El Presidente. El siguiente punto es el informe de José Manuel García-Margallo y Marfil, en nombre de la Comisión de Asuntos Económicos y Monetarios, sobre el Informe anual sobre la zona del euro 2006 (2006/2239(INI)) (A6-0381/2006)
José Manuel García-Margallo y Marfil (PPE-DE), ponente. – Señor Presidente, es la primera vez que este Parlamento discute un informe sobre la situación económica de la zona euro y, por eso, doy a este informe una importancia singular, sobre todo cuando este debate, este análisis, que realizamos por primera vez conjuntamente, se desarrolla en un momento en el que la situación es políticamente compleja y económicamente dudosa.
Digo políticamente compleja, porque, al tratar aquí de cuestiones institucionales, no puedo ignorar que está vigente la discusión sobre qué hacemos con el Tratado Constitucional. No puedo ignorar tampoco que este informe se debate en una «era nueva» en materia de política monetaria —con tipos de interés que llevan subiendo desde hace un cierto tiempo y amenazan con seguir subiendo—, en una etapa en que estamos estrenando el Pacto de Estabilidad y Crecimiento revisado por la Comisión, y en la que, por primera vez, los Estados miembros vienen ante las instituciones europeas a rendir cuentas de qué han hecho con la Estrategia de Lisboa en sus planes nacionales de reforma.
Digo situación económica confusa, porque, si bien es cierto —y comparto el análisis de la Comisión— que la situación económica es buena, en todo caso mucho mejor de lo que era en etapas anteriores, quiero subrayar que nuestro crecimiento potencial, el 2 %, no es suficiente para absorber el desempleo europeo, para mantener el paso con nuestros competidores y para mantener nuestro nivel de vida.
Este informe se estructura, como es tradicional en esta casa, en varios epígrafes: políticas macroeconómicas, reformas, con especial énfasis en el mercado interior, y cuestiones institucionales, poniendo el acento en la coordinación de las políticas económicas y en la representación exterior.
En materia de política macroeconómica, no hay grandes novedades respecto a lo que dijimos en el debate sobre las grandes orientaciones económicas. La receta en las políticas macroeconómicas es más estabilidad, más estabilidad y más estabilidad.
En relación con la política monetaria, lo que subrayamos —subrayamos, insisto, cuestiones institucionales— es que nos gustaría más transparencia y más claridad en el Banco Central Europeo. Nos gustaría saber por qué hace lo que hace y cómo maneja y dosifica los dos pilares en los que basa sus decisiones. Por eso, pedimos la publicación de las minutas cortas en las que se expongan los argumentos en pro y en contra de una determinada decisión.
En materia de política presupuestaria, la primera constatación de este informe es que el ímpetu que ha tenido la política monetaria hasta este momento puede ir perdiendo fuelle y la antorcha debe pasar a la política presupuestaria, lo que nos lleva, como he subrayado antes, a pedirle a la Comisión que interprete de forma estricta el Pacto de Estabilidad y Crecimiento y a los Estados miembros que hagan un esfuerzo mayor para reducir su déficit —especialmente en las épocas de «vacas gordas». Pedimos también, como novedad, una mayor coordinación de los calendarios presupuestarios y de las previsiones que los Estados miembros tienen en cuenta al fijar sus escenarios presupuestarios.
No tiene sentido que en países que participan en la Unión Económica Europea haya previsiones distintas en materia del precio del petróleo, de la evolución de los tipos de interés o de la evolución de los tipos de cambio; nos gustaría que en la discusión que tenemos con los Parlamentos nacionales todos supiésemos de qué estamos hablando.
En materia de deuda pública, como es tradicional, pedimos también un esfuerzo mayor de reducción de la deuda pública, para liberar recursos y hacer frente a la Estrategia de Lisboa y a los desafíos presupuestarios que se derivarán del envejecimiento de la población. El último punto —ya repetido— es una revisión de los sistemas fiscales para favorecer la competitividad de la economía europea.
En materia de reformas, la receta es Lisboa y más Lisboa. Queremos que la opinión pública conozca cuál es el comportamiento de cada uno de los Estados miembros. Por eso, pedimos un código de conducta que permita ejercer mayor presión sobre los más retrasados y que también permita a éstos, a través de una exportación de las buenas prácticas, conocer el funcionamiento de los más listos de la clase.
En materia de mercado interior: libertad, más libertad en contra de las tentaciones proteccionistas que se han visto en los últimos tiempos; desarrollo del mercado de servicios. En definitiva, consolidación de las libertades fundamentales.
En materia de cuestiones institucionales —me quiero centrar en el mejor funcionamiento de la Unión—, pedimos un diálogo a tres —sé que al Comisario no le entusiasma la idea— entre el Consejo, la Comisión y el Parlamento, que se desarrolle trimestralmente, de forma paralela al diálogo que tenemos con el Banco Central Europeo.
Pedimos, para facilitar este diálogo, que el Eurogrupo haga una hoja de ruta que indique hacia dónde se dirige la zona euro en los próximos dos años. Le pedimos a la Comisión que en los informes sucesivos a éste nos dé un conjunto de herramientas más preciso para favorecer el diálogo e invitamos al Comisario y al Consejo a reunirse con nosotros trimestralmente.
En materia de representación exterior se constata que ésta no es coherente con el peso internacional del euro. Nos felicitamos por que los Estados miembros hayan actuado con una voz única en Singapur, con ocasión de las reuniones de las instituciones internacionales, y pedimos más coordinación y un esfuerzo de imaginación para contar con una representación única de los Estados miembros en el Fondo Monetario Internacional, en el Banco Mundial y en las demás instituciones internacionales.
Agradezco a todos los ponente alternativos y a todos los compañeros el esfuerzo que han hecho.
PRZEWODNICZY: JANUSZ ONYSZKIEWICZ Wiceprzewodniczący
Joaquín Almunia, miembro de la Comisión. Señor Presidente, Señorías, quiero agradecer, en primer lugar, al señor García-Margallo y a la Comisión de Asuntos Económicos y Monetarios de esta Cámara el interés demostrado en analizar este primer Informe anual de la Comisión sobre la zona euro, cuyo principal objetivo es fomentar el diálogo y el debate entre nuestras dos instituciones con el fin de identificar las actuaciones prioritarias que permitan mejorar el funcionamiento de la zona en su conjunto.
Desde que tuve la ocasión de presentar este informe ante la Comisión ECON el pasado mes de julio hasta hoy, las previsiones de crecimiento de la zona euro para este año y los dos siguientes han mejorado significativamente. La semana pasada presenté nuestras previsiones de otoño, que se pueden resumir diciendo que todos los indicadores económicos apuntan en la buena dirección: crecimiento económico al alza —el mayor en la zona euro desde el principio de la década—, desempleo a la baja, inflación estable y clara reducción de los déficits públicos.
Entre los factores que han contribuido a obtener este cuadro positivo existen factores externos, como el vigor sostenido de la economía mundial, pero también factores internos, que desmienten la imagen de estancamiento y de parálisis que con frecuencia se ha querido dar de las economías europeas y, en particular, de la economía de la zona euro. Entre estos factores internos cabe destacar las reformas en numerosos países de la zona en los últimos años, los esfuerzos de consolidación presupuestaria y la respuesta, más eficiente de lo que muchos esperaban, de las economías europeas al aumento considerable de los precios del petróleo.
La existencia de la zona euro también ha contribuido por sí misma de manera significativa a esta coyuntura favorable, gracias a las buenas condiciones de financiación, para las familias y para las empresas, que nos proporciona el nivel actual de los tipos de interés y gracias, también, a la protección que ha supuesto el euro frente a las turbulencias de los mercados financieros, como sucedió en la pasada primavera.
Sin embargo, todos estos factores positivos no invalidan las principales conclusiones del informe de la Comisión sobre las actuaciones que nos deben permitir mejorar el funcionamiento de la zona y con las que están de acuerdo, en su mayoría, sus Señorías, según consta en el informe del señor García-Margallo.
Me refiero a la necesidad de profundizar en las reformas estructurales, de consolidar el mercado único y de asegurar una representación externa de la zona euro más eficaz y más integrada que hasta ahora.
Estas tres prioridades, recogidas en el informe, estarán también presentes en el Informe económico anual que presentaré a la Comisión el próximo día 22 y que precisamente este año hace hincapié en el funcionamiento de la Unión Económica y Monetaria y, en particular, de la zona euro a la luz de los ocho años de experiencia acumulados.
Examinando estas tres prioridades y en lo que respecta a las reformas económicas, coincido con la afirmación expresada en el informe acerca de la importancia de llevar a cabo las reformas comprometidas por los Estados miembros en sus planes nacionales de reforma dentro de la Estrategia de Lisboa.
Una vez unificada la política monetaria y enmarcada la política presupuestaria dentro del Pacto de Estabilidad y Crecimiento, las políticas económicas de cada uno de los gobiernos nacionales deben efectuar los ajustes necesarios en términos de productividad, de competitividad y de funcionamiento de los mercados para asegurar un alto grado de convergencia en el interior de la zona.
El próximo mes de diciembre, la Comisión adoptará, basándose en los informes que le han sometido los Estados miembros, el informe sobre el primer año de aplicación de los planes nacionales de reforma. Nuestro informe va a contener una valoración explícita del grado en que cada uno de los Estados miembros ha puesto en práctica esas reformas e incluso, si lo consideramos necesario, emitiremos recomendaciones para cada uno de los países.
También incluiremos en el informe una evaluación de lo que hemos hecho nosotros mismos, las instituciones europeas, en aplicación de las reformas necesarias del llamado programa comunitario de Lisboa.
Coincidimos, como he dicho antes, en la necesidad de profundizar en el mercado interior, que, junto con la moneda única, constituye uno de los dos instrumentos esenciales para fomentar una asignación más eficiente de los recursos y ofrecer mayores oportunidades a las empresas y más posibilidades de elección a los consumidores.
La integración del sistema financiero también constituye una prioridad de primer orden para el buen funcionamiento de la Unión Económica y Monetaria. En este sector, la hoja de ruta viene marcada por el Libro Blanco de la Comisión sobre los servicios financieros que abarca el período 2005−2010.
En lo que respecta a la representación exterior de la zona euro, constato la convergencia de puntos de vista entre el Parlamento Europeo y la Comisión en cuanto a la necesidad de una representación externa coherente. Como ya tuve ocasión de explicar en una de mis últimas intervenciones ante la Comisión ECON, la Unión Europea habló con una sola voz en Singapur —lo acaba de reiterar el señor García-Margallo. En octubre, después de esta reunión, tanto en el Eurogrupo como en el Ecofin hemos vuelto a debatir este asunto y hemos llegado a algunos acuerdos adicionales que avanzan en la buena dirección.
El informe del señor García-Margallo contiene también comentarios sobre la política monetaria y sobre la aplicación de los criterios del Tratado para la ampliación de la zona euro. El Banco Central Europeo se encuentra entre los bancos centrales más transparentes del mundo y esta percepción viene siendo bien valorada por los mercados, que aprecian la política de comunicación del Banco.
En cuanto a la aplicación del criterio de inflación a la hora de ampliar la zona euro —lo hemos debatido aquí en esta Cámara en muchas ocasiones en los últimos tiempos—, me remito a lo dicho hasta ahora.
Por último, no sé qué dudas ha percibido el señor García-Margallo. Soy plenamente favorable al diálogo con esta Cámara sobre el funcionamiento de la zona euro. Lo sabe bien la señora Presidenta de la Comisión ECON, con quien tuve ocasión, hace muy pocos días, de ver cómo podemos llevarlo a la práctica.
Othmar Karas, im Namen der PPE-DE-Fraktion. – Herr Präsident, Herr Kommissar, meine Damen und Herren! Die Europäische Volkspartei begrüßt den vorgelegten Bericht, er ist nicht nur unumstritten, sondern wir sagen auch Ja zu den Forderungen, zur Analyse und zur Substanz dieses Berichts.
Ergänzend möchte ich zu sechs Grundsätzen Stellung nehmen. Erstens: Der Euro ist die stärkste Antwort der EU auf die Globalisierung.
Zweitens: Der Euro ist das wichtigste Instrument für einen erfolgreichen Binnenmarkt, aber er ist nicht das einzige Instrument. Er muss begleitet werden von einer stärkeren beschleunigten Umsetzung der vier Freiheiten im Binnenmarkt, durch eine Innovationsoffensive, von der Beseitigung der strukturellen Schwächen und von der Stabilisierung der Sozial-, Pensions- und Gesundheitssysteme.
Drittens: Alle EU-Mitgliedstaaten sollen Mitglieder der Euro-Zone werden. Jeder Mitgliedstaat der Europäischen Union, der sich gegen die Euro-Zone, gegen den Euro stellt, der nicht alle Anstrengungen unternimmt, damit er Teil dieser europäischen Währungszone wird, schwächt den Binnenmarkt und schwächt die Europäische Union gegenüber den Entwicklungen der Globalisierung.
Viertens: Die Maastricht-Kriterien sind die Eintrittskarte, und ich bin froh, dass die Kommission bei den Entscheidungen der letzten Monate klar an diesen Kriterien festgehalten hat.
Fünftens: Der Stabilitäts- und Wachstumspakt ist der notwendige haushaltspolitische Rahmen. Wir fordern, dass die konjunkturellen Mehreinnahmen zur Reduzierung der Defizite und der Staatsschulden verwendet werden.
Sechstens: Ich lese heute in der Zeitung, dass der französische Innenminister Sarkozy eine europäische Wirtschaftsregierung für die Euro-Zone verlangt. Wer die europäische Wirtschaft stärken will, soll die Verfassung ratifizieren und soll der Kommission die nötigen Kompetenzen geben. Daher sind wir für einen starken Euro in der Welt und für eine einheitliche Stimme im IWF, wie wir auch für ein starkes Auftreten der Europäischen Union in der Welt durch einen europäischen Außenminister sind.
Pervenche Berès, au nom du groupe PSE. – Monsieur le Président, Monsieur le Commissaire, je me félicite de l'occasion que nous offre ce débat en plénière de faire ensemble le point sur le fonctionnement de la zone euro à un moment où, vous l'avez dit, certaines perspectives s'améliorent, mais où, aussi, chacun mesure que le potentiel de croissance n'est pas pleinement utilisé et où nos économies sont handicapées par un taux de change qui rend difficiles les exportations de la zone euro et conduit certaines de nos entreprises à envisager des délocalisations pour produire en zone dollar.
Ce rapport est l'occasion de faire le point à un moment où le pacte de stabilité a été révisé et où chacun mesure que les engagements pris par les États membres de la zone euro nécessitent peut-être d'être mieux différenciés des engagements pris en dehors de la zone. De ce point de vue, ce rapport est utile et je crois que nous devons aussi féliciter notre collègue García-Margallo de l'esprit dans lequel il a bien voulu l'aborder.
Nous avons besoin d'aller plus loin que la réforme du pacte de stabilité pour mieux coordonner les calendriers et les données, pour vérifier que, au fond, la Commission et la Banque centrale n'évaluent pas les performances des États membres de la zone euro uniquement au regard de leurs déficits, mais également au regard de leurs forces et faiblesses dans un contexte plus global. Vous l'avez mentionné dans votre exposé, Monsieur le Commissaire, et je vous en remercie. Je vous invite d'ailleurs à poursuivre dans cette voie.
Il faudra aussi articuler davantage l'analyse macro-économique avec l'évolution des marchés financiers. Par ailleurs, la façon dont les agences de notation ont pu s'intéresser à la question italienne et évaluer la dette de ce pays doit nous inciter à une vigilance accrue, car il y aurait un risque très grave du point de vue du pilotage de la zone euro si les agences de notation devaient prendre un rôle de premier plan dans l'évaluation des dettes des États membres.
Un dernier mot, Monsieur le Commissaire, pour conforter ce qui a été dit par les uns et les autres s'agissant du taux de change: nous avons besoin de davantage de politique et de pilotage économiques dans ce domaine.
Danutė Budreikaitė, ALDE frakcijos vardu. – Gerbiamas Pirmininke, ponios ir ponai, Ekonominė ir pinigų sąjunga su bendrais pinigais yra aukščiausia ekonominės integracijos stadija, kurią yra pasiekusi Europos Sąjunga. Euro zona realiai veikia jau šeštus metus ir, vykstant pirmajai jos plėtrai, paaiškėjo, kad Mastrichto kriterijai, suformuluoti daugiau kaip prieš dešimtmetį, nebeatitinka pačios ES plėtros ir pasaulinių ekonomikos vystymosi realijų. Euro zonos šalys negeba įgyvendinti euro zonos funkcionavimui svarbių rodiklių, ypač kainų stabilumo reikalavimo.
Europos Komisija (pagal Europos Bendrijos sutartį) ir Europos Centrinis Bankas taiko euro zonai skirtingus kainų stabilumo kriterijus. Pagal Europos Centrinį Banką kainų stabilumas yra mažesnė, bet artima 2 procentams, infliacija. Europos Komisija taiko metodiką, kuria remiantis euro zonos kainų stabilumas skaičiuojamas atsižvelgiant ne tik į euro zonos šalių infliaciją ir negali panaikinti atsitiktinių infliaciją veikiančių veiksnių.
Kviečiu Komisiją kartu su Europos Centriniu Banku padirbėti tobulinant euro zonos kainų stabilumo sampratą ir nustatymo metodiką, kad išvengtume nesusipratimų euro zonos plėtros procese bei įgyvendinant rodiklius pačioje euro zonoje. Valstybes euro zonos nares kviečiu tvarkingai įgyvendinti narystės euro zonoje kriterijus, kuriuos jos pačios ir priėmė, siekdamos gilesnės ekonominės integracijos. Be to, noriu pabrėžti, kad tiek visai Europos Sąjungai, tiek euro zonos sėkmingam konkurencingumui pasaulinėje ekonomikoje būtinos struktūrinės reformos, ypač Europos Sąjungos konkurencingumą sukūrusios vidaus rinkos su laisvu paslaugų judėjimu tolesnis įgyvendinimas.
Jens Holm, för GUE/NGL-gruppen. – Herr talman, kommissionen, Europaparlamentariker och åhörare! Jag vill börja med att tacka García-Margallo y Marfil för detta betänkande om läget i euroområdet. Föredraganden konstaterar att prognoserna för euroområdet ser bättre ut än på länge. Det beror förstås på vilken ekonomisk politik man tänker föra. Den förda politiken har inte precis varit någon succé. Stora delar av Europa befinner sig i social och ekonomisk kris. I Europas största ekonomi, Tyskland, lever sju miljoner människor i fattigdom, enligt ny statistik. En av orsakerna till detta är just den ekonomiska och monetära unionen, EMU, som har världens mest inflationskonservativa centralbank och en stabilitetspakt som bakbinder den ekonomiska politiken. Som Europafacket ETUC nyligen konstaterade i en rapport är det inte mer av denna oflexibla politik som vi behöver. Europas folk behöver i stället en aktiv finanspolitik och en omorganisering av EMU.
Som ni vet är mitt hemland Sverige inte medlem av EMU. En klar majoritet röstade nej 2003. Därför blir jag lite oroad när jag läser betänkandet. Det konstateras däri att euroområdet från och med 2007 omfattar 13 medlemsstater men att – nu citerar jag – ”samordningen av den makroekonomiska politiken och den inre marknaden kommer att omfatta samtliga 27 medlemsstater”. Vad betyder detta? Betyder det att Sverige som har röstat nej till EMU förr eller senare måste anslutas till EMU? Jag vore tacksam för ett svar från kommission och även från föredraganden om han får ordet i slutet av debatten.
Zbigniew Krzysztof Kuźmiuk, w imieniu grupy UEN. – Panie Przewodniczący! W debacie poświęconej raportowi w sprawie rocznego sprawozdania dotyczącego sytuacji w strefie euro w 2006 roku chciałbym zwrócić uwagę na dwa problemy. Pierwszy to wyraźnie niższy wzrost gospodarczy i wyższe bezrobocie w krajach Unii Europejskiej, a w strefie euro w szczególności, niż w Stanach Zjednoczonych Ameryki, czy tak zwanych rynkach wschodzących, takich jak Chiny i Indie. Dość powiedzieć, że wzrost gospodarczy w latach 2005 - 2007 będzie blisko dwukrotnie niższy w strefie euro, niż w Stanach Zjednoczonych Ameryki, a bezrobocie blisko dwukrotnie wyższe.
Drugi problem to szybszy wzrost gospodarczy i niższy poziom bezrobocia w trzech krajach piętnastki, które nie weszły do strefy euro niż w krajach tej strefy. W tej sytuacji trudno się dziwić, że kraje te nie spieszą się z wejściem do unii walutowej, jeszcze większe obawy budzi wejście do strefy euro w nowych krajach członkowskich, które mimo to mozolnie jednak wypełniają kryteria konwergencji z Maastricht.
Dariusz Maciej Grabowski, w imieniu grupy IND/DEM. – Panie Przewodniczący! Tempo wzrostu w strefie euro od wielu lat, także w 2006 roku, jest najniższe w świecie. Jednocześnie zamiast szukać przyczyn i win własnych, czyli wynikających z wprowadzonej przez Europejski Bank Centralny polityki monetarnej, próbuje się wymusić tak zwane ujednolicenie polityki budżetowej i podatkowej w krajach członkowskich.
To próba krępowania inicjatywy rządów państw członkowskich, to swoisty dyktat silniejszych wobec słabszych. Jeśli sens utworzenia wspólnej waluty euro polegał, po pierwsze, na uproszczeniu systemu i związanej z tym obniżce kosztów, po drugie, na przyciągnięciu inwestycji zagranicznych, po trzecie, na wykorzystaniu przywileju emisji pieniądza i wykreowania nowego pieniądza światowego, to ani w drugim, ani w trzecim przypadku pożądanych efektów nie osiągnięto.
Inwestycje zagraniczne nadal koncentrują się w Stanach Zjednoczonych i Azji. Popyt na euro jako walutę światową jest relatywnie słaby. Uzyskano natomiast efekt przeciwny, a mianowicie utrzymywanie wysokiej stopy procentowej i sztuczne umacnianie euro uczyniły sektory wytwórcze w Unii mniej konkurencyjne, obniżyły opłacalność eksportu. Wspólna waluta i polityka Banku Centralnego okazały się służyć celom kapitału finansowego kosztem przedsiębiorców, konsumentów, a także budżetów państw członkowskich.
Wspólna waluta w sposób pośredni powoduje także trudności eksportowe nowych krajów członkowskich, spowalnia ich rozwój, powiększa zapóźnienie. Dlatego stoimy na stanowisku konieczności radykalnej rewizji doktryny monetarnej Unii w kierunku przywrócenia władzom monetarnym krajów członkowskich wpływu na emisję pieniądza i stopę procentową.
Hans-Peter Martin (NI). – Herr Präsident! Eigentlich können wir auf den Euro gemeinsam stolz sein. Vieles von dem, was vor seiner Einführung vorhergesagt wurde, ist nicht eingetreten. Drei Punkte sollte man aber doch immer wieder betonen: Das eine ist, dass die Steuereinnahmen, die jetzt fließen, auch tatsächlich — wie wir das in Punkt 5 des Berichts fordern — zur Verringerung der Defizite aufgewendet werden. Das Zweite ist die dringende Aufforderung, bei den Maastricht-Kriterien streng zu sein. Eine weitere Aufweichung, wie wir das in der Vergangenheit schon erlebt haben, kann nicht zielführend sein. Das Dritte ist die Transparenz. Die EZB hinkt weit hinter globalen Standards her. Es ist nicht nachvollziehbar, warum weiterhin Beschlussprotokolle nicht oder nur sehr unzureichend vorgelegt werden. Hier besteht dringender Verbesserungsbedarf.
Gunnar Hökmark (PPE-DE). – Mr President, firstly I should like to thank the rapporteur for his report. It underlines the need for cooperation in strengthening the European economy. It is fair to say that the euro has provided Europe with stability that we have never seen before.
When I listened earlier to my Swedish colleague, it sounded as though it was a problem for the European economy to have low interest rates. However, the truth is that we have lower interest rates than ever before. Does anyone think that the European economy would have been better if we had the interest rates of the 1970s or 1980s, or if we had the budget deficits of those years when Europe was losing out in the European economy? Let us stop dreaming and look at the reality. Today we have a common currency that places the emphasis on and encourages competition, trade and investment and focuses on the need for structural reforms, as well as the need for fiscal discipline. That is good. That provides us with opportunities, because the problem of the European economy is not the interest rates, it is the lack of deregulation, it is the lack of more trade and of more of the internal market. We can see that we are more efficient and more successful since we opened up the markets.
I believe that the euro will never be stronger than the European economy and the discipline of the countries participating in the euro. That also underlines the need for the European Central Bank to be independent, as underlined in the report. That is very important, because otherwise we will lose credibility.
From a Swedish perspective, we will soon have the euro in a number of new countries around the Baltic Sea. I hope we will have a debate in my country that will make it possible for us to join them and other euro countries in the years to come.
Udo Bullmann (PSE). – Herr Präsident! Ich freue mich, dass die Kommission diesen Bericht vorgelegt hat und dass sie das Schicksal der Eurozone mit Engagement beobachtet. Ich freue mich aber auch feststellen zu können, dass mit Herrn Juncker derjenige sich an der Diskussion mit uns beteiligt, der aus verantwortlicher Position für die Eurozonen-Mitglieder spricht.
In welcher Situation sind wir? Wir sind das erste Mal wieder dichter an das Wachstumsziel, das wir in Lissabon gesteckt haben, herangerückt. 2,8 % Wachstum haben wir jetzt in der Eurozone, also beinahe die 3 %, die in Lissabon zugrunde gelegt wurden.
Was ist die Herausforderung für die Eurozone in dieser Situation? Um welchen Punkt geht es im Kern? Wollen wir zulassen, dass das nur ein kleines Lüftchen ist, nur ein zyklischer Aufschwung, der übermorgen wieder verronnen ist? Oder wollen wir strukturell dafür sorgen, dass wir einen langen Atem bekommen, dass wir die Chance bekommen, einen langfristigen Aufschwung zu erzeugen, der auch hält, und der bei den Menschen, die ja die Ökonomie machen – nicht nur die Daten machen die Ökonomie, sondern die Menschen –. Vertrauen erweckt? Deswegen glaube ich, dass wir uns einen Ruck geben müssen. Es kommt jetzt darauf an, intelligente Investitionen in der Eurozone zu tätigen. Es ist richtig, die Haushalte zu konsolidieren, aber das darf kein Mantra sein, das wir uns vorsagen, sondern der Aufschwung muss jetzt genutzt werden, um in eine Politik der intelligenten Modernisierung einzusteigen, damit wir die Chance haben, die Arbeitslosigkeit ernsthaft zu reduzieren. Auch das steht in dem Bericht.
Zum Schluss möchte ich unserem Ko-Berichterstatter und Schattenberichterstatter, Dariusz Rosati, der die sozialdemokratischen Punkte in diese Diskussion eingebracht hat, danken, und ich will nicht versäumen, dem Kollegen García-Margallo y Marfil zu danken, der nicht zum ersten Mal mit seinem Bericht die makroökonomische Debatte in diesem Haus wesentlich befruchtet.
Jeffrey Titford (IND/DEM). – Mr President, events seem to have overtaken this report. In spite of Commissioner Almunia’s comments, its upbeat projections for growth in the eurozone contrast sharply with the economic data released at the end of last week, which put growth in the French economy at zero. There are also signs of faltering growth across the eurozone, which will not be helped by the austere taxation regimes being introduced in Germany and Italy next year to meet the eurozone’s stability requirements.
What this report does not tell us is that the Government of Italy is on the brink of collapse because of Mr Prodi’s determination to introduce tax increases and budget cuts demanded by the European Commissioner for Economic Affairs to bring Italy into line with the Maastricht Treaty. It also does not mention the riots in Hungary following the Hungarian Prime Minister’s revelations that he had lied morning, noon and night about the tax increases and public spending that he had secretly promised that same Commissioner.
Forcing many of our new members of the EU to abide by deflationary policies designed for the more developed economies of the eurozone is generating weak demand, weak growth and mass unemployment. This report also fails to mention that the Maastricht Treaty has turned the Eastern Europeans into second-class citizens: they have no chance of joining the eurozone in the foreseeable future, while having to manage their economies in line with its requirements. Sooner or later the people of Europe are going to get restless with a system that keeps them permanently in the economic slow lane, while denying them any democratic say in how it should be run.
Sergej Kozlík (NI). – Chcem uvítať a podporiť návrh opozície Európskeho parlamentu k výročnému vyhláseniu o eurozóne za rok 2006. Obzvlášť chcem vyzdvihnúť pasáž, ktorá poukazuje na to, že mechanizmus troch členských štátov s najlepšími výsledkami v oblasti cenovej stability, ako aj metódy výpočtu referenčnej hodnoty inflácie treba dôkladne preskúmať.
Ide o to, že rozdiely v miere inflácie členských štátov eurozóny neodrážajú odlišné prístupy ich makroekonomických politík, ale sú skôr výsledkom štrukturálnych činiteľov. Uvedená premisa, podľa môjho názoru, dvojnásobne platí vo vzťahu k novým členským krajinám Európskej únie. Podiel energetickej a surovinovo náročnej produkcie vo viacerých z týchto krajín je vyšší než v štátoch eurozóny. Značná časť tejto produkcie pritom smeruje do krajín eurozóny priamo alebo ako súčasť finálnych výrobkov, napr. plechy na karosérie automobilov.
Zo spomenutých štrukturálnych dôvodov sú nové členské štáty citlivejšie na pohyby cien energie a surovín, ale zároveň vytvárajú nárazníkové pásmo, ktoré tlmí cenové dopady v eurozóne. Tento problém sa mimoriadne dotýka aj napríklad Slovenskej republiky.
Súčasný režim hodnotenia inflačných kritérií preto nevyhovuje a môže dlhodobejšie redukovať šance nových členských štátov na vstup do eurozóny, a to napriek dodržaniu všetkých ostatných kritérií.
Zsolt László Becsey (PPE-DE). – Tisztelt Elnök Úr! Először is gratulálok a Bizottságnak és a raportőrének a nehéz téma értékelése miatt. Külön örülök a munkaerőpiac rugalmasságára, illetve az oktatás célorientált kezelésére vonatkozó megjegyzéseknek. Azt hiszem, hogy a következtetéseink egy irányba mutatnak. Én mint keleti, az eurózónába belépésre váró országból jövő, csak négy rövid megjegyzést tennék.
Az első: az eurózóna bővítése kapcsán ne vonatkozzon más sztenderd a bekerülésre, mint amilyen politikai sztenderd vonatkozik azokra, akik benn vannak.
A második: fontos az új tagállamok minél hamarabbi bekerülése, és ezért nem lehet olyan értelmezés, elsősorban az infláció terén, a fenntarthatóság és a referenciaszint vonatkozásában, amely az EU gazdasági átlagától elmaradó, ezért a bér- és árszínvonalba még felzárkózó új tagállamok belépését gyakorlatilag hosszú ideig elodázza. Ezt Kozlík úr nagyon jól kifejtette.
Három: egyetértek azzal, hogy szigorúan ellenőrizni kell a tagállamok statisztikáit, és a Bizottságnak, ha mást nem, politikai eszközökkel, például csúcsértekezlet tájékoztatásával kell reagálnia arra, ha egy tagállam rendkívül fegyelmezetlen, rossz pályára áll. Nem fogadható el a hosszú ideig tartó szembehunyás. Ebben politikai felelőssége is van a Bizottságnak.
Négy: a belső piac mélyítése lényeges, fontos, hogy mindenki betartsa a kritériumokat. Ezt az új tagállamok meg is teszik. Azonban van egy ellentét. Az egyik oldalon az új tagállamok számára zárva van a munkaerőpiac, Schengen, nagyon restriktívek a munkaigényes szolgáltatásokra vonatkozó és a kiküldetési irányelvek, a másik oldalon viszont mindenki számára meg kell, hogy nyissuk a pénzügyi szolgáltatások piacát. Ez az egyensúlytalanság sem könnyíti a tagállamok integrációját a belső piaci mélyülés szempontjából.
Benoît Hamon (PSE). – Monsieur le Président, Monsieur le Commissaire, chers collègues, ce rapport contient plusieurs recommandations intéressantes et bienvenues. Je voudrais en remercier le rapporteur.
Ainsi, au lieu d'appeler à seulement la réduction des dépenses publiques, il y est question de libérer des ressources pour effectuer des investissements que l'on suppose publics, nécessaires, dans l'enseignement, la formation, les infrastructures et la recherche.
De même, au lieu de recommander la modération salariale, le Parlement européen admet, c'est bien le terme qui est utilisé, que sur le long terme, les salaires réels et la productivité devraient s'accroître au même rythme. Je remercie le rapporteur pour ces efforts de modération et de conciliation.
Mais le sujet de ce débat est bien l'état économique de la zone euro. Or, j'estime que malgré la récente et même inespérée amélioration des indicateurs de croissance, la situation économique reste fragile et insatisfaisante. Car la politique macroéconomique de la Commission affecte la vie quotidienne de millions de citoyens européens dont, je vous le rappelle, le pouvoir d'achat est menacé par des salaires qui stagnent et par une augmentation du coût de la vie et dont les conditions de travail continuent de se dégrader; les protections sociales également s'affaiblissent.
La réponse concrète apportée par la Commission et la Banque centrale est toujours la même: combattre l'inflation par l'austérité budgétaire et la modération salariale, d'une part, augmenter la concurrence dans le marché des services, des capitaux, des produits et du travail.
Le temps est peut-être venu de faire l'inventaire des résultats de cette politique et de se demander si le démantèlement des services publics, la dérégulation du marché du travail, la baisse des dépenses publiques, sont vraiment des moteurs durables de la croissance dans la zone euro et dans l'Union européenne. Malheureusement, aucune pause de réflexion n'est à l'ordre du jour. Dans deux jours, nous allons devoir nous prononcer sur une directive "services" certes améliorée, mais toujours fidèle à l'inspiration dérégulatrice de Fritz Bolkestein.
Dans quelques mois, c'est une directive proposant la fin du service public de la poste qui sera à l'ordre du jour. Quant à l'énergie, malgré l'instabilité chronique des zones productrices de pétrole, malgré les chantages au gaz exercés par un pays voisin, malgré le réchauffement planétaire, malgré des coupures de courant généralisées à la moitié de l'Europe, rien n'y fait, la réponse est encore la même: achever le marché intérieur libéralisé et dérégulé de l'énergie en Europe. Le rapport économique de la zone euro est peut-être un peu meilleur cette année; son bilan social et politique, à mes yeux, est toujours aussi mauvais.
Γεώργιος Καρατζαφέρης (IND/DEM). – Κύριε Πρόεδρε, παρακολουθώ εδώ και τόση ώρα τους ομιλητές και ιδιαιτέρως τον αρμόδιο Επίτροπο, τον κ. Almunia, να επιχειρούν μια αγιοποίηση του ευρώ. Είναι όμως τα πράγματα έτσι; Μήπως, αυτό που εμείς προσπαθούμε να αγιοποιήσουμε, σ’ αυτήν εδώ την αίθουσα, είναι ο κακός δαίμονας των πολιτών της Ευρώπης που εμείς εκπροσωπούμε;
Ανεβαίνει η ισχύς του ευρώ και χαιρόμαστε όλοι γι’ αυτό. Ανεβαίνει όμως ταυτόχρονα και ο αριθμός εκείνων των πολιτών που ζουν κάτω από το όριο της φτώχειας. Τα 500 εκατομμύρια της Ευρώπης των 27 έχουν 100 εκατομμύρια ανθρώπων που ζουν κάτω από το όριο της φτώχειας. Δηλαδή, που δεν μπορούν να καταναλώσουν κρέας παρά μόνο μία φορά στις 15 ημέρες, που δεν μπορούν να αγοράσουν ρούχα στα παιδιά τους, που δεν μπορούν ν’ αλλάξουν αυτοκίνητο πριν περάσουν 15 χρόνια. Γι’ αυτούς λοιπόν τί είναι το ευρώ;
Υπενθυμίζω ότι ξεκίνησε με ένα imperium. Δεν θέλουμε χαρτονόμισμα του ενός και των 2 ευρώ. Μα το 75% των καθημερινών συναλλαγών γίνονται κάτω από το όριο των 5 ευρώ. Χαιρόμαστε που ανεβαίνει το ευρώ. Από 0,87 σεντς το δολάριο έχει πάει 1,30. Τί σημαίνει αυτό; Καμία χώρα που δεν έχει επώνυμο προϊόν δεν μπορεί να πουλήσει στην Αμερική ή στις άλλες χώρες. Μπορεί βέβαια η Γερμανία να πουλήσει Mercedes γιατί είναι μία η Mercedes. Η δική μου η χώρα όμως, που δεν έχει επώνυμο προϊόν, πώς θα πουλήσει στην Αμερική -τη μεγάλη αγορά- όταν το ίδιο προϊόν στη διπλανή χώρα που είναι έξω από την ΟΝΕ το βρίσκει τρεις φορές φθηνότερο; Πώς θα έρθει τουρίστας στην Ελλάδα ή, κ. Almunia, θα έρθει Αμερικανός τουρίστας στην Ισπανία όταν είναι αδύνατο να παρακολουθήσει το ύψος του ευρώ.
Αυτά λοιπόν δεν μπορούμε να τα δούμε; Όλα αυτά δεν μπορούμε να τα αντιμετωπίσουμε; Είναι τεράστιο πρόβλημα και έχετε τεράστια ευθύνη, εσείς στην Επιτροπή, κυρίως εσείς προσωπικά κ. Almunia.
Andreas Mölzer (NI). – Herr Präsident, meine Damen und Herren! Natürlich müssen wir in der Euro-Zone bemüht sein, unseren Kindern einen möglichst geringen Schuldenstand zu hinterlassen. Keinesfalls aber dürfen wir in unserem Bestreben, die Wirtschaftslage anzukurbeln, auf soziale Standards verzichten. Wann immer das US-Wachstum als Vergleich herangezogen wird, darf das in den Vereinigten Staaten kaum vorhandene Sozialsystem nicht außer Acht gelassen werden.
Mit Massenzwangspensionierungen und Privatisierungen im öffentlichen Bereich sowie 1-Euro-Jobs unter Abdrängung von immer mehr Angestellten in die Scheinselbständigkeit ist diese Aufholjagd meines Erachtens nicht zu gewinnen. Auch das in der Vergangenheit immer wieder häufig betriebene Verkaufen von Familiensilber, um in den Euro-Klub aufgenommen zu werden, muss ein Ende haben. Vielmehr sollten wir bemüht sein, der wuchernden Schwarzarbeit Herr zu werden, bessere Rahmenbedingungen zu schaffen, um die z. T. immer größer werdenden bürokratischen Hürden für Klein- und Mittelbetriebe zu verringern sowie deren Zugang zu Förderungen zu erleichtern. Nur dann wird die Euro-Zone in Zukunft gedeihen können.
Dariusz Rosati (PSE). – Panie Przewodniczący! Panie Komisarzu! Z zadowoleniem przyjmuję ogłoszenie przez Komisję Europejską pierwszego sprawozdania rocznego na temat sytuacji gospodarczej w strefie euro.
Dokument ten stanowi dobrą podstawę do dyskusji o głównych wyzwaniach, jakie stają przed obszarem euro obecnie i w najbliższych latach. A jest o czym dyskutować. Średnie tempo wzrostu gospodarczego w strefie euro w latach 2001 - 2005 wynosiło zaledwie 1,9%. Bezrobocie wzrosło do 13 milionów osób, a sytuacja w finansach publicznych zamiast się poprawiać uległa pogorszeniu.
Ostatni rok przyniósł wprawdzie pewną poprawę sytuacji - jak Pan był łaskaw stwierdzić - ale nie zmienia to faktu, że Europa nadal traci dystans i nie tylko do Stanów Zjednoczonych, Japonii, ale także do szybko rozwijających się krajów azjatyckich. U źródeł europejskiej stagnacji leżą przede wszystkim nierozwiązane problemy strukturalne. Wysokie koszty zakładania i prowadzenia przedsiębiorstw, wysokie pozapłacowe koszty pracy, niska skłonność do innowacji, utrzymujące się szkodliwe bariery na rynku pracy i na rynku usług - wszystko to obniża konkurencyjność firm europejskich, hamuje wzrost, zwiększa presje na finanse publiczne. Nie pozwala to w pełni wykorzystać tej wielkiej szansy, jaką jest wspólna waluta i jaką stwarza jednolita polityka pieniężna.
Apeluję więc do Komisji Europejskiej o wywarcie presji na państwa członkowskie w celu szybszego wdrażania niezbędnych reform. Na konieczność przyspieszania reform wskazuje szereg sprawozdań i opracowań w tym, między innymi, sprawozdanie Schapira i sprawozdanie grupy wysokiego szczebla pod przewodnictwem Wima Koka.
Poprawy wymaga polityka makroekonomiczna w strefie euro. Brak jest przede wszystkim dostatecznej koordynacji polityki fiskalnej pomiędzy państwami członkowskimi. Tymczasem wspólna waluta wymaga dyscypliny finansowej, która musi być solidarnie wprowadzana przez wszystkie państwa członkowskie. Pozwoli to zrównoważyć politykę makroekonomiczną i przywrócić właściwy policy mix.
Z kolei polityka pieniężna powinna być oparta o jasne, przejrzyste zasady i mieć w większym stopniu charakter forward looking. Nadmierna sekretność w podejmowaniu decyzji, brak jasnych reguł co do roli, jaką w polityce pieniężnej odgrywają tak zwane dwa filary polityki pieniężnej, zwłaszcza podaż pieniądza M3, wreszcie budzące wątpliwości zasady powoływania członków zarządu Europejskiego Banku Centralnego. Wszystko to ogranicza skuteczność i przejrzystość wspólnej polityki pieniężnej i może osłabić pozycję wspólnej waluty.
Panie Przewodniczący, Panie Komisarzu, istotnym elementem umacniania strefy euro jest jej rozszerzanie i przyjmowanie nowych państw członkowskich. W procesie tym należy przestrzegać zasady, że kandydatów obowiązuje traktat, cały traktat i tylko traktat. Oznacza to, że powinni oni spełniać kryteria członkowstwa zapisane w traktacie, ale zarazem nie można nakładać na nich dodatkowych wymogów. Jestem przekonany, że akcesja nowych państw członkowskich, w których poziom deficytu i długu publicznego jest często znacznie niższy niż w pozostałych państwach Unii pozwoli wzmocnić strefę euro.
Kończąc chciałbym podziękować, że w naszej debacie uczestniczył przewodniczący Euro-Groupe pan premier Juncker, mam nadzieję, że ta debata będzie dla niego inspiracją, aby jeszcze w lepszy sposób kierować Euro-Groupe. I chcę podziękować również panu García-Margallo y Marfil za przygotowanie dobrego sprawozdania; z większością wniosków tego sprawozdania w pełni się zgadzam.
Joaquín Almunia, Miembro de la Comisión. Señor Presidente, muchas gracias a todos los señores y las señoras diputados por sus intervenciones. Creo que el debate demuestra que es útil tener todos los años un informe como éste, sobre el funcionamiento de la zona euro y sus resultados, que es la primera vez que se ha aprobado por la Comisión y se está debatiendo en el Parlamento.
Como conclusión del debate de hoy, se puede avanzar una constatación optimista: la zona euro crece de nuevo, contrariamente a las afirmaciones de quienes decían que la zona euro era una zona de crecimiento muy bajo. La zona euro está creciendo este año un 2,6 %, quizás, incluso, algo más al final del ejercicio. La zona euro crea empleo y disminuye el paro. Según nuestras previsiones, entre este año y el 2008, en la zona euro se van a crear cinco millones de puestos de trabajo. Se dice pocas veces, pero es verdad, que desde el principio de esta década, a pesar del bajo crecimiento, en la zona euro y en el conjunto de la Unión Europea, por supuesto, se han creado bastantes más empleos que en los Estados Unidos, que siempre se sitúan como el punto de referencia que hay que imitar en las políticas y en las estrategias para la creación de empleo.
Por lo tanto, creo que, analizando el funcionamiento de la zona y analizando los resultados que obtenemos gracias a la integración monetaria, hay elementos que pueden justificar una apreciación moderadamente optimista. Pero también es verdad que hay elementos que deben seguir atrayendo nuestra atención, porque queda mucho por hacer.
Queda mucho por hacer, como han dicho muchos de ustedes, para aumentar el crecimiento potencial, para seguir reduciendo el paro, para permitir que un mayor crecimiento y un mayor nivel de empleo incrementen el bienestar de nuestros ciudadanos, reduzcan desigualdades, ofrezcan bases más sólidas para nuestros sistemas de protección social, para nuestro sistema de servicios y de prestaciones sociales. Eso exige, por un lado, como han dicho muchos de ustedes, seguir cumpliendo, cumplir mejor con los criterios de estabilidad, de disciplina presupuestaria establecidos en el Tratado e instrumentados a través de la aplicación del Pacto de Estabilidad y Crecimiento, que se está aplicando de forma razonablemente positiva y consensuada. Y también exige seguir adelante con las reformas y la profundización de la Estrategia de Lisboa y completar el proyecto del mercado interior. Porque ese proyecto de eliminar barreras y facilitar las cuatro libertades ha demostrado ser una base sólida para afrontar el futuro en mejores condiciones.
Exige también, de acuerdo con el análisis y de acuerdo con muchas de sus conclusiones, una mejor gobernanza en la zona euro. Creo que la eficacia del funcionamiento del Eurogrupo, desde que está dotado de una presidencia estable, a la cabeza de la cual está el señor Juncker, que hoy nos acompaña, ha mejorado. Nos permite avanzar mejor en el análisis, en el entendimiento común, en la coordinación de decisiones que afectan a los Estados miembros, pero que no pueden serles impuestas desde arriba, que tienen que ser adoptadas por consenso, con su pleno convencimiento, en el marco de sus competencias. También hay que reforzar el diálogo.
Y por si le queda alguna duda a alguna de sus Señorías, en opinión de la Comisión y en mi opinión, como Comisario de Asuntos Económicos y Monetarios, hay que profundizar en el diálogo bilateral entre la Comisión y el Parlamento sobre estas materias. Creo que hay que avanzar en un diálogo tripartito entre la Presidencia del Eurogrupo, la Comisión y el Parlamento, sobre estos asuntos: sobre el funcionamiento del Eurogrupo, sobre los temas que atraen nuestra atención y, si ustedes están de acuerdo, creo también que hay que avanzar en un diálogo que incluya —por qué no—, respetando plenamente su independencia, al Banco Central Europeo que desarrolla con ustedes un diálogo monetario, pero que también desarrolla con nosotros un diálogo mensual. Creo que el Parlamento puede y debe formar parte, cada cierto tiempo, de ese intercambio de puntos de vista entre todas las instituciones, cuyo objetivo común es el buen funcionamiento de la zona euro y que el euro, nuestra moneda común, produzca los mejores resultados posibles para todos nuestros ciudadanos europeos.
Juncker, président de l'Eurogroupe. Monsieur le Président, je voudrais tout d'abord vous demander de bien vouloir m'excuser pour mon retard. L'axe Luxembourg-Strasbourg est terriblement surchargé à l'entrée de Strasbourg et des bouchons m'ont empêché d'arriver à l'heure. Respectueux de la tranquillité des Strasbourgeois, je n'ai pas voulu sortir le "grand jeu", j'ai respecté scrupuleusement le code de la route, et j'en suis la première victime puisque j'arrive dans ce débat avec retard. Néanmoins je voulais vous dire l'importance que j'accorde à ce débat puisque les réflexions du Parlement sont non seulement importantes en soi, mais elles alimentent les débats de l'Eurogroupe que je préside, assisté, inspiré, poussé, tiré par le commissaire responsable des affaires monétaires, mon ami Joaquin Almunia.
Je voulais dire tout d'abord, Monsieur le Président, que la croissance me paraît robuste: elle s'élargit et elle n'est pas menacée en dépit des "bémols" qui nous viennent notamment de France. Le taux d'emploi augmente, le chômage diminue sans toutefois atteindre des niveaux acceptables. Quant à la croissance, si on la remet en perspective, elle sera probablement plus forte que nous le pensons à l'heure actuelle et elle sera de toute façon plus forte que nous l'avions pensé il y a six mois.
En 2007, il faudra voir dans quelle mesure le ralentissement conjoncturel aux États-Unis va influencer les performances économiques de la zone euro. À l'Eurogroupe, nous pensons que l'impact du ralentissement américain sur les économies de la zone euro sera moins prononcé qu'en 2000-2001. Nous constatons que le ralentissement conjoncturel américain frappe surtout le secteur du bâtiment et qu'il ne va pas s'étendre par contagion à d'autres secteurs de l'économie américaine. Donc l'impact sur la croissance dans la zone euro sera moins prononcé que précédemment, même si les résultats pays par pays présenteront des différences importantes.
Pourquoi sommes-nous parvenus aujourd'hui à un niveau de croissance qui nous paraît plus convenable qu'il y a quelques années? D'abord parce que l'euro, lors des années qui se sont écoulées, nous a massivement protégés. On ne le dit jamais assez, lorsqu'on fait le bilan de l'introduction de l'euro: l'euro nous a protégés, nous protège et continuera à nous protéger! Imaginez-vous l'état de l'économie européenne et l'état des systèmes monétaires européens, si l'euro n'avait pas existé pendant les crises! Pendant cette période, où il était en voie de préparation, on a assisté aux crises financières latino-américaine, russe, sud-est asiatique. Imaginez-vous les dérapages auxquels aurait donné lieu le système qui était le nôtre avant la mise en place du système européen, au moment de la guerre de l'Irak, au moment du 11 septembre 2001! Imaginez-vous ce que serait la tenue des monnaies européennes si elles existaient toujours, alors que les théâtres géostratégiques sont une source constante d'inquiétude! Imaginez-vous ce que serait la tenue de certaines monnaies nationales après le "non" français, le "non" néerlandais! L'euro nous a protégés, et il a même protégé les pays qui ont fait état d'une certaine réticence à l'égard de l'Europe lorsqu'il s'est agi pour eux d'approuver le traité constitutionnel.
La situation budgétaire s'est améliorée lorsque, en toute sagesse et avec l'accord et même souvent le soutien actif du Parlement, nous avons amendé et réformé le pacte de croissance et de stabilité. Certains se pensaient autorisés à exprimer leur vive inquiétude à la suite de l'adoption du pacte réformé. Nous constatons aujourd'hui que les mécanismes du pacte réformé tiennent bon et que tous les gouvernements s'appliquent à mettre en œuvre ses règles principales et ses principes directeurs. Les déficits budgétaires baissent et un consensus général émerge, qui tend à ce que tous les États membres prennent au sérieux le volet préventif du pacte de stabilité: tous ont décidé d'affecter en priorité des excédents fiscaux dus à la reprise conjoncturelle à la réduction du déficit et à la réduction du niveau de la dette publique. Je m'en félicite.
Nous sommes en train, à l'Eurogroupe, d'approfondir notre réflexion sur le renforcement de la surveillance budgétaire et nous le faisons ensemble avec la Commission, dont la façon amicale d'assister la présidence de l'Eurogroupe s'avère très efficace. Nous verrons au cours de notre prochaine réunion qui aura lieu vers la fin du mois de novembre, et donc après mon passage, Madame Berès, devant la commission économique et monétaire que vous présidez avec talent, comment nous pourrons renforcer cette surveillance budgétaire. Nous le ferons dorénavant sur la base d'un rapport horizontal de la Commission qui ne manquera pas d'insister sur les véritables problèmes politiques, y compris politico-économiques, qui se posent et qui ne manquera pas de formuler, sous une forme qui nous reste à déterminer, des recommandations spécifiques aux différents États membre, voire à l'ensemble de la zone.
En ce qui concerne l'ensemble de la zone monétaire, je voudrais que nous prenions au sérieux cette année une invitation déjà ancienne de la Commission, à savoir consacrer un chapitre spécifique des conclusions du Conseil européen, lorsqu'il examinera les progrès de la stratégie de Lisbonne, à la zone euro, chapitre qui comprendra les réformes structurelles que nous devrons mettre en œuvre dans les différents pays membres de la zone euro.
Sur ce problème des réformes structurelles, je dirais tout simplement, Monsieur le Président, qu'on sous-estime la valeur que d'ores et déjà ces réformes structurelles ont apportée à la cohérence de la zone euro. Je ne suis pas d'accord avec toutes les réformes structurelles, généralement quelconques, qui ont été opérées dans tous les États membres, mais le fait est que contrairement à une idée, à une image que nous donnons très souvent de la zone euro, un important cortège de réformes structurelles s'est mis en marche et que, aujourd'hui, nous recueillons déjà les fruits de cette réforme structurelle d'envergure que nous avons mise en œuvre sur le plan de la zone euro.
Lorsque vous regardez de près les programmes de réformes nationales qui ont été introduits par les différents États membres, vous verrez que les réponses structurelles sont nombreuses, qu'elles sont en règle générale cohérentes entre elles et que ce train de réformes doit être poursuivi, sans verser pour autant dans un néolibéralisme de mauvais aloi, sans verser pour autant dans une dérégulation frénétique sans borne et sans gêne contre laquelle je m'inscris en faux, parce que je persiste à croire que l'euro et la zone euro et la cohérence des politiques que nous mettrons en œuvre gagneraient en crédibilité si nous complétions l'action qui est la nôtre en matière de réformes structurelles par la mise en place d'un socle de droits sociaux minimaux, lequel garantirait à tous les travailleurs, sur l'ensemble de la zone euro, un certains nombre de droits minimaux que les États membres, en essayant de renforcer la dimension de leur combativité nationale, ne pourraient pas revoir à la baisse.
Les travailleurs en Europe ont le droit de savoir à quoi ils doivent s'en tenir. Nous devons cesser de donner de l'Union monétaire l'impression qu'il s'agirait d'une entreprise qui serait celle des ministres des finances, des banquiers, du grand capital et des grandes industries et qui en fait s'exercerait contre les droits les plus élémentaires des travailleurs, qui constituent tout de même la majorité de la population en Europe.
Un mot, Monsieur le Président, sur l'élargissement de la zone euro. Je ne suis pas d'accord avec tous ceux qui donnent à penser que nous serions devenus, dans la zone euro, plus stricts qu'avant à l'égard des nouveaux États membres, désireux d'adhérer à la zone. Les critères que nous appliquons sont ceux du traité de Maastricht. Il n'y a pas eu de revendication visant à changer les critères que nous avions retenus lors de la signature du traité, le 7 février 1992, à Maastricht. Il n'est pas question d'abandonner la politique de convergence nominale pour la remplacer par un critérium qui omettrait l'application de certains critères, auxquels ont dû répondre les premiers membres de la zone euro. Quant à ceux qui mettent en cause les critères de convergence nominale, sur un plan autre que théorique, je les mets en garde contre les risques réels de voir les critères de convergence nominale remplacés par les critères de convergence réelle. L'application de critères de convergence réelle éloignerait, et de beaucoup, les nouveaux États membres de l'adhésion à la zone euro. Par conséquent, je crois qu'il est sage de nous en tenir aux critères qui sont actuellement les nôtres et cette politique renforcerait la crédibilité de la zone euro.
La représentation extérieure mériterait en fait une longue explication, une explication brève peut suffire. La zone euro doit être représentée par un homme, par une voix et par un siège dans toutes les instances internationales, notamment dans les organisations financières internationales. Je suis convaincu que nous n'en serons pas là lorsque mon mandat arrivera à échéance le 1er janvier 2009. J'ai néanmoins la conviction que viendra le jour où les Européens, même les plus réticents, s'apercevront que nous ne cessons de nous ridiculiser en prétendant à la codirection des affaires monétaires du monde si nous continuons à nous présenter en ordre dispersé dans les enceintes internationales. Voilà, Monsieur le Président, quelques remarques que je me suis senti autorisé de faire, tout en m'excusant de ne pas avoir pu, comme à mon habitude, répondre à tous ceux qui sont intervenus; j'ai dû répondre d'une façon sommaire puisque je n'étais pas présent lorsque, avec l'engagement qui caractérise cette Assemblée, les uns et les autres se sont exprimés.
Przewodniczący. Zamykam debatę.
Głosowanie odbędzie się we wtorek o godz. 11.30
Pisemne oświadczenie (Reguła 142)
Jean-Pierre Audy (PPE-DE). – Même si le rapport de mon excellent collègue José Manuel Garcia-Margallo y Marfil développe des éléments d'analyse et de proposition très intéressants sur la zone euro, je regrette qu'il ne pose pas d'emblée la question de l'évolution de l'euro d'une monnaie technique vers un outil politique au service de la croissance et de l'emploi. La politique monétaire conduite par la banque centrale européenne (BCE) semble être à l'opposé du réel : normalement le taux de change devrait être fort lorsque la croissance économique est forte et devrait se déprécier lorsque la croissance est faible. Or, en Europe, c'est l'inverse qui se produit depuis le début des années 1990. Alors que les Etats membres se réforment, la recherche de l'inflation zéro par une politique monétaire inappropriée conduit l'Europe à enregistrer de médiocres résultats en terme de croissance économique.
Si cela continue, alors que le prix des matières premières et de l'énergie flambe sur toute la planète, nous aurons l'inflation zéro et la croissance zéro avec des industriels qui finiront par s'installer en zone dollar. Tout se passe comme si la BCE ignorait la politique économique alors que son homologue américaine ne pense qu'à ça.