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Textos presentados :

O-0102/2005 (B6-0347/2005)

Debates :

PV 01/02/2006 - 14
CRE 01/02/2006 - 14

Votaciones :

Textos aprobados :


Acta literal de los debates
Miércoles 1 de febrero de 2006 - Bruselas Edición DO

14. Declaraciones nacionales de gestión
Acta
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  El Presidente. El siguiente punto es el debate sobre la pregunta oral al Consejo sobre las declaraciones de gestión nacional – Responsabilidad de los Estados miembros relativa a la ejecución del presupuesto de la Unión Europea, de Szabolcs Fazakas, Terence Wynn y Jan Mulder, en nombre de la Comisión de Control Presupuestario (O-0102/2005 – B6-0347/2005).

 
  
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  Terence Wynn (PSE), autor. – (EN) Señor Presidente, la pregunta oral incluye seis preguntas específicas a las que espero responda el Presidente en ejercicio del Consejo. No obstante, hay una séptima pregunta igualmente importante: se trata de la vieja cuestión de las declaraciones nacionales. ¿Se sentará y debatirá el Consejo esta cuestión con el Parlamento para que podamos buscar un objetivo común? Es un aspecto de este viejo debate que ha estado ausente desde que votamos sobre la aprobación de la gestión en esta Cámara. En aquel momento hicimos las recomendaciones a las que hace referencia la pregunta oral.

Pedimos a los Estados miembros que ordenaran sus asuntos, que nos garantizaran que los sistemas de control que estaban poniendo en marcha eran adecuados y suficientes y que el dinero de la UE se estaba gastando correctamente. El problema que tenemos es que cuando el Tribunal de Cuentas informa cada año y no puede hacer una declaración de fiabilidad positiva, es a causa de los problemas en los Estados miembros. A menos que tengamos un funcionario de la Comisión controlando cada elemento del gasto europeo en los Estados miembros, nunca resolveremos el problema.

Corresponde a los Estados miembros ayudarnos a garantizar que el dinero de los contribuyentes europeos se gaste correctamente. Tengo que dar las gracias al Comisario Kallas por la forma en que ha alentado al Parlamento convenciendo a la Comisión de que tenga en cuenta las recomendaciones y elabore el programa de trabajo encaminado a conseguir una declaración de fiabilidad positiva.

En ese proceso hemos celebrado una audiencia de dos días organizada por la Comisión y por la anterior Presidencia sobre la manera en que podemos o no conseguir la declaración de fiabilidad. Estuve presente en ambas jornadas. Me entristeció la posición negativa de algunos Estados miembros, que simplemente querían mantener el status quo. Aseguraban que no había nada incorrecto y que no había que cambiar nada. La audiencia dejó dos cosas claras: quizás haya otros problemas menores, pero dos son importantes. El primero es que las entidades de auditoría de los Estados miembros temían que, de alguna manera, el Tribunal de Cuentas Europeo tomara el relevo. Esperemos que este temor se haya disipado. He asistido a la reunión anual de las entidades de auditoría con el Tribunal de Cuentas Europeo en Estocolmo, y creo que se acepta no era esa la intención. También parece que las instituciones de auditoría están dispuestas a asumir su responsabilidad y que nos ayudarán a resolver este problema.

El otro gran problema que ocurrió en esos dos días, y probablemente el más grave, era que pedimos a los Estados miembros una confirmación política de que emitirían realmente esas declaraciones nacionales. Para algunos Estados miembros, como los Países Bajos, esto no supone un problema. Corresponde al Ministro, y nadie discutirá que tenga que ser otra persona. No obstante, en muchos Estados miembros ha supuesto un importante problema. Después de pensarlo, tengo que decir que si hubiéramos eliminado las palabras «confirmación política» de nuestro informe de aprobación de la gestión quizá no hubiésemos asustado tanto al Consejo. Ahora tenemos que alcanzar un acuerdo con el Consejo sobre la forma de conseguir unas declaraciones nacionales que satisfagan no solo al Tribunal de Cuentas Europeo, sino también a la Comisión y a los Estados miembros, para garantizar que podemos demostrar a los contribuyentes europeos que estamos gastando su dinero correctamente.

Espero que el Presidente en ejercicio nos dé respuestas claras a las seis preguntas enumeradas en la pregunta oral y que no nos responda como lo hizo el Ecofin el 8 de noviembre de 2005. Sinceramente, eso no nos hizo avanzar. Me gustaría que respondiera a la séptima pregunta, que formulo oralmente: ¿se sentará el Consejo a debatir con el Parlamento esta cuestión con la esperanza de conseguir una resolución?

(Aplausos)

 
  
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  Hans Winkler, Presidente en ejercicio del Consejo. (DE) Señor Presidente, señor Comisario, Señorías, gracias por esta oportunidad que me brindan para explicar la opinión del Consejo sobre esta importante cuestión, la declaración de fiabilidad que tiene que emitir el Tribunal de Cuentas Europeo sobre la gestión del presupuesto comunitario. Quiero empezar con un comentario bastante obvio y es que la gestión del presupuesto de la Comunidad es muy complicada y única en el mundo.

Abarca muchos niveles de gobierno diferentes, desde los distintos servicios de la Comisión, pasando por las administraciones centrales, regionales y locales de los Estados miembros hasta los beneficiarios finales individuales. Interesa a todos los afectados, también a la autoridad presupuestaria y a la autoridad que aprueba la gestión presupuestaria, contribuir a la correcta gestión de los fondos presupuestarios.

Como han hecho ustedes en esta Cámara, también nosotros en el Consejo hemos expresado en repetidas ocasiones nuestra decepción ante la situación, sobre todo en relación con el procedimiento de aprobación de la gestión del presupuesto. Tras los debates en profundidad celebrados en el Consejo y en los órganos del Consejo, este aprobó unas conclusiones sobre la Comunicación de la Comisión relativa al programa de trabajo el 8 de noviembre, y puedo asegurarles que no fue fácil.

En dicho documento se resumen las discusiones mantenidas por un grupo de expertos de todos los Estados miembros, en representación de los Ministros de Hacienda, las autoridades de gestión y las autoridades de auditoría, en una audiencia de dos días celebrada conjuntamente con la Comisión. Este trabajo preparatorio constituyó una buena base para los debates en profundidad celebrados en los órganos del Consejo y demostró ser útil, puesto que conseguimos alcanzar un acuerdo en torno a las conclusiones del Consejo antes mencionadas. Supongo que han tenido ya la oportunidad de leer ese documento, así que solo mencionaré aquí los puntos más importantes.

Quiero dejar para el final de mi intervención el aspecto de las declaraciones que tienen que hacer los respectivos Estados miembros. Sé que esa cuestión es particularmente importante para ustedes, pero les pido que tengan paciencia.

El Consejo insiste en sus conclusiones en que se están haciendo ya numerosos esfuerzos por mejorar la gestión financiera: la introducción de auditorías internas, requisitos más estrictos con respecto a la responsabilidad del responsable de contabilidad de la Comisión y la implantación del sistema integrado de administración y control, por nombrar solo algunos.

En vista de la importancia de los Fondos Estructurales en el presupuesto de la Unión Europea, quiero llamar su atención sobre los esfuerzos realizados para crear agencias pagadoras y ampliar más aún los controles internos y ex post de las medidas estructurales. Uno de los primeros puntos mencionados en las conclusiones del Consejo es la relación equilibrada entre las competencias de la Comisión y de los Estados miembros en la ejecución del presupuesto de la Unión Europea según lo establecido en el Tratado, que debe tenerse en cuenta a la hora de mejorar los controles y las garantías pertinentes.

Además, el Consejo considera de extrema importancia que esas mejoras se basen en los sistemas de control existentes y que tratemos de mejorar la relación coste/beneficio y simplificar los sistemas. El Consejo cree que un marco de control interno comunitario que sea eficaz y se base en los principios establecidos en el dictamen del Tribunal de Cuentas sobre la auditoría única, proporcionará garantías para controlar el riesgo de errores en las operaciones realizadas.

Uno de los aspectos más importantes de las conclusiones del Consejo es el relativo a la mejora de los sistemas de control. Los Estados miembros y la Comisión necesitan optimizar la eficacia, la economía y la eficiencia de los sistemas de control actuales. Pese a las diferencias existentes en los sistemas administrativos de los distintos Estados miembros, el Consejo es partidario de establecer unos principios y elementos comunes generales para los controles internos.

En opinión del Consejo, los Estados miembros deben seguir trabajando con la Comisión para implantar y mejorar los controles de los fondos cuya gestión sea una responsabilidad conjunta. Para ello deben tenerse en cuenta las competencias establecidas en el Tratado, el Reglamento Financiero y las disposiciones pertinentes de los reglamentos sectoriales.

Por ejemplo, algunos Estados miembros están dispuestos a tomar precauciones en el marco del Pacto de Confianza, según se establece para los programas de los Fondos Estructurales. Puesto que los Estados miembros están de acuerdo con el Consejo, hablo en nombre de todos ellos y no solo del Consejo.

Como saben, los servicios de la Comisión han publicado un análisis inicial de las deficiencias de su marco de control interno en comparación con los principios de control establecidos en la propuesta del Tribunal de Cuentas para un marco de control interno comunitario. En relación con la gestión compartida, el Consejo ha solicitado a la Comisión que evalúe la aplicación de los reglamentos actuales respecto a los controles sobre el terreno de las operaciones, las agencias pagadoras y la liquidación de las actividades de los órganos.

El Consejo propone en sus conclusiones que la Comisión, en colaboración con los Estados miembros, debe realizar una evaluación de los controles actuales a escala sectorial y regional y del valor de los informes y las declaraciones actuales.

Pasaré ahora al tema de la auditoría. En la creación de un marco de control interno tenemos que hacer una distinción entre controles internos y auditoría externa. Cualquier forma de cooperación entre autoridades supremas e independientes de auditoría no puede más que basarse en el Tratado, puesto que esas autoridades no forman parte del marco de controles internos. Eso es muy importante. Algunas autoridades de auditoría están dispuestas a discutir con el Tribunal de Cuentas la manera de reforzar su aportación. Puedo asegurarles que todos los Estados miembros han expresado su voluntad de hacer lo posible por reducir el riesgo de errores y mejorar los controles.

La Comisión y los Estados miembros deben asegurar que el enfoque que aplican al marco de control interno comunitario se base en unas normas de control comunes y que decidan conjuntamente la forma más eficaz de aplicar esas normas.

Para ello, el Consejo anima a los Estados miembros a mantener conversaciones bilaterales con el Tribunal de Cuentas sobre los resultados de las auditorías realizadas para emitir declaraciones de fiabilidad, con el fin de resolver problemas sistemáticos. Solicita a la Comisión que elabore un informe sobre las soluciones a problemas comunes de varios Estados miembros. Por último, y esto es particularmente importante, el Tribunal de Cuentas ha propuesto que el Parlamento Europeo y el Consejo lleguen a un entendimiento común sobre el nivel de riesgo tolerable en las transacciones realizadas.

Las conclusiones del Consejo dan gran importancia a ese entendimiento común y el Consejo espera con impaciencia nuevos progresos en este sentido.

Paso ahora a un tema que es muy importante para todos nosotros: la simplificación. La simplificación es necesaria para armonizar los principios de control, la legislación y los requisitos de control en relación con los reglamentos que se aprobarán para el período de programación 2007-2013. En opinión del Consejo, la simplificación no puede en ningún caso conllevar un aumento de los costes actuales de administración y control. Además, debe asegurar la eliminación de los numerosos controles internos que realizan las distintas partes implicadas en el sistema de control.

Por último, quiero hablar del tema extremadamente importante de las declaraciones asociadas a la gestión descentralizada de los fondos comunitarios. El Consejo piensa que las declaraciones actuales en el plano operativo constituyen un medio de proporcionar garantías a la Comisión y, en definitiva, al Tribunal de Cuentas. Tienen que ser útiles y eficientes en relación con el coste y deben tenerse en cuenta a la hora de emitir una declaración de fiabilidad positiva. Hay que asegurar que el equilibrio actual entre la Comisión y los Estados miembros no se vea amenazado.

Soy consciente de que ustedes esperaban más en relación con esto, pero estoy también seguro de que estarán de acuerdo conmigo en que el texto en sí mismo puede considerarse un avance significativo e importante. Para seguir progresando en esta cuestión, el Consejo ha aceptado examinar, con ocasión del proceso de aprobación de la gestión del presupuesto de 2004, el Plan de Acción de la Comisión para suplir las deficiencias existentes en el marco de control actual. Las conclusiones del Consejo de 8 de noviembre irán seguidas, por supuesto, de otras medidas en 2006.

Una declaración de fiabilidad positiva es, como ya se ha dicho, un objetivo importante y muy ambicioso que no puede conseguirse de un día para otro. Pienso, no obstante, que las conclusiones del Consejo son un paso importante para lograr ese objetivo. Confirman además que el Consejo sigue apoyando a la Comisión en sus esfuerzos por realizar una contribución activa a la gestión financiera a todos los niveles.

Algunos de ustedes quizá piensen que el Consejo tendría que haber dado un paso más allá, y les entiendo perfectamente. Pero deben tener en cuenta que en este tema la Presidencia está supeditada a la necesaria unanimidad. Gracias por su atención.

 
  
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  Siim Kallas, Vicepresidente de la Comisión. (EN) Señor Presidente, durante todo el período de trabajo de esta Comisión nos hemos preocupado de conseguir una declaración de fiabilidad positiva. No ha sido posible. Se trata de una cuestión muy técnica con un resultado político muy malo, que da buenas razones a todo el que quiera decir que el dinero de la Unión Europea se está gastando indebidamente. Por supuesto, esto es completamente falso.

Hemos cooperado en la búsqueda de soluciones y maneras de aunar nuestros esfuerzos para aportar pruebas suficientes para que el Tribunal de Cuentas pueda emitir una declaración de fiabilidad sobre las transacciones. No negamos que los Estados miembros están esforzándose mucho por establecer unos sistemas de control adecuados. Acabo de regresar de un Estado miembro en el que me he reunido con la autoridad nacional de auditoría y se ha llevado a cabo una gran labor para garantizar que el dinero nacional y europeo se use de forma adecuada cuando se trata de una gestión compartida.

La Comisión no niega su responsabilidad en la aplicación del presupuesto, incluida la gestión compartida. Pero falta un eslabón: cómo conseguir que todos los resultados de la labor de control y auditoría sean inteligibles en el más alto nivel, el del Tribunal de Cuentas.

Así pues, la Comisión ha apoyado firmemente la propuesta que el ponente, el señor Wynn, y la Comisión de Control Presupuestario han hecho al Consejo para tener una declaración política, una confirmación a escala nacional, que, en nuestra opinión, podría suplir ese eslabón que falta. Esta propuesta fue rechazada el pasado mes de noviembre y ahora tenemos que pensar qué hacemos, porque el problema seguirá existiendo.

La Comisión aprobó un plan de acción el 17 de enero y se lo envió al Consejo y al Parlamento. El plan de acción propone 16 medidas concretas en todos los ámbitos y en todos los sectores. La medida 5 aborda específicamente el tema del debate de esta noche y dice así: «Los Estados miembros tienen que designar un órgano nacional coordinador en cada área política que sea capaz (…) de proporcionar a todas las partes implicadas una visión general de la fiabilidad disponible respecto de las medidas comunitarias bajo gestión compartida e indirecta en su Estado miembro. La cooperación de los Estados miembros es necesaria para conseguirlo en la futura legislación y para dirigir su aplicación mediante normas de ejecución y orientaciones».

Quizás esto sea una solución o, al menos, una solución intermedia que permita articular los niveles técnicos, los organismos pagadores y las auditorías y proporcionar pruebas para la aprobación general de la gestión.

 
  
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  José Javier Pomés Ruiz, en nombre del Grupo del PPE-DE. (ES) Señor Presidente, efectivamente, señor Winkler, nosotros esperábamos más de usted, esperábamos más de la Presidencia austriaca en este aspecto. No es la primera vez que este Parlamento ve que el Consejo se queda por detrás de lo que nosotros pedimos.

Ahora tenemos un grave problema los europeos: este Parlamento quería que en las perspectivas financieras gastásemos el 1,14 %, pero el Presidente de turno, el señor Blair, lo rebajó al 1,04 %. Parece que, con ello, se quiere decir que las políticas comunitarias, tan eficaces y que tanto han hecho por el progreso de Europa, están mal gestionadas por la Unión Europea y, por eso, lo mejor que se puede hacer es bajar el presupuesto, porque no se llevan bien las cosas. Por tanto, lo que hay que hacer es intentar que no haya políticas europeas, sino políticas nacionales: renacionalicemos la política agrícola común, gastemos en los Estados miembros. Subyace, detrás de ello, el hecho de que durante 10 años el Tribunal de Cuentas ha dicho que no da por buenas las cuentas europeas. Pero, ¿qué cuentas europeas?, si el 80 % del presupuesto comunitario se gestiona, se gasta, en los Estados miembros, si apenas una quinta parte se gestiona desde Bruselas. ¿Qué pasa? Que algunas autoridades nacionales, que quieren pagar menos y que las políticas comunitarias tengan menos gasolina, ahora que estamos en una Europa a 25 y a punto de estar en una Europa a 27, nos dicen «ustedes gastan mal».

¿Qué es lo que pide la Comisión de Control Presupuestario? Pedimos que se diga dónde se gasta mal; que si se gasta mal en un Estado miembro, se diga que ese Estado miembro gasta mal, que no es Bruselas; que los problemas se han suscitado aquí o allí. Y, para eso, nos ayudaría mucho que los Estados miembros avalasen la forma en que gastan el dinero comunitario.

Yo creo que el dinero comunitario se gasta mejor y de forma más eficaz en Bruselas que en la media de los Estados miembros. Sin embargo, el sistema hace que la culpa de las malas gestiones la tenga Bruselas, no los Estados miembros. Yo sé que el Consejo tiene que defender el buen nombre de los Estados miembros.

Pedimos que haya una corresponsabilidad, un visto bueno, por parte de la autoridad que se quiera, sea el Ministro de Hacienda, sea el Tribunal que se considere adecuado, que avale que las cuentas en cada Estado miembro se gestionan como quieren los ciudadanos europeos, para que no tengan la culpa siempre el vicepresidente Kallas o la Comisión de Control Presupuestario del Parlamento; que la culpa se reparta y que los responsables salgan a la luz.

Por eso, pedimos que ustedes avalen cómo gasta cada Estado miembro el dinero de los ciudadanos europeos.

 
  
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  Szabolcs Fazakas, en nombre del Grupo del PSE. – (HU) Como Presidente de la Comisión de Control Presupuestario y como uno de los representantes de los nuevos Estados miembros, quiero agradecer la oportunidad de comentar la cuestión de las declaraciones nacionales con miembros de la Comisión y del Consejo. Espero sinceramente que a resultas de este debate no solo recibamos una declaración preparada de antemano por el señor Winkler, Secretario de Estado, sino también respuestas concretas a las preguntas formuladas por el señor Wynn y nosotros mismos. Espero de verdad que recibamos esas respuestas, porque el Parlamento Europeo es políticamente responsable de garantizar a los ciudadanos de la Unión Europea la utilización lícita y correcta de los fondos comunitarios.

En vista de que el Tribunal de Cuentas europeo no puede emitir una declaración de fiabilidad positiva en ausencia de declaraciones nacionales de fiabilidad, los ciudadanos están empezando a formarse una opinión negativa, porque creen que los Fondos Europeos se utilizan de forma poco transparente y no siempre de acuerdo con los reglamentos. Por eso en el informe elaborado por mi colega el señor Wynn, apoyado por la gran mayoría de este Parlamento y también respaldado por el informe Böge sobre las perspectivas financieras de la Unión Europea, se insistió en la introducción de la declaración nacional de fiabilidad durante el procedimiento de aprobación de la gestión del año pasado. Además, acogemos con satisfacción su introducción en el programa de trabajo para la creación de un marco de control interno comunitario anunciado por la Comisión Europea, concretamente por su Vicepresidente Siim Kallas. Esta reforma, que afecta al Parlamento, a la Comisión y al Tribunal de Cuentas Europeo, se basa en la confianza mutua y en una estrecha cooperación, pero además de eso, necesitamos también el apoyo del Consejo y de la Presidencia, porque algunos Estados miembros siguen resistiéndose a introducir las declaraciones nacionales de fiabilidad. Como representante de Hungría, quiero llamar también su atención sobre el hecho de que los nuevos Estados miembros no solo se han preparado para la aceptación del acervo comunitario y la recepción de Fondos Estructurales, sino que han sido también conscientes de la necesidad de crear sus sistemas de pago y control conforme a los principios de legitimidad, legalidad y cumplimiento de la normativa. Por tanto, no tendrían ningún problema en satisfacer las expectativas del Parlamento Europeo y la Comisión, porque haciendo eso contribuirían a una Europa más eficiente, así como más regulada y transparente, en su trabajo.

 
  
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  Jan Mulder, en nombre del Grupo ALDE.(NL) Señor Presidente, la resolución que estamos debatiendo esta tarde no necesita explicación. Es el resultado directo de la Resolución sobre la aprobación de la gestión de 2003 del señor Wynn. Es importante que podamos ejercer un control mejor sobre los fondos de la UE. Todos sabemos que el Tribunal de Cuentas no ha podido emitir una declaración de fiabilidad positiva durante los últimos once años. Pero hay que reconocer que la Comisión ha asumido las recomendaciones del Parlamento casi en su totalidad. Eso es muy de agradecer.

Los Estados miembros, lamentablemente, tienen una visión diferente y mucho menos transparente, y ese es el motivo de que esta tarde estemos celebrando un debate con el Consejo. Tengo que decir que las respuestas y los comentarios del señor Winkler esta tarde no me han convencido del todo. En realidad, lo que pedimos en esta resolución no es diferente de lo que ya se está haciendo en algunos casos. Queremos volver a la declaración anterior en la que pedimos que la máxima autoridad política firme dicha declaración.

En esa resolución, no vamos más allá de las declaraciones realizadas en un nivel más bajo. Si analizamos las prácticas actuales en el gasto agrícola, ya existen organismos de certificación independientes que vigilan a las agencias pagadoras y que realizan controles independientes. No alcanzo a comprender por qué los Estados miembros pueden aceptar esto en el capítulo del gasto agrícola, pero no en otros capítulos del gasto presupuestario, como los gastos estructurales. El debate de esta tarde exige algunos compromisos. Doy por sentado que el Consejo conoce la resolución Böge sobre las perspectivas financieras.

No solo estamos pidiendo más fondos después de las decisiones del Consejo, sino también una mejor supervisión financiera, que en el fondo es el objetivo de la resolución que esperamos que se apruebe mañana.

 
  
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  Bart Staes, en nombre del Grupo Verts/ALE. – (NL) Señor Presidente, este debate es ante todo un debate con el Consejo. Tengo que decir que la intervención del Ministro me ha decepcionado; en realidad no ha respondido a nuestra pregunta y eso en un momento en el que la confianza en la Unión Europea es menor que nunca. Mañana, la Comisaria Wallström nos presentará el Libro Blanco sobre comunicación como un medio de promover la confianza en la UE, pero en mi opinión, si la Unión Europea no sabe gastar con prudencia sus fondos, no valdrán de nada ni mil libros blancos ni mil medidas.

Por eso le pregunto, una vez más, por qué están organizando la irresponsabilidad organizada aquí. ¿Por qué ustedes, el Consejo, piden a los Estados miembros que gasten el 80 % de los fondos europeos, en lugar de asegurarse de que los distintos Estados miembros y regiones, cuando sean responsables de ello, puedan decir que los fondos que están gastando son debidamente vigilados y que los fondos se gastan con prudencia? No entiendo por qué el Consejo no puede hacer lo que el Parlamento le pide que haga al respecto. Creo que están creando ustedes enormes dificultades a esta Cámara.

 
  
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  Jeffrey Titford, en nombre del Grupo IND/DEM. – (EN) ¡Declaraciones nacionales de gestión! Señor Presidente, quiero preguntar al señor Kallas: ¿serán como las cuentas de la UE, en las que los directores generales de la Comisión firman en sus respectivos departamentos con reservas, porque no tienen ni idea de adónde ha ido a parar el dinero? Porque si es así, me parece que es como intentar curar una arteria cortada con una tirita: muy poco y demasiado tarde.

Como todo el mundo sabe, no creo en la Unión Europea; creo que es un enemigo de la democracia, y esto lo enfoco desde una dirección opuesta. Ninguna nación debería invertir el dinero de los contribuyentes en un sistema corrupto. Tras 11 años en los que las cuentas de la UE han sido rechazadas por sus propios auditores, este débil intento de cambiar el sistema es como verter grandes cantidades de oro en polvo a través de un colador, pensando «ah, quizá sería mejor que intentáramos tapar algunos de los agujeros». Nadie piensa en primer lugar en la sabiduría de verter el oro en polvo por un colador y en que, sencillamente, la manera de no perderlo es dejar de verterlo.

Por tanto, insto a los diputados aquí presentes a que regresen a sus respectivos países y pidan a sus Gobiernos que saquen el enchufe. Simplemente, dejando de pagar a esta monstruosa dictadura burocrática que no respeta ni a los Gobiernos ni a los ciudadanos de Europa. Hay un dicho en mi país: «la caridad empieza en casa». Ahorren el dinero que están malgastando en la UE; en todo caso, una gran parte ya se pierde a causa del fraude y la corrupción.

 
  
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  El Presidente. Señor Titford, le llamo al orden. En dos ocasiones ha acusado usted a las Instituciones europeas de delitos. Ha dicho usted «fraude» y «corrupción» dos veces. Le ruego que en el futuro tenga en cuenta que, en esta Cámara, la atribución de delitos a personas o instituciones ha de ir acompañada de pruebas. De lo contrario, es un abuso de la libertad de palabra que tiene un diputado.

 
  
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  Hans-Peter Martin (NI).(DE) Señor Presidente, cuando en esta Cámara se debaten temas financieros, no es muy frecuente que yo sea mucho menos franco que los oradores que me han precedido. Aunque esta responsabilidad nacional es algo que ni me atrevo a soñar, no he olvidado, señor Winkler, lo que dijo su Canciller –que también es el mío– , dirigiéndose a esta Cámara desde donde está usted ahora, sobre la cuestión de las subvenciones con cargo a los fondos comunitarios. Las palabras del Canciller Schüssel, en calidad de Presidente del Consejo, fueron las siguientes: «Esa información tiene que publicarse para que los ciudadanos sepan quién se está beneficiando en realidad.» Les repito: «Esa información tiene que publicarse.» ¡Publíquenla entonces!

En algunos Estados miembros, donde son mucho más críticos sobre muchas cosas, como en el Reino Unido, por ejemplo, eso no hace falta ni decirlo. Dejemos que Austria sea un buen ejemplo y nos diga finalmente lo que sucede con el 80 %. ¿Quién obtiene qué, cuánto y cuándo?

Mi segunda petición posiblemente les parezca más fácil: apoyen a su propio Grupo político, es decir, a la señora Gräßle. Ella está introduciendo reformas en el nuevo Reglamento Financiero para que podamos trabajar realmente con él y para que podamos responder fácilmente a las críticas injustificadas, siempre, claro está, que ustedes sean más transparentes.

 
  
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  Paulo Casaca (PSE).(PT) Creo que estamos ante un debate muy importante en el contexto de los procedimientos de control presupuestario de la UE. La cuestión fundamental que está en juego aquí es la clarificación legislativa. Creo que tanto en el ámbito de los Fondos Estructurales como de la Política Agrícola Común, los reglamentos son claros al exigir que los Estados miembros hagan una auditoría independiente, tanto ex ante como ex post. Esos reglamentos se han mantenido inalterados desde el inicio del marco actual de programación financiera. En este contexto, la gran prioridad, en mi opinión, es asegurar que los Estados miembros cumplan lo que está reglamentado y que la Comisión Europa vigile ese cumplimiento. Cualquier otra cosa llevaría únicamente a una falta de clarificación de responsabilidades.

Por eso quiero pedir a ambas instituciones que nos aclaren el estado de cumplimiento de los reglamentos comunitarios en lo que respecta a estas auditorías ex ante y ex post, de manera que podamos estar debidamente informados antes de actuar.

Quiero referirme por último a la información sobre quién recibe fondos comunitarios. Es una reivindicación que consta en un informe que yo mismo elaboré hace ya varios años y celebro que el señor Kallas se haya adherido a esta iniciativa. Espero que, cuando critique a los políticos por falta de transparencia, recuerden ustedes que este Parlamento pidió esa transparencia hace algunos años en un informe elaborado por mí.

 
  
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  Hans Winkler, Presidente en ejercicio del Consejo. (DE) Señor Presidente, Señorías, he escuchado con gran atención sus comentarios y, por supuesto, transmitiré al Consejo sus opiniones. Pero quiero repetir una cosa: estoy aquí para representar al Consejo y a los Estados miembros; en otras palabras, las opiniones expresadas por la Presidencia del Consejo aquí son las expresadas en una votación unánime en el Consejo. Lo siento si decepciono a algunos de ustedes, pero no hay nada más que pueda decir por el momento. No obstante, reitero –y espero que sean ustedes tan amables como para aceptarlo– que hemos acordado examinar, en relación con el proceso de aprobación de la gestión de 2004, el plan de acción elaborado por la Comisión. Puedo confirmar también que el Consejo seguirá apoyando a la Comisión en sus esfuerzos por realizar una contribución activa a la gestión financiera en todos los niveles.

El Consejo asumirá con toda seguridad su parte de responsabilidad, a la que no tiene ninguna intención de renunciar. Seguiremos trabajando con la Comisión para encontrar soluciones que todos, también ustedes en esta Cámara, puedan aceptar. Me temo que en esta etapa relativamente temprana de la Presidencia austriaca, poco más puedo decir.

 
  
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  Siim Kallas, Vicepresidente de la Comisión. (EN) Señor Presidente, muchas gracias por este debate. Esta cuestión parece muy técnica. Es muy difícil explicar al gran público lo que hay detrás de esta declaración de fiabilidad. Sin embargo, debemos esforzarnos por encontrar soluciones que no nos lleven al resultado político sumamente negativo de tener que decir que el dinero no está bajo control. Espero por ello que el Consejo y los Estados miembros tengan en cuenta esta nueva base para unificar sus esfuerzos. Esto ya se ha hecho con respecto a las agencias pagadoras y otras autoridades de ejecución. Intentemos proporcionar una única declaración de fiabilidad integrada que suponga una prueba positiva para el Tribunal de Cuentas. Intentemos encontrar soluciones.

Como he dicho antes, la Comisión es plenamente consciente de las esferas de la propia Comisión en las que el Tribunal de Cuentas ha encontrado muchos errores en políticas internas y en investigación y desarrollo. El plan de acción incluye 16 acciones de las que solo una está destinada directamente a los Estados miembros. Sin embargo, espero que esta cooperación dé sus frutos.

Quisiera hacer un comentario de hecho sobre la afirmación de que el Tribunal de Cuentas ha rechazado nuestras cuentas. Eso no es cierto. Durante mi mandato, el Tribunal de Cuentas nunca ha rechazado nuestras cuentas. No siempre puede asegurar la legalidad y regularidad de las transacciones subyacentes, tal como se establece en el Tratado. Esto significa que no puede afirmar que ha verificado debidamente millones de transacciones. Esto es cierto.

También es muy importante que cuando hablemos con los periodistas les describamos la complejidad del panorama. Es una operación de gran envergadura. La aprobación de la gestión presupuestaria incluye millones de detalles. Una mejor comprensión del panorama sería sin duda de gran ayuda.

 
  
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  Jeffrey Titford (IND/DEM). – Señor Presidente, quisiera intervenir sobre la observancia del Reglamento con arreglo al artículo 145. Me temo que hay un malentendido sobre la razón por la que estamos aquí. Yo pensaba que estábamos hablando sobre las orientaciones de gestión y que la razón por la que pedíamos que se establecieran esas orientaciones era que faltaba dinero.

Como miembro de la Comisión de Control Presupuestario, mi papel ha sido siempre investigar dónde se ha perdido dinero o este ha sido mal utilizado y dónde se han cometido errores, según la expresión que acaba de utilizar el señor Kallas. Yo partía enteramente de la premisa de que la razón por la que pedíamos estas declaraciones era que los Estados miembros investigaran dónde se ha producido despilfarro y fraude e incluso, tal vez, corrupción. En estas condiciones pedí expresar mis opiniones en mi intervención.

 
  
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  Terence Wynn (PSE).(EN) Señor Presidente, en relación con la observancia del Reglamento con arreglo al artículo 108, esta era una pregunta oral con seis preguntas; he añadido una séptima pregunta oralmente esta tarde y no hemos recibido respuesta a ninguna de ellas. ¿Podría la Presidencia darnos al menos las respuestas por escrito, si no es molestia?

 
  
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  El Presidente. Sí, señor Wynn, recibirá las respuestas por escrito.

Señor Titford, respeto plenamente toda opinión política en esta Cámara. Por ello no le he interrumpido y le he permitido acabar su intervención. Mi comentario fue solo para recordarle que el lenguaje que utilizamos en la Cámara debe expresar nuestras opiniones y nuestras posiciones políticas. Era simplemente un comentario amistoso de mi parte, pues estoy presidiendo esta sesión, en el sentido de que debemos intentar utilizar un lenguaje y unas palabras que no sean excesivamente ofensivos o irrespetuosos. Aparte de eso, usted disfruta aquí de plena libertad de expresión, señor Titford.

Para cerrar el debate se ha presentado una propuesta de resolución(1) de conformidad con el apartado 5 del artículo 108 del Reglamento.

Se cierra el debate.

La votación tendrá lugar mañana a las 11.00 horas.

 
  

(1) Véase el Acta.

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