El Presidente. Procedemos a las declaraciones del Consejo y de la Comisión sobre el enfrentamiento de Irán con la comunidad internacional.
Hans Winkler, Presidente en ejercicio del Consejo. – (DE) Señor Presidente, Señorías, en esta declaración del Consejo sobre la confrontación entre Irán y la comunidad internacional, me gustaría comentar las siguientes cuestiones: en primer lugar, el problema nuclear; en segundo lugar, las relaciones entre la Unión Europea e Irán y, en tercer lugar, la reciente violencia en Teherán.
La resolución del problema nuclear iraní es una preocupación fundamental para la comunidad internacional, que tiene serias dudas acerca de la naturaleza pacífica del programa nuclear del país. En los últimos años, la Unión Europea no ha dedicado ningún esfuerzo a encontrar una solución mediante la negociación y para pedir a Irán que adopte medidas para aumentar la confianza con respecto a su programa nuclear. Irán ha avanzado en la dirección equivocada últimamente, al emprender una acción unilateral, y más recientemente retomando las actividades de enriquecimiento del uranio en Natanz y suspendiendo la aplicación del Protocolo Adicional del OIEA.
La adopción por parte de la Junta de Gobernadores del OIEA de su resolución de 4 de febrero, por la que remite el asunto al Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, supuso una clara señal para Irán. La gran mayoría por la que se adoptó la resolución demuestra que la profunda preocupación de Europa por el programa nuclear de Irán es compartida por el conjunto de la comunidad internacional.
La Unión Europea no cuestiona en absoluto el derecho de Irán a utilizar energía nuclear para fines pacíficos. La causa de este conflicto reside en el hecho de que Irán no ha emprendido las acciones suficientes hasta la fecha para generar la confianza necesaria con respecto a la naturaleza pacífica de su programa nuclear. Por el contrario, en los últimos 18 años, Irán no ha declarado una parte importante de su extenso programa nuclear al OIEA y todavía se niega a facilitarle información importante relativa, en particular, al grado de desarrollo de su tecnología de enriquecimiento del uranio y el campo de «armamentización», es decir, la militarización de su programa nuclear.
El objetivo de la Unión Europea sigue siendo alcanzar una solución para la cuestión mediante la negociación. Sin embargo, esto exige que Irán demuestre una voluntad suficiente de cooperación y apertura, en particular con respecto al OIEA, y para emprender urgentemente las medidas necesarias para aumentar la confianza, como la interrupción de las actividades nucleares delicadas. La propuesta rusa de construir unas instalaciones de enriquecimiento de uranio ruso-iraníes en suelo ruso como alternativa al enriquecimiento en Irán es una contribución importante y cuenta con todo el apoyo de la Unión Europea.
Permítanme reiterar claramente que la Unión Europea mantiene el compromiso de alcanzar una solución diplomática al problema nuclear iraní, en la que el OIEA debe desempeñar un papel fundamental. Implicar al Consejo de Seguridad no significa disminuir el papel del OIEA, sino que se pretende reforzar la autoridad del OIEA y que se puedan aplicar las medidas exigidas por las resoluciones de su Junta Directiva.
Con respecto al tema de las relaciones entre la Unión Europea e Irán, la Unión sigue observando la situación de los derechos humanos en Irán con gran preocupación. La situación está empeorando y las autoridades iraníes no están emprendiendo ninguna acción tangible para reformar la legislación ni prácticas oficiales. A pesar de las repetidas peticiones de la Unión Europea, Irán no ha alcanzado ningún otro compromiso de retomar el diálogo estancado sobre derechos humanos. La Unión Europea continuará expresando sus preocupaciones por los derechos humanos, tanto directamente al Gobierno iraní, como en declaraciones públicas y foros internacionales.
Las declaraciones realizadas por el Presidente iraní sobre Israel han sido clara y rotundamente condenadas por la Unión Europea y la comunidad internacional en conjunto. La postura de Irán sobre Oriente Próximo es motivo de gran preocupación. Continúa apoyando a los grupos palestinos que la Unión Europea considera organizaciones terroristas. Observamos con preocupación que el Presidente iraní se reuniera recientemente con algunos de los líderes de estos grupos en Siria y pedimos a Irán que ponga fin a estos contactos. Asimismo, le pedimos que se una al consenso internacional sobre la necesidad de una solución de dos Estados para el conflicto de Oriente Próximo.
Los repetidos intentos del Presidente iraní de negar los crímenes del Holocausto y sus llamamientos a «borrar del mapa» el Estado de Israel deben rechazarse enérgicamente. Declaraciones de este tipo son completamente inaceptables y además son totalmente contrarias a los esfuerzos de los numerosos políticos y líderes religiosos que están trabajando concretamente en todos los frentes para promover un diálogo entre culturas caracterizado por el respeto mutuo, particularmente tras los acontecimientos de los últimos días.
Las relaciones de la Unión Europea con Irán dependerán del progreso realizado en todas las cuestiones que son motivo de preocupación: el problema nuclear y otras preocupaciones relativas a las armas de destrucción masiva, derechos humanos, la lucha contra el terrorismo y la postura del país con respecto a Oriente Próximo. La posibilidad de que la Unión Europea emprenda acciones se estudiará detenidamente y se sopesará en vista de las acciones y declaraciones de Irán.
Con respecto al tema de la violencia: como se ha señalado claramente en el debate de esta Cámara, los ataques sobre organismos de la Unión Europea no son de ningún modo justificables y resultan totalmente inaceptables. La Presidencia de la Unión Europea ha condenado estos ataques y ha pedido a Irán que cumpla sus obligaciones con respecto a la protección establecida en el Convenio de Viena sobre relaciones diplomáticas de 1961. De acuerdo con estas obligaciones, la Presidencia también ha recordado a Irán que, de conformidad con el derecho internacional, la responsabilidad de garantizar el cumplimiento de estas obligaciones recae en el Estado.
(Aplausos)
PRESIDENCIA DEL SR. SR. FRIEDRICH Vicepresidente
Franco Frattini , Vicepresidente de la Comisión. (EN) Señor Presidente, está claro que Irán debe dar pasos visibles y creíbles para recuperar la confianza de la comunidad internacional. Durante los últimos meses, el expediente nuclear ha acaparado con razón las preocupaciones de la UE con respecto a Irán. La región no necesita más tensión ni la posibilidad de una escalada nuclear. A pesar de los insistentes esfuerzos por el diálogo del denominado UE-3 y de otros socios internacionales, Irán no se ha comprometido de ningún modo convincente. Por esto, a resultas de la votación de la Junta del Organismo Internacional de la Energía Atómica celebrada en Viena el 4 de febrero, el expediente nuclear iraní se remitirá ahora al Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas.
Irán ha respondido con la decisión de intensificar su programa de enriquecimiento y dejar de aplicar el protocolo adicional. Esto es inaceptable, por mucho que Irán espere mantener su cooperación con el OIEA sobre la base del Tratado de No Proliferación.
Una mayoría sustancial de la comunidad internacional, incluidas Rusia y China, apoya firmemente que se informe de Irán al Consejo de Seguridad, acordando que Irán debe volver a suspender sus actividades de enriquecimiento. Teherán no debe equivocarse respecto a la actitud resuelta de la comunidad internacional. Al mismo tiempo, la puerta sigue abierta a una solución negociada a través de los esfuerzos diplomáticos, siempre que Irán dé los pasos necesarios.
La táctica iraní de tratar de dividir a la comunidad internacional no ha tenido éxito en esta ocasión, como ya sucedió el otoño pasado. La propuesta rusa de enriquecer uranio fuera de Irán sigue estando sobre el tapete y debe explorarse en profundidad. Si Irán retoma la suspensión de sus actividades de enriquecimiento y acepta la propuesta rusa, puede que la vía del Consejo de Seguridad no sea necesaria. Las posibilidades dependerán en gran parte de la voluntad de Teherán de comprometerse ante la comunidad internacional y de hacerlo con prontitud.
No especularemos respecto a los pasos ulteriores, pero si la situación se sigue deteriorando necesitaremos pensar en opciones para acciones futuras a través de las Naciones Unidas. El Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas retomará esta cuestión a la luz del informe del señor El Baradei y la próxima reunión de la Junta del OIEA, que comenzará el 6 de marzo. En cambio, si las cosas evolucionan en la dirección adecuada sería posible hacer más cosas mediante acciones comunitarias. Si la situación lo exige, y una vez que así sea, debemos poder volver a comprometer a Irán a través de una serie de instrumentos comunitarios y de la UE. Estamos dispuestos a una comprometernos constructivamente, e Irán lo sabe.
El problema nuclear no es una disputa entre Irán y Europa, ni entre Irán y los Estados Unidos, sino entre Irán y la comunidad internacional en general. Tampoco se trata de una disputa sobre el derecho de Irán conforme al Tratado de No Proliferación. Se trata de la incapacidad de este país de generar la confianza necesaria en la naturaleza exclusivamente pacífica de su programa nuclear. De hecho, Irán tiene derecho a desarrollar la investigación, la producción y el uso de energía nuclear para fines pacíficos. Por ello, sin discriminación, necesitamos garantías objetivas de la naturaleza pacífica del programa nuclear de Irán.
Quisiera decir unas palabras sobre las declaraciones del Presidente Ahmadineyad sobre cuestiones que afectan a la estabilidad regional y a las relaciones internacionales. Sus comentarios inaceptables sobre Israel y el holocausto desataron la indignación de todo el mundo. Consideramos que estas declaraciones constituyen una profunda ofensa a todos nosotros. También es totalmente inaceptable, como acaba de decir la Presidencia, que Irán siga respaldando a organizaciones terroristas en Oriente Próximo.
Respecto a los derechos humanos, quizá recuerden ustedes que el 12 de diciembre el Consejo de Asuntos Generales y Relaciones Exteriores consideró que la situación era suficientemente grave como para adoptar conclusiones sobre el estado del diálogo sobre los derechos humanos entre la UE e Irán. Dejando claro lo que para mí es un requisito fundamental con respecto a Irán, la Unión Europea reafirmó que un mayor respeto de los derechos humanos y las libertades fundamentales en este país es esencial si se quiere que haya avances en las relaciones entre la UE e Irán.
Me gustaría destacar algunos aspectos especialmente preocupantes. Se ha producido un aumento del número de ejecuciones públicas y sentencias a muerte, sobre todo ejecuciones de jóvenes. Irán ejecutó a más niños delincuentes en 2005 que en ningún otro año reciente. Existen restricciones a la libertad de expresión, con una amplia censura de Internet y de la prensa; incluso el ex presidente del Parlamento y candidato presidencial, el señor Karroubi, no ha sido autorizado a emitir su nuevo canal de televisión desde Dubai. Dada la difícil situación de los defensores de los derechos humanos, nos preocupa mucho el destino de los presos de conciencia, como el señor Akbar Ganji y su abogado el señor Abdolfattah Soltani. La lista de preocupaciones relativas a los derechos humanos en este país sigue siendo preocupantemente larga.
La Comisión espera un continuo intercambio con el Parlamento con respecto al tema de Irán. La situación es crítica, pero a pesar de todo el objetivo a largo plazo sigue siendo establecer relaciones más amplias y profundas con un país que es un importante agente regional e internacional.
(Aplausos)
Michael Gahler, en nombre del Grupo del PPE-DE. – (DE) Señor Presidente, en nombre del Grupo del Partido Popular Europeo (Demócrata-Cristianos) y de los Demócratas Europeos deseo expresar nuestro pleno apoyo a la política de la comunidad internacional sobre Irán, tal como se expresa en la resolución de la Junta de Gobernadores del OIEA de 4 de febrero, la posición del Consejo de Asuntos Generales de la UE de 30 de enero y la declaración emitida por el UE-3 junto con los Estados Unidos, Rusia y China en Londres.
En el Gobierno de mi país, la Canciller Merkel y el Ministro de Asuntos Exteriores, el señor Steinmeier, también siguen esta línea de forma decidida. Hay que dejar claro a los líderes de Irán que no pueden crear divisiones en el seno de la comunidad internacional ni, por supuesto, en el interior de las distintas instituciones comunitarias. La resolución del Parlamento que votamos hoy lo dejará claro.
Reconocemos el derecho fundamental de todos los firmantes del Tratado de No Proliferación de Armas Nucleares a utilizar la energía nuclear con fines pacíficos, civiles; pero Irán ha cruzado tantas líneas rojas que la confianza en las honradas intenciones del régimen se ha desvanecido. Ni la reducción de su cooperación con el OIEA, ni la amenaza del Presidente de que Irán abandonará el Tratado de No Proliferación, ni el aplazamiento de las conversaciones con Rusia previstas para este jueves, ni, particularmente, la reanudación de las actividades de enriquecimiento de uranio, favorecen la creación de un clima de confianza y la distensión de la situación.
Todo ello resalta todavía más la importancia de continuar oponiendo un frente firme y unido a Irán. Todo aquello que pudiera dar a Teherán una impresión de división o docilidad sería inútil. Aquellos que creen que solamente nuestro deseo incondicional de paz inducirá a nuestros homólogos a cambiar su rumbo y ver la luz están haciendo un flaco servicio a nuestro deseo natural de paz. Particularmente cuando la parte contraria está predicando odio y hostilidad y actúa de forma deliberada contrariamente a las expectativas de la comunidad internacional, no deberíamos revelar a la otra parte todo lo que podríamos hacer a raíz de sus acciones.
No creo que ya se haya agotado el margen para los esfuerzos diplomáticos. Estamos ofreciendo una cooperación constructiva. Pedimos que Irán reanude la cooperación con el OIEA antes de que el tema sea debatido en el Consejo de Seguridad. También apoyamos la oferta de Rusia de enriquecer uranio para fines civiles fuera de Irán. No tenemos más remedio que preguntarnos por qué Irán quiere sus propias instalaciones de enriquecimiento. El país no cuenta con ni una sola…
(El Presidente interrumpe al orador)
Martin Schulz, en nombre del Grupo del PSE. – (DE) Señor Presidente, a mí me habría sorprendido lo contrario. Sin embargo, quisiera pedir a esta Cámara que reflexione sobre algo más importante: tener tiempo para un debate adecuado, o que haya diputados a esta Cámara que se quejen cuando se procede a la votación. Me habría gustado poder escuchar hasta el final al señor Gahler, pues lo que estaba diciendo era muy interesante. De hecho, la cuestión que ha planteado es una de las que más nos preocupan actualmente.
¿Cómo tratar a un régimen que de forma ostensible está forzando todos sus límites? ¿Cómo respondemos a esto como comunidad internacional? En mi intervención trataré de añadir algunas cuestiones desde el punto de vista de mi Grupo. No es necesario comentar en esta Cámara las declaraciones del Presidente iraní. Un Jefe de Estado que niega el holocausto y que cuestiona el derecho a la existencia de Israel no es un interlocutor válido para nosotros.
Todos los valores que defiende el Presidente Ahmadineyad son contrarios a los que defendemos nosotros, y por ello me gustaría celebrar un debate sobre valores con estas personas. Ya hemos celebrado esta mañana un debate sobre valores, y ha sido muy positivo. Ha sido un debate serio, ponderado. Deberíamos celebrar un debate tranquilo y confiado y ver si hay otras personas en la región, aparte del Presidente Ahmadineyad, con las que podemos mantener un diálogo. Deberíamos reflexionar sobre las opciones que se abren ante nosotros antes de filosofar sobre las opciones que se cierran.
¿No hay suficientes países moderados en la región que estén abiertos al diálogo y con los que podamos cooperar, que quizás no compartan todos nuestros valores, pero para cuyos intereses también es absolutamente negativo que Irán se convierta en una potencia nuclear líder en la región? Sí, los hay, y, en mi opinión, son socios adecuados para dialogar con la UE. En este sentido, por supuesto, el conflicto en torno a las caricaturas no solo llega en el peor momento posible, sino que incluso es extremadamente contraproducente, pues son los mismos países con los que necesitamos una relación de respeto mutuo. Por ello la solución del conflicto de las caricaturas es también central para solucionar los problemas de la región en su conjunto.
Por esta razón aconsejo no equiparar «Irán» e «islam». Las acciones de un Jefe de Estado agresivo de un país no son en modo alguno un reflejo de las opiniones de la inmensa mayoría de los musulmanes amantes de la paz en todo el mundo, con los que tenemos que cooperar.
Creo que es correcto que todas las actividades de enriquecimiento, es decir, las de todos los países, estén bajo el control del Organismo Internacional de Energía Atómica, como ha propuesto el propio OIEA. Deberíamos apoyar esta propuesta. Por cierto, también pienso que es perfectamente justificable refrescar la memoria y decir que el debate sobre el desarme nuclear no debería limitarse a esta región: debe ser universal. En conexión con ello, permítanme señalar que tratar a los países que ya tienen armas nucleares de forma diferente de aquellos que están en proceso de tenerlas, y realizar ataques preventivos contra países que no tenían armas de destrucción masiva, solo alienta a los regímenes a obtener armas nucleares lo más rápida e ilegalmente posible, porque los que las poseen no serán atacados. Esta es una lógica que también debe debatirse, una lógica desencadenada por un ataque preventivo realizado en la misma región en el pasado, que fue totalmente equivocado y al que nos opusimos con vehemencia.
Creo que la lógica que se escondía tras esto era extremadamente peligrosa, y por ello debemos abandonar esta estrategia del pensamiento basado en objetivos, pues conduce a la militarización del pensamiento. Debemos reforzar nuestras opciones diplomáticas paso a paso. Reunir a China y Rusia ha sido un enorme logro del UE-3, pues con ello se ha enviado a Irán una clara señal de que la comunidad internacional no permitirá que nadie la divida. Hablemos de éxitos diplomáticos en lugar de filosofar sobre opciones militares. La comunidad internacional debería hacer todo lo que esté en su poder para dejar claro a Irán que si no se vuelve a la mesa de negociaciones el 6 de marzo, el asunto será remitido automáticamente al Consejo de Seguridad. Las acciones posteriores se decidirán entonces allí, sin embargo, y no tan solo por algún Gobierno central.
(Aplausos)
Annemie Neyts-Uyttebroeck, en nombre del Grupo ALDE. – (NL) Señor Presidente, señor Comisario, Señorías, después de dos años y medio de pesquisas e inspecciones intensas, el Organismo Internacional de Energía Atómica no ha podido confirmar el carácter pacífico del programa nuclear iraní, y algunas cuestiones básicas continúan sin respuesta.
Las decisiones recientes de Irán de reanudar las actividades de enriquecimiento de uranio y suspender toda cooperación voluntaria con el organismo son particularmente preocupantes, sobre todo a la luz de las declaraciones del Presidente iraní negando a Israel el derecho a existir y del endurecimiento general de la normativa que se ha detectado en Irán.
Ahora que el asunto ha sido remitido al Consejo de Seguridad, las cosas se están acelerando, aunque se haya decidido esperar al próximo informe que el señor El Baradei presentará el 6 de marzo.
Es muchísimo lo que está en juego. En la balanza está la no proliferación de armas nucleares y de armas de destrucción masiva. La estabilidad de toda la región está en amenazada, así como la efectividad del mismo Organismo Internacional de Energía Atómica. No suelo exponer las cosas en términos tan dramáticos casi nunca, pero les aviso que esta cuestión está poniendo a prueba el ordenamiento jurídico internacional en su conjunto.
Incluso si fracasa la conferencia que está revisando el Tratado de No Proliferación, lo cual sería realmente muy lamentable, aún entonces los miembros permanentes del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, China y Rusia incluidos, y los demás, que ustedes conocen bien, junto con la Unión Europea estarían de acuerdo, según parece, en intentar impedir la proliferación de forma pacífica, y ello nos causa cierta satisfacción.
Ahora es el turno de Irán que, con plena transparencia y una renovada cooperación con el Organismo, podrá convencer al mundo de que solo persigue objetivos pacíficos…
(El Presidente interrumpe al orador)
Angelika Beer, en nombre del Grupo Verts/ALE. – (DE) Señor Presidente, Señorías, debemos reconocer que la situación está agudizándose. Debemos darnos cuenta de que la estrategia del Presidente Ahmadineyad es nueva. Está decidido a romper con Occidente, a construir una región islámica y asumir su liderazgo. Estamos viendo una movilización de orgullo nacional en Irán. ¿Cómo debe responder Europa?
Espero que nos dejemos guiar por la razón y hagamos análisis claros. Estoy de acuerdo con el señor Schulz cuando dice que tenemos que abandonar «la estrategia del pensamiento basado en objetivos», que necesitamos nuevos socios para dialogar y que debemos ser activos para priorizar la diplomacia. Sin embargo, también quiero decir, a la vista de las difíciles negociaciones durante los últimos días, que la opción militar se ha debatido, y pido a aquellos que piensen en ella en su fuero interno, que consideren detenidamente sus consecuencias. Espero que señalen cómo piensan hacer frente a una escalada militar y que nos digan si el modo en que lo harían nos permitiría lograr nuestros objetivos, a saber, impedir que Irán desarrolle armas nucleares y asegurar la existencia de Israel. No lo creo que lo haga.
Por esta razón, apelo una vez más a esta Cámara a que tenga en cuenta en la votación de hoy nuestra propuesta, que no logramos hacer aprobar en las negociaciones, de que ahora deberíamos abstenernos de jugar con la idea de un planteamiento militar y pasar a hacer hincapié en la diplomacia, a pesar de todas las diatribas del Presidente Ahmadineyad.
Las cuestiones de si deben imponerse sanciones, qué sanciones serían adecuadas y si la paz mundial está en peligro no debería responderlas el Presidente Chirac, el hombre que de forma impulsiva amenaza con utilizar las armas nucleares francesas; ni tampoco la Canciller Merkel. La cuestión vital de la paz mundial deben resolverla las Naciones Unidas y nadie más, y nosotros no deberíamos anticiparnos.
(Aplausos)
Miguel Portas, en nombre del Grupo GUE/NGL. – (PT) Señor Presidente, no hay nada, absolutamente nada digno de encomio en la teocracia de Teherán. Es un régimen ignorante y arrogante, como han demostrado las declaraciones de su Presidente sobre el holocausto; ni siquiera Le Pen caería tan bajo. Es un régimen reaccionario y fundamentalista que viola a diario los derechos humanos, un régimen peligroso y temerario que apuesta su supervivencia al enriquecimiento de uranio, situándolo de esta forma más cerca del club de países dotados de armas nucleares.
Que quede totalmente claro: Europa debe hacer todo, excepto la guerra, para impedir que Teherán tenga armas nucleares. Por eso no aceptamos la propuesta de resolución y particularmente su apartado 7. Remitir la cuestión de Irán al Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas es un paso inadecuado e irresponsable, pues acerca al mundo a otra guerra preventiva, esta vez en forma de intervención militar quirúrgica.
Europa tiene una alternativa a la escalada de la disputa: puede y debe transformar lo que es actualmente un problema en una oportunidad extraordinaria para el género humano y para el pueblo iraní. Quisiera recordarles el artículo 6 del Tratado de No Proliferación Nuclear, que dice así:
«Cada una de las Partes del Tratado se compromete a entablar negociaciones de buena fe sobre medidas efectivas relativas al cese de la carrera de armamento nuclear en una fecha cercana y al desarme nuclear y sobre un tratado de desarme completo y general bajo control internacional estricto y efectivo».
Este debería ser el punto de partida, y no la guerra. Los Estados Unidos, que son signatarios del Tratado, tienen una oportunidad para cambiar radicalmente el enfoque militar subyacente en las negociaciones con Irán. El Consejo opina que la Unión todavía debe hacer todo lo posible, por tanto es hora de que Chirac, Blair y Merkel ofrezcan al mundo una señal de buena fe.
Bastiaan Belder, en nombre del Grupo IND/DEM. – (NL) Señor Presidente, como no soy chiíta, debo confesar que no logro entender las actuales aspiraciones nucleares de la República Islámica de Irán. Después de todo, el fundador de esta República, el ayatolá Jomeini, rechazaba de plano la energía nuclear calificándola de «tecnología no islámica». En nuestros días, el Presidente Ahmadineyad considera la energía atómica una bendición de Alá, lo que realmente equivale a una división de los chiítas, si no del átomo.
Al mismo tiempo, sigo sin tener claras las intenciones atómicas de Teherán. Por un lado, oímos del Jefe Supremo Jamenei palabras muy reconfortantes sobre la prohibición por el islam del uso de armas de destrucción masiva; en esta línea, los líderes iraníes afirman que lo que buscan es el uso pacífico de la energía nuclear. Por otro lado, todo el programa atómico persa muestra múltiples signos de que ese país está intentando dotarse en secreto de capacidad para fabricar armas nucleares, y así se entiende el juego del gato y el ratón que Teherán ha venido jugando durante años con el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) en Viena.
Pregunto al Consejo y a la Comisión. ¿Adónde iremos a parar? Hagan lo que hagan, les insto a no tolerar más tonterías de los mulás, en resumen, a mantener todas sus opciones abiertas contra un régimen terrorista que hasta ahora solamente ha buscado ganar tiempo y desea crear división entre la Unión Europea, los Estados Unidos e Israel, respectivamente. Mientras tanto, el reloj nuclear iraní sigue haciendo tictac de modo inquietante; deben persuadir a los rusos y a los chinos, mediante un esfuerzo combinado, para que lo detengan. Ese es el tipo de actividad diplomática europea que estoy esperando ver.
Konrad Szymañski, en nombre del Grupo UEN. – (PL) Señor Presidente, el Presidente de Irán nos dice que su país, como cualquier otro, tiene derecho a las armas nucleares. Esto podría ser cierto si Irán fuese un Estado normal, pero no lo es. Es una dictadura que ha puesto abiertamente en entredicho el derecho a la existencia de uno de sus vecinos. Por consiguiente, Israel podría ser perfectamente el primer objetivo de una agresión iraní y debería contar con nuestras garantías de seguridad ahora mismo.
Tal como están las cosas, el rumbo de los acontecimientos en Irán depende de que las potencias mundiales se mantengan unidas. Esto será difícil de lograr, pues Rusia está buscando sacar provecho del programa nuclear iraní y está vendiendo armas a Irán, al igual que China, mientras que la India está planeando construir un gasoducto desde ese país. Por tanto, le toca a Europa asumir el liderazgo y desempeñar un papel activo para resolver el conflicto. ¿Demostrará Europa que está lista para la tarea de elaborar una estrategia común con los Estados Unidos o sucumbirá al próximo engaño nacido de la fértil imaginación iraní en Teherán? Si el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas no está a la altura de la tarea, si no logramos cambiar la política de Irán a través de un programa de sanciones económicas y financieras, no debería sorprendernos ver en algún momento en el futuro aviones de combate sobre los cielos de Natanz o Isfahán.
Hans-Peter Martin (NI). – (DE) Había algo enternecedor en la forma en que el Ministro de Asuntos Exteriores austriaco ha leído a trompicones el guión que le han presentado sobre el tema de Irán y su programa de energía nuclear. Esto muestra lo lejos que habían llegado a estar de estos temas los representantes del Gobierno austriaco en la primera década del tercer milenio. Esto es bueno; hemos aprendido nuestras lecciones de la historia, y el primer discurso del Ministro de Asuntos Exteriores tenía mucho que decir en materia de responsabilidad. Combinando los dos, la línea de acción obvia sería realmente tomar iniciativas, decir que necesitamos una perspectiva incluso más amplia de este conflicto que la indicada por los anteriores oradores.
No debemos hacer las cosas al revés, debemos empezar con los fundamentos y eso significa «no a la energía nuclear». Es incomprensible que a algunos, los «buenos» –¿quién decide quiénes lo son?–, se les permita tener esas armas, mientras a otros no se les permite. Si el Ministro de Asuntos Exteriores parte de una perspectiva austriaca puede hacer mucho bien a largo plazo en lugar de ser superficialmente diplomático y agradable a corto plazo.
Charles Tannock (PPE-DE). – (EN) Señor Presidente, durante años Irán ha tratado de exportar su revolución fundamentalista más allá de su territorio chiita a las zonas de población sunita, incluida Palestina, en donde, a través de Siria y su representante terrorista, Hezbolá, se relaciona con la Yihad Islámica y Hamás, que propugnan teocracias donde impere la sharia. Por lo tanto, un Irán con armas nucleares es especialmente peligroso para la seguridad occidental, y para la de Israel en particular.
No existe consenso sobre el modo de tratar con Irán, que incumple sin duda el TNP y sus acuerdos con Gran Bretaña, Francia y Alemania, pero me complace la decisión del 3 de febrero del OIEA de remitir a Irán ante el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas. También celebro el tardío apoyo de China y Rusia. El pacto mutuo tradicional –por el que Irán respalda a Rusia en la OCI respecto a Chechenia a cambio del apoyo ruso con el suministro de tecnología nuclear y con su veto en el Consejo de Seguridad cuando sea necesario– parece estar disolviéndose.
Por supuesto, China rechaza toda proliferación nuclear y también está preocupada por sus propias amenazas islamistas autóctonas. La intransigencia y el rechazo de la razonable oferta rusa sobre el enriquecimiento de uranio ha sido una llamada de atención para Rusia y China. Solamente Siria, Cuba y Venezuela han rechazado la propuesta. Los iraníes han declarado inmediatamente que reanudarán el enriquecimiento de uranio a escala comercial, el cual puede utilizarse como combustible para plantas nucleares o, como realmente desean, en el núcleo de una bomba atómica. Han ordenado la suspensión de las visitas no anunciadas de los inspectores del OIEA.
Los servicios de inteligencia occidentales afirman que Irán está utilizando una red de empresas que sirven de fachada para tratar de comprar componentes para la producción de misiles y bombas a Europa Occidental y de contratar a los empobrecidos científicos nucleares de la antigua Unión Soviética. Estoy de acuerdo con quienes afirman que todas las opciones deben estar disponibles para que Occidente impida que Irán consiga armas nucleares. Me río de las apaciguadoras declaraciones del Ministro de Asuntos Exteriores del Reino Unido, Jack Straw, quien afirma que la acción militar es impensable, mientras su jefe, el Primer Ministro Tony Blair, se niega con razón a descartarla.
Lilli Gruber (PSE). – (EN) Señor Presidente, quisiera recordar a los diputados algunos errores fundamentales cometidos por muchos durante el asunto de Iraq a la hora de evaluar las intenciones del régimen de Sadam respecto a las armas de destrucción masiva. Tanto entonces como ahora, la inteligencia es en gran medida poco concluyente, si no engañosa. Se basa en gran parte en deducciones y a menudo carece de datos contrastados. Las mejores agencias de inteligencia no disponen hoy en día de una sola fuente fiable en Irán capaz de proporcionar información sobre las intenciones y capacidades de Teherán.
Puede que no sea perfecto, pero el OIEA es el único medio para controlar cualquier programa nuclear que haya en Irán. Entre 1991 y 1998, y pese a los esfuerzos realizados por Sadam a partir de 1992, el OIEA no pudo declarar que Iraq estaba libre de armas de destrucción masiva. Así que evitemos cometer nuevos y costosos errores basados en la desconfianza confusa fundada en una sospecha justificada. Esto es lo que los políticos belicistas tratan de inculcarnos, lo cual simplemente es ilógico.
Una de las lecciones que deberíamos aprender del expediente nuclear de Iraq es muy simple: fue el bombardeo del reactor de Osirak, que tuvo lugar en 1981, lo que hizo que Sadam decidiese lanzar un programa nuclear serio. Puedo imaginar fácilmente los desastres que podrían derivarse de un denominado «ataque quirúrgico» de este tipo en la actualidad.
Tenemos tiempo para negociar, contamos con sólidos argumentos jurídicos y políticos para solicitar que Irán cumpla plenamente el TNP y existe una oposición social y política en este país que dista de ser incapaz, pero si queremos crear condiciones propicias para la seguridad y la estabilidad en Oriente Próximo, como europeos debemos dejar claro a todas las partes que los derechos y obligaciones internacionales son iguales para todos.
Esto también significa que nuestros amigos estadounidenses deben cambiar el paradigma político con Irán, reconocer que sus planteamientos del pasado han sido ineficaces y adoptar una política de mayor colaboración para poder salvaguardar los intereses de todos en esta crucial parte del mundo.
(Aplausos)
Cecilia Malmström (ALDE). – (SV) Señor Presidente, la situación en Irán presenta motivos reales de preocupación. No solo es deplorable la situación de los derechos humanos, sino que además el régimen se burla de la comunidad internacional violando los principios internacionales e ignorando las demandas del OIEA. La idea de que Irán adquiera armas nucleares es, por supuesto, increíblemente aterradora, especialmente a la luz de sus declaraciones y amenazas contra Israel y por lo que tal desarrollo significaría para el resto de la región. Los disturbios en torno a las caricaturas de Mahoma también parecen convenir perfectamente al régimen de Teherán y hay muchos indicios de que es precisamente Teherán el que está fomentando los disturbios.
Es hora de que la UE formule una estrategia muy clara con respecto a Irán. Debería tener varias dimensiones diferentes: cooperación internacional, apoyo decidido a los disidentes y las fuerzas democráticas, como el movimiento a favor del referendo, dentro y fuera de Irán, una condena vigorosa de las graves violaciones de los derechos humanos, presión para que Irán cumpla los convenios internacionales y, por supuesto, diálogo y diplomacia. Sin embargo, esta estrategia debería incluir también la preparación de posibles sanciones decididas en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas.
Bernat Joan i Marí (Verts/ALE). – (EN) Señor Presidente, parece que nuestra estrategia contra el régimen iraní ha fracasado en gran parte. En la actualidad podemos observar en Irán la peor fase del régimen teocrático: las ejecuciones continúan, los derechos humanos se encuentran en el punto más bajo de la historia de Irán; la mezcla de religión y política es más fuerte que en ninguna otra parte del mundo y el Gobierno moviliza a su propio pueblo y a otros pueblos de Oriente Próximo en contra de la democracia.
Creo que todo el mundo acepta el hecho de que desarrollar energía nuclear y armas nucleares en Irán podría ser peligroso para toda la región. Por este motivo estoy de acuerdo en que deberíamos actuar con cautela a la hora de hablar de energía nuclear en la región, ya que podríamos dar al régimen iraní la excusa ideal para continuar con su programa nuclear. Los líderes iraníes podrían verse tentados a decir que si Israel no detiene su programa nuclear, Irán tiene derecho a desarrollar el suyo propio.
Debemos ser conscientes del hecho de que cuando hablamos del régimen iraní también hablamos de Siria y el Líbano, del futuro del proceso de paz en Israel y Palestina, de teocracia y democracia, de derechos humanos y de valores universales.
Tobias Pflüger (GUE/NGL). – (DE) Señor Presidente, la propuesta de resolución común es muy problemática. Los apartados 4 y 7 apoyan la posición favorable a la escalada del UE-3. Esta vez, el UE-3 está contribuyendo en gran medida a la escalada. El comentario de Jacques Chirac de que está dispuesto a utilizar armas nucleares contra Estados «terroristas» es escandaloso. La comparación histórica de Angela Merkel también es completamente inaceptable. No solo es peligroso el programa de energía atómica de Irán; las armas nucleares de la UE, que poseen Francia y el Reino Unido, y las de los Estados Unidos también deberían desarmarse, de conformidad con el Tratado de No Proliferación de Armas Nucleares. El uso de la energía nuclear ya es de por sí problemático.
Llevar a Irán ante el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas es el primer paso hacia un ataque militar. Toda acción militar debe estar descartada; Matthias Platzeck, presidente del SPD alemán, es absolutamente claro a este respecto. La guerra de Iraq es evidentemente un ensayo para el conflicto con Irán. Los incalificables comentarios del Presidente iraní sobre Israel y las violaciones de los derechos humanos en el país no deben explotarse a favor de una política de guerra contra Irán.
Georgios Karatzaferis (IND/DEM). – (EL) Señor Presidente, debemos debatir para ver qué nos da miedo: ¿las armas nucleares o la persona que las posee? Tememos a la persona que posee las armas. No tememos a las armas nucleares porque cuando Israel adquirió armas nucleares hace algunos años siguiendo el mismo método no hubo tanta polvareda. Me dirán que Israel tiene una democracia mientras que Irán es una dictadura. Sí, pero Pakistán tiene también un dictador, Musharraf, y le permitimos tener armas nucleares. Examinemos los hechos. La historia de David y Goliat se está repitiendo. Las hondas y las piedras no estaban permitidas, pero David las usó y su nombre pasó a la historia.
¿Cuáles son los hechos? Los hechos son que queremos que nuestros aliados tengan armas nucleares y nadie más. Esto es intimidación y es an-ti-de-mo-crá-ti-co. Deberíamos comprometernos con el diálogo, no con las amenazas. Las amenazas siempre llevan a la dirección contraria. Conducen a la invasión, conducen a la guerra, conducen a la muerte. Nadie ha resultado herido a causa de un diálogo, jamás. Deberíamos dar una oportunidad, deberíamos hablar, por mucho que el otro se cierre en banda. Debemos hacer un esfuerzo porque somos los más civilizados.
Ģirts Valdis Kristovskis (UEN). – (LV) Señor Frattini, Señorías, desde hace tiempo estaba claro que la cuestión nuclear iraní se plantearía en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas. Recordemos que a finales del año pasado, cuando se debatió el informe del Parlamento Europeo sobre armas de destrucción masiva, fue precisamente el programa nuclear de Irán el que suscitó los debates más encendidos. El llamamiento de los diputados en aquel momento a favor de una acción constructiva fue desoído, con el argumento de que solamente el camino de la negociación resolvería el problema iraní. Sin embargo, es evidente que las tensiones entre Irán y la comunidad internacional no han dejado de crecer.
Señorías, los últimos meses han sido un periodo de consolidación de la acción internacional. Ahora, no solo el Organismo Internacional de Energía Atómica, sino también los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, reconocen unánimemente que el programa nuclear de Irán no es de naturaleza pacífica.
Es cierto que no es el Parlamento Europeo quien decidirá sobre el futuro rumbo de los acontecimientos, pero debemos hacer hincapié en que la incapacidad de los Estados para acordar una acción común en la conferencia de revisión de 2005 del TNP (Tratado de No Proliferación de Armas Nucleares) no hizo sino suscitar una obsesión entre los líderes de Irán.
Señorías, mientras el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas considera las cuestiones nucleares iraníes, en esta situación el Parlamento Europeo y los Parlamentos nacionales deben subrayar una y otra vez la necesidad de unidad de la comunidad internacional. Recordemos que las dudas y la falta de convicción otorgan fuerza al régimen iraní, alientan a los fanáticos y juegan a su favor.
Bruno Gollnisch (NI). – (FR) Señor Presidente, en primer lugar debemos recordar que fue Europa quien vendió la tecnología nuclear a Irán. Tendemos a olvidarlo, y desde luego no nos sitúa en la mejor posición para protestar hoy. En segundo lugar, debemos tener presente que hay una gran diferencia entre los grados de enriquecimiento de uranio para fines civiles o militares. En tercer lugar, volviendo al arma nuclear, ¿no es chocante que la comunidad internacional haya permitido a varios países, situados tanto en al este como en al oeste de Irán, adquirir el arma nuclear sin reaccionar de ninguna manera?
Por último, y refiriéndome exclusivamente a los aspectos exteriores de la revolución iraní, les recuerdo que las formas de islamismo más radicales y hostiles nos llegan de países distintos de Irán, contrariamente a lo que han dicho algunos oradores.
En conclusión, nos han cebado con tantas mentiras en el pasado que tenemos derecho a estar mejor informados. Debemos hacer que las normas de Derecho que invocamos sean las mismas para todos. Esto es esencial para nuestra credibilidad.
Elmar Brok (PPE-DE). – (DE) Señor Presidente, señor Vicepresidente de la Comisión, señor Presidente en ejercicio del Consejo, no debemos dejar que los fundamentalistas y aquellos que se aprovechan de las oportunidades que brinda la libertad en Europa destruyan nuestra capacidad de diálogo. No podemos permitir que sucesos como el conflicto de las caricaturas, para empezar, o las declaraciones drásticas e inaceptables del Presidente iraní hagan que los moderados que viven en todas las regiones y países del mundo pierdan la capacidad de hablar entre sí.
Creo que este es un punto de partida esencial, como también lo es asegurar que un Presidente como este no pueda salir adelante en Irán, y que los muchos jóvenes bien preparados que desean llevar una vida digna tengan perspectivas; y por esa razón debemos mantener también la capacidad de diálogo para apoyar un proceso de reformas internas.
Esto significa asimismo que no deberíamos subir la espiral de la escalada demasiado rápido; no es posible bajar ningún peldaño, de modo que es necesario pensar las cosas con sumo cuidado. Por esta razón me complace que el próximo lunes, por ejemplo, la Comisión de Asuntos Exteriores tenga la oportunidad de dialogar con el Ministro iraní de Asuntos Exteriores, en el marco de un debate como este.
La comunidad internacional debe ser firme en lo que se refiere a todo incumplimiento de la ley –al margen de si se produce en el contexto de la libertad de expresión– o cuando se trata de asegurar que Irán respete el Tratado de No Proliferación de Armas Nucleares y las normas que han sido acordadas. Irán debe darse cuenta también de que si no lo ha hecho como es debido hasta el 6 de marzo, la comunidad internacional está unida y que el asunto podrá ser debatido en el seno del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas.
Por esta razón es importante asegurar que este diálogo ayude a construir un mundo más pacífico, que no nos dejemos convencer de dar pasos que impidan usar esta espiral de escalada para fines pacíficos y también que, en el proceso, no caigamos en automatismos de los que no hay escapatoria posible.
Christa Prets (PSE). – (DE) Señor Presidente, lamentablemente tenemos que darnos cuenta de que la situación en Irán está agravándose y seguro que ese no es el camino correcto para el desempeño de un papel responsable en el futuro del proceso internacional de paz, particularmente en Oriente Próximo, tal como Irán siempre desea. Simpatizo con el deseo de un país de abrazar el progreso científico y tecnológico en beneficio de sus ciudadanos y hay que darle esa opción, pero un terreno tan ambivalente como la investigación nuclear exige un esfuerzo común por parte de la comunidad internacional; es inaceptable que cualquier países vaya por su cuenta.
Es esencial construir una confianza mutua, tanto por parte de los Estados Unidos y Europa como por parte de Irán. ¿Cómo es posible, sin embargo, si ambas partes hablan de opciones militares? El hecho es que la situación política de la región no es tan estable como desearíamos para las personas que viven allí. Por esta razón apelamos a todos los países de esa región a que inicien un proceso de diálogo.
La estabilidad regional y la seguridad no pueden lograrse mediante una intervención externa y no debemos permitir que los juegos de poder hagan que se nos cierren puertas, de modo que ya no sepamos lo que está sucediendo al otro lado. No deberíamos dar ninguna oportunidad al fundamentalismo o al fanatismo.
Gerard Batten (IND/DEM). – (EN) Señor Presidente, se calcula que Irán podría contar con armas nucleares en un plazo de tres a diez años, aunque el punto a partir del cual ya no será posible frenar este proceso podría alcanzarse mucho antes. El trato con Irán se ha visto dificultado enormemente tras la guerra de Iraq, que no solo ha sido un desastre, sino que podría convertirse en un acto de locura geopolítica. No podemos permitir que el régimen iraní desarrolle armas nucleares. Se trata de un régimen fundamentalista religioso, bárbaro, partidario del terrorismo y antisemita.
El mundo se acostumbró al pulso nuclear entre un Occidente democrático y un Oriente comunista durante la Guerra Fría, pero en esta confrontación se evitó el desastre porque en última instancia ambas partes fueron racionales. Los fundamentalitas religiosos de Irán no son racionales. Un dispositivo nuclear iraní podría convertirse en la mayor bomba suicida jamás vista en el mundo. En esta situación, todas las opciones son peligrosas, pero la opción más peligrosa es la de no hacer nada.
Koenraad Dillen (NI). – (NL) Señor Presidente, que todos estamos de acuerdo en que no podemos aceptar que un régimen de maníacos religiosos tenga armas de destrucción masiva a su disposición no es nada nuevo, así que desde ese punto de vista este debate sería superfluo. Mucho más relevante es la cuestión de si no debíamos haber intervenido mucho antes. Permítanme en este momento llamar su atención sobre la hipocresía de que hacen gala Europa y los Estados Unidos en asuntos como estos con el fin de proseguir con su «realpolitik».
Después de todo, fue Francia la que ofreció al ayatolá Jomeini refugio y asilo y la que ayudó a asegurar que el shá de Persia pudiese deslizarse al oscurantismo. Si hoy estamos horrorizados, y con razón, ante la bárbara ejecución de menores por parte de Teherán, al mismo tiempo que este país encabeza la campaña de desprestigio contra Dinamarca, ¿no deberíamos cuestionar también la situación de los derechos humanos en Arabia Saudí, ese extenso país islámico del que se dice que es el mayor aliado de los Estados Unidos y por tanto también nuestro? No hemos mencionado siquiera a Pakistán, un país dotado de armas nucleares. ¿Qué hacemos si otro Ahmadineyad empieza a rebelarse por allí mañana?
Jana Hybášková (PPE-DE). – (CS) Señor Presidente, esta mañana Irán ha anunciado cuatro ejecuciones más. En enero ejecutaron a 18 personas y en diciembre a 35. Estamos aquí sentados hablando y hablando mientras es obvio que Irán sigue adelante con la producción de armas nucleares. Ni los Estados Unidos ni Israel pueden protegernos. Una solución militar que costaría millones de vidas no es una opción en este momento. Si tenemos que encontrar una solución, por tanto, debemos entender las causas del comportamiento de Irán. Sería un gran error pensar que Irán está reaccionando por miedo o alarma. Los persas no son árabes.
Irán dominó en Oriente Próximo en la Antigüedad y durante cinco siglos en la Edad Media. El país está convencido de su posición de principal potencia de Oriente Próximo y está produciendo armas nucleares para asegurarse esa posición. Su socio histórico natural en esta hegemonía es Rusia. Irán es una nación cuya población, que crece rápidamente, constituye una masa empobrecida, no educada, aislada y radicalizada que es silenciada por un régimen totalitario de línea dura. No estamos tratando con un islam radical; estamos tratando con un régimen totalitario radical. Los regímenes totalitarios necesitan enemigos externos, necesitan atacar a Occidente, bloquear emisiones de radio y ejecutar a sus propios ciudadanos. En contraste con anteriores Estados totalitarios, la naturaleza trascendental de la ideología islamista permite que sus armas sean utilizadas. Apoyemos el diálogo con aquellos a los que les importa y que lo necesitan. Sin embargo, debemos ser claros, firmes y coherentes con nuestros principios en nuestra actitud hacia los regímenes totalitarios.
(Aplausos)
Marek Maciej Siwiec (PSE). – (PL) Señor Presidente, no hay mayor pecado en política que el pecado de la ingenuidad. Una intervención de un minuto como esta solo puede apelar a las emociones y la imaginación.
El pecado de la ingenuidad es el que todos cometemos cuando pronunciamos estas sabias palabras, cuando estamos de acuerdo y cuando seguimos indiferentes mientras estas palabras no tienen absolutamente ningún efecto. Siempre estamos repitiendo las mismas palabras. Irán está creando constantemente nuevas situaciones. ¿Está Irán últimamente más cerca de tener armas nucleares? – Sí, lo está. ¿Está más cerca de la energía nuclear? – Sí, lo está. ¿Está más cerca de poseer medios efectivos para lanzar esas armas? – Sí, lo está. – Sí, está más cerca, pero nosotros seguimos pronunciando las mismas palabras, las mismas palabras ingenuas.
Preparémonos para el día en que se hagan realidad las armas nucleares en Irán. Cambiemos entonces nuestra doctrina de defensa, porque Europa también estará afectada y recordemos lo caro que costó a Europa el pecado de la ingenuidad en el pasado.
Panagiotis Beglitis (PSE). – (EL) Señor Presidente, hay algunas conclusiones indudables. Por supuesto que no estamos de acuerdo con el modelo autocrático de gobernanza en Irán, condenamos las violaciones de los derechos humanos, pero todos debemos reconocer que el pueblo iraní situó en el poder a su nueva dirección política con procedimientos democráticos.
La segunda conclusión es que Irán tiene un derecho inalienable a desarrollar un programa nuclear para fines pacíficos. La tercera conclusión es que el programa nuclear no se identifica exclusivamente con el Presidente Ahmadineyad; cuenta con el apoyo una amplia mayoría de las fuerzas políticas y de los ciudadanos de Irán. No puede haber solución al margen de la búsqueda de una solución política y diplomática a través del diálogo, la negociación y el respeto del derecho internacional.
La Unión Europea, la Presidencia y la Comisión deben ayudar a detener la amenaza o el uso de medios militares o acciones preventivas contra Irán. La cuestión decisiva para todos nosotros es crear mutua confianza sobre la base de hechos y elementos reales, no simple información. Señor Comisario, señor Presidente en ejercicio del Consejo, la Unión Europea está interesada en impedir la repetición de un nuevo Iraq en la región.
Marcello Vernola (PPE-DE). – (IT) Señor Presidente, Señorías, tenemos que poner fin a la actividade de enriquecimiento de uranio, que carece de suficiente transparencia.
El comportamiento de los dirigentes iraníes con el Organismo Internacional de la Energía Atómica no ha permitido establecer la necesaria base de confianza entre Irán y la comunidad internacional. Sigue habiendo grandes dudas en torno a las afirmaciones iraníes de que solo desean desarrollar la energía nuclear exclusivamente con fines pacíficos.
Las acciones recientes de Teherán, la rotura de los sellos colocados por el Organismo Internacional de la Energía Atómica y la suspensión de la aplicación voluntaria del Protocolo adicional sobre las salvaguardias se contradicen con las declaraciones de intenciones del Gobierno iraní y con nuestros intentos de buscar una solución negociada.
De todo esto deducimos que Irán se presenta en el plano internacional como la autoridad que encabeza la revuelta islámica contra Occidente y que por tanto quiere afirmar su superioridad militar sobre las demás naciones musulmanas. Por este motivo, el ataque y la demonización de Israel se convierten en una iniciativa estratégica. Irán se siente invencible e inatacable en los frentes económico, industrial, financiero y energético, y por eso tememos que cualquier negociación esté abocada al fracaso.
La delegación de Forza Italia propone, por tanto, invitar al Ministro de Asuntos Exteriores iraní a Bruselas para participar en una reunión de la Delegación parlamentaria UE-Irán. Necesitamos explicar que no es posible buscar un diálogo entre nuestro Parlamento y el Gobierno iraní si este último no establece una delegación parlamentaria equivalente.
Es preciso, pues, instigar un diálogo constante con todas las fuerzas políticas iraníes, tanto del lado gubernamental como de la oposición, y expresar la solidaridad con Israel por los continuos ataques que sufre, comprometiendo a la Unión Europea a garantizar la seguridad dentro de Oriente Medio. Por eso pedimos a los diputados que voten en contra...
(El Presidente interrumpe al orador)
Monika Beňová (PSE). – (SK) Creo que las personas razonables y de mentalidad pacífica de todo el mundo no tienen problemas con Irán como tal. Irán es un país poblado por personas como nosotros mismos, con sus alegrías y preocupaciones diarias. Nuestro problema no es el país y sus ciudadanos. Nuestro problema es un individuo, Mahmud Ahmadineyad, que se convirtió en Presidente de Irán por un cúmulo especial de circunstancias, y su fundamentalismo religioso.
Todos los problemas proceden de la mente enferma de este fanático, ya sea la renovación del programa nuclear, los brutales ataques verbales contra el Estado de Israel o la primitiva y deplorable negación del Holocausto, la mayor atrocidad y genocidio de la historia humana.
Por ello creo que es importante distinguir entre estos dos elementos y no identificar al Presidente con todo el país. Lamentablemente, a lo largo de nuestra historia ha sucedido que tales mentes enfermas han conseguido repetidamente llevar la guerra no solo a sus naciones y países sino también a menudo a regiones completas y dos veces incluso al mundo entero. Aquí es donde reside el mayor peligro.
Señorías, la situación es seria, pero no desesperada. Sin embargo, no debemos derrotar al fundamentalismo sustituyéndolo por otra forma de fundamentalismo, ese es mi mensaje a nuestro amigo George Bush. Se nos ha conferido una responsabilidad y debemos actuar con previsión para asegurarnos de que un día las generaciones futuras no nos acusen de haber fracasado al tratar esta grave situación.
Luís Queiró (PPE-DE). – (PT) Señor Presidente, a pesar de los esfuerzos internacionales es cada vez más claro que o bien Irán está mejorando la apuesta diplomática o realmente no le interesa acabar con el programa de enriquecimiento de uranio y el uso posterior del mismo para fines militares.
El Irán de hoy es un Estado que no respeta las reglas de la comunidad internacional, que parece no tener la intención de respetarlas y que representa una amenaza para la seguridad regional y mundial. El Irán de hoy es potencialmente peligroso. El Irán de mañana, dotado de armas nucleares, sería un peligro claro.
Sobre este trasfondo, los ciudadanos esperan que la UE garantice su seguridad y sea un factor estabilizador en el escenario mundial. La tarea de disipar los temores de los ciudadanos corresponde en primer lugar a quienes están encargados de dirigir las negociaciones con Irán a pesar del riesgo –sin duda calculado– de que Irán no quiera acatar las demandas legítimas de la comunidad internacional.
Señor Presidente, la simple remisión del caso a las Naciones Unidas y al Consejo de Seguridad no es suficiente, a mi juicio. Creemos que la primera tarea de la UE debería ser intentar mantener una respuesta cohesionada y decidida entre la comunidad internacional a la amenaza regional y global blandida por Irán.
No debemos permitir que las actuales dificultades y estos tiempos políticamente delicados nos lleven a la división cuando lo que está en juego es algo tan fundamental como nuestra seguridad global. Irán necesita saber que la vía diplomática sigue abierta, pero también que depende de ellos que se restablezca la confianza a base de medidas prácticas y verificables encaminadas a la suspensión total de sus actividades de enriquecimiento y reprocesamiento de uranio. También debe abandonar su retórica provocadora sobre Israel y el holocausto y debe comprometerse con una política, aceptable para la comunidad internacional de respeto a los derechos humanos y los partidos de la oposición.
¿Qué medidas apropiadas y efectivas pueden adoptarse para lograr estos objetivos? Esta es la pregunta clave a la que debemos responder.
Señor Presidente, cada vez está más claro que la relevancia del papel de la UE en la escena internacional depende totalmente de sus actos. Esperemos que este tiempo particularmente difícil permita a la Unión mostrar que dispone de los medios necesarios para desempeñar un papel a escala mundial, como ha pedido a menudo esta Cámara. Esperemos que lo logre.
Libor Rouček (PSE). – (CS) Señorías, la palabra usada con más frecuencia en los debates de esta mañana ha sido la palabra «diálogo»; diálogo entre culturas, entre civilizaciones y, podría decir, incluso entre la Unión Europea e Irán. Las relaciones entre la Unión e Irán se han basado en los últimos años en un enfoque de tres niveles, que incluyen cooperación comercial, diálogo político y diálogo sobre derechos humanos. Creo firmemente, a pesar de las numerosas decepciones y contratiempos de las últimas semanas y los últimos meses, que este enfoque es todavía aplicable y válido. Por supuesto, es totalmente inaceptable que el Presidente iraní cuestione la existencia de otro Estado, a saber, Israel, y no se puede permitir a Irán desarrollar armas nucleares igual que no se le puede permitir soslayar el derecho internacional o las normas de las organizaciones internacionales. Sin embargo, estoy convencido de que el potencial para el diálogo y para una solución diplomática no está totalmente agotado. También estoy convencido de que a los ciudadanos de Irán, a los mismos iraníes, no les interesa que su país se convierta en una especie de agujero negro dentro de la comunidad internacional. Por ello apoyo el diálogo mencionado antes con los grupos reformistas dentro de Irán y en la región circundante.
Pierre Schapira (PSE). – (FR) Señor Presidente, por mi parte no puedo evitar establecer un relación entre las declaraciones del Presidente Mahmud Ahmadineyad sobre la eliminación del mapa de Israel y la decisión de Irán de reanudar sus actividades de conversión de uranio. No creo que estos dos hechos sean casuales. Tampoco me parece que nuestra institución pueda pasar por alto razonablemente la correlación entre ambos.
Muchos países desarrollan su potencial nuclear, pero la comunidad internacional solo se preocupa por la proliferación en los países que representan una amenaza inmediata para la paz en el mundo. Creo que si hoy Irán no nos inspira confianza, es sin duda porque, entre otras cosas, su Presidente hace declaraciones belicistas, negacionistas y antisemitas. Las malévolas intenciones de este Presidente son las que hacen que la reanudación del programa de enriquecimiento de uranio preocupe tanto desde el punto de vista de la paz mundial. Por esta razón celebro esta resolución.
Inger Segelström (PSE). – (SV) Señor Presidente, este debate es muy importante. El debate sobre Oriente Próximo aquí en el Parlamento y en los medios se ha centrado, en la mayor parte de los casos, en Iraq y las elecciones en Palestina. Ahora que Irán es el tema de debate, de lo que se discute es de las armas nucleares. Al mismo tiempo se están violando los derechos humanos, una situación que ya han descrito muchos de los oradores anteriores.
Como miembro de la Comisión de Libertades Civiles, Justicia y Asuntos de Interior y de la Comisión de Asuntos Exteriores, y en mi calidad de Vicepresidenta de las Mujeres Socialdemócratas de Europa, me llegan informaciones muy preocupantes sobre violaciones de los derechos de mujeres y niños. Hay que dedicar más tiempo a asuntos de derechos humanos y pienso que deberíamos actuar mucho más vigorosamente de lo que lo estamos haciendo actualmente.
Justo ahora se están produciendo grandes cambios en la sociedad iraní. Muy pocos de nosotros hablan de diálogo y demasiados se han quedado empantanados pensando en términos de un conflicto importante. Es preciso reanudar el diálogo entre la UE e Irán. Las declaraciones sobre Israel son inaceptables, al igual que las ejecuciones, las sentencias de muerte y la detención de prisioneros políticos. Hay que dar preferencia a las soluciones diplomáticas sobre la escalada de la violencia y otras atrocidades. En los conflictos modernos son siempre los civiles, las mujeres y los niños, quienes son heridos y violados en mayor medida que otros. Hay que poner fin a esto ahora, mientras todavía quede tiempo.
Hans Winkler, Presidente en ejercicio del Consejo. – (DE) Señor Presidente, Señorías, como ha mostrado este debate, la resolución de la cuestión nuclear iraní sigue siendo una preocupación central de la UE y de la comunidad internacional en general, pues las dudas sobre el carácter pacífico de este programa nuclear están más que justificadas.
Sin embargo, quisiera subrayar una vez más algo que ya han mencionado varios oradores en esta Cámara: que la UE sigue comprometida con una solución pacífica al problema nuclear iraní en un marco multilateral, particularmente en el marco del Organismo Internacional de Energía Atómica. Este es un punto importante que conviene destacar. Creemos que la propuesta de Rusia de construir instalaciones de enriquecimiento de uranio ruso-iraníes en suelo ruso podrían representar una buena alternativa al enriquecimiento en Irán: esta solución tiene el apoyo pleno de la UE. Algunos han dicho que Austria debería tomar la iniciativa, pero, por supuesto, estoy hablando aquí en calidad de representante del Consejo y como tal represento la posición adoptada por el Consejo en su conjunto, con independencia de cualquier posición nacional.
Sin embargo, como han señalado muchos oradores, cosa que agradezco, también es importante tener en cuenta que la cuestión del programa nuclear de Irán no es el único aspecto importante y fundamental para nuestra relación con ese país y que es preciso resolver si queremos mejorar nuestras relaciones con su Gobierno y con su Presidente. También está la cuestión de los derechos humanos. Quisiera recordar a esta Cámara que, desde 1975, Irán forma parte sin reservas tanto del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos como del Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales. Por ello, Irán tiene una clara obligación, según el Derecho internacional, de cumplir los requisitos de estos importantes acuerdos.
Por último, quisiera confirmar que comparto la opinión expresada por el señor Brok y otros de que, por supuesto, debemos continuar el diálogo con las fuerzas en Irán que muestran una disposición favorable a la coexistencia pacífica y al cumplimiento de las obligaciones del país. Tratamos de hacerlo; por supuesto, nuestro deseo es entablar el diálogo. Sin embargo, debe estar muy claro que no debemos permitir que se abuse de este diálogo, y por ello debemos ser muy cuidadosos a la hora de elegir a nuestros interlocutores. A este respecto, la cuestión del fomento de la participación de la sociedad civil en Irán también me parece particularmente importante.
(Aplausos)
Franco Frattini, Vicepresidente de la Comisión. (IT) Señor Presidente, Señorías, creo que un punto esencial es que en la comunidad internacional, y evidentemente en nuestra Europa, no puede ni debe haber divisiones sobre cómo debemos afrontar las relaciones con Irán.
Irán ha rebasado muchos límites con respecto a la actividad de enriquecimiento de uranio, sus violaciones sistemáticas de la dignidad de mujeres, hombres y sobre todo niños, y el apoyo a organizaciones que nosotros calificamos con razón de organizaciones terroristas. No obstante, todavía hay una oportunidad para el diálogo y para una solución diplomática.
Como han dicho muchos diputados –y recordaré los comentarios del señor Schulz–, Irán e islam no son lo mismo. Por tanto, lo que hace falta es un diálogo regional para la estabilidad y la paz, sobre todo con Irán, pero también con todos los demás agentes de la región interesados en un diálogo serio con la comunidad internacional.
Irán y el Presidente Ahmadineyad tampoco son lo mismo. Lo han dicho muchos diputados y diputadas, la última de las cuales ha sido la señora Běnová. Es evidente que Europa puede emprender una acción política a través del diálogo con la sociedad civil y las fuerzas moderadas que luchan en Irán por la libertad, que quieren pensar por sí mismas y ser libres de elegir su propio destino y que no confían en las palabras de su Presidente que pretenden incitar al odio y la violencia.
¿Cuáles son entonces las opciones futuras? Creo que el Consejo de Seguridad debe demostrar hoy su credibilidad y su autoridad. Aquellos que en esta Cámara han cuestionado el papel desempeñado por el Consejo de Seguridad cuestionan indirectamente la función que todos le atribuimos. El Consejo de Seguridad es la sede de la legitimidad internacional. Nadie debe temer que el Consejo de Seguridad mantenga un amplio y profundo debate sobre la crisis iraní, porque es precisamente el foro en el que debe tratarse esta cuestión. Hemos apelado al Consejo de Seguridad en muchas ocasiones. Ahora ha llegado el momento de dar al Consejo de Seguridad la posibilidad de desempeñar realmente el papel que le corresponde.
Señor Presidente, Europa se encuentra ante la elección entre trabajar por la paz y la estabilidad regional por un lado, como creo que es nuestro deber, o bien, por otro lado, fingir que no está sucediendo nada, a riesgo de encontrarse con una potencia nuclear agresiva en la región.
Europa tiene la gran oportunidad de ejercer la diplomacia y mostrar firmeza. Antes de hablar, aunque solo sea vagamente, de cualquier opción no pacífica, creo que es mejor resaltar la democracia, la firmeza y la diplomacia como instrumentos de solución de conflictos y la violencia potencial que debemos evitar por todos los medios.
No es un conflicto lo que se está fraguando, sino un enfoque diferente de los derechos, los valores y la democracia. Si rodeamos a Irán con democracia y diplomacia, entonces seremos capaces de conjurar consecuencias catastróficas.
El Presidente. Al término de este debate he recibido seis propuestas de resolución(1), presentadas de conformidad con el apartado 2 del artículo 103 del Reglamento.
El debate queda cerrado.
La votación tendrá lugar hoy a las 11.30 horas.
Declaración por escrito (artículo 142 del Reglamento)
Iles Braghetto (PPE-DE). – (IT) ¿Qué debemos hacer con los mulás «nucleares»? ¿Qué iniciativas debemos tomar con el régimen de Teherán, que avanza velozmente hacia la construcción de armas nucleares? La Unión Europea debe adoptar posiciones firmes para que la situación en Oriente Próximo y en el continente euroasiático no se vuelva explosiva.
La energía atómica de los ayatolás es una potente arma de chantaje contra el pueblo iraní. Es un arma utilizada para silenciar las opiniones más libres y de mente abierta. La sociedad iraní parece hundirse en el silencio. Hace falta, pues, una iniciativa que ayude a aquellos que en Irán luchan por la libertad, por los derechos humanos y por el respeto de toda fe y creencia religiosas. El silencio de los iraníes no es una renuncia voluntaria. A ellos les tocará desactivar la bomba de los mulás, a los hombres y las mujeres de Irán que quieren el bien de su tierra. Irán e islam no son lo mismo; Irán y el Presidente Ahmadineyad no son lo mismo. Por tanto, el diálogo debe continuar e intensificarse.
No nos encontramos ante un choque de civilizaciones, sino ante una actitud diferente con respecto a los derechos humanos, la libertad y la democracia. Debemos favorecer una mirada más atenta y respetuosa hacia cada fragmento de humanidad, porque solo de este modo se podrá triunfar sobre el odio y la violencia.