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Procedimiento : 2005/2054(INI)
Ciclo de vida en sesión
Ciclo relativo al documento : A6-0015/2006

Textos presentados :

A6-0015/2006

Debates :

PV 15/02/2006 - 14
CRE 15/02/2006 - 14

Votaciones :

PV 16/02/2006 - 6.8
CRE 16/02/2006 - 6.8
Explicaciones de voto

Textos aprobados :

P6_TA(2006)0068

Acta literal de los debates
Miércoles 15 de febrero de 2006 - Estrasburgo Edición DO

14. Ejecución de una estrategia forestal para la Unión Europea (debate)
Acta
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  El Presidente. De conformidad con el orden del día, se procede al debate del informe elaborado por el señor Kindermann, en nombre de la Comisión de Agricultura y Desarrollo Rural, sobre la ejecución de una estrategia forestal para la Unión Europea [2005/2054(INI)] (A6-0015/2006).

 
  
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  Mariann Fischer Boel , miembro de la Comisión. (EN) Señor Presidente, en primer lugar quiero felicitar al ponente, el señor Kindermann, por un informe muy equilibrado.

La Comisión considera que los principales temas y retos en el sector forestal europeo están correctamente reflejados en el proyecto de dictamen. En concreto, apreciamos el apoyo global brindado a la propuesta de la Comisión sobre la elaboración de un plan de acción europeo para la industria forestal. A nuestro juicio, el plan de acción debería crear un marco coherente, verificable y práctico para la ejecución de esta estrategia. Podría convertirse en un importante instrumento de coordinación entre las acciones comunitarias y las políticas forestales en los diferentes Estados miembros. Por esta razón, contemplamos el desarrollo y la ejecución del plan de acción como un proceso dinámico, que debería implicar a los Estados miembros y a las partes interesadas y debería ir acompañado de un control y una información regulares.

Las ideas están muy bien expresadas en el proyecto de dictamen y compartimos plenamente la opinión del ponente acerca de la necesidad de desarrollar el plan de acción en estrecha colaboración con los Estados miembros y las partes interesadas. Creo que ya hemos realizado algunos avances a este respecto. El plan de acción estará basado en los principios generales de la estrategia forestal europea, a saber, la sostenibilidad y la subsidiariedad.

Hay tres asuntos específicos que me gustaría resaltar. Primero, la necesidad de mejorar la competitividad del sector forestal, de acuerdo con los objetivos de Lisboa. Existe una preocupación creciente acerca de la viabilidad económica del desarrollo sostenible de los bosques en la Unión Europea dentro del contexto de la globalización. La competitividad es un pilar clave para la gestión forestal sostenible y tiene una importancia vital de cara a mantener las numerosas ventajas que los bosques proporcionan a la sociedad, incluidas las oportunidades de empleo en zonas rurales, donde no existe otra cosa. El sector forestal puede suministrar un amplio abanico de productos y servicios a la sociedad y deberíamos procurar desarrollar este potencial en el futuro.

El segundo asunto es que el sector forestal tiene que responder a las exigencias sociales en materia de protección del medio ambiente y del patrimonio natural, de acuerdo con los objetivos de Gotemburgo sobre desarrollo sostenible. El sector forestal en su conjunto prosperará mejor si encaja perfectamente en una sociedad más amplia. Mediante la contribución activa a los grandes objetivos europeos, como la biodiversidad, la conservación o la atenuación del cambio climático, brindará nuevas oportunidades al sector forestal. En relación con un debate anterior, la posibilidad de utilizar la biomasa para obtener energía constituye un ejemplo claro de la forma en que puede contribuir el sector forestal.

El último aspecto es la importancia global del sector forestal para el desarrollo sostenible y la necesidad de continuar firmemente nuestro apoyo a los compromisos internacionales en materia de protección y de gestión sostenible del sector forestal a escala mundial. Eso también implica medidas para combatir las talas ilegales y el comercio de productos forestales asociado. Esos temas están correctamente analizados en el informe y les puedo asegurar que quedarán recogidos en nuestros planes de acción.

 
  
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  Heinz Kindermann (PSE), ponente. – (DE) Señor Presidente, señora Comisaria, en mayo de 2005 el Consejo de Agricultura pidió a la Comisión que cooperara estrechamente con todos los implicados en el diseño de un plan de acción de la UE por una gestión forestal sostenible para mediados del 2006, que debería hacer realidad los diversos elementos de la estrategia forestal de la UE. Con este informe de iniciativa propia sobre la estrategia forestal de la UE, la Comisión de Agricultura y Desarrollo ha entrado en el debate en una fase temprana; queremos que este informe impulse y profundice el proceso que hemos iniciado. Dependerá en exclusiva de la Comisión, por supuesto, cuál de nuestros planteamientos y peticiones queden recogidos finalmente en el plan de acción, pero la calidad de la cooperación –por la que estoy muy agradecido– nos lleva a creer que, en las cuestiones esenciales, pensamos de manera parecida.

El punto de partida de nuestro informe de iniciativa propia fue la resolución del Consejo de 1998 sobre una estrategia forestal para la Unión Europea, que ofrece toda una serie de posibilidades, pero no tiene objetivos específicos ni una estructura coherente. De acuerdo con los distintos puntos de partida, y paralelamente a algunas observaciones generales, hemos identificado una serie de elementos estratégicos. Quisiera comentar brevemente los puntos más importantes.

Primero: hasta ahora no ha habido ningún fundamento jurídico uniforme para las actividades forestales en el plano de la UE. Desde nuestro punto de vista, sería deseable una evaluación objetiva a pesar de todas las preocupaciones de los implicados.

Segundo: hay varias definiciones de bosque tanto internacionalmente como en cada uno de nuestros 25 países, por lo que pedimos a la Comisión que se plantee la formulación de una definición europea para que las medidas de la Unión Europea en este terreno sean transparentes y comparables.

Tercero: para mejorar la coordinación, la comunicación y la cooperación, proponemos el fortalecimiento de las estructuras existentes, como el Comité Forestal Permanente. Además de la coordinación horizontal es preciso mejorar el intercambio de información entre los niveles jerárquicos en el seno de la Comisión con ayuda del nuevo Grupo interservicios. En nuestra opinión, esta coordinación vertical debería contar con una unidad específica a la Secretaría General.

Cuarto: los bosques europeos deben protegerse de los incendios forestales y de la contaminación atmosférica, así como de la contaminación del suelo y del agua. La tala ilegal fuera de la UE debe combatirse a base de las correspondientes medidas internacionales coordinadas y la UE puede contribuir a ello.

Quinto: los bosques nos pueden ayudar a reducir el efecto invernadero y el cambio climático, pero solo si hacemos un mayor uso de sus diversos productos. Así pues, la UE debería promover el uso de productos de madera respetuosos con el medio ambiente y aumentar la cuota de la energía renovable de los bosques en el abastecimiento de energía.

Sexto: para promover la competitividad del sector y por tanto el empleo y las rentas en las zonas rurales, Europa necesita dedicarse con más efectividad a tareas como la movilización de recursos madereros, la supresión de obstáculos al uso del bosque, la superación de los problemas estructurales en la silvicultura y la diversificación de los ingresos de los propietarios de bosques.

Séptimo: ya que la investigación y el desarrollo relacionados con la silvicultura tienen un papel fundamental que desempeñar en relación con la Estrategia de Lisboa, los proyectos principales deberían incluirse por ello en el Séptimo Programa Marco de Investigación.

Octavo: conviene hacer un mayor uso que hasta ahora de la formación europea y de programas de formación continua como Leonardo y Erasmus en el sector silvícola. En relación con esto, se pide especialmente a los Estados miembros que faciliten a los interesados más información sobre las oportunidades disponibles.

Finalmente: ¿Qué contribución puede hacer el sector forestal a Lisboa y Gotemburgo? Creemos que los bosques europeos, al contrario que los de otras regiones del mundo, están infrautilizados, no solo con respecto a la madera –usamos solamente el 60 % de la cantidad generada–, sino también con respecto a servicios que hasta ahora no eran comercializables. Queremos que el sector forestal europeo mejore su competitividad de esta manera, porque solamente un sector forestal vivo y competitivo puede contribuir a los objetivos de Lisboa y Gotemburgo y por tanto al bienestar de los europeos.

 
  
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  Christofer Fjellner (PPE-DE), ponente de opinión de la Comisión de Medio Ambiente, Salud Pública y Seguridad Alimentaria. (SV) Señor Presidente, como ponente de opinión de la Comisión de Medio Ambiente, Salud Pública y Seguridad Alimentaria quisiera hacer hincapié en que los bosques son increíblemente importantes para nuestro continente y afectan a un gran número de personas. En Suecia, los bosques y la gestión forestal representan casi el 30 % de la economía y hay más de 15 millones de propietarios de bosques en Europa. Así pues, lo que decidimos aquí en el Parlamento tiene gran importancia para mucha gente, tanto en mi país, Suecia, como en muchas otras partes de Europa.

Sé que muchos están preocupados por el hecho de que la UE intervenga en cuestiones forestales y comience a tomar decisiones y de que Bruselas empiece a entrometerse en este terreno. Puedo entender esta preocupación, ya que esta interferencia no sería útil. Hay enormes diferencias entre un olivar del sur de Italia y una industria silvícola del norte de Suecia. Las decisiones sobre los bosques deben adoptarse localmente y cerca de quienes conocen los bosques y los usan y poseen.

Sin embargo, quiero tranquilizar a los que temen este tipo de evolución. Creo que la declaración de la Comisión es extremadamente clara: la política forestal debe basarse en la subsidiariedad. Este es el punto de arranque para todos nosotros en la Comisión de Medio Ambiente, Salud Pública y Seguridad Alimentaria. Eso no significa, sin embargo, que la UE no tenga ninguna responsabilidad sobre los bosques. Al contrario, la UE tiene una gran responsabilidad, a saber, la de incluir la cuestión de los bosques en el proceso de toma de decisiones. La UE ya toma actualmente muchas decisiones políticas que afectan directa o indirectamente a los bosques europeos. En la Comisión de Medio Ambiente, Salud Pública y Seguridad Alimentaria nos parece, sin embargo, que la coordinación entre las distintas propuestas que afectan a nuestros bosques es casi inexistente. Este estado de cosas hace que haya incoherencia entre diferentes objetivos ambientales y afecta a las condiciones básicas en las que se gestionan los bosques. Por consiguiente, quiero hacer hincapié en que en mi opinión la tarea principal de la Comisión en el futuro es coordinar la política que se aplica y supervisar cómo afecta a los bosques. Además, es preciso realizar oportunamente evaluaciones preliminares que permitan tener en cuenta las maneras en que las diferentes decisiones políticas afectan a los bosques europeos y a la gestión forestal.

En conclusión, quisiera hacer hincapié en la importancia de la gestión forestal. Es probablemente el sector industrial que con más claridad crea valor económico y ambiental. Sin embargo, tal como señala la Comisión, la silvicultura de la UE tiene problemas para ser competitiva en el mercado mundial abierto y esto tiene un precio desde el punto de vista del valor ambiental. El mensaje que la Comisión de Medio Ambiente, Salud Pública y Seguridad Alimentaria y yo les transmitimos hoy es, por consiguiente, que con respecto a nuestros bosques la Comisión debe ser capaz de crear unas condiciones sólidas y estables para la gestión forestal y mejorar así la economía y el medio ambiente de Europa.

 
  
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  Michl Ebner, en nombre del Grupo del PPE-DE. – (DE) Señor Presidente, señora Comisaria, Señorías, en primer lugar quisiera dar las gracias al señor Kindermann por su informe, que me parece sabio y equilibrado, ya que ha hecho todo lo posible por lograr un compromiso y redactar un texto equilibrado.

Estamos a favor de la estrategia forestal, señora Comisaria, pero en contra de la regulación del mercado, y queremos que esto quede muy claro. Estamos a favor de la subsidiariedad en la política forestal y estamos convencidos de que debemos continuar por ese camino. Sin duda debemos prestar mucha más atención a este sector. Si solo se gestiona el 85 % de la superficie forestal de la Unión Europea, debemos hacer todo lo posible por introducir el otro 15 % en el circuito económico; y si, como ha indicado el señor Kindermann, solo se usa el 60 % de la madera generada, es fundamental llamar la atención sobre ello: estos bosques solo pueden protegerse si se usan.

Permítanme decir asimismo que el cuento de hadas de los bosques de Europa en vías de extinción que nos han contado durante décadas era realmente un cuento de hadas, contado más por su efecto político que por ninguna otra razón. Si crecen 450 000 hectáreas de bosque al año, entonces está claro que los bosques no están desapareciendo, sino expandiéndose. Así que solo me queda, señora Comisaria, pedirle que incorpore a su trabajo tanto como sea posible de lo que al final siga siendo vinculante en el texto después de la votación de mañana, y me complace que ya haya accedido a hacerlo al final de su dicurso.

 
  
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  Luis Manuel Capoulas Santos, en nombre del Grupo del PSE. – (PT) Señora Comisaria, el bosque europeo –y su peso económico, social y ambiental– es un asunto en el que tenemos un interés compartido. No debemos pasar por alto el hecho de que los bosques suponen el 35 % del territorio de la UE, 3,5 millones de puesto de trabajo, 15 millones de propietarios y un valor de producción de más de 350 millones de euros.

Estas cifras ilustran la importancia de la cuestión y el peso que deberían otorgarle las instituciones europeas. Eso es especialmente cierto cuando diversos factores –sean naturales o antropogénicos– suponen semejante amenaza para los bosques. En un contexto internacional particularmente complejo, la Unión necesita urgentemente un nuevo enfoque de la cuestión energética en el que la biomasa ocupe un lugar destacado, como viene corroborado por la prioridad que dan la Comisión y la Presidencia austriaca a esta cuestión.

Por consiguiente, acojo con agrado la Comunicación de la Comisión sobre la ejecución de la estrategia y felicito al señor Kindermann por su informe. Me complace buena parte del informe, que representa una excelente contribución del Parlamento a la formulación de la estrategia forestal europea. Además, hay una serie de enmiendas propuestas que creo que ayudarán a mejorar y completar el informe.

El hecho de que el informe reconozca los puntos vulnerables del bosque es una contribución encomiable al debate en curso sobre catástrofes naturales. Por consiguiente, se espera que la Comisión adopte un enfoque integrado de esta cuestión fundamental, un enfoque que vea el problema, como lo hacemos nosotros, en su conjunto. De esta manera, las contribuciones de los diversos instrumentos que figuran ahora en el plan de trabajo político pueden ayudar a mejorar la situación de los bosques europeos.

 
  
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  Anne Laperrouze, en nombre del Grupo ALDE. – (FR) Señor Presidente, señora Comisaria, el informe de la Comisión de Agricultura y Desarrollo Rural es equilibrado. Aunque no se pronuncia a favor de la idea de una política forestal común, destaca la necesidad de una coordinación. El informe reconoce que los Estados miembros tienen definiciones muy diferentes de la palabra «bosque», lo que impide una evaluación definitiva de importantes medidas comunitarias en materia silvícola.

A mí personalmente me decepciona que no se haya aceptado la propuesta de un observatorio europeo. Este observatorio habría permitido el uso de datos fiables y recuperables. En su defecto, apoyo la propuesta que pide a la Comisión Europea que mejore la coordinación entre las distintas direcciones generales responsables de los asuntos forestales y refuerce el papel del Comité Permanente Forestal.

He presentado una enmienda que pide a la Comisión que haga propuestas a los Estados miembros basadas, en particular, en mecanismos fiscales y destinadas a incitar a los propietarios de bosques a plantar especies autóctonas para mantener la biodiversidad y reducir el riesgo de incendios. El espíritu de esta propuesta ha encontrado eco en el informe, que recomienda la adopción de medidas de prevención de incendios y lucha contra la desertización, la repoblación con especies autóctonas, el fomento de la diversidad, la gestión sostenible de los bosques naturales y el fomento de servicios medioambientales, en particular para la protección de los sistemas hídricos y la lucha contra la erosión. La aplicación de estas medidas exigen inversiones por parte de los propietarios de bosques. Dado que reportan beneficios para nuestra sociedad, deberían ser debidamente compensadas.

En conclusión, este informe tiene en cuenta mis temores y esperanzas para este sector. Define los ejes que permitirán practicar una política global, pero también específica de cada región, teniendo en cuenta el potencial económico, social y ambiental del sector silvícola. Gracias, señor Kindermann, por su trabajo, que a mi juicio obtendrá una amplia mayoría en la votación de mañana.

 
  
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  Ilda Figueiredo, en nombre del Grupo GUE/NGL. – (PT) La indudable necesidad de mantener los bosques y su carácter plurifuncional requiere una gestión efectiva y medidas de apoyo que tengan en cuenta la variedad de los bosques y sus problemas específicos. Por consiguiente, no acepto la idea de insistir en un concepto único del bosque que valga para todos, cuando sabemos que hay definiciones aceptadas a escala internacional en las que se basan los informes y evaluaciones periódicas acerca del estado de los bosques en Europa y el resto del mundo.

Aunque acogemos con satisfacción a un Plan de Acción de la UE para el desarrollo sostenible de los bosques, no aprobamos algunas de las propuestas del informe que estamos debatiendo. Lamentamos el rechazo de varias de las propuestas que hicimos a la Comisión de Agricultura y Desarrollo Rural, encaminadas a advertir de la situación de los bosques del sur de Europa, que sufren incendios todos los años y sequías en algunos; ese fue el caso de Portugal el año pasado, cuando ardieron unas 300 000 hectáreas de bosque, con enormes costes y serias consecuencias para la masa forestal, la biodiversidad, los agricultores y las poblaciones de vastas zonas.

Por ello pedimos medios adecuados y una estrategia de prevención de incendios forestales a largo plazo, una normativa específica y una partida presupuestaria dedicada a proteger los bosques contra los incendios, teniendo en cuenta las resoluciones que en realidad ya ha adoptado el Parlamento y lo ocurrido con la anterior normativa comunitaria específica, que lamentablemente fue anulada por la Comisión.

Creemos también que el siguiente Plan de Acción debe abarcar siete años para que coincida con las próximas perspectivas financieras. El Plan debe incluir un programa de protección de los alcornocales y una contribución para la cría de ganado y la producción de corcho, que reviste una importancia crucial para el desarrollo rural en amplias zonas de los países del sur.

Confiamos en que la Comisión ponga sobre la mesa las propuestas –no contenidas en el informe, pero que una vez más queremos subrayar– de hacer del Plan de Acción un instrumento activo para la protección y promoción de la variedad de los bosques, incluidos los de los países del sur, donde el clima es más proclive a los incendios forestales.

 
  
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  Andrzej Tomasz Zapałowski, en nombre del Grupo IND/DEM. – (PL) Señor Presidente, las cifras que caracterizan la estructura forestal en los 15 países de la antigua Unión Europea en términos de cobertura forestal son muy buenas y equivalen al 35 % del total del territorio, con una mayoría significativa en las manos de 15 millones de propietarios privados. Sin embargo, dado que los bosques están tan divididos entre propietarios privados, surge la pregunta de cómo pueden conseguirse economías de escala en la gestión forestal.

No estoy en contra de la propiedad privada de los bosques. En mi país natal, Polonia, la mayoría de los bosques son de propiedad estatal, siendo la cifra exacta el 82 %, del que el 2 % corresponde a parques nacionales. En comparación con otros países de la UE, la estructura de nuestros bosques es mucho más rica y antigua. El modelo forestal polaco es eficiente y efectivo.

Los bosques de propiedad estatal son instituciones que se autofinancian y dan beneficios. Sin embargo, lo que aporta la ayuda de la Unión Europea a los bosques de Europa Central es una financiación sustancial de la formación de personas que plantan árboles en su propio terreno privado y una financiación de los pagos. También se precisa ayuda para zonas que no se explotan comercialmente, parques nacionales y reservas. Las infraestructuras relacionadas con los bosques necesitan modernizarse.

Pido a la Comisión y al Parlamento que se inspiren en la experiencia de la gestión forestal en Polonia. Europa Occidental puede aprender también de la experiencia. No todo lo privado es siempre lo mejor. Los bosques no privados también necesitan ayuda.

La riqueza de los bosques polacos beneficia a la sociedad de toda la Unión Europea.

 
  
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  Janusz Wojciechowski, en nombre del Grupo UEN. – (PL) Señor Presidente, lo que tengo que decir también afecta al problema a que se enfrentan los bosques polacos mencionado por el orador anterior.

Los bosques polacos son un recurso significativo, pero a diferencia de muchos de los países de la UE, la mayoría –más del 80 % de la superficie total– son de propiedad estatal. Esto es fruto de un largo proceso histórico y en la actualidad no hay razones para un cambio radical de la estructura de propiedad de los bosques en Polonia. La opinión pública en Polonia está ampliamente a favor de que los bosques sigan siendo de propiedad estatal.

El problema es que la UE ha discriminado hasta ahora los bosques de propiedad estatal, denegándoles la ayuda. Me complace que el informe del señor Kindermann contenga una enmienda que mantiene viva la esperanza de que la situación cambie y la UE conceda ayuda a los bosques independientemente de quién sea su propietario. Esto nos hace mucha falta en Polonia y confiamos en que la Comisión demuestre que comprende la situación.

 
  
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  Agnes Schierhuber (PPE-DE). (DE) Señor Presidente, señora Comisaria, Señorías, quisiera empezar dando las gracias muy vivamente a nuestro ponente por el carácter sumamente equilibrado de su informe, ya que refleja un enfoque muy ecuánime de los tres pilares de la sostenibilidad: el económico, el ecológico y el sociocultural. Este informe refleja el modelo forestal europeo: gestión forestal plurifuncional, propiedad predominantemente privada de los bosques y una estrecha imbricación con la agricultura, un espacio de ocio para los ciudadanos y un espacio de vida para plantas y animales.

El informe también se refiere a las características regionales de la gestión forestal: en el sur, por ejemplo, como ya se ha mencionado, los problemas de los incendios forestales y los alcornoques; en Europa Central, la gran utilidad de los bosques junto a su notable importancia para el descanso, el turismo y funciones vitales de protección, particularmente en las regiones alpinas; y en el norte de Europa, fundamentalmente la orientación comercial de la producción de madera. También hace hincapié en la importancia para la política climática de la madera como fuente de energía y material de construcción para sustituir a los hidrocarburos y los materiales para la construcción. Quisiera dar las gracias a la Comisaria por referirse específicamente a esto.

Para mí, la gestión sostenible de los bosques es como una especie de pulmón verde. Este informe hace hincapié en la necesidad de coordinar las políticas relacionadas con los bosques a escala de la UE y de adoptar medidas conjuntas, acordadas democráticamente para surtir efectos adicionales para la agricultura europea, garantizando al mismo tiempo la subsidiariedad.

Se deduce, entonces, que de lo que estamos hablando aquí es de una estrategia forestal europea. Quisiera dejar muy clara mi oposición a que el mercado regule la gestión forestal, lo que se ha debatido una y otra vez. De nuevo, gracias por este informe.

 
  
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  María Isabel Salinas García (PSE). – (ES) Señor Presidente, señora Comisaria, el Parlamento Europeo aprobará mañana el informe del señor Kindermann y, con él, le estará dando a la Comisión y al Consejo un claro mensaje sobre cómo queremos que se enfoque el futuro plan de acción para nuestros bosques.

Entre todas las ideas con las que hemos trabajado en la Comisión de Agricultura y Desarrollo Rural, me gustaría resaltar por innovadoras las propuestas que se refieren a la prohibición de recalificación del uso de los suelos afectados por los incendios. Esta medida, que ya estamos aplicando con notable éxito en España, mi país, tiene la gran virtud de desalentar a aquellos que destruyen nuestro patrimonio forestal movidos por el único interés de especular luego con los terrenos. Por ello, creo que el futuro plan forestal europeo debe apostar claramente por una política de preservación de nuestros bosques y por una potenciación y aprovechamiento de los innumerables recursos que se obtienen del suelo forestal.

Pero también quisiera decir que los diputados españoles y muchos diputados de países del Sur venimos reclamando hace tiempo una política forestal común como instrumento para gestionar este patrimonio, que beneficia en su conjunto a la Unión.

Por lo tanto, creo que no hay que equivocarse en el enfoque: la protección de los bosques conviene al Norte y conviene al Sur. Nos habría gustado que se hubieran tenido en cuenta algunas indicaciones que hemos hecho sobre el bosque mediterráneo. Todos convenimos en que los bosques desempeñan un papel fundamental y nos proporcionan recursos que están estrechamente ligados al porvenir de la Unión y a los objetivos que todos nos hemos marcado en Lisboa. El papel multifuncional de los bosques debe ser potenciado desde un enfoque común.

Por ello, le invitamos, señora Comisaria, a que se plantee regular de una manera común lo que entendemos que es un bien y un patrimonio para toda la Unión Europea.

 
  
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  Kyösti Virrankoski (ALDE). (FI) Señor Presidente, el ponente señor Kindermann ha elaborado un excelente informe sobre la ejecución de una estrategia forestal para la Unión Europea. Se lo agradezco sinceramente. También quiero agradecerle la excelente cooperación de que ha hecho gala al elaborar el informe.

Como ya hemos dicho, en la Unión Europea los bosques emplean a 3,4 millones de personas, y el valor de su producción asciende a 350 000 millones de EUR. En muchos países, como Finlandia y Suecia, su importancia para la economía es crucial. Aparte de la producción, el bosque da empleo a un grupo de industrias relacionadas con él, entre las que se incluyen los importantes sectores metalúrgico y electrotécnico. Su importancia únicamente crecerá cuando se busquen nuevas posibilidades para producir energía.

La UE, sin embargo, no tiene un plan común forestal, aunque numerosos ámbitos de su política, como el desarrollo rural y la política medioambiental, influyen mucho en este sector. Así pues, es conveniente proceder a una evaluación exhaustiva de la acción en torno a los bosques.

El informe supone que la política forestal misma competerá a los Estados miembros incluso en el futuro. El tono del informe sugiere que no se desea crear más burocracia similar a la de la política agrícola de la Unión Europea. El informe apoya el proyecto de la Comisión a favor de un plan de acción de gestión forestal sostenible en la UE. El mismo hecho de que este ámbito de la política esté tan fragmentado lo hace necesario. Tiene que haber mejores garantías para el éxito y el futuro de un sector industrial que utiliza recursos naturales, renovables y sostenibles. El informe no está a favor de establecer una agencia forestal separada. Eso es bastante correcto. En la UE necesitamos aprender a racionalizar nuestras políticas de manera que podamos conseguir nuevas tareas con los recursos actualmente disponibles, sin tener que establecer siempre nuevas agencias. Espero con interés las nuevas propuestas de la Comisión .

 
  
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  Dariusz Maciej Grabowski (IND/DEM). (PL) Señor Presidente, deseo a la vez darle las gracias al señor Kindermann por su informe y destacar que la estrategia forestal de la UE debe tener un único objetivo, a saber, una extensión sistemática de la superficie cubierta por bosques, en concreto grandes bosques. La biodiversidad de especies vegetales y animales solo puede restablecerse en bosques con una superficie superior a 500 hectáreas.

La política de forestación puede aplicarse con la máxima eficacia en los nuevos Estados miembros, especialmente en Polonia. La razón es la gran efectividad del modelo polaco de la propiedad y el derecho a explotar los bosques y realizar trabajos en ellos. Prueba de ello es que en 50 años los bosques polacos han aumentado prácticamente en un 50 % y, de hecho, los únicos bosques vírgenes de la Unión se encuentran en Polonia. En los bosques polacos se practica la caza a gran escala del ciervo, el jabalí y el alce. Todo el mundo tiene acceso a los bosques, y aquellos que practican la caza participan en su gestión.

Asignar más fondos a la forestación en los nuevos Estados miembros no es la mejor estrategia. En mi opinión, serían convenientes el apoyo y la promoción del modelo polaco de gestión forestal. La UE debe tratar a los bosques titularidad del Estado como mínimo igual de bien que a los de titularidad privada. De ahí que las empresas forestales estatales deban tener el mismo derecho a ayudas económicas que las privadas.

Cualquier tipo de discriminación contra las empresas forestales estatales no tiene ningún sentido desde el punto de vista económico. Más aún, no tiene ningún sentido desde el punto de vista ecológico.

 
  
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  Zdzisław Zbigniew Podkañski (UEN). (PL) Señor Presidente, los bosques de la UE se caracterizan por su gran diversidad. Las condiciones para la preservación de su multifuncionalidad también son diversas. Ello significa que la gestión forestal debe estar bien planeada y ser sostenible con el fin de maximizar las funciones protectora y social de un bosque, no menos importantes que sus funciones productivas.

Los propietarios de los bosques desempeñan una función importante en la gestión forestal. Estudios e informes muestran que los bosques estatales presentan la mejor gestión. Lamentablemente, al contrario que los bosques privados, los bosques estatales no pueden contar con la importante ayuda de los fondos de la UE. En consecuencia, es necesario reconsiderar si la estrategia forestal vigente es adecuada y si los bosques estatales no deberían también incluirse en el marco de la ayuda de la UE. Debemos recordar que, al fin y al cabo, lo que a la gente le importa es el bosque, no su propietario.

 
  
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  Duarte Freitas (PPE-DE). (PT) Señor Presidente, Señorías, Comisaria, en el informe de la Comisión que tenemos ante nosotros se establecen las principales conclusiones del análisis de la estrategia forestal europea y los problemas emergentes que afectan al sector forestal, y se sugieren medidas que podrían adoptarse en el futuro.

La experiencia ha demostrado que el sector forestal puede ayudar a alcanzar los objetivos de la Estrategia de Lisboa de desarrollo económico sostenible y competitividad, así como los objetivos de Gotemburgo, incluida la protección de los recursos naturales europeos. La Comisión propone desarrollar un Plan de acción europeo para la gestión de los bosques que sea capaz de proporcionar un marco coherente para aplicar medidas en el ámbito de la silvicultura y, de esta forma, contribuir a sacar el mayor provecho del potencial del sector para Europa.

Sin embargo, el Tratado constitutivo de la Unión Europea no establece un fundamento jurídico para una política forestal común. Además, ni las políticas comunitarias sectoriales forestales, ni las estrategias de Lisboa y Gotemburgo han sido en última instancia lo suficientemente eficaces como para combatir el deterioro de los bosques.

Deseo recordar a la Cámara la tragedia de los incendios forestales y la sequía que han destruido el sur de Europa en los últimos años y que, lamentablemente, han perjudicado especialmente a Portugal. Soy consciente de la posibilidad de que algunos consideren esta situación como nada más que un problema distante, pero deseo llamar su atención sobre las grandes dificultades a las que se enfrenta el sector forestal en el sur de Europa, y los problemas que soportan los ciudadanos que dependen del sector.

En vista a la seriedad del problema, este debe abordarse y se debe adoptar un planteamiento de gran alcance, y con carácter de urgencia. Una política forestal común es, más que nunca, de vital importancia. En consecuencia, considero que los Estados miembros deberían pensar con mucho cuidado sobre los beneficios medioambientales, sociales y económicos de introducir una política común dentro del contexto de la futura Constitución.

Así pues, insto a la Cámara a apoyar las enmiendas 7, 8 y 9, que he suscrito junto a la señora Herranz García y otros.

 
  
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  Rosa Miguélez Ramos (PSE). – (ES) Señor Presidente, considero este informe muy positivo y felicito al ponente, a mi colega el señor Kindermann, muy calurosamente por su trabajo.

Los socialistas españoles nos identificamos especialmente con este texto porque reconoce la importancia del sector forestal en la Unión Europea, basada en criterios más amplios que los puramente económicos y, además, porque resalta la necesidad de llegar a una única interpretación del concepto de bosque.

Asimismo, porque hace una mención especial a los incendios y a la gestión de catástrofes, que son los dos grandes problemas de los bosques españoles, y porque apoya el enfoque general y los resultados de la Conferencia Ministerial sobre Protección de los Bosques en Europa, que es un proceso en el cual España tiene un gran protagonismo, ya que es uno de los cuatro Estados que lo guían.

Y, además, porque considero que el informe del señor Kindermann aporta elementos nuevos dignos de tenerse en cuenta, como —y este elemento me parece muy destacable— la necesidad de facilitar la coordinación y la cooperación, tanto entre las unidades de la Comisión como entre las unidades de la Comisión y los Estados miembros, o la intensificación en los campos de la investigación, de la formación y de la comunicación al público, que son campos que ya están en línea con el plan forestal español.

Agradezco mucho al señor Kindermann que haya admitido mi enmienda, relativa al papel fundamental que desempeñan los bosques como reguladores del ciclo hidrológico, pero sigo echando en falta una mención expresa a la importancia de la intervención comunitaria para contribuir a mantener y a remunerar, si es necesario, los servicios ambientales que aportan los bosques a toda la sociedad.

En este sentido, aunque creo que deberíamos atender a la importancia económica y medioambiental, anuncio ya a la Comisaria y al ponente que seguiré trabajando para conseguir una verdadera política comunitaria en este terreno.

 
  
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  Danutė Budreikaitė (ALDE). (LT) La UE no dispone de una política forestal común. No obstante, la importancia de la silvicultura ha dado pie a la creación de la estrategia forestal de la UE, y la Comisión está preparando un plan de acción para su aplicación.

El sector forestal de la UE es increíblemente diverso por lo que respecta a tipos, tamaños, estructuras de la propiedad y condiciones socioeconómicas de los bosques. Cerca del 60 % de los bosques son privados.

Los 10 nuevos Estados miembros cuentan con un mayor número de bosques estatales que la antigua UE de los 15. En Lituania, el 50 % de los bosques son de titularidad estatal, el 33 % de titularidad privada y el 17 % está reservado a la devolución de la propiedad.

En Lituania, la gestión forestal está bajo la responsabilidad del Ministerio de Medio Ambiente. Los bosques estatales y privados son gestionados por secciones distintas del Ministerio. En los bosques estatales trabajan 3 000 personas, mientras que los privados están gestionados por únicamente 120 funcionarios. La gestión forestal no es solo compleja, sino que además existe una brecha entre cultivadores y procesadores de la madera. La cuestión que surge es si no sería mejor que los bosques estuvieran administrados por un Ministerio Forestal independiente.

Tal vez la Comisión podría proporcionar algunos ejemplos de experiencias de buenas prácticas en la gestión forestal.

 
  
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  Zbigniew Krzysztof Kuźmiuk (UEN). (PL) Señor Presidente, en el debate de hoy sobre la estrategia forestal de la UE, quisiera llamar su atención sobre dos hechos que considero importantes.

En Polonia, el Tesoro del Estado posee más del 80 % de los bosques del país que la empresa forestal estatal Lasy Pañstwowe gestiona en su nombre. Su gestión, que ha abarcado varias décadas, ha sido reconocida en informes del Banco Mundial y de la UE como un auténtico modelo de gestión forestal.

En segundo lugar, la Unión Europea asignó en el período 2000-2006 unos 5 000 millones de euros para medidas forestales procedentes de fondos de desarrollo rural. Lamentablemente, a pesar de los esfuerzos de varios de mis compañeros diputados, la silvicultura gestionada por el Estado no puede beneficiarse de dichos fondos.

Por consiguiente, señora Comisaria, le insto a que rectifique esta deficiencia fundamental en la financiación de la estrategia forestal en el próximo período de siete años, es decir, el período 2007-2013.

 
  
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  Elisabeth Jeggle (PPE-DE). (DE) Señor Presidente, Comisaria, permítanme también expresar mi gratitud al ponente, el señor Kindermann, por su excelente informe y apoyar todas sus peticiones. En estos tiempos de arcas vacías, algunas personas se tiran de los pelos cuando se enteran de las nuevas cosas que la UE está haciendo, en las que se está gastando el dinero. Sin embargo, la estrategia forestal de la UE y la redacción de un plan de acción de la UE para la gestión forestal sostenible no son actividades ni gastos nuevos. La política forestal no es una cuestión comunitaria, aunque no puede negarse que esta, así como la gestión forestal, está viéndose cada vez más influenciada por políticas en otros ámbitos como el medio ambiente y la agricultura. Las cada vez mayores demandas sociales y normas medioambientales también están empujando a la industria forestal y maderera hacia los límites de la rentabilidad. Si se las empuja más allá de este límite, los empresarios desistirán.

Consideramos el plan de acción de la UE como una oportunidad de mejora de las condiciones marco para la gestión forestal en la Unión Europea ampliada. Pienso que dos son los aspectos clave aquí: en primer lugar, mejorar las estructuras de comunicación y coordinación a escala de la UE y, en segundo lugar, designar una unidad estructural dentro de la Comisión que asuma la responsabilidad fundamental de aplicar los planes de acción y las estrategias forestales.

Hay tres cosas que no necesitamos: en primer lugar, una reglamentación europea del mercado de la madera, en segundo lugar, más burocracia y, en tercer lugar yo rechazo, sobre todo en la situación financiera actual, la ayuda de la UE para los bosques comunales o estatales. La silvicultura en Europa Central se caracteriza por la multifuncionalidad. Esperamos que la sostenibilidad social, ecológica y económica continúe siendo ejemplar en el contexto europeo, y que la silvicultura europea siga siendo competitiva.

 
  
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  Bernadette Bourzai (PSE).(FR) Señor Presidente, Señorías, en primer lugar quiero felicitar al ponente, el señor Kindermann, por su excelente informe. Es esencial que se tenga en cuenta la importancia de los bosques en la UE, de conformidad con el principio de subsidiariedad, por la superficie que ocupa en el entorno rural, por su lugar en la economía rural como sector de actividad complementaria de la agricultura o por su función en la ordenación del territorio, en particular previniendo y limitando las consecuencias de fenómenos naturales como las avenidas o la erosión.

Existen varias razones por las que una estrategia forestal de la UE permitiría establecer el desarrollo sostenible en los bosques. En primer lugar, ayudaría a mitigar el cambio climático y contribuiría a asegurar un abastecimiento sostenible de energía, sobre todo de biomasa. A este respecto, celebro el acuerdo alcanzado en el Consejo Ecofin, que autoriza la aplicación de un tipo reducido de IVA para la producción de calor y frío a partir de la madera. En la práctica, esta reducción debería alentar el desarrollo de este modo de producción de energía renovable y nuevas salidas para el sector maderero. Después, las actividades forestales también crean riqueza y empleo, ya se trate de…

(El Presidente interrumpe a la oradora)

 
  
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  Laima Liucija Andrikiene (PPE-DE). (LT) En primer lugar, quiero darle las gracias a mi colega, el señor Kindermann por elaborar el informe sobre la aplicación de la estrategia forestal de la UE. La redacción de este informe también se debatió en Lituania y fue bien recibida por la Asociación de Propietarios de Bosques de Lituania. En mi país, por tradición los bosques son una parte importante de nuestro modo de vivir, cultura, mentalidad y economía. Este tema es sin duda relevante para el conjunto de la Unión Europea, donde el 60 % de los bosques son gestionados por 15 millones de propietarios privados, y la superficie media de un bosque privado tan solo es de unas 13 hectáreas.

Todos los puntos de la estrategia forestal de la UE son importantes, pero hoy quisiera hablar en especial del octavo elemento estratégico del informe, es decir, el fomento de la competitividad, el empleo y la rentabilidad del sector forestal, y más concretamente de su punto 25, que afirma: «insta a la Comisión y a los Estados miembros a que prevean en el plan de acción de la UE para la gestión sostenible de los bosques medidas eficaces para la prevención de riesgos y la lucha contra las catástrofes (incendios, tempestades, plagas de insectos y sequía)».

El informe destaca correctamente que una gran parte de la ayuda de la Unión Europea para la prevención de incendios forestales ahora procede de los fondos de desarrollo rural, y que es necesario consolidar la coordinación de programas regionales y nacionales mediante la elaboración de directrices estratégicas comunitarias, que ayudarían a coordinar medidas preventivas aplicadas por distintas instituciones estatales.

Dentro de este contexto quisiera llamar su atención sobre el proyecto experimental para luchar contra los desastres naturales que, gracias a los esfuerzos del Grupo del Partido Popular Europeo (Demócrata-Cristianos) y los Demócratas Europeos, incorporamos en el presupuesto de la UE para 2006. Se le han asignado 6,5 millones de euros. El proyecto experimental tiene como objetivo la financiación de medidas preventivas para luchar contra los desastres naturales, incluidos los incendios forestales y la sequía.

Estoy convencida de que la financiación de medidas preventivas es un medio mucho más eficaz para aplicar la estrategia forestal que la lucha contra las consecuencias de incendios y sequías y otorgar indemnizaciones procedentes del Fondo de Solidaridad de la UE por el daño causado.

 
  
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  Riitta Myller (PSE). (FI) Señor Presidente, deseo darle las gracias a mi colega, el señor Kindermann, sobre todo por investigar con éxito qué es la política forestal europea y qué es lo que esta debería lograr.

En particular deseo centrar la atención en el aspecto multifuncional de los bosques y el uso de la madera en nuevas e innovadoras formas. La madera es una materia prima con muchas propiedades sin explotar. Por ejemplo, la madera puede usarse como sustituta del plástico ahorrando, de esta forma, materias primas no renovables. La industria química podría explotar la madera como materia prima, así como sus propiedades, en formas totalmente nuevas. En la industria alimentaria existe un gran potencial; por ejemplo, en la producción de comida sana.

Sin embargo, todo ello exige nuevas investigaciones y conocimientos. Por lo tanto, sugiero que consideremos el establecimiento de una unidad de investigación de alto nivel en Europa para el sector forestal y de la madera con el fin de abordar esta cuestión.

 
  
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  Jan Březina (PPE-DE). (CS) Señor Presidente, Señorías, opino que la Unión necesita una estrategia de gestión forestal común. Estoy plenamente de acuerdo con los principios sobre los que esta estrategia se fundamenta, en particular el reconocimiento del carácter multifuncional de los bosques y su importancia para la economía, la calidad de vida, la protección medioambiental y la protección de la biodiversidad. Como miembro de la Comisión de Industria, Investigación y Energía, también acojo con satisfacción el hecho de que el informe, a cuyo ponente deseo darle las gracias, inste al apoyo para la producción de biomasa procedente de la madera. Muchas partes del informe ponen de relieve la necesidad de abordar la gestión forestal en el contexto de otras políticas comunes, tales como la protección medioambiental o la energía. No obstante, para que la estrategia sea eficaz, también debe acatar los instrumentos financieros de la UE.

En este contexto, quisiera destacar que las normas vigentes en material de apoyo financiero de la Unión prácticamente excluyen toda mención a los bosques titularidad del Estado o de empresas del Estado. Estos bosques solo pueden recibir ayudas en circunstancias excepcionales como catástrofes naturales, y no para necesidades cotidianas como inversiones. Se trata de un tema clave, sobre todo para países como la República Checa y Polonia, donde más del 50 % de la superficie arbolada se encuentra en manos del Estado.

Me complace que el informe afirme que el apoyo de la UE no deba establecer diferencias en función de la forma de propiedad de los bosques. Lo cierto es que un bosque es un bosque, ya sea de propiedad privada, estatal o local. ¿Se ve su importancia alterada en algún modo por la forma de propiedad? La legislación europea debe aplicar el principio de que todas las formas de titularidad son iguales y disfrutan de la misma protección jurídica. Espero que este informe contribuya a mejorar la imagen del sector forestal en la UE y anime a la Comisión y al Consejo a prestar más atención a este ámbito. Un inicio sería, por ejemplo, el establecimiento de grupos o plataformas de trabajo especializados para el intercambio de experiencias y la armonización de las estrategias nacionales. Es necesario crear una situación en la que expertos nacionales en el ámbito de la gestión forestal sean capaces de considerar a las instituciones de la UE como interlocutores.

 
  
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  Wiesław Stefan Kuc (PSE). – (PL) Señor Presidente, la aplicación de una estrategia forestal común en nuestros países estará vinculada, como suele ocurrir, a la asignación de fondos para dichas medidas. Ello no supondrá un problema para muchos países, ya que la mayoría de bosques son de titularidad pública o privada. Sin embargo, ¿qué puede hacerse en países como Polonia donde la mayoría de ellos son propiedad del Estado y están gestionados por el mismo?

La cantidad de compañeros diputados polacos que están interviniendo hoy es testimonio de la magnitud del problema. No obstante, yo no comparto su opinión y considero que, hasta que no se logre un equilibrio entre propiedad estatal y privada, solo deberían recibir fondos los bosques privados.

La cantidad de solicitudes de financiación para nuevos bosques ya ha superado los fondos destinados para tal fin. En el primer año del programa, la superficie de plantación de nuevos bosques ascendió a las 6 000 hectáreas. Se trata de una oportunidad de cambiar la estructura de la propiedad, disminuir el coste de la producción de madera y aplicar una política forestal común ajustada a la Estrategia de Lisboa.

 
  
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  Czesław Adam Siekierski (PPE-DE). – (PL) Señor Presidente, me complace que la cuestión clave de la silvicultura esté siendo debatida en el Parlamento y que también sea objeto de preocupación de otras instituciones de la UE e internacionales.

La Comisión presentó al Parlamento un informe sobre la ejecución de la estrategia forestal europea hasta la fecha. También establece las cuestiones que deben incluirse en el plan de acción de la Unión para la gestión sostenible de los bosques. Su marco es general y conciso e identifica el camino a seguir para lograr un equilibrio real entre las funciones económica, medioambiental y social de los bosques dentro de un modelo de gestión forestal sostenible.

En la Unión Europea está en vigor la red ecológica Natura 2000. Sin embargo, el éxito de esta iniciativa dependerá del correcto funcionamiento del mecanismo de financiación para la red. Las normas para la financiación de la biodiversidad, el principal objetivo de Natura 2000, deberían ser las mismas para cualquier forma de propiedad en dicha red, tanto pública como privada. La financiación de programas vinculados a la silvicultura debe proceder de los fondos asignados para tal fin en el presupuesto de la Unión, y no deberían incluirse en el contexto del desarrollo rural. Los contribuyentes europeos se sentirán más satisfechos financiando los bosques o el medio ambiente que la política agrícola común.

Los bosques cubren un tercio de Europa y proporcionan toda una serie de beneficios medioambientales, sociales y económicos a la comunidad. Las relaciones transectoriales deben entenderse mejor y debe informarse también mejor a los ciudadanos de la Unión sobre los problemas y las necesidades del sector forestal. Nuestro objetivo principal debe ser lograr la cooperación entre el sector forestal y la comunidad. Este sector puede contribuir de manera importante a la consecución de los objetivos de Lisboa y Gotemburgo. Los bosques influyen sobre los valores escénicos y culturales, y sirven como base para otros tipos de actividades como la caza y el turismo. También son una fuente de materias primas para la energía renovable.

Es importante recordar que preservar las funciones natural y medioambiental de los bosques necesarias para garantizar y equilibrar el ecosistema exige dinero y conocimientos en la materia.

 
  
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  Mariann Fischer Boel , miembro de la Comisión. (EN) Señor Presidente, el debate tan comprometido y sumamente interesante sobre este importante asunto resulta muy estimulante para mí, y me gustaría referirme a algunas de las cuestiones que se han planteado durante el mismo.

En cuanto a la integración vertical en la Comisión, cabe señalar dos aspectos principales. Primero, la Comisión ha creado hace muy poco una nueva unidad en su Dirección General de Agricultura y Desarrollo Rural, que está mucho más dedicada al sector forestal. Esta unidad coordina actualmente las labores preliminares en torno al plan de acción de la UE y preside las reuniones del grupo interdepartamental sobre silvicultura.

Segundo, el grupo interdepartamental sobre silvicultura, creado el año 2002 para facilitar la cooperación y la coordinación de los trabajos relacionados con el sector forestal entre los servicios competentes de la Comisión, ha resultado ser una herramienta eficaz de coordinación y está funcionando muy satisfactoriamente. Su composición ha aumentado y ahora comprende 11 servicios de la Comisión. Participa de forma muy activa en la elaboración del plan de acción y tendrá un papel muy importante en su ejecución.

En relación con el fundamento jurídico, se han elaborado varios estudios jurídicos en los Estados miembros acerca de la creación de un fundamento jurídico independiente para el sector forestal en los Tratados. A nuestro juicio, y a menos que varíe la posición de los Estados miembros, resulta cuestionable el valor añadido de otros estudios jurídicos sobre este asunto.

Por lo que respecta a la inquietud que suscita la creación de un observatorio forestal europeo, creo que eso debería ser debatido en primera instancia entre los Estados miembros, sobre los que recae la responsabilidad principal de nuestra política forestal. Ellos pueden evaluar el valor añadido de una iniciativa de este tipo a la luz de las estructuras actuales y de las instituciones internacionales existentes.

Soy consciente de la importancia del problema de los incendios forestales en la Unión Europea y de la necesidad de continuar evitando que se produzcan tales situaciones. Durante una visita a Portugal el año pasado tuve la oportunidad de constatar las horribles consecuencias de dichos incendios forestales. El actual Reglamento sobre desarrollo rural viene a apoyar a los Estados miembros en torno a importantes medidas de prevención de incendios forestales, como cortafuegos, tomas de agua y silvicultura preventiva, así como a la regeneración de la capacidad de producción forestal en bosques devastados por incendios.

Deseo apuntar que estas acciones van a continuar durante el período 2007–2013 en virtud del Reglamento sobre desarrollo rural y por consiguiente los Estados miembros tendrán la posibilidad de incluir las medidas de prevención de incendios en sus programas de desarrollo rural. Las medidas de desarrollo rural se verán complementadas por las acciones que se emprendan de acuerdo con el programa LIFE+ en el próximo período financiero.

A este respecto, por iniciativa del Parlamento Europeo, la Comisión va a iniciar un estudio para examinar las principales causas del deterioro forestal en Europa, incluidos los incendios forestales, y la eficacia de las medidas actuales, así como posibles alternativas futuras para mejorar la situación.

Un número notable de diputados han mencionado los bosques de propiedad estatal. Es evidente que el objetivo principal del desarrollo rural consiste en revitalizar las zonas rurales, y no en financiar las actividades de autoridades públicas. Esa es la razón por la que el principal grupo de beneficiarios de las medidas a favor del desarrollo rural en relación con la actividad forestal es el sector privado, principalmente los agricultores, los silvicultores y, de acuerdo con el eje 3 de la política de desarrollo rural, la sociedad rural en sentido amplio. No obstante, existen exenciones referentes a la exclusión de bosques de titularidad pública del apoyo según el nuevo Reglamento de desarrollo rural, a fin de tener en cuenta las situaciones específicas de determinadas regiones y las características de medidas particulares.

Por último, deseo hacer dos comentarios sobre el contenido del plan de acción. En primer lugar, el plan de acción se va a diseñar de acuerdo con los principios clave de la estrategia forestal de la Unión Europea. La responsabilidad principal sobre la política forestal recae en los Estados miembros, y las actuaciones a escala comunitaria seguirán fundamentándose en el principio de subsidiariedad. Es nuestra intención concentrar las acciones comunitarias en aquellos entornos en los que exista un manifiesto valor añadido.

El segundo punto se refiere a que el plan de acción también va a identificar instrumentos comunitarios que puedan ser utilizados por los Estados miembros para la ejecución de las acciones propuestas, como por ejemplo el nuevo Reglamento de desarrollo rural, el instrumento LIFE+ o –como también se ha mencionado aquí– el Séptimo Programa Marco de Investigación y Desarrollo Tecnológico. A este respecto, el plan de acción reforzará la visibilidad global del sector forestal e incrementará el carácter complementario de las distintas acciones comunitarias para apoyar la gestión forestal sostenible.

En lo concerniente a las propuestas específicas del informe, la Comisión acepta las recomendaciones contenidas en los apartados 1, 4, 7, 11, 12, 14, 19, 20, 21, 24, 26 y 29. Hay una serie de recomendaciones, sobre todo los apartados 3, 5, 6, 8, 10, 15, 16, 17, 18, 22, 23 y 30, que atañen también a los Estados miembros, y la Comisión debatirá estas propuestas concretas con los Estados miembros a medida que vayamos desarrollando el plan de acción.

La Comisión también ha tomado buena nota de la recomendación 9 y vamos a estudiarla: la coordinación es, desde luego, un asunto a considerar.

Por último, hay un número de recomendaciones, como la 2, 13, 15, 25, 27, 28, 30 y 32, que traspasan el principio clave de la estrategia forestal europea o pueden no estar totalmente de acuerdo con la normativa ya aprobada.

Una vez más, les doy las gracias por un informe sumamente interesante y de gran calidad, así como por este debate participativo, que ha sido muy alentador.

(Aplausos)

 
  
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  El Presidente. El debate queda cerrado.

La votación tendrá lugar mañana a las 10 horas.

Declaración por escrito (artículo 142 del Reglamento)

 
  
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  Véronique Mathieu (PPE-DE).(FR) El propósito del plan de acción forestal es consolidar los principios básicos de la estrategia forestal, a saber, la gestión sostenible de los bosques y el refuerzo de su papel cada vez más multifuncional, resaltando sus dimensiones económicas, sociales, culturales, recreativas y ecológicas y respetando el principio de subsidiariedad.

Es correcto no optar por la creación de una política forestal común. Sin embargo, podríamos haber ido más allá creando una estructura especialmente encargada de coordinar, por una parte, las políticas nacionales y comunitarias y, por otra, a todos los que trabajan en el sector silvícola.

Los propietarios de bosques también forman parte de los garantes de la biodiversidad. La gestión de las especies animales va de la mano de la gestión de los hábitats. Los bosques disponen de una gran capacidad de acogida de fauna silvestre, y las especies que colonizan de forma natural estos hábitats merecen existir. Es más, la gestión de los daños forestales no pasa necesariamente por una destrucción temeraria de las poblaciones animales. Tiene que haber coordinación entre propietarios de bosques y cazadores para respetar la biodiversidad y establecer un correcto equilibrio entre los bosques y la caza.

 
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