Índice 
 Anterior 
 Siguiente 
 Texto íntegro 
Ciclo de vida en sesión
Ciclos relativos a los documentos :

Textos presentados :

RC-B6-0588/2006

Debates :

PV 15/11/2006 - 11
CRE 15/11/2006 - 11

Votaciones :

PV 16/11/2006 - 6.2
CRE 16/11/2006 - 6.2
Explicaciones de voto

Textos aprobados :


Acta literal de los debates
Miércoles 15 de noviembre de 2006 - Estrasburgo Edición DO

11. Situación en Gaza (debate)
Acta
MPphoto
 
 

  El Presidente. – De conformidad con el orden del día, se procede a las declaraciones del Consejo y de la Comisión sobre la situación en Gaza.

 
  
MPphoto
 
 

  Paula Lehtomäki, Presidenta en ejercicio del Consejo. (FI) Señor Presidente, Señorías, la Unión Europea está profundamente preocupada por la violencia que ha tenido lugar en Gaza en las últimas semanas. Durante la operación militar realizada por Israel, varias personas murieron en Beit Hanun el 8 de noviembre, y en un desastroso bombardeo artillero casi 20 palestinos, entre ellos mujeres y niños, perdieron la vida al intentar salir de la zona. Además resultaron heridas varias personas. Esta acción militar provocó igualmente la destrucción de las infraestructuras de la localidad. La Unión Europea lamenta profundamente la violencia y las lesiones resultantes de estos actos violentos.

Al mismo tiempo, los palestinos han seguido disparando indiscriminadamente cohetes Qasam contra las ciudades israelíes de Ashkelon y Sderot, por citar un ejemplo. Estos ataques también han causado la muerte de una persona, varios heridos y daños materiales. La Unión ha pedido a los dirigentes palestinos que hagan todo lo que esté a su alcance para poner fin a estos ataques.

La Unión Europea no puede aceptar el uso de la violencia. Todos los países tienen derecho a defenderse a sí mismos, pero eso no les da derecho a utilizar una fuerza desproporcionada o a llevar a cabo acciones como las que hemos presenciado en Beit Hanun. Israel debe ajustar la escala de sus acciones a la situación. Tiene que cumplir el Derecho internacional humanitario. La seguridad no es privilegio de un solo bando, sino de todos en Oriente Próximo. La Unión Europea ha pedido a Israel que ponga fin a sus acciones militares en Gaza.

La Unión ha pedido igualmente a los dirigentes palestinos a que detengan los ataques con cohetes que han proseguido con diversos grados de intensidad durante todo el otoño. La finalidad de los ataques es probablemente aumentar el miedo y la inseguridad, algo que va dirigido erróneamente contra la población civil. Los israelíes no deben seguir viviendo en un clima de constante temor, pues también ellos tienen derecho a la paz. Los palestinos deben dejar de utilizar la violencia para fines políticos.

Esta creciente espiral de violencia amenaza con destruir cualquier oportunidad de reanudar el proceso de paz en Oriente Próximo. Los acontecimientos que acabo de describir solo sirven para alejar a las partes de las oportunidades que se presentan, sobre todo en un momento en que se necesita un proceso de paz destinado a negociar la creación de un modelo basado en dos Estados. La meta sigue siendo la creación de un Estado palestino viable que exista en paz junto a Israel. La Unión Europea espera que los acontecimientos sucedidos en Beit Hanun no desanimen a las partes ni a la comunidad internacional, ni las lleven a abandonar la búsqueda de una paz duradera y justa.

La Unión Europa espera asimismo que los ataques contra Beit Hanun no hagan que los palestinos dejen de buscar la armonía entre ellos y la formación de un Gobierno de unidad nacional que pueda cumplir las condiciones impuestas por el «Cuarteto». Toda la comunidad internacional necesita una parte fiable para negociar con ella. Los palestinos tienen derecho a un Gobierno que represente los intereses de todos los ciudadanos.

Al mismo tiempo, la situación humanitaria entre los palestinos ha sido una gran preocupación para la Unión Europea. La situación económica y humanitaria en los territorios palestinos es intolerable. Esta situación podría mejorar considerablemente si Israel mantuviera abiertos los puestos fronterizos de Rafá y Karni, y permitiera una mayor movilidad a los palestinos. Y lo que es más, la Unión Europea ha pedido a Israel que reconozca como ingresos los derechos de aduana e impuestos que ha recaudado y que pertenecen a los palestinos. Estas medidas podrían mejorar mucho la situación económica de los palestinos.

La propia UE ha intentado ayudar a los palestinos. Este año se han destinado más de 650 millones de euros en ayuda a través de varios canales, lo que representa un 25 % más que el año pasado. El Mecanismo Temporal Internacional ha sido el medio para ayudar a los palestinos, y esperamos que Israel y las otras partes hagan un buen uso de él.

Así pues, la situación en Oriente Próximo no resulta muy prometedora a la vista de los sucesos de los últimos días, pero a pesar de ello debemos seguir creyendo en un futuro mejor. La Unión Europea hará todo lo posible para apoyar el proceso de paz.

 
  
MPphoto
 
 

  Margot Wallström, Vicepresidenta de la Comisión. (EN) Señor Presidente, gracias por invitarme en esta fecha simbólica, el 15 de noviembre, que es el Día Nacional de Palestina, para hablar de la situación en Gaza.

La escalada de violencia en Gaza ha culminado recientemente con el ataque perpetrado por las Fuerzas de Defensa de Israel contra Beit Hanun el 8 de noviembre, provocando la muerte de 18 civiles palestinos. En respuesta, mi colega, la Comisaria Ferrero-Waldner, hizo una declaración diciendo que estaba «profundamente impresionada por ese acontecimiento en concreto». Recordamos especialmente a la familia Uzamina, que ha perdido a seis mujeres y ocho niños, muertos mientras dormían, y a todos los palestinos e israelíes inocentes que han perdido la vida en esta espiral de violencia.

Después del ataque, la Comisaria Ferrero-Waldner pidió a todas las partes que pusieran fin a la violencia y dieran una oportunidad al diálogo. Las facciones palestinas tienen que dejar de disparar cohetes contra territorio israelí. Y aunque reconocemos el derecho de Israel a defenderse, ese derecho no debe cobrarse el precio de vidas inocentes.

El ataque de Beit Hanun es el último de una serie de incursiones en la Franja de Gaza iniciadas el 28 de junio. Las operaciones militares han causado daños en infraestructuras vitales, sobre todo en Gaza, afectando a la central eléctrica, a carreteras principales y puentes y a edificios gubernamentales, y han matado a cerca de 300 palestinos, casi todos ellos civiles. En respuesta, la Comisión ha aumentado este año su ayuda con el fin de atender las crecientes necesidades relacionadas con emergencias y ayuda humanitaria.

En junio de 2006 pusimos en marcha el Mecanismo Temporal Internacional, que canaliza los recursos de los Estados miembros y el presupuesto de la Comunidad Europea para contribuir a aliviar la crisis socioeconómica en los territorios palestinos. Este mecanismo ha financiado la prestación de servicios básicos para 1,3 millones de personas residentes en la Franja de Gaza y prestaciones sociales para 100 000 palestinos vulnerables. La operación está ahora ampliando su alcance a 150 000 casos.

La Comisión, a través de ECHO, ha destinado 84 millones de euros en ayudas a hogares palestinos vulnerables por medio del suministro de víveres, agua y saneamiento, asistencia sanitaria y protección social. La Comisión Europea está proporcionando además un paquete de 26 millones de euros en ayuda alimentaria. Las ayudas en efectivo y alimentos se canalizan a través del Organismo de Obras Públicas y Socorro de las Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina registrados como casos de dificultades especialmente gravosas, mientras que los paquetes de alimentos para no refugiados se distribuyen a través del Programa Mundial de Alimentos de las Naciones Unidas.

La Comisión es también un importante donante del Organismo de Obras Públicas y Socorro de las Naciones Unidas. En 2006 contribuimos con 64 millones de euros a su Fondo General. Este organismo se ocupa de la salud, la educación y otros servicios sociales para los refugiados palestinos. En Gaza, estos servicios constituyen el único elemento de estabilidad en un entorno inseguro.

Nuestros esfuerzos pueden aliviar la crisis humanitaria que sufren los palestinos. No obstante, su causa raíz, que es la falta de esperanza en una solución pacífica para israelíes y palestinos, tiene que ser erradicada con urgencia. Existe la necesidad urgente de retornar a un proceso de paz completo con una clara perspectiva política.

El proceso de reconciliación entre palestinos tiene que recibir una oportunidad. Debemos alentar al Presidente Abbás para que persista en sus esfuerzos de formar un Gobierno de unidad nacional, con una plataforma que refleje los llamados «principios del Cuarteto» de no violencia, reconocimiento de los acuerdos internacionales, reconocimiento de Israel como estado y posibilidad de un compromiso anticipado. Eso contribuirá a recuperar la esperanza en un estado viable e independiente para los palestinos.

Por eso el Consejo de Asuntos Generales y Relaciones Exteriores, reunido el lunes, ha acogido con satisfacción la propuesta de la Comisión de ofrecer ayuda adicional a los palestinos tan pronto como se forme un Gobierno de unidad nacional. Si proporcionamos esa ayuda antes de fin de año, tendremos que recurrir a la reserva para ayudas de emergencia y obtener la autorización de la autoridad presupuestaria. La Comisión contará con el apoyo del Parlamento Europeo.

En paralelo a la ayuda de la UE, Israel tiene que liberar los cientos de millones de dólares de impuestos y aranceles que ha cobrado en nombre de la Autoridad Palestina y que retiene desde marzo en respuesta a la formación del Gobierno liderado por Hamás.

Debemos trabajar todos juntos para que, con ocasión del Día Nacional de Palestina del año que viene, podamos celebrar el progreso hacia la creación de un Estado palestino democrático, viable y soberano.

 
  
MPphoto
 
 

  Hans-Gert Poettering, en nombre del Grupo del PPE-DE. – (DE) Señor Presidente, señora Presidenta en ejercicio del Consejo, señora Vicepresidenta de la Comisión, Señorías, la situación en Oriente Próximo es preocupante y a la vez peligrosa y trágica. Es preocupante porque los conflictos perduran desde hace décadas y no hay un final a la vista. Es peligrosa porque las tensiones entre las partes opuestas aumentan constantemente y porque las potencias exteriores –como Siria e Irán– ejercen una influencia cada vez mayor. Por último, es trágica porque entre sus víctimas hay gente normal y corriente y sobre todo un gran número de niños.

Hemos dicho a todas las partes en Oriente Próximo que una solución militar no es viable, que necesitamos paz a través del diálogo y la negociación. También les hemos dicho que la política de «ojo por ojo, diente por diente» no conduce a ninguna parte, ya que solo agrava más la situación cada vez que una de las partes responde a un ataque con un ataque mayor. Necesitamos romper este círculo de violencia. Y lo pedimos tanto a los israelíes como a los palestinos.

La posición del Grupo del Partido Popular Europeo (Demócrata-Cristianos) y de los Demócratas Europeos es sumamente clara. Queremos un Estado de Israel con fronteras seguras y, de igual manera, un Estado palestino con fronteras seguras. La dignidad de un israelí es la misma que la de un palestino, y no debemos aplicar dobles raseros. Deseamos un Estado libanés independiente y democrático. Todos los que cuestionan el derecho a la existencia de estos Estados –los Estados israelí y libanés ya existen, y debería existir uno palestino– pueden provocar daños duraderos no solo a la paz en la región, sino también, de forma circunstancial, a la paz mundial.

La UE y otras partes deben contribuir ahora a la paz. Creo que la UE se siente muy satisfecha de hacer dicha contribución a través del despliegue de tropas en la región, aunque habríamos preferido que fueran fuerzas armadas europeas y no tropas nacionales de algunos Estados miembros. La UE debe considerar este aspecto en el futuro, a fin de realizar una aportación auténticamente europea al respecto. Sin embargo, el mismo hecho de que se hayan desplegado estas tropas constituye un avance. Sin embargo, debemos seguir avanzando para hacer una contribución auténticamente europea, incluso en el ámbito militar.

Ahora les toca a los políticos, cuyo principal activo son la confianza y la credibilidad. Cuando haya algo que criticar, debemos criticarlo, independientemente de que los responsables sean los israelíes o los palestinos. En relación con las decisiones del Consejo de Seguridad –y lo dice alguien que es sumamente proamericano– resulta inaceptable que los Estados Unidos veten todas las críticas o condenas de Israel.

(Aplausos)

Y digo con toda seriedad que esa no es forma de lograr credibilidad ni de infundir confianza en todas las partes interesadas. Creo que la oportunidad de la UE reside en la credibilidad que ha mostrado en este conflicto, porque reconocemos el derecho de existir del Estado israelí y del Estado palestino, y deseamos la paz en el Líbano.

Si Israel ha causado estas terribles consecuencias con la masacre de Beit Hanun –debida supuestamente a un error técnico–, no basta con pedir disculpas. La política que adopte en el futuro debe procurar que no reaccione siempre de acuerdo con el principio de «ojo por ojo, diente por diente».

(Aplausos)

Me acaban de informar de que una mujer ha muerto y el guardaespaldas de un Ministro ha perdido ambas piernas por un ataque con cohetes Qasam. Es necesario poner fin a esta situación. Debemos decirlo a ambos bandos, y tenemos que ser creíbles. Los europeos no debemos cerrar los ojos, sino asumir responsabilidades.

(Aplausos)

 
  
MPphoto
 
 

  Martin Schulz, en nombre del Grupo del PSE. (DE) Señor Presidente, Señorías, esta no es la primera vez que el Parlamento debate la situación en Gaza y es poco probable que sea la última. Sin embargo, es la primera vez que un debate ha puesto de manifiesto la formación de una opinión dentro de esta Cámara que conllevará un cambio de las relaciones con uno de sus países asociados, es decir, con Israel.

Las observaciones del señor Poettering ponen de relieve que necesitamos un debate por encima de las divisiones de Grupo sobre la posición que la UE debe adoptar en relación con estos hechos y, sobre todo, sobre el papel que desempeñan Israel y su Gobierno en la evolución de esta región.

No espero nada de las organizaciones terroristas. ¿Qué esperamos de los terroristas? La respuesta es terror, desprecio por la humanidad, el indescriptible sufrimiento que estos criminales han causado en el mundo y siguen provocando cada día, sufrimiento del cual el señor Poettering acaba de dar un ejemplo. ¿Qué espera un ordenamiento jurídico común, como el de la UE, de estas personas? La respuesta es «nada». No pueden ser nuestros interlocutores. No son las personas en las que debemos y podemos depositar nuestras esperanzas cuando se trata de construir la paz.

Y sin embargo, debemos esperar algo de un país democrático basado en el Estado de derecho. Israel, ese maravilloso país, el país fundado como respuesta al punto más bajo de la historia de la humanidad, tiene derecho a nuestra solidaridad absoluta en la región. Cualquiera que intente amenazar a este Estado o cuestione su derecho a existir se topará con la oposición de todos los europeos. Nuestra solidaridad con Israel no conoce límites.

Sin embargo, Israel debe responder a preguntas al ser un país democrático basado en el Estado de Derecho. Debe ser posible preguntar a una democracia basada en los mismos valores fundamentales que los nuestros cómo es posible que se diga que algo como lo sucedido en Beit Hanun sea un incidente técnico. Yo espero de una cultura democrática que las partes responsables de este «incidente técnico» respondan por sus actos.

(Aplausos)

Lamentablemente, el descanso estival del Parlamento fue interrumpido por un incidente técnico como este acaecido en Qana. Todavía me pregunto quién fue el responsable.

Si los hechos que tienen lugar en la región producen daños colaterales, Israel debe velar porque su cultura legal no se encuentre entre ellos. Huelga decir que Israel tiene que defenderse y poder hacerlo, y que debemos echarle una mano a ese país. Los sucesos ocurridos en el Líbano sirven a los intereses de la seguridad de Israel. Lo que los europeos desean, para que haya un Estado palestino estable, es que sirva a los intereses de seguridad israelíes. Todos nuestros esfuerzos –ya sean financieros o diplomáticos, y ahora militares– sirven a los intereses de la seguridad de Israel. Lo que la UE, un ordenamiento jurídico común, no puede aceptar, sin embargo, es pagar la ilegalidad con ilegalidad. Eso es inadmisible.

Lo que también es inamisible para nosotros es guardar silencio cuando un partido que juzga a los ciudadanos por su origen étnico, como hace el partido del señor Liebermann, entra en el Gobierno de un país como Israel. Eso es inadmisible.

(Aplausos)

Los israelíes tienen el derecho soberano de votar por un partido como este, pero nosotros también tenemos el derecho soberano, como diputadas y diputados de esta Cámara, de condenar esta política. Ningún socialdemócrata del mundo tiene nada en común con el señor Liebermann.

La única oportunidad para encontrar una solución en esa región consiste en renunciar a la violencia. El diálogo es la única vía. Las partes deben intentar trascender la violencia y las dolorosas experiencias pasadas y entablar el diálogo. Se han hecho algunas tentativas positivas, recordemos los esfuerzos de Isaac Rabin, que fue Jefe del Estado Mayor de las fuerzas armadas israelíes, pero que aún así sabía que el diálogo es la única manera de superar la guerra y los conflictos.

El diálogo no garantiza el éxito, pero lo cierto es que, sin él, la paz no tiene oportunidad alguna. Así pues, esperamos en particular de Israel que conceda prioridad al diálogo político y no a una nueva militarización.

(Aplausos)

 
  
MPphoto
 
 

  Graham Watson, en nombre del Grupo ALDE. – (EN) Señor Presidente, he perdido la cuenta del número de veces que hemos debatido la situación en Oriente Próximo en los últimos meses, pero sé que, desde nuestro debate en septiembre, 150 palestinos han perdido la vida en Gaza, 70 de ellos solo durante la semana pasada. La atrocidad de Beit Hanun, donde murieron 18 civiles palestinos, es tan indefendible como inexplicable.

En una espiral de violencia con ataques armados por ambas partes, a menudo resulta difícil saber qué es ataque y qué es represalia, pero no tengo ninguna duda de que David Grossman tenía razón cuando dijo la semana pasada que la conducta de los dirigentes israelíes es propia de sinvergüenzas.

Mi colega, el señor Davies, ha estado hace poco en Gaza. Al igual que otros, cuenta que Gaza se ha convertido en una cárcel, con casos diarios de ejecuciones extrajudiciales, vidas alteradas y desdichadas, represalias desproporcionadas –sobre todo desde la Operación Lluvias de Verano, los cohetes Qasam han matado a 14 civiles en dos años–. La respuesta de las Fuerzas de Defensa de Israel se ha cobrado la vida de 126 personas el mes pasado, 63 de las cuales no participaban en el combate.

El tiempo se ha agotado. No podemos esperar más. La comunidad internacional no puede seguir condenando mientras espera a resolver la situación. Es una estrategia desastrosa que deja el escenario a otros. Tenemos que relanzar las conversaciones y las negociaciones. No podemos perder tiempo en desplegar observadores internacionales y militares en Gaza. Tenemos que dar un ímpetu renovado al compromiso del «Cuarteto», y espero que los Estados Unidos refuercen su papel ayudando en las negociaciones como prueba de un nuevo multilateralismo.

Los palestinos tienen que saber que el uso del terror no les llevará nunca a conseguir el reconocimiento que desean, y los israelíes tienen que saber que están perdiendo reconocimiento con su reiterado incumplimiento del Derecho internacional y sus acciones militares desproporcionadas contra objetivos civiles.

En el funeral de Isaac Rabin, el señor Grossman habló de un país hipnotizado por la locura, la rudeza, la violencia y el racismo, de un Estado que despilfarra su buena voluntad, que despilfarra a su propia gente, sobre todo a sus jóvenes. Ese mismo Israel ha utilizado recientemente excavadoras del ejército para destruir las tumbas de soldados ingleses muertos en Gaza en 1917 y el 31 de octubre envió aviones de combate F-15 para lanzarse en picado contra soldados franceses que servían en las fuerzas de la FPNUL en el Líbano. ¿Cuántos enemigos quieren los israelíes? ¿Cuánto más tiempo creen que pueden sostenerse a sí mismos en una situación de conflicto sin resolver?

Es hora de que personas razonables de las dos partes se reúnan, tal vez para relanzar el Proceso de Ginebra, y es hora de que la Unión Europea haga todo lo que pueda por promover, alentar y apoyar ese proceso.

(Aplausos)

 
  
MPphoto
 
 

  Hélène Flautre, en nombre del Grupo Verts/ALE. – (FR) Señor Presidente, hace dos semanas estuve en Gaza con el señor Davies, la señora Morgantini y otros diputados, justo el día en que el ejército israelí inició el asedio de Beit Hanun: daba comienzo una campaña de ejecuciones extrajudiciales, masacres y destrucción de bienes civiles. Israel, potencia ocupante en los territorios palestinos, no cesa de violar los derechos humanos y el Derecho humanitario internacional con total impunidad.

El uso de fuerza excesiva e indiscriminada contra los civiles y los bienes de carácter civil, la destrucción de infraestructuras de suministro de electricidad y agua, la demolición con explosivos de edificios públicos, las restricciones impuestas a la libertad de circulación y las consecuencias de todas estas acciones para la salud pública, la alimentación, la vida de las familias y el estado psicológico del pueblo palestino, representan un castigo colectivo flagrante que supone una violación también flagrante de la Cuarta Convención de Ginebra.

El lanzamiento incesante de cohetes Qasam contra Israel no tiene excusa, desde luego, pero nada puede justificar que un pueblo entero sea objeto de un castigo draconiano como el impuesto por Israel. En esas condiciones, la Unión Europea debe dejar de avalar la política israelí.

En particular, debe asumir plenamente sus responsabilidades por lo que respecta a la supervisión del punto de paso de Rafá y no doblegarse simplemente a la voluntad del Gobierno israelí. La UE debe utilizar los instrumentos de que dispone en el marco del Acuerdo de Asociación, en especial la cláusula de derechos humanos, a fin de asegurarse de que no queden impunes las violaciones de los derechos humanos y del Derecho humanitario. Debe exigir el reembolso de los impuestos ilegalmente retenidos por los israelíes. Hay que relanzar el diálogo lo antes posible con el futuro Gobierno de unión nacional y restablecer la ayuda directa a las instituciones palestinas.

Por último, la Unión Europea y los Estados miembros deben hacer todo lo que esté en su mano para que se aplique la opinión el Tribunal Internacional de Justicia sobre la construcción ilegal del muro. Hay que convocar con urgencia una reunión del Consejo de Asociación UE-Israel y plantear la revisión del Acuerdo si no cesan las violaciones.

Por último, la Unión Europea debe desempeñar todo el papel que le corresponde en la organización de una conferencia internacional para promover la paz en la región.

 
  
MPphoto
 
 

  Luisa Morgantini, en nombre del Grupo GUE/NGL. (IT) Señor Presidente, Señorías: «¿Por qué los dirigentes políticos siguen reflejando las posiciones de los radicales y no las de la mayoría del electorado? ¿Cómo ha sucedido? ¿Cómo podemos observar impasibles, como si estuviéramos hipnotizados, la ola de locura, brutalidad, violencia y racismo en nuestro país? […] Nuestros dirigentes políticos y militares carecen de lo esencial. [Estimado señor Olmert,] por una vez, dirija su mirada a los palestinos, no a través de la mira de un arma o detrás de las barreras cerradas de un puesto de control, y verá una población que no ha sido menos torturada que la suya, que está derrotada, oprimida y sin esperanza. Quizá por ello, la mayoría de nosotros hemos reaccionado con indiferencia ante el duro golpe que ha sufrido la democracia con el nombramiento como ministro de Avigdor Liebermann, un pirómano en potencia que ha sido nombrado jefe de los servicios gubernamentales encargado de la extinción de incendios.»

Obviamente estas no son palabras mías, pues no soy israelí ni palestina. Son las palabras de David Grossmann, que perdió un hijo en una guerra inútil, una guerra que fue provocada entre otras cosas por los cohetes Katiusha, pero que tuvo como resultado la muerte de miles de ciudadanos libaneses e israelíes, entre ellos el hijo de David Grossmann. La señora Wallström lo ha dicho aquí hoy, 15 de noviembre, día de la Patria Palestina. ¿Qué sucedió el 15 de noviembre de 1988? La declaración y aceptación por parte de los palestinos de un Estado palestino en los territorios ocupados en 1967, es decir, el reconocimiento de Israel. Sin embargo, el Gobierno israelí no hizo otro tanto, ya que nunca ha reconocido las fronteras seguras de 1967 –pues continúa la construcción de asentamientos– ni el Estado palestino.

Estoy agotada: en los siete años y medio que he formado parte de este Parlamento, he escuchado la tan trillada frase «dos pueblos, dos Estados» una y otra vez. No cabe duda de que hay que hacer todo lo posible para que coexistan pacíficamente dos pueblos y dos Estados. Pero ¿para qué repetir estos clichés vacíos, en vista de que el Estado palestino no está siendo construido y que las decisiones políticas, ayudadas, eso sí, por la locura de los extremistas palestinos, no contribuyen al crecimiento del Estado palestino, sino que más bien ayudan a arrebatarles continuamente su tierra?

La semana pasada estuve en Gaza –y lamento que la delegación oficial del Parlamento no haya estado ahí– con otros 12 diputados al Parlamento Europeo; vimos lo que significa el uso de armas que nadie conoce aún y que tal vez se estén probando en los cuerpos destrozados de jóvenes asesinados por bombas que caían y demolían casas; lo vimos con nuestros propios ojos. Es por ello que no podemos seguir hablando de «dos pueblos, dos Estados». Tenemos que actuar con decisión. Creo que es muy necesario celebrar una conferencia internacional de paz en la que participen todas las partes implicadas. Y aunque no necesitamos organizarla, tenemos que actuar.

Los palestinos no necesitarían nuestros 650 millones de euros si los israelíes les entregaran los impuestos que les pertenecen. Asegurémonos, como hacemos en otros casos –y sin duda no mediante el uso de las armas– que Israel...

(El Presidente interrumpe a la oradora)

(Aplausos)

 
  
MPphoto
 
 

  Eoin Ryan, en nombre del Grupo UEN. – (EN) Señor Presidente, la comunidad internacional ha dejado de prestar atención a la crisis que está teniendo lugar en Gaza. Se ha dejado distraer por otros acontecimientos de Oriente Próximo, como la guerra en el Líbano, Iraq e Irán. Todos tenemos que renovar nuestros esfuerzos por encontrar y alentar un proceso de paz en Gaza. Tanto palestinos como israelíes tienen que adquirir compromisos para poner fin a un conflicto que se está cobrando tantas vidas en las dos partes.

Celebro los esfuerzos de Hamás y Al Fatah por formar un Gobierno de unidad y poner fin al embargo internacional sobre Palestina. Pido a Hamás que con el nuevo Gobierno reconozca a Israel o acepte una solución factible de dos Estados para el conflicto de Oriente Próximo, que yo creo que es la única vía posible.

Condeno el ataque con cohetes perpetrado por militares palestinos desde Gaza esta mañana, en el que ha muerto una mujer de edad avanzada y resultado herida otra persona en la ciudad israelí de Sderot. Condeno también la muerte de 18 civiles en el bombardeo de Beit Hanun por las Fuerzas de Defensa de Israel la semana pasada. Cuando se aplica la ley del ojo por ojo, todos se quedan ciegos.

Aunque reconozco que Israel tiene derecho a defenderse de los ataques, muchos de nosotros vimos ayer el documental sobre Gaza y escuchamos a nuestros colegas que habían visitado recientemente la región. Me impresionó lo que escuché y vi: la terrible brutalidad que se ha infligido a los civiles palestinos. Ambas partes tienen que darse cuenta de que la única solución es sentarse y hablar. El diálogo es la única vía posible. Se necesita un liderazgo valiente por ambas partes. En Irlanda conocemos muy bien la espiral de violencia que causa este tipo de conflictos. Sabemos también demasiado bien cuáles son los enormes beneficios que todos podrían obtener si se pusiera fin a la violencia y hubiera una negociación y un diálogo verdaderos.

Todos tenemos que tratar de generar confianza. La UE ha aumentado la ayuda a los palestinos este año y ha solicitado a Israel el pago inmediato de los ingresos fiscales y arancelarios retenidos. Además, sigue tratando de conseguir la liberación del soldado israelí capturado y de los legisladores palestinos detenidos en Israel, así como la reapertura de los puestos fronterizos de Gaza.

La UE tiene la obligación de proteger las vidas de los civiles. En este momento se encuentra en una posición más fuerte que Gran Bretaña o los Estados Unidos para actuar como intermediario neutral. Personas razonables tienen que intervenir y hacer algo ante lo que está sucediendo. El mal seguirá prevaleciendo si no hacemos nada.

 
  
MPphoto
 
 

  Bastiaan Belder, en nombre del Grupo IND/DEM. (NL) Señor Presidente, esta mañana los palestinos han lanzado siete cohetes sobre territorio israelí que han provocado la triste estadística de un muerto y un herido grave en la localidad de Sderot. Quienes ejercen la violencia afirman que dicho ataque es una venganza por el baño de sangre de la semana pasada en Beit Hanun, pero en todo caso no en nombre de la familia Athamna de Beit Hanun, que ha resultado gravemente afectada. Al contrario, esta familia –y sus Señorías pueden comprobarlo por sí mismos en la prensa israelí de hoy– recalca que ya se ha derramado demasiada sangre. Desgraciadamente, este espíritu de reconciliación de los palestinos no encuentra respuesta entre los destacados representantes de Hamás. En los últimos días, estos han subrayado enfáticamente que el nuevo Gobierno palestino no está obligado a reconocer al enemigo sionista. ¿Pueden el Consejo y la Comisión arrojar luz acerca de esta repetida controversia política entre Al Fatah y Hamás? Y al mismo tiempo, me gustaría conocer su reacción sobre la declaración realizada por Mohamed Shabir, quien ha sido propuesto para ocupar el puesto de Primer Ministro de un gabinete palestino de unidad nacional: «Haré saber mi posición después del nombramiento». ¿Se han puesto ya en contacto con él?

Se dice que el «Cuarteto» está reunido en el Cairo para volver a poner en marcha el proceso de paz. Espero que la explosiva situación reinante en Gaza ocupe un lugar destacado en su orden del día. Después de todo, el Consejo y la Comisión no ignoran lo que el jefe del Shin Bet, la Agencia Israelí de Seguridad, dijo ante la Knesset, a saber: que si la marea política y militar de los radicales en Gaza no cede, Israel no tendrá otra alternativa que organizar una operación militar a gran escala. El señor Diskin, director del Shin Bet, señaló igualmente que desde la retirada de Israel de Gaza se habían introducido ilegalmente a la Franja al menos 33 toneladas de explosivos militares, grandes cantidades de armas y entre 50 y 70 millones de dólares estadounidenses en efectivo. Egipto, en particular, se ha desentendido, a pesar de que con ello contraviene el acuerdo militar con Israel.

En resumen, la Unión Europea debe aprovechar la reunión del «Cuarteto» para recordar sus responsabilidades a Egipto y de hecho al resto del mundo árabe. Gaza no debe convertirse en el tan temido Hamastán.

 
  
MPphoto
 
 

  Alessandro Battilocchio (NI).(IT) Señor Presidente, acabo de regresar de Palestina. Salí sin prejuicios ni ideas preconcebidas, pero la situación que encontré es peor de lo que esperaba, pues se trata de un polvorín a punto de estallar que tendrá un efecto dominó en toda la zona.

Desde hace nueve meses no se han pagado los salarios debido al bloqueo de las transferencias, lo que ha dado por resultado que las oficinas públicas se encuentren cerradas, las escuelas desiertas y los hospitales solo acepten las tan frecuentes emergencias. El número de presos políticos palestinos en las cárceles israelíes se eleva a once mil, entre ellos 400 niños y 41 diputados elegidos en unas elecciones que la comunidad internacional calificó de libres y transparentes. Diecinueve muertos, doce de ellos menores de edad, es el precio de los enfrentamientos de los últimos días, que de hecho comenzaron el día después de mi partida. Novecientos doce kilómetros es la longitud del gigantesco muro que está rompiendo el país y separando a familias enteras por motivos que tienen muy poco o nada que ver con la seguridad. Novecientos mil olivos, algunos de ellos centenarios, han sido destruidos para construir esta estructura tan impresionante como inútil. La tasa de pobreza es del 78 % en Gaza, donde se han cortado todos los enlaces con el exterior y resulta imposible importar o exportar mercancías. La longitud de la frontera militarizada de Gaza es de 1 315 metros, que solo pueden cruzarse a pie, incluidos los ancianos y los niños, tras interminables controles; es un cruce increíblemente lúgubre, como si perteneciera a otra época. Y aún así, al pasear por las calles se puede ver un atisbo de esperanza en los cansados ojos de la población.

Europa aún tiene una oportunidad para redimirse, si comenzamos donde lo dejamos y reanudamos el camino recientemente interrumpido. Debemos trabajar a favor de una solución justa que contemple dos pueblos y dos Estados: seguridad para el Estado de Israel, cuyo reconocimiento no está en juego, y el derecho a una Palestina libre e independiente. El tiempo se termina, o adoptamos ahora una iniciativa firme y sólida o bien tendremos que aceptar toda la responsabilidad de no haber estado dispuestos o de no haber sido capaces de hacer lo necesario.

(Aplausos)

 
  
MPphoto
 
 

  José Ignacio Salafranca Sánchez-Neyra (PPE-DE). – (ES) Señor Presidente, señora Presidenta en ejercicio del Consejo, señora Vicepresidenta de la Comisión, creo que del debate que estamos celebrando esta tarde deberíamos retener dos conclusiones.

A la primera de ellas se ha referido el Presidente de mi Grupo, señor Poettering, al afirmar que tenemos que ser coherentes con la actitud adoptada en el pasado y, de la misma manera que hemos condenado los ataques indiscriminados de los que han sido víctimas israelíes inocentes, tenemos que condenar este ataque desproporcionado de la fuerza israelí, en el que han muerto civiles, sobre todo mujeres y niños.

Desgraciadamente, señor Presidente, a pesar de las disculpas pedidas por el Primer Ministro y de la investigación que va a realizar el Gobierno israelí, estas personas no van a recobrar la vida.

Señor Presidente, esta mañana se nos ha recordado en la sesión solemne que solo en el contexto de una solución justa y global van a poder superarse estos problemas de violencia recurrente en Oriente Próximo.

Pero me llama la atención —y celebro que esté presente aquí la Presidencia en ejercicio del Consejo— el hecho lamentable —y lo recordaba un Primer Ministro belga, Mark Eyskens— de que, de cada cien veces que la Unión Europea vota en las Naciones Unidas, sesenta lo haga de forma diferente. Así, señor Presidente, la Unión Europea no podrá pesar en la escena internacional.

Creo que todo el mundo en esta Cámara reconoce el derecho a la legítima defensa de Israel, pero no habría pasado nada si las Naciones Unidas hubiesen condenado este luctuoso suceso.

Por eso, señor Presidente, le pido a la Presidencia en ejercicio del Consejo que se aplique para que, si la Unión Europea quiere pesar en la escena internacional, hable con una sola voz, por lo menos en la escena internacional y, muy particularmente, en las Naciones Unidas, donde nuestros Estados miembros no deberían dar el lamentable espectáculo que se ha producido con motivo de estos luctuosos sucesos que estamos condenando.

 
  
MPphoto
 
 

  Véronique de Keyser (PSE).(FR) Señor Presidente, más de trescientas personas han sido asesinadas desde el mes de junio en Palestina. En términos diplomáticos, esto es una «respuesta desproporcionada». ¿Dónde está la desproporción? Está en el hecho de que han muerto diez palestinos por cada israelí durante esta segunda Intifada, y cien por cada uno desde la guerra del Líbano. Por tanto, hay una falta de proporcionalidad. El caso es, sin embargo, que cada una de esas muertes es inútil.

Actualmente, los más altos organismos internacionales –tanto las Naciones Unidas como el «Cuarteto»– parecen paralizados ante los Estados Unidos. Por tanto, Europa debería hacer lo que hizo en el caso del Líbano y adoptar una posición unánime y enérgica, como lo es la resolución común de hoy del Parlamento. Por tanto, debería utilizar pues todos los instrumentos políticos de que dispone, incluido el Acuerdo de Asociación con Israel, para poner fin a la violencia. Esta violencia condena a muerte a todos los palestinos, pero condena también a la democracia israelí. Pone fin a la democracia en Israel, cuyo Gobierno acaba de aliarse con un socio xenófobo que apoya ideas de depuración étnica.

Seamos por lo menos tan valientes como esos israelíes que invocan la justicia y el Derecho internacional cuando nos escriben hoy exponiendo su horror ante esas masacres. Pienso en particular en los valerosos signatarios del manifiesto publicado por las principales asociaciones de derechos humanos israelíes, que piden el cese del estrangulamiento de Gaza. Por esta razón reclamo el levantamiento del bloqueo de Gaza y la reanudación de la ayuda a Palestina, así como el apoyo al Gobierno de unión nacional que está a punto de constituirse. Sería una victoria de los moderados sobre los extremismos de ambos bandos.

Además me preocupa el posible empleo por los israelíes de nuevas armas de destrucción en esta guerra sucia –armas cuyo uso se ha sospechado ya en el Líbano– y pido que se inicie una investigación internacional a este respecto. Apoyo la idea de una conferencia internacional de paz que reúna a todos los agentes de Oriente Próximo, incluidos Siria e Irán, y reclamo, conjuntamente con la editorial del diario Haaretz, el envío de una fuerza internacional de intervención a Gaza.

Por último, insto a la Unión Europea a que aproveche todas las ocasiones de paz en esta explosiva situación. La muerte y el hambre no son desde luego un terreno abonado para la paz. No tenemos todas las responsabilidades en esta crisis, pero tenemos algunas. Me atrevo a decirlo: hemos contribuido al caos que reina en Palestina interrumpiendo de forma prematura la ayuda a ese país e implantando un mecanismo intermedio que ha llevado tiempo establecer. A cada cual su tarea particular, es cierto, pero tenemos errores que remediar y una responsabilidad que asumir.

 
  
MPphoto
 
 

  Alyn Smith (Verts/ALE). (EN) Señor Presidente, yo, como muchos otros de los presentes hoy aquí, estaba con la señora Morgantini en Gaza hace solo un par de semanas cuando se inició esta última fase de la crisis actual. Fuimos testigos del brutal trato que recibe, de manera sistemática, deliberada y altamente sofisticada y eficaz, todo un pueblo.

Gaza es una cárcel sin esperanza. Los palestinos moderados se ven bloqueados con cada movimiento que hacen para tratar de crear un Estado palestino sistemático que pueda prosperar. Se ven bloqueados por los israelíes, y nosotros debemos echar la culpa a quien realmente la tiene. El único resultado de todo esto puede ser violencia para siempre, y nosotros, mientras, solo podremos aliviar los síntomas.

Nos encontramos a funcionarios bienintencionados de la UE –hemos oído hablar hoy del Mecanismo Temporal Internacional– y la UE está, de hecho, haciendo una serie de cosas para mitigar las consecuencias humanitarias de la catástrofe. Sin embargo, como ha dicho antes el Comisario, las raíces de esta situación son políticas y la solución tiene que ser también política. Si no ponemos sobre la mesa el acuerdo de asociación y consideramos la imposición de sanciones, tendremos que hacer frente a las consecuencias de una catástrofe humanitaria para siempre. No carecemos de armas y debemos utilizar todo lo que tengamos a nuestra disposición.

 
  
MPphoto
 
 

  Adamos Adamou (GUE/NGL). (EL) Señor Presidente, «Europa», «paz», «derechos humanos», «Palestina», «Gaza»: un vocabulario que empleamos que es rico en palabras. Pero la realidad está llena de guerra, miseria y dolor, y aquí seguimos hablando, aprobando resoluciones y repitiendo los términos «derechos humanos» y «paz». Lo único que hacemos es hablar. ¿Cuántos crímenes y cuantos muertos serán necesarios para que Europa deje de actuar como Poncio Pilatos? En Palestina no mueren únicamente personas, sino que también está muriendo la esperanza y, aún así, creo que el sufrimiento humano no es algo a lo que uno pueda acostumbrarse.

La visita del Parlamento Europeo ha sido pospuesta por motivos técnicos o al menos es lo que se dice. Alguien debe explicarnos cuáles fueron esos motivos técnicos y quién es responsable de ellos. ¿Es posible que algunos partidos no querían que fuéramos? Y si no reaccionamos, volveremos a ser cómplices de los crímenes que se están cometiendo, no desde hoy ni desde ayer, sino desde hace décadas, como sabemos.

Las palabras tienen que convertirse en hechos de una vez por todas. Es necesario imponer sanciones a Israel en el marco del Derecho internacional y sin la intención de hacer daño al ciudadano ordinario. ¿Cuándo devolverá por fín el Estado de Israel el dinero del que ha despojado a sus verdaderos propietarios, los palestinos, que se mueren de hambre? Los palestinos no son terroristas ni suplican caridad. Son un pueblo que lucha contra intereses de terceros por su dignidad y su supervivencia. Son un pueblo que, ante la hipocresía de la comunidad internacional, la ocupación y el terror, lucha por seguir en vida.

 
  
MPphoto
 
 

  Elmar Brok (PPE-DE). (DE) Señor Presidente, señora Vicepresidenta de la Comisión, señora Presidenta en ejercicio del Consejo, Señorías, lo más importante en relación con este tema es que personas de ambos bandos sufren a manos de la política. El segundo aspecto es que, desde una óptica internacional, el conflicto de Oriente Próximo ha alcanzado proporciones tales que se encuentra en el centro de los esfuerzos para mantener la paz en el mundo y también de las amenazas a esta paz. Por estas dos razones, el conflicto debe resolverse pronto y el «Cuarteto» en su conjunto debe intervenir en el asunto y plantear exigencias personales, en lugar de que cada uno de sus miembros redacte documentos por separado.

Debemos reconocer que Israel ha abandonado Gaza y que lo que sucede en ese territorio es en parte un conflicto interno entre los palestinos, acompañado de terrorismo, que está aumentando hasta alcanzar las proporciones de una guerra civil. Además, el Estado de Israel tiene que responder a organizaciones terroristas que no son responsabilidad de Estado alguno. Esto explica por qué nos resulta tan difícil juzgar la situación. Sin embargo, esto no puede servir de excusa para cometer actos tales como el bombardeo de civiles y sus hogares, porque también Israel tiene que entender que la única oportunidad que tiene de gozar de una paz y una seguridad duraderas reside en acabar con el ciclo de la violencia, al igual que para un Estado palestino viable. Por ello, Israel debe considerar si sus estrategias son realmente las que debe adoptar.

Después de todo, ¿qué ha ganado Israel con la guerra que desató en el Líbano en venganza por la captura de algunos soldados, que a final de cuentas terminó con que las fuerzas prosirias se hicieran con el poder en el Líbano a través de la cadena entre Irán, Siria y Hezbolá? ¿De qué manera ha servido esta guerra a los intereses israelíes?

Debemos esperar responsabilidades en todo ello, y el recientemente creado nuevo Gobierno de consenso en los territorios palestinos puede constituir un medio para un nuevo punto de partida a fin de garantizar la paz mundial y para dar un futuro a los pueblos de esa región.

 
  
MPphoto
 
 

  Proinsias de Rossa (PSE). (EN) Señor Presidente, Gaza es un campo de prisioneros para más de 1,3 millones de palestinos, sellado herméticamente por Israel.

Los ocupantes se mueren de hambre; se destruyen sus infraestructuras de salud y educación; se devasta su economía; y se masacra a la población. Hasta ochenta –y no solo dieciocho– hombres, mujeres y niños perdieron la vida la semana pasada, la mayoría de ellos civiles que simplemente se dirigían a sus quehaceres cotidianos, tratando de llegar con vida.

Todo esto lo hace un Estado que dice ser la única democracia de la región. Qué vergonzosa manifestación de democracia. Israel está ahora pulverizando también a esos desgraciados con armas experimentales. Ni la Comisión ni el Consejo han dicho una palabra sobre lo que están haciendo para investigar el asunto.

El lanzamiento de cohetes Qasam no traerá la libertad al pueblo palestino, y yo condeno esos lanzamientos. Pero está también claro que la potencia de fuego israelí y la opresión que Israel ejerce sobre el pueblo palestino tampoco garantizarán un futuro seguro a Israel. Solo las negociaciones de una solución de dos Estados podrán garantizarlo y yo quiero instar a las partes implicadas a que empiecen lo antes posible.

 
  
MPphoto
 
 

  Tokia Saïfi (PPE-DE).(FR) Señor Presidente, después de la masacre de Qana en el Líbano hemos visto una nueva masacre de civiles, esta vez en Beit Hanun.

El Gobierno israelí ha deplorado esta nueva tragedia calificándola de error técnico. Sin embargo, sabemos que este reconocimiento no bastará para impedir la masacre de otros inocentes en el futuro. Para frenar esta escalada sin fin, Europa debe salir de su letargo y tomar por fin iniciativas enérgicas para establecer rápidamente una paz sostenible.

En primer lugar, hay que dejar de asfixiar financieramente los territorios palestinos, una medida de la que cabe pensar que está destinada precisamente a aumentar la violencia e instalar allí el caos. Después hay que interponer lo antes posible una fuerza militar entre Israel y Palestina, como se ha hecho entre el Líbano e Israel con la FPNUL. Si esa fuerza es efectiva en el Líbano, también lo será en Palestina. Y, por encima de todo, hemos de exigir por fin la creación de un Estado palestino con unas fronteras seguras y reconocidas.

Quizás se esté entreabriendo una ventana hoy con el resultado de las elecciones intermedias en los Estados Unidos. El Gobierno estadounidense, espero, redefinirá su política en Oriente Próximo. En la nueva estrategia que se perfila, Europa debe tomar la iniciativa de una nueva dinámica de paz, en la que asuma por fin su propio papel político y deje de ser una fuente de financiación.

No debemos olvidar nunca que el conflicto entre Israel y Palestina no es un conflicto como los demás, sino que entraña retos internacionales. Ha llegado el momento y no hay tiempo que perder. Seamos valientes y asumamos nuestras responsabilidades antes de que sea demasiado tarde.

 
  
MPphoto
 
 

  Panagiotis Beglitis (PSE). (EL) Señor Presidente, la salida de las madres vestidas de negro para rescatar a sus hijos en Beit Hanun, tal como se vio en los medios de comunicación internacionales, fue el coro de la tragedia moderna que vive todo el pueblo palestino a la búsqueda de su liberación. Sin embargo, no podrá haber liberación para el pueblo palestino mientras se mantenga en la zona la peligrosa y estancada estrategia de Naciones Unidas, mientras continúe la peligrosa y estancada política de los dirigentes civiles y militares israelíes.

Desgraciadamente, hoy hemos escuchado hablar a la Comisaria como si la Unión Europea fuese una organización humanitaria no gubernamental de ámbito internacional. Sin embargo, la Unión Europea, señora Comisaria, es una organización política con obligaciones internacionales y el deber de defender los principios democráticos y el Derecho humanitario internacional. La Unión Europea ha demostrado una vez más sus enormes carencias estratégicas en la cuestión de Palestina. El señor Solana debería estar en este hemiciclo hoy para contemplar los resultados de la decisión que tomó el Consejo de Ministros en el mes de febrero, cuando impuso sanciones económicas al pueblo palestino por haber expresado su voluntad democráticamente en unas elecciones. Estos impasses de la Unión Europea tienen un precio político y humanitario para el pueblo palestino.

 
  
MPphoto
 
 

  Ioannis Kasoulides (PPE-DE). (EN) Señor Presidente, el Gobierno y el Ejército israelíes se han disculpado por el trágico «error técnico» que provocó la muerte de 19 civiles inocentes, en su mayoría mujeres y niños, en Beit Hanun. La cuestión no es si deben aceptarse o no esas disculpas; la cuestión es si el uso de una fuerza así de poderosa con tanta facilidad y tanta frecuencia está abocado a cometer «errores técnicos», sobre todo cuando el umbral de respeto de la vida humana es tan bajo.

Israel y Palestina nunca encontrarán paz y tranquilidad mientras sigan disparando a la mínima. Los palestinos nunca ganarán con cohetes Qasam y terroristas suicidas. Los israelíes incitarán siempre a que haya más Qasams y más terroristas suicidas con sus respuestas tan desproporcionadas y utilizando tanta fuerza. Ninguna de las dos partes puede ganar unilateralmente. El unilateralismo ha muerto y está enterrado en el Líbano.

Pensando de manera positiva, hagamos caso al llamamiento del Primer Ministro Olmert al Presidente Abbás para iniciar conversaciones sin condicionantes previos; progresar en la formación de un Gobierno de unidad nacional entre Al Fatah y Hamás, un Gobierno de tecnócratas –con el Primer Ministro Haniya absteniéndose de su liderazgo– y obtener de Hamás la aceptación implícita de que deben sentarse a la misma mesa con Israel. Es hora de que el «Cuarteto» actúe y de que la Unión Europea deje de ser un miembro pasivo de él.

Por último, espero que el resultado de las elecciones en los Estados Unidos lleve a la Administración estadounidense a reconsiderar su política y su papel en Oriente Próximo.

 
  
MPphoto
 
 

  Béatrice Patrie (PSE).(FR) Señora Lehtomäki, señora Comisaria, Señorías, celebro el consenso casi histórico alcanzado entre los distintos Grupos políticos de este Parlamento, que nos permite transmitir un mensaje político claro.

Es evidente que los golpes asestado por el ejército israelí no pueden calificarse ni por asomo de «error técnico». Tenemos la impresión de que se trata más bien de otro castigo colectivo infringido a los ciudadanos palestinos, a los que se considera culpables de las opciones políticas tomadas en las últimas elecciones legislativas. No puedo más que deplorar la similitud con los métodos utilizados contra la población civil del sur del Líbano durante la guerra del verano de 2006, con el uso en ambos casos de bombas de fragmentación.

Es cierto que la población israelí es también blanco de ataques asesinos. Pero cabe esperar de un Estado democrático como Israel una conducta conforme a la legalidad internacional, cosa que no cabe esperar de organizaciones terroristas.

Ante esta situación, la Unión Europea debe imponerse como la fuerza motriz del «Cuarteto» a favor de la reanudación de la «Hoja de Ruta». El nuevo mapa político estadounidense, la perspectiva de constitución de un Gobierno de unión nacional en Palestina y también –y sobre todo– las voces de protesta que se alzan en la sociedad israelí, son factores de esperanza para el relanzamiento del proceso de paz.

 
  
MPphoto
 
 

  Charles Tannock (PPE-DE). (EN) Señor Presidente, el incidente de la semana pasada en Gaza, cuando un proyectil de las Fuerzas de Defensa de Israel alcanzó por error Beit Hanun causando la muerte de 19 palestinos inocentes, es claramente una tragedia. El Primer Ministro de Israel se ha disculpado y ha ordenado una investigación completa.

Israel, hay que recordarlo, se retiró de Gaza de buena fe, pero la Autoridad Palestina no consiguió establecer allí la ley ni el orden. En su lugar, hemos sido testigos de una degeneración con caos, luchas internas y repetidos lanzamientos deliberados de cohetes Qasam contra objetivos civiles israelíes inocentes, como la mujer asesinada hoy en Sderot, sin disculpas de los militantes, como Hamás, y unas milicias que efectivamente utilizan escudos humanos como hizo Hezbolá en el Líbano disparando cohetes desde zonas civiles y provocando con ello una respuesta que tuvo como resultado la tragedia de Beit Hanun. Además, estas milicias controladas por Hamás tienen todavía que liberar al secuestrado sargento Shalit.

Ayer se anunció la formación de un nuevo Gobierno de unidad nacional liderado por el tecnócrata independiente Mohamed Shbair, pero su portavoz, Fauzi Barhum, niega que Hamás vaya a reconocer ahora a Israel y en su lugar ha declarado para nuestra decepción que el nuevo Gobierno reconocerá las condiciones establecidas en el «Documento de los Prisioneros», una declaración firmada este año por los palestinos encarcelados en Israel que reconoce implícita –pero no explícitamente– a Israel al reclamar un Estado palestino en Cisjordania y Gaza. Está por ver si eso será suficiente para desmantelar el MIC y reanudar por completo la ayuda a la Autoridad Palestina y tendrían que recibirse también garantías del fin de la violencia terrorista.

Votaré a favor de esta resolución, aunque con cierta reticencia, pero no puedo apoyar la propuesta en ella contenida de que una fuerza multinacional de las Naciones Unidas vigile los territorios ocupados, puesto que sigue sin conocerse el historial de FPNUL en el Líbano. Me temo que, mientras hablamos, Hezbolá está rearmándose y buscando un pretexto para iniciar otra guerra contra Israel.

Tampoco pido un cese inmediato de toda acción militar por parte de Israel mientras siga siendo víctima de ataques, como ha argumentado mi colega liberal, el señor Davies.

 
  
MPphoto
 
 

  Edith Mastenbroek (PSE). (EN) Señor Presidente, cuando observo nuestra política hacia a los palestinos, puedo ver cuál es el palo, pero ¿dónde está la zanahoria? Los palestinos están perdiendo toda la fe que les quedaba en una solución y en nosotros como parte de la comunidad internacional. Estamos ante dos pueblos que ansían la paz y la tranquilidad en sus vidas, y nosotros tenemos que abandonar de una vez por todas la vieja retórica. Todos sabemos dónde está la solución. Tenemos que reconocer que ninguna de las dos partes lo está consiguiendo por sí sola. Esta vez no será suficiente con hacer un llamamiento a la negociación, por muy justificada que esté.

Quiero preguntar al Consejo y a la Comisión: ¿están dispuestos a considerar ideas audaces? Dejemos que los palestinos definan su Estado con la Línea Verde como frontera. Reconozcámoslo después, utilicemos todo nuestro peso para conseguir que el «Cuarteto» lo reconozca también y obliguemos luego a Israel a aceptarlo. Solo así habrá alguna posibilidad de que triunfen los pasos dados para aumentar la seguridad y la confianza, porque no puede haber paz sin justicia. Digo esto como amiga de Israel, convencida como estoy de que no debemos limitarnos a salvar el futuro del Estado de Israel, sino que tenemos que proteger a Israel de sí misma. Esa es nuestra responsabilidad.

 
  
MPphoto
 
 

  Antonio Tajani (PPE-DE). (IT) Señor Presidente, Señorías, la Franja de Gaza es el quid del problema por excelencia. Es el quid de la crisis entre israelíes y palestinos y de la crisis en Oriente Próximo. Ha engendrado una importante ofensiva terrorista, pues la incapacidad para resolver el problema israelo-palestino dio lugar al once de septiembre, a la creciente fuerza de Al Qaeda y a la crisis de Oriente Próximo. Es por ello que Europa debe desempeñar un papel destacado e implicar a países como Siria, cuyo papel debe desvincularse del que juega Irán.

Por supuesto, ninguno de nosotros pretende exonerar a Israel por lo que ha sucedido en Gaza en los últimos días –las fuerzas armadas israelíes deben asumir parte de la responsabilidad– pero sería un grave error acusar únicamente a Israel de toda la crisis. No debemos olvidar lo que sucede, el lanzamiento de cohetes desde territorio palestino, a menudo con el respaldo de organizaciones terroristas y extremistas, porque algunos no desean frustrar el proceso de paz.

Europa debe desempeñar un papel constructivo y decisivo para hacer avanzar el proceso de paz y debe desactivar cualquier provocación de cualquiera de las partes. Su papel debe ser equilibrado, pues sería un desastre si Europa tomara partido contra Israel y lo considerara culpable de todo lo sucedido, porque de ese modo no resolveríamos la situación.

Debemos asumir el compromiso de crear un Estado palestino y hacer todo lo posible para que Israel se sienta seguro dentro de sus propias fronteras, de modo que ninguna familia israelí se sienta obligada a enviar cada mañana a la escuela a uno de sus hijos en un autobús y a otro en un autobús distinto porque no saben cuál de los dos regresará a casa. Debemos mantenernos firmes en este punto y hacer que Hamás se dé cuenta de que no hay margen para actos militares y terroristas, y que Hezbolá sepa que no tiene papel alguno que jugar en el proceso de paz.

 
  
  

PRESIDENCIA DEL SR. ONESTA
Vicepresidente

 
  
MPphoto
 
 

  Paula Lehtomäki, Presidenta en ejercicio del Consejo. (FI) Señor Presidente, quiero dar las gracias a sus Señorías por este debate tan útil. El Consejo comparte la opinión, expresada con tanta fuerza en este debate, de que ha llegado el momento de la política. Ha llegado el momento de la política, y siempre hemos considerado que esta crisis no puede resolverse por medios militares, sino que lo que se requiere es una amplia solución política. Necesitamos una solución que proponga un modelo basado en dos Estados y que exija a los pueblos de la región, incluyendo a la gente ordinaria, que acepte esta meta de coexistencia y se comprometa con ella a todos los niveles de la sociedad.

Aquí se ha expresado la firme esperanza de que la Unión hará lo que esté a su alcance. Puedo asegurarles en nombre del Consejo que la Unión y la Presidencia harán todo lo que esté en sus manos. Las posibilidades y la fuerza de la Unión Europea para encontrar una solución a esta crisis residen en que la Unión es un agente creíble a los ojos de todas las partes. Este tipo de fuerza no se encuentra en todas partes. Para que la Unión pueda seguir trabajando y desempeñando su papel de agente creíble para hallar una solución a esta crisis debe poder mantener una política unida y coherente, y la cuestión de cómo fomentar esta coherencia constituye un desafío cotidiano.

Hemos aprobado medidas firmes para que el «Cuarteto» desempeñe un papel de liderazgo en la solución de esta crisis, y tenemos la intención de apoyar su implicación activa. También es vital, para encontrar una solución amplia, que seamos capaces de convencer a los países de la región de que se impliquen en este proceso.

La próxima ocasión en que la cuestión de Oriente Próximo figurará en el orden del día de nuestros foros multilaterales de cooperación será sin duda la Cumbre UE-Rusia que tendrá lugar la semana próxima, y a continuación la reunión de Ministros de Asuntos Exteriores del Proceso de Barcelona que se celebrará a finales de noviembre en Tampere. Asimismo trabajaremos arduamente para hacer que el «Cuarteto» se reúna en el mes de diciembre. Esta es una cuestión importante y un grave problema que lleva mucho tiempo a la puerta de Europa, de modo que debemos reunir todos nuestros recursos para encontrar una solución política completa y duradera a largo plazo.

 
  
MPphoto
 
 

  Margot Wallström, Vicepresidenta de la Comisión. (EN) Señor Presidente, la escalada de violencia en Gaza no hace más que aumentar el sufrimiento de la población civil y alimentar el extremismo. Como he dicho, la Comisión ha aumentado su ayuda para atender necesidades urgentes y humanitarias. Esa es una contribución útil, pero la solución no está ahí. La única vía para Israel y los palestinos pasa por la negociación de una solución de dos Estados viables. La comunidad internacional –como han dicho ya muchos de ustedes– tiene la obligación de reanudar un proceso de paz creíble. La Unión Europea debe asumir en esto el liderazgo y, por medio de su participación en el «Cuarteto», promover cualquier idea encaminada a facilitar la paz en esa región, como una conferencia internacional sobre el proceso en Oriente Próximo.

 
  
MPphoto
 
 

  El Presidente. – De conformidad con el apartado 2 del artículo 103 del Reglamento, he recibido seis propuestas de resolución(1).

El debate queda cerrado.

La votación tendrá lugar mañana jueves.

Declaración por escrito (artículo 142 del Reglamento)

 
  
MPphoto
 
 

  David Martin (PSE). (EN) La Unión Europea tiene que hacer todo lo que esté en su mano y utilizar todos los instrumentos a nuestra disposición, incluido el acuerdo de asociación de la UE con Israel, para acabar con la violencia en Gaza. La violencia ininterrumpida condena a los palestinos a una muerte lenta y conlleva el riesgo de que el conflicto se extienda a todo Oriente Próximo. La muerte y el hambre no son un terreno abonado para la paz. Necesitamos que se ponga fin al bloqueo de Israel sobre Gaza, se reanude la ayuda a los palestinos y el apoyo a un Gobierno de unidad nacional. Comparto plenamente la idea de una conferencia de paz internacional que reúna a todas las partes en Oriente Próximo, también a Siria e Irán. Necesitamos urgentemente una fuerza internacional en Gaza.

 
  

(1) Cf. Acta.

Aviso jurídico - Política de privacidad