El Presidente. De conformidad con el orden del día, se procede al debate de las declaraciones del Consejo y de la Comisión sobre la situación en Chechenia después de las elecciones y la sociedad civil en Rusia.
Hans Winkler, Presidente en ejercicio del Consejo. (DE) Señor Presidente, señora Comisaria, Señorías, el conflicto en Chechenia sigue siendo una fuente de inestabilidad en el Cáucaso septentrional. La situación política, económica, social y de derechos humanos en esta república del Cáucaso sigue siendo sumamente insatisfactoria y una verdadera fuente de preocupación. Todas las instituciones de la Unión Europea son conscientes de la importancia de esta cuestión en nuestras relaciones con la Federación de Rusia.
Como saben ustedes, Chechenia celebró elecciones parlamentarias el pasado 28 de noviembre, sus primeras elecciones legislativas en ocho años. Por desgracia, la Unión Europea y la OSCE no pudieron enviar observadores por motivos de seguridad. Sin embargo, el simple hecho de que, por primera vez en ocho años, fuera posible celebrar elecciones parlamentarias en Chechenia fue considerado por la Presidencia de turno como un paso decisivo, a pesar de que hemos de recalcar que hubo graves problemas. La Unión Europea colaboró en la formación de observadores locales para estas elecciones y la Comisión ofreció ayuda por valor de 60 000 euros para apoyar a observadores objetivos y profesionales en las elecciones locales procedentes de varias organizaciones de la sociedad civil.
Justo después de las elecciones, la Presidencia de la UE emitió una declaración señalando que se habían evidenciado problemas durante el proceso electoral y que algunos observadores habían expresado su preocupación. Pidió encarecidamente a las autoridades rusas que investigaran los informes de irregularidades o de intimidación. La declaración constataba que un mayor fortalecimiento de las instituciones democráticas, como parte de un proceso político inclusivo, es esencial para el desarrollo sostenible y pacífico de Chechenia, así como para la paz y la estabilidad en el Cáucaso septentrional en su conjunto.
La Unión Europea ha expresado con frecuencia su gran preocupación en relación con el proceso político en Chechenia y sigue pidiendo encarecidamente a las autoridades rusas que confieran una mayor transparencia y legitimidad a este proceso político. Con regularidad se plantean cuestiones de derechos humanos y democracia en el contexto de las relaciones entre la Unión Europea y la Federación de Rusia. El Acuerdo de Asociación y Cooperación, al establecer las bases para las relaciones entre la UE y Rusia, hace referencia al respeto de valores compartidos como la democracia, los derechos humanos y el Estado de derecho.
Chechenia es un tema importante en las consultas bianuales sobre derechos humanos con Rusia, que se lanzaron oficialmente en marzo de 2005 durante la Presidencia luxemburguesa. La UE tiene especial interés en utilizar estas consultas para expresar su preocupación por la desaparición de personas y el fracaso general a la hora de castigar las violaciones de los derechos humanos. La última ronda de estas consultas sumamente importantes se celebró en Bruselas el 8 de septiembre de 2005 y proseguirá este año bajo la Presidencia austriaca. Necesitamos que la Unión Europea y sus Estados miembros se comprometan de forma continuada a este respecto, pues estas consultas ofrecen un foro donde es posible debatir estas cuestiones de una forma muy abierta y constructiva.
Después del estallido del segundo conflicto en Chechenia en septiembre de 1999, la Unión Europea ha adoptado y mantenido una clara posición sobre la cuestión del respecto de los derechos humanos. La UE sigue defendiendo una solución política para el conflicto y ha pedido a la Federación de Rusia que trabaje estrechamente con mecanismos de derechos humanos internacionales, en particular con las Naciones Unidas y su relator especial contra la tortura y contra todo castigo o trato cruel, inhumano o degradante, y también con el Consejo de Europa, sobre todo con el Comité europeo para la prevención de la tortura y los tratos o castigos inhumanos o degradantes, y por supuesto con la OSCE. Una reanudación de la presencia permanente de la OSCE, en forma de una misión sobre el terreno en Chechenia, sería aplaudida en cualquier caso. La OSCE ya desempeñó un papel sumamente importante en los esfuerzos para encontrar una solución al primer conflicto en Chechenia, y un papel comparable sería también muy importante esta vez.
En la cumbre UE-Rusia en noviembre de 2004, Rusia aceptó el programa de ayuda de la Comisión Europea de 20 millones de euros para apoyar la recuperación socioeconómica en el Cáucaso septentrional, además de la ayuda humanitaria continuada. Este programa pretende contribuir a la promoción de un proceso político abierto y democrático en Chechenia.
Con respecto a la sociedad civil, la situación de las organizaciones no gubernamentales y los activistas de derechos humanos, la reforma judicial y la libertad de los medios de comunicación en Rusia son ámbitos que constituyen un motivo especial de preocupación y que se plantean con regularidad en debates entre la UE y los representantes rusos. La UE está firmemente convencida de que Rusia saldría beneficiada al tener una sociedad civil fuerte e independiente.
A finales de diciembre de 2005, la Duma y el Consejo de la Federación aprobaron un proyecto de ley sobre organizaciones no gubernamentales. La UE ha expresado repetidas veces su preocupación por este proyecto, concretamente en su carta del 22 de noviembre de 2005 al presidente de la Duma, el señor Gryzlov, y durante una gestión de la troika el 2 de diciembre de 2005. Asimismo confío en que volveremos a expresar nuestro parecer sobre este asunto ahora que se ha firmado la ley. Según el proyecto en su versión actual, las ONG extranjeras han de ofrecer a las autoridades rusas informes sobre sus programas, su financiación y su organización. Se puede prohibir a las ONG rusas que trabajen en zonas restringidas, lo cual por supuesto limita gravemente, o incluso imposibilita, sus actividades en zonas y regiones sensibles.
Se esperaba que la Presidencia rusa del G8, desde el 1 de enero de 2006, no solo diera al país un incentivo para mejorar su imagen en la escena internacional, sino también que le ayudaría a hacer esfuerzos más activos y continuados que antes para resolver el conflicto en Chechenia y, por consiguiente, mejorar la situación en el Cáucaso meridional, donde los tres conflictos en Osetia del Sur, Abjazia y Nagorno-Karabaj, aunque están congelados, han de resolverse urgentemente. La UE ha anunciado que seguirá muy de cerca las acciones de Rusia durante la Presidencia del G8. La cuestión de la sociedad civil también se planteará repetidas veces en las consultas bianuales sobre derechos humanos con Rusia.
Señor Presidente, hemos de estar firmemente decididos a proseguir el diálogo con la Federación de Rusia con respecto a Chechenia y otras cuestiones relativas a los derechos humanos, al margen de las dificultades y de la resistencia, y presionar para lograr una mejora de la situación.
Benita Ferrero-Waldner, miembro de la Comisión. (EN) Señor Presidente, señor Presidente en ejercicio del Consejo, Señorías, agradezco enormemente esta oportunidad de presentar el punto de vista de la Comisión sobre el futuro de Chechenia tras las elecciones. Como ha mencionado la Presidencia, es positivo que las elecciones se hayan celebrado sin violencia, aunque no se puede ignorar las deficiencias del proceso. Tres partidos recibieron el apoyo suficiente para tener representación en el nuevo Parlamento, con un peso mucho mayor del partido favorable al Kremlin, Rusia Unida, respecto a los restantes partidos. Esperamos que este sea un paso adelante hacia una mayor representación política, una mayor estabilidad y finalmente una democracia pacífica.
Ni la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa ni el Consejo de Europa enviaron una misión de observadores de pleno derecho, ya que las condiciones sobre el terreno no lo permitían, pero este último envió una misión investigadora formada por ocho personas. Por lo tanto, no contamos con informes oficiales, pero somos conscientes de las declaraciones de los miembros de esta misión y de otras organizaciones que concretamente llaman la atención sobre las deficiencias del proceso, y esperamos que estas acusaciones se investiguen debidamente.
Pese a que celebramos el compromiso de las autoridades federales rusas de asignar importantes fondos a la reconstrucción, es preciso adoptar una serie de medidas adicionales si se quiere que estas elecciones sean un paso más adelante hacia una mayor paz y democracia. Aunque parece haberse producido una mejora del estado de seguridad en Chechenia, lamentablemente la cultura de impunidad persiste. Hay que investigarse en profundidad los casos comunicados de desapariciones y torturas, y los autores, incluidos los miembros de los cuerpos policiales, deben ser llevados ante la justicia.
Somos conscientes de que Rusia ha expresado su disposición a cooperar con los mecanismos de derechos humanos de las Naciones Unidas, incluido, por ejemplo, la Alta Comisaria de Derechos Humanos, la señora Arbour. Estas garantías deben ponerse en práctica y conviene cooperar con los ponentes especiales de las Naciones Unidas. También es importante ver que el Defensor del Pueblo local en Chechenia desempeña sus obligaciones con imparcialidad y eficiencia.
Como ya se ha dicho, quisiera destacar que la Comisión Europea está desempeñando su papel en la región. Hemos acordado un programa de 20 millones de euros para la recuperación socioeconómica del Cáucaso septentrional, ya que creemos que esta es una de las causas de este conflicto. Esto se añade a la asistencia humanitaria, de la que ya somos el principal donante a través de la ECHO, lo cual demuestra claramente nuestra disposición para implicarnos activamente en el proceso de fortalecimiento de la democracia y la estabilidad en la región.
Nuestro programa ayudará a respaldar la necesaria rehabilitación de los sectores de la salud y la educación y servirá de asistencia en las actividades de generación de ingresos y creación de empleo. Durante mi anterior cargo de Ministra de Asuntos Exteriores austriaca visité Chechenia como presidenta de la OSCE. Recuerdo muy bien mi visita. Pudimos ver centros de salud de primera mano y de hecho es mucha la ayuda necesaria.
También tenemos la intención de abrir una oficina en la región del Cáucaso septentrional, posiblemente en Vladikavkaz, lo cual nos ayudaría a controlar la aplicación de nuestro programa y a mantenernos mejor informados respecto a la situación sobre el terreno.
Sin embargo, quisiera expresar nuestra preocupación por las continuas dificultades a las que deben enfrentarse las ONG –como ha mencionado la Presidencia–, incluidas las que reciben el apoyo de la Comisión Europea, como es el caso de la Sociedad para la Amistad Ruso-Chechena de Nizhny Novgorod. Esto también afecta a las ONG que prestan ayuda humanitaria al amparo del programa ECHO.
En este contexto quisiera llamar su atención sobre las recientes modificaciones de la legislación rusa sobre ONG. Expresamos nuestras preocupaciones relativas al efecto de esta legislación sobre las ONG financiadas con cargo a ECHO en el Cáucaso septentrional a través de los programas EIDHR y TACIS, a la presidenta del Consejo Presidencial sobre el desarrollo de la sociedad social y los derechos humanos. También traté el tema con el Ministro de Asuntos Exteriores, el señor Lavrov, que me garantizó que habría cambios en la propuesta en segunda lectura en la Duma. El texto de la legislación finalmente aprobado por la Duma tiene realmente en cuenta, en parte, las preocupaciones expresadas por la Unión Europea y el Consejo de Europa, cosa que celebramos. Sin embargo, nos sigue preocupando que algunas de las disposiciones continúen siendo excesivas; por ejemplo, la competencia para negar el registro de las ONG locales y los controles que se ejercen sobre las ONG locales y extranjeras.
Estamos tomando debida nota del modo en que se aplican estas disposiciones. Ahora esta es nuestra labor. También aprovecharemos todas las oportunidades disponibles para hacer que las autoridades rusas sean conscientes de las preocupaciones que puedan surgir con respecto a esta aplicación. Nuestro diálogo político regular con Rusia y la próxima ronda de consultas UE-Rusia sobre derechos humanos, fijada para marzo, son una excelente oportunidad para ello.
Charles Tannock, en nombre del Grupo del PPE-DE. – (EN) Señor Presidente, está claro que Rusia se enfrenta a una seria amenaza delictiva y terrorista en Chechenia, y que el Cáucaso septentrional circundante sigue siendo inestable, con matanzas diarias entre las fuerzas de seguridad y los delincuentes. También son frecuentes los secuestros de civiles, que resultan impunes, a cargo de inquietantes unidades paramilitares que no responden de sus actos. Todos somos conscientes de la tragedia de Beslán. Y todavía no he recibido una respuesta satisfactoria de mi Gobierno, el Gobierno británico, de por qué concede el estatuto de refugiado a Ahmed Zakayev, que forma parte del mismo denominado Gobierno checheno en el exilio que el buscado terrorista Shamil Basayev, que está detrás de la tragedia de Beslán. Sin embargo, también sigue habiendo un flujo de refugiados chechenos realmente inocentes hacia el oeste, atrapados en esta brutal guerra. Por ello la UE tiene el máximo interés en exigir el respeto de los derechos humanos, además de ser más crítica con los estándares democráticos de las elecciones de noviembre de 2005.
Por ejemplo, actualmente preocupa la decisión de un tribunal local de cerrar los locales en Ingushetia del Centro por la Paz y el Desarrollo Comunitario, un grupo humanitario ruso-británico. También está examinando una solicitud de prohibir otra organización caritativa, International Medical Corps, con sede central en los Estados Unidos. Esto demuestra el grado de hostilidad ante la presencia extranjera de ONG humanitarias que operan en la región. Asimismo ilustra el fenómeno del aumento del autoritarismo en toda Rusia, como ha documentado sobradamente Freedom House, y como hemos visto en la última ley de la Duma sobre ONG extranjeras, en la que incluso la versión definitiva sigue permitiendo negar el registro a cualquier grupo extranjero que amenace la soberanía, el patrimonio cultural y los intereses nacionales rusos, motivos vagos y abiertos a la interpretación de la administración local.
Nuestra resolución de hoy pretende mantener la presión sobre la Federación Rusa para elevar el listón de los derechos humanos en esta trágica región que ha estado tan asediada por el conflicto durante tanto tiempo.
Reino Paasilinna, en nombre del Grupo del PSE. – (FI) Señor Presidente, Señorías, llevamos unos quince años aprobando resoluciones sobre Chechenia, y siempre han sido críticas. Hace dos años, el Parlamento también envió una delegación a Chechenia de la cual yo era el presidente. Esto por supuesto se ha olvidado en la resolución de hoy.
Hay muchas cuestiones críticas relacionadas con este conflicto en la posición común de hoy. Propongo que la Duma cree una comisión de investigación para investigar la acción de las autoridades en Chechenia. Otra propuesta es crear un tribunal internacional temporal para investigar estos crímenes. Hay otras propuestas. Nuestras propuestas no han dado resultados significativos durante todo este tiempo. He preguntado al país que asume la Presidencia si podíamos tratar todo el conflicto en su conjunto, y no solo las partes que irritan a Rusia, poniendo toda la cuestión sobre el tapete con Rusia. Nosotros, por supuesto, podemos ofrecer ayuda en este sentido, como ha dicho la señora Ferrero-Waldner. Todos estamos interesados en apaciguar a Rusia y los líderes rusos han pedido algunos buenos consejos, así que deberíamos buscar una salida juntos. El jefe del país que asume la Presidencia tendría buenos medios para contactar con el Presidente Putin a este respecto; podría abordarle directamente.
Cecilia Malmström, en nombre del Grupo ALDE. – (SV) Señor Presidente, Chechenia es un continuo problema para nuestro continente, con cientos de miles de muertos y mutilados, y miles de niños traumatizados o huérfanos. Con la terrible crisis de refugiados, se trata de una tragedia humana en todos los sentidos. Las fuerzas militares y paramilitares están cometiendo atrocidades, y nadie ha sido llevado ante la justicia ni ha tenido que rendir cuentas por ello. Ambos bandos son responsables de los excesos, pero los civiles chechenos han sufrido de manera desproporcionada. Esto significa que la comunidad internacional y nosotros en la UE tenemos la obligación, de hecho, el deber de intervenir. No podemos permanecer indiferentes. Hemos de condenar las atrocidades y exigir que Rusia aumente sus esfuerzos para encontrar una solución pacífica al problema. Además de los pasos tan constructivas que ya estamos dando, con el tiempo, en la UE quizá también podamos ofrecer ayuda en forma de mediación, reconstrucción y más rehabilitación.
De cierta forma, las elecciones fueron un éxito, a pesar de todo. Sin embargo, la situación es muy incierta y quedan muchísimas cosas por hacer. Es preciso identificar las fuerzas democráticas en Chechenia e intentar iniciar un diálogo, porque la negociación es la única forma posible de seguir adelante. Por supuesto, condenamos los actos terroristas cometidos por los separatistas chechenos, y nunca podrán condenarse suficientemente los abominables sucesos ocurridos, por ejemplo, en Beslán y en el teatro de Moscú.
Con estas negociaciones en perspectiva, los acontecimientos en Rusia son sumamente preocupantes. Tanto la Comisaria como el Presidente en ejercicio del Consejo lo han dicho. Resulta difícil iniciar el diálogo no solo debido a la legislación que pone obstáculos al trabajo de las organizaciones voluntarias, sino también debido a las sucesivas restricciones a los medios de comunicación. Es difícil hacer críticas y conseguir progresos.
Es de agradecer que el Presidente en ejercicio del Consejo sea tan claro en sus críticas a Rusia. Aquí, en el Parlamento, hemos buscado durante mucho tiempo una estrategia más coherente sobre Rusia. Por desgracia, sabemos muy bien que, por ejemplo, la necesidad de energía hace que demasiados Estados miembros mantengan por su parte una actitud hipócrita con respecto al historial de derechos humanos de nuestro gran vecino y a sus violaciones del Estado de derecho. Chechenia ha de permanecer siempre en la agenda. Es algo que le debemos al pueblo checheno y al pueblo ruso, y es algo que nos debemos a nosotros mismos si queremos seguir siendo creíbles.
(Aplausos)
Bart Staes, en nombre del Grupo Verts/ALE. – (NL) Señor Presidente, señor Winkler, señora Comisaria, cuando les oigo hablar me alegra que seamos diputados al Parlamento, que tengamos la suerte de no ser diplomáticos y que no hayamos perdido el contacto con la realidad. Por fortuna, aún se nos permite expresar nuestra sorpresa o nuestra indignación.
Por esta razón, en los últimos años, el Parlamento Europeo ha tomado la iniciativa a la hora de condenar lo que iba mal en Rusia y en Chechenia. En Chechenia y en todo el Cáucaso septentrional impera un ambiente de impunidad. Cada vez se cometen más secuestros, abusos y asesinatos arbitrarios. Es justo decir que la Federación de Rusia no tiene control sobre la situación. De hecho, sucede lo contrario: el conflicto se está extendiendo desde Chechenia a través de Ingushetia a todo el Cáucaso septentrional.
Sobre este trasfondo, es un verdadero escándalo que el Consejo o la Comisión afirmen que las elecciones organizadas han ido más o menos bien, y quiero instar a la Comisión, al Consejo, a los Ministros de Asuntos Exteriores y en especial al Ministro de Asuntos Exteriores belga, que actualmente es Presidente en ejercicio de la OSCE, a que llamen a las cosas por su nombre. Para acabar quiero hacer un llamamiento para que se ayude a los rusos a ...
(El Presidente interrumpe al orador)
Jonas Sjöstedt, en nombre del Grupo GUE/NGL. – (SV) Señor Presidente, como se ha señalado en esta Cámara, las elecciones en Chechenia tuvieron importantes deficiencias y carencias. De esto no cabe ninguna duda. Al mismo tiempo, han supuesto un paso adelante. Ahora existe la oportunidad de construir instituciones políticas en Chechenia y hacerlo con algo más de credibilidad. Lo que resulta evidente después de todos estos años de atrocidades y de guerra es que no puede haber una solución militar al conflicto en Chechenia. La idea de que, como cree el Gobierno ruso, será posible aplastar a toda la oposición en Chechenia es un mito. Al final, se necesita un proceso político y unas negociaciones.
Es un hecho evidente para todos nosotros que hay que condenar los odiosos actos de terrorismo cometidos por los separatistas chechenos. Asimismo es importante ver que, de hecho, Rusia también ha seguido una política de terrorismo contra sectores de la población chechena. Ha cometido enormes actos de crueldad sin que nadie rindiera cuentas por nada. Es algo que da ventaja a las fuerzas más extremas de Chechenia. Solo cuando cesen los actos de este tipo es posible que haya una oportunidad para el diálogo y para una solución pacífica.
Michał Tomasz Kamiñski, en nombre del Grupo UEN. – (PL)Señor Presidente, el debate de hoy en la Cámara es un ejemplo del carácter democrático de este Parlamento.
Quiero dar las gracias a los anteriores oradores por su valoración precisa y fiable de la situación en Chechenia. No obstante, es preciso dejar bien claro que, aunque un debate de este tipo pueda celebrarse en el Parlamento Europeo, no puede celebrarse en Rusia, porque la democracia tal como la entendemos en Occidente no existe en estos momentos en ese país. Moscú y San Petersburgo no están en pie de guerra. Si no hay democracia en aquellas zonas, seguro que no la habrá en Grozny ni en el resto de Chechenia, donde sí hay una guerra.
La señora Ferrero-Waldner ha afirmado hoy que la Unión Europea no pudo enviar observadores para controlar las elecciones en Chechenia debido a que las condiciones sobre el terreno no lo permitían. Quiero dar las gracias a la Comisaria por su honestidad. No obstante, he de señalar que si las condiciones sobre el terreno eran tales que impedían garantizar la seguridad de los observadores, ¿cómo podemos aceptar que las condiciones eran adecuadas para que se celebraran elecciones? Sencillamente no lo eran. Una de las razones es que desde el punto de vista del Derecho internacional, Chechenia es un Estado independiente bajo ocupación extranjera. Quiero recalcarlo con insistencia. El pueblo checheno nunca ha expresado libremente un deseo de formar parte de la Federación de Rusia. Chechenia declaró su independencia y todo el mundo vio cómo los tanques rusos entraban en el país en respuesta a aquella declaración.
Al margen del partido político al que representemos en esta Cámara, si realmente compartimos valores fundamentales como la democracia y el derecho a la autodeterminación sobre los cuales se basa nuestra Comunidad, hemos de enviar un llamamiento urgente desde el Parlamento pidiendo la libertad para el pueblo checheno.
Luca Romagnoli (NI). – (IT) Señor Presidente, Señorías, tengo la impresión de que la Unión Europea y el Parlamento no pierden una oportunidad, a menudo con escasas pruebas objetivas, de criticar y oponerse a las autoridades y a los Gobiernos de países con los que más bien les convendría cultivar buenas relaciones. Esto es lo que deberían hacer con Rusia, en lugar de gastarse millones de euros del dinero de los contribuyentes europeos en dudosas iniciativas para apoyar a las llamadas organizaciones «de control democrático».
A fin de crear una Europa para todos es indispensable pensar con racionalidad y objetividad a la hora de valorar las medidas de seguridad y de antiterrorismo que han influido o pueden influir en la paz y la estabilidad, también de nuestra Unión.
No creo que deba recordar a esta Cámara algunos de los terribles crímenes cometidos contra la población civil en Chechenia y en Rusia por aquellos que afirman luchar por la autodeterminación del pueblo checheno. Sin embargo, he de decir que algunas personas insisten en interferir y criticar y que, a menudo, se utiliza una doble moral para valorar situaciones similares en diferentes partes del mundo.
La resolución sobre Chechenia es el enésimo ejemplo de ello, y yo no estoy dispuesto a apoyar unas resoluciones hipócritas que, además, van en contra de los intereses de estabilidad de las fronteras sudorientales de la Unión, unos intereses que deberían considerar la necesidad....
(El Presidente interrumpe al orador)
Tunne Kelam (PPE-DE). – (EN) Señor Presidente, según los grupos defensores de los derechos humanos en Rusia, estas supuestas elecciones han tenido lugar únicamente sobre el papel. La participación de la población local fue muy baja, prácticamente inexistente. En su lugar, lo que resulta escandaloso, miles de soldados del ejército ruso participaron en las elecciones, junto con un grupo armado del líder nombrado por el Kremlin, Kadyrov. Así pues, estas elecciones deben considerarse una farsa para ocultar la constante violencia y opresión.
En 2000, durante el ataque de las fuerzas rusas contra Grozni, la defensora de los derechos humanos Lida Yusupova se hallaba en el sótano de una casa en ruinas. La gente del lugar se sentía indefensa y abandonada. De algún modo habían sido informados de que, al mismo tiempo, la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa estaba debatiendo en Estrasburgo sobre la situación en Rusia. Escuchando la radio, los habitantes de más edad preguntaron a la señora Yusupova: «¿Van a ayudarnos? Estrasburgo es nuestra única esperanza.» Seis años después, esta pregunta todavía no ha recibido respuesta.
La reunión de los representantes de las organizaciones defensoras de los derechos humanos celebrada ayer nos confirmó las preocupaciones que hemos venido expresando durante mucho tiempo. La última expresión importante de esta preocupación fue el informe Malmström. Lamentablemente, la resolución de hoy indica que ni el Consejo ni la Comisión han hecho frente adecuadamente a estas preocupaciones ni a las violaciones de los derechos humanos. Incluso podría decirse que no lo han hecho en absoluto. Por lo tanto, ya es hora de adoptar una postura unida y fundamentada con respecto a estas cuestiones, porque las violaciones masivas de los derechos humanos en Chechenia, que continúan impunes, se están propagando por toda la Federación Rusa como un virus.
Finalmente, la resolución de hoy...
(El Presidente interrumpe al orador)
Richard Howitt (PSE). – (EN) Señor Presidente, quiero comenzar diciendo que lamento profundamente que, según se ha informado, el Presidente Putin haya firmado ayer una nueva ley para controlar a las organizaciones no gubernamentales, coincidiendo con la decisión del Tribunal Supremo ingusetio de negar la autorización a la asociación benéfica británica The Centre for Peace and Community Development, con cuyo representante en Moscú he hablado esta mañana. Se trata de una organización que ha venido ofreciendo ayuda humanitaria a unos mil niños refugiados chechenos, lo que demuestra el carácter demoledor de esta ley.
Es claramente incompatible con el Convenio europeo para la protección de los derechos humanos y es fundamental que la Unión Europea no se limite a protestar, sino que haga algo, insistiendo también en que las organizaciones no gubernamentales participen en la consulta sobre derechos humanos de la Unión Europea con Rusia.
En cambio, lo que estamos viendo parece ser un intento de solución militar por parte del señor Putin, acompañada de flagrantes abusos de los derechos humanos, entre los que se incluyen detenciones arbitrarias, confesiones forzadas y torturas, y unas 2 500 desapariciones desde 1999. El Presidente Putin llama a la vecina Daguestán un «mini Iraq a las puertas de Rusia». No podemos permitir que las cosas sigan de este modo.
Milan Horáček (Verts/ALE). – (DE) Señor Presidente, señora Comisaria, la ley sobre las ONG fue firmada en secreto por el Presidente Putin. En Ingushetia ya han sido prohibidas tres organizaciones de ayuda, incluida una que ofrecía ayuda humanitaria a los refugiados.
La actitud de los regímenes autoritarios hacia la sociedad civil refleja lo indeseable que es para ellos una información independiente y exacta sobre temas como la trágica guerra en Chechenia. Las ONG como Memorial nos ofrecen información sobre las infracciones y las violaciones de los derechos humanos en Chechenia, donde es imposible celebrar elecciones libres.
Del mismo modo en que la Canciller Merkel planteó el tema de Guantámano en Washington, también sacó a relucir la delicada cuestión de Chechenia en su visita a Rusia y la respuesta del Presidente ruso fue que había deficiencias en la democracia y los derechos humanos de Occidente, es decir, también de la UE. Lo único que puedo decir al respecto es: en la UE no tenemos tales restricciones masivas de la libertad de opinión, una guerra tan terrible como en Chechenia, unos tribunales que descuidan tanto el Estado de derecho como en el caso Yukos, ni unas cárceles con condiciones tan inhumanas como las que sufrieron el señor Jodorkovsky y el señor Lebedev. Los derechos humanos son universales e indivisibles y no han de descuidarse.
Aloyzas Sakalas (PSE). – (LT) Señor Presidente, Señorías, en primer lugar, quiero observar que la resolución propuesta es mucho más importante que cualquiera de las anteriores en las que la masacre de chechenos inocentes se juzgaba según quien la perpetrara: los separatistas o las unidades del ejército ruso. El primer caso se calificaba de terrorismo, mientras que el segundo se llamaba violación de los derechos humanos. La conclusión que puede sacarse es que nuestros juicios no dependen del hecho en sí, sino de si el violador es poderoso y tiene recursos de petróleo y gas.
Sin embargo, quisiera decir que nuestras resoluciones nunca serán eficaces si no se ajusta la política exterior de los Estados miembros de la UE con respecto al contenido de tales resoluciones. Y, de hecho, ¿por qué debería reaccionar el Presidente Putin a nuestros sollozos, cuando se le da una cálida bienvenida en nuestros Estados e incluso se le encomiendan obligaciones que denotan mucho honor y responsabilidad, como la de presidir las reuniones del G8? Por ello, aunque propongo que aprobemos el proyecto de resolución, quiero que sea respaldado por unas acciones diplomáticas adecuadas, para que no se convierta en una resolución más que básicamente no cambia nada.
Józef Pinior (PSE). – (PL) Señor Presidente, mientras el Parlamento Europeo debate sobre Rusia, en Nizhny Novgorod prosigue el juicio contra Stanislav Dmitrievsky, editor jefe del periódico Prawo Zashchita y jefe de la Sociedad de Amistad Ruso-Chechena.
El señor Dmitrievsky es uno de los más distinguidos defensores de los derechos humanos en la Federación de Rusia. La página web de la Sociedad de Amistad Ruso-Chechena es la principal plataforma que muestra la situación en relación con los derechos humanos y las libertades políticas en el Cáucaso meridional, especialmente en Chechenia. La siguiente audiencia en el caso del señor Dmitrievsky está prevista para el 3 de febrero de 2006.
Cuando hablamos de Rusia tendemos a expresar preocupación por el estado de la democracia y también por la restricción de los derechos humanos y las actividades de las organizaciones no gubernamentales. Sin embargo, es justo recordar que también existe otra Rusia. Esta última es un país de defensores de los derechos humanos y de políticos dispuestos a hacer frente al sistema político autoritario. También es una Rusia con una cultura floreciente y una sociedad civil sensible que constituye un verdadero vínculo entre la Rusia contemporánea y la Unión Europea.
Hans Winkler, Presidente en ejercicio del Consejo. (DE) Señor Presidente, Señorías, nos tomamos muy en serio las preocupaciones expresadas durante este debate en relación con la situación en Chechenia y los derechos humanos en Rusia. Esta mañana, el Presidente del Consejo Europeo, el Canciller Schüssel, ha dicho algo que quisiera reiterar aquí: para nosotros, los derechos humanos y las libertades básicas son indivisibles. Son valores europeos, y quiero recalcar que evidentemente ello se aplica también a Rusia. La Unión Europea –y en este caso me refiero en especial a las actividades del Consejo– trata repetidas veces estas violaciones de los derechos humanos en Chechenia con Rusia a todos los niveles. Aunque el lenguaje de estas discusiones pueda ser demasiado diplomático para su gusto, es el lenguaje que utilizamos con nuestros socios rusos.
Es especialmente importante mantener un diálogo, porque es la única manera en que podemos plantear nuestras preocupaciones acerca de estas violaciones de los derechos humanos. Por ello, las consultas que se han iniciado sobre los derechos humanos y que mantenemos con regularidad, son especialmente importantes. Tendrán lugar de nuevo en marzo, y el Consejo se está preparando concienzudamente para estas consultas.
Por supuesto, también compartimos las preocupaciones expresadas en relación con la ley sobre las organizaciones no gubernamentales. Lamentamos que se haya firmado esta ley. Pueden ustedes estar seguros de que el Consejo expresará estas preocupaciones y seguirá muy de cerca la situación de las organizaciones no gubernamentales en Rusia. Asimismo estoy de acuerdo, por supuesto, con su Señoría cuando dijo que hemos de fortalecer las fuerzas en Rusia comprometidas con la democracia y los derechos humanos. Le aseguro que es exactamente lo que hacemos.
Benita Ferrero-Waldner, miembro de la Comisión. Señor Presidente, en primer lugar me gustaría retomar el tema de las elecciones. Fue el Consejo de Europa el que envió una misión de estudio compuesta por ocho miembros; no enviamos una misión de observación electoral. Las elecciones no fueron libres ni justas; hubo deficiencias. Sin embargo, al mismo tiempo, supusieron un avance, porque, por primera vez, se celebraron sin violencia en un entorno tan difícil. Un servicio local, financiado por la Comisión, afirmó que se habían producido algunas irregularidades, pero por lo general la asistencia a las urnas fue más elevada que nunca: se registró una participación del 55 %. Como vemos, se ha producido un cierto progreso, aunque sabemos que, en efecto, la situación general no es satisfactoria.
Dicho esto, permítanme decir también cuáles son las razones de esta situación. Existe un conflicto político que necesita una solución política, pero hay asimismo mucha pobreza y, por lo tanto, también es necesario hacer frente a las causas primordiales de la misma. Eso es lo que estamos intentando hacer actualmente en la Comisión con nuestro Programa TACIS, en tres ámbitos: sanidad, educación –especialmente creación de empleo– y generación de ingresos. Sabemos que el principal motivo de que mucha gente estalle es la falta de empleo.
En tercer lugar, como ya he dicho claramente, con respecto a las ONG, ahora tomaremos nota muy detenidamente del modo en el que se aplican las disposiciones, dado que el Presidente Putin no ha firmado esta ley hasta ayer u hoy. Ahora estaremos pendientes de esto. Coincido con la Presidencia en que esto tiene que hacerse en un diálogo político regular con Rusia.
Pueden estar ustedes seguros de que siempre mencionamos las cosas. Como ya he dicho, he estado hablando con el Ministro de Asuntos Exteriores, el señor Lavrov, sobre este tema y al menos se han tenido en cuenta algunas enmiendas, pero en general estoy de acuerdo con los que dicen que con respecto a Rusia necesitamos una política coherente que abarque la seguridad en el ámbito de la energía. Sabemos que Rusia es un proveedor importante para nosotros, es un socio estratégico para nosotros, pero también es un socio con el que, en ocasiones, mantenemos un diálogo en el que se hacen comentarios críticos.
El Presidente. He recibido seis propuestas de resolución(1) presentadas de conformidad con el apartado 2 del artículo 103 del Reglamento.
El debate queda cerrado.
La votación tendrá lugar mañana a las 12.00 horas.