Jean-Pierre Audy (PPE-DE), por escrito. – (FR) He votado a favor del excelente informe del señor Mavrommatis sobre el importante tema de las relaciones entre los medios de comunicación y el desarrollo. La libertad de expresión y de información, integrada en el artículo 19 de la Declaración Universal de Derechos Humanos adoptada en 1948 por las Naciones Unidas, está reconocida como un derecho fundamental. La libertad de los medios de comunicación es indispensable para la gobernanza de las entidades públicas o privadas y para la realización de los Objetivos de Desarrollo del Milenio, con miras a lograr, en 2015, un mundo seguro y sin pobreza.
La libertad de los medios de comunicación es una condición del acceso al conocimiento y a la transparencia y debe ser totalmente independiente. Contribuye en gran medida a luchar contra la ignorancia, antiquísima plaga de la humanidad, y previene la corrupción. Aunque lamento que no se haya desarrollado la cuestión de la responsabilidad de los autores, titulares, usuarios y difusores de información, acojo con agrado la contribución significativa de este informe a la libertad, la paz y la democracia en el mundo.
Hélène Goudin y Nils Lundgren (IND/DEM), por escrito. (SV) El ponente examina en su informe la importante función que desempeñan los medios de comunicación en el desarrollo de un país. Una democracia precisa libertad de expresión y de prensa. Asimismo, para que una sociedad funcione debidamente es necesario que todos los grupos sociales puedan acceder a ellos sin problemas.
El informe incluye, no obstante, algunos aspectos que rechazamos rotundamente. Desde luego, seguimos sosteniendo sin fisuras que la ayuda externa no se debe gestionar a escala comunitaria. Es competencia de los Estados miembros. Además, la Unión Europea tampoco debería desarrollar campañas informativas en los Estados miembros.
Aun así, el contenido del informe nos parece razonable en su conjunto. Por eso, hoy lo hemos votado afirmativamente.
Daniel Strož (GUE/NGL), por escrito. (CS) Quisiera hacer algún comentario sobre el informe Mavrommatis, que se ha votado sin un debate previo. Aunque este ofrece una serie de ideas y conclusiones sin duda interesantes, también contiene mucha palabrería vacía y superflua que no solo no refleja la situación real en los Estados miembros de la Unión Europea, sino que tampoco contribuye a resolver los problemas que la Unión debería abordar en este ámbito.
Asimismo, quiero destacar que en algunos Estados miembros no existen medios de comunicación que se puedan considerar ni siquiera remotamente independientes o profesionales. En dichos países, los medios de comunicación desde luego no constituyen un «proceso vital y fundamental para el desarrollo humano», por citar las palabras del informe. En la República Checa, por ejemplo, son meros componentes del mercado y un instrumento evidente de manipulación política que se utiliza para desinformar a la población. No es un secreto que los principales medios de comunicación de la República Checa son propiedad de sociedades extranjeras y que la prensa regional pertenece a una empresa editora alemana.
Esta situación se caracteriza por la marginación de las opiniones de izquierda, en particular, el tratamiento de sectores enteros de población como criminales y parias, y la degradación del papel de los periodistas al de mero personal contratado, que está obligado a respetar y defender ciegamente la plataforma política del editor. No se aplican restricciones a los editores con respecto a la concentración de poder de los medios de comunicación.
La invocación sin fundamento de la ética y a la humanidad es sin duda de una gran ingenuidad y equivale a cerrar los ojos a los verdaderos problemas con que se enfrenta el sector de los medios de comunicación en la Unión Europea.
Tomáš Zatloukal (PPE-DE). – (CS) Apoyo el Informe Beazley sobre el apoyo a iniciativas que complementen los programas escolares nacionales ofreciendo medidas adecuadas de apoyo para la inclusión de la dimensión europea. Es evidente que la inclusión de la historia europea, la herencia cultural común y una comprensión de los asuntos europeos de actualidad han de ir unidos al desarrollo de otros ámbitos, como puede ser el apoyo al plurilingüismo. Celebro que el señor Beazley haga referencia al portal educativo de la Red de Escuelas Europeas y sus actividades. También quisiera destacar el proyecto eTwinning, que se encarga de establecer contactos entre las instituciones educativas de diferentes países europeos con el fin de poner en marcha proyectos conjuntos. Más de 17 000 escuelas europeas se han adherido a dicho proyecto. Este informe de propia iniciativa constituye un buena medio para ayudar a los Estados miembros a incorporar los temas europeos a sus sistemas educativos.
Jean-Pierre Audy (PPE-DE), por escrito. – (FR) He votado a favor del excelente informe del señor Beazley sobre iniciativas que complementen los programas escolares ofreciendo medidas adecuadas de apoyo para la inclusión de la dimensión europea. A medida que avanza la construcción europea, todos percibimos cuán indispensable es destilar la cultura europea entre los ciudadanos, en especial los jóvenes: es una condición del éxito del proyecto europeo destinado a crear una civilización humanista. Aparte del aprendizaje de lenguas, también la historia y la geografía de la Unión Europea, junto con las artes y la ciudadanía, deben ser disciplinas en las que se favorezca la dimensión europea. Comparto plenamente las propuestas presentadas en este informe, en especial en cuanto asocia a los docentes a la integración de la dimensión europea en la enseñanza. A mi entender, deberíamos proceder del mismo modo con las universidades y el aprendizaje permanente.
Ilda Figueiredo (GUE/NGL), por escrito. (PT) Si bien, por un lado, aceptamos que existen diferencias entre los Estados miembros y dentro de cada uno de ellos en lo que respecta a la inclusión de la dimensión europea en la educación, y que los programas COMENIUS y LINGUA deberían recibir un mayor apoyo financiero comunitario, dada la importancia fundamental de los idiomas, por el otro lado, no estamos de acuerdo en que exista una visión única de lo que se designa como la historia y los valores europeos.
Cada país tiene sus características particulares y cada pueblo, su propia historia, e incluso estas se pueden ver de un modo distinto según cuál sea el punto de vista de cada cual.
Consideramos que la riqueza de Europa procede de su diversidad de culturas y lenguas, la cual se debe preservar. Es preciso evitar cualquier estandarización.
Por consiguiente, aunque el informe destaca algunos aspectos positivos en lo que se refiere a las competencias lingüísticas y de otro tipo, y desarrolla los informes anteriores y los programas comunitarios existentes, nos oponemos a que pueda tener como resultado cualquier intento de estandarización. Por esto nos hemos abstenido.
Hélène Goudin y Nils Lundgren (IND/DEM), por escrito. (SV) La Lista de Junio ha señalado en anteriores ocasiones en el Parlamento Europeo, como vuelve a hacerlo ahora, que la organización de la enseñanza y el contenido de sistemas educativos son competencia exclusiva de los Estados miembros. El Parlamento Europeo ya había manifestado en otros casos su deseo de ocuparse, entre otras cosas, de la formación lingüística y la adaptación de los sistemas educativos en aspectos como las nuevas tecnologías y la digitalización. Ahora se trata de la incorporación de la dimensión europea a los programas escolares.
Pero, ¿cómo se va a definir la dimensión europea en el contexto de la historia común y del legado cultural de Europa? ¿Y quién debería hacerlo?
Hemos de actuar conforme al principio de subsidiariedad. Corresponde a los propios Estados miembros promover la democracia y la tolerancia en Europa cuando diseñan sus programas escolares y se dirigen a sus ciudadanos. Estas cuestiones no deben se regularse a escala de la Unión Europea.
Por lo tanto, hemos votado en contra de este informe.
Timothy Kirkhope (PPE-DE), por escrito. (EN) Este informe de propia iniciativa no pretende interferir en las competencias nacionales en educación. Básicamente, este informe pretende pedir aclaraciones con respecto a lo que es la «dimensión europea».
Hay una serie de programas para el intercambio de profesores y para estudiantes como el programa ERASMUS/SOCRATES. Sin embargo, en el Reino Unido existe un número más elevado de estudiantes que no conocen estas oportunidades y el Reino Unido se está quedando a la zaga de otros países a la hora de enviar estudiantes al extranjero.
Desde que el Gobierno laborista no obliga a estudiar idiomas para el bachillerato, el número de alumnos que estudia francés y alemán tan solo este año ha sido un 14 % inferior al del año anterior.
Debido a la ambigüedad del lenguaje de la enmienda oral, los conservadores británicos no han podido aceptar este informe en su totalidad.
Bairbre de Brún y Mary Lou McDonald (GUE/NGL), por escrito. (EN) Nuestro apoyo al informe Beazley refleja nuestro deseo de que se haga hincapié en la enseñanza de idiomas para inculcar una cultura multilingüe en nuestros sistemas educativos en Irlanda. También creemos que todos los ciudadanos deberían tener acceso a información detallada e imparcial sobre la Unión Europea y cómo afecta a sus vidas.
El apoyo por parte del Sinn Féin al informe Beazley (A6-0267/2006) «La dimensión europea en los programas escolares nacionales» no implica la aprobación de un mayor papel de la Unión Europea en el sistema educativo de los Estados miembros. La educación es responsabilidad de cada uno de los Estados miembros y así debe seguir siendo.
Luís Queiró (PPE-DE), por escrito. (PT) El debate sobre la dimensión europea en las escuelas podría haber pasado desapercibido fácilmente. No obstante, es un debate que plantea algunas cuestiones básicas.
No debemos olvidar que cualquier decisión que adoptemos en el ámbito de la educación influirá de manera decisiva sobre las generaciones futuras, y sobre su vida y su visión del mundo.
Los comentarios del señor Beazley sobre las aptitudes lingüísticas me parecen, por lo tanto, muy pertinentes y quiero reiterar que el indicador europeo de competencia lingüística no se debe interpretar de manera equivocada: impulsar el aprendizaje masivo de solo unos pocos idiomas europeos sería contraproducente.
Es vital que promovamos otros idiomas europeos de fuera de Europa. Estos constituyen un tesoro oculto de conocimientos que toda Europa debería promover.
En este aspecto deberíamos seguir el ejemplo de algunos países, como Austria, España, Portugal y Eslovenia. La dimensión europea ocupa un lugar bien establecido en sus sistemas educativos y se anima a los ciudadanos a aprender idiomas europeos.
No se debe descuidar la dimensión europea en las escuelas, sobre todo teniendo en cuenta el lugar que ocupa Europa en el mundo, los nuevos desafíos del crecimiento económico que afrontamos y los objetivos de las políticas de cooperación con el resto del mundo.
Alyn Smith (Verts/ALE), por escrito. (EN) Felicito a nuestro ponente por su iniciativa. La educación es y debe seguir siendo competencia de los Estados miembros. De hecho, en Escocia controlamos nuestro propio sistema educativo y lo hemos hecho durante siglos. Sin embargo, nuestro ponente puntualiza con mucha razón que a menudo nuestros jóvenes salen del colegio mal preparados para participar como ciudadanos, y a menudo saben poco sobre la Unión Europea u otros Gobiernos que trabajan para ellos. Las medidas contempladas en este informe realizan tareas interesantes para los profesores de toda la Unión Europea.
Geoffrey van Orden (PPE-DE), por escrito. (EN) Si bien apoyo las iniciativas encaminadas a mejorar el estudio de idiomas extranjeros, mejorar el conocimiento de la cultura e historia de muchos países europeos y estimular el verdadero debate sobre la naturaleza de la Unión Europea, incluidas sus numerosas deficiencias fundamentales, me opongo firmemente a las medidas concebidas para inculcar el apoyo al proyecto de la Unión Europea de integración política y de construcción de cierta falsa identidad de ciudadanía «europea». El informe confunde estos aspectos diferentes. Por ello me he abstenido.
Richard Seeber (PPE-DE). – (DE) Señor Presidente, sin duda alguna es cierto que la limpieza del aire es una cuestión vital para todos nosotros y también tenemos que tener en cuenta la realidad de que el gasto que comporta la mala calidad del aire en Europa es a los costes de aplicación para las empresas y la industria, pero las derogaciones y posibles ampliaciones recogidas en el documento de compromiso son demasiado complejas y es probable que planteen serios problemas administrativos, y por eso la delegación del Partido Popular de Austria ha rechazado la mayor parte de dichos compromisos. Estos de han de considerar también desde la perspectiva de una «reglamentación más adecuada», resultado que no se puede decir que consigan. Por eso consideramos que todo el paquete merecía ser rechazado; por nuestra parte, preferiríamos la posición del Consejo.
Joseph Muscat (PSE). – (MT) Mi voto con respecto a los informes Krahmer y Corbey ha sido en apoyo de unos niveles más altos de calidad del aire y unos controles más rigurosos en este ámbito. El motivo principal de mi decisión es el trato que reciben actualmente los ciudadanos malteses y gozitanos por parte de las autoridades del país. En estos momentos no solo no se respetan las normas europeas, sino que los ciudadanos ni siquiera reciben la información a la que tienen derecho para poder proteger su salud y el medio ambiente. Un ejemplo concreto fue el hecho de que las autoridades solo admitieron públicamente tras una intervención por mi parte que se estaban incumplimiento las directivas europeas en lo que se refiere a las emisiones de las centrales eléctricas del país. Además, hemos llegado al extremo de que los equipos de medición de la contaminación procedente de las centrales eléctricas de Marsa y Delimara llevan meses sin funcionar desde que, según se informó, se vieran afectados por un rayo. El periódico maltés l-orizzont reveló ayer que todavía no estamos adoptando las medidas suficientes, dado que aún no se han comprado nuevos aparatos. Esto es inadmisible y las autoridades responsables y la Comisión Europea deben seguir más de cerca este incumplimiento.
Jean-Pierre Audy (PPE-DE), por escrito. – (FR) He votado a favor del informe del señor Krahmer relativo al proyecto de resolución legislativa en primera lectura sobre la propuesta de Directiva del Parlamento Europeo y del Consejo sobre calidad del aire ambiente y una atmósfera más limpia en Europa. Esta propuesta de directiva sustituirá a cinco instrumentos jurídicos diferentes y contribuye a la iniciativa «legislar mejor», y esto es un paso muy positivo. Combatir la contaminación atmosférica es un deber para con las generaciones futuras, y era normal, a la vista de la evolución reciente de la ciencia y de las cuestiones de salud, revisar, simplificándolos, los textos actuales. Hemos de acoger con agrado los esfuerzos realizados por los industriales y las empresas de transportes, que han aplicado una normativa cuya severidad está a la altura de los retos, en particular en materia de salud de nuestros conciudadanos. Tendremos que asegurar que los Estados miembros incorporen las normas y las apliquen rigurosamente.
Jens-Peter Bonde (IND/DEM), por escrito. (DA) Apoyamos unas normas mínimas comunes relativas a la contaminación del aire. La directiva tiene un fundamento jurídico suficientemente sólido en los artículos 175 y 176, que establecen que los Estados miembros pueden mantener o aprobar disposiciones encaminadas a garantizar una protección más amplia. Sin embargo, el artículo 176 también establece que dicha protección se debe notificar a la Comisión y no debe ser contraria a los Tratados. Los valores límite en materia de contaminación atmosférica pueden entrar en contradicción con el mercado interior y, por consiguiente, consideramos que una directiva que tenga como fundamento jurídico los artículos 175 y 176 no puede garantizar por si sola la potestad de los Estados miembros para mantener o aprobar disposiciones encaminadas a conseguir unos niveles de protección más elevados.
Aun así, votaremos afirmativamente ya que nos parece deseable contar con unas normas mínimas comunes y, por consiguiente, durante la segunda lectura en el Parlamento vamos a presentar propuestas que doten a la directiva de un fundamento jurídico que salvaguarde el derecho de los Estados miembros a aprobar disposiciones más estrictas y deje claro que tienen ese derecho.
Anne Ferreira (PSE), por escrito. – (FR) Una atmósfera limpia para los ciudadanos, su salud y su calidad de vida es una buena intención.
Por desgracia, el informe que acabamos de aprobar no está a la altura del reto.
Este texto no se sitúa a la altura de las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud y no ejerce la presión necesaria.
Las PM 2,5 son las partículas más finas y peligrosas para el organismo, por lo que su valor límite no debería exceder de 12 microgramos.
Además, los plazos de aplicación, que se extienden hasta 2015, no reflejan la gravedad del problema, y no es aceptable que también pueda haber excepciones.
Lamento asimismo que esta primera lectura haya sido objeto directamente de un compromiso entre los Grupos políticos, lo que ha impedido que Parlamento trabajara como es debido y nos ha encerrado en una posición que se queda muy por debajo de nuestros objetivos políticos.
Por último, este informe no se corresponde con la ambición que sin embargo hemos declarado abiertamente en materia ambiental, tanto en la escena internacional como ante los ciudadanos europeos.
Ilda Figueiredo (GUE/NGL), por escrito. (PT) El elevado nivel de contaminación del aire, sobre todo en las regiones y centros urbanos de la Unión Europea con una gran densidad de población, es uno de los factores responsables de incontables afecciones respiratorias y causa graves daños a los ecosistemas. Las personas que están expuestas a un mayor riesgo son los niños, los ancianos y los residentes de las ciudades más pobladas o de zonas próximas a las carreteras más transitadas.
Los valores límites de contaminación presentados en la primera propuesta de la Comisión constituían un retroceso con respecto a lo acordado en 1999, es decir, en la Directiva 1999/30/CE. En este contexto, quisiera destacar especialmente los límites relativos a las partículas finas (PM2.5), que son muy elevados y superiores a los fijados por la Organización Mundial de Salud.
Lamentablemente, en el debate en el Parlamento se rechazaron las propuestas presentadas por el Grupo Confederal de la Izquierda Unitaria Europea/Izquierda Verde Nórdica.
En consecuencia, el documento que se acaba de aprobar tiene un alcance limitado, si bien contiene algunas propuestas que son de agradecer, encaminadas a conseguir un cierto equilibrio en el ámbito del control de la contaminación, pero bajo una forma atenuada. Por esto nos hemos abstenido.
Robert Goebbels (PSE), por escrito. – (FR) Me he abstenido sobre el informe Krahmer porque sus principales elementos resultan incomprensibles para el común de los mortales, incluido el legislador que se supone que hace la ley. Si el Parlamento quiere comprometerse a favor de la calidad del aire ambiente, debería contentarse con fijar los principios y el marco general, y dejar a los expertos la tarea de fijar los límites.
Vasco Graça Moura (PPE-DE), por escrito. (PT) La calidad del aire ambiente es un factor vital para la salud y la calidad de la vida de los ciudadanos europeos.
Por lo tanto, esta propuesta es de suma importancia. Como parte del esfuerzo por simplificar la legislación ambiental, reúne en una sola directiva cinco de las disposiciones existentes sobre calidad del aire. También propone objetivos más ambiciosos que aquellas.
Por consiguiente, apoyamos la introducción de nuevos objetivos para las PM10 y, sobre todo, el establecimiento de valores de objetivo para las PM2.5, consideradas las partículas más nocivas para la salud humana, pero que la legislación de ámbito europeo aún no contempla.
Hemos presentado una serie de enmiendas que introducen medidas, como una revisión quinquenal de la directiva con objeto de que puedan tenerse en cuenta las conclusiones científicas más recientes, garantías en materia de calidad del aire, la exclusión de determinadas zonas que no consideramos significativas dado su escaso acceso público o que ya son objeto de controles adecuados y, por último, la simplificación de los criterios de medición en los bordes de las carreteras.
Los diputados socialdemócratas portugueses al Parlamento Europeo apoyan el informe Krahmer, con las enmiendas mencionadas.
Sebastiano (Nello) Musumeci (UEN), por escrito. (IT) La elevada incidencia de afecciones respiratorias y la importante pérdida de vidas humanas debido al alto nivel de contaminación atmosférica demuestran la necesidad urgente y acuciante de contar con otra medida legislativa comunitaria de protección de la salud que limite todavía más las emisiones nocivas para las personas.
Los porcentajes anormalmente altos de taras congénitas en algunas regiones industriales de la Unión Europea son motivo de especial preocupación.
Las plantas petroquímicas sicilianas constituyen un caso típico: de los 13 000 bebés nacidos entre 1992 y 2002 casi 1 000 tienen defectos cardiacos, en las extremidades y en el tracto digestivo, y la tasa de mortalidad entre los hombres con cáncer de estómago es un 57 % superior a la media nacional italiana.
Asimismo, la situación se ha vuelto insostenible en algunas zonas urbanas, como la ciudad de Messina, que absorbe día y noche el tráfico de vehículos que salen de Sicilia con destino al continente europeo y viceversa.
La posición favorable al informe Krahmer del Grupo de la Unión por la Europa de las Naciones constituye otro incentivo para intensificar la lucha contra la contaminación atmosférica en Europa en los próximos años.
Frédérique Ries (ALDE), por escrito. – (FR) La contaminación atmosférica es un problema importante de salud pública. A modo de ejemplo, las partículas finas emitidas por determinadas actividades humanas provocan por lo visto una reducción de la esperanza de vida de los europeos de unos nueve meses. Solo en Bélgica son casi 13 000 las personas que mueren cada año prematuramente debido en particular a las partículas emanadas por los motores diesel. Otras tantas enfermedades respiratorias evitables, que deberían llevar a los legisladores a enviar un mensaje simple: una atmósfera limpia para Europa pasa necesariamente por unas normas estrictas en materia de contaminación.
No es el mensaje que transmite hoy el Parlamento Europeo al adoptar el informe del señor Krahmer sobre la directiva CAFE. Lamento que en una temática ciudadana primordial, como es la repercusión de la contaminación sobre la salud humana, mis colegas hayan carecido de ambición, ante todo para no enfrentarse con determinados sectores industriales. Tengo la esperanza de que en segunda lectura el Parlamento Europeo rectifique, se muestre más receptivo a los argumentos de los especialistas en salud ambiental y evite el escollo de una reglamentación con normas menos vinculantes que las que prevalecen actualmente. Con este voto, California nunca me ha parecido tan lejana.
Bart Staes (Verts/ALE), por escrito. (NL) Es absolutamente escandaloso que el Parlamento debilite de forma considerable las regulaciones existentes en materia de calidad del aire. Por primera vez, esta Asamblea ha adoptado incluso adopta una posición más laxa que el Consejo. Aun así, existen suficientes datos científicas que indican que las partículas finas suponen la pérdida de 3,6 millones de años de vida perdidos, lo que se traduce en 348 000 fallecimientos prematuros.
Para 2020 la contaminación ambiental causada por el ozono y las partículas finas costará a Europa entre 189 000 y 609 000 millones de euros anuales. La posición de esta Asamblea es bastante menos ambiciosa que las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud, y se ha demostrado que dichos niveles son alcanzables en grandes ciudades de países industrializados. Peor aún, el Parlamento brinda a los Estados miembros la oportunidad de ampliar de 35 a 55 el número de días durante los cuales puede rebasarse el valor límite de partículas PM10 en un año natural, lo que equivale a esconder la cabeza bajo la arena. Los Estados Unidos han demostrado que un enfoque más riguroso es viable, con el valor límite anual de 15 µg/m3 anuales para las PM2.5 establecido desde 1997. Dicho límite se debe alcanzar antes de 2010 como muy tarde. El Estado de California, dicho sea de paso, está yendo más lejos, toda vez que desde 2003 viene aplicando un valor límite de 12 µg/m3. El Parlamento Europeo mantiene su promesa de alcanzar los 20 µg/m3 en … 2015! Si el Consejo no ofrece un contrapeso suficiente que contrarreste esta medida desvirtuadora, la Comisión no tendrá más opción que retirar la propuesta.
Richard James Ashworth (PPE-DE), por escrito. (EN) Los conservadores británicos señalan con aprobación la observación del Tribunal de Cuentas de que se ha avanzado con respecto a la integración de las cuentas de la Unión Europea. Sin embargo, estamos consternados porque los auditores han indicado que constantemente existen lagunas en los sistemas de supervisión y control y apoyamos la opinión del ponente de que esas deficiencias deberían abordarse con la máxima prioridad.
Con respecto al arrendamiento por parte del Parlamento Europeo de los edificios de Estrasburgo, reconocemos y aprobamos que el informe señale que la autoridad parlamentaria actuó con corrección, pero que el ayuntamiento de Estrasburgo no ha actuado de buena fe. No obstante, creemos que la ocupación continua de dos sedes por parte del Parlamento Europeo es una mala inversión para el contribuyente europeo y, por tanto, no podemos apoyar ninguna propuesta de comprar los edificios de Estrasburgo.
Por estos motivos, los conservadores británicos nos hemos abstenido en la votación final sobre el informe Ferber.
Robert Goebbels (PSE), por escrito. – (FR) He votado a favor de la aprobación de la gestión, pero me he abstenido sobre la resolución porque la Comisión de Control Presupuestario se obstina en mezclar cuestiones que son reales con otras que no lo son. El Parlamento no puede cambiar, mediante una simple resolución, una sede fijada en el Tratado.
Con respecto al tema de los alquileres pagados y el precio de compra de los edificios de Estrasburgo, la Comisión de Control Presupuestario se equivoca en todo. En una economía de mercado es imposible hablar de un alquiler justo, ya que todo alquiler o todo precio de compra es resultado de una negociación entre el propietario y el arrendatario o el comprador. Aunque se puede considerar que el modo de proceder del ayuntamiento fue poco elegante, no había ninguna ilegalidad o malversación. Justamente eso es lo que han pretendido algunos diputados y medios de comunicación, evidentemente sin la más mínima prueba. Quiero distanciarme de esos individuos desagradables.
Hélène Goudin y Nils Lundgren (IND/DEM), por escrito. (SV) La Lista de Junio opina que no debería concederse al Presidente la aprobación de la gestión correspondiente al ejercicio 2004, por dos motivos principales.
El primero es que, a nuestro parecer, la dirección del Parlamento Europeo es tan responsable como el ayuntamiento de Estrasburgo de que, durante años, se haya pagado un alquiler excesivo por las instalaciones de esa ciudad. Lo cual ha costado a los contribuyentes de la Unión Europea grandes sumas de dinero y el Parlamento debería adoptar en este caso una postura firme para conseguir la devolución del exceso de alquiler. Puesto que hasta el momento todavía no se dispone de información con respecto al montante pagado en exceso (véase el quinto guión del apartado 19 del proyecto de informe), consideramos, además, que todavía no hemos llegado al fondo del asunto.
El segundo motivo es que, a nuestro parecer, no debería responsabilizarse al Parlamento Europeo como institución por las deficiencias del plan de pensiones adicionales de los diputados al Parlamento Europeo. Los derechos de pensión de los diputados al Parlamento Europeo deben estar vinculados al rendimiento de las inversiones de su fondo de pensiones. Así sucede en el caso de los ciudadanos de a pie en toda la Unión Europea y los diputados al Parlamento Europeo no deberían gozar de un privilegio especial en este sentido.
Silvana Koch-Mehrin (ALDE), por escrito. (DE) La votación del informe sobre la aprobación de la gestión en la ejecución del presupuesto para el ejercicio 2004 (Parlamento Europeo) se aplazó con objeto de examinar las circunstancias relativas al alquiler del edificio de Estrasburgo. Posteriormente, el Parlamento Europeo ha pagado al ayuntamiento de Estrasburgo un total de 60 millones de euros adicionales y no es posible obtener una compensación por las pérdidas sufridas.
Además, se ha observado una falta de honestidad, transparencia y capacidad de decisión. Aún así, deberíamos adoptar una decisión con respecto a la compra del edificio de Estrasburgo. El FDP en el Parlamento Europeo opina que el Parlamento no debe comprar el edificio de Estrasburgo, porque sería una irresponsabilidad por su parte vincularse a largo plazo a esta ciudad.
En consecuencia, hemos rechazado las enmiendas correspondientes. El FDP apoya el establecimiento de la sede del Instituto de Tecnología Europea en Estrasburgo y aboga por que el Parlamento tenga una sede única en Bruselas.
Kartika Tamara Liotard y Erik Meijer (GUE/NGL), por escrito. (NL) El informe va más allá de la mera aprobación de trámite de la factura correspondiente al ejercicio 2004. Si se suprime la enmienda 9, además concede a la Mesa licencia para dedicar la reserva a la compra de edificios en Estrasburgo.
No tenemos nada que objetar al cálculo que demuestra que una compra resultaría más favorable a largo plazo que una prórroga del contrato de alquiler. Votaríamos a favor si ese fuese el único tema de debate. Una consideración más importante es que ello contribuiría significativamente a que podamos continuar celebrando mensualmente los períodos parciales de sesiones en Estrasburgo de manera sostenible.
Estas nos cuestan ahora 200 millones de euros anuales o más. En septiembre de 1999, el Parlamento neerlandés se pronunció por unanimidad en contra de que el Parlamento Europeo siguiera reuniéndose en dos ciudades diferentes. Como resultado, se instó a los representantes neerlandeses de todos los órganos de la Unión Europea a que acabasen con dicha práctica en cuanto se presentase la oportunidad. Esto corresponde a las manifestaciones de los medios de comunicación neerlandeses y a la opinión pública que prevalece desde hace años.
Si bien los Países Bajos consideran la compra de los edificios de Estrasburgo como una de las decisiones cruciales de esta Asamblea, el problema que subyace a la autorización de la compra no se aborda por separado a continuación. Por esto vamos a votar en contra.
Astrid Lulling (PPE-DE), por escrito. – (FR) La principal cualidad del informe Ferber es que cierra una polémica que solo ha durado demasiado. Por esta razón, he votado a favor de la aprobación de la gestión.
Sin embargo, algunas de las cosas que dice no me satisfacen. Si está establecido que la ciudad de Estrasburgo no ha cometido ninguna irregularidad jurídica, la inelegancia de que ha dado muestras es una acusación demasiado cómoda por parte de algunos diputados, felices de aprovechar la ocasión para volver a plantear la cuestión de la sede.
Habiendo seguido el asunto de los edificios en todos sus detalles, me parece claro que ha estado dominado por la mala fe. Cuando el Parlamento Europeo, cuyos diputados estaban mal informados sobre un entramado jurídico complejo, afirma no haber estado al corriente del subarriendo de los edificios, es simplemente una mentira. Nunca ha sido la intención del ayuntamiento de Estrasburgo «desplumar» a esta Cámara.
Finalmente, la compra proyectada de los tres edificios es una buena noticia para el contribuyente europeo.
Observo con tristeza que el fondo de pensiones de los diputados ha sido objeto de ataques injustificados, según el principio de «calumnia, que algo queda».
Cecilia Malmström y Anders Wijkman (PPE-DE) , por escrito. (SV) Hoy hemos decidido votar a favor del informe del señor Ferber sobre la aprobación de la gestión en la ejecución del presupuesto general de la Unión Europea para el ejercicio 2004. No se ha podido confirmar que se haya desarrollado ninguna actividad ilegal en relación con el alquiler de dos de los edificios que utiliza el Parlamento Europeo en Estrasburgo. Al mismo tiempo, parece evidente que no se ha respetado plenamente el principio de «buena gestión financiera», tal como se define en el Reglamento financiero.
La compra de los edificios actuales es un buen negocio a largo plazo desde un punto de vista estrictamente financiero. Aun así consideramos que, dada la situación actual, sería deseable retrasar dicha decisión, sobre todo teniendo en cuenta que la doble sede del Parlamento constituye un tema muy debatido. Un millón de ciudadanos de la Unión Europea han firmado la iniciativa encaminada a acabar con el continuo ir y venir entre Bruselas y Estrasburgo. Apoyamos sinceramente la petición de que el Parlamento tenga una única sede, concretamente en Bruselas.
El informe también se ocupa de cuestiones importantes, como las dietas de los diputados al Parlamento Europeo, las dietas de secretariado y el plan de pensiones voluntario. Por nuestra parte, hemos optado por no adherirnos al plan de pensiones. No nos parece razonable que los contribuyentes europeos tengan que contribuir a financiar un plan sin tener en cuenta si es o no rentable.
Véronique Mathieu (PPE-DE), por escrito. – (FR) No podemos sino estar contentos por la firma del acuerdo marco que permite al Parlamento adquirir en plena propiedad los edificios WIC, SDM et IPE3 por la suma de 143 125 millones de euros. No obstante este acuerdo, será difícil borrar la sospecha y la pérdida de confianza que han manchado las relaciones entre Estrasburgo y el Parlamento.
Cabe extraer varias lecciones. En primer lugar, no debe haber transmisiones de la propiedad que impliquen a varios actores, pues entraña montajes jurídicos y financieros muy complejos, que son contrarios a los principios de transparencia. Del mismo modo, hay que revisar en profundidad la política inmobiliaria del Parlamento, incluso de todas las instituciones europeas, creando una Oficina europea de gestión de inmuebles, con tareas y competencias claramente definidas.
Por lo que respecta al debate actual sobre la sede única, conviene recordar que la referencia al respecto sigue siendo el Tratado de Amsterdam y su Protocolo nº 12 y que, por consiguiente, el Parlamento es incompetente en la materia.
Por último, me parece primordial que el uso del subsidio de secretaría sea más transparente y, sobre todo, que se proponga rápidamente un estatuto para nuestros colaboradores, a fin de regular sus condiciones de trabajo y las cuestiones fiscales y de seguridad social. La Europa social comienza con nosotros.
Luís Queiró (PPE-DE), por escrito. (PT) El tema de la ubicación de las sedes de las instituciones no es una cuestión meramente geográfica, logística o económica. Cuando se elige una ciudad concreta como sede de una institución comunitaria, siempre intervienen también factores políticos, lo cual está totalmente justificado, aunque esto no significa que cualquier decisión política sea válida, independientemente de su justificación económica o logística.
En el caso del Parlamento Europeo, la elección de Estrasburgo se basó en factores históricos, pero actualmente ya no es viable desde un punto de vista económico y práctico. Aunque no es el tema que nos ocupa, merece la pena tenerlo presente.
Habría sido de esperar que el ayuntamiento de Estrasburgo retirase todos los impedimentos con el fin de contribuir a que el Parlamento se estableciese en la ciudad, asumiendo incluso una parte de los costes, como suelen mandar las normas de hospitalidad en tales circunstancias. En cambio, vemos –o más bien sospechamos, dado que las autoridades en cuestión no están ayudando a aclarar del todo el asunto– que la presencia del Parlamento en Estrasburgo es solo un negocio inmobiliario que permite obtener a las autoridades un beneficio inmerecido. Debemos condenar claramente la ausencia de buena fe, hospitalidad y juego limpio que todo ello revela y tenerlas en cuenta cuando se adopten decisiones con respecto a la ubicación del Parlamento.
Alyn Smith (Verts/ALE), por escrito. (EN) He votado en contra de la propuesta de que el Instituto Europeo de Tecnología se establezca en Estrasburgo, porque me parece una idea absurda. Las propuestas del IET proceden de la Comisión y, siendo como son merecedoras de un análisis profundo, no deberían servir de excusa para resolver nuestro propio dilema de salir de Estrasburgo. El Parlamento debería tener una sede, en Bruselas, y la idea del IET debería seguir madurando. Son cuestiones distintas y es una irresponsabilidad intentar vincularlas de este modo.
Catherine Stihler (PSE), por escrito. (EN) Hay que celebrar la petición de un millón de firmas a favor de una única sede para el Parlamento Europeo en Bruselas. Como es el único Parlamento del mundo que no puede decidir dónde se reúne, el Consejo de Ministros debe poner fin a esta situación de una vez por todas. Los ciudadanos de Europa han hablado. Y hay que respetar lo que dicen. El Parlamento Europeo ha de tener una sede, que debería estar en Bruselas.
En otro orden de cosas, quiero que conste en acta mi oposición al segundo plan de pensiones. Como la enmienda 5 ha sido rechazada, no puedo apoyar el informe y tendré que votar en contra del mismo.
Jeffrey Titford (IND/DEM), por escrito. (EN) Dado que el informe califica a este Parlamento de «órgano representativo democrático de la Unión Europea», todo el mundo debe tener claro lo poco que merece este calificativo.
No tenemos debates en esta institución, sino tiempos de intervención totalmente controlados y orquestados, sin la oportunidad de responder. Simplemente tramitamos las propuestas en lo que es un pálido simulacro de un parlamento.
No puede haber mejor ejemplo que la petición, respaldada por un millón de firmas, de que se ponga fin a una absurda peregrinación mensual a Estrasburgo, que resulta grotescamente cara. Ignorando este ruego de las personas que se supone que representamos, este Parlamento está considerando seriamente adquirir estos edificios y hacer permanente este acuerdo tan inusual.
Está muy bien que este informe ponga en duda la «buena fe» del ayuntamiento de Estrasburgo, pero la realidad es que este ayuntamiento logró el mejor acuerdo que podría haber logrado. Este Parlamento lo firmó obedientemente, sin preocuparse de verificar las cláusulas o intentar negociar condiciones más favorables. En otras palabras, ¡nos vieron venir!
Helga Trüpel (Verts/ALE), por escrito. (DE) Hoy hemos votado a favor del informe Ferber, aunque constituye un fundamento para la compra del edificio de Parlamento en Estrasburgo. Sin embargo, nuestra aprobación no supone una decisión previa con respecto a la ubicación de la sede del Parlamento Europeo. Hemos apoyado la iniciativa OneSeat.eu junto con más de un millón de europeos y vamos a seguir defendiendo, junto con los ciudadanos, el traslado de las actividades del Parlamento de Estrasburgo a Bruselas.
Lars Wohlin (IND/DEM), por escrito. (SV) Hay muchos motivos para criticar algunas de las actividades del Parlamento Europeo. Sin embargo, no ha sido posible demostrar que se haya cometido ningún acto ilegal.
Los planes de pensiones voluntarios de los diputados al Parlamento Europeo son una forma de seguro de pensiones suplementario, además de la pensión básica de los diputados. Con este sistema, los contribuyentes europeos tienen que pagar dos terceras partes del total de aportaciones (actualmente 2 088 euros al mes por cada diputado al Parlamento Europeo que haya optado por adherirse a este plan). La tercera parte restante se ha pagado hasta ahora con cargo a las dietas de secretariado de los diputados al Parlamento Europeo, a pesar de que el Tribunal de Cuentas ya criticó en 1999 este procedimiento, con el argumento de que las aportaciones deberían ser de carácter totalmente privado con el fin de evitar acusaciones de «uso de fondos públicos para financiar aportaciones a pensiones privadas». Esta observación misma ya resulta curiosa, puesto que el sistema se basa en que dos terceras partes de todas las aportaciones se realicen con cargo al presupuesto de la Unión Europea. A mi parecer, habría que comenzar a suprimir debería gradualmente todo el sistema lo antes posible.
Por otra parte, he votado a favor de las enmiendas que impedirán que el Parlamento compre el edificio de Estrasburgo. Dicha compra supondría un ahorro financiero a corto plazo, pero en tal caso el objetivo debería ser financiar la compra mediante la venta del edificio parlamentario de Bruselas. Lo más importante es que la Unión Europea tenga su sede en una sola localidad.
Andreas Mölzer (NI). – (DE) Señor Presidente, el estudio en el extranjero y el aprendizaje a distancia son cada vez más populares, no solo gracias a los millones de euros de las subvenciones de la Unión Europea. Por un lado, esto beneficia mucho a los propios estudiantes, que tienen la oportunidad de desarrollar sus aptitudes personales, además de obtener una cualificación especializada, pero, por otro lado, las universidades nacionales cuentan con un número creciente de estudiantes extranjeros. No obstante, me parece bastante sorprendente que, en Austria por ejemplo, a pesar del bajo porcentaje de la población que posee una titulación, esas personas constituyen una alta proporción de los desempleados. En este contexto, merecería la pena considerar la conveniencia de ofrecer mayor apoyo para la realización de prácticas en el extranjero y de ampliar asimismo las oportunidades de formación en el empleo y de aprendizaje a distancia. Por esto he votado a favor del Informe Prets.
Tomáš Zatloukal (PPE-DE). – (CS) He apoyado el informe sobre movilidad transnacional por la influencia que tiene esta actividad en lo que respecta a las aptitudes y competencias adquiridas por estudiantes, y también porque es una condición previa importante para una aplicación satisfactoria de dichas aptitudes y competencias en el empleo. Celebro que el informe incluya algunos principios que, si se aplican debidamente, mejorarán la eficacia de todas las formas de movilidad organizada en el ámbito de la educación. Mediante el Europass, las instituciones educativas y los empresarios obtendrán información transparente sobre el progreso y la calidad de la experiencia laboral y las prácticas especializadas del estudiante. El informe constituye una aportación que es muy de agradecer a favor de un mayor apoyo a la formación general y especializada.
Christopher Beazley (PPE-DE), por escrito. Dada la importancia del informe de la señora Prets con respecto a la movilidad transnacional en la Comunidad con fines educativos y de formación, la delegación de los conservadores británicos en el Grupo del PPE-DE votará a favor del informe.
Sin embargo, la delegación mantiene su oposición a la expresión «integración política» a que se refiere la enmienda 3 del considerando 1a (nuevo), porque implica un ordenamiento constitucional en la Unión Europea que no refleja la posición actual y que no cuenta con el consentimiento de los 25 Estados miembros.
Edite Estrela (PSE), por escrito. (PT) He votado a favor del Informe Prets (A6-0255/2006) sobre la Carta Europea para la Movilidad porque soy una firme defensora de la adopción de medidas encaminadas a conseguir un aumento significativo de la movilidad, que es parte integrante de la ciudadanía europea.
La Carta Europea para la Movilidad debería contribuir a mejorar los niveles de calidad generales de la movilidad europea, impulsar el reconocimiento de periodos dedicados a la educación o la formación profesional y el reconocimiento de títulos, cualificaciones y derecho a prestaciones de seguridad social, y establecer una confianza mutua que permita mejorar y fortalecer la cooperación entre las autoridades, las organizaciones y todas las partes interesadas en la movilidad.
Hélène Goudin y Nils Lundgren (IND/DEM), por escrito. (SV) La Lista de Junio está firmemente a favor de una mayor movilidad en Europa, en particular en el sector de la educación y la formación. Sin embargo, siempre hay que hacerse preguntas cuando los círculos oficiales se interesan por una buena causa. Vamos a votar a favor del compromiso, pero estamos en contra de la enmienda 47, que añade lo siguiente: «Las autoridades, organizaciones y otras partes interesadas que intervienen en la movilidad en los países de origen y de acogida deben suministrar la Carta, en los idiomas correspondientes de los beneficiarios, a todos los estudiantes y personas que reciben formación, y esta se deberá considerar como un marco de referencia básico.»
Consideramos que la ejecución de las tareas que se han comprometido a realizar es competencia de cada Estado miembro.
Sérgio Marques (PPE-DE), por escrito. (PT) Quiero felicitar a la señora Prets por su oportuno informe sobre la propuesta de recomendación del Parlamento Europeo y del Consejo relativa a la movilidad transnacional en la Comunidad a efectos de educación y formación: la Carta Europea de Calidad para la Movilidad, a la cual doy todo mi apoyo. En particular, celebro las enmiendas encaminadas a animar a las autoridades públicas europeas a aplicar medidas que mejoren la movilidad en Europa y faciliten la circulación de investigadores, estudiantes y profesores en la Unión Europea.
La movilidad en el ámbito de la educación y la formación profesional contribuirá sobre todo a que los ciudadanos sientan que forman parte de Europa y desarrollen, así, una conciencia europea. También dará un impulso de la ciudadanía europea y a la creación de una sociedad basada en el conocimiento, la innovación y el espíritu de empresa.
José Albino Silva Peneda (PPE-DE), por escrito. (PT) Que los ciudadanos europeos se interesen por un proyecto de la Unión Europea es una señal de su éxito. Así ha ocurrido claramente en el caso de los programas destinados a fomentar la movilidad entre los estudiantes. Han sido tantos los participantes que ya se habla de la «generación Erasmus» y las cifras siguen aumentando de año en año.
De hecho, es la clase de éxito que permite creer en el concepto de ciudadanía europea.
Dicho esto, lo cierto es que el éxito de dichos programas comunitarios pronto dejó rezagada a la iniciativa política de la Unión Europea. Ahora es necesario recuperar el tiempo perdido y aprobar una serie de medidas que tienen por objeto suprimir los últimos obstáculos (jurídicos, administrativos y financieros) y conseguir, así, que la movilidad en el ámbito de la educación y la formación reporte el máximo beneficio.
Acojo con satisfacción este informe porque recomienda la aprobación de una Carta Europea de Calidad para la Movilidad, que no solo hace hincapié en el aumento de la movilidad, sino también en la mejora de su calidad y, con ello, en el máximo desarrollo de los recursos humanos.
No hay duda alguna de que mejorar la movilidad en la educación y la formación ayudará a conseguir una economía basada en el conocimiento que propicie la creación de puestos de trabajos y el desarrollo sostenible, piedras angulares de la Estrategia de Lisboa.
Andreas Mölzer (NI). – (DE) Señor Presidente, me he abstenido en la votación del Informe Trüpel porque la adquisición de las llamadas competencias clave exige como requisito previo algunas aptitudes básicas como la lectura, la escritura, el cálculo, y el razonamiento lógico y crítico. Sin embargo, tenemos problemas en ese ámbito, como demuestra el estudio PISA. La presencia de una elevada proporción de extranjeros en las aulas causa problemas importantes para la adquisición de esas aptitudes básicas.
Si no imponemos pronto un límite máximo con respecto al porcentaje de extranjeros en las aulas, el alumnado no solo se seguirá viendo afectado por los conflictos preexistentes entre los diversos grupos y culturas, sino que también le será cada vez más difícil adquirir las competencias clave.
Jean-Pierre Audy (PPE-DE), por escrito. – (FR) He votado a favor del informe de la señora Trüpel sobre la propuesta de Recomendación en primera lectura del Parlamento Europeo y del Consejo sobre las competencias clave para el aprendizaje permanente. En efecto, es esencial para los ciudadanos europeos disponer, a través de la formación, de una seguridad razonable en su empleabilidad en una sociedad basada en conocimiento, tal como se define en la Estrategia de Lisboa. Observo con satisfacción que el espíritu de empresa figura entre las ocho competencias clave de las que todos los ciudadanos europeos deberían disponer. En efecto, cualquiera puede darse cuenta de que si los títulos son necesarios, ya no son suficientes y es importante que se transmita el «espíritu de empresa», que será una baza considerable para aquellas y aquellos que lo hagan suyo gracias a la aplicación que los Estados miembros hagan de esta recomendación.
Christopher Beazley (PPE-DE), por escrito. (EN) Dada la importancia del informe de la señora Trüpel relativo a las competencias básicas para el aprendizaje durante toda la vida, la delegación de los conservadores británicos en el Grupo del PPE-DE votará a favor del informe.
Sin embargo, independientemente de su apoyo al informe en general, en cuanto a la enmienda 1 del considerando 4, la delegación no está de acuerdo en que la fijación de objetivos porcentuales para niveles de empleo sea un ejercicio eficaz a la hora de contribuir a lograr índices de empleo más altos, sino que es consciente de que esta enmienda es una simple repetición de la posición del Consejo Europeo.
Sérgio Marques (PPE-DE), por escrito. (PT) Quiero felicitar a la señora Trüpel por su informe relativo a la propuesta de recomendación del Parlamento Europeo y del Consejo sobre las competencias clave para el aprendizaje permanente, que cuenta con mi apoyo. Acojo con especial satisfacción la referencia a la necesidad de aumentar la inversión en educación y formación.
En ese sentido, también me parece muy importante que se ofrezcan a los ciudadanos europeos las herramientas necesarias para poder adaptarse al tipo de mercado laboral que es característico de una sociedad basada en el conocimiento.
Zita Pleštinská (PPE-DE), por escrito. (SK) La globalización plantea cada vez más nuevos retos para la Unión Europea, que exigen que todos los ciudadanos europeos perfeccionen continuamente sus conocimientos y aptitudes, y amplíen sus competencias, tanto en el ámbito privado como en la vida pública y profesional. La necesidad de acceder a las competencias clave que constituyen la base del desarrollo personal, la inclusión social, la ciudadanía activa y el empleo viene dictada por el desarrollo de la sociedad basada en el conocimiento en el contexto del Proceso de Lisboa y está asociada a la incorporación al mercado laboral
Por esto he votado a favor del Informe Trüpel, incluidas las recomendaciones de la Comisión, ya que constituye un instrumento de referencia europeo con respecto a las competencias clave y propone métodos para garantizar el acceso de todos los ciudadanos europeos a las mismas a través del aprendizaje permanente. Este documento contribuye notablemente a la consecución de los objetivos de crecimiento y empleo de la Estrategia de Lisboa y, en particular, al desarrollo del programa de trabajo Educación y Formación 2010.
José Albino Silva Peneda (PPE-DE), por escrito. (PT) Dada mi procedencia de un país con unos niveles todavía elevados de analfabetismo y desempleo de larga duración, y donde el 50 % de los alumnos no terminan la enseñanza secundaria, he apoyado este informe, que sitúa el aprendizaje permanente en un lugar prioritario dentro del programa de reforma de los mercados laborales.
La presión de la globalización y de las nuevas tecnologías ha puesto de manifiesto claramente diversas deficiencias en una serie de competencias clave, que dificultan más la adaptación de los trabajadores a unos mercados laborales cada vez más flexibles.
La aprobación de un marco de referencia europeo, opera en un doble sentido, mediante el apoyo a la educación y formación de los jóvenes para dotarles de los conocimientos fundamentales necesarios para iniciar su vida laboral, a la vez que desarrolla y actualiza las competencias clave de los trabajadores por medio del aprendizaje permanente. Por lo tanto, la acción tiene como objetivo la adquisición de competencias y también el desarrollo y posterior actualización de las mismas.
La iniciativa forma parte de los objetivos de inversión en el crecimiento y el empleo en el marco de la Estrategia de Lisboa y se financiará a través de la nueva generación de programas comunitarios (2007-2013), como el Fondo Social Europeo, entre cuyas prioridades se cuenta el aprendizaje permanente.
Acojo con satisfacción este informe, ya que promueve una política social moderna, que tiene en cuenta las nuevas realidades de la sociedad en la que vivimos y trabajamos.
Richard Seeber (PPE-DE). – (DE) Señor Presidente, apoyo la estrategia que ha elaborado la ponente, pero quisiera hacer dos críticas. En primer lugar, la estrategia europea sobre la contaminación atmosférica no incluye unos objetivos obligatorios, que debería tener, y en segundo lugar, la Comunidad debería permitir que los Estados miembros y las regiones decidan cómo van conseguir dichos objetivos. Un enorme número de disposiciones comunitarias limitan esa libertad de elección; piensen, por ejemplo, en la directiva sobre los costes de infraestructuras, que no permite cobrar peajes a los vehículos pesados de transporte por carretera en algunas zonas con una grave contaminación ambiental y atmosférica.
Hélène Goudin y Nils Lundgren (IND/DEM), por escrito. (SV) En su informe, la ponente examina la estrategia temática de la Comisión en materia de contaminación ambiental.
La Lista de Junio considera que los problemas ambientales transfronterizos son un asunto que se debe abordar a escala comunitaria. La contaminación atmosférica constituye un ejemplo de esa clase de problemas.
En el apartado 25 se pide al Parlamento Europeo, a la Comisión y al Consejo que alcancen un acuerdo interinstitucional que exprese su compromiso con los objetivos de la calidad del aire. La Lista de Junio también desea ciertamente una legislación más adecuada, pero nos parece que será difícil conseguirla si los poderes legislativo y ejecutivo han acordado de antemano el tipo de reglamentaciones que se van a aplicar en el futuro. Por esto hoy hemos votado en contra del informe.
Péter Olajos (PPE-DE). – (HU) Señor Presidente, dos tercios de la población de mi país, Hungría, viven en ciudades. Esas personas son las que están más expuestas a los daños ambientales causados por la industria y el transporte. Lo cual ya es motivo suficiente para que hagamos un esfuerzo especial para mejorar el ambiente urbano.
La situación de Budapest es especialmente mala y, por tanto, me ha parecido importante apoyar el informe, aunque este contiene varios aspectos objetables. El señor Hegyi espera que se establezcan normas europeas en un número significativo de ámbitos que son de la competencia exclusiva de los Estados miembros o de las autoridades locales. Comprendo sus motivos porque, como yo, vive en Budapest, donde en los últimos años no se ha hecho nada para mejorar la calidad del medio ambiente.
Las exigencias de la Unión Europea pueden actuar de hecho como un incentivo importante y su cumplimiento debe ser objeto de un riguroso seguimiento. Sin embargo, no podemos esperar que la Unión resuelva los problemas ambientales de las ciudades europeas mediante unas normas que definan unos programas detallados y específicos. Eso es tarea de las autoridades territoriales locales y Estrasburgo o Bruselas no pueden compensar sus fallos.
Edite Estrela (PSE), por escrito. (PT) He votado a favor del informe Hegyi (A6-0233/2006) sobre la estrategia temática relativa al medio ambiente urbano porque es vital mejorar la actuación general de las ciudades de Europa en materia medioambiental mediante una reducción de la burocracia, una aplicación más eficiente de la política ambiental y el fomento de la planificación ambiental a largo plazo.
Alrededor del 80 % de los ciudadanos europeos viven en zonas urbanas, pero sus necesidades e intereses suelen estar subrepresentados en los fondos, proyectos, iniciativas y estrategias de la Unión. En consecuencia, con objeto de mejorar la calidad de vida de los residentes urbanos de Europa, el derecho comunitario debe llegar más lejos mediante la adopción de planes de gestión urbana y de transporte sostenibles.
Ilda Figueiredo (GUE/NGL), por escrito. (PT) El informe que acaba de aprobar el Parlamento tiene algunos aspectos positivos que apoyamos; por ejemplo, la utilización más generalizada de medios de transporte más ecológicos, el fomento del uso del transporte público, la reducción de la densidad de construcción, más espacios verdes en las zonas urbanas, la renovación de los edificios ruinosos y, lo que es más importante, de los centros históricos, y unos edificios con unos efectos ambientales más favorables desde el punto de vista del aislamiento térmico y del uso de fuentes de energía renovables.
También es importante, tal y como señala el informe, promover el intercambio a escala comunitaria de buenas prácticas en lo que respecta a la estrategia de gestión urbana sostenible y su planificación, y a una mayor participación de los ciudadanos en su discusión pública en la fase de la planificación.
Sin embargo, todo esto exige como requisito previo una mayor financiación comunitaria que, lamentablemente, no se ha aprobado. En realidad, ocurre lo contrario; la Unión Europea ha introducido más obligaciones y requisitos sin crear los recursos financieros apropiados, un hecho que puede exacerbar las desigualdades entre los países y regiones más ricos y otras zonas más rezagadas.
Luís Queiró (PPE-DE), por escrito. (PT) La accesibilidad es un factor básico para el desarrollo sostenible y, en ese sentido, el transporte ocupa un lugar central en cualquier debate sobre política urbana.
Dado que el gran número de propuestas encaminadas a resolver los problemas ambientales y la congestión que sufren nuestras ciudades, creo que deberíamos concentrar nuestros esfuerzos en sus repercusiones sobre la salud pública y la calidad de vida, desde el punto de vista del dinamismo socioeconómico.
La idea de unos planes de transporte urbano sostenible es sin duda importante, pero no debemos pasar por alto la necesidad de utilizar dicho instrumento con flexibilidad y de un modo que se adecue a las características específicas de cada ciudad.
La utilización de medios de transporte y tecnologías ecológicos es un factor fundamental para conseguir un entorno más limpio. Sin embargo, su uso solo se generalizará si las autoridades locales y nacionales intercambian experiencias y buenas prácticas.
Por lo tanto, me parece evidente que para impulsar un enfoque integrado de la política urbana es fundamentalal promover la cooperación entre los sectores privado y público, y gestionar con eficacia los instrumentos comunitarios de apoyo a la política urbana existentes.
Solo con unas medidas que resulten adecuadas para la situación real de cada uno de los Estados miembros podremos lograr un futuro sostenible para nuestras ciudades y el crecimiento armónico de nuestras sociedades.
Carl Schlyter (Verts/ALE), por escrito. (SV) Voy a votar a favor del informe a pesar de que contiene algunos aspectos negativos, como por ejemplo la determinación de zonas verdes per cápita y de los medios para reducir la música procedente de fuentes domésticas en el medio entorno, que son claramente asuntos de competencia local que se deberían decidir en el ámbito local. Sin embargo, los aspectos positivos del informe, como el cobro de tasas de congestión, la reducción del uso del coche y los planes de sostenibilidad local, superan a los negativos, y es muy posible que los Gobiernos conservadores necesiten que la Unión Europea les empuje cuando se trata de estas cuestiones.
Dicho esto, el contenido del informe debería mantener un carácter orientativo y no dar lugar a una legislación exhaustiva.
Renate Sommer (PPE-DE), por escrito. (DE) En mi calidad de ponente de la oposición en nombre del Grupo del Partido Popular Europeo (Demócrata-Cristianos) y de los Demócratas Europeos para el informe sobre la estrategia temática para el medio ambiente urbano, he invitado a los miembros de mi Grupo a abstenerse en la votación final de hoy.
Este intenta destruir el principio de subsidiariedad.
Sin embargo, me ha parecido injustificado rechazarlo de plano, dado que en su mayor parte describe regulaciones ya existentes, solicita el intercambio de experiencias entre ciudades y se limita a pedir a la Comisión Europea que elabore directrices. Es absolutamente esencial mejorar el medio ambiente urbano mediante dichas medidas, sobre todo en los nuevos Estados miembros.
Gabriele Stauner (PPE-DE), por escrito. (DE) Por mi parte, me he abstenido en la votación del informe relativo a la estrategia temática para el medio ambiente urbano.
Este intenta destruir el principio de subsidiariedad.
Sin embargo, me ha parecido injustificado rechazarlo de plano, dado que en su mayor parte describe regulaciones ya existentes, solicita el intercambio de experiencias entre ciudades y se limita a pedir a la Comisión Europea que elabore directrices. Es absolutamente esencial mejorar el medio ambiente urbano mediante dichas medidas, sobre todo en los nuevos Estados miembros.
Thomas Ulmer (PPE-DE), por escrito. (DE) He votado en contra del informe, no por ninguna voluntad de denigrar el trabajo del señor Hegy, sino porque trata la subsidiariedad con menosprecio y porque la Unión Europea y sus instituciones interfieren en los asuntos nacionales. Esto no me parece justificado. Esta tendencia a que Europa interfiera continuamente en la vida cotidiana de sus ciudadanos, incluso cuando no es necesario, es uno de los principales motivos por los que estos comienzan a estar tan desencantados con respecto a Europa.
Ilda Figueiredo (GUE/NGL), por escrito. (PT) Un marco europeo de cualificaciones puede resultar favorable dada la importancia del reconocimiento mutuo de cualificaciones entre los diferentes Estados miembros de la Unión Europea para los ciudadanos que desean trasladarse a otros países.
Coincido con el ponente en que se debe rechazar el establecimiento de criterios preceptivos en lo que respecta a las trayectorias de aprendizaje o la duración y localización de los cursos educativos y de formación. También acogemos con satisfacción la idea de que la organización y reconocimiento del aprendizaje permanente son competencia de los Estados miembros y su inscripción en el ámbito del marco europeo de cualificaciones no resulta sencilla.
Sin embargo, debemos centrar la atención en el modo en que se desarrollará el marco europeo de cualificaciones, los fundamentos en los que se basa y los objetivos que se pretende alcanzar.
En este sentido, el informe contiene algunas contradicciones, como por ejemplo los intentos de adecuar el marco europeo de cualificaciones al llamado proceso de Bolonia y a la llamada Estrategia de Lisboa, cuya finalidad principal, como es sabido, es servir a los intereses de los grupos económicos y financieros. Por esto nos hemos abstenido.
José Albino Silva Peneda (PPE-DE), por escrito. (PT) Por mi parte, apoyo el informe porque creo firmemente que la creación de un marco europeo de cualificaciones contribuirá a las posibilidades de empleo y a la movilidad geográfica de los trabajadores de la Unión Europea.
Acojo con satisfacción el enfoque europeo, como en este caso, porque responde a los nuevos desafíos que plantea una sociedad basada en el conocimiento e intenta atender a las nuevas exigencias del mercado laboral europeo. En efecto, el planteamiento de fondo que inspira el marco europeo de cualificaciones es el de mejorar la competitividad de la economía europea y la cohesión social, conforme a los objetivos de la Estrategia de Lisboa.
Celebro las iniciativas destinadas a otorgar prioridad a la facilidad de empleo de los ciudadanos a través del fomento de la movilidad profesional por medio del reconocimiento, la comparabilidad y la transferibilidad de cualificaciones profesionales en el espacio comunitario.
Sin embargo, lamento que la iniciativa no refleje suficientemente lo que en verdad está ocurriendo en el mercado laboral y no conceda la debida importancia a la formación profesional para centrarse, en cambio, sobre todo en la formación académica.