El Presidente. – De conformidad con el orden del día, se procede al debate del informe (A6-0059/2007) de la señora Figueiredo, en nombre de la Comisión de Empleo y Asuntos Sociales, sobre la propuesta de Directiva del Parlamento Europeo y del Consejo por la que se modifica la Directiva 89/391/CEE del Consejo, sus directivas específicas y las Directivas 83/477/CEE, 91/383/CEE, 92/29/CEE y 94/33/CE del Consejo, a fin de simplificar y racionalizar los informes sobre su aplicación práctica (COM(2006)0390 - C6-0242/2006 - 2006/0127(COD)) .
Vladimír Špidla, miembro de la Comisión. (CS) Señora Presidenta, señora Figueiredo, Señorías, en primer lugar me gustaría agradecer al Parlamento y al Consejo sus esfuerzos por alcanzar tan rápido un acuerdo sobre esta propuesta. También acojo con satisfacción el informe de la señora Figueiredo, con el que ha arrancado el diálogo constructivo presidido por el Consejo, donde se han sentado las bases para la adopción de la directiva propuesta en primera lectura.
La directiva propuesta por la Comisión forma parte del proceso de simplificación del entorno jurídico. El fin de esta propuesta es simplificar y racionalizar las responsabilidades de los Estados miembros y de la Comisión en cuanto a los informes sobre la aplicación práctica de las directivas sobre la seguridad y la salud de los trabajadores, sin reincidir en el principio de protección. Se trata de una condición fundamental. El nuevo texto armoniza los plazos para la entrega de informes nacionales, que se publicarán una vez cada cinco años, y esta obligación se extiende a todas las directivas existentes. El plan es para un único informe, incluyendo una sección general que trata los principios generales de la directiva marco, complementada por unos capítulos especiales sobre aspectos referidos a las directivas individuales. Esto permitirá una perspectiva general de aplicación práctica.
La simplificación se aplicará a los organismos nacionales, que solo redactarán un informe cada cinco años, a la Comisión, que redactará solo un informe nacional por cada Estado miembro en vez de los actuales 500 informes, y a los interlocutores sociales, que también aportarán un informe cada cinco años. La Comisión, en estrecha colaboración con el Comité consultivo para la seguridad y la salud en el trabajo, creará un organismo encargado de ayudar a los Estados miembros a redactar informes coherentes. La Comisión está dispuesta a adoptar las enmiendas aprobadas por ustedes. Reforzaré el papel del comité consultivo tripartito para la seguridad y la salud en el trabajo definiendo la estructura de los informes, estableciendo el contenido de los informes de forma clara y fijando plazos para que los Estados miembros y la Comisión elaboren los informes. Muchas gracias.
Ilda Figueiredo (GUE/NGL) , ponente. (PT) Las cuestiones relativas a la salud y las condiciones laborales de los trabajadores, la organización de los servicios de salud, higiene y seguridad en el lugar de trabajo y la lista de enfermedades ocupacionales fueron debatidas en los círculos comunitarios por primera vez en 1989, con la publicación de la Directiva marco 89/391.
Desde entonces, se han aprobado otras directivas que han cubierto la salud de los trabajadores, la organización de los servicios de salud en el trabajo, las condiciones laborales, los trabajadores jóvenes, los trabajadores temporales y la gente del mar, cumpliendo así con los convenios de la Organización Internacional del Trabajo.
Casi todas estas y otras directivas estipulan que los Estados miembros deben presentar un informe ante la Comisión sobre su aplicación práctica y los puntos de vista de los interlocutores sociales. Sin embargo, lo cierto es que algunos Estados miembros no han presentado sus respectivos informes.
Se espera que, con la propuesta que tenemos ante nosotros, se le preste mayor atención a la aplicación efectiva de las directivas correspondientes y a las condiciones de trabajo. Se trata de un intento de reducir los millones de accidentes laborales que suceden cada año y los miles de muertes y lesiones que resultan en incapacidad permanente en toda la Unión Europea.
Como he dicho, la redacción por parte de los Estados miembros de informes de aplicación práctica está prevista en varias directivas, pero con una periodicidad diferente: algunas cada cuatro años, otras cada cinco y otras carecen de plazo determinado.
Ahora, tal y como el Comisario ha dicho, la Comisión propone que se elabore un único informe cada cinco años. Para que la propuesta de elaboración de un único informe cada cinco años responda a las necesidades de garantizar la seguridad y la salud en el lugar de trabajo, no se pueden suavizar ni minimizar en modo alguno los aspectos específicos de cada directiva, y esto es algo a lo que este informe pretende dar respuesta.
En consecuencia, hemos presentado varias propuestas, entre las cuales me gustaría destacar las que se refieren a la estructura del mismo informe, que debería incluir un cuestionario específico.
El informe debe incluir, por lo tanto, una sección general que trate los principios y aspectos comunes aplicables a todas las directivas y otros capítulos específicos sobre la aplicación de cada una de las características particulares de cada directiva, incluyendo indicadores específicos en caso de estar disponibles.
El informe quinquenal proporcionará una valoración práctica de las distintas directivas y, cuando sea pertinente y haya datos disponibles, facilitará datos por géneros sobre la igualdad entre hombres y mujeres. También incluirá información relevante sobre las medidas de prevención tomadas por los Estados miembros para realizar una evaluación adecuada de cómo funciona la legislación en la práctica.
Creemos firmemente que tiene que haber una política de mejora real de las prácticas de los distintos Estados miembros. La Comisión también debe presentar, con carácter urgente, un informe más riguroso sobre la situación actual de los Estados miembros en los distintos ámbitos de la seguridad y salud en el lugar de trabajo.
Por último, me gustaría subrayar la estrecha colaboración que fue posible con los diputados de los distintos Grupos políticos, en la Comisión de Empleo y Asuntos Sociales, y también con la Comisión Ejecutiva y con el Consejo. Sin duda esta cooperación nos permitirá lograr un acuerdo en primera lectura. Les agradezco a todos el trabajo realizado.
Mihael Brejc, en nombre del Grupo del PPE-DE. – (SL) En primer lugar, quiero expresar mi satisfacción con este informe, en nombre del Grupo del Partido Popular Europeo (Demócrata-Cristianos) y de los Demócratas Europeos, porque constituye uno de los primeros pasos hacia una relajación importante de las cargas impuestas a los Estados miembros relativas a varias tareas administrativas. Al mismo tiempo, esta directiva contribuirá a la simplificación y aclaración del trabajo de la Comisión. En el Grupo del PPE-DE nos satisface comprobar que el acuerdo con la ponente ha funcionado y que hemos podido conseguir un amplio consenso dentro de nuestra comisión. Si mal no recuerdo, este informe lo aprobamos con solo un voto en contra.
En cuanto a su contenido, el informe envía otro mensaje claro a los ciudadanos europeos: que la Comisión, el Consejo y el Parlamento están tomando decisiones con el fin de racionalizar los procedimientos y de mejorar la comunicación entre los Estados miembros y las instituciones de la Unión Europea, para que así todos podamos recoger el fruto de esta acción.
La directiva y el informe único no provocarán, en modo alguno, que se suavicen los estándares relativos a la seguridad y la salud en el trabajo. Mi Grupo político estima que este informe en su totalidad, al igual que la directiva, supone un importante paso adelante, aunque no cabe duda de que nos gustaría que se tomasen iniciativas similares en otras áreas y por parte de otros Comisarios. Permítanme que les plantee un ejemplo: en el campo del terrorismo, por ejemplo, el Parlamento Europeo ha aprobado unos 60 documentos, directivas y reglamentos diferentes. Las cosas son bastante difíciles de entender, como el Tratado de Schengen, el mercado único y otros muchos ejemplos. En pocas palabras, este informe es un magnífico ejemplo de cómo los Grupos políticos podemos conseguir un amplio consenso sobre cómo regular nuestras preocupaciones comunes en el futuro.
También quiero darle las gracias al Comisario Špidla por su participación.
Harald Ettl, en nombre del Grupo del PSE. – (DE) Señor Presidente, Señorías, quiero dar las gracias a la señora Figueiredo por su trabajo. Ha colaborado intensamente con el ponente alternativo y ha producido un sólido proyecto de informe para la Comisión de Empleo y Asuntos Sociales.
La propuesta de la Comisión tiene por objeto la sistematización y la consecución de un modelo uniforme para las directivas sobre la protección del trabajador. En un único informe de aplicación, que será presentado cada cinco años y que ya hemos estado esperando bastante tiempo, los Estados miembros deben informar a la Comisión sobre la aplicación práctica de las directivas en cuestión. No hay duda de que este plan aportará una mejor perspectiva a las autoridades estatales, que es lo importante en esta cuestión.
La protección efectiva e integral del trabajador es el requisito previo básico para garantizar y conservar la salud de los trabajadores. Cada año mueren en la Unión Europea 4 500 trabajadores como consecuencia de accidentes en el lugar de trabajo, mientras que cada año hay más de cuatro millones de afectados por accidentes en el lugar de trabajo. Un informe sumario de esta naturaleza puede proporcionarnos información importante con respecto a las medidas preventivas que necesitamos poner en práctica y contribuir a mejorar la calidad de la protección del trabajador en la Unión Europea.
Leopold Józef Rutowicz, en nombre del Grupo UEN. – (PL) Señor Presidente, el informe sobre la simplificación y racionalización de los informes y la aplicación práctica de las directivas es de suma importancia para la política de empleo. El incipiente mercado de trabajo común exige un seguimiento constante de la salud y seguridad de nuestros ciudadanos de los países de la Unión Europea.
Las diferentes condiciones existentes en cada país exigen un seguimiento constante para garantizar el cumplimiento de las directivas y análisis quinquenales sobre su idoneidad, eficacia, transparencia, costes y efectos. Estos análisis, basados en directrices claras y transparentes, deben ayudar a mejorar la situación jurídica y la política común en cuanto a la seguridad y la salud.
También es necesario hacer un seguimiento constante de las directivas sobre seguridad y salud, y del efecto que estas directivas tienen sobre la estrategia en materia de seguridad y salud de los Estados miembros. A este respecto, la Agencia Europea para la Seguridad y la Salud en el Trabajo y la Fundación Europea para la Mejora de las Condiciones de Vida y de Trabajo tienen que jugar un papel muy importante.
Le doy las gracias a la señora Ilda Figueiredo por su informe.
Andreas Mölzer, en nombre del Grupo ITS. – (DE) Señor Presidente, el mundo laboral moderno ha traído nuevos fenómenos consigo, que van desde el aumento de trastornos psiquiátricos, pasando por un número de bajas cada vez mayor por enfermedad, hasta nuevas formas de agresión como es la intimidación y el acoso en el lugar de trabajo.
Casi parece como si el procedimiento adecuado en el entorno laboral fuese someter a los trabajadores a una presión permanente debida a la escasez de tiempo e imponerles cargas adicionales e imprevistas además de plazos ajustados. Cualquiera que sucumba al impacto negativo que todo esto tiene a largo plazo sobre la salud tiene que dar explicaciones en las entrevistas que se le hacen al volver al trabajo después de una temporada de baja por enfermedad, lo cual transmite la idea de que la enfermedad es causada por una mala conducta personal. Los trabajadores de mayor edad se ven empujados en masa hacia la jubilación anticipada, y a los más jóvenes se les etiqueta de improductivos.
Desde luego que van a ser bienvenidas iniciativas como Move Europe, relacionadas con la gestión de la salud en el lugar de trabajo. Sin embargo, a menudo los programas de promoción sanitaria como ese se llevan a cabo en empresas que están organizadas de manera que la enfermedad sencillamente no se permite. Es la presión que hay dentro de las empresas, combinada con el miedo a perder el empleo, lo que garantiza que los trabajadores se fuercen a seguir trabajando en contra del consejo de sus médicos. Además, las actividades bajo contratos de corta duración y el trabajo a tiempo parcial traen consigo preocupaciones económicas y el miedo constante a no tener empleo, problemas que luego derivan en problemas psicológicos. El absentismo y la incapacidad para desempeñar un trabajo, sin embargo, no solo generan costes elevados en las empresas afectadas, sino que también son una carga para los presupuestos de salud pública.
En este contexto, no nos debería sorprender el creciente número de personas que padece trastornos alimentarios, obesidad y enfermedades mentales, ni el descenso de las tasas de natalidad. Mientras trabajar signifique estar sometido a un estrés permanente y los niños representen una trampa de la pobreza, continuará el cambio demográfico que lleva a una falta de niños y en el envejecimiento de la población.
Teniendo esto en cuenta, debemos garantizar una mayor seguridad laboral. Tiene que ser posible poder alimentar a una familia con un solo sueldo, y tiene que ser posible que una mujer pueda decidir tener hijos sin que eso conlleve su empobrecimiento. A los que están enfermos se les debe permitir que mejoren. Si podemos conseguirlo, entonces seguro que habremos dado un gran paso hacia el cumplimiento de los objetivos de Lisboa.
Marie Panayotopoulos-Cassiotou (PPE-DE). – (EL) Señor Presidente, con respecto a todas las directivas anteriores, nos da la impresión de que hemos ejercido un control insuficiente, lo cual no ha ayudado a su aplicación plena. Incluso las disposiciones explicitas de la directiva en cuanto a la presentación de informes por parte de los Estados miembros sobre sus propias disposiciones legislativas, informes que incluyen las posturas de los interlocutores sociales, hasta la fecha no han ayudado a solucionar el problema. Así pues, yo también celebro su propuesta, señor Comisario, considerando que cumple con los objetivos de otras políticas de la Unión Europea, especialmente en lo que se refiere a la mejora del marco regulador sobre el aumento de la competitividad empresarial.
La actual propuesta tiene un valor añadido (a través de un único informe cada cinco años), considerando que permite una evaluación mejor de las consecuencias y las disposiciones comunitarias en el campo de la seguridad y la salud en el trabajo, así como los servicios de higiene; la necesidad de reducir los accidentes en el lugar de trabajo es urgente y las enfermedades relacionadas con el trabajo han de ser combatidas por el bien de los trabajadores, las empresas y la sociedad en general.
Felicito a la ponente porque ha cooperado con los Grupos políticos, ha conseguido un consenso dentro del Consejo y ha logrado incluir una de mis enmiendas en los considerandos, enmienda referida a la utilización del trabajo de la Agencia Europea para la Salud y la Seguridad en el Trabajo (Bilbao) y la Fundación Europea para la Mejora de las Condiciones de Vida y de Trabajo (Dublín), en el contexto de los resultados de la evaluación de políticas nacionales sobre seguridad y salud en el lugar de trabajo.
Es importante que la Comisión Europea considere las conclusiones alcanzadas por las dos instituciones que acabo de mencionar, para preparar el cuestionario básico dirigido a los Estados miembros, que sustituirá a los informes múltiples. La cuestión es si una reducción en cantidad puede producir una mejora en calidad. Es lo que sinceramente esperamos.
Vladimír Špidla, miembro de la Comisión. (CS) Señorías, una vez más me gustaría agradecerles el trabajo que han realizado sobre esta propuesta.
Estoy seguro de que la votación preparará el terreno para alcanzar un acuerdo sobre esta propuesta, lo que conducirá a una simplificación sustancial del proceso administrativo, una reducción de los innecesarios obstáculos burocráticos y, lo que es más importante, una aplicación más efectiva de la directiva sobre seguridad y salud en el trabajo.
Me gustaría, si se me permite, realizar una observación más, porque algunas intervenciones no han tratado única y directamente el tema de esta directiva, sino también el de la seguridad y la salud en el trabajo en general. Es obvio que el dato de 4 500 accidentes mortales al año parece relativamente bajo en comparación con los 250 millones de trabajadores, pero estamos hablando de 4 500 vidas humanas. Desde esta perspectiva, la cifra es excesivamente elevada y de nosotros depende hacer todo lo que podamos para que descienda. Muchas gracias.