El Presidente. De conformidad con el orden del día, se procede al debate de la Recomendación para la segunda lectura (A6-0064/2007), en nombre de la Comisión de Medio Ambiente, Salud Pública y Seguridad Alimentaria, respecto de la Posición Común del Consejo con vistas a la adopción de la Directiva del Parlamento Europeo y del Consejo relativa a la evaluación y gestión de los riesgos de inundación (12131/6/2006 - C6-0038/2007 - 2006/0005(COD)) (Ponente: Richard Seeber).
Richard Seeber (PPE-DE), ponente. – (DE) Señor Presidente, señor Comisario, Señorías, permítanme que empiece dando las gracias a mi amigo Jacques Barrot por haber hecho frente repetidas veces a los problemas que implica el transporte de mercancías trasalpino y por ser nuestro compañero de armas en la larga marcha hacia la solución de estos problemas.
Sin embargo, hoy estamos hablando de inundaciones y lo que puede hacerse al respecto a escala europea. En este punto quiero dar las gracias al Comisario Dimas y a su personal, a los ponentes alternativos y a la Presidencia alemana, que han trabajado conmigo de forma muy constructiva para alcanzar un acuerdo en la segunda lectura, un acuerdo de gran alcance que cubre todas las cuestiones clave.
Tengo que recordarles que las inundaciones se han convertido en la forma más común de desastre natural en Europa. En 2002 y 2005, tuvimos inundaciones con efectos devastadores. Se cobraron vidas humanas y causaron graves daños a las viviendas y a la infraestructura. Esas inundaciones nos golpearon duramente. Hay pruebas científicas sólidas de que las fuertes lluvias serán cada vez más frecuentes y graves, y que esta tendencia está directamente vinculada a la actividad humana.
La primera razón se halla en la urbanización concentrada, especialmente en las zonas de riesgo, con el desarrollo de superficies construidas y calles, modificación del curso de los ríos y planes de construcción apresurados en llanuras de inundación. La segunda razón es la deforestación, especialmente la deforestación autorizada de valles fluviales para construir segundas residencias, pero también zonas industriales y centros comerciales. En tercer lugar, las prácticas de agricultura muy intensiva provocan el sellado de la capa vegetal y reducen la disponibilidad de prados y llanuras de inundación. En cuarto lugar, tenemos el fenómeno de la erosión del suelo, que también es un factor que contribuye.
Después de las catastróficas inundaciones en 2002, la Comisión presentó un programa de respuesta a las inundaciones que incluía una disposición para efectuar mejoras en la investigación y la información. La Comisión también presentó una Comunicación sobre la gestión de los riesgos de inundación, en la que se analizaba la situación y proponía un programa de acción comunitario concertado. Uno de los componentes de dicho programa es la actual propuesta de directiva que ahora ha culminado en el paquete de compromiso que votaremos mañana con objeto de reducir los riesgos relacionados con las inundaciones para la salud humana, el medio ambiente, la infraestructura y la economía.
En vista del creciente riesgo de daños provocados por las inundaciones, es realmente esencial crear un marco regulador europeo junto con las normas nacionales, porque la gran mayoría de los ríos cruzan las fronteras nacionales. El 80 % de los ríos europeos no se limitan a un solo país, sino que se extienden a ambos lados de las fronteras. Por ello, huelga decir que Europa tenía que responder al problema de las inundaciones.
Sin embargo, también significa que en esta legislación hay que tener en cuenta el principio de subsidiariedad. El hecho es que las condiciones en un estrecho valle alpino son diferentes de las que pueden darse en una isla griega o en las tierras bajas finlandesa. Hemos de procurar evitar la adopción de disposiciones generales que no puedan aplicarse en el mundo real.
El paquete que tenemos sobre la mesa establece sabiamente tres pasos. El primero es una identificación inicial de los lugares donde existen realmente riesgos de inundación. Por supuesto, de nada serviría establecer defensas contra las inundaciones en lugares donde no existen riesgos específicos. El segundo paso es la producción de mapas de inundación y el tercero es la formulación de planes de gestión de los riesgos de inundación, pero solo donde sean absolutamente necesarios.
Muchos Estados miembros ya han realizado grandes progresos en el ámbito de la prevención de inundaciones y también hemos tenido cuidado de evitar cualquier duplicación de los esfuerzos. Por ello hay unas normas muy extensas diseñadas para salvaguardar los acuerdos existentes, y los Estados miembros no han de temer que se les obligue a aplicar un segundo conjunto de medidas. Por supuesto, sus propias medidas pueden aplicarse plenamente, siempre y cuando sean coherentes con los objetivos de la directiva.
La posición común del Consejo contenía algunos puntos que, en nuestra opinión, era preciso mejorar. En particular, no podíamos comprender por qué se había prestado tan poca atención al fenómeno del cambio climático. En nuestras negociaciones con el Consejo, logramos incorporar la cuestión del cambio climático, que ahora es un tema principal en todo el paquete. Es lo justo, pues hemos de responder a las preocupaciones de los ciudadanos.
En resumidas cuentas, por lo demás ha habido algunos cambios en los plazos, hemos hecho más hincapié en las llanuras de inundación y otras zonas de retención naturales, hemos defendido un uso sostenible de la tierra y hemos impuesto el principio de solidaridad de principio a fin. La regla es que los que estén en los tramos superiores no han de emprender acciones que sean perjudiciales para sus vecinos río abajo. Lo hemos conseguido en un espíritu de buena solidaridad europea.
Ahora puedo presentar el informe a la Cámara con la conciencia tranquila y recomendar a sus Señorías que lo aprueben.
Stavros Dimas, miembro de la Comisión. (EL) Señor Presidente, quiero dar las gracias y felicitar al ponente, el señor Seeber, por su excepcional trabajo sobre la Directiva relativa a las inundaciones, así como a la Comisión de Medio Ambiente, Salud Pública y Seguridad Alimentaria por su contribución positiva. Estoy sumamente satisfecho del rápido progreso en la primera y segunda lecturas. El Parlamento Europeo ha desempeñado un papel importante a la hora de lograr un acuerdo sobre un texto excepcional y quiero elogiar estos esfuerzos.
El objetivo de la propuesta es minimizar los riesgos de las inundaciones para la salud humana, las actividades económicas y el medio ambiente. El texto, en su forma actual, refleja estos objetivos y permite que la Unión Europea los alcance. Las principales características son las siguientes: la directiva introduce un procedimiento como ha señalado el señor Seeber en tres fases, que empieza identificando las zonas de riesgo de inundación. El siguiente paso es elaborar un mapa de inundación inminente en el contexto de escenarios intermedios y extremos.
La tercera fase hace referencia a la elaboración de planes de gestión de los riesgos de inundación. Estos se coordinarán entre las cuencas hidrográficas, las cuencas compartidas por más de un país, así como las zonas costeras.
En el marco de la gestión de los riesgos de inundación, se ha previsto un posible aumento en la frecuencia y la intensidad de las inundaciones debido al cambio climático y coincido con el señor Seeber en que me complace que el Parlamento insistiera en que debía mencionarse más claramente el cambio climático.
Dado que el clima ya está cambiando, es evidente que aparte de enfrentarse y disminuir el fenómeno, tendremos que adaptarnos a él. La Unión Europea tendrá que estar preparada para unas inundaciones inesperadas a gran escala que irán acompañadas de unas lluvias intensas e imprevistas. Las inundaciones cerca de la costa provocadas por tormentas, junto con el aumento del nivel de mar, pueden plantear más riesgos de inundación en las zonas costeras. La Unión Europea ha de estar preparada para enfrentarse a los peligros que suponen estos fenómenos naturales.
La mejora de la coordinación a través de la Directiva marco sobre el agua constituye un importante paso adelante. La amplia gestión de las cuencas hidrográficas ha de incluir ambos elementos: control de la calidad del agua y gestión de los riesgos de inundación. Me complace que el Parlamento Europeo haya apoyado a la Comisión en esta cuestión y también que se haya ampliado el ámbito de coexistencia de ambos procedimientos.
Los puntos básicos planteados en primera lectura se mantienen. Concretamente, la aplicación de la directiva en toda la Unión Europea y especialmente el énfasis en las cuencas hidrográficas compartidas por más de un Estado miembro. Con este nuevo e importante acto legislativo, la Unión Europea estará preparada para disminuir y minimizar las posibles consecuencias destructivas de las inundaciones.
Anja Weisgerber, en nombre del Grupo del PPE-DE. – (DE) Señor Presidente, quiero empezar dando las gracias al ponente, el señor Seeber, por el espíritu cooperativo en el que han tenido lugar nuestros debates. Ha negociado un sólido compromiso con la Presidencia del Consejo, un compromiso que supone unas importantes mejoras frente a la propuesta de la Comisión.
Es importante adoptar un enfoque europeo de la prevención de los daños causados por las inundaciones. Los ríos y las inundaciones no respetan las fronteras nacionales. Las medidas tomadas por el Gobierno de un país en los tramos superiores de un río tienen efectos específicos en territorios situados río abajo. En muchos casos, estos territorios pertenecen a otro país. Por este motivo, considero importante que cada uno de los Estados miembros de la Unión Europea tome medidas preventivas contra las inundaciones en lugar de esperar hasta que se produzca un desastre.
Al igual que con otras propuestas de la Comisión, nuestro deber parlamentario es asegurar que se ponga freno a la burocracia innecesaria, a los gastos administrativos excesivos y a las omnipresentes obligaciones de notificación. Hemos logrado evitar y mejorar considerablemente diversas disposiciones burocráticas excesivas. En concreto, apoyo el compromiso de salvaguardar los planes y mapas de inundaciones que ya existen o que se están preparando. Gracias a nuestra intervención, todos los mapas y planes que ya han elaborado los Estados miembros se reconocen ahora junto con los que están siendo preparados, siempre y cuando se completen antes de finales de 2010.
En algunos países ya está en marcha el proceso de elaborar y producir estos mapas de inundaciones. Cambiar las reglas del juego a estas alturas habría causado una duplicación innecesaria de los esfuerzos, y el nuevo proceso de licitación habría generado muchos gastos adicionales sin ninguna ventaja reconocible en cuando a una mejor prevención de las inundaciones. Por este motivo me complace que el compromiso ofrezca la posibilidad de reconocer estos mapas y planes en el marco de la directiva. Por ello votaré a favor del compromiso y una vez más doy las gracias al ponente por nuestra constructiva cooperación.
Edite Estrela, en nombre del Grupo del PSE. – (PT) Señor Presidente, señor Comisario, Señorías, me gustaría comenzar dando la enhorabuena al señor Seeber por la manera en que ha conducido el proceso de negociación informal. Las negociaciones han sido muy fructíferas y han permitido llegar a un paquete de enmiendas de transacción ampliamente consensuadas y que el Consejo debería aceptar.
El Grupo Socialista en el Parlamento Europeo apoya el compromiso que se ha alcanzado pues corresponde al objetivo clave de esta directiva, concretamente proteger la salud humana, el medio ambiente, el patrimonio cultural y las actividades económicas, a la vez que tiene en cuenta el impacto del cambio climático sobre la aparición de inundaciones. Cada vez hay más periodos de extrema sequía seguidos de fuertes lluvias, lo cual provoca más inundaciones.
Además, la propuesta asegurará una mayor protección ambiental promoviendo la inclusión, en los mapas de riesgo, de información sobre las posibles fuentes de contaminación ambiental resultante de las inundaciones. Asimismo aplaudo la idea de hacer responsables a los Estados miembros de la promoción del uso sostenible de la tierra. Es decir, los Estados miembros deberán ser más cuidadosos con sus políticas de ordenación del territorio. El informe también apela al principio de solidaridad, al diálogo y a la coordinación entre países vecinos.
Sabemos que hay un ciclo de desastres naturales que dejan un rastro de muerte y destrucción. Según la Organización Mundial de la Salud, cientos de personas mueren cada año debido a los desastres naturales. Para evitar males mayores, ha llegado el momento de pasar de una cultura de reacción a una de prevención. Más vale prevenir que curar. Es más eficaz y menos costoso.
Vittorio Prodi, en nombre del Grupo ALDE. – (IT) Señor Presidente, Señorías, quisiera dar las gracias, naturalmente, al señor Seeber por la colaboración que hemos mantenido durante el debate y la redacción de este documento. Quisiera dar las gracias también al Comisario Dimas, porque su presencia en estos momentos es siempre muy útil y apreciada.
Se trata de una directiva que considero muy importante también en el marco de otras directivas, como la Directiva sobre el agua, la Directiva sobre los residuos y la Directiva sobre el suelo, que todavía está por debatir. Estas directivas configuran un marco de prevención muy importante, en especial con respecto al cambio climático, fenómeno que tiene su origen en el calentamiento global y que consiste esencialmente en una agravación de sucesos extremos, como por ejemplo un aumento de la intensidad de las lluvias.
Es necesario, pues, adoptar un enfoque de prevención en todos los frentes, especialmente por lo que respecta a la conservación de nuestro territorio. La directiva que examinamos apunta en esta dirección, pues intenta destacar las buenas prácticas que pueden difundirse, así como el conjunto de infraestructuras y conocimientos que pueden contribuir a la prevención a largo plazo y a la previsión a corto plazo de las crecidas, a fin de prestar una ayuda crucial a los órganos de protección civil en la gestión de emergencias.
Se trata de una Directiva que a mi juicio puede ser apoyada sin problemas y me complace también el compromiso alcanzado en el diálogo a tres bandas. Por tanto, también yo pido, en nombre de mi Grupo, que apoyen ustedes el texto que estamos examinando.
Leopold Józef Rutowicz, en nombre del Grupo UEN. – (PL) Señor Presidente, la Directiva sobre la evaluación y gestión de los riesgos de inundación recalca la necesidad de emprender una acción que, por desgracia, no siempre se respeta en la práctica de las actividades empresariales. La evaluación y la gestión de los riesgos de inundación deberían constituir la base de planes a largo plazo para las obras de ingeniería, los sistemas de información y otros medios de limitación de los daños causados por las inundaciones.
Esta Directiva debería vincularse a las disposiciones para evaluar y evitar el riesgo de sequías, que también provoca grandes daños económicos y ambientales. Estas dos cuestiones están relacionadas con la gestión y la conservación hídricas. Si se recogieran las aguas de inundación, estas podrían utilizarse para compensar el impacto de las sequías. Ambos sistemas deberían operar en todas cuencas hídricas y deberían tener en cuenta los intereses de todos los países y regiones implicados.
Quisiera dar las gracias a Richard Seeber por su informe sumamente competente. Las enmiendas propuestas mejoran y complementan su documento.
Urszula Krupa, en nombre del Grupo IND/DEM. – (PL) Señor Presidente, las diferencias estacionales y regionales en cuanto a precipitaciones, el cambio climático a largo plazo y la falta de coordinación entre algunos países han tenido como consecuencia unas inundaciones catastróficas que representan el 43 % de todos los desastres naturales en Europa, y a menudo tienen un carácter transfronterizo.
La actividad humana ha desempeñado un papel en este sentido. Incluye la tala de árboles en regiones boscosas, que ha provocado la erosión del suelo y la reducción de la capacidad de retención de las aguas por el suelo, o el desarrollo urbano en llanuras de inundación. La creciente frecuencia e intensidad de los casos de inundación probablemente estén estrechamente vinculadas a condiciones meteorológicas y cambio climático, así como a cambios en los cursos de los ríos. Ello hace que sea imperativo tomar medidas para evitar las inundaciones y minimizar sus efectos.
Aunque evitar el calentamiento global es un elemento importante en este contexto, son igualmente importantes la planificación y coordinación entre los Estados miembros sobre la construcción de embalses de retención, diques, sistemas de aviso y ayuda en caso de catástrofe. En el pasado, vaciar los embalses en un país provocó desastres por inundación en el siguiente. Dado el carácter transfronterizo de estos sucesos, hemos de asegurar una cooperación internacional eficaz, tanto regional como con los países vecinos, que incluya a terceros países, que nos ayude a prepararnos mejor y que conlleve una reducción de los efectos de las inundaciones
Andreas Mölzer, en nombre del Grupo ITS. – (DE) Señor Presidente, señor Comisario, señor Seeber, puede que suframos inundaciones con menos frecuencia de lo que estábamos acostumbrados debido a unas medidas preventivas cada vez más eficaces, pero no obstante sus efectos son desastrosos.
Lamentablemente, el progreso técnico nos ha vuelto negligentes con el resultado de que se levantan edificios cada vez más cerca de zonas propensas a las inundaciones. Junto con lo que a menudo es una interferencia temeraria con el curso de los ríos y la pérdida de zonas de retención naturales como las llanuras de inundación, estas acciones han creado un problema autoinfligido. La ayuda a la agricultura ofrecida por la Comunidad Europea en las últimas décadas sin duda también ha contribuido, y la interacción entre el uso agrícola y los cambios en la estructura del suelo son otra razón para reconsiderar la política agrícola común con objeto de concentrar más apoyo en el cultivo orgánico. Como parte del sistema común planificado de gestión de los riesgos de inundación, hay que tener en cuenta, por supuesto, medidas como la restauración de ríos, la creación de vínculos entre las llanuras de inundación y la desurbanización. Si queremos tomarnos en serio los objetivos de preservar los hábitats naturales y luchar contra el cambio climático, también tendremos que adoptar enfoques nuevos e innovadores.
Péter Olajos (PPE-DE). – (HU) Esperemos que mañana lleguemos al final de un largo viaje. Hace dos años, cuando empezamos a debatir esta Directiva, experimentamos las inundaciones en toda Europa, cuando el agua arrastró casas y destruyó diques en todas partes.
Mi país, Hungría, es un país río abajo, un cauce en el que fluye gran parte del agua de muchas fuentes. Dos de los cinco ríos más grandes de Europa atraviesan mi país, y por ello no es de sorprender que tenga la mayor cantidad de agua per cápita. Por supuesto, los daños también son enormes. En 2005, cuando se produjo la gran inundación que ya se ha mencionado, nos vimos obligados a invertir más de 200 millones de euros en protección contra las inundaciones. Para nosotros había mucho en juego.
Si tuviera que recalcar un elemento especialmente importante de la nueva directiva, sin duda hablaría de la cooperación. Creo que la preparación conjunta y planificada, el intercambio de información y la ayuda mutua son elementos que aparecen en este reglamento y dejan claro que solo podemos hacer frente y resolver el problema de las inundaciones si cooperamos unos con otros.
Estoy de acuerdo con el señor Dimas: el cambio climático global del futuro y las respuestas a estos desafíos constituyen una de las cuestiones más importantes. Es probable que Europa sufra inundaciones más frecuentes y más imprevisibles, junto con un importante aumento del nivel del mar y una mayor destrucción. Creo que esta directiva no tardará en ponerse a prueba y estoy plenamente convencido de que superará la prueba con éxito. Gracias a esta directiva se perderán menos vidas humanas y se sufrirán menos daños. Estoy completamente satisfecho con los compromisos alcanzados y felicito al señor Seeber por su excelente trabajo. Creo que hemos logrado realmente elaborar una directiva que protegerá vidas humanas e incrementará la seguridad física en Europa.
Karin Scheele (PSE). – (DE) Señor Presidente, a raíz del cambio climático, la mala gestión fluvial y las actividades de construcción en zonas propensas a las inundaciones, cada vez hay más inundaciones. El crecimiento de la población y el consiguiente incremento en el número de activos económicos en estas zonas provocan un aumento de los riesgos y unos daños más costosos. Aparte de su impacto económico y social, las inundaciones pueden tener graves consecuencias ambientales, por ejemplo, si afectan a plantas industriales donde se almacenan grandes volúmenes de productos químicos tóxicos. Nuestro ponente lo ha explicado de forma exhaustiva.
El paquete de compromiso que ha negociado nuestro ponente nos permitirá perseguir con más éxito los objetivos de esta directiva. Quiero ofrecerle mi más sincera enhorabuena. Los principales puntos de este informe ya se han incorporado a la posición común y pueden expresarse aún mejor a través de este paquete de compromiso.
Para el Parlamento Europeo es importante que se tenga en cuenta el impacto del cambio climático en la evaluación de los riesgos de inundación. Habría sido muy difícil explicar la decisión de dejar el cambio climático fuera de la ecuación a la hora de evaluar los riesgos de inundación. Una de las exigencias muy importantes es que, en cada uno de los tres pasos prescritos por esta directiva, concretamente la evaluación de los riesgos de inundación, la elaboración de mapas y la formulación de planes de gestión, se utilicen las buenas prácticas y la mejor tecnología disponible.
Johannes Blokland (IND/DEM). – (NL) Señor Presidente, señor Dimas, Señorías, los Países Bajos han desempeñado un papel importante en el desarrollo de la Directiva sobre la evaluación y gestión de los riesgos de inundación que tenemos ante nosotros. Es importante disponer de un marco legislativo para evaluar y gestionar los riesgos de inundación, teniendo en cuenta el principio de subsidiariedad. Lo que pueda hacerse a nivel local, se hace a nivel local, como las medidas para evitar el desbordamiento de los sistemas de alcantarillado. Es una manera de proteger el medio ambiente, la salud pública y la economía.
Dado que un país de poca altura con respecto al nivel dem mar, como los Países Bajos, depende de muchos de sus países vecinos en lo que respecta a la gestión hídrica, es importante que los Estados miembros no tomen medidas que puedan provocar un incremento de los riesgos de inundación en otros países. Por este motivo es necesario un enfoque coordinado, y por ello concedo mucha importancia al concepto de solidaridad que se ha incluido en esta propuesta de directiva y se ha mencionado más expresamente en las enmiendas 48 y 61 del paquete de compromiso, que apoyo completamente.
Además del término «solidaridad», también es importante implicar el esperado cambio climático y sus posibles implicaciones en la elaboración de planes de gestión de riesgos para las inundaciones, a fin de prepararnos para el futuro de la mejor manera posible. Solo me queda agradecer sinceramente al ponente, el señor Seeber, la excelente cooperación y darle la enhorabuena por este resultado.
Stavros Dimas, miembro de la Comisión. (EN) Señor Presidente, doy las gracias a todos los oradores que han intervenido en el debate de esta noche por sus contribuciones positivas.
Se han incluido varios elementos clave en el paquete de compromiso general propuesto. Entre sus aspectos más importantes, cabe destacar los siguientes: una atención más clara y previsora sobre el impacto del cambio climático en la evaluación preliminar del riesgo de inundación; un acuerdo sobre la fijación del año 2011 como fecha para la primera evaluación preliminar del riesgo de inundación, de forma que los Estados miembros dispongan de más tiempo para elaborar los mapas correspondientes; un papel reforzado de las llanuras aluviales y la promoción de prácticas sostenibles de utilización del suelo en materia de gestión de riesgos de inundación; una estrecha coordinación –también en lo que respecta a la aplicación– con la Directiva marco relativa a las aguas y una conexión con los principios de recuperación de costes de la misma; un mayor refuerzo del aspecto de la solidaridad en las demarcaciones hidrográficas; y, por último, un requisito relativo al establecimiento de prioridades claras para la aplicación de medidas incluidas en los planes de gestión de los riesgos de inundación.
Sé que el Parlamento consideró importantes todos estos elementos en primera lectura y también durante su examen en comisión. Creo que el compromiso propuesto ahora será del agrado del Parlamento, ya que se ha avanzado mucho en lo que respecta a los principios clave de unas prácticas responsables en materia de gestión de los riesgos de inundación. He de decir que me complace especialmente el hecho de que tanto el Parlamento como el Consejo den tanta importancia a esta directiva, propuesta por la Comisión hace tan solo 13 meses. Esto demuestra que ante el serio desafío de preparar a Europa para el riesgo de un mayor número de inundaciones, es posible llegar a acuerdos con relativa rapidez.
Para terminar, la Comisión se muestra muy satisfecha con el resultado de las negociaciones. Esta institución puede aceptar todas las enmiendas de transacción propuestas y desea dar las gracias y felicitar una vez más al ponente, el señor Seeber, por todos sus esfuerzos por llegar a un acuerdo en segunda lectura.
El Presidente. El debate queda cerrado.
La votación tendrá lugar el miércoles a las 11.30 horas
Declaraciones por escrito (artículo 142 del Reglamento)
Gyula Hegyi (PSE), por escrito. – (HU) Es sumamente importante para Hungría que la Unión Europea promulgue una directiva que regule una defensa común contra las inundaciones. Mi país es un país río abajo al cual llega el 95 % del agua dulce de ríos que fluyen fuera de sus fronteras nacionales. Por ello es importante que dentro de una llanura de inundación se implique a los países río abajo así como en las tareas de prevención y defensa. Confío en que los expertos austriacos, eslovacos y rumanos colaboren bien con los funcionarios húngaros del sector del agua. Del mismo modo, considero importante que los planes de protección contra las inundaciones contengan las potenciales fuentes de peligro que pueden causar contaminación ambiental si se produce una inundación. En tales casos, a menudo hay una planta industrial inundada o alguna otra fábrica que causa más daño que el agua en sí. Dado que, al igual que la contaminación del aire, las inundaciones no conocen fronteras, habría que implicar a terceros países, como Ucrania, en la aplicación de la directiva.
Kathy Sinnott (IND/DEM), por escrito. – (EN) A través de una organización que presido en Irlanda llamada Hope Project, he estado participando en la investigación de la Comisión relativa al rescate de personas con discapacidad en situaciones de emergencia. En esta investigación hemos observado que el de inundación es un riesgo muy importante para los ancianos, los niños y las personas con discapacidades. Acabamos de iniciar una investigación complementaria centrada de manera específica en las inundaciones.
Existen dos razones por las que las inundaciones se están convirtiendo en un problema tan grave. La primera de ellas es el cambio climático, con la posibilidad de que suba el nivel del mar y, en Irlanda, de que aumenten las precipitaciones. La segunda es que en toda Europa, pero especialmente en Irlanda, se tiende a construir en las llanuras aluviales. No es raro encontrar terrenos que solían estar inundados varias semanas al año y que ahora acogen urbanizaciones con 200 casas. Esta práctica será finalmente contraproducente.
Insto al Parlamento a que proceda con sentido común y ponga en marcha medidas preventivas en el ámbito de las inundaciones y su control.