Jan Andersson, Anna Hedh, Ewa Hedkvist Petersen, Inger Segelström y Åsa Westlund (PSE), por escrito. (SV) Elegimos apoyar el compromiso al que se ha llegado porque representa una clara mejora de la legislación existente sobre los productos químicos.
Además, opinamos que la conciliación habría sido arriesgada, ya que creemos que es probable que hubiera dado como resultado un REACH más débil.
Lena Ek (ALDE), por escrito. (SV) Me he abstenido en la votación de hoy sobre la segunda lectura de REACH. Lo he hecho porque no puedo apoyar el debilitamiento de la posición del Parlamento, como la adoptó la Comisión de Medio Ambiente, Salud Pública y Seguridad Alimentaria en octubre, que el Consejo había forzado.
Mis críticas al acuerdo giran en torno a tres cuestiones principales, que son las siguientes:
- El principio de sustitución no se aplica a todos los productos químicos. Por el contrario, muchos productos químicos, incluyendo sustancias cancerígenas, continuarán quedando exentos de la exigencia de la sustitución, con tal que estén «controlados adecuadamente».
- El derecho a la información se diluye en cuanto comprende menos productos químicos y se aplicará a concentraciones más altas que las que considera deseables la Comisión de Medio Ambiente, Salud Pública y Seguridad Alimentaria.
- El principio de responsabilidad no se incluye en el cuerpo real del texto legislativo, sino que en lugar de ello se confina al preámbulo. Esto es grave, especialmente para los muchos productos químicos con pequeña o nula exigencia de información.
Mi abstención no es un suspenso, sino que más bien es una forma de expresar mi insatisfacción con la posición del Consejo. Sin embargo, no deseo hacer ninguna crítica al ponente, el señor Sacconi. Por el contrario, quisiera felicitarle muy cálidamente por su espléndido trabajo en una difícil cuestión durante un gran periodo de tiempo.
La votación de hoy facilita el camino para que REACH entre en vigor a comienzos de la segunda mitad de 2007. Mi trabajo, y el de muchos otros, para mejorar más esta legislación empieza ahora.
Anne Ferreira (PSE), por escrito. – (FR) Con la votación de hoy, la UE se ha dotado de un texto cuyo alcance dista de alcanzar los objetivos esperados. El proyecto era ambicioso: adoptar una legislación que permitiera el registro y la evaluación de los productos químicos, con la sustitución preceptiva de los productos peligrosos cuando exista una alternativa menos nociva.
Este proyecto no ha resistido la acción de ciertos grupos de presión de la industria química, que cuenta con un fuerte respaldo en el Parlamento Europeo y que ha preferido invocar las exigencias económicas en detrimento de la protección del medio ambiente y la salud pública para conseguir una legislación menos vinculante, en particular por lo que se refiere a la sustitución. Lamento también la exclusión de los disruptores endocrinos del procedimiento de sustitución y que el informe de seguridad química no sea obligatorio para las sustancias producidas entre una y diez toneladas.
El acuerdo celebrado es insuficiente, pero rechazarlo era correr el riesgo de abrir el procedimiento de conciliación y llegar al final a un texto completamente vacío de sentido.
Esta legislación, ciertamente insuficiente, existe, y solo ese mérito merece que nos movilicemos desde ahora para exigir medios financieros y humanos para aplicar esta reglamentación, hacerla progresar y garantizar la sustitución de forma muy progresiva.
Ilda Figueiredo (GUE/NGL), por escrito. (PT) Nos hemos abstenido en la votación sobre el compromiso surgido de un acuerdo entre los dos mayores Grupos del Parlamento –el Grupo del Partido Popular Europeo (Demócrata-Cristianos) y de los Demócratas Europeos y el Grupo Socialista en el Parlamento Europeo– porque entendemos que no satisface los legítimos derechos y preocupaciones de los consumidores y de las pequeñas y medianas empresas con respecto a la protección de los trabajadores y del medio ambiente.
Creemos que no encuentra el equilibrio necesario entre proteger la salud de los trabajadores, proteger el medio ambiente y el desarrollo industrial.
Verdaderamente, los derechos de los consumidores no se han protegido adecuadamente, debido a las restricciones sobre el derecho a la información; tampoco se ha protegido el derecho de los trabajadores a una buena salud, dado que no hay información sobre los efectos potencialmente nocivos de los materiales que manejan. Además, el informe no tiene debidamente en cuenta a las micro, pequeñas y medianas empresas, e incluso a compañías más grandes que ya han expresado su deseo de sustituir los productos químicos, teniendo en cuenta que el coste de registrar las sustancias subirá inevitablemente, sin que se le dé una ayuda adecuada.
Dicho lo cual, acogemos con satisfacción el hecho de que la carga de la prueba se haya pasado a la industria. Este objetivo, que se ha conseguido ahora, respalda los objetivos de REACH. Lamentamos, sin embargo, que algunas enmiendas presentadas por nuestro Grupo no fueran aceptadas, incluyendo la posibilidad de los Estados miembros de introducir medidas más rigurosas si así lo desearan.
Jean-Claude Fruteau (PSE), por escrito. – (FR) El texto que se somete hoy a votación pone punto final a siete largos años de trabajo y de encarnizados debates entre, por una parte, los defensores de la industria química, que no han dejado de recurrir en exceso a los argumentos de la competitividad y el empleo para defender el statu quo, garantizando así sus propios intereses económicos, y, por otra, los responsables europeos, deseosos de adoptar una reglamentación responsable destinada a proteger a los ciudadanos de los peligros de los productos químicos perjudiciales presentes en los productos de gran consumo.
Sin duda, como sucede a menudo, el resultado no es totalmente conforme a nuestras exigencias. Así lo demuestra el número de productos incluidos en el Reglamento REACH, solo 30 000 de los 100 000 previstos. Pero los avances son notables, si se considera en particular que hoy solo se estudian 3 000 sustancias, o también que a partir de ahora corresponderá a la industria química la carga de la prueba sobre la toxicidad de los productos, es decir, demostrar que no son nocivos para el ser humano.
Al final, gracias a la tenacidad del ponente del Grupo Socialista en el Parlamento Europeo, el señor Sacconi, la Unión Europea dispondrá de la legislación más vinculante del mundo en esta materia. Por ello he apoyado sin reservas la aprobación de este texto en segunda lectura.
Robert Goebbels (PSE), por escrito. – (FR) He apoyado el compromiso del señor Sacconi sobre REACH porque representa un gran avance para los consumidores, los trabajadores del sector e incluso para la industria, que, al adaptarse, se convertirá en el líder mundial en productos químicos más seguros.
Es cierto que REACH sigue siendo demasiado burocrático y no siempre tiene en cuenta los intereses de las empresas medianas y sobre todo pequeñas, que hacen que Europa sea fuerte. Habrá que velar por que ni la Comisión ni la Agencia cedan a un principio de cautela que impida cualquier riesgo y cualquier decisión, y por que REACH –que es un proceso que se extiende a lo largo de 11 años– se aplique de un modo inteligente, lo que quiere decir que habrá que limitar lo que básicamente son estudios inútiles y procedimientos laboriosos.
Hélène Goudin y Nils Lundgren (IND/DEM), por escrito. (SV) La Lista de junio trabaja para limitar la cooperación de la Unión Europea a los auténticos asuntos fronterizos. Esos asuntos incluyen el mercado interior y varias cuestiones medioambientales. Estamos convencidos de que una sólida directiva sobre los productos químicos constituiría una ventaja competitiva para la industria sueca y europea.
Por consiguiente criticamos el compromiso descafeinado alcanzado por el Grupo del Partido Popular Europeo (Demócrata-Cristianos) y de los Demócratas Europeos, el Grupo Socialista en el Parlamento Europeo y el Grupo de la Alianza de los Demócratas y Liberales por Europa. Con arreglo a este compromiso, se ha eliminado casi por completo el principio de sustitución. Tampoco hay ningún principio de responsabilidad legalmente vinculante que deje claro que la carga de la prueba tiene que estar en las compañías, en lugar de en las autoridades de los Estados miembros. Tampoco se ha aprobado la exigencia de que los Estados miembros sean capaces de adoptar una legislación más transcendental en materia de productos químicos. Este compromiso puede ser una victoria para aquellos de la industria química que viven en otra época, pero es una derrota para las compañías modernas y progresistas, para la salud pública y para el medio ambiente que compartimos.
Hemos votado contra este compromiso de la mayoría sobre la base de los puntos de vista antes mencionados. Hemos votado en apoyo de la alternativa más respetuosa con el medio ambiente, es decir el paquete de compromiso presentado por el Grupo Confederal de la Izquierda Unitaria Europea/Izquierda Verde Nórdica y el Grupo de los Verdes/Alianza Libre Europea.
Mathieu Grosch (PPE-DE), por escrito. – (FR) REACH es una etapa enormemente importante desde el punto de vista de la política química de la UE. La inversión del principio de responsabilidad, que pasa de la autoridad pública a la industria y a los fabricantes, representa una revolución fenomenal para todo el sector. No se puede subestimar tampoco la fantástica ganancia de conocimiento que se derivará del proceso de registro, evaluación y autorización. Esa ganancia de conocimientos tendrá consecuencias para toda la industria y para nuestras posibilidades de preservar el ser humano y la naturaleza.
El único gran pesar es que el principio de sustitución de las sustancias químicas «extremadamente preocupantes» no será tan vinculante como habría sido de desear. Esperemos que en un futuro próximo este principio sea recogido y aceptado por los dos colegisladores europeos y que no haya que esperar para ello 20 años, como para esta Directiva.
Rechazar, debido a este pesar, la legislación REACH en su conjunto habría sido lo mismo que tirar los frutos buenos con los que están podridos y sin duda no habría dado pie a una legislación mejor a corto o medio plazo.
Pido a la futura Agencia que adopte una actitud pragmática hacia determinadas sustancias bien conocidas –como la cal, por ejemplo–, cuya utilización no plantea en principio ningún problema.
Françoise Grossetête (PPE-DE), por escrito. – (FR) Este acuerdo sobre REACH hará posible una mayor protección de la salud y del medio ambiente y la industria europea deberá ser más responsable, manteniendo al mismo tiempo su competitividad en el mercado mundial.
El texto aprobado comprende una serie de mejoras importantes: reducción de la burocracia, reducción de los ensayos inútiles, mejor protección de la información confidencial de las empresas e introducción del plan de sustitución obligatorio.
Este Reglamento permitirá aclarar la legislación: el sector químico está sujeto en la actualidad a unas cuarenta directivas europeas. Este reglamento hará posible el registro de más de 30 000 sustancias químicas por la Agencia Europea de Productos Químicos durante los próximos once años.
No obstante, lamento que no se haya podido encontrar una solución duradera al problema de las importaciones procedentes de terceros países. En efecto, los importadores europeos de productos químicos deberán registrarlos, siguiendo un procedimiento sujeto a REACH. El problema reside, en cambio, en la importación de productos acabados, cuyas sustancias serán simplemente notificadas.
Ambroise Guellec (PPE-DE), por escrito. – (FR) Es muy importante que la Unión Europea disponga de un sistema armonizado de registro, autorización y control de las sustancias químicas. Un Estado miembro aislado no puede instituir un dispositivo eficaz. Este sistema ha de permitir, por una parte, reducir los riesgos para la salud y el medio ambiente y, por otra, favorecer la innovación y el apoyo a actividades económicas no contaminantes.
El compromiso sobre el que se ha votado hoy responde bien al reto de una legislación ambiciosa, dirigida ante todo a crear un sistema eficaz de protección del individuo sin obstaculizar el desarrollo económico.
Ian Hudghton (Verts/ALE), por escrito. (EN) He apoyado la iniciativa presentada por mi Grupo y otros diputados, que era un compromiso que habría preservado lo mejor de las propuestas de REACH, al tiempo que se respondería a muchas de las preocupaciones del sector.
En la situación actual, la nueva legislación está llena de lagunas y excepciones y mi preocupación es que se permitirá la continuación del uso de sustancias químicas tóxicas, incluso aunque existan alternativas más seguras.
Astrid Lulling (PPE-DE), por escrito. – (FR) No estoy encantada, habría preferido otra versión del texto, que sigue siendo un verdadero monstruo burocrático, sobre todo para las pequeñas y medianas empresas.
Mientras que el Grupo de los Verdes/Alianza Libre Europea y la izquierda me critican severamente y pretenden incluso que defiendo a la industria química a expensas de la salud pública, la industria química y sobre todo las pequeñas y medianas empresas del sector nos acusan de imponerles una legislación costosa y difícil de gestionar, que podría provocar la deslocalización de las grandes empresas fuera de Europa y, sobre todo, amenazar la supervivencia de las PYME.
Ciertas sustancias químicas, entre ellas algunas de las 130 utilizadas para la fabricación de neumáticos, no podrían utilizarse en Europa, con el resultado de que serían integradas en productos acabados importados de terceros países, escapando así a todo control.
Un REACH demasiado perfeccionista es, pues, igual de peligroso que un REACH extremista, pues podría suprimir miles de puestos de trabajo en Europa sin por ello contribuir a mejorar la salud pública.
Una ventaja de REACH es que este reglamento agrupa las 40 directivas existentes, lo que representa una mejora en el sentido de la promoción del mercado único.
Jules Maaten (ALDE), por escrito. (NL) El expediente REACH se encuentra entre los que más se han debatido y en los que más ha intervenido los grupos de presión en la historia de la Unión Europea. Tanto la industria como las organizaciones ecologistas han adoptado ya un punto de vista crítico del resultado. Sin embargo, considero que el compromiso entre el Consejo y el Parlamento es viable y equilibrado. El acuerdo que se ha alcanzado encuentra el equilibrio correcto entre los intereses económicos y la preocupación por el medio ambiente.
Siempre que sea posible, las sustancias nocivas deben prohibirse y estoy a favor de que la industria consiga fondos para este propósito, siempre que la carga –particularmente sobre las pequeñas y medianas empresas– no sea demasiado pesada. La directiva lo facilita fomentando la sustitución de sustancias nocivas por alternativas y apoyando a las PYME cuando las adaptaciones se hacen de acuerdo con las normas y reglamentos puestos al día. Con menos experimentos con animales y mejor información al consumidor, la directiva da un paso en la dirección correcta.
Una vez disipada la polvareda, estoy convencido de que muchos oponentes se dejarán convencer poco a poco mostrando su apoyo a la directiva.
Thomas Mann (PPE-DE), por escrito. (DE) Las PYME y los que trabajan para ellas no pueden estar satisfechos con todo del compromiso REACH, que no incorpora ni la propuesta del Parlamento de experimentos menos rigurosos cuando están en juego pequeñas cantidades, ni el concepto de categorías mejor definidas de exposición y uso, cuya consecuencia es que la Unión Europea imponga costes considerables a las empresas y las haga menos competitivas.
A pesar de estos considerables defectos, he votado a favor del compromiso, ya que lleva también el sello de la Comisión de Empleo y Asuntos Sociales, cuya opinión redacté, y sobre la base de que la nueva directiva crea normativas individuales, mejora considerablemente la información sobre 30 000 sustancias, y reduce a un mínimo los riesgos de inseguridad para los consumidores y los trabajadores de la industria química. Se ha prescindido de la introducción de un informe de seguridad para las sustancias producidas en cantidades de menos de diez toneladas anuales, liberando así en particular a las PYME de un coste considerable y del esfuerzo que está implícito en la documentación. Ha habido una clara mejora en la protección de la confidencialidad industrial, y es posible que se permitan sustancias particularmente peligrosas sin un tiempo límite, evitando así atascos en el suministro; la ampliación del plazo de registro en la primera fase a tres años y medio es otra ayuda tangible para la industria química.
La directiva debe entrar en vigor en 2007, y el éxito de su transposición depende de la buena cooperación entre la agencia central química, las autoridades nacionales, y las empresas.
Cristiana Muscardini (UEN), por escrito. – (IT) Estoy encantada de poder subrayar el éxito del diálogo a tres bandas. A pesar de su nombre bárbaro, ha conseguido encontrar una solución honorable a la cuestión de registrar sustancias químicas, en lo que se refiere tanto a proteger la salud de los consumidores como a proteger los intereses de las pequeñas y medianas empresas. Espero que el compromiso alcanzado la última semana se apruebe en esta Cámara, concluyendo así el trabajo hecho durante tres años para reunir los 40 documentos legislativos existentes en una sola normativa. Estoy agradecida a mis colegas diputados por aceptar algunas enmiendas presentadas por mi Grupo para proteger a las pequeñas y medianas empresas y para la protección de los animales. La complejidad de la normativa significa, entre otras cosas, que se llevarán a cabo evaluaciones seguras en aproximadamente 30 000 sustancias comercializadas antes de 1981 y producidas o importadas en cantidades superiores a una tonelada por año. Esta perspectiva es una garantía añadida para proteger la salud humana.
A pesar del número considerable de nuevas disposiciones, hay que arreglar todavía muchos aspectos relativos a la aplicación para hacer factible que REACH sea aplicado adecuadamente en determinados sectores, como el cosmético, por ejemplo. Una grandísima cantidad de puntos ha sido objeto de debate, como lo demuestran los cientos de enmiendas examinadas, pero el resultado final es, desde mi punto de vista, muy bien equilibrado. Por esa razón, también, he votado a favor del compromiso final.
Luís Queiró (PPE-DE), por escrito. (PT) Ha tardado cinco años, pero la Unión Europea parece finalmente dispuesta a aprobar una ley sobre esta importante cuestión. Teniendo en cuenta que ha pasado tanto tiempo, es esencial que votemos por un compromiso, incluso aunque puede que no lo apoyemos en su totalidad. Esto es especialmente importante, teniendo en cuenta que lo que se ha conseguido efectivamente aquí es un delicado, aunque vital, equilibrio entre proteger los diversos intereses de los consumidores, proteger las necesidades de la industria europea (que además de emplear a miles de europeos, es crucial para la competitividad de nuestra economía) y proteger el medio ambiente. Por lo demás, en caso de duda, debemos seguir los intereses de los consumidores, porque es vital para ellos que se pueda mantener una industria competitiva al tiempo que se protege el medio ambiente. Por ello hemos votado a favor de este informe.
Dicho esto, quiero señalar que cinco años es demasiado tiempo. A veces perdemos el tiempo en cuestiones que no tienen el mismo peso e importancia que esta, y a veces nos quedamos sin tiempo para comprometernos con lo que es más importante para nuestra economía. Creo que debemos tener en cuenta esto, cuando discutamos los problemas de la Unión Europea.
Tokia Saïfi (PPE-DE), por escrito. – (FR) He votado a favor del compromiso sobre REACH alcanzado con el Consejo el pasado 30 de noviembre, al igual que los tres grandes Grupos políticos (PPE-DE, PSE y ALDE), para que nuestros conciudadanos puedan disponer pronto –la entrada en vigor está prevista para el 1 de abril de 2007– de una legislación que encuadre la utilización de las sustancias químicas en los productos cotidianos.
Es verdad que este compromiso es menos ambicioso de lo que yo aspiraba al posicionarme, en primera lectura, a favor de la sustitución obligatoria de las sustancias químicas «extremadamente preocupantes» cuando existan alternativas más seguras. No obstante, este compromiso, fruto de tres años de preparación y difíciles negociaciones, constituye un punto de equilibrio débil pero necesario entre la necesidad de protección de la salud y el medio ambiente y la competitividad de las empresas.
No obstante, espero que el marco ofrecido por REACH haga posible, con todo, que el proceso de sustitución sea verdaderamente reconocido, aun cuando en la práctica pasarán inadvertidas numerosas sustancias tóxicas. El seguimiento y el control de la aplicación de esta reglamentación contribuirán a la consolidación de una versión más fuerte de REACH.
Lydia Schenardi (NI), por escrito. – (FR) En primera lectura votamos en contra del Reglamento REACH sobre las sustancias químicas por estimar que las enmiendas aprobadas no permitían respetar el equilibrio anunciado entre los tres objetivos de esta reglamentación: protección de la salud y del medio ambiente, competitividad e innovación y sustitución de las sustancias peligrosas por productos alternativos menos nocivos o inofensivos.
El compromiso que se nos propone hoy no es mucho más equilibrado. Es cierto que contiene avances nada despreciables, como muchos oradores han destacado en el debate: simplificación del registro, un enfoque más práctico, algunos progresos –insuficientes– para las PYME, por ejemplo. Pero contiene asimismo lagunas y ambigüedades, en especial por lo que se refiere a las exigencias impuestas a las importaciones y las desventajas que puedan derivarse de ello para los industriales europeos; y también por lo que respecta a la aplicación del principio de sustitución solo a las sustancias peligrosas, lo cual representa ya un progreso, pero sin garantizar su efectividad, aun cuando existan alternativas técnica y económicamente viables.
Cambiar un desequilibrio por otro no es resolver el problema. Ninguno de los tres fines iniciales de la directiva se alcanzará realmente, como tampoco el de la simplificación legislativa o la compatibilidad con otros textos legislativos comunitarios.
Peter Skinner (PSE), por escrito. (EN) Me complace ver hoy confirmada una propuesta mejorada que aborda las cuestiones cruciales planteadas en el marco del informe REACH. En particular, la experimentación con animales, que es motivo de gran preocupación para muchos de mis electores, se ha modificado para incorporar la validación de alternativas. Asimismo, una revisión de tres años permite a la Comisión Europea considerar si las propuestas legislativas relativas a este ámbito podrían resultar de utilidad para seguir reduciendo la necesidad de esos experimentos.
Del mismo modo, el texto mejorado por el que he votado a favor hoy refleja de forma más precisa los puntos de vista de miles de personas y grupos de interés a la hora de hacer frente a los efectos acumulados de las sustancias químicas que se encuentran en cientos de productos para el hogar.
Alyn Smith (Verts/ALE), por escrito. (EN) Señor Presidente, después de trabajar tanto durante tanto tiempo, este paquete no merece los aplausos y la autocomplacencia de la que hemos sido testigos hoy. El paquete alternativo presentado por mi Grupo habría funcionado y habría implementado un nuevo régimen que habría protegido a los consumidores y equilibrado las necesidades de las empresas y la economía que, por supuesto, deben incluirse en nuestros planes. El paquete de hoy no hará lo que se asegura que hará y es una pena que los diputados al Parlamento Europeo de los Grupos laborista y conservador no sumaran sus fuerzas para lograr un paquete mejor.
Bart Staes (Verts/ALE), por escrito. (NL) Me es totalmente imposible ser optimista con la propuesta REACH que ha sido aprobada a toda prisa en el Parlamento. Tanto la Comisión, como el Consejo y el Parlamento han sido deslumbrados por el beneficio económico y han desplegado signos inequívocos de apatía. Por primera vez en muchos años, la Unión Europea ha tenido la oportunidad de crear una legislación cuya utilidad hubiera sido fácil de ver para todos los ciudadanos: estricta, compleja, pero al mismo tiempo concreta y siempre poniendo la salud de todos sus residentes en primer lugar.
El tímido enfoque de las sustancias químicas nocivas no satisface ni a la industria ni a los ciudadanos. Por esta misma razón, algunos lo consideran un «buen compromiso». No lo es. Sería equivalente a reivindicar que partir en dos el grosor del muro de Berlín hubiera sido una buena solución. No se puede jugar con la salud pública. No existe ninguna solución intermedia. Aunque se esté un poco más sano se sigue estando enfermo.
En Flandes, las cosas han llegado hasta tal extremo que las sustancias nocivas pueden encontrarse en todas partes. Aunque que en muchos casos sabemos que son nocivas, no sabemos exactamente por qué. Un sólido REACH habría resuelto esto y por ejemplo, habría hecho de Flandes una ciudad saludable a medio plazo. La propuesta que se ha votado ahora no hace esto. A fin y al cabo, ser más saludable a medias no es una opción.
Catherine Stihler (PSE), por escrito. (EN) La regulación, evaluación y autorización de sustancias químicas (REACH) es crucial para la protección de la salud pública. Esta legislación es particularmente importante en relación con la salud de los bebés y el amamantamiento. La leche materna, que es la mejor fuente de nutrientes esenciales para un bebé, a menudo se ve afectada por sustancias químicas peligrosas presentes en el entorno, y que se transmiten a través del cuerpo de la madre. Gracias a REACH, estas sustancias químicas perjudiciales serían sustituidas por alternativas más seguras, cuando fuera posible. Los fabricantes tendrían la obligación de proteger la salud humana y el medio ambiente. Además, REACH fomenta tanto la transparencia en el caso de los experimentos con animales como sus alternativas. El compromiso alcanzado hoy es lo mejor que podríamos esperar.
Marc Tarabella (PSE), por escrito. – (FR) En primer lugar, quiero destacar el excelente trabajo realizado por el ponente, el señor Sacconi.
Si he decidido votar a favor de la enmienda de transacción entre el Consejo y el Parlamento, es ante todo porque permitirá controlar mejor determinados productos peligrosos, al mismo tiempo que mejorará la competitividad de la industria química.
Aunque es cierto que el compromiso no es perfecto, pienso que si no se hubiera adoptado, la situación habría sido más complicada. Este compromiso prevé la sustitución obligatoria de las sustancias más peligrosas cuando existan alternativas, el reconocimiento de un «deber de vigilancia» de los fabricantes y la promoción de métodos alternativos a la experimentación con animales.
Esta versión del texto constituye, sin duda, un retroceso con respecto al texto presentado en primera lectura, pero si se hubiera rechazado, habríamos tenido que pasar por la etapa de la conciliación, que habría conducido a conclusiones menos ventajosas.
Por esta razón, he juzgado más sabio votar a favor de esta versión del texto, sin duda imperfecta, pero que a pesar de todo permite avanzar y ejercer un control más extensivo de las sustancias químicas que encontramos en la vida cotidiana.
Marie-Arlette Carlotti (PSE), por escrito. – (FR) Este Fondo es una herramienta inédita: por primera vez, la UE no solo ayudará a empresas y autoridades locales, sino directamente a trabajadores que hayan perdido su empleo debido a deslocalizaciones, máxime cuando el Parlamento Europeo ha querido ampliar el beneficio de este Fondo a los «pequeños mercados de trabajo» si los despidos tienen una repercusión seria sobre el empleo y la economía local. Esta posibilidad abre perspectivas prometedoras para las zonas más frágiles de mi región, y esto me complace.
Del mismo modo, celebro el compromiso sin fisuras de los miembros del Grupo Socialista en el Parlamento Europeo, que han defendido con fuerza y tenacidad la creación de este instrumento y propuesto numerosas enmiendas para ampliar la aplicación, el importe y el número de beneficiarios.
Es una primera etapa hacia una Europa más social y solidaria. Pero la UE no puede contentarse con «curar las heridas» de la globalización. Hoy, los ciudadanos esperan de Europa que contribuya a la seguridad de su empleo y de su modo de vida, como ha sabido garantizar la paz y la estabilidad durante casi 50 años.
Richard Corbett (PSE), por escrito. (EN) La aprobación de esta legislación constituye un gran paso adelante en la protección de las personas y el medio ambiente frente a sustancias químicas potencialmente peligrosas. Algunos argumentan que habría sido mejor y, de hecho, hay motivos para decir que un compromiso como este no es perfecto. Sin embargo, un conjunto de normas comunes sobre esta cuestión importante es mejor que un mosaico de normas perfectas (pero divergentes) en algunos países, medidas insuficientes en otros y ausencia total de normas en otros, en lo que se supone que es un mercado común con normas comunes. Esto habría ofrecido menos protección con mayores costes.
Carlos Coelho (PPE-DE), por escrito. (PT) Esta nueva normativa sobre los productos químicos se dirige a establecer un sistema para registrar, evaluar y autorizar los productos químicos con los que entramos en contacto todos los días.
Esta nueva propuesta tapará huecos significativos en nuestro conocimiento actual sobre los productos químicos disponibles en el mercado y al mismo tiempo intentará estimular la industria europea y ofrecer mayor protección para la salud humana y el medio ambiente.
Aunque los experimentos con animales son inevitables, se han propuesto medidas para garantizar el menor incremento posible, por ejemplo el sistema «una sustancia un registro» (OSOR-One Substance One Registration), que garantizará que los experimentos no se dupliquen innecesariamente.
El enfoque basado en las cantidades producidas/importadas conllevará una disminución de la carga administrativa y financiera para las PYME. La presentación de un plan de sustitución debería dar suficiente tiempo a las compañías para que se adaptaran y prepararan para el cambio, cuando abandonaran los productos químicos más peligrosos. La propiedad intelectual está ahora protegida adecuadamente.
Al mantener el principio de sustitución, aunque a través de la presentación de un plan, podemos garantizar que, en el razonablemente próximo futuro, tendremos un mundo, o por lo menos una Europa, con menos productos químicos peligrosos.
Los diputados al Parlamento Europeo socialdemócratas portugueses apoyan así al informe Sacconi...
(Explicación de voto acortada de conformidad con el apartado 1 del artículo 163 del Reglamento)
Paul Marie Coûteaux, Patrick Louis y Philippe de Villiers (IND/DEM), por escrito. – (FR) Los diputados del Mouvement pour la France al Parlamento Europeo se han negado a apoyar el compromiso propuesto para la votación en segunda lectura del proyecto de Directiva relativa a las sustancias peligrosas, denominada REACH.
Una vez examinada por las distintas instituciones europeas, no queda gran cosa de las buenas intenciones iniciales.
Así, el texto de compromiso votado esta mañana es muy insuficiente en términos de protección del medio ambiente y de los consumidores.
Además, las nuevas cargas que impone a las empresas europeas no se ven compensadas por obligaciones similares impuestas a las importaciones de productos acabados, lo que crea una distorsión de la competencia que pone en peligro a la industria europea.
Edite Estrela (PSE), por escrito. (PT) He votado a favor del informe Sacconi sobre la enmienda a la Directiva 67/548/CEE sobre sustancias peligrosas (REACH), en segunda lectura, porque creo que la posición común adoptada por el Consejo es un buen acuerdo que beneficiará a los ciudadanos de la Unión Europea.
Creo que esta es una propuesta legislativa equilibrada que ha intentado encontrar el equilibrio entre proteger los legítimos intereses de la industria, y especialmente los de las PYME, con la necesidad de proteger el medio ambiente y la salud pública.
El acuerdo REACH garantizará, hasta junio de 2007, que las sustancias que sean extremadamente problemáticas desde una perspectiva del medio ambiente y de la salud pública se sustituyan siempre que sea posible por sustancias alternativas o tecnologías seguras.
David Martin (PSE), por escrito. (EN) He votado a favor de las enmiendas de transacción presentadas a este informe y en contra de las demás. Lo he hecho para evitar que la Directiva REACH llegue a la fase de conciliación, ya que he creído que, de llegar a esta fase, distaría mucho de acabar como un acto legislativo. Muchas de las enmiendas tenían cosas muy buenas, pero habrían puesto en peligro la Directiva en su conjunto, ya que, como ocurre a menudo en política, lo mejor es enemigo de lo bueno.
Hubert Pirker (PPE-DE). – (DE) Señor Presidente, la idea básica de garantizar que, en algunos casos, los materiales que dan muchos motivos de preocupación se sustituyan por materiales o tecnologías que sean menos peligrosos, siempre que existan alternativas económicamente apropiadas y técnicamente factibles, es una buena idea, aunque, al hacer esto, haya que prestar una especial atención a los efectos potenciales de esta normativa sobre las pequeñas y medianas empresas y sobre los puestos de trabajo que facilitan. Dado que, sin embargo, ha resultado posible llegar a un compromiso que evite estos peligros, ha sido posible votar a favor de este informe.
Philip Claeys (NI). – (NL) Señor Presidente, lo que me ha parecido importante de este informe ha sido que ha considerado todas las opciones y alternativas para reducir al mínimo el número de experimentos con animales.
Dado que los sufrimientos que implican los experimentos con animales –y en particular con los mamíferos– preocupan a muchos ciudadanos europeos, el uso de dichos experimentos debería, cuando fuera posible, evitarse al coste que fuera necesario.
Al Centro Europeo para validar métodos alternativos se le ha dado un papel importante en esto. Con más fondos, esta institución necesitará presentar muchas alternativas validadas para finalizar con los experimentos con animales a largo plazo. Estamos también a favor de la transparencia y claridad con respecto a los números de los animales y tipos de experimentos llevados a cabo por los laboratorios de investigación.
Frank Vanhecke (NI). – (NL) Señor Presidente, es, por supuesto, difícil estar entusiasmado por un texto y una votación que son muy complejos y sobre los que, de hecho, seremos incapaces de emitir una opinión hasta que tengamos tiempo para releerlo con tranquilidad; en ningún caso tengo la impresión de que hayamos conseguido encontrar el equilibrio entre respetar la ambición de nuestras industrias químicas de ser competitivas por un lado y la diligencia y la atención que son tan necesarias para nuestra salud pública por el otro. Sea como fuere, constatamos con satisfacción que ha quedado claro en los últimos años que nuestra industria química es sumamente consciente de sus responsabilidades y que ha asumido la carga de la prueba y aceptado el principio del deber de diligencia.
Quisiera hacer una observación final. En el caso de sustancias para las que no hay alternativa, cuyo uso es completamente controlable y en las que el deber de sustitución causara un daño económico considerable, creo que sería extremadamente lamentable que nuestra industria tuviera que trasladarse a regiones competitivas debido a nuestra obsesión por las normas y reglamentos.
Zita Pleštinská (PPE-DE). – (SK) Después de las discusiones sobre este extenso y estimulante documento legislativo, que ha necesitado tres años de preparación, muchos de nosotros en esta Cámara dudábamos de lo que debería hacerse acerca de REACH. ¿Deberíamos apoyar la oferta de compromiso, la posición común, o deberíamos rechazar la propuesta?
Por un lado, los ecologistas consideran que la oferta de compromiso es demasiado deleznable; por otra parte, plantea una amenaza a la industria química, particularmente a las PYME, poniendo en peligro la competitividad y los puestos de trabajo. He considerado a fondo todos los argumentos de los interesados y votado a favor de la oferta de compromiso, que lleva el sello inconfundible del Parlamento Europeo, ya que estoy convencida de que se necesitan normas para saber más sobre las treinta mil sustancias químicas de los productos que nos rodean en nuestras vidas diarias.
Tenemos que sustituir cuarenta normas obsoletas por una sola normativa para los productos químicos que comprenda el registro, la evaluación, la autorización y, en último lugar pero no por ello menos importante, las restricciones. Necesitamos un fuerte impulso para que la investigación europea garantice la eliminación gradual y natural de las sustancias cuando esta normativa no prescriba la sustitución. Estoy convencida de que este documento legislativo da un paso correcto para mejorar la calidad de vida de los ciudadanos europeos.
Richard Seeber (PPE-DE). – (DE) Señor Presidente, también yo quisiera hacer hincapié en que este compromiso hubiera podido mejorarse, sobre todo en lo que se refiere a la sustitución, cuyas reglas consideramos que son lamentablemente poco claras, pero la experiencia en su aplicación será la mejor manera de demostrar si son útiles en la práctica. Aquí es donde los Estados miembros, la Comisión y la Agencia Química –que debe crearse ahora– necesitan hacer algo por las empresas, y nosotros, en esta Cámara, deberemos ciertamente vigilarlos de cerca para comprobar que hagan un buen trabajo.
Czesław Adam Siekierski (PPE-DE). – (PL) Señor Presidente, he votado a favor del proyecto de normativa sobre sustancias peligrosas, conocido también como REACH. Sin embargo, tengo varias dudas sobre si el compromiso conseguido, después de largas y difíciles negociaciones, contribuirá por un lado a la protección de la salud humana y el medio ambiente y, por otro, a fomentar la competencia y la innovación en la industria química en la Unión Europea.
Creo firmemente que deberíamos retirar gradualmente los productos químicos peligrosos del mercado por etapas, y sustituirlos por sustancias menos peligrosas. Sin embargo, deberíamos ser conscientes de que los requisitos nuevos y restrictivos tendrán un impacto negativo sobre la industria europea, especialmente sobre las pequeñas y medianas empresas. Tendrán que pagar la mayoría de los costes para adaptarse a la legislación. Así que tendremos que pensar en cómo ayudarlas. Las nuevas normativas deberían aplicarse también a las importaciones de terceros países y deberían discutirse en el ámbito de la OMC.
Christoph Konrad (PPE-DE). – (DE) Señor Presidente, Señorías, REACH es de hecho un ejemplo de cómo no hay que hacerlo.
No es un ejemplo de mejor legislación en la Unión Europea, y por ello no he votado a favor de nuestra nueva legislación sobre productos químicos. Dependerá mucho de la gestión de la nueva Agencia Química, pero, pase lo que pase, las cosas parecen burocratizarse, con más de 5 000 páginas de normas y reglamentos que ponen en particular a las pequeñas y medianas empresas de Europa en desventaja. REACH no es una respuesta a la petición –reiterada en la Unión Europea– de una legislación mejor, o, en otras palabras, más sencilla. Cabe preguntarse si realmente hace algo para proteger al consumidor, pero es seguro que impondrá cargas adicionales a las empresas europeas. Este es un problema fundamental, y sería aconsejable que evitáramos este tipo de proyecto legislativo en el futuro.
Kurt Joachim Lauk (PPE-DE). – (DE) Señor Presidente, el objetivo principal de REACH, esto es, la protección de la vida humana, de los puestos de trabajo y del medio ambiente, es sin duda positivo. Pero la forma en que está concebida esta protección de las personas y del medio ambiente es, en conjunto, negativa para Europa, pues generará una gigantesca burocracia y miles de páginas de reglamentación inútil y, a largo plazo, provocará la deslocalización de puestos de trabajo y la consiguiente reducción de la mano de obra ocupada. Yo creo que en Europa no podemos votar a favor de esto: menos empleo y más burocracia caracterizan la Europa que no queremos.
La decisión se ha visto dificultada por el hecho de que el Compromiso 191 que se nos presentó era preferible que la alternativa que ya había sobre la mesa, por lo cual yo ni he votado a favor de ese mal compromiso ni he optado por rechazarlo de plano. Por eso me he abstenido.
Patrick Gaubert (PPE-DE), por escrito. – (FR) El diálogo intercultural, íntimamente ligado a la ambición de construir una Unión Europea que acerque a los pueblos, es hoy una dimensión importante de múltiples políticas e instrumentos comunitarios. Por ello, celebro la aprobación en segunda lectura de la Decisión por la que se establece un Año Europeo 2008 consagrado al diálogo intercultural.
Como ponente de opinión de la Comisión de Asuntos Exteriores en primera lectura, espero que este Año Europeo permita a todos los ciudadanos, y en especial a los jóvenes, adquirir conciencia de la necesidad del diálogo intercultural en su vida cotidiana. Ha de poner de relieve las mejores prácticas en la materia, en particular las dirigidas a la integración de los inmigrantes, y ello continuando las acciones emprendidas en 2007 con ocasión del Año Europeo de la igualdad de oportunidades para todos. Por ello, el fomento del diálogo intercultural ha de continuar de forma duradera en la Unión Europea, más allá de 2008, como pide el texto aprobado.
Hélène Goudin y Nils Lundgren (IND/DEM), por escrito. (SV) La Lista de Junio considera que toda esa idea de un Año Europeo de esto o de lo otro es innecesaria y que los contribuyentes de la Unión Europea no deberían financiarla.
Invertir diez millones de euros en un Año Europeo del Diálogo Intercultural sería totalmente censurable y resulta difícil, incluso quizás imposible, adivinar el motivo que hay para ello.
Nosotros votamos en contra de las enmiendas al informe, de acuerdo con el punto de vista que expusimos al votar en contra de este informe en primera lectura.
Katalin Lévai (PSE), por escrito. (HU) Quisiera destacar la enmienda presentada por el Parlamento, que hace hincapié en los objetivos culturales y educativos de la Estrategia de Lisboa, así como en la necesidad de difundir información relativa a la igualdad de oportunidades y a la no discriminación en la Unión Europea.
En este sentido, quiero recordar un fenómeno que refleja la urgente necesidad del diálogo intercultural: me refiero a la situación de los inmigrantes y, en especial, de las mujeres inmigrantes.
Según Eurostat, la proporción de mujeres entre los inmigrantes aumenta constantemente. Hoy en día suponen ya casi el 54 % del total, y lo que acentúa la gravedad del problema son los altos índices de desempleo a que se enfrentan.
Para agravar aún más su dependencia, un considerable número de inmigrantes viven en los márgenes de la sociedad y tienen muy restringido el acceso a la vida pública, política y económica. Entre las poblaciones inmigrantes, las mujeres son víctimas de una doble discriminación: por razón de sexo y de origen étnico. Los problemas más graves que afectan a los inmigrantes, es decir, el paro, la exclusión de la educación y la incertidumbre de su situación jurídica, también pesan especialmente sobre mujeres y niños. Es un trágico hecho que unas cinco mil mujeres inmigrantes sean víctimas cada año de violencia psíquica o física, de los matrimonios forzados, de mutilaciones y de crímenes cometidos de honor.
Encuentro particularmente significativo que la Comisión Europea haya designado 2007 como Año Europeo de la Igualdad de Oportunidades para Todos, y 2008 como el Año del Diálogo Intercultural. Espero que estos programas supongan una ocasión de tratar todos estos problemas y solucionarlos en la medida de lo posible. Por eso yo, junto con el Ministro de Trabajo y Asuntos Sociales, he anunciado una serie de programas en Hungría con ocasión del Año de la Igualdad de Oportunidades en 2007.
Pedro Guerreiro (GUE/NGL), por escrito. (PT) La escasa ejecución presupuestaria de los Fondos Estructurales y de Cohesión es uno de los motivos de que se presente este presupuesto rectificativo para 2006.
Debido a la falta de ejecución se ha propuesto la anulación de 2 500 millones de euros de créditos de pago en las siguientes rúbricas presupuestarias: 1 500 millones de euros del Fondo Europeo de Desarrollo Rural; 500 millones de euros del Fondo Social Europeo y 500 millones de euros del Fondo de Cohesión.
Al margen de los motivos que subyacen a la propuesta de la Comisión de anular fondos destinados a la política de cohesión a raíz de este recorte, nos hemos dado cuenta de que se trata de una práctica común.
Por lo tanto, interesa saber cuál es la verdadera razón de tan escasa ejecución presupuestaria y no debemos permitir que la necesaria evaluación –por ejemplo, del efecto de los criterios nominales consagrados en el Pacto de Estabilidad en la inversión pública de los distintos Estados miembros, y de la reducción de la contribución de los Estados miembros al presupuesto comunitario– sirva de pretexto para reducir los fondos reservados anualmente en el presupuesto comunitario para los Fondos Estructurales y de Cohesión.
Carlo Fatuzzo (PPE-DE). – (IT) Señor Presidente, Señorías, doy gracias al señor Presidente por concederme la palabra para explicar los motivos de mi voto sobre el informe Hieronymi relativo a las actividades de radiodifusión televisiva, que considero muy importante y muy bien hecho.
Al votar a favor del informe he expresado mi esperanza personal y de todos los pensionistas de Italia y de Europa de que en el futuro se preste una atención especial en la programación televisiva a la dignidad y a la presencia de los ancianos en el mundo cultural.
Es bonito ver a muchachos y muchachas jóvenes en los programas de televisión, y para los ancianos también es agradable ver tantos hombres y mujeres atractivos, pero creo que es importante que la televisión difunda también las cualidades de nuestros mayores.
Jan Andersson, Anna Hedh, Ewa Hedkvist Petersen, Inger Segelström y Åsa Westlund (PSE), por escrito. (SV) Hemos votado en contra del informe sobre la propuesta de Directiva para regular los servicios de medios audiovisuales. En una Europa cuyas fronteras internas se diluyen día a día, es necesaria una regulación común de la televisión y otros medios audiovisuales. Sin embargo, creemos que la Directiva en cuestión debe garantizar un alto nivel de protección para los consumidores, especialmente en cuanto a los anuncios dirigidos a los niños o los de bebidas alcohólicas.
Asimismo, debería se posible que el país receptor tuviera alguna influencia en el contenido de los programas destinados específicamente a ese país. El resultado de la votación es una liberalización excesiva de la normativa sobre publicidad y, lo que es peor, amenaza con socavar la prohibición sueca de la publicidad dirigida a los niños y de bebidas alcohólicas, y eso es inaceptable.
Christopher Beazley (PPE-DE), por escrito. (EN) Los diputados conservadores británicos del Grupo del PPE-DE apoyan el informe Hieronymi (COM(2005)0646 – C6-0443/2005 – 2005/0260(COD)), en particular porque supone un apoyo a la corregulación y la autorregulación en la norma de los 30 minutos para las franjas publicitarias.
Otros aspectos importantes como el principio del país de origen, la colocación de productos y los extractos breves han sido modificados por la ponente desde que la Comisión publicara su texto original.
Deberíamos felicitar a Ruth Hieronymi por su diligencia en las numerosas audiencias públicas, que recogieron los debidos intereses comerciales y reguladores del Reino Unido, y por ofrecernos un trabajo equilibrado, viable y duradero que incorpora muchas mejoras sugeridas por los colegas.
Dorette Corbey (PSE), por escrito. (NL) A diferencia de otros diputados neerlandeses del Grupo Socialista en el Parlamento Europeo, yo estoy a favor de las enmiendas 170, 156 y 177, que pretenden limitar la publicidad de alimentos malos para la salud destinados a los niños, y mis argumentos a favor de esta postura son los siguientes.
1. En la UE, uno de cada cuatro niños es obeso debido a una dieta inadecuada unida a la falta de ejercicio físico. Los niños obesos tienen empiezan la vida con mal pie, tanto en su desarrollo social como físico. Hay estudios que demuestran el gran impacto de la publicidad en los hábitos de consumo y de compra.
2. Existe un amplio respaldo público a la restricción de la publicidad de alimentos nocivos para la salud. El Centro de Alimentación, la Fundación Cardiológica y la Asociación de Consumidores están de acuerdo con que se prohíban los anuncios televisivos de alimentos malos para la salud dirigidos a los más pequeños. Los sondeos de opinión (Centro de Alimentación) y encuestas (en el diario Algemeen Dagblad del sábado, 2 de diciembre) muestran que casi la mitad de los padres están a favor de limitar o prohibir la publicidad agresiva.
3. Por supuesto, la cuestión es si esta situación exige una prohibición legal o una autorregulación. Por mi parte, yo preferiría la autorregulación, salvo que se demostrara la ineficacia de los códigos de conducta. Asimismo, es discutible si la eventual restricción o prohibición se ha de imponer en el plano nacional o en el europeo. En cualquier caso, yo sería partidaria de que se permitiera hacer en el plano nacional. En esta Directiva sobre televisión debemos evitar una situación en que los Estados miembros acaben por no tener voz ni voto en el asunto.
Dado que la directiva sobre televisión se ha presentado en primera lectura, no se trata aún de un texto legal definitivo, y por eso es mejor en esta fase respaldar las enmiendas que tiendan a avanzar en la dirección correcta y que den a los Países Bajos la ocasión de mantener su derecho a restringir la publicidad. Con ello transmitiríamos el mensaje político de que la salud de los niños es más importante que los intereses comerciales de la industria alimentaria.
Ilda Figueiredo (GUE/NGL), por escrito. (PT) El objetivo que se aduce es modificar la actual directiva con el pretexto de la evolución de la televisión, pero el verdadero propósito es asegurar los beneficios de las compañías de televisión privadas. Hay múltiples estudios que demuestran que los ciudadanos ven ahora menos anuncios, ya que pueden cambiar de canal, y por eso las pausas publicitarias tienden a coincidir cada vez más entre las distintas cadenas. Así, los ingresos por publicidad ya no son tan elevados como antes, pues los canales no pueden garantizar las audiencias a los anunciantes, y en televisión todo se mide en cuotas de audiencia.
Por consiguiente, hay que reinventar la publicidad para que siga siendo rentable; por ejemplo, mediante la colocación de productos, pantallas partidas, promociones, publicidad virtual y publicidad interactiva. Lo mismo ocurre con el tiempo de programación que pueden ocupar los anuncios publicitarios. Ha habido también diversas propuestas relativas a la publicidad de alimentos y bebidas altamente calóricos durante los programas infantiles.
Por lo tanto, dado que han salido ganando las posturas menos favorables a los ciudadanos y no se protegen los sectores más vulnerables de la sociedad, no hemos votado a favor del informe.
Hélène Goudin y Nils Lundgren (IND/DEM), por escrito. (SV) La Lista de Junio rechaza la propuesta de la Comisión. El Consejo trató este asunto en noviembre, antes de la primera lectura en el Parlamento Europeo, que es ahora, en diciembre. Se ha llegado a un compromiso, pero este no ha sido respaldado por siete países, entre ellos Suecia.
Suecia –y la Lista de Junio– cuestiona el llamado principio del país de origen, según el cual una emisora de televisión debe cumplir la normativa vigente en el país desde donde emita, sin tener en cuenta dónde se verán sus programas. Esto da lugar a problemas como el de las cadenas TV 3 y Kanal 5, que emiten desde el Reino Unido para ampararse en la legislación británica en vez de la sueca. Suecia ha estado luchando en el Consejo por el derecho del país receptor a tomar medidas contra las emisoras de televisión que emitan desde otro Estado miembro con el fin de eludir deliberadamente la normativa nacional.
La Comisión de Cultura y Educación ha presentado una enmienda relativa a los casos en que una empresa mediática se haya establecido en un Estado miembro con jurisdicción «destinada a evitar las normas más estrictas en los ámbitos» coordinados por la directiva. Sin embargo, nos habría gustado que hubiera un debate más profundo sobre la materia, para poder llegar a una formulación más firme.
Suecia y la Lista de Junio creen que tanto la publicidad dirigida a los niños como la de alcohol deben estar totalmente prohibidas.
Hemos votado todo aquello que podía hacer mejorar la directiva de acuerdo con los mencionados principios.
Ian Hudghton (Verts/ALE), por escrito. (EN) He votado en contra en la votación final sobre las actividades de radiodifusión televisiva, porque creo que, a raíz de este informe, los programas se verán inundados de publicidad.
Lamento que el Parlamento rechazara los intentos de prohibir la publicidad de comida basura durante los programas infantiles.
La votación de hoy, sin lugar a dudas, conducirá a un deterioro de la calidad de los programas en la UE.
Astrid Lulling (PPE-DE), por escrito. – (FR) He votado a favor de la versión de la Directiva sobre los servicios audiovisuales modificada por las enmiendas de transacción de la ponente porque la hacen viable y razonable.
El principio del país de origen afirmado en la directiva es de capital importancia. Permitirá a las cadenas televisivas tener su sede en un Estado miembro y retransmitir desde allí sus programas a todos los países de la UE.
Además, considero que el compromiso sobre la colocación de productos es viable, dado que garantiza unos ingresos a los productores europeos independientes al mismo tiempo que protege a los consumidores de cualquier abuso indebido y la descarta de las emisiones para niños.
Por lo que respecta a las interrupciones publicitarias, he votado por una separación de 30 minutos, porque es realista, dada la duración media de los programas televisivos en Europa. Esta separación garantiza a las cadenas privadas unos ingresos adecuados con los que seguir financiando la producción de programas. Apoyo la autorización de los anuncios aislados por las mismas razones. Una restricción más severa de la publicidad, como proponía la izquierda de este Parlamento, tendría consecuencias nefastas para las producciones televisivas europeas y ocasionaría una considerable pérdida de ingresos para las cadenas privadas, cifrada en unos 200 millones de euros al año.
David Martin (PSE), por escrito. (EN) He votado a favor de este informe y de las enmiendas que permiten a los Estados miembros adoptar medidas para proteger a los menores de edad y restringir el tiempo destinado a la publicidad de alcohol y de comida no saludable. También he apoyado una enmienda que permite a un Estado miembro actuar contra un operador que se establezca en otro Estado miembro para eludir de forma intencionada la legislación nacional.
Mairead McGuinness (PPE-DE), por escrito. (EN) Sobre la enmienda 226, que se refiere a un código de conducta sobre la publicidad de alimentos para niños, he votado en contra, ya que no creo que esta enmienda sea suficientemente sólida en su formulación como para que los Estados miembros aborden las preocupaciones urgentes relacionadas con el incrementos de los niveles de obesidad en los niños.
He apoyado la enmienda 170 a fin de dejar constancia de que es necesario controlar la cuestión de la comercialización de alimentos poco saludables para niños.
En cuanto a la enmienda 169 relacionada con el alcohol, apoyo los llamamientos a la prohibición de la publicidad de alcohol hasta las 21 de la noche, a pesar de que en Irlanda tenemos en vigor un estricto código voluntario. Una revisión del primer año del código tendrá lugar en marzo de 2007 y esto nos permitirá tomar decisiones sobre la eficacia o no de estos códigos.
Luís Queiró (PPE-DE), por escrito. (PT) Al ofrecer resistencia a la tentación de regularlo todo, de imponerlo todo, de controlarlo todo, el Parlamento ha hecho una contribución positiva a esta propuesta de directiva. Claro que en la búsqueda del equilibrio y el compromiso algunos aspectos importantes se han dejado caer o han quedado peor regulados. En el caso de los servicios no lineales, creo que hemos ido más allá de lo necesario en esta fase de conocimiento y experiencia en la materia. Además, existe equilibrio en las soluciones alcanzadas, a pesar del notorio fervor regulador que profesan algunos diputados a este Parlamento. En el caso de la radiodifusión, el consumidor es cada vez más poderoso, y esto es un factor positivo que ha de tenerse en cuenta. La regla debería ser que los hechos se presentaran con claridad al consumidor, el cual podría entonces actuar en consecuencia.
Por estos motivos creo que, en líneas generales, se han tenido debidamente en consideración los intereses de los consumidores y de la industria, lo cual justifica mi voto favorable.
Frédérique Ries (ALDE), por escrito. – (FR) He votado a favor del excelente informe de la señora Hieronymi sobre la revisión de la Directiva europea de «Televisión sin fronteras» a fin de integrar en ella brillantes innovaciones tecnológicas.
Celebro que la Directiva mantenga el rumbo por lo que se refiere a las cuotas de producción de obras europeas y la protección de los menores frente a ciertas desviaciones. Promover la diversidad cultural y los valores europeos de tolerancia es también poner un dique a la incitación al odio, sea cual fuere el canal de difusión: televisión por satélite o Internet. Por esta razón, he apoyado las enmiendas que preconizan la ampliación del «filtrado» a los servicios «no lineales»: es el mejor medio de evitar que, mañana, puedan emitirse programas que justifiquen el terrorismo en el territorio europeo.
Aplaudo, por último, el voto resueltamente moderno expresado hoy por el Parlamento Europeo, que reconoce la considerable aportación de la publicidad a la creación de obras independientes de calidad y a una televisión divertida que responda a las expectativas de los ciudadanos. Recordaré, por lo demás, que los difusores comerciales dan ejemplo: con más de un 30 % de programas encargados a independientes, no solo satisfacen ampliamente la cuota del 10 % instaurada por la Directiva, sino que gastan dos veces más que sus competidores públicos.
Peter Skinner (PSE), por escrito. (EN) La publicidad en televisión de productos alcohólicos o de tabaco forma parte de la temática de esta Directiva. Sin embargo, la comercialización de estos productos se ha tratado de forma diferente en la votación de hoy. He votado a favor de mantener el tabaco fuera de las pantallas de televisión y de limitar la publicidad del alcohol. Sin embargo, aunque se ha prohibido el tabaco, el caso del alcohol no ha logrado suficientes votos. Dado el dolor causado por el alcohol en muchas familias de toda la UE, así como todos los problemas de salud asociados, creo que este resultado es insatisfactorio. En particular, debemos evitar que los más jóvenes estén expuestos a incitaciones a la bebida.
Bart Staes (Verts/ALE), por escrito. (NL) En la industria audiovisual se están produciendo grandes cambios y, en este sentido, es bueno que se examine la Directiva de Televisión sin fronteras. La distinción esbozada entre los servicios lineales (televisión tradicional, Internet, telefonía móvil) y los no lineales –es decir, a la carta– nos exige formular unas reglas de protección básicas para los jóvenes que eviten la incitación al odio racial y la publicidad clandestina. El texto aprobado contiene elementos positivos y negativos. Entre los positivos está la regulación de la transmisión de breves resúmenes de partidos de fútbol u otros acontecimientos. Y también es loable la propuesta de introducir un tiempo mínimo de programación no interrumpida por anuncios (45 minutos).
El Grupo de los Verdes/Alianza Libre Europea lamenta que no haya prosperado la propuesta de restringir las pausas publicitarias a un máximo de tres por hora y que la colocación de productos haya quedado diluida en la ambigüedad. Dejemos a los Estados miembros que decidan al respecto. La distinción entre «colocación de productos» y «ayudas materiales a la producción» es muy tenue, y esto provocará inevitablemente dudas y controversias. Además, los Verdes lamentamos que se haya descafeinado la propuesta de limitar la publicidad de alimentos insalubres durante la programación infantil. Y es triste también que la referencia al pluralismo y a la prevención de la concentración de medios solo se haya incluido en los considerandos y no en el articulado.
Catherine Stihler (PSE), por escrito. (EN) La salud de los niños en Europa debe ser una de nuestras principales preocupaciones. Por tanto, la comercialización de alimentos con altos contenidos en azúcar, sal y grasas destinados a los niños socava los esfuerzos emprendidos en la lucha contra la obesidad infantil, un problema al que se enfrenta uno de cada cinco niños en la Unión Europea. A causa de esta comercialización, a los padres cada vez les resulta más complicado fomentar hábitos alimentarios saludables: por tanto, limitar esta comercialización es imperativa para hacer frente a este problema.
Asimismo, los Ministros europeos (en noviembre) y la Comisión de Medio Ambiente, Salud Pública y Seguridad Alimentaria del PE (la semana pasada) aprobaron el llamamiento lanzado por la Organización Mundial de la Salud para introducir una legislación estricta en este terreno. Nosotros, como legisladores, debemos hacer todo lo posible por proteger la salud de los niños y prohibir la publicidad de este tipo de productos nocivos para su salud.
Asimismo, respaldo plenamente la enmienda que hubiera restringido la publicidad de alcohol hasta las 21 de la noche.
Resulta muy decepcionante que la votación de hoy no haya ido suficientemente lejos en la protección de la salud infantil.
Marc Tarabella (PSE), por escrito. – (FR) He decidido votar a favor del informe Hieronymi modificado porque contiene muchos avances en el ámbito de la televisión.
Celebro, entre otras cosas, la aprobación de la enmienda 227, que prohíbe la colocación de productos en los noticiarios, los programas de información política, los programas para niños, los documentales y los programas de asesoramiento, y la autoriza, con arreglo a unas condiciones estrictas, en las obras cinematográficas, las películas, las series creadas para la televisión y las emisiones deportivas.
No obstante, tengo dos críticas importantes que formular sobre este informe. Lamento que el Parlamento haya aprobado por un voto de diferencia la interrupción de la transmisión de películas creadas para la televisión, obras cinematográficas, programas para niños y noticiarios con cortes publicitarios cada 30 minutos, en vez de los 45 minutos votados en la Comisión de Cultura y Educación.
Además, deploro la votación sobre la enmienda 221 relativa a las excepciones al principio del país de origen, que permite a los Estados miembros adoptar normas más detalladas o estrictas; esta enmienda es un peligro para la diversidad cultural, principio que el Parlamento Europeo tiene el deber de defender.
Hubert Pirker (PPE-DE). – (DE) Señor Presidente, la globalización –que es de lo que estamos tratando– se produce queramos o no y viene de la mano de la apertura de los mercados, la competencia internacional, el crecimiento económico y la creación de empleo, pero también, por desgracia, la pérdida de puestos de trabajo en los sectores menos competitivos.
Sin embargo, para poder aprovechar las oportunidades que ofrece la globalización y para apoyar a los trabajadores perjudicados hay que valorar muy positivamente la constitución de este «Fondo Europeo de Adaptación a la Globalización». No obstante, la delegación del Partido Popular Austriaco, que conoce la estructura y la entidad de las empresas de Austria, ha propuesto una enmienda para que el Fondo se active cuando haya quinientos (y no mil) despidos y libere una suma adecuada de dinero.
Vemos positivamente todas las demás medidas, desde los microcréditos hasta la formación, y, por lo tanto, el informe en su conjunto merece nuestro apoyo.
Carlo Fatuzzo (PPE-DE). (IT) Señor Presidente, Señorías, gracias por concederme la palabra por segunda vez sobre este importante documento de la señora Bachelot-Narquin, que, con acierto, intenta proteger a los ciudadanos europeos ante los problemas de la globalización.
He votado a favor del informe, esperando en este caso que a causa de la globalización no se actúe por nosotros solamente en forma de ayuda económica, es decir, dinero, sino también en forma de ayuda cultural. Quiero decir que considero importante darse cuenta de que la globalización también significa un mundo único, y por tanto nuestros mayores deben ser conscientes de que no solo viven en un determinado país, sino que también viven en el mundo, y que en este mundo todos los ancianos, al igual que los jóvenes, tienen necesidades.
Charlotte Cederschiöld, Christofer Fjellner, Gunnar Hökmark y Anna Ibrisagic (PPE-DE), por escrito. (SV) La creciente competencia entre empresas que la globalización trae consigo, así como la posibilidad de entrada de nuevos productos mejores y más baratos para los consumidores, nos plantean nuevos retos en cuanto a flexibilidad, cambio de mentalidad y adaptabilidad.
Si nos esforzamos por mejorar, por ser más rápidos y eficientes, seremos capaces de superar los retos y aprovechar las ventajas de la globalización. En cambio, el Fondo de Adaptación a la Globalización que se ha constituido tendrá el efecto contrario. Con él se pondrá freno a la regeneración y a la adaptación del retraso sin sacar provecho de las oportunidades que ofrece la globalización.
Emanuel Jardim Fernandes (PSE), por escrito. (PT) No cabe duda de que el Fondo Europeo de Adaptación a la Globalización (FEAG) constituirá un valioso instrumento financiero para responder, desde el plano europeo, a la pérdida de puestos de trabajo que desencadenen la apertura de los mercados y el aumento de la presión de la competencia internacional. Este es uno de los principales efectos negativos que, junto con los indudables beneficios, comporta el fenómeno de la globalización (económica).
Lamento, no obstante, que el objetivo de la constitución del FEAG, en los términos propuestos por la Comisión, sea permitir que la Comunidad ayude a la reinserción laboral únicamente de los trabajadores que hayan perdido sus empleos debido a grandes cambios organizativos en el mercado internacional. Esto demuestra que no se comprende el fenómeno de la globalización: se pasa por alto el hecho de que aparte de la liberalización del comercio mundial podría haber otros factores detrás de las pérdidas de trabajo atribuidas a la globalización, como la libre circulación de capitales y la desregulación de los mercados, que también son fuerzas motrices de la globalización. En este sentido, he presentado varias enmiendas a la propuesta, en el contexto de la opinión de la Comisión de Desarrollo Regional, de la que es responsable la señora Madeira.
Aunque el informe que estamos tratando mantenga el ámbito del FEAG, introduce un conjunto de enmiendas a la propuesta de la Comisión que la mejoran sustancialmente, la completan y la clarifican. Por eso he votado a favor.
Ilda Figueiredo (GUE/NGL), por escrito. (PT) Lamentablemente no han sido aprobadas las propuestas que presentamos en un intento de mejorar los criterios de legitimación y, en especial, la posibilidad de obtener la ayuda en caso de deslocalización fuera de la UE. Esto puede suscitar un sentimiento de injusticia entre los trabajadores despedidos a causa de una deslocalización o reestructuración en el ámbito de la UE.
El rechazo de nuestras propuestas ha dejado aún más claro que, al constituir este Fondo, la UE pretende dar a los trabajadores la impresión de que está comprometida con la lucha frente a los efectos adversos de la globalización, cuando en realidad se trata de una medida simbólica que no soluciona nada. Su presupuesto es limitado y sus criterios de legitimación son restrictivos.
La Comisión calcula que entre 35 000 y 50 000 trabajadores podrían beneficiarse del Fondo, pero tan solo en 2005 el número de trabajadores despedidos a causa de reestructuraciones ya superó los 570 000, de los cuales la mayoría se dieron en reestructuraciones dentro de la UE, que, según los criterios del Fondo, no dan derecho a ayudas.
Por eso nos hemos abstenido en la votación final.
Bruno Gollnisch (NI), por escrito. – (FR) Dudo sobre la palabra para describir el informe de la señora Bachelot-Narquin sobre el Fondo Europeo de Adaptación a la Globalización.
¿Demagógico? Sí, porque tras un título atractivo, que induce a creer que Bruselas va a ayudar a las víctimas económicas y sociales de la globalización salvaje, encontramos una realidad más prosaica: los criterios y modalidades de concesión del Fondo hacen temer que no vaya a parar ni a los trabajadores ni a las zonas del mercado de trabajo que lo necesiten. Incluso pueden incitar a las empresas a estrategias de elusión o a la búsqueda de beneficios derivados.
¿Redundante? Sin duda, con el Fondo Social Europeo.
¿Cínico? Está claro, puesto que la Comisión finge contribuir a paliar las consecuencias de sus propias políticas económicas y comerciales internacionalistas. Sería menos costoso que las reconsiderara en beneficio de las empresas y los trabajadores europeos.
Pero no inútil para todo el mundo, y sobre todo muy útil para la propaganda de Bruselas. En efecto, el artículo 9 del Reglamento, reforzado por la enmienda 38 de la señora Bachelot-Narquin, prevé que los Estados deben hacer saber ampliamente que la Comisión es quien paga. ¡Como si el dinero no saliese del presupuesto de los Estados, es decir, del bolsillo de los europeos!
Hélène Goudin y Nils Lundgren (IND/DEM), por escrito. (SV) Queremos expresar nuestra enérgica crítica a los argumentos subyacentes a la creación del Fondo de Adaptación a la Globalización. Para empezar, la propuesta parte de la base de que la globalización como tal es un problema. A nuestro juicio, la globalización es, por el contrario, una oportunidad, especialmente para los países pobres y en vías de desarrollo, siempre que los grandes agentes económicos, como la UE y los Estados Unidos, reformen su política de proteccionismo comercial en la OMC.
Los Estados miembros de la UE son capaces de poner en marcha medidas nacionales para apoyar a los sectores que puedan necesitar apoyo financiero. Por el contrario, un fondo comunitario especial será un foco de arbitrariedades, ineficiencia, burocracia y gasto excesivo. ¿Cómo puede la Comisión decidir de forma razonable si un sector ha sufrido un impacto negativo con la globalización? Dada la magnitud de los argumentos expuestos, hemos votado en contra del informe.
Ambroise Guellec (PPE-DE), por escrito. – (FR) Este Fondo europeo, dotado con un máximo de 500 millones de euros por año, se destina a amortiguar los golpes de la globalización entre los trabajadores afectados por reestructuraciones.
No es una nueva ayuda a las empresas, sino una asistencia complementaria encaminada a ayudar encontrar un nuevo empleo a los trabajadores despedidos debido a cambios del comercio mundial.
El Fondo intervendrá con tres condiciones: que haya al menos mil despidos, que tengan una repercusión seria sobre el empleo y la economía local y se deban a una disrupción del comercio mundial. Por tanto, solo podrá utilizarse «a resultas de grandes cambios estructurales en los patrones del comercio mundial que produzcan una grave perturbación económica», como un aumento masivo de las importaciones, un retroceso progresivo de la parte de mercado de la UE en un sector, o incluso una deslocalización a un país tercero.
Celebro la aprobación del Fondo de Adaptación a la Globalización, que permitirá responder a las preocupaciones de los ciudadanos por los efectos negativos de la globalización y contribuirá a una mayor cohesión económica y social en la Unión Europea.
Carl Lang (NI), por escrito. – (FR) A diferencia de la ponente, no creo que la globalización represente una oportunidad para Francia y Europa. Los beneficios financieros de las multinacionales son una cosa, los beneficios económicos y sociales en términos de empleo y defensa del tejido industrial europeo son otra.
La creación de un Fondo Europeo de Adaptación a la Globalización, con el pretexto de querer poner remedio a las deslocalizaciones, solo será un instrumento burocrático y demagógico más. Si los proeuropeos hubieran querido ser más eficaces y lógicos consigo mismos, habrían debido pensar más bien en mejorar y reforzar el Fondo Social Europeo.
Por mi parte, considero que solo la aplicación de la preferencia y la protección nacional y comunitaria podría salvar nuestros puestos de trabajo redefiniendo unas normas equitativas de comercio mundial.
Por otra parte, este Fondo de Adaptación no es aceptable, en particular porque pone en entredicho la acción de los Estados al considerar que los esfuerzos de solidaridad solo deben realizarse a escala de la Unión Europea y no ya a escala nacional o regional.
Analgésicos económicos de este tipo no calmarán el sufrimiento social de nuestros pueblos. Se acerca el día en que pedirán explicaciones.
Astrid Lulling (PPE-DE), por escrito. – (FR) Soy de quienes creen que este Fondo de Adaptación a la Globalización es totalmente superfluo, incluso contraproducente: es el prototipo de una mala «buena idea», pero, una vez lanzada una idea como esta, es difícil pararla.
Tenemos Fondos Estructurales, tenemos el Fondo Social Europeo y otros fondos que funcionan y están perfectamente dotados para responder a los desafíos y las consecuencias de las reestructuraciones debidas a deslocalizaciones, estén o no asociadas a la globalización.
Lo que es totalmente aberrante es que algunas enmiendas propongan asignar a este Fondo objetivos que no contribuyen a la mejora de la competitividad de Europa mediante reformas estructurales y que no son realizables en el marco de este.
Sé que cualquier oposición a este Fondo puede interpretarse como una falta de sensibilidad ante los efectos negativos de las deslocalizaciones asociadas a la globalización. Esa interpretación no se justifica, pues estamos atentos a los temores de los europeos con respecto a la globalización. Queremos remediarlos con reformas estructurales constructivas, y no con un fondo que brinde a las empresas una excelente excusa y les deje la conciencia tranquila. En efecto, el Fondo las incita implícitamente a deslocalizar porque ya no tienen que preocuparse por los efectos negativos sobre el empleo en la UE.
Thomas Mann (PPE-DE), por escrito. (DE) Acabo de votar en contra del Fondo de Adaptación a la Globalización. Aunque el punto de partida es válido, esto es, ayudar, con medidas de reciclaje y reintegración, a los trabajadores que hayan perdido su empleo por culpa de deslocalizaciones internacionales de sus empresas, la forma elegida deja mucho que desear.
El fondo tiene una concepción errónea de los hechos, pues actúa sobre los síntomas y no sobre las causas de los despidos; los procedimientos de aprobación son demasiado complejos y la excesiva burocracia supone un gasto desmesurado.
Pero sobre todo, la negativa a reducir el umbral de mil a quinientos despidos hace que resulte inútil para las PYME y, además, cuando sean menos de mil los trabajadores despedidos, solo se pagará el 15 % de los fondos, en vez del 20 % que exigimos. Y, por último, tan solo habrá acceso al Fondo cuando un Estado miembro dé cuenta de mil despidos en sus PYME durante un período de nueve meses, cuando la Comisión de Empleo y Asuntos Sociales reclamaba doce meses.
Los interesados en las ayudas quedarán decepcionados en cuanto se acabe el dinero –que asciende a 500 millones de euros anuales como máximo– y si la UE despierta grandes esperanzas y luego no cumple lo prometido, generará la frustración de los ciudadanos. Mi postura es compartida por los demás diputados del Grupo de la CDU/CSU en esta Cámara.
Mary Lou McDonald (GUE/NGL), por escrito. (EN) Apoyamos firmemente las medidas destinadas a mejorar la situación de los trabajadores despedidos a raíz de la deslocalización de empresas, pero creemos que el Fondo Europeo de Adaptación a la Globalización no está a la altura de esta tarea.
Las cuantías disponibles son totalmente insuficientes, ya que llegan a menos del 10 % de los trabajadores despedidos en operaciones de reestructuración. La reestructuración de PYME y los despidos en los Estados miembros más pequeños, que tienen un serio efecto en las economías nacionales, regionales y locales, apenas se beneficiarán del FEAG.
Acogemos con satisfacción el hecho de que algunos trabajadores despedidos de grandes empresas tengan acceso a este fondo y pedimos a las empresas en cuestión que negocien seriamente con los representantes de los trabajadores y que no utilicen la existencia del fondo para declinar sus obligaciones sociales.
Athanasios Pafilis (GUE/NGL), por escrito. – (EL) El Fondo Europeo de Adaptación a la Globalización es un fondo caritativo que paga sumas a tanto alzado en un intento de desorientar y engañar a los trabajadores.
Su supuesto objetivo es prestar ayuda y solidaridad a los trabajadores que se han quedado sin empleo en regiones afectadas por la deslocalización de empresas, es decir, cuando el capital intenta maximizar sus beneficios mudándose a países con costes salariales más bajos.
Los criterios establecidos por la normativa pertinente son tan estrictos que solo un número muy reducido de trabajadores tendrán derecho a las ayudas, pues estas se aplicarán a zonas en que, debido a la deslocalización de empresas, haya al menos mil despidos de una sola empresa, o mil despidos en un plazo de seis meses (o de doce, tal como propone el informe de la comisión) si representan el 1 % del empleo de la región.
La solicitud la ha de hacer necesariamente el Gobierno del Estado miembro, y no los trabajadores ni los sindicatos, y la tiene que pagar el Gobierno. Así, los trabajadores están a expensas de sus Gobiernos, que pueden utilizar la facultad selectivamente, como medio de presión y coacción sobre los trabajadores y para dirigir las conciencias y mitigar la indignación de los trabajadores.
Frédérique Ries (ALDE), por escrito. – (FR) Europa va a ayudar a las víctimas de las deslocalizaciones de empresas. Desde el 1 de enero, un Fondo de Adaptación a la Globalización permitirá aportar hasta 500 millones de euros anuales a los trabajadores que sean víctimas de reestructuraciones internacionales. Podrán contar con la Unión para facilitar, o más bien hacer menos difícil, su reconversión. Formación individual, microcréditos, ayudas a la movilidad: se trata claramente de socorrer a los trabajadores y no a las empresas.
Evidentemente, una pregunta ronda todas las mentes: ¿podrán los trabajadores de VW Forest contar con esta solidaridad europea? Los criterios de acceso al Fondo son estrictos: los despidos deben afectar al menos a mil personas, incluidos los subcontratistas, y tener una grave repercusión en la economía local. Pero sobre todo será necesario que las autoridades belgas puedan probar que la reestructuración es resultado de «cambios estructurales de los patrones del comercio mundial» y ¡eso no está ganado! La Unión se enfrenta aquí a un caso manifiesto de competencia social dentro de su territorio y la Comisión deberá dar muestras de flexibilidad al examinar los criterios.
¡Etá en juego la imagen de Europa y nuestra noción de solidaridad en la UE!
Tokia Saïfi (PPE-DE), por escrito. – (FR) He votado a favor del compromiso que rige la creación del Fondo Europeo de Adaptación a la Globalización (FEAG). La globalización es una realidad que puede ser beneficiosa si es justa y equitativa.
Ahora bien, cuando la globalización tiene efectos negativos para los trabajadores, la Unión Europea debe corregir, en aras de la solidaridad, las consecuencias de los cambios estructurales del comercio mundial. Este Fondo, que asciende a 500 millones de euros, no servirá para financiar la reestructuración de empresas, sino para ayudar a los trabajadores despedidos, en particular su reinserción en el mercado de trabajo.
El FEAG es un instrumento importante, porque demuestra que la Unión Europea tiene plenamente en cuenta el impacto social de la globalización y no pierde el interés por la suerte de los trabajadores. La idea de este Fondo surgió en 2005, al ver el impacto de la liberalización y la competencia sobre el sector textil y de la confección, y más en especial sobre sus trabajadores. En 2007, es decir, solo dos años después, este Fondo se hace efectivo y responde de forma concreta a las expectativas de los trabajadores despedidos. ¡Sí, Europa puede estar cerca de los ciudadanos, como lo demuestra hoy!
Olle Schmidt (ALDE), por escrito. (SV) Creo que los efectos de la globalización en el mundo desarrollado son positivos y nos han beneficiado. Hoy hemos votado un informe sobre un fondo europeo que pretende realizar ajustes en función de los efectos de la globalización. El informe contiene toda una serie de afirmaciones críticas sobre esos mismos efectos. Los nuevos modelos de comercio mundial no han generado nada parecido a los efectos negativos que el informe nos quiere hacer creer.
Mi concepto de globalización, y del creciente intercambio de personas, productos, servicios y capitales que acarrea, es positivo. Creo que vale la pena luchar por un mundo con fronteras abiertas y en que la democracia y los derechos humanos sean los valores que rijan las relaciones entre personas y entre países. La globalización ha generado y genera grandes oportunidades para liberar a las personas de la tiranía y de la pobreza extrema, para aumentar la prosperidad y para crear mejores condiciones para la democracia. Por eso he decidido votar en contra de este informe.
Bart Staes (Verts/ALE), por escrito. (NL) Dado que fenómenos como los despidos masivos a causa de cierres de empresas, las grandes reestructuraciones de sectores sensibles a la globalización y las pérdidas colectivas de empleo a menor escala debido a cambios estructurales del comercio mundial tienen, todos ellos, profundos efectos en el mercado del trabajo local, la idea de un Fondo Europeo de Adaptación a la Globalización es buena. A diferencia de otros Fondos Estructurales, este permite a los Estados miembros actuar anticipada y directamente ante graves situaciones de emergencia socioeconómica, facilitando a los trabajadores afectados su reintegración en el mercado laboral una vez despedidos. También es positivo que los Estados miembros aporten el 50 % de la financiación y que el apoyo de este fondo no haga más que complementar esos esfuerzos, sin sustituirlos.
También me complace que el Consejo y la Comisión respalden la idea de los microcréditos como medida activa en el mercado laboral. Y otra buena idea es que no se exija a los trabajadores de más edad seguir trabajando por salarios más bajos, sino que se les incentive económicamente para continuar en el mercado laboral.
Por último, el hecho de que el fondo se constituya de tal manera que las contribuciones no puedan ser interceptadas por «otros agentes», sino que vayan directamente a los trabajadores, es un ejemplo para otros Fondos Estructurales.
Bernadette Vergnaud (PSE), por escrito. – (FR) La globalización genera consecuencias negativas para los trabajadores más vulnerables y los menos cualificados de determinados sectores. Las deslocalizaciones crean un clima de inseguridad social nefasto para el progreso social. Las empresas gozan de una nueva libertad que ignora las fronteras, dejando en cuadro a cohortes de trabajadores a menudo poco formados y con enormes dificultades para encontrar trabajo. En los últimos doce meses se han deslocalizado en Francia 11 000 puestos de trabajo. El temor a las deslocalizaciones se extiende de región en región, al ritmo de casi mil supresiones de puestos de trabajo por mes, cifra más que suficiente para alimentar el malestar social.
He votado a favor del informe de la señora Bachelot-Narquin porque da una primera respuesta a las preocupaciones legítimas de los trabajadores europeos. La creación de un Fondo Europeo de Adaptación a la Globalización (FEAG) permitirá conceder una ayuda anual de 500 millones de euros a los trabajadores que sean víctimas de reestructuraciones internacionales, para que puedan reinsertarse en el mercado de trabajo. La ayuda concedida por el FEAG debería aportar así solidaridad y apoyo a los trabajadores despedidos debido a cambios estructurales del comercio mundial, aun cuando este Fondo probablemente resulte insuficiente.
Richard Seeber (PPE-DE). – (DE) Señor Presidente, aunque el enfoque de este texto legislativo de propugnar una política de calidad del aire basada en las emisiones es acertado, creo que podría haberse seguido una línea más ambiciosa, especialmente con respecto a los límites de los óxidos de nitrógeno, una sustancia contaminante que causa graves problemas, sobre todo en los angostos valles de alta montaña.
No obstante, acojo con satisfacción la propuesta y he votado a favor también porque se ha optado por un concepto cuantitativo con respecto a las partículas. Lo que ha de hacer ahora la Comisión es poner esto en práctica de forma adecuada. Y también me complace la información sobre reparaciones, que ha de distribuirse entre todos los talleres independientes.
Carlo Fatuzzo (PPE-DE). – (IT) Señor Presidente, Señorías, gracias por concederme la palabra por tercera vez hoy para hablar de este informe del señor Groote sobre la protección de los ciudadanos europeos frente a las emisiones nocivas de los vehículos.
He votado a favor de este documento con la esperanza de que pronto tengamos también una directiva contra la contaminación por los Gobiernos, pues por desgracia los mismos Gobiernos a veces también causan una contaminación que daña la salud y el medio ambiente.
Me refiero sobre todo, pero no exclusivamente, a las leyes que contaminan el aire y hacen que sea difícil, si no imposible, de respirar para los ancianos y pensionistas que no pueden vivir con pensiones insuficientes.
Jan Andersson, Anna Hedh, Ewa Hedkvist Petersen, Inger Segelström y Åsa Westlund (PSE), por escrito. (SV) Nos gustaría haber visto un calendario más estricto para la introducción de Euro 5 y unos límites inferiores para las emisiones de dióxido de nitrógeno en Euro 6.
No obstante, hemos votado a favor del compromiso con el Consejo de Ministros, porque creemos que es positivo y porque prolongar el proceso no posibilitaría una mejor regulación, sino que tan solo retrasaría el calendario de introducción.
Françoise Grossetête (PPE-DE), por escrito. – (FR) Los transportes generan gran parte de la contaminación ambiental y tienen una fuerte repercusión en el cambio climático. La nueva norma, denominada Euro 5, se centra en las partículas y los óxidos de nitrógeno (NOx) emitidos por los vehículos de motor diesel.
Esta nueva restricción de los límites de emisión de partículas y óxidos de nitrógeno de los vehículos constituye un avance significativo desde el punto de vista de la salud pública.
La aprobación de este informe mejorará el potencial comercial de la Unión Europea en el ámbito del diseño y la construcción de vehículos limpios.
La futura norma Euro 6 contemplará unos límites de emisión restringidos, en especial para los óxidos de nitrógeno, y al mismo tiempo estimulará la investigación tecnológica en la industria automovilística.
El texto aprobado propone asimismo para estas dos normas un calendario de aplicación exigente, pero realizable para el sector del automóvil.
No obstante, considero que debemos seguir atentos a la renovación del parque automovilístico y aplicar las normas Euro más recientes para poder esperar resultados significativos sobre la calidad del aire.
David Martin (PSE), por escrito. (EN) He apoyado este paquete de compromiso que garantizará que la industria del automóvil tenga que fabricar coches más ecológicos y más limpios, lo que ayudará a reducir la contaminación. Este paquete de enmiendas significará que los automóviles fabricados tendrán que atenerse a los límites de emisiones fijados a largo plazo. Animará a la industria de los vehículos de motor a invertir en la tecnología necesaria para fabricar vehículos más ecológicos y a ayudar a proteger nuestro medio ambiente.
Luís Queiró (PPE-DE), por escrito. (PT) La propuesta que hoy hemos votado establece la revisión de los actuales límites de emisiones de los vehículos de motor y la inclusión de los vehículos que funcionan con biocarburantes.
Las nuevas tecnologías y los descubrimientos científicos nos permiten aspirar a un alto nivel de protección del medio ambiente e invertir en estos nuevos segmentos del mercado del automóvil.
Hoy en día no podemos pasar por alto los desafíos ambientales que se nos presentan, ni debemos ignorar que hay un nuevo mercado en desarrollo en el sector de los combustibles limpios. Por todo ello, la información a los consumidores sobre los vehículos menos contaminantes, sobre las reparaciones y sobre los nuevos artículos que los fabricantes saquen al mercado son medidas importantes para la protección y la inversión en la sociedad del futuro.
Una vez más, se trata de proteger el funcionamiento del mercado interior, la promoción del desarrollo ecológicamente sostenible y la mejora de las condiciones de vida de los ciudadanos.
Marian Harkin (ALDE). – (EN) Señor Presidente, solo quiero explicar por qué me he opuesto a la enmienda 1 al informe Higgins, es decir, a la sustitución del fundamento jurídico del artículo 308 del Tratado por el del artículo 159.
Puedo entender por qué muchos diputados al Parlamento lo apoyarían, ya que ampliaría el poder del Parlamento, porque el fondo tiene objetivos económicos y sociales. Por supuesto, el Parlamento está en su derecho. Sin embargo, me preocupa que pueda haber consecuencias no intencionadas, porque creo que no es probable que el Consejo esté de acuerdo, con lo que se producirá un retraso. Ese retraso, si llega a producirse, comportará la demora de la financiación de proyectos que ya están en marcha.
Creo que esto tendría consecuencias muy serias, porque, actualmente, nos encontramos en un momento muy delicado políticamente en Irlanda del Norte. Estamos a punto de dar el paso definitivo y realmente no creo que necesitemos señales negativas de la UE. Asimismo, en cierta medida, se trata de una victoria vacía para el Parlamento, ya que esta será la última vez que se pida al Parlamento que apruebe fondos para el programa, porque termina en 2010.
También me he equivocado al votar sobre la enmienda 169 al informe Hieronymi. Sencillamente he pulsado el botón equivocado. Debería haber pulsado el botón «más».
El Presidente. Su deseo de expresar un punto de vista diferente en este punto constará en acta.
Hélène Goudin y Nils Lundgren (IND/DEM), por escrito. (SV) Aunque la República de Irlanda y el Reino Unido son dos de los países más ricos del mundo, hay buenas razones para apoyar el Fondo Internacional para Irlanda. Los Estados miembros que deseen contribuir a este fondo lo pueden hacer mediante decisiones de sus Parlamentos nacionales. Un proceso de este tipo no solo es más democrático, sino que también implica que los recursos financieros de los Estados miembros no se desvíen innecesariamente a través del presupuesto de la UE. Por eso hemos votado en contra del informe.
Jean-Claude Martinez (NI). – (FR) Señor Presidente, el plátano es un tema que da lugar a un verdadero folletín desde el decenio de 1990. En Europa consumimos plátanos procedentes de tres regiones: plátanos europeos originarios de las Antillas francesas, Canarias y las Azores, por un total de unas 850 000 toneladas; plátanos procedentes de los países ACP y, por último, plátanos «dólar» cultivados en América Latina, en beneficio de Chiquita y Dole.
Hace 10 años, los derechos de aduana sobre los 2,5 millones de toneladas de plátanos estadounidenses ascendían a casi 850 euros por tonelada; hoy ascienden a 176 euros. En otras palabras, Europa regala 2 000 millones de euros a las multinacionales estadounidenses. Por otra parte, esos plátanos son producidos en Ecuador por niños de 10 años que perciben 2 dólares por jornada, inhalan pesticidas, tienen asma, padecen trastornos del equilibrio y sufren ataxia cerebelosa. Por lo demás, las condiciones de trabajo son similares para quienes trabajan en invernaderos en los que se producen rosas.
En estas circunstancias, la caja de 18 kilos de plátanos puede venderse a 3 dólares en Alemania. A esto se llama esclavitud. Pero lo cierto es que este Parlamento recurre también a una forma de esclavitud cuando emplea a los auxiliares de sesión. ¡Por Dios, un esclavo más marcará ninguna diferencia!
Jan Andersson, Anna Hedh, Ewa Hedkvist Petersen, Inger Segelström y Åsa Westlund (PSE), por escrito. (SV) Hemos votado en contra de la enmienda 10. Los socialdemócratas suecos en el Parlamento Europeo la interpretamos como un medio para permitir a los Estados miembros que lo deseen mantener una proporción de la ayuda a la producción de plátanos. Esto nos parece inaceptable, teniendo en cuenta que estamos trabajando continuamente por la desvinculación de las ayudas agrarias. El fomento a la producción impide competir en igualdad de condiciones a los productores de plátanos de países no comunitarios.
La propuesta en su conjunto merece también nuestra crítica, ya que conduce a un aumento del gasto. En nuestra opinión, la reforma del mercado del plátano debería derivar en ahorros presupuestarios.
Emanuel Jardim Fernandes (PSE), por escrito. (PT) La propuesta de la Comisión, tal como ha sido modificada por este informe, merece todo mi apoyo, pues sus objetivos, reforzados por las enmiendas introducidas, son:
- mantener la producción comunitaria de plátanos, principal actividad agrícola de algunas regiones productoras, concretamente las ultraperiféricas, donde desempeña un papel socioeconómico fundamental;
- salvaguardar los ingresos de los productores comunitarios y evitar el deterioro económico del sector del plátano;
- otorgar capacidad de control a los Estados miembros productores de plátanos sobre la concesión de las ayudas, de modo que se realice de la forma más eficaz posible, según las prioridades de las regiones afectadas.
Por eso he votado a favor de este informe.
Sin embargo, estoy en contra de la idea de que siga siendo obligatorio pertenecer a una organización de productores reconocida para poder acogerse a la ayuda, tal como desean los productores europeos de plátanos –afiliados a la Asociación Europea de Productores de Plátanos–, las autoridades de las regiones periféricas y los Estados miembros productores, pues la considero contradictoria y contraria al último de esos objetivos. Por ese motivo he presentado una enmienda para dejar en manos de los Estados miembros la decisión de si este ha de ser un requisito inexcusable, como propone la Comisión.
Hélène Goudin y Nils Lundgren (IND/DEM), por escrito. (SV) Hemos votado en contra de este informe porque responde totalmente a los intereses particulares de los productores de plátanos de la UE.
Nos oponemos firmemente a la enmienda 10, que propone un trato especial para las ayudas al algodón, el aceite de oliva, el tabaco crudo, el lúpulo y el plátano.
Si algún Estado miembro concreto, por cuestiones de política regional, quiere apoyar la producción de plátanos en su territorio, que lo haga, siempre que cumpla los acuerdos internacionales de comercio y las normas comunitarias. Pero, aun en ese caso, deberá ser el Estado miembro quien sufrague esa ayuda, sin implicar a la Unión Europea.
Pedro Guerreiro (GUE/NGL), por escrito. (PT) Estamos en contra de la desvinculación de las ayudas de la producción, y esta es la esencia de la propuesta de la Comisión para la reforma del sector del plátano: pretende acabar con las compensaciones para los productores y promover la liberalización del sector en el marco de la OMC.
Aunque el régimen actual es insuficiente, habríamos preferido su mantenimiento, o bien una reforma que atendiera de verdad a los problemas de los productores de plátanos, que se concentran en las regiones ultraperiféricas y más desfavorecidas de la UE.
Celebramos la aprobación de las enmiendas que presentamos, encaminadas, en primer lugar, a garantizar el mantenimiento del sistema de anticipos anuales para todo el período y, en segundo lugar, a la existencia de un informe de evaluación sobre el impacto del reglamento en los ingresos de los productores.
Nos ha decepcionado el rechazo de las enmiendas que presentamos y que proponían, en primer lugar, un período de transición de un año para la entrada en vigor del reglamento y, en segundo lugar, la reducción del período de referencia de cálculo de las ayudas, de 2005 a 2004.
Creemos que el informe mejora en algunos aspectos sustanciales la propuesta de la Comisión, al proponer la desvinculación parcial de las ayudas y su mantenimiento para las organizaciones de productores.
Por último, consideramos inaceptable la defensa de la aplicación del régimen de desvinculación de las ayudas a todos los demás sectores aún no «reformados».
Michael Cashman (PSE), por escrito. (EN) La delegación socialista británica (EPLP) aplaude la aprobación del programa de trabajo y legislativo de la Comisión para 2007. Se trata de un programa de trabajo exhaustivo y ambicioso. Aunque hay ciertas omisiones que son lamentables, en general apoyamos el programa de la Comisión. Sobre la cuestión particular de la seguridad ciudadana, justicia e inmigración, el Grupo laborista en el PE apoya la posición general del PE, así como de las demás instituciones en el desarrollo político en este importante ámbito. Dicho esto, sobre la cuestión de maximizar las eficacia del proceso de toma de decisiones en este ámbito, destacamos que, sobre esta cuestión, son exclusivamente los Estados miembros en el Consejo los que deciden.
Ilda Figueiredo (GUE/NGL), por escrito. (PT) Hemos votado contra esta resolución del Programa Legislativo y de Trabajo de la Comisión para 2007 porque insiste en la continuación de la misma política neoliberal con las consecuencias dramáticas que conocemos, como el aumento de la pobreza y la desigualdad social. Lo que hace falta es una ruptura con tales políticas y un profundo cambio en el sentido que recogían muchos puntos de la resolución de nuestro Grupo.
Entre las propuestas que presentamos y que, lamentablemente, han sido rechazadas, queremos destacar las siguientes: la insistencia en la suspensión inmediata del actual proceso de liberalización de los servicios públicos y la necesidad de un auténtico esfuerzo por reducir la jornada de trabajo sin bajar los salarios, a fin de crear más empleo.
También lamentamos que el Programa Legislativo y de Trabajo de la Comisión pase por alto la situación en Oriente Próximo y consideramos inaceptable que no se restablezca la cooperación financiera de la UE con la Autoridad Palestina.
Igualmente criticamos que la Comisión no proponga iniciativas para mejorar la política social e insista en la liberalización en diversos sectores, como el de servicios y el mercado energético.
Timothy Kirkhope (PPE-DE), por escrito. (EN) Mis colegas conservadores británicos y yo apoyamos el llamamiento lanzado por el Presidente de la Comisión para que se renueve el interés por lograr una reforma económica efectiva mediante la revisión de la Agenda de Lisboa, que creemos que debe centrarse en el fomento del crecimiento y la competitividad en Europa que conduzca a la creación de más empleo.
La finalización del mercado interior también es algo que apoyamos y la aplicación eficaz de la Directiva sobre servicios será un elemento importante en este sentido. La liberalización y la aplicación de políticas de libre comercio darán lugar a una economía más competitiva y dinámica en Europa. También apoyamos la insistencia por parte de la Comisión en la desregulación y la aplicación rigurosa de las evaluaciones de impacto, cosa que los conservadores británicos defendemos desde hace tiempo. También acogemos con satisfacción cualquier medida sensata que fomente el medio ambiente y la lucha contra la pobreza mundial. Podemos estar de acuerdo con el hincapié hecho en la lucha contra el fraude y la mala gestión.
Sin embargo, no podemos apoyar los llamamientos recogidos en esta resolución sobre la implementación de la Constitución de la UE, los llamamientos en favor de una política común europea en materia de inmigración, visados y asilo o la afirmación de que la UE cuenta con fondos insuficientes para hacer frente a los futuros retos.
Luís Queiró (PPE-DE), por escrito. (PT) El programa legislativo propuesto por la Comisión para 2007 demuestra cómo la falta de confianza política en muchos Estados miembros está complicando las cosas en la UE. Aunque es cierto que la Comisión es el motor de las instituciones comunitarias, también lo es que cuando los Estados miembros están inmersos en sus problemas internos, por ahí se pierde gran cantidad de energía.
Sin embargo, hay que reconocer que, al poner el acento en los aspectos económicos –más en concreto, en la tecnología y en la igualmente importante energía– sin dar excesiva importancia a los institucionales, esta Comisión demuestra haber entendido cuáles son las prioridades. Además, la constante voluntad de «legislar mejor» revela comprensión de la necesidad de simplificar el entorno legislativo. Esperamos que 2007 sea el año en que se desmarañe la trama política europea, para que no comience a calar la idea de que faltan tanto el proyecto para movilizar Europa como el ímpetu político para ponerlo en práctica.
José Ribeiro e Castro (PPE-DE), por escrito. (PT) Por su importancia comercial y económica y por sus evidentes afinidades históricas y culturales con los países que componen la Unión Europea, Rusia merece una especial preocupación por nuestra parte.
La caída de la dictadura soviética originó una auténtica esperanza de que entrara por el camino de la democracia y la libertad. Por desgracia, las recientes y trágicas muertes de Anna Politkóvskaya y Alexander Litvinenko demuestran claramente que Rusia sigue estando muy lejos de unos patrones aceptables de respeto a los más elementales derechos fundamentales.
Además de las intervenciones armadas en su zona de influencia geopolítica, no puedo dejar de criticar igualmente los mecanismos comerciales y energéticos que emplea Rusia para presionar a sus vecinos y que equivalen a verdaderas sanciones arbitrarias.
Creo que la Unión debe insistir en el establecimiento de una estrecha cooperación con Rusia, tanto en el plano internacional como en el aspecto de la vecindad común. Pero esta asociación debe someterse a una vigilancia y crítica constantes por nuestra parte.
Por su propio equilibrio y seguridad, la UE necesita una Rusia próspera, libre y democrática. Espero que el pueblo ruso sepa encontrar un camino seguro en esa dirección.
Bernd Posselt (PPE-DE). – (DE) Señor Presidente, desde nuestro debate, que lamentablemente tuvo lugar en el marco de un minipleno, la situación de Rusia se ha deteriorado dramáticamente. No puedo por menos que pedir al Presidente Putin que vele por la seguridad de sus presos –los llamados gerentes de Yukos y otros presos políticos– y evite que sean asesinados también de forma misteriosa. En Rusia rige el Estado de Derecho, al menos sobre el papel, y es fundamental que se cumplan sus normas. La opinión pública mundial estará observando con atención lo que haga el Presidente Putin.
Quiero agradecer al señor Horáček haber incluido en esta excelente resolución la referencia a los gerentes de Yukos, exigiendo que sean puestos por fin en libertad o, al menos, de conformidad con la legislación rusa, sean trasladados más cerca de sus hogares.
Aprovecho la ocasión que me brinda esta declaración para hacer otra a título personal. Como no sé si tendré de nuevo el honor de hablar cuando esté usted presidiendo la sesión, quiero agradecerle que haya ejercido la vicepresidencia de una forma tan sobresaliente.
El Presidente. Gracias, señor Posselt, por sus amables palabras.
Pedro Guerreiro (GUE/NGL), por escrito. (PT) Sobre la resolución aprobada hoy por la mayoría del Parlamento Europeo, entre muchos otros aspectos merece la pena subrayar que se ha omitido de forma totalmente deliberada toda referencia al avance de la OTAN en Europa Oriental y a la instalación de nuevas bases militares alrededor de Rusia, a modo de amenaza, promoviendo la militarización de las relaciones internacionales y un nuevo impulso en la carrera de armamentos.
Asimismo, falta toda referencia a las maniobras de desestabilización promovidas en el Cáucaso por fuerzas ligadas a la OTAN, utilizando a Georgia como punto de apoyo a los rebeldes chechenos.
Tampoco se dice nada sobre los miles de personas de origen ruso que sufren la discriminación en los países bálticos miembros de la UE y a quienes no se reconoce la ciudadanía.
Antes bien, la resolución se mueve entre el palo y la zanahoria: al mismo tiempo que se caracteriza por promover la injerencia y la presión política sobre Rusia –y sobre otros países de Europa Oriental y del Cáucaso, como Belarús–, el gran capital de la UE ansía tener pleno acceso a los inmensos recursos energéticos rusos.
Jörg Leichtfried (PSE), por escrito. (DE) La propuesta de resolución merece mi voto favorable, pues creo que el texto redactado conjuntamente es muy equilibrado y tiene en cuenta mis dos principales preocupaciones: las deficiencias estructurales de la UE en política energética y la calidad de las relaciones de la Unión con Rusia.
No podemos negar nuestra actual dependencia de proveedores de energía extranjeros nacionalizados, pero tampoco debemos permitir que los valores europeos queden por detrás de los intereses comerciales. No se pueden confundir los intereses comerciales y los políticos, y tampoco podemos mantenernos callados ante las violaciones de los derechos humanos y la supresión de la libertad de prensa con la esperanza de hacer más fructíferas las negociaciones sobre energía. Ahora hace falta dar prioridad a una política energética común europea, de modo que los valores centrales de nuestra Comunidad, entre ellos el respeto de los derechos humanos, no se vean socavados por la dependencia económica externa.
Catherine Stihler (PSE), por escrito. (EN) Es muy preocupante que no se hayan iniciado las negociaciones de un nuevo acuerdo marco entre la UE y Rusia. Hay muchas cuestiones, incluido el reciente asesinato de un antiguo espía ruso, que requieren respuestas. Espero que la próxima Presidencia de la UE también dé prioridad a las relaciones con Rusia.
Hubert Pirker (PPE-DE). – (DE) Señor Presidente, a nadie le sorprenderá que haya votado a favor de este informe, y lo he hecho porque recoge una visión muy realista del proyecto europeo y establece unos objetivos muy claros para su futuro desarrollo.
Ahora se trata de avanzar en la integración, de forma que se puedan aprovechar todas las oportunidades y se logre la estabilidad de Unión Europea. Si esto sucede, hará falta una nueva regulación del trabajo, de la interacción de las instituciones y de la financiación. Esperamos que esta legislación esté terminada para 2008.
Ante el gran número de países que aspiran a unirse a la UE hacen falta nuevas estrategias. La plena condición de miembro no tiene que ser el único objetivo: hay que desarrollar distintas alternativas de cooperación con los países de nuestro entorno, y sobre este punto deberían reflexionar nuestros Jefes de Gobierno, inclusive con respecto a Turquía, pensando especialmente en la posibilidad de una asociación privilegiada. Hoy por hoy no es realista la idea de la adhesión de Turquía a la UE, pues no puede haber 71 votos unánimes en el plano europeo ni se puede pensar en el voto favorable de todos los referendos nacionales ni del propio Parlamento Europeo. Por eso es aún más importante comenzar ya las negociaciones, que deben tratar de seguir desarrollando el clima favorable y cuyo resultado podría ser la aprobación de una asociación privilegiada para este importante aliado de la Unión Europea.
Frank Vanhecke (NI). – (NL) Señor Presidente, mi distinguido colega el señor Cleys ha llamado la atención durante el debate de esta mañana sobre la forma en que se están llevando las negociaciones con Turquía, un problemático candidato a la condición de Estado miembro. Ahora ha quedado claro que la Unión Europea no tiene capacidad para contrarrestar la insolente forma de negociar de Turquía, que mi colega ha calificado de forma un tanto sarcástica, pero acertada, de regateo de bazar. Es vergonzoso ver cómo los negociadores europeos dejan transcurrir cada ultimátum propio y permiten que Turquía salga impune; esto supone enviar a Turquía un mensaje totalmente erróneo, pues da la idea de que la Unión Europea está dispuesta a todo para su adhesión, lo que se opone frontalmente a la voluntad del público europeo. Podemos extraer perfectamente la conclusión de que la Unión Europea es tan poco democrática como el país que intenta incorporarse a ella, es decir, Turquía.
Carlo Fatuzzo (PPE-DE). – (IT) Señor Presidente, Señorías, he votado a favor de la ampliación de la Unión Europea, tal como ha propuesto el señor Brok, porque tanto personalmente como desde mi cargo en el Partido de los Pensionistas de Italia creo que la ampliación de Europa debería abarcar el mundo entero.
Europa debería ampliarse a todo el mundo porque Europa mantiene la paz entre sus Estados miembros. Cuantos más países consigan ser parte de Europa, más paz tendremos, no solo en Europa, sino en el mundo entero. Por lo tanto, señor Presidente: «¡Unión Europea en todo el mundo!»
Bruno Gollnisch (NI), por escrito. – (FR) No, la adopción de una Constitución, la creación de un superestado europeo centralizado, no son en ningún caso una condición indispensable para la ampliación de la Unión Europea. Por tanto, votaremos en contra del informe del señor Stubb, que intenta hacer entrar por la ventana una Constitución que dos pueblos europeos echaron por la puerta.
Debemos plantearnos asimismo la cuestión, más allá de los denominados aspectos «constitucionales», que son más bien de naturaleza ideológica, de saber si no es hora de hacer una pausa. La Unión Europea ha pasado, en muy poco tiempo, de 15 a 27 miembros, pronto 28. Nadie en esta Cámara es hoy capaz de decir, más allá de los discursos convencionales, cuáles son los costes y las ventajas de esta ampliación sin precedentes, ni para la UE, ni para cada uno de nuestros Estados.
La ampliación por la ampliación no tiene ningún sentido, salvo en el caso, al que nos oponemos, de que los Estados nacionales sean absorbidos por el Leviatán bruselense y finalmente se desintegren.
Ninguno de estos problemas se plantearía si construyéramos una verdadera Europa de naciones soberanas que cooperasen en los ámbitos de su elección y en beneficio mutuo.
Hélène Goudin y Nils Lundgren (IND/DEM), por escrito. (SV) La Lista de Junio, en principio, está a favor de la ampliación de la UE. Sin embargo, es absolutamente indispensable que los Estados que aspiren a la adhesión cumplan antes las exigencias que se les hayan impuesto. Los países que actualmente son candidatos a una posible adhesión futura tienen aún un largo camino por recorrer. Fijar ahora un plazo para la incorporación a la UE no sería bueno ni para los actuales Estados miembros ni para los países candidatos. Habría que dejar madurar lentamente este proceso.
El informe declara, entre otras cosas, que el Tratado de Niza no constituye una base suficiente para futuras ampliaciones. Leyendo entre líneas, esto supone una apuesta por una nueva Constitución, a pesar de que los pueblos de Francia y los Países Bajos rechazaron esa idea en sus referendos.
El ponente habla también de la «capacidad de integración» de la UE y cree que de ningún modo debe confundirse esa capacidad con la percepción que pueda tener la población del impacto de nuevas ampliaciones. En este punto se percibe una muestra de desprecio por los principios democráticos fundamentales. Si una mayoría de europeos cree que la UE no debe ampliarse más, los representantes elegidos por el pueblo deben mirar bien lo que dicen. Este es un claro ejemplo del endémico desprecio de este Parlamento hacia los ciudadanos.
Hemos votado en contra de este informe porque utiliza la perspectiva de las ampliaciones como argumento para una futura Constitución.
Pedro Guerreiro (GUE/NGL), por escrito. (PT) El informe contiene aspectos muy negativos en cuanto a la ampliación de la UE. Por ejemplo, su insistencia en una artificial «necesidad» de concluir el llamado «proceso constitucional» como (falsa) condición para cualquier futura ampliación.
Y hay otro aspecto relacionado con las negociaciones con Turquía que merece todo nuestro rechazo y que debo subrayar: el informe «lamenta» el hecho de que los esfuerzos de la Presidencia finlandesa por «encontrar una solución que ponga fin a la actual situación de punto muerto por lo que se refiere a la plena aplicación del Protocolo adicional por una parte, y a la reducción del aislamiento de la comunidad chipriota turca, por otra, no hayan tenido éxito». En otras palabras, el informe pretende:
- encubrir el hecho de que el aislamiento de la comunidad turochipriota tiene su causa y origen únicamente en la ocupación militar ilegal turca del 37 % del territorio de la República de Chipre;
- vincular la aplicación del Protocolo Adicional con el reconocimiento de hecho de la ocupación militar (ilegal) turca y la autoproclamada «República Turca del Norte de Chipre», tal como pretenden las autoridades turcas y con el apoyo de ciertos países, incluidos algunos Estados miembros.
- manipular la cuestión chipriota, en un contexto de contradicciones en torno a la adhesión de Turquía, subordinando las resoluciones de las Naciones Unidas sobre Chipre.
Carl Lang (NI), por escrito. – (FR) La actual estrategia de ampliación consistente a agrupar en un mismo conjunto unos cuarenta Estados llevará a la Europa de Bruselas a sufrir la suerte de la rana de Jean de la Fontaine, que, queriendo ser tan grande como un buey, explotó. Y ello por dos razones.
La primera es que, al no fijarle ningún límite geográfico, esta Europa, después de haber acogido a Turquía, no tendrá ninguna razón para negar la entrada a otros países asiáticos o africanos.
La segunda razón reside en la naturaleza ideológica del proyecto eurobruselense, encaminado a romper la identidad y la soberanía de las naciones europeas para crear sobre sus ruinas un superestado centralizado cuya administración será aún más pesada que las administraciones nacionales.
En vez de disolver a nuestros pueblos en este conjunto supranacional, abocado como la Unión Soviética y Yugoslavia a desaparecer, construyamos una gran Europa de naciones libres y soberanas, unidas por los valores humanistas y cristianos que han hecho la grandeza de nuestra civilización.
Luís Queiró (PPE-DE), por escrito. (PT) Si queremos prestar la debida atención a las necesidades derivadas del extraordinario proceso de ampliación de 2005, y de otras ampliaciones que vengan, debemos incorporar al vocabulario de la Comunidad la palabra «acomodar».
Un año y medio después es el momento de reconocer que nuestras sociedades, nuestra economía, nuestras instituciones y nuestras mentalidades no se han acomodado totalmente a la ampliación. Y es comprensible, pues nuestra flexibilidad no es ilimitada. La importancia del 1 de mayo de 2005 es demasiado grande para que, en tan solo 18 meses, se hayan disipado los primeros efectos. Dicho esto, no podemos confundir las dificultades con cosas imposibles ni inevitables. Podemos hacer más y hacerlo mejor para que este proceso se vaya normalizando y acomodando. Asimismo, tenemos que preparar la siguiente fase, desde la perspectiva de que la ampliación de la UE es beneficiosa tanto para quien llega como para quien ya está. Así es como hay que entenderlo. En mi opinión, este es uno de los aspectos más importantes.
Una consecuencia de esto es reconocer la necesidad de adaptar el plano institucional a la realidad de la UE, aunque no se puede concluir que este sea nuestro principal reto para los próximos años. La acomodación es social, política y económica, y no básicamente institucional.
Charles Tannock (PPE-DE), por escrito. (EN) Los conservadores británicos siempre han sido y seguirán siendo firmes defensores de la ampliación de la UE, ya que ofrece un mercado único más amplio y una Europa más suelta y flexible de Estados nacionales. Sin embargo, no aceptamos que para que este proceso siga avanzando necesitemos una Constitución europea propiamente dicha con la pérdida de más competencias de los Estados miembros en favor de la UE. Por tanto, nos hemos abstenido en la votación sobre este informe.
Geoffrey van Orden (PPE-DE), por escrito. (EN) Me aferro a la creencia de que la ampliación es uno de los pocos aspectos positivos de la UE, siempre y cuando se pueda controlar la circulación de personas; la ampliación de la UE significa menos oportunidades de crear un superestado europeo muy integrado; también contribuye a ampliar el espacio de estabilidad y de prosperidad en toda Europa. De hecho, como hemos visto, el proceso de ampliación y las perspectivas de la futura ampliación es un importante catalizador del cambio. La reacción a esto de los federalistas es intentar fortalecer su concepto de la UE como proyecto político intentando resucitar la Constitución y ralentiza la futura ampliación. Esto queda reflejado en el informe Brok. El informe también adopta una posición muy unilateral y poco válida del problema de Chipre. Me he abstenido para señalar, por un lado, mi apoyo a la ampliación y, por otro lado, mi firme y sistemática oposición a la agenda federalista, a la Constitución y al sesgo en contra del norte de Chipre.
Hubert Pirker (PPE-DE). – (DE) Señor Presidente, me complace ver que esta Cámara quiere situar, con efecto inmediato, la capacidad de integración en el centro del debate sobre la ampliación, dado que de ella depende el éxito del proceso de ampliación y de un proceso más profundo de integración europea.
Antes de siquiera poder pensar en una nueva ampliación es necesario completar la integración, lo que significa que es preciso mejorar el funcionamiento de las instituciones en una medida que les permita tomar decisiones de forma eficiente y democrática, y significa también que hay que modificar los actuales mecanismos financieros. La ampliación ha sido, hasta ahora, un éxito parcial y, al avanzar en el proceso de integración, aprovecharemos todas las ocasiones para estabilizar más la Unión Europea.
Dado que esta será mi última intervención de hoy, quiero aprovechar para expresar mi sincera gratitud al Presidente por la forma en que ha desempeñado su cargo, ayudado por su inigualable encanto personal. Mis mejores deseos para él en su futuro quehacer en esta Cámara.
Richard Corbett (PSE), por escrito. (EN) El Grupo del PSE ha apoyado este informe y felicita al ponente por lograr este amplio consenso.
Sin embargo, los diputados laboristas británicos al PE, entre otros, nos hemos abstenido en la votación de este informe y varios de sus apartados, porque, aunque apoyamos la mayoría de las medidas propuestas, no todas son condiciones previas para la ampliación. Si el informe no hubiera insistido en todas y cada una de estas reformas fueran una condición previa que tienen que entrar en vigor antes de cualquier futura ampliación, sin duda habría logrado una mayoría más amplia.
Duarte Freitas (PPE-DE), por escrito. (PT) Esta propuesta, sometida a segunda lectura, difiere de la legislación vigente en tres aspectos fundamentales.
Una de sus finalidades es que los datos sean presentados anualmente, y no mensualmente. Según estudios recientes, los datos mensuales presentados hasta seis meses después del mes de referencia son de poca utilidad para la gestión diaria del mercado, mientras que la compilación de datos anuales puede ser útil para los estudios de mercado a medio y largo plazo y puede simplificar el trabajo de las autoridades nacionales en la presentación de datos.
Según la propuesta, las presentaciones de datos han de ser exigidas por el pabellón (o nacionalidad) del buque responsable de los desembarcos. Esta exigencia, a diferencia de la actual presentación de datos por grandes grupos de la UE, de la AELC y otras embarcaciones permitirá obtener análisis más detallados de los datos sin aumentar sustancialmente la carga de trabajo para las autoridades nacionales que ya recogen los datos con suficiente nivel de detalle.
Por último, la propuesta de reglamento pretende introducir una concepción más flexible de las técnicas de muestreo para el cálculo total de los desembarcos. Las entidades nacionales podrán utilizar un nivel adecuado de técnicas de muestreo para la recogida de datos, siempre que justifiquen su uso y analicen la calidad de los datos resultantes en un informe metodológico...
(Explicación de voto acortada de conformidad con el apartado 1 del artículo 163 del Reglamento)
Bruno Gollnisch (NI), por escrito. – (FR) Se habla mucho de «capacidad de integración» en el informe del señor Brok sobre la estrategia de ampliación, contemplada solo desde el punto de vista de la satisfacción de los intereses y las ansias de poder de Bruselas.
Según este informe, dicha «capacidad» no debería confundirse, cito, con «la percepción que tiene la opinión pública de las repercusiones de nuevas ampliaciones». Está usted equivocado. En primer lugar, porque los ciudadanos de los Estados miembros sufren en primera línea las consecuencias económicas y sociales de las ampliaciones y, por tanto, merecen ser escuchados. Después, porque son quienes decidirán, en última instancia, sobre esas adhesiones. En Francia, por ejemplo, será obligatorio un referendo para toda adhesión posterior a la de Croacia. Es el «regalo» que un Chirac hundido nos hizo para intentar evitar, en vano, el «no» a la Constitución Europea.
Lamento asimismo que jamás se plantee la cuestión de los límites geográficos de Europa y la definición de su identidad común. Esto, sin embargo, nos permitiría decir claramente que Turquía es un gran país, pero que, desde el punto de vista geográfico, cultural, histórico y demográfico, es esencialmente un país asiático, con lo que se podría poner fin a la humillante mascarada para dicho país en que se han convertido las negociaciones de adhesión.
Hélène Goudin y Nils Lundgren (IND/DEM), por escrito. (SV) La Lista de Junio no comparte la opinión del ponente de que sea necesaria una UE más federal para que pueda continuar el proceso de ampliación.
Por el contrario, consideramos sumamente importante que las decisiones políticas que se deban aplicar a toda la UE se basen sólidamente en el Consejo de Ministros. Por eso nos oponemos al incremento de las áreas en que se puedan tomar decisiones por mayoría cualificada.
También estimamos fundamental que todos los Estados miembros estén representados en la Comisión, para que la labor de esta sea creíble en todos ellos.
Asimismo, no acertamos a comprender cómo puede beneficiar al proceso de ampliación la creación del cargo de Ministro de Asuntos Exteriores.
Los diputados de la Lista de Junio, por tanto, hemos votado en contra del informe en su totalidad.
Pedro Guerreiro (GUE/NGL), por escrito. (PT) Tal como nos tiene habituados, la mayoría del Parlamento Europeo ha aprobado un informe basado en la idea de que la ampliación de la UE debe estar sujeta a la condición de que se garantice el federalismo e incluso se profundice, es decir, de que se asegure el dominio de las mayores potencias en el proceso de toma de decisiones en la UE, imponiéndose así los intereses de sus grandes grupos económicos y financieros.
El informe comienza formulando la demagógica premisa de que es necesaria una reforma de las instituciones para garantizar la «eficacia» y el «funcionamiento» de las instituciones comunitarias. Tras enunciar una larga lista de reformas, inevitablemente llega a la conclusión buscada: la defensa de la mal llamada «Constitución Europea».
Al poner el acento en el contenido de esta propuesta de tratado ya rechazada, el informe muestra la verdadera intención de retomar el llamado «proceso constitucional».
Por eso nos encontramos con la habitual panoplia de medidas encaminadas a centralizar el poder en organismos supranacionales dominados por las grandes potencias: una nueva ponderación de votos y el fin de la rotación de las Presidencias del Consejo, la ampliación de la «mayoría» cualificada, el «Ministro de Asuntos Exteriores» y el fin de un Comisario por cada país en la Comisión y de la unanimidad en la modificación de los Tratados.
Eso es inaceptable.
Timothy Kirkhope (PPE-DE), por escrito. (EN) Mis colegas conservadores británicos y yo siempre hemos sido y seguiremos siendo firmes defensores de la ampliación de la Unión Europea. Sin embargo, estamos en profundo desacuerdo con la premisa de este informe que, en efecto, manifiesta que cualquier futura ampliación solo podrá transcurrir con éxito si la Constitución europea entra en vigor.
Athanasios Pafilis (GUE/NGL), por escrito. – (EL) El informe sobre los aspectos institucionales de la capacidad de la Unión Europea para integrar a nuevos Estados miembros confirma la obstinación de los portavoces políticos del capital europeo en el Parlamento por resucitar la reaccionaria Constitución Europea, que los ciudadanos de Europa ya han condenado.
Debido a su constante deseo de integrar a nuevos países en la UE, están presentando los aspectos más reaccionarios de la Constitución Europea (como la plena abolición de la unanimidad, el fortalecimiento del papel del Presidente de la Comisión, la creación del cargo de Ministro de Asuntos Exteriores de la UE, la simplificación de las reformas de la Constitución) como reformas supuestamente necesarias para el eficaz funcionamiento de la Unión, lo que en realidad significa manos libres para que el capital monopolístico promueva reestructuraciones capitalistas y su política antisocial a costa de los pueblos de Europa y del mundo entero.
Con un provocativo desdén por la voluntad popular que se ha expresado en contra de la Constitución Europea, abogan por intensificar la campaña de lavado de cerebro a la población, de modo que al final se vea obligada a aceptarla. Incluso se plantean el objetivo de promoverla para finales de 2008.
La presión, la coacción y la vasta operación de manipulación de las conciencias reflejan la gran preocupación de las fuerzas políticas del proceso unidireccional europeo por el creciente cuestionamiento del propio tinglado reaccionario por parte de los pueblos. Por eso hemos votado en contra del informe.
Luís Queiró (PPE-DE), por escrito. (PT) No se puede recibir a invitados si no se tiene una casa para acomodarlos. Si esto es lo que se entiende por «capacidad de absorción», estoy plenamente de acuerdo, como he dicho en varias ocasiones. Cada vez que se amplíe, la Unión debe ser capaz de absorber a los recién llegados y debe adaptarse a los cambios resultantes. Por ese motivo he votado a favor del informe. Peor que frustrar las expectativas de quien espera acceder a la Comunidad sería frustrar las de quien entra y las de quien ya está en ella. Comprobemos, pues, la capacidad que tenemos de aceptar a nuevos Estados miembros antes de cada nueva ronda de ampliación. Pero no cuenten con nuestro apoyo para desvirtuar este concepto y convertirlo en lo que no es: un eufemismo para tapiar la puerta de entrada.
Por último, a este respecto insisto en lo que ya he dicho: la capacidad de la UE para ampliarse, obviamente, es limitada, pero no debería serlo la capacidad de producir los mismos efectos, comenzando por nuestros mismos vecinos del área mediterránea. Si no somos capaces de absorberlos, seamos capaces de «integrarlos» en nuestro espacio, en un sentido nuevo y mucho más amplio del término.
Catherine Stihler (PSE), por escrito. (EN) Aunque gran parte de este informe sea encomiable, no se centra en lo que es necesario para la ampliación, sino en lo que hace falta a la UE debido a que no se ha ratificado el Tratado Constitucional. Y aunque no estoy en contra del Tratado Constitucional, no considero que sea un requisito necesario para futuras ampliaciones. Por ello me abstendré.