El Presidente. Pasamos al siguiente punto del orden del día. Se trata de las Declaraciones del Consejo y de la Comisión sobre la Preparación de la Cumbre informal de Jefes de Estado y de Gobierno de Lahti y, de acuerdo con lo que ha decidido el Pleno, también se tratarán las relaciones entre la Unión Europea y Rusia tras el asesinato de Anna Politkóvskaya.
Paula Lehtomäki, Presidenta en ejercicio del Consejo. (FI) Señor Presidente, Señorías, en primer lugar deseo darles las gracias sinceramente por la oportunidad de debatir con ustedes sobre la cumbre informal de Jefes de Estado o de Gobierno en Lahti, que se celebrará el 20 de octubre.
Decidimos celebrar la cumbre de Lahti porque queremos dar a los Jefes de Estado o de Gobierno de los Estados miembros de la Unión la oportunidad de un debate abierto e informal sobre dos temas que son importantes para el futuro de la Unión y el éxito económico: la innovación y las relaciones exteriores en materia energética.
Necesitamos una política firme y coherente para construir un entorno favorable para la innovación y para los asuntos energéticos. De ese modo podremos mejorar las condiciones del crecimiento económico y del empleo en la Unión. Si la Unión hace algo tangible para fomentar el bienestar y la prosperidad, también podremos esperar que la Unión sea más aceptable a los ojos de los ciudadanos. Una política energética común coherente fortalecerá al mismo tiempo la credibilidad de la Unión como agente internacional.
Para guiar los debates en la cumbre de Jefes de Estado o de Gobierno, la Comisión está elaborando dos comunicaciones: una sobre relaciones energéticas exteriores y la otra sobre política de innovación. Las comunicaciones se publicarán mañana, 12 de octubre. No se trata de que sean aprobadas en la reunión, sino que apuntan las cuestiones que queremos abordar en Lahti.
Antes de la cumbre informal de Lahti, el viernes por la mañana se celebrará una cumbre social tripartita informal. El modo de funcionamiento de un mercado laboral europeo de 200 millones de trabajadores y de adaptación al cambio tiene una importancia crucial para el futuro de Europa. Por eso los interlocutores sociales están llamados a desempeñar un papel crucial si el objetivo es fortalecer la competitividad europea.
El Presidente de Rusia, Vladimir Putin, ha sido invitado a la cena que seguirá a la cumbre de Jefes de Estado o de Gobierno. Las conversaciones con el Presidente se centrarán en la asociación estratégica entre la UE y Rusia, incluida la cooperación energética.
Los enormes desafíos a que debe hacer frente la Unión en temas energéticos –asegurar el suministro, el cambio climático, el continuo aumento de precios y las crisis recientes– han dado pie al desarrollo de una política energética común en la UE.
Con respecto al aseguramiento del suministro de energía, la creciente dependencia de las importaciones de energía es un desafío particular para la UE. Si no se toman medidas se calcula que esta dependencia crecerá del nivel actual del 50 % al 70 % en los próximos 20 años.
Antes del inicio de la Presidencia finlandesa, la evolución de una política energética común se debatió en dos reuniones del Consejo Europeo celebrado a primeros de año. Durante la Presidencia finlandesa nos centraremos particularmente en las relaciones energéticas exteriores, y estas conversaciones sentarán las bases de un debate amplio sobre la energía que se celebrará la próxima primavera y que llevará a la adopción de un plan de acción de política energética.
Aunque las conversaciones de Lahti se centrarán en las relaciones energéticas exteriores, está claro que nuestros objetivos en materia de relaciones exteriores no pueden considerarse una cuestión separada. Entre todos los ámbitos prioritarios mencionados en el Libro Verde sobre política energética destaca la importancia de un contacto estrecho. Otros ámbitos incluyen el mercado único energético, la solidaridad entre los Estados miembros, la diversificación de las fuentes de energía, la eficiencia energética, las energías renovables y las innovaciones en el ámbito de la energía.
En el ámbito de las relaciones energéticas exteriores, los Estados miembros deben llegar a un entendimiento común y definir una visión del tipo de estrategia que conviene adoptar para progresar en las relaciones con países ajenos a la UE y del tipo de objetivos comunes abiertos al exterior que debe tener la UE. Esto significa que los Estados miembros deben comprometerse a avanzar juntos con un acuerdo que incluya las relaciones bilaterales y a hablar también con una sola voz en estos contextos. Al proponerse objetivos comunes, la Unión también estará mejor preparada para abordar los cambios que se producen en los mercados mundiales de la energía.
En las conversaciones de Lahti sobre la energía intercambiaremos puntos de vista sobre el modo de desarrollar las relaciones energéticas exteriores en el futuro inmediato. Se pretende que los debates se centren principalmente en tres temas. El primero se refiere a los principios en que deben basarse las relaciones energéticas entre la UE y Rusia y cómo deben aplicarse. El segundo versa sobre la profundización de las relaciones con países terceros estratégicamente importantes. El tercero es la búsqueda de una recopilación de datos más efectiva como base para la toma de decisiones en relación con una política energética común.
Rusia, cuya cuota de importación tanto de petróleo como de gas es del 25 %, es el socio energético de mayor importancia estratégica para la Unión. En todas las asociaciones estratégicas, incluida la de Rusia, es importante encontrar algo que sea de interés para ambas partes a fin de desarrollar la asociación. El interés común en las relaciones energéticas entre la UE y Rusia salta a la vista. La UE depende de las importaciones de energía de Rusia, y Rusia necesita contratos a largo plazo para la exportación de energía a precios de mercado así como inversiones occidentales en la producción básica de energía. La apertura de los mercados a ambos lados será un factor clave.
Las conversaciones entre los Jefes de Estado o de Gobierno de la UE también prepararán el terreno para las conversaciones con el Presidente ruso, Vladimir Putin, esa misma noche, uno de cuyos temas centrales serán las cuestiones energéticas.
El propósito es comunicar a Rusia el objetivo de la UE de llegar a un acuerdo marco vinculante sobre energía que tenga en cuenta los intereses de ambas partes, la reciprocidad y un entorno operativo imparcial. Las conversaciones sin duda harán referencia también a los desafíos que la UE y Rusia afrontan en común, como la eficiencia energética, aspectos de los que pueden beneficiarse ambos lados.
La extensión de los principios energéticos internos a las regiones vecinas de la UE y el desarrollo estratégico de relaciones con importantes países terceros son metas a las que debemos aspirar si queremos asegurar el suministro de energía. El 80 % de las reservas mundiales de petróleo se encuentran en las regiones que rodean la Unión. Existe toda una gama de instrumentos disponibles para mejorar las relaciones con países terceros. Incluyen los Programas de Acción de la Política de Vecindad, el acuerdo sobre cooperación energética, los acuerdos bilaterales y regionales…
(El Presidente interrumpe a la oradora debido a problemas técnicos)
La política energética debe ser un elemento clave de la Política Exterior y de Seguridad Común de la Unión. La Unión Europea necesita información suficiente para practicar una política energética más coherente. Además, debe ser capaz de responder a situaciones problemáticas y crisis externas relacionadas con la energía. La Unión debería establecer un sistema que ayudara a impulsar la cooperación entre los Estados miembros y las instituciones y reforzara la solidaridad en cuestiones asociadas a la energía.
El otro gran tema de la cumbre de Jefes de Estado o de Gobierno es el desarrollo de una política de innovación. Debemos ser capaces de mejorar la explotación del trabajo de investigación que se realiza en Europa en forma de productos comerciales y servicios. Además, la Unión debe ser capaz de introducir nuevas tecnologías tan eficientemente como se hace en los países que compiten con nosotros. Si seguimos haciendo las cosas como siempre, la brecha de innovación entre nosotros y nuestros socios comerciales más importantes seguirá ampliándose.
La producción, principalmente en las economías en crecimiento, compite cada vez más con Europa, no solo en el sector industrial, sino también en el de servicios. China y la India forman a muchas más personas altamente cualificadas para el mercado de trabajo que la UE. Sin embargo, los mercados de las economías en crecimiento también encierran un enorme potencial de exportaciones de la Unión. El éxito solo puede venir de la capacidad de crear algo nuevo, es decir, de la innovación.
En un mercado abierto se imponen los mejores productos. Es imposible mantenerse en cabeza sin una inversión continua en investigación y desarrollo de productos. Los Estados miembros de la Unión se han comprometido a aumentar la inversión futura en investigación y desarrollo en virtud de las decisiones tomadas anteriormente.
Sin embargo, es crucial asegurar que Europa pueda hacer un buen uso de la inversión para que la labor de investigación dé lugar a productos y servicios nuevos, mejores y comercialmente explotables.
La intención de la cumbre de Lahti es plantear temas y desafíos que exigen una acción común por parte de la Unión. El propósito es crear un entorno en que puedan surgir innovaciones y estas puedan adoptarse eficientemente. En su posición sobre la Estrategia de Lisboa, el Parlamento Europeo ha resaltado también la importancia de una política de innovación.
Para apoyar una innovación efectiva habría que crear una estrategia a escala comunitaria sobre los derechos inmateriales. Los derechos inmateriales tienen una importancia primordial para la competitividad y el éxito de una empresa.
Una cuestión fundamental, por ejemplo, es la calidad de las patentes, que es un principio básico de todo sistema de patentes viable y fiable. La Presidencia cree que Europa debe tener un sistema de patentes eficiente, pero que sea de buena calidad, al margen de la elección de alternativas que formen la base para desarrollar este sistema.
Si desarrollamos más el sistema de patentes, las empresas podrán ahorrar bastantes costes de tramitación de las mismas, lo cual redundará en un fomento de la innovación y la investigación en Europa.
La mejora de la colaboración entre las universidades y el mundo empresarial es una condición imprescindible para una política de innovación fructífera. La intención es crear un nuevo Instituto Europeo de Tecnología basado en una estructura de red; la Comisión presentará una propuesta al respecto la semana que viene.
El proyecto de asociación entre ciencia, empresa y formación se caracterizará por la excelencia. La prioridad será el fomento de la innovación. La Presidencia cree que el Instituto Europeo de Tecnología permitirá a Europa explotar más eficazmente las oportunidades existentes en las empresas y la comunidad científica.
Además, es preciso potenciar la cooperación entre los sectores privado y público para fomentar la competitividad. Europa ha conocido la creación de las llamadas plataformas tecnológicas, iniciativas de investigación estratégicas de base empresarial, que son ejemplos de asociación excelentes entre los sectores público y privado. En un gesto que las honra, las empresas han indicado su disposición a invertir en sus plataformas seleccionadas, y ahora se necesita un compromiso semejante de parte de los organismos públicos que financian la investigación.
Para la innovación es muy importante que se acelere la creación de normas europeas. Sin una norma europea común, muchas innovaciones podrían no llegar a realizarse. ¿Dónde habría quedado, por ejemplo, el mercado europeo de la telefonía móvil sin la norma GSM?
La creación de normas técnicas paneuropeas para los teléfonos móviles en la práctica permitió que el líder mundial del sector procediera de Europa. Por otra parte, si solo se hubieran adoptado normas nacionales como base para el desarrollo de los teléfonos móviles, no habrían tenido un éxito tan importante y tan amplio desde el punto de vista geográfico.
La rápida adopción de normas abiertas y compatibles es una de las claves del éxito en los negocios. También tendrá claras ventajas para el consumidor. Al mismo tiempo, fortalecerá nuestra posición competitiva y será una respuesta al rápido desarrollo tecnológico, de modo que las soluciones de desarrollo técnico realizadas en Europa puedan competir verdaderamente con el trabajo de desarrollo realizado en cualquier otra parte del mundo.
Cambiando de tema, la inmigración ilegal es un problema que afecta a toda la Unión Europea. Por ello necesitamos encontrar soluciones juntos. La solidaridad se demuestra más que nada en la aplicación efectiva de medidas concretas. En la cumbre de Lahti debatiremos sobre la inmigración ilegal, que se ha convertido en un problema particular en el Mediterráneo y las regiones del sur de la Unión.
Para nosotros es importante que la Unión pueda definir una política integral y efectiva de control de la inmigración, que tenga en cuenta asuntos relacionados con la inmigración tanto legal como ilegal, incluida la integración. Debemos usar efectivamente los instrumentos existentes y pensar en nuevas formas de apoyar a los países de origen y de tránsito en sus esfuerzos por impedir la inmigración ilegal.
Las cuestiones relacionadas con la inmigración han estado en el orden del día de todos los Consejos de Justicia y Asuntos de Interior. La cuestión será debatida también la semana que viene en la cena informal de los Ministros de Cooperación al Desarrollo. Se pretende también que el trabajo de los Consejos de Justicia y Asuntos de Interior sirva de base para las decisiones del Consejo Europeo de diciembre, que podrían ayudar a la Unión Europea a responder efectivamente al problema de la inmigración ilegal.
En un almuerzo de trabajo en Lahti se tratará también la grave situación en Sudán y Darfur.
Como he dicho al principio, tras la cumbre informal de los Jefes de Estado o de Gobierno de la UE, los participantes cenarán en Lahti con el Presidente ruso, Vladimir Putin. Será una oportunidad excelente para mantener una conversación informal sobre el desarrollo de una asociación estratégica entre la UE y Rusia. El espectro de nuestra asociación es muy amplio y contiene elementos que pueden servir para desarrollar más la asociación.
Un ejemplo de esto son los asuntos internacionales. La agenda política internacional de este otoño incluye asuntos en los que la cooperación entre ambos es muy importante, como Oriente Próximo, Irán y Kosovo.
La energía es un elemento importante de la asociación estratégica y esperamos con interés escuchar la valoración del Presidente Putin sobre la situación y las perspectivas del sector energético de su país y sobre la asociación energética entre la Unión y Rusia.
Señor Presidente, todos quedamos conmocionados al recibir la noticia de la muerte de la conocida periodista y defensora de la libertad de expresión, Anna Politkóvskaya. Pedimos una investigación a fondo sobre este horrible crimen y que sus autores sean juzgados, cosa que es especialmente importante para el progreso de Rusia hacia el Estado de Derecho. La muerte de Politkóvskaya no solo es un caso estremecedor y una pérdida para sus familiares, sino también un retroceso de la libertad de expresión en Rusia. Además, las conversaciones francas y vigorosas que se han entablado entre la Unión Europea y Rusia sobre el trasfondo de estos últimos acontecimientos son un ejercicio valioso. Como ya he dicho, la asociación estratégica es un marco en el que se debatirán todos los asuntos importantes.
José Manuel Barroso, Presidente de la Comisión. (EN) Señor Presidente, el Consejo Europeo informal de la próxima semana viene en un buen momento. Quisiera expresar mi agradecimiento a la Presidencia finlandesa, al Primer Ministro Vanhanen y a todo su equipo por su importante contribución.
Puesto que la Ministra ha realizado una presentación tan exhaustiva en nombre de la Presidencia, me centraré en la innovación, la política energética y la inmigración. También haré algunos comentarios sobre las relaciones entre la Unión Europea y Rusia. Todas estas son cuestiones con respecto a las cuales los retos a los que nos enfrentamos no requieren únicamente una respuesta nacional, sino una respuesta europea; retos que muestran por qué es necesaria, más que nunca, una Unión Europea fuerte, y por qué necesitamos que la Unión prepare a los europeos para la globalización.
Acojo con satisfacción la decisión de la Presidencia de centrarse en la innovación. Finlandia es un buen ejemplo del modo en que la innovación puede impulsar el crecimiento económico. Sin embargo, es algo más que eso. Únicamente podemos abordar las importantes cuestiones a las que nos enfrentamos hoy en día, como el cambio climático, la exclusión social, el cambio demográfico y el desempleo, desbloqueando la imaginación de las personas.
Aunque sé que sus Señorías conocen las cifras, merece la pena repetirlas. El gasto de la Unión Europea en investigación equivale al 1,9 % de su PIB, mientras que los Estados Unidos gastan actualmente el 3 % de su PIB. Es indicativo que la mayor parte de los recientes ganadores del Premio Nobel sean estadounidenses o trabajen en los Estados Unidos. En Europa, cerca de la mitad de los investigadores están contratados por empresas. En los Estados Unidos, esa cifra sobrepasa el 80 %. Lo cierto es que Europa se está quedando rezagada en materia de innovación e investigación. El statu quo no es una opción: necesitamos hacer más en este terreno. Necesitamos urgentemente un enfoque estratégico que se centre en cada eslabón de la cadena de innovación, desde la concepción de nuevas ideas y conocimientos hasta su explotación y distribución en la esfera económica.
La comunicación que presentará la Comisión en la cumbre informal de Lahti establece un enfoque de esta índole. Señala los eslabones débiles de la cadena y plantea soluciones. Necesitamos financiación, necesitamos el marco de propiedad intelectual adecuado para producir las recompensas apropiadas y tenemos que eliminar los obstáculos a la innovación sector por sector. Sobre todo, tenemos que comenzar con un contundente mensaje político de compromiso: la innovación merece un estímulo y necesitamos un enfoque europeo a ese respecto.
En esta cuestión, el tamaño importa. Una de las grandes diferencias entre nosotros y los Estados Unidos es que no disponemos de instituciones paneuropeas para la innovación y la investigación. Los Estados Unidos siguen mucho más decididamente un verdadero enfoque global. Hay grandes instituciones que apoyan la innovación en todos los Estados de la Unión, no solo en uno o dos. Hasta ahora, en Europa no teníamos nada. Ahora tenemos el Consejo Europeo de Investigación y proponemos la creación de un instituto europeo de tecnología. Proponemos un sistema de red que proporcione a una verdadera dimensión europea y una verdadera misión europea a esos organismos. Por eso insistimos en este enfoque. Esa es la importancia del instituto europeo de tecnología. Acercará más a los sectores privado y público para realizar investigaciones punteras, convertirse en un centro de excelencia internacional, reunir los cerebros más importantes, generar un aporte continuo de científicos de máxima categoría y promover la creación de pequeñas y medianas empresas innovadoras. En pocas palabras, puede convertirse en símbolo de la capacidad de Europa de trabajar juntos e innovar. Hemos estado desarrollando los detalles más sutiles del instituto europeo de tecnología en los últimos meses, y presentaremos una propuesta pormenorizada la próxima semana. Estoy seguro de que los Jefes de Estado y de Gobierno y los diputados al Parlamento Europeo lo considerarán con el espíritu con el que está concebido: sí, es una cosa un poco diferente, pero que puede servir de ejemplo de cómo Europa toma un nuevo rumbo y encuentra nuevas vías de colaboración.
Uno de los ámbitos en los que creo que, como líderes europeos, podemos dotar de una misión al instituto europeo de tecnología es el de la energía y el cambio climático. Cuando tenemos un problema y necesitamos ayuda para resolverlo, debemos preguntar a los mejores científicos, a los mejores cerebros de nuestro continente. La energía es uno de los retos más importantes que tenemos hoy en día.
Permítanme tratar la cuestión de la energía y plantearla de manera sencilla: tenemos que crear una verdadera política energética europea, no 25 políticas energéticas. En el siglo XXI es absurdo seguir con 25 o 27 políticas energéticas. Necesitamos una verdadera política energética europea. Los problemas a los que nos enfrentamos –precios energéticos elevados, cambio climático, creciente dependencia de la importación de hidrocarburos– son problemas mundiales y europeos. Necesitan soluciones europeas. Las soluciones nacionales no van a ser suficientes. El año pasado, en Hampton Court, los líderes de la Unión Europea accedieron a desarrollar un enfoque común. En nuestro Libro Verde de marzo de 2006, la Comisión definió objetivos claros para una política energética europea, una sostenibilidad a largo plazo, la seguridad del suministro energético y la competitividad económica. Los Estados miembros han apoyado nuestro enfoque, y la reacción de los agentes a nuestro Libro Verde ha sido mayoritariamente positiva. El próximo paso es una revisión energética estratégica que la Comisión propondrá a principios del año próximo. Espero leer el informe del Parlamento Europeo sobre dicha cuestión.
Está claro que necesitamos coherencia entre los aspectos internos y externos de la política energética. Sin duda necesitamos un mercado interior efectivo en el sector energético. Tener 25 o 27 minimercados energéticos no es la respuesta a los retos energéticos europeos. No obstante, debemos vincular la política interior y exterior. Nuestro documento para Lahti considerará los tres retos exteriores. Rusia, tema sobre el que volveré; el desarrollo de las relaciones energéticas con nuestros vecinos y la creación de una red que haga frente a las crisis energéticas exteriores. Es esencial construir la cooperación energética con países proveedores y de tránsito de importancia estratégica. Esto ya ocurre con iniciativas como el nuevo Tratado de la Comunidad de la Energía y el memorando de entendimiento sobre la cooperación energética con Ucrania. Tenemos que extender gradualmente los principios del mercado interior de la energía a todos nuestros países vecinos. También necesitamos unirnos a los distintos sectores expertos existentes en Europa para crear una red más eficaz para hacer frente a las crisis energéticas exteriores. Por supuesto, a medio plazo el mejor modo de hacer frente a las crisis energéticas pasa por la diversidad: diversidad de fuentes de energía, de país de origen y de país de tránsito. De hecho, hemos de integrar la cuestión de la energía para convertirla en un aspecto importante de nuestras relaciones con socios de todo el mundo.
Por último, la eficiencia energética es otro elemento crucial de esta estrategia. Hoy puedo anunciarles que la semana que viene el Comisario Piebalgs –Comisario de Energía– y yo propondremos un ambicioso plan de acción para cumplir nuestro compromiso de ahorrar el 20 % de la energía primaria para 2020.
Naturalmente, puesto que el 25 % del petróleo y el gas consumido en la Unión Europea procede de Rusia, la cooperación energética con Rusia es crucial. El Presidente en ejercicio del Consejo acaba de explicar por qué es importante. Debemos contar con una asociación energética reforzada con Rusia. Dicha asociación debe basarse en la reciprocidad, la transparencia, la no discriminación y la apertura a la competencia, incluida la igualdad de condiciones para la inversión en sectores anteriores y posteriores del proceso. Es la única forma de alcanzar una plataforma estable y segura para nuestra relación energética. La reunión con el Presidente Putin nos brindará una oportunidad para emitir un mensaje claro, y esperemos que coherente, por parte de los líderes de la Unión Europea.
Podemos ver tres objetivos a largo plazo en nuestras relaciones con Rusia: queremos una democracia operativa y una economía de mercado en la que Rusia esté a la altura de los compromisos internacionales que ha contraído; queremos ver una relación UE-Rusia amplia y estratégica, basada en la interdependencia –Rusia necesita a la Unión Europea y la Unión Europea también necesita a Rusia– y queremos reforzar nuestra cooperación con Rusia en las cuestiones internacionales. Cuando hablamos de multilateralismo efectivo, nos referimos a esto. Hemos establecido el objetivo de un acuerdo amplio que siga los pasos del acuerdo de cooperación y asociación actual. Pueden conseguirse beneficios mutuos en ámbitos como la inversión y la apertura de mercado, al igual que en la energía y la eficiencia energética. Ambos ganaremos mucho de una verdadera asociación.
También aprovecho esta oportunidad para expresar mis más profundas condolencias a la familia de Anna Politkóvskaya, que fue asesinada de manera tan brutal la semana pasada. Quiero rendir homenaje a su incansable búsqueda de la verdad. Era una gran defensora de la libertad de expresión en Rusia.
(Aplausos)
Sinceramente espero que los autores de este atroz crimen sean encontrados y llevados ante la justicia.
Otro punto que vamos a abordar es la inmigración. La llegada masiva de inmigrantes ilegales a las fronteras de los Estados miembros meridionales de la Unión Europea es un problema europeo que exige una solución europea. En noviembre de 2006, la Comisión presentó una comunicación que incluía una serie de propuestas prácticas para que la Unión Europea respondiera a este reto. Basándose en ellas, el Consejo Europeo adoptó un enfoque mundial con respecto a la inmigración, detallando el modo de responder en sus políticas interiores y exteriores. En menos de un año hemos asistido al comienzo de numerosas medidas prácticas: operaciones conjuntas en el Mediterráneo y el Atlántico bajo la coordinación de la agencia fronteriza Frontex; un refuerzo de la cooperación entre las autoridades judiciales de los Estados miembros; una mejor coordinación del trabajo de las oficinas de enlace para la inmigración en África y un diálogo con países clave africanos de origen y tránsito, tanto bilateral como multilateralmente. Por primera vez, los Estados miembros participan en operaciones conjuntas que protegen las fronteras exteriores de la Unión Europea bajo la coordinación de Frontex. No obstante, seamos francos: no es suficiente; se necesita mucho más para abordar de manera eficaz los flujos ilegales de inmigración.
Para reforzar la capacidad de respuesta de la Unión Europea, es muy importante que todos los Estados miembros de la Unión colaboren en un espíritu de solidaridad, sobre todo para ayudar a aquellos Estados miembros que están, digámoslo así, en primera línea. Con vistas al Consejo Europeo informal que se celebrará en Lahti el 29 de octubre, he escrito personalmente a los Jefes de Estado y de Gobierno subrayando la necesidad de esta solidaridad. Sin duda, lo ideal habría sido crear ya los instrumentos comunitarios, pero todavía no disponemos de ellos. Sin duda, lo ideal sería disponer de una política europea de inmigración. Es absurdo tener 25 o 27 políticas de inmigración en un espacio en el que la gente puede desplazarse libremente, porque las decisiones tomadas por un país tienen un efecto directo los demás países. Pero antes de disponer de un verdadero método comunitario para abordar estas cuestiones, al menos esperamos que los Estados miembros cooperen de manera satisfactoria entre ellos.
(Aplausos)
Creemos que esto también es un ejemplo práctico de solidaridad europea.
También necesitamos trabajar de manera más intensiva con los países de origen y tránsito. La aplicación del plan de acción aprobado en Rabat en julio es una prioridad clave. La Comisión se esforzará por garantizar una aplicación adecuada en estrecha asociación con los países implicados. Seamos francos también con respecto a esta cuestión. Las cuestiones de seguridad no son suficientes. La solución a este problema surgirá únicamente de nuestro apoyo hacia el desarrollo sostenible en África. Por cierto, creo que tenemos que celebrar un diálogo de alto nivel con los países africanos. No es de extrañar que la Unión Europea mantenga diálogos con Asia y América Latina entre Jefes de Estado y de Gobierno, pero ¿por qué no con África? ¿No va siendo hora de que Europa se comprometa a entablar un diálogo de alto nivel con África? Creo que tenemos el derecho y el deber de hacerlo. Ese fue el mensaje que llevé recientemente a nuestros interlocutores en la Comisión de la Unión Africana en Adis Abeba. Por ese motivo también participamos activamente –a través de nuestra cooperación con nuestros socios africanos– en el examen colectivo de esta cuestión.
Desde el punto de vista europeo también necesitamos un proceso de toma de decisiones en la Unión Europea. Cuando se produzcan problemas urgentes y graves, la Unión Europea tiene que ser capaz de reaccionar de manera adecuada. Esto implica utilizar la cláusula pasarela del artículo 67 del Tratado. No podemos negarnos los medios para tomar medidas eficaces.
Para concluir, la reunión del Consejo Europeo informal de Lahti nos brinda una buena oportunidad para tomar el pulso a las acciones en curso de la Unión Europea en los ámbitos que he señalado, así como en otros. Queremos que los Jefes de Estado y de Gobierno se comprometan de nuevo a aportar soluciones a los problemas que afectan de verdad a los ciudadanos de la Unión Europea y crear una Europa de resultados para que podamos tener más confianza en ser capaces de resolver algunos de los importantísimos problemas de nuestra Unión.
Permítanme transmitirles una última idea. Hace una semana estuve en Darfur. Entre las terribles circunstancias en que vive la gente allí, vi algo que pensé que tendría que contar a mis amigos en Bruselas: en las ONG y otras organizaciones humanitarias hay muchos jóvenes europeos, muy lejos de su hogar, que arriesgan su vida diariamente para ayudar a los africanos. Este es el tipo de Europa del que creo que debemos sentirnos orgullosos; una Europa dispuesta a entregar solidaridad y a ayudar, mostrando un gran coraje. Ese es el tipo de Europa que creo que todos queremos: una Europa abierta, que mire afuera, generosa. Esa es la Europa a la que debemos aspirar.
(Aplausos)
Françoise Grossetête, en nombre del Grupo del PPE-DE. – (FR) Señor Presidente, señora Lehtomäki, señor Barroso, estamos profundamente afligidos y escandalizados por el asesinato de Anna Politkóvskaya, y tenemos muchas preguntas que hacer sobre las razones que motivaron la ejecución de este crimen. Es esencial que las autoridades rusas lleguen hasta al fondo de esta tragedia lo antes posible, y esperamos que el Consejo envíe el mensaje de que se mantendrá firme ante este reciente golpe a una profesión que paga cada año un alto precio por realizar su trabajo. Permítanme rendir homenaje, a través de Anna Politkóvskaya, a todos los periodistas que arriesgan sus vidas en todo el mundo para defender la libertad de expresión que tanto apreciamos.
La reunión informal que se celebrará en Lahti el 20 de octubre brindará otra oportunidad para plantear algunos temas recurrentes como la competitividad, la innovación, la inmigración y la política energética. Me temo que la competitividad y la innovación correrán la misma suerte que el desarrollo sostenible: todos hablan de él, todos lo respaldan, pero a la hora de tomar medidas concretas, los buenos principios se esfuman. Existen numerosos ejemplos al respecto. Podría citar el de Galileo, cuya utilidad ha sido tan ensalzada, pero a la hora de planificar su presupuesto, de repente había dejado de ser una prioridad.
Con respecto a la infraestructura de transporte y los enlaces ferroviarios, recomendamos que se lleven a cabo en aras a la competitividad, pero los sacrificamos en el altar presupuestario. ¿Qué podemos decir de las tan cacareadas ambiciones en relación con la investigación cuando está claro qué clase de apoyo se da realmente a la innovación? Estoy pensando no solamente en la ayuda financiera, sino también en la aplicación de las leyes que fomentan la inversión en Europa y que despejan el camino para que nuestras PYME exporten fuera del territorio europeo. Por ello espero mucho del compromiso del Consejo con respecto al Instituto Europeo de Tecnología, que nuestro Presidente de la Comisión, el señor Barroso, lo sé, defiende a capa y espada, al igual que este Parlamento, por cierto. En efecto, ya no esperamos del Consejo grandes compromisos, sino acciones concretas.
La competitividad es también el resultado de los reglamentos que aprobamos, que deben crear oportunidades y no limitaciones. Espero que la Comisión Europea utilice estos principios como punto de partida cuando presente su programa legislativo 2007 y que el Consejo siga esta tendencia. Espero que el Parlamento tenga la valentía de rechazar propuestas que solo tratan de grandes ideas sin hacer nada concreto con ellas. Las políticas también deben ser competitivas y por tanto eficaces.
Competitividad significa también lograr un equilibrio comercial a escala mundial. Las medidas contra el dúmping, sin duda, están en esta línea, pero ¿no podríamos contar con otras firmes decisiones políticas, como la exigencia de normas de calidad equivalentes para todos los productos importados en la Unión Europea?
Finalmente, sobre el tema energético, espero que las conversaciones con el Presidente Putin permitan a Europa establecer todas las estructuras necesarias para garantizar la independencia de su suministro de energía. También debe ser capaz de dotarse de fuentes de energía renovables para garantizar la independencia de su suministro energético desde la perspectiva de la energía nuclear.
PRESIDENCIA DEL SRA. ROTH-BEHRENDT Vicepresidente
Martin Schulz, en nombre del Grupo del PSE. – (DE) Señora Presidenta, Señorías, muchas gracias, señora Presidenta en ejercicio del Consejo y a usted, señor Presidente de la Comisión, por su exhaustiva descripción de lo que pretenden debatir en la cumbre informal. Como suele pasar cuando se acerca una cumbre, tenemos puestas grandes esperanzas en esta. La señora Lehtomäki y el señor Barroso nos han dicho cosas maravillosas sobre la innovación, la inmigración, la política energética, la asociación con Rusia y Darfur. Nos han planteado todo lo que nos preocupa en menos de cuarenta minutos y me resulta difícil responder ahora a todas estas cosas con la necesaria brevedad.
Si después de la cumbre nos dan un resumen de cuarenta minutos sobre lo que haya ocurrido allí y este resumen está igual de repleto de logros y decisiones tomadas, entonces seré un hombre feliz, pero en mi fuero interno albergo el temor de que tengamos la misma experiencia que tenemos casi siempre, porque sabemos muy bien describir nuestros problemas, pero nos cuesta bastante más encontrar las soluciones. El Presidente de la Comisión tiene razón al decir que la inversión en innovación es indispensable, no solo aquí, sino en todos los Estados miembros, y particularmente en la investigación y desarrollo de una tecnología energéticamente eficiente.
Una de las decisiones esenciales a largo plazo que tendremos que tomar en los próximos años está relacionada con la cuestión de si el logro de una mayor eficiencia energética nos permitirá hacer frente al crecimiento exponencial de la demanda de energía en todo el mundo. Vale la pena señalar que una mejora de la eficiencia energética implica también el abandono de una economía basada en la extravagancia, a base de cosas como desarrollos tecnológicos e inversión en investigación que ayuden a asegurar que los productos que desarrollemos reduzcan el consumo de energía en lugar de aumentarlo. Europa es el continente que debe liderar y dar buen ejemplo en este ámbito y esa es la razón por la que usted tiene razón al decir que nuestra política de innovación debe dar prioridad a la innovación en el campo de la energía.
El segundo punto que quiero plantear es que tanto el Presidente de la Comisión como la Presidenta en ejercicio del Consejo tienen razón al resaltar la inmigración como un problema que debemos abordar, pero la forma en que se está tratando actualmente no contribuye para nada a resolverlo, y doy las gracias especialmente al señor Barroso por describir esto tan gráficamente. No quiero volver a repetir lo que otros han señalado con acierto, en concreto que el desarrollo sostenible de lo que llamamos el Tercer Mundo afronta las causas del problema de la inmigración, pero las fronteras exteriores del sur y del este de Europa son fronteras exteriores comunes de todos nosotros; los que consiguen entrar en nuestro territorio son libres de desplazarse a cualquier lugar dentro del espacio Schengen. Los Estados miembros no pueden decir entonces que van a gestionar estos asuntos por sí mismos o que como máximo van a tratarlos en el plano intergubernamental, pero que no van a permitir la transferencia de ninguna de sus competencias a Bruselas, y digo esto especialmente por el Gobierno de mi país, con el que se ha reunido hoy usted, señor Barroso. También Alemania debe entender que este tipo de cosas no están bien; es una lección que hay que aprender, también el Ministro del Interior alemán.
Permítanme añadir algo a lo que se ha dicho sobre nuestra política con respecto a Rusia. La política que estamos adoptando junto con Rusia constituirá la base de un acuerdo de cooperación renovable con ese país. Está claro que los debates como el que tenemos hoy, en relación con el caso de Anna Politkóvskaya, tendrán siempre una fuerte carga emocional. El señor Saryusz-Wolski, por ejemplo, que me escucha con tanta atención, es uno de los que siempre se exaltan especialmente con todo lo relacionado con Rusia, y por ello lo que tengo que decir se lo digo en particular a él. ¿No es cierto que en Rusia pasan muchas cosas que no nos gustan? Para estar seguros queremos, como usted ha dicho, que en Rusia prevalezcan una democracia que funcione y una economía de mercado, pero hay una cosa sobre la que no debemos tener dudas. Aparte del tema de si estamos frenando o ampliando la democracia rusa, Rusia es, tal como está hoy constituida, un socio estratégico indispensable para la Unión Europea.
Por ello, permítanme indicar que debemos hablar sobre el estado de la democracia en Rusia, pero no podemos hablar a ese país con altivez y paternalismo. Debe quedarnos claro que necesitamos a Rusia como socio de la política energética y sobre todo como socio en la resolución de conflictos en todo el mundo, ya sea en Irán, Oriente Próximo o en cualquier otra parte, y que tratará de cooperar en pie de igualdad con nosotros y con los mismos derechos, y debemos reconocer a Rusia esta condición de igualdad, del mismo modo que hacemos con todos nuestros demás socios. Por tanto, si bien considero indispensable el diálogo sobre la democracia, debe basarse en una evaluación realista de la situación.
Valoro muy positivamente la referencia del Presidente de la Comisión a Darfur. Lo que muestra esa situación, y no es la primera vez, es la importancia esencial que tiene que la Unión Europea, siendo como es una potencia pacificadora, junte a los pueblos por encima de las fronteras religiosas, étnicas y nacionales y que, a través de esa integración, promueva la paz. Esto es un producto de exportación y si conseguimos colocarlo en le ancho mundo, será una buena cosa.
Graham Watson, en nombre del Grupo ALDE. – (EN) Señor Presidente, señora Presidenta en ejercicio del Consejo, los Demócratas y Liberales les desean mucho éxito en Lahti. Una Presidencia en el segundo semestre nunca es fácil, y resulta difícil imaginar conversaciones informales con 25 Jefes de Gobierno alrededor de una mesa. ¡Apuesto a que ni siquiera consigue meter a todos en una sauna!
En su orden del día habrá asuntos importantes tan diversos como la energía, la innovación y la migración, aunque, como usted dice, el gran tema será el agasajo al Presidente de la Federación Rusa. Creemos que los Estados miembros deben hacer frente común tras la bandera de la Unión y condenar los ataques a la libertad y la propiedad privada en un país donde acaba de apagarse otra vela del pensamiento independiente. El señor Putin conoce sin duda de memoria el dicho de Maquiavelo: «Los príncipes que han logrado grandes cosas han sido aquellos que han dado su palabra a la ligera, han sabido engañar a los hombres con su astucia y han resistido a aquellos que se atienen a los principios honrados». Mientras el Presidente Putin reconoce que su país está manchado por el asesinato de Anna Politkóvskaya, olvida añadir que otros 40 periodistas han sido asesinados en su país en los últimos años.
(Aplausos)
Los Demócratas y Liberales rinden homenaje a Anna Politkóvskaya. Entre sus críticas a la situación de la libertad y la democracia en Rusia, escribió en un libro titulado La Rusia de Putin: la vida en una democracia en crisis: «Sí, la estabilidad ha llegado a Rusia. Es una estabilidad monstruosa, en la que nadie reclama justicia en los tribunales, que exhiben su ciega sumisión y partidismo, nadie en su sano juicio busca protección de las instituciones encargadas de mantener la ley y el orden porque son totalmente corruptas. La ley de Lynch está a la orden del día. El mismo Presidente, –continúa–, ha dado ejemplo hundiendo nuestra mayor empresa petrolífera, YUKOS, después de encarcelar a su director ejecutivo, Mijaíl Jodorkovsky. Putin consideró que Jodorkovsky lo había menospreciado personalmente, y esa fue su respuesta».
Señora Presidenta en ejercicio, Rusia necesita a la Unión Europea tanto como la Unión Europea necesita a Rusia. Ellos necesitan nuestro mercado para el petróleo y el gas. Somos su cliente principal. Por eso, dejemos que nuestros Jefes de Estado y de Gobierno hablen con el señor Putin sobre petróleo y gas, pero que no tengan pelos en la lengua a la hora de hablar sobre un régimen cada vez más dictatorial. Que se preparen también para vivir sin depender de Rusia mediante un planteamiento común en materia de energía y medio ambiente. En una semana en la que Al Gore ha promocionado su película sobre la «verdad incómoda» del cambio climático, nuestra política energética debe reflejar en todo caso la urgente necesidad de un cambio de sentido.
Lahti es una continuación de Hampton Court, hace un año, donde los líderes aprobaron planes para crear un mercado europeo de la energía, elevar los niveles de competitividad y educativos y hacer frente a la creciente presión de la migración. En los últimos 12 meses, la necesidad de actuar en todos esos ámbitos se ha vuelto más acuciante. La Comisión ha identificado las necesidades correctamente, pero los Estados miembros siguen negando los medios. La Comisión propone un auténtico mercado interior de la energía, liberalizando las redes como hicimos con las telecomunicaciones, creando un observatorio para supervisar las existencias, desarrollando una panoplia de energías más sostenible, ahorrando energía. Acogemos con satisfacción estas propuestas, pero necesitamos que el Consejo se ponga manos a la obra. El señor Barroso quiere un instituto europeo de tecnología. Adelante, si puede reunir el dinero. La migración se presenta, por una parte, con datos que muestran que debemos fomentar la migración de mano de obra y personal cualificado, y, por otra, con titulares de prensa que avivan los miedos populistas ante trabajadores extranjeros que no han sido invitados y se quedan con los puestos de trabajo y las prestaciones sociales.
Para tener éxito, el Consejo debe actuar efectivamente, para lo cual necesita las disposiciones de la «cláusula pasarela» del artículo 43. Espero que la Presidencia finlandesa siga presionando a favor de ello. Apoyamos a la Presidencia finlandesa y su enfoque modesto y pragmático de los asuntos de la UE. Sin embargo, señora Presidenta en ejercicio, nos tememos que ya están siendo eclipsados por la futura Presidencia alemana. Se están posponiendo los temas; los líderes extranjeros están cortejando a la señora Merkel. El Ministro de Asuntos Exteriores alemán está asumiendo el liderazgo. No despertemos expectativas demasiado elevadas sobre lo que Alemania puede conseguir, ni disminuyamos nuestras expectativas sobre lo que la Presidencia finlandesa puede lograr. La Presidencia debe demostrar que, en palabras de la canción de Monty Python, «Finlandia lo tiene todo».
Daniel Cohn-Bendit, en nombre del Grupo Verts/ALE. – (DE) Señora Presidenta, Señorías, Anna Politkóvskaya visitó esta Cámara en dos ocasiones, por invitación de nuestro Grupo, para informarnos de la situación en Chechenia y del estado de la libertad de expresión en Rusia.
Creo realmente que ya es hora de citar nombres. Alguien ha dicho que los culpables deben ser condenados; bien, ustedes cenarán con uno de ellos esta noche: el propio Presidente Putin. Acabemos con este permanente autoengaño; Rusia está sometida actualmente a un sistema empeñado en el recorte diario de la libertad de opinión, comprando periódicos que después desaparecen de la escena y cuyos propietarios acaban en la cárcel. Esto sucede un día sí y otro también.
(Aplausos)
El señor Schulz tiene razón; realmente necesitamos a Rusia, pero debemos ser conscientes del hecho de que la Rusia con la que tenemos que tratar es una Rusia que no retrocede ni siquiera ante la eliminación de las personas, y puedo predecir cómo acabará su historia, pues ya se ha escrito en un libro que va a publicarse muy pronto, titulado «El día del Oprichnik», de Vladimir Sorokin, y que les insto a leer. En él, el autor describe, desde el punto de vista de un funcionario del servicio de seguridad, las cosas que pasan hoy en Rusia, y leeremos: leeremos cómo detienen a algún pillo de poca monta y algún camello de segunda y los sentencian «de por vida», los llevan a alguna prisión al otro lado de los Urales y después dicen: «mirad, hemos pescado a uno». Pero nadie preguntará por aquellos que ordenaron el crimen, los que dieron el dinero, como hemos visto con los otros cuarenta periodistas y periódicos, porque nadie estará interesado, porque, como vimos ayer por la noche en la televisión alemana cuando la Canciller Merkel se entrevistó con él, necesitamos a Vladimir Putin. ¿Y por qué necesitamos a Vladimir Putin? Lo necesitamos porque nosotros –quiero decir Alemania, con su Gran Coalición rojiverde que ha suscrito un contrato imposible con Rusia y evitado la europeización de la política energética– hemos establecido un vínculo con Rusia. Aún así, debemos citar nombres y entonces, quizás, podamos llegar a alguna parte.
Sí, por supuesto, tiene que haber negociaciones con Rusia, pero estoy firmemente convencido de que ahora, otra vez, es hora de mostrar la actitud necesaria; sí, por supuesto podemos reír cuando Gazprom compra el Schalke 04, o cuando Roman Abramovich compra el Chelsea; todo esto puede resultar divertido, del mismo modo que pensamos que es estupendo que el señor Putin esté con nosotros en todas partes y se siente los sábados a ver los partidos de la Liga alemana. El problema es que el precio que estamos pagando es el precio que ha pagado el pueblo de Rusia y el precio que ha pagado el pueblo de Chechenia, en concreto el precio que ustedes pagan por no hacer otra cosa que cohabitar con uno de los sistemas opresivos más peligrosos, sonriéndole dulcemente o mirando para otro lado. Me parece simplemente vergonzoso que miremos para otro lado. Decimos que estamos horrorizados y después volvemos a la vida real y decimos, «Oh, Vladimir, ¿tienes algún problema? ¿Por qué haces esas cosas? Pero está muy bien que pagues tus deudas con mayor prontitud.» Así que aquí no ha pasado nada. Esa es nuestra actitud.
Todo lo que puedo decir, a modo de resumen, es que solo resolveremos las cuestiones energéticas, la cuestión de la inmigración y las demás cuestiones si –y en esto el señor Watson ha dado en el clavo– en algún momento hablamos francamente de los problemas y decimos sinceramente lo que vamos o no vamos a hacer. Creo que debemos negociar con Putin, pero esto no significa que tengamos que cenar con él como amigos.
Esko Seppänen, en nombre del Grupo GUE/NGL. – (FI) Señora Presidenta, Ministra Lehtomäki, el Gobierno finlandés quería celebrar una cumbre de la UE en Finlandia, probablemente con la finalidad de difundir a los demás la buena nueva de la excelente competitividad de ese país. El paso del tiempo ha traído otros asuntos al orden del día y, para deleite de Finlandia, el Presidente ruso asistirá a la cena organizada para los Jefes de Estado o de Gobierno. Entonces debe plantearse el tema de la investigación del asesinato de la periodista Anna Politkóvskaya como prueba de que el Estado de Derecho funciona realmente en Rusia.
(Aplausos)
En nombre del nuevo liberalismo, las fuerzas de derechas de la UE quieren romper y destrozar unos buenos sistemas educativos y un buen sistema de seguridad social. Pido al Gobierno finlandés que diga a estos nuevos liberales de la UE que los servicios públicos son el secreto de la excelente competitividad de Finlandia. Dígales también que la liberalización avanzada de los mercados de la electricidad en los países nórdicos ha empujado al alza el precio de la electricidad y que el Estado, y no el mercado, debe responsabilizarse de la seguridad energética. No insistan en los objetivos de Lisboa. La UE no será la economía basada en el conocimiento más competitiva del mundo en 2010. Una economía basada en sueños recuerda a la del señor Jrushchov, que hace 50 años prometió en las Naciones Unidas que la Unión Soviética sobrepasaría el nivel de vida de los Estados Unidos de América en un lapso de 10 años.
Nuestro Grupo no entiende la iniciativa del Gobierno finlandés de ratificar la difunta Constitución de la UE en Finlandia. A mi Gobierno yo le diría esto: van ustedes se enfrentan a fuerzas extrañas, igual que cuando insistieron en que la UE debía decidir sobre un código penal común por mayoría cualificada. De ese modo suprimirían la memoria histórica de las naciones. Envío mis saludos al Primer Ministro, señora Lehtomäki. Mantanga la frente alta durante lo que queda de su Presidencia. Incluso puede intentar pensar por sí misma alguna vez, en lugar de ser siempre una especie de ejercicio de precalentamiento para la próxima Presidencia, mucho más grande que la de Finlandia. Al señor Barroso le diría que en varios casos no existe un fundamento jurídico adecuado para aplicar sus muy ambiciosas ideas, pero que en el mundo sí hay espacio para ideas ambiciosas.
Brian Crowley, en nombre del Grupo UEN. – (EN) Señora Presidenta, yo también me uno a mis colegas para agradecer a la Presidenta en ejercicio y al Presidente Barroso sus presentaciones de hoy en esta Cámara. Abordaré de las cuestiones fáciles primero y después pasaré a las más difíciles a las que se enfrenta la cumbre.
Tenemos derecho a decir a los rusos que les pedimos que respeten ciertas normas en relación con la libertad de expresión, la responsabilidad y la libertad y protección de la vida humana cuando alguien cuestiona y desafía a la autoridad. Como muy bien ha dicho el señor Watson, 40 periodistas han sido asesinados en Rusia en los últimos dos años y medio. Curiosamente, nadie ha sido arrestado en conexión con estas 40 muertes; nadie ha sido condenado en relación con estas 40 muertes. Si esperamos que de repente se va a actuar a raíz del horrible asesinato a tiros de Anna Politkóvskaya hace unos días, pienso que somos como avestruces que esconden la cabeza en la arena. Solo cuando haya un compromiso y un diálogo reales con Rusia podremos garantizar una relación de igualdad entre la UE y Rusia, a pesar de nuestra dependencia energética de Rusia, a pesar de la dependencia de Rusia de nuestros mercados y a pesar de la interacción que existe desde el punto de vista geopolítico entre Europa Oriental y Rusia.
Creo que lo que realmente debemos hacer es mostrar valentía ahora para establecer normas y directrices claras de lo que esperamos de nuestros socios con respecto a sus relaciones. No se trata tan solo de la muerte de la periodista, con todo lo horrible del hecho; no se trata tan solo de Chechenia; también se trata del trato que da Rusia a Georgia últimamente y lo que han hecho. Mientras por un lado las autoridades rusas condenan la resistencia chechena, por otro apoyan a los «luchadores de la resistencia» en zonas de Georgia. Han hecho tambalear gravemente la economía de Georgia, no solo en términos económicos sino también en términos humanos, deportando a cientos de miles de georgianos, enviándolos de vuelta desde Rusia a su país de origen, denegándoles el acceso a la educación y a los negocios que legítimamente poseen y controlan en el interior de Rusia. Todo esto por mor de la «clarificación».
Mi siguiente punto se refiere al instituto europeo de tecnología, investigación y desarrollo y lo que se necesita para el mismo. Soy un gran defensor del plan del Presidente Barroso con respecto a la necesidad de que Europa asuma el liderazgo y dé el salto desde el siglo XX al siglo XXII con respecto a lo que debemos hacer en materia de investigación y el desarrollo y la inversión en tecnología.
Pero primero, antes de que esto suceda, debemos asegurar la protección de los derechos de propiedad intelectual y las patentes para permitir que se produzca la innovación, para permitir que se realicen inversiones. Es fácil construir la estructura de un edificio para albergar un instituto de tecnología. Más difícil es crear el marco legislativo que permita que esto suceda.
Finalmente, señora Presidenta, si se me permite la misma latitud que se permitió a los presidentes de otros Grupos, cuando hablamos de energía y política energética común y de necesidades energéticas, una de las mayores oportunidades que nos estamos negando a nosotros mismos es la energía renovable que podemos crear y cultivar en nuestra tierra. En un momento en que los agricultores están sufriendo por los malos acuerdos hechos por Peter Mandelson en las sesiones de la OMC y en que la agricultura está amenazada, tenemos que invertir en energías renovables.
Jens-Peter Bonde, en nombre del Grupo IND/DEM. – (DA) Señora Presidenta, un amigo danés de Anna Politkóvskaya no puede obtener un visado para ir a Rusia y he pedido al señor Solana que plantee este tema en el momento oportuno.
Paso ahora a la Presidencia finlandesa. Me encanta Finlandia. Me siento en sillas diseñadas por Alvar Aalto y pongo flores en jarrones también diseñados por él, y uso un teléfono Nokia. Siento un gran respeto por los políticos finlandeses desde que era joven y he cooperado con su Ministro de Asuntos Exteriores en el EEE y con su Primer Ministro en la Convención. Ahora tengo que preguntar con consternación: ¿qué ha pasado con Finlandia? ¿Cómo es posible que los políticos finlandeses hayan decidido ratificar una Constitución que ha sido rechazada en Francia y en los Países Bajos y por tanto ya no existe? ¿Es cierto que miembros del Grupo parlamentario del Partido del Centro van a votar en contra de sus propias convicciones? La mayoría de los votantes finlandeses se oponen a la Constitución, pero ustedes la van a ratificar sin someterla a referendo. ¡Qué vergüenza! En lugar de someterse al látigo del señor Vanhanen y aprobar una nueva política de finlandización por la que Finlandia se convierte en el decimoséptimo Estado federado alemán, deberían empezar de nuevo con una nueva Convención elegida por sufragio directo, referendos en todos los países y un documento que anime al electorado a votar a favor.
Finlandia tiene actualmente el 7,8 % de los votos necesarios para lograr una minoría de bloqueo en el Consejo de Ministros, por lo que los demás países están obligados a escuchar a Finlandia. Por eso precisamente tenemos una valiosa cultura de consenso en el Consejo de Ministros. La Constitución introduciría la votación por mayoría doble, con el resultado de que votaríamos sobre la base de cifras de población. Esto haría que la parte finlandesa de una minoría de bloqueo se redujera del 7,8 % al 3,3 %, por lo que ya no habría necesidad de escuchar a Finlandia y a otros países pequeños de la UE. La parte alemana de la votación se incrementaría del 32 % al 51 %. Alemania y Turquía podrían entonces fijar el ritmo de desarrollo de la UE ampliada. Una mayoría doble destruiría la cultura de consenso de la UE y la eliminación de los Comisarios nacionales dificultaría el buen funcionamiento de la UE en el día a día. Nokia sobreviviría, sin duda, pero muchas de las pequeñas y medianas empresas y autoridades locales echarían de menos el contacto a través del gabinete finlandés cuando el Comisario finlandés ya no se sentase a la mesa. Además, el sistema de rotación solo continuaría, por supuesto, hasta que, lógicamente, la sucesión de turnos sustituyera a Francia por Malta. Mantengan un Comisario para cada Estado miembro y la cultura de consenso en el Consejo de Ministros en lugar de aprobar el borrador de Tratado Constitucional rechazado.
Koenraad Dillen (NI). – (NL) Señora Presidenta, como ya se ha dicho, los Jefes de Estado o de Gobierno, cuando se reúnan en Lahti el 20 de octubre, tratarán el tema de la inmigración. La cuestión es, sin embargo, qué conclusiones sacarán. Hace dos semanas se produjo otra tragedia más ante las costas europeas, protagonizada por un grupo de desventurados que buscaban asilo. Una vez más, la culpa es de los traficantes sin escrúpulos dispuestos a obtener gran cantidad de dinero de las personas para traerlas a Europa en busca de fortuna. Y una vez más murieron personas al volcar un barco cargado de inmigrantes ilegales frente a la costa de Lampedusa; el grueso del pasaje y de la tripulación se salvaron por los pelos. Para impedir que tales tragedias se repitan –frente a Lampedusa, frente a las Islas Canarias y en cualquier parte a lo largo de nuestras fronteras exteriores–, Europa debe enviar señales claras, pues a tiempos desesperados, medidas desesperadas. Debemos tratar con mano dura a los traficantes de personas. Hay que endurecer las penas. Esto debe ir de la mano de una estricta política de asilo, que muestre al resto del mundo que Europa se toma en serio la protección de sus fronteras. Por ello quiero aprovechar esta oportunidad para felicitar a los suizos por la sensata elección que han hecho en todos sus cantones para endurecer las condiciones legales para la inmigración y el asilo, porque, paradójicamente, en estas cuestiones, una política firme, humana y justa es el mejor camino.
Por ello deseo expresar la esperanza de que los Jefes de Estado o de Gobierno ponderen en la cumbre informal de Lahti el ejemplo suizo, porque Europa debe aprender a escuchar a sus ciudadanos cuando están en juego importantes cuestiones sociales. Hemos visto, por ejemplo, la arrogancia con la que la eurocracia quiere perseverar con una constitución que ha sido rechazada por el grueso de la población, como en Francia y los Países Bajos. Cuando se deja hablar a los ciudadanos, sus opiniones, a menudo, son totalmente incompatibles con las decisiones adoptadas a espaldas de ellos por una elite que desconoce el mundo real. Sin duda, lo mismo ocurre con la apremiante cuestión de la inmigración.
Tunne Kelam (PPE-DE). – (EN) Señora Presidenta, creo que la mejor forma de honrar el trabajo de Anna Politkóvskaya es leer su libro La Rusia de Putin, como ha indicado el señor Watson.
Debemos tener presente que la intimidación sistemática, el hostigamiento y el asesinato de periodistas independientes, así como la ausencia de resultados en todas las investigaciones, han creado un clima de impunidad en el que parece que los asesinos no temen a la ley. Esta tendencia está dañando seriamente la reputación de Rusia, un Estado que ostenta la Presidencia del Consejo de Europa. También proyecta dudas sobre nuestros valores comunes. Por ello, pido a la Presidencia del Consejo de la UE que plantee este asunto en la próxima cumbre de Lahti.
El Grupo del PPE-DE también pide a la Comisión y a los Estados miembros de la UE que defiendan los principios e insistan en el restablecimiento de la libertad de prensa y el respeto de los periodistas independientes como requisitos previos, entre otros, para la renovación del acuerdo PCA el año que viene. Solamente si la UE envía una señal clara de que para nosotros el petróleo y el gas no valen más que la vida de esta valiente mujer, las cosas empezarán a cambiar en Rusia.
(Aplausos)
La única forma de honrar verdaderamente el apasionado compromiso de Anna Politkóvskaya con la verdad, la justicia y la dignidad humana es iniciar un esfuerzo común para hacer realidad su sueño de una Rusia democrática en la que los ciudadanos no tendrán que pagar con sus vidas por decir la verdad.
Hannes Swoboda (PSE). – (DE) Señora Presidenta, señora Presidenta en ejercicio del Consejo, señor Presidente de la Comisión, no hay ninguna duda: en lo que se refiere a nuestras relaciones con Rusia, estamos en una posición muy delicada. Es posible que el asesinato de la señora Politkóvskaya sea el más reciente, pero no es el único, puesto que tales sucesos no son nada infrecuentes. Es algo que nos avergüenza, pero debe avergonzar todavía más a Rusia; en realidad, mucho más.
Quiero decir algo sobre tres ámbitos problemáticos en los que nuestras relaciones con Rusia chocan con dificultades. En primer lugar, como ya se ha mencionado, están los derechos humanos y la libertad de opinión. Lo que nos parece especialmente lamentable es que Rusia no se dé cuenta de que se hace daño a sí misma con el abuso de la libertad de opinión y de los derechos humanos que se produce en su interior. Estas cosas pueden quizás dañarnos también a nosotros al interferir en nuestras relaciones con Rusia, pero es la propia Rusia la más perjudicada, pues esto le impide desarrollarse de una forma positiva y democrática.
En segundo lugar está la política de vecindad y, si bien hoy no estamos debatiendo los casos de Osetia del Sur y Transdniéster, en la Unión Europea consideramos también que la política de Rusia con respecto a sus vecinos es inaceptable.
No es aceptable que sea Rusia la que decida lo que va a pasar con los pueblos de Osetia del Sur y Transdniéster. Son los pueblos que viven allí los que deben decidir por sí mismos, y deben decidirlo libremente y no bajo coacción o en respuesta a presiones militares, ejercidas quizás incluso por Rusia, y por ello tendremos que hablar francamente con Rusia al respecto.
Por último está la cuestión energética y, si bien estoy de acuerdo con todos los que han hablado a favor de una política común en materia de energía, como ha hecho el Presidente de la Comisión de forma tan clara e inequívoca, me pregunto cuántos de los que hoy aplauden habrían aplaudido si hace un año hubiéramos dicho que necesitábamos un política común en materia de energía. ¿Aplaudirán todos cuando les digan que ellos también deben reordenar sus propias preferencias de acuerdo con uno solo? El hecho es que mientras pedimos una política común en materia de energía, todavía no se ha dicho nada sobre cómo debe ser, y cuando empecemos a hacer algo sobre la mejora de la eficiencia energética, el desarrollo de formas de energía alternativas y la aplicación de acciones adecuadas para el transporte y la vivienda, habrá muchos que se levantarán y dirán «no, no era eso lo que queríamos».
Pero volvamos a Rusia. Nuestro problema hoy es que las relaciones entre la UE y Rusia en lo referente a la política energética están desequilibradas, que Rusia, bajo Putin, está, desafortunadamente, convirtiendo la política energética cada vez más en un asunto de poder político en lugar de hacer como nosotros y tratarlo como un factor económico, y si queremos hacer negocios con Rusia, realmente tiene que ser solo a condición de que ambos negociemos juntos como socios iguales.
Una cosa que Rusia debe tener en cuenta es que las reservas de energía, y las reservas de gas en particular, se están agotando; no se acabarán hoy, pero lo harán en ocho o diez años, quizás duren incluso doce, y se plantea la cuestión de qué hará Rusia entonces. También en su propio interés, Rusia debe ser consciente del hecho de que necesita nuestra tecnología, nuestro conocimiento y nuestro dinero y que debe trabajar en la construcción de una relación de igualdad en lo que a política energética se refiere. Si en asuntos energéticos nos tratamos como iguales, también lograremos las soluciones adecuadas. Si no lo hacemos, no será solo la Unión Europea quien sufra las consecuencias, sino también Rusia. De aquí se desprende que Rusia debe reconocer dónde residen sus intereses reales a largo plazo. Tiene mucho que aprender del diálogo con nosotros, con la Unión Europea.
Hélène Flautre (Verts/ALE). – (FR) Señora Presidenta, Anna Politkóvskaya sabe por qué está muerta. El epílogo de su último libro se titula: «¿Tengo miedo?» ¿Por qué escribió? Escribió porque creía que las palabras pueden salvar vidas. Sabía que estaba en peligro; la habían encerrado; habían intentado envenenarla; y recibía regularmente amenazas de muerte. La ejecutaron simplemente porque estaba diciendo la verdad.
En su libro, «Chechenia: la deshonra de Rusia», escribe: «Putin y su gente han dado su bendición a algo que ningún país puede aceptar, a saber, una forma de corrupción basada en el derramamiento de sangre de miles de víctimas, un ejército asolado por la anarquía militar, una actitud chovinista en el seno del aparato gubernamental que se intenta disfrazar de patriotismo, una retórica salvaje sobre un Estado fuerte y un racismo oficial y popular contra los chechenos cuyas secuelas se extienden a otros pueblos rusos. La Rusia de Putin produce ahora diariamente nuevos entusiastas de los pogromos y los ataques contra los caucásicos se han convertido en rutina.» ¿Saben cuándo escribió este texto? Lo escribió en 2003, y ¿qué vemos que pasa hoy? Vemos redadas, arrestos arbitrarios y persecuciones de los georgianos y de las ONG de derechos humanos, que, añadiré, acaban de presentar una demanda.
¿Cómo responde el señor Putin? El señor Putin declara que las medidas adoptadas contra los georgianos son adecuadas y que los agentes del Estado están actuando de conformidad con la ley rusa. La señora Politkóvskaya nunca dejó de denunciar las violaciones de los derechos humanos. Espero que los 25 tengan la valentía de decir al señor Putin lo que esa mujer sola tuvo la valentía de decir y no pronuncien simplemente unas pocas palabras elegantes sobre la investigación...
(La Presidenta interrumpe a la oradora)
Mirosław Mariusz Piotrowski (IND/DEM). – (PL) Señora Presidenta, la Presidencia finlandesa ha declarado la aplicación de una asociación energética entre la Unión Europea y Rusia. Quiero preguntarle cómo pretende lograrlo. Hasta ahora no ha sido tanto una cuestión de asociación como de «finlandización» de las reuniones UE-Rusia.
La política comunitaria hacia Rusia es principalmente una política de concesiones y también es ambigua en sus posiciones. Esto sucede a menudo a costa de los nuevos Estados miembros bálticos, y también de Polonia. Un ejemplo de manual de ello es el acuerdo germano-ruso para construir un gasoducto noreuropeo por el fondo del Mar Báltico. Rusia está utilizando hábilmente su posición monopolista en el mercado energético europeo. Manejando el principio de «divide y vencerás», Rusia está cerrando acuerdos con los Estados más fuertes pasando por encima de los más débiles, y la UE lo acepta resignadamente. Hasta ahora ni siquiera hemos logrado que Rusia ratifique la Carta Europea de la Energía, un documento comunitario fundamental sobre el mercado energético.
La cumbre informal entre los Jefes de Estado o de Gobierno en Latí, en la que participará el Presidente ruso, debe cambiar este estado de cosas. En este asunto más que en cualquier otro, la UE debe hablar con una sola voz y desde una firme posición negociadora.
Eija-Riitta Korhola (PPE-DE). – (FI) Señora Presidenta, mi lugar de nacimiento, Lahti, puede ser el escenario de un acontecimiento importante al acoger la cumbre de la UE. El tema a tratar es muy adecuado para Lahti, una zona que durante mucho tiempo era muy conocida como centro de excelencia en tecnología ambiental, porque no tiene sentido hablar de energía sin hablar de eficiencia energética. La manera más eficaz de aumentar rápidamente la autosuficiencia en energía es mejorar la eficiencia y conservación de la energía. Al dialogar sobre energía con Rusia, también debemos decir que no es políticamente sabio seguir aumentando nuestra dependencia energética de Rusia.
A la luz del desafío climático, necesitamos todos los recursos que podamos obtener. Hay que favorecer debidamente la energía con bajos niveles de emisión. Ya es hora de abandonar la idea de que la energía renovable y la energía nuclear libre de emisiones son de algún modo antagónicas. Eso es ilusorio: es algo que está más en la mente que en la realidad al plantear las actitudes prácticas ante la energía.
He pedido al Ministro finlandés de Comercio e Industria que incluya la revisión de las condiciones de adhesión de Bulgaria en el orden del día de Lahti. Me refiero a la injusta e innecesaria decisión de cerrar cuatro de los seis reactores nucleares de Kozloduy. Al examinar hoy los criterios que subyacen a la decisión, podemos ver que la condición impuesta a Bulgaria en Helsinki hace siete años es ahora obsoleta. También es poco razonable a la vista de los objetivos europeos de política energética. Se han hecho mejoras, y el grupo de trabajo del Consejo mismo ha señalado que las centrales cumplen las condiciones de seguridad. Aún así, deben cerrarse a finales de año.
Si Finlandia no hace frente al problema ahora, habrá una escasez de energía no solo en Bulgaria, sino también en los países vecinos, cuyas necesidades eléctricas ha satisfecho Bulgaria en los cinco últimos años. La opinión de la Comisión de que estos reactores eran mejorables en términos económicos ha demostrado ser errónea. Kozloduy produce electricidad a menos de dos centavos el kilovatio-hora. Su cierre puede compensarse parcialmente, y se haría mediante el uso de centrales térmicas que queman lignito, la más sucia de todas las fuentes de energía. Por consiguiente, el dinero de la UE se está usando para pasar de una tecnología más limpia a otra más sucia. Eso es una locura.
Al pedir que revisemos el caso no estoy diciendo que debamos renunciar al acuerdo, sino que debemos examinarlo a la luz de la información actual, para que haya flexibilidad sobre la fecha de clausura. ¿Por qué debe Bulgaria aumentar sus emisiones de gas de efecto invernadero si tiene una alternativa que se sabe que es segura?
Reino Paasilinna (PSE). – (FI) Señora Presidenta, Señorías, el que habla aquí de finlandización puede pensar en sí mismo. Es posible que necesite recorrer un largo camino para llegar a los niveles democráticos y económicos de Finlandia, porque estamos a la cabeza de Europa.
(Aplausos)
Esto se ha logrado mediante un gran esfuerzo. Adelante, ¡sígannos! Los temas de Lahti son la inversión y la innovación. Son también las prioridades de Finlandia. El nivel de inversión en investigación y desarrollo de la Unión es totalmente insuficiente. Solo dos países han logrado los objetivos de Barcelona: uno es Finlandia, el otro Suecia. Me avergüenza la cortedad de miras de los líderes europeos. Europa se encuentra en una crisis constitucional y una impotencia espiritual al mismo tiempo. No estamos llegando al nivel requerido en muchas áreas porque nuestra inversión en investigación se sitúa muy por debajo de la de nuestros competidores, y muy pronto el Este nos alcanzará.
A partir de este escenario científico fragmentado necesitamos construir urgentemente un espacio europeo de investigación eficiente, abierto y de alto nivel. Mediante la cooperación y la colaboración tendremos éxito. Seremos una zona en decadencia a menos que pongamos rápidamente en práctica la innovación. Por lo que respecta a la financiación de un Instituto Europeo de Tecnología, el proyecto carece de dinero y dirección. Como ponente, mi opinión es que haya innovación y transferencia de la innovación a la realización práctica; entonces nuestro nivel de vida mejorará.
Vemos a Rusia como un socio estratégico, y vamos a renovar el Acuerdo de Asociación y Cooperación. El espeluznante asesinato de la periodista Anna Politkóvskaya no encaja con la Rusia que esperamos que se convierta en un mejor socio para la Unión Europea. Ella luchó contra la corrupción y la violencia; incluso el Gobierno del país dice que lo hizo. ¿Por qué no dio protección a Anna Politkóvskaja? Todos conocían las amenazas de muerte. Esta grave cuestión debe plantearse en Lahti.
Europa se depende cada vez más de las importaciones de energía. La dependencia está creciendo a un ritmo vertiginoso. Como nuestro problema es la seguridad del suministro, y Rusia tiene un problema para encontrar buenos clientes, es decir, para asegurar acuerdos a largo plazo que puedan ayudar al país a invertir en infraestructura energética, propongo una solución con la que obtengamos un buen acuerdo y resolvamos ambas cuestiones al mismo tiempo. De ese modo, los mercados se abrirán tanto en Rusia como en la Unión Europea conforme a las mismas reglas; es decir, se ratificará un acuerdo energético en el mismo paquete. De este modo crearemos seguridad energética para ambas partes y, desde luego, sobre todo para nosotros.
Satu Hassi (Verts/ALE). – (FI) Señorías, no debemos permitir que los recursos energéticos de Rusia y nuestro deseo de asegurar las entregas de petróleo y gas nublen nuestra visión al afrontar el deterioro del estado de la democracia y los derechos civiles en Rusia. La sociedad civil se halla en una situación desesperada. Tras el asesinato de Anna Politkóvskaya, esto debe estar por fin claro para todos.
Las violaciones de los derechos humanos, los asaltos e incluso asesinatos no solo afectan a la oposición política, sino también a las nacionalidades minoritarias, que existen en Rusia por docenas. La nación Mari es una de ellas y el Parlamento Europeo ha examinado las atrocidades que ha sufrido.
Los conflictos relacionados con las nacionalidades también están conectados con el asesinato de Anna Politkóvskaya. Ella fue asesinada porque dijo la verdad sobre lo que está pasando en Chechenia.
El mismo día después del asesinato, miles de finlandeses se congregaron frente a la embajada rusa para una manifestación con velas encendidas, cuya magnitud nunca se había visto antes. Espero que el Gobierno finlandés, como país anfitrión de la Presidencia del Consejo de Ministros de la UE, exprese a Rusia con igual claridad su consternación y la preocupación que siente. Los derechos humanos deben ser el eje central de las relaciones de Rusia.
Nils Lundgren (IND/DEM), por escrito. – (SV) Señora Presidenta, la Cumbre de Lahti que se celebrará la próxima semana abordará la cuestión de una política energética común. Este es otro ejemplo de la firmeza de propósito con la que, con fines que únicamente tienen que ver con el poder político, la clase política explota múltiples problemas sociales con el fin de promover las posiciones de la Unión Europea. En realidad, existen muy pocas razones para dirigir la política energética a nivel de la Unión Europea.
Nos encontramos en un momento de la historia en el que empieza a quedar claro que las emisiones de gases de efecto invernadero que resultan de la combustión de carbono e hidrocarburos están provocando cambios climáticos. Tenemos que encontrar modos de resolver esta situación. Pero nadie con una posición de poder en la Unión Europea puede decidir qué tipos de energía debemos escoger a fin de garantizar un suministro energético sostenible para el futuro. Es más, las necesidades de los distintos países varían mucho. Algunos países tienen el mayor interés posible por encontrar métodos de separar y almacenar dióxido de carbono de la combustión de carbón y petróleo. Algunos países están dispuestos a permitirse depender del gas natural de Rusia, mientras otros prefieren depositar sus esperanzas en la energía nuclear, la energía hidráulica, la energía eólica y la de las olas, la biomasa o la energía geotérmica. Existen varios modos mediante los cuales se puede reducir el consumo energético. Al hacerlo, los países deben ser libres de experimentar y probar varios caminos. El progreso sucede mediante este tipo de competencia institucional entre países. La idea de que la Unión Europea prescribiera la cantidad de cada tipo de energía que se iba a utilizar es una noción absurda y peligrosa para el futuro de Europa.
Struan Stevenson (PPE-DE). – (EN) Señora Presidenta, me alegra mucho que la Presidenta en ejercicio haya confirmado que los debates en Lahti se centrarán en toda la cuestión de la energía. Al igual que el orador que me ha precedido, el señor Lundgren, espero que el cambio climático sea también una parte central de estos debates.
La protección de los ciudadanos y de su medio ambiente debe situarse en el centro de la política energética. El cambio climático y sus posibles repercusiones, la contaminación atmosférica en las ciudades, el deterioro del entorno urbano y las demás alteraciones de la contaminación que conocemos tienen un fuerte impacto en nuestros ciudadanos y en sus vidas diarias desde los ámbitos económico, social y de salud.
Sabemos que el planeta está ahora 0,6 ºC más caliente de lo que estaba hace cien años. Sabemos que hasta 2020 nuestro medio ambiente se habrá calentado 0,8 ºC más. El calentamiento del planeta provocará condiciones atmosféricas extraordinarias como tormentas, aumento de las lluvias e inundaciones. Escuchamos a los expertos decir que los niveles de agua podrían subir hasta un metro. Si esto sucede, países como Bangladesh y, más cerca de casa, los Países Bajos se enfrentarían a una catástrofe. Vean la importancia de todo esto. El invierno pasado fuimos testigos de una crisis en Ucrania –que experimentará otra crisis esta tarde cuando jueguen al fútbol con Escocia– y vimos la primera interrupción de nuestros suministros de gas en 40 años.
Recibimos el 22 % de nuestro gas de Rusia, y esta es una posición peligrosa para la UE porque, después de la crisis del año pasado, descubrimos que algunos de los nuevos Estados miembros solo tenían reservas para 24 horas de suministro. Como ha dicho el señor Barroso sobre el tema de la inmigración, en lo referente a la energía no podemos continuar con 25 políticas energéticas dispares y completamente separadas, que además pronto serán 27. Debemos centralizar y tener una política energética coherente, gestionada desde el centro.
(Aplausos)
Martine Roure (PSE). – (FR) Señora Presidenta, señora Presidenta en ejercicio del Consejo, señor Presidente de la Comisión, las cumbres más recientes de Tampere y Luxemburgo volvieron a poner de manifiesto los límites de la política europea de inmigración y los límites de la solidaridad entre los Gobiernos europeos. Por ello, esperamos que en Lahti pueda abordar, como mínimo, los motivos subyacentes de la inmigración.
Si queremos que llegue menos gente a nuestras fronteras meridionales, la respuesta no es ni será nunca incrementar las patrullas y acelerar los vuelos de vuelta. He conocido a estos solicitantes de inmigración: todas las esperanzas de su familia y de su poblado están puestas en ellos, y algunos prefieren morir a fracasar. Por lo tanto, la lucha contra la inmigración ilegal no significa condenar a estas víctimas enviándolas de vuelta a un destino del que intentaban escapar; significa descubrir a las personas que organizan el tráfico, que engañan a la gente ofreciéndole perspectivas de un futuro mejor en Europa y detectar a quienes los explotan en Europa.
¿No deberíamos también hacer más flexible la política europea de visados? Ese es el modo de luchar contra las actividades clandestinas. Si es verdad que necesitamos trabajadores, necesitamos personas con derechos, no esclavos. Tenemos que aceptar que puede que las regularizaciones sean necesarias para luchar contra los explotadores. El tráfico de seres humanos solo puede combatirse de manera eficaz si tomamos medidas contra el empleo no declarado y la explotación de inmigrantes en nuestros países.
También tenemos que admitir que hemos estado pagando por África durante mucho tiempo, tenemos que admitir que nuestras políticas de codesarrollo no han sido justas, y tenemos que permitir el desarrollo a gran escala de los países pobres. Hasta ahora, a Europa le ha bastado con realizar declaraciones de buenas intenciones. Tenemos que invertir masivamente en estos países, y también ayudar a la creación de servicios públicos que sean accesibles para todos y de compañías que paguen a sus empleados de manera justa, que hay que decir que no es el caso actualmente. A menudo los trabajadores son explotados por las compañías europeas en su propio país, y repito que eso es algo que no nos debe dar miedo decir.
Por último, nuestros Estados miembros tienen que darse cuenta de que debemos trabajar juntos y de que no podremos alcanzar nada si nos limitamos a nosotros mismos. Vayamos más allá de nuestro egoísmo nacional, que nos lleva con el camino directo al desastre.
Nigel Farage (IND/DEM). – (EN) Señora Presidenta, bueno, aquí estamos de nuevo: otra Cumbre de Jefes de Estado, otro debate sobre nuestra competitividad, o, debería decir, nuestra falta de competitividad, y otra absoluta pérdida de tiempo. ¿Ya hemos estado antes aquí, verdad? ¿Recuerdan, en marzo de 2000, la Agenda de Lisboa? Estaba aquí sentado y escuché ese maravilloso discurso de que la UE iba a convertirse en la economía basada en el conocimiento más competitiva y dinámica del mundo para 2010. ¿No está funcionando muy bien, verdad, señor Barroso? No creo que logre esas metas en el transcurso de los próximos tres años y medio.
Y después lo escuchamos el verano pasado, cuando el señor Blair vino a esta Cámara. Se levantó y nos dijo que debíamos hacer frente al desafío de la globalización y solo podíamos hacerlo si Europa se volvía competitiva, si empezábamos a invertir más dinero en investigación y desarrollo. Y, por supuesto, otra vez, no ha pasado nada. Si realmente quieren mejorar la competitividad, lo que deben hacer este fin de semana es revisar las 91 000 páginas de texto apretado que conforman el acervo legislativo comunitario y deshacerse de una parte sustancial del mismo. Si de verdad desean que Europa sea competitiva, si de verdad quieren insertarse en el mundo moderno, eso es lo que deben hacer.
Me divierte que Dinamarca sea el estudio económico para el fin de semana. Si entiendo bien, es porque ha logrado la tasa de empleo más elevada de la Unión Europea. Me pregunto si será porque tiene su propia moneda y es capaz de gestionar su propia política fiscal y monetaria. De hecho, las cifras de desempleo fuera de la zona del euro equivalen a la mitad de las de dentro de esa zona. La conclusión real de este fin de semana, por tanto, es que debemos hacer mucho menos en el plano europeo, porque todo lo que toca la UE se convierte en un desastre.
Bogdan Klich (PPE-DE). – (PL) Señora Presidenta, la reunión entre nuestros líderes y el Presidente Putin será una oportunidad para plantear la cuestión de la seguridad del suministro energético y expresar nuestra extrema preocupación –repito, extrema– por el Estado de la democracia rusa y el respeto por los derechos humanos.
Con demasiada frecuencia, nuestros políticos han enterrado la cabeza en la arena, y con demasiada frecuencia han aceptado explicaciones sin sentido por parte de Rusia hasta que finalmente la conciencia del periodismo ruso, Anna Politkóvskaya, ha sido brutalmente asesinada de varios disparos en la cabeza, como ocurrió anteriormente con Galina Starovoytova. Estas dos víctimas marcan el principio y el final del proceso de retirada de la democracia en Rusia. La muerte de la señora Starovoytova en 1998 marcó el principio de la retirada de las normas democráticas en ese país, porque era una figura simbólica, líder de los demócratas de San Petersburgo. El asesinato de la señora Politkóvskaya es un golpe a lo que queda de la prensa libre en Rusia. Quienquiera que ordenara el asesinato sabía que la víctima era una persona de carácter firme, un símbolo de veracidad y de periodismo independiente.
No conocí personalmente a Anna Politkóvskaya, aunque tuve el placer de trabajar con Galina Starovoytova, y siempre admiré su valentía. Por este motivo, en vista de su sacrificio, y antes de que sintamos los efectos del cese de la democracia en Rusia en nuestra propia carne, hago un llamamiento para que el respeto de los derechos humanos y las libertades civiles en Rusia sea una condición para proseguir el diálogo político con ese país.
Edite Estrela (PSE). – (PT) Señora Presidenta, hay algunas cuestiones muy importantes en la agenda de Lahti, como son la política energética, la inmigración ilegal, la competitividad y la innovación. No obstante, es inevitable que la cuestión de la libertad de prensa también se vaya a abordar. La democracia, la libertad y los derechos humanos representan cuestiones fundamentales en una cumbre tan importante como esta, a la que asistirá el Presidente Putin en un momento en el que el asesinato de la periodista rusa Anna Politkóvskaya está presente en nuestra mente.
El Consejo Europeo debe instar al Presidente Putin a que lleve ante la justicia a los autores de este terrible delito. En un momento en el que Europa se enfrenta a los efectos del cambio climático y al aumento del precio del petróleo, la eficiencia energética debe reforzarse con carácter urgente. Además, debe reducirse la dependencia de los combustibles fósiles para ayudar a la economía, el medio ambiente y la calidad de vida de los ciudadanos europeos.
La Unión Europea debe diversificar las fuentes y los proveedores de su energía, y debe priorizar la energía renovable para que haga honor a las obligaciones que se derivan del Protocolo de Kyoto. La idea de una innovación ligada a la competitividad tiene sentido para la Presidencia finlandesa y para mi país, Portugal. Encauzar la innovación para impulsar la competitividad es uno de los enfoques de la Estrategia de Lisboa presentado por la Presidencia portuguesa en el año 2000.
Hace algunos días, con ocasión de la primera reunión de coordinadores nacionales de la Agenda de Lisboa, se presentaron ocho ejemplos de mejores prácticas, seleccionados por las autoridades europeas. Portugal merece elogios por el proyecto «Empresa en una hora».
PRESIDENCIA DEL SR. OUZKÝ Vicepresidente
Gunnar Hökmark (PPE-DE). – (EN) Señor Presidente, el asesinato de Anna Politkóvskaya es una triple tragedia. Es una tragedia personal –para su familia–, pero también es una tragedia para la sociedad rusa, porque es señal de un fenómeno emergente en ese extenso país, y es una tragedia para la democracia, porque ha desaparecido un elemento democrático importante de Rusia. Se ha descendido un escalón más en la escalera que está debilitando la democracia en ese país.
Se ha dicho antes en esta Cámara que debemos ser realistas sobre la democracia en Rusia. No sé lo que el orador quiere decir realmente, pero seamos realistas de verdad sobre la democracia en Rusia: si no defendemos la democracia en Rusia, abandonaremos a personas como Anna Politkóvskaya y a otros miles. Si no defendemos la democracia y el Estado de Derecho en Rusia, no robusteceremos las fuerzas rusas que pueden hacer de Rusia un país mejor y un socio mejor. No defender la democracia no hará de Rusia un socio mejor en política energética ni en ningún otro sector.
(Aplausos)
No pedir democracia y Estado de Derecho no hace de Rusia una sociedad mejor. Rusia solo será un socio energético creíble cuando la democracia sea más fuerte y se estabilice el Estado de Derecho. Esto es lo que significa ser realista sobre la democracia en Rusia, y hay que decirlo hoy en esta Cámara.
Señor Barroso, algunas de las competencias que tenemos en la Unión Europea –el mercado interior para la política energética, las redes transeuropeas, las normas de competencia y la política comercial– son los instrumentos que debemos usar no solo en relación con Rusia, sino también con otras partes del mundo. Son la mejor base para la futura política energética de la Unión Europea. Usémoslas y vayamos adelante paso a paso.
Józef Pinior (PSE). – (PL) Señor Presidente, la Unión Europea debe hacer frente a los retos políticos, económicos y culturales de tiempos recientes. En primer lugar, ha llegado el momento de definir una política energética europea formada por medidas de la envergadura de la política europea sobre la industria pesada tras la II Guerra Mundial. En segundo lugar, la Unión Europea debe proporcionar una respuesta unificada a los problemas de la inmigración ilegal masiva de personas de todo el mundo, lo cual tiene una repercusión considerable en algunos países. Por último, tenemos que lograr un verdadero avance en el desarrollo de la investigación científica, las nuevas tecnologías, la competitividad y la innovación económica en el seno de los Estados miembros. Actualmente, en Europa necesitamos valentía, visión y una estrategia que mire hacia el futuro. Necesitamos profundizar en la integración y lograr una política verdaderamente común y unificada en estos tres ámbitos.
Quiero expresar mi satisfacción por el hecho de que se invitara al Presidente Putin a la cumbre de Lahti y por los esfuerzos por forjar una asociación estratégica con Rusia. No obstante, al mismo tiempo, nuestro acuerdo con Rusia no debe perseguirse a costa de tolerar las violaciones de los derechos humanos y de la libertad de los medios de comunicación. Rusia es tierra de inconmensurable riqueza mineral, pero sobre todo es una tierra de personas como la asesinada periodista Anna Politkóvskaya, una periodista cuyo coraje y honradez son un símbolo de la Rusia cívica y cuyas actividades deben convertirse en símbolo e inspiración para toda Europa.
Othmar Karas (PPE-DE). – (DE) Señor Presidente, Señorías, considero el debate de hoy una experiencia solemne por una parte, pero también un refuerzo y un soplo de aire fresco por otra. Muchos de los que han intervenido en él han planteado análisis de hechos, han establecido los objetivos adecuados y han informado de verdades implacables, pero ¿ahora qué? ¿Qué medidas vamos a tomar ahora? La confianza no se construye simplemente con el análisis, sino con la acción.
Hay tres mensajes que quiero comunicar al Presidente del Consejo para que los transmita en la Cumbre. El primero es que si nos ha escuchado habrá oído que le hemos dicho que no celebre sus conversaciones con Vladimir Putin como si no pasara nada, y que tampoco reduzca la cumbre a una reunión sobre política energética, sino que también hable de todo lo que se ha mencionado hoy. En segundo lugar, le instamos a que nos plantee un calendario que detalle cuándo podremos disfrutar del mercado interior energético en la Unión Europea del que ha hablado el señor Barroso, y en tercer lugar, queremos que nos dé la fecha en la que la Unión Europea se convertirá en espacio de investigación.
Volviendo a la política energética, la asociación con Rusia es únicamente una parte de la política energética que necesita Europa. Nuestra prioridad es lograr una mayor independencia en términos energéticos. Sobre todo, estamos a favor de dar prioridad a la investigación sobre la reducción del consumo energético y la creación de fuentes de energía renovable, y esa es nuestra gran contribución a una mayor innovación. Le instamos a que facilite la participación de las pequeñas y medianas empresas en la innovación y permita que sus representantes participen en el diálogo a tres bandas.
No olvide cómo comenzó este año con la reducción del suministro de gas a Ucrania, ni que el acontecimiento importante más reciente en Rusia fue el asesinato de una periodista crítica, que atrajo más atención pública que los muchos asesinatos similares que le precedieron.
Malcolm Harbour (PPE-DE). – (EN) Quiero centrar mis comentarios en uno de los temas de la cumbre: la innovación. Me doy cuenta de que no muchos oradores han hablado de ella hoy. Quiero alentar a la Presidenta en ejercicio y al Presidente Barroso a que se aseguren de que esto se mantenga en el centro de los debates. Como ha señalado usted, Presidente Barroso, no podría haber un mejor lugar que Finlandia para celebrar este debate.
Me complace que en sus dos intervenciones hayan hablado ustedes de la principal competencia que proviene de China, la India y las demás economías asiáticas. Debemos empezar a mirar afuera y a basarnos en los puntos fuertes reales de nuestra tecnología. Una de las cosas que les insto especialmente a fomentar en su cumbre, a la que deben comprometerse los líderes europeos, es la activación y utilización del poder de las autoridades públicas. Están gastando miles de millones de euros del dinero público en el desarrollo de nuevos servicios, pero no creo que muchos de ellos estén pensando en cómo usan ese dinero para generar innovación e impulsar los nuevos productos y servicios que la industria y las empresas europeas están dispuestas a proporcionar.
Tomemos a Nokia como un buen ejemplo, ya que, durante la cumbre, van a estar en Finlandia, la sede de Nokia. Redes inalámbricas, innovación inalámbrica, servicios inalámbricos: este es el tipo de cosas que debemos desarrollar en bien de la salud, de la educación, de la calidad de los servicios públicos, de la transformación de la calidad de la experiencia que tienen los ciudadanos al relacionarse con nosotros. Esto es lo que quisiera que graben a fuego en su orden del día con los líderes europeos, porque si podemos lograr esto avanzaremos de verdad. Sabemos que otros países lo están haciendo, particularmente los Estados Unidos.
En conclusión, me doy cuenta, Presidente Barroso, que vemos su Instituto Europeo de Tecnología en el programa de trabajo. Espero que nos convenza de que es una inversión que vale la pena. Yo no estoy todavía convencido, porque creo que muchas universidades ya están haciendo lo que usted quiere hacer, y es un montón de dinero.
Pongamos la innovación en el centro de lo que hagamos en la cumbre, y espero que le den la importancia que merece.
Jerzy Buzek (PPE-DE). – (PL) Señor Presidente, estoy totalmente de acuerdo con las afirmaciones de mis colegas del Grupo del Partido Popular Europeo (Demócrata-Cristianos) y de los Demócratas Europeos sobre la situación de la democracia en Rusia, y no quiero repetir sus argumentos, que apoyo plenamente. Quiero plantear otras dos cuestiones, y felicitar a la Presidencia finlandesa por preparar dos asuntos para la cumbre informal de Lahti, la energía y la innovación. Con respecto a la energía, necesitamos una política común, tanto en el seno de la Unión Europea, para establecer un mercado energético común, como fuera de ella, por ejemplo, negociaciones europeas conjuntas con los socios que suministran nuestro petróleo y nuestro gas. Eso es extremadamente importante. Necesitamos garantizar que no se repita la situación en la que las negociaciones de un Estado miembro, por ejemplo, respecto a los suministros de petróleo o gas de Rusia, sitúen a otros Estados miembros en una posición extremadamente desfavorable.
Es muy importante que enfoquemos nuestra política energética común de esta manera: será un gran paso hacia la creación de una política exterior común. No obstante, hay otro aspecto de nuestra política exterior en cuanto a la energía: los gasoductos de Ucrania están en mal estado de reparación, y son la última ruta de suministro energético del Este que es independiente de Gazprom. Es importante que invirtamos en estos gasoductos, y que hagamos todo lo posible por garantizar los fondos necesarios para realizar dicha inversión.
Con respecto a la cuestión de la innovación, quiero plantear tres puntos. En primer lugar, necesitamos una política económica responsable en la que sea la industria la que adopte la innovación, que no tenemos en nuestro continente. Y eso implica una estrategia económica. El segundo punto es la cuestión de una patente europea: necesitamos nuestra propia patente europea. En tercer lugar, creo que necesitamos un Instituto Europeo de Tecnología que sirva a la innovación. Personalmente, apoyo la idea del señor Barroso, y creo que ahora por fin tenemos la oportunidad de arreglar las cosas.
Andreas Schwab (PPE-DE). – (DE) Señor Presidente, señor Presidente de la Comisión, señora Lehtomäki, acojo con gran satisfacción la comunicación sobre innovación que la Comisión va a publicar la próxima semana. Representa uno de los primeros intentos serios de elaborar una estrategia de la Unión Europea para posicionar a Europa en el contexto de la globalización, por lo que creo que será el asunto más importante de la agenda de la cumbre informal de Lahti.
La innovación es especialmente característica de las pequeñas y medianas empresas, y la comunicación tiene en cuenta este aspecto. Como ha dicho el Ministro, la innovación exige normas europeas, y hay muchos ámbitos en los que todavía queda mucho por hacer en ese frente. Para que eso ocurra, necesitamos –como usted mismo ha dicho, señor Presidente de la Comisión– gastar más en investigación y realizar más inversiones. Por mucho que celebre el buen ejemplo de Finlandia, también tengo que señalar que mi región, Baden-Württemberg, gasta el 3,6 % de su producto interior bruto anual en investigación y desarrollo, que es mucho más de lo que gastan los Estados Unidos o Japón.
También necesitamos más confianza en nuestras propias capacidades, y este es el centro de esta comunicación. Tenemos que decir más de lo que en Europa podremos lograr, juntos, una vez se hayan revisado nuestras estructuras, incluso en un mundo globalizado. Tenemos un mercado interior extraordinario, que –aunque tenemos que seguir ampliándolo– nos ofrece protección. Necesitamos más confianza en nuestras negociaciones con Rusia y China, pero también necesitamos saber dónde tenemos que realizar reformas, en de la Unión Europea, para seguir siendo competitivos, y la estrategia de innovación ofrece una base excelente a este respecto.
También se ha dicho que se necesita un enfoque más innovador para la concesión de contratos públicos, y se han dado ejemplos de lo que esto significa. Todo esto ya se está haciendo en mi región. Considero que hay posibilidades excelentes para situar a Europa en una posición mejor para hacer frente a la globalización, y también creo que esta cumbre informal de Lahti debe ayudar a desarrollar –quizás el año que viene– una estrategia de globalización para la Unión Europea que nos permita convencer al público de que esta nuestra Europa tiene una posibilidad en un mundo globalizado.
Vytautas Landsbergis (PPE-DE). – (LT) Señor Presidente, aquí en Bruselas debemos ser claros cuando hablamos de Lahti. El comienzo de la sesión de hoy ha puesto de manifiesto lo polarizados y poco unidos que estamos, y lo fácilmente que se nos maneja. El Parlamento Europeo pareció incapaz de reaccionar de manera inmediata, con un documento conjunto, a un delito terrible ocurrido en Moscú, para no molestar al presidente ruso, que viajaba por Europa. Esto es simplemente otra indicación de que la Unión Europea no tiene su propia política europea con respecto a Rusia, y que en Europa simplemente seguimos una política prorrusa a este respecto. Camelarse a los líderes no le hace ningún favor a Rusia si alguien todavía cree que Rusia podría convertirse en un país europeo en lugar de que Europa se convierta en un apéndice político de la Rusia no democrática.
Estamos hablando únicamente de la estrategia energética común de Europa, pero estamos cerrando los ojos al hecho de que Rusia nunca permitirá que esto ocurra, puesto que ya tiene su caballo de Troya en el corazón de Europa. Aquellos que apoyan al señor Schroeder y a otros que sufren de ceguera política seguirán destruyendo una Europa unida.
Lamentablemente, en el Parlamento solo tenemos una opción, que es hablar abiertamente de la rendición moral deliberada de los europeos influyentes. El presidente ruso está siendo totalmente abierto al decir que los valores europeos no son apropiados para su Rusia y su régimen. Según los políticos rusos, Europa puede ir despidiéndose de su Carta Energética junto con la Carta de Derechos Humanos, puesto que Europa firmará igualmente cualquier cosa que dicte Rusia. Esto se manifestó en Sochi y en otras ocasiones. Esa es la verdadera asociación y el espacio común. Ese es el espacio común en el que se asesinan periodistas y ni siquiera nos atrevemos a cuestionar si este espacio común es para nosotros. No obstante, Corea del Norte e Iraq nos irritan, en lugar de reconocer sencillamente que los dos botones, el de Teherán y el de Pyongyang, los está apretando la misma persona desde algún lugar entre los dos países.
Al menos deberíamos intentar entender que Anna Politkóvskaya, la última periodista valiente, no solo fue asesinada por la Rusia de Putin, sino también por la Europa conformista.
(Aplausos)
Bogusław Sonik (PPE-DE). – (PL) Señor Presidente, es increíble que el camino hacia la libertad civil y el respeto por los derechos humanos tenga que pavimentarse con el asesinato de personas inocentes.
Hoy estamos debatiendo el asesinato de la señora Politkóvskaya, la mujer que expuso resueltamente los crímenes cometidos contra el pueblo checheno por parte de los rusos. Pero recordemos que antes que ella, otros perdieron sus vidas en la lucha contra los dictadores, por ejemplo el periodista ucranio señor Gongadze o el periodista libanés señor Kassir. En estos casos, ¿hizo el Estado todo lo posible para proteger a aquellos que revelaron la relación entre estructuras públicas y delincuentes? ¿O el odio por su comportamiento intransigente y sus escritos lo llevaron a cerrar los ojos, a lavarse las manos como Pilatos, a la indiferencia del Estado con respecto a su destino y a la amenaza de muerte que blandía sobre sus cabezas?
Rusia siempre ha contado con grandes figuras que han nadado contra la corriente de la dictadura y han arriesgado sus vidas para revelar los crímenes e iniquidades de sus Gobiernos. Tan solo tenemos que pensar en nombres como Kravchenko, Bukovsky, Sajarov o Solshenitsyn. Como ciudadanos del mundo libre, ¿deberíamos abandonar siempre a estas personas a su suerte? No. A la señora Politkóvskaya no la apoyamos lo suficiente durante su vida. Hagámoslo después de su muerte.
Creo que la investigación de este delito debería realizarse bajo supervisión internacional, como ocurrió en el caso del asesinato del Primer Ministro del Líbano, Rafik Hariri. No puedo imaginarme a la Unión Europea firmando un acuerdo de cooperación con Moscú sin que se investigue este crimen y sin que se lleve a juicio a aquellos que lo ordenaron y que lo llevaron a cabo. La Unión Europea debe dar prioridad a los compromisos con la libertad y los derechos civiles y humanos o a los intereses económicos y energéticos.
Señor Presidente, ha llegado la hora de la verdad. Debemos ser intransigentes. Se lo debemos a la periodista asesinada.
Simon Busuttil (PPE-DE). – (MT) Señor Presidente, espero que la cumbre de la próxima semana debata la carta que enviaron a la Presidencia finlandesa nada menos que ocho Jefes de Gobierno, que le escribieron sobre la inmigración ilegal. Aunque el verano ha terminado, y ahora se espera que la oleada concluya, es bien sabido que hemos sufrido una crisis, y que sigue ahí. Si seguimos de brazos cruzados, el año próximo nos enfrentaremos a problemas todavía mayores. Debo decir que durante los últimos días hemos comprobado los primeros pasos concretos de nuestro intento por convencer a los países europeos de que atajen el problema de la inmigración ilegal al unísono. En primer lugar, la semana pasada se produjo el comienzo de patrullas en el Mediterráneo. Veo que el señor Frattini está aquí, y quiero reconocer su papel. Espero que estas patrullas mediterráneas envíen un mensaje claro al respecto de que el Mediterráneo no es un mar abierto, libre para todos, donde el crimen organizado envía inmigrantes a Europa sin obstáculos. En segundo lugar, celebramos una votación en la Comisión de Presupuestos para incrementar sustancialmente el presupuesto para la Agencia Frontex en casi 35 millones de euros, de modo que pueda reforzar sus operaciones en nuestras fronteras exteriores. Espero que el Consejo esté dispuesto a apoyarnos, en lugar de reducir el presupuesto de Frontex, como ya ha intentado hacer. ¿Cómo puede decir el Consejo seriamente que está dirigiendo la lucha contra la inmigración ilegal si al mismo tiempo permite que los Gobiernos europeos actúen de manera tacaña intentando reducir el presupuesto en este ámbito en lugar de aumentarlo? En tercer lugar, parece que esta semana se llegará a un acuerdo sobre los cuatro fondos europeos relacionados con la inmigración, que comenzarán a funcionar el próximo mes de enero. Me satisface la adopción de medidas como la cláusula de emergencia, que permite que la Unión Europea amplíe la ayuda financiera inmediata en situaciones de emergencia. Queda mucho por hacer si queremos que la gente se dé cuenta de que Europa está considerando sus sentimientos acerca de la inmigración ilegal. El Parlamento se ha manifestado, y también lo ha hecho la Comisión. Ahora se espera que el Consejo haga lo que le corresponde. Gracias.
Alexander Stubb (PPE-DE). – (EN) Señor Presidente, escuchando los aplausos de la peña futbolística del señor Landsbergis, espero que la peña de hinchas de la selección finlandesa en un Estado europeo llamado Kazajstán sea tan fuerte como la suya, porque llevamos ya 25 minutos de partido y el marcador sigue estando 0-0, así que necesitamos un poco de ayuda.
En primer lugar, apoyo la Presidencia finlandesa y su programa para Lahti. Con respecto a la energía exterior, ya saben lo que tienen que hacer: deben dar las gracias al señor Putin por el hecho de que figure en el orden del día, porque el año pasado por esta época estaba estrangulando las tuberías ucranias y esa es la razón por la que en realidad estamos hablando de ello en Lahti. Por ello, hagan el favor de darle las gracias cuando llegue.
En segundo lugar, con respecto a la innovación, esto no es un bazar, pero la verdad es que nosotros gastamos 4 000 millones de euros al año en innovación e investigación y desarrollo. Esto es menos de lo que Nokia gasta al año en investigación y desarrollo. Espero que esto haga pensar a los líderes del Consejo Europeo.
Mi tercer punto se refiere a las relaciones UE-Rusia. Es divertido escuchar el debate de esta Cámara, aparte del caso de asesinato, por supuesto. A veces me parece que somos mucho más rápidos a la hora de criticar a los Estados Unidos que a Rusia, y quizás en el último caso debemos tratar con Rusia como una superpotencia muy parecida a los Estados Unidos.
Quiero ofrecer todo mi apoyo al Presidente de la Comisión para el IET. Creo que existen muchos malentendidos sobre el concepto. Es una red que pienso que funcionaría bastante bien. Todos estamos de acuerdo en el problema, ahora se trata de cómo vamos a encontrar una solución. Creo que necesitamos asociaciones entre el sector público y el privado, semejantes al MIT en los Estados Unidos. En este sentido, espero que su iniciativa prospere.
Finalmente, el problema con los Consejos Europeos informales es que normalmente se logran muy pocas cosas prácticas. Señora Presidenta en ejercicio, si sale de la reunión con tres cosas, pienso que habrá sido un éxito. Uno: luz verde para el IET; dos: algún tipo de legislación sobre patentes, o al menos la promesa de tenerla; y tres: una política energética común. Si no consigue estos resultados, creo que los futuros Consejos Europeos informales estarán tan vacíos como lo está hoy esta Cámara.
Paula Lehtomäki, Presidenta en ejercicio del Consejo. (EN) Señor Presidente, quiero dar las gracias al Parlamento Europeo por su valiosa aportación en este debate de hoy. Puedo asegurarles que transmitiré el mensaje al Primer Ministro para que lo tenga en cuenta al preparar la Cumbre de Lahti.
Es cierto que la innovación y la competitividad están en el programa europeo desde hace algún tiempo, pero nuestro objetivo ahora es pasar de las palabras a los hechos, o al menos abrir la puerta para seguir adelante. Lo que necesitamos ahora realmente es actuar.
En el marco de la asociación estratégica que tenemos con Rusia podremos debatir y debatiremos todos los asuntos. Estoy segura de que los puntos cruciales que han planteado sus Señorías en este debate también se abordarán durante las reuniones. Me complace mucho que tengan la oportunidad de continuar el debate sobre los resultados de la Cumbre de Lahti con el Primer Ministro de Finlandia a finales de este mes, el 25 de octubre, en Estrasburgo. Muchas gracias y espero con interés obtener algunos resultados en la Cumbre de Lahti.
José Manuel Barroso, Presidente de la Comisión. (EN) Señor Presidente, en primer lugar quiero indicar que acojo con satisfacción el amplio apoyo que se ha prestado al plan de innovación, al instituto europeo de tecnología, a una política energética común y a una política de inmigración europea. Pero permítanme decirles que debemos hacer llegar este mensaje fuera de esta sala, porque, como algunos de ustedes han dicho, todavía existen algunos malentendidos.
Permítanme citar el IET. Es interesante que todos estén de acuerdo en que en Europa no estamos haciendo lo suficiente en materia de innovación; no existen suficientes vínculos entre las universidades y los centros de investigación y el mundo de la economía, las empresas y los proyectos prácticos. Pero cuando surge una idea de cambiar esa situación, inmediatamente se produce una resistencia. Es increíble. Entonces todo el mundo dice: «pero si tenemos excelentes universidades». Por supuesto, tenemos excelentes universidades. Pero si tenemos excelentes universidades, ¿por qué vamos a la zaga de los estadounidenses y de otros? Algo falla. El statu quo no es una opción. No podemos seguir como si no pasara nada.
Sé que tenemos excelentes universidades. Las universidades se crearon en Europa. Son una creación europea, pero no estamos beneficiándonos de todas las ventajas o del pleno potencial de nuestra dimensión europea. Seamos sinceros: algunas de nuestras universidades son todavía muy corporativistas, muy cerradas. Necesitamos una dimensión europea. Ni siquiera los Estados miembros más grandes tienen la dimensión necesaria para fomentar la cultura global que necesitamos ahora para hacer frente a los desafíos de este siglo XXI. Por ello, la idea es crear una red. No es una enorme institución burocrática; está basada en una red y se asienta en los principios de excelencia, en lo que están haciendo todas las excelentes universidades y los excelentes centros de investigación, pero con la intención de conectar las empresas con la investigación para promover la innovación.
En la Comisión me he reunido con los dirigentes de las empresas europeas más importantes que están impulsando la investigación en el mundo. He recibido un decidido apoyo para la idea y podría nombrar a algunas de estas empresas. Dos de estos dirigentes de empresas europeas venían de los Estados Unidos y me dijeron en la reunión que su mayor impresión cuando llegaron a Europa fue descubrir que, a diferencia de los Estados Unidos, donde tienen instituciones comunes para todos los Estados Unidos, en Europa no tenemos eso. Así fue hasta ahora y finalmente estamos empezando con el Consejo de Investigación Europeo. Tenemos grandes instituciones para fomentar la investigación en Alemania, Gran Bretaña, Francia y Suecia. Tenemos grandes cosas, pero nos falta una dimensión europea. Nos falta una misión europea para proporcionarles las auténticas herramientas que necesitan para competir con los mejores. Por eso creo que es una gran idea. Espero que no solo reciba un apoyo general, sino que también goce de apoyo cuando pasemos a las propuestas prácticas. Por eso cuento con su apoyo cuando la próxima semana presentemos una propuesta concreta sobre el IET, y cuento con su apoyo cuando en enero presentemos un paquete energético realmente ambicioso.
El último aspecto que deseo destacar se refiere a la coherencia. La mejor forma de negociar con Rusia es desde una posición coherente y unificada. Si queremos ser creíbles al negociar asuntos con Rusia u otros socios, debemos mostrarles que somos capaces de tener una política coherente entre nosotros. No podemos negociar seriamente sobre asuntos energéticos con ellos si tenemos 25 políticas energéticas diferentes. No sería creíble, admitámoslo.
Lo primero que hay que hacer si queremos que desde fuera nos consideren creíbles es poner orden en nuestra casa y tener un enfoque común de la energía. Por supuesto, lo mismo se aplica a otros asuntos. Pero estoy plenamente de acuerdo en que la lucha contra el cambio climático es un elemento esencial de nuestra política energética y debemos recordar que la Unión Europea es un agente clave en ese campo. De hecho, estamos liderando el mundo. Puedo asegurarles que al debatir sobre este tema con nuestros amigos estadounidenses, con nuestros socios rusos, o con los chinos o los indios, siempre situamos esta cuestión en la primera línea de nuestras negociaciones. Es importante que hagamos todo lo posible, pero también lo es que impliquemos a los demás en este esfuerzo. Pero lo que todas estas cuestiones demuestran –desde la innovación hasta la inmigración, la energía, la lucha contra el cambio climático– es un sólido argumento a favor de Europa. En la era de la globalización, ni siquiera los Estados miembros más grandes tienen los medios para hacer frente a estos desafíos. Por ello, si quieren una Europa fuerte, vamos en la dirección correcta. Una Europa fuerte no es burocrática, pero tiene un enfoque común sobre estos temas.
También debemos hablar con una sola voz sobre los derechos humanos y espero que este sea el mensaje que salga de Lahti: es posible que los líderes europeos procedan de diferentes orígenes políticos e ideológicos, de situaciones nacionales diferentes, pero todos están dispuestos a construir juntos una Europa fuerte y están dispuestos a hablar con una sola voz al resto del mundo. Esto es lo que espero de Lahti.
El Presidente. El debate queda cerrado.
Declaración por escrito (artículo 142 del Reglamento)
Pedro Guerreiro (GUE/NGL). – (PT) Al margen de las importantes cuestiones internacionales, el próximo Consejo Europeo va a incluir la llamada «política de innovación», la «política energética común» propuesta y la «inmigración ilegal», cuestiones para las que se tienen que presentar todavía documentos de trabajo. Retomaremos estas cuestiones en su debido momento.
Parece ser que se han retirado dos debates del orden del día: uno trata de nuestra «capacidad de absorción» «funcional» o «asociada a la asimilación», es decir, la ampliación que incluirá a Croacia y Turquía, y el otro es la llamada reforma institucional (la composición de la Comisión y el Parlamento y el proceso de toma de decisiones del Consejo). Este debate se refiere a la fijación de las reglas del juego, que siempre imponen las principales potencias de la Unión Europea en su propio interés.
Otro debate ausente de la agenda tiene que ver con los intentos de imponer (de nuevo) la llamada «Constitución Europea», que ya ha sido rechazada. Hasta el momento, y a pesar de numerosos intentos de hacerlo, sigue habiendo desacuerdo sobre lo que se puede hacer actualmente para resucitar la «Constitución Europea» remendada o reconvertida de alguna otra manera. Sin embarbo, sus impulsores reflexionan, preparan el terreno y crean laboratorios de ideas mientras esperan las elecciones francesas, la Presidencia alemana y la presentación por esta última del (supuesto) «camino adelante».
Cuanto más indecisos estén, menos conscientes serán los trabajadores y los ciudadanos en general del verdadero significado y de los objetivos principales de la Unión Europea.