El Presidente. – De conformidad con el orden del día, se procede al debate de l informe (A6-0076/2007) del señor Lauk, en nombre de la Comisión de Asuntos Económicos y Monetarios, sobre Finanzas públicas en la UEM 2006 (2007/2004(INI).
Les comunico que intervendrá el señor Schwab en sustitución del ponente.
Andreas Schwab (PPE-DE), sustituto del ponente. – (DE) Señor Presidente, señor Comisario, aunque sea tan tarde, me satisface que vayamos a debatir acerca de la unión económica y monetaria de la Unión Europea. El Parlamento Europeo, en su informe presentado por propia iniciativa, se expresa por primera vez acerca de la versión revisada del Pacto de Estabilidad y Crecimiento, aprobado por los Jefes de Estado o de Gobierno, en marzo de 2005. La revisión se refería a los elementos tanto preventivos como correctivos del Pacto.
El objetivo del Pacto era y continúa siendo evitar un déficit excesivo y el logro, a medio y largo plazo, de un presupuesto equilibrado y de unas finanzas públicas sólidas. El presente informe es una valoración basada en un año. El periodo de referencia, en otras palabras, es muy breve, demasiado breve, de hecho. Por otra parte, se refiere al año 2006, un año caracterizado por unas tendencias económicas muy favorables. Estas tendencias tuvieron un impacto positivo sobre las políticas fiscales de los Estados miembros. Sobra decir que una valoración basada enteramente en este breve periodo no puede ser definitiva. La verdadera prueba de resistencia para el Pacto revisado nos espera en los próximos años.
El informe valora la situación actual. El ponente, Kurt Joachim Lauk, que lamentablemente no ha podido acompañarnos esta tarde, ha evitado deliberadamente nombrar a los diversos Estados miembros y valorar sus resultados individuales. El objetivo de este informe no consistía en poner notas; el ponente consideró que este planteamiento no serviría de nada. Para lo que puede ser útil el informe es para realizar una evaluación general de los logros hasta la fecha.
La Comisión de Asuntos Económicos y Monetarios ha analizado con gran detalle este informe y nuestros intercambios de impresiones fueron muy constructivos y prósperos. En nombre del señor Lauk, permítanme dar las gracias especialmente al señor Rosati, ponente alternativo de los socialistas, y a su homóloga liberal, la señora In ‘t Veld, por su estrecha y constructiva cooperación. El informe fue aprobado por una amplia mayoría en comisión.
Yo solo pretendo tratar brevemente los puntos principales. Los análisis estadísticos demuestran que el diferencial entre el déficit y los niveles de crecimiento es demasiado amplio, y revelan una correlación entre los déficit elevados y las bajas tasas de crecimiento. Las cifras de 2006 demuestran que los 21 Estados miembros con poco déficit o incluso con superávit, también registraron unas tasas de crecimiento elevadas. Esto confirma la opinión de que la reducción de los déficit estimula la actividad y mejora los resultados económicos, recortando así el desempleo.
En este contexto, el informe subrayaba tres puntos fundamentales. En primer lugar, la Comisión de Asuntos Económicos y Monetarios sostiene enérgicamente en este informe que los buenos tiempos económicos deberían utilizarse para asentar los presupuestos públicos sobre una sólida base estructural. Los Estados miembros deben aprovechar el repunte económico y particularmente los aumentos de los ingresos fiscales para reducir sus deudas públicas. Debemos seguir recordando que un estímulo del crecimiento se traduce en una mayor demanda y en unos niveles de empleo más elevados. A modo de crítica, hay que decir que los Estados miembros no están aprovechando suficientemente el clima cíclico favorable para consolidar sus presupuestos.
En segundo lugar, pedimos a los Estados miembros que declaren la nueva deuda pública inconstitucional o ilegal para 2015, como ya han hecho algunos países y regiones de la Unión Europea. La enmienda al apartado 20 presentada por el ponente, Kurt Joachim Lauk, está pensada para aclarar el alcance de esta petición. Afirma que lo que se propone es una obligación vinculante únicamente para los Estados miembros de la zona del euro, no para los 27 Estados miembros de la Unión Europea. Esto parece lógico y quiero pedirles, en nombre del ponente, que aprueben esta enmienda, presentada en nombre del Grupo del PPE-DE.
En tercer lugar, el informe pide que las deudas y déficit de los Estados miembros se calculen de forma que se puedan comparar las cifras. Este es un punto importante, porque una base común para valorar el nivel actual de la deuda es fundamental, en el contexto de una creciente convergencia dentro del marco de la unión económica y monetaria europea.
Permítanme, en estos últimos veinte segundos, hacer dos observaciones finales. En general, el Pacto de Estabilidad y Crecimiento revisado funcionó bien en 2006. Es un marco basado en reglas. Desde su revisión, todos los déficit equivalentes a más del 3 % del PIB se han considerado excesivos. No obstante, el lento ritmo al que se está reduciendo el nivel de deuda pública en todos los Estados miembros es fuente de preocupación.
Por lo tanto, a corto plazo, el Pacto de Estabilidad y Crecimiento ha funcionado. Falta por ver si funcionará a largo plazo. La verdadera prueba de resistencia llegará en los próximos años. Esperamos que los Estados miembros hagan todo lo posible para que el Pacto prospere.
Joe Borg, miembro de la Comisión. (EN) Señor Presidente, la Comisión acoge con sumo agrado el informe del señor Lauk y agradece el excelente trabajo realizado por la Comisión de Asuntos Económicos y Monetarios de este Parlamento. Gracias a la fuerte recuperación económica a que asistimos actualmente en Europa y en la zona del euro, los Estados miembros tienen una gran oportunidad de mejorar sus finanzas públicas y de prepararse para futuros desafíos, como el envejecimiento de la población. En este contexto, el informe del señor Lauk es muy oportuno.
La Comisión está absolutamente de acuerdo con la aseveración del informe de que el Pacto de Estabilidad y Crecimiento funciona hasta la fecha tal como debería hacerlo. En particular, muchos Estados miembros se han esforzado notablemente por cumplir sus obligaciones recogidas en el Pacto. Desde la revisión del Pacto, tanto la vertiente correctora como la preventiva se han aplicado plenamente de acuerdo con las disposiciones de la reforma. Además, está claro que no ha habido lenidad alguna a la hora de hacer cumplir el Pacto revisado.
El año pasado se consiguió una mejora notable del déficit estatal general en la zona del euro y en los Estados miembros individuales. Para la zona del euro la mejora fue del 0,9 %, en términos nominales, y, por ende, también parece posible que desde el punto de vista estructural supere el 0,3 % previsto por la Comisión el pasado otoño.
Las perspectivas económicas generales para 2007 son igualmente alentadoras. La permanencia de unas condiciones cíclicamente favorables en la zona del euro exige mayores esfuerzos de consolidación fiscal en 2007 y posteriormente. Convendría realizar más ajustes que contribuyan a conseguir los objetivos presupuestarios a medio plazo y deberían evitarse políticas presupuestarias procíclicas.
Los Ministros de Hacienda de la zona del euro confirmaron la semana pasada su compromiso de aprovechar plenamente el crecimiento económico actual, así como los ingresos fiscales superiores a lo previsto para intentar establecer políticas fiscales sólidas, y de utilizar los ingresos adicionales imprevistos para reducir el déficit y la deuda.
La Comisión también comparte las preocupaciones del Parlamento con respecto a la sostenibilidad a largo plazo de las finanzas públicas y hace mayor hincapié en su evaluación. A este respecto, la Comisión emitió en octubre de 2006 un nuevo informe sobre la sostenibilidad a largo plazo de las finanzas públicas de la Unión Europea. Este informe se basa en las proyecciones comunes de la UE en materia de gastos relacionados con el envejecimiento. Confirma la importancia de abordar el desafío de la sostenibilidad con una combinación de consolidación fiscal y reformas estructurales.
La Comisión ha continuado con su labor de incorporar criterios de sostenibilidad a la hora de fijar objetivos presupuestarios a medio plazo. De hecho, la mejora de los equilibrios fiscales a medio plazo contribuye a abordar las implicaciones de la sostenibilidad a largo plazo.
Otra novedad crucial es la insistencia en la mejora de la calidad del gasto público, de acuerdo con la Estrategia de Lisboa. En efecto, esa directriz política forma parte de las directrices integradas aprobadas por el Consejo Europeo en marzo de este año. Asimismo, la Comisión agradece el reconocimiento que se hace en el informe de los esfuerzos realizados por mejorar la gobernanza estadística. La Comisión ha informado hace poco al Parlamento y al Consejo sobre la calidad de los datos presentados por los Estados miembros.
Por último, si bien la vertiente correctora del Pacto de Estabilidad y Crecimiento ha arrojado los resultados previstos, el cuadro es más ambivalente en el caso de la vertiente preventiva. Las normas fiscales nacionales y las instituciones pueden desempeñar un papel importante a este respecto. El año pasado se hicieron avances en este terreno, y la Comisión trabaja actualmente por mejorar más la eficacia de la vertiente preventiva del Pacto. En este contexto, quiero expresar mi agradecimiento por el apoyo que ha prestado el Parlamento a este enfoque.
José Manuel García-Margallo y Marfil, en nombre del Grupo PPE-DE. – (ES) Señor Presidente, señor Comisario, la defensa que ha hecho el señor Schwab del informe del señor Lauk ha sido tan brillante y tan exacta que voy a seguir las grandes líneas que él ha planteado.
Coincido con el señor Schwab en mostrar mi preocupación por la marcha de la deuda pública. El año pasado ha sido un año en que hemos crecido mucho más que otros años anteriores, nos hemos acercado a nuestro potencial de crecimiento y, sin embargo, la deuda pública sigue estando por debajo de los límites que nosotros mismos nos fijamos en el Tratado de Maastricht.
El año que viene, según todos los indicios, creceremos bien, pero creceremos menos que el año pasado y eso quiere decir que la deuda pública seguirá mostrando signos de preocupación.
Signos de preocupación –y vuelvo a coincidir con el ponente y con el Comisario– que se hacen más acuciantes si tenemos en cuenta las proyecciones sobre la evolución de la población, lo que se llama el envejecimiento de la población, que puede ser uno de los grandes desafíos del siglo que acabamos de empezar.
Aumenta la esperanza de vida, la fecundidad sigue estando en límites extraordinariamente bajos, y eso anuncia que la población en edad de trabajar será menor y que, por tanto, tarde o temprano, asistiremos a una contracción del mercado de trabajo y eso quiere decir que, en poco tiempo, tendremos muchos más beneficiarios del sistema y muchas menos personas cotizando a las arcas de la seguridad social.
Ni el señor Schwab –que es demócratacristiano como yo– ni yo mismo creemos que se pueda discutir o poner en duda siquiera la viabilidad del sistema de protección social. Se trata de buscar aquellos fundamentos que lo refuercen, que hagan posible cumplir con nuestras obligaciones sociales.
Hay en el informe del señor Lauk algunas recomendaciones que yo me permito subrayar, añadiendo algunas de mi propia cosecha.
Estoy de acuerdo en que establezcamos unas bases comparables en los presupuestos para hacer homogéneas las comparaciones, pero a mí me gustaría que exportásemos de la técnica contable en la iniciativa privada una especie de previsión en los presupuestos, una previsión contable para tener en cuenta unas obligaciones que conocemos.
Me parece que es obvio que hay que aprovechar las épocas de bonanza para reducir más la deuda pública y no lo estamos haciendo o no lo estamos haciendo suficientemente.
En tercer lugar, me parece que tenemos que repensar todo nuestro sistema de gastos y de ingresos público para que nuestras economías sean más productivas, para que tengamos más recursos, entre otros, para hacer frente a los gastos de previsión social. Me parece que habría que cambiar la idea de la jubilación como una edad que constituye una obligación para hacer más bien un derecho que abra la posibilidad de jubilarse y orientar las finanzas públicas, puesto que de finanzas públicas hablamos, para incentivar a la gente a permanecer más años en el trabajo.
Me parece, como último punto, que hay que ir pensando en ir sustituyendo a las cotizaciones sociales como núcleo fundamental, y casi único, de los sistemas de protección social, por un sistema de impuestos, fundamentalmente el impuesto sobre el valor añadido, lo que brillantemente ha denominado el candidado Sarkozy «IVA social» en el debate que está teniendo lugar en ese país.
Felicito nuevamente al ponente, hoy ausente, a la persona que le ha representado y al Comisario por haber recogido en buena parte lo que son nuestras orientaciones.
Dariusz Rosati, en nombre del Grupo del PSE. – (PL) Señor Presidente, unas finanzas públicas saneadas son el pilar principal del desarrollo económico sostenible. Me satisface comprobar que en el pasado se ha producido una notable mejora en la Unión Europea en este sentido. No obstante, la actual situación económica positiva es una oportunidad para continuar reduciendo las deudas y los déficit. Esa es la razón por la que el informe de este año del señor Lauk, el Parlamento Europeo insta a los Estados miembros a aprovechar la situación favorable del mercado para ajustar sus finanzas públicas cuando sea necesario y a acelerar las reformas estructurales, como las reformas del mercado laboral y del sector de los servicios, o a reducir la burocracia para las empresas.
Felicito al señor Lauk por su excelente informe y también agradezco su cooperación. Hay cuatro cuestiones sobre las que me gustaría llamar su atención.
En primer lugar, en el punto 26, el informe de este año insta a la Comisión Europea a explorar las ventajas de establecer organismos nacionales independientes, responsables de determinar el nivel de déficit anual, de forma coherente con el objetivo a medio plazo de un presupuesto equilibrado. No obstante, por mediación del señor Borg, quiero pedir al Comisario Almunia que investigue si los consejos de política fiscal, independientemente de la presión política, serían un instrumento efectivo para luchar por una reducción del déficit. Esto se refiere, en particular, a un mejor aprovechamiento de los periodos de expansión para mejorar la situación de las finanzas públicas. Creo que, en esta cuestión, estoy de acuerdo con mis colegas que acaban de intervenir. Como han demostrado numerosos estudios, los Gobiernos tienden a caer en déficit excesivos y solamente aplican reformas cuando hay una crisis.
En segundo lugar, quiero señalar que no podemos estar de acuerdo con el punto 20, que declara inconstitucional la nueva deuda pública. Cada Gobierno tiene derecho a actuar dentro del marco establecido por el Tratado de Maastricht, que permite un nivel de deuda pública de hasta el 60 %. Evidentemente, cualquier deuda que supere este nivel puede considerarse inconstitucional, que es la razón por la que apoyo la enmienda presentada por el Grupo ALDE, para definir el límite de este modo.
En tercer lugar, el informe subraya que el Pacto de Estabilidad y Crecimiento revisado es un instrumento fundamental para mantener la disciplina presupuestaria en los Estados miembros. Estoy de acuerdo con el ponente en que la reforma del Pacto aumentó tanto su flexibilidad como su efectividad. Por esta razón, pedimos a la Comisión que ejerza un estrecho control de la forma en la que los Estados miembros cumplen el Pacto.
En cuarto y último lugar, esta Cámara recomienda un estudio sobre la viabilidad de la introducción de un procedimiento presupuestario uniforme para todos los Estados miembros. Este procedimiento incorporaría tanto un calendario uniforme para los procedimientos presupuestarios como supuestos uniformes por lo que se refiere a los parámetros macroeconómicos básicos, que se valorarían de manera uniforme en toda la Unión Europea. En mi opinión, estos cambios no solo harían posible reforzar la disciplina presupuestaria en los Estados miembros, sino también mejorar la coordinación de la política fiscal a nivel de la Unión Europea.
Wojciech Roszkowski, en nombre del Grupo UEN. – (PL) Señor Presidente, el informe del señor Lauk es una descripción precisa de la situación actual y es indudablemente una lección para los países que no se han unido a la UEM. El señor Lauk ha subrayado con acierto las principales amenazas para la Unión Europea, que son los déficit presupuestarios constantemente elevados y un crecimiento incontrolado del gasto presupuestario, debido al envejecimiento de las poblaciones en la UE. También afirma que la mejora de las tasas de crecimiento permitirá evitar el desastre. No obstante, el informe no responde a la pregunta fundamental de cómo se va a conseguir este crecimiento, cuando las economías de los Estados miembros son menos competitivas que las de los líderes mundiales y no hay ninguna política activa para alentar a las familias en ningún país de la Unión Europea. El informe del señor Lauk demuestra claramente que la UEM, que es, en efecto, un club privado para la Unión Europea, carece de toda receta para evitar la amenaza inminente. Yo he puesto dos ejemplos de cómo evitar el principal desafío al que se enfrentan los países de la Unión Europea. En los debates de la Unión, por ejemplo, la deslocalización no se considera una oportunidad, sino una amenaza para los puestos de trabajo en los países donde los costes de producción son superiores que en los países donde son inferiores. Estos debates mencionan con gran frecuencia los «desafíos demográficos», como si nadie se diese cuenta de que son resultado del drástico descenso de la tasa de natalidad. Se ha hablado mucho de evitar el embarazo, el derecho al aborto y se han celebrado numerosos debates sobre la homofobia; hoy mismo hemos celebrado el tercero de ellos en dos años. Sin embargo, lo que me gustaría saber es dónde está el debate sobre una política activa para fomentar la natalidad en la Unión Europea. Solamente con el aumento de la tasa de natalidad podremos evitar el deterioro del misterioso «desafío demográfico». Los representantes de los Estados miembros pueden debatir sobre la madurez o inmadurez de otros países, pero para los países que han adoptado el euro, esta es indudablemente una lección importante.
Sahra Wagenknecht, en nombre del Grupo GUE/NGL. – (DE) Señor Presidente, Señorías, en nuestra opinión, este informe nos lleva en una dirección muy equivocada. Desperdicia la oportunidad de apoyar un cambio sumamente esencial, por supuesto. No vierte ni una sola palabra de crítica hacia la política del Banco Central Europeo, que está dirigida exclusivamente a la estabilidad de los precios y, por lo tanto, frena y ahoga el potencial de crecimiento de la Unión Europea. El informe simplemente recomienda a los autores de las políticas presupuestarias de los Estados miembros que recorten su gasto para reducir sus déficit. No dice una palabra acerca de la ruinosa competencia fiscal de la Unión Europea, que se ha visto impulsada también por nuevos recortes en los impuestos de actividades económicas. En Alemania estamos experimentando actualmente otra ronda de estas apuestas de dumping.
Está perfectamente claro que las finanzas públicas de los Estados miembros estarían mucho más saneadas si a las personas con dinero y propiedades, y sobre todo las multinacionales con enormes beneficios, se les exigiera que pagasen la parte que les corresponde, en lugar de beneficiarse de más y más respiros fiscales.
Por otra parte, no faltan propuestas en el informe para un planteamiento neoliberal de la política legislativa. Por ejemplo, pide una reestructuración del gasto público con la ayuda de nuevas asociaciones público-privadas, incluso en el sector de la enseñanza. Pase lo que pase, otro ámbito fundamental de nuestros servicios de interés público va a sacrificarse al afán de lucro.
El informe pide a los Estados miembros que declaren inconstitucional o ilegal la nueva deuda pública para 2015; esto también es realmente temerario. Si se ejecutase una prohibición así, ahogaría cualquier intento de aplicar una política presupuestaria.
Este informe representa una oportunidad perdida de apoyar una política europea para el desarrollo, basada en la solidaridad y la justicia social. Por esta razón, mi Grupo votará en contra.
John Whittaker, en nombre del Grupo IND/DEM. – (EN) Señor Presidente, el ponente admite que las finanzas públicas de varios países de la zona del euro todavía no están saneadas. Las deudas del Estado de Italia y Grecia no han disminuido notablemente, y aunque los déficit han ido reduciéndose, ello se debe a un crecimiento económico algo mayor propiciado por la recuperación mundial. No está claro que el Pacto de Estabilidad funcione.
Sin embargo, las noticias de esta semana procedentes de España han demostrado que la debilidad de las finanzas públicas no es la única amenaza para el funcionamiento del euro. España tiene un terrible déficit comercial del 9,5 % del PIB y el aumento vertiginoso de los precios de los inmuebles, que ha sido el motor de la demanda nacional, ya ha pasado definitivamente a la historia. Este aumento se vio favorecido por los tipos de interés del euro, que eran demasiado bajos, pero que ahora son demasiado altos. España puede tener que afrontar ahora graves dificultades económicas, con un aumento del desempleo y un deterioro de las finanzas públicas. La solución normal de este dilema sería que España redujera sus tipos de interés y devaluara su moneda, pero no puede tomar ninguna de estas opciones porque comparte la moneda única.
Por tanto, existen tres resultados posibles. El primero: para prevenir la crisis, el Banco Central Europeo reduce el tipo de interés del euro. A Alemania esto no le gustaría, ya que propiciaría un aumento de la inflación; asimismo, significaría que el Banco Central Europeo perdería su reputación, que tanto le ha costado ganar, de saber moderar las expectativas inflacionistas.
El segundo resultado posible es que España abandone la zona del euro y recupere su propia moneda, con lo que podría devaluarla y reducir adecuadamente los tipos de interés. Sí, hemos llegado a un punto en el que esto ya no es impensable. Provocaría graves problemas de demora en el pago de la deuda del sector privado y público, que afectaría a toda la zona del euro.
A otros países esto no les gustaría, por lo que el tercer resultado posible es el más probable, y consiste en una operación de rescate a gran escala por parte de otros países, a pesar de las reglas de Maastricht en sentido contrario, acompañada de la centralización del control sobre las finanzas públicas españolas.
No sé cuál de estos resultados tendrán lugar, pero ya es hora de que afrontemos las circunstancias: España es un gran país y a la Unión Europea no le resultará fácil permanecer de brazos cruzados mientras sufre una recesión.
Zsolt László Becsey (PPE-DE). – (HU) Quiero felicitar personalmente al señor Lauk por el excelente informe, que adopta una postura clara con respecto a la falta de sostenibilidad de las finanzas públicas en la zona del euro. Por mi parte, me parece importante tener análisis similares no solamente de los déficit de las finanzas públicas, sino también, por ejemplo, de los resultados de los Estados miembros por lo que se refiere al cumplimiento de los criterios sobre la inflación. Asimismo, aquí todavía cabe la aplicación de un procedimiento excesivo.
Quiero hacer hincapié en cinco puntos. Primero: es imposible analizar los déficit anuales y acumulados de forma estática, independientemente del crecimiento económico, dado que la tarea más importante de los nuevos Estados miembros que luchan por unirse a la zona del euro consiste en alcanzar a los demás. El objetivo de los Fondos Estructurales y de Cohesión consiste en estimular esto y, como resultado, un crecimiento superior puede ir temporalmente acompañado por un déficit anual superior al 3 %. Ejemplos de ello son los resultados de 2005 de la República Checa y los resultados de 2006 de Eslovaquia. Si la deuda acumulada se puede reducir, esto puede considerarse un indicativo de una tendencia favorable.
Segundo: debemos tener especial cuidado de que los Estados miembros individuales no intenten ocultar las estructuras de colaboración público-privada (CPP) o privatizadas aisladas y contabilizarlas para reducir el déficit. Esta práctica y el peligro que entraña han sido descritos claramente por el ponente. Los Estados miembros que hacen esto fomentan empresas con resultados económicamente dudosos y reducen la transparencia. Con respecto a esta cuestión, es necesario reforzar los instrumentos de que dispone la Comisión Europea para detectar estos trucos. Debemos comprobar cuál es la situación real de cada miembro; las consideraciones de la evaluación solamente deberán entrar en escena en caso de abrir procedimientos por déficit excesivo. Esto no solamente es importante para la estabilidad de la zona del euro, sino también porque los déficit que solamente se identifican a posteriori o que han sido ocultados reducen la credibilidad de las instituciones europeas en los Estados miembros afectados. Esto es lo que ha ocurrido recientemente en Hungría, donde, con la Comisión como espectadora, un Estado miembro que había venido obteniendo unos buenos resultados acabó al borde de la quiebra nacional. Esta cuestión –el papel político de la Comisión– debería ser objeto de un debate separado.
Tercero: en mi opinión, el hecho de que los criterios para entrar en la zona del euro sean más exigentes que los que se aplican al comportamiento de sus actuales miembros supone un doble rasero político y, por lo tanto, esto debe cambiar. Esta práctica nunca ha sido sancionada, aunque indudablemente el hecho de negar la entrada a la zona del euro a un país ya supone, en sí, una sanción. Se podría poner de ejemplo el rendimiento francés, alemán o italiano, dado que, de hecho, no se les ha tocado ni un pelo como resultado y ni siquiera se ha tenido que pagar un solo euro a modo de depósito.
Cuarto: desde la perspectiva de la estabilidad de la zona del euro, estoy a favor de incorporar a la legislación nacional una prohibición sobre el aumento del endeudamiento. A pesar de que cada Estado miembro tiene que resolver este problema por sí mismo y de que la situación de cada uno es diferente, un requisito mínimo para los que pertenecen a la zona del euro debería ser un balance principal positivo.
Quinto: el principal objetivo consiste en cumplir la Estrategia de Lisboa y mejorar la política fiscal, por ejemplo con una respuesta apropiada a los desafíos que plantea el envejecimiento de nuestra población. En este sentido, el indicador más importante es la tasa de empleo, que es el más revelador, y permite una mejor medida de la sostenibilidad de las finanzas públicas que la tasa de desempleo. Por lo tanto, deberíamos pedir esta cifra con más frecuencia a los Estados miembros que están en peligro. Asimismo, la reducción de la carga fiscal también es un objetivo importante, dado que un buen número de Estados miembros ostenta una tasa de redistribución superior al 50 %, mientras que sus tradiciones no sugieren el modelo escandinavo.
Pervenche Berès (PSE). – (FR) Señor Presidente, señor Comisario, simplemente quisiera decir al orador anterior que este informe no versa, claro está, sobre la ampliación de la zona del euro, sino sobre el estado de las finanzas públicas en la Unión Europea.
A este respecto, quisiera advertir a la Cámara frente a una tentación inducida por el ponente y lamentablemente validada por nuestra comisión, que consiste en desequilibrar por completo la reforma del Pacto de Estabilidad y Crecimiento en la forma en que se ha llevado a cabo, ya que el informe propone nada menos que considerar inconstitucional el déficit público. Espero que la Cámara tenga la sabiduría de censurar o corregir esta apreciación, pues me parece totalmente contraria a un uso óptimo de las finanzas públicas, que evidentemente deben contribuir a la estabilidad financiera y permitir que las generaciones futuras no tengan que financiar nuestra deuda. Pero me parece también que si queremos ser coherentes con nuestra estrategia, que requiere inversiones a largo plazo, considerar inconstitucional todo déficit público obedece a una mentalidad estrecha, cuando menos.
Por otra parte, quiero subrayar que la contribución de este informe a una mejor coordinación de las políticas económicas y la visión dinámica del señor Juncker y del Comisario Almunia permiten avanzar lentamente –demasiado lentamente, pero con paso seguro, espero– hacia una coordinación de los calendarios presupuestarios y una mejor consideración de datos macroeconómicos coherentes para el conjunto de la zona del euro. Tengo la esperanza de que lo que acaba de producirse en el Eurogrupo, es decir, un debate dinámico antes de que cada Estado miembro se lance a definir sus propias estrategias presupuestarias, se convierta en la norma, al menos en la zona del euro.
Permítanme, en nombre de la Comisión de Asuntos Económicos y Monetarios, considerar que en este caso habría que reforzar sin duda la dimensión parlamentaria de esta anticipación de las estrategias presupuestarias nacionales y, para ello, establecer o consolidar una buena cooperación entre el Parlamento Europeo y los Parlamentos nacionales.
Dariusz Maciej Grabowski (UEN). – (PL) Señor Presidente, el ponente merece nuestro agradecimiento por haber planteado una cuestión tan importante y por haber llamado la atención sobre el desafío al que se enfrentan los Estados miembros desde el punto de vista del envejecimiento de sus poblaciones. Estas palabras de agradecimiento están dirigidas al ponente, por su diagnóstico y pronóstico de la enfermedad.
No obstante, lo que suscita una oposición frontal es la cura sugerida, que consiste en restringir los déficit presupuestarios de los Estados miembros y en normalizar sus políticas financieras. Es paradójico que la cura sea sugerida por un diputado que representa a Alemania, un país que no se ha mantenido dentro de los límites del déficit presupuestario y que está subiendo los impuestos, como el IVA.
La cura propuesta por el ponente provoca desacuerdo en muchos puntos. Dadas las restricciones de tiempo, solamente mencionaré los dos que considero más importantes. En primer lugar, solamente una estrategia activa para apoyar a las empresas, reducir la burocracia y un aumento radical de las inversiones en infraestructura, abandonar la costosa política de subsidios agrícolas y reasignar el dinero a la investigación y el desarrollo, y al desarrollo regional puede solucionar el dilema de la financiación de las pensiones.
En segundo lugar, una política fiscal y un presupuesto uniformes representan un intento de poner una camisa de fuerza a las finanzas de los nuevos Estados miembros, ignorando sus necesidades de desarrollo específicas y, de este modo, impidiendo que pongan fin a cualquier carencia de desarrollo.
Así pues, no estamos de acuerdo con las conclusiones del ponente y adoptamos la postura contraria. La Unión Europea necesita mayor libertad para la política fiscal y presupuestaria de sus miembros y solamente esto permitirá eliminar el dilema de una sociedad pobre.
Othmar Karas (PPE-DE). – (DE) Señor Presidente, señor Comisario, Señorías, el informe y el debate demuestran claramente que el Pacto de Estabilidad y Crecimiento ha sido un éxito. Es un éxito porque este tipo de debate público acerca de las finanzas públicas nunca se habría producido en los Estados miembros ni en el marco europeo si no hubiese un Pacto de Estabilidad y Crecimiento. Es un éxito porque genera claridad y certidumbre, y define los mismos objetivos para todos. Es un éxito porque establece una estructura reguladora para las políticas presupuestarias nacionales. El Pacto de Estabilidad y Crecimiento es el complemento político europeo a la moneda única, y la moneda única es nuestra respuesta más importante y exitosa a la globalización.
El éxito del Pacto de Estabilidad y Crecimiento también se refleja en el descenso del porcentaje del endeudamiento total y en el importe anual de la nueva deuda. No obstante, todavía estamos lejos de la línea de meta y ahora tenemos una oportunidad de acelerar el proceso. El clima económico ofrece un viento de cola que nos puede ayudar a eliminar defectos estructurales, a acelerar el impulso de la liberalización y a afrontar con audacia los retos que imponen las tendencias demográficas. Contraer deuda para afrontar una deuda en vez de invertir en el futuro impone a los jóvenes de nuestras naciones una pesada carga. Contraer una deuda para afrontar una deuda significa echar nuestro futuro por la borda. Necesitamos el superávit anual para reducir el déficit público en todos los Estados miembros y para aumentar el alcance de nuestras acciones futuras. Quizás el informe nos proporcione un nuevo impulso para perseguir estos objetivos.
Donata Gottardi (PSE). – (IT) Señor Presidente, Señorías, la importancia de disponer en los países de la Unión de unas finanzas públicas sostenibles es indispensable no como un fin en sí mismo, sino como instrumento para la realización del modelo social europeo, que se caracteriza por investigación, inversiones, innovación y competitividad, cohesión social y sostenibilidad ambiental y energética.
El nuevo y revisado Pacto de Estabilidad y Crecimiento no debe considerarse el único instrumento para la coordinación de las políticas económicas de la Unión Europea, sino que debe combinarse con las directrices integradas para el crecimiento y el empleo y con el objetivo de coordinación política y económica de la zona del euro.
El texto que aprobaremos será tanto más significativo cuanto más dé lugar a procedimientos uniformes, parámetros comunes compartidos y un debate conjunto sobre proyecciones presupuestarias. Ahora bien, esto no significa querer un enfoque puramente contable. Asegurar la reducción del déficit y de la deuda pública exigirá la aplicación de medidas estrictas, pero también harán falta medidas activas de impulso del desarrollo económico y social sostenible.
También yo quiero señalar que pedir a los Estados miembros que declaren nacionalmente inconstitucional un déficit excesivo es muy discutible, también desde el punto de vista jurídico de la formulación de las relaciones de subsidiariedad entre la Unión y los Estados miembros.
En conclusión, creo que es importante subrayar cuál es el papel que queremos desempeñar, es decir, sentar las bases de un sistema de finanzas público europeo sostenible y orientado al crecimiento.
Zbigniew Krzysztof Kuźmiuk (UEN). – (PL) Señor Presidente, en mi contribución al debate sobre el informe relativo a las finanzas públicas en los países de la UEM para 2006, me gustaría realizar algunas observaciones.
En primer lugar, aunque es cierto que las finanzas públicas de la mayoría de los países de la Unión Europea mejoraron notablemente en 2006, tengo serias dudas acerca de si esto es resultado de la reforma del Pacto de Estabilidad y Crecimiento como entiende la Comisión. En mi opinión, es más probable que sea resultado de un clima económico favorable.
En segundo lugar, a pesar de estas mejoras, no considero que la situación de las finanzas públicas en los Estados miembros individuales sea satisfactoria. A pesar del buen clima económico, solamente tres de los países de la zona del euro registraron superávit presupuestario. Más de la mitad de los países de la zona tiene un déficit público superior al 60 % del PIB.
En tercer lugar, quiero señalar que el estado de las finanzas públicas en los nuevos Estados miembros es mejor que en los antiguos; por ejemplo, la deuda pública media en la zona del euro fue superior al 63 % en los quince antiguos, mientras que no superó el umbral del 60 % en los doce nuevos.
Por último, en cuarto lugar, quiero afirmar que, a pesar de la revisión del Pacto, el favoritismo de la Comisión por los mayores Estados miembros no ha variado. Continúa tolerando importantes déficit e incluso deuda pública entre estos países, lo que contrasta con la estricta actitud que mantiene frente a los Estados miembros más pequeños y, en particular, frente a los miembros recientemente aceptados.
Joe Borg, miembro de la Comisión. (EN) Señor Presidente, en nombre del Comisario Almunia, quiero darle las gracias por este debate sumamente constructivo. Le transmito sus disculpas por no estar aquí hoy debido a otros compromisos de trabajo inevitables.
Como han señalado sus Señorías, la fuerte recuperación económica que tierne lugar actualmente en Europa y en la zona del euro brinda a los Estados miembros la oportunidad de mejorar sus finanzas públicas y de prepararse para futuros desafíos, como el envejecimiento de la población. A raíz de ello, la Comisión publicó en octubre de 2006 su informe sobre la sostenibilidad a largo plazo de las finanzas públicas y hace hincapié en la importancia de abordar el desafío de la sostenibilidad en el contexto del gasto asociado al envejecimiento.
La Comisión considera interesante la idea de fijar un calendario uniforme para procedimientos presupuestarios en toda la Unión Europea. Sin embargo, tenemos que ser prudentes, pues esto requeriría el apoyo de los Estados miembros. Además, su aplicación práctica sería algo complicada. Dicho esto, el pasado viernes la reunión informal del Ecofin versó sobre la revisión a medio plazo de los objetivos de estabilidad antes de la elaboración por parte de los Estados miembros de los presupuestos nacionales. Este es un paso importante hacia una forma más coherente y coordinada de establecer presupuestos nacionales.
El Presidente. – Muchas gracias, señor Comisario.
El debate queda cerrado.
La votación sobre este punto tendrá lugar mañana a mediodía.
Declaraciones por escrito (artículo 142 del Reglamento)
Gábor Harangozó (PSE), por escrito. – (EN) El deterioro del déficit presupuestario en algunos de los nuevos Estados miembros exige la adopción de medidas firmes y sostenidas para aplicar, mediante programas de convergencia ajustados, una estrategia de consolidación fiscal viable. Sin embargo, es posible que la arbitrariedad a la hora de aplicar el Pacto de Estabilidad y Crecimiento no anime a estos Estados miembros a proceder a un ajuste fiscal. Por tanto, este informe sobre las finanzas públicas en la UEM en 2006 constituye una oportunidad para formular dudas acerca de un enfoque demasiado rígido de la gestión de los déficit públicos excesivos. Para evitar las infracciones regulares por parte de los Estados miembros que afrontan dificultades en el equilibrio de sus finanzas públicas, el Pacto de Estabilidad y Crecimiento debería inducir a los Estados miembros de la UE a proceder al ajuste fiscal y, por tanto, la revisión debería evitar que se produjera una mayor arbitrariedad en la aplicación de dicho Pacto.
Por supuesto, la disciplina fiscal es un elemento crucial de la convergencia de los niveles de renta de los nuevos Estados miembros con la Unión Europea de los 15. No obstante, se necesita una mayor transparencia de aplicación que evite procedimientos rígidos y arbitrarios, así como una mejor comparabilidad y fiabilidad de los datos, no solo para facilitar el acceso de los nuevos Estados miembros en la moneda única, sino también ante la perspectiva de mejorar de verdad el crecimiento y la competitividad en estos países.