azerbaijan, casi de inmediato se encontró con enormes problemas para editarla. En la actualidad, la publicación tiene una circulación de tan solo 3 000 ejemplares.

El jefe de redacción del periódico Yeni Musavat, que también es diputado y dirigente del partido Musavat, es uno de los dirigentes de la oposición encarcelados en octubre de 2003. A pesar de que el Presidente le ha perdonado ahora, su equipo editorial tuvo que dejar de trabajar debido a la enorme presión de los partidos en el poder y las exageradas multas impuestas por los tribunales. La prensa de oposición se encuentra inmersa actualmente en esta situación en Azerbaiyán, en general y durante la fase previa a las elecciones. Aunque la televisión estatal se privatizó hace varios meses, los principales canales continúan funcionando prácticamente como antes, es decir que excluyen a la oposición. Aunque los nuevos canales de televisión que se están preparando se proponen dirigirse a un sector más amplio de la sociedad, las posibilidades son prácticamente nulas.

En conclusión, existe la posibilidad de que algún día lleguen a funcionar unos medios de comunicación libres en Azerbaiyán. No obstante, ya es demasiado tarde para establecer un panorama periodístico verdaderamente diverso antes de las elecciones de noviembre.

 
  
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  Panagiotis Beglitis (PSE).(EL) Señora Presidenta, la vulneración masiva de los derechos humanos y las libertades democráticas, el encarcelamiento de adversarios políticos y los ataques contra los medios de comunicación libres están socavando las posibilidades de que se celebren unas elecciones libres y democráticas en Azerbaiyán. Durante las elecciones presidenciales de 2003, observamos graves irregularidades. Sin embargo, no se produjo ninguna reacción por parte de la comunidad internacional.

¿Hasta qué punto está dispuesta actualmente la Comisión Europea a activar la cláusula de suspensión del Acuerdo de Asociación y Cooperación debido a la violación de los derechos democráticos?

El régimen de Azerbaiyán, contraviniendo el ordenamiento jurídico internacional, está permitiendo los vuelos a la zona ocupada de la República de Chipre. La Comisión Europea debe transmitir un mensaje firme y claro a los azerbayanos. El mismo mensaje decisivo sobre la no-participación en la Política Europea de Vecindad se debe también transmitir también durante la fase previa a las elecciones parlamentarias.

La liberación de todos los presos políticos, el respeto de la legalidad, la celebración de elecciones libres y la democratización de las instituciones deben ser las condiciones básicas para el ulterior desarrollo de las relaciones entre la Unión Europea y Azerbaiyán.

 
  
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  Benita Ferrero-Waldner, miembro de la Comisión. Señora Presidenta, solo quiero comentar algunas cosas sobre este debate.

La primera de ellas es que compartimos las mismas preocupaciones respecto a este proceso electoral. Hemos visto que la libertad de prensa y la libertad de expresión se violan en ocasiones, y debemos seguir muy de cerca todo este proceso. No obstante, puedo decir que el Plan de Acción de Vecindad Europea –que todavía no está listo, puesto que acabamos de iniciar las negociaciones– brindará una oportunidad de promover la reforma democrática. También nos permitirá condicionar muchas de nuestras ofertas a ulteriores reformas democráticas y al respeto del Estado de Derecho. No obstante, estoy de acuerdo en que con las nuevas posibilidades respecto al petróleo, no será tan fácil como pensamos al principio, porque habrá más riqueza en el futuro.

En segundo lugar, recientemente mantuve conversaciones con los tres países del Cáucaso en Nueva York durante la Cumbre del Milenio y la Semana Ministerial. También debatimos la cuestión de estos vuelos. Esperamos que se produzca un cambio. La situación es muy clara y me mantuve muy firme. Ahora estamos esperando el regreso de una troika de alto nivel para ver cómo podemos iniciar estas negociaciones respecto a los planes de acción.

En cuanto a Nagorno-Karabaj, estamos dispuestos a desplegar un programa de rehabilitación una vez que se logre un acuerdo en torno al plan de paz. Parece –y esto es lo que escuché cuando hablé con los dos Ministros– que hay algunos avances positivos. Espero que esto se produzca tras las elecciones en Azerbaiyán, por una parte, y el referendo armenio, por otro. Se trata de una cuestión muy complicada. Yo misma he sido testigo de avances positivos, por ejemplo en el año 2000, cuando fui presidenta de la OCDE. Al final se llegó de nuevo a un punto muerto. No obstante, existen posibilidades y quisiéramos explorarlas.

Permítanme también decir que actualmente tenemos una delegación completa en Georgia y una delegación regionalizada que abarca Armenia, mientras que pretendemos instaurar una delegación completa en Azerbaiyán en 2007. Queríamos instaurar una delegación regionalizada, pero los azerbaiyanos se negaron. Solo querían una para ellos en exclusiva. También es una cuestión financiera respecto a la financiación del servicio exterior. Espero que consigamos fondos dentro de la rúbrica 4.

Por último, respecto al islamismo radical, nuestro mensaje al Presidente Aliyev también quedó muy claro. Dijimos que estaría abriendo la puerta al islamismo radical si no dejaba espacio para que la oposición política respirara. Deduzco de este debate que todos estamos de acuerdo en eso. Espero que los azerbaiyanos escuchen nuestro mensaje.

 
  
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  La Presidenta. He recibido seis propuestas de resolución(1), presentadas sobre la base del apartado 2 del artículo 103 del Reglamento.

El debate queda cerrado.

La votación tendrá lugar el 27 de octubre de 2005 a las 11.30 horas.

Declaración por escrito (artículo 142 del Reglamento)

 
  
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  Alessandro Battilocchio (NI).(IT) Azerbaiyán es un socio estratégico para Europa desde el punto de vista económico, de la seguridad y de la política exterior. Por esta razón, la Unión Europea lo ha acogido entre sus socios de la política de vecindad y sigue con interés su evolución política interna. Las próximas elecciones representan, para la historia de Azerbaiyán, una etapa fundamental, que sancionará la dirección que desea tomar el país y su voluntad de seguir la estela de otras antiguas repúblicas soviéticas hacia una mayor participación democrática, transparencia y libertad de expresión.

En vísperas de tal evento, es comprensible que cunda cierto nerviosismo. Sin embargo, no me parece justificable la actitud adoptada por el Gobierno actual, que parece crear a propósito un clima de temor que degenera en actos violentos y en una injerencia ilegítima en el desarrollo de la campaña electoral, como testimonia la retirada de las listas de varios candidatos.

La decisión de usar tinta para limitar el riesgo de fraude también ha llegado tarde y tras demasiadas objeciones, lo que arroja una mala luz sobre la buena voluntad del Gobierno de proceder de modo claro y transparente. De cómo se desarrolle esta última semana electoral y sobre todo la propia votación, dependerá la actitud futura de la UE y nuestra apertura hacia una cooperación cada vez más fructífera.

 
  

(1)Cf. Acta.


22. El proceso de Barcelona renovado
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  La Presidenta. De conformidad con el orden del día, se procede al debate del informe (A6-0280/2005) de la señora Jäätteenmäki, en nombre de la Comisión de Asuntos Exteriores, sobre el proceso de Barcelona renovado (2005/2058(INI)).

 
  
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  Anneli Jäätteenmäki (ALDE), ponente. (FI) Señora Presidenta, la zona que circunda el Mediterráneo es, entre las regiones vecinas de la UE, la que quizás ha ejercido una mayor influencia sobre la cultura y la historia de los países de la Unión a través de los tiempos. Nuestro idioma, nuestra religión, el origen de nuestras palabras y nuestros números tienen sus raíces en la zona mediterránea. Aunque esta región es además importante desde el punto de vista estratégico, lo más destacable de todo es que los países del sur del Mediterráneo son nuestros vecinos.

Pero la historia es cosa del pasado. El año 1995 marcó un hito decisivo en las relaciones entre la Unión Europea y sus vecinos del Sur. Entonces comenzó el proceso de Barcelona. En la actualidad, diez años después, la política mediterránea constituye una de las principales prioridades de la política exterior de la Unión. Podemos decir, por lo tanto, que en este aspecto ha habido un cambio y una evolución considerables.

No obstante, ahora, al cabo de diez años, quizás deberíamos preguntarnos si todavía necesitamos el proceso de Barcelona. Europa es tan distinta de lo que era cuando comenzó el proceso. Creo y estoy convencida de que la respuesta unánime del Parlamento será que en efecto necesitamos esa asociación. Europa la necesita, los europeos la necesitamos y esperamos que nuestros socios la necesiten, mucho más que cuando comenzó la cooperación en este ámbito. Sin embargo, necesitamos una cooperación más eficaz y también más cooperación. Me alegra poder decir que el Parlamento Europeo siempre ha apoyado firmemente el proceso de Barcelona y muchos diputados han contribuido individualmente mucho a impulsar esta cooperación.

Dada esta circunstancia, voy a referirme a algunos aspectos a los que espero que el proceso de Barcelona dedique mayor atención en el futuro. Uno de ellos es la educación. En nuestros países socios existe una elevada tasa de analfabetismo. En nuestros propios países, hacemos hincapié en la importancia de la educación y las calificaciones, que son el único camino para lograr el éxito. Allí, la situación es exactamente la misma. Quisiera destacar especialmente la importancia de que las niñas y las jóvenes tengan la oportunidad de acceder a la educación y de que la Unión Europea invierta en la erradicación del analfabetismo. En la UE, destacamos la importancia de que la democracia funcione, pero para ello es necesario que las personas sepan leer. La capacidad de leer es, por lo tanto, significativa para la democracia.

En segundo lugar, quisiera plantear el tema del crecimiento económico y las reformas relacionadas con el mismo. La Unión Europea ha apoyado activamente la integración económica y el libre comercio. De hecho es el mayor socio comercial de los distintos países socios. Más del 50 % del comercio de dichos países se desarrolla con la Unión, mientras que solo el 13 % se realiza con los Estados Unidos. Existe, no obstante, un dilema asociado a este hecho. El dinámico comercio entre la Unión Europea y los países socios no se traduce en un aumento de su influencia política. El 50 % del comercio no significa que gocemos del 50 % de influencia.

Quisiera destacar asimismo la importancia de la labor de la Fundación Anna Lindh. Espero que en los próximos años se invierta más tiempo y esfuerzo en ella, ya que el diálogo entre religiones y culturas es fundamental. Por desgracia, hay que reconocer que el proceso de Barcelona no ha logrado todo lo que debía a este aspecto y esto se tiene que corregir.

La emigración constituye una dimensión importante de la Asociación Euromediterránea. Actualmente parece que los problemas no dejan de aumentar y, por consiguiente, también necesitamos invertir tiempo y dinero en este ámbito.

Por último, como representante de la región nórdica, ha sido una agradable experiencia trabajar como ponente. He aprendido mucho y he observado, además, que hay necesidad de un diálogo entre las culturas del norte y del sur de Europa. He constatado con sorpresa que este tampoco es suficiente en el Parlamento Europeo.

 
  
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  Benita Ferrero-Waldner, miembro de la Comisión. (DE) Señora Presidenta, el informe que ha presentado la señora Jäätteenmäki a la Asamblea es excelente. Su título –«El proceso de Barcelona renovado»– puede resultar sorprendente de entrada, pero por mi parte me permitiría interpretarlo en el sentido de que su preocupación principal es la consolidación y profundización de la asociación entre Europa y los demás Estados mediterráneos, tal como se expresa claramente en la propuesta de resolución.

El décimo aniversario del proceso de Barcelona no supone únicamente una oportunidad para valorar los éxitos pasados, que los ha habido, aunque no se ha logrado todo lo que deseábamos; también es especialmente necesario que miremos hacia delante y construyamos sobre los cimientos de estos éxitos, con determinación y coraje político, aprovechando todo el potencial que ofrece esta cooperación para el futuro.

Estoy de acuerdo con la señora Jäätteenmäki cuando afirma que es evidente que el proceso de Barcelona seguirá siendo necesario en el futuro. Por esto, concedo especial importancia a la reunión de alto nivel que se celebrará en Barcelona a finales de noviembre, en la que los Jefes de Estado y de Gobierno tendrán por primera vez la oportunidad de manifestarse al respecto.

La Comisión ha elaborado, a sugerencia mí, un comunicado independiente, al que concedo especial importancia dado que recoge los mismos puntos que todos los presentes consideramos especialmente significativos, puesto que les he escuchado decir lo mismo. Hay tres elementos principales, a los que añadiría la cultura.

El primero es la reforma política, incluido, sobre todo, el fomento de los derechos humanos, la democracia y la gobernanza, sobre la cual volveré más adelante. El segundo es la educación y la formación; la señora Jäätteenmäki tiene razón al afirmar que es algo sobre lo que debemos seguir trabajando, un ámbito en el que necesitamos fortalecernos. Es algo que me preocupa muy especialmente y voy a procurar que se haga algo al respecto.

El tercer elemento es el desarrollo económico. Se trata del ámbito en el que quizás hemos logrado los mayores éxitos hasta la fecha, aunque también necesitamos avanzar más. Me gustaría volver sobre este punto y debatirlo en detalle.

Evidentemente, todavía queda más trabajo por hacer en relación con la cultura y la Fundación Anna Lindh, el diálogo entre las civilizaciones y culturas, y este potencial de ampliar la red son sumamente importantes. La Comisión está obviamente disponible para prestar su apoyo.

Voy a empezar por considerar el aspecto de la reforma política, la democracia y los derechos humanos, ámbitos en los que no podemos guardar las distancias, sino que debemos procurar apoyar la reforma desde fuera. Por supuesto, no podemos imponerlas, sino que más bien debemos ofrecer nuestro firme respaldo y la posibilidad de aportar medidas de apoyo. Esto significa que es muy importante que la Política de Vecindad se apoye en el proceso de Barcelona para facilitar los instrumentos adecuados. Durante las últimas semanas he visitado muchos de estos países mediterráneos –Túnez, Jordania y el Líbano, entre otros– y he visto con cuánta eficacia podemos trabajar con esos instrumentos, incluso cuando, como sucede en el caso de estos países, las cuestiones relacionadas con los derechos humanos se aborden bajo un nombre distinto.

Hemos ideado algo especial con el objetivo de promover los derechos humanos. El plan, que esperamos que se inicie a partir del próximo año, pero que con toda seguridad se pondrá en marcha en 2007, será ofrecer ayuda complementaria bajo la forma de un «instrumento para la democracia». Esto significa que los países que estén logrando progresos especialmente positivos en relación con la reforma recibirán, en concepto de apoyo, un 10 % adicional como mínimo, además de los fondos que ya reciben. Esperamos que esta medida suponga un incentivo para que estos países sigan avanzando con mayor dedicación aún y anime a otros, que actualmente están rezagados, a seguir su ejemplo.

Todo esto presupone la ampliación y desarrollo de los aspectos políticos y de seguridad de la asociación. Dado que es necesario hacer mejor uso del marco político, considero especialmente importantes las reuniones del Parlamento en combinación con Euromed, aunque las reuniones del Consejo de Ministros y las reuniones a tres bandas también pueden contribuir a impulsar un mayor desarrollo.

En segundo lugar, es fundamental que consideremos la importancia crucial de la educación, sobre todo desde el punto de vista de su impacto en la sociedad. En los países del Mediterráneo, un tercio de la población es menor de 15 años y, por consiguiente, tenemos que dedicar una atención especial a la educación. El informe del PNUD sobre el desarrollo humano demostró que la educación y la igualdad, especialmente para las mujeres, contribuirán a impulsar el desarrollo.

Por este motivo, he otorgado una prioridad especial a la erradicación del analfabetismo, teniendo en cuenta que las declaraciones de intenciones para el milenio de las Naciones Unidas, según las cuales esto se debería lograr para el año 2015. Espero que lo consigamos. Ojalá las chicas y chicos lleguen a tener las mismas oportunidades de matricularse en las mismas escuelas y de recibir la misma educación. También desearía que se diese prioridad a las medidas especiales de apoyo dirigidas a las mujeres. Tenemos previsto un programa de becas con este fin, que ofrecerá, en concreto, becas de posgrado para mujeres, con el objetivo de acelerar los progresos en este ámbito.

También considero que los problemas en torno a la inmigración ocupan un lugar central entre las cuestiones sociales. Hoy, por ejemplo, he dado la bienvenida al Viceministro de Asuntos Exteriores marroquí, el señor Taieb Fassi Fihri, y evidentemente hemos hablado de los recientes acontecimientos en Ceuta y Melilla, ante los cuales no podemos permanecer indiferentes. Tenemos que colaborar para encontrar soluciones, no solo para la Unión Europea en sus relaciones con el Mediterráneo en general, sino también para los Estados situados al sur del Sahara y para África. Aunque por supuesto debemos intentar acabar con el tráfico de seres humanos, para que las personas no lleguen a ser víctimas de este terrible comercio, también tenemos que crear oportunidades adicionales de desarrollo para estos países, de modo que no se produzcan movimientos migratorios de este tipo.

A pesar de que hay que tratar a los refugiados de acuerdo con la Convención y respetar plenamente sus derechos humanos, es preciso contener el flujo de refugiados ilegales y este va a ser, sin duda, uno de los temas fundamentales de la Cumbre de Barcelona.

En el frente económico, hemos llevado a cabo mucho para garantizar el comercio normal y una zona de libre comercio para el año 2010, aunque todavía queda mucho por hacer en lo relativo a los servicios y el comercio agrícola, además hay que continuar desarrollando el comercio Sur-Sur, designado también como el proceso de Agadir. Entre los otros temas fundamentales figuran los del transporte, la energía y el medio ambiente. En diciembre se celebrará una conferencia sobre transporte en Marrakesh; en lo que respecta a la energía, es necesario desarrollar un número cada vez mayor de redes regionales. En cuanto al medio ambiente, se debería garantizar en la medida de lo posible la limpieza del Mediterráneo.

La señora Jäätteenmäki hace especial hincapié, con toda la razón, en la cooperación cultural, a la cual también nosotros nos proponemos prestar mayor atención en el futuro.

Obviamente es del dominio común que, aunque el proceso de Barcelona ofrece la oportunidad de sentar a Israel y Palestina a la misma mesa, sobre dicho proceso se proyecta también continuamente la sombra del proceso de paz en Oriente Próximo. Por lo tanto, resulta vital que avancemos en este aspecto. Al afirmar esto, tengo en mente al señor Wolfensohn, el enviado del Cuarteto, que ha realizado una labor francamente buena en este ámbito y a quien apoyamos por completo.

 
  
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  Kader Arif (PSE), ponente de opinión de la Comisión de Comercio Internacional. – (FR) Señora Presidenta, señora Comisaria, Señorías, en primer lugar quisiera felicitar a la señora Jäätteenmäki por su informe sobre el renovado proceso de Barcelona.

Quiero pasar ahora a mi propuesta. El mes que viene, los Jefes de Estado y de Gobierno europeos se reunirán con sus homólogos mediterráneos para celebrar el décimo aniversario del Proceso de Barcelona. La Asociación Euromediterránea debía ofrecer la ambiciosa perspectiva de un futuro mejor y variado, tanto político como económico, social y cultural. El balance, diez años después, es modesto. Hemos creado un espacio de debate y cooperación con nuestros vecinos mediterráneos, lo cual celebro, pero los objetivos fijados distan mucho de haberse alcanzado. El conflicto de Oriente Próximo no está resuelto. La región sigue siendo inestable. Los derechos humanos y la democratización no progresan, o lo hacen de forma insuficiente. La orilla meridional del Mediterráneo y su población no se han beneficiado del bienestar económico y social esperado. El desempleo, en especial el juvenil, sigue siendo demasiado elevado y provoca flujos migratorios desesperados.

Desde el punto de vista económico, solo citaré un ejemplo: el fin del Acuerdo Multifibras, que se suma a las dificultades registradas por la región. Aunque las nuevas normas de origen acumulado, propuestas por el Comisario Mandelson, van en el buen sentido, la integración económica Sur-Sur dista mucho de ser una realidad. Somos el interlocutor privilegiado de esta región y todas las esperanzas se vuelven hacia nosotros. Preocuparse por estas poblaciones es, en primer lugar, responder a sus inquietudes y aspiraciones, es manifestar nuestra capacidad de conseguir más cohesión social y un desarrollo económico duradero.

La nueva política de vecindad que se nos propone es un elemento positivo, pues exige más democracia, aunque las ayudas tendrán que ser más ampliamente compartidas entre nuestros vecinos del Este y del Sur. Espero que esta nueva política persiga los objetivos del Proceso de Barcelona y tenga en cuenta las dificultades específicas de la zona. Por lo demás, me preocupa que no figure, en el instrumento de vecindad y de cooperación, tal como ha sido propuesto por la Comisión, una mención explícita a los Objetivos del Milenio.

En el espacio mundializado en que vivimos, la liberalización no puede ser la respuesta a los problemas planteados. Esto es aplicable a la protección del medio ambiente –no en vano somos responsables de nuestro planeta–, pero, de forma aún más acusada, a los servicios públicos relacionados con las necesidades fundamentales de la población, es decir, educación, sanidad, cultura y acceso al agua y a la energía, que la Comisión de Comercio Internacional, a la que pertenezco, había propuesto y que la Comisión de Asuntos Exteriores no acogió.

Estamos de acuerdo en considerar que nuestro trabajo todavía no ha concluido. Estemos de acuerdo mañana en alcanzar un objetivo común.

 
  
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  Rodi Kratsa-Tsagaropoulou (PPE-DE), ponente de opinión de la Comisión de Derechos de la Mujer e Igualdad de Género. – (EL) Señora Presidenta, señora Comisaria, Señorías, quisiera comenzar por felicitar a la señora Jäätteenmäki por su informe y su voluntad de cooperación, que ha dado como resultado una completa propuesta de resolución en lo que respecta a la información y a las propuestas políticas.

El décimo aniversario del proceso de Barcelona nos ofrece una excelente oportunidad de hacer balance y, lo que es aún más importante, de redefinir nuestra perspectiva política y nuestra estrategia a la luz de la nueva situación que suponen la Unión Europea ampliada, los retos de la mundialización y el aumento de la amenaza terrorista.

El proceso de Barcelona merece nuestra especial atención porque es la expresión más integrada de la política exterior de la Unión Europea, toda vez que se trata de una asociación multilateral y global que se expresa a través de una estrategia integrada. Está totalmente vinculado a los intereses vitales de la Unión Europea, ya que puede contribuir a la paz y la seguridad en nuestra zona e influir a favor de la paz y el equilibrio en el mundo.

Los resultados hasta la fecha no son satisfactorios. Ambas partes han incurrido en deficiencias y descuidos. Ha faltado perspicacia, voluntad política, financiación adecuada y los socios se han mostrado incapaces de impulsar reformas y una cooperación mutua que les permitan convertirse en mercados y economías atractivos.

Me parece preocupante inquieta que esta relación y procedimiento multilaterales no hayan contribuido a resolver los problemas crónicos, como el conflicto entre Palestina e Israel y la cuestión chipriota. También es preocupante que no haya llegado a los ciudadanos. Estos no han participado ni han estado asociados al proceso, que desconocen a ambos lados del Mediterráneo. No se han tomado conciencia de los desafíos que nos obligan a convivir ni de lo que tenemos en común o ni siquiera de los fundamentos de nuestras diferencias.

Confío en que la Cumbre de 2005, diez años después de la primera, incluya claramente entre sus prioridades esta necesidad de promover la participación de la sociedad civil en el proceso de Barcelona.

Esperamos que se fomenten iniciativas, como la plataforma Euromed, que ha citado la señora Jäätteenmäki, además de otras formas de cooperación en todos los niveles, como por ejemplo entre las autoridades locales, las regiones y las universidades. Se debe fomentar la movilidad de los ciudadanos de todos los grupos sociales y profesionales. La función de la Conferencia Ministerial de la Asociación Euromediterránea reviste gran importancia y ya ha demostrado sus méritos, por lo que esperamos que contribuya al entendimiento mutuo y a forjar una conciencia común. Esperamos que se establezca un verdadero diálogo entre culturas, en el pleno sentido de la palabra, que no sea simplemente un encuentro para intercambiar tarjetas de visita, sino que se entablemos un diálogo con la voluntad de revelar nuestras diferencias y descubrir nuestras coincidencias. El diálogo entre culturas debe comprender todo el espectro de la palabra: normas culturales, la interpretación de la historia, el estilo de vida y la posición de las mujeres. Señora Comisaria, es una gran satisfacción que haya mencionado específicamente este aspecto, aunque quisiera recordarle la importante tarea que ha desarrollado la Comisión de Derechos de la Mujer e Igualdad de Género, no solo al elaborar la opinión adjunta al informe, sino también con un informe elaborado en 2002, que sirvió de base para el primer programa regional para la mujer en el Mediterráneo con el que contamos en la actualidad. Pedimos algo más que simplemente educación y empleo. Reclamamos una auténtica revisión de la situación de la mujer y que la Comisión Europea realice un análisis cuantitativo y cualitativo de los resultados de nuestra política hasta la fecha e incorpore la perspectiva de género a los tres pilares del proceso de Barcelona.

 
  
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  Charles Tannock, en nombre del Grupo del PPE-DE. – (EN) Señora Presidenta, como ponente sobre la Política de Vecindad Europea, creo que redunda claramente en nuestro beneficio mutuo reforzar los lazos con nuestros socios del Mediterráneo del sur en África del Norte y Oriente Próximo, como se estableció formalmente en el proceso de Barcelona hará 10 años el 28 de noviembre.

Junto con nuestros aliados de Estados Unidos, esto envía un claro mensaje de que apoyamos en esta región un refuerzo de la sociedad civil, una economía de mercado abierta, el pluralismo democrático y el respeto de los derechos humanos fundamentales, incluida la libertad de los medios de comunicación, la independencia del poder judicial y el Estado de Derecho, y en especial los derechos de la mujer, como ha mencionado el orador anterior. Túnez es un país avanzado a los ojos del mundo árabe a este respecto. La cooperación en materia ambiental también es una de nuestras prioridades.

Estos países, y especialmente sus poblaciones cada vez más numerosas, proporcionarán mercados crecientes para nuestros productos. Pienso que redunda en beneficio de la Unión Europea orientar una ayuda sustancial al desarrollo mediante el actual Programa MEDA, que creo que asciende a unos tres mil millones de euros al año, y posteriormente mediante el nuevo IEVA –Instrumento Europeo de Vecindad y Asociación– para ayudar al grupo de países Euromed con un crecimiento económico reforzado para impedir el aumento del desempleo y las tensiones crecientes, que proporcionarán, desde el punto de vista de la seguridad de la UE, motivos de reclutamiento a los islamistas de línea dura. Lo hemos visto recientemente durante los atentados de Casablanca en Marruecos, la trágica guerra civil de años recientes en Argelia y el crecimiento de Hamás, Hezbolá y la Yihad Islámica en los territorios palestinos ocupados. Por supuesto, debemos recordar que los trágicos atentados de Madrid fueron realizados por salafistas magrebíes.

También debemos intentar impedir los flujos migratorios incontrolados a la Unión Europea. De lo contrario, esto ocasionará un colapso total de las buenas relaciones entre comunidades que tenemos actualmente.

Todos esperamos tener una zona de libre comercio para 2010. La nueva Asamblea Euromed favorece el diálogo entre enemigos tradicionales como Israel y el mundo árabe. Este foro les permite de forma excepcional resolver sus problemas de modo pacífico. La retirada de Israel de Gaza es, en mi opinión, un buen comienzo para volver a poner en marcha la «Hoja de Ruta» para la paz. Esta Asamblea también es un foro para el intercambio de ideas entre el mundo islámico y la Unión Europea mayoritariamente cristiana.

Soy optimista respecto a la extensión de nuestros valores en esta región, con las recientes elecciones en Iraq, Palestina y el Líbano, y ahora incluso algunas tentativas democráticas en esta dirección por parte de Egipto.

En nombre de mi Grupo político, recomiendo encarecidamente el informe Jäätteenmäki a la Cámara.

 
  
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  Luis Yáñez-Barnuevo García, en nombre del Grupo PSE. – (ES) Señora Presidenta, en primer lugar quiero felicitar a la ponente, señora Jäätteenmäki, que tanto y tan bien ha trabajado en la redacción de este informe, por su actitud receptiva con las enmiendas que mi Grupo político ha presentado. También quiero agradecer a la Comisaria Benita Ferrero-Waldner que esté hasta altas horas de la noche con nosotros.

Efectivamente, se cumplen diez años de la histórica Declaración de Barcelona, fruto de la cual fue la primera Cumbre Euromediterránea, en la que actuó de anfitrión, como Presidente en ejercicio de la Unión Europea, el Presidente Felipe González. Las perspectivas que se abrieron entonces a la asociación euromediterránea eran muy esperanzadoras. Es cierto que los resultados han sido irregulares y que queda mucho por hacer, pero no lo es menos que los obstáculos y dificultades son y eran enormes, y no es razonable ignorarlos.

El Mediterráneo, cuna de la cultura europea, ha sido y sigue siendo también, en parte, un mar de enfrentamientos y conflictos. La asociación euromediterránea tiene sentido si es el instrumento utilizado para remover esos obstáculos y fomentar el diálogo y la cooperación entre el Norte y el Sur, pero también para poner en primera línea las relaciones Sur-Sur en esas regiones, que están muy debilitadas.

Ante la próxima Cumbre de noviembre en Barcelona, Barcelona + 10, lo importante es establecer prioridades claras, viables y realistas, lo que no está reñido con que sean también ambiciosas. Contamos ahora con un marco de referencia, que es la alianza de civilizaciones, propuesta por el Presidente Zapatero y adoptada por las Naciones Unidas, a través de la declaración de su Secretario General en julio de este año. Una condición necesaria para alcanzar los objetivos es rebajar la tensión en la zona, especialmente en el conflicto israelopalestino, auténtico talón de Aquiles de las relaciones euromediterráneas. El objetivo principal de esta asociación es crear una zona de prosperidad compartida, avanzando en la reducción de la pobreza, la superación de la fractura socioeconómica entre el Norte y el Sur, y el fomento, como se ha dicho, de las reformas políticas, de la democratización y el Estado de Derecho y del respeto de los derechos humanos.

Hay muchos más temas, que han ido surgiendo en este debate: el problema de la gestión de los flujos migratorios, la discriminación de la mujer, los graves problemas medioambientales del Mare Nostrum, el diálogo de las tres religiones monoteístas, la necesidad de una cooperación local y regional, la lucha contra el terrorismo, el control de armas de destrucción masiva, la participación de los pueblos, etc. Pero, sobre todo —y termino—, afecta especialmente a la Unión Europea y a sus Estados miembros la necesidad de altas dosis de voluntad política y compromiso económico y de creer de verdad que en las relaciones euromediterráneas nos jugamos mucho.

El Mediterráneo es el flanco más vulnerable de la Unión Europea y, si no nos tomamos en serio este tema, la Historia nos pasará factura.

 
  
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  Cecilia Malmström, en nombre del Grupo ALDE. (SV) Señora Presidenta, en vísperas de su décimo aniversario, existen muchos motivos para evaluar el proceso de Barcelona. El mundo de hoy es muy distinto del de hace diez años. Hemos tenido una ampliación que ha incluido, por ejemplo, a Chipre y se han iniciado negociaciones con Turquía y Croacia. La Política de Vecindad ha avanzado y hemos asistido al progreso de la democratización en muchos de nuestros países socios, mientras que en otros lamentablemente ha retrocedido. La lucha contra el terrorismo ha adquirido una importancia creciente. La guerra en Iraq y el complicado proceso por el que está pasando este país en su camino hacia la democracia han afectado también a las relaciones con el conjunto de la región. Tenemos el caso de Irán y los problemas relacionados con la política de energía nuclear en dicho país. Tenemos las elecciones palestinas y la retirada de Gaza pero, al mismo tiempo, el estancamiento del proceso de paz. Los emocionantes acontecimientos ocurridos en el Líbano y Siria, junto con la trágica situación que aún se mantiene en la última colonia en África, el Sahara Occidental, demuestran que todavía queda mucho por hacer en esa zona.

En vistas de todo ello, es muy lógico que se revise y se debata el proceso de Barcelona. Este ha creado estructuras, muy importantes, además, y una forma de cooperación más afianzada entre nosotros. Los acuerdos de asociación con todos los países han incrementado los intercambios, el comercio, los proyectos y han dado lugar a muchos foros compartidos. También han generado un compromiso a largo plazo de toda la Unión Europea. Prueba de ello es el hecho de que en el debate de esta noche participan diputados de toda Europa y no solo del sur.

Compartimos una historia y una cultura comunes, y también problemas comunes y las soluciones para los mismos. Los ámbitos que intervienen, que en realidad son muchos, incluyen el terrorismo, la inmigración, el crecimiento, el desarrollo, el comercio, el medio ambiente y la energía. Sin embargo, los problemas con vistas al futuro están relacionados sobre todo con los derechos humanos y la democracia. Estos son los elementos más importantes y el proceso de Barcelona ha fracasado en muchos aspectos en este sentido. Aunque los acuerdos de asociación contienen cláusulas sobre los derechos humanos, estas no se aplican porque carecemos de mecanismos sólidos para responder a las violaciones graves de los derechos humanos en los países con los que cooperamos. El interés por abordar esta problemática también es a veces bastante limitado.

Estos son los ámbitos que plantean el mayor desafío para el proceso de Barcelona en el futuro. Tenemos que reestructurar la totalidad de nuestra cooperación, de modo que llegue a constituir un marco capaz de dar un fuerte impulso a la democratización en toda la región. Nada contribuye tanto a la estabilidad como la transición a la democracia. Los países menos libres de todo el mundo se concentran en la región de Oriente Próximo y esto crea un caldo de cultivo para el fanatismo, la frustración y quizás también el terrorismo. Por esto, en el marco del proceso de Barcelona tenemos que configurar estrategias que impulsen una amplia democratización. Debemos apoyar a los disidentes, a la sociedad civil, la libertad de expresión y las comunidades basadas en el Estado de Derecho, etcétera. Los medios para lograrlo son, obviamente, el comercio, el intercambio, los programas educativos y la cooperación cultural.

El proceso de Barcelona debe llegar a ser así un modelo de alternativa para los países que nunca podrán llegar a ser miembros de la unión Europea. Debe ofrecer ventajas prácticas a cambio de las reformas que exigimos. Si lo logramos, habremos realizado una contribución histórica. Antes de acabar, quiero felicitar a mi colega, la señora Jäätteenmäki, por su informe sumamente constructivo.

 
  
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  Hélène Flautre, en nombre del Grupo Verts/ALE. (FR) Señora Presidenta, creo que la señora Wallström y usted misma, señora Comisaria, al igual que otros, han señalado un aspecto en que el Proceso de Barcelona no ha cumplido todas sus promesas. Se trata evidentemente de la cuestión de los derechos humanos y la democracia. Para convencerse, basta analizar la situación de la libertad de prensa en la región –lo que hemos hecho esta tarde por invitación de la señora Patrie– o la situación de la libertad de expresión en Túnez, en vísperas de la Cumbre Mundial de la Sociedad de la Información. La prueba está en las numerosas violaciones de los derechos y libertades de asociación, de expresión y de reunión; una justicia que adolece de muchas lagunas en numerosos países; la tortura, que es moneda corriente, incluso prácticamente sistemática en algunos países; y los defensores de los derechos humanos que, un poco en todas partes, son víctimas de numerosas violaciones de sus derechos y objeto de muchos actos de acoso.

Por consiguiente, en estas cuestiones el Proceso de Barcelona no ha cumplido todas sus promesas. Como ha dicho la ponente, creo que presenta también lagunas en lo relativo a los derechos de la mujer, los derechos económicos y sociales y los mecanismos establecidos para una política eficaz en materia de democracia y derechos humanos. A pesar de todo, el proceso de Barcelona ha permitido establecer mecanismos y espacios de diálogo político sobre estos temas, y ha sentado, por tanto, las bases necesarias para la instauración de una política ambiciosa de promoción de los derechos humanos y la democracia.

Ha dicho usted, señora Comisaria, que la cuestión de la inmigración ocuparía un lugar central en los debates de la Cumbre de Barcelona. Permítame, a este respecto, llamar su atención sobre un punto. Creo que en el tema de la lucha contra el terrorismo y la lucha contra la inmigración ilegal, incitamos a los países a violar el Derecho internacional. Está bastante claro, y lo acaban de ilustrar una vez más los incidentes de Lampedusa, en los que estaría implicada Libia, y más recientemente los incidentes en los enclaves españoles de Ceuta y Melilla y en Marruecos. Al pedir a esos países que contengan el flujo de refugiados subsaharianos, se les incita y empuja a cometer violaciones de los derechos humanos. Antes de tratar de reprimir la avalancha de los llamados «inmigrantes ilegales», la propia Europa tiene que definir su política de inmigración legal. Ahora bien, como saben, en este tema apenas avanzamos.

Estoy convencida de que la sociedad civil y los diputados pueden ayudar a mejorar la aplicación de nuestras políticas de derechos humanos y democracia en esta región. Por este motivo, espero con ansiedad que la Comisión esté presente en Rabat en nuestra próxima reunión extraordinaria de la Asamblea Parlamentaria Euromediterránea.

 
  
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  Adriana Poli Bortone, en nombre del Grupo UEN. – (FR) Señor Presidente, Señorías, ante todo deseo agradecer a la ponente el empeño puesto en este informe, pero también a la señora Comisaria las palabras de esperanza que ha pronunciado sobre esta atormentada zona del Mediterráneo.

En 1995 se puso en marcha en Barcelona un proceso irreversible hacia una cooperación más estrecha entre los países del área mediterránea. Los pesimistas nos dirán que los resultados han sido inferiores a lo esperado, que el progreso económico de los países de la orilla meridional ha sido insuficiente, que el diálogo político ha sido difícil y fragmentario, que en materia de derechos humanos y democracia Europa no ha conseguido dejarse oír como es debido, que la cooperación económica sur-sur está aún hoy en sus albores y que en materia de cogestión del fenómeno migratorio los resultados no son satisfactorios. Hoy, sin duda ha cambiado el escenario geopolítico internacional en el área del Mediterráneo, de modo que el ambicioso proyecto del Proceso de Barcelona debe remodelarse y adaptarse al nuevo contexto internacional, para que la cooperación euromediterránea pueda afrontar los desafíos actuales.

Partamos, sin embargo, de lo que se ha hecho. Hemos puesto en marcha mecanismos de cooperación interministeriales conjuntos, que ya no se discutirán más, para la resolución en común de los problemas de la zona. Hemos creado la Asamblea Euromediterránea para complementar la cooperación gubernamental, en la que trabajamos conjuntamente con arreglo a normas parlamentarias. Hemos definido un programa de ayudas de 700 millones de euros al año, MEDA, a fin de transferir recursos y proyectos de Norte a Sur, y el programa ha alcanzado hoy tasas de ejecución bastante interesantes. Hemos puesto en marcha un proceso democrático, que de todos modos ha comenzado, en países ribereños como el Líbano, Egipto y de algún modo también en Palestina. Se han firmado acuerdos de asociación entre la Unión Europea y todos los países del sur del Mediterráneo y no han faltado, por supuesto, formas de cooperación aparentemente secundarias, pero muy eficaces en el plano cultural, puestas en marcha en el marco más amplio del acuerdo de Barcelona.

Todo esto ha hecho posible que nos conozcamos más y mejor, y abre las puertas con cierto optimismo a un segundo decenio en el que hay que consolidar los aspectos positivos del proceso y concretar más los proyectos en curso y los objetivos, corregir posibles errores cometidos, para que la estabilidad, la paz y la democracia y el progreso socioeconómico puedan convertirse en resultados compartidos por un número cada vez mayor de países y ciudadanos en la zona mediterránea.

Permítanme recordar, para concluir, la cuestión de la cultura, que no solo es educación y formación, sino también legado cultural. Mediante la salvaguardia de nuestro legado cultural podemos conocernos y respetarnos mejor dentro del contexto de nuestras identidades y nuestra diversidad.

 
  
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  Francisco José Millán Mon (PPE-DE). – (ES) Señora Presidenta, la región mediterránea es muy importante para los Estados miembros y para la Unión Europea en su conjunto. Está claro que los países de la ribera sur no presentan el mismo nivel de desarrollo político y/o de prosperidad económica. Sin embargo, la mayoría de estos países tiene que hacer frente a diversas carencias, en mayor o menor grado: carencias políticas, escaso desarrollo democrático y pluralismo limitado; carencias económicas, porque estamos ante economías anticuadas, incapaces de generar empleo para una población creciente y sin atractivo suficiente para atraer la necesaria inversión extranjera; y carencias sociales, elevada pobreza y desigualdad social, analfabetismo, discriminación de la mujer —como aquí se ha dicho—, escasa capacidad de sus instituciones públicas, con consecuencias negativas en los planos de la salud, la educación, la economía, el control de fronteras, y un largo etcétera.

Por ello, la región mediterránea debe ser objeto de atención prioritaria para la Unión, no solo debido a los múltiples lazos históricos, políticos, económicos y sociales que vinculan a los países de ambas orillas, sino también por otras razones, como la seguridad, incluida la amenaza del terrorismo, o como el reto de la inmigración. Por eso, la cooperación entre ambas orillas es indispensable y debe abarcar un amplísimo campo de actividades. La cooperación tiene que funcionar en ambas direcciones, —repito— en ambas direcciones.

Los problemas de estos países vecinos nos afectan, nuestro futuro es compartido; es imposible crear un muro entre el Norte y el Sur del Mediterráneo, y menos en el mundo globalizado de hoy. Por consiguiente, hemos de profundizar en nuestras relaciones con estos países, estimularlos y ayudarlos a superar las carencias a las que antes hice referencia.

Por eso, el informe que mañana aprobaremos insiste en la necesaria modernización en el plano político, económico, social e institucional y también en el plano de los derechos humanos. En este sentido, celebro las palabras de la Comisaria y la importancia que atribuye a estos temas.

Es necesario —y creo que deberíamos estar todos de acuerdo— un dinamismo de reforma en la orilla sur. No puede ser que lo único que preocupe a la Unión Europea sea la estabilidad de estos países; la estabilidad no puede convertirse, al final, en la coartada del inmovilismo. Si nosotros insistimos en la necesidad de reformas en nuestros países, ¿cómo no insistir en la necesidad de reformas en sus países? Estos países deben evolucionar. De lo contrario, los problemas aumentarán, y las crisis políticas y económicas —y también en materia de inmigración y de seguridad— no harán sino crecer y, al final, la no reforma será la que traiga la inestabilidad.

De ahí la importancia del Proceso de Barcelona y de la política europea de vecindad. Deben ser instrumentos fundamentales de la Unión para, en primer lugar, demostrar a estos países el lugar prioritario que ocupan en nuestra acción exterior y, desde luego, para ayudarlos, para exigirles que también cooperen lealmente con nosotros en la solución de los problemas que nos afectan y, finalmente, para estimularlos hacia la reforma. Una reforma que puede traer prosperidad, libertad y, en último término, más estabilidad para estos países y, por consiguiente, para toda la cuenca mediterránea.

Me gustaría que la próxima Cumbre de Barcelona estuviera a la altura del desafío y, desde luego, quiero concluir agradeciendo a la señora Jäätteenmäki sus esfuerzos.

 
  
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  Pasqualina Napoletano (PSE).(IT) Señor Presidente, Señorías, quisiera destacar rápidamente tres aspectos de este proceso. El primero es la conexión entre tiene la Asociación Euromediterránea y la Política de Vecindad, que ha planteado la Comisaria. Creo que este aspecto no debe llevarnos a concentrar nuestra actuación solo en los planes de acción bilaterales, sino que debe inducirnos a estructurar un espacio geográfico y político tanto europeo como mediterráneo.

Para todo esto hace falta la dimensión política, que, hay que decirlo, ha crecido porque el Parlamento Europeo ha contribuido a la creación de la Asamblea Parlamentaria Euromediterránea, las sociedades civiles han constituido el foro civil y lo que faltan son los Gobiernos. ¿Dónde están los Gobiernos? Creo que para avanzar en este proceso necesitamos que los Parlamentos, las sociedades y los Gobiernos dialoguen un poco más, y ahí se puede construir también una dimensión más avanzada de los derechos humanos. Por último, el sociólogo Edgard Morin nos recuerda justamente que no son las culturas, las religiones o las civilizaciones las que dialogan, sino las personas, los individuos, los hombres y las mujeres. Creo que la limitación más grave de este proceso tan generoso e inteligente en todos estos años ha sido precisamente no haber conseguido que se relacionen nuestras distintas sociedades. Hoy, el terrorismo y la inmigración pueden ahondar aún más este foso. Estoy de acuerdo con nuestra ponente en que hay que reforzar todos los programas e instrumentos que impulsen el diálogo y la comprensión– y por tanto, la enseñanza y la cultura, la formación y la información– entre nuestras sociedades. En resumen, apoyamos a la ponente porque su informe va en este sentido y la política euromediterránea necesita menos retórica y mucha más sustancia.

 
  
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  Bernat Joan i Marí (Verts/ALE).(EN) Señora Presidenta, durante los últimos años la Unión Europea ha vigilado de cerca a los países de Europa Central y Oriental. La mayor parte de la atención de la Unión se ha centrado en la ampliación, el nuevo proceso de adhesión y la ampliación futura.

Lamentablemente, a menudo Europa del sur y la cuenca sur del Mediterráneo únicamente llamaban la atención cuando surgían problemas o cuestiones concretas, como cuando miles de inmigrantes llegaban a Ceuta, Melilla o Lampedusa, o cuando la situación se hacía extremadamente difícil para los refugiados del Sahara occidental en Tinduf. La situación de los derechos humanos en la cuenca sur y sureste del Mediterráneo no ha mejorado. No hay mejoras claras en este terreno ni en la democracia, la libertad y la transparencia. Tengo que señalar que las diferencias económicas también han aumentado con los años.

En la Unión Europea, los Estados miembros siguen aferrados a sus relaciones bilaterales con Gobiernos del sur del Mediterráneo. Esto sin duda hace menos coherente la asociación. No poder actuar con una única voz es un problema de la política europea, incluso en la relación con zonas tan estratégicas como la zona meridional del Mediterráneo. Todavía existe la cuestión recurrente de quién va a coger el teléfono y hablar en nombre de Europa.

Tengo que mencionar otra deficiencia importante en nuestro diálogo intercultural. Algunas culturas y lenguas muy importantes están excluidas y no están representadas. Quisiera mencionar la lengua y cultura amazig, que es despreciada e incluso está prohibida en varios países de África del Norte, y la lengua y cultura catalanas. Espero que la próxima reunión en Barcelona sea una oportunidad para lograr resultados más visibles y concretos en un corto espacio de tiempo.

 
  
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  Filip Andrzej Kaczmarek (PPE-DE).   (PL) Señora Presidenta, la ampliación de la Unión Europea aumentó automáticamente el número la cantidad de países interesados en el proceso de Barcelona. Deseo subrayar que este proceso no solo es importante para Malta y Chipre, sino también para los países de Europa central y oriental. Algunos de los motivos de esto son históricos, pero otros son mucho más actuales y prácticos.

Hace tan solo veinte años, el polaco medio consideraba a Libia como el único país mediterráneo con el que Polonia mantenía relaciones estrechas. En aquel entonces, las relaciones entre las comunidades europeas y nuestro país eran mucho menos amistosas. Millares de polacos trabajaban en Libia y se editaban una gran cantidad de ejemplares del «Libro Verde» de Gadafi traducido al polaco. La situación actual es completamente distinta. Decenas de miles de turistas polacos visitan Túnez y Egipto cada año, mientras que un número considerable de polacos acuden en peregrinación a Israel. Científicos polacos trabajan en la investigación en todos los países de la región, desde Siria hasta Marruecos.

Por esto, la idea general de la Política de Vecindad no interesa solo a los políticos y diplomáticos, sino también a grandes sectores de la población de los nuevos Estados miembros. Los problemas relacionados con la inmigración ilegal, el respeto de los derechos humanos, la igualdad de derechos para las mujeres, el progreso de la democracia y el desarrollo económico de los países de la cuenca mediterránea han pasado a ser también nuestros problemas.

Europa nunca ha sido y sin duda nunca será una isla aislada. Nuestras relaciones con nuestros vecinos más próximos constituyen una medida de nuestra solidaridad y responsabilidad. Me refiero con ello no solo a la solidaridad como un deber hacia los socios de la Unión Europea, sino también como una misión que rebasa las fronteras de Europa y nos lleva a todas partes donde las personas deseen la paz, la estabilidad, el Estado de Derecho, el crecimiento económico y la libertad.

La Unión Europea saldrá beneficiada con una aplicación sincera del mayor número posible de estos valores en nuestros países vecinos del sur y del este. Los nuevos Estados miembros de la UE están deseosos de participar en la construcción de una asociación política que se ocupe de la seguridad, así como también de una asociación económica y financiera, humanitaria y cultural.

 
  
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  Carlos Carnero González (PSE). – (ES) Señora Presidenta, el proceso euromediterráneo tiene diez años y la primera conclusión es que, si no existiera, habría que inventarlo urgentemente, sencilla y llanamente porque, como dice el informe de nuestra ponente Jäätteenmäki, a pesar de las deficiencias, ha sido un éxito. Era imposible imaginarlo: solucionar en una década los problemas estructurales e históricos de los países mediterráneos. Pero nos hemos puesto manos a la obra y algunos de esos problemas empiezan a encontrar solución.

Por eso, creo que el objetivo de la zona de libre cambio para 2010 debe ser, más que un objetivo de llegada, un jalón para continuar, que debe verse completado con otras muchas cosas. Hay que profundizar, al mismo tiempo que reformar, el proceso euromediterráneo; hay que subrayar la idea fundamental que lo animó y, en este caso, transformar los logros potenciales en una realidad tangible.

Además, la coyuntura internacional nos dice que el proceso euromediterráneo es la mejor forma de favorecer la cooperación. Otras estrategias, basadas en la agresión y en la amenaza, no dan resultados. Sin embargo, la prima de ir hacia adelante, que está en la base de este proceso euromediterráneo, sí está demostrando su utilidad. Por ejemplo, yo presidí la Delegación de Observadores del Parlamento Europeo en las elecciones legislativas del Líbano, un socio euromediterráneo; ha habido elecciones, con problemas, es cierto, pero ha habido elecciones. Y en otros Estados también se avanza democráticamente, aunque lamentablemente, en otros, el estancamiento es el que preside.

Avancemos en democracia, derechos humanos e igualdad. Desde luego, subrayo lo bueno de su propuesta. Consideremos también que hace falta un espacio de libertad, seguridad y justicia euromediterráneo, hagamos que la zona de libre cambio esté acompañada del concepto indispensable de la cohesión económica, social y territorial, tan válido para nosotros como para nuestros socios, e impulsemos también la participación política.

La Asamblea Parlamentaria Euromediterránea es un éxito impresionante. Teníamos la Asamblea ACP-UE y esta es la segunda institución que creamos.

Por eso, señora Presidenta, creo que la Cumbre de Barcelona será positiva, porque permitirá construir una ciudadanía euromediterránea en un proceso, el euromediterráneo, que es la mejor concreción de la propuesta de alianza de civilizaciones.

 
  
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  Simon Busuttil (PPE-DE).(EN) Señora Presidenta, señora Comisaria, si tuviera que decirles a mis electores que me estaba dirigiendo al Parlamento Europeo a las once y media de la noche, dudo que me creyeran, y menos aún que sintonizaran la nueva página web Europarl para escuchar. Pero al menos la hora tardía de este debate no nos ha impedido realizar una evaluación sobria del Proceso de Barcelona, y la ponente merece, sin duda, felicitaciones por su franco informe.

Diez años después, el Proceso de Barcelona no ha estado a la altura de las expectativas, y sería justo concluir que no tenemos mucho que celebrar. No obstante, esto no quiere decir que debamos ser pesimistas; en cambio, deberíamos considerar la experiencia de los diez últimos años y demostrar que podemos aprender de ella.

Estas son algunas lecciones que quiero sacar. En primer lugar, deberíamos evitar diluir demasiado los recursos. Si es necesario, deberíamos admitir que puede que el Proceso de Barcelona haya sido demasiado ambicioso, y en cambio, deberíamos centrarnos en un número menor de prioridades en las que podamos realmente marcar una diferencia.

En segundo lugar, debemos reconocer que los problemas de nuestros socios mediterráneos son también nuestros problemas. Tomemos la inmigración, por ejemplo: las limitaciones del Proceso de Barcelona respecto a la inmigración se han convertido en un problema enorme para los Estados miembros de la Unión Europea. Por lo tanto, al ayudar a nuestros socios mediterráneos, en realidad también nos estamos ayudando a nosotros mismos. Podría ser una situación en la que todos salen ganando.

En tercer lugar, debemos tratar a nuestros socios mediterráneos como verdaderos socios. Con demasiada frecuencia, Europa ha caído en la trampa de parecer paternalista y dictarles lo que tienen que hacer, cuando este no es en absoluto el enfoque correcto.

Por último, el proceso necesita visibilidad, tanto para los ciudadanos de la UE como para los ciudadanos de los socios miembros. A menos que los ciudadanos vean que el proceso puede afectarles y beneficiarles de forma directa, difícilmente podremos pedirles que lo apoyen.

 
  
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  Béatrice Patrie (PSE).(FR) Señora Presidenta, señora Comisaria, Señorías, quiero felicitar a la señora Jäätteenmäki por sus análisis. Los comparto. Gracias, señora Comisaria, por sus firmes propuestas.

Ya sea a través del Proceso de Barcelona, los acuerdos de asociación o, más recientemente, en el marco de la política europea de vecindad, Europa se presenta como socio de los países de la orilla meridional del Mediterráneo. Esta cooperación comprende una dimensión económica, social y cultural, pero, ante todo, debe basarse en el reconocimiento mutuo de una plataforma política integrada por valores compartidos indivisibles: democracia, libertades fundamentales, derechos humanos e igualdad entre hombres y mujeres. En el ámbito de las libertades fundamentales figuran el derecho a la seguridad individual, la libertad de conciencia y la libertad de expresión.

Debemos recordarlo en este momento, en que se impide a los defensores de los derechos humanos celebrar su reunión en Túnez, en este momento en que conocemos las conclusiones del informe Mehlis sobre el asesinato del señor Hariri. A este respecto, la libertad de prensa, en la que quiero insistir esta tarde, y el estatuto de los periodistas constituyen sin duda la mejor síntesis de todos esos valores compartidos. Sin seguridad individual para los periodistas, no hay libertad de expresión, y si la prensa no tiene libertad de expresión, no hay democracia. La libertad de expresión no es un valor occidental: brillaba más bajo el islam de los Omeyas que en las tinieblas de la Inquisición.

Por esta razón, tras el asesinato de Samir Kassir, tras el odioso atentado de que fue víctima, más recientemente, May Chidiac, he tomado la iniciativa, de acuerdo con mis colegas de la Delegación para las Relaciones con los países del Mashrek, por una parte, y de la Comisión de Asuntos Exteriores, por otra, de organizar hoy una audiencia, en cuyo curso hemos escuchado a periodistas de todo el espacio euromediterráneo. Esta mañana hemos entregado simbólicamente al Presidente del Parlamento Europeo un llamamiento a favor de una prensa libre en el espacio euromediterráneo. Les propongo esta tarde grabar en el mármol del Proceso de Barcelona la libertad de prensa como condición ineludible de nuestros acuerdos de cooperación.

 
  
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  Libor Rouček (PSE).  – (CS) Señorías, hoy conmemoramos el décimo aniversario del proceso de Barcelona y los cambios ocurridos en estos diez años. Aunque algunos han sido positivos, muchos otros han sido negativos. Quiero llamar la atención de la Cámara sobre uno de los primeros: la ampliación de la Unión Europea para incluir a los países de Europa central y oriental, ya que estoy convencido de que estos países tienen algo que aportar al proceso de Barcelona. Por ejemplo, todavía conservan fresco el recuerdo de sus experiencias de la transición de un régimen autoritario a uno democrático, o de la aplicación de reformas económicas extraordinariamente exitosas y la superación de las consecuencias sociales negativas de mismas. Todos esos países también tienen estrechos vínculos, de carácter político, económico o cultural, con los países del Norte de África. En algunos casos, estos se remontan a muchos años atrás, mientras que en otros son más recientes.

Quiero destacar que nos interesa, o en otras palabras, nos interesa tanto a Europa como a nuestros socios del Norte de África, sacar partido de la experiencia de estos nuevos Estados miembros y mejorar el proceso de Barcelona gracias a sus conocimientos. Creo que esto nos permitirá trabajar mejor conjuntamente para resolver los problemas que ahora estamos debatiendo, como la inmigración, la lenta aplicación de las reformas políticas y, en un gran número de casos, unas reformas económicas y sociales insuficientes.

 
  
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  Panagiotis Beglitis (PSE).(EL) Señora Presidenta, ya han transcurrido diez años desde la Declaración de Barcelona y, por lo tanto, ha llegado el momento de proceder a una revisión sincera y objetiva de las políticas y acciones de la iniciativa verdaderamente histórica de la cooperación euromediterránea.

En 1995 nos propusimos unos objetivos ambiciosos, ya que el entorno regional era mucho más favorable. Por desgracia, mucho me temo que actualmente el panorama geopolítico regional en Oriente Próximo y el Mediterráneo en general no sea propicia para el desarrollo de la cooperación euromediterránea. El punto muerto en el que se encuentra el proceso de paz en Oriente Próximo y la cuestión palestina continúan ejerciendo una influencia determinante y negativa sobre la cooperación euromediterránea. Ese era y sigue siendo el requisito previo fundamental para hacer realidad los objetivos.

Todos han hablado de resultados poco esperanzadores. Por mi parte, quisiera comentar, no obstante, dos aspectos principales. La pregunta es cómo va a continuar el proceso de Barcelona durante los próximos años. Opino la coexistencia de la Política de Vecindad Europea con el proceso euromediterráneo resulta particularmente difícil, dado que sus objetivos y políticas se superponen. A la Unión Europea le resulta difícil convencer a nuestros socios mediterráneos de la sinceridad de sus intenciones sin unos recursos financieros significativos y con un presupuesto comunitario limitado. La cooperación euromediterránea ha experimentado una inflación institucional, con la continua creación de nuevas instituciones y organismos. ¿Cómo van a funcionar sin una financiación suficiente? ¿Cómo se van a aplicar las iniciativas importantes, como la del Presidente español, señor Zapatero, sobre la alianza entre civilizaciones y el diálogo entre religiones? En la conferencia de Barcelona en noviembre, una lista de buenos deseos no bastará para convencer a los socios mediterráneos. Se necesita es una hoja de ruta y unas prioridades realistas para la aplicación de los objetivos de la cooperación euromediterránea.

 
  
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  Józef Pinior (PSE).   (PL) Señora Presidenta, por mi parte, quisiera llamar la atención de la Asamblea sobre dos cuestiones.

La política mediterránea de la Unión Europea establece una asociación mediterránea entre sociedades basadas en la fe judía, cristiana e islámica. Las medidas adoptadas conjuntamente con las universidades, colegios, instituciones cívicas e iglesias para fomentar el entendimiento mutuo y la tolerancia entre los jóvenes de los países mediterráneos revisten una importancia crucial en un momento como el actual, en que el fundamentalismo está en ascenso, al igual que la amenaza terrorista. Puedo asegurar a la Asamblea que los nuevos Estados miembros buscan inspiración en la experiencia obtenida a través de la asociación mediterránea en sus esfuerzos para definir la política oriental de la Unión. La creación de un espacio cultural común basado en los derechos humanos y la democracia, junto con el rechazo de cualquier tipo de fanatismo, constituye nuestra respuesta frente a los movimientos patrioteros que actualmente actúan en el mundo.

El segundo tema que quiero abordar es el problema de la inmigración. Esta se puede considerar una amenaza, como ha quedado ampliamente demostrado en los últimos tiempos en los escritos de Oriana Fallaci. El verdadero mensaje de sus libros es que se debe introducir una nueva forma de apartheid en la Unión Europea. Al mismo tiempo, sin embargo, la inmigración también puede representar una oportunidad para fomentar el desarrollo de Europa y el establecimiento de un orden internacional basado en la paz y la dignidad humana. El proceso de Barcelona debería demostrar que un orden de este tipo es factible y debe constituir la respuesta de Europa frente a la amenaza de un choque de civilizaciones.

 
  
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  Benita Ferrero-Waldner, miembro de la Comisión. - Señora Presidenta, muchas gracias por este debate tan interesante. Creo que todos tenemos claro que el Proceso de Barcelona, cuyo 10º aniversario estamos celebrando, es un proceso muy importante e histórico, aunque nuestras apreciaciones difieran un poco.

Creo que todos podemos decir que el Proceso de Barcelona ya ha marcado una diferencia, aunque no se ha explotado al máximo. Estoy de acuerdo con aquellos que han dicho que tenemos que profundizar y reforzarlo y que tenemos que motivarnos para seguir con el trabajo.

Se lo puedo decir de nuevo, soy una apasionada, incluso diría activista de este Proceso de Barcelona, y por ello he impulsado esta comunicación de la que he hablado antes, en la que hemos dado prioridad a los ámbitos más importantes, al menos en mi opinión. No podemos hacerlo todo a la vez: educación, democracia, derechos humanos, reformas y desarrollo económico son prioridades, pero no debemos olvidar el aspecto cultural y también nuestro legado; recuerden el programa Euro-Med sobre el patrimonio.

¿Qué diferencia hay entre Barcelona y la Política de Vecindad? Para algunos, esto puede ser confuso. Me explicaré. Barcelona es la plataforma multilateral, el proceso multilateral, es el proceso de región a región. Esto no excluye este proceso bilateral complementario en la Política de Vecindad, con un programa hecho a medida para cada país.

¿Por qué eso es tan importante? Como muchos de ustedes saben, los distintos países tienen actitudes diferentes. Acabo de volver del Líbano, donde estamos trabajando con el Primer Ministro en su proyecto de reforma, junto con nuestro plan de acción. A ese respecto, tengo muchas esperanzas. También he estado en Jordania recientemente, donde haremos todo lo que podamos para apoyar el programa de trabajo nacional. El Viceministro de Marruecos ha estado aquí hoy, y vamos a trabajar estrechamente con los marroquíes.

Hay otros países con los que estoy algo decepcionada y donde tenemos que trabajar juntos. Pero corresponde a los propios países marcar la diferencia y a nosotros apoyarlos. Aunque tenemos que compartir la responsabilidad y mostrar solidaridad, todo país debería en primer lugar poseer su propio proceso y su propia reforma. No debemos olvidar que tienen la responsabilidad principal de desarrollar sus propios países.

La plataforma no gubernamental Euro-Med presentó sus ideas en Luxemburgo del 1 al 3 de abril de 2005, y este foro civil sumamente efectivo se organizó mediante una serie de consultas nacionales y concluyó con la aprobación de un estatuto y la carta de la plataforma de ONG, al igual que con la elección de una junta directiva. Hubo bastantes propuestas, lo cual es, sin duda, positivo. Eso se reforzó en la declaración que se hizo en Barcelona. Sé que la Presidencia británica pretende conceder a esas ONG el derecho a participar con voz, y creo que es positivo y enriquecedor para todos nosotros.

La Comisión ha estado organizando tres conferencias de prensa, y en 2006 se establecerá un grupo de trabajo de medios de comunicación para realizar esta tarea.

Aquellos que no persiguen reformas en sus propios países contribuyen a la inestabilidad en esos países y, por tanto, en la región, mientras que los que promueven reformas mejoran la estabilidad en sus países y en la región.

Por último, permítanme decir que lamenté muchísimo no poder asistir a la Comisión Parlamentaria Euro-Med en Rabat, pues se organizó en un día en el que se reunía el Consejo de Asuntos Generales, es decir, el Consejo de Ministros de Asuntos Exteriores, y mi primera obligación era asistir a dicha reunión. De lo contrario, sin duda habría asistido.

 
  
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  La Presidenta. El debate queda cerrado.

La votación tendrá lugar el 27 de octubre de 2005 a las 11.30 horas.

 

23. Orden del día de la próxima sesión: véase el Acta

24. Cierre de la sesión
  

(Se levanta la sesión a las 23.45 horas)

 
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