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Acta literal de los debates
Miércoles 17 de enero de 2007 - Estrasburgo Edición DO

8. Séptimo y Octavo informe anual sobre exportación de armas (debate)
Acta
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  El Presidente. El siguiente punto es el informe del señor Romeva i Rueda, en nombre de la Comisión de Asuntos Exteriores, sobre el Séptimo y Octavo informes anuales del Consejo con arreglo a la disposición operativa nº 8 del Código de Conducta de la Unión Europea en materia de exportación de armas.

(2006/2068(INI)) (A6-0439/2006).

 
  
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  Raül Romeva i Rueda (Verts/ALE), ponente. – (ES) Señor Presidente, ésta es ya la tercera ocasión en la que tengo el honor de dirigirme a la Comisión y al Consejo para presentarles la evaluación que el Parlamento Europeo lleva a cabo anualmente sobre la implementación del Código de Conducta sobre exportación de armas.

Y me complace hacerlo en un momento en el que, a petición del Secretario General de las Naciones Unidas, ha empezado formalmente el proceso para la adopción de un tratado internacional sobre transferencia de armas, lo que es, además, una demanda histórica de amplios sectores de la sociedad civil de todo el mundo.

Como habrán comprobado, en esta ocasión hemos analizado dos años seguidos, 2004 y 2005, con objeto de acabar con el desfase que se venía produciendo en los informes anteriores entre la presentación del informe anual por el Consejo y la valoración por el Parlamento Europeo. No obstante, y a pesar de que el Consejo ha acelerado notablemente el ritmo de presentación de su informe anual, sigue llegando todavía demasiado tarde –el informe de 2005 llegó el otoño pasado–, por lo que, una vez más, insistimos en que sería deseable que el Consejo continuara con ese esfuerzo de transparencia y puntualidad que viene haciendo últimamente y que el informe anual pudiera estar disponible al menos a lo largo del primer trimestre del año siguiente. Lógicamente, el Parlamento Europeo también tiene que estar a la altura de esta petición y tiene que responder puntualmente a la presentación anual del informe por el Consejo.

Con relación al contenido específico del informe que hoy nos ocupa, relativo, como se ha dicho, a los informes séptimo y octavo del Consejo, quisiera destacar algunos datos y hechos importantes.

En primer lugar, los datos. Según las estadísticas proporcionadas, se mantiene la tendencia en cuanto al peso que tienen las exportaciones de armas europeas con relación a las del resto del mundo, ya que más o menos un tercio del total de las exportaciones de armas proceden de la Unión Europea. En 2004 se exportaron armas europeas por valor de casi diez mil millones de euros y de nueve mil millones de euros en 2005. No obstante, lo que nos interesa aquí también es el valor total de las licencias concedidas, porque esto es lo que demuestra si realmente se aplica de forma correcta el Código de Conducta. En ese sentido, las cifras ascienden a veinticinco mil millones de euros para 2004 y a veintiséis mil millones de euros para 2005.

Por otra parte, también es importante y preocupante el hecho de que, entre los países compradores de armas europeas se encuentren China, Colombia, Etiopía, Eritrea, Indonesia, Israel o Nepal, nombres que habitualmente tratamos en los debates sobre cuestiones de urgencia de los jueves por la tarde en este Parlamento, lo cual, a simple vista, supone ya una flagrante contradicción del contenido mismo del Código de Conducta.

En segundo lugar, y éste es, seguramente, el aspecto más importante que señalamos en nuestro informe, debemos lamentar profundamente el hecho de que, a pesar de que el Coreper decidió ya en junio de 2005 transformar el actual Código de Conducta en posición común, dotándolo así de un rango jurídico a escala europea que hoy no tiene todavía, y a pesar de que el trabajo técnico para este cambio ya lo hicieron hace meses los técnicos del COAR, el Consejo aún no ha hecho efectivo este paso. Y lo más importante es que, a falta de una razón explícita que justifique dicho retraso, lo que subyace es la razón implícita según la cual algunos Gobiernos estarían supeditando dicha transformación y, por ende, el fortalecimiento del Código de Conducta al levantamiento simultáneo del embargo de armas a China.

Permítanme aquí que hable muy claro. En esta Cámara siempre hemos considerado que los dos temas son independientes el uno del otro. Con relación al embargo de armas a China, el Consejo y la Comisión saben que nuestra postura ha sido y es que el levantamiento debe estar supeditado a progresos claros y efectivos en relación con el respeto de los derechos humanos en China y, particularmente, con lo acaecido en Tiananmen en 1989.

Es obvio que es un tema importante, y vamos a debatir sobre ello, pero hoy lo que nos ocupa es el Código de Conducta de la Unión Europea en materia de exportación de armas, que tiene que ver con las exportaciones de armas a todo el mundo, y no solamente a China. En ese sentido, en otras palabras, y discúlpenme también la franqueza, no entendemos ni aceptamos este retraso, como tampoco lo entienden desde la sociedad civil las numerosísimas organizaciones que llevan años trabajando en favor de un mayor y mejor mecanismo de control de las exportaciones de armas, tanto a escala europea como mundial, con objeto de reducir el nefasto impacto que, a menudo, tiene este tipo de comercio.

Por todo lo dicho, espero que el informe que mañana aprobará esta Cámara contribuya, por su contenido y su oportunidad política, a mejorar un poco más el control de las exportaciones de armas, tanto europeas como mundiales, en el marco de un futuro, esperamos que cercano, tratado internacional sobre transferencia de armas.

 
  
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  Günter Gloser, Presidente en ejercicio del Consejo. (DE) Señor Presidente, Señorías, doy las gracias a esta Cámara por presentar este informe y, en particular, a su autor, el señor Romeva i Rueda, quien es ponente de este informe anual sobre el Código de Conducta de la Unión Europea desde hace ahora cuatro años y cuya labor es apreciada por el Consejo y los Estados miembros.

También quiero hacer hincapié en que el Consejo acoge con agrado todas las propuestas del informe y se esforzará por aplicarlas. Entre las muchas que podría citar se encuentra el desarrollo continuo de las mejores prácticas en la aplicación de los criterios del Código; la mejora de los informes elaborados por los Estados nacionales y los consolidados a escala de la Unión Europea; la plena ejecución de la Posición Común sobre el control del corretaje de armas; la invitación permanente de los diputados al Parlamento Europeo a ciertos seminarios y talleres; el mantenimiento de la práctica de la Presidencia de la Unión Europea de presentar documentos del grupo de trabajo del Consejo sobre exportaciones de armas a la subcomisión de seguridad y defensa y la invitación cursada al ponente a asistir a reuniones con el grupo de trabajo.

La Unión Europea y los Estados miembros también prestarán todo su apoyo a las negociaciones en torno a un tratado internacional sobre el comercio de armas, tal y como estableció el Consejo en sus conclusiones del 11 de diciembre de 2006, en las que, entre otras cosas, aplaudía el inicio formal del proceso de elaboración de un tratado internacional jurídicamente vinculante sobre el comercio de armas que supuso la aprobación, por parte de la Asamblea General de las Naciones Unidas el 6 de diciembre de 2006, de la resolución relativa a un tratado internacional sobre el comercio de armas, con la finalidad de establecer normas comunes internacionales para la importación, exportación y transferencia de armas convencionales.

Al Consejo le ha complacido en particular advertir que, en los apartados de medidas prácticas de la resolución se pide al Secretario General que consulte los puntos de vista de los países miembros sobre la viabilidad, el ámbito de aplicación y los criterios provisionales de un instrumento jurídicamente vinculante. Expresó el mismo sentimiento con respecto al nombramiento de un grupo de expertos gubernamentales que empezarían a examinar esas cuestiones en 2008.

Por tanto, el Consejo, en sus conclusiones, vuelve a hacer hincapié en el hecho de que la Unión Europea y sus Estados miembros individuales desempeñarían un papel activo en este proceso. Se insta a la Unión Europea y a todos los demás países miembros de las Naciones Unidas a que apoyen activamente el proceso de elaboración de un tratado sobre el comercio de armas, a comunicar sus puntos de vista al Secretario General y a participar en el trabajo del grupo de expertos gubernamentales.

 
  
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  Jacques Barrot, Vicepresidente de la Comisión. (FR) Señor Presidente, señor Romera i Rueda, Señorías, la responsabilidad del control y el seguimiento de las ventas de armas corresponde, por supuesto, en primera instancia a los Estados miembros. No obstante, la Comisión participa en esta cuestión en virtud de su papel en la Política Exterior y de Seguridad Común.

Su ponente, el señor Romeva i Rueda, ha elaborado de nuevo un excelente informe, que llama a los Estados miembros a intensificar y mejorar la aplicación de un enfoque riguroso, armonizado y transparente del control y el seguimiento de las exportaciones de armas de la UE. Las mejoras introducidas en los controles europeos pueden y deben alentar a otras regiones del mundo a comenzar a adoptar como mínimo unas buenas prácticas y a aplicarlas. Debemos asegurarnos de que exportaciones perfectamente legítimas no vayan a parar a donde no deben, ya que contribuirían a provocar conflictos armados o violaciones de los derechos humanos.

El informe que ha elaborado, señor Romeva i Rueda, si bien se dirige ante todo a los Estados miembros, incluye elementos que la Comisión apoya. Por tanto, en nombre de la señora Ferrero-Waldner, voy a comunicarles nuestros comentarios y observaciones sobre esos elementos.

En primer lugar, la Comisión celebra que en su informe se preste atención por primera vez a la cuestión de las empresas de seguridad privadas y está a favor del desarrollo de un mecanismo de regulación de sus actividades. Esta cuestión se relaciona en cierto modo con el asunto de la reforma del sector de la seguridad, en cuyo marco las empresas privadas, del mismo modo que las instituciones del Estado, deben trabajar con arreglo a los principios de control democrático, responsabilidad, respeto de los derechos humanos y respeto del Estado de Derecho. La Comunidad Europea apoya activamente todas las actividades de reforma del sector de la seguridad en muchas regiones del mundo. El control efectivo de las exportaciones de armas forma parte de este esfuerzo.

Por otra parte, la Comisión desempeña un papel activo en la lucha contra la distribución ilegal de armas ligeras y de pequeño calibre. Compartimos el análisis según el cual la mejora del control y del seguimiento de las exportaciones de armas y de las actividades asociadas, como el corretaje, pueden contribuir a reducir el tráfico ilegal de armas ligeras y de pequeño calibre, ya que su distribución contribuye a la violencia armada y la inseguridad humana y alimenta los conflictos regionales e internos.

En el marco de la Política Exterior y de Seguridad Común colaboramos asimismo con los Estados miembros en la aplicación de la estrategia de la UE de lucha contra la acumulación y el tráfico ilegal de armas ligeras y de pequeño calibre, adoptada por el Consejo en diciembre de 2005. Desde hace ya algún tiempo, la Comisión trabaja con organizaciones internacionales y regionales, con centros de investigación, con ONG y con la sociedad civil para evitar las consecuencias de las ventas indebidas o ilegales de armas. Tenemos que ser conscientes de estos retos y ser capaces de responder a ellos. En algunas regiones del mundo, este tráfico puede ir asociado al tráfico de drogas o de materias primas, como madera tropical, minerales o diamantes.

En 2007, la Comisión aprovechará el hecho de que ejercerá la presidencia del Proceso de Kimberley para contribuir a mejorar la aplicación de los controles. Debemos impedir el tráfico de diamantes destinado a capacitar a grupos rebeldes para comprar armas. También debemos vigilar de cerca el tráfico ilegal de armas por vía aérea. Soy consciente del uso de este medio de transporte para muchas operaciones de tráfico –en especial en el caso de los aviones que vuelan al continente africano– y debemos recurrir a todas las autoridades aduaneras para impedirlas.

Es cierto que el contexto internacional no es favorable a la negociación y la adopción de instrumentos multilaterales de desarme jurídicamente vinculantes, pero ello no debe impedirnos reforzar los controles sobre las exportaciones de armas. Apoyamos los esfuerzos de los Estados miembros en pro de un tratado sobre el comercio de armas, aunque su negociación llevará tiempo. Entre tanto, es esencial que la Unión Europea trabaje a escala nacional y regional por mejorar y reforzar las medidas existentes.

Por último, la Comisión ayuda activamente en la aplicación efectiva de los instrumentos internacionales en los distintos países. La aplicación del programa de acción de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre la lucha contra el comercio ilegal de armas ligeras y de pequeño calibre, o también del Tratado de Ottawa, que prohíbe las minas antipersona, contribuyen activamente a salvar vidas humanas.

Resumiré, señor Presidente, diciendo que todos los funcionarios europeos responsables del seguimiento de las exportaciones de armas deben tomarse muy en serio este informe. Debemos cooperar para mejorar nuestros resultados en este terreno. Un enfoque coherente reclama el empleo de un amplio abanico de instrumentos, que van desde la diplomacia internacional y la influencia política hasta el control de las exportaciones y la ayuda al desarrollo. En aras de la eficacia, esos instrumentos deben emplearse de forma complementaria. El reto que resalta muy bien su informe, señor Romeva i Rueda, es que no puede haber verdadero desarrollo humano o socioeconómico sin esta seguridad indispensable, y su informe destaca, por si falta hiciera, nuestra responsabilidad sobre las exportaciones de armas en el mundo.

 
  
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  Karl von Wogau, en nombre del Grupo del PPE-DE. – (DE) Señor Presidente, Señorías, quiero empezar por expresar mi más sincera felicitación al señor Romeva i Rueda por su valiosa y esforzada labor que ha realizado en los últimos años, y sigue haciendo, como ponente sobre este tema. También quiero dar las gracias a usted, señor Comisario, por lo que ha dicho acerca de las actividades de la Comisión en la lucha contra el tráfico de armas y sobre el hecho –que todos conocemos muy bien– de que la primera condición para todo desarrollo económico en los países en desarrollo es la garantía de seguridad, sin la cual no se producirá ningún desarrollo económico.

El informe del señor Romeva guarda relación con las normas comunes aplicables a las exportaciones de armas, y el problema es que, aunque tenemos normas comunes en forma de Código de Conducta, este código a su vez no es vinculante. Entonces, ¿cómo hacer para que sea jurídicamente vinculante? En primer lugar, esto se puede conseguir si los Estados miembros, a título individual, declaran que es vinculante o lo estipulan por ley, que es lo que ha hecho Alemania, entre otros países. También puede lograrse mediante un único reglamento europeo, una Posición Común, hacia lo que ahora avanzamos y hacia donde hemos de mantener el rumbo.

Sin embargo, el verdadero problema es que, aunque en principio tenemos normas comunes, las aplican 27 oficinas diferentes de 27 Estados miembros, y, además, de forma muy diferente. Aunque los Estados miembros se mantienen mutuamente informados sobre estas cuestiones, no toman decisiones de forma conjunta; por ejemplo, se ha impuesto un embargo de armas a China, pero la definición de lo que es un arma de acuerdo con los términos de este embargo está sujeta a normas que se interpretan de diferente manera en los 27 Estados miembros y también en los Estados Unidos. Esto no puede seguir así; en este asunto necesitamos más terreno común.

Avanzamos hacia una política de defensa común, de la que forma parte la creación de fuerzas armadas conjuntas. Hay numerosas personas que no parecen ser conscientes del hecho de que ya hay tropas bajo mando europeo –en Bosnia-Herzegovina, por ejemplo– que se encargan de llevar la paz y la seguridad a esos lugares. Asimismo, es necesario un mercado único de la defensa, aspecto que nos hemos tomado con mucha calma en los últimos años, pero, si estas dos cosas llegan a cumplirse, también será precisa una mayor acción conjunta en relación con la supervisión de las exportaciones de armas. Esa es una de las tareas más importantes que tendremos que afrontar en los próximos años, tarea que también incumbe a la Presidencia alemana del Consejo.

 
  
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  Ana Maria Gomes , en nombre del Grupo del PSE.(PT) Señor Presidente, enhorabuena por su reelección. El señor Romeva i Rueda merece un elogio por el extraordinario trabajo realizado, una vez más, lo que explica el voto casi unánime que ha obtenido en comisión.

Hay una serie de motivos para este consenso en el Parlamento en torno al futuro del Código de Conducta, pero el principal es el siguiente: contrarrestar la tendencia de algunos Estados miembros, donde sigue la falta de transparencia y donde la política de exportación de armas se rige por consideraciones a corto plazo. En el Parlamento creemos que la Unión Europea necesita una política de exportación de armas común, eficaz y creíble que respete los valores fundamentales, especialmente los derechos humanos, y esté vinculada a la política exterior y de desarrollo de la Unión, contribuyendo así a su coherencia y fortaleciéndola.

La capacidad del Parlamento de influir en el Consejo y la opinión pública en torno a este debate se basa en el hecho de que nuestras posiciones son coherentes y de principios, carentes de intereses egoístas nacionales y de los efectos perjudiciales de un enfoque a corto plazo. El Parlamento ha sido la voz de Europa en este asunto. El mensaje del Parlamento sobre este último informe es tan claro como siempre. En primer lugar, queremos elevar este Código de Conducta a la categoría de Posición Común. Esta es una medida necesaria, y prueba de ello es que el grupo de trabajo del Consejo Europeo tiene desde junio de 2005 un texto listo para su aprobación, pero está dando largas a la misma. La resolución también reitera la importancia de que esta medida no dependa de lo que suceda con el embargo de armas sobre China, que sigue estando justificado. Asimismo, es importante fortalecer los mecanismos existentes. Los informes nacionales sobre la aplicación del Código de Conducta, por ejemplo, han de estar armonizados entre sí para que podamos utilizarlos con objeto de evaluar en qué medida los cumplen los Estados miembros. El señor Barrot ha hablado del tráfico de armas por vía aérea, principalmente a África.

La laxitud general existente en los aeropuertos europeos, tal y como ha revelado nuestra investigación sobre los vuelos de la CIA, indica que a este respecto lo peor, lo impensable, puede estar ocurriendo realmente en este terreno. Además, tras dos años de parálisis, el tiempo ha venido a poner en marcha un sistema de medidas excepcionales para los países sobre los cuales había embargos que se han levantado recientemente, por ejemplo, Libia, un país del que acabamos de hablar. La carrera inmoral por vender armas a Libia desde 2004 demuestra claramente la importancia de establecer normas de transición cuando hay regímenes que violan los derechos humanos.

Por último, la resolución no solo afecta al Código de Conducta. En la resolución, el Parlamento pide a los Estados miembros que impulsen la creación de instrumentos jurídicos internacionales más avanzados que regulen y, en la medida de lo posible, reduzcan el comercio internacional de armas. Al igual que Europea desempeñó un papel crucial en la Convención de Ottawa sobre Minas Antipersona, la Unión Europea debe seguir al frente del proceso mediante la redacción de un tratado sobre el comercio de armas de las Naciones Unidas.

La acción exterior de la Unión Europea y sus Estados miembros debería basarse en los derechos humanos, el desarrollo sostenible y la paz y la seguridad duraderas. Sin una política coherente y eficaz de control de las exportaciones de armas, la Unión no podrá cumplir sus objetivos fundamentales o ayudar a mejorar el mundo.

 
  
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  Annemie Neyts-Uyttebroeck, en nombre del Grupo ALDE. (EN) Señor Presidente, es un placer verle de nuevo en la Presidencia. Le felicito.

(NL) En primer lugar, me gustaría felicitar al señor Romeva i Rueda por su informe tan bien elaborado, que goza del apoyo unánime de mi Grupo y que queremos aprobar en el Pleno de mañana. El informe enumera todos los avances que se han realizado recientemente gracias a los esfuerzos que esta Cámara no ha escatimado. Por ejemplo, las últimas tres Presidencias han presentado sus actividades en relación con el Código de Conducta a nuestra subcomisión de seguridad y defensa y también las hemos debatido con ellos; invito a la Presidencia alemana a que haga lo mismo.

Por ejemplo, también hemos observado los ajustes y aclaraciones de los criterios en relación con la situación de los derechos humanos en el país de destino y en relación con los riesgos implicados en la prevención de la exportación de armas o de la reexportación de armas exportadas. Mi Grupo, entre otros, considera que es necesario realizar más ajustes en relación con la situación interna del país de destino, con las repercusiones en la situación regional y con la compatibilidad de las exportaciones de armas con la capacidad técnica y económica del país de destino.

Nuestra mayor decepción a este respecto es la incapacidad de los Estados miembros para traducir el Código de Conducta en una Posición Común del Consejo, una Posición Común que haga de este código un instrumento más enérgico de lo que actualmente es. Esto también sería una prueba de que los Estados miembros se toman en serio su contribución al control de armas y al desarme en todo el mundo. Las declaraciones de la Comisión a este respecto me han parecido muy interesantes y también me ha complacido oír que la Comisión presidirá el proceso de Kimberley. Señor Comisario, esto me complace particularmente, ya que es yo solía ayudar a hacer esto en una vida anterior.

Por último, me gustaría dejar absolutamente claro que mi Grupo se opone al levantamiento del embargo de armas contra China e instamos a los Estados miembros a que se esfuercen más por establecer un tratado internacional sobre comercio de armas bajo la égida de las Naciones Unidas. Puede que el contexto internacional no sea muy favorable a los acuerdos multilaterales, como ha señalado con acierto el Comisario, pero este no es motivo para que los Estados miembros de la Unión Europea cejen en sus esfuerzos en este terreno.

 
  
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  Liam Aylward, thar ceann an Ghrúpa UEN. – A Uachtaráin, is mór an onóir dom labhairt i mo theanga dhúchais anseo tráthnóna inniu. An fiú tada an Cód Iompair um Easpórtáil Armlóin, a chairde? Sin í an cheist is tábhachtaí atá le freagairt againn.

Faraoir, is iad na tíortha is saibhre a cheannaíonn an t-armlón is cumhachtaí. Sin é an fáth go bhfuil an oiread sin armlóin sa Mheán Oirthear, armlón atá faighte acu ó Bhallstáit an Aontais Eorpaigh agus ó Rialtas Mheiriceá.

Ní féidir an fhírinne a sheachaint. Tá cogaí san Iaráic, san Iaráin, agus sa Chuáit ó na h-ochtóidí. Deineadh ionsaí ar an Araib Shádach i rith Cogadh na Murascáile.

Tá baint mhíleata ag an tSiria le hachrann na Liobáine.

Bíodh sé ceart nó mícheart, tá blianta caite ag an Iosrael i mbun troda i gcoinne fórsaí na Liobáine, na Siria agus na Palaistíne.

Ach tharla sé seo ar fad toisc go raibh na tíortha seo ábalta teacht ar armlón lena n-aidhmeanna míleata and polaitiúla a bhaint amach.

Ba chóir d’iarthar an domhain a bheith ag iarraidh easportáil armlóin a laghdú seachas a bheith á méadú. Sin é an fáth go gcaithfear An Cód Iompair um Easpórtáil Armlóin a chur i bhfeidhm níos déine.

Is in olcas seachas chun maitheasa atá an teannas sa Mheán Oirthear ag dul, de réir mar a dhíoltar breis armlóin leo.

 
  
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  Carl Schlyter, en nombre del Grupo Verts/ALE.(SV) Señor Presidente, me gustaría dar las gracias al ponente por un informe tan constructivo y completo. En particular me ha gustado la mención que hace de las empresas de seguridad y de la creciente actividad de un sector en el que participaban supuestos soldados. Si los que se encuentran en la tribuna pública leyeran las normas de la UE que regulan las exportaciones de armas, podrían ver lo extravagantes que son. Según esas normas, hay que respetar los derechos humanos y los acuerdos internacionales. No se puede exportar armas a países en los que esté amenazado el desarrollo social, sino tan solo a países estables. Sin embargo, ¿cuál es la realidad? El informe anual sobre exportación de armas es pura hipocresía. Catorce países de la UE exportan armas a Israel y 12 a Indonesia. ¿Son Israel e Indonesia ejemplos de países en los que prevalecen la paz, la estabilidad y la seguridad? Cinco países exportan armas a Arabia Saudí. ¿Es este un país que garantiza los derechos humanos? No, es un país en el que las mujeres no tienen la más mínima oportunidad de influir en la política. Según el criterio 8 del Código de Conducta en materia de exportación de armas, estas exportaciones no deben interferir con el desarrollo social y económico en el país receptor. Sin embargo, la mitad de África se encuentra en la lista de países a los que exportamos armas. Es hora de que empecemos a aplicar este Código de Conducta en materia de exportación de armas. Apoyo las enmiendas 3 y 4. Lisboa y el desarrollo no pueden significar que se fabriquen más armas. Decididamente, no debe haber una agencia de exportación de armas si ese es el resultado.

 
  
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  Tobias Pflüger, en nombre del Grupo GUE/NGL.(DE) Señor Presidente, el objetivo general de esta intervención es expresar el apoyo de mi Grupo al informe del señor Romeva i Rueda, pues estamos colaborando estrechamente con él en este tema.

Los Estados miembros de la UE son actualmente los primeros exportadores de armas del mundo, por delante de los Estados Unidos o Rusia. Entre ellos, los principales son Francia, Alemania y el Reino Unido, pero los Países Bajos, Suecia e Italia también ocupan un lugar destacado. Las armas matan independientemente de que sean exportadas desde la UE o de otro lado. Esto representa una grave violación de los derechos humanos y debemos ponerle fin.

Al responder a la pregunta de qué papel desempeña el Código de Conducta, me gustaría citar un documento elaborado por la Conferencia Conjunta sobre Iglesia y Sociedad en Alemania, que dice lo siguiente: «Sin embargo, el Código de Conducta no ha logrado reducir las exportaciones de armas europeas. Según estudios del SIPRI, los Estados miembros de la UE superaron en 2005 a los países tradicionales exportadores de armas, Rusia y los Estados Unidos.» Es escandaloso que el código de la UE sea meramente un compromiso voluntario de los Estados miembros. Lo que hace falta es una Posición Común del Consejo que fuera jurídicamente vinculante para todos.

La Unión Europea ha creado una agencia de armamento cuya función es promover la industria armamentística en la UE. El informe que he citado antes dice lo siguiente: «Además, la creación a la Agencia Europea de Defensa representa un medio que permitirá fomentar la cooperación europea en materia de armamento, cosa que no se ve contrarrestada por los esfuerzos por controlar el rearme.» Este es precisamente el problema y, por este motivo, hemos presentado una enmienda en el sentido de que debe haber, en lugar de una agencia armamentística, una agencia para el desarme, porque lo que hace falta, en lugar de una agencia que promueva las exportaciones de armas, es poner coto a dichas exportaciones.

Permítanme mencionar algunos ejemplos concretos de los países a los que se exportan. Se exportan armas de Alemania a Iraq, con unas ganancias comerciales de 28,9 millones de euros en 2004 y 25 millones de euros en 2005. El informe se refiere a la exportación de armas a los siguientes países: Afganistán, Argelia, Bangladesh, Colombia, Egipto, India, Indonesia, Iraq, Israel, Jordania, Kazajstán, Malasia, Nigeria, Omán, Pakistán, Qatar, la Federación Rusa, Arabia Saudí, Singapur, Tailandia, Túnez y los Emiratos Árabes Unidos; en otras palabras, está claro que son demasiados. Por este motivo, decimos que debemos frenar la exportación de armas; las armas matan y tenemos que parar esto.

Lo que se espera de la Unión Europea y de la Presidencia alemana del Consejo es que den pasos para lograr este fin y que cese toda financiación de la agencia de armamento, porque actualmente se ha establecido una especie de correlación entre las aventuras militares de la Unión Europea, por un lado, y sus exportaciones de armas, por otro, por lo que hay que acabar con las exportaciones de armas.

 
  
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  Georgios Karatzaferis, en nombre del Grupo IND/DEM.(EL) Señor Presidente, hay tres reglas en materia de armas. La primera regla es que las armas se fabrican para matar personas; no se fabrican para matar pollos.

La segunda regla es que cualquiera que tenga dinero comprará algún tipo de armas.

La tercera regla es que no hay reglas en el comercio de armas.

Seamos francos: ¿quién vendió armas a Israel para que pudiera invadir el Líbano en verano? ¿Quién vendió armas a Turquía para que pudiera invadir y ocupar Chipre durante al menos 40 años? Estos son los hechos. ¿Quién armó a Sadam Husein? Los estadounidenses lo armaron para utilizarlo contra Irán. ¿Quién armó a Bin Laden, el mayor terrorista que actualmente ha declarado la guerra a toda la humanidad? Los estadounidenses lo armaron y lo financiaron cuando estaban jugando con Afganistán y Rusia. Por tanto, no hay reglas. No merece la pena adoptar reglas que no se van a aplicar.

El viernes, un misil explotó en la Embajada de los Estados Unidos en Atenas. Este misil no lo había comprado nunca el ejército griego y, a pesar de ello, nos causó grandes daños y no sabemos de dónde vino. Pudo venir de Albania, o del Líbano, porque se trataba del mismo misil que el utilizado por el ejército albanés y por Hezbolá. El caso es que vino de algún sitio. Vino al país en el que hay 150 000 Kalashnikovs. Nunca hemos comprado ni una sola de estas armas, pero vienen. ¿Saben cuál es el problema con el Acuerdo de Schengen? El problema es que las armas son transportadas de un lugar a otro de Europa y ningún funcionario de aduanas las controla.

Señor Comisario, quiero recordarle que hace siete años el cañón más grande de la historia fue transportado a través de toda Europa. Un cañón de 50 metros para Sadam Husein, que fue descubierto por un funcionario de aduanas en Patras. Por tanto, estamos trabajando en vano. Dejemos de fabricar, empecemos el desarme, si realmente queremos salvar vidas humanas. Con lo que estamos haciendo, únicamente parecemos guardias de tráfico que intentan averiguar quién será asesinado y dónde.

 
  
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  Günter Gloser, Presidente en ejercicio del Consejo. – (DE) Señor Presidente, Señorías, les estoy muy agradecido por entender que tengo que abandonar en breve la reunión para asistir a otra cita importante en Stuttgart; me gustaría expresar mi agradecimiento a todos ustedes, tras haber dado las gracias al ponente, pero también me gustaría dar las gracias a todas sus Señorías, diputados al Parlamento Europeo, por su dedicación y su interés constante, al creer, como hago yo, que es preciso seguir tratando este tema con suma cautela. Puedo asegurarles que la Presidencia, por supuesto, seguirá buscando el diálogo con los miembros de esta Cámara.

Varios oradores, está claro, se han referido a la Posición Común y sus Señorías sabrán que ésta tiene que ser adoptada por unanimidad por los Estados miembros. Aunque esto no ha ocurrido, tal vez logremos darle un nuevo impulso. En cualquier caso, la Presidencia intentará dilucidar si ha habido algún cambio en determinadas posiciones. Por supuesto, no puedo decirles hoy cuál será el resultado, pero estamos intentando hacer algo al respecto. De nuevo les doy las gracias por su interés y por su comprensión, ya que tengo que abandonar esta sesión.

 
  
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  Geoffrey van Orden (PPE-DE).(EN) Señor Presidente, puede que resulte extraño que la mayor parte del contenido del informe del señor Romeva i Rueda no sea controvertido. No obstante, está claro que a las democracias occidentales se les da muy bien autoflagelarse. Hemos escuchado muchos comentarios a este respecto en algunas de las intervenciones realizadas esta tarde y en algunos de los ejemplos bastante selectivos que se han dado. Muy a menudo establecemos estructuras jurídicas y de otra índole para ampliar los poderes normativos de la UE y para ponernos límites a nosotros mismos, cuando si observamos los movimientos terroristas e insurgentes de todo el mundo, a quienes realmente causan miseria y sufrimiento, comprobamos que sus armas y equipos no procedes de las democracias, sino de otros países. Esos son los países en que debemos centrar nuestra atención. Por lo tanto, necesitamos una acción internacional y un tratado aplicable a los verdaderos culpables. De lo contrario, corremos el peligro de enviar el mensaje equivocado tanto a nuestra gente como a los que suministran las armas que alimentan los conflictos.

En estas circunstancias, nuestros esfuerzos deben concentrarse en un tratado internacional sobre el comercio de armas de las Naciones Unidas que esté bien orientado. De hecho, ya se ha empezado a trabajar sobre su contenido en las Naciones Unidas. El 6 de diciembre de 2006, la Asamblea General de las Naciones Unidas aprobó una resolución que encargaba al Secretario General que llevara adelante esta iniciativa. Ban Ki-moon sondeará las opiniones de los Estados miembros en 2007 y un grupo de expertos gubernamentales se reunirá en 2008, después de lo cual el Secretario General presentará un informe en la 63ª sesión de las Naciones Unidas.

La Unión Europea debe centrarse en promover esta orientación en el seno de las Naciones Unidas. Nada bueno puede provenir de un régimen de exportación de armas de la UE que ata las manos a las naciones europeas a la vez que permite que países como China vendan armas a quienes crean conveniente. China es el proveedor de armas más prolífico a regímenes odiosos y otros grupos de Asia y África, entre ellos Sudán, Birmania, Zimbabue y otros países, y sin duda acogería con satisfacción restricciones más estrictas sobre las exportaciones de armas que afecten únicamente a los Estados miembros de la UE.

Aunque un código de conducta es algo valioso, no malinterpretemos o quitemos importancia a las industrias de defensa para la seguridad nacional y nuestras economías, concretamente en países como el Reino Unido, Francia, Alemania, Suecia y algunos otros. Las industrias de defensa del Reino Unido desempeñan un papel estratégico y económico vital y no deben ser objeto de restricciones legales inapropiadas que no se aplicarán en muchos otros países. El problema no se encuentra en nuestras industrias de defensa, sino en empresas y Gobiernos extranjeros menos escrupulosos. El Reino Unido, con una de las industrias de defensa más grandes del mundo, tiene la obligación de apoyar a las Naciones Unidas en este esfuerzo, y ha cumplido con esta obligación. La Asociación de Fabricantes de Material de Defensa del Reino Unido ha declarado que acoge con satisfacción el principio subyacente al Tratado Internacional sobre el Comercio de Armas. El Reino Unido fue uno de los coautores de la resolución de la Asamblea General de las Naciones Unidas del 6 de diciembre de 2006.

Si queremos lograr un tratado internacional que aborde de verdad los graves problemas que plantean ciertos exportadores de armas, es indispensable un tratado de las Naciones Unidas que incluya a China, entre otros.

 
  
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  Panagiotis Beglitis (PSE).(EL) Señor Presidente, en primer lugar me gustaría decir que el informe del señor Romeva i Rueda sí formula realmente el problema; ha presentado un trabajo muy importante y los diputados del Grupo Socialista en el Parlamento Europeo lo apoyaremos, tal como hicimos en la Comisión de Asuntos Exteriores.

Lamentablemente, el Presidente en ejercicio del Consejo de Ministros, el señor Gloser, ha abanado la Cámara; digo lamentablemente porque hoy teníamos que debatir el problema político fundamental que tenemos planteado: ¿por qué el Consejo de Ministros sigue negándose a convertir el Código de Conducta en un instrumento jurídicamente vinculante para todos, en una Posición Común efectiva? Se trata de una cuestión importante para todos y por ella seremos juzgados, será juzgada nuestra responsabilidad política.

Los ciudadanos europeos quieren saber cuáles son los intereses nacionales económicos o estratégicos de los Gobiernos y los Estados miembros que siguen poniendo trabas a nuestro deseo de convertir el Código de Conducta en un instrumento mucho más vinculante y en una posición política. No es una cuestión secundaria. Está relacionada con la mismísima credibilidad de la Unión Europea. Está vinculada a los principios y valores sobre los que queremos construir una visión común para una Unión Europea de paz, seguridad, estabilidad y desarrollo para las naciones en desarrollo del mundo en desarrollo.

Nosotros, en el Parlamento Europeo y en el Grupo Socialista en el Parlamento Europeo, hemos apoyado la imposición de un embargo al comercio de armas con China a la luz de sus continuas infracciones de los derechos humanos y tenemos que seguir siendo firmes a este sentido. Sin embargo, en algún momento tenemos que decir con honestidad que el embargo y las sanciones contra China no han servido para mejorar la situación de los derechos humanos en China y tenemos que seguir reflexionando sobre esto.

La responsabilidad de los Estados miembros que exportan armas, especialmente a zonas inestables del mundo y a terceros países que infringen los derechos fundamentales de las Naciones Unidas al mantener fuerzas de ocupación en Estados miembros de la Unión Europea, como es el caso de Turquía en Chipre, es enorme. Hoy, una decisión del Consejo de convertir el código en un instrumento jurídicamente vinculante representaría no solo un acto simbólico, sino también una contribución importante de la Unión Europea a la consolidación de la estabilidad mundial.

 
  
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  Marios Matsakis (ALDE).(EN) Señor Presidente, felicito al ponente por su excelente informe. Debo hacer constar mi temor por que nuestros esfuerzos en torno a un código de conducta de la UE sobre las exportaciones de armas sean, en gran medida, inútiles.

No deberíamos hacernos ilusiones. Los grandes fabricantes y comerciantes de armas de nuestro mundo, afincados principalmente en los Estados Unidos, Rusia y China, no solo están fuera de nuestra jurisdicción, sino que en cualquier caso siguen su propia ley. Las fobias paranoicas con respecto a la seguridad nacional, la corrupción extendida y la locura extrema se explotan y manipulan al máximo por parte de aquellos cuyo negocio es vender métodos para provocar muerte y destrucción. Para ellos, exportar medios para asesinar es un negocio global que reporta más de un billón de dólares estadounidenses al año, y ningún romanticismo soñador de los parlamentarios de la Unión Europea va a retraerlos.

Así que dejemos de perder el tiempo en tratar utopías legislativas ineficaces y empecemos a pensar en el mejor modo de abordar el problema de una manera eficaz desde su raíz, que es la investigación, la producción y el comercio incontrolados de armas por parte de la creciente industria maléfica de armas letales.

 
  
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  Bart Staes (Verts/ALE).(NL) Señor Presidente, Señorías, un debate serio no se celebra en el vacío y a partir de los ejemplos citados por el señor Schlyter y el señor Pflüger me gustaría señalar tres puntos que nos ayudarán a hacer frente a la realidad. En primer lugar, cada año más de 500 000 personas mueren por armas convencionales. Esto se traduce en un ser humano por minuto o 90 personas durante este debate. En segundo lugar, uno de cada tres países gasta más en defensa que en sanidad. Tercero, países de Asia, África, Oriente Próximo y América Latina gastan una media de 22 00 millones de dólares en armas. Este dinero podría utilizarse para lograr los Objetivos del Milenio, como la educación básica para todos los niños y la erradicación de la mortalidad infantil.

El señor Romeva i Rueda ha señalado puntos muy válidos en su informe y es correcto decir que el Código de Conducta de la UE debe ser jurídicamente vinculante y debe consagrarse en una Posición Común. En mi opinión, es inmoral vincular esta ambición al levantamiento del embargo de armas contra China.

Por último, el informe también señala correctamente la necesidad de lograr un tratado internacional sobre embargos de armas en el marco de las Naciones Unidas. Espero que mi país, ahora que forma parte del Consejo de Seguridad, preste atención a este ámbito particular.

 
  
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  Jaromír Kohlíček (GUE/NGL).(CS) Señorías, creo que la Comisión ha actuado con mucha cautela a la hora de elegir al Comisario que nos presentaría este informe, siendo consciente de que en la UE el arma más utilizada es el coche. De ahí que fuera el Comisario de Transportes el encargado de dirigirse a nosotros para abrir el debate.

Hablando más en serio, el Código de Conducta de la Unión Europea en materia de exportación de armas ofrece muy pocas novedades al respecto. Creo que el este informe expresa este punto muy bien y me gustaría felicitar al ponente.

El título de este informe, «Código de Conducta de la Unión Europea en materia de exportación de armas», suena bastante bien. Pero, ¿qué se esconde detrás del título? Los países grandes de la UE se encuentran entre los principales exportadores de armas, de modo que tras la ampliación de la Comunidad había que eliminar tranquilamente la competencia. Y esto también incluye a los competidores internos. Lamentablemente, el informe no dice mucho sobre el hecho de que los Estados Unidos, uno de los principales exportadores de armas del mundo, no se han apuntado al control de armas, ni el hecho de que los grandes países de la UE siguen evitando cualquier tipo de reducción de sus exportaciones.

El año pasado, al menos cuatro países realizaron pruebas nucleares, pero según el ponente, solo Corea del Norte e Irán son peligrosos, mientras que los otros no tienen que rendir cuentas. El embargo de armas sobre China sigue en vigor con el pretexto de que no ha dado lugar a una mejora clara y duradera de los derechos humanos y de la libertad política. Perdonen mi franqueza, pero con este pretexto podríamos prohibir la exportación de armas a la mayor parte de los países del mundo, empezando por los grandes Estados miembros de la UE y los Estados Unidos. La lista incluiría también a Somalia y Arabia Saudí y, si me equivoco, les ruego me corrijan.

Me gustaría hacer un comentario final. Solo Bélgica y Finlandia, de los antiguos Estados miembros, y la República Checa, Polonia, Hungría, Eslovaquia y Estonia, de los nuevos Estados miembros, han solicitado licencias para la exportación de armas. Los principales exportadores de armas faltan en esa lista. Este es el principal problema de los acuerdos vigentes. El Grupo Confederal de la Izquierda Unitaria Europea/Izquierda Verde Nórdica apoya el control racional de las exportaciones de armas, junto con otros diputados al Parlamento Europeo. Sin embargo, lo que está en juego es el paquete real de medidas presentadas en la propuesta. Así pues, los resultados han sido lamentables.

 
  
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  Gerard Batten (IND/DEM).(EN) Señor Presidente, la Comisión de Asuntos Exteriores declara que «considera inaceptable que no se hayan tomado medidas para adoptar el Código como Posición Común». Una Posición Común no sería vinculante como tal, pero fijaría las directrices generales a las que deben ajustarse los Estados miembros. El ponente califica la Posición Común de «jurídicamente más vinculante para los Estados miembros de la Unión Europea que un código de conducta».

El informe insta a la Presidencia y a los Gobiernos de los Estados miembros a que expliquen por qué el Código no se ha adoptado como Posición Común. Lamenta la ausencia de una Posición Común, argumentando que esto ha debilitado el desarrollo posterior de los controles de exportación de la UE y ha impedido el avance hacia una mayor armonización general de los controles de exportación de la UE.

El informe afirma que está «convencido de que el desarrollo y la implementación de una política europea de control de exportación de armas contribuiría de manera decisiva a una profundización de la Política Exterior y de Seguridad Común de la Unión». Ahí está puesto con suficiente claridad. Los argumentos incluidos en el informe sirven para impulsar la Política Exterior y de Seguridad Común y la omnipresente y acuciante armonización de todas las cosas.

El Reino Unido tiene una historia y unos antecedentes distintos del resto de países de Europa. Tenemos vínculos históricos y duraderos con nuestros aliados de la Commonwealth y de todo el mundo. El Reino Unido tiene un récord hasta ahora imbatido y un historial mucho más brillante que cualquier otro país aquí representado en lo que respecta a la defensa de sus intereses nacionales vitales. Por lo tanto, el Partido por la Independencia de Reino Unido rechaza este informe porque debe corresponder al Reino Unido decidir su propia política de exportación de armas en virtud de sus propios intereses nacionales e internacionales en materia de defensa y de política exterior y de conformidad con cualquier acuerdo internacional legítimo que haya concluido.

 
  
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  Luis Yañez-Barnuevo García (PSE). – (ES) Señor Presidente, mi intervención va en una dirección absolutamente opuesta o contraria a la de mi predecesor, y empiezo por decir que ni el Reino Unido ni ningún país aislado, por grande y potente que sea, es capaz de enfrentarse a ninguno de los problemas globales del mundo de hoy -y éste es uno de ellos- en solitario, por mucho que mi colega diga que el Reino Unido se basta y se sobra por sí mismo.

Ni siquiera la Unión Europea se basta y se sobra por sí misma, pero algo podemos hacer, y en el informe, el Sr. Romeva avanza mucho, como lo ha hecho en las dos ocasiones anteriores -ésta es la tercera- en la que él es y ha sido ponente en esta ocasión de los informes Séptimo y Octavo del Consejo sobre el control de exportación de armas.

Otra reflexión también sobre algo que he oído en varias intervenciones: éste no es un informe, ni es intención del ponente, ni tampoco de los que lo votamos en la Comisión de Asuntos Exteriores, ir en contra de la industria armamentística per se o de la exportación de armas, sino del mal uso -el abuso- de la exportación de armas y, por tanto, en favor de un control que hoy es el Código de Conducta no vinculante, por lo que él adelanta el apoyo -y muchos con él, estoy seguro de que mañana también- de una Posición Común de la Unión en el control de armas.

Es algo absolutamente necesario, que va hacia el fortalecimiento de la política exterior y de seguridad común, desde luego, y que nos permitirá hacer más efectiva la denuncia, el control y la capacidad de poner coto a los abusos, los excesos y el incumplimiento de las normas de exportación de armas a países, no sólo que estén en conflicto, sino a países fallidos, o países que tengan unas relaciones con el mundo que no son adecuadas.

No tengo más tiempo para extenderme. Solamente quiero sumar mi felicitación al Sr. Romeva por su informe.

 
  
  

PRESIDENCIA DEL SR. McMILLAN-SCOTT
Vicepresident

 
  
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  Sarah Ludford (ALDE).(EN) Señor Presidente, quiero apoyar la advertencia que se hace en este informe de que las ventas irresponsables de armas pueden llevar a la corrupción. Según la Convención contra el Soborno de la OCDE, de la que forma parte el Reino Unido, las investigaciones de casos sospechosos no deberían verse afectadas por consideraciones de interés económico nacional, por el posible efecto sobre las relaciones con otro Estado o la identidad de las personas implicadas. El criterio 1 del código de armamento de la Unión Europea obliga a los Estados miembros a respetar sus obligaciones internacionales, y el criterio 2 les obliga a respetar los derechos humanos.

Por eso me habría gustado ver cómo ayer funcionarios británicos intentaban explicar al Grupo de Trabajo sobre Soborno de la OCDE por qué el Gobierno había dado instrucciones de abandonar una investigación por nuestra Oficina contra el fraude sobre unos pagos supuestamente corruptos para asegurar la venta de armas de British Aerospace a Arabia Saudí. ¿Lograron disipar la extendida sospecha de que lo hizo porque los saudíes amenazaban con cancelar el contrato y conceder los futuros contratos a Francia, en otras palabras, para proteger el empleo? La posición del Gobierno era que resultaba necesario en aras a la seguridad nacional, por miedo a que Arabia Saudí rompiera los lazos entre servicios de información. Lamentablemente para la coartada del Gobierno, el jefe del servicio secreto MI6 se ha negado a suscribir esa tesis.

El Gobierno de Blair prometió ser más blanco que el blanco. En cambio, ha dado un ejemplo vergonzoso a los nuevos Estados miembros y los aspirantes de cómo la corrupción y las ventas de armas van inseparablemente de la mano. Cuanto antes traslade el Reino Unido parte de su capacidad industrial fuera del sector de armamento, tanto mejor.

 
  
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  Richard Howitt (PSE).(EN) Señor Presidente, de entrada quiero expresar mi satisfacción por el hecho de que este año haya comenzado el trabajo en torno al tratado internacional sobre el comercio de armas, con la aprobación de 153 Estados miembros de las Naciones Unidas. Quisiera reconocer el trabajo pionero realizado por el Gobierno laborista británico al conseguir el acuerdo sobre este asunto en el seno de las Naciones Unidas y, de hecho, la tardía conversión del portavoz de los conservadores británicos, que hoy se ha declarado a favor.

La Unión Europea y los Estados miembros deben mantener una postura firme y activa de apoyo al tratado propuesto, especialmente durante las próximas consultas bilaterales con el nuevo Secretario General de las Naciones Unidas, y tenemos que mantener la presión sobre el Gobierno de los Estados Unidos para que se ajuste a sus obligaciones derivadas del tratado. Necesitamos un Tratado fuerte, eficaz y legalmente vinculante que abarque el comercio de todas las armas convencionales y establezca normas claras con respecto a las situaciones en las que no deben producirse transferencias de armas, incluido el respeto por los derechos humanos, y debemos contar con un mecanismo eficaz de seguimiento y cumplimiento.

Con respecto a otras cuestiones contenidas en este informe, una vez más quiero rendir homenaje a mi buen amigo y colega, el señor Romeva i Rueda, por su excelente trabajo, que cuenta con mi firme apoyo. Desde que celebramos este debate anual el año pasado, 45 millones de personas más de nuestro mundo se han visto afectadas por las consecuencias devastadoras de la guerra, y como todos muy bien sabemos, no se trata únicamente del horrible tributo de muerte. Según la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación, los conflictos violentos son la principal causa singular de hambre en el mundo actual.

Este año, señor Presidente, usted y yo hemos estado en la República Democrática del Congo en nombre de este Parlamento, donde la investigación este año ha revelado que a pesar del embargo de armas de las Naciones Unidas, fuerzas rebeldes de la RDC tenían munición y armas procedentes de Grecia, un Estado miembro de la Unión Europea, y de Serbia, un estado con el que estamos negociando un acuerdo de asociación. Al portavoz de los conservadores británicos, que ha dicho en este debate que se trata de autoflagelación contra las naciones europeas, quisiera decirle que cuando alguien muere a manos de un arma exportada ilegalmente, yo lo llamo asesinato. No vale la excusa de que como China también lo hace, esto es aceptable. Europa tiene la obligación de dar ejemplo moral. Debemos ponernos de acuerdo sobre esta Posición Común y, a partir del año que viene, señalar con el dedo a aquellos Estados que se hayan negado a suscribirla en el Consejo. Agradezco a los alemanes lo que han dicho.

 
  
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  Marianne Mikko (PSE).(ET) Señorías, la industria armamentística es uno de los sectores más avanzados de la economía. El mercado mundial de armas está controlado hoy por empresas de los países occidentales gracias a su ventaja tecnológica. Por tanto, tenemos una gran responsabilidad, a la que claramente no podemos hacer frente. Los conflictos armados no han decrecido, sino que solamente se han vuelto más caros.

La cantidad de dinero gastado en armas impide invertir en educación y sanidad. Este círculo vicioso alimenta las zonas de conflicto durante décadas. El dinero gastado en matar podría haberse utilizado para educar y alimentar a los muertos hasta el final de su vida natural.

Las armas que ya han sido fabricadas cumplen finalmente su objetivo lógico –zonas de conflicto–, incluso cuando las ha agenciado una misión de la PESD, como ocurrió en Bosnia. Durante este proceso, las armas generan beneficios para regímenes criminales e ilegales.

Como jefa de la delegación para las relaciones con Moldavia, sé que los separatistas de la región de Transdniéster se financian a base de negocios ilegales con armas. El territorio de Cobasna, controlado por la antigua elite del KGB, alberga las reservas de munición más grandes de Europa.

En cuanto al número de víctimas, las armas pequeñas son actualmente verdaderas armas de destrucción masiva. Los rifles Kalashnikov, por ejemplo, se ha convertido en un icono para los extremistas. Sin embargo, los extremistas ya han logrado en varias ocasiones adquirir sistemas de armas más desarrollados. Pronto o tarde, nuestra irresponsabilidad se volverá contra nosotros.

Así pues, apoyo la transformación de las directrices de procedimiento de la Unión Europea sobre exportación de armas en un documento jurídicamente vinculante. Sé que el Consejo puede convertir las directrices en una Posición Común. Lamento que el señor Gloser no oiga estas palabras.

También espero que el Reino Unido y Francia pongan fin al uso de los créditos a la exportación para apoyar las exportaciones de armas y que se castigue el soborno que acompaña a este negocio, y no solo sobre el papel.

El mundo necesita un acuerdo internacional en materia de comercio de armas y Europa necesita más transparencia en el comercio de armas, como ha mencionado el ponente, al que felicito y doy las gracias por su trabajo.

 
  
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  Józef Pinior (PSE).(PL) Señor Presidente, una de las principales cuestiones que están marcadas en nuestra memoria europea colectiva es la implicación descarada de la industria de defensa en el desencadenamiento de las guerras mundiales del siglo XX. Pienso en las vergonzosas votaciones que tuvieron lugar en varios Parlamentos europeos a favor de conceder créditos para la compra de armas antes de la I Guerra Mundial.

En vista de la actual situación mundial, la Unión Europea debe fijar urgentemente una política europea armonizada en materia de exportación de armas. Esta política fortalecerá y profundizará la Política Exterior y de Seguridad Común de la UE. La Unión no puede aceptar una situación en la que en varias partes del mundo la exportación de armas fabricadas en Europa puede contribuir a la violación de los derechos humanos, a alimentar conflictos y al abuso de fondos destinados a fomentar el desarrollo sostenible.

Me gustaría también destacar la necesidad de ampliar el ámbito de aplicación de la legislación de la Unión Europea sobre el control de las exportaciones de armas para que abarque las empresas de seguridad privada. En los Estados Unidos ya se han introducido disposiciones de esta naturaleza.

 
  
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  Joel Hasse Ferreira (PSE).(PT) Señor Presidente, Señorías, las exportaciones de armas realizadas por los Estados miembros de la UE no deben utilizarse en contra de la lucha por los derechos humanos o apoyar a dictaduras o regímenes belicosos. En cuanto a la seguridad en Europa y en el resto del mundo y la prevención del terrorismo, es necesario un gran esfuerzo si queremos garantizar el control de las exportaciones europeas de armas convencionales y de productos, equipos y tecnología que tengan una clara aplicación militar.

Debo destacar la importancia que reviste prestar mucha atención a las actividades y los antecedentes de los países y Gobiernos que compran armas y equipamiento militar. Asimismo es preciso eliminar las consecuencias inevitables de los mecanismos de crédito a la exportación. Lo que necesitamos es una política europea clara, eficaz y armonizada sobre esta cuestión; es vital contribuir a fortalecer las normas internacionales relativas al suministro de armas. Me gustaría terminar con una frase que pronuncié en esta Cámara el 16 de noviembre de 2006: «En el futuro nadie comprenderá por qué las empresas de defensa de la Unión Europea iban a respaldar la declaración de guerras injustas o a sostener regímenes dictatoriales.» Este no es el cometido de Europa y no debería ser una aspiración de la Unión Europea.

 
  
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  Proinsias de Rossa (PSE). – A Uachtaráin, ar an gcéad dul síos ba mhaith liom an tuairisc seo a thréaslú leis an tuairisceoir. Níl aon dabht ná go bhfuil dul chun cinn maith déanta leis an gcód saorálach faoi easpórtáil arm. Is í an fhadhb mhór a bhaineann leis, áfach, ná go bhfuil sé saorálach agus nach bhfuil dualgas dleathach ar na Ballstáit cloí leis na hoibleagáidí atá ann. Tá sé in am dúinn an cód seo a aistriú ina chomhbheartas Eorpach. In Éirinn, is oth liom a rá, níor chuir an rialtas i gcrích fós na gealltaí chun reachtaíocht 1983 faoi easpórtálaithe arm a thabhairt suas chun dáta. Dá bhrí sin, tá dreasacht ag déileálaithe arm an Stát a úsáid chun srianta níos láidre i dtíortha eile a sheachaint. Go ginearálta, ní aontaím le Coimeádaigh na Breataine ach caithfidh mé a rá go n-aontaím leis an tUasal Van Orden nuair a deireann sé go mba chóir go mbeadh an tAontas chun tosaigh ins na Náisiúin Aontaithe chun conradh nua faoi thrádáil arm idirnáisiúnta a bhaint amach. Chun críochnú, tugaim lántacaíocht do mhír 28 faoi lánchosc arm ar an tSín. Ar a laghad, ba chóir go gcoimeádfar an lánchosc sin go dtí go mbeidh dul chun cinn sásúil déanta le cearta daonna agus polaitiúla.

 
  
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  El Presidente. Quiero dar las gracias a los intérpretes y felicitar al señor De Rossa por su maravilloso acento irlandés.

 
  
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  Jacques Barrot, Vicepresidente de la Comisión. (FR) Señor Presidente, en el curso de este debate, el Parlamento ha demostrado una vez más su gran competencia en materia de gestión del comercio de armas. Quisiera dar las gracias de nuevo al señor Romeva i Rueda, que personalmente ha adquirido un conocimiento muy profundo de este tema, sin duda difícil, pero muy importante. En efecto, sabemos hasta qué punto la distribución de armas en el mundo alimenta, aquí y allá, todo tipo de violencia.

Por otra parte, he tomado buena nota del deseo expresado por muchos de ustedes de que la Unión Europea desempeñe un papel destacado en las Naciones Unidas con vistas a establecer una normativa internacional sobre comercio de armas.

Creo que el Parlamento contribuye así al proceso de refuerzo del control europeo sobre este comercio, cuyas consecuencias son tan numerosas: hay en todo esto una dimensión ética absolutamente crucial.

Doy las gracias, pues, a todos los diputados al Parlamento Europeo que han intervenido en este excelente debate.

 
  
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  El Presidente. El debate queda cerrado.

La votación tendrá lugar mañana.

 
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