La Presidenta. De conformidad con el orden del día se procede al debate sobre la recomendación para la segunda lectura (A6-0147/2007) de Lissy Gröner, en nombre de la Comisión de Derechos de la Mujer e Igualdad de Oportunidades, respecto de la Posición Común del Consejo con vistas a la adopción de la Decisión del Parlamento Europeo y del Consejo por la que se establece, para el periodo 2007-2013, un programa específico para prevenir y combatir la violencia ejercida sobre los niños, los jóvenes y las mujeres y proteger a las víctimas y grupos de riesgo (programa Daphne III) como parte del Programa general «Derechos fundamentales y justicia» (16367/1/2006 C6-0089/2007 2005/0037(COD)).
Lissy Gröner (PSE), ponente. – (DE) Señora Presidenta, en vista de que no nos encontramos con la Cámara llena, sino en una atmósfera más familiar, me alegro de que este sea un buen día para millones de mujeres, niños y jóvenes que han sido víctimas de la violencia, ya que hemos aprobado, mediante el procedimiento acelerado, el Programa Daphne para la prevención y la lucha contra la violencia y la protección de sus víctimas para el periodo 2007-2013, como parte por derecho propio del programa marco a favor de los derechos fundamentales y la justicia. En un principio parecía que no lo lograríamos, y quiero dar las gracias al Comisario Frattini por haber aceptado los argumentos de esta Cámara y rechazado el plan original, según el cual el programa Daphne se desarrollaría en paralelo con el programa de lucha contra las drogas.
Gracias a las intensas negociaciones celebradas, entre otros, con el Consejo y la Comisión, hemos logrado conformar un programa claramente definido, el programa Daphne III, que será un elemento importante para hacer frente a la creciente ola de violencia en la Unión Europea ampliada.
Una vez que el Parlamento logró un acuerdo político con la Presidencia finlandesa del Consejo en noviembre de 2007, el Consejo adoptó, en su Posición Común de marzo de 2007, la mayoría de las enmiendas de la primera lectura, si bien no palabra por palabra, pero sí los principios que contenían.
Quiero recordar a esta Cámara que el hogar es para muchas mujeres el más peligroso de los lugares; ya que es bien sabido que muchas de ellas, en todos los Estados miembros, sufren abusos por parte de su marido, su compañero, su padre o sus hermanos. Una de cada tres o cuatro mujeres ya ha experimentado algún tipo de abuso físico o sexual; lo que ha pasado por sus mentes no puede medirse en cifras. El fenómeno del que hablamos en esta ocasión no conoce fronteras: el tráfico de mujeres cada vez más jóvenes, la mutilación genital entre las comunidades de inmigrantes, los delitos violentos cometidos en aras del honor, el comercio de pornografía infantil por Internet, la violencia homófoba; la lista de ámbitos en los que se requiere la actuación del nuevo programa Daphne es larga, y la que presentado aquí está muy lejos de ser exhaustiva.
Tras luchar en calidad de ponente a favor del programa Daphne durante años, me complace que el nuevo presupuesto de 116 millones de euros nos permita llegar a un número mucho mayor de ONG; la Comisión de Derechos de la Mujer e Igualdad de Oportunidades insistió en una mayor transparencia, en la supresión de los obstáculos burocráticos y en facilitar el acceso a las organizaciones más pequeñas.
Asimismo hemos logrado mantener el servicio del centro de ayuda y reunir los conocimientos y experiencias disponibles en todos los Estados miembros y en nuestros socios extracomunitarios para formar un grupo multidisciplinario de reflexión con el fin de mantener al programa al día de los esfuerzos políticos. Espero que el Instituto Europeo de la Igualdad de Género, que se creará próximamente, siga dedicándose de forma prioritaria a la lucha contra la violencia.
Sin embargo, señor Comisario, se ha dicho que es necesario abordar sin demora otros dos aspectos, ya que usted nos prometió durante el debate en primera lectura del programa Daphne que intentaría establecer un fundamento jurídico para la campaña contra la violencia, y ahora, en 2007, nos encontramos en la tesitura –que me parece intolerable– de que el programa Daphne III debe fundamentarse en el artículo 152, que trata de la salud. En este aspecto me parece necesario dar un paso adelante. En segundo lugar, estaba previsto –como se señala en la declaración adicional del Consejo sobre el programa Daphne y como prometió el Presidente de la Comisión, el señor Barroso, el 8 de marzo– que se pondría en marcha una iniciativa a favor de un Año Europeo de lucha contra la violencia contra los niños, los jóvenes y las mujeres, la cual reviste formas muy diversas. Tras las experiencias obtenidas con la puesta en marcha de los programas Daphne I y II en todos los Estados miembros, muchos de los cuales se han beneficiado con la adopción de la Ley de alejamiento austriaca, seguiremos luchando por las ventajas que ofrecen las experiencias compartidas a escala europea y por la introducción de planes nacionales de acción y legislación en ámbitos que anteriormente estaban vedados, y me refiero a los campos de batalla privados sobre los que esperamos arrojar algo de luz, cosa que antes era inimaginable.
Por ello recomiendo a esta Cámara que prorrogue el programa Daphne II sin enmiendas, lo que nos permitirá proceder rápidamente a su aplicación y a poner fin al terror en los hogares.
Franco Frattini, Vicepresidente de la Comisión. (EN) Señora Presidenta, la lucha contra la violencia en todas sus formas y en particular contra las mujeres, los jóvenes y los niños es una prioridad importante para la Comisión Europea y para mí personalmente.
El programa Daphne es sin duda un elemento clave de la lucha que lleva a cabo la Comisión para erradicar la violencia en Europa y prestar asistencia a sus víctimas. Desde la primera iniciativa Daphne en 1997, este programa ha financiado aproximadamente 460 proyectos, lo que representa una contribución europea muy importante. En este año 2007 se cumple el décimo aniversario del programa Daphne. Me complace anunciar que el programa Daphne III está listo para su adopción. Este nuevo programa permitirá a la Comisión reforzar sus medidas para luchar contra la violencia y es por ello que desde un principio acordé –y estoy muy agradecido a la ponente, la señora Gröner– que el proyecto Daphne se mantuviera separado de otros programas, como por ejemplo del dedicado a las drogas.
El programa Daphne III durará de 2007 a 2013, y tendrá un presupuesto total, como ha indicado la ponente, de más de 116 millones de euros, lo que representa un aumento de más del 50 % respecto al programa Daphne II. Quiero dar las gracias a la ponente y al Parlamento Europeo por el gran apoyo que han manifestado a lo largo de todo este proceso. Espero que podamos seguir colaborando con esta Cámara en nuestra lucha conjunta contra la violencia. Tomo nota de la interesante idea de establecer un Año Europeo de lucha contra la violencia contra las mujeres y los niños.
Tan solo me gustaría destacar tres puntos. La lucha contra la violencia y la protección de las mujeres y los niños es una cuestión de sensibilización, pero también de mejorar la cooperación operativa en materia de intercambio de información. Así pues, la idea de contar con un foro para intercambiar ideas y contribuciones es sumamente buena.
Confirmamos nuestro compromiso –y personalmente confirmo el mío– de estudiar una vía mejor para abordar el problema de la violencia contra las mujeres en lo que respecta al fundamento jurídico. Desgraciadamente, hasta ahora nos hemos visto limitados hasta cierto punto en esta materia, pero puedo confirmarles que asumo el compromiso personal de tratar de encontrar un fundamento jurídico mejor que nos permita ampliar considerablemente el ámbito de la lucha contra la violencia. Creo que la correcta ejecución del programa Daphne III nos brindará sugerencias e ideas que puedan traducirse en la práctica.
Marie Panayotopoulos-Cassiotou, en nombre del Grupo del PPE-DE. – (EL) Señor Comisario, no cabe duda de que la libertad, la seguridad, la justicia y la protección de la salud constituyen un derecho fundamental de los ciudadanos europeos y de todos los habitantes de la Unión Europea.
Sin embargo, la realidad cotidiana siembra dudas acerca de estos objetivos, y la presencia de la violencia comienza a hacerse perceptible tanto en la vida privada como en los lugares públicos.
La expresión de la violencia es sin duda una reacción instintiva que, no obstante, puede suprimirse si en la conciencia humana prevalecen los valores y principios que impone la coexistencia en un Estado constitucional y si se considera la vida y dignidad humanas un valor supremo que no puede compararse con ningún otro.
En mi calidad de ponente alternativa del Grupo del Partido Popular Europeo (Demócrata-Cristianos) y de los Demócratas Europeos, quiero felicitar a la señora Gröner y a todos los que contribuyeron a la formulación de la Posición Común sobre la adopción del nuevo programa, y creo que sus amplios recursos financieros darán mayor valor añadido a los resultados obtenidos en los diez años de aplicación de los programas Daphne y las iniciativas de los Estados miembros para destacar los valores, evitar los brotes de violencia y, al mismo tiempo, prestar ayuda a las víctimas.
Yo calificaría de todo un éxito la nueva combinación que figura en la propuesta y la posibilidad de cooperación entre los Estados miembros y las instituciones europeas. Mis comentarios se refieren únicamente a su aplicación.
Acciones combinadas en múltiples niveles, cuyo objetivo primordial es la educación y la creación de una conciencia social capaz de resistir a cualquier forma de de violencia, así como el respeto de la vida humana, desde su concepción hasta su fin natural.
Transparencia y una evaluación honesta durante la selección de los programas de acción, junto con acciones realizadas en colaboración con otros programas y estrategias de la UE, como Progress y la futura estrategia sobre los derechos del niño.
Espero que la lucha contra la violencia dentro de la Unión Europea avance con tanta rapidez que, si en el futuro un año es declarado Año Europeo contra la Violencia, se refiera ante todo a las acciones para erradicar la violencia en el plano internacional.
Christa Prets, en nombre del Grupo del PSE. – (DE) Señora Presidenta, señor Comisario, puesto que se ha hablado mucho de la cuestión de la financiación, me gustaría clarificar un punto. Como ahora somos 27 Estados miembros y el programa tendrá dos años más de duración, resulta evidente que el aumento del 50 % no es suficiente si deseamos que sea mucho más eficaz, como pretendemos, si bien estamos muy satisfechos de que el programa pueda echar a andar, a pesar del retraso. Creo que gracias a la tenacidad de nuestra ponente hemos podido obtener algunos elementos muy importantes que exigíamos, como la eliminación de los obstáculos burocráticos, más transparencia y la creación del centro de ayuda.
La declaración conjunta, con su apoyo al Año Europeo de lucha contra la violencia, es algo que venimos pidiendo durante mucho tiempo. Quisiera hacer un llamamiento urgente para que pongamos en práctica lo que dice dicha declaración a fin de que podamos, durante un año, situar la violencia en todas sus formas en el centro de las actividades políticas y espero una mejora de los resultados, en particular en lo referente al tráfico de seres humanos, especialmente mujeres y niños.
Anneli Jäätteenmäki, en nombre del Grupo ALDE. – (FI) Señora Presidenta, un componente importante del programa Daphne es la violencia sexual y la lucha contra ella. Desgraciadamente, el tráfico internacional de mujeres es el tercer sector de la economía gris a escala mundial, después del tráfico de drogas y el de armas. Se estima que el tráfico de mujeres mueve en torno a 200 millones de euros tan solo en Europa. Es mucho dinero y algo que afecta a un gran número de personas. El tráfico de mujeres es la esclavitud moderna, un comercio con esclavos. Si deseamos erradicar el tráfico de mujeres en Europa, fenómeno que se asemeja a la esclavitud, tenemos que llevar a cabo acciones decididas. Según algunos estudios, tan solo una de cada cuatro prostitutas inmigrantes ilegales sabe de antemano que trabajará en la prostitución. Las demás han sido engañadas u obligadas a prostituirse.
Me alegra que la Comisión y la Unión Europea presten atención a este tema, pero tanto la Unión Europea como los Estados miembros tienen todavía mucho que hacer.
En segundo lugar, me gustaría hacer algunas observaciones sobre la violencia familiar. Prefiero hablar de violencia familiar y no de violencia contra la mujer, porque, desgraciadamente, nosotras las mujeres también podemos ser violentas, y los estudios muestran que en ocasiones las mujeres son incluso más violentas que los hombres y que cuando empiezan a volverse violentas no existe límite a lo que pueden hacer. Es positivo hablar con franqueza acerca de la violencia familiar, ya que así aumentan las posibilidades de que las mujeres y hombres busquen ayuda y delaten a los autores de actos violentos. Sin embargo, a menudo las víctimas se sienten tan avergonzadas, sobre todo si el autor de estos actos es una persona próxima, que se muestran renuentes a hablar de ello. De manera que cuanto más se hable de ello, más personas tendrán el valor de decir que han sido víctimas de la violencia.
Hiltrud Breyer, en nombre del Grupo Verts/ALE. – (DE) Señora Presidenta, quiero expresar mi más sincero agradecimiento a la ponente en nombre de nuestro Grupo. Sabemos que el programa Daphne destaca entre los programas comunitarios; quizás sea pequeño, pero tiene éxito y ya ha sido capaz de lograr algunos avances cruciales en la lucha contra la violencia de que son víctimas las mujeres y los niños.
El programa Daphne es la manera en que Europa demuestra la gran importancia que concede a la lucha contra la violencia ejercida sobre las mujeres, y este programa debe ser un recordatorio y un estímulo constantes para que situemos la campaña contra la violencia –no solamente ejercida sobre las mujeres, sino también sobre los niños– en el centro de la escena política. En la Unión Europea, una de cada tres mujeres y uno de cada cuatro niños es víctima de la violencia doméstica, pero la lucha contra este tipo de violencia no figura, aún hoy, entre las prioridades de la política.
Aunque sé, señor Comisario Frattini, que lo ha mencionado en numerosas ocasiones en esta Cámara y que la ponente ha hecho otro tanto, me habría gustado que hubiésemos encontrado un fundamento jurídico independiente y destacado más la importancia de la lucha contra la violencia. Me habría gustado, señor Comisario, que nos hubiera presentado en esta ocasión un calendario y nos hubiese explicado cuándo podemos esperar que la Unión Europea cuente con una política dedicada específicamente a este tema, de modo que el apoyo político pueda encontrar su expresión en la acción.
Lo cierto es que es necesario detener la violencia contra las mujeres; y en vista de que el programa Daphne no es más que una gota de agua en el océano, necesitamos de una vez por todas una directiva contra la violencia, y espero que no tenga que esperar demasiado para verla.
PRESIDENCIA DEL SR. MARTÍNEZ MARTÍNEZ Vicepresidente
Ilda Figueiredo, en nombre del Grupo GUE/NGL. – (PT) Señor Presidente, me gustaría hacer tres observaciones en el marco de este debate. En primer lugar, me complace que se haya mantenido un programa específico destinado a prevenir y luchar contra la violencia hacia los niños, los jóvenes y las mujeres, y proteger a las víctimas y grupos de riesgo. Esto es lo que pedíamos desde un principio y acogemos con satisfacción este resultado.
En segundo lugar, me gustaría señalar que si bien se han aumentado sus recursos respecto a programas anteriores, me lamento de que la Comisión no haya aceptado en su totalidad la propuesta que presentamos, que pretendía obtener un mayor incremento a fin de tener en cuenta la ampliación de la UE y los graves problemas que representa actualmente la violencia contra las mujeres, como la explotación sexual y el tráfico de seres humanos.
En tercer lugar, quiero pedir a la Comisión que presente lo antes posible la propuesta, que hemos aceptado, de declarar un nuevo Año Europeo de lucha contra la violencia contra las mujeres, los niños y los jóvenes.
Urszula Krupa, en nombre del Grupo IND/DEM. – (PL) Señor Presidente, los seres humanos han vivido con la violencia y la agresión desde el amanecer de la historia hasta nuestros días. Se trata de un grave problema para la salud, que se refleja no solo en la enfermedad, la personalidad y los trastornos psicológicos, sino también en los actos personales de maldad.
La causa de raíz de la violencia se remonta a la primera infancia. Entre los factores que contribuyen a ella encontramos los trastornos congénitos, las enfermedades y, ante todo, una educación incorrecta carente de principios éticos y morales. Dicha educación fomenta el narcisismo y el egocentrismo.
Es evidente que los esfuerzos para luchar contra la violencia deben ir dirigidos contra la violencia física. No obstante, también deben ir dirigidos contra la violencia psicológica, que resulta aún más nociva y está más extendida. La violencia psicológica no solo tiene lugar en la vida privada y cotidiana, sino que también es una característica de distintos tipos de presiones que se ejercen con más frecuencia en la esfera política. Los recursos financieros deben dedicarse a prevenir la violencia mediante el aprendizaje de conductas empáticas, y no solo para mitigar los efectos de la violencia.
Lydia Schenardi, en nombre del Grupo ITS. – (FR) Señor Presidente, Señorías, celebro en particular el gran esfuerzo realizado por mis colegas, y también por la Comisión, por garantizar la aplicación y el buen funcionamiento del programa Daphne, destinado a prevenir y combatir la violencia ejercida sobre las mujeres, los adolescentes y los niños, dotándolo, en particular, de una rúbrica presupuestaria específica y aumentando su presupuesto de forma sustancial.
Aprovecho la ocasión para hacer hincapié en un fenómeno especialmente innoble y que no cesa de aumentar en nuestras sociedades: el maltrato de recién nacidos. En Francia, en concreto, no pasa una semana sin que, en la sección de «sucesos», nos enteremos de un nuevo caso de maltrato o abandono de un bebé. Este fenómeno, asociado a la pobreza y a la miseria social y afectiva, a la violencia intrínseca que generan nuestras sociedades, pero también al comportamiento humano cada vez más proclive a la hostilidad y la frustración, al egoísmo y a la falta de respeto en general, podría contenerse si se aportase más apoyo psicológico, pero también material, a las mujeres y familias con dificultades.
En efecto, es urgente tomar medidas de prevención para esas familias y mujeres desamparadas. Pero conviene también acompañar esas acciones con verdaderas sanciones penales. Ya se trate de violaciones o de otros actos de violencia física que por desgracia provocan con demasiada frecuencia la muerte, la escala de las condenas no es lo suficientemente represiva.
La lucha contra la violencia pasa necesariamente también por el trato dispensado a quienes la promueven. Pienso en Internet, donde pervertidos y psicópatas pueden dar libre curso a sus obsesiones; pienso en los videojuegos, en los que sexo y violencia son legión; pienso en las drogas y otras sustancias psicotrópicas, que sitúan a quienes las consumen fuera de la realidad; pienso en el alcohol, que, consumido en exceso, provoca enormes daños, entre otras cosas por su efecto desinhibidor.
La lucha contra la violencia comienza ya en la fase de la educación de nuestros hijos, del futuro que queremos ofrecerles.
Edit Bauer (PPE-DE). – (SK) Cuando hace varios años algunas organizaciones voluntarias de mi país iniciaron una campaña contra la violencia con la consigna «Una de cada cinco mujeres», ciertos sectores de la elite política y del público se mostraron indignados, pues decían que lo que podía ser cierto en Austria, sin duda no lo era en Eslovaquia. En esa época no existían datos sobre la violencia en Eslovaquia.
Las encuestas más recientes indican que la situación es mucho peor, ya que aproximadamente un 40 % de los escolares afirman que han sido testigos o incluso víctimas de la violencia. Es posible que mi país no sea mejor ni peor que sus países vecinos. La violencia es un problema social especialmente grave, como demuestra el diálogo mantenido con mil niños y jóvenes para elaborar una estrategia acerca de los derechos del niño. Una de las primeras prioridades formuladas en este proceso hacía referencia a la violencia vivida por los niños.
A este respecto acojo con agrado el informe de la señora Gröner, que lo ha promovido con una extraordinaria dedicación. Me alegra sobremanera que este programa haya tenido tanto éxito y que ahora cuente con más recursos. Sin embargo, es imperativo establecer un marco legislativo mejor para sustentar la lucha contra la violencia. El informe sobre el tráfico de seres humanos subraya la importancia de la cooperación y, hasta cierto punto, de la armonización de la legislación europea y las legislaciones nacionales. Me parece que es indispensable también en este caso y aprecio mucho los esfuerzos del señor Frattini en este frente.
Me gustaría destacar el papel positivo e insustituible que desempeñan las organizaciones de voluntarios en este terreno. A este respecto también me gustaría que se facilitara el acceso a los fondos para las organizaciones de voluntarios.
Teresa Riera Madurell (PSE). – (ES) Señor Presidente, la violencia ejercida contra las mujeres es una lacra con la que ninguna sociedad democrática puede convivir. Por ello, erradicar la violencia de género es fundamental para conseguir una sociedad verdaderamente justa, democrática y solidaria. De ahí la importancia de este informe. Por ello, ante todo, quiero felicitar a la ponente por su excelente trabajo.
El programa Daphne es un instrumento esencial de apoyo a las organizaciones de mujeres que luchan contra la violencia de género, y su separación del programa de prevención e información en materia de drogas le ha dado fuerza y visibilidad.
Ha sido realmente un éxito de este Parlamento, como lo ha sido también incrementar su presupuesto, incluir el tráfico de seres humanos y la prostitución forzosa como formas de violencia, así como la referencia a la ablación de órganos sexuales y a los crímenes de honor.
Señorías, mi país, España, cuenta con una ley pionera para afrontar la violencia de género desde todas sus perspectivas. Una herramienta que consideramos necesaria para frenar, en un tiempo razonable, estos crímenes.
Por todo ello me parece de suma importancia definir cuanto antes un marco jurídico europeo para combatir la violencia contra las mujeres de un modo integral en todos los Estados miembros. Estoy de acuerdo con la señora Gröner en que hay que avanzar con urgencia en esta dirección.
Inger Segelström (PSE). – (SV) Quiero dar las gracias a la señora Gröner y al Comisario Frattini por su excelente labor. En la Comisión de Libertades Civiles, Justicia y Asuntos de Interior fui responsable de devolver este informe a la Comisión de Derechos de la Mujer e Igualdad de Oportunidades, a la que corresponde.
El programa Daphne es un tema muy importante para los socialdemócratas suecos, porque fue una Comisaria sueca, la señora Gradin, quien asumió un firme compromiso a favor de la intervención de la UE en la lucha contra la violencia contra las mujeres.
Mientras los hombres ejerzan la violencia contra las mujeres y los hombres, mientras exista el tráfico de esclavas sexuales con mujeres y niñas, mientras no todas las mujeres de la UE tengan derecho al aborto libre, mientras las mujeres de la UE sean víctimas de delitos violentos cometidos en aras del honor y mientras sea necesario reforzar los derechos de la mujer en la UE, nosotras las mujeres socialdemócratas seguiremos luchando por el programa Daphne y por una financiación adecuada para este programa. Lamento que no se haya aprobado la creación de una red de defensores del niño, pero volveré a dirigirme al Comisario Frattini y a otras personas sobre este tema cuando tomemos una decisión acerca de la estrategia para los niños. Lo fantástico de Daphne es que en la lucha contra la violencia en toda la UE podemos recurrir a la capacidad de las organizaciones para poner a prueba nuevas ideas e inspirarse en los ejemplos de buenas prácticas.
Lidia Joanna Geringer de Oedenberg (PSE). – (PL) Señor Presidente, el programa Daphne fue creado en 1997 y ya ha ayudado a financiar más de 370 proyectos de organizaciones no gubernamentales, instituciones y asociaciones que trabajan para prevenir y luchar contra la violencia ejercida sobre los niños, los jóvenes y las mujeres.
Para el programa Daphne III se prevé un presupuesto que de aproximadamente 117 millones de euros. Tenemos que acoger con agrado el hecho de que el Consejo haya decidido aceptar la mayor parte de las enmiendas del Parlamento en primera lectura, en particular las destinadas a reducir los trámites burocráticos y prestar asistencia técnica a las propuestas. En parte gracias al Parlamento podrá seguir funcionando la línea telefónica de ayuda a las víctimas de la violencia, que es muy eficaz. Además se creará un equipo de expertos para prestar asistencia y asesoramiento a las víctimas.
Los objetivos del programa Daphne III merecen un apoyo especial, pues entre ellos se encuentra una política común en materia de protección de la salud pública, la lucha contra la violencia doméstica, la protección de los derechos del niño y la lucha contra el tráfico de seres humanos. A este respecto, la Comisión Europea debe examinar lo antes posible la propuesta del Parlamento y del Consejo relativa a la posibilidad de adoptar una iniciativa para declarar un Año Europeo de lucha contra la violencia contra los niños, los jóvenes y las mujeres.
Por último, quisiera dar las gracias a la ponente, señora Gröner.
El Presidente. Se cierra el debate.
La votación tendrá lugar el martes 22 de mayo.
Declaraciones por escrito (artículo 142 del Reglamento)
Zita Gurmai (PSE), por escrito. – (HU) La violencia contra las mujeres dentro de la familia es un grave problema social que está relacionado con las desventajas estructurales que sufre la mujer y con la discriminación contra ella que desgraciadamente aún existe en esta sociedad dominada por los hombres. Hablamos de un fenómeno humillante e injusto que podemos encontrar –aunque en distintos grados– en todos los países y estratos sociales, y que afecta negativamente a las condiciones de vida, la vida cotidiana y la participación de las mujeres en el mercado laboral. Insisto en que la violencia cometida por los hombres contra las mujeres es inaceptable en una sociedad democrática moderna.
Los éxitos anteriores del programa Daphne ponen de manifiesto que es necesario que continúe. Me parece un resultado extraordinario y una oportunidad importante que el nuevo programa cuente con más del doble de los recursos del anterior, por lo que esperaremos aún más de él. A la hora de llevar a cabo los programas es necesario prestar especial atención a una mayor transparencia, a adoptar planteamientos basados en los objetivos y a la eficacia, así como velar por que lleguen a un segmento cada vez mayor de las sociedad.
La sensibilización y la ampliación de la prevención social a todos los ámbitos desempeñan un importante papel en la lucha contra este fenómeno tan destructivo. Desgraciadamente, sobre el tema de la violencia contra la mujer dentro de la familia todavía no disponemos de datos estadísticos fiables y reveladores debidamente armonizados a escala de la UE para que sean suficientemente comparables. Deben emplearse todos los medios posibles a fin de crear las condiciones necesarias para llevar a cabo esta tarea.
Katalin Lévai (PSE), por escrito. – (HU) Me complace la iniciativa por la cual el Parlamento y el Consejo invitan a la Comisión en una declaración conjunta a examinar una iniciativa para declarar un Año Europeo de lucha contra la violencia contra los niños, los jóvenes y las mujeres.
Me parece un logro importante que, al adoptar su Posición Común, el Consejo haya reconocido el éxito del programa Daphne y haya expresado su apoyo unánime a su continuación en una tercera fase, que se prolongará hasta 2013. Me gustaría destacar otro resultado positivo, a saber, que el presupuesto ha aumentado hasta alcanzar casi 117 millones de euros, lo que representa un importante paso adelante en comparación con los 50 millones de Daphne II y los 20 millones de Daphne I.
Creo que podemos considerar un éxito conjunto que en el proceso de negociación el Parlamento haya logrado defender algunas de sus enmiendas, como por ejemplo la relativa a facilitar el acceso para las ONG. El hecho de que hayamos logrado que el servicio de ayuda siga funcionando y que se vaya a crear un grupo de reflexión para ofrecer el asesoramiento de expertos, constituye un importante logro.
Veo reflejados mis propios esfuerzos e iniciativas en el hecho de que se haya alcanzado un acuerdo para elaborar una declaración conjunta sobre el Año Europeo de lucha contra la violencia contra los niños, los jóvenes y las mujeres.
Por último, en mi calidad de portavoz del Grupo Socialista en el Parlamento Europeo sobre asuntos relacionados con la población romaní, deseo destacar que dentro de la minoría romaní, que tan a menudo se encuentra indefensa, los miembros más vulnerables, es decir, los niños y las mujeres, se enfrentan a múltiples desventajas. Son ellos los más vulnerables a la violencia y, por ello, pido que se haga especial hincapié en la ayuda y protección para ellos en el marco de este programa.