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Procedimiento : 2005/0280(CNS)
Ciclo de vida en sesión
Ciclo relativo al documento : A6-0163/2006

Textos presentados :

A6-0163/2006

Debates :

PV 15/05/2006 - 18
CRE 15/05/2006 - 18

Votaciones :

PV 16/05/2006 - 8.16
Explicaciones de voto

Textos aprobados :

P6_TA(2006)0201

Acta literal de los debates
Lunes 15 de mayo de 2006 - Estrasburgo Edición DO

18. Acuerdo de asociación CE/Marruecos en el sector pesquero (debate)
Acta
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  El Presidente. De conformidad con el orden del día, se procede al debate del informe del señor Varela Suanzes-Carpegna, en nombre de la Comisión de Pesca, acerca de la conclusión del Acuerdo de Cooperación Pesquera entre la Comunidad Europea y el Reino de Marruecos (COM(2005)0692 – C6-0040/2006 – 2005/0280(CNS)) (A6-0163/2006).

 
  
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  Joe Borg, miembro de la Comisión. (EN) Señor Presidente, me complace mucho hablar hoy de la propuesta de la Comisión de un reglamento del Consejo relativo al nuevo Acuerdo de Cooperación Pesquera entre la Comunidad y Marruecos. Antes de esbozar la postura de la Comisión sobre este documento, quiero dar las gracias a la Comisión de Pesca y especialmente a su presidente, el señor Morillon, por su excelente trabajo, y al ponente, el señor Varela Suanzes-Carpegna, por su informe.

Como sabrán sus Señorías, este acuerdo representa la renovación de nuestras relaciones con el Reino de Marruecos en el sector pesquero después de que expirase el anterior acuerdo en noviembre de 1999. El compromiso también supone un paso adelante hacia el fortalecimiento de nuestras relaciones generales con Marruecos. Comienza una nueva era en las relaciones pesqueras entre la Unión y el reino marroquí. Por primera vez, la Comisión ha negociado una cooperación pesquera con Marruecos, de acuerdo con los principios formulados en las conclusiones del Consejo de julio de 2004. Queda así allanado el camino hacia una fructífera colaboración entre las dos partes, encaminada a lograr una pesca sostenible, y se favorecerá también un clima de nuevas cooperaciones en todos los segmentos del sector pesquero.

El nuevo Acuerdo de Cooperación Pesquera sienta las bases de un diálogo político entre la Comunidad y Marruecos a fin de identificar las áreas de interés común, teniendo también en cuenta los objetivos, necesidades y oportunidades particulares del sector pesquero marroquí. Partiendo de esto, el acuerdo contribuirá al desarrollo de una política pesquera razonable en las aguas afectadas. Al mismo tiempo, estoy convencido de que el acuerdo con Marruecos es muy equilibrado, pues responde a los intereses de la flota comunitaria y, en particular, a la flota artesanal, que fue la más afectada por las condiciones del anterior acuerdo.

El instrumento abarca seis categorías de posibilidades de pesca. Cuatro de ellas son de pesca artesanal: pequeños barcos pelágicos en el norte, palangreros de fondo, barcos artesanales en el sur y atuneros cañeros. También se ha incluido una categoría de pesca demersal, así como la pesca pelágica industrial, que se limita a una cuota de 60 000 toneladas de capturas anuales.

El protocolo fija la contribución económica en 36,1 millones de euros al año. Una parte sustancial de esta cantidad (13,5 millones) estará destinada a medidas de apoyo para la puesta en práctica de una política de pesca sostenible y razonable.

El acuerdo tiene un periodo de vigencia de cuatro años y contiene una serie de elementos en los que se basa el enfoque de cooperación. Entre otros, se incluye una cláusula de exclusividad que prohíbe la existencia de licencias privadas u otros acuerdos privados fuera del ámbito de aplicación del acuerdo; la cooperación científica para la promoción de una pesca responsable en las zonas pesqueras marroquíes; la posibilidad de revisar las posibilidades de pesca si aparecen pruebas científicas que lo aconsejen y dentro de los límites de la gestión sostenible de los recursos marroquíes; requisitos del sistema de control de barcos para reforzar las inspecciones en los buques que operen en las aguas de Marruecos, y la cláusula social aplicable a los marineros locales contratados por barcos comunitarios.

Confío en que este acuerdo sea aplicado de la mejor manera posible y en el espíritu de colaboración, diálogo y respeto mutuo que ha caracterizado nuestras relaciones con el Reino de Marruecos desde el inicio de las negociaciones.

Esto me permite volver de nuevo brevemente a las enmiendas. Aunque la Comisión está de acuerdo con el espíritu de algunas de ellas, como las enmiendas 2, 5, 7, 10 y 13, no las considera necesarias. Asimismo, no considera necesaria la enmienda 4, y no puede aceptar las enmiendas 1, 3, 6, 8, 9, 11 y 12.

Sobre las enmiendas 14 a 18, la cuestión del Acuerdo de Cooperación Pesquera entre la CE y Marruecos y la cuestión asociada del Sáhara Occidental ya han sido debatidas largamente en la Comisión de Pesca, así como en la Comisión de Desarrollo y en la Comisión de Presupuestos.

Quisiera recalcar otra vez que el acuerdo es plenamente conforme al derecho internacional. Esto ha sido también confirmado por la opinión de los Servicios Jurídicos del Parlamento Europeo, los de la Comisión y los del Consejo. Su contenido no incluye ninguna disposición que afecte a la situación jurídica de las aguas marítimas pertenecientes al Sáhara Occidental. El acuerdo define el área pesquera marítima como las aguas que se hallan bajo de la soberanía o jurisdicción del Reino de Marruecos. Esto ni define ni perjudica al estatuto legal de las aguas afectadas. Según las disposiciones del acuerdo, compete a las autoridades marroquíes definir las zonas pesqueras en función de las cuales se han de expedir las licencias de pesca.

 
  
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  Daniel Varela Suanzes-Carpegna (PPE-DE), ponente. (ES) Señor Presidente, señor Comisario, queridos colegas, como prometimos, aquí estamos hoy, tan solo un periodo parcial de sesiones después, en condiciones de ofrecer al Pleno un informe de nuestra Comisión de Pesca sobre el Acuerdo entre la Unión Europea y Marruecos.

Creímos que no había que hurtar a nuestra Comisión el debate de este Acuerdo sensible, por lo que debía debatirse y aprobarse previamente en ella. Creo que este tiempo ha sido de gran utilidad: lo ha sido para el ponente, que dispone ahora de mayor información que la que tenía entonces, y lo ha sido porque nos ha permitido conocer en profundidad lo acordado y lo que todavía no está acordado, nos ha permitido ayudar a la Comisión a favorecer un Acuerdo que tiene todavía cuestiones muy importantes sometidas a negociación, arrojando luz y taquígrafos, como corresponde a un Parlamento.

Así pues, hoy estamos en condiciones de pedir a la Cámara el voto favorable para este Acuerdo, pero con las cautelas, matices, garantías y mejoras que hemos introducido en la Comisión de Pesca y que se incluyen en el informe.

Con él creo que hemos mejorado el Acuerdo y la posición institucional del Parlamento y hemos ejercido plena y responsablemente las funciones para las que hemos sido elegidos. Nuestro auténtico objetivo era y es mejorar las garantías del sector pesquero, beneficiario del Acuerdo, velar por el cumplimiento de sus cláusulas y hacerlo operativo y rentable. No entendíamos entonces y tampoco ahora por qué algunos se oponían a este ejercicio de responsabilidad y transparencia.

Junto con las cuestiones técnico-pesqueras a las que ahora me referiré, el Acuerdo era sensible políticamente, por la espinosa cuestión del Sáhara Occidental, que no podíamos soslayar pero en la que tampoco debíamos ahondar o interferir.

He pretendido ser neutral en esta cuestión, reconociendo el problema, pero sin manifestarme por ninguna de las partes, para no inclinar la balanza desde el Parlamento por una de ellas, aunque, eso sí, respetando siempre el Derecho internacional y el contencioso en curso, sin ignorarlo, e incluyendo la doctrina de las Naciones Unidas en relación con los territorios no autónomos.

El dictamen del Servicio Jurídico del Parlamento ha sido de gran utilidad y queda incorporado al informe, así como las enmiendas de nuestra colega la señora Attwooll, a quien agradezco su sensibilidad y comprensión, y la única enmienda que aprobó la Comisión de Desarrollo en relación con el Sáhara.

Aprovecho para agradecer, asimismo, al señor Kindermann, coordinador del Grupo Socialista, la atención que me ha prestado y su lucha por mantener a su Grupo unido –aunque no lo haya conseguido plenamente, me consta el esfuerzo que ha realizado–.

En definitiva, creo, como ponente, que el informe es equilibrado y razonable, aunque los compromisos implican cesiones y nunca satisfacen a todos al cien por cien.

Quisiera ahora manifestar mi punto de vista sobre los aspectos estrictamente pesqueros del informe. El Parlamento Europeo da su conformidad al Acuerdo pero se reserva para sí, como he dicho, el seguimiento escrupuloso de su aplicación, lo que es plenamente acorde con nuestras funciones de control de la Comisión, solicitando un informe exhaustivo anual de su aplicación y exigiendo en particular que nos mantenga informados de todas y cada una de las modificaciones que se introduzcan en el texto; en especial, reclamamos conocer los dictámenes que la Comisión emita en relación con la posible modificación de la cláusula de exclusividad del Acuerdo. Queremos conocer el grado de evolución de los recursos pesqueros, en especial de aquellas especies excluidas del Acuerdo y de alto valor comercial, como los cefalópodos y crustáceos, ya que, con su actual exclusión, se margina a la flota gallega. Queremos ser informados también de las medidas que se adopten para permitir a la flota andaluza faenar con luces, como lo venía haciendo, así como para que no se produzcan discriminaciones ni en esta pesquería ni en las medidas tendentes a asegurar los desembarcos en los puertos locales. Queremos estar informados también de las medidas técnicas aún no aclaradas en relación con la pesca de palangre y conocer los acuerdos de la comisión mixta que hagan referencia a la forma en que se invertirá la contrapartida financiera de la Unión Europea.

El reparto final de las posibilidades de pesca debe ser transmitido al Parlamento, pues en estos momentos se siguen produciendo reajustes en las mismas. Para ello, hemos aprobado las enmiendas de nuestra colega la señora Fraga, para que los repartos respeten la estabilidad relativa y que el sector y el propio Parlamento puedan ser observadores en la aplicación de estas cuestiones cruciales.

Si pudiera ser irresponsable alargar indefinidamente la tramitación parlamentaria de este Acuerdo, más lo habría sido, a nuestro juicio, aprobarlo con los ojos cerrados y, por tanto, sin estas exigencias y garantías.

Hemos querido asegurar a todas las partes implicadas que el Acuerdo se aplicará con todo rigor y seriedad y de acuerdo con las normas internacionales. ese fue nuestro difícil compromiso y va a seguir siéndolo en el futuro, para hacer el seguimiento puntual desde el Parlamento Europeo de su aplicación, tras su entrada en vigor, de acuerdo con las enmiendas aprobadas por la Comisión de Pesca y si, como espero y deseo, la Cámara ratifica mañana el informe en el Pleno.

Muchas gracias a todos por su comprensión y por la colaboración prestada.

 
  
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  Carmen Fraga Estévez, en nombre del Grupo del PPE-DE. (ES) Señor Presidente, evidentemente es una satisfacción contar de nuevo con un acuerdo de pesca con Marruecos, aunque todavía, por desgracia —como ha dicho el ponente—, no conozcamos exactamente sus términos.

Sí sabemos, sin embargo, que, tras seis años sin acuerdo, en los que no han cesado los contactos, al final se han quedado fuera justamente las dos flotas que otorgaban a las relaciones pesqueras con ese país su verdadero peso: la de cefalópodos y la de crustáceos. Es una de las razones por las que esta celebración tiene un sabor agridulce. Pero, desgraciadamente, hay más problemas.

Son de lamentar las presiones que hemos sufrido por parte de otras instituciones, incluso para violar los procedimientos establecidos, que han complicado mucho los trabajos de nuestra Comisión y del ponente, cuando solo pretendemos que este nuevo Acuerdo no dé la misma cantidad de problemas que el anterior, así como obtener garantías jurídicas de que el contenido enviado al Parlamento corresponde realmente a lo que se va a encontrar nuestra flota.

Es de lamentar que sobre esto aún persistan dudas, ya que lo que la Comisión llama «errores técnicos de negociación de menor importancia» pueden suponer, por ejemplo, que la flota de cerco no pueda llegar a faenar.

Asimismo, la posibilidad de modificar las fichas técnicas queda demasiado abierta y, por ello, pedimos que se nos transmita toda la información posible y que miembros de este Parlamento puedan asistir como observadores a las comisiones mixtas.

Por último, hay que agradecer al ponente el equilibrio que ha logrado en cuanto a las cuestiones políticas surgidas. Pensamos, como él, que la Comisión de Pesca no es lugar para resolver problemas de política internacional de gran calado y complejidad. Su informe es escrupuloso con la legalidad internacional y sigue —como se ha dicho— el criterio de los informes jurídicos de las instituciones comunitarias, por lo que, de nuevo, solicitamos el rechazo a las enmiendas nuevas presentadas y, en cambio, pedimos el apoyo de todos los grupos para el informe del ponente.

Y, por último, me gustaría preguntarle al Comisario en qué etapa se encuentra la aprobación de esta propuesta por parte de la Cámara marroquí, que, como se nos dijo, se iba a reunir el 15 de abril, siendo este uno de los primeros temas de debate. Queremos saber si ya está en trámite de ser aprobado por el Parlamento de Marruecos.

 
  
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  María Isabel Salinas García, en nombre del Grupo del PSE. (ES) Señor Presidente, creo que el Acuerdo de asociación CE/Marruecos en el sector pesquero reviste una importancia transcendental en un doble sentido: por un lado, desde un punto de vista social y económico, son y han sido muchos los pescadores que han estado esperando durante seis años, con los barcos amarrados, a que hubiera una voluntad política firme que se marcara como prioridad la firma de un acuerdo de pesca con Marruecos.

Por otro lado, este Acuerdo tiene también una gran importancia política porque contribuye a la normalización de las relaciones entre la Unión Europea y el país vecino que es Marruecos.

No es un acuerdo meramente económico, dado que pretende una colaboración en la gestión sostenible de los recursos y una mejora de la cooperación. El Acuerdo responde a una nueva dinámica de asociación entre la Unión Europea y terceros países en materia de pesca.

También me gustaría resaltar que se trata del mejor acuerdo posible. Quiero decir claramente que me parece un buen acuerdo para el sector pesquero europeo, tanto por el número de licencias que permitirá como por la capacidad de pesca industrial.

Quiero recordar a los que se congratulan del Acuerdo, pero a la vez lo critican, sobre todo que hay que tener en cuenta que va a permitir retomar una actividad que ha estado detenida durante demasiado tiempo, con un número de licencias y una capacidad de pesca industrial inexistentes en estos seis años. Creo que el Acuerdo nace con voluntad de permanencia, con los mecanismos necesarios para resolver cualquier litigio que pudiera surgir y con la posibilidad de mejorar la cifra cuando los recursos lo permitan.

Este Acuerdo llegó al Parlamento hace unos meses, en procedimiento de consulta. Los pescadores, el sector y con ellos la mayoría de los ciudadanos esperaban que el Acuerdo, al que ha costado mucho tiempo, trabajo y negociación llegar, recibiera el apoyo de la Cámara y que entrase en vigor, es decir, que los pescadores pudieran comenzar a pescar lo antes posible. Por ello, por más que se empeñe el ponente, seguimos sin ver justificación alguna en el retraso, que consideramos innecesario.

Este retraso innecesario tuvo su punto culminante en la negativa a la tramitación del informe por el procedimiento de urgencia, que hubiera permitido su entrada en vigor en este mes de mayo. Toda esta demora y el consiguiente perjuicio para los pescadores ha tenido como resultado la presentación de un informe que, a mi juicio, no presenta ningún cambio relevante en el texto y cuyo retraso solo ha servido para que se abran debates que nada tienen que ver con el sector de la pesca.

Creo que es el momento de mirar al futuro. Me congratulo sin dobleces del Acuerdo, considero positiva la consecución del Acuerdo. Por ello pido que este Parlamento lo respalde, enviando así un mensaje a los pescadores y al sector en el sentido de que su Parlamento apoya sin dobleces su vuelta inmediata a la actividad y pretende que esta vez sea de una forma duradera.

 
  
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  Elspeth Attwooll, en nombre del Grupo ALDE. (EN) Señor Presidente, señor Comisario, el Grupo ALDE tiene constantes problemas con toda la gama de acuerdos de pesca con terceros países, aunque reconocemos que el nuevo modelo de colaboración es un avance respecto a la situación anterior. El acuerdo con Marruecos generará problemas particulares, dada la situación del pueblo del Sáhara Occidental.

Aunque el dictamen jurídico dominante es que el acuerdo, a simple vista, no es contrario al Derecho internacional, existe un claro riesgo de infracción de normas perentorias en su aplicación. Por ese motivo, en la fase de comisión propusimos una serie de enmiendas encaminadas a incluir salvaguardias en el reglamento. Son enmiendas que supeditan la validez del acuerdo a la condición de que se ejecute conforme al Derecho internacional, que insisten en el estricto control de su ejecución y que exigen la suspensión si hay pruebas de infracción. Tal como están incluidas en el informe, esas disposiciones comportan protecciones que, de otra forma, harían mucha falta. Estamos agradecidos al ponente por su sensibilidad por estas cuestiones y por el compromiso alcanzado, así como por el apoyo prestado a todo el conjunto de enmiendas en comisión.

Sin embargo, sé que muchos diputados habrían preferido un resultado distinto. A los que están inquietos por la mención del Sáhara Occidental en el considerando, quiero tranquilizarles advirtiendo que tan solo reconoce el hecho de la ocupación sin legitimarla de ningún modo. Entiendo asimismo los motivos de quienes hubieran querido ver totalmente excluidas del acuerdo las aguas adyacentes al Sáhara Occidental, pero debo señalar que esto tendría el paradójico efecto de privar a su población del derecho a todo beneficio económico del acuerdo, sin darle a cambio una mayor seguridad respecto a los recursos naturales.

Terminaré diciendo, no obstante, a la Comisión y al Consejo que, sea cual sea el sentido del voto individual de los diputados a este Parlamento en el día de mañana, la preocupación por el pueblo del Sáhara Occidental es común a todo el Parlamento. Ruego que lo tengan en cuenta.

 
  
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  Carl Schlyter, en nombre del Grupo Verts/ALE. (SV) El señor Varela Suanzes-Carpegna ha hecho un trabajo extremadamente meticuloso, pero esta misma tarde hemos escuchado al Presidente Morales de Bolivia hablar de 500 años de saqueo colonial. Ese período tendría que quedar relegado al pasado.

Pero ahora nos encontramos con este acuerdo de pesca ilegal, que es un ejemplo del más puro neocolonialismo. El Sáhara Occidental está ocupado, pero nadie reconoce la hegemonía ejercida por Marruecos. Solo si se aprueban los cambios orientados a excluir los territorios ocupados del acuerdo, podrán ponerse en práctica las declaraciones del Parlamento Europeo sobre derechos humanos.

Leamos el análisis jurídico de SHERPA. Ellos son expertos en acuerdos internacionales y condenan rotundamente el acuerdo de pesca. Los servicios jurídicos de las instituciones han sido utilizados para malinterpretar la Carta de las Naciones Unidas en interés de la explotación, pero el Servicio Jurídico del Parlamento reconoce que el acuerdo es legal siempre que beneficie al pueblo saharaui. En anteriores acuerdos, Marruecos no mostró el más ligero interés por la población. Este acuerdo no dice nada sobre la compensación del pueblo saharaui ni sobre ayuda especializada como compensación. Marruecos ha robado el Sáhara Occidental y cualquiera que firme acuerdos de pesca con Marruecos se convertirá en culpable de recibir mercancía robada. Es como recurrir a un ladrón para entrar en la cocina de otra persona y robar el pescado que está sobre la mesa, cosa que ningún miembro de esta Cámara haría. Todo aquel que levante la mano y pulse el botón del «sí» a favor de este acuerdo, sin excluir de él las aguas del Sáhara Occidental, se estará comportando como el que vende mercancía robada, tendiendo la mano para recibir un pago a cambio.

 
  
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  Pedro Guerreiro, en nombre del Grupo GUE/NGL. (PT) En cuanto al contenido del acuerdo de pesca entre la Comunidad Europea y el Reino de Marruecos relativo a las aguas que se encuentran bajo su soberanía efectiva, quiero destacar, en términos generales, las opiniones expresadas por representantes del sector de la pesca. Ellos creen que las condiciones de este nuevo acuerdo comportarán restricciones, más cargas y menos beneficios para los pescadores y, por tanto, serán extremadamente perjudiciales.

Pero este acuerdo plantea una cuestión más fundamental todavía, sobre todo con respecto a la legalidad internacional y los derechos legítimos del pueblo saharaui. Marruecos está ocupando ilegalmente el Sáhara Occidental. Conforme a lo establecido en las resoluciones de las Naciones Unidas, Marruecos no tiene soberanía sobre ese territorio y, consecuentemente, tampoco sobre sus recursos naturales. No tiene derecho a asumir el poder administrativo de jure o de facto del territorio, en los términos de la Carta de las Naciones Unidas. Marruecos es claramente un poder de facto que está ocupando ilegalmente el Sáhara Occidental, es decir, un colonizador ilegal.

En consecuencia, cualquier acuerdo firmado con Marruecos que, de forma ambigua o no, implique la explotación de los recursos naturales del Sáhara Occidental, constituye una clara violación del Derecho internacional. La cuestión que está en juego, como mantiene el Frente Polisario, es si los Estados miembros de la UE respetarán la legalidad internacional y contribuirán a encontrar una solución justa y duradera al conflicto, respetando el inalienable derecho de autodeterminación del pueblo saharaui o, por el contrario, alentando la injusticia, la agresión y la violación de los derechos humanos.

La inclusión en el acuerdo de cláusulas que, de forma mitigada, dicen que la ayuda económica de Comunidad Europea deberá destinarse también al desarrollo de las poblaciones costeras de Marruecos y del Sáhara Occidental que viven de la pesca, como se recogía en anteriores acuerdos, es insuficiente para salvaguardar los derechos del pueblo saharaui. Si verdaderamente se quiere asegurar que el pueblo saharaui pueda beneficiarse de la explotación de sus recursos pesqueros, deben darse las condiciones necesarias para defender sus intereses y derechos, por ejemplo, a través de la creación de un fondo de las Naciones Unidas.

Por todo ello hemos vuelto a presentar dos enmiendas que, reafirmando la legalidad internacional, excluyen expresamente las aguas del Sáhara Occidental del presente acuerdo de pesca, concediendo posibilidades de pesca solo a los pescadores comunitarios en aguas bajo la soberanía o la jurisdicción del Reino de Marruecos; es decir, aguas situadas exclusivamente al norte del paralelo 37º40'.

Por último, es importante destacar que a pesar de que el Consejo y la Comisión han expresado, por iniciativa propia, serias preocupaciones en cuanto a este acuerdo, el Frente Polisario, legítimo representante del pueblo saharaui, no ha sido consultado en todo este proceso, y eso nos parece lamentable.

 
  
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  Hélène Goudin, en nombre del Grupo IND/DEM. (SV) Ya hemos advertido en anteriores ocasiones lo peligrosos que son los acuerdos de pesca de la UE, tanto para los pueblos de los países pobres del mundo como para los contribuyentes de la UE. Los únicos beneficiados son las empresas pesqueras de, sobre todo, los países del Mediterráneo, donde esos acuerdos sirven para que las empresas reciban importantes subvenciones.

Pero esta vez la situación es mucho más grave, porque la UE pretende firmar un acuerdo con un poder colonial de la peor calaña. Si lo firma, la UE estará reconociendo indirectamente la brutal ocupación del Sáhara Occidental, que incumple la legalidad internacional. Es intolerable que las viejas potencias coloniales europeas sigan hoy tratando de aplicar la misma política que antes, y de una forma igual de destructiva, aunque más sutil.

Los acuerdos de pesca son muy cuestionables. Impiden a los países pobres desarrollar sus propios sectores de la pesca y son, en parte, responsables del agotamiento de las poblaciones de peces en los océanos. Además, cuestan mucho dinero a los contribuyentes de la UE. Por eso, les pido que voten en contra de cualquier acuerdo de pesca que exija decisiones del Parlamento Europeo y, sobre todo, en contra del que hoy nos ocupa.

 
  
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  Jean-Claude Martinez (NI).(FR) Señor Presidente, acojo con agrado este acuerdo, que es razonable por dos razones.

En primer lugar, es razonable en lo que respecta a los recursos pesqueros de las provincias marroquíes del Sáhara Occidental. No es la opinión del Servicio jurídico del Parlamento la que cuenta, sino la del Tribunal Internacional de Justicia. Durante siglos, Marruecos ha ejercido cierta forma de soberanía sobre ese territorio. Si Argelia quiere una salida al Atlántico, es su problema, pero ello no es razón suficiente para inventar leyes.

También es razonable porque está bien conservar los beneficios de estos acuerdos y revertirlos en las provincias saharianas de Marruecos y en la población. No obstante, haré una sola reserva: se trata de las 60 000 toneladas anuales de pesca industrial concedidas a los grandes cerqueros de Europa del Norte, que no tienen derechos históricos, sobre todo en comparación con los derechos históricos de Marruecos, que con todo ha autorizado la presencia en sus aguas de 244 buques, que han desaparecido al final del acuerdo.

Desde que se ha rescindido el acuerdo con Angola, debemos alegrarnos por haber alcanzado este acuerdo razonable y equilibrado con Marruecos. No busquemos pelea con los marroquíes.

 
  
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  Margie Sudre (PPE-DE). – (FR) Señor Presidente, señor Comisario, Señorías, quisiera felicitar al ponente por el excelente trabajo que ha realizado para conciliar los intereses de todos y llegar al mejor compromiso posible.

Dado el estatuto jurídico internacional del Sáhara Occidental, ninguna entidad, ni siquiera el Parlamento Europeo, puede intervenir en esta controversia, conforme al Derecho internacional y tal como nos ha confirmado el Servicio jurídico del Parlamento Europeo. Por ello, celebro comprobar que el acuerdo no ha sido objeto de una disputa política, lo que no le impide preservar los derechos del pueblo marroquí y del pueblo saharaui, así como los de los pescadores y la industria pesquera en Europa.

Por otro lado, corresponde a la Unión Europea asegurarse de que las ventajas del acuerdo beneficien a todos, incluido el Sáhara Occidental. Este es precisamente el objeto de las enmiendas presentadas al Pleno por la Comisión de Pesca. La conformidad con el Derecho internacional durante la aplicación del acuerdo vuelve a estar en primer plano. La ayuda financiera deberá utilizarse para favorecer el desarrollo de las poblaciones costeras que subsisten gracias a la pesca, y ello con el fin de permitir la creación de pequeñas y medianas empresas en este sector, tanto en Marruecos como en el Sáhara Occidental.

Por último, la Comisión deberá presentar un informe anual para evaluar si el acuerdo se aplica correctamente y, de no ser así, la Comisión podrá suspenderlo, tal como se ha previsto. Estoy convencida de que estas enmiendas constituyen la garantía de un acuerdo coherente y justo. Espero que el Parlamento Europeo las apruebe, a su vez, por una amplia mayoría.

 
  
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  Henrik Dam Kristensen, (PSE). – (DA) Señor Presidente, como el Sáhara Occidental no es un estado soberano, su pueblo debe regirse por el Derecho internacional. Según el Derecho internacional, ese grupo de población tiene derecho a la autodeterminación a través de sus representantes reconocidos. Eso significa que para firmar un acuerdo, se tiene que implicar al pueblo del Sáhara Occidental y tener en cuenta sus intereses económicos. El Servicio Jurídico del Parlamento Europeo han considerado que este acuerdo no contraviene el Derecho internacional siempre y cuando las autoridades marroquíes proporcionen al pueblo saharaui una compensación económica por los recursos explotados en sus aguas. Ahora bien, el acuerdo no dice en ningún momento qué tipo de compensación se proporcionará. De hecho, el pueblo saharaui no se menciona ni una vez, como tampoco se ha visto implicado en el proceso de celebración de acuerdos.

No creo que el trabajo de la Comisión de Pesca consista en resolver conflictos entre Marruecos y el Sáhara Occidental, pero sí creo que es importante que se respete el Derecho internacional y que el pueblo saharaui no salga perdiendo con este acuerdo. Por eso me parece tan importante que votemos a favor de las enmiendas que excluyen el territorio perteneciente al Sáhara Occidental. Si se aprueban dichas enmiendas, creo que podríamos acabar teniendo un buen acuerdo. De lo contrario, tendremos un mal acuerdo.

 
  
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  Cecilia Malmström (ALDE). – (SV) Hay mucho que decir sobre la política de pesca de la UE. No hay duda de que muchas de las políticas afectan a los acuerdos de pesca reales. Este acuerdo en particular va asociado a grandes dosis de política, y existen multitud de incertidumbres en lo que se refiere al Sáhara Occidental.

Marruecos ocupa el Sáhara Occidental desde 1975 y la comunidad mundial todavía no ha conseguido resolver el problema. Marruecos se ha negado a aceptar el plan de las Naciones Unidas para la celebración de un referendo y lamentablemente se ha negado a contribuir a cualquier tipo de diálogo o negociación.

Me preocupa mucho que, si votamos a favor de este informe, estemos dando a Marruecos oportunidades para explotar recursos pesqueros que pertenecen expresamente al Sáhara Occidental y a su pueblo. Los análisis jurídicos son contradictorios y, como señalan muchos de ellos, la posición según el Derecho internacional no está clara debido a que están desapareciendo los límites de las aguas territoriales de Marruecos. El resultado podría ser que Marruecos distribuyera licencias de pesca pertenecientes al Sáhara Occidental, algo que contravendría tanto la Carta de las Naciones Unidas como el Derecho internacional. Marruecos ya lo ha hecho antes, sin que el dinero obtenido beneficie al pueblo saharaui. Por tanto, apoyaré las enmiendas que limitan el acuerdo a lo que es compatible con el Derecho internacional. Me parece importante que la UE no reconozca la política de ocupación. En su lugar, debemos demostrar nuestro deseo de encontrar una solución a este conflicto que afecta a la última colonia de África. Si las enmiendas no salen adelante, yo, y espero que muchos otros, votaremos en contra de este acuerdo. No podemos decir que el acuerdo trata solo de pesca y de las condiciones de los pescadores. Es, sobre todo, un acuerdo político y eso es algo de lo que debemos ser conscientes. Tenemos la gran responsabilidad de decir claramente cuál es nuestra posición; y eso es algo que podemos hacer votando en contra de este acuerdo.

 
  
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  Ian Hudghton (Verts/ALE). (EN) Señor Presidente, a lo largo los años que llevo aquí me he ido haciendo cada vez más escéptico sobre el valor de los acuerdos pesqueros en general: a menudo benefician a unos pocos Estados miembros mientras la factura la pagan todos nuestros contribuyentes. No tengo ninguna confianza en que la Unión Europea pueda controlar adecuadamente la actividad pesquera en esos acuerdos ni garantizar que nuestro dinero acabe donde ha de acabar.

Sin embargo, este acuerdo tiene una dimensión añadida: el derecho absoluto de los pueblos a su autodeterminación; en este caso, el derecho del pueblo saharaui a controlar sus propios recursos. No deberíamos firmar ningún acuerdo con Marruecos que deje la menor duda de si el Gobierno marroquí puede o no incluir las aguas del Sáhara Occidental.

Si se aprueban las enmiendas 14 a 18, que restringen el acuerdo a las aguas marroquíes y que mi Grupo y yo hemos suscrito, me plantearé la posibilidad de apoyar este informe. En caso contrario, tendré que rechazarlo.

 
  
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  Vittorio Agnoletto (GUE/NGL).(IT) Señor Presidente, Señorías, mi Grupo no puede votar a favor del Acuerdo con Marruecos porque su entrada en vigor representaría una violación del Derecho internacional. La pretensión de definir como aguas marroquíes de modo que incluyan las que en realidad pertenecen al Sáhara Occidental es pisotear los derechos del pueblo saharaui, claramente definidos por las Naciones Unidas, en particular su derecho a la autodeterminación, que ya figura en la declaración.

Todos sabemos que desde hace muchos años el Gobierno marroquí obstaculiza de todas las formas posibles la organización del referendo sobre la independencia del Sáhara Occidental. En vez de presionar a Rabat para que tome la vía de una solución diplomática, con la firma del Acuerdo que debatimos hoy la Unión corre peligro de transmitir una señal equivocada que legitime una forma de ocupación que ha siudo denunciada durante años.

En uno de los últimos periodos parciales de sesiones votamos una resolución en la que se pedía el respeto de la soberanía saharaui sobre los recursos del país. Considero que hay que reafirmar esta aspecto haciendo lo que mi Grupo ha intentado hacer y denunciando el Acuerdo en aquellas partes en que Marruecos se apodera de las aguas territoriales saharauis.

Por último, creo que este Acuerdo demuestra la necesidad de incluir la cláusula democrática en todos los acuerdos pesqueros de la Unión con terceros países. En febrero, el Parlamento aprobó por unanimidad mi informe sobre este tema. No es aceptable que, como en este caso, la Unión y Marruecos hagan negocios a expensas del pueblo saharaui. El respeto del Derecho internacional, y por tanto de la soberanía del Sáhara Occidental, debe ser una condición para seguir desarrollando las relaciones entre la UE y Marruecos.

 
  
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  Rosa Miguélez Ramos (PSE). – (ES) Señor Presidente, creo que la de hoy es una fecha importante, porque, con la firma del Acuerdo de asociación en el sector pesquero entre la Comunidad Europea y el Reino de Marruecos y de un protocolo para los próximos años, se reinician unas relaciones, las pesqueras, que quedaron en suspenso tras la denuncia del anterior, en 1999.

Recuerdo perfectamente, señor Comisario, el difícil trago que pasamos cuando se rompió el anterior Acuerdo y cómo muchos pescadores, en su mayoría españoles -y de estos, la mayor parte gallegos, canarios y andaluces-, se vieron obligados a una difícil reconversión.

Aquel momento no es que fuera agridulce, señor Comisario, es que fue un momento manifiestamente amargo -y muy amargo-.

En este sentido, a la consecución de este Acuerdo, por lo que le felicito calurosamente a usted, señor Comisario, y a todo su equipo -y, además, le agradezco muy especialmente que esté hoy aquí con nosotros-, ha contribuido, y no poco, el inicio de una nueva etapa de colaboración y de diálogo entre la Comisión y el Reino de Marruecos.

Y quiero resaltar, porque creo que merece ser resaltado, que, a diferencia de lo que ocurrió hace seis años, el Gobierno español acompañó, con su esfuerzo, el proceso negociador de la Comisión, que ha culminado con éxito.

Quiero recordar que este Acuerdo, que pertenece a una nueva generación de acuerdos, contribuirá de forma muy positiva a valorizar el sector pesquero en nuestro vecino del Sur. Y, en este sentido, señor Comisario, lo felicito, porque vamos a contribuir a generar empleo estable y vamos a ayudar a combatir la inmigración ilegal.

 
  
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  Raül Romeva i Rueda (Verts/ALE). – (ES) Señor Presidente, entendemos que es legítimo, incluso necesario -como se ha dicho-, normalizar las relaciones entre Marruecos y la Unión Europea en el tema de la pesca, pero ello no debería hacerse a costa de legitimar una ocupación ilegal del Sáhara Occidental por parte de Marruecos.

Las Naciones Unidas no consideran a Marruecos como administrador del Sáhara, por lo que no puede negociar sobre las aguas saharauis, y la Unión Europea, aceptando de facto que se incluyan dichas aguas, está contribuyendo, lamentablemente, a que continúe la situación de expolio que tantas veces hemos denunciado en esta Cámara.

Tal y como establece la Convención sobre el Derecho del Mar, los beneficios de la explotación de un territorio con un estatuto aún por definir, según las Naciones Unidas, deben favorecer a la población del territorio afectado. Sin embargo, la actitud hostil y nada cooperativa de las autoridades marroquíes en relación con el contencioso del Sáhara Occidental las hacen muy poco fiables en este sentido.

Por ello, consideramos que el Acuerdo de asociación en el sector pesquero entre la Comunidad Europea y el Reino de Marruecos debe excluir explícitamente las aguas saharauis o, en caso contrario, nuestro Grupo se verá obligado a votar en contra del informe y, por tanto, del Acuerdo.

 
  
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  Jonas Sjöstedt (GUE/NGL). – (SV) Este acuerdo de pesca a través del cual la UE se convierte en cómplice de delitos según el Derecho internacional, es lamentable.

El acuerdo incluye las aguas pesqueras del Sáhara Occidental, cuando Marruecos está ocupando y oprimiendo al Sáhara Occidental y no tiene ningún derecho sobre los recursos naturales del país. El legítimo representante del Sáhara Occidental, el movimiento por la liberación Frente Polisario, se opone firmemente a este acuerdo. La Convención de Ginebra prohíbe que una fuerza ocupante explote los recursos naturales de territorios ocupados en beneficio propio, pero eso es precisamente lo que implica el presente acuerdo. Significa que la UE se beneficiaría también y legitimaría la ocupación ilegal del Sáhara Occidental por Marruecos, convirtiéndose así en cómplice activo de delitos según el Derecho internacional.

Señor Comisario, el acuerdo que ha negociado usted con Marruecos es lamentable.

 
  
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  Dorette Corbey (PSE). – (NL) Señor Presidente, los acuerdos de pesca deben utilizarse para promover la pesca sostenible, pero lamentablemente no siempre ocurre eso. En el acuerdo también, se pueden cuestionar los 22 arrastreros permitidos. Pero este acuerdo es más restrictivo que su predecesor, aplicado hasta 1999, y excluye algunas especies de peces vulnerables, como el pulpo y los crustáceos. Se presta una especial atención a la pesca a pequeña escala, que es importante. El acuerdo con Marruecos contribuirá a una gestión sostenible de las poblaciones de peces mermadas y se basará en el principio de la productividad máxima sostenible.

Eso está muy bien, desde luego, pero lamentablemente el Parlamento Europeo no puede poner nada de eso a prueba en un momento en el que estamos opinando sobre el nuevo acuerdo con Marruecos, porque no tenemos acceso a la evaluación previa de la Comisión. Apoyo las enmiendas del ponente en las que pide más información sobre las poblaciones de peces, así como sobre la forma en que el acuerdo beneficia a las partes implicadas. Al mismo tiempo, quiero insistir en que el Parlamento tenga acceso puntualmente a esas evaluaciones o evaluaciones de impacto, para que todos estemos bien informados antes de dar nuestra opinión.

También está, como no, la cuestión del Sáhara Occidental, sobre la cual el informe es incompleto. El acuerdo no se restringe a aguas de la costa de Marruecos, sino que se aplica también a aguas pertenecientes al Sáhara Occidental. Aunque una comisión conjunta tiene que garantizar que el pueblo saharaui se beneficie de este acuerdo, es muy cuestionable que eso vaya a ocurrir. En cualquier caso, eso queda poco claro en el informe. Debemos decir con claridad que este acuerdo debe limitarse exclusivamente a aguas del litoral marroquí. Se han presentado algunas enmiendas que van en esa dirección y que espero que reciban su apoyo.

 
  
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  Manuel Medina Ortega (PSE). – (ES) Señor Presidente, quiero agradecer a la Comisión y al Comisario el trabajo que han realizado, permitiendo que se alcanzara este Acuerdo con Marruecos.

Quiero manifestar mi conformidad absoluta con los puntos expresados por el Comisario sobre el rechazo de las enmiendas infundadas que se quieren introducir, porque no tiene ninguna base en el Derecho internacional la pretensión de subordinar este Acuerdo a condiciones políticas de otro tipo.

Al hacerlo, quiero expresar el agradecimiento de una parte de la población a la que represento y en la que vivo; me refiero a la población de las islas Canarias, que es también población vecina de estas aguas, que ha pescado siempre en estas aguas y no, como han dicho algunos, con medios colonialistas. Mi bisabuelo firmó un acuerdo con la población de la costa para pescar en ella, basándose en el principio del interés mutuo. Veníamos pescando en esas aguas, volveremos a seguir pescando y quiero agradecer a la Comisión el esfuerzo que ha realizado.

Espero que este Parlamento apruebe por una gran mayoría este Acuerdo, muy justo y muy correcto desde el punto de vista del Derecho internacional.

 
  
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  Paulo Casaca (PSE). (PT) Señor Comisario, señor Morillon, estamos ante un debate muy interesante e importante porque, por un lado, tenemos los intereses y los derechos legítimos de los pescadores y de Marruecos, pero también es cierto que no podemos permitir que este acuerdo legitime la ocupación del Sáhara Occidental, que no está reconocida por el Derecho internacional. Esa cuestión es absolutamente fundamental y por eso no puedo apoyar una propuesta que simplemente ignora el problema, un problema de la máxima importancia para la comunidad internacional. No obstante, entiendo a los que han adoptado una posición diferente en este debate.

 
  
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  Joe Borg, miembro de la Comisión. (EN) Señor Presidente, antes que nada quisiera agradecer al señor Varela Suanzes-Carpegna sus comentarios iniciales. Comprendo perfectamente las cuestiones planteadas con respecto al control y no tengo ningún problema en mantener informada a la Comisión de Pesca sobre el modo en que se aplica realmente el acuerdo. Comparto también que es necesario mantener informado al Parlamento sobre los diversos aspectos de la aplicación del protocolo. Quisiera destacar que la Comisión ya cumple las exigencias de transmisión de información, de acuerdo con los acuerdos institucionales vigentes. También existen continuos debates con el presidente y los miembros de la Comisión de Pesca a fin de intentar mejorar el diálogo y el actual intercambio de información, sobre todo con respecto a la conclusión y posterior seguimiento de los acuerdos de pesca.

En cuanto a las cuestiones planteadas por la señora Fraga Estévez, sobre todo en lo relativo a los cefalópodos y crustáceos, quiero subrayar que el artículo 4 del protocolo prevé la revisión de las posibilidades de pesca contempladas en el acuerdo si los informes científicos reflejan una mejora en la situación de determinadas poblaciones. Basándonos en las conclusiones de las reuniones anuales del Comité Científico, ambas partes acordar la modificación de las actuales posibilidades de pesca siempre que se asegure una gestión sostenible de los recursos.

Las posibilidades de pesca establecidas en el acuerdo reflejan todo el espectro de especies disponibles, tal como recomienda el informe científico, así como la capacidad de la flota nacional marroquí. La Comisión no pretende reabrir el debate sobre este tema, salvo dentro de los parámetros del artículo 4. Asimismo, con respecto al tema relativo a las modalidades, las que se han aludido son sin duda importantes, pero quiero recordar que estas son cuestiones técnicas que, por su propia naturaleza, no se definen en el acuerdo.

Ciertas modalidades técnicas como la pesca con luz, el número de anzuelos para palangreros y el asunto de los desembarques para la pesca pelágica industrial serán objeto de ajustes durante la primera reunión del Comité Conjunto que se celebrará tras la entrada en vigor del acuerdo, y no hay problema alguno por nuestra parte en mantener totalmente informados al Parlamento y al sector. La información sobre los cambios técnicos podría facilitarse durante nuestras sesiones periódicas a puerta cerrada. La primera de ellas está prevista para el 21 de junio y, si para entonces ya ha habido contacto con los marroquíes, informaremos del resultado de esos contactos a la Comisión de Pesca.

La señora Fraga Estévez me ha preguntado hasta dónde ha llegado Marruecos en el proceso de aprobación del acuerdo. Según la información de que disponemos, todo marcha sin contratiempos. No tenemos noticia de ninguna dificultad particular por parte de Marruecos. Por lo tanto, el acuerdo debería ser aprobado por el Parlamento marroquí inmediatamente después de nosotros, a lo largo del mes de junio.

Quisiera dar las gracias a todos los que han expresado su apoyo al acuerdo alcanzado. Con respecto a la cuestión planteada por la señora Corbey sobre la evaluación ex ante, quiero aclarar que esta se remitió en septiembre al presidente de la Comisión de Pesca y se distribuyó entre todos los miembros de la misma.

En cuanto las cuestiones planteadas por la señora Attwooll y algunos otros, repito que, en cuanto al Sáhara Occidental, el texto del acuerdo ha sido redactado con sumo cuidado. Reitero que ni define ni prejuzga el estatuto jurídico de las aguas afectadas. Una vez más, respecto a lo que han dicho el señor Schlyter, el señor Hudghton y el señor Guerreiro, entre otros, acerca de si Marruecos puede formalizar acuerdos que afecten a la explotación de los recursos naturales del Sáhara Occidental, los asesores jurídicos de las Naciones Unidas han dado una respuesta muy clara: aunque las Naciones Unidas nunca ha reconocido a Marruecos como potencia administradora con arreglo al artículo 73 de la Carta de las Naciones Unidas y Marruecos no está incluido como potencia administradora del territorio en la lista de las Naciones Unidas de territorios no autónomos (este es el punto 7 del dictamen del asesor jurídico de la ONU), sí es posible firmar acuerdos con el Reino de Marruecos relativos a la explotación de los recursos naturales del Sáhara Occidental.

La interpretación del asesor jurídico de las Naciones Unidas reconoce la competencia de Marruecos para firmar tales acuerdos, lo que implica que Marruecos es, de hecho, una potencia administradora del territorio del Sáhara Occidental. En consecuencia, el mandato del Consejo a la Comisión fue de negociar con el Reino de Marruecos.

En el marco de esos acuerdos, el Derecho internacional pretende asegurar el derecho de los pueblos y las naciones a utilizar y disponer de los recursos naturales de sus territorios. A ese respecto, los acuerdos se consideran compatibles con las obligaciones como potencia administradora que prevé la Carta y conformes con la resolución de la Asamblea General y con el principio de soberanía permanente sobre los recursos naturales que aquélla consagra, siempre que la explotación de los recursos de los territorios no autónomos se gestione en beneficio de sus habitantes, en su nombre o previa consulta a sus representantes. En ese sentido, Marruecos está obligado a tomar todas las medidas conducentes a asegurar la plena aplicación del Acuerdo de Cooperación Pesquera entre la CE y Marruecos y con arreglo a las obligaciones derivadas del Derecho internacional.

En respuesta a la preocupación expresada por la señora Sudre y el señor Kristensen, diré que el acuerdo mismo ya supone ciertos beneficios para la población local. En concreto, con respecto a la pesca pelágica industrial, que se centra en la población C, el acuerdo prevé la obligación de desembarcar el 25 % de las capturas. El propósito principal de esta disposición es contribuir al suministro de pescado pelágico para la industria transformadora, que en los últimos años ha padecido la parquedad e irregularidad del suministro de materias primas. Por ese motivo se han previsto incentivos económicos adicionales para animar a los barcos a desembarcar una proporción mayor de sus capturas, por encima del 25 % obligatorio, en los puertos locales del sur.

Además de la mencionada obligación de desembarque, el acuerdo también contiene normas acerca de los servicios y las actividades de infraestructura en los puertos locales del sur. Con ello se favorece la obtención de ingresos adicionales para esos puertos y se contribuye a su desarrollo. El acuerdo garantiza también un mayor apoyo al desarrollo de las zonas litorales gracias a las siguientes medidas financieras: se establece un importe mínimo de 4,75 millones de euros anuales para la modernización y puesta al día de la flota litoral; se especifica que parte de la contribución financiera debe emplearse, entre otros fines, para la reestructuración de la pesca artesanal, la formación y el apoyo a las organizaciones profesionales. La pesca pelágica industrial está obligada a desembarcar en los puertos locales el 25 % de las capturas, condición introducida en el acuerdo para favorecer el desarrollo de la industria pesquera local, que padece unos suministros irregulares e insuficientes de materia prima.

 
  
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  El Presidente. Doy las gracias al señor Comisario, a todos los oradores y al presidente de la comisión parlamentaria por su presencia a lo largo de estos debates.

El debate queda cerrado.

La votación tendrá lugar mañana a las 11.30 horas.

 
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