El Presidente. Declaro reanudado el periodo de sesiones del Parlamento Europeo interrumpido el jueves 19 de enero de 2006.
2. Aprobación del Acta de la sesión anterior: véase el Acta
3. Declaración de la Presidencia
El Presidente. Señoras y señores diputados, antes de empezar nuestra sesión plenaria creo que las circunstancias obligan a que la Presidencia haga una pequeña declaración relativa a los dos trágicos acontecimientos que se han producido en dos países de la Unión Europea.
Como saben, el día 19 de enero el accidente de un avión del ejército eslovaco causó la muerte de 42 militares cuando volvían de una misión de paz de la OTAN en Kosovo. Ello me recuerda otros trágicos acontecimientos relacionados con la presencia de militares españoles en Afganistán. Esta vez han sido eslovacos.
Y el 28 de enero, en Katowice, el derrumbamiento del techo de un pabellón de exposiciones ha causado la muerte de varias decenas de personas, un centenar de heridos y todavía no sabemos cuántos desaparecidos. El pueblo polaco está conmovido por esta tragedia y todos los demás pueblos de Europa con él.
He expresado nuestro más profundo sentir y la mayor solidaridad del Parlamento Europeo con las víctimas y sus familias. Las banderas eslovaca y polaca ondean a media asta en nuestro Parlamento en señal de luto.
En nombre de todos ustedes me he dirigido por carta a los Jefes de ambos Estados para expresarles nuestra condolencia. Y ahora les pido que con un minuto de silencio rindamos homenaje a estas víctimas.
(La Cámara, puesta en pie, guarda un minuto de silencio)
4. Presentación de documentos: véase el Acta
5. Composición del Parlamento: véase el Acta
6. Composición de las comisiones y delegaciones: véase el Acta
7. Transmisión por el Consejo de textos de Acuerdos: véase el Acta
8. Transferencias de créditos: véase el Acta
9. Curso dado a las posiciones y resoluciones del Parlamento: véase el Acta
10. Orden del día
El Presidente. ¿Hay alguna observación? Tiene la palabra la señora Frassoni.
Monica Frassoni (Verts/ALE). – (IT) Señor Presidente, Señorías, mi intervención será muy sencilla, muy breve y nada apasionante: quiero decir que el Grupo de los Verdes/Alianza Libre Europea desea añadir su firma a la resolución sobre Cuba.
El Presidente. De acuerdo, así se hará.
(Queda así establecido el orden de los trabajos)
11. Perspectivas de la política exterior común para 2006 - Política Exterior y de Seguridad Común - 2004
El Presidente. El siguiente punto es el debate conjunto sobre Política Exterior y Seguridad Común sobre los puntos siguientes:
– la Declaración del Alto Representante de la Política Exterior y de Seguridad Común sobre las perspectivas de la política exterior común para 2006; y
– el informe de Elmar Brok, en nombre de la Comisión de Asuntos Exteriores, sobre el informe anual del Consejo al Parlamento Europeo sobre los principales aspectos y las opciones fundamentales de la PESC, incluidas sus implicaciones financieras para el presupuesto general de las Comunidades Europeas - 2004 (2005/2134(INI)) (A6-0389/2005).
Antes de dar la palabra a los oradores, me gustaría agradecer la labor desempeñada por la Sra. De Keyser, jefe de los observadores de la Unión Europea en las elecciones en Palestina, y al Sr. McMillan-Scott, que encabezó la delegación de nuestros 27 observadores parlamentarios. Sin duda tendremos ocasión de escuchar su testimonio durante el debate, pero quiero, desde ahora mismo, subrayar el importante papel que han desempeñado nuestros diputados aportando testimonios objetivos de la vitalidad del proceso electoral desarrollado en los territorios palestinos.
También creo que la ocasión es buena para esperar que las circunstancias no impidan al Presidente Mahmud Abbás a aceptar la standing invitation que tiene hecha por el Parlamento Europeo para acudir cuando lo estime oportuno.
Javier Solana, Alto Representante de la Política Exterior y de Seguridad Común. (ES) Señor Presidente, permítame con mis primeras palabras unirme a las suyas para felicitar a la persona que ha encarnado el Parlamento Europeo y, en su conjunto, a la Unión Europea en la misión de observación de las elecciones palestinas, la señora De Keyser, buena amiga de todos nosotros y buena amiga mía, en particular, por la gran labor realizada en este periodo de tiempo tan difícil, en el que la misión de los observadores ha sido de gran importancia. No sé si está la señora De Keyser en la sala, pero en cualquier caso me gustaría expresarle mi admiración y mi reconocimiento y darle una prueba más de mi amistad y de mi simpatía.
(Aplausos)
Señor Presidente, Señorías, no les engaño al decirles que me resulta muy complicado iniciar esta sesión el día 1 de febrero del año 2006. Si tuviéramos la capacidad de pasar nuestra moviola mental para retroceder solamente un mes, hasta el 1 de enero de este año, y viéramos lo que ha acontecido en el mundo en estos treinta días, nos daríamos cuenta de que realmente puede ser útil hacer algunas reflexiones en este Parlamento; reflexiones que tienen que ver con la capacidad de la Unión Europea para hacer política, con la capacidad de la Unión Europea de hacer política internacional y con la obligación que todos tenemos, si fijamos claramente nuestro pensamiento en lo que ha acontecido en estos treinta días a los que me gustaría pasar revista, de sacar algunas conclusiones sobre cómo no podemos seguir actuando y sobre cómo sí deberíamos empezar a actuar. Permítanme, pues, que les recuerde muy brevemente lo que ha acontecido en treinta días.
La noche del primero de año de 2006 muchos de nosotros la pasamos despiertos, tratando de solucionar un gravísimo problema que nos afectaba: Ucrania y Rusia tenían un problema de difícil solución por falta de un acuerdo energético entre ambos países. Si ese acuerdo energético se hubiera mantenido como desacuerdo, habría tenido repercusiones enormemente graves en el suministro energético para muchos países de la Unión Europea. Noche número uno del año.
La noche número tres del año 2006, el Gobierno de Irán tomó una decisión importantísima: empezar a enriquecer uranio. Y, menos de una semana después, empezaba a romper los sellos que habían sido colocados por la Agencia Internacional de la Energía Atómica de Viena, de acuerdo con las resoluciones del Consejo de Seguridad y de la Junta de Gobernadores de dicho Organismo.
Pocos días después, el Primer Ministro Sharon era ingresado en una clínica de Jerusalén y desgraciadamente todavía no se ha recuperado del todo. Me gustaría desear a la familia del Primer Ministro Sharon, desde aquí, en nombre de ustedes, si me lo permiten, su pronto restablecimiento. Independientemente de las diferencias que hayamos podido tener en el pasado, independientemente de las dificultades y malentendidos que hayamos tenido, los hombres que han luchado, las personas que han trabajado con nosotros deben ser reconocidas en sus momentos de dificultad.
No muchos días después, surgieron problemas serios con el principio de las elecciones en Palestina, y una vez más la señora De Keyser estaba allí para intentar resolverlos. A finales del mes tuvieron lugar las elecciones palestinas, cuyo resultado provocó una conmoción.
Días después, en el contexto de otro tema absolutamente fundamental para la Unión Europea, fallecía inesperadamente el Presidente Rugova, el Presidente de Kosovo.
También en los últimos días del mes se ha celebrado una reunión fundamental de la Unión Africana, con la cual estamos cooperando de manera intensísima tratando de resolver un problema grave: el problema de Darfur.
Por último, hace muy pocos días, también en este mes, recibimos del Secretario General de las Naciones Unidas la petición de que estuviéramos prestos a tomar una decisión sobre la posibilidad de que la Unión Europea se implique en la seguridad y la defensa de las elecciones que van a tener lugar dentro de pocos meses en el Congo.
Señorías, si nos pusiéramos a pensar, aunque solo fuera brevemente, sobre estos treinta días, tendríamos que extraer enormes lecciones. Y muchas de ellas tendrían que ver con la influencia de la Unión Europea en el mundo actual, porque en todos estos temas que he mencionado, en todos ellos, la Unión Europea ha tenido que desempeñar un papel fundamental: ya sea en el tema de la seguridad energética, fundamental, que seguirá con nosotros a lo largo de todo el año 2006; ya sea en el tema de Irán, que seguirá con nosotros en los próximos días y, seguramente, más allá de los próximos días, y a ello me quiero referir después; ya sea en las elecciones en Palestina y sus consecuencias; ya sea tras la muerte del Presidente Rugova y ante las consecuencias que va a tener en el año 2006 —esperemos que solo en el año 2006— sobre el desarrollo final de los acuerdos sobre el estatuto de Kosovo; ya sea en los temas relacionados con los cambios que se han producido en la Unión Africana, con la que tenemos unas relaciones profundas de amistad, de afecto y de cooperación.
Empezaré, si me permite la Presidencia, a referirme muy brevemente a estos temas que he señalado, los más importantes de los que se nos han planteado en este mes y que, sin duda ninguna, van a constituir la agenda fundamental el año 2006 para este Parlamento y para la Unión Europea, pero no sin antes decir una vez más, a la Presidencia del Parlamento y a los miembros de este, que no cabe duda de que la Unión Europea es un actor fundamental en política exterior, que tiene que seguir siéndolo, que la experiencia nos demuestra que, aunque no lo queramos, tenemos que serlo, y que solamente en treinta días hemos tenido que ocuparnos de tantísimas cuestiones, que en algunos momentos incluso nos han impedido pensar; tal ha sido la actividad en la que hemos estado inmersos durante todos los días de este mes.
Esta mañana, Señorías, la Comisión de Asuntos Exteriores de este Parlamento ha recibido a dos personalidades de Ucrania: al Ministro de Asuntos Exteriores, señor Tarasyuk, y a Yulia Timoshenko, una dignísima parlamentaria. La Comisión de Asuntos Exteriores ha visto —espero que muchos de ustedes lo hayan podido comentar— la situación tan difícil en la que se encuentra un país amigo, un país fundamental para la estabilidad y la seguridad de Europa como es Ucrania. Hace ahora aproximadamente un año, todos nosotros, el Parlamento Europeo y yo mismo, tratábamos de resolver un problema gravísimo en Ucrania. Hoy, un año después, vemos que muchos de los problemas que entonces existían no tienen la misma gravedad, pero, desgraciadamente, tienen una gravedad suficientemente intensa para que sigamos trabajando, fundamentalmente para que ese gran país no pierda su rumbo, para que ese gran país siga avanzando por la vía del desarrollo económico, político, de seguridad y de aproximación a Europa que todos deseamos. Los señores diputados y señoras diputadas que han escuchado esta mañana tanto al Ministro de Asuntos Exteriores como a la señora Yulia Timoshenko se habrán dado cuenta de que, desgraciadamente, el problema es muy serio y tenemos que concederle una importancia especial y esencial.
En los pocos minutos que se me conceden en esta primera intervención no entraré más en detalles, pero sí les quiero decir que las elecciones que van a tener lugar en Ucrania, no dentro de un año, sino dentro de dos meses, serán absolutamente fundamentales para todos nosotros, no solamente para la Unión Europea, sino también para Ucrania, sin duda ninguna, y para todos los países de la parte este de nuestro continente, que se verán afectados por los resultados de las mismas.
Sería una gran tristeza para todos nosotros que lo que hace un año llamábamos la Revolución Naranja dejara de ser una revolución naranja y pasara a ser una revolución de otra naturaleza o un paso atrás en la serie de pasos adelante que ese país dio hace un año.
Señor Presidente, permítame pasar al segundo punto al que quisiera hacer referencia: la situación con Irán. Creo que los señores diputados están bien informados sobre lo que ha acontecido en Irán desde el día 3 de enero de este año, hace unos pocos días, y sobre todo lo que ha acontecido desde el día 13, en el que la Unión Europea tomó, en Berlín, la decisión de convocar un consejo extraordinario de la Junta de Gobernadores de la Agencia Internacional de la Energía y, posteriormente, de solicitar a esa Junta de Gobernadores que transfiriera el dossier correspondiente a Irán al Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas. Desde entonces han pasado muchas cosas, porque los días pasan como si fueran segundos y los meses, como si fueran horas. Les puedo decir que en el momento en que estoy hablándoles a ustedes, en este mismo momento, los representantes de China y Rusia se encuentran en Teherán, con un mandato de los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad más la Unión Europea, para intentar hacer el último esfuerzo para poder llegar a un acuerdo en la reunión que va a tener lugar el día 2, es decir, mañana. Les puedo decir que la noche de antes de ayer, hasta muy altas horas de la madrugada, los miembros de la Unión Europea y los Estados Unidos tuvimos una reunión, a mi juicio, importante, con Rusia y con China para llegar a un posible acuerdo sobre un borrador de resolución. Y les puedo decir que hemos llegado a ese acuerdo, que esta misma tarde será presentado en Viena para que sea debatido mañana.
Es un borrador de resolución, Señorías, en el cual se hacen los siguientes llamamientos: en primer lugar, un llamamiento a Irán, para que vuelva a la situación anterior, es decir, para que no continúe con sus ideas o con sus aspiraciones de enriquecer uranio, sino que vuelva otra vez a la posición de negociación; y, en segundo lugar, un llamamiento para que se apruebe la resolución que se va a poner sobre la mesa esta tarde, con el apoyo de Rusia y China, y que esa resolución y todas las resoluciones anejas que se han adoptado en los últimos meses pasen al Consejo de Seguridad y que este no adopte ninguna resolución hasta la reunión ordinaria del mes de marzo de la Junta de Gobernadores. Estamos tratando, con ello, de mandar un mensaje claro a las autoridades de Irán y, a la vez, tratando de conseguir el mayor consenso posible en la comunidad internacional.
El tema que nos ocupa es un tema fundamental, ligado a la proliferación de armas de destrucción masiva, y, por lo tanto, nos parece indispensable obtener el mayor acuerdo posible entre los miembros de la comunidad internacional y, muy concretamente, entre los miembros de la Junta de Gobernadores de la Agencia Internacional de la Energía. No quisiera decirles que soy optimista, porque me parece que ser optimista sobre estos temas es difícil, pero creo que en las últimas horas hemos hecho un esfuerzo de gran intensidad entre todos los miembros de la comunidad internacional, liderados, sin ningún género de dudas, por las posiciones que mantiene la Unión Europea desde hace ya varios meses y varios años.
(Aplausos)
Por lo tanto, esperamos que el debate que se iniciará mañana, y que tendrá seguramente más de un día de duración, nos permita avanzar en la vía de racionalizar la posición de Irán en aquellos temas relacionados con los aspectos nucleares.
El tercer punto que quería tocar, señor Presidente, muy brevemente, dado que el tiempo corre, es el de las elecciones en Palestina. Ya me he referido al buen trabajo realizado por la Unión Europa en lo que se refiere a la observación; me gustaría hacer dos o tres reflexiones sobre los resultados. Los resultados, Señorías, han sido una sorpresa para todos: una sorpresa para Hamás, una sorpresa para Fatah, una sorpresa para Israel y una sorpresa para la comunidad internacional.
Se esperaba, sin duda, que Hamás obtuviera unos resultados mejores de los que había tenido últimamente, pero nadie ―ni en Hamás, ni en Fatah, ni en la comunidad internacional― esperaba que el resultado fuera de la magnitud que ha obtenido Hamás.
¿Cuáles son las posiciones que a mi juicio deberíamos tener en este momento? Y no son posiciones personales, son posiciones que han estado ya acordadas por el Consejo de Asuntos Generales, por los Ministros de Asuntos Exteriores el lunes por la mañana ―es decir, hace unas horas― y por la tarde, en el Cuarteto, con nuestros amigos de Rusia y de los Estados Unidos y con el Secretario General de las Naciones Unidas.
Señorías, pensamos ―y creo que pensamos bien― que hay que seguir ayudando al Presidente Abu Mazen. Él se presentó a las elecciones con una plataforma que era la plataforma que nosotros defendíamos: la plataforma de avanzar por el camino de la paz; la plataforma de reconocer que había que negociar con Israel; la plataforma de que había que acabar con la Intifada; y la plataforma de que había que poner en marcha la hoja de ruta. Esas eran las posiciones del Presidente Abu Mazen, por las que fue apoyado masivamente por sus conciudadanos de Palestina.
Ha habido unas elecciones posteriores en las que la victoria ha sido de Hamás por una mayoría muy sustancial, una mayoría absoluta, en una plataforma que en cierta manera no es la misma plataforma que la del Presidente Abbás. Por lo tanto, sin ninguna duda, en el futuro ―cuando el Gobierno sea formado después de la negociación que tendrá lugar, muy probablemente, dentro de varias semanas, por lo que muy probablemente no tendremos Gobierno hasta dentro de dos o tres meses por lo menos― habrá la posibilidad de un choque de posiciones entre los unos y los otros, entre lo que ha representado el Presidente Abu Mazen y lo que representa Hamás.
En la declaración del lunes del Consejo, de los Ministros de Asuntos Exteriores, que seguidamente fue reconocida también en la reunión del Cuarteto, decimos algunas cosas a mi juicio importantes que conviene conocer y que conviene, sobre todo, explicar. Decimos claramente que las elecciones se han desarrollado, de acuerdo con el informe de los observadores y, muy en particular, de la presidenta de los observadores, de una manera clara, de una manera limpia y de una manera justa. Decimos después en esa declaración que Europa está dispuesta a seguir colaborando sin ninguna duda con nuestros amigos palestinos, con los cuales hemos cooperado durante años y años desde el proceso de Oslo, en el que hemos invertido los europeos recursos económicos y también recursos políticos y psicológicos, en gran medida, y que estamos dispuestos a seguirlo haciendo; y estamos dispuestos a seguirlo haciendo en el tiempo que va desde ahora hasta que se forme el nuevo Gobierno, sin duda ninguna. Pero una vez que se forme el nuevo Gobierno, si lo que corresponde es que sea liderado por Hamás, algunas condiciones o algunas reflexiones habría que hacerse en esta Cámara.
Sería difícil que el Parlamento Europeo y la Unión Europea en su conjunto no dijeran claramente a nuestros amigos palestinos varias cosas; en concreto, tres: la primera es que no es compatible la violencia con el resultado electoral en una democracia. En una democracia, los partidos que salgan elegidos deben abandonar la violencia y deben jugar el juego democrático.
(Aplausos)
Lo segundo que deberíamos decir con el mismo cariño y con el mismo afecto que hemos tenido siempre por nuestros amigos palestinos es que, si quieren la ayuda de la Unión Europea, es imprescindible que su política sea una política compatible con lo que ha sido, desde los acuerdos de Oslo, desde el año 1993 hasta ahora, la posición de este Parlamento y la posición de la Unión Europea. Nosotros queremos dos Estados que vivan juntos, en paz, en prosperidad; queremos que se llegue a unas negociaciones por la vía pacífica ―no por otra vía― y, por lo tanto, pedimos a las dos partes ―si lo que deseamos es eso― que el uno reconozca al otro y que el otro reconozca al uno. Sería imposible que este Parlamento apoyara nada que no contuviera un reconocimiento explícito por parte de todas las autoridades palestinas, sean quienes sean, de que Israel es una realidad con la que hay que pactar y con la que hay que llegar a un acuerdo.
En tercer lugar, nos gustaría decir a nuestros amigos palestinos ―se lo he dicho yo personalmente en varias ocasiones ya desde las elecciones, y tengo la oportunidad de hablar con el Presidente prácticamente todos los días― que sería muy bueno que el nuevo Gobierno que nazca después de las elecciones, dentro de tres meses, también reconozca todos los acuerdos que la Autoridad Palestina ha firmado en los últimos años. Sería absurdo que partiéramos otra vez de cero en un esfuerzo que hemos hecho durante mucho tiempo y que muchos de ustedes han hecho también durante mucho tiempo.
Por tanto, Señorías, esto es lo que queremos decir muy sencillamente, y creo que todo el mundo lo debe comprender; y creo y espero que nuestros amigos palestinos, sean del partido que sean, sea cual sea el partido o la formación en la que hayan participado en estas elecciones, entiendan que esto no es imponer nada a nadie, que esto no es tratar de violentar la voluntad de nadie, sino que es realmente exponer de una manera clara, de una manera sencilla, cuál ha sido la posición de la Unión Europea: no desde ayer, sino desde el año 1993, cuando se firmaron los acuerdos de Oslo. Y creo que aquí deberíamos estar todos unidos en esta misión; creo que, como hemos hecho en el Consejo de Asuntos Generales, como ha hecho el Cuarteto la noche siguiente al Consejo de Asuntos Generales, debemos mostrarnos firmes en esta materia. Lo cual no quiere decir que en estas horas difíciles que estamos viviendo, en estas horas en que el Presidente Abu Mazen tiene la enorme responsabilidad de formar Gobierno, de tomar contacto con todas las distintas formaciones políticas, no ayudemos, o no ayudemos lo más posible al Presidente Abu Mazen en estos momentos en los que todavía tiene el control de la situación, para que en estos tres meses que seguramente le quedarán seguramente hasta que tenga el nuevo Gobierno no haya una bancarrota económica.
Cometeríamos un gravísimo error, a mi juicio, si abandonáramos hoy al Presidente Abu Mazen, desde el punto de vista económico, y esos recursos no fueran utilizados, o no llegaran, y corriéramos el riesgo de encontrar a la Autoridad Palestina en una situación de gran dificultad en esta hora y en este momento.
(Aplausos)
Es una apelación para que todos nosotros y el Parlamento Europeo ―si en algún momento la Comisión, que espero que lo haga, hace una petición, una recomendación al Parlamento Europeo en este sentido― tengamos la generosidad de apoyar al Presidente Abu Mazen en estos meses que quedan hasta que haya un nuevo Gobierno, para que se afinque, se asiente él y lo que él significa. Creo que deberíamos decir un sí, un sí rotundo para que así sea lo que suceda en el futuro.
Les quiero decir que lo que tenemos delante de nosotros va a ser una novedad, va a ser difícil, no va a ser fácil, pero creo que tenemos que seguir empeñados en que ese proceso de paz avance bajo las condiciones a las que antes he hecho referencia. No son condiciones, como he dicho, absurdas; no son condiciones que salgan de una noche loca, sino que salen de muchos años de trabajo, de trabajar juntos, de trabajar con nuestros amigos palestinos para que el proceso pueda seguir adelante.
Señor Presidente, paso muy brevemente a decirles dos palabras sobre la situación en Kosovo, después del fallecimiento del Presidente Rugova. Tuve la tristeza ―y la alegría, también― de participar en el entierro del Presidente Rugova. La familia me pidió que en nombre de la Unión Europea tomara la palabra en ese momento, y lo hice, lo hice pensando en todos ustedes, lo hice pensando en todos los ciudadanos de Europa, que estoy seguro que estaban acompañando al Presidente Rugova en ese momento. Pero se abre un proceso difícil, no nos engañemos. Porque si el proceso en sí, con el Presidente Rugova vivo y siendo él el paraguas, digamos, de toda la operación política que se nos viene encima, ya era difícil, nos podemos imaginar lo que va a suponer sin su presencia. En mi intervención pedí a los dirigentes políticos y al pueblo de Kosovo en general generosidad, unidad y responsabilidad en estos momentos para poder avanzar, y creo que de alguna manera esas palabras, dichas por mí o dichas por otros, han sido escuchadas: hoy tenemos ya una persona que sustituye al Presidente Rugova, algo que yo me temía que iba a tardar mucho más en llegar, y que a la vez va a presidir el equipo que llevará conjuntamente, bajo la dirección del señor Ahtisaari, ex Presidente de Finlandia, la negociación con nuestros amigos de Serbia.
Esperemos, por tanto, que podamos movernos en esa dirección, que nos podamos mover con una rapidez relativa, pero vuelvo a insistir en que va a ser necesario poner mucha energía para avanzar por este camino hacia la solución definitiva de la situación de Kosovo, que sin duda significaría un paso fundamental para la estabilidad de toda la región de los Balcanes, de los países a los que hemos ofrecido la perspectiva europea desde la Cumbre de Tesalónica y en múltiples ocasiones.
Señor Presidente, me parece que se me acaba el tiempo y sentiría mucho no poder desarrollar algunos de los otros temas que me gustaría haber desarrollado con ustedes, teniendo en cuenta la actividad tan enorme que ha tenido lugar en estos veinte días. Quisiera decirles que seguimos trabajando de manera muy intensa con la Unión Africana para intentar resolver el problema de la paz en Darfur. Hemos avanzado mucho en la negociación Norte-Sur, llegando a un acuerdo, pero tenemos desgraciadamente el proceso de Abuja, que no acaba de avanzar. Trabajamos todo lo que podemos en esa dirección. Afortunadamente, la reunión de la Unión Africana ha encontrado una fórmula de compromiso para que el presidente de la Unión Africana sea el Presidente del Congo Brazzaville y no el Presidente de Sudán, lo que hubiera sido un gran problema para las negociaciones futuras; por lo tanto, y con gran satisfacción, haremos todo lo posible para que el proceso de Abuja avance y, al mismo tiempo, empezaremos a planificar ―porque nos va a corresponder a nosotros tomar muchas responsabilidades― la transición de una fuerza que está presente sobre el terreno, dirigida por la Unión Africana, a una fuerza que más tarde o más temprano, pero dentro de pocos meses, serán cascos azules de las Naciones Unidas y con la que, sin duda ninguna, tendremos que seguir colaborando.
La última palabra que quiero decir, Señor Presidente, es que, como saben sus Señorías, hemos recibido del Secretario General de las Naciones Unidas ―o por lo menos hemos recibido la Presidencia y yo― una demanda para ver si podíamos ayudar en las elecciones que se van a celebrar en la República Democrática del Congo y que darán el empuje final al proceso de transición democrática en el Congo; si sale bien, supondrá la estabilización de una parte de la columna vertebral de África; se trata, pues, de algo fundamental para todos nosotros. Se nos pide que ayudemos, y hoy hay en Kinshasa una misión de fact finding que espero que el día 7, dentro de pocos días, nos pueda dar sus resultados, para ver si al final los Estados miembros de la Unión Europea tomamos la decisión de apoyar a las Naciones Unidas atendiendo a esa oferta, a esa petición que nos hacen. Hacerlo sería una buena decisión.
Señorías, señor Presidente, acabo aquí. Sería infinita la cantidad de cosas que me gustaría compartir con sus Señorías en este primer día del mes de febrero del año 2006, un año que ha empezado con una actividad realmente trepidante, que nos va a hacer trepidar a todos y que nos debe hacer trabajar con una energía, una capacidad y una dedicación como pocas veces habremos visto en la Unión Europea.
La Unión Europea, por la voluntad de sus Señorías, por la voluntad de los ciudadanos de Europa y por la voluntad de los Gobiernos de Europa, tiene que ser un actor fundamental en la escena internacional. Y como acaban de ver, Señorías, solamente enunciando lo que ha ocurrido este mes, no nos queda más remedio que serlo, queramos o no: no podemos cerrar los ojos a los problemas que están aconteciendo en el mundo, y les quiero decir, que el mundo quiere que Europa actúe. Allá donde uno va encuentra a la gente, a los líderes políticos que llaman a la puerta de Europa diciendo «Actuad. Actuad; tenéis una manera de actuar que nos gusta; tenéis una manera de actuar que nos va bien; tenéis una manera de actuar que es mejor para el mundo, el mundo multilateral en que los ciudadanos de la Unión Europea piensan».
El Eurobarómetro, señor Presidente, nos dice todos los días, todos los meses, o cada dos meses, pero nos lo dice siempre que se lo preguntamos, lo que sus Señorías quieren. Por lo tanto, sigamos en ese camino, tratemos de que el Parlamento y todas las instituciones trabajemos juntos, porque somos necesarios para un mundo mejor.
Señor Presidente, me gustaría hablar mucho más, pero sé que no es posible. Me callaré, pues, y esperaré a las preguntas que sus Señorías me quieran formular; me esforzaré por contestarlas de la mejor manera posible, con el mismo respeto y el mismo cariño que siempre he mostrado por este Parlamento. Gracias, Señorías.
(Aplausos)
Elmar Brok (PPE-DE), ponente. – (DE) Señor Presidente, señor Alto Representante, señor Presidente en ejercicio del Consejo, Señorías, teniendo en cuenta el punto en el que empezó la Política Exterior y de Seguridad Común europea hace varios años, hemos de señalar que los que han participado en ella pueden exhibir algunos logros extraordinarios, que se están consiguiendo cosas hasta ahora impensables en los Balcanes, a través de la troika de la UE y en muchos otros ámbitos, y que la Unión Europea, a través de su política de ampliación, su política de vecindad, su política mediterránea y muchas otras ha realizado una importante contribución a la estabilidad mundial.
El Parlamento siempre ha apoyado esta labor y es consciente de su propia incapacidad para implicarse de forma activa en la política exterior, porque es una tarea que corresponde al ejecutivo. No obstante, aunque el Parlamento debe tener la posibilidad de supervisar dicha política, no podemos hacerlo de forma adecuada, ya que casi siempre se nos informa de un hecho después de que haya ocurrido y nuestra participación en el proceso de debate no constituye una prioridad. Esta situación es mejorable; tenemos que cambiar las cosas de conformidad con esta interpretación del artículo 21 y espero que podamos utilizar medios pacíficos para que el Consejo y la Comisión se avengan a ello.
Pero también hemos de tener claro que, hasta ahora, esta Cámara solo ha sido capaz de presentar argumentos presupuestarios para salirse con la suya, y tenemos que ir más allá si queremos supervisar y ser consultados.
A modo de ejemplo, podemos preguntar: ¿qué pasa en el Congo? Todos hemos leído en la prensa sobre los planes para una posible intervención militar en ese país, pero en ningún momento del proceso nadie ha pensado en informar de ello a esta Cámara o a la comisión competente. Creo que no podemos seguir así.
Aunque he dicho que se han conseguido muchas cosas positivas, podemos ver el vaso medio lleno o medio vacío. Nos encontramos en una situación mucho más difícil que hace un año; no podemos echar la culpa a la política europea, ni mucho menos: las cosas como son y el señor Solana dio algunos ejemplos de ello a principios de año. Veamos, si quieren, la situación en Irán. Estamos intentando por todos los medios entablar conversaciones con ese país y nadie tiene una idea clara de cómo evitar una escalada ahora que Iraq podría acabar teniendo un Gobierno chiíta que podría aliarse con Irán y que las elecciones palestinas las ha ganado Hamás, un grupo vinculado y financiado por Irán, por no hablar de Hezbolá y todo lo demás. Este panorama puede resultar muy deprimente si consideramos qué significa para la paz mundial y qué puede significar también desde el punto de vista de la seguridad de nuestro abastecimiento de energía, teniendo en cuenta la manera en que una Rusia políticamente resucitada usa la energía como instrumento político, lo que hace temer a los países vecinos por la continuidad de su independencia y de su libertad para tomar decisiones por sí mismos. Y esto es solo una pequeña muestra. La situación pone de manifiesto que, en materia de política exterior, en la Unión Europea estamos peor que hace un año y, por tanto, hemos de elaborar una estrategia para hacer frente a la situación. Tenemos que ser mucho más activos y establecer conexiones de forma que no se penalice a ningún país individual, sino que nos unamos en la defensa de nuestros intereses, bien para abordar la situación en Ucrania, bien con respecto a la política energética en general. Nuestros Estados miembros y nuestros vecinos tienen que entender que no podremos defender nuestros intereses a menos que lo hagamos juntos en lugar de cada uno por su lado. Ninguno de nosotros puede salvarnos; hay que decir con más claridad que solo podremos defender nuestros intereses si permanecemos unidos.
(Aplausos)
Tenemos algo que aportar, y un lugar en que podemos hacerlo son los Balcanes, donde este año se celebrará un referendo en Montenegro y habrá negociaciones sobre el estatuto de Kosovo, así que hay decisiones importantes en perspectiva. La manera de implicar a Serbia en todo esto es una de las cuestiones realmente importantes y difíciles que tenemos que abordar. También es preciso que mejoren notablemente las relaciones transatlánticas para que, a través de los valores que compartimos, se pueda poner orden en el panorama que acabo de describir.
También hemos de ser suficientemente fuertes para influir en la política estadounidense y eso implica reforzar la dimensión preventiva de la política y su carácter de diálogo para garantizar una mayor seguridad en un mundo multilateral.
Significa que tenemos que afilar algunos de nuestros instrumentos. Nos gustaría que el señor Solana fuera Ministro de Asuntos Exteriores de la Unión el 1 de enero de 2007; aunque el fracaso de la Constitución significa que no lo será, otra consecuencia es que hay que mejorar los instrumentos para maximizar la eficacia de todas las instituciones en lugar de enfrentarlas.
Como ha dicho el señor Solana, este enfoque multilateral es una razón por la cual el mundo quiere una política exterior europea. La opinión pública también la quiere; nada les importa tanto como que tomemos medidas conjuntas en este terreno, y eso nos obliga a unirnos a nuestros homólogos nacionales para dejar atrás las medias tintas del pasado y acordar maneras de garantizar el derecho a la vida de nuestros ciudadanos.
(Aplausos)
Hans Winkler, Presidente en ejercicio del Consejo. (DE) Señor Presidente, Señorías, en su introducción el Alto Representante se ha referido a los 31 primeros días de este año y, por tanto, también de la Presidencia austriaca del Consejo, diciendo que ha sido una época turbulenta, y es cierto que lo ha sido. Un reflejo de ello puede encontrarse en el orden del día de la primera reunión del Consejo bajo la Presidencia austriaca, hace dos días.
Era importante que el Consejo examinara las cuestiones, muchas de las cuales ha mencionado el señor Solana, y tomara decisiones que transmitieran un mensaje claro, porque en lo que respecta a las grandes cuestiones de hoy, es importante que la Unión Europea hable claro, de forma inequívoca y con una sola voz y, por supuesto, lo estamos haciendo junto con la Comisión, al tiempo que buscamos el diálogo con el Parlamento Europeo. Quiero señalar que en los 31 días de mandato de la Presidencia austriaca hasta la fecha, el Ministro de Asuntos Exteriores, muchos otros Presidentes del Consejo y yo mismo hemos tenido bastantes oportunidades de venir a debatir cuestiones de interés para la Cámara, y agradezco haber tenido ayer la oportunidad de informar a la Comisión de Asuntos Exteriores de los aspectos de política exterior de la primera reunión del Consejo bajo la Presidencia austriaca. La Presidencia austriaca quiere seguir afirmando su disposición a debatir en nombre del Consejo y desea mantener el diálogo con la Cámara.
En esta breve intervención quiero centrarme en dos puntos: primero, el informe anual del Consejo al Parlamento Europeo sobre los principales aspectos y las opciones fundamentales de la Política Exterior y de Seguridad Común –de eso trata el punto correspondiente del orden del día– y, segundo, las relaciones entre esta Cámara y el Consejo respecto del presupuesto de dicha política.
En primer lugar, el acuerdo interinstitucional de 1999 sobre la disciplina presupuestaria y la mejora del procedimiento presupuestario especifica que el Consejo elaborará un informe que establezca los aspectos principales y las opciones básicas de la PESC, junto con sus implicaciones económicas para el presupuesto general. En abril de 2005, el Consejo envió al Parlamento el informe de 2004, que se incluye en nuestro orden del día de hoy y en el que intenta hacer lo que le pidió el Parlamento y reflexionar sobre la estrategia de seguridad europea. En consecuencia, el informe presta especial atención a cuestiones importantes en relación con ese tema, en particular a aspectos de la Política Exterior y de Seguridad Común como, por ejemplo, la gestión de crisis y la prevención de conflictos, la lucha contra el terrorismo, el desarme y la no proliferación de armas de destrucción masiva y de armas cortas, las relaciones exteriores en diversas zonas geográficas, etcétera.
El Consejo ha intentado elaborar un informe exhaustivo que tenga en cuenta los resultados y las actividades en relación con la Política Exterior y de Seguridad Común. La elaboración de estos informes es una cuestión preceptiva y ayuda a hacer visible y transparente la labor que se lleva a cabo en relación con la PESC. También se han hecho esfuerzos por tener en cuenta las opiniones del Parlamento Europeo y una consecuencia de ello es que el informe incluye un capítulo especial con una sinopsis de actividades futuras, propuestas de actividades para el año que viene y posibles respuestas a cualquier crisis que pueda ocurrir.
Si me lo permiten, pasaré a hablar del segundo tema, el presupuesto de la Política Exterior y de Seguridad Común. Quiero señalar que la creación de la PESC, así como de la Política Europea de Seguridad y Defensa, constituye sin duda uno de los éxitos de la Unión Europea; las operaciones de gestión de crisis en los Balcanes, en África, en Asia y en Oriente Próximo han ayudado a hacer más visible a la Unión Europea en la escena internacional. Es prioritario seguir haciéndolo de conformidad con la Estrategia de Seguridad Europea, pero esto solo puede llevarse a cabo efectivamente con una financiación adecuada. En las conclusiones del acuerdo sobre las próximas perspectivas financieras, el Consejo Europeo pide a la autoridad presupuestaria que aumente significativamente la financiación de la Política Exterior y de Seguridad Común para el período que comienza en 2007 a fin de cubrir las necesidades futuras de recursos sobre la base de los pronósticos que el Consejo presenta anualmente, con un margen razonable para las actividades imprevistas.
Un resultado del diálogo a tres bandas ha sido un acuerdo de añadir 40 millones de euros al Presupuesto de la PESC, situándolo en un importe total de 102,6 millones de euros para el año 2006 y, si bien se trata de un paso en la buena dirección, nos aguardan grandes retos. Si la Unión Europea se implica en Kosovo, seguramente necesitará una financiación sustancial que el Presupuesto de la PESC para 2006 no podrá aportar. Estamos reflexionando sobre la manera de abordar una situación de ese tipo.
El informe de la Presidencia al Consejo Europeo sobre la PESD invitaba a la Presidencia austriaca a seguir trabajando para que el Presupuesto de la PESC garantice una financiación suficiente para las misiones civiles de la PESD. La Presidencia espera colaborar de manera constructiva con el Parlamento Europeo sobre esta cuestión, y en breve le facilitará información relevante de conformidad con el acuerdo alcanzado durante el diálogo a tres bandas sobre el Presupuesto 2006. Se espera que el Comité Político y de Seguridad, a través de su representante, informe sobre el tema en marzo de este año.
Permítanme concluir volviendo a señalar que la Presidencia espera colaborar de manera constructiva con esta Cámara por conseguir un Presupuesto de la PESC más cuantioso y eficiente en las negociaciones en torno al futuro acuerdo interinstitucional y el procedimiento del Presupuesto de 2007.
(Aplausos)
Benita Ferrero-Waldner, miembro de la Comisión. (EN) Señor Presidente, mientras en 2004 y 2005 fuimos testigos de las horribles secuelas del tsunami, coincido con el señor Solana en que este año nos enfrentamos a retos políticos particulares.
Me gustaría comenzar con Ucrania y Rusia, porque eso me lleva a un punto muy importante. Como saben, la Comisión –el Presidente Barroso, el Comisario Piebalgs y yo– ha actuado tanto entre bastidores como en un primer plano con el fin de favorecer el diálogo entre Ucrania y Rusia. Lo importante es, en primer lugar, que nosotros –al igual que ellos– hemos llegado a una solución. En segundo lugar, también hemos aprendido una lección muy importante de esto, y es que la cuestión de la energía reviste gran importancia y tiene que ocupar un lugar mucho más prioritario en nuestro plan de trabajo político. La cuestión de la energía abarca la seguridad energética, la diversificación y los modos de abordar este aspecto en el futuro. Por lo tanto, la Comisión elaborará una comunicación en la materia que tendrá en cuenta todos estos aspectos.
El segundo punto del que deseo hablar se refiere a las elecciones palestinas. Quiero felicitar a la señora De Keyser. Nos encontramos en Gaza hace dos semanas en circunstancias difíciles, cuando la situación respecto a la seguridad todavía no estaba clara. Pensamos que Hamás obtendría un 30 a 40 % de los votos. Como para todo el mundo, el resultado fue una sorpresa. No obstante, permítanme decir que lo más importante es que las elecciones se celebraron en condiciones de libertad, juego limpio y relativa seguridad. Esto ya supone un logro. Me lleva a creer que las misiones de observación electoral están adquiriendo cada vez más importancia. Lo vemos en Sri Lanka, Palestina, Gaza y Afganistán, por citar algunos pocos casos. En el futuro lo veremos en el Congo y Haití. Es una herramienta muy importante que sin duda querremos utilizar a favor de todos nuestros amigos europeos del Parlamento y del Consejo y a favor del público europeo.
Volviendo a Palestina, el lunes celebramos una reunión muy importante del Consejo y por la tarde una reunión del «Cuarteto». El señor Solana ya ha informado de la dinámica principal de los tres grandes principios: tiene que haber un compromiso de no recurrir a la violencia; el nuevo Gobierno palestino debe reconocer al Estado de Israel y también ha de cumplir las obligaciones que tiene contraídas, a saber, Oslo y la «Hoja de Ruta».
Sin embargo, también nos enfrentamos a un reto. El Gobierno en funciones podría mantenerse durante dos o tres meses. ¿Qué hacemos, especialmente con respecto a la ayuda económica? En la Comisión tenemos que encontrar soluciones. Ya he dicho que intentaríamos librar 10 millones de euros de nuestro mecanismo de financiación de infraestructuras, en el que queda algo de dinero para desembolsar. También hemos dicho que ayudaríamos con las compañías de servicios públicos, abonándolos directamente a los israelíes para ayudar también a ese Gobierno.
No obstante, tenemos que ver asimismo lo que se puede hacer con el dinero que hay en nuestro Fondo Fiduciario del Banco Mundial. Estaba bloqueado y no se ha desembolsado porque todavía no se han cumplido los criterios de referencia. Una misión del Banco Mundial se va a desplazar allí y tendremos que ver qué se puede hacer. Esto quiere decir que intentaremos trabajar de modo coherente junto con el Presidente, el Consejo, la secretaría del Consejo y el señor Solana para decidir qué instrumentos es mejor utilizar para dar coherencia, rapidez y eficacia a la política exterior lo antes posible.
Respecto a las cuestiones de política exterior, se aproximan las elecciones en Ucrania. No hace ni una hora que me he reunido con Boris Tarasyuk. Sabemos lo importantes que serán estas elecciones. De nuevo, será importante enviar un equipo de observación electoral de la OCDE, quizás con el apoyo de este Parlamento.
También podríamos decir que se hizo mucho en 2005, por ejemplo, respecto a la condición de economía de mercado, cuestión de la que nos hemos ocupado junto con los ucranios. Podríamos ocuparnos de bastantes cuestiones importantes, como la entrega de visados y la readmisión. Esperamos que tras unas elecciones libres y justas podamos ofrecerles un acuerdo mejor, quizás un acuerdo de libre comercio. Esto favorecería todavía más su posición y mejoraría sus planteamientos con respecto a nosotros.
Todo eso me lleva a las cuestiones más generales. Tanto el señor Brok como el señor Winkler, el Presidente en ejercicio del Consejo, han subrayado la importancia de la coherencia entre los distintos instrumentos que la Unión Europea tiene a su disposición en el primer y segundo pilar. Yo no podría estar más de acuerdo. En nuestra opinión, es una tarea muy importante asegurar que todos los instrumentos de política exterior de la UE –ayuda al desarrollo, diplomacia, política comercial, gestión de crisis civiles y militares, creación de instituciones, ayuda humanitaria– funcionen en el marco de un conjunto coherente, como engranajes que encajan en una máquina bien engrasada. Después de todo, esta es la lógica subyacente al hecho de que la Comisión esté «plenamente asociada» a la Política Exterior y de Seguridad Común. También refleja el rumbo en que nos estaba llevando el Tratado Constitucional. Como subraya el informe del señor Brok, los retos a que nos enfrentamos en materia de seguridad abarcan todos los ámbitos de los tres pilares de la UE.
La seguridad no solo consiste en la defensa y el despliegue militar, sino que también abarca la gestión de crisis civiles y la sabia gestión de las relaciones bilaterales, de las que tenemos muchas. También comprende la salud pública: piensen en la gripe aviar. Incluye el medio ambiente: piensen en el Protocolo de Kyoto. Consiste en la lucha contra el terrorismo y el crimen organizado. Ayer celebramos la conferencia de Afganistán. También se trata de colaborar en la institucionalización o de luchar contra el azote de las drogas. Tenemos muchos instrumentos que podemos utilizar y aplicar juntos. No solo se trata de suministros de energía y precios, sino también de la lucha contra la pobreza en el mundo y de nuestra capacidad para integrar nuestras poblaciones inmigrantes.
La Unión Europea tiene que hacer frente, cada vez más, a estas responsabilidades globales en el ámbito de la paz y la seguridad. Ahora tenemos una caja de herramientas impresionante con la que hacerlo. Pero una buena caja de herramientas no sirve de nada si las herramientas no funcionan de manera muy compenetrada. Por lo tanto, este debe ser nuestro objetivo. Una respuesta efectiva a la crisis exige instrumentos que se complementen unos a otros. Necesitamos buenos instrumentos comunitarios que funcionen paralelamente a los instrumentos de la PESC. Es una receta que puede funcionar. Por ejemplo, nuestra contribución al proceso de paz en Aceh es una combinación de instrumentos comunitarios y de la PESC. La Comisión también ha financiado, por ejemplo, las negociaciones de paz del Presidente Ahtisaari recurriendo al mecanismo de reacción rápida. Por lo tanto, hemos intentado ser flexibles.
La PESC lanzó la Misión de Seguimiento de Aceh para controlar el cumplimiento del acuerdo de paz. Al mismo tiempo, por ejemplo, la Comisión y los Estados miembros, en cooperación con la comunidad internacional, han implantado un paquete de medidas a largo plazo para apoyar el proceso de paz. Otro ejemplo es la misión de asistencia fronteriza en Moldova y Ucrania, donde la Comisión está financiando el despliegue de equipos móviles para impartir consejo y formación práctica a los funcionarios de control de fronteras y de aduanas de Moldova y Ucrania.
El objetivo a largo plazo –favorecer una resolución del conflicto de Transdniéster– coincide con el del Representante Especial de la UE. Por lo tanto, la Misión de Asistencia Fronteriza y el Representante Especial de la UE cooperan muy estrechamente. Nuestro jefe de misión también hace las veces de primer consejero político del Representante Especial, uno de cuyos equipos está radicado en los locales de nuestra misión. Los primeros resultados son bastante positivos. La ayuda comunitaria refuerza el efecto de la asistencia de la PESC y viceversa.
En ningún caso la contribución de la Unión Europea habría sido exhaustiva o significativa si no hubiera utilizado tanto los instrumentos comunitarios como los de la PESC. Y, sobre todo, su efecto sobre el terreno –en las vidas de las personas– se vería reducido de manera significativa.
También tenemos que reforzar los instrumentos existentes en la UE apoyando nuestros objetivos de seguridad. La diplomacia requiere palos y zanahorias, ya se hable de armas de destrucción masiva o de promover la estabilidad y la prosperidad en nuestra vecindad. El acceso al mercado interior más grande del mundo o a nuestros importantes programas de ayuda representa una zanahoria considerable. Este uso complementario de los instrumentos comunitarios y de la PESC ha de convertirse en norma, no en excepción.
En 2006 la tarea para todos nosotros –Parlamento, Consejo y Comisión– es trabajar para mejorar la coherencia de nuestros distintos pilares y políticas. La cuestión también se tratará en el documento conceptual sobre el proyecto exterior de la UE que el Presidente Barroso anunció en Hampton Court, previsto para el Consejo Europeo de junio. La Comisión se centrará especialmente en construir sus capacidades de respuesta a la crisis. En la Dirección General de Relaciones Exteriores, una «plataforma de crisis» mejorará la coordinación de la política interior y exterior y también garantizará una aplicación más eficaz de proyectos y operaciones. Complementará nuestros instrumentos existentes, como el mecanismo de protección civil, la ayuda humanitaria y el mecanismo de reacción rápida.
También queremos mejorar nuestra estrategia de alerta y preparación ante catástrofes. De acuerdo con las nuevas perspectivas financieras, el instrumento de estabilidad también ayudará a garantizar la continuidad entre las intervenciones a corto y a largo plazo. Nuestro objetivo es desarrollar soluciones flexibles y ajustadas a situaciones de crisis y complementar mejor al componente militar de la respuesta a la crisis.
Por último, también colaboraremos muy estrechamente con los dos brazos de la autoridad presupuestaria para garantizar recursos adecuados para la PESC. La Comisión acoge con satisfacción el incremento sustancial del presupuesto de la PESC en 2006 con el fin de hacer frente a nuevas demandas concretas. Sabemos que las habrá.
También entendemos las conclusiones del Consejo Europeo respecto de las futuras perspectivas financieras. Nuestro propósito común debe consistir en disponer de recursos suficientes para abarcar todas las prioridades en materia de relaciones exteriores, teniendo en cuenta el recorte del 20 % que prevé la propuesta de la Comisión respecto a la rúbrica 4. A la luz de experiencias pasadas, una cuestión especial será garantizar una flexibilidad suficiente para responder a necesidades imprevistas. También espero que se mantenga el apoyo a nuestro instrumento de estabilidad para que nos permita progresar verdaderamente en materia de respuesta a las crisis y de coherencia.
Esta es la dinámica principal del modo en el que nos gustaría abordar el año 2006 y sus retos políticos.
(Aplausos)
João de Deus Pinheiro, en nombre del Grupo del PPE-DE. – (PT) Nada de esto es nuevo para mí, porque desde hace muchos años estoy de acuerdo con lo que han ido diciendo mis amigos el señor Solana y la señora Ferrero-Waldner. El único punto en el que discrepo es la idea de que los recursos son suficientes para que la UE pueda intervenir en la política mundial, como ha dicho el señor Solana y desean nuestros socios y los ciudadanos. Esto no es así. No es así en términos de recursos ni de organización, y lo correcto sería pensar en la mejor manera de utilizar los instrumentos del Tratado de Niza para coordinar las acciones y la organización internas de forma más eficaz.
Para abordar esa falta de recursos tenemos que establecer prioridades, y a este respecto es fundamental contar con el apoyo de las instituciones. Además, el apoyo del Parlamento, al que hay que consultar previamente en vez de notificarle los hechos consumados, es fundamental para alcanzar un consenso. Por tanto, no hay una gran diferencia entre lo que estamos escuchando por parte del Consejo y de la Comisión respecto de las directrices. Pero ni siquiera los mejores cocineros, como Bocuse o Alain Ducas, son capaces de hacer buenas tortillas si no tienen suficientes huevos.
Por otra parte, además de unidad entre las instituciones europeas, hoy en día es esencial establecer asociaciones estratégicas con los principales socios, y la más importante es la asociación transatlántica, seguida de las asociaciones estratégicas con Rusia y China y, en el plano siguiente, con la India, Japón, Brasil, Indonesia y Pakistán. Este aspecto es vital en vista de las cuestiones internacionales que están en juego, como el blanqueo de dinero y el tráfico de drogas, pero para que se haga realidad tiene que haber recursos a través de los diferentes canales.
Señor Presidente, la señora Ferrero-Waldner ha mencionado brevemente la cuestión de la inmigración. El envejecimiento de la población en la UE significa que en las próximas décadas tendrá que haber un volumen de inmigración significativo, tanto del Sur como del Este. Tendremos que vigilar la situación de forma activa y tomando la iniciativa, y necesitaremos políticas internas que permitan acoger e integrar a estos inmigrantes y controlar nuestras fronteras externas de forma más eficaz, ahora que la ampliación ha modificado las fronteras existentes hasta hace poco.
En cuanto a las cuestiones más candentes de este debate, quiero decir que estamos de acuerdo tanto con la cuestión de Palestina como con la de Irán. Tenemos que ser cautelosos y prudentes, pero también respetar resueltamente nuestros principios. Bajo ninguna circunstancia podemos titubear sobre los principios que siempre nos han guiado y, en esta cuestión en particular, los principios que rigen desde comienzos de los años noventa. También tenemos que dejar algún margen de maniobra en el otro lado. Las palabras «firmeza» y «cautela» tienen que ser las consignas de este debate sobre Irán y Oriente Próximo. En cuanto a Kosovo, un elemento crucial desde hace muchos años en relación con los Balcanes, seguimos insistiendo en que hay que mantener la integridad territorial y garantizar el respeto de las minorías. A menos que se respeten estos dos principios en Kosovo, tendremos mucha dificultad para conseguir cualquier atisbo de estabilidad en la región.
Señor Presidente, Señorías, la seguridad energética es por supuesto una cuestión técnica, pero se ha convertido en una cuestión política, porque aunque la demanda sigue aumentando, la oferta tenderá a estabilizarse en los próximos años. En consecuencia, aumentará la tensión y sugiero que tal como hacen los grandes países con sus suministros vitales, realicemos un estudio exhaustivo e integrado sobre las posibles situaciones y las estrategias para abordarlas. Si no lo hacemos tendremos algunas sorpresas.
(Aplausos)
Martin Schulz, en nombre del Grupo del PSE. – (DE) Señor Presidente, Señorías, la descripción que ha hecho el señor Solana del comienzo del año 2006 es desalentadora. En esencia, lo que ha dicho el señor Winkler subraya la visión de la Presidencia actual de que este año nos esperan tiempos difíciles y la Comisaria Ferrero-Waldner, a su vez, ha dicho en gran parte lo mismo. Así pues, tendremos que salvar escollos.
Los europeos tienen que ser conscientes de que el señor Solana, el señor Winkler y la señora Ferrero-Waldner han hablado nada menos que de la política de vecindad de la Unión Europea, a cuyas puertas se encuentran las zonas de crisis que han descrito. Estas regiones se hallan en una fase crítica de su desarrollo y encierran riesgos inherentes que amenazan a todos los ciudadanos de esta Unión nuestra; no hay otra forma de decirlo.
Si dejamos esto de lado y examinamos la descripción que hace el señor Brok, en su informe sobre la situación actual de la política exterior europea en manos de las instituciones ejecutivas, de los instrumentos con que cuentan las propias instituciones y nosotros en esta Cámara, nos encontramos con un discurso igualmente desalentador.
Más que nunca, la política exterior de la Unión Europea constituye un elemento fundamental de la política europea, y vale la pena destacar, como ha señalado con razón el señor Brok, que los ciudadanos la quieren y la apoyan. Pero seamos honestos con nosotros mismos: no disponemos de los instrumentos que requiere una política europea para ser eficaces, así que en esta Cámara tenemos que insistir en que mejoren las cosas en este terreno.
Tomemos el ejemplo de Ucrania: hace un año, todos vimos que podemos ser muy eficaces cuando estamos presentes sobre el terreno con todas nuestras fuerzas unidas en las personas de Javier Solana, el Alto Representante de nuestra Unión, autorizado para hablar y actuar en nombre de todos nosotros; el Presidente polaco, el señor Kwasniewski, como jefe de un Estado que se adhirió inmediatamente, con buenas posibilidades de influir en el país y con el apoyo permanente de otros Jefes de Gobierno, que a su vez pueden influir en otras partes interesadas –en el Gobierno ruso, por ejemplo– a través de la Unión Europea; esos hombres ayudaron a llevar la Revolución Naranja a buen puerto de forma pacífica. Ha pasado un año y hoy escuchamos de visitantes ucranios a esta Cámara que muchas de las cosas que se consiguieron están de nuevo en peligro y en franco retroceso. No hace falta que diga nada más sobre la descripción de la amenaza que supone la situación energética que, por supuesto, también afecta muy seriamente a Ucrania.
¿Cómo es posible que lo que celebrábamos con tanto entusiasmo hace un año ahora –en el espacio de un año– retroceda de esta forma? Tenemos que reflexionar sobre ello y el señor Winkler tiene razón al decir que hemos de hacerlo en el contexto de las perspectivas financieras, porque es inaceptable que, cada vez que el Consejo se reúne, comunique al mundo nuestra necesidad de asumir compromisos internacionales y después recorte la financiación que exigen dichos compromisos.
(Aplausos)
Una cosa que está bien clara, incluso desde el punto de vista de la situación económica, es que tenemos que comprometernos a lograr la máxima estabilidad que podamos en Oriente Próximo. Hamás tiene que renunciar a la violencia, pero la UE también tiene que cumplir con su palabra y tenemos que hablar con Hamás si no queremos cometer el error que cometimos en Argelia al no reconocer unas elecciones legítimas. Esto tenemos que tenerlo claro, porque cumplir con nuestra palabra es otra contribución a la paz. Si lo hacemos, también podremos exigir que los demás –Hamás en particular– avancen hacia la democracia, y espero que lo consigamos.
(Aplausos)
Graham Watson, en nombre del Grupo ALDE. – (EN) Señor Presidente, una Política Exterior y de Seguridad Común que promueva los valores de Europa en el mundo y traiga la paz y la seguridad a nuestros vecinos es a lo que aspiran los liberales y demócratas. Pero los líderes europeos se muestran manifiestamente incapaces de lograrlo.
Actuando juntos, nuestra Unión podría haber utilizado su fuerza para promover la democracia y la estabilidad. En cambio, sus políticas han prestado un apoyo tácito a tiranías como las de Túnez, Egipto y Siria. Nunca exigimos que la diplomacia dependiera de la liberación de demócratas como Ayman Nour en Egipto o del derecho al retorno a su país del líder de la oposición Sam Rainsy en Asia, que actualmente se encuentra exiliado mientras financiamos la dictadura de Hun Sen.
Señora Ferrero-Waldner, señor Solana, ¿por qué se sorprenden ante las elecciones palestinas? La Unión Europea ha ido vendiendo promesas de democracia, paz y derechos humanos en Palestina mientras nuestra ayuda al desarrollo ha alimentado a Al Fatah, cuyos miembros queman ahora imágenes de uno de nuestros Primeros Ministros y las negociaciones de paz no han llevado a nada. Lejos de ser un protagonista, señor Solana, las consecuencias del fracaso de Europa se pueden ver con facilidad.
Israel, impertérrito, construye un muro alrededor de Jerusalén oriental violando sus obligaciones establecidas en la «Hoja de Ruta» y el Derecho internacional. Los palestinos, cansados de la lentitud del progreso y de unos servicios sociales vergonzosos, apuestan por Hamás en las urnas. Y ahora el pronóstico es peor que nunca. Después de exigir democracia, algunos líderes de la UE hablan de dar la espalda a uno de los únicos Gobiernos elegidos democráticamente en el mundo árabe. Por supuesto, Hamás debe renunciar a la violencia y favorecer una solución basada en dos Estados. Pero también debe hacerlo Israel. Como ha dicho hoy Leila Shahid, la Delegada General de la Autoridad Palestina: «Hacen falta dos para bailar un tango».
La Comisaria ha hablado de políticas basadas en los derechos humanos, el Estado de Derecho y los principios democráticos, pero ¿dónde está la insistencia en estos magnos ideales cuando tantas veces se practica un pragmatismo carente de principios?
Una dinámica mundial a favor de la resolución pacífica de conflictos sería un contrapeso importante frente a las torpes maneras de los Estados Unidos; garantizaría la seguridad, la prosperidad y el prestigio mundial de Europa y también nos proporcionaría un mayor refuerzo respecto a microestados como las Maldivas y las Seychelles, cuyos Gobiernos violan los derechos humanos a pesar de depender casi totalmente de nuestra ayuda y nuestro comercio. Por este motivo, los liberales y demócratas creemos que ha llegado la hora de una política exterior europea responsable, debidamente financiada y regida por valores. Según el Eurobarómetro, es un deseo compartido por el 70 % de nuestros ciudadanos.
Señor Solana, los liberales y demócratas nos oponemos a que se haga caso omiso de las opiniones del Parlamento en cuestiones de importancia mundial. Queremos verles menos en televisión y más aquí en esta Cámara. Y estamos hartos del secretismo del Consejo y de su desprecio del derecho del Parlamento a ser consultado previamente respecto a las prioridades políticas. Esos derechos están consagrados en el artículo 21 del Tratado y en el Acuerdo Interinstitucional de 1999.
Nos enfrentamos a muchos retos importantes: democratizar nuestro vecindario inmediato, en particular las antiguas repúblicas soviéticas que se encuentran actualmente a merced de la política energética de Rusia; garantizar que las elecciones en Belarús sean libres y justas y asegurar que los referendos de Kosovo y Montenegro no terminen de manera violenta.
La función de la política exterior no debe agotarse con esto. Entiendo que la venta de armas a China vuelva a aparecer en los planes del Consejo, pero China sigue sin lamentar las matanzas de la Plaza Tiananmen y sin liberar, después de 16 años, a todos los encarcelados. Así que exigimos que nos garantice, señor Winkler, que la Presidencia de Austria no levantará el embargo de armas de la Unión.
(Aplausos)
Más apremiante es la cuestión de Irán. La Junta de Gobernadores del OIEA se reúne mañana para decidir si remite el caso de Irán al Consejo de Seguridad. Impedir que Irán construya armas nucleares debe ser nuestro objetivo. Por ese motivo, Europa debe comprometerse a respetar las conclusiones del OIEA previstas para marzo. Pero llevar adelante el desarme de las potencias nucleares actuales, de acuerdo con los compromisos que hemos contraído, es el mensaje más contundente y convincente que podríamos enviar. Una Europa que aprende a utilizar sus músculos en pro del bien es una fuerza que hay que reconocer.
(Aplausos)
Daniel Marc Cohn-Bendit, en nombre del Grupo Verts/ALE. – (FR) Señor Presidente, señora Ferrero-Waldner, señor Solana, señor Winkler, Señorías
(DE) Señor Presidente, señora Comisaria, señor Solana, Señorías, la situación actual en Palestina e Irán es efectivamente difícil y no envidio a nadie que intente intervenir en ella. Creo que la única oportunidad que tiene la Unión Europea es explicar los hechos y evitar toda ambigüedad; tenemos que hablar claro. Los estatutos de Hamás de 1988 son, en efecto, espantosos, y quienes los lean no pueden más que estremecerse, pero ahora Hamás ocupa cargos electos y ante ello tenemos que dejar claro que la política exterior y las relaciones con Israel no están en manos de Hamás, sino en las del Presidente Abbás. Es a él a quien tenemos que dar al menos una oportunidad; de una vez por todas tenemos que decir a Israel que le dé la oportunidad de demostrar que hay otra política diferente de la que defiende Hamás. Si fracasamos, perderemos.
No podemos mantener una actitud ambigua con Hamás, no solo en la cuestión de la paz, sino también con respecto al fundamentalismo. Existe el riesgo de que aparezca una sociedad fundamentalista. Pero la única manera de tener alguna credibilidad es no andarnos tampoco con rodeos cuando hablamos con Israel. No hay futuro para los palestinos en la conquista y la ocupación; eso es algo que Israel tiene que entender, es un terreno político en el que tiene que cambiar de enfoque. Un muro que simboliza la conquista no es el tipo de muro que garantiza la seguridad.
(FR) Si contemplamos nuestra historia –la suya, por ejemplo, desde que se manifestó contra la OTAN hasta que llegó a ser su Secretario General; o mi propia historia, o la historia del señor Fischer–, uno se dice que es importante no perder nunca la esperanza de que las personas cambien, y eso es aplicable a Hamás.
(DE) Pero no podemos quedarnos de brazos cruzados esperando a ver qué pasa. Este cambio es necesario para nuestra propia seguridad y tenemos que empujar a Hamás a hacerlo. Solo lo conseguiremos si los israelíes y los palestinos entienden que, en lo que respecta a la Unión Europea, no hay nada que discutir: el derecho de Israel a existir ya no se discute y nosotros ya no aceptamos que se discuta esta cuestión.
(Aplausos)
El derecho de los palestinos a existir ya no se discute y nosotros ya no aceptamos que se discuta esta cuestión. Ambos aspectos son inseparables y, si conseguimos que esto se acepte como un hecho, podremos hacer algo incluso en esta espinosa situación.
La posición respecto de Irán no es diferente; también tiene derecho a asegurar su abastecimiento de energía. Como diputado del Grupo de los Verdes estoy en contra de la energía nuclear, pero no podemos aceptar que algunos Estados no usen otra cosa y al mismo tiempo digan a los iraníes que ellos no pueden usarla; eso es inmoral. Por supuesto, digamos «no» a la bomba atómica, pero entonces también tenemos que ofrecer a Irán seguridad para su territorio, porque ese ha sido su gran miedo desde que fue atacado por Iraq. Esa es nuestra tarea; la claridad y la seguridad nos llevarán a la meta.
Francis Wurtz, en nombre del Grupo GUE/NGL. – (FR) Señor Presidente, señor Solana, señora Ferrero-Waldner, señor Winkler, quiero aprovechar la rara oportunidad de la presencia del señor Solana en esta Cámara para hablar de uno o dos aspectos de la Política Exterior y de Seguridad Común que resultan especialmente problemáticos para mi Grupo. Basaré mis comentarios en particular en el Programa Operativo del Consejo para 2006, ya que se trata del documento de referencia más reciente. ¿Qué podemos constatar?
En primer lugar, la importancia desproporcionada que se concede a la dimensión militar de la PESC. El Programa enumera uno a uno y con verdadera gula los catálogos de fuerzas, las operaciones de reacción rápida, los grupos tácticos, la Agencia Europea de Defensa y la asociación estratégica entre la Unión Europea y la OTAN. Los 25 tienen de este modo la impresión de estar jugando con los mayores, pero la importancia que se dan es ilusoria y está fuera de lugar.
Por otra parte, y esta es mi segunda observación, las grandes heridas abiertas en algunas de las regiones más sensibles del mundo, heridas que requieren alguna creatividad política de Europa frente al enfoque irresponsable de los dirigentes estadounidenses y de sus aliados, ocupan a su vez un puesto marginal en el programa de trabajo de la PESC. Así, de las 14 páginas de texto del Programa Operativo para 2006, el Próximo Oriente se despacha en menos de dos líneas y media, que dicen que la Unión Europea mantendrá sus esfuerzos por aplicar la «Hoja de Ruta». Ni una palabra sobre la opción de los dirigentes israelíes por una estrategia unilateral, que se opone sin duda al espíritu de la «Hoja de Ruta» y a todo el proceso de paz. Iraq, a su vez, se merece tres líneas, pero no hay mención alguna de la guerra ni de la estrategia catastrófica de Bush, que nos deja a todos en un trágico punto muerto.
Esto me lleva a nuestra mayor crítica, que ya tuve la oportunidad de expresar en esta misma Cámara en junio de 2003 en el momento de la publicación de su informe sobre la estrategia europea de seguridad que aún está en vigor, señor Solana. El informe hace una descripción apocalíptica de las nuevas amenazas sin analizar sus causas profundas, y leemos con incredulidad, y cito, que «trabajando juntos, la Unión Europea y los Estados Unidos pueden constituir una gran fuerza al servicio del bien en el mundo».
Así que, señor Solana, ¿cómo evalúa usted los dos años de aplicación de esta estrategia? ¿Es el mundo un lugar más seguro y más justo? En mi opinión, un buen criterio para juzgarlo es el caso de Oriente Próximo, del que paso a hablar ahora.
A este respecto, permítanme informar a sus Señorías de la presencia en la tribuna de la señora Leïla Shahid, la nueva delegada general de Palestina en la Unión Europea, a quien quiero dar la bienvenida.
(Aplausos)
Incluso antes de las elecciones palestinas, pedí al Parlamento que incluyera en el orden del día el informe, severo pero preciso, de los diplomáticos europeos sobre Jerusalén, que el Consejo mantuvo en secreto para no alterar sus relaciones con las autoridades israelíes.
¿En qué punto nos encontramos hoy? Al igual que algunos de mis colegas, acabo de regresar de Palestina, donde hemos estado observando las elecciones legislativas. Hemos podido constatar con placer y emoción el desarrollo ejemplar del escrutinio, el ambiente festivo en las calles a pesar de la ocupación y la buena acogida que nos dieron como extranjeros. Este orgullo de poder demostrar al mundo la capacidad del pueblo palestino para construir su democracia es un importante activo para el futuro que no podemos olvidar por el resultado de las elecciones. Lo mismo ocurre con el deseo de paz de los palestinos con su vecino Israel y de que haya dos pueblos y dos Estados, un tema que estaba presente en todas las conversaciones que mantuvimos. Cualquiera que asuma el riesgo de dejar morir de hambre a esas mujeres, hombres y niños o, en efecto, de radicalizarlos suspendiendo su ayuda vital, estaría asumiendo una gran responsabilidad. En su lugar, apoyémonos en las aspiraciones de democracia y una paz justa, mayoritarias en la sociedad palestina actual, y que cualquier Autoridad Palestina deberá tener en cuenta. Está en juego el futuro mismo de la asociación entre las dos regiones.
En cuanto al resultado de las elecciones, tengamos cuidado y no las analicemos desde una perspectiva puramente palestina. Sin duda, el rechazo popular de Al Fatah es real. Cualquier poder hegemónico tiende a divorciarse de la sociedad. Sin embargo, está claro que la Autoridad Palestina ha perdido su credibilidad ante los ciudadanos porque no ha conseguido mejorar su suerte ni ofrecerles nuevas perspectivas debido al bloqueo del proceso de paz. Diez años después de las grandes esperanzas, el sentimiento es de extrema exasperación ante la ocupación continuada, el desarrollo de los asentamientos, la construcción del muro, los asesinatos «selectivos», las detenciones, el encarcelamiento de presos, la violencia cotidiana y el deterioro de las condiciones de vida a causa del aislamiento de los territorios. En cuanto al Estado palestino y Jerusalén, se considera que la Autoridad Palestina ha aceptado mucho y obtenido muy poco.
¿Qué se puede hacer, entonces? Como usted ha dicho, señor Solana, no cabe duda de que tenemos que presionar a Hamás para que ponga fin a la violencia y a los atentados. Pero ¿qué dice usted a las autoridades israelíes? No he escuchado nada a este respecto. También tenemos que demostrar claramente que, en lo que respecta a nosotros, no existe una versión de «geometría variable» del Derecho internacional. Como cualquier Estado, Israel tiene que cumplir las resoluciones del Consejo de Seguridad. Asimismo, tiene que seguir las recomendaciones del Tribunal Internacional de Justicia. Tiene que cumplir sus obligaciones con arreglo a la «Hoja de Ruta».
Señor Presidente, en ese contexto está claro que la actitud a adoptar frente al informe de nuestros diplomáticos sobre Jerusalén es la siguiente: tenemos que publicarlo sin más, poner en práctica sus recomendaciones y, en general, elegir una alternativa real a la estrategia del Presidente Bush, que ha fracasado en Oriente Próximo y más allá, en toda la región. Escuchemos los gritos de alarma de sociedades que están al borde de la desesperación.
El Presidente. Supongo que todos los oradores son conscientes de que en nuestro orden del día hay a continuación un punto específicamente dedicado al análisis de la situación en Oriente Medio, el resultado de las elecciones en Palestina y la publicación o no de este informe al que ha hecho referencia el señor Wurtz. Son ustedes los que han querido organizar el debate dividiéndolo de esta manera. Supongo que son conscientes de que están claramente alterando de facto el orden del día y entrando en otro de los puntos que vienen a continuación.
Bastiaan Belder, en nombre del Grupo IND/DEM. – (NL) Señor Presidente, hace exactamente una semana estaba observando las elecciones palestinas en nombre de esta Cámara y una pancarta gigante, en particular, me llamó la atención. Era en Ramalá y representaba al ayatolá Jomeini junto a los dirigentes de Hamás, Yasin y Rantisi. El mensaje político está bien claro. En lugar de aspirar a alcanzar un acuerdo y la paz con el Estado judío, tenemos que arrancar esa página de la historia porque es lo que Jomeini pedía y, según el actual presiente iraní Ahmadineyad, sus palabras son sabias.
En combinación con las aspiraciones nucleares del régimen de los mulás en Teherán –cuya naturaleza pacífica es muy dudosa–, el mundo occidental, la UE y los Estados Unidos, se enfrentan a un reto particularmente difícil. El comentario del historiador Dan Diner sobre las elecciones parlamentarias palestinas era que «con Hamás en Ramalá, Irán se ha acercado mucho más a Israel», y tenía razón. Según informes recientes de Teherán, muchos iraníes prooccidentales consideran que este hecho constituye una victoria gradual del salvajismo sobre la civilización. Espero sinceramente que las instituciones europeas, lejos de compartir esta resignación, adopten una postura firme a favor del derecho de Israel a existir y, en consecuencia, a favor de nuestra propia civilización.
Inese Vaidere, en nombre del Grupo UEN. – (LV) Señor Presidente, Señorías, quiero llamar la atención del Consejo y de la Comisión sobre cuatro cuestiones en las que es necesario tomar medidas rápidas y coherentes en el marco de la Política Exterior y de Seguridad Común.
La primera prioridad es la política de vecindad. En primer lugar, la vía de salida de Rusia y Ucrania. Hemos de tener en cuenta que en este momento Rusia no tiene buenas relaciones con ninguno de sus estados vecinos, ya que no están basadas en el respeto y beneficio mutuos, sino que se manifiestan a través de sanciones económicas o energéticas y de la negativa a firmar los acuerdos elaborados con respecto a las fronteras. En este momento, Rusia bloquea la exportación de productos alimenticios ucranios. Por lo tanto, pido al señor Solana y a la Comisión que tomen medidas inmediatas para que se levante el bloqueo y, al mismo tiempo, recuerden a Rusia que sus acciones entran en conflicto con las exigencias de la Organización Mundial del Comercio, a la que según sus declaraciones desea adherirse.
En segundo lugar, la crisis del suministro de gas en Ucrania, Moldova y Georgia ha sido como una llamada de atención para Europa, ya que demuestra que dicho suministro no está garantizado, que hay que diversificarlo y que tiene que haber coordinación entre las políticas de seguridad y energía de la Unión Europea y los Estados miembros.
En tercer lugar, en este contexto tenemos que mencionar el acuerdo sobre el gasoducto del Norte de Europa, en cuyo proyecto de construcción participa el ex canciller alemán, despertando así inquietudes en materia de corrupción política. Al no evaluar este hecho desde sus propios puntos de vista con suficiente coherencia, las instituciones europeas están mermando la confianza de los ciudadanos europeos y, por cierto, nos impiden hablar de la lucha contra la corrupción en otras partes del mundo.
Ahora quiero mencionar otra región: China. En este momento, China se encuentra en una fase de rápido desarrollo y está dispuesta a dar alta prioridad a la cooperación con la Unión Europea. Si nuestro diálogo con China no se vuelve más serio y constructivo, puede que busque estrechar sus relaciones en otra parte.
Por último, en las relaciones entre el Consejo y el Parlamento queremos que no solo se consulte al Parlamento, sino que se tenga en cuenta su opinión, especialmente en relación con eso de «hablar con una sola voz».
Philip Claeys (NI). – (NL) Señor Presidente, la lucha contra el terrorismo tiene que ser una de las prioridades de la Política Exterior y de Seguridad Común. El informe está en lo cierto al llamar la atención sobre la importancia del respeto de los derechos humanos y las libertades civiles. Quiero aprovechar esta oportunidad para expresar mi solidaridad total e incondicional con el Primer Ministro danés, quien actualmente está viéndose muy presionado a que tome medidas contra los dibujantes que se atrevieron a representar nada menos que al profeta Mahoma.
Los países islámicos, incluida Turquía –un país candidato a la UE–, exigen disculpas y sanciones e incluso insisten en boicotear los productos daneses. El Primer Ministro Rasmussen está en lo cierto al afirmar que no hay democracia sin libertad de expresión. El Consejo, la Comisión y el Parlamento deberían permanecer unidos en la defensa de nuestras libertades. Si no lo consiguen, ya ni siquiera valdrá la pena hablar de política de seguridad y defensa porque no habrá nada que defender.
Bogdan Klich (PPE-DE). – (PL) Señor Presidente, hace un rato el señor Solana ha afirmado que la Unión Europea necesita intervenir a escala mundial. Por lo tanto, tenemos que consolidar la Política Exterior y de Seguridad Común y la crisis constitucional sin duda no ayuda. Pero la cohesión no puede alcanzarse enteramente a través de las instituciones comunes. Se logra sobre todo a base de voluntad política común. Así pues, buena parte dependerá de las acciones personales, el acierto y la creatividad del señor Solana y la señora Ferrero-Waldner en el curso de este año.
La señora Ferrero-Waldner también ha prometido una comunicación especial sobre la estrategia de seguridad energética de la Unión Europea. Además, el informe del señor Brok hace referencia a la necesidad de una estrategia de seguridad energética. De hecho, solo se trata de soluciones temporales. Lo que la Unión Europea necesita realmente es que nos fijemos el objetivo de crear una verdadera política común de seguridad energética. Solo entonces será posible prevenir situaciones como la que surgió hace dos años, cuando los proveedores rusos chantajearon a Belarús, o como la de principios de este mes, cuando Rusia chantajeó a Ucrania. Los Estados miembros centroeuropeos también se han visto afectados. ¿Realmente queremos que se nos chantajee de esta manera en el futuro y queremos morirnos de frío como está ocurriendo en Georgia en estos momentos? La única alternativa es una política energética común europea.
Otro punto que quiero mencionar es que nuestra política hacia Rusia tiene que cambiar. La falta de progreso en determinados aspectos es criticable. Dos de ellos aparecen en el informe del señor Brok, es decir, los problemas relativos a los derechos humanos y la reducción de armas en la región de Kaliningrado. La lista debería ser mucho más larga, e incluir una solución común de los conflictos regionales, sobre todo en Transdniéster y en el Cáucaso meridional, junto con todo el paquete de Kaliningrado.
Pasqualina Napoletano (PSE). – (IT) Señor Presidente, Señorías, como europeos tenemos que respetar el resultado de la votación libre en Palestina y animar a los que han salido elegidos a formar un Gobierno que elija el camino de la negociación, reconozca a Israel y renuncie a la violencia, como ha señalado el propio Presidente Abu Mazen.
El resultado de la votación también refleja el sufrimiento y la humillación de la vida cotidiana bajo la ocupación, oprimida entre los controles, el muro y los asentamientos y, al mismo tiempo, resuena como una severa crítica a los políticos palestinos. La retirada unilateral de Gaza ha debilitado la posición del Presidente Abu Mazen, por razones obvias. Por lo tanto, surgen dos necesidades imperiosas: no abandonar la perspectiva de una paz negociada y pedir a ambas partes que renuncien a cualquier medida que pueda poner en peligro la paz.
Así pues, estoy de acuerdo con las condiciones claras que usted, señor Solana, ha fijado a los palestinos. Pero en el mismo espíritu le pregunto: ¿no tiene objeciones que poner a Israel, que nunca ha aceptado la idea de operar dentro de la «Hoja de Ruta»? Este debate ha comenzado en la sociedad israelí. Además, el propio Hamás ha demostrado su capacidad para respetar una tregua negociada durante todo un año. Creo que Israel debería poner coto a los asentamientos y evitar toda medida de anexión de Jerusalén Este.
Sobre el tema de la ayuda económica, estoy totalmente de acuerdo con usted: es esencial prevenir el colapso y evaluar la situación a medida que evolucione. En el mismo espíritu quiero hacerle una pregunta, señor Solana, así como al Consejo y a la Comisión: ¿creen que deberíamos presionar a las autoridades israelíes para que dejen de bloquear la transferencia de los ingresos fiscales a los palestinos? Ya que se trata de dinero palestino, creo que en la situación actual los israelíes están echando leña al fuego.
Annemie Neyts-Uyttebroeck (ALDE). – (NL) Señor Presidente, pensaba que se había ampliado mi tiempo de uso de la palabra un minuto, pero quizá desee comprobarlo mientras hablo. Señor Alto Representante, señor Comisario, señor Presidente, al principio de este debate se nos ha dado una visión general impresionante de los acontecimientos de los últimos 30 días. Quiero felicitar al señor Solana y a la Comisaria Ferrero-Waldner, así como a la Presidencia, por su incansable voluntad de abordar los desastres que han ocurrido y todos esos dolorosos acontecimientos. También quiero felicitar a las misiones de observación de las elecciones de la UE en general y a los que han actuado en las regiones palestinas en particular, porque su trabajo tiene que haber sido muy difícil.
Creo que podemos aprender dos lecciones del resumen que nos ha presentado el señor Solana. La primera es que la Unión Europea solo puede ser eficaz si actuamos unidos. Por lo tanto, anteayer me alegré de escuchar que el Consejo de Asuntos Generales había tomado una decisión unánime en relación con las condiciones en las que podría mantenerse el apoyo económico a la Autoridad Palestina. También me alegró mucho escuchar que las cuatro partes habían celebrado una reunión de urgencia aquella misma noche. Imaginen las implicaciones si un Jefe de Gobierno hubiera dicho una cosa, un Ministro otra y un tercer Primer Ministro hubiera transmitido un mensaje completamente diferente.
Es evidente que hubiera sido muy perjudicial, pero no ocurrió, y espero que las cosas sigan así. Huelga decir que necesitamos unanimidad en todos los expedientes. También hay que facilitar fondos suficientes. No tengo tanta confianza como la Comisaria en que se vayan a dotar fondos para ello en las perspectivas financieras 2007-2013. Al igual que ella, quiero subrayar que hay que demostrar flexibilidad suficiente. Por último, estoy de acuerdo en que siempre que el Alto Representante, la Comisaria y el Presidente en ejercicio del Consejo impliquen al Parlamento en sus actividades de forma regular, podrán contar con todo nuestro apoyo.
Angelika Beer (Verts/ALE). – (DE) Señor Presidente, sobre la referencia del señor Solana a los Balcanes, solo quiero decir que apoyamos incondicionalmente sus esfuerzos en un lugar en el que asumimos la responsabilidad directa sobre la paz en Europa; nadie más puede hacerlo por nosotros, y tenemos que desarrollar de manera creíble la perspectiva europea de la región.
Quiero felicitarle por la decisión que tomó el lunes por la noche, en la que sintetizó acertadamente todas las cosas diversas que se dicen en Europa sobre Irán. Pido a todos que dejemos mucho margen para la maniobra diplomática y la negociación mientras avanzamos por el camino trazado. La perspectiva de la reunión de Irán con China y Rusia es una buena noticia, pero no debemos perder de vista que ni el señor Schüssel ni el señor Steinmeier pueden decidir si se ha cruzado la línea roja y si la paz mundial está en peligro, sino que esta es una decisión que corresponde a las Naciones Unidas y a nadie más.
No podemos controlar la situación nosotros solos y es difícil, cuando tratamos con un predicador del odio como Ahmadineyad, seguir buscando nuevas maneras de hacerle entrar en razón, la razón que forma parte de la estrategia de seguridad europea que usted ha establecido y que está basada en la no proliferación. Sabemos que si la situación en Irán experimenta una escalada, supondría una enorme amenaza para todo lo que nos interesa defender: impedir que caigan armas nucleares en manos iraníes, reducir la amenaza contra Israel y más seguridad para este país. Por eso espero que encontremos una salida pacífica, aunque resulte una tarea difícil.
Permítanme decir, en mi calidad de presidenta de la delegación, que existe otra voz en Irán. No dejaré que las relaciones diplomáticas…
(El Presidente interrumpe a la oradora)
Gerard Batten (IND/DEM). – (EN) Señor Presidente, ayer murió el centésimo militar británico asesinado en Iraq. Estos valientes hombres han hecho el sacrificio definitivo de dar su vida por su país. Pero han sido traicionados. Se les envió a la guerra al amparo de las mentiras y los caprichos del Primer Ministro Tony Blair. Esto ocurrió por una sencilla razón: el señor Blair y el Gobierno laborista no tienen ningún concepto de lo que conforma el interés nacional británico.
Ahora el señor Blair quiere implicar a la nación británica en otra mentira y otro capricho. Esa mentira es que el interés nacional británico reside en una cosa llamada política exterior común europea.
Ayer también se produjo otro acontecimiento significativo. En Londres, el señor Solana habló de la cuestión de Palestina en nombre de la Unión Europea. Lo hizo en su calidad de hecho de Ministro de Asuntos Exteriores europeo. Esto sucede a pesar de que la política exterior común europea debería estar muerta y enterrada a raíz del rechazo de la Constitución europea. Es una clara señal de que el Gobierno laborista está cediendo el control de la política exterior a la Unión Europea.
El Canciller Bismarck señaló una vez, como es bien sabido, que los Balcanes enteros no valían tanto como los huesos de un único granadero de Pomerania. Pues bien, toda la política exterior común europea y el ejército europeo previsto no valen tanto como los huesos de un único militar británico, sea hombre o mujer.
Ģirts Valdis Kristovskis (UEN). – (LV) Señora Ferrero-Waldner, señor Solana, Señorías, el debate de hoy se refiere a la necesidad de una Política Exterior y de Seguridad Común europea más abierta, más eficaz y más responsable. Podemos sentirnos satisfechos de que, en los últimos años, se haya realizado un gran trabajo de ampliación de la fuerza militar civil europea.
Pero, por desgracia, el informe del señor Brok demuestra que aún quedan demasiadas deficiencias y problemas sin resolver en la PESC. Hay serias dificultades inherentes a la adopción de posiciones decisivas respecto de la Política Europea Común de Seguridad y Defensa (PECSD) y de la Política Europea de Seguridad y Defensa (PESD). Estas políticas padecen una grave falta de recursos y también se hace hincapié en la necesidad de un control parlamentario democrático. Estas son solo algunas de las cuestiones relevantes en el debate de hoy.
Así que nosotros, el Parlamento Europeo, tenemos que ser capaces de mejorar las cosas, y eso incluye reclamar una coordinación política adecuada para asegurar un diálogo intenso entre el Parlamento Europeo y el Consejo sobre estas cuestiones. Sabemos que no es fácil, pero se trata de la influencia y el desarrollo institucionales del Parlamento Europeo. El apoyo claro de los ciudadanos europeos a las medidas de seguridad conjuntas europeas obliga al Parlamento Europeo a ampliar su influencia institucional y su participación en la toma de decisiones. La seguridad solo aumentará si los mensajes del señor Chirac, del señor Solana o de la señora Merkel o las decisiones tomadas en el ámbito de las armas de destrucción masiva, la lucha contra el terrorismo o la energía son predecibles, y no toman por sorpresa a un Parlamento Europeo no preparado.
Jan Tadeusz Masiel (NI). – (PL) Señor Presidente, una política exterior común podría haber prevenido la crisis energética en Europa oriental. También podría haber tenido en cuenta las preocupaciones de Polonia en relación con la construcción del gasoducto ruso-alemán por el Mar Báltico y reconocer los intereses de Polonia como intereses del conjunto de Europa. Los ciudadanos de la Unión Europea y del mundo esperan que tengamos una política exterior común y que defendamos a los débiles, con o sin Constitución Europea. Por tanto, no podemos permitir que Israel monopolice la política exterior en su parte del mundo. Hamás renunciará al terror y la violencia cuando se cree un Estado palestino, lo que reducirá la amenaza terrorista en el mundo. Al igual que el señor Cohn-Bendit, estoy en contra de las armas nucleares, pero no puedo entender por qué Israel puede poseer una bomba atómica e Irán no.
Geoffrey Van Orden (PPE-DE). – (EN) Señor Presidente, cuando escucho la letanía de crisis y problemas a que nos enfrentamos, me alarma que tantas personas piensen que la respuesta a estos problemas sea el refuerzo de la Unión Europea. Las ambiciones y pretensiones de la política exterior de la UE ya penetran en todos los ámbitos, desde la defensa hasta la inmigración y el suministro de energía, y son pocos los resultados positivos que vemos al respecto. Yo preferiría un enfoque más modesto en el que la Unión Europea se centrara tan solo en aquellos ámbitos en los que puede añadir realmente un valor práctico mediante la ayuda humanitaria y la ayuda al desarrollo, la observación electoral y cosas por el estilo.
También diría que en estos tiempos difíciles en los que han surgido nuevas fuerzas que son una amenaza para la verdadera naturaleza de nuestras sociedades libres, necesitamos más solidaridad entre las democracias y menos autopromoción de la UE. Las lecciones de los últimos años demuestran que cuando las democracias occidentales están divididas, sus intereses salen mal parados. Los enemigos de la democracia explotarán estas divisiones para conseguir sus propios objetivos.
Acabo de volver tras la participación en la misión de observación electoral en las zonas de Autoridad Palestina y Jerusalén Este. Los resultados de las elecciones reflejan un grito de la calle. Dice usted con razón que la composición exacta del nuevo Gobierno de la Autoridad Palestina no estará clara durante algún tiempo, pero sin duda reflejará el nuevo poder de Hamás. Es fundamental que no prestemos apoyo a ese Gobierno a menos que renuncie a la violencia, reconozca el derecho de Israel a su existencia y aborde positivamente el proceso de paz.
En ocasiones pasadas he expresado mi inquietud por la naturaleza de la financiación de la UE y la validez de las garantías para prevenir el abuso de nuestros fondos. Ahora esta inquietud se va a multiplicar. No solo debemos garantizar la transparencia de la ayuda financiera y asegurar que no se utilice para apoyar el terrorismo y el extremismo: también hay una necesidad imperiosa de garantizar que nuestro dinero se utilice de forma efectiva para que beneficie directamente al pueblo palestino.
Por último, esforcémonos más por asegurar que no haya diferencias de enfoque entre los europeos y los Estados Unidos. Compartimos un interés común por la paz y la estabilidad en Oriente Próximo.
(El Presidente interrumpe al orador)
Jan Marinus Wiersma (PSE). – (NL) Señor Presidente, hemos escuchado con gran interés la intervención del señor Solana, en particular la primera parte en la que ha enumerado lo ocurrido a lo largo del mes de enero. Espero que esto no marque una pauta para el resto del año y espero que cada mes se añadan nuevos elementos a la agenda exterior. Destaco las observaciones que ha hecho, en particular al comienzo, sobre la situación en Europa tras los problemas relativos al suministro de gas a Ucrania y otros países.
Creo que una consecuencia de lo que ocurrió a principios de enero ha sido que ahora la política energética ocupa un lugar destacado en nuestra lista de prioridades. He sacado algunas conclusiones de los recientes acontecimientos. En primer lugar, que quizá no nos hemos organizado muy bien como consumidores porque nuestro suministro de energía es muy vulnerable, demasiado vulnerable en mi opinión, ya que los efectos de una escasez inesperada de energía pueden ser devastadores. En segundo lugar, he observado que algunos Estados miembros son más vulnerables que otros, lo que de algún modo contradice la noción de solidaridad que preconizamos en la Unión Europea.
Ha quedado claro que algunos países muy próximos son vulnerables, y la cuestión de la solidaridad mutua, sobre todo entre nuestros vecinos, es un tema importante. Por supuesto, también es una cuestión técnica. Podemos invertir en maneras mejores y más diversificadas de obtener energía. El tercer punto que quiero mencionar, que en realidad es el más importante, es que se están usando los suministros de energía y el acceso a los mismos como arma política, en este caso contra Ucrania, pero también contra Moldova y, en algunos aspectos, también contra Georgia.
En el pasado hemos llamado la atención sobre este peligro. Los rusos ya han proferido antes esas amenazas y creo que, a este respecto, tenemos que actuar con firmeza, porque es inaceptable. También tenemos que asegurarnos de no depender de Rusia hasta el punto de no atrevernos a decir nada y callarnos porque dependemos demasiado de dicho país.
Quiero hacer una última observación sobre el programa de trabajo de este año. Este programa se fija por sí mismo. La Unión Europea no puede ignorar su responsabilidad. Sobre todo, quiero pedir al Consejo y a la Comisión que reconsideren la pregunta de cómo es posible, tras el éxito en Georgia, pero antes en Serbia y en Ucrania, que la situación corra el riesgo de volver a fracasar. ¿Hemos cometido errores? Creo que también deberíamos analizar esto.
PRESIDENCIA DEL SR. FRIEDRICH Vicepresidente
Bronisław Geremek (ALDE). – (PL) Señor Presidente, quiero señalar que mientras Europa analiza su Política Exterior y de Seguridad Común, también debería revisar sus principios rectores. Creo que en lo que respecta a la seguridad y, en consecuencia, a la paz, es esencial que Europa adopte el concepto denominado seguridad humana. Esto implica abordar cuestiones como la mejor manera de hacer frente a las enfermedades graves, al hambre, a la violación de los derechos humanos y a los ataques contra la democracia.
En mi opinión, otro elemento fundamental de la política de seguridad de la Unión tiene que ser una política de seguridad energética. Quiero señalar que, hasta ahora, Europa no ha tenido en cuenta que el suministro de energía podría convertirse en el instrumento de una política imperialista. No está en juego la escasez de gas o de petróleo, sino el uso de enormes recursos energéticos como medio de aplicar una política imperialista. Creo que se trata de un reto importante para Europa al que hasta ahora no hemos logrado responder.
Georgios Karatzaferis (IND/DEM). – (EL) Señor Presidente, he leído el informe y he escuchado al señor Solana con atención. No estoy seguro que sirvan primordialmente a los intereses de Europa. Tengo la sensación de que seguimos sirviendo a los intereses de los Estados Unidos y eso es un problema. Nos están arrastrando a una enemistad con Rusia, a hostilidades con China y lo mismo con Irán.
No podemos dejarnos atrapar por la mentalidad estadounidense. Tenemos que aprender a decir «no» a los Estados Unidos si queremos tener una política exterior importante que, por supuesto, creo que no puede ser común para Suecia y Grecia, Chipre y Estonia, ya que cada Estado tiene que abordar cuestiones muy diferentes.
El señor Schulz ha dicho que la parte más débil de Europa está amenazada. Sí, lo está. El «casus belli» de Turquía contra Grecia constituye una amenaza. Las violaciones constantes y diarias del espacio aéreo griego por parte de aviones militares turcos constituyen una amenaza. El muro en Nicosia constituye una amenaza. El muro en Jerusalén constituye una amenaza. Por tanto, ¿podemos decir que todas las fuerzas de ocupación deberían abandonar los países en los que se encuentran? ¿Que el ejército de ocupación debería abandonar Chipre, que el ejército de ocupación israelí...?
(El Presidente interrumpe al orador)
Zbigniew Krzysztof Kuźmiuk (UEN). – (PL) Señor Presidente, se han planteado muchas cuestiones en el transcurso de este debate sobre la Política Exterior y de Seguridad Común de la Unión Europea. En mi opinión, los europeos necesitan tres tipos de seguridad para sentirse verdaderamente seguros.
Comenzaré con la seguridad energética. La Unión en su conjunto está muy preocupada por este tema, así como algunos Estados miembros individuales como Polonia. No parece que haya un deseo de emprender una acción común en este terreno. Alemania ha mejorado la seguridad de su propio suministro de energía firmando un acuerdo con Rusia para la construcción del gasoducto del norte. Por desgracia, la actuación de Alemania ha socavado la seguridad del suministro energético de Polonia. Hasta ahora, la Unión no ha conseguido responder a esta situación, si bien es muy evidente que Rusia está usando el suministro de materias primas energéticas como importante instrumento para influir en las políticas de otros países. La decisión de Rusia de cortar el suministro de gas a Ucrania y Georgia ha demostrado que ese instrumento puede ser muy eficaz.
Paso a hablar de la seguridad alimentaria. La seguridad de nuestro suministro de alimentos está basada en la Política Agrícola Común, pero por desgracia dicha política es cada vez más criticada. Por último, quiero mencionar la seguridad física, que ahora está mucho más amenazada a causa del terrorismo. No puede haber una Política Exterior y de Seguridad Común significativa sin que se produzca un progreso sustancial en los tres ámbitos que he señalado. Confío en que el señor Solana y la señora Ferrero-Waldner tengan en cuenta mis observaciones.
Alojz Peterle (PPE-DE). – (SL) Está claro que la situación política en todo el mundo, de un país a otro y de una región a otra, no se corresponde con nuestros valores, aspiraciones y expectativas ni está volviéndose más tranquila y más democrática. Pero, al mismo tiempo, en varias partes del mundo se nos pide más Europa de forma explícita. En Mongolia dicen que la Unión Europea es su tercer vecino. Y cuando visito los países balcánicos, Latinoamérica, Transcaucasia o Asia Central, escucho lo mismo: más Europa.
Sin embargo, mientras numerosos socios quieren más Europa, nosotros estamos inmersos en nuestras propias preocupaciones improductivas y nos olvidamos de las ideas fundamentales de Schuman y de otros padres de Europa en nuestro deseo de construir más Europa con menos dinero. No me sorprende que nuestros socios y nuestros ciudadanos no entiendan la jerga sobre los diferentes pilares de nuestra política, pero pueden percibir cuándo estamos unidos y cuándo estamos divididos y somos ineficaces.
La experiencia con el suministro de energía nos ha enseñado que las políticas nacionales por sí solas no traerán consigo una mayor seguridad interior ni una mayor influencia exterior. Tengo la impresión de que ya ahora el curso de los acontecimientos exige más política común de lo que comportaría el ya ratificado Tratado Constitucional. Si realmente queremos desempeñar un papel importante en los Balcanes, en Europa Oriental o en cualquier otra parte, tenemos que encontrar maneras de expresar nuestra política exterior y de seguridad con más fuerza. Algo que sin duda contribuiría a ello es una mayor consideración por el papel del Parlamento Europeo, que ha demostrado actuar de forma dinámica y responsable.
Hannes Swoboda (PSE). – (DE) Señor Presidente, prácticamente puedo seguir donde ha terminado el señor Peterle, porque si como usted ha dicho, señor Solana, muchos en Europa nos están pidiendo que actuemos, entonces ha llegado realmente el momento de pasar a la acción.
Permítanme citar solo dos ejemplos de lo que quiero decir. No me alegro del dolor ajeno cuando afirmo que la gran iniciativa estadounidense para Oriente Próximo ha fracasado y que la intervención en Iraq no ha ayudado para nada a mejorar las cosas. El apoyo insuficiente y vacilante a la política de paz y a la iniciativa de paz en Oriente Próximo ha ayudado a que Hamás ganara las elecciones; diré tan solo de pasada que la propia Al Fatah tiene gran parte de culpa. En cuanto a Irán, todos sabemos que una mayor implicación de los Estados Unidos en la política de seguridad sería importante para convencer a Irán de que se abstuviera de desarrollar sus propias armas nucleares. Ahora ha llegado el momento de que la Unión Europea –cooperando con los Estados Unidos en lugar de oponerse a ellos, cosa que sería absurda– defina con claridad lo que podría ser una política exterior integral en Oriente Próximo, que incluyera desde una firme política de paz hasta el apoyo a la sociedad civil en cada uno de los países.
El segundo ejemplo es el de la política energética. Como ya se ha dicho, somos un gran consumidor y necesitamos presentar un frente más unido en el mercado mundial; tenemos que movilizar y formar coaliciones con otros consumidores. Hemos visto lo que ocurre –por ejemplo, en Irán– cuando no hacemos causa común con ellos. Si Rusia empieza a hacer de su política energética un instrumento de política nacionalista, entonces tendremos que europeizar más la nuestra, o al menos parte de ella.
Señora Comisaria, esperamos el informe con gran interés. Sobre esta cuestión le pregunté hace mucho tiempo, durante su comparecencia con motivo de su nombramiento. Es sumamente importante que ahora tengamos ese informe en nuestras manos y podamos decir en voz alta que aunque necesitamos nuestras políticas energéticas nacionales, estas tienen que complementarse y ampliarse con una política energética europea fuerte, que también constituye un instrumento esencial de la política exterior.
Anneli Jäätteenmäki (ALDE). – (FI) Señor Presidente, Señorías, el papel de la UE como agente internacional es muy importante y se ha reforzado en los últimos años. La UE consigue resultados de manera amable, es decir, a través de negociaciones, debates, persuasión y gestión de crisis. A veces se trata de un proceso lento, pero crea una base firme para soluciones duraderas y para una sociedad viable. En su política exterior, la UE subraya la importancia de la democracia y queremos avanzar por ese camino. A este respecto, me gustaría que la UE hiciera más hincapié en que sin alfabetización no puede haber democracia, y tampoco sin respeto de los derechos de las mujeres. Por tanto, tenemos que hacer más para asegurarnos que los niños, los jóvenes y las mujeres de diferentes partes del mundo sepan leer. Eso creará una base para la democracia, la paz y el respeto de los derechos humanos.
Miroslaw Mariusz Piotrowski (IND/DEM). – (PL) Señor Presidente, el rechazo del Tratado Constitucional en los referendos francés y neerlandés ha significado que todo el documento ha dejado de ser relevante. Está resultando muy difícil para algunas personas aceptar la desaparición de un concepto que se ha promovido durante tantos años. La Política Exterior y de Seguridad Común constituía una parte importante del Tratado, pero quiero recordarles que se rechazó de forma inequívoca. Por eso nos sorprende que se estén haciendo esfuerzos por remitirse a un documento que carece de sentido y que está muerto. El informe del señor Brok es un ejemplo de este enfoque. Convierte a la Cámara en el hazmerreír y pisotea los principios democráticos que defiende la Comunidad Europea. El período de reflexión tras la desaparición de este Tratado no debería estar dedicado a hacer entrar algunos capítulos específicos de la Constitución por la puerta de atrás. En su lugar, habría que aprovechar el tiempo para volver a evaluar la acción común en el ámbito internacional y para hacer mayor hincapié en la importancia de cuestiones como la seguridad energética y las amenazas de las epidemias y el terrorismo.
Janusz Wojciechowski (UEN). – (PL) Señor Presidente, la Unión Europea tiene una política de seguridad efectiva, que es la Política Agrícola Común. Durante muchos años, esta política ha garantizado la seguridad alimentaria de la Comunidad en general y de sus ciudadanos, naciones y países. La seguridad alimentaria es vital para todos ellos. Ahora Europa ha satisfecho su hambre, pero tiende a olvidar cómo ocurrió y gracias a quién. La Política Agrícola Común está siendo criticada y se ha convertido en un terreno de prueba para reformas irresponsables como la reforma del mercado del azúcar, a resultas de la cual Europa pronto dependerá del resto del mundo en el abastecimiento de azúcar. Se está eliminando la protección de los mercados agrícolas europeos y nuestros agricultores lo saben bien. En Polonia, los productores de fruta son los más afectados.
Los recortes mal planteados de la Política Agrícola Común llevarán al colapso de la seguridad alimentaria, que es crucial para la seguridad de Europa en su conjunto. Aún queda tiempo para impedir que esto ocurra, pero el enfoque político de las cuestiones agrícolas tiene que cambiar. Las pancartas que llevan los sindicatos agrícolas polacos a menudo muestran consignas relativas al papel que ha desempeñado la producción de alimentos en la larga lucha por la independencia de Polonia, así como su voluntad combativa. Cuando debatimos y decidimos sobre cuestiones agrícolas deberíamos recordar que son los agricultores quienes nos alimentan y nos defienden, y que ellos son los verdaderos guardianes de la seguridad de Europa.
Alexander Stubb (PPE-DE). – (EN) Señor Presidente, he prestado atención y creía haberlo oído todo, pero cuando he escuchado a Daniel Cohn-Bendit apoyando la energía nuclear –aunque sea en Irán– tengo que decir que me he quedado algo sorprendido. ¿Quién dice que Joschka Fischer ha cambiado? ¡Creo que «Danny el rojo» también ha cambiado un poco!
Voy a adoptar una perspectiva institucional y hacer tres comentarios. El primero es que la PESC y la defensa son ámbitos fundamentales para nosotros en el futuro. Somos una superpotencia comercial y de ayuda, pero a menudo somos invisibles en el terreno de la PESC y la defensa. Hay que hacer algo al respecto y no estoy de acuerdo con el señor Piotrowski. Lo primero que necesitamos es una constitución.
La segunda observación que quería hacer es que necesitamos tres cosas: en primer lugar, necesitamos una defensa común, necesitamos las garantías de seguridad que nos proporcionaría la constitución. En segundo lugar, necesitamos hablar con una sola voz. Para eso necesitamos un Presidente y un Ministro de Exteriores. En tercer lugar, necesitamos incrementar el presupuesto de la PESC. Todo esto debería estar incluido en un mismo paquete. Si conseguimos reunir un poco de voluntad política en torno a esto, creo que entonces tal vez consigamos una Política Exterior y de Seguridad Común.
La tercera observación es que tenemos que empezar a pensar seriamente en los distintos elementos de la constitución y considerarla en dos vertientes. Hay cuestiones que ya estamos aplicando, como la Agencia Europea de Defensa, los grupos de combate y la cláusula de solidaridad contra el terrorismo. Pero hay cuestiones que tenemos que empezar a aplicar lo antes posible cuando entre en vigor la Constitución. Entre ellas se incluye la figura de un Presidente, un Ministro de Exteriores, un servicio de relaciones exteriores y la consulta previa al Parlamento Europeo.
El comentario final que quería hacer es que en lugar de ceñirnos a la batalla institucional entre la Comisión, el Consejo y el Parlamento Europeo en torno a la PESC, tenemos que prepararnos, ponernos manos a la obra y trabajar juntos.
Poul Nyrup Rasmussen (PSE). – (EN) Señor Presidente, casi he podido sentir el dolor de mi buen amigo el señor Solana cuando ha rememorado lo ocurrido el primer mes de este año al imaginar que si el resto del año va a ser como el primer mes, no va a resultar nada fácil. Pero tengo otro comentario que hacer.
Creo que lo que usted ha dicho, en esencia, es que el mundo en 2006 se enfrentará de nuevo a una alternativa fundamental: la elección entre guerras preventivas o políticas preventivas. No me cabe duda de que lo que dice y lo que se deduce claramente de su experiencia es que en 2006 necesitamos políticas preventivas. La esencia de los valores de esta Unión Europea en el terreno de la política exterior está en las políticas preventivas. Cuando contemplamos los instrumentos a los que tan bien se ha referido la Comisaria, es justo decir que sí, que quizás sea la opción más difícil, pero también que es la opción que históricamente ha arrojado resultados positivos. Tenemos que recordarlo en estos tiempos difíciles.
Señor Solana, quiero decirle que ahora en Palestina hay muchas personas que siguen un rumbo equivocado, y por ello los pobres ciudadanos de Palestina necesitan contar con una voz europea fuerte. Lo que ha dicho usted es correcto: necesitamos paciencia, sabiduría y equilibrio. Me ha complacido mucho oírle decir que no deberíamos provocar la bancarrota de Palestina, porque usted y yo sabemos que habrá otros que se ocuparán de que esto no ocurra: Irán, Egipto y otros. Esta no es nuestra causa y por ello confío en usted. Estaremos a su lado garantizando, junto con la Comisión y el Presidente en ejercicio, el señor Winkler, que Europa se ocupe de que se abran puertas y se entable el diálogo, y esperamos que abra puertas una vez más en los próximos tres meses.
Marek Maciej Siwiec (PSE). – (PL) Señor Presidente, agradezco todo lo que se ha dicho sobre el tema de Ucrania. Pero no podemos descuidarnos. Los acontecimientos de los próximos dos meses determinarán si los frutos de la Revolución Naranja podrán madurar completamente o si se caerán al suelo sin haber madurado. Ucrania necesita mucha más Europa en los próximos dos meses. Es fundamental que las instituciones europeas se hagan oír en ese país. Tenemos que mantener un diálogo constante con los dirigentes y con la sociedad ucrania. Hay que crear un frente proeuropeo en Ucrania.
Existe una implicación rusa sin precedentes en los acontecimientos que están ocurriendo en Ucrania. Se ha usado el gas como arma. Se va a establecer una nueva constitución y el próximo Parlamento decidirá si Ucrania avanza con Europa o si sigue su propio camino, como ha hecho a menudo en el pasado. Tenemos que animar a los dirigentes de los partidos políticos que luchan por estar representados en el Parlamento a que formen un frente proeuropeo sólido, para que podamos contar con un buen socio en los próximos cuatro años.
Helmut Kuhne (PSE). – (DE) Señor Presidente, la implicación de la pregunta del señor Wurtz al señor Solana sobre lo que ha mejorado en los últimos dos años es que las mejoras decisivas de la situación mundial están de alguna manera en manos de la Unión Europea. Los que querían un mundo multipolar y reducir el poder de la única superpotencia no se sorprenderán de que sea así. Lo que algunos diputados han dicho refleja sus opiniones eurocéntricas y su decepción por nuestro lugar en este mundo multipolar. Solo me queda darles la bienvenida a un mundo que no es más agradable por el hecho de ser multipolar y por dar cabida a nuevos poderes a escala global y regional.
Los europeos estamos muy lejos de salir perjudicados de esta situación y me uno a los que han felicitado al señor Solana por buscar una decisión conjunta con China y Rusia sobre la cuestión de someter o no las ambiciones nucleares de Irán al Consejo de Seguridad. Si bien espero que tengan éxito, no estoy nada descontento con el enfoque actual.
Libor Rouček (PSE). – (CS) En su discurso de apertura, el señor Solana ha hecho referencia a ciertos acontecimientos que ocurrieron el mes pasado y a ciertos retos a los que Europa se enfrenta, incluida la disputa sobre los suministros de gas de Rusia, las elecciones en Palestina y la situación en Oriente Próximo, la triste situación en Iraq, la crisis respecto del programa nuclear de Irán y el estatuto irresuelto de Kosovo. Todos estos acontecimientos y problemas tienen un aspecto en común: ningún país europeo, ni siquiera el más grande, puede enfrentarse solo a esos problemas. Dicho de otro modo, si queremos resolverlos tenemos que combinar nuestras fuerzas y desarrollar nuestras políticas comunes en materia de asuntos exteriores, seguridad y defensa. Eso es lo que quieren los políticos de muchos países y, como han dicho otros oradores, también es lo que quieren los europeos.
El informe del señor Brok, sobre el que votaremos mañana, se refiere al progreso en el ámbito de la Política Exterior y de Seguridad Común, pero también menciona una serie de problemas como la implicación inadecuada del Parlamento en el proceso de elaboración de la política exterior. Por eso quiero hacer un llamamiento al Consejo para que acate el artículo 21 del Tratado de la Unión Europea y siempre consulte al Parlamento a comienzos de año sobre sus progresos y planes, en lugar de limitarse a presentar resúmenes del año anterior.
Benita Ferrero-Waldner, miembro de la Comisión. (EN) Señor Presidente, permítame retomar algunas cuestiones que ya se han mencionado.
La cuestión más importante, como muchos de ustedes han señalado, es que hoy necesitamos una Europa más fuerte en política exterior. Para conseguir una Europa más fuerte en política exterior tenemos que trabajar juntos. Tenemos que trabajar juntos especialmente en los temas que están en el candelero. Uno de ellos, mencionado por muchos de ustedes, es la política energética. Como he dicho antes, actualmente estamos trabajando en ello. Eso significa, sin duda, que deberíamos disponer de una política energética mejor gestionada, si no una política exterior común. Sé que como mínimo tenemos que ir en esta dirección, y ya disponemos de muchos instrumentos valiosos con los que hacerlo, incluidos los diálogos políticos y determinados diálogos energéticos. Después están los diálogos multilaterales: tenemos que sentar a la OPEP a la mesa; tenemos que hablar más con la OPEP y con el Consejo de Cooperación del Golfo.
Como he dicho, la estrategia de diversificación será crucial para todos nosotros. Tenemos que considerar la integración en el mercado energético europeo de los mercados energéticos de nuestros países vecinos, siguiendo el ejemplo de la Comunidad Energética del Sudeste de Europa, por ejemplo. También disponemos de un gran número de instrumentos financieros para fomentar la coordinación de los asuntos energéticos. La seguridad del suministro energético, como he mencionado antes, es crucial. Por lo tanto, puedo prometerles que estamos trabajando en ello y en cuanto la comunicación vea la luz, volveremos sobre ello.
Como ha mencionado el señor Rasmussen, también es muy importante que exista una diplomacia preventiva. Eso es esencial. Estoy de acuerdo con ello. Sin duda, una diplomacia de este tipo a veces requiere paciencia. No se puede erradicar la pobreza de un día para otro; no se puede ocupar uno de las distintas clases de gestión de crisis o incluso de la gestión poscrisis y esperar un cambio inmediatamente. Para eso necesitamos encontrar una vía sostenible y cohesiva.
La migración es otro tema muy importante de la política exterior. De nuevo, todos tendremos que cooperar con los países de origen, con los países de tránsito y con la Unión Europea para encontrar el modo correcto de equilibrar la política interior y la exterior.
La lucha contra el terrorismo; la lucha contra las drogas: todo eso nos llevará muchos años, pero estas batallas tendrán que librarse cada vez más con un frente unido. Las armas de destrucción masiva; el apoyo a la democracia, el Estado de Derecho y las elecciones libres y justas: todo esto se contempla en nuestra política de vecindad, así que sin duda eso también nos lo tomaremos muy en serio. Tenemos un incentivo positivo en ese aspecto en nuestro programa de Barcelona, por ejemplo, pero también necesitamos todo el apoyo posible para poder progresar de verdad con esta política.
Las asociaciones estratégicas con potencias importantes, como las relaciones transatlánticas; las relaciones con China, India, Brasil y las excelentes relaciones con América Latina: todas ellas son importantes porque tenemos la posibilidad de cooperar en un marco multilateral, colaborando también con las Naciones Unidas, como se ha dicho. Sin duda, también es importante que podamos combinar el impulso de nuestros valores comunes con la estrategia multilateral.
La política de vecindad constituye una parte importante de la estrategia de seguridad, porque realmente intentamos exportar estabilidad colaborando con Ucrania, el Cáucaso meridional y los países mediterráneos. Por ello tenemos grandes aspiraciones para hacer más segura a Europa; sabemos que tenemos muchos retos por delante, pero no veo otro camino que no sea intentar reforzar todos nuestros instrumentos y esforzarnos por conseguir una Europa común basada en valores comunes junto con el resto del mundo.
Hans Winkler, Presidente en ejercicio del Consejo. (DE) Señor Presidente, señora Comisaria, Alto Representante, Señorías, aunque no puedo, en el poco tiempo de que dispongo, hablar en detalle de las muchas cuestiones que se han planteado en este debate, hay algunos puntos que quiero abordar y que, como representante del Consejo, considero importantes.
El Alto Representante ha sido el primero en decir –y muchos se han echo eco de sus palabras– que existe una demanda global de una política exterior europea. Es algo que también preocupa a los ciudadanos europeos, y nosotros –el Consejo, la Comisión y el Parlamento Europeo– tenemos que unirnos para satisfacer esa necesidad; como ha dicho antes el señor Watson, tenemos que construir la Unión Europea sobre una base de valores, y esto es aplicable evidente y específicamente a la política exterior, donde tenemos que dar ejemplo si queremos paz y estabilidad en el mundo. Estoy totalmente de acuerdo con eso y les aseguro que la Presidencia austriaca, al igual que las Presidencias que le han precedido y las que le seguirán, se compromete, durante los seis meses de mandato, a defender los valores de protección de los derechos humanos, las libertades fundamentales y también, repitiendo las palabras del señor Geremek, lo que denominamos «seguridad humana»: la lucha por la salud, la campaña en contra de las armas y del rearme.
La política exterior de la Unión Europea es pacífica; en ese sentido, no somos una potencia militar. La diplomacia preventiva es el elemento fundamental. En nuestro compromiso a favor del multilateralismo nos esforzamos por actuar de conformidad con la Carta de las Naciones Unidas y con el Derecho internacional. Es la única manera de mantener nuestra credibilidad a los ojos del mundo.
Quiero comentar brevemente algunas de las cuestiones que se han planteado. En respuesta a muchos oradores que han mencionado la política energética, quiero añadir algo a lo que ha dicho la Comisaria Ferrero-Waldner. Huelga decir que la Comisión está desempeñando un papel bastante importante en este ámbito y la Presidencia del Consejo está trabajando en estrecha colaboración con ella. La cuestión de la política energética europea será fundamental en el Consejo Europeo de marzo, para el que la Presidencia británica ya ha sentado las bases. Queremos continuar lo que ellos comenzaron. También se ha mencionado en este debate la seguridad del suministro de energía, que es una cuestión crucial y que implica la diversificación de las fuentes y redes de energía, así como la reducción de la dependencia unilateral de los proveedores y redes de energía y, en particular, el apoyo y la promoción activa de las energías renovables y las fuentes de energía alternativas. Por supuesto, se trata de una cuestión a la que prestaremos mucha atención.
Se ha mencionado a Rusia en repetidas ocasiones; la política de vecindad europea en términos generales y la política europea en relación con Rusia revisten una importancia fundamental. Rusia es un socio importante y cuando dialogamos con ella tenemos que hacer hincapié en los valores de los que he hablado; huelga decir que los derechos humanos son otra cuestión que se les tiene que plantear en un diálogo amplio. Pero creo que tenemos que ser conscientes de que Rusia es un socio estratégico tan importante para Europa como los Estados Unidos.
Estoy muy agradecido a la señora Beer por haber planteado el tema de los Balcanes, como ha hecho el señor Solana en su introducción. Durante sus seis meses de mandato, la Presidencia austriaca del Consejo dará la máxima prioridad a los Balcanes Occidentales en interés de la estabilidad en la región y, por tanto, en interés de la paz y la estabilidad en Europa.
Otra cosa que se ha dicho sobre la política exterior europea es que deberíamos centrarnos principalmente en nuestros propios vecinos. Eso es lo que estamos haciendo y es importante que lo hagamos, pero en el mundo actual no hay ninguna situación o crisis que no afecte también a los intereses y la estabilidad de la Unión Europea; eso es lo que convierte a la Unión Europea en un agente mundial, y por eso también tiene que dotarse de los recursos necesarios para desempeñar ese papel. Hoy, el Alto Representante se muestra incansable –en el sentido literal de la palabra– viajando por todo el mundo al servicio de la paz, y lo hace en interés de una política exterior europea creíble, en nuestros propios intereses y también en interés de la estabilidad y la paz en Europa.
Paso a tratar una cuestión de particular importancia para la opinión pública y que también es prioritaria para la Presidencia austriaca del Consejo. Me refiero a la protección de los ciudadanos europeos en países terceros, de la que la Unión Europea es responsable, como han demostrado los acontecimientos y las crisis recientes. La Presidencia austriaca del Consejo quiere ayudar a organizar mejor la cooperación consular para proteger a los ciudadanos cuando se encuentran en el extranjero y también para equiparla con los recursos adecuados.
Por último, quiero comentar lo que se ha dicho sobre China. Lo único que quiero decir sobre el embargo de armas es que, en este momento, como sabrán, no hay consenso en el Consejo a este respecto. La cuestión no está en el orden del día, pero al margen de lo que se decida, es una cuestión de principios para el Consejo y la política exterior europea que no se produzca un aumento de la cantidad de armas que se exportan a China.
Javier Solana, Alto Representante. (EN) Señor Presidente, quiero terminar muy brevemente, porque mucho de lo que he dicho en términos generales ha sido una repetición de lo que pensamos. Estamos intentando repetir con distintas palabras lo que la mayoría de las personas piensa sobre la política exterior de la Unión Europea. En lugar de repasar una letanía de temas cada vez que nos reunimos, yo preferiría que intentáramos concentrarnos en algunos de los temas y profundizar en ellos. Al fin y al cabo, hemos repasado todos los problemas del mundo en un par de horas o así con no sé cuántos oradores. Queremos que este debate sea útil. Por ello agradezco al señor Watson su buena recomendación de que yo aparezca menos en televisión y en vez de ello venga aquí. Le prometo que cada vez que salga en televisión le llamaré antes para que pueda tomar nota del tiempo que aparezco en televisión y las horas que paso aquí. Así que tome nota de ello.
Dicho esto con amabilidad y respeto a mi buen amigo, me gustaría, si es posible, organizar un debate para que podamos profundizar en el tema, que es muy importante. Intentaré centrarme en un número reducido de temas, que son muy importantes.
Podemos hablar de política exterior común, pero si fracasamos no será una política exterior común. Igualmente podríamos cerrar si fracasamos. Miren los Balcanes: si no estamos preparados y dispuestos a arreglar la situación de los Balcanes, podemos hablar de Irán, podemos hablar de lo que quieran, pero fracasaremos, y yo no quiero fracasar. Por tanto, siempre me verán trabajando. Eso es lo que intento hacer y lo que seguiré haciendo.
Gracias por las amables palabras de algunos de ustedes con respecto a mi labor. Gracias también a los que no la aprecian. También quiero agradecer a Leïla Shahid las amables palabras que ha pronunciado acerca de mí en los últimos días, cuando he defendido, y como también ella debería defender, la postura del Presidente Abu Mazen, a quien deberíamos tratar de ayudar al máximo. Creo que él es la persona más importante a quien deberíamos apoyar ahora.
Respecto al resto de cuestiones, veamos cómo se desarrolla todo. En las próximas horas probablemente tendremos que tomar algunas decisiones muy importantes. Si el tiempo lo permite y ustedes están dispuestos a venir, con mucho gusto realizaré una declaración para explicar la situación en caso de que ocurra algo muy importante. Señor Presidente, lo dejo en sus manos. Si quiere plantearlo, hágalo. Si no quiere, no lo haga.
(Aplausos)
El Presidente. El debate queda cerrado.
La votación tendrá lugar mañana.
12. Resultado de las elecciones en Palestina y situación de Jerusalén Este
El Presidente. De conformidad con el orden del día, se procede a las declaraciones del Consejo y de la Comisión sobre los resultados de las elecciones palestinas, la situación en Oriente Próximo y la decisión del Consejo de no poner a disposición de la opinión pública el informe sobre Jerusalén Este.
Hans Winkler, Presidente en ejercicio del Consejo. (DE) Señor Presidente, señora Comisaria, Señorías, aunque ya se ha dicho bastante en el punto 4 del orden del día sobre las elecciones en Palestina, las consecuencias que se derivan de ellas y el camino a seguir, quiero plantear una serie de cuestiones que se trataron en la reunión del Consejo del lunes.
Lo primero –y quiero aprovechar esta oportunidad para dar las gracias a la señora De Keyser y a todos los diputados que han participado en la observación de estas elecciones– es que las elecciones se desarrollaron según lo previsto. Todo el mundo está de acuerdo a este respecto y creo que han sido una expresión inequívoca y democrática de la voluntad popular. Esto es incuestionable.
La respuesta de la Presidencia y de prácticamente todos los Ministros de Asuntos Exteriores de los Estados miembros de la Unión Europea ha sido inmediata, y han actuado independientemente unos de otros, de una manera que indicaba que, en esencia, se guiaban por los mismos principios. Remito a la Cámara a las declaraciones hechas por el «Cuarteto» de Oriente Próximo entre el 26 y el 30 de enero, que dejaban claro que la comunidad internacional sigue creyendo que la solución pacífica y duradera del conflicto entre Israel y los palestinos está condicionada a la no violencia, el reconocimiento del derecho de Israel a existir y el cumplimiento de todas las obligaciones bilaterales actuales.
Era y es particularmente importante que las declaraciones del Consejo y de los Estados miembros de la Unión Europea sean casi idénticas a las que han hecho nuestro socios del «Cuarteto». Tanto el «Cuarteto» como la Unión Europea esperan un compromiso inequívoco de cualquier futuro Gobierno palestino con los principios que he enumerado, y subrayan que el apoyo internacional a la nueva Autoridad Palestina Autónoma estará condicionado al respeto de esos principios.
Se ha vuelto a recordar a Israel y a la Autoridad Palestina Autónoma las obligaciones que les impone la «Hoja de Ruta», y el «Cuarteto» ha recibido un apoyo sustancial del Consejo, que también espera que el nuevo Consejo Legislativo palestino apoye un Gobierno comprometido con los principios de una solución pacífica y negociada del conflicto con Israel que esté basada en los acuerdos que ya se han alcanzado en la «Hoja de Ruta», con el Estado de Derecho, con las reformas y con la gestión adecuada de sus finanzas. Si todo eso se pone en práctica, la Unión Europea estará dispuesta a seguir apoyando a los palestinos en su desarrollo económico y en la construcción de un Estado democrático.
Sería prematuro tomar decisiones en este momento y, puesto que no podemos hacerlo, tenemos que decir con claridad que la Unión Europea, como los otros socios que están haciendo sus propias aportaciones, está dispuesta a seguir prestando apoyo si se cumplen determinadas condiciones.
Por supuesto, este debate surgió por el tema de Jerusalén Este, y ahora quiero decir algunas cosas sobre esta cuestión en particular. Lo que se desprendió del debate anterior fue una expectativa muy clara de que la Unión Europea tiene que adoptar un enfoque equitativo, con una política coherente en Oriente Próximo que no solo esté guiada por los intereses de Israel o de los palestinos, sino que sea equilibrada.
Además, la Unión Europea está preocupada por las actividades de Israel en Jerusalén Este, incluida la colonización incesante y la ampliación del muro de separación, así como la destrucción de hogares palestinos. Estas actividades son contrarias al Derecho internacional, merman la posibilidad de llegar a una resolución de la cuestión de Jerusalén y amenazan con impedir una solución basada en la coexistencia de dos Estados viables.
Estas consideraciones han empujado al Consejo a pedir a las oficinas del Consejo relevantes que presenten a la UE un análisis detallado de la situación en Jerusalén Este, a partir de la información que han facilitado las misiones de la UE en Jerusalén y Ramalá.
Pero en vista del cambio de la situación, en especial la perspectiva de las elecciones en Israel, el 12 de diciembre el Consejo decidió no publicar ese estudio, sino informar a los máximos representantes del Gobierno israelí sobre las preocupaciones de la Unión Europea en este ámbito.
Desde entonces se han producido dos gestiones: una por parte de la troika de la UE ante el Ministro de Asuntos Exteriores israelí el 19 de diciembre, y la otra por parte de la Presidencia ante los principales partidos políticos israelíes el 23 de ese mismo mes.
La Unión Europea está satisfecha de que Israel haya decidido permitir que algunos pudieran votar en Jerusalén Este, lo que contribuiría al éxito de las elecciones.
Benita Ferrero-Waldner, miembro de la Comisión. (EN) Señor Presidente, como hemos mencionado en el debate anterior, sin duda nos enfrentamos a una nueva realidad. El lunes, los Ministros de Asuntos Exteriores de la UE se reunieron con el «Cuarteto» para debatir nuestra respuesta a la entrada de Hamás en la escena política palestina, y las implicaciones de nuestra ayuda a la Autoridad Palestina.
Permítanme hacer hincapié en tres elementos. El primero son nuestros principios, que deben quedar absolutamente claros. Hemos apoyado las elecciones palestinas aportando una ayuda económica de 18,5 millones de euros. Además, ha habido 240 observadores electorales bajo la excelente dirección de la señora De Keyser. También hemos demostrado nuestro compromiso a favor de la creación de instituciones democráticas. Creo que se trata a todas luces de una posición de principios. ¿Deberíamos abandonar hoy esa posición solo porque no nos gusta el resultado de las elecciones? Creo que sería un error. Por el contrario, tenemos que pedir respeto por el resultado de unas elecciones democráticas. Cuando visité Gaza, dije que estábamos dispuestos a cooperar con un Gobierno que busque la paz por medios pacíficos. Como ha repetido el «Cuarteto», esto significa cooperación, un clara postura contraria a la violencia, el reconocimiento de Israel y la aceptación de los compromisos contraídos, inclusive la «Hoja de Ruta» y el acuerdo de Oslo.
El segundo elemento son las responsabilidades: ahora la pelota está en el tejado de los dirigentes palestinos. Tienen la responsabilidad de comportarse como socios y cumplir los criterios que establece la comunidad internacional. Aún no esta clara la forma en que Hamás, al amparo de su programa de cambio y reforma, ejercerá las responsabilidades que tendrá que asumir el nuevo Gobierno palestino. Esto tardará un tiempo en ponerse de manifiesto. En ambos debates he transmitido un mensaje claro de la comunidad internacional sobre nuestras expectativas. También he dicho que la Comisión Europea está dispuesta a cooperar con cualquier Gobierno que realmente busque la paz por medios pacíficos.
No obstante, somos conscientes de las necesidades económicas y humanitarias de los ciudadanos palestinos, que, en efecto, son considerables. También somos conscientes de que los palestinos aspiran legítimamente a tener un Estado. Hemos de tener en cuenta que la financiación de los donantes es crucial para aliviar la situación de los palestinos y prevenir el círculo vicioso de la pobreza y el extremismo. Pero también hemos de tener en cuenta nuestro propio compromiso con una solución basada en dos Estados y las necesidades de Israel en materia de seguridad.
Por tanto, en primer lugar esperamos que los miembros del futuro Gobierno palestino se comprometan con estos tres principios. Esto es aplicable al Acuerdo de Asociación Provisional UE-Palestina. Dicho acuerdo establece claramente que hay que respetar las libertades democráticas, el Estado de Derecho y los derechos humanos. Además, el Plan de Acción derivado de la política de vecindad también afirma claramente que la «Hoja de Ruta» tiene que ser el camino que conduce a la paz.
Si bien seguiremos vigilando de cerca a Hamás como organización, primero tenemos que juzgar las acciones del nuevo Gobierno palestino, incluida su labor en el campo de la seguridad y la estabilidad.
La estabilización de la hacienda pública constituye un reto importante e inmediato. Estoy dispuesta a actuar de forma constructiva respecto de los problemas fiscales de la Autoridad Palestina y aliviar sus problemas de liquidez, especial ahora en que hay un Gobierno en funciones. Pero otros también tienen que asumir sus responsabilidades. Esto incluye a Israel, que debe seguir transfiriendo a la Autoridad Palestina los ingresos aduaneros. Al igual que otros miembros del «Cuarteto», yo también hablaré personalmente con los israelíes sobre este asunto.
El papel de los propios palestinos también será crucial. El Banco Mundial va a enviar una misión para ver qué puede hacer y cómo la Autoridad Palestina podría cumplir los criterios de referencia, quizá recortando el presupuesto. Tienen que encontrar la manera de levantar la suspensión de los pagos del Fondo Fiduciario del Banco Mundial. Aún hay allí 35 millones de dólares estadounidenses. Todavía no se han desembolsado porque no podían pagarse. Espero contar con el apoyo del Parlamento para encontrar una solución a corto plazo. No obstante, también será importante que el nuevo Gobierno ponga en marcha reformas esenciales. Esto debería hacerse con el mismo espíritu con el que hemos cooperado con la Autoridad Palestina en el pasado.
Mientras tanto, la Comisión tiene la intención de mantener los programas de ayuda que garanticen las necesidades básicas de los palestinos, incluido el mecanismo para infraestructuras, la ayuda alimentaria y la asistencia humanitaria y a los refugiados.
Para concluir, permítanme decir que el proceso de paz está, como todos sabemos, en un momento muy delicado. El año 2005 se caracterizó por medidas unilaterales de Israel y la parálisis institucional palestina. Ahora la comunidad internacional tiene que abrir una perspectiva de progreso palpable, aplicando nuestros esfuerzos en ambos bandos, con los israelíes y con la Autoridad Palestina. Estoy de acuerdo en que, en ese contexto, tenemos que fortalecer a Mahmud Abbás y su autoridad para proporcionar estabilidad y demostrar que las negociaciones darán resultados positivos. Por eso quiero subrayar la importancia de evitar cualquier medida unilateral que pueda perjudicar las negociaciones sobre el estatuto final, incluidos los ataques terroristas, la expansión de los asentamientos y el muro de separación.
Por tanto, ahora tenemos que cooperar muy estrechamente: los próximos días y meses serán absolutamente cruciales tanto para la estabilidad de Oriente Próximo como para la nuestra propia.
Edward McMillan-Scott (PPE-DE), presidente de la misión de observación del Parlamento Europeo. – (EN) Señor Presidente, he tenido el privilegio de presidir una vez más la mayor misión de observación electoral formada por representantes elegidos en Palestina: la del Parlamento Europeo. Primero quiero dar las gracias por su labor a los otros 26 diputados y diputadas al Parlamento Europeo que formaron parte de la delegación, en particular a mi vicepresidenta, la señora Napoletano, y, por supuesto, a la señora De Keyser en su calidad de observadora jefa del equipo de la Unión Europea. También quiero dar las gracias al personal del Parlamento Europeo que nos acompañó y que llevó a cabo un excelente trabajo en circunstancias muy difíciles.
La semana pasada escuchamos en las calles de Palestina el clamor a favor de la opción y del cambio. Escuchamos el ruido de la democracia. A nuestro juicio, como ha dicho uno de mis colegas, el proceso fue perfecto. Los votantes acudieron libremente a las urnas, hombres, mujeres, jóvenes y viejos. Los colegios electorales, por lo general situados en escuelas y administrados por maestros, funcionaron de modo eficiente y estaban bien organizados. En general, las fuerzas israelíes se mantuvieron al margen. El proceso fue perfecto y no cabe duda de que el resultado refleja el deseo de los ciudadanos, pero es fruto más de su desencanto con Al Fatah que de su amor por Hamás. En efecto, la gente de Hamás que conocimos no era muy amigable.
No solo vamos a asistir a la aparición de una política islamista fundamentalista en Palestina, sino en todo el mundo árabe –inclusive en Egipto, donde la Hermandad Musulmana obtuvo buenos resultados en noviembre y diciembre, y en las próximas elecciones parlamentarias de Marruecos–, un mundo árabe de 250 millones de personas. Este es el reto para todas nuestras instituciones. Tenemos que cooperar, porque a mi juicio, si bien hemos difundido el proceso democrático, no hemos hecho lo mismo con los valores de la democracia a los que estamos tan acostumbrados en la Unión Europea. La democracia, el Estado de Derecho, los derechos humanos y el respeto de la protección de las minorías: estos son los valores que tenemos que difundir.
Véronique De Keyser, presidenta de la Misión de Observación de la UE en los Territorios palestinos. – (FR) Señor Presidente, mis primeros pensamientos son para los miembros de la misión que aún están sobre el terreno. He recibido muchas palabras de agradecimiento que quiero compartir con ellos: han realizado un trabajo extraordinario. También he recibido mucha ayuda del Consejo, del señor Otte, que estuvo en Palestina, y de Jeannette. Pero quiero dar las gracias en particular a usted, señora Comisaria. Tuvo usted que orientarme en algunas decisiones difíciles.
Mencionaré dos de ellas. En primer lugar, el despliegue de nuestra misión en Gaza en condiciones de seguridad precaria. Desde el principio fuimos la única misión de observación en Gaza. Después, la decisión delicada, señora Comisaria, de reunirme con los candidatos de «Cambio y Reforma», la lista de Hamás. Por supuesto, escogimos a los candidatos con los que íbamos a reunirnos; eran candidatos moderados. Pero también quiero decir que fuimos la única misión que se reunió con candidatos del partido «Cambio y Reforma» y que la historia nos da la razón, ya que el 44 % de la población palestina votó a favor de esa lista.
Ahora quiero decir que nos enfrentamos a tres retos. El primer reto –que yo también considero difícil– es respetar la elección de los palestinos, una elección que, como ha dicho el señor McMillan-Scott, se declara a favor del cambio y no necesariamente del islamismo radical. No todos los palestinos, ni siquiera la mitad de ellos, se han convertido en islamistas radicales. Quieren el cambio tanto dentro como fuera de Palestina y una paz que tarda mucho en llegar.
El segundo reto, señora Comisaria, es no ceder a la tentación del unilateralismo en la búsqueda de la paz. Desde Isaac Rabin no habíamos visto ningún indicio de bilateralismo en las decisiones y negociaciones entre Israel y Palestina. La retirada de Gaza fue una decisión unilateral. La presencia de Hamás en el Gobierno palestino hoy reforzaría ese unilateralismo y no conduciría a la paz. Espero que la Unión Europea trabaje en ese sentido.
El tercer reto consiste en distinguir, independientemente de las circunstancias, entre el Gobierno palestino, que tendrá que asumir sus responsabilidades, y el pueblo palestino, que no puede ser rehén de su propia elección. Es cierto que los ciudadanos han hecho esa elección, pero tienen necesidades básicas que nosotros hemos de asegurar que se satisfagan a pesar de lo que ocurra en el futuro; de otro modo estaremos abocados a la catástrofe.
Por último, permítanme contarles lo que me dijo una mujer palestina justo después de las elecciones. En respuesta a mi pregunta: «¿No tiene miedo de ser gobernada por la sharia?», ella respondió: «No, no hemos tenido miedo de decir no a los israelíes, que son más fuertes que nosotros. No hemos tenido miedo de decir no a Al Fatah porque nos ha decepcionado. Podremos decir no a Hamás si también nos decepciona.» Esta es la lección de la democracia parlamentaria que los palestinos han entendido a la perfección.
(Aplausos)
PRESIDENCIA DEL SRA. KAUFMANN Vicepresidenta
Ignasi Guardans Cambó, en nombre del Grupo ALDE. – (EN) Señora Presidenta, las elecciones son como un retrato. De hecho, son como la radiografía de una sociedad en un momento dado. Estas elecciones son para todos nosotros un llamamiento a abrazar el realismo y poner fin a la hipocresía en la comunidad internacional. Millones de palestinos están desesperados. No tienen nada que perder y votan por los que prometen cualquier cambio, cualquier reforma y el fin de la corrupción.
Hablamos demasiado de Oriente Próximo y muy poco de la situación real de los hombres, mujeres, niños y ancianos que, junto con sus familias, están desesperados. Tenemos que respetar ese deseo. Tenemos que enviar un mensaje de respeto a esa nueva mayoría. Pero tiene que combinarse con un mensaje que afirme que nuestro apoyo está supeditado al fin de la violencia, la resistencia violenta y el terrorismo. Pero tenemos que respetar el deseo de los ciudadanos.
No finjamos que seguiremos proyectando la misma película y manteniendo el mismo guión, y que solo cambiaremos a uno de los personajes. Eso solo conduciría al fracaso. Nos hallamos ante un nuevo escenario que exige nuevas propuestas, un nuevo compromiso y nuevas presiones sobre ambas partes del conflicto. La situación actual ha surgido precisamente porque no hemos hecho esto. Tenemos que presionar más a las dos partes del conflicto. Tenemos que buscar la paz, pero no podemos olvidar que estamos hablando de personas reales.
David Hammerstein Mintz, en nombre del Grupo Verts/ALE. – (ES) Señora Presidenta, creo que ahora, más que nunca, el papel mediador de la Unión Europea es necesario. Ahora, menos que nunca, no podemos abandonar la zona ni podemos abandonar al pueblo palestino y, al mismo tiempo, deberíamos sacar lecciones. ¿Qué es lo que hemos aprendido de nuestra intervención en la zona y de nuestra ayuda al pueblo palestino? ¿Qué hemos aprendido de proclamar durante años que la solución eran las elecciones, la democracia, que eran un paso y una condición para la paz, cuando, ahora, vemos que las propias elecciones se han convertido en un problema, y no en una solución?
No he oído ninguna autocrítica por parte del Consejo o de la Comisión acerca de lo que hemos hecho mal, después de miles de millones de euros en inversiones.
Creo que esta victoria de Hamás refleja una situación en que la política israelí ha llegado a generar una profecía autorrealizadora. Durante años han dicho: no hay partner palestino para la paz. Finalmente, han conseguido, a todas luces, que sea cierto.
Ahora, la Unión Europea debe dejar patente que, si Hamás quiere continuar, tiene que aceptar las reglas de juego y los acuerdos ya asumidos por el Gobierno palestino, reconocer a Israel y disolver sus milicias. Y, al mismo tiempo, tenemos que trabajar muy duro para abrir un horizonte de paz.
Una de las razones fundamentales de la victoria de Hamás es que no hay esperanza, no hay esperanza de un acuerdo definitivo en Oriente Próximo. Además, año tras año, ha seguido deteriorándose la calidad de vida de los palestinos. Los compromisos sobre el terreno del Cuarteto para mejorar el bienestar de los palestinos han avanzado al paso del caracol, muy lentamente, y las vías tortuosas y las trabas puestas no se han superado de forma convincente.
Creo que tenemos que mediar y trabajar como nunca para abrir este horizonte de paz.
Adamos Adamou, en nombre del Grupo GUE/NGL. – (EL) Señora Presidenta, antes que nada quiero aprovechar mi intervención para dar las gracias a la señora De Keyser y al señor McMillan-Scott por el esfuerzo que han realizado, junto con otros diputados al Parlamento Europeo, en el curso de su misión.
El recuento de votos en las elecciones ha confirmado a Hamás como el primer poder político y este resultado hay que respetarlo. Al mismo tiempo, el resultado no debe sorprendernos. Es la consecuencia de numerosos factores tanto locales como internacionales.
Los palestinos, a pesar de las declaraciones de Occidente, por desgracia aún no han visto que se promueva su objetivo de crear su propio Estado independiente. Pero han visto cómo se ha legalizado la política racista del muro y de los asentamientos. El resultado constituye un mensaje tanto para los propios palestinos como para la comunidad internacional, en especial para nosotros, sobre nuestra política inadecuada, que no ha conseguido presionar a Israel para que aplique la «Hoja de Ruta» y las resoluciones de las Naciones Unidas para fomentar un proceso político y solo se ha conformado con apoyar a los palestinos económicamente.
Por desgracia, no estoy seguro de que hayamos sido capaces de recibir esos mensajes, puesto que hoy el Parlamento Europeo está promoviendo una resolución tendenciosa y unilateral.
Nuestra reacción al nuevo Gobierno no puede consistir en suspender los esfuerzos por reanudar el proceso de paz, como han anunciado los Estados Unidos. Al mismo tiempo, Hamás tiene que renunciar a la violencia, reconocer el derecho del Estado de Israel y cooperar con el Presidente Abbás para continuar el proceso de paz. Al mismo tiempo, necesitamos que tanto la Unión Europea como otros miembros del «Cuarteto» reconfirmen el compromiso de crear un Estado palestino al lado del Estado de Israel con Jerusalén Este como capital.
Mario Borghezio, en nombre del Grupo IND/DEM. – (IT) Señora Presidenta, Señorías, Europa está recogiendo lo que ha sembrado: los miles de millones que se han prodigado a Palestina, un dinero que se ha malgastado y cuya gestión no se ha supervisado como es debido, han ocasionado el tsunami Hamás. Ha llegado al poder una organización terrorista cuyo objetivo estratégico declarado –confirmado por las innumerables ambigüedades con las que los dirigentes de la organización han respondido a nuestras preguntas durante la misión– es la creación de un Estado de la sharia, que dice adiós a la paz, a los derechos humanos y a los derechos de las mujeres y de las minorías religiosas. Hamás nos ha dado una respuesta muy clara al rechazar todas las peticiones que ha hecho el «Cuarteto» de Oriente Próximo.
La Internacional Socialista, a través del señor Schulz, ya ha dicho que está a favor de negociar con Hamás, si bien nunca se ha opuesto al uso escandaloso de la ayuda que se ha dado a la Autoridad Palestina. Pero la verdad es que cualquiera que confíe en que Hamás se vaya a moderar está entregando Palestina a los extremistas, y es un destino que el valiente, humilde, inteligente y trabajador pueblo palestino no se merece en absoluto.
Frank Vanhecke (NI). – (NL) Señora Presidenta, aparte de la cuestión de si el notorio informe de los diplomáticos europeos es oficial, tenemos que llegar a la conclusión de que el efecto de este documento, que ha sido objeto de un amplio debate, es proporcionar más pruebas sobre la posición propalestina excesivamente unilateral de los organismos oficiales de la Unión Europea. Los representantes europeos afirman constantemente, como hizo Bismarck, que son intermediarios honestos, pero en realidad defienden sobre todo a los palestinos, lo que es perjudicial para la independencia de la UE.
Ya que hablamos de ello, será mejor que confesemos que los miles de millones de los impuestos europeos que se han enviado a la Autoridad Palestina durante los últimos años en forma de ayuda han servido principalmente para apoyar a un régimen totalmente corrupto. El Consejo y la Comisión siempre han desairado todas las preguntas que les he formulado a este respecto, y ahora tenemos que enfrentarnos a las consecuencias. Los corruptos han sido barridos por la victoria electoral del movimiento terrorista islámico Hamás. La responsabilidad de la UE a este respecto es aplastante.
José Ignacio Salafranca Sánchez-Neyra (PPE-DE). – (EN) Señora Presidenta, aunque los recientes resultados de las elecciones en Palestina no inciten precisamente al optimismo, creo que uno de los mayores errores que podrían cometer la Unión Europea, en general, y este Parlamento, en particular, sería incurrir en conclusiones precipitadas.
Lo que sí creo que podemos afirmar, sin incurrir en error alguno, es que la presencia de la misión de observación de elecciones de la Unión Europea es un éxito que hay que anotar en el tablero de la Comisión Europea y que —como ha dicho la Comisaria Ferrero-Waldner— refuerza su visibilidad y contribuye a la consolidación de la democracia en todo el mundo. Por eso, hay que felicitar a la Comisión y también a nuestros colegas Edward McMillan-Scott y Véronique De Keyser, así como al resto de miembros de esta Cámara que les han acompañado.
Señora Presidenta, creo que sería prematuro extraer la conclusión de que el balbuceante proceso de paz en Oriente Medio quedaría enterrado con motivo de los resultados de estas elecciones o que estas elecciones constituyen el epitafio de los acuerdos de Oslo. Creo que hay que dar un poco más de tiempo al tiempo y ver cómo se mueven las fichas del tablero. En particular, a pesar de los errores cometidos, hay que tomar en consideración como interlocutor válido al Presidente de la Autoridad Nacional Palestina, esperar la constitución del nuevo Gobierno, sin olvidar —como decía la señora De Keyser— que el 75 % de los ciudadanos que han votado a esta formación política no quieren la destrucción del Estado de Israel y, por último, señora Presidenta, valorar cuál será la repercusión de este proceso electoral en las elecciones en Israel.
Pero, señora Comisaria, más pronto o más tarde, con independencia de las urgencias del corto plazo, la Unión Europea tendrá que pronunciarse sobre una cosa fundamental: saber si las ingentes necesidades —como usted ha dicho— que tiene el pueblo palestino son compatibles con la existencia y la inclusión en la lista de organizaciones terroristas de la Unión Europea de Hamás, cuya convención fundacional pide la liquidación y la destrucción del Estado de Israel.
En esto, señora Presidenta, la Unión Europea no puede actuar con un doble rasero: o se renuncia a la violencia como medio de acción política y al terror o se tendrá que renunciar a la acción y a la ayuda de la Unión Europea.
Pierre Schapira (PSE). – (FR) Señora Presidenta, quiero dar las gracias al señor McMillan-Scott y a la señora De Keyser: las elecciones se han celebrado sin ningún contratiempo. Pero ante todo se trata de unas elecciones históricas: es el primer cambio democrático en el mundo árabe.
El pueblo palestino no ha votado a favor de Hamás, sino en contra de Al Fatah. Hamás ha ganado sobre la base de un programa centrado en la lucha contra la corrupción y la reforma de la OLP, la única organización autorizada para negociar. Sobre todo, ha ganado con un programa social que se aplicará específicamente dentro de Palestina. Estas fueron mis impresiones cuando, al margen de nuestra misión, me reuní con los alcaldes palestinos y su asociación, que está dominada por Hamás. Respecto de la ayuda, tenemos que seguir apoyando al pueblo palestino, asegurarnos de que cobren los funcionarios y, sobre todo, impedir que el Estado se hunda. De lo contrario, la Autoridad Palestina caerá en manos de otro país.
Señorías, es imprescindible que esperemos, pero no caigamos en el optimismo inocente. Lean la Carta de Hamás: es despreciable e indigna. Hay que abolirla para que el nuevo Gobierno pueda convertirse en un interlocutor. Tenemos que fijar una fecha, un calendario, para que Hamás asuma sus responsabilidades, porque se ha convertido en un partido legítimo en un país democrático.
Frédérique Ries (ALDE). – (FR) Señora Presidenta, seré rápida porque solo dispongo de un minuto para expresar mi decepción al ver que, en esta Cámara, nuestro Parlamento ha evitado cuidadosamente «decir la verdad».
Hay seis referencias, siete considerandos y doce artículos en este texto sobre el resultado de las elecciones palestinas, y ni una vez consiguen citar, ni siquiera mencionar, a Hamás y los estatutos de odio en que se basa su ideología y sus actuaciones. El señor Schapira acaba de decir hasta qué punto es despreciable –creo que ese es el término que ha usado– y el señor Cohn-Bendit ha hablado de unos estatutos repugnantes. No cabe duda de que comparto sus opiniones.
Diría que nos merecemos un Premio Nobel al «Tópico» en un momento en que, a pesar de los estatutos, hemos escuchado al «Cuarteto» de Oriente Próximo, a los Ministros europeos, a los medios de comunicación y al señor Solana, hace solo unos momentos, hacerse la pregunta crucial: ¿cómo podemos cooperar con Hamás y seguir ayudando a los palestinos si Hamás no renuncia al terror y no reconoce a Israel? Por su parte, Mahmud Abbás no emplea toda su fuerza para formular sus exigencias frente a los islamistas.
Sí, el escrutinio fue democrático, al menos por la manera en que se llevó a cabo. Sí, Hamás ha ganado. Sí, queremos seguir ayudando a la Autoridad Palestina. Sí, Hamás tiene que tomar decisiones cruciales y cambiar. Esto es lo que habría que decir de forma clara y directa a los pragmáticos de ambos lados: unas elecciones democráticas acaban de dar el poder a una ideología antidemocrática. Esta es la difícil ecuación que tenemos que resolver hoy.
Margrete Auken (Verts/ALE). – (DA) Señora Presidenta, las elecciones en Palestina se han realizado de una manera ejemplar. Quiero felicitar a los palestinos y dar las gracias a mis colegas. Pero aún hay problemas en Israel y Palestina. Palestina está ocupada. Se hace hincapié en ese hecho en una lista de resoluciones de las Naciones Unidas, que critica las continuas violaciones del Derecho internacional por parte de Israel, así como los asentamientos, el horrible muro y el intento de anexionar Jerusalén Este, por mencionar los peores problemas.
La difícil situación en Palestina se menciona en la propuesta de resolución común, que contiene una serie de aspectos constructivos. La propuesta establece las condiciones relevantes para Hamás. Tenemos que estar muy al tanto para que Hamás no recaiga en el terrorismo, ya que ha mantenido la paz desde hace más de un año. Sin duda, no podemos quitarles el derecho que tienen a la resistencia armada a la ocupación según la Convención de Ginebra, pero tenemos que esforzarnos con firmeza y prudencia para que la situación no se descontrole. Todos los grupos no gubernamentales tienen que desarmarse tanto en Palestina como entre los colonos israelíes. Tenemos que desalentar cualquier forma de radicalización tanto en Palestina como en Israel.
La propuesta de resolución que tenemos ante nosotros puede leerse como un reconocimiento unilateral y, si queremos contribuir a la paz, esto sería peligroso. Por tanto, insto a los diputados a que voten a favor de las enmiendas del Grupo de los Verdes/Alianza Libre Europea, en especial la enmienda al apartado 10, que contiene una formulación muy clara sobre la decisión del Consejo de no publicar el informe sobre Jerusalén Este preparado por los Jefes de Delegación en Palestina. Una vez que se haya retirado claramente la crítica que hace este informe de la situación en Jerusalén Este, junto con las consiguientes recomendaciones, la propuesta de resolución será un instrumento adecuado para avanzar hacia una paz justa entre Israel y Palestina.
Pido que ahora seamos coherentes. No tenemos suficiente credibilidad entre los palestinos, y ya es hora de que la tengamos.
Luisa Morgantini (GUE/NGL). – (IT) Señora Presidenta, Señorías, tengo que decir que estoy muy agradecida a la Comisión, así como a la señora De Keyser, al señor McMillan-Scott y a toda nuestra delegación por su sensibilidad e inteligencia. Pero creo que la decisión de no publicar el informe sobre Jerusalén Este –que de hecho es el tema principal del debate– y la incapacidad para adoptar efectivamente las medidas pertinentes han ayudado a Hamás, porque no cabe duda de que algunas verdades no deben callarse.
Creo que estaba claro que Hamás iba a ganar. La comunidad internacional es en gran parte responsable de ello, ya que, tras la firma de los acuerdos de Oslo, fue incapaz de garantizar que el Derecho internacional prevaleciera y fuera respetado. Así que ni aplicó el principio de «dos pueblos, dos Estados» ni prestó apoyo suficiente a Mahmud Abbás, ya que la ayuda económica no basta; lo que los palestinos quieren es apoyo político. Al mismo tiempo, tampoco presionó a Israel para impedir el crecimiento de los asentamientos y la anexión de tierras.
En particular, si bien la comunidad internacional tenía la fuerza necesaria para presionar, creo que no consiguió que las negociaciones se reanudaran de forma efectiva. Sin embargo, los palestinos han conseguido responder con un proceso electoral democrático en el que los ciudadanos tomaron parte, expresando su necesidad de vida, justicia y paz.
Para mí, como mujer, la victoria de Hamás es un resultado terrible; pero la considero un voto de protesta contra Al Fatah, que ha dominado a la sociedad palestina durante muchos años, pero ha sido incapaz de cumplir sus promesas, y también constituye un voto contra la corrupción, si bien esta es una cuestión un tanto demagógica. En mi opinión, la tarea de la Comisión Europea y de la comunidad internacional es reanudar el diálogo y mantenerlo vivo, asegurando así que tanto Hamás como Israel puedan poner fin a la violencia y reconozcan el principio de «dos pueblos, dos Estados» en la práctica.
James Hugh Allister (NI). – (EN) Señora Presidenta, Hamás es perverso: es responsable de algunos de los ataques terroristas más viles que jamás se hayan visto. El hecho de que ahora haya ganado unas elecciones democráticas no cambia o diluye su personalidad terrorista. Puesto que provengo de Irlanda del Norte, puedo hablar a la luz de la experiencia de una organización terrorista similar, el IRA, que también se aseguró una base electoral. Se cometieron errores fundamentales con la esperanza de que se apartaran del camino del terror. Los valores democráticos se distorsionaron, se hizo concesión tras concesión, pero cada vez que conseguían una, aparecían nuevas demandas. Así es como piensan y funcionan las organizaciones terroristas, mientras libran su larga y polifacética guerra.
Por tanto, insto a que se tome una posición firme y resuelta, y que no hagamos concesiones al principio de que la UE no ayudará a una autoridad dirigida por los terroristas de Hamás. Quebrantemos esa regla y tanto nosotros como la democracia saldremos perdiendo.
Antonio Tajani (PPE-DE). – (IT) Señora Presidenta, Señorías, Europa debe tener un objetivo fundamental para la construcción de la paz en Oriente Próximo y para combatir el terrorismo, también por medios políticos. Ese objetivo es garantizar tanto la existencia y la seguridad de Israel como la creación de un Estado palestino. En los últimos tiempos, gracias al trabajo de Ariel Sharon y Abu Mazen, se han dado pasos importantes para avanzar en esa dirección.
¿Puede representar la victoria electoral de Hamás un revés para nosotros? ¿Corre el riesgo de convertir a Palestina en un nuevo régimen teocrático y fundamentalista? Las palabras de Mahmud Zahar, el portavoz de Hamás, que había prometido un nuevo Gobierno palestino sin miembros seculares porque «traen consigo el sida y la homosexualidad», no anuncian nada bueno, como tampoco otras declaraciones a propósito de Israel.
Europa tiene la obligación de hacer oír su voz, con iniciativas políticas enérgicas que obliguen a Hamás a seguir la senda que ya había emprendido. Europa tendrá que hacer que el nuevo Gobierno comprenda que si piensa amenazar la existencia de Israel, perderá los fondos destinados a Palestina. Si Hamás escoge el camino de la intolerancia, hará un gran daño a su pueblo y condicionará negativamente el resultado electoral en Israel. Por tanto, apoyemos a Abu Mazen y sea bienvenida la idea de su visita al Parlamento Europeo. Defendamos los derechos de los palestinos cristianos: constituyen una minoría en peligro de extinción en Oriente Próximo, pero también un factor importante para la paz y la estabilidad.
Trabajemos confiadamente para que las ideas de Anuar Zabun, quien ha dicho que las negociaciones con Israel son haram, o prohibidas por la religión, no prevalezcan. Estoy convencido de que el pueblo palestino no piensa así.
Lilli Gruber (PSE). – (DE) Señora Presidenta, el nuevo Parlamento palestino es el que ha surgido de unas elecciones reconocidas por la comunidad internacional. Nosotros respetamos ese resultado y apoyaremos al Presidente Abu Mazen en sus intentos de formar un Gobierno que se mostrará firme en su defensa del Derecho internacional y en su oposición a la violencia.
Por tanto, resulta perverso que hoy se amenace con detener el flujo de fondos europeos a la Autoridad Palestina. De suceder eso, se correría el riesgo de que Estados y grupos violentos ocuparan el lugar de la UE y de que soldados y oficiales de policía palestinos en paro fueran reclutados por Al Qaeda.
Recordemos que el 13 de junio de 1980, en la Cumbre de Venecia, la OLP fue reconocida por la CE. Prosiguió, a través del diálogo, guiando lo que en su momento fue una organización terrorista por una senda que condujo al reconocimiento del derecho de Israel a la existencia y su participación en el proceso de paz. La victoria electoral de Hamás nos presenta ahora un reto similar. Hay que destacar que los Estados Unidos, antes de las elecciones, hicieron saber que había que entablar conversaciones con Hamás, pese a figurar en la lista de organizaciones terroristas.
El Parlamento Europeo tiene que hacer ahora su propia contribución constructiva y, tan pronto como sea posible, invitar a una delegación de la Asamblea Palestina recién elegida a Bruselas, porque ahora lo que urge son medidas que promuevan la confianza y no gestos de amenaza.
Sajjad Karim (ALDE). – (EN) Señora Presidenta, en las últimas semanas hemos visto el ciclo de contrastes y contradicciones que ha caracterizado la relación de la UE con Oriente Próximo. Pedimos a nuestros socios legitimidad y transparencia; sin embargo, ocultamos la verdad cuando legalmente nos obliga a actuar. Favorecemos las elecciones democráticas en Palestina; sin embargo, cuestionamos la voz de los ciudadanos cuando la escuchamos. Ayudamos a la corrupta Al Fatah durante años; sin embargo, en pocos días ponemos en duda las intenciones humanitarias de los integrantes de la nueva Autoridad Palestina. Dudamos del deseo de la nueva Autoridad Palestina de construir puentes de confianza y cooperación; sin embargo, pasamos por alto la continuidad de la construcción del muro de separación. Financiamos instituciones democráticas en Palestina, y con razón; sin embargo, impedimos el derecho de autodeterminación de los habitantes anexionados en Jerusalén Este. Pedimos a Hamás que renuncie a la violencia o se enfrente a las consecuencias, y con razón; sin embargo, nos quedamos de brazos cruzados mientras el ejército israelí dispara contra niños inocentes en Gaza y Ramalá. Pedimos a Hamás que reconozca a Israel, y con razón; sin embargo, permanecemos en silencio mientras Israel burla las leyes internacionales.
Fundamentalmente, los palestinos preguntan: ¿qué pretende la UE, la democracia o la supresión? ¿Quiere construir puentes o barreras? ¿Respeta o cuestiona el Derecho internacional? La decisión de Hamás de cambiar las balas por los votos marca un cambio estratégico que podría derivar en conversaciones con Israel. La EU tiene que estar a la altura de este cambio y demostrar la igualdad y equidad cruciales para la creación de un Estado palestino que viva en paz con Israel.
Jana Bobošíková (NI). – (CS) Señorías, tenemos que detener de inmediato el flujo de fondos a Palestina, donde Hamás se ha alzado con el poder. Se trata claramente de un movimiento terrorista, que no reconoce al Estado de Israel, que no quiere el desarme y que impone la sharia. ¿Qué uso hará Hamás del dinero de los contribuyentes de la UE? ¿Se dedicará a quemar los ojos de la gente, lapidar mujeres o amputar manos? ¿A cuántas personas matarán las armas de Hamás?
Señorías, tenemos que admitir que la Unión tiene su parte de culpa en el polvorín que es actualmente Oriente Próximo, porque ha escondido la cabeza en la arena y ha adoptado una política ambigua. Yo soy checa y mi país fue uno de los primeros en suministrar armas al nuevo Estado de Israel en 1948, para que pudieran defender su territorio. En aquella época, los actuales Estados miembros de la UE expresaron su horror ante el holocausto y apoyaron la creación de un Estado judío. ¿Cómo han actuado desde entonces? ¿A quién ha apoyado claramente la Unión Europea: a Israel o a los terroristas palestinos? Por favor, pongamos fin a este doble juego y digamos en voz alta y clara que Hamás, que desde hace varios años recibe fondos indirectamente de la Unión, sigue una política inicua y que los ciudadanos de la UE no la financiarán con sus impuestos.
Elmar Brok (PPE-DE). – (DE) Señora Presidenta, señora Comisaria, señor Presidente en ejercicio del Consejo, aquí estamos, reaccionando con asombro ante algo que en realidad se explica por sí mismo: unas elecciones ganadas por un partido que da al pueblo la impresión de que se preocupa por él, frente al resto de los partidos que podrían tacharse de pandilla de ladrones corruptos. Estas son las conclusiones que debemos extraer de lo sucedido. Debemos esforzarnos aún más por hacer que la ayuda de la UE sea visible, ya que de ese modo enviaremos a los ciudadanos el mensaje de que la paz y la democracia merecen nuestro apoyo. Creo que no son solo los Gobiernos los que necesitan escuchar eso.
El resultado de estas elecciones es un desastre para la región. Podemos hablar en este caso, sin duda, de ciclos de cinco años: hace unos diez años que murió Rabin y los atentados terroristas impidieron la elección de Peres; cinco años después se produjo el inicio de la Intifada, y aquí estamos de nuevo. Se sigue partiendo de cero una y otra vez.
Aún así, creo que no debemos abandonar la esperanza de que Hamás contribuya al desarrollo y que debemos enunciar las condiciones en las que esto será posible. Si, sobre la base de los escaños ganados en el Parlamento, Hamás se hace cargo de la Autoridad Palestina, tendrá que renunciar a la violencia, reconocer el derecho a la existencia de Israel y aceptar los acuerdos ya alcanzados, o de lo contrario habrá que volver a empezar otra vez de cero.
Mi esperanza es que eso suceda antes de las elecciones israelíes, para que podamos evitar el tipo de acontecimientos adversos que harían más difícil volver a ponernos de acuerdo. Durante este período, el «Cuarteto» tendrá que dejar claro que, si funciona, la ayuda económica se mantendrá y la seguridad estará garantizada. Por eso celebro que el «Cuarteto» haya respondido tan pronto el mismo fin de semana.
Quiero expresar asimismo mi gratitud a la señora De Keyser y a su equipo, y también a nuestra delegación parlamentaria, encabezada por el señor McMillan-Scott, por su labor.
Panagiotis Beglitis (PSE). – (EL) Señora Presidenta, yo también quiero aprovechar mi intervención de entrada para felicitar a mis honorables amigos, la señora De Keyser y el señor McMillan-Scott, por su importante contribución al seguimiento de las elecciones palestinas.
El pueblo palestino ha votado de manera democrática y creo que todos nosotros debemos respetar ahora su voluntad democrática y formular la nueva estrategia europea basándonos en la nueva realidad política de Oriente Próximo y Palestina.
Lamentablemente, el señor Solana no está aquí hoy para que pueda decirle que cuando declaró, una semana antes de las elecciones palestinas, que la ayuda económica que recibe Palestina debería suspenderse si Hamás ganaba, cometió un error muy grave. Esa declaración del señor Solana fue utilizada por Hamás y básicamente tuvo un efecto bumerán para las fuerzas progresistas moderadas de Palestina.
Así las cosas, me parece que existe un grave déficit en la Unión Europea. No he oído ninguna declaración, ninguna preocupación expresada por la política unilateral del Gobierno israelí, no he oído ninguna declaración sobre la política y la decisión del señor Olmert de congelar los 50 millones de dólares estadounidenses reembolsados a las autoridades palestinas.
Quiero pedir una cosa a la Comisión: que solicite la prórroga de la tregua declarada por Hamás. Esta sí que es una cuestión importante, y no las diversas condiciones que se dictan de manera unilateral a los palestinos.
Charles Tannock (PPE-DE). – (EN) Señora Presidenta, tuve serias dudas sobre si había que permitir que un Hamás no reformado se presentara a las elecciones palestinas. Quizás el señor Bush y otros pensaban que Hamás no ganaría, o que cambiaría sustancialmente su retórica y sus políticas si entraba en el proceso electoral. Lamento decir que discrepo.
Hamás sigue siendo una organización terrorista con vínculos con la Hermandad Musulmana y Hezbolá. Está empeñada en exterminar a Israel y establecer un estado islámico con capital en Jerusalén. En efecto, sus estatutos indican que defiende la yihad mundial, incluido el uso de terroristas suicidas y el establecimiento de una teocracia y un califato islámico en todo el mundo. Está claro que en cualquier Estado miembro de la UE sería un partido político ilegal.
Siempre he criticado la corrupción galopante durante el mandato del Presidente Arafat y he intentado investigarla en el último Parlamento, pero por desgracia los hallazgos de mi Grupo de trabajo nunca se debatieron en el Pleno. Ahora los palestinos de a pie han emitido un voto de protesta masivo. No obstante, está claro que una organización como Hamás, considerada terrorista, no puede ser un interlocutor legítimo de la UE, ni recibir un céntimo del dinero de nuestros contribuyentes hasta que renuncie a la violencia y reconozca el Estado de Israel. Siempre he apoyado el muro de seguridad sobre la base de que ha salvado vidas humanas frente a los terroristas suicidas. Por desgracia, ha truncado comunidades, pero no constituye la frontera definitiva de un futuro Estado palestino.
Sin embargo, una victoria de Hamás dificultará mucho un acuerdo de paz a cambio de territorios. Asimismo, la resolución final de la cuestión de Jerusalén Este, así como las cuestiones del derecho de retorno, serán casi imposibles con Hamás en el Gobierno de la Autoridad Palestina.
Carlos Carnero González (PSE). – (ES) Señora Presidenta, seguramente la victoria electoral de Hamás no es una buena noticia para los demócratas, para los progresistas ni, desde luego, para la gente de izquierdas, pero esa victoria se ha producido en unas elecciones limpias, y hay que reconocerlo. Por lo tanto, debemos felicitarnos por un hecho: que Hamás esté en el juego político, lo que ya es un avance. Y para que esté todavía más en el juego político debemos ser capaces de integrarlo plenamente también en las relaciones entre la Autoridad Nacional Palestina y la Unión Europea.
Yo quiero recordar que la primera vez, quizás, que un representante electo de Hamás en estas elecciones se reúna con la Unión Europea será en el marco de la Asamblea Parlamentaria Euromediterránea que tendrá lugar los días 26 y 27 de marzo. Por cierto, a ese lugar vendrán después, tras las elecciones israelíes, los nuevos diputados elegidos en ese país. Así pues, contribuyamos entre todos, en ese lugar común, a un diálogo y a un aggiornamento democrático de Hamás que beneficiará a todo el mundo.
Jana Hybášková (PPE-DE). – (EN) Señora Presidenta, las estadísticas son claras: un escaño más de Hamás a escala nacional significa muchos más en los distritos. Los ciudadanos confían en Hamás y tenemos que respetarles de forma inteligente, transparente y responsable. ¿Tenemos un plan para hacerlo? Tenemos una estrategia: no violencia, desarme y la existencia de Israel.
En relación con la no violencia: si un día tenemos una declaración que denuncia la violencia y al siguiente sufrimos un atentado terrorista, ¿qué haremos entonces? Hamás es un movimiento de resistencia. Si continúa la ocupación, el Gobierno no excluirá la resistencia violenta. ¿Qué haremos entonces?
En relación con la existencia del Estado de Israel: ¿basta con comenzar las negociaciones tras las elecciones israelíes?
En relación con el desarme: ¿queremos integrar las milicias de Hamás en las fuerzas de seguridad y en la policía palestina? ¿En qué condiciones? ¿Tenemos algún plan?
Hans Winkler, Presidente en ejercicio del Consejo. (DE) Señora Presidenta, señora Comisaria, Señorías, es indudable que se han cometido errores en el pasado, pero ahora es momento de mirar adelante. Las conclusiones que extraigamos no deben ser prematuras y debemos reflexionar debidamente antes de iniciar la siguiente etapa.
Durante el debate se ha dicho –y con razón– que seguimos teniendo un socio en la persona del Presidente Abbás, ya que es alguien con quien podemos seguir hablando y alguien con quien podemos continuar negociando. Podemos seguir contando con él como socio, porque el nuevo Gobierno no puede modificar ni modificará la Constitución que va a entrar en vigor. No debemos perder la esperanza; por el contrario, tenemos que mirar al futuro.
Pero una cosa está clara –el Consejo lo explicó el lunes y lo mismo hizo el «Cuarteto»– y es que existen una serie de principios de los que no podemos alejarnos, y dejemos muy claro que entre ellos está la renuncia a la violencia, el reconocimiento del derecho a la existencia de Israel y la continuación del proceso de paz.
Se ha dicho también, una y otra vez, que la política europea tiene que ser ecuánime y en eso estoy totalmente de acuerdo; en el fondo, se trata de una realidad evidente. He explicado también claramente en mi primera intervención cuál es la posición del Consejo en lo que se refiere a nuestra relación con Israel y a las críticas que le hacemos.
Lo que importa es que Europa debe hablar con una sola voz. Si queremos tener alguna influencia, debemos hablar también la misma lengua que nuestros socios en el «Cuarteto», y eso es también importante. Estoy particularmente agradecido a la Comisión por haber formulado, con prudencia y sin precipitarse innecesariamente, una estrategia para ayudar al pueblo palestino. Como han dicho varios participantes en este debate, el pueblo palestino ha sufrido mucho y seguirá sufriendo, y no podemos abandonarlo a su suerte. Sé, señora Comisaria Ferrero-Waldner, que la política de la Comisión con respecto a los palestinos es encomiable, coherente y merecedora de nuestro apoyo.
Benita Ferrero-Waldner, miembro de la Comisión. (DE) Señora Presidenta, señor Winkler, Señorías,
(EN) En primer lugar, permítanme darles las gracias por sus amables palabras sobre las elecciones y las observaciones. Todo el mérito es para la señora De Keyser y su equipo, así como para el señor McMillan-Scott y su equipo. También para los ciudadanos palestinos, que han demostrado que pueden celebrar elecciones libres y limpias por mucho que no siempre estemos contentos con el resultado.
Ahora tenemos que respetar el deseo de los ciudadanos palestinos. Como hemos dicho en la declaración del «Cuarteto», los palestinos han votado por el cambio. Sabemos por qué. Al mismo tiempo, desean la paz. Las urnas demuestran que hay una ligera mayoría a favor de la paz con Israel. Ese ha de ser el buen camino. Estamos dispuestos a seguir apoyando a los ciudadanos palestinos. Queremos hacerlo, como hemos hecho hasta ahora. No hay ninguna otra organización, aparte de la Unión Europea, y en particular de la Comisión Europea, que haya hecho tanto por los ciudadanos palestinos durante años.
No obstante, salir elegido y asumir las funciones también es una cuestión de responsabilidad política. Por eso pedimos –e incluso esperamos– que el nuevo Gobierno palestino confirme su compromiso con la paz a través de medios pacíficos, en particular a través de las tres condiciones que se mencionan en la declaración del «Cuarteto»: no violencia, el reconocimiento de Israel y el respeto de las obligaciones contraídas, es decir, el acuerdo de Oslo y la «Hoja de Ruta». Estas condiciones reflejan a todas luces un compromiso a favor la paz, de una solución basada en dos Estados, pero también de un ambicioso plan de reforma para la Autoridad Palestina. Tenía muchas ganas de mencionar esto.
También quiero decir que la política del «Cuarteto» –y en este terreno estamos cooperando realmente– es muy equilibrada. Algunos diputados han dicho que es tendenciosa: los que aún no han visto la última declaración del «Cuarteto», que hagan el favor de leerla. Quiero hacer referencia al último párrafo, donde decimos: «el Cuarteto reitera su compromiso con los principios descritos en la Hoja de Ruta y en la declaración anterior y reafirma su compromiso con una solución justa, integral y duradera del conflicto árabe-israelí basada en las resoluciones del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas nº 242 y 338». Creo que esto refleja de por sí nuestro apoyo a las obligaciones mutuas.
Permítanme reiterar que ahora nuestro primer objetivo tiene que ser garantizar que Israel transfiera los ingresos fiscales a la Autoridad. Para ser más exactos, se trata de dinero palestino. Creemos que no sería constructivo para Israel retenerlo en un momento tan crucial. También hablaré con las autoridades israelíes sobre este tema y sé que otros colegas del Cuarteto lo harán igualmente. De verdad espero que pronto se transfieran los fondos, porque cubrirían una buena parte de los salarios de los empleados de la Autoridad Palestina y también proporcionarían ingresos muy necesarios para las familias. Sería un gesto humanitario que Israel podría hacer en un momento crucial.
El Presidente del Banco Mundial, que comparte esta opinión, también me ha tranquilizado. Me reuní con el señor Wolfowitz ayer en Londres. Según sus palabras «la mejora de la vida de los palestinos ayudará a todo el proceso; tenemos que ser los últimos en retirarnos». Acojo con satisfacción esta declaración y espero que ayude. No obstante, por esta razón, los miembros de la Liga Árabe también tienen que cumplir sus promesas de apoyo lo antes posible. Ayer, en la Conferencia de Londres sobre Afganistán, la Ministra de Asuntos Exteriores austriaca, Ursula Plassnik, y yo aprovechamos la oportunidad para hablar con diferentes representantes árabes, en un intento de hacerlo posible.
Por lo tanto, tenemos que estar muy atentos en los tiempos que corren. Se trata de un período crucial porque también tenemos elecciones en Israel. Queremos que el proceso de paz pueda continuar en el futuro. Por lo tanto, invito a los diputados a que sigan cooperando con nosotros. A pesar de las dificultades, queremos que el camino a la paz tenga menos baches en el futuro.
(Aplausos)
La Presidenta. Al término del debate se han presentado seis propuestas de resolución(1) de conformidad con el apartado 2 del artículo 103 del Reglamento.
El debate queda cerrado.
La votación tendrá lugar mañana.
Declaración por escrito (artículo 142 del Reglamento)
Alessandro Battilocchio (NI). – (IT) Una vez superado su estupor inicial ante el resultado de las elecciones palestinas, Europa tiene ahora que reconocer la legalidad de la consulta y la legitimidad del nuevo Gobierno y, de hecho, celebrar la elevada participación electoral de los ciudadanos palestinos. Solo si demostramos plena confianza y seguimos cooperando podremos reclamar al nuevo Gobierno el compromiso necesario para llevar a término la «Hoja de Ruta». Naturalmente, nuestra atención debe ser mayor, precisamente por las grandes tensiones que han surgido en los últimos años entre el partido ahora en el poder y la llamada sociedad occidental, pero estoy convencido de que este tipo de fricción no se elimina apretando los puños. Por el contrario, hay que dar a Hamás la oportunidad de demostrar que puede respetar el compromiso contraído más de una vez por el propio Presidente Abbás de adherirse al calendario, respetar los acuerdos y las obligaciones existentes y buscar una solución negociada al conflicto con Israel. Cortar los fondos que recibe la Autoridad Palestina no es, por tanto, la solución. Lo que se necesita –y en esto debemos ser absolutamente firmes– es reforzar el sistema de control, también mediante una mayor cooperación a escala internacional, para tener la seguridad de que los recursos se destinen exclusivamente al desarrollo económico, político y social de la sociedad palestina, y no a la destrucción de la nuestra.
La Presidenta. De conformidad con el orden el día, se procede al debate de la pregunta oral al Consejo sobre la posición de la UE con respecto al Gobierno cubano, formulada por Graham Watson, Cecilia Malmström, Emma Bonino y Marco Pannella en nombre del Grupo de la Alianza de los Liberales y Demócratas por Europa (O-0112/2005 – B6-0675/2005).
Cecilia Malmström (ALDE), autora. – (SV) Señora Presidenta, señor Presidente en ejercicio del Consejo, aunque relegado a un segundo plano por los importantes acontecimientos de Oriente Próximo, en La Habana hay un dictador barbudo que lleva décadas mofándose del mundo. Gobierna un país donde se violan los derechos humanos, donde las personas viven en condiciones de gran pobreza y donde los disidentes son encarcelados y perseguidos. Después de China, Cuba es la mayor cárcel del mundo para periodistas.
En la primavera de 2003, una oleada de opresión barrió la isla. Figuras destacadas del movimiento democrático fueron detenidas y, después de someterlas a juicios farsa, 75 de ellas fueron condenadas a largas penas de prisión. El año pasado, un numeroso grupo de jóvenes fue arrestado con carácter preventivo, alegando que podían causar problemas. Eso solo demuestra cuánto miedo hay en la isla. Cuando, justo antes de Navidades, el Parlamento Europeo concedió su Premio Sájarov a las Damas de Blanco –las esposas e hijas de los disidentes encarcelados–, las representantes del movimiento no recibieron autorización para abandonar la isla y viajar a Estrasburgo.
Cuba es una dictadura horrenda y los hechos que acabo de mencionar son bien conocidos. En los últimos años, la situación se ha deteriorado. La situación de los presos políticos es muy grave. Mi amigo Héctor Palacios, condenado a 25 años de cárcel, está muy enfermo y los médicos temen por su vida. No está recibiendo tratamiento para su hipertensión arterial y las complicaciones asociadas a esa afección cardiaca. Por citar otro ejemplo, Adolfo Fernández Seinz –un periodista condenado a 15 años de prisión– tiene también problemas de salud y ha adelgazado 20 kilos desde su ingreso en prisión.
Fuera de las cárceles, los disidentes también son perseguidos, como por ejemplo, el ganador del Premio Sájarov Oswaldo José Payá Sardiñas y el defensor invidente de los derechos humanos Juan Carlos González Leiva, que está retenido en su domicilio desde abril de 2004. Por supuesto, es totalmente inaceptable que en Cuba se siga encarcelando a las personas por sus ideas. Es igualmente inaceptable que esos presos no reciban la asistencia necesaria cuando tienen problemas de salud.
Cuando hace un año el Consejo de Ministros decidió modificar la posición común que había mantenido durante muchos años y, en su lugar, entabló conversaciones con el régimen, se imaginó que con ello podría conseguir algún tipo de apertura en Cuba. Esa política fue criticada por una mayoría en esta Cámara y, un año después, hay que reconocer que no se ha conseguido nada con ella. Fue una decisión equivocada que debemos reconsiderar. ¿Qué pretende hacer el Consejo ahora para apoyar a los disidentes en Cuba? ¿Cómo podemos prestar un apoyo constructivo al movimiento por la democracia y al pueblo cubano? Tenemos que intensificar la presión sobre Fidel Castro y, al mismo tiempo, encontrar una forma estratégica de identificar a las fuerzas positivas de la democracia que existen. ¿Por qué es tan difícil apoyar a las fuerzas de la democracia en Cuba cuando se puede hacerlo en Belarús? Porque sigue existiendo un vergonzoso romanticismo en torno a Castro. Me gustaría mucho obtener algunas respuestas del Consejo a estas preguntas.
Hans Winkler, Presidente en ejercicio del Consejo. (DE) Señora Presidenta, señora Malmström, el Consejo celebra el permanente interés del Parlamento por la mejora de la situación en Cuba y no cejaremos en nuestro empeño común de conseguir en ese país una transición pacífica.
Permítanme que cite la posición común alcanzada en diciembre de 1996, que sigue siendo aplicable y que decía entre otras cosas que el objetivo de la Unión Europea en sus relaciones con Cuba era favorecer el proceso de transición a una democracia pluralista y el respeto de los derechos humanos y las libertades fundamentales, así como la recuperación y mejora sostenibles del nivel de vida del pueblo cubano. La transición sería seguramente pacífica si el régimen actual iniciara o permitiera ese proceso, pero no correspondía a la política de la Unión Europea tratar de imponer esa transición con medidas coercitivas que causaran más dificultades económicas al pueblo cubano.
Con ese propósito de promover una transición pacífica en Cuba, la Unión Europea ha entablado el diálogo con las autoridades cubanas y con todos los sectores de la sociedad cubana, recordando periódicamente a las autoridades cubanas su responsabilidad fundamental en materia de derechos humanos, principalmente la libertad de expresión y la libertad de asociación.
Puesto que no tiene ningún sentido emprender una acción política si no surte ningún efecto en las personas a las que va dirigida, el Consejo ha revisado algunos aspectos prácticos de su política para hacerla realmente eficaz, sobre todo para intensificar el diálogo con la oposición pacífica, que ha acogido con gran satisfacción estos contactos más estrechos.
Tras las conclusiones finales del Consejo de 31 de enero de 2005, tanto la Presidencia luxemburguesa como la británica y, sobre todo, la delegación de la Unión Europea en La Habana, han estrechado lazos con la oposición y con elementos independientes y, de este modo, han centrado su atención en aspectos fundamentales a medio plazo de la transición, como por ejemplo el inicio de un diálogo con miembros destacados de la oposición pacífica, con especial referencia a sus planes prácticos de cara al futuro, y en otros medios para apoyar a las organizaciones independientes y a la sociedad civil.
Al mismo tiempo, el Consejo ha condenado abiertamente la conducta intolerable de las autoridades cubanas no solo en el propio país, sino también con políticos y visitantes europeos. La Presidencia ha planteado la cuestión del acceso a los Ministerios en La Habana y ha hecho saber al Gobierno cubano que no debe esperar ningún diálogo si niega ese acceso a las embajadas de la Unión Europea y se niega a reconocer o a hablar con representantes de la UE.
El Consejo ha reiterado también su voluntad de proseguir el constructivo diálogo con las autoridades cubanas, sobre una base recíproca y no discriminatoria, en lo que respecta, entre otras cosas, a la concesión de visados para las visitas de representantes de los Gobiernos interesados.
La Presidencia de la Unión Europea ha expresado, en un comunicado oficial, que lamenta las medidas adoptadas por el Gobierno cubano para impedir que las llamadas Damas de Blanco viajasen a Estrasburgo para recoger el Premio Sájarov 2005 a la libertad intelectual que el Parlamento Europeo les había concedido.
Este tipo de hechos, como también la negativa del Gobierno a permitir que Oswaldo Payá viajara para participar en el foro de ONG sobre la libertad de expresión en diciembre, demuestra claramente el menosprecio de las autoridades cubanas por el derecho a la libre circulación de sus propios ciudadanos, recogido en el artículo 13 de la Declaración Universal de Derechos Humanos. El Consejo lamenta asimismo la ausencia de progreso en lo que respecta a la liberación de presos políticos y ha denunciado la detención, el verano pasado, de más miembros de la oposición pacífica y las medidas adoptadas por las autoridades cubanas para restringir la libre expresión de opiniones, la libertad de reunión y la libertad de prensa.
El Consejo sigue exigiendo a Cuba la liberación de todos los presos políticos. La UE ha intervenido a favor de la situación de los presos que se han declarado en huelga de hambre para protestar por las condiciones en las que se les mantienen.
Además, y para terminar, permítanme recordar a la Cámara el papel activo y constante que ha desempeñado la UE, con el apoyo incondicional de su Parlamento, en la Comisión de Derechos Humanos de las Naciones Unidas, donde el año pasado fue una de las signatarias de una resolución presentada sobre el tema de Cuba.
José Ignacio Salafranca Sánchez-Neyra, en nombre del Grupo PPE-DE. – (ES) Señora Presidenta, Cuba es el único país de América Latina que no se encuentra vinculado a la Unión Europea en virtud de un acuerdo de asociación o de cooperación. Ello no es así por una causa imputable a la Unión Europea, ni a muchos miembros de este Parlamento, que nos hemos esforzado por preservar la capacidad de diálogo y de interlocución con las autoridades y con el pueblo de Cuba.
Hechos lamentables, como la prohibición de acudir al Parlamento Europeo a las Damas de Blanco o el incremento de la represión, como dice el texto de la resolución que será aprobada mañana por este Parlamento, de la que han sido víctimas periodistas independientes, como ha denunciado recientemente Reporteros sin Fronteras, pacíficos militantes defensores de los derechos humanos, ponen claramente de manifiesto el desconocimiento sistemático de los más elementales derechos en la isla.
Por eso, la resolución dice que estos hechos defraudan las aspiraciones de mejora de las relaciones entre la Unión Europea y Cuba, objetivo principal de los cambios introducidos por el Consejo, en enero de 2005, en la posición común, y pide, señor Presidente en ejercicio del Consejo, que este obre en consecuencia.
Y yo le recuerdo, señor Presidente en ejercicio del Consejo, que cuando ustedes aprobaron el levantamiento de las medidas que acompañaban a la posición común del Consejo, ustedes pidieron la liberación inmediata e incondicional de las personas que estaban detenidas, y ahora se ha agravado la situación de esas personas.
Decía Andrei Sájarov, señora Presidenta, que muchas veces las voces que más cuentan son las voces que no se oyen. Y yo creo, señora Presidenta, que este Parlamento ha tenido una vez más que tomar la palabra precisamente para hacer suya la causa de la libertad y para defender y dar a conocer en este hemiciclo, que representa a los ciudadanos de la Unión Europea, a aquellas personas que luchan en Cuba por su libertad y por su dignidad.
Raimon Obiols i Germà, en nombre del Grupo PSE. –(ES) Señor Presidente en ejercicio del Consejo, nuestro Grupo se felicita de que el contexto en que se verifica este debate sobre Cuba asegure razonablemente un compromiso bastante amplio para una propuesta de resolución. Siempre hemos creído que hay en este Parlamento y en las instituciones de la Unión una amplia base para el acuerdo y para una buena dirección en las relaciones con Cuba.
Como Grupo, nuestra posición es muy clara: en primer lugar, en el contexto actual no podemos sino certificar que las autoridades cubanas no han dado las señales esperadas en relación a la mejora de los derechos humanos en el país. En segundo lugar, nos vemos ante la imposibilidad de entregar el Premio Sájarov a las Damas de Blanco y debemos, por consiguiente, instar a las autoridades cubanas a que permitan a este colectivo su visita a Europa para atender a la invitación del Parlamento Europeo. Al mismo tiempo, creemos que hay que encargar al Presidente del Parlamento que realice todas las gestiones que estén en su mano para asegurar la entrega efectiva del Premio.
Sostenemos, sin embargo, que en el actual clima de las relaciones, las perspectivas de avance son mejores en la actualidad que con la anterior política del Consejo, que conducía a un callejón sin salida, como lo ha sido —es lo menos que se puede decir— la que durante décadas ha insistido en una política de sanciones y de embargo.
Apostamos por el mantenimiento de la actual política del Consejo con dos objetivos: el primero, mantener firmemente la reclamación de los derechos humanos en Cuba, la liberación de los presos de opinión y de la oposición pacífica y el respeto a las libertades democráticas y, segundo objetivo, mantener e incrementar la relación y el diálogo con todos los sectores políticos y sociales que en Cuba están implicados o interesados en la relación con Europa y en la evolución del país, los cambios inevitables que en Cuba vamos a ver en los próximos tiempos.
PRESIDENCIA DEL SR. VIDAL-QUADRAS ROCA Vicepresidente
Raül Romeva i Rueda, en nombre del Grupo Verts/ALE. (ES) – Efectivamente coincido en que son numerosas las alarmas que nos indican que el régimen cubano sigue aplicando una política de represión ante las opiniones disidentes, de encarcelamiento arbitrario de grupos opositores, de hostigamiento constante de todo aquel que manifiesta una postura contraria a la gubernamental. Es también preocupante, por otro lado, la represión contra colectivos a los que desde el régimen se ha estigmatizado, tales como los homosexuales o ciertos intelectuales.
El caso concreto que nos ocupa, la prohibición por el régimen de que las Damas de Blanco salgan del país para recibir el Premio Sájarov, es un ejemplo más de esta preocupante situación. No obstante, como ya se ha dicho, la política de bloqueo y aislacionismo a la que varias potencias occidentales han sometido a Cuba durante décadas solo ha servido para que los sectores más duros del régimen vean reforzada su postura. Por ello celebro que en junio de 2005 el Consejo de la Unión Europea decidiera ofrecer de nuevo un espacio de diálogo político a Cuba. Con ello se pretendía, entre otras cosas, empezar a preparar el terreno de lo que muchos y muchas esperamos que sea una inminente transición hacia la democracia.
Quienes hemos sufrido una dictadura sabemos lo difícil que es construir una democracia, especialmente cuando quienes deberían ser tus aliados desde fuera te dan la espalda. En este sentido, resulta esperanzador ver como están apareciendo cada vez más grupos comunitarios, universitarios y científicos, tanto en medios rurales como en las ciudades, bajo el techo de las iglesias o en centros educativos y sociales; grupos que antes no existían y cuyo trabajo puede constituir una contribución valiosa al desarrollo político en Cuba. Ya es hora de que el régimen cubano entienda que su futuro no pasa por mantener el statu quo actual, sino por afrontar de forma seria y creíble esa transición que, sobre todo, reclama el propio pueblo cubano.
Por ello, es necesario que desde la Unión Europea dejemos bien claro que nuestra intención no es otra que ayudar a Cuba a entrar en la modernidad por la vía de la democracia, y también por ello no debemos dejar de reclamar la libertad de todas las personas condenadas a largos años de cárcel por oposición pacífica al régimen.
Willy Meyer Pleite, en nombre del Grupo GUE/NGL. – (ES) Señor Presidente, para manifestar la posición contraria de la iniciativa común que se va a votar mañana. Esa iniciativa está basada, y así lo destilan todos los poros del escrito, en una posición que es de excepción, una posición que desde hace tiempo se ha venido manteniendo por parte de la Unión Europea. Es el único país del mundo donde la Unión Europea mantiene una situación de excepción, no hay otro caso. Y yo creo que no es justo y además que no influye para nada. Se está viendo que esa posición mañana se votará y no va a influir absolutamente en nada. Yo reclamo el fin de esa situación de excepción.
Que Cuba, en la Unión Europea, tenga un trato igual que cualquier otro país del mundo. Que mantengamos una posición que permita una agenda de debate común, en donde se vean todos los temas. Por supuesto, en primer lugar, hay que exigir el levantamiento del bloqueo norteamericano sobre la isla de Cuba. Por supuesto, todo lo que significa la petición de extradición del terrorista Posada Carriles y, además, incluir en la Cumbre Iberoamericana todo lo referente a lo ya debatido en esa Cumbre Iberoamericana entre la Unión Europea y Cuba.
Por lo tanto, miren ustedes, Cuba tiene muchos defectos, pero es un ejemplo de cooperación Sur/Sur. La sociedad cubana es un ejemplo en relación a todos los servicios públicos, siendo un país pobre.
Y, por lo tanto, yo creo que la Unión Europea no debe ir al dictado del Departamento de Estado de los Estados Unidos de América, no debe hacerlo. Y, por lo tanto, reclamo lógicamente una posición independiente que resuelva el levantamiento del estado de excepción entre la Unión Europea y Cuba.
Alessandro Battilocchio (NI). – (IT) Señor Presidente, Señorías, intervengo en nombre del nuevo Partido Socialista Italiano. Este Parlamento ha debatido muchas veces –demasiadas– la violación de los derechos humanos en Cuba. «Palabras, palabras, palabras», mientras esperamos señales positivas de un régimen moribundo que no tiene intención alguna de cambiar de rumbo.
En enero de 2005, el Consejo hizo una serie de concesiones con la esperanza de promover una actitud diferente. Pero todas sus expectativas se vieron rápidamente defraudadas: la libertad de expresión sigue siendo, lamentablemente, solo una quimera, como también ha demostrado la negativa a permitir que las Damas de Blanco viajaran hasta aquí para recibir el Premio Sájarov de 2005.
No podemos seguir esperando. En esta situación tenemos la obligación y el deber, como Unión Europea, de hacer más y de hacerlo mejor y más deprisa. Soy un socialista reformista y sueño, por tanto, con una sociedad basada en los valores de la libertad, la participación, la democracia y la justicia social. Soy también el diputado más joven de esta Cámara y en mi corazón y en mi mente comparto las aspiraciones de mis coetáneos cubanos que quieren poder mirar al futuro con optimismo, soñando con un país por fin más abierto, más moderno y más justo.
José Ribeiro e Castro (PPE-DE). – (PT) Señor Presidente, Señorías, me he dirigido a esta Cámara en diversas ocasiones para recordar el sufrimiento en Cuba sobre todo de las personas que siguen luchando pacíficamente por la democracia y los derechos humanos. Lamentablemente, la triste realidad exige nuevas denuncias y nuevas protestas. En la última sesión plenaria del año pasado pudimos constatar los niveles de intolerancia que ha alcanzado el régimen de Fidel Castro. Un grupo de mujeres cuyo único crimen ha sido solicitar la libertad para sus maridos e hijos, presos políticos injustamente detenidos durante la represión de marzo de 2003, no recibió autorización para viajar al Parlamento Europeo a recibir el Premio Sájarov y con él nuestro justo homenaje y los mensajes de respeto de los pueblos de Europa.
Lamentablemente, esa decisión y esa actitud no sorprenden. Owaldo Payá, ganador del Premio Sájarov en 2002, se ha visto también repetidamente imposibilitado de viajar a Europa para relatar de viva voz lo que acontece realmente en Cuba y para debatir con nosotros la situación. El Parlamento ha mantenido, por eso, una invitación abierta para que pueda venir aquí en cuanto le concedan la autorización necesaria. Ahora debemos extender esa invitación a las Damas de Blanco e insistir en que también ellas puedan venir y recibir en persona la expresión de nuestro cálido homenaje y nuestra solidaridad. Sería posible efectuar la entrega del premio en La Habana, pero no deberíamos contentarnos con eso. Sería nuestra exigencia mínima, pero siempre debemos aspirar a más. No podemos aceptar los gestos fugaces y bajo cuerda, ni transigir con los caprichos de la dictadura.
Hay que dar a Oswaldo Payá y a las Damas de Blanco un foro público para que puedan difundir el mensaje de su campaña pacífica a favor de la libertad y la justicia. Los ciudadanos de Europa, sobre todo los jóvenes, tienen que conocer su historia y su lucha ejemplar en defensa de los derechos humanos.
Espero que a resultas de este debate nadie pueda decir que dudamos en condenar una dictadura brutal. Espero que el Consejo reconozca finalmente el error cometido y deje de engañarse, porque, como se ha visto, eso solo redunda en más represión y más injusticia. Seguiremos exigiendo a Europa más firmeza. Que nadie diga que el Parlamento Europeo duda en condenar inequívocamente a un régimen dictatorial. Ese es mi llamamiento, de demócratas a demócratas.
Miguel Angel Martínez Martínez (PSE). – (ES) Yo doy las gracias a mi Grupo, que me da tiempo de palabra sabiendo que no coincido con su postura. En efecto, yo no votaré la resolución, que me parece desequilibrada, inútil y perjudicial para la imagen de la Unión Europea ante el mundo en desarrollo. Veinte parlamentarios en la sala demuestran, por otra parte, la prioridad que para los colegas tiene este debate.
La propuesta socialista me parecía más correcta, pero luego se han perdido consideraciones fundamentales como el bloqueo de los Estados Unidos y Guantánamo, la violación más escandalosa de derechos humanos que se da en la isla. El desequilibrio es mayor al no reconocerse las realizaciones de Cuba y, en particular, el esfuerzo que viene realizando en la cooperación con países del Caribe, de América Latina, de África y aun de Asia.
La semana pasada, hablando de discapacidad y desarrollo, subrayábamos cómo en el 2005 se había operado de forma gratuita en Cuba a 208.000 ciegos de esos países. Eso aquí no parece tener importancia, pero la tiene, y mucha, entre las gentes que han recuperado la vista y entre sus pueblos. El que haya más de 20.000 médicos cubanos y casi tantos docentes e instructores deportivos actuando en el mismo campo de la solidaridad Sur deja en evidencia lo que aquí muchos niegan o callan, pero su postura sectaria, que se traduce por resoluciones como esta, daña la imagen de la Unión Europea ante los países y los pueblos del Sur que sienten por Cuba respeto y agradecimiento.
Por último, con esta resolución no conseguiremos sino confirmar a las autoridades cubanas en su convencimiento de que la Unión Europea no es un interlocutor independiente, sino apenas una prolongación apendicular de los intereses y estrategias de la administración Bush, y no moverán ni un dedo en la dirección que muchos desearíamos ver avanzar las cosas en su país; es decir, que también en ese sentido esta resolución resulta fundamentalmente inútil salvo para aquellos que en la Cámara tienen por objetivo, sencillamente, mantener a Cuba en un estado de excepción, discriminatorio y distinto del que se da a otros países con regímenes parecidos. Lo más lamentable es que, con estos planteamientos, Europa es cada vez menos relevante en buena parte del escenario internacional.
Por todo esto, repito que no votaré la resolución y espero de mis colegas, por lo menos, que atiendan a mis argumentos, sea cual sea su voto mañana; si es como el mío, mejor.
Erik Meijer (GUE/NGL). – (NL) Señor Presidente, para algunas personas, también en Europa, Cuba es un paraíso, mientras que para otras es el infierno. Si se utiliza la actual vara de medir europea basada en una democracia pluralista y en los derechos humanos, ese país deja mucho que desear. El poder lleva casi medio siglo en manos del mismo movimiento y del mismo dirigente. Los cubanos no tienen libertad para viajar al extranjero, ni siquiera para recibir premios que se les haya concedido.
La oposición tiene pocas oportunidades de organizarse y si, a pesar de todo, lo consigue, no se le da la posibilidad de comprobar el apoyo público de que goza en unas elecciones. Al igual que su gran vecino, los Estados Unidos, Cuba sigue aplicando la pena de muerte y eso podemos y debemos condenarlo. Pero aunque Cuba se merezca todas estas críticas, no creo que estemos tratando con una dictadura normal. El país ha conseguido grandes logros y, durante años, ha servido de ejemplo al resto de Latinoamérica en materia de educación, asistencia sanitaria y otros servicios públicos, así como en la protección de los sectores más vulnerables de la población.
En términos de democracia y derechos humanos, no ha sido desde luego peor que el resto de Latinoamérica. Sigue siendo fuente de inspiración para aquellos electores –la mayoría– que están a favor de la modernización en Venezuela, Bolivia, Chile, Argentina y Uruguay. Europa no ha seguido nunca la táctica de Norteamérica de aislar a Cuba y ha hecho bien, porque gran parte de las lacras de Cuba se ven favorecidas por esa misma táctica. Si queremos que la situación en Cuba mejore, debemos tratar de establecer una relación abierta.
Frank Vanhecke (NI). – (NL) Señor Presidente, el hecho de que la situación de los derechos humanos en ese museo del estalinismo que es la dictadura comunista de Cuba se siga deteriorando, es por supuesto una desgracia, pero quiero llamar la atención del Parlamento sobre nuestro propio Comisario europeo, el belga Louis Michel, a quien hay que culpar al menos en parte por esto. Fue Louis Michel quien, no hace tanto tiempo y después de una agradable visita de cuatro días a La Habana, recomendó al Consejo Europeo, en términos categóricos, que no se planteara imponer sanciones diplomáticas.
Fue también Louis Michel quien replicó a las organizaciones de derechos humanos que no debían provocar al régimen de Fidel Castro. Mientras, por ejemplo, Human Rights Watch pidió a la Unión Europea que no normalizara sus relaciones económicas con Cuba hasta que los presos políticos fueran liberados y se emprendieran reformas democráticas, el señor Michel se declaró partidario de una ampliación incondicional del Acuerdo de Cotonú para incluir a Cuba. La realidad es que, por supuesto, Louis Michel mantiene relaciones amistosas con los Adolf Hitler, los Stalin y los Mao de nuestro tiempo, porque eso es lo que es Fidel Castro.
Peter Šťastný (PPE-DE). – (SK) La situación en Cuba es muy grave. Los cubanos se ven cada vez más privados de los derechos humanos fundamentales y el número de presos políticos está aumentando.
Europa podría ser un buen ejemplo. Como diputado al Parlamento Europeo, que junto con mis colegas, la señora Pleštinská y el señor Gaľa, hemos adoptado a un preso político cubano, estoy deseando que la opinión pública internacional ejerza una mayor presión sobre Fidel Castro. Quiero creer que una de las primeras decisiones tomadas bajo la presión de la opinión pública sería la liberación de los presos políticos que son maltratados y malviven en condiciones inhumanas en las cárceles.
Ese es uno de los motivos por los que apoyo la propuesta de resolución relativa a la posición de la Unión Europea con respecto al Gobierno cubano, en cuyo apartado 9 hace referencia a la reimposición de sanciones a Cuba por el Consejo de la Unión Europea. No entiendo por qué se suspendieron temporalmente las sanciones el 31 de enero de 2005, puesto que en el apartado 1 de la propuesta de resolución se dice claramente que Cuba no ha realizado ninguna mejora significativa en materia de derechos humanos desde 2003. ¿Fue una recompensa por ignorancia o había en juego otros intereses?
Quiero creer que esta vez el Consejo reimpondrá las sanciones de una manera más eficaz. Para asegurarlo se precisa cooperación. Lo ideal sería que hubiera una cooperación principalmente con las Naciones Unidas y el Gobierno de los Estados Unidos. Entiendo que llegar a un consenso en el seno de las Naciones Unidas es casi imposible, pero si las sanciones pudieran coordinarse con los Estados Unidos y posiblemente Canadá, podría conseguirse el resultado necesario. Señor Presidente, la Unión Europea y sus instituciones no pueden ser ni serán nunca indiferentes al destino de millones de personas que viven en condiciones de represión y al de muchas personas que sufren terribles condiciones en las cárceles.
Margrietus van den Berg (PSE). – (NL) Señor Presidente, fue en 2005 cuando el propio Castro y el señor Roque plantearon por primera vez el tema de la Cuba poscastrista. Mientras tanto, los cubanos están cansados de luchar por mantenerse a flote y la vida de los pequeños grupos de cubanos que tienen el valor de actuar política o socialmente se convierte en un infierno. Europa tiene que hablar con una sola voz en La Habana en contra de las graves violaciones de los derechos humanos y a favor del diálogo con las autoridades sobre reformas políticas y económicas para impedir que los logros conseguidos en materia de asistencia sanitaria y educación en los primeros años de la revolución se vayan al traste.
Pero ese diálogo tiene también que poner fin al régimen totalitario y al bloqueo de las reformas económicas. Solo así podrán los cubanos, a través de sus propias iniciativas, su agricultura y sus pequeños mercados, recuperar la perspectiva de un futuro mejor y libre de violencia que no les llegará de Miami. Europa tiene ahora que reflexionar sobre la necesidad de ofrecer a la Cuba poscastrista una perspectiva social, económica y democrática. El señor Solana, la Comisión y el Consejo tienen que entablar un diálogo con ella. Tenemos que aunar todos nuestros esfuerzos y centrarnos en los derechos humanos y en un diálogo que ofrezca muchas y nuevas perspectivas. Corresponde a Castro y Roque demostrar de qué madera están hechos y subirse al carro.
Estuve en Cuba en enero y desde allí las Damas de Blanco les envían su más cordial saludo y se sienten muy complacidas por el premio que se les ha otorgado.
András Gyürk (PPE-DE). – (HU) «A quien más teme la tiranía es a los que ejercen la libertad»: las palabras de José Martí, un héroe del siglo XIX que luchó por la independencia cubana, siguen siendo tan relevantes hoy como cuando las pronunció. Podríamos añadir que aparte de su propia oposición, una dictadura también teme a quienes ejercen la libertad en otros países. Así pues, nosotros, los representantes de las democracias europeas, tenemos que ser conscientes de nuestra enorme responsabilidad cuando hablamos de uno de los últimos regímenes comunistas.
Como reflexión personal, permítanme que añada que, como joven político húngaro, soy muy consciente de esa responsabilidad, porque mi generación fue educada por nuestros padres y abuelos sobre el telón de fondo de una dictadura socialista similar a la que hay hoy en Cuba. A ellos les debemos también la firme defensa de nuestros principios.
Pero ahora ha quedado claro que la suspensión el año pasado de las medidas coercitivas contra Cuba no ha conseguido los resultados deseados y solo ha llevado al Gobierno cubano a intensificar la opresión. Las detenciones no han cesado y en 2005 fueron encarcelados unos 30 miembros de la oposición, lo que significa que ahora el número de personas encarceladas por sus opiniones políticas en condiciones a menudo inhumanas sobrepasa los 300. Así pues, los retratos que pintan una dictadura de opereta cómica dirigida por un revolucionario jovial y charlatán son falsos. Mientras tanto, no se permite la entrada en el país a observadores extranjeros, un hecho que he podido comprobar recientemente yo mismo. El año pasado, como a muchos otros diputados al Parlamento Europeo, se me negó un visado de entrada para asistir a una reunión de la oposición. Por si no nos habíamos enterado, ahora ya sabemos que una dictadura, sea de izquierdas o de derechas, no permite medias tintas. Ese es otro de los motivos por los que no podemos apoyar la suspensión de las medidas coercitivas.
La historia es un testigo inequívoco: los movimientos de la oposición del antiguo bloque socialista no habrían alcanzado sus objetivos sin el estímulo de las democracias de Europa Occidental. Hoy le toca a la Europa reunificada dar fuerza a todos los que defienden los valores de la democracia a la sombra de la dictadura.
Filip Andrzej Kaczmarek (PPE-DE). – (PL) Señor Presidente, hay un refrán polaco que dice que un rico no puede entender a un pobre. No obstante, quienes sabemos qué es la privación de libertad entendemos más fácilmente lo que está sucediendo en Cuba en este momento. Los que se oponen a adoptar una línea dura frente a Cuba alegan que eso tendría consecuencias negativas para los ciudadanos de a pie. Me pregunto si se han preocupado en averiguar lo que piensa el pueblo cubano. ¿Se preocupa Castro por lo que piensan los cubanos?
En el decenio de 1980, los comunistas polacos respondieron a las sanciones económicas de los Estados Unidos que supuestamente también tendrían consecuencias negativas para los ciudadanos polacos anunciando, a modo de represalia, que enviarían mil sacos de dormir para los indigentes de Nueva York. ¿Cuál fue la reacción de la gente de la calle en Polonia? Empezaron a aparecer pequeños anuncios en la prensa ofreciéndose a cambiar espaciosos pisos en Varsovia por sacos de dormir en Nueva York. Muchos cubanos parecen pensar lo mismo y La Habana está mucho más cerca de Nueva York que de Varsovia.
Si grandes revolucionarios como Fidel Castro reciben un trato amable, lo interpretan como un signo de debilidad. ¿Seguro que ha llegado el momento de demostrar que Europa no es débil? Ha llegado el momento de comprender que no se puede tratar a Cuba como si fuera una fortaleza totalitaria intocable. Si Castro sigue negándose a que los ganadores del Premio Sájarov puedan viajar a Cuba, nosotros no debemos viajar a Cuba como si nada hubiera sucedido.
En mi opinión, tenemos que convencer a los europeos de que no elijan Cuba como destino turístico; en otras palabras, de que no vayan allí como turistas. Cuba no es un lugar apropiado para ir de vacaciones. Nadie va de vacaciones a Auschwitz o a un gulag. Sería absurdo. Tan absurdo como ayudar a un sector turístico que está ayudando a sostener un régimen donde la violación de los derechos humanos está en el orden del día.
Anna Záborská (PPE-DE). – (SK) Dos hechos ocurridos en diciembre de 2005 caracterizan la situación en Cuba: las Damas de Blanco recibieron el Premio Sájarov a la Libertad de Pensamiento. Las autoridades cubanas les prohibieron abandonar el país para recoger el premio en persona. La libertad de pensamiento no está bien vista en Cuba. Esa es una clara prueba de que el premio se ha concedido a quienes lo merecían. El Premio Sájarov se ha concedido a las esposas y a las madres de los presos políticos cubanos cuya única culpa es pensar libremente.
La liberación de todos los presos políticos en Cuba sigue siendo la principal demanda del movimiento de las Damas de Blanco. En la actualidad, cuando muchas regiones del mundo se ven convulsionadas por la violencia, la guerra y el terror, es alentador comprobar que un grupo de mujeres desarmadas es capaz de ejercer una gran presión moral por medios no violentos.
Procedente de una región que hace tan solo unos años estaba gobernada por un régimen comunista que también encarcelaba a las personas por pensar libremente, puedo confirmar que el apoyo de los países democráticos tuvo una enorme importancia. Por tanto, insto a las instituciones democráticas europeas a utilizar todos los medios pacíficos a su disposición para presionar al régimen de Castro y forzarle a liberar a las personas encarceladas solo por su pensamiento independiente. La política de prevaricaciones y concesiones realizadas a uno de los regímenes menos democráticos del mundo no hace más que prolongar el sufrimiento de las personas que viven allí y las violaciones de los derechos humanos.
Solo si apoyamos a la oposición democrática en Cuba y no dejamos de presionar al régimen de Castro, Europa podrá conseguir que se respeten los principios democráticos en ese país socialista. Para que los esfuerzos de la UE por promover cambios democráticos tengan éxito y sean eficaces, debemos formular una posición clara sobre la manera de favorecer esos cambios e instituir la democracia en Cuba.
Hans Winkler, Presidente en ejercicio del Consejo. (DE) Señor Presidente, Señorías, gracias por este debate: He escuchado con atención y tomado una serie de notas para mí mismo y para el Consejo. Me parece que se nos pide que sigamos defendiendo activamente los valores que representa la Unión Europea: el respeto de los derechos humanos y la defensa de las libertades fundamentales de expresión y reunión.
He tomado nota también del deseo de la Cámara de que sigamos prestando un apoyo activo a la oposición pacífica y presionando a favor de la liberación de los presos.
Pero lo cierto es –y así debemos reconocerlo– que nuestras posibilidades son limitadas si Cuba no demuestra al menos un mínimo de buena voluntad. Y, para ser sinceros, la política de confrontación y embargo que se ha propuesto a veces en el pasado tampoco ha dado los resultados deseados. Por tanto, pensamos que debemos proseguir con nuestra política de diálogo crítico, compromiso e insistencia en las reformas.
El Presidente. Para cerrar el debate se han presentado seis propuestas de resolución(1) de conformidad con el apartado 5 del artículo 108 del Reglamento.
Se cierra el debate.
La votación tendrá lugar mañana a las 11.00 horas.
El Presidente. El siguiente punto es el debate sobre la pregunta oral al Consejo sobre las declaraciones de gestión nacional – Responsabilidad de los Estados miembros relativa a la ejecución del presupuesto de la Unión Europea, de Szabolcs Fazakas, Terence Wynn y Jan Mulder, en nombre de la Comisión de Control Presupuestario (O-0102/2005 – B6-0347/2005).
Terence Wynn (PSE), autor. – (EN) Señor Presidente, la pregunta oral incluye seis preguntas específicas a las que espero responda el Presidente en ejercicio del Consejo. No obstante, hay una séptima pregunta igualmente importante: se trata de la vieja cuestión de las declaraciones nacionales. ¿Se sentará y debatirá el Consejo esta cuestión con el Parlamento para que podamos buscar un objetivo común? Es un aspecto de este viejo debate que ha estado ausente desde que votamos sobre la aprobación de la gestión en esta Cámara. En aquel momento hicimos las recomendaciones a las que hace referencia la pregunta oral.
Pedimos a los Estados miembros que ordenaran sus asuntos, que nos garantizaran que los sistemas de control que estaban poniendo en marcha eran adecuados y suficientes y que el dinero de la UE se estaba gastando correctamente. El problema que tenemos es que cuando el Tribunal de Cuentas informa cada año y no puede hacer una declaración de fiabilidad positiva, es a causa de los problemas en los Estados miembros. A menos que tengamos un funcionario de la Comisión controlando cada elemento del gasto europeo en los Estados miembros, nunca resolveremos el problema.
Corresponde a los Estados miembros ayudarnos a garantizar que el dinero de los contribuyentes europeos se gaste correctamente. Tengo que dar las gracias al Comisario Kallas por la forma en que ha alentado al Parlamento convenciendo a la Comisión de que tenga en cuenta las recomendaciones y elabore el programa de trabajo encaminado a conseguir una declaración de fiabilidad positiva.
En ese proceso hemos celebrado una audiencia de dos días organizada por la Comisión y por la anterior Presidencia sobre la manera en que podemos o no conseguir la declaración de fiabilidad. Estuve presente en ambas jornadas. Me entristeció la posición negativa de algunos Estados miembros, que simplemente querían mantener el status quo. Aseguraban que no había nada incorrecto y que no había que cambiar nada. La audiencia dejó dos cosas claras: quizás haya otros problemas menores, pero dos son importantes. El primero es que las entidades de auditoría de los Estados miembros temían que, de alguna manera, el Tribunal de Cuentas Europeo tomara el relevo. Esperemos que este temor se haya disipado. He asistido a la reunión anual de las entidades de auditoría con el Tribunal de Cuentas Europeo en Estocolmo, y creo que se acepta no era esa la intención. También parece que las instituciones de auditoría están dispuestas a asumir su responsabilidad y que nos ayudarán a resolver este problema.
El otro gran problema que ocurrió en esos dos días, y probablemente el más grave, era que pedimos a los Estados miembros una confirmación política de que emitirían realmente esas declaraciones nacionales. Para algunos Estados miembros, como los Países Bajos, esto no supone un problema. Corresponde al Ministro, y nadie discutirá que tenga que ser otra persona. No obstante, en muchos Estados miembros ha supuesto un importante problema. Después de pensarlo, tengo que decir que si hubiéramos eliminado las palabras «confirmación política» de nuestro informe de aprobación de la gestión quizá no hubiésemos asustado tanto al Consejo. Ahora tenemos que alcanzar un acuerdo con el Consejo sobre la forma de conseguir unas declaraciones nacionales que satisfagan no solo al Tribunal de Cuentas Europeo, sino también a la Comisión y a los Estados miembros, para garantizar que podemos demostrar a los contribuyentes europeos que estamos gastando su dinero correctamente.
Espero que el Presidente en ejercicio nos dé respuestas claras a las seis preguntas enumeradas en la pregunta oral y que no nos responda como lo hizo el Ecofin el 8 de noviembre de 2005. Sinceramente, eso no nos hizo avanzar. Me gustaría que respondiera a la séptima pregunta, que formulo oralmente: ¿se sentará el Consejo a debatir con el Parlamento esta cuestión con la esperanza de conseguir una resolución?
(Aplausos)
Hans Winkler, Presidente en ejercicio del Consejo. (DE) Señor Presidente, señor Comisario, Señorías, gracias por esta oportunidad que me brindan para explicar la opinión del Consejo sobre esta importante cuestión, la declaración de fiabilidad que tiene que emitir el Tribunal de Cuentas Europeo sobre la gestión del presupuesto comunitario. Quiero empezar con un comentario bastante obvio y es que la gestión del presupuesto de la Comunidad es muy complicada y única en el mundo.
Abarca muchos niveles de gobierno diferentes, desde los distintos servicios de la Comisión, pasando por las administraciones centrales, regionales y locales de los Estados miembros hasta los beneficiarios finales individuales. Interesa a todos los afectados, también a la autoridad presupuestaria y a la autoridad que aprueba la gestión presupuestaria, contribuir a la correcta gestión de los fondos presupuestarios.
Como han hecho ustedes en esta Cámara, también nosotros en el Consejo hemos expresado en repetidas ocasiones nuestra decepción ante la situación, sobre todo en relación con el procedimiento de aprobación de la gestión del presupuesto. Tras los debates en profundidad celebrados en el Consejo y en los órganos del Consejo, este aprobó unas conclusiones sobre la Comunicación de la Comisión relativa al programa de trabajo el 8 de noviembre, y puedo asegurarles que no fue fácil.
En dicho documento se resumen las discusiones mantenidas por un grupo de expertos de todos los Estados miembros, en representación de los Ministros de Hacienda, las autoridades de gestión y las autoridades de auditoría, en una audiencia de dos días celebrada conjuntamente con la Comisión. Este trabajo preparatorio constituyó una buena base para los debates en profundidad celebrados en los órganos del Consejo y demostró ser útil, puesto que conseguimos alcanzar un acuerdo en torno a las conclusiones del Consejo antes mencionadas. Supongo que han tenido ya la oportunidad de leer ese documento, así que solo mencionaré aquí los puntos más importantes.
Quiero dejar para el final de mi intervención el aspecto de las declaraciones que tienen que hacer los respectivos Estados miembros. Sé que esa cuestión es particularmente importante para ustedes, pero les pido que tengan paciencia.
El Consejo insiste en sus conclusiones en que se están haciendo ya numerosos esfuerzos por mejorar la gestión financiera: la introducción de auditorías internas, requisitos más estrictos con respecto a la responsabilidad del responsable de contabilidad de la Comisión y la implantación del sistema integrado de administración y control, por nombrar solo algunos.
En vista de la importancia de los Fondos Estructurales en el presupuesto de la Unión Europea, quiero llamar su atención sobre los esfuerzos realizados para crear agencias pagadoras y ampliar más aún los controles internos y ex post de las medidas estructurales. Uno de los primeros puntos mencionados en las conclusiones del Consejo es la relación equilibrada entre las competencias de la Comisión y de los Estados miembros en la ejecución del presupuesto de la Unión Europea según lo establecido en el Tratado, que debe tenerse en cuenta a la hora de mejorar los controles y las garantías pertinentes.
Además, el Consejo considera de extrema importancia que esas mejoras se basen en los sistemas de control existentes y que tratemos de mejorar la relación coste/beneficio y simplificar los sistemas. El Consejo cree que un marco de control interno comunitario que sea eficaz y se base en los principios establecidos en el dictamen del Tribunal de Cuentas sobre la auditoría única, proporcionará garantías para controlar el riesgo de errores en las operaciones realizadas.
Uno de los aspectos más importantes de las conclusiones del Consejo es el relativo a la mejora de los sistemas de control. Los Estados miembros y la Comisión necesitan optimizar la eficacia, la economía y la eficiencia de los sistemas de control actuales. Pese a las diferencias existentes en los sistemas administrativos de los distintos Estados miembros, el Consejo es partidario de establecer unos principios y elementos comunes generales para los controles internos.
En opinión del Consejo, los Estados miembros deben seguir trabajando con la Comisión para implantar y mejorar los controles de los fondos cuya gestión sea una responsabilidad conjunta. Para ello deben tenerse en cuenta las competencias establecidas en el Tratado, el Reglamento Financiero y las disposiciones pertinentes de los reglamentos sectoriales.
Por ejemplo, algunos Estados miembros están dispuestos a tomar precauciones en el marco del Pacto de Confianza, según se establece para los programas de los Fondos Estructurales. Puesto que los Estados miembros están de acuerdo con el Consejo, hablo en nombre de todos ellos y no solo del Consejo.
Como saben, los servicios de la Comisión han publicado un análisis inicial de las deficiencias de su marco de control interno en comparación con los principios de control establecidos en la propuesta del Tribunal de Cuentas para un marco de control interno comunitario. En relación con la gestión compartida, el Consejo ha solicitado a la Comisión que evalúe la aplicación de los reglamentos actuales respecto a los controles sobre el terreno de las operaciones, las agencias pagadoras y la liquidación de las actividades de los órganos.
El Consejo propone en sus conclusiones que la Comisión, en colaboración con los Estados miembros, debe realizar una evaluación de los controles actuales a escala sectorial y regional y del valor de los informes y las declaraciones actuales.
Pasaré ahora al tema de la auditoría. En la creación de un marco de control interno tenemos que hacer una distinción entre controles internos y auditoría externa. Cualquier forma de cooperación entre autoridades supremas e independientes de auditoría no puede más que basarse en el Tratado, puesto que esas autoridades no forman parte del marco de controles internos. Eso es muy importante. Algunas autoridades de auditoría están dispuestas a discutir con el Tribunal de Cuentas la manera de reforzar su aportación. Puedo asegurarles que todos los Estados miembros han expresado su voluntad de hacer lo posible por reducir el riesgo de errores y mejorar los controles.
La Comisión y los Estados miembros deben asegurar que el enfoque que aplican al marco de control interno comunitario se base en unas normas de control comunes y que decidan conjuntamente la forma más eficaz de aplicar esas normas.
Para ello, el Consejo anima a los Estados miembros a mantener conversaciones bilaterales con el Tribunal de Cuentas sobre los resultados de las auditorías realizadas para emitir declaraciones de fiabilidad, con el fin de resolver problemas sistemáticos. Solicita a la Comisión que elabore un informe sobre las soluciones a problemas comunes de varios Estados miembros. Por último, y esto es particularmente importante, el Tribunal de Cuentas ha propuesto que el Parlamento Europeo y el Consejo lleguen a un entendimiento común sobre el nivel de riesgo tolerable en las transacciones realizadas.
Las conclusiones del Consejo dan gran importancia a ese entendimiento común y el Consejo espera con impaciencia nuevos progresos en este sentido.
Paso ahora a un tema que es muy importante para todos nosotros: la simplificación. La simplificación es necesaria para armonizar los principios de control, la legislación y los requisitos de control en relación con los reglamentos que se aprobarán para el período de programación 2007-2013. En opinión del Consejo, la simplificación no puede en ningún caso conllevar un aumento de los costes actuales de administración y control. Además, debe asegurar la eliminación de los numerosos controles internos que realizan las distintas partes implicadas en el sistema de control.
Por último, quiero hablar del tema extremadamente importante de las declaraciones asociadas a la gestión descentralizada de los fondos comunitarios. El Consejo piensa que las declaraciones actuales en el plano operativo constituyen un medio de proporcionar garantías a la Comisión y, en definitiva, al Tribunal de Cuentas. Tienen que ser útiles y eficientes en relación con el coste y deben tenerse en cuenta a la hora de emitir una declaración de fiabilidad positiva. Hay que asegurar que el equilibrio actual entre la Comisión y los Estados miembros no se vea amenazado.
Soy consciente de que ustedes esperaban más en relación con esto, pero estoy también seguro de que estarán de acuerdo conmigo en que el texto en sí mismo puede considerarse un avance significativo e importante. Para seguir progresando en esta cuestión, el Consejo ha aceptado examinar, con ocasión del proceso de aprobación de la gestión del presupuesto de 2004, el Plan de Acción de la Comisión para suplir las deficiencias existentes en el marco de control actual. Las conclusiones del Consejo de 8 de noviembre irán seguidas, por supuesto, de otras medidas en 2006.
Una declaración de fiabilidad positiva es, como ya se ha dicho, un objetivo importante y muy ambicioso que no puede conseguirse de un día para otro. Pienso, no obstante, que las conclusiones del Consejo son un paso importante para lograr ese objetivo. Confirman además que el Consejo sigue apoyando a la Comisión en sus esfuerzos por realizar una contribución activa a la gestión financiera a todos los niveles.
Algunos de ustedes quizá piensen que el Consejo tendría que haber dado un paso más allá, y les entiendo perfectamente. Pero deben tener en cuenta que en este tema la Presidencia está supeditada a la necesaria unanimidad. Gracias por su atención.
Siim Kallas, Vicepresidente de la Comisión. (EN) Señor Presidente, durante todo el período de trabajo de esta Comisión nos hemos preocupado de conseguir una declaración de fiabilidad positiva. No ha sido posible. Se trata de una cuestión muy técnica con un resultado político muy malo, que da buenas razones a todo el que quiera decir que el dinero de la Unión Europea se está gastando indebidamente. Por supuesto, esto es completamente falso.
Hemos cooperado en la búsqueda de soluciones y maneras de aunar nuestros esfuerzos para aportar pruebas suficientes para que el Tribunal de Cuentas pueda emitir una declaración de fiabilidad sobre las transacciones. No negamos que los Estados miembros están esforzándose mucho por establecer unos sistemas de control adecuados. Acabo de regresar de un Estado miembro en el que me he reunido con la autoridad nacional de auditoría y se ha llevado a cabo una gran labor para garantizar que el dinero nacional y europeo se use de forma adecuada cuando se trata de una gestión compartida.
La Comisión no niega su responsabilidad en la aplicación del presupuesto, incluida la gestión compartida. Pero falta un eslabón: cómo conseguir que todos los resultados de la labor de control y auditoría sean inteligibles en el más alto nivel, el del Tribunal de Cuentas.
Así pues, la Comisión ha apoyado firmemente la propuesta que el ponente, el señor Wynn, y la Comisión de Control Presupuestario han hecho al Consejo para tener una declaración política, una confirmación a escala nacional, que, en nuestra opinión, podría suplir ese eslabón que falta. Esta propuesta fue rechazada el pasado mes de noviembre y ahora tenemos que pensar qué hacemos, porque el problema seguirá existiendo.
La Comisión aprobó un plan de acción el 17 de enero y se lo envió al Consejo y al Parlamento. El plan de acción propone 16 medidas concretas en todos los ámbitos y en todos los sectores. La medida 5 aborda específicamente el tema del debate de esta noche y dice así: «Los Estados miembros tienen que designar un órgano nacional coordinador en cada área política que sea capaz (…) de proporcionar a todas las partes implicadas una visión general de la fiabilidad disponible respecto de las medidas comunitarias bajo gestión compartida e indirecta en su Estado miembro. La cooperación de los Estados miembros es necesaria para conseguirlo en la futura legislación y para dirigir su aplicación mediante normas de ejecución y orientaciones».
Quizás esto sea una solución o, al menos, una solución intermedia que permita articular los niveles técnicos, los organismos pagadores y las auditorías y proporcionar pruebas para la aprobación general de la gestión.
José Javier Pomés Ruiz, en nombre del Grupo del PPE-DE. – (ES) Señor Presidente, efectivamente, señor Winkler, nosotros esperábamos más de usted, esperábamos más de la Presidencia austriaca en este aspecto. No es la primera vez que este Parlamento ve que el Consejo se queda por detrás de lo que nosotros pedimos.
Ahora tenemos un grave problema los europeos: este Parlamento quería que en las perspectivas financieras gastásemos el 1,14 %, pero el Presidente de turno, el señor Blair, lo rebajó al 1,04 %. Parece que, con ello, se quiere decir que las políticas comunitarias, tan eficaces y que tanto han hecho por el progreso de Europa, están mal gestionadas por la Unión Europea y, por eso, lo mejor que se puede hacer es bajar el presupuesto, porque no se llevan bien las cosas. Por tanto, lo que hay que hacer es intentar que no haya políticas europeas, sino políticas nacionales: renacionalicemos la política agrícola común, gastemos en los Estados miembros. Subyace, detrás de ello, el hecho de que durante 10 años el Tribunal de Cuentas ha dicho que no da por buenas las cuentas europeas. Pero, ¿qué cuentas europeas?, si el 80 % del presupuesto comunitario se gestiona, se gasta, en los Estados miembros, si apenas una quinta parte se gestiona desde Bruselas. ¿Qué pasa? Que algunas autoridades nacionales, que quieren pagar menos y que las políticas comunitarias tengan menos gasolina, ahora que estamos en una Europa a 25 y a punto de estar en una Europa a 27, nos dicen «ustedes gastan mal».
¿Qué es lo que pide la Comisión de Control Presupuestario? Pedimos que se diga dónde se gasta mal; que si se gasta mal en un Estado miembro, se diga que ese Estado miembro gasta mal, que no es Bruselas; que los problemas se han suscitado aquí o allí. Y, para eso, nos ayudaría mucho que los Estados miembros avalasen la forma en que gastan el dinero comunitario.
Yo creo que el dinero comunitario se gasta mejor y de forma más eficaz en Bruselas que en la media de los Estados miembros. Sin embargo, el sistema hace que la culpa de las malas gestiones la tenga Bruselas, no los Estados miembros. Yo sé que el Consejo tiene que defender el buen nombre de los Estados miembros.
Pedimos que haya una corresponsabilidad, un visto bueno, por parte de la autoridad que se quiera, sea el Ministro de Hacienda, sea el Tribunal que se considere adecuado, que avale que las cuentas en cada Estado miembro se gestionan como quieren los ciudadanos europeos, para que no tengan la culpa siempre el vicepresidente Kallas o la Comisión de Control Presupuestario del Parlamento; que la culpa se reparta y que los responsables salgan a la luz.
Por eso, pedimos que ustedes avalen cómo gasta cada Estado miembro el dinero de los ciudadanos europeos.
Szabolcs Fazakas, en nombre del Grupo del PSE. – (HU) Como Presidente de la Comisión de Control Presupuestario y como uno de los representantes de los nuevos Estados miembros, quiero agradecer la oportunidad de comentar la cuestión de las declaraciones nacionales con miembros de la Comisión y del Consejo. Espero sinceramente que a resultas de este debate no solo recibamos una declaración preparada de antemano por el señor Winkler, Secretario de Estado, sino también respuestas concretas a las preguntas formuladas por el señor Wynn y nosotros mismos. Espero de verdad que recibamos esas respuestas, porque el Parlamento Europeo es políticamente responsable de garantizar a los ciudadanos de la Unión Europea la utilización lícita y correcta de los fondos comunitarios.
En vista de que el Tribunal de Cuentas europeo no puede emitir una declaración de fiabilidad positiva en ausencia de declaraciones nacionales de fiabilidad, los ciudadanos están empezando a formarse una opinión negativa, porque creen que los Fondos Europeos se utilizan de forma poco transparente y no siempre de acuerdo con los reglamentos. Por eso en el informe elaborado por mi colega el señor Wynn, apoyado por la gran mayoría de este Parlamento y también respaldado por el informe Böge sobre las perspectivas financieras de la Unión Europea, se insistió en la introducción de la declaración nacional de fiabilidad durante el procedimiento de aprobación de la gestión del año pasado. Además, acogemos con satisfacción su introducción en el programa de trabajo para la creación de un marco de control interno comunitario anunciado por la Comisión Europea, concretamente por su Vicepresidente Siim Kallas. Esta reforma, que afecta al Parlamento, a la Comisión y al Tribunal de Cuentas Europeo, se basa en la confianza mutua y en una estrecha cooperación, pero además de eso, necesitamos también el apoyo del Consejo y de la Presidencia, porque algunos Estados miembros siguen resistiéndose a introducir las declaraciones nacionales de fiabilidad. Como representante de Hungría, quiero llamar también su atención sobre el hecho de que los nuevos Estados miembros no solo se han preparado para la aceptación del acervo comunitario y la recepción de Fondos Estructurales, sino que han sido también conscientes de la necesidad de crear sus sistemas de pago y control conforme a los principios de legitimidad, legalidad y cumplimiento de la normativa. Por tanto, no tendrían ningún problema en satisfacer las expectativas del Parlamento Europeo y la Comisión, porque haciendo eso contribuirían a una Europa más eficiente, así como más regulada y transparente, en su trabajo.
Jan Mulder, en nombre del Grupo ALDE. – (NL) Señor Presidente, la resolución que estamos debatiendo esta tarde no necesita explicación. Es el resultado directo de la Resolución sobre la aprobación de la gestión de 2003 del señor Wynn. Es importante que podamos ejercer un control mejor sobre los fondos de la UE. Todos sabemos que el Tribunal de Cuentas no ha podido emitir una declaración de fiabilidad positiva durante los últimos once años. Pero hay que reconocer que la Comisión ha asumido las recomendaciones del Parlamento casi en su totalidad. Eso es muy de agradecer.
Los Estados miembros, lamentablemente, tienen una visión diferente y mucho menos transparente, y ese es el motivo de que esta tarde estemos celebrando un debate con el Consejo. Tengo que decir que las respuestas y los comentarios del señor Winkler esta tarde no me han convencido del todo. En realidad, lo que pedimos en esta resolución no es diferente de lo que ya se está haciendo en algunos casos. Queremos volver a la declaración anterior en la que pedimos que la máxima autoridad política firme dicha declaración.
En esa resolución, no vamos más allá de las declaraciones realizadas en un nivel más bajo. Si analizamos las prácticas actuales en el gasto agrícola, ya existen organismos de certificación independientes que vigilan a las agencias pagadoras y que realizan controles independientes. No alcanzo a comprender por qué los Estados miembros pueden aceptar esto en el capítulo del gasto agrícola, pero no en otros capítulos del gasto presupuestario, como los gastos estructurales. El debate de esta tarde exige algunos compromisos. Doy por sentado que el Consejo conoce la resolución Böge sobre las perspectivas financieras.
No solo estamos pidiendo más fondos después de las decisiones del Consejo, sino también una mejor supervisión financiera, que en el fondo es el objetivo de la resolución que esperamos que se apruebe mañana.
Bart Staes, en nombre del Grupo Verts/ALE. – (NL) Señor Presidente, este debate es ante todo un debate con el Consejo. Tengo que decir que la intervención del Ministro me ha decepcionado; en realidad no ha respondido a nuestra pregunta y eso en un momento en el que la confianza en la Unión Europea es menor que nunca. Mañana, la Comisaria Wallström nos presentará el Libro Blanco sobre comunicación como un medio de promover la confianza en la UE, pero en mi opinión, si la Unión Europea no sabe gastar con prudencia sus fondos, no valdrán de nada ni mil libros blancos ni mil medidas.
Por eso le pregunto, una vez más, por qué están organizando la irresponsabilidad organizada aquí. ¿Por qué ustedes, el Consejo, piden a los Estados miembros que gasten el 80 % de los fondos europeos, en lugar de asegurarse de que los distintos Estados miembros y regiones, cuando sean responsables de ello, puedan decir que los fondos que están gastando son debidamente vigilados y que los fondos se gastan con prudencia? No entiendo por qué el Consejo no puede hacer lo que el Parlamento le pide que haga al respecto. Creo que están creando ustedes enormes dificultades a esta Cámara.
Jeffrey Titford, en nombre del Grupo IND/DEM. – (EN) ¡Declaraciones nacionales de gestión! Señor Presidente, quiero preguntar al señor Kallas: ¿serán como las cuentas de la UE, en las que los directores generales de la Comisión firman en sus respectivos departamentos con reservas, porque no tienen ni idea de adónde ha ido a parar el dinero? Porque si es así, me parece que es como intentar curar una arteria cortada con una tirita: muy poco y demasiado tarde.
Como todo el mundo sabe, no creo en la Unión Europea; creo que es un enemigo de la democracia, y esto lo enfoco desde una dirección opuesta. Ninguna nación debería invertir el dinero de los contribuyentes en un sistema corrupto. Tras 11 años en los que las cuentas de la UE han sido rechazadas por sus propios auditores, este débil intento de cambiar el sistema es como verter grandes cantidades de oro en polvo a través de un colador, pensando «ah, quizá sería mejor que intentáramos tapar algunos de los agujeros». Nadie piensa en primer lugar en la sabiduría de verter el oro en polvo por un colador y en que, sencillamente, la manera de no perderlo es dejar de verterlo.
Por tanto, insto a los diputados aquí presentes a que regresen a sus respectivos países y pidan a sus Gobiernos que saquen el enchufe. Simplemente, dejando de pagar a esta monstruosa dictadura burocrática que no respeta ni a los Gobiernos ni a los ciudadanos de Europa. Hay un dicho en mi país: «la caridad empieza en casa». Ahorren el dinero que están malgastando en la UE; en todo caso, una gran parte ya se pierde a causa del fraude y la corrupción.
El Presidente. Señor Titford, le llamo al orden. En dos ocasiones ha acusado usted a las Instituciones europeas de delitos. Ha dicho usted «fraude» y «corrupción» dos veces. Le ruego que en el futuro tenga en cuenta que, en esta Cámara, la atribución de delitos a personas o instituciones ha de ir acompañada de pruebas. De lo contrario, es un abuso de la libertad de palabra que tiene un diputado.
Hans-Peter Martin (NI). – (DE) Señor Presidente, cuando en esta Cámara se debaten temas financieros, no es muy frecuente que yo sea mucho menos franco que los oradores que me han precedido. Aunque esta responsabilidad nacional es algo que ni me atrevo a soñar, no he olvidado, señor Winkler, lo que dijo su Canciller –que también es el mío– , dirigiéndose a esta Cámara desde donde está usted ahora, sobre la cuestión de las subvenciones con cargo a los fondos comunitarios. Las palabras del Canciller Schüssel, en calidad de Presidente del Consejo, fueron las siguientes: «Esa información tiene que publicarse para que los ciudadanos sepan quién se está beneficiando en realidad.» Les repito: «Esa información tiene que publicarse.» ¡Publíquenla entonces!
En algunos Estados miembros, donde son mucho más críticos sobre muchas cosas, como en el Reino Unido, por ejemplo, eso no hace falta ni decirlo. Dejemos que Austria sea un buen ejemplo y nos diga finalmente lo que sucede con el 80 %. ¿Quién obtiene qué, cuánto y cuándo?
Mi segunda petición posiblemente les parezca más fácil: apoyen a su propio Grupo político, es decir, a la señora Gräßle. Ella está introduciendo reformas en el nuevo Reglamento Financiero para que podamos trabajar realmente con él y para que podamos responder fácilmente a las críticas injustificadas, siempre, claro está, que ustedes sean más transparentes.
Paulo Casaca (PSE). – (PT) Creo que estamos ante un debate muy importante en el contexto de los procedimientos de control presupuestario de la UE. La cuestión fundamental que está en juego aquí es la clarificación legislativa. Creo que tanto en el ámbito de los Fondos Estructurales como de la Política Agrícola Común, los reglamentos son claros al exigir que los Estados miembros hagan una auditoría independiente, tanto ex ante como ex post. Esos reglamentos se han mantenido inalterados desde el inicio del marco actual de programación financiera. En este contexto, la gran prioridad, en mi opinión, es asegurar que los Estados miembros cumplan lo que está reglamentado y que la Comisión Europa vigile ese cumplimiento. Cualquier otra cosa llevaría únicamente a una falta de clarificación de responsabilidades.
Por eso quiero pedir a ambas instituciones que nos aclaren el estado de cumplimiento de los reglamentos comunitarios en lo que respecta a estas auditorías ex ante y ex post, de manera que podamos estar debidamente informados antes de actuar.
Quiero referirme por último a la información sobre quién recibe fondos comunitarios. Es una reivindicación que consta en un informe que yo mismo elaboré hace ya varios años y celebro que el señor Kallas se haya adherido a esta iniciativa. Espero que, cuando critique a los políticos por falta de transparencia, recuerden ustedes que este Parlamento pidió esa transparencia hace algunos años en un informe elaborado por mí.
Hans Winkler, Presidente en ejercicio del Consejo. (DE) Señor Presidente, Señorías, he escuchado con gran atención sus comentarios y, por supuesto, transmitiré al Consejo sus opiniones. Pero quiero repetir una cosa: estoy aquí para representar al Consejo y a los Estados miembros; en otras palabras, las opiniones expresadas por la Presidencia del Consejo aquí son las expresadas en una votación unánime en el Consejo. Lo siento si decepciono a algunos de ustedes, pero no hay nada más que pueda decir por el momento. No obstante, reitero –y espero que sean ustedes tan amables como para aceptarlo– que hemos acordado examinar, en relación con el proceso de aprobación de la gestión de 2004, el plan de acción elaborado por la Comisión. Puedo confirmar también que el Consejo seguirá apoyando a la Comisión en sus esfuerzos por realizar una contribución activa a la gestión financiera en todos los niveles.
El Consejo asumirá con toda seguridad su parte de responsabilidad, a la que no tiene ninguna intención de renunciar. Seguiremos trabajando con la Comisión para encontrar soluciones que todos, también ustedes en esta Cámara, puedan aceptar. Me temo que en esta etapa relativamente temprana de la Presidencia austriaca, poco más puedo decir.
Siim Kallas, Vicepresidente de la Comisión. (EN) Señor Presidente, muchas gracias por este debate. Esta cuestión parece muy técnica. Es muy difícil explicar al gran público lo que hay detrás de esta declaración de fiabilidad. Sin embargo, debemos esforzarnos por encontrar soluciones que no nos lleven al resultado político sumamente negativo de tener que decir que el dinero no está bajo control. Espero por ello que el Consejo y los Estados miembros tengan en cuenta esta nueva base para unificar sus esfuerzos. Esto ya se ha hecho con respecto a las agencias pagadoras y otras autoridades de ejecución. Intentemos proporcionar una única declaración de fiabilidad integrada que suponga una prueba positiva para el Tribunal de Cuentas. Intentemos encontrar soluciones.
Como he dicho antes, la Comisión es plenamente consciente de las esferas de la propia Comisión en las que el Tribunal de Cuentas ha encontrado muchos errores en políticas internas y en investigación y desarrollo. El plan de acción incluye 16 acciones de las que solo una está destinada directamente a los Estados miembros. Sin embargo, espero que esta cooperación dé sus frutos.
Quisiera hacer un comentario de hecho sobre la afirmación de que el Tribunal de Cuentas ha rechazado nuestras cuentas. Eso no es cierto. Durante mi mandato, el Tribunal de Cuentas nunca ha rechazado nuestras cuentas. No siempre puede asegurar la legalidad y regularidad de las transacciones subyacentes, tal como se establece en el Tratado. Esto significa que no puede afirmar que ha verificado debidamente millones de transacciones. Esto es cierto.
También es muy importante que cuando hablemos con los periodistas les describamos la complejidad del panorama. Es una operación de gran envergadura. La aprobación de la gestión presupuestaria incluye millones de detalles. Una mejor comprensión del panorama sería sin duda de gran ayuda.
Jeffrey Titford (IND/DEM). – Señor Presidente, quisiera intervenir sobre la observancia del Reglamento con arreglo al artículo 145. Me temo que hay un malentendido sobre la razón por la que estamos aquí. Yo pensaba que estábamos hablando sobre las orientaciones de gestión y que la razón por la que pedíamos que se establecieran esas orientaciones era que faltaba dinero.
Como miembro de la Comisión de Control Presupuestario, mi papel ha sido siempre investigar dónde se ha perdido dinero o este ha sido mal utilizado y dónde se han cometido errores, según la expresión que acaba de utilizar el señor Kallas. Yo partía enteramente de la premisa de que la razón por la que pedíamos estas declaraciones era que los Estados miembros investigaran dónde se ha producido despilfarro y fraude e incluso, tal vez, corrupción. En estas condiciones pedí expresar mis opiniones en mi intervención.
Terence Wynn (PSE). – (EN) Señor Presidente, en relación con la observancia del Reglamento con arreglo al artículo 108, esta era una pregunta oral con seis preguntas; he añadido una séptima pregunta oralmente esta tarde y no hemos recibido respuesta a ninguna de ellas. ¿Podría la Presidencia darnos al menos las respuestas por escrito, si no es molestia?
El Presidente. Sí, señor Wynn, recibirá las respuestas por escrito.
Señor Titford, respeto plenamente toda opinión política en esta Cámara. Por ello no le he interrumpido y le he permitido acabar su intervención. Mi comentario fue solo para recordarle que el lenguaje que utilizamos en la Cámara debe expresar nuestras opiniones y nuestras posiciones políticas. Era simplemente un comentario amistoso de mi parte, pues estoy presidiendo esta sesión, en el sentido de que debemos intentar utilizar un lenguaje y unas palabras que no sean excesivamente ofensivos o irrespetuosos. Aparte de eso, usted disfruta aquí de plena libertad de expresión, señor Titford.
Para cerrar el debate se ha presentado una propuesta de resolución(1) de conformidad con el apartado 5 del artículo 108 del Reglamento.
Se cierra el debate.
La votación tendrá lugar mañana a las 11.00 horas.
El Presidente. El siguiente punto es el debate sobre la pregunta oral al Consejo sobre medidas de gestión aplicables a los recursos pesqueros del Mediterráneo, de Philippe Morillon, en nombre de la Comisión de Pesca (O-0095/2005 – B6-0346/2005).
Philippe Morillon (ALDE), autor. – (FR) Señor Presidente, señor Winkler, la pregunta oral que vamos a debatir esta tarde, junto con las propuestas que se someterán mañana a votación en nuestro Parlamento, se basan en la observación de que las únicas medidas de gestión aplicables hoy a los recursos pesqueros del Mediterráneo se remontan a 1994. Pero esas medidas ya no son adecuadas dada la situación de los recursos o las decisiones tomadas en otras costas de la UE. Esas decisiones están encaminadas a aplicar una Política Pesquera Común que permita el desarrollo sostenible de ese sector de nuestra economía y la conservación de los recursos que la Unión debe poder seguir explotando en sus propios mares para asegurar a largo plazo alimentos suficientes a sus ciudadanos.
Ese desfase de tiempo se debe, en primer lugar, al reconocimiento de que el Mediterráneo es una de las regiones más diversificadas y más complejas tanto desde el punto de vista biológico, como ecológico, social y económico. Por eso nuestro Parlamento fue incapaz de alcanzar un acuerdo en la anterior legislatura y por eso el informe del señor Lisi acabó en el reconocimiento de un fracaso. Por eso también este tema ha vuelto a ocupar un lugar prioritario en el programa de trabajo de la nueva legislatura y por eso ha dado lugar a un compromiso muy delicado al finalizar el trabajo de nuestra ponente, la señora Fraga, cuya dedicación personal debo destacar hoy en esta Cámara.
Este informe fue aprobado –primero en comisión, después en el pleno– en el mes de junio. Las medidas que preconiza no han sido, por ahora, objeto de ninguna decisión de aplicación por parte del Consejo. Sabemos cuáles son algunas de las razones de esta política de esperar y ver qué pasa, pero personalmente he informado a mis colegas de las medidas para tratar de que se aprobaran una serie de enmiendas encaminadas a prevenir la prohibición del uso de ciertos tipos de redes tradicionalmente utilizadas por los pescadores en la región.
Este asunto ha afectado y sigue afectando a 75 barcos que garantizan el sustento de 350 familias y que generan el 80 % de las ventas de los pescadores cuando utilizan redes de arrastre, llamadas tenailles. Este tipo de pesca tenía el inconveniente de provocar la captura accidental de delfines, hasta que la profesión elaboró un programa que permitía reducir un 80 % esas capturas accidentales por medio de la utilización de repulsivos auditivos y la presencia sistemática de observadores a bordo de los barcos.
Si vuelvo a plantear este tema, es porque las repercusiones socioeconómicas de las medidas recomendadas merecen una consideración más profunda. Por eso apoyo, y por eso mi Grupo apoyará, la propuesta de resolución presentada por el Grupo de los Verdes/Alianza Libre Europea, en cuyo artículo 4 se exige que los pescadores afectados por el nuevo reglamento y obligados a cambiar sus métodos de pesca sean debidamente indemnizados.
En la reunión de ayer de nuestra comisión, el Comisario europeo responsable de la pesca, el señor Borg, pudo comprobar lo indignados que estaban nuestros amigos españoles ante la perspectiva de que se prohibieran las redes de enmalle utilizadas para pescar en algunas zonas próximas al litoral español. Esa prohibición crearía un futuro incierto para la flota de 80 barcos que garantizan el sustento a 1 500 personas. Tenemos aquí un caso muy similar al de las pequeñas pesquerías de las costas francesas del Mediterráneo.
Dicho esto, señor Presidente, y aunque puedo entender que algunas decisiones propuestas en el informe Fraga merezcan ser debatidas más a fondo y posiblemente complementadas con un estudio de impacto, eso no justificaría la suspensión indefinida de la aplicación de todo el contenido de un informe que casi todos consideramos un buen compromiso en sí mismo.
Hans Winkler, Presidente en ejercicio del Consejo. (DE) Señor Presidente, Señorías, señor Morillon, ustedes quieren saber si la Comunidad Europea está cumpliendo las obligaciones contraídas en los organismos internacionales, puesto que el Consejo no ha aprobado todavía la propuesta de un Reglamento del Consejo relativo a medidas de gestión para la explotación sostenible de los recursos pesqueros en el Mar Mediterráneo.
En febrero de 2005, la Comisión General de Pesca para el Mediterráneo, a la que pertenece la Comunidad como parte signataria, aprobó una serie de recomendaciones vinculantes para mejorar las medidas de conservación y gestión en el Mediterráneo. Esas recomendaciones se incorporaron a la propuesta de transacción de la Presidencia, que fue remitida al Consejo de Agricultura y Pesca en su reunión celebrada los días 19 y 20 de septiembre del año pasado. Ahora bien, la Presidencia se percató ya entonces de que, al quedar claro en los debates que no había apoyo suficiente, era imposible que el Consejo alcanzara un acuerdo político sobre la propuesta de un reglamento que incluyera medidas de gestión técnica para el Mediterráneo, incluidas las recomendaciones de la Comisión General de Pesca para el Mediterráneo. El Consejo sigue debatiendo la propuesta relativa a las medidas de gestión para el Mediterráneo, en estrecha consulta con la Comisión, y la Presidencia tiene previsto incluir el tema en el orden del día de la reunión del Consejo en abril.
Carmen Fraga Estévez, en nombre del Grupo PPE-DE. – (ES) Señor Presidente, como ponente de la Comisión de Pesca soy perfectamente consciente de las dificultades de esta propuesta, no en vano el Parlamento ha desempeñado un papel fundamental a la hora de desbloquearla tras su presentación hace algo más de dos años y medio, llegando incluso a encontrar un procedimiento que ha permitido un compromiso entre la Comisión y el Parlamento para superar las dificultades de la propuesta y que ha contado, incluso, con el apoyo de la mayor parte del sector y de las administraciones nacionales.
Es incomprensible que, encontrándose en una situación de tanto consenso, el Consejo esté retrasando desde abril del año pasado la aprobación de lo que en este momento es probablemente el paquete de medidas técnicas más importante que hay que adoptar. Las consecuencias de esta irresponsabilidad son múltiples: el Mediterráneo es la única zona comunitaria que todavía no esta asociada, ni de lejos, a los conceptos mínimos de pesca responsable y de desarrollo sostenible, cuando en otras aguas comunitarias ya se están llevando a cabo, en su nombre, actuaciones mucho más drásticas.
Resulta vergonzoso que los propios pescadores mediterráneos, en su inmensa mayoría, hayan comprendido mejor que el Consejo la urgente necesidad de regular esta pesquería, a pesar del precio que tendrán que pagar.
La credibilidad del Consejo queda, por lo tanto, completamente en entredicho. Asimismo corremos el riesgo de incumplir nuestras obligaciones internacionales en el seno de las dos organizaciones regionales de pesca que funcionan en el Mediterráneo.
Y, señor Presidente, ¿con qué cara vamos a proponer otra vez a terceros países medidas de gestión más restrictivas, cuando nosotros mismos no somos capaces de ponerlas en marcha en nuestro propio territorio?
Por eso, señor Presidente del Consejo en ejercicio, le ruego que, además de hablarnos del calendario, cuestión a la que todavía no ha contestado, explique a este Parlamento por qué, sin haber una minoría de bloqueo, el Consejo es incapaz de tomar una decisión al respecto.
Rosa Miguélez Ramos, en nombre del Grupo PSE. – (ES) Pues, efectivamente, señor Presidente del Consejo en ejercicio, la mayor parte de los recursos pesqueros del Mediterráneo se consideran sobreexplotados desde hace tiempo e incluso hay algunos stocks que tienen un elevado valor comercial; pienso, sobre todo, en el caso del atún rojo, que está bajo mínimos, según dicen todos los expertos, incluidas las organizaciones ecologistas e incluidos los propios pescadores.
Aunque los objetivos de la política pesquera común son los mismos en el Mediterráneo que en otras aguas comunitarias, parece que la política de conservación en el Mar Mediterráneo se ha desarrollado de forma muy distinta, y hoy en día nos encontramos con que las únicas medidas de gestión aplicables en este mar no pueden calificarse más que de absolutamente obsoletas. Esta falta de reglamentación que padece el Mar Mediterráneo ha dado lugar a una discriminación muy evidente entre los pescadores europeos que faenan en el Mediterráneo y los pescadores europeos que faenan en otras aguas comunitarias.
Yo pienso, señor Presidente, y creo no equivocarme mucho, que es nuestro deber hacer que la reglamentación de la pesca evolucione en el Mediterráneo hasta adquirir el mismo grado de desarrollo que en otras zonas comunitarias. Y en este sentido nos preocupa, y es muy evidente, la pasividad del Consejo, porque esta ausencia de interés por este Mar nos parece totalmente inexplicable. Estamos hablando de un mar, de una región de una importancia enorme, con unas complejidades, es verdad, muy grandes ―geopolíticas, entre otras―, pero yo entiendo que para el Consejo esto debería ser más un acicate que un freno. Y todavía es más inexplicable teniendo en cuenta lo que acaba de decir la señora Fraga: que este informe se aprobó gracias a esa estrecha colaboración ―y así lo aprobó este Parlamento― que se estableció entre la Comisión de Pesca y la DG Pesca.
Por todo ello, le pido que le dé el impulso definitivo y que considere muy importante lo conseguido; y que no se den pasos atrás ni se admitan atajos que permitan diluir el contenido de este informe.
Marie-Hélène Aubert, en nombre del Grupo Verts/ALE. – (FR) Señor Presidente, por mi parte –y como verán existe realmente un consenso sobre este tema– quiero insistir en la necesidad urgente de desbloquear esta situación, porque el estado de los recursos en el Mediterráneo es verdaderamente alarmante. Ese es el caso en particular del atún rojo, pero también de otras especies, como ha señalado mi colega diputado. La política de esperar y ver qué pasa, los bloqueos y la prevaricación son, por tanto, realmente desastrosos para el futuro del Mediterráneo.
Además, queremos preservar las pequeñas pesquerías, que tan importantes son en las regiones afectadas, donde proporcionan sustento a miles de personas, como ya se ha dicho. Pero eso no lo conseguiremos exonerándolas de una serie de medidas necesarias, sino más bien ayudándolas sobre todo a adaptarse y apoyándolas para que puedan continuar con sus actividades, pero respetando las normas, que tienen que ser las que se indican en el informe.
Por tanto, creo que tenemos que preservar el Mediterráneo: esta es una cuestión fundamental para el futuro de la pesca y también una cuestión muy importante en términos de cultura. El Consejo tiene que ser plenamente consciente de ello y tratar de desbloquear la situación lo antes posible.
Ioannis Gklavakis (PPE-DE). – (EL) Señor Presidente, el Mediterráneo representa una parte muy importante de la Unión Europea. Las pesquerías del Mediterráneo representan un sector importante de las pesquerías comunitarias. Queremos un Mediterráneo que esté vivo, no un mar muerto. Para muchos de nosotros, el mar es nuestra vida. Queremos que se mantengan las poblaciones de peces. No queremos sobreexplotación de la pesca. Queremos sostenibilidad en ese mar.
El Parlamento Europeo y la Comisión han aprobado un plan de medidas de gestión para la pesca en el Mediterráneo. Pedimos urgentemente que se apliquen y vigilen las medidas adoptadas. No quiero desviarme del tema, pero no sería exagerado decir que cualquier retraso en esta cuestión sería criminal. Estamos pidiendo que las medidas se amplíen en el futuro; en otras palabras, que presionemos a los países terceros del Mediterráneo también para que apliquen las medidas que ya estamos aplicando nosotros. Esa es nuestra obligación, para proteger el Mediterráneo, que es nuestra vida. Pero por encima de todo, hoy, no mañana, pedimos al Consejo que empiece a aplicar las medidas acordadas.
Stavros Arnaoutakis (PSE). – (EL) Señor Presidente, un año después de la aprobación del informe sobre la propuesta del Consejo relativa a la pesca sostenible en el Mediterráneo, es evidente que nunca ha habido una decisión del Consejo de aplicarla.
Se nos ha dicho también, para nuestra gran sorpresa en la Comisión de Pesca, que el presupuesto del Fondo de Pesca se ha reducido ya un 20 %. Por tanto, una consecuencia natural es que siga habiendo problemas con la pesca y que los ciudadanos que trabajan en este sector como profesionales o aficionados se muestren impacientes, mientras la situación se hace cada vez más complicada y, en mi opinión, empeora.
Al mismo tiempo, la cuenca mediterránea está cada vez más poblada, lo cual produce su progresivo deterioro por la presencia de residuos industriales, urbanos y de otro tipo que tienen un efecto negativo directo y grave en la pesca.
Las propuestas relevantes para que se adopten reglamentos y se elaboren informes tienen que incluir obviamente estudios realizados por la comunidad científica sobre el efecto de la contaminación ambiental, los cambios geológicos, las diferencias demográficas y los requisitos de consumo de pescado antes de su aplicación.
Está claro que la política acordada no se ha aplicado y que siguen existiendo problemas importantes en el sector de la pesca, principalmente relacionados con los métodos de pesca, la reducción de las poblaciones de peces y la brecha que persiste entre los pescadores profesionales y los aficionados. Así pues, debemos actuar con los medios políticos a nuestro alcance para promover el informe del Consejo e iniciar el diálogo con las agencias responsables de mejorar de inmediato la normativa vigente.
Iles Braghetto (PPE-DE). – (IT) Señor Presidente, Señorías, creo que la resolución sobre la adopción de medidas de gestión aplicables a los recursos pesqueros del Mediterráneo, que votaremos mañana en esta Cámara, tiene una gran importancia económica, social y ambiental.
Como ya se ha recordado, el reglamento vigente se remonta a 1994 y ya entonces se consideró obsoleto. ¿Cómo podemos atrevernos a culpar a los pescadores por de poner supuestamente en peligro la sostenibilidad del sector de la pesca si las reglas, señor Presidente, son anacrónicas e inadecuadas en el contexto actual, y si no se ha hecho ningún progreso en lo que el Parlamento Europeo votó hace un año?
La industria pesquera no quiere discriminación. Por el contrario, quiere sentir que la Unión Europea está de su parte y conoce sus peculiaridades. Pensemos en la gran diferencia que existe en la morfología y en la profundidad de los lechos marinos de la costa adriática y la costa atlántica, el problema de la pesca de especies múltiples y el problema sempiterno del tamaño de los peces, cuando ya se están respetando las reglas sobre el tamaño de las redes y las mallas. Por último, pero no menos importante, recordemos las diferentes reglas vigentes en países que tienen litorales mediterráneos pero que no pertenecen a la Unión Europea y que, al no existir acuerdos bilaterales equilibrados, aplican una normativa distinta a la comunitaria en los mismos caladeros. Tendríamos que haber puesto fin a esas discrepancias evidentes hace ya mucho tiempo.
Por tanto, esperamos que con esta resolución el Consejo, a quien respetamos y en quien confiamos, envíe lo más deprisa posible la señal largo tiempo esperada.
David Casa (PPE-DE). – (MT) Gracias, señor Presidente. Estoy convencido de que todos los que trabajan en estrecho contacto con el sector de la pesca, y sobre todo los que tienen relación con el Mar Mediterráneo, son mucho más conscientes de lo compleja que es esta región. Se trata de una región con una diversidad biológica y ambiental muy visible, que tiene un enorme impacto socioeconómico en los habitantes de la región. Lamentablemente, el Consejo de Ministros no ha contraído ningún compromiso relacionado con la diversidad y la adopción de las medidas necesarias para protegerla. Esa es una situación que nos preocupa a los que hemos presentado esta resolución, porque sabemos que esa falta de iniciativa del Consejo nos ha colocado en una posición muy alejada de nuestro objetivo de desarrollo sostenible. Hemos llegado a un punto muerto del que solo podremos salir si adoptamos reglas más responsables y más acordes con la Política Pesquera Común, haciendo así mucho más factible el logro de nuestros objetivos. Tenemos que recordar que las únicas reglas que existen para la gestión de la pesca llevan más de diez años en vigor y que incluso esas medidas no son demasiado buenas. Es muy importante no olvidar que corremos el peligro de incumplir nuestras obligaciones internacionales en lo que respecta a la gestión de la pesca, sobre todo en lo que respecta a las organizaciones regionales de pesca y, en particular, a la Comisión Internacional para la Conservación del Atún en el Atlántico y la Comisión General de Pesca del Mediterráneo. Por tanto, insto al Consejo a adoptar sin demora todas las medidas necesarias para alcanzar un equilibrio óptimo en el Mediterráneo y garantizar el sustento de los pescadores. Solo después de eso podremos centrar nuestra atención en otros proyectos del Mediterráneo, una región que, repito, ha sido lamentablemente descuidada durante mucho tiempo. Muchas gracias.
Hans Winkler, Presidente en ejercicio del Consejo. (DE) Señor Presidente, Señorías, en realidad solo quiero terminar diciendo que el Consejo es muy consciente de la importancia de esta cuestión. Tampoco es cierto que el Consejo se muestre inactivo o incluso desinteresado ante la situación de las poblaciones de peces y las pesquerías en el Mediterráneo. Por razones que la Presidencia no comentará, todavía no se ha llegado a un acuerdo.
La Presidencia austriaca está ocupándose ahora de este tema y trabajará activamente para encontrar una solución. Como ya he dicho, se pretende tratar esta cuestión en el Consejo del próximo mes de abril.
El Presidente. Para cerrar el debate se han presentado tres propuestas de resolución(1) de conformidad con el apartado 5 del artículo 108 del Reglamento.
Se cierra el debate.
La votación tendrá lugar mañana a las 11.00 horas.
(La sesión, suspendida a las 20.30 horas, se reanuda a las 21.00 horas)
Declaración por escrito (artículo 142 del Reglamento)
Sebastiano (Nello) Musumeci (UEN). – (IT) Señor Presidente, con ocasión del debate sobre la explotación sostenible de los recursos pesqueros del Mediterráneo, ya dije antes que el compromiso alcanzado por el Parlamento y la Comisión puede que no nos haya colmado en exceso de entusiasmo, pero representa indudablemente una mejora respecto a la propuesta inicial.
Este no es el momento oportuno para recordar los pros y los contras del compromiso; digamos solo que lo considero –al menos esa es mi esperanza– un paso más en el camino hacia la gestión racional de los recursos pesqueros del Mediterráneo, así como un apoyo fundamental para mejorar el precario nivel de empleo en el sector de la pesca, que afecta a miles de familias que pueblan toda la costa del Mare Nostrum.
La suerte está echada. Ya no hay marcha atrás. Por tanto, espero que el Consejo, al tomar sus decisiones, no se inspire en las oraciones del joven San Agustín al Altísimo, como recordaba en sus «Confesiones»: «¡Señor, dame castidad, pero todavía no!»
Está claro que podemos esperar unos meses más para que se apruebe el reglamento, pero por favor, no tardemos demasiado: nuestros pescadores están expectantes.
16. Intervenciones de un minuto sobre asuntos de importancia política
El Presidente. – De conformidad con el orden del día, se procede a las intervenciones de un minuto sobre asuntos de importancia política.
James Nicholson (PPE-DE). – (EN) Señor Presidente, deseo llamar la atención de la Cámara sobre un informe de esta semana según el cual tres de las empresas petroleras más grandes del mundo han dejado de poseer estaciones de servicio en Irlanda del Norte. Se han marchado, al parecer, debido a los problemas actuales de contrabando transfronterizo de combustible y de blanqueo.
El año pasado este Parlamento condenó rotundamente al Sinn Féin, el IRA, por continuar con sus actividades delictivas. Está claro que las decenas de millones de libras esterlinas que se calcula que se obtienen anualmente del comercio ilegal de combustible blanqueado son suficientes para asegurar la indiferencia de los representantes políticos ante tal crítica. El octavo informe de la Comisión Internacional de Control (IMC) publicado hoy afirma que los miembros del IRA están muy implicados en el contrabando de combustible y que el volumen de contrabando ha permanecido más o menos constante. Esto por lo que respecta al Sinn Féin, que pretende convencernos de que es un partido político normal.
Es atroz pensar que en 2006, en una Unión Europea que se enorgullece de su compromiso a favor de la libre circulación y el libre comercio, un Estado miembro esté asediado por una organización tan sanguinaria que incluso las mayores empresas petroleras no puedan sobrevivir a su amenaza. Confío en que este Parlamento seguirá condenando a aquellos que no comparten nuestro compromiso con las libertades fundamentales.
Marianne Mikko (PSE). – (ET) Señor Presidente, Señorías, como socialdemócrata de uno de los nuevos Estados miembros de la UE, Estonia, me sigue preocupando lo difundidos y arraigados que están los dobles raseros en la Unión Europea.
El lunes pasado entró en vigor una directiva relativa a los «ciudadanos de países terceros», que ha creado una absurda situación en la que los ciudadanos de los nuevos Estados miembros no son siquiera ciudadanos de segunda clase en el mercado de trabajo. Las circunstancias han conspirado para hacer posible una situación en la que el mercado de trabajo de la Unión Europea está abierto a los ciudadanos de algunos países terceros, pero no lo está a los ciudadanos de otros países terceros que cumplen los mismos requisitos. Pero ¿a quién estamos defendiendo de quién en esta Unión Europea de 25 miembros?
Ya he pedido al Ministro de Economía y Trabajo, Martin Bartenstein, que explique cuándo podremos ver los resultados del trabajo de Austria al frente de la Presidencia de la Unión Europea en lo que respecta a la apertura del mercado de trabajo. El miércoles pasado el Ministro fue incapaz de responder directamente a mi pregunta. Quiero insistir en que las cuestiones relativas a la apertura del mercado de trabajo seguirán siendo prioritarias para mí. La libre circulación de las personas es una de las cuatro libertades fundamentales de la Unión Europea. El recorte de esa libertad puede aprobarse solo en casos excepcionales.
Danutė Budreikaitė (ALDE). – (LT) El llamado escándalo de los espías en Moscú ha demostrado las verdaderas intenciones del Kremlin de reprimir a las organizaciones de la sociedad civil en Rusia y en los países del antiguo bloque soviético.
Aprovechándose de la dependencia que los Estados europeos tienen de la energía rusa y utilizando el suministro de energía para ejercer presión, Rusia asigna cada vez más fondos a descaradas campañas de propaganda.
En los países de Europa Oriental, esas campañas se dirigen sobre todo contra las organizaciones no gubernamentales, en particular contra las fundaciones patrocinadas por G. Soros. Su finalidad es debilitar la confianza de la sociedad en las instituciones que defienden los valores occidentales y mantener a la sociedad bajo la esfera de la influencia cultural y política de Rusia. La UE debe ser más activa en su defensa de los procesos democráticos en el antiguo bloque soviético y en los vecinos orientales de la UE. Debe manifestar su opinión sobre la propaganda antioccidental y no aplicar dobles raseros con Rusia por su dependencia de la energía rusa.
Pedro Guerreiro (GUE/NGL). – (PT) Las organizaciones que representan a los trabajadores de las industrias de equipos eléctricos y electrónicos en Portugal han denunciado que en los últimos tres años se han producido más de 8 000 despidos en las multinacionales que operan en el sector, constituyendo los ejemplos más graves de reducción de los niveles de empleo Lear, Vishay, Philips, Yazaky Saltano, Alcoa Fujikura y Delphi. La situación tenderá a agravarse si se concretan las nuevas amenazas de procesos de transferencia de pedidos y deslocalización de empresas que supondrían la pérdida de más de 6 000 puestos de trabajo.
Las multinacionales han llegado incluso a chantajear a los trabajadores, entre otras cosas devaluando los salarios, flexibilizando los horarios de trabajo y haciendo más precarias las condiciones de trabajo. Las medidas preconizadas desde hace mucho tienen ahora que aplicarse para poner fin a esta auténtica carrera de máximo lucro y máxima explotación, con total desprecio por sus consecuencias sociales e, incomprensiblemente, financiadas a veces con recursos comunitarios.
Urszula Krupa (IND/DEM). – (PL) Señor Presidente, quiero que quede constancia de mi protesta por las caricaturas del Gobierno polaco y de su Primer Ministro como personajes de opereta publicadas en medios de comunicación de toda la Unión. El último número del European Voice también se ha rebajado hasta ese extremo. Las fuerzas del liberalismo se niegan a aceptar la voluntad de la nación. La nación votó en unas elecciones libres y otorgó el poder a los católicos para los que Dios, la verdad y el bien son más importantes que el libre mercado. Aún así, nuestros nuevos líderes se están viendo acosados y criticados por los liberales en los medios de comunicación.
La democracia se está utilizando también como pantalla de humo para el terrorismo de los medios de comunicación que se perpetra actualmente con total impunidad en Polonia. El objetivo es el sacerdote que dirige la emisora Radio Maryja y que tiene millones de oyentes en todo el país. La prensa liberal ha publicado al menos 18 000 artículos ofensivos en los últimos ocho años. Se plantea la cuestión de por qué las instituciones de la Unión, cuyo objetivo es defender la democracia, los derechos humanos y las libertades fundamentales, además de combatir la intolerancia, solo reaccionan ante ciertos tipos de violaciones de los derechos humanos y hacen oídos sordos y ojos que no ven cuando se trata de los católicos. Efectivamente, esas instituciones incluso imitan la conducta de algunos sectores de los medios de comunicación contrarios a los valores tradicionales. Quiero recordar a la Cámara que una democracia que no se base en la verdad se convertirá inevitablemente en una dictadura basada en el relativismo.
Ryszard Czarnecki (NI). – (PL) Señor Presidente, los medios de comunicación polacos han anunciado que la Unión Europea ha desestimado la concesión de recursos del Fondo de Cohesión para la construcción del embalse de Racibórz Dolny para la prevención de inundaciones en el río Oder. Los habitantes de la cuenca del río Oder se han sentido profundamente decepcionados por estas noticias y han perdido gran parte de su confianza en las instituciones europeas.
En julio de 1997 se produjeron catastróficas inundaciones en la cuenca del río Oder. Cincuenta y cuatro personas murieron y las pérdidas materiales ascendieron a 5 000 millones de euros. El Gobierno polaco decidió reconstruir de inmediato las zonas dañadas. Aunque Polonia atravesaba enormes dificultades económicas, el programa de construcción de barreras para la prevención de inundaciones se está desarrollando con gran coherencia y efectividad. Se han reconstruido más de mil kilómetros de barreras para la prevención de inundaciones y la vega del Oder se ha aumentado en más de 150 millones de metros cuadrados. Durante todo el programa, mi país ha cooperado estrechamente con sus vecinos, sobre todo con Alemania y la República Checa.
Polonia está cumpliendo las obligaciones derivadas de su adhesión en lo que respecta a la aplicación de las disposiciones de la Directiva marco sobre el agua en la región transfronteriza de la cuenca del río Oder. Quiero, por tanto, preguntar por qué Polonia no ha recibido ayuda financiera para este proyecto y qué posibilidad hay de que se destine rápidamente dinero del Fondo de Cohesión para este fin.
Milan Gaľa (PPE-DE). – (SK) Quiero agradecerles a todos su solidaridad y sus condolencias por el trágico suceso que conmocionó al pueblo eslovaco hace dos semanas. Como saben, el 19 de enero un avión militar eslovaco se estrelló con 43 soldados y personal militar a bordo. Lamentablemente, solo una persona sobrevivió al impacto.
El avión había despegado de Priština, Kosovo, donde soldados eslovacos, junto con otras tropas de la comunidad internacional, habían estado participando en la misión de paz de la OTAN. Para Eslovaquia, el 23 de enero fue un día de duelo nacional.
Quiero agradecer al Presidente del Parlamento Europeo su decisión ese día de izar una bandera de la República Eslovaca a media asta delante del edificio del Parlamento. Estas manifestaciones de condolencia significan mucho para el pueblo eslovaco. No solo fue la pérdida de unos excelentes profesionales militares, sino también de unos jóvenes al inicio de sus carreras profesionales y de sus vidas personales, de unos hijos y unos maridos, así como de unos padres de 36 desconsolados huérfanos. Descansen en paz.
Csaba Sándor Tabajdi (PSE). – (HU) En el Foro Económico Mundial celebrado en Davos, el Primer Ministro francés, Dominique de Villepin, atribuyó los problemas de Europa a la ampliación. Según él, la toma de decisiones se ha hecho más difícil a raíz de la adhesión de los diez nuevos Estados miembros, y en muchos casos el ingreso de los países de Europa Oriental se ha visto en la mitad occidental del continente como una carga financiera demasiado pesada. Las declaraciones del Primer Ministro De Villepin son escandalosas e intolerables. Parece ser que el Primer Ministro de Francia, Estado fundador de la Unión Europea, ni siquiera conoce los procesos básicos. La crisis de la Unión Europea, que atraviesa efectivamente una situación difícil, no ha estado causada por los nuevos Estados miembros, sino todo lo contrario. La ampliación cuesta a cada ciudadano de los antiguos Estados miembros 20 euros al año; así pues, el comentario del Primer Ministro De Villepin de que la carga financiera es excesiva resulta incomprensible. Además, el estancamiento económico de Francia se inició a mediados del decenio de 1990. Es una pena que el Presidente Borrell, que estaba presente allí, no defendiera a los nuevos Estados miembros.
(FR) No debemos ser los chivos expiatorios de la crisis actual de Francia.
Gerard Batten (IND/DEM). – (EN) Señor Presidente, recientemente se han publicado artículos en la prensa británica sobre una conferencia celebrada en Salzburgo, organizada por la Presidencia austriaca. Al parecer el propósito era debatir sobre el modo en que Europa puede volver a congraciarse con sus ciudadanos. Por casualidad este acto ha coincidido más o menos con el 250º aniversario del nacimiento del inmortal y glorioso Wolfgang Amadeus Mozart. En dicha conferencia se presentó a Mozart como una especie de federalista protoeuropeo por el mero hecho de que en su breve carrera viajó mucho por Europa.
Sin embargo, ¿cuáles eran las opiniones políticas de Mozart, si es que tenía alguna? Al recibir las noticias sobre la liberación de Gibraltar por parte de Gran Bretaña y la victoria sobre la armada francesa en Trincomalee, escribió a su padre Leopoldo: «En efecto, me he enterado de las victorias de Inglaterra y también estoy encantado, pues ya sabes que soy cien por cien inglés». ¿Sabía la Presidencia austriaca que estaba celebrando el nacimiento de alguien que se autoproclamaba inglés?
James Hugh Allister (NI). – (EN) Señor Presidente, el viernes pasado Irlanda del Norte sufrió un doble golpe por la pérdida de dos empresas, en ambos casos por su incapacidad de competir con importaciones baratas. «Farm-Fed Chickens», una antigua empresa de aves de corral de Coleraine, anunció su cierre con la pérdida de 350 puestos de trabajo, y «Barber Threads», de Lisburn, ha tenido que cerrar con la pérdida de 85 puestos de trabajo en el sector textil.
Las importaciones baratas son ahora el azote de las industrias de fabricación y transformación de la UE. Con el enfoque del Comisario Mandelson en la OMC parece que la Comisión quiere avanzar todavía más rápido por esta senda de destrucción. En nombre de aquellos a los que se está privando de empleo en toda Europa pido un replanteamiento radical de nuestro enfoque con respecto a las importaciones baratas de modo que se tengan en cuenta como es debido las consecuencias económicas y sociales.
No podemos seguir con esta sangría de puestos de trabajo autóctonos por perseguir lo que realmente es un dogma inaceptable.
Lidia Joanna Geringer de Oedenberg (PSE). – (PL) Señor Presidente, celebro que el Consejo alcanzara finalmente un compromiso sobre las futuras perspectivas financieras en diciembre. No obstante, creo que el llamado método de los «regalos de Año Nuevo» aplicado por la Presidencia británica es irresponsable y no favorece a la política de cohesión europea. Además, los drásticos recortes del gasto en detrimento de los Fondos Estructurales no ayudan en nada a construir una Europa de solidaridad. Preocupa también la ausencia de criterios claros sobre cómo se va a utilizar el futuro fondo de reserva de los recursos no utilizados del Fondo de Cohesión. Creo que el resultado probable de eso será, más que el fortalecimiento de Europa, su creciente división.
Ha pasado el primer mes de la Presidencia austriaca y ahora el nuevo Consejo debería estar listo para iniciar conversaciones concretas con el Parlamento. Mientras tanto, la ausencia de un mandato de negociación nos ha hecho conscientes, desde luego, de que el tiempo es oro. Cuanto más tengamos que esperar para alcanzar un compromiso, más probable será que salgamos perdiendo porque se produzcan retrasos en la ejecución de los nuevos programas, sobre todo de los relacionados con la política estructural en una Europa ampliada.
Ilda Figueiredo (GUE/NGL). – (PT) En los últimos dos días se han debatido la Estrategia de Lisboa y su revisión, un tema de la máxima importancia. En ese debate participaron diputados de los Parlamentos nacionales, que indudablemente llamaron la atención sobre las realidades existentes en los diversos Estados miembros.
Tanto la Comisión como el Consejo deben tener ahora en cuenta la situación de cada uno de los Estados miembros, donde sigue aumentando el desempleo y donde se mantienen niveles elevados de pobreza y de exclusión social, para que puedan alcanzarse los objetivos anunciados hace seis años en la Cumbre de Lisboa. Lo que se necesita también es el abandono total de las políticas neoliberales de las privatizaciones, las liberalizaciones y la propuesta de directiva Bolkestein para que puedan mejorar las condiciones socioeconómicas y se pueda conseguir verdaderamente una mayor cohesión económica y social en la Unión Europea.
El Presidente. – Con esto concluyen las intervenciones de un minuto sobre asuntos de importancia política.
17. Situación actual de la lucha contra la violencia contra las mujeres y posibles acciones futuras
El Presidente. – De conformidad con el orden del día, se procede al debate del informe (A6-0404/2005) de la señora Carlshamre, en nombre de la Comisión de Derechos de la Mujer e Igualdad de Género, sobre la situación actual en la lucha contra la violencia ejercida contra las mujeres y futuras acciones (2004/2220(INI).
Maria Carlshamre (ALDE), ponente. – (EN) Señor Presidente, el tema de la violencia machista contra las mujeres no es un pequeño problema marginal de la sociedad. Está por todas partes y afecta a toda las sociedad directa e indirectamente. Me alegra percibir que existe una creciente comprensión de la envergadura de este problema. Deseo dar las gracias a mis colegas diputados de la Comisión de Derechos de la Mujer e Igualdad de Oportunidades por la valiosa ayuda y el apoyo que he recibido durante este trabajo. También me complace que el Comisario Frattini haya mostrado un compromiso serio y sincero. Ahora tenemos una oportunidad importante de otorgar la palabra a todas las mujeres que han conocido violencia, pero no justicia.
La piedra angular de mi informe es que debemos corregir las cifras. A escala comunitaria no hay estudios fiables. Sin embargo, tres estudios nacionales de prevalencia en Finlandia en 1999, Suecia en 2001 y Alemania en 2004 indican que las evaluaciones previas habían subestimado en gran medida la amplitud del problema. Utilizando la definición de violencia contra las mujeres de las Naciones Unidas, estos estudios muestran que entre el 40 y el 50 % de las mujeres de estos tres países han sido objeto, en algún momento de su vida, de actos de violencia cometidos por un hombre. Quiero hacer hincapié en esto: entre el 40 y el 50 % de todas las mujeres en edades comprendidas entre los 16 y los 67 años. La cifra correspondiente para toda la UE sería increíblemente elevada, entre 80 y 100 millones de mujeres.
Esté claro que toda medida eficaz debe basarse en hechos y cifras correctos y existe la necesidad urgente de realizar estudios similares en otros Estados miembros. La magnitud del problema en sí mismo indica que todos los Estados miembros están violando repetidamente las normas básicas de las libertades civiles y el Estado de Derecho a una escala que todavía no llegamos a comprender. Pueden pensar ustedes que esto es una exageración. No lo es.
Quisiera invocar a un clásico liberal. Hace más de 300 años, el filósofo británico John Locke introdujo una idea fundamental: un Gobierno debe concebirse como un instrumento de defensa de los derechos fundamentales, y el derecho civil más fundamental es el derecho a la vida y la integridad física. Esta es la base moral y normativa del Estado y su razón de ser. Los ciudadanos aceptan obedecer las leyes, pero esto presupone que el Estado cumpla su compromiso básico de proteger las vidas, la libertad y la propiedad de sus ciudadanos. Todo Estado que fracasa en este empeño ha incumplido el contrato. Por lo que se refiere a la violencia en contra de las mujeres, el fracaso es palpable en todos los Estados miembros de la Unión. Toda violencia es un desafío a nuestra civilización y al Estado de Derecho. Pero la violencia de los hombres contra las mujeres quebranta específicamente el contrato que se manifiesta a través de toda política común.
Existe una diferencia sistemática en la forma de tratar los delitos de violencia, en función del sexo de la víctima. La violencia contra los hombres suele producirse en público, perpetrada por otro hombre, a menudo un extraño. La violencia contra las mujeres suele producirse en privado, perpetrada por un hombre conocido por la mujer, muy a menudo un hombre con quien la mujer tiene o ha tenido una relación. La diferencia fundamental, desde el punto de vista político, es que la violencia privada contra las mujeres no se persigue tan seriamente como la violencia pública contra los hombres. El problema de la violencia de los hombres contra las mujeres no es un pequeño problema marginal de la sociedad, también tiene una historia.
La violencia ejercida en la calle por un extraño, que afecta sobre todo a los hombres, ha sido un delito penal en Europa desde hace siglos, pero hasta hace poco la violencia ejercida en el hogar no era un delito penal. Hasta bien entrado el siglo XX, en Europa había muchas leyes que disculpaban la violencia doméstica de los hombres contra las mujeres. Este legado sigue vivo en nuestra Unión. Podemos verlo en la jurisprudencia, las actitudes y las percepciones sobre la naturaleza menos grave de la violencia privada.
El problema de la violencia de los hombres contra las mujeres no es un pequeño problema marginal de la sociedad. La violencia de los hombres contra las mujeres también ha sido una forma de mantener a los hombres, en general, en el poder.
Cuando la Asamblea General de las Naciones Unidas aprobó en 1993 la declaración sobre la eliminación de la violencia contra la mujer, fue la primera vez que un documento de las Naciones Unidas situaba la violencia de los hombres contra las mujeres en una perspectiva de género-poder. Vincula explícitamente la violencia a la posición superior de los hombres. Lo que hace falta ahora es actuar. Primero hay que corregir las cifras y después proceder con las soluciones pertinentes. El problema de la violencia de los hombres contra las mujeres no es un pequeño problema marginal de la sociedad. Exijo tolerancia cero ante la violencia de los hombres contra las mujeres.
Franco Frattini, Vicepresidente de la Comisión. – (IT) Señor Presidente, coincido plenamente con el informe y con lo que acaba de decir la ponente. La violencia contra las mujeres es sin dura hoy el caso más difundido de violación de los derechos humanos en todo el mundo. Se trata de una forma de violencia que no conoce barreras geográficas ni límites de edad de las víctimas, y que no hace distinción alguna de clase o de origen cultural y familiar. En realidad es el delito más generalizado del mundo, contra el que la Comisión Europea y las instituciones de la Unión Europea tienen la obligación institucional y moral de luchar con firmeza.
Celebro en particular el informe que hoy nos ocupa porque afronta los principales temas de los que las instituciones de Europa tienen que ocuparse. La Comisión ha emprendido una serie de iniciativas para ayudar a los Estados miembros a adoptar políticas enérgicas de prevención y reacción encaminadas a erradicar la violencia ejercida contra las mujeres. Estamos desarrollando instrumentos legales para favorecer una cooperación más estrecha entre los Estados miembros en las actividades policiales; en la tipificación de los delitos, que a menudo no coincide; y, por supuesto, en el fortalecimiento de las medidas encaminadas a perseguir y erradicar de la sociedad civil esos delitos y a garantizar una protección más eficaz de las víctimas de la violencia.
La mayor parte de las iniciativas mencionadas en el informe se encuadran en el programa Daphne, que todos conocemos: se trata de medidas de apoyo a las víctimas y de formación, programas para reintegrar a las víctimas de la violencia en la sociedad, proyectos de estudio e investigación, formulación de políticas europeas, recogida de datos y definición de indicadores, que lamentablemente siguen faltando.
El programa Daphne, que la Comisión pretende mantener y ampliar, abarca todo tipo de violencia, incluida la violencia doméstica, que es una de sus formas más graves. Por desgracia, estos delitos no están reflejados en las estadísticas judiciales porque, en la gran mayoría de los casos, las víctimas no denuncian los episodios violentos que tienen lugar dentro del hogar familiar. Las medidas en cuestión incluyen también una lucha tenaz contra la mutilación genital femenina, una práctica horrenda que debe ser castigada con firmeza, y los llamados «delitos de honor», que deberían rebautizarse con el nombre de «delitos de deshonor»: es mejor no hablar de un delito «de honor» cuando un hombre golpea a una mujer, sea por el motivo que sea.
El informe menciona la necesidad de recoger datos y publicar estadísticas, puesto que las estadísticas fiables son una de las premisas fundamentales para adoptar decisiones más eficaces a escala europea. La Comisión está trabajando en ese aspecto y ha creado, en colaboración con Eurostat, un sistema europeo de estadísticas sobre los delitos y la justicia penal: obviamente, la violencia contra las mujeres es uno de los aspectos sobre los que publicaremos más rápidamente estadísticas calculadas a partir de las medidas y los datos facilitados por los Estados miembros. Creo que de aquí al mes de julio de 2006 podremos publicar una serie de estadísticas europeas sobre delitos y sobre la respuesta judicial a los delitos, que contendrá lógicamente un capítulo dedicado a la violencia ejercida contra las mujeres.
En cuanto al tema de la mutilación genital femenina, la Comisión ha financiado numerosas iniciativas, siempre en el marco del programa Daphne, que han dado resultados positivos. Puedo añadir también que, en el ámbito de la acción europea sobre inmigración y asilo, la directiva relativa a los requisitos mínimos para el reconocimiento de la condición de refugiado considera los actos de violencia sexual contra la mujer como razón suficiente para reconocer la condición de refugiado. Puedo asegurar también a la ponente que, aunque la mutilación sexual femenina no se incluye explícitamente en el texto de la directiva en cuestión, la Comisión la considera un acto de violencia cometido con fines sexuales y, por tanto, queda incluido entre las razones que, a mi modo de ver, justifican el reconocimiento de la condición de refugiado.
He puesto este ejemplo, señor Presidente, para insistir en la necesidad de afrontar a escala europea el tema de la violencia ejercida contra las mujeres y desde todos los ángulos posibles: desde el tráfico de seres humanos hasta las políticas migratorias y la igualdad de oportunidades, y de ahí la necesidad de no discriminación. En términos más generales, tenemos que utilizar la justicia, la política laboral y la política social como instrumentos de aplicación práctica. Desde el punto de vista institucional, político y también moral me siento comprometido con esos objetivos, que constituirán por tanto prioridades concretas de nuestro trabajo en los próximos meses.
Piia-Noora Kauppi, en nombre del Grupo del PPE-DE. – (EN) Señor Presidente, en primer lugar quisiera dar las gracias a la ponente por su trabajo y por esta oportunidad de debatir sobre la violencia que sufren las mujeres en su vida diaria.
La violencia contra las mujeres no es un problema marginal; las mujeres de todos los grupos sociales pueden ser víctimas de la violencia. A veces, las mujeres que conocen un gran éxito profesional piensan que son intocables. Toda mujer puede ser maltratada. No puede decirse que no es un problema nuestro ni de las mujeres de la UE.
Aunque el informe se centra en la violencia de los hombres contra las mujeres y especialmente de la violencia doméstica, no debemos olvidar que este no es el único tipo de violencia, a pesar de que, innegablemente, sea el más común. Lamentablemente, los niños son a menudo también blanco de la violencia doméstica, y también los hombres. Aunque no son el tema de nuestro debate de hoy, no deberíamos olvidar que estas cosas también suceden.
No deberíamos permitir que se produzca ningún tipo de violencia doméstica. La ponente menciona la cifra de 100 millones de mujeres en la UE que han sufrido violencia por parte de hombres. La Comisión calcula que cada año mueren unas mil mujeres en Europa debido a la violencia ejercida por sus parejas. Solo en Finlandia, la policía recibe 80 000 llamadas domésticas y 17 000 de ellas se deben a casos de violencia doméstica, y eso que somos un país situado en el quinto lugar en las clasificaciones mundiales de igualdad de género.
Estas cifras son terribles. Tenemos que actuar. ¿Qué podemos hacer? Primero debemos asegurarnos de que los Estados miembros tomen medidas para combatir la violencia doméstica. Una legislación más eficaz y su aplicación efectiva son factores cruciales, así como la coordinación entre todos los implicados en este terreno. Asimismo deberíamos tener en cuenta los estudios realizados en los Estados Unidos que muestran una clara correlación entre el maltrato de animales y la violencia doméstica. Se ha mostrado que muchos casos de violencia doméstica han venido precedidos de maltrato de animales. Nosotros en Europa quizás podamos aprender de esto.
Además del tipo más tradicional de violencia contra las mujeres, recientemente hemos sido testigos de un aumento de los delitos de honor y mutilación genital. Me complace mucho escuchar que la Comisión insiste más en este derecho humano. Toda mujer tiene derecho a decidir sobre su propio cuerpo. Esto es muy importante.
Anna Hedh, en nombre del Grupo del PSE. – (SV) Señor Presidente, quiero aprovechar esta oportunidad para agradecer a la ponente el hecho de que hayamos podido debatir esta tarde una cuestión de máxima importancia para la UE. Además de ser un acto delictivo y una violación de los derechos humanos, la violencia de los hombres contra las mujeres es un grave problema sociopolítico en todo el mundo. Nosotros, el Grupo Socialista en el Parlamento Europeo, creemos que la violencia de los hombres contra las mujeres guarda relación con unas relaciones de poder desiguales entre hombres y mujeres, y el problema se agravará si los Estados miembros no utilizan la legislación para oponerse con firmeza y rotundidad a ese tipo de violencia.
La violencia de los hombres contra las mujeres tiene evidentemente consecuencias sociales y humanas importantes. Siempre he creído que detrás de cada mujer golpeada hay más veces que menos unos hijos que, además de soportar mucho sufrimiento físico y psicológico, creen que así es como tienen que ser las cosas, una opinión que a la larga puede llevarles a adoptar ellos mismos la misma conducta cuando sean adultos. Tenemos que romper ese círculo vicioso. A menudo nos olvidamos también de los hijos en estos contextos. Es importante que los hijos que ven a sus madres golpeadas sean tratados también como víctimas y tengan derecho a recurrir ante los tribunales.
Se ha demostrado, por otra parte, que la violencia ejercida contra las mujeres es un factor importante en la vida de las mujeres y las niñas que son víctimas del tráfico de seres humanos y de la prostitución. Quiero aprovechar esta oportunidad para decir que debemos combatir la actitud de que la prostitución es comparable al ejercicio de una profesión. Esta forma de violencia y de grave violación de los seres humanos es absolutamente inaceptable. La prostitución, el tráfico de seres humanos y todas las formas de violencia ejercida contra las mujeres, como la mutilación genital y la violencia relacionada con conceptos del honor, pertenecen a la misma categoría. La UE tiene que servir de ejemplo y adoptar una postura firme en la lucha contra esas manifestaciones de discriminación entre los sexos y de distribución desigual de poderes entre ellos. Es también importante que se haga una cierta labor preventiva con investigaciones, suministro de información e intercambio de conocimientos entre los Estados miembros. Aunque la atención suele centrarse, lógicamente, en las víctimas, se necesitan también estrategias preventivas activas orientadas a los que ejercen la violencia y a los que pueden llegar a ejercerla.
Por último, solo quiero mencionar brevemente una de las enmiendas que yo misma he presentado y que hace referencia a la relación entre alcohol y violencia. El alcohol suele ser un factor que interviene en los actos de violencia y es importante que los alegatos por intoxicación como circunstancia atenuante no sean aceptados por los tribunales cuando se trate de casos de violencia de hombres contra mujeres. Ahora bien, cuando se reconsideren las estrategias para reducir los daños causados por el alcohol en la sociedad, habrá que tener siempre en cuenta el efecto que el alcohol tiene como desencadenante de la violencia de los hombres contra las mujeres.
(Aplausos en algunos escaños)
Raül Romeva i Rueda, en nombre del Grupo Verts/ALE. – (ES) Señor Presidente, a mí me entristece mucho tener que celebrar este debate sobre la violencia contra las mujeres, puesto que ello significa que se trata de un tema activo, de un tema vivo.
El informe de la señora Carlshamre, a quien felicito por su trabajo, nos recuerda entre otras cosas que la violencia contra las mujeres es una lacra que no sabe de nacionalidades, religiones, estatus social o nivel económico; se trata, al contrario, como se ha dicho también, de un fenómeno universal, relacionado con las desigualdades existentes en nuestras sociedades en cuanto a la distribución del poder y de los roles entre géneros. Precisamente por ello, la respuesta debe ser contundente, aquí en Europa y en otros países donde, como ocurre en México o Guatemala, la situación ha llegado a tales niveles que se habla incluso de «feminicidios». El tiempo de la retórica y de la condena, sin embargo, hace tiempo que quedó atrás. Ahora es el momento de la acción, de adoptar medidas en favor de las víctimas, aplicar estrategias proactivas y preventivas y establecer sanciones penales eficaces, proporcionadas y disuasorias. Pero para que estas medidas sean efectivas hay que dotarlas de los recursos humanos y económicos necesarios.
Hace pocos días celebrábamos el primer aniversario de la Ley sobre violencia de género en España. Esa efeméride nos sirve para insistir, como hace el informe Carlshamre, en que es necesario considerar la violencia contra las mujeres como una clara violación de los derechos humanos más fundamentales y en que, además de las medidas reactivas, hay que establecer programas de carácter holístico que afronten seriamente la cuestión de la distribución de roles en nuestra sociedad y, en particular, la percepción que todavía tienen muchos hombres de que las mujeres no son más que un objeto a su disposición y que, por ello, tienen incluso el derecho de pegarlas o maltratarlas, cuando no de matarlas.
En definitiva, el problema real, me temo, sigue estando en la cabeza de muchos hombres, y ahí es donde hay que actuar.
Ilda Figueiredo, en nombre del Grupo GUE/NGL. – (PT) La violencia contra las mujeres, que va desde el tráfico de seres humanos o la prostitución a la violencia en el ámbito doméstico o laboral, es un problema de extrema gravedad.
La violencia doméstica es la más frecuente de todas estas manifestaciones, afectando a millones de mujeres en Europa. La ponente, a la que quiero felicitar por su excelente trabajo, nos ha presentado aquí algunas cifras, aunque se sabe que no se han realizado estudios a escala comunitaria. Señor Comisario, es necesario que se tomen cuanto antes las medidas necesarias para que este fenómeno se haga más visible, pues es inadmisible que sigan muriendo todos los años en la Unión Europea, víctimas de la violencia, probablemente más de 100 000 mujeres y también muchos niños, otro aspecto que debe tenerse en cuenta.
Espero, por tanto, que después de este debate nada siga igual, que de verdad se refuercen los instrumentos, como se ha prometido, que se tomen medidas y que haya voluntad política para que esta situación efectivamente cambie.
Urszula Krupa, en nombre del Grupo IND/DEM. – (PL) Señor Presidente, no quisiera restar importancia a esta cuestión tan significativa. No obstante, como miembro de la Comisión de Derechos de la Mujer e Igualdad de Género, me gustaría señalar que la violencia no es solo característica del comportamiento masculino. Es indicativa de una personalidad que no se ha desarrollado apropiadamente, y puede ocurrir tanto en hombres como en mujeres. La violencia psicológica perpetrada por las mujeres es menos evidente de forma inmediata, pero puede ser igual de perjudicial, tal y como confirma la investigación de casos de relaciones homosexuales en hombres y mujeres. Conviene subrayar que los factores sociales desempeñan una función muy significativa en la expansión de la violencia. Me refiero a las agresiones en los medios de comunicación y al estilo de vida hedonista y liberal que se fomenta en la actualidad y que no está sujeto a restricciones, normas o prohibiciones. Se trata de un estilo de vida caracterizado por una ola implacable de pansexualismo y pornografía y la creencia de que los seres humanos son objetos que pueden venderse y comprarse. Por último, la guerra entre sexos que se ha defendido recientemente y que recuerda la lucha de clases comunista, ha fomentado la agresión en lugar de reducirla.
Irena Belohorská (NI). – (SK) Señorías, quisiera expresar mi agradecimiento a la ponente, la señora Carlshamre, por su informe, que subraya aspectos muy importantes de la lucha contra los actos de violencia cometidos contra las mujeres. Estoy de acuerdo con ella, y creo que es muy importante que no toleremos absolutamente ninguna forma de violencia.
Se dice que la resistencia de una cadena equivale a la de su eslabón más débil y nuestra sociedad tiene que ser débil si no puede proteger a su eslabón más débil, es decir, a sus niñas y niños. Los movimientos feministas han denunciado la violencia contra las mujeres y siempre han luchado por los derechos de las mujeres. Cuando observamos cómo se reduce cada vez más la edad de las víctimas, la sociedad debe tener el valor de proteger a las jóvenes de la violencia y el abuso. No obstante, los culpables solo son descubiertos en algunas ocasiones, normalmente cuando ya es demasiado tarde.
Lamentablemente, las historias trágicas hacen buenos artículos e incrementan los ingresos de la prensa amarilla. Por desgracia para la víctima, este es un hecho trágico. Normalmente las chicas jóvenes no tienen la oportunidad de vivir su infancia, a resultas de la violencia se convierten en mujeres y a menudo en madres de manera prematura. Por este motivo yo también alzo mi voz hoy para llamar la atención sobre esta cuestión y para favorecer los esfuerzos encaminados a poner fin a la violencia que todos sabemos que existe en la sociedad, aunque tendemos a confiar en otros para que luchen contra ella en nuestro nombre.
Creo que es muy importante aprobar leyes, recomendaciones y reglamentos, pero también debemos apoyar la aplicación coherente y el cumplimiento de las mismas en nuestra vida diaria. No lejos del Parlamento Europeo hay una joven en la calle con uno o dos bebés que sostiene una taza y pide dinero. Como es una mujer de un grupo étnico distinto, fingimos que no nos incumbe, le echamos unos céntimos y seguimos andando.
Anna Záborská (PPE-DE). – (SK) Permítanme en primer lugar expresar mi agradecimiento a la ponente, la señora Carlshamre, y a todos los diputados y diputadas que han ayudado a desarrollar este informe.
La violencia es un abuso de superioridad por una de las partes, pero hay que decir que no prevenir la violencia también es una forma de violencia. Nuestra actitud básica debe caracterizarse por una absoluta falta de tolerancia hacia toda forma de violencia contra las mujeres. Cualquier solución dependerá especialmente de la enseñanza del respeto de otras personas y de la colaboración intensa entre Gobiernos, Parlamentos y organizaciones no gubernamentales. Estos organismos deberían desarrollar conjuntamente procedimientos para combatir este fenómeno.
Las estadísticas son necesarias, pero nuestro éxito depende principalmente de medidas preventivas efectivas, y más aún desde que cualquier ejemplo de violencia en las familias afecta también a los niños y pasa a generaciones futuras. Las comunidades y minorías étnicas con diferentes culturas y sus propias formas de violencia también merecen nuestra atención. Todo Estado de la Unión Europea debe promulgar una legislación exhaustiva y eficaz respecto a la violencia doméstica, que criminalizará ciertas formas de violencia. Ni las prácticas habituales ni el alcohol deberían considerarse factores atenuantes. Debemos demostrar claramente que la violencia es sencillamente inaceptable en la sociedad.
Señor Presidente, creo firmemente que la violencia doméstica avergüenza a la sociedad democrática y altamente desarrollada en la que vivimos, puesto que constituye violencia cometida contra la dignidad humana. La prevención de la violencia contra las mujeres debe ser misión de todos nosotros.
Iratxe García Pérez (PSE). – (ES) Señor Presidente, este informe que hoy traemos a debate nos da la oportunidad de hacer un llamamiento rotundo a las Instituciones europeas y a los Estados miembros para luchar contra una realidad: la violencia ejercida contra las mujeres por el mero hecho de ser mujeres. No podemos permanecer impasibles ante esta situación; tenemos la obligación de poner en marcha todos los instrumentos necesarios para acabar con esta lacra social. La violencia contra las mujeres es una vulneración de los derechos humanos, de derechos fundamentales como la libertad, la igualdad, la vida y la no discriminación. Debemos exigir a los Estados miembros un endurecimiento de las penas y el desarrollo de leyes integrales que respondan a esta realidad. En este sentido, España es un claro ejemplo para toda Europa, con la ley aprobada el pasado año contra la violencia de género, que, si bien es cierto que no podrá terminar de la noche a la mañana con esta situación, significa un claro compromiso de combatirla decididamente con todos los instrumentos necesarios.
No podemos obviar que hoy existe una mayor conciencia a este respecto, gracias al esfuerzo realizado por las organizaciones de mujeres en su lucha contra todas las formas de violencia de género. Podemos decir que ya no es un delito invisible, sino que produce un rechazo colectivo. Aspectos tan importantes como la protección de las víctimas deben venir acompañados de otras medidas, como programas específicos de acceso al empleo o a las viviendas sociales, para abordar esta realidad desde un punto de vista integral, teniendo en cuenta aspectos relativos a la educación, la asistencia jurídica o el ámbito sanitario y sin olvidar que estas situaciones de violencia afectan también, en muchos casos, a los menores dentro de su entorno familiar.
No caben excusas a la hora de atajar la violencia contra las mujeres de una forma decidida y comprometida, porque una sociedad no puede avanzar cuando se vulneran los derechos de una parte tan importante de la misma: las mujeres. Hablamos de un problema social grave que hará necesarios todos nuestros esfuerzos para acabar con él. El de hoy es un paso más en el camino que todavía queda por recorrer. Hagamos todo lo posible y lo imposible para llegar al final.
Zita Pleštinská (PPE-DE). – (SK) La violencia contra las mujeres ha existido durante toda la historia de la humanidad. Con el fin de crear estrategias efectivas para eliminar este grave problema social, es necesario comprender a fondo este fenómeno y las características del mismo que son específicas de las distintas naciones.
Los países poscomunistas, incluida Eslovaquia, llevan mucho tiempo ignorando este tema. Las tradiciones arraigadas siempre han mantenido la violencia doméstica escondida detrás de la puerta. Otro factor coadyuvante ha sido el hecho de que algunos tipos de violencia se referían a temas muy delicados. Por ese motivo, a menudo la víctima no denunciaba una violación, especialmente por miedo al agresor, miedo por los niños o lealtad a la familia. Estos países en especial solían tener bajos niveles de denuncia de abusos sexuales. Se estima que la cifra real de casos es cinco a diez veces mayor que la cifra de casos denunciados.
Con mucha frecuencia, a las mujeres les cuesta hablar de la violencia, bien por el shock sufrido o por vergüenza, y no creen que nadie pueda ayudarles. Otras ni siquiera reconocen la experiencia vivida como acto de violencia. Por estos motivos, estoy de acuerdo con la ponente, la señora Carlshamre, que subraya en su informe que hay que dar prioridad a la sensibilización en torno a este problema en la sociedad en su conjunto. El informe reta a los Gobiernos y Parlamentos de los países miembros a que tomen medidas encaminadas a romper el silencio que rodea a la violencia contra las mujeres. La violencia no puede ser una cuestión privada. Debe convertirse en una cuestión pública, una cuestión para todos nosotros.
La recopilación minuciosa de datos es el único modo de llegar al fondo de este grave problema y ayudar a centrar los esfuerzos encaminados a eliminarlo. No solo las organizaciones no gubernamentales, los medios de comunicación y los centros de investigación y educativos pueden contribuir a esto, sino todos los que nos negamos a tolerar este grave problema social, que se ha convertido en un obstáculo para el desarrollo de una sociedad democrática. En conclusión, permítanme expresar mi agradecimiento a la ponente por su trabajo.
Marianne Mikko (PSE). – (ET) Señorías, lamentablemente yo tampoco soy un hombre, sino una mujer en este debate, y quisiera dar las gracias a la ponente Maria Carlshamre por su oportuno informe. El informe afirma con razón que la violencia contra las mujeres está relacionada con la supremacía masculina en la sociedad. El informe presta mucha atención a la preocupante expansión de los asesinatos por cuestiones de honor y la mutilación genital en la Unión Europea. Se trata de tradiciones que los inmigrantes traen de países en los que el desequilibrio de poder entre los sexos está todavía más acentuado que en Europa.
Los Estados miembros de la Unión Europea no pueden pasar por alto dicha violación de los derechos humanos solo porque la violencia se cometa en el seno de la familia. Necesitamos medidas contundentes y proporcionadas, castigos equilibrados que sirvan de factor disuasorio, como se indica en el informe. El castigo directo debería estar apoyado por medidas encaminadas a mejorar el equilibrio de poder entre los sexos. Quisiera subrayar otro tipo de violencia que representa y simboliza el desigual reparto de poder mejor que cualquier otra cosa. Hablo de la venta del cuerpo de las mujeres. La compra de sexo es violencia y perpetúa la misma. El caldo de cultivo de la prostitución está relacionado más estrechamente con el desempleo femenino y los bajos salarios que se pagan a las mujeres. La violencia persistente y los problemas sociales relacionados con la misma dificultan enormemente la integración de las mujeres en el mercado laboral. Coincido con la señora Figueiredo, que ha dicho que la prostitución no significa una participación igual en el mercado de trabajo.
En mi país estoy luchando por que la compra de sexo sea declarada un delito penal. No quiero que continúe la violencia contra las mujeres y la desigualdad entre los sexos. No quiero que el deterioro del entorno que acompaña a la industria del burdel siga amenazando a nuestras ciudades. El Parlamento Europeo debería debatir seriamente la posibilidad de castigar la compra de sexo en toda la Unión Europea. Esto sería un paso hacia la igualdad entre los sexos y una gran contribución a la abolición de la violencia contra las mujeres. Gracias por su atención.
María Esther Herranz García (PPE-DE). – (ES) Las cosas no van tan mal: llevamos casi una década hablando de este asunto, y prueba de que las cosas van mejorando es que hoy estamos aquí, que continuamos hablando y que las mujeres ya denuncian cuando sufren la violencia. Una violencia que durante mucho tiempo se ha ejercido y se ha sufrido en silencio, en el silencio personal de las propias víctimas y en el silencio cómplice de las familias, de los vecinos y de toda la sociedad. Es una plaga que, como bien se ha dicho hoy aquí, alcanza a todos los sectores sociales: ricos, pobres, formados, desinformados... Todos y cada uno de nosotros sabemos de casos que han sufrido esta violencia. Pero no solamente se hacen estudios de lo que es la violencia en sí, sino que también merece la pena que se investigue si cuando hay violencia en el ámbito familiar la persona que la ejerce también ejerce violencia en el ámbito laboral, si también ejerce lo que se denomina «mobbing» y trata de destruir física y psicológicamente a las personas que la rodean, porque, en el fondo, quien lo hace es una persona enferma que no conoce otra manera de expresarse que no sea con esta forma de violencia.
Por tanto, nos tenemos que plantear, también, qué medidas hay que poner en práctica desde la Unión Europea. Está muy bien que se legisle, pero también es importante que se pongan ayudas temporales, que se dé formación, que se pongan en marcha programas como el Daphne, porque todos ellos ayudan a que, poco a poco, salgamos de esta plaga y de esta lacra deleznable que acosa a nuestra sociedad.
Por supuesto, también es cierto que hay que hacer estadísticas y ver cómo evolucionan, porque si ponemos medios de verdad, si nos comprometemos de verdad y ponemos el dinero necesario para ejecutar esos programas necesarios, tenemos que ver cómo evolucionan para poder corregirnos en el tiempo y ser lo más eficaces posibles. Estamos tratando con dinero público y ese dinero tiene que estar bien justificado y, sobre todo, tiene que servir para el fin que se persigue, que no es ni más ni menos que acabar con la violencia contra cualquier mujer, no solo aquí en la Unión Europea, sino también en países terceros, donde ayudamos y no exigimos que se cumpla la misma legalidad que nos aplicamos aquí.
Lidia Joanna Geringer de Oedenberg (PSE). – (PL) Señor Presidente, a menudo se resta importancia a la violencia contra las mujeres o simplemente no se menciona. No obstante, es un problema que afecta a una de cada tres mujeres en todo el mundo. La violencia perpetrada por los hombres contra las mujeres es un delito y una violación de los derechos humanos fundamentales como el derecho a la vida, a la seguridad, a la dignidad y a la integridad física. En general está prohibida por la ley, pero lamentablemente sigue estando tolerada por la sociedad, y las estadísticas sugieren que mil millones de mujeres en el mundo siguen siendo objeto de malos tratos, se ven obligadas a mantener relaciones sexuales contra su voluntad y sometidas a otro tipo de abusos.
No se trata únicamente de un problema del mundo en desarrollo. Incluso en los Estados miembros de la Unión Europea mueren cada día tres mujeres en promedio a causa de la violencia doméstica. Esto significa que las víctimas de los asesinatos domésticos vivían entre nosotros, no en algún lugar lejano. La violencia en el seno de la familia es un problema social importante que resulta de una distribución desigual del poder entre los sexos en el curso de la historia. En nuestra época todo Estado debería garantizar los derechos de todos sus ciudadanos, y por consiguiente combatir la discriminación y la violencia contra las mujeres estableciendo y aplicando la normativa legal pertinente.
Marie Panayotopoulos-Cassiotou (PPE-DE). – (EL) Señor Presidente, a mí también me gustaría felicitar a la señora Carlshamre por el informe que ha elaborado con pasión, asegurando que un problema de la sociedad humana civilizada siga siendo actual.
Queda claro a partir del metódico informe elaborado por la Dirección correspondiente de la Comisión Europea y publicado en diciembre de 2005 y a partir de la investigación realizada por el Consejo de Europa que la violencia contra las mujeres es la principal causa de muerte entre las mujeres de 16 a 44 años de edad.
Aunque, como ha dicho el Comisario, no existe una definición general de violencia contra las mujeres, este fenómeno traspasa las fronteras y la posición social no lo previene. Cualquier mujer puede ser víctima de la violencia y cualquier forma de violencia constituye una violación de los derechos humanos y una violación del derecho a la vida, la seguridad, la dignidad y la integridad física y mental. Es un obstáculo al desarrollo de una sociedad democrática. Aísla a la mujer de la vida social y del mercado laboral. Puede ocasionar marginación y pobreza. Este problema social debe eliminarse al amparo de los esfuerzos por integrar a un mayor número de mujeres en el mercado de trabajo.
La violencia psicológica –humillación, amenazas e insultos– es una forma de violencia que desestabiliza la personalidad de una mujer y altera su comportamiento, hasta el punto de que es incapaz de aportar nada a quienes la rodean.
No obstante, para que haya resultados, la violencia debe denunciarse, y ese es el motivo por el que hay que incrementar la confianza en las autoridades, en los Ministerios responsables, en los tribunales. Las medidas que haya que tomar deben estar coordinadas, y le felicito, señor Comisario, por haber demostrado que está dispuesto a tomar estas medidas encontrando los fundamentos jurídicos apropiados y separando el programa para combatir la violencia del resto de cuestiones.
El Presidente. – El debate queda cerrado.
La votación tendrá lugar mañana a las 11.00 horas.
18. Igualdad entre mujeres y hombres en la Unión Europea
El Presidente. – De conformidad con el orden del día, se procede al debate del informe (A6-0401/2005) de la señora Edite Estrela, en nombre de la Comisión de Derechos de la Mujer e Igualdad de Género, sobre la igualdad entre mujeres y hombres en la Unión Europea (2004/2159(INI).
Vladimír Špidla, miembro de la Comisión. (CS) Señor Presidente, Señorías, en primer lugar quisiera felicitar a la señora Estrela por su informe y por la propuesta de resolución sobre la igualdad de género en la Unión Europea. La igualdad de género no es solo una de las piedras angulares de la Unión Europea, sino también un ámbito en el que Europa ha marcado el camino y siempre ha ido un paso por delante de los acontecimientos sociales. La posición de las mujeres en Europa ha cambiado considerablemente gracias a la acción a escala comunitaria, primero a través de la legislación y después a través de los Fondos Estructurales y la integración en toda la Comunidad de las cuestiones de género en todos los ámbitos políticos. Los Estados miembros dejaron claro con ocasión del décimo aniversario de la plataforma de acción de Pekín sobre las mujeres, que se celebró hace justo un año, que apoyan plenamente la igualdad de mujeres y hombres. Aunque sin duda se ha progresado en el ámbito de la igualdad de género, tenemos tareas importantes ante nosotros. La Comisión subraya esto en el informe sobre la igualdad de género, que se presenta cada año en la cumbre de primavera de Jefes de Estado o de Gobierno. Debemos perseverar y fortalecer los fundamentos jurídicos. La propuesta de resolución se refiere claramente a esta cuestión y subraya enfáticamente que la promoción de la igualdad descansa en tres pilares, que son los siguientes:
1. una legislación que garantice la igualdad de trato de hombres y mujeres y los derechos fundamentales de todas las personas, a la vez que garantice la aplicación efectiva de dicha legislación;
2. la integración de las cuestiones de igualdad de género en nuestras políticas, especialmente en la Estrategia de Lisboa y las políticas destinadas a la inclusión social, respaldadas por los principios de gobernanza y el compromiso político en los niveles más elevados;
3. la aplicación de medidas especiales que apoyen objetivos y grupos específicos, como el acceso de las mujeres a puestos decisorios y la integración de mujeres inmigrantes y mujeres de minorías étnicas.
La Comisión ha mantenido este enfoque en el pasado y seguirá haciéndolo en el futuro. Su compromiso en el ámbito de la igualdad de género se verá reafirmado en el plan de trabajo sobre la igualdad de género, que el Presidente Barroso y yo anunciamos hace varios meses y que la Comisión pretende presentar en marzo. Esta hoja de ruta establecerá tareas y medidas destinadas a apoyar la igualdad entre hombres y mujeres para el período 2006 a 2010 y especificará el modo en que la Unión pretende abordar estas cuestiones con sus políticas. La mayoría de las medidas a las que se hace referencia en la propuesta de resolución se resaltarán como prioridades en el programa de trabajo, junto con el apoyo a la independencia económica de hombres y mujeres, la igualdad de acceso a los puestos decisorios, el cumplimiento del principio de igualdad de trato y la lucha contra la violencia doméstica y el tráfico de seres humanos.
Edite Estrela (PSE), ponente. – (PT) Señor Presidente, señor Comisario, Señorías, el informe de la Comisión sobre la igualdad entre hombres y mujeres en la UE establece el progreso realizado respecto a la igualdad de género, pero concluye diciendo que queda mucho por hacer si queremos poner fin a todas las formas de discriminación y que las mujeres disfruten de un escenario igual al de los hombres tanto en la vida pública como en la privada. Con este fin, tiene que haber una reconciliación entre la vida familiar y la vida laboral, una mejora de la condición de las mujeres en el mercado laboral, más facilidades para el cuidado de los niños y otras personas dependientes y una inclusión de las cuestiones de género en los ámbitos de la inmigración y la integración.
Existen dos importantes retos en la raíz de cualquier política de igualdad de género. Uno es la eliminación de las diferencias salariales por razones de género, y el otro es la necesidad de favorecer la reconciliación de la vida laboral y familiar para hombres y mujeres. Es inaceptable que las mujeres sean las últimas en tener acceso a los empleos y las primeras en ser despedidas, a pesar de ser trabajadoras eficientes y dedicadas. La diferencia entre hombres y mujeres en nivel de empleo se sitúa en un 15,8 %, mientras que el porcentaje de mujeres en empleos a tiempo parcial se sitúa en el 30,4 %, frente a un 6,6 % entre los hombres. La tasa de empleo entre las mujeres con hijos pequeños se sitúa un 13,6 % por debajo de la cifra correspondiente a las mujeres sin niños, mientras que los hombres con hijos pequeños disfrutan de una tasa de empleo un 10 % mayor que los hombres sin niños.
Las mujeres hacen la mayor parte del trabajo en la casa y por ello disponen de menos tiempo para el trabajo remunerado. En parejas con niños de hasta seis años de edad, los hombres hacen menos del 40 % de las tareas domésticas y son responsables del 25 % al 35 % de los cuidados infantiles. La disponibilidad de equipamientos adecuados para el cuidado de niños sigue siendo un instrumento clave para permitir que las mujeres entren en el mercado laboral y se queden allí. Hay escasez de mujeres en todos los ámbitos laborales, especialmente en los considerados tradicionalmente masculinos. Se ha demostrado que las mujeres son buenas gerentes, y su capacidad creativa e innovadora en la planificación urbana y la construcción está ampliamente reconocida. Como una vez dijo una famosa arquitecta italiana, dado que los hombres no llevan zapatos de tacones ni caminan empujando cochecitos no diseñan aceras del ancho adecuado ni se preocupan por las barreras arquitectónicas.
Señor Comisario, Señorías, quisiera aprovechar esta oportunidad para compartir algunas preocupaciones que merecen una reflexión más profunda. Es responsabilidad de los políticos saber leer las señales para que puedan impedir que la situación empeore más. Se acaba de mencionar, como en el último informe, la violencia doméstica, y quisiera llamar la atención sobre la violencia juvenil y sobre el hecho de que está aumentando. Las imágenes de los recientes acontecimientos en Francia que se han visto en todo el mundo han planteado la cuestión de qué lleva a cientos de jóvenes a utilizar la violencia para llamar la atención sobre sus problemas. Las familias, los encargados de la toma de decisiones políticas y las sociedades en su conjunto deben hablar unos con otros para ver qué han hecho mal y por qué. Este problema no se limita a Francia. Hay un alto nivel de violencia entre los jóvenes en todas partes, y se trata de un problema muy grave. ¿Qué lleva a los jóvenes de 13 a 17 años de edad a atacar e incluso matar a personas indefensas simplemente para entretenerse? Los hechos que han salido a la luz son desconcertantes. Un grupo de jóvenes robó a mendigos e inmigrantes simplemente por diversión y lo grabó todo en sus teléfonos móviles para enseñarlo a sus amigos de la escuela más tarde. Otro grupo roció con gasolina a una mujer sin hogar y le prendió fuego. La mujer murió por las quemaduras. No podemos hacer la vista gorda ante esa crueldad. No basta con condenar; lo que se necesita son medidas para que no tengamos la sensación de arrepentimiento más tarde y digamos, como el padre de uno de estos jóvenes, que nos sentimos fracasados como padres.
La causa principal, según los expertos, es la falta de padres. Hay miles de jóvenes en la UE que han sido entregados a la televisión, a Internet y a la calle desde que eran pequeños. Los padres pasan más de 12 horas fuera de casa, dejando a los niños desatendidos y a merced de todo tipo de influencias negativas que llevan al fracaso escolar, al abandono prematuro de la escuela, a la indolencia, las drogas y la exclusión. La segunda causa es la holgazanería. Sin nada que hacer, ni escuela ni trabajo, los jóvenes se hacen irresponsables. Añadamos a esto una cultura permisiva en la que las personas tienen pocos deberes o ninguno y todos los derechos que quieren; no hay disciplina, no se exige nada y no se valora ni el trabajo ni el mérito.
Quisiera que la Comisión, el Consejo y el Parlamento estudien este problema y tomen medidas apropiadas mientras haya tiempo. Espero que el próximo informe de la Comisión pueda hablar de un mayor progreso en el ámbito de la igualdad. Quisiera expresar mi gratitud hacia los diputados y la secretaría de la Comisión de Derechos de la Mujer e Igualdad de Género por su ayuda en la redacción de este informe.
Edit Bauer, en nombre del Grupo del PPE-DE. – (HU) A menudo parece que no hay nada nuevo que decir sobre la igualdad entre hombres y mujeres. Con mucha frecuencia simplemente repetimos lo mismo una y otra vez. Lamentablemente esto no significa que no quede nada por decir sobre esta cuestión. Lo que realmente significa es que estamos hablando de las mismas preocupaciones una y otra vez, porque en términos prácticos el progreso es relativamente lento, y después de un paso adelante viene a veces un paso atrás. La mejor prueba de esta situación es que a pesar de las innumerables directivas y propuestas respecto a la igualdad de oportunidades entre hombres y mujeres, creadas desde el Acuerdo de Roma, la situación no ha cambiado muy rápidamente.
El informe (por el que felicito a la autora) señala repetidas veces que la Directiva 75/117/CE, promulgada justo hace 30 años, prohíbe las diferencias de remuneración entre hombres y mujeres, pero también menciona que según las últimas cifras, dicha diferencia sigue siendo de un 15 % por término medio (entre el 4 % y el 25 %). Otra cuestión es el número de países que han aplicado y ejecutado la última Directiva 113/2004. O echemos un vistazo al destino de los compromisos adoptados por el Consejo en Barcelona en 2002 para favorecer la conciliación entre la vida familiar y la carrera profesional. Estos puntos interesan si se desea aumentar la tasa de empleo de las mujeres, pero también podrían comportar una inflexión en la crisis demográfica.
La legislación de la Unión Europea está dejando de ser fiable. Los reglamentos pueden incumplirse continuamente sin ningún tipo de consecuencias. La autoridad de las instituciones de la Unión Europa se verá socavada si sus compromisos existen únicamente sobre el papel. Confío en que en el futuro la Comisión inspeccione la aplicación y ejecución del acervo con mayor seriedad.
Justas Vincas Paleckis, en nombre del Grupo del PSE. – (EN) Señor Presidente, hasta ahora la mayoría de las voces que se han oído sobre esta importante cuestión, y sobre el anterior informe, han sido voces de mujeres. Por ello, tengo el honor de equilibrar un poco este sesgo y recalcar que la igualdad de género solo puede lograrse con el apoyo y la participación enérgica de los hombres. Espero que este punto y el informe en general sean aprobados por la mayoría absoluta de todos los hombres de la Unión Europea.
Una exigencia muy importante de este informe es la de acabar con la diferencia de remuneración entre los sexos y crear sistemas de pensiones que no sean discriminatorios para las mujeres. La experiencia de los Estados nórdicos nos muestra que los mayores niveles de vida y de calidad de vida pueden lograrse en aquellos países en los que las mujeres tienen el mismo éxito que los hombres a la hora de ocupar los puestos políticos más elevados.
Debemos concentrarnos más en el repugnante y alarmante nivel de trata de mujeres que es, en cierto sentido, similar al tráfico de drogas y para el que, lamentablemente, existe una gran demanda en los nuevos y en los antiguos Estados miembros. Esos delitos merecen un castigo más severo en todos los Estados miembros de la UE.
La igualdad de género ha sido siempre uno de los principales exponentes de los valores europeos para los nuevos Estados miembros. Me complace subrayar que hoy estos Estados, incluida Lituania, han sobrepasado en muchos casos a los «antiguos» miembros.
Junto con mis colegas, me complace la creación del Instituto Europeo de la Igualdad de Género. Los nuevos Estados miembros tienen argumentos de peso para propugnar el establecimiento de este instituto en su territorio. Lituania, que en muchos casos va en cabeza en la aplicación de las políticas de igualdad de género, está más que dispuesta a acoger a esta institución en Vilnius.
Una vez más, quiero felicitar a la ponente, la señora Estrela.
Raül Romeva i Rueda, en nombre del Grupo Verts/ALE. – (ES) Señor Presidente, una vez más me complace felicitar a la colega Estrela por haber llevado a cabo un trabajo fundamental en la lucha por la igualdad entre hombres y mujeres en la Unión Europea, ya que, lamentablemente, sigue habiendo una total injusticia a la hora de tratar a unos y a otras, especialmente en cuanto a salarios, reconocimiento y oportunidades.
Esta injusticia, sin embargo, tiene diferentes grados en función de los Estados miembros. Es necesario, por tanto, que la Comisión se tome en serio el seguimiento de la aplicación por parte de los Estados del acervo comunitario relativo a la igualdad de oportunidades y que tome las medidas necesarias en aquellos casos en los que no se cumple con lo establecido.
Asimismo, como futuro padre que seré dentro de dos meses, también me preocupa la poca atención que todavía se presta, en general, a la conciliación de la vida laboral y familiar y, particularmente, a la dificultad que, en muchos países, todavía tienen muchos padres para asumir una paternidad responsable, lo que conlleva que la mujer deba asumir más responsabilidad en el ámbito familiar a costa de su propio proyecto profesional.
En definitiva, se trata de apostar por aquellas medidas que garantizan igualdad ante el empleo, ante el acceso a los bienes y a los servicios y ante su suministro.
Věra Flasarová, en nombre del Grupo GUE/NGL. – (CS) Señorías, tal y como dejan claro la Estrategia de Lisboa y el informe de la señora Estrela, una comunidad integrada se basa en la libertad, la solidaridad y la igualdad, aunque sigue habiendo desigualdad entre hombres y mujeres en una serie de ámbitos. Apoyo incondicionalmente los llamamientos a una reducción de las diferencias entre hombres y mujeres en materia de retribución y a la aplicación de la legislación europea. No obstante, debo advertir que las mujeres se encuentran en situación de desventaja no solo en términos salariales, sino que a menudo también son víctimas de la discriminación; por ejemplo, muchos empresarios son insensibles hacia las mujeres embarazadas. En la República Checa, las mujeres han sufrido lo que se denomina discriminación silenciosa. Los empresarios asumen con frecuencia que las mujeres embarazadas son débiles e indefensas. La legislación contra la discriminación, destinada a proteger a las mujeres, todavía tiene que introducirse en la República Checa. En algunos países existe una discriminación silenciosa contra las trabajadoras, especialmente por motivos de edad, maternidad, salud y discapacidad. Ha llegado la hora del cambio.
Urszula Krupa, en nombre del Grupo IND/DEM. – (PL) Señor Presidente, soy una mujer que se educó en Polonia, donde los valores cristianos están universalmente reconocidos. Puedo asegurar a la Cámara que nunca me han discriminado en casa, en la escuela, en la educación superior o en el trabajo. Lamentablemente, las mujeres corren peligro de ser discriminadas por culpa de las políticas de la Unión Europea. Por lo tanto, no puedo comprender la preocupación expresada por la autora del informe sobre la igualdad entre mujeres y hombres en la Unión Europea por el hecho de que la tasa de empleo entre las mujeres de 15 a 24 años de edad no haya aumentado. Ese es el momento en el que las jóvenes deberían estar educándose o quizás empezando a formar familias.
El año 2007 ha sido designado «Año europeo de la igualdad de oportunidades para todos». Con esto en mente, quisiera solicitar la igualdad de oportunidades también para los niños. Los niños deberían poder disfrutar al menos de las mismas oportunidades que nosotros tuvimos de sentirnos unidos a nuestras madres. Los niños no deben ser separados de sus madres poco después de su nacimiento enviando a la madre a trabajar y a los niños a un centro de atención infantil. Desde el punto de vista médico, los planes de conceder bajas de maternidad a los hombres en lugar de las mujeres resultan bastante extraños. Después de todo, las mujeres realmente necesitan ese tiempo para recuperarse del parto. Para los niños se trata de un período de adaptación a la vida extrauterina.
Es especialmente importante que los primeros meses de vida se pasen cerca de una madre cariñosa, cuyos cuidados son vitales para el desarrollo adecuado de recién nacidos y niños pequeños. En lugar de conceder bajas a los padres, sería más apropiado aumentar las prestaciones familiares y reconocer el tiempo ocupado en criar a los niños al calcular los derechos a pensión. Los hombres carecen de instinto maternal, y su sentido de la responsabilidad paternal se desarrolla bastante tarde. Una vez más, solicito responsabilidad, para que las mujeres sean tratadas con dignidad y respeto y para que los niños no sean objeto de experimentos sociales.
Rolandas Pavilionis, en nombre del Grupo UEN. – (LT) Quisiera llamar su atención sobre varios puntos. Creo que se encontrará una solución apropiada al problema de la igualdad de género. En primer lugar, cuando la educación de género se incluya en los planes de estudio escolares y universitarios. En segundo lugar, cuando dejemos de limitarnos a los informes ministeriales y gubernamentales formales y se pida a los Gobiernos que muestren resultados concretos respecto a la aplicación de políticas de igualdad de género. En tercer lugar, cuando el Instituto Europeo de la Igualdad de Género, que se está estableciendo actualmente, no se limite a la recopilación de datos estadísticos, sino que nombre a observadores imparciales, capaces de evaluar la situación en todos los países de la Unión Europea. Sin duda, estaríamos a favor de una propuesta de que dicha institución se estableciera en Lituania. En cuarto lugar, cuando se tenga en cuenta el comentario realizado por la Comisión Europea, al efecto de que no se ha recibido ninguna propuesta de proyecto por parte de las organizaciones no gubernamentales de los países bálticos relacionada con la aplicación de políticas de igualdad de género, sencillamente porque estas organizaciones no disponen de fondos para la cofinanciación. Por lo tanto, también se les deniega el acceso a los Fondos Estructurales.
Jan Tadeusz Masiel (NI). – (PL) Señor Presidente, los hombres y las mujeres disfrutan de plena igualdad de derechos según la legislación de la Unión. De hecho, la Unión lo percibe como una de sus tareas clave en relación con la aplicación práctica de los derechos humanos. Estoy seguro de que ninguno de nosotros piensa que debería ser de otro modo. Sin duda estamos a favor de progresar en aquellos ámbitos en los que hombres y mujeres todavía no reciben el mismo trato. Sin duda las mujeres no deberían soportar la violencia a manos de los hombres, aunque últimamente también hay muchos hombres que reciben golpes. Sin duda las mujeres deberían recibir la misma remuneración por un trabajo de igual valor.
En mi país hay más mujeres que hombres que continúan sus estudios y obtienen cualificaciones de enseñanza superior. En mi opinión, la razón por la que estas mujeres no prosiguen después sus estudios o acceden a puestos importantes en empresas o en la política no es porque sean objeto de discriminación. Sencillamente las mujeres tienen otras prioridades en la vida. Tienen objetivos mucho más significativos y urgentes que lograr que los hombres. Es importante tener en cuenta que el factor tiempo opera de manera muy distinta en el curso de la vida de un hombre y una mujer. Las mujeres han de tener hijos en una época específica de su vida. Viven más que los hombres para compensar ese hecho. Por ejemplo, no hay nada que impida a los electores que voten a mujeres que los representen en el Parlamento Europeo. No es culpa nuestra que las propias mujeres prefieran votar a hombres. Yo mismo voté a favor del mejor candidato en nuestra circunscripción electoral, y ese candidato resultó ser una mujer.
Todo nuestro orden mundial se basa en el hecho de que existen dos versiones del ser humano, la masculina y la femenina. El Creador, o la Naturaleza si lo prefieren, Señorías, han determinado que aunque tienen igualdad, hombres y mujeres no son iguales. Físicamente son distintos y desempeñan funciones distintas en la sociedad. Lamentablemente, sus circunstancias económicas también difieren, y esto debe remediarse. También existen algunas diferencias psicológicas entre los sexos. Insto a las mujeres a que reconozcan los aspectos positivos de ser una mujer y a que entiendan que tener exactamente lo mismo que los hombres no siempre significa tener las mismas cosas.
Rodi Kratsa-Tsagaropoulou (PPE-DE). – (EL) Señor Presidente, Señorías, señor Comisario, el tema del informe Estrela es el centro de nuestras preocupaciones sobre la calidad de la democracia europea y se encuentra relacionado directamente con nuestros objetivos de desarrollo, y especialmente la Estrategia de Lisboa, que ha sido el tema de la reunión entre nuestro Parlamento y los Parlamentos nacionales en los últimos días.
El informe de la señora Estrela es especialmente importante, y por ese motivo le agradezco su iniciativa de redactarlo, porque es el primer informe que se refiere a la situación de la igualdad de género en la Europa de los 25.
A pesar de su enfoque descriptivo, nos proporciona información útil sobre esta situación y la necesidad de abordar las desigualdades. Observamos que, a pesar de la crisis económica, el empleo entre las mujeres está aumentando. La media actual del 55,1 % es un mensaje optimista de que podemos lograr los objetivos de Lisboa del 60 % para el año 2010. No obstante, un análisis más profundo y detallado nos da a entender que la posición de las mujeres en el mercado laboral es precaria porque el desempleo está aumentando a expensas de las mujeres, la proporción del trabajo a media jornada es mucho mayor entre las mujeres que entre los hombres, las diferencias de salario siguen existiendo en todos los sectores, y ciertas categorías, como los inmigrantes, son víctimas de formas concretas de discriminación en el mercado laboral.
La reconciliación de la vida familiar y laboral sigue constituyendo un reto importante, especialmente para las mujeres con niños pequeños. Creo que las propuestas del informe Estrela han sido objeto de unanimidad en nuestra comisión, y yo también mantengo que se necesita una estrategia nacional con objetivos bien coordinados en los Estados miembros que, por una parte, promueva la integración en todas las políticas y, por otra, aplique las medidas necesarias para la abolición de la discriminación cuando exista. No obstante, también es necesaria una cooperación satisfactoria entre las agencias gubernamentales y los interlocutores sociales y las organizaciones no gubernamentales, especialmente las organizaciones de mujeres y, por parte de la Comisión, es necesario un control de la aplicación del acervo comunitario y un enfoque más profundo de la cuestión, con un mayor nivel de análisis.
Marian Harkin (ALDE). – (EN) Señor Presidente, en primer lugar quiero felicitar a la ponente por este informe tan completo. A diferencia de otros oradores, lo considero necesario y oportuno. Voy a resaltar tan solo tres aspectos.
La diferencia de remuneración entre los géneros sigue siendo inaceptablemente elevada con una media, en toda Europa, que alcanza el 16 %. En Irlanda es aproximadamente del 15 % y esto tiene graves repercusiones para el nivel de vida de las mujeres, sus familias y su calidad de vida. Este asunto debe tratarse a escala nacional y comunitaria.
En segundo lugar, apoyo la petición de la ponente a todos los Estados miembros de asegurar que las mujeres tengan igualdad de acceso a los sistemas de seguridad social. En Irlanda, las esposas de trabajadores autónomos o de agricultores a menudo no están amparadas por la seguridad social por derecho propio, aunque trabajen en la granja o el negocio. Por ello pierden muchas prestaciones y derechos. Esto es discriminatorio y tiene que cambiar.
Por último, es absolutamente necesaria la discriminación positiva a favor de las mujeres en el sistema político por parte de los partidos políticos en todos los niveles, particularmente a en la selección de candidatos. Propongo una proporción del 50 % de mujeres. A aquellos que digan que de este modo no siempre escogemos a las mejores personas, yo les diría que eso es una necedad; el 51 % de la población son mujeres. Saldrá la misma calidad de esa parte que del 49 % restante. ¿Y por qué insisto en esto? Porque asuntos como el cuidado de la casa, la violencia en el hogar, el tráfico de mujeres y muchos otros asuntos que se consideran asuntos de mujeres no son solamente asuntos de mujeres, sino asuntos de la sociedad. Hasta que no haya un número de mujeres suficiente en los órganos decisorios, dichos asuntos no se integrarán en las respuestas políticas y no se abordarán como es debido.
Vladimír Špidla, miembro de la Comisión. (CS) Señor Presidente, Señorías, quisiera darles las gracias por este interesante debate, en el que ha participado un número relativamente alto de hombres. Tomo esto es una señal de que hemos progresado en el ámbito de la igualdad de oportunidades. La igualdad de género no es únicamente una cuestión social, sino también económica, y nuestras políticas serán más efectivas si parten de esta premisa. La igualdad debería basarse en un enfoque amplio, que implique medidas concretas y abarque todas nuestras políticas. La política de igualdad de género debe fomentarse mediante el compromiso político en el máximo nivel, incluido el cumplimiento de la legislación y la gobernanza a todos los escalones del poder. Estamos realizando esfuerzos ímprobos en este sentido y estoy seguro de que nuestro plan de trabajo sobre cuestiones de igualdad, que presentaremos en marzo, será de grna ayuda.
Si me lo permiten, quisiera responder a una de las preguntas que se han formulado. La Directiva 73/2002 entró en vigor el 5 de octubre de 2005, y la mayoría de los países la han transpuesto. La Comisión está analizando actualmente la situación, y cuando sea necesario, iniciará los procedimientos apropiados.
El Presidente. – El debate queda cerrado.
La votación tendrá lugar mañana a las 11.00 horas.
Declaraciones por escrito
(artículo 142 del Reglamento)
Zita Gurmai (PSE). – (EN) La introducción presentada por la señora Estrela sobre la igualdad entre hombres y mujeres en la UE influye de modo fundamental en la manera horizontal de tratar los asuntos de igualdad. El objetivo común era presentar el segundo informe anual sobre igualdad y el primero que abarca la UE ampliada de 25 Estados miembros. Estoy plenamente convencida de que solo con un trabajo sistemático se obtendrán resultados mensurables. Un importante mensaje de la iniciación es que todos los años se presentará un informe anual. El informe menciona las directrices estratégicas de la política de igualdad. Quiero destacar dos de las áreas más destacadas que deberían asegurarse para todos: un trabajo digno y la misma remuneración por el mismo trabajo. Mi opinión es que las mujeres tienen la clave para lograr el objetivo global de la Estrategia de Lisboa de generar más crecimiento y empleo en la Unión Europea. La primera tarea es un aumento de las instalaciones para el cuidado asequible de niños, siguiendo el buen ejemplo de Suecia y Dinamarca. Es un aspecto central de la estrategia de inversión y crecimiento del Grupo del PSE, acordado por los Gobiernos socialdemócratas de toda Europa. Por último, está claro que solo podremos lograr los resultados mencionados con la activa contribución de los hombres a la igualdad de género.
19. Aplicación de la Directiva Postal
El Presidente. – De conformidad con el orden del día, se procede al debate del informe (A6-0390/2005) del señor Ferber, en nombre de la Comisión de Transportes y Turismo, sobre la aplicación de la Directiva Postal (Directiva 97/67/CE) modificada por la Directiva 2002/39/CE (2005/2086(INI)).
Markus Ferber (PPE-DE), ponente. – (DE) Señor Presidente, señor Comisario, Señorías, en primer lugar quisiera agradecer a la Comisión la elaboración de un informe muy ambicioso sobre la aplicación de la Directiva Postal, que constituye la base del debate de hoy y de la votación de mañana aquí en el Parlamento Europeo.
Ha quedado muy claro –y esto también se expresa en la resolución que aprobamos en la Comisión de Transportes y Turismo– que el viaje que empezamos en 1992 con el Libro Verde sobre el desarrollo de los servicios postales en la Unión Europea ha continuado con éxito hasta hoy. Hemos logrado un compromiso entre la prestación integral de servicios postales de alta calidad y la competencia cada vez mayor en el sector, dos objetivos esencialmente contradictorios. Sin duda, esta es la meta específica de 2006, si queremos cumplir las obligaciones contenidas en la Directiva Postal vigente. Señor Comisario, también me complace que la Comisión haya presentado unos plazos muy ambiciosos, que se haya encargado el estudio prospectivo establecido en la directiva y que, sobre la base de este estudio prospectivo, vayamos a estar en condiciones de tomar más decisiones.
Sin duda, no podemos estar satisfechos con lo que hemos logrado hasta ahora; debemos tratar de realizar el mercado interior también en este ámbito. Pero el mercado postal no son las telecomunicaciones, no es la electricidad y no es el gas. Por lo tanto, tenemos que considerar más de cerca el modo de lograr una mayor evolución a este respecto. En nuestro informe hemos intentando plantear una serie de cuestiones a las que, sin duda, deseamos que responda, señor Comisario, cuando presente los estudios que ha previsto para este año. Esto nos proporcionará el material que necesitamos para poder tomar decisiones.
La pregunta es: ¿Cómo podemos garantizar el funcionamiento de los servicios postales en toda la Unión Europea, no solo en las grandes ciudades, en el Gran Londres, en la cuenca del Ruhr, en Berlín, en Madrid o en Roma, sino en todas las regiones de la UE? ¿Cómo podemos garantizar la alta calidad de que disfrutamos actualmente en las regiones transfronterizas, y cómo podemos hacerlo en un sector que –como también dice la comunicación de la Comisión– sigue creciendo? Todavía recuerdo los debates de esta Cámara cuando la opinión era que los servicios postales morirían de cualquier manera porque podríamos utilizar el fax o el correo electrónico. Los servicios postales son un sector en crecimiento. Así que ¿cómo podemos movilizar las fuerzas del mercado para desarrollar nuevos productos y crear así más empleos en el sector?
Estas son preguntas a las que la comisión parlamentaria espera una respuesta por parte de la Comisión durante este año. Son preguntas que hemos incluido en el informe.
Si este año logramos colaborar de manera muy intensa –la Comisión y el Parlamento Europeo, y el Consejo, que no está muy implicado de momento, se unirá en algún momento–, entonces podremos dar pie a nuevos progresos en este sector que, al fin y al cabo, se ajustará a estas condiciones.
Estoy muy agradecido a mis colegas diputados que han trabajado con tanta dedicación en torno a este tema. Los servicios postales nos afectan a todos: en todos y cada uno de nuestros distritos electorales hay muchos clientes postales, muchas oficinas de correos y oficinas de clasificación, en ocasiones dirigidas por varios proveedores de servicios postales. Por lo tanto, siempre hay debates muy animados tanto en la comisión como aquí en el Parlamento. Muchas gracias a todos aquellos que me han ayudado a elaborar este informe. También quisiera ser muy claro: a un ponente siempre le agrada que se presente un número reducido de enmiendas. El Grupo del Partido Popular Europeo (Demócrata-Cristianos) y de los Demócratas Europeos ha presentado una enmienda que sin duda ayudará a mejorar el texto de un punto que no había quedado muy bien tras la votación en comisión. Espero que cuente con un amplio apoyo. Entonces habremos elaborado, en conjunto, un informe muy completo que sitúa al Parlamento Europeo en unas condiciones favorables para completar con éxito sus tareas legislativas futuras.
Charlie McCreevy, miembro de la Comisión. (EN) Señor Presidente, me complace mucho esta oportunidad de informar brevemente a la Cámara sobre la situación de la política postal de la Comunidad desde la perspectiva de la Comisión y compartir con ustedes mis ideas sobre cómo veo el desarrollo de esta política en 2006. Pero en primer lugar quiero dar las gracias al señor Ferber por su informe, que es muy oportuno, constructivo, equilibrado y bien informado. De hecho, las conclusiones del informe se corresponden con nuestro propio pensamiento. Como el informe, estamos convencidos de que la reforma postal de la Unión Europea ha dado resultados positivos para todos los implicados y ha contribuido significativamente a la competitividad de la Unión Europea.
Esta directiva ha allanado el camino a seguir al pedir a la Comisión la presentación este año de tres iniciativas: un tercer informe sobre la aplicación de la Directiva Postal, un estudio prospectivo sobre el impacto de los mercados postales competitivos en los servicios postales universales y una propuesta sobre el futuro de la política postal comunitaria. La configuración de esta propuesta se verá influida por una serie de factores. Uno de ellos, quizás el más importante, es el efecto de las normas comunitarias en el sector postal.
La Directiva Postal, en su versión modificada, establece principios equilibrados para permitir una introducción gradual de la competencia manteniendo las salvaguardias necesarias para la prestación de un servicio universal. Debo decir en este contexto que los hechos acaecidos hasta la fecha no demuestran la necesidad de cambiar los plazos fijados en la Directiva Postal. El año 2009, por tanto, sigue siendo la fecha de referencia para nuestro trabajo.
La Comisión asegurará que la aplicación de las disposiciones del Tratado sobre la competencia acompañará al proceso de liberalización. Por lo que se refiere a las normas sobre ayudas estatales, en julio de 2005 la Comisión adoptó un paquete de medidas que marcaban el rumbo con respecto a los principios según los cuales ella evalúa la compensación del servicio público por los servicios de interés económico general que se presten.
Además, la Comisión es plenamente consciente de la relevancia social de los servicios postales y prestará especial atención a la situación de cada Estado miembro para poder llegar a un terreno común. Los resultados del estudio prospectivo nos ayudarán a hacerlo y contribuirán al análisis de las condiciones para un próspero mercado único postal.
Se presentarán elementos adicionales a través de los resultados de la consulta pública en línea sobre el futuro de los servicios postales europeos que acabamos de realizar. La Comisión continuará su trabajo preparatorio con plena transparencia, y proseguirá su diálogo con todos los implicados.
Este informe de propia iniciativa del Parlamento Europeo representa una muy buena base para futuros debates. Me complace enormemente esta iniciativa y agradezco mucho al señor Ferber y sus colegas de la Comisión de Transportes y Turismo por su excelente trabajo.
Georg Jarzembowski, en nombre del Grupo PPE-DE. – (DE) Señor Presidente, señor Comisario, el Grupo del Partido Popular Europeo (Demócrata-Cristianos) y de los Demócratas Europeos apoya plenamente la parte sustancial de la opinión del ponente, el señor Ferber, sobre el informe de progreso de la Comisión Europea. Con la opinión presentada por el ponente queremos asegurarnos de que la Comisión utilice las medidas anunciadas hasta el 31 de diciembre de este año para examinar de cerca todos los aspectos económicos, tecnológicos, sociales y geográficos de la creciente apertura del mercado postal y para informarnos de sus consecuencias.
Hasta la fecha –le recuerdo esto, señor Comisario, y me interesará escuchar su respuesta–, no todos los Estados miembros han aplicado correctamente, por lo que sabemos nosotros y el ponente, la Directiva Postal dentro del plazo previsto. Creo que es deber de la Comisión controlar con sumo cuidado la aplicación de las medidas tomadas hasta ahora en cada Estado miembro para que el Estado mantenga sus obligaciones, y si es necesario, remitirlo al Tribunal de Justicia Europeo. La legislación comunitaria debe aplicarse en todos los Estados miembros. No obstante, a modo de conciliación diré que, tras los cambios generalmente positivos del mercado postal habidos hasta ahora en beneficio de los consumidores, en mi opinión la Comisión debería ceñirse a la decisión conjunta de concluir la apertura de los servicios postales en 2009.
También le pido que profundice en la cuestión del servicio universal una vez más. Si me permiten resumir, el servicio universal debería suponer la posibilidad de esperar unos servicios de alta calidad a precios asequibles en todos los Estados miembros. Ese es nuestro objetivo, pero deberíamos considerarlo detenidamente. Les voy a poner un ejemplo: si incluso Alemania se desvía ahora del principio de que la tarifa postal para una carta ordinaria debería ser la misma tanto internamente como para los demás 24 Estados miembros, entonces tenemos que considerar lo que eso significa. Una carta ordinaria en Alemania cuesta actualmente 55 céntimos, pero la misma carta enviada a cualquier otro país de la UE cuesta 70 céntimos, la primera vez que hay una diferencia. Si eso significa que el franqueo depende de los gastos –la distancia y el tipo de entrega–, entonces ¿cómo se justifica un servicio universal? ¿Qué queda para justificar la restricción de la competencia mediante un sector reservado regulado?
Tenemos que examinar detenidamente cuál es el ámbito universal, lo que queremos que garantice y si necesitamos un sector reservado para hacerlo. Por lo tanto, espero su evaluación y su opinión con gran interés. Muchas gracias, señor Comisario.
Gary Titley, en nombre del Grupo del PSE. – (EN) Señor Presidente, desde luego es importante que celebremos este debate hoy, porque el 1 de enero tuvo lugar el último paso de reducción hasta los 50 gramos para el sector de reserva y estamos esperando el estudio de la Comisión, que esperemos que se publique en el verano, sobre la realización del mercado interior hasta 2009.
El sector postal se enfrenta a grandes retos, pero también a grandes oportunidades. El correo debe seguir el ritmo del desarrollo en los demás ámbitos, especialmente la transformación del negocio de consumidor a consumidor en un negocio de empresa a consumidor, pero también por lo que respecta al mercado interior. Es una maldición de la Unión Europea que 13 años después de la realización del mercado único todavía existan grandes trabas para la actividad postal transfronteriza, la actividad del mercado en expansión de la venta por correo y también para los editores de periódicos y revistas.
Para que este proceso funcione adecuadamente necesitamos transparencia, claridad, certeza y la implicación clara de los clientes y consumidores postales. Reconocemos por supuesto que todo mercado postal es único, pero esto no puede ser una excusa para una grave asimetría legal que provoque graves distorsiones del mercado. Necesitamos una estructura en la que las autoridades reguladoras nacionales tengan que cooperar. Necesitamos mayor claridad y transparencia en el proceso de autorización y este es un terreno en el que debe centrarse la Comisión. Necesitamos que los Estados miembros adopten y apliquen las normas de calidad de servicio elaboradas por el CEN para que podamos comparar entidades similares. Debemos asegurar que los usuarios postales, desde los pequeños hasta los muy grandes, se impliquen en todo este proceso.
En última instancia, el éxito o fracaso de esta empresa dependerá de si somos capaces de satisfacer a las personas, de si nuestras ancianas madrecitas que viven en lugares aislados van a seguir contando con un servicio universal. Respondan a esto y este proceso será un acierto.
Nathalie Griesbeck, en nombre del Grupo ALDE. – (FR) Señor Presidente, Señorías, quisiera unirme directamente a otros diputados dando las gracias a nuestro colega diputado, el señor Ferber, por su informe de propia iniciativa. Permítanme plantar mi punto de vista desde dos ópticas.
En primer lugar, junto con mi Grupo de la Alianza de los Demócratas y Liberales por Europa, me complace enormemente que este informe nos ofrezca la oportunidad de debatir el marco jurídico que nuestra Unión debería aplicar para 2009 con el fin de regular la apertura de los servicios postales. En segundo lugar, apoyo el método propuesto, que nos ofrece un enfoque del proceso de modernización de este sector que sea tanto controlado como equilibrado.
No obstante, Señorías, a la vez que el objetivo de apertura de los servicios postales es, como acaba de explicarse, la modernización del sector de actividad en cuestión y la mejora de los servicios prestados a los clientes, a nadie se le escapa lo que está en juego en la reforma ni los temores legítimos de nuestros ciudadanos de que deje de mantenerse un servicio de alta calidad y que el servicio ya no incluya todos los territorios, incluidos los más remotos. Por ello espero con gran interés el estudio sobre el impacto económico que va a presentar la Comisión Europea a lo largo de este año. Debería basarse en datos económicos fiables y en los resultados de consultas con todas las partes interesadas, desde los sindicatos hasta las cámaras de comercio e industria, a través de todos los interlocutores sociales implicados.
También llamo la atención de la Comisión, al igual que la del Consejo, sobre la necesidad de combatir la distorsión de la competencia en todas sus formas. Pienso, concretamente, en la obligatoriedad del IVA y la armonización fiscal.
Para concluir, cuento con la Comisión para que proponga planes relevantes y justos para financiar el servicio universal sin prejuzgar las decisiones que deba tomar el Parlamento porque, en última instancia, Señorías, corresponde sin duda al Parlamento, como nuestro brazo democrático, explicar a los 450 millones de europeos que la Europa fuerte que queremos construir juntos les pertenece a ellos.
Eva Lichtenberger, en nombre del Grupo Verts/ALE. – (DE) Señor Presidente, Señorías, cuando hablamos del futuro de los servicios postales, deberíamos empezar por considerar lo que estamos intentando lograr. La realización del mercado interior no puede ser un fin en sí mismo, pero debe –como dice en todas las declaraciones de intenciones– producir resultados positivos para los ciudadanos de Europa.
No obstante, ya puede verse que varios Estados en los que los servicios se han diluido han registrado un enorme impacto en regiones remotas y zonas de baja densidad de población. Tampoco debe recortarse el servicio a las personas de zonas de difícil acceso. La idea de que la apertura del mercado garantizaría automáticamente, como afirmó el ponente en comisión, que los servicios se prestarían a la famosa anciana de las montañas, ha demostrado ser falsa en ciertos ejemplos clásicos.
Por ese motivo, un estudio como el que se ha elaborado no debería plantear las preguntas de manera que prefigure prácticamente la respuesta deseada, como se ha hecho en el punto 13, por ejemplo. Este punto demuestra claramente el deseo del autor de recibir cierta respuesta, de manera tan obvia que casi hace superfluo el estudio. Si encargamos un estudio debemos estar dispuestos a enfrentarnos a toda la verdad.
Georgios Toussas, en nombre del Grupo GUE/NGL. – (EL) Señor Presidente, la liberalización de los servicios postales es una pieza del rompecabezas de la liberalización general de servicios y la privatización de las compañías de servicios públicos y perjudica a todos los trabajadores.
La necesidad social de unos servicios postales fiables y modernos se está convirtiendo en objeto de explotación con el fin de asegurar unos beneficios mayores para las grandes empresas.
Con el pretexto de los nuevos programas operativos, los despidos y cambios de los contratos de los trabajadores postales están adquiriendo proporciones masivas.
De nuevo, so pretexto de cambiar las pautas de comunicación, el informe allana el camino a la revisión de la definición del servicio universal. Se esfuerza por abolir la obligación que este proveedor de servicios tiene que proporcionar un acceso fácil a la red postal a todos los usuarios en puntos de acceso de distribución y recogida fijos y apropiados que abarquen los servicios nacionales y transfronterizos.
Estas modificaciones, en el marco de la liberalización de los servicios postales y la realización del mercado interior de los servicios postales en 2009, como se menciona en el informe, proporcionan objetivamente a empresas postales privadas la posibilidad de arrebatar la parte del león del mercado postal a las oficinas de correos públicas, con dolorosas consecuencias para los usuarios y los trabajadores en general. Por esto nos oponemos y hemos votado en contra del informe.
Michael Henry Nattrass, en nombre del Grupo IND/DEM. – (EN) Señor Presidente, hemos visto el rechazo del proyecto de Constitución para Europa por los ciudadanos franceses y neerlandeses. Las directivas sobre invenciones implementadas en ordenador y servicios portuarios también han sido rechazadas. A pesar de estos rechazos, la marcha hacia la armonización sigue adelante sin descanso, aunque no tenga nada que ver con el comercio o la eficacia de le UE y es mala para los ciudadanos.
Y he aquí otra ley de segunda clase, la Directiva Postal. Esto no incumbe para nada a la UE y aconsejo a la UE que se mantenga al margen. La Directiva Postal pretende aplicar el impuesto sobre el valor añadido al servicio de correos en un momento en que la carta escrita sufre la fuerte competencia del correo electrónico. El Reino Unido no lo quiere. El Servicio de Correos Británico acaba de cumplir 371 años y fue Gran Bretaña el primer país que emitió el primer sello de correos, en 1840, con la cabeza de la reina Victoria.
Ahora la UE quiere estampar encima su mano muerta de ineficiencia. Una elevada filigrana de interferencia filatélica, perforada solamente por el desconocimiento de la tradición británica y el deseo de rematar la carta escrita. Del «Penny Black» al ataque comunitario en 166 años. ¿A esto le llaman progreso?
En 2004, el Director General de Correos declaró categóricamente que el Gobierno británico no quería el IVA en los sellos. El Royal Mail me ha dicho esta misma semana que no lo quiere porque sería malo para las pequeñas empresas, las organizaciones benéficas y los clientes. Los ciudadanos británicos no lo quieren. Ya están pagando el coste de la Política Agrícola Común de la UE.
¿Qué habría dicho el filatélico Stanley Gibbons desde la calle Strand de Londres si estuviese vivo? Supongo que habría publicado un libro con imágenes de diputados al Parlamento Europeo haciendo monerías con las tradiciones postales británicas titulado «Catálogo Stanley de Sellos de Gibones».
Cuando el UKIP vote sobre este informe, votará de acuerdo a los deseos de los ciudadanos del Reino Unido. Espero que los diputados británicos al Parlamento Europeo den la cara por Gran Bretaña. Los ciudadanos verán cómo los eurófilos someten a sus naciones a otra impronta excesiva de la autoridad comunitaria. Gracias, señor Presidente y ¡buena suerte a los intérpretes!
El Presidente. – Señor Nattrass, para su información, su Grupo puede hablar hoy durante cinco minutos, repartidos del modo siguiente: un minuto para la señora Krupa, un minuto para el señor Bloom, otro minuto y medio para la señora Krupa y otro minuto y medio para usted, y no dos minutos y medio. Si el señor Farage le ha «vendido» cinco minutos, le ha vendido algo que no le pertenecía.
Seán Ó Neachtain, en nombre del Grupo UEN. – (EN) Señor Presidente, la Directiva Postal debería estar al servicio de todos los consumidores y particularmente de las necesidades de las personas que viven en el campo. La liberalización de los servicios beneficia a menudo a aquellos que están en zonas densamente pobladas a expensas de los consumidores de zonas menos pobladas.
Como diputado al Parlamento Europeo por el oeste y noroeste de Irlanda, represento a una circunscripción predominantemente rural. Según mi experiencia, muchas directivas han tenido durante años un efecto negativo en las zonas rurales y en el desarrollo rural porque de forma consciente o no han beneficiado a las zonas muy pobladas, donde las políticas liberales eran más fáciles de aplicar.
La oficina postal local en las comunidades rurales es una institución económica, social y cultural vital y los derechos de los habitantes de las zonas rurales a un servicio postal no pueden ser ignorados al elaborar los planes de liberalización de estos servicios en la UE. La prestación de dichos servicios y el acceso a los mismos es la esencia del desarrollo rural sostenible.
Conviene resaltar que la apertura de los servicios postales no siempre trae beneficios en términos de un aumento del nivel de empleo y quisiera pedir a la Comisión que aborde esta cuestión en un estudio detallado basado en la igualdad, la eficacia y la orientación al cliente en el sector postal, particularmente en lo relativo a estas zonas periféricas.
La intención que hay detrás de la directiva postal era buena, pero –como ocurre con todas las buenas intenciones– la aplicación no ha sido tan buena. Quiero pedir a la Comisión y al ponente que intenten crear un sistema de servicios postales que sea justo para todos, un servicio universal.
Armando Dionisi (PPE-DE). – (IT) Señor Presidente, señor Comisario, Señorías, el proceso de liberalización gradual en el sector postal que ha comenzado en los últimos años ha ocasionado un cambio positivo en que ha animado a los operadores a mejorar la calidad y la eficacia del servicio y de sus procesos de producción.
El informe del señor Ferber sobre la aplicación de la Directiva Postal goza de un buen equilibrio: subraya los efectos positivos de la liberalización realizada hasta la fecha, pero también subraya la necesidad de evaluar las consecuencias sociales y de empleo de una fase más en la realización del mercado interior, teniendo en cuenta las situaciones concretas de determinados países. Esta fase posterior dependerá totalmente de los resultados del estudio de la Comisión, cuyo objetivo es evaluar el impacto que tendrá la realización del mercado en el servicio universal en cada Estado miembro. Por lo tanto, no procede formular predicciones sobre este estudio.
La función del Parlamento en esta fase es subrayar que el efecto de la liberalización sobre el servicio postal universal debe evaluarse en relación con las diferencias nacionales y las circunstancias geográficas, sociales y económicas concretas, y que las decisiones políticas sobre la liberalización deben tomarse totalmente de acuerdo con los principios de proporcionalidad y subsidiariedad.
El servicio postal es un lazo vital para nuestros ciudadanos en ciertas zonas. Mantener los niveles actuales del servicio universal requiere un enfoque gradual. Por ese motivo la delegación italiana no puede apoyar la enmienda propuesta por el señor Ferber, porque implícitamente arroja dudas sobre la necesidad de un servicio universal, que en mi opinión sigue siendo un derecho y un deber inexcusable para los servicios postales de Europa.
Gilles Savary (PSE). – (FR) Señor Presidente, voy a ser muy breve afirmando que los servicios postales no son como los demás servicios. Tienen una dimensión humana, como se ha señalado, pero también tienen una dimensión social y territorial, lo cual significa que los servicios prestados varían enormemente de un país a otro.
Existe una gran diferencia entre servir a una población muy densa, como la de los Países Bajos, que se concentra en un territorio muy llano, y atender, en las mismas condiciones, a la misma población pero dispersa en miles de islas, como en Grecia, o en un territorio muy diverso, como en Francia.
Por consiguiente, espero que la evaluación prevista por la Comisión sea objetiva y no se base en la creencia compartida por algunos en esta Asamblea de que no hay necesidad de un marco porque el mercado, y solamente el mercado en su conjunto, ya se ocupa de regular los servicios postales. También espero que esta evaluación ayude a garantizar que la apertura del mercado postal –que Europa necesita– se realice de manera que se respete lo que representa el servicio postal: un servicio universal cuya dimensión territorial y social es irremplazable.
Guntars Krasts (UEN). – (LV) El objetivo de liberalización del sector postal para el año 2009 es realista y alcanzable. Los resultados en los Estados miembros en los que la reforma postal ha sido más rápida demuestran este hecho. Es difícil comprender por qué el informe subraya que a resultas de la competencia en el sector postal no siempre se han conservado los antiguos niveles de empleo. El objetivo de la reforma postal no es conservar los empleos, y sin duda tampoco reducirlos. Los empleos también pueden perderse sin liberalización, en virtud de la modernización tecnológica, por ejemplo. No deberíamos considerar la reforma industrial desde el punto de vista del sector postal como empresa. El desarrollo de la empresa postal y su ajuste a las nuevas condiciones de mercado son cuestiones de gestión empresarial.
El objetivo fundamental de la reestructuración del sector postal es atender mejor a los intereses de los consumidores brindando a los habitantes de la Unión Europea la oportunidad de recibir un servicio universal. No obstante, al mismo tiempo el correo no debería seguir siendo sencillamente una industria para el mantenimiento del servicio universal. No debemos olvidar que la mayoría de clientes de servicios postales –de hecho, más del 90 por ciento– son clientes empresarialeas, cuyas necesidades postales pueden ser muy distintas. Tiene que desarrollarse un amplio espectro de servicios postales de alta calidad, para que la industria no solo sobreviva, sino que se desarrolle.
El abanico de servicios postales interacciona cada vez más con otros sectores, como los servicios financieros, la publicidad y el comercio. El futuro de los servicios postales dependerá del logro de dicha interactividad. El desarrollo del sector postal es uno de los motores del desarrollo económico, la productividad y la competitividad de la Unión Europea. Lamentablemente, el progreso en la dirección de un mercado postal común de la Unión Europea sigue siendo lento.
Inés Ayala Sender (PSE). – (ES) Una vez más volvemos a encontrarnos en un debate que afecta a uno de los servicios públicos más emblemáticos de nuestra sociedad europea, con un fuerte valor simbólico y generador de confianza; de ahí su diversidad y fuerte arraigo. Los servicios postales, además, son esenciales por su importancia en mano de obra intensiva: una mano de obra con una formación y conciencia de pertenencia al servicio, digna de enorme respeto y reconocimiento.
Además, la capacidad de cohesión territorial y social de los servicios postales es fundamental en una Europa ampliada y cada vez más individualista; por ello, en esta nueva etapa que se abre ―y en este momento recuerdo también al compañero Brian Simpson, que me gustaría que también hubiera estado presente y que espero que esté aquí más adelante―, querría decirle a la Comisión que es fundamental que el nuevo proceso tenga una justificación real y aceptable, que tenga plena credibilidad, porque se nos dice que el servicio será mejor después, pero lo que vemos hoy es que lo que se nos propone es una mayor inseguridad en cuanto a puestos de trabajo y muchos interrogantes.
De ahí que reivindiquemos que es fundamental la plena garantía del servicio universal con todas sus condiciones de precio y calidad de servicio y que además se tenga en cuenta la diversidad de los sistemas actuales en aquello que tienen de bueno ―no todos son homogeneizables― y la cohesión social y territorial.
Emanuel Jardim Fernandes (PSE). – (PT) Señor Presidente, Señorías, señor Comisario, quisiera felicitar al ponente, el señor Ferber, por su excelente informe, que aclara la importancia social y económica de los servicios postales, frente a las indicaciones de desempleo y concentración. En mi opinión, es necesario impedir que este servicio público se convierta, con el advenimiento de la liberalización, en un mero servicio económico, en el que únicamente los estamentos más ricos de la sociedad puedan disfrutar el derecho básico de enviar una carta, denegando la prestación universal del servicio a los miembros menos privilegiados de la sociedad y a los que viven en regiones periféricas.
Por ello, quisiera solicitar a la Comisión, en futuros análisis del sector, que haga una distinción sobre la base de los gastos asociados a la financiación del servicio universal, especialmente en vista de los obstáculos geográficos y demográficos, con el fin de garantizar el acceso para todos a este servicio de interés general.
Al igual que el ponente, pienso que los servicios postales son fundamentales para la UE y que ejercen una influencia positiva en varios sectores de la sociedad como el comercio, los servicios y el empleo, modernizando inversiones capaces de aumentar la competitividad, la calidad y la eficiencia, que a su vez posibilitarán cobrar menos a los ciudadanos y a las empresas. Haciéndolo así, se contribuye decisivamente al logro de los objetivos de la Estrategia de Lisboa, como sector capaz de generar empleos y crecimiento.
El Presidente. – El debate queda cerrado.
La votación tendrá lugar mañana a las 11.00 horas.
Declaraciones por escrito
(artículo 142 del Reglamento)
Hélène Goudin (IND/DEM). – (SV) Apoyamos el hecho de que el informe subraye que el principio de subsidiariedad debe aplicarse al procedimiento de autorización. También acojo con satisfacción el hecho de que el Parlamento Europeo subraye que la Comisión debería prestar especial atención a las consecuencias que la liberalización del mercado postal tendrá para los habitantes de regiones escasamente pobladas (apartado 9).
No obstante, lo que me habría gustado ver son textos más estrictos que dejaran claro que un servicio peor para la población de regiones aisladas de Europa es inaceptable. La Comisión no ha adoptado una postura sobre las modificaciones de las normas que rigen la frecuencia con la que se va a distribuir el correo (véase la pregunta oral H-1135/05). Y tampoco el Parlamento Europeo tiene clara esta cuestión.
Una condición básica para permitir que las personas que viven en regiones escasamente pobladas utilicen los servicios postales en el futuro es que los servicios tengan un precio comparable al que se aplica en el resto del país. El Parlamento Europeo no adopta una postura sobre esta cuestión en el informe. Y tampoco lo ha hecho la Comisión.
Tampoco apoyo la crítica del Parlamento Europeo hacia el impuesto sobre el valor añadido nacional en el mercado postal (párrafo 18) y hacia la propuesta de que la Comisión Europea debe investigar el modo en que se están abordando los operadores postales públicos (párrafo 17). Estas son cuestiones que deberían tratarse en el ámbito nacional.
Voy a votar en contra de este informe.
20. Cantidades nominales para productos preenvasados
El Presidente. – De conformidad con el orden del día, se procede al debate del informe (A6-0412/2005) del señor Toubon, en nombre de la Comisión de Mercado Interior y Protección del Consumidor, sobre la propuesta de Directiva del Parlamento Europeo y del Consejo por la que se establecen normas relativas a las cantidades nominales para productos preenvasados, se derogan las Directivas 75/106/CEE y 80/232/CEE y se modifica la Directiva 76/211/CEE del Consejo (COM(2004)0708 – C6 0160/2004 – 2004/0248(COD)).
Günther Verheugen, Vicepresidente de la Comisión. (EN) Señor Presidente, la propuesta de directiva sobre productos preenvasados parece ser un tema muy técnico. No obstante, en realidad forma parte de la importante iniciativa política fuertemente respaldada por nuestras instituciones de mejorar la normativa y simplificarla.
Ya existe una legislación comunitaria sobre productos preenvasados, pero la situación jurídica actual no es satisfactoria ni clara. En la Unión Europea tenemos un marco legal estable para el vino y las bebidas espirituosas, donde los productos se venden en cantidades acordadas en toda la Comunidad. Para otros 70 productos, aproximadamente, la legislación vigente ha introducido la armonización voluntaria, ante la que los Estados miembros han adoptado diferentes enfoques. Estados miembros como Bélgica o los Países Bajos han desregulado totalmente los tamaños de los envases. En otros países, como Suecia, la legislación comunitaria relativa a los tamaños de los envases es opcional para los fabricantes. En otros Estados miembros, la normativa es de obligado cumplimiento, pero solamente para los productores nacionales. Algunas normas nacionales se basan totalmente en las directivas comunitarias opcionales vigentes, pero en otros países, como Alemania, las normas nacionales son diferentes de las disposiciones comunitarias. Desde el punto de vista jurídico, la situación es, por tanto, bastante confusa, por no decir otra cosa.
Al mismo tiempo, los productos circulan libremente de un país a otro y los consumidores encuentran gran abundancia de productos en el mercado. Hasta ahora, ningún consumidor se ha quejado de que haya demasiado donde elegir. La propuesta de la Comisión pretende simplificar la situación jurídica, manteniendo al mismo tiempo la ventaja de la libre elección por parte de los consumidores. La Comisión propone que todos los Estados miembros apliquen un único marco jurídico en toda la Unión. En lo esencial, la Comisión propone mantener la libre elección de que disfrutan actualmente los consumidores y regular los tamaños de los envases solamente para un número muy limitado de sectores, en particular los del vino y las bebidas espirituosas.
La Comisión toma nota de que la Comisión de Mercado Interior y Protección del Consumidor aprueba este planteamiento en principio. No obstante, tenemos opiniones diferentes por lo que respecta al número de sectores que deberían ser objeto de la reglamentación comunitaria por la que se fijan cantidades nominales.
Por lo que respecta a la Comisión, y basándose en una amplia consulta entre los consumidores de todos los Estados miembros y federaciones sectoriales europeas, solo habría que regular los sectores del vino y las bebidas espirituosas. No obstante, debido a un compromiso previo con el Parlamento, la Comisión también ha incluido en su propuesta la regulación del café soluble y del azúcar blanco.
A pesar de que apoya el planteamiento general, la Comisión de Mercado Interior y Protección del Consumidor sugiere que también otros sectores deberían ser objeto de la regulación, entre ellos la leche de consumo, la mantequilla, el café tostado, la pasta seca, el arroz y el azúcar moreno. La Comisión cuestiona la justificación para regular estos sectores. La industria europea, con la excepción del sector del café, no está a favor y los consumidores no han solicitado una normativa que limite su elección. La enmienda propuesta implicaría la desaparición de una serie de productos que están disponibles actualmente en el mercado. Asimismo, también significaría que Estados miembros que nunca han tenido reglamento o que lo han abolido tendrían que volver a introducir un reglamento sobre los tamaños de los envases. Esto va en contra de los objetivos políticos de mejorar la normativa y simplificarla y no protege a los consumidores. La Comisión aprecia que el Parlamento haya realizado una evaluación de impacto de estas enmiendas. Esta iniciativa refleja la preocupación común de la Comisión por mejorar la normativa y simplificarla.
Para terminar, en opinión de la Comisión, hoy en día la protección del consumidor no debería basarse en la limitación de su capacidad de elección, sino que debería centrarse en ofrecer información correcta a los consumidores y en la prohibición de prácticas engañosas, permitiéndoles hacer una elección bien informada y deliberada.
Se puede decir que la Comisión, al igual que el Tribunal de Justicia de las Comunidades Europeas, toma como referencia al consumidor medio, razonablemente bien informado y razonablemente observador y prudente. Los consumidores vulnerables no se vuelven menos vulnerables con normas relativas a las cantidades nominales, sino mediante una aplicación mejor de la legislación comunitaria vigente en materia de protección del consumidor, como el etiquetado y la prohibición de envases engañosos. La Comisión está cooperando con las autoridades nacionales con miras a una aplicación más efectiva de estas normas comunitarias a fin de mejorar efectivamente la protección de los consumidores vulnerables.
Jacques Toubon (PPE-DE), ponente. – (FR) Señor Presidente, Señorías, el informe que voy a presentar en nombre de la Comisión de Mercado Interior y Protección del Consumidor ha cambiado sustancialmente la propuesta de la Comisión. Fue adoptado por 28 votos a favor y una abstención.
Propongo aceptar la desregulación de los tamaños, que es la solución escogida por la Comisión teniendo en cuenta la jurisprudencia del caso Cidrerie Ruwet. La Comisión también propone retener gamas obligatorias en algunos sectores específicos: vinos, licores, café soluble y azúcar blanco. La Comisión solicita que esta derogación se restrinja a un período de 20 años.
Los miembros de la Comisión de Mercado Interior y Protección del Consumidor cuestionaron inmediatamente la relevancia de la propuesta y la calidad del estudio de impacto en que se basa. Por lo tanto, me vi obligado a proponer que se establecieran gamas obligatorias para otros productos básicos. Son el café, la mantequilla, el arroz, la pasta y la leche de consumo. Las gamas que propongo son bastante extensas en lo que respecta a los intervalos, por no mencionar el hecho de que por debajo del tamaño más pequeño y por encima del mayor no hay ningún tipo de restricciones. También propongo que sea posible revisar el acuerdo en un período de ocho años y no en un período de 20 años como propone la Comisión.
¿Por qué les presenta la Comisión de Mercado Interior y Protección del Consumidor esta propuesta? En primer lugar, para proteger a los consumidores, especialmente a los más vulnerables, como las personas mayores y los parcialmente invidentes, que están lejos de haber entendido el precio por unidad establecido en 1998. Después, para tener en cuenta el estudio de impacto independiente encargado por nuestra comisión y confirmar que la desregulación conllevaría riesgos para el consumidor y que no produciría una mayor competencia entre productores y distribuidores. Por último, porque una legislar mejor no significa no legislar. Como dijo Lacordaire en la década de 1830: entre los fuertes y los débiles, es la libertad la que oprime y la ley la que libera. Verán que este texto aparentemente insignificante y técnico nos permite formular preguntas importantes.
Para concluir, voy a subrayar tres factores: un estudio de impacto financiado por el propio Parlamento y que no dependa de la Comisión ni de los grupos de presión, que es una primicia; un concepto de «legislar mejor» inspirado únicamente en los intereses de nuestros ciudadanos y no en una actitud ideológica y una preocupación por conservar nuestras culturas nacionales, porque nuestras naciones están muy vinculadas a sus tradiciones alimenticias y a sus modelos de consumo.
John Purvis (PPE-DE), ponente de opinión de la Comisión de Industria, Investigación y Energía. – (EN) Señor Presidente, la Comisión de Industria, Investigación y Energía acoge con satisfacción la iniciativa de la Comisión de desregular y liberalizar los tamaños de los envases. Mi comisión considera que un mercado libre beneficia al consumidor. Se nos convenció de que aceptásemos la propuesta de la Comisión de hacer excepciones con las bebidas alcohólicas, el café soluble, el azúcar blanco –nosotros añadimos el azúcar moreno por coherencia– y los aerosoles. En aras de la coherencia, también propusimos un tamaño regulado para las botellas de bebidas espirituosas de 750 cl, que era el tamaño generalmente aceptado de las botellas de vino. Roza el engaño tener una botella de vino normal de 750 cl y una botella de licor normal de 700 cl. Por lo tanto, lamentamos que esta propuesta haya sido rechazada por la Comisión de Mercado Interior y Protección del Consumidor.
Apreciamos que esta comisión y su concienzudo ponente, mi buen amigo el señor Toubon, hayan considerado estas cuestiones muy detenidamente. No obstante, en la Comisión de Industria, Investigación y Energía lamentamos las propuestas de esa comisión de introducir tamaños obligatorios armonizados y fijos para toda una gama de productos básicos, que hasta ahora no se habían armonizado tanto. Tenemos requisitos de etiquetado. Prohibimos la publicidad engañosa. La legislación de la Unión Europea exige indicar el precio por unidad, de modo que hay que señalar el precio de una cantidad estándar, lo que ayuda a los consumidores a comparar precios con imparcialidad. Esta capacidad de decidir libremente sobre los tamaños de los envases beneficia al pequeño comercio, a la empresa de reciente creación, a la empresa innovadora y, por lo tanto, también al consumidor. No hay motivo para impedir la comercialización de tamaños tradicionales; no hay motivo para impedir el uso de medidas tradicionales, como las pintas y las libras. La propuesta de la Comisión ni siquiera menciona la leche. No había razón para cambiar nada.
La Comisión de Industria, Investigación y Energía sugiere que el Parlamento apoye el loable intento de la Comisión Europea de reducir la regulación innecesaria y que vote en contra de la ampliación de los tamaños obligatorios a todos estos productos adicionales que propone la Comisión de Mercado Interior y Protección del Consumidor.
Malcolm Harbour, en nombre del Grupo del PPE-DE. – (EN) Señor Presidente, me gustaría felicitar al señor Toubon por el trabajo que ha realizado y particularmente alabar su planteamiento, gracias al cual la Comisión de Mercado Interior y Protección del Consumidor es la primera comisión del Parlamento que encarga una evaluación de impacto, y a raíz de ello hemos optado –en este caso, en beneficio de los consumidores– aumentar el alcance de la regulación que había propuesto la Comisión.
Ese informe está a disposición de sus Señorías. Indica que a pesar de la mayor complejidad, el análisis económico demuestra que los efectos competitivos son relativamente pequeños y acepta la opinión del ponente de que las ventajas para el consumidor los compensarán. Habrá otros debates al respecto, pero no me gustaría dejar pasar esta ocasión para felicitar a la Comisión en general por la orientación que está intentando imprimir a este asunto. Existe una amplia gama de otros productos aparte de las exenciones que están incluidos en esta loable propuesta y no deberíamos olvidar esto cuando hablemos de algunas de las cuestiones particulares.
Como bien sabe el señor Comisario, en mi país, el Reino Unido, han surgido algunas controversias totalmente engañosas en la prensa con respecto a esta propuesta. Hoy me limitaré a comentar eso para que conste. En primer lugar, suponiendo que acordemos que se incluya la leche de consumo, está claro que es muy importante que se protejan plenamente los tamaños de botella tradicionales en los que se distribuye la leche en el Reino Unido. No me cabe duda de que los colegas aceptarán esto sin reservas y, por lo tanto, no se ocuparán de ninguna cuestión que tenga algo que ver con la pérdida de la tradicional «pinta» británica.
En segundo lugar, pero con carácter más fundamental, el pan es un producto básico que está regulado a escala nacional en virtud de muchos reglamentos específicos. En el Reino Unido consumimos enormes cantidades de pan preenvasado en rebanadas y considero que este es un argumento de mucho peso para excluirlo totalmente de la normativa y permitir que Gran Bretaña mantenga sus actuales tamaños de envases regulados para este producto de consumo tan importante.
Evelyne Gebhardt, en nombre del Grupo PSE. – (DE) Señor Presidente, señor Comisario, señor Toubon, muchas gracias por el excelente informe que acaba de presentar. Al señor Harbour le diría que es muy importante que respetemos las culturas y tradiciones de los Estados miembros. Siempre deberíamos hacerlo en nuestra legislación. Creo que mi Grupo también apoyará estas enmiendas, eso no supondrá un problema.
Señor Comisario Verheugen, acaba de decir que necesitamos legislar mejor y sobre todo aplicar mejor la legislación comunitaria. Estoy totalmente de acuerdo con usted en ese punto, pero también le recordaría que corresponde a la Comisión garantizar que se aplique la legislación comunitaria. Le pediría que fuera muy estricto respecto a estas cuestiones, porque como europeo quiero que las decisiones que tomamos en Europa se apliquen.
Por otra parte, también ha dicho que toma como referencia al consumidor medio, como hace el Tribunal de Justicia Europeo. Eso es comprensible: todos necesitamos un punto de referencia del que partir. No obstante, como socialdemócrata, mi referencia en dichos casos son precisamente las personas que no son medias, porque son discapacitadas, porque son mayores o porque, por cualquier razón, están aprovechando las distintas oportunidades disponibles en los Estados miembros y que ofrecen las empresas. En estos casos especiales es cuando la fiabilidad al comprar alimentos básicos como pan y leche es especialmente importante. Por ese motivo debemos garantizar que esta fiabilidad se mantenga en nuestros comercios, y por ello estamos de acuerdo con las propuestas del ponente.
Toine Manders, en nombre del Grupo ALDE. – (NL) Señor Presidente, quisiera dar las gracias al señor Toubon por su compromiso y su modo de proceder, pero también a todos y expresar mi gratitud a la Comisión y el Comisario Verheugen por la propuesta que han presentado respecto a la mejora de la legislación y la desregulación. Por eso nos resulta algo extraño que el Parlamento deba responder ahora con multitud de excepciones. En los Países Bajos, un país que rechazó el Tratado Constitucional, consideramos innecesario que Europa se implique en cuestiones como la medida del café o de la leche, porque para eso está el mercado interior y las medidas y los productos están sujetos al reconocimiento mutuo.
Por lo tanto, estamos muy descontentos con las excepciones adicionales o productos adicionales que se incluyen ahora para poder acogerse a la armonización. Por lo tanto, vamos a votar en contra de esas excepciones, y si no podemos eliminarlas y no podemos ceñirnos a la propuesta de la Comisión, como liberales votaremos contra la totalidad de la propuesta, lo cual lamentaríamos porque podría servir de ejemplo. Espero que no tengamos que tratar esto ahora y espero no tener que admitir, cuando vuelva a mi país, en algún referendo futuro sobre el Tratado Constitucional, que en este Parlamento nos implicamos en detalles que deberían quedar en manos de los ciudadanos y ciudadanas de a pie.
La legislación ya prevé la indicación del precio por unidad del litro o kilogramo en interés del consumidor. Puesto que eso ya se incorpora en el precio, creo que no deberíamos subestimar al público europeo o tratarlo con condescendencia y como niños o como ciudadanos de segunda clase. Creo que deberíamos tener fe en los individuos capaces de tomar sus propias decisiones, y nos corresponde a nosotros ofrecerles tales opciones. Del mismo modo, en mi opinión sería lamentable que al viajar a otros países de Europa para hacer turismo o con cualquier otro fin y no pudiéramos conocer los pesos y medidas que se aplican allí, como por ejemplo la pinta en el Reino Unido.
A mi juicio, es lamentable que no hayamos optado por legislar mejor y por desregular como ha propuesto la Comisión, y lamentamos las excepciones propuestas.
Carl Schlyter, en nombre del Grupo Verts/ALE. – (SV) Señor Presidente, en realidad no ocurre a menudo que yo esté de acuerdo con la Comisión respecto a proyectos de liberalización, pero este es un tipo de liberalización sensata. Veo que el señor Toubon ha realizado un trabajo serio y ha llevado a cabo una evaluación de impacto, pero ese no es motivo suficiente para establecer una normativa a escala de la UE. Si un país desea regular los tamaños de las barras de pan y de la pasta puede hacerlo, pero no a escala de la UE. Corremos peligro de que las cuestiones resulten bastante ridículas cuando la UE se mete en estos berenjenales.
Sin duda, lo que los consumidores esperan es la protección frente a los aditivos peligrosos y una revisión de los aditivos que utilizamos. También esperan un etiquetado claro, suficientemente grande para que se pueda leer en la lengua propia, para que entiendan los ingredientes que se incluyen en los productos en cuestión. Las normas para combatir la publicidad engañosa abarcan aquellos problemas con los que los consumidores podrían encontrarse debido a la existencia de tamaños de envases confusos. Este tipo de legislación tiene precisamente un impacto real en las necesidades de los consumidores.
Cuando se trata del alcohol, estoy de acuerdo con la Comisión en que esa es otra cuestión. En este terreno se trata de controlar el consumo de otro modo, y las normas vigentes y las que propone la Comisión son apropiadas. Hay motivos para regular esta esfera. Creo que la propuesta elaborada por la Comisión, a saber, no incrementar la legislación de la UE, es equilibrada.
Charlotte Cederschiöld (PPE-DE). – (SV) Señor Presidente, señor Comisario Verheugen, señor Toubon, acojo con agrado la propuesta de la Comisión respecto a la desregulación del envasado. Espero que ese debate continuo acerque nuestro propio enfoque al de la Comisión para que sea el consumidor el que escoja y no los políticos.
El ponente, el señor Toubon, ha demostrado que está dispuesto a aceptar mi enmienda que rescata los envases de leche suecos para que la gente pueda seguir teniendo leche para el café en el trabajo. Todavía hay cosas que hacer respecto a la desregulación de la mantequilla y la pasta y a reducir la reglamentación detallada en general. Sería perjudicial para la competencia y para los consumidores si fuéramos a empeorar las cosas para las pequeñas y medianas empresas y a utilizar medidas políticas para proporcionar cuotas de mercado a los grandes conglomerados. Aquellos de nosotros que venimos de un país pequeño no podemos aceptar el informe en esa forma. Ya hemos tenido suficientes debates sobre pepinos y fresas. Evitemos un debate sobre las «sisas de leche» y sigamos negociando con vistas a obtener una mayor libertad para el consumidor. Sigue habiendo mucho por hacer antes de que esta cuestión haya concluido de manera satisfactoria.
Anna Hedh (PSE). – (SV) Señor Presidente, para muchos países, las enmiendas del señor Toubon a la propuesta de la Comisión significan que se establecen nuevas normas a escala de la UE para un mercado que ya funciona. Los socialdemócratas suecos no creemos que las enmiendas del ponente supongan algún beneficio para los consumidores. Al contrario, si se apoya el enfoque del ponente, conllevaría importantes gastos de conversión para muchas empresas europeas, y esto sin que los grupos que decimos representar necesitaran o incluso desearan los cambios.
Por ejemplo, la Asociación de Consumidores suecos, que trabaja activamente con bastantes grupos de cooperación y asociaciones sobre estas cuestiones concretas que tienen que ver con el envasado, nunca ha escuchado, basándonos en nuestros contactos con la Asociación, ningún deseo respecto a tamaños fijos de envases. Además, las instituciones de la UE no estarían cumpliendo su ambición de mejorar la calidad de la legislación evitando una reglamentación detallada. Los socialdemócratas suecos no tenemos nada en contra de realizar peticiones estrictas a las empresas para mejorar la protección del consumidor. Al contrario. No obstante, como se ha señalado, los reglamentos son, en este caso, innecesarios, y por ello vamos a votar en contra del informe.
El Presidente. – El debate queda cerrado.
La votación tendrá lugar mañana a las 11.00 horas.
Declaraciones por escrito
(artículo 142 del Reglamento)
David Martin (PSE). – (EN) Acojo con satisfacción este informe sobre las normas relativas a las cantidades nominales para productos preenvasados.
Estoy a favor de mantener determinadas cantidades para alimentos básicos, pues considero que es importante mantener cantidades nominales en interés del consumidor británico. El informe mantiene partes esenciales de la legislación vigente y, en particular, elimina el injustificado intento de la Comisión de abolir tamaños fijos en un plazo de 20 años. Dada la complejidad de «indicar el precio por unidad», estas leyes de protección garantizarán que no se comprometa la actual venta de la pinta de leche británica. En contra de las historias de terror engañosas de los euroescépticos, que han causado tanta controversia entre los consumidores, la capacidad de elección del consumidor británico está garantizada.
21. Orden del día de la próxima sesión: véase el Acta