El Presidente. El punto siguiente es el debate del informe de Csaba Sándor Tabajdi, en nombre de la Comisión de de Agricultura y Desarrollo Rural, sobre la integración de los nuevos Estados miembros en la PAC (2006/2042(INI)) (A6-0037/2007).
Csaba Sándor Tabajdi (PSE), ponente. – (FR) Señor Presidente, la integración de los diez nuevos Estados miembros es una cuestión complicada. Creo que, en mi informe de iniciativa, he intentado analizar los resultados, las consecuencias de la integración de los diez nuevos Estados miembros, porque estamos hablando, en general, del éxito de integrar a estos países, pero tenemos que analizar exactamente qué consecuencias tendrá esto en los distintos sectores.
En cuanto a las consecuencias de la integración para la agricultura, a pesar de las desigualdades, debo decir que son muy positivas. Se trata de una situación en la que todos salen ganando. Esto quiere decir que los antiguos 15 Estados miembros han ganado porque han ampliado sus mercados. Han logrado participar en la privatización de este sector en los nuevos Estados miembros. Sobre todo, son los productores los que han ganado; los comerciantes y los industriales de la agricultura, especialmente, pero las consecuencias han sido positivas para ellos y los nuevos Estados miembros también han ganado, a pesar de toda la discriminación relativa a los pagos directos; han ganado porque, durante dos años, han incrementado un 50 % sus subvenciones agrícolas. Se trata de un resultado importante y todavía tenemos que hablar de la estabilidad de los precios; tenemos que hablar de las garantías y del mercado único, por ejemplo.
Con respecto a la ampliación, había grandes temores de que los nuevos Estados miembros distorsionarían el mercado único. No ha sido así. No ha habido distorsión. La cláusula de salvaguardia no ha tenido que usarse. Esto es muy importante y muy positivo y, en lo que respecta a los nuevos Estados miembros, sus productores han podido utilizar los fondos de pagos directos y los fondos de desarrollo rural y se puede decir que la seguridad alimentaria ha aumentado.
Sin embargo, al mismo tiempo hay algunas desigualdades en relación con la ampliación. No hay igualdad de oportunidades entre los productores de los Quince y los de los nuevos Estados miembros dado que, el año pasado, los agricultores de estos últimos solo recibieron un tercio de los pagos directos del presupuesto comunitario. Es cierto que tenían derecho a complementar estos pagos con sus presupuestos nacionales, pero no hay igualdad de oportunidades, eso está claro. Al principio, una financiación del 25 % también era una contradicción; el 50 % o el 60 % habría sido más justo y más justificado.
Con respecto al presupuesto, durante años no ha habido competencia entre antiguos y nuevos Estados miembros, pero hay competencia en las perspectivas financieras, porque el «pastel» es el mismo: hay 27 Estados miembros que comparten el mismo pastel debido a la congelación propuesta por el señor Schroeder y el señor Chirac, que han congelado el presupuesto agrícola comunitario.
Señorías, con respecto a los nuevos Estados miembros, creo que hay algunas incoherencias en relación con las reformas en curso. Ya he señalado, en varias ocasiones, en particular a la señora Fischer Boel, que, con respecto a la reforma hortofrutícola y vitivinícola, incluso aunque existen precedentes históricos, hay un nuevo tipo de incoherencia, un nuevo tipo de discriminación contra los nuevos Estados miembros.
Para concluir, en mi informe he intentado sacar lecciones con respecto al futuro de la Política Agrícola Común y creo que lo que propone la señora Fischer Boel, en concreto que las dotaciones nacionales formen parte de la reforma vitivinícola, tal vez siente un buen ejemplo cuando haya que realizar el control de la salud de toda la reforma futura, porque está claro que, en lo que respecta a los 27 Estados miembros tan heterogéneos, tenemos que jugar más la carta de la subsidiariedad y de la flexibilidad.
Mariann Fischer Boel , miembro de la Comisión. (EN) Señor Presidente, antes de entrar en los detalles del informe, quiero dar las gracias al señor Tabajdi y a los miembros de la Comisión de Agricultura y Desarrollo Rural por haberlo elaborado. Es un buen momento para hacer balance de la situación. Podría decirse que es un buen ejercicio de precalentamiento para nuestro debate sobre el chequeo de salud de la Política Agrícola Común.
Estoy totalmente de acuerdo con el autor de este informe en que la integración de los diez nuevos Estados miembros ha beneficiado a todos. Quiero hacer hincapié en tres aspectos diferentes. Primero, la evolución positiva de la renta del sector agrícola en los nuevos Estados miembros. Creo que eso tiene una gran importancia, porque una buena renta proporciona no solo una vida digna, sino también la supervivencia a largo plazo del sector agrícola. Si examinamos las cifras correspondientes a la renta en los diez nuevos Estados miembros, vemos que de hecho ha aumentado un 60 % durante el período de 2004 a 2006 respecto a las cifras de 2003. Si examinamos las cifras de los antiguos Estados miembros correspondientes a ese mismo período, vemos que han disminuido un 2 %. Creo que eso demuestra claramente que los nuevos Estados miembros se han beneficiado de su adhesión a la Política Agrícola Común. Espero que la distribución de los fondos indique que en las zonas rurales ha quedado ahora muy clara la importancia de la adhesión.
En cuanto al comercio, una cuestión que también ha planteado el ponente, está claro que todos nos hemos beneficiado de la ampliación del mercado interior. Se trata de otra situación en la que todos hemos salido ganando y espero que las tendencias que hemos observado continúen también en los próximos años.
En cuanto al desarrollo rural, que es una cuestión muy importante no solo para los nuevos Estados miembros, sino también para el conjunto de la Unión Europea, creo que las dificultades que ha mencionado usted en su informe se deben a problemas de puesta en marcha. Las cifras recientes así lo demuestran. La totalidad de los pagos para desarrollo rural realizados en 2006 a los nuevos Estados miembros ascendieron a algo más de 2 700 millones de euros, lo que supone un incremento del 21 % respecto a las cifras de 2005. Espero que estos fondos se gasten de manera constructiva en los nuevos Estados miembros y soy optimista respecto de la capacidad de los nuevos Estados miembros para implantar plenamente el programa en el nuevo período financiero de 2007 a 2013.
Eso me lleva al chequeo de salud. Desde el punto de vista formal, la implantación de la reforma de la PAC en los nuevos Estados miembros no está sujeta a la cláusula de revisión. No obstante, creo que debemos aprovechar la oportunidad que nos ofrece este chequeo de salud para tratar de resolver en los debates que celebraremos en 2008 el mayor número posible de problemas comunes con que se encuentran los 27 Estados miembros.
Espero que mantengamos una cooperación muy constructiva con la Comisión de Agricultura en todas estas cuestiones. Todos tenemos un gran interés en la existencia de un sector agrícola muy fuerte en la Unión Europea.
Albert Deß, en nombre del Grupo del PPE-DE. – (DE) Señor Presidente, señora Comisaria, me gustaría dar las gracias al ponente, el señor Tabajdi, por el compromiso que hemos logrado juntos y en el que se basa su informe. Antes de la adhesión de los diez nuevos Estados miembros, cuando viajaba por Baviera y el resto de Alemania como político responsable de agricultura, muchos agricultores alemanes me expresaban sus temores por el impacto perjudicial que tendría la ampliación en la agricultura de los antiguos Estados miembros de la UE. Se esperaba que los precios de determinados productos agrícolas se derrumbaran. Durante mi visita a los países candidatos, los agricultores también tenían reservas y temores importantes sobre la adhesión a la Unión Europea. Hoy podemos decir que los temores en el Este y el Oeste eran completamente infundados.
La forma en la que los nuevos Estados miembros se han integrado en la Política Agrícola Común es básicamente positiva. Las partes interesadas en los nuevos Estados miembros –como ya se ha mencionado– son los principales beneficiarios de la mayor estabilidad de los mercados y los precios y de la mejora de las oportunidades comerciales. La industria transformadora de alimentos y los mayoristas alimentarios en la UE de los Quince se han beneficiado del aumento de las exportaciones y de las mayores oportunidades de inversión en los nuevos Estados miembros. En el informe se destaca que hasta el momento el proceso de integración de los nuevos Estados miembros ha sido, en su mayor parte, un éxito. Ha habido dificultades en el mercado hortofrutícola y con la injustificada prohibición de importación impuesta a los productos polacos por Rusia y Ucrania. Se pide a la Comisión y al Consejo que respondan con mayor celeridad a los problemas específicos de los nuevos Estados miembros. En el informe se destaca que la producción de biomasa y bioenergía desempeñará un papel importante en el futuro del sector agrícola en la UE. El Grupo del Partido Popular Europeo (Demócrata-Cristianos) y de los Demócratas Europeos apoya el compromiso que se ha negociado, a pesar de tener ciertas reservas a causa de algunas de sus implicaciones financieras.
Bogdan Golik, en nombre del Grupo del PSE. – (PL) Señor Presidente, en mi opinión, la hora en que se celebra este debate dice mucho de las relaciones de la UE con los nuevos Estados miembros. Son las doce menos diez de la noche. Estamos debatiendo la importante cuestión de la integración de los nuevos Estados miembros en la Política Agrícola Común, que es la única política común de la Unión Europea.
Sobre todo, me gustaría felicitar a Csaba Tabajdi por su iniciativa en la elaboración de un informe sobre las consecuencias de la adhesión de los nuevos Estados miembros a la PAC y por los meses de duro trabajo sobre una cuestión que es tan importante para nosotros, los nuevos Estados miembros.
La experiencia de nuestros primeros años como miembros ha demostrado numerosos aspectos positivos de la integración, entre ellos un cambio social más dinámico en las zonas rurales, alimentos de más calidad y más seguros, mayor bienestar animal y aumento de las exportaciones. Sin embargo, debemos tener en cuenta que, en los años anteriores a su adhesión a la UE, el sector agrícola en los nuevos Estados miembros funcionaba de forma completamente distinta a la del sector agrícola de los Quince, sin ayudas directas ni instrumentos que garantizaran una producción estable.
Por este motivo, es más injusto e ilógico que se haya tomado la decisión de asignar tasas más bajas de ayudas directas a los nuevos Estados miembros en comparación con las que recibían los agricultores en la antigua Unión Europea, mientras que la producción inadecuada de cuotas tiene consecuencias negativas para la competitividad de los agricultores en los nuevos Estados miembros, pero no en los antiguos.
Por este motivo, es importante que, cuando evaluemos la situación actual y debatamos el futuro del modelo agrícola europeo en 2008-2009, nos centremos en particular en intentar acompasarla a las realidades y expectativas de la sociedad en estos países.
Tchetin Kazak, en nombre del Grupo ALDE. – (FR) Señor Presidente, Señorías, me gustaría empezar dando las gracias al señor Tabajdi por el excelente trabajo que ha realizado como ponente.
Leo el contenido de su informe con gran interés: lo encuentro muy instructivo para mi país, Bulgaria, y también indicativo de las dificultades que los diez nuevos Estados miembros han tenido que afrontar al entrar en contacto, por primera vez, con la PAC.
Durante el periodo previo a la adhesión, Bulgaria, al igual que los otros diez Estados de la adhesión, realizó esfuerzos significativos para transponer el acervo comunitario y establecer el marco institucional necesario para aplicar la PAC. Los programas de asociación financiados con fondos comunitarios fueron de gran ayuda a la hora de lograr este objetivo.
Sin embargo, hay que decir que los agricultores y la sociedad rural en Bulgaria no están preparados para las nuevas posibilidades y retos que han surgido. La Unión Europea ha concedido ayudas para desarrollar el sector agrícola en mi país. Sin embargo, la complejidad de los requisitos que hay que cumplir y el retraso en la toma de decisiones han significado que el comienzo del programa Sapard se ha demorado considerablemente y que una cantidad sustancial de créditos solo se utilizarán tras la adhesión.
Con la ayuda de los pagos directos, las medidas de desarrollo rural y los regímenes agrícolas de ayudas estatales, Bulgaria, como los diez nuevos Estados miembros, puede crear un sistema más adecuado para el desarrollo de su agricultura y su sociedad rural. Sin embargo, hay que simplificar más algunas normas.
Por último, nosotros en Bulgaria, como en los otros diez países, lamentamos la forma gradual con que se están introduciendo los pagos directos. Sin embargo, obviamente no queremos socavarlos, porque se trata de un compromiso irrevocable, establecido en el Tratado de adhesión.
Por tanto, Señorías, les propongo que aprueben este informe de iniciativa propia del señor Tabajdi, porque creo que es muy objetivo, que adopta un enfoque benevolente para tener en cuenta las dificultades a las que se enfrentan los diez nuevos Estados miembros y contiene recomendaciones que están diseñadas para ayudar a reformar la PAC de forma más eficaz.
Janusz Wojciechowski, en nombre del Grupo UEN. – (PL) Señor Presidente, el informe del señor Tabajdi ofrece una imagen de color de rosa de las consecuencias de la ampliación de la UE. Aunque estoy de acuerdo en que la ampliación ha tenido algunos efectos positivos para los nuevos y los antiguos Estados miembros, hay la otra cara –menos optimista– de la moneda.
La Unión Europea en la que vivimos no es la misma que en la que entramos. Nos sumamos a una Unión Europea que era una especie de club agrícola, ahora es una Unión que está eliminando gradualmente la agricultura, paso a paso. Todas las llamadas reformas de los mercados del azúcar, la fruta, las verduras, el vino o el tabaco tienen un único objetivo: animar a los agricultores a producir menos o, preferentemente, nada en absoluto. Menos productos agrícolas conllevan menos problemas para los burócratas.
Nos sumamos a la Unión Europea con la esperanza de que, junto a los antiguos Estados miembros, desarrollaríamos nuestro sector agrícola. En cambio, nos encontramos en una Unión donde, junto con los antiguos Estados miembros, estamos empezando a bajar el ritmo. Somos parte de una política miope que está haciendo daño a la seguridad alimentaria europea. Hay que cambiar esta política, porque Europa tendrá hambre y una Europa hambrienta no será capaz de continuar con la integración.
Dumitru Gheorghe Mircea Coşea, în numele grupului ITS. – (RO) Domnule Preşedinte, doamnă comisar, apreciez raportul domnului Tabajdi, deşi acesta nu cuprinde niciun aspect legat de o ţară mai nouă, ca de exemplu România. Este un raport care reprezintă o lecţie pentru noile state membre şi aş vrea să subliniez un lucru care ne interesează foarte mult, şi anume că politica agricolă comună ar trebui să fie mai flexibilă în ceea ce priveşte specificul şi trăsăturile acestor două noi ţări membre, România şi Bulgaria.
România are o tradiţie în agricultură, dar şi moşteniri comuniste care o fac să aibă un mare decalaj faţă de agricultura europeană. De aceea, cred că dacă această politică agricolă comună europeană s-ar apleca mai mult asupra trăsăturilor specifice României, am putea să eliminăm mai repede aceste decalaje.
Sugerez doamnei comisar, precum şi autorului acestui raport, pe care îl felicit încă o dată, să se aplece asupra a trei propuneri pe care doresc să le fac: în primul rând, să se acorde o mai mare atenţie organizaţiilor de agricultori şi patronale din agricultură, deoarece în aceste noi ţări membre, ele sunt încă la început. În al doilea rând şi foarte important, să se acorde atenţie prevenirii riscurilor în agricultură, riscuri care sunt în ultimul timp majore din punct de vedere climatic, al catastrofelor naturale şi chiar al unor disfuncţionalităţi ale pieţei. Şi, în al treilea rând, un lucru important este sprijinirea proiectelor de dezvoltare rurală, mai ales în zonele frontaliere, pentru că avem de învăţat de la ţările care au o tradiţie mai îndelungată decât noi în cooperare.
Peter Baco (NI). – (SK) Aprecio la iniciativa y el gran trabajo realizado por el ponente. El informe destaca abiertamente el efecto discriminatorio de la Política Agrícola Común sobre la agricultura en los nuevos Estados miembros. Sin embargo, a fin de garantizar la aprobación de este informe, la forma en que ha sido redactado sugiere algo que roza lo idílico. El argumento de que tanto los antiguos como los nuevos Estados miembros deberían estar contentos, dado que los nuevos están recibiendo más fondos y los antiguos han ganado a cambio una mayor cuota para sus mercados alimentarios, sencillamente hace agua por todas partes. El hecho de que parte de la Unión Europea vaya cuesta abajo, mientras el resto se está ampliando, contraviene no solo la letra, sino también el espíritu de la Política Agrícola Común y los principios de la Unión Europea. Durante el proceso de adhesión, los sectores agrícolas de la UE de los Quince crecían, mientras que en los nuevos Estados miembros la producción agrícola se redujo un tercio. No es cierto que esto se debiera a la incapacidad de los agricultores de los nuevos Estados miembros a adaptarse al mercado. Se debió a motivos políticos. Lo peor es que este declive de la agricultura en los nuevos Estados miembros se ha incrustado para siempre en la forma de los llamados puntos de referencia históricos que se han utilizado para fijar parámetros de apoyo para los nuevos Estados miembros de una forma discriminatoria.
Los efectos conflictivos de la Política Agrícola Común en los antiguos y los nuevos Estados miembros también han persistido tras la adhesión de Eslovaquia a la UE. Esto puede verse en los efectos de las reformas en materia de productos básicos adoptadas recientemente y también se refleja en el enorme aumento de las importaciones de alimentos a los nuevos Estados miembros. El año pasado, solo Eslovaquia experimentó un aumento del 60 % de las importaciones de alimentos en comparación con el año anterior. Asimismo, el escenario para 2020 prevé que los nuevos Estados miembros seguirán siendo fuente de materias primas para la producción de piensos para animales y de biomasa para el sector energético. El valor añadido en esta situación se creará en la UE-15.
El mensaje del informe es, por tanto, claro. Señora Comisaria, me gustaría que lo viera desde esa perspectiva, no del modo que ha demostrado en su intervención. Es necesario reformar la competencia interna entre los antiguos y los nuevos Estados miembros en la Unión a fin de crear procedimientos verdaderamente comunes y uniformes para todos los Estados de la UE y aumentar la competitividad global del sector agrícola de la UE. Deberíamos centrarnos principalmente en reducir los costes, aumentar la calidad y lograr una comercialización más eficaz.
Czesław Adam Siekierski (PPE-DE). – (PL) Señor Presidente, ya han pasado tres años desde la principal ampliación de la Unión Europea con diez nuevos Estados miembros, con sectores agrícolas muy diferenciados que han tenido que ser reestructurados a un coste muy elevado.
En lo que respecta a la agricultura, la Unión Europea no propuso buenas condiciones para la integración de los nuevos Estados miembros. Las cuotas de producción son demasiado bajas y las subvenciones directas empezaron en el 25 % de lo que conseguían los antiguos Quince miembros.
En junio de 2003, en Luxemburgo se introdujeron cambios poco favorables a la PAC, en una reunión de Ministros de Agricultura de los antiguos Quince, cuando todavía no teníamos derecho a voto. Todo esto tuvo el efecto de reducir la reestructuración agrícola en los nuevos países, a pesar de que los resultados positivos, hay que destacar, son visibles.
El informe presentado es excesivamente optimista y dice muy poco de los problemas y dificultades y mucho de los éxitos. Hay que seguir trabajando en torno a la revisión de la PAC el año que viene.
Zdzisław Zbigniew Podkański (UEN). – (PL) Señor Presidente, al adaptarse a las normas de la PAC, los nuevos Estados miembros han incurrido en elevados costes sociales y económicos. Estos costes surgieron a resultas de las condiciones históricas, pero también de las subvenciones directas más bajas que las recibidas por los antiguos Estados miembros y la marcada falta de voluntad de la Comisión y del Consejo de ayudar a los nuevos. Los frutos rojos, el embargo ruso y ucranio a las exportaciones polacas y las importaciones de miel de terceros países son algunos ejemplos.
Esta experiencia plantea una serie de cuestiones. ¿Existe realmente una Política Agrícola Común? En ese caso, ¿por qué los nuevos Estados miembros no reciben la ayuda que se les debe, no solo en los mercados exteriores, sino también en el mercado interior? ¿Por qué se ha abierto el mercado a los productos modificados genéticamente, que desplazan los productos orgánicos y saludables de los nuevos Estados miembros? ¿Y qué ocurrirá con las explotaciones familiares que forman la espina dorsal del sistema agrícola en muchas regiones de la Unión Europea y que ahora se encuentran al borde de la quiebra?
Димитър Стоянов (ITS). – (BG) Не съм мислил, че ще го кажа, но съм напълно съгласен с изказването на г-н Казак, с малкото допълнение, че в продължение на шест години Министерството на земеделието в България се държи от министър от неговата партия. Защо не направихте така, г-н Казак, че българските производители да знаят как да си поискат парите, които им се полагат от Европейския съюз. Десет години българите бяха подлъгвани с благините, които ги чакат в Евросъюза, а вместо това накрая получиха жестоки квоти и ужасна бюрокрация, която заплашва напълно да унищожи дребните производители в България. Докато общата земеделска политика не бъде направена така, че да може да достига до всички обикновени хора, без излишни административни пречки, аз в никакъв случай не мога да нарека тази политика обща.
Andreas Mölzer (ITS). – (DE) Señor Presidente, aunque ya es medianoche, permítame hacer unos breves comentarios. En mi opinión, hoy más que nunca debemos procurar mantener intactas nuestras estructuras agrícolas y nuestra capacidad de autoabastecimiento. Asimismo, no debemos obviar el gran reto nuevo al que nos enfrentamos ante el sucesivo fallecimiento de los agricultores mayores y la amenaza de despoblación de amplias zonas agrícolas debido al éxodo rural. Por otro lado, tenemos que asegurarnos de que se respete los deseos expresados por el 70 % de la población de la UE que se opone a los alimentos modificados genéticamente. Por último, en cuanto a los nuevos Estados miembros de la UE, debemos ser sensatos y darnos cuenta de que, gracias a su pertenencia a la UE, muchos productos agrícolas de esos países resultan ser a menudo grandes éxitos de exportación, pero esto provoca crisis de abastecimiento en el país de origen y ruinosas guerras de precios en el país de destino.
Mariann Fischer Boel , miembro de la Comisión. (EN) Antes de nada, con respecto a la cuestión de si la hora de celebrar este debate refleja la importancia de la adhesión de los nuevos Estados miembros, solo puedo decir que esta Cámara es responsable de su propio calendario. Puedo decir claramente que yo también habría preferido celebrarlo a una hora más temprana esta tarde, pero tengo que plegarme al calendario del Parlamento Europeo.
La introducción gradual del pago directo ha sido una cuestión que han planteado casi todos ustedes. Se menciona también en varios apartados del informe. Quiero explicar que la introducción gradual no se ha decidido únicamente por motivos presupuestarios. En el período previo a la adhesión, la Comisión realizó un análisis meticuloso de todos los factores importantes. En base a dicho análisis, la estrategia de adhesión a la Política Agrícola Común se basó en factores económicos, sociales y ecológicos. También fue necesario promover una reestructuración a fondo en los nuevos Estados miembros. Esta no fue una decisión tomada en el Consejo de los 15 Estados miembros. Fue una decisión tomada en Copenhague en 2002 y todos los nuevos Estados miembros participaron en los debates sobre la introducción gradual de los pagos directos. Así que todo el mundo estuvo sentado alrededor de la mesa.
En consecuencia, respecto a la afirmación de que nuestras propias reformas están acabando con la agricultura, tengo que decirles claramente que en realidad lo que se pretende es garantizar un futuro a la agricultura europea, y estoy convencida de que si el Parlamento Europeo, el Consejo y la Comisión trabajamos juntos, podremos crear un futuro para la agricultura europea con toda la fuerza que nuestro sector tiene para ofrecer los productos de alta calidad que necesitaremos en el futuro, y creo que la importación de fresas congeladas de China es un ejemplo de cómo, cuando nos unimos, podemos encontrar soluciones dignas.
Se ha mencionado también la discriminación en la Política Agrícola Común dentro del sector vinícola y alimentario. ¡Vamos! Creo que hemos tratado de encontrar una solución que permita a los nuevos Estados miembros trabajar juntos en las organizaciones de productores del sector hortofrutícola, dando un mayor porcentaje de cofinanciación a los nuevos Estados miembros, animando a sus sectores, a sus productores de frutas y hortalizas, a unirse a esas organizaciones para que puedan tener una posición mucho más fuerte de competencia en unos sectores dominados por grandes minoristas.
Así que en lugar de pelearnos, es mejor que nos unamos y busquemos soluciones dignas para la Política Agrícola Común dentro de la Unión Europea.
El Presidente. El debate queda cerrado.
La votación tendrá lugar mañana a las 11.00 horas.
Declaraciones por escrito (articulo 142 del Reglamento)
Joseph Muscat (PSE), por escrito. – (MT) En Malta, los agricultores y ganaderos también son víctimas de las maneras engañosas del Gobierno nacionalista.
Antes de la adhesión de Malta a la Unión Europea, el Gobierno maltés hizo creer a esos colectivos que si surgían problemas con la importación de productos extranjeros durante los primeros cinco años de pertenencia a la UE, el Gobierno tendría la facultad de vetar la entrada de dichos productos. Esto está garantizado al amparo de la llamada cláusula de salvaguardia.
Inmediatamente, el Partido Laborista declaró que no era así: explicamos que la cláusula de salvaguardia solo podría utilizarse en circunstancias excepcionales y muy limitadas.
Sobre todo, el Gobierno de Malta no puede decidir a su libre albedrío la aplicación de esa cláusula, sino que primero tendría que encomendarse a la Comisión Europea, que tomaría entonces la decisión.
Ahora, el Gobierno maltés ha cambiado de discurso.
A pesar de las continuas quejas de agricultores y ganaderos, el Gobierno maltés declara que tiene que pedir permiso a la Comisión Europea para aplicar la cláusula de salvaguardia y que no hay suficientes motivos para hacerlo. Y lo mismo dice la Comisión.
El tiempo ha dado la razón al Partido Laborista.
Witold Tomczak (IND/DEM), por escrito. – (PL) En 2004, la Unión Europea llevó a cabo la mayor y más significativa ampliación de su historia. Por ese mismo motivo es importante realizar una primera evaluación. La pregunta es si esta evaluación será lo más veraz posible o estará sesgada, ya que esto es fundamental para el futuro de la agricultura en la UE.
Aunque reconozco que el ponente ha tenido que llevar a cabo una enorme tarea, no puedo estar de acuerdo con la redacción de todas las enmiendas de transacción. Las cifras son indiscutibles y demuestran a todas luces que los nuevos Estados miembros han sido engañados. Las estadísticas oficiales de la UE lo reflejan claramente. Tan solo citaré las cifras de gasto en desarrollo agrícola y rural por hectárea de terreno cultivable entre 2007 y 2013.
2007: UE-10: 147,8 €/ha UE-15: 365,7 €/ha
2013: UE-10: 251,5 €/ha UE-15: 327,6 €/ha
Fuente: Perspectivas financieras 2007-2013: Documento de Trabajo nº 9 del Parlamento Europeo de 2 de diciembre de 2004 y «La PAC en detalle», DG de Agricultura de la Comisión Europea, octubre de 2004.
Los países más pobres, a fin de equiparar sus niveles de desarrollo económico a los de los países más ricos de la UE, reciben y recibirán menos apoyo financiero del presupuesto comunitario. La PAC, tal como es hoy, contradice sus propios fines y principios.
A la luz de esta evaluación general, les ruego que voten en conciencia y con sentido de responsabilidad por el futuro de la agricultura europea.