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Procedimiento : 2005/0037A(COD)
Ciclo de vida en sesión
Ciclo relativo al documento : A6-0193/2006

Textos presentados :

A6-0193/2006

Debates :

PV 05/09/2006 - 6
CRE 05/09/2006 - 6

Votaciones :

PV 05/09/2006 - 9.2
CRE 05/09/2006 - 9.2
Explicaciones de voto

Textos aprobados :

P6_TA(2006)0333

Acta literal de los debates
Martes 5 de septiembre de 2006 - Estrasburgo Edición DO

6. Lucha contra la violencia (Daphne) (2007-2013) (debate)
Acta
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  La Presidenta. De conformidad con el orden del día, se procede al debate del informe (A6-0193/2006) de la señora Gröner, en nombre de la Comisión de Derechos de la Mujer e Igualdad de Género, sobre la propuesta y la propuesta modificada de Decisión del Parlamento Europeo y del Consejo por la que se establece para el período 2007-2013 el programa específico de lucha contra la violencia (Daphne) e información y prevención en materia de drogas en el marco del Programa general de derechos fundamentales y justicia (COM(2005)0122COM (2006)0230 C6-0388/2005 2005/0037A(COD)).

 
  
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  László Kovács, miembro de la Comisión. (EN) Señora Presidenta, en nombre de la Comisión quiero dar en primer lugar las gracias a las dos ponentes, la señora Gröner y la señora Angelilli, por el excelente trabajo que han realizado. Tengo que decirles que me complació atender a la solicitud de mi colega Comisario, el señor Frattini, para que le sustituyera, al menos al comienzo del debate, porque este es un tema muy importante y que me interesa mucho.

También quiero decir que la Comisión está firmemente decidida a apoyar el programa Daphne, cuya finalidad es evitar y luchar contra todas las formas de violencia contra las mujeres, los niños y los jóvenes. Sabemos que el Parlamento también lo tiene en gran estima. Daphne va a cumplir diez años, pero lo que la Comisión propone es ya la tercera versión del programa. Durante este periodo su éxito ha recibido un amplio reconocimiento. Ha servido para financiar una gran cantidad de proyectos que han contribuido a avanzar en la lucha contra la violencia.

El cariño que sienten por Daphne el Parlamento y muchos sectores de nuestra sociedad civil se refleja en su propuesta de que la Comisión deje de presentar medidas y acciones de Daphne destinadas a prevenir el consumo de drogas bajo el mismo título del programa. Como saben, la Comisión ha aceptado los deseos del Parlamento y el 24 de mayo presentó dos propuestas de programas separados.

Aunque Daphne II dura hasta el final de 2008, es esencial que Daphne III sea aprobado antes del final de este año para que se puedan utilizar, ya desde comienzos del año próximo, las nuevas formas de acción estipuladas en la propuesta de decisión, así como los créditos presupuestarios, que son mucho más elevados que en el pasado.

Espero con sumo interés el debate de hoy.

 
  
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  Lissy Gröner (PSE), ponente.(DE) Señora Presidenta, señor Comisario, la propuesta inicial de la Comisión fue que Daphne fuera un programa conjunto para combatir la violencia y educar a las personas en materia de drogas, así como impedir el abuso de las mismas. Conseguir retirar esta propuesta costó una campaña determinada, con declaraciones conjuntas de la Comisión de los Derechos de la Mujer e Igualdad de Género y organizaciones de mujeres, y me alivia muchísimo que hayan evitado la confusión de las cuestiones de la droga y la violencia y nos hayan permitido seguir adelante con uno de los programas de más éxito de la UE.

Sin embargo, hasta la fecha ha sido posible utilizar Daphne I y II para financiar únicamente el 17 % de las propuestas positivas que se han presentado, lo cual demuestra la gran demanda existente, y por ese motivo la Comisión de Derechos de la Mujer e Igualdad de Género solicita recursos adicionales.

Hoy estamos enviando dos mensajes muy claros. El primero es que Europa concederá más peso a la campaña contra la violencia y dejará de confundirla con otros aspectos. El segundo es que reconocemos y apoyamos el valioso trabajo realizado en el terreno por parte de organizaciones como las organizaciones de mujeres, multitud de organizaciones de autoayuda y derechos humanos, asociaciones juveniles y sus redes.

La violencia aumenta en la vida cotidiana, especialmente aquellos aspectos que trascienden las fronteras, y esto es lo que Daphne aborda primero, puesto que nació en respuesta a dicha situación. El movimiento de mujeres dio prioridad a cuestiones como la violencia doméstica, el abuso infantil y el tráfico de mujeres para su explotación sexual, y hemos podido desarrollar muchos proyectos satisfactorios para tratar estas cuestiones, a la vez que sensibilizamos al público sobre las mismas, y no solo desde la Copa mundial de fútbol.

Daphne I y Daphne II han aportado valiosos conocimientos, y uno de los resultados ha sido que todos los proyectos se han resumido en una «caja de herramientas» sencilla, que ahora ha podido transmitirse a las distintas organizaciones profesionales; también se han facilitado estudios a un público muy amplio, junto con contactos mucho más allá de las fronteras de Europa.

No obstante, ahora tenemos nuevas tareas que abordar nosotros mismos. Daphne III concede mucha más importancia a las redes transfronterizas. Se están produciendo nuevas situaciones en el ámbito de la inmigración, y hay un trabajo mucho más importante que realizar en el frente del tráfico de personas. Hemos propuesto apoyo financiero a una red de defensores del pueblo para los niños, y un número único de teléfonos de emergencia para niños en toda Europa. También queremos reforzar las redes de organizaciones que se ocupan de la violencia en Internet. Las distintas actividades conforman una larga lista, por lo que es razonable proceder como ha hecho el Grupo Confederal de la Izquierda Unitaria Europea/Izquierda Verde Nórdica y exigir 120 o 125 millones de euros para ellos, y espero que esta Cámara ayude a satisfacer las necesidades que refleja esta exigencia.

Durante la última fase de Daphne, esta Cámara consiguió asegurar la creación de un centro de asistencia, de lo cual hemos obtenido una experiencia muy positiva. Ha ayudado a las organizaciones a establecer contacto unas con otras a través de las fronteras y a encontrar las personas adecuadas para conversar. Al considerar la creación de un grupo de reflexión, debemos recurrir también a la inmensa reserva de conocimientos que se encuentra en las organizaciones, recurriendo a estos conocimientos y profundizando en ellos.

No obstante, no quiero que se imponga una carga demasiado pesada a Daphne, por lo que les pido que tengan cuidado con la enmienda 56. Se pretende que defina de manera clara que el principal grupo destinatario de Daphne son los niños, las mujeres y los jóvenes, y debe quedar claro que categorías como los trabajadores sociales, el personal fronterizo y la policía no están incluidos. Mi mensaje para ustedes es que no deben existir dudas sobre el hecho de que Daphne se dirige principalmente a mujeres, niños y jóvenes, aunque también puede abarcar a los demás, como queda claro en la enmienda 57 y en otras partes.

Seguimos exigiendo un Año Europeo contra la violencia contra las mujeres; es algo que se pide desde hace mucho tiempo, sobre todo en Daphne I y Daphne II, y estamos siendo persistentes y coherentes al seguir haciéndolo. Voy a aprovechar esta oportunidad para pedir que se traten todas las formas de violencia, sin equivocaciones o excepciones. Esto es algo que la Comisión de los Derechos de la Mujer e Igualdad de Género ha trabajado con la Comisión, y espero que podamos lograr un acuerdo final en torno a dicha cuestión con la Presidencia finlandesa del Consejo a finales de año, puesto que ya estamos deseosas y dispuestas a hacerlo.

 
  
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  Roberta Angelilli (UEN), ponente de opinión de la Comisión de Libertades Civiles, Justicia y Asuntos de Interior. – (IT) Señora Presidenta, Señorías, lo primero que quiero hacer es felicitar a la señora Gröner y a todos los diputados y diputadas que han participado en la elaboración de este informe. Agradezco también al Comisario su apoyo y sus palabras de esta mañana. Estoy convencida de que con la colaboración de todos se pueden lograr importantes resultados, y en este caso se han conseguido ya. Ante todo, se garantiza la continuidad del programa Daphne, un programa importante y útil para la prevención y la lucha contra la violencia hacia las mujeres y los menores, que en el pasado ha dado ya resultados significativos y en parte inesperados. Además, se garantiza para el programa una línea presupuestaria ad hoc, debidamente separada, como también ha dicho la ponente, del programa de prevención en materia de drogas.

Merece la pena recordar que entre todos los diversos objetivos de Daphne se han fijado algunas prioridades importantes, entre ellas la lucha contra la violencia doméstica –que por desgracia es un fenómeno en constante aumento– y la plaga de las mutilaciones genitales. Es importante también haber precisado que el término «niño» o «joven» engloba el tramo de edad comprendido entre los recién nacidos y los 18 años de edad, aunque las medidas pueden abarcar, por supuesto, a jóvenes de hasta la edad de 25 años.

Se ha querido especificar asimismo que la prevención de la violencia debe abarcar no solo a los jóvenes, las mujeres y los grupos de riesgo, sino también a los recién nacidos: lo casos de bebés maltratados o efectivamente abandonados crecen exponencialmente, a menudo vinculados a situaciones de privación psicológica y social. Estos sucesos podrían prevenirse prestando ayuda y apoyo a las madres y a las familias que se hallan en extrema dificultad.

Es evidente que se trata de objetivos ambiciosos, para los que por desgracia se prevé una dotación financiera insuficiente. En conclusión, espero que con motivo de la revisión intermedia del presupuesto se puedan asignar a Daphne recursos mayores que los actuales; contamos también con su esfuerzo, señor Comisario, para conseguirlo.

 
  
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  Marie Panayotopoulos-Cassiotou, en nombre del Grupo del PPE-DE. (EL) Señora Presidenta, debemos reconocer que con el informe independiente de hoy, la Comisión de Derechos de la Mujer e Igualdad de Género, al proponer el programa especial para combatir la violencia contra los niños, los jóvenes, las mujeres y los grupos de alto riesgo, está corrigiendo en el buen sentido la propuesta de decisión sobre el programa en su conjunto, que además de combatir la violencia y las reacciones propias de animales entre seres humanos, promueve la prevención de las drogas y la información pública en el marco del programa general «Derechos fundamentales y justicia».

La ponente, la señora Gröner, la presidenta de la comisión, la señora Záborská, y todos los miembros definieron sensatamente y de manera casi unánime el objetivo de la protección contra la violencia, a saber, los grupos más vulnerables de nuestros colegas diputados. Sin embargo, esto no significa que todas las categorías de personas que han sufrido y han sido objeto de violencia no sean protegidas sin discriminación.

Por ese motivo, nuestro Grupo, el Grupo del Partido Popular Europeo (Demócrata-Cristianos) y de los Demócratas Europeos, no está de acuerdo con las enmiendas que incluyen listas de ejemplos y categorías de víctimas. La mayoría de las enmiendas de la comisión desarrollan las conclusiones de la evaluación de los dos programas anteriores, Daphne I y II, que fueron, en general, positivos.

Puesto que en nuestra opinión la financiación de Daphne III es satisfactoria en el marco del acuerdo de las perspectivas financieras, debemos esperar que los resultados de las medidas sean espectaculares y eliminen la violencia de la sociedad civilizada europea, no solo en un 50 %, como propone la ponente, sino en su totalidad, si es posible, con un trabajo y una cooperación sistemáticas por parte de las autoridades, las agencias locales, las organizaciones y la sociedad civil.

Se espera que la medida general se base en tres principios: la prevención mediante una constante actualización de la información, abordando la causa del mal, el remedio/cuidado de las víctimas y la reintegración/rehabilitación de los criminales.

No obstante, permítanme comentar que el éxito del programa también depende de que se evite fragmentar la cuestión en demasiados puntos y evitar implicarse en el ámbito del crimen en general. Por ese motivo el Partido Popular Europeo no votó a favor de la enmienda 69.

También se esperan resultados positivos mediante la transparencia en relación con la implicación de organizaciones no gubernamentales, que deben tomar medidas evaluadas y garantizar su positiva contribución a la curación de las heridas de la violencia. Estas agencias son el Centro Europeo para Niños Desaparecidos, que abarca 19 organizaciones, y la Red Europea de Niños, que es evaluada en los Estados miembros.

Esperamos que el éxito del nuevo programa garantice la viabilidad de los programas una vez que termine su financiación, y entonces podremos…

(La Presidenta interrumpe a la oradora)

 
  
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  Katerina Batzeli, en nombre del Grupo del PSE.(EL) Señora Presidenta, quisiera comenzar mi intervención felicitando a la señora Gröner por su informe y sus constantes esfuerzos encaminados a reforzar este programa. Como todos sabemos, si este programa no se aplica con la amplitud propuesta en el informe de la señora Gröner, no podremos limitar, ni superficial ni materialmente, el fenómeno de la violencia presente en todos los estratos sociales, una violencia que está extendiendo su tejido social y ampliándose constantemente a los grandes grupos sociales que ahora se enfrentan a ella, y por ese motivo creo que la Unión Europea debe intensificar sus esfuerzos.

Quiero insistir en que la Comisión hizo lo correcto al no combinar el programa Daphne III con el programa sobre drogas, postura que han mantenido firmemente la señora Gröner y el Grupo Socialista en el Parlamento Europeo.

No obstante, me gustaría también señalar que al leer el presupuesto para 2007 nos sorprendió la postura del Consejo, que reducía los recursos comunitarios para Daphne III, en comparación con la propuesta de la Comisión.

Si no queremos ser hipócritas con las víctimas de la violencia, que se extiende a inmigrantes, refugiados y niños, debemos reforzar el presupuesto de Daphne III, porque esta política de recortes impide totalmente el refuerzo y la mejora del programa, así como de la garantía de la eficacia de sus medidas.

Para que una política de lucha contra la violencia contra las mujeres, los niños y los jóvenes sea eficaz y constituya una prioridad para la Unión Europea, debe estar dotada, por encima de una planificación y una organización de las medidas adecuada, de recursos apropiados para su aplicación.

 
  
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  Maria Carlshamre, en nombre del Grupo ALDE. – (EN) Señora Presidenta, Daphne es la joven de la mitología griega que era perseguida por el dios Apolo. Su intención era violarla, pero no lo consiguió. En el momento en que Apolo la tocó, se transformó en un laurel y así evitó su violación.

En el Parlamento Europeo, Daphne es el nombre de una iniciativa importante. Hace diez años, a finales del verano de 1996, Europa se convulsionó con la noticia de lo que vino en llamarse el caso Dutroux. El descubrimiento de los cadáveres de varias chicas desaparecidas en una ciudad belga planteó serias cuestiones sobre lo que podemos hacer para proteger a mujeres y niños de los que abusan de ellos o los explotan en beneficio propio.

En abril de 1997, numerosos representantes de ONG, del Parlamento Europeo, de la Comisión Europea, de las fuerzas de orden público y otros expertos se reunieron en Bruselas para asistir a una audiencia sobre estos temas. Tal vez el resultado más importante de esa audiencia fue el compromiso adquirido por la Comisión de lanzar la iniciativa Daphne, lo que significa pasar del dicho al hecho y dotar a la campaña contra la violencia de un presupuesto significativo.

La idea subyacente a todo esto era muy sencilla: prestar ayuda financiera a proyectos en los que participen ONG de al menos dos Estados miembros para cooperar en investigación, recopilación y análisis de datos, identificar y compartir buenas prácticas, intercambio de formación y contactos, campañas de sensibilización e información, pero también acciones directas para apoyar a las víctimas de la violencia y elaborar directrices y protocolos. Parece bastante sencillo, por lo que cabe preguntarse quién podría estar en contra. Sin embargo, como todos sabemos, nuestra sociedad se caracteriza por una devaluación sistemática de las cosas que las mujeres dicen, hacen o deciden. La estructura de poder basada en el género afecta a todo y se hace más patente en el fenómeno de la violencia de los hombres contra las mujeres. Por esto, la iniciativa Daphne se ha visto constantemente amenazada desde su lanzamiento. Debería ser obvio que no debemos mezclar la lucha contra la violencia con la lucha contra las drogas; sencillamente son dos ámbitos distintos.

Es la Comisión la encargada de dirigir el proyecto Daphne, pero en esta Cámara es Lissy Gröner la que debería recibir nuestro elogio y nuestro apoyo en el debate sobre la iniciativa Daphne «resucitada». Ella es una de las pioneras. Por supuesto, todavía tenemos mucho camino por recorrer hasta alcanzar la necesaria tolerancia cero con la violencia contra mujeres y niños. La importancia a largo plazo de la iniciativa Daphne es la forma en que puede afectar a las organizaciones de base, profundamente arraigadas en todos los Estados miembros de la Unión. La tolerancia cero es el objetivo y Daphne es uno de los medios para lograrlo.

 
  
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  Hiltrud Breyer, en nombre del Grupo Verts/ALE. – (DE) Señora Presidenta, nosotros también estamos agradecidos a la ponente. Considero que la fusión de la prevención de Daphne y la campaña contra la droga es un éxito formidable para las mujeres de toda Europa. Al lograrlo, esta Cámara ha enviado una señal y ha vuelto ha destacar la necesidad de que el programa para la lucha contra la violencia ejercida contra las mujeres, los niños y los jóvenes siga siendo independiente.

Daphne es un programa pequeño pero que tiene mucho éxito y que ya ha logrado realizar importantes progresos en la lucha contra la violencia ejercida contra las mujeres. La violencia contra las mujeres no es un asunto privado, sino más bien una cuestión de seguridad interna. El lugar más peligroso para las mujeres es el hogar donde viven. La «familia» y el «hogar» pueden ser la personificación de la paz y la seguridad para muchas personas, pero para millones de mujeres, es en el seno de la familia y del hogar donde sufren, las maltratan, son torturadas e incluso las matan.

Los derechos humanos son un derecho de todos los seres humanos, cualquiera que sea su género, y ninguna cultura ni tradición pueden ser una excusa para la violación de los derechos fundamentales de las mujeres. Se deduce que la violencia contra las mujeres no solo es una cuestión que atañe a las mujeres; también afecta a los hombres, que deben asumir a sus responsabilidades y actuar para tratar este tema y poner fin a la violencia contra las mujeres no solo en las zonas de guerra, sino también en el dormitorio.

Dar continuidad a Daphne no puede ser lo único que hagamos para luchar contra la violencia contra las mujeres. Queremos que la Comisión elabore una directiva independiente y demuestre así que da la máxima prioridad política a la campaña contra la violencia. Se echa en falta una propuesta de este tipo desde hace muchos años. Es realmente escandaloso que la Comisión cierre sus ojos a esta exigencia e ignore la necesidad de armonización de la legislación europea. Es desde luego esencial que se establezca una directiva independiente y, ahora que menciono este tema, déjenme decir que quiero que hoy la Comisión diga algo sobre este tema, con respecto al cual, en esta Cámara, hemos aprobado numerosas resoluciones, tanto en el Día Internacional de la Mujer como en otras ocasiones.

También esperamos que la Comisión y el Consejo concluyan las negociaciones sobre Daphne lo antes posible, para que el programa se pueda volver a financiar antes de 2007. También es importante para nosotros, en particular en un momento como este, cuando la defensora de los derechos humanos, Seyran Ateş, se ha visto forzada por amenazas despiadadas a renunciar a ejercer la abogacía en Alemania, que tenemos que centrar la atención en los abusos de los derechos humanos de las mujeres migrantes, y afirmar que para esos abusos habrá una «tolerancia cero».

 
  
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  Eva-Britt Svensson, en nombre del Grupo GUE/NGL. (SV) Señora Presidenta, ante todo quiero dar las gracias a la ponente, la señora Gröner, por un informe excelente y por la forma comprometida en que ha abordado los problemas implicados. También quiero agradecer a mis colegas de la Comisión de Derechos de la Mujer e Igualdad de Género su actitud de compromiso con la lucha contra la violencia ejercida contra las mujeres.

Esas mujeres y niños que sufren la violencia necesitan el programa Daphne III. La violencia de los hombres contra las mujeres ocurre en todos los grupos sociales. No se puede señalar simplemente a determinados grupos o a determinados factores como el consumo de drogas y alcohol: la violencia contra las mujeres y los niños existe en toda la sociedad. A pesar de que un estudio tras otro confirman que la violencia se produce en todos los grupos sociales, muchas personas siguen rechazando aceptar la verdad, que es que la violencia ocurre en todo el espectro. Los mitos sobre la implicación del alcohol y las drogas siguen creciendo. Si tenemos que luchar contra la violencia ejercida contra las mujeres, hemos de desterrar estos mitos que son «ellos» u «otros» o «adictos» los que maltratan a las mujeres y niños. Puede muy bien ser nuestro vecino, compañero de trabajo o pariente quien perpetre estos actos de violencia.

Esta es una de las razones por la que el programa Daphne tiene que dividirse en dos programas separados: un programa específico para la prevención y la lucha contra la violencia ejercida contra las mujeres y niños y otro para la prevención de la drogodependencia y para suministrar información en este sentido. Disponer de un programa conjunto para estos dos problemas sociales diferentes sería perpetuar el mito de que existe una conexión entre la drogodependencia y el alcoholismo y la violencia ejercida por los hombres contra las mujeres. Esto lleva a creer que si solucionamos los problemas relacionados con el alcohol y las drogas también resolveremos el problema de la violencia, pero esto no es así. Los dos problemas que es necesario resolver son de índole social, pero requieren que se adopten medidas diferentes si esto ha de ser así. Por lo tanto, me alegra ver que la Comisión ha aceptado dividirlos en programas diferentes.

El Grupo Confederal de la Izquierda Unitaria Europea/Izquierda Verde Nórdica respalda plenamente este informe. Creemos que es especialmente importante que el programa también aborde la trata de mujeres y niños con fines sexuales. Es importante debido a que tenemos que hacer todo lo posible por luchar contra este moderno comercio de esclavos. También es importante destacar que este comercio de esclavos es otro ejemplo de la violencia a la que están sometidos las mujeres y los niños.

Hay dos términos en el informe que quisiera que se cambiaran. El primero de ellos es «violencia doméstica», que creo que deberíamos llamar «violencia ejercida por los hombres contra las mujeres», puesto que esto es lo que realmente es. La violencia contra las mujeres no solo ocurre dentro de las cuatro paredes de un hogar. Las mujeres que viven sometidas a relaciones con malos tratos viven con esta tortura física y psicológica 24 horas al día. El otro término que pongo en entredicho es el de «vida privada». No existe ninguna razón por la cual haya que hacer la distinción entre vida pública y privada. Los actos de violencia contra las mujeres son un acto penal, tanto si es público como privado.

 
  
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  Urszula Krupa, en nombre del Grupo IND/DEM. – (PL) Señora Presidenta, para empezar quiero mencionar la división del documento Daphne en dos programas separados. Sería un paso positivo si la intención fuera la de llevar a cabo una auténtica investigación sobre el problema de la toxicomanía y la violencia, así como su prevención, en lugar de una percepción egocéntrica del problema y dejar de percibir las causas reales de estas lacras sociales.

La violencia es un problema grave y, como sucede con otros problemas, los medios más eficaces para combatirla son eliminar las causas y los factores de riesgo. Estos incluyen indicadores neurobiológicos, así como rasgos como el egoísmo, la hostilidad, la impulsividad, la irritabilidad, el anhedonismo, un bajo coeficiente intelectual, una mala respuesta del cerebro a los estímulos, así como una falta de respeto por los valores y una conducta antisocial.

Tenemos que darnos cuenta de que la creciente plaga de la agresión, los trastornos mentales, las personalidades subdesarrolladas y las adicciones son fruto no solo de un estilo de vida hedonista, sino también del predominio de una visión del mundo materialista que no aprecia el papel del desarrollo espiritual del individuo. El enorme volumen de conocimiento adquirido hasta hoy está correlacionado con los principales factores del entorno que influyen en el desarrollo de una personalidad bien equilibrada. Uno de estos factores es una familia sana y afectuosa, preferentemente completa, con muchos niños, donde los niños son deseados, amados y aprendan a vivir juntos con y para los demás.

 
  
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  Lydia Schenardi (NI).(FR) Señor Presidente, cada día millones de mujeres son víctimas de abusos de todo tipo, incluida la violencia por parte de miembros de la familia, intimidación en el trabajo, crueldad mental, abusos sexuales y prostitución forzada.

En la UE, una mujer de cada cinco sufre lo que se denomina violencia doméstica, es decir, la violencia por parte de su marido o su pareja. Pero no olvidemos que estas cifras solo tienen en cuenta los actos violentos declarados. En efecto, el miedo, la vergüenza y un acceso limitado a los servicios públicos explican demasiado a menudo por qué no se declaran todos los actos violentos. Por otra parte, algunos actos violentos no se contabilizan porque no se ajustan a las definiciones establecidas y no se consideran delitos, pues son vistos como temas tabú.

El programa Daphne de lucha contra la violencia hacia las mujeres, propuesto por el Parlamento y el Consejo hace más de seis años, contempla todas las formas de abuso distintas de la violencia doméstica de que son víctimas las mujeres en todo el mundo. A este respecto, hay que hacer hincapié en que la gran mayoría de esos abusos están asociados a culturas o sociedades concretas, especialmente al islam y los países en que está en vigor la ley islámica, y en los que la lapidación, la mutilación genital, la inmolación o también el matrimonio forzado forman parte de la cultura, la religión y las costumbres.

El programa Daphne debe centrar todos sus esfuerzos en la lucha por el derecho a la información de las mujeres, en la protección de las mismas y en la represión de los autores de esos abusos, pero también debe contribuir al cambio de ciertas mentalidades y costumbres bárbaras que por desgracia siguen existiendo en muchos países regidos por la ley islámica.

 
  
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  Amalia Sartori (PPE-DE).(IT) Señora Presidenta, Señorías, también yo estoy encantada con esta medida. Me ha complacido escuchar en el debate de esta mañana en la Cámara cómo muchos diputados y diputadas expresaban una exigencia que apoyo plenamente: tenemos que aspirar a una directiva de la Unión Europea sobre la violencia.

Ha llegado el momento de armonizar las legislaciones sobre este tema y, mientras tanto, la Comisión debería utilizar los instrumentos que dice que está elaborando y definir de inmediato una posición muy clara y rigurosa sobre las políticas que deberían aplicar la Unión y los Estados miembros, de modo que podamos tomar una posición clara con respecto a estas cuestiones.

Es cierto que en estos años se ha hecho mucho en el tema de la igualdad. Los distintos Estados miembros de la UE han legislado en muchas materias, pero han quedado agujeros negros precisamente en relación con este tema. A este respecto, debemos obrar con políticas claras y bien definidas porque, aunque todos estemos de acuerdo en que no debe haber absolutamente ninguna tolerancia de la violencia, no todos coincidimos en cuanto a los instrumentos que hay que utilizar para alcanzar ese objetivo. Así pues, para evitar los riesgos de esta política, los programas que se financien con Daphne deben responder a unas políticas claras y rigurosas definidas por la Unión.

 
  
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  Teresa Riera Madurell (PSE). – (ES) Señora Presidenta, yo también quiero felicitar a la ponente por su trabajo y decir que separar el programa Daphne III del programa de prevención e información en materia de drogas, tal como pedía este Parlamento, era imprescindible para el buen funcionamiento del Daphne. Y, realmente, ha sido un éxito de la ponente el poder llevar a cabo esta separación; con ello, el programa Daphne, que es un instrumento esencial de apoyo a las organizaciones de mujeres que luchan contra la violencia de género, gana en fuerza y visibilidad.

Además del incremento presupuestario ya citado, quiero destacar algunas aportaciones importantes del informe de la señora Gröner: en primer lugar, la inclusión específica de la trata de seres humanos y la prostitución forzosa como formas de violencia, y la mención clara y contundente de la ablación de órganos sexuales y de los crímenes de honor como formas de violencia de género con gravísimas consecuencias para la salud. La violencia contra las mujeres no puede justificarse, en ningún caso, apelando a una tradición o a una práctica cultural, y me parece también muy importante que se incluyan como víctimas de la violencia de género los niños y las niñas que ven agredir a sus madres.

El informe es muy oportuno también al pedir que el programa preste una especial atención a determinados colectivos de mujeres, tales como refugiadas, emigrantes, mujeres que viven en la pobreza, mujeres discapacitadas y mujeres de avanzada edad, por ser grupos expuestos a un mayor riesgo de violencia. También es muy importante que el informe proponga incluir entre las secciones que pueden aportar un valor añadido europeo la definición de un fundamento jurídico para combatir la violencia contra las mujeres. Al mismo tiempo, también han de fijarse objetivos concretos, como el de reducir a la mitad las víctimas de actos de violencia y de trata de seres humanos en los próximos diez años.

Señorías, el Año Europeo contra la Violencia hacia las Mujeres puede facilitar, sin duda, las tareas de sensibilización y de intercambio de buenas prácticas, por lo que es muy importante que en este Daphne se apoye también esta conmemoración.

 
  
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  Marian Harkin (ALDE). (EN) Señora Presidenta, apoyo plenamente la excelente propuesta de la ponente de separar los programas marco financieros en dos programas concretos. Esto debería contribuir a que ambos programas estén más centrados y a que cada uno adquiera el nivel de visibilidad y financiación que se merece.

El programa Daphne ha sido un instrumento importante a la hora de ayudar a sensibilizar al público sobre la violencia contra las mujeres, niños y jóvenes y a combatirla. En Irlanda, como en otros lugares, la violencia hacia las mujeres constituye un problema importante y los datos estadísticos de diferentes informes indican que una de cada cuatro mujeres ha sufrido alguna forma de violencia sexual a lo largo de su vida. Los fondos de Daphne han tenido un efecto positivo en el trabajo de muchos grupos de mujeres en Irlanda. Sin embargo, lamentablemente, la financiación nacional de los servicios básicos de ayuda a mujeres y niños sigue siendo insuficiente y los centros de acogida para los que están en riesgo son insuficientes.

Me gustaría mencionar algunas de las enmiendas propuestas y señalar mi apoyo en particular. Me complace ver que en la enmienda 14, se habla, junto a otros colectivos vulnerables, concretamente de las mujeres discapacitadas como un grupo especialmente expuesto a la violencia. Por tanto, resulta crucial garantizar la adopción de medidas destinadas a proteger a quienes sufren discriminaciones múltiples.

La enmienda 14 también menciona a las mujeres que viven en la pobreza en regiones rurales o remotas. Es necesario poner en práctica servicios de proximidad para que estas mujeres y niños puedan acceder a los servicios necesarios y estar protegidos frente a la violencia.

También me complace ver referencias en este informe a la trata y a la prostitución forzosa, a los niños que son testigos de la violencia y a acciones especialmente concebidas para evitar los malos tratos a los recién nacidos.

Sin embargo, en última instancia, independientemente de que se sea un recién nacido o una persona mayor, un ciudadano o un inmigrante, habitante de una zona rural o urbana, nadie debería estar en riesgo de sufrir ningún tipo de violencia. De hecho, la lucha contra la violencia debería ubicarse en el contexto de la protección de los derechos fundamentales, tal como se garantiza en la Carta de los Derechos Fundamentales de la UE.

Por último, me gustaría dar todo mi apoyo a la promoción del Año Europeo contra la Violencia hacia las Mujeres: la sensibilización es crucial.

 
  
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  Raül Romeva i Rueda (Verts/ALE). – (ES) Señora Presidenta, hace un año y medio España se situó en la vanguardia europea en cuanto a la lucha contra la violencia machista o de género, al aprobar una ley integral contra dicha violencia. Y, sin embargo, en lo que va de año llevamos ya 51 víctimas mortales por esta lacra, por este tipo de violencia. Ello no permite, lógicamente, estar satisfechos y satisfechas.

La ley era necesaria, así lo dijimos, pero desgraciadamente, como podemos constatar, no basta con una ley. Las esencias de este tipo de violencia se encuentran enraizadas en lo más hondo de las mentes y las culturas que las sufren y no basta un año, ni un papel, para que esto cambie.

Por ello, Dafne, cuyo objetivo es combatir todo tipo de violencia, es una herramienta fundamental y no podemos ni debemos renunciar a ella. Son muchas las formas de violencia contra las mujeres que hay que combatir: tráfico de personas, agresiones físicas y psicológicas, prácticas como la ablación de clítoris o la feminización de la pobreza, entre otras muchas. Todas reclaman urgencia y recursos que, por muchos que sean o parezcan, nunca serán suficientes.

Y por ello debemos reclamar, una vez más, a los Gobiernos que despierten de su letargo europeo, que entiendan que no es posible hacer más cosas con menos dinero y que, en el tema de la violencia en general y de la violencia machista y de género en particular, no podemos reclamar grandes acciones si no proporcionamos también los medios y los recursos necesarios para poder realizarlas.

Dotar Dafne de recursos y de relevancia política no es un mero trámite burocrático. Su objetivo final, no lo olvidemos, consiste en salvar vidas. Y, aunque como ocurre con la ley española contra la violencia de género, no sea suficiente, es imprescindible.

 
  
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  Ilda Figueiredo (GUE/NGL). (PT) Es extremadamente importante que se apruebe este informe de la señora Gröner, a quien quiero elogiar por su labor. El Programa Daphne puede ayudar a prevenir y luchar contra la violencia ejercida contra los niños, los jóvenes y las mujeres y proteger a las víctimas, un ámbito que hay que fortalecer. De esta manera, se dará continuidad a los anteriores programas Daphne y se ampliará el ámbito de aplicación de esos programas.

La violencia ejercida contra las mujeres y el sufrimiento y, en muchos casos, la muerte a la que dan lugar, no pueden tolerarse más. Es una lucha que exige el esfuerzo y la acción constantes y no debe confundirse con otras medidas. Para que los derechos de las mujeres se defiendan con resolución, el programa Daphne III, tal como se ha sugerido en la propuesta que tenemos delante, tiene que seguir estando separado, y es necesario una mayor financiación si tenemos que responder a la violencia física, sexual y psicológica con más eficacia, incluida la violencia asociada al tráfico de seres humanos para ser explotados sexualmente, y la violencia doméstica, y las amenazas de este tipo de actos, de los que las mujeres, los jóvenes y los niños son las víctimas principales.

Hay que adoptar medidas preventivas en forma de campañas de sensibilización, como por ejemplo el Año europeo contra la violencia hacia las mujeres. Asimismo, hay que adoptar medidas para respaldar a las víctimas. Con el fin de establecer objetivos claros y creíbles para reducir eficazmente la violencia, conviene que la política pública sea más activa y que exista una mayor ayuda financiera para las organizaciones que participan en esta lucha. De ahí el refuerzo que hemos propuesto y que esperamos se apruebe.

 
  
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  Johannes Blokland (IND/DEM). (NL) Señora Presidenta, ante todo quiero felicitar a la señora Gröner por su informe, que contiene una serie de propuestas muy positivas. Me refiero principalmente a la supresión de todos los temas relacionados con las drogas. A pesar de un cierto solapamiento, se han mantenido separados, con razón, el consumo de drogas y la violencia. La insistencia en la lucha contra el tráfico de seres humanos dentro de este programa es, desde mi punto de vista, la otra ventaja principal. Sin embargo, quiero aprovechar esta oportunidad para subrayar la importancia de emprender acciones reales.

Los esfuerzos que muchas personas han realizado para actuar contra la prostitución forzada y el tráfico de seres humanos con motivo de la Copa del mundo de fútbol no se han visto recompensados por medidas constructivas por parte de las partes involucradas. Es de esperar que esta Cámara y la Comisión, en coalición, puedan persuadir y posiblemente obligar a los Estados miembros, a las ONG y a los ciudadanos a que respeten los derechos del prójimo para reducir este tipo de explotación.

Estoy menos de acuerdo con los puntos de vista expresados acerca de la distribución de responsabilidades. Estoy profundamente convencido de que no compete al Gobierno invadir la intimidad de las personas sin una buena razón. Solo se justifica cuando se transgreden los límites del Derecho penal. Dado que estos límites varían de un Estado miembro a otro, les incumbe a ellos garantizar su cumplimiento en este sentido.

Puesto que es imposible justificar un papel activo de Europa en este terreno, mi Grupo ha solicitado que se realicen votaciones separadas para una serie de esas enmiendas, a lo que yo estaría a favor una vez que esos elementos se hayan suprimido.

 
  
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  Andreas Mölzer (NI). (DE) Señora Presidenta, es terrible que una de cada tres mujeres de todo el mundo sea víctima de la violencia en algún momento de su vida, y quiero decir una serie de cosas sobre esto.

Teniendo en cuenta los actos violentos que cometen los jóvenes, es intolerable que se les permita llevar armas, que las utilicen para lesionar o algo peor y que, entre ellos, circulen drogas para fiestas y otros estupefacientes o bebidas alcohólicas; por lo tanto, es necesario formar a nuestros profesores en la prevención de la violencia, el robo, el vandalismo y el tráfico de drogas.

Otro promotor de la violencia es Internet, que no solo posibilita que los pervertidos establezcan contacto con sus víctimas potenciales, sino que también ofrece, en varios sitios web, consejos detallados sobre cómo cometer actos violentos. Creo que aquí es donde es necesario que se intensifique la persecución de delitos.

Por último, no puedo sino abordar la violencia que, en estos momentos, existe en las comunidades de inmigrantes. Las personas que provienen de entornos culturales donde prevalece una actitud muy diferente con respecto a la violencia –con lo que quiero decir un entorno arcaico– creen que pueden retener su mayor propensión a la violencia incluso dentro de la UE; de ello se desprende que hay que impedir que elementos potencialmente violentos entren en la UE, y el abandono de la violencia ha de ser una prioridad en la integración.

 
  
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  Anna Záborská (PPE-DE). (SK) Ante todo, permítanme que dé cordialmente la bienvenida a la delegación de mujeres de la ciudad de Lazio, en Italia, quienes están escuchando nuestro debate desde la tribuna.

Para empezar quiero recordar el éxito que hemos logrado conjuntamente. Gracias a la buena y estrecha cooperación entre el Parlamento y la Comisión, lo que en un principio era un programa comunitario a dos partes –o sea la lucha contra la violencia ejercida contra las mujeres y la lucha contra las drogas– ahora se ha dividido. De esta manera, hemos destacado la gran importancia que realmente reviste cada una de las dos batallas. Quiero expresar mi gratitud al Comisario Frattini y a su equipo y, en particular, a nuestra ponente, la señora Gröner, por su trabajo excelente, así como a todos mis colegas de la comisión por su cooperación. Este logro me enorgullece.

El programa Daphne, sin embargo, no será efectivo mientras los hombres –tanto los que están en casa como los que se dedican a la política y la vida pública– no participen activamente en el proceso. En este sentido, agradezco las medidas que las Presidencias austriaca y finlandesa han adoptado para apoyar la participación de los hombres en el fomento de la igualdad de género.

Desde 1946, se han aprobado docenas de reglamentaciones y, no obstante, sigue creciendo la violencia. Espero que esto no resulte ser solo otro reglamento, puesto que todos sabemos que el problema no se resolverá únicamente mediante la adopción de medidas administrativas y la financiación de campañas singulares a corto plazo que tengan por objeto la lucha contra la violencia ejercida contra las mujeres y los niños. No basta con abordar simplemente las consecuencias. Hemos de centrarnos en la prevención, la educación y la promoción sistemáticas del respeto y la dignidad del ser humano. Esto y solo esto será fructífero. Hay que centrarse en el tratamiento de las personas violentas tan pronto como manifiesten inclinaciones hacia la violencia. De lo contrario, el uso de los fondos Daphne será ineficaz, si no totalmente inútil.

Quiero concluir mencionando la violencia ejercida contra los niños, que también se aborda en el programa Daphne. Mientras hablamos, en los Países Bajos un partido de pedófilos está promocionando su agenda con el propósito de legalizar la pedofilia y la actividad sexual con niños, siempre que los niños den su consentimiento. Casi todo el mundo permanece en silencio sobre este asunto. Me pregunto por qué...

A menos que podamos aplicar nuestras herramientas jurídicas y utilizar el apoyo de los políticos para parar el abuso contra los menores, nunca vamos a vencer en la lucha contra la violencia ejercida contra las mujeres y los niños.

 
  
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  Pia Elda Locatelli (PSE).(IT) Señora Presidenta, Señorías, antes que nada quiero manifestar mi satisfacción por el acuerdo alcanzado entre la Comisión de Derechos de la Mujer e Igualdad de Género y la Comisión de Libertades Civiles, Justicia y Asuntos de Interior de dividir el contenido del programa que nos ocupa en dos programas específicos. Este acuerdo se ha conseguido gracias a los buenos oficios de la Comisión Europea, lo cual agradezco al Comisario Frattini.

Dicho esto, quiero expresar mi apoyo total al informe de la señora Gröner, a quien felicito, y al mismo tiempo deseo destacar una enmienda que considero especialmente importante, y que es la que menciona entre los destinatarios de la acción de sensibilización a las autoridades nacionales, regionales y locales. Explicaré también por qué: hace unos días se produjeron en Milán algunos casos de violencia contra mujeres jóvenes; naturalmente, esos episodios de violencia suscitaron indignación, pero se expresaron también algunos comentarios que una vez más confirman una actitud, bastante difundida entre las autoridades, de que las víctimas también tienen en parte la culpa por los actos violentos.

Todos recordamos sin duda la llamada sentencia de los «pantalones vaqueros»; pues bien, entre los comentarios citaré el del Prefecto de Roma, que declaró que el último episodio, en que dos chicas francesas fueron violadas tras aceptar que dos desconocidos las llevaran en coche, se debió más que nada a un acto de imprudencia.

Aunque sin duda las intenciones del prefecto eran buenas, esta afirmación revela un modo de pensar según el cual, si una mujer es violada, es al menos en parte culpa de ella. Pero ¿es un delito ser imprudente? No lo creo y no quisiera volver a los tiempos en que se decía a las mujeres que se quedaran en casa por la noche para no ser imprudentes.

Quiero recordar que estamos hablando de programas encaminados a garantizar el desarrollo de la Unión Europea como espacio de libertad, y subrayo «libertad», así como de seguridad y justicia.

 
  
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  Lena Ek (ALDE). (SV) Señora Presidenta, Señorías, sigue siendo una gran derrota, en este día de finales de verano de 2006, tener que estar aquí y hablar sobre la violencia basada en el género, los asesinatos por honor y la mutilación genital. Que esto sea así demuestra que esta conducta sigue, en realidad, aceptándose de alguna manera dentro de la sociedad y es algo que aún no hemos superado. Mientras no aceptemos que los abusos, tanto físicos como psicológicos, son también una violación de los derechos humanos de las mujeres y los niños, millones de mujeres y niños estarán sometidos a esto exactamente.

Una manera de demostrar que estamos de acuerdo en señalar que este es un comportamiento inadmisible es aprobar y destacar los acuerdos internacionales existentes, como la Convención sobre los Derechos de la Mujer de las Naciones Unidas, la Convención sobre los Derechos del Niño de las Naciones Unidas, la Carta de los Derechos Fundamentales de la Unión Europea y la herramienta que representa el programa Daphne. Me espanta escuchar que el Grupo Independencia/ Democracia votará en contra de partes de este programa.

Se da una explicación convincente o se justifican las amenazas, la violencia y otros ultrajes, que implican actividades horribles como la mutilación genital, por razones de tradición o cultura. Esto supone que necesitamos inducir un debate en los centros de trabajo, en las escuelas, en los comedores e incluso entre los soldados de mantenimiento de la paz que enviamos al extranjero en nombre de las Naciones Unidas.

Esos países con los que mantenemos acuerdos necesitan apoyo. Justo el sábado pasado hablé de este tema con mujeres de Kiev, en Ucrania. También he tratado mucho este tema con grupos de mujeres de Turquía. Queda mucho por hacer en este ámbito. Muchas de las propuestas de este informe de hoy son muy constructivas.

También es necesario que revisemos la escala de castigos. En Suecia, por ejemplo, la pena máxima por agresiones sexuales de extrema gravedad contra los niños es la misma que la que se aplica por fraude grave. Esto da que pensar.

En Nueva York se han obtenido buenos resultados a la hora de reducir los delitos perpetrados contra las mujeres y la violencia ejercida contra las mujeres. Considero que es un primer paso para poder conseguir lo mismo en Europa, pero esto requiere que nos pongamos de acuerdo sobre cuán inaceptable y atroz es esta situación.

 
  
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  Georgios Karatzaferis (IND/DEM). (EL) Señora Presidenta, el mero hecho de que estemos hablando de la violencia contra las mujeres en 2006 demuestra que estamos en declive. Hace dos mil quinientos años, en la República de Atenas, en tiempos de Sócrates, no había crímenes, no había violencia contra las mujeres. Se consideraba inaceptable, mientras que dos mil quinientos años más tarde tenemos esta violencia, esta violencia desenfrenada contra las mujeres.

Por lo tanto, hay que adoptar medidas. No sé si el programa Daphne es suficiente o si se necesita algo más. Las penas han de ser más estrictas de repente. Las penas contra alguien que viola a una mujer no son estrictas. Hoy, en 2006, tenemos más prostitución de mujeres de la que había hace cincuenta años, después de la guerra.

Hoy, de todas las mujeres que llegan a nuestro país, Grecia –que no es un país rico– procedentes de los países del antiguo bloque del Este, la mitad son extraditadas. Esto es un delito. Por lo tanto, para combatir la violencia ejercida contra las mujeres, es necesario que primero luchemos contra la pobreza que da lugar a la violencia.

Necesitamos luchar contra las drogas de manera eficaz. Mi país registra más muertes relacionadas con la heroína que en ninguna otra parte y es el país más pobre de la zona euro. Por lo tanto, hemos de aplicar efectivamente la prevención y castigos efectivos para los culpables.

 
  
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  Christa Prets (PSE). (DE) Señora Presidenta, Comisario, como ya hemos oído decir hoy, Daphne es el principal programa de lucha contra la violencia y, por lo tanto, es muy importante que se mantenga separado del programa contra las drogas. Juntándolos de esta manera habría dado lugar sin duda a más malentendidos y a que no se comprendiera lo que pretende la Unión Europea, en particular entre las personas a las que afecta, y me alegra que esto no vaya a ocurrir.

Se trata de un programa fructífero y debe mantenerse, tan visible y comprensible como sea posible, en respuesta a la creciente violencia, y esta separación es útil para este propósito. También estoy segura de que duplicar su presupuesto no solo es alentador, sino también necesario, ya que constituye una ampliación del abanico de metas y medidas. Quiero destacar, en particular, la campaña contra el tráfico de seres humanos, en especial contra la trata de mujeres y niños, que exige un alto grado de vigilancia y un gran volumen de trabajo teniendo en cuenta la necesidad de redes ampliadas y los recursos financieros necesarios a tal fin.

Por lo tanto, quiero dar mi más rotundo respaldo a la propuesta de la señora Gröner de que se amplíen los proyectos de cooperación para luchar contra el tráfico de seres humanos a fin de incluir a terceros países, puesto que la cooperación con los países de origen es esencial.

A pesar de todo esto, Daphne solo es una gota en el océano. Es en particular en los Estados miembros donde la campaña de lucha contra la violencia ha de continuar con mayor vigor, y también consagrarse en la legislación. En este sentido, me refiero a la ley de desalojo, que se ha estado aplicando en Austria durante mucho tiempo y también en muchos otros países, cuyo efecto es que aquellas personas que cometen actos de violencia son forzadas a abandonar el hogar. También quiero mencionar la ley contra el acoso que, actualmente, se aplica en Austria, cuyo objeto es abordar la cuestión de la violencia psicológica, aspecto que no se toma aún en serio.

(La Presidenta interrumpe a la oradora)

 
  
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  Andrzej Tomasz Zapałowski (IND/DEM).(PL) Hoy, estamos debatiendo de nuevo la lucha contra la violencia. Puede parecer innecesario debatir esta cuestión otra vez. Sin embargo, nada más alejado de la verdad. Todos los años se trafica con miles de mujeres y niños dentro de las fronteras de la Unión Europea para convertirlos en objetos de explotación sexual. Se habla mucho de prevención y de prestar apoyo a las víctimas. Sin embargo, ¿dónde están las medidas adoptadas por los servicios responsables de abordar este fenómeno?

Por supuesto, se adoptan medidas simplemente por pura apariencia. No da muchos resultados, excepto el de generar un gran despliegue publicitario. ¿Qué me dicen de que existen campos de trabajo en un gran Estado miembro de la Unión Europea de la costa mediterránea donde, según la prensa, trabajaban 20 000 personas de otros Estados miembros? Trabajaban quince horas al día. Los cuarteles en los que vivían estaban rodeados de alambrado de púas y estaban patrullados por guardias armados con armas de fuego. Incluso se mataba a las personas que no querían trabajar. La violación, a la vista de sus cónyuges, era algo común.

A pesar de la intervención de los servicios diplomáticos y de las súplicas de los fugitivos, la policía solo intervino pasados unos meses. Sin embargo, los ciudadanos ilustrados de la Unión Europea se beneficiaron de su trabajo de esclavos. ¿Es posible que las autoridades locales lo desconocieran? Al fin y al cabo, el asunto afectó a miles de personas. Estos sucesos ocurrieron hace unas semanas.

Así pues, estamos debatiendo asuntos importantes que se hubieran tenido que resolver hace mucho tiempo. Algunas personas, como el líder de los socialistas, crean un gran revuelo internacional cuando no se autorizan manifestaciones controvertidas y, no obstante, cierran los ojos a la aparición de una nueva forma...

(La Presidenta interrumpe al orador)

 
  
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  Zita Gurmai (PSE). (HU) Es vergonzoso que hoy en día la violencia ejercida contra las mujeres se haya convertido en un fenómeno mundial, frente al cual no cuentan las fronteras nacionales. Esta violencia causa un gran sufrimiento y destruye las vidas de millones de mujeres y, por lo tanto, de familias enteras. Solo en Europa, una de cada cinco mujeres es víctima de la violencia, cuyas consecuencias se pueden evaluar en los daños infligidos a su salud mental y física y a la de sus hijos y familiares. La violencia puede estar latente en los hogares de familias donde aparentemente reina la paz, así como en la intimidad del lugar de trabajo, en los tipos de comportamiento cada vez más violentos entre sexos, en el acoso sexual y en su forma más violenta se manifiesta en la prostitución forzada, que es la versión de la esclavitud del mundo contemporáneo.

No podemos ignorar que las innumerables formas de comportamiento violento y sexualmente degradante derivan de ciertas costumbres y tradiciones sociales que son inaceptables para los europeos. Entre ellas se incluye la mutilación genital y la institución del matrimonio forzado. Por desgracia, estas formas inaceptables de comportamiento también han aparecido en la UE. Todos estos fenómenos vulneran los derechos humanos, que constituyen una de las piedras angulares de las Comunidades Europeas y de la Unión. La defensa de estos derechos exige la cooperación de las autoridades policiales y judiciales, así como la acción conjunta de los Estados miembros y de las instituciones europeas.

El Programa Daphne III puede contar con el apoyo público generalizado, ya que solo durante los campeonatos de la Copa mundial de fútbol, nuestra campaña contra la prostitución forzada logró recoger 100 000 firmas y contar con la asistencia del Comisario Frattini, así como la colaboración voluntaria de las fuerzas policiales de los países correspondientes. Si pudiéramos mantener el deporte limpio, también podríamos luchar por mantener la paz y la limpieza de la vida familiar y hallar la fuerza necesaria para la acción comunitaria.

 
  
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  Britta Thomsen (PSE). (DA) Señora Presidenta, señor Comisario, Señorías, ante todo, quiero dar las gracias a la ponente, la señora Gröner, por su destacado informe sobre el programa Daphne III. La violencia contra las mujeres es un problema creciente en los países de la UE. Las vidas de muchas mujeres y sus hijos han quedado destruidas debido a la violencia y, en especial, a las amenazas de violencia. Todos los años, cientos de mujeres mueren en Europa debido a la violencia doméstica, a lo que se añade la comunicación de un gran número de casos de intentos de asesinato. Por lo tanto, es sumamente importante que la violencia ejercida contra las mujeres y los niños sea un punto bien diferenciado en el orden del día de la UE. La violencia contra las mujeres y los niños es un problema especial que requiere que se adopten iniciativas y soluciones especiales.

La propuesta del Parlamento se centra en los ultrajes que tienen lugar, día tras otro, en el marco doméstico y en los cambios que forzarán a los Parlamentos nacionales a adoptar una postura sobre estos problemas tan graves. Es necesario que exista un programa que se centre exclusivamente en la violencia y que pueda contribuir a hacer público este problema al mismo tiempo que ayude a fomentar el debate público sobre la violencia. Hay que combatir el tabú y el silencio en torno a la violencia y los Estados miembros deben hacer un esfuerzo masivo para informar a los ciudadanos, tanto a las víctimas como a los perpetradores de actos de violencia, sobre cómo pueden obtener ayuda. El tabú también es un gran obstáculo en el camino de la labor de prevención, y necesitamos abrir los ojos de los ciudadanos de la UE referente a las numerosas víctimas que viven en el temor diario de ser atacadas. La violencia no es un asunto privado, sea cual sea el ámbito de la vida en el que ocurra y quien la perpetre e independientemente de si tiene lugar dentro del seno familiar o en la vida pública o si es un caso de violencia por parte del Estado.

La violencia contra las mujeres adopta muchas formas: violencia física, psicológica y sexual, prostitución forzada y trata de mujeres. El principal objetivo de las actividades de la UE para responder a la violencia es prevenir y luchar contra todas las formas de violencia con el fin de eliminar completamente esta forma de delito que también representa una violación grave de los derechos humanos. Hay que reconocer que la lucha contra la violencia forma parte de la protección de nuestros derechos y libertades fundamentales.

 
  
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  Iratxe García Pérez (PSE). – (ES) Señora Presidenta, en primer lugar, debemos acoger con satisfacción la propuesta presentada a iniciativa de la señora Gröner y de la Comisión de Derechos de la Mujer e Igualdad de Género, que impulsa este programa específico, ya que de esta manera se está reconociendo la magnitud del problema y se recogen medidas específicas para prevenir y combatir la violencia de género.

Hay que poner en manos de las mujeres los medios y recursos necesarios para escapar de una realidad que, año tras año, acaba con la vida de cientos de mujeres en todos los países de la Unión. La violencia contra las mujeres y los niños es una vulneración de los derechos fundamentales básicos y, además, no podemos olvidar que esta vulneración es mayor cuando hablamos de determinados colectivos, como son las minorías y las personas que viven en la pobreza o las discapacitadas.

Los alarmantes datos de las víctimas de esta violencia nos obligan a llevar a cabo una auténtica rebelión social, porque no podemos olvidar que, detrás de las estadísticas y los números, se encuentra la historia de miles de mujeres que soportan día a día el sometimiento a los que las maltratan por el mero hecho de ser mujeres. Por ello, hoy debemos ser firmes en la defensa de un programa específico que avance en resolver un problema social respecto del que todos los poderes públicos deben movilizarse para favorecer un cambio que permita la consecución de una sociedad más igualitaria.

El Gobierno español ha puesto en marcha una ley contra la violencia de género, con un claro compromiso para luchar contra esta lacra social. Si bien es cierto que dicha ley no puede terminar de la noche al día con la realidad que sufren las mujeres, supone un respaldo importante.

Este es el camino que ha de seguirse en el resto de la Unión, con apuestas decididas y con el convencimiento de que quedarse de brazos cruzados en este momento significa dar la espalda a miles de mujeres que esperan una respuesta de nosotros.

 
  
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  La Presidenta. La próxima oradora es la señora Lévai, pero parece que tampoco se encuentra en la Cámara. Esto nos lleva al final de la lista de oradores. Al dar la palabra al Comisario Frattini, le pido disculpas por el desorden que reina en la Cámara, que es atribuible a nuestro entusiasmo por pasar a la votación. Sin embargo, señor Comisario, tanto la ponente como toda la Cámara están interesadas en escuchar lo que nos va a decir.

He de informar a su Señoría de que no puedo añadirla al final de la lista de oradores. No, lo siento, pero no se encontraba usted en su escaño cuando la llamé. Lo mismo se aplica a usted y a la señora Kauppi.

Señorías, si alguien no está en su escaño durante un debate, es decisión del Presidente de la sesión no concederle la palabra después.

(Aplausos)

Es una cuestión de educación, señora Kauppi, estar presente no solo cuanto le toca intervenir, sino también para escuchar a los demás.

 
  
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  Piia-Noora Kauppi (PPE-DE). (EN) Señora Presidenta, me gustaría plantear una cuestión de observancia del Reglamento sobre el cumplimiento del orden del día. Esta mañana, sobre las 11.15 horas, me puse en contacto con la Secretaría encargada de las sesiones y me dijeron que mi intervención se había aplazado hasta las 21.00 horas de esta noche.

Tan pronto como descubrí que mi nombre había aparecido en la lista, imprimí mi discurso, corrí hacia los ascensores y vine aquí, pues me di cuenta de que tenía que estar antes de las 21 horas. Por supuesto que entiendo que no puedo realizar mi intervención ahora, pero realmente lamento que la Secretaría informe a los diputados tan tarde de que el debate continuará y no finalizará a las 11.30, como se suponía que tenía que ser. Esta no es forma de tratar a los diputados a esta Cámara.

 
  
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  La Presidenta. Señora Kauppi, llevo mucho tiempo siendo diputada a esta Cámara. Sé que resulta difícil saber exactamente cuándo le tocará a uno intervenir, pero repito con toda humildad que personalmente –puede que su Señoría no opine lo mismo– creo que es una cuestión de educación escuchar el debate y presentarse antes de que le toque a uno intervenir. Si esto siempre fuera así, no tendríamos estos problemas. Su nombre apareció en la pantalla, al igual que los de otros diputados, como el de la señora Geringer de Oedenberg, por ejemplo. Se mostraron sorprendidos de que algunos colegas no estuvieran presentes, por lo que su turno de palabra se adelantó cinco minutos. No lo puedo remediar. Solo puedo pedir a todo el que tenga previsto intervenir en un debate que esté presente desde el comienzo del mismo. Si siempre fuera así, esto no le volvería a ocurrir. Esto afecta a todo el mundo que estaba ausente de la Cámara cuando he dicho sus nombres en voz alta. He llamado a cinco o seis personas que no estaban hoy en la Cámara y, por tanto, no han podido hablar.

Normalmente, cuando tenemos mucho tiempo, me complace, como a cualquier Vicepresidente, añadir nombres al final del debate. Sin embargo, hoy no podemos hacerlo porque tenemos que votar sobre el informe.

Ahora me gustaría dar la palabra al Comisario Frattini.

 
  
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  Franco Frattini, Vicepresidente de la Comisión. (IT) Señora Presidenta, Señorías, les pido disculpas por el retraso de mi vuelo de esta mañana a Estrasburgo, que me ha impedido asistir a la primera parte del debate; no obstante, mi colega el señor Kovács sí ha estado presente.

De un modo general, quiero manifestar mi sincero aprecio por el modo en que el Parlamento y la Comisión han trabajado en torno al programa Daphne en los últimos meses. También quiero dar las gracias de todo corazón a la ponente y a la presidenta de la Comisión de Derechos de la Mujer e Igualdad de Género. Saben muy bien que hace más o menos un año manifesté desde el primer momento que apoyaba la idea de separar la parte de Daphne dedicada a la violencia hacia las mujeres y los niños de la dedicada a la prevención en materia de drogas, a fin de evitar la confusión indebida de objetivos.

Estoy muy satisfecho de que hoy exista un acuerdo general al respecto y de que en el futuro sea posible centrarse de forma más seria y más insistente, con recursos que casi duplican los previstos en el pasado, en el tema de la prevención y la respuesta a todas las formas de violencia que afectan a niños y mujeres.

Creo en particular que la Comisión no solo está dispuesta, sino también muy satisfecha de seguir cooperando estrechamente con el Parlamento en las actividades de ejecución, en el sentido de mantener constantemente informado al Parlamento sobre la adjudicación de los programas Daphne y los resultados concretos de los programas y proyectos que se financien efectivamente.

Hay un tema importante que he oído mencionar en la última parte del debate a algunos diputados, a saber, el papel de los Estados miembros y el papel de Europa.

Señora Presidenta, Señorías, el tema me ha parecido especialmente importante porque no se puede resaltar solo el papel de los Estados nacionales, las policías y las magistraturas en la persecución y el castigo de actos violentos a escala nacional. Es necesario que Europa se exprese en voz alta contra todas las formas de violencia, que afectan cada vez más a los niños y las mujeres.

Por ello es necesario el programa Daphe y así es cómo aporta valor añadido. No obvía el deber de las fuerzas de policía o de los tribunales nacionales de perseguir y castigar a escala nacional los casos concretos de violencia, pero no podemos renunciar a dejar oír la voz de Europa frente a una delincuencia cada vez más transnacional y que se ejerce contra las mujeres, por ejemplo en todas las formas de tráfico destinado a la prostitución forzada, o contra los niños, en todo lo relacionado con el espantoso delito de la pedofilia, que es cada vez más un delito transnacional. A todos lo que todavía tienen dudas, debemos decirles que el valor añadido de la acción europea en esta materia es claro y evidente.

Haré ahora unas pocas observaciones sobre algunas enmiendas en las que se destacan algunos tipos concretos de violencia. Hay que prestar atención a no excluir otros tipos de violencia, pero ¿en qué sentido? En el sentido de que, si el texto del proyecto hace referencia a algunos tipos de medidas a los que Daphne puede conceder fondos, nos arriesgamos a excluir formas de violencia con respecto a las cuales Daphne también debe asignar fondos. Preferiría una formulación más general, que haga referencia a la prevención y la respuesta a todos los tipos de violencia, sin especificar algunos y, por tanto, sin correr el riesgo de excluir otros.

Una enmienda concreta se refiere a la Federación Europea para los niños desaparecidos y sexualmente explotados. Una enmienda de transacción propuesta, la enmienda 72, confirma la posibilidad de financiar a esta Federación y añade otra organización denominada ENOC. Estoy a favor de la enmienda de transacción, que, por un lado, permite conceder fondos a organizaciones que ya están trabajando y están bien identificadas, y, por otro, al incluir esta segunda organización, amplía un poco la tipología de entidades potencialmente beneficiarias de una financiación.

Dos últimas observaciones: la primera es que se habla mucho de una línea telefónica europea para ayudar a los niños con dificultades. La iniciativa es extremadamente importante y hoy puedo comunicarles que estamos elaborando un proyecto de decisión marco. Estábamos en ello –yo estaba en ello– cuando les presenté la Comunicación sobre los derechos de los niños en junio. Hoy puedo decirles que la elaboración de la decisión marco sobre la línea telefónica única europea está en marcha y que muy pronto la presentaremos concretamente. Es una iniciativa que ayudará realmente mucho, por lo que doy las gracias también a los que han hecho referencia a ella en el debate.

El último tema ha sido abordado por algunos diputados: la idea de una directiva europea contra la violencia hacia las mujeres. Me gusta mucho la idea, es muy interesante, pero me preocupa una cosa: la búsqueda de un fundamento jurídico adecuado. Debemos encontrarlo, no sé si en el Tratado existe un fundamento jurídico adecuado para una directiva contra la violencia hacia las mujeres. Si conseguimos resolver este aspecto del fundamento jurídico, estaré políticamente muy a favor de la idea de armonizar al menos las directrices europeas para castigar severamente los casos de violencia criminal contra las mujeres.

Es el comienzo de una reflexión que podremos retomar más adelante. Doy las gracias a todos los que han participado en el debate y estoy dispuesto a seguir cooperando con ustedes en estos temas.

 
  
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  La Presidenta. Muchas gracias, señor Comisario.

Señorías, me gustaría recordar a los que no estaban presentes antes por qué hemos tenido hoy problemas con el horario del debate. El Comisario Mandelson decidió hablar durante 28 minutos en lugar de los 12 o 15 minutos previstos como máximo. Tenemos que aclarar estas cosas en la relación entre el Parlamento y la Comisión. No podemos solucionar este problema hoy, pero esto es lo que causa los problemas. Pido disculpas por el retraso que ha sufrido la votación.

 
  
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  Lissy Gröner (PSE), ponente. (DE) Señora Presidenta, señor Comisario, en nombre de la Comisión de Derechos de la Mujer e Igualdad de Género, quiero darles las gracias e instarles a que hagan lo que acaban de decir acerca de elaborar un instrumento jurídico para luchar activamente contra la violencia ejercida contra los niños, las mujeres y los jóvenes. Hoy, todos los Grupos de esta Cámara han apoyado esta propuesta. Les pido que retomen este debate ahora para que podamos obtener un resultado sin demora. Pueden confiar en nuestra cooperación.

 
  
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  La Presidenta. El debate queda cerrado.

La votación tendrá lugar a mediodía.

Declaración por escrito (artículo 142 del Reglamento)

 
  
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  Véronique Mathieu (PPE-DE).(FR) El programa Daphne ha permitido realizar notables avances en la lucha contra la violencia hacia las mujeres, los jóvenes y los niños. Instrumento fundamental para la sensibilización y para la implantación de buenas prácticas, Daphne ha permitido movilizar la ayuda de ONG y al mismo tiempo concienciar a la opinión pública sobre unas formas de violencia que durante mucho tiempo se han considerado un tabú.

Además de estos resultados, que deben consolidarse e impulsarse mediante un incremento de la financiación, es una prueba concreta del valor añadido de una acción realizada a escala europea; permite recordar que Europa se concibe como una agrupación política basada en valores fundamentales como la protección de las personas vulnerables. Este es hoy, más que la potencia económica, el sentido primordial del compromiso europeo.

Aparte de los «resultados ambiciosos» proclamados como objetivo, recordemos la necesidad de fijar unos objetivos claros y creíbles para reducir aún más esa violencia, pues queda mucho por hacer. Así, acogemos con agrado los servicios de asistencia prestados a las organizaciones implicadas, así como la ampliación de la ayuda a una gama más amplia de ONG, que el aumento internacional de la delincuencia organizada ha hecho necesaria.

En efecto, recordemos que el éxito de los programas financiados por Daphne se basa en la participación de los agentes que realizan el trabajo indispensable de proximidad y seguimiento.

 
  
  

PRESIDENCIA DEL SR. FRIEDRICH
Vicepresidente

 
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