Índice 
 Anterior 
 Siguiente 
 Texto íntegro 
Ciclo de vida en sesión
Ciclos relativos a los documentos :

Textos presentados :

RC-B6-0495/2006

Debates :

PV 07/09/2006 - 11.3
CRE 07/09/2006 - 11.3

Votaciones :

PV 07/09/2006 - 12.3
CRE 07/09/2006 - 12.3

Textos aprobados :


Acta literal de los debates
Jueves 7 de septiembre de 2006 - Estrasburgo Edición DO

11.3. Zimbabue
Acta
MPphoto
 
 

  El Presidente. De conformidad con el orden del día, se procede al debate de cinco propuestas de resolución sobre Zimbabwe.(1)

 
  
MPphoto
 
 

  Jaromír Kohlíček (GUE/NGL), autor. – (CS) Señorías, Zimbabue es la antigua Rodesia del Sur. El régimen en el poder está considerado en toda Europa como una dictadura de línea dura. Tras la entrega del poder a los gobernantes actuales, los agricultores fueron inmediatamente expulsados de sus tierras, y el país se encuentra constantemente al borde de la hambruna. El Gobierno de Mugabe invitó a los descendientes blancos de los colonialistas a que regresaran al país y les devolvió sus tierras, y la situación mejoró rápidamente. Hoy están volviendo a expulsarlos gradualmente, incluso los asesinan, aunque el Gobierno ni siquiera ha comenzado a formar a los trabajadores agrícolas para que cultiven la tierra de forma racional. Asimismo, no se ofrece apoyo a las cooperativas ni para comprar el equipamiento adecuado. Estos son los problemas principales que afectan a la economía.

La propuesta de resolución aborda los problemas políticos y contiene una serie de propuestas insatisfactorias y discutibles. Me opongo al ridículo emplazamiento a Sudáfrica para que boicotee a Zimbabue en la Copa del Mundo de la FIFA. ¿Puede que no haya que tomárselo en serio? Tampoco entiendo por qué, al apoyar el punto D, los autores dicen que la oposición política se dividió lamentablemente en octubre de 2005 en dos facciones. Si esta observación culpa a Mugabe, no entiendo la esencia de la acusación. Si realmente queremos hacer el ridículo, podemos llamar a los chamanes locales para que sequen los ríos y hagan desaparecer las cataratas Victoria.

Quiero hacer un último comentario sobre el punto 5. En algunos Estados miembros de la UE la participación de las elecciones ha sido extremadamente baja. ¿Acaso no reconocemos la legitimidad de los representantes elegidos, diputados al Parlamento, senadores y algunos de nuestros colegas diputados al Parlamento Europeo? Tengo que decir que ese punto de la resolución me asombra. El Grupo Confederal de la Izquierda Unitaria Europea/Izquierda Verde Nórdica se abstendrá en la votación sobre la aprobación de la resolución.

Concluiré con una pregunta para el Comisario. Señor Comisario, ¿cómo apoyamos al Gobierno sudafricano, al que estamos pidiendo que mejore el trato que da a los refugiados de Zimbabue?

 
  
MPphoto
 
 

  Geoffrey van Orden (PPE-DE), autor. – (EN) Señor Presidente, durante más de seis años el Parlamento ha pedido reiteradamente medidas firmes para promover un cambio en Zimbabue, pero seguimos presenciando la desesperada situación de millones de habitantes de ese país, que sufren diariamente una intensa opresión política, el colapso de la economía y escasez de alimentos básicos, agua y medicamentos. El Programa Mundial de Alimentos de Naciones Unidas prevé prestar ayuda a casi cuatro millones de personas malnutridas este año, es decir, una tercera parte de la población.

El VIH/sida tiene un efecto devastador sobre este país, pues uno de cada cinco adultos está infectado por el VIH y más de un millón de niños han quedado huérfanos a causa del sida. El desempleo afecta al 70 % de la población. La situación política y económica de Zimbabue se encuentra en su punto más bajo en los 26 años de independencia de este país. Las medidas adoptadas por la comunidad internacional han sido poco entusiastas y han carecido de la firmeza necesaria para tener consecuencias reales sobre la situación de Zimbabue.

Sudáfrica debería encontrarse a la vanguardia de los esfuerzos internacionales para presionar al régimen de Mugabe a hacer concesiones democráticas, pero me temo que la diplomacia discreta del Presidente Mbeki no ha logrado nada concreto. Gracias a su suministro de electricidad, maíz y créditos, Sudáfrica podría ejercer una enorme presión sobre el régimen de Mugabe. Pero no lo ha hecho.

Ahora China a recuperado su interés por muchas partes de África, entre ellas Zimbabue. El Gobierno chino no parece tener reparo alguno en reforzar regímenes tiránicos y proporcionarles armas de opresión a cambio de acceder a sus recursos naturales. No observo que la UE o los Gobiernos de los Estados miembros hagan un gran esfuerzo por cerrar esas fuentes internacionales de apoyo que mantienen a Mugabe en el poder. La UE ha mostrado muy poca firmeza a la hora de aplicar estrictamente sus propias sanciones. Por ello no resulta sorprendente que Mugabe no las haya tomado en serio.

Si la comunidad internacional quiere realmente poner fin a las terribles condiciones reinantes en Zimbabue, el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas debe investigar de inmediato la situación de ese país. A menos que demos prioridad absoluta a Zimbabue, el régimen de Mugabe seguirá tambaleándose hasta el hundimiento total del país, incapaz de resurgir sin una inmensa ayuda internacional. Si la comunidad internacional actúa ahora podría contribuir a evitar esta situación.

 
  
MPphoto
 
 

  Karin Scheele (PSE), autora. – (DE) Señor Presidente, no es la primera vez que debatimos una resolución sobre Zimbabue, pero debo admitir que el contenido de las anteriores es mejor que el de esta.

Nuestra cooperación con los Estados ACP, la falta de democracia y las violaciones masivas de los derechos humanos en Zimbabue, junto con la grave crisis económica y la escasez de alimentos, el desempleo y la inflación que le acompaña, a menudo han sido objeto de crítica y debate. Cuando examinamos todos los problemas de un país antaño llamado «el granero de África», no podemos sino hablar de las personas valientes que, en un ambiente de gran opresión, tienen el coraje de seguir denunciado los abusos.

Al adoptar resoluciones, nuestro objetivo debe ser ayudar a las personas que luchan por la libertad, la democracia y el desarrollo. Tengo la impresión de que algunas partes de la resolución de hoy no les ayudarán, y me parece un error que una resolución sobre un asunto de urgencia mencione la Copa del Mundo que se celebrará en 2010.

A partir del 13 de septiembre –así pues, se trata de un asunto de máxima urgencia– se celebrarán manifestaciones en toda la nación, organizadas por los sindicatos y otras organizaciones, para llamar la atención sobre la creciente miseria de los ciudadanos y exigir un salario mínimo por encima del umbral de pobreza y responsabilidad social por parte del Gobierno. El Presidente Mugabe ya ha hecho saber que todas las manifestaciones serán reprimidas.

Es importante que nos aseguremos de que estas manifestaciones pacíficas, que ponen de manifiesto las horribles condiciones de vida del país, puedan celebrarse sin acoso por parte de la policía, y quiero señalar al Comisario que deberíamos pensar, teniendo en cuenta las estructuras de la región, cómo podemos enviar a observadores que garanticen el derecho a manifestarse y a expresar sus opiniones libremente.

 
  
MPphoto
 
 

  Marcin Libicki (UEN), autor. – (PL) Señor Presidente, Zimbabue es un ejemplo de cómo puede prevalecer la cara fea de la descolonización. Como ha afirmado la oradora que acaba de intervenir, hubo un tiempo en que Rodesia del Sur o el actual Zimbabue era el granero de una gran parte de África. Hoy no puede ni siquiera alimentar a su propia población.

Hemos visto la cara negativa de la descolonización en muchos países, en particular en los países africanos, donde la transferencia de poder a fuerzas políticas irresponsables y perversas ha tenido consecuencias muy negativas para los Estados que se suponía tenían que alegrarse de haberse librado del poder colonial. En su lugar, sus propios habitantes están condenados al desastre. La propuesta actual del dirigente zimbabuense de devolver las tierras a sus antiguos propietarios llega demasiado tarde, y no inspira la más mínima confianza.

Creo que debemos consagrar todos nuestros esfuerzos a la ayuda humanitaria y educativa, porque no veo otra salida a la situación ni otra acción posible.

 
  
MPphoto
 
 

  Raül Romeva i Rueda (Verts/ALE), autor. (ES) Señor Presidente, la situación de crisis política y la de los derechos humanos en Zimbabue siguen siendo un asunto grave y preocupante. A ello también hay que sumar el deterioro de las condiciones de vida y la creciente pobreza. Pero me querría centrar, sobre todo, en un aspecto concreto que también se menciona y que, además, es un tema de actualidad que tratamos a menudo en estas sesiones de urgencia, y que tiene que ver con la libertad de expresión.

Ayer mismo, hablábamos de China y lamentábamos el alto grado de control gubernamental que, en estos momentos, existe sobre los medios de comunicación, y sobre Internet en particular. Pues bien, parece que en Zimbabue se han inspirado en la fórmula china para desarrollar su propia ley relativa a la interceptación de comunicaciones, que se añade a un sistema legislativo ya de por sí altamente restrictivo en términos de libertades.

La inspiración china no es menor, ya que, como «Human Rights Watch» manifestó recientemente en un informe, el sistema de control chino, llamado en inglés great firewall, es el más avanzado del mundo.

Así, según esta ley, el ejército, los servicios de inteligencia, la policía e incluso la oficina del Presidente podrán controlar e interceptar correos electrónicos, escuchar conversaciones telefónicas y censurar Internet, todo ello sin necesidad de un mandato judicial. Ello afectaría a la relación entre los doctores y sus pacientes, por ejemplo, entre los abogados y sus clientes, entre los periodistas y sus fuentes, y supone, sin duda, un riesgo enorme para la privacidad, las ONG y la gente que trabaja en favor de los derechos humanos.

Por todo ello, creo nuestra obligación solicitar que dicha ley sea retirada. Pero, en cualquier caso, deseo dejar muy claro que esta preocupación no me viene solo por el hecho de que hablemos de Zimbabue, ni tampoco exclusivamente con relación a China. Se trata de una preocupación que debemos entender como universal y sobre la que debemos alertar tanto respecto de estos países mencionados como, por ejemplo, también de los Estados Unidos y la propia Unión Europea.

El respeto a la libertad de expresión y el derecho a la privacidad deben ser elementos fundamentales de cualquier sociedad moderna. Hoy hablamos de Zimbabue, pero, insisto, este es un tema que no podemos reducir solamente a este país.

 
  
MPphoto
 
 

  Marios Matsakis (ALDE), autor. – (EN) Señor Presidente, desgraciadamente, una grave y larga crisis humanitaria, política y económica sigue sacudiendo a esta antigua colonia británica, sin que se observen señales o esperanzas de una pronta mejora. El ineficiente y corrupto régimen dirigido por Robert Mugabe sigue oprimiendo a la población y mantiene el acoso generalizado contra la oposición política, los activistas sindicales, los agricultores, las organizaciones de defensa de los derechos humanos, los periodistas y las autoridades judiciales.

Pedimos al Gobierno de Zimbabue que comience a mostrar el necesario respeto de los convenios internacionales y de los derechos humanos, y que garantice la independencia del poder judicial. Además, consideramos que un paso importante para salvar al país de cosas peores en el futuro consiste en que el señor Mugabe renuncie finalmente al poder lo antes posible. Dicha medida, que se vería facilitada por la apertura de negociaciones para la transición entre los partidos Zanu-PF y MDC y los demás movimientos de oposición, daría lugar a la tan necesaria recuperación de la sociedad, la política y la economía de Zimbabue, y brindaría paz y prosperidad a su pueblo en la traumática transición de la colonización británica a la independencia y la libertad.

 
  
MPphoto
 
 

  Michael Gahler, en nombre del Grupo del PPE-DE. (DE) Señor Presidente, una constante de esta Cámara durante los años en que he sido diputado han sido los debates sobre Zimbabue y el deterioro constante de sus condiciones sociales, económicas y políticas. Los llamamientos a Mugabe no han surtido efecto, ni tampoco los llamamientos a sus vecinos –Sudáfrica en particular– para que se comprometan más a hacer algo al respecto, y las medidas que hemos tomado en la UE tampoco han tenido mucho efecto.

¿Cómo están las cosas? Según los cálculos, unos dos millones de personas han huido a países vecinos, la mayoría de forma ilegal. La llamada «Operación Restablecer el Orden» desarraigó, en el sentido literal del término, a 700 000 personas; cuatro millones de personas no tienen qué comer; la tasa de desempleo es del 70 % y la tasa de inflación la más alta del mundo. Una consecuencia de los reasentamientos forzosos es que dificulta la lucha contra el sida; 3 200 personas mueren cada semana a consecuencia de esta enfermedad. Hay más legislación sobre el control y la opresión de los ciudadanos que antes de la independencia.

¿Qué podemos hacer? Debemos procurar que las agencias internacionales que trabajan sobre el terreno en nombre de las Naciones Unidas ayuden directamente a la población y que la Cruz Roja realice su trabajo con el mínimo de interferencias.

Quiero –y digo esto en particular a la Comisión– que la partida presupuestaria de la iniciativa europea para la democracia y los derechos humanos ayude a la sociedad civil zimbabuense, a todas las personas valientes, ya sea en los sindicatos, en las organizaciones de derechos humanos, en las iglesias o en los medios de comunicación independientes. Preguntemos a los chinos con quién quieren establecer relaciones a largo plazo en Zimbabue: ¿con el Gobierno o con el pueblo? Y aprovechemos cualquier oportunidad para decir a nuestros socios sudafricanos que su negativa a actuar no les facilita las cosas a ellos mismos ni hace un favor a la población de Zimbabue.

 
  
MPphoto
 
 

  Józef Pinior, en nombre del Grupo del PSE. (PL) Señor Presidente, en los últimos años hemos presenciado el deterioro de la situación política, social y sanitaria de Zimbabue.

La dictadura política del señor Mugabe ha venido acompañada del desastre social. La operación Muramba-tsvina ha dejado sin hogar a 700 000 personas. Cerca de cuatro millones de personas en Zimbabue corren peligro de inanición y aumenta el número de afectados por el sida. El resultado es un situación en la que cada semana mueren más de 3 000 personas. Los recientes intentos del régimen del señor Mugabe de controlar a la Cruz Roja son motivo de preocupación.

En este momento, la Cámara tiene que centrarse en las actividades de los sindicatos en Zimbabue, y en particular en las manifestaciones que celebrarán en las próximas semanas. Los sindicatos en Zimbabue merecen todo nuestro apoyo.

 
  
MPphoto
 
 

  Alyn Smith, en nombre del Grupo Verts/ALE. – (EN) Señor Presidente, no es necesario describi9r de nuevo la terrible situación autoinfligida que reina en Zimbabue. Muestra los límites de nuestro poder. Suspender la ayuda solo dañaría a los más vulnerables y, no obstante, es el único medio que tenemos en esta Cámara contra el régimen de Zimbabue.

¿Podemos encontrar otros medios? A este respecto, me gustaría hacer referencia al apartado 8 de la propuesta de resolución, en la que se sugiere excluir a Zimbabue de la Copa del Mundo de 2010. A diferencia de otros diputados a esta Cámara, me parece una buena idea. Y me gustaría oír la opinión de la Comisión al respecto.

Esta semana hemos presenciado la fraternidad y amistad que emana del fútbol internacional. El equipo de mi país –Escocia– visitó hace poco Lituania y estoy seguro de que se trabaron numerosas amistades. Sin embargo, la participación es un privilegio, no un derecho. La exclusión de la Copa del Mundo de 2010 destacaría el rechazo internacional que despierta el régimen de Mugabe sin causar daño a la población de Zimbabue, aunque se notaría en todo este país tan aficionado al fútbol. Me parece que se trata de una idea positiva y útil. Y me gustaría oír la opinión del Comisario sobre ella.

 
  
MPphoto
 
 

  Koenraad Dillen (NI). (NL) Señor Presidente, Señorías, hace algún tiempo que la terrible situación de los derechos humanos en Zimbabue es motivo de preocupación, y no es la primera vez que se incluye en el orden del día de la Cámara. ¿Cuánto tiempo lleva el dictador marxista Mugabe aplicando sus políticas racistas en contra de los agricultores blancos de su país? Ha salido impune de una política de limpieza étnica, cuyas principales víctimas son la gran mayoría de la población negra de Zimbabue.

Después de todo, hubo un tiempo en que Zimbabue fue un país agrícola, uno de los pocos al sur del Sahara capaces de exportar sus productos agrícolas. Mugabe, en su locura, ha reducido a su pueblo a la miseria. La agricultura se derrumba y la hambruna se extiende.

Es hora de que tomemos medidas en contra del dictador. La comunidad internacional debe dar a Mugabe el mismo trato que dio a Charles Taylor de Liberia, ya que ha cometido crímenes contra la humanidad y tiene que responder de ello. África es otro lugar en el que no puede aplicarse una política de doble rasero.

 
  
MPphoto
 
 

  John Attard-Montalto (PSE). – Señor Presidente, me parece que a medida que pasa el tiempo la Unión Europea se muestra cada vez menos efectiva ante ciertas dictaduras.

Es una gran pena que se haya permitido que un país tan maravilloso como Zimbabue fuera cayendo en la situación en que se encuentra ahora; y seguimos sin hacer nada, excepto las contadas medidas que hemos adoptado para luchar contra la dictadura del señor Mugabe. Hablamos de lo que sucede y limitamos la capacidad de viajar de los responsables y sus familiares próximos y con eso creemos que hacemos algo por ayudar a las personas más afectadas: que no son solo los blancos, sino también una parte considerable de la población negra. Ya es hora de nos pongamos en pie y empecemos a actuar en lugar de limitarnos a hablar.

 
  
MPphoto
 
 

  Ryszard Czarnecki (NI). – (PL) Señor Presidente, nuestro colega austriaco está en lo cierto al afirmar que no es la primera vez que debatimos sobre Zimbabue en esta Cámara. Zimbabue se ha convertido en una especie de historia interminable, y en muchos aspectos es imbatible: un 70 % de desempleo, la mayor tasa de inflación del mundo, 3 200 muertes a causa del sida cada semana, y el menor índice de participación electoral en el mundo, el 15 %.

Cuatro millones de personas están en peligro de muerte por inanición. La situación es un reto para el mundo, incluida la Unión Europea. Espero que esta vez vayamos más allá de las palabras, y estoy de acuerdo con lo que nuestro colega español, el señor Rueda, ha dicho recientemente sobre la necesidad de no aplicar un doble rasero. Hablemos sobre todo de Zimbabue, por supuesto, pero vayamos más allá, porque los derechos humanos fundamentales están siendo violados en otros países y constantemente tenemos que evitar la política de doble rasero. Es positivo que la Cámara vuelva a debatir esta cuestión, pero esperemos que sea la última vez.

 
  
MPphoto
 
 

  Franco Frattini, Vicepresidente de la Comisión. (IT) Señor Presidente, Señorías, la Comisión Europea sigue con la máxima atención los sucesos de Zimbabue y estamos cada vez más preocupados por el deterioro de la situación política, y sobre todo de la económica y social, que afecta a las personas: civiles, ciudadanos.

Basándonos en las condiciones actuales –no hay medidas adecuadas, el Gobierno de Zimbabue no ha adoptado ninguna medida para afrontar seriamente la crisis democrática, la protección de los derechos y la trágica crisis económica–, está fuera de discusión cualquier posible aligeramiento o revocación de las medidas adoptadas por la Unión Europea con respecto a Zimbabue. En otras palabras, ni siquiera vamos a hablar de ello.

Con respecto a Zimbabue, la Unión Europea no cambia de actitud, y su firmeza ha sido recientemente resaltada por mi colega Louis Michel en sus contactos con las autoridades de Gobierno de Zimbabue, en los que ha subrayado que la Comisión está absolutamente decidida a desempeñar un papel activo para intentar desbloquear la situación. Al mismo tiempo, no podemos renunciar a ninguna de las condiciones que hemos puesto, ante todo la restauración de normas democráticas en la vida cotidiana de los ciudadanos. Todo lo que se ha dicho confirma nuestra inquietud.

He escuchado con atención y gran interés la idea de excluir a Zimbabue de la Copa del Mundo de Fútbol de 2010. Sus Señorías saben que una decisión como esta debe tomarla la Federación Internacional de Fútbol, pero, dicho esto, personalmente me parece una idea que hay que tomar en serio y debatirla con los Estados miembros y con la Federación Internacional. No puedo decir hoy si el resultado será el que algunos diputados esperan, pero puedo decirles que informaré a mis colegas Louis Michel y Ferrero-Waldner de esta expectativa: la cuestión merece realmente que se tome muy en serio.

Sin duda hay otro aspecto: como he dicho antes, Europa espera que Zimbabue reemprenda una trayectoria de restablecimiento de las condiciones de vida democrática y progreso económico. Obviamente, estamos dispuestos a mostrar algunos caminos, por ejemplo en el marco del décimo programa de prioridad para el Fondo Europeo de Desarrollo, en el que existen posibilidades concretas, pero no podemos renunciar hoy a poner una condición muy clara a Zimbabue: si no emprende en serio el camino de la democracia, no podremos cambiar nuestra actitud de firmeza.

Al mismo tiempo, la Comisión mantiene un diálogo muy estrecho con países vecinos a Zimbabue, en especial con los países miembros de la Comunidad para el Desarrollo del África Meridional y con el Gobierno de Sudáfrica. Estoy de acuerdo con todo lo que he escuchado: insistiremos cada vez en pedir a esos países vecinos que hagan aún más.

Apoyamos las iniciativas de las Naciones Unidas y, a mi entender, es muy importante que acreditados jefes de Estado y de Gobierno africanos presionen sobre el Gobierno de Zimbabue para conseguir que mejoren por fin la situación política y humanitaria y se abra la vía hacia la reconciliación nacional.

Al mismo tiempo, nos preocupa la población: es evidente que si la actitud frente al Gobierno de Zimbabue es de absoluta firmeza, con respecto a la población, en cambio, que no tiene culpa de tener un régimen que la priva de libertad y también de medios económicos, debemos ocuparnos de una ayuda directa. Puedo confirmar que el Comisario Michel está decidido a mantener la ayuda y también la financiación de proyectos relativos a los sectores socioeconómicos, la asistencia médica y el papel de las organizaciones sobre el terreno. Les recuerdo que es preciso facilitar y alentar la labor de la Cruz Roja, así como los proyectos relativos a la gobernanza, la democratización, el respeto de los derechos humanos y el Estado de Derecho. En nuestra opinión, la ayuda directa a la población de Zimbabue debe mantenerse en todos estos sectores.

 
  
MPphoto
 
 

  El Presidente. El debate queda cerrado.

La votación tendrá lugar de inmediato.

 
  

(1) Véase el Acta.

Aviso jurídico - Política de privacidad