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Textos presentados :

RC-B6-0075/2006

Debates :

PV 01/02/2006 - 13
CRE 01/02/2006 - 13

Votaciones :

PV 02/02/2006 - 8.9
CRE 02/02/2006 - 8.9
Explicaciones de voto

Textos aprobados :


Acta literal de los debates
Miércoles 1 de febrero de 2006 - Bruselas Edición DO

13. Cuba
Acta
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  La Presidenta. De conformidad con el orden el día, se procede al debate de la pregunta oral al Consejo sobre la posición de la UE con respecto al Gobierno cubano, formulada por Graham Watson, Cecilia Malmström, Emma Bonino y Marco Pannella en nombre del Grupo de la Alianza de los Liberales y Demócratas por Europa (O-0112/2005 – B6-0675/2005).

 
  
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  Cecilia Malmström (ALDE), autora.(SV) Señora Presidenta, señor Presidente en ejercicio del Consejo, aunque relegado a un segundo plano por los importantes acontecimientos de Oriente Próximo, en La Habana hay un dictador barbudo que lleva décadas mofándose del mundo. Gobierna un país donde se violan los derechos humanos, donde las personas viven en condiciones de gran pobreza y donde los disidentes son encarcelados y perseguidos. Después de China, Cuba es la mayor cárcel del mundo para periodistas.

En la primavera de 2003, una oleada de opresión barrió la isla. Figuras destacadas del movimiento democrático fueron detenidas y, después de someterlas a juicios farsa, 75 de ellas fueron condenadas a largas penas de prisión. El año pasado, un numeroso grupo de jóvenes fue arrestado con carácter preventivo, alegando que podían causar problemas. Eso solo demuestra cuánto miedo hay en la isla. Cuando, justo antes de Navidades, el Parlamento Europeo concedió su Premio Sájarov a las Damas de Blanco –las esposas e hijas de los disidentes encarcelados–, las representantes del movimiento no recibieron autorización para abandonar la isla y viajar a Estrasburgo.

Cuba es una dictadura horrenda y los hechos que acabo de mencionar son bien conocidos. En los últimos años, la situación se ha deteriorado. La situación de los presos políticos es muy grave. Mi amigo Héctor Palacios, condenado a 25 años de cárcel, está muy enfermo y los médicos temen por su vida. No está recibiendo tratamiento para su hipertensión arterial y las complicaciones asociadas a esa afección cardiaca. Por citar otro ejemplo, Adolfo Fernández Seinz –un periodista condenado a 15 años de prisión– tiene también problemas de salud y ha adelgazado 20 kilos desde su ingreso en prisión.

Fuera de las cárceles, los disidentes también son perseguidos, como por ejemplo, el ganador del Premio Sájarov Oswaldo José Payá Sardiñas y el defensor invidente de los derechos humanos Juan Carlos González Leiva, que está retenido en su domicilio desde abril de 2004. Por supuesto, es totalmente inaceptable que en Cuba se siga encarcelando a las personas por sus ideas. Es igualmente inaceptable que esos presos no reciban la asistencia necesaria cuando tienen problemas de salud.

Cuando hace un año el Consejo de Ministros decidió modificar la posición común que había mantenido durante muchos años y, en su lugar, entabló conversaciones con el régimen, se imaginó que con ello podría conseguir algún tipo de apertura en Cuba. Esa política fue criticada por una mayoría en esta Cámara y, un año después, hay que reconocer que no se ha conseguido nada con ella. Fue una decisión equivocada que debemos reconsiderar. ¿Qué pretende hacer el Consejo ahora para apoyar a los disidentes en Cuba? ¿Cómo podemos prestar un apoyo constructivo al movimiento por la democracia y al pueblo cubano? Tenemos que intensificar la presión sobre Fidel Castro y, al mismo tiempo, encontrar una forma estratégica de identificar a las fuerzas positivas de la democracia que existen. ¿Por qué es tan difícil apoyar a las fuerzas de la democracia en Cuba cuando se puede hacerlo en Belarús? Porque sigue existiendo un vergonzoso romanticismo en torno a Castro. Me gustaría mucho obtener algunas respuestas del Consejo a estas preguntas.

 
  
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  Hans Winkler, Presidente en ejercicio del Consejo. (DE) Señora Presidenta, señora Malmström, el Consejo celebra el permanente interés del Parlamento por la mejora de la situación en Cuba y no cejaremos en nuestro empeño común de conseguir en ese país una transición pacífica.

Permítanme que cite la posición común alcanzada en diciembre de 1996, que sigue siendo aplicable y que decía entre otras cosas que el objetivo de la Unión Europea en sus relaciones con Cuba era favorecer el proceso de transición a una democracia pluralista y el respeto de los derechos humanos y las libertades fundamentales, así como la recuperación y mejora sostenibles del nivel de vida del pueblo cubano. La transición sería seguramente pacífica si el régimen actual iniciara o permitiera ese proceso, pero no correspondía a la política de la Unión Europea tratar de imponer esa transición con medidas coercitivas que causaran más dificultades económicas al pueblo cubano.

Con ese propósito de promover una transición pacífica en Cuba, la Unión Europea ha entablado el diálogo con las autoridades cubanas y con todos los sectores de la sociedad cubana, recordando periódicamente a las autoridades cubanas su responsabilidad fundamental en materia de derechos humanos, principalmente la libertad de expresión y la libertad de asociación.

Puesto que no tiene ningún sentido emprender una acción política si no surte ningún efecto en las personas a las que va dirigida, el Consejo ha revisado algunos aspectos prácticos de su política para hacerla realmente eficaz, sobre todo para intensificar el diálogo con la oposición pacífica, que ha acogido con gran satisfacción estos contactos más estrechos.

Tras las conclusiones finales del Consejo de 31 de enero de 2005, tanto la Presidencia luxemburguesa como la británica y, sobre todo, la delegación de la Unión Europea en La Habana, han estrechado lazos con la oposición y con elementos independientes y, de este modo, han centrado su atención en aspectos fundamentales a medio plazo de la transición, como por ejemplo el inicio de un diálogo con miembros destacados de la oposición pacífica, con especial referencia a sus planes prácticos de cara al futuro, y en otros medios para apoyar a las organizaciones independientes y a la sociedad civil.

Al mismo tiempo, el Consejo ha condenado abiertamente la conducta intolerable de las autoridades cubanas no solo en el propio país, sino también con políticos y visitantes europeos. La Presidencia ha planteado la cuestión del acceso a los Ministerios en La Habana y ha hecho saber al Gobierno cubano que no debe esperar ningún diálogo si niega ese acceso a las embajadas de la Unión Europea y se niega a reconocer o a hablar con representantes de la UE.

El Consejo ha reiterado también su voluntad de proseguir el constructivo diálogo con las autoridades cubanas, sobre una base recíproca y no discriminatoria, en lo que respecta, entre otras cosas, a la concesión de visados para las visitas de representantes de los Gobiernos interesados.

La Presidencia de la Unión Europea ha expresado, en un comunicado oficial, que lamenta las medidas adoptadas por el Gobierno cubano para impedir que las llamadas Damas de Blanco viajasen a Estrasburgo para recoger el Premio Sájarov 2005 a la libertad intelectual que el Parlamento Europeo les había concedido.

Este tipo de hechos, como también la negativa del Gobierno a permitir que Oswaldo Payá viajara para participar en el foro de ONG sobre la libertad de expresión en diciembre, demuestra claramente el menosprecio de las autoridades cubanas por el derecho a la libre circulación de sus propios ciudadanos, recogido en el artículo 13 de la Declaración Universal de Derechos Humanos. El Consejo lamenta asimismo la ausencia de progreso en lo que respecta a la liberación de presos políticos y ha denunciado la detención, el verano pasado, de más miembros de la oposición pacífica y las medidas adoptadas por las autoridades cubanas para restringir la libre expresión de opiniones, la libertad de reunión y la libertad de prensa.

El Consejo sigue exigiendo a Cuba la liberación de todos los presos políticos. La UE ha intervenido a favor de la situación de los presos que se han declarado en huelga de hambre para protestar por las condiciones en las que se les mantienen.

Además, y para terminar, permítanme recordar a la Cámara el papel activo y constante que ha desempeñado la UE, con el apoyo incondicional de su Parlamento, en la Comisión de Derechos Humanos de las Naciones Unidas, donde el año pasado fue una de las signatarias de una resolución presentada sobre el tema de Cuba.

 
  
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  José Ignacio Salafranca Sánchez-Neyra, en nombre del Grupo PPE-DE. (ES) Señora Presidenta, Cuba es el único país de América Latina que no se encuentra vinculado a la Unión Europea en virtud de un acuerdo de asociación o de cooperación. Ello no es así por una causa imputable a la Unión Europea, ni a muchos miembros de este Parlamento, que nos hemos esforzado por preservar la capacidad de diálogo y de interlocución con las autoridades y con el pueblo de Cuba.

Hechos lamentables, como la prohibición de acudir al Parlamento Europeo a las Damas de Blanco o el incremento de la represión, como dice el texto de la resolución que será aprobada mañana por este Parlamento, de la que han sido víctimas periodistas independientes, como ha denunciado recientemente Reporteros sin Fronteras, pacíficos militantes defensores de los derechos humanos, ponen claramente de manifiesto el desconocimiento sistemático de los más elementales derechos en la isla.

Por eso, la resolución dice que estos hechos defraudan las aspiraciones de mejora de las relaciones entre la Unión Europea y Cuba, objetivo principal de los cambios introducidos por el Consejo, en enero de 2005, en la posición común, y pide, señor Presidente en ejercicio del Consejo, que este obre en consecuencia.

Y yo le recuerdo, señor Presidente en ejercicio del Consejo, que cuando ustedes aprobaron el levantamiento de las medidas que acompañaban a la posición común del Consejo, ustedes pidieron la liberación inmediata e incondicional de las personas que estaban detenidas, y ahora se ha agravado la situación de esas personas.

Decía Andrei Sájarov, señora Presidenta, que muchas veces las voces que más cuentan son las voces que no se oyen. Y yo creo, señora Presidenta, que este Parlamento ha tenido una vez más que tomar la palabra precisamente para hacer suya la causa de la libertad y para defender y dar a conocer en este hemiciclo, que representa a los ciudadanos de la Unión Europea, a aquellas personas que luchan en Cuba por su libertad y por su dignidad.

 
  
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  Raimon Obiols i Germà, en nombre del Grupo PSE. (ES) Señor Presidente en ejercicio del Consejo, nuestro Grupo se felicita de que el contexto en que se verifica este debate sobre Cuba asegure razonablemente un compromiso bastante amplio para una propuesta de resolución. Siempre hemos creído que hay en este Parlamento y en las instituciones de la Unión una amplia base para el acuerdo y para una buena dirección en las relaciones con Cuba.

Como Grupo, nuestra posición es muy clara: en primer lugar, en el contexto actual no podemos sino certificar que las autoridades cubanas no han dado las señales esperadas en relación a la mejora de los derechos humanos en el país. En segundo lugar, nos vemos ante la imposibilidad de entregar el Premio Sájarov a las Damas de Blanco y debemos, por consiguiente, instar a las autoridades cubanas a que permitan a este colectivo su visita a Europa para atender a la invitación del Parlamento Europeo. Al mismo tiempo, creemos que hay que encargar al Presidente del Parlamento que realice todas las gestiones que estén en su mano para asegurar la entrega efectiva del Premio.

Sostenemos, sin embargo, que en el actual clima de las relaciones, las perspectivas de avance son mejores en la actualidad que con la anterior política del Consejo, que conducía a un callejón sin salida, como lo ha sido —es lo menos que se puede decir— la que durante décadas ha insistido en una política de sanciones y de embargo.

Apostamos por el mantenimiento de la actual política del Consejo con dos objetivos: el primero, mantener firmemente la reclamación de los derechos humanos en Cuba, la liberación de los presos de opinión y de la oposición pacífica y el respeto a las libertades democráticas y, segundo objetivo, mantener e incrementar la relación y el diálogo con todos los sectores políticos y sociales que en Cuba están implicados o interesados en la relación con Europa y en la evolución del país, los cambios inevitables que en Cuba vamos a ver en los próximos tiempos.

 
  
  

PRESIDENCIA DEL SR. VIDAL-QUADRAS ROCA
Vicepresidente

 
  
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  Raül Romeva i Rueda, en nombre del Grupo Verts/ALE. (ES) Efectivamente coincido en que son numerosas las alarmas que nos indican que el régimen cubano sigue aplicando una política de represión ante las opiniones disidentes, de encarcelamiento arbitrario de grupos opositores, de hostigamiento constante de todo aquel que manifiesta una postura contraria a la gubernamental. Es también preocupante, por otro lado, la represión contra colectivos a los que desde el régimen se ha estigmatizado, tales como los homosexuales o ciertos intelectuales.

El caso concreto que nos ocupa, la prohibición por el régimen de que las Damas de Blanco salgan del país para recibir el Premio Sájarov, es un ejemplo más de esta preocupante situación. No obstante, como ya se ha dicho, la política de bloqueo y aislacionismo a la que varias potencias occidentales han sometido a Cuba durante décadas solo ha servido para que los sectores más duros del régimen vean reforzada su postura. Por ello celebro que en junio de 2005 el Consejo de la Unión Europea decidiera ofrecer de nuevo un espacio de diálogo político a Cuba. Con ello se pretendía, entre otras cosas, empezar a preparar el terreno de lo que muchos y muchas esperamos que sea una inminente transición hacia la democracia.

Quienes hemos sufrido una dictadura sabemos lo difícil que es construir una democracia, especialmente cuando quienes deberían ser tus aliados desde fuera te dan la espalda. En este sentido, resulta esperanzador ver como están apareciendo cada vez más grupos comunitarios, universitarios y científicos, tanto en medios rurales como en las ciudades, bajo el techo de las iglesias o en centros educativos y sociales; grupos que antes no existían y cuyo trabajo puede constituir una contribución valiosa al desarrollo político en Cuba. Ya es hora de que el régimen cubano entienda que su futuro no pasa por mantener el statu quo actual, sino por afrontar de forma seria y creíble esa transición que, sobre todo, reclama el propio pueblo cubano.

Por ello, es necesario que desde la Unión Europea dejemos bien claro que nuestra intención no es otra que ayudar a Cuba a entrar en la modernidad por la vía de la democracia, y también por ello no debemos dejar de reclamar la libertad de todas las personas condenadas a largos años de cárcel por oposición pacífica al régimen.

 
  
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  Willy Meyer Pleite, en nombre del Grupo GUE/NGL. (ES) Señor Presidente, para manifestar la posición contraria de la iniciativa común que se va a votar mañana. Esa iniciativa está basada, y así lo destilan todos los poros del escrito, en una posición que es de excepción, una posición que desde hace tiempo se ha venido manteniendo por parte de la Unión Europea. Es el único país del mundo donde la Unión Europea mantiene una situación de excepción, no hay otro caso. Y yo creo que no es justo y además que no influye para nada. Se está viendo que esa posición mañana se votará y no va a influir absolutamente en nada. Yo reclamo el fin de esa situación de excepción.

Que Cuba, en la Unión Europea, tenga un trato igual que cualquier otro país del mundo. Que mantengamos una posición que permita una agenda de debate común, en donde se vean todos los temas. Por supuesto, en primer lugar, hay que exigir el levantamiento del bloqueo norteamericano sobre la isla de Cuba. Por supuesto, todo lo que significa la petición de extradición del terrorista Posada Carriles y, además, incluir en la Cumbre Iberoamericana todo lo referente a lo ya debatido en esa Cumbre Iberoamericana entre la Unión Europea y Cuba.

Por lo tanto, miren ustedes, Cuba tiene muchos defectos, pero es un ejemplo de cooperación Sur/Sur. La sociedad cubana es un ejemplo en relación a todos los servicios públicos, siendo un país pobre.

Y, por lo tanto, yo creo que la Unión Europea no debe ir al dictado del Departamento de Estado de los Estados Unidos de América, no debe hacerlo. Y, por lo tanto, reclamo lógicamente una posición independiente que resuelva el levantamiento del estado de excepción entre la Unión Europea y Cuba.

 
  
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  Alessandro Battilocchio (NI).(IT) Señor Presidente, Señorías, intervengo en nombre del nuevo Partido Socialista Italiano. Este Parlamento ha debatido muchas veces –demasiadas– la violación de los derechos humanos en Cuba. «Palabras, palabras, palabras», mientras esperamos señales positivas de un régimen moribundo que no tiene intención alguna de cambiar de rumbo.

En enero de 2005, el Consejo hizo una serie de concesiones con la esperanza de promover una actitud diferente. Pero todas sus expectativas se vieron rápidamente defraudadas: la libertad de expresión sigue siendo, lamentablemente, solo una quimera, como también ha demostrado la negativa a permitir que las Damas de Blanco viajaran hasta aquí para recibir el Premio Sájarov de 2005.

No podemos seguir esperando. En esta situación tenemos la obligación y el deber, como Unión Europea, de hacer más y de hacerlo mejor y más deprisa. Soy un socialista reformista y sueño, por tanto, con una sociedad basada en los valores de la libertad, la participación, la democracia y la justicia social. Soy también el diputado más joven de esta Cámara y en mi corazón y en mi mente comparto las aspiraciones de mis coetáneos cubanos que quieren poder mirar al futuro con optimismo, soñando con un país por fin más abierto, más moderno y más justo.

 
  
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  José Ribeiro e Castro (PPE-DE).(PT) Señor Presidente, Señorías, me he dirigido a esta Cámara en diversas ocasiones para recordar el sufrimiento en Cuba sobre todo de las personas que siguen luchando pacíficamente por la democracia y los derechos humanos. Lamentablemente, la triste realidad exige nuevas denuncias y nuevas protestas. En la última sesión plenaria del año pasado pudimos constatar los niveles de intolerancia que ha alcanzado el régimen de Fidel Castro. Un grupo de mujeres cuyo único crimen ha sido solicitar la libertad para sus maridos e hijos, presos políticos injustamente detenidos durante la represión de marzo de 2003, no recibió autorización para viajar al Parlamento Europeo a recibir el Premio Sájarov y con él nuestro justo homenaje y los mensajes de respeto de los pueblos de Europa.

Lamentablemente, esa decisión y esa actitud no sorprenden. Owaldo Payá, ganador del Premio Sájarov en 2002, se ha visto también repetidamente imposibilitado de viajar a Europa para relatar de viva voz lo que acontece realmente en Cuba y para debatir con nosotros la situación. El Parlamento ha mantenido, por eso, una invitación abierta para que pueda venir aquí en cuanto le concedan la autorización necesaria. Ahora debemos extender esa invitación a las Damas de Blanco e insistir en que también ellas puedan venir y recibir en persona la expresión de nuestro cálido homenaje y nuestra solidaridad. Sería posible efectuar la entrega del premio en La Habana, pero no deberíamos contentarnos con eso. Sería nuestra exigencia mínima, pero siempre debemos aspirar a más. No podemos aceptar los gestos fugaces y bajo cuerda, ni transigir con los caprichos de la dictadura.

Hay que dar a Oswaldo Payá y a las Damas de Blanco un foro público para que puedan difundir el mensaje de su campaña pacífica a favor de la libertad y la justicia. Los ciudadanos de Europa, sobre todo los jóvenes, tienen que conocer su historia y su lucha ejemplar en defensa de los derechos humanos.

Espero que a resultas de este debate nadie pueda decir que dudamos en condenar una dictadura brutal. Espero que el Consejo reconozca finalmente el error cometido y deje de engañarse, porque, como se ha visto, eso solo redunda en más represión y más injusticia. Seguiremos exigiendo a Europa más firmeza. Que nadie diga que el Parlamento Europeo duda en condenar inequívocamente a un régimen dictatorial. Ese es mi llamamiento, de demócratas a demócratas.

 
  
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  Miguel Angel Martínez Martínez (PSE). – (ES) Yo doy las gracias a mi Grupo, que me da tiempo de palabra sabiendo que no coincido con su postura. En efecto, yo no votaré la resolución, que me parece desequilibrada, inútil y perjudicial para la imagen de la Unión Europea ante el mundo en desarrollo. Veinte parlamentarios en la sala demuestran, por otra parte, la prioridad que para los colegas tiene este debate.

La propuesta socialista me parecía más correcta, pero luego se han perdido consideraciones fundamentales como el bloqueo de los Estados Unidos y Guantánamo, la violación más escandalosa de derechos humanos que se da en la isla. El desequilibrio es mayor al no reconocerse las realizaciones de Cuba y, en particular, el esfuerzo que viene realizando en la cooperación con países del Caribe, de América Latina, de África y aun de Asia.

La semana pasada, hablando de discapacidad y desarrollo, subrayábamos cómo en el 2005 se había operado de forma gratuita en Cuba a 208.000 ciegos de esos países. Eso aquí no parece tener importancia, pero la tiene, y mucha, entre las gentes que han recuperado la vista y entre sus pueblos. El que haya más de 20.000 médicos cubanos y casi tantos docentes e instructores deportivos actuando en el mismo campo de la solidaridad Sur deja en evidencia lo que aquí muchos niegan o callan, pero su postura sectaria, que se traduce por resoluciones como esta, daña la imagen de la Unión Europea ante los países y los pueblos del Sur que sienten por Cuba respeto y agradecimiento.

Por último, con esta resolución no conseguiremos sino confirmar a las autoridades cubanas en su convencimiento de que la Unión Europea no es un interlocutor independiente, sino apenas una prolongación apendicular de los intereses y estrategias de la administración Bush, y no moverán ni un dedo en la dirección que muchos desearíamos ver avanzar las cosas en su país; es decir, que también en ese sentido esta resolución resulta fundamentalmente inútil salvo para aquellos que en la Cámara tienen por objetivo, sencillamente, mantener a Cuba en un estado de excepción, discriminatorio y distinto del que se da a otros países con regímenes parecidos. Lo más lamentable es que, con estos planteamientos, Europa es cada vez menos relevante en buena parte del escenario internacional.

Por todo esto, repito que no votaré la resolución y espero de mis colegas, por lo menos, que atiendan a mis argumentos, sea cual sea su voto mañana; si es como el mío, mejor.

 
  
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  Erik Meijer (GUE/NGL).(NL) Señor Presidente, para algunas personas, también en Europa, Cuba es un paraíso, mientras que para otras es el infierno. Si se utiliza la actual vara de medir europea basada en una democracia pluralista y en los derechos humanos, ese país deja mucho que desear. El poder lleva casi medio siglo en manos del mismo movimiento y del mismo dirigente. Los cubanos no tienen libertad para viajar al extranjero, ni siquiera para recibir premios que se les haya concedido.

La oposición tiene pocas oportunidades de organizarse y si, a pesar de todo, lo consigue, no se le da la posibilidad de comprobar el apoyo público de que goza en unas elecciones. Al igual que su gran vecino, los Estados Unidos, Cuba sigue aplicando la pena de muerte y eso podemos y debemos condenarlo. Pero aunque Cuba se merezca todas estas críticas, no creo que estemos tratando con una dictadura normal. El país ha conseguido grandes logros y, durante años, ha servido de ejemplo al resto de Latinoamérica en materia de educación, asistencia sanitaria y otros servicios públicos, así como en la protección de los sectores más vulnerables de la población.

En términos de democracia y derechos humanos, no ha sido desde luego peor que el resto de Latinoamérica. Sigue siendo fuente de inspiración para aquellos electores –la mayoría– que están a favor de la modernización en Venezuela, Bolivia, Chile, Argentina y Uruguay. Europa no ha seguido nunca la táctica de Norteamérica de aislar a Cuba y ha hecho bien, porque gran parte de las lacras de Cuba se ven favorecidas por esa misma táctica. Si queremos que la situación en Cuba mejore, debemos tratar de establecer una relación abierta.

 
  
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  Frank Vanhecke (NI).(NL) Señor Presidente, el hecho de que la situación de los derechos humanos en ese museo del estalinismo que es la dictadura comunista de Cuba se siga deteriorando, es por supuesto una desgracia, pero quiero llamar la atención del Parlamento sobre nuestro propio Comisario europeo, el belga Louis Michel, a quien hay que culpar al menos en parte por esto. Fue Louis Michel quien, no hace tanto tiempo y después de una agradable visita de cuatro días a La Habana, recomendó al Consejo Europeo, en términos categóricos, que no se planteara imponer sanciones diplomáticas.

Fue también Louis Michel quien replicó a las organizaciones de derechos humanos que no debían provocar al régimen de Fidel Castro. Mientras, por ejemplo, Human Rights Watch pidió a la Unión Europea que no normalizara sus relaciones económicas con Cuba hasta que los presos políticos fueran liberados y se emprendieran reformas democráticas, el señor Michel se declaró partidario de una ampliación incondicional del Acuerdo de Cotonú para incluir a Cuba. La realidad es que, por supuesto, Louis Michel mantiene relaciones amistosas con los Adolf Hitler, los Stalin y los Mao de nuestro tiempo, porque eso es lo que es Fidel Castro.

 
  
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  Peter Šťastný (PPE-DE). – (SK) La situación en Cuba es muy grave. Los cubanos se ven cada vez más privados de los derechos humanos fundamentales y el número de presos políticos está aumentando.

Europa podría ser un buen ejemplo. Como diputado al Parlamento Europeo, que junto con mis colegas, la señora Pleštinská y el señor Gaľa, hemos adoptado a un preso político cubano, estoy deseando que la opinión pública internacional ejerza una mayor presión sobre Fidel Castro. Quiero creer que una de las primeras decisiones tomadas bajo la presión de la opinión pública sería la liberación de los presos políticos que son maltratados y malviven en condiciones inhumanas en las cárceles.

Ese es uno de los motivos por los que apoyo la propuesta de resolución relativa a la posición de la Unión Europea con respecto al Gobierno cubano, en cuyo apartado 9 hace referencia a la reimposición de sanciones a Cuba por el Consejo de la Unión Europea. No entiendo por qué se suspendieron temporalmente las sanciones el 31 de enero de 2005, puesto que en el apartado 1 de la propuesta de resolución se dice claramente que Cuba no ha realizado ninguna mejora significativa en materia de derechos humanos desde 2003. ¿Fue una recompensa por ignorancia o había en juego otros intereses?

Quiero creer que esta vez el Consejo reimpondrá las sanciones de una manera más eficaz. Para asegurarlo se precisa cooperación. Lo ideal sería que hubiera una cooperación principalmente con las Naciones Unidas y el Gobierno de los Estados Unidos. Entiendo que llegar a un consenso en el seno de las Naciones Unidas es casi imposible, pero si las sanciones pudieran coordinarse con los Estados Unidos y posiblemente Canadá, podría conseguirse el resultado necesario. Señor Presidente, la Unión Europea y sus instituciones no pueden ser ni serán nunca indiferentes al destino de millones de personas que viven en condiciones de represión y al de muchas personas que sufren terribles condiciones en las cárceles.

 
  
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  Margrietus van den Berg (PSE).(NL) Señor Presidente, fue en 2005 cuando el propio Castro y el señor Roque plantearon por primera vez el tema de la Cuba poscastrista. Mientras tanto, los cubanos están cansados de luchar por mantenerse a flote y la vida de los pequeños grupos de cubanos que tienen el valor de actuar política o socialmente se convierte en un infierno. Europa tiene que hablar con una sola voz en La Habana en contra de las graves violaciones de los derechos humanos y a favor del diálogo con las autoridades sobre reformas políticas y económicas para impedir que los logros conseguidos en materia de asistencia sanitaria y educación en los primeros años de la revolución se vayan al traste.

Pero ese diálogo tiene también que poner fin al régimen totalitario y al bloqueo de las reformas económicas. Solo así podrán los cubanos, a través de sus propias iniciativas, su agricultura y sus pequeños mercados, recuperar la perspectiva de un futuro mejor y libre de violencia que no les llegará de Miami. Europa tiene ahora que reflexionar sobre la necesidad de ofrecer a la Cuba poscastrista una perspectiva social, económica y democrática. El señor Solana, la Comisión y el Consejo tienen que entablar un diálogo con ella. Tenemos que aunar todos nuestros esfuerzos y centrarnos en los derechos humanos y en un diálogo que ofrezca muchas y nuevas perspectivas. Corresponde a Castro y Roque demostrar de qué madera están hechos y subirse al carro.

Estuve en Cuba en enero y desde allí las Damas de Blanco les envían su más cordial saludo y se sienten muy complacidas por el premio que se les ha otorgado.

 
  
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  András Gyürk (PPE-DE).(HU) «A quien más teme la tiranía es a los que ejercen la libertad»: las palabras de José Martí, un héroe del siglo XIX que luchó por la independencia cubana, siguen siendo tan relevantes hoy como cuando las pronunció. Podríamos añadir que aparte de su propia oposición, una dictadura también teme a quienes ejercen la libertad en otros países. Así pues, nosotros, los representantes de las democracias europeas, tenemos que ser conscientes de nuestra enorme responsabilidad cuando hablamos de uno de los últimos regímenes comunistas.

Como reflexión personal, permítanme que añada que, como joven político húngaro, soy muy consciente de esa responsabilidad, porque mi generación fue educada por nuestros padres y abuelos sobre el telón de fondo de una dictadura socialista similar a la que hay hoy en Cuba. A ellos les debemos también la firme defensa de nuestros principios.

Pero ahora ha quedado claro que la suspensión el año pasado de las medidas coercitivas contra Cuba no ha conseguido los resultados deseados y solo ha llevado al Gobierno cubano a intensificar la opresión. Las detenciones no han cesado y en 2005 fueron encarcelados unos 30 miembros de la oposición, lo que significa que ahora el número de personas encarceladas por sus opiniones políticas en condiciones a menudo inhumanas sobrepasa los 300. Así pues, los retratos que pintan una dictadura de opereta cómica dirigida por un revolucionario jovial y charlatán son falsos. Mientras tanto, no se permite la entrada en el país a observadores extranjeros, un hecho que he podido comprobar recientemente yo mismo. El año pasado, como a muchos otros diputados al Parlamento Europeo, se me negó un visado de entrada para asistir a una reunión de la oposición. Por si no nos habíamos enterado, ahora ya sabemos que una dictadura, sea de izquierdas o de derechas, no permite medias tintas. Ese es otro de los motivos por los que no podemos apoyar la suspensión de las medidas coercitivas.

La historia es un testigo inequívoco: los movimientos de la oposición del antiguo bloque socialista no habrían alcanzado sus objetivos sin el estímulo de las democracias de Europa Occidental. Hoy le toca a la Europa reunificada dar fuerza a todos los que defienden los valores de la democracia a la sombra de la dictadura.

 
  
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  Filip Andrzej Kaczmarek (PPE-DE).(PL) Señor Presidente, hay un refrán polaco que dice que un rico no puede entender a un pobre. No obstante, quienes sabemos qué es la privación de libertad entendemos más fácilmente lo que está sucediendo en Cuba en este momento. Los que se oponen a adoptar una línea dura frente a Cuba alegan que eso tendría consecuencias negativas para los ciudadanos de a pie. Me pregunto si se han preocupado en averiguar lo que piensa el pueblo cubano. ¿Se preocupa Castro por lo que piensan los cubanos?

En el decenio de 1980, los comunistas polacos respondieron a las sanciones económicas de los Estados Unidos que supuestamente también tendrían consecuencias negativas para los ciudadanos polacos anunciando, a modo de represalia, que enviarían mil sacos de dormir para los indigentes de Nueva York. ¿Cuál fue la reacción de la gente de la calle en Polonia? Empezaron a aparecer pequeños anuncios en la prensa ofreciéndose a cambiar espaciosos pisos en Varsovia por sacos de dormir en Nueva York. Muchos cubanos parecen pensar lo mismo y La Habana está mucho más cerca de Nueva York que de Varsovia.

Si grandes revolucionarios como Fidel Castro reciben un trato amable, lo interpretan como un signo de debilidad. ¿Seguro que ha llegado el momento de demostrar que Europa no es débil? Ha llegado el momento de comprender que no se puede tratar a Cuba como si fuera una fortaleza totalitaria intocable. Si Castro sigue negándose a que los ganadores del Premio Sájarov puedan viajar a Cuba, nosotros no debemos viajar a Cuba como si nada hubiera sucedido.

En mi opinión, tenemos que convencer a los europeos de que no elijan Cuba como destino turístico; en otras palabras, de que no vayan allí como turistas. Cuba no es un lugar apropiado para ir de vacaciones. Nadie va de vacaciones a Auschwitz o a un gulag. Sería absurdo. Tan absurdo como ayudar a un sector turístico que está ayudando a sostener un régimen donde la violación de los derechos humanos está en el orden del día.

 
  
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  Anna Záborská (PPE-DE). – (SK) Dos hechos ocurridos en diciembre de 2005 caracterizan la situación en Cuba: las Damas de Blanco recibieron el Premio Sájarov a la Libertad de Pensamiento. Las autoridades cubanas les prohibieron abandonar el país para recoger el premio en persona. La libertad de pensamiento no está bien vista en Cuba. Esa es una clara prueba de que el premio se ha concedido a quienes lo merecían. El Premio Sájarov se ha concedido a las esposas y a las madres de los presos políticos cubanos cuya única culpa es pensar libremente.

La liberación de todos los presos políticos en Cuba sigue siendo la principal demanda del movimiento de las Damas de Blanco. En la actualidad, cuando muchas regiones del mundo se ven convulsionadas por la violencia, la guerra y el terror, es alentador comprobar que un grupo de mujeres desarmadas es capaz de ejercer una gran presión moral por medios no violentos.

Procedente de una región que hace tan solo unos años estaba gobernada por un régimen comunista que también encarcelaba a las personas por pensar libremente, puedo confirmar que el apoyo de los países democráticos tuvo una enorme importancia. Por tanto, insto a las instituciones democráticas europeas a utilizar todos los medios pacíficos a su disposición para presionar al régimen de Castro y forzarle a liberar a las personas encarceladas solo por su pensamiento independiente. La política de prevaricaciones y concesiones realizadas a uno de los regímenes menos democráticos del mundo no hace más que prolongar el sufrimiento de las personas que viven allí y las violaciones de los derechos humanos.

Solo si apoyamos a la oposición democrática en Cuba y no dejamos de presionar al régimen de Castro, Europa podrá conseguir que se respeten los principios democráticos en ese país socialista. Para que los esfuerzos de la UE por promover cambios democráticos tengan éxito y sean eficaces, debemos formular una posición clara sobre la manera de favorecer esos cambios e instituir la democracia en Cuba.

 
  
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  Hans Winkler, Presidente en ejercicio del Consejo. (DE) Señor Presidente, Señorías, gracias por este debate: He escuchado con atención y tomado una serie de notas para mí mismo y para el Consejo. Me parece que se nos pide que sigamos defendiendo activamente los valores que representa la Unión Europea: el respeto de los derechos humanos y la defensa de las libertades fundamentales de expresión y reunión.

He tomado nota también del deseo de la Cámara de que sigamos prestando un apoyo activo a la oposición pacífica y presionando a favor de la liberación de los presos.

Pero lo cierto es –y así debemos reconocerlo– que nuestras posibilidades son limitadas si Cuba no demuestra al menos un mínimo de buena voluntad. Y, para ser sinceros, la política de confrontación y embargo que se ha propuesto a veces en el pasado tampoco ha dado los resultados deseados. Por tanto, pensamos que debemos proseguir con nuestra política de diálogo crítico, compromiso e insistencia en las reformas.

 
  
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  El Presidente. Para cerrar el debate se han presentado seis propuestas de resolución(1) de conformidad con el apartado 5 del artículo 108 del Reglamento.

Se cierra el debate.

La votación tendrá lugar mañana a las 11.00 horas.

 
  

(1) Véase el Acta.

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