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Acta literal de los debates
Miércoles 5 de julio de 2006 - Estrasburgo Edición DO

2. Presentación del programa de la Presidencia finlandesa (debate)
Acta
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  El Presidente. De conformidad con el orden del día, vamos a proceder a la Declaración del Consejo sobre la presentación del programa de la Presidencia finlandesa.

Damos la bienvenida al Primer Ministro de Finlandia y a su Secretaria de Estado para Asuntos Europeos, así como al Presidente de la Comisión.

Tiene en primer lugar la palabra, en nombre del Consejo, el señor Vanhanen.

 
  
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  Matti Vanhanen, Presidente en ejercicio del Consejo. (FI) Señor Presidente, señor Presidente y señora Vicepresidenta de la Comisión, Señorías, distinguidos invitados, les agradezco sinceramente esta oportunidad de debatir con el Parlamento Europeo las prioridades y los principales objetivos de la Presidencia finlandesa. Constituye una dura tarea asumir las responsabilidades de la Presidencia en la Unión Europea, pero al mismo tiempo supone un enorme honor y privilegio, y Finlandia asume de buen grado el desafío.

Como país que ostenta la Presidencia, nuestra colaboración con el Parlamento Europeo ha arrancado con buen pie. Deseo dar las gracias al Presidente y a todos los diputados al Parlamento Europeo que han asistido a la reunión entre el Gobierno finlandés y el Parlamento en Helsinki. Además, varias comisiones parlamentarias y Grupos políticos han visitado Finlandia y han participado en debates productivos acerca de las metas de nuestra Presidencia.

Desde el día de su adhesión a la UE, Finlandia ha apoyado cualquier esfuerzo por hacer más eficaz la labor de las instituciones de la Unión y mejorar la estrecha cooperación que existe entre ellas. Como país que ostenta la Presidencia, vamos a trabajar en estrecha y eficaz colaboración con el Parlamento Europeo. Con ello no solo me refiero a la función del Parlamento en el procedimiento de codecisión como legislador en pie de igualdad con el Consejo, sino también dentro de un contexto más amplio, promoviendo los objetivos clave de la Unión.

El Parlamento nacional de Finlandia, el Eduskunta, está celebrando un aniversario especial. Este año se cumplen 100 años desde la fundación del Parlamento unicameral y el establecimiento del sufragio universal. Todo el mundo, hombres y mujeres, obtuvo al mismo tiempo del derecho a votar y el derecho a presentarse a las elecciones. Nos sentimos orgullosos de este hito en la historia de nuestra democracia.

En Finlandia, el Parlamento participa en gran medida en la gestión de los asuntos de la UE y cuenta con un alto grado de influencia. Tal vez haya sido esta experiencia nuestra en la provechosa colaboración con nuestro Parlamento lo que a su vez haga tan natural para nosotros, los finlandeses, entablar una estrecha cooperación también con el Parlamento Europeo. No existe solapamiento de la labor del Parlamento Europeo con la de los Parlamentos nacionales: cada uno tienen su propia función en los asuntos de la Unión. No obstante, básicamente tienen la misma misión fundamental: fortalecer la democracia en la Unión.

Durante su Presidencia, Finlandia se esforzará por convencer a la Unión para que mire hacia el exterior y hacia adelante. Hemos de reflexionar acerca del tipo de Unión que queremos tener dentro de 10 o 20 años y la forma en que pretendemos conseguirlo. Como europeos, tenemos que identificar las fuerzas históricas de cambio en nuestra época y responder a ellas y asumirlas. Se trata de un desafío importante para la UE hacer frente a la realidad de la globalización.

El mundo que rodea a la Unión está cambiando y, si no estamos atentos, iremos quedándonos cada vez más atrás. Eso sería desastroso, principalmente para el futuro de nuestros hijos y de las generaciones venideras. En beneficio de ellos, Europa tiene que dejar de mirar hacia sí misma y analizar su posición dentro del contexto global a largo plazo. El mundo a nuestro alrededor no va a esperar. Nuestro futuro exige que emprendamos acciones concretas, aun cuando sus efectos solo resulten visibles más adelante.

En los últimos años, la participación en la toma de decisiones en la Unión ha dejado bastante que desear y el público se muestra más crítico a ese respecto que antes. De todas formas, rechazo el diagnóstico pesimista de crisis en la Unión; al contrario, creo que los problemas que tenemos ahora pueden ser superados. El acuerdo alcanzado acerca del marco financiero y los avances en cuanto a la Directiva sobre servicios son ejemplos de la capacidad de la Unión para adoptar decisiones importantes cuando existe la voluntad política para ello. Creo que la hay en todas las instituciones de la Unión.

La Unión Europea es una comunidad de valores, que existe en beneficio de la gente. Esa es la razón por la que su legitimidad decreciente y sus menguadas justificación y credibilidad a los ojos de la gente merecen ser tomadas en serio.

Esta percepción del descrédito que está sufriendo la legitimidad de la Unión se debe, en parte, al hecho de que la gente no sabe lo que la Unión hace en su favor. Muchos temas que tienen un impacto real sobre la vida de las personas, como el derecho a residir, trabajar y estudiar en cualquier lugar de la UE, se dan por descontados. La gente olvida que son posibles precisamente gracias a la Unión.

Pero la ausencia de información no lo explica todo: la Unión también tiene que ser capaz de mejorar la forma en que hace las cosas. Tiene que ofrecer unos resultados, cuyos efectos puedan apreciar los ciudadanos en su vida personal.

El planteamiento básico de la Unión, a saber paz y estabilidad en Europa, sigue siendo válido. He tenido ocasión de recordarlo durante mi viaje a Croacia hace algunas semanas: quieren entrar a formar parte de la Unión para que ni ellos ni sus hijos tengan que volver a ser testigos de otra guerra.

Sin embargo, otras muchas personas que han vivido toda su existencia en paz tienden a dar por supuesta la paz y la estabilidad. En consecuencia, eso ya no parece ser suficiente para proporcionar legitimidad a la Unión. Tal como han manifestado frecuentemente muchos de ustedes, la Unión tiene que ser capaz de demostrar las ventajas que ofrece a sus ciudadanos de otras muchas maneras y de forma más tangible.

La mejor forma de demostrar la necesidad de la Unión consiste en abordar eficazmente sus tareas básicas, sobre todo su función legislativa. Eso podemos y debemos hacerlo de inmediato sobre la base de los Tratados existentes. Europa no puede estar esperando a nuevas normas sobre la toma de decisiones: tiene que empezar a mejorar su forma de funcionar sin más dilación. La Unión tiene que demostrar que puede alcanzar resultados que afecten a las vidas humanas y dejar de pelearse sobre asuntos institucionales.

Una mayor efectividad vendrá a significar que los dirigentes y personas con capacidad de toma de decisiones en Europa tendrán que tomar decisiones valientes. No podemos limitarnos a pensar en el aquí y ahora, o en las próximas elecciones; tenemos que recapacitar acerca de los intereses de las generaciones futuras. Por eso es también necesario tomar decisiones que tal vez resulten dolorosas en el presente, pero que contribuirán a configurar el futuro. Tiene que existir asimismo la voluntad para llegar a compromisos sobre puntos de vista nacionales y contemplar Europa como un todo.

La Unión se tiene que centrar en lo esencial y trabajar de manera eficaz por conseguirlo. Eso significa el tipo de acción que comporta un valor añadido, frente a lo que los Estados miembros pueden hacer por sí solos. Este valor añadido puede conseguirse en los ámbitos del bienestar, la seguridad y la libertad.

Si queremos alcanzar esas metas tenemos que comenzar con un enfoque correcto. La transparencia es esencial: nuestros ciudadanos tienen que saber cómo se toman las decisiones que les afectan. El creciente debate político en Europa redunda en beneficio de todos. Ustedes también tienen un papel decisivo que desempeñar en esto.

Me complace que en el Consejo Europeo hayamos decidido aumentar la transparencia de nuestras reuniones. Finlandia, como país que ocupa la Presidencia, va a aplicar exhaustivamente los principios adoptados por el Consejo Europeo para incrementar la transparencia de la labor del Consejo.

Finlandia va a procurar contribuir al tema de la transparencia también de otras formas, en todos sus trabajos y actividades. Vamos a esforzarnos por garantizar que toda la información esencial esté disponible en nuestro sitio Web de la Presidencia de la UE lo antes posible. A veces, las soluciones prácticas como esta contribuyen en mayor medida a facilitar el auténtico acceso a la información que las meras declaraciones políticas.

Durante su Presidencia, Finlandia va a enfocar sus recursos hacia una mejor reglamentación, es decir, a la calidad de la legislación, así como a la atención a los principios de subsidiariedad y proporcionalidad. No se trata simplemente de hacer una poda de la legislación. En la Unión Europea necesitamos legislación nueva, pero hemos de mantener actualizada la existente. De esa forma, la Unión puede influir y reaccionar de manera dinámica ante los cambios que se producen en el mundo que le rodea. A este respecto, apoyamos la labor de la Comisión.

La Presidencia va a invertir tiempo y esfuerzos para garantizar que la toma de decisiones tenga meticulosamente en cuenta los efectos económicos, sociales y medioambientales de las propuestas legislativas. Nuestro objetivo también consistirá en agilizar la ejecución de las propuestas de la Comisión destinadas a simplificar y actualizar la legislación.

El trabajo del Consejo estará basado en el programa anual de trabajo para 2006, que elaboramos conjuntamente con Austria. La cooperación entre las sucesivas Presidencias es muy importante de cara a la continuidad. Con Austria ha funcionado bien y nos proponemos continuar cooperando dentro del mismo espíritu positivo con Alemania, que viene detrás de nosotros.

La Presidencia finlandesa se compromete a repasar la agenda de la Unión y trabajar en todos sus temas de manera eficaz, eficiente e imparcial. Voy a mencionar aquí brevemente los temas que la Presidencia finlandesa se propone abordar en concreto, pero eso no significa que no vayamos a ocuparnos de otros asuntos con la misma diligencia. Es necesario realizar progresos en todos los sectores.

Finlandia desea fomentar el debate sobre el futuro de la Unión. Ligados a este debate están los temas tan candentes del futuro del Tratado Constitucional de la Unión y la ampliación de la UE.

Me complace que el Consejo Europeo decidiera en junio que, por lo que respecta al Tratado Constitucional, era hora de pasar de la mera reflexión a una fase de mayor actividad. Este enfoque doble es el adecuado: vamos a mejorar la forma de funcionar de la Unión conforme a los Tratados, mientras que al mismo tiempo comenzaremos a sopesar el futuro del Tratado Constitucional. Durante su Presidencia, Finlandia va a emprender consultas en relación con el futuro del Tratado Constitucional. Estas consultas con los Estados miembros y las instituciones de la UE constituirán la base de un informe que se elaborará durante el primer semestre de 2007, cuando Alemania ejerza la Presidencia.

Estoy convencido de que el Tratado negociado con los Estados miembros resulta esencial para la ampliación de la Unión. En Finlandia, el Gobierno ha presentado a principios de junio al Parlamento finlandés una propuesta sobre la ratificación del Tratado y el Parlamento va a estudiar el asunto durante su período de sesiones de otoño. De esta forma, Finlandia podrá adoptar una postura sobre el Tratado negociado.

La ampliación de la Unión constituye uno de los temas centrales para la Presidencia finlandesa. Tengo el convencimiento personal de que la ampliación de la Unión ha sido un rosario de éxitos. La ampliación no es solamente una herramienta esencial para reforzar la estabilidad y la democracia, sino que es una de las respuestas estratégicas de Europa a los retos de la globalización. Estudios recientes ponen de manifiesto que la última ronda de la ampliación ha sido claramente provechosa, tanto para los nuevos como para los antiguos Estados miembros.

El Consejo Europeo celebró en junio un importante debate sobre la capacidad de absorción de la Unión. Me complace enormemente que no se estableciera como nuevo criterio para la adhesión. No deberían fijarse nuevos criterios de adhesión para los países candidatos, pero al mismo tiempo deben cumplirse incondicionalmente los ya existentes. La idea básica es que la Unión debe seguir siendo una Comunidad abierta. Los Estados europeos que cumplan los criterios de adhesión deben poder entrar a formar parte de ella.

Durante nuestra Presidencia se tomará una decisión sobre la fecha de ingreso de Rumanía y Bulgaria. También se impulsarán las negociaciones de adhesión con Turquía y Croacia en función del progreso que hayan realizado y los informes de la Comisión.

La Presidencia finlandesa también va a apoyar la perspectiva europea de los Balcanes Occidentales. El presente año va a ser crucial, en múltiples aspectos, para el futuro de los Balcanes Occidentales. Es probable que el proceso relativo al estatuto de Kosovo llegue a una fase decisiva en otoño. La Presidencia espera que las partes alcancen resultados concretos en las arduas negociaciones iniciadas bajo la dirección de Martti Ahtisaari para finales de año.

Un ámbito vital para la Presidencia finlandesa va a ser la competitividad de la Unión y sus Estados miembros, así como su éxito dentro de la competencia global. Nos esforzaremos por estudiarla ampliamente durante nuestra Presidencia en las distintas formaciones del Consejo.

Una cuestión fundamental es dónde va a encontrar Europa los cimientos para el crecimiento económico. La respuesta de Finlandia es que los encontrará en ámbitos como la innovación, las soluciones energéticas, la calidad del trabajo y la productividad, la apertura al comercio mundial, la inmigración y un sistema competente de seguridad social.

Son los Estados miembros quienes tienen la responsabilidad principal de la competitividad. A ellos les corresponde la tarea. La Unión tiene que desempeñar su propio papel. Finlandia va a procurar lograr resultados en lo referente al Séptimo programa marco de investigación. Lo mismo cabe decir del Reglamento sobre sustancias químicas, REACH, la Directiva sobre servicios, la Directiva relativa a la ordenación del tiempo de trabajo y el Reglamento sobre servicios itinerantes internacionales.

Queremos avanzar en el desarrollo de una política en materia de innovación de amplio alcance. Durante las labores legislativas del Consejo y en la reunión de los Jefes de Estado y de Gobierno en Lahti vamos a centrarnos en iniciativas diseñadas para crear un entorno favorable que permita generar innovación y llevarla a la práctica de forma eficaz. Estamos hablando de una política de innovación impulsada por la demanda. Los Jefes de Estado y de Gobierno en Lahti pueden acelerar el necesario proceso de toma de decisiones.

Si queremos que exista una política exhaustiva de innovación, tiene que existir una cooperación y una toma de decisiones más eficaces en la Unión, por ejemplo, en cuanto a la normalización, la protección de la propiedad intelectual y el desarrollo de los mercados financieros. Será igualmente importante impulsar la movilidad de los estudiantes y los investigadores, mejorar la cooperación entre universidades y agilizar la creación de centros de excelencia europeos. También deseo subrayar lo importante que es para la innovación el efecto positivo de la competencia derivada de una economía global abierta.

Europa tiene que promover la movilidad de sus recursos intelectuales y materiales. La piedra angular de la política de innovación la constituye el mercado interior de la Unión y su ulterior desarrollo.

Hay que eliminar los obstáculos de un mercado interior que funciona eficazmente, de manera que pueda sacarse total provecho de las ventajas de la integración económica. El mercado interior constituye la auténtica base de la UE. Es algo que no conviene olvidar. El mercado de los servicios es de gran importancia a este respecto, y es excelente que estemos cerca de lograr un acuerdo acerca de la Directiva sobre servicios. El papel del Parlamento Europeo ha sido esencial. Espero que la Directiva pueda aprobarse finalmente inmediatamente después de la segunda lectura en el Parlamento Europeo.

Las relaciones exteriores en el ámbito energético también se encuentran en el orden del día de la reunión de los Jefes de Estado y de Gobierno en Lahti. El Presidente ruso, Vladímir Putin, ha sido invitado a la cena que se celebra tras la reunión, donde él y los dirigentes de la UE tendrán ocasión de mantener conversaciones informales.

El éxito económico de Europa depende en gran medida del aseguramiento de un suministro fiable de energía a un precio razonable. Todos los Estados miembros se ven afectados por los retos que plantean unos precios energéticos al alza, la fiabilidad del suministro y del cambio climático. Las opciones de la política energética son, en gran medida, asuntos nacionales. Sin embargo, la Unión Europea necesita unas directrices comunes en materia de política energética y, concretamente, una política coherente de relaciones exteriores con respecto a la energía. Durante la Presidencia finlandesa queremos fomentar el debate estratégico sobre cómo tenemos que hacer visibles nuestros objetivos de política energética en las relaciones exteriores de la Unión.

El consumo de energía y la selección de sus fuentes están estrechamente relacionados con la mayor amenaza para el medio ambiente en nuestra época, el cambio climático. Con respecto a la política climática, resulta especialmente importante promover los debates sobre el desarrollo de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático a partir de 2012. La Presidencia finlandesa va a intentar, a escala internacional, fomentar un debate que se traduzca en el objetivo de la UE de establecer un régimen ambicioso para el cambio climático que abarque a todos los grandes países. Un planteamiento ambicioso no solo serviría para promocionar una respuesta lo más eficaz posible al cambio climático, sino que protegería la competitividad de la UE.

Estos dos asuntos, la energía y el cambio climático, ocuparán puestos destacados en la agenda de las cumbres con terceros países durante la Presidencia finlandesa, incluida la 10ª Cumbre ASEM entre la UE y los países asiáticos, que se va a celebrar en Helsinki.

Soy bien consciente de que millones de europeos temen a la competencia mundial y de que, en consecuencia, también se oponen a muchos cambios. Este temor quedó de relieve durante el debate sobre la Directiva de servicios, por ejemplo. Es algo que es necesario tomarse en serio. Me gustaría subrayar que no deberíamos intentar impulsar la competitividad en Europa a cualquier precio y al margen de las consecuencias. Tiene que existir un equilibrio entre reforma, seguridad social y sostenibilidad medioambiental. Sin embargo, con frecuencia los nuevos métodos de trabajo y la tecnología moderna benefician tanto al crecimiento económico como al bienestar social y reducen las emisiones al medio ambiente.

Para preservar las sociedades del bienestar de Europa tenemos que impulsar la competitividad, reducir el desempleo y mejorar la productividad laboral. Los resultados deberán lograrse merced a la estrecha colaboración con los interlocutores sociales. En este caso, el objetivo es un nuevo equilibrio entre flexibilidad y seguridad. Así pues, Finlandia albergará una cumbre social extraordinaria inmediatamente antes a la reunión de Lahti de Jefes de Estado y de Gobierno, en la que se debatirán estos temas.

Las relaciones exteriores de la Unión están ligadas a la economía, ya que su actuación exterior está basada en su fortaleza económica. Somos un socio comercial atractivo y eso significa que tenemos capacidad de influencia. La UE se ha convertido en un agente mundial, que no se puede permitir detenerse a reflexionar a la hora de abordar asuntos exteriores.

Durante la Presidencia finlandesa, el papel internacional de la UE se verá consolidado y la coherencia en la forma con que actúa y funciona saldrá reforzada. La Unión cuenta con una variedad de herramientas notablemente más amplia que otros muchos agentes mundiales. Deben ser utilizadas con coherencia, ya sea con relación a la política sobre relaciones exteriores, comercio, cooperación para el desarrollo o derechos humanos. La voz de la Unión solo será percibida en todo el mundo como unitaria si la Unión está unida.

Pretendemos desarrollar más la gestión de crisis de la Unión. Las tropas de despliegue rápido tienen que tener capacidad plena de respuesta a comienzos de 2007 y se proseguirá la coordinación de la gestión de crisis civiles y militares.

Las relaciones de la UE con Rusia y la dimensión septentrional serán ámbitos prioritarios durante la Presidencia finlandesa. Los Balcanes Occidentales, las relaciones transatlánticas y Asia también ocuparán lugares de preferencia en la agenda.

Las relaciones UE-Rusia no se limitarán a los temas del comercio y la energía: el objetivo consiste en lograr una asociación de amplia base, en la que nos unan los valores europeos y los intereses globales. La meta será la implicación cada vez más estrecha de Rusia en la cooperación democrática europea en los distintos sectores de la sociedad. Para eso necesitamos un mayor diálogo entre los países de la UE y Rusia, así como intercambios de estudiantes, colaboraciones culturales y la participación activa de la sociedad civil.

Durante la Presidencia finlandesa se van a mantener debates sobre el nuevo marco para el Acuerdo de Asociación y Cooperación UE-Rusia, que expira a finales del año próximo. En cuanto a la dimensión septentrional, hemos recorrido un largo trecho: el acuerdo marco político se va a firmar en otoño. El desarrollo de la dimensión septentrional también es provechoso con respecto a otras formas de cooperación en la región báltica.

Además de todo lo anterior, dedicaremos evidentemente nuestros esfuerzos a las crisis en Oriente Próximo y en otras regiones. Estamos muy preocupados por la situación en los territorios palestinos, sobre los que se están celebrando hoy importantes conversaciones por separado. En las relaciones exteriores, lo inesperado constituye la regla más que la excepción. Finlandia también está dispuesta a asumir con seriedad sus responsabilidades presidenciales en caso de que ocurra algo inesperado.

Durante la Presidencia finlandesa se va a efectuar una evaluación política exhaustiva del progreso logrado en el espacio de libertad, seguridad y justicia. Necesitamos acciones concretas, una toma de decisiones eficaz y la ejecución estricta a escala nacional de las decisiones que ya han sido adoptadas. En 1999, la Cumbre de Tampere marcó el camino para el desarrollo ambicioso y democrático de la justicia y los asuntos de interior. Ahora, en 2006, la evaluación del Programa de La Haya ofrecerá una oportunidad para impulsar activamente la cooperación europea en este campo.

Los ciudadanos esperan una acción eficaz por parte de la Unión Europea en la lucha contra la delincuencia internacional, la trata de seres humanos y el terrorismo. Durante la Presidencia finlandesa se va a poner a prueba la voluntad política de los Estados miembros para comprometerse a una toma de decisiones más eficaz, sobre todo en materia policial y penal. La labor puede mejorarse si los Estados miembros están dispuestos a evolucionar hacia un sistema de decisiones adoptadas por mayoría cualificada y la comunitarización en esta parcela. El último Consejo Europeo nos ha instado a estudiarlo conjuntamente con la Comisión.

Me gustaría subrayar que la colaboración en materia policial y penal no es solamente una forma de apuntarse tantos. No pretendemos colar el Tratado Constitucional por la puerta de atrás, ya que se pueden realizar cambios sobre la base del Tratado de Niza.

A Finlandia le gustaría apadrinar la puesta en práctica del principio de reconocimiento mutuo en materia de cooperación judicial. Si los juicios y las decisiones de los autoridades judiciales en otro Estado miembros se ejecutan tal como han sido dictadas, esto puede constituir una forma muy real de impulsar la eficacia de investigaciones criminales de amplio alcance y transfronterizas y de acelerar los trámites jurídicos. Un buen ejemplo de esto es la orden de detención europea, que ha provocado un recorte del tiempo empleado para extraditar a los sospechosos de más de seis meses a tan solo un día.

Los recientes acontecimientos, como los de las Islas Canarias y Malta, han devuelto la inmigración ilegal a primer plano de la actualidad. Tenemos que analizar a fondo el abanico de opciones con que cuenta la Unión, incluido el acuerdo acerca de políticas comunes sobre inmigración ilegal. Un control más eficaz de las fronteras solo constituye una parte, aunque importante, de la solución. No se puede exagerar la importancia de la cooperación con los países de origen y tránsito implicados en la inmigración ilegal. Tenemos que garantizar que el sistema común de asilo de la Unión esté operativo en 2010. La Unión tiene que ser capaz de garantizar la protección a quienes la necesitan, en relación a trámites y legislaciones equiparables. Además hay que prestar atención a la dimensión exterior de cuestiones relacionadas con la migración y la asociación con nuestros vecinos.

Tal como he dicho al principio, es necesario desarrollar aún más la cooperación entre las instituciones, tanto a escala europea como nacional. Hoy quiero darles las gracias concretamente por esta oportunidad de presentar las prioridades de la Presidencia finlandesa y debatir con ustedes la forma de promoverlas. Espero con interés sus comentarios, tanto hoy como en cualquier otro momento futuro, en esta sesión plenaria o en otros contextos.

El debate sobre la evolución de Europa es importante, al margen de las diferencias políticas. Los Presidentes de los Grupos políticos en el Parlamento Europeo han demostrado, por ejemplo durante la reunión pública celebrada en Helsinki a principios de junio, la voluntad y capacidad para avanzar en la agenda europea. Nosotros en Finlandia también estamos acostumbrados a practicar la beneficiosa cooperación política entre partidos. Es natural que se haga también a escala europea.

Espero que el trabajo conjunto, como el que vamos a practicar durante los próximos seis meses, produzca los mejores resultados posibles. Espero volver a estar presente en el Parlamento Europeo con motivo de las cumbres que se van a celebrar durante la Presidencia finlandesa.

Vivimos en una época de enormes desafíos. La Unión tiene que mirar al futuro, embarcarse con gallardía en la reforma y demostrar la voluntad política necesaria para desarrollar Europa. Creo que, en muchos casos, la respuesta acertada es más Europa, no menos.

En el umbral de su arranque, este Presidencia ya ha sido tildada de algo así como una fase transitoria. Se ocuparía de los asuntos cotidianos y de realizar los preparativos para una época en la que se den las condiciones previas para hacer frente a los asuntos importantes de la Unión. No obstante, es preciso manifestar muy a las claras que, aun cuando la Unión Europea pueda hallarse en una especie de situación expectante, el resto del mundo a nuestro alrededor no va a detenerse. Si cerráramos los ojos a los retos históricos con que nos enfrentamos y esperásemos a que llegaran tiempos mejores, estaríamos dando un trato erróneo a las futuras generaciones de Europa. Ese tiempo está ya aquí.

(Aplausos)

 
  
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  José Manuel Barroso, Presidente de la Comisión. (EN) Señor Presidente, después de la excelente Presidencia austriaca, me complace poder trabajar en tándem con los finlandeses. Hace unos días, en Helsinki, el Primer Ministro Vanhanen y yo acordamos que nuestros dos equipos deberían trabajar como uno solo. Unamos los esfuerzos de la Presidencia, la Comisión y el Parlamento. Europa necesita la armonía clara y dinámica que Finlandia le aporta.

Celebro la presentación del Primer Ministro, el señor Vanhanen. Ha demostrado que los próximos seis meses constituyen una oportunidad para demostrar lo que queremos decir cuando hablamos de una Europa de resultados, para cumplir los importantes expedientes que preocupan a nuestros ciudadanos, para pasar a la siguiente fase en la cuestión constitucional, para dirigir el debate sobre la ampliación. En breve, para seguir el enfoque de doble vía que esbocé ante esta Asamblea el mes pasado, un enfoque que aprobó el Consejo Europeo, pasar de un período de reflexión a un período de acción comprometida.

Permítanme tocar algunos de los temas planteados por el Primer Ministro Vanhanen.

Empezaré con una sencilla e importante cuestión relativa a la ampliación. Es una de las políticas de más éxito de la Unión Europea, un logro extraordinario de exportación de libertad y oportunidad a lo largo y ancho de nuestro continente. Muchos de nosotros presentes hoy aquí nos hemos beneficiado de esta política. Deberíamos estar orgullosos de nuestra política de ampliación. Me complació gratamente que el último Consejo Europeo reafirmara el cumplimiento de los compromisos contraídos.

No obstante, en torno a la ampliación, así como en torno a la formulación de políticas europeas, existe un debate popular en el que debemos intervenir. Celebro ese debate. Quiero ese debate. Es importante demostrar que Europa no se amplía por defecto, que la ampliación es una opción consciente que beneficia a todos, que lejos de ser un factor negativo, una Europa ampliada es una condición necesaria para una Europa poderosa, para una Europa que realmente cuente en el mundo.

Por este motivo, este otoño la Comisión informará sobre el conjunto del proceso de ampliación, para preparar el debate en el Consejo Europeo de diciembre. Este incluirá el análisis de la capacidad de una Europa ampliada para funcionar debidamente. Será un ejercicio serio, riguroso. Ninguna otra cosa satisfará la demanda pública de certeza y confianza.

Hemos de adoptar el mismo enfoque serio y correcto con respecto a Turquía. Celebro el hecho de que las negociaciones estén en curso. Será un camino largo, a veces lleno de escollos. Lo que importa es que seamos abiertos, honestos y leales. Turquía ha de cumplir sus compromisos, al igual que la Unión Europea ha de cumplir los suyos. Los compromisos de Turquía incluyen el respeto del Protocolo de Ankara.

Cada una de las Presidencias aporta su experiencia particular a la Unión Europea. En el caso de Finlandia también aporta un gran conocimiento de sus vecinos, incluida Rusia, y la cooperación con ellos.

Apoyo firmemente la insistencia de la Presidencia en la relación con Rusia. Esta misma semana la Comisión ha aprobado una recomendación para un acuerdo amplio que esperemos que comporte, porque creemos que nos beneficia, así como a Rusia, una nueva calidad en las relaciones de la Unión Europea con Rusia, basándonos el acuerdo de asociación y cooperación vigente. Proponemos avanzar hacia un espacio de libre comercio que se completará cuando Rusia acceda a la OMC. Al mismo tiempo, proponemos un enfoque asociativo en materia de energía, basado en intereses mutuos y principios acordados.

La semana que viene, el Primer Ministro Vanhanen y yo viajaremos a San Petersburgo para la Cumbre del G8 a fin de establecer, así lo espero, un nuevo marco para los problemas de la energía mundial, que requieren una respuesta mundial. Con respecto a la energía, al igual que con respecto al cambio climático, necesitamos esta respuesta mundial. A su vez, en las cumbres europeas de octubre y diciembre haremos un seguimiento de esta cuestión. Es evidente que con respecto a Rusia, como a tantas cuestiones exteriores, Europa tiene más poder cuando actúa de forma unida y coherente, y espero que los Estados miembros enfoquen este asunto precisamente de esta forma.

La Comisión espera que la Presidencia finlandesa inicie las negociaciones sobre la próxima generación de asociaciones de la Dimensión Nórdica. El resultado fundamental debería ser una política compartida con responsabilización común de todos los implicados, incluida Rusia. La Dimensión Nórdica se convertirá en un foro permanente sobre cuestiones y preocupaciones nórdicas. En este contexto, la Comisión ha tomado buena nota de la aspiración de este Parlamento de establecer un foro parlamentario.

La economía europea está retomando ritmo. Estas son buenas noticias y deberíamos partir de ellas. Celebro el deseo de la Presidencia finlandesa de impulsar la nueva Estrategia de Lisboa y de centrarse en la investigación, la innovación y la educación, el triángulo del conocimiento. En este ámbito, como en otros, hemos de pasar de la reflexión a la acción comprometida, para cumplir realmente las promesas. Ahora es preciso traducir el apoyo político en acciones concretas que creen un clima más innovador en Europa.

Mi Comisión elaborará un documento breve sobre la innovación a fin de preparar la cumbre informal de Lathi. Tenemos que promover el Espacio Europeo de Investigación, incluido el Instituto Europeo de Tecnología, que debería ser un proyecto estandarte y un símbolo de la economía europea basada en el conocimiento. Debemos acelerar el proceso de implementación de normas abiertas e interoperables y promoverlas en todo el mundo. Hemos de promover mecanismos eficaces, como el capital riesgo, para financiar la innovación por parte de las empresas europeas, teniendo también en cuenta las pequeñas y medianas empresas.

La semana pasada, la Comisión aprobó propuestas de un programa ambicioso a favor de una mayor seguridad y una justicia más eficaz para los ciudadanos europeos, de forma que respete y proteja sus derechos. Es una característica básica de nuestro plan por una Europa de resultados. Comparto la firme voluntad de la Presidencia finlandesa a llevar adelante este expediente. La Unión Europea volverá a Tampere para el Consejo informal de Justicia y Asuntos de Interior con el fin de profundizar la integración europea en este ámbito crucial.

El argumento de una acción europea más profunda y más dinámica está claro: contra quienes conspiran contra nuestros valores, la libertad y la democracia; contra quienes trafican con seres humanos, especialmente mujeres y niños; contra la migración ilegal y contra quienes explotan a personas en el lugar de trabajo. No deberíamos esperar a que ocurra la próxima tragedia para avanzar en materia de integración europea respecto de estos ámbitos: hemos de actuar ahora para prevenirla.

Hemos de aplicar mejor lo que ya existe. Por ejemplo, todo el mundo está de acuerdo en que la explotación sexual de los niños es un delito repugnante y, sin embargo, solo cinco países han transpuesto la directiva marco. Todo el mundo está de acuerdo en que es necesario actuar contra el terrorismo y la delincuencia organizada, pero varios Estados miembros no han transpuesto instrumentos legislativos básicos como la decisión marco sobre terrorismo.

Para alcanzar nuestros objetivos hemos de mejorar nuestros procedimientos. No es coherente proclamar los fines –con respecto a la lucha contra la delincuencia, el terrorismo, la inmigración ilegal–, pero no poner los medios.

La Comisión cree que el método comunitario, que incluye la debida fiscalización democrática europea por parte de este Parlamento, debería extenderse a la cooperación policial y judicial en materia penal y de inmigración legal. Es lo que dijimos en nuestro documento de la Agenda de los Ciudadanos del 10 de mayo. Por tanto, ahora proponemos utilizar los artículos del Tratado vigente para efectuar este cambio. La Comisión abre ahora el debate interinstitucional y, sobre la base de los resultados de ese debate, presentaremos propuestas formales. Celebro las claras observaciones que acaba de hacer el Primer Ministro Vanhanen.

Sabemos que existen sensibilidades políticas y estamos preparados para abordarlas, pero nuestros procedimientos han de ir a la par con la realidad.

Cualquier medida que tomemos para mejorar nuestra cooperación en materia de seguridad y justicia ha de corresponderse con una protección ampliada de los derechos cívicos y humanos de los ciudadanos. Para nosotros es una cuestión de principio.

El derecho es la fuente de la fortaleza de la Unión Europea, no los tratos de trastienda entre los Gobiernos al margen del control del Parlamento y de la revisión judicial. Por este motivo celebro asimismo el compromiso de la Presidencia finlandesa con todo lo que tiene que ver con el plan a favor de la transparencia. No convendría que la transparencia, la subsidiariedad, el deseo de legislar mejor, se vieran, como a veces ocurre, como simples materias técnicas; son materias políticas. Es el plan a favor de la responsabilidad democrática de nuestra Unión y, nosotros, la Comisión Europea, estamos preparados para avanzar en todas estas cuestiones –transparencia, legislar mejor y subsidiariedad real–, porque es una cuestión de responsabilidad democrática.

Solo he seleccionado algunas pocas prioridades de la Presidencia finlandesa. Hay otras prioridades que compartimos plenamente, incluso cuestiones de interés inmediato, como el bloqueo de la ronda comercial de Doha.

Las últimas Presidencias han ayudado a la Unión Europea a resolver los problemas internos o a allanar el camino hacia su resolución. Ahora necesitamos cambiar de velocidad para pasar de la reflexión a la acción comprometida, a una Europa que mire adelante y afuera.

Esto me complace. Necesitamos una Europa abierta, una Europa más segura, una Europa que mire al futuro. Renovemos nuestras energías para intervenir más profundamente, con más coherencia y más eficacia en el mundo que nos rodea. Exportando nuestros valores, promoviendo nuestros intereses en el mundo podemos fortalecer nuestra identidad y nuestra confianza. Estoy deseando hacer todo esto en los próximos seis meses con la Presidencia finlandesa y con el Primer Ministro Vanhanen.

(Aplausos)

 
  
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  Hans-Gert Poettering, en nombre del Grupo del PPE-DE. – (DE) Señor Presidente, señor Presidente en ejercicio del Consejo, señor Presidente de la Comisión, Señorías, el mundo está enloqueciendo por el fútbol, pero Europa ya ha ganado. El campeón del mundo pertenecerá a la Unión Europea y los cuatro mejores equipos proceden de sus Estados miembros. El Presidente de la Comisión ha estado hablando hace un momento de confianza en nosotros mismos.

(Aplausos)

Así que permítanme afirmar que confianza en nosotros mismos es lo que deberíamos tener, sin caer en el engreimiento. La competencia pacífica –que es lo que los futbolistas nos están enseñando ahora– es maravillosa, y esa competencia pacífica y ese juego limpio es lo que necesitamos en Europa y en todo el mundo. Si los tomamos como base para nuestras acciones, tendremos éxito. ¿Quién mejor para encarnar esa verdad que Finlandia?

Señor Vanhanen, la reunión que los Presidentes de los Grupos tuvimos con usted en Helsinki fue provechosa, al ser eficaz, profesional, transparente y nada espectacular, ya que, por lo general, ocurre que el fracaso es el sino de quienes anuncian –o buscan– algo espectacular, al no poder alcanzar lo que habían prometido.

Europa es como una cadena, lo mismo que lo son las Presidencias. Hemos tenido una Presidencia austriaca; ese cargo lo ostentan ahora los finlandeses. Luego vendrán las Presidencias alemana, portuguesa, eslovena y francesa. Todos los eslabones de esta cadena tienen que ser sólidos. Cuando existe esta continuidad, todas las Presidencias son provechosas. La experiencia demuestra que no son solo las Presidencias ocupadas por los denominados países grandes las que son provechosas, sino que, por el contrario, muy a menudo lo han sido las de los países más pequeños. Deseamos mucho éxito a los finlandeses y les brindamos nuestro apoyo.

El 25 de marzo de 2007 conmemoraremos el 50º aniversario de los Tratados de Roma y esa fecha cae dentro de la Presidencia alemana, no de la finlandesa. Saludo con enorme satisfacción la propuesta de la Comisión en el sentido de hacer una declaración conjunta por parte del Consejo Europeo, la Comisión y el Parlamento. Nuestro Grupo propone que las tareas de preparación de la esencia de dicha declaración y los aspectos en cuanto a la organización se inicien bajo la Presidencia finlandesa, y sugerimos que se cree un grupo de trabajo que se encargue de los preparativos a nivel político. Aunque la siguiente Presidencia tiene que estar implicada en este asunto, el trabajo ha de iniciarse ahora, bajo la Presidencia finlandesa.

No es solo la Cumbre que se va a celebrar el 25 de marzo, por muy importante que sea, y con respecto a la cual la Canciller federal alemana ha formulado la invitación a que asistan en Berlín, sino que también se va a celebrar algún tipo de acto en Roma, donde se firmaron los Tratados de Roma hace 50 años, y tengo entendido que la Iglesia católica desea organizar algo.

(Interrupción por parte del señor Cohn-Bendit)

Me encantaría, estimado señor Cohn-Bendit, que los Verdes, con quienes mantenemos una amistosa rivalidad en lo referente a la unificación de Europa, participaran de la misma forma que las empresas y los sindicatos, ya que esta Europa es algo que compartimos todos, que no es propiedad de ninguna de las familias políticas; es por eso que debería estar implicado todo el mundo.

(Aplausos e interrupción por parte del señor Schulz)

Cuando le toque intervenir al señor Schulz, nos dirá todo acerca de cómo tienen que comportarse los Verdes. Siempre me resisto a dar consejos y no deseo gastar mi tiempo de intervención en responder a las interrupciones del señor Schulz.

Una cosa que usted, señor Presidente del Consejo Europeo, tendrá que resolver es la relación con Rusia. Aunque es algo que, por supuesto, saludamos con agrado, también sostenemos que necesitamos que Rusia sea un socio sólido, estable y –esperemos– democrático. Pero conviene decir que tenemos que dejar de practicar la política de dar a los rusos abrazos y palmadas en la espalda; al tiempo que les decimos «sí» a los intereses compartidos, incluido el suministro energético, hemos de decirles también a los rusos que los derechos humanos tienen que estar garantizados. Hace algunos días recibí una visita del abogado que defiende al magnate industrial, señor Jodorkovski. La forma en que está siendo tratado este hombre en las cárceles rusas es bastante intolerable y existen otros muchos ejemplos de este tipo de situación. En lo tocante a estos asuntos hemos de hacer oír nuestra voz.

(Aplausos)

Señor Presidente del Consejo Europeo, el Presidente del Parlamento finlandés, señor Lipponen, anunció durante la conferencia de parlamentarios que celebramos en Bruselas, bajo la Presidencia austriaca y con participación de la Comisión, que también se celebraría una conferencia de diputados a esta Cámara y de miembros de los Parlamentos nacionales. Es algo de lo que estamos decididamente a favor, por cuanto consideramos que nosotros, en esta Cámara, y los Parlamentos nacionales tenemos que colaborar de forma mucho más estrecha. Si hacemos eso, desmantelar determinados prejuicios existentes, y trabajamos juntos en el proyecto europeo, el éxito será nuestro. En nombre del Grupo del Partido Popular Europeo (Demócrata–Cristianos) y de los Demócratas Europeos, le deseo muchos éxitos a su Presidencia. Siempre que esté en juego nuestro futuro común en Europa y en el mundo, estaremos respaldándole plenamente.

(Aplausos)

 
  
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  Martin Schulz, en nombre del Grupo del PSE. – (IT) Señor Presidente, Señorías, para rendir homenaje a la selección italiana de fútbol, comienzo mi discurso en italiano.

(DE) Señor Presidente, tiene ante usted a un triste presidente de Grupo parlamentario alemán, pero a un socialista feliz. La mayoría de mis colegas de Italia no se hallan presentes esta mañana. Su ausencia es excusable.

En su intervención, el señor Vanhanen ha dicho que «necesitamos más Europa» y tiene razón, porque los asuntos que su Presidencia ha elegido como epígrafes de los apartados de su programa –cosas como el reto de la globalización, la nueva Estrategia de Lisboa, la energía, los acuerdos de asociación –, se hallan todos ellos fuera de la capacidad de resolución de los Estados nacionales.

Ni uno solo de los Estados miembros de la UE, grande o pequeño, es capaz de resolver los desafíos económicos, medioambientales o sociales a los que nos enfrentamos en la actualidad, y es por eso que tenemos que seguir desarrollando la Unión Europea, la razón por la que tenemos que profundizar en ella. De hecho, quien afirme que quiere ofrecer a nuestra gente, la que se enfrenta a este desafío global, el marco que Europa necesita para mantenerse a flote en lo referente a la competencia internacional, necesita más Europa. Pero entonces, en aras de la coherencia, tiene que proporcionar a esa «más Europa» el marco que Europa necesita.

En esta Unión de 25 –que pronto se va a componer de 27 Estados–, no podemos resolver los desafíos que usted ha descrito tan acertadamente con los medios de que disponemos; no es posible. Esa es la razón por la que su decisión, como consecuencia de lo que ha descrito, de ratificar la Constitución ha sido una forma de decir «necesitamos este instrumento» y ha supuesto una decisión lógica, acertada y, por consiguiente, coherente.

(Aplausos)

Al hacerlo, ha enviado la señal correcta en los instantes iniciales de su Presidencia, y eso es algo de lo que nosotros, los socialdemócratas, estamos totalmente a favor.

Señor Presidente de la Comisión, usted ha manifestado: «queremos formar equipo con la Presidencia finlandesa del Consejo». Eso es fantástico y le respaldamos plenamente en esa decisión, pero durante su intervención hace unos momentos, el señor Vanhannen ha dicho:

(EN) «Estoy convencido de que el Tratado negociado con los Estados miembros resulta esencial para la ampliación de la Unión.»

(DE) La ampliación y la Constitución son dos caras de una misma moneda. Leo ahora en un comunicado de Reuters –no tengo ni idea de si es cierto o no, usted podrá aclarárnoslo– que usted, tras la reunión con el señor Vanhannen, que podría denominarse la de creación del equipo en Helsinki, declaró durante una rueda de prensa que también podríamos realizar la ampliación sobre la base del Tratado de Niza. La noticia de Reuters bien podría estar equivocada, y en ese caso usted debería decirnos cuál es la verdad del asunto.

Agradezco la oportunidad que se nos brinda de poder debatir sobre el tercer pilar. El déficit que usted ha descrito, así como los ejemplos que ha aportado el Presidente de la Comisión en cuanto al fracaso de la transposición de la legislación sobre política de seguridad y la cooperación en temas del tercer pilar, son asuntos que deben resolverse. En ninguna otra instancia están los ciudadanos europeos más a favor de un poder a escala europea que cuando se trata de luchar contre la delincuencia organizada, de una política de inmigración bien ordenada, una política de asilo segura y unas fronteras debidamente protegidas, pero en ningún otro entorno –tal como ha expuesto acertadamente el señor Barroso– somos menos eficaces que en estos. Tiene usted razón al decir que necesitamos la cláusula «pasarela», pero eso no tiene nada que ver con un enfoque selectivo de la Constitución. Basta con leer el Tratado de Niza para darse cuenta de que ya tiene prevista la transferencia del tercer pilar al primero, supeditada a la aprobación unánime por parte del Consejo, cinco años después de haber entrado en vigor, así que estamos actuando dentro de los límites fijados por un Tratado válido.

Dentro de este mismo contexto, permítanme un último comentario. Cuando hablamos del tercer pilar, estamos haciéndolo del capítulo que describe asimismo las libertades y los derechos de los ciudadanos en Europa. Cuando nos referimos a la Constitución, estamos hablando también de la Carta de los Derechos Fundamentales, pero entonces deberíamos comenzar desde este instante a pedir a los Presidentes del Consejo y de la Comisión que se muestren más activos a la hora de tratar el desarrollo populista en Europa, algo que se nos recuerda en esta Cámara un día sí y otro también. En la Unión Europea tenemos en estos momentos Gobiernos –lo cual ya es suficientemente grave– que están apoyados por partidos populistas de derechas, algunos de ellos abiertamente racistas y xenófobos, y todos ellos se sientan en el Consejo Europeo, no como meros asistentes en un Parlamento cualquiera, sino como miembros activos de las instituciones europeas.

Yo presencié personalmente un ejemplo de lo dicho durante el debate de ayer sobre el franquismo, en el que uno de los oradores era un diputado no inscrito a esta Cámara, cuyo hijo es el Viceprimer Ministro de Polonia; aquí, en esta Cámara, defendió abiertamente el régimen de Franco. No se trata de un suceso esporádico; el hecho es que cada vez son más los Gobiernos en la Unión Europea que están empezando, por culpa de su incapacidad para actuar en contra del mismo, a hacer respetable el populismo, y eso constituye una grave amenaza para las libertades fundamentales en Europa. Me gustaría pedirle al Presidente en ejercicio del Consejo que adopte un enfoque más serio para hacer frente a este asunto, cuando menos a nivel del Consejo, porque cuando la democracia se siente amenazada, suele estarlo más bien desde dentro que desde fuera.

(Aplausos de la izquierda)

 
  
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  Graham Watson, en nombre del Grupo ALDE. (EN) Señor Presidente, por las insistencia de la Presidencia finlandesa en la productividad, la responsabilidad y la transparencia, «Finlandia» es música para los oídos liberales.

El programa que ha presentado usted hoy, señor Presidente en ejercicio, refleja tanto las sólidas tendencias reformistas de su Gobierno como los impulsos igualitarios e innovadores de un país que repetidamente encabeza las clasificaciones de educación, innovación y desarrollo. Los valores liberales acompañarán a su Presidencia.

Quiero referirme a unos pocos aspectos que mi Grupo considera importantes. En primer lugar, el programa orientado al mercado. Prioridades como la plena realización del mercado interior, especialmente del sector servicios y energético, son objetivos básicos para los próximos meses, al igual que los esfuerzos por emitir una directiva sobre la transferibilidad de pensiones suplementarias y la promoción de la apertura del mercado a las nuevas tecnologías. Esta última acarreará más dividendos a largo plazo que cualquier iniciativa financiada por los Gobiernos en materia de investigación y desarrollo, y comportará el crecimiento, la creación de puestos de trabajo y la prosperidad que nuestra Unión necesita desesperadamente.

En cuanto al artículo 42 –justicia y asuntos de interior–, es un acierto de su Presidencia centrarse en ámbitos en los que la Unión Europea añade valor a las vidas de los ciudadanos, pero en el mundo moderno una persona buscada puede estar en cualquier parte de Europa antes de que el policía se haya puesto las botas. Es difícil creer que la ley todavía tenga fronteras y los delincuentes no. Durante demasiado tiempo se han planteado en el Consejo iniciativas cruciales de cooperación policial y judicial, e incluso esas decisiones adoptadas carecen de la fiscalización democrática que protege nuestros derechos humanos y libertades civiles, como hemos visto con la insuficiencia de la legislación sobre protección de datos.

Señor Presidente en ejercicio, ha llegado la hora de prestar atención a nuestro llamamiento a aplicar la cláusula pasarela recogida en el artículo 42 y de practicar una política democrática en materia de justicia y asuntos de interior.

La iniciativa de transparencia, que ha encontrado a uno de sus defensores principales en su Presidencia, es una salida de este atolladero antidemocrático. Los liberales y los demócratas esperan que garanticen ustedes que las cláusulas de salvaguardia se utilicen con moderación o no se utilicen en absoluto. Pero la verdadera transparencia exige prestar mucha más atención de la que se da hoy día a la transposición, la aplicación y el cumplimiento de la legislación.

Hace tres años solicitamos que los Estados miembros trazaran tablas de concordancia que demostraran cómo habían transpuesto las directivas de la Unión Europea a la legislación nacional. Permitamos a los ciudadanos que vean por sí mismos qué partes del derecho proceden de Bruselas y cuáles reflejan los caballitos de batalla de los Gobiernos nacionales. De lo contrario, el escaso cumplimiento y los baños de oro seguirán avivando el fuego de quienes despotrican contra Bruselas. Sin embargo, desde que su Presidencia empezó hace tres años, ya se han puesto en marcha algunos cambios. La decisión en materia de comitología, que concede al Parlamento el derecho de retirada, lo que nos otorga los mismos poderes que al Consejo para garantizar que se aplique la ley, es un paso muy importante. Un mayor poder acarrea una mayor responsabilidad y espero que nuestra Asamblea tenga esto en cuenta cuando se reúna hoy para hablar sobre la tan necesaria reforma parlamentaria.

Señor Presidente en ejercicio, tiene usted un programa apretado: La negociación con Asia y la cumbre del ASEM; el programa de negociación con Rusia. Le deseamos mucho éxito y le pedimos que no solo piense en la acción comprometida, sino también en la promoción de los valores europeos, de los derechos humanos y de la democracia, tan esenciales para el desarrollo de nuestro mundo. Le deseamos éxito para encontrar un camino hacia un acuerdo en la OMC, tan útil para nuestra economía y la de los países en desarrollo, y le deseamos mucho éxito con la ampliación, aunque ya sabemos que también está en manos de otro finlandés competente, el Comisario Rehn, que está hoy aquí con nosotros.

Para concluir, ha hablado usted de los temores del público a la globalización. Estos pueden superarse mejor desarrollando una conciencia europea. Tal y como Lönnrot hizo por Finlandia en el Kalevala, tenemos que basarnos en aspectos de nuestra historia común para crear una conciencia común.

Le deseo la sabiduría de Väinämöinen. Espero que, para gozo duradero de las personas, componga usted grandes canciones para los niños de Europa.

(FI) Para disfrute eterno de su gente, portentosas canciones para los hijos de Suomi.

(Aplausos)

 
  
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  Daniel Marc Cohn-Bendit, en nombre del Grupo Verts/ALE. – (FR) Señor Presidente, Señorías, ha pronunciado usted, señor Presidente en ejercicio, un discurso que me ha dejado bastante estupefacto. Ha adornado todas sus palabras con palabras como «hace falta», «sería preciso», «deberíamos» y, en sí mismo, todo lo que dice es cierto, pero no nos ha dicho ni una sola vez cómo y por qué piensa alcanzar esos fines y en ningún momento nos ha dicho cuál serían sus prioridades.

Entonces, hagamos primero un balance de la situación en Europa y en este punto repito algunas de las cosas que ha dicho el señor Schulz. Nos enfrentamos hoy a una evolución preocupante en Europa: en Eslovaquia, los socialdemócratas se alían con la extrema derecha para formar Gobierno; en Polonia, se observa una evolución similar; en los Países Bajos, el Gobierno de centroderecha, para permanecer en el poder, se alía con la extrema derecha populista. La tendencia es la misma, y de hecho, cuando usted dice que «Europa es una combinación de valores y de capacidad para actuar», ¿cuál es según usted la relación entre los valores y la acción? No ha dicho usted nada al respecto.

Permítame, al igual que el señor Poettering, abordar otro problema, el de Rusia y la energía. Por el momento, Europa da la impresión de estar a expensas del señor Putin, porque tiene miedo de perder su energía, y cuando se tiene miedo de perder la energía, ya no se tiene energía en absoluto. Esta es la realidad de la situación en Europa, y no he visto ni una pizca de esta constatación en la toma de posición finlandesa. ¿Recuerda usted el alboroto que se armó en Finlandia cuando una diputada del Partido Verde dijo que la Duma no era democrática? Lo que para todos es una evidencia ha causado un escándalo en Finlandia. Por tanto, aconsejo que vayamos con cuidado.

Además, ha hablado usted de la inmigración ilegal, pero antes de hablar de inmigración ilegal, hablemos de la necesidad de organizar la inmigración legal. Mientras seamos incapaces de organizar la inmigración legal, seguiremos teniendo inmigración ilegal.

Se ha referido usted al Consejo de Europa y sus debates al hablar de las posibilidades de ampliación de Europa, pero ¿por qué no ha hablado del Consejo de Europa al hablar de la CIA y la situación en que una gran institución internacional de servicios secretos puede actuar en Europa sin que nadie sea informado de ello, ni la Unión Europea ni los Gobiernos europeos? ¿Por qué no habla usted de los servicios secretos franceses o alemanes que han ido ilegalmente a interrogar a personas a Guantánamo? Esta es la realidad de Europa.

Estas son las cuestiones de las que tiene que hablar usted si queremos salvar el Estado de Derecho en Europa. Es necesaria una Presidencia que afronte la realidad de la Unión Europea y no se contente con hacer una evaluación como las que podemos leer todos los días en la prensa.

No ha marcado usted un rumbo para Europa. Esto es lo que ha faltado en su discurso.

 
  
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  Esko Seppänen, en nombre del Grupo GUE/NGL. (FI) Señor Presidente, durante la anterior Presidencia finlandesa hace siete años se dieron pasos notables hacia la federalización de la Unión. En aquella época se sentó una base para crear un espacio de libertad, seguridad y justicia; en otras palabras, la comunitarización de la legislación civil de los Estados miembros. Esa política se está prosiguiendo ahora. Durante la legislatura anterior también se inició la militarización de la Unión, creándose instituciones militares a tal fin, bajo cuya dirección se están efectuando preparativos para operaciones militares en África a principios del año que viene. El entrenamiento de las mismas se está llevando a cabo en la República Democrática del Congo, aunque nadie va al origen del caos en las zonas orientales del país.

En los principales asuntos políticos durante la Presidencia, el Gobierno finlandés no va a contar con el respaldo de su pueblo. Una prueba de lo dicho es la resistencia a la propuesta del Gobierno para ratificar la difunta Constitución de la UE en el Parlamento finlandés este otoño. Según una encuesta de opinión, solo el 22 % del pueblo finlandés está a favor de la ratificación, tal como propone el Gobierno.

Esta Constitución jamás va entrar en vigor en ninguna parte. Su ratificación constituye una pérdida de tiempo, aunque eso es lo que la Comisión, entre otros organismos, desea. Al fin y al cabo, el Comisario Olli Rehn ha adoptado una posición al respecto en nombre de la Comisión, aunque el asunto no es tema de su incumbencia. La actitud del Comisario Rehn no es propia de un miembro de la Comisión europea.

Además, algunos Estados miembros han propuesto a Finlandia que se ratifique la Constitución. La aceptación por parte de Finlandia constituye un rasgo de sometimiento. Finlandia tampoco está haciendo gala de consideración alguna por el poder de la gente o la democracia en Francia o los Países Bajos.

Según una encuesta de opinión, el pueblo finlandés se opone a cualquier alianza militar del país. El Gobierno finlandés está burlándose de la voluntad del pueblo también en esta cuestión, al convertir en prioritario el suministro de fuerzas de combate de la UE. El Gobierno del señor Vanhanen ha cedido ante la voluntad de la UE al suprimir el requisito, en virtud de las leyes nacionales, de un mandato de las Naciones Unidas como condición para movilizar una división de fuerzas de combate. La UE se está preparando para guerras ilegales sin mandato de las Naciones Unidas, aunque desde el punto de vista jurídico, a nivel internacional, una condición previa para la actuación militar legal la constituye de hecho un mandato de las Naciones Unidas. Nuestro Grupo se opone a estos intentos de militarización de la UE y a la implicación de la UE en guerras ilegales.

Los funcionarios públicos en Finlandia están entrenados para resolver eficazmente los asuntos relativos a la ampliación de la UE, los programas de los Fondos Estructurales, el Reglamento REACH, el Séptimo programa marco sobre ciencia e investigación y otros muchos temas cotidianos en la agenda de la UE. Estos incluyen también la Directiva sobre servicios y el libre comercio, que nuestro Grupo ha juzgado negativamente. La apertura y la transparencia, que Finlandia proclama favorecer, se verían incrementadas por la decisión propia de Finlandia de hacer públicos los receptores de las ayudas agrícolas de la UE.

Nuestro Grupo apoya activamente la política sobre Rusia y piensa que la propuesta del Presidente de la Comisión, señor Barroso, en favor de un acuerdo sobre libre comercio con Rusia constituye un punto de partida interesante al que debe responder la Presidencia. Le deseamos éxito a Finlandia en todos los diferentes asuntos que tendrá que resolver en el día a día.

 
  
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  Brian Crowley, en nombre del Grupo UEN. – (EN) Señor Presidente, quiero dar la bienvenida a la Cámara al Presidente en ejercicio y al Presidente de la Comisión.

Cuando la Presidencia entrante expone su programa, a menudo puede sonar un poco rancio o aburrido y la reacción que suscita también es rancia. Por este motivo es una pena que algunas de las brillantes ideas de la Presidencia sobre el futuro que contempla para la Unión Europea no hayan sido debidamente aceptadas. Si examinamos los programas de las diferentes Presidencias, ya sea la Presidencia finlandesa, la Presidencia austriaca saliente o incluso el programa adelantado de la Presidencia alemana, a menudo observamos continuidad en un ámbito, pero también podemos ver la singularidad del país que asume la Presidencia.

Uno de los principales elementos en que debemos centrarnos en la Unión Europea es nuestra relación con los países situados al este de las fronteras actuales de la Unión Europea. Usted, señor Presidente en ejercicio, ha demostrado su capacidad y habilidad para construir la relación con Rusia. No se trata solo de energía, sino también de política de vecindad, cooperación y estabilidad geopolítica, porque hay numerosas cuestiones en los antiguos países de la Unión Soviética que pueden crear incertidumbre e inestabilidad en la Unión Europea. Tenemos que ser cautelosos con esto y confiamos en que usted utilice sus recursos y habilidades en estos ámbitos.

En segundo lugar, con respecto a la transparencia y apertura –y muchos suelen hablarse de transparencia sin darse realmente cuenta o entender de verdad qué significa–, lo más transparente que pueden hacer el Parlamento, las instituciones y la Presidencia es cumplir sus compromisos. Por este motivo, señor Presidente en ejercicio, las ideas propuestas para mejorar la justicia y los asuntos de interior, para promover la energía alternativa, aunque difiera con usted en torno a otros aspectos del cambio climático y sus soluciones, y nuevos métodos para crear biocarburantes, bioenergía y bioetanol, constituyen el camino adecuado. Usted y sus Ministros tendrán que ser valientes para enfrentarse a los grupos interesados que quieren llevarnos a una vía única. El mejor es el enfoque de varios carriles, según el cual se toma lo mejor de cada parte.

El Presidente de la Comisión se ha referido con acierto a la importancia de la investigación, la tecnología y la innovación para la economía europea. Si en Europa no vamos a la cabeza del resto del mundo aprovechando nuestra capacidad para crear nuevas ideas e innovaciones, saldremos perdiendo. No importa lo buenos que sean nuestro regímenes fiscales o nuestras infraestructuras, si no tenemos la inteligencia y la capacidad para utilizar y explotar esas ideas, entonces fracasaremos. Creo que algunas de las ideas que su Presidencia ha presentado en materia de investigación y desarrollo nos reportará beneficios. La protección de la propiedad intelectual debería ser una de nuestras preocupaciones.

Por último, hasta ahora no he mencionado el fútbol, pero he de decir que se trata de un juego de dos tiempos e incluso con prórrogas. Es posible que necesitemos una prórroga en lugar de aplicar inmediatamente la cláusula pasarela contemplada en el artículo 42. Asegurémonos de que haya consenso en el Consejo antes de seguir adelante.

 
  
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  Nigel Farage, en nombre del Grupo IND/DEM. – (EN) Señor Presidente, al escuchar la intervención el señor Vanhanen he tenido un déjà vu, pues ya hemos oído estas palabras: el mismo discurso cada vez que se inicia una nueva Presidencia.

He comenzado a preguntarme, señor Vanhanen, a quién representa usted realmente. ¿Está usted aquí para trasladarnos la voluntad expresa de su país? Se lo pregunto porque la última encuesta del Eurobarómetro, realizada en el otoño de 2005, mostraba que tan solo un 38 % de sus compatriotas creen que la pertenencia a la Unión Europea ha sido una cosa buena. Así pues, el mensaje que transmiten es muy claro: no quieren más Europa. No obstante, usted viene aquí a decirnos que el remedio que necesitamos todos los demás es más Europa, que debemos tener la Constitución, que debemos seguir adelante.

A quien usted representa es a la clase política profesional de Europa que, desde luego, está a favor de la Unión Europea. Me parece una auténtica vergüenza democrática que en la reciente cumbre de Bruselas los 25 Jefes de Estado y de Gobierno hayan acordado poner fin al período de reflexión y comenzar a aplicar la Constitución en contra de los deseos que los neerlandeses y franceses expresaron en sus referendos del año pasado.

De modo que la opinión pública le importa un bledo, ¿no es así? Hace como si no hubiera pasado nada y proseguirá con la ampliación, continuará con la política común de asilo a pesar de que sus propios compatriotas y casi todos los demás no la quieren, y acabo de oírle decir que seguirá adelante con eso de «legislar mejor». ¡No me haga reír! Lo cierto es que este es un modelo burocrático excesivamente regulado y no habrá un verdadero crecimiento económico hasta que procedamos a una desregulación y demos libertad a nuestras empresas.

Si usted fuera un demócrata y no un europeísta, abogaría por referendos libres y equitativos, para que los pueblos de Europa pudieran expresar su voluntad. Pero no espero que lo haga.

(Aplausos del Grupo IND/DEM)

 
  
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  Martin Schulz (PSE). – (DE) Señor Presidente, solicito que la calificación que ha hecho el señor Farage del Presidente del Consejo Europeo, llamándolo «no demócrata», conste en acta.

 
  
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  Frank Vanhecke (NI). – (NL) Señor Presidente, la declaración formulada por la Presidencia finlandesa parece indicar que desea, y cito, «restaurar la confianza pública enormemente devaluada en las organizaciones de la UE». Aunque se trata, desde luego, de un objetivo muy loable, resulta un poco raro que el impulsor de tal iniciativa sea el Gobierno finlandés, que desea que el Parlamento finlandés ratifique la moribunda Constitución Europea a cualquier precio, si bien esta Constitución, después de los referendos francés y neerlandés, carece de todo valor jurídico o político-democrático.

Se trata en cualquier caso de un mal comienzo para regenerar la confianza, pero aún resulta peor ahora que la Presidencia finlandesa ha anunciado que consideraría cualquier interrupción de las negociaciones de adhesión con Turquía, y cito literalmente, «un fracaso personal». Pero no solo es evidente que Turquía no es un país europeo y que jamás podrá llegar a serlo en el aspecto geográfico, político, económico, histórico, cultural y demás, sino que la mayoría de los ciudadanos europeos no desean en absoluto la adhesión turca. En cambio, quieren restaurar y desarrollar las relaciones amistosas y los contactos económicos del mejor modo posible con nuestro vecino, Turquía.

El hecho de que la Presidencia finlandesa se haya comprometido ahora personalmente a promover esta adhesión turca pase lo que pase está reñido con las pretenciosas declaraciones acerca de regenerar la confianza y respetar las opiniones democráticas en Europa. Descubre asimismo como mentira la afirmación europea de que las negociaciones pueden no estar limitadas de antemano. A la vista del hecho de que se nos está haciendo tragar a la fuerza la adhesión turca, le solicito encarecidamente que ponga fin a ese disparate sobre la democracia y el respeto a la opinión pública.

 
  
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  Piia-Noora Kauppi (PPE-DE). – (FI) Señor Presidente, señor Primer Ministro, Finlandia se pone al timón de la UE en un momento en que la Unión necesita liderazgo más que cualquier otra cosa. Por eso ha sido un placer escuchar el mensaje del Primer Ministro Vanhannen sobre los objetivos de Finlandia.

Finlandia está perfectamente preparada para salir airosa de su Presidencia. Eso ha podido apreciarse, por ejemplo, en la forma en que se ha entrado en contacto con nosotros, los diputados finlandeses. Esto es positivo, ya que se trata de la Presidencia de Finlandia, no solo de su Gobierno.

Finlandia ha propuesto que la Unión dedique tiempo y esfuerzo a la innovación y la competitividad, la transparencia, la energía, la dimensión septentrional y las relaciones exteriores, y a encontrar una solución con respecto al futuro de la Constitución. Se trata de objetivos con los que no podría estar más de acuerdo. Al fin y al cabo, una Europa unida y competitiva siempre ha sido tradicionalmente la meta del Partido de la Coalición Nacional/Partido Conservador finlandés y del Partido Popular Europeo (Demócrata–Cristianos) y de los Demócratas Europeos.

No obstante, Finlandia debería mirarse en el espejo cuando se trata del progreso de la Política Exterior y de Seguridad Común europea. El planteamiento del Gobierno, sobre todo, en lo referente a la dimensión de la defensa europea ha sido lamentablemente incoherente. El Gobierno finlandés ha adoptado normalmente un enfoque crítico respecto de una mayor cooperación en temas de defensa. Nuestro Gobierno solo ha cedido cuando se ha percatado de hallarse en minoría en el Consejo. Al final, se ha demostrado de forma práctica que el devenir al que el Gobierno se había estado oponiendo era el acertado y positivo para Europa en su conjunto, y no solo para Finlandia.

Señor Primer Ministro, la seguridad no se construye a base de aislamiento. Se precisa una mayor cooperación si queremos mejorar la seguridad de los europeos y la estabilidad mundial. Nuestros ciudadanos así lo esperan también. Como usted ha dicho, la UE se ha convertido en una superpotencia, que no puede permitirse pararse a reflexionar sobre su actuación exterior.

¿Que podría hacer entonces el Consejo bajo liderazgo finlandés? El Tratado Constitucional contiene varias propuestas concretas sobre seguridad. Entre ellas, una cláusula de solidaridad, mayor cooperación en la gestión de crisis, cooperación más estrecha en cuanto a material de defensa y la obligación de ayudar a otros Estados miembros en caso de ataque militar, es decir, defensa mutua. La mayoría de ellas ya han sido incorporadas de una manera u otra, aunque no la cláusula de garantía de seguridad. Sin embargo, el desarrollo se ha ido enmarañando. Ya va siendo hora de que llevemos a la práctica el grandioso objetivo de Maastricht: una Política Exterior y de Seguridad Común, un componente esencial de lo que también es un sistema común de defensa. Si se me permite citar las sabias palabras del Primer Ministro, no deberíamos esperar a que lleguen tiempos mejores. Ese tiempo está ya aquí.

 
  
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  Reino Paasilinna (PSE). – (FI) Señor Presidente, señor Primer Ministro, Señorías, el éxito de Finlandia durante su Presidencia podría medirse en función de lo bien que Finlandia presida el debate sobre Rusia y negocie con ese país. Seguro que ya no habrá mucha gente que nos siga acusando hoy de finlandización.

La energía es un arma de política exterior, pero también lo es en el contexto de la lucha por los recursos globales, por la energía. El tema energético se ha convertido en un barómetro sensible de la relación entre la Unión Europea y Rusia, que bien podría desembocar en un conflicto. Nosotros queremos garantizar el suministro y Rusia busca un cliente fiable. ¿Tan difícil es encontrarle un equilibrio a esta ecuación? Eso es lo que Finlandia está intentando hacer ahora, ya que Finlandia y Rusia llevan operando de esa manera desde hace muchos años. Al margen de una o dos revoluciones, el petróleo ha venido fluyendo normalmente.

Los rusos han comenzado a tener una visión positiva de la dimensión septentrional, pero ahora tienen dudas acerca de la nueva política europea de vecindad, ya que no les gusta que se les compare con países del sur o del norte del Sáhara. La dimensión septentrional tiene que convertirse en un importante foro para asuntos del norte.

El Acuerdo de asociación y cooperación tiene que ser reformado. Ya nació anticuado y, tal como ha dicho el señor Poettering, queremos una Rusia estable, democrática y en desarrollo. No obstante, Rusia no puede ser obligada a ello y todos tenemos experiencia en este terreno. Durante su Presidencia, Finlandia no va a ser como el señor Berlusconi: va a ver menos actuación y un poco más de honestidad.

 
  
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  Anneli Jäätteenmäki (ALDE). – (FI) Señor Presidente, señor Primer Ministro, Señorías, la Presidencia finlandesa va a proporcionar lozanía a una UE fatigada. Eso, al menos, es lo que nos gustaría pensar a los finlandeses. La historia ha demostrado que las Presidencias de los países pequeños han supuesto un soplo de aire fresco. Ahora resulta muy saludable la brisa septentrional. Su frescura es vigorizante.

La cooperación estrecha y tangible con Rusia es importante para toda la UE, tanto en el plano económico como en el político. Como país vecino, Finlandia tiene un interés especial en poner en marcha las conversaciones y avanzar rápidamente en ellas. A pesar del hecho de compartir frontera, Finlandia no es uno de esos países sospechoso de favorecer sus propios intereses a costa de una política europea común. De la Presidencia finlandesa se espera una actuación concreta en el tema de la política energética, la política medioambiental y, sobre todo, la cooperación en la región báltica en todos sus aspectos.

En segundo lugar, quiero plantear el tema de la transparencia. El Primer Ministro ha manifestado que la transparencia resulta esencial. Lo que es más importante con respecto a la transparencia es el acceso público a los documentos, ya que el carácter abierto de las reuniones a veces puede resultar decepcionante. Únicamente a través de la transparencia llegará la política de la UE a ser comprensible para la gente y serán capaces de controlarla los individuos y los responsables de la toma de decisiones, y esta capacidad de control y de responsabilidad son importantes. La UE tiene que contar con el apoyo y la aprobación de sus ciudadanos y, para ello, son factores importantes la transparencia el control y la responsabilidad.

 
  
  

PRESIDENCIA DEL SR. TRAKATELLIS
Vicepresidente

 
  
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  Satu Hassi (Verts/ALE). – (FI) Señor Presidente, Señorías, señor Primer Ministro, lo siento, pero su planteamiento es más propio de un prudente funcionario o un aprendiz que de un líder, por no hablar ya de un visionario. Su postura básica consiste en colaborar en procesos que ya estén en marcha en la Unión, lo cual es sumamente importante, admitámoslo, pero no es suficiente. Un líder tiene que abordar los retos que plantea la situación mundial y europea.

Usted apenas reconoce la importancia del cambio climático. No se hace una sola mención al cambio climático en la lista de prioridades de la Presidencia finlandesa, aun cuando afecta al futuro, no solo de Europa, sino de toda la humanidad. Verdaderamente no basta con enumerar las reuniones recogidas en la agenda. Necesitamos un planeamiento activo y creativo por parte del Presidente de la UE. De lo contrario, definitivamente no se producirá ningún acuerdo sobre la forma de continuar protegiendo el clima después de Kyoto, que equivale a decir después de 2012, una fecha que ya se encuentra muy próxima. La inclusión de nuevos países, en concreto, exige un enfoque totalmente diferente del propuesto por usted.

Uno de nuestros mayores retos es el crecimiento explosivo del flujo de refugiados ilegales. Usted se ha limitado a proponer mayor eficacia en los controles fronterizos, la cooperación policial y los procedimientos de asilo. Realmente resulta muy desalentador. Europa tiene que desarrollar con carácter urgente una política de inmigración, de manera que la gente de cualquier parte del mundo pueda venir a trabajar en condiciones totalmente legales. Constituye una equivocación y una crueldad considerar a los pobres inmigrantes como trabajadores ilegales carentes de derechos.

Un reto interno con que nos enfrentamos es la discriminación contra las minorías, como los homosexuales, y me repele todo ese alboroto que se produjo cuando el Parlamento Europeo intervino en dos ocasiones este año para solicitar a la Presidencia finlandesa que hiciera algo al respecto. Usted no ha dicho nada sobre este tema. ¿Por qué no? ¿Dónde está su planteamiento de líder? En el Consejo, ¿pretende llevar adelante la decisión que se ha adoptado sobre la lucha contra el racismo y la xenofobia?

Usted ha hablado también de transparencia, lo cual es loable, pero existen contradicciones en lo que usted manifiesta. Anteriormente, Finlandia dijo que fomentaría la transparencia, pero en los periódicos finlandeses del fin de semana usted afirma que no se propone aumentar la transparencia. Hoy ha hablado usted de desarrollar servicios de búsqueda en Internet. ¿Cuál es, entonces, su política sobre la transparencia? ¿Se trata simplemente de argucias técnicas o del desarrollo de la transparencia de la propia toma de decisiones?

(Aplausos)

 
  
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  Roberto Musacchio (GUE/NGL).(IT) Señor Presidente, Señorías, ya he dicho en otras ocasiones que hasta que no cambiemos nuestro enfoque liberal, nos costará salir de la crisis en que está sumida Europa. Es este enfoque el que compromete los objetivos sociales y ambientales, que sin embargo intentamos alcanzar.

Tomemos la energía: no puede considerarse una mercancía como las demás, es la cuestión clave del futuro, que nos exige avanzar por la senda del Protocolo de Kyoto y mucho más allá, adoptando las fuentes de energía renovables, abandonando los combustibles fósiles y no asumiendo los riesgos inaceptables del uso de la energía nuclear; exige equidad y solidaridad y no conflictos, guerras comerciales o incluso, como sucede a veces, guerras militares; exige otra visión de la economía, de la sociedad, de la política y de la democracia.

Europa habla de una comunidad de la energía y es una buena idea, pero esa comunidad, para existir, necesita que se tomen esas opciones, y que se tomen junto con los demás –desde Rusia hasta Sudamérica y África y no contra ellos.

Dentro de unos días se reunirá en San Petersburgo el G8 y, aunque para nosotros la sede es bastante controvertida e inaceptable, Europa deberá llevar allí estas propuestas, ya que van de la mano con la concepción de la energía como recurso común del futuro.

 
  
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  Zbigniew Krzysztof Kuźmiuk (UEN). – (PL) Señor Presidente, señor Presidente en ejercicio del Consejo, señor Presidente de la Comisión, en el debate sobre el programa de la Presidencia finlandesa me gustaría llamar su atención sobre un notorio obstáculo en las relaciones entre la UE y Rusia.

Finlandia, que tradicionalmente ha mantenido buenas relaciones con Rusia, tiene que progresar al menos en dos asuntos. El primero es la utilización por parte de Rusia del suministro de petróleo como palanca de influencia política, tanto sobre los Estados miembros de la UE como sobre otros países. Rusia, que desea mantener buenas relaciones con la UE, tiene que poner coto a tales prácticas y eso es algo que la UE debería exigir durante la próxima cumbre. En segundo lugar, Rusia ha solicitado el ingreso en la Organización Mundial del Comercio, en la que la UE es un componente principal, pero sin embargo está bloqueando la importación de muchos productos a sus mercados, infringiendo con ello las normas de la OMC. Un ejemplo palmario de lo dicho es la prohibición impuesta por Rusia a las importaciones de alimentos polacos durante los últimos siete meses. Aunque Polonia ha subsanado todos los motivos por los que estas exportaciones fueron bloqueadas, la parte rusa no ha procedido a levantar las restricciones. Dada esa situación, los representantes de la UE no deberían aprobar el ingreso ruso en la OMC sin que dicho país haya resuelto definitivamente el tema del acceso a sus mercados, incluido el de las mercancías de origen polaco.

Espero que la Presidencia finlandesa se esfuerce por resolver estos asuntos.

 
  
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  Jens-Peter Bonde (IND/DEM). – (DA) Señor Presidente, estimado colega en la Convención, Primer Ministro Vanhanen, considero que ha sido valiente por su parte ofrecerse a iniciar el proceso de ratificación de un Tratado que debería estar muerto y enterrado después de los referendos de Francia y los Países Bajos. ¿Por qué muestra ahora Finlandia esta falta de coraje? ¿Por qué no se atreve a someter la Constitución a referéndum? El mismo día que visitamos al Primer Ministro en Helsinki, él hizo que la Presidenta firmara el proyecto de Constitución, a la que ella se opone. Eso ocurrió solo unas horas después de que la televisión finlandesa hubiera publicado una encuesta de opinión que revelaba que únicamente el 22 % de los finlandeses respaldaba la Constitución, mientras que el 48 % se oponía a ella. Creo que el señor Vanhanen debería esconderse bajo su atuendo de Primer Ministro.

En la Convención, el Primer Ministro abogó en pro de la transparencia, la democracia y la proximidad a la gente y apoyó el llamamiento en favor de someter la Constitución a referéndum en todos los Estados miembros. Haga de la exigencia de un referéndum en todos los Estados miembros una condición para la aceptación por parte de Finlandia, poniendo así en práctica la transparencia que propugna. Ponga en el sitio Web todos los documentos del proceso legislativo completo. Abra todas las reuniones al público, a menos que una mayoría de países exija activamente que no se haga. El Primer Ministro firmó personalmente el proyecto en la Convención, junto con todos los representantes electos allí presentes. Preséntelo en la próxima reunión del Consejo de Ministros. Veinte de los 25 Gobiernos también lo han refrendado. El proyecto puede ser aprobado por una mayoría simple de los 25 Estados miembros. Las promesas son para cumplirlas. Pido a nuestro Presidente en ejercicio finlandés que sea valiente y haga honor a su firma. Estoy seguro de que el Primer Ministro solo haría enemigos en el Gobierno secreto del COREPER de la UE. Los pueblos de toda Europa le amarían si consiguiera abrir las puertas cerradas de esta Unión remota. Espero tener algo por lo que darle las gracias en diciembre.

 
  
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  Alessandro Battilocchio (NI).(IT) Señor Presidente, Señorías, hablo en nombre del nuevo Partido Socialista Italiano. Estoy totalmente de acuerdo con las prioridades de la Presidencia finlandesa y, en particular, con la insistencia en relanzar el papel de nuestras instituciones, tanto a escala europea como internacional.

En cuanto al primer aspecto, es decir, la relación de las instituciones con los ciudadanos, son muchas las estrategias que se pueden seguir: el diálogo, la democracia y el debate, como propone la Comisión, están entre ellas, pero me parece que tres acciones en especial podrían transmitir realmente a los europeos un mensaje muy claro de nuestra voluntad política: 1) cerrar la fase de reflexión para relanzar concretamente el proceso constitucional; 2) aumentar la transparencia del proceso de toma de decisiones y, añadiré, administrativo –a este respecto, agradezco a la Presidencia finlandesa el compromiso en este sentido, que, espero, produzca resultados concretos; 3) intentar encontrar una solución convincente y practicable al tema de la doble sede del Parlamento, problema que, sin duda, no contribuye a la imagen de eficiencia y circunspección que queremos dar a nuestros conciudadanos.

Desde el punto de vista internacional, como ha declarado el Primer Ministro Matti Vanhanen, la UE es una comunidad de valores, y su punto de partida es la paz y la estabilidad. Uno de los compromisos que la UE ha asumido ante la comunidad internacional es la promoción de esos valores fuera de sus fronteras. Espero, pues, que el Consejo sepa apoyar las peticiones del Parlamento en este sentido, por lo que respecta a los instrumentos destinados a financiar la cooperación internacional y la promoción de la democracia y los derechos humanos. También en este sector es importante garantizar un compromiso firme, coherente y eficaz y, una vez más, transparencia en las decisiones y en la aplicación para dotar a nuestras acciones de la debida credibilidad.

 
  
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  Timothy Kirkhope (PPE-DE). (EN) Señor Presidente, me gustaría comenzar deseando suerte al Primer Ministro en el inicio de sus trabajos. La semblanza que ha publicado el Financial Times esta semana señala que se ha construido su propia casa y le gusta la jardinería. Estoy seguro de que con una persona que aborda la vida de forma tan práctica, podemos esperar que la Presidencia también lo sea.

La nueva Presidencia desea desarrollar una Unión transparente y eficaz. La transparencia y la apertura son temas por los que los conservadores británicos hemos luchado durante muchos años. La apertura de las reuniones del Consejo es un paso en la dirección correcta, a pesar de los burdos intentos de la Ministra de Asuntos Exteriores británica de mantenerlas en secreto. Nos mantendremos muy atentos para comprobar si en los próximos se mantiene el espíritu y la letra de dicha apertura. También acojo con agrado el deseo de la Presidencia de examinar los efectos de la legislación e incrementar su claridad. Sin embargo, todos hemos pedido que se evalúe correctamente la necesidad de adoptar algunos actos legislativos. En mi opinión, la hipótesis inicial debe ser siempre contraria a la legislación.

Asimismo deben realizarse evaluaciones de impacto adecuadas antes de adoptar nuevos instrumentos legislativos y espero que la Presidencia siga avanzando para que la reducción de la normativa y la regulación sea parte esencial del programa de reforma que me gustaría que llevase a cabo Europa.

Me complace el planteamiento colegiado para la Presidencia. Sin duda resulta sensato que las dos o tres futuras Presidencias colaboren para acordar prioridades y aplicar planes basados en un programa a más largo plazo. Las políticas semestrales a menudo no funcionan cuando lo que necesitamos es una planificación y reformas a largo plazo.

Espero que la Presidencia coopere estrechamente con el Presidente Barroso en el plan de reforma económica. No podemos caer en la complacencia. Los esfuerzos por hacer que Europa sea más competitiva no comienzan y terminan con las conclusiones del Consejo Europeo. La necesidad de efectuar reformas es más urgente que nunca y espero que la Presidencia propugne la liberalización y el programa de reforma económica que pedimos con insistencia desde hace mucho.

Por último, ¿podríamos resolver la controvertida cuestión de la sede de este Parlamento de una vez por todas?

 
  
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  Hannes Swoboda (PSE). – (DE) Señor Presidente, Señorías, la Presidencia finlandesa del Consejo –tal como ha vuelto a demostrar hoy el señor Vanhanen– tienen un planteamiento muy juicioso y, aunque a veces pueda resultar demasiado frío en sus manifestaciones, puedo afirmar, pensando en los problemas a que tendrá que enfrentarse, que las cosas se van a caldear bastante de vez en cuando.

Un problema al que tanto usted como el Presidente de la Comisión han hecho alusión es el asunto de Turquía. Usted es consciente de que para nosotros la apertura de negociaciones con Turquía y el avance de dichas negociaciones son temas muy serios, como también lo es de nuestra machacona insistencia en que Turquía cumpla sus obligaciones jurídicas. Pero nos gustaría ver –y es bueno que esté presente el Comisario Rehn para que escuche esto–, en paralelo con lo anterior pero no supeditado a ello, que se haga todo lo posible por proporcionar a la población turca del norte de Chipre una oportunidad de perseguir su sueño de acercarse más a la Unión Europea, al tiempo que el Gobierno chipriota ponga cuanto esté en sus manos para abrir nuevas vías y cauces a fin de generar nueva confianza entre los dos grupos étnicos.

Si logra hacer estas dos cosas, es decir, conseguir que Turquía cumpla lo que le exige la ley, al tiempo que se impulsa la evolución en Chipre, habrá conseguido efectivamente un gran triunfo.

Volviendo al sudeste de Europa, no puedo sino confirmar que también nos gustaría ver nuevos pasos para mostrar a todos ellos –incluidos los serbios– el camino hacia Europa en esta fase tan difícil.

Permítanme referirme, en tercer lugar, a Rusia. Resulta muy acertado que coloque el tema de la energía y a Rusia en lugares preferentes dentro de su programa de trabajo.

Hay dos cosas que consideramos de vital importancia. Primero, en lo referente a la energía, hay que acordar un marco jurídicamente vinculante entre Rusia y la Unión Europea, y si no es la carta de la energía –sobre la que el señor Barroso ha anunciado nuevas iniciativas–, entonces tiene que ser otro marco jurídicamente vinculante que sea transparente para las dos partes y válido en ellas.

Segundo, es enormemente importante que Rusia practique una política de vecindad similar a la de Europa. Ambos tenemos intereses en nuestros vecinos comunes, pero mientras nosotros les hacemos algún tipo de oferta, Rusia a menudo les somete a presión política. Me gustaría que usted consiguiera que Rusia también ofreciera algo a sus vecinos. De esa forma, podríamos acabar compitiendo entre nosotros con respecto a lo que podemos ofrecer, en lugar de que existan ofertas procedentes de una parte y presión política de la otra.

(Aplausos)

 
  
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  Karin Riis-Jørgensen (ALDE). – (DA) Señor Presidente, quiero formularle una petición, señor Vanhanen, ahora que su labor de ampliar la competencia de la UE va a extenderse un poco más. Apoyo totalmente su propuesta de cambiar la cooperación en asuntos jurídicos, de forma que ahora contemos con una toma de decisiones por mayoría. Eso supondría efectivamente incrementar nuestro esfuerzo conjunto para combatir el terrorismo y la horrorosa trata de mujeres. Como he dicho, quiero hacerle una petición, señor Vanhannen, de liberal a liberal, por así decirlo. Cerciórese de que no nos precipitemos por una pendiente resbaladiza. Hay muchos indicios preocupantes. Valgan como ejemplos los casos que afectan a la protección de datos, la entrega de listas de pasajeros, los vuelos de la CIA y ahora, el caso más reciente, en el que está implicada la empresa Swift, que ha permitido a las autoridades estadounidenses controlar las transferencias bancarias europeas. Tenemos que estar alerta para garantizar que nuestras libertades fundamentales no sean violadas y que no comprometamos nuestros derechos indebidamente en aras de la lucha contra el terrorismo. Me refiero a que no tenemos que comprometer en exceso nuestra libertad a costa de nuestra propia seguridad. En esto hay que lograr un equilibrio muy delicado, así que piense en ello cuando se ponga manos a la obra. Trabaje bien y hágalo con entusiasmo.

(EN) Señor Barroso, de un país pequeño a otro: espero que lo pase bien viendo el partido esta noche y que gane el mejor.

 
  
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  Ian Hudghton (Verts/ALE). (EN) Señor Presidente, señor Presidente en ejercicio, en mi calidad de representante de la Alianza Libre Europea de Naciones sin Estado, como Escocia, Gales y Cataluña, deseo señalar que Finlandia, aparte de presidir la UE y celebrar el centenario de la restauración de su independencia, fue el primer país del mundo que concedió plenos derechos políticos a las mujeres. Como cada vez son más los países que, como Cataluña, Montenegro y el mío, Escocia, intentan reafirmar su derecho a la independencia, dirigimos nuestras miradas a Finlandia y a otros pequeños Estados miembros de la UE para que nos sirvan de ejemplo.

Me complace su compromiso a favor de la transparencia y el principio de subsidiariedad. Sin embargo, si realmente queremos restaurar la credibilidad de la Unión Europea entre el público, como deseamos ambos, no podemos conformarnos con volver a presentar el texto actual de la Constitución. La credibilidad de la UE en Escocia, por ejemplo, no mejorará si se sigue fortaleciendo la desastrosa Política Pesquera Común. Esta derrochadora excursión que debemos hacer a Estrasburgo cada mes no ayuda.

También me complace la intención que ha manifestado el Presidente en ejercicio de hacer una consulta sobre la Constitución, pero tenemos que consultar no solo a las instituciones, sino también a la opinión pública y tomar buena nota de lo que esta dice.

 
  
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  Tobias Pflüger (GUE/NGL), – (DE) Señor Presidente, después de los austriacos, con los finlandeses tenemos ahora, por segunda vez, la Presidencia del Consejo ocupada por un Estado miembro neutral de la UE, o tal vez debería decir un Estado miembro de la UE formalmente neutral porque, cuando analizo el programa de la Presidencia finlandesa en lo concerniente a la política exterior y a la política militar en concreto, las cosas siguen siendo exactamente como hasta ahora y, en algunos aspectos, incluso más agudizadas. Con el objetivo oficial de proporcionar seguridad a las elecciones, se van a desplegar 2 000 soldados de la UE en el Congo, pero todos sabemos –el Ministro de Defensa alemán así lo ha manifestado– de qué se trata realmente; en realidad se trata de salvaguardar los intereses económicos de Alemania y de la UE, por lo que –así lo deduzco al menos del plan– Sudán será el siguiente país al que se otorgue dicho trato, esta vez con participación de la OTAN.

La UE está embarcándose continuamente en nuevas aventuras militares y eso me parece fatal. El «grupo de combate» va a entrar en servicio durante la Presidencia finlandesa –lo que me parece problemático– y lamentablemente seguimos persiguiendo el Tratado Constitucional aun cuando ya se haya certificado su defunción. ¿Por que no lo abandonamos de una vez por todas? Quiero pedirle que de media vuelta y se comprometa con una Europa auténticamente civil, dejando de invertir miles de millones del dinero de los contribuyentes en militarización y que actúe como un Estado realmente neutral.

 
  
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  Bastiaan Belder (IND/DEM). – (NL) Aunque el debate sobre el futuro de Europa exige una Presidencia ambiciosa y resuelta durante el segundo semestre de 2006, la presentación de esta mañana me lleva a temer lo peor. Permítame comenzar por la ambición o la falta de ella. Le critico por aferrarse a la rechazada Constitución europea. Al hacerlo, usted, el Presidente finlandés, está impidiendo que se inicie un debate fresco y ambicioso sobre el futuro de la Unión Europea.

Pero eso no es todo. La Presidencia finlandesa, que proclama su compromiso con la transparencia, está manteniendo a Europa dolorosamente dividida. Aunque usted sabe que el texto de la Constitución rechazada por partida doble debe ser, cuando menos, modificado, tiene la intención de ratificar esta Constitución europea durante su Presidencia. ¿Cómo se justifica eso ante los ciudadanos y, más concretamente, ante los neerlandeses?

Me preocupa también su falta de firmeza. ¿Verdaderamente va a regentar el negocio sin ninguna ayuda mientras esperamos a la Canciller Merkel? ¿Qué capacidad de resolución tiene una Presidencia que, a través de una entrevista concedida por su Ministro de Asuntos Exteriores al Süddeutsche Zeitung, manifiesta el mismo 1 de julio que no espera mucho de la ronda de consultas con los Estados miembros?

No tengo el placer frecuente de coincidir con el análisis del señor Leinen, el Presidente de nuestra Comisión de Asuntos Constitucionales. Sin embargo, comparto su opinión de que el Consejo está enviando un mensaje confuso. La Presidencia finlandesa tiene que elegir de forma inequívoca entre la Constitución rechazada o un nuevo marco para el Tratado. Me inclinaría, desde luego, por la segunda opción, más ambiciosa. Por consiguiente, solicito a la Presidencia finlandesa que haga gala ahora de la ambición y la capacidad resolutiva que se necesitan.

 
  
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  Ryszard Czarnecki (NI). – (PL) Señor Presidente, me complace que el Primer Ministro finlandés haya hablado hoy de unas instituciones europeas más eficaces. Se trata de un asunto importante en estos momentos, en que la Unión Europea se encuentra en una encrucijada. En mi opinión no deberíamos restringir las competencias del Consejo, sino aumentar las del Parlamento Europeo en su calidad de órgano elegido por los ciudadanos, y restringir las competencias de la Comisión, en cuya elección los ciudadanos no intervienen. Me complace el apoyo de la Presidencia finlandesa a la idea de una mayor transparencia para las instituciones europeas, ya que la transparencia es un tema vital.

Es bueno que la Presidencia haya emitido una opinión positiva a la hora de evaluar la última ampliación de la UE; creo que en los próximos seis meses va a reinar un buen ambiente para la próxima expansión, gradual y prudente, de las estructuras de la UE. Cuando el Presidente del Consejo habla de la necesidad de trabajar en favor de una mayor competitividad europea, espero que eso no se quede en meras palabras y que el Consejo traduzca esta promesa en acciones concretas, por ejemplo en el sector de los servicios, y que se ponga fin a todas las restricciones que la funesta Directiva relativa a los servicios, en su versión actual, impone en este ámbito.

 
  
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  Françoise Grossetête (PPE-DE).(FR) Señor Presidente, señor Presidente en ejercicio del Consejo, señor Presidente de la Comisión, Señorías, su posición, señor Vanhanen, no es nada fácil, aprisionado entre una Presidencia austriaca cuyo balance es respetable y una Presidencia alemana que ya ha sido objeto de algunas críticas significativas. Esta posición asfixiante debería haberle dado más voluntad de jugar fuerte, para que Finlandia pueda ser la Presidencia de la invención práctica y del progreso a largo plazo.

Por desgracia, en vez de sorprendernos, nos ha decepcionado. A su discurso le falta espíritu. Nos ha recitado un catálogo, un cajón de sastre de ideas en el que ha tenido usted buen cuidado de no olvidar la más mínima faceta de la política europea, pero no es lo que esperamos de usted: lo que queremos es acción concreta.

Le pondré algunos ejemplos: debería preocuparse usted del coste de las llamadas al extranjero con teléfono móvil, que tanto penaliza a tantos europeos; y también debería apoyar realmente la implementación de Galileo. Lo que esperamos de usted es que utilice su influencia en el Consejo con vistas a un desarrollo más activo de la cooperación judicial y policial.

Tiene también otra tarea, la de la autofinanciación de la Unión Europea, puesto que ha sido incapaz de dotarse de un presupuesto. El Consejo ha sido incapaz de dotarse de un presupuesto acorde con las ambiciones declaradas por la Unión Europea.

Sería una gran vergüenza que tuviéramos que retomar el estribillo de «no podemos ir más allá, el Consejo nos cierra el camino». Sin embargo, ¿por qué no comparte usted con nosotros su experiencia de una verdadera política silvícola? La madera es un recurso renovable y como tal responde a criterios interesantes para Europa en el marco del cambio climático. Habla usted de política energética, pero lo que le pedimos es que sea firme: firme frente a Rusia, porque Rusia solo entiende la firmeza. Y después, cuando hablamos de las fronteras de Europa, escuche al Parlamento Europeo, que desea que se tenga en cuenta la capacidad de absorción de la Unión Europea.

Para terminar, y será quizás la única nota positiva de mi intervención, quisiera apoyarle en la voluntad declarada por su Gobierno de demostrar mayor firmeza con Turquía en la cuestión chipriota, ya que la invasión turca es el único obstáculo a la reunificación de la isla. Como ve, hay muchas cosas que hacer para que su Presidencia no sea una Presidencia de «esperar y ver».

 
  
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  Gary Titley (PSE). (EN) Señor Presidente, doy la bienvenida a la Presidencia finlandesa, que supongo mostrará la eficiencia y la profesionalidad habitual de su país. Finlandia tiene muchas cosas que enseñarnos, sobre todo con respecto a la importancia de la inversión en una educación de alta calidad y a la forma de encontrar el equilibrio entre la eficiencia económica y la justicia social.

Me complace el discurso del Presidente en ejercicio, que se resume en tres puntos. En este momento, el Consejo tiene tres prioridades: acción, acción y acción. A los ciudadanos no les gustan los procesos, les gustan los resultados y a nosotros se nos juzgará por nuestros resultados.

Este viernes conmemoraremos en el Reino Unido el primer aniversario de los horrendos sucesos del 7 de julio de 2005, en los que 52 de nuestros ciudadanos perecieron en un atentado terrorista. Recuerdo muy bien la simpatía y solidaridad que me expresaron el año pasado mis colegas aquí en el Parlamento Europeo, como las que manifestamos a nuestros colegas españoles un año antes, cuando se produjeron los atentados de Madrid. Nuestros ciudadanos esperan que Europa les brinde seguridad.

El 21 de julio hubo otra intentona que afortunadamente no tuvo éxito. Sin embargo, gracias a la orden de detención europea, uno de los sospechosos fue devuelto al Reino Unido desde Italia en cuestión de semanas. Este es el tipo de acciones que quieren ver nuestros ciudadanos. Tenemos que mejorar la cooperación en materia de seguridad. Tenemos que mejorar igualmente la seguridad en todos sus aspectos. Nuestra capacidad para gestionar las crisis sigue presentando grandes deficiencias. Y eso se debe a que los Estados miembros dicen que harán algo y no cumplen sus promesas. El cumplimiento por parte de los Estados miembros debe ser nuestra prioridad absoluta.

De modo similar, necesitamos una política en materia de migración justa y eficaz que vincule la política de desarrollo a la de migración y que ofrezca mucho más seguridad en nuestras fronteras. Por lo que respecta a la energía, debemos reconocer que tenemos un mercado único. Sigamos esta lógica hasta sus últimas consecuencias. Impulsemos todo el programa del mercado único que aún está demasiado incompleto.

Acojo con beneplácito su compromiso a favor del objetivo de legislar mejor, señor Presidente en ejercicio, pero como ya ha oído, la mejor ventaja que ofrece legislar mejor será que el Parlamento Europeo deje de deambular por Europa a fin de que podamos concentrarnos mejor en la legislación.

 
  
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  Kyösti Virrankoski (ALDE). – (FI) Señor Presidente, quiero dar las gracias al Primer Ministro Matti Vanhanen por su exhaustiva presentación. Me gustaría respaldar especialmente su preocupación en torno a la justificación de la existencia de la Unión, su legitimidad.

El práctico colapso del Tratado Constitucional en los referendos que se han celebrado refleja no tanto el inmenso control que la gente tiene sobre la legislación, como la sospecha y la desconfianza que sienten respecto de la Unión Europea. Existen sobrados motivos para ello. El inmenso volumen de legislación europea, con toda su minuciosidad, la enorme e ineficaz burocracia y la absoluta desmesura de medidas de control y supervisión hacen que la Unión resulte insoportable. Por eso es importante la promesa del Primer Ministro de invertir más tiempo y energía concretamente en legislar mejor. Coincido con el Primer Ministro Vanhannen en que la Unión tiene que centrarse en los aspectos esenciales y resolverlos eficazmente. En relación con el Tratado Constitucional, Finlandia tiene una ocasión espléndida de tomar la iniciativa y demostrar auténtico liderazgo emprendiendo consultas sobre el grado en que puede hacerse avanzar y lo que debe contener.

Para que la UE triunfe en el contexto de la competencia mundial tendrá que volverse más competitiva. La investigación, el desarrollo de productos y la formación son esenciales. Es de esperar que la Presidencia logre rápidamente introducir de manera simultánea legislación y programas, de manera que los escasos recursos existentes en los marcos financieros puedan comenzar a utilizarse.

Por último, me gustaría citar la agricultura, aunque no existe una mención independiente en el programa. En la práctica, es el único entorno político en el que la UE regula el nivel de ingresos de los ciudadanos privados. Nuestro mayor sector industrial, el de la alimentación, también depende de ella. Esperemos que la Presidencia logre proteger nuestra agricultura en las conversaciones de la OMC, donde es objeto de furibundos ataques. Al mismo tiempo espero que las condiciones previas para una agricultura sostenible y competitiva estén aseguradas en todas las partes de Europa, incluidas las regiones periféricas, de acuerdo con las decisiones del Consejo Europeo.

Deseo a mi país, Finlandia, mucho éxito durante su Presidencia.

 
  
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  Diamanto Manolakou (GUE/NGL). (EL) Señor Presidente, no hay necesidad alguna de engañarnos y pensar que durante la Presidencia finlandesa van a cambiar las cosas. Va a seguir practicando la misma política reaccionaria, antisocial y de militarización de Europa durante los próximos seis meses, tal como confirma su programa.

Su primera opción es la cooperación para resucitar la Constitución europea, aun cuando ha sido sentenciada y rechazada por el pueblo de Francia y de los Países Bajos.

El fomento de la competitividad para aumentar la rentabilidad del capital unificador de Europa a través de una explotación cada vez más opresiva de los trabajadores.

Exenciones fiscales para el capital y nuevos impuestos para los trabajadores dentro del marco del desarrollo de los reglamentos de la Unión Europea.

Libro Blanco sobre la ley del empleo para abolir cualquier derecho legal conquistado por el movimiento de la clase obrera a través de sus luchas.

En cuanto a las relaciones con Rusia, constituyen la contrapartida tan anhelada a la competencia con los Estados Unidos.

Sin embargo, especialmente vejatorias resultan las presiones que la Presidencia finlandesa afirma estar preparándose para ejercer sobre los Estados miembros a fin de empezar a comerciar directamente con el Chipre septentrional ocupado, a pesar del hecho de que existe un ejército de ocupación y un pseudoestado de hecho, a fin de satisfacer las inaceptables exigencias turcas.

No debemos permitirlo. Apoyaremos cualquier acción por parte del movimiento de la clase obrera contra esta política.

 
  
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  Ville Itälä (PPE-DE). – (FI) Señor Presidente, en debates recientes he escuchado dos definiciones de la Presidencia finlandesa. La primera era que, siempre que la UE no sufra realmente una regresión en los próximos seis meses, la Presidencia finlandesa habrá sido un éxito. La otra definición era que la tarea principal de Finlandia consiste en preparar la futura Presidencia de Alemania.

Pero no es así: Finlandia tiene mucho más que ofrecer a Europa y a los europeos. Las prioridades especialmente importantes, Rusia y la energía, son entornos en los que Finlandia posee gran experiencia. Precisamente en esto temas es donde la UE tiene que dar los mayores pasos adelante. Carecemos totalmente de una política común hacia Rusia y no podremos negociar con ella en pie de igualdad mientras no contemos con una.

Señor Primer Ministro, tenía usted razón al afirmar también que aquí, en el Parlamento, hay muchos temas iniciados, a los que honradamente debería ponerse término. Entre ellos se incluyen REACH y el Reglamento financiero y otros muchos asuntos que representan esos diminutos avances que contribuirán a impulsar a la UE hacia adelante.

Usted también ha aludido a la ampliación, que considero uno de los temas más importantes y un reto inmenso. De hecho resulta imposible impulsar la ampliación, que va demasiado deprisa y en contra de la voluntad de la gente, y la Constitución a un mismo tiempo. Las cuestiones rumana y búlgara se van a plantear durante la Presidencia finlandesa y es importante demostrarle a nuestra ciudadanía que los criterios se cumplen. Evidentemente es necesario seguir recalcando la importancia de esto, sobre todo en lo tocante a Turquía. Los criterios tienen que cumplirse para que la gente tenga confianza en la UE.

Lo que los ciudadanos esperan, por encima de todo, son hechos y visión de futuro. La antigua idea de por qué existe la UE ya no es suficiente para nuestros ciudadanos. En consecuencia, es hora de que establezcamos una idea nueva, común y definitiva de lo que va a ser la UE dentro de 10 o 20 años. Ese es el asunto por donde considero que convendría que comenzara a trabajar la Presidencia finlandesa. Desde luego no se va a conseguir finalizarlo, pero es importante empezar a trabajar en él para que la relación entre la gente y las instituciones de la UE se desarrolle dentro de un tono positivo.

(Aplausos)

 
  
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  Poul Nyrup Rasmussen (PSE). (EN) Señor Presidente, el Presidente en ejercicio es famoso en Finlandia por su capacidad de cooperación y consenso. Espero sinceramente, señor Presidente en ejercicio, que cuando se reúna con los interlocutores sociales en la cumbre del mes de octubre, logre verdaderos avances, ya que no es posible avanzar en materia de riqueza y valores de los Estados miembros de la Unión Europea sin una amplia cooperación basada en el consenso.

Señor Presidente en ejercio, cuando hablamos de flexiguridad, que me complace que tanto usted como el Presidente Barroso hayan adoptado como importante fundamento para la cooperación, es sumamente importante que no solo sea flexibilidad –como pretende el señor de Villepin en Francia–, sino tanto flexibilidad como seguridad en una versión moderna combinada y globalizada. Ese objetivo solo puede alcanzarse en cooperación con los interlocutores sociales, de la cual espero que usted sea pionero. Cuenta usted con todos los requisitos necesarios para ello y estoy seguro de que lo hará.

Como he destacado esta mañana, el segundo llamamiento que le dirijo es que luche contra la delincuencia, el terrorismo y el tráfico de seres humanos. Puesto que usted ha vuelto a mencionar las conclusiones de la Presidencia finlandesa de Tampere, ha llegado la hora de hacerlas realidad. Espero que con el empleo de la cláusula pasarela, la Presidencia finlandesa logre resultados muy claros para todos nuestros ciudadanos.

 
  
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  Alexander Lambsdorff (ALDE). (DE) Señor Presidente, Primer Ministro Vanhanen, señor Presidente de la Comisión, creo que el Gobierno finlandés se ha marcado las prioridades correctas. Decimos «sí» al refuerzo de la Política Exterior y de Seguridad Común, aumentando la visibilidad de la política de seguridad. Decimos «sí» a más competencia y más transparencia en la legislación de la UE. También decimos «sí» a un debate pausado en el marco del proceso constitucional, tal como sin duda alguna tiene en mente el Primer Ministro para la Presidencia de su país. Como podrá apreciar, los diputados al Parlamento Europeo del Grupo de la Alianza de los Demócratas y Liberales por Europa tenemos una gran confianza en el éxito de la Presidencia finlandesa.

Sin embargo, todo esto está ocurriendo sobre el trasfondo de las recientes declaraciones del Primer Ministro en el Parlamento finlandés. Allí ha manifestado que la Unión ya no comparte un núcleo común y que, en su lugar, se forman coaliciones en función de cada caso concreto. El interés común europeo ha cedido su puesto a la cooperación intergubernamental con carácter puntual. Nos gustaría que hiciera algo en favor del interés común europeo, del núcleo europeo, y que sentara con ello un ejemplo para la posterior Presidencia alemana.

 
  
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  Othmar Karas (PPE-DE). – (DE) Señor Presidente, Señorías, hemos ganado la Copa del mundo de la FIFA, pero en términos políticos la Unión Europea también se halla una vez más en la ofensiva, obteniendo éxitos conjuntamente y elevando de nuevo sus objetivos comunes. Quiero pedir al Presidente en ejercicio del Consejo que ejerza firmemente de capitán de su equipo en el Consejo y que fomente la labor de equipo con sus colegas; la cooperación con el Parlamento, por ejemplo, ha sido una de las razones del éxito de la Presidencia austriaca. Le ruego que mantenga esta actitud de reforzar la cooperación y hacer participar a los diputados.

La cooperación con el Parlamento no es lo mismo que la cooperación con los Parlamentos nacionales. Estamos aquí para ser socios y colegisladores del Consejo, no para controlarlo. Nos encontramos en pie de igualdad con el Consejo; nuestro homólogo es el Consejo, no los Parlamentos nacionales.

En segundo lugar, en cuanto al tema de la transparencia, quiero pedir al Presidente en ejercicio del Consejo que garantice que este eslogan se convierta en una realidad legislativa, ya que la transparencia es condición necesaria para poner fin al doble juego que representa la política nacional y europea. Pido que garantice que todos los ciudadanos de los Estados miembros sean informados de la transparencia del Consejo en su función legislativa y que predique la transparencia y proporcione a EuroNews un espacio en la programación de todas las emisoras públicas.

En tercer lugar, por lo que respecta a la ampliación, la única forma de inspirar confianza pasa por el respeto de las reglas y la coherencia en nuestras negociaciones. Si no se pone en práctica el Protocolo de Ankara, habrá que interrumpir las negociaciones de adhesión con Turquía. Recomiendo al Presidente en ejercicio del Consejo que siga el ejemplo de la ampliación de la zona del euro y el de las discusiones sobre la ampliación de los últimos seis meses.

Por esta razón, también pediría al Presidente de la Comisión que aclare su comentario sobre las condiciones previas para la ampliación, que pueden ser técnicamente correctas pero, en la vertiente política, han provocado confusión. Si decimos que Niza no es suficiente, tenemos que dejar claro que, antes de embarcarnos en la siguiente ampliación importante –a saber, la de Croacia–, necesitamos un nuevo Tratado Constitucional.

Por último, quiero pedir al Presidente en ejercicio del Consejo que garantice la consecución de resultados en lo tocante a la Directiva relativa a los servicios, la Directiva relativa a la ordenación del tiempo de trabajo y la Directiva sobre televisión sin fronteras, así como la relativa a los pagos transfronterizos.

 
  
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  Enrique Barón Crespo (PSE). – (ES) Señor Presidente, señor Presidente en ejercicio del Consejo, señor Presidente de la Comisión, Señorías, en mi intervención trataré tres puntos de su discurso y añadiré un desafío.

En primer lugar, quiero saludar que el Gobierno finlandés, al llegar a la Presidencia, haga honor a la palabra dada, ratificando la Constitución, que ya ha sido apoyada por la mayoría de los Estados y de los pueblos europeos. Ese es un hecho que ha de subrayarse, porque estamos todos de acuerdo en que es necesaria, no solo para ampliarnos, sino para funcionar.

En segundo lugar, quiero agradecer, en relación con el tema de la seguridad y de la lucha contra el terrorismo, el apoyo que usted, como otros miembros del Consejo Europeo, ha dado al comienzo del proceso de superación de la violencia y de obtención de la paz en mi país, España.

En tercer lugar, me gustaría subrayar también que el proceso de creación de la política de inmigración comunitaria —y usted ha señalado el caso de Canarias— empezó en Tampere y tenemos que acelerarlo de una manera seria.

Y, por último, señor Presidente en ejercicio del Consejo, he tenido la oportunidad de coincidir con la señora Lehtomäki, Ministra de Comercio Exterior y Desarrollo, la semana pasada en Ginebra, en las negociaciones de la Ronda de Desarrollo de Doha. Ese desafío es muy importante y se tiene que concretar durante la Presidencia finlandesa. Creo que hay que incluirlo de una manera destacada en la agenda, para asegurar nuestro futuro y asumir nuestras responsabilidades.

 
  
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  Sarah Ludford (ALDE). (EN) Señor Presidente, me tranquiliza la firme voluntad del Primer Ministro de centrarse en los Balcanes y de apoyar su avance hacia la UE. Señor Primer Ministro, sé que este es un proyecto europeo y no finlandés, pero usted se encuentra en un posición privilegiada, gracias a su ex presidente, el señor Ahtisaari, que participó en las negociaciones sobre el estatuto de Kosovo, y a su antiguo asistente, el señor Rehn, el actual Comisario encargado de la ampliación. La UE carga con la pesada responsabilidad de encontrar un equilibrio entre el estímulo, como en el caso de la facilitación de visados que debatiremos esta noche, y la presión, por ejemplo, para la entrega de los presuntos criminales de guerra al Tribunal de La Haya, sobre todo con respecto al desafío de Kosovo. Me reconforta la energía que manifiesta usted en este sentido.

En segundo lugar, la UE no funciona correctamente en el ámbito de la justicia, los asuntos de interior y los derechos humanos. Por una parte se producen retrasos y se diluyen las medidas debido a los vetos nacionales. Casi cinco años después de la adopción de la legislación antiterrorista comunitaria, algunos Estados miembros todavía no la aplican. Por otra, hablamos mucho de los derechos humanos, predicamos a terceros países, pero existen indicios creíbles de complicidad de muchos países en las entregas ilegales y la tortura. No condenamos a terroristas, pero en el mejor de los casos mostramos pasividad ante las violaciones de los derechos humanos en la guerra contra el terrorismo. Se trata de una combinación dañina y le pido que examine los contrastes y contradicciones que existen en este terreno.

 
  
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  João de Deus Pinheiro (PPE-DE). (PT) Señor Presidente en ejercicio del Consejo, su programa me parece claro, práctico y creíble, cosa que no sucede con todas las Presidencias. Algunas de sus prioridades nos parecen esenciales, entre ellas la cuestión rusa y la energía. Tenemos que tener claro el tema de Rusia. No tiene sentido negociar solo con Rusia el asunto de la energía. Rusia es un socio de enorme importancia que hemos de implicar en los asuntos internacionales, ya que de esa forma podemos influir también sobre los derechos humanos y la democracia en ese enorme país.

Otra de las prioridades que usted ha planteado, y con la que estamos de acuerdo, es la de la Europa de los resultados. Se trata de un ámbito que el Presidente de la Comisión ha estado promoviendo y por el que ha peleado a pesar de las dificultades con la Constitución. La Europa de los resultados está estrechamente asociada con el crecimiento y el empleo. Hay que decir que el método intergubernamental que se ha perseguido para la Estrategia de Lisboa ha conducido a resultados decepcionantemente mediocres. Hay que otorgar a la Comisión las responsabilidades y los recursos que necesita para diseñar una hoja de ruta que nos permita crecer y crear más puestos de trabajo, al igual que hicimos para el mercado interior y la moneda única. Lo que existe actualmente no está funcionando y constituirá una nueva decepción para nuestros ciudadanos.

Por último, señor Presidente en ejercicio del Consejo, considero que el período de reflexión sobre la Europa del 2020 que usted ha sugerido es muy saludable. Hemos de comenzar ya a pensar sobre la Europa que queremos en el futuro, y es esta actitud pragmática, abierta y, ojalá, transparente la que me infunde confianza en la Presidencia finlandesa. Espero poder estar aquí, al final de la Presidencia, con palabras de felicitación para usted.

 
  
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  Edite Estrela (PSE). (PT) No voy a jugar al ataque. Eso lo dejaré para el equipo nacional portugués esta noche, que espero derrote a Francia. Usted ha dicho, señor Presidente en ejercicio del Consejo, que vivimos en una época de desafíos, como la globalización, el clima y los retos demográficos, y que hemos de mirar al futuro con coraje. Estamos de acuerdo. La Estrategia de Lisboa nos va a ayudar a hacer frente a estos retos y contar con el triángulo de conocimiento del que ha hablado el señor Barroso.

La Estrategia de Lisboa constituye el mejor instrumento del que disponemos para modernizar la economía europea, para relanzar el empleo, para crear más puestos de trabajo y mantener la cohesión social. En otras palabras, más y mejor Europa. Finlandia constituye un ejemplo satisfactorio de competitividad económica, basada en el conocimiento y la innovación. Es un ejemplo brillante de modernización y progreso. La Presidencia finlandesa se encuentra, así pues, en una posición excelente, y tiene una responsabilidad grande, para impulsar la Agenda de Lisboa. Me gustaría preguntar si la Presidencia finlandesa está dispuesta a ello. Mi segunda pregunta se refiere a la política sobre igualdad entre hombres y mujeres. Finlandia también tiene responsabilidades especiales en este tema. ¿Qué medidas prácticas va a proponer Finlandia al Consejo para fomentar la igualdad entre hombres y mujeres a todos los niveles?

 
  
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  József Szájer (PPE-DE). – (HU) Señor Presidente, como miembros más neófitos de la Unión Europea hemos aprendido muchísimo de Finlandia y de usted personalmente. Ustedes han experimentado recientemente el proceso de adhesión, razón por la que nos sentimos enormemente seguros de que su Presidencia va a ser sensible a las preocupaciones y problemas asociados con la integración. De hecho, la fecha de entrada hace dos años solo marca el comienzo. Hemos de continuar luchando por un trato igual, por la igualdad de derechos dentro de la Unión Europea y por la aplicación del mismo rasero, pues al fin y al cabo la gran empresa histórica de reunificar Europa y de intentar ponernos a su altura es un proceso largo.

Esto queda claramente subrayado por el debate sobre la Directiva relativa a los servicios o el ingreso de Lituania en la zona del euro, que constituye un signo claro de las incertidumbres actuales y, por desgracia, de la desconfianza mostrada hacia los nuevos miembros, así como la aplicación del doble rasero. Por eso es muy importante que, a la hora de hablar sobre la futura expansión de la Unión Europea, no olvidemos que también es tarea nuestra gestionar los efectos de la última, y hasta ahora más ambiciosa, expansión en 2004, así como centrarnos en la capacidad de la Unión Europea.

La reciente ampliación de la Unión Europea, unida a los acontecimientos actuales, pone de manifiesto lo importante que resulta fortalecer los valores democráticos básicos de una Europa común. Efectivamente, hace algún tiempo, el señor Schulz profirió algunas palabras ásperas durante la campaña contra el extremismo, pero no solo debemos hablar de él, también podemos hacer algo para remediarlo. Ustedes cuentan en sus filas con el Partido Socialista que ganó recientemente las elecciones en Eslovaquia, que ha elegido un socio cuyo principal mensaje político consiste en realizar ataques contra las minorías, como los húngaros, la población romaní y los homosexuales.

Eso debería disparar las alarmas en toda Europa. También llama la atención sobre la incapacidad de la Unión Europea para defender a las minorías a lo largo y ancho de Europa. Por eso es preciso impulsar las actividades de la prevista Agencia Europea para los Derechos Humanos durante la Presidencia finlandesa. Finlandia, que practica una ejemplar política con respecto a las minorías, debe mostrarnos el camino en esta cuestión.

Durante la Presidencia finlandesa, el 23 de octubre marca el 50º aniversario de la revolución protagonizada por un pueblo gemelo, los húngaros. En estos tiempos hablamos a menudo de que la Unión Europea se encuentra en crisis. Contribuyamos a renovar la UE, extrayendo ánimos y fortaleza de una de las luchas por la libertad más notables del siglo XX para resolver los problemas a que nos enfrentamos hoy. Deseo a la Presidencia mucho éxito.

 
  
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  Jan Andersson (PSE). – (SV) Señor Presidente, señor Vanhanen, señor Barroso, comparto la visión de la Presidencia finlandesa sobre la globalización como un reto. También me parece positivo que la Presidencia haya encontrado un equilibrio entre la flexibilidad, por una parte, y la protección social o la seguridad en medio del cambio, por otra. Espero que durante la Presidencia finlandesa se encuentre una solución con respecto a la Directiva relativa a los servicios. Tendrá que basarse en las propuestas del Parlamento, que han logrado específicamente este equilibrio entre apertura y flexibilidad, por un lado, y seguridad en el mercado laboral y protección de los servicios públicos, por otro.

Hay un asunto que creo que debería afrontar la Presidencia finlandesa. La propuesta del Parlamento y la de la Comisión y del Consejo no mencionan para nada las agencias de trabajo temporal. Al mismo tiempo, tales agencias están adquiriendo una importancia creciente en toda Europa. Existe una propuesta de la Comisión referente a las agencias de trabajo temporal. Nosotros hemos respondido a ella, pero ha sido bloqueada por el Consejo. Es hora de que la propuesta quede desbloqueada de forma que podamos lograr un acuerdo y un marco relativos a estas agencias. He aquí un entorno donde la Presidencia finlandesa puede actuar.

Aplaudo que tome la iniciativa en torno a la Directiva relativa a la ordenación del tiempo de trabajo. Se trata asimismo de encontrar un equilibrio entre salud y seguridad –basta de jornadas de trabajo excesivamente prolongadas– y, al mismo tiempo, flexibilidad. Nosotros en el Parlamento estamos convencidos de que para conseguir la flexibilidad no se necesita la «exclusión voluntaria». Existen otros instrumentos para fomentar la flexibilidad. Espero con impaciencia soluciones en estos ámbitos, a la vez que comparto la opinión del señor Rasmussen de que hay que buscar soluciones en colaboración con los dos bandos de la industria.

(Aplausos en algunos escaños)

 
  
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  Antonio Tajani (PPE-DE).(IT) Señor Presidente, señor Vanhanen, Señorías, latine loquimur in Europa. En Europa hablamos latín. Como ciudadano romano y como ciudadano europeo, agradezco a Finlandia que haya decidido inaugurar esta Presidencia semestral de la Unión en lengua latina.

Pero el mío es más que un agradecimiento formal. La decisión tiene un profundo significado: la civilización romana, heredera de la griega, representó el primer elemento crucial de unificación de Europa. La lengua latina, las grandes infraestructuras, el Derecho, el inmenso mercado interior y, por último, la pax augusta fueron los fundamentos en los que hundió sus raíces el cristianismo, verdadero puente entre Europa Occidental y Europa Oriental.

Un importante arqueólogo y escritor europeo, Valerio Massimo Manfredi, escribió: «Roma era sobre todo un gran ideal». Parafraseando estas palabras podremos decir: «Europa es sobre todo un gran ideal». No podemos renunciar a dar vida a este gran ideal, debemos dotar a Europa de una legislación fundamental que le permita dar a 450 millones de ciudadanos respuestas a los problemas que más les preocupan: la inmigración, la seguridad, la competitividad con los países emergentes, la cuestión energética, la definición de las fronteras, la creación de puestos de trabajo.

El Presidente puede contar con nuestro apoyo. Finlandia tiene la importante tarea de continuar el trabajo desarrollado por Austria y allanar el camino al próximo semestre bajo la Presidencia alemana, que será decisivo para dar vida por fin al Tratado Constitucional que necesita Europa para estar más próxima a sus ciudadanos.

En Roma celebraremos el 50º aniversario de los Tratados. Al igual que aquellos que, en la Antigüedad, al convertirse en ciudadanos romanos se sentían orgullosos y seguros de las garantías que obtenían de las instituciones, hagamos que también mañana todo futuro ciudadano europeo, cualquiera que sea la parte del mundo de la que venga, se sienta seguro y orgulloso de vivir en un espacio en el que se garanticen y defiendan los derechos de la persona, la paz, la seguridad y la libertad. Solo entonces habremos superado nuestro reto y el gran ideal se habrá hecho realidad.

 
  
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  Dariusz Rosati (PSE) – (PL) Señor Presidente, señor Presidente en ejercicio del Consejo, señor Presidente de la Comisión, acojo con sumo agrado los objetivos que se ha fijado la Presidencia finlandesa para los próximos seis meses.

Traducir en acciones las palabras referentes a la Constitución y una mayor dedicación al tema de la ampliación de la UE son cuestiones clave en un momento en que la UE se encuentra inmersa en una crisis de identidad y de liderazgo. Por tal razón resulta especialmente importante reforzar la colaboración sobre una política oriental común y una política energética común. El asunto de la diversificación de las fuentes de energía y las líneas de suministro es de enorme importancia para la seguridad de los suministros energéticos de Europa. La Unión Europea tiene que establecer una posición conjunta y uniforme sobre el tema del suministro de petróleo y de gas. No debería aceptarse que construir una única línea desde un único proveedor significa auténtica diversificación. La inversión en fuentes renovables de energía y el ahorro de esta son necesarios, pero no bastarán para cubrir la creciente demanda. Europa tiene que implicarse política y financieramente en proyectos de búsqueda de nuevas fuentes de energía y practicar una política conjunta, basada en la solidaridad, cara a los proveedores.

Concedo asimismo una gran importancia al papel de Finlandia en el diseño de una política oriental común. A este fin, las conexiones con Rusia deberían ser de provecho para encontrar un justo medio para la política de la UE sobre Rusia. Espero igualmente la mejora y la evolución de la cooperación con Ucrania, ya que el apoyo político a Kiev contribuirá a consolidar la política proeuropea de Ucrania. También será importante plantear la cuestión de Belarús en los foros internacionales y en las conversaciones con Rusia.

(EN) Señor Presidente, entre muchas otras cosas, Finlandia es célebre por su sauna. Espero que la Presidencia nos produzca, al final, la misma sensación de frescor y relajación que la que experimentamos después de pasar una hora o dos en una sauna finlandesa.

 
  
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  Jerzy Buzek (PPE-DE). – (PL) Señor Presidente, la Presidencia finlandesa no va a ser solamente de transición, sino que va a ser una Presidencia clave desde el punto de vista de la estrategia más importante de la UE, la estrategia de crecimiento y empleo. Será la que decidirá el futuro de Europa, pero tendrán que comenzar ustedes por alguna parte. En la Estrategia de Lisboa revisada decidimos que teníamos que partir de la investigación, la innovación y el progreso tecnológico. No seremos capaces de hacerlo, Primer Ministro Vanhanen, sin poner en marcha a tiempo el Séptimo programa marco. Necesitamos una Posición Común del Consejo Europeo este mismo mes de julio para permitir al Parlamento comenzar a trabajar en la segunda lectura en septiembre. Hago un llamamiento al Primer Ministro Vanhanen a que se asegure de que así sea.

Tiene que existir una colaboración constante entre el Consejo, la Comisión y el Parlamento si queremos terminar el trabajo en noviembre a más tardar. Sin embargo, lo que es tan importante como el Séptimo programa marco es la financiación para la investigación y la innovación con cargo a los presupuestos nacionales. Apoyo plenamente las declaraciones del Primer Ministro Vanhanen a este respecto. Nuestra mayor carencia como europeos es la falta de innovación. Pienso que el Instituto Europeo de Tecnología puede sernos de ayuda en este entorno.

Contamos ya con un sistema de educación europeo excelente y no necesitamos acrecentarlo. Tenemos una investigación razonable, pero carecemos de innovación y de las tecnologías de vanguardia que resultan decisivas para el crecimiento y el empleo y que son importantes para nuestra estrategia. La decisión sobre el IET constituye una tarea de gran calado para la Presidencia finlandesa. El triángulo del conocimiento –educación, investigación e innovación– constituye la mejor baza de Finlandia. Así pues, las decisiones sobre estos asuntos llegan en el momento oportuno. Deseamos mucho éxito al Primer Ministro Vanhanen.

 
  
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  Evelyne Gebhardt (PSE). – (DE) Señor Presidente, expreso mi agradecimiento al señor Vanhanen, que ha dejado claro en su intervención que desea ganarse al público, continuar el desarrollo de Europa y pasar a la acción concreta. Le felicito por este lema; se trata de una consigna para el futuro y cuenta con mi apoyo pleno.

Queremos proyectos específicos, y la Directiva relativa a los servicios es uno de esos proyectos. El señor Vanhanen ha expresado el deseo de ultimar la Directiva relativa a los servicios en segunda lectura este otoño. Tengo la certeza de que podemos lograrlo, ya que la decisión del Consejo de Ministros de incorporar y continuar desarrollando las exigencias fundamentales del Parlamento proporciona la base para ello. Estoy segura de que va a resultar posible alcanzar un compromiso en torno a la Directiva relativa a los servicios bajo la Presidencia finlandesa. Me encantaría presenciarlo.

Se trata de una manifestación de la voluntad común de alcanzar un compromiso con la comunidad de valores para el público. Al final es lo que deseamos conseguir, y el señor Vanhanen lo ha expresado muy claramente en su alocución: queremos desarrollar la comunidad de valores, fijar el futuro de Europa y garantizar no solo que contemos con un mercado interior libre, incluidos los servicios, sino también que exista respeto por los derechos de los ciudadanos, la normativa laboral, la legislación social, la protección de los consumidores y la de los pacientes. Eso es lo que queremos conseguir y, además, es el camino para garantizar de verdad que los ciudadanos digan «sí» a Europa en el futuro. Eso es lo mejor que podríamos lograr.

El asunto de máxima importancia es la Constitución para Europa, y ese es el mejor regalo que podría hacerse el señor Vanhanen a sí mismo con motivo del 100º aniversario del derecho de voto en Finlandia.

(Aplausos)

 
  
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  Elmar Brok (PPE-DE). (DE) Señor Presidente, señor Presidente en ejercicio del Consejo, señor Presidente de la Comisión, la de Finlandia es la primera Presidencia del Consejo desde la ampliación de la Unión Europea el 1 de mayo de 2004 que saluda desde las orillas del Mar Báltico, un mar que la ampliación a ocho países ha convertido desde luego en un Mare Nostrum. La Presidencia finlandesa se encuentra, por consiguiente, en condiciones de desarrollar dimensiones estratégicas que también estén vinculadas con la dimensión septentrional, ya que en las orillas del Mar Báltico también existe un Estado que no es miembro de la UE, a saber, Rusia. La experiencia de Finlandia le confiere una posición especialmente apropiada para desarrollar unas relaciones en esta región que sean sumamente constructivas, y eso incluye también cuestiones como la seguridad del suministro energético. En este asunto tenemos depositadas nuestras esperanzas en Finlandia.

Mi segunda apreciación se refiere a que la Presidencia finlandesa, en colaboración con la Comisión, tiene que efectuar al menos los escarceos iniciales para alcanzar un nuevo equilibrio entre la ampliación y la capacidad de la Unión Europea para asumirla. Tenemos que ofrecer la perspectiva de ser miembro de la UE a muchos países, pero eso no puede significar siempre convertirse en miembro de pleno derecho. Hemos de encontrar otras vías y, en el informe Barroso, tanto el Consejo Europeo como la Comisión manifestaban su intención de emprender iniciativas esenciales en esta materia. Esperemos hasta diciembre para ver hasta dónde llegamos con este debate.

Mi tercer punto se refiere a que la historia ha demostrado que la UE solo es fuerte cuando contamos con una Comunidad Europa, ya que únicamente entonces es capaz de actuar y solo allí hace gala de continuidad. Esa es la razón por la que una UE ampliada hace especialmente necesario adoptar el enfoque de un tratado constitucional.

Doy las gracias al Presidente en ejercicio del Consejo por asumir el compromiso de ratificar este Tratado Constitucional. Eso concuerda con la posición de la próxima Presidencia alemana, lo cual significa que debería existir una colaboración constructiva en el diseño de la declaración que ha de efectuar Alemania al final de su Presidencia. Me atrevería incluso a afirmar que esta debería ser la posición de todas las instituciones de la Comunidad, a fin de permitir que el Tratado Constitucional –con respecto al cual tenemos que ser mucho más imaginativos– entre en vigor en 2009. El planteamiento selectivo no nos va a servir de mucho en este caso, ya que destruiría el enfoque que hemos de adoptar para explicar al público en términos convincentes por qué necesitamos un Tratado Constitucional, que le confiere más derechos y aporta mayor transparencia. No solo necesitamos una Europa que funcione, sino además una Europa de democracia y transparencia. Esa es la razón por la que este Tratado Constitucional es tan importante.

 
  
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  Guido Sacconi (PSE).(IT) Señor Presidente, señor Vanhanen, Señorías, usted, señor Vanhanen, al igual que el Presidente de la Comisión Barroso, ha hecho usted frecuentes referencias en su intervención a la necesidad de dar un impulso a la Europa de los resultados para recuperar la confianza de los ciudadanos, naturalmente sin oponer esta Europa a la de los valores y la Constitución.

En la división del trabajo existente en este Parlamento, yo, como ponente sobre REACH, figuro en la categoría de los sherpas, los que trabajan por conseguir resultados, como mi colega la señora Gebhardt. Por ello aprecio mucho que haya inscrito usted entre las prioridades de su Presidencia la conclusión de la trayectoria legislativa de REACH y que lo haya hecho situándolo en el capítulo de «competitividad».

El principal objetivo de REACH es, por supuesto, la protección de la salud humana y el medio ambiente, pero es también un potente estímulo de la innovación. En esta clave, tanto el Consejo como el Parlamento, en los años de trabajo que tenemos a nuestras espaldas, han realizado una labor óptima, porque han aproximado mucho las posiciones y ha hecho que este instrumento sea mucho más utilizable, y lo han hecho asimismo en un esfuerzo por impulsar la innovación.

Estoy seguro de que en su Presidencia será posible llegar a un acuerdo en segunda lectura. Pero ambos legisladores deberán avanzar. Poco, porque existe ya una gran convergencia, pero habrá que avanzar. Le digo esto porque habrá quien le aconseje que se mantenga firme y no haga concesiones. Por mi parte, en cambio, estoy dispuesto a avanzar y seguro que también usted lo hará.

 
  
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  Gunnar Hökmark (PPE-DE). – (SV) Señor Presidente, señor Vanhanen, señor Barroso, como representante de Suecia, que no solo es un país vecino, sino un país hermano, me gustaría decir que la perspectiva de la Presidencia finlandesa me llena de orgullo y de grandes esperanzas. No solo tenemos una historia y una geografía que coinciden en grado sumo, sino una experiencia compartida del presente. Nos convertimos en miembros de la Unión Europea al mismo tiempo y todavía se nos incluye entre los nuevos Estados miembros, con toda la frescura de enfoque que eso comporta. Hemos presenciado cómo la ampliación de la Unión Europea en los últimos años ha modificado totalmente nuestro mundo gracias a la cooperación europea, dentro de cuyo contexto el Mar Báltico es ahora, ante todo, un mar que establece vínculos entre los países.

Tenemos una economía internacionalizada, que es desde luego una condición previa para la prosperidad y el empleo, más que una amenaza para nuestra prosperidad. Poseemos una economía cuyos cabos individuales se hacen cada vez más entrelazados. También estamos colaborando para establecer un grupo de combate común, que es el único factor que une a los países pequeños. Finlandia constituye asimismo un ejemplo para quienes esperamos mucho de su Presidencia. Estoy pensando en la política energética finlandesa, en la que cabe combinar una mayor competitividad con una menor dependencia respecto de los países circundantes, con una mayor atención al medio ambiente y a los objetivos de Kyoto.

Estoy pensando en la capacidad única de Finlandia para mantener relaciones con Rusia, lo que confiere a esta Presidencia una oportunidad para sentar las bases de una política sólida referente a Rusia para toda la Unión Europea. Estoy pensando en nuestras experiencias con la ampliación, lo que obliga a Finlandia a impulsar, de forma resuelta y firme, la cuestión de la ampliación continuada, no solo con unas demandas claras sino persiguiendo unos objetivos nítidos, en parte con la idea de que resulte posible para Turquía convertirse en miembro de la UE. Con su franqueza y firmeza características, Finlandia debería asegurarse, desde luego, que convierte a la Unión Europea en una forma de cooperación que sea abierta, transparente y de fácil acceso para sus ciudadanos. Le deseo buena suerte. Se formulan ambiciosas exigencias porque se ha sentado un ejemplo diáfano.

 
  
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  Lasse Lehtinen (PSE). – (FI) Señor Presidente, muchas personas en esta Cámara opinan que es preciso mejorar la credibilidad de la Unión a los ojos de la gente. Por esto, durante su Presidencia, Finlandia desea que haya acciones de creación de confianza y que tengan importancia para la vida cotidiana de las personas.

Los ciudadanos tienen derecho a esperar que se ponga en práctica la cooperación transfronteriza en todas las facetas de la vida, incluida, por ejemplo, la lucha contra la delincuencia, y no solo el mercado interior. Los delincuentes se desplazan libremente de un país a otro y forman redes que sobrepasan las fronteras nacionales. Por otro lado, las autoridades policiales de los Estados miembros son incapaces de mantener contactos entre sí y carecen de confianza mutua. Los delincuentes cuentan con una ventaja demasiado notable. De ahí que Finlandia necesite el apoyo de los demás Estados miembros y de este Parlamento para desempeñar su labor a la hora de mejorar el proceso de toma de decisiones en el ámbito de la justicia y los asuntos de interior.

 
  
  

PRESIDENCIA DEL SR. BORRELL FONTELLES
Presidente

 
  
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  Francisco José Millán Mon (PPE-DE). – (ES) Señor Presidente, estoy de acuerdo, señor Primer Ministro, con la Europa de los resultados. Para muchos la guerra queda muy lejana y dan por hecha la paz. Por ello, la Unión Europea tiene que ganarse la confianza de los ciudadanos con resultados tangibles ante los problemas de hoy. Deseo, desde luego, que su Presidencia alcance los mayores éxitos, los mejores resultados.

La Unión Europea debe servir para afrontar las amenazas transnacionales, como el terrorismo y la delincuencia organizada, y para tranquilizar a los ciudadanos frente a los temores que en ellos despierta la globalización. También debe ayudar a gestionar adecuadamente los flujos migratorios, incluido el combate eficaz de la inmigración ilegal. Es un asunto de dramática actualidad en mi país –usted ha mencionado el caso de las Islas Canarias– y en otros de la Europa Meridional. Y es causa de mucho sufrimiento e incluso de pérdida de vidas humanas.

Espero, por consiguiente, que en este semestre se preste atención prioritaria a este problema y no solo a Rusia y a la energía. Me parece muy oportuno que Finlandia asuma ahora la Presidencia y que consiga avances en una política europea de inmigración. En la construcción del espacio de libertad, seguridad y justicia, el Consejo Europeo de Tampere constituyó un hito histórico.

Señor Presidente, en las conclusiones de los Consejos Europeos de Sevilla y de Salónica ya se estableció que la cuestión de los flujos migratorios debía pasar a ocupar un lugar preeminente en las relaciones de la Unión Europea con los países terceros. Este me parece un elemento básico en la línea que hay que seguir.

La Unión debe exigir a los países de origen y de tránsito una actitud de firme cooperación para combatir el drama de la inmigración ilegal y para gestionar ordenadamente estos flujos. Debe ayudarlos a conseguir mejores controles y vigilancia de fronteras y a luchar más eficazmente contra las mafias. También en nuestros países hay cosas que hacer, entre otras, abstenernos de medidas unilaterales de regularización y mejorar los recursos materiales y humanos en nuestras fronteras exteriores.

Son necesarios, igualmente, fondos, y lamento que de cada cien euros presupuestados en las perspectivas financieras solamente se asignen cincuenta céntimos a las materias de inmigración.

Por último, mencionaré brevemente otra prioridad de su Presidencia: la ampliación. Este semestre será la recta final de los esfuerzos de Rumanía y Bulgaria para incorporarse a la Unión el 1 de enero de 2007. Es el objetivo común que todos compartimos y confío en que el informe que la Comisión presentará a comienzos de otoño confirme esta fecha.

 
  
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  Alexander Stubb (PPE-DE). – (FI) Señor Presidente, señor Primer Ministro, señor Presidente de la Comisión, quiero formular tres observaciones.

En primer lugar voy a hablar sobre la Presidencia. La Presidencia necesita tres cosas para alcanzar el éxito. Primero tiene que estar bien preparada. Una vez más, los finlandeses se han preparado de manera admirable. Segundo, tiene que ser objetiva. La finlandesa será de nuevo una Presidencia excelente y objetiva. Necesitamos también un poco de suerte con la agenda y creo que la tenemos.

El otro comentario se refiere a la transparencia. Deseo plantear una propuesta concreta para la Cumbre de Lahti. Sugiero que las tres primeras intervenciones, la suya y las del Presidente de la Comisión y la del Presidente del Parlamento Europeo, sean televisadas para todos nosotros en directo.

(EN) Expondré mi tercer y último comentario en inglés, para que se entienda: se trata de la relación entre competitividad y fútbol.

Existe una relación interesante entre ambos. En la Copa del mundo, cuanto más competitivo sea un país en fútbol, es posible que sea algo menos competitivo en asuntos económicos, y cuanto más competitivo sea en la economía, menos competitivo es en fútbol. La propuesta que formulo al Primer Ministro Vanhanen para la Copa de Europa de 2008 es la siguiente: mantenga la competitividad de la economía finlandesa y haga igualmente que nuestro equipo participe en ese campeonato. Ambas cosas pueden ir de la mano.

Buena suerte con su Presidencia.

 
  
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  Matti Vanhanen, Presidente en ejercicio del Consejo. (FI) Señor Presidente, he guardado un diplomático silencio en relación con el asunto del fútbol. Sin embargo, nuestra tarea, la del Consejo, el Parlamento y la Comisión, es garantizar que los cuatro –o preferiblemente 25– mejores del mundo sean europeos: esa es nuestra responsabilidad común.

Estoy bastante de acuerdo con muchas de sus afirmaciones y opiniones referentes a mi intervención y mi estilo de presentación. Tal vez posea un ligero talante de funcionario y bien pudiera ser que propendo a confeccionar listas, pero no tengo ninguna intención de cambiar mi estilo. Sé que a base de retórica difícilmente voy a superar a ninguno de ustedes y ni siquiera voy a intentarlo. No obstante, este debate ha puesto de manifiesto la existencia de opiniones tan acaloradas sobre muchos de estos asuntos europeos que quizá exija una mente fría para reconciliarlas todas. Tal vez constituya esto una solución mejor que la retórica estridente.

(Aplausos)

A este respecto he recibido gran cantidad de buenos consejos y orientaciones. Paso a comentar ahora todas sus intervenciones. Quiero comenzar, no obstante, por las palabras del señor Titley, ya que para nosotros es una especie de padrino. Hace algún tiempo elaboró un informe sobre la Presidencia finlandesa y fue el primer diputado al Parlamento Europeo al que conocí brevemente, cuando coincidimos en la misma comisión creada conjuntamente por el Eduskunta finlandés y el Parlamento Europeo. Me dio un buen consejo: acción, acción y acción. Espero que eso sirva para describir también a la Presidencia finlandesa.

El señor Poettering ha formulado el comentario acertado de que las Presidencias forman una cadena semestral. En consecuencia, es lógico que los asuntos que tantas veces han escuchado aparezcan en la agenda de la Presidencia finlandesa. Si no recuerdo mal, alguno de ustedes se ha quejado de esto. Esta cadena resulta necesaria. Ustedes están en el Parlamento Europeo durante cinco años. La Comisión dura cinco años. Ustedes tienen una lógica visión a largo plazo de todo esto. En el caso del Consejo, el enfoque a largo plazo ha de crearse por medio de la cooperación mutua entre las Presidencias, ya que necesitamos la continuidad. Hemos de dedicar nuestro afán a ello.

Necesitamos la participación de todo el mundo en las celebraciones y la declaración de la próxima primavera con motivo del 50º aniversario y he recogido con satisfacción todas las ideas que se han planteado aquí durante este período parcial de sesiones. Estoy de acuerdo con la opinión, planteada de forma rotunda, del señor Schulz en el sentido de que la Unión necesita herramientas que podamos utilizar para responder a todos los retos que son de importancia para nosotros. A sus comentarios sobre la necesidad de la ampliación y de un nuevo Tratado le respondo que no existe el más mínimo conflicto de opinión entre el Presidente de la Comisión, señor Barroso, y yo. Sucede que contamos con los mecanismos para la ampliación, pero todo el mundo sabe que el sentido común dicta que también necesitamos un nuevo Tratado, al menos a largo plazo. Doy las gracias al señor Schulz y al señor Watson por su apoyo y por la presión firme, pero saludable, que han ejercido para que hagamos avanzar la toma de decisiones bajo el tercer pilar.

El señor Cohn-Bendit me ha criticado que no planteara el tema de la inmigración legal. Ocupa un lugar de preferencia dentro de nuestro programa y lo he mencionado. Lo he citado en conexión con los factores relacionados con el éxito de Europa. También necesitamos la inmigración legal para que Europa alcance el éxito. Es una de las vías hacia el éxito europeo dentro de la competencia global en el futuro.

El señor Seppänen ha criticado el propósito de Finlandia de ratificar la Constitución, afirmando que no respetamos los resultados de los referendos francés y neerlandés. Desde luego que los respetamos, pero también respetamos el derecho de Finlandia a adoptar una postura propia acerca del Tratado negociado, ese compromiso de amplia base que se alcanzó en su momento.

(Aplausos)

Nosotros también tenemos derecho a expresar nuestra opinión sobre el tema y lo hacemos en el contexto de nuestra propia Constitución y el planteamiento de los trámites y procedimientos de ratificación que establece.

El señor Crowley ha hecho especial mención a las nuevas fuentes de energía y estoy totalmente de acuerdo con lo que ha dicho en su intervención.

El señor Farage ha manifestado que una política de asilo común en Europa resulta ridícula. No lo es. Al contrario, necesitamos una política de asilo común. Eso es exactamente lo que necesita Europa, al igual que otras muchas otras cosas que son vitalmente necesarias en asuntos interiores y jurídicos.

(Aplausos)

Con relación a estos mismos temas necesitamos un espacio de libertad y justicia. Necesitamos estándares comunes y reglamentos comunes y precisamos una acción común con esas mismas orientaciones. Necesitamos tanto cooperación entre nuestros países, como un mandato claro para la Unión Europea.

El señor Paasilinna ha planteado la delicada cuestión de si, para algunos en este mundo, la política energética representa un arma. Esa cuestión se plantea muy a menudo. Nuestra respuesta es que la política energética no debería utilizarse como un arma en la política global. Al contrario, el planteamiento de la UE debería ser que la política energética fuera un componente normal de los negocios. Tiene que tener un planteamiento de negocio y debería funcionar claramente en ambos sentidos y otorgar los mismos derechos a todas las partes implicadas. Tiene que basarse sobre acuerdos fiables a largo plazo y sobre precios de mercado. De esa forma, cuando actuemos podremos beneficiarnos los unos de los otros. La política energética entre la UE y Rusia, en concreto, forma parte de una asociación estratégica. Rusia necesita la tecnología europea, así como el dinero que gastamos, y nosotros necesitamos la energía rusa. Esta asociación puede servir para mejorar tanto el éxito de la UE como el de Rusia a nivel global.

La señora Jäätteenmäki ha hecho especial mención a la transparencia y coincido totalmente con lo que ha dicho, cuando ha señalado que lo más importante era el acceso público a los documentos. Estamos esperando a que la Comisión elabore un documento para debate sobre la revisión de un Reglamento de la Comunidad sobre transparencia y, durante nuestra Presidencia, lo vamos a presentar como un tema de discusión en el Consejo.

Además, todo lo que se ha dicho acerca del asunto del cambio climático en el debate, incluido lo dicho por la señora Hassi, será tenido en cuenta.

El señor Kirkhope ha subrayado la importancia de evaluar los efectos de la legislación. Constituye una parte fundamental de esta política de mejor legislación. Será responsabilidad de la Comisión, del Consejo y del Parlamento: todas las partes implicadas en la tarea legislativa. Hemos de contemplar nuestra labor legislativa como una base para la evaluación del impacto. Tal como he manifestado en mi intervención, están relacionadas tanto con los efectos sobre nuestra competitividad y el entorno, como con los efectos sobre el bienestar social. Tiene que formar parte del proceso legislativo normal.

La intervención del señor Swoboda sobre la cuestión de Turquía ha sido muy acertada. Respaldo totalmente el asunto sobre el que el Presidente de la Comisión, señor Barroso, llamó la atención durante su intervención en relación con las negociaciones turcas.

El señor Pflüger ha descrito a Finlandia como neutral. Debo corregirle a ese respecto. Finlandia es un miembro de la UE. En otra época, durante los años del Telón de Acero, fuimos un país políticamente neutral. Ahora somos un miembro de la Unión, parte de esta comunidad de valores, que cuenta con una política común y, además, una política exterior común.

(Aplausos)

Ha criticado el hecho de que estemos metiendo a la Unión en aventuras militares y ha mencionado, a guisa de ejemplo, la operación que hemos iniciado en la república Democrática del Congo. Se trata de garantizar que allí se celebren elecciones democráticas. Es justo el tipo de tarea en la que la Unión debe estar implicada. Proporciona un apoyo firme a aquellos valores básicos sobre los que se sustenta nuestra existencia.

(Aplausos)

El señor Rasmussen ha mencionado la Cumbre social extraordinaria que vamos a celebrar y el hecho de que, al elegir entre flexibilidad y seguridad, la gente tiene que sentir que tienen seguridad. Va a ser una tarea ardua estando implantando reformas. Para responder al reto de la globalización tenemos que ser capaces de hacer reformas de manera que sigamos liderando el mundo en términos de economía y empleo, pero ha de producirse de manera que la gente también tenga confianza en ello. A este respecto, los interlocutores sociales tienen un papel a jugar especialmente importante. En esa Cumbre nos proponemos hablar un poco sobre el modelo de consenso que Finlandia, por su parte, ha utilizado con cierto éxito para alcanzar un determinado tipo de resultados.

Y por último dentro de este contexto, voy a responder la pregunta de la señora Estrela sobre igualdad. La introducción de un Reglamento sobre la financiación de un Instituto para la igualdad de género está siendo objeto de estudio. Espero que logremos algún resultado a este respecto. Análogamente, durante nuestra Presidencia vamos a centra nuestra atención en asuntos como el tráfico de mujeres y la violencia contra ellas.

El señor Buzek ha mencionado la que, de hecho, es la prioridad más importante de la Presidencia finlandesa: la política de innovación. El Séptimo programa marco es un componente notable de la misma. El IET constituye una iniciativa importante y es necesario encontrar una estructura apropiada para él. Pero en general, durante este período de seis meses usted oirá el término «política de innovación» una y otra vez. Ese es el mensaje que queremos inculcar a la Unión. Además, si hay algo por lo que espero sea recordada la Presidencia finlandesa, es por no haber dejado de hablar de la política de innovación y la importancia que tiene. De hecho, el señor Buzek ha hecho una enumeración muy gráfica del tipo de elementos que debería comprender la política de innovación.

En relación con las palabras del señor Brok sobre la importancia de la región báltica, permítame recordarle que ahora es un mar común. Me ha complacido lo que usted ha dicho y nos proponemos mantener la cuestión del Báltico totalmente vigente. El progreso que estamos consiguiendo en cuanto a la dimensión septentrional es suficiente para proporcionarnos las herramientas que necesitamos para mejorar la situación relativa al Báltico.

(Aplausos)

Al señor Hökmark de Suecia solo puedo decirle que, durante 700 años, fuimos el mismo país que Suecia y dentro de muy pocos años vamos a celebrar el hecho de emprender caminos separados. Por otro lado, durante los últimos 11 años, hemos formado parte de la misma comunidad dentro del marco de la Unión y mantenemos una relación muy estrecha.

Me gustaría finalizar con un comentario sobre las intervenciones del señor Millán Mon acerca de la situación en las Islas Canarias. Esperamos que exista algo simbólico en el hecho de que Finlandia, el país más septentrional de la Unión, haya querido incluso enviar una patrulla fronteriza y un avión de vigilancia a las Islas Canarias para ayudar y demostrar su solidaridad, y poner de manifiesto que los problemas que tenemos en las distintas partes de Europa, incluso con relación a la inmigración ilegal, son compartidos por todos nosotros. Hemos de demostrar solidaridad dentro de la Unión. Son asuntos que todos tenemos en común. Me gustaría que la Presidencia finlandesa actuara dentro de ese espíritu en la Unión a lo largo de los próximos seis meses.

Gracias, señor Presidente, por la oportunidad de hablar ante el Parlamento y espero que disfrutemos de la cooperación más fructífera con él, sus comisiones y sus Grupos políticos durante el semestre venidero.

(Aplausos)

 
  
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  José Manuel Barroso, Presidente de la Comisión. (FR) Señor Presidente, Señorías, creo que lo esencial se ha dicho ya. No obstante, permítanme subrayar uno o dos puntos, volviendo en especial sobre algunas cuestiones que se han planteado durante el debate.

En primer lugar, apostamos por el enfoque denominado de la «Europa de los resultados», pero queremos aclarar que la Europa de los resultados no es una alternativa a la Europa de los valores sino por el contrario el medio para reforzar la adhesión a esos valores. Se trata de avanzar al mismo tiempo por dos carriles, que pueden reforzarse recíprocamente. Nuestra visión de una Europa que apoya proyectos concretos se basa en gran medida en la idea de que hay que reforzar las condiciones necesarias para una Europa que tenga una dimensión de cohesión social y justicia, una Europa que tenga una visión política, una Europa que esté dispuesta a utilizar su peso, a ejercer su influencia y a promover sus valores en el mundo. Por esta razón, pensamos que es importante seguir los dos caminos al mismo tiempo.

Para responder a la pregunta que se me ha hecho sobre la relación entre ampliación y reforma constitucional, he dicho en muchas ocasiones que Niza no es suficiente. En una Europa ampliada –y somos ya una Europa ampliada–, necesitamos reformar las instituciones para hacerlas más eficaces, más democráticas, pero también para mejorar la coherencia de las acciones de Europa en el mundo.

Además, el Tratado Constitucional negociado entre los Estados miembros ya fue concebido para la Europa de 25, lo que refuerza la idea de que una Europa de 27 o más Estados miembros necesitará una reforma institucional. Esta es, en efecto, la posición de la Comisión.

Por lo que respecta a las prioridades concretas de esta Presidencia, quisiera destacar una cosa que ha surgido claramente en el debate: la importancia otorgada a la innovación. Pensamos que la Cumbre de Lahti puede ser un momento estelar para Europa si los Jefes de Estado o de Gobierno acuerdan desde ahora conseguir resultados concretos en el programa de innovación. Como han subrayado hoy aquí varios de ustedes, Europa cuenta con excelentes universidades, excelentes centros de investigación, pero le falta, en efecto, la capacidad de traducir toda esa actividad en resultados más concretos para la economía y la competitividad de nuestro continente. Debemos, pues, mejorar la relación entre conocimiento, ciencia e investigación, por una parte, y resultados concretos por otra. Para ello, la innovación es la clave. Finlandia, respaldada por su experiencia y su autoridad específica, puede ayudarnos a generar resultados concretos.

Otro ámbito en el que se juzgará nuestra acción al cabo de los próximos seis meses es la libertad, la seguridad y la justicia. Este debate ha puesto claramente de manifiesto un amplio apoyo a la idea de que también debemos hacer más a escala comunitaria. Hay, por supuesto, una dimensión intergubernamental –podríamos hacer más desde el punto de vista de la cooperación entre Gobiernos–, pero necesitamos una dimensión comunitaria en algunos ámbitos, como por ejemplo la gestión de la inmigración tanto legal como ilegal. Los problemas que registran hoy algunos Estados miembros, España por ejemplo, no son exclusivamente suyos, son problemas que comparte Europa en su conjunto. Es evidente, en estas condiciones, que no podemos disociar la inmigración legal de la inmigración ilegal y que necesitamos un enfoque europeo en este terreno.

Creo que, en relación con este tema, todos nosotros –la Presidencia finlandesa, los Estados miembros y nosotros– seremos juzgados al final de este semestre por nuestra voluntad de generar, sobre la base de los Tratados existentes, más resultados en materia de justicia y de seguridad, incluida, por supuesto, la inmigración.

Otra cuestión a la que este Parlamento considera sumamente importante, y que es también una prioridad de la Presidencia finlandesa, es la energía, y a este respecto debemos aclararnos, en especial por lo que respecta a las relaciones con Rusia.

En primer lugar, estamos a favor de una cooperación constructiva con Rusia en materia de energía, pero no proponemos simplemente, como se desprende claramente del documento estratégico elaborado por la Comisión, desarrollar buenas relaciones con Rusia, sino también diversificar. La solución al problema de la energía en Europa es la diversificación: diversificación del país de procedencia, del país de suministro, y del país de tránsito y, también, diversificación de las fuentes de energía, en especial aumentando las inversiones en energía renovable. Por tanto, la solución para la energía es diversificar y no encerrarnos en una relación con un único socio, por muy importante que este sea.

En segundo lugar, por lo que se refiere también a las relaciones con Rusia, seamos claros: en el mandato de negociación que presentamos al Consejo con respecto a nuestras relaciones con este país, el primer punto de la lista no es la energía, ni siquiera el comercio, no, el primer punto son los derechos humanos, el respeto de la democracia, el respeto de los principios del Estado de Derecho. Es la condición para desarrollar una cooperación especial con un país con el que queremos, desde luego, desarrollar una relación, un país que también quiere desarrollar una relación con nosotros.

Si me lo permiten quisiera hacer un último comentario sobre la continuidad, sobre la cual se ha expresado muy bien el señor Vanhanen. Es cierto que en el Parlamento Europeo y en la Comisión tenemos un mandato de cinco años y que cada Presidencia tiene una finalidad particular, pero en ocasiones se produce un problema de continuidad en el tiempo, ya observado en las negociaciones sobre el Tratado Constitucional. Sobre este punto, creo que empezamos a hacer progresos, como ha demostrado la Presidencia austriaca. La Presidencias se encadenan y es muy positivo que se haya planteado claramente la cuestión constitucional de la concesión de un mandato. A este respecto apoyo el enfoque pragmático determinado por los resultados, pero también el enfoque constructivo que ha elegido la Presidencia finlandesa.

Señorías, cuando hablábamos de la Europa de los resultados, no sabíamos que el fútbol iba a demostrar tan pronto la capacidad de Europa de ser la mejor desde el punto de vista de los resultados. Algunos de ustedes no han resistido la tentación de evocar la Copa del mundo de fútbol para demostrar que, también en este terreno, podemos estar orgullosos de nuestros resultados, pero pienso, como han destacado ustedes, que en lo que atañe a la economía y la competitividad, a nuestro modelo basado en la competitividad, y también a nuestros valores, podemos y debemos mostrar más resultados. Estoy seguro de que seremos capaces de hacerlo durante la Presidencia finlandesa.

(Aplausos)

 
  
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  El Presidente. Se cierra el debate.

Declaraciónes por escrito (artículo 142 del Reglamento)

 
  
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  Ilda Figueiredo (GUE/NGL). (PT) Aparte de algún ligero toque nórdico aquí o allá y de sus relaciones con Rusia, la Presidencia finlandesa se centra en los viejos temas recurrentes de la UE, poniendo el acento en la plena realización del mercado interior, la liberalización del mercado de los servicios, la competencia, el camino trillado de la Directiva Bolkestein; en otras palabras, las prioridades de las organizaciones empresariales, con UNICE a la cabeza. Los aspectos sociales, que se verán afectados negativamente por las políticas de liberalización y por la profundización del mercado interior de los servicios, siguen considerándose secundarios.

Además, aparte de esos toques de sabor nórdico, el énfasis se sitúa en la militarización y en la opción de intervenir en situaciones de crisis, en lugar de una política de autonomía con respecto a la política exterior de los Estados Unidos. De hecho, la Presidencia ha prometido poner el acento en la intervención en el ámbito de la justicia y los asuntos de interior, que, a la vista del plan de trabajo de la Comisión, no hace sino aumentar nuestra inquietud por el desarrollo de una política de inmigración del tipo «Fortaleza Europa».

Esperamos muy poco de esta Presidencia y no estamos dispuestos a concederle el beneficio de la duda, pues nos oponemos a la mayoría de sus políticas.

 
  
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  Katalin Lévai (PSE). (HU) Durante el semestre de su ejercicio, la Presidencia austriaca ha abordado desafíos reales; ahora Helsinki debe afrontar también algunos de estos aspectos. Uno de ellos, que tiene merecidamente especial relevancia, es el futuro del Tratado Constitucional, que exige más labor de consulta y un mayor protagonismo.

Acojo con satisfacción la iniciativa de Finlandia a favor de la mejora de la legislación, además de la conformidad con los principios de proporcionalidad y subsidiariedad. Debemos tomar nuevas decisiones y actualizar las antiguas, teniendo en cuenta los aspectos económicos, ambientales y, sobre todo, sociales.

Estoy de acuerdo con el Presidente Barroso cuando dice que el sentido del equilibrio de los finlandeses puede aportar armonía al tormentoso clima político comunitario, ofreciendo una oportunidad para fomentar las políticas innovadoras de la Unión Europea. El aumento de la movilidad de los investigadores y estudiantes, junto con la consolidación de la tecnología europea, son elementos básicos para este progreso.

Ya es sumamente importante que los ciudadanos europeos conozcan el sistema institucional comunitario, cómo funciona y las decisiones que afectan a sus vidas. Por tanto, aplaudo especialmente el deseo de la Presidencia finlandesa de propiciar una UE que apoye la cooperación en el seno de sus instituciones y se comunique de forma más eficaz con sus ciudadanos. También estoy de acuerdo con la regulación de los derechos de veto nacionales para hacer más eficaz su aplicación.

Apoyo la política de Helsinki sobre los derechos humanos, que resalta la necesidad de adoptar un enfoque unificado para defender las libertades humanas y civiles fundamentales. Creo que es importante adoptar un enfoque común para prevenir la inmigración ilegal, especialmente el tráfico de seres humanos y la explotación de los trabajadores.

La Unión Europea solo podrá responder con éxito a los desafíos crecientes de la globalización consolidando las democracias europeas y elaborando una política social bien estructurada.

 
  
  

PRESIDENCIA DEL SR. MOSCOVICI
Vicepresidente

 
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