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Acta literal de los debates
Martes 22 de mayo de 2007 - Estrasburgo Edición DO

14. Situación en Palestina (debate)
Acta
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  La Presidenta. – Se han distribuido las actas de la sesión de ayer.

¿Algún comentario?

(El Parlamento aprueba las actas)

De conformidad con el orden del día, se procede al debate de las declaraciones del Consejo y la Comisión sobre la situación en Palestina.

 
  
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  Günter Gloser, Presidente en ejercicio del Consejo. – (DE) Señora Presidenta, señora Comisaria, Señorías, en los últimos días se ha producido un preocupante aumento de la violencia en Oriente Próximo, donde el conflicto entre facciones palestinas en la Franja de Caza se ha cobrado la vida de 50 personas.

También desde la Franja de Gaza se han disparado más de 150 misiles Kassam contra poblaciones israelíes la semana pasada, matando a una mujer israelí ayer por la noche. Las acciones militares israelíes han costado ya la vida de más de 30 palestinos, y la situación amenaza con seguir agravándose. El alto al fuego en la Franja de Gaza, acordado por palestinos e israelíes en noviembre, se están haciendo visiblemente más frágil, y la reconciliación entre palestinos conseguida en la Meca con ayuda saudí corre peligro.

El acuerdo de la Meca fue importante para poner fin al Gobierno de Hamás en solitario. Desde el 18 de marzo, Palestina tiene un nuevo Gobierno de unidad nacional que cuenta con el apoyo y la confianza de 83 de los 86 diputados al Parlamento, una mayoría aplastante que incluye a todos los diputados pertenecientes a Hamás y Al Fatah. Pero sigue existiendo un amplio consenso en la comunidad internacional en el sentido de que el Gobierno palestino no ha superado todavía su prueba decisiva, ya que no cumple del todo los tres criterios del «Cuarteto».

A pesar de eso, la Unión Europa ha mantenido su ayuda humanitaria a los palestinos. Quiero insistir en que los 300 millones de euros concedidos por la Unión Europa representan más de lo que se ha dado en años anteriores.

Pero los criterios del «Cuarteto» siguen siendo la base para tomar una decisión orientada a la plena normalización de nuestras relaciones con los palestinos: tienen que reconocer el derecho a la existencia del Estado de Israel y los acuerdos alcanzados entre Israel y la OLP, además de renunciar de manera general a la violencia, algo que, en particular, no se ha producido hasta la fecha de manera significativa. Sobre todo ahora, esperamos que el Gobierno palestino adopte medidas efectivas para detener el bombardeo y para liberar al soldado israelí cautivo Gilad Shalit.

La Unión Europea ha sopesado también la oportunidad que supone el fin del Gobierno monocolor de Hamás para reconsiderar su política en Oriente Próximo y los Ministros de Asuntos Exteriores han reanudado los contactos con los miembros del Gabinete que aceptan los criterios del «Cuarteto». De ahí que el Presidente Abbás merezca todo nuestro apoyo. La UE se mantiene en estrecho contacto con el señor Fayad, el Ministro de Economía, y le está ayudando a crear unas instituciones transparentes y una maquinaria en la esfera económica, porque todos queremos que mejore la situación financiera y económica del país, y la liberación por Israel de las devoluciones de impuestos y aranceles que ha retenido –como le ha pedido que haga la Unión Europea en repetidas ocasiones– ayudaría a conseguir eso.

La Presidencia lleva ya varios meses tratando de resucitar el «Cuarteto» de Oriente Próximo y conseguir una mayor participación de los socios árabes que adoptan una línea constructiva. Habiendo cosechado algunos éxitos iniciales, nuestra principal preocupación ahora es que se mantenga el impulso conseguido, y lo que eso significa para nosotros es que tenemos que aplicarnos con una dedicación aún mayor para ayudar a conseguir que todas las partes interesadas realicen una contribución decisiva al proceso de paz en Oriente Próximo.

Las reuniones bilaterales entre el Presidente Abbás y el Primer Ministro Olmert no han dado todavía frutos tangibles, y algo hay que hacer al respecto. Tienen que producirse notables mejoras en el acceso y la movilidad de los palestinos, y los israelíes tienen que hacer, de una vez por todas, lo que se han comprometido a hacer. Percibo la incapacidad de los palestinos para renunciar realmente a la violencia, y también una falta de compromiso con la liberación del soldado israelí Gilad Shalit.

La Liga Árabe ha reforzado la iniciativa de paz de marzo de 2002, y eso se ha debido principalmente a los compromisos de los saudíes. La última reunión del Consejo el 14 de mayo fue un encuentro inicial y efectivo de la Liga Árabe con la Unión Europea, que tuvo lugar por invitación de ustedes; la Liga ha mantenido también conversaciones con el «Cuarteto» y con Israel, y aunque esta implicación no puede sustituir a las negociaciones bilaterales entre palestinos e israelíes, la iniciativa de paz puede crear un ambiente favorable para dichas negociaciones, si bien hará falta el apoyo de la Unión Europea en particular, y nuestra Presidencia está trabajando para que se celebre otra reunión del «Cuarteto» en los próximos días.

Por muy escépticos que seamos, no podemos hundirnos en un estado de resignación, a pesar de la lentitud del progreso realizado. En los últimos meses, la Unión Europea se ha hecho más consciente del papel que ha ido adoptando. Estamos dispuestos a hacer justicia a la mayor responsabilidad que eso nos obliga a asumir.

 
  
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  Benita Ferrero-Waldner, miembro de la Comisión. (EN) Señora Presidenta, desgraciadamente este debate se produce en un momento de gran tensión, cuando la situación de la región se deteriora, tanto en el Líbano como en los Territorios Palestinos ocupados, al igual que en Israel. Los acontecimientos ocurridos en el Líbano en estos tres últimos días, con la pérdida de numerosas vidas humanas en un breve lapso –casi 100 muertos– son un alarmante recordatorio de la necesidad de buscar activamente una solución regional a este conflicto. Como saben ustedes, Javier Solana se encuentra hoy en Beirut en este momento tan difícil y esperamos que sea posible mejorar la situación.

Invito a nuestros amigos libaneses de todos los partidos y facciones políticos a que actúen como lo han hecho hasta ahora, que pidan calma y se abstengan de realizar actos que puedan provocar un gran conflicto interno. Una vez más, lo que está en juego es la unidad nacional.

La Comisión ha tomado nota de que todas las facciones, la mayoría y la oposición, así como las organizaciones palestinas, han condenado a Fatah al Islam, y espero que todos los dirigentes políticos sigan dando muestras de su madurez, de su capacidad para vislumbrar un futuro mejor, y evitarán que el conflicto vuelva a convertirse en una lucha entre libaneses. Lo más importante en estos momentos es encontrar una solución para reducir las tensiones en Trípoli y evitar la aparición de nuevos puntos conflictivos en el resto del país. Asimismo es necesario ayudar a la población que vive en los campamentos. Las ambulancias y los convoyes humanitarios deben poder volver a acceder a los campamentos. Todos sabemos que al final deberá producirse una solución regional. En el contexto de toda esta situación tan solo podemos pedir a todas las partes –en el Líbano y en los Territorios Palestinos– que se abstengan de cometer actos violentos y eviten una nueva escalada.

Paso ahora a hablar de los Territorios Palestinos ocupados. Al igual que el Presidente en ejercicio, también a mí me preocupan los enfrentamientos entre facciones que han tenido lugar en Gaza y que han arrojado un balance de 55 muertos y 280 heridos. Lamentablemente, al parecer Gaza corre riesgo de caer en la guerra civil. Las facciones deben suspender inmediatamente las hostilidades y reconciliar sus diferencias dentro del Gobierno de unidad nacional.

Deploro igualmente la reanudación de los ataques con cohetes Qassam lanzados desde Gaza contra la ciudad israelí de Sderot, que ayer causaron la muerte de una mujer israelí. A continuación, los ataques aéreos israelíes de represalia provocaron la muerte de 35 palestinos, con lo que volvió a ponerse en marcha este círculo vicioso. Por ello es importante que se restaure el alto el fuego entre Israel y los palestinos y que se extienda a Cisjordania.

Durante mi reciente encuentro con el Ministro de Asuntos Exteriores palestino, el señor Abu Amr, hablamos de la frágil situación del Gobierno de unidad nacional, en particular en lo referente a la seguridad, pero también al presupuesto. Las primeras decisiones adoptadas por el Gobierno parecen apuntar en la buena dirección. El señor Abu Amr señaló que su Gobierno se considera el gabinete del Presidente Abbás. Este Gobierno tiene un programa diferente del de su predecesor y esta reunión me animó. Creo que merece nuestro claro apoyo. El Presidente Abbás nos ha pedido todo nuestro respaldo, ya que su supervivencia política puede depender de su éxito. Espero que sea posible contener esta situación de violencia tan difícil.

Mientras tanto, el Ministro de Hacienda, el señor Fayad, con quien me reuní tras la formación del Gobierno, se enfrenta al tremendo problema de tener que sanear las finanzas públicas palestinas tras un año de decadencia institucional y de una fuerte caída de los ingresos. A pesar de todo, ha logrado hacer avances notables y casi se han establecido las condiciones técnicas para recibir financiación directa.

Como saben ustedes, la Autoridad Palestina tiene tres fuentes principales de financiación: los impuestos internos, los derechos y tasas de aduana sobre los productos importados y la ayuda exterior. Los impuestos internos se han reducido debido a la recesión económica. Desde las elecciones del año pasado, Israel retiene las tasas y derechos aduaneros sobre los productos importados. Esta es la principal causa de las dificultades financieras de la Autoridad Palestina. Además, la ayuda exterior no puede fluir con facilidad debido a las restricciones impuestas por los Estados Unidos a las transacciones con el Gobierno de la Autoridad Palestina.

Nosotros contribuimos a resolver estos problemas financieros por tres vías. En primer lugar, nuestro Mecanismo Temporal Internacional se ha convertido en la principal fuente de financiación para los subsidios, los gastos de combustible y los suministros básicos. Desde la formación del Gobierno de unidad nacional gestionamos este MTI en estrecha cooperación con el Ministerio de Hacienda del señor Fayad.

Desde el restablecimiento del MTI en el mes de junio pasado, hemos transferido ya más de 300 millones de euros a través del mismo. Quiero dar las gracias al Parlamento por su apoyo al aumento de los recursos presupuestarios disponibles a fin de que MTI pueda seguir obteniendo los resultados previstos.

Un segundo canal de ayuda consiste en colaborar con nuestros socios estadounidenses para facilitar la transferencia de ayuda exterior a los palestinos, en particular los fondos árabes que se prometieron en la reciente cumbre árabe de Riad.

Por último, hemos instado a Israel en múltiples ocasiones a que reanude la transferencia de los ingresos aduaneros palestinos. Hacemos uso de todos los instrumentos a nuestro alcance, ya sean económicos o políticos, pero la supervivencia de este Gobierno no depende solo de nosotros. Únicamente la reanudación de los flujos financieros a la Autoridad Palestina puede ofrecer una solución duradera a su crisis financiera. Y los palestinos deben desempeñar el papel que les corresponde y decidir de una vez por todas poner fin a la lucha y concentrarse en la paz.

Seguimos pensando, a pesar de las dificultades que observamos en los Territorios Palestinos ocupados y en el Líbano, que debemos aprovechar la gran oportunidad que se presenta para el proceso de paz antes de que desaparezca, por lo que es muy importante que la iniciativa alemana tenga éxito. Es crucial que la Liga Árabe vuelva a poner en marcha su Iniciativa de Paz. Como saben ustedes, ha habido una firme supervisión diplomática del más alto nivel en el Consejo, la Comisión y el Parlamento Europeo. Yo misma he mantenido varias reuniones con el Comité de Seguimiento en Sharm el Sheij, en Riad y, más recientemente, en la reunión del Consejo de Asuntos Generales y Relaciones Exteriores celebrada en Bruselas.

El Secretario General de la Liga Árabe, Amr Moussa, y otras personalidades han subrayado la urgencia de la cuestión, que hoy resulta más evidente que nunca, y nos ha pedido ayuda para llevar a las partes a la mesa de negociaciones. En el lado israelí me parece alentador que la Ministra de Asuntos Exteriores, Livni, haya visitado El Cairo, y ahora está a la espera de recibir la visita de sus homólogos jordano y egipcio en las próximas semanas. También ella se ha mostrado más dispuesta que antes a entablar un diálogo, y la Presidencia alemana la invitará a participar en la próxima reunión del CAGRE.

Al mismo tiempo, reconozco igualmente los esfuerzos realizados por la Secretaria de Estado, Condoleeza Rice, por reunir a las partes y comenzar a hablar sobre el futuro político de los palestinos. Espero que sea posible, aunque los acontecimientos no van por buen camino en estos momentos. La energía y el esfuerzo que han invertido Jordania, Egipto, Arabia Saudí y otros países también merecen ser reconocidos.

La semana que viene se reunirá el «Cuarteto». Espero que esta reunión responda a los esfuerzos de la Liga Árabe, que podrían permitir avanzar una vez más en todas las vías del proceso de paz, pero también soy realista y comprendo que la Presidencia alemana haya dicho que al menos deberíamos mantener la situación.

 
  
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  José Ignacio Salafranca Sánchez-Neyra, en nombre del Grupo PPE-DE. (ES) Señora Presidenta, efectivamente, estamos ante una situación realmente muy difícil. Como han subrayado el representante de la Presidencia en ejercicio del Consejo y la Comisaria, se trata de una crisis política grave, con enfrentamientos y guerras intestinas entre las dos facciones que asumen el Gobierno de Unidad Nacional, en el que se habían puesto tantas esperanzas; una crisis económica, social y humanitaria gravísima, con unos datos demoledores: más del 66 % de la población palestina por debajo del índice de la pobreza; más del 50 % sin seguridad alimentaria; más de un millón de personas que no han podido percibir una renta estable a lo largo del último año; cien muertos en los últimos tres días en el Líbano; muchísimos muertos en la Franja de Gaza.

Creo que, ante esta situación, la Unión Europea tiene que salir de su letargo y dar un paso en la buena dirección.

Si hay algo que se ha hecho bien, hay que ponerlo en el activo de la Comisión Europea, que, en medio de innumerables dificultades, está prestando su contribución a la catástrofe humanitaria y social que está viviendo la región, pero creo que tenemos que ir más lejos.

La señora Comisaria nos ha recordado que el Alto Representante, Javier Solana, está en estos momentos en la región. Tenemos que tener presencia de ánimo y fuerza para tratar de salir de las declaraciones retóricas, señor Presidente en ejercicio del Consejo, y hacer un esfuerzo, desde la Unión Europea, para tratar de llevar un poco de sentido común a esta situación de barbarie que está viviendo la región.

Hay un círculo vicioso de la violencia: el envío de misiles Kassam, las represalias israelíes, el anuncio de los ataques suicidas... Estamos ante una espiral de violencia absolutamente suicida.

Hay que intentar poner un poco de orden, confiar en los esfuerzos del Alto Representante, movilizar al máximo la diplomacia de la Unión Europea y apoyar, desde la Comisión, todo el ejercicio de apoyo humanitario y económico que se está llevando a cabo.

Quisiera comentar a la Presidencia en ejercicio del Consejo una cuestión que me parece clave, es decir, que para reanudar la ayuda directa a la Autoridad Nacional Palestina el «Cuarteto» afirmó que lo decisivo era no solo la composición del Gobierno sino también las acciones que el Gobierno estaba desarrollando.

¿Podría la Presidencia en ejercicio del Consejo hacer una valoración de este dato y explicarnos cómo podríamos salir de este círculo vicioso de odio, violencia y destrucción?

 
  
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  Pasqualina Napoletano, en nombre del Grupo del PSE. (IT) Señora Presidenta, señor Gloser, señora Ferrero-Waldner, Señorías, la muerte y la violencia han regresado a Gaza, al Líbano y a Israel. El Grupo Socialista en el Parlamento Europeo insiste en la necesidad urgente de un cambio sustancial de la política de la Unión Europea en Oriente Próximo, con el pleno restablecimiento de las ayudas económicas a las instituciones y al pueblo palestinos.

Los conflictos de los últimos días son fruto de la exasperación y de una situación política estancada, además de demostrar y confirmar el hecho de que Israel no construirá su propia seguridad sobre la muerte de Palestina y de los palestinos. El doble rasero de la democracia europea ante el Gobierno de unidad nacional debe cesar, puesto que la continuidad política de ese Gobierno es la única esperanza de recobrar el control de la situación.

Pero la decisión de suspender las ayudas financieras a las instituciones parece más absurda aún desde la formación del Gobierno de unidad nacional. El hecho de que el Consejo y la Comisión hayan decidido no reunirse con los representantes ministeriales de Hamás y los independientes no contribuye en nada a la estabilidad de ese órgano ejecutivo, que es en este momento la única vía para poder dar expresión política al pueblo palestino.

El acuerdo de La Meca, aunque no sea una repetición acrítica de los cuatro puntos del «Cuarteto», es evidentemente un paso en la buena dirección, hacia el reconocimiento mutuo y el cese de la violencia. Sobre esta base tenemos que trabajar para asegurar que la situación evolucione en sentido positivo. Otro motivo es, como ha recordado la Comisaria, que Abu Amr, el Ministro de Asuntos Exteriores, nos visitó aquí la semana pasada en Bruselas y nos tranquilizó mucho a ese respecto.

Nos sumamos al dolor y a la condena por el lanzamiento de misiles sobre Sderot, y también por las víctimas y heridos que ha habido allí, pero al mismo tiempo queremos pedir a las autoridades palestinas e israelíes que abandonen las represalias desproporcionadas, excesivas e ilegales contra figuras políticas y civiles palestinas. Se ha puesto en marcha una dinámica perversa y nosotros, los europeos, debemos tratar de detenerla.

Quiero recordarles que las 78 personas que han muerto en los últimos días en el Líbano hablan claramente de otro fruto envenenado en el conflicto árabe-israelí, y es la posibilidad de que en el Líbano pueda volver a estallar un conflicto abierto con los 400 000 refugiados palestinos presentes en su territorio. Hemos vivido ya esa pesadilla, así que tratemos de prevenirla, de la misma forma que el pasado mes de julio pusimos fin a la guerra y a las agresiones de Israel contra el Líbano.

 
  
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  Chris Davies, en nombre del Grupo ALDE.(EN) Señora Presidenta, el Presidente en ejercicio ha dicho que el nuevo Gobierno de unidad de Palestina no había pasado la prueba decisiva. Pues bien, los israelíes no han dejado de construir su muralla de seguridad y de robar suelo y agua a los palestinos. Los israelíes no han liberado a 10 000 prisioneros, muchos de los cuales están detenidos si haber sido acusados o juzgados. Los israelíes no han desmantelado sus puestos de control –589 según las últimas cifras de la Comisión– que imponen un embargo económico a los palestinos. Los israelíes no han devuelto el dinero –que actualmente debe sumar unos mil millones de euros– que retienen de los ingresos propios de los palestinos el año pasado. No han puesto fin a la partición y la separación por medio de documentos de identidad, que el dirigente de mi partido, Paddy Ashdown –nuestro antiguo representante en Bosnia y Herzegovina– calificó el sábado pasado de racismo disfrazado de administración.

Digo esto al Presidente en ejercicio porque algunos consideran que la Unión Europea aplica un doble rasero, pues ignoramos todos los actos ilegales de los israelíes, pero esperamos que los palestinos se comporten como santos. Cuando la Comisaria dice que utilizamos todos los instrumentos a nuestro alcance para hacer que los israelíes respeten los acuerdos internacionales y obedezcan la ley, creo que pueda ser cierto. Contamos con muchos instrumentos que ni siquiera hemos intentado utilizar.

Así pues, ¿qué debe hacer ahora el Gobierno de unidad palestino? Hace tan solo dos semanas, tras la reunión entre nuestra delegación y el Primer Ministro Haniya, no solo quedamos convencidos de que el Gobierno de unidad estaba decidido a cumplir los tres principios del «Cuarteto» y creíamos que los cumplía, sino que también se reuniría sin reservas ni condiciones con miembros del «Cuarteto» en cualquier momento para resolver estas diferencias. Invito al Presidente en ejercicio a que acepte esa oferta.

Tenga en cuenta igualmente los comentarios que hizo ayer el Ministro de Asuntos Exteriores noruego cuando se preguntó que sucedería si no apoyamos a este Gobierno. Si no le prestamos nuestra ayuda, lo único que habrá será caos y crisis.

Por lo tanto, señor Presidente en ejercicio del Consejo, la buena noticia de su discurso es que una vez más intenta celebrar una reunión urgente para pasar revista a la situación. Se trata de un paso positivo. Todo lo que puedo decir es que a menudo hemos acusado a los palestinos de dejar pasar oportunidades, al igual que a los israelíes. Esta es una oportunidad que no debemos dejar pasar nosotros.

 
  
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  Ryszard Czarnecki, en nombre del Grupo UEN. (PL) Señora Presidenta, señora Comisaria, señor Gloser, Señorías, la situación en Oriente Próximo plantea un reto importante y permanente no solo a los países de la región, sino también al resto del mundo. Queremos advertirles de que no adopten un enfoque emocional sesgado respecto a este conflicto que dura ya varias décadas. A pesar de toda la simplificación y la tentación de caer en evaluaciones fáciles basadas en las noticias que se dan por televisión, no hay que ver la situación en blanco y negro. Puede que en algunos círculos esté de moda acusar a Israel de agresor y de opresor, pero esa idea es falsa y equivocada.

La propagación de actitudes radicales y los votos emitidos a favor de grupos radicales como Hamás indican que casi no existen posibilidades para el diálogo en este terreno. Otra gran dificultad que no suele mencionarse estriba en las profundas divisiones y las amargas luchas intestinas que han llevado al conflicto armado dentro de la clase política y la sociedad palestinas.

Algunos expertos han llamado la atención sobre el sistema educativo de la Autoridad Palestina. Como dijeron los que asistieron a la conferencia organizada la semana pasada por el señor Van Orden en el Parlamento Europeo, el sistema refuerza unos estereotipos negativos y antagonistas en relación con la Guerra Santa de la yihad y la oposición estructural a Israel y un verdadero odio a ese país. En aras de la objetividad, hay que decir también que desde la victoria de Hamás en las elecciones celebradas en la Autoridad Palestina, Israel ha venido ejecutando un plan bastante controvertido por el que se niega a transferir ingresos fiscales palestinos a la Autoridad. Esto tiene que afectar gravemente a las relaciones entre Israel y la Autoridad Palestina. La Unión Europea debe reaccionar de una manera realista y racional. No debe comportarse como un tío benevolente y miope que maneja grandes cantidades de dinero de bolsillo, pero que no sabe el uso que se está haciendo del mismo. La Unión tampoco debe convertirse en rehén de ninguna de las partes implicadas en el conflicto.

 
  
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  Caroline Lucas, en nombre del Grupo Verts/ALE. – (EN) Señora Presidente, tengo que reconocer que aún estoy conmocionada por las palabras del representante del Consejo. No puedo entender que diga que el nuevo Gobierno de unidad no cumple los criterios del «Cuarteto». Nuestra delegación acaba de regresar de la región y todos nosotros acordamos por unanimidad que sí los cumplía.

Es cierto, aún se lanzan algunos cohetes Kassam, cosa que debemos condenar. Pero, ¿realmente cree que la UE contribuye a controlar la situación negándose a entablar un diálogo con el Gobierno? ¿Cree realmente que dicha situación no tiene nada que ver con el bloqueo económico y político que Israel impone a Gaza?

Usted ha hablado de la detención del soldado Shalit –quien debe, por supuesto, ser liberado–, pero ni siquiera menciona a los 41 miembros del Consejo Legislativo Palestino que siguen detenidos en Israel; ni siguiera menciona la detención de 10 000 presos políticos palestinos en manos de Israel, muchos de los cuales no han sido juzgados. Así que equilibremos un poco este debate.

Al negarse a reconocer plenamente al nuevo Gobierno de unidad y al canalizar la ayuda a través del Mecanismo Temporal Internacional y no a través de la Autoridad Palestina, la UE socava activamente la autoridad y el aparato de las instituciones democráticas palestinas. Peor aún, nuestra posición alienta a aquellos elementos de dentro y fuera de Palestina que desean que este Gobierno fracase. Cada día que pasa sin que entablemos un verdadero diálogo con este Gobierno es un día más para que los extremistas afirmen que la democracia no funciona, que han hecho todo lo que exigía la comunidad internacional –elecciones democráticas, un nuevo Gobierno de unidad, cumplimiento de las exigencias del «Cuarteto»– y aún así nos enfrentamos a un boicot político y económico. Así, ¿por qué diablos ayudamos a instalar un Gobierno elegido democráticamente que hace todo lo posible por mantener la paz?

¿Es realmente eso lo que queremos? No crean que la alternativa será un Gobierno ligeramente diferente cuyos colores nos gusten un poco más. La alternativa será el caos y la violencia a una escala inimaginable, se desestabilizará toda la región y el extremismo crecerá aún con más rapidez en Oriente Próximo.

Porque mientras el Consejo introduce un compás de espera para ver cómo se comporta el nuevo Gobierno, cada día que pasa hace peligrar todavía más el resultado que el Consejo desea. Existe un peligro sumamente real de que en unos cuantos años recordemos este momento y pensemos: «¿Por qué diablos no apoyamos la democracia en Palestina cuando tuvimos la oportunidad de hacerlo?»

Por ello digo al Consejo: díganos por favor lo que tiene que hacer el Gobierno palestino, y pregunto a la Comisión cuándo suspenderá el Acuerdo de Asociación UE-Israel.

 
  
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  Kyriacos Triantaphyllides, en nombre del Grupo GUE/NGL. – (EL) Señora Presidenta, señor Ministro, señora Comisaria, la Unión Europea no está al margen de los incalificables acontecimientos que han tenido lugar hoy en Palestina. Eso es porque no ha sabido actuar con decisión en el momento oportuno y en el sentido adecuado.

Hace veinte días, la delegación del Parlamento Europeo para las Relaciones con el Consejo Legislativo Palestino realizó una visita oficial a Palestina. Nuestra visita tuvo lugar en un momento histórico para Palestina, después de la toma de posesión de un nuevo Gobierno que había ganado unas elecciones libres y democráticas, un Gobierno que, aunque tenía el apoyo del 60 % del electorado, cuando fue desafiado por los Estados Unidos y la Unión Europea, no dudó en compartir el poder con otras fuerzas políticas para constituir un Gobierno de unidad nacional, al frente del cual se colocó el líder incuestionable de la Autoridad Palestina, Abu Mazen, obedeciendo ciegamente a los llamamientos del Consejo de la Liga Árabe.

Por tanto, fue a este Gobierno, que representa al conjunto del pueblo palestino, al que la delegación del Parlamento Europeo planteó con claridad cuestiones fundamentales relacionadas con el proceso de paz en Oriente Próximo y, como han dicho mis honorables amigos, recibimos respuestas claras.

Nos dijeron que ellos reconocen el derecho a la existencia de Israel dentro de las fronteras de 1967. Todo lo que tienen que hacer es reconocer su derecho a crear su propio Estado próximo a Israel.

Ellos rechazan la violencia. Reconocen todos los acuerdos alcanzados entre Israel y la OLP. Una de sus prioridades inmediatas es la liberación del señor Johnston. Están trabajando también por conseguir la liberación de Saleet dentro de un marco de intercambio de prisioneros.

Pero nos dijeron que para poder conseguir sus objetivos, necesitan nuestra ayuda. El embargo político y económico tiene que levantarse de inmediato.

Por eso termino haciendo un llamamiento a Israel y otro a los palestinos:

- Israel debe dejar de lanzar misiles contra sus enemigos y liberar a todos los representantes electos de los palestinos;

- los palestinos tienen que dejar de lanzar misiles contra territorio israelí.

Insto también al Consejo y a la Comisión a reconocer de inmediato al nuevo Gobierno de unidad nacional del Presidente Abbás, democráticamente elegido, y a poner fin en el acto a su política de contactos selectivos con algunos miembros de ese Gobierno. Detengan de inmediato el embargo político y económico. Participen dinámicamente en un diálogo creativo con la totalidad del Gobierno de unidad nacional. Apoyen a este Gobierno para que pueda negociar la paz. De lo contrario, imperará el caos y la Unión Europea tendrá su parte de responsabilidad en ello.

 
  
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  Paul Marie Coûteaux, en nombre del Grupo IND/DEM. (FR) Señora Presidenta, la situación en Palestina confirma tristemente lo que los soberanistas vienen diciendo desde hace lustros sobre el conflicto en Oriente Próximo, es decir, que sería falso creer que dicho conflicto pueda reducirse a la mera oposición entre palestinos e israelíes y, aún menos, por supuesto, entre musulmanes y judíos.

La verdadera línea de ruptura, por lo demás cada vez más abierta, enfrenta, por un lado, a los partidarios de la conciliación, de lo que han dado ejemplo varios hombres de Estado israelíes –no puedo dejar de citar aquí el glorioso nombre de Isaac Rabin–, pero también hombres de Estado palestinos, como Yasir Arafat y Mahmud Abbás, y, por otro, a los fanáticos, tanto a los fanáticos musulmanes como a los fanáticos del gran Israel, cuyas connivencias no es necesario ya demostrar, pues sabemos que los movimientos extremistas palestinos han sido respaldados, e incluso financiados, por algunos radicales israelíes.

Hay, pues, dos campos: por un lado, el campo de la solución política y, finalmente, la paz; por otro, el del enfrentamiento, el odio y la guerra sin fin. La desgracia ha querido que, a pesar de las buenas palabras, los Estados Unidos sigan el juego de los halcones, los extremistas israelíes y los integristas musulmanes, mientras que Europa, quiero decir los principales Estados europeos, ha permanecido muda durante ese tiempo. La única voz europea, aunque poco unida, fue la declaración de Venecia, de junio de 1980, mediante la cual los europeos se pronunciaron a favor de la creación de un Estado palestino. No obstante, nuestras divisiones se han profundizado y ahora Europa, de nuevo, solo puede hablar con una sola voz cuando no tiene nada que decir.

Pues bien, es hora de restaurar la soberanía de los Estados de Europa, para que puedan de nuevo practicar libremente su política en esta parte del mundo, en la que se juega buena parte de su futuro.

 
  
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  Philip Claeys, en nombre del Grupo ITS. – (NL) Señora Presidenta, cualquiera que haya seguido los acontecimientos ocurridos en Oriente Próximo en los últimos días no podrá más que sentirse desalentado. El miércoles pasado, en la Conferencia de Presidentes de nuestro Parlamento, tuve el honor de asistir a una reunión con Amr Musa, Secretario General de la Liga Árabe y Ministro de Asuntos Exteriores de la Autoridad Palestina. En dicha reunión me pareció evidente que tienen una voluntad sincera de trabajar por un plan de paz para la región, pero algunas cosas –cómo lo diría–, problemas estructurales, siguen sin resolverse.

Hamás, el principal partido político del Gobierno palestino, sigue sin explicar su rotunda negativa a reconocer a Israel y sigue negándose a renunciar y condenar el terrorismo y la violencia. Todo el mundo se pregunta cómo, en esas circunstancias, las conversaciones de paz pueden conducir al éxito.

De hecho, en los últimos días ha estallado también la violencia entre los diferentes campos palestinos, incluso con un bombardeo frustrado contra el Presidente Mahmoud Abbás. Para mí es indudable que Israel tiene derecho a defenderse contra la violencia y el terror, con medios militares si es necesario. Pero debe advertirse a Israel que abandone las acciones dirigidas contra diputados palestinos y a fortiori contra el Primer Ministro palestino, pese a que algunos han manifestado interés por tomar esa vía, ya que si lo hacen, habrán cruzado una peligrosa línea, que hará inevitable una escalada posterior e incluso mayor de la violencia.

 
  
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  Jim Allister (NI).(EN) Señora Presidenta, la miseria y el sufrimiento en Palestina es realmente atroz y aunque el hecho de que en gran medida es culpa de ellos mismos no reduce su efecto, va en contra de aquellos que siempre desean culpar a Israel por todas las tragedias de esa región. Hoy, una vez más, los sospechosos habituales de este debate, como el señor Davies y la señora Lucas, en nombre de sus habituales grupos de presión, han hecho todo lo posible por echar la culpa de todo, contra toda razón, a Israel. Lo que presenciamos es una verdadera guerra civil en Palestina entre Al Fatah y Hamás, y las acciones especialmente agresivas de Hamás nos demuestran que el camino de la democracia y un mandato democrático no han hecho nada para dominar o atenuar su carácter terrorista. Es esta adherencia sin tapujos al terrorismo lo que hace que Hamás no sea apto para gobernar. De modo similar, sus continuas agresiones contra Israel, con la campaña de cohetes que no cesa, justifica plenamente la respuesta defensiva de Tel Aviv.

Me temo que mientras Al Fatah y Hamás puedan recurrir tanto a las armas como a las urnas, la democracia y la paz que pueden ofrecer no prevalecerá en esta entidad problemática y malograda que es Gaza. Cualquier iniciativa internacional que no proceda a retirar las armas a ambos bandos en Palestina estará condenada al fracaso.

 
  
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  Edward McMillan-Scott (PPE-DE). (EN) Señora Presidenta, una vez más debatimos la trágica situación de Palestina. Permítame decir desde un principio que todos nosotros condenamos el terrorismo dondequiera que tenga lugar. Debo decir que todos los terroristas suicidas que efectuaron los atentados de Londres de hace un par de años procedían de mi circunscripción. Sin embargo, estaban motivados por los sucesos de Oriente Próximo –en Iraq y Palestina–, por lo que no debemos considerar que lo que sucede en Oriente Próximo afecta únicamente a la gente que vive ahí, sino también a personas que viven en nuestro territorio.

Yo solía decir que Israel era la única democracia de Oriente Próximo, pero hace dos años presidí nuestra delegación a la elección del Presidente Abbás, que fue muy bien acogida por la comunidad internacional. Sin embargo, cuando vino aquí hace unos meses dijo que si nosotros, la comunidad internacional, no lo apoyábamos, reinaría el caos y la guerra civil en su país.

El año pasado presidí la Misión de Observación para las elecciones parlamentarias en Palestina y, a continuación, la Unión Europea se negó a aceptar sus resultados. Al parecer, la «Hoja de Ruta» nos paraliza. No obstante, creo que la situación ha llegado a un punto en que la UE simplemente tiene que cambiar de enfoque. Palestina está al borde del colapso económico, político y social. Corremos el riesgo de que se repita lo sucedido en Argelia, donde la negativa de Occidente a aceptar los resultados de las elecciones de 1992 arrojó un resultado de 200 000 muertos.

Si la UE no puede reconocer al Gobierno de unidad, creo que ha llegado el momento de que coopere con dicho Gobierno al menos en las condiciones de un proyecto de resolución que algunos de nosotros debatimos la semana pasada. En segundo lugar, me parece que ya es hora de que la Comisión de Asuntos Exteriores del Parlamento Europeo tenga un grupo de trabajo para Oriente Próximo, y no solo para las Naciones Unidas, los Balcanes o los cinco instrumentos de financiación externa.

 
  
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  Véronique de Keyser (PSE).(FR) Señora Presidenta, imaginemos una ciudad regularmente hundida en la oscuridad. Imaginemos una ciudad sin policías. Imaginemos funcionarios sin salario desde hace un año y medio. Imaginemos hospitales sin medicamentos y escuelas sin material escolar. Imaginemos una ciudad cerrada, abandonada a sí misma, sin una administración que funcione. E imaginemos que por ella circula dinero, y armas. Recordemos que una noche de avería eléctrica en Nueva York dio pie a pillajes y delitos en la mayor democracia del mundo… Entonces, ¿qué cabe esperar hoy de Palestina?

Nuestra política irresponsable ha conducido al hundimiento de las administraciones que habíamos establecido, al debilitamiento del poder establecido, a la extensión de la pobreza, a la reaparición de enfermedades que habían desaparecido –hasta el Banco Mundial lo admite–, y ello a pesar de los loables esfuerzos de la Comisión. Hoy acabamos de subir un peldaño más hacia la miseria: ¡los palestinos se matan entre ellos! Pero el escenario era previsible, Señorías. En vez de buscar la unidad de las dos grandes facciones palestinas, legitimadas por unas elecciones indiscutidas, en vez de apostar, desde el comienzo, por su unidad, decidimos jugar a imponer sanciones y de este modo dividirlas.

Mientras el Presidente Abbás arriesgaba su vida y se jugaba el todo por el todo en un intento de asegurar la formación de un Gobierno de unidad nacional basado en una plataforma política que se inspiraba en los principios del «Cuarteto» y respetaba los compromisos de paz anteriormente contraídos, nosotros nos cruzamos de brazos y nos limitamos a esperar. No supimos aprovechar el rayo de luz y las esperanzas generadas en La Meca.

Hoy, Javier Solana, de misión en la región, declara con razón: «Debemos apoyar la unidad palestina». ¡Pero no apoyaremos esa unidad enviando dinero y armas a una de las dos partes! Solo hay un medio, como todos saben: es político. Por esta razón, con algunos de mis colegas, les digo esto: ¡urge reconocer al Gobierno de unidad nacional! Hay que asentar su autoridad, hay que ayudarle a asentar su autoridad y garantizar la subsistencia de la población.

Quien siembra vientos, recoge tempestades: no soy la primera en decirlo. Pero si nos seguimos negando a tratar con los islamistas moderados, solo nos quedarán los radicales y extremistas, ¡y no dejarán oír su voz solo en Palestina!

 
  
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  Alexander Lambsdorff (ALDE).(DE) Señora Presidenta, la situación es realmente trágica. Grupos de radicales de Hamás están bombardeando Sderot día tras día con misiles Kassam y esos ataques, lejos de ser aleatorios, constituyen el quinto incumplimiento del alto al fuego.

Es evidente que se trata otra vez de desviar la atención de las luchas intestinas entre los propios palestinos, es decir, entre Hamás y Al Fatah, con combates que se han cobrado la vida de 55 palestinos, muertos a manos de palestinos. Ellos pensaron que había llegado el momento de centrar la atención en su enemigo común, Israel, ¿y cómo respondió Israel? Respondió amenazando con el puño. Este Gobierno israelí, cuyos niveles de aprobación se sitúan en torno al 3 %, está haciendo un favor a Hamás al tratar de eliminar el origen de los ataques por medios militares, causando más víctimas palestinas, cuyas muertes lamentamos. Hamás ha vuelto a ganar tiempo para sí misma y puede aplazar para otro día las concesiones políticas necesarias. Pero volvemos a tener la impresión de estar paralizados. Al fin y al cabo, en La Meca se hicieron concesiones; puede que no hayan sido suficientes, pero a pesar de la debilidad de La Meca, esas concesiones constituyen un paso importante en dirección a la paz. Ese acuerdo se ha hecho ahora añicos con esta reanudación de la violencia.

Creo, pues, que en este momento es oportuno y bueno que la Unión Europea insista en el cumplimiento de todas las condiciones del «Cuarteto» y de lo que se acordó en La Meca, antes de reanudar los pagos al Gobierno de unidad nacional. Esto no va en contra del llamamiento que el señor McMillan Scott ha a favor de una cooperación pragmática y plena, cuando eso beneficie realmente a los ciudadanos.

Pero no debemos abandonar este instrumento vital antes de que llegue el momento de hacer eso. Quiero animar al Consejo, a la Comisión y a la Liga Árabe a que hagan el esfuerzo de presionar, y me gustaría mucho ver que tienen éxito a la mayor brevedad posible.

 
  
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  Jan Tadeusz Masiel (UEN). – (PL) Señora Presidenta, señor Gloser, señora Comisaria, la Unión Europea ha conseguido mantener su credibilidad en la reciente cumbre celebrada en Samara. El señor Barroso, Presidente de la Comisión, y la señora Merkel, Presidenta del Consejo, no dudaron en hacer comentarios pertinentes y directos sobre el trato injusto recibido por Polonia, un Estado miembro de la Unión Europea, respecto a la cuestión de la carne. El señor Barroso y la señora Merkel hicieron también comentarios en la misma línea sobre los derechos humanos en Rusia.

Se plantea la pregunta de por qué la Unión no va más allá y hace hincapié en el destino de los palestinos en Israel, o el destino de Chipre, que ha estado bajo ocupación turca desde 1974. En el siglo XXI se siguen cometiendo graves injusticias a las mismas puertas de la Unión, y seguimos haciendo poco por ayudar a ponerles fin.

¿No moría la gente en Palestina antes de la creación del Estado de Israel? ¿Cuánto tiempo más permanecerá el ejército israelí de ocupación en los Territorios Palestinos? ¿Tienen derecho los palestinos a un Estado propio? Al pueblo judío se le negó un Estado propio durante mucho tiempo; ¿cómo pueden ahora privar a otros de ese derecho? Los palestinos responden a la ocupación permanente lanzando ataques contra Israel. En comparación con las acciones perpetradas por las fuerzas israelíes, las perpetradas por los palestinos son actos de aficionado.

Israel es quien tiene que dar el primer paso para facilitar la creación de un Estado palestino. Ese sería un primer paso para reducir la violencia en la región y favorecer la coexistencia.

La Unión Europea tiene el deber de ser la guardiana de la libertad en el mundo, sobre todo ahora que los Estados Unidos han renunciado a ese papel y se han puesto del lado de Israel. Es posible que los acontecimientos del 11 de septiembre no se hubieran producido si Estados Unidos hubiera mantenido su papel de guardián imparcial de la ley y la justicia en todo el mundo.

 
  
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  Johannes Voggenhuber (Verts/ALE).(DE) Señora Presidenta, señora Comisaria, señor Presidente en ejercicio del Consejo, habiendo dicho en el último debate, que tuvo lugar después de la victoria de Hamás, que Europa no debe volver a dejar nunca que la existencia de Israel se vea amenazada, regreso con una gran angustia y tristeza de mi viaje por Palestina. Quiero decir con eso que, aunque quería visitar Palestina, no había nada que encontrar allí; no encontré más que un territorio militarizado, desmembrado, dividido, un territorio donde los miembros de las familias viven separados entre sí y de sus lugares de trabajo, en donde los pueblos se ven privados de agua y de tierras fértiles.

Todo lo que puedo decirles, señor Presidente en ejercicio del Consejo, señora Comisaria, es que nadie puede vivir en esas circunstancias. El régimen de ocupación del Gobierno israelí no está haciendo que el país sea más seguro; se está poniendo en peligro al convertir a Palestina en un terreno abonado para la desesperación, el odio y la violencia. Puedo decirle, señora Comisaria, que la situación ha empeorado; y que seguirá empeorando, cosa que no puede ni debe sorprender a nadie.

Los políticos siempre encuentran difícil el análisis de medidas militares, pero una convicción fundamental que he sacado de mi viaje y que quiero compartir con ustedes es que este régimen de ocupación sirve también a otros fines: es evidente e innegable que sirve para proteger los asentamientos ilegales y las conexiones entre ellos. Sirve también para mantener los recursos hídricos del país en manos israelíes, para implantar un sistema de adquisición de tierras gracias al cual las fronteras de Israel puedan seguir avanzando. Por ese camino no se alcanzará la paz.

Como he dicho antes, ya nadie puede poner en peligro el derecho a la existencia de Israel y por eso, por muy crítico que uno pueda ser, y sea cuales sean las demandas que podamos hacer en aras de la paz en Israel, lo que quiero decir hoy es que tenemos que exigir que se abandone ese régimen de ocupación y prestar ayuda para la creación de un Estado palestino viable.

 
  
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  Luisa Morgantini (GUE/NGL). – (IT) Señora Presidenta, Señorías, los palestinos siguen muriendo y ya han muerto muchos; de nuevo, se les está imponiendo un castigo colectivo. La respuesta del ejército es contra un grupo de terroristas, a los que hay que hacer frente, pero de nuevo es el pueblo palestino el que paga las consecuencias.

Nuestra obligación y responsabilidad es reconocer nuestro fracaso como comunidad internacional, como partidos políticos y como movimientos: después de cuarenta años prosigue la ocupación militar de Israel y el muro está robando agua y territorio al futuro Estado palestino. La tragedia que se está produciendo se predijo muchas veces.

Desde 1980 hemos venido hablando de dos pueblos y dos Estados: un Estado existe, pero el otro no. El pueblo palestino se ve privado de libertad, humillado y expropiado, y es rehén de grupos extremistas que han secuestrado al pueblo y también a sus dirigentes. ¡No basta con eso! Realmente no basta con prometer que daremos más ayuda económica. La solución es política: poner fin a la ocupación militar y a la expansión de los asentamientos, reconocer al Gobierno palestino de unidad nacional, y trabajar por conseguir la unidad palestina, y no su división.

Tenemos que demostrar que la Unión Europea cree en la legalidad internacional y así se lo hace saber a Israel, que está continuamente infringiéndola. El país esta en efecto, día tras día, como dice David Grossman, perdiendo su misma moralidad. ¡Tenemos que actuar deprisa! Actuar deprisa, porque los palestinos y los israelíes y libaneses están pagando el precio de nuestra incapacidad y nuestros dobles raseros. Debemos reconocer al Gobierno y posiblemente también enviar una fuerza internacional de Naciones Unidas a Gaza y a Cisjordania. A mí eso me parece fundamental.

 
  
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  Georgios Karatzaferis (IND/DEM).(EL) Señora Presidenta, seguimos viviendo las consecuencias de un error cometido en 1947. Si no hubiera habido un reconocimiento unilateral de Israel y se hubiera reconocido entonces al Estado de Palestina, nos habríamos ahorrado un gran baño de sangre. Nuestra oficina de estadística ha concluido que toda la sangre derramada en la región podría haber salvado a un millón de niños con transfusiones de sangre.

Todas esas tragedias que han ocurrido con las torres gemelas, en Londres, en Madrid y otros lugares son el resultado de esta política en 1947, que hoy estamos perpetuando. ¿Para qué perderse en detalles interminables? ¿Tendremos mañana la fuerza suficiente para reconocer al Estado de Palestina? Eso sería un avance.

Estamos pitando el final del partido con el marcador en 90 – 10. Cuando el árbitro pita el final del partido con el marcados en 50 – 50, abandona el terreno de juego con la cabeza bien alta. Cuando pita el final del partido con el marcador en 60 – 40, el partido ha terminado, pero cuando pita el final con el marcador en 90 – 10, tanto las gradas como el campo se convierten en un infierno.

Nosotros somos, por tanto, responsables de ese infierno, porque hemos pitado el final del partido cuando el marcador estaba en 90 – 10. El mundo está en crisis y oímos hablar todos los días en el Parlamento Europeo de las armas nucleares de Irán. Nadie ha hablado nunca de las armas nucleares de Israel y eso no está bien. Si queremos ser justos, si queremos creer a nuestros ciudadanos e inspirarles confianza, tenemos que administrar justicia y solo habrá justicia con el reconocimiento del Estado de Palestina.

 
  
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  Jean-Claude Martinez (ITS).(FR) Señora Presidenta, señora Comisaria, el muro de Berlín puede haber caído, el imperio soviético puede ser cosa del pasado, el mundo se ha globalizado, pero al menos hay algo inmutable, un lugar donde la historia se ha detenido: Palestina. Esta Palestina que está convirtiéndose en el agujero negro de la humanidad: Gaza, los campos, los cohetes, las intifadas, los atentados, una sola tierra para dos pueblos, una guerra que dura ya 60 años. Es más, una avalancha de mitos, con explanadas, tumbas, patriarcas, templos, mezquitas, monoteísmo y cinismo, un cinismo compartido, por lo demás, por los duros de ambos bandos, por parte de Israel, la tecnología, la fuerza, la eliminación de Arafat, de Al Fatah, el estrangulamiento económico, los presos, en resumen, todo, pero sobre todo nada de negociaciones, Irán mejor que Iraq, chiísmo mejor que baazismo, y, por parte palestina, los duros tienen evidentemente la demografía de su lado a largo plazo.

Entre tanto, tres generaciones sacrificadas ya, y ¿qué hacemos nosotros? Pues bien, hacemos declaraciones, visitas, viajes –¿no es cierto, señor Solana?–, ayuda humanitaria. ¡Es todo! Ahora bien, este conflicto es un hijo lejano de los conflictos europeos de 1914-1918 y 1939-1945, y nosotros no hacemos lo necesario, caemos en el fariseísmo. Sin embargo, sabemos que hay que ir más allá de la reunión de urgencia, que hay que levantar los embargos, que hay que invertir, que hace falta un Camp David europeo, con todas las partes, Israel, Palestina y su Gobierno de unidad, pero también Siria, también Irán, también el Líbano, y sabemos también que hay que manifestar el derecho, los dos derechos, sin duda el derecho del Estado de Israel a existir en perpetuidad, pero también el derecho del Estado palestino a existir, a ser reconocido.

 
  
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  Charles Tannock (PPE-DE).(EN) Señora Presidenta, la reciente espiral descendente de violencia entre el movimiento secular armado de Al Fatah y las milicias islámicas de Hamás en Gaza es causa de grave preocupación, ahora que vemos las consecuencias de un liderazgo israelí debilitado después de la guerra del Líbano y un Presidente palestino también debilitado, Abbás, teniendo que tratar con los fundamentalistas religiosos dentro de Hamás, que ganó las elecciones el año pasado. Es evidente que los miembros de Hamás del Gobierno de unidad no son capaces de distanciarse de posiciones intransigentes basadas en puntos de vista oscurantistas y teocráticos según los cuales el Estado de Israel nunca podrá ser reconocido expresamente, la violencia terrorista está justificada y ellos no están vinculados a anteriores acuerdos firmados por el difunto Presidente Arafat.

Así que está claro que este Gobierno de unidad de la Autoridad Palestina no cumple los criterios del «Cuarteto» y la UE no puede levantar la prohibición sobre Hamás como organización terrorista ni financiar directamente a la Autoridad Palestina en este momento, encomendando al Mecanismo Temporal Internacional la entrega de ayuda humanitaria, que ahora asciende a 500 millones de euros anuales y que de hecho ha aumentado durante los últimos tres años. Entre los árabes se acepta cada vez más la conveniencia de una solución negociada, como evidencian las recientes propuestas de la Liga Árabe. Los israelíes reconocen los daños que causa en la economía y la sociedad israelí la continua violencia después de la reciente avalancha de más de 100 misiles Kassam lanzados por Hamás contra zonas civiles. De hecho, la semana pasada se produjo una muerte que constituye, desde mi punto de vista, un crimen de guerra en virtud del Derecho internacional.

Por lo visto, solo los extremistas tienen miedo de la paz. Sean cuales sean los orígenes del conflicto de Oriente Próximo, los Estados árabes reconocen cada vez más que Israel seguirá existiendo, mientras que los judíos de todo el mundo comprenden que la mejor manera de servir a la seguridad de Israel a largo plazo pasa por reconocer las aspiraciones legítimas del pueblo palestino de tener también su propio Estado seguro.

Sin embargo, primero la Autoridad Palestina ha de ser capaz de garantizar la paz y el orden en su propio territorio, cosa que no consigue hacer ahora. Asegurar la liberación del periodista de la BBC, Alan Johnston, y del soldado secuestrado, el cabo Shalit, sería un gran comienzo y crearía un clima propicio para restablecer la crucial «Hoja de Ruta» para las negociaciones de paz.

 
  
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  Hannes Swoboda (PSE). – (DE) Señora Presidenta, Señorías, quiero disculparme por tener que abandonar la Cámara justo después de mi intervención, puesto que he de irme para presidir algo. Ya sé que no es educado, pero quiero pedirles que lo entiendan y me disculpen.

Es indudable, por supuesto, que Israel tiene derecho a defenderse contra los misiles Kassam, porque lanzarlos contra instalaciones y poblaciones civiles es un crimen. Es una provocación para Israel, pero también para el Gobierno que actualmente ocupa el poder en Palestina. Podría incluso decirse que ese es el objeto principal de los ataques; ¿y qué está haciendo la Unión Europea al respecto?

Lamento tener que decir al señor Gloser que la respuesta que nos ha dado –en nombre de la Presidencia del Consejo, por supuesto– es claramente insatisfactoria, igual que la que nos dio en el último debate.

No estamos haciendo nada por fortalecer la mano de las únicas fuerzas que son capaces de actuar en contra de esos terroristas. Nuestras declaraciones no cambiarán nada, ni tampoco las acciones militares israelíes de represalia, por muy justificadas que estén en algunos casos, si la Unión Europea no da a este Gobierno una oportunidad. Digo «Gobierno», porque es cínico decidir con qué Ministros se reunirá uno y con qué Ministros no se reunirá; ya señalé la última vez que la Presidenta del Consejo se había reunido con el Ministro israelí de Asuntos Exteriores, pero cuando tuvo que reunirse con su homólogo palestino, alegó que no tenía por costumbre reunirse con Ministros de Asuntos Exteriores. Esta forma de hacer las cosas no va a dar realmente ningún resultado.

Aunque no tengo ningún deseo de complicarle la vida a la Comisaria de Relaciones Exteriores, ella nos ha dicho que apoyemos al Gobierno más que a Ministros concretos, y aunque los dos dicen que tenemos que apoyar a Abbás, en realidad no están haciendo eso cuando niegan su apoyo a este Gobierno y no favorecen la adopción de medidas contra el terrorismo y los que lo apoyan.

Ese es el problema; si Europa no se compromete a hacer eso, todas estas conversaciones no servirán de nada, ya que la paz solo puede establecerse desde dentro y habrá paz únicamente si hay, en Palestina, fuerzas con poder suficiente para imponer su voluntad al contar con el apoyo –sea político, moral o económico– de la Unión Europea en su lucha contra los terroristas. Eso ayudará tanto a los palestinos como a los israelíes. Permítanme decir una vez más que, para ayudar a Israel, hay que dar a este Gobierno una oportunidad. Ninguna otra cosa merece tomarse en serio.

 
  
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  Vittorio Prodi (ALDE). – (IT) Señora Presidenta, Señorías, quiero dar las gracias a la Presidencia y a la Comisión por su presencia. Claramente, el tiempo disponible me permite solo formular algunas reflexiones.

Palestina es un problema grave y urgente, y nosotros debemos tratar de frenar la espiral actual de violencia. El Gobierno de unidad nacional es nuestro único interlocutor, y nosotros tenemos que tomar nota de eso de una manera realista y tratar de ganar tiempo con un gesto de esperanza hacia Palestina. Podríamos enviar también una fuerza de interposición y tener el coraje, como Unión Europea, de ser un garante común de la seguridad de Israel y de Palestina. Esto tiene que basarse en una política de apertura hacia el mundo árabe, empezando por todo el Mediterráneo, y sin separar por tanto este conflicto del problema general de la relación entre el islam y Occidente.

Creo en un sueño: una Organización de las Naciones Unidas reformada que tenga su sede en Jerusalén, para que este tipo de esperanza pueda hacerse realidad. Podemos trabajar en ello; ¡creo que podremos conseguirlo!

 
  
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  Paul van Buitenen (Verts/ALE).(EN) Señora Presidenta, la Carta de Hamás es un texto sagrado con tres sellos islámicos. A diferencia de la OLP, que es secular, Hamás no reconoce el concepto de paz. La OLP puede querer una solución basada en la coexistencia de dos Estados, pero Hamás quiere eliminar a Israel.

¿Qué dice la Carta de Hamás? En el artículo 7 menciona un orden mundial islámico y la destrucción de todos los judíos. Según los artículos 22 y 28, los judíos estuvieron detrás de la Revolución francesa y rusa, de la Primera y la Segunda Guerras Mundiales, aunque también de las Naciones Unidas, del consumo de drogas y alcohol y del control de los medios de comunicación. Detener el conflicto con Israel es alta traición y los perpetradores serán malditos, según el artículo 32.

La cooperación con Hamás haría a la UE moralmente responsable de un proceso de paz encaminado a la eliminación de Israel. Hemos de ayudar a los palestinos, pero no allanando el camino a Hamás.

 
  
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  Bastiaan Belder (IND/DEM).(NL) Señora Presidenta, a principios de febrero, el periódico alemán Frankfurter Allgemeine Zeitung publicó un informe extremadamente lúgubre sobre la misión de policía de la UE en las regiones palestinas. El jefe saliente, un británico de nombre McGyver, no tuvo pelos en la lengua cuando dijo: «Estamos trabajando aquí en un cenagal de fraude y corrupción».

Meses más tarde, una escalada de rivalidad entre Al Fatah y Hamás no hizo más que empeorar las cosas. Se plantea necesariamente la pregunta de hasta qué punto el Consejo y la Comisión consideran conveniente continuar con la misión de la UE para establecer una fuerza de policía civil en Cisjordania y Gaza. Difícilmente querrán ustedes compartir una parte de la responsabilidad de esa profunda ilegalidad que impera en la región.

Mientras tanto, la agencia de noticias Reuters anunciaba ayer que la Unión Europea prorrogará su misión fronteriza en Rafah durante un año más, bajo el mismo y revelador lema: «Los palestinos son responsables de la frontera». Su policía no duda en interponerse en el camino de los traficantes de armas, drogas, dinero y seres humanos, según los confidentes palestinos, como el que habló conmigo. Pido al Consejo y a la Comisión que formulen la misma pregunta: ¿están ustedes dispuestos a asumir su responsabilidad en esto y hacerlo con un espíritu de humildad?

 
  
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  Günter Gloser, Presidente en ejercicio del Consejo. – (DE) Señora Presidenta, señora Comisaria, Señorías, les pido su comprensión por el hecho de que solo pueda hacer, en este momento, algunos comentarios breves, puesto que tengo una reunión con su Comisión de Asuntos Exteriores a las 18.00 horas, donde revisaré y evaluaré la última reunión del Consejo de Asuntos Generales y Relaciones Exteriores.

Aunque puedo entender todas las cosas que han dicho ustedes, sobre todo lo que han dicho sobre la base de sus propios viajes y conversaciones, les pido también que tomen nota de que fue la Unión Europea, especialmente las Presidencias anterior y actual, la que realmente hizo algo para relanzar el «Cuarteto» de Oriente Próximo y conseguir poner en marcha algún tipo de proceso, sin el cual la iniciativa de Arabia Saudí no habría tenido lugar, y por eso le pido que adopten una visión matizada y tengan en cuenta que algunas cosas no pueden atribuirse a la inmovilización de algunos fondos. Este es, al fin y al cabo, un conflicto entre palestinos. Hemos dicho, por supuesto –como dejé bien claro en la declaración realizada en nombre de la Presidencia–, en nuestras conversaciones con Israel, que tienen que devolver el dinero que pertenece a los palestinos, en forma de aranceles e impuestos, si desean asegurar una serie de medidas de infraestructura. La Comisaria ha comentado en repetidas ocasiones, y también al Consejo, las ayudas que ha concedido la Unión Europea en los últimos años. Puede que los ciudadanos tengan en ocasiones la impresión de que estamos prestando poca o ninguna ayuda, pero es justo lo contrario, porque la Unión Europea ha transferido, y durante un período muy crítico, más fondos de los que había transferido en otras condiciones anteriormente.

Al señor Davis le digo que no queremos que los palestinos, por el hecho de esperarlo todo, tengan que ser vistos como una especie de santos, pero una cosa que quedó clara en la conferencia de La Meca en la que se trató de crear un Gobierno de unidad nacional fue que tienen que cumplirse las condiciones en las que siempre ha insistido el «Cuarteto» de Oriente Próximo, y que son el derecho de Israel a existir, la renuncia a la violencia y también el cumplimiento de los compromisos adquiridos por el Gobierno anterior. Algunas cosas están cambiando, todavía no está claro que el Gobierno se haya comprometido con esas cosas. No hay absolutamente ninguna razón para que nosotros construyamos algún tipo de muro; el Gobierno de unidad nacional podría dar fácilmente ese paso; y podrían establecerse las condiciones. Después de todo, no estamos tratando esta cuestión como si fuera marginal: cada vez que se reúne, el Consejo considera la manera de hacer algún progreso. Como ya he dicho antes, la Presidencia está tratando de organizar, en un futuro inmediato, una reunión del «Cuarteto» de Oriente Próximo, puesto que sabemos cuánto depende de eso. El Alto Representante, que está actualmente en Beirut, muchos kilómetros al norte, sabe que no se trata solo de Palestina e Israel, sino que está también la cuestión de la seguridad del Líbano y su derecho a la autodeterminación.

Les pido que vayamos más allá de las meras palabras y tratemos de poner en marcha algunas iniciativas, no solo para que pueda haber un diálogo entre Israel y los palestinos, sino también para que puedan concederse ayudas financieras y para que nosotros podamos pedir –como he vuelto a considerar ahora– a Israel que facilite la libertad de circulación de los palestinos, de manera que no sigan viéndose acorralados como hasta ahora, en una situación con la que nadie puede estar satisfecho. Reclamo la indulgencia de esta Cámara, pero de verdad que ahora tengo que abandonar su debate.

 
  
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  Jana Hybášková (PPE-DE).(CS) Señora Presidenta, señora Comisaria, gracias por quedarse hoy aquí con nosotros. Al contrario que muchos diputados al Parlamento Europeo, yo he estado en Palestina más de una vez. En línea con lo que todo el mundo desea aquí, Israel ha abandonado Gaza y la ha entregado a un Gobierno libre y democráticamente elegido. Gaza no es, por tanto, una avanzadilla militar, es un país devastado por el extremismo, el fundamentalismo, el terrorismo, la corrupción y el cinismo de los propios señores de la guerra palestinos.

Señorías, ¿somos suficientemente ingenuos como para pensar que concediéndoles otros cientos de millones de euros sin unas directrices claras evitaremos que Jund al Islam o Mohamed Dahlan sigan cometiendo actos de violencia? ¿Creemos sinceramente que legalizando a los señores de la guerra y a terroristas como Jaled Mashal o Dahlan traeremos la paz a la región? Por fortuna, el Consejo y la Comisión han adoptado una postura firme y clara, y quiero darles las gracias por ello. Les agradezco que en este asunto tan complicado hayan adoptado la posición correcta. Debemos rechazar la violencia y rendir homenaje a las víctimas de Gaza y Cisjordania. Tenemos que manifestar claramente nuestra oposición a que Hamás utilice su poder en el Gobierno palestino para atacar a Israel en defensa de sus intereses claramente extremistas. No les recomiendo trabajar con Hamás, ni con los miembros de su Gobierno, que está claramente proscrito, ni con nuevas organizaciones de Al Qaeda como Fatah al Islam y Jund al Islam.

Pedimos al Gobierno palestino no solo que reconozca el intercambio de cartas entre Rabin y Arafat, sino que deje de mentir sobre el cumplimiento de la condición fundamental del reconocimiento de Israel. Pedimos al Gobierno palestino y a todos los políticos árabes, en particular a los saudíes y egipcios, que asuman todas sus responsabilidades políticas y humanas y participen de inmediato en las negociaciones de paz, que implican el pleno reconocimiento del Estado de Israel dentro de unas fronteras internacionales debidamente reconocidas. Pedimos a Al Fatah que inicie ya negociaciones con Hamás para el reparto de poder dentro de la Oficina del Presidente. Solo si adoptamos la posición correcta y tenemos un punto de vista claro, podremos ofrecer verdaderamente ayuda humanitaria y, lo más importante, apoyar la creación de un Estado palestino viable y democrático.

 
  
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  Jamila Madeira (PSE).(PT) Señora Presidenta, señora Comisaria, como han mencionado los anteriores oradores, el Parlamento Europeo ha estado en Palestina a principios de este mes. El momento era de enorme tensión, pero ahora, dos semanas después, la tensión es mayor y lamentablemente los ciudadanos de la región esperan cada vez menos de la UE. A pesar de las diferentes fuentes de tensión, el Parlamento Europeo procuró estar sobre el terreno. Estuvo allí, y hoy, a pesar de ese aumento de la tensión, el señor Solana está también en la región.

Vimos una situación de catástrofe humana, que la señora Comisaria ha descrito y que ustedes naturalmente conocen. Vimos también un muro de 852 km de longitud que, con el pretexto de combatir la violencia y mantener seguros a los israelíes frente a los ataques árabes, ha invadido el 25 % del territorio de Cisjordania y anexionado territorios cruciales para cualquier acuerdo de paz basado en el plan de 1967. Un muro que aprisiona a personas dentro de sus propias casas, que impide el acceso de los niños a la escuela, que impide a los campesinos cultivar sus tierras. Un muro que hace de Gaza la mayor prisión a cielo abierto conocida en el mundo. Una prisión de la que nadie entra ni nadie sale, por decisión de la policía israelí desde principios de 2006; o será que debo decir: ¡de la que nada entra ni nada sale!

Ante eso, todos nos quedamos mirando perplejos, todos negamos cualquier implicación. Hoy esperamos que los ojos y el corazón del señor Solana puedan transmitir alguna esperanza a esas poblaciones en nuestro nombre. Cuando estuvimos allí, les enviamos un mensaje y reconocimos el Gobierno que pide el «Cuarteto», y hoy pedimos aquí que efectivamente así siga siendo. Esperamos que el Consejo y la Comisión cumplan este compromiso, que cumplan sus obligaciones y que estén dispuestos a trabajar con todos.

Es preciso que se diga aquí, en los términos más claros, lo que la UE está realmente dispuesta a hacer. Demostremos al mundo una vez más que la paz solo puede conseguirse tendiendo la mano a los que lo necesitan y acabando con su desesperanza.

 
  
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  Hannu Takkula (ALDE). – (FI) Señora Presidenta, primero quiero decir que, escuchando el debate, me ha parecido que la panorámica es algo limitada. Cualquier ciudadano educado que haya seguido el debate posiblemente piense que muchos diputados al Parlamento Europeo conocen mal la historia de la región palestina e israelí. ¿Cómo surgió el Estado de Israel? ¿Qué fue la Declaración Balfour y demás? ¿Cuál fue la resolución de las Naciones Unidas en la época? ¿Cuál fue el fundamento de la partición? Es una vergüenza para nosotros, los diputados, que no hagamos antes nuestros deberes y que vengamos aquí y pronunciemos discursos muy emotivos sobre cosas que no conocemos necesariamente. Por eso es conveniente que nos paremos a pensar cuál es en realidad el problema en esta región y adquiramos una visión general de ella, en lugar de limitarnos a insinuar cosas por momentos.

Nosotros los europeos tenemos que apoyar la democracia y no el terrorismo. Nuestros valores son los derechos humanos, la libertad de pensamiento y el Estado de Derecho. Tenemos que defenderlos. Es más, si esos son nuestros valores, no podemos reconocer al «Gobierno de unidad nacional», que es una organización terrorista encabezada por Hamás. No podemos reconocerlos: como europeos, tenemos que adherirnos a nuestros valores democráticos.

 
  
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  Frieda Brepoels (PPE-DE). – (NL) Señora Presidenta, señora Comisaria, tras nuestra visita a Cisjordania y Gaza a principios de mayo, no puedo más que concluir que estamos más lejos que nunca de una solución estructural, a pesar del acuerdo alcanzado hace 40 años.

En Cisjordania se están creando numerosos asentamientos ilegales. No podemos hacer más que observar mientras aumenta, en lugar de disminuir, el número de puntos de control. En Gaza, el 87 % de la población vive por debajo del umbral de la pobreza. Sigue habiendo 41 diputados palestinos entre rejas y el tema del regreso de los refugiados no se ha tocado para nada. El muro está efectivamente convirtiéndose en el mayor del mundo, algo de lo que Israel puede sentirse seguramente orgulloso.

A pesar de ello, los palestinos tienen también derecho a la autodeterminación y a una existencia digna, y están dispuestos a realizar sacrificios y asumir compromisos. Han demostrado claramente y en repetidas ocasiones que desean la paz y la prosperidad para su pueblo.

Pero ¿sigue siendo este realmente el deseo de la comunidad internacional y la Unión Europea? Eso me pregunto a veces, sobre todo cuando he oído a la señora Comisaria decir hoy que, tras las conversaciones con el Ministro, escuchó la petición de apoyo realizada por el Gobierno de unidad nacional y que Abbás ha hecho la misma petición. Así que, ¿por qué no reconocen al Gobierno? ¿A qué están esperando realmente? ¿Cuándo prestarán finalmente ayuda directa a la Autoridad Palestina?

He escuchado a la Presidencia hablar de los requisitos del «Cuarteto», pero no debemos esperar a que el «Cuarteto» vuelva a reunirse. La Unión Europea podría tomar la iniciativa al respecto. Tenemos que hablar al Gobierno en su conjunto.

Por último, señora Comisaria, usted ha dicho que se están utilizando todos los instrumentos para obligar a Israel a devolver esos impuestos a los palestinos. No puedo imaginar a qué instrumentos se refería usted y quiero saber más sobre ellos, porque creo que no hay tiempo que perder ahora.

 
  
  

PRESIDENCIA DEL SR. DOS SANTOS
Vicepresidente

 
  
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  Béatrice Patrie (PSE).(FR) Señor Presidente, una vez más nos vemos obligados a llevar la siniestra contabilidad de Oriente Próximo. Desde el 6 de mayo, 36 palestinos, de ellos 11 civiles, han muerto a raíz de las incursiones israelíes en Gaza. Desde el otro bando se han efectuado 146 lanzamientos de cohetes sobre la ciudad israelí de Sderot, que han provocado 16 heridos. Los palestinos se enfrentan entre sí. En el Líbano, los 30 000 refugiados palestinos del campo de Nahr al Bared pagan los combates entre el ejército libanés y los extremistas de Fatah al Islam. A este respecto, hay que decir claramente que nunca existe una buena razón para martirizar a la población civil.

De forma más general debemos reclamar un cambio radical en la política europea para Oriente Próximo. Ya no es aceptable negarse a apoyar política y financieramente, y sin exclusiones, a un Gobierno palestino de unión nacional que tanto hemos deseado y que, de dar crédito al Ministro de Asuntos Exteriores palestino, al que recibimos recientemente, en primer lugar, respeta el pluralismo político; en segundo lugar, no pone en duda la existencia del Estado de Israel; en tercer lugar, reclama el reconocimiento de un Estado palestino con las fronteras de 1967 y, en cuarto lugar, reitera su apego a las resoluciones de la ONU y árabes, en particular por lo que respecta al tema de los refugiados.

Seamos lúcidos, la iniciativa de paz lanzada en la Cumbre de Riad no tiene ninguna posibilidad de éxito si nosotros, los europeos, no trabajamos por levantar el cerco político y económico que sufre el Gobierno palestino. Quince meses de bloqueo, el 70 % de la población viviendo por debajo del umbral de pobreza y un desempleo del 50 % constituyen las condiciones ideales para el auge del fundamentalismo y del terrorismo, pero no ofrecen las mejores bazas a un Gobierno para restablecer la ley y el orden. Ya que exigimos al Gobierno palestino que ejerza sus responsabilidades, nosotros debemos cumplir las nuestras.

 
  
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  Marios Matsakis (ALDE).(EN) Señor Presidente, de niño me complacía creer que todas las personas eran iguales. Al crecer, ya de joven me afectó mucho darme cuenta de lo equivocado que estaba y de que de hecho hay dos tipos de personas: aquellas cuya vida importa y aquellas cuya vida no importa. Luego me metí en política y aprendí que lo que realmente importa no es lo correcto, sino lo que aporta votos.

Hoy, como diputado al Parlamento Europeo, me he formado una opinión que a algunos puede sonar simplista y cínica de que en efecto hay dos tipos de personas: las que caen bien al Gobierno estadounidense y las que no. A la luz de este criterio, se puede humillar a los palestinos, dejarlos morir de hambre, encarcelarlos sin juicio, torturarlos, ejecutarlos, etc., sin que ello importe realmente, porque el Gobierno Bush y sus obedientes servidores, como los «blairianos» de este mundo, consideran que los palestinos son infrahumanos.

Por consiguiente, ¿por qué perder tiempo debatiendo la cuestión palestina si sabemos que no aportará nada significativo? Si realmente nos preocupa la cuestión, deberíamos concentrar nuestros esfuerzos en el Gran Amo del planeta, el señor Bush, e intentar convencerle de que los palestinos son humanos. Si lo logramos, cosa que dudo mucho, quizá podamos contribuir de forma constructiva a la solución del problema palestino.

 
  
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  Filip Kaczmarek (PPE-DE). – (PL) Señor Presidente, Señorías, todos queremos la paz en Oriente Próximo. Pero la sugerencia de que la Unión Europea debe reanudar la concesión de todo su paquete de ayuda financiera directa al Gobierno de la Autoridad Palestina es claramente prematura.

La celebración de elecciones democráticas en un país no es suficiente para justificar la concesión de ayuda europea. La Unión Europea se niega, sin duda, a permitir que el dinero de sus contribuyentes se gaste en algunos países democráticos.

Creo que existen dos motivos fundamentales para desautorizar ese gasto. El primero es que el país en cuestión simplemente no necesite nuestra ayuda. El segundo es que el país en cuestión no reconozca o no aplique los principios fundamentales que son cruciales para la Unión Europea.

Esta segunda razón es la que se aplica a Palestina. Esencialmente, la discrepancia respecto a la financiación no gira en torno a Israel ni a Palestina; gira en torno a nuestros propios principios. El beneficiario potencial se niega a reconocer el derecho del donante a aplicar algunos principios básicos.

No debemos perder el tiempo en discutir cuándo deben utilizarse los términos terrorismo o lucha por la libertad. Lo que debemos hacer en su lugar es debatir si se puede ayudar a una organización cuyo programa se centra en promover el uso de la fuerza contra otros. ¿Podemos apoyar a los que realmente no quieren la paz? La respuesta a esta pregunta sobre si debemos financiar a autoridades que no desean la paz es evidente, o así puede parecer. No debemos financiarlas. Las razones por las que debemos negar nuestro apoyo no tienen nada que ver con el caos en la Autoridad Palestina, ni con la incertidumbre que existe en torno al tiempo que el Gobierno de unidad nacional podrá probablemente gobernar. No tienen nada que ver con el tiempo que el Gobierno podrá ejercer un verdadero poder. No tienen tampoco nada que ver con el hecho de que 50 palestinos murieran la semana pasada en choques entre Hamás y Al Fatah, ni tienen nada que ver con el hecho de que los programas infantiles de televisión de la emisora Al Aksa pidan a los niños palestinos que ayuden a destruir a Israel y participen en la guerra. La principal razón por la que debemos negarles ayuda es porque tenemos que ser fieles a nuestros propios principios, valores y pasado.

Debemos dejar claro que la elección entre victoria y martirio ofrecida por el Primer Ministro Haniya es errónea y perjudica a los intereses nacionales del pueblo palestino.

 
  
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  David Martin (PSE).(EN) Señor Presidente, me ha animado un poco lo que ha dicho la Comisaria y, francamente, me he sentido muy deprimido por lo que ha dicho el Consejo. Parece increíble que el Consejo no sepa reconocer que la creación de un Gobierno de unidad nacional en Palestina era un riesgo político importante tanto para Al Fatah como para Hamás. La plataforma del Gobierno de unidad es una plataforma de negociación y un intento de lograr la paz, cosa que el Consejo no reconoce.

Creo y pienso que la mayoría de esta Cámara también lo cree ahora que ha llegado el momento de levantar todas las restricciones en nuestras relaciones con la Autoridad Palestina. La Comisaria ha dicho hoy que casi se han cumplido las condiciones para renovar la ayuda directa. Señora Comisaria, no esperemos la protección. Le ruego que acuda a la próxima reunión del Consejo de Asuntos Exteriores y les pida que reconozcan al Gobierno de unidad nacional de la Autoridad palestina. Si el Gobierno palestino no consigue mantener su promesa, por supuesto que podemos suspender nuestras negociaciones y nuestra relación con ellos, pero hemos de darles una oportunidad.

No cooperar con el Gobierno palestino no servirá para poner fin al ciclo de violencia ni para hacer frente a la grave crisis humanitaria a la que se han referido de forma tan elocuente muchos de mis colegas esta tarde. No cooperar con el Gobierno palestino tampoco servirá para alentar a Israel a poner fin a sus ataques financieros y militares contra Palestina. Incluso hoy, el Viceministro de Defensa de Israel ha advertido que su país podría seleccionar al líder de Hamás, el actual Primer Ministro Palestino, para asesinarlo extrajudicialmente. ¿Hay alguien que crea realmente que semejantes acciones pueden ayudar al proceso de paz?

 
  
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  Sarah Ludford (ALDE).(EN) Señor Presidente, después de la trágica incapacidad del Gobierno Bush de impulsar el proceso de paz entre Israel y Palestina en los últimos cinco años, la iniciativa de paz árabe es un rayo de luz poco frecuente. La liberación del cabo Shalit, de Alan Johnston y de los 40 legisladores palestinos sería una muestra de la muy necesaria buena voluntad. El hecho de que la UE y los Estados Unidos estén manteniendo relaciones con los Ministros palestinos de Asuntos Exteriores y Finanzas demuestra que no hay ningún boicot ni negativa a entablar un diálogo, y los cientos de millones de euros de ayuda humanitaria significan que no hemos dado la espalda a los apuros de la población.

Sin embargo, es muy difícil pensar en la reanudación del apoyo presupuestario a la Autoridad Palestina cuando el Gobierno de unidad no ha cumplido las exigencias del «Cuarteto», a pesar de que algunos afirmen lo contrario. Aunque no atribuyéramos al Primer Ministro Haniya las continuas declaraciones de portavoces de Hamás de que destruirán Israel, no podemos pasar por alto que la pasada noche invocó a Dios o al martirio para unir a los palestinos. Los colegas que querían alegar pragmáticamente que el Gobierno de unidad es el mejor trato posible deberían utilizar esta justificación para cenar con ellos y no intentar persuadirnos de que ha sucedido algo cuando realmente no ha sido así.

 
  
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  John Bowis (PPE-DE).(EN) Señor Presidente, nuestro mensaje a todos los israelíes, a todos los palestinos, a todos los miembros de Hamás o Al Fatah ha de ser: en nombre de vuestro dios y por el bien de vuestros hijos, ¡parad!

Hoy, el portavoz israelí amenaza con matar al Primer Ministro electo de Palestina; Hamás amenaza con vengarse; Al Fatah y Hamás mantienen un tira y afloja entre ellos; el asesinato de la familia palestina en una playa de Gaza provocó la captura del soldado Shalit, que desembocó en el ataque y el contraataque, ojo por ojo, y suma y sigue. Parad; pensad; hablad. Liberad al soldado Shalit, liberad a Alan Johnston y liberad al presidente y a los 40 diputados al Parlamento palestino elegido. Y a la UE quiero decirle que entable relaciones tanto con el Gobierno palestino como con en Gobierno israelí.

En segundo lugar, se dice que hay que encontrar maneras de acabar con las causas de la violencia, y la principal causa es la pobreza. La pobreza palestina se ha disparado y la pobreza se debe a los impuestos retenidos, a los empleados que no cobran sus sueldos, al embargo comercial y bancario. Es hora de que todo eso acabe antes de que genere más violencia. Es hora de parar y retirar los asentamientos ilegales. Es hora de parar y desmantelar ese muro espantoso, cruel e inmoral, y es hora, señora Comisaria, de publicar el documento recopilado por los jefes de misión en Jerusalén y Ramala, que informaron sobre Jerusalén Este y señalaron que las actividades de Israel en Jerusalén constituyen una violación tanto de sus obligaciones en virtud de la «Hoja de Ruta» como de la legislación internacional.

Digámoslo abiertamente; hablemos, y convenzamos a todo el mundo de que piense en el futuro de sus hijos, pare la violencia y trabaje por la paz.

(Aplausos)

 
  
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  Libor Rouček (PSE).(CS) La violencia y la agitación prosiguen en territorios palestinos. Las agencias de noticias de todo el mundo traen diariamente noticias de las cifras de heridos y muertos. A pesar de las reiteradas declaraciones de alto al fuego entre Fatah y Hamás, el conflicto armado entre las dos facciones continúa. El bombardeo de la población de Sderot en la Franja de Gaza y las represalias del lado israelí también continúan. Los trabajadores sanitarios y los profesores palestinos han convocado una huelga, y los policías palestinos y otros funcionarios públicos no han recibido su paga. Como se ha dicho en varias ocasiones, la pobreza se está extendiendo rápidamente. Más del 80 % de los palestinos en la Franja de Gaza viven con menos de 2 dólares estadounidenses al día.

Lo que ocurre es que Palestina e Israel necesitan nuestra ayuda porque no podrán escapar de la espiral de violencia por sí solos. Yo me encuentro entre los diputados al Parlamento Europeo que piden más y mejor ayuda de la UE. Quiero, por tanto, pedir a la Comisión, una vez más, que haga todo lo posible por movilizar la ayuda internacional con la mayor rapidez y efectividad posible. Creo que de lo contrario aumentará la probabilidad de que el autogobierno palestino se desmorone del todo y estalle una guerra civil entre todos, con consecuencias incalculables no solo para Palestina, sino también para el resto de Oriente Próximo. Lo mismo puede decirse también del Líbano.

 
  
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  Benita Ferrero-Waldner, miembro de la Comisión. (EN) Señor Presidente, ha sido un debate muy apasionado y lo comprendo perfectamente, puesto que, como he dicho antes, todos sentimos una gran frustración. Pero han de comprender ustedes que, en los últimos 10 años, la Unión Europea ha intentado realmente desempeñar un papel importante en el proceso de paz, no para atizar el conflicto, sino para lograr la paz o ayudar a lograr la paz. Al final siempre es necesario que ambas partes estén dispuestas, aunque nosotros intentamos presionarlas. Estábamos bastante satisfechos de ser un miembro importante e influyente del «Cuarteto».

Sin embargo, solo podemos facilitar el advenimiento de esta paz. Esto significa que hemos de mirar a ambos lados. No podemos concentrarnos solo en un lado, y por ello creemos que abrazamos los tres principios del «Cuarteto» como importantes principios básicos. Realmente es el Consejo, y no la Comisión, el que puede reconocer al Gobierno; reúne a 27 Estados miembros. Comprendo que me pidan ustedes que lo haga, pero no soy quién para tomar esta decisión.

Sé que hay un instrumento que han mencionado ustedes indirectamente: la cancelación o suspensión del acuerdo de asociación con Israel; pero ¿creen ustedes realmente que eso cambiaría algo? Yo no lo creo. Dejaríamos de ser un facilitador de este proceso, así que creo que es el instrumento equivocado en estos momentos.

El instrumento que tenemos es un diálogo político continuo, en el que todas las partes trabajan con todas las partes, pero no hemos de olvidar que el «Cuarteto» también tiene otros miembros, como los Estados Unidos de América, como ya se ha dicho. Es muy importante que sintamos que se ejerce presión también desde ese lado. En los últimos meses hemos visto un esfuerzo mucho mayor por parte de los Estados Unidos, en especial de Condoleezza Rice. Todos lo hemos aplaudido y hemos intentado seguir adelante. La Presidencia alemana, en particular la señora Merkel, aunque también el Ministro de Asuntos Exteriores, el señor Steinmeier, han intentado realmente avanzar.

Una solución política nunca puede lograrse con violencia. Por desgracia, ahora volvemos a tener violencia. Puedo prometer y esto es competencia de la Comisión que seguiremos manteniendo relaciones con el Gobierno de Unidad Nacional, como hemos empezado a hacer. Pero hemos dicho que nuestra política es un compromiso gradual y que no podemos hacerlo todo. Incluso Salam Fayad me dijo, cuando me reuní con él por primera vez después de la formación del Gobierno, que necesitaría algún tiempo para aclarar la situación en el Ministerio de Finanzas, y esto todavía no se ha hecho del todo. Por ello, casi hemos llegado, las condiciones técnicas estarían reunidas, pero también saben ustedes que el Consejo ha de darnos cierto respaldo político. Quiero que comprendan estas cosas.

Creo que la situación es muy dramática, y espero que el Consejo comprenda que hemos de entablar relaciones para poder ayudar a este Gobierno de unidad nacional a crear la plataforma adecuada para continuar con el proceso de paz y con las conversaciones en el horizonte político. Sabemos que es una situación complicada y por ello he dicho que veo al menos una esperanza positiva en el hecho de que la Ministra de Asuntos Exteriores, la señora Livni, asista a la próxima reunión del Consejo después de la reunión sumamente positiva que hemos mantenido con la Liga Árabe, pero estoy de acuerdo en que la situación es muy difícil y, aparte de ello, son siempre las facciones y los diferentes grupos radicales que están fuera del Gobierno los que quisieran hacer descarrillar todo el proceso. Se trata de un círculo vicioso y estoy de acuerdo en que hemos de intentar romperlo.

Una de sus Señorías ha mencionado que hemos ampliado nuestra misión para controlar el puesto fronterizo de Rafah. Lo hicimos porque creemos que es importante establecer la libertad de circulación de mercancías y personas. Yo misma he examinado esto con el Primer Ministro Olmert. Recuerdo mi última visita allí cuando decidí tratar esta cuestión y ocuparme realmente de los detalles. Pero hay cuestiones de seguridad. Por desgracia, hay terroristas suicidas que cruzan las fronteras, se pasan de contrabando muchos fondos, así que siempre tenemos los dos lados de este conflicto, pero creemos que es importante prolongar esta misión en el puesto de Rafah, porque solo con la Unión Europea existe una posibilidad de que haya una apertura.

Estamos participando. Asimismo trabajamos con el Ministro de Finanzas, no solo en el Mecanismo Temporal Internacional (MTI), sino también en la creación de instituciones y asistencia técnica, ayudándoles en especial con la cuestión de los derechos de aduana, la recaudación de impuestos y la auditoría. Esto fue lo que pidió Salam Fayad, así que colaboramos con ellos. He dicho que también consideraremos lo que podemos financiar quizá a través del MTI en lo que respecta a los deseos particulares, no solo aquellas cosas que hemos financiado hasta ahora para ayudar a la población a sobrevivir, sino yendo más allá.

Esto es lo que puedo ofrecerles en esta situación delicada y difícil. Hemos de seguir presionando y uniendo a las diferentes partes. Espero que sigamos teniendo esa oportunidad.

 
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