El Presidente. De conformidad con el orden del día, se procede al debate del informe del señor Cornillet, en nombre de la Comisión de Desarrollo, sobre los trabajos de la Asamblea Parlamentaria Paritaria ACP-UE en 2005 [2005/2104(INI)] (A6-0063/2006).
Thierry Cornillet (ALDE), ponente. – (FR) Señor Presidente, el informe sobre los trabajos de la Asamblea Parlamentaria Paritaria en 2005 está inscrito en efecto en el orden del día. No entraré en los detalles del informe, sino que me limitaré a hacer referencia a dos sesiones, la de Bamako en abril de 2005 y la de Edimburgo en noviembre de 2005, sin olvidar la próxima sesión, que tendrá lugar en Viena en junio de 2006. Quisiera resaltar a este respecto en esta Cámara hasta qué punto vale la pena que las sesiones organizadas en Europa se celebren, como sucedió este año, en el país que ostenta la Presidencia. En efecto, parece del todo lógico mantener y perpetuar este sistema, adoptado hace dos años.
Quisiera destacar asimismo la gran participación de nuestros colegas de los países ACP, y debemos felicitarlos por ello. Paralelamente, hemos llevado a cabo seis misiones conjuntas, y permítanme insistir por primera vez –pero no por última– en el adjetivo «conjunto». En efecto, es esencial que tanto la Asamblea Permanente como las misiones compartan una visión conjunta de las cosas. Lo contrario no tendría ningún sentido. Quisiera señalar también que se han celebrado votaciones transversales cada vez más numerosas entre los países ACP y la representación de la Unión Europea. En mi opinión, la práctica de las cámaras separadas debe utilizarse lo menos posible sin por ello suprimirla de nuestro Reglamento. Dicho esto, es cierto que el objetivo a largo plazo sería organizar cada vez más votaciones que permitieran asegurar una mayoría ACP-UE.
Por otra parte, parece que nuestros colegas de los países ACP se implican menos en lo yo llamaría un plano «intelectual». Con esto quiero decir que hemos convenido con ellos que lo que para nosotros es un gasto –en realidad, el gasto de la UE, que constituye el presupuesto de la ACP–, representa para ellos un ingreso. Por lo demás, tienen cada vez más clara la necesidad de un control parlamentario en estos dos niveles. A este fin, nosotros mismos pedimos la inclusión del FED en el presupuesto, con objeto de garantizar un control parlamentario sobre el empleo de ese gasto comunitario, pero, paralelamente, es necesario que los Parlamentos de los países ACP también sometan a control parlamentario lo que consideran un ingreso. Debemos lidiar una batalla conjunta para que se reconozca la necesidad vital de un control parlamentario.
Por lo que respecta al futuro de la ACP, celebro la modificación introducida en el Acuerdo de Cotonú. El presupuesto del décimo FED asciende ahora a 22 682 millones de euros. En esta Cámara ya nos hemos quejado de este importe, que no responde a nuestras expectativas de 24 000 millones de euros. La Presidencia austriaca nos ha respondido. Y no dudo que mis colegas, dentro de un momento, volverán a abordar el tema para pedir un reajuste. No se trata de repetir indefinidamente las mismas cosas, pero esperamos respuestas más enérgicas que las que se nos han dado.
También el excedente del FED representa un problema. Asciende a día de hoy a casi 11 000 millones de euros, lo que plantea naturalmente cuestiones relacionadas con el procedimiento y la ambición de los proyectos tratados, porque es imperdonable que no se hayan gastado 11 000 millones de euros en países con necesidades tan clamorosamente evidentes.
¿Cuál es el futuro del FED? Si cumplimos nuestros compromisos políticos en 2010 y conseguimos consagrar el 0,56 % de nuestro PIB a la ayuda al desarrollo, la Unión Europea concederá 50 000 millones de euros más al año a este presupuesto, aun cuando se había comprometido políticamente a consagrar solo la mitad de ese importe a África, es decir, 25 000 millones de euros. Está claro que si esta política se respeta, la ayuda adicional disponible equivaldrá de hecho a un presupuesto anual del FED. Sin embargo, si estudiáramos cómo se gasta ese presupuesto, solo se plantearían preguntas.
Por otra parte, me pregunto por la parte de la ayuda a los países en desarrollo que será gestionada por la Unión Europea y que será del orden del 20 %. En este caso, aunque la palabra sea quizás un poco fuerte, el FED quedará relegado al rango de instrumento menor de la ayuda. Se plantea pues de forma más acusada aún el problema de su inclusión en el presupuesto, absolutamente necesaria y en el plazo más breve posible, así como el de su «fungibilidad», es decir, la posibilidad de conceder a proyectos regionales muy ambiciosos, como las infraestructuras ferroviarias, un lugar en el dispositivo general de acción de la Unión Europea. Esto permitiría garantizar la coordinación entre los países miembros y la Unión Europea. El FED puede convertirse en esa palanca de coordinación y la Asamblea Parlamentaria Paritaria en un elemento de control específico, sabiendo que todos los países menos avanzados del mundo son miembros de la Asamblea Parlamentaria Paritaria.
Por último se plantea ante todo el problema de la comprensión de la acción de la Unión Europea. Lo que calificaba hace un momento de gastos comunitarios asignados a la ayuda al desarrollo, son aportados por nuestros contribuyentes. A este respecto, la acción debe ser clara, porque no conviene que los populistas se apoderen de las cifras que les he anunciado para exclamar: «¿Pero qué diantres hacen ustedes con todo ese dinero?» Necesitamos, por tanto, que este asunto se vea y se entienda desde una perspectiva política.
Mariann Fischer Boel, miembro de la Comisión. (EN) Señor Presidente, el ponente ha presentado un excelente informe sobre el trabajo de la Asamblea Parlamentaria Paritaria ACP-UE. Ha resumido muy bien las recientes actuaciones de la Asamblea. De hecho, se está convirtiendo en un pilar parlamentario cada vez más sólido de la cooperación ACP-UE. La creación de las comisiones permanentes y la elaboración conjunta de informes por parte de los diputados a la Asamblea de los países ACP y de la UE han ocasionado contactos más frecuentes e intensos entre parlamentarios.
La Asamblea se ha convertido en un foro maduro en el que las cuestiones que preocupan a los parlamentarios de los países ACP y de la UE se abordan en un debate abierto en que surge un amplio consenso respecto a muchas cuestiones de desarrollo y en que las votaciones por cámaras separadas han pasado a ser una rara excepción. Este marco ha permitido que la Asamblea debata y logre acuerdos en una amplia gama de cuestiones, que incluyen la gobernanza, las finanzas y el comercio.
Esta resolución solicita que la Asamblea organice reuniones entre diputados de la UE y los países ACP en el ámbito regional o subregional para reforzar la integración regional y fomentar la cooperación entre Parlamentos nacionales. La Comisión está dispuesta a contribuir al éxito de dichos acuerdos.
En conclusión, quisiera subrayar que la Comisión comparte su opinión sobre el papel de la Asamblea como modelo de cooperación. Mi colega el señor Michel ha participado en todas las Asambleas celebradas desde que asumió su cargo. El Comisario Michel también espera asistir a la próxima Asamblea, que se celebrará en Viena el mes de junio de este año.
Michael Gahler, en nombre del Grupo del PPE-DE. – (DE) Señor Presidente, para empezar permítame expresar mi más sincero agradecimiento al señor Cornillet por su exhaustivo informe sobre nuestras actividades durante el año pasado, en muchas de las cuales he participado por supuesto como primer Vicepresidente europeo de la Asamblea. También quisiera expresar mi agradecimiento a nuestras dos copresidentas –la copresidenta europea, señora Kinnock, que hoy está aquí con nosotros y, aunque esté ausente, la señora Hay-Webster– por su gran dedicación durante el último año, que ha sido ejemplar. Esperamos que continúen con su trabajo. El principal objetivo de la Asamblea Parlamentaria es reforzar la dimensión parlamentaria del Acuerdo de Cotonú. Las numerosas cosas que hacemos juntos tienen por objeto ayudar a nuestros homólogos a adquirir influencia en sus propios países y ganar la misma confianza en sí mismos que nosotros hemos conseguido con los años a la hora de tratar con nuestros Gobiernos y el poder ejecutivo.
Nuestras experiencias comunes y nuestros viajes juntos a diversos lugares han hecho que compartamos conclusiones, por ejemplo respecto a la reforma de la organización del mercado del azúcar. Es muy positivo que la Comisaria de Agricultura esté hoy aquí con nosotros, ya que conoce las cifras al dedillo y sabe qué estamos haciendo en Europa por paliar el efecto de la reforma de la organización del mercado del azúcar y, en comparación con ello, lo poco que está disponible para los países implicados. Es evidente que nuestra reforma afecta directamente a estos países, dos de los cuales –Guyana y Jamaica– he visitado personalmente. En Guyana podemos contribuir sin quererlo a la desestabilización de todo un país si no paliamos el efecto de nuestra reforma pagando una compensación suficiente a este país.
Hay otro aspecto importante que me gustaría destacar. Solicitamos a la Comisión que dedique una parte adecuada de los fondos europeos de financiación del desarrollo a la educación política de los parlamentarios y otras personas que ocupan puestos de liderazgo, ayudando a desarrollar en estos países el tipo de cultura política que reforzará a largo plazo la gobernanza responsable.
En conclusión, quisiera mencionar el contacto oficial que establecimos con el Parlamento Panafricano a finales del pasado año, cuando pude mantener consultas, en nombre de la Asamblea Parlamentaria Paritaria ACP-UE, con la señora Hay-Webster, y desde entonces he asumido el cargo de presidente de esta delegación ad hoc. Es importante que fomentemos en África la conciencia de que el continente comparte un destino común, así como del importante papel que puede desempeñar el Parlamento en este sentido.
Marie-Arlette Carlotti, en nombre del Grupo del PSE. – (FR) Señor Presidente, el informe de mi colega, el señor Cornillet, ilustra la calidad del trabajo efectuado por la Asamblea Parlamentaria Paritaria en 2005.
La APP es un espacio de diálogo político permanente que tiende a convertirse en instrumento de prevención, resolución de conflictos y apoyo al proceso democrático. La función de la APP es, pues, muy valiosa en el marco de los Acuerdos de Cotonú. Es un instrumento único para el diálogo entre el Norte y el Sur. Y en el futuro debe trabajar más eficazmente, en particular en las situaciones de crisis grave, como en Darfur, a condición de que se le den los medios. Este aspecto es, en primer lugar, responsabilidad de la Unión Europea, que debe dar prioridad política a esta cooperación con los países ACP, respetando sus compromisos en las negociaciones en curso sobre el importe del décimo FED y dejando por fin de quitar con una mano lo que da con la otra, como ilustra la reforma del azúcar.
Concediendo por fin a la APP el respeto político que merece, inscribimos definitivamente en la práctica lo que se menciona en el Acuerdo de Cotonú, es decir, que la Asamblea debe reunirse en Europa en el país que presida la Unión. No recibamos a nuestros socios ACP con desgana, pues daríamos una muy mala señal política. Pero también es responsabilidad de la propia APP. Esta debe avanzar en su reforma y en sus métodos de trabajo, y el próximo paso podría concretarse en las conferencias regionales. Podríamos fijarnos este objetivo de aquí a principios de 2007.
Por último, nosotros, los miembros de la APP, tenemos también una responsabilidad política, absteniéndonos por ejemplo de recurrir a la votación por cámaras separadas, que no solo es una negación del carácter paritario, sino también un modo utilizado con demasiada frecuencia para desbaratar el resultado de una votación. Encuentro todo esto en el informe Cornillet y considero por tanto que constituye, para nosotros, un plan de trabajo para 2006.
Gerard Batten, en nombre del Grupo IND/DEM. – (EN) Señor Presidente, el modo de ayudar a los países de África y otras zonas del mundo en desarrollo es un factor clave para asegurar un mundo más próspero y por lo tanto más estable.
Lo que África necesita en concreto es respeto del Estado de Derecho, respeto del Derecho contractual y protección de la propiedad privada. En estas circunstancias habrá desarrollo económico y prosperidad. Esto es muy difícil de lograr cuando muchos Gobiernos son socialistas o casi socialistas o simplemente cleptocracias. Lamentablemente, la historia de la ayuda internacional a estos países es una historia de despilfarro, malversación y corrupción.
Si la UE realmente quiere ayudar a estos países, no debería contribuir a consolidar sistemas corruptos con más ayuda. Lo que debería hacer es practicar el libre comercio y reducir los aranceles y las barreras comerciales, o mejor dicho, eliminar los aranceles y las barreras comerciales que frenan el desarrollo económico de estos países.
Koenraad Dillen (NI). – (NL) Señor Presidente, Señorías, el Acuerdo de Cotonú de 2000 se estableció con la buena intención de prestar ayuda comunitaria a los Estados ACP para salir de la miseria. Aunque hoy por hoy su continuidad es probablemente una conclusión conocida de antemano, sigue habiendo una serie de aspectos que están mal, y voy a señalar algunos de ellos.
Entre los Estados ACP sigue haciendo seis dictaduras: Zimbabue, Guinea Ecuatorial, Sudán, Suazilandia, Cuba y Eritrea. Es un hecho que los dictadores de estos países constituyen un obstáculo para su desarrollo económico. La Asamblea Parlamentaria Paritaria, y en particular su Comisión de Asuntos Políticos, deben dedicarse prioritariamente a llevar una verdadera democracia a estos países. Al mismo tiempo, entre los Estados ACP también figuran una serie de países en los que las prácticas religiosas siguen prevaleciendo sobre el Estado de Derecho. La tragedia humanitaria de Darfur es una consecuencia directa de ello, entre otros aspectos. En algunos de ellos, los derechos de las mujeres no cuentan para nada y su mutilación –pese a lo que ya se ha hecho para combatirla– sigue siendo un hecho cotidiano.
Fue el Acuerdo de Cotonú el que reconoció por primera vez que la corrupción era un obstáculo para el desarrollo. Esta sigue existiendo; todavía no se ha acabado con ella y constituye un serio obstáculo para aliviar las necesidades de las personas menos favorecidas de estos países. Para concluir, permítanme citar al premio Nobel de economía indio, Amartya Sen: «nunca ha habido hambre en un país democrático». De ello se deduce entonces que además del principio de «ayuda al comercio», tenemos que considerar también la idea de «ayuda a la democracia».
Maria Martens (PPE-DE). – (NL) Señor Presidente, señora Comisaria, creo que podemos analizar el año pasado con satisfacción, como también los acuerdos de Bamako y Edimburgo alcanzados por la Asamblea Parlamentaria Paritaria ACP-UE. Se han aprobado buenos informes y se ha mejorado aún más la capacidad para afrontar tareas onerosas, además de la calidad del diálogo político. Esto es importante si queremos ayudar a instaurar la estabilidad política, que es lo que conseguimos reforzando los Parlamentos.
Sin embargo, en última instancia lo que importa en la cooperación para el desarrollo en los Estados ACP es el concepto de responsabilización, y esto es lo que tomaremos como punto de partida para nuestro trabajo. Siguen siendo los propios países los que asumen la responsabilidad primaria de su propio desarrollo. A través del diálogo en la Asamblea Parlamentaria Paritaria ACP-UE esperamos promover aún mas la gobernanza, la democracia y la protección de los derechos humanos, y añadiría que también me complace que se haya designado esta semana la delegación ad hoc en el Parlamento Panafricano –a la que ya se ha hecho referencia–, que puede servir de instrumento adicional.
Hoy quisiera pedir que se preste especial atención a dos proyectos que han venido desarrollándose durante el año pasado y que continuarán el año que viene: los acuerdos de asociación económica y la reforma del mercado del azúcar, que tendrán un importante impacto sobre Europa y los Estados ACP. Debemos ocuparnos de que ambos ayuden a situar a los Estados ACP en una posición económica reforzada, y en este sentido tendrá una importancia crucial la fluidez de la consulta con ellos, que debe implicar asimismo a sus Parlamentos.
Esta Asamblea otorga especial importancia a la cooperación ente los Estados ACP y la UE, ya que implica a una Asamblea Parlamentaria Paritaria formada por 77 diputados a esta Asamblea y 77 diputados a los Parlamentos de dichos Estados. Debatimos conjuntamente y aprobamos resoluciones conjuntas en lo que constituye un sistema único y valioso. Lo que hace falta para que haya paz y estabilidad económica y política en estos países no es solo inversión financiera por nuestra parte, sino también inversión en contactos dedicados a la deliberación y el diálogo, con el fin de conocernos y entendernos mejor unos a otros. En eso nunca podremos invertir lo suficiente.
Espero con interés la 11ª reunión que tendrá lugar en Viena en junio de este año, y espero que sea exitosa. Doy las gracias al ponente por su excelente informe y por el placer de trabajar con él.
Glenys Kinnock (PSE). – (EN) Señor Presidente, doy las gracias al señor Cornillet por su excelente y amplio informe, que abarca todos los puntos planteados en el debate esta mañana.
Cualquiera que haya observado nuestra Asamblea Parlamentaria Paritaria a lo largo de una serie de años, como he hecho yo durante unos 12 años, habrá comprobado un aumento muy alentador de la confianza, la madurez y, de hecho, la participación activa en cuestiones relacionadas con el comercio y el diálogo político, al que concedemos gran importancia.
Alguien ha dicho que todo en África es terrible y que las cosas no mejoran. No creo que podamos decir eso. Hay limitaciones, pero estamos allí, trabajando con los parlamentarios de un modo excepcional al amparo del Acuerdo de Asociación de Cotonú. No existe otra asamblea parlamentaria norte-sur como la nuestra, que tenga esta oportunidad de presionar a favor de la gobernanza, la democracia y los derechos humanos, y eso es lo que hacemos.
Respecto al FED, por decirlo brevemente, nos preocupa y hace algunas semanas celebramos un debate en la el periodo parcial de sesiones de Bruselas. A muchos de nosotros nos preocupa la situación de los países y territorios de ultramar en relación con el FED. Nos preocupa que no se haya considerado la entrada de Timor Oriental en la relación ACP-UE, y tenemos algunas otras preocupaciones. Siempre nos deja perplejos el 3 % o 4 % de gastos administrativos. No sé por qué la Comisión tiene que poner dinero para pagarse a sí misma por el trabajo que está realizando. Lo encuentro bastante raro.
Permítanme hablar brevemente del azúcar, cuestión en la que la Comisaria ha participado directamente. Este fin de semana voy a África –Suazilandia– y Mauricio para examinar de nuevo las cuestiones relacionadas con el azúcar allí. La Comisaria debe ser consciente de que las cifras que tenemos ahora en la línea presupuestaria, que van de 130 millones de euros hasta 170 millones de euros para 2013, son mucho menores que lo que la Comisaria y otros habían prometido, que eran 190 millones de euros. Mi Gobierno habló de 230 millones de euros. Van a conseguir 1 100 millones de euros a finales del año 2013 y además la financiación se concentrará en los últimos años. ¿Cómo puede ser sensato? Instamos a la Comisaria a que estudie esto e intente que sea más práctico. Pongan fin a esta concentración de la financiación en los últimos años e incrementen los importes de las líneas presupuestarias para estos países.
Esta cuestión no se reduce al empleo en el sector azucarero, como debe saber la Comisaria –porque hemos hecho bastante ruido al respecto en Europa–, sino también a las demás aspectos que dependen de esta fuente de empleo y crecen alrededor de ella. Miles y miles de vidas están en juego en estos 18 países del Protocolo del Azúcar. Pueden confiar en que en la Asamblea Parlamentaria Paritaria seguiremos planteando esta cuestión.
Estamos trabajando en ello. Nuestras comisiones están trabajando bien y creo que podemos decir honestamente que la Asamblea Parlamentaria Paritaria no hará más que reforzarse en los próximos años. Seguiremos luchando en torno al FED, al comercio y a otras preocupaciones y prioridades que compartimos con nuestros colegas parlamentarios de la Asamblea Parlamentaria Paritaria.
Eija-Riitta Korhola (PPE-DE). – (FI) Señor Presidente, hay numerosos aspectos en el informe de la delegación ACP que, como diputada, quisiera resaltar. Por lo tanto, no me refiero ahora tanto a la situación relativa a los Estados ACP, como a la labor de la delegación.
En primer lugar, agradezco a la Mesa del Parlamento Europeo su decisión de autorizar que la Asamblea Parlamentaria Paritaria ACP-UE se celebrase en Edimburgo. La reunión fue un éxito, y Gran Bretaña, país que ostentaba la Presidencia en ese momento, así como la Ciudad de Edimburgo, merecen elogio por haber organizado tan bien el evento. Espero que en el futuro también sea posible organizar la Asamblea Parlamentaria Paritaria en el país que ostente la Presidencia, ya que el lugar en el que se celebran las reuniones aporta un verdadero valor añadido, al igual que el hecho de que las reuniones se celebren por rotación en los Estados ACP-UE.
También fue una experiencia excelente que los representantes de los países ACP y de la UE pudiesen participar en el Consejo de Ministros informal de cooperación al desarrollo, organizado por la Presidencia británica en octubre. Es de esperar que esta práctica se mantenga cuando mi país, Finlandia, asuma la Presidencia en julio.
La Asamblea Parlamentaria Paritaria ACP-UE desempeña un importante papel en la realización del diálogo político que se establece en el artículo 8 del Acuerdo de Cotonú. El objetivo es reforzar la democracia, la gobernanza y el respeto de los derechos humanos. Es un poco un fastidio que nuestras reuniones siempre coincidan parcialmente con la semana de las comisiones. Para mí esto ha significado que nunca he podido estar presente en una reunión desde el comienzo hasta el final. No sé si otros diputados comparten esta opinión, pero creo que sería mucho más fácil salir en la semana en que celebran sus reuniones los Grupos políticos del Parlamento . Quizás merece la pena probar esta opción.
También me complace que se hayan creado comisiones permanentes. Estas han mejorado la cooperación entre el Parlamento Europeo y los diputados ACP desde una fase más temprana del proceso. Yo misma me he dado cuenta de la viabilidad del sistema al elaborar un informe.
Ana Gomes (PSE). – (PT) Para empezar quisiera felicitar al señor Cornillet por su informe, así como a la copresidenta de la Asamblea Parlamentaria Paritaria ACP-UE por sus denodados esfuerzos y su dedicación a las actividades de la Asamblea.
También quisiera llamar la atención sobre las conclusiones del Foro de las Mujeres celebrado al margen de la Asamblea, durante la última sesión en Edimburgo en el mes de noviembre. El debate trató el tema del tráfico de mujeres y niñas procedentes de países en desarrollo y de las regiones más pobres de Europa hacia las zonas más ricas de Europa Occidental. Cada año, entre 600 000 y 800 000 mujeres son víctimas del tráfico transfronterizo, una cifra que supera el número de habitantes de algunos Estados ACP, como Cabo Verde, Yibuti y las Comoras.
El Foro de las Mujeres tendió un puente entre los países de origen y de destino. El debate fue animado, con una importante participación del contingente de los Estados ACP. En las conclusiones finales, las participantes pidieron a la Asamblea Parlamentaria Paritaria que elabore un informe para determinar las medidas necesarias para combatir este azote en todos los Estados ACP, incluidos los países europeos, africanos y del Caribe.
Cabe señalar que el Foro se organizó al margen de la Asamblea Parlamentaria Paritaria y que no hay recursos disponibles para su organización. Por eso solicito a los servicios del Parlamento y a la Conferencia de Presidentes que estudien la posibilidad de reservar fondos para una organización tan positiva y orientada a los resultados. En términos más generales, el año pasado la Asamblea Parlamentaria Paritaria debatió la situación en Darfur y en África Occidental, pero no abordó la quiebra del Estado de derecho y del proceso electoral ni las graves violaciones de los derechos humanos en países de gran significado simbólico como Etiopía, donde tiene su sede la Unión Africana.
Sin embargo, se han producido importantes avances en la lucha contra la impunidad en África; por ejemplo, el dictador Charles Taylor ha sido arrestado y llevado ante la justicia. Otros dictadores como Hissène Habré y el ex dictador etíope Mengistu, que actualmente residen en Estados ACP como Zimbabue y Senegal, también deben comparecer ante la justicia. Estos son otros casos en los que la Asamblea puede desempeñar un papel clave en el fin de la impunidad en África.
En esta materia debo decir que sería importante que los debates fueran más auténticos. En ocasiones hay países ACP que actúan más como embajadores de sus Gobiernos y menos como críticos de la situación en sus países. Considero que como diputados al PE tenemos la obligación de encontrar la manera de respaldar a nuestros homólogos de los Estados ACP que están dispuestos a decir la verdad y de animarles a que tomen medidas para realizar el cambio y mejorar la gobernanza en sus países.
John Bowis (PPE-DE). – (EN) Señor Presidente, creo que estamos viendo madurar bien la relación con los países ACP, lo cual puede sonar a la descripción de una amante estable, pero es verdad que nos conocemos, nos entendemos, a veces nos emocionamos, a veces vemos nuestros defectos, pero ambos aprendemos a apreciar las cualidades del otro.
Mi mensaje a los países ACP es que en principio seguimos queriendo que los delegados ACP sean exclusivamente diputados al Parlamento y no embajadores, y preferiblemente de los partidos del Gobierno y de la oposición, lo cual reflejaría mejor el equilibrio de la delegación del Parlamento Europeo. No estoy seguro de si un día el PE se reunirá con el PA –el Parlamento Africano, incluidos, sin duda, el Caribe y el Pacífico–, pero sin duda debemos cumplir nuestra función sosteniendo y desarrollando ese concepto de Parlamento Africano.
Mi mensaje al Parlamento Europeo es que REACH nos ha demostrado lo mucho que afecta el trabajo de cada uno de nosotros al trabajo del otro. Hemos celebrado debates muy útiles en Bamako y Edimburgo, y estoy seguro de que este Parlamento tendrá en cuenta las opiniones de los países ACP. No obstante, a menudo legislamos por muchos motivos justificados en el Parlamento Europeo pero no oímos las preocupaciones de los países ACP porque no escuchamos. Por esa razón le digo a la Comisaria que los países ACP no son un asunto exclusivo de nuestro buen amigo el señor Michel: interesan a todos los Comisarios del Colegio.
Me complace que esta Cámara se impusiera a la Presidencia del Parlamento respecto a la cuestión de dónde debería tener lugar la última APP en la Unión Europea. Era correcto que la situáramos en el país que tenía la Presidencia, del mismo modo que rotamos nuestras reuniones en la APP entre los países ACP. Eso brinda a los diputados ACP una oportunidad de ver distintos aspectos de distintas políticas en Europa, por ejemplo la investigación sobre la vacuna contra la malaria en Edimburgo. Del mismo modo, hemos aprendido muchas cosas viendo la desertización de Níger o la aplicación del fondo para la vacunación sobre el terreno en Malí, donde pudimos ver a las personas más afectadas beneficiarse del trabajo que se está llevando a cabo. La amenaza de pandemia de gripe y la realidad de la pandemia de gripe aviar muestran lo importante que es que sigamos trabajando juntos estrechamente –Europa y los países ACP– en nuestro beneficio muto.
(Aplausos)
Karin Scheele (PSE). – (DE) Señor Presidente, también yo quisiera felicitar al ponente, el señor Cornillet, que con su informe nos da una excelente visión general del buen trabajo realizado por la Asamblea Parlamentaria Paritaria.
Numerosos oradores han mencionado el Foro de las Mujeres que se celebra con motivo de cada reunión de la Asamblea Paritaria, y yo quisiera hacer lo mismo, ya que el debate en profundidad de los problemas económicos y políticos específicos de las mujeres de los Estados ACP es muy útil, no solo para las propias mujeres del foro, sino también para los subsiguientes debates en el pleno de la Asamblea. No hay más que recordar a la Asamblea el interesantísimo debate sobre la mutilación genital celebrado en Bamako (Mali) –país en el que esta práctica todavía no está proscrita por ley– cuando la discusión se prolongó durante horas e incluso conseguimos que se retransmitiese por radio.
A continuación quisiera compartir con ustedes algunas reflexiones sobre el trabajo realizado por las comisiones, que ha tenido el efecto de mejorar considerablemente el trabajo de la Asamblea ACP-UE, consiguiendo que se presenten menos enmiendas en el pleno, y cuanto mayor sea el grado de confianza entre los diputados al PE y los representantes de los Estados ACP, tanto más a menudo se alcanzarán compromisos. Sin embargo, quisiera reiterar algo que ya se ha dicho, a saber, que es importante pensar en la programación de las reuniones europeas de las comisiones, que se celebran en Bruselas. En ocasiones es realmente una vergüenza que debamos participar en votaciones en nuestras comisiones especializadas, que pueden prolongarse durante horas, y por lo tanto no podamos participar en los interesantes e importantes debates de las comisiones ACP-UE, lo cual se considera –erróneamente– una muestra de falta de interés.
Mariann Fischer Boel, miembro de la Comisión. (EN) Señor Presidente, estoy de acuerdo con los oradores en que la Asamblea Parlamentaria Paritaria se ha convertido en un foro de diálogo aceptado y respetado. Las resoluciones aprobadas por esta Asamblea a veces incluso generan debates que van más allá de ese foro. El señor Bowis ha mencionado la resolución sobre REACH, aprobada aquí en noviembre del año pasado, que dio pie a un debate mucho más centrado sobre el impacto de REACH en los países en vías de desarrollo.
La próxima Asamblea Parlamentaria Paritaria también promete ser interesante. Tratará cuestiones tan importantes como el papel de la integración regional en la promoción de la paz y la seguridad, la cuestión problemática de la energía en los países ACP y los aspectos sociales y ambientales de la pesca en los países en vías de desarrollo. Sé por mi colega, el señor Michel, que espera ansiosamente asistir a esas reuniones.
Respecto a la cuestión del azúcar, estoy familiarizada con la cuestión de la financiación para los países del Protocolo del Azúcar. Ya hemos tenido este debate anteriormente. Solo quiero reiterar que hay 40 millones de euros disponibles en 2006. Lo más importante es que no olvidemos que el impacto de la caída de precios acordada en el seno de la Unión Europea no tendrá ningún efecto en los países ACP hasta 2008. Tienen otros dos años para intentar adaptar su producción con el dinero disponible de la Unión Europea. Saben que habrá fondos considerables disponibles desde 2007 hasta 2013.
En la Unión Europea hemos demostrado que también somos responsables con aquellos países que se verán afectados por la legislación interna respecto a la necesidad –que estoy segura que todo el mundo siente– de adaptar nuestra política agrícola a un comercio más global.
El Presidente. El debate queda cerrado.
La votación tendrá lugar mañana a las 12.00 horas.
Declaración por escrito (artículo 142 del Reglamento)
Alyn Smith (Verts/ALE). – (EN) La Asamblea Parlamentaria Paritaria ACP-UE ha realizado un trabajo excelente profundizando nuestros lazos con los países ACP y les permite establecer un vínculo crucial con nuestras deliberaciones, especialmente cuando por fin abordamos nuestras políticas comerciales, que con demasiada frecuencia obstaculizan el desarrollo en lugar de favorecerlo. Escocia se situó al frente de los llamamientos al cambio en 2005, con la marcha en pro de «Hacer de la pobreza historia» en Edimburgo y la cumbre del G8 en Gleneagles en verano, y por supuesto tuvimos el placer de acoger la reunión ACP-UE en Edimburgo. Lo que ahora necesitamos ver es cómo los Gobiernos de nuestros Estados miembros transforman nuestras bonitas palabras en acciones y cómo hacen de la política de desarrollo no solo una cuestión de reparto de ayuda, sino de cooperación con los países en desarrollo en torno al comercio justo, en beneficio de todos.