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Acta literal de los debates
Jueves 27 de octubre de 2005 - Estrasburgo Edición DO

18. Caso de Tenzin Delek Rinpoche
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  El Presidente. De conformidad con el orden del día, se procede al debate de seis propuestas de resolución sobre el caso de Tenzin Delek Rinpoche(1).

 
  
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  Lidia Joanna Geringer de Oedenberg (PSE), autora (PL) Señor Presidente, uno de los últimos grandes lamas tibetanos, Tenzin Delek Rinpoche, ha pasado los últimos 20 años luchando por proteger la cultura tibetana. Siendo la principal figura religiosa en el Tíbet, ha desempeñado también un papel activo en asuntos económicos, culturales y sociales. Este lama tibetano ha sido durante mucho tiempo una espina para las autoridades chinas, aunque nunca ha participado en manifestaciones políticas.

Como líder espiritual que propugna incondicionalmente importantes medidas sociales como la construcción de escuelas para niños huérfanos, hospicios, carreteras locales y la ayuda a los ancianos, es un destacado defensor de la paz, cuyas acciones no son para nada agresivas. Sin embargo, su popularidad le ha llevado a ser etiquetado de amenaza para las autoridades locales chinas, que lo detuvieron so pretexto de que había ayudado supuestamente a organizar varios atentados. Se le acusó de terrorismo y se le condenó a muerte, sin ninguna prueba ni juicio justo. Se le ha mantenido en condiciones inhumanas durante muchos meses esperando la ejecución, y su pobre estado de salud actual es consecuencia directa de la tortura prolongada.

En vista de lo anterior, pedimos a las autoridades chinas que mejore las condiciones en las que se encuentra. También pedimos al Gobierno chino que haga esfuerzos por mejorar las condiciones en que se encuentran otros prisioneros, prohíba la tortura y, sobre todo, suprima la pena de muerte. Como parte de la comunidad internacional tenemos que dejar muy claro que no permitiremos que se encarcele a las personas si no se ha probado su culpabilidad. China debe respetar las normas internacionales sobre derechos humanos, la dignidad humana y las libertades civiles. Quiero por consiguiente pedir también a las organizaciones internacionales que presionen a China para que acepte un diálogo constructivo con vistas solucionar el asunto del Tíbet de una vez por todas.

 
  
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  Eva Lichtenberger (Verts/ALE), autora. (DE) Señor Presidente, Señorías, no es la primera vez que tenemos que discutir el terrible caso de Tenzin Delek Rinpoche y tomar nota de la falta de voluntad de China para emprender el camino de la reconciliación. Ni mucho menos: no tiene garantizado más que antes un juicio transparente y justo, y lo peor aún es que la tortura y las condiciones inhumanas en las que está encarcelado –sin, nótese bien, un auténtico procedimiento legal– le han llevado al extremo de que su vida está en peligro, y esto es algo sobre lo que realmente tenemos que hablar, y no por primera vez.

En esta Cámara estamos obligados a actuar ahora, porque ya hemos pedido un trato justo para este hombre que casi está a punto de morir, y cuyo único delito ha sido ser un querido profesor y guía espiritual. Ahora es el momento de que emprendamos acciones y presionemos de nuevo con nuestras exigencias al Gobierno chino.

Lo que hace todo esto más necesario es que parece que, cuanto más apetecen los Estados miembros y sus Gobiernos el mercado chino, más prudentes son a la hora de plantear cuestiones de derechos humanos a los socios chinos con los que dialogan. En un momento como este y en un contexto como este, estamos obligados a defender nuestros valores. Somos nosotros, los diputados a esta Cámara, quienes debemos hacer lo que nuestros Gobiernos no hacen.

En una situación en la que el Tíbet es autónomo solo sobre el papel y no en la realidad, en la que el diálogo con el Dalai Lama, que empezó de manera tan prometedora, o bien no continúa o se aplaza una y otra vez, y en la que China no garantiza todavía los derechos humanos, tenemos que hablar más alto y sin miedo, pidiendo que se ponga fin a este estado de cosas y se restaure el orden.

 
  
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  Thomas Mann (PPE-DE), autor. (DE) Señor Presidente, las resoluciones que adoptamos el 18 de noviembre de 2004 y el 13 de enero de 2005, combinadas con las masivas protestas diplomáticas y las acciones de las organizaciones de derechos humanos dieron algunos resultados, ya que consiguieron la conmutación de la pena de muerte dictada contra el respetado lama Tenzin Delek Rinpoche por la cadena perpetua. Las autoridades chinas le consideran un criminal, acusándole de socavar la seguridad del Estado, y –sin prueba alguna– de estar implicado en atentados con bombas. Continúan negándole un juicio justo con observadores internacionales presentes.

En lo que coincido totalmente con los dos oradores anteriores es que la auténtica razón de su encarcelamiento es su gran influencia en el pueblo tibetano y su apoyo al Dalai Lama. La pena de muerte puede haberse anulado, pero parece que se está aplicando por otros medios; al haber soportado la tortura y el confinamiento solitario, ahora no puede hablar ni moverse, y su vida pende de un hilo.

Todas las agrupaciones políticas de esta Cámara piden a los chinos que no retrasen más la mejora de las condiciones en las que se encuentra y cumplan estrictamente los términos del Convenio de las Naciones Unidas sobre el Trato de Prisioneros. Insistimos en que Manfred Nowak, el Ponente Especial de las Naciones Unidas sobre la Tortura, tenga libre acceso a Tenzin Rinpoche; llegará a China en una misión de inspección dentro de tres semanas.

La Comisión Europea, el Consejo y los Estados miembros deben establecer una estrecha relación entre el destino actual de los presos políticos en China y el mantenimiento del embargo de armas impuesto a ese país. El embargo debe mantenerse, sin ninguna relajación, tanto tiempo como continúen los abusos de los derechos humanos. La Embajada china en Bruselas ha intentado intervenir, alegando que eran asuntos internos, y que ni organizaciones externas ni nadie a título individual tenían derecho a entrometerse. Estas expresiones opresivas constituyen sin embargo otro ejemplo del resultado insatisfactorio de la cumbre UE/China del 5 de septiembre y la falta de resultados tangibles del diálogo sobre derechos humanos. El Grupo del Partido Popular Europeo (Demócrata-Cristianos) y de los Demócratas Europeos quiere subrayar la necesidad de que se mantengan los valores y las normas internacionales.

Lo que envía una poderosa señal a todos los que sufren persecución por razones políticas, religiosas o culturales es la insistencia de la Unión Europea en condicionar la cooperación con cualquier país –sin ninguna excepción– a su respeto de los derechos humanos. Los que quieren que la confrontación ceda paso a la cooperación deben apoyar los derechos humanos y abstenerse de violarlos, ya que los derechos humanos son universales en su aplicación.

(Aplausos)

 
  
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  Elizabeth Lynne (ALDE), autora. – (EN) Señor Presidente, no nos corresponde a nosotros decir si Tenzin Delek Rinpoche es inocente o culpable. Sin embargo, sí es de nuestra incumbencia denunciar las violaciones de los derechos humanos siempre que las detectemos. Existe una seria preocupación acerca de su detención, juicio y condena, que a mi parecer constituyen un error de la justicia.

En un boletín de noticias del 24 de octubre, el Gobierno chino afirmaba que era un asunto interno de China y que no teníamos ningún derecho a intervenir. Si se trata de un asunto de derechos humanos, tenemos todo el derecho a intervenir; es nuestra obligación. No está claro si el inculpado ha tenido pleno acceso a asistencia letrada a lo largo del proceso judicial. Los chinos afirmaron que contaba con dos abogados. Mis fuentes sostienen que no ha tenido ningún abogado defensor. Mis fuentes afirman igualmente que no reconoció ni jamás ha reconocido el delito que se le imputa, a pesar de la tortura a la que al parecer fue sometido durante varios meses antes de su juicio. Cuando fue juzgado hace tres años, se produjo un clamor internacional y creo que, por aquellas fechas, el Gobierno chino prometió una nueva vista en el Tribunal Supremo. Eso no ha ocurrido. Ha de ser sometido a un juicio justo acorde con todas las normas internacionales en la materia, o ser liberado de inmediato. No cabe ninguna otra alternativa.

 
  
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  Erik Meijer (GUE/NGL), autor. (NL) Señor Presidente, la opresión en el Tíbet está a menudo en el orden del día de esta Cámara. China ve a ese país prácticamente como un lienzo en blanco que tiene que ser colonizado y hecho accesible, después de lo cual puede seguir desarrollándose a la manera china moderna. Por el momento, todo se centra en la disciplina y el crecimiento económico, sin ningún margen para opiniones diferentes. Esto es ajeno a la cultura, las tradiciones y los intereses de los tibetanos, que han aprendido a sobrevivir en su país inhóspito y quieren que se les deje en paz.

Este problema también se refleja dentro de China entre otros pueblos con diferente lengua y cultura, como los uigures, relacionados con los pueblos turcos de las antiguas repúblicas soviéticas de Asia Central, pero, desde que el Dalai Lama huyó a la India, la mayor parte de la atención se ha centrado en el Tíbet.

Realmente no podemos ver mejora alguna en la manera en que China trata a los tibetanos. Aunque nuestras declaraciones en esta Cámara no hayan tenido definitivamente los resultados que pretendíamos conseguir, sigue siendo necesario que continuemos sin descanso. No se debe dar a China la impresión de que Europa ha aceptado el status quo en beneficio de sus propios intereses económicos.

Finalmente, la pena de muerte en China tiene que abolirse, al igual que en los Estados Unidos y en el resto del mundo. Tenemos que defender esta cuestión en todas partes y luchar por los derechos humanos.

 
  
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  Marcin Libicki (UEN), autor (PL) Señor Presidente, señor Comisario, el Tíbet es una vez más tema de debate en esta Cámara. En el debate de hoy tenemos que preguntarnos si las medidas adoptadas por el Parlamento y la Comisión han sido efectivas. Por desgracia, el hecho de que tengamos otro debate sobre este asunto parece indicar que no.

Algunos diputados a esta Cámara han alegado que estas cuestiones son asuntos internos de China, y esta es realmente la línea adoptada por la Embajada china de Bruselas. No es este el caso, sin embargo. El concepto de asuntos internos, que se utiliza para justificar todos los crímenes contra la propia nación, es una doctrina apoyada solo por tiranos, y que jamás se ha mantenido en la Europa civilizada. En siglos pasados, la Iglesia Católica y otras religiones pedían que se tratara bien a los ciudadanos, y se oponían al concepto de que los gobernantes podían hacer lo que quisieran con sus propios ciudadanos. Hoy en día, las organizaciones internacionales no dejan de hacer hincapié en el hecho de que los asuntos internos que violan principios morales fundamentales conciernen a toda la humanidad.

Hemos de tener claro que este asunto trata de algo más que de un monje. Trata nada menos que de la destrucción del Tíbet y de la cultura y nación tibetanas, sin otra razón que la existencia de esta pacífica nación. La existencia de una nación que difiere de la suya en términos culturales, históricos y sociales es razón suficiente para que las autoridades chinas intenten destruirla. En lugar de alegrarnos por la finalización de una línea de ferrocarril entre el Tíbet y China, tenemos que alarmarnos por esta novedad, ya que uno de sus propósitos es destruir más el Tíbet inundándolo de ciudadanos y empresarios chinos.

El Parlamento se muestra muy activo en este terreno, y su Intergrupo para el Tíbet tiene un presidente muy dedicado y enérgico en la figura del señor Mann. Tenemos que hacer más, sin embargo. Quiero recordar al Comisario que ya es hora de que la Comisión dé pasos decisivos para solucionar los problemas en China de una vez por todas, ya que su posición como institución poderosa de la UE significa que está indudablemente en condiciones de hacerlo. Su primer paso debería ser ir al rescate de este pobre monje tibetano.

(Aplausos)

 
  
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  Olli Rehn, miembro de la Comisión. (EN) Señor Presidente, la situación de los derechos humanos en el Tíbet constituye un motivo constante de preocupación para la Unión Europea y ocupa un lugar preferente en el temario del diálogo sobre derechos humanos entre la UE y China. En ese contexto, la Unión Europea siempre se ha preocupado de los derechos de las minorías, especialmente en el Tíbet, y solicita a las autoridades chinas que preserven la identidad cultural, religiosa y lingüística del pueblo tibetano.

En el transcurso de este diálogo, regularmente se ha llamado la atención de las autoridades chinas sobre el caso del monje tibetano Tenzin Delek Rinpoche. Además, la troika de la UE se ha dirigido en tres ocasiones al Gobierno chino, dos veces el año pasado y otra a principios de este, cuando la troika se reunió con el Ministro de Asuntos Exteriores chino, Tang Jiaxuan.

En todas estas ocasiones, la Unión Europea ha planteado su demanda urgente en favor de la supresión de la pena de muerte en China, ha expresado su esperanza de que no fuera ejecutado Tenzin Delek Rinpoche y ha solicitado información acerca de las circunstancias de su detención y su estado de salud. Al tiempo que acoge con satisfacción la decisión de las autoridades chinas el 26 de enero de 2005 de conmutar este año la sentencia de muerte de Tenzin Delek Rinpoche por la de cadena perpetua, la Unión Europea continúa sumamente preocupada por las dudas constantes que rodean su juicio y la severa pena impuesta. La Unión Europea tiene la firme voluntad de seguir muy de cerca este asunto en el marco del diálogo UE-China sobre derechos humanos.

En un plano más general, como parte de su política global sobre el Tíbet, la Unión Europea ha propugnado durante muchos años, y continuará haciéndolo, el establecimiento de un diálogo directo entre el Dalai Lama y las autoridades chinas como única forma realista de encontrar una solución duradera al problema del Tíbet. La tercera visita de los enviados especiales del Dalai Lama a finales del año pasado constituyó una medida alentadora que debería tener continuidad.

 
  
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  El Presidente. El debate queda cerrado.

La votación tendrá lugar hoy a las 16 horas.

DECLARACIÓN POR ESCRITO

(ARTÍCULO 142 DEL REGLAMENTO)

 
  
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  Filip Andrzej Kaczmarek (PPE-DE).   (PL) Estoy a favor del libre comercio, pero tenemos que preguntarnos si debemos comerciar libremente con un país que no respeta libertades de otro tipo. No creo que la diversidad cultural justifique en modo alguno las acciones de China. La pena de muerte es inaceptable en cualquier cultura, ya que es un insulto a la misma naturaleza de la humanidad. China está orgullosa de su nueva línea de ferrocarril al Tíbet, que es la de mayor altitud del mundo. Merece la pena señalar, sin embargo, que las inversiones en infraestructuras no son el único signo de una gran civilización.

Si China puede construir ferrocarriles de ese estilo, entonces también puede mejorar las condiciones de vida de sus prisioneros. Todo lo que necesita es la voluntad política de hacerlo. Es muy importante que el embargo de armas contra China se mantenga, porque el destino de Tenzin Delek Rinpoche demuestra ampliamente que el país no ha aprendido la lección de los sucesos de 4 de junio de 1989. Es una fecha significativa tanto para los ciudadanos de Polonia como de China. Es un símbolo de esperanza para la primera, ya que fue la fecha de las primeras elecciones parlamentarias parcialmente libres.

En China, sin embargo, esta fecha se ha convertido en símbolo de represión, ya que es el aniversario de la tragedia de Tiananmen. Volviendo a 1989, yo llevaba una insignia con las palabras chinas de libertad y democracia. Estos dos valores son los que deseo hoy al pueblo tibetano y al chino.

 
  
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  Carl Schlyter (Verts/ALE). – (SV) Señor Presidente, durante cinco veces al menos en este periodo parcial de sesiones, los auriculares –y por consiguiente el servicio de interpretación– de toda la fila detrás de donde suelo sentarme no han funcionado. Tampoco ha funcionado el micrófono, así que no ha sido posible quejarse de la situación al Presidente. Hemos demostrado una gran flexibilidad durante las votaciones y hemos continuado con ellas en la fila afectada. La próxima vez, sin embargo, tenemos que tratar muchos asuntos importantes, incluido REACH, así que necesitamos garantizar que la tecnología funcione. De lo contrario, el periodo parcial de sesiones puede verse interrumpido de la manera más inoportuna. Espero, por tanto, que pueda resolver este problema el próximo mes.

 
  
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  El Presidente. Por desgracia, este es un problema recurrente. Lo investigaremos en detalle y confiamos en que no suceda en el siguiente periodo parcial de sesiones.

 
  

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