3. Solicitud de devolución a comisión: véase el Acta
4. Preparación de la UE para su futuro papel en Kosovo (debate)
El Presidente. De conformidad con el orden del día, se procede a la pregunta oral de Joost Lagendijk y Gisela Kallenbach, en nombre del Grupo Verts/ALE; de Hannes Swoboda y Jan Marinus Wiersma, en nombre del Grupo del PSE; de Doris Pack, en nombre del Grupo del PPE-DE; de Elizabeth Lynne, Sarah Ludford y Jelko Kacin, en nombre del Grupo ALDE, al Consejo, sobre la preparación de la UE para su futuro papel en Kosovo (O-0082/2006 - B6-0426/2006).
Joost Lagendijk (Verts/ALE), autor. – (NL) Señor Presidente, quiero plantear una cuestión de observancia del Reglamento, si me lo permite. ¿No tiene intención el Consejo, el Ministro, de responder primero a la pregunta que se ha formulado? La pregunta que se ha formulado al Consejo es clara. Los diputados tendrán oportunidad de hablar sobre la respuesta del Consejo a su debido tiempo.
El Presidente. Les preciso que los servicios han confirmado que en todos los casos, antes de la respuesta del Consejo, los autores presentan lo esencial de la pregunta a fin de formular la pregunta propiamente dicha.
Joost Lagendijk (Verts/ALE), autor. – (NL) Señor Presidente, la mayoría de estas preguntas se han formulado tras la visita de una delegación parlamentaria en junio. Durante esa visita, nos dio la impresión de que, a pesar de que la Unión Europea está presente y de que se está preparando para una tarea que, como todos sabemos, será vital para el futuro de Kosovo, el esfuerzo que se está dedicando y la atención que se está prestando a tal efecto dejan mucho que desear en diversos ámbitos. Esto afecta a distintas cuestiones.
En primer lugar, a pesar de que la Unión Europea está claramente preparándose a fondo en los ámbitos de la seguridad y la justicia, con vistas a asumir las tareas de las Naciones Unidas, la UNMIK, en nuestra opinión, por importantes que puedan ser, no es en los ámbitos de la seguridad y la justicia donde la Unión Europea desempeñará un papel importante. Lo que es igualmente importante, por ejemplo, es la coordinación de todos los esfuerzos de la comunidad internacional, la ayuda continuada para la creación de una administración civil y, fundamentalmente, el control del respeto de los derechos humanos.
Esas son tareas fundamentales que pronto, cuando las Naciones Unidas se hayan ido –y los preparativos para su marcha van a buen ritmo–, serán responsabilidad de la Unión Europea. Nuestra pregunta al Consejo y a la Unión Europea es la siguiente: ¿Está la gente realmente preparada y capacitada para realizar preparativos a fondo, es decir, en todos esos ámbitos, y no solamente en los dos primeros?
En nuestra opinión, estos preparativos deberían hacerse con el consentimiento pleno y la cooperación positiva de la Comisión. Me pregunto, más por interés que a modo de crítica, si los Estados miembros y la Comisión son capaces de organizar una delegación de la Comisión totalmente preparada y operativa a tiempo.
Finalmente, en nuestra opinión, es fundamental, por el simbolismo que implica, que la Unión Europea haga todo cuanto esté en sus manos para mantener su administración separada de la de las Naciones Unidas, la UNMIK. No podemos permitirnos que la Unión Europea cause la impresión de una especie de EUMIK, que es cómo se percibe en ocasiones por allí. Los símbolos, los edificios, la forma de presentación deben demostrar que con la Unión Europea comienza algo nuevo, en un Kosovo que es diferente al que se encontraron las Naciones Unidas cuando llegaron allí, después de 1999.
Esas son las preguntas a las que nos gustaría que respondiese la Comisión y, sobre todo, el Consejo.
Hannes Swoboda (PSE), autor. – (DE) Señor Presidente, señora Presidenta en ejercicio del Consejo, señor Comisario, si miramos atrás y analizamos la historia de esta región, se pueden registrar algunos acontecimientos catastróficos en Yugoslavia, incluyendo las actividades de Milosevic en Kosovo, que han provocado que ahora nosotros tengamos que resolver este complejo e importante problema, por lo que a Europa se refiere.
Occidente, y la Unión Europea en particular, no ha tolerado la opresión de Milosevic, el desplazamiento y asesinato de parte de la población de habla albanesa en particular. No obstante, esto significa asimismo que hemos luchado por valores en esta región que ahora también tenemos que defender. Espero que el Consejo continúe decidido a cumplir estos valores y que recomiende el respeto de los mismos.
¿Cuáles son estos valores? ¿Abarcan los derechos humanos? ¿Los derechos de las minorías? En primer lugar y sobre todo, si me permiten decirlo, es el derecho a una patria, que todas las personas nacidas en Kosovo también deben ser capaces de percibir en todos los aspectos, no solamente por lo que se refiere a la vida cotidiana y habitual, sino también –lo que es más importante– por lo que respecta a la vida cultural y religiosa que, en esta región, para la población serbia en particular, está muy arraigada.
¿Se necesita un Kosovo independiente para vivir así? ¿Sí o no? No creo que exista una solución perfecta. Quizás sería perfecto que todos pudiésemos vivir juntos en Europa, sin autoridades ni fronteras estatales. Dudo que esta sea una perspectiva realista. Por lo tanto, esta es una consideración verdaderamente seria a la que tenemos que hacer frente aquí. Lo que intento decir es que ni siquiera para Serbia y la población serbia en conjunto, el hecho de que existiese una unidad nacional en Kosovo que, como ya se ha mencionado, garantiza plenamente los derechos humanos y los derechos de las minorías, no supondría una solución ni llevaría a nada.
Por lo tanto, la independencia, algo que flota en el horizonte por lo que a Kosovo se refiere, debe estar muy claramente asociada con condiciones y normas europeas. Espero que, en el futuro, el Consejo insista en esto de forma inequívoca en todas las deliberaciones. Para nosotros habría sido mejor que la mayoría albanesa ya hubiese demostrado en los últimos meses que respetaba plenamente los derechos de las minorías –y aquí, sobre todo, nos referimos a los derechos de la población serbia. Esto solo se ha producido en parte. Así pues, debemos insistir en el hecho de que esto se cumpla plenamente durante el proceso de independencia. En este sentido, se hace un llamamiento, en primer lugar y sobre todo, a la Unión Europea.
Para aquellos de nosotros que hemos estado en Kosovo no hace mucho, resultó realmente muy alentador el hecho de que muchos representantes de la mayoría albanesa hablasen de soberanía limitada, que, en la primera fase en particular, también debe ser aceptada por la mayoría albanesa. ¿Quién puede limitar esta soberanía? Indudablemente Serbia no, quizás también por su propio interés y el de su pueblo, sino, en primer lugar y sobre todo, la Unión Europea.
Ahora pasaré a la cuestión ya comentada por mi colega, el señor Lagendijk. La Unión Europea tendrá que desempeñar un papel importante en el sistema jurídico, en el ámbito de la seguridad, especialmente el de la policía, pero también naturalmente por lo que se refiere a la seguridad militar. La responsabilidad de organizar cómo la Unión Europea desempeña este papel recae en el Consejo y naturalmente en nuestros colegas de la Comisión, porque sería terrible que Europa hablase de nuevo con dos voces opuestas en esta región.
No, solamente necesitamos una única voz en esta región que defienda los derechos humanos, los derechos de las minorías en un futuro Kosovo independiente, lo que significa que el límite sobre la soberanía se puede retirar si Kosovo y la mayoría de la población también actúan en consecuencia.
Para terminar, quiero señalar que indudablemente es difícil para Serbia el hecho de haber tenido que hacer frente a la independencia de Montenegro, en primer lugar, y ahora a la de Kosovo. No obstante, si Serbia recibe el apoyo de la Unión Europea, puede surgir una nueva Serbia que se convertirá en un valioso socio para todos los miembros de la Unión Europea.
Así pues, quiero pedirle, señora Presidenta en ejercicio del Consejo, que haga verdaderamente todo cuanto sea posible, con el apoyo de la Comisión y del Parlamento Europeo, para ayudar a Serbia a superar esta difícil fase. No se puede superar dando a Kosovo una estructura formal en la propia Serbia. Se superará mediante dos Estados independientes, capaces de vivir juntos en paz y armonía.
Doris Pack (PPE-DE), autora. – (DE) Señor Presidente, señor Presidente de la Comisión, señor Comisario, señora Presidenta en ejercicio del Consejo, quiero insistir en lo que han dicho mis colegas, el señor Swoboda y el señor Lagendijk. En realidad, ya han abarcado todas las cuestiones, pero me gustaría profundizar más en ciertos puntos.
Hay cuatro representaciones diferentes en Kosovo. En primer lugar, la Agencia Europea de Reconstrucción, que ha hecho un gran trabajo. Tenemos el denominado cuarto pilar dentro del marco de las Naciones Unidas, en el que somos básicamente responsables de cuestiones económicas, así como de la privatización. El Parlamento Europeo tiene una delegación allí y, finalmente, también tenemos la representación del Consejo. Todo esto en una pequeña región como es Kosovo. La pregunta que cabe formular ahora es cómo se organiza todo esto, cómo pueden comunicarse todos estos organismos entre sí.
Ahora contamos con este equipo de planificación de la Unión Europea, algo que pudimos establecer cuando estuvimos allí y que es responsable de garantizar el Estado de Derecho, aunque yo considero todo esto muy restrictivo. Las tareas a las que nos enfrentamos son mucho más extensas. No se ajustarán a la escala y a la importancia de lo que hemos planificado para el próximo año, si adoptamos un planteamiento tan limitado para todo esto.
Debemos esforzarnos por crear capacidades. Debemos ayudar a crear la administración civil. Debemos asegurarnos de que se cumplan los derechos humanos y los derechos de las minorías. ¿Cómo lo podemos conseguir, si hay tantos actores de nuestro calibre, incluyendo la OSCE y el Defensor del Pueblo europeo entre otros?
Las Naciones Unidas, que también están representadas allí en nombre de todos nosotros, indudablemente han hecho muchas cosas positivas a través de la UNMIK en los últimos años, aunque también han cometido muchos errores. Es probable que no hubiese otro camino posible para reconstruir las administraciones civil y local. ¿Lo haríamos nosotros mejor? ¿Tenemos un solo hombre o una sola mujer que quiera y pueda comprometerse a trabajar allí, que pueda generar confianza, que aporte un nivel adecuado de compromiso para llevar realmente a cabo lo que necesitamos sobre el terreno?
¿Hasta que punto podemos, en la Unión Europea, influir en las fuerzas policiales de Kosovo? Sabemos que tienen la intención de crear una organización militar. ¿Hasta qué punto vamos a mantener un contacto más que superficial con los organismos gubernamentales? ¿Qué papel pueden desempeñar las tropas europeas en breve en Kosovo? Sé que todas estas son preguntas para las que estamos esperando una respuesta y que no están en condiciones de responder, pero quiero decirles que personalmente me temo que no estamos debidamente preparados.
Si desviamos nuestra atención al Estado vecino de Bosnia y Herzegovina, comprobamos las dificultades a las que nos enfrentamos allí y la multitud de problemas que todavía tenemos que solucionar. Tenemos un único representante allí que ha sido –y continúa siendo– muy poderoso y que ha conseguido hacer todo lo que realmente se puede hacer en una democracia utilizando la legislación democrática como base. El problema es que ahora nos encontramos con una situación allí que no está al nivel de los nuevos desafíos, porque el pueblo no estaba acostumbrado a asumir responsabilidad por sí mismo.
Lo que necesitamos en Kosovo es ayuda para que los kosovares puedan ayudarse a sí mismos. Por «kosovares» no me refiero solamente a los albaneses, sino también a los serbios que viven allí y que realmente cabría esperar que participasen en las instituciones. Lo único que falta, por lo que a mí respecta, es presionar al Gobierno serbio en Belgrado para permitir que los serbios de Kosovo participen. Ese es el problema real. Si escuchamos al señor Ivanovic en Serbia, sabemos lo que le gustaría hacer si se le permitiera. Creo que lo único que falta es presionar al Gobierno serbio para conceder a los serbios la oportunidad de construir su futuro. Indudablemente esto deberá ocurrir en algún momento, porque Serbia ya no es responsable de ellos.
Quiero insistir en lo que ha dicho mi colega, el señor Swoboda. Con sus vecinos, esta región formará parte de la Unión Europea. Por lo tanto, debemos asegurarnos de que esté en condiciones de resolver estas tareas, de que respete los derechos humanos y los derechos de las minorías, de que, con nuestra ayuda, desarrolle todas las capacidades administrativas necesarias para adoptar también y transponer nuestra legislación, y para que encuentren un camino sin obstáculos hacia la Unión Europea, junto con sus vecinos Serbia y Montenegro. Espero sinceramente que podamos ofrecer esta ayuda. No obstante, me atrevo a expresar cierto grado de duda al respecto.
Sarah Ludford (ALDE), autora. – (EN) Señor Presidente, quisiera dar las gracias al señor Lagendijk, nuestro ponente, por plantear esta cuestión tan oportuna.
Es verdad que volvimos de Pristina en junio muy preocupados por la capacidad de la Unión Europea para asumir su mayor protagonismo en Kosovo en el futuro y llevar a cabo su misión, porque si observamos otro territorio en el que la comunidad internacional ha asumido responsabildades de construcción del Estado y reconstrucción del país –a saber, Afganistán–, vemos un fracaso incipiente. Tenemos que aprender de esta experiencia que el compromiso tiene que ser total, bien planificado y coherente, y no vacilante e insuficientemente financiado. Tanto más en el futuro, Kosovo será un compromiso caro para la Unión Europea, pero la alternativa de caos, conflicto étnico y crimen es aún más cara. Debemos tratar a Kosovo como el futuro miembro de la Unión Europea que es.
La segunda lección –y casi ni siquiera necesitamos aprenderla de Afganistán o Iraq, al ser tan evidente– es esta: «¡es la economía, estúpido!» El reto más importante en Kosovo es el paro masivo. Evidentemente, hay que resolver la cuestión del estatuto, los asuntos constitucionales y la capacidad administrativa, y los retos de seguridad y de mantenimiento del orden son graves. Sin embargo, el desarrollo social y económico es la cuestión vital para la paz y la coexistencia. En este contexto, la educación, el desarrollo agrícola, la obtención de visados o, en el mejor de los casos, la liberalización, deben tener prioridad. Es importante demostrar a los serbios y otras minorías, así como a los albanokosovares, que mejorarán en el futuro.
En este sentido, quisiera mencionar una idea. No es una idea original, sino prestada de otros, que han sugerido crear una universidad internacional en Mitrovica al estilo de la Universidad Europea del Sudeste que se ha abierto en Tetovo. Es una idea excelente y espero que podamos encontrar a un donante rico que sea capaz de llevarla adelante en lo que es probable que sean los dos ayuntamientos de la ciudad. Esto podría fomentar el desarrollo económico en el norte de Kosovo.
Mi último punto, muy brevemente, es que ha habido inquietud en relación con las entregas extraordinarias. El señor Gil-Robles, ex Comisario de Derechos Humanos del Consejo de Europa, dijo que en algún momento de 2002 o 2003 vio detenidos –prisioneros– con monos naranjas, del tipo de los de Guantánamo, según parece a manos de la KFOR, pero no pudo indagar sobre este asunto. En efecto, la Comisión contra la Tortura del Consejo de Europa no ha obtenido permiso para acceder a los prisioneros en Kosovo. Eso es inaceptable cuando un territorio está bajo administración de una comunidad internacional que pretende apoyar los derechos humanos. Espero que en el futuro la Unión Europea garantice que no haya duda sobre el cumplimiento en Kosovo del Derecho internacional humanitario y los derechos humanos.
Paula Lehtomäki, Presidenta en ejercicio del Consejo. (FI) Señor Presidente, Señorías, la Unión Europea sabe bien que el proceso del estatuto para Kosovo supone un importante desafío para la comunidad internacional. A la Unión Europea le interesa una solución positiva y duradera. El proceso del estatuto para Kosovo está dirigido por el Enviado Especial de las Naciones Unidas, Martti Ahtisaari. La Unión Europea está plenamente implicada en el trabajo, a través de su representante especial. De igual modo, la Unión y la Presidencia finlandesa en particular, mantienen un contacto directo regular con el Enviado Especial Ahtisaari, que ha dado cuenta recientemente de la situación, en la reunión del Consejo de Asuntos Generales y Relaciones Exteriores de la Unión Europea celebrada el 17 de julio.
El Enviado Especial de las Naciones Unidas sigue intentando convencer a Belgrado y Pristina para que participen de forma activa en las negociaciones sobre temas fundamentales, como la descentralización del Gobierno, el patrimonio religioso y cultural, cuestiones económicas y los derechos de las minorías. Continúan las conversaciones directas y consultas con expertos. Las partes continúan teniendo opiniones diferentes, pero el proceso ha sido útil, puesto que ha aclarado las posturas y ha ayudado a explorar terrenos comunes para una futura solución.
La Unión Europea apoya plenamente estos objetivos. Mantiene un papel principal en cuestiones relativas a los aspectos económicos del proceso, a través de su representante y la Comisión. La Unión Europea está satisfecha con la decisión del Enviado Especial del Secretario General de las Naciones Unidas de avanzar en las discusiones políticas sobre el estatuto de Kosovo e instar a ambas partes a que participen en una nueva ronda de conversaciones de forma constructiva.
La Unión Europea apoya plenamente los esfuerzos combinados del representante especial del Secretario General de las Naciones Unidas para Kosovo y de los organismos autónomos provisionales de Kosovo para aplicar normas. También existe la necesidad de prepararse para un cambio progresivo del proceso de reforma conforme a estas normas a uno que sea coherente con la integración europea.
Tras la determinación del estatuto, la implicación de la Unión en Kosovo abarcará tres ámbitos. Estos ámbitos son la participación de la Unión en cualquier presencia civil futura, cualquier operación de gestión de una posible crisis civil relativa al Estado de Derecho, especialmente con respecto al sistema policial y judicial, y una presencia de la Unión Europea con el fin de prestar apoyo a la perspectiva europea de Kosovo. Los preparativos están en marcha en los tres ámbitos. Se ha establecido un equipo de planificación de la Unión Europea a través de una Acción Común de la misma y este equipo ya se ha desplazado a Kosovo para prepararse para la operación de gestión de una posible crisis civil relacionada con el aspecto del Estado de Derecho que he mencionado.
El futuro papel de la Unión en Kosovo se está planificando de forma conjunta con la Comisión Europea. De este modo, utilizaremos todos los medios a nuestra disposición para intentar garantizar que exista una coherencia en la forma de actuar de la Unión Europea.
Una futura presencia internacional en Kosovo no adquirirá la forma de una Misión de la Unión Europea en Kosovo (EUMIK). Cuando se haya encontrado una solución y cuando la Misión de las Naciones Unidas en Kosovo (UNMIK) se haya disuelto gradualmente, las propias instituciones de Kosovo deberán ser las propias responsables de hacer frente a sus asuntos. Kosovo deberá asumir la responsabilidad a nivel local. La acción internacional deberá ayudar a las propias instituciones de Kosovo a responsabilizarse plenamente de sus asuntos.
La Unión Europea está implicada centralmente en la aplicación de una solución para el estatuto de Kosovo. Formará parte de una futura presencia internacional y participará en cualquier operación de gestión de una crisis civil, además de respaldar los esfuerzos por reforzar la estabilidad y el desarrollo socioeconómico en Kosovo. El futuro papel de la Unión Europea allí también exigirá indudablemente un importante nivel de financiación. La Unión está actualmente buscando la forma de garantizar su implicación, cuando se apropiado.
El objetivo común de la Unión Europea y Kosovo consiste en garantizar que Kosovo se convierta en un socio formal, desarrollando relaciones más estrechas con la Unión Europea y con otras regiones vecinas. Un factor fundamental aquí será el establecimiento de un Kosovo democrático y multinacional, con una buena base para el desarrollo económico y una mayor integración.
Olli Rehn, miembro de la Comisión. (EN) Señor Presidente, en efecto, Kosovo forma parte de Europa. No es nuestro patio trasero, sino nuestro patio delantero, y a largo plazo un futuro territorio de la Unión Europea. La Unión Europea tiene una gran responsabilidad sobre el futuro de Kosovo.
En nuestro documento conjunto sobre el futuro papel de la Unión Europea en Kosovo, presentado en julio de este año, Javier Solana y yo dejamos claro que la Unión Europea tendrá que asumir el liderazgo de la presencia internacional una vez que haya concluido el proceso de definición del estatuto. Nuestro documento analizaba la naturaleza, la magnitud y las responsabilidades de una futura intervención internacional; también estableció el papel de la Unión Europea después del acuerdo sobre el estatuto y los medios prácticos para realizar la futura perspectiva europea de Kosovo.
Estoy totalmente de acuerdo con la Ministra Lehtomäki y los diputados al Parlamento Europeo que dicen que la UNMIK no será sustituida por ningún tipo de EUMIK, sino más bien por una presencia internacional menor y más simplificada o una misión civil internacional.
El documento conjunto, que fue aprobado por el Consejo, apoya la labor del Presidente Martti Ahtisaari. No se puede dar por sentado que se consiga una solución negociada sobre la cuestión del estatuto de Kosovo. El Enviado Especial de las Naciones Unidas necesita toda nuestra ayuda para establecer una oferta global que permita al Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas decidir sobre el camino a seguir. La cuestión fundamental que está en juego es la protección de minorías, en particular la minoría serbia de Kosovo.
El éxito del proceso del estatuto dependerá en gran medida de la capacidad y voluntad de la Unión Europea para responder rápida y concretamente en apoyo de una solución global. La Unión Europea tiene que dejar claro que permanecerá en Kosovo para desempeñar un papel fundamental en la aplicación del acuerdo sobre el estatuto y apoyar su perspectiva de integración a largo plazo en la Unión Europea mediante el proceso de asociación y estabilización.
Los poderes de la futura presencia internacional en Kosovo deberían limitarse a supervisar la aplicación del acuerdo sobre el estatuto. Todos los demás poderes ejercidos actualmente por la UNMIK deberían transferirse por regla general a las autoridades de Kosovo, de manera que puedan gobernar con total y absoluta responsabilidad.
Después del acuerdo sobre el estatuto, nuestro objetivo es garantizar que Kosovo se convierta en un socio fiable, avanzando hacia la Unión Europea conjuntamente con el resto de la región. La Unión Europea deberá seguir apoyando al Gobierno de Kosovo en el establecimiento de un entorno moderno, abierto, orientado al mercado y propicio para las empresas, basado en reformas estructurales compatibles con la Unión Europea.
Finalmente, como miembros de la autoridad presupuestaria, sus Señorías saben que la estabilización de Kosovo tendrá un coste. Estoy totalmente de acuerdo con la Ministra Lehtomäki en que tendremos que dotar provisiones suficientes en el futuro para poder sufragar este coste. La Comisión colabora con el Banco Mundial y las autoridades locales para preparar un «Plan de Desarrollo y Estrategia para Kosovo» a medio plazo. Después del acuerdo sobre el estatuto organizaremos una conferencia de donantes para movilizar la ayuda de la comunidad internacional al pueblo de Kosovo.
Recordemos que es mejor pagar los costes del desarrollo económico y social que mandar más soldados a los Balcanes.
(Aplausos)
Queridos amigos, a este respecto la solución está en sus manos y en las del Consejo. Dado que esta mañana están aquí presentes el señor Poettering y otros ilustres diputados al Parlamento Europeo, quisiera señalar algo importante: los recortes del presupuesto de personal de la Comisión propuestos por el Consejo harían que esta tarea en Kosovo y en los Balcanes occidentales resultara lisa y llanamente imposible.
(Aplausos)
El plan del Consejo llevaría a la desaparición de 1 700 puestos en la Comisión, comenzando con 170 puestos en 2007. Por favor, no pidan a la Unión Europea y a la Comisión que hagan más por garantizar la seguridad exterior e interior, ya sea en Kosovo, Líbano o las Islas Canarias. Con las manos atadas no podemos hacer lo que nos piden.
(Aplausos)
La política y la ayuda de la Unión Europea no vienen del cielo: necesitan personal competente para llevarla a cabo. También tienen un coste.
Quiero formular una petición especial a la Presidencia finlandesa. El actual Enviado de las Naciones Unidas para el Estatuto es de Finlandia, y yo tengo asumo responsabilidad especial en nombre de la Comisión en relación con los Balcanes Occidentales y Kosovo. Espero que el Consejo y la Presidencia no impidan nuestra tarea de trabajar por la paz y la estabilidad en los Balcanes Occidentales y Kosovo. Pido al Parlamento que corrija este punto muerto presupuestario. Pido también a la Presidencia que solucione este dilema pronto, sin dilaciones innecesarias, usando esta vez el famoso sentido común finlandés en lugar de la obstinación.
(Aplausos)
Bernd Posselt, en nombre del Grupo del PPE-DE. – (DE) Señor Presidente, durante un período de doce años, mediante el uso del terror, las expulsiones en masa y el intento de etnocidio, el régimen de Milosevic ha generado una situación en Kosovo que hace que hoy más del 90 % de la población ya no pueda imaginar estar asociada con Serbia en ninguna forma institucional. Esta es la realidad de la que debemos partir y también era la realidad cuando la OTAN intervino allí. Esto significa que no podemos ignorar el hecho de que estamos a las puertas de aclarar la cuestión del estatuto y que esta aclaración comprenderá la independencia nacional de Kosovo.
Por otra parte, actualmente estamos siendo testigos de una política en Belgrado que puede ser motivo de alarma. Los políticos serbios saben exactamente en qué punto se encuentra en realidad la cuestión del estatuto, aunque no se atreven a admitir esto ante su propio pueblo. En otras palabras, están intentando dar a entender que son las víctimas. Quieren que la comunidad internacional deje a Kosovo básicamente al descubierto, para poder dar a entender entonces que se trata de un acto contra el pueblo serbio.
Al leer el servicio de información de la Iglesia serbia, se puede establecer que los obispos competentes de allí están escribiendo de forma bastante abierta acerca de que el Gobierno serbio no desea participar en ninguna aclaración de la cuestión del estatuto, dado que esto arruinaría cualquier oportunidad de recuperar el país en un momento favorable, visto desde el punto de vista de la historia mundial. Eso está ahí, por escrito, lo que demuestra la naturaleza todavía explosiva de la cuestión en conjunto. Por otra parte, demuestra la presión de la situación en la que se encuentran las minorías en Kosovo. Todo esto demuestra que la presencia masiva por parte de la Unión Europea y de la comunidad internacional será precisa todavía durante mucho tiempo.
Así pues, se precisan dos elementos. Por una parte, una rápida aclaración de la cuestión del estatuto. Sin duda coincido con la señora Ludford en que el elemento más importante es combatir el desempleo, por lo que respecta a este joven pueblo, pero nadie quiere invertir en Kosovo hasta que no se aclare la cuestión del estatuto. Por lo tanto, ya hemos perdido demasiado tiempo en esta cuestión. Creo que una rápida aclaración de la cuestión del estatuto es un requisito previo para el repunte económico y para eliminar el desempleo y, de este modo, el peligro más serio que supone el radicalismo.
Sin embargo, por otra parte, necesitamos que esta independencia esté condicionada a medio y largo plazo, en primer lugar y sobre todo, también por lo que respecta a las cuestiones de la minoría, y creo que por nuestra parte cabe prever nuestra presencia futura durante muchos años. Dado que, lamentablemente, y hay que señalar esto de forma inequívoca, la UNMIK no ha conseguido cumplir sus obligaciones en muchos ámbitos, Kosovo mantiene muchas esperanzas en una administración europea. También estoy de acuerdo con el señor Comisario en que deberíamos conceder al pueblo la máxima autonomía posible.
Hablamos muy poco del –y con el– Gobierno y los partidos electos de allí, que a menudo desaparecen tras las personas designadas internacionalmente. Sin embargo, por otra parte, nuestra presencia será necesaria para salvaguardar la democracia, el Estado de Derecho y la paz en una parte estratégicamente importante de Europa.
Jan Marinus Wiersma, en nombre del Grupo del PSE. – (NL) Señor Presidente, en primer lugar quisiera decir que estoy de acuerdo con lo que han dicho los demás diputados durante la primera ronda de este debate. También yo formé parte de la delegación que visitó Kosovo y Belgrado en Serbia.
Está claro que esta parte de Serbia que es Kosovo todavía formalmente se dirige a la independencia de una forma u otra. Cuando se habla con la gente de allí, particularmente los albanokosovares, es imposible sacar ninguna otra conclusión, y quisiera adherirme a lo que ha dicho el señor Swoboda al respecto: una forma de independencia, como ellos la llaman, o soberanía limitada es inevitable, nos guste o no. Creo que los hechos están claros para todos, así que deberíamos acostumbrarnos a la idea, y el Consejo de Seguridad probablemente decidirá a este efecto a finales de este año.
Todo el mundo con el que se habla en Kosovo está convencido de que la comunidad internacional, por supuesto que la OTAN en primer lugar, deberá seguir estando presente durante un buen número de años. La OTAN es responsable de la seguridad militar. Se espera también que la Unión Europea desempeñe un papel importante en relación con un buen número de cuestiones fundamentales.
En primer lugar, como ya se ha mencionado, está la protección de la minoría serbia de Kosovo y sus derechos. En relación con esto, y confirmo con ello lo que ya se ha dicho, un punto importante es que podemos esperar cooperación y franqueza tanto de los albanokosovares como de los serbios que viven en Kosovo, y también Belgrado, naturalmente, tiene un papel importante que desempeñar. Esto también es evidente cuando se habla con la gente. Asimismo debemos seguir presionando a Serbia a este respecto.
Quisiera añadir que igual que asumimos que la independencia, tal como la he descrito, es probablemente inevitable para Kosovo, también habremos de tener en cuenta la sensibilidad de los serbios y de Serbia de una manera u otra y ver qué podemos ofrecer a Serbia en el transcurso del año. También puede influir una mayor flexibilidad a la hora de conceder visados, como señal de la Unión Europea que demuestre que nos tomamos en serio el futuro de ese país en Europa.
Ni que decir tiene que la misión internacional también desempeñará un papel importante en el desarrollo económico futuro y en la creación de una estabilidad política en un Kosovo posiblemente independiente. El desarrollo económico, como se observa también claramente cuando se visita la zona, es, por supuesto, una prioridad importante.
Creo que todo esto debe verse a la luz de la perspectiva europea que realmente se ofrece también a Kosovo, si se consideran las declaraciones, incluidas las de la cumbre de Tesalónica de hace varios años.
Todo el mundo sabe que la Unión Europea desempeñará en el futuro un papel mayor en Kosovo. Una vez establecido su estatuto, todo el mundo espera que asumamos lo que han hecho las Naciones Unidas, pero estoy de acuerdo con lo que han dicho todos en este contexto: nuestro papel será diferente y algunas tareas tendrán que redefinirse. Después de todo, está claro por las discusiones con la gente de Kosovo que muchos son críticos con el papel de las Naciones Unidas. Lo que ya no quieren más en ningún caso es que una organización internacional dicte cómo deben gobernar su propio país. Por último, quieren hacerse cargo de su región, de su país, y tenemos que estar preparados para eso. Se ha hablado mucho de esto, porque las Naciones Unidas han dejado clara su intención de irse el año que viene. Esta es una enorme responsabilidad para la Unión Europea.
La Unión Europea tendrá que participar en el desarrollo del sistema policial, pero también necesitará supervisar el desarrollo del poder judicial, es más, creo que es importante dedicar muchos recursos a las estructuras administrativas, así como al desarrollo económico al que ya se ha hecho referencia. Puede que la Unión Europea también quiera asumir el papel militar de la OTAN a su debido tiempo, como hizo en Bosnia.
Quisiera dirigir mis últimas palabras al Comisario. Lo que nos sorprende y por lo que nos preguntamos es si la Unión Europea está suficientemente preparada y si tenemos allí suficientes recursos humanos que puedan vigilar esta importante y pesada responsabilidad el año que viene. Quisiera adherirme a su petición a la Presidencia finlandesa y expresar la esperanza de que en su propósito de desplegar tanta gente de una manera positiva, haga gala de la terquedad finlandesa.
István Szent-Iványi, en nombre del Grupo ALDE. – (HU) Hoy todo el mundo sabe que la comunidad internacional cometió un gran error al posponer continuamente la decisión sobre el estatuto de Kosovo. El tiempo no solo no ha aportado ninguna solución, sino que la ha complicado todavía más. El estatuto de Kosovo debe resolverse lo antes posible, y dentro de este año. Si las conversaciones no producen resultados, entonces la comunidad internacional debe adoptar la responsabilidad de una decisión.
Podemos ver claramente los contornos de la solución. Sabemos lo que no queremos y lo que queremos. No queremos –porque no podemos quererlo– una restauración de la situación anterior a 1999. Esto no haría más que seguir agravando la crisis. No queremos que Kosovo se segregue, porque eso podría desencadenar una peligrosa reacción en cadena en la región. No queremos que Kosovo se una al final a uno de los países vecinos, porque esto tampoco serviría a los intereses de la estabilidad. Kosovo puede recuperar gradualmente su independencia, su categoría de Estado de pleno derecho, en función del grado en que sea viable y pueda garantizar los derechos humanos, los derechos de las minorías y los principios básicos del Estado de Derecho. Debemos ayudar a Kosovo a conseguir esto y a crear las condiciones necesarias.
Estoy de acuerdo con el Comisario en que la cuestión fundamental es la garantía de los derechos de las minorías, especialmente los de la minoría serbia, pero también los de la minoría romaní. Esto reviste una importancia decisiva para toda la región. Una de las cuestiones por las que empezó la crisis de los Balcanes fue que se negaran y desatendieran los derechos de las minorías. Tenemos que encontrar una solución que pueda garantizar una amplia autonomía a los serbios de Kosovo y también a los miembros de la etnia romaní, una solución que esté garantizada por la constitución y de la que se responsabilice y ofrezca garantías la comunidad internacional. Pero Serbia, también, debe comprender que sus preocupaciones por los derechos de la minoría serbia de Kosovo están justificados, pero que moralmente solo pueden ser aceptados si Serbia garantiza a su vez los mismos derechos a las minorías que viven en Serbia, por ejemplo los húngaros y eslovacos que viven en Vojvodina y los albaneses que viven en otras partes de Serbia.
En conclusión, el Comisario ha hablado de un asunto muy importante: el papel que tiene que desempeñar la comunidad internacional, y más específicamente la Unión Europea. Es imposible imaginar la creación de un Kosovo viable sin la cooperación activa de la Unión Europea. Tenemos que ayudar a configurar los órganos de Gobierno del Estado y ayudar a desarrollar la economía. Por desgracia, el presupuesto de 2007 no dota ninguna provisión para esto. Una vez más, las palabras y los hechos van en direcciones distintas. Hablamos de querer emprender acciones, pero al mismo tiempo falta la base presupuestaria para nuestras acciones. Pido al Parlamento que apoye en los actuales debates presupuestarios las propuestas –algunas de las cuales las he hecho yo mismo– que sirven al propósito de facilitar los recursos necesarios para conseguir un arreglo para Kosovo.
Gisela Kallenbach, en nombre del Grupo Verts/ALE. – (DE) Señor Presidente, tengo la impresión de que este era exactamente el momento oportuno para formular esta pregunta parlamentaria en relación con los resultados de la visita de la delegación, porque el hecho es que realmente queda mucho más por hacer si queremos estar verdaderamente preparados para las tareas que nos esperan. Estoy especialmente disgustada por las propuestas que nos ha presentado hoy el Consejo, que no son especialmente prácticas.
La prueba de fuego para nosotros tiene que ver con la manera en que la Unión Europea consigue abordar la situación en lo que el Comisario Rehn ha llamado tan acertadamente «nuestro patio delantero». Creo que se puede decir que no necesitamos que la UNMIK sea reemplazada por la EUMIK, pero sé por experiencia personal que en muchísimas áreas todavía necesitamos un largo proceso de supervisión por parte de nuestros socios; esto es necesario en todos los niveles de la administración civil; es necesario en la policía; es necesario para cumplir las funciones del sistema judicial y no menos para construir una sociedad civil democrática, de la que hasta ahora, ¡ay!, solo han sido visibles los primeros atisbos.
Respaldo incondicionalmente el punto de vista del Comisario Rehn de que no estamos preparados –en términos financieros y personales– para el reto al que nos enfrentaremos a partir del año que viene, por lo que pido al Consejo, con carácter de urgencia, que nos escuche y pida a los Estados miembros que nos permitan, quizás, remediar la situación de algún modo mediante tratados bilaterales y la aportación de personal especializado.
Tenemos que tener presente que los países de Europa Occidental devolverán a Kosovo en el próximo futuro un gran número de personas que viven actualmente dentro de sus fronteras; ¿acaso estamos preparados para esto?
Erik Meijer, en nombre del Grupo GUE/NGL. – (NL) Señor Presidente, todo el mundo espera que, dentro de un año, la independencia que la gran mayoría del pueblo de Kosovo ha estado anhelando sea reconocida por muchos Estados. Lo que importa en las discusiones que rodean este asunto es la cuestión sobre las condiciones que debe cumplir la independencia y de qué manera se va a proteger a los serbios, los habitantes de etnia romaní y otras minorías. Sin embargo, no es seguro, en particular, qué va a pasar con respecto al Punto Norte, que quiere volver a Serbia, y los nuevos municipios que tienen que crearse especialmente para los serbios.
Mi Grupo tiene malos recuerdos de la actitud que adoptó la Unión Europea entre 1989 y 1999. Nadie parecía estar interesado en la masiva oposición pacífica bajo la égida del que después sería Presidente, Ibrahim Rugova, durante la cual todas las instituciones estatales serbias fueron boicoteadas y la población de habla albanesa estableció su propio Gobierno y sistema escolar. El objetivo de la guerra en 1999 no fue liberar Kosovo, sino dominar Serbia de acuerdo con otras exigencias europeas y estadounidenses.
Por desgracia, la independencia de Kosovo, que es ahora inevitable, no es una elección motivada por el deseo de democracia e igualdad de derechos, sino el resultado de un accidente industrial. Después de siete años, está claro casi para todo el mundo ver que la ocupación no resuelve nada, mientras que la devolución a Serbia desencadenaría una guerra de guerrillas y avalanchas de refugiados.
Estoy de acuerdo con los autores de la pregunta de otros cuatro Grupos en que la Unión Europea está obligada ahora a desempeñar un papel positivo en una división pacífica y correcta de Serbia y en la construcción de la democracia y la economía en Kosovo.
Marek Aleksander Czarnecki (NI) – (PL) Señor Presidente, el decenio de 1990 ha quedado grabado en nuestra memoria debido a los crímenes monstruosos que cometieron nuestros vecinos del sur. El mundo quedó espantado por lo brutal e inhumano que podía llegar a ser el comportamiento de antiguos vecinos y parientes entre ellos.
Los albaneses musulmanes, que constituían el 90 % de la población y habían sido diezmados por la policía y la minoría serbia ortodoxa, fueron «rescatados» por la intervención militar de las fuerzas de la OTAN en 1999. Desde entonces ha cesado la limpieza étnica lanzada por el régimen sangriento del Presidente serbio Milosevic, pero ha seguido habiendo incontables actos de agresión contra la minoría serbia.
Hoy, los albaneses viven todavía bajo protección internacional en zonas que recuerdan a los guetos, donde tratan de reconstruir sus vidas.
El Consejo ha centrado sus esfuerzos en la cuestión del Gobierno legítimo. Sin embargo, le falta un enfoque de conjunto de este complejo problema, particularmente en relación con el hecho de no apoyar los derechos humanos, no proteger a las minorías nacionales y no tener en cuenta el derecho de los pueblos a una patria.
Alexander Stubb (PPE-DE). – (EN) Señor Presidente, tres minutos dan para mucho. Quisiera señalar tres cuestiones. La primera es que prolongar las negociaciones no cambiará para nada las diferencias fundamentales entre Serbia y Kosovo. Una está a favor de la autonomía, el otro a favor de la independencia. Estoy por consiguiente muy convencido de que debemos ceñirnos al calendario y a los plazos contemplados por el grupo de contacto y tener resuelta la cuestión al término de la Presidencia finlandesa, a finales de 2006. Tenemos que mantenernos firmes en esta cuestión.
La segunda cuestión que quiero señalar es que, al igual que el señor Posselt, no veo ninguna otra opción más que la independencia, con algunas limitaciones de la soberanía de Kosovo, por supuesto. Es importante, para mantener la estabilidad en la región, que haya una presencia internacional y con toda seguridad que la Unión Europea esté dispuesta a mantener una presencia significativa durante algún tiempo.
La tercera cuestión que quería señalar es que creo que los Balcanes Occidentales son en general un recordatorio doloroso de la debilidad de nuestra Política Exterior y de Seguridad Común. No creo que debamos repetir los errores del pasado, y en este sentido tenemos que seguir apoyando muy firmemente al Enviado Especial de las Naciones Unidas, Martti Ahtisaari, que a mi juicio está haciendo una labor excelente. Creo que la mejor política exterior de la UE suele ser la política de ampliación y por ello es muy importante mantener viva la perspectiva de ampliación para Kosovo y los Balcanes Occidentales en general.
Por último, quisiera señalar que curiosamente en 1999 la Presidencia finlandesa empezó, con el entonces Presidente, Martti Ahtisaari, a negociar la paz en Kosovo y los Balcanes Occidentales. Espero desde luego que la Presidencia finlandesa en 2006 termine con un acuerdo final sobre la cuestión de Kosovo y con la independencia para Kosovo.
Panagiotis Beglitis (PSE). – (EL) Señor Presidente, en primer lugar quisiera acoger con satisfacción tanto la honradez como el coraje del Comisario Rehn acerca de la posición del Consejo sobre el presupuesto de 2007. Señorías, para ser sinceros, la Unión Europea no puede ser eficiente y digna de confianza sin recursos de la Comunidad en los Balcanes, y la propuesta del Consejo de reducir los recursos de la Comunidad en el presupuesto de 2007 es, desde mi punto de vista, una propuesta inaceptable que no es de recibo.
Así las cosas, seguramente todos sabemos que la Unión Europea tiene un papel importante que desempeñar en el «día después», en el periodo posterior a la definición del régimen definitivo en Kosovo. Sin embargo, la Unión Europea tiene también un papel muy serio que desempeñar hoy y un papel en la definición del régimen definitivo.
Todos creemos en un Kosovo pacífico, democrático, multiétnico y europeo y lo apoyamos. Sin embargo, debemos mostrar el mismo apoyo a Serbia en el marco de la estrategia europea, tal como fue definida en el Consejo de Salónica. No obstante, creo que no debemos dejarnos entusiasmar por calendarios restrictivos para definir el régimen definitivo. Cualquier idea de imponer unilateralmente una solución en Kosovo podrá resultar contraproducente. La Unión Europea no debe repetir los errores que cometió en la década de 1990. Debe formular una posición común.
Para terminar, quisiera referirme a la cuestión de Serbia, que me preocupa particularmente, ya que hemos oído aquí a diputados con diferentes puntos de vista. No puede haber una solución pacífica para Kosovo, no puede haber paz, estabilidad y seguridad en los Balcanes a menos que haya democracia en Serbia dentro de la Unión Europea.
Desde este punto de vista, la decisión del Consejo de suspender las negociaciones en torno al Acuerdo de Estabilización y Asociación es, a mi juicio, un error político importante de la Unión Europea. Las negociaciones deben empezar de una vez y, por supuesto, debemos ver, a medida que progresan, cómo se establecen las condiciones necesarias para la cooperación con el Tribunal Penal Internacional. Los serbios no deben ser castigados por su traumático pasado bajo el régimen autocrático de Milosevic. Tenemos que ver hoy algún tipo de perspectiva para Serbia porque, de lo contrario, fortaleceremos a los grupos nacionalistas extremistas.
Termino con la situación de los derechos de las minorías en Kosovo. Todos los informes recientes del Secretario General de las Naciones Unidas, de la Comisión de Derechos Humanos de las Naciones Unidas y de las organizaciones no gubernamentales describen una situación drástica para las minorías, especialmente la minoría serbia en Kosovo. Hablamos de respetar la resolución 1244 adoptada en 1999. Hablamos de aplicar normas. Debemos, por fin, avanzar en esta dirección.
Jelko Kacin (ALDE). – (SL) El Parlamento Europeo ha estado en primera línea marcando posiciones sobre el futuro estatuto de Kosovo. El nombramiento del Enviado Especial para Kosovo es la señal que Belgrado y la opinión internacional necesitan para ayudarles a reconocer el único futuro posible para Kosovo.
Estoy encantado de ver que el señor Poettering está hoy también con nosotros, ya que deberemos afrontar una tarea difícil durante su presidencia del Parlamento Europeo. Por esta razón, me parece que nuestra discusión debería centrarse en lo que puede hacer nuestro Parlamento para facilitar la futura andadura de Kosovo.
Nuestra primera tarea debería consistir en garantizar una comunicación más clara con el Parlamento serbio y ayudar a los políticos serbios a entender que Kosovo es independiente desde hace ya bastante tiempo.
En segundo lugar, hemos de cooperar directamente con el órgano que construirá la democracia en Kosovo, la Asamblea de Kosovo. La minoría serbia tiene una débil presencia en la Asamblea y sigue estando manipulada en gran medida por políticos de Belgrado. Además, hay divisiones en la minoría romaní, ya que está segregada en romà, ashkalis y egipcios y hablan con voces disonantes. Aquí en el Parlamento podemos hacer una gran contribución a este respecto y el Consejo puede hacer una contribución todavía mayor.
Quisiera recordarles que en la actualidad muchos Estados miembros de la Unión Europea no reconocen los pasaportes de la UNMIK. Los ciudadanos de Kosovo llegan a la Unión Europea con sus pasaportes de la UNMIK y los rechazamos porque no respetamos sus documentos. El Comisario Frattini y el Consejo deberían esforzarse más por minimizar el número de esos incidentes en el futuro.
La tercera dificultad a que nos enfrentamos es la falta de respeto mostrada hacia las diferentes culturas de Kosovo, y en este contexto la Iglesia ortodoxa serbia desempeña un papel muy negativo. Mientras la Iglesia ortodoxa serbia se niegue a mirar al futuro, tendremos grandes dificultades para convencer a la comunidad serbia de Kosovo de que se integre en las instituciones democráticas de Kosovo.
La cuestión fundamental, sin embargo, es la del estatuto. Hemos ofrecido a los Balcanes Occidentales un futuro europeo. Pero sabemos perfectamente que solo los Estados pueden acceder a la Unión Europea. Un Kosovo que no sea un Estado no puede participar en ese proceso. Mientras seamos incapaces de resolver el estatuto de Kosovo y de garantizar que se convierta en un Estado de pleno derecho, nos mentiremos a nosotros mismos y al público en su conjunto.
Esta es la razón por la que, Señorías, quisiera concluir mi intervención pidiendo a todos, como diputados al Parlamento Europeo, que consigan que nuestras voces se oigan y garanticen que la cuestión del estatuto se resuelva ahora y no se retrase hasta el año que viene.
Bart Staes (Verts/ALE). – (NL) Señor Presidente, señora Lehtomäki, señor Comisario, Señorías, en el debate sobre la aprobación de la gestión del presupuesto de 2004, en abril, el Parlamento, en dos ocasiones, emitió dos declaraciones explícitas con respecto a la Agencia Europea para la Reconstrucción de la Antigua Yugoslavia y Kosovo. Esta Cámara declaró explícitamente que esta Agencia no debería eliminarse progresivamente de acuerdo con un plan previamente determinado, sino que su desmantelamiento debería depender de unas condiciones y evoluciones económicas y políticas necesarias.
Así, sin embargo, es precisamente cómo decide ahora la Comisión eliminar la Agencia en cuestión y traspasar sus tareas a las delegaciones. Cinco meses después de la resolución del Parlamento, cinco meses después de las declaraciones explícitas del Parlamento, la Comisión no hace caso de lo que dijimos.
Quisiera preguntar al Comisario Rehn por qué hace caso omiso de esta declaración del Parlamento. ¿Por qué opta por dejar que la pericia acumulada por la Agencia se derrita como la nieve al sol?
¿Por qué no decide utilizar a las personas que trabajan actualmente para la Agencia en Pristina como primer núcleo de personas de la UE que pronto podrán orientar la independencia de Kosovo desde muy cerca y con mucha pericia y saber hacer? Esto es lo que quiero que nos diga.
Tobias Pflüger (GUE/NGL). – (DE) Señor Presidente, no es ocioso decir que una causa de la situación actual en Kosovo es la guerra de agresión de la OTAN contra Yugoslavia, en la que participaron muchos Estados miembros de la Unión Europea y en la que sus bombas mataron a civiles. ¿Por qué, entonces, está la minoría serbia amenazada hoy en Kosovo? Esto también tiene que ver con esta situación y con el enfoque unilateral que adoptaron entonces los Estados miembros de la Unión Europea.
Una segunda cuestión es que se deporta a personas a Kosovo, aunque para muchas la situación allí es completamente intolerable. Se pretende que haya más deportaciones y la Comisión tiene que dejar muy claro que eso no es aceptable. Se ha puesto a Joachim Rücker a la cabeza de la UNMIK. No sé si es una buena idea, a la vista del hecho de que fue, antiguamente, el principal responsable de las privatizaciones que hubo allí, cosa no hizo ningún bien a la gente de Kosovo.
Lo que quisiera saber es cómo plantea la Comisión el estatuto futuro de Kosovo desde el punto de vista práctico. Lo que he oído hasta ahora me ha parecido muy deficiente. El Comisario Rehn tiene razón cuando dice que los fondos deberían dedicarse al desarrollo económico y social no a asuntos militares, y estoy plenamente a favor de ello.
Karl von Wogau (PPE-DE). – (DE) Señor Presidente, Señorías, la resolución de la cuestión del estatuto no solo redunda en interés de Kosovo, sino de la Unión Europea.
Condiciona, sin embargo, las vías que encontremos para proteger a las minorías –y con esto me refiero a todas ellas– de manera creíble, ya que ha quedado claro durante nuestras numerosas visitas allí que la gente sigue teniendo miedo, y los sucesos de los últimos años han demostrado que estos temores siguen estando justificados. Esto lo hemos de tener en cuenta y es la razón por la que la Unión todavía tiene que estar implicada allí, en primer lugar en la creación de la fuerza de policía –cosa que es realmente muy importante– y, en segundo lugar, en la creación del sistema jurídico y la administración, ya que comparto el punto de vista del Comisario Rehn de que a esto hay que destinar los recursos disponibles, pero el desarrollo económico de Kosovo dependerá sobre todo de la paz, de la estabilidad y del funcionamiento de las instituciones, y a eso es a lo que deben dedicarse especialmente nuestros esfuerzos.
Esto también implicará resolver la cuestión de qué fuerzas militares deben cumplir la función de velar por la seguridad de Kosovo una vez que sea independiente, y me podría imaginar perfectamente que se produjera una solución similar a la que se encontró para Bosnia y Herzegovina, con la sustitución de la KFOR por fuerzas armadas europeas. Cuando visitamos el país, hice esta pregunta al Primer Ministro, y por la respuesta que dio quedó claro que nadie había pensado en el asunto hasta entonces.
Una mayor implicación de la Unión Europea en este terreno también estaría en consonancia con nuestra política de seguridad, o con la política de seguridad que defiendo. Lo que importa es que nosotros, en esta fase del desarrollo de nuestra política de seguridad, demos prioridad a nuestros esfuerzos en nuestra vecindad geográfica y que la estabilización de los Balcanes continúe siendo nuestra tarea principal.
PRESIDENCIA DE LA SRA. KAUFMANN Vicepresidenta
Józef Pinior (PSE). – (PL) Señora Presidenta, integrar los Balcanes Occidentales en la Unión Europea es uno de los retos más importantes a que se enfrenta la política europea durante los próximos años.
La cuestión afecta a una zona de Europa habitada por numerosas nacionalidades y grupos étnicos, comunidades divididas por fronteras, creencias religiosas, razones históricas y por la sangrienta desintegración de Yugoslavia en el decenio de 1990. Kosovo es el nudo gordiano de la política europea en esta región.
La misión de las Naciones Unidas se prepara ahora para retirarse de Kosovo. Esto significa que la Unión Europea debe prepararse para asumir su papel allí en 2007. El primer reto para la Unión Europea en esta nueva situación será el estatuto todavía no definido de Kosovo. Las recientes conversaciones del 24 de julio en Viena, auspiciadas por las Naciones Unidas, no han supuesto avance alguno. Serbia, a la que pertenece formalmente Kosovo, no está de acuerdo con la independencia de la provincia. Las autoridades albanesas de Kosovo no están dispuestas a aceptar ni siquiera la autonomía más amplia.
En una forma peculiar de guerra psicológica, las autoridades serbias han acusado, en días recientes, al Enviado Especial de las Naciones Unidas sobre el futuro estatuto de Kosovo, Martti Ahtisaari, de falta de imparcialidad en las negociaciones. Por otra parte, el consejero político del Primer Ministro albanés, Koço Danaj, ha declarado que en 2013 todos los albaneses que viven en los Balcanes deberían unirse e integrarse en una Albania natural.
Los sucesos de este verano, que hacen eclipsan el conflicto de Oriente Próximo, constituyen un problema fundamental que las instituciones de la Unión Europea tienen que abordar en los próximos meses.
Otro reto es la organización de la futura misión de la UE en Kosovo. Este problema se refiere a la financiación, la estructura, el personal y sobre todo la estrategia política de la UE en los Balcanes Occidentales. Ningún otro país u organización internacional sustituirá a la Unión Europea en su histórico papel de garantizar la democracia, la paz y el bienestar social, basados en el respeto de la diversidad, en esta parte del continente.
Anneli Jäätteenmäki (ALDE). – (FI) Señora Presidenta, los informes sobre Kosovo dicen que la provincia se ha convertido en un conjunto de guetos. No se ha establecido una comunidad multiétnica. Durante siete años de administración internacional, los diferentes grupos étnicos se han concentrado en sus respectivas zonas. Una razón principal por la que no se han alcanzado los objetivos, a pesar de los grandes esfuerzos que se han invertido en ello, es que Kosovo es uno de los principales refugios del crimen organizado en Europa. La trata internacional de seres humanos y el comercio de armas y territorios están muy extendidos en Kosovo. No se hizo nada en 1999, cuando se detectó el problema: hubo que esperar hasta 2005. Ahora los agentes globales implicados en el programa, sin embargo, tienen demasiado poco tiempo y demasiado poco personal para sus muchas áreas de responsabilidad. Necesitaremos por consiguiente hacer un esfuerzo mayor para resolver este problema del crimen.
Por último, quisiera decir que ahora que la Unión Europea centra también su atención en el Líbano, deberíamos pensar en lo que sabemos de lo que ha pasado en Kosovo y si puede haber algo que aprender de ello para la operación en el Líbano.
Athanasios Pafilis (GUE/NGL). – (EL) Señora Presidenta, la horrible situación y el empobrecimiento de los pueblos de la Antigua Yugoslavia son la consecuencia de la intervención extranjera, de la guerra injusta y sucia desencadenada por la ΟTAN con la participación de numerosos países de la Unión Europea.
Sus pronunciamientos sobre la protección de los derechos humanos están llenos de hipocresía. Los objetivos de esta guerra son hoy visibles. Se trataba de desmembrar Yugoslavia y repartirla y lo han conseguido imponiendo la ocupación extranjera en Bosnia-Herzegovina y Kosovo y creando protectorados.
Hoy ni siquiera se atiene a los pronunciamientos y los compromisos que hizo de no avanzar hacia un Kosovo independiente. En Kosovo se impulsa la creación de un protectorado, de un Estado independiente con la presencia de una inmensa fuerza militar y una enorme base estadounidense, de manera que se pueda controlar la zona y cambiar las fronteras.
Consideramos que la única solución que puede haber es que las tropas extranjeras abandonen los Balcanes y que las personas de la zona encuentren una solución a sus problemas. Para terminar, le aconsejaría que mirara a la historia: así como los pueblos de los Balcanes expulsaron a conquistadores extranjeros, también expulsarán a los nuevos conquistadores.
Csaba Sándor Tabajdi (PSE). – (HU) Es evidente que la independencia de Kosovo es inevitable, pero el tipo de independencia que vaya a haber tendrá un efecto a largo plazo sobre la estabilidad de todo el sudeste de Europa. La Unión Europea no tiene una concepción al respecto, sino que en realidad va dando tumbos al son de los acontecimientos.
Sería muy importante definir por fin un proyecto coherente con respecto a una solución para Kosovo. La solución debe ser digna, una solución que no castigue a los serbios mientras recompensa abiertamente a los albaneses. Una solución así sería indigna y desestabilizaría la región, es decir, el sudeste de Europa, que incluye a Grecia, Hungría y los países candidatos Bulgaria y Rumanía. No podemos estabilizar Kosovo a costa de desestabilizar la región. Por el momento todo el mundo habla de la cuestión de las minorías, pero no se plantea ninguna concepción alentadora. Esto es tanto más interesante cuanto que el señor Ahtisaari y el señor Rehn son ambos finlandeses y Finlandia tiene un sistema ejemplar de integración de minorías. No puedo imaginar una situación que tranquilice a los serbios de Kosovo mientras la parte septentrional no tenga autonomía territorial y el sur no goce de un sistema de autonomía personal.
El proceso completo de descentralización no ha sido pensado detenidamente; el autogobierno no es garantía a este respecto. En cuanto a la compensación para Serbia, ser miembro de la Unión Europea, como sabemos perfectamente, no es una perspectiva particularmente atractiva teniendo en cuenta la fatiga actual de la UE. También hemos de tener esto en cuenta, como debemos reflexionar sobre el hecho de que Milosevic había despojado de su autonomía a Kosovo y Voivodina. Todo el mundo habla de la independencia de Kosovo, pero nadie menciona las minorías de Voivodina o la situación de los musulmanes de Sandjak. Me parece que avanzamos hacia un mal acuerdo si no conseguimos elaborar un proyecto digno y con cara y ojos en favor de las minorías. Comparto todas la inquietudes de mi colega el señor Von Wogau.
Joost Lagendijk (Verts/ALE). – (NL) Señora Presidenta, señor Comisario, pero sobre todo señora Presidenta en ejercicio del Consejo, quizás se me permita, al final del debate, intentar resumir las cuestiones fundamentales.
Creo que ustedes, y me dirijo a la Ministra cuando digo esto, se han dado cuenta de que la mayoría de las cuestiones planteadas y observaciones hechas en esta plataforma nacen de una auténtica preocupación por el hecho de que la UE... –no dudo de su sinceridad o su conciencia de lo que hay que hacer, pero a pesar de todo estoy preocupado– no podrá llevar a cabo todas las difíciles tareas que se le asignarán en el tiempo disponible, que es de tres a seis meses, no años.
Creo que, como han dicho muchos diputados, el fracaso por parte de la Unión Europea no es una opción, ya que iría en detrimento tanto de la región como de la Unión Europea, y esto es algo que no nos podemos permitir. Si usted dice, y el Comisario lo confirma, que la tarea de la Unión Europea es controlar y transferir competencias, entonces yo –conjuntamente, creo, con la mayoría de diputados a esta Cámara– lo aprobaré, pero es más difícil de lo que parece.
Es una especie de papel nuevo, en el que nosotros, por un lado, necesitamos dejar escapar algunas cosas y, por otro, hemos de mantener el control en una sociedad dividida, en la que no todos los problemas se habrán resuelto tras la independencia. Por el momento, todo el mundo sigue pensando en Kosovo que la independencia resolverá todo. Ese no será el caso de los problemas económicos, por ejemplo.
En cuanto a la presencia militar, espero de todo corazón que toda la atención debida al Líbano y al Congo no haga que la gente crea que las cosas pueden funcionar en Kosovo y que podemos manejar las cosas aquí con menos tropas. Ese no será el caso en los primeros años.
No puedo sino apoyar al Comisario cuando pide al Consejo que no solicite nada más a la Comisión y al mismo tiempo facilite menos personas y fondos. No puede ser que ustedes y nosotros pidamos a la Comisión que desempeñe un papel destacado en Kosovo con menos gente.
Espero realmente que el Presidente finlandés, el Comisario finlandés y el negociador finlandés lleguen a esta conclusión, y para promover esto, yo, en nombre de todo el Parlamento, estoy muy dispuesto a visitar, a mis propias expensas, un lugar en el que la mayoría de finlandeses obtienen sus valiosas percepciones, a saber, la sauna.
Paula Lehtomäki, Presidenta en ejercicio del Consejo. (FI) Señora Presidenta, Señorías, la solución del estatuto es la mejor opción para Kosovo y por esta razón apoyaré los esfuerzos del Enviado Especial de las Naciones Unidas, el señor Ahtisaari, por hallarla con todos los medios posibles.
Como se ha dicho tantas veces en este debate, un requisito previo incondicional para una solución duradera es poder resolver la cuestión relativa a las minorías, y esto es algo así como un problema multigeneracional. La presencia de las tropas KFOR de la OTAN es importante en este momento, pero ahora y en el futuro tendremos que tener muy presente la importancia de una estrecha relación entre la acción militar y la civil. Dejando otras cosas de lado, la Unión Europea se prepara para una enorme operación de gestión de crisis civil en Kosovo. Se desarrollará a una escala nunca vista hasta ahora y su principal foco se centrará en la policía y el Estado de Derecho. Necesitaremos un buen número de expertos de los Estados miembros de la Unión Europea para llevar a cabo esta operación, y nuestro reto será encontrar un número de expertos tan grande.
El trabajo del Equipo de Planificación no ha acabado todavía, pero la intención es que su informe esté en las manos del grupo de trabajo del Consejo a finales del mes. Los preparativos progresan así de muy diferentes maneras y en muy diferentes sectores, pero seguramente podemos acelerar su velocidad de crucero.
Varias veces se ha hecho aquí referencia al borrador de presupuesto del Consejo para el año que viene, con respecto a cómo hará más efectivo el uso de los recursos de personal. La Presidencia está muy comprometida en encontrar una solución que satisfaga a todas las partes, pero naturalmente también tendrá que escuchar los puntos de vista de los demás Estados miembros.
Además, mi opinión es que la situación no es tan sombría como se nos ha hecho creer, especialmente en el muy emotivo discurso del Comisario. Desde el punto de vista del Consejo, la ampliación es claramente un área prioritaria y, en consecuencia, no proponemos recortes de personal en este terreno. De hecho, este difamado presupuesto del año que viene aumenta el gasto administrativo un 3,4 %. Es verdad que los recortes deseados para el periodo 2007-2013 son muy ambiciosos, pero ya que la Comisión planea al mismo tiempo aumentos para la ampliación, habrá en cualquier caso más personal en la Comisión en 2013 que en 2007, aunque supervisaremos esta tendencia ambiciosa. Así que habrá en cualquier caso más personal en 2013 que el año que viene. Intentamos encontrar y nos comprometemos a encontrar soluciones que garanticen que haya un número suficiente de funcionarios para tratar los asuntos importantes. Esto es obvio, por supuesto.
Por último, para aliviar un poco las cosas y ya que se ha mencionado aquí la sauna finlandesa, diré que, por muy bien que funcione la coordinación interna de la Presidencia finlandesa, no me meteré en la sauna con el señor Ahtisaari o con el señor Rehn.
Olli Rehn, miembro de la Comisión. (EN) Señora Presidenta, estoy un poco decepcionado por el enfoque conservador de la señora Lehtomäki en su interpretación de la cultura de la sauna.
Quisiera dar las gracias a todos por este debate responsable y sustancioso, que demuestra claramente que esta Cámara apoya plenamente la perspectiva de la integración europea de los Balcanes Occidentales y Kosovo. Es muy importante ahora –como han subrayado varios oradores– apoyar firmemente los esfuerzos para concluir el proceso del estatuto dentro del calendario previsto. No ganaremos nada alargando el proceso.
También es cierto que la paz y las instituciones adecuadas sientan las bases para unas condiciones económicas mejores y la creación de empleo, lo que Kosovo necesita desesperadamente. Una tasa de desempleo del 40 % al 50 % produce por desgracia un campo de cultivo muy fértil para el crimen y la corrupción.
Tenemos que proporcionar a los kosovares las herramientas para ayudarse a sí mismos. La seguridad jurídica y un entorno empresarial que funcione bien son condiciones necesarias para impulsar el progreso económico en Kosovo.
Al mismo tiempo, hay otra condición imprescindible: sea cual sea el resultado concreto del acuerdo sobre el estatuto, debe incluir poderes para Kosovo de celebrar tratados. Como ha dicho el señor Kacin, los poderes para celebrar tratados son necesarios para que podamos negociar con Kosovo e integrarlo en el proceso de estabilización y asociación. Asimismo, Kosovo necesita poderes para celebrar tratados a fin de concluir acuerdos y contratos con las instituciones financieras internacionales, que es otra condición necesaria para impulsar el progreso económico y mejorar la situación del empleo.
En cuanto a Serbia, es seguramente un –si no el– país clave para la estabilidad de los Balcanes Occidentales. El mejor favor que puede hacer Serbia a los serbios de Kosovo es participar muy constructivamente en las conversaciones para garantizar que las minorías estén realmente protegidas, una vez que se conozca el resultado del acuerdo sobre el estatuto de Kosovo.
Serbia tiene perspectivas firmes y palpables de unirse a Europa. Por nuestra parte, queremos reanudar las negociaciones sobre el Acuerdo de Estabilización y Asociación desde el mismo momento en que Serbia coopere completamente con el Tribunal Penal Internacional para la Antigua Yugoslavia, que debería conducir a la detención y extradición de Radko Mladic. Esto está en manos de Serbia, que puede hacer realidad esta aspiración europea y liberar el tremendo potencial económico, cultural e intelectual que existe en el país.
Quisiera corregir un error, que no se ha producido aquí pero que se comete a menudo, a saber, la idea de que el Consejo y la Comisión compiten en los Balcanes Occidentales. No es así en absoluto. El Consejo y la Comisión no compiten, sino que cooperan plena y profundamente en pro de la estabilidad y la democracia en los Balcanes Occidentales. Trabajamos muy bien formando tándem con el señor Solana, como hacen nuestros servicios. Por ejemplo, en relación con el Estado de Derecho, necesitamos esa cooperación porque el Estado de Derecho –es decir, la formación provisional de jueces y policías– es competencia común del Consejo, los Estados miembros y la Comisión. Así pues, para desempeñar esa competencia común con sensatez, necesitamos cooperación. Eso es lo que hacemos con el señor Solana y su equipo.
En cuanto a la pregunta del señor Wiersma sobre los recursos, aparte de Kosovo hay otros asuntos candentes, como el Líbano. El acierto de la resolución de esta cuestión de los recursos dependerá ahora de sus Señorías, en su calidad de autoridad presupuestaria. Estoy muy agradecido a la Presidencia finlandesa por su buena disposición a desempeñar un papel muy constructivo en este asunto tan complicado.
Estoy totalmente de acuerdo con que la estabilización de los Balcanes Occidentales es la máxima y principal prioridad de la Política Europea de Seguridad y Defensa que estamos impulsando. En efecto, como ha dicho el señor Lagendijk, no podemos permitirnos fallar en esta prueba de fuego.
La Presidenta. El debate queda cerrado.
5. Albania - Acuerdo de Estabilización y Asociación con Albania (debate)
La Presidenta. De conformidad con el orden del día se procede al debate conjunto de
- la declaración del Consejo sobre Albania y
- la recomendación del señor Ilves (A6-0246/2006), en nombre de la Comisión de Asuntos Exteriores, sobre la propuesta de Decisión del Consejo y de la Comisión relativa a la celebración del Acuerdo de Estabilización y Asociación entre las Comunidades Europeas y sus Estados miembros, por una parte, y la República de Albania, por otra
Paula Lehtomäki, Presidenta en ejercicio del Consejo. (FI) Señora Presidenta, Señorías, el Acuerdo de Estabilización y Asociación firmado el 12 de junio fue un paso importante en el camino de Albania hacia su futuro con la Unión Europea. Nos satisface que Albania haya progresado en sus reformas hasta el punto de que las conversaciones sobre el acuerdo, que han continuado durante tanto tiempo, hayan podido concluir. Junto con los demás mecanismos previstos en el Acuerdo de Estabilización y Asociación, el pacto creará un marco completo para el desarrollo ulterior de las relaciones entre la Unión Europea y Albania. Está previsto que Acuerdo Provisional, firmado al mismo tiempo, entre en vigor a comienzos de noviembre. Regula el comercio al amparo del Acuerdo de Estabilización y Asociación y asuntos relacionados que se aplicarán hasta que los Estados miembros hayan ratificado debidamente el Acuerdo de Estabilización y Asociación. Es importante que empecemos a hacer un uso efectivo del Acuerdo Provisional una vez haya entrado en vigor.
El Acuerdo de Estabilización y Asociación reviste la mayor importancia para el futuro de Albania. Intensificará las relaciones políticas y económicas entre la Unión Europea y Albania y facilitará que Albania tenga vínculos más estrechos con la Unión Europea. Albania es el tercer país de los Balcanes Occidentales (después de Macedonia y Croacia, de la antigua República de Yugoslavia) con el que la Unión Europea firma un Acuerdo de Estabilización y Asociación.
La firma del Acuerdo de Estabilización y Asociación y del Acuerdo Provisional no significa que el trabajo haya finalizado. Por el contrario, el auténtico trabajo empieza de verdad ahora.
Esperamos que Albania demuestre ahora un avance efectivo y continuo en la aplicación de los acuerdos. Debe esforzarse por llevar a cabo las reformas necesarias para estrechar lazos con la Unión Europea. Es importante que progrese en particular en ámbitos como la libertad de los medios de comunicación, la devolución de la propiedad y el pago de compensaciones, una administración pública más eficiente y el respeto de los principios del Estado de Derecho. Subrayaremos continuamente la importancia para Albania, como para los demás países de los Balcanes Occidentales, de incrementar las medidas para prevenir la corrupción y el crimen organizado.
Tal vez haya elecciones locales en Albania en un plazo de seis meses, y Albania debe garantizar que se puedan llevar a cabo de acuerdo con las normas internacionales.
Todos los poderes políticos tendrán que ponerse de acuerdo en torno a las reformas necesarias para estrechar lazos con la UE. El clima político actual en Albania es preocupante y supone una grave amenaza para el progreso de la reforma. Urgimos a las partes afectadas a participar en un diálogo constructivo y nos complace que justo la semana pasada se hayan conseguido algunos resultados iniciales.
Finalmente, quisiera recordar a todo el mundo que en el Consejo Europeo de junio la Unión Europea aprobó nuevamente las perspectivas de la UE con respecto a los países de los Balcanes Occidentales. Eso significa que también Albania tiene una plaza reservada en la Unión Europea. Debemos recordar, sin embargo, que el progreso de cada país para acceder a la Unión Europea avanza o se detiene por sus propios méritos en su intento de satisfacer las exigencias de la Unión Europea. El Acuerdo de Estabilización y Asociación y el Acuerdo Provisional facilitan a Albania el mejor marco posible para sus propios intentos. Por supuesto que la Unión debe continuar ayudando, pero la mayor parte del trabajo que queda por hacer únicamente puede hacerlo la propia Albania.
Olli Rehn, miembro de la Comisión. (EN) Señora Presidenta, me complace mucho hablar hoy del Acuerdo de Estabilización y Asociación con Albania en el Parlamento Europeo. El AEA es un hito importante en el camino de Albania hacia la Unión Europea y un paso importante de la propia UE en los Balcanes Occidentales. Marca el comienzo de una nueva fase en las relaciones de la UE con Albania y crea un nuevo marco para la asociación en numerosos ámbitos.
El AEA representa una importante oportunidad económica y política. La mayor liberalización del comercio aportará significativos beneficios económicos tanto a Albania como a la Unión Europea. La aproximación de la legislación albanesa a la normativa de la UE acercará a Albania a las normas europeas y ayudará a estrechar los lazos entre nosotros.
Aplicar con éxito el AEA será el próximo reto más importante para Albania. El AEA establece importantes obligaciones desde el punto de vista del comercio, el Estado de Derecho, las normas democráticas y los derechos fundamentales, la cooperación regional y la nueva legislación. El AEA crea estructuras comunes para fomentar el diálogo y controlar el progreso, incluida una comisión parlamentaria. Esta comisión estará en condiciones de dar continuidad a la buena labor de la actual Comisión Parlamentaria Mixta y brindará una gran oportunidad para guiar a Albania dentro de las mejores tradiciones de la democracia parlamentaria europea. Estoy seguro de que también ayudará a conseguir un grado mínimo de cultura política de consenso y a poner de manifiesto que un país que triunfe en la Unión Europea, o en el proceso de adhesión o preadhesión, necesita un consenso político amplio en la cuestión de las aspiraciones europeas, así como un consenso básico en torno a una cultura democrática en el país. Es importante tener esto en cuenta mientras Albania avanza por su camino europeo.
La Comisión acoge con gran satisfacción la recomendación de la Comisión de Asuntos Exteriores de aprobar la conclusión del AEA. En nuestro diálogo político compartimos la insistencia de la comisión en animar a Albania a seguir avanzando en la lucha contra la corrupción y el crimen organizado y a abordar aspectos como la reforma electoral, la libertad de los medios de comunicación y los derechos humanos y de las minorías con mayor firmeza. Acogemos con satisfacción las recomendaciones de la Comisión de Comercio Internacional de mejorar el entorno empresarial en Albania, que es crucial para que Albania pueda aprovechar a fondo el acuerdo.
Quiero concluir asegurándoles que, en lo que respecta a la UE, la Comisión Europea hará todo lo que pueda por garantizar que se saque todo el provecho del AEA. He dejado claro a nuestros socios albaneses que no espero menos de ellos.
Toomas Hendrik Ilves (PSE), ponente. – (EN) Señora Presidenta, entre todos los países europeos, Albania es el que más esfuerzos ha tenido que hacer en la transición de una dictadura comunista a una democracia liberal. Es un país que padeció el estalinismo hasta bien entrados los años ochenta, por lo que tiene que quedar claro para todos nosotros que se enfrenta a retos mucho mayores que otros países poscomunistas como el mío, en el que los peores excesos del totalitarismo estalinista acabaron en los años cincuenta.
Albania ha hecho enormes progresos: la firma del Acuerdo de Estabilización y Asociación es una prueba de ello. Al mismo tiempo, Albania no debería dormirse en sus laureles. Para satisfacer su vocación europea tiene que hacer más. El AEA es un hito, no un destino.
Voy a resumir mi informe del modo siguiente. El AEA y el acuerdo provisional ofrecen una oportunidad única para Albania de modernizarse y convertirse en una economía de mercado competitiva, requisito imprescindible para entrar en la Unión Europea.
En segundo lugar, el auténtico desarrollo económico requiere un entorno jurídico estable y transparente. Eso exige un poder judicial profesional e independiente, una lucha efectiva y políticamente imparcial contra la corrupción y una administración pública eficiente y que funcione bien.
En tercer lugar, como con todos los países de transición, no basta con un buen marco jurídico. Las buenas leyes sobre el papel ayudan poco si no se aplican. Hay que avanzar en la aplicación de las reformas adoptadas.
En cuarto lugar, el avance hacia el cumplimiento de las normas establecidas en el AEA, y por consiguiente la aplicación de las reformas, debería supervisarse por parte de la UE mediante evaluaciones comparativas concretas.
Además de estos temas generales, quisiera subrayar varios puntos concretos del informe. Al mismo tiempo que apoya plenamente la perspectiva europea de Albania de conformidad con las conclusiones de Salónica, el informe subraya que Albania ha de esforzarse por cumplir los valores y criterios europeos como un objetivo en sí mismo. Pide un acuerdo de concesión de visados con Albania. Hoy, los ciudadanos de un pequeño país con una perspectiva europea tienen un régimen de visados menos favorable con la Unión Europea que los de un gran país con ninguna perspectiva de asociación, como es Rusia.
El informe pide a la UE y a Albania que aprovechen el conocimiento y la experiencia de los Estados que entraron en 2004. Los retos a que se enfrenta Albania no son únicos; no hay que reinventar la rueda cuando se puede aprovechar libremente la experiencia de los ruederos de la reforma de ocho Estados miembros poscomunistas de la Unión Europea.
El informe señala que en un reciente informe de Amnistía Internacional se critica a Albania por violaciones de los derechos humanos en el ámbito del acceso a la defensa jurídica, de los problemas de tortura y brutalidad contra los prisioneros, etc. Es preciso subsanar estas deficiencias.
El informe dice que hay que reformar la legislación electoral. Eso significa crear un registro más fiable de los votantes y cambiar el sistema para evitar la distorsión del sistema proporcional –este sistema se denomina en Albania sistema «Dushk»– porque, para ser francos, la fe y la democracia no perdurarán si se distorsiona la voluntad de los votantes. Creo que esta es una de las cuestiones cruciales de la democracia a las que el país se enfrenta hoy.
El informe señala la necesidad de que Albania continúe con su actitud responsable hacia sus países vecinos, especialmente hacia Kosovo y la Antigua República Yugoslava de Macedonia. Como sabemos, hay importantes minorías albanesas en la ARYM, y Kosovo, por supuesto, es una zona albanesa. Acogemos con satisfacción la actitud adoptada hasta ahora por Albania de no involucrarse en estos problemas.
He recibido seis enmiendas. Asumiré la enmienda 5 del señor Brie y del señor Meijer sobre la necesidad de abordar la cuestión de la trata de niños. Las enmiendas 1 y 2 son en principio buenas, pero en opinión del ponente serán más adecuadas cuando Albania haya progresado más en el tratamiento de sus problemas relativos a la corrupción, el Estado de Derecho y las reformas económicas. En mi opinión, la enmienda 3 sobre el trato dado a los prisioneros ya está cubierta en el informe.
Por último, quisiera dar las gracias a todos los que han contribuido a este informe, pero quisiera resaltar especialmente a la señora Pack, la dinamo que ha impulsado buena parte del planteamiento de esta Cámara de cara al acercamiento de los Balcanes a Europa.
(Aplausos)
Panagiotis Beglitis (PSE), ponente de opinión de la Comisión de Comercio Internacional. – (EL) Señora Presidenta, en primer lugar quiero felicitar de todo corazón a mi honorable amigo, el señor Ilves, por el importante trabajo que ha llevado a cabo en su importante moción, que refleja el actual estado de las relaciones entre la Unión Europea y Albania y subraya todos los problemas fundamentales y retos a que se enfrentan el Gobierno albanés y las fuerzas políticas albanesas.
Es un hecho que la firma del Acuerdo de Estabilización y Asociación abre un nuevo camino para Albania hacia Europa, hacia las instituciones europeas, con el objetivo final de integración en la familia europea. Tenemos que recordar esto siempre; es lo que dice la estrategia europea decidida en Salónica y creo que la Unión Europea tiene todo el interés estratégico, a pesar de la fatiga en el proceso de ampliación, en fortalecer estas perspectivas europeas de los países de los Balcanes.
Está claro que todavía queda mucho por hacer en Albania, como ha señalado el señor Ilves. Me gustaría comentar en particular dos o tres puntos. Sobre la cuestión del combate contra la corrupción, por supuesto que estamos todos de acuerdo. Sin embargo, bajo ningún concepto debería usar el actual Gobierno albanés el combate contra la corrupción como pretexto para saldar cuentas políticas con las fuerzas de la oposición. Esta es una cuestión seria que hemos experimentado en Albania en el pasado.
La segunda cuestión es la necesidad de proceder inmediatamente a reformar el sistema electoral y actualizar las listas electorales. Esto es muy importante, porque ayudará a suavizar la vida política y a consolidar un sistema político democrático.
La tercera cuestión es el respeto de la libertad de los medios y, por supuesto, la prevención de la interferencia del Gobierno en su funcionamiento. Quisiera señalar aquí –y dirijo mis comentarios al señor Rehn– que ha habido una creciente interferencia del Gobierno en los últimos días en el funcionamiento de los medios de la oposición democrática albanesa, concretamente del Partido Socialista. Me refiero, señor Rehn, a la red de televisión Top Channel, cuyo funcionamiento obstaculizan las autoridades albanesas. Esta es también una cuestión que debemos destacar.
Finalmente, respeto de las minorías. Albania tiene realmente que dar pasos importantes en este terreno. Hay una minoría griega que desempeña un papel importante y representa un activo para la democratización de Albania y, por supuesto, hay que aplaudir el funcionamiento de la Iglesia ortodoxa y el papel espiritual del Arzobispo Anastasios.
Doris Pack, en nombre del Grupo del PPE-DE. – (DE) Señora Presidenta, señor Comisario, señora Presidenta en ejercicio del Consejo, señor Ilves, su informe, señor Ilves, muestra un alto grado de identificación y conocimiento de la joven democracia de Albania, pero también el enfoque riguroso que se requiere a la hora de observarla; es un informe excelente y le estoy agradecida por él.
Muchos de ustedes sabrán que he estado observando a Albania durante catorce años, desde que salió de un largo periodo de dictadura y se acercó a la Comunidad Europea.
Por esa razón estoy especialmente contenta de que hoy podamos aprobar este Acuerdo de Estabilización y Asociación, cosa que acojo con satisfacción como un paso importante hacia una relación de confianza entre Albania y la Unión Europea, que ayudará a Albania y a sus políticos a dar al país la estabilidad política, económica e institucional que necesita. Será muy difícil avanzar por esta vía; para hacerlo será necesario cumplir los criterios exigidos tal como se establecen en el acuerdo, y por parte de este Parlamento, y en particular nuestra comisión para las relaciones con él, controlar este avance continuamente y con la máxima precisión. También nosotros, como buenos amigos, haremos lo que hemos hecho durante muchos años y subrayaremos cualquier deficiencia, incluyendo las que todavía no se han descubierto.
Aunque creo que hay que acoger con mucha satisfacción que se haya declarado la guerra a la corrupción en Albania, también creo que todas las fuerzas deben abordar esta campaña con la misma seriedad, ya que no dará un resultado auténtico y duradero hasta que no lo hagan. En los últimos meses se ha conseguido desenmascarar y detener a varias bandas criminales; este es un excelente resultado y un incentivo para proseguir con acciones del mismo tipo encaminadas a poner fuera de circulación y a disposición de la justicia a falsificadores de pasaportes, traficantes de drogas y congéneres.
El Gobierno está desarrollando una espléndida labor en el campo de la educación, con lo que da a los muchos jóvenes albaneses algo más de futuro; espero de verdad que haga todo lo que sea necesario para permitirles participar en los nuevos programas educativos de la Unión Europea después de 2007. Es también una buena cosa que el país se esfuerce por atraer la inversión que necesita, aunque esto dependerá por supuesto de las reformas de la administración y del sistema judicial que precisa con tanta urgencia.
Nuestra resolución subraya también la necesidad de erradicar la práctica de la venganza privada, que prevalece todavía en muchas partes de Albania; nuestra petición en este sentido se basa en nuestros valores europeos, que, esperamos, pronto guiarán las ideas y acciones de todos los albaneses.
No deseo ocultar el hecho de que buena parte de lo que sucedió en los meses de verano me parece sumamente repugnante, pero sin entrar en detalles desagradables, quisiera subrayar que lo que urge es el diálogo político y que la madurez política se demuestra mediante un comportamiento democrático y nada más.
Las fuerzas políticas de todos los lados deberían dejar de una vez por todas de pedir constantemente a gritos un mediador internacional que resuelva sus problemas. Los políticos albaneses han sido elegidos para resolver problemas de manera democrática y para cumplir de manera constructiva el papel que se les ha asignado, tanto si implica ejercer la responsabilidad gubernamental como servir en la oposición. Los últimos años han demostrado la futilidad de los boicots, y tampoco ahora merecerían la pena; los albaneses ya han tenido suficiente de ese tipo de proezas, y lo que quieren son políticos serios con un interés serio en resolver los problemas.
Por esta razón es tan alentador que las fuerzas políticas hayan alcanzado un acuerdo sobre el agotador asunto de las listas electorales. La Unión Europea ha pagado durante años un montón de dinero para conseguir por fin estas listas correctamente confeccionadas, y resulta que todavía es sumamente difícil. Las elecciones locales se van a celebrar en breve y si queremos que los resultados sean aceptables, deben basarse en datos en gran medida seguros.
La disputa en curso entre el Gobierno y una cadena privada de televisión me parece que únicamente puede resolverse como es debido de absoluta conformidad con la ley.
A modo de conclusión quisiera recordar a esta Cámara que hemos estado durante mucho tiempo defendiendo que se facilite la concesión de visados para Albania y los demás países del sudeste de Europa, por lo que nos complacen enormemente los acuerdos de devolución concluidos por Albania y la UE. Albania está entre los pocos países que han hecho esto, y una de las cosas que pedimos a través de nuestra resolución es una rápida acción por parte de los Gobiernos europeos que facilite a los estudiantes, universitarios y hombres de negocios la obtención de visados, por supuesto con un régimen de visados más relajado para todos los ciudadanos que se establezca después lo antes posible. Los criminales también adquieren visados por métodos dudosos o no tienen necesidad de ellos, al estar familiarizados con otras maneras de cruzar las fronteras, pero el éxito de los esfuerzos en Albania por combatir el crimen permita quizás que los Gobiernos europeos hagan por fin milagros en lo que se refiere a la concesión de visados.
Jan Marinus Wiersma, en nombre del Grupo del PSE. – (NL) Señora Presidenta, en nombre de mi Grupo, quisiera dar las gracias a nuestro ponente, el señor Ilves, por el trabajo que ha realizado. Albania es un país difícil y complicado y creo que su análisis del mismo es correcto, como lo son las conclusiones que ha sacado. También acogemos con satisfacción la firma del Acuerdo de Estabilización y Asociación y hoy votaremos a favor de él en esta Cámara.
El acuerdo refleja todo lo que se ha conseguido con absoluta perseverancia y abre la vía a la candidatura a la adhesión a la Unión Europea sobre la base de los acuerdos adoptados en Salónica. Nuestro Grupo continuará ayudando a Albania en los pasos que tendrá que dar a medida que avanza hacia la integración europea.
Hasta comienzos de la década de 1990, Albania era el país más aislacionista del continente europeo. Con la firma de este acuerdo se une a otros países de los Balcanes que realizaron valientes avances el año pasado. Croacia negocia ahora su adhesión a la UE; Macedonia ha obtenido el estatuto de candidato a miembro y se ha avanzado claramente en el caso de Bosnia-Herzegovina.
Nuestro Grupo ha llegado a plantearse por un momento la posibilidad de solicitar el aplazamiento de la votación sobre este acuerdo a fin de presionar un poco a las autoridades de Albania y conseguir que garantizaran que las próximas elecciones locales marchen sobre ruedas, pero pensamos que también se puede dar la vuelta al argumento diciendo que al firmar este acuerdo, aprobándolo el Parlamento, se espolea a todos los partidos de Albania a actuar adecuadamente y continuar en el camino hacia las reformas políticas y económicas, con respecto a lo cual podemos trabajar con los criterios que usamos con otros países que trabajaban por un futuro dentro de la Unión Europea, particularmente, por supuesto, los primeros criterios de Copenhague.
No deberíamos, sin embargo, perder de vista el hecho de que queda un largo camino por recorrer. Esta firma no significa que el Gobierno de Albania, que ha presentado la conclusión de este acuerdo como una victoria importante, pueda dormirse en los laureles, y espero que la gente en Albania sea consciente de ello.
Si consideramos los criterios de Copenhague, que constituyen la referencia comparativa definitiva para la adhesión a la Unión Europea, habría que advertir al Gobierno albanés de varias cosas. Ya he mencionado las elecciones locales que, suponemos, entre todos harán que sean libres y justas. Garantizaremos que lo sean, confiando también en que la Comisión y el Consejo velen por ello.
En segundo lugar, quisiera hacer un comentario sobre la situación de los medios de comunicación. Los medios libres e independientes son indispensables para una democracia transparente y robusta. Depende claramente del Gobierno de un país asegurarse de que así sea, pero tenemos que dejar constancia de que se presiona en cierta medida a los medios debido en parte a los cambios propuestos en la Ley de medios electrónicos.
Hay también algunos interrogantes acerca de la independencia del poder judicial. Todas estas son cuestiones que la Unión Europea tendrá que controlar de cerca, incluso después de la ratificación del Acuerdo de Estabilización y Asociación.
Por último, hemos percibido en este país un grado de polarización política que nos preocupa. Esto no es nuevo, pero seguimos sin ver ninguna salida al respecto. Quisiéramos animar por ello al Gobierno y a la oposición a que adopten un enfoque fundamentalmente pragmático y constructivo, porque solo entonces podrá Albania utilizar aprovechar plenamente las oportunidades que ofrece el acuerdo.
Jelko Kacin, en nombre del Grupo ALDE. – (SL) Desde que se abrió al mundo, Albania ha hecho grandes avances positivos. En el Grupo de la Alianza de los Demócratas y Liberales por Europa entendemos perfectamente las dificultades por las que pasa. Después de una década de lealtad hacia China se ha despertado como el país menos desarrollado de Europa. Por eso entendemos sus dificultades. En particular, hoy siguen oyéndose los ecos de las fuertes crisis económicas que sacudieron la sociedad albanesa debido a su economía piramidal. Continúan reflejándose en las dificultades que experimenta el país.
Sin embargo, ahora que Albania ha firmado el Acuerdo de Estabilización y Asociación, hay nuevos retos tanto para Albania como para nosotros. Ahora tiene un nuevo vecino, un Montenegro independiente. Tendrá un nuevo vecino, un Kosovo independiente. A otro vecino, Macedonia, se le ha concedido el estatuto de país candidato y espera únicamente la fecha para empezar las negociaciones. Todos estos son cambios para mejor y la elite política albanesa debería aprovecharlos para fomentar el desarrollo económico y, en particular, el desarrollo social.
El Estado de Derecho no puede basarse en tradiciones centenarias que no respetan los valores de la Unión Europea. Las venganzas privadas tienen que pasar a la historia, pues de lo contrario Albania no podrá avanzar hacia la Unión Europea.
La elite política albanesa tiene que hacer grandes esfuerzos por combatir la corrupción y facilitar el camino para el desarrollo económico, político y legal. Nuestra mayor preocupación, sin embargo, es su incapacidad para combatir el crimen en unos pocos ámbitos muy sensibles. Las violaciones de los derechos humanos, la trata de seres humanos y el abuso de menores son ámbitos que erosionan los valores fundamentales de la Unión Europea y de nuestra civilización. Las condiciones en las prisiones son insatisfactorias. En esas circunstancias, Albania no puede avanzar y debe ser duramente criticada por nuestra parte.
Sin libertad de prensa ni libertad de expresión, Albania no puede tener una imagen realista de sí misma. Así que un requisito previo para un progreso más rápido de Albania es la libertad de prensa, que debería reflejar los problemas de la sociedad albanesa. Solo quienes se dan cuenta de sus errores pueden remediarlos. De manera que nuestros amigos albaneses no deberían ofenderse si somos francos en nuestras discusiones con ellos cuando tratamos de dejarles absolutamente claras cosas que tienen que ver ellos mismos.
Quisiera dar también las gracias al ponente por el trabajo que ha realizado.
Gisela Kallenbach, en nombre del Grupo Verts/ALE. – (DE) Señora Presidenta, también nuestro Grupo da las gracias sinceramente al ponente, el señor Ilves, por el informe que nos ha presentado, que es muy equilibrado y extenso, pero también queremos felicitar a Albania y a las instituciones europeas. Tras haber vivido décadas bajo un régimen totalitario, Albania está dando grandes saltos adelante, lo que para nosotros es la mejor prueba de que el proceso de integración en la Unión Europea es realmente, después de todo, un motor y una motivación para el respeto de los derechos humanos, la instauración del Estado de Derecho y también para el fomento del desarrollo económico.
Todos sabemos que este proceso está lejos de completarse, y varios diputados, junto con el Comisario Rehn, ya han llamado la atención sobre los aspectos realmente críticos que se pueden resumir bajo el epígrafe general de «aplicación del Estado de Derecho». Quisiera recordarles que una institución europea como la nuestra, si tiene que hacer esto, necesita un proceso de asociación y ayuda, que a su vez exigirá fondos y personal.
Anteriormente, en el debate sobre Kosovo, señalamos que el presupuesto para el periodo de 2007 a 2013 no inspira exactamente confianza. Hay también –como mis colegas han subrayado repetidamente– una necesidad de apoyo adicional en ámbitos como la mejora de las condiciones ambientales, la energía sostenible y la infraestructura de transporte, así como en el establecimiento de medios verdaderamente independientes.
Por último, tengo grandes esperanzas de que Albania, que ha ganado una experiencia útil en las negociaciones en torno a un Acuerdo de Estabilidad y Asociación, pueda desempeñar un papel realmente constructivo en la región, y que si transmite esta experiencia a sus homólogos de Kosovo, la región en su conjunto se volverá más estable.
Erik Meijer, en nombre del Grupo GUE/NGL. – (NL) Señora Presidenta, la zona ocupada por los albaneses es la más olvidada de Europa. Los albaneses eran agricultores y pastores que se habían quedado atrás y a los que nadie quería tener en cuenta. Cuando se vino abajo el imperio otomano hace cerca de un siglo, tanto Serbia como Italia intentaron apoderarse de modo permanente del territorio albanés. Es un milagro que en 1913, en la parte más inhóspita del territorio albanés, hubiera sido posible establecer un Estado independiente, aunque no haya sido un éxito hasta la fecha.
Después de una dictadura de derechas, de una ocupación extranjera y de una dictadura de izquierdas, lo que enseguida se ve claramente es el caos y la intolerancia entre los partidos políticos. Especialmente el norte de este país es inseguro y está desfavorecido. Aunque los millones de albaneses que viven alrededor de Albania en el borde meridional de Montenegro, en la parte más grande de Kosovo y en el noroeste de Macedonia, luchan por los derechos lingüísticos y el autogobierno, tienen escasas esperanzas de que se produjeran cambios positivos si tuvieran que unir fuerzas con Albania en su situación actual.
Además, la opinión pública preferiría mantener a Albania fuera de la Unión Europea. El país es ahora famoso principalmente por la trata de niños, los negocios piramidales, el despilfarro de energía, el abuso de los prisioneros y el crimen internacional. Sus problemas parecen no tener solución.
Durante las discusiones preparatorias se ha visto que otros Grupos son más optimistas que el mío sobre el el estado de cosas en Albania y que están menos inclinados a invitar a Albania a que cambie. A pesar de esta diferencia de opinión, mi Grupo comparte su punto de vista de que el aislamiento continuo y la exclusión de la cooperación europea no ofrecen solución alguna a los enormes problemas de Albania.
Hay que mantener la promesa de la perspectiva de adhesión a la UE. En el ínterin, que seguramente durará algún tiempo, necesitan apoyo a la democracia, la educación, el medio ambiente y la economía. Me parece lamentable que la decisión propuesta parezca preocuparse más por las compañías extranjeras que por el medio ambiente, la seguridad alimentaria y la gobernanza.
En nuestra opinión, la política de vecindad y los acuerdos de asociación no deberían servir unilateralmente a los intereses de los actuales Estados miembros de la UE, sino que deberían ayudar fundamentalmente a que ganaran terreno los posibles futuros miembros de la Unión Europea.
Salvatore Tatarella, en nombre del Grupo UEN. – (IT) Señora Presidenta, Señorías, la propuesta de resolución sobre la celebración del Acuerdo de Estabilización y Asociación con la República de Albania debe examinarse con sumo cuidado y el mayor espíritu positivo.
Quisiera anunciarles que el Grupo Unión por la Europa de las Naciones votará a favor de la resolufción y que esta es acogida con sumo agrado por la delegación de la Alianza Nacional italiana. Es sabido que Italia contempla de cerca, con ánimo favorable y con interés los progresos de la joven República de Albania, sobre todo tras la clara y tranquilizadora victoria del Presidente Berisha. Este Acuerdo favorecerá unas relaciones contractuales cada vez más fuertes y amplias entre Albania y la Unión Europea, favorecerá sin duda la estabilidad política, económica e institucional de ese país y facilitará la transición de Albania a una democracia pluralista y respetuosa del Estado de Derecho y a una economía de mercado.
Las principales ventajas del acuerdo son: la creación de una zona de libre comercio, un compromiso serio con la cooperación en los sectores de interés común y, sobre todo, el fomento de un entorno jurídico más estable y tranquilizador para los inversores extranjeros. Es sabido que en el período anterior, entre 1997 y 2005, el control asfixiante del poder político y económico por parte del Gobierno sofocó la economía de mercado y atenazó el tejido social, en el que se mezclaron tolerancia y connivencia con métodos corruptos y en ocasiones mafiosos.
Es necesario hacer mucho más, y Albania ha hecho mucho más, por ejemplo, deteniendo y persiguiendo a los contrabandistas y previniendo la trata de seres humanos entre Albania e Italia. Es necesario proseguir esta lucha contra la corrupción y la delincuencia organizada.
Albania debe apostar con fuerza por las infraestructuras, los transportes y el turismo, pero también la Comisión debe hacer más: debe aportar más recursos, sobre todo para los transportes y el corredor 8, pues no es inútil recordar la importancia de las redes de infraestructuras como condición necesaria para el desarrollo y la cohesión: dichas redes permiten potencialmente el acceso a todas las partes del país, de modo que cada zona saque el máximo provecho de sus recursos, los transforme y venda sus productos en el mercado.
Georgios Karatzaferis, en nombre del Grupo IND/DEM. – (EL) Señora Presidenta, si un observador de Asia, África o Sudamérica estuviera aquí siguiendo este debate, le habríamos planteado un sinfín de interrogantes. No ha habido un solo portavoz de los distintos Grupos que no se haya referido a Albania como un país en el que florece la delincuencia, en el que existen innumerables contrabandistas, en el que se trafica con niños. Al mismo tiempo, escuchamos a todos los portavoces afirmar que sí, que Albania tiene que entrar a formar parte de la familia europea. Lo encuentro un poco extraño. De todas formas, esos son los hechos y hemos de analizarlos.
Voy a comenzar por lo que ha manifestado el señor Rehn: que la Comisión y el Consejo están de acuerdo. No siempre lo han estado, señor Comisario. En octubre de 2002, la Comisión se pronunció en el sentido de que no debían iniciarse las negociaciones sobre la asociación. El Consejo impuso unilateralmente tal decisión y eso es lo que nos ha conducido a la situación en la que nos encontramos en la actualidad. Digo esto con el fin de restablecer la verdad y poner las cosas en su sitio.
Los griegos somos vecinos de los albaneses y, como es sabido, un vecino sabe más del individuo que vive en la puerta de al lado que cualquier otra persona. ¿Qué es lo que ocurre aquí? El asunto es que Albania se impuso a sí misma la más rígida de las dictaduras. Cuando los países de Europa del Este consideraban a Stalin un dictador, Albania pensaba que era muy democrático y se hizo seguidora de Mao Zedong. Esto ha dejado secuelas en el ADN de la gente y, lo que es más importante, de los dirigentes.
Han transcurrido dieciséis años, dieciséis años de democracia y la iglesia principal en la ciudad de Premeti aún no ha sido restituida al culto cristiano. Todavía sigue utilizándose como dependencia comercial. Dieciséis años más tarde, en un país europeo, un país, señora Ministra, a solo 500 kilómetros de Austria. Una iglesia que durante siglos fue un templo ortodoxo no ha sido devuelta y se utiliza como dependencia comercial. ¿Qué se puede responder a eso? ¿No es una prueba de que algo no funciona correctamente en este país?
Estamos hablando de un país que el año pasado –no hace mucho, sino el año pasado– tardó dos meses en publicar los resultados de las elecciones. ¿Pueden ustedes imaginar, señor Comisario, señora Ministra, que Finlandia o Austria tardasen dos meses en dar a conocer los resultados de unas elecciones? Las elecciones se celebraron en Albania el 2 julio y los resultados se han conocido el 2 de septiembre, lo que significa que el entramado democrático no está funcionando como es debido, que algo no está bien en el sector de la Administración pública en este país.
Existen constructores griegos en Albania que no reconocen como dirección del país al Gobierno legal del señor Berisha hoy, o al del señor Fatos antes; reconocen a la mafia, ya que si no pagan tributos a la mafia, les vuelan los edificios. Son empresas griegas que han invertido millones de euros y, precisamente porque no podían soportar a la mafia que imponía sus propios impuestos desorbitados, están abandonando sus obras y la maquinaria y se están marchando del país.
Uno de cada tres coches inspeccionados en las fronteras por la policía griega transporta hachís. Ese es el porcentaje. ¿Cómo podemos acoger a un país que no es capaz de organizar su propio Estado? Estoy de acuerdo en que todos debemos procurar ayudar a este país a que encuentre su rumbo, pero si pensamos que es un país maduro, me temo seriamente que vamos a tener problemas. Todavía no ha llegado el momento oportuno.
La gente civilizada de Europa, los representantes de los pueblos de Europa, nos reunimos aquí y decidimos no dejar a Serbia que se adhiera a la Unión, pero permitimos que lo haga Albania. No dejamos entrar a Serbia porque la señora Ponte se oponía a ello; pero la señora Ponte no quería a Croacia y si Austria no hubiera impuesto su veto a Turquía el año pasado, Croacia aún permanecería fuera de la Unión.
Así que la señora Ponte va y dictamina qué país va a formar parte de la Unión Europea y cuál no lo va a hacer. ¿No es eso cierto? ¿Cómo es posible que queramos que acceda Albania y dejar fuera a Serbia, que cuenta con un Estado mejor organizado y unas mejores tasas de desarrollo y una mayor cultura? ¿No es eso cierto? Ahora, hace un rato, el señor Comisario ha admitido de manera elegante pero rotunda que esa es la razón por la que Serbia no está entrando en la Unión Europea.
Tenemos que hacer frente a los hechos, que se trata de un país con elevados niveles de delincuencia que el Gobierno no es capaz de controlar. El Gobierno tal vez tenga la intención de hacerlo, pero no está en condiciones de conseguirlo, ya que es algo que se encuentra fuera del alcance de sus posibilidades.
De la misma forma que no se puede controlar el tráfico de niños. ¡En 2006 seguimos teniendo tráfico de niños, por Dios! Existe un notable tráfico de drogas y, desde luego, al margen de cualquier otro aspecto, y este es un asunto político que considero que, con asesoramiento, se logrará tener bajo control, existe una patriotería desenfrenada que no se circunscribe solamente a Kosovo o Skopje, donde hemos presenciado secesiones hace algunos años, sino que está dirigida directamente contra Grecia. El Presidente de la República Helénica ha realizado una visita oficial y los musulmanes albaneses le han abucheado y se han producido incidentes y tumultos terribles.
Así pues, tenemos que examinar el tema de la patriotería que caracteriza a este país y el asunto de la libertad de prensa. Cuando a un país se le priva de la libertad de prensa, se le están arrebatando los derechos básicos. Por consiguiente hemos de estar muy atentos antes de avanzar. Este país necesita educación y una escolarización estricta antes de acceder a la Unión Europea.
PRESIDENCIA DEL SR. SARYUSZ-WOLSKI Vicepresidente
Alessandro Battilocchio (NI). – (IT) Señor Presidente, Señorías, hablo en nombre del nuevo Partido Socialista Italiano, que apoya este proyecto de resolución. Durante años, la imagen de Albania en Italia se ha asociado a las barcazas y lanchas cargadas de hombres y mujeres desesperados, que, empujados por la miseria y el dolor, alcanzaban exhaustos las costas del Adriático en busca de un futuro imposible en su país.
En 1995 participé en un campamento internacional de voluntariado y solidaridad, en el período más crítico y difícil, y todavía tengo grabada en la mente la mirada apagada y desanimada de la gente. Hoy puedo decir que Albania está cambiando. He tenido la oportunidad de visitar el país hace unos meses y he visto una extraordinaria voluntad de redención; he hablado con muchísimos estudiantes jóvenes de la Universidad de Tirana, que ante todo y por encima de todo aman a su país. También cunde el deseo evidente de estar en Europa, particularmente en la generación más joven: tienen la necesidad, el deseo y la convicción de querer pertenecer a una familia más grande, de cerrar definitivamente una fase histórica en la que Albania estuvo aislada de Europa y del mundo.
Creo que Albania, el país de las águilas, es parte orgánica de Europa, y no solo geográficamente, y que es nuestro deber seguir favoreciendo la construcción democrática en curso y, más en general, poner en práctica la interacción y la colaboración concreta con las instituciones comunitarias.
Bernd Posselt (PPE-DE). – (DE) Señor Presidente, constituye un buen presagio que sea hoy cuando aprobemos el acuerdo con Albania, ya que es la fecha de nacimiento de Franz Josef Strauß. Él fue, en condición de ciudadano particular, el primer político occidental que rompió el aislamiento de Albania. Cualquiera que recuerde aquellos días y las cosas que se veían entonces en Albania, y que haya vuelto a visitar dicho país en repetidas ocasiones, sabe el enorme tramo que ha recorrido Albania.
Ningún otro país en Europa ha estado, en la época moderna, tan oprimido y aislado y ha soportado tal persecución, ya fuera en aras de la religión o de la libertad intelectual, a pesar de que su pueblo desempeñó un papel esencial en la historia cultural de la Europa medieval, contando entre sus gentes a Skanderbeg, el último gran europeo que luchó por la libertad contra los otomanos, y también –con la Liga de Prizren– en la de los siglos XIX y XX, siendo traicionada por Europa en el Congreso de Berlín; en otras palabras, un país que figuró entre las primeras víctimas no solo del fascismo, sino también del comunismo, y que hasta ahora no había comenzado a recuperar su lugar en la escena europea.
Así que, por muy justificadas que estén nuestras críticas y con independencia de la necesidad de reforzar la democracia y el Estado de Derecho, hemos de reconocer que ningún pueblo europeo ha encontrado en tiempos recientes tantas dificultades para incorporarse a las estructuras europeas, razón por la que necesita toda la solidaridad que podamos ofrecerle. No me estoy refiriendo ahora solamente al Estado, sino sobre todo a las infraestructuras; se trata de un país que necesita un apoyo enorme por nuestra parte para construir carreteras, para establecer conexiones transfronterizas con Kosovo y para enlazar con las fuentes de suministro energético.
Kosovo se convertirá, a la larga, en menos unilateralmente dependiente respecto de Belgrado si es capaz de colaborar y comunicarse adecuadamente más allá de sus fronteras con los vecinos albaneses y montenegrinos. Superar el aislamiento al que ha estado brutalmente sometido este país va a suponer una tarea ardua para toda una generación, si no más de una, y no puedo sino maravillarme ante el valor con que la ha abordado el Gobierno de Sali Berisha. Estoy seguro de que el Primer Ministro Berisha ha aprendido mucho de los errores cometidos en el pasado y de que su enfoque de la realidad es bastante diferente.
Por muy necesarias que sean las críticas, nos sentimos plenamente justificados al adoptar un cierto enfoque optimista cara a los acontecimientos y para proporcionarle a este país el empuje que se merece sobre la base no solo de su trágica historia, sino también de su potencial que, en términos económicos, es considerable, ya que es un país joven con una población joven, que habla muchos idiomas y tiene una nueva orientación, que está resuelto a aceptar un reto que, por desgracia, le fue denegado a sus antepasados.
Libor Rouček (PSE). – (CS) Señorías, creo firmemente que, a pesar de algunas de las críticas que hemos escuchado hoy, la aprobación de un Acuerdo de Estabilización y Asociación entre la Comunidad Europea y la República de Albania constituye una buena noticia; es una buena noticia para Albania, lo es para el sudeste asiático y, desde luego, lo es para la totalidad de la UE. Estoy seguro de que el Acuerdo contribuirá a reforzar el proceso de estabilización política, económica e institucional en Albania y ayudará a fortalecer la sociedad civil, el proceso de democratización y las reformas de la Administración pública. Un aspecto que considero muy notable es el énfasis puesto por el Acuerdo en el desarrollo de la cooperación regional y quisiera centrarme en este punto durante un par de minutos. Los aspectos principales de esta cooperación deberían consistir en fortalecer el diálogo político con todos los vecinos de Albania, así como en crear una zona de libre comercio en el sudeste asiático.
La experiencia de los países centroeuropeos que se adhirieron al Acuerdo Centroeuropeo de Libre Comercio ha demostrado que fue precisamente esta zona de libre comercio la que, en gran medida, contribuyó a allanar el camino para que esos países se adhirieran a la UE. Otro aspecto importante de esta clase de cooperación regional es la progresiva implantación de las libertades fundamentales de la UE, incluida la libre circulación de capitales, servicios, bienes y, desde luego, personas. La introducción de tales libertades debería fortalecer notablemente la cooperación global en la región, incluida la cooperación entre Albania y la Antigua República Yugoslava de Macedonia antes citada. Por dichas razones, aplaudo sinceramente el hecho de que el Acuerdo de Estabilización y Asociación haga mención expresa a que la voluntad de Albania para alcanzar acuerdos de esta naturaleza con sus vecinos constituya una de las condiciones para continuar profundizando en las relaciones entre Albania y la UE.
Jaromír Kohlíček (GUE/NGL). – (CS) Tal vez no haya oído correctamente, pero estoy seguro de que Albania se encuentra en los Balcanes, no en el sudeste asiático. He de afirmar que a veces uno se queda atónito al leer las propuestas de resolución del Parlamento. En general, estoy de acuerdo en que el asunto más importante es que todos los países balcánicos tengan la oportunidad de llegar a un acuerdo con la UE. La firma de un Acuerdo de Estabilización y Asociación constituye el primer paso. Resulta maravilloso que hace tres años, en junio de 2003, el Consejo Europeo de Salónica consolidara la posición de Europa sobre Albania. No estoy del todo convencido de que el progreso logrado sea comparable al de otros países en la región. No se ha realizado una revisión de la eficacia del Estado, ni una evaluación del desarrollo económico, de la situación en las fronteras ni de la construcción de unas auténticas estructuras económicas y políticas. Es evidente que, en comparación con Bosnia y Herzegovina, Albania es un país estable. Si se compara con Macedonia, también sale airosa. Desde luego, no estoy nada seguro de que unas fronteras altamente permeables, una migración a gran escala y los problemas en la aplicación de las leyes, junto con dificultades concretas en el comercio exterior y un colapso casi total de los suministros energéticos resulten aceptables, ni siquiera en parte, para un país que aspira a firmar un Acuerdo de Asociación con la UE.
Abogo por la concesión de una ayuda mayor por parte de la UE para desarrollar el sistema jurídico, en el sentido más amplio del término, incluyendo una actuación práctica sobre la policía fronteriza y financiera, lo que contribuiría a estabilizar el sistema legal. Dado que mi Grupo, el Grupo Confederal de la Izquierda Unitaria Europea/Izquierda Verde Nórdica, respalda el acercamiento de los países balcánicos a la UE, vamos a apoyar la propuesta, a pesar de las reservas antes mencionadas respecto del nivel de preparación de Albania para firmar el Acuerdo propuesto.
Ryszard Czarnecki (NI) – (PL) Señor Presidente, cuando en la sesión de la Comisión de Asuntos Exteriores hace dos años afirmé que algunos albaneses soñaban con una «Gran Albania», la mayoría de los políticos de la época no tenían ni idea de lo que estaba hablando. Sin embargo, hace un par de meses, el Ministro de Asuntos Exteriores albanés se refirió a esta idea y a finales de agosto, el asesor político del Primer Ministro albanés afirmó que, para 2013, los albaneses que vivieran en los Balcanes deberían estar integrados dentro de las fronteras de una «Albania natural», según la definió él.
A su parecer, primero hay que dividir Macedonia y las partes habitadas por una mayoría albanesa deberán unirse con Albania (uno de cada cuatro macedonios es albanés). Resulta imposible ignorar declaraciones de este tipo y, en último término, plantean un interrogante: ¿a dónde conduce el reconocimiento de la independencia de Kosovo? ¿Acaso no supone un paso hacia la incorporación de la región en esa «Gran Albania»?
Yo he participado como observador en las últimas elecciones parlamentarias en Albania. No han estado carentes de errores al 100 %, pero hemos de testimoniar el avance que han realizado los albaneses hacia la democracia.
Georgios Papastamkos (PPE-DE). – (EL) Señor Presidente, el Acuerdo de Estabilización y Asociación con Albania constituye un encuentro creativo entre la voluntad del país en cuestión por asumir una orientación europea más intensa, y la voluntad de la Unión Europea y sus Estados miembros en favor de una integración más plena de Albania en las estructuras europeas.
El acuerdo en cuestión extiende el plan europeo sobre la seguridad, la estabilidad, la democracia, el Estado de Derecho y la protección de los derechos fundamentales a la zona de los Balcanes Occidentales, un plan de buena gobernanza, el respeto por los derechos de las minorías y el fomento coherente de buenas relaciones de vecindad, un plan de reforma económica, desarrollo y modernización de las infraestructuras, abierto a la cooperación transfronteriza y a la integración regional, económica y política.
La propuesta de resolución del Parlamento Europeo pone de manifiesto los hechos, enumerando las deficiencias y describiendo las perspectivas. El desafío de las relaciones dinámicas, en parte novedosas, entre la Unión Europea y Albania radica en la gradual adaptación cualitativa de Albania al acervo comunitario de principios, valores, reglamentaciones y conducta. También implica el fortalecimiento de las instituciones públicas, una mayor eficacia tecnocrática y la superación definitiva de la sima entre los agentes con ánimo reformista y los ciudadanos de Albania. En última instancia, el reto estriba en salvar la brecha entre la aceptación formal y la aplicación real del acervo comunitario.
Dentro del marco del ajuste necesario, compiten por el primer puesto la modernización administrativa, policial y judicial para combatir el delito organizado y la corrupción, la mayor participación posible de la sociedad civil en el proceso político y el establecimiento de mecanismos viables y transparentes para el funcionamiento de la economía de mercado.
Mis planteamientos van en la dirección expuesta por la señora Pack y el señor Posselt pero, mediante la adición del espíritu de unas buenas relaciones de vecindad, apoyamos el nuevo marco de relaciones entre la Unión Europea y Albania y favorecemos una tasa de ajuste más rápida.
Los beneficios que es de esperar se desprendan tanto para el pueblo albanés como para la propia Unión son evidentes. Lo único que se precisa es el compromiso coherente y eficaz de Albania con sus perspectivas europeas.
Saliéndome del tema, haciendo una digresión respecto del debate sobre el tema de Albania, y estableciendo un nexo con el anterior debate sobre Kosovo, quisiera plantear una pregunta clara al Comisario Rehn, el vigilante de la legalidad comunitaria, en su condición de miembro de la Comisión.
Existe el principio aceptado del respeto de los derechos humanos. Otro de los principios reconocidos en Derecho internacional es la soberanía territorial. ¿Me puede decir qué proporción guardan estos dos principios, cuál es la ponderación?
Justas Vincas Paleckis (PSE). – (LT) Quiero dar las gracias al señor Ilves por su informe exhaustivo y detallado.
El camino de Albania hacia la Unión Europea es, probablemente, el más escabroso en comparación con los demás países del continente. El siglo XX no ha sido benévolo con el país, que se encontraba en el último lugar en cuanto a múltiples indicadores económicos y sociales incluso antes de la Segunda Guerra Mundial. Más tarde surgió el término «albanización» como sinónimo de la política aislacionista que implantó el régimen de entonces y que quedó asociado asimismo al subdesarrollo. Las cicatrices del aislamiento albanés por parte del mundo continúan siendo mucho más profundas que en ningún otro Estado poscomunista.
Hoy día, Albania se siente atraída, al igual que otros países de los Balcanes Occidentales, por el magnetismo de la Unión Europea. Precisamente esta atracción es la que está acelerando las reformas, fortaleciendo la democracia y los derechos humanos y mejorando, con ello, la vida de los ciudadanos. Sin embargo, durante mi visita a Albania he constatado la tensión latente entre la mayoría y la oposición, con ánimo no de competir sino de intentar destruirse mutuamente. Comprometen con suma facilidad la mitad del presupuesto público para combatir la corrupción y el delito, pero aún no se han alcanzado resultados concretos.
La cooperación regional para superar los fantasmas del pasado debería ser el terreno donde Albania demostrara la flexibilidad y el carácter europeo de su política exterior. Las etapas decisivas de las negociaciones sobre la condición de Kosovo se van a convertir en la piedra de toque que ponga de manifiesto la postura constructiva de Tirana o la contraria. No tengo ninguna duda de que eso también determinará si Albania está suficientemente madura para convertirse en miembro de la UE, algo que de todas formas aún está muy lejos.
La puesta en práctica del Acuerdo de Estabilización y Asociación y el aprovechamiento de la experiencia de los Estados que han logrado aproximarse y adherirse a la Unión Europea deberían ayudar a Albania a encontrar el rumbo decisivo en su andadura hacia Europa.
Philip Claeys (NI). – (NL) Señor Presidente, el Acuerdo de Estabilización y Asociación con Albania quedó concluido en junio. En teoría, esto supone un primer paso hacia la adhesión a la Unión Europea.
Durante muchos años, ese país ha estado sepultado bajo la forma más atrasada y dictatorial de comunismo. Así pues, es bueno por sí mismo que Albania vaya a integrarse en la gran familia europea. Pero existen otros instrumentos, aparte de la pertenencia a la UE, para conseguirlo y el primero que me viene a la mente es la política de vecindad europea.
Albania se enfrenta a enormes problemas. Problemas económicos, por supuesto, y me gustaría llamar su atención, por ejemplo, sobre el hecho de que no menos del 60 % de la población activa trabaja en el sector agrícola. Está el problema del crimen organizado, el tráfico de personas y el tráfico de drogas. Existe asimismo el problema de la existencia de células de Al Qaeda en Albania. En un país predominantemente islámico como Albania, constatamos también prácticas inaceptables, incluidas las rivalidades entre familias.
La capacidad de absorción de la UE es algo que hemos debatido recientemente una y otra vez, y con razón. Lo que ocurre es que ciertamente no existe una estructura de apoyo para la entrada de un país como Albania, ni ahora ni dentro de 15 o 20 años, así que es preferible no darle a los albaneses ninguna esperanza que no podamos cumplir en la Unión Europea.
Además, de acuerdo con las conclusiones más recientes del Eurobarómetro, la oposición pública a la posible entrada de Albania es casi igual que en el caso de Turquía. Por consiguiente, no será esta la primera vez en que la opinión pública en Europa muestre mayor sentido común que los responsables de diseñar la política.
Konstantinos Hatzidakis (PPE-DE). – (EL) Señor Presidente, personalmente no tengo ninguna duda de que Albania tiene que tener unas expectativas europeas. Resulta positivo, tanto para este país como para la zona de los Balcanes y de Europa sudoriental en su conjunto. Si aislamos a Albania, la condenamos a seguir siendo un Estado en el que florece la delincuencia y la corrupción y desde el que se exportan ambas. No creo que una política así beneficie a nadie.
Por el contrario, a través de una política de acercamiento y por medio del Acuerdo de Estabilización y Asociación, estamos ofreciendo a Albania el incentivo para que avance en la dirección en favor del respeto por los derechos humanos, la reforma económica y un Estado de Derecho y unas instituciones democráticas más sólidas.
A lo largo de los últimos años, es cierto que, a pesar de los obstáculos y las dificultades, Albania ha progresado en términos generales. Esa es la razón por la que estamos ratificando el Acuerdo de Estabilización y Asociación en cuestión. Pero sin embargo, también es cierto que, al mismo tiempo, existe toda una multitud de problemas en dicho país. Mis distinguidos amigos ya han aludido a la corrupción, a los problemas en relación con la libertad de prensa y a la forma en que se elaboran los censos electorales y demás.
Yo, por mi parte, deseo comentar tres asuntos concretos que considero de vital importancia y creo que, mediante la colaboración sobre todo entre la Comisión Europea y Albania, pueden quedar superados y resueltos.
El primero es el cumplimiento por parte de Albania de las disposiciones del Convenio del Consejo de Europa para la Protección de las Minorías Nacionales. Ya se han conseguido avances, estableciendo una comisión estatal para las minorías, concediendo permiso, por ejemplo, para crear un colegio privado greco-albanés en Himara, etc. Sin embargo, quedan otros asuntos, señor Comisario, como la traducción de la legislación a las lenguas de las minorías, la señalización de nombres tradicionales locales, un aumento del personal encargado de los temas de las minorías, etc.
Creo que la Comisión tiene que ocuparse personalmente de forma directa de estos asuntos y consignarlos con objetividad en su informe anual que se publica en octubre.
El segundo tema afecta al censo de la población, un censo objetivo de la población que refleje de manera adecuada el tamaño de las minorías y no plantee ninguna duda acerca de su exactitud.
El tercer asunto que deseo resaltar es la restitución y la indemnización por las propiedades ya que, si bien la ley sobre este tema quedó aprobada en 2004, existe un problema de falta de transparencia, de abusos y de irregularidades procesales. En la región de Himara, concretamente, existe el grave problema de las propiedades de la minoría griega.
En consecuencia, y subrayando de nuevo que creo en las perspectivas europeas de Albania y que voy a votar a favor de este Acuerdo, considero que ha llegado el momento de pasar de la teoría a la práctica. Es responsabilidad de la Comisión Europea llevar a la práctica lo que está recogido en el texto, presionando y colaborando con las autoridades albanesas.
Vincenzo Lavarra (PSE). – (IT) Señor Presidente, señores representantes de la Comisión y del Consejo, Señorías, la decisión del Consejo sobre el acuerdo entre la Unión Europea y Albania es un paso muy positivo. Felicito al señor Ilves y entiendo que el Acuerdo permitirá iniciar una relación política más directa con Albania con vistas a establecer una zona de libre comercio; la libre circulación de trabajadores, capitales y servicios; la libertad de establecimiento y, en el futuro, una estabilización duradera de la Europa sudoriental como zona de paz, democracia y seguridad.
Con este acuerdo pedimos a Albania que aproxime su legislación a la de la Unión Europea, no solo en sectores como el mercado interior, sino también por lo que se refiere a la justicia, la seguridad y el respeto de los derechos. Precisamente debido a la celebración de este acuerdo, Albania ha realizado progresos significativos. Hoy está, a mi entender, más obligada a superar los numerosos problemas que persisten en el país en materia de legislación electoral y libertad de medios de comunicación, así como en el frente de la corrupción y la delincuencia organizada.
Por lo que a nosotros se refiere, este aspecto responde a una visión más amplia, relacionada ante todo con el lanzamiento de una estrategia euroadriática que contemple también la reactivación de los proyectos de infraestructura, como el corredor 8, y más en general al objetivo y la misión histórica de la ampliación de la Unión Europea. Desde el punto de vista estratégico, el proyecto de reunificación del continente sobre la base de los principios de la democracia, la paz y el desarrollo, debe incluir a Albania y los Balcanes como protagonistas de la nueva Europa.
Hubert Pirker (PPE-DE). – (DE) Señor Presidente, miembros representantes del Consejo, quiero llamar su atención sobre el capítulo 7, que versa sobre la justicia, la libertad y la seguridad, ya que el Estado de Derecho, las libertades civiles y la seguridad interna son absolutamente esenciales para la seguridad de un país, y de su existencia depende la inversión económica, que se traduce en desarrollo económico y también en seguridad social.
El desarrollo en Albania ha seguido una evolución similar a la de otros Estados inmersos en transformaciones. Las estructuras del crimen organizado quedaron establecidas con mayor rapidez y eficacia que las del Estado y los efectos de este fenómeno se dejan sentir en toda Europa. Albania es una de las cunas de organizaciones criminales internacionales dedicadas a las drogas, el tráfico de personas, el blanqueo de dinero y, por tanto, a la financiación del terror, siendo Albania también un país por el que pasan tales organizaciones; así las cosas, y a la vista del hecho de que nosotros sufrimos los efectos, la implicación conjunta con Albania redunda en beneficio de ambas partes.
Al haberlo presenciado personalmente, puedo decirle a la Cámara que el Gobierno del señor Berisha está volcado concediendo prioridad a un programa de seguridad interna y haciendo uso de sus acuerdos de cooperación con Europa, por ejemplo en proyectos policiales con PAMECA (Misión de Asistencia Policial de la Comunidad Europea a Albania), en proyectos de fronteras y de justicia a nivel parlamentario y, sobre todo, del apoyo brindado por el Pacto de Estabilidad para Europa Sudoriental bajo su coordinador especial, Erhard Busek. Ha habido un progreso palpable, pero los problemas –y los desafíos– continúan siendo enormes.
Este Acuerdo de Estabilización y Asociación constituye para Albania un hito en su avance rumbo a los estándares europeos; el mensaje que irradia no solo es político, sino que supone ayuda práctica y cooperación. Corresponde ahora a Albania cumplir en su totalidad las obligaciones derivadas de este acuerdo. Espero que aproveche esta oportunidad para mejorar su sistema jurídico, para formar a jueces y fiscales, para mejorar el cumplimiento de la ley y la persecución de los delitos, el control de las fronteras marítimas y terrestres y la cooperación entre las fuerzas policiales.
Espero igualmente que exista una mejor colaboración entre la UE y Europa Sudoriental, y me gustaría ver especialmente a Albania desempeñando su papel en el desarrollo del Centro de la SECI en Bucarest, que representa una base de cooperación entre las fuerzas policiales que podría ser el semillero de algo así como una versión para Europa sudoriental de Europol y ofrece la oportunidad de combatir el crimen organizado. Los acuerdos y la ejecución de los mismos representan tanto un reto notable como una oportunidad, no solo para Albania, sino también para nosotros, para la Unión Europea en su conjunto.
Józef Pinior (PSE) – (PL) Señor Presidente, el Acuerdo de Estabilización y Asociación entre las Comunidades Europeas y sus Estados miembros y la República de Albania constituye un logro notable por parte de la Unión Europea en la andadura de la integración de los Balcanes Occidentales en la Unión Europea.
Albania, con una población de tres millones y medio de musulmanes en el centro del continente europeo, representa un puente importante para la construcción de una Europa futura basada en la amalgama de culturas y la tolerancia de diferentes tradiciones religiosas y civilizaciones. El Acuerdo de la UE ofrece a Albania la oportunidad de modernizar, de construir una democracia duradera, y de una reforma económica. Beneficios directos serán la creación de una zona de libre comercio, el Estado de Derecho y una economía de mercado operativa.
La situación actual de las relaciones entre la Unión Europea y Albania ha señalado a la minoría política y a la sociedad civil libanesa nuevas tareas y perspectivas. Existen tres problemas sobre los que me gustaría recabar su atención:
En primer lugar está la cuestión de hacer frente al nacionalismo y a las tentativas políticas estratégicas en favor de una Gran Albania en otros países de los Balcanes Occidentales, que han sido dirigidas a la población albanesa. Albania tiene que encauzar ahora sus intereses nacionales hacia la integración europea y la coexistencia pacífica dentro de la comunidad europea y tiene que reflexionar sobre su propia historia y su papel en el mundo moderno. Tiene que cubrir el camino que otras naciones europeas han recorrido en los últimos cincuenta años.
El segundo tema es el Estado de Derecho, la lucha contra el crimen organizado y la elevación del nivel de democracia. Albania tiene que garantizar el respeto por los derechos de las minorías nacionales, étnicas y religiosas.
El tercer problema son los derechos de la mujer. Tiene que haber una política eficaz que garantice la seguridad y la igualdad de las mujeres. Hay que poner fin a la violencia contra las mujeres en el ámbito familiar y eliminar los fenómenos negativos a los que Amnistía Internacional hacía alusión en su informe de 30 de marzo de este año.
Simon Busuttil (PPE-DE). – (MT) Yo también quiero adherirme a mis colegas a la hora de acoger con satisfacción el Acuerdo de Estabilización y Asociación con Albania. Por medio de este Acuerdo, Albania va a sellar su futuro en Europa. Estoy seguro de que este acuerdo, tras la finalización hace años del asilamiento político de Albania, le va a permitir ahora hacer rápidos progresos, tanto en el plano económico como social y que lo hará con un enfoque europeo. De todas formas, la andadura no va a ser fácil.
Tal como se recoge en la asociación europea con Albania, aprobada por el Consejo a principios de este año, este país tiene que cumplir varios objetivos, tanto a corto plazo como a lo largo de varios años. Debe quedar claro que el país necesita una reforma global y decidida, de manera que puedan alcanzarse tales objetivos; una reforma de raíz, por así decirlo, en varios sectores, sobre todo con respecto a la capacidad gestora de la Administración pública de Albania. Mayor progreso se precisa en lo concerniente a los derechos civiles del pueblo albanés, así como en el sector de la justicia. Desde luego no resulta fácil cambiar así un país y una sociedad, pero tampoco es imposible.
Mi país, Malta, también se sometió a un cambio similar. A lo largo de un período de casi veinte años ha experimentado una transformación fenomenal. Sin embargo, la dificultosa singladura en que nos embarcamos nos ha permitido cumplir los criterios de Copenhague, haciendo posible que entráramos en la familia europea de la Unión Europea, lo mismo que han hecho otros países. Albania debería contemplar este Acuerdo como un paso de enorme importancia que le llevará a su entorno natural, es decir, a convertirse en miembro de la Unión Europea. Este Parlamento debería enviar hoy un mensaje claro al pueblo albanés, el mensaje de que el Parlamento Europeo está siguiendo de cerca las evoluciones que afectan al pueblo albanés y de que pueden contar con nuestro apoyo y buena predisposición.
Agnes Schierhuber (PPE-DE). – (DE) Señor Presidente, señora Presidenta en ejercicio del Consejo, señor Comisario, acojo con agrado la firma de este Acuerdo de Estabilización y Asociación entre Albania y la Unión Europea. Redunda indudablemente en beneficio de la Unión Europea ayudar a países como Albania para que logren una mayor estabilidad política, social y económica, y al hacerlo, no debemos pasar por alto el hecho de que, al limitar Albania con Grecia, que es un Estado miembro de la UE, cualquier intento de acercar Albania a la UE constituye la cosa más normal del mundo.
A pesar de las reformas ya ejecutadas, sigue habiendo un gran número de retos para la economía albanesa, en la que la agricultura y los sectores afines ocupan una parte importante, representando un porcentaje significativo –24 %– del producto interior bruto. Muchos albaneses viven de una agricultura de subsistencia y solo se exportan unos pocos productos. Muchas granjas no producen lo suficiente como para ser competitivas.
Por esa razón es muy importante que se mejoren y se cumplan las normas en cuanto a exámenes veterinarios, pesticidas, etiquetado y registro de los animales, aplicables a los productos destinados a la exportación. En consecuencia, hay que apoyar en lo posible para contribuir a fomentar el desarrollo de la agricultura y de las zonas rurales, siendo preciso prestar especial atención a la transformación estructural y los problemas que plantea la emigración de las personas de las zonas rurales.
Por último, quiero manifestar que considero el Acuerdo de Estabilización y Asociación un instrumento adecuado para acercar a países como Albania a la Unión Europea y a sus valores.
Paula Lehtomäki, Presidenta en ejercicio del Consejo. (FI) Señor Presidente, Señorías, en primer lugar me complace notablemente que exista un compromiso firme y amplio en el seno de todas las instituciones de la Unión, incluido el Parlamento, en cuanto a la perspectiva europea de los Balcanes Occidentales. Una de las principales medidas prácticas vinculadas al fortalecimiento de esta perspectiva es evidentemente la flexibilidad de los visados, y nosotros apoyamos el objetivo de que los mandatos para celebrar conversaciones respecto de un acuerdo sobre flexibilidad de visados sean aprobados por el Consejo durante los últimos seis meses de este año y que dichas conversaciones estén concluidas con todos los países de los Balcanes Occidentales a lo largo del año que viene.
Como ya se ha dicho en repetidas ocasiones durante este debate, es mucho lo que se ha realizado en Albania para fortalecer su perspectiva europea, pero aún queda mucho por hacer. Una cosa es aprobar una legislación y otra muy distinta llevarla a la práctica, y eso por no hablar del cambio cultural, que normalmente exige mucho más tiempo. Es preciso señalar una vez más que el Consejo espera que Albania adopte medidas, sobre todo en relación a la promoción de la libertad de los medios de comunicación, la restitución de las propiedades y el abono de las indemnizaciones, una mejor administración, la protección de las minorías y la garantía de la celebración de las elecciones locales según las normas internacionales. El cambio que Albania ya ha experimentado y va a volver a experimentar, no resulta sencillo y eso se traduce en la necesidad de llevar a cabo una labor ingente. Albania es quien tiene sobre todo la clave para la solución.
Olli Rehn, miembro de la Comisión. (EN) Señor Presidente, creo que hay un amplio consenso en esta Cámara sobre la conveniencia de este nuevo paso tanto para Albania como para nuestra política sobre los Balcanes Occidentales. Es cierto que Albania debe emprender esfuerzos más firmes y resueltos en pro de la reforma, así como por crear instituciones que funcionen debidamente y una cultura democrática.
Estoy de acuerdo con el ponente, el señor Ilves, en que esto brinda a Albania una oportunidad de oro para reformar el país de acuerdo con el Estado de Derecho y todos los principios democráticos.
Al igual que la señora Pack, también he notado la tensa situación del país durante el verano y el boicot parlamentario de la oposición. Me complace, sin embargo, que la semana pasado se haya llegado a un nuevo acuerdo político, que refleja un nuevo consenso sobre los medios de comunicación y la reforma electoral. Me parece que es un signo de la creciente madurez de la cultura política de Albania, y esto debe tener continuidad en el futuro.
Me han preguntado por la posición de la Comisión sobre el progreso de la reforma electoral en Albania. La Comisión ha subrayado, tanto al Gobierno como a la oposición, la necesidad de no retrasarse en reanudar las discusiones en la Comisión parlamentaria ad hoc sobre la reforma electoral. Hemos reiterado que en los debates sobre la reforma es preciso tener en cuenta las recomendaciones de la Oficina para Instituciones Democráticas y Derechos Humanos de la OSCE tras la elección parlamentaria del año pasado.
Estoy totalmente de acuerdo con el señor Hatzidakis en que el Acuerdo de Estabilización y Asociación ayuda a preparar al país para cumplir las normas europeas en lo que se refiere a la reforma electoral.
Está también la cuestión del magnetismo de la Unión Europea y de qué opinamos sobre cualquier posible solicitud de adhesión de Albania. En nombre de la Comisión y de la Unión, he dejado claro a los líderes políticos de Albania y al público en general de ese país que, mucho antes de que sea posible plantear nuevos pasos formales hacia la Unión Europa es preciso recorrer un buen tramo de aplicación satisfactoria del Acuerdo de Estabilización y Asociación, así como un buen tramo de reformas y su aplicación sobre el terreno. Aplicación, aplicación y aplicación debería ser el lema de Albania en lo que se refiere a sus aspiraciones europeas. Esto afecta especialmente a la necesidad de luchar contra el crimen organizado y la corrupción. El Gobierno de Albania ha demostrado una gran voluntad de hacer grandes progresos en ese terreno. Hay que mantener los esfuerzos de tal manera que no violen derechos democráticos y fundamentales.
La Comisión informará sobre el progreso de Albania en el contexto del paquete de ampliación de este año en octubre o noviembre. Me complace mucho que el Parlamento Europeo haya invertido mucho tiempo y energía en supervisar y proseguir el diálogo político con Albania. Estoy seguro de que juntos podemos conseguir resultados positivos en la orientación de Albania hacia su futuro europeo.
Estoy totalmente de acuerdo con los diputados que han subrayado la importancia de la concesión de visados para los países de los Balcanes Occidentales, incluida Albania. La Comisión formuló sus propuestas para los mandatos de negociación para los Balcanes Occidentales sobre obtención de visados en julio. Me complace mucho que la Presidencia finlandesa pretenda garantizar la adopción de esos mandatos antes de terminar el año.
Albania ya cuenta con un acuerdo de readmisión en vigor, así que espero sinceramente que se pueda negociar rápidamente y aplicar pronto un acuerdo de concesión de visados. Sería bueno para la sociedad civil y las empresas –particularmente para las pequeñas y medianas– y para los estudiantes, investigadores y todos los ciudadanos. Contribuiría a la europeización de la sociedad civil de Albania, que es nuestro objetivo común.
(La sesión, suspendida a las 11.55, se reanuda a las 12.00 horas)
PRESIDENCIA DEL SR. TRAKATELLIS Vicepresidente
6. Prohibición de los productos procedentes de focas en la Unión Europea (declaración por escrito)
El Presidente. – Deseo informarles de que la declaración por escrito 38/2006 de Carl Schlyter, Paulo Casaca, Karl-Heinz Florenz, Mojca Drčar Murko y Caroline Lucas sobre la prohibición de los productos procedentes de focas en la Unión Europea ha sido suscrita por la mayoría de los diputados que integran el Parlamento. Por consiguiente, en virtud del artículo 116 del Reglamento, será remitida a sus destinatarios y publicada en el Acta de la reunión del 26 de septiembre de 2006.
Carl Schlyter (Verts/ALE). – (EN) Señor Presidente, esta primavera viajé con un grupo de periodistas europeos para observar la caza de focas. Nuestro vehículo fue expulsado de la carretera, no se permitió despegar a nuestro helicóptero y un grupo hostil nos obligó a permanecer en el hotel. A pesar de todo ello, conseguimos presenciar la cruel matanza de crías de foca muy jóvenes, al tiempo que otras muchas quedaban malheridas sobre el hielo. El cambio climático y el retroceso de las masas de hielo amenazan su supervivencia, ya que necesitan la protección del hielo para la cría.
Europa es el principal mercado de productos derivados de las focas. Doy las gracias de todo corazón a los diputados que han suscrito esta resolución. La última vez que la UE redujo su mercado de productos derivados de las focas, en la década de los ochenta, consiguió prácticamente poner fin a esta matanza. Esta petición es una extensión de la prohibición y, en última instancia, proporcionará al ecoturismo la oportunidad de reemplazar las matanzas masivas.
Insto a la Comisión a presentar una legislación a la mayor brevedad posible con el fin de reducir la caza eel año que viene, que comienza en marzo.
A todos ustedes les expreso mi profundo agradecimiento.
(Aplausos)
7. Turno de votaciones
El Presidente. – De conformidad con el orden del día, se procede a la votación.
(Para los resultados y otros detalles de la votación: véase el Acta)
7.1. Acuerdo de pesca CE/Comoras (votación)
7.2. Acuerdo de pesca CE/Seychelles (votación)
7.3. Protección de datos personales (votación)
– Antes de la votación:
Martine Roure (PSE), ponente. – (FR) Señor Presidente, Señorías, podemos decir que este es verdaderamente un informe repleto de novedades. Quiero señalar que todas las enmiendas del informe fueron aprobadas por unanimidad en nuestra sesión del pasado mes de junio, que consideramos que la protección de los datos está estrechamente relacionada con los sistemas VIS y SIS II, y, por tanto, que necesitamos este instrumento pronto. Teníamos un compromiso moral del Consejo. La Presidencia finlandesa nos pide que tratemos este tema en el marco del debate sobre el futuro del espacio de libertad, seguridad y justicia previsto para el segundo periodo parcial de sesiones de septiembre.
Dado que la protección de los datos es una prioridad política de este Parlamento, quisiera que el Consejo se comprometa formalmente ante la Cámara a adoptar rápidamente la decisión marco y a hacer todo lo posible por favorecer la participación del Parlamento en los debates. Por ello, pido a mis colegas que tengan a bien aplazar la votación sobre esta resolución legislativa al próximo periodo parcial de sesiones de septiembre.
(El Parlamento aprueba la propuesta de suspender la votación)
7.4. Acuerdo de Estabilización y Asociación con Albania (votación)
7.5. Un modelo social europeo para el futuro (votación)
7.6. Mejorar la salud mental de la población europea (votación)
– Antes de la votación de la enmienda 48
Zbigniew Zaleski (PPE-DE). – (EN) Señor Presidente, no solo existen en la Unión Europea personas con graves trastornos psicóticos, sino que también las hay con diferentes trastornos psicológicos. Por consiguiente, me gustaría presentar la siguiente enmienda oral al apartado 48, de manera que diga «... considera que el término "tratamiento" debería interpretarse ampliamente, incluyendo la psicoterapia practicada por especialistas perfectamente cualificados...». No cambia mucho, pero añade algo que refleja con lo que nos enfrentamos en nuestras sociedades.
John Bowis (PPE-DE), ponente. – (EN) Señor Presidente, eso es aceptable.
(El Parlamento rechaza la enmienda oral)
– Antes de la votación de las enmiendas 11 y 12
Marios Matsakis (ALDE). – (EN) Señor Presidente, solamente quiero presentar una breve enmienda oral a las enmiendas 11 y 12. En ambas deberían incluirse, delante de las palabras «los nuevos Estados miembros», las palabras «algunos de», de forma que el texto quede así: «en algunos de los nuevos Estados miembros». El propósito es ser fiel a la realidad, ya que el asunto al que se alude en las dos enmiendas no afecta a todos los Estados miembros, sino únicamente a algunos de ellos.
John Bowis (PPE-DE), ponente. – (EN) Señor Presidente, eso también es aceptable.
(El Parlamento aprueba la enmienda oral)
7.7. Simplificación y mejora de la Política Pesquera Común (2006-2008) (votación)
7.8. Reglamento financiero aplicable al presupuesto general de las Comunidades Europeas (votación)
– Antes de la votación
Ingeborg Gräßle (PPE-DE). – (DE) Señor Presidente, Señorías, hoy nos enfrentamos a la tercera votación en el plazo de seis meses sobre el Reglamento financiero aplicable al presupuesto general y, con el fin de no perder tiempo, les ruego que voten a favor de una respuesta de esta Cámara al Consejo, al que pido –más bien, insto– que inicie de una vez el diálogo con esta Cámara sobre el tema del Reglamento financiero aplicable al presupuesto general. Ya hemos esperado bastante y solo en el caso de que nos apliquemos a este asunto, podrá entrar en vigor el presupuesto en la fecha prevista a finales de año. Únicamente en ese caso podrán beneficiarse los programas plurianuales y sus previsiones de ejecución de los procedimientos simplificados en el nuevo Reglamento financiero aplicable al presupuesto general. Por culpa de sus tácticas de dilación, el Consejo está consiguiendo que resulte menos probable que se pueda recurrir rápidamente a los fondos de subvención y completar los procedimientos de concesión de subvenciones de manera más sencilla y sin retrasos. Solicito que se dé comienzo a las negociaciones.
(Aplausos)
7.9. Acuerdo UE/Albania (votación)
El Presidente. – Se cierra el turno de votaciones.
Glyn Ford (PSE), por escrito. (EN) He votado a favor de este informe sobre el acuerdo de pesca entre la CE y la Unión de las Comoras. La última vez que voté sobre este asunto hace algunos años, presenté una enmienda solicitando que la acción conjunta entre la CE y la Unión de las Comoras protegiera ese «pez perteneciente a otras épocas», el celacanto, que aunque se creyó extinguido durante decenas de millones de años, fue descubierto de nuevo en aguas profundas frente a las Comoras en la década de los cuarenta. Hasta donde yo sé, apenas se hizo nada. Espero que esta vez se realice algún intento real de proteger a este superviviente único de épocas remotas de la Tierra.
Duarte Freitas (PPE-DE), por escrito. (PT) He votado a favor de este informe sobre la firma del Acuerdo de asociación entre la Unión de las Comoras y la Comunidad Europea.
El Acuerdo forma parte del nuevo enfoque de asociación de la dimensión exterior de la Política Pesquera Común que está intentando llevar a la práctica la UE. El objetivo de este Acuerdo consiste en desarrollar y mejorar las condiciones de pesca en la Unión de las Comoras, que deberían beneficiarse de parte de la subvención concedida por la UE con el fin de habilitar una infraestructura y tecnología nuevas, que estén mejor dotas para la gestión sostenible de los recursos pesqueros del país.
Por su parte, la UE garantizará, en algún tercer país, oportunidades de pesca que contribuyan a mantener operativa su flota de pesca de altura.
Una referencia negativa es el hecho de que hasta ahora no se haya solicitado al Parlamento su opinión acerca de la propuesta legislativa sobre este Acuerdo, cuando el protocolo adjunto al mismo había sido aprobado por el propio Parlamento en octubre de 2005 como parte de un procedimiento independiente.
Duarte Freitas (PPE-DE), por escrito. (PT) A la luz de las conclusiones del Consejo de julio de 2004 sobre el nuevo enfoque para los acuerdos internacionales de pesca, es necesario recuperar fórmulas que han desaparecido, como el esquema de empresa mixta inexplicablemente eliminado, que tantos éxitos ha cosechado en el desarrollo de las economías pesqueras de diferentes países.
En consecuencia, resulta esencial adaptar los acuerdos actuales a la filosofía aprobada y consagrada en las conclusiones del Consejo de Ministros de Pesca de 2004.
Uno de los factores que considero vitales para el éxito de estos nuevos acuerdos es una mayor implicación de las autoridades de terceros países en un control con mayor enfoque medioambiental de sus recursos.
Por tanto, creo que este informe debe ser aprobado. De esa forma serán respetados los principios consagrados en la Política Pesquera Común.
Alyn Smith (Verts/ALE), por escrito. (EN) Señor Presidente, estos acuerdos pesqueros no son otra cosa que una exportación de nuestras desastrosas políticas al mundo en desarrollo. Únicamente son justificables en el mundo especular de la Política Pesquera Común, una política que tanto daño ha causado a las comunidades pesqueras, a los recursos pesqueros y al medio ambiente en general dentro de nuestras aguas. En consecuencia, he votado en contra de este informe.
Marco Cappato (ALDE). – (IT) Señor Presidente, Señorías, hemos votado a favor del informe Ilves sobre el Acuerdo de Estabilización entre la Unión Europea y Albania. Creemos que una mayor integración, e incluso la urgente entrada de Albania en la Unión Europea, representa la mejor respuesta a los problemas de los Balcanes, y naturalmente también de Albania.
Los sucesos que sacudieron los Balcanes en el decenio de 1990 deberían enseñarnos que el egoísmo de los Estados nación no forma ya parte de la solución. Tras el asunto de Kosovo, el problema de la minoría cham es la última gran cuestión nacional que afecta a los pueblos de lengua albanesa. En cuanto a la cuestión de la minoría cham, como sucedió con Kosovo, los radicales somos de los primeros en denunciar en esta Cámara las violaciones de los derechos de ese pueblo.
Este acuerdo sienta las bases para instaurar un diálogo sobre el tema de los derechos culturales y la restitución de los bienes de los cham residentes en Grecia, que no se base solo en lógicas de confrontación entre egoísmos opuestos, sino más bien en la implicación de Europa y de las instituciones internacionales.
Koenraad Dillen (NI). – (NL) Señor Presidente, corrupción, prácticas mafiosas decimonónicas, islamismo... hoy, Albania todavía se encuentra bajo las secuelas de 50 años de dictadura estalinista. No se encuentra, ni de lejos, preparada para entrar en la Unión Europea, por mucho que, a diferencia de Turquía, por ejemplo, pertenezca desde luego, en términos históricos, a la comunidad de la civilización europea. De todas formas., una firme política de vecindad debería bastar para cultivar este vínculo histórico europeo. Dicha política de vecindad debería ser igualmente suficiente para resolver los enormes problemas a los que se enfrenta ese país y que hacen inviable cualquier perspectiva de adhesión a la UE. Por consiguiente, no deberíamos alimentar ninguna falsa esperanza entre los albaneses.
En consecuencia, he votado en contra de la resolución sobre el Acuerdo de Estabilización y Asociación con Albania, por cuanto constituye un primer paso –no nos engañemos a ese respecto– hacia la adhesión de Albania y Europa, como en el caso de Turquía, opta por ignorar la opinión de sus gentes.
Carl Schlyter (Verts/ALE), por escrito. (SV) A pesar de sus válidas referencias a la economía social, este informe, que parece ensalzar el crecimiento, por desgracia contiene mayoritariamente aspectos negativos. Las campañas de propaganda pública que propone para vender el mensaje de que la comunidad mundial se encuentra necesitada de reforma están fuera de lugar, lo mismo que las demandas en favor de un mercado interior más amplio en pos de un crecimiento no sostenible. Hay referencias que identifican el borrador del Tratado que establece una Constitución para Europa como medio para fortalecer la Europa social, cuando el borrador de Constitución, por el contrario, alentaba nuevos avances hacia el mercado interior neoliberal y el rearme militar. Con ello se está mintiendo a los votantes.
Milan Cabrnoch (PPE-DE). – (CS) Señor Presidente, los diputados al Parlamento Europeo del Partido Democrático Cívico checo han votado en contra del informe sobre un modelo social europeo para el futuro. El informe señala acertadamente que no existe un auténtico modelo social europeo, y sin embargo detalla, de forma notoria, una serie de valores que reconocemos en común y enumera los problemas que cada país debe resolver en el contexto de su propia política social. El informe constituye un buen punto de partida para futuros debates, pero no respaldamos la solución que propugna. No estamos de acuerdo con el respaldo que ofrece el informe a la Constitución Europea propuesta, que ya ha quedado rechazada. A nuestro juicio, el informe provocará restricciones sobre la competencia en el campo social y en el fiscal y a una pérdida de soberanía de los Estados miembros en dichos entornos.
Andreas Mölzer (NI). – (DE) Señor Presidente, he votado en contra del informe Peneda/De Rossa porque el modelo social europeo sólo es una propuesta factible si se reduce el número de parados y el de personas que viven por debajo del umbral de pobreza. Lo que tenemos que hacer, entre otras cosas, es emprender una acción a largo plazo para abordar los problemas de los servicios sociales suprimidos y del dumping salarial y, concretamente, tener claro el hecho de que un modelo social no puede sustentarse sobre empleos a tiempo parcial y salarios de subsistencia, razón por la cual necesitamos más gente en empleos a tiempo completo y unos salarios mínimos elevados en toda Europa.
Los Estados en los que la seguridad social proporciona una firme red de seguridad –Austria es uno de ellos– son los que están alcanzando los límites de su viabilidad financiera, y ese es el motivo por el que resulta vital, en términos de la supervivencia del modelo social y de la fuerza de trabajo de cualquier país, que se cumplan estrictamente los períodos de transición del mercado laboral en el caso de los trabajadores procedentes de los nuevos Estados miembros orientales.
Jean-Pierre Audy (PPE-DE), por escrito. – (FR) He votado a favor del informe de mis colegas José Albino Silva Peneda y Proinsias de Rossa sobre el modelo social europeo porque es decisivo que nuestros conciudadanos sientan que la construcción europea da un sentido social a nuestras ambiciones de construir una civilización humanista. Es evidente que no hemos trabajado lo bastante en la coherencia de nuestro modelo de desarrollo sostenible, que asocia el crecimiento económico, la ambición social y el respeto del medio ambiente. Este informe traza pistas muy interesantes, que apoyo, y me satisface al mismo tiempo que el Parlamento Europeo, en su sabiduría, haya rechazado la propuesta de legislar sobre los servicios de interés general, pues es evidente que el contexto actual no es propicio a este ejercicio. Estoy convencido de que un modelo social equilibrado y justo es un elemento capital del rendimiento económico de la Unión y que, en cambio, demasiada política social destruirá el crecimiento económico y, al final, se volverá contra la propia política social al no darle los medios para su existencia, en particular desde el punto de vista financiero. En este asunto, seamos lúcidos en cuanto a la utilización que hagamos de la Unión Europea y no ocultemos las realidades a nuestros conciudadanos, en especial a los jóvenes.
Philip Bushill-Matthews (PPE-DE), por escrito. (EN) Son múltiples los aspectos de este informe a los que se oponen los diputados conservadores al Parlamento Europeo, como las referencias a la coordinación fiscal y a la Constitución, motivo por el que he solicitado votaciones independientes sobre estos apartados con el fin de dejar absolutamente clara nuestra posición. Hubiera resultado muy sencillo votar en contra de todo el informe por culpa de estos puntos concretos. Sin embargo, en el lado positivo, habíamos trabajado con denuedo para incluir las referencias a la Agenda de Lisboa, a la consecución del mercado interior y a la implicación de los Parlamentos nacionales: es la primera vez que se aceptan tales consideraciones en un informe sobre asuntos sociales.
La clave de nuestro voto final ha sido la necesidad de la reforma. Mi enmienda 1 lo exponía de manera concreta y ha sido rápidamente aceptada por mis colegas dentro del Grupo del PPE-DE. En respuesta a nuestro acuerdo de abstenernos finalmente en lugar de votar en contra, los diputados socialistas han decidido permitir la aprobación de esta enmienda. El precio ha sido el reconocimiento formal, por vez primera, por la mayoría de los diputados al Parlamento Europeo de que el modelo social europeo necesita efectivamente ser reformado. Se trata de un auténtico logro, liderado por los conservadores del Reino Unido. El reto ahora para nosotros consiste en trabajar juntos para hacerlo realidad.
Ilda Figueiredo (GUE/NGL), por escrito. (PT) Nos produce una enorme decepción que, una vez más, aquellos que tanto hablan de un modelo social europeo digno hayan aprobado un informe que, en realidad, supone la señal de partida y legitima un proceso que ya está en marcha en varios Estados miembros, a saber, el desmantelamiento de unos estándares sociales elevados, la reducción de los derechos de los trabajadores y de la gente a contar con un sistema de seguridad social de alta calidad, y la supresión del acceso universal a los servicios públicos de alta calidad, en entornos como la salud, la educación y la vivienda.
Lamentamos el rechazo de las enmiendas que hemos presentado, en las que recogíamos nuestro profundo convencimiento de que un Estado con una sólida protección social basada en elevados niveles medioambientales, sociales y laborales y caracterizada por una fiscalidad progresiva, y la redistribución de la renta y la riqueza generada, conduce a un buen rendimiento económico.
Lamentamos igualmente que haya sido rechazada nuestra propuesta en favor de un marco macroeconómico para apoyar el desarrollo sostenible, con una demanda interna más vigorosa que sea respetuosa con el medio ambiente y compatible con el pleno empleo, de forma que genere una cohesión económica y social.
Por consiguiente hemos votado en contra del informe.
Hélène Goudin (IND/DEM), por escrito. (SV) En este informe, los ponentes proponen un conjunto de medidas que deberían adoptarse para resolver problemas relacionados con el empleo y la política social. Algunas de dichas propuestas pueden ser encomiables por sí mismas, pero los miembros de la Lista de Junio queremos dejar claro que, a nuestro juicio, los entornos políticos de que se ocupa el informe deberían pertenecer exclusivamente al ámbito de competencia de los Estados miembros. Rechazo las referencias a la Constitución, las apreciaciones sobre los sistemas impositivos de los Estados miembros, las consideraciones sobre las reformas de las pensiones y las lecciones sobre las acciones que deben emprender los Estados miembros para alcanzar una mayor prosperidad.
Comparto la opinión en el considerando N de que los Estados miembros deben tener competencias en lo referente a la subvención de los servicios de interés general y a la toma de decisiones en este ámbito, pero me he visto obligada a votar en contra de este considerando debido a la referencia a la Constitución.
Así pues, he votado en contra del informe en su totalidad.
Jean Lambert (Verts/ALE), por escrito. (EN) El Grupo Verts/ALE ha apoyado hoy el informe sobre el modelo social europeo, no porque sea perfecto, sino por constituir un indicador importante para el Parlamento sobre la importancia de la dimensión social del desarrollo de la UE.
Lamentamos que se insista continuamente en el crecimiento económico sin atender a la calidad y al efecto del mismo. El Proceso de Lisboa no es, a ojos de mi Grupo, la única vía para avanzar, ya que no tiene debidamente en cuenta la importancia de la dimensión social en su sentido más amplio; no se trata solamente del empleo, sino de los aspectos voluntarios y sociales de nuestras vidas. Lamentamos que la Directiva marco sobre servicios de interés general no haya logrado un apoyo mayoritario: tenemos que encontrar una forma de diferenciar los servicios básicos esenciales, que se ofrecen para disfrute público, de los servicios que elegimos como individuos.
Sin embargo, el informe reconoce la necesidad de que cualquier reforma de los sistemas sociales no sea regresiva y que satisfaga las necesidades esenciales: una renta básica resulta fundamental para tal objetivo. Esperamos que este informe represente una herramienta valiosa en nuestros debates con el Consejo y la Comisión y que las nuevas disposiciones vengan a proteger, no a minar, la Europa social.
Carl Lang (NI), por escrito. – (FR) Durante mucho tiempo, Europa occidental ha sido un modelo de éxito económico y social, basado en una agricultura próspera, una industria potente, pueblos dinámicos y homogéneos y Estados nacionales sólidos, que garantizaban a sus nacionales tanto libertad de empresa como protección social.
Desde hace veinte años, la Europa sin fronteras de Bruselas, con la complicidad de nuestros Gobiernos, abandona a nuestras industrias a la competencia de las economías asiáticas, que practican el dúmping social, deja entrar cada año a más de un millón de inmigrantes extraeuropeos, practica contra nuestros agricultores un auténtico malthusianismo, desmantela nuestros sistemas de protección social y nuestras políticas familiares.
Una regresión social generalizada, con más de 20 millones de desempleados, desintegración industrial, cientos de miles de hectáreas en barbecho, países europeos en los que hay más fallecimientos que nacimientos, territorios enteros en curso de libanización. Este es el balance de esta Europa que los pueblos de Francia y los Países Bajos rechazaron el año pasado en los referendos sobre la Constitución europea.
Solo una Europa de las naciones, basada en los principios que hicieron la grandeza de nuestra civilización –la nación, la familia y la libertad– permitirá que nuestro continente vuelva a ser un modelo social.
Claude Moraes (PSE), por escrito. (EN) Con su voto favorable al informe De Rossa y Silva Peneda sobre un modelo social europeo para el futuro, los diputados laboristas al Parlamento Europeo expresan su apoyo a unas políticas sociales y económicas que generan empleo, productividad y justicia en el trabajo.
Los diputados laboristas al Parlamento Europeo analizan cada propuesta legislativa a la luz de su impacto en las empresas y la mano de obra del Reino Unido. Ningún aspecto de nuestro voto a favor del informe De Rossa se contradice con este planteamiento.
Concretamente, los diputados laboristas al Parlamento Europeo creen firmemente que la política fiscal es un asunto particular de los distintos Estados miembros y hemos votado en consonancia en el informe De Rossa y Silva Peneda.
Luís Queiró (PPE-DE), por escrito. (PT) El modelo social europeo está necesitado de una reforma. Pero la cuestión es cómo reformar algo que es virtualmente «emblemático» de la Europa actual.
La respuesta es: sin miedo.
Hemos de hacernos más competitivos y ayudar a mejorar la calidad de vida de nuestros ciudadanos. Por tanto, no hemos de arredrarnos a la hora de tomar decisiones destinadas a mejorar la vida de nuestros ciudadanos.
No me cabe ninguna duda de que una de las medidas más eficaces será la plena realización del mercado interior.
Hemos de cumplir con Lisboa para garantizar las medidas de coordinación económica y las políticas de empleo y de protección social, que a su vez favorecerán el crecimiento económico, una mayor competitividad y la creación de más y mejores trabajos con carácter sostenible.
Queda mucho por hacer, tanto aquí como en nuestras capitales.
No basta con anunciar reformas y prometer más puestos de trabajo.
No basta con que hablemos entre nosotros. Tenemos que alcanzar nuestros objetivos en los temas de empleo, educación y formación.
Se precisa una nueva cultura, hay que intercambiar información, hay que maximizar la efectividad de las empresas y de la formación y hay que habilitar una fuerza de trabajo cualificada para preservar los valores sociales de la solidaridad y la justicia social en Europa.
Catherine Stihler (PSE), por escrito. (EN) El modelo social europeo es único. En la Unión Europea podemos equilibrar el mercado único con la justicia social. Tenemos que hacer cuanto esté en nuestras manos por mantener este equilibrio.
Georgios Toussas (GUE/NGL), por escrito. – (EL) El Partido Comunista griego ha votado en contra del informe sobre el modelo social europeo, resultado del acuerdo entre el Grupo del Partido Popular Europeo (Demócrata-Cristianos) y de los Demócratas Europeos y los demócrata-sociales, que pone de manifiesto de la manera más cínica el futuro de pesadilla que está preparando el capital eurounificador para los trabajadores. Los portavoces políticos e ideológicos del capital están desplegando una inmensa campaña de propaganda, esgrimiendo el problema del paro y vertiendo amenazas sobre el envejecimiento demográfico y el riesgo de quiebra de los sistemas de seguridad social con el propósito de presentar la «reforma» de los sistemas de protección social existentes como una necesidad acuciante. La promoción de las reestructuraciones capitalistas, dentro del marco de la Estrategia de Lisboa, exige el desmantelamiento completo de todos los derechos (que, por supuesto, se hallaban por debajo del umbral de las necesidades básicas) conquistados por los trabajadores mediante la lucha del movimiento obrero y la presión desde la existencia del frente socialista. De esta manera se está favoreciendo la mayor explotación posible de la clase trabajadora a través de la demolición de las relaciones de empleo y la implantación de formas flexibles de empleo, el desmantelamiento de los sistemas de pensiones, atención sanitaria, bienestar y protección social (protección del desempleo, protección a la maternidad, vivienda y demás) y la erradicación de los servicios públicos estatales gratuitos. Lo único que quedará en pie será el nivel más bajo posible de protección contra la pobreza absoluta, con el fin de evitar las revueltas sociales.
Andreas Mölzer (NI). – (DE) Señor Presidente, yo también he votado en contra del informe Bowis; la razón para hacerlo ha sido que no deberíamos sorprendernos realmente del aumento de enfermedades mentales. La gente se encuentra bajo una presión cada vez mayor en el trabajo y en el colegio y esta tensión significa que no rendimos a plena capacidad.
Los nuevos medicamentos psicoactivos pueden atajar, en el mejor de los casos, los síntomas pero no las causas. Sería más útil reforzar los sentimientos de autoestima de los ciudadanos europeos transmitiéndoles nuestros auténticos, reales y cristianos valores fundamentales. No existe ninguna duda de que son menos propensos a las enfermedades mentales quienes poseen unas raíces más arraigadas en la idea de la familia, el patriotismo y su identidad nacional.
Carlo Fatuzzo (PPE-DE). – (IT) Señor Presidente, Señorías, he votado a favor del informe sobre el reconocimiento de la importancia de las enfermedades mentales en Europa, cuyo ponente es mi amigo el señor Bowis, que por sí solo garantiza que este importante tema se aborde del mejor modo posible.
La fama del señor Bowis se extiende por toda Europa. Se encuentra aquí, en la tribuna, procedente de Italia, concretamente de la ciudad de Salsomaggiore (la ciudad donde se elige a miss Italia), una admiradora suya, llamada Moggi Silvana, porque quería estar presente cuando su gran ídolo, el señor Bowis, presentara el debate de su importantísima propuesta, para que todos en Europa seamos tratados del mejor modo, también cuando tengamos la desgracia de padecer enfermedades mentales y no solamente enfermedades del físicas.
Jean-Pierre Audy (PPE-DE), por escrito. – (FR) He votado a favor del excelente informe del señor Bowis sobre la propuesta de resolución del Parlamento Europeo relativa a una estrategia de la Unión Europea en materia de salud mental. Una persona de cada cuatro tendrá a lo largo de su vida un problema de salud mental. Los puntos débiles físicos y mentales aumentan con la edad, y esto guarda relación con el aumento de la esperanza de vida. En un planeta que resulta cada vez más complejo, bajo la presión de enormes cambios dramáticos y vertiginosos, nos enfrentamos al reto colectivo de comprender, prevenir y tratar los problemas de salud mental evitando la estigmatización, el rechazo o, peor aún, el desprecio de las personas enfermas. La Unión Europea debe ser ejemplar a la hora de garantizar a sus ciudadanos una vida mentalmente sana. Estoy orgulloso, a este respecto, de pertenecer a un Estado miembro, Francia, que bajo el impulso del Presidente Jacques Chirac siempre ha seguido la política más lúcida, más ambiciosa y, también, más humana en el trato de las discapacidades mentales.
Liam Aylward (UEN), por escrito. (EN) La salud mental representa un tema de enorme importancia para todos nosotros, ya seamos pacientes, cuidadores o proveedores de servicios en este campo. El papel de los legisladores en este ámbito es aún mayor, dado que nosotros, en la UE y los Estados miembros, podemos crear a través de las consultas y asociaciones un futuro mejor y más brillante para los pacientes, las familias y los cuidadores.
Durante demasiado tiempo, la enfermedad mental no ha ocupado un lugar central en nuestro proceso legislativo y, según se desprende del Libro Verde de la Comisión y sus sobrecogedores hallazgos, la conciencia pública está comenzando lentamente a comprender, gracias a una comunicación más informada, que la enfermedad mental y sus consecuencias afectan al grueso de nuestra población. El 25 % de la población de la UE y de Irlanda padece al menos un episodio serio de enfermedad mental a lo largo de su existencia.
¡Va siendo hora de que reaccionemos! Acojo con gran satisfacción este Libro Verde como plataforma de debate sobre el estudio de las enfermedades, la depresión importante, el suicidio, el encarcelamiento de enfermos y el efecto del encarcelamiento inapropiado, de manera que los Estados miembros puedan compartir las investigaciones y las buenas práctica para beneficio de nuestros ciudadanos.
Desde la década de 1980, Irlanda ha venido defendiendo una política de desinstitucionalización, destinada a desarrollar un moderno servicio de salud mental por medio de un sistema de base comunitaria, favoreciendo la salud mental, proporcionando a los enfermos mentales una existencia lo más independiente posible y ofreciendo una atención sanitaria exhaustiva, apartándose de los hospitales psiquiátricos.
(Explicación de voto acortada de conformidad con el apartado 1 del artículo 163 del Reglamento)
Hélène Goudin (IND/DEM), por escrito. (SV) La salud mental de la población de cada Estado miembro es un tema que debe ser tratado exclusivamente a nivel nacional. No existe ninguna razón por la que el Parlamento Europeo debiera tener opiniones acerca de qué asignaciones han de concederse al ámbito de la salud mental y qué medidas deben adoptarse en este campo. La propuesta en favor de que la Comisión establezca un Grupo de coordinación y seguimiento de la salud mental es solo una de las muchas propuestas innecesariamente descritas y costosas. Por tanto, he votado en contra de este informe.
Ole Krarup, Kartika Tamara Liotard, Erik Meijer, Esko Seppänen, Jonas Sjöstedt y Eva-Britt Svensson (GUE/NGL), por escrito. (EN) El informe contiene muchos aspectos importantes referentes a problemas de salud mental que afectan a mujeres y niños.
Esa es la razón por la que damos nuestro apoyo al informe.
No obstante, deseamos subrayar que, en principio, las medidas y decisiones relativas a la asistencia sanitaria caen dentro de las competencias de los distintos Estados miembros.
Alyn Smith (Verts/ALE), por escrito. (EN) Señor Presidente, felicito cordialmente a nuestro ponente por este informe, que pone de relieve la a menudo dolorosa falta de progreso a la hora de tratar la salud mental en la Unión. Con demasiada frecuencia, la salud mental es la Cenicienta de nuestros servicios sanitarios, pero las implicaciones de una salud mental precaria representan un sumidero de todos los recursos y son desastrosas en el plano personal. Acojo con agrado las conclusiones de este informe y me siento muy feliz de apoyarlas.
Catherine Stihler (PSE), por escrito. (EN) Durante demasiado tiempo se ha ignorado y desatendido la salud mental. El informe de hoy, aunque de propia iniciativa, permite situar la salud mental dentro de la agenda política europea. Acojo con agrado este debate.
- Informe Morillon (A-0228/2006)
Marie-Arlette Carlotti (PSE), por escrito. – (FR) La Política Pesquera Común no responde ya a las expectativas de los pescadores mediterráneos. Por ello acojo con agrado este plan, que incluye varias directrices positivas: una reducción crucial de los costes y obligaciones para los pescadores; una revisión y armonización de las disposiciones de control y vigilancia, bajo los auspicios de la Agencia Comunitaria de Control de la Pesca, especialmente esperada por los pescadores del Mediterráneo, que demasiado a menudo se sienten «acosados»; una participación más intensa de los profesionales en la definición de las directrices (gestión del esfuerzo pesquero, medidas de control y limitación de las capturas), que responde a una firme reivindicación que expreso en el Parlamento Europeo en nombre de los pescadores mediterráneos.
Apoyo asimismo la petición del Parlamento de desempeñar plenamente su papel, negando a la Comisión Europea la posibilidad de decidir por sí sola las «medidas técnicas». En efecto, los pescadores saben demasiado bien hasta qué punto esas «medidas técnicas» tienen efectos directos e inmediatos sobre su actividad.
Votaré, por tanto, a favor de este informe, aun cuando habría deseado que fuera más lejos y pidiera un plan específico para la pesca en el Mediterráneo. Por mi parte, seguiré lidiando esta batalla en el Parlamento Europeo, junto a los pescadores de mi región.
Duarte Freitas (PPE-DE), por escrito. (PT) Apoyo plenamente los objetivos planteados por la Comisión, a saber, el plan de acción en ámbitos prioritarios tales como la política de conservación y el control de las actividades pesqueras.
Esta propuesta es, a mi juicio, un factor vital para adaptar la PPC a la realidad actual de la pesca en la UE. Entre los aspectos clave se encuentran los siguientes: el frontloading (consulta previa anticipada) de las instituciones directa o indirectamente implicadas en la evaluación de los recursos pesqueros, es decir, la consulta con los consejos consultivos regionales y el comité consultivo sobre pesca y acuicultura; un uso más frecuente del análisis de impacto de las medidas a ejecutar; y la revisión de la estructura legal de disposiciones existentes con vistas a hacer que los textos sean más claros, más coherentes, más inteligibles y fáciles de leer, eliminando disposiciones anticuadas.
Quiero subrayar asimismo la necesidad de que la Comisión amplíe su proceso de mejora de los procedimientos en lo relativo a los acuerdos de asociación, y más concretamente al proceso de control y ejecución de tales acuerdos.
Voy a votar a favor de esta propuesta.
Hélène Goudin (IND/DEM), por escrito. (SV) La lista de Junio ha dejado claro en repetidas ocasiones que está en contra de la Política Pesquera Común. Creemos que los acuerdos sobre pesca, destructivos e inmorales, de la UE deben ser suprimidos. Soy especialmente crítica respecto del apartado 22 del informe, que señala la importancia de las ayudas comunitarias para financiar los equipos técnicos de los barcos pesqueros.
Sin embargo, el informe subraya el valor de una mayor flexibilidad, una legislación más clara, unas normativas simplificadas y la necesidad de un mayor nivel de consulta con las partes afectadas. Tales objetivos son encomiables. Así pues, he votado a favor del informe.
Pedro Guerreiro (GUE/NGL), por escrito. (PT) A la vista de los asuntos relacionados con la diversidad e inteligibilidad de la legislación comunitaria sobre la Política Pesquera Común, resulta vital mejorar y simplificar dicha legislación.
La simplificación de los procedimientos, la redacción clara y comprensible para todas las partes interesadas, la concesión de tiempo suficiente entre la aprobación y la puesta en práctica de la legislación y, además, la evaluación de su impacto económico, social y medioambiental son asuntos que deben ponderarse detenidamente en aras de la transparencia y la equidad en la puesta en práctica de la legislación.
No obstante, este proceso no debe servir de pretexto para intentar socavar lo reglamentado, y debe existir un control por parte de los Parlamentos nacionales, el Parlamento Europeo y el sector y sus organizaciones representantes de los trabajadores.
El hecho de que aceptemos que el proceso debe ser simplificado no implica automáticamente que estemos de acuerdo con el contenido de la Política Pesquera Común; de hecho, tenemos algunas objeciones muy serias. Por ejemplo, el ponente aboga por un sistema de inspección comunitario. Nosotros nos oponemos a ello porque creemos que debe ser competencia de los Estados miembros, como parte de la soberanía sobre su entorno económico exclusivo. Además, no logramos comprender la preocupación del ponente en lo referente a ampliar el principio de que los Estados miembros sean capaces de aprobar medidas sobre conservación y gestión de los recursos en sus aguas más allá de las 12 millas marinas.
Ian Hudghton (Verts/ALE), por escrito. (EN) He votado a favor de la enmienda, que habría permitido a los países ACP desvincularse de los acuerdos de pesca en el caso de que consideraran que tales acuerdos resultaban lesivos para sus intereses.
La simplificación de la Política Pesquera Común es una idea atractiva, dados los procesos centralizados, engorrosos y a menudo reservados en virtud de los cuales se toman las decisiones de gestión.
Mi opinión, y la de muchos escoceses, es que la PPC debería ocuparse del mercado de los productos de la pesca, pero que el control y la gestión de los recursos y las oportunidades de captura deberían devolverse a Escocia.
Fernand le Rachinel (NI), por escrito. – (FR) Los planes suceden a los planes, el Fondo Europeo de la Pesca sustituye al IFOP, los comités consultivos se multiplican y la Agencia Comunitaria de Control de la Pesca lleva a cabo sus actividades sin que todo ello comporte una mejora de la situación profesional de los pescadores. La reglamentación europea está matando la pesca y a los pescadores franceses, igual que la legislación agrícola va a acabar con nuestros campesinos.
Hay dos problemas esenciales que no se abordan en este informe, a pesar de que condicionan, a la larga, el mantenimiento o no de la flota pesquera francesa: la competencia desleal de los buques pesqueros no comunitarios, que no respetan todas las exigencias impuestas a nuestros pescadores con respecto a la normativa, el control y la vigilancia; y el problema de la factura de carburante desde que Bruselas pidió a Francia que suprimiera el fondo de prevención de riesgos de la pesca o fondo de combustible.
Sin duda es necesario simplificar la legislación, pero no mejorará en nada la situación de los pescadores. Una vez más, la Comisión Europea los embauca, si puedo decirlo así. Solo quedan 5 500 barcos de pesca. ¿Cuántos quedarán en 2010 con la nueva Política Pesquera Común?
José Ribeiro e Castro (PPE-DE), por escrito. (PT) Resulta de una importancia innegable que se simplifique la Política Pesquera Común. En consecuencia, aplaudo las medidas presentadas en esta propuesta, destinadas a solucionar la falta de claridad de los textos existentes y a simplificar su redacción, ya que eso permitiría unir más a las partes interesadas y provocaría una mayor identificación del sector de la pesca con la legislación.
A pesar de las numerosas peticiones que se han realizado, los pescadores continúan teniendo dificultades en cuanto a su conocimiento y comprensión de la Política Pesquera Común. Hay que conseguir que resulte más fácil de entender y de llevar a la práctica.
Aplaudo la adaptación gradual de las nuevas tecnologías a bordo de los buques de pesca y la iniciativa de conceder ayudas comunitarias para el desarrollo de estas tecnologías y la formación específica que precisan.
Estas medidas han de reportar beneficios tanto a la comunidad pesquera, como a los consumidores.
Considero asimismo necesario clarificar los procesos para administrar las autorizaciones de pesca fuera de las aguas comunitarias.
Alyn Smith (Verts/ALE), por escrito. (EN) Señor Presidente, la Política Pesquera Común ha hecho tanto daño a las comunidades pesqueras, a los recursos pesqueros y al medio ambiente en general dentro de nuestras aguas que no admite una reforma sensata y debería suprimirse en su totalidad. De todas formas, el progreso no deja de serlo por muy pequeño que sea, y este informe contiene algunas sugerencias útiles, así que lo he apoyado al tiempo que le reprocho que no avance lo suficiente.
Catherine Stihler (PSE), por escrito. (EN) Aunque considero que es preciso ahondar más en los acuerdos de pesca con terceros países, no puedo apoyar en esta ocasión las enmiendas 1 y 2. Ambas sobrepasan los objetivos del Plan de Acción.
- Informe Capoulas Santos (A-0242/2006) e informe Fraga Estévez (A-0241/2006)
Alyn Smith (Verts/ALE), por escrito. (EN) Señor Presidente, estos acuerdos pesqueros no son otra cosa que una exportación de nuestras desastrosas políticas al mundo en desarrollo. Únicamente son justificables en el mundo especular de la Política Pesquera Común, una política que tanto daño ha causado a las comunidades pesqueras, a los recursos pesqueros y al medio ambiente en general dentro de nuestras aguas. En consecuencia, he votado en contra de este informe.
Margie Sudre (PPE-DE), por escrito. – (FR) El Parlamento Europeo se pronuncia hoy sobre dos acuerdos pesqueros importantes para el Océano Índico: uno con la República de las Seychelles y el otro con la República de las Comores.
Estos acuerdos, cuya duración prevista es de 6 y 7 años prorrogables, respectivamente, tienen los siguientes objetivos: la cooperación económica, financiera, técnica y científica en el ámbito de la pesca; la fijación de las condiciones de acceso de los buques de pesca comunitarios a las aguas territoriales de las Seychelles y las Comores; la creación de asociaciones de empresas con vistas a desarrollar, en el interés común, actividades económicas en el ámbito de la pesca y actividades relacionadas con la misma. Se pagará una contribución financiera a las Seychelles y a las Comores a cambio de la explotación de sus recursos pesqueros.
Como representante electa de ultramar consciente del papel de la pesca en la economía ultramarina, en particular de Reunión, celebro que Europa participe en la instauración de una pesca responsable en el Océano Índico y en la explotación sostenible de los recursos pesqueros. Por esta razón, he votado a favor de estos dos acuerdos.
9. Correcciones e intenciones de voto: véase el Acta
(La sesión, suspendida a las 12.40, se reanuda a las 15.00 horas)
PRESIDENCIA DEL SR. BORRELL FONTELLES Presidente
10. Aprobación del Acta de la sesión anterior: véase el Acta
11. Interpretación del Reglamento
El Presidente. Antes de pasar al siguiente punto del orden del día, debo hacer una comunicación a la Cámara. Recordarán que, en ocasiones, hemos tenido discrepancias sobre la interpretación del artículo 166 de nuestro Reglamento y que algunos diputados pensaban que la Presidencia no hacía un uso adecuado del mismo, puesto que no concedía la palabra para cuestiones de orden que no se refiriesen al tema que estaba debatiéndose en ese momento.
En efecto, el artículo 166 no especifica claramente si la concesión de palabra por una cuestión de orden debe referirse al tema que está siendo objeto de debate o al orden del día de ese día, o puede hacer referencia a cualquier otro tema. Sin embargo, en opinión del Presidente, debía ser el sentido común el que dijera que las concesiones de palabra solamente podían darse en función del tema que estaba siendo objeto de debate y no de cualquier otro.
No obstante, para zanjar la polémica que se había producido en algunos momentos en el Pleno, solicité la opinión de la Comisión de Asuntos Constitucionales, que, en su respuesta, propone la siguiente interpretación del artículo 166: «Las peticiones de palabra para formular observaciones sobre la observancia del Reglamento deberán referirse al punto del orden del día que se debata en ese momento. El Presidente podrá conceder el uso de la palabra en relación con otro asunto en el momento oportuno; por ejemplo, tras la conclusión del debate de un punto del orden del día o antes de que se interrumpa la sesión».
Por lo tanto, queda claro, a partir de ahora, que la interpretación adecuada es la que el sentido común indicaba y que el artículo 166 sólo podrá invocarse para formular observaciones sobre la observancia del Reglamento relativas al punto del orden del día que se esté debatiendo en ese momento. Les recuerdo que la interpretación de la Comisión de Asuntos Constitucionales se considerará aprobada si no es objeto de impugnación antes de que se apruebe el Acta de la presente sesión.
12. Situación en Oriente Próximo (debate)
El Presidente. El siguiente punto son las Declaraciones del Consejo y de la Comisión sobre la situación en Oriente Próximo.
Erkki Tuomioja, Presidente en ejercicio del Consejo. (EN) Señor Presidente, la última crisis en Oriente Próximo durante el verano es la primera en la que la Unión Europea se convierte en el actor internacional sobre el que se han depositado las más altas esperanzas y expectativas, sobre todo por parte de la población y el Gobierno libanés, aunque también, y de forma más generalizada, por toda aquella región.
Me complace manifestar que la UE ha conseguido estar a la altura de dichas expectativas y desempeñar un papel importante, incluso destacado, en el fin de las hostilidades, el mantenimiento del alto el fuego y en los esfuerzos realizados por impulsar el proceso político necesario para consolidar la paz.
El Consejo de Asuntos Generales y Relaciones Exteriores ha celebrado en agosto dos reuniones extraordinarias. En nuestra reunión del 1 de agosto logramos ponernos de acuerdo en torno a las conclusiones. Se consiguió dentro de un ambiente altamente constructivo, desmintiendo algunas informaciones de prensa totalmente erróneas. La esencia de tales conclusiones se convirtió posteriormente en la base de la resolución 1701 del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, que estableció el alto el fuego, esbozó el acuerdo político necesario para restaurar la integridad y soberanía plenas del Líbano y creó la nueva fuerza FPNUL Mark 2, imprescindible para garantizar la puesta en práctica de la resolución.
No cabe achacar a la UE la enorme tardanza en aprobar la resolución, al tiempo que todos los días el conflicto ocasionaba nuevas bajas civiles, sufrimientos y destrucciones innecesarias, sin que nadie consiguiera aproximarse lo más mínimo a la consecución de los objetivos políticos o militares por los que estaban luchando. De hecho, la lección principal que cabe extraer de este conflicto es que no existen soluciones militares ni unilaterales a ninguno de los asuntos y conflictos pendientes en Oriente Próximo.
El papel de los Estados miembros de la UE ha seguido siendo crucial desde el momento de la aprobación de la resolución 1701. Durante nuestra segunda reunión extraordinaria del Consejo, el 25 de agosto, a la que también asistió Kofi Annan, Secretario General de las Naciones Unidas, fuimos capaces de garantizar la posibilidad de dotar y desplegar la FPNUL, al responder los Estados miembros de la UE a la solicitud de las Naciones Unidas de aportar hasta 7 000 efectivos. En dicha reunión también quedó confirmado que Francia, y a partir de febrero próximo Italia, asumiría la responsabilidad de dirigir la operación.
La FPNUL no es una operación de la UE y es importante que otros miembros de las Naciones Unidas, incluidos sobre todo muchos países islámicos, contribuyan a la operación. Ya se han desplegado las primeras fuerzas italianas y tropas francesas adicionales.
Es necesario trasladar rápidamente las tropas a la zona con el fin de evitar un vacío de seguridad mientras se retiran las FDI y las fuerzas armadas libaneses se despliegan gradualmente en el sur del Líbano. Al objeto de restaurar la paz y la seguridad, la misión de la FPNUL consiste en garantizar la retirada del sur del Líbano y ayudar al Gobierno y al ejército libanés a ejercer su autoridad sobre dicha zona y en la totalidad del Líbano. Al tiempo que el ejército libanés se encarga del desarme de Hezbolá, la FPNUL tendrá la importante misión de garantizar la llegada de la ayuda humanitaria, controlar el alto el fuego y estar preparada para hacer frente a cualquiera que intente quebrantar la paz.
El alto el fuego ha sido respetado, al margen de algunos incidentes deplorables. El Gobierno libanés permanece unido y todos los partidos políticos, incluido Hezbolá, han comprometido su apoyo a la resolución 1701 y los acuerdos políticos que conlleva.
El papel de la Unión Europea en lo referente a la ayuda humanitaria y la pronta recuperación y reconstrucción del Libano ha sido memorable. La Conferencia de Donantes reunida en Estocolmo la semana pasada ha constituido un éxito notable. La respuesta de la Unión Europea en el ámbito de la ayuda humanitaria ha sido inmediata y significativa. La ayuda humanitaria total comprometida u otorgada de hecho por la Comunidad Europea y los Estados miembros asciende aproximadamente a 330 millones de euros, es decir, más de un tercio de los ofrecimientos realizados en Estocolmo. Nos hallamos ya en condiciones de centrarnos más en el la rápida recuperación y el fortalecimiento de las facultades locales.
Todos nuestros esfuerzos –el acuerdo político, la reconstrucción y el apoyo a la integridad y soberanía del Líbano merced a la presencia de una FPNUL fuerte– resultan esenciales para la paz y la estabilidad en aquel país. Es igualmente esencial que apoyen estas medidas los agentes externos y los países vecinos. Por esta razón, hemos de estar dispuestos a involucrar a Siria, que bien puede comportarse como un socio constructivo o como un aguafiestas. Eso marcará asimismo el futuro de las relaciones de la UE con Siria. En mis contactos personales con Siria, así como en reuniones con otros, hemos acogido con agrado la intención y la disposición manifestadas por Siria con respecto a la resolución 1701 y a brindar apoyo a su ejecución, además de mostrarse constructivos en el contexto de un amplio proceso de paz en Oriente Próximo.
Para todos los miembros del Consejo siempre ha estado muy claro que no puede existir una estabilidad y una paz duraderas en el Líbano, ni en ningún otro punto de la región, sin una reanudación del proceso de paz entre Israel y Palestina sobre la base de la «Hoja de Ruta» y su objetivo de la solución de dos Estados, permitiendo a Israel vivir en paz y seguridad junto a un Estado palestino independiente y viable.
Por desgracia, son muchos los aspectos de la «Hoja de Ruta» que han sido y siguen siendo objetados. Existe un punto muerto a partir de las elecciones palestinas de enero, que nuestros observadores electorales, encabezados por su colega, la señora De Keyser, han calificado inequívocamente de libres y justas.
Para que continúe el proceso de paz, es esencial que el pueblo y los partidos constituyentes de Palestina permanezcan comprometidos con la ausencia de violencia, el reconocimiento de Israel y la detención de todas las actividades terroristas. Hemos sido testigos de una situación incierta en la que la comunidad internacional ha tenido que suspender su ayuda directa a la Administración Palestina, al tiempo que intentaba garantizar que se cubrieran las necesidades humanitarias de los palestinos y que se preservase su acceso a la educación y los servicios médicos. Esa ha sido la ardua tarea del mecanismo internacional temporal creado por la UE a petición del «Cuarteto», que no se ha visto facilitada lo más mínimo por la negativa de Israel al desembolso de los ingresos fiscales y aduaneros que ascienden actualmente a más de 500 millones de dólares a favor de la Administración Palestina.
No obstante, como su nombre indica, el mecanismo internacional temporal solo es un dispositivo pasajero. Tenemos que salir de este punto muerto. Tenemos que conseguir que se produzca la liberación incondicional de todos los soldados israelíes secuestrados y de los legisladores y ministros palestinos arrestados. Pero sobre todo necesitamos un Gobierno palestino de amplia base que declare su firme decisión de respetar todos los compromisos adquiridos por la Administración Palestina y que sea capaz de actuar como un asociado fiable con el que nadie rehúse negociar.
No es preciso que volvamos a inventar la rueda para el proceso de paz. Todos los elementos necesarios son bien conocidos y se encuentran en la «Hoja de Ruta» y demás documentos. Pero poner estos asuntos en orden sigue siendo difícil.
En nuestros debates en la Gymnich celebrada en Lappeenranta la semana pasada estuvimos totalmente de acuerdo en que la UE tiene que adoptar ahora un papel activo en la puesta en marcha del proceso de paz. Sin embargo, aunque la UE actúe de una manera unida, cohesionada y efectiva, resulta evidente que no podemos conseguir la paz tan solo a base de nuestro esfuerzo. Tenemos que trabajar en estrecha colaboración con nuestros socios en el «Cuarteto», y concretamente con los Estados Unidos, así como con la Liga Árabe, cuya renovada decisión de participar en el proceso merece nuestro aplauso. Ante todo, necesitamos desde luego instar a las partes a que se sienten a la mesa y se comprometan en serio con las negociaciones.
Desde hace mucho tiempo, los habitantes de la región no desean más que paz y seguridad y se han sentido cada vez más defraudados por la incapacidad o incluso la falta de voluntad de sus dirigentes para lograrlas, favoreciendo con ello un clima que ha permitido que prosperara el extremismo. Por consiguiente, es necesario que la UE y otros agentes induzcan, persuadan, empujen y presionen a las partes y estén dispuestos, donde y cuando sea necesario, a participar también sobre el terreno. La UE ya lo está haciendo, con la aprobación de las partes, en la misión EU BAM de Rafá y la misión EUPOL COPPS en los territorios. Por desgracia, los pasos fronterizos de Rafá y Karni han estado realmente cerrados durante los últimos meses e Israel no ha respondido a nuestras repetidas demandas de que los volviera a abrir.
En el futuro, tal vez necesitemos asumir además nuevas responsabilidades como parte de la búsqueda de paz. Muchos han planteado la necesidad de celebrar una nueva conferencia internacional sobre Oriente Próximo. En el Consejo existe un apoyo generalizado a esta idea, pero también la conciencia de que no es algo que pueda iniciarse de inmediato, antes de que las partes hayan dado su consentimiento a asistir a tal conferencia y sin que exista la perspectiva de que esta produzca resultados positivos que puedan impulsar el proceso de paz.
El Consejo seguirá participando de lleno en el proceso de paz de Oriente Próximo. Hemos manifestado a las claras que el Alto Representante, Javier Solana, cuenta con el pleno apoyo y el mandato del Consejo, trabajando conjuntamente con la Presidencia y la Comisión, para hacer lo necesario y reunirse con quien resulte conveniente a fin de poner en marcha el proceso de paz de Oriente Próximo y mantenerlo vivo hasta que hayamos alcanzado un complete acuerdo de paz.
(Aplausos)
Benita Ferrero-Waldner, miembro de la Comisión. (EN) Señor Presidente, conflicto en el Líbano, violencia en los territorios palestinos, sufrimiento de la población civil en el norte de Israel: en esos últimos meses la perspectiva de una paz extendida ha parecido más lejana que nunca y, sin embargo, paradójicamente, esos conflictos –sobre todo la miseria que sufren los ciudadanos libaneses, los ciudadanos israelíes y los ciudadanos palestinos– han subrayado una vez más la necesidad de una solución regional negociada. Son un recordatorio cruel y descarnado de que la seguridad y la estabilidad no se pueden imponer de forma unilateral sin diálogo o al margen de la diplomacia. Son momentos de angustia y sufrimiento en Oriente Próximo, pero creo que es también una oportunidad, y tenemos que aprovecharla.
Para volver a encarrilar el proceso de paz debemos, concretamente, movilizar los ya considerables recursos de la Unión Europea, desde los políticos y de seguridad hasta los técnicos, económicos y financieros, y desplegarlos en estrecha cooperación con el resto de la comunidad internacional.
Como ha dicho el Presidente en ejercicio del Consejo, la Unión Europea está desempeñando un papel sin precedentes. Europa participa plenamente en el proceso del Líbano y está decidida a desempeñar un papel importante en el apoyo a la ejecución de la resolución 1701 del Consejo de Seguridad y conseguir una paz duradera para la región. Los Estados miembros de la UE están realizando una aportación decisiva a la fuerza de mantenimiento de la paz, la FPNUL ampliada, para apoyar la rápida propagación de la autoridad del Gobierno libanés en todo el Líbano. La Unión Europea está al frente de los esfuerzos diplomáticos para eliminar el continuado bloqueo aéreo y marítimo del Líbano.
Desde el inicio del conflicto, en la Comisión Europea hemos trabajado muy activamente sobre el terreno, apoyando a nuestros socios y a sus ciudadanos cuando más lo necesitaban. Durante las últimas seis semanas, la Comisión ha movilizado y coordinado una respuesta europea muy importante a las necesidades urgentes ocasionadas por el conflicto. Desde la segunda semana del conflicto hasta ahora hemos prestado ayuda humanitaria de forma rápida. Me complació y agradecí que el Parlamento aceptara nuestra petición de movilizar nuevos recursos de la reserva de emergencia. Eso permitirá que la ECHO continúe su actividad en apoyo de una pronta recuperación esencial, especialmente en materia de suministro de agua, saneamiento y vivienda, de tal manera que nuestra aportación humanitaria ascenderá en total a 50 millones de euros.
La Comisión también ha ayudado a coordinar y apoyar los esfuerzos de evacuación, facilitando 11 millones de euros para la evacuación de ciudadanos de terceros países atrapados en el conflicto, en respuesta a una petición del Ministro de Asuntos Exteriores de Chipre de prestar ayuda urgente y lanzar esta operación sin demora.
Sobre el terreno, la Comisión también ha desempeñado un papel importante en la evaluación de la situación y el establecimiento del primer ejercicio de coordinación entre donantes. Ya estamos trabajando con el Gobierno libanés, así como con las Naciones Unidas y el Banco Mundial, para asegurar que en esta fase posterior al conflicto esa coordinación sea dirigida e informada por los propios libaneses. Es una cuestión de responsabilización.
La Comisión también ha reaccionado ante el desastre ambiental y ha ayudado al Gobierno libanés a través del Mecanismo Comunitario de Protección Civil para abordar los inmensos daños ambientales sufridos. Ahora estamos tratando de evaluar y abordar las necesidades relacionadas con la reconstrucción del Líbano con miras a restaurar su infraestructura y promover la recuperación económica, el desarrollo social y la cohesión política.
La semana pasada, en la Conferencia de Estocolmo, anuncié un paquete de 42 millones de euros para ayudar a una recuperación rápida hasta finales de año. Esto hace que la aportación de la Comisión hasta el momento sea de algo más de 100 millones de euros. Creo que la Comisión Europea ha demostrado que está dispuesta a actuar, y a actuar con rapidez.
La aportación de la Unión Europea para satisfacer necesidades específicas e inmediatas es esencial en el cumplimiento de la resolución 1701 del Consejo de Seguridad y para conseguir una solución duradera del conflicto entre Israel y Hezbolá, que durante demasiado tiempo ha desestabilizado el Líbano y también ha amenazado a Israel. Oriente Próximo necesita un Líbano fuerte, soberano, unificado y políticamente independiente, capaz de consolidar la frágil paz que ha recuperado y contener el riesgo que todavía existe de una nueva escalada de la violencia.
También la población libanesa debe sentir los beneficios palpables del cese de hostilidades. Un proceso de reconstrucción dirigido desde Beirut ayudará a consolidar el papel del Gobierno libanés. Para ello, y para empezar realmente la fase de reconstrucción, es esencial que Israel levante el bloqueo aéreo y marítimo. Una vez más, me adhiero al llamamiento del Secretario General, Kofi Annan, a que Israel se retire inmediatamente.
A más largo plazo, la comunidad internacional debe seguir implicada y centrarse en la ayuda a la recuperación institucional y la promoción de los esfuerzos libaneses en pro de la consolidación del Estado, incluidos los emprendidos a través del diálogo nacional. Esto implica poner en práctica el programa político, social y económico perfilado en el Plan de Acción para el Líbano de la UE. No es una exageración decir que las medidas que identificamos conjuntamente antes del conflicto son ahora más importantes que nunca.
También debemos trabajar colectivamente con nuestros interlocutores libaneses para asegurar que se cumplan las condiciones necesarias para una estabilidad a largo plazo, como eliminar la ambigüedad que rodea el desarme de Hezbolá –que solamente se puede conseguir de verdad en el marco de un proceso de integración política– y dejar claro cuál es la situación de las granjas de Chebaa.
No debemos perder de vista el panorama general de toda la región. Mientras la atención internacional se centraba en el Líbano, la violencia y el sufrimiento seguía en los territorios palestinos y los misiles Qasam seguían cayendo en pueblos y ciudades israelíes. Después de la Conferencia de Roma estuve en Israel con el Presidente finlandés. Estuvimos en Haifa, donde había un peligro constante de ataques con misiles.
En los territorios palestinos, con el fin de evitar una nueva escalada, necesitamos que los militantes palestinos recuperen la «calma» que se consiguió durante casi todo el año 2005, que se liberen los rehenes, detenidos y prisioneros, y que se progrese en asuntos básicos como la libre circulación y el acceso que, como sabemos, son la clave para la recuperación económica de Palestina y la creación de un Estado palestino viable. Y el proceso debería empezar con una reapertura inmediata de los pasos fronterizos de Gaza, en concreto del paso de Rafá, con la ayuda de la misión europea para la asistencia fronteriza. En principio, la Comisión está dispuesta a tomar más medidas para mejorar la infraestructura y reforzar la capacidad tomando como base el acuerdo sobre acceso y libre circulación de noviembre pasado.
El contexto debe ser nuestro antiguo objetivo de fortalecer las instituciones de un futuro Estado palestino, trabajando con la Autoridad Palestina, lo que a su vez significa que la UE debería estar dispuesta a responder de forma pragmática a la formación de un Gobierno de unidad nacional palestino. Repito que colaboraremos activamente con cualquier Gobierno dispuesto a trabajar por la paz con medios pacíficos.
No debemos olvidar, y no olvidamos, la difícil situación del pueblo palestino. Como saben sus Señorías, a través del mecanismo internacional temporal hemos asegurado el acceso a agua limpia y a la red de saneamiento en la Franja de Gaza. Hemos mantenido en funcionamiento los hospitales y centros de atención sanitaria durante todo el verano y ahora hemos desembolsado también pagos de asistencia social que han beneficiado a más de 600 000 palestinos directamente y a muchos más indirectamente. Pero dada la parálisis política persistente, los bloqueos y también la congelación de los ingresos fiscales, el MIT sólo puede proporcionar ayuda temporal. No podemos seguir así mucho tiempo más. Debemos buscar formas de mejorar el acceso y la circulación para conseguir que Israel desbloquee los fondos palestinos que retiene, y que ahora ascienden ya a 500 millones de euros, y de conseguir que la Autoridad Palestina garantice el orden público y la seguridad. Se lo debemos a las partes y ellas se lo deben a sus propios ciudadanos.
La rápida escalada de la violencia este verano no ha aportado ninguna victoria, solo víctimas. Comprobamos una vez más la inviabilidad de la acción militar para resolver los prolongados conflictos de Oriente Próximo.
Pero el status quo –que incluye el lento deterioro de la credibilidad de una solución de dos Estados, la continuidad de la ocupación y la violencia endémica– es en sí mismo una fórmula para la inestabilidad. También es una fórmula para la injerencia de terceros y la radicalización, alentada por las injusticias, ya sean percibidas o reales.
De modo que, en realidad, solo queda una opción: tenemos que renovar la perspectiva política de la que depende el proceso de paz, incluida, por ejemplo, nuestra postura sobre la primacía de las fronteras de 1967. Debemos hacer todo lo posible por que todas las partes vuelvan a la mesa de negociaciones. Si nos centramos en unas medidas concretas y pragmáticas que puedan aportar algunos resultados positivos y tangibles, podremos ayudar a crear el clima propicio y facilitar un nuevo compromiso entre las partes.
Es necesario actuar con decisión para que las partes vuelvan a la vía de la paz negociada. He pedido una pronta reunión del Presidente Abbás y el Primer Ministro Olmert. Espero que puedan abordar el tema de los rehenes y los detenidos, así como otras cuestiones apremiantes de violencia, acceso y finanzas.
Ya es hora de que Israel y el Líbano establezcan canales de diálogo, y que Siria vuelva a formar parte de la ecuación, dado que se muestran dispuestos a participar en la aplicación de las resoluciones pertinentes del Consejo de Seguridad. También Irán debe asumir su responsabilidad y demostrar que está dispuesta a contribuir a la paz y la estabilidad en la región.
Se han expresado muchas ideas sobre un enfoque global de la paz en Oriente Próximo. La iniciativa de la Liga Árabe en particular merece toda nuestra atención. En la reunión de Gymnich del fin de semana pasado, muchas voces pidieron un liderazgo más enérgico de la UE en Oriente Próximo. Creo que tienen razón. Debemos convertir los trágicos acontecimientos de este verano en una oportunidad para una resolución duradera de los conflictos que todavía están abiertos en la región. Está en juego nuestra credibilidad, la del «Cuarteto» y la de las Naciones Unidas.
(Aplausos)
Hans-Gert Poettering, en nombre del Grupo del PPE-DE. – (DE) Señor Presidente, señor Presidente en ejercicio del Consejo, señora Comisaria, Señorías, ninguna región en el mundo ha soportado tanto sufrimiento y a lo largo de tantas décadas como Oriente Próximo, y quienes lo padecen son la gente que no quiere otra cosa que vivir en paz. El secuestro y el asesinato de soldados acarrean consecuencias terribles; un número incontable de civiles caen víctimas de los bombardeos de objetivos militares reales e hipotéticos. Durante décadas, la espiral de violencia ha estado fuera de control en un círculo vicioso sin fin.
Quiero manifestar, señor Presidente, lo agradecido que le estoy por convocar a los Presidentes de los Grupos a dos reuniones durante el período vacacional, y deseo darle las gracias, señor Tuomioja, y a usted, Comisaria Ferrero-Waldner, por lo que han hecho, así como al Alto Representante, señor Solana, por la parte que le corresponde.
En la Unión Europea sabemos que la solución militar es imposible en Oriente Próximo, que la solución ha de ser política para que pueda conducir a la paz, y dicha paz debe estar arraigada primero en la mente de quienes tienen la responsabilidad. Pero, al mismo tiempo, afirmamos que una presencia militar puede contribuir a crear las condiciones para la paz. En esta Cámara, durante muchos años hemos debatido acerca de la política de seguridad europea, y quienes sean capaces de remontarse veinte años atrás, podrán recordar nuestro deseo –al tiempo que lo considerábamos imposible– de que a estas alturas pudiéramos haber pasado de preguntarnos a nosotros mismos si podíamos intervenir militarmente, a analizar cómo deberíamos hacerlo. Esto debe conferir a los europeos como nosotros cierto estímulo en nuestra andadura en la asunción de responsabilidades; puede confirmarnos que es el camino correcto, que hemos de asumir dicha responsabilidad y que queremos hacerlo.
¿Cuáles son nuestros objetivos? A lo que aspiramos es a un Líbano soberano; consideramos inaceptable que Líbano esté sometido a control, ya sea directo o indirecto, de Siria o de Irán, y por lo que respecta al papel desempeñado por Irán, su influencia debe analizarse dentro del contexto de su programa nuclear. Hezbolá no solo es una organización política, sino también militar. Quienes abogan por la democracia en Oriente Próximo deben tener en cuenta el hecho de que la presencia de Hezbolá en el Parlamento y el Gobierno es algo que ha surgido de las elecciones. Sin embargo, no es aceptable que exista un Estado dentro de otro, o que un partido político interfiera, al mantener su propia milicia, con la operatividad del Gobierno y las fuerzas armadas de un Líbano soberano. Esa es la razón por la que el proceso de paz tiene que resolver, entre otros, el asunto de cómo desarmar a Hezbolá. Debe primar el aspecto político.
(Aplausos)
La respuesta de Israel le ha reportado críticas desde muchos frentes y he de admitir que yo también, en algún momento, las he descrito como desproporcionadas, pero quiero manifestar asimismo que respeto plenamente a Israel por analizar, en un debate libre y democrático, la cuestión de dónde se ha equivocado, tanto en el plano político como militar. Me gustaría que los Estados vecinos de Israel ejercieran idéntica autocrítica en un debate de características similares. Si los otros Estados limítrofes con Israel fueran tan autocríticos, Oriente Próximo estaría más cerca la democracia.
Tal vez se me permita –como europeo, como alemán nacido en la generación de la posguerra– expresar lo conmovido que me he sentido al oír decir al Primer Ministro israelí que acogería con satisfacción la contribución alemana al esfuerzo de paz. Eso es algo totalmente novedoso, algo que hubiera resultado impensable antes, y por ello resulta apropiado que la República Federal de Alemania, junto con sus amigos en la Unión Europea, realice también su propia contribución.
(Aplausos)
Me he sentido profundamente conmovido por ello. El pueblo de Palestina tiene la misma dignidad que los israelíes o los europeos como nosotros, y tiene derecho a vivir dentro de unas fronteras seguras. Hacemos un llamamiento a todas las partes interesadas en Palestina, a Al Fatah y a Hamás, para formar un Gobierno real de unidad nacional y desempeñar así su papel en la construcción de la paz.
Los europeos nos encontramos –tal vez por primera vez en la historia– en una situación nueva en la que no solo estamos proporcionando la ayuda humanitaria que tanto importa a la gente, sino que, al formar parte del Cuarteto, contribuimos a conformar el futuro, razón por la que estoy pidiendo a todos los implicados con el Cuarteto a que se unan a la Unión Europea en esa misión.
Permítanme finalizar diciendo que el Grupo del Partido Popular Europeo (Demócrata-Cristianos) y de los Demócratas Europeos, al considerar la dignidad humana como la base de todas y cada una de las políticas, hace un llamamiento a todo el mundo en Oriente Próximo y en los mundos árabe y musulmán para que no utilicen a los jóvenes como mártires, poniendo en peligro sus propias vidas y las de los demás, sino que les permitan vivir en sus propios países en condiciones dignas y realizar su contribución a la sociedad, a que respeten la dignidad humana y el valor de la vida humana; entonces estaremos al lado de estos pueblos y sus Gobiernos.
(Aplausos)
Martin Schulz, en nombre del Grupo del PSE. – (DE) Señor Presidente, Señorías, quiero dar las gracias al Presidente en ejercicio y a la Comisaria Ferrero-Waldner por lo que han dicho. Opino que tanto la crisis como el intento de buscar una solución, la que han descrito y que ahora debe organizarse, constituyen una oportunidad histórica para los europeos y los Estados miembros de la Unión Europea. Y no solamente para ellos, como ha indicado y con razón el señor Tuomioja, porque también otros, sobre todo los Estados islámicos, deben realizar su aportación. Pero la oportunidad que tenemos ahora los europeos que estamos implicados en ello es una oportunidad única.
Y lo diré también de otra forma: no solo es una oportunidad única, sino que es también una obligación única de hacer algo práctico, ahora, para aportar soluciones pacíficas, porque hay que decir, y hay que decirlo aquí, que las soluciones de los Estados Unidos para la región han fracasado profundamente, y que ese fracaso es una de las causas de la crisis actual. Ese es el motivo por el que nosotros, los europeos, tenemos ahora la obligación de intentar ayudar a encontrar una solución.
Nuestra contribución no puede ser solamente militar, pero debe tener una dimensión militar, entre varias otras que son necesarias en la zona. Lo que se necesita es un concepto global, que incluya una acción militar basada en el Derecho internacional, una acción humanitaria y una actividad diplomática, que no ignore la cuestión central del conflicto de la zona, es decir, la necesidad de resolver el conflicto palestino, que es la causa de la inestabilidad de la región.
Permítanme ahora que exponga algunas de las cosas que nosotros, los socialistas, consideramos fundamentales y necesarias en términos de ese concepto global. En realidad se trata, sobre todo, del derecho de Israel a existir. Nosotros, los socialdemócratas europeos, no tenemos ninguna duda de que la existencia de Israel es el núcleo de nuestra política, y nos oponemos a todos aquellos que la pongan en peligro.
En la situación actual, sin embargo, también tenemos que apoyar al Líbano que, una vez terminada la guerra civil, se encontraba en vías de convertirse en una democracia estable y laica. Dado que, en gran medida, eso ha desembocado en nada, ayudemos a los ciudadanos libaneses a recuperar la posición que tenían antes del conflicto militar, cuando toda la región tenía tantas razones para la esperanza.
También tenemos que fortalecer Palestina, y el principal objetivo debe ser aquí la aportación de ayuda humanitaria en lo que es una situación trágica. Lo que puedo decir, en nombre de los socialdemócratas, es que ya no se puede eludir el diálogo con todas las fuerzas de Palestina; es necesario e indispensable.
(Aplausos)
Debemos promover y fortalecer las estructuras de la sociedad civil, porque es con ella, y con todas las fuerzas que favorecen el diálogo, en especial el diálogo entre culturas y religiones, con quien debemos trabajar.
Lo que se necesita en la región, como han dicho los anteriores oradores, incluido el señor Poettering, no es que se cuestione el derecho de unos u otros a existir, sino respeto: respeto por otros valores, valores que pueden ser de origen religioso, pero que no dejan de ser constructivos y respetuosos con la dignidad humana, respeto basado en aquello con lo que nos identificamos, en nuestros valores occidentales. No debemos hacer del Islam una especie de símbolo del odio; el Islam es una religión que profesan miles de millones de personas de todo el mundo, y no debemos permitir que se les juzgue como si fueran un grupo de locos terroristas. Sería un error fatal. Por eso es tan importante el diálogo entre culturas.
(Aplausos)
Una cosa que realmente considero importante es que deberían liberarse los prisioneros, y tiene que ser ahora. Es ahora cuando las partes del conflicto deben cumplir su palabra, porque lo que se necesita es una acción que inspire confianza, y no se trate de un concepto vacío. Precisamente ahora, en la situación en la que nos encontramos, ese tipo de acción es indispensable, pequeños pasos, pasos comprensibles, pasos hacia la confianza, como la liberación de los prisioneros y la implicación de todas las fuerzas de la región. Todos los Estados, sobre todo e incluida Siria, deben participar.
No quiero negar que ha habido, en esta Cámara, y en realidad dentro de nuestro Grupo, una gran decepción por las cosas que se han dicho en las últimas semanas en Siria y en otros lugares. El caso es que Siria es necesaria si queremos resolver el problema. Si en Siria quieren entablar un diálogo constructivo con nosotros, les pido que expresen su voluntad reanudando el diálogo que ya se ha iniciado provisionalmente, que nos permitan abordar, aunque sea poco a poco, temas como el de las fronteras, y que nos demuestren su disposición para volver a la mesa de negociaciones.
Permítanme indicarles al respecto que, incluso cuando la Guerra Fría estaba en su punto álgido, las dos partes, con todas sus diferencias, pudieron seguir comunicándose a través de la Conferencia sobre la Seguridad y la Cooperación en Europa, que nosotros habíamos creado. ¿Por que no podríamos recuperar la idea de una Conferencia sobre la Seguridad y la Cooperación en esa región, una conferencia que sentara a todas las partes ante la mesa, no solo a los países de la hoja de ruta, es decir Europa, Naciones Unidas, Rusia y los Estados Unidos, sino también los Estados de la región, la Liga Árabe, e incluso Siria? Es algo en lo que valdría la pena pensar.
Estoy de acuerdo con el señor Poettering cuando dice que nada puede justificar un acto terrorista premeditado. Ese terrorismo, esa rabia ciega y destructiva, no es ni más ni menos que la cara exterior de un desprecio por la humanidad, y sus efectos son siempre destructivos. Nada puede justificar ningún tipo de terrorismo, y por ese motivo nuestra tarea común es luchar contra él.
(Aplausos)
Graham Watson, en nombre del Grupo ALDE. – (EN) Señor Presidente, el conflicto de este verano se ha cobrado la vida de más de 1 000 personas, en su gran mayoría civiles inocentes. Gran parte del Líbano ha quedado reducida a escombros. Si la situación no nos enseña nada más, al menos debe enseñarnos a mirar hacia delante, no hacia atrás.
No debemos demorar más el despliegue de los 7 000 soldados que la Unión ha prometido a la FPNUL para estabilizar la situación en el sur del Líbano, cortar el flujo de armas y apoyar la ayuda humanitaria. Sin embargo, debemos dejar claro que la misión de la FPNUL es hacer que las resoluciones de las Naciones Unidas se hagan realidad sobre el terreno.
Y, por supuesto, debemos ir más lejos. Debemos hablar con una sola voz. De entrada, debemos pedir el levantamiento inmediato del bloqueo aéreo y marítimo del Líbano por parte de Israel. Debemos exigir el levantamiento del bloqueo de Gaza y ayudar a establecer un Gobierno palestino efectivo.
A medio plazo, a la vez que condenamos los ataques terroristas, debemos conseguir que Hezbolá y Hamás salgan de la trinchera y participen en un diálogo con vistas al establecimiento de un marco democrático. Debemos organizar una investigación independiente de las muertes de civiles causadas por ambos bandos en el reciente conflicto y, como ha señalado Kofi Annan, si conseguimos que Hezbolá abandone las armas y negocie una solución duradera no será con el fusil en la mano, sino gracias al diálogo y a la voluntad de acuerdo.
También tenemos tareas a largo plazo. Si queremos educar a una nueva generación que no esté sumida en el miedo y la intolerancia, debemos crear instituciones que aseguren la paz a largo plazo. Cuando era Presidente de la Comisión Europea, Romano Prodi habló de la creación de un banco de desarrollo euro-árabe, financiado y gestionado conjuntamente por ambas partes. También debemos considerar la idea de crear una organización para la seguridad en la línea de la conferencia de seguridad y cooperación en el Mediterráneo propuesta por el señor Rasmussen, y que el señor Schulz ha mencionado. Debemos estudiar cómo podemos vincular, con una política de inmigración adecuada, a todos los países de la cuenca mediterránea. Y debemos supervisar todo esto a través de la Asamblea Parlamentaria Euromediterránea en la que usted, señor Presidente, ha invertido tanto capital político y no poco capital financiero. Aprendamos de Einstein cuando dijo que la paz no se puede mantener a la fuerza, solo se consigue con la comprensión.
Señor Tuomioja, usted ha hablado del importante logro de la Unión Europea y de su éxito principal. Aprecio el trabajo que ha llevado usted a cabo, pero no exageremos. Es una crisis lo que ha llevado a la Unión Europea a la posición en la que se encuentra, a pesar de lo que el señor Barnier ha denominado el reflexe européen. La Unión no tiene la constitución europea que necesita y que la habría equipado mucho mejor para abordar esta situación. Estamos desplegando fuerzas europeas, pero no se trata de una fuerza de la Unión Europea, aunque –gracias a Dios– es una coalición coherente.
Desde el punto de vista de la democracia en la toma de decisiones estamos bailando en la cuerda floja. Después de su reunión en Lapeenranta, el 25 de agosto, el señor Solana dijo que esta era la decisión más importante que ha tomado la UE en muchos años. Si es así, ¿por qué no está aquí el señor Solana para explicárnosla y detallar las condiciones que rodean el conflicto? Él tiene un mandato, pero ¿de qué tipo?
(Aplausos)
Cuando lo preguntamos se nos dijo que las reglas de intervención de las fuerzas eran «una cuestión que afecta estrictamente a las Naciones Unidas y a los países que aportan tropas». Por lo tanto, se nos dijo que no era una cuestión europea. ¡Es absurdo que el señor Solana no esté aquí para hablarnos de las reglas de intervención en este conflicto!
El peligro es el siguiente: que los ciudadanos europeos en general crean que Europa ha respondido a la crisis. Si las cosas van mal y tenemos un gran número de jóvenes que regresan a casa en bolsas mortuorias, la gente querrá saber quién es el responsable en Europa. Alguien tendrá que asumir la responsabilidad política.
(Aplausos)
Por favor, señor Presidente en ejercicio del Consejo, ponga orden en la Política Exterior y de Seguridad Común para que no tengamos que vernos en una situación así.
En conclusión, deberíamos gritar dos vivas por Europa: uno por la rápida actuación de Louis Michel y otro por el coraje de Romano Prodi al coordinar nuestros esfuerzos por abordar este problema. Deberíamos dar las gracias a la Comisión, a la Presidencia finlandesa y a Chipre –un Estado miembro nuevo– por la enorme ayuda que han prestado. Deberíamos dar las gracias también a Turquía por haber tenido la valentía de ayudarnos a prometer el envío de tropas.
(Aplausos)
Sin embargo, todavía corremos el riesgo de que la insistencia en la soberanía nacional dé lugar a una anarquía mundial.
(Aplausos)
Daniel Cohn-Bendit, en nombre del Grupo Verts/ALE. – (FR) Señor Presidente, señor Tuomioja, Señorías, quisiera comenzar con una autocrítica. ¿Quién preguntó hace un año en este Parlamento por la resolución 1552? ¿Quién preguntó en este Parlamento sobre el desarme de Hezbolá? Hay que abordar este problema porque actualmente ocupa un lugar central en los debates en Israel. Durante tres años, el Gobierno israelí no hizo nada, no dijo nada sobre el desarme de Hezbolá. Todos estuvimos ciegos, y deberíamos reconocer al menos que también nosotros nos equivocamos. Es conveniente señalar, en primer lugar, que teníamos, que la comunidad internacional tenía, una resolución de las Naciones Unidas. Dicha resolución, una vez adoptada, desapareció en el nirvana de la política, sin llegar a aplicarse jamás sobre el terreno.
En segundo lugar –y este es un auténtico problema–, esta región, blanco de toda clase de desgracias, es también la región en la que más errores políticos se pueden cometer. Se cometen errores porque la gente cree que tiene que ser el embajador de Israel o de Palestina. ¿Cuál es ahora el papel de la Unión Europea? En la Unión, algunos tienen un gran apego a Israel, lo comprendo y es justo. Otros tienen un gran apego a los palestinos, lo comprendo y es justo. Pero hacer política no se limita a eso; al contrario, hay que hacer todo lo necesario para que exista al fin un Estado palestino y un Estado israelí en los que se pueda vivir con seguridad. Para hacer política no hay que ser un alma cándida o la madre Teresa, hay que ser capaz de conseguir que esta región cambie políticamente. Ese es el problema.
Esta es la razón por la que la Unión Europea envía tropas a la región. El señor Watson tiene razón. Algunos Estados miembros de la Unión Europea envían soldados.
Me desperté una mañana y había tenido un sueño. En una reunión, todos los Jefes de Estado habían decidido que el contingente europeo sería el más importante en número, que sería la fuerza de intervención rápida de los europeos, que no estaría integrada ya por tres cuartos de franceses, dos tercios de italianos o un cuarto de alemanes, sino por europeos, que, como tales, iban a representar a Europa en esa región. Sé que es un sueño, sé que soy pueril, pero ¿por qué no soñar estas cosas?
En la medida en que debemos cumplir nuestras obligaciones, el señor Fischer escribió recientemente en un artículo, «Bienvenidos al mundo real»: sí, vivimos en el mundo real; a partir de ahora tenemos que actuar políticamente en esta región. Ahora bien, la realidad es que los estadounidenses presentes en la región están en Iraq, donde están atascados y no tienen presencia política. Salvo la Unión Europea, ninguna otra organización tendría capacidad para hacer cambiar las cosas y estudiar con los israelíes cómo negociar la cuestión palestina. La paz solo reinará en Israel si existe un Estado palestino en el que se pueda vivir. El mejor modo de combatir a Hamás es hacerlo a través del Estado palestino, porque a Hamás le importa un comino el Estado palestino. ¡Quiere un espacio islámico! Por ello, hay que subrayar, en primer lugar, que si establecemos un Estado palestino reduciremos la influencia de Hamás.
En segundo lugar, hay que resolver el problema de las fronteras con Siria y el Golán. Hay que garantizar a Israel un acceso al agua y una protección, pero que no pase por la ocupación del Golán por Israel. La Unión Europea debe utilizar su influencia para que conseguir se entablen las negociaciones. En un momento en que la Unión Europea consigue desempeñar un papel político importante, no solo seremos responsables de la desgracia y del fracaso, sino que seremos responsables, desde el punto de vista político, de la pacificación de una región.
Cuando nuestros hijos nos pregunten para qué sirve Europa, podremos responderles con orgullo: «Mirad lo que hacemos en Oriente Próximo». Pero para eso debemos alcanzar ese objetivo. Debemos tener la valentía de decir a todos esos Gobiernos que no ha sido Italia –aun cuando Italia ha estado admirable–, ni Francia, ni Inglaterra, sino Europa en su conjunto la que ha sido eficaz.
Para concluir, quisiera llamar la atención sobre un debate que afecta a Alemania. ¡Estoy harto de esos Grupos políticos! El señor Watson, que es miembro del Grupo de la Alianza de los Demócratas y Liberales por Europa, dice a los miembros alemanes del Grupo ALDE que es escandaloso que rechacen el envío de la fuerza de intervención a Oriente Próximo. Y usted, señor Wurtz, dice a los comunistas alemanes que lo que están haciendo es escandaloso, que es hacer política de feriante, cuando hay seres humanos que mueren en Oriente Próximo y todo el mundo quiere establecer esta fuerza de intervención. ¡Sean políticos valientes e intervengan en sus respectivos campos políticos!
(Aplausos)
Francis Wurtz, en nombre del Grupo GUE/NGL. – (FR) Señor Presidente, señor Tuomioja, señora Comisaria, lo que hemos vivido este verano debería ser en todos los sentidos totalmente inconcebible en nuestra época.
Recordemos, en primer lugar, que un Estado, Israel, aplasta y mata de hambre a la población civil de Gaza, secuestra a Ministros y diputados, que se suman a los 8 000 presos palestinos ya detenidos, y ocasiona más de 200 muertos en la población de ese pequeño territorio, que se ha convertido, según la expresión de Jan Egeland –coordinador de asuntos humanitarios de las Naciones Unidas– en una bomba de relojería. Después, ese mismo ejército asola el Líbano durante 34 días sin hacer, según Human Rights Watch, distinción alguna entre los civiles y los objetivos militares, provocando la muerte de 1 100 civiles y el desplazamiento forzoso de una cuarta parte de la población, imponiendo un bloqueo total al país, apuntando deliberadamente, como ha destacado Kofi Annan, y matando a observadores de la fuerza internacional de mantenimiento de la paz, destruyendo, según el PNUD, 15 000 viviendas y 78 puentes, aniquilando infraestructuras vitales del país, puertos, aeropuertos y centrales eléctricas, provocando una gigantesca marea negra y utilizando obuses que pueden contener hasta 644 artefactos explosivos, 100 000 de los cuales siguen matando ciegamente a hombres, mujeres y niños.
En segundo lugar, una superpotencia, los Estados Unidos, apoya la estrategia de su aliado, tanto en Palestina como en el Líbano, en nombre de la guerra contra el terrorismo, que ya está en curso en Iraq y Afganistán. Su Secretaria de Estado compara los sufrimientos del pueblo libanés con los dolores del parto del nuevo Oriente Próximo. Entrega a Israel, en plena guerra, armas cada vez más sofisticadas y se niega, durante más de un mes de combates encarnizados, a llamar a un alto el fuego, que sin embargo pedían con vehemencia el Gobierno libanés y el Secretario General de las Naciones Unidas.
En tercer lugar, finalmente, una institución que nos es especialmente cercana, el Consejo, ha sido incapaz durante demasiado tiempo de pedir un alto el fuego, a pesar del loable intento de la Presidencia finlandesa y del llamamiento unánime lanzado en este sentido por la Conferencia de Presidentes del Parlamento. Incluso encontró excusas al comportamiento el ejército israelí, aludiendo al derecho de autodefensa. Del mismo modo que era legítimo condenar la captura inicial de los soldados israelíes por Hezbolá y después la grave decisión de este de responder a los bombardeos de las ciudades libanesas con el envío de misiles sobre ciudades israelíes, cometiendo así crímenes contra la población civil, del mismo modo la luz verde que de hecho se concedió durante muchos días a Israel para entablar y continuar esta terrorífica guerra despierta estupefacción e indignación.
Por ello, ¿podemos contentarnos hoy y en el próximo futuro con hablar solo de las aportaciones europeas a la FPNUL y a la reconstrucción, por más importante que sea este doble reto? Debemos extraer, con lucidez y espíritu de responsabilidad, las enseñanzas de esta dolorosa experiencia y en primer lugar la siguiente: en el centro de todas las convulsiones de Oriente Próximo, cada día más dramáticas para las poblaciones y más peligrosas para la seguridad internacional, se encuentra la ocupación de los territorios conquistados en 1967 y la obstinación de Israel en negarse a aplicar las resoluciones pertinentes del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas.
El caso es que la Unión Europea ha escurrido el bulto ante esta exigencia vital para la paz. ¿Qué iniciativas ha tomado para relanzar la «Hoja de Ruta» del «Cuarteto»? ¿Qué ha hecho para respaldar el plan de la Liga Árabe de 2003, que proponía la normalización de las relaciones con Israel a cambio del reconocimiento del Estado palestino? ¿Qué ha hecho para colocar a los dirigentes israelíes ante sus responsabilidades históricas? En lugar de eso, ha suspendido la ayuda a las instituciones palestinas, deslegitimado a un Gobierno y a un Parlamento democráticamente elegidos, ignorado los valientes esfuerzos del Presidente Mahmud Abbás por reconstruir un acuerdo nacional y aceptado sin más el cierre de los únicos puntos de paso entre Gaza y el exterior, cuyo control garantizaba oficialmente.
Espero que las decisiones comunes de los últimos días sean la señal de que Europa vuelve a hacerse cargo de la situación en todo Oriente Próximo. Ahora, Europa ha de elegir de forma duradera entre la concepción Bush de la guerra contra el terrorismo y una vuelta a los fundamentos del Derecho internacional. Pienso que una paz justa y duradera en Oriente Próximo tiene ese precio, al igual que la credibilidad de Europa en el mundo.
Cristiana Muscardini, en nombre del Grupo UEN. – (IT) Señor Presidente, Señorías, ¡cuántas inexactitudes y cuánta falta de honestidad intelectual ha habido en muchas de las crónicas de agosto sobre la crisis de Oriente Próximo y en las declaraciones de tantos políticos! Se ha confundido a menudo al asaltante con el asaltado y casi nunca se ha precisado que el verdadero motivo de la provocación desatada por Hezbolá con el lanzamiento de misiles a Israel y el secuestro de dos militares de ese país, es lo declarado varias veces por el Presidente de Irán: «borrar a Israel del mapa».
Si este es el objetivo perseguido por algunos Gobiernos y por el fundamentalismo terrorista que mantienen, hay que tener la valentía y la lealtad de afirmar que la primera tarea de Europa es apoyar y defender la existencia del Estado de Israel y de su pueblo, y reclamar también su reconocimiento por parte que aquellos que con miope locura siguen negándolo. Solo así y regresando a la «Hoja de Ruta» podremos tener un Estado palestino también reconocido, libre y seguro, así como la paz en Oriente Próximo.
Estos son los objetivos que debemos alcanzar con todos los esfuerzos y consensos posibles. Distintos son los objetivos de Hezbolá, que quiere destruir un Estado democrático reconocido por la comunidad internacional y miembro de las Naciones Unidas.
Hezbolá es un movimiento ideológico religioso representado, aunque de forma minoritaria, en el Parlamento de un Estado vecino, pero posee también una organización autónoma armada al margen de la estructura estatal y alimentada con armas y dinero de otros dos Estados de la región, que tienen ambos el objetivo principal de destruir Israel.
¿Cómo se puede defender en la misma medida a estos dos contendientes, tan opuestos y diferentes en sus objetivos? ¡Los unos defienden su legítima supervivencia como Estado democrático, los otros son el brazo armado de la lucha contra la democracia y Occidente!
Manifestamos nuestro acuerdo con la FPNUL, que deberá ocuparse por completo de comprobar el desarme y apoyar al Gobierno legítimo libanés, esperando que las autoridades libanesas no caigan más en las ambigüedades de las últimas semanas. Los únicos interlocutores de la FPNUL han de ser el Gobierno israelí y el Gobierno libanés.
La Unión, que por fin actúa unida, debe hacer cumplir las resoluciones de las Naciones Unidas y emplear todas sus fuerzas en la ayuda humanitaria, para restaurar el diálogo y desarrollar la cultura del respeto mutuo. Sigo considerando que, si Israel formase parte de la Unión, podría garantizarse mejor la paz en Oriente Próximo, y hoy renuevo aquí la petición al Consejo de que declare que las embajadas de los países de la Unión de todas las partes del mundo reconocerán de hoy en adelante a los ciudadanos israelíes como ciudadanos europeos.
Bastiaan Belder, en nombre del Grupo IND/DEM. – (NL) Señor Presidente, en la prensa alemana de hoy aparece información sobre las graves objeciones que se han expresado en el Bundeswehr respecto a las condiciones que el Gobierno libanés ha impuesto en relación con la ayuda exterior para proteger sus 225 kilómetros de franja costera contra el transporte de armas ilegales. Parece ser que Beirut quiere vigilar una franja de seis millas marinas desde la costa, y las tropas navales de varios Estados miembros de la UE, incluyendo mi país, los Países Bajos, están invitadas a controlar la zona exterior de esa franja.
El Presidente del Bundeswehrverband considera que esas condiciones son inaceptables, y yo también, porque ¿qué ejército naval de qué Estado miembro querría esperar allí inútilmente mientras Hezbolá se rearma? En cualquier caso, ahora la decisión sobre este mandato específico está en manos de las Naciones Unidas.
Me gustaría que este Consejo y la Comisión explicaran qué tienen intención de hacer al respecto las Naciones Unidas y su Secretario General, el señor Annan, y cuál será su actitud, cuál es su postura en este tema tan controvertido, porque, al fin y al cabo, tendrá un impacto directo sobre la implicación de Europa en la estabilización de la situación en el Líbano.
En cualquier caso, es muy significativo que incluso los dos representantes de Hezbolá en el Gobierno libanés hayan votado en contra de esa peligrosa propuesta de compromiso. Por lo tanto, es lógico que, de momento, Israel mantenga su bloqueo marítimo contra el Líbano.
PRESIDENCIA DEL SR. ONYSZKIEWICZ Vicepresidente
Gianni de Michelis (NI). – (IT) Señor Presidente, Señorías, quisiera manifestar mi apoyo a la iniciativa de la Unión Europea en la situación del Líbano, que significa que de nuevo desempeñamos un papel central en los asuntos de Oriente Próximo que no veíamos desde hace mucho y que, naturalmente, coincide con el fracaso de las iniciativas unilaterales de otros.
Sin embargo, todo dependerá de los resultados, y debemos ser conscientes de que la misión militar y las ayudas a la reconstrucción no son un punto de llegada, sino un punto de partida; no son un fin, sino un medio, entre otras cosas un medio que puede ser totalmente insuficiente si no va acompañado rápida y oportunamente de una iniciativa política y diplomática que permita retomar el hilo del diálogo entre ambas partes.
El debate aquí, en el Parlamento, debería centrarse ante todo en esto: el contexto será el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, pero la iniciativa debe proceder inevitablemente de aquí, de Europa, de la Unión Europea, en conexión con los Estados Unidos y con la Liga Árabe, pero con la iniciativa central en nuestras manos.
Debemos debatir las implicaciones que puede tener esta iniciativa. La experiencia de los últimos años y meses nos ha enseñado que el unilateralismo por sí solo no conduce a ninguna parte, que el intento de resolver los problemas de Oriente Próximo pieza por pieza no conduce a ninguna parte. Hay que ir más allá de la «Hoja de Ruta», más allá de las distintas resoluciones específicas del Consejo de Seguridad sobre Iraq o sobre el Líbano y entender que ha madurado el momento de un enfoque de conjunto, capaz de reunir de algún modo en torno a la mesa a todos los Estados interesados de la región para mantener un debate formal sobre todas las cuestiones abiertas, los puntos críticos o los ámbitos de cooperación.
En Europa deberíamos saber algo de esto, puesto que hace 30 años, en Helsinki, conseguimos sentar las premisas para la transformación que unos años después asombró al mundo. Una solución de este tipo representaría una solución para todos: para los Estados Unidos, que saldrían de un rincón angosto; para Israel, que superaría el unilateralismo en que se ha metido; para la Liga Árabe y, sobre todo y ante todo, para nosotros, para Europa, que podríamos relanzar así el proceso de Barcelona y al mismo tiempo la propia situación de Europa.
Ville Itälä (PPE-DE). – (FI) Señor Presidente, durante las vacaciones, cuando veía las noticias me sentía impotente al ver el sufrimiento humano que continuaba día tras día. Pero no tenemos por qué sentirnos impotentes: podemos hacer mucho. Es una verdadera oportunidad, como muchos han dicho aquí hoy. La UE ha dado algunos pasos importantes, y uno de ellos ha sido que durante la crisis hemos podido conseguir el consenso, una sola voz. Esa «sola voz» será un factor importante si queremos desempeñar un buen papel internacional en la política internacional del futuro.
Quiero aprovechar esta oportunidad para dar las gracias al Presidente en ejercicio del Consejo, el ministro de Asuntos Exteriores finlandés, señor Tuomioja, y agradecer el papel que ha desempeñado, porque su experiencia y su talento han sido muy importantes para encontrar esa «sola voz». En el futuro, deberíamos ser un agente político poderoso, y no deberíamos limitarnos a un papel de simples proveedores de fondos para la reconstrucción de la posguerra. Debemos implicarnos activamente en un proceso político vital para ayudar a establecer una paz permanente en la región de Oriente Próximo.
Señor Presidente, estoy convencido de que conseguiremos un apoyo casi unánime para esta conferencia de gran alcance. Será vital para conseguir una paz duradera en la región. Como ha dicho el Ministro Tuomioja, es bastante evidente que la conferencia no debería celebrarse inmediatamente, porque las partes necesitarán tiempo para prepararse. Pero ahora necesitamos coraje y determinación para aprovechar esta oportunidad con el fin de conseguir de veras una paz duradera en la región.
(Aplausos)
Pasqualina Napoletano (PSE). – (IT) Señor Presidente, señora Comisaria, señor Presidente del Consejo, Señorías, como han dicho ustedes, haber conseguido un «alto el fuego» es ya un resultado importante en una guerra que en pocas semanas provocó muchísimas víctimas, así como la destrucción de infraestructuras y del medio ambiente, y que amenazaba con extenderse a toda la región.
Este primer resultado fue fruto de una iniciativa europea en estrecha colaboración con las Naciones Unidas. Permítanme recordar el papel activo desempeñado por mi país, Italia, pero también por la Presidencia finlandesa y Francia, que dirigirá la FPNUL en esta fase.
No obstante, el reto es mucho más difícil y conlleva no solo un esfuerzo militar, sino político y diplomático, por parte de toda Europa. Por primera vez, Europa podría mostrar una voluntad política unívoca y la firme voluntad de desempeñar un papel constructivo en el Mediterráneo y Oriente Próximo, dotándose de los instrumentos idóneos.
Se trata de apoyar al Líbano en el difícil proceso de independencia y soberanía, dando continuidad a la trayectoria democrática que tantas esperanzas alimentó durante la «Primavera de Beirut». El ejército libanés debe recuperar el control de todo el territorio, incluido el sur, y ejercer el monopolio de la fuerza con respecto a Hezbolá, que últimamente se ha convertido en un poder paralelo.
Este resultado exige que cada uno asuma su responsabilidad, empezando por Siria, que desempeña un papel en la región, al igual que Israel debe convencerse de abandonar la idea del uso indiscriminado de la fuerza, porque no es la senda que puede garantizar su seguridad.
Se ha dicho ya que la cuestión palestina representa el punto central del problema de Oriente Próximo. La tarea de Europa es asumir plenamente la responsabilidad que todas las partes en conflicto le atribuyen hoy: apoyar a los palestinos en el difícil proceso interno de formación de un nuevo Gobierno que les permita salir del aislamiento y obtener los recursos que Israel les debe restituir. Podría ser el comienzo de un nuevo clima entre las partes, pero ante todo hay que parar la espiral de violencia.
Los años experiencia que hemos adquirido nos han demostrado que los dos bandos no pueden lograrlo solos: la presencia de la comunidad internacional es esencial, y de este modo mañana podremos desplegar en Gaza y Cisjordania la misión que hoy se halla en el Líbano. Podría ser un primer paso hacia la restauración de este acuerdo, en la perspectiva, como ha recordado el Presidente en ejercicio del Consejo, de una conferencia internacional que conduzca a una solución estable y duradera para toda la zona.
Philippe Morillon (ALDE). – (FR) Señor Presidente, se va a reforzar la Fuerza Provisional de las Naciones Unidas en el Líbano y la Unión Europea va a desempeñar un papel importante en ello. Tenemos razones para estar contentos por ello.
Debemos ser conscientes también de que, para ser útiles en una situación tan difícil, las tropas desplegadas deberán ser respetadas y, para ello, han de ser fuertes, es decir, disponer de medios adaptados a su misión y tener el derecho y el deber de aplicarlos no solo en caso de legítima defensa, cuando sus soldados estén en peligro, sino cuando el espíritu o la letra de la misión lo exija.
En los Balcanes aprendimos esta lección con efectos trágicos. No debemos olvidarla nunca. Tampoco debemos olvidar lo que esperan todos los artífices de la paz en el Líbano, como en todo Oriente Próximo: no son las Naciones Unidas, presentes desde hace demasiado tiempo y desde hace demasiado tiempo condenadas a la impotencia, no es Francia por sí sola, no es Italia, es la Unión Europea. Lo ha dicho usted bien, señor Tuomioja. Soy testigo, a este respecto, de la efectividad de la acción llevada a cabo desde hace semanas en la República Democrática del Congo por la fuerza europea desplegada allí en apoyo de la acción de las Naciones Unidas. Sin su presencia, creo poder decir –usted lo sabe, señora Comisaria– que Kinshasa estaría hoy desgarrada.
Por esta razón, pido al Consejo y a la Comisión que estudien si las fuerzas europeas que se desplegarán en el Líbano podrían organizarse de una forma análoga, que permita a la Unión Europea hacer lo que se espera de ella, es decir, ejercer, cuando proceda, su propia responsabilidad.
Así, si no somos solo unos veleidosos, ¿por qué, por ejemplo, no desplegar de inmediato una flota europea en las costas libanesas? La existencia de Euromarfor nos daría los medios para ello. No, señor Cohn-Bendit, no es usted un soñador pueril, y si lo es, entonces yo soy aún más pueril y más soñador que usted.
David Hammerstein Mintz (Verts/ALE). – (ES) Señor Presidente, es posible que la crisis de Oriente Próximo pueda forzar la salida de la crisis europea mediante una pedagogía muy dura, una pedagogía de la catástrofe. Porque este contacto con el mundo real de Oriente Próximo a través del liderazgo de una fuerza multinacional es muy importante; muestra que la Unión Europea ya no es solo una ONG glorificada por la ayuda humanitaria en Oriente Próximo, sino que tiene una apuesta política para la zona, lo que es muy importante, porque es una apuesta auténtica y estratégica en Oriente Próximo, donde la paz es fundamental para la seguridad de Europa.
Sin duda, con la valentía de países como Francia, Italia y España, Europa va a jugarse el futuro de su política exterior en el mundo y de ello dependerá, en cierto modo, el futuro de la crisis europea. Está claro que el unilateralismo de los Estados Unidos está absolutamente desacreditado en todo el mundo árabe y en gran parte del mundo en general. El Líbano puede ser un ensayo de éxito de una intervención internacional que garantice la paz en Gaza y Cisjordania y un acuerdo de paz.
Saludamos la posición de la Comisión y del Consejo sobre el Gobierno de concentración palestino y su pragmática reacción y nos mostramos, al mismo tiempo, preocupados por lo que está pasando sobre el terreno: el mantenimiento de las colonias israelíes en Cisjordania y el anuncio de anteayer de construir setecientas viviendas nuevas en estos territorios, en contradicción con la Hoja de Ruta.
Miguel Portas (GUE/NGL). – (PT) ¡Bienvenidos a la realidad! Si realmente ha habido un cambio en la postura de Europa, es porque un pueblo ha conseguido resistir. Mi respeto y admiración por el Líbano. La resolución 1701 llegó tarde y no consiguió distinguir entre agresor y víctima, pero consiguió un alto el fuego y está constituyendo una oportunidad para la paz. Simple y llanamente, la misión de las Naciones Unidas es el camino correcto. Hay que ayudar a la reconstrucción, debemos dificultar la reanudación de la guerra, y hay que dejar tiempo para el diálogo entre libaneses, porque así, y solo así, se podrán resolver los problemas de defensa del país.
Pero tenemos también otras prioridades. El bloqueo europeo a Palestina envía un mensaje erróneo a Washington y a Tel Aviv, y castiga a todo un pueblo por creer en la democracia. En Teherán, los ultimátums y las amenazas solo sirven para acelerar la carrera del armamento nuclear. Ha llegado el momento de relanzar la paz en Oriente Próximo. Solamente el arma de la política puede derrotar a la política de las armas.
Brian Crowley (UEN). – (EN) Señor Presidente, quiero dar las gracias al Presidente en ejercicio del Consejo y a la señora Comisaria por sus aportaciones hasta el momento.
Está claro que esta última guerra ha hecho que nos demos cuenta de los horrores del conflicto y del peaje que se ha cobrado en vidas humanas y en infraestructura humana. En vez de reinventar la rueda y lanzar nuevas ideas, deberíamos recuperar la idea global de la «Hoja de Ruta» acordada entre la UE, las Naciones Unidas, los Estados Unidos y Rusia. En ella se trazaba el camino a seguir para conseguir la paz y la estabilidad, no solo entre Israel y Palestina, sino también entre sus vecinos, como Siria, Jordania, Irán, Egipto y el Líbano. Si hemos visto algo en los últimos meses, es la incapacidad de la Unión Europea para hablar con una sola voz; es el hecho de que algunos Gobiernos de los Estados miembros de la Unión Europea no estén de acuerdo con la mayoría de los demás Estados miembros, lo que ha permitido que este problema se perpetúe y empeore. Por lo menos ahora, en una hora tardía, hemos aceptado encabezar la fuerza de mantenimiento de la paz de las Naciones Unidas que va a ir al Líbano.
Sin embargo, ha llegado el momento de ser más valientes, de buscar nuevas ideas y nuevas formas de intervención. Si nuestra propia historia en Europa nos ha enseñado algo, si nuestra propia experiencia en la resolución de conflictos en la Unión Europea o incluso en el mundo en general nos ha enseñado algo, es que solo mediante la negociación y el diálogo podremos conseguir una solución duradera y justa. Quizás ahora tenemos ante nosotros una oportunidad de restablecer la colaboración con los representantes electos del pueblo palestino –Hamás– , con el Gobierno libanés, con Israel y con los Gobiernos de Siria e Irán para intentar presentar un pacto.
En cuanto a Oriente Próximo, la lección más importante de los últimos seis meses ha sido nuestra incapacidad para hablar como es debido, con una sola voz, y enviar un mensaje claro a todos los países de que –intenten lo que intenten– si se pasan de la raya, la Unión Europea tomará medidas contra ellos. Y cuando digo medidas no me refiero a acciones ofensivas de los militares, sino al arma más poderosa que tenemos, que es la persuasión moral y el apoyo económico que prestamos a esas zonas.
Señora Comisaria y señor Presidente en ejercicio, ha llegado el momento de ser valientes. Ha llegado el momento de trazar el nuevo camino a seguir y desempolvar la «Hoja de Ruta», de revitalizarla y renovarla para el siglo XXI.
Paul Marie Coûteaux (IND/DEM). – (FR) Señor Presidente, dado que ha regresado a la Cámara, quiero felicitar al señor Cohn-Bendit por su intervención bastante apasionada que hemos escuchado hace un momento. A riesgo de sorprenderlo y disgustarlo, diré que estoy de acuerdo con él en casi todos los puntos y, en todo caso, en los principales. Es evidente: no hay otra solución que la política. Es más, esa solución política es posible, por encima de la desesperación de unos y otros, de la desesperación de los extremistas de los ambos bandos. Hay desesperación en la política israelí actual y hay que proteger al Estado de Israel de sí mismo. Pienso que la política de abuso de la fuerza que practica Israel es una política de huída adelante, que a la larga pone en peligro su existencia y preocupa a todos los que quieren que esté seguro, como es nuestro caso.
Simplemente divergimos en dos puntos: no, no es Europa la que impondrá esta solución política, pues no todos la quieren en Europa; tuvieron que pasar más de tres semanas –como usted sabe, señor Cohn-Bendit– hasta que los Ministros de Asuntos Exteriores se reunieran después del comienzo de los bombardeos, y fue para constatar su desacuerdo. Dejemos de soñar con una política basada en otro ejército europeo más, en una marina europea o en Dios sabe qué otra cosa. No estamos de acuerdo políticamente; por tanto, no habrá una opción política europea propiamente dicha. Al menos mientras sigamos la política de Washington –y este es el otro punto en el que difiero de usted–, que consiste en el fondo en favorecer los extremos de los dos campos y destruir el equilibrio geopolítico de la región. Destruyendo Iraq, estigmatizando a Siria y forzando a Siria a retirarse del Líbano, lo que debilita al Líbano –los propios cristianos se dan cuenta, incluso el señor Aoun–, hemos creado las condiciones para un desequilibrio y seguimos cosechando el fruto de ese desequilibrio, que es la guerra, que es dar la palabra a los extremos, quiero decir que de los dos bando, tanto el dominante como el dominado.
Creo, lamentablemente, que no es Europa la que puede imponer esta solución política; no veo otra potencia política más que Francia que sea capaz de hacerlo.
Bruno Gollnisch (NI). – (FR) Señor Presidente, desdichado el país en que la importancia de las minorías y las comunidades étnicas prevalece sobre la autoridad del Estado, y desdichados también los Estados desarmados. El Líbano, pobre país mártir, acaba de sufrir el infortunio una vez más, al proporcionar el motivo, aunque fuera sin querer, para una intervención devastadora y desproporcionada. Sin duda existe el derecho de autodefensa y el derecho a actuar en consecuencia, pero no el derecho a desencadenar una guerra total sin negociaciones, sin formular un ultimátum, sin declarar la guerra y sin remitir primero el asunto al Consejo de Seguridad. Me temo además que esta operación sea contraproducente para Israel, que no ha alcanzado sus objetivos políticos y se ha granjeado la hostilidad de toda la población libanesa.
El señor Tuomioja nos ha dicho que las reuniones de los Ministros europeos se han desarrollado en un clima cordial; ¡qué alivio! Pero esas cálidas reuniones no han impedido la devastación del Líbano.
Se nos habla hoy de una fuerza de interposición europea, pero en ella solo participan, curiosamente, siete de los veinticinco Estados miembros. ¿Debo recordar que la fuerza de interposición en el Líbano existe desde hace 28 años? Mi país, Francia, pagó allí un grave tributo, pero esa fuerza fue totalmente incapaz de prevenir los trágicos sucesos que hemos vivido y, contrariamente a lo que nos ha dicho la Comisaria, se mostró impotente en la reciente tragedia y solo aportó algunos blancos adicionales para las bombas israelíes.
La solución se basa exclusivamente en el reconocimiento de Estados soberanos con fronteras seguras y reconocidas. Hace falta un Estado palestino, libre e independiente, que no existe desde hace decenios, un estado de cosas al que la mayoría de ustedes parecen estar plenamente resignados. No puede haber paz sin esto. Es necesario que el Estado libanés, recientemente liberado de la influencia siria, extienda su autoridad a todo su territorio. Solo en estas condiciones podrá Israel conocer también una paz duradera.
Por último, en lo que respecta a la ayuda de nuestros conciudadanos a la reconstrucción, estamos hartos de pagar para reconstruir lo que otros han demolido. Que cada cual contribuya a la reparación de los daños que ha causado; el Estado libanés por los daños ocasionados por Hezbolá en Israel y el Estado israelí por los daños causados en el Líbano. Que cada cual asuma sus responsabilidades, el Estado de Derecho también depende de esto.
João de Deus Pinheiro (PPE-DE). – (PT) Tanto si nos gusta como si no, ha llegado el momento de que la UE actúe en el ámbito internacional. En primer lugar debemos dar las gracias a la Presidencia finlandesa, a la señora Comisaria y a la Comisión por haber conseguido, o al menos haber permitido, que eso ocurriera.
Es una oportunidad y una responsabilidad. Debemos ser conscientes de que se han juntado todos los ingredientes para que ocurra algo malo. El mandato está lleno de ambigüedades, Hezbolá no se está desarmando, Israel sigue tomando represalias, existe una falta de seguridad en la frontera entre Israel y Palestina, y no se puede confiar en Siria e Irán. Sin embargo, creo que fue una buena decisión que asumiéramos esas responsabilidades.
En cuanto al mantenimiento de la paz, también debemos asegurarnos de que la misión tenga éxito. Debemos asegurarnos de que no haya discordia en la UE y debemos actuar con rapidez si la situación cambia. Creo que podría ser útil una célula informal formada por la Comisión, el Consejo y el Parlamento. Pero lo más importante es desarrollar un marco político paralelo. La propuesta de una conferencia internacional parece muy adecuada, dado que la Fuerza Provisional de las Naciones Unidas en el Líbano es un requisito previo esencial pero insuficiente por sí solo. Finalmente, debemos movilizar más recursos humanos y financieros porque el proceso requerirá tiempo. Tenemos la obligación de asegurar que nuestros representantes tengan éxito. Es nuestra responsabilidad.
Hannes Swoboda (PSE). – (DE) Señor Presidente, señora Comisaria, señor Presidente en ejercicio del Consejo, en esta intervención quisiera centrarme en la seguridad de Israel y el interés de Europa en ella, dado que se trata de algo que nosotros, debido a nuestra historia –tan terrible, trágica y llena de catástrofes– tenemos la obligación de defender.
¿Pero qué significa la seguridad de Israel? En primer lugar, Israel necesita unos vecinos que también sean seguros, que puedan concentrarse en su propio desarrollo económico y social, que no dependan de sus vecinos, que no estén ocupados ni sufran bloqueos. Así pues, el Líbano tiene que ser independiente, sobre todo de Siria, sin fuerzas militares que lo ocupen y sin la amenaza de un bloqueo.
En segundo lugar, si queremos que Israel sea un lugar seguro –que es el objetivo que tenemos en mente– existen unas resoluciones de las Naciones Unidas que hay que cumplir, y ante todo la primera resolución que, aunque trata sobre la fundación de Israel, también prevé el establecimiento de un Estado palestino. Si queremos que ese Estado exista y sea independiente, es evidente que será necesario retirarse de los territorios ocupados.
Permítanme ahora que cite la opinión expresada por Gideon Levy del periódico israelí Ha’aretz, quien decía, igual que mucho otros israelíes: «El cáncer que nos amenaza más que cualquier terrorismo es la ocupación de un país extranjero y de su gente», y por eso usted, señor Presidente en ejercicio, ha hecho bien en dejar claro, como ha hecho en los últimos días y semanas, que debemos llevar las negociaciones hasta un punto en el que se garantice la seguridad de Israel a largo plazo. Como ha quedado demostrado con la última guerra del Líbano, lo que queremos no se conseguirá ni con guerras ni con violencia, que solo trae consigo más de lo mismo, ni con una retirada unilateral, sobre todo si no va acompañada de una garantía de las fuerzas armadas o de una política de paz para que no haya más atrocidades.
Negociación significa participar en un diálogo, y si alguien tiene que participar en un diálogo con alguien, hay que otorgarse un reconocimiento mutuo, de modo que no deberíamos hablar demasiado de condiciones, sobre todo si son unilaterales. Exigimos a Hamás, y con razón, que reconozca a Israel con las fronteras de 1967, pero después debemos exigir a Israel que acepte también esas fronteras, o bien decirles desde el principio, que se sienten y hablen entre ellos, tomando como punto de partida la correspondiente resolución de las Naciones Unidas, y después de ello podremos hablar de modificaciones y demás. Así pues, solo puede haber un proceso de paz, uno que se base en las negociaciones.
Señor Presidente en ejercicio, quiero corregirle en una cosa, en que no vamos a «volver a un proceso de paz», sino más bien «avanzar hacia un proceso de paz», dado que todavía no ha habido ningún proceso de paz que haya sido realmente efectivo y tuviera posibilidades de éxito.
Quisiera darles las gracias a ambos, señora Comisaria y señor Presidente en ejercicio, por habernos ayudado, con lo que han hecho y con lo que han dicho en las últimas semanas, a conseguir una imagen más realista, para que Europa pueda empezar ahora a desempeñar un papel importante en la puesta en marcha de un proceso de paz duradero del tipo que necesitamos para la seguridad no solo de Israel sino también de la región en conjunto.
(Aplausos)
Alexander Lambsdorff (ALDE). – (DE) Señor Presidente, la situación en Oriente Próximo tiene un efecto directo en Europa, y es lamentable que haya hecho falta una guerra para recordarnos este hecho, que se ha convertido en el centro de todos los esfuerzos diplomáticos. Todos sabemos que lo que Oriente Próximo necesita es una solución política global: dos Estados, Israel y Palestina; paz en la región donde se encuentran los tres países Israel, Siria y el Líbano; ayuda de los Estados árabes no radicales; el retroceso de Irán y de su lacayo Hezbolá. Sabemos lo que tiene que ocurrir.
Ha llegado el momento de juntar las piezas del puzzle, porque la gente sufre con esa violencia. Me complace en gran manera que usted, señor Schulz, haya mencionado la idea del FDP de celebrar una Conferencia sobre la Seguridad y la Cooperación en Oriente Próximo, como también ha hecho el señor Kurt Beck. Tiene nuestro apoyo al respecto, y sería bueno que realmente se pusiera en práctica. Hans-Dietrich Genscher estará encantado con ello.
Hay muchos Estados miembros implicados en la FPNUL, la operación militar en el Líbano, y sus unidades forman la columna vertebral de ese ejército pero, por desgracia, son unidades nacionales y no son verdaderamente europeas. Y eso no es bueno, porque nosotros, los liberales, compartimos ese sueño de una política europea de seguridad y defensa que el señor Cohn-Behndit ha compartido de forma tan elocuente con nosotros. Sin embargo, quiero decirle una cosa, apreciado señor Cohn-Bendit: para un partido que durante mucho tiempo quiso disolver las fuerzas armadas de Alemania y abandonar la OTAN, considero que es bastante sorprendente que ahora ataquen al pobre Graham Watson solo porque el FDP, después de una larga discusión, haya adoptado una postura justificada sobre este tema y por una vez no esté a favor de ello. Alguien de su posición haría bien en ser un poco más considerado.
Si hubiéramos seguido su política de seguridad por aquel entonces, el señor Onyskiewicz no sería hoy presidente de esta Cámara. De la misma forma que tenemos claro que debemos estar agradecidos a los soldados que cumplirán con su deber en esa difícil región, también está claro que nosotros, como políticos, debemos crear finalmente una política exterior y de seguridad común que demuestre que es digna de su nombre cuando las cosas vayan realmente mal. Ya se han mencionado las dificultades con que se ha encontrado el Consejo. Necesitamos reelaborar las estructuras existentes, necesitamos un proceso de toma de decisiones verdaderamente común; en resumen: necesitamos dar un gran paso adelante, hacia la política exterior y de seguridad común. Hacia allí es hacia donde debemos avanzar; Europa tiene esa responsabilidad y Europa debe asumirla.
Quiero añadir que creo que este debate se debería estar celebrando en Bruselas, y no en Estrasburgo.
Caroline Lucas (Verts/ALE). – (EN) Señor Presidente, es comprensible que la atención se haya centrado en la matanza del Líbano. Sin embargo, no debemos permitir que el mundo olvide los crímenes que se están cometiendo en Gaza, que en realidad se ha convertido en una cárcel para los palestinos. No olvidemos que desde finales de junio han muerto más de 200 palestinos, al menos 44 de ellos niños; tampoco debemos olvidar que miles de palestinos se han visto obligados a huir de su hogar; ni que cuando hablamos de prisioneros israelíes, que por supuesto deben ser liberados, también hay 9 000 presos palestinos que siguen en cárceles israelíes, y que más de la mitad están ahí sin juicio; y no olvidemos tampoco que los parlamentarios electos de Hamás siguen detenidos. Es evidente que no se podrá conseguir una paz duradera en Oriente Próximo hasta que no veamos el fin de la ocupación israelí de Palestina.
Ha habido muchos apretones de manos hoy en esta Cámara, diciendo: «si al menos hubiera algo más que pudiera hacer la UE». Rogamos a las autoridades israelíes que desbloqueen los fondos palestinos que retienen; les suplicamos que abran los pasos fronterizos; les pedimos que pongan fin al bloqueo aéreo y marítimo, les solicitamos que no empiecen a construir nuevos asentamientos ilegales; pero en realidad no cambia nada.
Creo que hace ya mucho tiempo que deberíamos habernos hecho eco de la recomendación de los jefes de misión de la Unión Europea en Jerusalén y pedir la suspensión del Acuerdo de Asociación UE-Israel debido a los abusos de los derechos humanos, tal como estipula el artículo 2 de dicho Acuerdo. Si nosotros, la UE, no nos tomamos en serio a nosotros mismos y nuestros acuerdos, no debe sorprendernos que los demás tampoco lo hagan.
Señora Comisaria, usted ha dicho que está en juego nuestra credibilidad. Sí, lo está. La Unión Europea ejerce una gran influencia en Oriente Próximo y deberíamos usarla para conseguir más.
Adamos Adamou (GUE/NGL). – (EL) Señor Presidente, la invasión por parte de Israel y el allanamiento del sur del Líbano, el desplazamiento de cientos de miles de personas, muchas de las cuales recibieron la hospitalidad del pueblo de Chipre, la masacre de víctimas, todo ello demuestra el fracaso de la doctrina de la denominada guerra contra el terrorismo. Demuestra que quieren la construcción técnica de un nuevo Oriente Próximo, que los pueblos de la región rechazan, y ambos objetivos se basan en el poder de las armas y la violación del Derecho internacional.
La matanza en la región solo se detendrá si la política de violencia por parte de los fuertes se sustituye por un diálogo pacífico y justo con pleno respeto de la integridad territorial y la soberanía de los Estados, sobre todo en Palestina y más especialmente en Gaza, donde un 70 % de la población pasa hambre y sufre.
La Unión Europea también debe asumir graves responsabilidades. El Presidente Abbás y sus esfuerzos por formar un Gobierno de unidad nacional deben recibir apoyo político. Hay que liberar a los Ministros y parlamentarios palestinos, levantar inmediatamente el aislamiento económico de los territorios ocupados y reanudar las conversaciones. Tampoco debemos olvidar que el problema principal es la cuestión palestina y si queremos o no una paz duradera en la región.
Ģirts Valdis Kristovskis (UEN). – (LV) Señorías, las firmes palabras que hemos escuchado aquí confirman que es necesario que la toma de decisiones de la PESC sea más eficaz. La resolución que vamos a adoptar aquí contiene muchos puntos positivos, como el requisito referente al desarme de Hezbolá. Pero es sorprendente que esa organización no esté en la lista de organizaciones terroristas de la Unión Europea. Esa lista incluye el movimiento opositor iraní, los Muyahidines, y en varias ocasiones hemos pedido que sea borrado de la lista, sin conseguirlo. ¿Por qué Hezbolá no está incluida en la lista de terroristas? ¿Es porque Hezbolá está representada en el Gobierno del Líbano? ¿La provocación de este conflicto, que implica grandes pérdidas, no es motivo suficiente para hablar abiertamente de esos temas? Quisiera pedir a quienes en la actualidad son responsables del liderato de Europa que dediquen sus energías no solo a la capacidad de destinar recursos al trabajo de reconstrucción y al despliegue de las fuerzas de paz, sino también a ofrecer una respuesta exacta, sólida y honesta respecto a las razones del conflicto.
Gerard Batten (IND/DEM). – (EN) Señor Presidente, en el curso de este debate hemos oído hablar varias veces de la necesidad de una solución negociada y un proceso de paz. ¿Pero con quién negociamos y sobre qué base? La guerra del Líbano ha sido consecuencia de que Hezbolá secuestrara soldados israelíes, provocando, como no es de extrañar, represalias por parte de los israelíes y la escalada del conflicto que hemos visto.
El líder de Hezbolá, Sayed Hasán Nasralá, dijo que no habría ordenado la captura y el secuestro de los soldados si hubiera sabido que el resultado sería la guerra total. ¿Qué esperaba? No son las palabras de un líder político, sino las de un terrorista y un gángster político. Ordenó los secuestros porque pensaba que podría salirse con la suya. No lo consiguió, pero provocó una guerra de la que de todos modos podía culpar a los israelíes.
Los palestinos han elegido a un Gobierno terrorista, Hamás, y el Líbano tiene dos representantes terroristas de Hezbolá en su Gobierno. Esas decisiones tienen consecuencias para los palestinos y los libaneses, como hemos visto. ¿Cómo responde la Unión Europea a todo esto? Enviando más dinero a los protagonistas: 435 millones de euros en lo que va de año a Palestina y 42 millones de euros al Líbano.
Deberíamos esperar a que los Ministros de Hamás y Hezbolá en cuestión renunciaran a sus intenciones de echar a los israelíes al mar antes de plantearnos el envío de ayuda a sus Gobiernos. De lo contrario, esos pagos no son más que una financiación del terrorismo.
Mario Borghezio (NI). – (IT) Señor Presidente, Señorías, la señal que dio un Ministro de Asuntos Exteriores de un país miembro y fundador de la Unión Europea, el Ministro de Asuntos Exteriores de mi país, al pasear del brazo con un destacado representante de Hezbolá, no es una señal positiva que Europa pueda emitir a sus ciudadanos, a quienes desean seriamente la paz y quieren contribuir a la solución de los gravísimos problemas con que se enfrenta la zona, en especial un país atormentado como el pobre Líbano.
Francia tiene el mérito indiscutible de haber puesto sobre la mesa, desde el principio, la cuestión más importante, al pedir que se incluyera en el mandato de las Naciones Unidas el embargo de la entrada de armas en el Líbano por cualquiera de sus fronteras, es decir, en primer lugar desde Siria. No obstante, con respecto a esto, incluso después de la intervención de la Comisaria Ferrero-Waldner –que tiene el mérito de haber hablado con gran claridad sobre la necesidad y el derecho del Líbano a ser independiente de nuevo y, por tanto, no dependiente de Siria–, hay que criticar que no se haya hablado claro ni mucho menos sobre cuestiones tan fundamentales.
Nosotros queremos saber y Europa debe saber qué se supone que va a hacer esta fuerza, cuáles son sus tareas y cuáles son los recursos que tendremos. Si alguien nos dice, por ejemplo, que desarmar a Hezbolá significa transferir esos nobles guerrilleros al ejército libanés, le responderemos que esa no es la solución del problema y, sobre todo, que no se ajusta a los objetivos que Europa debe perseguir y, con ella, también los países miembros que participan en la misión de la FPNUL.
Entre otras cosas, muchos expertos militares destacan el peligro de una intervención que no esté sujeta a un mandato con unos objetivos precisos y correctos. En este punto fundamental, hay que tener la valentía de hablar claro y exigir garantías adecuadas –esto lo debe hacer Europa–, porque allí están nuestros soldados y este es, por supuesto, el papel de Europa.
Elmar Brok (PPE-DE). – (DE) Señor Presidente, señora Comisaria, señor Presidente en ejercicio del Consejo, se necesitaba una Europa, y salieron los Estados nacionales dando traspiés, aunque en la dirección correcta. Es una prueba más de que la estructura actual no nos está llevando a ninguna parte, y una prueba más de que sin la Constitución no podemos cumplir nuestras obligaciones para con nuestros ciudadanos, porque no tenemos las estructuras adecuadas.
Y pasando al tema en cuestión, lo que estamos discutiendo aquí es una controversia que seguramente debería tratarse en el contexto del conflicto más amplio de Oriente Próximo. Puedo ver que hay un conflicto entre palestinos e israelíes, pero Hezbolá no es la parte afectada; las granjas de Chebá son tan solo un detalle. Estamos hablando de un grupo que no está directamente implicado en el conflicto y que, espoleado y con el apoyo de Irán y Siria, lleva a cabo los ataques con los que pretenden destruir el Estado de Israel. Si queremos llegar a una valoración justa de la situación, debemos tener muy claro que así es como empezó.
Por supuesto, se puede discutir si la reacción de Israel a la situación actual ha sido exagerada. Creo que sí pero, en mi opinión, no debemos olvidar la situación básica. Por este motivo, tiene que haber ahora un compromiso claro por parte de Siria e Irán de no suministrar más armas. Debe quedar claro que hasta ahora Hezbolá se ha resistido a la resolución 1559, y que no debe permitirse que la milicia tenga armas. Solo se podrá conseguir la soberanía del Líbano si solamente el Gobierno tiene un monopolio del uso de la fuerza en su propio país y si no se permite que Hezbolá tenga armas.
Por ese motivo tiene que haber también un mandato claro. Entiendo que hoy nadie tiene poder para desarmar inmediatamente a Hezbolá, pero todos esos rodeos –por ejemplo ese debate actual sobre si las inspecciones marítimas deben realizase dentro de la zona de siete millas y cosas así– me hacen sospechar que intentan continuamente crear nuevas escapatorias para conseguir un nuevo rearme, lo que podría llevarnos una vez más a la guerra.
Ese ejército de la FPNUL debe tener más oportunidades de conseguir mejores resultados, de modo que los 15 000 hombres no se vean reducidos a la postura de simples testigos como los 2 000 soldados que han ido hasta ahora, que han visto dónde se escondían las cosas pero no han podido hacer nada contra ese ocultamiento de armas. Es obvio que eso debe ocurrir con la colaboración del Gobierno libanés, pero debemos enfrentarnos a esa situación con transparencia.
Por lo tanto debemos exigir de verdad –y no solo con frases superficiales de compromiso– la puesta en práctica de las resoluciones 1701 y 1559. Seguramente eso es lo que cuenta si queremos recuperar la paz en una región esencial, una paz que nos dará más posibilidades de resolver los verdaderos problemas del conflicto de Oriente Próximo.
Creo que por fin ya va siendo hora de que el Cuarteto haga una aparición conjunta sobre el terreno y ocupe la zona con la mayor cantidad posible de tropas del Cuarteto para asegurar que se cumplan sus exigencias escritas. Solo si actúan juntos podrán ofrecer la credibilidad necesaria para respaldar las garantías de seguridad y ayudar a construir un Estado israelí seguro y un Estado palestino viable. Nadie puede conseguirlo solo; solamente será una realidad si trabajamos juntos, y así debe ser.
Debemos recuperar un tipo de Conferencia como la de Madrid para encontrar un nuevo comienzo para la región. También espero que desaparezca el terror en Palestina, en la Franja de Gaza y en Cisjordania, que el Presidente Abbás encuentre la forma de detenerlo, y que a la vez se interrumpan las acciones israelíes. Israel debe reconocer que su propia existencia depende de que haya paz ahora que se dispone de nuevas armas con un alcance más amplio.
La situación ha cambiado: eso es lo que hemos aprendido del conflicto del Líbano. Espero que así se reconozca en Jerusalén y que se reconozca en Ramala. Si ambas partes quieren escapar de una posible destrucción y ofrecer a sus hijos una oportunidad, deben llegar a un acuerdo, y también nosotros debemos aportar nuestro grano de arena para conseguirlo.
(Aplausos)
Véronique de Keyser (PSE). – (FR) Señor Presidente, señor Tuomioja, señora Ferrero-Waldner, este verano hemos asistido a una tragedia que ha concluido en un baño de sangre. Más de 1 000 libaneses han sido asesinados, en su mayoría civiles, un millón de personas desplazadas, un país totalmente destruido, infraestructuras en ruinas, un mar contaminado, una agricultura envenenada y armas que probablemente son ilegales siguen matando gente en estos días. Un desastre para el Líbano y muchas heridas para Israel, donde los daños, felizmente, han sido menores.
Y durante esta tragedia, un escándalo ha estallado sobre las Naciones Unidas, paralizadas por los Estados Unidos, incapaces de obtener un alto el fuego inmediato, pues había que dejar a Israel tiempo para acabar su trabajo sobre el terreno. Las palabras se han subvertido. Una masacre de civiles se llama ahora «un contraataque desproporcionado e indiscriminado». Invadir un país es «combatir a una milicia». Eliminar un movimiento de resistencia es «buscar a un soldado secuestrado». Pero nadie se engaña. La guerra estaba incubándose. La dejamos incubar. Estaba planificada. En ella intervenían, es cierto, múltiples actores, como Siria e Irán, pero también, por desgracia, a través de Israel, que es víctima de la guerra, los Estados Unidos, que siguen experimentando con su desastroso concepto de desequilibrio constructivo para rediseñar Oriente Próximo. Ese concepto, que se ha saldado con un fracaso en Iraq, se ha aplicado una vez más y está mostrando sus limitaciones.
En este caso, el conflicto tiene raíces profundas. Están en Palestina, que sigue estando ocupada y sigue esperando un Estado del que la mitad del Gobierno y del Consejo Legislativo democráticamente elegido están en prisión. También en Palestina hace falta un alto el fuego y una fuerza de interposición. Es más, mientras los libaneses morían casi delante de las cámaras, 250 palestinos perdían la vida con toda discreción, bajo la ocupación.
No se resolverá nada en Oriente Próximo si no se encuentra una solución a este conflicto con el apoyo de toda la comunidad internacional, incluidos los países árabes, los palestinos y, por supuesto, Israel y los Estados Unidos. Doy las gracias a Francia y a Italia por haber señalado esto y también a la Presidencia finlandesa por haber alzado de nuevo la bandera europea y por haber emprendido esta vía y entablado negociaciones con todos los agentes, incluida Siria.
Deseamos sinceramente que se celebre una conferencia de paz internacional. Esa es la respuesta europea al concepto estadounidense de destrucción y desequilibrio constructivo y es, añadiría yo, la única solución posible. Hoy nos sentimos aliviados, pero se ha pasado página. Europa va a contribuir sin duda a la reconstrucción del Líbano, pero he defendido en mi Grupo, señor Gollnisch, lo que usted desea, es decir, la idea de que los responsables de la destrucción han de pagar, no porque tengamos que reclamar que nos devuelvan nuestro dinero, sino porque es una idea de justicia y responsabilidad y porque sin justicia y sin que cada uno asuma sus responsabilidades no habrá paz en Oriente Próximo.
(Aplausos)
Frédérique Ries (ALDE). – (FR) Señor Presidente, cada una de las víctimas civiles de esta guerra es una tragedia, tanto en el Líbano como en Israel, y lo que deseo expresar de entrada en esta Cámara es nuestra solidaridad con los que sufren. Hoy, la solidaridad figura entre nuestras preocupaciones principales, del mismo modo que el retorno al proceso político, como ya se ha dicho, y a la «Hoja de Ruta», pero también la liberación de los soldados israelíes, el apoyo a la democratización del Líbano, cuya historia, tradiciones y cultura no tienen nada que ver con la ideología terrorista de Hezbolá, el levantamiento del bloqueo del Líbano a condición de que se decrete un embargo sobre las armas y la cuestión esencial del desarme de Hezbolá.
Me gustaría responder amistosamente al señor Cohn-Bendit, que nos preguntaba hace un momento si alguien se había preocupado de estas cuestiones hace un año. Nosotros, señor Cohn-Bendit –yo misma y otros colegas– hablamos de la resolución 1559 en marzo de 2005. Nosotros, el Parlamento Europeo, reunidos en sesión plenaria, abordamos y votamos –cito de memoria pues no tengo aquí la nota– «la prueba irrefutable de actos terroristas». Pedimos y votamos el desarme de Hezbolá y rogamos al Consejo que actuara en ese sentido. Lo hicimos.
Dicho esto, comprendo bien a quienes hoy señalan, ante esta Asamblea, la necesidad de entablar un diálogo y recurrir de nuevo a la diplomacia, pero les hago esta pregunta: ¿cómo hacer que respete las resoluciones 1559 y 1701 el jeque Nasralá, que, en múltiples ocasiones, ayer mismo por la mañana en la prensa libanesa, ha rechazado todos los llamamientos al desarme? Vuelvo a lo que ha dicho la señora Comisaria: Europa está más que nunca en una encrucijada a la hora de encontrar nuevos caminos y evitar una repetición de los errores del pasado, que resultaría absolutamente trágica.
Johannes Voggenhuber (Verts/ALE). – (DE) Señor Presidente, por un momento me ha resultado liberador que nuestro estimado colega el señor Watson haya dicho que debemos mirar hacia adelante, y no hacia atrás. Pero las personas asesinadas de forma tan cruel y absurda, en esta guerra tan cruel y absurda, nos obligan a preguntarnos si esta guerra se podía haber evitado, y es una pregunta que también Europa debe responder.
En marzo de 2005, este Parlamento adoptó una resolución que condenaba las actividades terroristas de Hezbolá y pedía que el Consejo tomara medidas para abordarlas. No se tomó ninguna de esas medidas; el Consejo no cumplió esa petición. En cuanto a la resolución de las Naciones Unidas sobre el desarme: nunca ha habido ninguna iniciativa por parte de la Unión Europea que garantizara su aplicación. Al contrario, Hezbolá se ha armado cuantiosamente durante años ¿No lo sabían nuestros servicios secretos? ¿No notábamos que Hezbolá estaba construyendo centenares de bases de cohete con la excusa de las zonas residenciales civiles? No se hizo nada al respecto.
¿Realmente no sabíamos que Irán utilizaba ese conflicto como medio para ganar hegemonía en la región? ¿De verdad no podíamos ver, los europeos, el peligro inminente de guerra, de tal modo que ahora podemos simplemente cubrir nuestra inactividad mirando hacia adelante y no hacia atrás? Todos los sectores de esta Cámara invocan el derecho de Israel a existir, y con razón, y ello me complace, pero ¿por qué después observamos pasivamente como los que quieren destruir Israel se reorganizan continuamente, hasta que el pánico social, político e incluso militar irrumpe en la zona? ¿Podría ser que al mirar atrás viéramos nuestra propia responsabilidad conjunta en esos acontecimientos?
Vittorio Agnoletto (GUE/NGL). – (IT) Señor Presidente, Señorías, soy pacifista y nunca he pensado que la paz se pudiera conseguir con las armas. Por tanto, no estoy demasiado contento con el envío de tropas al Líbano, pero para ser realista me doy cuenta de que nos encontramos ante una intervención de limitación de daños, que representa la única posibilidad de conseguir que Israel se retire del Líbano. No obstante, cuanto más neutrales sean las fuerzas de mantenimiento de la paz, tanto más creíbles serán.
Por ello, es necesario que Italia, así como las demás naciones participantes en la FPNUL, rompan de inmediato todo acuerdo de ayuda militar con Israel, como por ejemplo el suscrito por Italia hace dos años. Si el objetivo es una paz duradera, no bastan las tropas, de modo que pido a la Unión Europea que organice la presencia de cuerpos civiles de paz en la frontera entre el Líbano e Israel, con un mandato y una gestión independientes de la misión militar.
Debemos apoyar la petición, ya formulada por organizaciones humanitarias, de una comisión de investigación de las Naciones Unidas sobre posibles crímenes de guerra cometidos por Israel contra civiles, entre ellos el uso de bombas de racimo y el bombardeo de infraestructuras civiles.
Comparto la opinión del Consejo de que en Oriente Próximo no habrá paz duradera si no se respetan los derechos del pueblo palestino. Por esta razón, la Unión Europea debe proponer formalmente el envío de una fuerza de interposición también entre Palestina e Israel y exigir a este país que respete todas las resoluciones de las Naciones Unidas.
Hélène Goudin (IND/DEM). – (SV) Señor Presidente, la UE está utilizando el conflicto entre Israel y el Líbano como pretexto para consolidar la política exterior y de seguridad común. Nuestra opinión es que los Estados miembros deberían actuar de forma independiente en sus respectivas relaciones de política exterior y coordinar sus esfuerzos y sus posiciones comunes en el marco de las organizaciones internacionales existentes. Las Naciones Unidas son la organización internacional mejor situada para propiciar una solución duradera al conflicto de Oriente Próximo.
Los problemas complejos de política exterior requieren soluciones globales a largo plazo en vez de medidas de la UE que a menudo se caracterizan por sus limitados intereses nacionales especiales. La comunidad internacional debe mejorar en la prevención de conflictos e incrementar la capacidad de las Naciones Unidas para intervenir a tiempo. Apoyamos el continuado esfuerzo multifuncional que se realiza para promover la paz. Este trabajo debe tener lugar dentro del marco de la cooperación de las Naciones Unidas.
James Hugh Allister (NI). – (EN) Señor Presidente, no apoyo todos los actos de Israel, pero no tengo ninguna duda de que en el último conflicto Israel no era el agresor y que, como Estado soberano, tenía todo el derecho a defenderse de los continuos ataques asesinos de los cohetes de Hezbolá. El hecho de que Hezbolá, financiada por Irán y Siria, pudiera actuar como lo hizo mientras formaba parte del Gobierno del Líbano ilustra la locura que es llegar a admitir en el Gobierno a una organización de tendencia terrorista, ya sea en el Líbano, en Palestina o incluso en mi país, Irlanda del Norte.
En Israel, el nivel de agresión continua era tal que se hizo necesaria una respuesta contundente. Ahora, el principal reto para el futuro es desarmar a Hezbolá. Confío en que la parte fundamental del mandato no se vea eludida o diluida; de lo contrario, no haremos más que acumular problemas para el futuro. Aprendamos la lección y abordemos esta parte fundamental del mandato.
Tokia Saïfi (PPE-DE). – (FR) Señor Presidente, los sucesos increíblemente violentos que tuvieron lugar este verano en el Líbano son muy graves. Asistimos a una aceleración de la historia y los ingredientes que alimentan el conflicto nunca han estado tan concentrados: cada vez más tecnologías militares, cada vez más fanatismo, cada vez más arrogancia. A la vista del cariz que están tomando las cosas, debemos ser plenamente conscientes de que estamos sentados sobre una bomba de relojería que amenaza con sumir a la larga a todo Oriente Próximo en un estado de agitación y que afectará a Europa.
Todo el mundo reconoce que la permanente escalada de violencia ha llegado a su límite y que hay que respetar el Derecho internacional. Hoy urge levantar el bloqueo sobre el Líbano, pero la máxima prioridad es resolver el conflicto entre Israel y Palestina antes de que sea demasiado tarde. Europa debe alzar la voz. Debe dar una importancia decisiva a la creación de una zona euromediterránea basada en la paz, el desarrollo para todos y el diálogo entre civilizaciones.
Reunida el pasado 24 de agosto en Bruselas, la mesa de la Asamblea Parlamentaria Euromediterránea –la APEM, una asamblea soberana que reúne a diputados al Parlamento Europeo, diputados nacionales de los veinticinco Estados miembros y diputados de diez países mediterráneos– decidió enviar una delegación al Líbano, Israel y Palestina. Como presidente de la Comisión Política de esta Asamblea, encabezaré dicha delegación a partir del 18 de septiembre, con la misión de estudiar las condiciones necesarias para la reanudación del diálogo político. Con esta delegación, que asocia a las dos orillas del Mediterráneo, queremos sentar juntos las bases de una nueva etapa en una verdadera asociación euromediterránea, en la que Europa tiene un papel crucial que desempeñar.
Señor Tuomioja, señora Comisaria, ha llegado la hora.
Carlos Carnero González (PSE). – (ES) Señor Presidente, seamos claros: la prevención, la gestión y, ahora, la reconstrucción tras la guerra, habrían necesitado que Europa contara con los instrumentos suficientes para hacerlo con éxito. No los tenemos todavía. No tenemos una Constitución en vigor; una Constitución que incluya un Ministro de Asuntos Exteriores, la posibilidad de tomar decisiones por mayoría cualificada y de que el Consejo encargue a un grupo de países llevar a cabo la misión que hoy van a realizar algunos Estados miembros.
Pero tenemos una oportunidad por delante. La oportunidad que nos da el día después de una guerra brutal. Italia, Francia, España y otros países de la Unión se han comprometido participando en una FPNUL reforzada, cuya principal misión será hacer respetar la resolución 1701 del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas.
Pero políticamente lo fundamental en esta situación es cambiar la orientación en Oriente Próximo. Cambiar esa orientación que los Estados Unidos, de manera unilateral, han tratado de imponer desde la guerra en Iraq. Qué diferencia entre los soldados que ocuparon Iraq y los soldados europeos que van hoy a hacer cumplir la legalidad internacional y a restablecer la paz. No olvidemos que esa diferencia se basa también en valores: los valores de la Unión Europea.
No tenemos que descubrir el Mediterráneo. Tenemos el proceso de Barcelona y hay que usarlo a fondo. Tenemos que impregnar el conflicto de Oriente Próximo del espíritu del proceso euromediterráneo, de la cooperación, de la solidaridad, del diálogo entre culturas y entre pueblos para establecer la paz y mantenerla.
Parte de ese proceso es la Asamblea Parlamentaria Euromediterránea. Tendré el honor de participar en la delegación que va a enviar a la zona, presidida por la señora Saïfi. Y es un logro que tenemos que subrayar. Tenemos que defender la democracia en el Líbano y también tenemos que ser capaces de impulsar una nueva Conferencia Internacional, basada en el espíritu de la Conferencia de Madrid, que fue un éxito.
Elizabeth Lynne (ALDE). – (EN) Señor Presidente, el hecho de que el Consejo de Ministros no pudiera exigir un alto el fuego inmediato significó que nos quedábamos de brazos cruzados y permitíamos que se destruyera la infraestructura del Líbano y que más de mil personas civiles murieran tanto en el Líbano como en Israel, para no hablar de las bombas de racimo que comportarán aún más muertos.
La culpa de este fracaso la tiene directamente el Gobierno británico, y Tony Blair en particular. ¿Qué ha conseguido con su fidelidad de perrito faldero a George Bush? Aparte de una destrucción sin sentido de bienes y vidas, ha causado un despecho aún mayor de la comunidad musulmana. Y todavía tiene la desfachatez de decir que no cree que eso comporte nuevos ataques terroristas. Si estoy enfadada, y las personas como yo estamos enfadadas, por lo de Iraq y ahora el Líbano, ¿qué tipo de argumentos ofrece a las personas que pretenden aleccionar a los jóvenes musulmanes marginados? Nada –repito, nada– justifica un acto terrorista, pero Tony Blair debe darse cuenta de que sus acciones le hacen culpable.
Angelika Beer (Verts/ALE). – (DE) Señor Presidente, señor Presidente en ejercicio del Consejo, en general estoy de acuerdo con usted y pienso que ha guiado a Europa, a esa Europa a la que todavía le falta una Constitución, muy bien a través de la crisis. Ha dicho que no puede haber una solución militar o unilateral para ninguno de los continuos conflictos de la región, y, aunque estoy de acuerdo con usted, quisiera añadir que también tenemos que hablar de Irán en ese contexto.
Si queremos impedir el rearme de Hezbolá, si queremos impedir que la amenaza de Rumsfeld se convierta en realidad después de la expiración del plazo –él pensaba que podía haber una nueva guerra–, si queremos evitarlo, los europeos debemos reanudar las negociaciones con Irán respecto a una solución del conflicto nuclear y también sobre la finalización de su apoyo a Hezbolá. Creo que se lo debemos a Israel, pero también a toda la región de Oriente Próximo. Y para ello se requiere el coraje de superar la barricada estadounidense y decir, muy claramente: la solución es simple, no podemos considerar la suspensión del enriquecimiento nuclear, al menos de momento, como condición previa, sino que precisamente es nuestro objetivo. Y no podemos exigirla como condición previa a las negociaciones; más bien debemos negociar para conseguir nuestro objetivo. Esta es la forma de proceder. Si los europeos podemos conseguirlo juntos, entonces creo que realmente tendremos una solución pacífica para toda la zona de Oriente Próximo.
Bogdan Klich (PPE-DE) – (PL) Señor Presidente, la opinión pública europea ha reaccionado con satisfacción ante la rápida y poco burocrática respuesta de la UE a los acontecimientos del Líbano. Fue la decisión del Consejo de enviar un fuerte contingente de siete mil hombres al Líbano lo que salvó la misión de la FPNUL. Asimismo, las porciones de ayuda humanitaria que la Comisión proporcionó también salvaron nuestra imagen en dicho país. Esas acciones nos darán la oportunidad de convertirnos en un actor importante en Oriente Próximo, en vez de quedarnos al margen, como ocurrió durante la crisis de Iraq.
Para que así pueda ocurrir a corto plazo, lo más importante, en mi opinión, es preparar y dirigir de forma adecuada la misión de la FPNUL. Hasta hace poco no era una misión difícil y el mandato de las fuerzas era limitado. Pero ahora la misión debe ser bastante más amplia, lo que significa que será peligrosa sobre todo para nuestras tropas sobre el terreno. Tareas como aislar a los terroristas de Hezbolá de las fuentes de armamento o desarmar al grupo plantean una gran amenaza para el contingente militar.
En segundo lugar, a medio plazo, el Líbano necesita ayuda financiera, que debe fluir a mayor escala. Es necesario para reconstruir la infraestructura, para consolidar las instituciones democráticas y modernizar y desarrollar las fuerzas de seguridad libanesas. Para poder conseguirlo, necesitamos hacer uso de nuestro poder atractivo (soft power), en concreto del poder de la tesorería de la UE.
En tercer lugar, a largo plazo, hace falta una solución de paz global para toda la región. Esto significa entrar en un diálogo serio con Siria y unas negociaciones satisfactorias con Irán en relación con su programa nuclear. Pero también es necesario un verdadero acuerdo entre Israel y los palestinos porque esa es la clave de la estabilidad en Oriente Próximo. Sin ese diálogo la región seguirá siendo un punto álgido.
Jo Leinen (PSE). – (DE) Señor Presidente, debemos mirar adelante, pero también vale la pena mirar atrás para ver cómo se ha gestionado la crisis del Líbano.
Aunque el resultado conseguido por el compromiso europeo es aceptable, la forma como se ha conseguido ese resultado no lo es tanto. Durante semanas no hemos visto más que confusión, y los debates se celebraban en las capitales de cada país, pero no en la capital europea, en Bruselas. Mantengo que es gracias a la Presidencia finlandesa y al Gobierno italiano que Europa ha escapado por poco de la vergüenza. La zona de la crisis forma parte de nuestra vecindad, y por lo tanto tenemos una responsabilidad especial.
Es muy bonito oír decir a la Comisaria Ferrero-Waldner que la UE está dispuesta a ofrecer ayuda humanitaria y práctica inmediatamente. La cadena de responsabilidad en ese sentido es evidente, dado que tenemos mecanismos y métodos para ello. Pero cuando se trata de ayuda política y militar, no hay nada claro. Existe un gran vacío, una gran deficiencia, y se ha tardado siglos en coordinar las cosas. También quiero decir que esa crisis ha demostrado claramente una vez más el precio que pagamos por la falta de Constitución. Necesitamos nuevos instrumentos, un Presidente del Consejo que pueda convocar a los Jefes de Estado o de Gobierno, un ministro de Asuntos Exteriores europeo que pueda hacer uso de su poder operativo, un servicio de Asuntos Exteriores que pueda reunir información sobre el terreno, y un grupo de Estados miembros que, mediante una mejor cooperación, pueda actuar en nombre de la UE.
Debemos mirar hacia adelante. Yo diría también: ahora tenemos una oportunidad de convertirnos en algo más que donantes financieros, y ser también actores políticos en Oriente Próximo. Europa tiene algo que aportar. La CSCE o Conferencia de Madrid debe ser ahora el modelo para la fase siguiente. Hemos puesto fin a la Guerra Fría: y tiene que ser posible también en Oriente Próximo.
Ignasi Guardans Cambó (ALDE). – (ES) Señor Presidente, si somos muchos los que vemos en este momento una oportunidad para la Unión Europea, no es solo por convicción europeísta, que también. Es que solo cuando la Unión Europea habla y actúa con una sola voz y a la altura de su peso en el mundo, a la altura de sus compromisos, puede ser realmente eficaz. Si no, no lo es.
Por eso, tenemos la obligación histórica de aprovechar este momento, con los instrumentos que tenemos, si bien es cierto que no son todos los que deberíamos tener. Es la hora de la política, la hora de poner todo el peso de la Unión Europea y su autoridad moral en la búsqueda de una solución que garantice la seguridad de Israel sin que el precio a pagar sea la vida y la libertad de sus vecinos. Es la hora de la unidad europea para exigir el fin de la ocupación, para apoyar la autoridad de las Naciones Unidas también sobre el Estado de Israel, que, por cierto, le debe a las Naciones Unidas su propia existencia. Es la hora de la unidad en la acción militar en el seno de la FPNUL que, si acaba siendo auténticamente europea, y hay instrumentos para que lo sea, sin necesidad de una Constitución, ganará en legitimidad y en peso político.
Ojalá que de esta miserable guerra pueda salir una paz duradera.
Rodi Κratsa-Τsagaropoulou (PPE-DE). – (EL) Señor Presidente, señora Comisaria, señor Presidente en ejercicio del Consejo, los recientes trágicos acontecimientos del Líbano y la escalada de la situación en los territorios palestinos han puesto a la comunidad internacional cara a cara con los impasses de esa región tan vulnerable y sus repercusiones en la paz y la seguridad global.
Y ese hecho nos preocupa especialmente como europeos porque las repercusiones económicas, políticas o ecológicas de la crisis afectan directamente a los Estados miembros de la Unión, a la vez que perjudican al plan conjunto de paz, seguridad y prosperidad en la zona y la creación de una zona de libre comercio antes de 2010.
Por lo tanto Europa tiene razones vitales para buscar la paz y el desarrollo en la zona. Su intervención debe empezar a ejercer una mayor influencia para una situación pacífica de esos problemas.
Los acontecimientos de esa región nos indican una vez más la naturaleza compleja y multifacética de la situación, algo que la Unión Europea, debido a su proximidad y sus asociaciones y vínculos históricos con los Estados de la región, conoce mejor que otras fuerzas.
Así, hoy, a pesar de sus puntos débiles, la Unión Europea está menos dividida de lo que estaba durante la crisis de Iraq y es más consciente de la necesidad de una acción conjunta. Y lo está demostrando con su intención de aplicar la resolución del Consejo de Seguridad, la necesidad de aclarar el contenido y el papel de la fuerza de mantenimiento de la paz y su participación en esa fuerza.
También debe trabajar para invertir de forma inmediata el aislamiento del Líbano, con el fin de que su intervención política, humanitaria y de desarrollo sea más efectiva. Además, debe apoyar al Gobierno libanés, que se ha visto perjudicado tanto por los recientes acontecimientos como por la prolongada ocupación de Siria y, a la vez, consolidar las instituciones democráticas y la evolución del sistema político hacia un sistema popular en el que las fuerzas creativas se vean liberadas de límites religiosos poco tolerantes y puedan operar basándose en los partidos y las declaraciones.
Una política y un desarrollo social de este tipo también harán que Hezbolá, que sigue siendo un mito y un misterio, se acerque más a la «libanización», la transparencia y la participación para poder resolver los problemas.
Béatrice Patrie (PSE). – (FR) Señor Presidente, Señorías, tras el conflicto del verano de 2006 que ensangrentó el Líbano, estamos de acuerdo en que se presenta una ocasión histórica para que la Unión Europea desempeñe un papel capital en la compleja partición de Oriente Próximo. Nuestro plan de trabajo tiene varios objetivos. En primer lugar, convencer a la comunidad internacional y a todos los protagonistas de la región de que ninguna solución violenta –incluida la solución militar– es viable para garantizar de forma duradera la paz, la estabilidad y la prosperidad en Oriente Próximo, ya sea en el Líbano, en Palestina o en otras partes.
En segundo lugar, encabezar la promoción de una solución política global para la región y decir claramente que una solución independiente de los distintos conflictos regionales no tiene sentido. A este respecto, preconizamos una conferencia internacional, que deberá reunir necesariamente a todos los agentes regionales, incluido Irán y su difícil expediente nuclear, incluida Siria, con la que tendremos que reanudar la negociaciones de asociación, pero sin renunciar a nuestras exigencias democráticas. Tampoco podremos ignorar indefinidamente a las fuerzas políticas llegadas al poder a través de elecciones que nosotros mismos consideramos democráticas, en Palestina o en el Líbano.
Por lo que se refiere concretamente al Líbano, debemos comprometernos firmemente en su reconstrucción, obtener sin demora el levantamiento del embargo, reconstruir las infraestructuras y las casas destruidas, retirar las minas que amenazan a diario la seguridad de los libaneses e impiden el cultivo de un tercio de las tierras del país. No son solo objetivos financieros, sino objetivos políticos de la Unión Europea. No abandonemos la reconstrucción exclusivamente en manos de Hezbollah y otro Qatar.
Por último, concluyo, tenemos que apoyar a los demócratas y las fuerzas políticas progresistas libanesas. Sepamos apoyar, como en la primavera de 2005, la determinación de los libaneses de tomar en sus manos su destino colectivo. Este verano, han demostrado que tienen capacidad para ello.
(El Presidente interrumpe a la oradora)
Sajjad Karim (ALDE). – (EN) Señor Presidente, empezaré citando un artículo publicado por Gideon Levy en Haaretz el 3 de septiembre de 2006. Dice: «Gaza ha sido ocupada de nuevo. El mundo debe saberlo (...). Su situación es peor que nunca. Desde (...) el estallido de la guerra del Líbano, las Fuerzas de Defensa Israelíes han arrasado Gaza –no hay otra palabra para describirlo– matando y destruyendo, disparando y lanzando bombas, indiscriminadamente.
«Nadie piensa en crear una comisión de investigación; esta cuestión ni siquiera está en el orden del día. Nadie pregunta por qué se hace, y quién lo ha decidido. Pero amparadas en la sombra de la guerra del Líbano, las FDI han vuelto a sus antiguas prácticas en Gaza, como si la retirada no hubiera tenido lugar.»
Y ahora hablaré de la guerra del Líbano. ¿Seguro que nuestras manos están limpias? ¿No pidió nuestro Consejo de Ministros un cese de las hostilidades en vez de un alto el fuego? ¿No sabían que el único resultado posible era un baño de sangre? Acepto la responsabilidad de mi país al respecto. ¿Basta con enviar sábanas y vendas después de haberles facilitado primero el suministro de las armas que han causado las heridas? ¿Era totalmente imprevisible que Israel tomaría medidas contrarias al Derecho internacional aplicando una política de castigo colectivo? ¿No era de esperar que Israel aprovecharía la oportunidad para volver a entrar en Gaza? Muchos colegas hablan de terror, pero ¿no es cierto que la mano de los extremistas ha sido considerablemente…?
(El Presidente interrumpe al orador)
Vito Bonsignore (PPE-DE). – (IT) Señor Presidente, Señorías, agradezco al Presidente del Consejo y a la Comisaria Ferrero-Waldner toda la información que nos han facilitado. No le oculto, señor Presidente, mi sentimiento de frustración, como diputado a este Parlamento, al constatar una vez más la incapacidad de la Unión Europea para actuar con la rapidez, firmeza y autoridad que las circunstancias exigen.
En la región mediterránea hemos puesto en marcha una política de cooperación que no es solo económica o comercial, sino que también debe ser política. Apoyo su orientación, señora Comisaria, y el papel más incisivo que se ha adoptado.
Italia y Francia han promovido una iniciativa importante: aunque sin duda la Unión Europea no tiene aún una capacidad diplomática y militar propia, existe un amplio margen de maniobra para asumir el liderazgo en muchos de los asuntos de la región.
La Unión Europea debe ser mucho más incisiva si desea encontrar una solución que aporte estabilidad a la región y afanarse por ayudar a la autoridad democrática libanesa a reforzar su estructura institucional y la organización del Estado. Para asegurar una verdadera soberanía y una verdadera independencia, debe aportar ayuda humanitaria y recursos, debe garantizar que nuestras instituciones mantengan en el Líbano una presencia diplomática muy cualificada y debe activar los acuerdos de asociación con el Líbano y con Siria. A este respecto, el Consejo debería decirnos por qué nunca ha firmado el acuerdo con Siria, pues consideramos muy importante el papel de Siria en la región.
El Parlamento Europeo debería tomar las iniciativas oportunas para concretar el diálogo entre la Unión Europea y el Líbano. Queda después el problema sin resolver desde hace tantos años de los muchos refugiados apátridas que hay en el Líbano, que viven en condiciones de emergencia y constituyen una peligrosa fuente potencial de actividades de desestabilización. Hay que encontrar una solución política para ellos.
Por último, he de mencionar la conferencia propuesta por el Consejo: la conferencia de paz es una ocasión importante que debe aprovecharse en el momento oportuno, y el Parlamento Europeo sin duda no dejará de apoyarla.
Genowefa Grabowska (PSE) – (PL) Señor Presidente, no hay una solución militar al conflicto del Líbano. Esas palabras de la resolución conjunta que ahora se debate inspiran una verdadera alegría y esperanza.
En el pasado, muchos países utilizaban la guerra como medio de mejorar su prestigio y su poder en el terreno de juego internacional. Pero esos tiempos han quedado atrás. Las palabras de Von Clausewitz, un general prusiano, de que «la guerra no es más que una continuación de la política con otros medios» están ahora en el cubo de la historia. Y así lo confirma la Carta de las Naciones Unidas, que prohíbe el uso de la fuerza para resolver los conflictos internacionales, el uso de la agresión y la violación de la soberanía de otro Estado. Por ese motivo la entrada de las tropas israelíes en el Líbano fue un incumplimiento del Derecho internacional. Agravó el conflicto existente, y desató la reacción armada de Hezbolá.
Es una buena cosa que el Parlamento Europeo preste una atención especial a la dimensión humanitaria de ese conflicto, y que pida a las partes en guerra que liberen a los rehenes, que se trate a la población civil con humanidad, y que se cumpla la Convención de Ginebra de 1949. El conflicto libanés está teniendo lugar cerca de nosotros, prácticamente en el umbral de nuestra puerta. Enviando tropas de la UE y proporcionando ayuda humanitaria, Europa ha desempeñado ya un papel importante. Como agente activo, la UE tendrá una verdadera oportunidad de realizar una contribución significativa para resolver ese conflicto. Y es a través de esa acción que la Unión Europea crea su propia política exterior común, como se describe con detalle en la Constitución europea. Y es por ese motivo, y no otro, que necesitamos desesperadamente una Constitución europea.
Vittorio Prodi (ALDE). – (IT) Señor Presidente, señora Comisaria, señor Presidente en ejercicio del Consejo, Señorías, el unilateralismo ha demostrado hace tiempo todas sus limitaciones. Por fin, la Unión ha tomado la iniciativa y promovido una valiente intervención junto con las Naciones Unidas. Esto ha permitido ganar un poco de tiempo para resolver el conflicto. El contexto es por supuesto todo Oriente Próximo, pero la prioridad sigue siendo la relación entre Israel y Palestina, que es por donde debemos empezar.
La Unión ha demostrado la validez del planteamiento basado en la interacción positiva entre culturas diferentes, la primacía de la política y la negativa a usar la fuerza. Precisamente estos valores nos han permitido vivir durante dos generaciones sin guerra en Europa.
La Unión Europea puede y debe promover en el mundo los mismos principios y el mismo enfoque multilateral transparente con vistas a prevenir conflictos mediante el diálogo político. Por todos estos motivos, en este momento me siento orgulloso de ser europeo y más aún de ser italiano, dado el papel que ha desempeñado mi país en este contexto.
Charles Tannock (PPE-DE). – (EN) Señor Presidente, el reciente conflicto entre Israel y Hezbolá es una tragedia para Israel y para el Líbano. Desde hace un tiempo, muchos de nosotros venimos defendiendo que la UE declare a Hezbolá organización terrorista. Es obvio que Hezbolá subestimó gravemente las consecuencias al decidirse a matar a ocho soldados y secuestrar a otros dos en el norte de Israel. Su jefe, Hasán Nasralá, así lo ha reconocido.
Hezbolá tiene que explicar por qué su provocación deliberada ha causado tanto daño a la infraestructura libanesa y ha provocado la muerte de tantos civiles libaneses. En parte esto se debe a su vergonzosa táctica de usar escudos humanos para lanzar cohetes desde zonas pobladas por civiles. Israel también parece haber cometido el error de creer que el dominio aéreo bastaría para derrotar a Hezbolá, ya que habrían sido necesarios más soldados sobre el terreno. Es evidente que la inteligencia israelí subestimó el grado de instrucción y el equipamiento de Hezbolá, en particular las sofisticadas armas antitanque y antibuque de fabricación rusa. Ahora Rusia debe explicar cómo es posible que sus armas acabaran en manos de una milicia fundamentalista islamista.
Lo que más me preocupa ahora, tras la resolución 1701 del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, es quién va a desarmar a Hezbolá. Señora Comisaria, ¿qué medidas de seguridad se han puesto en marcha para impedir que los millones de euros de la UE para la ayuda y la reconstrucción se desvíen a las arcas de Hezbolá a través de una de sus llamadas instituciones benéficas? Recordamos todas las acusaciones de corrupción que hubo en el pasado cuando la UE destinaba ayuda presupuestaria directa a la Autoridad Palestina bajo Arafat. También quiero saber qué va a impedir que las tropas de países musulmanes que no reconocen el Estado de Israel, como Malasia y Bangladesh, hagan la vista gorda ante el rearme de Hezbolá.
Por último, creo que ha llegado la hora, en el camino hacia la paz, de que alejemos a Siria, que tiene un régimen brutal pero racional y secular, del Irán teocrático y fundamentalista. La UE podría ofrecer importantes ventajas comerciales y ayuda a Siria para que vuelva a la mesa de negociaciones con Israel.
PRESIDENCIA DEL SR. DOS SANTOS Vicepresidente
Richard Howitt (PSE). – (EN) Señor Presidente, quiero comenzar respondiendo a la última intervención. Me pregunto qué pensarán los musulmanes de Gran Bretaña y de toda Europa cuando los conservadores británicos dicen que no podemos fiarnos de que las tropas de los países musulmanes hagan su trabajo dentro de una fuerza de las Naciones Unidas.
Al igual que otros oradores que han intervenido en este debate, creo que solo pueden evitarse nuevas crisis en el Líbano y en otros países de la región si el debate se centra de nuevo en una paz justa entre Israel y el pueblo palestino. Mientras proseguía el conflicto en el Líbano, la atención internacional hacía caso omiso de los cohetes que se disparaban desde Gaza y los 250 ataques aéreos, los 1 000 proyectiles de artillería y los 200 homicidios perpetrados entre sus habitantes. ¿Estaba justificado cortar el suministro eléctrico a la mitad de la población de Gaza, cerrar prácticamente todas las escuelas e incluso impedir que los pescadores salieran a la mar? Las Naciones Unidas han calificado Gaza de bomba de relojería cuya población vive en una jaula.
A veces un momento de crisis pone las cosas en movimiento: la declaración de Hezbolá en que admite que no había planeado ni previsto el conflicto, la iniciativa de los prisioneros, el posible Gobierno de unidad nacional en Palestina y el reconocimiento por parte de los políticos y de la opinión pública de Israel de los fracasos del unilateralismo presagian un intento diplomático de volver a una solución negociada.
Hoy tenemos un mapa de carreteras pero no hay nadie en el coche. Europa, que ha hecho tanto en el ámbito de la ayuda humanitaria al Líbano, de la evacuación de personas inocentes y del envío de tropas de mantenimiento de la paz, tiene que buscar ahora sin descanso este diálogo político. Necesitamos renovar el diálogo con el mundo árabe para apoyar las resoluciones de las Naciones Unidas y reconocer no solo los resultados electorales, sino también sus consecuencias. Tenemos que recurrir a intermediarios, como Turquía, para facilitar ese diálogo y acelerar la ayuda temporal al pueblo palestino.
Cecilia Malmström (ALDE). – (SV) Señor Presidente, estamos de lo más agradecidos a la Presidencia finlandesa por haber intentado mantener a la UE unida en este tema tan difícil, pero todavía nos queda mucho camino por delante antes de conseguir una política exterior europea común. Si la UE quiere tener una influencia política duradera en la región, necesitamos en concreto una estrategia política, una especie de Plan Marshall democrático para toda la región, que en realidad es la región menos libre de todo el mundo.
Por supuesto, debemos ayudar a desmilitarizar y neutralizar Hezbolá. Damasco y, sobre todo, Teherán, tienen la clave de este proceso y hay que realizar un trabajo extensivo desde esas ciudades. Debemos encarrilar de nuevo el proceso de paz entre israelíes y palestinos, preferiblemente con la conferencia de que han hablado algunos de mis colegas. Tener dos estados democráticos vecinos es la única forma de conseguir paz y estabilidad en la región. Y junto con todo esto, también hay que tener una fe consciente, sistemática y prolongada en todas las fuerzas democráticas de la región en conjunto si queremos conseguir resultados.
Antonio Tajani (PPE-DE). – (IT) Señor Presidente, Señorías, por fin Europa ha hecho oír su voz y ha sido capaz, aunque con algún retraso y no pocas dificultades, de desempeñar un papel activo y destacado en la crisis de Oriente Próximo.
Ahora bien, esto es tan solo un primer paso en la larga marcha que debe llevar a la Unión Europea, junto con las Naciones Unidas, los Estados Unidos y la Liga Árabe, a estabilizar una zona en la que tienen su origen todas las amenazas a la seguridad del mundo. La FPNUL es un instrumento; el objetivo final debe ser el nacimiento de un Líbano soberano y libre de influencias extranjeras, ejercidas en parte a través de Hezbolá.
Quisiera preguntar al Consejo y a la Comisión en qué punto se encuentra el desarme de la milicia armada que atacó a Israel. He de señalar que este Parlamento declaró el año pasado que existían pruebas irrefutables de actos terroristas por parte de Hezbolá y pidió por amplia mayoría al Consejo que tomara todas las medidas necesarias para poner fin a las actividades del grupo. A este respecto, Siria debe asumir sin vacilaciones un papel activo, contribuyendo a la interrupción del flujo de armas destinadas a los terroristas. En el marco de la protección de los derechos humanos, hay que confiar también a la FPNUL, a la que hacemos llegar nuestra solidaridad y apoyo, la tarea de proteger a la comunidad cristiana libanesa: no tiene culpa alguna, pero está atrapada entre las dos partes en conflicto.
Junto al objetivo libanés, deberíamos tener un propósito más amplio: la solución de la crisis israelo-palestina sobre la base de «dos pueblos, dos Estados», es la solución que puede cortar la hierba bajo los pies al terrorismo y al fundamentalismo islámico. Para alcanzar este objetivo, es necesario que Europa ejerza el liderazgo, pero ¿cómo puede la Unión ser portadora de paz sin una constitución que atribuya los poderes necesarios a quien debe llevar a cabo esta tarea?
Por consiguiente, el debate sobre la Constitución vuelve a estar sobre el tapete. En vez de un ejercicio para juristas, es la cuestión central, es decir, la cuestión de cómo exportar fuera de nuestras fronteras el principal resultado de 50 años de Europa: la paz.
Panagiotis Beglitis (PSE). – (EL) Señor Presidente, había pensado iniciar mi intervención de otra manera, pero ahora empezaré pidiendo a la señora Ferrero-Waldner que lea en la revista Le Point el artículo sobre las relaciones entre Israel y Palestina, sobre todo en lo que se refiere al grave problema de suministro de agua en los territorios palestinos ocupados debido a las prácticas ejercidas por Israel. La revista se refiere al apartheid impuesto por las autoridades israelíes a los palestinos en el tema del agua.
¿Qué ha hecho el Consejo durante todo este tiempo? En febrero pasado decidió congelar la ayuda financiera al pueblo palestino, mientras Israel sigue sin pagar la recaudación fiscal a la Autoridad Palestina sin que por ello reciba ninguna presión, sin que se haya tomado ningún tipo de medida por parte de la Unión Europea.
Creo, y es un reto para la Presidencia finlandesa, que la Unión Europea y el Consejo de Ministros debería tomar una decisión para levantar las sanciones económicas impuestas al pueblo palestino tan pronto como el Presidente Abbás forme el nuevo Gobierno nacional de unidad en Palestina. Eso constituirá un incentivo para el pueblo palestino, un incentivo para que las fuerzas moderadas de la reforma Palestina y las fuerzas de Hamás se integren pacíficamente en la vida democrática de Palestina.
Ioannis Kasoulides (PPE-DE). – (EN) Señor Presidente, al término de las hostilidades ha habido un amplio llamamiento a la Unión Europea para que dirija y aporte el grueso de la FPNUL, para que aplique la resolución 1701, para que desempeñe un papel protagonista en la ayuda humanitaria y la reconstrucción y para que aliente a las partes a que participen en el diálogo político.
No obstante, antes del cese de hostilidades no hicimos nada por adquirir protagonismo internacional. Tal vez hayamos llegado a una decisión unánime, pero no ha sido uniforme y ni el Consejo de Seguridad ni las partes beligerantes nos han escuchado. Si nos hubieran escuchado y los acontecimientos hubiesen ocurrido algunas semanas antes, los resultados militares sobre el terreno habrían sido exactamente los mismos, pero se habrían perdido menos vidas, habría habido menos destrucción, menos desplazados y menos Katyushas y bombas de racimo, junto con todo lo que suele llamarse «daños colaterales».
Tenemos que aprender las lecciones: ni el poderío militar ni los Katyushas o los Qasams pueden resolver los problemas, ni tampoco el unilateralismo; la UE y la ONU deben hablar con todas las partes, independientemente de si les gustan o las aprueban o no. Por ultimo, el Líbano necesita todo nuestro apoyo para consolidar su soberanía, porque se ha visto metido en una guerra por razones que no tienen nada que ver con el país como tal.
Pierre Schapira (PSE). – (FR) Señor Presidente, Señorías, se han dicho muchas cosas, pero me parece que la resolución que se ha sometido a votación es muy equilibrada. Presenta los hechos con cierto grado de detalle, pero sin pronunciar ningún juicio de valor, y evita así el escollo de tomar partido por uno u otro de los protagonistas.
Lamento que nuestra resolución reduzca las causas de la guerra isrealo-libanesa al conflicto israelo-palestino. No se puede abordar con unas pocas ideas simples la complejidad de Oriente Próximo, como solía decir el General De Gaulle, y este es el mensaje que en cierto modo quiero transmitir aquí.
Como todos nosotros, deseo que se resuelva el conflicto israelo-palestino, pero ¿creen de verdad que eso reabsorbería las tensiones interlibanesas y frenaría las ingerencias sirias y las ambiciones iraníes? ¿Y se desarmaría por ello Hezbolá?
Las hostilidades contra Hezbolá se han desencadenado a causa de la inseguridad y los sufrimientos crecientes de la población israelí de Galilea. Ahora bien, esa situación de amenaza permanente no ha sido alimentada únicamente por el conflicto israelo-palestino, sino, sobre todo, por los incesantes lanzamientos de cohetes sobre el norte de Israel por parte de Hezbolá.
Los miedos de Israel son tanto mayores cuanto que las milicias de Hezbolá están armadas por un poderoso Irán, cuyo Presidente democráticamente elegido no ha cesado de declarar su voluntad de borrar a Israel del mapa. Por tanto, hay que tomarlo en serio, cosa que por mi parte hago. Por consiguiente, pienso que no hay que mezclar las dos causas.
En el norte, el Líbano trata de recuperar su soberanía y despejar las ingerencias de sus distintos vecinos, mientras que Israel pretende garantizar su seguridad. En el sur se trata de crear un Estado palestino independiente, con fronteras seguras y que pueda coexistir en una paz duradera con su vecino, Israel.
Jana Hybášková (PPE-DE). – (EN) Señor Presidente, la dedicación durante toda mi vida a Oriente Próximo no me exime de mi responsabilidad. La situación es grave; estamos casi en vías de restablecer un Califato islámico. En el sur del Líbano no nos enfrentamos a las milicias de un movimiento de resistencia, sino más bien a unidades especiales bien instruidas, dotadas y equipadas por los guardianes de la revolución iraníes. Reciben el material a través del aeropuerto internacional de Damasco. Ese ejército es probablemente mejor que cualquier otro ejército regular árabe. Por tanto, propongo que cerremos y sellemos la frontera sirio-libanesa y enviemos una misión de supervisión de la UE como la que se envió a Serbia y la República Srpska a mediados de los años noventa. Tenemos que controlar plenamente el aeropuerto internacional de Damasco. Necesitamos normas de intervención claras. Quiero preguntarle una cosa: ¿qué significa exactamente «ayudar al ejército libanés, desarmar a los grupos armados sin derecho a hacer uso de la fuerza?». Tenemos que apartar de inmediato a Siria de su alineación con Rusia y con los intereses rusos. ¿Qué podemos ofrecerle? Tenemos que hacer que los empresarios libaneses regresen a su país para aumentar la confianza de los inversores en su país, y hemos de impedir que Irán importe uranio de contrabando, pues de lo contrario la guerra regional se convertirá en un problema mundial.
(Aplausos)
Proinsias de Rossa (PSE). – (EN) Señor Presidente, a pesar de los esfuerzos de la Comisión y de las Naciones Unidas, resulta difícil mostrar optimismo en este oscuro período.
Israel, un Estado que se enorgullece de sus credenciales democráticas, ha lanzado con impunidad una guerra destructiva contra un vecino, ha luchado contra una democracia secular, ha destruido su infraestructura y matado a sus ciudadanos, en su mayor parte a civiles inocentes. También ha usado las inhumanas bombas de racimo. ¿Qué calificativo merece el bombardeo de Qana que no sea el de crimen de guerra? Sin embargo, Israel sigue manteniendo impunemente el bloqueo aéreo y marítimo sobre su víctima mientras ahoga la vida económica y política de Gaza, por no mencionar el asesinato de 200 palestinos al socaire de la guerra contra el Líbano.
No niego el papel maligno de Hezbolá en todo esto, ni tampoco –cosa que no se ha mencionado hasta ahora– la maligna influencia de los Estados Unidos al animar a Israel en su actuación.
Creo que Israel tendrá que pagar por la reconstrucción del Líbano. También tiene que liberar los fondos palestinos y someterse a una investigación internacional sobre sus acciones en el Líbano. Creo que una conferencia internacional de paz que no suponga un precio a pagar por el fracaso por parte de los protagonistas de Oriente Próximo no dará resultado ni tampoco echará a andar. Me refiero a un precio en términos de dinero, de comercio y de suministro de armas. A menos que haya que pagar un precio, los protagonistas no se sentarán a la mesa de negociaciones y no se pondrán de acuerdo.
Simon Coveney (PPE-DE). – (EN) Señor Presidente, corren tiempos de crisis en Oriente Próximo, pero quizá también es época de oportunidades. Europa se enfrenta a tres retos interrelacionados a este respecto. En primer lugar, la misión de mantenimiento de la paz e imposición de la paz por parte de la FPNUL en el Líbano.
Las fuerzas de las Naciones Unidas dirigidas por la UE tienen que garantizar que se cumpla la resolución 1701 de las Naciones Unidas y que, a través de la cooperación con las tropas y los dirigentes políticos del Líbano, se desarme a Hezbolá. La FPNUL II también debe garantizar que no se introduzcan más armas de contrabando al Líbano para rearmar a ningún grupo y que se respete la soberanía del Líbano en todo momento. La FPNUL II debe tener éxito. Muchas cosas dependen de ello y un fracaso tendría consecuencias desastrosas para la región en su conjunto y para Europa.
Sobre la cuestión del envío de tropas a FPNUL II, algunos países de la UE se han mostrado generosos hasta la fecha. Pero la mayoría de soldados provienen de los países más grandes de la UE y espero que en el futuro los países más pequeños también envíen tropas, en particular aquellos que ya poseen bastante experiencia en el mantenimiento de la paz en el Líbano. En ese sentido, sigo pidiendo a mi Gobierno de Irlanda que al menos ofrezca tropas, aunque sea un número reducido, porque creo que pueden desempeñar un papel positivo.
El segundo reto es ayudar a la reconstrucción del Líbano tras la devastación del verano. La UE ya está respondiendo, pero debemos darnos cuenta de que tenemos una oportunidad, que al reconstruir la infraestructura del Líbano también podemos aumentar la reputación de la UE en la región, así como en la mente de los libaneses.
El tercero es el reto político más amplio de proporcionar estabilidad en Oriente Próximo en general. Para ello tenemos que agarrar el toro por los cuernos y avanzar en la solución del problema entre Israel y Palestina. La «Hoja de Ruta» política más amplia aún está sobre el papel, así que no necesitamos reinventar la rueda. Pero tenemos que encontrar maneras de generar un nuevo entusiasmo y aceptación de la «Hoja de Ruta» como el camino a seguir y, a este respecto, será necesario emprender la difícil tarea de colaborar con Siria.
Libor Rouček (PSE). – (CS) Señorías, he seguido con gran tristeza la trágica situación del Líbano en las últimas semanas. El Líbano ha avanzado con pasos de gigante desde el fin de la guerra civil en términos de derechos humanos y derechos de los ciudadanos, y ha construido y consolidado una sociedad civil y una democracia multicultural y multiétnica. También ha progresado muchísimo en la renovación económica. Pero, por desgracia, muchos de esos avances se han visto disminuidos o destruidos por el uso excesivo de la fuerza militar en el conflicto entre Israel y Hezbolá.
Creo firmemente que una de las condiciones para una paz sostenible en Oriente Próximo es la existencia de un Líbano independiente, fuerte y soberano, junto con la existencia de Israel y un Estado palestino. Sin embargo, en los últimos meses y años, ha quedado demostrado que el Líbano no puede conseguir ese objetivo por sí solo. Necesita ayuda de la comunidad internacional; necesita ayuda para la renovación económica; necesita ayuda para la consolidación de la democracia; necesita ayuda para el ejercicio de la autoridad estatal en todos sus aspectos, incluyendo la seguridad y los aspectos militares en todo el país. Solo de esa forma las instituciones electas del Estado libanés podrán desarmar el ala militar de Hezbolá e integrar al movimiento en la vida política del país. Quiero pedir al Consejo y a la Comisión que no decaigan en sus esfuerzos por ayudar al Líbano.
Patrick Gaubert (PPE-DE). – (FR) Señora Comisaria, señor Presidente del Consejo, Señorías, por lo que respecta al tratamiento del conflicto de Oriente Próximo, algunos representantes de las instituciones europeas han abogado recientemente por una solución global y estructural de los problemas de la región. El señor Brok ha declarado últimamente que una de las claves de una paz duradera en el Líbano reside en el desarme de Hezbolá y la vigilancia de la frontera sirio-libanesa para detener el tráfico de armas. Por último, uno de mis eminentes colegas ha dicho que no somos la Cruz Roja y que debemos desempeñar un papel político positivo. Estoy de acuerdo en todo ello.
En efecto, no se puede contemplar seriamente una solución global sin volver sobre el elemento que, desde 1948, ha dado origen a todos los conflictos que han ensangrentado la región: hablo de la negativa a reconocer el derecho a la existencia de Israel. Es indispensable tener esto presente, so pena de confundir causa y consecuencia. Hoy, este mensaje de odio es transmitido por Irán, por Siria, que es su repetidor, y por Hezbolá, que es su brazo armado, declarando a la cara de la comunidad internacional su voluntad de borrar del mapa a un Estado soberano y a su pueblo. Tenemos el deber de aliviar humanamente la desdicha de poblaciones que son rehenes de la acción terrorista de Hezbolá.
Nuestro compromiso debe ser equilibrado, para que podamos desempeñar el papel político positivo que nos corresponde. El equilibrio no reside en la estigmatización unilateral y sistemática de una sola parte del conflicto, en este caso Israel. El equilibrio pasa necesariamente por situar ante sus responsabilidades internacionales a los promotores de guerras, Siria e Irán. Se lo debemos a dos Estados, el Líbano e Israel –con los que mantenemos relaciones amistosas– y se lo debemos a dos pueblos, el pueblo israelí y el pueblo libanés, que son nuestros amigos y que solo aspiran a vivir en paz.
Expreso por tanto el deseo de que la misión parlamentaria que visitará próximamente la región sea portadora de este deseo de equilibrio y pueda contribuir activamente a la búsqueda de una solución pacífica entre los hombres de buena voluntad de la región, para afirmar nuestra intransigencia con la intolerancia y los mensajes de odio, al mismo tiempo que manifestamos lo que nos une como seres humanos.
Edith Mastenbroek (PSE). – (EN) Señor Presidente, quiero comenzar diciendo que apoyo plenamente la intervención de mi colega, el señor Howitt.
Ya se ha dicho que la violencia y el unilateralismo no pueden ser una respuesta a los problemas de Oriente Próximo. La historia lo demuestra: Israel se retiró del Sinaí en el contexto de un acuerdo de paz negociado y de Arava en una paz negociada con Jordania. Israel se retiró del sur del Líbano y de Gaza unilateralmente sin acuerdos. Con eso lo digo todo.
La UE tiene ahora la oportunidad de demostrar que nuestro enfoque es correcto, pero será difícil vender esa idea.
Podría compartir con ustedes muchas historias personales de amigos palestinos y de su sufrimiento por vivir bajo la violenta ocupación israelí, pero quiero contarles la historia de un amigo israelí. Se llama Renan. Es pinchadiscos. No quiere luchar, solo quiere bailar. Está totalmente en contra de la ocupación y siempre va a la cabeza de cualquier manifestación por la paz en Israel. Yo estaba allí cuando recibió una llamada de las FDI diciéndole que se preparara para el combate. Estaba conmocionado y asustado, pero dijo: «¿Qué esperas que hagamos? Hezbolá lleva años bombardeando Haifa y Natanya. ¿Cómo vamos a confiar en Europa si no estáis dispuestos a llamar a eso terrorismo?»
Nuestra resolución habla de las causas profundas del problema que hay que abordar. Permítanme que intente definir la raíz del problema en palabras de Daniel Levy, coautor de la Iniciativa por la Paz de Ginebra. Él ha dicho que la causa palestina, la injusticia de la ocupación, la hipocresía de los Estados Unidos y del mundo occidental son un motivo de queja para millones de personas en todo el mundo. Algunos usan y abusan de ello y seguirán haciéndolo hasta que se resuelva el conflicto.
Para conseguir resultados en la región necesitamos la confianza de los ciudadanos de a pie. Solo podemos ganarnos esa confianza abordando con coherencia la raíz del problema, y solo podemos ganarnos la confianza de mi amigo Renan si estamos dispuestos a decir alto y claro que Hezbolá es un grupo radical que abusa de la causa palestina para reforzar su posición como amenaza a la democracia en el Líbano y como amenaza a los israelíes de a pie.
Zbigniew Zaleski (PPE-DE) – (PL) Señor Presidente, Comisaria Ferrero-Waldner, quisiera plantear brevemente tres cuestiones. La primera se refiere a la valoración común de la reacción de Israel a las acciones provocativas y vergonzosas de Hezbolá. Fue una reacción totalmente desproporcionada al secuestro de dos soldados y que me recuerda las guerras de los troyanos para liberar a la bella Helena. Hay muchos ejemplos de secuestros y soluciones políticas en el mundo. Es difícil apoyar la reacción de un Estado cuya existencia es reconocida en general por la mayor parte de la comunidad, exceptuando algunos Estados fundamentalistas, cuando ese Estado ha demostrado ahora que es un agresor militar. Es difícil de aceptar incluso para los aliados de Israel, como hemos escuchado de algunos miembros importantes de esta Cámara.
En segundo lugar, ¿es totalmente cierto que no sabíamos que Hezbolá se había armado de nuevo con varios miles de lanzadoras de cohetes Katyusha? No pueden haberlo conseguido en una semana. Han debido tardar meses o incluso años. ¿Dónde estaban los observadores internacionales? Si hubiera habido el conocimiento y la voluntad pertinentes, creo que habría sido posible tomar medidas preventivas. Ahora hemos empezado a actuar reservando grandes sumas de dinero para reparar los daños, pero ¿no es demasiado tarde? Al fin y al cabo, no podemos devolver la vida a los muertos, a los niños, a los civiles.
Y ahora la cuestión final, señora Comisaria. Este conflicto se está prolongando porque es parte de un denominado legado social, y puede durar aún mucho tiempo más. Para crear la oportunidad de una solución positiva con dos Estados, Palestina e Israel, ambas partes deben prepararse a fondo para una solución de este tipo mediante la educación adecuada, ya a partir de la escuela primaria. Esa preparación puede crear una base social que permita en el futuro tomar con mayor facilidad decisiones políticas basadas en el compromiso. Quizás la próxima generación, los niños y jóvenes de hoy, llegue a tomar la decisión que nosotros consideramos que es la única solución posible.
Jamila Madeira (PSE). – (PT) Señor Presidente, en 2005 se cumplió el décimo aniversario del proceso de Barcelona, un proceso relativamente largo con el que se pretendía establecer unos vínculos sólidos con el otro lado del Mediterráneo. Antes, en esta Cámara, yo misma les ofrecí una optimista perspectiva general de sus ambiciones, del conjunto del proceso y de la vía de confianza que se había labrado hasta entonces.
Sin embargo, como miembro de esta Cámara, impulsora del proyecto europeo y defensora acérrima del Derecho internacional, fue extremadamente difícil observar sin alarma la forma como la mayoría de las instituciones europeas seguía los acontecimientos que han tenido lugar este verano.
Hasta junio, el Líbano era una de las democracias más prometedoras del Mediterráneo, política y económicamente hablando, y era capaz de seguir progresando. El país era también unos de los principales receptores de fondos de la UE en concepto de ayuda para su reconstrucción y desarrollo. Pero hoy el Líbano tiene que empezar de nuevo desde cero, todo está otra vez por hacer, hay que reconstruirlo todo, al menos lo que se puede rehacer y reconstruir con euros y cemento. ¿No habríamos podido hacer nada antes? Cuando vimos que se desplegaba el conflicto entre Israel y Palestina, ¿no tendríamos que haber actuado en seguida? Cuando vimos que a los diversos observadores internacionales de las elecciones palestinas se les retiraba la autorización, que se violaba reiteradamente la inmunidad diplomática y parlamentaria y que se retenía a unos parlamentarios y ministros legítimamente elegidos, ¿no deberíamos haber tomado medidas? ¿No será que nuestra relativa indiferencia en aquellos momentos y nuestra inadecuada respuesta tienen alguna responsabilidad en el conjunto de la situación?
Estoy segura de que Europa no hizo todo lo que pudo para prevenir esta situación y no tomó las medidas necesarias para convertir las palabras en acciones reales. No debemos cometer de nuevo los mismos errores y después del debate de hoy eso está claro para todos los oradores. El papel de la UE en este proceso es vital y demuestra una vez más que la fuerza política de la UE es esencial para el equilibrio y la estabilidad mundial.
Vytautas Landsbergis (PPE-DE). – (LT) Señor Presidente, no son incidentes aislados los que estamos presenciando en Oriente Próximo, sino más bien un amplio panorama de crisis con un impacto global. Cuando discutimos e incluso criticamos los esfuerzos de los Estados Unidos para erradicar la tiranía y apoyar la democracia en Iraq y en otras partes, no debemos ignorar los juegos de Rusia y China en la región, que pueden acabar fácilmente transformando la zona en el cráter candente de una guerra terrorista mundial.
Todo apunta hacia esa amenazante dirección. Bajo los auspicios de Rusia, Irán se está convirtiendo en un agente agresivo importante en una región que es de máxima importancia para la humanidad. La expansión política de Irán tiene ahora como objetivo impedir la democracia en el Líbano y Siria, la estabilidad en Iraq y la paz en Palestina. El régimen iraní está desviando la atención de las Naciones Unidas y de la UE y pretende ganar tiempo para su principal objetivo: la hegemonía nuclear en Oriente Próximo. No es probable que la utopía de la no proliferación de armas nucleares llegue a materializarse. La página siguiente de la historia dirá que las organizaciones terroristas toman el poder en las elecciones: Hamás y Hezbolá ya forman parte de Gobiernos de Estado y nadie se atreve a pedir a los ministros de Hezbolá en el Líbano que elijan entre trabajar para un Gobierno democrático o para una organización terrorista. Al contrario, las Naciones Unidas están negociando con Hezbolá; y seguramente después seguirán las negociaciones con Al Qaeda.
Una gran parte de nuestros problemas surgen de nuestro miedo a luchar unidos para defendernos del mal; pero, es demasiado tarde para rendirse. Israel ha quedado solo en su lucha desesperada. Las democracias occidentales no han demostrado ninguna iniciativa, todavía se están defendiendo sin ninguna estrategia y, por lo tanto, pierden. Ha llegado el momento de que Europa despierte.
Antonio Tajani (PPE-DE). – (IT) Señor Presidente, Señorías, solo quiero anunciar que al término de la entrevista con el Secretario General de las Naciones Unidas, Kofi Annan, el Primer Ministro israelí ha anunciado que Israel levantará el bloqueo aéreo y naval del Líbano mañana a las 17.00 horas.
Geoffrey van Orden (PPE-DE). – (EN) Señor Presidente, en las últimas semanas ha sido difícil ser optimista, entre tantas pérdidas de vidas humanas y de desastres humanitarios en Oriente Próximo. Al menos los Estados árabes moderados han sido testigos de la catástrofe que organizaciones como Hezbolá pueden provocar con tanta facilidad, y el Líbano ha visto el efecto de tolerar un Estado dentro de un Estado. Quizás ahora haya más simpatía por la preocupación de Israel de asegurar que Palestina no se arraigue como otro Estado terrorista y como una base para una guerra perpetua contra el pueblo de Israel.
Sería una trágica oportunidad perdida que la FPNUL se convirtiera únicamente en espectador mientras que Hezbolá se prepara para sus próximos ataques en los próximos meses y años. Si la comunidad internacional no está decidida a desarmar a Hezbolá –y es una pena–, al menos deberíamos poder controlar e informar de las actividades de Hezbolá. El Consejo debe instar a los Estados miembros a que presenten declaraciones ante las Naciones Unidas con este fin.
La resolución 1701 exige que la FPNUL ayude al Gobierno del Líbano a proteger sus fronteras. Instamos al Gobierno libanés a que tome medidas enérgicas a este respecto.
Bogusław Sonik (PPE-DE) – (PL) Señor Presidente, la crisis Israel-Líbano ya no es uno de los típicos conflictos de Oriente Próximo a los que nos han tenido acostumbrados durante décadas. Marca claramente el principio de un nuevo conflicto global entre Irán y Siria, Hezbolá y Hamás, los suníes en Iraq y Al Qaeda por una parte y los Estados Unidos y sus aliados por otra.
Esto significa que necesitamos nuevas medidas políticas para resolver el conflicto en esa parte del mundo. Europa debe implicarse ahora en la resolución del conflicto de Iraq. Asimismo, la Unión Europea también debe buscar las formas de tratar con Afganistán. La amenaza global exige una respuesta conjunta de la Unión Europea, los Estados Unidos y la OTAN. Europa necesita una política exterior y de defensa común. Rusia tiene que decidir de qué parte está. Y Europa debe pedir con fuerza que se tome una decisión, tanto en relación con el programa nuclear de Irán como con los envíos de armamento a Siria. ¿Cómo consiguió Hezbolá armarse con armas rusas?
Erkki Tuomioja, Presidente en ejercicio del Consejo. (EN) Señor Presidente, quiero dar las gracias al Parlamento Europeo por este debate, que como siempre ha sido muy animado, interesante y pertinente, así como de temática muy amplia.
Para mí, el mensaje esencial ha sido que el Parlamento Europeo aprecia y apoya los esfuerzos del Consejo por poner fin al conflicto del Líbano, por supervisar la restauración de la soberanía libanesa y facilitar el regreso al proceso de paz en Oriente Próximo. En efecto, ustedes quieren que la Unión Europea haga aún más cosas; que sea más coherente, más eficiente. Como Presidente en ejercicio del Consejo, comparto ese deseo de que hablemos no solo con una sola voz, sino que se nos escuche en todos los sectores y que todas las partes nos tengan en cuenta.
En términos realistas, incluso en los mejores momentos, siempre habrá límites a lo que la Unión Europea puede hacer actuando sola. En efecto, como Comunidad comprometida con el multilateralismo efectivo, así debería ser. La UE no intenta actuar sola en este conflicto en Oriente Próximo. En el Líbano estamos trabajando con otros y tenemos que atraer a otros para que trabajen con nosotros. Ese es el papel de la Unión Europea, pero también hemos de tomar la iniciativa y demostrar liderazgo. También debemos recordar que nunca intentaremos actuar sin el consentimiento de las Naciones Unidas ni sustituirlas. Estamos allí para apoyarlas, para ayudarles a asumir sus responsabilidades. A este respecto, la Unión Europea ha podido cumplir esas expectativas.
También he leído con atención la propuesta de resolución del Parlamento sobre Oriente Próximo, y espero que se apruebe por unanimidad. Creo que se trata de una resolución muy buena, totalmente en línea con lo que hemos intentado hacer y seguiremos haciendo en el Consejo. Demuestra la capacidad de la Unión Europea y del Parlamento Europeo para centrarse en lo esencial y enviar un mensaje que inste a todos los implicados a comprometerse plenamente con el proceso de paz.
(Aplausos)
Paula Lehtomäki, Presidenta en ejercicio del Consejo. (FI) Señor Presidente, quiero abordar una vez más muy brevemente el aspecto humanitario de la cuestión, que también se ha debatido aquí. Hace algunas semanas, el Comisario Michel y yo visitamos la zona, y se hizo muy evidente que el sufrimiento era inmenso entre las personas civiles de ambos lados del conflicto. Es muy importante y valioso que la Unión Europea, es decir la Comisión y los Estados miembros conjuntamente, se comprometan ya desde el principio a proporcionar al Líbano un gran volumen de ayuda económica en esa crisis, tanto en términos de ayuda humanitaria de emergencia como para una pronta recuperación, que ahora ya está en marcha, así como para la reconstrucción a más largo plazo. En este sentido, deberíamos recordar que hemos recalcado en todas partes que la situación humanitaria también es muy grave en Gaza.
Es muy importante que el Gobierno libanés desempeñe un papel central y principal en el proceso de reconstrucción a largo plazo, que actúe como coordinador, y por ese motivo es bueno que se haya establecido una nueva unidad en la oficina del Primer Ministro Siniora para poner en marcha ese proceso de coordinación.
El proceso de reconstrucción también necesita un análisis profundo, y la Unión colaborará con el Líbano en ello. Debe quedar muy claro que la paz también es una condición previa esencial para mejorar la situación humanitaria y, también por ese motivo, necesitaremos una solución política integral y duradera para toda la gama de problemas que existen en esa región.
(Aplausos)
Benita Ferrero-Waldner, miembro de la Comisión. (EN) Señor Presidente, en primer lugar quiero dar las gracias a todos por este debate. Ha sido excelente y nos ha dado mucho apoyo. Casi todo el mundo ha dicho que no puede haber solución militar al conflicto y que solo puede haber una solución política.
Ahora que la Unión Europea se ha comprometido a avanzar con una iniciativa, es muy importante contar con el apoyo del Parlamento para adoptar un enfoque amplio, para explorar la posibilidad de ir a la raíz del problema y para encontrar una solución exhaustiva.
Este es el panorama general y les estoy muy agradecida.
Solo quiero responder a dos o tres observaciones concretas. En primer lugar, la Comisión cree que tenemos que trabajar junto con Israel y no suspender el Acuerdo de Asociación. Creemos que es importante trabajar con los israelíes para ejercer influencia y que tenemos que cooperar con ellos, no lo contrario.
Respecto de la observación del señor Tannock, nadie ha conseguido nunca probar las acusaciones de que la Unión Europea dio dinero a otros y no al Gobierno.
Respecto de Hezbolá, es evidente que nuestro dinero irá directamente al Gobierno o a las organizaciones que trabajan con el Gobierno porque, como he dicho, queremos potenciar al Gobierno y devolver al país su soberanía.
El Presidente. He recibido seis propuestas de resolución, presentadas sobre la base del apartado 2 del artículo 103 del Reglamento.
El debate queda cerrado.
La votación tendrá lugar el jueves a las 12.00 horas.
Declaraciones por escrito (artículo 142 del Reglamento)
Kathy Sinnott (IND/DEM). – (EN) En esta crisis de Oriente Próximo, como en tantas otras antes en esa región y en todo el mundo, son los inocentes quienes más sufren por la ambición de sus dirigentes.
Hezbolá asegura que intenta recuperar los Altos del Golán, e Israel que el bombardeo al Líbano es un contraataque por esas incursiones.
El problema es que todos tienen alguna justificación para sus acciones, pero no hay justificación para desplazar a decenas de miles de israelíes inocentes y de civiles libaneses. Cuando vemos a los niños muertos en Qana, todas las justificaciones parecen insignificantes y superficiales.
El ejército irlandés estuvo destinado en el Líbano durante muchos años como fuerza de mantenimiento de la paz, y por ello existe mucha afinidad entre los irlandeses y los libaneses. Nuestro país está familiarizado con el Líbano a través de familiares o amigos o vecinos que estuvieron destinados allí y por eso sentimos mucho más el daño inflingido a su país.
Los libaneses no quieren esa vida; quieren paz y seguridad para sus familias y una oportunidad de vivir sus vidas.
No hay solución militar a esos problemas, solo soluciones pacíficas. Y somos nosotros quienes podemos y debemos actuar, ya sea imponiendo sanciones a todos los implicados hasta que acaben con su guerra u ofreciendo ventajas a quienes así lo hagan.
Ilda Figueiredo (GUE/NGL). – (PT) Nadie puede cerrar los ojos ante la última guerra de Israel contra el Líbano, que fue bombardeado durante 34 días con el apoyo de los Estados Unidos y la pasividad del Consejo de la Unión Europea, causando 1 084 muertes reconocidas de civiles en el Líbano y 41 en Israel, así como miles de heridos. Además, prácticamente una cuarta parte de la población libanesa se ha visto obligada a abandonar su hogar, se han destruido infraestructuras esenciales como aeropuertos, puertos y centrales eléctricas, y una gran parte de la costa marítima libanesa es ahora de color negro.
Según el Programa de Desarrollo de las Naciones Unidas, los bombardeos han destruido 15 000 hogares y 78 puentes, y han dañado 630 kilómetros de carreteras, lo que equivale a unas pérdidas de al menos 15 000 millones de dólares para el Líbano. Y lo que es más, las bombas se han dirigido contra objetivos civiles, lo que constituye una flagrante violación del derecho humanitario internacional.
En nuestra condena de esta guerra deberíamos exigir también a Israel que pague los costes de la reconstrucción del Líbano, que ponga fin a su ocupación de territorios palestinos, libaneses y sirios, que finalice los bloqueos del Líbano y Gaza, que libere a los ministros y parlamentarios palestinos inmediatamente y que negocie el intercambio de los prisioneros capturados por Israel por los soldados israelíes retenidos.
No habrá paz duradera en Oriente Próximo hasta que se confirme la soberanía palestina, siria y libanesa.
Dominique Vlasto (PPE-DE). – (FR) El Líbano, destrozado por 34 días de guerra, cuando estaba en pleno auge, es de nuevo el rehén y la víctima de una crisis que es incapaz de manejar.
La Unión Europea va a ayudar a los libaneses a reconstruir su país destruido y a recuperarse para rehacer una vida normal: nuestra ayuda de emergencia y humanitaria es indispensable. Sin embargo, nuestro papel podría ir más allá de la emergencia: la Unión Europea debería actuar por derecho propio para la consecución de la paz en Oriente Próximo.
Al participar en la FPNUL, varios Estados miembros se comprometen sobre el terreno bajo la bandera de las Naciones Unidas, y han tomado una decisión justa. Pero deberíamos intervenir unidos como europeos para hacer respetar la resolución 1701 del Consejo de Seguridad, ayudar a la liberación de los prisioneros, conseguir el levantamiento del bloqueo del Líbano, apoyar la demarcación de fronteras y restablecer el diálogo político.
En esta crisis, la Unión Europea ha demostrado que su intervención puede cambiar el curso de las cosas y ayudar a resolver un conflicto. La realidad nos sitúa frente a nuestras responsabilidades políticas: es hora de que hagamos las reformas que la Unión Europea necesita para ser el agente político que esperan nuestros vecinos y nosotros también.
David Martin (PSE). – (EN) Lamento que el Consejo Europeo no pidiese un alto al fuego inmediato tras el inicio de las hostilidades de Israel contra el Líbano. La actuación de Israel ha sido desproporcionada. Ahora Israel debería ayudar a la reconstrucción del Líbano sobre la base de «el que destruye paga». Debería formarse una comisión de investigación sobre crímenes de guerra y la UE debería reconsiderar su cooperación económica y militar con Israel. También hemos de tener en cuenta y condenar el hecho de que el conflicto en el Líbano se ha usado como tapadera para oprimir de forma aún más intensa y brutal al pueblo palestino. La UE tiene que trabajar por una solución pacífica y justa de las disputas en Oriente Próximo, sobre todo presionando para que se establezca un Estado palestino seguro e independiente.
Pedro Guerreiro (GUE/NGL). – (PT) En el origen de los brutales ataques a Palestina y el Líbano está el plan de los Estados Unidos para el dominio de Oriente Próximo. Los Estados Unidos persiguen activamente una política de interferencia y apenas tienen en cuenta la soberanía y el Derecho internacional, dado que su objetivo último es el control geoestratégico de la región y el control de los inmensos recursos energéticos de la zona.
En un contexto de contradicciones, ha habido un amplio acuerdo entre las principales potencias de la UE y los Estados Unidos, y el proceso de elaboración de la resolución 1701 es un buen ejemplo de ello. La UE nunca ha condenado la agresión israelí, no ha pedido un alto el fuego o que se respetara el Derecho internacional.
La realidad de la situación no debe quedar empañada por la transformación de la víctima en agresor y viceversa. Es Israel quien ocupa ilegalmente los territorios árabes, Israel quien no cumple las muchas resoluciones de las Naciones Unidas, Israel quien socava activamente la creación de un Estado palestino independiente y soberano por medio de una política de terrorismo estatal.
Para que haya paz en la región, Israel debe retirarse de todos los territorios árabes ocupados, desmantelar los asentamientos y el muro y liberar a los prisioneros políticos; los refugiados deben poder volver, y hay que poder crear un Estado palestino soberano e independiente con Jerusalén Este como capital. Todos los Estados de la región deben tener garantizada su soberanía y su seguridad, y la región debe desmilitarizarse y quedar libre de armas nucleares.
Alessandro Battilocchio (NI). – (IT) Justo cinco años después del 11 de septiembre de 2001, el conflicto actual en el Líbano ofrece a la comunidad internacional la posibilidad de revisar y corregir el planteamiento, sin duda equivocado, que se sigue para resolver las fricciones entre los denominados mundos occidental e islámico.
En efecto, desde hace cinco años, los conflictos en curso (Gaza, el Líbano, Iraq, Afganistán) y las tensiones diplomáticas más graves (los atentados terroristas, la cuestión iraní, etc.) han girado todos en torno al mismo problema y, por tanto, no podrán erradicarse exclusivamente con misiones militares, más o menos legítimas, creadas ad hoc en cada ocasión y siempre con nombres diferentes.
Hay que aprovechar esta ocasión de realizar una verdadera fuerza multilateral, que cuente con la participación y el compromiso de todas las partes interesadas y se proponga resolver el problema de origen de cada uno de estos conflictos, es decir, el enfrentamiento ideológico entre dos bloques culturales diferentes.
Hay que buscar y encontrar lo antes posible un terreno de diálogo, una brecha que nosotros, como países «democráticos», tenemos el deber de profundizar. Debe abordar las cuestiones más candentes y en las que más divergimos, desde las ideologías políticas y religiosas hasta los sistemas económicos. Espero que la Unión Europea no se arriesgue a perder la ocasión de promover este diálogo y que se convierta, por el contrario, en su promotor a escala internacional.
13. Turno de preguntas (preguntas al Consejo)
El Presidente. De conformidad con el orden del día, se procede al Turno de preguntas (B6-0325/2006).
Se han formulado las siguientes preguntas al Consejo.
Pregunta nº 1 formulada por Claude Moraes (H-0595/06)
Asunto: Directivas
¿Cuáles son los planes de la Presidencia finlandesa en lo que concierne a hacer avanzar la Directiva relativa al tiempo de trabajo (COM(2002)0149 final (1)) y la Directiva relativa a las condiciones de trabajo de los trabajadores cedidos por empresas de trabajo temporal (por la que se modifica la Directiva 2003/88/CE (2))? ¿Tiene el Consejo intención de hacer lo necesario para lograr progresos al respecto durante los seis meses de su mandato?
Paula Lehtomäki, Presidenta en ejercicio del Consejo. (FI) Señor Presidente, Señorías, quiero dar las gracias a su Señoría por su interés en el progreso de la revisión de la Directiva sobre la ordenación del tiempo de trabajo y la Directiva sobre los trabajadores cedidos por las empresas de trabajo temporal. Después de los tremendos esfuerzos de la Presidencia austriaca, que nos precedió, uno de los principales objetivos de la Presidencia finlandesa es llegar a un acuerdo sobre la Directiva relativa a la ordenación del tiempo de trabajo. En relación con esa Directiva, hay que encontrar sin demora una solución acordada conjuntamente, con el fin de cumplir las sentencias del Tribunal de Justicia de las Comunidades Europeas sobre los casos SIMAP y Jager. La Presidencia también tiene intención de hacer todo lo que pueda para asegurar que el Consejo llegue a una liquidación de compromiso lo antes posible en cuanto a la cuestión aun no resuelta de la cláusula de exclusión.
La Directiva relativa a las condiciones de trabajo de los trabajadores cedidos por empresas de trabajo temporal es otro tema complejo y políticamente delicado. Como Sus Señorías saben, las diferencias en las diversas prácticas y estructuras del mercado laboral han provocado puntos de vista divergentes entre Estados miembros, y ha sido un problema encontrar un equilibrio adecuado, con el que los empleados de las empresas de trabajo temporal reciban un nivel de protección adecuado y a la vez pueda desarrollarse y crecer el mercado de las empresas que ofrecen mano de obra temporal. Recientemente, los Estados miembros han renovado su compromiso respecto a los objetivos de Lisboa, incluyendo un mayor nivel de empleo y la disponibilidad de mejores puestos de trabajo, lo que es evidente en sus programas de reforma nacional. El Consejo cree que esos objetivos se pueden conseguir de tal forma que se respeten las diversas prácticas y tradiciones de los mercados laborales nacionales.
El tema se discutió por última vez en el Consejo de junio de 2003. Desde entonces, las diversas Presidencias han hablado del tema a diversas escalas para averiguar si las opiniones han cambiado. Hasta ahora ha habido dos posturas distintas sobre la cuestión, por lo que no valía la pena incluir ese tema en el orden del día de las futuras reuniones del Consejo. La Presidencia finlandesa examinará la cuestión, y se espera también alguna aportación de la Comisión, que dijo en su comunicación sobre la revisión de las propuestas legislativas pendientes que se reservaría el derecho a reconsiderar la propuesta basándose en lo que surja de otras discusiones sobre futuras propuestas.
La Presidencia entiende muy bien que es importante para el Parlamento Europeo progresar en este ámbito. Nos informaremos de cuál es la opinión general al respecto cuando tenga lugar la votación en primera lectura sobre la Directiva de Servicios. Si la Comisión realiza su aportación vital en relación con este tema durante la Presidencia, estaremos dispuestos a iniciar un trabajo constructivo para encontrar una solución que sea aceptable para todos los Estados miembros.
Claude Moraes (PSE). – (EN) Señora Presidenta en ejercicio, gracias por su exhaustiva respuesta y su sinceridad, en particular con respecto a la cuestión de los trabajadores de empresas de trabajo temporal.
Usted conoce nuestra frustración en esta Cámara, sobre todo respecto de la Directiva sobre la ordenación del tiempo de trabajo, y está en lo cierto al afirmar que se ha debatido en anteriores Presidencias. No obstante, quiero hacerle una pregunta muy franca: ¿en qué se diferencia la Presidencia finlandesa de las anteriores y puede usted reunir a los miembros del Consejo para llegar a un acuerdo en interés de los trabajadores? ¿Puede comprometerse hoy a hacer todo cuanto esté en su mano para llevar adelante la Directiva sobre la ordenación del tiempo de trabajo y para incluir en el orden del día la Directiva sobre los trabajadores de empresas de trabajo temporal?
Paula Lehtomäki, Presidenta en ejercicio del Consejo. (FI) Señor Presidente, la Presidencia puede expresar su compromiso de que va a trabajar muy duro para encontrar una solución a la Directiva sobre la ordenación del tiempo de trabajo. Un incentivo para ello es, por ejemplo, que la forma como se interpretan las jornadas laborales de los médicos provoca graves problemas en los Estados miembros, y por esa razón también es muy importante encontrar una solución para esa Directiva. Pero todavía es demasiado pronto para decir si podremos conseguir el resultado que nos gustaría ver.
Philip Bushill-Matthews (PPE-DE). – (EN) En su pregunta suplementaria, el señor Moraes ha hecho referencia a los intereses de los trabajadores. ¿Conoce el Consejo la investigación publicada recientemente en el Financial Times relativa a los grandes países europeos, que demuestra que la mayoría de los trabajadores de dichos países, con la posible excepción de España, desean más flexibilidad en sus jornadas laborales, y no menos? ¿Lo tendrá en cuenta el Consejo cuando intente llegar a un acuerdo?
Paula Lehtomäki, Presidenta en ejercicio del Consejo. (FI) Señor Presidente, no estoy muy segura de si somos conscientes de este artículo del Financial Times, pero por supuesto sí somos conscientes en muchos aspectos de la tendencia general, y como he dicho en mi primera respuesta y en la última, y teniendo en cuenta la evolución que ha tenido lugar en los Estados miembros, es importante conseguir una solución tanto en el tema de la Directiva sobre la ordenación del tiempo de trabajo como en la de los trabajadores cedidos por las empresas de trabajo temporal.
Paul Rübig (PPE-DE). – (DE) ¿Cree que es posible resolver ese problema con los agentes sociales en el contexto de un diálogo social, dado que son, en realidad, los principales responsables del problema, también en lo que se refiere a los horarios laborales? Teniendo eso en cuenta, ¿cree también que es posible encontrar una solución si este tema se delega a los agentes sociales, es decir a los representantes de los empresarios y los empleados?
Paula Lehtomäki, Presidenta en ejercicio del Consejo. (FI) Señor Presidente, obviamente es algo que merece un debate, y es un tema que se puede plantear en los debates tripartitos, pero de momento estamos buscando activamente una solución que sea aceptable específicamente para los Gobiernos de los Estados miembros.
El Presidente. Pregunta nº 2 formulada por Marie Panayotopoulos-Cassiotou (H-0598/06)
Asunto: Realización de los objetivos del Pacto Europeo para la Juventud
¿Cómo piensa respaldar la Presidencia finlandesa los compromisos contraídos por los gobiernos de los Estados miembros con la aprobación del Pacto Europeo para la Juventud en el sentido de aumentar el empleo juvenil?
Paula Lehtomäki, Presidenta en ejercicio del Consejo. (FI) Señor Presidente, señorías, en primer lugar me gustaría recalcar la importancia que reviste que el Pacto Europeo para la Juventud abarque un amplio ámbito. Las necesidades de los jóvenes tienen que tomarse en consideración en todos los ámbitos políticos correspondientes. Por ejemplo, para mejorar las posibilidades de empleo de los jóvenes puede ser importante adoptar diversas medidas para eliminar los obstáculos con los que se topan la educación y la movilidad.
La pregunta de su Señoría se refiere concretamente a la forma en que la Presidencia finlandesa piensa apoyar los compromisos que han asumido los Gobiernos de los Estados miembros para mejorar el empleo. Los Estados miembros son responsables de la planificación y aplicación de sus propias políticas de empleo, incluidas las relativas a los jóvenes. Asimismo, los Estados miembros son responsables de la mayoría de las demás políticas relacionadas con este tema, como la política de educación.
No obstante, la Presidencia puede tener que llevar a cabo una importante tarea al plantear estas cuestiones, en particular durante la organización de los trabajos del Consejo de Ministros. Durante la Presidencia finlandesa, la reunión del Consejo que tendrá lugar en diciembre abordará diversas cuestiones relacionadas directamente con el empleo de los jóvenes. El Comité de Empleo presentará al Consejo un informe en el que se examinan los programas nacionales de reforma de los Estados miembros, en los que se incluyen las políticas de empleo. El resultado de la encuesta que el Comité de Empleo realizó el año pasado indica que todos los Estados miembros hicieron frente al desempleo juvenil con arreglo a lo previsto en el Pacto para la Juventud, y menciona una serie de medidas que se han introducido para establecer las vías adecuadas para que los jóvenes alcancen un empleo. Se han logrado grandes avances a la hora de vincular este ámbito a otro ámbito prioritario, a saber, la inversión en el capital humano. Para ello se ha procedido, por ejemplo, a desarrollar la transición de la educación al empleo.
Finlandia espera que las políticas de empleo de los Estados miembros se concentren este año en los recursos para el empleo juvenil y las formas de mejorarlo. Igualmente, el empleo juvenil ocupa un lugar destacado en el orden del día de la reunión que el Consejo de Empleo, Política Social, Salud y Política del Consumidor celebrará el 1 de diciembre sobre el tema de la demografía y el incremento de la productividad mediante el aumento del empleo y de la calidad de este.
El Consejo debatirá durante la Presidencia finlandesa dos temas que están directamente relacionados con la mejora del empleo juvenil. En primer lugar, la mejora de las oportunidades de aprendizaje permanente es un aspecto que afecta a todos, también a los jóvenes. En segundo lugar, la Presidencia finlandesa propondrá medidas concretas para mejorar el acceso de los jóvenes a los servicios de información y facilitará información de calidad a todos los jóvenes sobre cuestiones de importancia, como el empleo. Deberá prestarse especial atención a los jóvenes más desfavorecidos.
En el mes de marzo, el Consejo Europeo pidió a los Estados miembros que incluyeran a los jóvenes y sus organizaciones en el proceso de aplicación del Pacto Europeo para los Jóvenes. La Presidencia finlandesa propone poner en marcha un diálogo analítico dentro del Consejo y entre todos los actores del sector de la juventud, que incluya a los jóvenes y sus organizaciones.
En resumen diré que durante la Presidencia finlandesa, la mejora del empleo juvenil figurará en numerosos aspectos en el orden del día del Consejo. Finlandia invita a todos los Estados miembros a que centren su atención en lo sucesivo en el Pacto Europeo para la Juventud y en la manera de mejorar el empleo de los jóvenes.
Marie Panayotopoulos-Cassiotou (PPE-DE). – (EL) Señor Presidente, gracias por esta respuesta tan exhaustiva y por las perspectivas que se abren. La tercera parte del Pacto Europeo para la Juventud prevé medidas para reconciliar la vida familiar con la vida profesional de los jóvenes, a fin de que estos puedan formar nuevas familias en Europa.
En un momento en que se lucha con éxito contra el desempleo ¿no cree usted que se está creando un círculo vicioso? ¿Que los jóvenes no pueden formar una familia con facilidad, lo que empeora aún más el problema demográfico?
¿Tiene la Presidencia finlandesa la intención de presentarnos al final de su mandato un resultado positivo de las medidas para reconciliar la vida familiar y la vida profesional?
Paula Lehtomäki, Presidenta en ejercicio del Consejo. (FI) Señor Presidente, uno de los elementos de este Pacto para la Juventud es, desde luego, su intención de mejorar la educación de los jóvenes, su participación en la sociedad y la transición al empleo. Por ello es sumamente importante, y este otoño propondremos que se apruebe la decisión que permita la adopción de dichas cualificaciones multiprofesionales a fin de facilitar igualmente la transición de los jóvenes de la educación al empleo, ya que este es uno de los umbrales de esta cuestión. Obviamente, reconciliar la vida laboral y la vida familiar es otra cuestión por separado, pero todas estas cosas están relacionadas con la estrategia de competitividad, es decir, con la Estrategia de Lisboa.
El Presidente. Pregunta nº 3 formulada por Manuel Medina Ortega (H-0600/06)
Asunto: Inmigración ilegal: medidas del Consejo Europeo de junio
Sobre la base de los acuerdos adoptados por el Consejo Europeo de 15 y 16 de junio, ¿qué medidas concretas ha adoptado, o se propone adoptar, el Consejo para limitar la inmigración ilegal de ciudadanos de terceros países y para su eventual retorno a los países de origen?
Paula Lehtomäki, Presidenta en ejercicio del Consejo. (FI) Señor Presidente, señorías, la readmisión y repatriación de inmigrantes ilegales es uno de los principales factores de la política de la Unión en materia de inmigración, en particular en el marco de un planteamiento exhaustivo del tema de la inmigración. Quisiera remitir a su Señoría a las medidas e iniciativas concretas que el Consejo cita en la respuesta de carácter general a las preguntas orales H-0440, H-0455, H-0473 y H-0478/06.
En relación con el período transcurrido desde el Consejo Europeo del mes de junio, remito a su Señoría a la Conferencia Euroafricana sobre Migración y Desarrollo, organizada por Marruecos en Rabat los días 10 y 11 de julio con la activa participación de España y Francia. En dicha conferencia se adoptó un plan de acción. En concreto, su tercer capítulo hace referencia a la lucha contra la inmigración ilegal y la repatriación de los inmigrantes ilegales. Todos los países asistentes a la conferencia recalcaron su compromiso de aplicar rápidamente dicho plan de acción.
El Consejo adoptó el 17 de julio unas conclusiones sobre inmigración, en las que declara una vez más que es necesario evitar de manera eficaz la inmigración ilegal a escala de la Unión. Estas conclusiones mencionan igualmente la importancia de otras rutas de inmigración, en particular en las regiones vecinas de la Unión situadas al este y al sudeste de esta, así como los preparativos en curso para la siguiente Conferencia Euroafricana sobre Migración y Desarrollo, que Libia se ha comprometido a organizar.
La Comisión publicó el 19 de julio una comunicación sobre las prioridades políticas para la lucha contra la inmigración ilegal de nacionales de terceros países. Esta comunicación aborda igualmente cuestiones en materia de repatriación y readmisión. Fue presentada al Consejo el 24 de julio y este la estudiará posteriormente.
El Consejo debate actualmente una propuesta de directiva relativa a las normas y procedimientos comunes que deberán aplicar los Estados miembros a la repatriación de nacionales de terceros países que residan ilegalmente en ellos. Las negociaciones sobre readmisión prosiguen de conformidad con las directrices y competencias que acordó el Consejo. La Comisión y la Agencia Europea para la Gestión de la Cooperación Operativa en las Fronteras Exteriores de los Estados miembros de la Unión Europea presentaron igualmente sus informes sobre la aplicación de las principales medidas contempladas en el planteamiento exhaustivo durante la reunión que el Consejo celebró el 24 de julio.
Manuel Medina Ortega (PSE). – (ES) Señora Presidenta en ejercicio del Consejo, muchas gracias por su contestación, pero quiero recordarle que, a pesar de todos estos acuerdos, la inmigración ilegal a través de Canarias continúa incrementándose.
En este momento llegan a Canarias prácticamente mil inmigrantes diarios. Los centros de acogida están desbordados, no hay posibilidad de devolver a los inmigrantes a sus países de origen y los compromisos asumidos por dieciséis Estados no se han cumplido, excepto en el caso de su país, ya que Finlandia, junto con Italia y Portugal, ya ha enviado una unidad naval.
Pero, en definitiva, todas estas medidas, que están muy bien sobre el papel, a la hora de la verdad no se cumplen. Estamos ante una verdadera avalancha inmigratoria, con alarma por parte de la población civil y con preocupación para el conjunto de la Unión Europea, ya que estos inmigrantes no entran en Canarias, entran en el territorio de la Unión Europea, con consecuencias para los mercados laborales de la misma.
Paula Lehtomäki, Presidenta en ejercicio del Consejo. (FI) Señor Presidente, el caso que plantea su Señoría reviste una gran importancia en todos los aspectos para la Unión Europea y para el Consejo. La Agencia Europea para la Gestión de la Cooperación Operativa en las Fronteras Exteriores de los Estados miembros de la Unión Europea ha solicitado a los Estados miembros buques de vigilancia, radares y expertos en seguridad fronteriza para llevar a cabo su propia operación en las Islas Canarias. El Consejo tiene un gran interés en reforzar la cooperación en este ámbito mediante el desarrollo de operaciones conjuntas, y la Presidencia finlandesa tiene la intención de mejorar el sistema integrado europeo para el control de las fronteras exteriores.
Sarah Ludford (ALDE). – (EN) Me pregunto cómo espera el Consejo que la UE afronte el creciente reto de la entrada ilegal y la necesidad de repatriación cuando en su proyecto de presupuesto para 2007, y en comparación con la oferta de la Comisión, ha recortado los créditos para Frontex, la Agencia de protección de fronteras a la que el Ministro ha hecho referencia varias veces, y para el Fondo Europeo de Repatriación. Espero que el Parlamento pueda restablecer dichos recortes, pero ¿cómo van a ser prioridades si el Consejo no cumple los compromisos financieros?
Paula Lehtomäki, Presidenta en ejercicio del Consejo. (FI) Señor Presidente, no cabe duda que es importante que dispongamos de los recursos necesarios para repatriar a los inmigrantes ilegales y para hacer un seguimiento de este proceso, pero me gustaría destacar igualmente aquí la importancia de un planteamiento exhaustivo del problema de la inmigración ilegal. Luego tenemos también la cuestión de la cooperación con los países de los que proceden estos inmigrantes ilegales, y la de mejorar las condiciones de los países de partida a fin de que no sea necesario repatriar a tantos inmigrantes ilegales desde la Unión Europea.
Paul Rübig (PPE-DE). – (DE) Me gustaría conocer su opinión sobre la posibilidad de elaborar un modelo de buenas prácticas en el ámbito del retorno de inmigrantes a su país de origen. ¿Considera que la Agencia que la Comisión ha creado en Viena podría presentar un estudio sobre los métodos que han hecho que la gente decida regresar a sus países de origen?
Paula Lehtomäki, Presidenta en ejercicio del Consejo. (FI) Señor Presidente, la Agencia Europea para la Gestión de la Cooperación Operativa en las Fronteras Exteriores de los Estados miembros de la Unión Europea puede ayudar a una mayor cooperación en las operaciones de repatriación. El intercambio de experiencias y buenas prácticas resulta de gran importancia, como en todo lo demás.
El Presidente. Pregunta nº 4 formulada por Elizabeth Lynne (H-0602/06)
Asunto: Maltrato de ancianos
Pese a la Declaración de Toronto adoptada por la Organización Mundial de la Salud y a la mención sobre el maltrato a los ancianos efectuada por las Naciones Unidas en el contexto del Plan de Acción Internacional sobre el Envejecimiento adoptado en Madrid, los Estados miembros han puesto en práctica disposiciones legislativas sobre cuestiones relacionadas con la violencia doméstica, pero omitiendo la referencia específica a la protección de los ancianos vulnerables.
En muchos Estados miembros, el marco jurídico actual resulta insuficiente para abarcar, por ejemplo, el sector sanitario privado. Este es el caso del Reino Unido, país en el que la ley en materia de Derechos Humanos no se aplica a los pacientes que reciben asistencia sanitaria de financiación privada.
¿Prevé el Consejo urgir a los Estados miembros a que corrijan estas insuficiencias jurídicas y a que respeten los derechos humanos fundamentales de sus ciudadanos mayores?
Paula Lehtomäki, Presidenta en ejercicio del Consejo. (FI) Señor Presidente, Señorías, el Consejo desea agradecer antes que nada a su Señoría por poner de relieve el respeto de los derechos humanos fundamentales de las personas mayores. La Unión se basa en el principio del respeto de la libertad, la democracia, los derechos humanos y fundamentales, y el Estado de derecho, por consiguiente, las lagunas legislativas que pueden implicar la violación de los derechos de las personas mayores despiertan una gran preocupación en el Consejo.
El respeto de los derechos fundamentales de todos los ciudadanos de la Unión y de todas las personas que residen en ella figura en el Tratado de la Unión Europea, y la Carta de Derechos Fundamentales que los dirigentes de la UE adoptaron en diciembre de 2000 confirma dichos derechos que se derivan de las tradiciones constitucionales y de las obligaciones internacionales que comparten los Estados miembros.
Los abusos cometidos contra las personas mayores dependientes no son solo una cuestión de derechos humanos, sino también una cuestión social y, en algunos casos, penal. En vista de ello es necesario adoptar medidas legislativas a nivel nacional de conformidad con el principio de subsidiariedad. El Consejo desea subrayar igualmente que defiende el principio de no discriminación. Ya ha adoptado medidas para evitar la discriminación y los prejuicios basadas en los seis criterios de discriminación que contempla el artículo 13 del Tratado constitutivo de la Comunidad Europea, y tiene la intención de seguir aplicando dichas medidas en el futuro. Uno de dichos criterios es el de la edad.
Sin embargo, debemos recordar que la Comisión Europea tiene la tarea de supervisar la aplicación y el cumplimiento de la legislación comunitaria en los Estados miembros, y de presentar propuestas motivadas de medidas legislativas para su aprobación por el Parlamento Europeo y el Consejo. La Comisión ha presentado una propuesta de recomendación del Consejo relativa a la prevención de lesiones y la mejora de la seguridad. Una de sus prioridades es la prevención de la violencia entre personas. Esta propuesta figura en el orden del día de la reunión que el Consejo de Empleo, Política Social, Salud y Política del Consumidor celebrará los días 30 de noviembre y 1 de diciembre.
Elizabeth Lynne (ALDE). – (EN) Me complace que el Ministro haya dicho que habrá más legislación sobre la base del artículo 13 con respecto a la edad. ¿Puede garantizar el Ministro que los Estados miembros presten más atención al abuso a las personas mayores en los planes de acción nacionales sobre salud y asistencia a largo plazo? ¿Pedirá el Ministro al Consejo y a la Comisión que publiquen los resultados sobre el abuso a personas mayores en los Estados miembros, para que podamos intercambiar las mejores prácticas?
Paula Lehtomäki, Presidenta en ejercicio del Consejo. (FI) Señor Presidente, tenemos que recordar, obviamente, que la decisión de adoptar una legislación para la protección de las personas mayores corresponde a los Estados miembros. Sin embargo, como he indicado en mi respuesta, la cuestión de la seguridad de las personas mayores se debatirá en la reunión del Consejo consagrada a este tema que tendrá lugar a finales de noviembre.
Andreas Mölzer (NI). (DE) En Austria, las familias de las personas mayores dependientes recurren cada vez más al trabajo de cuidadores ilegales, ya que el subsidio estatal no es suficiente para pagar a trabajadores profesionales autorizados. Por ello, además de proponer un incremento de este subsidio, estamos deliberando sobre un año social y el debido reciclaje de desempleados, así como «semestres de atención» para los futuros estudiantes de medicina.
¿Ha aumentado el porcentaje del empleo no declarado en el sector de la atención a personas dependientes en otros Estados miembros y qué propuestas para resolver este problema se están deliberando, o mejor dicho, qué propuestas contarían con el apoyo de la UE?
Paula Lehtomäki, Presidenta en ejercicio del Consejo. (FI) Señor Presidente, como es natural, el objetivo es elaborar y promover una política común europea en ese sentido que nos permita adoptar criterios de calidad comunes para los servicios, independientemente de su forma de prestación y financiación. No puedo decir cifrar el empleo informal, pero toda esta controversia está relacionada, en mi opinión, con la cuestión del modelo social europeo, tema sobre el que ayer se celebró un excelente debate en el pleno.
Lambert van Nistelrooij (PPE-DE). – (EN) Ayer celebramos un debate sobre el programa Daphne, especialmente con respecto a las mujeres y los niños. Se habla mucho del abuso de las personas mayores y quizá sea posible incluir esta cuestión en el programa, porque abarca un ámbito similar. Hace dos meses se celebró una amplia reunión con ocho organizaciones europeas de personas mayores. ¿Podría incluirse esta cuestión en el marco del programa Daphne?
Paula Lehtomäki, Presidenta en ejercicio del Consejo. (FI) Señor Presidente, el actual programa Daphne, al que hace referencia su Señoría, y que va dirigido contra la violencia, se aplica actualmente a la violencia contra las mujeres pero, como señala su Señoría, también existen otras maneras de estudiar la forma de mejorar la situación de las personas mayores a nivel europeo.
El Presidente.
Pregunta nº 5 formulada por Roberta Angelilli (H-0607/06)
Asunto: Solicitud de colaboración judicial con los Estados Unidos
En marzo de 2005, un funcionario italiano del SISMI, Nicola Calipari, fue muerto durante la liberación de un rehén italiano en un puesto de control estadounidense en Bagdad. A pesar de las solicitudes del Gobierno italiano, el Ministerio de Justicia estadounidense declaró que no facilitará información además de la contenida en el informe Multi Nacional Corps - Iraq.
Lamentablemente, dicho informe contiene datos que las más altas autoridades italianas, y sobre todo la Magistratura italiana, consideran insuficientes e incompletos, por lo que sería indispensable la máxima colaboración con las autoridades estadounidenses.
¿Puede decir el Consejo si, en el ámbito de sus competencias en materia de PESC, tiene la intención de intervenir en este asunto con el fin de aclarar lo sucedido?
Paula Lehtomäki, Presidenta en ejercicio del Consejo. (FI) Señor Presidente, Señorías, el Consejo no ha abordado el incidente que menciona su Señoría, que considera una cuestión bilateral entre Italia y los Estados Unidos de América.
Roberta Angelilli (UEN). – (IT) Señor Presidente, Señorías, ¿la respuesta es por tanto que la Presidencia no tiene previsto tomar ninguna medida positiva con respecto a la cuestión planteada?
Paula Lehtomäki, Presidenta en ejercicio del Consejo. (FI) Señor Presidente, la respuesta es que el Consejo no ha debatido ni examinado este tema, pero contamos con diversos mecanismos para ello, pues la Unión Europea y los Estados Unidos han negociado un acuerdo sobre asistencia judicial, que guarda cierta relación con los casos de este tipo. Actualmente es necesario que se realicen varios procedimientos internos para que dicho acuerdo entre en vigor.
David Martin (PSE). – (EN) Me pregunto si el Consejo está de acuerdo en que este caso pone de manifiesto un problema más general: los Estados Unidos esperan que Europa coopere con ellos en cuestiones judiciales, pero ellos no están dispuestos a cooperar cuando Europa se lo pide. ¿Celebrará el Consejo un debate entre sus miembros para discutir cómo puede presionar a los Estados Unidos para que cooperen con la Unión Europea en cuestiones judiciales?
Paula Lehtomäki, Presidenta en ejercicio del Consejo. (FI) Señor Presidente, el acuerdo sobre asistencia judicial que acabo de mencionar contribuirá a acelerar el proceso de asistencia –cuando entre en vigor–en un gran número de problemas legales, y también podría ser uno de los factores clave para lograr una cooperación más expeditiva y eficaz entre la Unión y los Estados Unidos.
El Presidente. Dado que tratan del mismo tema, las siguientes preguntas se plantean conjuntamente.
Pregunta nº 6 formulada por Bernd Posselt (H-0608/06)
Asunto: Estado de Derecho en Rusia
¿Qué opinión le merece a la Presidencia del Consejo la situación actual de la democracia y del Estado de Derecho en Rusia, en particular en lo que concierne a la libertad de los medios de comunicación, la situación de las ONG, la independencia del poder judicial y las condiciones penitenciarias que afectan, por ejemplo, a Platon Lebedev, antiguo director financiero de Yukos , y a Mijaíl Jodorkovski?
Pregunta nº 7 formulada por Milan Horáček (H-0614/06)
Asunto: Situación en Rusia
¿Considera la Presidencia del Consejo que es posible conciliar una asociación estratégica entre la Unión Europea y Rusia, por un lado, con los valores europeos de la democracia, los derechos humanos y el Estado de Derecho, por otro, valores que Rusia no respeta, como demuestran los casos de vulneración de la libertad de los medios de comunicación, las restricciones impuestas a la sociedad civil mediante la ley sobre ONG, las violaciones de los derechos humanos en Chechenia y las condiciones penitenciarias que afectan a Platon Lebedev y Mijaíl Jodorkovski?
Paula Lehtomäki, Presidenta en ejercicio del Consejo. (FI) Señor Presidente, Señorías, el Consejo estima que la asociación estratégica con Rusia debe basarse en los valores comunes consagrados en el Acuerdo de asociación y cooperación, en particular en aquellos que Rusia debe respetar en su calidad de miembro del Consejo de Europa y de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa. Estos mismos valores se mencionan igualmente en las disposiciones del nuevo tratado entre la UE y Rusia.
El Consejo considera que para que exista mayor estabilidad y bienestar en Rusia será necesario establecer una democracia eficaz a todos los niveles de la Federación Rusa, el acatamiento del Estado de derecho, un poder judicial independiente y un respeto sin condiciones de los derechos humanos, que incluya la libertad y la independencia de los medios de comunicación, así como una sociedad civil viable.
Al igual que su Señoría, el Consejo siente preocupación por la reciente evolución del Estado de derecho, las evidentes limitaciones a la libertad de prensa, la concentración del poder y la nueva legislación rusa que limita la labor de las ONG. Asimismo, al Consejo le preocupa la situación de los derechos humanos en Rusia y sobre todo en Chechenia.
El Consejo sigue muy de cerca la evolución de esta situación, y planteará estos problemas y cuestiones en su diálogo político periódico con las autoridades rusas, en particular en las conversaciones sobre derechos humanos que se celebran dos veces por año. El Consejo hará igualmente un seguimiento de la aplicación de la ley recientemente modificada para evitar la actividad de los movimientos extremistas, sobre todo en vista de la ampliación que esta hace de la definición de los movimientos extremistas.
Bernd Posselt (PPE-DE). (DE) He leído que el Ministro de Asuntos Exteriores de Alemania desea presentar ante el Consejo una propuesta para fomentar los valores comunes por medio de la creación de lazos más estrechos y duraderos entre la UE y Rusia. ¿No resulta esto absurdo en vista de que Rusia ni siquiera está dispuesta a mejorar las lamentables condiciones de detención del señor Jodorkovsky, las cuales infringen sus propias leyes, ni dispuesta a adaptar estas condiciones a sus propias leyes, según las cuales el lugar de detención de los presos debe estar cerca de su localidad de residencia?
¿Ha hablado usted concreta y directamente con las autoridades rusas sobre el caso de estos dos detenidos por el caso Yukos?
Milan Horáček (Verts/ALE). (DE) Me gustaría preguntar lo mismo que el orador precedente, porque este es un caso en el que Rusia está violando flagrantemente su propia legislación. Sin embargo, obligado como estoy a aceptar la respuesta a esta cuestión, me parece que esta plantea otra, a saber, si usted cree que, habida cuenta del creciente deterioro de la situación de los derechos humanos en Rusia, la idea de una asociación estratégica con Rusia es posible en sí misma o tiene un futuro prometedor. ¿No deberíamos más bien desarrollar nuevos modelos de cooperación que garanticen el respeto de los derechos humanos, y tengan en cuenta al mismo tiempo consideraciones económicas y de seguridad?
Paula Lehtomäki, Presidenta en ejercicio del Consejo. (FI) Señor Presidente, ya no es necesario establecer estos valores comunes, pues estos ya existen. Han sido consagrados en los Acuerdos de asociación y cooperación, y Rusia se ha comprometido con ellos en su calidad de miembro del Consejo de Europa y de la OSCE. Lógicamente, existen problemas de todo tipo para hacer que estos valores resulten evidentes en la práctica y en la aplicación de la legislación.
Esta insatisfacción con la independencia de los tribunales rusos es sin duda un reto para un Estado constitucional en plena evolución, y seguiremos muy de cerca esta situación. Sin embargo, es muy importante mantener una buena comunicación en ambas direcciones en el marco de esta asociación estratégica. Por ejemplo, el próximo mes de noviembre se realizarán consultas sobre derechos humanos. Además el diálogo político con Rusia, que tiene un carácter periódico, ofrecer la oportunidad de debatir y plantear estos problemas del ámbito de los derechos humanos.
Richard Seeber (PPE-DE). (DE) No cabe duda de que la situación económica de Rusia es muy próspera, pero en el ámbito de los derechos humanos se está produciendo un enorme deterioro.
¿Cree realmente el Consejo que las medidas que ha adoptado –a saber, un diálogo en el marco de una asociación estratégica– serán capaces de resolver este problema? ¿Acaso este deterioro realmente enorme no sugiere que el Consejo debería probar una nueva estrategia y recordar a un vecino de la Unión Europea los compromisos que asumió en el marco de sus relaciones internacionales?
Paula Lehtomäki, Presidenta en ejercicio del Consejo. (FI) Señor Presidente, la Unión Europea y Rusia mantienen firmes lazos en numerosos ámbitos: en de la paz y la estabilidad, el de la cooperación económica y muchos otros. Es por ello por lo que es importante que la asociación estratégica siente una base y un marco sólidos para esta dependencia mutua que existe entre nosotros. Con la comunicación y el diálogo político que existen actualmente y que acompañan este proceso, podemos recordar a Rusia estos problemas en materia de derechos humanos, y eso es lo que hacemos. Así pues, el Consejo considera, al menos por el momento, que los mecanismos existentes constituyen un fundamento sólido para mejorar la comunicación y la situación de los derechos humanos.
Laima Liucija Andrikienė (PPE-DE). – (LT) Señor Presidente, señora Ministra, ahora que debatimos el tema de la asociación estratégica entre la UE y Rusia, me gustaría señalar al Consejo que este Parlamento indicó en la resolución que adoptó este año que «la actual asociación con Rusia es más pragmática que estratégica ya que refleja primeramente intereses económicos comunes pero no se ha traducido en resultados destacables en cuanto a los derechos humanos y el Estado de Derecho». ¿No cree el Consejo que debería tomar más en consideración la posición del Parlamento Europeo, sobre todo ahora que se aproxima la expiración del Acuerdo de asociación y cooperación vigente entre la Unión Europea y Rusia?
Paula Lehtomäki, Presidenta en ejercicio del Consejo. (FI) Señor Presidente, el Consejo toma en consideración la opinión del Parlamento y le escucha con gran atención. Obviamente, estas cuestiones deben abordarse ahora que nos aprestamos a renovar el Acuerdo de asociación y cooperación y a adoptar el mandato para hacerlo. Sin embargo, creo que si bien esta colaboración tiene un carácter muy pragmático, podría tener un carácter estratégico mucho más dinámico del que tiene en la actualidad, y que la Unión Europea y Rusia pueden colaborar una junto a la otra y como socios, en los foros mundiales.
El Presidente. Pregunta nº 8 formulada por Marian Harkin (H-0611/06)
Asunto: Investigación con células madre
¿Podría el Consejo clarificar la situación jurídica resultante de la votación en el Parlamento Europeo de 15 de junio por la que se permite la investigación con células madre embrionarias en la UE?
¿Puede una organización, con sede en un Estado miembro, solicitar financiación de la UE para investigación con células madre embrionarias, incluso aunque esa investigación sea ilegal en el Estado miembro en el que se prevé llevar a cabo dicha investigación?
Paula Lehtomäki, Presidenta en ejercicio del Consejo. (FI) Señor Presidente, Señorías, el Parlamento Europeo adoptó el 15 de junio de 2006 su dictamen en primera lectura sobre la decisión marco relativa al Séptimo Programa marco con arreglo al procedimiento de codecisión. Por su parte, el Consejo llegó a un consenso político sobre el Séptimo Programa marco de Investigación el 24 de julio de 2006, y dicho consenso es responsable del resultado de la votación en el Parlamento Europeo. Quisiera referirme aquí al documento 11978/06, que menciona el consenso político alcanzado sobre el Séptimo Programa marco. La finalidad de este consenso es poder preparar una segunda lectura del Programa, que está prevista para este otoño. El resultado de esta segunda lectura probablemente permitirá que el Séptimo Programa marco sea adoptado antes de que finalice el año.
El Programa marco comunitario de Investigación sólo permite conceder ayudas comunitarias a aquellos proyectos de investigación que formen parte del ámbito de aplicación del programa y que hayan superado el proceso de selección. Como es lógico, los proyectos de investigación deben cumplir la legislación de los Estados miembros donde está previsto llevarlos a cabo.
Marian Harkin (ALDE). – (EN) Gracias por su respuesta, señora Presidenta en ejercicio. Mi pregunta se refiere realmente al supuesto de que un país no tenga un marco jurídico.
Si examinamos lo que se ha votado en este Parlamento, hemos hablado de que la investigación esté sujeta a un estricto procedimiento de autorización y control de conformidad con el marco jurídico de cada Estado miembro, pero ¿qué sucede si un Estado miembro no dispone de un marco jurídico? Por ejemplo, en mi Estado miembro, Irlanda, no hay una legislación que regule la investigación sobre células madre embrionarias. ¿Qué pasa entonces con esta decisión del Parlamento, y propondría el Consejo a todos los Estados miembros que establezcan un marco jurídico de inmediato?
Paula Lehtomäki, Presidenta en ejercicio del Consejo. (FI) Señor Presidente, la situación resulta muy problemática si estos aspectos no han sido objeto de una regulación precisa en la legislación nacional, pero de acuerdo con la posición que ha adoptado el Consejo, las principales condiciones para recibir financiación son una evaluación ética de cada propuesta de proyecto y la consideración de la legislación de los Estados miembros. Por ello es importante recordar que la intención de esta solución y decisión únicas no es crear normas en materia de bioética que se apliquen en toda Europa, sino adoptar una decisión clara sobre algo de menor alcance, como es qué proyectos de células madre pueden obtener fondos de este programa comunitario.
John Purvis (PPE-DE). – (EN) Me alegro de que haya aclarado que corresponde a la legislación de cada Estado miembro decidir si se puede investigar o no. Mi observación se refiere únicamente a la financiación.
Me gustaría que la Presidenta en ejercicio nos dijera qué oportunidades cree que hay de realizar una investigación sobre células madre embrionarias y de financiarla en el plano europeo.
Paula Lehtomäki, Presidenta en ejercicio del Consejo. (FI) Señor Presidente, la legislación nacional seguramente evolucionará en años venideros, debido a que la investigación sobre las células madre es algo nuevo, si bien será necesario, como parte de la competitividad y cooperación europea en materia de investigación, ver si la cooperación a escala europea ofrece valor añadido también en este ámbito.
El Presidente. Pregunta nº 9 formulada por Johan Van Hecke (H-0612/06)
Asunto: Cierre de la prisión de Guantánamo
En la cumbre anual entre los dirigentes europeos y estadounidenses celebrada en Viena, el Presidente de los Estados Unidos, Bush, afirmó que tiene la intención de cerrar la polémica prisión de Guantánamo, pero que aguarda una decisión del Tribunal Supremo de los Estados Unidos sobre el lugar en el que podrán ser juzgados los detenidos. Por otra parte, debe examinarse la forma en que los distintos países pueden recuperar a los prisioneros. Algunos de ellos deberán ser juzgados en los Estados Unidos si en su propio país no se dan las garantías necesarias para un proceso justo. Según Bush, actualmente quedan aproximadamente 400 prisioneros en el centro de detención.
¿Sabe el Consejo cuántos europeos están encarcelados en Guantánamo? ¿No existe la posibilidad de que retornen rápidamente y sean juzgados en Europa, donde existen las garantías máximas para la celebración de un juicio correcto, tal como sugirió el Presidente Bush?
Paula Lehtomäki, Presidenta en ejercicio del Consejo. (FI) Señor Presidente, Señorías, el Consejo no es responsable de la protección de los ciudadanos de la UE en el extranjero, pues esa responsabilidad corresponde a los Estados miembros. El Consejo no ha debatido nada relacionado con el número de europeos detenidos en Guantánamo.
Johan Van Hecke (ALDE). – (NL) Señor Presidente, a nadie sorprenderá que la respuesta a esta pregunta, que presenté a principios de julio, inmediatamente después de la cumbre entre la Unión Europea y Estados Unidos celebrada en Viena, resulte algo decepcionante, ya que la pregunta está estrechamente relacionada con los temas que se debatieron en esa cumbre.
Por ello me gustaría mucho saber si se han logrado avances y si el Consejo tiene la intención de pedir a los Estados Unidos que nos informe sin demora sobre el número de ciudadanos europeos que pueden ser juzgados en la Unión Europea, y si el Consejo está dispuesto a insistir en un plazo concreto a este respecto.
Paula Lehtomäki, Presidenta en ejercicio del Consejo. (FI) Señor Presidente, no cabe duda alguna de que Guantánamo sigue siendo un tema de gran preocupación, pero la Unión Europea se felicita cordialmente del anuncio hecho por el Presidente Bush en el sentido de que desea cerrar la prisión de Guantánamo, siempre que se llegue a una solución para estas cuestiones de orden práctico. Esperemos que logremos avanzar en este aspecto.
Elizabeth Lynne (ALDE). – (EN) El 29 de junio, el Tribunal Supremo de los Estados Unidos dictaminó que los tribunales militares eran ilegales. A las 19.45 de hoy, hora centroeuropea, el Presidente Bush hará una declaración afirmando que desea cambiar la ley para que los prisioneros de Guantánamo, incluidos los ciudadanos de la UE, puedan ser juzgados por un tribunal militar. Si anuncia esto, y estoy convencida de que lo hará, ¿puede el Consejo protestar de la forma más rotunda posible y con urgencia por esta parodia de justicia?
Paula Lehtomäki, Presidenta en ejercicio del Consejo. (FI) Señor Presidente, la Unión Europea ha declarado en numerosas ocasiones que el tratamiento que reciben los presos capturados en el campo de batalla debe ajustarse a lo dispuesto en la Convención de Ginebra y en las normas consuetudinarias del Derecho internacional humanitario, y tiene que respetar los derechos humanos. Además, la reunión informal de Ministros de Asuntos Exteriores celebrada en Klosterneuburg esta primavera consideró que la prisión de Guantánamo debe ser cerrada lo antes posible, de modo que la Unión ha expresado con toda claridad su opinión sobre este tema.
Sarah Ludford (ALDE). – (EN) No creo haber oído nunca una declaración tan floja como que «el Consejo no es responsable de la protección de los ciudadanos de la Unión Europea en el extranjero, eso corresponde a los Estados miembros». Intervenimos en otros países para intentar proteger a los ciudadanos de otros Estados miembros, por ejemplo en los Balcanes, pero no emprendemos ninguna acción conjunta para proteger a nuestros propios ciudadanos.
¿No está de acuerdo la Presidenta en ejercicio en que si la UE hubiese dicho en 2002 que era inaceptable que nuestros ciudadanos fueran retenidos sin cargos o sin juicio en Guantánamo, ahora podrían estar libres, o haber sido enjuiciados y condenados si eso era lo que tenía que pasarles?
Paula Lehtomäki, Presidenta en ejercicio del Consejo. (FI) Señor Presidente, la Presidencia considera importante mantenerse dentro de sus competencias al representar al Consejo. Todos los debates que hayan entablado los Estados miembros a nivel bilateral para la protección de sus ciudadanos es exclusivamente asunto suyo. Y hay que decir que la Unión Europea ha planteado la cuestión de Guantánamo en sus deliberaciones con los Estados Unidos y que estas conversaciones proseguirán.
El Presidente. Pregunta nº 10 formulada por Sarah Ludford (H-0617/06)
Asunto: Decisión marco sobre el racismo y la xenofobia
¿Prevé la Presidencia finlandesa reanudar los esfuerzos para lograr un acuerdo en el Consejo con vistas a una decisión marco contra los crímenes motivados por el odio religioso y racista, como propuso la Comisión en 2001 con el apoyo resuelto del Parlamento? ¿Piensa el Consejo instar a la Comisión a que también presente medidas contra los crímenes motivados por el odio a los homosexuales?
Paula Lehtomäki, Presidenta en ejercicio del Consejo. (FI) Señor Presidente, Señorías, el Consejo está a la espera del resultado sobre una decisión marco, ya que al menos un Estado miembro tiene serias reservas acerca del texto en su versión de 2004. Hace poco, este Estado miembro retiró su veto general, por lo que la Presidencia finlandesa tiene la intención de colaborar estrechamente con Alemania, que ocupará la Presidencia el próximo semestre, para que este tema se debata en los grupos de trabajo correspondientes y se pueda adoptar una decisión marco tan pronto como sea posible.
En el orden del día de la Presidencia finlandesa no figuran propuestas sobre los delitos de odio homófobo a los que su Señoría se refiere en su pregunta.
Sarah Ludford (ALDE). – (EN) Agradezco mucho esta buena noticia positiva, que acojo con entusiasmo. Pero lamento que la Ministra crea que no hay propuestas sobre el crimen homófobo. ¿No cree que la UE debería afrontar de verdad los retos tanto del racismo como de la homofobia en su forma aguda de violencia y odio en toda Europa? Estamos acumulando años de retraso con los retos a los que nos enfrentamos, entre otras cosas debido a los problemas del tercer pilar en relación con el veto de Consejo al que se ha referido la Ministra. ¿Avanzará usted también con respecto a la pasarela transfiriendo el tercer pilar –la parte intergubernamental– a la competencia de la Comunidad a fin de que podamos ser más eficaces y democráticos?
Paula Lehtomäki, Presidenta en ejercicio del Consejo. (FI) Señor Presidente, estoy de acuerdo con su Señoría en que la Unión Europea debería intervenir en los principales problemas, pero tenemos que hacerlo paso a paso y no podemos hacer frente a todos los problemas al mismo tiempo. Tenemos la intención de preparar un seguimiento al seminario de expertos sobre la decisión marco celebrado en junio, y después podremos considerar la propuesta de presentar esta decisión marco a un grupo de trabajo. En cuanto a la pasarela, que su Señoría menciona en su pregunta complementaria, como ya se ha señalado anteriormente en este Parlamento, Finlandia intentará durante su Presidencia mejorar el proceso decisorio con el fin de adoptar acciones conjuntas en el ámbito de la justicia y asuntos de interior.
David Martin (PSE). – (EN) Me complace que se haya levantado la objeción de un Estado miembro a la adopción de la decisión marco. ¿Instará la Presidencia al Grupo de Trabajo del COREPER a que acelere su trabajo sobre esta cuestión de forma que podamos adoptarla cuanto antes? ¿Estaría de acuerdo el Consejo en que la adopción de tal decisión marco enviaría una señal positiva a nuestras minorías étnicas en la Unión Europea, en particular a los musulmanes, que en estos momentos se sienten muy presionados en nuestro continente?
Paula Lehtomäki, Presidenta en ejercicio del Consejo. (FI) Señor Presidente, el hecho de que se hayan producido avances con la decisión marco no significa que hayan desaparecido los problemas: las diferencias en la actitud ante la libertad de expresión, el principio de legalidad y los ordenamientos jurídicos en los Estados miembros a este respecto aún plantean preguntas sin respuesta. Ahora planteamos, sobre la base de los debates celebrados hasta ahora, una propuesta de decisión marco más centrada; sin embargo, también hay que señalar que difícilmente habrá tiempo para su redacción antes del inicio de la próxima Presidencia.
El Presidente. Pregunta nº 11 formulada por Inger Segelström (H-0618/06)
Asunto: Los derechos humanos de las mujeres en Irán
El lunes 12 de junio cerca de una centena de militantes feministas iraníes se manifestaron en Teherán para exigir la modificación de las leyes que discriminan a las mujeres en el país. La policía disolvió brutalmente la manifestación, que se saldó con la detención de 70 personas.
¿Qué condenas políticas y qué medidas concretas tiene intención de adoptar el Consejo en sus contactos bilaterales en respuesta a los violentos ataques del régimen iraní contra las militantes feministas y la violación de los derechos humanos de las mujeres que se registra en Irán?
Paula Lehtomäki, Presidenta en ejercicio del Consejo. (FI) Señor Presidente, Señorías, el Consejo ha manifestado repetidamente su preocupación por la suerte de las mujeres en Irán. En su resolución del pasado mes de diciembre sobre la situación de los derechos humanos en Irán y que contó con el apoyo de la Unión, la Asamblea General de Naciones Unidas expresó su grave preocupación por la discriminación y otras violaciones de los derechos humanos, como la discriminación sistemática contra las mujeres y niñas tanto en la legislación como en la práctica.
El Consejo lamenta el deterioro de la situación de los derechos humanos en Irán. En su reunión de 20 de marzo de 2006 condenó la dura respuesta que recibió la manifestación pacífica que tuvo lugar el Día Internacional de la Mujer. En su reunión del 15 de mayo, el Consejo manifestó su inquietud por el aumento del número de ejecuciones, detenciones arbitrarias, el aumento de las restricciones para acceder a la información y el incremento de las violaciones de la libertad de expresión y la libertad religiosa. El Consejo hizo alusión en particular a la intimidación y acoso de que son objeto los defensores de los derechos humanos, abogados y grupos minoritarios.
En su reunión del 17 de julio, el Consejo centró su atención en las continuas violaciones de la libertad de expresión y asociación, como la violenta disolución de la manifestación pacífica realizada por personas que pedían la abolición de las leyes que discriminan a la mujer.
Por lo tanto, el Consejo tiene conocimiento de los incidentes sucedidos en las recientes manifestaciones. La UE continúa planteando cuestiones sobre los derechos humanos, entre ellos los de las mujeres, tanto directamente ante las autoridades iraníes como en los foros internacionales.
La Unión tiene la intención de expresar sus preocupaciones en el marco tanto confidencial como público. La UE ha realizado ya tres declaraciones públicas sobre la situación de los derechos humanos en Irán durante la Presidencia finlandesa. Con motivo de la muerte del activista estudiantil, Akbar Mohammad, en la prisión de Evin el 24 de agosto, la Presidencia señaló que la UE sentía una profunda preocupación por el duro tratamiento que recibían los disidentes, dirigentes de la oposición activistas estudiantiles y todos los defensores de los derechos humanos en las cárceles iraníes.
En una declaración oficial realizada a finales de julio, la Presidencia indicó que la Unión sentía una grave inquietud por el deterioro de la situación de los defensores de la libertad de expresión y de los derechos humanos en Irán. Estas declaraciones mencionan por separado al destacado abogado especialista en derechos humanos Abdolfattah Soltani, que fue condenado a cinco años de prisión. Asimismo se mencionaba a Ali-Akbar Mousavi Joeini, que fue arrestado durante la manifestación en apoyo de los derechos de la mujer de 12 de junio, al abogado Farshid Yadollahi y a Omid Beruzi, que también fueron condenados a penas de prisión, y la detención de abogados laboralistas en Teherán.
El 10 de julio se hizo pública una declaración oficial en la que la Presidencia finlandesa manifestaba la preocupación de la Unión Europea por el mantenimiento en prisión del académico iraní Ramin Yahanbeglu.
El Consejo sigue intentando organizar una reunión entre la UE e Irán en el marco del diálogo sobre derechos humanos iniciado en 2002. En dicha reunión ambas partes tendrían oportunidad de debatir sus preocupaciones en materia de derechos humanos.
Inger Segelström (PSE). – (SV) Gracias, señora Lehtomäki, por su pormenorizada respuesta. Me alegra mucho igualmente que se haya respondido tan oportunamente a estos incidentes, ya que considero que muchos, como yo, creemos que las cosas van por mal camino. Este acto es prueba de ello. Cuando no es posible ni siquiera debatir estas cuestiones sin sufrir este tipo de ataques, es necesario hacer algo fundamental.
Por ello me pregunto si sería posible que el Consejo tomase la iniciativa de apoyar las organizaciones de mujeres que ya existen. Hace poco el Parlamento adoptó una resolución sobre las mujeres en el marco de la gestión de conflictos, en la que indicábamos cuál sería el siguiente paso en este ámbito. Así pues, mi pregunta complementaria se debe a que creo que muchas personas están preocupadas porque las cosas van por mal camino.
Paula Lehtomäki, Presidenta en ejercicio del Consejo. (FI) Señor Presidente, como ya he dicho, el Consejo está muy preocupado porque la situación parece deteriorarse en numerosos aspectos. Hemos apoyado y seguiremos apoyando, al menos a nivel de política, las organizaciones de mujeres de una forma que siga destacando estas cuestiones relacionadas con los derechos humanos y los problemas actuales, tanto en los contactos directos como en los foros internacionales. Asimismo hemos pedido en varias ocasiones a las autoridades iraníes explicaciones sobre las violaciones de los derechos humanos cometidas en ese país.
El Presidente. Pregunta nº 12 formulada por Robert Evans (H-0622/06)
Asunto: Nueva ampliación de la UE
¿Considera el Consejo que la decisión adoptada por algunos Estados miembros de insistir en un referéndum antes de cualquier nueva ampliación de la UE es una forma de proteccionismo deliberadamente diseñado para impedir la adhesión a la UE de determinados países?
Paula Lehtomäki, Presidenta en ejercicio del Consejo. (FI) Señor Presidente, Señorías, el procedimiento de ratificación de cualquier tratado o convenio, incluyendo el relativo a la adhesión de nuevos Estados miembros, corresponde a cada uno de los Estados miembros. Por este motivo, el Consejo no puede hacer comentarios acerca del procedimiento de ratificación, ni sería conveniente que los hiciese.
Robert Evans (PSE). – (EN) Si el Consejo dice que no es oportuno hacer comentarios en modo alguno, probablemente sea difícil. Sin embargo, me pregunto si el Consejo podría aclararme algo, quizá en un sentido más amplio. ¿No cree la Ministra que el estado de ánimo cambió en Europa después de los referendos negativos en Francia y en los Países Bajos, y que algunas personas en determinados países tienen miedo de ampliar la Unión Europea y que quizá ven que pedir un referendo frenaría una futura ampliación?
Paula Lehtomäki, Presidenta en ejercicio del Consejo. (FI) Señor Presidente, el estado de ánimo no ha cambiado, al menos en el sentido de que –para nuestra gran satisfacción– las conclusiones del Consejo Europeo del mes de junio, en el que se trató igualmente la capacidad de absorción de la Unión, declaran claramente que la capacidad de absorción no será un nuevo criterio para su aplicación a los países candidatos, sino algo que deberá tenerse en cuenta por separado dentro de la Unión Europea. La Presidencia finlandesa propone la celebración de un debate exhaustivo sobre todos los aspectos de la ampliación en el Consejo Europeo del mes de diciembre, tras lo cual sin duda comprenderemos mejor las opiniones en los Estados miembros a este respecto.
El Presidente. Pregunta nº 13 formulada por Brian Crowley (H-0631/06)
Asunto: Lucha contra el terrorismo internacional
¿Puede el Consejo indicar qué medidas ha aplicado este año a escala de la UE para combatir el terrorismo internacional y declarar si tiene previsto presentar alguna iniciativa de la UE en este ámbito político en un futuro inmediato?
Paula Lehtomäki, Presidenta en ejercicio del Consejo. (FI) Señor Presidente, Señorías, el Consejo desea indicar a su Señoría que el Coordinador Antiterrorista elaboró un amplio informe en mayo de 2006 sobre las medidas de la UE para luchar contra el terrorismo, que incluye igualmente el ámbito de las relaciones exteriores. Este informe es respuesta a un mandato del Consejo Europeo para la realización de una reseña semestral de la aplicación del plan de acción antiterrorista adoptado en junio de 2004 y modificado por última vez en febrero de 2006. Este informe contiene un resumen de los avances alcanzados desde diciembre de 2005.
La política de lucha antiterrorista de la Unión Europea se define en su estrategia antiterrorista adoptada el pasado mes de diciembre. Los recientes acontecimientos ocurridos en Londres pusieron de manifiesto que sería necesaria una cooperación más estrecha que nunca entre expertos en terrorismo y en seguridad aérea. Los Ministros de Justicia e Interior de la UE proseguirán con estas deliberaciones en la reunión informal que el Consejo celebrará en Tampere.
Brian Crowley (UEN). – (EN) Gracias por su respuesta, señora Presidenta en ejercicio.
Sobre la base de su comentario final, en especial en relación con lo que ha sucedido recientemente en Londres, no parecía haber coordinación alguna con otros Estados miembros en la Unión Europea. Quizá no todos estuvieran sometidos al mismo grado de amenaza que el Reino Unido en esa ocasión. Sin embargo, sigue habiendo mucha incertidumbre acerca de las medidas de seguridad en los aeropuertos. Dependen del lugar de origen y de destino. Quizá necesitemos ahora una cooperación y coordinación más estrechas en estas cuestiones.
¿Participarán los Ministros de Transporte en Tampere en los debates sobre el modo de proteger la aviación civil frente a estas amenazas?
Paula Lehtomäki, Presidenta en ejercicio del Consejo. (FI) Señor Presidente, tenemos la intención de intensificar la cooperación y la coordinación tan pronto como nos sea posible. Durante la Presidencia finlandesa pondremos al día la estrategia antiterrorista y el plan de acción que la acompaña. Además, como ya he dicho, hemos observado que es necesaria una mayor cooperación entre expertos en terrorismo y en seguridad aérea. El otro ejemplo se refiere a los explosivos líquidos. Las fuerzas de seguridad de los Estados miembros prestarán especial atención a este tema y a otros más durante sus futuras reuniones.
James Hugh Allister (NI). – (EN) En cuanto al tema de la lucha contra el terrorismo internacional, ¿podría decirnos el Consejo qué medidas ha adoptado para promover el regreso de tres miembros del IRA condenados por terrorismo internacional en Colombia, que más tarde se refugiaron en un Estado miembro de la Unión Europea –concretamente Irlanda– y siguieron gozando de asilo allí? ¿Acaso no está claro que la UE socava su credibilidad en relación con la adopción de una postura sobre terrorismo internacional si consiente que los Estados miembros escondan a terroristas internacionales buscados y condenados?
Paula Lehtomäki, Presidenta en ejercicio del Consejo. (FI) Señor Presidente, resulta obvio que la Unión siempre debe actuar con coherencia a fin de mantener su credibilidad, pero sobre todo para seguir siendo eficaz. Probablemente seremos más coherentes si cooperamos en el ámbito de la justicia y los asuntos de interior y adoptamos un proceso decisorio más eficaz.
John Purvis (PPE-DE). – (EN) Espero que la Ministra tenga en cuenta que las actuales restricciones sobre los viajes y las medidas de seguridad en los aeropuertos británicos están perturbando enormemente la vida comercial y económica normal. Espero que la Presidencia tenga en cuenta, cuando se llegue a alguna posición concertada a escala europea, que ha de asegurarse de que pueda continuar la vida económica y comercial.
Paula Lehtomäki, Presidenta en ejercicio del Consejo. (FI) Señor Presidente, las restricciones impuestas al transporte aéreo de mercancías y pasajeros, que se aplican en especial al equipaje, no solo afectan al comercio, sino también a un gran número de viajeros. Es por ello por lo que resulta tan importante que los expertos en terrorismo y en seguridad aérea colaboren entre ellos para encontrar el nivel adecuado de seguridad que sea suficiente para proteger a los ciudadanos contra los atentados terroristas, pero que permitan al mismo tiempo viajar en condiciones normales en el futuro.
El Presidente. Puesto que sus autores no están presentes, las preguntas nº 14, 15, 16 y 18 decaen.
La pregunta nº 17 ha sido retirada.
Pregunta nº 19 formulada por Esko Seppänen (H-0645/06)
Asunto: Turnos de guardias de las fuerzas de combate
Cuando la UE se está preparando para operar con las fuerzas de combate, las unidades de combate de varios países realizan por su parte turnos de guardias. ¿Existe algún acuerdo entre los Estados miembros en materia de reparto de los costes en caso de que una unidad de combate sea movilizada durante su turno de guardia para una acción militar? ¿Se ha acordado en el Consejo lo que se hará si un componente de un país de la unidad de guardia no desea participar en una operación decidida en el marco de la UE?
Paula Lehtomäki, Presidenta en ejercicio del Consejo. (FI) Señor Presidente, Señorías, la decisión de enviar tropas para la operación de gestión de crisis de la UE corresponde siempre a los Estados miembros interesados. Las tropas se reclutan entre voluntarios, de conformidad con las decisiones adoptadas a nivel nacional sobre esta cuestión.
El coste de la operación conjunta de las operaciones de gestión de crisis militares de la Unión Europea se financia sobre la base del apartado 3 del artículo 28 del Tratado de la Unión Europea. Este apartado señala que los gastos de las operaciones a los que dé lugar la aplicación de estas disposiciones correrán a cargo del presupuesto de las Comunidades Europeas, salvo los gastos derivados de las operaciones militares o de defensa y los casos en que el Consejo decida lo contrario por unanimidad. De forma similar, el apartado 3 señala que en los casos en que los gastos no corran a cargo del presupuesto de las Comunidades Europeas, serán sufragados por los Estados miembros en función de su producto nacional bruto, a menos que el Consejo decida otra cosa por unanimidad. Esto es lo que contempla el artículo 28 del Tratado, y los Estados miembros que envíen tropas deberán sufragar sus propios gastos.
Esko Seppänen (GUE/NGL). – (FI) Señor Presidente, señora Ministra, la segunda parte de mi pregunta ha sido totalmente ignorada. ¿Qué habrá que hacer en una situación en la que un país que esté de guardia no desee participar en una operación de este tipo?
Paula Lehtomäki, Presidenta en ejercicio del Consejo. (FI) Señor Presidente, como acabo de decir, la operación se pone en marcha mediante una decisión unánime de la Unión Europea, y cada Estado miembro decide su participación en cada operación. Al mismo tiempo, las tropas de reserva serán parte de un todo más amplio. Queda por ver cuál será la reacción en una situación como la que describe su Señoría.
Brian Crowley (UEN). – (EN) En primer lugar, felicito a la Presidenta en ejercicio por el trabajo realizado a la hora de organizar la coordinación entre los Estados miembros de la fuerza de mantenimiento de la paz que irá al Líbano. De acuerdo con lo que ha dicho usted, señora Presidenta en ejercicio, sobre la división del trabajo –es evidente que algunos países son más capaces de ofrecer apoyo logístico que otros– quisiera preguntarle si existe alguna coordinación con respecto a quién puede aplicar mejor las diversas facetas de las operaciones, ¿o sigue siendo un asunto para las relaciones bilaterales entre Estados miembros?
Paula Lehtomäki, Presidenta en ejercicio del Consejo. (FI) Señor Presidente, las tropas de reserva se reunirán para formar un equipo que funcione correctamente, por lo que habrá una coordinación, como señala su Señoría, desde la etapa de preparación.
El Presidente. Las preguntas que, por falta de tiempo, no han recibido respuesta oral, la recibirán por escrito (Véase el Anexo).
El turno de preguntas al Consejo queda cerrado.
(La sesión, suspendida a las 19.30, se reanuda a las 21.00 horas)
El Presidente. El siguiente punto es el informe de Bastiaan Belder, en nombre de la Comisión de Asuntos Exteriores, sobre las relaciones UE-China (2005/2161 (INI)) (A6-0257/2006).
He recibido una solicitud del Grupo Socialista, en virtud del artículo 168 del Reglamento, para proceder a la devolución a comisión del informe del señor Belder sobre las relaciones UE-China. ¿Desea alguien motivar esta solicitud del Grupo Socialista?
Alexandra Dobolyi (PSE). – (EN) Señor Presidente, mi Grupo ha pedido que el informe del señor Belder sobre las relaciones entre la Unión Europea y China se devuelva a la comisión porque lo consideramos insuficiente y desequilibrado a la hora de tratar diversas cuestiones que afectan a las relaciones entre la UE y China. El Grupo del PSE también cree que el informe contiene diversos errores factuales que solo podrían corregirse a través de un gran número de enmiendas. Sin embargo, consideramos que un informe tan importante de la Comisión de Asuntos Exteriores sobre una potencia mundial como China debe volver a examinarse y debatirse en detalle. Ello se debe a que el informe contiene 125 considerandos y apartados, de los cuales solo dos apartados abordan la cooperación entre la Unión Europea y China. Solo 13 apartados tratan de la política exterior, mientras que se pasan por alto algunos de los principios básicos de la UE de los últimos 30 años. Apenas se habla de cuestiones de seguridad global y energía, y por ello hemos de equilibrar este informe.
Pedimos a la Cámara que devuelva este informe a la comisión, donde dispondremos de suficiente tiempo para abordar estas cuestiones de extrema importancia en relación con la cooperación entre la Unión Europea y China.
En estos momentos, la Comisión está enfrascada en abordar las relaciones entre la UE y China en más de 20 diferentes ámbitos políticos, incluida la política exterior, las cuestiones de seguridad global y las cuestiones energéticas. Hemos de actuar juntos para definir una posición coherente basada en hechos e informaciones claras de los departamentos competentes de la Comisión y el Consejo. La posición del Parlamento se verá muy reforzada y tendremos más influencia a la hora de alcanzar nuestros objetivos comunes si nos damos algo más de tiempo para preparar y reflexionar otra vez sobre este informe.
(Aplausos del Grupo del PSE)
El Presidente. Ahora que la solicitud ha sido motivada, ¿desea alguien intervenir a favor de la misma?
Señor Speroni, calme usted su impaciencia. De acuerdo con el Reglamento existe un turno a favor y un turno en contra. Ahora estoy preguntando si alguien desea tomar la palabra a favor.
Véronique de Keyser (PSE). – (FR) Señor Presidente, temía que nadie más se expresara a favor; por tanto, permítanme hacerlo a mí. Señorías, creo que abordamos esta petición con un espíritu absolutamente constructivo. Quisiera decir que en el ámbito de los derechos humanos, y cualquiera que sea el resultado de la votación que va a seguir, apoyaremos por supuesto todas las enmiendas a favor de los derechos humanos. Sin embargo, por tanto, hoy ni siquiera se plantean. Lo que quisiéramos remediar –es lo que la señora Dobolyi ha querido resaltar– son errores objetivos, carencias, lagunas que subsisten. Y quisiéramos también restablecer unas relaciones un poco más estrechas con el ponente. Eso es todo.
El Presidente. Tiene la palabra, para el turno en contra, el señor Tajani.
Antonio Tajani (PPE-DE). – (IT) Señor Presidente, Señorías, esta Asamblea debe votar sobre un texto muy completo que ha sido aprobado por una amplia mayoría de la Comisión de Asuntos Exteriores. Me doy cuenta y me hago cargo también de algunas de las observaciones formuladas por el Grupo Socialista en el Parlamento Europeo, dado que hemos presentado (como bien sabe el Grupo del PSE) una enmienda encaminada a colmar una posible carencia del informe, a saber, la referencia a la política de una China única (exclusión de la independencia de Taiwán).
Al optar por debatir el informe, estaremos así en condiciones de llegar a un acuerdo amplio, señal de que las tensiones se reducen y de que también se presta atención a las peticiones del Grupo del PSE. A mi juicio, el informe es exhaustivo, puede examinarse y varios Grupos parlamentarios también desean examinarlo y apoyarlo. Considero que es correcto que abordemos el debate esta tarde y procedamos mañana a la votación.
(Aplausos)
(El Parlamento rechaza la solicitud de devolución a comisión)
Bastiaan Belder (IND/DEM), ponente. – (NL) Señor Presidente, señora Comisaria, Señorías, en el momento oportuno, es decir, tan solo unos días antes de la Cumbre UE-China de Helsinki, esta Cámara envió un mensaje claro y firme al Consejo y la Comisión para que establecieran una asociación estratégica que realmente merezca ese nombre. El presente informe ofrece a Bruselas y a Pekín valores de referencia para todos los aspectos de sus relaciones mutuas: credibilidad, estabilidad y responsabilidad.
En mi calidad de ponente europeo, consideré de suma importancia escuchar muy atentamente los debates sobre la impresionante evolución pacífica de la República Popular durante las últimas tres décadas. Estos disiparon igualmente los lados oscuros, con todas las repercusiones que conllevan para la asociación entre la UE y China. Resulta lógico que estos se incluyan igualmente en el proyecto de resolución. Una gran mayoría de la Comisión de Asuntos Exteriores apoya este planteamiento por su indispensable y valiosa contribución, motivo por el que doy las gracias a los diputados y diputadas que intervinieron.
Las respuestas públicas que recibí de la Embajada de China en Bruselas durante las diversas etapas de mi informe me obligan a presentarles mi posición resumida en tres ámbitos clave: el sistema Ankang, la libertad religiosa en la República Popular y la cuestión de la anexión pacífica de Taiwán a China.
En una carta de 25 de abril la Embajada china negaba rotundamente que los disidentes políticos y sociales fueran objeto de tratamientos psiquiátricos forzosos. Este abominable método de tortura se conoce oficialmente como Ankang, que significa salud a través del descanso y la paz.
En realidad, en la edición del 3 de noviembre de 2005 del semanario alemán Die Zeit se publicaron los testimonios directos de tres víctimas del sistema Ankang con el revelador título «Descargas eléctricas contra el virus de la libertad». El 14 de diciembre de 2005 el Neuzüricher Zeitung publicó un artículo en el que se condenaba igualmente el sistema Ankang. A pesar de ello, la Embajada china recomendó a esta Cámara que suprimiera el apartado 24 del proyecto de resolución sobre el sistema Ankang por carecer de todo fundamento, y el Grupo Socialista en el Parlamento Europeo presentó una enmienda a tal fino como si no sucediera nada malo. En dos ocasiones pedí a la Comisión de Asuntos Exteriores que retirara esa enmienda, pero sin resultados.
El sistema Ankang se opone frontalmente a los derechos humanos fundamentales que apoyamos con toda firmeza, como acaba de decir la señora De Keyser hace unos momentos. Por ello, su actitud me causa una gran perplejidad. Les invito a que retiren esta mancha del blasón del Parlamento, y que apoyen el texto original sobre el sistema Ankang, que ahora vuelvo a presentar en calidad de enmienda.
Ya sabemos bastante sobre las numerosas violaciones del derecho fundamental a la libertad religiosa cometidas en China. Otro tanto puede decirse de los debates internos que critican al Gobierno de este país, incluso a las instancias de la Oficina Estatal de Asuntos Religiosos. Me habría gustado mucho hablar con esos funcionarios que se mostraron tan accesibles durante mi visita a esta institución estatal de otoño pasado.
Según el boletín de noticias de la Misión china ante la Unión Europea del 31 de agosto, el pueblo chino goza de una amplia libertad religiosa. Me gustaría invitar desde aquí a que se traduzca y publique la reciente entrevista concedida por el «gran jefe religioso» de China para poner de manifiesto el control que ejerce el partido, ya que corresponde al Partido Comunista Chino y a nadie más decidir qué es positivo y qué es negativo en las religiones.
La mayoría abrumadora del pueblo de Taiwán no desea estar sometido en ningún caso a ese control. Esto fue lo que escuché de los diplomáticos europeos destinados en ese país y de muchos ciudadanos taiwaneses. Uno de ellos me explicó las razones por la que la doctrina de reunificación pacífica de Pekín y sin duda la inquietante política de un solo hijo, que es el principal tema del PSE, no tiene ninguna oportunidad en estos momentos de ser aceptada por estas personas. «No se trata tanto de ideología o nacionalismo, sino de la diferencia entre los sistemas políticos y en el respeto de los derechos humanos como estilo de vida. La reunificación no tiene ninguna oportunidad mientras China no abandone su régimen autoritario, cosa que probablemente no sucederá en un futuro próximo».
Me parece que con ello responde a las enmiendas socialistas que además curiosamente plantean el tema de dos sistemas en relación con China y Taiwán, y por otra parte se alejan de la terminología utilizada en los documentos de la UE, lo que resulta sumamente revelador.
Este informe representa el compromiso del Parlamento con una asociación sólida entre la Unión Europea y China. Es por ello por lo que enumera con honradez los obstáculos para esta empresa política, precisamente ahora que la parte china comienza a reconocerlos –invito a Sus Señorías a que lean el informe que contiene declaraciones de personalidades chinas, entre ellas las de varios académicos– pero que, desde una óptica política, no se reconocen como obstáculos ni se eliminan en consecuencia.
El mensaje que debemos enviar al Consejo y a la Comisión en vísperas de la cumbre con los dirigentes chinos es que es necesario ayudar a China a establecer un Estado de derecho y estimularla para que lleve a cabo una modernización política en tanto que paralelo necesario a la modernización social de su asombroso desarrollo económico.
Benita Ferrero-Waldner, miembro de la Comisión. (EN) Señor Presidente, permítame empezar expresando mi satisfacción por este debate. Doy las gracias a sus Señorías y en especial al ponente.
Permítanme hacer de entrada algunas observaciones estratégicas. Como saben ustedes, la novena Cumbre entre la Unión Europea y China tendrá lugar en Helsinki dentro de tan solo tres días. Será una ocasión muy importante para debatir cuestiones actuales y asuntos que preocupan en el más alto nivel. Sin embargo, también quisiera centrar mi intervención de hoy –en especial a la luz del planteamiento de su informe– en cómo podemos dar un enfoque más estratégico a nuestras relaciones. Luego añadiré algunas palabras sobre algunos temas concretos.
Nuestra relación con China es una de las cuestiones clave a las que se enfrenta hoy en día la Unión Europea y que tengo en cuenta constantemente. Ello se evidencia en todos los terrenos, ya sea el medio ambiente y el cambio climático, la seguridad energética, la no proliferación, la seguridad mundial y regional, las relaciones económicas y comerciales, así como cuestiones concretas como la migración ilegal. También están todas las cuestiones relacionadas con el Estado de Derecho que han mencionado ustedes.
Todos conocemos los retos fundamentales. En primer lugar, el crecimiento económico de China ha sido fenomenal, pero al mismo tiempo sigue siendo un país en desarrollo y más frágil de lo que pensamos. Para ser sostenible, el crecimiento económico ha de venir acompañado de reformas sociales y políticas. En segundo lugar, China tiene un papel crucial que desempeñar a la hora de crear mercados energéticos internacionales más estables y de hacer frente a los retos ambientales. En tercer lugar, la globalización cada vez más rápida –y que la opinión pública identifica cada vez más con la producción barata procedente de China– es una cuestión y está generando presiones a favor de la adopción de medidas proteccionistas en los mercados desarrollados, cosa que tanto la Unión Europea como China han de procurar evitar. En cuarto lugar, China, al igual que la Unión Europea, ejerce una influencia mundial. ¿Apoyará o dificultará esto un orden mundial multilateral basado en reglas? Por decirlo simplemente, la cuestión a que nos enfrentamos es cómo hemos de responder a esta superpotencia creciente con la que sin duda compartimos intereses y una base común, pero –y seamos realistas en este punto– con la que también discrepamos en algunos valores y creencias fundamentales.
Antes de sugerir algunos principios que deberían guiar nuestra respuesta estratégica a este reto, quiero reiterar que la premisa básica para nuestra política comunitaria hacia China ha de ser de cooperación y asociación. No hay ninguna propuesta de contención o de ocultación de nuestras opciones. El compromiso y la asociación forman la base más eficaz para alentar y apoyar el desarrollo de China de una forma que satisfaga los objetivos y los intereses tanto de la Unión Europea como de China.
¿Qué principios deberían guiarnos? En cuanto a la reforma y al desarrollo internos de China, hemos de ser constructivos y complementar la política china en la medida de lo posible. Sin embargo, la Unión Europea también ha de enviar mensajes firmes y muy coherentes sobre nuestros ámbitos de interés, como la necesidad de una reforma social y política para garantizar la sostenibilidad de China, la importancia de los regímenes de no proliferación internacionales, y el acceso inmediato al mercado y la igualdad de condiciones para las empresas europeas. En segundo lugar, a escala internacional, la Unión Europea está interesada en estimular una implicación más activa y responsable de China. Hemos de mejorar nuestra comprensión de la política exterior china si queremos colaborar efectivamente. Deberíamos hacer hincapié en el componente regional, aumentar nuestra conciencia y sensibilidad en lo que respecta a cuestiones regionales y alentar la integración regional y un mayor multilateralismo en Asia.
En tercer lugar, la Unión Europea necesita centrarse más y ser más coherente internamente. Antes de explorar nuevos ámbitos, es necesario realizar una revisión interna completo de nuestra cooperación actual, que nos permita enfocar más claramente las prioridades y, si es preciso, abandonar ámbitos que no son eficaces o que ya no son prioritarios. Nuestro objetivo debería ser un enfoque de conjunto, en que la Unión Europea como tal hablara otra vez con una sola voz sobre su política hacia China.
En cuarto lugar, también deberíamos trabajar por asegurar que nuestras relaciones bilaterales se refuercen abarcando a todos los componentes de las sociedades. El Parlamento también tendrá un papel muy importante que desempeñar en este contexto. Necesitamos un programa a largo plazo para promover la comprensión mutua y un mecanismo de política estratégica efectivo que sea suficientemente informal y flexible.
En quinto lugar, durante todo este proceso, la Unión Europea debería ser consciente de sus puntos fuertes. La UE cuenta con una pericia especial en una serie de cuestiones relacionadas con la estabilidad interna en que China busca ayuda, por ejemplo en el ámbito de la energía, el medio ambiente, la integración regional y la salud pública, y deberíamos explotarla al máximo.
En sexto lugar, hay otros ámbitos en los que tenemos menos capacidad de influir. Sé que la situación de los derechos humanos en China preocupa mucho al Parlamento, así como a la Comisión. El año pasado no se ha considerado un año en que hubiera progresos significativos en ninguno de los ámbitos en que estamos especialmente interesados, como la ratificación del Convenio Internacional sobre Derechos Civiles y Políticos, la liberación de los presos de 1989, la abolición de la reeducación por el trabajo y una mayor protección de la libertad de expresión y religiosa, ámbitos que siguen preocupándonos. Pero puedo asegurarles, Señorías, que estas cuestiones seguirán estando en el centro de nuestro programa político y que seguiremos esforzándonos y presionando para conseguir avances.
La Comisión prepara el terreno para hacer realidad estos principios. Tal como pide el informe, estableceremos una nueva visión estratégica para nuestra política hacia China, que podremos presentar formalmente al Consejo y al Parlamento en noviembre. Espero evaluar la situación personalmente durante mi viaje a China, a principios del mes que viene.
Además de nuestro esfuerzo continuado por el proceso de reforma interna de China, creo que también deberíamos basarnos en cuatro prioridades básicas: en primer lugar, necesitamos un mayor equilibrio en nuestras relaciones bilaterales, llamémosle reciprocidad, igualdad o beneficio mutuo. Esto incluye un diálogo más significativo sobre derechos humanos y cuestiones afines. En este punto se incluirían cuestiones como el progreso en materia de derechos sociales y económicos. Estamos preocupados por la situación de los derechos civiles y políticos en China, y en particular, como ya se ha mencionado, en lo que respecta a la libertad de expresión, religión y asociación, y la protección de los derechos de las minorías. En este contexto nos preocupa que se limite y se controle cada vez más el uso de Internet. Como he oído decir al ponente, damos mucha importancia a la cuestión de la extracción de órganos. Es evidente que la legislación sobre esta cuestión, adoptada recientemente por el Gobierno chino, no aborda como es debido la cuestión del consentimiento del donante, sobre todo para los que han muerto bajo custodia o han sido ejecutados. Hemos dejado bien claras nuestras preocupaciones al Gobierno chino, tanto a través del diálogo sobre derechos humanos como por canales políticos más amplios, instándole, en términos bastante enérgicos, a tomar medidas urgentes para responder a estas inquietudes.
Hemos de convertir a China en un miembro responsable de la comunidad internacional, pero no solo como una parte interesada, sino más como un contribuidor positivo y activo. En relación con las cuestiones comerciales, si los mercados de la UE permanecen abiertos, tendremos que ocuparnos de conseguir una verdadera respuesta bilateral y multilateral por parte de China, aplicando la letra y el espíritu de los compromisos de la OMC. Hemos de revisar las estructuras de gestión de nuestras relaciones a fin de evitar la fragmentación y asegurar que nuestra asignación de recursos a las relaciones con China sea suficiente.
Queda mucho por hacer a la hora de definir una visión estratégica realista, pero también ambiciosa para conseguir avances en las relaciones entre la Unión Europea y China. No deberíamos pasar por alto las dificultades que comporta lograrlo, y no creo que las estemos pasando por alto. Pero permítanme reiterar que tiene una importancia crucial que mantengamos buenas relaciones. Ambas partes quieren una verdadera asociación estratégica que merezca ese nombre. Es nuestra responsabilidad traducir este deseo político a la práctica.
Creo que ya existe una buena base sobre la cual avanzar y, al hacerlo, espero que podamos contar con su apoyo, porque es una cuestión demasiado importante para que no tengamos éxito.
(Aplausos)
Karsten Friedrich Hoppenstedt (PPE-DE), ponente de opinión de la Comisión de Asuntos Económicos y Monetarios. – (DE) Señor Presidente, señora Comisaria, Señorías: ¿que sucedería si no pudiésemos hablar hoy sobre el tema de China?
Como ya se ha dicho, la próxima cumbre entre la UE y China se celebrará el 9 de septiembre; a ella asistirán el Primer Ministro, el Ministro de Asuntos Exteriores y los Ministros de Reformas, Planificación y Comercio. El 12 de septiembre se celebrará también en Helsinki un foro económico chino-europeo de alto nivel. Se acercan otras fechas importantes para la economía mundial, a saber, la nueva distribución de los derechos de voto dentro del Fondo Monetario Internacional a favor de China y probablemente en detrimento de Europa y la necesidad de formar nuevos agrupamientos y alianzas en la Ronda de Doha en Australia a finales de septiembre.
En mi calidad de ponente de opinión sobre este tema de la Comisión De Asuntos Económicos y Monetarios me concentraré en las perspectivas de la política económica y monetaria. El excedente comercial chino en 2005 fue de 102 000 millones de dólares, en 2006 será incluso superior, y a finales de 2006, las reservas de China superarán el billón de dólares. Muchos exigen una rápida variación del tipo de cambio, y China está dispuesta a responder a esas exigencias a medio plazo. No obstante, en vista de la estrecha interrelación entre los mercados financieros, en mi opinión abogo a favor de una variación cautelosa, porque las medidas radicales y repentinas podrían tener consecuencias incalculables para los mercados financieros.
El Fondo Monetario Internacional debe hacer un seguimiento de esta evolución y adoptar medidas oportunas cuando resulten necesarias. En la próxima reunión anual del FMI, China recibirá más peso en el Fondo, y esta medida está recibiendo un firme apoyo por parte de los Estados Unidos. Cabría preguntarse por qué Estados Unidos apoya tan fervientemente a China, en vista de su enorme déficit presupuestario. Quizás se deba a que la política cambiaria y las elevadas reservas de divisas de China, como se ha señalado antes, ejercen una influencia sobre el dólar estadounidense.
¿Cómo perciben este fenómeno los Estados miembros de la Unión Europea y qué dicen los funcionarios del Consejo ECOFIN al respecto? La Unión Europea es el mayor socio comercial de China y China es el segundo socio comercial de la Unión Europea. Por lo tanto debemos mostrar respeto por la manera en que los chinos han cumplido en parte y siguen intentando cumplir los compromisos que asumieron al ingresar en la OMC, aunque mucho queda por mejorar en materia de protección de la propiedad intelectual y, en particular, de crédito. La creciente apertura de los mercados bancarios y de seguros, y los avances para acordar normas comunes, constituyen pasos en la dirección correcta.
Se espera que a finales de septiembre las conversaciones que tendrán lugar en Australia infundirán un nuevo aliento a la Ronda de Doha. Los Estados Unidos también quieren una mayor influencia china en este foro. ¿Qué personas elegirá la Unión Europea para acompañar este proceso, a fin de que los chinos sientan que Europa puede colaborar con China para desarrollar estrategias comunes?
Antonio Tajani, en nombre del Grupo del PPE-DE. – (IT) Señor Presidente, señor Comisario, Señorías, apoyamos de todo corazón el informe Belder. Es un informe completo, aborda todos los problemas relativos a las relaciones entre la Unión Europea y China y se basa en el importante debate mantenido en la Comisión de Asuntos Exteriores, por lo que doy las gracias al presidente Brok, que quiso que el tema se analizara en profundidad.
Esperamos un amplio consenso en torno a este informe, por lo que pedimos al Grupo Socialista en el Parlamento Europeo que vote a favor, entre otras cosas porque nos comprometemos a apoyar la política de una China única, que subyace a los esfuerzos por hallar una solución pacífica de la cuestión de Taiwán a través de un diálogo constructivo.
En el informe, China no se presenta desde luego como un enemigo de Europa, más bien al contrario. China es un socio importantísimo en el ámbito del comercio y la industria; muchas empresas europeas encuentran en China el tipo de hospitalidad que les permite descubrir nuevos mercados. Pero si queremos mejorar las relaciones entre la Unión Europea y Pekín y que en el futuro se beneficien ambas partes, hay que fijar y cumplir unas normas definidas, del mismo modo que hay valores humanos fundamentales cuya violación puede hacer que la colaboración entre la Unión Europea y China se presente bajo una luz menos positiva.
Nos preocupan las opciones antidemocráticas tomadas por el Partido Comunista Chino, la violación de los derechos humanos y los derechos sindicales, la libertad de las minorías, la libertad de información y la cuestión del Tíbet. El Grupo parlamentario, que sigue con atención este problema, presentando y consiguiendo la aprobación de diversas enmiendas, ha destacado la cuestión de la libertad religiosa: nos preocupa el nombramiento de los obispos por el Partido Comunista; es como si el Vaticano nombrase generales del ejército chino; es incomprensible y conculca la libertad de muchos ciudadanos chinos.
Además está la cuestión de las normas relativas a las relaciones económicas y comerciales; pedimos al Consejo y a la Comisión que se comprometan a proteger a las empresas europeas y de otros países vecinos de Europa, sobre todo en el sector textil y en el del calzado. El Comisario Mandelson ha enviado algunas señales, pero debemos continuar impertérritos por lo que respecta a la protección de los derechos humanos, como debe hacer Presidencia finlandesa, que lamento que no esté presente en esta Cámara. Por todos estos motivos, votaremos a favor del informe Belder, apoyando algunas enmiendas que se refieren también a las cuestiones ambientales.
Glyn Ford, en nombre del Grupo del PSE. – (EN) Señor Presidente, estamos de acuerdo con mucho de lo que dice el informe del señor Belder. Estamos de acuerdo en que China tiene que asumir una responsabilidad internacional creciente debido a su condición de miembro permanente del Consejo de Seguridad y a que ahora es la cuarta economía más importante del mundo. Estamos de acuerdo con la importancia del papel de China en África y en Oriente Próximo. Hemos de mantener un diálogo con China sobre la situación en Corea del Norte, donde ha desempeñado un papel importante presidiendo las conversaciones a seis bandas; sobre Irán, donde China puede desempeñar un papel intentando encontrar una solución a la crisis nuclear; y sobre Darfur, donde, debido a sus intereses petroleros, China se ha resistido hasta ahora al despliegue de fuerzas de la ONU.
Esperamos el establecimiento de una asociación estratégica entre la Unión Europea y China y sin duda apoyamos la necesidad de abolir la pena de muerte, cosa que pedimos a todos los países, inclusive Japón, la República de Corea y los Estados Unidos. Es preciso que haya una mejora continua en el ámbito de los derechos humanos.
Sin embargo, por desgracia, en conjunto el informe padece una falta de equilibrio y comete un pecado de omisión. Yo creía que se trataba de un pecado de omisión, pero en su intervención inicial el señor Belder ha dejado claro que la razón por la cual la política de una China única no está en el informe no es porque la haya olvidado, sino que en realidad está a favor de cambiarla. Espero que los diputados el Grupo Demócrata-Cristiano que aún lo apoyen dejen de hacerlo, y que apoyen nuestra enmienda.
Hay dos líneas sobre la difícil situación de 150 millones de trabajadores migrantes –más del 10 % de la población de China–, una frase sobre los sindicatos libres y cinco apartados sobre una minoría religiosa que es cientos de veces más pequeña. El problema es que al señor Belder los árboles no le dejan ver el bosque.
Sí, por supuesto, hemos de defender a todos los grupos oprimidos, pero ¿dónde está el sentido de la proporción del ponente? Igualmente, es correcto creer algunas de las cosas malas que nos cuentan sobre China, pero no es correcto creerlas «todas» sin disponer de las pruebas necesarias. Hay ámbitos en los que nos adentramos en territorio de la Comisión de Comercio Internacional, pero el informe adopta una línea mucho más proteccionista que la del reciente informe de dicha comisión.
La cuestión del estatuto de economía de mercado se despacha rápidamente, pero 40 países del mundo ya han concedido el estatuto de economía de mercado a China, siendo el último en hacerlo la República de Corea, en noviembre de 2005. Respeto el criterio del Parlamento Europeo sobre el embargo, pero aquí estamos insistiendo en que todos los países con los que mantenemos una asociación apliquen un embargo que coloca a China en la misma situación que Birmania y Zimbabue –países que personalmente considero que están en peores condiciones en cuanto a la opresión y discriminación–, mientras que, al mismo tiempo, pedimos a los chinos que nos ayuden a presionar a esos dos países que, según nosotros, son exactamente iguales que China.
En el apartado 4 vemos que, a finales de 2006, China tendrá a su disposición 1 000 millones de euros en reservas para explotaciones agrarias. La exactitud del informe está bien; solo se equivoca unas mil veces: en realidad se trata de un billón y no de 1 000 millones, y aún así nadie se ha dado cuenta; aún así es un informe muy preciso que todos apoyan.
En ningún lugar nos quejamos de que China tenga demasiados pocos euros –en lugar de dólares– ni decimos que China debería seguir trabajando con la Unión Europea en las conversaciones a seis bandas. No mencionamos el hecho de que la preocupación de China por el santuario de Yasukuni está reflejada en el hecho revelado hace poco de que el Emperador japonés se negó a visitarlo cuando se incluyó en él a criminales de guerra de clase A.
Por último, como ha dicho la Comisaria, queremos compromiso y asociación, no confrontación y contención. Me temo que este informe envía el mensaje equivocado.
Cecilia Malmström, en nombre del Grupo ALDE. – (SV) Señor Presidente, señora Comisaria, me felicito de este informe en nombre de mi Grupo. Es importante que el Parlamento Europeo emita una declaración antes de la importante cumbre que tendrá lugar este fin de semana. Las relaciones entre la UE y China se han hecho más amplias, y no solo en términos comerciales. Por ello deberíamos abordar estas relaciones de una forma más estratégica.
China es una economía en crecimiento y un socio comercial cada vez más importante. Nosotros los demócratas liberales consideramos que el comercio es una buena forma de acercar a los países y de incrementar los contactos y las formas de intercambio. El comercio conduce, a largo plazo, a una mayor apertura, una mejora de las normativas, a una menor corrupción y, con el tiempo, a la democracia. El comercio ha dado lugar igualmente al crecimiento económico, permitiendo que millones de chinos salieran de la pobreza, lo que significa, desde luego, que podemos deliberar sobre la forma de distribuir los frutos de ese crecimiento.
Las ambiciones de China en la escena internacional van en aumento. Eso es positivo, pero también tiene que aceptar una mayor responsabilidad a nivel internacional y ser un socio responsable. Creemos que China puede desempeñar un papel importante en las relaciones con Corea del Norte, pero no podemos aceptar que China utilice su veto en Naciones Unidas para evitar una intervención mundial destinada a poner fin al genocidio en Darfur o para presionar a Irán para que permita que la comunidad internacional inspeccione su programa de energía nuclear.
Por su tamaño, historia y población, China tiene enormes posibilidades. Al mismo tiempo tenemos que reconocer que China es una dictadura. No podemos aceptar que miles de personas sean encarceladas por sus opiniones políticas, por su religión o por pertenecer a un grupo étnico. No podemos aceptar la censura que China ejerce en Internet, y observamos con gran inquietud los informes que llegan de todas partes del mundo –siendo uno de los más recientes el de un reputado instituto canadiense– sobre el comercio con órganos procedentes, por ejemplo, de simpatizantes de Falun Gong. Nos preocupan igualmente las amenazas que ha recibido la democracia de Taiwán.
No debemos dejar pasar oportunidad alguna para indicar a los políticos y empresas chinas que condenamos estas violaciones de los derechos humanos. Al mismo tiempo debemos mostrarnos constructivos e intentar ayudar a China a avanzar por el largo camino hacia la democracia. Del mismo modo, todos nosotros, políticos, empresarios y consumidores, debemos exigir a las empresas chinas que autoricen la actividad sindical y que permitan a sus trabajadores disfrutar de seguridad y de sus derechos fundamentales.
China es asimismo una bomba de tiempo medioambiental, por lo que el medio ambiente es un sector de enorme potencial para la cooperación entre China y la UE. La Comisaria Ferrero-Waldner acaba de señalar la necesidad de establecer una asociación estratégica que incluya muchos elementos prácticos. Nos felicitamos de ello y esperamos que el Parlamento Europeo pueda desempeñar un papel crítico y constructivo en esta labor.
Raül Romeva i Rueda, en nombre del Grupo Verts/ALE. – (ES) Señor Presidente, yo también celebro que, por fin, tengamos este debate. Creo que habría sido un error y un mensaje equivocado devolver el informe a la Comisión, sobre todo teniendo en cuenta la importancia que se le da a la soberanía de esta Cámara.
Es evidente que en China se están produciendo grandes progresos y la modernización está, en estos momentos, cada vez más avanzada, pero hay que tener muy en cuenta también que este ritmo, acelerado y rápido, con el que se está produciendo esta modernización, tiene sus riesgos desde el punto social y desde el punto de vista ambiental. En ese sentido, la Unión Europea tiene que contribuir al desarrollo de los aspectos positivos de esta modernización y no alimentar los aspectos negativos o los riesgos que tiene ese proceso.
Por eso, en el contexto actual en el que estamos discutiendo las relaciones Unión Europea-China tenemos que ser muy claros. Entre amigos hay que hablar claro; es precisamente con los amigos con quienes se quiere tener buenas relaciones y con los que se tiene que ser también muy sincero. En este caso, creo que tenemos que hacerlo marcando muy claramente cuáles son los valores que consideramos fundamentales para tener una buena relación, una relación fructífera.
Algunos ya se han mencionado, pero quiero plantearlos de nuevo, para recordar, de una forma clara y sin tapujos, que estamos a favor de la prohibición de la pena de muerte y que consideramos que este es un valor universal, que estamos a favor de la democratización y la libertad de expresión, también en Internet, y de la libertad de manifestación cultural y religiosa, que condenamos la sistematización de la tortura y la existencia de campos de reeducación de personas detenidas y que consideramos fundamental el respeto de los derechos de pueblos como el Tíbet y, en ese sentido, apelamos al Consejo para que desarrolle ya la política aplicable y acepte el envío de un enviado especial. Con relación al embargo de armas, hemos dicho muchas veces que no podemos y no vamos aceptar el levantamiento del embargo de armas si no hay previamente una solución, una justificación o una asunción clara de responsabilidades con relación a los hechos de Tiananmen; si no quedan aclarados estos hechos, no podemos afrontar el levantamiento del embargo.
Por último, con relación a la política de una única China, estoy de acuerdo en que ese tiene que ser el objetivo y en que es el buen marco para negociar las relaciones entre China y Taiwán, pero tiene que ser entre entidades democráticas. Si no es así, lógicamente, la política de una única China puede tener consecuencias negativas.
Willy Meyer Pleite, en nombre del Grupo GUE/NGL. – (ES) Señor Presidente, señora Comisaria, queridos y queridas colegas, mañana el Grupo Confederal de la Izquierda Unitaria Europea/Izquierda Verde Nórdica va a votar no a este informe, porque, si pretende influir en una materia tan sensible como la de los derechos humanos, va en la dirección equivocada.
En su punto 75 queda explícita esta equivocación, cuando plantea que se inste a la Unión Europea y a los Estados miembros a establecer una política consensuada con los Estados Unidos de América para establecer una relación estratégica con China.
Yo me pregunto: ¿sobre qué materias puede establecerse un consenso con los Estados Unidos de América? ¿en relación con la pena de muerte? ¿en relación con el respeto al Derecho internacional? ¿en relación con la desmilitarización de la seguridad? ¿en relación con el cambio climático? Es decir, ¿vamos a ir de la mano de los Estados Unidos de América para establecer esa relación consensuada —la Unión Europea y los Estados Unidos— para decir a los chinos lo que hay que hacer en esas materias?
Yo creo que es una terrible equivocación, es precisamente ir en la dirección contraria. Y, es más, el informe pretende además decir a los chinos —al Gobierno chino, a las autoridades chinas— qué política tienen que realizar en su región, con qué países —con Corea del Norte, con Irán—, con qué principios, como si a la República Popular China se le pudiera decir, o ella estuviera dispuesta a aceptar que le digan, lo que tiene que hacer. Como si a la Unión Europea nos dijera la República Popular China qué tipo de relaciones, qué tipo de política tenemos que mantener.
Esto no es serio. Hay que contextualizar de qué país estamos hablando. Estamos hablando de un país que tiene 1 200 millones de habitantes, nueve millones y medio de kilómetros cuadrados, y que en 1910 era una sociedad feudal. Si no se contextualiza este informe, vamos a estar dando palos de ciego. Además, yo creo que lo que destila este informe, —y termino— Señorías, es un puro interés económico. Nada más. Todo lo demás es palabrería.
Por lo tanto, mañana nuestro Grupo va a votar no, porque creo que se ha tomado la dirección equivocada. Para influir sobre la República Popular China hay que influir a partir de una autonomía clara de la Unión Europea y no del vínculo de esta a los Estados Unidos de América.
Ģirts Valdis Kristovskis, en nombre del Grupo UEN. – (LV) Señora Comisaria, Señorías, quiero hacer algunos comentarios sobre las relaciones entre la Unión Europea y China vistas a través del prisma de las relaciones entre China y Taiwán y el de la democracia. No es ningún secreto que China se niega a entablar un diálogo directo con el Gobierno elegido democráticamente de Taiwán. Por ello, la Unión Europea debería instar a China a mantener una atmósfera de confianza mutua con Taiwán, y emplear medios pacíficos a la hora de desarrollar sus relaciones para lograr la estabilidad en toda la región. No podemos apoyar las acciones de China dirigidas a limitar la participación de Taiwán en los procesos internacionales. China ha de respetar los derechos humanos y las libertades fundamentales que tienen los 23 millones de habitantes de Taiwán para hacer elecciones políticas. Debemos condenar el hecho de que la ley china que legitima la posible ocupación de Taiwán cuelgue como una espada de Damocles sobre Taiwán. Señorías, desde mi punto de vista, en el concepto de «una sola China» la idea de reunificación pacífica debería sustituirse por algo que es más aplicable: una solución pacífica. Es preciso que se reduzca de forma significativa el despliegue de cerca de 900 misiles teledirigidos y otros tipos de misiles en la costa sur de China, al otro lado del estrecho de Taiwán. Esto resulta amenazador y estresante para los habitantes de Taiwán. Debido a ello, Taiwán se ve en la necesidad de adoptar contramedidas acumulando armas, lo que resta importantes recursos necesarios para la economía y la sociedad. Hay que mantener el embargo de armas de la Unión Europea. Levantarlo sería malinterpretado y se entendería como un estímulo para que China siguiera aumentando su poder militar. Podría afectar gravemente la estabilidad en la región asiática y llevar a una escalada del gasto armamentístico. Levantar el embargo de armas no fomentará la deseada democratización de China. Al mismo tiempo, esto mermará la presión ejercida sobre el régimen de partido único para que acabe con las graves violaciones de los derechos humanos que hemos visto durante tanto tiempo.
Gerard Batten, en nombre del Grupo IND/DEM. – (EN) Señor Presidente, hemos de felicitar al pueblo de China por los progresos que ha realizado desde la muerte del tirano Mao Zedong hace 30 años. El legado de Mao de asesinatos, opresión, sufrimiento, miseria, hambre y muerte es una categoría aparte. Puso a China de rodillas. Su instrumento para reforzar su tiranía era, por supuesto, el Partido Comunista Chino, que sigue gobernando en China. El reconocimiento por parte del sucesor de Mao, Deng Xiao Ping, y de los sucesores de este de algunas realidades capitalistas y del mercado libre ha permitido a China progresar económicamente hasta el punto que ha alcanzado hoy.
Sin embargo, en el corazón del fenómeno económico chino hay una contradicción no resuelta: la nueva prosperidad de China se basa en principios capitalistas aplicados por el Partido Comunista Chino, que es el único partido político en China. Asistimos al curioso espectáculo de un partido comunista que ya no cree en el comunismo y que aplica ideas capitalistas en las que se supone que no cree. Su única creencia real es garantizar su propia supervivencia, y la Unión Europea no debería ayudarle a conseguir este objetivo ofreciéndole el tipo de apoyo que ya hemos visto.
El progreso en China estará inevitablemente limitado a la esfera económica mientras el Partido Comunista chino siga en el poder. El progreso no se extenderá a la libertad de asociación, la libertad de expresión y la democracia. El pueblo chino está cosechando por fin algunos de los beneficios materiales del sistema capitalista. Pero ¿cuándo recogerán los beneficios del sistema democrático occidental? El informe del señor Belder pide con razón un pluralismo político, un poder judicial independiente y que la UE no levante el embargo de armas hasta que China aborde correctamente la situación de los derechos humanos y las libertades civiles y políticas.
El señor Belder pide una política coherente hacia China. Esa política coherente deberá promover los intereses del pueblo chino, pero no los intereses del Partido Comunista Chino. Por ello, no debemos levantar el embargo de armas y debemos seguir reconociendo a Taiwán como un Estado democrático independiente.
Por desgracia, he de decir que este informe debería rechazarse porque aboga por seguir desarrollando una estrategia de la UE con respecto a las relaciones con China. Ello sería perjudicial para el pueblo chino. Asimismo restringiría las decisiones políticas y económicas del Reino Unido y diluiría su influencia y sus prioridades. A la larga, ello también sería perjudicial para el pueblo chino.
Paweł Bartłomiej Piskorski (NI) – (PL) Señor Presidente, el hecho de que estemos debatiendo las relaciones entre la UE y China ilustra su importancia. Los diferentes oradores, el propio informe, así como los que han tomado la palabra aquí han recalcado lo importantes que son las relaciones con China para el futuro de la Unión Europea. Sin embargo, también coincidimos en que estas relaciones son fundamentalmente diferentes. En los debates sobre esta cuestión, hemos de adoptar un planteamiento diferente al de nuestras relaciones con otro país grande de la región como la India.
Cuando hablamos de China, siempre deberíamos recordar los cimientos sobre los cuales se ha construido esta Cámara y toda la Unión Europea. Por ello, nuestra prioridad es promover, fomentar y crear las condiciones que permitan a la gente vivir en condiciones democráticas, sin miedo a la represión y sin actos que forman parte de la vida cotidiana en China.
Al debatir este informe que, en su conjunto, es correcto –y espero que esta Cámara apruebe todas las enmiendas, y todos los elementos relacionados con los derechos humanos y de los ciudadanos–, deberíamos recordar que la represión de las comunidades religiosas –y esto las incluye a todas, desde la Iglesia Católica hasta los movimientos religiosos como Falun Gong, que están siendo oprimidos de una manera bastante vergonzosa–, así como la represión de los derechos humanos fundamentales, no pertenece al pasado en China, sino que sigue produciéndose a diario. Se sigue practicando la esterilización y los abortos forzados. La represión de grupos nacionales, como está sucediendo en estos momentos en el Tíbet, tampoco pertenece al pasado.
En nuestro informe, hemos de llamar la atención sobre todo ello, pues es sumamente importante que, en sus relaciones con China, tanto el Parlamento Europeo como toda la Unión Europea no se concentren únicamente en las estadísticas económicas y en el comercio, sino que también presten atención a los ideales que la Unión Europea debe promover y promueve.
Georg Jarzembowski (PPE-DE). – (DE) Señor Presidente, señora Comisaria, nuestro Grupo está realmente comprometido con el desarrollo de la asociación estratégica entre la UE y China, pero estas relaciones deben basarse en una apertura, credibilidad y responsabilidad completas. No hemos de sacrificar nuestras convicciones por el bien de consideraciones económicas o políticas; en lugar de ello, hemos de usar un lenguaje claro cuando hablamos con nuestros socios chinos.
Quiero darle las gracias, señora Comisaria, por la claridad con la que ha hablado en su primera intervención, y le animo a que haga el mismo discurso en la cumbre de Helsinki. Si somos sinceros y honestos los unos con los otros, entonces tendremos una oportunidad para seguir desarrollando la asociación estratégica de una forma sensata.
Permítame hacer otras tres observaciones. Al igual que la Comisión, hemos de seguir exigiendo al Gobierno de la República Popular China que aplique los principios básicos del comercio mundial justo, ahora que se ha unido a la OMC. No puede salirse con la suya con la excusa de que el Gobierno central no sabe lo que sucede en cada provincia.
Se ha de proteger la propiedad intelectual y si el Gobierno chino puede aplicar sus convicciones políticas en todas las prisiones, también deberá poder garantizar la protección de la propiedad intelectual en todas las fábricas.
En segundo lugar, pedimos al Congreso Popular Nacional que ratifique por fin el Convenio Internacional sobre Derechos Civiles y Políticos. Lo han firmado, pero están posponiendo su ratificación. Vuelven a este punto en los debates que siempre nos complace tener con ellos y dicen que es tan difícil y que primero han de prepararse. No: lo han firmado, así que deben ratificarlo y deben aplicar los derechos humanos. Aplicar significa en la práctica: libertad religiosa, libertad de prensa y libertad de expresión. Deben garantizarlo. Asimismo, tiene que haber una autonomía cultural para el Tíbet.
No creo que el señor Ford haya comprendido las cosas adecuadamente: China ha de dar el primer paso cambiando la forma en que se relaciona con sus vecinos. También ha de cambiar sus relaciones con sus vecinos Japón y Taiwán. De hecho, en lo que concierne a Taiwán, por supuesto a todos nosotros en esta Cámara nos gustaría que hubiera un diálogo entre Peking y Taipei, pero ello no ha de suceder con amenazas. Por ello carece de sentido que los socialistas pidan –como hicieron recientemente– que se levante el embargo de armas. En lugar de ello deberían demostrar solidaridad con los demócratas de esta Cámara. Mientras sigan violándose los derechos humanos en China, no debe levantarse el embargo.
Alexandra Dobolyi (PSE). – (EN) Señor Presidente, aplaudo el trabajo realizado por la Comisión sobre China hasta el momento y la aportación de la Comisaria Ferrero-Waldner esta tarde. Si el informe fuera tan equilibrado como su contribución de hoy, señora Comisaria, lo apoyaría de todo corazón. Sin embargo, durante nuestros debates en la Comisión de Asuntos Exteriores he sostenido que el informe era flojo en los apartados referentes a la cooperación entre la Unión Europea y China y a la política exterior. Por alguna razón que no logro entender, el informe no se pronuncia sobre la política de una China única o sobre el papel de China en el Consejo de Seguridad, y no adopta un punto de vista equilibrado sobre la cuestión de Taiwán, las conversaciones a seis bandas, la cooperación entre la Unión Europea y China ni las cuestiones de seguridad mundial.
El informe menciona tan solo a uno de los principales socios para la cooperación en relación con China. ¿Por qué? Yo, al igual que la mayoría de los ciudadanos de Europa, creo que deberíamos cooperar con todos nuestros socios principales, y no con uno solo.
Asimismo, el informe del señor Belder, que cuenta con el apoyo del Grupo del PE-DE y de otros Grupos, contiene datos equivocados. Citaré solo un ejemplo: en el apartado 24, el Parlamento pide a la Comisión que inicie un diálogo estructurado con sus homólogos chinos en los ámbitos de empleo y asuntos sociales. Ahora bien, señor Belder y señores de los Grupos del PPE-DE y ALDE, o no han hecho ustedes bien sus deberes, o hemos de felicitarnos por los poderes mágicos de la Comisión, porque hace dos años debió de comer una galleta de la suerte que decía que en septiembre de 2006 el Parlamento haría este llamamiento para iniciar un diálogo estructurado.
La verdad es que la Comisión lleva años manteniendo un diálogo estructurado sobre estas cuestiones y sobre muchas otras. La sugerencia de nuestro Grupo, que fue rechazada, era que la Comisión nos pusiera al día regularmente sobre los diferentes diálogos sectoriales, que ahora abarcan una amplia gama de ámbitos, desde la tecnología espacial hasta la normativa aplicable a las empresas, desde las cuestiones ambientales hasta la educación y la sociedad de la información. Señora Comisaria, el Grupo del PSE acogería con gran satisfacción que nos pusiera al día regularmente sobre su labor de establecimiento de diálogos estructurados con China.
Mi idea era que este informe debería ser la contribución del Parlamento a las relaciones entre la Unión Europea y China sobre la base del pragmatismo, los hechos y el respecto de las sensibilidades recíprocas, y con miras a una intensificación progresiva de la relación entre ambas partes, que está evolucionando rápidamente hacia una amplia asociación estratégica.
De hecho, Europa está cooperando con China en ámbitos culturales, económicos y estratégicos. Corríjanme si me equivoco, pero la gran pregunta es si China responderá sinceramente al intentar comprender y aceptar los valores europeos. ¿Hay algún modo de encontrar respuestas a estas cuestiones que no sea a través de un diálogo constructivo? Mi idea era que este informe contribuiría a un proceso en que ambas partes podrían comprenderse mejor. Ello debería redundar en beneficio mutuo. Por desgracia, el informe que tenemos ante nosotros no lo hace. Debilita en gran medida la posición y la influencia del Parlamento para lograr nuestros objetivos comunes, especialmente ahora con miras a la próxima cumbre.
Dirk Sterckx (ALDE). – (NL) Señor Presidente, señora Comisaria, señor Belder, como presidente de la delegación del Parlamento para China, tengo sentimientos contradictorios sobre este informe. El ponente ha trabajado muy duro, y el informe contiene muchas cosas buenas que este Parlamento ha dicho o repetido, pero lo que falta, en mi opinión, es una valoración, una valoración crítica y constructiva de lo que ya está haciendo la Comisión en China en estos momentos. ¿En qué medida somos críticos con algunas de las cosas que está haciendo allí la Comisión? A fin de cuentas, dispone de una delegación muy amplia allí, solo superada – o eso creo – por la delegación para las relaciones con los Estados Unidos.
¿En qué ámbitos alentamos a la Comisión? Por ejemplo, ¿hay suficiente cooperación entre China y la Comisión en el ámbito de la política regional, el desarrollo de las regiones poco favorecidas de China? En este sentido podríamos enseñarles algunas cosas. ¿Estamos colaborando suficientemente y no podríamos pedir, por ejemplo, que el Gobierno chino se mostrara un poco más receptivo para esta cuestión?
Es este tipo de cosas las que echo en falta. No se ha realizado un examen suficiente ni un análisis crítico y/o constructivo de las actividades que está realizando la Comisión. ¿Qué sugerencias proponemos para la cumbre de Helsinki? No las veo por ninguna parte, y de ahí provienen mis sentimientos contradictorios.
Me complace que no eluda usted los problemas. Dado que sus Señorías ya se han referido a ello, no volveré a tratar las cuestiones de derechos humanos, derechos sindicales, la libertad de expresión, etc.
No me complace tanto la manera en que pide usted un consenso entre la UE y los Estados Unidos sobre la política respecto a China. Esto me disgustaría mucho. De hecho, en nuestro Grupo hemos presentado enmiendas sobre este tema, porque hay diferencias entre nosotros –la Unión Europea– y los Estados Unidos, sobre cómo enfocar el tema de China. Asimismo, hay diferentes intereses en juego. No pidamos el consenso con los Estados Unidos, pues creo que esto nos limitaría enormemente en nuestra política.
Además, China no es un país cualquiera. Podemos hacer como si China nos necesitara solo a nosotros, pero no nos engañemos: nosotros también necesitamos a los chinos, tanto económica como estratégicamente. Que quede claro, señora Comisaria. Asumo que la política de una sola China es una piedra angular de la estabilidad que desearíamos para toda Asia, y que también es una piedra angular y un componente elemental de la política de la UE con respecto a China. No encuentro gran cosa a este respecto en el informe. Suponemos todo tipo de cosas, pero como Parlamento deberíamos también confirmar la política de una sola China, porque es importante para la estabilidad.
China nos necesita, por ejemplo, en lo que respecta al medio ambiente. Creo que este país debería aceptar muchas de nuestras sugerencias, también en el ámbito de la energía.
En lo que respecta a las condiciones de la asociación, hay que decir que cada día, algún ministro o comisario de una región o país, parte hacia China para debatir esta asociación estratégica allí. Por ello, dejemos de fingir que no existe y que podemos poner las condiciones que queremos.
Caroline Lucas (Verts/ALE). – (EN) Señor Presidente, acojo con satisfacción este informe, no solo por su firme insistencia en la necesidad de respetar los derechos humanos en China, sino porque también se hace eco de una conclusión clave de mi propio informe sobre las relaciones económicas de la UE con China, a saber, que los desafíos planteados por la competencia china no se limitan a sectores individuales como la industria textil o el calzado, sino que de hecho son de naturaleza sistémica y exigen un planteamiento mucho más amplio.
La respuesta de la Comisión hasta la fecha ha sido decir que Europa simplemente debe situarse un poco más arriba en la escala de valor añadido; sencillamente debemos diversificar nuestra actividad a trabajos más especializados que requieran una mayor cualificación. Sin embargo, suponer que Europa y Occidente podrán mantener el monopolio de la innovación y las soluciones de alta tecnología, mientras que China solo realizará la fabricación, es una actitud bastante satisfecha de sí mismo y condescendiente. Con toda la razón, y dicho sea en su honor, los licenciados chinos están escalando posiciones en la escala de valor añadido y puede que muy pronto tengamos que enfrentarnos a la posibilidad de que sea muy poco lo que Europa pueda producir y que China no pueda fabricar de forma más eficiente. La antigua idea colonialista de que la UE y los países industrializados se mantendrán en la vanguardia de las industrias intensivas en conocimientos, mientras que los países en desarrollo se centran en los sectores de baja cualificación, es ahora objeto de un amplio debate.
Nuestra respuesta a los desafíos planteados por China debe incluir una profunda revisión de los supuestos que han respaldado hasta ahora la teoría comercial internacional. Y ello no necesariamente por nuestro propio bien, sino sin duda por el de muchos trabajadores de los países en desarrollo, porque la realidad es que la presión deflacionista de China ya está provocando una reducción de los salarios en todo el mundo en desarrollo, empujando a los proveedores mundiales a reducir los derechos de los trabajadores y las condiciones de trabajo en su intento de seguir siendo competitivos a toda costa, y seguramente parte de la solución resida en obligar a China a cumplir los convenios de la OIT relativos a la libertad de asociación y negociación.
Sin embargo, yo también pediría a la Comisión que examinara mucho más de cerca algunas de sus hipótesis acerca de los ganadores y los perdedores del proceso de globalización.
Jiří Maštálka (GUE/NGL). – (CS) Quiero dar las gracias al ponente por su exhaustivo informe y, aunque no coincido plenamente con él en muchos de los temas abordados, lo aplaudo como una contribución al debate. Es evidente que el ponente ha aspirado a hacer la más amplia y la más detallada revisión de las relaciones entre la UE y China, aunque creo que hay dos ámbitos que necesitan más atención en el futuro. El ponente recalca en diversas partes del informe que la creciente importancia de la República Popular China en la política mundial, junto con su creciente importancia como superpotencia económica mundial, conllevan unas mayores responsabilidades internacionales. En este contexto, quiero destacar dos cuestiones que me parecen importantes.
En primer lugar, están las cuestiones relacionadas con la protección del medio ambiente. Los representantes de la República Popular China son conscientes de esta importante cuestión, pero vacilan debido a los costes asociados con formas de producción y de consumo más ecológicas. Creo que la UE debería ser mucho más activa de lo que ha sido hasta ahora en esta cuestión. Quizá, en el futuro, la protección del medio ambiente y la tecnología ecológica puedan ser ámbitos en los que las empresas de la UE puedan invertir en China.
La segunda cuestión mencionada en el informe, y que creo que debería convertirse en un tema principal de la negociación con los representantes de la República Popular China – pero también un ámbito en que Europa debería compartir experiencias – es el de la protección de la salud en el lugar de trabajo, el apoyo social, el diálogo social, la prevención del trabajo infantil y asegurar los derechos básicos de los trabajadores. Tendamos una mano amiga y contribuyamos a encontrar soluciones a estos complejos problemas que sobre todo harán subir los estándares de quienes están más directamente implicados en el milagro chino.
Roberta Angelilli (UEN). – (IT) Señor Presidente, Señorías, es sabido que en los últimos años la Unión Europea se ha convertido en el segundo socio comercial más importante de China. Es esencial, por tanto, aclarar las relaciones existentes entre nuestro continente y China, para afrontar óptimamente los futuros retos globales, aunque a mi entender sigue habiendo demasiados puntos críticos que destacar.
A pesar de formar parte de la OMC, China ha demostrado a menudo que no respeta las normas compartidas por otros socios comerciales. Como hemos denunciado demasiadas veces, China introduce en los mercados europeos mercancías falsificadas o que no se ajustan a la legislación de la UE ni a las normas de calidad y seguridad. China no respeta debidamente los acuerdos ADPIC sobre la protección de los derechos de propiedad intelectual y las invenciones, y no favorece el acceso a sus mercados a los socios extranjeros. Además, hay que revisar con la máxima urgencia los acuerdos comerciales sobre los sectores del calzado y el textil y la confección, ya que persisten desequilibrios inaceptables.
Lo que despierta aún más preocupación son los problemas relacionados con los derechos humanos y, en particular, de las mujeres, las niñas y los niños, la ausencia en muchos casos de normas mínimas de seguridad y salud en el lugar de trabajo, así como, por ende, la existencia de campos de trabajo. Por desgracia, son todas cuestiones conocidas. No obstante, es hora de identificar las soluciones y sobre todo los medios concretos para afrontar de forma más incisiva la competencia desleal y el dúmping social y ambiental practicados por China.
En conclusión, sería de desear que la Presidencia finlandesa pueda asumir por fin el papel de campeona de los verdaderos intereses de los ciudadanos, consumidores y productores europeos, y esto incluye también la próxima Cumbre Unión Europea-China prevista para dentro de unos días.
Bogusław Rogalski (IND/DEM). – (EN) Señor Presidente, me siento consternado por lo que ha ocurrido hoy en esta Cámara. ¡No cabe duda que para algunos diputados los intereses del comunismo internacional priman sobre los valores europeos!
(PL) Señor Presidente, es bueno que el Parlamento Europeo esté debatiendo la cuestión de las relaciones UE-China. China es la segunda potencia más grande del mundo y no es ni una democracia ni una economía de mercado. En 2010, China quiere formar el bloque económico más poderoso del mundo, junto con los países de la ASEAN. Incluso hoy, China es su fábrica más grande. Desde la ampliación, la UE se ha convertido en el principal socio comercial de China, y es por ello que las relaciones con este país son tan importantes para nosotros. Sin embargo, debemos recordar que un enfoque puramente económico de nuestras relaciones no nos revelará el verdadero rostro del dragón chino.
Políticamente, China sigue siendo una amenaza para el mundo. El socialismo utópico sigue floreciendo allí. Sigue habiendo presos políticos en sus celdas, no hay libertad de expresión y se aplica la censura. El partido comunista sigue siendo la única senda verdadera. La tortura se utiliza ampliamente en China, así como la discriminación religiosa.
Por otra parte, China ocupa el tercer lugar entre los países importadores de crudo. Los intereses económicos han acercado más a China a países con problemas, como Irán, Sudán o Venezuela. La competencia por las materias primas aumentará la presión en nuestras relaciones con China en el futuro. La política energética de China ha llevado al país a firmar acuerdos bilaterales que socavan todos los esfuerzos para estabilizar el precio del petróleo. El aumento del gasto militar de China, sobre todo a la luz de sus provocativos anuncios de que podría usar la fuerza armada contra Taiwán, también es motivo de preocupación. China organiza con regularidad maniobras militares que simulan un ataque contra Taiwán.
La UE ha de adoptar una postura resuelta en esta cuestión. Solo un Taiwán plenamente independiente constituirá una garantía de paz en Extremo Oriente. Repito: solo un Taiwán plenamente independiente constituirá una garantía de paz en Extremo Oriente.
El informe Belder, que estamos debatiendo ahora, ofrece una visión objetiva de las relaciones entre la UE y China. Esperemos que sea el inicio de un planteamiento más crítico por parte de la UE de la cuestión de China en el mundo.
Mario Borghezio (NI). – (IT) Señor Presidente, Señorías, cuando están en juego enormes intereses comerciales o financieros, muy a menudo intervienen o amenazan con intervenir grupos de presión en apoyo de esos intereses, incluso en el terreno político y dentro del Parlamento (no solo esta noche, en realidad, pero esta noche quizás hayamos asistido a este tipo de juego).
Apoyamos el informe Belder porque consideramos que Europa no debe tener miedo de pedir a China, por muy gigante y potencia económica que sea, respuestas satisfactorias a los distintos asuntos planteados. Pero quisiera que cuando se habla de defensa de los derechos humanos, también por parte de la Comisión, no se haga como cuando las antiguas oficinas de Asuntos Europeos de todos los países incluían cláusulas de estilo, cosas que había que decir: hoy hay que hablar del Tíbet, tanto para quedar bien como para hacer ver que nos interesamos. Después de haber oído aquí a una alta autoridad espiritual como es el Dalai Lama y habernos conmovido todos con sus palabras, me parece –y me expreso libremente en este punto– que nuestras respuestas a la tragedia del Tíbet, que es la tragedia de un holocausto y del genocidio cultural de una nación, son muy débiles y fundamentalmente ineficaces.
Por lo que respecta al ámbito económico y monetario, voy más allá del informe Belder y quisiera criticarlo en el sentido de que en lo concerniente al aspecto monetario es hora de pedir una revaluación más bien rápida, aunque sea progresiva, del yuan renmimbi si queremos defender nuestras economías de la ofensiva china.
¿Cómo es posible entonces que, aún sabiendo que el 70 % de las mercancías falsificadas que circulan por nuestros países son de origen chino, debamos abordar todavía temas como el funcionamiento de los tribunales chinos, las respuestas y el hecho de que hay aquí un tribunal que nos da la razón, al que podemos dirigirnos; en suma, cómo es posible que tengamos que pedir a China que revise completamente su sistema para responder a las exigencias de democracia y desarrollo, etcétera?
Por último, permítanme recordar la cuestión de la libertad religiosa, que es un tema fundamental: cristianos, católicos, protestantes, pero también, como hemos vistos delante de este Parlamento, los miembros de Falun Gong; en otras palabras, seres humanos que creen en una idea, en una filosofía, y son tratados como delincuentes, torturados y encarcelados, y probablemente se les extraigan también partes del cuerpo. ¡Es una vergüenza que un país con el que seguimos comerciando practique el tráfico de órganos!
Simon Coveney (PPE-DE). – (EN) Señor Presidente, quiero dar las gracias al ponente, el señor Belder, por su labor al examinar el gran número de enmiendas asociadas a este informe. Elaborar un informe sobre UE-China no ha sido una tarea fácil, pues ha habido que tener en cuenta una multitud de factores. El resultado final debe ser equilibrado y reflejar la creciente relación positiva que existe entre dos enormes bloques económicos, y a la vez no rehuir las preocupaciones graves y reales que existen con respecto a cuestiones de derechos humanos y el fomento de la democracia, cuestiones que, según afirmamos en el Parlamento, nos tomamos en serio.
Estoy totalmente a favor de continuar desarrollando una relación más estrecha con China. Al fin y al cabo, la UE es el mayor socio comercial de China, siendo este país nuestro segundo mayor socio comercial. Existen inmensas oportunidades económicas para ambas partes de crecer y sacar provecho de nuevos mercados. Por lo tanto, todo aquel que abogue por el aislamiento de China como una estrategia de política exterior, por la razón que sea, es poco realista.
Sin embargo, dicho esto, debemos ser firmes y consecuentes en nuestros esfuerzos por garantizar que el desarrollo de la relación comercial venga acompañado del desarrollo democrático y de un mayor respeto de los derechos humanos. Los dos aspectos deben ir unidos. Por este motivo, como portavoz sobre derechos humanos, me siento muy satisfecho de observar que en este informe se insista tanto en lo que preocupa en materia de derechos humanos.
Me he sentido aliviado al oír a la señora De Keyser aclarar que las objeciones del Grupo del PSE no se basan en preocupaciones en torno a las referencias a las cuestiones de derechos humanos; pero eso ha sido únicamente hasta la intervención del señor Ford. No hay duda de que en el informe no predominan las preocupaciones por los derechos humanos; sin embargo, y con toda la razón si queremos que China nos tome en serio en relación con las cuestiones de derechos humanos, sí plantea las preguntas fundamentales, como la necesidad de garantizar una verdadera libertad religiosa, la preocupación por los informes sobre torturas generalizadas en las cárceles chinas, sobre tratos inhumanos y degradantes y encarcelamientos sin juicio, el sistema laogai de centros de detención y campos de trabajo, el cumplimiento obligatorio de la política de planificación familiar, la censura de Internet y los informes recientes sobre la extracción de órganos humanos de prisioneros. Me he sentido encantado al oír las contundentes declaraciones de la Comisaria en relación con este asunto. De hecho, la felicito por su presentación tan equilibrada de esta noche.
Se trata de cuestiones serias que exigen nuestra atención a medida que avanzamos en el desarrollo de una relación más estrecha con China, que todos aceptamos como algo inevitable y deseable.
(Aplausos)
Katerina Batzeli (PSE). – (EL) Señor Presidente, señora Comisaria, de acuerdo con las estadísticas oficiales de la oficina de estadísticas nacional china, la tasa de crecimiento de la economía china para todo 2005 se ha revisado del 9,9 % al 10,2 %, debido al más rápido crecimiento de la actividad industrial y el sector de servicios.
Al mismo tiempo, el Banco Central ha decidido aumentar el límite inferior en depósitos en divisas del 3 % al 4 %, con el motivo oculto de limitar el suministro de dólares, dado que el país tiene reservas de cambio de 941 000 millones de euros.
Los productos chinos, debido a su menor coste y paridad de cambio, tienen una ventaja comparativa en la exportación. China es el mayor consumidor de electricidad del mundo y el tercer importador de petróleo, lo cual la convierte en regulador de la política energética y del desarrollo económico a escala internacional y regional. Es una situación de desarrollo que es un sueño inalcanzable para Europa y los Estados Unidos.
Sin embargo, la Unión Europea no ha de tratar bajo ningún concepto la aparición de China en el comercio mundial y la economía como una amenaza, sino como un importante nuevo mercado que ofrece nuevas posibilidades e importantes oportunidades para el desarrollo económico y el fortalecimiento del propio mercado europeo. Basta con que ello se demuestre y se busque en acuerdos y políticas concretos. Creo que verá que el Parlamento Europeo está de acuerdo con la referencia que ha hecho a las políticas y tácticas de la Unión Europea y en nombre del Grupo Socialista del Parlamento Europeo quiero aplaudir este paso político dado por la Comisión.
Hemos de colocar en el centro de un acuerdo de cooperación con China la mayor apertura de la economía china a las empresas europeas, algo que exige un reglamento legislativo y administrativo. Los recientes anuncios por parte del Gobierno chino acerca del incremento del capital que los inversores pueden tener en empresas nacionales y la ley antimonopolio son pasos especialmente positivos en esta dirección.
Señora Comisaria, nuestra estrategia futura no deberá basarse en una actitud colonial ni en prácticas de «guerra comercial», sino que deberá proteger los intereses de los ciudadanos, las empresas y los trabajadores europeos promoviendo la cooperación y el diálogo con las autoridades chinas.
Marco Cappato (ALDE). – (IT) Señor Presidente, Señorías, felicito al señor Belder; habría sido realmente una vergüenza que se hubiese aceptado la extraña petición de devolver el informe a comisión, ya que ahora tenemos una posibilidad de expresar nuestro veredicto a pocos días de la cumbre. A mi entender, la petición está un poco sesgada por la idea de que se puede separar el debate sobre los derechos humanos del necesario informe sobre China. La realidad es que se habla de lo mismo: hacer respetar la ley internacional, la normativa internacional sobre el dúmping y la libre competencia, es lo mismo que hacer respetar los convenios internacionales de derechos humanos y el derecho individual a la libertad y la democracia, en especial de pueblos como el tibetano, pero también de los yugures, a menudo olvidados.
Puestos a hablar de este tema, debemos concentrarnos, como quiero decir a la Comisaria (quisiera decirlo también al Consejo, pero lamentablemente no está) –el Presidente tiene la luz a su espalda, así que podría participar en un número de sombras chinas–, en tres asuntos que precisan nuestra atención, empezando por la libertad en Internet. Es sin duda un problema chino, pero también es cierto que la tecnología empleada para oprimir a los ciudadanos chinos a través de Internet proviene de los Estados Unidos y Europa.
En segundo lugar: Europol. Al parecer, el Consejo de Administración de Europol quiere entablar negociaciones para celebrar un acuerdo de cooperación con los chinos. Que colaboremos con la policía china me parece realmente el colmo de la contradicción.
El tercer tema, que es también una campaña del partido radical transnacional, es la pena de muerte: la tarea también es nuestra. En la próxima e inminente sesión de la Asamblea General de las Naciones Unidas, la Unión Europea debe plantear el tema de la moratoria universal de las penas capitales. Está muy bien decir estas cosas a China, pero la propia Europa debe intentar ocuparse de ellas.
Eva Lichtenberger (Verts/ALE). – (DE) Señor Presidente, la tardía reacción del Grupo Socialista en el Parlamento Europeo me ha asombrado mucho, puesto que ha tenido tiempo más que suficiente durante el largo proceso que nos ha llevado hasta la resolución para expresar su opinión. Yo también recibí la carta de los representantes chinos, a la que quizá pueda atribuirse esta reacción, pues en efecto contiene algunas supuestas refutaciones sorprendentes de las afirmaciones hechas en la resolución. Entre otras cosas, una vez más se llama separatista al Dalai Lama, aunque este ha afirmado repetidas veces en público que no cuestiona la política de una sola China. Además, el Falun Gong ha sido descrito como un «grupo malvado», una elección de palabras en las que ya no confiamos mucho.
Hemos de plantear estas cuestiones cuando hablemos con China, pues al no hacerlo no obtendremos una mayor cuota de mercado, sino que perderemos el respeto de nuestros socios. Una buena asociación se basa en un debate franco y en que cada socio puede decir lo que no aprueba del otro. Esta es una asociación entre iguales, y para ello hemos de formular estas preguntas sobre derechos humanos con franqueza y claridad.
Zbigniew Krzysztof Kuźmiuk (UEN) – (PL) Señor Presidente, en una economía mundial que se globaliza rápidamente, es absolutamente esencial para Europa promover la cooperación con potencias emergentes como China o la India. Sin embargo, este tipo de cooperación debe implicar ventajas para ambas partes. Por desgracia, en lo que respecta a las relaciones entre China y la UE, este sano principio se ha torcido, en detrimento de Europa. Las razones son las siguientes.
En primer lugar, los fabricantes chinos no incluyen contribuciones a la asistencia social, los costes de la protección medioambiental, etc. en sus costes de fabricación. Esto permite a los productores chinos ofrecer productos a precios mucho más bajos.
En segundo lugar, en China, la fabricación de una variedad de bienes, incluidos los productos de metal, goza de diversas formas de apoyo estatal que, según la normativa europea, constituyen subvenciones estatales prohibidas. Por ello, exportar estos productos al mercado europeo supone una competencia desleal con los fabricantes europeos.
En tercer lugar, la moneda china está considerablemente sobrevaluada en comparación con el dólar o el euro. Mantener el tipo de cambio de forma artificial al nivel actual incrementa de forma importante la eficacia de las exportaciones chinas, mientras que obstaculiza las importaciones en el mercado chino.
En cuarto lugar, las autoridades chinas no hacen prácticamente nada para limitar la piratería a gran escala de productos de marca por parte de fabricantes chinos. Baste con decir que hasta el 70 % de todos los productos pirateados en el mercado europeo se fabrican en China.
En tales circunstancias, la Comisión Europea ha de hacer todo lo que esté en sus manos para minimizar la competencia desleal de China. En concreto, debería intensificar las siguientes actividades:
En primer lugar, la Comisión debe incrementar la presión sobre China, tanto a través de la OMC como directamente, para eliminar la competencia desleal, y en particular la competencia desleal resultante de una política de tipo de cambio mantenido artificialmente.
En segundo lugar, la Comisión ha de adoptar cuanto antes una política antidúmping conjunta hacia China. En particular, tiene que introducir unos elevados aranceles aduaneros antidúmping en los sectores más susceptibles a la competencia desleal, en especial el sector textil, la fabricación de calzado y la metalurgia, así como en el sector agrícola.
Finalmente, la Comisión Europea ha de ofrecer un amplio paquete de ayuda a aquellos sectores de la economía europea que, hasta la fecha, han sufrido la competencia desleal china.
Bastiaan Belder (IND/DEM). – (NL) Señor Presidente, me complace que haya espacio para un breve comentario. Quisiera dirigir algunas observaciones a mis colegas diputados. En primer lugar, quiero dar mi más sincero agradecimiento a la Comisaria por haber respondido al contenido de mi informe. Su compromiso es evidente. No estoy en absoluto en contra de la República Popular China y menos aún en contra de los chinos. Intento seguir haciendo lo que siempre he hecho, concretamente: escuchar con suma atención los debates chinos.
Ha hablado usted de un país en desarrollo. En estos momentos se están manteniendo acalorados debates y hay varias economías dentro de un país, al tiempo que se aspira a una sociedad armoniosa.
Los expertos chinos que están implicados en ello dicen que necesitan valores sociales. Bien, creo que sería excelente que participáramos de forma cautelosa, aunque comprometida en el debate, por el bien tanto de la asociación como de la estabilidad interna. Entonces participaríamos en el proceso de pensamiento, no desde fuera, sino desde dentro, por el bienestar del pueblo chino y por el de la asociación. Así pues, le agradezco mucho su enfoque y espero que pueda usted plantearlo en la cumbre.
He observado que el Grupo Socialista en el Parlamento Europeo aún no ha contestado a mi pregunta acerca del sistema Ankang, aunque afirman ser los defensores de los derechos humanos. Señora Dobolyi, no ha contestado usted a una pregunta clara que le he formulado en tres ocasiones. Si hay errores de hecho, como ha sugerido la señora Ford, entonces me gustaría que presentara una enmienda. Se han añadido algunas cosas al texto por recomendación del señor Hoppenstedt. He presentado una enmienda para que se borren. Sea justa en su …
(El Presidente interrumpe al orador)
Elmar Brok (PPE-DE). – (DE) Señor Presidente, señora Comisaria, me complace tener la oportunidad de hablar después de la observación final del ponente. Creo que el debate que celebramos hoy es importante, porque China –y no lo digo así como así– es un gran país con una gran cultura, que puede desempeñar un papel importante en el futuro si todo se desarrolla según lo esperado. Aún así, es preciso observar las reglas. Queremos esta relación y asociación estratégica constructiva con China.
Sin embargo, si un país desea unirse a la OMC, tendrá que respetar la propiedad intelectual, tendrá que abordar las reglas del dúmping, tendrá que preguntar qué significa el trabajo de los presos en los campos de prisioneros, qué significa la competencia en pie de igualdad, tendrá que cooperar en Doha, tendrá que mantener una política monetaria adecuada y podrá lograr un superávit comercial a través de sus propios logros, pero no haciendo caso omiso de las reglas.
Asimismo es importante que un país como este desempeñe un papel en la resolución de crisis políticas, como China hace en cierta medida en relación con Irán, sin embargo al mismo tiempo está comprando energía en todas partes, como por ejemplo, en Darfur. Y cabe preguntarse: ¿es así como hay que imaginarse la responsabilidad de una futura superpotencia? Es vital que esta responsabilidad se vincule a los derechos humanos.
China ha experimentado un intenso desarrollo económico, pero ha de dar muestras de una liberalización a gran escala no solo de la economía, sino también del sistema político. Si no lo hace, entonces podría originarse una gran ruptura que podría socavar su desarrollo económico. Por lo pronto, China no ha ofrecido estas pruebas.
Defenderé la política de una sola China, pero solo si se basa en la libre decisión de todas las partes interesadas, y ello no puede lograrse por medio de la violencia. La legislación china del último año sobre esta cuestión es inaceptable, y, mientras siga así y se sigan profiriendo amenazas, no se puede levantar el embargo de armas.
Queremos relaciones con este gran país, con China, pero creo que al hacerlo hemos de respetar las reglas comunes del derecho humanitario internacional, y esta es la única base para un progreso estable.
Libor Rouček (PSE). – (CS) Si me permiten, en el escaso tiempo que se me ha asignado, quisiera concentrarme en un aspecto de las relaciones económicas entre la UE y China. Las estadísticas demuestran que el comercio mutuo está creciendo mucho y está floreciendo. De hecho, en los últimos 25 años, se ha multiplicado por 40. La UE se ha convertido en el principal socio de China, mientras que por otro lado, China se ha convertido en el segundo socio de la Unión. No obstante, junto a estos desarrollos positivos, uno no puede evitar advertir muchos desarrollos negativos que impiden una expansión comercial significativa, ante todo, la piratería y la falsificación de productos y marcas comerciales europeos por parte de los fabricantes chinos.
No es ningún secreto que más de dos terceras partes de los productos falsificados interceptados en el mercado europeo proceden de China Por ello, quiero pedir a la Comisión y al Consejo que aborden este problema en la próxima cumbre de Helsinki. Hay que pedir a China que realice mejoras sustanciales en la protección de los derechos de propiedad intelectual y las invenciones internacionales, que refuerce la legislación actual en materia de protección de los derechos de propiedad intelectual y por supuesto que refuerce las actividades de los tribunales civiles del país a la hora de resolver casos de piratería industrial. A fin de cuentas, las reglas de la Organización Mundial del Comercio, que ha firmado China, son vinculantes en este ámbito.
Alexander Lambsdorff (ALDE). – (DE) Señor Presidente, señora Comisaria, Señorías, China es una de las potencias emergentes del siglo XXI. La República Popular se ha convertido en un actor importante, tanto en el ámbito económico como político. Por supuesto, las diferencias entre nuestros sistemas políticos significan que hay límites a la cooperación, pero, no obstante, la UE ha de considerar unas buenas relaciones como una prioridad para esta asociación, y creo, señora Comisaria, que –como ha dicho antes el señor Coveney–, hoy ha sabido usted encontrar muy bien este equilibrio.
Un ejemplo de cooperación positiva es en política exterior. Queremos que China asuma una mayor responsabilidad en cuestión de política exterior; una China creíble y fiable en cuanto a política exterior podría contribuir de forma sustancial a la estabilidad internacional. Estamos manteniendo un diálogo con China sobre derechos humanos y derechos civiles, y sobre el derecho de las organizaciones no gubernamentales y las fundaciones políticas de actuar libremente. Por ello aplaudo de todo corazón el llamamiento de esta Cámara para que se reabra la oficina de la Fundación liberal alemana Friedrich Naumann en Pekín, que se vio forzada a cerrar en 1996. Es importante que la Fundación reanude su trabajo de promoción de la democracia y el desarrollo, y ello ha de ponerse en práctica. Sería una importante contribución al desarrollo de la asociación estratégica.
Permítanme acabar respondiendo muy brevemente a lo que se ha dicho hoy: ¿debemos mantener un diálogo con los Estados Unidos sobre China? Creo que sí. Estamos siendo testigos de un cambio de poder dentro del sistema internacional. Lo vemos suceder ante nuestros ojos, y creo que es responsabilidad de las grandes democracias en Europa y Norteamérica consultarse mutuamente acerca de un cambio en el sistema internacional. Es mejor, es sumamente importante que hablemos de ello entre nosotros.
Quiero añadir que creo que este debate se debería estar celebrando en Bruselas, y no en Estrasburgo.
Milan Horáček (Verts/ALE). – (DE) Señor Presidente, quiero saludar a la Presidencia, a usted, señora Comisaria, y a la Presidencia del Consejo que está ausente. El tumulto en torno a este informe sobre China nos demuestra que en nuestra propia Cámara impera una doble moral. Ello es inaceptable en un debate sobre política y derechos humanos. La UE es conocida en todo el mundo como defensora de los derechos humanos, al mismo tiempo es el principal socio comercial de China. Es sobre esta base que hemos de actuar. Todos estamos al corriente de las graves violaciones de los derechos humanos en el Tíbet y en China, y que, una y otra vez, nuestro Parlamento pide a China que respete esos derechos humanos.
Me dirijo al señor Brok cuando digo que esta clara exigencia ha de reforzarse por medio del nombramiento de un Representante Especial de la UE para el Tíbet. Una enmienda en este sentido ha sido presentada por mi Grupo y por miembros de otros Grupos, y quiero pedirles que la apoyen. La UE hace del respeto por los derechos humanos una condición para la cooperación con otros países, sin excepción.
Además, rechazo las vergonzosas actuaciones de la Embajada de China hacia nosotros sobre la cuestión del Tíbet.
Charles Tannock (PPE-DE). – (EN) Señor Presidente, China es el segundo mayor socio comercial de la UE después de los Estados Unidos y no podemos ningunearla desde el punto de vista económico. De todas formas, sigue tratándose de una dictadura comunista de partido único, que comparte pocos valores comunes con la UE, a diferencia de la India, que sí comparte el respeto occidental por la democracia y los derechos humanos.
Un raro ejemplo de interés común se encuentra en la lucha contra el terrorismo islamista internacional, ya que China tiene problemas con sus propias minorías musulmanas de los uigures. Por desgracia, sin embargo, en su búsqueda de apoyo internacional y, en particular, de seguridad energética, China ha cortejado recientemente a un Irán conocido por patrocinar a terroristas y, junto con Rusia, se ha negado a imponer sanciones de las Naciones Unidas a Irán por proseguir con su programa de enriquecimiento de uranio. De forma similar, respecto al principio de no interferencia, China tiene buenas relaciones con regímenes heterodoxos, desde Venezuela hasta Zimbabue.
Las críticas de la UE con respecto a los derechos humanos en China son buenas en sí mismas. China aplica la pena de muerte de forma inapropiada y a gran escala, persigue a las minorías religiosas y otras minorías, como los grupos cristianos no registrados, los seguidores de Falun Gong, los tibetanos, etc. Sin embargo, el trato inhumano que da a los prisioneros condenados a trabajos forzados, incluidas las acusaciones de tráfico de órganos de los ejecutados, las malas condiciones de bienestar animal y el incumplimiento de las normas de la OIT también significan que tiene una ventaja competitiva de costes injusta en sus exportaciones, que dará pie a llamamientos legítimos a favor de un mayor proteccionismo, cuando en su lugar todos deberíamos aspirar al libre comercio mundial.
China también está obstruyendo el pleno ejercicio de la democracia en Hong Kong, cosa que me llega al corazón en mi calidad de diputado británico al Parlamento Europeo. En sus recientes leyes contra la secesión, China también ha mostrado una actitud beligerante hacia el Taiwán democrático, cosa que sirve de modelo para refutar de plano las teorías de aquellos que afirman que China es demasiado grande y los ciudadanos chinos demasiado distintos culturalmente de Occidente como para tener democracia y un alto grado de respeto de los derechos humanos. En consecuencia, debemos mantener el embargo de armas impuesto por la UE.
No podemos ningunear a China con su tasa de crecimiento anual del 11 %, pero tampoco debemos tener miedo de criticar a este gran país cuando sea oportuno.
Joan Calabuig Rull (PSE). – (ES) Señor Presidente, señora Comisaria, quiero plantear, en primer lugar, que, desde luego, es evidente que todos coincidimos en la importancia estratégica de las relaciones con China y creo que todos compartimos también nuestra preocupación por la situación de los derechos humanos y de las libertades públicas. No hay diferencias a la hora de exigir a China avances rápidos y claros en esas cuestiones. No estamos aquí en un concurso para ver quién defiende más los derechos humanos, porque creo sinceramente que, respecto de esta materia, en esta Cámara estamos unidos.
Pero también hay que reconocer que China tiene que hacer frente a retos enormes, retos políticos, sociales, económicos y medioambientales; tiene que afrontar, desde luego, las consecuencias de su rápido crecimiento y, a la vez, también tiene que responder a las expectativas crecientes de sus ciudadanos en materia de libertades, por supuesto, de educación, de sanidad y de otros muchos ámbitos. Colaboramos con China en muchos de estos ámbitos, con recursos humanos y materiales de la Unión Europea, para contribuir al avance de China y, cuando se plantean problemas, como ha ocurrido en relación con algunas cuestiones comerciales del sector textil y del calzado, exigimos reciprocidad pero, a la vez, mantenemos la firmeza y el diálogo para solucionar dichos problemas, porque también nos interesa, desde luego, poder entrar en ese mercado y que nuestros productos sean respetados en condiciones de reciprocidad.
Pero me pregunto sinceramente si este informe nos ayuda a fortalecer las relaciones, si es el camino adecuado para que podamos influir más en esos procesos de transformación, si nos ayuda a estar unidos para tener una mayor influencia, o nos divide, y si nos refuerza para poder tener un papel activo en el proceso de cambio de China, o nos debilita.
Danutë Budreikaitë (ALDE). – (LT) Señor Presidente, Señorías, hablando de las relaciones UE-China, quiero recalcar los lazos económicos que están estrechamente asociados a los aspectos políticos y de derechos humanos en los que el informe hace hincapié. China se está convirtiendo en uno de los principales socios comerciales extranjeros de la UE; por ello, el desarrollo de la cooperación entre los Estados miembros de la UE y China es de gran importancia, especialmente en las relaciones económicas y comerciales. Mientras tanto, las relaciones económicas entre la UE y China se topan con algunos problemas. China sigue sin ser un mercado libre, sino que es más bien un mercado mixto y una economía dirigida. El Partido Comunista, que gobierna el país y que controla los fondos nacionales, es capaz de interferir en la economía, mientras que los organismos estatales intentan mantener su influencia a través de procedimientos burocráticos y requisitos administrativos, que impiden el acceso de inversiones y mercancías europeas a este mercado así como su efecto en el mercado. Después de que China se uniera a la OMC, los productos chinos inundaron el mercado de la UE. La balanza comercial de los Estados miembros de la UE con China es cada vez más desfavorable a la UE. Las mercancías chinas están desbancando a las locales, pero China no está dispuesta a abrir sus mercados. Considerando la asociación estratégica que se inició en 2003, hemos de conseguir la contribución de China para hacer que las condiciones sean favorables al comercio exterior, mejorar la protección jurídica de las inversiones extranjeras y abrir los mercados a las mercancías e inversiones de la UE.
Thomas Mann (PPE-DE). – (DE) Señor Presidente, en el primer borrador del informe sobre UE-China, ni siquiera aparece el nombre del Tíbet. Agradezco mucho a la Comisión de Asuntos Exteriores que haya apoyado las enmiendas propuestas que propuse junto con mis colegas del intergrupo sobre el Tíbet.
El informe describe los cimientos y la futura orientación de nuestras relaciones con China y tiene un importante efecto de señal. Los derechos humanos no son una cuestión menor, sino el punto de partida de nuestra actividad política. No son en absoluto la expresión del llamado típico pensamiento occidental. No se trata de palabras huecas que suenan agradables, pero que no son vinculantes; se trata del respeto verdadero de los derechos fundamentales.
En el apartado 37, el señor Belder ha logrado un compromiso decente y ha incluido mis enmiendas. Condenamos las graves violaciones de los derechos humanos en el Tíbet, la opresión de la libertad religiosa, las detenciones arbitrarias o la tortura. Repudiamos la llamada «campaña de educación patriótica» que implica que se obliga a los monjes y a las monjas a hacer declaraciones en las que denuncian al Dalai Lama como un «peligroso separatista» y proclaman que el Tíbet es una parte de China.
Hacemos un llamamiento a China para que no ponga impedimento alguno para llegar hasta el secuestrado Panchen Lama, la segunda autoridad espiritual después del Dalai Lama. Apoyamos expresamente las negociaciones entre las autoridades chinas y los representantes de Su Santidad, también sobre una autonomía genuina para el Tíbet. En el apartado 82 exigimos la abolición de la pena de muerte y una mayor protección de las minorías.
Espero que esta Cámara apruebe mañana estas dos enmiendas, pues son sumamente importantes para un pueblo al que se ha despojado de su identidad con sigilo. Recuerdo la visita que realizó el Dalai Lama el 31 de mayo a Bruselas. A la sazón, se reunió con diputados al Parlamento y con varios Comisarios y el Presidente en ejercicio del Consejo, Wolfgang Schüssel. Esperamos que un creciente número de personas en puestos de autoridad en China consigan liberarse de su lastre ideológico.
Ana Maria Gomes (PSE). – (PT) No existen los informes perfectos. El informe Belder corrobora esta afirmación, pero contiene algunos puntos importantes y relevantes. En primer lugar, trata con sumo detalle la situación de los derechos humanos y los problemas políticos, económicos, sociales, laborales y medioambientales de China, que son especialmente frecuentes entre las minorías como los tibetanos y los uigures.
Amnistía Internacional acaba de enviar un documento a la Presidencia finlandesa para la cumbre entre UE-China en el que describe la situación de los derechos humanos en el país, y en el que se llega a la conclusión de que los escasos avances que se han logrado son insatisfactorios. Los campos de trabajos forzados, los controles en Internet, la pena de muerte y la represión de las libertades religiosas forman parte de esta triste realidad. En segundo lugar, el informe Belder recalca la importancia de que China se tome en serio sus responsabilidades como miembro permanente del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas.
En la UE no aceptamos la postura amenazante que en ocasiones adopta Pekín hacia Taiwán. En última instancia, China sabe que puede lograr lo que quiere por medios pacíficos, como sucedió con Hong Kong y Macao, también en lo que respecta a sus relaciones con países africanos. Pekín no ha demostrado su compromiso con el desarrollo sostenible, la democratización y la paz. De hecho, más bien todo lo contrario: China es uno de los principales exportadores de armas a Sudán, un país en el que el régimen está preparando otra masacre sangrienta en Darfur. China también importa petróleo de Sudán.
Por último, y lo más importante, este informe nos recuerda la masacre de Tiananmen y la importancia de mantener un embargo de armas contra un régimen que se niega a enfrentarse a su propio pasado. Es un país en el que las personas siguen siendo arrestadas y desaparecen, sin rendir cuenta a sus familias.
No somos ingenuos. Todos sabemos que hay países europeos, junto con los Estados Unidos y otros, que siguen vendiendo tecnología militar, o tecnología para uso militar a China, pese al embargo de armas. Una clara prueba de la importancia política simbólica de este embargo es el ansia de Pekín por ver que se levante a toda costa.
Apoyo la cantidad máxima de interacción entre la UE y Pekín a todos los niveles y en todos los ámbitos, por ejemplo, en el ámbito económico, político, comercial y cultural. Ahora bien, también apoyo el lenguaje de la verdad. China no se merece menos, y por ello el embargo es una herramienta útil hasta que China asuma lo que sucedió en los fatídicos días de junio de 1989, y hasta que deje de exportar armas y apoyar a regímenes que masacran y oprimen a su pueblo, como en el caso de Sudán y Myanmar.
Es vital que la UE mantenga este embargo, sobre todo dado la UE aún ha de conseguir que su Código de Conducta sea jurídicamente vinculante. Se lo debemos a la UE, a nuestros valores, y a los miles de ciudadanos chinos que ahora viven mejor, desde el punto de vista económico, pero que cada vez anhelan más la libertad y la democracia.
Tokia Saïfi (PPE-DE). – (FR) Señor Presidente, señora Comisaria, China ocupa hoy un lugar central en la economía mundial. Por ello, la Unión Europea, a través de su nueva estrategia comercial, debe construir una cooperación equilibrada. En relación con los últimos litigios comerciales, es imperativo que la Unión Europea haga respetar las normas de propiedad intelectual y facilite el acceso al mercado chino. Si la emergencia de China como superpotencia económica crea obstáculos, abre también perspectivas a la Unión Europea, pero a condición de que se respeten las normas del comercio internacional.
No se trata tanto de evitar la adopción de medidas proteccionistas como de que China tome conciencia de que, como miembro de pleno derecho de la OMC, debe respetar las normas de un mercado mundial justo y equilibrado. En este sentido, el establecimiento de procedimientos antidúmping o de medidas de salvaguardia –que son instrumentos legales de defensa comercial– no es más que la manifestación de desequilibrios comerciales; no es en absoluto contraria al reto de una globalización más justa.
La nueva estrategia china de la Unión Europea deberá protegerse de acusaciones y posibles indicios de competencia desleal y favorecer el acceso de productos y exportadores europeos al mercado chino. Paralelamente, y para asegurar una cooperación basada en intercambios equilibrados, Europa deberá abordar el desafío de la competitividad, del avance tecnológico y de la innovación. Aseguremos, señora Comisaria, que China nos necesite tanto como nosotros a ella.
Józef Pinior (PSE) – (PL) Señor Presidente, China es un socio estratégico para la UE y Europa reconoce la posición de China como potencia emergente en la escena internacional.
En los últimos años, las relaciones entre China y Europa han mejorado en muchos ámbitos, sobre todo en el comercio, así como en el ámbito de la cooperación técnica y científica. El ejemplo más importante de asociación estratégica es quizá la cooperación en Galileo, el programa europeo de navegación por satélite.
La UE es el principal socio e inversor de China, mientras que China es el segundo socio comercial de la UE. Como potencia económica emergente y miembro permanente del Consejo de Seguridad de la ONU y miembro de la OMC, China tiene cada vez más responsabilidad en relación con la seguridad internacional y la paz mundial. Es desde este punto de vista que quiero llamar la atención sobre la información enviada por Amnistía Internacional a la Presidencia finlandesa en relación con la cumbre UE-China que se celebrará el 9 de septiembre de este año.
Amnistía Internacional ha llamado la atención sobre violaciones de derechos humanos en China. Su información plantea la cuestión del uso de la pena capital en China, la «reeducación» a través de los trabajos forzados, los arrestos y detenciones arbitrarios, el uso de la tortura y la persecución contra activistas de derechos humanos y la falta de libertad de expresión en ese país.
Amnistía Internacional también ha planteado la cuestión de la venta de armas por parte de China a Sudán como un ejemplo de una política exterior que ignora los derechos humanos fundamentales en el mundo moderno. La Unión Europea tiene que combinar su asociación estratégica con China con esfuerzos por convencer a las autoridades chinas de que amplíen las libertades políticas y personales en el sistema chino y de que cumplan realmente la constitución y los tratados internacionales que China ha firmado.
Tunne Kelam (PPE-DE). – (EN) Señor Presidente, cuando se colabora con una dictadura, la cuestión fundamental es establecer un equilibrio creíble entre los intereses económicos y estratégicos por una parte, y los valores democráticos por otra. Este informe expresa con razón preocupaciones serias con respecto a estos últimos. Es más, debemos enfrentarnos a la realidad de que el desarrollo de las relaciones económicas no ha comportado un progreso real en el ámbito del Estado de Derecho.
La experiencia también enseña que la mera expresión de preocupación por los derechos humanos no tiene repercusión alguna en las dictaduras. Por lo tanto, nuestro mensaje para la cumbre UE-China debería ser que no habrá avance automático de las relaciones económicas sin progreso real en el Estado de Derecho. La UE, en su calidad de mayor socio comercial de China, está en condiciones de forzar a los líderes chinos a iniciar la aplicación de reformas democráticas genuinas.
Tengo algunos comentarios que hacer. Es necesario equilibrar las mismas relaciones económicas. En China se lleva a cabo una falsificación sistemática de marcas de la UE, se distorsiona la competencia y se vulneran los derechos de propiedad intelectual. Con toda probabilidad, los Estados miembros de la UE importan grandes cantidades de bienes producidos por prisioneros en los campos de tortura laogai. Es un escándalo moral.
En segundo lugar está el Tíbet. La UE debe dar prioridad a la insistencia en que China otorgue al Tíbet autonomía cultural y religiosa y en que entable un diálogo con el Dalai Lama. Según Freedom House, el Tíbet es, junto con Chechenia, uno de los dos territorios peor situados del mundo. La UE debería destacar la importancia que otorga a este hecho mediante el nombramiento de un representante especial de la UE para asuntos tibetanos.
En tercer lugar está la situación de Taiwán. La política Taiwán-China debe respetar plenamente las opciones democráticas de 23 millones de taiwaneses. También debemos insistir en que Pekín permita a la isla empezar a cooperar en la práctica con la Organización Mundial de la Salud y otros organismos internacionales.
Paul Rübig (PPE-DE). – (DE) Señor Presidente, Comisaria Ferrero-Waldner, Señorías, Europa es la región del mundo con el mayor poder adquisitivo, y ello habla por sí solo. Somos un mercado atractivo para los fabricantes chinos y somos una buena fuente de ingresos para los trabajadores chinos. Estamos en una situación en la que todos salimos ganando. Gracias a compras asequibles y una situación de salarios diferente a la nuestra, nuestros consumidores pueden comprar productos asequibles, y mientras tanto en China tienen reservas financieras que ascienden a cientos de miles de millones que, a su vez, les permiten comprar productos nuestros.
Me refiero pues a abrir nuestros mercados unos a otros, a reducir cuotas, a bajar los aranceles aduaneros, lo cual conducirá a una situación en la que ambas partes saldrán ganando. Como portavoz sobre cuestiones de energía del Grupo del Partido Popular Europeo (Demócrata-Cristianos) y Demócratas Europeos, la cuestión de la energía y la cuestión de Kyoto son asuntos de especial importancia para mí. China desempeña un papel muy importante en el ámbito del carbón: el 75 % de su energía se produce a partir del carbón y, señor Brok, solo el 1 % proviene de la energía nuclear. Por ello hemos de hacer frente a la realidad: el 75 % de los chinos necesitan mucha tecnología para ponerse a la altura de Kyoto y de la aplicación general.
Hay muchas oportunidades para ambas partes, al igual que con el uso de la energía hidráulica. En este ámbito, China tiene un enorme potencial: a escala mundial tiene el mayor porcentaje de energía hidráulica. Aquí aún hay muchos recursos que pueden desarrollarse en el futuro. También el consumo de crudo, que en estos momentos representa el 5 % del consumo mundial, incrementará rápidamente en el futuro. En la actualidad, China abarca el 40 % de la demanda adicional mundial de petróleo.
Podemos ver que la energía es un reto central, y quiero pedirle a la Comisaria que aborde adecuadamente esta cuestión en la cumbre.
Elmar Brok (PPE-DE). – (DE) Señor Presidente, quiero hacer algunos comentarios breves. En primer lugar quiero dar las gracias a la presidencia de la comisión y al ponente, y, en segundo lugar, a la Comisaria por su presencia en el pleno esta tarde y esta noche, mientras que otros no han venido porque esperaban una visita relámpago de los mediadores iraníes, y por ello no han tenido tiempo para esta Cámara.
En tercer lugar, rechazamos el nombramiento de un Representante Especial en la comisión porque es imposible controlar a un Representante Especial. Tales representantes son caros, y ya hay un enorme número de Representantes Especiales a quienes nadie puede inspeccionar. Por esta razón, creo que es importante que encontremos soluciones que puedan funcionar dentro del marco de la Comisión.
Estoy a favor de apoyar al Tíbet y apoyar su identidad cultural, pero no deberíamos socavar a la Comisión, que tiene los poderes para tratar los derechos humanos. El Representante Especial se establecería en el Consejo, donde, debido a la situación jurídica, esta Cámara no podría intervenir. Por ello estamos de acuerdo en cuanto al contenido, pero creemos que los métodos son incorrectos.
Benita Ferrero-Waldner, miembro de la Comisión. (EN) Señor Presidente, este debate ha sido muy oportuno y me ha aportado muchas ideas sobre las que reflexionar de cara a la próxima cumbre UE-China en Helsinki. Quisiera añadir que la gran mayoría de temas planteados esta noche también se verán claramente reflejados en el orden del día de la cumbre, y volveré para informarles sobre ello.
Permítanme realizar una apreciación general de la relación entre el comercio y los derechos humanos, un tema central de este informe. No estoy segura de si los vínculos concretos son deseables o viables, pero diría que se trata de una relación inevitable, en la medida en que la apertura China se basa en gran medida en su adhesión a la OMC, una organización que, aparte de cuestiones importantes planteadas con frecuencia, como los derechos de propiedad intelectual, también implica una revisión del ordenamiento jurídico chino, haciendo hincapié en el Estado de Derecho. Hay que decir que se ha realizado un progreso real. Ello es esencial para avanzar en muchas de las cuestiones de derechos humanos planteadas hoy, e incluso está ocurriendo casi furtivamente.
Permítanme retomar algunos de los asuntos concretos que se han planteado esta noche. En primer lugar, sobre el Tíbet, compartimos las preocupaciones expresadas por el Parlamento Europeo respecto a la situación de los derechos humanos en este país, y en particular la conservación de la identidad cultural, religiosa y lingüística del pueblo tibetano. Hemos abordado con regularidad la cuestión del Tíbet en el marco del diálogo bilateral entre la UE y China sobre los derechos humanos, además de hacerlo en el más alto nivel político, incluidas las cumbres. En el marco de esta política global respecto al Tíbet, hemos solicitado durante muchos años el establecimiento de un diálogo directo entre el Dalai Lama y las autoridades chinas, ya que es la única vía realista para lograr una solución pacífica y duradera de la cuestión. En consecuencia, hemos tomado nota de las conversaciones entre los enviados del Dalai Lama y los representantes de China.
Permítanme realizar también un comentario sobre Taiwán. Hemos sido coherentes en todo momento al instar a ambas partes a resolver sus problemas a través de un diálogo pacífico. En este sentido, también hemos apreciado algunos desarrollos positivos recientes en la situación entre las dos orillas del estrecho. Debemos reconocer que existen nuevos esfuerzos chinos por reiniciar las conversaciones con políticos de la oposición chinos y taiwaneses. Se han reanudado los vuelos entre ambas orillas, pero también es necesario un diálogo incluyente con todas las partes en Taiwán. Esto es importante.
Permítanme también realizar un comentario sobre nuestra relación bilateral y la relación con los Estados Unidos de América. Como ha dicho el señor Lambsdorff, es importante hablar de China con los Estados Unidos, sobre las preocupaciones comunes, por ejemplo sobre los mercados abiertos y los derechos humanos, porque juntos podemos alcanzar mayores logros respecto a China. No obstante, también está claro que un diálogo estratégico con los Estados Unidos, que mantenemos con carácter oficial, no significa que debamos estar de acuerdo en todo.
En la cuestión –que lleva tiempo sobre el tapete– del embargo de armas, es cierto que estamos dispuestos a continuar trabajando en pro de un posible levantamiento de dicho embargo, sobre la base de nuestra declaración conjunta de 2004, la Cumbre UE-China y las subsiguientes conclusiones del Consejo Europeo. Sin embargo, al mismo tiempo hemos dejado muy clara a China la importancia del progreso en la cuestión de los derechos humanos con el fin de crear una atmósfera más positiva de cara al levantamiento del embargo. También hemos dejado claro nuestro compromiso de garantizar que el levantamiento del embargo no comporte ninguna alteración sustancial del equilibrio estratégico de la región asiática y que se tendrá muy en cuenta la seguridad nacional de los países amigos y aliados. Así que, de nuevo, esta es una de las cuestiones sumamente importantes.
Respecto a la cuestión del calzado, que es muy concreta e importante, permítanme decir que el 30 de agosto de 2006 la Comisión adoptó una propuesta de establecer derechos antidúmping sobre determinados zapatos de cuero procedentes de China y Vietnam. Ante el hallazgo de que el dúmping existe y de que los productores de la UE se ven perjudicados, hemos propuesto un arancel del 16,5 % para China y del 10 % para Vietnam en relación con determinados zapatos de cuero. Ahora esta propuesta se ha trasladado a los Estados miembros, que cuentan con un mes para decidir si la adoptan. Esa es la situación actual.
Por lo que respecta a los diálogos sectoriales, mis servicios elaboran actualizaciones frecuentes que pueden encontrarse en nuestros sitios web. Dentro de poco estará disponible una nueva actualización.
Quisiera concluir mi intervención con dos afirmaciones generales. De nuevo, como he dicho al principio, defendemos firmemente los derechos humanos, sociales y económicos, que en particular incluyen la libertad de expresión, religión, asociación y protección de los derechos de las minorías. También quisiera decir que la pena de muerte es una de esas cuestiones que se abordan continuamente. También quisiera volver a subrayar lo que ya he dicho antes sobre Falun Gong.
Finalmente, en respuesta al señor Brok, y como he dicho al principio, necesitamos que China no solo se convierta en un miembro responsable de la comunidad internacional, sino también en algo más que una parte interesada: debe convertirse en un socio que contribuya positiva y activamente. Es un miembro muy importante de la comunidad internacional, ya que es miembro permanente del Consejo de Seguridad. Todos estos aspectos se reflejarán de forma destacada en nuestra Comunicación, que estará disponible en otoño.
(Aplausos)
El Presidente. Se cierra el debate.
La votación tendrá lugar mañana a las 12.00 horas.
15. Sistemas de etiquetado de los productos pesqueros (debate)
El Presidente. El siguiente punto es el informe de Carmen Fraga Estévez, en nombre de la Comisión de Pesca, sobre lanzar un debate sobre un enfoque comunitario acerca de los sistemas de etiquetado de los productos pesqueros (2005/2189(INI)) (A6-0219/2006).
Carmen Fraga Estévez (PPE-DE), Ponente. – (ES) Señor Presidente, lo primero que desearía destacar, como ponente de este informe, es el papel indiscutible que una etiqueta o certificación creíble puede desempeñar, entre las medidas que se pueden tomar, para tratar de garantizar una pesca sostenible.
Pese a ello, el asunto lleva encima de la mesa de la Comisión Europea desde los años 90 sin que nadie, hasta ahora, se decidiera a abordarlo. Mientras, con el mercado cada vez más sensibilizado hacia los temas medioambientales, promotores privados de ecoetiquetas pesqueras están haciendo su agosto, provocando la total confusión de los consumidores, en el mejor de los casos, y el más que probable descrédito del sistema en general, ya que cuando se puede aplicar una plusvalía a un producto por decir que es ecológico, sin tener que probarlo, el camino al fraude está servido.
Me cuento entre los que, en muchas ocasiones, han recordado a la Comisión que debía abordar este asunto cuanto antes. De ahí la decepción que muchos hemos sufrido cuando, finalmente, la Comisión hizo pública esta Comunicación: un documento casi sin contenido, que carece de análisis, que no se compromete en absoluto y que no aporta ni criterios, ni directrices que puedan seguirse.
Es evidente que para obtener este resultado no hacían falta más de diez años y que, la Comisión, está totalmente desbordada por la realidad del atractivo mercado de la ecoetiqueta y los múltiples y particulares intereses que lo sustentan, algunos dignos del mayor aplauso, muchos no tanto.
Al respecto, quiero recordar que, en su comparecencia ante la Comisión de Pesca con motivo de su despedida, el ex Comisario Fischler confesó que, la asignatura pendiente de su mandato había sido no haber podido abordar una normativa sobre ecoetiquetado y ello, —cito textualmente— «debido a las múltiples presiones recibidas». A ello se une que establecer con solvencia a qué criterios debe responder la definición de producto pesquero sostenible es, sin duda, una tarea mucho más compleja de lo que a primera vista pudiera parecer. Pero hay que ponerse a la tarea porque otros interesados lo están haciendo por nosotros y muchos solo en defensa de sus propios intereses.
La Comisión tampoco está sola ante esta tarea, porque cuenta ya con directrices al respecto emanadas de la FAO, y debates en muy diversos foros internacionales, entre ellos, la Organización Mundial de Comercio. Administraciones, ONG, empresas privadas y pescadores han aportado también sus opiniones.
Y, mediante este informe, con las inestimables y distintas aportaciones de muchos colegas, entre ellos los de la Comisión de Medio Ambiente, Salud Pública y Seguridad Alimentaria, el Parlamento Europeo también ofrece su contribución para definir las líneas que permitan a los consumidores, los políticos y el sector pesquero implicarse más en la sostenibilidad de los recursos pesqueros.
Pensamos que, de manera global, un sistema comunitario de etiquetado debe ser coherente con las directrices ya existentes de los organismos internacionales, que no debe dar lugar a ningún tipo de discriminación, ni crear obstáculos al comercio, particularmente, al de los países menos desarrollados, y que debe constituir un arma de lucha contra la pesca ilegal al impedir su acceso a los mercados.
En cuanto a su funcionamiento interno, la Comisión de Pesca, opina que, independientemente de que puedan existir una o varias etiquetas, siempre de carácter voluntario, el sistema debe ser único y promovido por la Unión Europea, quien debe establecer sus normas de funcionamiento y garantizar la independencia de los órganos de acreditación y certificación, así como la transparencia y la veracidad de la información en todas las fases de la cadena de custodia, desde el buque pesquero al consumidor final.
Pedimos también a la Comisión que, antes de seis meses, presente una comunicación sobre los requisitos mínimos y directrices a que debe responder un sistema comunitario de etiquetado de los productos pesqueros, a lo que añadiría que aclare si, finalmente, la Comisión se inclina por calificarlo de ecoetiqueta, o qué otra denominación elige y por qué, y la instamos a que tenga en cuenta las reflexiones puestas a su disposición por esta Cámara.
Joe Borg, miembro de la Comisión. (EN) Señor Presidente, en primer lugar quisiera expresar mi agradecimiento a la ponente, la señora Fraga Estévez, y a la Comisión de Pesca, así como a la señora Ries y a la Comisión de Medio Ambiente, Salud Pública y Seguridad Alimentaria por un informe constructivo relativo a un enfoque comunitario acerca del ecoetiquetado de productos pesqueros. Estoy satisfecho por el alto grado de interés que han demostrado por la Comunicación de la Comisión. De hecho, el informe es una contribución oportuna y valiosa al debate sobre el ecoetiquetado. Contiene muchos elementos e ideas útiles para seguir avivando el debate.
Es más, la Comisión otorga gran importancia al desarrollo de una política coherente sobre el ecoetiquetado y a una integración coherente de las preocupaciones ambientales en la Política Pesquera Común. Junto con otras acciones propuestas por la Comisión, como la aplicación de la sostenibilidad que desemboque en rendimientos sostenibles, o el fomento de métodos pesqueros más inocuos para el medio ambiente, para mí el ecoetiquetado es una herramienta complementaria de una política pesquera más respetuosa con el medio ambiente. Al mismo tiempo, satisface los intereses tanto de los consumidores como del sector.
Quisiera dar las gracias al señor Morillon por calificar el ecoetiquetado de sanción positiva en apoyo del comportamiento sostenible. El ecoetiquetado es un enfoque relativamente nuevo en el contexto de la gestión sostenible de las pesquerías. Se basa en un planteamiento voluntario y participativo, a través del cual en el futuro los pescadores, dentro de los límites de las normas impuestas por la legislación, definirán los requisitos y los aplicarán. Un enfoque voluntario como este ya se ha adoptado en otros ámbitos, en particular en el de la seguridad alimentaria con la imposición del sistema ARPCC, que ha demostrado ser sumamente eficaz. Les doy las gracias por haber prestado su apoyo a dicho enfoque.
Me alegra observar que la Comisión y el Parlamento comparten los mismos puntos de vista respecto a los objetivos generales de los planes de ecoetiquetado, los principios y las características que deberían contener los planes creíbles, y la necesidad de abordar adecuadamente una realidad compleja y en la actualidad bastante anárquica. La trazabilidad, la transparencia, una base científica sólida y la certificación por terceros son aspectos esenciales. Considero que estos prerrequisitos nos ayudarán a aprovechar al máximo los planes de ecoetiquetado y que contribuirán a la sostenibilidad de las pesquerías.
En la Comisión optamos por lanzar un debate sobre el enfoque correcto, en lugar de proponer disposiciones operativas en una fase demasiado temprana. Comprendo que muchos de ustedes consideren que la Comisión debería haber sido más firme. Sin embargo, estoy convencido de que era sensato proceder tal y como lo hicimos.
Dada la originalidad del planteamiento, el objetivo ambicioso que tenemos y la controversia que plantean invariablemente cuestiones como estas, habría sido prematuro presentar una propuesta operativa en junio del año pasado. Les aseguro que nuestra opción de lanzar primero un debate ha demostrado ser un acierto. Ha facilitado y acelerado el intercambio de opiniones y experiencias relevantes entre todas las partes involucradas. A resultas de ello, ahora contamos con un cuadro de la situación sólido y prácticamente completo, en el que poder basar la futura acción comunitaria.
La participación activa de la Comunidad en el debate de la FAO nos ha proporcionado una ventaja anticipada, y mediante el lanzamiento del debate y la participación en fructíferos intercambios de puntos de vista hemos reforzado nuestro liderazgo en este asunto.
La definición de la noción de sostenibilidad se encuentra en el centro del debate. Muchas de las partes implicadas han preguntado sobre criterios relevantes. Sobre esta base, la Dirección General de Pesca ha creado un grupo de expertos independientes para que trabajen precisamente en este aspecto. El grupo de expertos está a punto de concluir su labor. Sobre la base de dicho trabajo, la Comisión elaborará un borrador de directrices para el establecimiento de planes de ecoetiquetado y propondrá una lista de requisitos mínimos mediante los que puedan evaluarse los sistemas de ecoetiquetado privados.
He tomado nota de la petición contenida en la resolución de que se remita una Comunicación al Consejo y al Parlamento dentro de los próximos seis meses. No tengo ningún problema en informar al Parlamento. No obstante, en estos momentos, todavía están por determinar la configuración y la forma de las propuestas de la Comisión.
Teniendo en cuenta la situación en general, considero que sería más apropiado volver al Parlamento una vez concluida totalmente la consulta. Ello nos permitiría llevar a cabo una evaluación minuciosa de las siguientes discusiones y consultas: una segunda consulta entre los interesados, que se llevaría a cabo antes de finales de este año y que brindaría la oportunidad de recabar opiniones sobre las futuras directrices; discusiones adicionales en el Consejo, en los próximos meses, que concluirán la presente fase de discusión; y, de forma adicional, el informe del grupo de expertos, que servirá de base para la preparación de las disposiciones operativas que podrían presentarse en el transcurso del año que viene.
Todo esto nos ofrecerá una oportunidad adicional de discutir el enfoque comunitario futuro respecto del ecoetiquetado sobre una base consolidada e incluso más informada. Todo este proceso debería desembocar en la toma de decisiones específicas y concretas.
Respecto a las enmiendas 1 y 2, la Comisión considera que el ecoetiquetado es una herramienta que contribuirá a una explotación más sostenible de los recursos pesqueros y mejorará la efectividad de la Política Pesquera Común.
Respecto a la enmienda 3, reitera algunas de las ventajas de adoptar la tercera opción para el establecimiento de requisitos mínimos para los planes de ecoetiquetado voluntarios, como se señala en la Comunicación de la Comisión.
Les doy las gracias por este informe y el debate más amplio generado sobre el ecoetiquetado. Estoy seguro de que al final de este proceso podremos poner en práctica una base adecuada para los planes de ecoetiquetado que deberían tener efectos positivos y de gran alcance.
Frédérique Ries (ALDE), ponente de opinión de la Comisión de Medio Ambiente, Salud Pública y Seguridad Alimentaria. – (FR) Señor Presidente, señor Comisario, me gustaría comenzar felicitando a la ponente, la señora Fraga, por la calidad de su matizado informe, que refleja bien la complejidad de lo que está en juego. El objetivo global es alentar al sector a que adopte métodos de pesca más acordes con los objetivos de desarrollo económico, social y ambiental sostenible.
En efecto, no se pueden negar los hechos: la sobreexplotación de los recursos pesqueros afecta al 25 % de las especies y, en el caso de algunas de ellas, de forma especialmente preocupante. Solo en el caso del bacalao, las poblaciones sehan reducido a un tercio del volumen mínimo recomendado por los expertos científicos para evitar la extinción de la especie. Así pues, en mi opinión, la Comisión de Pesca ha resaltado sus prioridades. Somos reticentes a la opción privilegiada por la Comisión en este debate, a saber, establecer unas exigencias mínimas –el Comisario lo ha recordado– para los programas de etiquetado ecológico.
Nuestra propia opción pretende ser más ambiciosa: un etiquetado único y centralizado y de acuerdo con criterios esenciales según los cuales el sistema ha de ser transparente, de carácter opcional, accesible y creíble, como ha subrayado la ponente. Es cierto que el éxito de esta iniciativa se basa en la consulta efectiva de los agentes del sector. En última instancia, sin embargo, depende esencialmente de la elección del consumidor. En este sentido, una visita a la sección de pescadería de un supermercado es bastante elocuente. Yo mismo la he hecho: «protege el mar», «apoya la pesca sostenible», «pescar ecológicamente», etc. Hay una profusión de mensajes que generan confusión.
Si las etiquetas se multiplican, nos arriesgamos a no ver el objetivo perseguido. El consumidor no se sentirá implicado ni estimulado a tomar las opciones más informadas que debemos conseguir que tome. No habremos conseguido alcanzar nuestro objetivo, es decir, crear un círculo virtuoso. Me sumo, pues, a la conclusiones de la señora Fraga y espero que la Comisión se ocupe al fin seriamente del análisis y el impacto de las opciones propuestas, y tenga en cuenta nuestras recomendaciones en las próximas etapas de este proceso.
Iles Braghetto, en nombre del Grupo del PPE-DE. – (IT) Señor Presidente, señor Comisario, Señorías, ¿qué significa pesca sostenible? ¿Cómo consiguen las numerosas etiquetas que existen en la actualidad proteger la pesca y permitirnos decir que la pesca es sostenible?
El informe afirma que la Unión Europea debe afrontar la cuestión de frenar la proliferación de etiquetas ecológicas e implantar un sistema comunitario basado en los mismos principios y en los mismos requisitos fundamentales.
Compartimos esa opción, pero, ante todo, hay que poner de manifiesto que la implantación de un sistema de etiquetado ecológico tiene una gran repercusión sobre la producción de todo el sector: en primer lugar, hay que iniciar y potenciar el debate con los operadores del sector, para evaluar detenidamente las consecuencias resultantes de las opciones que se tomen para este sistema de certificación.
En segundo lugar, hay que tener presentes las características específicas y las peculiaridades de las costas en que se aplicará el sistema: es decir, las normas y las reglas deberán adecuarse a la realidad del sistema ecológico, ambiental y socioeconómico local.
En tercer lugar, la implantación de la etiqueta debe apoyarse con iniciativas socioeconómicas basadas en actividades y destinadas a estimular a los operadores del sector a unirse al sistema voluntario y con campañas de información dirigidas a los consumidores.
Por último, hay que prestar atención al hecho de que la implantación de una etiqueta ecológica para los productos pesqueros debe integrarse perfectamente con los sistemas de calidad reconocidos, para evitar superposiciones y contradicciones entre normativas, no generar confusión en los consumidores y crear sinergias entre los sistemas, de modo que se puedan ahorrar recursos.
Rosa Miguélez Ramos, en nombre del Grupo PSE. – (ES) Señor Presidente, quiero felicitar a la señora Fraga por el interesante informe que debatimos hoy en esta Cámara.
El estudio en profundidad de las preferencias y de las actitudes del consumidor es una necesidad básica para cualquier industria, y también lo es, evidentemente, para la de los productos pesqueros. El cambio en los hábitos de vida y la introducción de nuevas tecnologías han hecho evolucionar al consumidor europeo, que cada día está más preocupado por su salud y, también, por la protección del medio ambiente.
Uno de los mejores métodos de suministro de información es el etiquetado, que, por ello, debe ser claro y comprensible y contener una información veraz. Por esta razón, me alegra que, por fin, la Comisión aborde este debate sobre los sistemas de etiquetado de los productos pesqueros para definir el enfoque que se va adoptar sobre este asunto desde la Unión Europea.
Lo cierto es que la importancia, cada vez mayor, que los consumidores otorgan al desarrollo sostenible, ha dado lugar a una colección desconcertante de etiquetas privadas, sin ningún tipo de control, que pueden desvirtuar su cometido inicial, es decir, la garantía de un sistema de captura y de elaboración respetuosas con el medio ambiente. Si, además, se aporta un plus de información sobre la sostenibilidad del producto, es preciso garantizar, como acertadamente señala la ponente, la independencia del organismo de control y acreditación.
En este sentido, hago mías las palabras del Director General de Estructuras y Mercados Pesqueros de España, Alberto López, cuando señala la necesidad de evitar la banalización del ecoetiquetado. Efectivamente, si las etiquetas no responden a parámetros homogéneos y acreditados, lo único que se consigue es que todos lleguen a ese nivel; se hacen armonizaciones, pero no por el elemento en sí, sino por pura política comercial. En este sentido, no puedo por menos que aplaudir la iniciativa de la FAO de auditar todas las ecoetiquetas para identificar las que tienen un respaldo técnico y científico y buscar coherencia y armonización.
Desde la Comisión de Pesca compartimos los objetivos de la Comisión, como la sostenibilidad y la necesidad de actuación europea en este ámbito.
Elspeth Attwooll, en nombre del Grupo ALDE. – (EN) Señor Presidente, quisiera felicitar a la señora Fraga Estévez por un informe tan serio. Delimita las cuestiones cruciales y anima notablemente el debate sobre las mismas.
En cuanto a las enmiendas, solo apoyamos la número 2, pues opinamos que las enmiendas 1 y 3 ya están suficientemente contempladas en el texto propuesto.
Está claro que sea cual sea el sistema desarrollado, este deberá ser voluntario, en el sentido de que las empresas tendrán que poder elegir si desean o no participar. También debe respetar la necesidad de otros tipos de etiquetado, como los relativos a la calidad. Dicho esto, el informe llama la atención, con razón, sobre las dificultades que supone limitarse a establecer criterios mínimos para planes voluntarios.
Las normas de la FAO implican que debe existir una dimensión de titularidad pública. Ello requiere como mínimo cierto grado de supervisión independiente.
Por estos motivos, consideramos que un plan de etiquetado comunitario único merece un análisis más exhaustivo. Existen claras ventajas y desventajas potenciales, pero debería ser posible concebir algo que reconozca las distintas pesquerías y productos, pero que no sea engorroso ni burocrático.
Sea cual sea la decisión final, desde mi punto de vista personal como consumidora, más que como legisladora, quisiera proponer que se emplee algún símbolo común claramente identificable, similar a la marca CE utilizada actualmente, con la que hemos armonizado las normas relativas a la salud y la seguridad de los productos. Esperamos que el Parlamento avale por abrumadora mayoría el informe, así como el rápido avance hacia un resultado idóneo.
Carl Schlyter, en nombre del Grupo Verts/ALE. – (SV) Señor Presidente, gracias, señora Fraga Estévez, por su informe constructivo y equilibrado.
En Suecia tenemos elecciones. Una de las cuestiones de las elecciones es la escasez de bacalao. Los votantes me preguntan: «¿Cómo puedo ser ético comiendo pescado?» Solo esta semana, les he dado seis páginas de recomendaciones sobre este tema en concreto. Necesitamos un etiquetado que sea fácil de comprender para que nos podamos ir a casa con la conciencia tranquila y comer buen pescado. Los que compran pescado con etiquetado ecológico también quieren saber que las poblaciones de peces no están amenazadas. Si se come el último bacalao, por mucho que haya sido capturado con un equipo estupendo, de la forma correcta y en circunstancias adecuadas, seguirá siendo el último bacalao. Semejante situación es claramente insostenible desde el punto de vista ecológico. Por ello creo que la enmienda 2 es importante, pues recalca que las especies amenazadas, precisamente por el hecho de estar amenazadas, no pueden pescarse de una manera ecológicamente responsable.
Quiero hacer hincapié en dos aspectos del informe de la señora Fraga Estévez. El control de forma independiente, tal como se menciona en el apartado 6, es muy importante a la hora de conferir credibilidad. Además, es muy importante que facilitemos de algún modo un etiquetado claro para la pesca a pequeña escala. Un etiquetado claro puede constituir una ventaja competitiva para este tipo de pesca. Por ello hemos de garantizar que pueda ser explotado y ponga a la pesca a pequeña escala en una posición competitiva justa.
Pedro Guerreiro, en nombre del Grupo GUE/NGL. – (PT) Yo también quiero dar las gracias a la señora Fraga Estévez por su informe. La primera cuestión que suscita este informe es si hay realmente necesidad de un etiquetado ecológico de los productos pesqueros y si ello puede ayudar realmente a aumentar el valor del producto y a la vez beneficiar al consumidor.
Como señala la ponente, de acuerdo con el Reglamento (CE) nº 2371/2002, toda pesca realizada en la Unión Europea debería ser, por definición, sostenible, puesto que debe ser conforme a las normas comunitarias. Por ello, todos los productos pesqueros capturados sobre la base de estas normas tendrán etiquetado ecológico. No obstante, cualquier etiquetado ecológico de los productos pesqueros capturados sobre la base de criterios distintos a los establecidos en la legislación existente en materia de pesca puede conllevar la discriminación entre productores. Por consiguiente consideramos que el etiquetado ecológico sería un paso positivo. El etiquetado ecológico también se realiza en la agricultura, la acuicultura y los alimentos procesados, permitiendo que se aborden debidamente cuestiones relacionadas con el medio ambiente y la seguridad alimentaria. El etiquetado ecológico también funcionaría en relación con todos los productos importados, que tendrían que cumplir la normativa comunitaria en materia de productos pesqueros.
Otra cuestión es si una etiqueta comunitaria de este tipo tendría ventajas frente a la variedad de etiquetas existentes en el mercado, como han recalcado anteriores oradores, dado que estas etiquetas pueden crear confusión entre los consumidores y a menudo son simplemente el resultado de una estrategia de marketing de las empresas, sin ninguna certificación pública.
En este sentido, creemos que una etiqueta comunitaria sería compleja, burocrática y excesivamente restrictiva para las organizaciones del sector pesquero y para los Estados miembros. Lo que necesitamos es establecer un marco de certificación público con la implicación directa de las autoridades en los Estados miembros. Esta es la forma más adecuada para definir las reglas sobre esta cuestión, en la cual existe un vacío legislativo.
En lo que respecta a la cuestión del valor añadido que podría aportar este tipo de etiquetado, creemos que es necesario asegurar su distribución en la cadena de valores a fin de que los esfuerzos y las inversiones de los productores puedan ser recompensados sin penalizar a los consumidores.
James Hugh Allister (NI). – (EN) Señor Presidente, el principio del ecoetiquetado es bueno. El peligro es que, cuando se ponga a trabajar la burocracia de la UE, el sistema que surja podría resultar poco flexible, excesivamente laborioso y muy caro. El sector pesquero ya sufre bastante con las decisiones y restricciones de la UE. Lo máximo que debería hacer la UE es establecer requisitos mínimos que deberían cumplir los planes voluntarios de ecoetiquetado. De esta forma, me vería obligado a disentir de aquellos que apoyan un plan comunitario único, con lo que se califica de «criterios ambiciosos», pero que al sector podría parecerle más bien una regulación excesiva.
Fundamentalmente, estamos buscando un buen sistema de trazabilidad y demostración de prácticas sostenibles. Estas pueden garantizarse fijando normas mínimas prudentes y gestionables. No necesitamos otra batería de reglas ni otro ejército de inspectores. A veces debemos atenuar las exigencias ambientales utópicas a la luz de la realidad empresarial. Sea cual sea el resultado final, espero que sea un distintivo del plan. No obstante, felicito a la ponente por su serio informe.
Esta noche también me regodeo en compadecer a nuestra ponente. Por supuesto, me refiero al hecho de que esta noche mi pequeño país, Irlanda del Norte, ha derrotado en toda la línea al potente equipo de fútbol de España en el Windsor Park de Belfast. Es algo que no ocurre muy a menudo, pero cuando ocurre vale la pena destacarlo. Llega en una buena fecha: un día en que los aficionados al fútbol de Irlanda del Norte han ganado el codiciado Premio Internacional de Bruselas a los Aficionados de 2006, patrocinado y apoyado por la UE. Termino mi intervención con este apunte de satisfacción.
Duarte Freitas (PPE-DE). – (PT) Señor Presidente, Señorías, señor Comisario, en primer lugar quiero felicitar a la señora Fraga Estévez por su excelente informe y decirle que en vista del creciente interés en unos productos alimentarios seguros y de calidad, la necesidad de preservar los ecosistemas marinos y la reciente multiplicación de productos con lo que se conoce como etiquetado ecológico, necesitamos urgentemente un enfoque comunitario del etiquetado ecológico.
Han aparecido programas de etiquetado ecológico nuevos y de calidad en todo el mundo, como el que hay en mi país, POPA (el Programa de Observación de Pesca en las Azores), que certifica la captura de atún en la Región Autónoma de las Azores. El problema es que no todos los programas de certificación ecológica dan prioridad a la protección del patrimonio biológico de nuestros océanos. En lugar de ello, hay distintos intereses económicos detrás de este tipo de etiquetado, y es por ello que para proteger el medio ambiente y al consumidor, hemos de proceder con sumo cuidado y asumir nuestras responsabilidades como responsables políticos.
Entre las diferentes propuestas presentadas por la Comisión en esta comunicación, la que mejor sirve a los intereses en cuestión es la de establecer unos requisitos mínimos para programas voluntarios de etiquetado ecológico. De esta manera, sobre la base de estos requisitos mínimos previamente establecidos, los programas de etiquetado ecológico pueden desarrollarse libremente, de forma flexible y voluntaria, a través de iniciativas públicas o privadas, pero dentro de un marco regulador genérico.
Como entidad pública, la UE ha de definir estos requisitos mínimos porque solo entonces será posible proteger el interés general y las prerrogativas consagradas en la Política Pesquera Común.
Por último, también quiero señalar que este es un trabajo que hemos de realizar, tanto en el contexto de la Unión como en el marco de las relaciones comerciales fuera de la Unión, a fin de garantizar la transparencia, la credibilidad y la justicia, también porque el etiquetado ecológico será cada vez más una forma de distinguir entre productos con repercusiones para la competitividad.
Stavros Arnaoutakis (PSE). – (EL) Señor Presidente, señor Comisario, yo también quiero felicitar a la ponente por su excepcional trabajo y decir que todos sabemos que las diversas crisis alimentarias que han llamado la atención de la opinión pública en los últimos años han generado un sentimiento de inseguridad entre los consumidores, con el resultado de que en el mercado está aumentando cada vez más la demanda de productos de calidad y de una certificación de calidad más frecuente.
La certificación ecológica y el etiquetado ecológico se encuentran en el centro de la reciente reforma de la Política Pesquera Común. La promoción y la aplicación de sistemas de etiquetado ecológico refuerzan la conciencia medioambiental de los consumidores, al tiempo que alientan la responsabilidad medioambiental de los productores, concienciándolos de las repercusiones medioambientales de la pesca y la acuicultura.
Lo que se necesita hoy es salvaguardar el desarrollo de un sistema de etiquetado uniforme, informando y colaborando con todas las agencias implicadas, un sistema basado en idénticos principios básicos y condiciones previas, de acuerdo con las directrices de la Oficina de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación y las directrices publicadas por la Organización Internacional de Normalización.
Asimismo quiero señalar que la salud pública y la viabilidad de la pesca no deberían acabarse simplemente con un sistema de etiquetado, sino que deberían ser objeto de una búsqueda constante para formular la política de pesca sostenible que es nuestro objetivo básico.
Albert Jan Maat (PPE-DE). – (NL) Señor Presidente, quiero felicitar de todo corazón a la señora Fraga Estévez por su informe sobre la comunicación de la Comisión y también a la señora Ries, que ha elaborado la opinión de la Comisión de Medio Ambiente, Salud Pública y Seguridad Alimentaria. Me complace ver – y ello demuestra también que la Comisión de Pesca puede tratar temas de una manera adulta – que hay cierto nivel de armonización con respecto a la manera de introducir una ecoetiqueta en el sector pesquero.
Cabría decir que en el sector pesquero, cada pez libre que se captura en el mar o en aguas interiores merece una ecoetiqueta: a fin de cuentas, ha crecido en libertad, en un entorno bueno y natural, pero seguramente esta no sea la intención y por ello hemos de considerar lo que puede hacerse a escala internacional, también fuera de Europa, sobre la base de criterios de la Organización para la Agricultura y la Alimentación (FAO). En este sentido, he de decir que estoy de acuerdo con el informe de la señora Fraga Estévez.
Si se opta por una ecoetiqueta europea, habrá que hacerlo bien. Esto significa que los peces que entran en este ámbito han de cumplir todas las reglas en cuanto a mantenimiento de las cuotas. Asimismo hay que cumplir las reglas de la legislación medioambiental, lo cual exige considerables esfuerzos por parte de los Estados miembros, pero podría ser una buena garantía.
Si no se hace de esta manera, es mejor dejarlo todo a la industria y asegurarse de que se introduzca una buena etiqueta en respuesta a la demanda del consumidor. Sin embargo, yo optaría por la línea de la ponente, con condiciones bien definidas, también para la Comisión, a fin de que la ecoetiqueta cumpla los reglamentos europeos en materia de cuotas y todo lo que está relacionado con ello. De esta manera, la Comisión facilita y la industria presenta las solicitudes, lo cual me parece la manera correcta de hacer las cosas.
Quiero añadir un breve comentario acerca de la pesca de bajura a pequeña escala, algo a lo que creo conviene prestar atención. Provengo de una zona en la que se capturan camarones. Ahora se ha introducido una ecoetiqueta en este sector, lo cual aplaudo, sobre todo si ello implica expresamente una pesca sostenible, además de otras cosas.
En este sentido, me complace este informe y me alegro de que esta Cámara, por medio del informe de la señora Fraga Estévez, pueda dar un paso positivo hacia un etiquetado ecológico europeo bien cualificado.
Paulo Casaca (PSE). – (PT) Yo también quiero felicitar tanto a nuestra ponente de la Comisión de Pesca como a la ponente para opinión de la Comisión de Medio Ambiente, Salud Pública y Seguridad Alimentaria.
Este debate me ha parecido sumamente interesante y creo que la ponente tiene mucha razón en recalcar la falta de rigor en la definición de las opciones que nos ha presentado la Comisión. Lo que considero absolutamente central es lo que respecta al punto 8 de nuestra resolución, que también se encuentra en la opinión de la Comisión de Medio Ambiente; en el sentido de que el etiquetado solo será eficaz si es uniforme y comprensible para el consumidor. Ello es incompatible con un sistema en el que la Comisión tiene un papel secundario y en el que las iniciativas publicitarias tienen más peso que una serie de criterios rigurosos y objetivos. Por ello, desde este punto de vista creo que hemos de adoptar una posición fuerte y centralizada, como recalca la ponente para opinión de la Comisión de Medio Ambiente. No podemos transigir, pues de lo contrario corremos el riesgo de perder por completo nuestros esfuerzos y la iniciativa.
Ioannis Gklavakis (PPE-DE). – (EL) Señor Presidente, yo también quiero felicitar a la ponente, la señora Fraga Estévez, por su trabajo como siempre excelente. También quiero felicitar a la Comisión por iniciar un diálogo sobre etiquetado ecológico.
El etiquetado ecológico de los productos pesqueros dice que han sido producidos de acuerdo con una serie específica de reglas medioambientales y que su método de producción no tiene repercusiones adversas para el medio ambiente. Es muy importante que garanticemos que el etiquetado ecológico sea fiable. Ello protegerá tanto a las poblaciones de peces como a los consumidores.
Hay que hacer un esfuerzo para informar a los consumidores que han de apoyarlo, estar informados y comprender que, al comprar productos con etiquetado ecológico, pueden estar seguros de que están comprando unos alimentos saludables y seguros, y que están protegiendo el medio ambiente.
Con estos esfuerzos todos saldremos ganando: los consumidores porque se les suministrarán productos seguros y saludables, las empresas porque aumentarán su competitividad y el medio ambiente porque sus recursos serán explotados ecológicamente.
Para acabar quiero recapitular: en primer lugar, el etiquetado ha de ser voluntario; en segundo lugar, el etiquetado ha de estar imbuido de un espíritu de transparencia a fin de que nadie dude de su fiabilidad; en tercer lugar, el etiquetado ha de ser realizado por una autoridad independiente y en cuarto lugar, este esfuerzo exige – y lo recalco aunque sea evidente – que los pescadores estén presentes en las conversaciones. Pobres de nosotros si los ignoramos. Hemos de sentarnos alrededor de la misma mesa, hemos de consultarlos y ellos han de comprender que el esfuerzo que se está haciendo es en interés suyo. En quinto y último lugar, este esfuerzo y los principios establecidos y adoptados por la Unión Europea han de combinarse con acciones similares a escala mundial y todos los Estados han de adoptar estos principios, porque carece de sentido que la Unión Europea sea la única en proteger el medio ambiente.
Zdzisław Kazimierz Chmielewski (PPE-DE). – (PL) Señor Presidente, el spiritus movens de la ponente del debate medioambiental resume nuestra experiencia actual y en especial la de la FAO. Recalca la función básica del etiquetado y su importancia a la hora de mejorar la calidad de los productos pesqueros y dar al sector pesquero una estructura social adecuada.
Puedo afirmar con satisfacción que los nuevos Estados miembros de la región del Báltico están de acuerdo con los objetivos de la comunicación de la Comisión. Sin embargo, su posición expresaba una preferencia por determinados aspectos del problema del etiquetado. Cuatro cuestiones son especialmente importantes en este caso.
En primer lugar, los Estados Bálticos apoyan firmemente la idea de establecer unos requisitos mínimos para los programas de etiquetado ecológico, en línea con las expectativas de las partes implicadas, a saber, los pescadores, los procesadores y los consumidores. Estos programas deberían basarse en la participación voluntaria.
En segundo lugar, el principio de participación voluntaria ha de significar, en la práctica, el rechazo de toda discriminación económica o barrera comercial.
En tercer lugar, un elemento importante de estas garantías ha de ser asegurar que las pequeñas y medianas empresas y las empresas de países menos desarrollados tengan un acceso equitativo al sistema.
En cuarto lugar, en los Estados Bálticos también hay preocupación acerca de las limitaciones relacionadas con el control y la supervisión de la pesca en alta mar, que ha ocurrido durante años y que ha sido difícil de eliminar. En estos momentos, es más fácil ver una diferencia en cuando a consecuencias medioambientales en el sector de la acuicultura, donde es más fácil introducir el etiquetado.
Por último, quiero decir que estoy de acuerdo con el mensaje «brillante» de la señora Fraga, que es una inspiración para la Unión Europea, y que nos brinda a todos una oportunidad real de demostrar al mundo cómo buscar maneras para aplicar programas largo tiempo esperados en el campo del etiquetado ecológico.
James Nicholson (PPE-DE). – (EN) Señor Presidente, en primer lugar yo también quiero felicitar a la ponente. Como es habitual, ha elaborado un informe excelente; no esperábamos menos de ella.
Etiquetado es la palabra de moda en la actualidad, y si va a ser así, conservémosla clara y simple. No debería comportar una carga adicional para el sector. Yo también abogaría por que aquellos que tengan que aplicar este etiquetado aseguren que sea claro y transparente, que tenga un buen diseño y que pueda reconocerse y comprenderse sin dificultades.
El señor Maat tenía razón cuando ha dicho que la Comisión debe realizar a este respecto un buen trabajo. Apoyo plenamente lo que dice.
Esto no debe servir de vara para golpear al sector. Me preocupa que algunos de los científicos y otras personas puedan ver en ello una oportunidad para refrenar los TAC y las cuotas en caso de desacuerdo entre pescadores y científicos.
No creo que necesitemos o precisemos una política de «talla única». Si tomamos ese camino, alborotaremos el avispero. Los problemas no son los mismos en todas partes, y soy plenamente consciente de la necesidad, donde sea preciso, de garantizar que se respeten las diferencias regionales.
He escuchado con interés al Comisario. Ha dicho que volverá al Parlamento cuando la Comisión haya tomado una decisión. ¿No sería mejor consultar al Parlamento sobre la marcha, en lugar de volver y contarnos lo que ustedes han decidido, señor Comisario? Usted ha hablado de «una herramienta en su caja». Dicha herramienta no debe convertirse en otra con la que establecer un control burocrático sobre el sector. No estoy del todo convencido de que el consumidor esté solicitándolo realmente.
Por último, puedo decir a la señora Fraga Estévez y a usted, señor Presidente, que esta noche reina en Belfast una gran alegría: hemos ganado a la selección española de fútbol por 3 a 2. Irlanda del Norte es un lugar muy pequeño, con un millón y medio de habitantes, y hemos tenido muchos problemas a lo largo de los años. Parece que en el campo de fútbol podemos ganar a los ingleses, a los alemanes y a los españoles, pero el sábado pasado hubo muchas lágrimas en Belfast cuando Islandia nos derrotó por 3 a 0. Así que es un gran motivo de alegría que esta noche hayamos derrotado a España.
El Presidente. Gracias, señor Nicholson. No puedo decir que nos haya traído buenas noticias, pero enhorabuena de todas formas.
Joe Borg, miembro de la Comisión. (EN) Señor Presidente, en primer lugar quiero dar las gracias a la ponente, la señora Fraga Estévez, y a todos los que han tomado la palabra esta noche.
Aunque no están de acuerdo en todos los aspectos, la Comisión y el Parlamento sí coinciden en su deseo de que las decisiones se tomen sobre la base de evaluaciones arancelarias y amplias consultas. Quiero señalar a la atención del último orador, el señor Nicholson, que el debate de esta noche muestra claramente que la Comisión deseaba la participación del Parlamento antes de iniciar la fase legislativa de las iniciativas necesarias en materia de etiquetado ecológico. Obviamente, cuando entremos en dicha fase legislativa, la participación del Parlamento cobrará prioridad absoluta antes de que finalice todo el proceso relativo al sistema de etiquetado ecológico.
Permítanme abordar algunos puntos concretos que se han planteado durante el debate. La mayoría de los sistemas existentes son, en efecto, relativamente coherentes y no inducen a confusión. No obstante, la opción preferida de la Comisión de establecer criterios mínimos para sistemas de etiquetado ecológico pondrá orden en el sistema, si es preciso, e incrementará la confianza del consumidor. También aseguraremos que se comercialicen productos de mejor calidad, así como su transparencia y trazabilidad en el mercado.
En cuanto a la preferencia por un sistema único de etiquetado ecológico que han planteado varios oradores, aún es pronto para tomar una decisión concluyente y definitiva. No obstante, la Comisión ha indicado cuál es su opción favorita y cabría subrayar que el Comité Económico y Social, el Comité Consultivo de Pesca y Agricultura así como la mayoría de los representantes del sector y de otras partes interesadas apoyan dicha opción. Sin embargo, si bien parece que la balanza se inclina por la opción 3, que es la opción que prefiere la Comisión y que consiste en establecer criterios mínimos, los Estados miembros aún no han llegado a ningún acuerdo en el seno del Consejo.
Insisto por ello en que aún es demasiado pronto para adoptar una posición firme y definitiva sobre el procedimiento a seguir. A pesar de ello, no cabe duda de que este debate nos ha ayudado a estar mejor informados sobre la posición del Parlamento y de sus diversos diputados.
En lo que respecta a la captura sostenible de recursos pesqueros, me remito a la Comunicación de la Comisión en que se subraya que el objetivo de la política de ecoetiquetado del pescado y los productos pesqueros se basa en el concepto de pesca sostenible. La Comunicación explica que los sistemas de etiquetado ecológico, si se basan en criterios bien definidos e indicadores adecuados, pueden contribuir a supervisar los avances en materia de sostenibilidad de la pesca, así como a concienciar al público en cuestiones de sostenibilidad. Después hace referencia a la explotación sostenible conforme a la letra e) del artículo 3 del Reglamento del Consejo (CE) nº 2371/2002.
En cuanto a los demás puntos planteados, estoy de acuerdo con lo que se ha dicho de la importancia de una acreditación y certificación independientes. Las garantías en este ámbito vienen dadas por las normas y procedimientos de la ISO. No obstante, la Comisión no tiene competencia directa en el control de la aplicación de dichas normas.
También estoy de acuerdo en la necesidad de que el etiquetado ecológico sea claro y comprensible para el consumidor. Además, las ecoetiquetas ofrecen la posibilidad de combatir la pesca ilegal, no declarada y no reglamentada (INDR) y de demostrar la validez de las prácticas pesqueras sostenibles.
Gracias a todo este sistema, aumentaremos la concienciación del público en general. Se tendrán en cuenta los criterios de la FAO a la hora de establecer las bases de los planes de etiquetado ecológico. Por otra parte, los sistemas no deben suponer una carga para las PYME ni ser tan complejos que no puedan ser efectivamente aplicados por las partes interesadas.
El Presidente. Se cierra el debate.
La votación tendrá lugar mañana a las 12.00 horas.
16. Adhesión a la Conferencia de La Haya de Derecho Internacional Privado - Participación del Parlamento Europeo en los trabajos de la Conferencia de La Haya a raíz de la adhesión de la Comunidad (debate)
El Presidente. El siguiente punto es el debate conjunto sobre
- la recomendación Diana Wallis, en nombre de la Comisión de Asuntos Jurídicos, sobre la propuesta de Decisión del Consejo sobre la adhesión de la Comunidad a la Conferencia de La Haya de Derecho Internacional Privado (COM(2005)0639 - 7591/2006 - C6-0138/2006 - 2005/0251(AVC)) (A6-0250/2006), y
- la pregunta oral a la Comisión sobre la participación del Parlamento Europeo en los trabajos de la Conferencia de La Haya a raíz de la adhesión de la Comunidad, de Giuseppe Gargani, en nombre de la Comisión de Asuntos Jurídicos, (O-0076/2006 - B6-0324/2006).
Diana Wallis (ALDE), ponente. – (EN) Señor Presidente, todos sabemos que los ciudadanos de Europa se mueven. Hemos fomentado abiertamente este movimiento dentro de nuestras fronteras mediante el principio de libre circulación. Ahora bien, nuestros ciudadanos también se mueven por el mundo y pueden verse involucrados en todo tipo de situaciones y embrollos que les lleven a vérselas con el Derecho civil en los tribunales. Así es la vida moderna. Queremos ofrecerles, en la medida de lo posible, alguna forma de seguridad en esos momentos de crisis personal.
Durante más de cien años, la Conferencia de La Haya de Derecho Internacional Privado ha trabajado sin descanso y con un número creciente de países de todo el mundo en la elaboración de numerosos convenios internacionales sobre asuntos de Derecho civil: compraventa de bienes, disposiciones testamentarias, secuestro de niños, pago obligatorio de pensiones compensatorias y accidentes de circulación. Han tratado de establecer un marco legal coherente en un mundo cada vez más móvil.
Cuando yo ejercía de abogada, tuve que recurrir a menudo a los Convenios de La Haya para asistir a clientes atrapados en asuntos con una dimensión transfronteriza. Esos clientes tenían motivos para estar agradecidos por la existencia de esta organización bastante desconocida. Durante estos últimos años, en mi calidad de diputada he tenido el privilegio de asistir a numerosas reuniones de La Haya, en nombre de esta Cámara, de conocer a las personas que desempeñan esta labor aparentemente más bien técnica y distante y de ver trabajar a los funcionarios y expertos nacionales que elaboran y negocian acuerdos técnicos muy complejos para ayudar a nuestros ciudadanos. Es una labor difícil, teniendo en cuenta el número creciente de tradiciones jurídicas y valores culturales. Si bien puede parecer una labor técnica, detrás de estas cuestiones jurídicas aparentemente áridas subyacen opciones políticas muy importantes. Esta labor debe salir cada vez más a la luz del día y espero que nuestra participación pueda contribuir a ello.
Hasta ahora, la Comunidad ha estado representada por todos sus Estados miembros y, por lo poco que he podido comprobar, con ello se enriquece y refuerza la labor de la Conferencia gracias a la diversidad de nuestras tradiciones jurídicas y de nuestra experiencia en Derecho comparado. No obstante, también es evidente que dada la nueva competencia comunitaria derivada de Ámsterdam, hay muchos motivos por los que la Comunidad debería participar como tal en el seno de la Conferencia. Desde el punto de vista práctico ya lo hace a través de las reuniones conjuntas de coordinación y de todos modos la Conferencia funciona por consenso. Por tanto, no tengo absolutamente ningún inconveniente en recomendar a sus Señorías que esta Cámara dé su conformidad a la adhesión de la Comunidad a la Conferencia de la Haya. Es una buena opción, un hecho positivo y oportuno.
Sin embargo, hay que hacer una advertencia; consta al final de la exposición de motivos de mi informe y se formula más en detalle en la propuesta de resolución de nuestro presidente. Al transferir esta competencia a la Comunidad, el Parlamento quizás esté cediendo en cierta medida sus propias competencias legislativas, que tanto le ha costado conseguir. Digo «quizás esté cediendo» porque esta noche estamos pendientes de que el Comisario nos asegure que el Parlamento seguirá participando de lleno en las futuras actividades cuando se negocien nuevos convenios y se ratifiquen convenios nuevos o antiguos por parte de la Comunidad. Debemos encontrar nuevos métodos de trabajo que respeten plenamente la posición del Parlamento como colegislador con el Consejo.
Aunque he disfrutado mucho de mi participación en las reuniones de la Conferencia de La Haya durante los últimos años, en calidad de una especie de representante ad hoc de esta Cámara, ahora necesitamos un instrumento mucho más formal y transparente que refleje la nueva función de nuestras instituciones en este proceso.
He señalado antes que los convenios negociados en La Haya merecen mucha más atención. Merecen dicha atención no solo porque consiguen resultados positivos para nuestros ciudadanos, sino también, y cada vez más, porque implican la toma de decisiones políticas y la ponderación de intereses. Es una labor que pide a gritos una mayor participación parlamentaria y sé que esto es algo que la Conferencia de La Haya también acogería con satisfacción. Ha habido debates iniciales sobre alguna especie de foro parlamentario. Es un planteamiento en el que deberíamos profundizar.
No obstante, ello no debe obviar de ningún modo la necesidad de que esta Cámara participe plenamente en el proceso legislativo de la Comunidad en relación con la labor de la Conferencia. Esto se haría en forma de actividad adicional cuyo desempeño entra dentro de nuestras competencias. Espero que sus Señorías estén de acuerdo conmigo en que deberíamos tomar la iniciativa en este sentido, quizás convocando una primera reunión.
Franco Frattini, Vicepresidente de la Comisión. (IT) Señor Presidente, Señorías, aprovecho la ocasión para dar las gracias sinceramente a la señora Wallis por su informe y al señor Gargani por la pregunta que ha formulado esta noche.
Ambos temas están relacionados, por supuesto, y puedo confirmar que yo también acojo con sumo agrado la recomendación contenida en el informe de la señora Wallis de que el Parlamento Europeo dé su conformidad a la adhesión de la Comunidad a la Conferencia de La Haya. Estoy de acuerdo además con todo lo dicho en la introducción de la señora Wallis sobre la importancia de la Conferencia de La Haya y de los trabajos realizados en los años pasados.
Es evidente, no obstante, que la adhesión a la Conferencia de La Haya por parte de la Comunidad le permitirá obtener un estatuto que se corresponda con su nuevo papel protagonista en la escena internacional, es decir, de agente que necesita participar de forma concreta y formal en las actividades de la Conferencia de la Haya.
El acceso puede comportar una mayor coherencia –podría decir una mayor consistencia– entre las normas vigentes en la Comunidad, en la Unión Europea, y los instrumentos internacionales que están preparándose. Esta necesidad de una mayor coherencia justifica y avala la adhesión formal de la Comunidad a la Conferencia de La Haya.
Como saben todos los diputados y diputadas, con el dictamen conforme del Parlamento Europeo la adhesión formal de la Comunidad a la Conferencia de La Haya tendrá lugar tan pronto como dos tercios de los Estados signatarios de la Conferencia hayan aprobado las modificaciones del estatuto. Creo poderles decir que esta mayoría especialmente amplia se alcanzará antes de finales de este año, bastante pronto. Algunos Estados miembros todavía no se han pronunciado, pero confío en que expresen su conformidad antes del mes de diciembre de este año.
La señora Wallis y también el señor Gargani plantean el problema del papel del Parlamento tras la adhesión formal a la Conferencia de La Haya por parte de la Comunidad. Puedo decirles que me comprometo personal e institucionalmente a garantizar la plena cooperación con el Parlamento, incluso después de la adhesión de la Comunidad a la Conferencia de La Haya.
Todos saben que el acuerdo marco relativo a las relaciones entre la Comisión y el Parlamento Europeo ha sido recientemente modificado: dicho acuerdo permite claramente la participación, también formal, del Parlamento en la negociación de convenios internacionales en ámbitos de competencia comunitaria, y este es sin duda un ámbito de competencia comunitaria.
Puedo garantizar a la señora Wallis y a sus Señorías tanto el pleno respeto de la información continua al Parlamento sobre las actividades de negociación, como la participación del Parlamento en las delegaciones, en las actividades de negociación. La señora Wallis lo sabe bien, estoy plenamente de acuerdo con este aspecto; por lo que se refiere a las delegaciones, es posible prever sin duda la inclusión de diputados al Parlamento en la delegación formal. Les confirmo desde ahora esta posibilidad que, cuando la Comunidad se haya adherido formalmente a la Conferencia de La Haya, se convertirá en una realidad.
Jean-Paul Gauzès, en nombre del Grupo del PPE-DE. – (FR) Señor Presidente, señor Comisario, Señorías, la adhesión de la Comunidad a la Conferencia de La Haya de Derecho Internacional Privado es sin duda una cosa buena. La Comunidad podrá participar activamente en la definición de las prioridades de la Conferencia y velar por su buena articulación con el programa de trabajo de la Comisión. No obstante, conviene prever, desde ahora, medidas de acompañamiento para que el espacio judicial civil no se diluya y mantenga las importantes características que conocemos: una solidaridad política reforzada en el marco de una comunidad de valores, el principio del reconocimiento mutuo de las decisiones judiciales y la construcción de un mercado interior integrado.
Las medidas de acompañamiento podrían ser la definición del mandato por el Consejo y el Parlamento de las materias dependientes de la codecisión, la elaboración de un estudio de impacto jurídico y económico al comienzo de la negociación y la reflexión sistemática sobre la conveniencia de incluir cláusulas de desconexión en los proyectos de convenio.
Al igual que la ponente, a quien felicito, considero necesario que el Parlamento sea consultado sobre los proyectos de convenio y cuando se trate de definir las prioridades del programa de trabajo de la Conferencia. Por otra parte, el principio no deberá ser que la Comunidad se adhiera sistemáticamente a todos los convenios existentes. La adhesión a los convenios existentes deberá ser examinada caso por caso por el Consejo y el Parlamento Europeo.
Manuel Medina Ortega, en nombre del Grupo PSE. – (ES) Señor Presidente, después de la intervención del Comisario, señor Frattini, da la impresión de que hemos conseguido el objetivo que nos habíamos propuesto con este ejercicio, a pesar de lo avanzado de la hora.
En definitiva, el Comisario nos ha dicho que esta posibilidad de participación del Parlamento en el procedimiento de adopción de convenios por la Conferencia de La Haya se inscribe en el Acuerdo marco de las instituciones y que, por tanto, el Parlamento Europeo podría participar formalmente en esta negociación. Sobre todo, ha apuntado la posibilidad de que miembros del Parlamento Europeo sean incorporados a la delegación formal. Desde luego, creo que tenemos que empezar expresando nuestro reconocimiento al Comisario por la generosidad de sus palabras, pues no existe una obligación legal.
Por lo demás, quisiera adherirme a las declaraciones de los colegas que me han precedido, señalando que la cooperación judicial en materia civil es hoy una competencia de la Unión Europea, en virtud del Tratado de Amsterdam, y que, además, tenemos el Programa de La Haya para el desarrollo de esa cooperación en materia civil. Por tanto, no es este un ámbito periférico con respecto a la esencia misma de la Unión Europea, sino que es un ámbito central, es decir, que tendremos que trabajar en esta materia conjuntamente las tres instituciones, por lo que resulta bastante oportuna la colaboración.
En la propuesta de resolución que ha presentado el señor Gargani, en nombre de la Comisión de Asuntos Jurídicos, hay también otra sugerencia bastante interesante, y es que no se trata solo de que el Parlamento Europeo colabore con la Comisión en la negociación que se lleve a cabo en la Conferencia de La Haya, sino también de que se cree una especie de foro parlamentario –que sería una labor que podría asumir este Parlamento– reuniéndonos con parlamentarios nacionales. En definitiva, el Derecho de la Unión Europea en materia privada sigue siendo en gran medida Derecho nacional y, por tanto, la creación de ese foro parlamentario nos permitiría ir armonizando posiciones.
El gran problema en Derecho internacional privado, como todos sabemos, y en el Derecho privado en general, es que se trata de derechos nacionales, que responden, incluso, a tradiciones distintas. Pero en el momento en que estamos pensando en la armonización, codificación o unificación del Derecho privado, la creación de ese foro parlamentario, quizá con esta finalidad específica por ahora, sería un buen principio para que las instituciones europeas no aparecieran desvinculadas de las tradiciones jurídicas nacionales.
Los que hemos trabajado en este ámbito hemos visto las enormes dificultades que existen para lograr cualquier progreso en el ámbito del Derecho privado, por las diferencias entre las tradiciones nacionales, pero esta propuesta, que va más dirigida al propio Parlamento que a la Comisión, sería muy positiva, porque nos permitiría armonizar posiciones con los Parlamentos nacionales y llevar esas posiciones armonizadas a la Conferencia, a través de nuestra participación en ella.
Ignasi Guardans Cambó, en nombre del Grupo ALDE. – (ES) Señor Presidente, lo que debatimos hoy es, realmente, un signo de madurez de la Unión Europea. No hace muchos años, cuando me reunía con otras personas que enseñaban Derecho internacional privado en distintas universidades, mezclar el Derecho internacional privado o el Derecho privado con el Derecho de la Unión Europea era una herejía, porque, sencillamente, la Unión Europea se dedicaba a la pesca, como máximo, al comercio internacional y a la competencia, pero no se ocupaba realmente de cuestiones de Derecho privado.
Hoy la Unión Europea tiene mucho que decir en el ámbito del Derecho privado, porque hoy, aunque todavía nos queda mucho por hacer, la Unión Europea ya se ocupa de las consecuencias privadas —el Derecho privado— de la ciudadanía europea, de su impacto directo en el espacio privado de las personas y de las consecuencias que la libertad de establecimiento y de circulación tiene en el Derecho privado de las personas y de las sociedades.
Todo eso es lo que empujó en su momento a introducir en el Tratado de Amsterdam esta materia y a llegar a una evolución que permitió que la Unión Europea —la Comunidad Europea, para ser exactos— tuviera estas competencias, que han permitido elaborar una gran cantidad de legislación o convertir en legislación europea instrumentos que no lo eran, aunque formaban parte, de alguna manera, del ámbito comunitario, como el Convenio de Bruselas y otros.
Por tanto, en este contexto, la adhesión de la Unión Europea —la Comunidad, en sentido riguroso— a la Conferencia de La Haya es un paso muy importante y demuestra, insisto, la madurez de la Unión Europea; demuestra que nos queda mucho por recorrer, entre otras cosas, respecto a cómo se elaboran estas normas: tercer pilar, primer pilar, etc. No es el momento de discutirlo, pero es algo que redundará en la mejora de la calidad de nuestra propia legislación y que, sin duda, permitirá a la Unión Europea aportar sus propias prioridades a la Conferencia de La Haya.
Por tanto, a pesar de que sea medianoche y esté aquí muy poca gente, esto es una prueba y un índice real de la madurez de la Unión Europea en ámbitos que afectan muy directamente al ciudadano.
Daniel Strož, en nombre del Grupo GUE/NGL. – (CS) Señor Presidente, señor Comisario, Señorías, en relación con la propuesta de decisión del Consejo sobre la adhesión de la Comunidad Europea a la Conferencia de La Haya de Derecho Internacional Privado, quiero señalar que es un paso absolutamente esencial, dado que la Comunidad adquiriría en virtud del Tratado de Amsterdam la autoridad para adoptar medidas para la cooperación judicial en casos civiles con una dimensión transfronteriza, donde tales medidas hacen posible el buen funcionamiento del mercado interior. Muchos de los pasos que ha dado o que está a punto de dar la Comunidad por medio de esa autoridad coinciden con las actividades de la Conferencia de La Haya. Dado que la adopción de los instrumentos antes mencionados ha conducido a la transferencia de la autoridad externa desde los Estados miembros a la Comunidad en los ámbitos regulados por estos instrumentos, para la Comunidad es esencial convertirse en un miembro de pleno de derecho de la Conferencia de La Haya. Creo que, sin duda, el continuo fortalecimiento de la seguridad jurídica de nuestros ciudadanos es también importante en este contexto.
Andrzej Jan Szejna (PSE) – (PL) Señor Presidente, desde la entrada en vigor del Tratado de Amsterdam, las competencias de la Unión Europea incluyen medidas relativas a la cooperación judicial en asuntos civiles transfronterizos, necesarias para el correcto funcionamiento del mercado interior. Es un hecho que hasta la fecha se han adoptado una serie de instrumentos jurídicos en este ámbito y que se están tramitando otros. Una adhesión plena a la Conferencia de la Haya sobre Derecho Privado Internacional otorgará a la UE poderes de negociación en el seno de dicha Conferencia en ámbitos que sean de su competencia. Esto facilitará la armonización de la legislación europea con instrumentos internacionales correspondientes, en tanto que la Comunidad se verá sujeta a los derechos y obligaciones derivados de dichos convenios.
Además, la calidad de miembro de pleno derecho constituye un paso importante hacia una mayor integración europea, puesto que otorgaría a la UE una nueva función internacional en el ámbito de la cooperación judicial en asuntos civiles.
Me complace comprobar que se han presentado enmiendas a los Estatutos de la Conferencia que permitan la adhesión de la Comunidad, que se convertirá muy pronto en miembro de pleno derecho.
Deseo subrayar que me ha alegrado escuchar las palabras del Comisario Frattini; en efecto, desde la perspectiva del Parlamento Europeo, que ha desempeñado un papel activo en el proceso legislativo comunitario, y en particular desde el punto de vista de la Comisión de Asuntos Jurídicos, que es responsable de los asuntos de derecho privado, debemos prestar particular atención a los marcos de procedimiento que definen los métodos y las normas para la futura cooperación del Parlamento en asuntos que competen a la Conferencia de la Haya y para la consulta sobre proyectos de convención.
El Presidente. Se cierra el debate.
La votación tendrá lugar mañana a las 12.00 horas.
17. Orden del día de la próxima sesión: véase el Acta