Índice 
Acta literal de los debates
Martes 22 de mayo de 2007 - Estrasburgo Edición DO
1. Apertura de la sesión
 2. Calendario de los periodos parciales de sesiones: véase el Acta
 3. Orden del día: véase el Acta
 4. Presentación de documentos: véase el Acta
 5. Debates sobre casos de violaciones de los derechos humanos, de la democracia y del Estado de Derecho (anuncio de las propuestas de resolución presentadas): véase el Acta
 6. Una Europa global - Aspectos externos de la competitividad (debate)
 7. Ayuda para el comercio de la UE (debate)
 8. Acuerdos de asociación económica (debate)
 9. Turno de votaciones
  9.1. Acuerdo CE/Rusia en materia de pesca y conservación de los recursos marinos vivos en el Mar Báltico (votación)
  9.2. Instrumento financiero para el medio ambiente (LIFE+) (votación)
  9.3. Daphne III: Programa específico de lucha contra la violencia (votación)
  9.4. Cooperación entre comisiones (modificación del artículo 47 del Reglamento del Parlamento Europeo) (votación)
  9.5. Normas de calidad ambiental en el ámbito de las aguas (votación)
  9.6. Producción y etiquetado de los productos ecológicos (votación)
  9.7. Asociación en materia de pesca entre la CE, por una parte, y Dinamarca y Groenlandia, por otra (votación)
  9.8. Delegación Permanente EUROLAT (votación)
  9.9. Declaración común sobre las modalidades prácticas del procedimiento de codecisión (votación)
  9.10. Detención de la pérdida de biodiversidad para 2010 (votación)
  9.11. Una Europa global - Aspectos externos de la competitividad (votación)
 10. Explicaciones de voto
 11. Correcciones e intenciones de voto: véase el Acta
 12. Debate sobre el futuro de Europa, con la participación del Primer Ministro italiano, miembro del Consejo Europeo (debate)
 13. Aprobación del Acta de la sesión anterior: véase el Acta
 14. Situación en Palestina (debate)
 15. Turno de preguntas (preguntas a la Comisión)
 16. Composición de la Delegación Permanente EUROLAT: véase el Acta
 17. Curso dado a las posiciones y resoluciones del Parlamento: véase el Acta
 18. Estonia (debate)
 19. Informe anual 2005 sobre la PESC (debate)
 20. Aproximación de los tipos del impuesto especial sobre el alcohol y las bebidas alcohólicas (debate)
 21. Concesión de ayudas financieras comunitarias en el ámbito de las redes transeuropeas de transporte y energía (debate)
 22. Orden del día de la próxima sesión: véase el Acta
 23. Cierre de la sesión


  

PRESIDENCIA DE LA SRA. MORGANTINI
Vicepresidenta

 
1. Apertura de la sesión
  

(Se abre la sesión a las 9 horas)

 

2. Calendario de los periodos parciales de sesiones: véase el Acta

3. Orden del día: véase el Acta
  

 
  
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  Carlos Carnero González (PSE).(ES) Señora Presidenta, no pretendo hablar cinco minutos, solo le pido que, con su generosidad y conocimiento de la región a la que me voy a referir, me permita intervenir por una cuestión de orden.

Se trata de lo siguiente, señora Presidenta, yo me pregunto si el Presidente de esta Institución podría asociarse, si no lo ha hecho ya, al llamamiento del Secretario General de las Naciones Unidas, señor Ban Ki-moon, para que cesen los enfrentamientos en el Líbano, que están costando ya una cantidad de vidas tremenda.

Creo que esto es imprescindible, y reflejaría el espíritu de todos y cada uno de los diputados de esta Casa. Ya sé que esta tarde tenemos un debate sobre la situación en Palestina pero el caso es que, mientras transcurre esta mañana, siguen muriendo personas civiles inocentes en el Líbano.

Es lo que pido.

 
  
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  La Presidenta. Transmitiré su petición al Presidente, quien sin duda la trasladará a la Conferencia de Presidentes.

 

4. Presentación de documentos: véase el Acta

5. Debates sobre casos de violaciones de los derechos humanos, de la democracia y del Estado de Derecho (anuncio de las propuestas de resolución presentadas): véase el Acta

6. Una Europa global - Aspectos externos de la competitividad (debate)
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  La Presidenta. De conformidad con el orden del día se procede al debate del informe (A6-0149/2007) de Daniel Caspary, en nombre de la Comisión de Comercio Internacional, sobre una Europa global – Aspectos externos de la competitividad (2006/2292(INI)).

 
  
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  Daniel Caspary (PPE-DE), ponente. – (DE) Señora Presidenta, señor Comisario, Señorías, nuestra Unión Europea es el mayor mercado único del mundo y tiene globalmente un peso especial, y si deseamos seguir teniendo éxito en el plano internacional debemos crear las condiciones marco correctas en casa y, al mismo tiempo, organizar nuestra política de comercio exterior de tal forma que tenga debidamente en cuenta nuestros intereses económicos.

La Comisión inició en octubre de 2006 su reflexión sobre una estrategia comercial de este tipo, en su Comunicación titulada «Una Europa Global: Competir en el mundo». El presente informe de la Comisión de Comercio Internacional no tiene la intención de ser una respuesta a dicha comunicación, sino que pretende ajustar algunas prioridades, ya que la Comisión –y también usted, señor Comisario– debe establecer las prioridades correctas en lugar de buscar resultados a corto plazo.

Todos salimos ganando con la liberalización de los mercados de nuestros socios comerciales; la Unión Europea es un excelente ejemplo del éxito de los mercados abiertos y es la Organización Mundial del Comercio, la OMC, la que ofrece la mejor maquinaria disponible para abrirlos. La meta de la liberalización del comercio multilateral en el marco de la OMC debe consistir en realizar grandes avances en la actual ronda de negociaciones, a pesar de todas las dificultades que esta plantea; y aunque las perspectivas de éxito no sean las mejores, nosotros en la Unión Europea debemos seguir haciendo todo lo que esté a nuestro alcance para que sea un éxito, pues los acuerdos de libre comercio bilaterales o regionales no son más que la segunda mejor opción o incluso una solución de emergencia en vista de las muy diversas desventajas que conllevan. Si deseamos celebrar acuerdos de libre comercio, debemos aplicar algunas condiciones: para empezar, la elección de los acuerdos de libre comercio debe limitarse a los Estados o regiones económicos con los que nuestros competidores ya han celebrado dicho acuerdo o están negociando; en segundo lugar, el ámbito de aplicación de dicho acuerdo de libre comercio debe ir mucho más allá de los temas de la OMC, y la Unión Europea debe además esforzarse por consolidar en este acuerdo de libre comercio el mayor número posible de normas acordadas en foros multilaterales. Me refiero, por ejemplo, a las normas de origen, que se negocian de distinta manera en cada acuerdo de libre comercio y que resultan difíciles de aplicar a nuestras pequeñas y medianas empresas, que aprovechan cada vez en mayor número las oportunidades que brinda la globalización para exportar sus productos.

Desgraciadamente, en el pasado se priorizaban otras metas políticas iban en detrimento de la política comercial, por lo que en el futuro deberíamos evitar que esta política cargue con temas irrelevantes y, al mismo tiempo, velar por el cumplimiento de las normas vigentes que hemos acordado con nuestros socios comerciales. Esto es lo que ocurre en particular con la propiedad intelectual, pues en muchos casos la legislación vigente y los acuerdos contractuales se aplican de forma poco adecuada o incluso se frustra activamente su aplicación. Los instrumentos de protección comercial de la Unión Europea, las normas antidumping en particular, ofrecen protección contra las prácticas comerciales desleales.

Me gustaría señalar que una amplia mayoría de los miembros de la Comisión de Comercio Internacional coinciden conmigo en que actualmente no es necesario proceder a la revisión de los instrumentos de defensa comercial que propone la Comisión. No debemos prejuzgar el resultado de las negociaciones en el seno de la OMC, por difíciles que sean en estos momentos; los instrumentos de defensa comercial de la Unión Europea han demostrado su valía en un gran número de ocasiones y en estos momentos no requieren modificación alguna.

Ahora que se reducen los aranceles, la importancia de otros obstáculos al comercio va en aumento. Por ejemplo, las medidas antiterroristas en todos los sectores económicos no deben convertirse en la barrera no arancelaria del siglo XXI, y la reglamentación desempeña igualmente un papel importante en este aspecto, por lo que debemos hacer que nuestras normas y reglamentos internos sean compatibles con los de nuestros principales socios comerciales. Por eso apoyo firmemente la cooperación con los Estados Unidos y los esfuerzos realizados en las últimas semanas.

Tengo una gran confianza en que podremos aprovechar las oportunidades que brindan los mercados mundiales en beneficio propio y de otros países, tanto en vías de desarrollo como industrializados, siempre que se establezcan las prioridades correctas. La población de Europa y de todo el mundo sentirán los efectos positivos de esta política y estoy muy agradecido a los miembros y la Secretaría de la comisión parlamentaria, así como al personal de los Grupos por habernos permitido elaborar durante las últimas semanas un informe que, en mi opinión, podría recibir el apoyo de una amplia mayoría en esta Cámara cuando deba ser votado. Quiero darles las gracias por su cooperación, al igual que a la Comisión por aceptar nuestras propuestas.

 
  
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  Peter Mandelson, miembro de la Comisión. (EN) Señora Presidenta, este es un informe muy importante. Permítanme recordar los antecedentes de la Europa global. En Europa nos enfrentamos a enormes retos debido al ritmo del cambio de la economía global. Esto crea nuevas oportunidades, pero también genera cierta inseguridad y unos recelos comprensibles.

Nuestro mensaje central es claro: rechazo del proteccionismo dentro de la UE, lucha por abrir los mercados exteriores. Tenemos que mirar más allá de la reducción de los aranceles y fijarnos en las barreras comerciales que existen detrás de las fronteras. Tenemos también que aumentar nuestro compromiso con las grandes economías de la próxima generación, principalmente –aunque no solo– en Asia, donde existe un enorme potencial de crecimiento, pero donde Europa no cuenta con la presencia que debería.

Nuestra primera prioridad siguen siendo la OMC y la Agenda de Desarrollo de Doha, y quiero decir algo a este respecto. Es mucho lo que se juegan la economía global y el mundo en desarrollo y, desde luego, en las semanas venideras voy a explorar todas las vías para hacer posible un trato.

La semana pasada, la Unión Europea recibió durante dos días en las afueras de Bruselas a los negociadores ministeriales de Brasil, la India y los Estados Unidos. Celebramos reuniones constructivas, centradas en cifras y resultados. La consecución de esos resultados no va a resultar fácil en absoluto. Sin embargo, en términos generales creo que podemos sacar adelante esta negociación y finalizar la Ronda de Doha este año, según acordamos en Delhi en abril. Esto exige la convergencia en el G-4 durante el próximo mes, más o menos. El compromiso político respecto de dicho objetivo es de alto nivel, de hecho del más alto nivel político.

Las diferencias entre nosotros siguen siendo grandes, tanto en el tema de agricultura como entre esta y la industria y los servicios. No obstante, son superables si todas las partes están de acuerdo en combinar suficiente ambición con suficiente flexibilidad. Yo voy a insistir en el principio básico de que debe haber recortes reales y reducciones efectivas por parte de todos los agentes clave en todos los ámbitos clave. El acceso real al mercado en la agricultura bien vale unas reducciones reales de las subvenciones agrícolas y recortes reales de los aranceles de productos industriales.

El nivel de ambición del paquete final en agricultura y aranceles industriales está entrelazado de forma inextricable. Europa está dispuesta a hacer muchas cosas –de hecho, más que otros–, pero no a rebajar el listón de nuestra ambición si otros no hacen lo mismo. Desde luego, tiene que haber un esfuerzo proporcionado entre los países desarrollados y los países en desarrollo.

También es esencial recordar que la mayor parte del beneficio económico en la Ronda de Doha no va a proceder del acceso al mercado agrícola o, de hecho, al mercado no agrícola, sino de los compromisos por parte de los miembros de la OMC a abrir sus mercados de servicios y del recorte de la burocracia y de los costes de tiempo y dinero que lastran los flujos comerciales en todo el mundo. Las negociaciones relativas a la facilitación de los servicios y el comercio se están desarrollando según un calendario diferente del de las negociaciones de acceso al mercado, pero no deben quedar atascadas en las diferencias.

Todos nosotros, los negociadores principales, debemos asumir nuestra parte en lo referente al esfuerzo y la responsabilidad necesarios para obtener un resultado equilibrado en esta ronda. Todos tenemos que mirar hacia las economías que queremos crear en el futuro, más que hacia atrás para defender las estructuras del pasado. Sí, consolidar los réditos de la pretérita apertura del mercado, pero también contribuir a la nueva apertura del mercado necesaria para impulsar el crecimiento del comercio en el futuro. Esa es la única base sobre la que pueden concluir estas negociaciones y disponemos poco más de un mes para hacerlo.

Sin embargo, podemos y debemos apoyarnos en la plataforma creada por la OMC para generar nuevas oportunidades de crecimiento mediante una mayor apertura de los mercados de forma bilateral al comercio y a la inversión, no como una alternativa, sino como un complemento a la ADD.

Tenemos ante nosotros una agenda bastante ambiciosa: las negociaciones en torno al acuerdo de libre comercio con Corea, la India y la ASEAN, el incremento de nuestra relación con China y los Estados Unidos, el cumplimiento de los derechos de propiedad intelectual, una renovada estrategia de acceso al mercado, el seguimiento del Libro Verde sobre los instrumentos de defensa comercial, así como profundizar en la agenda sobre comercio y desarrollo. Lo hacemos dentro del contexto de esta compleja ronda comercial multilateral. Ello exige proceder con cautela. Pero los primeros seis meses de nuestra estrategia sobre la Europa global demuestran que podemos avanzar en paralelo: hemos adoptado iniciativas concretas siguiendo nuestra agenda sobre la Europa global y hemos vuelto a encarrilar la ADD.

Quiero dar las gracias al ponente, el señor Caspary, por su excelente trabajo. Me complace sobremanera constatar la manera en que el informe aborda todos estos temas. Me alegra que el Parlamento muestre tal interés por el informe, lo que queda demostrado claramente por las casi 200 enmiendas. También me satisface ver que ha estado involucrada la Comisión de Asuntos Económicos y Monetarios, dada la vinculación con la Estrategia de Lisboa.

Permítanme asegurarles que hemos implicado al Parlamento, y que seguiremos haciéndolo en el futuro, en el desarrollo de la agenda de la Europa global. Hemos informado a la Comisión de Comercio Internacional durante los preparativos de nuestra comunicación global, que presenté a la Comisión de Comercio Internacional una vez aprobada por la Comisión. Mis departamentos o yo mismo hemos debatido todas las iniciativas derivadas de la agenda de la Europa global –es decir, la comunicación sobre China, el Libro Verde sobre los IDC, la comunicación sobre acceso al mercado– en diferentes momentos con el Parlamento.

En cuanto a los nuevos acuerdos de libre comercio, se han facilitado las directivas de negociación a la Comisión de Comercio Internacional –lo cual constituye una novedad– y mis departamentos han informado recientemente a la comisión parlamentaria sobre el estado de cosas. Informaré a la Comisión de Comercio Internacional a principios de junio sobre las negociaciones de acuerdos de libre comercio que acabamos de poner en marcha.

La Comisión va a estudiar atentamente las recomendaciones y sugerencias planteadas por el Parlamento en su resolución. No obstante, como guardianes de los tratados, lo haremos respetando el marco existente.

Necesitamos su plena cooperación constante y sus aportaciones útiles sobre la Europa global con el fin de adoptar las decisiones correctas en esta ambiciosa andadura. Me siento muy satisfecho por haber avanzado notablemente en este tema hoy gracias al informe del señor Caspary.

 
  
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  Benoît Hamon (PSE), ponente de opinión de la Comisión de Asuntos Económicos y Monetarios. – (FR) Señora Presidenta, quisiera felicitar al ponente, el señor Caspary. En el minuto que tengo para mi intervención me limitaré a mencionar los principales elementos del informe de la Comisión de Asuntos Económicos y Monetarios, que es responsable de los asuntos de política monetaria.

La Comisión de Asuntos Económicos y Monetarios se interesó por el tema de los tipos de cambio entre el euro y las monedas de nuestros principales socios y competidores para destacar que, evidentemente, los beneficios esperados de una reducción de los derechos de aduanas a la exportación o las cuotas de mercado que cabría esperar de unos controles reforzados en el ámbito de las barreras no arancelarias, pueden quedar claramente reducidos a la nada por una evolución desfavorable del tipo de cambio. Por ello, sugerimos a la Comisión que proponga nuevos instrumentos de defensa comercial que permitan a los productores europeos defenderse ante una depreciación abusiva de las monedas de nuestros competidores y sugerimos mirar a los Estados Unidos de América, donde algunos de nuestros colegas legisladores del Senado han ideado un sistema que gravaría las importaciones procedentes de países con moneda artificialmente infravalorada con el derecho de aduana correspondiente. Sin ir tan lejos, consideramos que la inercia mostrada en este terreno se ha tornado incomprensible.

La otra cuestión, entre las numerosas contribuciones del informe de la Comisión de Asuntos Económicos y Monetarios, que quisiera destacar rápidamente, es el tema del medio ambiente, por considerar que no es equitativo que los productores europeos, que deben asumir los costes derivados de unos métodos de producción menos contaminantes, sufran la competencia de importaciones baratas procedentes de países que se niegan a asumir su parte en el esfuerzo de lucha contra el calentamiento climático. Por ello, la Comisión de Asuntos Económicos y Monetarios propone crear un impuesto sobre el carbono.

 
  
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  Syed Kamall , en nombre del Grupo del PPE-DE. – (EN) Señora Presidenta, quiero felicitar al ponente, el señor Caspary, por un informe tan ambicioso –lo que no me sorprende, dado el título de Europa global– y aplaudo su enfoque general. Sin embargo, tengo algunos temores y recelos acerca de ciertas posibles contradicciones.

Leo un informe que aboga por excluir todos los denominados servicios «públicos» de las negociaciones comerciales, incluidos los servicios de medios de comunicación. Pero sin duda centrarse en los servicios de medios de comunicación va en contra de la esencia de la Agenda de Lisboa, que aspira a convertir a la UE en una economía digital avanzada. No obstante, aún dejando de lado los servicios de medios de comunicación, ¿realmente vamos a ignorar a los ciudadanos de los países más pobres, que han de soportar una salud deficiente o inexistente, una educación, unos servicios de agua y transporte gestionados por monopolios estatales ineficientes o empresas ligadas en muchos casos a políticos corruptos o inútiles? Insto a mis colegas diputados a que escuchen a los ciudadanos y no a los políticos de esos países.

Constato asimismo que el apartado 80 defiende la opinión de que no hay necesidad de revisar los instrumentos de defensa comercial, pero solicito que la Comisión no vuelva a sucumbir a los anhelos proteccionistas de las empresas carentes de competitividad. Por ejemplo, los IDC han encarecido el calzado para las familias pobres, sobre todo las que tienen hijos, y penalizan a aquellas empresas de la UE que han aprovechado la ocasión ofrecida por la globalización y las cadenas de suministro global, creando puesto de trabajo de alto valor en investigación, diseño y marketing dentro de la UE, al tiempo que contrataban externamente en Asia los puestos de bajo valor. En verdad, los IDC significan que la Comisión presta más atención a las empresas europeas no competitivas que a los consumidores, los minoristas y los proveedores globales de la UE y no creo que, a la larga, salven un solo puesto de trabajo europeo en el sector de la fabricación.

Sin embargo, no quiero recrearme exclusivamente en mis temores. El informe confirma acertadamente que los beneficios de la liberalización superan cualquier impacto perjudicial y que quienes más se benefician son los países que suprimen las barreras arancelarias y no arancelarias y abren sus mercados. También pone de relieve el problema a que debe enfrentarse el nuevo Presidente francés, por cuanto el proteccionismo provoca paro. Por estas razones, apruebo el informe.

 
  
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  Elisa Ferreira, en nombre del Grupo del PSE. – (PT) Señora Presidenta, señor Comisario, Señorías, me gustaría comenzar dando la enhorabuena al ponente. Hoy en día, Europa debe clarificar su posición dentro de la economía globalizada.

Los socialistas –he sido ponente alternativa del Grupo Socialista en el Parlamento Europeo– defendemos sin ambages el marco multilateral de la Organización Mundial del Comercio. Sin embargo, el relativo estancamiento de las negociaciones de Doha ha hecho que la Comisión y nuestros principales socios comerciales busquen soluciones temporales en los acuerdos comerciales bilaterales o regionales. No cabe duda de que esta no es la estrategia idónea y que solo será aceptable si los acuerdos son compatibles con el éxito de las negociaciones de Doha e incluyen condiciones ambientales y sociales mínimas que sean conformes con las normas internacionales reconocidas, como las relativas al trabajo digno.

Quisiera señalar, no obstante, que la revisión unilateral de los instrumentos de protección del comercio, como ha indicado el ponente, resulta totalmente inoportuna. Además, implica que los socios económicamente potentes, es decir, los que tienen bazas de negociación equivalentes a las de la Unión Europea, deben recibir un trato diferente de los países menos desarrollados o los que tienen graves problemas de desarrollo.

En relación con los primeros –Corea, la India, Brasil, México, China e Indonesia– ha llegado el momento de que la UE exija medidas de reciprocidad en el ámbito de acceso al mercado, respeto de la propiedad intelectual, cumplimiento de las normas comerciales, política de inversiones y competencia. Los ciudadanos europeos lo reclaman. Sin embargo, no podemos exigir esta reciprocidad a países vulnerables o que tienen problemas de desarrollo. Al contrario, esta estrategia impondrá a la UE nuevas responsabilidades respecto a estos países; la UE debe permitir que el comercio internacional se utilice para acelerar el desarrollo de estos países.

Como es lógico, no será fácil establecer un equilibrio entre estos objetivos. No obstante, espero que sea posible encontrar un espíritu de compromiso y un consenso suficiente entre los diferentes Grupos políticos, de modo que los ciudadanos europeos a los que representamos en esta Cámara puedan sentirse más seguros ante las incertidumbres de la globalización.

 
  
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  Ignasi Guardans Cambó, en nombre del Grupo ALDE. – (ES) Señora Presidenta, cuando hablamos de la competitividad de la Europa global no estamos hablando de una cuestión teórica o académica, estamos hablando de la creación de riqueza, de la creación puestos de trabajo, del bienestar de nuestros ciudadanos, del papel de Europa en el mundo, de sus responsabilidades y de cómo las ejerce, con sus vecinos, con sus socios comerciales y también con aquellos que son más débiles y que más pueden sufrir lo que hemos venido en llamar la globalización.

Doy la bienvenida, en nombre de mi Grupo, al informe del señor Caspary, al que añadiremos, en la votación posterior, algunas enmiendas que mejorarán o precisarán algunas de sus afirmaciones, no en la línea de quitar nada, sino aportando algunas ideas en apoyo a las enmiendas presentadas por otros Grupos.

El comercio y el libre mercado no son un dogma, no son una verdad religiosa que haya que defender como tal.

Es una realidad, una constatación, que solo el libre comercio, con reglas claras y justas para todos, puede contribuir a la creación de riqueza, de bienestar y al desarrollo. El proteccionismo no puede ir nunca en esa dirección, y nunca ha habido pruebas de que aporte nada. El libre comercio, la apertura de los mercados a nivel mundial, llevan indirectamente consigo la creación de mayores libertades individuales para aquellos que se benefician de esa libertad. Por eso defendemos la apertura de los mercados y la liberalización, no como quien defiende un dogma o una verdad religiosa o un principio al que estemos políticamente unidos sino porque sus beneficios son muy claros.

Cuando la Unión Europea defiende ese mismo principio, defiende, en la nueva estrategia de una Europa global, esta apertura de mercados a nivel mundial, y tiene que ejercer también sus propias responsabilidades. Le incumben graves responsabilidades a la Unión Europea; las tiene cuando nos representa y nos defiende.

Por eso, y en esto mi Grupo se suma a lo que han dicho otros portavoces, no es momento para revisar los instrumentos de defensa comercial, es momento, quizás, para ajustarlos, pero no para suprimirlos, no para modificarlos, porque la Unión Europea tiene la responsabilidad de no perder de vista las restricciones que siguen existiendo, restricciones, en muchos casos no arancelarias, que se van imponiendo progresivamente. Subrayo aquí una de la que tendremos ocasión de hablar: la denigración comercial que padecen los productos europeos en algunos países.

La Unión Europea tiene también su responsabilidad cuando negocia en nuestro nombre, cuando pide el acceso al mercado de servicios, cuando negocia en el ámbito de los concursos públicos.

Es muy importante que nuestra política comercial, no solo no sea incompatible sino que encaje perfectamente con nuestra política de desarrollo —algo que no digo que no se esté haciendo—, pero el riesgo está ahí, que tengamos una política comercial que no vaya en paralelo con nuestras obligaciones en el ámbito del desarrollo. Por eso añadiremos también algunas enmiendas a este informe, para dejar clara esta idea.

 
  
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  Konrad Szymański, en nombre del Grupo UEN. (PL) Señora Presidenta, señor Comisario, en el fondo, la globalización representa una oportunidad para Europa. Quiero dar las gracias al ponente por dejar claro este concepto en su informe. Y quiero recalcarlo, en particular, a nuestros colegas de la izquierda, que son los principales responsables de que el libre comercio se asocie al desempleo y al desastre social.

Si deseamos evitar las consecuencias negativas del comercio mundial e imponernos a la competencia a escala internacional, debemos poner orden en nuestro propio sistema de asignación de recursos. Actualmente, la reglamentación y el control excesivos del mercado común de la Unión Europea lo distorsionan. Estamos dejando escapar lentamente esta oportunidad, en particular en lo referente a los servicios y el mercado de trabajo de la Unión Europea.

Todavía no explotamos todas las ventajas competitivas que podrían derivarse de un mercado común euroatlántico. En lugar de difundir la alarma por la reducción del precio de los servicios y la competencia laboral y fiscal, deberíamos sacar beneficios comunes de esta situación. Tenemos que competir en esta carrera y hacer todo lo posible por ganarla.

 
  
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  Pierre Jonckheer, en nombre del Grupo Verts/ALE. – (FR) Señora Presidenta, señor Comisario, independientemente de su color político, los Gobiernos aprobaron en noviembre de 2006 las orientaciones generales propuestas por la Comisión y, ahora, esta ha entablado negociaciones, en concreto con Corea del Sur y los países de la ASEAN, sobre la base de los mandatos decididos por el Consejo a propuesta de la Comisión.

En estas materias, recordémoslo, el Parlamento Europeo solo tiene voz, pero no voto, y debe contentarse con un procedimiento de dictamen conforme al final del proceso. Lo mismo sucede, por lo demás, con los Parlamentos nacionales. Las negociaciones comerciales siguen siendo una prerrogativa de los ejecutivos nacionales y comunitarios, cosa que venimos criticando desde hace 25 años.

En efecto, deseamos que el Parlamento Europeo, en particular, participe en la definición de los mandatos de negociación a través de un procedimiento de codecisión y que, después, tenga lugar realmente un procedimiento de seguimiento y, desde este punto de vista, creo que, por interesantes que resulten, las comparecencias del señor Mandelson ante nuestra comisión no son suficientes.

Mi segundo mensaje tiene que ver con las normas. Desde el informe Bruntland pedimos que las normas del comercio internacional se adapten a las exigencias inevitables de un nuevo modo de desarrollo beneficioso para todos los pueblos de nuestro pequeño planeta.

Casi no hace falta recordar, señor Comisario, que la huella ecológica de nuestro modo de vida actual en Europa representa tres veces la capacidad de la Tierra. Este estado de cosas, por tanto, sería intolerable si adquiriera mayor amplitud; por esa sencilla razón es urgente hacer cumplir, y no solo fomentar, unas normas internacionales relativas al medio ambiente y las condiciones sociales en estas negociaciones comerciales, una opinión que por desgracia no comparte la Comisión ni la mayoría de este Parlamento, cegadas como están por los intereses inmediatos.

Por estas razones, y muchas más, en particular las repercusiones que dichas negociaciones podrían tener sobre el desarrollo futuro de la legislación europea, mi Grupo al completo rechazará este informe.

 
  
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  Helmuth Markov, en nombre del Grupo GUE/NGL.(DE) Señora Presidenta, señor Comisario, el señor Caspary, que es miembro de mi comisión parlamentaria, ha presentado un informe que, en esencia, repite lo expresado en la estrategia «Una Europa global» de la Comisión, que es la aplicación de la Estrategia de Lisboa a la política comercial exterior y que no puedo aprobar, al igual que no puedo aprobar la estrategia de acceso al mercado publicada en abril ni la política reflejada en los acuerdos de libre comercio, que se deriva directamente de ella. El objetivo primordial de la estrategia y su aplicación es permitir que las empresas europeas tengan un mayor acceso a los mercados de terceros países, y a priori no tengo nada que objetar al respecto.

Mediante la abolición de todos los obstáculos al comercio –en caso de que sea posible– se intenta someter no solo los aranceles, sino también las medidas amparadas en la política de protección de los consumidores, la política ambiental, la política social y la política de desarrollo al principio de competitividad, como exige la ideología librecambista, y al mismo tiempo se propone que los instrumentos de defensa comercial de la Unión Europea se apliquen de forma más coherente y que se amplíe la protección de la propiedad intelectual, es decir, de las «patentes». Puesto que está claro que existen muy pocas probabilidades de que se llegue a un acuerdo multilateral dentro de la OMC sobre esta especie de trato preferencial unilateral para las grandes empresas europeas, la Comisión y el Consejo se muestran cada vez más dispuestos a hacer prevalecer los intereses económicos europeos por medio de acuerdos bilaterales y regionales que van mucho más allá de lo que debe debatirse en la Ronda de Doha, y en los que figuran elementos como la desregulación de las inversiones, de los contratos públicos y de la política de competencia. Mi Grupo no puede aceptar una política que ya no tiene nada que ver con el establecimiento de un sistema comercial multilateral justo, pues tratar a débiles y fuertes por igual no es darles un trato justo, cuando lo que se necesita son acuerdos comerciales justos.

Sin embargo, el informe Caspary recoge un aspecto acertado e importante que me gustaría destacar, y es que resulta inaceptable que casi todas las decisiones importantes en el plano europeo se adopten sin que el Parlamento Europeo pueda intervenir a través del procedimiento de codecisión. Esta tarde volveremos a abordar los acuerdos de asociación económica. Sí, señor Comisario, es cierto que la comisión parlamentaria ha celebrado acalorados intercambios de puntos de vista con usted y con la Dirección General de Comercio, pero la Comisión de Comercio Internacional no recibe los borradores de los documentos. Mientras prosiga esta especie de diplomacia secreta dentro del Parlamento Europeo, no es de extrañar que muchos ciudadanos de la Unión adopten una actitud cada vez más escéptica respecto a lo que hace la Unión Europea.

 
  
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  Graham Booth , en nombre del Grupo IND/DEM. – (EN) Señora Presidenta, creo en el libre comercio. Ha beneficiado a mi país y constituye una herramienta importante para ayudar a las naciones más pobres del mundo a escapar de la pobreza. Sin embargo, los AAE hacen más mal que bien a la causa del libre comercio debido a la hipocresía de la Unión Europea.

A la vista de ello, abrir nuestros mercados a las importaciones procedentes de estos países suena muy bien, ya que contribuirá a impulsar sus economías, pero, como siempre, existe una contrapartida. Los países en desarrollo tienen que abrir sus mercados a las mercancías procedentes de Europa, tienen que rebajar sus aranceles de importación –según el calendario de la UE, para finales de año– y, en caso de que no lo hagan, volverán a elevarse las barreras comerciales europeas y volverá a bajar el importe de la ayuda europea. No se puede correr antes de aprender a andar. Como apunta el ponente, todavía no existen las facilidades en muchos países ACP para que la recaudación por ventas sustituya a los aranceles como principal fuente de financiación estatal.

Al intentar forzar la marcha, creo que estamos perjudicando más que favoreciendo la causa del libre comercio global. Además, ¿quién nos creemos que somos para obligar a estos países a suprimir los aranceles? Al fin y al cabo, el año pasado la Comisión implantó aranceles para el calzado procedente de China. Pero eso no era libre comercio, ni comercio justo, para el caso. Se nos dijo que estaban inundándonos con productos subvencionados. Pero, ¿qué estamos haciendo con nuestros excedentes de productos agrícolas, subvencionados a través de la PAC? Exactamente lo mismo: estamos inundando con ellos a los países más pobres y, con ello, arrastrando a los agricultores a la pobreza.

El ponente afirma que se van a firmar AAE entre la UE y muchos países ACP. Tal vez sea cierto, pero solo porque la UE es quien lleva la batuta. Es posible que se llame «asociación», pero es una asociación sumamente desigual. Favorece a las grandes empresas, no a los países en desarrollo. Las normas sanitarias y ambientales en Europa son tan estrictas que las posibilidades que tienen muchos países ACP de exportar su producción agrícola van a ser muy limitadas.

Es más, la propia evaluación de impacto de la Comisión sugiere que la firma de estos acuerdos bien pudiera precipitar el colapso del sector de fabricación en África Occidental. Como ciudadano de un país que históricamente ha abrazado y promocionado el auténtico libre comercio, no quiero ser cómplice de esto. No viene sino a acrecentar mi determinación en el sentido de que mi país negocie sus propios acuerdos comerciales y abandone esta horrorosa Unión Europea, que con todo su beato discurso sobre aliviar la pobreza y favorecer el desarrollo, realmente ha sido responsable directa de provocar la pobreza a gran escala en todos los países en desarrollo del mundo.

 
  
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  Dumitru Gheorghe Mircea Coşea, în numele grupului ITS. – (RO) Îl felicit pe raportor pentru munca excelentă pe care a depus-o, dar subliniez şi susţin în acelaşi timp remarca pe care raportorul o face în legătură cu faptul că este regretabilă situaţia în care cetăţenii Uniunii Europene stabilesc o paralelă între, pe de o parte, mondializare, iar, pe de altă parte, scăderea producţiei europene şi pierderea de locuri de muncă. În acest context se înscrie şi reacţia negativă pe care cetăţenii europeni o au faţă de procesul delocalizării unor întreprinderi productive spre noile state membre în scopul utilizării unei forţe de muncă mai ieftine. Am remarcat o astfel de reacţie negativă şi în timpul campaniei electorale prezidenţiale din Franţa, şi m-a deranjat faptul că România este prezentată ca o ţară care ar atrage aceste delocalizări, prejudiciind situaţia locurilor de muncă în alte ţări membre ale Uniunii. Se vorbeşte chiar de o politică de dumping social pe care ar practica-o România. Constat, cu regret, lipsa de informaţii pe care o au cetăţenii europeni şi insist pe nevoia unei informări nu numai ample, dar şi mai corecte.

În acest sens ar trebui ştiut că România, prin strategia sa de postaderare, nu încurajează delocalizarea, deoarece, în multe cazuri, prin aceasta se produc dezechilibre majore din punctul de vedere al protecţiei mediului, se dezvoltă ramuri industriale energofage şi utilizatoare de muncă slab calificată. Interesul actual al României este dezvoltarea unor ramuri industriale moderne, care să ridice gradul de competitivitate al economiei, şi nu aglomerarea pe teritoriul ţării a unui amalgam de întreprinderi, deplasate tehnic şi tehnologic. Iată de ce consider că delocalizarea este un proces care nu avantajează pe nimeni în interiorul Uniunii şi apare ca fiind extrem de necesară adoptarea unei strategii care să permită ca într-adevăr mondializarea să contribuie la respectarea interesului, nu numai al Uniunii, dar şi al diferitelor ţări membre în parte.

 
  
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  Roger Helmer (NI).(EN) Señora Presidenta, existen algunos aspectos positivos en este informe –la importancia de la relación transatlántica, la reducción progresiva de los aranceles en el comercio transatlántico, la importancia de la liberalización comercial y el hecho de que el proteccionismo conduce al paro– y, sin embargo, el informe es prácticamente esquizofrénico en lo tocante a los derechos de aduana. Por una parte alaba lo que denomina «el éxito de la unión aduanera de la UE», a pesar del prolongado declive económico de Europa en comparación con Asia y los Estados Unidos, y, por otra, aboga por la progresiva reducción arancelaria.

Tenemos que aclararnos. Las barreras comerciales o son buenas o son malas, pero no pueden ser ambas cosas a la vez. El hecho es que las uniones aduaneras son un concepto bismarckiano del siglo XIX y no tienen cabida en el siglo XXI. Va siendo hora de abandonar el arancel exterior común de la UE y de crear una zona de libre comercio europea.

El informe también alaba el modelo social europeo y la Agenda de Lisboa revisada, pero todos sabemos que la Agenda de Lisboa es letra muerta. Hablamos de ella pero no la ponemos en práctica, al tiempo que la competitividad de la UE va cada vez más a la zaga de la de nuestros competidores. Recuerdo bien al Primer Ministro británico, Tony Blair, planteando en esta misma Cámara la pregunta: «¿qué tipo de modelo social es ese que va dejando 20 millones de parados por toda Europa?». Respuesta: el modelo social europeo. También recuerdo una visita a Singapur, cuando el entonces Primer Ministro, Goh Chok Tong, fue preguntado por nuestro colega, el señor Corbett, por qué un país próspero como Singapur tenía unas prestaciones sociales y un subsidio de paro tan bajos. El señor Goh Chok Tong respondió: «Creemos que si pagamos a la gente para que esté en el paro, tendremos mucha gente desempleada, así que no lo hacemos». Eso es sabiduría oriental y haríamos bien en tenerla presente.

Solo existe un camino adelante para una Europa competitiva: necesitamos la «quema de reglamentos» de Konrad Adenauer. Necesitamos mayores reducciones de impuestos y de costes sociales y de empleo. Entonces, tal vez, podríamos empezar a competir en el mundo.

 
  
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  Georgios Papastamkos (PPE-DE).(EL) Señora Presidenta, los exportadores y las empresas no siempre tienen un acceso fácil a los mercados de muchos socios comerciales importantes de la Unión. Se enfrentan a aranceles elevados y barreras técnicas, a prácticas poco transparentes e injustas, a obstáculos administrativos y fiscales, y en general a una aplicación incompleta del principio de trato nacional.

Me gustaría también hacer hincapié, como ha hecho el ponente, el señor Caspary, en la deficiente protección de los derechos de propiedad intelectual e industrial a escala mundial.

Otro parámetro al que se debe la escasa competitividad de los productos y servicios europeos es la obligación de cumplir especificaciones y reglamentaciones más estrictas en materia de productos, salud pública, protección del medio ambiente y de los consumidores, y salud y seguridad.

No estoy a favor de rebajar el marco reglamentario europeo, sino de lograr condiciones de reciprocidad con nuestros socios comerciales.

Además, tenemos que evitar no solo el dumping económico, como sucede actualmente, sino también el dumping social y ecológico, tanto en el plano bilateral como multilateral.

En el presente caso, la Unión Europea pretende con toda razón abolir los derechos a la importación de los denominados «productos verdes» en el marco de las negociaciones en curso en la OMC. Sin embargo, al mismo tiempo es necesario estudiar la posibilidad de imponer un «impuesto verde» a las importaciones de países que no han firmado el Protocolo de Kyoto a fin de contrarrestar las desventajas competitivas de las empresas europeas y evitar que se trasladen a zonas en las que se apliquen normas ambientales más flexibles.

El equilibrio del sistema comercial mundial depende de la convergencia de sistemas, la transparencia institucional y la convergencia de obligaciones sociales y ambientales.

 
  
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  Erika Mann (PSE).(DE) Señora Presidenta, me gustaría abordar algunos aspectos del informe del señor Caspary y de la propuesta de la Comisión que son importantes para mi Grupo.

Quiero agradecer al Comisario el valor que ha tenido de plantear estas cuestiones y proponer que la Unión Europea cambie su estrategia, cosa que esta Cámara ya pidió en 2002, cuando propuse que dirigiéramos nuestra mirada más hacia Asia para la celebración de acuerdos, y le doy las gracias de todo corazón por ello.

Sin embargo, el problema radica en que la economía mundial ha venido sufriendo profundos cambios desde 2002. Junto con China, otros agentes han entrado en escena, y los países propuestos –Corea, por ejemplo, y algunos países de la ASEAN, así como la India– ya no son países en vías de desarrollo en el sentido tradicional del término, sino que cuentan con economías emergentes y han adquirido una enorme competitividad, si bien es verdad que en algunos de ellos predomina una gran pobreza, lo que plantea retos a la Unión Europea, y eso implica que debemos elaborar una estrategia bien pensada que promueva la equidad en el comercio con estos países.

Tendremos que encontrar un equilibrio entre la apertura de los mercados junto con los países interesados, por una parte, y un planeamiento individual, por otra; y al mismo tiempo insistir en el respeto de normas en el ámbito de la protección del medio ambiente y la seguridad en el lugar de trabajo, y por supuesto en el de la propiedad intelectual. Lograr ese equilibrio será algo difícil.

Usted ha dicho, señor Comisario, que ya había concedido al Parlamento más derechos al conferirle la decisión sobre el mandato. Y ha sido así, y me gustaría darle las gracias por ello, pero aun así me gustaría pedirle su apoyo cuando pedimos al Consejo que en el futuro se nos conceda el derecho de aprobación, que será de gran utilidad para desarrollar una buena política comercial.

Quiero dar las gracias al señor Caspary y a mi colega, la señora Ferreira, ponente alternativa, por el informe en sí y su disposición a colaborar con nosotros.

 
  
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  Gianluca Susta (ALDE). (IT) Señora Presidenta, Señorías, el compromiso que ha asumido Europa para fomentar la apertura de mercados no debe evitar que Europa defienda sus propios intereses en este mundo globalizado. La Estrategia de Lisboa representa un ambicioso objetivo con el que todos podemos estar de acuerdo, y que nos permite hacer frente al reto que nos plantean los competidores de la Unión Europea.

No obstante, debemos tener en cuenta que el gran juego del comercio y el desarrollo a menudo no se juega con reglas justas, y esta falta de reciprocidad, que se justifica debido a que muchos países han comenzado su desarrollo con retraso, penaliza nuestros sistemas de producción y tiene graves repercusiones sociales. Al mismo tiempo que mantenemos nuestro planteamiento multilateral, debemos intentar celebrar acuerdos bilaterales si es necesario. Nuestra política consiste en la liberalización de los mercados, reduciendo progresivamente los derechos de aduana y creando igualdad de condiciones para la competencia. En este contexto, nuestras políticas de innovación, apertura de los mercados y ayuda a la reestructuración de los sectores desfasados que ya no son productivos va acompañada de medidas de protección de la propiedad intelectual y de la protección comercial en general, como se señala en el Libro Verde y se refleja agudamente en el informe Caspary.

 
  
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  Seán Ó Neachtain (UEN). – (GA) A Uachtaráin, ba mhaith liom a dheimhniú ar an gcéad dul síos nach n-aontaíonn mise beag ná mór leis an gcur chuige oibre atá ag Peter Mandelson, Coimisinéir Trádála an AE, maidir le comhráití DOHA ar thrádáil Domhanda.

Dealraíonn sé domsa go bhfuil an tUasal Mandelson ag iarraidh margadh trádála ilshleasach a bhaint amach, is cuma cé a ghortófar sa phroiseas. Tá an iomarca géillte ag an Aontas Eorpach cheana féin sna cainteanna seo. Tá ciorraithe móra déanta ag an AE ar an tacaíocht a thugtar d'fheirmeoirí na hÉireann agus na hEorpa, agus táimid fós ag feitheamh go gcuirfeadh Meiriceá agus Grúpa Cairns na leasaithe a gheall siad féin i gcrích.

Ba chóir go mbeadh Rialtais na mBallstát uilig an-soiléir agus an-chúramach maidir leis an gcineál margaíochta ar mian leo a dhéanfadh an Coimisinéir Mandelson ar a son. Níor chóir dúinn ár bhfoinse beatha a bheith chomh fada ó bhaile le Meiriceá Theas. Ba chóir dúinn é a chothú anseo ag baile agus bá chóir dúinn é a dhéanamh ar na bunphrionsabail ar bunaíodh an tAontas Eorpach orthu, agus bá chóir go dtuigfeadh an tUasal Mandelson é sin. Is Sasanach é, agus ba chóir go mbeadh ciall ceannaithe ag Sasana sa phróiséis seo anois.

 
  
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  Jacky Henin (GUE/NGL).(FR) Señora Presidenta, Señorías, atrevámonos a acabar con el mito: el libre comercio ya no hace retroceder la pobreza y ya no favorece el desarrollo. Los últimos estudios publicados por el Banco Mundial evalúan los beneficios casi inexistentes que se han obtenido y, de esos beneficios casi inexistentes, el grueso ha ido a parar a China.

Si se tiene en cuenta la desaparición de los derechos de aduana, el balance resulta especialmente negativo para los países en desarrollo. La globalización capitalista no organiza la competencia entre las grandes multinacionales; las protege. En cambio, introduce una fuerte competencia entre los sistemas sociales y fiscales elegidos democráticamente por los ciudadanos de cada nación. Una de las consecuencias del libre comercio es, además, la transferencia completa de la carga fiscal de las empresas a los hogares. Por ello, las frases rimbombantes del informe sobre la preservación del modelo social europeo no son más que fórmulas teatrales cuyo único fin es hacer que corran las lágrimas. Si queremos salir de esto, es importante sustituir el principio de libre comercio por el de comercio justo.

La caída del dólar y del yen desangra el empleo industrial en la zona del euro. Y el informe invita a la Comisión a… ¡invitar! ¡Tartufo no lo habría dicho mejor! Ni una palabra sobre la voluntad inicua de aguar las normativas antidumping so pretexto de que perjudican determinados intereses financieros, a saber, los europeos. Porque estamos al servicio de los ciudadanos europeos y no de sociedades de inversiones especulativas, elijamos la cooperación en vez de la competitividad, elijamos un proteccionismo racional que se apoye en unos derechos de aduanas sociales y ecológicos, establezcamos un control sobre los tipos de cambio y la circulación de capitales.

Tengo la convicción, señora Presidenta, Señorías, de que si perseveramos en esta huida hacia delante al libre comercio, la Unión se precipitará directamente contra el muro, apretando a fondo el acelerador y cantando a voz en grito.

 
  
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  Bastiaan Belder (IND/DEM). – (NL) Señora Presidenta, antes que nada me gustaría felicitar al ponente por su informe tan equilibrado, que contará con mi apoyo en la votación de mañana.

En mi calidad de ponente para las relaciones entre la UE y China, me han interesado en especial los apartados sobre las relaciones comerciales con la República Popular, pero me ha sorprendido lo que se dice en el apartado 14, porque de ninguna manera considero que China sea el mejor ejemplo de un país que haya tenido un efecto positivo sobre la liberalización del comercio y haya participado activamente en los mercados mundiales y competitivos. De hecho, si tenemos en cuenta la larga lista de problemas y diferencias que mencionaré a continuación, el ponente coincide conmigo en este aspecto.

Dejando aparte los problemas en el ámbito social y ambiental, y la preocupación que nos causa la propiedad intelectual europea, quisiera señalar el deficiente acceso que tienen las empresas europeas al mercado chino y las prácticas de dumping en China, lo que también es perjudicial para la industria europea. Después de todo, los chinos protegen su mercado contra la competencia extranjera y conceden al mismo tiempo una preferencia excesiva a sus propios productores.

A menudo se confunde –erróneamente– una economía abierta en un mundo en plena globalización con una economía sin obstáculos. Afortunadamente, el ponente no ha optado por ello. En el apartado 17 de su informe, el señor Gaspari menciona acertadamente los daños que ha sufrido la economía europea a manos de países que infringen las normas comerciales. En respuesta a ello, la Unión Europea debería protegerse contra las prácticas comerciales desleales.

Por ello invito a la Comisión a que indique, tanto dentro del marco de la OMC como fuera de él, que la Unión no tolera el comportamiento desleal. Esto significa, sin embargo, que la UE debe estar dispuesta a adoptar sanciones efectivas por medio de los instrumentos de defensa comercial necesarios, que no sean resultado de una reacción proteccionista, sino de comprender que en algunos casos únicamente las sanciones ayudarán a garantizar la igualdad de condiciones para las industrias de la UE.

 
  
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  Jean-Marie Le Pen (ITS).(FR) Señora Presidenta, el informe de nuestro colega diputado del Grupo del Partido Popular Europeo (Demócrata-Cristianos) y de los Demócratas Europeos, el señor Caspary, adopta un enfoque casi caricaturesco al declarar los beneficios de la globalización y de la política comercial de la Unión Europea.

En efecto, solo le encuentra ventajas: apertura de los mercados, en especial de los contratos públicos, aumento de la competitividad, beneficios de la competencia y libre comercio mundial, aunque con un ligero correctivo en relación con los derechos de la propiedad intelectual.

En cambio, el proteccionismo se ve condenado sin remisión y los derechos de aduanas se ponen en la picota como intolerables ultrajes al dios Comercio. Frente a los todopoderosos ultraliberales del Parlamento Europeo y de la Comisión Europea, será interesante ver qué hace el Gobierno del señor Sarkozy para defender nuestras empresas, en particular nuestras PYME y PYMI, nuestra agricultura y nuestros servicios públicos.

Dado que Europa es ya el conjunto económico más abierto del mundo, resulta paradójico que se quiera ir más allá, salvo para sacrificar de forma deliberada y definitiva nuestra agricultura y nuestra industria. Sin embargo, es lo que hace la Europa de Bruselas, en nombre de la competencia, del dogma a favor del libre comercio o para satisfacer a nuestros aliados estadounidenses. En estas condiciones, a falta de una defensa comercial digna de este nombre, a falta de instrumentos de protección eficaces, a falta de funcionarios europeos independientes de los grupos de presión anglosajones, ¿qué puede hacer Europa para impedir las deslocalizaciones de empresas y la fuga de cerebros y capitales? Apoyarse en las naciones milenarias, y no en el espejismo ultraeuropeísta que defiende el señor Caspary y que garantiza graves desilusiones para los ciudadanos europeos.

 
  
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  Alessandro Battilocchio (NI).(IT) Señora Presidenta, Señorías, Europa siempre ha defendido en el marco de la OMC –a menudo sola y en perjuicio de sus intereses económicos inmediatos– la interpretación restrictiva de las normas del sistema y ha estado al tanto para detectar cualquier práctica que pueda provocar distorsiones en el mercado interior y el mercado internacional. Para que estas normas tengan sentido, la UE debe insistir firmemente en que las apliquen también los demás miembros, sobre todo nuestros competidores directos.

También es importante que estas normas se ajusten periódicamente a los constantes cambios que sufren las prácticas comerciales y el sistema productivo, como en los recientes casos de deslocalización, a fin de proteger no solo la calidad y el número de puestos de trabajo dentro de la UE, sino también de que se respeten las normas sociales y ambientales en los países extracomunitarios. En este aspecto, es importante estimular y acelerar los procesos en curso para crear la marca de calidad europea y proteger la propiedad intelectual, con el fin de poder proteger la competitividad de nuestras empresas, en particular las pequeñas y medianas, y la calidad de nuestra producción, tanto dentro como fuera de nuestras fronteras.

En mi calidad de miembro de la Comisión de Desarrollo, creo que debo señalar en todo caso que es necesario un planteamiento flexible y gradual para los países en vías de desarrollo que se han comprometido a satisfacer las necesidades básicas de su población, como por ejemplo un acceso equitativo al agua potable, educación y sistemas sanitarios eficientes, que son indispensables para el posterior desarrollo económico sostenible, antes de proceder a la apertura total de sus mercados.

 
  
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  Christofer Fjellner (PPE-DE). (SV) Antes que nada quiero dar las gracias al señor Caspary. Tengo que decir que este es uno de los mejores informes sobre política comercial que he visto en el Parlamento, en el que se señala con toda claridad que el libre comercio promueve la prosperidad y que el proteccionismo fomenta la pobreza. El hecho de que podamos decir esto juntos en el Parlamento Europeo es un paso positivo en la buena dirección. La iniciativa «Una Europa global» de la Comisión sobre la dimensión externa de la competitividad también resulta sumamente constructiva. Como es lógico, la política comercial tiene que formar parte de la Agenda de Lisboa desde un principio. De lo contrario, hablar de competitividad europea sin hablar de nuestro comercio con el mundo que nos rodea sería no decir nada.

Ahora que todavía está entre nosotros, señor Mandelson, me gustaría aprovechar la oportunidad para transmitirle dos observaciones.

En primer lugar, he observado que la Comisión habla a menudo de competitividad, pero casi exclusivamente de la importancia de aumentar el acceso a los mercados y reducir los derechos de aduana en otros países. Sin embargo, resulta igualmente importante aumentar el acceso y las oportunidades de otros países en Europa, así como reducir nuestros propios derechos. Con ello, los consumidores y empresas europeos dispondrían no solo de productos más baratos, sino que adoptarían una actitud más entusiasta hacia la competencia, aumentando así nuestra competitividad respecto del mundo que nos rodea. Así pues, la reducción de nuestros derechos de aduana es tan importante como la de los demás.

La otra cuestión que quiero abordar es la necesidad de reformar los instrumentos de defensa comercial. En este aspecto, no estoy de acuerdo con el informe presentado. Soy conciente de que la Comisión fue objeto de fuertes presiones tras la presentación de esta iniciativa. Desgraciadamente, esta presión parece haber reducido las ambiciones de la Comisión. La retórica ha pasado de hablar de reforma a hablar de revisión, pero espero que la Comisión presente una reforma de los instrumentos de defensa comercial digna de ese nombre. Resulta estúpido que la UE deba defendernos del comercio.

También quiero mencionar uno de mis ejemplos favoritos de obstáculos absurdos al comercio, a saber, los derechos especiales que impone la UE a las bombillas de bajo consumo, ya que, al mismo tiempo que nos preocupa el efecto invernadero y hablamos de prohibir las bombillas ordinarias, impedimos la importación de bombillas de bajo consumo por medio de elevados derechos.

No, señor Mandelson, debemos llevar a cabo sin demora una reforma exhaustiva de los instrumentos de defensa comercial.

 
  
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  Harlem Désir (PSE).(FR) Señora Presidenta, señor Comisario, Señorías, quisiera limitarme a hacer cuatro observaciones.

En primer lugar, señor Comisario, creo que tenía usted razón al insistir en que la estrategia de una Europa globalizada no debe significar el abandono de la prioridad en las negociaciones multilaterales. Hay mucho entusiasmo, pero también muchas ilusiones, en torno a lo que pueden aportar los acuerdos bilaterales de libre comercio. Se nos dice que hay que hacerlo, porque otros han seguido este camino, por ejemplo los Estados Unidos. De hecho, los Estados Unidos solo han firmado seis o siete acuerdos de libre comercio, que apenas representan el 5 % de su comercio exterior. Los demás acuerdos han fracasado, porque plantean los mismos problemas que en el marco multilateral, en general con el mismo tipo de socios. Quisiera añadir que estas negociaciones desembocan a menudo en acuerdos que resultan más desequilibrados para los países en desarrollo, para evidente ventaja de los países desarrollados.

Esto me lleva a mi segunda observación: al pasar del marco multilateral al marco bilateral, no hay que abandonar de paso los objetivos de desarrollo de la política comercial. Desde este punto de vista, señor Caspary, creo que no se puede decir que la política comercial no está asociada a otras dimensiones: desarrollo, lucha contra la pobreza, medio ambiente y política social. Ahora bien, el vínculo entre comercio y desarrollo, entre comercio y reducción de la pobreza, no es automático. Por ejemplo, se dice que si África no comercia, seguirá siendo pobre. Lo cual es cierto. Pero ¿significa esto que todo acuerdo comercial con África es necesariamente bueno para ella? No, no es cierto. Hay que contemplar una apertura diferenciada, controlada, que tenga en cuenta los sectores frágiles de cierto número de países. Y no se trata solo de los países más pobres, sino también de los países emergentes, países como la India, que se encuentra entre los países con la población más pobre del mundo.

En tercer lugar, esta estrategia de una Europa globalizada no puede significar la reintroducción de temas descartados en el marco multilateral. Pienso en los temas de Singapur, en las negociaciones sobre las inversiones, los contratos públicos, los servicios públicos. La reintroducción de estos temas no está justificada y conducirá a los mismos problemas, a los mismos bloqueos, o bien se impondrán por la fuerza, y son temas que van más allá de las normas del comercio y que conciernen a la regulación interna de sectores sensibles, como el acceso a los servicios esenciales, a los servicios públicos.

En cuarto lugar –y concluiré con este punto–, al igual que el señor Jonckheer, creo que no debemos perder de vista el hecho de que la Unión, a través de su política comercial, también persigue la aplicación de normas sociales y ambientales. Lo hacemos a través del sistema de preferencias generalizadas reforzado, no lo hacemos ya en los acuerdos de libre comercio, cosa que lamento, porque también debemos promover, en particular, el respeto de las normas de la OIT.

 
  
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  Jan Tadeusz Masiel (UEN). – (PL) Señora Presidenta, señor Comisario, la Comisión Europea debería facilitar más información sobre su propuesta de política comercial, no solo al Parlamento, sino sobre todo a los ciudadanos. Actualmente, los europeos de muchos países tienen miedo de la OMC y sus acciones.

Es preciso un mayor esfuerzo para explicar a los ciudadanos el principio según el cual una política de libre comercio genera crecimiento económico, empleo y desarrollo sostenible en todo el mundo, siempre que dicha política se base en la cooperación y sea cada vez más equilibrada y honesta. Además, dicha política debería inspirarse en nuestras normas sociales y ambientales europeas. Damos gran importancia a ese aspecto. Por una parte, se requiere un mercado libre y competencia libre y, por otra, normas ambientales y sociales europeas.

Actualmente todo esto no son sino buenos deseos, pero en algún momento será necesario que converjan estos valores. A este fin deberían encaminarse sus trabajos, señor Comisario.

 
  
  

PRESIDENCIA DEL SR. BIELAN
Vicepresidente

 
  
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  Tokia Saïfi (PPE-DE).(FR) Señor Presidente, en primer lugar quisiera felicitar a mi colega el señor Caspary por su excelente informe.

Dado que la globalización impone cambios sin precedentes, la Unión Europea debe llevar a cabo ahora las reformas necesarias que le permitan sacar el máximo provecho de la globalización. Una de esas reformas se basa en la adaptación de la política comercial europea a los retos de la competitividad. En efecto, hay que poner fin a la lógica que establece un paralelismo entre la globalización, por una parte, y, por otra, el declive de la producción europea y la pérdida de puestos de trabajo.

Europa debe ser capaz de convertirse en una zona de sinergias y cooperación industrial. Para ello, todo es cuestión de atractivo, especialización y defensa. Por tanto, Europa debe aplicar políticas que promuevan un entorno favorable al espíritu de empresa, a la producción y a la creación de empleo. Las PYME, agentes clave de estas políticas, deben disfrutar de un fácil acceso a los contratos públicos, como se observa ya en los Estados Unidos. Para que sean más completas, más integradas y más orientadas al futuro, estas políticas tampoco deben dejar de lado el sector agrícola, que es una baza comercial estratégica de la Unión Europea y no una moneda de cambio. Por lo demás, la Comunicación debería hacer referencia a ella, del mismo modo que al sector de los servicios o a los productos de alto valor añadido.

Paralelamente a esta actitud positiva, Europa también debe proteger. Los resultados de la Unión Europea con respecto a las economías emergentes están hoy comprometidos por una falta de reciprocidad en las condiciones de acceso a los mercados y por la proliferación de prácticas comerciales desleales. Ante esta pérdida de posiciones, Europa debe adoptar una postura más resuelta. Debe ser capaz de protegerse del dumping económico, social y ambiental a través de instrumentos de defensa comercial, que son en la actualidad los únicos paliativos a la ausencia de unas normas de la competencia mundialmente reconocidas. Como vemos, la competitividad exterior de la Unión Europea quedará asegurada, y ello tanto por su capacidad para atacar como por su capacidad para defenderse.

 
  
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  Carlos Carnero González (PSE). – (ES) Señor Presidente, cierto, tenemos la globalización ante nosotros y ante ella hay dos maneras de actuar: dejarse llevar por los acontecimientos o tratar de gobernarla y de intervenir en ella, de regularla, al fin y al cabo.

Creo que eso es lo que pretendemos con nuestra política comercial, y, desde mi punto de vista, ese es el sentido de la Comunicación de la Comisión Europea y, en general, también del informe del señor Caspary.

Debemos transmitir un mensaje muy claro a nuestros ciudadanos en el debate que estamos celebrando hoy. No pretendemos hacernos con nuestra cuota de mercado, independientemente de otros criterios, no. Queremos estar presentes en el mercado mundial, pero favoreciendo tanto el refuerzo del modelo social europeo como la extensión de la riqueza y, por lo tanto, la disminución de la pobreza en todo el mundo.

Esto debe conseguirse en términos multilaterales antes que nada. La Organización Mundial del Comercio sigue siendo la vía preferente de la Unión Europea para intervenir en la globalización. En ese sentido, hay que seguir esforzándose todo lo posible para culminar la Ronda de Desarrollo de Doha.

Mientras eso no sea así, por propia responsabilidad hacia nuestros ciudadanos e, incluso, hacia los ciudadanos de los países con quienes queremos establecer acuerdos de libre comercio, tenemos que impulsar este segundo instrumento.

El informe del señor Caspary recoge elementos muy importantes para los socialistas y socialdemócratas. En este sentido quiero recordar el apartado 20, sobre las normas de la Organización Internacional del Trabajo, o el apartado 65, que diferencia claramente los servicios comerciales de los servicios públicos.

Si, además, el informe Caspary recogiera nuestras enmiendas 43 y 52 estaría mucho mejor orientado a lo que pretendemos. Aun así, desde mi punto de vista, este informe representa una aportación positiva.

Quiero decir también, como miembro de la Comisión de Asuntos Constitucionales, que, ojalá el Consejo accediera a poner en marcha lo que la Constitución, en proceso de ratificación o modificación, establece: no solo un dictamen conforme sino también participación en el mandato, en el seguimiento de las negociaciones y, por lo tanto, representación plena de los ciudadanos en algo que, al fin y al cabo, afecta de manera muy clara a su vida diaria.

 
  
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  Zbigniew Krzysztof Kuźmiuk (UEN). – (PL) Señor Presidente, señor Comisario, en mi contribución a este debate me gustaría destacar tres cuestiones.

El tema del informe objeto de debate es el desarrollo del comercio, y tengo que decir antes que nada que este no debe considerarse un fin por sí mismo, sino en relación con sus repercusiones sobre el crecimiento económico, incluida la producción europea, y sobre las tendencias del mercado laboral europeo y el desarrollo equilibrado de toda la Unión Europea.

En segundo lugar, las afirmaciones del informe sobre la apertura de los mercados son correctas siempre que se basen en el principio de reciprocidad y en los principios de la competencia leal. A menudo, la UE abre sus mercados en situaciones en las que sus socios extranjeros no tienen intención de atenerse a la reciprocidad ni de respetar los principios de la competencia leal.

En tercer lugar, es sumamente importante que estos principios se cumplan en el comercio con productos alimenticios. Algunos de los socios de la Unión no se han atenido a los principios de la competencia leal en este sector, lo que ha provocado recortes un muchos ámbitos agrícolas europeos. En algunos casos, la producción ha sido totalmente abandonada. Para Europa será muy difícil, si no ya imposible, reanudar estas actividades en el futuro si los socios extranjeros están en condiciones de fijar los precios.

 
  
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  Alexander Stubb (PPE-DE). (EN) Señor Presidente, quiero plantear tres cuestiones. La primera es dar las gracias al señor Caspary por realizar un trabajo excelente en este informe y felicitarle por seguir una buena línea liberal, de libre comercio.

Mi segunda observación es que soy defensor del libre comercio y el multilateralismo. Sin embargo, comprendo que en la actual Ronda de Doha hemos de adoptar ciertas medidas, que no necesariamente nos gustan, en la línea del bilateralismo, pero hemos de ajustarnos a ello.

Me gustaría decir al señor Mandelson que es muy bueno que nos esté promocionando como una superpotencia comercial: más del 20 % del comercio mundial se hace con nosotros, el 20 % con los Estados Unidos. Cuando hablamos de comercio, la gente escucha, y esa es la razón por lo que resulta tan importante encontrar un equilibrio entre libre comercio y proteccionismo.

En cuanto al propio instrumento de defensa comercial, estoy un poco confuso –por ejemplo, me gustan las zapatillas de tenis chinas– y, por tanto, me gustaría que el Comisario fuera un poco cauto a ese respecto y no lo llevara demasiado lejos. No nos gustaría convertirnos en un Estado Colbert europeo.

Mi último comentario se refiere a la globalización, en concreto, la liquidación de la globalización. Me entristece escuchar a gente como Jean-Marie Le Pen, cosa que no hago a menudo. Parece como si la globalización se hubiera convertido en el chivo expiatorio de todo: todo lo malo se debe a la globalización y todo lo bueno es mérito de los propios Estados miembros. Esa es la forma errónea de abordar los temas. Yo realmente no deseo que la Unión Europea se convierta en un moderno Colbert, en otras palabras, en un Estado mercantilista, que cree en sus propias exportaciones, pero que desea frenar las importaciones de otras procedencias. Eso no es lo que nos ocupa: nuestro planteamiento básico se refiere a la libre circulación de bienes, servicios, personas y capitales, y eso tenemos que fomentarlo también en todo el mundo.

 
  
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  Kader Arif (PSE).(FR) Señor Presidente, Señorías, deseo recordar aquí algunos principios esenciales y expresar algunas preocupaciones en relación con la nueva estrategia comercial preconizada hoy por la Comisión y recogida en el informe de nuestro colega, el señor Caspary.

El primer principio que hay que recordar es que siempre hay que dar prioridad al multilateralismo. Sabemos que la proliferación excesiva de acuerdos bilaterales resulta muy perjudicial para el edificio multilateral regulado, al que nos adherimos. El segundo principio es no debilitar el compromiso de la Unión a favor de una política comercial que favorezca el desarrollo, una política que integre dimensiones no comerciales, como el trabajo digno, el acceso a los medicamentos, el medio ambiente o la erradicación de la pobreza.

En cuanto a mis preocupaciones, tienen que ver con tres puntos. El primero de ellos es que la dimensión de la ronda de Doha destinada a favorecer el desarrollo ya no es prioritaria en los futuros acuerdos de libre comercio ni en el nuevo plan de trabajo comercial de la UE, aun cuando los objetivos de política comercial de la UE deberían ser siempre plenamente compatibles con su política de desarrollo y complementarla de forma útil, por lo que respecta en particular a las cuestiones sociales y ambientales.

Mi segundo tema de preocupación es el alcance de estos acuerdos, que van mucho más allá de las disposiciones actuales de la OMC. Por ejemplo, no es aceptable que se intente favorecer el principio de reciprocidad incluso para los países emergentes, que se enfrentan a la pobreza a gran escala. Debemos permitir a los países en desarrollo proteger de forma transitoria los sectores frágiles y sensibles de su economía. En resumen, no debemos imponer a los demás lo que no sabemos imponernos a nosotros mismos.

Mi última preocupación tiene que ver con las propuestas encaminadas a negociar sobre los denominados temas de Singapur. Esos temas, muy controvertidos, fueron excluidos de la ronda de Doha debido a la oposición generalizada de los países en desarrollo y los países emergentes. Esta controversia había conducido anteriormente al fracaso de Cancún.

Sabemos que estas cuestiones, que son complejas tanto para la Unión como para nuestros socios, plantean cuestiones delicadas, que tienen que ver con la política interior y, por tanto, con la soberanía misma de los Estados miembros. Además, esas cuestiones podrían tener un efecto considerable sobre los modelos económicos y sociales y, por tanto, sobre el propio desarrollo de nuestros socios.

Es esencial que la Unión no exija la inclusión de estas cuestiones en las negociaciones. Nada puede justificar que lo que ha salido por la puerta de una ronda multilateral regrese por el ventanuco de un acuerdo bilateral. Lo que está en juego es nuestra coherencia, nuestra credibilidad y cierto modelo de desarrollo que siempre hemos intentado promover.

 
  
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  Glyn Ford (PSE). (EN) Señor Presidente, quiero expresar mi agradecimiento por todo el esfuerzo que ha dedicado el señor Caspary a este informe. Como bien ha dicho el Comisario Mandelson, nuestra prioridad este año consiste en concluir la ronda de desarrollo multilateral de Doha. Paralelamente existen negociaciones complementarias sobre acuerdos bilaterales de libre comercio con Corea del Sur, la ASEAN y la India.

El informe del señor Caspary define un modelo dentro del que debemos intentar operar en estas negociaciones, no porque lo diga el señor Caspary, sino por nuestra comisión. No obstante, el informe contiene contradicciones, ya que, como ha dicho el señor Helmer, es sin duda esquizofrénico.

Algunos diputados de mi Grupo se quejan de que el informe no se muestre favorable al desarrollo. No estoy seguro de que pretendiera serlo, ya que nuestras negociaciones inminentes se desarrollarán con países como Singapur y Corea del Sur, Tailandia y la India, países que ya no se encuentran en la categoría de países menos desarrollados. Dentro de ASEAN, Laos y Camboya están incluidas en la política de «todo menos armas» de la UE y, por consiguiente, gozan de cierto grado de protección.

Aplaudo el apartado 30 del informe, que tiene en cuenta los intereses de los países más pequeños y más débiles. Desde luego acojo con satisfacción el apartado 32, que exige que los futuros ALC deben incluir las normas de la OIT sobre empleo digno.

Puedo compartir las consideraciones del señor Kamall en lo referente a los servicios audiovisuales, aunque debo decir que la privatización de la salud, la educación, el agua potable y la energía rara vez favorece a los pobres en los países en desarrollo, sino más bien a la minoría acaudalada.

Aplaudo el apartado 33, que facilita la suspensión de los acuerdos de libre comercio cuando no se estén cumpliendo, sobre todo por lo que respecta a las cláusulas sociales. Pero para algunos miembros del Grupo del PSE, el apartado 29 es mortal. Exige una amplia liberalización de los servicios. Mi Grupo se reunió ayer y decidió, por un estrecho margen, que no podía apoyar el informe si se incluía este apartado y otros similares.

 
  
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  Peter Mandelson, miembro de la Comisión. (EN) Señor Presidente, hemos escuchado algunas aportaciones muy bien documentadas y muy inteligentes a este debate. Las aprecio y doy las gracias a quienes se han tomado el trabajo de intervenir.

Pienso que el espíritu, aunque no cada letra, tanto de mi propio planteamiento como el del informe del señor Caspary, ha sido captado por el señor Fjellner cuando ha afirmado que el libre comercio propaga la prosperidad, mientras que el proteccionismo difunde la pobreza. En términos generales, creo que eso es cierto, aunque yo añadiría que el libre comercio es una condición necesaria, pero no suficiente, para provocar el desarrollo económico y la supresión de la pobreza en algunos de los países más necesitados del mundo.

Coincido con quienes, como el señor Désir, desean que la Comisión ponga en práctica un principio de reciprocidad proporcional por lo que respecta a los países en desarrollo. Estoy de acuerdo con eso y mi planteamiento refleja las capacidades de los mercados de los países en desarrollo en cuestión. La UE solo exige a los socios comerciales lo que les permite su nivel de desarrollo, pero como han expresado otros oradores, los tipos de economías que buscan acuerdos de libre comercio con nosotros –Corea, los países de la ASEAN, la India– difícilmente pueden calificarse de típicos países menos avanzados del mundo.

El señor Arif se ha centrado en los denominados asuntos de Singapur, al igual que el propio señor Désir. Lo único que puedo decir al respecto es que si los países socios deciden que quieren discutir estos asuntos bilateralmente con la Unión Europea a fin de fomentar su propio desarrollo y crear oportunidades económicas para ellas, ¿por qué no habrían de hacerlo? No creo que nos competa a nosotros en Europa decir a los países en desarrollo y a las economías emergentes que no deben abordar temas como la inversión, la competencia y la transparencia en la contratación pública.

Uno o dos diputados han hecho alusión a la defensa comercial. El señor Caspary lo ha hecho al comienzo y el señor Guardans Cambó, en un momento posterior, lo mismo que la señora Saïfi. No tengo intención alguna de renunciar al derecho de Europa a tomar medidas contra el dumping. Los instrumentos de defensa comercial representan una forma vital de garantizar el libre comercio en el caso de bienes que han sido producidos en condiciones subvencionadas o cuando se está produciendo una distorsión de los precios. Desde luego, no debe confundirse con las normales ventajas de bajo coste en el comercio para muchos países en desarrollo. Nuestro objetivo a la hora de utilizar los instrumentos de defensa comercial no consiste en proteger a las empresas europeas frente a una competencia de bajo coste.

Bies es cierto que, de vez en cuando, me reúno con quienes pretenden utilizar los IDC porque temen a la competencia, no porque quieran enfrentarse limpiamente a ella. Pero considero que una revisión periódica nos permite garantizar el mantenimiento de la confianza pública en tales instrumentos y asegurar que, en caso necesario, estos instrumentos pueden modificarse para reflejar un mundo cambiante. Eso es todo lo que estamos haciendo.

Quiero volver sobre uno o dos puntos que se han planteado. Por lo que se refiere a la cuestión de la liberalización de los servicios, coincido bastante con la observación del señor Kamall. Sí, vamos a estudiar la apertura del mercado en el sector de los servicios durante nuestras negociaciones bilaterales en torno a los acuerdos de libre comercio, pero van a ser unas negociaciones en las que nuestros socios conservarán el derecho a regular su sector de servicios y su derecho a abrir o no el sector de los servicios públicos. Esto deben decidirlo ellos. No podemos imponerlo nosotros.

Me agrada asimismo que uno o dos diputados se hayan centrado en el tema de las condiciones laborales, sociales y ambientales de nuestros socios comerciales. Creo fervientemente que el desarrollo sostenible, que atañe a todos estos temas, es un objetivo global también en el caso de la política comercial. Una cuestión comercial y ambiental que hemos perseguido con afán en las conversaciones de Doha, pero al que se han opuesto algunos países, es la bajada de los aranceles para los productos ambientales. Muchos de los problemas ambientales se podrían resolver fomentando este comercio. En los futuros ALC también continuaremos incluyendo compromisos respecto de las normas en el lugar de trabajo.

Sin duda saben ustedes que nos encontramos con cierta oposición por parte de nuestros interlocutores en lo relativo a estas condiciones. Ellos no las entienden como una forma de elevar las normas, sino como un medio para que las personas en el mundo desarrollado utilicen nuevos pretextos para mantener cerrados sus mercados a los bienes y servicios que son exportados desde los países en desarrollo. Así que es importante que mantengamos un equilibrio en estos asuntos y, desde luego, por lo que respecta a estos temas, creo firmemente que deberíamos utilizar la presión que tenemos a nuestra disposición por medio de incentivos, no de sanciones.

El señor Markov y la señora Mann se han referido al tema del papel del Parlamento Europeo. Yo siempre he creído en una estrecha cooperación con el Parlamento Europeo, y me he comprometido a practicarla al amparo del acuerdo marco que tenemos. Siempre que sea posible extendemos nuestra participación con el Parlamento en asuntos comerciales. Esa es la razón por la que hemos compartido con el Parlamento las directrices de negociación para los ALC de una manera totalmente transparente.

Voy a referirme rápidamente a algo que ha dicho el señor Papastamkos. Además de su referencia a nuestra meta de cero impuestos para una lista consensuada de productos ambientales, creo y acepto que necesitamos estudiar y encontrar una forma de abordar el tema de los que van por libre con respecto a las políticas respetuosas con el clima y en conexión con el Protocolo de Kyoto. A la larga, esto se va a convertir en un rasgo cada vez más importante del debate sobre el cambio climático. Creo que es prematuro pensar en un impuesto sobre el carbono. A mi entender, existen numerosas dificultades, tanto de índole práctica como legal, para explorar esa idea específica. Hemos de tener cuidado de que cualquier política e instrumento respetuoso con el clima que podamos desarrollar en el futuro no se convierta en un instrumento proteccionista. No obstante, admito totalmente que ha llegado el momento de que estudiemos detenidamente estos asuntos, ya que van a ir adquiriendo cada vez más relevancia con el paso del tiempo.

Quiero dar las gracias a todos los diputados y diputadas que han intervenido y han contribuido de forma tan provechosa a este debate. Espero mantener una cooperación continuada y sólida entre mis servicios, yo mismo y este Parlamento.

 
  
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  El Presidente. El debate queda cerrado.

La votación se celebrará hoy a las 12.00 horas.

Declaración por escrito (artículo 142 del Reglamento)

 
  
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  Edit Herczog (PSE), por escrito. – (HU) Quiero felicitar al ponente y, en particular, a la señora Ferreira por su colaboración tan eficaz. Europa adopta una doble posición ante la globalización: por una parte, somos los defensores más activos y comprometidos de los países en vías de desarrollo, porque creemos en los valores de la democracia y del progreso social y económico. Por otra parte, apenas los países en vías de desarrollo se convierten en competidores económicos, sentimos miedo de ellos y los consideramos una amenaza para nuestra economía y nuestra prosperidad. Sin embargo, es insostenible que los países más pobres únicamente sean nuestros socios en la medida en que sigan siendo pobres, tanto dentro de la UE como respecto a nuestra relación con terceros países.

Tenemos que recordar que los logros sociales de Europa fueron obtenidos gracias al auge económico y no al contrario. Solo podemos esperar que nuestros socios alcancen la prosperidad económica y social si les permitimos y ayudamos a enriquecerse. Y es con los países desarrollados, con Europa, por lo que podrán hacerse más ricos gracias a mercados con un alto poder adquisitivo. Si les cerramos nuestros mercados, frustraremos sus perspectivas de crecimiento.

Esto no significa que debamos renunciar a nuestro propio crecimiento, sino simplemente que tenemos que comprender que no podemos ser más competitivos que todos los demás en todos los sectores. En las actuales condiciones económicas mundiales, podemos sobresalir con nuestro avance tecnológico, con nuestra conciencia ambiental, con nuestros productos y servicios intelectuales, y con nuestras competencias en materia de innovación, y es en ellos donde debemos sustentar nuestra competitividad.

Europa debe recordar que, en la competencia mundial, la mejor de las especies es la oca, pues puede cantar, nadar, correr y volar. No es la mejor en ninguna de estas actividades, pero puede defenderse en cada una de ellas. Este es un ejemplo que debemos tomarnos muy en serio.

 

7. Ayuda para el comercio de la UE (debate)
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  El Presidente. De conformidad con el orden del día se procede al debate del informe (A6-0088/2007) de David Martin, en nombre de la Comisión de Comercio Internacional, sobre la propuesta de resolución del Parlamento Europeo sobre la ayuda de la UE al comercio (2006/2236(INI).

 
  
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  David Martin (PSE), ponente. – (EN) Señor Presidente, antes de hablar de la sustancia de este informe, quiero dar las gracias a mis ponentes alternativos por haber colaborado en la elaboración del informe y, en particular, a la DG Comercio y a la DG Desarrollo de la Comisión, respecto a las cuales me complace poder decir que han mostrado una muy buena disposición a colaborar con el Parlamento en esta cuestión. Por último, quiero dar las gracias a Pelayo Castro Zuzuarregui, el funcionario del Parlamento con el que he trabajado en la elaboración de este informe. Tengo entendido que nos va a dejar por un año –esperemos que solo sea por un año– a fin de trabajar para el Presidente del Gobierno español. He trabajado con él en la elaboración de este y de otros informes y en todos los casos, me ha parecido una experiencia intelectualmente estimulante y le deseo mucha suerte.

En cuanto al contenido del informe, la ayuda al comercio es una herramienta fundamental para conseguir la integración de los países en desarrollo en la economía mundial. Sin embargo, quiero insistir desde el principio en que no se trata de sustituir a la Ronda de Desarrollo de Doha, sino de complementarla. Está claro que la liberalización de los mercados no es suficiente por sí sola para conseguir la integración de los países en desarrollo en la economía mundial. Basta con ver la experiencia de los últimos 40 años: los países menos desarrollados han visto cómo su participación en el comercio mundial se reducía casi a la mitad, del 1,9 % al 1 %, y eso a pesar de la reducción de aranceles tras la Ronda de Uruguay y otras reducciones arancelarias e iniciativas recientes como el programa europeo «Todo menos armas», que garantiza el acceso al mercado libre de impuestos y de cuotas para los países en desarrollo. Por tanto, está claro que la liberalización, que a mí me parece importante, no ha sido suficiente por sí sola para garantizar la plena integración de los países en desarrollo en la economía mundial.

Tampoco afirmo –y quiero que esto quede claro– que la ayuda al comercio sea por sí sola la panacea. Sin embargo, está muy claro que ahora existe un consenso cada vez mayor sobre los beneficios que pueden derivarse de la ayuda al comercio. La reunión ministerial de la OMC celebrada en Hong Kong en diciembre de 2005 estableció un ambicioso programa de trabajo para la ayuda al comercio y solicitó más apoyo para ayudar a los países en desarrollo a integrarse en la economía mundial. Esa iniciativa tuvo lugar después del compromiso del señor Barroso en la Cumbre del G-8 celebrada en Gleneagles de destinar mil millones de libras esterlinas del dinero de la Unión Europea y mil millones de libras esterlinas del dinero de los Estados miembros como contribución a la línea presupuestaria de la ayuda al comercio.

Aunque esa medida debe acogerse con satisfacción y en el momento de su anuncio causó un gran revuelo, tenemos que ser conscientes de que en el fondo los incrementos son bastante modestos: la contribución de la Unión Europea aumentará de una base cercana a los 850 millones de euros en la actualidad a mil millones de euros, mientras que la contribución de los Estados miembros –si cumplen lo prometido– pasará de 300 millones de euros a mil millones de euros.

El pasado mes de octubre, el Consejo de Asuntos Generales propuso una estrategia comercial para proyectar la manera de cumplir esas promesas. Mi informe recoge algunos de los aspectos fundamentales que espero que veamos en esa estrategia. Primero, en relación con el alcance de la ayuda al comercio, quiero que los mil millones de Barroso se midan comparen con la base actual, que engloba dos categorías: una es la política comercial y la regulación del comercio, y la otra es el desarrollo del comercio. Sin embargo, celebro que el grupo de trabajo de la OMC haya añadido otras tres categorías: ajustes relacionados con el comercio, infraestructuras relacionadas con el comercio y capacidad productiva. Estos son aspectos fundamentales del programa de ayuda al comercio y espero que puedan encontrarse recursos adicionales para ayudar a los países en desarrollo a resolver cuestiones como la retirada gradual de preferencias, la pérdida de ingresos arancelarios o la ayuda para adaptarse a las nuevas presiones competitivas debido a la regionalización, como los AAE.

En mi informe defiendo que la ayuda al comercio debe guiarse por la demanda y situarse bajo la responsabilidad de cada país. En este contexto, el marco integral reforzado de la OMC debe convertirse en el instrumento de diagnóstico fundamental para los países en desarrollo, ayudándoles a saber dónde puede generar la ayuda al comercio los máximos beneficios. En los países en desarrollo, tenemos que asegurarnos también de que el sector privado y la sociedad civil participen en el proceso. Aunque la ayuda al comercio representa indudablemente una estrategia diferente de la ayuda general al desarrollo, creo que debe basarse en los mismos principios fundamentales de reducción de la pobreza y desarrollo sostenible, y nuestro principal punto de referencia deben seguir siendo los Objetivos de Desarrollo del Milenio.

Celebro que buena parte de lo que proponíamos en este informe haya quedado reflejado en la Comunicación de la Comisión publicada en abril, y aunque peque de inocente, quiero creer que eso se ha debido a la estrecha relación establecida entre las DG de la Comisión y el Parlamento Europeo. Espero que, cuando este verano se apruebe definitivamente la estrategia europea conjunta sobre comercio, quede también reflejada en ese documento de estrategia.

He pedido en mi informe de hoy que se presenten informes bianuales al Parlamento Europeo, para que podamos comprobar si los Estados miembros y la Comisión proporcionan la calidad y la cantidad de ayuda que han prometido. De momento, todas las instituciones han demostrado su voluntad de presentar colectivamente lo que a mí me parece que es una estrategia importante y que puede hacer una contribución importante, siendo modestos, para conseguir la integración de los países más pobres del mundo en el sistema de comercio mundial.

 
  
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  Peter Mandelson, miembro de la Comisión. (EN) Señor Presidente, quiero dar las gracias al ponente, el señor Martin, por lo que creo que es un excelente informe sobre la ayuda al comercio. Me complace mucho que se haya referido a los Objetivos de Desarrollo del Milenio, puesto que representan la idea y los objetivos que nos guían. Coincido con él en que el comercio justo, aunque sea una condición necesaria para el desarrollo, no es una varita mágica, como también estoy de acuerdo con él en que la ayuda al comercio, aunque sea un componente necesario de cualquier estrategia de desarrollo, no es la panacea.

Creo que este informe refleja un compromiso muy serio con el programa de ayuda al comercio que yo comparto plenamente. He leído también las sugerencias y orientaciones muy útiles sobre el contenido de la estrategia europea conjunta sobre ayuda al comercio, que le agradezco mucho. Celebro también la participación del Parlamento Europeo en este proceso.

Desde 2005, el Parlamento Europeo, el Consejo y la Comisión han adoptado una clara visión común sobre los grandes principios de la ayuda al comercio. Todos estamos de acuerdo en que el comercio puede ser un catalizador importante del crecimiento y la reducción de la pobreza en los países en desarrollo, pero la integración con éxito de los países en desarrollo en el sistema de comercio mundial exige un acceso al mercado más que mejor y un refuerzo de las reglas internacionales. En este sentido, en las conclusiones del Consejo de Asuntos Generales de los días 14 y 15 de mayo de este año se recuerda el papel crucial de la ayuda al comercio.

El reto al que ahora nos enfrentamos es la aplicación de esos principios en el contexto de la estrategia europea sobre ayuda al comercio, en la que están trabajando conjuntamente la Comisión y los Estados miembros. Dicha estrategia debe establecer un plan de trabajo que nos permita cumplir nuestras promesas de financiación, sirva de orientación para mejorar la eficacia de nuestra ayuda, proporcione un marco para la supervisión y la presentación de informes sobre la ayuda al comercio, y considere la capacidad de la Comisión y los Estados miembros para proporcionar esa ayuda al comercio. La estrategia estará lista en octubre de este año y entonces se presentará a la revisión de la ayuda al comercio de la OMC, por lo que este informe del Parlamento Europeo llega en un momento muy oportuno.

Quiero referirme a algunos aspectos concretos que se plantean en el informe, el primero de los cuales es la cuestión de ampliar la esfera de la ayuda al comercio en relación con las promesas de financiación de la UE. Permítanme que haga hincapié en que la credibilidad de nuestras promesas tiene una gran importancia y deja muy claro que no habrá cambios en el alcance de nuestras promesas. El objetivo de 2 000 millones de euros sigue refiriéndose a las categorías de política comercial y desarrollo comercial.

Doy una gran importancia al programa ampliado de ayuda al comercio, que incluye la adquisición de capacidades productivas además de la ayuda al desarrollo, la infraestructura y el ajuste comerciales. En estos ámbitos, que son muy intensivos en capital, necesitamos un compromiso político claro de hacer más, pero permítanme que vuelva a insistir en que esos esfuerzos no se contabilizarán en relación con nuestras promesas de financiación.

En cuanto a la falta de recursos adicionales para financiación con cargo al FED para los países ACP, nos gustaría hacer más, pero la Comisión no decide el presupuesto para el FED. Eso corresponde a los Estados miembros de la UE. Existen solo algunas excepciones limitadas, que son también aprobadas por los Estados miembros y que se dedican a fines muy concretos, como el ajuste requerido por la reforma del sector azucarero.

En cuanto al marco integrado, me complace poder confirmar lo que ya anuncié en Hong Kong. La Comisión está dispuesta a comprometer 10 millones de euros en los primeros dos años para la parte multilateral del Marco Integrado reforzado. Además de eso, la Comisión complementará la parte multilateral con ayudas bilaterales y regionales considerables para llevar a cabo las actividades identificadas a través del Marco Integrado y priorizadas por los respectivos Gobiernos asociados. Proporcionaremos asimismo recursos humanos y capacidad sobre el terreno para contribuir a un mejor funcionamiento del Marco Integrado.

La cuestión de la ayuda para el ajuste se destaca con razón en el informe. Pero no estoy de acuerdo con que las negociaciones de los AAE merezcan una mención especial en este contexto. La ayuda para el ajuste es importante en cualquier crisis comercial externa. Esas crisis pueden ser el resultado de negociaciones comerciales, pero pueden ser también consecuencia de la reforma unilateral como en el caso del azúcar. Sea cual sea el resultado de las negociaciones de los AAE, el cumplimiento de las obligaciones de los países ACP se introducirá gradualmente durante un período muy largo y eso facilitará el ajuste y permitirá identificar los requisitos que tenemos que ayudarles a cumplir.

Por último, hemos tomado nota de su petición de examinar el mecanismo de integración comercial del FMI como parte de la estrategia europea sobre ayuda al comercio. Creemos que ese mecanismo se aplica mejor en cooperación con otros donantes internacionales, por ejemplo en el marco de la revisión mundial de la ayuda al comercio en el marco de la OMC.

Permítanme que exprese una vez más mi profundo agradecimiento por el respaldo político de este Parlamento a la ayuda al comercio, así como nuestra voluntad de cooperar con el Parlamento Europeo para seguir avanzando, como espero que ocurra en el futuro.

 
  
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  Margrietus van den Berg (PSE), – (NL) Señor Presidente, el Comisario tiene razón cuando señala que el comercio y la cooperación al desarrollo se encuentran estrechamente relacionados entre sí. Si queremos alcanzar los Objetivos de Desarrollo del Milenio en 2015, la ayuda y el comercio deben complementarse mutuamente, como de hecho pueden hacerlo.

Los países en vías de desarrollo necesitan nuestra ayuda para seguir desarrollando sus mercados regionales, y para ello es necesario mejorar con carácter prioritario las normas de origen. Europa y sus socios en vías de desarrollo deben unir fuerzas a fin de crear un grupo operativo para el desarrollo que sea capaz de dar cuerpo a esta construcción de mercados locales.

Este grupo operativo debería estar integrado por expertos en políticas de comercio y desarrollo, y podría contribuir a la elaboración y aplicación de medidas para impulsar el comercio. En este contexto deberíamos pensar en ingresos tributarios alternativos, en reforzar la capacidad de producción y en la normalización y creación de un control conjunto de las fronteras exteriores. En particular, es preciso continuar con el desarrollo de los recursos humanos. Las ayudas prácticas de este tipo contribuirían considerablemente a poner en marcha los mercados locales y el comercio mutuo. En cuanto a las grandes infraestructuras, consideramos que lo mejor es apostar por el BEI.

Sin embargo, estas ayudas específicas al comercio no deberían provenir de nuestros bolsillos, por lo que no deberían financiarse con cargo al actual presupuesto de desarrollo. El Grupo Socialista en el Parlamento Europeo desea que se asignen nuevos fondos a esta tarea, pues de lo contrario quedarían menos fondos para alcanzar los Objetivos del Milenio que son, después de todo, la meta principal a la que el Comisario ha prometido dar una prioridad absoluta, para lo cual le deseamos mucho éxito.

 
  
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  Maria Martens, en nombre del Grupo del PPE-DE. (NL) Señor Presidente, señor Comisario, durante mucho tiempo hemos ayudado a los países en desarrollo en todo tipo de ámbitos, excepto en el del comercio. En parte debido a ello, muchos de estos países y sus economías siguen dependiendo de los subsidios.

El crecimiento económico resulta indispensable para luchar con eficacia contra la pobreza. Los enormes avances que han hecho algunos países asiáticos lo demuestran y Corea es un claro ejemplo de ello. Poco a poco estamos descubriendo que el comercio brinda inmensas oportunidades de crecimiento económico a los países pobres.

Los países en vías de desarrollo siguen careciendo de la infraestructura necesaria para operar dentro del mercado mundial. Por eso estos países necesitan nuestra ayuda y es en este aspecto donde interviene la ayuda para el comercio, cuya finalidad es permitir que los países en desarrollo funcionen en el mercado internacional. Gracias a esta ayuda, estos países pueden, por ejemplo, mejorar sus normativas en ámbitos relacionados con el comercio, como los impuestos y derechos de aduana, e intentar mejorar la red de carreteras y vías de navegación interior, para luchar contra el fraude y la corrupción, e incrementar la capacidad de producción y diversificarla. Después de todo, muchos países dependen exclusivamente de su producción agrícola. La diversificación de la producción favorece una economía más estable.

Asimismo es necesario aumentar las capacidades para formar buenos negociadores. Acojo con agrado esta iniciativa de ayuda al comercio, porque ofrece a los países pobres ayudas para reforzar sus economías y consolidar su independencia.

Como ya se ha dicho, la ayuda al comercio no es una panacea para el desarrollo, sino un instrumento necesario para que los países en vías de desarrollo puedan aprovechar el mercado internacional. Felicito al ponente, el señor Martin, por su informe y su colaboración, cuyo resultado ha sido no solo que el contenido del informe sea excelente, sino que también recibirá un amplio apoyo.

Señor Presidente, señor Comisario, para que este instrumento resulte eficaz, quisiera pedir a la Comisión que elabore un buen programa de trabajo –tan viable como realista– y que colabore con los Estados miembros.

 
  
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  Sajjad Karim , en nombre del Grupo ALDE. – (EN) Señor Presidente, quiero empezar dando las gracias al ponente por la forma en que se ha ocupado de este informe. Como siempre, el señor Martin se ha mostrado abierto y dispuesto a llegar a compromisos con sus colegas, y ha elaborado un informe que refleja un verdadero consenso en la Comisión de Comercio Internacional. Dicho eso, habiendo pedido a los ponentes alternativos que no presentaran más enmiendas para el Pleno a fin de preservar el espíritu de ese consenso, el Grupo del PSE tendría que haber respetado ese acuerdo. No obstante, creo que hemos hecho lo suficiente para asegurar que el consenso se mantenga en el Pleno.

No me ha sorprendido la profundidad del terreno común que existe entre nosotros respecto a una cuestión tan importante como es la ayuda europea al comercio. La Cumbre del G-8 celebrada en Gleneagles, donde la Comisión y los Gobiernos de la UE prometieron sendos 1 000 millones de euros en ayuda a los pueblos más pobres del mundo, vino precedida de una vasta campaña popular. Con las manifestaciones convocadas contra la pobreza, los conciertos benéficos en directo y otras iniciativas, millones de personas hicieron oír sus voces. Están descontentas, y con razón, por las injustas reglas comerciales y los mercados altamente protegidos que perjudican a los que viven en la pobreza y tienen muy clara la necesidad de un cambio. Si queremos sacar provecho de esta gran movilización de la opinión pública, la presión tiene que mantenerse en todos los niveles, tanto nacional como internacional.

La cuestión clave es si existe voluntad política para impulsar ese cambio. La ayuda al comercio tiene que garantizar que los países más pobres puedan beneficiarse de la creciente liberalización del comercio, agencias de aduanas más eficientes, mejores infraestructuras, regímenes fiscales que no dependan de derechos de importación y exportación y medidas contra la corrupción para asegurar que el dinero vaya a parar a la gente que lo ha ganado.

En definitiva, se nos juzgará no por lo que prometamos, sino por lo que cumplamos. Las promesas de ayuda son siempre más fáciles de hacer que de cumplir. Conocemos demasiado bien la doble contabilidad y los trucos de reetiquetado que reciclan todas las promesas como dinero nuevo.

El paquete de ayuda al comercio de la UE tiene por única finalidad garantizar el desarrollo sostenible, el crecimiento y la prosperidad en el mundo en desarrollo. Así pues, tiene que dotarse de dinero nuevo, al margen de los compromisos y tendencias ya existentes, y no a costa de fondos ya destinados a otros proyectos de desarrollo cruciales, como salud y educación.

Aunque la ayuda al desarrollo sea un motor a largo plazo del desarrollo, el cumplimiento de objetivos a corto plazo, como los Objetivos de Desarrollo del Milenio, tiene que seguir siendo un elemento fundamental de la política de la UE en materia de desarrollo internacional. También en este terreno tenemos que mejorar: necesitamos cerca de 50 000 millones de dólares más cada año, en lugar del compromiso actual para un período de cinco años. Si hace falta voluntad política sostenida para destinar ayuda al comercio, se precisa coraje político para garantizar el cumplimiento de los ODM en el África subsahariana.

La ayuda funciona mejor cuando se orienta al cumplimiento de un conjunto común de objetivos acordados entre donante y beneficiario. Tenemos que centrarnos en la búsqueda de soluciones que encajen mejor con las necesidades de cada país. Eso significa responder a las demandas de la sociedad civil y del sector privado. El Parlamento Europeo ya ha dado su apoyo al movimiento a favor del comercio justo.

Si queremos ayudar a reducir la pobreza en la que viven, necesitamos mecanismos para asegurar que la ayuda llegue a quienes más la necesitan. El presente informe proporciona a la Comisión algunas orientaciones claras y razonables en ese sentido. De usted depende, señor Comisario, que se apliquen.

 
  
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  Frithjof Schmidt, en nombre del Grupo Verts/ALE. – (DE) Señor Presidente, también nosotros queremos dar las gracias al señor Martin por la gran labor que ha realizado y me gustaría comenzar hablando de un acontecimiento político positivo. Es bueno que el Consejo competente, a saber, el «Consejo de Asuntos Generales y Relaciones Exteriores», reconociera el 15 de mayo que la reducción de aranceles representa una sangría enorme para los ingresos públicos de muchos países en desarrollo y que haya subrayado la necesidad de pagar compensaciones para remediar esta situación. Si no lo hubiese hecho, habríamos corrido el riesgo de que nuestra política comercial produjese un rápido colapso de cualquier política de desarrollo en todos los países afectados.

Es indispensable que hagamos algo al respecto, pero para ello necesitamos recursos adicionales que no pueden provenir de los fondos destinados a la ayuda al desarrollo, si deseamos alcanzar los Objetivos de Desarrollo del Milenio. Lo que debemos evitar es una especie de «efecto de desplazamiento», que conllevaría dejar atrás la lucha contra la pobreza y la campaña por los objetivos del milenio para adoptar un planteamiento basado en la promoción de las exportaciones.

Esa sería una tendencia equivocada, que podría desencadenarse de la inyección de estos dos mil millones de euros sin una acción política deliberada por nuestra parte para contrarrestarla. Por lo que se refiere a la estrategia de desarrollo, la estabilización de los mercados locales tiene prioridad, por regla general, sobre la preparación de los países más vulnerables y pobres para convertirse en exportadores; lo que importa es que nuestra política sea coherente. No debemos permitir que la «ayuda al comercio» relativice la lucha contra la pobreza, de lo que se desprende que necesitamos más recursos para financiar esta ayuda. Es en este aspecto donde me interesaría mucho saber de qué líneas presupuestarias proceden estos fondos. Además, no se debe permitir que la «ayuda al comercio» desestabilice los mercados locales, cuya estabilidad debe ser el centro de cualquier estrategia de desarrollo.

La tarea de la Comisión consiste en poner en práctica el amplio concepto de la «ayuda al comercio» y le pido, señor Comisario, que preste especial atención a estos aspectos.

 
  
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  Zbigniew Zaleski (PPE-DE). – (PL) Señor Presidente, señor Comisario, señor Martin, permítanme formular la siguiente pregunta. ¿Por qué es necesaria la ayuda al comercio? La respuesta es que el comercio desempeña un importante papel. Ahora me gustaría hacer algunas observaciones.

Desde hace siglos, el comercio ha unido a los pueblos sin menoscabo de su identidad, sus valores o su vida social o política. Europa tiene que encontrar socios en igualdad de condiciones entre los principales agentes y sobre en todo entre los secundarios. El comercio debe regirse por normas claras que permitan que ambas partes se beneficien de él. La consigna que deberíamos adoptar reza «Comercio libre y leal».

No puede haber comercio leal sin la infraestructura correspondiente y sin acuerdos como los alcanzados en el marco de la OMC, por ejemplo. Deben elaborarse directrices que sean aplicables a toda la cadena de productores y consumidores.

Debemos tener en cuenta que la ayuda al comercio implica igualmente prestar asistencia a nuestros sectores amenazados, como los del azúcar y las frutas blandas.

Además debe prestarse ayuda a los intercambios transfronterizos entre la Unión y sus vecinos, por ejemplo, Ucrania.

A escala mundial, la situación de estos intercambios es tan diversa que se requiere una normalización. Asimismo hace falta informar a todos los ciudadanos sobre estas normas. Por lo tanto, es preciso desarrollar un programa de ayuda basado en la experiencia histórica europea y en la abundante oferta de productos, servicios y tecnología con que cuenta Europa. Asimismo es necesario financiar este programa, aunque no necesariamente a gran escala, pero tal financiación indispensable.

A modo de analogía, me gustaría señalar que el comercio puede hacer algo más que simplemente elevar el nivel de vida, sobre todo en los países pobres, que son el centro de atención de dicho comercio. El comercio puede permitir encontrar soluciones más pacíficas a los conflictos mundiales.

Y para terminar quiero mencionar un juicio anecdótico, a saber, que Ryanair contribuye más a una Europa común que algunas instituciones europeas, porque acerca a la gente entre sí. De forma similar, el «comercio libre y leal» contribuye más a la integración y al bienestar de los pueblos de esta Tierra que las dudosas decisiones políticas, en particular respecto a los países pobres.

El comercio es lo que hace girar el mundo. Europa debería promover este tipo de comercio y el deber del Comisario es velar por que lo haga.

 
  
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  Gianluca Susta (ALDE).(IT) Señor Presidente, Señorías, a ninguno de los presentes en esta Cámara y del mundo económico y productivo de la Unión Europea se le habrá escapado que un incremento de la ayuda al comercio podría contribuir a que los mercados se desarrollaran con más libertad y, al mismo tiempo, de una manera más justa y controlada.

Si la UE desea seguir siendo la principal potencia económica del mundo y el espacio con mayor libertad y menores desigualdades sociales, al tiempo que se beneficia del impulso que siempre ha recibido y sigue recibiendo del Parlamento, no solo debe ayudar a los países en vías de desarrollo a promover su comercio exterior a pesar de su desgraciada y considerable pérdida de competitividad en los mercados mundiales, sino que también debe aumentar la ayuda al comercio a sabiendas de que la liberalización y la ayuda no son iniciativas que se excluyan mutuamente.

En este contexto, la nada insignificante cantidad de 2 000 millones de euros no es suficiente. Debemos clarificar el concepto mismo de la ayuda al comercio adoptando las conclusiones del Grupo Operativo sobre la Ayuda al Comercio de la OMC en proyectos financiables e integrando las políticas de desarrollo y las políticas comerciales en todo lo posible, como se prevé en el marco integrado, en particular para reducir la pobreza.

 
  
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  Zdzisław Zbigniew Podkański (UEN). – (PL) Señor Presidente, Señorías, mucho se ha hablado en la Unión Europea sobre un sistema multilateral equilibrado de comercio y sobre permitir que los países en vías de desarrollo participen en el comercio y sus beneficios.

Sin embargo, esta inquietud no ha ido acompañada de una mejora de la situación de los países menos desarrollados. Al contrario, en los últimos 40 años, la participación de estos países en el comercio mundial se ha reducido casi a la mitad, pasando del 1,9 % al 1 %. Asimismo las grandes cadenas comerciales han provocado la desaparición de los pequeños comerciantes y que los países menos desarrollados tengan menos ingresos. Todo ello resulta obvio. Estos hechos indican con toda claridad que la globalización y la liberalización del comercio sirven para concentrar el capital en los países más fuertes y para aumentar la pobreza en los menos desarrollados.

En los últimos años hemos observado que la Unión Europea ha adoptado un nuevo planteamiento comercial. Este planteamiento se caracteriza por el deseo de exportar productos industriales en detrimento de los agrícolas. Esta evolución conduce gradualmente a la pérdida de la seguridad alimentaria en la Unión en general y en los nuevos Estados miembros en particular. Por ello es indispensable que la Unión Europea adopte un nuevo planteamiento para el comercio internacional y que lleve a cabo trabajos sobre la aplicación de las estrategias nacionales para el desarrollo del comercio.

 
  
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  Georgios Papastamkos (PPE-DE). (EL) Señor Presidente, nadie pone en duda que la ayuda al comercio es una iniciativa de gran importancia, pues contribuye a una integración más completa y eficaz de los países en vías de desarrollo, en particular los menos desarrollados, en el sistema multilateral de comercio.

Como ya se ha dicho, el comercio no es una panacea para el desarrollo. Sin embargo, puede reforzar el desarrollo económico y general de los Estados beneficiarios.

Se requiere hasta cierto punto un trato especial y diferenciado para los países en vías de desarrollo en el marco de la OMC, en particular para los países menos desarrollados. Sin embargo, habría que señalar que la asunción por parte de estos países de obligaciones multilaterales y su cumplimiento de las normas de la OMC constituyen un incentivo para la reforma que a su vez beneficiará a los propios países en desarrollo.

La apertura gradual de sus mercados y una política económica y comercial orientada al exterior ayudará a reforzar su competitividad y permitirá la transferencia de tecnologías y conocimiento.

No obstante, los países en vías e desarrollo se muestran al parecer sumamente renuentes a aceptar los llamamientos que se hacen en las negociaciones multilaterales para que abran sus mercados. Por esta razón, la ayuda al comercio reviste una importancia decisiva para que estos países respondan a sus nuevas obligaciones y apliquen las normas comerciales multilaterales, para atenuar el coste de su adaptación a las reformas y para integrar con más eficacia el comercio a sus políticas de desarrollo.

Huelga decir que la ayuda al comercio debe ir acompañada de políticas internas adecuadas en los países en desarrollo, a fin de maximizar su resultado. La Unión Europea está llamada a desempeñar un papel destacado en esta tarea con el fin de formular un programa eficaz, compacto y selectivo en materia de ayuda al comercio.

Para concluir, me gustaría felicitar al Comisario Mandelson por apoyar esta iniciativa y por vincular los aspectos externos de la competitividad con las iniciativas internas en beneficio de la competitividad económica, que fue el tema de nuestro debate anterior.

 
  
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  Arūnas Degutis (ALDE). – (LT) En primer lugar quisiera felicitar a los Estados miembros y a la Comisión por comprometerse a aumentar a 2 000 millones de euros los fondos destinados a ayudar a las empresas para 2010. Se trata de un compromiso serio y para su realización se necesitará un alto nivel de coordinación.

Para alcanzar esta meta es esencial una estrategia común de la Unión Europea, en la que deberán establecerse las formas en que se pretende alcanzar el objetivo establecido. Quiero felicitar igualmente a la Comisión de Comercio Internacional por su oportuno informe en el que presenta los puntos de vista del Parlamento sobre el complejo tema de la ayuda al comercio. Apoyo la propuesta de que la Comisión presente informes semestrales al Parlamento. En estos informes deberán evaluarse los avances realizados en el ámbito de las ayudas comunitarias a las empresas.

Aunque los compromisos que he mencionado fueron realizados por diversos países con arreglo a la definición tradicional de ayuda al comercio de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos, en el futuro será necesario examinar con más atención las conclusiones de la OMC y la propuesta de ampliar esta definición para incluir la «infraestructura empresarial» y la «posibilidades de productividad creativa», es decir, hacer todo lo posible por que la ayuda al comercio lo abarque todo y sea más flexible y más eficaz.

 
  
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  Tokia Saïfi (PPE-DE).(FR) Señor Presidente, señor Comisario, la Unión Europea anuncia hoy ambiciosos compromisos en materia de desarrollo.

Lo celebro, porque hay una necesidad urgente de ayudar a los países en desarrollo a reducir la pobreza, a alcanzar los Objetivos del Milenio y a gozar de un crecimiento económico sostenible. Por tanto, deseamos y esperamos que esos objetivos se traduzcan en actos concretos y efectivos.

A este respecto, no podemos sino celebrar los compromisos contraídos para aumentar la ayuda al comercio. Desearía avanzar algunos puntos que justifican el carácter esencial de este instrumento. En primer lugar, responde a la exigencia de coherencia que debe guiar las acciones exteriores de la Unión Europea: articulando los distintos ámbitos de su acción exterior, la Unión Europea responde a dos principios, «legislar mejor» y reforzar la eficacia de su ayuda. Este instrumento responde también a la realidad del sistema comercial multilateral al ayudar a los países en desarrollo y los países menos avanzados a aprovechar las ventajas resultantes del acceso al mercado.

Por último, este instrumento contribuye a la aplicación de los acuerdos comerciales. Cabe citar aquí los acuerdos de la OMC o los acuerdos de asociación económica. La ayuda al comercio contribuye así a hacer del comercio internacional un instrumento al servicio de la reducción de la pobreza a través del desarrollo económico.

Por último, para ser efectiva, la ayuda al comercio debe responder a varios imperativos: venir acompañada de compromisos concretos, en particular en materia de asistencia técnica, ser objeto de un control y un seguimiento en su aplicación, reforzar la apropiación local y la gestión orientada a resultados. Esto es esencial para que la ayuda al comercio permita a los países en desarrollo beneficiarse de las ventajas resultantes del sistema comercial multilateral y dotarse de medios para incrementar de forma efectiva su capacidad en el ámbito del comercio. Por ello, pedimos a todas las partes que no cejen en sus esfuerzos, para que la ayuda al comercio pueda cumplir sus promesas.

 
  
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  Peter Mandelson , miembro de la Comisión. (EN) Señor Presidente, quiero dar la bienvenida y felicitar a todos los que han intervenido esta mañana para hablar de esta cuestión. No estoy en desacuerdo con ninguno de los que han intervenido. Estoy de acuerdo, por ejemplo, con el señor Papastamkos, quien ha dicho que es muy importante que, a la hora de aplicar políticas propias de comercio y reforma, podamos adoptar medidas de acompañamiento dotadas de financiación suficiente para que los países en desarrollo puedan ajustarse también a esas reformas. Estoy de acuerdo con la señora Saïfi en que esto tiene que ser un proceso orientado a los resultados, razón por la cual doy tanta importancia al pilar de supervisión y presentación de informes de la ayuda al comercio, tanto con respecto a lo que hacemos en la UE como en relación con la OMC.

Si me lo permiten, daré solo dos respuestas: en primer lugar, a quienes han preguntado si se trata de una cuestión de doble contabilidad, de reciclado de fondos, de robar a Pedro para pagar a Pablo o de robar a Pablo para pagar a Pedro (¡lo que prefieran!), puedo decirles que, en realidad, nada de eso está sucediendo. La ayuda al comercio, en nuestra opinión, nunca debe implicar menos ayuda para otros sectores. Los incrementos de la ayuda al comercio tanto de la Comisión como de los Estados miembros son menores que los incrementos del presupuesto total para la AOD. Por tanto, no existe necesidad alguna de reasignar recursos de otros sectores para cumplir las promesas de ayuda al comercio.

En segundo lugar, uno o dos diputados han planteado la cuestión del comercio justo. En mi opinión, nuestra estrategia debe confirmar el pleno apoyo a cualquier actividad que implique al sector privado –especialmente a las PYME– y a la sociedad civil, para garantizar que la ayuda al comercio favorezca la creación y el crecimiento de empresas que puedan competir en los mercados internacionales; por ejemplo, iniciativas voluntarias como el comercio justo, las etiquetas ecológicas y normas de regímenes corporativos comparables. La estrategia debe considerar también cuestiones relacionadas con el mercado de trabajo y el ajuste social, así como la legislación laboral básica de la OIT.

Por último, creo que el comentario de Max van den Berg sobre las normas de origen, su mejora y simplificación, es muy importante. A pesar de la atención que he dedicado a esta cuestión, hasta ahora no he progresado, con mis colegas en la Comisión, todo lo que me habría gustado y ahora tendremos que avanzar más deprisa.

Por último, creo que el señor Schmidt ha hecho algunos comentarios importantes sobre la ayuda al comercio y sus posibles efectos en los mercados locales, y desde luego que reflexionaré sobre ello. Pero quiero dar las gracias una vez más al señor Martin por lo que ha sido un informe excelente y digno de encomio.

 
  
  

PRESIDENCIA DEL SR. MARTÍNEZ MARTÍNEZ
Vicepresidente

 
  
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  El Presidente. Con la intervención del Comisario Mandelson queda cerrado el debate.

La votación tendrá lugar mañana a las 12.00 horas.

 

8. Acuerdos de asociación económica (debate)
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  El Presidente. El siguiente punto es el informe (A6-0084/2007) de Robert Sturdy, en nombre de la Comisión de Comercio Internacional, sobre los acuerdos de asociación económica (2005/2246(INI)).

 
  
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  Robert Sturdy (PPE-DE), ponente. – (EN) Señor Presidente, este es un informe particularmente importante. La Comisión, incluido el propio Comisario, y yo hemos trabajado muy estrechamente en su elaboración. En él se destaca la complejidad que supone establecer un programa de futuro para las relaciones comerciales entre la UE y los países ACP, dos grupos muy diferentes y desiguales que comparten el objetivo común de reforzar el comercio con vistas a impulsar un desarrollo real. Por muy idealista que esto pueda parecer, he recibido un gran apoyo tanto de la Comisión como de los representantes de las regiones ACP y, a pesar de las numerosas reservas expresadas por ONG y Grupos políticos, ellos y yo, y estoy seguro que también la Comisión, seguimos siendo optimistas.

Los AAE han avanzado muy lentamente debido a las ideas conflictivas que se tienen respecto a algunas cuestiones, como la integración regional, la identificación de productos sensibles y la elaboración de propuestas concretas y detalladas para la ayuda relacionada con los AAE. A los países ACP se les ha pedido que hagan un gran esfuerzo y, en demasiados casos, la infraestructura institucional y la falta de capacidad han llevado a cuestionar si esas propuestas contribuirán a su desarrollo de la manera que ellos quieren.

El plazo de enero de 2008 es, evidentemente, lo que hace que este año sea tan crucial para los AAE. El tiempo se está agotando. Los negociadores tienen que presionar para llegar a un acuerdo mutuamente beneficioso sobre los AAE que ayude a los países ACP a desarrollarse y favorezca las relaciones comerciales internacionales. Si algunas regiones necesitan más tiempo, creo que corresponde a ambas partes tratar de asegurar que las exportaciones de los países ACP a la UE no se vean perjudicadas. Ese debe ser el objetivo, y no discutir sobre la viabilidad de otra exención de la OMC, aunque comprendo que la Comisión siga tratando de cumplir el plazo. Ahora bien, tengo interés en saber qué medidas se han previsto para las regiones que terminen sin un acuerdo.

Mi informe contiene una serie de recomendaciones: normas de origen simplificadas, liberalizadas y más flexibles, acceso al mercado totalmente libre de impuestos y de cuotas para los países ACP, salvaguardias viables, mecanismos de resolución de conflictos y supervisión con medidas transparentes y un poder real para actuar en caso de que los efectos de los AAE perjudiquen a algunos sectores de las economías ACP. Estos son los aspectos positivos, que tienen que enmarcarse correctamente en las negociaciones. Hemos de saber cómo funcionarán esos mecanismos, inspirar confianza y garantizar que Europa se muestre igual que diligente para ayudar a implantar estos mecanismos que los países ACP.

Hemos reconocido que para concluir efectivamente los AAE, los países ACP tienen que demostrar un compromiso mayor del que han demostrado durante todas estas negociaciones. Solo una verdadera asociación garantizará que estos acuerdos sean beneficiosos para todas las partes. La revisión oficial de los AAE que tendría que haber finalizado en diciembre no ha servido para proporcionar un informe completo y exhaustivo del estado de las negociaciones. Eso es poco alentador y tengo curiosidad por saber qué precedente establece eso cuando llegue la hora de firmar los acuerdos.

Está claro que harán falta recursos adicionales para afrontar los efectos de los cambios introducidos por los AAE. El refuerzo de la facilitación del comercio, de la asistencia técnica y del apoyo para ayudar a los productores ACP a cumplir las normas de la UE debe ser suficientemente importante para compensar las pérdidas de ingresos arancelarios y para que los países ACP se beneficien del acceso al mercado. En primera instancia, esto requiere mayores esfuerzos para asegurarse de que los fondos ya prometidos se gasten de manera oportuna y eficaz. La UE debe ser responsable de todas sus ayudas al desarrollo y, conjuntamente con los países ACP, establecer objetivos claros para promover la competitividad y el desarrollo de los países ACP.

Los AAE tienen el papel fundamental de servir de instrumentos para el desarrollo y, debidamente elaborados, representan una oportunidad de revitalizar las relaciones comerciales entre la UE y los países ACP, promover la diversificación económica y la integración regional y reducir la pobreza en estos últimos.

He mencionado en mi intervención que la UE debe ser responsable. Se trata del dinero del contribuyente, y nos interesa a todos y es esencial que se rindan cuentas de un modo democrático. En muchos aspectos, hemos fallado en la ayuda que prestamos a los países ACP, pero ahora creo que tenemos una oportunidad real de hacer algo que suponga una verdadera diferencia, siempre que contemos con la buena voluntad de todos ellos.

Lamentablemente, ahora me tengo que ir por razones personales. He trabajado muy estrechamente con la Comisión y el Comisario. Creo que nos hemos entendido muy bien y quiero aprovechar esta oportunidad para darles las gracias. Espero que podamos seguir trabajando de la misma manera en el futuro.

 
  
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  Peter Mandelson , miembro de la Comisión. (EN) Señor Presidente, este informe me parece muy constructivo, realista y encomiable.

Como ya he dicho este mismo año en la Comisión de Comercio Internacional, la contribución del señor Sturdy nos ayuda a ver desde una nueva perspectiva los retos a los que nos enfrentamos en estas negociaciones difíciles y sometidas a la premura del tiempo. Es cierto que las negociaciones de los AAE han progresado despacio; para ser sinceros, más despacio de lo que tal vez pudiera justificarse. Pero al mismo tiempo tenemos que reconocer que esos acuerdos son nuevos, innovadores y ambiciosos. Cuando hay un cambio en juego, las personas se sienten inevitablemente inseguras y, por tanto, quieren actuar con cautela. Tenemos que equilibrar nuestra necesidad de concluir estas negociaciones a tiempo, con nuestra necesidad de respetar las incertidumbres de los demás.

Estoy totalmente de acuerdo con el punto de partida del informe, que habla correctamente de los AAE como una oportunidad para revitalizar las relaciones comerciales entre la UE y los países ACP. De hecho, yo diría que son nuestra única oportunidad verdadera de impedir que el comercio con los países ACP siga cayendo en la dependencia de los productos básicos y la diversificación cada vez menor que ha caracterizado el comercio de los países ACP en el último cuarto de siglo. Hemos buscado alternativas y no han faltado las sugerencias e ideas. Pero ninguna proporciona el régimen comercial jurídicamente seguro o los vínculos con el desarrollo que aseguran los AAE. Ninguno aborda las divisiones entre los países ACP en regímenes comerciales que impiden que aparezcan mercados regionales y encierran a los países en una dependencia Norte/Sur.

Por eso celebro que en el informe se reconozca la buena voluntad y el ambicioso planteamiento que hemos adoptado. Al mismo tiempo, se reconoce que el comercio no es la panacea del desarrollo. Solo una reforma política impulsada en el plano nacional y basada en unos cimientos sólidos de gobernanza y un entorno favorable a los negocios y a las inversiones puede garantizar el crecimiento económico y el desarrollo que desean los países ACP. Pero estoy también de acuerdo en que el comercio es crucial para el apoyo y la realización de esa reforma y, de ese modo, para generar un crecimiento integrador y puestos de trabajo. Por eso estoy convencido de que aprovecharemos la oportunidad que nos ofrecen los AAE.

La dimensión de desarrollo de los AAE pasa por utilizar el acceso a los mercados y no simplemente por garantizarlo. Pasa por la financiación de las inversiones y no simplemente por la ayuda al desarrollo. Para eso hacen falta nuevas reglas que encajen en un mundo globalizado y por eso me complace tanto que los AAE aborden cuestiones como la política de competencia, la contratación pública y el fomento del comercio. Pero conocemos los límites de nuestros socios y trabajaremos con ellos para introducir gradualmente el cambio e identificar necesidades y soluciones específicas para cada región. Nadie está hablando de un cambio inmediato de un día para otro ni de la imposición de reglas. Pero seguiremos hablando. Retroceder ante el reto sería desatender nuestra obligación de dar a los países ACP el futuro económico que se merecen. Queremos asegurar un desarrollo sostenible en lugar de una pobreza no sostenible.

El informe Sturdy propone el acceso total y libre de impuestos y de cuotas al mercado europeo y eso es lo que nosotros proponemos. La propuesta de la Comisión sobre el acceso al mercado se presentó en abril y propone el pleno acceso para todos los productos, con transiciones para el azúcar y el arroz con el fin de proteger los mercados controlados de los que dependen los países ACP. Con eso cumplimos nuestras promesas de asumir mayores compromisos sobre el acceso al mercado y ofrecer la plena flexibilidad de las reglas de la OMC sobre exenciones y su aplicación a los propios países ACP.

Todos sabemos la importancia que con razón dan los países ACP a la ayuda adicional al desarrollo en esta negociación. A este respecto, el señor Sturdy hace algunas propuestas muy útiles. La financiación es importante. Tenemos que ayudar a los países ACP a aprovechar las nuevas oportunidades comerciales que ofrecerán los AAE. Los AAE no fracasarán por falta de ayuda económica, eso se lo puedo garantizar. En este marco hemos propuesto que cada una de las regiones negociadoras cree fondos regionales para los AAE, con objeto de establecer un instrumento específico, en línea con las normas internacionales, pero cuya responsabilidad y gestión recaiga en los países ACP y sea fácil de utilizar. Esos fondos, que estarían también disponibles para canalizar la ayuda de otros donantes, podrían incluir ayuda institucional para garantizar que exista capacidad de aplicación de los AAE: competitividad en el sector privado –desde el acceso a financiación hasta la modernización industrial y la mejora de las normas sanitarias y fitosanitarias– y ayuda financiera para los países que se enfrentan a un reto fiscal con la reducción de las barreras arancelarias, al pasar los ingresos de los Gobiernos a los consumidores.

Así que nuestra ambición está clara: crear, a través de los AAE, un instrumento de comercio y desarrollo que impulse los flujos de inversión, la demanda interna, la actividad del sector privado y la creación de empleo para, de ese modo, crear una base fiscal sostenible que permita a los Gobiernos ACP funcionar, prestar servicios básicos y decidir su propio futuro económico al margen de las exenciones, concesiones y restricciones de la OMC.

Permítanme que acabe con un comentario político más general. Ha habido críticas, incluso de diputados al Parlamento Europeo, a estas negociaciones y preocupaciones manifestadas sobre todo por nuestros socios ACP con relación al contenido, en algunos aspectos, de las negociaciones. Pero ahora estamos avanzando. Hay una dinámica positiva en las negociaciones. Tenemos una perspectiva real de cimentar una profunda alianza para el desarrollo entre la UE y los países ACP. Las consecuencias de un fracaso serían muy perjudiciales para la UE y para el objetivo de un crecimiento equilibrado y dinámico en los países ACP. Por eso acojo con satisfacción este informe y el apoyo del Parlamento al logro de estos acuerdos. Quiero expresar de nuevo mi agradecimiento por el informe y por las propuestas y recomendaciones que contiene.

 
  
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  Jean-Pierre Audy, en nombre del Grupo del PPE-DE. – (FR) Señor Presidente, señor Comisario, Señorías, de entrada quisiera excusar a mi colega, la señora Sudre, que tenía una reunión con el nuevo Primer Ministro francés, el señor Fillon, y se ha retrasado. Ella habría querido intervenir sobre la situación concreta de las regiones ultraperiféricas de la Unión, por las que tiene un interés especial. Quisiera felicitar también a mi amigo, el señor Sturdy, por la magnitud y la calidad del trabajo realizado en este excelente informe de propia iniciativa.

Nuestra Unión debe suscribir acuerdos de asociación económica, a AAE, con los países de África, el Caribe y el Pacífico, o países ACP. Estos acuerdos están destinados a reforzar el crecimiento económico, la integración regional y la lucha contra la pobreza en seis de las zonas más desfavorecidas del planeta. Conforme al espíritu de Cotonú, hay que señalar sin cesar que los AAE no deben limitarse a ser meros acuerdos de libre comercio, con arreglo a la Organización Mundial del Comercio, sino constituir una verdadera asociación, que permita establecer un nuevo marco de intervención favorable al desarrollo de las economías de los países ACP y, por tanto, a la estabilización de la paz, en especial en el continente africano, con una dinámica de integración regional.

Debido a su situación geográfica, próxima a muchos países ACP, las comunidades de ultramar, pertenezcan o no al territorio de la Unión, deben ocupar un lugar central en esos acuerdos preferenciales y recíprocos. En el marco de esta negociación, es imperativo tener en cuenta la situación particular de las regiones ultraperiféricas y de los países y territorios de ultramar, sobre la base de los apartados 2 y 3 del artículo 299 del Tratado. Hay que asociarlas a la negociación en las fases más tempranas posible para prever diferenciaciones en materia de acceso al mercado y coordinar las respectivas modalidades de acompañamiento, a fin de reforzar su inserción en su entorno regional.

En este contexto, Señorías, les animo a que apoyen la enmienda firmada por la señora Sudre y el señor Sturdy, en nombre del Grupo del Partido Popular Europeo (Demócrata-Cristianos) y de los Demócratas Europeos, destinada a encontrar un equilibrio inteligente entre la integración regional de los territorios de ultramar y los lazos históricos y geopolíticos que los unen a Europa.

 
  
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  Margrietus van den Berg, en nombre del Grupo del PSE. (NL) Señor Presidente, señor Comisario, quiero dar las gracias al señor Sturdy. Todo el mundo coincide en que el comercio puede ayudar a combatir la pobreza. Por desgracia, los beneficios comerciales para los países ACP, a los que se aplica el Acuerdo de Cotonú, no tienen mucho efecto en la práctica, como, de hecho, tampoco lo tiene la iniciativa «Todo menos armas».

Todo esto es achacable a las deficiencias del comercio en las regiones en desarrollo en cuestión, los estrictos requisitos europeos normalizados para la importación y las normas de origen que, a fecha de hoy, no han sido revisadas ni adaptadas a las situaciones prácticas. Debido a estos problemas, los países ACP no están operando dentro de la economía mundial; si acaso, se están alejando de ella.

Por esta razón, el debate sobre los acuerdos de asociación económica no debería tratar, en primer lugar, sobre el establecimiento de acuerdos de libre comercio, sino más bien sobre la firma de contratos de desarrollo. Lo que debería estar en el punto de mira de estos contratos de desarrollo es el desarrollo comercial dentro de la propia región, incluido el marco institucional y los recursos personales, que son difíciles de concretar, junto con los Objetivos de Desarrollo del Milenio. No cabe contemplar, sino mucho después, la apertura de los mercados a la UE. A nuestro juicio, ahí es donde reside el problema.

Todo parece enfocado al 1 de enero de 2008, lo cual es, desde luego, lógico, ya que el plazo expira el 1 de enero, pero mientras tanto, la flexibilidad de que se hace gala ahora en las negociaciones está, en realidad, insuficientemente ligada a indicadores de desarrollo y mucho más a vagas indicaciones temporales. Se ha estado propagando la idea de los 25 años, aunque no ha sido mencionada de forma explícita en ninguna parte.

¿Está dispuesta la Comisión a vincular el acceso de la UE a los mercados en cuestión a un índice de referencia del desarrollo, de forma que tengamos la certeza de que los mercados locales allí están preparados para ello? Con respecto a las regiones que en última instancia rechazan un acuerdo de asociación económica (AAE) –y queremos volver a subrayar que las negociaciones sobre este tema tienen nuestro apoyo incondicional–, en el caso de que se decida no firmar un AAE, ¿está igualmente dispuesta la Comisión a plantearse la aceptación de la alternativa de un sistema de preferencias arancelarias generalizadas (SPG+)?

Estamos familiarizados con el debate técnico, pero a nuestro juicio, dejando de lado los plátanos y el azúcar –ya que han sido excluidos de la ecuación en la práctica, empezando por nosotros–, se trata de una auténtica alternativa real a las actuales condiciones comerciales. Si la UE está dispuesta a emprender una reforma rápida de las normas de origen –y es algo que el señor Comisario ha confirmado en un debate diferente hace unos momentos–, entonces eso bien podría significar que estamos en situación de realizar ciertos avances a este respecto.

Volviendo a las cuestiones de Singapur, creo que sería maravilloso, desde luego, que las regiones hicieran algo con ellas en algún momento. No tiene nada de malo, aunque no deberíamos imponer nada.

Es sumamente importante cumplir el plazo de las negociaciones en torno a los AAE, como he señalado antes. Esa es la razón por la que realmente queremos centrarnos en el enfoque de los contratos de desarrollo, respecto de lo cual, el Grupo Socialista en el Parlamento Europeo ha sugerido que durante las negociaciones nos concedamos un cierto margen en cuanto a tiempo, contenido y dinero, y que lleguemos a un contrato de negociación en el auténtico sentido de la palabra. Si los AAE concluyeran de esta manera, sería fantástico; si no, sencillamente no se trata de una buena oferta. Les pediría igualmente que pusieran el SPG+ sobre la mesa de negociaciones como una alternativa real y que hablaran de ello abiertamente durante los debates.

 
  
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  Sajjad Karim, en nombre del Grupo ALDE. – (EN) Señor Presidente, me gustaría dar las gracias al ponente por el enfoque que ha adoptado. El enfoque del señor Sturdy de tomar como punto de partida la resolución de Barbados de la Asamblea Parlamentaria Mixta ACP-UE ha permitido avanzar con este informe más allá de un lugar de compromiso.

En conjunto, mi Grupo está satisfecho con el tono y el equilibrio del informe, razón por la cual no hemos presentado ninguna enmienda. Ahora bien, nos sigue preocupando una contradicción básica que se aprecia en el informe y en el progreso de las propias negociaciones: por una parte, instamos a los negociadores a intensificar sus esfuerzos por concluir las negociaciones antes de finales de este año; pero, por otro, pedimos a la Comisión que no ejerza presiones indebidas sobre los países ACP. Ambas cosas son razonables, pero seguramente no haya nada que presione tanto como el tic-tac de un reloj cuando no hay ningún acuerdo aceptable sobre la mesa ni se vislumbran alternativas que parezcan viables.

El Comisario conoce bien las dificultades que plantean esos plazos. No solo estamos hablando de las negociaciones de los AAE, sino que como telón de fondo están los calendarios para la integración regional y, por supuesto, la difícil Ronda de Doha. El hecho de que no hayamos alcanzado ningún acuerdo en el marco de la OMC ha hecho aún más difíciles estas negociaciones, puesto que los países ACP no pueden predecir todavía lo que sacarán –si es que sacan algo– de Doha.

Pero el hilo argumental que lo atraviesa todo es el desarrollo. Para conseguir que la creciente liberalización sea un motor para la erradicación de la pobreza y el crecimiento económico, la Unión Europea tiene que integrar sus políticas de comercio y desarrollo, y en ninguna parte es eso más importante que con los países ACP y los AAE.

Se acusa a la UE de anteponer el cumplimiento del plazo de este año al desarrollo. En respuesta a esas acusaciones, insto al Comisario a demostrar la flexibilidad y el compromiso de la Comisión con los problemas de las regiones ACP realizando una verdadera exploración de las alternativas a los AAE orientadas al desarrollo y, por lo menos, si no conseguimos un acuerdo viable cuando se agote el plazo, según el Acuerdo de Cotonú tendremos que permitir a los países ACP al menos un acceso equivalente al mercado a partir del 1 de enero de 2008.

La Unión Europea tiene los recursos necesarios para hacerlo. Mientras tanto, los países ACP luchan por una base financiera y técnica. Esta mañana hemos dedicado ya mucho tiempo a debatir la ayuda al comercio de la UE y los dos ponentes han trabajado juntos para conseguir que sus dos informes estuvieran estrechamente relacionados.

El programa de la UE de ayuda al comercio es fundamental para permitir que los países menos desarrollados de las regiones ACP aprovechen al máximo los beneficios de la creciente liberalización, y el Consejo ha confirmado ya que una parte importante de la ayuda adicional al comercio se destinará a los países ACP.

Las regiones ACP seguirán necesitando una ayuda al desarrollo considerable para afrontar sus restricciones comerciales del lado de la oferta después del próximo FED. Quisiera que la Comisión y los Estados miembros trabajasen para aumentar significativamente la cantidad de ayuda al comercio disponible, cuando la demanda de los países ACP aumente con la aplicación de los AAE. Pero tenemos que reconocer las dificultades morales de un donante principal que se sienta a la mesa de negociación frente a uno de los principales beneficiarios de ayuda al comercio.

La Comisión no debe manipular las perspectivas de ayuda vinculando la futura ayuda al desarrollo a concesiones de los países ACP en los AAE. La ayuda, por su propia definición, puede utilizarse como una zanahoria, pero en ningún caso debe utilizarse como un palo si los AAE no se celebran antes del plazo límite de finales de 2007.

La ayuda funciona mejor cuando se orienta al cumplimiento de un conjunto común de objetivos acordados entre donante y beneficiario.

En la Comisión de Comercio Internacional y la delegación del Parlamento Europeo en la Asamblea Parlamentaria Mixta, el Comisario puede contar con un número suficiente de parlamentarios con experiencia y voluntad de colaborar con él en torno a los AAE. Mientras prosigue el tictac del reloj, insto al Comisario a trabajar con ellos para encontrar una solución orientada al desarrollo para los AAE que encaje por fin con las necesidades de los países ACP.

 
  
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  Leopold Józef Rutowicz, en nombre del Grupo UEN. (PL) Señor Presidente, Señorías, el informe del señor Sturdy sobre los acuerdos de asociación económica constituye un relato preciso del actual estado de cosas.

A pesar del firme compromiso de la Unión Europea, la situación actual no es buena. Una cooperación basada en acuerdos que no son capaces de tener en cuenta el mercado global y los principios sentados por la OMC no presagia nada bueno para los acuerdos de asociación dentro del marco ACP.

La ayuda de la Unión Europea a estos países debería encaminarse, ante todo, a estimular una producción que no entre en competencia con los fabricantes de la UE. Así pues, no debe crear ningún conflicto de intereses. Los productos afectados pueden venderse en el mercado de la Unión Europea en función de acuerdos plurianuales. A título de ejemplo, podría citar los productos de la minería y los biocombustibles. Además de la ayuda humanitaria, la prioridad principal para estos países es la asistencia para la creación de puestos de trabajo.

Los acuerdos de asociación con los países ACP deberían ajustarse a la estrategia económica de la Unión Europea. Los nuevos acuerdos deben fundamentarse en principios sentados por la Comisión Europea, el Parlamento Europeo y los países ACP.

 
  
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  Frithjof Schmidt, en nombre del Grupo Verts/ALE. – (DE) Señor Presidente, las negociaciones están entrando ahora en una fase crucial y no podemos permitir que fracasen, pero también parece claro, por lo que se nos dice constantemente, que la fuerte premura de tiempo desborda a los países más débiles entre nuestros asociados.

Esa es la razón por la que necesitamos una forma conscientemente más flexible de planificar el comercio más allá del 1º de enero de 2008. Deberíamos aprender de los errores de la Ronda de Doha, donde existía una fecha marcada a fuego, que luego quedó rebasada. Dados los resultados intermedios que se han alcanzado, eso no debería resultar difícil de explicar a la Organización Mundial del Comercio. Se ha hablado aquí de alternativas, como las ampliaciones y el ulterior desarrollo del SPG+, y esa puede ser una posible forma de seguir adelante, para la que nos tendríamos que preparar, ya que no debe cogernos de sorpresa. Deberíamos dejar de sobrecargar las negociaciones con las normas sobre inversiones en el sector de los servicios, lo que no hace más que complicarlas y que, en lugar de ayudarnos a concluirlas rápidamente, nos impide concentrarnos en los aspectos esenciales.

 
  
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  Vittorio Agnoletto, en nombre del Grupo GUE/NGL. – (IT) Señor Presidente, Señorías, las negociaciones en torno a los acuerdos de asociación económica, tal como las lleva la Comisión con el respaldo del Consejo, suponen una amenaza a la soberanía económica y alimentaria de los países ACP y ponen en peligro cualquier posibilidad existente de que estos países consoliden sus propios sectores productivos mediante el incremento del valor añadido de su propia producción; así pues, los exponen al riesgo de una mayor desindustrialización.

Los impactos sociales y ambientales de la apertura indiscriminada de los mercados locales a la inversión internacional, dirigida principalmente a los recursos naturales y los productos de la tierra, vendrán a agudizar la ausencia de un beneficio económico efectivo para la población de esos países. Las únicas que se beneficiarán serán las grandes multinacionales europeas. En capítulos tales como los denominados asuntos de Singapur, el comercio de servicios y los derechos de propiedad intelectual, vamos a tener, además, unas normas más estrictas que las fijadas por la propia OMC. Un acuerdo OMC Plus sumirá cada vez más a la población de África en el abismo de la pobreza.

Está en peligro la estabilidad de comunidades rurales enteras en África, lo mismo que miles de puestos de trabajo en el sector de la fabricación. Sin trabajo, a la población no le queda más remedio que emigrar, probando fortuna en esos desvencijados barcos que han vuelto a invadir estos últimos días las costas mediterráneas de Europa.

El Grupo Confederal de la Izquierda Unitaria Europea/Izquierda Verde Nórdica solicita que las negociaciones sobre los AAE, tal como están planteadas, se den por concluidas y se reinicien sobre bases diferentes, centrándose en la justicia social, la solidaridad y el autodesarrollo de los pueblos. A nuestro juicio, resulta inconcebible e ilógico que mientras están paralizadas las conversaciones de la Ronda de Doha, la Comisión pretenda que las negociaciones sobre los AAE no se desvíen para nada del plazo fijado.

En cambio, toda la Unión Europea debe hacer cuanto esté en su mano en el seno de la OMC para que se instituya un régimen transitorio, bajo el cual se mantenga un sistema de preferencias comerciales que favorezca a los países ACP hasta llegado el momento de la finalización de un nuevo acuerdo. Por todas estas razones, y por otras que no puedo mencionar aquí debido a la falta de tiempo, mi Grupo ha decidido votar en contra del informe Sturdy.

 
  
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  Jerzy Buzek (PPE-DE).(PL) Gracias, señor Presidente. Tomo la palabra también en mi condición de miembro de la delegación permanente de la Unión Europea a los países ACP. Quiero dar las gracias al señor Comisario por su declaración y respaldo sus principales consideraciones. Especial agradecimiento merece el ponente, señor Sturdy. Se trata de un informe muy bueno y exhaustivo, pues contiene 53 puntos concretos. Casi parecen unas instrucciones de negociación.

Deseo subrayar el carácter profesional de la labor realizada, pero me preocupa un aspecto político concreto que debería aflorar en un informe del Parlamento Europeo. Quiero hacer referencia a los que considero son los cinco puntos más importantes cara al efecto que nosotros, el Parlamento Europeo, podemos causar sobre las negociaciones.

En primer lugar, es esencial clarificar el aspecto de desarrollo sostenible de los acuerdos de asociación económica. Actualmente no queda demasiado claro para los países con los que estamos negociando.

Segundo, hay que entender que la apertura del mercado dentro del contexto de los acuerdos de asociación económica, la simple apertura del mercado, no incrementa por sí sola la competitividad. Es muy importante que nuestros socios en los países ACP también entiendan esto.

Tercero, debemos encontrar formas de alentar las reformas en esos países, a través de preferencias, incentivos y, también, por medio de la ayuda científica y educativa y los intercambios personales. Todo ello gira en torno al desarrollo general de la civilización, que en ocasiones es incluso más importante que abrir el mercado a los productos.

Cuarto, debemos proteger determinados sectores específicos y sensibles, como la agricultura en esos países. Hemos de brindar protección a ciertos grupos sociales. Algunos de ellos, por ejemplo las mujeres, pueden verse amenazados dentro del contexto de las disposiciones individuales. Hay que establecer preferencias especiales para los medicamentos y los asuntos relacionados con la asistencia sanitaria.

Mi quinto y último punto es que resulta fundamental la integración y la cooperación regional sobre el propio terreno. Nuestra Unión Europea también se ha desarrollado principalmente sobre la base de la cooperación mutua y es algo que tenemos que resaltar.

 
  
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  Kader Arif (PSE).(FR) Señor Presidente, señor Comisario, Señorías, la negociación de los acuerdos de asociación económica entre la Comisión y los países ACP suscita una profunda inquietud en estos últimos y se desarrolla en un clima incompatible con la relación de asociación histórica que nos une.

Su visión es que Europa trata de imponer a toda costa zonas de libre comercio a países que figuran entre los más pobres del mundo, y con sus condiciones. Ahora está en juego la relación de confianza con los países ACP.

Debemos reanudar la negociación sobre unas bases nuevas para responder a las preocupaciones de los países ACP por la repercusión de los AAE sobre el futuro de su economía, muchos de cuyos sectores no podrían resistir una disminución de las protecciones aduaneras o una situación en que han de hacer frente a la competencia descontrolada con la economía europea.

La Comisión debe volver a los principios establecidos en el Acuerdo de Cotonú. El objetivo es el desarrollo, y no la reciprocidad en la apertura de los mercados. Dicho principio sería contradictorio con el objetivo fijado, habida cuenta de las desigualdades de desarrollo, que no desaparecerán en veinte años. Así, estos países deben tener la posibilidad de elegir entre un AAE u otras fórmulas de acuerdo preferencial.

Debemos ofrecer a quienes no firmen un AAE de aquí a finales de 2007 un acceso al mercado al menos equivalente a las preferencias de que gozan actualmente, y ninguno de ellos debe encontrarse en una situación más desfavorable al finalizar estos acuerdos.

Por otra parte, en la negociación no deben introducirse los servicios ni los temas de Singapur. La única obligación en materia de conformidad con las normas de la OMC consiste en las preferencias concedidas para el comercio de mercancías. Estos temas se excluyeron de la negociación en la OMC a petición de los países en desarrollo. No deben reintroducirse de pronto para los países ACP. Se trata, en primer lugar, de asuntos que son competencia de las agrupaciones regionales de los países ACP, cuya soberanía en la materia hay que respetar. Por tanto, la Comisión debe retirarlos de la negociación.

Además, los Parlamentos de los países ACP y el Parlamento Europeo, junto con la sociedad civil, deben tener acceso a todos los elementos de la negociación y ser consultados participar en ella mientras sigue su curso.

Por último, si hace falta alargar los plazos para negociar buenos acuerdos de asociación económica, la Comisión debe mostrarse flexible y defender este principio entre los miembros de la OMC.

 
  
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  Johan van Hecke (ALDE).(NL) Señor Presidente, el señor Sturdy ha elaborado un informe equilibrado que también se hace eco de las justificadas críticas vertidas por los países ACP asociados en el sentido de que, durante las negociaciones, la UE no presta suficiente atención a sus quejas y, por el contrario, se muestra demasiado proclive a imponer las cosas de manera unilateral.

Quiero abordar un aspecto que a menudo se pasa por alto, a saber, el carácter regional del acuerdo de asociación económica (AAE): el fortalecimiento del comercio sur-sur. Las metas de desarrollo solo pueden alcanzarse si el objetivo de los AAE consiste en alentar una buena gestión económica, en promover la integración regional de las economías ACP y en atraer y retener más inversiones. La ayuda puntual y eficaz al comercio es una condición sine qua non para incrementar el potencial comercial de las regiones ACP.

A este respecto, quiero recordar a la Comisión la promesa de su Presidente, señor Barroso, de conceder a los países en desarrollo 1 000 millones de euros en ayuda comercial. El hecho de que el acuerdo del Consejo sobre las próximas Perspectivas Financieras no haya dotado suficientemente los 190 millones de euros propuestos que se necesitan anualmente para los países del protocolo sobre el azúcar, no constituye un buen síntoma.

A la postre, cumplir las propias promesas es una cuestión de credibilidad elemental, que muy bien podría determinar el éxito o el fracaso de las negociaciones.

 
  
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  Carl Schlyter (Verts/ALE).(SV) Hay tres conceptos clave que la Comisión ha de tener presentes durante las negociaciones: escuchar, no imponer y no estresarse. Hemos de escuchar las peticiones de los países ACP.

Estas negociaciones no se están celebrando en pie de igualdad. Usted, señor Mandelson, cuenta con centenares de expertos. Los países ACP, en cambio, solo con unos pocos. Nosotros tenemos un enorme poder económico. Ellos únicamente se encuentran en los albores del comercio y de la industria. Nosotros podemos adquirir la totalidad de su comercio y su industria. Ellos apenas pueden comprar alimentos para un día. Siendo las condiciones tan abismalmente diferentes, es importante que escuchemos sus peticiones y que intentemos satisfacerlas.

Los acuerdos de asociación económica tienen que estar para promover su desarrollo, no para aumentar nuestros beneficios. Así pues, no debemos caer en la imposición. Si ellos no desean abrir un mercado, hemos de actuar según lo dispuesto en el artículo 17 de la Resolución y no obligarles a ello. Todos los expertos en comercio, formados en el pensamiento neoliberal, creen que la reducción de aranceles siempre es algo positivo y que el libre comercio siempre es mejor que el comercio justo, pero la realidad demuestra que eso no es así. Además, dentro de la realidad es donde se mueven nuestros socios de negociación. Una liberalización equivocada puede provocar la muerte de personas. Podemos explicar aquello en lo que creemos, pero permitiendo que sean ellos quienes adopten las decisiones. Si se equivocan, el error será suyo. Es más fácil vivir con unos defectos de los que uno es el propio responsable y que puede modificar, que vivir en una pobreza extrema impuesta por otros. La reciprocidad es innecesaria. Permitamos que sean ellos los que decidan al respecto. Nosotros podemos vivir con o sin reciprocidad, pero ellos pueden morir por culpa de la misma.

Por último, no tenemos que estresarnos. Por consiguiente, espero que la Cámara suprima el considerando F y apruebe la enmienda 4. Permitamos que las negociaciones duren el tiempo que sea necesario y, mientras tanto, dejemos que siga en vigor el sistema de preferencias arancelarias generalizadas. Entonces podrán seguir vendiéndonos tranquilamente, sin tener una espada de Damocles pendiendo sobre su cabeza. Junto con los países ACP, los 27 países de la UE constituimos un grupo dominante dentro de la Organización Mundial del Comercio. Si queremos, juntos podemos proclamar que necesitamos ampliar el periodo de las negociaciones o, por el contrario, buscar alternativas a los acuerdos de asociación económica.

 
  
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  Gabriele Zimmer (GUE/NGL).(DE) Señor Presidente, Señorías, señor Comisario, cuando la OMC decretó que las ventajas aduaneras otorgadas por los países de la UE a sus antiguas colonias suponían ocasionar un perjuicio a otros países en desarrollo, no estaba invocando un nuevo orden mundial.

Creo, señor Comisario, que usted sobrevalora de lejos las competencias de su cargo en materia de planificación. Los borradores de AAE que usted ha depositado sobre la mesa ante las partes de la negociación constituyen una manifiesta extralimitación de su mandato de negociación. Haciendo caso omiso de su propia experiencia en Europa, usted parece querer imponer un tapiz global hecho con retales de alianzas entre Estados, basado únicamente en consideraciones económicas y, al no conceder a sus socios la más mínima oportunidad de encontrar un terreno social y político común, está proporcionando a las empresas europeas una gigantesca ventaja competitiva.

Yo, por mi parte, rechazo la idea de obligar a nuestros países asociados a aceptar unas condiciones que ni siquiera las fuerzas radicales favorables al libre mercado han logrado que sean aceptadas dentro de la UE. No se oculta que sus disposiciones sobre contratos públicos no son otra cosa que útiles para forzar la apertura del mercado; está colocando dos boxeadores en el cuadrilátero, pero uno pesa 100 kg más que el otro.

Le pido, por tanto, que suspenda cualquier negociación en materias distintas de los aranceles aduaneros y que utilice su poder para orientar a la OMC con el fin de que se ocupe más de las necesidades del desarrollo.

 
  
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  David Martin (PSE).(EN) Señor Presidente, quiero sumarme a quienes han felicitado al señor Sturdy por lo que creo que es un buen informe. Hace bien en insistir en que estas negociaciones se están llevando a cabo entre partes desiguales, como han recordado muchos de los que han intervenido esta mañana. Creo que el hecho de que la Comisión y los países ACP perciban las negociaciones desde puntos de vista diferentes es la causa de muchos de los problemas. Si consideramos el plazo límite fijado a finales de este año, la percepción de la Comisión es que ese plazo es una herramienta esencial para cumplir sus obligaciones con la OMC. Pero muchos de los países ACP creen que ese plazo se está utilizando para presionarles y obligarles a aceptar acuerdos inadecuados, y la Comisión, creo, tiene que hacer mucho más por tranquilizar a los países ACP en el sentido de que ese plazo no se utiliza ni se utilizará para forzar a los países ACP a firmar acuerdos que no les convienen.

Respecto a la situación de la ayuda, la Comisión dice, y el Comisario Mandelson lo ha repetido esta mañana, que las negociaciones no fracasarán por falta de dinero. Pero no es justo esperar que los países ACP tomen decisiones a largo plazo sobre la liberalización y la integración regional sin tener una visión a largo plazo de la cuantía de la asistencia que estará disponible para ayudarles a crear los marcos reglamentarios regionales necesarios para instigar nuevos métodos de recaudación estatal que compensen la pérdida de ingresos arancelarios o para construir el tipo de infraestructuras que sabemos, por experiencia propia en la UE, que son tan importantes para el desarrollo de nuestra economía regional.

Cuando hemos hablado de la cuestión del acceso al mercado, he escuchado decir al Comisario en esta Cámara que la Unión Europea no tiene objetivos comerciales agresivos con los países ACP. Pero, una vez más, cuando escuchamos a los negociadores, su percepción es que la Comisión les está presionando mucho para abrirse a nuestros mercados de servicios y para hacer otras ofertas de apertura del mercado.

Digo todo esto aún pensando sinceramente que la Comisión desea un paquete favorable al desarrollo con las seis regiones. La Comisión cree que está actuando en defensa de los intereses de los países ACP, pero tiene que entender que las negociaciones entre partes desiguales levantan sospechas en la parte más débil. Cuando nosotros hablamos de plazos, ellos ven amenazas; cuando nosotros decimos vaguedades sobre el paquete de ayudas, ellos ven un vínculo entre el grado de apertura del mercado que están dispuestos a ofrecer y la cuantía de su paquete de ayudas. Si queremos disipar esas dudas, tenemos que introducir más apertura y transparencia a las propias negociaciones y tenemos que prometer que una vez que concluyamos las negociaciones, habrá una supervisión parlamentaria de los acuerdos que finalmente se celebren, para que ellos puedan tener la tranquilidad de que en este proceso participarán parlamentarios para velar por la aplicación de los acuerdos.

 
  
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  Fiona Hall (ALDE).(EN) Señor Presidente, seguir el progreso de las negociaciones de los AAE ha sido como vivir en dos universos paralelos. Por una parte, los países ACP han realizado numerosas declaraciones en el sentido de que el proceso no está tan orientado al desarrollo como se supone que tendría que estar. Insisten en que se les está presionando para negociar en las condiciones impuestas por la Comisión y están especialmente preocupados porque la Comisión no les ha dado tiempo suficiente para realizar las necesarias evaluaciones de impacto y ha desestimado otras evaluaciones que no coincidían con su propia posición. Por otro lado, es extraño que la Comisión haya mantenido todo el tiempo que nadie se está quejando ni pidiendo alternativas a los AAE.

Sin embargo, la revisión de los AAE realizada en enero de 2007 por la Comisión Económica de las Naciones Unidas para África ha sido clara. Esta revisión externa e independiente ha concluido que las negociaciones no se han orientado al desarrollo, sino que se han inclinado excesivamente a favor de la liberalización del comercio. Conociendo esta evaluación externa de las Naciones Unidas, no entiendo cómo puede seguir manteniendo la Comisión que las negociaciones de los AAE tienen una dinámica positiva y que todo va bien.

 
  
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  Glenys Kinnock (PSE).(EN) Señor Presidente, confío en que la Comisión tome nota de las preocupaciones que han manifestado muchos –en realidad, la gran mayoría– de los diputados al Parlamento Europeo esta mañana.

Está claro que las negociaciones de los AAE atraviesan un momento muy crítico, y esta semana los Ministros de la Unión Europea y de los países ACP se han reunido en Bruselas para evaluar el progreso realizado, en un momento en el que, como han dicho otros, están sometidos a una intensa presión para cerrar los acuerdos antes de finales de 2007. La realidad es, por supuesto, que incluso cuando están técnicamente bien preparados, los países ACP siguen teniendo que afrontar problemas políticos graves que persisten entre Estados ACP, entre Gobiernos de los países ACP, entre Gobiernos y sector privado, sociedad civil y organizaciones de integración regional.

El señor Martin ha planteado algunas cuestiones muy importantes sobre el nivel de suspicacia y preocupación que existe en los países ACP. En las últimas semanas he viajado tanto por África Occidental como Oriental y, desde el Primer Ministro de Senegal hasta el Presidente de Ghana o el Ministro de Comercio de Tanzania, el mensaje ha sido exactamente el mismo: hay demasiados problemas sin resolver. Respecto a la ayuda al comercio: ¿es dinero nuevo? ¿Es previsible? ¿Cuándo se va a poner sobre la mesa? Respecto a los niveles de integración regional, en Tanzania he sabido de los enormes problemas que existen allí y de la nueva configuración del África Oriental que están planificando y, según tengo entendido, han escrito al Comisario sobre el particular. Luego están los problemas con Singapur, que otros han mencionado ya y que están causando en la actualidad enormes dificultades en las negociaciones con la SADC.

La mayoría de los Estados ACP han acogido con satisfacción el acceso libre de impuestos y de cuotas. Pero sigue ocurriendo –y no sé si alguien lo ha mencionado– que una docena o más Estados miembros de la UE han manifestado preocupación y han puesto objeciones a la propuesta, y algunos países ACP están preocupados por los efectos en el azúcar, los plátanos y el arroz. Ayer mismo, Barbados decía que la región solo podría beneficiarse si la UE les permitiera adquirir capacidad técnica, capacidad productiva e infraestructuras para poder aprovechar al máximo las oportunidades, sobre todo en el sector del azúcar, entre 2009 y 2015.

Este es el escenario pesimista del que se habla. Por eso, si no logran firmar a finales de este año, los países ACP deben poder beneficiarse de un alto grado de acceso al mercado utilizando un SPG+.

La afirmación que he escuchado de que no existen alternativas es sencillamente falsa y también es falso decir que la región o los países ACP no las han pedido. La investigación reciente realizada por el ODI, las Naciones Unidas y otros organismos apunta a un SPG reforzado como una alternativa viable a los AAE, que proporcionaría el espacio vital necesario para que las negociaciones pudieran continuar. El SPG+ proporcionaría un acceso más generoso que los SPG, que claramente no constituyen una alternativa. La mayoría de los países ACP cumplirían fácilmente los criterios para acogerse al sistema y disfrutarían de un nivel de acceso al mercado casi equivalente a Cotonú para las exportaciones actuales, con muy pocas excepciones.

 
  
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  Alain Hutchinson (PSE).(FR) Señor Presidente, señor Comisario, Señorías, en primer lugar quisiera expresar mi satisfacción por la manera en que se ha llevado este debate hoy en esta Cámara. Quiero hacerlo, entre otras cosas, porque creo que desmiente abiertamente las alegaciones que hemos estado escuchando regularmente en los últimos meses, en el sentido de que tan solo un puñado de locos del Grupo Socialista en el Parlamento Europeo y una sociedad civil que desafía a la Comisión Europea por principio o por costumbre se preocupan por el desarrollo y el resultado de las negociaciones de los acuerdos de asociación económica. No es así, sin duda, como hemos escuchado esta mañana.

Para decirlo de forma sencilla, hoy se plantea, de hecho, una sola cuestión en el marco de esas negociaciones, y esa cuestión es la siguiente: ¿está la Comisión en condiciones de garantizar a los países ACP que, una vez firmados, esos acuerdos les aportarán unas condiciones de desarrollo más favorables que las que tienen hoy? Si es así, no tengo personalmente demasiado problema con los acuerdos de asociación económica. Si no es así, como me temo, debemos oponernos a ellos, tal como se nos presentan por el momento, y mientras preconicen indebidamente un enfoque de las relaciones humanas en que primen las preocupaciones comerciales, excluyendo todo lo demás y en detrimento del interés general de las poblaciones de los países ACP.

La mejora de las condiciones de vida del mayor número de nuestros contemporáneos y de las generaciones futuras, tanto en el Norte como en el Sur, es un objetivo prioritario que tenemos derecho a exigir a la Comisión. Por tanto, la Comisión tiene el deber de proseguir la negociación en torno a estos acuerdos, con la mejor voluntad y con toda transparencia. A este respecto, me remito a las palabras muy prácticas y correctas de mi colega, el señor Arif. Pero la Comisión debe concederse también, y conceder a nuestros interlocutores, los plazos necesarios, como han dicho varios oradores que han intervenido antes que yo. Es hora de que esta exigencia, reclamada por millones de ciudadanos europeos a los que representamos aquí, sea considerada con mucha más seriedad y respeto que hoy.

Señor Comisario, esta mañana estamos escuchando a varios diputados hablar extensa e insistentemente –y tales propósitos se escuchan regularmente en esta Cámara– de la economía, la apertura de mercados y la competitividad. No lo olvidemos, se trata de palabras que debemos tomar por lo que son, a saber, conceptos y, en el mejor de los casos, instrumentos que solo tienen valor por su posible contribución a la satisfacción del interés general, del interés del mayor número de personas, no de un número, aunque creciente, de privilegiados que puedan beneficiarse, tanto en el Norte como en el Sur, de cualquier acuerdo que se celebre con quienquiera que sea, sino de un número creciente de hombres, mujeres y niños que, juntos, constituyen la gran mayoría de los excluidos de nuestro mundo y que esperan muchísimo de una relación, si no generosa, al menos equilibrada con sus socios europeos.

 
  
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  Marie-Arlette Carlotti (PSE).(FR) Señor Presidente, señor Comisario, en sus últimas propuestas, la Unión Europea prevé ampliar el concepto «todo menos armas» al conjunto de los países ACP.

Sin duda es un avance que permitirá garantizar que ninguno de ellos salga perdiendo después de 2007, pero no es una solución milagrosa, que convierta los AAE en acuerdos de desarrollo. Para eso, habría que ir más lejos: prever un período de transición mucho más largo que los diez o doce años que se proponen actualmente; poner fin al dumping agrícola y respetar el principio de soberanía alimentaria; ofrecer un verdadero trato especial y diferenciado y permitir a los países ACP proteger algunos de sus sectores; poner fin a la presión sobre los temas de Singapur, a fin de respetar el derecho de todos los Estados a gestionar libremente sus servicios públicos; y, por último, implicar más a las sociedades civiles y los Parlamentos.

Creo que, a ese precio, los AAE podrán servir, de forma prioritaria, al desarrollo de África, y no solo al de Europa.

 
  
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  Peter Mandelson, miembro de la Comisión. (EN) Señor Presidente, es para mi un placer participar en este debate en nombre de la Comisión dada la importancia del tema que trata, que no es ni más ni menos que lo que está en juego para los países ACP es el futuro desarrollo, la reducción de la pobreza y las posibilidades de aprovechar las ventajas del sistema del comercio mundial; entre dichos países se encuentran algunos de los más afectados por la pobreza en todo el mundo, y tenemos para con ellos una obligación absoluta.

Los acuerdos de asociación económica pretenden utilizar el comercio como instrumento de desarrollo. No tenemos intención alguna de obligar a los países ACP a asumir compromisos en contra de su voluntad. Sin embargo, estamos sujetos a un imperativo, a saber, que los AAE deben ser conformes con las reglas de la OMC y por tanto deben incluir la apertura del comercio de bienes y servicios por ambas partes. Desde luego, esto no implica –e insisto en ello– una apertura simétrica del comercio entre la UE y los países ACP. Como es obvio, la apertura del mercado de la UE a sus socios irá mucho más allá de lo que harán los países ACP a favor de la UE.

Además, estamos dispuestos a estudiar seriamente la adopción de periodos transitorios en muchos sectores y, en algunos casos, de periodos transitorios sumamente largos –de hasta 25 años– así como un importante apoyo económico para ayudar a estos países a cumplir sus compromisos, de modo que los AAE puedan servir de catalizadores para las reformas políticas de los países ACP.

En relación con el acceso al mercado, el Consejo de Asuntos Generales de nuestros Estados miembros reafirmó hace poco el principio del acceso libre de impuestos y cuotas para los países ACP, aunque con periodos transitorios para algunos productos sensibles, en particular el arroz y el azúcar. El mismo principio se aplica al plátano, pero tras una evaluación complementaria acordamos tener en cuenta las regiones ultraperiféricas de la UE, y eso es lo que haremos.

En concreto, y en respuesta a lo que ha dicho el señor Van den Berg, estamos elaborando junto con las regiones ACP calendarios asimétricos de acceso a los mercados que permitan seguir protegiendo los sectores sensibles de los países ACP. Nuestra oferta de acceso libre de impuestos y cuotas comporta un amplio margen para proteger a los países ACP y para que abran sus mercados de forma profundamente asimétrica. Además se adoptarán medidas de salvaguardia flexibles para poder actuar rápidamente en caso de que se surjan problemas. Sin embargo, un calendario condicional de acceso al mercado volverá a situar nuestros acuerdos comerciales en una posición vulnerable en la OMC, lo que generará más incertidumbre entre los que comerciantes e inversores de los países ACP. Por lo tanto, la introducción de dicho planteamiento condicional no sería sensato desde el punto de vista de los intereses de los propios países ACP.

Algunos diputados han hablado de alternativas a los AAE. Puedo decir sin vacilación o reserva alguna que no contamos con un instrumento más favorable para el desarrollo que pueda superar la ambición y las posibilidades que ofrecen los acuerdos de asociación económica. Ofrecer el SPG, como han propuesto algunos, cuando en vez de ello podríamos negociar buenos acuerdos de asociación económica, sería sin duda absurdo. Los países ACP que no son PMA acabarían teniendo un acceso al mercado de la Unión Europea inferior al de casi cualquier país en desarrollo del mundo.

Es cierto, algunos propondrán el SPG+ como alternativa, mediante una flexibilización de los criterios de acceso al SPG+ y ampliando su cobertura, pero también esto es completamente inaceptable. El SPG+ perpetúa las divisiones en el régimen comercial entre los PMA y los países que no son PMA, divisiones que los AAE pretenden eliminar, y no promueve el uso del acceso al mercado de la forma en que lo hacen los AAE. El SPG está abierto a todos los países y muchos simplemente aprovecharán la flexibilización de los criterios del SPG+, lo que colocaría a los países ACP en una situación de competencia directa y socavaría en lo fundamental la finalidad del SPG+, que consiste en utilizar las preferencias comerciales para promover la firma de acuerdos en materia de derechos humanos y buenas prácticas laborales. Por ello espero que no se crea que la idea del SPG o del SPG+ sería una alternativa aceptable o mejor que los AAE.

La mejor opción para el desarrollo es, de lejos, firmar a tiempo acuerdos de asociación económica. Cualquier otra alternativa es menos ventajosa. No podemos pasar por alto simplemente las reglas de la OMC en la sección de los AAE dedicada al comercio de productos. Si está claro que en alguna región no alcanzaremos estos objetivos, los PMA podrán contar con «Todo menos armas»; para los países que no son PMA que exportan plátano, en particular, la vía de excepción probablemente no es viable desde una perspectiva política. Para los demás, las cosas dependerán del avance de las negociaciones.

Quisiera terminar diciendo que, a diferencia de algunos de los oradores que han intervenido en este debate en el Parlamento, considero que el planteamiento de los países ACP reviste un gran realismo y comprende los intereses de dichos países. Los países ACP han aceptado voluntariamente el plan de trabajo que seguimos durante la negociación de estos acuerdos. Sin duda, no redunda en interés de los países ACP que algunos se presenten como sus amigos, auguren un futuro terrible y generen temores e inseguridad que no pueden sino impedir que los países ACP entablen negociaciones que, en su propio interés, deberían concluir a finales de año.

 
  
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  El Presidente. Se cierra el debate.

La votación tendrá lugar mañana a las 12.00 horas.

Declaración por escrito (artículo 142 del Reglamento)

 
  
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  Richard Seeber (PPE-DE), por escrito. – (DE) Quiero dar las gracias de todo corazón al ponente por subrayar la gran necesidad de actuación por parte de la Unión Europea en la negociación de los acuerdos de asociación económica.

Deberíamos comenzar por tener presente que hemos de trabajar en la incorporación eficaz de los países ACP al comercio mundial con un grado de éxito idéntico en todos los grupos regionales, lo que se puede conseguir, entre otras cosas, a través de concesiones comerciales y ayuda técnica a los productores, de manera que queden compensadas las pérdidas que sostienen con los ingresos arancelarios, aun cuando eso solo no les proporcione lo que necesitan. Lo que también necesitan para beneficiarse realmente de un acceso más sencillo al mercado es formación y asesoramiento expertos.

Además, creo que también es esencial que los procedimientos administrativos fundamentales sean simplificados para que puedan utilizar los recursos de que disponen de una manera más eficaz.

Nosotros, como diputados a esta Cámara, deberíamos, creo yo, ser conscientes del hecho de que el comercio con Estados como estos también redunda en beneficio de Europa, y además, en nuestra condición de ciudadanos de Estados desarrollados, estamos obligados respecto de los ciudadanos de los países ACP a hacer cuanto podamos para permitirles su arraigo en el comercio mundial.

 
  
  

PRESIDENCIA DEL SR. ONESTA
Vicepresidente

 

9. Turno de votaciones
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  El Presidente. – De conformidad con el orden del día, se procede al Turno de votaciones.

(Para los resultados de las votaciones y otros detalles sobre las mismas: véase el Acta)

 

9.1. Acuerdo CE/Rusia en materia de pesca y conservación de los recursos marinos vivos en el Mar Báltico (votación)
  

- Informe Morillon (A6-0160/2007)

 

9.2. Instrumento financiero para el medio ambiente (LIFE+) (votación)
  

- Informe Isler Béguin (A6-0180/2007)

 

9.3. Daphne III: Programa específico de lucha contra la violencia (votación)
  

- Recomendación Gröner (A6-0147/2007)

 

9.4. Cooperación entre comisiones (modificación del artículo 47 del Reglamento del Parlamento Europeo) (votación)
  

- Informe Corbett (A6-0139/2007)

- Antes de la votación sobre la enmienda 3:

 
  
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  Johannes Voggenhuber (Verts/ALE).(DE) Señor Presidente, el tema en cuestión es la aprobación sin votación de una enmienda de la comisión a la que se ha solicitado una opinión. Por lo general, se considera aceptable que la aprobación de una enmienda de una comisión, cuya opinión se ha solicitado, pueda ser automática solamente en el caso de que dicha enmienda caiga dentro de las competencias exclusivas de dicha comisión. La palabra «exclusiva» falta en este caso. En aras de una mayor precisión, he acordado con el ponente que se agregue la expresión «competencias exclusivas» a esta frase.

 
  
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  Richard Corbett (PSE), ponente. – (EN) Señor Presiente, este ponente puede aceptar la enmienda oral.

 
  
  

(El Parlamento aprueba la enmienda oral)

 

9.5. Normas de calidad ambiental en el ámbito de las aguas (votación)
  

- Informe Laperrouze (A6-0125/2007)

 

9.6. Producción y etiquetado de los productos ecológicos (votación)
  

- Informe Aubert (A6-0061/2007)

- Antes de la votación:

 
  
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  Marie-Hélène Aubert (Verts/ALE), ponente. – (FR) Señor Presidente, Señorías, mi informe sobre la producción y el etiquetado de los productos biológicos va a someterse hoy por fin a votación, primero después de haber sido devuelto a comisión y luego tras una solicitud de urgencia al Consejo, que por cierto el Parlamento rechazó por unanimidad el mes pasado. Por desgracia, las nuevas conversaciones que hemos mantenido durante estos dos meses con el Consejo no han permitido avanzar más en puntos importantes. En particular, ni la Comisión ni el Consejo aceptan el doble fundamento jurídico que reclamábamos. El Consejo no ha reconsiderado su decisión de autorizar, de forma excepcional, aditivos y tratamientos veterinarios procedentes de OGM. Del mismo modo, también podrían autorizarse determinadas sustancias químicas por derogación.

A falta de codecisión, nos vemos obligados a tomar nota de ello. No obstante, deploramos la actitud cerrada y un tanto insolente del Consejo en estas últimas semanas, a pesar de la buena voluntad de algunos Estados miembros. Lamento también profundamente que la mayoría de los Grupos rechazaran ayer el aplazamiento de la votación al mes de junio, en la medida en que el propio Consejo había aplazado su reunión sobre la agricultura biológica. Lamento que la mayoría de los Grupos no hayan querido utilizar al máximo los medios de presión de que disponemos. Dicho esto, el Consejo ha recogido, con todo, en su compromiso buen número de nuestras enmiendas, y la consulta periódica a todos los agentes afectados forma parte del acuerdo global.

Por tanto, les pido ahora que aprueben este informe. Pueden contar con mi firme voluntad y con la de mis colegas de la Comisión de Agricultura y Desarrollo Rural para seguir con atención este expediente en los próximos meses.

(Aplausos)

 
  
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  El Presidente. – Señor Graefe zu Baringdorf, ha pedido usted la palabra. Le pregunto: ¿en calidad de qué y sobre la base de qué artículo del Reglamento?

 
  
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  Friedrich-Wilhelm Graefe zu Baringdorf (Verts/ALE).(DE) Señor Presidente, tal vez se me permita, en condición de ponente del informe adjunto sobre agricultura ecológica, decir algo sobre relaciones exteriores. El informe que vamos a someter a votación hoy es un buen informe, que deja perfectamente claro que...

(Desórdenes)

 
  
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  El Presidente. – Lo siento de verdad, señor Graefe zu Baringdorf, ha escuchado usted la reacción de sus Señorías. Pienso que todo el mundo ha entendido que considera que el informe es bueno, pero no puedo conceder la palabra a todos los ponentes y antiguos ponentes, como sin duda comprenderá.

 

9.7. Asociación en materia de pesca entre la CE, por una parte, y Dinamarca y Groenlandia, por otra (votación)
  

- Informe Post (A6-0161/2007)

 

9.8. Delegación Permanente EUROLAT (votación)
  

- Decisión B6-0204/2007

 

9.9. Declaración común sobre las modalidades prácticas del procedimiento de codecisión (votación)
  

- Informe Leinen (A6-0142/2007)

- Antes de la votación:

 
  
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  Jo Leinen (PSE), ponente. – (DE) Señor Presidente, Señorías, el procedimiento de codecisión es el instrumento más importante de que dispone esta Cámara y el nuevo acuerdo con el Consejo y la Comisión lo hace bastante más transparente y mucho más eficaz. En algunas cuestiones de detalle estamos en pie de igualdad con el Consejo de Ministros.

Quiero aprovechar esta ocasión para dar sinceramente las gracias a la señora Roth-Behrendt, al señor Vidal-Quadras Roca y al señor Trakatellis, que han estado más de un año negociando con el Consejo y la Comisión, así como al señor Daul, que ha supervisado todo el tema. Este nuevo acuerdo, por tanto, nos permite avanzar un buen trecho en lo concerniente al procedimiento de codecisión.

 

9.10. Detención de la pérdida de biodiversidad para 2010 (votación)
  

- Informe Adamou (A6-0089/2007)

 

9.11. Una Europa global - Aspectos externos de la competitividad (votación)
  

- Informe Caspary (A6-0149/2007)

- Antes de la votación sobre la enmienda 51:

 
  
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  Ignasi Guardans Cambó (ALDE).(FR) Señor Presidente, propongo una enmienda oral consistente en añadir «los países más pobres» en vez de los «países en desarrollo».

 
  
  

(El Parlamento rechaza la enmienda oral)

– Antes de la votación sobre la enmienda 52:

 
  
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  Ignasi Guardans Cambó (ALDE).(FR) Segundo intento. Esta vez, comparto plenamente el espíritu de la enmienda. Se trata de pedir a la Comisión que tenga en cuenta lo que está en la enmienda. Este es el espíritu de la enmienda. Esto significa que donde dice:

(EN) ... «no intentará incluir» debería decir que la UE «debe tratar cuidadosamente estas cuestiones».

(FR) Aconsejo a mis colegas diputados del Grupo Socialista en el Parlamento Europeo y del Grupo de los Verdes/Alianza Libre Europea que reflexionen bien antes de oponerse, pues se arriesgan a votar en contra de la enmienda en su conjunto.

 
  
  

(El Parlamento rechaza la enmienda oral)

 
  
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  El Presidente. – Con esto concluye el Turno de votaciones.

 

10. Explicaciones de voto
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  El Presidente. – Se procede ahora a las explicaciones de voto.

 
  
  

- Informe Isler Béguin (A6-0180/2007)

 
  
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  Ilda Figueiredo (GUE/NGL), por escrito. (PT) Hemos votado a favor de este acuerdo final, ya que el Parlamento ha logrado garantizar un aumento de 40 millones de euros por encima de la cantidad prevista en la Posición Común del Consejo. El presupuesto para LIFE+ ha quedado fijado ahora en 1 894 millones de euros.

Parte del presupuesto de LIFE+ está dedicado a proyectos en materia de «naturaleza y biodiversidad». El Parlamento ha garantizado que al menos el 50 % de los recursos presupuestarios de LIFE+ se dediquen a subvenciones destinadas a proyectos de apoyo a la conservación de la naturaleza y la biodiversidad. En su Posición Común, el Consejo había propuesto dedicar el 40 % del presupuesto total a estos proyectos.

Por último, tal como se menciona en el informe final, durante la reunión del Comité de Conciliación, el señor Dimas leyó una declaración en la que se indicaba que, antes de la revisión del marco financiero, la Comisión emprenderá una revisión del gasto comprometido y previsto, tanto a escala nacional como de la UE, en relación con la gestión de las redes Natura 2000. Esta descripción general se utilizará con vistas a adaptar los instrumentos comunitarios, en particular LIFE+, y a garantizar un alto nivel de cofinanciación.

Para finalizar, el resultado es mucho más satisfactorio que cualquier otro acuerdo que pudiera haberse concluido en una fase más temprana del procedimiento legislativo.

 
  
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  Duarte Freitas (PPE-DE), por escrito. (PT) Acojo con gran satisfacción el resultado de este procedimiento de conciliación, que pone el énfasis en un enfoque centralizado en el que la Comisión continúa gestionando el programa, garantizando así el valor añadido para Europa en su conjunto, unos criterios idénticos y la excelencia, y reduciendo gastos extraordinarios en la creación de entidades de gestión a nivel nacional.

Quiero resaltar otros elementos positivos, como el aumento de 40 millones de euros en el presupuesto general y la asignación del 15 % a subvenciones para proyectos transnacionales.

Por tanto, voy a votar a favor del proyecto conjunto aprobado por el Comité de Conciliación sobre LIFE+.

 
  
  

- Informe Gröner (A6-0147/2007)

 
  
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  Hubert Pirker (PPE-DE).(DE) Señor Presidente, contamos con un nuevo instrumento, apropiado para combatir el tráfico de seres humanos y su explotación sexual, en la forma del programa Daphne III, pero la realidad del tema es que, dado que más de 100 000 mujeres en la Unión Europea son víctimas del tráfico de personas y de la violencia, este tipo de programa tiene que estar dotado convenientemente.

Me complace sobremanera ver que el presupuesto ha sido incrementado en 50 millones, elevándolo hasta 114 millones de euros, lo que nos permitirá organizar campañas de información en los países de origen de esas mujeres y niños que son atraídos hacia la Unión Europea, para convertirse allí en víctimas de violencia sexual.

Dichas campañas de información nos permiten evitar este problema al informar a las mujeres y ofrecerles protección contra la explotación. Si esto se combina con la ayuda facilitada a través de los programas para la mejora de la situación de las mujeres en peligro, eso significa que, con Daphne III, estamos dando un vital paso adelante en la lucha contra la violencia, el tráfico de personas y la explotación sexual.

 
  
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  Andreas Mölzer (ITS).(DE) Señor Presidente, he votado a favor del informe Gröner debido a que ciertamente ha logrado avances en la lucha contra la violencia que sufren las mujeres, y no existe duda alguna acerca del papel que ha desempeñado en ello el programa Daphne.

Sin embargo, es obligado decir que la violencia contra las mujeres se encuentra más extendida en aquellas culturas en las que el poder patriarcal está más arraigado y en las que casi nadie la considera un problema. Las violaciones de los derechos humanos de las mujeres, como la mutilación genital y los matrimonios forzados también se producen en nuestro entorno, a consecuencia de las oleadas de inmigración durante los últimos años, y creo que para abordar esta situación hemos de hacer algo más que elevar la conciencia acerca del problema o convertir en punibles los matrimonios forzados en la UE. No puede existir permisividad ninguna de sentencias jurídicas excepcionales, justificadas mediante la referencia a consideraciones culturales; a la hora de castigar a los delincuentes, ya pertenezcan a la comunidad de acogida o a entornos culturales occidentales, hay que aplicar una misma ley a los inmigrantes musulmanes. Ahí es donde la Justicia no puede ser ni ciega ni sorda.

 
  
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  Bogusław Liberadzki (PSE), por escrito. (PL) Voy a votar a favor de la aprobación del informe de la señora Gröner respecto de la Posición Común del Consejo con vistas a la adopción de la Decisión del Parlamento Europeo y del Consejo por la que se establece, para el periodo 2007-2013, un programa específico para prevenir y combatir la violencia ejercida sobre los niños, los jóvenes y las mujeres y proteger a las víctimas y grupos de riesgo (programa Daphne III) como parte del Programa general «Derechos fundamentales y justicia».

El programa Daphne fue creado en 1997 y ha servido para financiar más de 350 proyectos que proporcionan apoyo a organizaciones no gubernamentales e instituciones y asociaciones dedicadas a la protección de niños, jóvenes y mujeres contra la violencia. Brindo mi apoyo decidido a la tercera etapa de este proyecto, al que se refiere el informe de la señora Gröner.

Los principales objetivos de Daphne III son apoyar el desarrollo de la política comunitaria relativa a la protección de la salud pública, la igualdad de género, combatir la violencia doméstica, proteger los derechos de los niños, combatir la violencia de género en situaciones de conflicto y luchar contra el tráfico de seres humanos y la explotación sexual.

Estos ambiciosos objetivos para 2007-2013 estarán respaldados por un presupuesto de 116 850 000 de euros. La comparación con el presupuesto de Daphne I, 20 000 000 de euros, y con el de Daphne II, 50 000 000 de euros, testimonia el reconocimiento a la importancia y los logros del programa.

El informe subraya acertadamente la necesidad de abrir el programa a la cooperación con organizaciones no gubernamentales garantizando una mayor transparencia, reduciendo la burocracia y proporcionando asistencia a los candidatos que soliciten financiación.

 
  
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  David Martin (PSE), por escrito. (EN) He votado a favor de estas enmiendas al programa Daphne III, que es el programa específico de la UE para prevenir y combatir la violencia contra los niños, los jóvenes y las mujeres. Me complace comprobar que el presupuesto para la tercera fase del programa Daphne (2007-2013) ha aumentado hasta alcanzar 116,85 millones de euros. Además, me alegro de que se hayan reducido los trámites burocráticos a fin de que las ONG puedan acceder con más facilidad al programa.

 
  
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  Catherine Stihler (PSE), por escrito. (EN) Apoyo plenamente la labor que desarrolla la ponente para combatir la violencia contra las mujeres. El programa DAPHNE ayuda a abordar este problema en toda la UE y habría que condenar a todos aquellos que no voten hoy a favor de este informe.

 
  
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  Margie Sudre (PPE-DE), por escrito. – (FR) La prolongación del Programa Daphne para 2007-2013 demuestra la voluntad del Parlamento Europeo de que este plan, establecido en 2000, continúe.

La violencia contra los niños, los adolescentes y las mujeres constituye un fenómeno social dramático. Hay que proteger mejor a algunos grupos especialmente vulnerables a la violencia, sin olvidar la violencia doméstica o las mutilaciones genitales femeninas. En Reunión, por ejemplo, los delitos contra las mujeres se han duplicado en 20 años, y más de una mujer de cada cinco ha sufrido al menos una forma de violencia en un espacio público en los últimos 12 meses. Por ello, deseo que la Comisión Europea consagre un año europeo a este tipo de violencia.

Acojo con agrado el compromiso contraído por la Comisión, que ha aumentado el presupuesto a casi 117 millones de euros, aunque este importe sea inferior al solicitado por el Parlamento Europeo. La duplicación de los recursos acredita, al menos, una ambición real en los objetivos.

Este esfuerzo debe ir acompañado también de transparencia en el programa y permitir un acceso más fácil a la sociedad civil, que carece de asistencia técnica para la elaboración de propuestas de proyecto, en particular en las regiones ultraperiféricas. Espero que, en el futuro, un consejo de expertos realice evaluaciones.

 
  
  

- Informe Corbett (A6-0139/2007)

 
  
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  Richard Corbett (PSE), por escrito. (EN) En lugar de las propuestas de largo alcance que se nos han presentado, la Comisión de Asuntos Constitucionales ha propuesto una modesta revisión del artículo 47 (que recibiría el título de «Procedimiento con comisiones asociadas»). Este modesto cambio obligaría a los presidentes y ponentes de las comisiones interesadas a reunirse para definir conjuntamente los pasajes del texto que forman parte de sus competencias ejecutivas o conjuntas. La presidencia de la comisión competente debería tener en cuenta dicho acuerdo al determinar a qué comisión corresponde la responsabilidad final de las distintas partes del texto. El artículo permitiría asimismo que las partes acuerden, si así lo desean, modalidades más precisas para su cooperación, lo que abre la posibilidad a la creación de grupos de trabajo conjuntos. La modificación de este artículo garantizaría igualmente que las comisiones asociadas estuvieran representadas en cualquier delegación del Parlamento en un procedimiento de conciliación.

 
  
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  Bruno Gollnisch (ITS), por escrito. – (FR) Nos hemos abstenido sobre los informes de los señores Corbett y Leinen relativos a la cooperación reforzada entre comisiones y a las modalidades prácticas de la codecisión.

Sin duda, desde el punto de vista práctico, esos informes tienen por objeto facilitar el trabajo del Parlamento en su marco institucional y jurídico. Pero son sintomáticos de una práctica parlamentaria en la que, al final, todo queda prácticamente decidido por adelantado, en pequeñas camarillas, mediante el compromiso interinstitucional o entre Grupos, en nombre de la eficacia y de la racionalidad. Son sintomáticos también de una Asamblea en la que los «grandes» Grupos, al menos los reconocidos como tales, llevan la voz cantante y los derechos individuales de los diputados quedan reducidos a su mínima expresión o son incluso inexistentes cuando se trata de legislar.

Al poner orden en sus procedimientos, este Parlamento, que adolece ya de una falta de representatividad nacional y política y de una falta de proximidad a los europeos, va a perder definitivamente una característica que debería definirlo: la de una Asamblea elegida por los ciudadanos, para los ciudadanos.

 
  
  

- Informe Laperrouze (A6-0125/2007)

 
  
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  Andreas Mölzer (ITS).(DE) Señor Presidente, yo también he votado a favor del informe Laperrouze debido a que, desde luego, es mejor, por lo que respecta al agua, dejar las cosas claras por adelantado que tener que gastar después una gran cantidad de dinero en reparaciones. Como austriaco, y por tanto ciudadano de un país con reservas de agua muy notables, creo que una política de aguas sostenible y con conciencia ambiental significa que no debemos seguir dando ayuda financiera a la agricultura intensiva, que acarrea problemas como el exceso de fertilización. Por el contrario, el apoyo debería dedicarse a aquellos agricultores que utilizan métodos tradicionales de cultivo. En la repoblación forestal también podemos intervenir a la hora de decidir qué y cuántas sustancias contaminantes llegan hasta las aguas subterráneas y con qué velocidad, contribuyendo así a la protección contra las inundaciones.

 
  
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  Edite Estrela (PSE), por escrito. (PT) He votado a favor del informe Laperrouze (A6-0125/2007) sobre la propuesta de Directiva del Parlamento Europeo y del Consejo relativa a las normas de calidad ambiental en el ámbito de la política de aguas y por la que se modifica la Directiva 2000/60/CE. Pienso que la UE debería seguir desempeñando un papel fundamental en la protección del medio ambiente. Además, el objetivo de esta propuesta es proteger y aumentar la calidad ambiental de conformidad con el principio de desarrollo sostenible.

Son medidas muy necesarias que complementan la propuesta contenida en la Directiva marco del agua y contribuirán a terminar con la contaminación química de las aguas, que deteriora los ecosistemas acuáticos, provoca la desaparición de la biodiversidad y expone cada vez en mayor grado a los seres humanos a las sustancias contaminantes.

 
  
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  Ilda Figueiredo (GUE/NGL), por escrito. (PT) Esta nueva propuesta de Directiva sobre normas de calidad ambiental en el ámbito de la política de aguas es una consecuencia de la Directiva marco del agua, aprobada en 2000. La propuesta establece unos objetivos de calidad ambiental para las aguas superficiales a alcanzar para 2015, aunque sin una evaluación formal de las distintas legislaciones existentes ni un enfoque integrado respecto de la política de aguas.

Se trata, por tanto, de un conjunto de medidas aisladas con algunos aspectos positivos. Me complace, por ejemplo, la referencia a la necesidad de tener en cuenta los datos científicos y técnicos disponibles, las diferentes condiciones ambientales en las distintas regiones, un desarrollo económico y social equilibrado y el principio de quien contamina paga. Sin embargo, todo ello se presenta dentro de un contexto de fomento del neoliberalismo, donde las medidas propuestas desempeñan un papel secundario respecto del «mantenimiento de condiciones de competencia uniformes en el mercado interior».

Introduce asimismo conceptos vagos como las «mejores técnicas disponibles», que pueden utilizarse para hacer obligatorio el uso de tecnología y equipamiento patentados. Eso va a generar dependencia y puede privar a los trabajadores de recursos de producción, dado el precio del equipamiento de alta tecnología.

Aunque el Parlamento ha introducido algunas mejoras en el texto de la Comisión, ha rechazado la mayoría de las propuestas presentadas por nuestro Grupo, razón por la que me he abstenido en la votación final.

 
  
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  Diamanto Manolakou (GUE/NGL), por escrito. (EL) El título de normas de calidad ambiental en el ámbito de la política de aguas no corresponde realmente a su contenido, por cuanto se centra en las sustancias peligrosas en aguas superficiales y en los sedimentos que proceden únicamente de los plaguicidas.

Otros contaminantes, como las aguas residuales industriales, las aguas del alcantarillado urbano, el lixiviado de los vertederos, la contaminación térmica de las respectivas fuentes, la contaminación de los lagos debida a contaminantes aéreos procedentes de las plantas de incineración, que son depositados por los agentes meteorológicos, etc., no se tienen en consideración. Sin embargo, la contaminación química de las aguas de superficie puede perturbar los ecosistemas acuáticos, destruyendo la biodiversidad, y los agentes contaminantes pueden acumularse en la cadena alimentaria procedentes de peces envenenados. Además, está claro que el objetivo de la Comisión consiste en identificar y culpar a la agricultura como el único factor responsable de la contaminación química de las aguas de superficie. Por otra parte, el principio de «quien contamina paga» no frena la contaminación, sino que legaliza las actuaciones desconsideradas de la industria y otros monopolios.

No se propone ninguna medida específica para el control de las fuentes de vertido de «sustancias prioritarias», tanto peligrosas como inocuas, cuyos límites de concentración están recogidos en la propuesta de Directiva.

No obstante, el informe amplía el limitado contenido de la Directiva con el fin de lograr una protección más eficaz de las aguas. En última instancia, sin embargo, tanto el contenido como la orientación se hallan muy lejos de las necesidades contemporáneas en cuanto a la protección del derecho social a un agua de alta calidad, que debe ser completo y no parcial o fragmentado.

 
  
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  Catherine Stihler (PSE), por escrito. (EN) La calidad del agua es indispensable para nuestro medio ambiente y me satisface comprobar que gracias a la adopción de medidas a escala europea se han producido mejoras . Me parece que la propuesta de la Comisión de Medio Ambiente, Salud Pública y Seguridad Alimentaria de examinar la eficacia de todos los actos legislativos comunitarios que influyan directa o indirectamente en la calidad del agua representa un paso en la dirección correcta.

 
  
  

- Informe Aubert (A6-0061/2007)

 
  
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  Agnes Schierhuber (PPE-DE).(DE) Señor Presidente, aunque la ponente, señora Marie-Hélène Aubert, ha trabajado duramente para conseguir un buen informe, la delegación del Partido Popular de Austria en el Parlamento Europeo ha votado hoy en contra del mismo, debido a que todavía detectamos muchas cosas en él que consideramos sumamente problemáticas. Seguimos pensando que el valor límite para los OGM en la agricultura orgánica tiene que ser 0,0 % y que las importaciones de terceros países tienen que cumplir los mismos criterios que los productos procedentes de los Estados miembros de la UE y que, por tanto, deben estar sometidos a controles.

Análogamente, las etiquetas que tenemos en la UE no deben utilizarse para productos de otras procedencias, de forma que no se induzca a error a los consumidores y quede garantizada su trazabilidad.

 
  
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  Françoise Castex (PSE), por escrito. – (FR) He votado a favor de la propuesta de que el informe Aubert relativo a la producción y el etiquetado de productos ecológicos sea devuelto a la Comisión de Agricultura y Desarrollo rural.

En mi opinión, es necesario que el umbral de contaminación accidental por OGM no sea idéntico al de la agricultura convencional, es decir, del orden del 0,9 %, ya que, en tal caso, se admitiría de hecho que ya no podemos impedir las contaminaciones ni garantizar que un producto está exento de OGM aunque lleve el certificado de producción ecológica.

A este respecto, he apoyado la propuesta del Grupo Socialista en el Parlamento Europeo que postulaba que la presencia de OGM en los productos ecológicos debía limitarse exclusivamente a las cantidades imprevisibles y técnicamente inevitables hasta un valor máximo del 0,1 % y que el término «ecológico» no debía utilizarse para designar productos cuya contaminación accidental por OGM fuera superior al umbral de detección del 0,1 %.

Por último, apoyo la petición de un cambio de fundamento jurídico para el tema de la agricultura ecológica. El Parlamento Europeo, que hasta ahora ha sido un consultor, pretende convertirse en codecisor en relación con problemas como este, y ello supondría un avance.

 
  
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  Ilda Figueiredo (GUE/NGL), por escrito. (PT) Nos hemos abstenido en la votación final a la vista de lo sucedido a lo largo del proceso. Por una parte, nos oponemos a la posición de la Comisión. Ha propuesto un Reglamento que autoriza la presencia de hasta el 0,9 % de OGM en productos orgánicos, uno de entre otros aspectos con los que estamos en desacuerdo. Seguimos pensando que es algo inaceptable, sobre todo por lo que respecta a la agricultura orgánica. Permitir el 0,9 % de contaminación por OGM, propuesto por el informe, supondría aceptar la contaminación por OGM de los productos orgánicos. Eso tiene, innegablemente, un impacto sobre los consumidores y constituye una amenaza grave e inaceptable para la supervivencia del sector de la alimentación orgánica.

Los consumidores deciden comprar productos orgánicos porque están obtenidos de una manera más sostenible y sin plaguicidas y porque se hallan totalmente limpios de OGM. Aceptar la introducción de los OGM, incluso en cantidades muy pequeñas, equivaldría a engañar a los consumidores y tendría graves consecuencias para el medio ambiente y para la salud de la gente, en general.

Por otra parte, dado que ha sido posible mejorar la propuesta de la Comisión en el Pleno –aunque el Consejo todavía no ha dado una respuesta positiva y no ha aceptado la enmienda al fundamento jurídico–, nos hemos abstenido en la votación final con la esperanza de que resulte factible hacer nuevas concesiones sobre las propuestas que mejoran la posición inicial.

 
  
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  Glyn Ford (PSE), por escrito. (EN) Votaré a favor del informe de la señora Aubert sobre la propuesta de Reglamento del Consejo relativo a la producción y etiquetado de productos ecológicos. Creo que los consumidores tienen derecho a que los productos que pretenden comprar estén claramente identificados. Sin embargo, la normativa en materia de etiquetado tiene que reflejar la realidad cotidiana. No podemos imponer obligaciones que vayan más allá de la capacidad de operar de forma razonable, reflejando los mejores medios prácticos disponibles en cada momento. De lo contrario limitaríamos la disponibilidad de algunos productos que los consumidores pueden desear adquirir.

 
  
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  Ambroise Guellec (PPE-DE), por escrito. – (FR) La producción ecológica representa hoy el 1,4 % del número de explotaciones agrícolas de los 25 Estados miembros y el 3,6 % de la superficie agrícola utilizada (el 1,8 % de las tierras agrícolas en Bretaña). La demanda de los consumidores va en aumento y la llegada al mercado de productos con distintas etiquetas, incluso de productos fabricados fuera de la UE, plantea nuevos problemas en materia de control, certificación y etiquetado. Además, las subvenciones o normas en este ámbito son muy dispares de un país a otro, lo que genera distorsiones de la competencia perjudiciales para los productores ecológicos, que son los que reciben menos ayudas.

Celebro, pues, la aprobación por el Pleno del dictamen del Parlamento Europeo dirigido al Consejo para que adopte rápidamente el Reglamento sobre la agricultura ecológica. Este nuevo Reglamento debe aclarar el marco comunitario de la producción de alimentos ecológicos, que data de 1991. El Parlamento pide que se refuercen los sistemas nacionales de inspección a fin de hacer posible la trazabilidad de los productos en todas las fases de la producción. Si la utilización del logotipo europeo (para los alimentos que contienen un 95 % de ingredientes de producción ecológica) y la indicación «UE-ecológica» son obligatorias, debe seguir siendo posible añadir otros logotipos privados. Por último, debe prohibirse el uso de OGM en la producción ecológica.

 
  
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  Diamanto Manolakou (GUE/NGL), por escrito. (EL) El tan cacareado perfeccionamiento de la producción agrícola y las mejoras de los productos agrícolas a través de los cultivos orgánicos corren el riesgo de convertirse en una estafa colosal a costa de los productores y los consumidores.

El puñado de multinacionales que intentan controlar la cadena alimentaria global por medio de los organismos modificados en aras de sus beneficios ha acabado por imponerse, algo de lo que cabe culpar a todos los Grupos políticos de la UE, incluidos PASOK y Nueva Democracia.

La presencia tolerada de los OGM y la adición de complementos (vitaminas, etc.) procedentes de OGM a los alimentos orgánicos constituyen la puerta falsa para el uso de organismos modificados en países y zonas que se resisten a hacerlo, considerándolos como peligrosos.

La fijación de un límite para los niveles admisibles de organismos modificados en productos orgánicos, por pequeño que pueda ser hoy, significa que puede ser incrementado sin control alguno, dado que al Parlamento Europeo ni siquiera se le ha concedido el derecho de codecisión. Este límite será fijado ahora por las multinacionales de acuerdo con la contaminación natural que causará la coexistencia tolerada de cosechas convencionales, modificadas genéticamente y orgánicas, por muchas medidas de protección que se adopten.

De esa manera, los agricultores orgánicos verán degradados sus productos, mientras que los consumidores que adquieran productos «orgánicos» con OGM estarán siendo engañados.

Por desgracia, nuestras propuestas para prohibir los organismos modificados en los alimentos orgánicos no han sido aceptadas; pero la lucha continúa con los trabajadores en favor de unas cosechas sanas y unos alimentos saludables.

 
  
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  David Martin (PSE), por escrito. (EN) He votado a favor de la resolución sobre los alimentos ecológicos que se basa en el informe presentado en marzo para introducir normas más estrictas para los alimentos ecológicos. Creo que con ello se protegerá mejor a los consumidores.

 
  
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  Carl Schlyter (Verts/ALE), por escrito. (SV) Voy a votar a favor del informe porque, a diferencia de la propuesta de la Comisión, preserva la opción del etiquetado nacional. Sin embargo, lamento que, a pesar de todo, recomiende que el etiquetado de la UE sea la forma predominante de etiquetado.

 
  
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  Kathy Sinnott (IND/DEM), por escrito. (EN) He votado a favor del informe sobre el etiquetado de los productos ecológicos porque sigue permitiendo el etiquetado nacional. Esto significa que aunque la etiqueta de la UE propuesta reconoce una versión diluida de los alimentos ecológicos, en particular por lo que se refiere a su contenido de OGM, el etiquetado nacional puede seguir indicando que los productos ecológicos están libres de OGM en el mercado del Estado miembro en cuestión.

 
  
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  Alyn Smith (Verts/ALE), por escrito. (EN) Señor Presidente, es para mi un honor apoyar a mi compañera de Grupo por afirmar en su informe que la producción y el etiquetado ecológicos constituyen un ámbito crucial de la producción de la UE que precisa protección. A medida que crece el mercado de los alimentos ecológicos, es sumamente importante que los consumidores se sientan seguros con la definición de lo que es ecológico y lo que no lo es. En Escocia contamos con un pujante sector ecológico que me gustaría que prosperara. Un marco estable de etiquetado y definición será de gran ayuda.

 
  
  

- Informe Post (A6-0161/2007)

 
  
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  Duarte Freitas (PPE-DE), por escrito. (PT) La Comunidad Europea y Groenlandia han tenido relaciones de pesca desde hace mucho tiempo, pero el acuerdo marco de 1985 expiró el 31 de diciembre de 2006.

El nuevo protocolo vigente desde el 1 de enero de 2007 para un periodo de seis años fija las posibilidades de pesca para los barcos comunitarios, la contribución financiera, las categorías de barcos comunitarios que pueden faenar en la zona económica exclusiva de Groenlandia y las condiciones en que pueden operar allí.

El objetivo principal del nuevo acuerdo es preservar y fortalecer los vínculos pesqueros entre la Comunidad y el Gobierno Autónomo de Groenlandia tras el establecimiento de un marco para la asociación y el diálogo, destinado a la mejora de una política de pesca sostenible, así como la explotación sensata de los recursos pesqueros en los caladeros de Groenlandia para beneficio de ambas partes.

Portugal tiene un interés especial por el sector pesquero y, por tanto, está a favor de la firma de este nuevo acuerdo.

 
  
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  Pedro Guerreiro (GUE/NGL), por escrito. (PT) A pesar de nuestro voto a favor del informe que tenemos delante –que aprueba la propuesta de un Reglamento en cuestión– nos preocupa el artículo 3, apartado 2 del Reglamento, que autoriza a la Comisión a estudiar las solicitudes de licencia de cualquier Estado miembro cuando los Estados miembros cubiertos por este acuerdo no hayan agotado las posibilidades de pesca a que tienen derecho.

Pensamos que, en el caso de una infrautilización de las oportunidades de pesca concedidas a un Estado miembro como parte de las cuotas y las licencias, la Comisión debería consultar a los Estados miembros en cuestión con vistas a garantizar el aprovechamiento óptimo de las oportunidades de pesca, incluida la posibilidad de transferir las no utilizadas a otros Estados miembros.

No obstante, creemos que esta posibilidad no debería socavar el principio de estabilidad relativa; en otras palabras, no debería tener influencia alguna sobre la asignación futura de las oportunidades de pesca a los Estados miembros dentro del contexto de estas asociaciones.

En este sentido, apoyamos la enmienda que clarifica este punto.

 
  
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  Catherine Stihler (PSE), por escrito. (EN) En vista de que la enmienda 7 no ha sido aprobada, el Partido Laborista en el Parlamento Europeo no tenía otra opción que votar en contra del informe. Este informe podría poner en peligro los derechos históricos de pesca de la flota escocesa y establece un peligroso precedente para futuros acuerdos pesqueros.

 
  
  

- Informe Leinen (A6-0142/2007)

 
  
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  Andrzej Jan Szejna (PSE), por escrito. (PL) Voy a votar a favor de la aprobación del informe sobre las modalidades prácticas del procedimiento de codecisión. Quiero comenzar dando las gracias al señor Leinen, el ponente, por un informe muy bien elaborado.

Hay que hacer todos los esfuerzos para garantizar que la Unión Europea funcione tan eficientemente como sea posible y para simplificar el sistema de cooperación interinstitucional. Nuestro objetivo tiene que ser convertir la toma de decisiones y el desarrollo de la legislación europea por parte de las tres instituciones de la Unión, esto es, la Comisión Europea, el Consejo y el Parlamento Europeo, en lo más transparente posible para los ciudadanos de Europa.

El procedimiento de codecisión es un elemento importante del sistema legislativo de la Unión Europea. Garantiza que la nueva legislación de la UE sea aprobada de una forma más democrática. Las propuestas para la mejora de este procedimiento contenidas en el informe son válidas y deberían contribuir a simplificar el funcionamiento de este sistema de toma de decisiones.

 
  
  

- Informe Adamou (A6-0089/2007)

 
  
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  Ilda Figueiredo (GUE/NGL), por escrito. (PT) La detención de la pérdida de biodiversidad para 2010 es algo que debe apoyarse por una cuestión de principios. Por tanto, se necesitan medidas adecuadas. Las especies y los ecosistemas precisan espacio para desarrollarse y recuperarse. Consecuentemente, el mantenimiento de los ecosistemas debe convertirse en un objetivo fundamental de todas las políticas horizontales y sectoriales de la UE. Los ecosistemas saludables juegan un papel vital para la prosperidad y el bienestar en la UE y en todo el mundo. Si el desarrollo urbano y rural continúa ignorando a la naturaleza, nuestro paisaje acabará dominado por el cemento y la contaminación.

Dado que la biodiversidad es una piedra angular del desarrollo sostenible, deben integrarse en todos los ámbitos de la formulación de políticas las preocupaciones por la diversidad biológica.

Aunque existen contradicciones en la política comunitaria, los Estados miembros deben aprovechar las oportunidades que ofrecen la PAC, la PPC, los Fondos Estructurales y de Cohesión, el programa LIFE+ y el Séptimo Programa Marco para prestar apoyo a los objetivos en materia de biodiversidad. Además, resulta indispensable prestar más atención a las necesidades financieras cuando se examine el presupuesto 2008-09, momento en el que debería hacerse una evaluación de la suficiencia (o la falta de ella) y disponibilidad de la financiación comunitaria para la diversidad biológica, especialmente en relación con la red Natura 2000

 
  
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  Duarte Freitas (PPE-DE), por escrito. (PT) He votado a favor del informe Adamou porque creo que la pérdida de biodiversidad puede tener un impacto grave sobre el futuro de la UE. Además, el Plan de Acción que tenemos delante constituirá una herramienta vital para poner en práctica las medidas necesarias para detener el problema para 2010, aunque creo que este plazo va a resultar ciertamente difícil de cumplir.

Coincido en que las consecuencias del cambio climático van a ser tales que habrá que tener en cuenta los servicios de los ecosistemas y los papeles específicos desempeñados por la PAC y la PPC, dada su importancia para la consecución de los objetivos y para garantizar la existencia duradera de la biodiversidad.

 
  
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  Diamanto Manolakou (GUE/NGL), por escrito. (EL) El interés de la UE por detener la pérdida de biodiversidad es superficial e hipócrita, ya que no adopta medidas de peso ni facilita la financiación necesaria.

Al mismo tiempo que parece luchar a favor de la biodiversidad, su prioridad básica consiste en fomentar los OGM. El informe menciona acertadamente los peligros de los peces genéticamente modificados. No hace mención de la enorme amenaza de las plantas resistentes, genéticamente modificadas que reducen la biodiversidad de las plantas y entrañan problemas para la salud pública.

Existen ya abundantes datos acerca de la desaparición de especies; las tasas de pérdida son 100-1 000 veces más altas que los niveles naturales, con consecuencias trágicas para el flujo genético entre poblaciones de flora y fauna.

Las principales causas de la mencionada pérdida de biodiversidad son el cambio climático, la contaminación ambiental, los métodos de cultivo intensivo y la gestión inadecuada de los recursos forestales y acuáticos. No obstante, son el resultado del saqueo de la naturaleza por los monopolios en aras de sus beneficios. Incluso el principio de «quien contamina paga» exonera al contaminador, legalizando la degradación del medio ambiente y convirtiéndola en objeto de regateo, para bien de los beneficios del capital.

Básicamente, la responsabilidad de los Gobiernos y de la UE se traslada a los ciudadanos, reforzando la educación e incrementando la sensibilización. La gente tiene que saber que la culpa la tiene la política hostil al medio ambiente de la UE y de los Gobiernos de los Estados miembros y tiene que condenarla y derrocarla.

 
  
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  Alyn Smith (Verts/ALE), por escrito. (EN) Señor Presidente, me complace que este importante informe haya obtenido el apoyo de la mayoría porque la progresiva pérdida de biodiversidad debe preocuparnos a todos. En particular, deberíamos tener muy en cuenta las consecuencias de la transición al uso de biocarburantes. Aunque nadie puede negar que debemos abandonar los combustibles fósiles, los devastadores efectos del monocultivo de biocarburantes (a menudo genéticamente modificados) podría tener efectos a largo plazo aún más perjudiciales, y este informe hace bien en recordárnoslo.

 
  
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  Catherine Stihler (PSE), por escrito. (EN) El hecho de que un 52 % de la especies de peces de agua dulce estén amenazadas de extinción, al tiempo que el bacalao y otras poblaciones de peces se encuentran en niveles muy bajos debería ser un toque de atención para actuar. Coincido con la ponente en que la pérdida de biodiversidad es tan importante como el cambio climático y que los Estados miembros deben mostrar una mayor voluntad política para evitar dicha pérdida. También me complace que haya sido aprobada la enmienda que condena la pesca de arrastre de fondo y otras prácticas pesqueras insostenibles.

 
  
  

- Informe Caspary (A6-0149/2007)

 
  
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  Czesław Adam Siekierski (PPE-DE). – (PL) Señor Presidente, la creación de un mercado único dentro de nuestra comunidad, un mercado muy amplio y que ha ido expandiéndose gradualmente, ha reportado beneficios a todos sus participantes. La susodicha ampliación ha estado precedida por la creación de un mercado único, la implantación de nueva legislación y por todo un proceso de ajustes. Resumiendo, se han aproximado las condiciones, garantizando con ello una auténtica competencia.

La apertura del mercado es una condición de globalización. Sin embargo, con objeto de que esto sea ventajoso para todo el mundo, la apertura tiene que estar precedida por un proceso que incluya no solo la negociación, sino también el ajuste, incluidas las actividades educativas e informativas para los grupos sociales interesados. La creación de un mercado global tiene que estar cimentada en principios similares a los que adoptamos a la hora de crear el mercado europeo. La experiencia ha sido buena. La fijación de unas normas y condiciones que deberán cumplir las partes interesadas es especialmente importante. Incluyen normas ambientales, condiciones relativas a la retribución laboral y los principios de la innovación. Habría que confeccionar lo que se denomina una hoja de ruta para este proceso, fijando las distintas etapas y previendo el desarrollo. También habría que instaurar el control total por las partes interesadas.

 
  
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  Françoise Castex (PSE), por escrito. – (FR) Este informe compromete a la Unión Europea y sus socios comerciales en la vía del liberalismo triunfante, liberalismo que es contrario a los principios de la política comercial europea.

Lamento que los diputados al Parlamento Europeo renuncien a lo que han defendido hasta ahora: una política comercial que consistía en supeditar los acuerdos comerciales a exigencias sociales y ambientales, respetando la soberanía de los países en desarrollo en la gestión de cierto número de sectores vitales para su desarrollo (servicios públicos, inversiones, contratos públicos y normas de competencia). Este voto ha sustituido esa política por una estrategia de amplia liberalización de los servicios y las inversiones en los países en desarrollo, que responderá a las expectativas de los fabricantes europeos en detrimento de las necesidades económicas del desarrollo. El principio de libre comercio debe ser una herramienta al servicio del desarrollo y no un objetivo en sí mismo.

Deploro que los temas de Singapur, que habían sido excluidos de las negociaciones multilaterales de Doha, hayan sido reintroducidos por los diputados al Parlamento Europeo en este informe con carácter de prioridades de cara a futuras negociaciones bilaterales.

 
  
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  Edite Estrela (PSE), por escrito. (PT) He votado a favor del informe Caspary porque, si bien no es perfecto, pienso que se han alcanzado la mayoría de los objetivos socialistas, que eran los siguientes: preferencia por el multilateralismo y la conclusión de la Ronda de Doha, trato especial para países con problemas de desarrollo, reconocimiento mutuo de normas, cumplimiento de las normas mínimas sociales y ambientales, lucha contra el dumping actual, protección de la propiedad intelectual, aprobación de códigos de conducta y buenas prácticas por las empresas europeas y una mayor implicación del Parlamento.

Acojo con agrado un papel activo y constructivo para el Grupo Socialista en el Parlamento Europeo en las negociaciones bilaterales con las economías emergentes como Corea, India, China y Rusia, en las que se requiere una reciprocidad de gran alcance y bien equilibrada. Al mismo tiempo, hay que incrementar con carácter urgente el apoyo a los países menos desarrollados, creando las condiciones que les permitan desempeñar una función activa en el comercio mundial.

El texto final, a mi juicio, aborda adecuadamente estos asuntos y ofrece una oposición muy necesaria a la revisión unilateral de los instrumentos de defensa comercial.

 
  
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  Elisa Ferreira (PSE), por escrito. (PT) He votado a favor del informe Caspary porque, si bien no es perfecto, pienso que se han alcanzado la mayoría de los objetivos socialistas, que eran los siguientes: preferencia por el multilateralismo y la conclusión de la Ronda de Doha, trato especial para países con problemas de desarrollo, reconocimiento mutuo de normas, cumplimiento de las normas mínimas sociales y ambientales, lucha contra el dumping actual, protección de la propiedad intelectual, aprobación de códigos de conducta y buenas prácticas por las empresas europeas y una mayor implicación del Parlamento.

En calidad de ponente alternativa por el Grupo Socialista en el Parlamento Europeo, considero fundamental el papel activo y constructivo de nuestro Grupo en las negociaciones bilaterales con las economías emergentes como Corea, India, China y Rusia, en las que se requiere una reciprocidad amplia y bien equilibrada. Al mismo tiempo, hay que incrementar con carácter urgente el apoyo a los países menos desarrollados, creando las condiciones que les permitan desempeñar un papel activo en el comercio mundial.

El texto final, a mi juicio, ha abordado adecuadamente estos asuntos y ha planteado su oposición imprescindible a la revisión unilateral de los instrumentos de defensa comercial. También quiero resaltar el hecho de que el ponente y los ponentes alternativos hayan demostrado su predisposición para establecer compromisos.

 
  
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  Bruno Gollnisch (ITS), por escrito. – (FR) Al leer el nuevo informe de esta Cámara sobre los beneficios de la globalización, a pesar de la multiplicación de las prácticas desleales que perjudican a las empresas europeas, las deslocalizaciones o el desempleo, he pensado en el nuevo Presidente de la República Francesa.

En sus discursos electorales sobre Europa, hablaba de la necesaria «protección». ¡Se atrevió incluso a pronunciar el término de «preferencia comunitaria»!

No sé qué ha hecho el señor Sarkozy en los últimos cinco años, pero sin duda no ha leído los informes de este Parlamento, ni las actas del Consejo, ni los discursos del señor Mandelson y su predecesor. En ellos no se habla nunca de «preferencia», salvo a favor de una apertura aún mayor de nuestros mercados. No se habla nunca de protección, aun cuando los instrumentos de defensa comercial de la UE son notoriamente insuficientes y se utilizan de forma aleatoria. Solo se habla de perseguir la globalización y de gestión de riesgos. Pero la Unión Europea no gestiona absolutamente nada, y sobre todo no los millones de desempleados, los sectores industriales devastados y el sector agrícola a punto de serlo también. A su entender, estas pérdidas se cuentan entre los riesgos aceptables.

Pregunto: ¿engaña el señor Sarkozy a su público en estos temas o es él el engañado?

 
  
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  Pedro Guerreiro (GUE/NGL), por escrito. (PT) El libre comercio y la liberalización global quedan descritos aquí como auténticas panaceas, junto con los dogmas de la estabilidad de los precios, una mayor competencia y los recortes de los impuestos que facilitan la explotación de los trabajadores.

También quiero resaltar el hecho de que el informe declara que los «acuerdos de libre comercio bilaterales y regionales» no son «la mejor de las soluciones» y como tales solo deben plantearse cuando sean necesarios «para mejorar la posición competitiva de los exportadores de la UE en mercados extranjeros clave». Dichos acuerdos «deberían ser compatibles con la OMC, globales, ambiciosos, dirigidos a lograr un auténtico acceso recíproco a los mercados y, además, asegurar una amplia liberalización de los servicios y de las inversiones, superando tanto los compromisos multilaterales existentes como los esperados de una conclusión satisfactoria de la Agenda de Desarrollo de Doha». En otras palabras, encontrándose las negociaciones de la OMC en un punto muerto, se ha dado la orden de promover cuando y dondequiera que sea posible con la liberalización del comercio, para regocijo y beneficio de los grandes grupos económicos y financieros en la UE.

Lo que el informe omite mencionar son las desastrosas consecuencias derivadas de la liberalización capitalista –con sus «reformas estructurales», el final de las tarifas aduaneras y la imposición de los denominados «derechos de propiedad intelectual»–, como el flagrante incremento de las desigualdades en todo el mundo, el aumento del paro, la inestabilidad laboral, la pobreza y el tremendo impacto sobre el medio ambiente y la biodiversidad.

Por lo tanto, hemos votado en contra del informe.

 
  
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  David Martin (PSE), por escrito. (EN) Aunque este informe presenta algunos elementos positivos, como la propuesta de retrasar la Revisión de los Instrumentos de Defensa del Comercio y la falta de precisión en los textos sobre liberalización (lo que ha abierto la posibilidad de que puedan negociarse algunos aspectos de la liberalización que resultaron controvertidos en la OMC), me ha parecido que, en su conjunto, el informe merece ser aprobado.

La introducción en la fase de comisión parlamentaria de algunos apartados sobre la necesidad de integrar las principales normas laborales y ambientales en los acuerdos comerciales de la UE y las referencias complementarias a aspectos de desarrollo hacen que el informe resulte más completo. Aunque podría haber ido más allá en sus consideraciones acerca del desarrollo, considero que los países destinatarios (Corea del Sur, la India y los países de la ASEAN, ya que estos últimos recibirán un trato especial y diferenciado para tener en cuenta a los países en desarrollo) estarán en buenas condiciones para defender sus intereses en las negociaciones en el marco de la generación actual de acuerdos comerciales bilaterales.

 
  
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  Luís Queiró (PPE-DE), por escrito. (PT) En un mundo globalizado, los motivos de preocupación planteados en este informe son enormemente importantes. Aunque no estoy de acuerdo con algunos de los puntos mencionados, puedo entrever en esta lista de problemas y posibles soluciones un planteamiento que, en esencia, es realista. A mi juicio, este es uno de los aspectos más importantes.

El debate sobre la competitividad externa de la UE, o sobre la UE y la economía global, tiene que tener una base realista. Constituye un error extremadamente peligroso albergar la ilusión de que es posible sellar las fronteras, imponer reglas idénticas a las nuestras en todo el mundo e ignorar el impacto social de la competencia.

Por consiguiente, pienso que la estrategia correcta consiste en sacar el máximo beneficio de esta nueva realidad, al tiempo que se mantienen reducidos al mínimo sus efectos perjudiciales. Eso significa apostar por los aspectos de vanguardia y los tradicionales, así como en los que son específicos e intransferibles, en contraposición a lo que está sometido a la atracción de los niveles de vida en la zona europea. La idea en boga de que el mundo eurocéntrico (o más sencillamente, un mundo en el que Europa es importante tanto en el plano económico como en el estratégico) murió con la llegada de la economía global no es una verdad inamovible, es una opinión que puede quedar rebatida por los hechos; y los hechos están modelados por la voluntad política.

 
  
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  José Albino Silva Peneda (PPE-DE), por escrito. (PT) Apoyo este informe y la idea de adaptar la política comercial de la UE a los retos futuros.

La posición preeminente de Europa en el mercado mundial nos permite prepararnos para el cambio de manera que podamos responder a la globalización sin abandonar nuestros intereses o el modelo social.

La mayor liberalización del comercio tiene que ir acompañada por un mejor uso de los instrumentos de defensa para combatir las prácticas comerciales desleales.

Sin querer hacer un llamamiento a favor del proteccionismo, que no reduciría los efectos de la globalización, resulta vital para Europa adoptar una postura firme acerca del cumplimiento escrupuloso de sus acuerdos comerciales internacionales.

No podemos permitir que nuestros competidores utilicen políticas de ayuda estatal para las exportaciones, apliquen devaluaciones artificiales de su moneda y transgredan las normas ambientales básicas. Resulta asimismo inaceptable que esos países hagan uso del trabajo infantil y la mano de obra forzosa y que no respeten los derechos de los trabajadores.

La apertura del comercio internacional y el acceso al mercado tienen que ser globales y recíprocos. Además, debe estar garantizada la inclusión de unas normas sociales y ambientales mínimas en nuestros acuerdos comerciales.

El proyecto europeo tiene que fundamentarse siempre en la solidaridad, el respeto por los derechos humanos y el desarrollo sostenible.

 
  
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  Thomas Wise (IND/DEM), por escrito. (EN) Apoyo la petición de rechazar esta propuesta, lo que haría innecesaria su revisión.

 

11. Correcciones e intenciones de voto: véase el Acta
  

(La sesión, suspendida a las 12.50 horas, se reanuda a las 15.05 horas)

 
  
  

PRESIDENCIA DEL SR. POETTERING
Presidente

 

12. Debate sobre el futuro de Europa, con la participación del Primer Ministro italiano, miembro del Consejo Europeo (debate)
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  El Presidente. Me complace enormemente dar la bienvenida al Primer Ministro de la República Italiana, Romano Prodi, al Parlamento Europeo hoy para debatir con nosotros el futuro de Europa.

Italia, uno de los Estados miembros fundadores, siempre ha estado en vanguardia dirigiendo el proceso de integración europea, e Italia también está desempeñando un papel decisivo en estos momentos, en los que nos hallamos a la búsqueda de una solución al punto muerto en el que se encuentra el proceso de la integración europea, una solución que resulte aceptable para todo el mundo.

En concreto, quiero dar las gracias al Presidente de la República Italiana, Giorgio Napolitano, por la fructífera colaboración que hemos establecido con objeto de asegurar el éxito de la revisión de los Tratados. El Presidente del Parlamento sabe que cuando habla no solo cuenta con el apoyo del Parlamento, sino también con el de Italia, y eso le proporciona una mayor fuerza.

Señor Primer Ministro, querido señor Prodi, en Roma, la capital de su país, se han celebrado en marzo de este año distintos actos en honor del 50º centenario de los Tratados de Roma, durante los que nos hemos podido recrear echando un vistazo a los 50 años de estabilidad, prosperidad y progreso que han disfrutado nuestros ciudadanos. Pero ahora, también es momento de mirar juntos hacia el futuro. Hoy, la Unión Europea se enfrenta a grandes retos y, para superarlos, tiene que reunir la voluntad para dar los pasos necesarios y ejecutar reformas que nos guíen por la senda hacia un futuro seguro.

Usted, señor Prodi, durante su mandato como Presidente de la Comisión, desempeñó su papel en el modelado de la historia de la Unión Europea en unos momentos importantes. La Comisión bajo su Presidencia, representada en la Convención por los Comisarios Vittorino y Barnier, desempeñó un papel activo en las tareas sobre el futuro de la Unión Europea y supervisó el alumbramiento del Tratado Constitucional justo hasta la Conferencia Intergubernamental. La Presidencia del Consejo alemana está trabajando actualmente con ahínco para encontrar una solución que resulte satisfactoria no solo para todos esos países que han rechazado el Tratado, sino también para los dieciocho Estados miembros, que representan la mayoría de la población de la Unión Europea, que ya lo han ratificado. En la medida en que avanza este proceso, el Parlamento Europeo respalda sin reservas la esencia del Tratado Constitucional, cuando menos porque representa un compromiso alcanzado tras prolongadas negociaciones.

Somos conscientes, no obstante, de que encontrar una solución va a exigir mucho trabajo por parte de todos nosotros y por ello respaldamos firmemente los esfuerzos de la Presidencia del Consejo alemana, sobre todo los emprendidos por la Canciller Federal, Angela Merkel, en pro de conseguir un consenso renovado entre todos los 27 Estados miembros. Sin embargo, si nuestra respuesta desembocara en hacer menos democrática la Unión Europea, en limitar su capacidad para tomar decisiones y hacerla menos transparente, eso equivaldría a interpretar erróneamente lo que realmente querían los ciudadanos al expresar su preocupación en los referendos de Francia y los Países Bajos, así que esta Cámara no se sentirá satisfecha con un resultado que no redunde en beneficio de la Unión Europea y de sus ciudadanos. Estoy convencido, Primer Ministro, de que con buena voluntad no solo va a resultar posible una aproximación entre nosotros, sino también alcanzar un resultado.

Señor Primer Ministro, tiene la palabra.

 
  
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  Romano Prodi, Primer Ministro de Italia. – (IT) Señor Presidente, Señorías, nos encontramos en una encrucijada para el futuro de Europa y la integración europea, y desde esa certidumbre, no sin emoción, me dirijo a ustedes hoy. Estoy sumamente agradecido al Presidente, Hans Gert Poettering, por la oportunidad que me brinda.

Desde ahora y hasta las elecciones de 2009, Europa va a estar jugándose su propio futuro. Dentro de un mes, el Consejo Europeo va a decidir la celebración de una Conferencia Intergubernamental, al término de la cual tenemos que estar en situación de decir que estamos a la altura de los compromisos que adquirimos todos juntos en Berlín el 25 de marzo de este año.

Es una cuestión de decidir lo que Europa necesita –lo que todos necesitamos– para hacer frente a los retos que el mundo nos impone. Esto suena como algo abstracto, pero en realidad es tremendamente concreto. Ya deberíamos haber comprendido que la capacidad nuestra, de los europeos, para interpretar el mundo globalizado y aprovechar las oportunidades que nos ofrece, depende de la forma en que seamos capaces de hacer funcionar nuestras instituciones comunes.

Tengo que decir de entrada que, con franqueza, no estoy de acuerdo con quienes continúan contraponiendo la necesidad de producir resultados a la necesidad de fortalecer las instituciones de Europa. Precisamente para conseguir más resultados, siempre he aspirado y luchado por unas instituciones comunes más fuertes y eficaces.

Esta vez no partimos de cero. En otras palabras, no tenemos que volver a inventar la rueda. En octubre de 2004, todos los países europeos firmaron un tratado y 18 lo han ratificado efectivamente. A lo largo de estos dos últimos años, los argumentos de quienes se muestran indecisos son los que más se han escuchado. Ha llegado el momento de prestar oídos a quienes han ratificado el tratado de 2004, quienes han trabajo con denuedo, incluso con su propia ciudadanía, para mantenerse en ese rumbo.

Se habían embarcado en ese rumbo unos años antes en Laeken, donde había nacido a partir de un punto de arranque fundamental e irrefutable: Europa no podía lograr resultados ambiciosos sin unas reformas igualmente ambiciosas.

Bien, estoy convencido de que sigue siendo una afirmación válida. Por tanto, tenemos que volver a arrancar desde octubre de 2004, dejando a un lado las peleas y las pausas de reflexión de estos últimos dos años y pensar de forma seria y responsable sobre nuestro futuro y el de nuestros hijos.

No se trata simplemente de ponernos de acuerdo sobre las nuevas reglas que necesitamos. Existen otras exigencias igualmente apremiantes, sin las cuales Europa no será capaz de funcionar. Entre ellas se incluye un presupuesto digno de ese nombre y unas políticas auténticas para hacer frente a los importantes retos que la vida moderna nos plantea: energía, cambio climático, la división Norte-Sur, etc. Sin embargo, comencemos hoy por el tema más urgente, que consiste en encontrar una salida al punto muerto constitucional y en reformar las instituciones.

Para alcanzar el éxito en estos ámbitos, tenemos que tener fe en un principio que se encuentra en el fundamento de nuestra existencia como Unión Europea, un principio tan fundamental que define la auténtica ética de nuestra convivencia.

Es el principio por el cual, para promover la integración europea, resulta esencial siempre hacer un esfuerzo para comprender los argumentos de la otra parte y, en cierta manera, asumirlos. Siempre hemos hecho este esfuerzo y vamos a continuar haciéndolo.

No obstante, también esperamos que la otra parte se muestre igualmente comprensiva. Esperamos que también asuma nuestras aspiraciones, que en este caso, como todos ustedes muy bien saben, consisten en trabajar en favor de una unión cada vez más estrecha.

Con este principio en mente, vamos a hacer todos los esfuerzos para ayudar a las Presidencias alemana y portuguesa a conservar, al máximo posible, nuestro anhelo de unión, al tiempo que contemplamos los argumentos de la otra parte todo lo que podamos.

Dicho eso, ahora debo proclamar lo que a nuestro juicio no debemos permitir que haga el Consejo Europeo de junio y la subsiguiente Conferencia Intergubernamental.

Ante todo, tenemos que recordar que, esta vez, respetar el calendario está directamente vinculado a una cuestión de democracia. En 2009, los votantes de Europa tendrán que saber sobre qué tipo de Europa se les está pidiendo que voten. ¿Qué papel tendrá el Parlamento Europeo? ¿Cuáles serán sus cometidos? ¿Habrá una Presidencia del Consejo estable y un Ministro de Exteriores europeo? ¿Cómo va a estar formada la Comisión? Etcétera.

Así pues, hay que otorgar a la Conferencia Intergubernamental un mandato preciso y selectivo, con una indicación clara acerca de los contados puntos de fricción en las negociaciones y, sobre todo, la forma de resolverlos. Solo haciendo eso lograremos cumplir nuestra promesa de formular las nueves leyes para 2009.

Si se le concediera un mandato abierto, la Conferencia difícilmente podría llegar a término a finales de 2007, y el tiempo necesario para procesar el nuevo acuerdo a nivel nacional implicaría que el proceso no podría finalizarse a principios de 2009. En resumen, automáticamente se traduciría en una situación sin salida.

Permítanme una observación llegados a este punto. Es algo que se me ocurrió de repente el otro día después de releer el Tratado Constitucional de 2004; les recomiendo a todos ustedes que vuelvan a echarle un vistazo, ahora que ha transcurrido un cierto tiempo y resulta posible ser más objetivo.

Bien, el documento elaborado en 2004 es bueno, realmente bueno, y tiene un enfoque amplio que abarca a toda Europa. Sobre todo, su primera parte plantea, de manera clara e inteligible, el significado y la visión de la gran empresa común en la que nos hemos embarcado.

Por consiguiente, deberíamos pensárnoslo dos veces antes de arrinconarlo y de emprender el camino de habilitar nuevos elementos en los tratados existentes, ya sea de forma total o parcial. Estaríamos desperdiciando también toda su sencillez y legibilidad existentes, a costa de la inteligibilidad para la gente y, con ello, de su apoyo al proyecto europeo.

Pero, por encima de todo, estaríamos desechando un texto que proporciona una visión coherente de Europa, un texto que es capaz de combinar los ideales defendidos por muchos de nosotros con la necesidad práctica, que todo el mundo reconoce, de dotar a nuestra Unión de unas normas más sólidas y unos recursos apropiados para afrontar sus nuevos retos.

La forma en que han discurrido las negociaciones hasta ahora me lleva a pensar que, por desgracia, vamos a tener que lidiar de nuevo con el texto de 2004. Pero hoy me gustaría dejar constancia aquí ante todos ustedes de que estoy convencido de que, si hacemos eso, estaremos privándonos de algo muy importante. Para quienes creemos en el proyecto europeo, eso supondría un sacrificio enorme, así como un precio muy elevado a pagar por todos los que lo ratificaron y realizaron una inversión democrática al hacerlo. Tengámoslo bien presente.

Por eso no podemos aceptar ninguna desfiguración del paquete institucional existente. El fortalecimiento de nuestra Política Exterior y de Seguridad Común mediante el nombramiento de un Ministro de Exteriores, contar con una Presidencia del Consejo estable, la ampliación del voto por mayoría cualificada, la superación de la estructura de tres pilares y dotar a la Unión de una personalidad jurídica constituyen todos ellos, para nosotros, puntos esenciales que necesitan quedar salvaguardados.

En este momento quiero alertar contra determinados llamamientos en favor de «realismo», que son típicos en vísperas de un Consejo Europeo importante y que indefectiblemente buscan lograr un compromiso diluido. Sin embargo, quiero señalar que si los grandes retos globales solo pueden ser abordados a nivel europeo, entonces las personas que desean una Europa a la altura de esos retos son las que están siendo auténticamente realistas, no quienes no lo quieren.

A nivel interno yo mencionaría la defensa del modelo social europeo y la creación de un auténtico espacio de libertad, seguridad y justicia. ¿Cómo puede haber alguien que no entienda que se trata de un complemento esencial para una ciudadanía europea que no se identifica solamente con la dimensión económica?

A nivel externo, quiero mencionar las guerras, la lucha contra el terrorismo internacional y los retos globales de la energía y el cambio climático (hidrógeno). ¿Puede haber alguien que niegue que la única forma de hacer valer nuestras opciones y nuestros valores en la escena internacional consiste en ser capaces de plantear una política exterior digna de tal nombre y comunicarla al mundo con una sola voz?

Por lo que respecta a la estructura de la Unión Europea, no deben pensar ustedes que se trata únicamente de una cuestión teórica. La complejidad de la Unión es una de las razones principales del abismo entre ella y la gente. ¿Cómo puede haber alguien que no entienda las ventajas, por tanto, de superar la estructura de pilares, sobre todo en términos de claridad y comprensión para la gente?

El Tratado Constitucional de 2004 proporciona soluciones convincentes a estos aspectos. ¿Queremos de verdad sacrificarlas en aras de un enfoque diluido que recurra a su mínimo común denominador? ¿Queremos realmente correr el riesgo de hacer el sistema aún más complejo al negarnos a realizar cambios profundos y limitarnos simplemente a ligeros retoques? ¿De verdad queremos seguir actuando «con la cara tapada», por utilizar la expresión de Jacques Delors, por miedo a mostrar la Europa real a nuestros ciudadanos?

Así pues, queridos diputados a este Parlamento, representantes de los ciudadanos de Europa, procuremos no secundar la retórica negativa sobre Europa. No sigamos ocultándosela a nuestros conciudadanos.

Por el contrario, mostrémosles esta Europa y hagámoslo con orgullo. Dejemos que todo el mundo se percate de lo que ha hecho por nosotros en términos de paz y prosperidad; expliquemos lo vital que resulta para nuestras vidas. Proclamemos a todos nuestros conciudadanos de una vez por todas que, en un mundo que ahora es un sistema de continentes, carece de sentido para un país y para sus ciudadanos vivir fuera de un conglomerado político y económico que es internamente fuerte y respetado a nivel externo.

Italia hará, por tanto, cualquier esfuerzo en estas negociaciones para garantizar un compromiso válido. Estoy convencido de que lo podemos hacer y de que, todos juntos, tenemos que alcanzar el éxito.

Desde luego, si resulta imposible que los 27 países se pongan de acuerdo, entonces se planteará el problema de cómo continuar. Ese dilema solo podrá resolverse si volvemos a ese principio fundamental que he mencionado al principio de mi intervención: la propia ética de la Unión exige que nadie bloquee las aspiraciones de los demás en un grado excesivo o durante demasiado tiempo.

Esa es la razón por la que Italia, un país que siempre ha creído profundamente en Europa, es consciente de que tiene una tarea adicional: tiene que idear –o comenzar a hacerlo– cómo hacer posible que los países que lo deseen consigan realmente promover la unidad europea.

No creo que todos los países tengan necesariamente que progresar juntos a la misma velocidad. Espero que lo hagan y procuraré que así sea. Sin embargo, soy consciente de que no siempre resulta posible. Pero a estas alturas, algunas de las decisiones políticas más notables de Europa, como el euro y la creación del espacio Schengen, solo han sido puestas en práctica por unos pocos Estados miembros. No iban dirigidas contra ningún Estado; no excluían a los demás; al contrario, la puerta se ha dejado abierta. Además, estas decisiones han sido respetadas por quienes, en su momento, no se consideraron preparados para avanzar sin más en una determinada dirección.

Por consiguiente, espero que este mismo planteamiento constructivo siga siendo válido en el futuro y que sobreviva a cualquier intento de utilizar el veto.

Italia, como bien saben, siempre ha pensado que ser europeísta es la mejor forma de tener visión de futuro.

Sin embargo, tener visión hoy no solo significa diseñar planes ambiciosos para el futuro de la integración europea. También implica abordar el asunto de permitir a los pueblos que así lo deseen, realizar sus anhelos de unión al ritmo y de la forma que les resulten más convenientes.

Si nadie se molesta en tener en cuenta tal eventualidad, corremos el riesgo de que el proyecto europeo encalle y que los ideales de todos los que a lo largo de los años han creído fervientemente en él se vean frustrados. Incluso países como el mío, que durante 50 años han apostado sin reservas por la integración de Europa, podrían llegar a perder todo su entusiasmo.

Así pues, quiero terminar con un doble mensaje.

Italia va a brindar a la Presidencia alemana, y posteriormente a la portuguesa, el máximo apoyo para garantizar que el Consejo Europeo del 21 y 22 de junio, así como la posterior Conferencia Intergubernamental, sean un éxito con el que se puedan identificar todos los Estados miembros.

Al mismo tiempo, Italia es muy consciente de que un compromiso no constituye un fin en sí mismo, y que por tanto, si no nos convence tal compromiso, no lo suscribiremos. Una avanzadilla de países puede resultar entonces la mejor forma de progresar por la senda hacia una Unión cada vez más cohesionada, a condición de que la puerta siempre permanezca abierta para cualquier país que desee unírseles en una fecha posterior.

Permítanme por último hacer un llamamiento especial a los diputados de nuestros Parlamentos, los representantes directos de los ciudadanos. En especial, me dirijo a los diputados a este Parlamento, que representan a los pueblos de Europa. Ustedes tienen un papel insustituible para hacer comprender a los ciudadanos lo que está en juego.

Solo podremos crear las condiciones para el éxito de una negociación constitucional si la labor de nuestros Gobiernos se ve apoyada por la labor de sus Señorías.

Tenemos que asumir que no debemos fallar pues, de lo contrario, el resultado será el ocaso: el ocaso de una idea avanzada de Europa, de una Europa capaz de ser un actor principal en el mundo gracias a sus valores fundamentales. En resumen, corremos el riesgo una vez más de convertirnos en un pequeño apéndice occidental de Asia, un destino al que nos veríamos abocados no solo por cuestiones geográficas, sino también por la historia futura. Gracias.

 
  
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  El Presidente. Señor Prodi, le damos calurosamente las gracias por esta convincente intervención europea, que espero todo el mundo haya podido escuchar.

 
  
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  Joseph Daul, en nombre del Grupo del PPE-DE. – (FR) Señor Presidente, señor Gloser, señora Ferrero-Waldner, señor Prodi, Señorías, asistimos a una aceleración del proceso de construcción europea, bien con el relanzamiento de las instituciones, bien con la nueva dinámica inspirada por la señora Merkel en torno al cambio climático y la energía, bien con la adopción de una política común de inmigración. Europa avanza. Europa demuestra que representa un nivel de decisión que no simplemente es necesario y eficaz, sino también legítimo. Señor Prodi, nos ha comunicado usted su visión, su concepción de los asuntos europeos. A través de usted quisiera rendir homenaje al compromiso histórico, y más actual que nunca, del pueblo italiano con el proyecto de integración europea.

Tras una larga fase de incertidumbre, el relanzamiento de las instituciones está tomando forma. La Presidencia alemana tiene razón al hacer de él una de sus prioridades. Si Europa está en condiciones de tomar decisiones eficaces y democráticas, podremos decidir efectivamente políticas comunes. Avanzar rápido y permitir que Europa avance, es a lo que se ha comprometido el candidato de la UMP, Nicolas Sarkozy, y es el mandato que el pueblo de Francia ha dado al nuevo Presidente de la República Francesa.

Esta dinámica, impulsada por un Estado miembro que rechazó el proyecto de Tratado, ya cuenta con el apoyo de otros Estados miembros de la Unión y debemos aprovecharla si queremos avanzar. Ya no es hora de formular preguntas. Lo que necesitamos ahora es acción y flexibilidad. Solo nos separan cuatro semanas del Consejo Europeo, crucial, de los días 21 y 22 de junio, que debe conducir a la redacción de aquí a finales de año de un nuevo Tratado. Su ratificación por los 27 podrá tener lugar antes de las elecciones europeas de 2009. La acción va de la mano de la flexibilidad porque, como ha dicho usted, hay que tender puentes entre los 18 países que han dicho «sí», los dos que han dicho «no» y los que todavía no se han pronunciado. Cada país deberá hacer esfuerzos por crear vínculos con los demás y educar a su público. El éxito solamente vendrá si dejamos de apoyarnos en cuestiones semánticas y nos concentramos en lo esencial: votación por doble mayoría, ampliación de la votación por mayoría cualificada, principio de subsidiariedad y reparto de las competencias entre la Unión y los Estados miembros, presidencia estable, representación común en la escena internacional y también la Carta de los Derechos Fundamentales.

Para los diputados al Parlamento Europeo del Grupo del Partido Popular Europeo (Demócrata-Cristianos) y de los Demócratas Europeos, lo que Europa necesita es constituir una fuerza política y convertirse en un agente autónomo en la escena internacional. Europa necesita una identidad en el plano económico y comercial para garantizar que nuestros socios respeten las mismas normas que nosotros en los ámbitos fiscal, ambiental o social. Europa debe velar por que, en su propio seno, no haya competencia desleal entre los Estados miembros, en especial en el terreno fiscal.

Señor Presidente, Señorías, vamos por el buen camino, lo que debe prevalecer es el sentido de la responsabilidad y del interés general por parte de los dirigentes políticos y de las opiniones públicas. Nuestros ideales y principios solo estarán bien servidos si, al tiempo que los mantenemos firmemente, prevalece el pragmatismo sobre el dogmatismo y la buena voluntad es más fuerte que la mala fe y las actitudes laxas.

Señor Presidente, quisiera evocar brevemente la reciente cumbre UE-Rusia en Samara. Muchos comentaristas la han considerado un fracaso para Europa. Para mi Grupo, por el contrario, Europa ha salido ganadora de esa cumbre. No ha salido ganadora frente a Rusia, que es un socio al que respetamos, sino por afirmar nuestras convicciones e ideales. Estamos satisfechos porque, en lo que respecta al estatuto de Kosovo, a la energía y también a la cuestión de la soberanía de Estonia, nuestros dirigentes han izado la bandera europea y se han expresado con voz fuerte e inteligible.

Señor Prodi, concluiré diciendo hasta qué punto es capital la dimensión euromediterránea para nuestro Grupo parlamentario. El éxito o el fracaso de nuestra aventura europea se decidirán en el Mediterráneo. Para nosotros, los europeos, no hay nada más estratégico que invertir en las relaciones con la cuenca mediterránea, apostar por el desarrollo de una región dotada de un potencial humano tan importante y trabajar por la paz y la estabilidad en Oriente Próximo.

 
  
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  El Presidente. Gracias, señor Daul, por haberse además ceñido tan estrictamente al tiempo de intervención.

 
  
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  Martin Schulz, en nombre del Grupo del PSE. – (DE) Señor Presidente, Señorías, muchas gracias, Primer Ministro Prodi, por esta alentadora alocución a la que yo, en calidad de Presidente de mi Grupo, no tengo nada más que añadir, ya que usted ha expresado lo que piensa mi Grupo y le damos las gracias por pronunciarse en términos tan claros.

No nos produce ningún temor que usted se manifieste con la misma claridad durante las negociaciones. La razón por la que no nos produce ningún miedo tal idea es que entonces habrá un sólido Jefe de Gobierno en la Conferencia Intergubernamental, alguien que no esté dispuesto a aceptar un compromiso a cualquier precio, ya que un compromiso que renuncie a la esencia que incorporamos a la Constitución no sería un compromiso en absoluto, sino más bien un revés para la labor de integración europea, así que, muchas gracias por su rotunda declaración.

(Aplausos)

Mi colega, el señor Rasmussen, tuvo la oportunidad de sentarse a la mesa en Niza, donde contribuyó a negociar el Tratado de Niza, y he tenido numerosas ocasiones de debatir con él sobre este tema. Cuando los quince Jefes de Gobierno que estuvieron presentes en Niza abandonaron la sala, todos describieron el resultado como insuficiente, debido a que era uno de esos compromisos de mínimos que se alcanzan con el fin de evitar que se queden dormidos aún más Jefes de Gobierno.

Esa es la razón por la que se convocó la Convención; se convocó porque quienes se habían sentado a la mesa en Niza dijeron que no era suficiente a efectos de la ampliación que se iba a producir, pero se ha producido y, si queremos que sea un éxito, se hace necesaria una nueva base. Así ocurrió que accedieron a regañadientes a nuestra petición de una Convención, sabiendo como sabían que lo que los 15 habían negociado no sería suficiente para 27. En la Convención se aprobó una Constitución, diciendo que el texto era válido y que votarían a favor del mismo. Era una buena Constitución, pero sucedió que fue rechazada y nos vimos remitidos de nuevo al Tratado de Niza. Yo preguntaría entonces si lo que era cierto en el año 2000 –a saber, que Niza no sería suficiente para la ampliación– ha dejado de serlo en 2007. Niza realmente no basta a efectos de la ampliación, pero esta ya se ha producido, teniendo como base un tratado insuficiente.

Quienes buscan su destrucción son los que desean dejar a la Unión Europea en esta situación, los que buscan, al precio que sea, impedir un nuevo tratado, y a esa gente no se le puede dar cuartel.

(Aplausos)

Hay quienes proclaman que, aun cuando Niza no sea suficiente, sigue siendo demasiado para ellos. Hoy he escuchado a un Jefe de Gobierno decir que no puede haber compromiso con ese tipo de personas. A quienes desean volver a los días anteriores a Niza habría que aconsejarles mantenerse alejados de la Conferencia Intergubernamental. Ha llegado el momento de hablar muy claro. Dieciocho de los Estados miembros de la Unión Europea ya han ratificado este Tratado Constitucional, dos de ellos –España y Luxemburgo– a través de un referendo. ¿Por qué transigimos, de hecho, con un estado de cosas en el que solo se habla de Francia y de los Países Bajos? ¿Por qué no se dice que este tratado ha merecido el apoyo de dos pueblos, pudiendo añadirse que son más los europeos que han dicho «sí» a la Constitución que los que han votado «no»? Es otra de las verdades sobre la democracia europea que debería proclamarse ahora en alta voz.

La Unión Europea ejemplifica la paz interna, la estabilidad social, la combinación de crecimiento económico y estabilidad social y de la exportación de valores, como base para la política en la esfera internacional. Es mucho lo que hay que cambiar en los Tratados fundacionales existentes si queremos que sobreviva este modelo de éxito. En su novela El gatopardo, el escritor italiano Tomasi di Lampedusa pone en boca de Tancredi, el sobrino del príncipe de Salina, las espléndidas palabras dirigidas a su tío de que «es necesario que todo cambie para que todo permanezca como siempre». Si Europa quiere seguir teniendo tanto éxito como hasta ahora, tiene que modificar los Tratados sobre los que se sustenta, y si usted pelea como un gatopardo, entonces nos tendrá luchando a su lado.

(Aplausos)

 
  
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  Graham Watson, en nombre del Grupo ALDE.(EN) Señor Presidente, en nombre de mi Grupo quiero dar la bienvenida al señor Prodi de nuevo en el Parlamento.

Señor Primer Ministro, cincuenta años después de la firma del Tratado de Roma usted ha hecho que Italia recupere el lugar que le corresponde en el centro de Europa y del proyecto europeo. Junto con el Presidente Napolitano, usted ha convertido el osservato speciale en un partner speciale. Su gabinete, en el que figuran nombres como Bonino, Amato y Padoa-Schioppa, nos llena de confianza a mis colegas y a mí.

Hemos escuchado algunas críticas a su primer año de gobierno, pero recordamos a los pusilánimes que hicieron observaciones desdeñosas similares acerca de su primer año al frente de la Comisión. Se demostró que no tenían razón. La ampliación y el euro son las joyas de la corona de Europa, por lo que juzgaremos a un Gobierno por sus resultados y no por sus primeras apariencias. Fue Italia la que condujo a las fuerzas de la Unión Europea al Líbano, mientras otros vacilaban, y también la que pidió una moratoria mundial sobre la pena de muerte. Usted ha demostrado al mundo que Europa puede tener la visión y la capacidad para actuar al unísono en el bien de todos.

Debemos aprovechar esa visión, ya que la fuerza de Europa en el futuro no está en el aislamiento frente a las injusticias, sino en plantar cara a las fuerzas del dolor, la miseria y la destrucción del mundo más allá de nuestras fronteras. Hemos sanado las heridas de las naciones en nuestro propio continente. Nuestro interés y de hecho quizá nuestra supervivencia dependen de que exportemos en los próximos cincuenta años los logros alcanzados en los últimos cincuenta. Las transformaciones del mundo como el cambio climático, el crecimiento demográfico y la proliferación nuclear destacan lo que usted ha denominado «la insuficiencia del unilateralismo». El mundo necesita mecanismos mundiales para llegar a consensos sobre estas cuestiones.

¿Y cuál sería el modelo a seguir? Ninguno es mejor que nuestro método comunitario, probado durante 50 años. Aun así, en el momento en que Europa alcanza la mayoría de edad en la escena internacional, algunos intentan dividirnos desde dentro. ¿Qué debemos decir a los euroescépticos que afirman que la Unión Europea ya no sirve o que el sueño europeo está amenazado por la globalización, o que la integración amenaza nuestra identidad nacional? Esas personas oyen, pero no escuchan. Señor Prodi, usted ha seguido sabiamente el consejo de Cavour, que nos decía que había descubierto la forma de engañar a los diplomáticos: «Les digo la verdad y nunca me creen».

Como nos dijo usted en Berlín con ocasión del 50º aniversario de Europa:

(IT) «Para crear necesitamos sentido común, paciencia, fe y, también, una pizca de locura».

(EN) Se requiere estar un poco loco, creer en sí mismo, así como agallas y voluntad para hacer frente al futuro. Ahora no es el momento para la apatía o el egocentrismo. Nuestros dirigentes deben mostrarse firmes: más Europa y no menos es la clave de la competitividad; más Europa y no menos es la clave de la seguridad; más Europa y no menos es la clave para un mundo justo. Por eso es sumamente importante llegar a un acuerdo institucional en la conferencia intergubernamental del mes que viene. Únicamente unas instituciones más fuertes podrán construir una Europa más vigorosa.

Señor Prodi, fue Leonardo da Vinci, su compatriota, quien nos enseñó:

(IT) «El que fija su mirada en una estrella no cambia de parecer».

(EN) Gracias por mantenerse fiel a su visión.

(Aplausos)

 
  
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  Cristiana Muscardini, en nombre del Grupo UEN. – (IT) Señor Presidente, Señorías, necesitamos aprobar urgentemente el nuevo tratado. Esta urgencia va unida a la necesidad de simplificar la Unión y hacerla más fácilmente comprensible para sus ciudadanos. Pero minimizar las dificultades que existen y que son la causa de las dudas que hasta ahora nos han impedido llegar a un acuerdo no es, desde luego, la forma de avanzar.

El Primer Ministro italiano, antes Presidente de la Comisión, tiene que ser consciente de que las propuestas vagas e imprecisas conducen a respuestas difusas e inconcretas, que es justo lo contrario de lo que los ciudadanos quieren. Es la filosofía del posibilismo, que emprende mil caminos pero no completa ninguno de ellos, sobre todo cuando los caminos son los mismos que, durante más de una década, hemos visto emprender y luego abandonar.

La crisis es patente y no es un asunto baladí, y por consiguiente necesitamos soluciones adecuadas cada vez con mayor urgencia. Por tanto, los esfuerzos de la Canciller alemana y las manifestaciones del Presidente Sarkozy nos infunden esperanza una vez más a los eurófilos. Pretendemos conseguir lo que es factible, no lo que es imposible. Creemos que el compromiso, cuando es noble y respetable, constituye el fundamento de la política. Cuando la gente dice «no a los compromisos» es porque ya se han cerrado pactos que tienen escasa importancia y poco valor moral.

Cuando existe una crisis evidente, hay que abandonar rápidamente los proyectos irrealizables y, en cambio, hay que consolidar aquello sobre lo que puede llegarse a un acuerdo inmediato: un mayor sentido práctico por parte de nuestras instituciones, mayor aprovechamiento de la subsidiariedad; una política común para nuestras fronteras; terrorismo; estimular la economía y la competitividad mediante la puesta en práctica de las infraestructuras necesarias sin mayores indecisiones, sobre todo en lo referente a la movilidad; una política energética común; defensa del contrato social; reglas claras que eviten la competencia desleal con una postura más firme por parte de la Unión en el seno de la OMC; y armonización de la legislación criminal sobre los delitos violentos contra los niños.

Los ciudadanos no pueden confiar en Jefes de Gobierno que, en Estrasburgo, describen a Europa en unos términos simples y, en sus propios países, no ejecutan los proyectos que ha aprobado Europa. Estrasburgo está exigiendo una política exterior común, en lugar de actuar en solitario, como ha ocurrido en Afganistán. La falta de seguridad en las fronteras, debido a una política confusa y contradictoria sobre inmigración, reduce la confianza de los ciudadanos. Los primeros en sentir los efectos de esto son los inmigrantes legales. Los enlaces ferroviarios de alta velocidad, que han sido aprobados en todas las instancias comunitarias, han quedado bloqueados debido a diferencias dentro del Gobierno italiano y, análogamente, el crecimiento se halla en un punto muerto.

Señor Presidente, creo que cuando la gente nos habla de «la importante función de los diputados al Parlamento Europeo», deberíamos procurar recordar en todos los países, incluido el propio, que hasta ahora a los miembros de la Convención Europea, los miembros italianos, jamás se les ha solicitado mantener un intercambio de ideas y realizar sus aportaciones. Eso también es significativo. ¡Menos palabras y más acción!

 
  
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  Monica Frassoni, en nombre del Grupo Verts/ALE. (IT) Señor Presidente, Señorías, el Grupo de los Verdes/Alianza Libre Europea desea darle la bienvenida, Primer Ministro Prodi, a esta Cámara, en parte porque en los últimos tiempos, lamentablemente, no ha habido demasiadas intervenciones de compromiso decidido en cuanto a una solución de máximo nivel para la crisis constitucional. Nos tememos, por ejemplo, que mañana el Primer Ministro neerlandés entone una partitura totalmente diferente.

Comprender los argumentos de los demás está muy bien, pero la experiencia nos enseña que casi siempre son los planteamientos de la oposición los que triunfan. Sabemos que, al final, incluso los Gobiernos más europeístas, como el suyo, ceden gradualmente a los razonamientos de quienes entienden el verdadero formato del Gobierno europeo dentro del aspecto intergubernamental y de las relaciones de poder entre los Estados. Eso es lo que ocurrió en Maastricht, Amsterdam y Niza. Usted ha dicho que su Gobierno no aceptaría compromisos basados en el mínimo común denominador, y confiamos en que eso sea verdad, ya que a menudo los ejemplos del pasado no han sido demasiado edificantes.

A los Verdes no les gusta el chantaje, el conflicto o las rupturas. Estaríamos encantados con una Europa armónica, innovadora y verdaderamente sostenible y unida y la Europa de 27 miembros es un logro importante. Pero seamos claros: el chantaje, hasta ahora, solo ha venido de quienes desean obstaculizar una solución a la crisis constitucional y eso es un hecho que no podemos dejar pasar sin censurar. Incluso la mayoría dentro de este Parlamento se ha abstenido, en los últimos meses y años, de hacer ninguna propuesta de naturaleza ligeramente atrevida, prefiriendo esperar una iniciativa por parte de los Gobiernos.

Creemos que existen dos o tres condiciones que podrían permitirnos, señor Prodi, salir de este punto muerto y esperamos sinceramente que el Gobierno italiano coincida plenamente con nosotros en este tema. Tiene que haber una sólida alianza entre los 18 países que han ratificado la Constitución, así como este Parlamento, la Comisión y algunos Parlamentos nacionales, para hacer frente a la tendencia a desmantelar el Tratado Constitucional.

Usted ha hecho una lista de algunos asuntos y yo quiero añadir al menos otros dos: primero, el asunto de la Carta de los Derechos Fundamentales, y segundo, el tema de la reforma de la cláusula de revisión. No podemos seguir así, con un tratado que ha sido aprobado por unanimidad y donde el Parlamento Europeo ha sido dejado de lado.

La segunda condición es que ustedes, los Gobiernos, han de tener el valor de hablar a la opinión pública acerca de las decisiones que hay que tomar y las diferencias que existen entre ustedes sobre el futuro de Europa, así como para recabar su apoyo. No se escondan en misteriosas negociaciones secretas. No excluyan a este Parlamento de la reforma de la Constitución Europea durante la Conferencia Intergubernamental que se está preparando en estos momentos, principalmente porque la experiencia demuestra que los ganadores en las negociaciones intergubernamentales secretas son los otros.

Nosotros, y con esto acabo, señor Presidente, no tenemos ningún miedo al debate sobre el tema central, aun cuando no nos guste. De hecho, pensamos que solo si nos enfrentamos a determinados Gobiernos y ciertos pueblos planteando la disyuntiva de quedarse dentro o salir, finalmente decidirán quedarse con nosotros.

 
  
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  Francis Wurtz, en nombre del Grupo GUE/NGL. – (FR) Señor Presidente, quisiera hacer tres breves comentarios. El primero no se refiere directamente al señor Prodi, sino a las famosas doce preguntas formuladas por la Presidencia del Consejo a los Jefes de Estado y de Gobierno. Una de ellas dice literalmente lo siguiente: «¿Qué opinan de la propuesta de cambiar la terminología sin modificar por ello la sustancia jurídica, por ejemplo, por lo que respecta al nombre del Tratado?». ¿Cómo quieren que el ciudadano que lea esto no se diga que los dirigentes europeos lo toman por completamente tonto, por no decir otra cosa peor?

Más fundamental aún, el señor Prodi acaba de subrayar que los electores europeos deben saber cuál va a ser el papel del Parlamento Europeo, si habrá o no una presidencia estable en el Consejo Europeo y un Ministro de Asuntos Exteriores europeo, y cómo estará constituida la Comisión. Todas estas cuestiones son, en efecto, importantes. Pero ¿no oyen ustedes otras preguntas más contundentes y significativas que se formulan alrededor de ustedes y a las que ninguno de ustedes responde jamás? Por ejemplo: hasta economistas liberales se preguntan adónde amenaza con conducirnos, en el contexto mundial actual, una política de libre comercio desenfrenada, asociada a la libre circulación de los capitales, a una libertad absoluta para deslocalizar los medios de producción y a una libertad total de circulación de los inversores extranjeros, incluidos los más depredadores. ¿Qué cambios proponen a este respecto en el acervo comunitario?

Otras voces, y no las menos importantes, se alzan contra la guerra fiscal que lidian los Estados miembros, o bien a favor de un cambio de estatuto del Banco Central Europeo o también por una política industrial controlada en los sectores clave de la economía moderna, fuera de las normas de la libre competencia. ¿Qué ruptura con lo existente consideran deseable o aceptable desde este punto de vista? ¿Debe ser Europa una cuestión de mercado o una cuestión de política en relación con el mercado? ¿Hasta qué punto la democracia termina allí donde comienza el reino de la economía de mercado abierta o donde reina la libre competencia? Estas preguntas están sobre la mesa. ¿Qué piensan ustedes al respecto?

Una última palabra para el señor Barroso, ausente hoy, que manifestó su alegría por lo que considera victoria del «sí» en las elecciones francesas. Es una falsa ilusión. Es cierto que el nuevo Presidente francés apoya el «sí». Por esa razón temía, al igual que ustedes, un nuevo referendo. Pero los compromisos que ha tenido que contraer en torno a Europa para que se aceptara su negativa a consultar de nuevo a los ciudadanos dicen mucho sobre el arraigo persistente de las aspiraciones antiliberales en este país. Y podremos recordarle en particular su discurso de referencia a este respecto, pronunciado el 21 de febrero aquí mismo, en Estrasburgo, y titulado «Quiero que Europa cambie». La verdadera cuestión es sin duda esta: aparte de las innovaciones institucionales, ¿a qué cambios están dispuestos?

(Aplausos)

 
  
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  Nigel Farage, en nombre del Grupo IND/DEM. – (EN) Señor Presidente, de nuevo en esta Cámara y en su habitual estilo apasionado, el señor Prodi ha confirmado que cree en los Estados Unidos de Europa y que debemos hablar con una sola voz en la escena mundial. Señor Prodi, aunque no estoy de acuerdo con esos puntos de vista, tengo al menos que felicitarle por la honestidad con la que dice las cosas. Me sorprende que haya tenido tiempo para venir aquí, en vista de que en Italia han tenido 38 Primeros Ministros en los últimos sesenta años y según parece podrían estar en vísperas del número 39. No cabe duda de que es un gran privilegio contar con su presencia.

Cuando nos dice que la seguridad es tan importante –este «impulso hacia una cooperación más estrecha», como usted lo denomina–, en particular el día en que la policía británica ha anunciado que formulará acusaciones en el caso del ex agente del KGB, Alexander Litvinenko, que fue asesinado hace poco en Londres, me pregunto si realmente queremos su estilo de justicia, dado que Mario Scaramella, la persona que intentó advertir al señor Litvinenko de lo que le iba a suceder, languidece en una prisión italiana desde hace seis meses. Las acusaciones contra él cambian continuamente y en realidad no ha comparecido ante un juez. Si lo que nos propone es que abandonemos el Derecho común y el hábeas corpus por esta especie de sistema europeo, mi respuesta es no, muchas gracias.

Celebremos un auténtico debate, señor Presidente. Señor Schulz, 16 países han aprobado la Constitución Europea, no 18, así que respetemos la verdad y discutamos con honestidad y franqueza y no sigamos intentando hacer caso omiso de los referendos de Francia y los Países Bajos. El señor Prodi ni siquiera los ha mencionado en su discurso.

La población ha dicho que no. Decenas de millones de europeos exclaman: «Dejen que el pueblo decida su futuro». Dejen de comportarse como una apisonadora, dejen de echar a un lado la opinión pública. Si quieren su Tratado, háganlo, pero dejen que los ciudadanos decidan su futuro. No se lo impongan.

 
  
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  Jean-Marie Le Pen, en nombre del Grupo ITS. – (FR) Señor Presidente, señor Primer Ministro, los eurócratas de la Comisión y del Consejo han debido dar un inmenso suspiro de alivio la tarde del 22 de abril: para ellos, Royal o Sarkozy, la UMP o el Partido Socialista, eran la garantía de que la Constitución europea, masivamente rechazada por dos pueblos en 2005, volvería a encarrilarse, pasando por encima de la democracia. Uno y otra eran candidatos y potenciales Presidentes ideales. Al igual que el señor Bayrou.

Tanto Sarkozy como Royal fingen creer, como ustedes mismos, que los franceses solo rechazaron las políticas de Bruselas, cuando rechazaron también los elementos institucionales que hoy nos quieren reintroducir por la puerta de atrás, es decir, el Ministro único de Asuntos Exteriores –ese Ministro único que, de haber existido, nos habría implicado a todos en la guerra de Iraq–, el Presidente supuestamente elegido, la Comisión reducida a funcionarios procedentes de ciertos países, la comunitarización de todas las políticas, que priva a los Estados de cualquier derecho de veto, en resumen, el superestado europeo burocrático y omnipotente.

Para ustedes era mejor incluso que saliera elegido Sarkozy, en vez de Royal, puesto que el primero pretende que la Constitución sea ratificada por el Parlamento, mientras que la segunda pretendía tener en cuenta hasta cierto punto la expresión de la voluntad popular.

Tras el nombramiento de un Ministro socialista y un secretario de Estado socialista de Asuntos Europeos y antes de que apenas hubiera habido tiempo para el traspaso de poderes del antiguo al nuevo Presidente de la República, Sarkozy se precipitó a Berlín para confirmar la ratificación por vía parlamentaria, su apego al superestado europeo y su voluntad de no ser más que el gobernador de una provincia europea. La Canciller alemana puede estar tranquila: gracias al señor Sarkozy, su Presidencia de Europa será un éxito. Podrá presentar en junio un plan de trabajo para el relanzamiento del proceso constitucional y la firma de la condena a muerte de las naciones y la soberanía de los pueblos.

Elegido por el 53 % de los franceses, el señor Sarkozy traiciona ya las aspiraciones de buena parte de ellos, y en particular del 55 % de los ciudadanos, tanto de derecha como de izquierda, que votaron «no» en mayo de 2005.

(Interrumpido, el orador se dirige al señor Schulz: «¿Qué le pasa, señor Schulz, está enfermo?», después se desdice: «¡Ah, si es usted, señor Cohn-Bendit, siga y vaya a enseñar a los niños pequeños!»)

 
  
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  El Presidente. Señor Le Pen, lo que ocurre con las votaciones es que en ocasiones se inclinan hacia un lado y en otras, hacia el contrario, algo que usted, por supuesto, sabe de sobras.

 
  
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  Jana Bobošíková (NI).(CS) Señorías, se suponía que la Constitución Europea iba a fortalecer a la Unión como actor en la escena mundial, pero ¿qué ha ocurrido en realidad? Lo que resultó fue un documento incomprensible, cuya aprobación no era un asunto de la incumbencia de los ingenieros sociales que lo crearon. Los ciudadanos de dos países han proferido un rotundo «no». El documento es además monstruoso, distrayendo durante una serie de años la atención de los políticos de temas más apremiantes. Introduce un conflicto innecesario en el seno de la Unión y confirma la sospecha de que la Unión es un asunto insignificante; no en términos geográficos, sino en el de las perspectivas de sus dirigentes, que son incapaces de aceptar el fracaso de este proyecto y de proponer otro distinto a la opinión pública. Los Jefes de Estado prefieren pasar de puntillas por encima del asunto, en lugar de admitir abiertamente que en Roma, hace tres años, firmaron un documento que la opinión pública ha venido rechazando desde entonces. Se trata de un callejón sin salida y tenemos que encontrar un camino diferente para seguir adelante.

No es el futuro de Europa como agente global lo que va a estar en peligro por culpa del fracaso de aprobar la Constitución. Lo que lo pone en peligro es el alejamiento de los políticos respecto de la vida real y las inútiles discusiones sobre un texto muerto. Los ciudadanos de los Estados miembros cada vez entienden menos el lenguaje de las instituciones europeas y de sus representantes. Nuestros socios globales, además, procurarán explotar la ausencia de unidad de la UE y la vanidad de sus dirigentes.

Creo firmemente que la UE necesita reformar sus instituciones y que precisa un nuevo documento unificador que delimite claramente el ámbito de autoridad de la Unión y de los Estados miembros. Necesitamos un tratado que sea conciso, comprensible y justo, y por tanto aceptable para nuestros ciudadanos, al tiempo que sea, lo que es más importante, un tratado que sea algo más que una versión modificada o recortada de la Constitución rechazada. Creo que las políticas sobre pensiones, impuestos, salud, asuntos sociales, cultura, justicia y energía nuclear deben permanecer en manos de los Estados miembros. Otros ámbitos políticos deben someterse a debate. Algunos de nosotros, tanto en la vida política como en la normal, hemos tenido fracasos y eso es lo que ahora les ha ocurrido a los paladines de la Constitución Europea. Deberían superar su tozudez y admitir la derrota. Deberían además iniciar las negociaciones acerca de un nuevo tratado a la mayor brevedad. Espero un planteamiento realista así por parte de la Cumbre de junio y de las Presidencias alemana y portuguesa. Solo así podremos aumentar la confianza en el proyecto europeo, tanto entre los ciudadanos de la UE como en el ámbito económico y político global más amplio.

 
  
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  Romano Prodi, Primer Ministro de Italia. (IT) Señor Presidente, Señorías, quiero expresarles mi agradecimiento por este debate que, como todos los debates en este Parlamento, ha sido conciso, constructivo y franco. Ha puesto de relieve una gran variedad de posturas respecto del futuro de la Unión Europea. Escuchando a algunos de los últimos oradores, algunas posturas resultan irreconciliables.

Este problema, desde luego, debe ser abordado, debatido y dilucidado de una manera abierta y democrática, como siempre sucede y siempre ha ocurrido dentro de este Parlamento. Justo este hecho ha sido el que me ha animado ha pronunciar mi discurso inicial; precisamente para regular esta gran diversidad y disparidad de opiniones es para lo que tenemos que tener unas reglas que nos permitan gestionar la Unión Europea, como hemos hecho todos.

Estamos olvidando el largo camino recorrido para organizar el Tratado Constitucional; estamos olvidando los 18 meses de la Convención, los debates, la implicación de los Parlamentos nacionales y del Parlamento Europeo. Estamos olvidando que no se ha tratado de un debate cerrado. Sin embargo, alcanzamos un resultado; cito las palabras de Cristiana Muscardini: «pero debemos prestar atención al hecho de que en política es necesario alcanzar un compromiso, un compromiso noble». Bien, ¡el proyecto de Constitución ya era un compromiso!

Como Presidente de la Comisión Europea, lamenté el hecho de que en ese Tratado faltaran algunos grandes avances. Queríamos ese compromiso, porque sabíamos, con la visión pragmática de la política, que uno no puede conseguirlo todo. Sabíamos que nuestra idea de Europa era aún más fuerte, pero que eso, en aquellos momentos, era lo que nos permitían las circunstancias históricas.

Fue firmado por todos los países en la Unión, incluido el Reino Unido, bajo la responsabilidad de los Gobiernos de la Unión. Ahora, la gente anda diciendo que el Tratado fue creado en un pequeño habitáculo alejado de los deseos de la gente. ¡Fue creado por los representantes de la gente! ¡Fue firmado por los Gobiernos elegidos por los pueblos! ¡Eso fue lo que ocurrió! Evidentemente, todavía podemos buscar un compromiso, ya que a lo largo de nuestra vida siempre hemos buscado el compromiso, pero no podemos permitir que el compromiso frustre y anule el proyecto europeo.

Ese es el límite último que nos pusimos y es por esa razón por lo que he pronunciado un discurso en el que he esbozado los puntos fundamentales que no podemos abandonar: constituyen la voluntad de la gente, el tema de los pilares y el tema del Ministro de Asuntos Exteriores. ¿Cómo puede ser que nos avergoncemos de llamar Ministro de Asuntos Exteriores a la persona que nos representa? Llamen a esta figura Secretario de Estado, si lo desean, utilizando la terminología anglosajona. ¿De qué tenemos miedo? ¿No nos damos cuenta de lo mucho que nos ha costado a lo largo de los años no contar con un Ministro de Asuntos Exteriores? ¿No nos percatamos de lo que no hemos podido hacer en Oriente Próximo y todas las zonas circundantes y cómo hemos dejado deteriorarse la situación política, por culpa de nuestras propias divergencias?

¿Es esta la responsabilidad con que nos vamos a enfrentar a la historia? Miren, lo que va a estar en juego durante los próximos días es este aspecto final de nuestra unidad política, el aspecto definitivo de nuestra capacidad para representar a Europa en el mundo. Si no podemos entender eso ahora, ¿cuándo vamos a ser capaces de ello? ¡No han transcurrido más que un par de años desde que abandoné el cargo en la Comisión! Así pues, a la vista de las relaciones de poder en el mundo –China, India, Asia–, el problema ha consistido en que Europa no ha sido capaz de hablar a estos grandes pueblos y no ha sabido hablar en pie de igualdad a los Estados Unidos, ni de convencerlos.

¿No es suficiente lastre para nuestro futuro? ¿Deseamos continuar sin pintar nada durante toda otra generación? Esa es la pregunta que les planteo en vísperas de la Conferencia Intergubernamental y del Consejo Europeo. Ya no formulo ninguna otra pregunta. Apelo al sentido de la responsabilidad de Europa frente a la Historia, a nuestras vidas y las de nuestros hijos.

 
  
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  El Presidente. Muchas gracias, señor Prodi; el sentir de esta Cámara queda expresado por sus aplausos.

 
  
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  Antonio Tajani (PPE-DE). – (IT) Señor Presidente, Señorías, después de meses de penuria, la iniciativa de la Canciller Merkel y la elección de Nicolas Sarkozy para la Presidencia de la República Francesa han venido a proporcionar nuevas esperanzas a Europa. A pesar de alguna resistencia, existe ahora una posibilidad real de producir un nuevo tratado que consagre las normas de una institución tan única como la Unión Europea. Está claro, por desgracia, que el texto resultante de los trabajos que estuvieron tan bien dirigidos por la Presidencia italiana bajo Silvio Berlusconi, y que fue firmado en Roma, ya no puede entrar en vigor.

Sin embargo, si queremos que Europa desempeñe el papel que merece en la escena internacional, tenemos que salvar la esencia del tratado. Estoy pensando en el principio de decisiones adoptadas por mayoría acerca de cuestiones importantes, en la voz única sobre política exterior y en la duración de la Presidencia. Aprobar un texto reducido solo constituiría un primer paso adelante. Ciertamente, si aspiramos a la perfección corremos peligro de perder la oportunidad de conseguir algo que esté a nuestro alcance, pero es importante continuar por el camino por el que nos hemos embarcado y tomar una decisión antes de las elecciones europeas en 2009. Espero, pensando en el futuro, que en su nueva legislatura, este Parlamento también cuente con un cometido constitucional, tal como han sugerido varias personas, entre ellas el señor Gargani, Presidente de la Comisión de Asuntos Jurídicos, y el señor Brunetta.

La Europa de 27 miembros, no obstante, no solo necesita reglas institucionales para un mejor funcionamiento. Necesita identificarse con los valores que conforman su auténtica base, los fundamentos sobre los que construir una Unión que, en el futuro, no se diluya al enfrentarse a las dificultades. Sería un error no garantizar que la libertad, la solidaridad, la subsidiariedad y el papel central del individuo formen las piedras angulares de las instituciones comunitarias. Sería un grave error renunciar a nuestra identidad, a nuestras raíces judeocristianas y a un modelo social basado en una familia compuesta por padre, madre e hijos.

 
  
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  Gianni Pittella (PSE). – (IT) Señor Presidente, Señorías, el señor Tajani expone unos argumentos que nada tienen que ver con el debate de hoy, al tiempo que por otra parte hemos escuchado palabras claras, rotundas y decididas del Primer Ministro Prodi, que colocó a Italia a la cabeza de la integración europea y concedió mayor fuerza al Parlamento Europeo, que siempre figura en vanguardia en la lucha en favor de la reforma constitucional de la Unión.

Estas palabras han sido muy claras por lo que respecta a un aspecto central: tenemos que volver a partir del proyecto de Constitución ratificado por los 18 países, y no de Niza. Tenemos que otorgar un mandato concreto, no un mandato abierto, a la Conferencia Intergubernamental. No podemos desechar un proyecto de Constitución que ha sido aceptado por la gran mayoría de los ciudadanos y que proporciona respuestas precisas, no vaguedades, señora Muscardini. El señor Prodi ha enumerado estas respuestas concretas en su introducción y en su réplica.

Sin una Constitución, estimado señor Wurtz, la Unión Europea es más débil y corre mayor riesgo de que degenere en una simple zona de libre comercio. Eso es por lo que a veces no comprendo algunas posturas sumamente radicales adoptadas por la izquierda. El discurso pronunciado por el Primer Ministro Prodi ha proporcionado al Parlamento y a todos nosotros más coraje y fortaleza y podremos cubrir la etapa siguiente con mayor determinación y tenacidad.

 
  
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  Bronisław Geremek (ALDE). – (PL) Gracias, señor Presidente. Quiero empezar diciendo lo mucho que me complace que el Primer Ministro Prodi no esté cansado de Europa. Un filósofo dijo en cierta ocasión que el cansancio era la amenaza más seria para Europa. Quiero recordar que cuando el señor Prodi era Presidente de la Comisión Europea, emprendió la difícil tarea de ampliar la Unión Europea. Llevó a cabo la ampliación a pesar de las opiniones negativas expresadas a menudo por los medios de comunicación y por la opinión pública, o al menos por ciertos sectores de esta. El señor Prodi tuvo éxito porque creía en el futuro de Europa.

Quisiera que esa misma convicción sustentara la reflexión actual sobre el futuro de Europa. Son muchos en esta Cámara los que comparten mi opinión de que la Unión Europea necesita ahora una sabia reforma institucional. Pero se plantea la pregunta de hasta qué punto, en las actividades del Consejo Europeo, se invoca el método comunitario mencionado por el señor Prodi como el mecanismo que está haciendo avanzar a Europa. Es decir, ¿qué papel desempeña en las actividades de los representantes gubernamentales? El señor Prodi ha desempeñado cierto papel en la Comisión Europea, pero otro muy distinto en el Consejo Europeo. Para el observador externo, parece a veces que el egoísmo nacional es el único criterio utilizado por el Consejo, en lugar de la reflexión basada en categorías de interés común.

Creo que este asunto tiene una especial importancia. El Parlamento entiende lo que significa ser una comunidad, y ese espíritu está también presente en la Comisión Europea. ¿Qué puede hacerse para conseguir que el Consejo Europeo se deje guiar también por ese espíritu?

 
  
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  Roberta Angelilli (UEN). – (IT) Señor Prodi, intervengo en nombre del Grupo Unión por la Europa de las Naciones que, quiero recordar al señor Prodi, representa el cuarto partido político más grande en el Parlamento Europeo. Quiero volver a insistir en algo: ¡Europa está muy cerca de nuestros corazones! El señor Fini, presidente del partido que yo represento, fue uno de los que en la Convención contribuyeron con entusiasmo al actual proyecto de Constitución. En términos más generales, nosotros los italianos tenemos una larga e ininterrumpida tradición europeísta y, por tanto, no podemos más que apoyar el llamamiento hecho hace unos meses en esta misma Cámara por el señor Napolitano, Presidente de la República Italiana, pidiendo que se aprobara la Constitución cuanto antes.

Una de las razones por las que esta Constitución es necesaria es poder tener una política exterior común. Señor Prodi, ha hecho usted bien en apuntar a la política exterior común, que tanto echamos de menos, especialmente en este momento de crisis internacional.

Quiero aprovechar la oportunidad, a este respecto, para dar las gracias a los que, en todo el mundo, participan en misiones de paz, sobre todo en Afganistán, el Líbano y Palestina, empezando por los cerca de 8 000 italianos. Se trata de misiones importantes y firmemente apoyadas por todas las fuerzas políticas italianas, aunque, para ser sinceros, señor Prodi, hay algunas excepciones vergonzosas en su mayoría gobernante.

Quiero volver a la Constitución para expresar una queja y un deseo. La queja es que en el texto no se hayan podido mencionar las raíces cristianas de Europa; el deseo es que se consiga el objetivo de una rápida aprobación de la Constitución. Estoy convencida de que Italia, como siempre, desempeñará bien su papel.

 
  
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  Johannes Voggenhuber (Verts/ALE).(DE) Señor Presidente, ¿con cuánta frecuencia me he preguntado estos últimos meses: «¿dónde está Romano Prodi? ¿Dónde están los Gobiernos que defenderán la Constitución?» Hoy, Primer Ministro, le vuelvo a encontrar; he encontrado a Romano Prodi en las barricadas. Puede que le haya encontrado tarde, pero le he encontrado. Le he encontrado defendiendo el consenso, separándose de las filas de los Gobiernos que, un día sí y otro también, declinan su responsabilidad histórica respecto a Europa a cambio de calderilla.

Puesto que usted, señor Primer Ministro, ha dicho que tenemos que respetar los argumentos de otros, quiero preguntarle a quién se refiere por otros. Si se refiere a los ciudadanos, incluidos los que han votado «no», entonces no me preocuparé. Sabemos lo que quieren; quieren más democracia, más transparencia, más responsabilidad social; una Europa mejor, una Constitución más convincente. ¿O se refiere por «otros» a los Gobiernos que hacen un uso indebido de la crisis en torno al proceso de ratificación para abusar de nosotros con sus viejas demandas, con sus viejas reclamaciones de poder, con todas las cosas que nosotros, en la Convención, sacamos de los que deliberadamente desvían la insatisfacción del público hacia Europa para conservar su poder sobre una Europa sin democracia europea, sin una dimensión social y sin un papel compartido en el mundo, aquellos cuyo interés está en las luchas de poder de los reaccionarios, azuzando a la Europa de los pasillos del poder contra la Europa de los ciudadanos?

Ha hablado usted de nuestra necesidad de compromisos y eso también nos lleva a plantear una pregunta muy pertinente. El compromiso que se desprende de las doce preguntas es el compromiso como una mentira histórica sobre Europa, porque lo que también hay que hacer, señor Primer Ministro –y yo le agradezco particularmente que lo haga visible– es conservar no solo el contenido, sino también el espíritu de la Constitución. Si decidimos que las leyes no deben llamarse ya leyes, sino reglamentos, estamos negando a los ciudadanos la legitimidad histórica a la que tienen derecho, porque esas cosas siguen siendo, por su contenido, leyes. La negación de la primacía del Derecho europeo es falsa, porque sigue teniendo una existencia soterrada y el Ministro de Asuntos Exteriores sigue siendo lo que nosotros queríamos que fuera. Está claro que el compromiso no puede ser ni un farol ni una mentira. Porque también tenemos que luchar por defender el espíritu de la Constitución.

(Aplausos)

 
  
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  Roberto Musacchio (GUE/NGL). – (IT) Querido Presidente Prodi, precisamente porque yo siento la misma pasión que usted por Europa, estoy convencido de que para relanzar el proceso constitucional necesitamos un nuevo impulso de energía basado en la democracia y los derechos. Cada vez estoy más convencido de que la lógica intergubernamental no constituye la solución de los problemas, sino que forma parte de ellos y puede conducirnos a un minitratado o incluso a una Europa de dos velocidades.

Ahora son los ciudadanos y los diputados al Parlamento Europeo los que tienen que tomar la iniciativa, confiando un nuevo mandato constitucional a un Parlamento Europeo dotado de esas funciones, para conseguir un texto nuevo y un referendo europeo nuevo; tenemos que cambiar el texto y el contexto.

Debemos situar en el centro unos derechos exigibles claros que definan la ciudadanía europea. Son el derecho al trabajo y los derechos laborales los que confirman que lo normal en Europa es un empleo estable y de alta calidad, ¡y no el empleo altamente precario que está surgiendo con la «flexiguridad»!

Necesitamos un derecho garantizado al medio ambiente, lo que requiere unas políticas innovadoras, fundadas en la cooperación y las visiones polifacéticas como las que deben llevar a la ratificación de un acuerdo posterior a Kyoto, y no la mera lógica de la competencia comercial.

Necesitamos un derecho a la paz, nacido del rechazo de la guerra, y una política de la UE basada activamente en esos valores y prácticas, como su propia política exterior.

Necesitamos una nueva Europa, la única posible, que se está haciendo cada vez más necesaria. Podemos construirla con el apoyo de los ciudadanos y los diputados al Parlamento Europeo.

 
  
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  Paul Marie Coûteaux (IND/DEM).(FR) Señor Presidente, hace dos años por estas fechas, el «no» francés condenó a muerte la Constitución europea, confirmada luego por los Países Bajos y el Reino Unido, y después por la República Checa y Polonia. Estuvo también el escaso entusiasmo de los dos únicos países que dijeron «sí» en referendo popular, Luxemburgo y España. En España, apenas el 32 % de los electores inscritos aprobaron el texto. En pocas palabras, el proceso constitucional descarriló y finalmente quedó detenido, y debemos este fracaso principalmente a Francia.

Por tanto, todo estuvo claro para nosotros, los soberanistas franceses, en cuyo nombre de hablo aquí: ¡era a Francia a la que había que embaucar, a los franceses a quienes había que engañar! Pues bien, así se hizo con una artimaña gigantesca. Cuando llegaron las elecciones presidenciales, primero fueron preseleccionados dos candidatos para que, una vez elegido uno de ellos y respaldado entonces por una nueva legitimidad, dijera sí allí donde los franceses quisieron decir no. Es el sentido del vergonzoso gesto del señor Sarkozy de ir corriendo a ver a la señora Merkel el día mismo del traspaso de poderes.

No debe caber duda alguna sobre la ilegitimidad de este «sí» arrancado a Francia mediante esta maniobra presidencial. Sé muy bien que todos en el pequeño acuario silencioso y animado de las oligarquías bruselenses se van a reunir para elaborar un nuevo texto, que desde luego no llamarán constitución, sino reforma institucional, lo que viene a ser lo mismo.

Sin embargo, los partidarios del «no» no están muertos. El señor Barroso no debería hacerse ilusiones, y tampoco usted, señor Prodi: tarde o temprano, Francia alzará de nuevo su voz, porque Francia, a pesar de toda oposición, siente apego por sus libertades. Y esas libertades, las libertades nacionales, acabarán por triunfar, a pesar de sus endebles maquinaciones.

 
  
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  Koenraad Dillen (ITS). – (NL) Señor Presidente, señor Prodi, usted sabe mejor que nadie cómo funcionan las instituciones europeas. Como ex Presidente de la Comisión, está usted por tanto bien situado para entender por qué los ciudadanos europeos dan cada vez más la espalda a la Europa de nuestros días. La burocracia, el exceso de regulación, la falta total de respeto por el principio de subsidiariedad, lo políticamente correcto, la falta de respeto por las raíces cristianas de Europa y el deseo obsesivo de admitir a la Turquía islámica en la UE han hecho que, en la actualidad, la mayoría de los europeos equiparen el ideal europeo de los padres fundadores a un superestado entrometido que ya no escucha los deseos de los ciudadanos.

En los últimos años hemos visto algunos ejemplos sorprendentes de la sordera deliberada de la Europa oficial. En Francia y los Países Bajos, en referendos democráticos, los ciudadanos han dicho «no» al superestado europeo. A pesar de ello, la Presidencia alemana se limita a seguir el camino ya tomado. Para Angela Merkel, y me temo que también para usted como miembro del Consejo Europeo, la voluntad de los ciudadanos no importa. Todas las encuestas de opinión indican que si bien los europeos desean estar en términos amistosos con los turcos, no quieren que un país islámico no europeo entre en nuestra Unión. De nuevo, nos limitamos a seguir el camino prefijado.

Pero no nos hagamos ilusiones. Esta negativa a escuchar las necesidades y quejas de los europeos se volverá contra nosotros en cuanto haya una oportunidad, y la Europa oficial no debe venir a nosotros para quejarse de que los ciudadanos votan otra vez «incorrectamente» en algún momento en el futuro.

Quiero terminar diciendo al señor Prodi que el Gobierno de mi país se desprestigió a sí mismo la semana pasada al impedir, por razones comerciales, que el Dalai Lama visitara Bélgica. Nadie quiere ofender a China. Es muy lamentable que la regla aplicada en estas situaciones parece ser la del Erst das Fressen und dann die Moral. Espero, por tanto, que en el Consejo Europeo intervenga usted para llamar la atención sobre la actitud de su Gobierno, el cual, aunque le gusta la lírica sobre los derechos humanos, cuando se trata de chips permite que prevalezcan sus propios intereses económicos, y también para denunciar a Bélgica en este asunto. Si Europa quiere defender en serio los derechos humanos, debe tener también el valor de denunciar la hipocresía de algunos Estados miembros.

 
  
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  El Presidente. Puesto que ha hecho una referencia personal a mi persona, señor Dillen, le recuerdo que manifesté mi posición en el Pleno de ayer. No permitiré que nadie impida las conservaciones entre el Dalai Lama y el Presidente del Parlamento Europeo. Se ha enviado una carta; espero que reciba una respuesta y a su debido tiempo tendré algo más que decir sobre el particular.

 
  
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  Irena Belohorská (NI).(SK) Primer Ministro Prodi, permítame que le dé la bienvenida.

Es usted un político con mucha experiencia en lo que se refiere tanto a dirigir un país como a dirigir la Comisión Europea, de la que ha sido usted presidente. Quiero insistir en que, para el futuro éxito de la Unión Europea, es fundamental que se apruebe el Tratado constitucional.

Hace poco hemos celebrado el 50º aniversario de la firma de los Tratados de Roma. Ese aniversario nos recuerda lo mucho que han cambiado las cosas en los años transcurridos y que hay tratados que siguen vigentes y que tienen que modificarse. En ese momento, la Comunidad Europea estaba formada por seis países y era fundamentalmente una agrupación económica. Hoy en día, la Unión Europea está formada por 27 Estados miembros, 12 de los cuales son países poscomunistas. La configuración de la Unión Europea actual es totalmente diferente a la de 1957.

Los Tratados, que se remontan a 50 años, no son transparentes, están escritos en un lenguaje complicado e incluso podrían tacharse de obsoletos. Parece esencial que se apruebe un nuevo Tratado Constitucional y unas nuevas reglas de juego claras. Es necesario darse cuenta de que las reformas propuestas en el Tratado constitucional, como la personalidad jurídica, los derechos humanos fundamentales reflejados en disposiciones vinculantes, la oficina del Fiscal General, las reformas de las instituciones y el proceso legislativo representan cambios que pueden hacer avanzar a la Unión Europea. Ya es hora de dar por finalizado el período de reflexión y de inaugurar un período de acción.

Primer Ministro Prodi, quiero felicitarle por la confianza que depositó usted en Eslovaquia en un momento en el que ese país se había embarcado en lo que usted calificó de un largo viaje. Eslovaquia es un Estado miembro nuevo y joven de la Unión Europea y confía en usted tanto como confía en que Italia y la UE cambien las reglas de juego.

 
  
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  Timothy Kirkhope (PPE-DE).(EN) Señor Presidente, señor Primer Ministro, hoy deliberamos una vez más sobre constituciones e instituciones, cuando lo que realmente interesa a los ciudadanos europeos es el empleo, la prosperidad, el medio ambiente y la pobreza mundial.

Es un mito que la Unión Europea esté en crisis o paralizada y sea incapaz de tomar decisiones, y este es el pretexto que usan algunos Gobiernos para volver a plantear el tema de la Constitución. Sé que usted, señor Primer Ministro, también lo cree.

No se trata de una crisis constitucional. Incluso el Gobierno británico ha dicho que la UE es capaz de tomar decisiones con los Tratados vigentes, y en mi opinión el período de reflexión tras el resultado negativo de los referendos de Francia y los Países Bajos debería haberse utilizado para examinar detenidamente las verdaderas razones del rechazo de la Constitución. En lugar de ello, ahora los debates se centran exclusivamente en qué partes de ella pueden conservarse cueste lo que cueste.

Este debate me entristece, pues creo en la pertenencia de mi país a la Unión Europea y en las posibilidades de hacer el bien que tiene Europa. Siempre he creído que es necesario simplificar los procesos decisorios y las instituciones de Europa y hacerlos más transparentes, como se plantea en la Declaración de Laeken. La ampliación de la UE puede exigir algunas enmiendas a los Tratados vigentes o la firma de nuevos Tratados de vez en cuando, pero no puedo aceptar que esta Constitución sea necesaria ni deseable en estos momentos.

No cabe duda de que el pueblo británico exigirá un referendo para aprobar cualquier nuevo Tratado que proponga nuevas competencias para la UE y mi partido apoyaría esto. Observaremos con gran interés la manera de actuar del Gobierno británico en las próximas semanas. El señor Blair asistirá al Consejo Europeo de Bruselas pocos días antes de retirarse y no debe comprometer a su sucesor en su ausencia. Gordon Brown debe insistir en asistir al Consejo Europeo junto con Tony Blair y asumir plenamente la responsabilidad de lo que firme su Gobierno.

Espero que este tipo de realismo guíe los actos del señor Brown en los tiempos difíciles que tenemos ante nosotros.

 
  
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  El Presidente. Gracias, señor Kirkhope. Según tengo entendido, el Primer Ministro británico mantiene estrechos contactos con Gordon Brown.

 
  
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  Hannes Swoboda (PSE). (DE) Señor Presidente, es un placer verle, Primer Ministro Prodi, en esta Cámara, no solo, por supuesto, por su cargo de Primer Ministro, sino también porque ha hecho usted mucho por Europa.

Señor Prodi, ha hablado usted de política exterior y se lo agradezco mucho. Son muchos en esta Cámara los que dicen ahora que tenemos que presentar un frente unido en nuestras relaciones con Rusia. Otros –muchos otros– dicen que no debemos dejarnos dominar por los Estados Unidos. Necesitamos una Europa fuerte. Todos estamos de acuerdo en que la India, China y Brasil están haciéndose cada vez más fuertes, y nos preguntamos si podremos defender nuestros intereses allí. Luego está el problema de Oriente Próximo, que estamos a punto de debatir, y la Comisaria Ferrero-Waldner está ya ocupando su escaño. ¿Cómo va a contribuir entonces Europa en todos esos ámbitos si no tenemos una Política Exterior y de Seguridad Común, y cómo se supone que vamos a tener una si no hay, en el futuro, ninguna persona que pueda, más allá de toda duda, ocuparse de estos asuntos exteriores y responsabilizarse de ellos?

Sobre esta cuestión en particular, señor Primer Ministro, le pido que se mantenga firme. Estoy totalmente de acuerdo con usted en que no todos los tratados son buenos. Necesitamos uno que vaya más allá del mínimo exigido y que realmente haga avanzar a Europa. Señor Primer Ministro, le deseo lo mejor.

 
  
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  Lapo Pistelli (ALDE). – (IT) Señor Presidente, Señorías, en 1968 había un lema: «Sed realistas, pedid lo imposible.» Hoy tendríamos que decir: «Sed realistas, pedid lo necesario para no hundir este proyecto europeo del que solo sois sus guardianes temporales». Si en 2009 el Parlamento Europeo se presentara para su reelección sin una respuesta institucional convincente, Europa en su conjunto se vería enfrentada a una crisis irreparable de legitimidad, mientras que, por el contrario, los ciudadanos deben ser capaces hoy de escoger sobre la base de un modelo claro como el que ha definido usted.

El Parlamento Europeo se ha pronunciado sobre esta cuestión en numerosas ocasiones y ahora le toca el turno al Consejo. El Primer Ministro Prodi sabe que hoy representa no solo a su propio país, sino a todos los europeístas que no han renunciado a una mayor integración.

Para terminar, les recuerdo una cosa: los que no estén de acuerdo hoy, deben retirarse; los otros pueden avanzar libremente. Recordemos que Europa nació de una vanguardia de países, pero no es necesariamente cierto que mañana pueda relanzarse utilizando el mismo método.

 
  
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  Mario Borghezio (UEN). – (IT) Señor Presidente, Señorías, el Primer Ministro Prodi se nos presenta aquí como ex Presidente de la Comisión Europea con un balance totalmente negativo: ampliación, euro, China, reforma; ¡parece el balance del Instituto de la Reconstrucción Industrial! Hoy, por ejemplo, viendo su entusiasmo con la Constitución Europea superfederalista, no ha tenido el valor de hablar de cambios institucionales en su país. ¿Cuándo se va a tomar una decisión que permita el federalismo que el Norte lleva tanto tiempo pidiendo? ¡Se trata de una cuestión de libertad y también de coherencia política!

El señor Schulz le ha comparado con el Gatopardo. Eso puede parecer una metedura de pata, pero en realidad ha dado en el clavo. Solo un gran Gatopardo como usted podría gobernar con unos partidos políticos que tienen por símbolo la hoz y el martillo cuando presidió la ampliación para integrar a países que se habían liberado del comunismo, y de hecho ahora ha conseguido gobernar representando solo a un tercio de su país.

Miren: desde arriba, Luigi Sturzo y Alcide de Gasperi nos están mirando y posiblemente se sientan avergonzados de estos representantes en nuestro país que han olvidado el compromiso de los padres fundadores con una Europa de los pueblos y de las regiones, no de los grupos de presión. Sus horizontes espirituales, señor Prodi, son los de Goldman Sachs, y no los de campanarios ni de catedrales como son los nuestros.

 
  
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  Marie Anne Isler Béguin (Verts/ALE).(FR) Señor Presidente, señor Prodi, nuestra ambición es continuar la construcción europea. Es cierto que hemos perdido una oportunidad. Al votar «no» al Tratado constitucional, muchos franceses pensaban que ponían freno a la Europa liberal y esperaban influir así para que avanzara la Europa social y ecológica. Ahora sabemos que ha ocurrido más bien lo contrario. Los «no» han condenado nuestras instituciones al ostracismo, y comparto la visión del Presidente Prodi cuando pide que no se tire el bebé junto con el agua del baño.

Europa necesita una constitución, y el compromiso alcanzado por la Convención debe retomarse y mejorarse. Así, si por minitratado, tal como lo presenta el nuevo Presidente francés, entendemos el compromiso constitucional y la Carta de los Derechos Fundamentales, será «sí», sí a un Ministro de Asuntos Exteriores. Pero señor Prodi, ¿qué influencia tendrá ese Ministro sin una verdadera política exterior europea?

Sí, señor Prodi, habrá que mejorar el Tratado. Sería inaceptable que fuera un Tratado de tercera y una ratificación a hurtadillas. El futuro de Europa es asunto de los ciudadanos europeos. Por tanto, digo «sí» a un referendo europeo, simultáneo en los veintisiete países, y ¿por qué no durante las próximas elecciones europeas?

Digo «sí» para que Europa pueda afrontar los retos de hoy –pienso en el cambio climático– que transformarán radicalmente nuestras vidas. Estoy convencida de que nuestros conciudadanos comprenden esos retos y sabrán llevar adelante el formidable proyecto europeo.

 
  
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  Umberto Guidoni (GUE/NGL). – (IT) Señor Prodi, Señorías, el proceso de aprobación de la Constitución Europea no puede reducirse a una serie de cambios en los Tratados vigentes, sino que debe contener aspectos sociales importantes que en la actualidad no están presentes. Europa debe ser capaz de afrontar los grandes desafíos que suponen una amenaza para los derechos de los ciudadanos, la calidad de vida, la salud y el propio futuro de sus pueblos.

Enfrentados al fenómeno de las deslocalizaciones, la escasez de recursos hídricos, el hambre mundial de energía y el cambio climático, los Estados individuales están inermes y son incapaces de formular estrategias vencedoras. Solo a través de una acción acordada a escala continental, o mejor todavía a escala planetaria, tendremos alguna esperanza de éxito allí donde no podemos permitirnos un fracaso.

Es importante que Europa esté a la vanguardia en el mundo, no solo desde el punto de vista político, como punto de referencia de políticas socialmente integradoras y de una política de acogida que pueda servir de modelo en otras partes del mundo, sino también desde el de las opciones tecnológicas y la planificación del futuro, sobre todo en el sector de las energías sostenibles.

Cinco diputados de los principales Grupos políticos presentes en el Parlamento Europeo han firmado una declaración escrita sobre la necesidad de que Europa adopte una vía nueva en la economía, basada en el hidrógeno: una verdadera revolución industrial, tecnológica y social que pueda ser sostenible a largo plazo. Ha hecho usted referencia a esto y creo que se trata de uno de los ejemplos del papel protagonista que puede y debe desempeñar Europa en la escena mundial.

Para concluir, no hay ninguna necesidad de un compromiso a toda costa, pero tenemos que afrontar los problemas reales que afectan a millones de ciudadanos. Solo de ese modo podremos soñar con una Europa unida capaz de llegar a los corazones de los europeos.

 
  
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  Georgios Karatzaferis (IND/DEM).(EL) Señor Presidente, es hora de que dejemos de escribir obituarios para la Constitución Europea; está muerta y enterrada. Tenemos que salir a la sociedad y ver qué necesita Europa:

- cien millones de europeos viven por debajo del umbral de la pobreza:

- la delincuencia está haciendo estragos en todas las capitales de Europa;

- la inmigración ilegal está en el orden del día.

Por supuesto, los derechos humanos se ven gravemente cuestionados a base de cámaras visibles y ocultas.

Señor Prodi, usted fue Presidente de la Comisión durante cinco años. Dígame, ¿dónde están las fronteras orientales de Europa? Justamente ayer fueron localizados dos submarinos plenamente armados al oeste de la isla de Samos, cerca de Mykonos. ¿Qué pasará mañana por la mañana? La chispa de la guerra que viene de Turquía salta a la vista.

Así pues, tiene usted que tomar iniciativas para el futuro de Europa, porque de lo contrario esta Europa unificada compartirá el mismo destino que la Santa Alianza hace dos siglos.

Nosotros no somos partidarios de la creación de un superestado. Lo que queremos es poder salvaguardar la democracia y la prosperidad de las personas, desdeñada por el capital y el Banco Central. Este tiene que ser el objetivo de Europa: aumentar el poder del ciudadano, no del capital.

 
  
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  József Szájer (PPE-DE). (HU) Los detractores de la Unión Europea acusan a menudo a la Unión Europea de ser demasiado fuerte y de intervenir en demasiadas cosas. Yo estoy convencido de que es exactamente lo contrario. Nosotros, que hemos entrado hace poco en la Unión Europea, creemos que se necesita una Europa más fuerte y más eficaz, una Europa que tenga a su disposición las herramientas necesarias para llevar a cabo sus cometidos. Par ello necesitamos una política exterior común, una política de migración común, una lucha común contra el terrorismo y la armonización de la protección del medio ambiente.

Necesitamos todo eso para defender las cuatro libertades fundamentales de la Unión Europea y para conseguir que los ciudadanos apoyen todos estos objetivos. Muchos consideran que esta Constitución es un fin en sí mismo. En realidad, necesitamos ordenar las cosas y el Tratado constitucional no es, de hecho, más que un medio para conseguir esos fines.

Podremos recuperar el apoyo de los ciudadanos europeos al proyecto constitucional si Europa es capaz de conseguir esos objetivos comunes. Para ello, por supuesto, es también muy importante que reconozcamos abiertamente las raíces comunes de Europa basadas en el cristianismo, y que eso se mencione en la Constitución Europea. Nos parece importante que se reconozcan los valores comunes de Europa en materia de derechos y libertades y de defensa de los derechos de las minorías. Necesitamos ganar el apoyo de los ciudadanos de Europa a este Tratado constitucional, aunque no como un fin en sí mismo, sino como un medio que nos permita, juntos, conseguir los fines fijados hace cincuenta años.

 
  
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  Poul Nyrup Rasmussen (PSE).(EN) Señor Presidente, señor Primer Ministro, cualquiera que hubiera escuchado al Presidente estadounidense decir en la conferencia de prensa celebrada después de la cumbre con la Unión Europea que «hemos tenido una reunión agradable con esta gente de la Unión Europea», se preguntaría si se refería al señor Barroso, a la Canciller Angela Merkel o a otra persona. Cualquiera que haya visto o escuchado al Presidente de los Estados Unidos no puede abrigar duda alguna de que la Unión Europea necesita hablar con una sola voz y por ello le agradecemos la claridad con la que lo ha dicho en su discurso de hoy. Cualquiera que haya estado en Oriente Próximo tampoco puede dudar de que la Unión Europea debe hablar con una sola voz.

Por eso, señor Primer Ministro Prodi, una cosa es hablar en el Parlamento Europeo –pues todos sabemos que este no es el foro en el que resulta más difícil defender la mejora de los Tratados– y otra muy distinta hablar en la Conferencia Intergubernamental, en la que se plantean los temas difíciles y se habla cara a cara.

Sé que usted es un Primer Ministro enérgico y firme. Le respetamos. Manténgase firme, señor Primer Ministro, y tendrá a su lado a los socialistas europeos y a los progresistas de toda Europa. Creo que contará con una fuerte mayoría a su lado si se mantiene firme en el futuro en beneficio de los ciudadanos europeos.

 
  
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  El Presidente. Ha hablado la experiencia de un ex Primer Ministro que ahora es diputado al Parlamento Europeo.

 
  
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  Marco Cappato (ALDE). – (IT) Señor Presidente, Señorías, el futuro de Europa está en sus raíces, y para nosotros los radicales, esas raíces están representadas por el manifiesto de Ventotene, que reconoce la necesidad de conquistar la paz, la democracia y la prosperidad superando la dimensión del Estado nacional.

Reformar Europa hoy significa ofrecer este proyecto también a los pueblos de la otra orilla del Mediterráneo, y afirmar, para ellos también, el derecho individual a la democracia por medio de la adhesión de Estados democráticos, empezando por Turquía, pero también con la perspectiva de Israel, Marruecos y otros. Ha hablado usted de estar a la vanguardia, pero para nosotros eso significa negarse a cerrar las puertas de Europa.

Otra observación: proponemos que, sea cual sea la reforma que se haga, se someta a un referendo del pueblo europeo como tal. No estoy hablando de referendos nacionales, sino de un único referendo ofrecido a los ciudadanos de la patria europea contra la Europa neogaullista de las patrias nacionales.

Para terminar, saludemos un ejemplo de cómo podemos, como Unión, ser fuertes cuando tenemos fe en nosotros mismos: la presentación de la resolución sobre la moratoria de la pena capital ante la Asamblea General que se está celebrando en las Naciones Unidas. Señor Presidente, cuidado con el sabotaje que algunas personas siguen tratando de hacer. Por ejemplo, fíjese en la comunicación oficial del Consejo de Asuntos Generales y Relaciones Exteriores, y los departamentos del Consejo. Después del último Consejo de Asuntos Generales y Relaciones Exteriores, eso significa que se intenta un sabotaje, señor Presidente, y nosotros debemos tratar de impedirlo.

 
  
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  Genowefa Grabowska (PSE). – (PL) Gracias, señor Presidente. Señor Presidente, señor Prodi, Señorías, está claro que necesitamos una Unión Europea eficiente y ordenada que sea democrática y esté cerca de sus ciudadanos. La Unión tiene que estar también imbuida de un espíritu de solidaridad y basarse en un Tratado Constitucional. Debería ser el tipo de Unión que nos ha descrito hoy el señor Prodi, cosa que le agradezco.

Quiero aprovechar esta oportunidad para manifestar mi aprecio por la solidaridad que ha mostrado recientemente la Unión Europea con mi país, Polonia, por medio de la aplicación de su política oriental. Los ciudadanos polacos lo saben y lo valoran. Los ciudadanos polacos saben que tiene que haber, por supuesto, reciprocidad, y que tienen que mostrar la misma solidaridad en cuestiones que son importantes para Europa en su conjunto. Por eso, el 68 % de mis conciudadanos están satisfechos con la adhesión a la Unión y quieren más Europa. Más del 60 % de los polacos están a favor de un Tratado constitucional.

Por tanto, le pido, señor Prodi, que se asegure de que el Consejo Europeo escuche también las opiniones de los ciudadanos de la Unión Europea en la próxima cumbre. Después de todo, este espléndido edificio conocido como la Unión Europea está siendo creado para los propios ciudadanos, no para los Gobiernos.

 
  
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  El Presidente. Muchas gracias al Primer Ministro de Italia, cuyas convicciones, es evidente, son compartidas por una gran mayoría en esta Cámara. En las próximas semanas tendremos que poner en práctica esas convicciones, y le deseamos, señor Primer Ministro, mucho éxito, especialmente en la reunión de la cumbre que se celebrará en Bruselas los días 21 y 22 de junio y para la que queda solo un mes.

El debate queda cerrado.

(Aplausos)

Declaraciones por escrito (artículo 142 del Reglamento)

 
  
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  Richard Corbett (PSE), por escrito. – (EN) En nuestra calidad de políticos elegidos debemos escuchar a los ciudadanos, a todos los ciudadanos. Algunos, como el señor Farage, tan solo desean escuchar a algunos de ellos, a los que votaron «no» en Francia y los Países Bajos. Otros solo quieren escuchar a los que dijeron «sí» en los 18 países que han ratificado el Tratado Constitucional.

Afortunadamente, una mayoría de esta Cámara y de los Gobiernos de los Estados miembros quieren escuchar a todos, salvar las divergencias de puntos de vista y encontrar una solución que pueda ser ratificada por los 27 Estados miembros.

Desde luego, el Parlamento Europeo, que aprobó el Tratado constitucional por una amplia mayoría, desea salvar todo lo que sea posible de las reformas contempladas en el mismo. Es totalmente lógico que el Parlamento desee sacrificar lo menos posible del Tratado, pero deberá sacrificar todo lo necesario para conseguir el acuerdo de todos los países.

 
  
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  Alexandra Dobolyi (PSE), por escrito.(HU) ¿Qué significa Europa para nosotros? Una comunidad sin fronteras, fundamentada en la paz, la libertad y la democracia, que trata de promover la prosperidad de sus ciudadanos y fomentar la solidaridad entre los Estados miembros.

¡Nos enfrentamos a grandes retos! Tenemos que esbozar un plan de acción adecuado para Europa que determine el marco y la política en donde operará, y que configure la Europa en la que queremos vivir y prosperar en el futuro. Es importante que preservemos y transmitamos a las generaciones futuras la unidad que hemos conseguido gracias a un esfuerzo sostenido durante décadas.

Me parece importante que preservemos el carácter único y la diversidad del patrimonio de los 27 Estados miembros de la Unión Europea, pero tengo que insistir en que hay innumerables objetivos que no podemos conseguir por nuestra cuenta, sino juntos.

En vista de ello, nuestra obligación es dejar a un lado las heridas históricas y dotar a nuestra Unión de renovados fundamentos. Nuestro interés está en una Unión Europea fuerte, que actúe con eficacia ante los numerosos retos que afrontamos hoy, como el terrorismo, la delincuencia organizada, la inmigración ilegal, el cambio climático y la política energética. Por eso, es indispensable que contemos con un sistema institucional que funcione eficazmente.

Para ello tenemos que alcanzar un consenso, de manera que podamos avanzar en la defensa de una causa común, puesto que sin un nuevo tratado fundamental (Constitución), la UE no podrá ser más que una extensión occidental en decadencia del continente asiático. Tenemos la oportunidad de encontrar una solución, y espero que sepamos aprovecharla.

 
  
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  Magda Kósáné Kovács (PSE), por escrito.(HU) No podemos frenar el proceso constitucional, porque eso podría provocar una grave crisis en la Unión Europea, con la devaluación de los valores europeos y la relegación de Europa a un segundo plano en la escena mundial.

La persona de Romano Prodi y el pasado reciente que hemos vivido juntos se alzan como garantías de que la preservación de esos valores y la cooperación en una Europa ampliada de 27 miembros es realmente posible.

Por el momento, a los nuevos Estados miembros en Europa Central y Oriental les resulta imposible imaginar un futuro europeo en donde la identidad nacional pueda disolverse en un Estado europeo común. Son países que acaban de recuperar sus identidades nacionales, gracias a unos procesos históricos que les liberaron del gran crisol rojo de la Unión Soviética y, por tanto, sus ciudadanos quieren ser europeos, pero de una forma que no suponga una amenaza para su identidad nacional o sus jóvenes instituciones democráticas.

Además, por ese mismo motivo, los países de Europa Central y Oriental necesitan una Europa fuerte, puesto que consideran que su futuro desarrollo y la defensa de sus intereses nacionales se verán probablemente garantizados si se mantienen unidos en el seno de una Europa flexible.

Por eso no podemos aceptar que el Tratado constitucional se convierta en un zombi político y jurídico. Pero al mismo tiempo, para seguir avanzando, estamos totalmente abiertos a las modificaciones que sean necesarias.

 
  
  

PRESIDENCIA DEL SRA. KRATSA-TSAGAROPOULOU
Vicepresidenta

 

13. Aprobación del Acta de la sesión anterior: véase el Acta

14. Situación en Palestina (debate)
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  La Presidenta. – Se han distribuido las actas de la sesión de ayer.

¿Algún comentario?

(El Parlamento aprueba las actas)

De conformidad con el orden del día, se procede al debate de las declaraciones del Consejo y la Comisión sobre la situación en Palestina.

 
  
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  Günter Gloser, Presidente en ejercicio del Consejo. – (DE) Señora Presidenta, señora Comisaria, Señorías, en los últimos días se ha producido un preocupante aumento de la violencia en Oriente Próximo, donde el conflicto entre facciones palestinas en la Franja de Caza se ha cobrado la vida de 50 personas.

También desde la Franja de Gaza se han disparado más de 150 misiles Kassam contra poblaciones israelíes la semana pasada, matando a una mujer israelí ayer por la noche. Las acciones militares israelíes han costado ya la vida de más de 30 palestinos, y la situación amenaza con seguir agravándose. El alto al fuego en la Franja de Gaza, acordado por palestinos e israelíes en noviembre, se están haciendo visiblemente más frágil, y la reconciliación entre palestinos conseguida en la Meca con ayuda saudí corre peligro.

El acuerdo de la Meca fue importante para poner fin al Gobierno de Hamás en solitario. Desde el 18 de marzo, Palestina tiene un nuevo Gobierno de unidad nacional que cuenta con el apoyo y la confianza de 83 de los 86 diputados al Parlamento, una mayoría aplastante que incluye a todos los diputados pertenecientes a Hamás y Al Fatah. Pero sigue existiendo un amplio consenso en la comunidad internacional en el sentido de que el Gobierno palestino no ha superado todavía su prueba decisiva, ya que no cumple del todo los tres criterios del «Cuarteto».

A pesar de eso, la Unión Europa ha mantenido su ayuda humanitaria a los palestinos. Quiero insistir en que los 300 millones de euros concedidos por la Unión Europa representan más de lo que se ha dado en años anteriores.

Pero los criterios del «Cuarteto» siguen siendo la base para tomar una decisión orientada a la plena normalización de nuestras relaciones con los palestinos: tienen que reconocer el derecho a la existencia del Estado de Israel y los acuerdos alcanzados entre Israel y la OLP, además de renunciar de manera general a la violencia, algo que, en particular, no se ha producido hasta la fecha de manera significativa. Sobre todo ahora, esperamos que el Gobierno palestino adopte medidas efectivas para detener el bombardeo y para liberar al soldado israelí cautivo Gilad Shalit.

La Unión Europea ha sopesado también la oportunidad que supone el fin del Gobierno monocolor de Hamás para reconsiderar su política en Oriente Próximo y los Ministros de Asuntos Exteriores han reanudado los contactos con los miembros del Gabinete que aceptan los criterios del «Cuarteto». De ahí que el Presidente Abbás merezca todo nuestro apoyo. La UE se mantiene en estrecho contacto con el señor Fayad, el Ministro de Economía, y le está ayudando a crear unas instituciones transparentes y una maquinaria en la esfera económica, porque todos queremos que mejore la situación financiera y económica del país, y la liberación por Israel de las devoluciones de impuestos y aranceles que ha retenido –como le ha pedido que haga la Unión Europea en repetidas ocasiones– ayudaría a conseguir eso.

La Presidencia lleva ya varios meses tratando de resucitar el «Cuarteto» de Oriente Próximo y conseguir una mayor participación de los socios árabes que adoptan una línea constructiva. Habiendo cosechado algunos éxitos iniciales, nuestra principal preocupación ahora es que se mantenga el impulso conseguido, y lo que eso significa para nosotros es que tenemos que aplicarnos con una dedicación aún mayor para ayudar a conseguir que todas las partes interesadas realicen una contribución decisiva al proceso de paz en Oriente Próximo.

Las reuniones bilaterales entre el Presidente Abbás y el Primer Ministro Olmert no han dado todavía frutos tangibles, y algo hay que hacer al respecto. Tienen que producirse notables mejoras en el acceso y la movilidad de los palestinos, y los israelíes tienen que hacer, de una vez por todas, lo que se han comprometido a hacer. Percibo la incapacidad de los palestinos para renunciar realmente a la violencia, y también una falta de compromiso con la liberación del soldado israelí Gilad Shalit.

La Liga Árabe ha reforzado la iniciativa de paz de marzo de 2002, y eso se ha debido principalmente a los compromisos de los saudíes. La última reunión del Consejo el 14 de mayo fue un encuentro inicial y efectivo de la Liga Árabe con la Unión Europea, que tuvo lugar por invitación de ustedes; la Liga ha mantenido también conversaciones con el «Cuarteto» y con Israel, y aunque esta implicación no puede sustituir a las negociaciones bilaterales entre palestinos e israelíes, la iniciativa de paz puede crear un ambiente favorable para dichas negociaciones, si bien hará falta el apoyo de la Unión Europea en particular, y nuestra Presidencia está trabajando para que se celebre otra reunión del «Cuarteto» en los próximos días.

Por muy escépticos que seamos, no podemos hundirnos en un estado de resignación, a pesar de la lentitud del progreso realizado. En los últimos meses, la Unión Europea se ha hecho más consciente del papel que ha ido adoptando. Estamos dispuestos a hacer justicia a la mayor responsabilidad que eso nos obliga a asumir.

 
  
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  Benita Ferrero-Waldner, miembro de la Comisión. (EN) Señora Presidenta, desgraciadamente este debate se produce en un momento de gran tensión, cuando la situación de la región se deteriora, tanto en el Líbano como en los Territorios Palestinos ocupados, al igual que en Israel. Los acontecimientos ocurridos en el Líbano en estos tres últimos días, con la pérdida de numerosas vidas humanas en un breve lapso –casi 100 muertos– son un alarmante recordatorio de la necesidad de buscar activamente una solución regional a este conflicto. Como saben ustedes, Javier Solana se encuentra hoy en Beirut en este momento tan difícil y esperamos que sea posible mejorar la situación.

Invito a nuestros amigos libaneses de todos los partidos y facciones políticos a que actúen como lo han hecho hasta ahora, que pidan calma y se abstengan de realizar actos que puedan provocar un gran conflicto interno. Una vez más, lo que está en juego es la unidad nacional.

La Comisión ha tomado nota de que todas las facciones, la mayoría y la oposición, así como las organizaciones palestinas, han condenado a Fatah al Islam, y espero que todos los dirigentes políticos sigan dando muestras de su madurez, de su capacidad para vislumbrar un futuro mejor, y evitarán que el conflicto vuelva a convertirse en una lucha entre libaneses. Lo más importante en estos momentos es encontrar una solución para reducir las tensiones en Trípoli y evitar la aparición de nuevos puntos conflictivos en el resto del país. Asimismo es necesario ayudar a la población que vive en los campamentos. Las ambulancias y los convoyes humanitarios deben poder volver a acceder a los campamentos. Todos sabemos que al final deberá producirse una solución regional. En el contexto de toda esta situación tan solo podemos pedir a todas las partes –en el Líbano y en los Territorios Palestinos– que se abstengan de cometer actos violentos y eviten una nueva escalada.

Paso ahora a hablar de los Territorios Palestinos ocupados. Al igual que el Presidente en ejercicio, también a mí me preocupan los enfrentamientos entre facciones que han tenido lugar en Gaza y que han arrojado un balance de 55 muertos y 280 heridos. Lamentablemente, al parecer Gaza corre riesgo de caer en la guerra civil. Las facciones deben suspender inmediatamente las hostilidades y reconciliar sus diferencias dentro del Gobierno de unidad nacional.

Deploro igualmente la reanudación de los ataques con cohetes Qassam lanzados desde Gaza contra la ciudad israelí de Sderot, que ayer causaron la muerte de una mujer israelí. A continuación, los ataques aéreos israelíes de represalia provocaron la muerte de 35 palestinos, con lo que volvió a ponerse en marcha este círculo vicioso. Por ello es importante que se restaure el alto el fuego entre Israel y los palestinos y que se extienda a Cisjordania.

Durante mi reciente encuentro con el Ministro de Asuntos Exteriores palestino, el señor Abu Amr, hablamos de la frágil situación del Gobierno de unidad nacional, en particular en lo referente a la seguridad, pero también al presupuesto. Las primeras decisiones adoptadas por el Gobierno parecen apuntar en la buena dirección. El señor Abu Amr señaló que su Gobierno se considera el gabinete del Presidente Abbás. Este Gobierno tiene un programa diferente del de su predecesor y esta reunión me animó. Creo que merece nuestro claro apoyo. El Presidente Abbás nos ha pedido todo nuestro respaldo, ya que su supervivencia política puede depender de su éxito. Espero que sea posible contener esta situación de violencia tan difícil.

Mientras tanto, el Ministro de Hacienda, el señor Fayad, con quien me reuní tras la formación del Gobierno, se enfrenta al tremendo problema de tener que sanear las finanzas públicas palestinas tras un año de decadencia institucional y de una fuerte caída de los ingresos. A pesar de todo, ha logrado hacer avances notables y casi se han establecido las condiciones técnicas para recibir financiación directa.

Como saben ustedes, la Autoridad Palestina tiene tres fuentes principales de financiación: los impuestos internos, los derechos y tasas de aduana sobre los productos importados y la ayuda exterior. Los impuestos internos se han reducido debido a la recesión económica. Desde las elecciones del año pasado, Israel retiene las tasas y derechos aduaneros sobre los productos importados. Esta es la principal causa de las dificultades financieras de la Autoridad Palestina. Además, la ayuda exterior no puede fluir con facilidad debido a las restricciones impuestas por los Estados Unidos a las transacciones con el Gobierno de la Autoridad Palestina.

Nosotros contribuimos a resolver estos problemas financieros por tres vías. En primer lugar, nuestro Mecanismo Temporal Internacional se ha convertido en la principal fuente de financiación para los subsidios, los gastos de combustible y los suministros básicos. Desde la formación del Gobierno de unidad nacional gestionamos este MTI en estrecha cooperación con el Ministerio de Hacienda del señor Fayad.

Desde el restablecimiento del MTI en el mes de junio pasado, hemos transferido ya más de 300 millones de euros a través del mismo. Quiero dar las gracias al Parlamento por su apoyo al aumento de los recursos presupuestarios disponibles a fin de que MTI pueda seguir obteniendo los resultados previstos.

Un segundo canal de ayuda consiste en colaborar con nuestros socios estadounidenses para facilitar la transferencia de ayuda exterior a los palestinos, en particular los fondos árabes que se prometieron en la reciente cumbre árabe de Riad.

Por último, hemos instado a Israel en múltiples ocasiones a que reanude la transferencia de los ingresos aduaneros palestinos. Hacemos uso de todos los instrumentos a nuestro alcance, ya sean económicos o políticos, pero la supervivencia de este Gobierno no depende solo de nosotros. Únicamente la reanudación de los flujos financieros a la Autoridad Palestina puede ofrecer una solución duradera a su crisis financiera. Y los palestinos deben desempeñar el papel que les corresponde y decidir de una vez por todas poner fin a la lucha y concentrarse en la paz.

Seguimos pensando, a pesar de las dificultades que observamos en los Territorios Palestinos ocupados y en el Líbano, que debemos aprovechar la gran oportunidad que se presenta para el proceso de paz antes de que desaparezca, por lo que es muy importante que la iniciativa alemana tenga éxito. Es crucial que la Liga Árabe vuelva a poner en marcha su Iniciativa de Paz. Como saben ustedes, ha habido una firme supervisión diplomática del más alto nivel en el Consejo, la Comisión y el Parlamento Europeo. Yo misma he mantenido varias reuniones con el Comité de Seguimiento en Sharm el Sheij, en Riad y, más recientemente, en la reunión del Consejo de Asuntos Generales y Relaciones Exteriores celebrada en Bruselas.

El Secretario General de la Liga Árabe, Amr Moussa, y otras personalidades han subrayado la urgencia de la cuestión, que hoy resulta más evidente que nunca, y nos ha pedido ayuda para llevar a las partes a la mesa de negociaciones. En el lado israelí me parece alentador que la Ministra de Asuntos Exteriores, Livni, haya visitado El Cairo, y ahora está a la espera de recibir la visita de sus homólogos jordano y egipcio en las próximas semanas. También ella se ha mostrado más dispuesta que antes a entablar un diálogo, y la Presidencia alemana la invitará a participar en la próxima reunión del CAGRE.

Al mismo tiempo, reconozco igualmente los esfuerzos realizados por la Secretaria de Estado, Condoleeza Rice, por reunir a las partes y comenzar a hablar sobre el futuro político de los palestinos. Espero que sea posible, aunque los acontecimientos no van por buen camino en estos momentos. La energía y el esfuerzo que han invertido Jordania, Egipto, Arabia Saudí y otros países también merecen ser reconocidos.

La semana que viene se reunirá el «Cuarteto». Espero que esta reunión responda a los esfuerzos de la Liga Árabe, que podrían permitir avanzar una vez más en todas las vías del proceso de paz, pero también soy realista y comprendo que la Presidencia alemana haya dicho que al menos deberíamos mantener la situación.

 
  
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  José Ignacio Salafranca Sánchez-Neyra, en nombre del Grupo PPE-DE. (ES) Señora Presidenta, efectivamente, estamos ante una situación realmente muy difícil. Como han subrayado el representante de la Presidencia en ejercicio del Consejo y la Comisaria, se trata de una crisis política grave, con enfrentamientos y guerras intestinas entre las dos facciones que asumen el Gobierno de Unidad Nacional, en el que se habían puesto tantas esperanzas; una crisis económica, social y humanitaria gravísima, con unos datos demoledores: más del 66 % de la población palestina por debajo del índice de la pobreza; más del 50 % sin seguridad alimentaria; más de un millón de personas que no han podido percibir una renta estable a lo largo del último año; cien muertos en los últimos tres días en el Líbano; muchísimos muertos en la Franja de Gaza.

Creo que, ante esta situación, la Unión Europea tiene que salir de su letargo y dar un paso en la buena dirección.

Si hay algo que se ha hecho bien, hay que ponerlo en el activo de la Comisión Europea, que, en medio de innumerables dificultades, está prestando su contribución a la catástrofe humanitaria y social que está viviendo la región, pero creo que tenemos que ir más lejos.

La señora Comisaria nos ha recordado que el Alto Representante, Javier Solana, está en estos momentos en la región. Tenemos que tener presencia de ánimo y fuerza para tratar de salir de las declaraciones retóricas, señor Presidente en ejercicio del Consejo, y hacer un esfuerzo, desde la Unión Europea, para tratar de llevar un poco de sentido común a esta situación de barbarie que está viviendo la región.

Hay un círculo vicioso de la violencia: el envío de misiles Kassam, las represalias israelíes, el anuncio de los ataques suicidas... Estamos ante una espiral de violencia absolutamente suicida.

Hay que intentar poner un poco de orden, confiar en los esfuerzos del Alto Representante, movilizar al máximo la diplomacia de la Unión Europea y apoyar, desde la Comisión, todo el ejercicio de apoyo humanitario y económico que se está llevando a cabo.

Quisiera comentar a la Presidencia en ejercicio del Consejo una cuestión que me parece clave, es decir, que para reanudar la ayuda directa a la Autoridad Nacional Palestina el «Cuarteto» afirmó que lo decisivo era no solo la composición del Gobierno sino también las acciones que el Gobierno estaba desarrollando.

¿Podría la Presidencia en ejercicio del Consejo hacer una valoración de este dato y explicarnos cómo podríamos salir de este círculo vicioso de odio, violencia y destrucción?

 
  
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  Pasqualina Napoletano, en nombre del Grupo del PSE. (IT) Señora Presidenta, señor Gloser, señora Ferrero-Waldner, Señorías, la muerte y la violencia han regresado a Gaza, al Líbano y a Israel. El Grupo Socialista en el Parlamento Europeo insiste en la necesidad urgente de un cambio sustancial de la política de la Unión Europea en Oriente Próximo, con el pleno restablecimiento de las ayudas económicas a las instituciones y al pueblo palestinos.

Los conflictos de los últimos días son fruto de la exasperación y de una situación política estancada, además de demostrar y confirmar el hecho de que Israel no construirá su propia seguridad sobre la muerte de Palestina y de los palestinos. El doble rasero de la democracia europea ante el Gobierno de unidad nacional debe cesar, puesto que la continuidad política de ese Gobierno es la única esperanza de recobrar el control de la situación.

Pero la decisión de suspender las ayudas financieras a las instituciones parece más absurda aún desde la formación del Gobierno de unidad nacional. El hecho de que el Consejo y la Comisión hayan decidido no reunirse con los representantes ministeriales de Hamás y los independientes no contribuye en nada a la estabilidad de ese órgano ejecutivo, que es en este momento la única vía para poder dar expresión política al pueblo palestino.

El acuerdo de La Meca, aunque no sea una repetición acrítica de los cuatro puntos del «Cuarteto», es evidentemente un paso en la buena dirección, hacia el reconocimiento mutuo y el cese de la violencia. Sobre esta base tenemos que trabajar para asegurar que la situación evolucione en sentido positivo. Otro motivo es, como ha recordado la Comisaria, que Abu Amr, el Ministro de Asuntos Exteriores, nos visitó aquí la semana pasada en Bruselas y nos tranquilizó mucho a ese respecto.

Nos sumamos al dolor y a la condena por el lanzamiento de misiles sobre Sderot, y también por las víctimas y heridos que ha habido allí, pero al mismo tiempo queremos pedir a las autoridades palestinas e israelíes que abandonen las represalias desproporcionadas, excesivas e ilegales contra figuras políticas y civiles palestinas. Se ha puesto en marcha una dinámica perversa y nosotros, los europeos, debemos tratar de detenerla.

Quiero recordarles que las 78 personas que han muerto en los últimos días en el Líbano hablan claramente de otro fruto envenenado en el conflicto árabe-israelí, y es la posibilidad de que en el Líbano pueda volver a estallar un conflicto abierto con los 400 000 refugiados palestinos presentes en su territorio. Hemos vivido ya esa pesadilla, así que tratemos de prevenirla, de la misma forma que el pasado mes de julio pusimos fin a la guerra y a las agresiones de Israel contra el Líbano.

 
  
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  Chris Davies, en nombre del Grupo ALDE.(EN) Señora Presidenta, el Presidente en ejercicio ha dicho que el nuevo Gobierno de unidad de Palestina no había pasado la prueba decisiva. Pues bien, los israelíes no han dejado de construir su muralla de seguridad y de robar suelo y agua a los palestinos. Los israelíes no han liberado a 10 000 prisioneros, muchos de los cuales están detenidos si haber sido acusados o juzgados. Los israelíes no han desmantelado sus puestos de control –589 según las últimas cifras de la Comisión– que imponen un embargo económico a los palestinos. Los israelíes no han devuelto el dinero –que actualmente debe sumar unos mil millones de euros– que retienen de los ingresos propios de los palestinos el año pasado. No han puesto fin a la partición y la separación por medio de documentos de identidad, que el dirigente de mi partido, Paddy Ashdown –nuestro antiguo representante en Bosnia y Herzegovina– calificó el sábado pasado de racismo disfrazado de administración.

Digo esto al Presidente en ejercicio porque algunos consideran que la Unión Europea aplica un doble rasero, pues ignoramos todos los actos ilegales de los israelíes, pero esperamos que los palestinos se comporten como santos. Cuando la Comisaria dice que utilizamos todos los instrumentos a nuestro alcance para hacer que los israelíes respeten los acuerdos internacionales y obedezcan la ley, creo que pueda ser cierto. Contamos con muchos instrumentos que ni siquiera hemos intentado utilizar.

Así pues, ¿qué debe hacer ahora el Gobierno de unidad palestino? Hace tan solo dos semanas, tras la reunión entre nuestra delegación y el Primer Ministro Haniya, no solo quedamos convencidos de que el Gobierno de unidad estaba decidido a cumplir los tres principios del «Cuarteto» y creíamos que los cumplía, sino que también se reuniría sin reservas ni condiciones con miembros del «Cuarteto» en cualquier momento para resolver estas diferencias. Invito al Presidente en ejercicio a que acepte esa oferta.

Tenga en cuenta igualmente los comentarios que hizo ayer el Ministro de Asuntos Exteriores noruego cuando se preguntó que sucedería si no apoyamos a este Gobierno. Si no le prestamos nuestra ayuda, lo único que habrá será caos y crisis.

Por lo tanto, señor Presidente en ejercicio del Consejo, la buena noticia de su discurso es que una vez más intenta celebrar una reunión urgente para pasar revista a la situación. Se trata de un paso positivo. Todo lo que puedo decir es que a menudo hemos acusado a los palestinos de dejar pasar oportunidades, al igual que a los israelíes. Esta es una oportunidad que no debemos dejar pasar nosotros.

 
  
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  Ryszard Czarnecki, en nombre del Grupo UEN. (PL) Señora Presidenta, señora Comisaria, señor Gloser, Señorías, la situación en Oriente Próximo plantea un reto importante y permanente no solo a los países de la región, sino también al resto del mundo. Queremos advertirles de que no adopten un enfoque emocional sesgado respecto a este conflicto que dura ya varias décadas. A pesar de toda la simplificación y la tentación de caer en evaluaciones fáciles basadas en las noticias que se dan por televisión, no hay que ver la situación en blanco y negro. Puede que en algunos círculos esté de moda acusar a Israel de agresor y de opresor, pero esa idea es falsa y equivocada.

La propagación de actitudes radicales y los votos emitidos a favor de grupos radicales como Hamás indican que casi no existen posibilidades para el diálogo en este terreno. Otra gran dificultad que no suele mencionarse estriba en las profundas divisiones y las amargas luchas intestinas que han llevado al conflicto armado dentro de la clase política y la sociedad palestinas.

Algunos expertos han llamado la atención sobre el sistema educativo de la Autoridad Palestina. Como dijeron los que asistieron a la conferencia organizada la semana pasada por el señor Van Orden en el Parlamento Europeo, el sistema refuerza unos estereotipos negativos y antagonistas en relación con la Guerra Santa de la yihad y la oposición estructural a Israel y un verdadero odio a ese país. En aras de la objetividad, hay que decir también que desde la victoria de Hamás en las elecciones celebradas en la Autoridad Palestina, Israel ha venido ejecutando un plan bastante controvertido por el que se niega a transferir ingresos fiscales palestinos a la Autoridad. Esto tiene que afectar gravemente a las relaciones entre Israel y la Autoridad Palestina. La Unión Europea debe reaccionar de una manera realista y racional. No debe comportarse como un tío benevolente y miope que maneja grandes cantidades de dinero de bolsillo, pero que no sabe el uso que se está haciendo del mismo. La Unión tampoco debe convertirse en rehén de ninguna de las partes implicadas en el conflicto.

 
  
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  Caroline Lucas, en nombre del Grupo Verts/ALE. – (EN) Señora Presidente, tengo que reconocer que aún estoy conmocionada por las palabras del representante del Consejo. No puedo entender que diga que el nuevo Gobierno de unidad no cumple los criterios del «Cuarteto». Nuestra delegación acaba de regresar de la región y todos nosotros acordamos por unanimidad que sí los cumplía.

Es cierto, aún se lanzan algunos cohetes Kassam, cosa que debemos condenar. Pero, ¿realmente cree que la UE contribuye a controlar la situación negándose a entablar un diálogo con el Gobierno? ¿Cree realmente que dicha situación no tiene nada que ver con el bloqueo económico y político que Israel impone a Gaza?

Usted ha hablado de la detención del soldado Shalit –quien debe, por supuesto, ser liberado–, pero ni siquiera menciona a los 41 miembros del Consejo Legislativo Palestino que siguen detenidos en Israel; ni siguiera menciona la detención de 10 000 presos políticos palestinos en manos de Israel, muchos de los cuales no han sido juzgados. Así que equilibremos un poco este debate.

Al negarse a reconocer plenamente al nuevo Gobierno de unidad y al canalizar la ayuda a través del Mecanismo Temporal Internacional y no a través de la Autoridad Palestina, la UE socava activamente la autoridad y el aparato de las instituciones democráticas palestinas. Peor aún, nuestra posición alienta a aquellos elementos de dentro y fuera de Palestina que desean que este Gobierno fracase. Cada día que pasa sin que entablemos un verdadero diálogo con este Gobierno es un día más para que los extremistas afirmen que la democracia no funciona, que han hecho todo lo que exigía la comunidad internacional –elecciones democráticas, un nuevo Gobierno de unidad, cumplimiento de las exigencias del «Cuarteto»– y aún así nos enfrentamos a un boicot político y económico. Así, ¿por qué diablos ayudamos a instalar un Gobierno elegido democráticamente que hace todo lo posible por mantener la paz?

¿Es realmente eso lo que queremos? No crean que la alternativa será un Gobierno ligeramente diferente cuyos colores nos gusten un poco más. La alternativa será el caos y la violencia a una escala inimaginable, se desestabilizará toda la región y el extremismo crecerá aún con más rapidez en Oriente Próximo.

Porque mientras el Consejo introduce un compás de espera para ver cómo se comporta el nuevo Gobierno, cada día que pasa hace peligrar todavía más el resultado que el Consejo desea. Existe un peligro sumamente real de que en unos cuantos años recordemos este momento y pensemos: «¿Por qué diablos no apoyamos la democracia en Palestina cuando tuvimos la oportunidad de hacerlo?»

Por ello digo al Consejo: díganos por favor lo que tiene que hacer el Gobierno palestino, y pregunto a la Comisión cuándo suspenderá el Acuerdo de Asociación UE-Israel.

 
  
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  Kyriacos Triantaphyllides, en nombre del Grupo GUE/NGL. – (EL) Señora Presidenta, señor Ministro, señora Comisaria, la Unión Europea no está al margen de los incalificables acontecimientos que han tenido lugar hoy en Palestina. Eso es porque no ha sabido actuar con decisión en el momento oportuno y en el sentido adecuado.

Hace veinte días, la delegación del Parlamento Europeo para las Relaciones con el Consejo Legislativo Palestino realizó una visita oficial a Palestina. Nuestra visita tuvo lugar en un momento histórico para Palestina, después de la toma de posesión de un nuevo Gobierno que había ganado unas elecciones libres y democráticas, un Gobierno que, aunque tenía el apoyo del 60 % del electorado, cuando fue desafiado por los Estados Unidos y la Unión Europea, no dudó en compartir el poder con otras fuerzas políticas para constituir un Gobierno de unidad nacional, al frente del cual se colocó el líder incuestionable de la Autoridad Palestina, Abu Mazen, obedeciendo ciegamente a los llamamientos del Consejo de la Liga Árabe.

Por tanto, fue a este Gobierno, que representa al conjunto del pueblo palestino, al que la delegación del Parlamento Europeo planteó con claridad cuestiones fundamentales relacionadas con el proceso de paz en Oriente Próximo y, como han dicho mis honorables amigos, recibimos respuestas claras.

Nos dijeron que ellos reconocen el derecho a la existencia de Israel dentro de las fronteras de 1967. Todo lo que tienen que hacer es reconocer su derecho a crear su propio Estado próximo a Israel.

Ellos rechazan la violencia. Reconocen todos los acuerdos alcanzados entre Israel y la OLP. Una de sus prioridades inmediatas es la liberación del señor Johnston. Están trabajando también por conseguir la liberación de Saleet dentro de un marco de intercambio de prisioneros.

Pero nos dijeron que para poder conseguir sus objetivos, necesitan nuestra ayuda. El embargo político y económico tiene que levantarse de inmediato.

Por eso termino haciendo un llamamiento a Israel y otro a los palestinos:

- Israel debe dejar de lanzar misiles contra sus enemigos y liberar a todos los representantes electos de los palestinos;

- los palestinos tienen que dejar de lanzar misiles contra territorio israelí.

Insto también al Consejo y a la Comisión a reconocer de inmediato al nuevo Gobierno de unidad nacional del Presidente Abbás, democráticamente elegido, y a poner fin en el acto a su política de contactos selectivos con algunos miembros de ese Gobierno. Detengan de inmediato el embargo político y económico. Participen dinámicamente en un diálogo creativo con la totalidad del Gobierno de unidad nacional. Apoyen a este Gobierno para que pueda negociar la paz. De lo contrario, imperará el caos y la Unión Europea tendrá su parte de responsabilidad en ello.

 
  
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  Paul Marie Coûteaux, en nombre del Grupo IND/DEM. (FR) Señora Presidenta, la situación en Palestina confirma tristemente lo que los soberanistas vienen diciendo desde hace lustros sobre el conflicto en Oriente Próximo, es decir, que sería falso creer que dicho conflicto pueda reducirse a la mera oposición entre palestinos e israelíes y, aún menos, por supuesto, entre musulmanes y judíos.

La verdadera línea de ruptura, por lo demás cada vez más abierta, enfrenta, por un lado, a los partidarios de la conciliación, de lo que han dado ejemplo varios hombres de Estado israelíes –no puedo dejar de citar aquí el glorioso nombre de Isaac Rabin–, pero también hombres de Estado palestinos, como Yasir Arafat y Mahmud Abbás, y, por otro, a los fanáticos, tanto a los fanáticos musulmanes como a los fanáticos del gran Israel, cuyas connivencias no es necesario ya demostrar, pues sabemos que los movimientos extremistas palestinos han sido respaldados, e incluso financiados, por algunos radicales israelíes.

Hay, pues, dos campos: por un lado, el campo de la solución política y, finalmente, la paz; por otro, el del enfrentamiento, el odio y la guerra sin fin. La desgracia ha querido que, a pesar de las buenas palabras, los Estados Unidos sigan el juego de los halcones, los extremistas israelíes y los integristas musulmanes, mientras que Europa, quiero decir los principales Estados europeos, ha permanecido muda durante ese tiempo. La única voz europea, aunque poco unida, fue la declaración de Venecia, de junio de 1980, mediante la cual los europeos se pronunciaron a favor de la creación de un Estado palestino. No obstante, nuestras divisiones se han profundizado y ahora Europa, de nuevo, solo puede hablar con una sola voz cuando no tiene nada que decir.

Pues bien, es hora de restaurar la soberanía de los Estados de Europa, para que puedan de nuevo practicar libremente su política en esta parte del mundo, en la que se juega buena parte de su futuro.

 
  
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  Philip Claeys, en nombre del Grupo ITS. – (NL) Señora Presidenta, cualquiera que haya seguido los acontecimientos ocurridos en Oriente Próximo en los últimos días no podrá más que sentirse desalentado. El miércoles pasado, en la Conferencia de Presidentes de nuestro Parlamento, tuve el honor de asistir a una reunión con Amr Musa, Secretario General de la Liga Árabe y Ministro de Asuntos Exteriores de la Autoridad Palestina. En dicha reunión me pareció evidente que tienen una voluntad sincera de trabajar por un plan de paz para la región, pero algunas cosas –cómo lo diría–, problemas estructurales, siguen sin resolverse.

Hamás, el principal partido político del Gobierno palestino, sigue sin explicar su rotunda negativa a reconocer a Israel y sigue negándose a renunciar y condenar el terrorismo y la violencia. Todo el mundo se pregunta cómo, en esas circunstancias, las conversaciones de paz pueden conducir al éxito.

De hecho, en los últimos días ha estallado también la violencia entre los diferentes campos palestinos, incluso con un bombardeo frustrado contra el Presidente Mahmoud Abbás. Para mí es indudable que Israel tiene derecho a defenderse contra la violencia y el terror, con medios militares si es necesario. Pero debe advertirse a Israel que abandone las acciones dirigidas contra diputados palestinos y a fortiori contra el Primer Ministro palestino, pese a que algunos han manifestado interés por tomar esa vía, ya que si lo hacen, habrán cruzado una peligrosa línea, que hará inevitable una escalada posterior e incluso mayor de la violencia.

 
  
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  Jim Allister (NI).(EN) Señora Presidenta, la miseria y el sufrimiento en Palestina es realmente atroz y aunque el hecho de que en gran medida es culpa de ellos mismos no reduce su efecto, va en contra de aquellos que siempre desean culpar a Israel por todas las tragedias de esa región. Hoy, una vez más, los sospechosos habituales de este debate, como el señor Davies y la señora Lucas, en nombre de sus habituales grupos de presión, han hecho todo lo posible por echar la culpa de todo, contra toda razón, a Israel. Lo que presenciamos es una verdadera guerra civil en Palestina entre Al Fatah y Hamás, y las acciones especialmente agresivas de Hamás nos demuestran que el camino de la democracia y un mandato democrático no han hecho nada para dominar o atenuar su carácter terrorista. Es esta adherencia sin tapujos al terrorismo lo que hace que Hamás no sea apto para gobernar. De modo similar, sus continuas agresiones contra Israel, con la campaña de cohetes que no cesa, justifica plenamente la respuesta defensiva de Tel Aviv.

Me temo que mientras Al Fatah y Hamás puedan recurrir tanto a las armas como a las urnas, la democracia y la paz que pueden ofrecer no prevalecerá en esta entidad problemática y malograda que es Gaza. Cualquier iniciativa internacional que no proceda a retirar las armas a ambos bandos en Palestina estará condenada al fracaso.

 
  
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  Edward McMillan-Scott (PPE-DE). (EN) Señora Presidenta, una vez más debatimos la trágica situación de Palestina. Permítame decir desde un principio que todos nosotros condenamos el terrorismo dondequiera que tenga lugar. Debo decir que todos los terroristas suicidas que efectuaron los atentados de Londres de hace un par de años procedían de mi circunscripción. Sin embargo, estaban motivados por los sucesos de Oriente Próximo –en Iraq y Palestina–, por lo que no debemos considerar que lo que sucede en Oriente Próximo afecta únicamente a la gente que vive ahí, sino también a personas que viven en nuestro territorio.

Yo solía decir que Israel era la única democracia de Oriente Próximo, pero hace dos años presidí nuestra delegación a la elección del Presidente Abbás, que fue muy bien acogida por la comunidad internacional. Sin embargo, cuando vino aquí hace unos meses dijo que si nosotros, la comunidad internacional, no lo apoyábamos, reinaría el caos y la guerra civil en su país.

El año pasado presidí la Misión de Observación para las elecciones parlamentarias en Palestina y, a continuación, la Unión Europea se negó a aceptar sus resultados. Al parecer, la «Hoja de Ruta» nos paraliza. No obstante, creo que la situación ha llegado a un punto en que la UE simplemente tiene que cambiar de enfoque. Palestina está al borde del colapso económico, político y social. Corremos el riesgo de que se repita lo sucedido en Argelia, donde la negativa de Occidente a aceptar los resultados de las elecciones de 1992 arrojó un resultado de 200 000 muertos.

Si la UE no puede reconocer al Gobierno de unidad, creo que ha llegado el momento de que coopere con dicho Gobierno al menos en las condiciones de un proyecto de resolución que algunos de nosotros debatimos la semana pasada. En segundo lugar, me parece que ya es hora de que la Comisión de Asuntos Exteriores del Parlamento Europeo tenga un grupo de trabajo para Oriente Próximo, y no solo para las Naciones Unidas, los Balcanes o los cinco instrumentos de financiación externa.

 
  
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  Véronique de Keyser (PSE).(FR) Señora Presidenta, imaginemos una ciudad regularmente hundida en la oscuridad. Imaginemos una ciudad sin policías. Imaginemos funcionarios sin salario desde hace un año y medio. Imaginemos hospitales sin medicamentos y escuelas sin material escolar. Imaginemos una ciudad cerrada, abandonada a sí misma, sin una administración que funcione. E imaginemos que por ella circula dinero, y armas. Recordemos que una noche de avería eléctrica en Nueva York dio pie a pillajes y delitos en la mayor democracia del mundo… Entonces, ¿qué cabe esperar hoy de Palestina?

Nuestra política irresponsable ha conducido al hundimiento de las administraciones que habíamos establecido, al debilitamiento del poder establecido, a la extensión de la pobreza, a la reaparición de enfermedades que habían desaparecido –hasta el Banco Mundial lo admite–, y ello a pesar de los loables esfuerzos de la Comisión. Hoy acabamos de subir un peldaño más hacia la miseria: ¡los palestinos se matan entre ellos! Pero el escenario era previsible, Señorías. En vez de buscar la unidad de las dos grandes facciones palestinas, legitimadas por unas elecciones indiscutidas, en vez de apostar, desde el comienzo, por su unidad, decidimos jugar a imponer sanciones y de este modo dividirlas.

Mientras el Presidente Abbás arriesgaba su vida y se jugaba el todo por el todo en un intento de asegurar la formación de un Gobierno de unidad nacional basado en una plataforma política que se inspiraba en los principios del «Cuarteto» y respetaba los compromisos de paz anteriormente contraídos, nosotros nos cruzamos de brazos y nos limitamos a esperar. No supimos aprovechar el rayo de luz y las esperanzas generadas en La Meca.

Hoy, Javier Solana, de misión en la región, declara con razón: «Debemos apoyar la unidad palestina». ¡Pero no apoyaremos esa unidad enviando dinero y armas a una de las dos partes! Solo hay un medio, como todos saben: es político. Por esta razón, con algunos de mis colegas, les digo esto: ¡urge reconocer al Gobierno de unidad nacional! Hay que asentar su autoridad, hay que ayudarle a asentar su autoridad y garantizar la subsistencia de la población.

Quien siembra vientos, recoge tempestades: no soy la primera en decirlo. Pero si nos seguimos negando a tratar con los islamistas moderados, solo nos quedarán los radicales y extremistas, ¡y no dejarán oír su voz solo en Palestina!

 
  
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  Alexander Lambsdorff (ALDE).(DE) Señora Presidenta, la situación es realmente trágica. Grupos de radicales de Hamás están bombardeando Sderot día tras día con misiles Kassam y esos ataques, lejos de ser aleatorios, constituyen el quinto incumplimiento del alto al fuego.

Es evidente que se trata otra vez de desviar la atención de las luchas intestinas entre los propios palestinos, es decir, entre Hamás y Al Fatah, con combates que se han cobrado la vida de 55 palestinos, muertos a manos de palestinos. Ellos pensaron que había llegado el momento de centrar la atención en su enemigo común, Israel, ¿y cómo respondió Israel? Respondió amenazando con el puño. Este Gobierno israelí, cuyos niveles de aprobación se sitúan en torno al 3 %, está haciendo un favor a Hamás al tratar de eliminar el origen de los ataques por medios militares, causando más víctimas palestinas, cuyas muertes lamentamos. Hamás ha vuelto a ganar tiempo para sí misma y puede aplazar para otro día las concesiones políticas necesarias. Pero volvemos a tener la impresión de estar paralizados. Al fin y al cabo, en La Meca se hicieron concesiones; puede que no hayan sido suficientes, pero a pesar de la debilidad de La Meca, esas concesiones constituyen un paso importante en dirección a la paz. Ese acuerdo se ha hecho ahora añicos con esta reanudación de la violencia.

Creo, pues, que en este momento es oportuno y bueno que la Unión Europea insista en el cumplimiento de todas las condiciones del «Cuarteto» y de lo que se acordó en La Meca, antes de reanudar los pagos al Gobierno de unidad nacional. Esto no va en contra del llamamiento que el señor McMillan Scott ha a favor de una cooperación pragmática y plena, cuando eso beneficie realmente a los ciudadanos.

Pero no debemos abandonar este instrumento vital antes de que llegue el momento de hacer eso. Quiero animar al Consejo, a la Comisión y a la Liga Árabe a que hagan el esfuerzo de presionar, y me gustaría mucho ver que tienen éxito a la mayor brevedad posible.

 
  
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  Jan Tadeusz Masiel (UEN). – (PL) Señora Presidenta, señor Gloser, señora Comisaria, la Unión Europea ha conseguido mantener su credibilidad en la reciente cumbre celebrada en Samara. El señor Barroso, Presidente de la Comisión, y la señora Merkel, Presidenta del Consejo, no dudaron en hacer comentarios pertinentes y directos sobre el trato injusto recibido por Polonia, un Estado miembro de la Unión Europea, respecto a la cuestión de la carne. El señor Barroso y la señora Merkel hicieron también comentarios en la misma línea sobre los derechos humanos en Rusia.

Se plantea la pregunta de por qué la Unión no va más allá y hace hincapié en el destino de los palestinos en Israel, o el destino de Chipre, que ha estado bajo ocupación turca desde 1974. En el siglo XXI se siguen cometiendo graves injusticias a las mismas puertas de la Unión, y seguimos haciendo poco por ayudar a ponerles fin.

¿No moría la gente en Palestina antes de la creación del Estado de Israel? ¿Cuánto tiempo más permanecerá el ejército israelí de ocupación en los Territorios Palestinos? ¿Tienen derecho los palestinos a un Estado propio? Al pueblo judío se le negó un Estado propio durante mucho tiempo; ¿cómo pueden ahora privar a otros de ese derecho? Los palestinos responden a la ocupación permanente lanzando ataques contra Israel. En comparación con las acciones perpetradas por las fuerzas israelíes, las perpetradas por los palestinos son actos de aficionado.

Israel es quien tiene que dar el primer paso para facilitar la creación de un Estado palestino. Ese sería un primer paso para reducir la violencia en la región y favorecer la coexistencia.

La Unión Europea tiene el deber de ser la guardiana de la libertad en el mundo, sobre todo ahora que los Estados Unidos han renunciado a ese papel y se han puesto del lado de Israel. Es posible que los acontecimientos del 11 de septiembre no se hubieran producido si Estados Unidos hubiera mantenido su papel de guardián imparcial de la ley y la justicia en todo el mundo.

 
  
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  Johannes Voggenhuber (Verts/ALE).(DE) Señora Presidenta, señora Comisaria, señor Presidente en ejercicio del Consejo, habiendo dicho en el último debate, que tuvo lugar después de la victoria de Hamás, que Europa no debe volver a dejar nunca que la existencia de Israel se vea amenazada, regreso con una gran angustia y tristeza de mi viaje por Palestina. Quiero decir con eso que, aunque quería visitar Palestina, no había nada que encontrar allí; no encontré más que un territorio militarizado, desmembrado, dividido, un territorio donde los miembros de las familias viven separados entre sí y de sus lugares de trabajo, en donde los pueblos se ven privados de agua y de tierras fértiles.

Todo lo que puedo decirles, señor Presidente en ejercicio del Consejo, señora Comisaria, es que nadie puede vivir en esas circunstancias. El régimen de ocupación del Gobierno israelí no está haciendo que el país sea más seguro; se está poniendo en peligro al convertir a Palestina en un terreno abonado para la desesperación, el odio y la violencia. Puedo decirle, señora Comisaria, que la situación ha empeorado; y que seguirá empeorando, cosa que no puede ni debe sorprender a nadie.

Los políticos siempre encuentran difícil el análisis de medidas militares, pero una convicción fundamental que he sacado de mi viaje y que quiero compartir con ustedes es que este régimen de ocupación sirve también a otros fines: es evidente e innegable que sirve para proteger los asentamientos ilegales y las conexiones entre ellos. Sirve también para mantener los recursos hídricos del país en manos israelíes, para implantar un sistema de adquisición de tierras gracias al cual las fronteras de Israel puedan seguir avanzando. Por ese camino no se alcanzará la paz.

Como he dicho antes, ya nadie puede poner en peligro el derecho a la existencia de Israel y por eso, por muy crítico que uno pueda ser, y sea cuales sean las demandas que podamos hacer en aras de la paz en Israel, lo que quiero decir hoy es que tenemos que exigir que se abandone ese régimen de ocupación y prestar ayuda para la creación de un Estado palestino viable.

 
  
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  Luisa Morgantini (GUE/NGL). – (IT) Señora Presidenta, Señorías, los palestinos siguen muriendo y ya han muerto muchos; de nuevo, se les está imponiendo un castigo colectivo. La respuesta del ejército es contra un grupo de terroristas, a los que hay que hacer frente, pero de nuevo es el pueblo palestino el que paga las consecuencias.

Nuestra obligación y responsabilidad es reconocer nuestro fracaso como comunidad internacional, como partidos políticos y como movimientos: después de cuarenta años prosigue la ocupación militar de Israel y el muro está robando agua y territorio al futuro Estado palestino. La tragedia que se está produciendo se predijo muchas veces.

Desde 1980 hemos venido hablando de dos pueblos y dos Estados: un Estado existe, pero el otro no. El pueblo palestino se ve privado de libertad, humillado y expropiado, y es rehén de grupos extremistas que han secuestrado al pueblo y también a sus dirigentes. ¡No basta con eso! Realmente no basta con prometer que daremos más ayuda económica. La solución es política: poner fin a la ocupación militar y a la expansión de los asentamientos, reconocer al Gobierno palestino de unidad nacional, y trabajar por conseguir la unidad palestina, y no su división.

Tenemos que demostrar que la Unión Europea cree en la legalidad internacional y así se lo hace saber a Israel, que está continuamente infringiéndola. El país esta en efecto, día tras día, como dice David Grossman, perdiendo su misma moralidad. ¡Tenemos que actuar deprisa! Actuar deprisa, porque los palestinos y los israelíes y libaneses están pagando el precio de nuestra incapacidad y nuestros dobles raseros. Debemos reconocer al Gobierno y posiblemente también enviar una fuerza internacional de Naciones Unidas a Gaza y a Cisjordania. A mí eso me parece fundamental.

 
  
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  Georgios Karatzaferis (IND/DEM).(EL) Señora Presidenta, seguimos viviendo las consecuencias de un error cometido en 1947. Si no hubiera habido un reconocimiento unilateral de Israel y se hubiera reconocido entonces al Estado de Palestina, nos habríamos ahorrado un gran baño de sangre. Nuestra oficina de estadística ha concluido que toda la sangre derramada en la región podría haber salvado a un millón de niños con transfusiones de sangre.

Todas esas tragedias que han ocurrido con las torres gemelas, en Londres, en Madrid y otros lugares son el resultado de esta política en 1947, que hoy estamos perpetuando. ¿Para qué perderse en detalles interminables? ¿Tendremos mañana la fuerza suficiente para reconocer al Estado de Palestina? Eso sería un avance.

Estamos pitando el final del partido con el marcador en 90 – 10. Cuando el árbitro pita el final del partido con el marcados en 50 – 50, abandona el terreno de juego con la cabeza bien alta. Cuando pita el final del partido con el marcador en 60 – 40, el partido ha terminado, pero cuando pita el final con el marcador en 90 – 10, tanto las gradas como el campo se convierten en un infierno.

Nosotros somos, por tanto, responsables de ese infierno, porque hemos pitado el final del partido cuando el marcador estaba en 90 – 10. El mundo está en crisis y oímos hablar todos los días en el Parlamento Europeo de las armas nucleares de Irán. Nadie ha hablado nunca de las armas nucleares de Israel y eso no está bien. Si queremos ser justos, si queremos creer a nuestros ciudadanos e inspirarles confianza, tenemos que administrar justicia y solo habrá justicia con el reconocimiento del Estado de Palestina.

 
  
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  Jean-Claude Martinez (ITS).(FR) Señora Presidenta, señora Comisaria, el muro de Berlín puede haber caído, el imperio soviético puede ser cosa del pasado, el mundo se ha globalizado, pero al menos hay algo inmutable, un lugar donde la historia se ha detenido: Palestina. Esta Palestina que está convirtiéndose en el agujero negro de la humanidad: Gaza, los campos, los cohetes, las intifadas, los atentados, una sola tierra para dos pueblos, una guerra que dura ya 60 años. Es más, una avalancha de mitos, con explanadas, tumbas, patriarcas, templos, mezquitas, monoteísmo y cinismo, un cinismo compartido, por lo demás, por los duros de ambos bandos, por parte de Israel, la tecnología, la fuerza, la eliminación de Arafat, de Al Fatah, el estrangulamiento económico, los presos, en resumen, todo, pero sobre todo nada de negociaciones, Irán mejor que Iraq, chiísmo mejor que baazismo, y, por parte palestina, los duros tienen evidentemente la demografía de su lado a largo plazo.

Entre tanto, tres generaciones sacrificadas ya, y ¿qué hacemos nosotros? Pues bien, hacemos declaraciones, visitas, viajes –¿no es cierto, señor Solana?–, ayuda humanitaria. ¡Es todo! Ahora bien, este conflicto es un hijo lejano de los conflictos europeos de 1914-1918 y 1939-1945, y nosotros no hacemos lo necesario, caemos en el fariseísmo. Sin embargo, sabemos que hay que ir más allá de la reunión de urgencia, que hay que levantar los embargos, que hay que invertir, que hace falta un Camp David europeo, con todas las partes, Israel, Palestina y su Gobierno de unidad, pero también Siria, también Irán, también el Líbano, y sabemos también que hay que manifestar el derecho, los dos derechos, sin duda el derecho del Estado de Israel a existir en perpetuidad, pero también el derecho del Estado palestino a existir, a ser reconocido.

 
  
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  Charles Tannock (PPE-DE).(EN) Señora Presidenta, la reciente espiral descendente de violencia entre el movimiento secular armado de Al Fatah y las milicias islámicas de Hamás en Gaza es causa de grave preocupación, ahora que vemos las consecuencias de un liderazgo israelí debilitado después de la guerra del Líbano y un Presidente palestino también debilitado, Abbás, teniendo que tratar con los fundamentalistas religiosos dentro de Hamás, que ganó las elecciones el año pasado. Es evidente que los miembros de Hamás del Gobierno de unidad no son capaces de distanciarse de posiciones intransigentes basadas en puntos de vista oscurantistas y teocráticos según los cuales el Estado de Israel nunca podrá ser reconocido expresamente, la violencia terrorista está justificada y ellos no están vinculados a anteriores acuerdos firmados por el difunto Presidente Arafat.

Así que está claro que este Gobierno de unidad de la Autoridad Palestina no cumple los criterios del «Cuarteto» y la UE no puede levantar la prohibición sobre Hamás como organización terrorista ni financiar directamente a la Autoridad Palestina en este momento, encomendando al Mecanismo Temporal Internacional la entrega de ayuda humanitaria, que ahora asciende a 500 millones de euros anuales y que de hecho ha aumentado durante los últimos tres años. Entre los árabes se acepta cada vez más la conveniencia de una solución negociada, como evidencian las recientes propuestas de la Liga Árabe. Los israelíes reconocen los daños que causa en la economía y la sociedad israelí la continua violencia después de la reciente avalancha de más de 100 misiles Kassam lanzados por Hamás contra zonas civiles. De hecho, la semana pasada se produjo una muerte que constituye, desde mi punto de vista, un crimen de guerra en virtud del Derecho internacional.

Por lo visto, solo los extremistas tienen miedo de la paz. Sean cuales sean los orígenes del conflicto de Oriente Próximo, los Estados árabes reconocen cada vez más que Israel seguirá existiendo, mientras que los judíos de todo el mundo comprenden que la mejor manera de servir a la seguridad de Israel a largo plazo pasa por reconocer las aspiraciones legítimas del pueblo palestino de tener también su propio Estado seguro.

Sin embargo, primero la Autoridad Palestina ha de ser capaz de garantizar la paz y el orden en su propio territorio, cosa que no consigue hacer ahora. Asegurar la liberación del periodista de la BBC, Alan Johnston, y del soldado secuestrado, el cabo Shalit, sería un gran comienzo y crearía un clima propicio para restablecer la crucial «Hoja de Ruta» para las negociaciones de paz.

 
  
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  Hannes Swoboda (PSE). – (DE) Señora Presidenta, Señorías, quiero disculparme por tener que abandonar la Cámara justo después de mi intervención, puesto que he de irme para presidir algo. Ya sé que no es educado, pero quiero pedirles que lo entiendan y me disculpen.

Es indudable, por supuesto, que Israel tiene derecho a defenderse contra los misiles Kassam, porque lanzarlos contra instalaciones y poblaciones civiles es un crimen. Es una provocación para Israel, pero también para el Gobierno que actualmente ocupa el poder en Palestina. Podría incluso decirse que ese es el objeto principal de los ataques; ¿y qué está haciendo la Unión Europea al respecto?

Lamento tener que decir al señor Gloser que la respuesta que nos ha dado –en nombre de la Presidencia del Consejo, por supuesto– es claramente insatisfactoria, igual que la que nos dio en el último debate.

No estamos haciendo nada por fortalecer la mano de las únicas fuerzas que son capaces de actuar en contra de esos terroristas. Nuestras declaraciones no cambiarán nada, ni tampoco las acciones militares israelíes de represalia, por muy justificadas que estén en algunos casos, si la Unión Europea no da a este Gobierno una oportunidad. Digo «Gobierno», porque es cínico decidir con qué Ministros se reunirá uno y con qué Ministros no se reunirá; ya señalé la última vez que la Presidenta del Consejo se había reunido con el Ministro israelí de Asuntos Exteriores, pero cuando tuvo que reunirse con su homólogo palestino, alegó que no tenía por costumbre reunirse con Ministros de Asuntos Exteriores. Esta forma de hacer las cosas no va a dar realmente ningún resultado.

Aunque no tengo ningún deseo de complicarle la vida a la Comisaria de Relaciones Exteriores, ella nos ha dicho que apoyemos al Gobierno más que a Ministros concretos, y aunque los dos dicen que tenemos que apoyar a Abbás, en realidad no están haciendo eso cuando niegan su apoyo a este Gobierno y no favorecen la adopción de medidas contra el terrorismo y los que lo apoyan.

Ese es el problema; si Europa no se compromete a hacer eso, todas estas conversaciones no servirán de nada, ya que la paz solo puede establecerse desde dentro y habrá paz únicamente si hay, en Palestina, fuerzas con poder suficiente para imponer su voluntad al contar con el apoyo –sea político, moral o económico– de la Unión Europea en su lucha contra los terroristas. Eso ayudará tanto a los palestinos como a los israelíes. Permítanme decir una vez más que, para ayudar a Israel, hay que dar a este Gobierno una oportunidad. Ninguna otra cosa merece tomarse en serio.

 
  
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  Vittorio Prodi (ALDE). – (IT) Señora Presidenta, Señorías, quiero dar las gracias a la Presidencia y a la Comisión por su presencia. Claramente, el tiempo disponible me permite solo formular algunas reflexiones.

Palestina es un problema grave y urgente, y nosotros debemos tratar de frenar la espiral actual de violencia. El Gobierno de unidad nacional es nuestro único interlocutor, y nosotros tenemos que tomar nota de eso de una manera realista y tratar de ganar tiempo con un gesto de esperanza hacia Palestina. Podríamos enviar también una fuerza de interposición y tener el coraje, como Unión Europea, de ser un garante común de la seguridad de Israel y de Palestina. Esto tiene que basarse en una política de apertura hacia el mundo árabe, empezando por todo el Mediterráneo, y sin separar por tanto este conflicto del problema general de la relación entre el islam y Occidente.

Creo en un sueño: una Organización de las Naciones Unidas reformada que tenga su sede en Jerusalén, para que este tipo de esperanza pueda hacerse realidad. Podemos trabajar en ello; ¡creo que podremos conseguirlo!

 
  
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  Paul van Buitenen (Verts/ALE).(EN) Señora Presidenta, la Carta de Hamás es un texto sagrado con tres sellos islámicos. A diferencia de la OLP, que es secular, Hamás no reconoce el concepto de paz. La OLP puede querer una solución basada en la coexistencia de dos Estados, pero Hamás quiere eliminar a Israel.

¿Qué dice la Carta de Hamás? En el artículo 7 menciona un orden mundial islámico y la destrucción de todos los judíos. Según los artículos 22 y 28, los judíos estuvieron detrás de la Revolución francesa y rusa, de la Primera y la Segunda Guerras Mundiales, aunque también de las Naciones Unidas, del consumo de drogas y alcohol y del control de los medios de comunicación. Detener el conflicto con Israel es alta traición y los perpetradores serán malditos, según el artículo 32.

La cooperación con Hamás haría a la UE moralmente responsable de un proceso de paz encaminado a la eliminación de Israel. Hemos de ayudar a los palestinos, pero no allanando el camino a Hamás.

 
  
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  Bastiaan Belder (IND/DEM).(NL) Señora Presidenta, a principios de febrero, el periódico alemán Frankfurter Allgemeine Zeitung publicó un informe extremadamente lúgubre sobre la misión de policía de la UE en las regiones palestinas. El jefe saliente, un británico de nombre McGyver, no tuvo pelos en la lengua cuando dijo: «Estamos trabajando aquí en un cenagal de fraude y corrupción».

Meses más tarde, una escalada de rivalidad entre Al Fatah y Hamás no hizo más que empeorar las cosas. Se plantea necesariamente la pregunta de hasta qué punto el Consejo y la Comisión consideran conveniente continuar con la misión de la UE para establecer una fuerza de policía civil en Cisjordania y Gaza. Difícilmente querrán ustedes compartir una parte de la responsabilidad de esa profunda ilegalidad que impera en la región.

Mientras tanto, la agencia de noticias Reuters anunciaba ayer que la Unión Europea prorrogará su misión fronteriza en Rafah durante un año más, bajo el mismo y revelador lema: «Los palestinos son responsables de la frontera». Su policía no duda en interponerse en el camino de los traficantes de armas, drogas, dinero y seres humanos, según los confidentes palestinos, como el que habló conmigo. Pido al Consejo y a la Comisión que formulen la misma pregunta: ¿están ustedes dispuestos a asumir su responsabilidad en esto y hacerlo con un espíritu de humildad?

 
  
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  Günter Gloser, Presidente en ejercicio del Consejo. – (DE) Señora Presidenta, señora Comisaria, Señorías, les pido su comprensión por el hecho de que solo pueda hacer, en este momento, algunos comentarios breves, puesto que tengo una reunión con su Comisión de Asuntos Exteriores a las 18.00 horas, donde revisaré y evaluaré la última reunión del Consejo de Asuntos Generales y Relaciones Exteriores.

Aunque puedo entender todas las cosas que han dicho ustedes, sobre todo lo que han dicho sobre la base de sus propios viajes y conversaciones, les pido también que tomen nota de que fue la Unión Europea, especialmente las Presidencias anterior y actual, la que realmente hizo algo para relanzar el «Cuarteto» de Oriente Próximo y conseguir poner en marcha algún tipo de proceso, sin el cual la iniciativa de Arabia Saudí no habría tenido lugar, y por eso le pido que adopten una visión matizada y tengan en cuenta que algunas cosas no pueden atribuirse a la inmovilización de algunos fondos. Este es, al fin y al cabo, un conflicto entre palestinos. Hemos dicho, por supuesto –como dejé bien claro en la declaración realizada en nombre de la Presidencia–, en nuestras conversaciones con Israel, que tienen que devolver el dinero que pertenece a los palestinos, en forma de aranceles e impuestos, si desean asegurar una serie de medidas de infraestructura. La Comisaria ha comentado en repetidas ocasiones, y también al Consejo, las ayudas que ha concedido la Unión Europea en los últimos años. Puede que los ciudadanos tengan en ocasiones la impresión de que estamos prestando poca o ninguna ayuda, pero es justo lo contrario, porque la Unión Europea ha transferido, y durante un período muy crítico, más fondos de los que había transferido en otras condiciones anteriormente.

Al señor Davis le digo que no queremos que los palestinos, por el hecho de esperarlo todo, tengan que ser vistos como una especie de santos, pero una cosa que quedó clara en la conferencia de La Meca en la que se trató de crear un Gobierno de unidad nacional fue que tienen que cumplirse las condiciones en las que siempre ha insistido el «Cuarteto» de Oriente Próximo, y que son el derecho de Israel a existir, la renuncia a la violencia y también el cumplimiento de los compromisos adquiridos por el Gobierno anterior. Algunas cosas están cambiando, todavía no está claro que el Gobierno se haya comprometido con esas cosas. No hay absolutamente ninguna razón para que nosotros construyamos algún tipo de muro; el Gobierno de unidad nacional podría dar fácilmente ese paso; y podrían establecerse las condiciones. Después de todo, no estamos tratando esta cuestión como si fuera marginal: cada vez que se reúne, el Consejo considera la manera de hacer algún progreso. Como ya he dicho antes, la Presidencia está tratando de organizar, en un futuro inmediato, una reunión del «Cuarteto» de Oriente Próximo, puesto que sabemos cuánto depende de eso. El Alto Representante, que está actualmente en Beirut, muchos kilómetros al norte, sabe que no se trata solo de Palestina e Israel, sino que está también la cuestión de la seguridad del Líbano y su derecho a la autodeterminación.

Les pido que vayamos más allá de las meras palabras y tratemos de poner en marcha algunas iniciativas, no solo para que pueda haber un diálogo entre Israel y los palestinos, sino también para que puedan concederse ayudas financieras y para que nosotros podamos pedir –como he vuelto a considerar ahora– a Israel que facilite la libertad de circulación de los palestinos, de manera que no sigan viéndose acorralados como hasta ahora, en una situación con la que nadie puede estar satisfecho. Reclamo la indulgencia de esta Cámara, pero de verdad que ahora tengo que abandonar su debate.

 
  
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  Jana Hybášková (PPE-DE).(CS) Señora Presidenta, señora Comisaria, gracias por quedarse hoy aquí con nosotros. Al contrario que muchos diputados al Parlamento Europeo, yo he estado en Palestina más de una vez. En línea con lo que todo el mundo desea aquí, Israel ha abandonado Gaza y la ha entregado a un Gobierno libre y democráticamente elegido. Gaza no es, por tanto, una avanzadilla militar, es un país devastado por el extremismo, el fundamentalismo, el terrorismo, la corrupción y el cinismo de los propios señores de la guerra palestinos.

Señorías, ¿somos suficientemente ingenuos como para pensar que concediéndoles otros cientos de millones de euros sin unas directrices claras evitaremos que Jund al Islam o Mohamed Dahlan sigan cometiendo actos de violencia? ¿Creemos sinceramente que legalizando a los señores de la guerra y a terroristas como Jaled Mashal o Dahlan traeremos la paz a la región? Por fortuna, el Consejo y la Comisión han adoptado una postura firme y clara, y quiero darles las gracias por ello. Les agradezco que en este asunto tan complicado hayan adoptado la posición correcta. Debemos rechazar la violencia y rendir homenaje a las víctimas de Gaza y Cisjordania. Tenemos que manifestar claramente nuestra oposición a que Hamás utilice su poder en el Gobierno palestino para atacar a Israel en defensa de sus intereses claramente extremistas. No les recomiendo trabajar con Hamás, ni con los miembros de su Gobierno, que está claramente proscrito, ni con nuevas organizaciones de Al Qaeda como Fatah al Islam y Jund al Islam.

Pedimos al Gobierno palestino no solo que reconozca el intercambio de cartas entre Rabin y Arafat, sino que deje de mentir sobre el cumplimiento de la condición fundamental del reconocimiento de Israel. Pedimos al Gobierno palestino y a todos los políticos árabes, en particular a los saudíes y egipcios, que asuman todas sus responsabilidades políticas y humanas y participen de inmediato en las negociaciones de paz, que implican el pleno reconocimiento del Estado de Israel dentro de unas fronteras internacionales debidamente reconocidas. Pedimos a Al Fatah que inicie ya negociaciones con Hamás para el reparto de poder dentro de la Oficina del Presidente. Solo si adoptamos la posición correcta y tenemos un punto de vista claro, podremos ofrecer verdaderamente ayuda humanitaria y, lo más importante, apoyar la creación de un Estado palestino viable y democrático.

 
  
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  Jamila Madeira (PSE).(PT) Señora Presidenta, señora Comisaria, como han mencionado los anteriores oradores, el Parlamento Europeo ha estado en Palestina a principios de este mes. El momento era de enorme tensión, pero ahora, dos semanas después, la tensión es mayor y lamentablemente los ciudadanos de la región esperan cada vez menos de la UE. A pesar de las diferentes fuentes de tensión, el Parlamento Europeo procuró estar sobre el terreno. Estuvo allí, y hoy, a pesar de ese aumento de la tensión, el señor Solana está también en la región.

Vimos una situación de catástrofe humana, que la señora Comisaria ha descrito y que ustedes naturalmente conocen. Vimos también un muro de 852 km de longitud que, con el pretexto de combatir la violencia y mantener seguros a los israelíes frente a los ataques árabes, ha invadido el 25 % del territorio de Cisjordania y anexionado territorios cruciales para cualquier acuerdo de paz basado en el plan de 1967. Un muro que aprisiona a personas dentro de sus propias casas, que impide el acceso de los niños a la escuela, que impide a los campesinos cultivar sus tierras. Un muro que hace de Gaza la mayor prisión a cielo abierto conocida en el mundo. Una prisión de la que nadie entra ni nadie sale, por decisión de la policía israelí desde principios de 2006; o será que debo decir: ¡de la que nada entra ni nada sale!

Ante eso, todos nos quedamos mirando perplejos, todos negamos cualquier implicación. Hoy esperamos que los ojos y el corazón del señor Solana puedan transmitir alguna esperanza a esas poblaciones en nuestro nombre. Cuando estuvimos allí, les enviamos un mensaje y reconocimos el Gobierno que pide el «Cuarteto», y hoy pedimos aquí que efectivamente así siga siendo. Esperamos que el Consejo y la Comisión cumplan este compromiso, que cumplan sus obligaciones y que estén dispuestos a trabajar con todos.

Es preciso que se diga aquí, en los términos más claros, lo que la UE está realmente dispuesta a hacer. Demostremos al mundo una vez más que la paz solo puede conseguirse tendiendo la mano a los que lo necesitan y acabando con su desesperanza.

 
  
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  Hannu Takkula (ALDE). – (FI) Señora Presidenta, primero quiero decir que, escuchando el debate, me ha parecido que la panorámica es algo limitada. Cualquier ciudadano educado que haya seguido el debate posiblemente piense que muchos diputados al Parlamento Europeo conocen mal la historia de la región palestina e israelí. ¿Cómo surgió el Estado de Israel? ¿Qué fue la Declaración Balfour y demás? ¿Cuál fue la resolución de las Naciones Unidas en la época? ¿Cuál fue el fundamento de la partición? Es una vergüenza para nosotros, los diputados, que no hagamos antes nuestros deberes y que vengamos aquí y pronunciemos discursos muy emotivos sobre cosas que no conocemos necesariamente. Por eso es conveniente que nos paremos a pensar cuál es en realidad el problema en esta región y adquiramos una visión general de ella, en lugar de limitarnos a insinuar cosas por momentos.

Nosotros los europeos tenemos que apoyar la democracia y no el terrorismo. Nuestros valores son los derechos humanos, la libertad de pensamiento y el Estado de Derecho. Tenemos que defenderlos. Es más, si esos son nuestros valores, no podemos reconocer al «Gobierno de unidad nacional», que es una organización terrorista encabezada por Hamás. No podemos reconocerlos: como europeos, tenemos que adherirnos a nuestros valores democráticos.

 
  
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  Frieda Brepoels (PPE-DE). – (NL) Señora Presidenta, señora Comisaria, tras nuestra visita a Cisjordania y Gaza a principios de mayo, no puedo más que concluir que estamos más lejos que nunca de una solución estructural, a pesar del acuerdo alcanzado hace 40 años.

En Cisjordania se están creando numerosos asentamientos ilegales. No podemos hacer más que observar mientras aumenta, en lugar de disminuir, el número de puntos de control. En Gaza, el 87 % de la población vive por debajo del umbral de la pobreza. Sigue habiendo 41 diputados palestinos entre rejas y el tema del regreso de los refugiados no se ha tocado para nada. El muro está efectivamente convirtiéndose en el mayor del mundo, algo de lo que Israel puede sentirse seguramente orgulloso.

A pesar de ello, los palestinos tienen también derecho a la autodeterminación y a una existencia digna, y están dispuestos a realizar sacrificios y asumir compromisos. Han demostrado claramente y en repetidas ocasiones que desean la paz y la prosperidad para su pueblo.

Pero ¿sigue siendo este realmente el deseo de la comunidad internacional y la Unión Europea? Eso me pregunto a veces, sobre todo cuando he oído a la señora Comisaria decir hoy que, tras las conversaciones con el Ministro, escuchó la petición de apoyo realizada por el Gobierno de unidad nacional y que Abbás ha hecho la misma petición. Así que, ¿por qué no reconocen al Gobierno? ¿A qué están esperando realmente? ¿Cuándo prestarán finalmente ayuda directa a la Autoridad Palestina?

He escuchado a la Presidencia hablar de los requisitos del «Cuarteto», pero no debemos esperar a que el «Cuarteto» vuelva a reunirse. La Unión Europea podría tomar la iniciativa al respecto. Tenemos que hablar al Gobierno en su conjunto.

Por último, señora Comisaria, usted ha dicho que se están utilizando todos los instrumentos para obligar a Israel a devolver esos impuestos a los palestinos. No puedo imaginar a qué instrumentos se refería usted y quiero saber más sobre ellos, porque creo que no hay tiempo que perder ahora.

 
  
  

PRESIDENCIA DEL SR. DOS SANTOS
Vicepresidente

 
  
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  Béatrice Patrie (PSE).(FR) Señor Presidente, una vez más nos vemos obligados a llevar la siniestra contabilidad de Oriente Próximo. Desde el 6 de mayo, 36 palestinos, de ellos 11 civiles, han muerto a raíz de las incursiones israelíes en Gaza. Desde el otro bando se han efectuado 146 lanzamientos de cohetes sobre la ciudad israelí de Sderot, que han provocado 16 heridos. Los palestinos se enfrentan entre sí. En el Líbano, los 30 000 refugiados palestinos del campo de Nahr al Bared pagan los combates entre el ejército libanés y los extremistas de Fatah al Islam. A este respecto, hay que decir claramente que nunca existe una buena razón para martirizar a la población civil.

De forma más general debemos reclamar un cambio radical en la política europea para Oriente Próximo. Ya no es aceptable negarse a apoyar política y financieramente, y sin exclusiones, a un Gobierno palestino de unión nacional que tanto hemos deseado y que, de dar crédito al Ministro de Asuntos Exteriores palestino, al que recibimos recientemente, en primer lugar, respeta el pluralismo político; en segundo lugar, no pone en duda la existencia del Estado de Israel; en tercer lugar, reclama el reconocimiento de un Estado palestino con las fronteras de 1967 y, en cuarto lugar, reitera su apego a las resoluciones de la ONU y árabes, en particular por lo que respecta al tema de los refugiados.

Seamos lúcidos, la iniciativa de paz lanzada en la Cumbre de Riad no tiene ninguna posibilidad de éxito si nosotros, los europeos, no trabajamos por levantar el cerco político y económico que sufre el Gobierno palestino. Quince meses de bloqueo, el 70 % de la población viviendo por debajo del umbral de pobreza y un desempleo del 50 % constituyen las condiciones ideales para el auge del fundamentalismo y del terrorismo, pero no ofrecen las mejores bazas a un Gobierno para restablecer la ley y el orden. Ya que exigimos al Gobierno palestino que ejerza sus responsabilidades, nosotros debemos cumplir las nuestras.

 
  
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  Marios Matsakis (ALDE).(EN) Señor Presidente, de niño me complacía creer que todas las personas eran iguales. Al crecer, ya de joven me afectó mucho darme cuenta de lo equivocado que estaba y de que de hecho hay dos tipos de personas: aquellas cuya vida importa y aquellas cuya vida no importa. Luego me metí en política y aprendí que lo que realmente importa no es lo correcto, sino lo que aporta votos.

Hoy, como diputado al Parlamento Europeo, me he formado una opinión que a algunos puede sonar simplista y cínica de que en efecto hay dos tipos de personas: las que caen bien al Gobierno estadounidense y las que no. A la luz de este criterio, se puede humillar a los palestinos, dejarlos morir de hambre, encarcelarlos sin juicio, torturarlos, ejecutarlos, etc., sin que ello importe realmente, porque el Gobierno Bush y sus obedientes servidores, como los «blairianos» de este mundo, consideran que los palestinos son infrahumanos.

Por consiguiente, ¿por qué perder tiempo debatiendo la cuestión palestina si sabemos que no aportará nada significativo? Si realmente nos preocupa la cuestión, deberíamos concentrar nuestros esfuerzos en el Gran Amo del planeta, el señor Bush, e intentar convencerle de que los palestinos son humanos. Si lo logramos, cosa que dudo mucho, quizá podamos contribuir de forma constructiva a la solución del problema palestino.

 
  
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  Filip Kaczmarek (PPE-DE). – (PL) Señor Presidente, Señorías, todos queremos la paz en Oriente Próximo. Pero la sugerencia de que la Unión Europea debe reanudar la concesión de todo su paquete de ayuda financiera directa al Gobierno de la Autoridad Palestina es claramente prematura.

La celebración de elecciones democráticas en un país no es suficiente para justificar la concesión de ayuda europea. La Unión Europea se niega, sin duda, a permitir que el dinero de sus contribuyentes se gaste en algunos países democráticos.

Creo que existen dos motivos fundamentales para desautorizar ese gasto. El primero es que el país en cuestión simplemente no necesite nuestra ayuda. El segundo es que el país en cuestión no reconozca o no aplique los principios fundamentales que son cruciales para la Unión Europea.

Esta segunda razón es la que se aplica a Palestina. Esencialmente, la discrepancia respecto a la financiación no gira en torno a Israel ni a Palestina; gira en torno a nuestros propios principios. El beneficiario potencial se niega a reconocer el derecho del donante a aplicar algunos principios básicos.

No debemos perder el tiempo en discutir cuándo deben utilizarse los términos terrorismo o lucha por la libertad. Lo que debemos hacer en su lugar es debatir si se puede ayudar a una organización cuyo programa se centra en promover el uso de la fuerza contra otros. ¿Podemos apoyar a los que realmente no quieren la paz? La respuesta a esta pregunta sobre si debemos financiar a autoridades que no desean la paz es evidente, o así puede parecer. No debemos financiarlas. Las razones por las que debemos negar nuestro apoyo no tienen nada que ver con el caos en la Autoridad Palestina, ni con la incertidumbre que existe en torno al tiempo que el Gobierno de unidad nacional podrá probablemente gobernar. No tienen nada que ver con el tiempo que el Gobierno podrá ejercer un verdadero poder. No tienen tampoco nada que ver con el hecho de que 50 palestinos murieran la semana pasada en choques entre Hamás y Al Fatah, ni tienen nada que ver con el hecho de que los programas infantiles de televisión de la emisora Al Aksa pidan a los niños palestinos que ayuden a destruir a Israel y participen en la guerra. La principal razón por la que debemos negarles ayuda es porque tenemos que ser fieles a nuestros propios principios, valores y pasado.

Debemos dejar claro que la elección entre victoria y martirio ofrecida por el Primer Ministro Haniya es errónea y perjudica a los intereses nacionales del pueblo palestino.

 
  
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  David Martin (PSE).(EN) Señor Presidente, me ha animado un poco lo que ha dicho la Comisaria y, francamente, me he sentido muy deprimido por lo que ha dicho el Consejo. Parece increíble que el Consejo no sepa reconocer que la creación de un Gobierno de unidad nacional en Palestina era un riesgo político importante tanto para Al Fatah como para Hamás. La plataforma del Gobierno de unidad es una plataforma de negociación y un intento de lograr la paz, cosa que el Consejo no reconoce.

Creo y pienso que la mayoría de esta Cámara también lo cree ahora que ha llegado el momento de levantar todas las restricciones en nuestras relaciones con la Autoridad Palestina. La Comisaria ha dicho hoy que casi se han cumplido las condiciones para renovar la ayuda directa. Señora Comisaria, no esperemos la protección. Le ruego que acuda a la próxima reunión del Consejo de Asuntos Exteriores y les pida que reconozcan al Gobierno de unidad nacional de la Autoridad palestina. Si el Gobierno palestino no consigue mantener su promesa, por supuesto que podemos suspender nuestras negociaciones y nuestra relación con ellos, pero hemos de darles una oportunidad.

No cooperar con el Gobierno palestino no servirá para poner fin al ciclo de violencia ni para hacer frente a la grave crisis humanitaria a la que se han referido de forma tan elocuente muchos de mis colegas esta tarde. No cooperar con el Gobierno palestino tampoco servirá para alentar a Israel a poner fin a sus ataques financieros y militares contra Palestina. Incluso hoy, el Viceministro de Defensa de Israel ha advertido que su país podría seleccionar al líder de Hamás, el actual Primer Ministro Palestino, para asesinarlo extrajudicialmente. ¿Hay alguien que crea realmente que semejantes acciones pueden ayudar al proceso de paz?

 
  
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  Sarah Ludford (ALDE).(EN) Señor Presidente, después de la trágica incapacidad del Gobierno Bush de impulsar el proceso de paz entre Israel y Palestina en los últimos cinco años, la iniciativa de paz árabe es un rayo de luz poco frecuente. La liberación del cabo Shalit, de Alan Johnston y de los 40 legisladores palestinos sería una muestra de la muy necesaria buena voluntad. El hecho de que la UE y los Estados Unidos estén manteniendo relaciones con los Ministros palestinos de Asuntos Exteriores y Finanzas demuestra que no hay ningún boicot ni negativa a entablar un diálogo, y los cientos de millones de euros de ayuda humanitaria significan que no hemos dado la espalda a los apuros de la población.

Sin embargo, es muy difícil pensar en la reanudación del apoyo presupuestario a la Autoridad Palestina cuando el Gobierno de unidad no ha cumplido las exigencias del «Cuarteto», a pesar de que algunos afirmen lo contrario. Aunque no atribuyéramos al Primer Ministro Haniya las continuas declaraciones de portavoces de Hamás de que destruirán Israel, no podemos pasar por alto que la pasada noche invocó a Dios o al martirio para unir a los palestinos. Los colegas que querían alegar pragmáticamente que el Gobierno de unidad es el mejor trato posible deberían utilizar esta justificación para cenar con ellos y no intentar persuadirnos de que ha sucedido algo cuando realmente no ha sido así.

 
  
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  John Bowis (PPE-DE).(EN) Señor Presidente, nuestro mensaje a todos los israelíes, a todos los palestinos, a todos los miembros de Hamás o Al Fatah ha de ser: en nombre de vuestro dios y por el bien de vuestros hijos, ¡parad!

Hoy, el portavoz israelí amenaza con matar al Primer Ministro electo de Palestina; Hamás amenaza con vengarse; Al Fatah y Hamás mantienen un tira y afloja entre ellos; el asesinato de la familia palestina en una playa de Gaza provocó la captura del soldado Shalit, que desembocó en el ataque y el contraataque, ojo por ojo, y suma y sigue. Parad; pensad; hablad. Liberad al soldado Shalit, liberad a Alan Johnston y liberad al presidente y a los 40 diputados al Parlamento palestino elegido. Y a la UE quiero decirle que entable relaciones tanto con el Gobierno palestino como con en Gobierno israelí.

En segundo lugar, se dice que hay que encontrar maneras de acabar con las causas de la violencia, y la principal causa es la pobreza. La pobreza palestina se ha disparado y la pobreza se debe a los impuestos retenidos, a los empleados que no cobran sus sueldos, al embargo comercial y bancario. Es hora de que todo eso acabe antes de que genere más violencia. Es hora de parar y retirar los asentamientos ilegales. Es hora de parar y desmantelar ese muro espantoso, cruel e inmoral, y es hora, señora Comisaria, de publicar el documento recopilado por los jefes de misión en Jerusalén y Ramala, que informaron sobre Jerusalén Este y señalaron que las actividades de Israel en Jerusalén constituyen una violación tanto de sus obligaciones en virtud de la «Hoja de Ruta» como de la legislación internacional.

Digámoslo abiertamente; hablemos, y convenzamos a todo el mundo de que piense en el futuro de sus hijos, pare la violencia y trabaje por la paz.

(Aplausos)

 
  
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  Libor Rouček (PSE).(CS) La violencia y la agitación prosiguen en territorios palestinos. Las agencias de noticias de todo el mundo traen diariamente noticias de las cifras de heridos y muertos. A pesar de las reiteradas declaraciones de alto al fuego entre Fatah y Hamás, el conflicto armado entre las dos facciones continúa. El bombardeo de la población de Sderot en la Franja de Gaza y las represalias del lado israelí también continúan. Los trabajadores sanitarios y los profesores palestinos han convocado una huelga, y los policías palestinos y otros funcionarios públicos no han recibido su paga. Como se ha dicho en varias ocasiones, la pobreza se está extendiendo rápidamente. Más del 80 % de los palestinos en la Franja de Gaza viven con menos de 2 dólares estadounidenses al día.

Lo que ocurre es que Palestina e Israel necesitan nuestra ayuda porque no podrán escapar de la espiral de violencia por sí solos. Yo me encuentro entre los diputados al Parlamento Europeo que piden más y mejor ayuda de la UE. Quiero, por tanto, pedir a la Comisión, una vez más, que haga todo lo posible por movilizar la ayuda internacional con la mayor rapidez y efectividad posible. Creo que de lo contrario aumentará la probabilidad de que el autogobierno palestino se desmorone del todo y estalle una guerra civil entre todos, con consecuencias incalculables no solo para Palestina, sino también para el resto de Oriente Próximo. Lo mismo puede decirse también del Líbano.

 
  
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  Benita Ferrero-Waldner, miembro de la Comisión. (EN) Señor Presidente, ha sido un debate muy apasionado y lo comprendo perfectamente, puesto que, como he dicho antes, todos sentimos una gran frustración. Pero han de comprender ustedes que, en los últimos 10 años, la Unión Europea ha intentado realmente desempeñar un papel importante en el proceso de paz, no para atizar el conflicto, sino para lograr la paz o ayudar a lograr la paz. Al final siempre es necesario que ambas partes estén dispuestas, aunque nosotros intentamos presionarlas. Estábamos bastante satisfechos de ser un miembro importante e influyente del «Cuarteto».

Sin embargo, solo podemos facilitar el advenimiento de esta paz. Esto significa que hemos de mirar a ambos lados. No podemos concentrarnos solo en un lado, y por ello creemos que abrazamos los tres principios del «Cuarteto» como importantes principios básicos. Realmente es el Consejo, y no la Comisión, el que puede reconocer al Gobierno; reúne a 27 Estados miembros. Comprendo que me pidan ustedes que lo haga, pero no soy quién para tomar esta decisión.

Sé que hay un instrumento que han mencionado ustedes indirectamente: la cancelación o suspensión del acuerdo de asociación con Israel; pero ¿creen ustedes realmente que eso cambiaría algo? Yo no lo creo. Dejaríamos de ser un facilitador de este proceso, así que creo que es el instrumento equivocado en estos momentos.

El instrumento que tenemos es un diálogo político continuo, en el que todas las partes trabajan con todas las partes, pero no hemos de olvidar que el «Cuarteto» también tiene otros miembros, como los Estados Unidos de América, como ya se ha dicho. Es muy importante que sintamos que se ejerce presión también desde ese lado. En los últimos meses hemos visto un esfuerzo mucho mayor por parte de los Estados Unidos, en especial de Condoleezza Rice. Todos lo hemos aplaudido y hemos intentado seguir adelante. La Presidencia alemana, en particular la señora Merkel, aunque también el Ministro de Asuntos Exteriores, el señor Steinmeier, han intentado realmente avanzar.

Una solución política nunca puede lograrse con violencia. Por desgracia, ahora volvemos a tener violencia. Puedo prometer y esto es competencia de la Comisión que seguiremos manteniendo relaciones con el Gobierno de Unidad Nacional, como hemos empezado a hacer. Pero hemos dicho que nuestra política es un compromiso gradual y que no podemos hacerlo todo. Incluso Salam Fayad me dijo, cuando me reuní con él por primera vez después de la formación del Gobierno, que necesitaría algún tiempo para aclarar la situación en el Ministerio de Finanzas, y esto todavía no se ha hecho del todo. Por ello, casi hemos llegado, las condiciones técnicas estarían reunidas, pero también saben ustedes que el Consejo ha de darnos cierto respaldo político. Quiero que comprendan estas cosas.

Creo que la situación es muy dramática, y espero que el Consejo comprenda que hemos de entablar relaciones para poder ayudar a este Gobierno de unidad nacional a crear la plataforma adecuada para continuar con el proceso de paz y con las conversaciones en el horizonte político. Sabemos que es una situación complicada y por ello he dicho que veo al menos una esperanza positiva en el hecho de que la Ministra de Asuntos Exteriores, la señora Livni, asista a la próxima reunión del Consejo después de la reunión sumamente positiva que hemos mantenido con la Liga Árabe, pero estoy de acuerdo en que la situación es muy difícil y, aparte de ello, son siempre las facciones y los diferentes grupos radicales que están fuera del Gobierno los que quisieran hacer descarrillar todo el proceso. Se trata de un círculo vicioso y estoy de acuerdo en que hemos de intentar romperlo.

Una de sus Señorías ha mencionado que hemos ampliado nuestra misión para controlar el puesto fronterizo de Rafah. Lo hicimos porque creemos que es importante establecer la libertad de circulación de mercancías y personas. Yo misma he examinado esto con el Primer Ministro Olmert. Recuerdo mi última visita allí cuando decidí tratar esta cuestión y ocuparme realmente de los detalles. Pero hay cuestiones de seguridad. Por desgracia, hay terroristas suicidas que cruzan las fronteras, se pasan de contrabando muchos fondos, así que siempre tenemos los dos lados de este conflicto, pero creemos que es importante prolongar esta misión en el puesto de Rafah, porque solo con la Unión Europea existe una posibilidad de que haya una apertura.

Estamos participando. Asimismo trabajamos con el Ministro de Finanzas, no solo en el Mecanismo Temporal Internacional (MTI), sino también en la creación de instituciones y asistencia técnica, ayudándoles en especial con la cuestión de los derechos de aduana, la recaudación de impuestos y la auditoría. Esto fue lo que pidió Salam Fayad, así que colaboramos con ellos. He dicho que también consideraremos lo que podemos financiar quizá a través del MTI en lo que respecta a los deseos particulares, no solo aquellas cosas que hemos financiado hasta ahora para ayudar a la población a sobrevivir, sino yendo más allá.

Esto es lo que puedo ofrecerles en esta situación delicada y difícil. Hemos de seguir presionando y uniendo a las diferentes partes. Espero que sigamos teniendo esa oportunidad.

 

15. Turno de preguntas (preguntas a la Comisión)
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  El Presidente. De conformidad con el orden del día, se procede al turno de preguntas (B6-0018/2007).

Se han formulado las siguientes preguntas a la Comisión.

Primera parte

 
  
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  El Presidente.

Pregunta n.º 30 formulada por David Martin (H-0301/07)

Asunto: Las consecuencias negativas de los objetivos de la UE respecto a los biocarburantes

El 83% del aceite de palma a escala mundial se produce en Indonesia y Malasia. En parte como respuesta a la creciente demanda de biocarburantes por parte de la UE, tanto Indonesia como Malasia están deforestando grandes superficies de tierra, a menudo bosques tropicales, para plantaciones de aceite de palma. ¿Está informada la Comisión de que, según un reciente informe de las Naciones Unidas, el 98% de estos bosques ya no existirá en el año 2022? ¿Está informada la Comisión de los efectos de la deforestación sobre la fauna nativa, por ejemplo, del hecho de que muchos orangutanes acaban en centros de rehabilitación sin apenas esperanzas de ser liberados? Según un grupo de presión neerlandés, el 50% del espacio para nuevas plantaciones se consigue mediante drenaje y quema de la turba, lo que libera grandes cantidades de dióxido de carbono.

¿Cómo puede la Comisión conciliar el objetivo de la UE de reducir la emisiones en un 20% para 2020 con el posible incremento de las emisiones de carbono de Indonesia y Malasia (el mismo grupo de presión clasifica a Indonesia como el tercer productor del mundo de CO2)? ¿Qué planes tiene la Comisión para introducir el bioetiquetado de aceites de palma «sostenibles»? ¿Se propone la Comisión examinar la posibilidad de una prohibición de importación de biocarburantes a la UE?

 
  
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  Andris Piebalgs, miembro de la Comisión. (EN) La Comisión comparte plenamente la preocupación de su Señoría sobre la deforestación y el drenaje de las turberas en el sudeste asiático. Conoce el vínculo con el rápido crecimiento de la demanda de aceite de palma. La producción de aceite de palma está creciendo cerca de un 9 % anual y más del 80 % de la producción procede de Malasia e Indonesia.

A la hora de decidir cómo abordar este problema, es esencial tener una clara idea del suministro y de la demanda de aceite de palma. En 2006, cerca del 1 % de los biocarburantes del mundo procedían del aceite de palma indonesio y malasio. El aceite de palma se utiliza hoy en día principalmente en la alimentación y otros sectores no energéticos. En 2006, solo el 1 % de la producción de aceite de palma de Indonesia y Malasia se utilizó para la producción de biocarburantes.

Sin embargo, es probable que en el futuro aumente la demanda de bioenergía y no solo en la Unión Europea y que ello provoque un incremento de la producción de aceite de palma para los biocarburantes. Dicho esto, la Comisión sabe que si no se hace nada, la creciente demanda de biocarburantes, vinculada al objetivo de la UE respecto a los biocarburantes para 2020, podría crear presiones ambientales adicionales, que podrían ser contrarias al enfoque sostenible apoyado por el Parlamento, la Comisión y el Consejo.

Actualmente no existe una certificación obligatoria que garantice que las selvas tropicales y las turberas del sudeste asiático no sufran a raíz de la producción de aceite de palma, independientemente del uso que se le dé a este. Por ello, en el marco de esta propuesta legislativa, la Comisión incluirá un régimen de sostenibilidad de los biocarburantes diseñado para garantizar que el sector de los biocarburantes desempeñe su papel a la hora de abordar esta cuestión.

La Comisión está trabajando en estos momentos sobre este régimen. Su intención es incluir medidas para evitar que las selvas tropicales y las turberas se dediquen a la producción de biocarburantes, así como medidas para evitar el uso de métodos de producción que no resulten eficientes por lo que respecta a la emisión de gases de efecto invernadero. Estas medidas se aplicarán tanto a los biocarburantes de producción propia como a los importados. En vista de ello, cualquier intento de abordar de forma exhaustiva el impacto del cultivo del aceite de palma sobre el medio ambiente debería tener en cuenta la producción de aceite de palma para todos los usuarios finales.

La Comisión, el Consejo y el Parlamento han expresado su apoyo a un enfoque equilibrado de los biocarburantes en el cual la producción propia y las importaciones contribuyan a cumplir los requisitos, pero la producción se realice sobre una base sostenible.

 
  
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  David Martin (PSE).(EN) Gracias, señor Comisario, por su respuesta. ¿Acepta usted que el objetivo de la política de biocarburantes de la Unión Europea es reducir las emisiones mundiales, y no solo las emisiones de la Unión Europea? Lo que me preocupa y lo que motiva esta pregunta, es que si solo medimos las emisiones de los biocarburantes en Europa y no las emisiones implicadas en la producción y el transporte de dichos biocarburantes, podríamos no estar contribuyendo a la reducción de las emisiones mundiales.

Me complace oír lo que ha dicho el Comisario acerca del régimen de sostenibilidad. ¿Estudiará la Comisión cómo podemos establecer una distinción entre biocarburantes buenos y malos desde el punto de vista de las emisiones?

 
  
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  Andris Piebalgs, miembro de la Comisión. (EN) Estoy totalmente de acuerdo en que nuestro programa global es luchar contra las emisiones mundiales de CO2 y por este motivo desde luego examinamos la huella de carbono del uso de biocarburantes.

Al mismo tiempo, si los biocarburantes producidos en una región tienen que ser transportados a otra región, no podemos prohibirlo de forma artificial. Por esta razón, nuestro régimen deberá asegurar que los mejores biocarburantes sean los que más apoyo reciban y por consiguiente es una parte del régimen que no alentará el transporte de aceite de palma para abastecer a nuestro mercado.

Además, creo que es sumamente importante comprender que tenemos que buscar paralelamente una manera de proteger las turberas y las selvas tropicales. Porque, hagamos lo que hagamos, quizá seamos sostenibles. Habrá otras regiones que no vayan más que a por aceite de palma.

Así pues, en las negociaciones que están a punto de empezar en Bali, tenemos que impulsar un régimen de protección de las selvas tropicales, al tiempo que hemos de considerar cómo alentar la plantación de más bosques en el mundo, no para producir aceite de palma para nuestro transporte, sino para reducir las emisiones de CO2 del transporte en su conjunto.

 
  
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  Danutė Budreikaitė (ALDE). – (LT) Señor Presidente, señor Comisario, quiero preguntar cómo puede verse afectado el mercado alimentario por un aumento de la producción de biocarburantes. El maíz americano utilizado para producir biocarburante es significativamente más caro que el grano. En el futuro, cuando vayamos adoptando esas fuentes de energía renovables, ¿tendremos crisis en el mercado de la producción alimentaria?

 
  
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  Andris Piebalgs, miembro de la Comisión. (EN) La pregunta está justificada. En la Unión Europea hay muchas tierras que no se utilizan. Por ello, buena parte de esta tierra podría usarse para la producción de biomasa, no solo para biocarburantes, sino también para generar calor, refrigeración o electricidad. Diversos países tienen una situación que es sostenible; producen el 12 % de su electricidad a partir de la biomasa. Al mismo tiempo, también producen biocarburantes. Por consiguiente, hay un potencial para el uso de esas tierras. Si miramos la segunda generación de biocarburantes, hay tierras que podrían usarse para producirlos.

La Comisión ha calculado que la Unión Europea podría cubrir el 14 % de sus necesidades, aunque no importáramos biocarburantes de otras partes del mundo.

En lo que respecta al incremento del precio de los productos alimenticios, este se ve influido por muchos elementos. Ha mencionado usted el ejemplo del maíz. El precio del maíz se decide en el mercado mundial y se ve afectado en gran medida por la fuerte sequía en Australia y el posible crecimiento en los Estados Unidos. Existe cierta correlación si un agricultor puede optar entre usar sus tierras para producir biocarburantes o alimentos básicos. Pero creo que el mercado responderá adecuadamente y, si se pone en práctica nuestro sistema de sostenibilidad, que alentará la producción de biocarburantes con menos emisiones de CO2, habrá un equilibro en este mercado.

Nunca he dicho que seamos capaces de sustituir todo el petróleo que usamos por biocarburantes. Es cierto que hay un potencial, tanto en la Unión Europea como a escala mundial, pero nunca sustituirá al petróleo que usamos. En este momento diría que no es una cuestión de precios de los alimentos o del uso de biocarburantes, porque a escala mundial los biocarburantes se utilizan muy poco y sin duda no influyen para nada, en estos momentos, en el precio de los alimentos.

 
  
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  Reinhard Rack (PPE-DE).(DE) Señor Comisario, ha dicho usted con razón que tiene mucho sentido que ahora utilicemos los barbechos para el cultivo de plantas a partir de las cuales pueden obtenerse carburantes. Eso contribuye de hecho a un problema en lo que respecta a la producción de cebada para la elaboración de cerveza, puesto que las subvenciones para la producción de biocarburantes hacen del cultivo de otros productos una propuesta más atractiva para los agricultores, así que de vuelta a casa, hemos tenido problemas que afectan a nuestra propia economía, con el cultivo de los productos necesarios para la elaboración de cerveza, que no es el menos importante de los sectores de la economía.

 
  
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  Andris Piebalgs, miembro de la Comisión. (DE) Cabe preguntar qué es más importante: ¿los alimentos o la energía? En los tiempos en que todavía teníamos nuestros propios suministros de crudo y gas natural, la situación era muy diferente; ahora tenemos que importar todo. Aunque sabemos que la demanda mundial de crudo y gas natural es cada vez mayor, seguimos aspirando a mantener el mismo nivel de bienestar y, en consecuencia, tenemos que dedicar una parte de nuestros esfuerzos a la producción de energía. Como ya he dicho, en la actualidad tenemos tanto en forma de reservas y opciones que tenemos que hacer el mayor uso posible de estas últimas.

Pero tenemos que ser también suficientemente inteligentes como para no hacer algo por lo que tengamos que pagar después un alto precio. Los sistemas que estamos ideando constituyen un primer paso. Podemos organizarlos de forma que no planteen en el futuro grandes problemas a la industria alimentaria.

 
  
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  El Presidente.

Pregunta n.º 31 formulada por Danutė Budreikaitė (H-0303/07)

Asunto: Acuerdo sobre energía entre los Estados miembros de la UE y Rusia

La publicación, en enero de 2007, por parte de la Comisión, del «paquete energético» dio un nuevo impulso a los esfuerzos de algunos Estados miembros por abastecerse de recursos energéticos de Rusia mediante la celebración de acuerdos bilaterales o trilaterales con este país.

Rusia, Grecia y Bulgaria firmaron un acuerdo sobre un oleoducto que unirá el Mar Negro con el Egeo. Su construcción deberá comenzar a finales de 2007, y deberá estar terminado en 2011.

Hungría construirá con la empresa rusa Gazprom el gasoducto «Energía azul», que empezará en Turquía y cruzará Bulgaria y Rumanía. Su trazado será el mismo que el del oleoducto Nabuco proyectado por la UE. El nuevo acuerdo con Rusia se denomina «Acuerdo para la diversificación del suministro de gas».

¿Qué opina la Comisión sobre dicha diversificación del suministro energético cuando el proveedor es el mismo, la empresa Gazprom? ¿Qué repercusiones podrían tener dichos acuerdos en la ejecución de la política energética común de la UE?

 
  
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  Andris Piebalgs, miembro de la Comisión. (EN) Ya hemos debatido antes estas cuestiones: cómo abastecer a la Unión Europea con suficientes recursos energéticos. Como sabe su Señoría, hoy en día el 50 % del suministro de energía está cubierto por las importaciones y sabemos que en el futuro el porcentaje será incluso mayor. Podría ser el 65 %, con más del 80 % de gas importado e incluso más petróleo, con un 90 % importado.

Por este motivo seguiremos trabajando con todos los proveedores tradicionales. En el caso del gas, el proveedor es Rusia, que actualmente cubre el 27,5 % de nuestros suministros. El petróleo suministrado por Noruega representa un 14 % y el de Argelia un 12,5 %. Por este motivo, estamos interesados en reforzar los vínculos con los proveedores tradicionales y obtener más rutas de suministro. Las rutas de suministro que ofrecen gas y petróleo están expuestas a peligros. Podría mencionar una explosión reciente en el sistema de gasoductos ucranianos. Ello afectó sin duda al transporte, pero dado que había otras vías de suministro de gas, no repercutió en el mercado interior de la UE. Sin embargo, es evidente que tener más rutas de suministro resulta más beneficioso para los consumidores.

No debería exagerarse la dependencia de la UE con respecto a Rusia, porque está claro que, al tener Rusia los mayores recursos de gas y al ser uno de los países con mayores recursos de petróleo, es natural que los suministros de Rusia figuren en los primeros puestos de nuestra lista de importaciones. El oleoducto de Burgas a Alexandrópolis es en mi opinión un proyecto muy importante porque evita los estrechos turcos. De esta manera, en primer lugar reduce la posibilidad de una catástrofe ambiental y en segundo lugar es una ruta de suministro adicional para canalizar el petróleo que se produce al norte del mar Caspio hacia los mercados europeos. Por consiguiente, este proyecto también cuenta con el apoyo de la Comisión porque es una ruta de suministro adicional y no incrementa nuestra dependencia de Rusia.

Al mismo tiempo es muy importante diversificar, primero porque depender de un único proveedor le permite imponer el precio y también influir en las decisiones de los consumidores. Por ello, la Unión Europea ha diversificado activamente sus fuentes de suministro. Una de las zonas en que hemos obtenido abastecimientos este año es el mar Caspio y Shah-Deniz en Azerbaiyán, donde hemos establecido una muy buena cooperación con los países que rodean Azerbaiyán, Georgia y Turquía.

Nabucco será el próximo proyecto que se ejecutará. Nabucco es un proyecto más ambicioso. Necesitará algo más de tiempo, pero estamos en vías de obtener abastecimientos de esta fuente a través del cuarto corredor potencial de suministro de gas. Al mismo tiempo, también estamos diversificando los suministros de petróleo, pues se ha anunciado un proyecto entre Samsun y Ceyhan, un proyecto adicional de suministro de petróleo que llevará petróleo desde la región del mar Negro y del mar Caspio hacia la Unión Europea.

Estamos alentando la cooperación con estos países alrededor del mundo porque, a pesar de que hay tres grandes proveedores en el mercado del gas Rusia, Irán y Qatar, hay otros proveedores que podrían aumentar el suministro. Noruega aumentará el suministro a la Unión Europea en los próximos años casi un 50 %. Lo mismo está sucediendo con Argelia, que ofrecerá suministros adicionales y cada vez llegan más terminales de GNL.

Por ello, creo que deberíamos seguir trabajando con Rusia. Deberíamos seguir comprando recursos energéticos porque, para Rusia, la UE es el mejor mercado posible, ya que es el mercado más cercano y desde hace algún tiempo existen vínculos mutuos, pero para la seguridad del suministro es importante diversificar.

Además, quiero recalcar dos otros elementos, porque nunca se puede depender únicamente de las importaciones. Es importante desarrollar fuentes de energía dentro de la Unión Europea, utilizar la energía con extrema eficiencia y desarrollar una infraestructura energética interior, bien con oleoductos, bien con líneas de transmisión de electricidad. La Unión Europea trabaja activamente en todos estos ámbitos, aunque siempre reconocemos que cada país decide sobre su propia combinación de fuentes de energía. Pero a través de los instrumentos del mercado interior y a través de los instrumentos que nos da la legislación europea, estamos alentando el uso de recursos locales y una alta eficiencia energética.

 
  
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  Danutė Budreikaitė (ALDE). – (LT) Doy las gracias a nuestro colega de la Comisión por la respuesta y las esperanzas manifestadas de que encontraremos otras fuentes de energía alternativas. Como decía en mi pregunta, y refiriéndome a la situación actual, es evidente que, con independencia de los acuerdos que existen, en el otro extremo del oleoducto o el gaseoducto está Rusia. Rusia ha interrumpido el suministro de petróleo a Lituania, y está haciendo lo mismo con Letonia. Por tanto, no podemos confiar demasiado en esa fuente de suministro. Con todo, les pido que hagamos todos un esfuerzo conjunto para tratar de ejecutar rápidamente proyectos para otras fuentes de energía alternativas.

 
  
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  Andris Piebalgs, miembro de la Comisión. (EN) Bueno, siempre he aconsejado a los Estados miembros que sean activos. Espero que oigan lo que está diciendo su Señoría y lo que estoy diciendo yo, porque siempre es importante que los Estados miembros cooperen entre sí y busquen alternativas. En teoría, si es necesario, los Estados bálticos podrían usar una terminal de energía adicional.

Pero los Gobiernos son los que han de decidir cómo diversificar y cómo cooperar y cómo lograr una interconexión. Me complace mucho que hayamos logrado interconectar el mercado de los países del Báltico con Finlandia. Ahora, la gran tarea es lograr la interconexión con Polonia y en el futuro con los demás países nórdicos. Ello eliminaría también el riesgo de que una eventual interrupción del suministro de una fuente afecte a todo el país.

 
  
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  Paul Rübig (PPE-DE).(DE) Señor Comisario, tengo interés en saber cómo se va a garantizar la ayuda económica para las redes transeuropeas (RTE); si se ha fijado una fecha para la transferencia real de fondos para esas redes transeuropeas –como Nabucco o Bluestream, por ejemplo– y si espera usted que podrá elaborarse un calendario a tiempo para la revisión de 2008.

 
  
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  Andris Piebalgs, miembro de la Comisión. (DE) La Comisión puede ofrecer solo ayuda parcial en este ámbito, puesto que tenemos menos recursos a nuestra disposición para ese fin en el Presupuesto. Pero, por supuesto, apoyamos a las empresas y corporaciones que pueden invertir dinero en esto, porque la inversión en el transporte de energía tiene un gran interés desde el punto de vista económico. Lo que sí puedo decir es que el calendario para Nabucco se ha decidido ya y que se ha fijado la fecha de 2012. La Comisión ha concedido ya alguna ayuda económica, pero el respaldo político es también importante. En los próximos meses se dará a conocer el nombre del coordinador del proyecto, y eso se hará, como no, en colaboración con esta Cámara.

Creo que la aprobación del paquete energético nos permitirá volver a esta cuestión cuando se debatan las perspectivas del Presupuesto; yo también creo que es necesario destinar más fondos a las redes de energía transeuropeas en vista de que las direcciones implicadas posiblemente tengan importancia estratégica, pero no son rentables para el sector empresarial. Por ese motivo necesitamos más dinero, pero todavía tenemos tiempo para analizar todas estas cosas y elaborar una propuesta.

 
  
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  Justas Vincas Paleckis (PSE).(EN) Gracias por sus respuestas, señor Comisario, han sido realmente impresionantes.

Quisiera preguntarle si la Comisión ha notado que Rusia nunca ha creado dificultades en lo que respecta a abastecer de petróleo y gas a los «viejos» Estados miembros, mientras que con Lituania, Letonia, Hungría y otros nuevos Estados miembros ha habido muchas dificultades. ¿Qué piensa usted sobre estas modalidades de trato de primera y segunda clase?

 
  
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  Andris Piebalgs, miembro de la Comisión. (EN) Esto tiene dos explicaciones. En primer lugar, en ocasiones las políticas de los nuevos Estados miembros no han sido muy claras con respecto a la diversificación; al menos algunos de los nuevos Estados miembros no han intentado alentar tanta diversificación como sería posible, por lo cual dependen más de un único proveedor: Rusia.

En segundo lugar, no creo que Rusia lo haga a propósito; es simplemente que esos países son los primeros en la línea cada vez que se interrumpe el suministro y, dado que están más expuestos que los antiguos Estados miembros en cuanto a diversificación del suministro, se ven más afectados. Los Estados miembros deberían invertir mucho más en la diversificación de las fuentes de energía, de las rutas de suministro y de los proveedores.

Además, cuando está afectada la infraestructura, esos países son los primeros en tener un problema, porque las redes históricas se construyeron precisamente para conectar a Rusia, como proveedor, con esos países, como consumidores. Por ello existe esta percepción, pero repito que la diversificación es la clave para evitar esta situación, y cada país debería emprender la diversificación para minimizar cualquier problema que pueda surgir en el transporte de suministros. Creo asimismo que los proveedores deberían ocuparse de abastecer con la mayor celeridad y reparar las redes cuanto antes si hay fugas.

 
  
  

Segunta parte

 
  
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  El Presidente.

Pregunta n.º 33 formulada por Claude Moraes (H-0298/07)

Asunto: Páginas web que incitan al odio

¿Qué piensa la Comisión sobre la proliferación de páginas web que incitan al odio? Particularmente las que promueven e incitan al odio, especialmente al odio racista, antisemita y contra los romà, incluyendo páginas web que indican los nombres y detalles de los datos de activistas que luego pueden ser convertidos objetivo.

¿Está informada la Comisión de la actividad parlamentaria en el Reino Unido y en otros países para abordar la cuestión de estas páginas web? ¿Propone la Comisión acciones similares?

 
  
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  Franco Frattini, Vicepresidente de la Comisión. (EN) La violencia racista y xenófoba y las incitaciones al odio son una triste realidad en toda Europa. Según el informe anual de 2006 del Observatorio Europeo del Racismo y la Xenofobia, en la mayoría de los Estados miembros se ha registrado un aumento de la violencia racista y otros delitos racistas en los últimos años.

La Comisión siempre ha rechazado y condenado en los términos más rotundos todas las manifestaciones y expresiones de racismo, al margen de su fuente y su forma de expresarse. Una medida para luchar contra la incitación al odio racial es perfectamente compatible con la libertad de expresión, siempre y cuando respete el apartado 2 del artículo 10 del Convenio Europeo para la Protección de los Derechos Humanos.

Yo sería el primero en admitir que definir el límite entre la defensa de la libertad de expresión y la calificación como delito penal de la incitación al odio racial no es tarea fácil y hay que considerarlo detenidamente. Sin embargo, estoy convencido de que no existe contradicción alguna en proteger a las personas contra la incitación al odio racial y al mismo tiempo asegurarse de que la libertad de expresión siga siendo uno de los pilares clave en los que se fundamentan nuestras sociedades.

En este espíritu, el Consejo alcanzó un acuerdo político el 20 de abril de 2007 en torno a una decisión marco con miras a asegurar que el racismo y la xenofobia sean punibles en todos los Estados miembros a través de sanciones penales efectivas y proporcionadas. Esta decisión marco exige que los Estados miembros criminalicen la conducta intencional, como la incitación pública a la violencia o al odio contra un grupo de personas o contra individuos que pertenecen a un grupo definido por criterios raciales.

La incitación a la violencia o al odio también tendrá que ser punible en toda la UE si se comete mediante la divulgación o distribución pública de imágenes. Distribución, en este contexto, significa la actividad de difundir por vía de transmisión, inclusive a través de páginas web.

No conozco ninguna medida parlamentaria en el Reino Unido ni en otros Estados miembros frente a este tipo de páginas web. Sin embargo, se espera que la decisión marco conlleve la adopción de una nueva legislación, al menos en algunos Estados miembros, para abordar los delitos racistas, incluidos los cometidos a través de Internet.

 
  
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  Claude Moraes (PSE).(EN) Señor Comisario, su respuesta refleja claramente los esfuerzos que dedica a la decisión marco sobre delitos racistas y dice usted claramente que este tipo de ciberdelito ha llegado a páginas web que, si estuvieran en formato impreso, serían profundamente ofensivas para cualquiera de los aquí presentes. Ahora que están en la web son igualmente ofensivas. ¿Cree usted que la decisión marco será suficiente o cree que la Comunicación sobre el ciberdelito, que vuelve a ser actual, puede suponer un paso adelante o que es solo una cuestión de pedir a los Estados miembros que apliquen leyes adecuadas que hagan frente a un aumento acelerado de las páginas más ofensivas que incitan al odio racial y a la violencia basada en la diferencia?

 
  
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  Franco Frattini, Vicepresidente de la Comisión. (IT) Señor Presidente, Señorías, creo que esta decisión marco es adecuada. La hemos tomado después de cinco años de debate político y, a mi modo de ver, ahora necesitamos vigilar a los Estados miembros para comprobar que la transponen total y rápidamente y, sobre todo, que esas reglas se aplican efectivamente en la práctica. Hoy la Comisión ha aprobado una comunicación general sobre la delincuencia cibernética en la que se insiste en la necesidad de una red europea que conecte a todas las autoridades policiales para saber si Internet, esa revolución extraordinaria y positiva, está siendo utilizada por delincuentes, como lamentablemente sucede. Hemos visto, en efecto, que los delitos racistas y de incitación a la violencia están aumentando en Europa.

 
  
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  Andreas Mölzer (ITS).(DE) Señor Comisario, otro aspecto de esta cuestión –que me parece que no debe ignorarse– es el gran número de sitios web de musulmanes fundamentalistas que hacen propaganda en contra de Occidente e incitan a luchar contra el mundo occidental y sus ideales. ¿Está la Comisión al tanto de estas actividades y se han adoptado medidas para combatirlas?

 
  
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  Franco Frattini, Vicepresidente de la Comisión. (FR) Este aspecto ocupará un lugar central en la conversación que va a tener lugar dentro de dos días, esta misma semana, en el G-8, donde la Unión Europea y otros socios van a abordar, precisamente, el tema de la incitación a la violencia y al terrorismo en Internet. La pista que propongo explorar consiste en criminalizar los comportamientos de quienes incitan concretamente a llevar a cabo actividades delictivas terroristas y que utilizan Internet con este fin. Mi propuesta va a ser presentada en el Consejo de Ministros dentro de unos meses.

 
  
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  Hubert Pirker (PPE-DE).(DE) Señor Vicepresidente de la Comisión, mi pregunta tiene que ver con Internet e, indirectamente, con el terrorismo, contra el que la Directiva relativa a la conservación de datos pretendía ser una medida.

¿Es cierto que no es aplicable a teléfonos móviles de tarjeta, a operadores de correo web como Hotmail ni a servidores privados? Eso representa una gran cobertura que las redes terroristas, entre otros, pueden aprovechar para evitar su detección. ¿Qué tipo de valor añadido ofrece, pues, la Directiva relativa a la conservación de datos?

 
  
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  Franco Frattini, Vicepresidente de la Comisión. (IT) Señor Presidente, Señorías, el valor añadido de esta Directiva es que permite el registro de una llamada telefónica: no de su contenido, sino solo del hecho de que se ha efectuado una llamada de teléfono desde un cierto lugar, a una determinada hora y desde un cierto teléfono. Eso, como todos sabemos, puede servir para detectar movimientos concretos de algunos delincuentes y sospechosos de terrorismo.

Evidentemente, el uso de la tecnología debe permitirnos detectar incluso a los que utilizan tecnologías más avanzadas, como proveedores privados o tarjetas SIM que no han sido oficialmente registradas. Esto, sin embargo, es un problema tecnológico. En la comunicación de hoy sobre la delincuencia cibernética, propongo que en noviembre se celebre en Bruselas una conferencia europea con el sector privado y con la industria, para examinar como están las cosas en lo que respecta a la tecnología de seguridad para proteger el uso adecuado de Internet.

 
  
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  El Presidente.

Pregunta n.º 34 formulada por Glenis Willmott (H-0300/07)

Asunto: Línea de emergencia a escala de la UE para víctimas de prostitución forzada

A raíz de las presiones del Parlamento Europeo en junio de 2006, el Comisario de Justicia, Libertad y Seguridad de la UE mencionó planes para establecer una línea de emergencia a escala de la UE (multilingüe) para víctimas de prostitución forzada. El objetivo de esta línea de emergencia sería proporcionar ayuda inicial para víctimas de trata, permitiéndolas hablar con un interlocutor imparcial, un canal importante para alentar a las víctimas a pedir asesoramiento y ayuda. Se citó como un obstáculo para el establecimiento de la línea de emergencia la dificultad de conseguir que las compañías telefónicas de los entonces 25 países miembros se pusieran de acuerdo.

¿Qué medidas ha adoptado la Comisión para conseguir que esta línea de emergencia sea una realidad y, en su caso, qué progresos se han realizado para incorporar a las compañías telefónicas en este plan?

 
  
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  Franco Frattini, Vicepresidente de la Comisión. (EN) Como sabe usted, la Comisión y yo personalmente estamos decididos a ejecutar plenamente el plan de acción europeo contra el tráfico de seres humanos que propuse aquí a principios de 2006 y que este Parlamento apoyó. Esta medida abarca la protección de las víctimas del tráfico. Su aplicación exige una estrecha cooperación entre los Estados miembros, las instituciones y las organizaciones de la sociedad civil. El plan de acción debería considerarse un programa a largo plazo que guiará la acción continuada de la UE en el futuro próximo y en cualquier caso mucho después del verano de 2007.

Considero que las líneas gratuitas de ayuda telefónica son un mecanismo útil, que ofrece asesoramiento a las víctimas necesitadas. Son especialmente útiles para difundir confianza. Me comprometo a establecer sin demora una línea de asistencia telefónica para las víctimas y las personas vulnerables al tráfico, que abarque a todos los Estados miembros de la Unión Europea. Quizá sepan ustedes que el 15 de febrero de 2007, en la Comisión adoptamos una decisión que exige a los Estados miembros reservar una gama de números de teléfono nacionales de seis cifras para números de teléfono únicos y gratuitos, todos ellos con el prefijo 116, para servicios de interés social. Uno de los muchos aspectos incluidos sería el de las líneas de asistencia para las víctimas de tráfico de seres humanos.

La decisión antes mencionada ya ha reservado el número 116000 para las líneas de asistencia para informar sobre niños desaparecidos. Debatiré este último proyecto con más detalle en la Conferencia sobre el Día Internacional de los Niños Desaparecidos, que se celebrará en Bruselas el 25 de mayo, y en la Conferencia sobre los Derechos del Menor, que se celebrará en Berlín el 4 de junio de 2007. Los números «116» pueden compararse con el número de urgencia 112 en el sentido de que ofrecerán acceso a las organizaciones nacionales o locales que ofrezcan el servicio en cuestión en el Estado miembro en el que se efectúe la llamada.

Hemos lanzado una consulta pública para identificar otros servicios que podrían beneficiarse de los números de teléfonos únicos europeos. Esta consulta pudo ser objeto de propuestas hasta el 20 de mayo. Se espera que gracias a ello se reserven otros números para otros servicios a lo largo del año. Hacer que entren en funcionamiento y permitir a los ciudadanos que puedan llamar a estos números, será tarea de los Estados miembros, las autoridades reguladoras de las telecomunicaciones y los operadores de telefonía.

La reserva de un número común y la creación de una red de líneas de asistencia es el primer paso práctico para apoyar a las víctimas. Además de establecer una red de líneas de asistencia, también intentamos mejorar la asistencia a las víctimas del tráfico de otras maneras. Mi firme compromiso con la cuestión se confirma por el hecho de que el presupuesto de 2007, que establece un programa específico para luchar contra el crimen, prevé cuatro proyectos en el terreno de la prevención y lucha contra el crimen en ámbitos específicos, incluido el tráfico. Asimismo apoyamos la creación de un día europeo contra el tráfico de seres humanos, que aspira a incrementar la visibilidad del problema relacionado con el tráfico. La iniciativa tendrá lugar el 18 de octubre de este año. Estamos muy decididos a sensibilizar a los ciudadanos y reforzar los medios políticos a fin de prestar servicios de calidad a aquellas personas que necesitan ayuda.

 
  
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  Glenis Willmott (PSE).(EN) Gracias por esta respuesta tan completa, señor Comisario, pero ¿podría decirme si cree que los esfuerzos de la UE por hacer frente a la prostitución forzada durante la Copa del Mundo en Alemania tuvieron éxito, y qué lecciones pueden sacarse de esta experiencia para los futuros acontecimientos deportivos internacionales que se celebren en Europa, como los Juegos Olímpicos de 2012 que tendrán lugar en Londres?

 
  
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  Franco Frattini, Vicepresidente de la Comisión. (IT) Puedo decirles que hemos realizado una evaluación de los resultados de la cooperación policial durante la copa mundial de fútbol celebrada en Alemania, cuyas conclusiones publicaremos, y entonces habrá un debate en el que creo que debería participar plenamente el Parlamento Europeo.

Creemos que la experiencia de la copa mundial en Alemania ha sido un ejemplo de educación positiva. Probablemente conseguimos evitar el traslado a territorio europeo de miles de jóvenes destinadas a la prostitución. Hubo cooperación entre 12 Estados miembros de la Unión Europea. Alemania y la policía alemana hicieron un trabajo excelente. Hemos ofrecido las conclusiones que vamos a hacer públicas como una contribución a otros futuros eventos deportivos en Europa. Puedo decirles que la República Popular de China ha mostrado un interés considerable de cara a la organización de los Juegos Olímpicos en Pekín en 2008. En otras palabras, es un experimento que se ha considerado útil como modelo.

 
  
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  Richard Seeber (PPE-DE).(DE) Señor Comisario, creo que es una iniciativa excelente, pero ¿cómo se va a hacer saber a las víctimas que pueden utilizar ese número? ¿Ha adoptado la Comisión alguna medida respecto a los fondos necesarios para divulgar esa información? ¿Qué propone usted para conseguir que realmente funcione en la práctica? Las víctimas, que pueden ser, por ejemplo, jóvenes rusas, son, en su mayoría, jóvenes rusas que no hablan ninguna de las lenguas de la UE. ¿Cómo va a conseguir, en la práctica, que esas líneas de emergencia realmente funcionen, al existir generalmente lapsos de tiempo muy considerables, y evitar que las personas tengan que hacer cola y posiblemente tengan que esperar hasta media hora para que alguien responda a su llamada?

 
  
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  Franco Frattini, Vicepresidente de la Comisión. (IT) Desde luego que hemos abordado y examinado este problema operativo: el primer número, que es el 116000, será para niños. Lo anunciaremos en todas partes: en escuelas, aeropuertos, estaciones y a través de publicaciones que explicarán en términos muy sencillos que existe ese número de teléfono y que la persona que responda en ese número no hablará solo la lengua del país desde donde se efectúe la llamada. Estamos ampliando gradualmente la posibilidad, recogida en el contrato con los contratistas que prestarán el servicio, de que se hable como mínimo todas las lenguas oficiales de la Unión Europea. Evidentemente, tenemos que pensar también en lenguas como la rusa. Por ahora, como primer paso, se adjudicará el contrato antes de las vacaciones de verano, de manera que ese número de teléfono pueda empezar a utilizarse, y lanzaremos también una campaña masiva de publicidad. Haremos lo mismo cuando los otros números, además del 116000, se asignen a prioridades concretas, entre las que ciertamente estarán las víctimas de prostitución forzada.

 
  
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  Justas Vincas Paleckis (PSE). – (LT) Señor Presidente, señor Comisario, ha presentado usted un programa realmente exhaustivo sobre la lucha contra la delincuencia y ha mencionado algunas líneas de emergencia especiales. Quiero preguntarle si la abundancia de esas líneas puede causar una cierta confusión. Por ejemplo, ¿podrán las víctimas del tráfico ilegal de seres humanos marcar el 112 y pedir ayuda?

 
  
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  Franco Frattini, Vicepresidente de la Comisión. (EN) Este número especial, el 116000, por ejemplo, sustituirá a todas las líneas de asistencia telefónica, así que habrá un único número. En mi país existe en estos momentos un número y en Francia otro. Próximamente tendremos el número 116000 exclusivamente para los niños desaparecidos, etc. Todos estos números europeos especiales sustituirán a los números nacionales, por supuesto.

 
  
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  Arlene McCarthy (PSE).(EN) Señor Presidente, en relación con la observancia del Reglamento, quiero protestar contra la manera en que se están tratando estas preguntas. Los diputados dedican tiempo a redactar las preguntas, las presentan con seis u ocho semanas de antelación y luego usted no las trata porque da la palabra a otros diputados que se presentan como si tal cosa, echan un vistazo a la lista y sienten un fugaz interés por el asunto. Ha ocupado usted el tiempo con dos personas que no se han tomado la molestia de preguntar como es debido al Comisario. Me molesta porque yo he dedicado tiempo a redactar preguntas como es debido y quisiera una respuesta del Comisario para poder tratar estas cuestiones con la prensa.

En el futuro, los diputados no querrán presentar preguntas si tiene usted intención de dirigir el Turno de preguntas de este modo.

 
  
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  El Presidente. Señora McCarthy, su pregunta es pertinente, pero yo me limito a cumplir el Reglamento.

Puesto que el señor Tarabella no está presente, prescindimos de la pregunta n.º 38.

 
  
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  El Presidente.

Pregunta n.º 39 formulada por Marco Cappato (H-0289/07)

Asunto: Acceso a la comunicación para las personas con discapacidad

¿Qué medidas ha adoptado o piensa adoptar la Comisión para facilitar el acceso de las personas con discapacidad a los equipos de comunicación, en particular, en lo relativo a la red de banda ancha, SMS, videollamadas a precio de coste para las personas con deficiencia auditiva, subtitulado de las transmisiones televisivas, comenzando por las transmisiones de servicio público y de información político/electoral y adopción gratuita de la firma digital?

 
  
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  Viviane Reding, miembro de la Comisión. (EN) En respuesta a la pregunta de su Señoría, quiero decir que la estrategia de la Unión Europea en relación con las personas con discapacidad se ha fijado en el Plan de Acción para las personas con discapacidad de 2003-2010, en el cual se da prioridad al acceso a las TIC. Quizá sepa usted también que uno de los pilares del Plan de Acción i2010 es la inclusión. Sobre esta base, en 2005 la Comisión adoptó una Comunicación sobre accesibilidad electrónica y está elaborando una Comunicación sobre inclusión electrónica para finales de 2007, y este texto incluirá una propuesta para emprender nuevas acciones cuando sea oportuno.

De este modo no solo estamos preparando acciones concretas, sino que también impulsamos nuestros esfuerzos de investigación hacia el desarrollo de nuevas metodologías y nuevos servicios para los discapacitados. Asimismo tenemos el Programa Marco para la Competitividad y la Innovación –el CIP–, que apoya nuestra política de TIC con proyectos piloto, etc. Se proponen varias acciones sobre la accesibilidad electrónica y sobre algo que será muy importante en el futuro: las TIC para las personas mayores. Muy a menudo son las más interesadas, porque hay personas con discapacidades y muy a menudo las personas mayores tienen también esas discapacidades y en el futuro representarán un porcentaje muy alto de nuestra población. Por ello, las TIC para que las personas mayores puedan vivir de manera independiente se convertirán en uno de los elementos principales de nuestras futuras políticas, no solo en la teoría, sino también en la investigación y en la aplicación práctica.

Asimismo apoyamos la normalización en materia de accesibilidad electrónica. Por ejemplo, hemos emprendido una iniciativa para armonizar a escala comunitaria los requisitos de accesibilidad para la contratación pública en el ámbito de las TIC a través de una norma comunitaria, porque creemos que las normas comunes pueden facilitar el desarrollo de productos de TIC accesibles por parte de la industria provocando un mayor consumo, lo cual significa también unos precios más bajos. Por consiguiente, ambas cuestiones están vinculadas.

Asimismo hay algunas cuestiones verticales. En junio de 2006 propondremos reforzar el derecho de los usuarios discapacitados a acceder a los servicios de emergencia y la introducción de un mecanismo comunitario para abordar cuestiones de accesibilidad electrónica. Tendremos una oportunidad de debatir estos problemas con el Parlamento cuando intentemos encontrar juntos una solución para el servicio universal. Se celebrará una consulta pública sobre el alcance a finales de 2007 o principios de 2008 –no sé exactamente cuándo–, pero será el momento para que el Parlamento y las principales partes interesadas presenten propuestas para ver lo que vamos a hacer con el servicio universal.

Un problema muy concreto debería resolverse pasado mañana, porque entonces el Consejo aceptará la enmienda del Parlamento Europeo en su reunión sobre la Directiva relativa a los servicios de medios audiovisuales. El Parlamento introdujo una enmienda sobre el subtitulado, que mejora la accesibilidad de las personas con discapacidades a los servicios de los medios audiovisuales. Espero que el Consejo la acepte y entonces la nueva política irá también en esta dirección.

La cuestión de la firma digital adquirirá importancia, dado que se están desarrollando comunicaciones electrónicas seguras entre los proveedores de servicios comerciales y públicos y los usuarios. La Comisión examinará esta cuestión en el seguimiento de la Directiva europea sobre la firma digital y el Plan de Acción sobre administración electrónica, teniendo también en cuenta a las personas con discapacidades.

Solo puedo decirles a título personal que todas las presidencias de la Unión Europea han celebrado un congreso o una exposición –un acto oficial y público– para mostrar cómo se han llevado a la práctica los resultados de las investigaciones. Siempre he pensado que ello era un muy buen ejemplo a adoptar en nuestras actividades de administración electrónica, que si bien han de ser propuestas por la Comisión y la Unión Europea, han de ser ejecutadas sobre todo por los Gobiernos locales y por Gobiernos regionales y nacionales. He visto el entusiasmo con el que, en particular, los Gobiernos regionales y locales han recibido los resultados de nuestro trabajo para ofrecer ayuda práctica a las personas discapacitadas que viven en su región.

 
  
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  Marco Cappato (ALDE). (IT) Señor Presidente, Señorías, le agradezco a la señora Reding su respuesta muy detallada y sistemática sobre las políticas vigentes. Quiero darle las gracias en particular por la conexión que ha establecido, en los términos que yo mismo pretendía utilizar, respecto a la estrecha relación existente entre tecnologías para ayudar a las personas discapacitadas y las que pueden ayudar a las personas de edad avanzada.

En vista de las tendencias demográficas europeas, con una población que, por término medio, envejece cada vez más, la revolución tecnológica puede ofrecer respuestas de enorme importancia social. La última observación que quiero hacerle es que, para personas que están completamente inmovilizadas y solo pueden hablar a veces moviendo los ojos, tecnologías como estas no son simplemente un negocio o una ayuda, sino un medio de conseguir un derecho civil fundamental, el de la libertad de expresión.

 
  
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  Viviane Reding, miembro de la Comisión. (EN) Existen numerosas tecnologías y técnicas que pueden utilizarse para ayudar a este respecto. Estoy convencida de que el envejecimiento de la población precisará, en primer lugar, una respuesta nuestra en el plano societario, pero esta respuesta en el plano societario constituye también una oportunidad para la industria europea, porque si nuestra industria obtiene la respuesta societaria de los responsables políticos, de los que son responsables en las zonas, las regiones, los países y a escala europea, podrá empezar a comercializar sistemas, servicios y productos para las personas de la tercera edad. Esto no solo ayudará a nuestra sociedad, sino también a nuestra economía.

Por tanto, nos encontramos en un momento crucial. También es una cuestión de crecimiento y puestos de trabajo, porque si lo hacemos bien podremos exportar sistemas en el plano societario, así como artículos y servicios comerciales, fuera de Europa. Por tanto, realmente pienso que todos estos elementos se combinan estrechamente en beneficio de nuestra sociedad y nuestra economía.

 
  
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  El Presidente.

Pregunta n.º 40 formulada por Georgios Papastamkos (H-0296/07)

Asunto: Separación de los mercados de las telecomunicaciones electrónicas

En una reciente entrevista en Bruselas, Viviane Reding, Miembro de la Comisión de las Comunidades Europeas, afirmaba que el sector de las telecomunicaciones en la Unión Europea debería estar regido por un «método europeo de separación» entre infraestructuras y servicios, para que haya competencia efectiva en el sector de las infraestructuras terrestres. Como instrumento de base del legislador nacional, la Comisaria propone «la separación jurídica entre redes de infraestructuras y servicios de superficie». De cualquier forma, no excluye la separación funcional integral de los mercados de las telecomunicaciones electrónicas.

¿Podría precisar la Comisión cómo concibe la noción de «método europeo»? ¿Considera que el organismo griego de telecomunicaciones se integra en la categoría a la que podría aplicarse la separación integral?

 
  
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  Viviane Reding, miembro de la Comisión. (EN) Su Señoría me ha preguntado qué entiendo por «método europeo de separación». Actualmente disponemos de un marco para las telecomunicaciones que proporciona instrumentos o recursos a las autoridades reguladoras nacionales cuando los mercados no son competitivos y, con motivo de la revisión de este marco, la Comisión examinará la manera de fortalecer el mercado único de los servicios de telecomunicaciones.

Una posible innovación es trabajar más en los recursos, porque a veces o no se aplican o se aplican con retraso, lo que viene a ser lo mismo. También hemos analizado que una separación funcional podría ser un posible recurso, lo que implica separar el negocio de la red de un agente dominante del mercado de la parte del negocio que presta un servicio a los clientes finales.

Esta separación funcional puede animar a los proveedores de servicios de red a no discriminar entre clientes de servicios al por mayor. Esto, a su vez, puede comportar la mejora de las condiciones de la verdadera competencia en los mercados de telecomunicaciones.

Por tanto, no estamos hablando de obligar a los agentes dominantes a que vendan parte de sus negocios, como ha ocurrido en otras partes del mundo, por ejemplo en los Estados Unidos con AT&T. No nos gustaría ir en esa dirección y por eso hablo del «método europeo». Entonces correspondería a cada uno de los reguladores nacionales evaluar la situación en su propio Estado miembro antes de estudiar una solución de este tipo. Esto ya se ha hecho en Gran Bretaña con Openreach, así que ya tenemos un ejemplo al respecto.

Su Señoría también ha preguntado por Grecia. En el caso de Grecia correspondería al regulador griego, sobre la base del derecho nacional acorde con el marco actualizado de la Unión Europea, tener en cuenta las condiciones competitivas y todos los factores relevantes del mercado griego, para después proponer, o no, ese remedio si lo estima necesario y de interés para el mercado griego.

 
  
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  Georgios Papastamkos (PPE-DE). – (EL) Agradezco a la señora Comisaria su respuesta. Sin embargo, tengo la sensación de que, en la práctica, tenemos 27 sistemas reguladores distintos en la Unión Europea. En lo que respecta a las telecomunicaciones electrónicas, estamos muy lejos de hablar de un verdadero mercado interior.

Es cierto que está haciendo un esfuerzo enorme en este sector. Esta incertidumbre reglamentaria o, por decirlo de otro modo, el alto nivel de fragmentación, está causando incertidumbre para la inversión, está causando incertidumbre en la competencia, incertidumbre en la innovación y, por supuesto, está creando menos puestos de trabajo.

Mi pregunta es: ¿podemos hablar de un sector europeo de telecomunicaciones sin cohesión reguladora paneuropea?

 
  
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  Viviane Reding, miembro de la Comisión. (EN) Su Señoría tiene toda la razón. De momento no tenemos un mercado europeo de telecomunicaciones. Creo que eso debe cambiar, porque la única forma de que Europa se mantenga fuerte en materia de telecomunicaciones –y Europa es fuerte, realmente somos una de las fuerzas que lideran el mercado mundial en este terreno– pasa por superar los 27 sistemas reglamentarios a veces contradictorios y creando un único sistema coherente y que también permita realizar servicios e inversiones transfronterizos, con lo que contaríamos con grandes empresas europeas presentes en varios países. Por eso ahora luchamos por abrir el mercado de la itinerancia internacional. El Parlamento decidirá mañana a este respecto, lo que siempre es una señal indicativa de adónde queremos ir en el futuro.

Presentaré una propuesta de reforma del paquete de comunicaciones electrónicas para poner en marcha este mercado europeo, no para deshacernos de los reguladores nacionales –creo que seguimos necesitándolos, porque son los que mejor conocen sus mercados–, sino para asegurar, no la armonización, sino la lógica de las soluciones que proponen y que deben aplicarse con rapidez, para que haya igualdad de condiciones entre los diferentes mercados y puedan desempeñarse las actividades transfronterizas de las empresas sin que se vean bloqueadas por falta de apertura en otros mercados.

 
  
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  El Presidente.

Pregunta n.º 41 formulada por Katerina Batzeli (H-0310/07)

Asunto: El Marco europeo para un uso más seguro del móvil por niños y adolescentes

La puesta en aplicación del Marco europeo para un uso más seguro del móvil por niños y adolescentes, decidida el pasado 6 de febrero por las principales compañías del sector en la UE, ha sido aplaudida como un primer paso importante para asegurar la protección de los menores frente a determinados riesgos derivados del uso de los teléfonos móviles, y se considera que esta política debe enmarcarse en la Comunicación de la Comisión titulada «Hacia una Estrategia de la Unión Europea sobre los Derechos de la Infancia» (COM(2006)0367 final).

¿Cuáles se consideran los instrumentos adecuados de aplicación del citado Marco a escala nacional con miras a garantizar la aplicación sustancial y su control por progenitores, docentes y responsables de la custodia de los menores? Dado que dicho Marco europeo constituye un código de autorregulación de las compañías europeas, ¿de qué modo piensa participar la Comisión en la supervisión de su aplicación correcta en los Estados miembros y en la evaluación de su eficacia? ¿Qué competencias tendrán los organismos reguladores nacionales en cuanto a la elaboración de los códigos nacionales de autorregulación para febrero de 2008, a más tardar, y la supervisión de su aplicación? ¿Considera la Comisión oportuna la futura puesta en marcha de una iniciativa legislativa comunitaria de carácter vinculante para Estados miembros y compañías, ya que la autorregulación no puede bastar por sí sola?

 
  
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  Viviane Reding, miembro de la Comisión. (EN) Creo que, si he oído bien, mi colega el señor Frattini, que ha hablado sobre este tema, ya ha respondido en parte a esta pregunta. El hecho de que haya respondido en parte a esta pregunta demuestra claramente que el desarrollo de nuestra sociedad preocupa al conjunto de la Comisión y que es esta en su conjunto la que adopta medidas para avanzar en este terreno.

El 6 de febrero de este año, 15 importantes operadores europeos de telefonía móvil y proveedores de contenido se unieron para firmar un acuerdo marco europeo con vistas a garantizar un uso más seguro de los móviles por los adolescentes. Se trata de un acuerdo voluntario; es un memorando de entendimiento mediante el cual el sector de la telefonía móvil, junto con la Asociación GSM de Europa, acuerda supervisar, publicar y traducir códigos en su sitio web, tanto los que ya existen como los que se aprueben posteriormente. Entonces, los códigos autorreguladores, por ejemplo, ayudarán a los padres o abuelos o educadores a conocer qué problemas pueden tener los niños que utilizan teléfonos móviles de tercera generación. Este acuerdo fue el resultado del debate de un grupo de alto nivel que yo convoqué, que comprendía a organizaciones infantiles, organizaciones de consumidores y órganos de clasificación de contenidos, así como organismos reguladores. El memorando de entendimiento establece una serie de principios y requiere a los signatarios impulsar su aplicación mediante la autorregulación a escala nacional.

Cuando lo firmamos todos juntos y celebramos una conferencia de prensa, dije que confiaba en los signatarios. Les daré un año de plazo, hasta febrero o marzo del año que viene, para que lo cumplan. Entonces volveré sobre este asunto y veremos si lo han cumplido. Si lo cumplen, bien, entonces quizá celebremos debates sobre posibles correcciones o proyectos futuros. Si no se satisfacen nuestras expectativas, entonces la Comisión estudiará la posibilidad de introducir medidas específicas.

 
  
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  Katerina Batzeli (PSE). – (EL) Agradezco a la señora Comisaria su respuesta. Nadie duda aquí del papel de la Comisión en esta importante cuestión. Quiero formular a la Comisaria dos preguntas, más bien para facilitar el debate. Creo que se trata de un memorando voluntario, como ella misma ha dicho, y que se espera que el sector se autorregule. Por tanto, creo que la Comisión debería saber en esencia qué evaluará a partir de febrero de 2008.

En otras palabras, ¿instará a los Estados miembros a proceder con ciertos códigos comunes, de manera que puedan vigilar esta cuestión? ¿Se codificarán y analizarán las mejores prácticas de cada uno de los Estados miembros?

Por último, ¿cuál es la política de telecomunicaciones respecto a los progenitores que desconocen este sector y qué programas comunitarios pueden utilizarse para informarles?

 
  
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  Viviane Reding, miembro de la Comisión. (EN) Gracias al trabajo preparatorio que ha hecho, la Comisión ha propiciado que los operadores de móviles emprendan esta iniciativa porque saben muy bien que la Comisión no se quedaría con los brazos cruzados.

A través de las últimas encuestas que hemos hecho, sabemos que son numerosos los niños que utilizan teléfonos móviles, de hecho la mayoría de más de 12 años. Para casi todos ellos, los teléfonos con cámara y los servicios de localización pueden ser un problema; por ejemplo, en el Reino Unido el 10 % de los encuestados afirmaron que les habían tomado una fotografía desagradable, el 17 % de los niños temían que la imagen se enviara vía Internet a otros, y el 14 % habían sufrido acoso cibernético. Según la encuesta de Save the Children Finlandia, el 30 % de los niños de edades comprendidas entre 7 y 15 años habían sufrido acoso a través de sus teléfonos móviles.

Por tanto, sabemos que existe un problema, pero eso no significa que tengamos que empujar a los padres a decir «basta de teléfonos móviles para nuestros hijos». Esa sería la reacción equivocada. Por eso es tan importante, por ejemplo, disponer de acceso al control del contenido para adultos y que se celebren campañas de sensibilización de padres y abuelos –que a menudo compran teléfonos móviles para sus nietos– y para los propios niños.

Es importante que se clasifique el contenido de acuerdo con criterios nacionales de decencia e idoneidad, y que, como ha explicado el Comisario Frattini, se luche realmente contra el contenido ilícito en los móviles. En la Comisión hemos decidido hoy mismo lanzar esta lucha contra los contenidos ilícitos. De lo que hablamos aquí no es de contenidos ilícitos como tales, sino de los peligros que pueden correr los niños, y a este respecto lo más importante son las campañas de sensibilización. Supervisaremos lo que está ocurriendo en este terreno y lo que han acordado los signatarios de este memorando de entendimiento. Tengo aquí acuerdo el marco europeo para un uso más seguro de móviles por parte de adolescentes y niños; puedo entregárselo a la diputada y entonces ella podrá comprobar si en su país se está aplicando, por ejemplo, y le agradecería que me informara al respecto.

 
  
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  El Presidente.

Pregunta n.º 43 formulada por Bernd Posselt (H-0288/07)

Asunto: La situación en Voivodina

Durante los últimos años se han perpetrado reiteradamente en Voivodina brutales actos de violencia contra los miembros de minorías étnicas; se ha asentado sistemáticamente a refugiados serbios en lugares habitados por minorías con el fin de crear mayorías serbias; y determinadas ayudas comunitarias, por ejemplo las entregadas para la formación de maestros en las lenguas minoritarias, no han llegado a sus destinatarios.

¿Se ha puesto remedio a estos abusos? ¿Cómo juzga la Comisión, en conjunto, la evolución de la situación en Voivodina?

 
  
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  Olli Rehn, miembro de la Comisión. (EN) La Comisión ha seguido muy de cerca la situación de Voivodina. Hemos urgido a las autoridades a que respondan rápidamente a los incidentes interétnicos. Les hemos animado a promover buenas relaciones entre las etnias y a conservar el modelo multiétnico y multicultural de Voivodina.

Como se señaló en el informe de progreso de noviembre de 2006 sobre Serbia, la situación interétnica de Voivodina ha mejorado. Ha disminuido el número de incidentes. En los primeros meses de 2007 no se ha notificado ningún incidente relevante. Las autoridades han adoptado una serie de medidas relativas al uso oficial de lenguas minoritarias y alfabetos, así como la representación de minorías en la judicatura y la policía.

También se han registrado mejoras con respecto a la educación. Se ha aprobado la importación de libros de texto en albanés y húngaro para su uso en Voivodina. En Subotica se ha creado una facultad de formación de profesores de húngaro, que lleva funcionando desde octubre del año pasado. Naturalmente estas medidas deben seguir desarrollándose y complementarse con otras.

No obstante, hemos advertido que no se ha avanzado en la aprobación de una nueva normativa en materia de consejos nacionales para grupos minoritarios y que persisten los problemas en el ámbito de la información en lenguas minoritarias. Por tanto, hemos solicitado a las autoridades serbias que adopten más medidas efectivas en esta materia.

 
  
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  Bernd Posselt (PPE-DE).(DE) Quiero formularle dos preguntas, señor Comisario. La primera es para enterarme de cómo están las cosas en lo que respecta a los reasentamientos sistemáticos de refugiados serbios procedentes de Bosnia y Kosovo que, lamentablemente, están alterando la composición étnica de regiones como la comunidad húngara de Temerni en las proximidades de Novi Sad. En segundo lugar, quisiera saber qué está sucediendo con respecto a los centros de formación de maestros que se supone que se están creando, con fondos de la UE, para rumanos, eslovacos y rutenos, un proceso que parece haberse estancado. ¿Se han creado ya esos centros?

 
  
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  Olli Rehn, miembro de la Comisión. (EN) En cuanto a la pregunta suplementaria del señor Posselt con respecto a la ayuda de la UE a Voivodina y su relación con los derechos de las minorías, si bien no es posible extrapolar con exactitud la cantidad total de ayuda prestada a la provincia autónoma de Voivodina, el territorio ha recibido una ayuda importante de la UE, que se ha destinado a las necesidades mencionadas por el señor Posselt.

Hemos basado nuestra ayuda económica en los siguientes ámbitos: la historia, es decir, la reconstrucción de posguerra, especialmente con respecto al puente Sloboda; la geografía, a través de la gestión integrada de fronteras; y la economía.

Voivodina es una región relativamente próspera en comparación con otras zonas de Serbia. Por tanto, aunque ocupe el 25 % del territorio de la república y cuente con el 20 % de la población, Voivodina ha absorbido el 36 % de la línea de crédito que ha reservado la UE para las PYME.

Con todo, es evidente que estamos empleando esta ayuda económica con la finalidad que ha mencionado el señor Posselt, y puedo garantizarle que este dinero se utiliza efectivamente para la protección de las minorías y sus derechos.

 
  
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  Reinhard Rack (PPE-DE).(DE) Ha dicho usted bien, señor Comisario, que gran parte de las ayudas económicas de la UE se destinan a proteger minorías y a cuestiones que preocupan especialmente a la UE. ¿No sería también posible - o quizás necesario - asegurar que se presiona políticamente a Serbia para conseguir que impida algunos abusos cometidos de conformidad con sus políticas o para cambiar esas políticas de modo que no tengamos que gastar dinero de la UE para reparar luego los daños que causan?

 
  
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  Olli Rehn, miembro de la Comisión. (EN) Estoy de acuerdo con su Señoría en que hemos de utilizar métodos políticos paralelamente a la ayuda económica. Es lo que hemos estado haciendo con respecto a Voivodina. Hemos planteado estas cuestiones al Gobierno serbio. Ahora, como el país cuenta con un nuevo Gobierno democrático reformista y proeuropeo, espero que tengamos aún más oportunidades de hacernos oír y asegurarnos de que en Serbia se tienen en cuenta nuestras preocupaciones con respecto a la situación de Voivodina.

La nueva Constitución serbia contiene disposiciones detalladas sobre derechos humanos y la protección de las minorías. Sin embargo, contiene ciertas ambigüedades en relación con el alcance de la descentralización territorial. El nuevo Parlamento serbio desempeñará un papel crucial en la aplicación rigurosa de la Constitución, sobre todo en la mejora de la protección de las minorías, así como en el establecimiento de formas de autogobierno local conformes con los criterios europeos. A este respecto es positivo que, gracias a la revisión de la legislación electoral, los partidos de las minorías étnicas cuenten ahora con varios escaños en el nuevo Parlamento serbio.

 
  
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  Zsolt László Becsey (PPE-DE). (HU) Puesto que yo nací cerca de Voivodina, quiero llamar la atención del Comisario sobre algunos aspectos de la situación real. Uno de ellos es la pregunta de si es o no un problema que a la minoría húngara nativa en Voivodina se la siga considerando, en la práctica, como criminales de guerra. La ley de Antígona no se cumple allí, es decir, no se les permite enterrar a sus muertos o siquiera recordarles.

¿O no es un problema la falta de equidad en el empleo, en la privatización, en las instituciones públicas o en la educación? Sería bueno que volviera a responder a la pregunta del señor Posselt sobre cómo están las cosas con respecto a los asentamientos forzosos. De hecho, ofrezco con mucho gusto al señor Rehn una lista completa de todos los últimos incidentes ocurridos hace muy poco.

 
  
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  Olli Rehn, miembro de la Comisión. (EN) En cuanto a la situación de la minoría húngara de Voivodina, tal y como he dicho en nuestros informes de progreso, la hemos analizado con mucho esmero. Asimismo, hemos hablado de ello con las autoridades serbias, que han recalcado su compromiso de aumentar la participación de miembros de las minorías nacionales en la policía y la judicatura, aunque afirman que suele haber falta de interés por parte de los candidatos cualificados. En mi opinión, es importante que mantengamos esta presión o estímulo político.

Al mismo tiempo, una vez resolvamos los problemas que han provocado la emigración de personas internamente desplazadas, ahora tenemos mejores oportunidades de evitar el tipo de problemas al que se refería usted. Por supuesto, me refiero en particular a la cuestión de las conversaciones sobre el estatuto de Kosovo. Es preciso llegar a un acuerdo estatutario bien gestionado y estoy seguro de que, una vez lo tengamos, las zonas multiétnicas como Voivodina no sufrirán efectos desestabilizadores. Por ello urgimos a todos los interesados a que demuestren su sentido de la responsabilidad. La firme opinión de la Comisión es que no pueden establecerse paralelismos entre Kosovo y Voivodina.

 
  
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  El Presidente.

Pregunta n.º 44 formulada por Dimitrios Papadimoulis (H-0290/07)

Asunto: Aplicación de la Convención sobre el Derecho del Mar por parte de Turquía

En su respuesta a la pregunta E-0802/07, la Comisión afirma que la Convención sobre el Derecho del Mar forma parte efectivamente del acervo comunitario, que Turquía estará obligada a adoptar y aplicar tras su adhesión a la Unión Europea. Pero en su respuesta a una pregunta anterior (E-4160/06) sobre el mismo tema, la Comisión había manifestado que esperaba de Turquía que en el momento de adherirse a la Unión Europea ya hubiera adoptado y estuviera poniendo en práctica plenamente el acervo.

¿Puede decir la Comisión por qué ha cambiado de posición en un período de seis meses? ¿Está obligada Turquía a adoptar y aplicar la citada Convención «tras su adhesión a la Unión Europea» o a «haber adoptado y estar poniendo en práctica plenamente el acervo en el momento de adherirse a la Unión Europea»? ¿Puede la Comisión exponer los fundamentos jurídicos de su posición?

 
  
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  Olli Rehn, miembro de la Comisión. (EN) La Comisión no ha cambiado en absoluto de posición con respecto a las obligaciones de Turquía en relación con el acervo comunitario. No existe ninguna contradicción entre las dos respuestas a las que se refiere su Señoría, que, por el contrario, reflejan el mismo enfoque. Se espera que Turquía, como todos los países candidatos, cumpla y haga cumplir el acervo comunitario en la época de la adhesión, es decir, a más tardar en el momento de ingresar en la Unión Europea.

 
  
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  Dimitrios Papadimoulis (GUE/NGL).(EL) Señor Comisario, recientemente se han producido numerosos acontecimientos lamentables con Turquía. El ejército turco interfiere abiertamente en la vida política. La República de Chipre recibe amenazas porque, en aplicación de la Convención sobre el Derecho del Mar, ella y otros países vecinos promueven la explotación de su zona económica exclusiva. Ciento sesenta candidatos kurdos, entre ellos Leila Zana, han sido excluidos de las próximas elecciones.

¿Respetan estas acciones el acervo comunitario? Quizás haya llegado el momento de que la Comisión utilice un lenguaje más claro y estricto con los dirigentes turcos.

 
  
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  Olli Rehn, miembro de la Comisión. (EN) Las cuestiones planteadas por su Señoría son muy importantes, pero de alguna manera quedan fuera del ámbito de esta pregunta concreta. Por desgracia, el tiempo no me permitirá responder en detalle. Sin embargo, quiero subrayar lo importante que es que seamos justos, pero también firmes con Turquía, a fin de romper la espiral negativa de las relaciones entre la Unión Europea y Turquía.

Por «justos y firmes» quiero decir que tenemos que ser justos cumpliendo nuestra palabra, el compromiso de que, si Turquía cumple todas las condiciones de adhesión a la UE, debe poder hacerlo. Al mismo tiempo que somos justos y creíbles podemos ser firmes y rigurosos, y podemos esperar que Turquía lleve a cabo reformas y respete los derechos de los ciudadanos, de forma que, por ejemplo, sea posible abordar la cuestión de los kurdos, o que puedan mejorarse los derechos de la mujer, los derechos de los sindicatos y la libertad de expresión en Turquía, gracias a la perspectiva creíble de adhesión a la UE.

Por tanto, con Turquía hemos de ser justos y firmes al mismo tiempo.

 
  
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  El Presidente.

Pregunta n.º 45 formulada por Rodi Kratsa-Tsagaropoulou (H-0340/07)

Asunto: Crisis política en Turquía y perspectivas de adhesión

Turquía está viviendo estos últimos días una grave crisis política a causa de la elección del Presidente de la República, crisis que plantea serias dudas en cuanto al funcionamiento de las instituciones democráticas. El Tribunal Supremo del país ha anulado la primera vuelta de las elecciones, decisión que ha sido cuestionada radicalmente por el Gobierno. El Primer Ministro ha declarado que el sistema parlamentario está bloqueado y ha pedido el recurso anticipado a las urnas, mientras que el Estado Mayor General del Ejército ha advertido que intervendrá en contra de la elección del islamista Abdulá Gül a la función presidencial.

¿Qué opina la Comisión de esta situación en un país que es candidato a la adhesión a la UE? El Comisario Olli Rehn, responsable de la Ampliación, ha declarado que las fuerzas armadas deben respetar la autonomía de los procedimientos democráticos y que la UE se basa en los principios de libertad, democracia, Estado de Derecho y soberanía de las fuerzas públicas con respecto a los militares, señalando que para que un país se adhiera a la UE es necesario el respeto de estos principios, que constituyen un punto central de los criterios de Copenhague. ¿Considera la Comisión que estas intervenciones del ejército son conformes a las exigencias del acervo comunitario? ¿Qué consecuencias podrían tener en el proceso de adhesión de Turquía? ¿Cabe esperar una nueva reacción de la Comisión en caso de que la evolución de la situación no sea conforme con los principios democráticos de la UE?

 
  
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  Olli Rehn, miembro de la Comisión. (EN) El Gobierno turco respetó la sentencia del Tribunal Constitucional y adoptó medidas para ejecutarla. Esto ha sido importante para la estabilidad política del país, al margen de los hechos que dieron pie a la sentencia.

Con vistas a asegurar la estabilidad política, el partido mayoritario presentó a la Gran Asamblea Nacional una propuesta de convocar elecciones generales anticipadas. Después, la Gran Asamblea Nacional acordó por amplia mayoría convocar las elecciones parlamentarias anticipadas para el 22 de julio de 2007.

La Comisión prevé que las elecciones parlamentarias y las elecciones presidenciales subsiguientes se celebren democráticamente en un ambiente de debate responsable y estabilidad política. Con respecto al papel de los militares, a menudo he dicho que tengo en gran estima a las fuerzas armadas turcas en el cumplimiento de sus obligaciones de defender el país y contribuir a la paz internacional, pero, como afirmé tras la declaración del Jefe de Estado Mayor a finales de abril, los militares han de dejar la competencia de la toma de decisiones en manos de los órganos turcos democráticamente elegidos.

Debería darse por sobreentendido que si algún país quiere entrar en la Unión Europea, ha de respetar todos los principios democráticos, incluida la garantía de la primacía democrática en las relaciones entre civiles y militares y, en mi opinión, eso es totalmente compatible con la democracia secular, o el secularismo democrático, que está consagrado en la Constitución Turca.

Una vez elegido el Parlamento y después de haber tomado el mando un nuevo Gobierno, será crucial que Turquía reanude y relance de lleno la labor legislativa y la aplicación de las reformas que mejoran el Estado de Derecho y las libertades fundamentales en el país.

 
  
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  Rodi Kratsa-Tsagaropoulou (PPE-DE).(EL) Gracias, señor Comisario, por su respuesta. Efectivamente, se ha visto usted obligado una vez más a repetir lo que ha dicho a Turquía en numerosas ocasiones, como usted mismo ha comentado, sobre la posición que tiene que mantener como país candidato a la Unión Europea.

Quiero preguntarle si esta crisis no ha revelado algo más, si no ha revelado una debilidad. ¿No ha utilizado usted otros medios para contactar con los agentes políticos y militares? Porque supongo que usted les había advertido directa y públicamente en repetidas ocasiones durante sus contactos.

Quería, con mi pregunta, aclarar si ha intervenido usted en mayor medida dada la gravedad de la crisis y de la información que ha sacado a relucir.

 
  
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  Olli Rehn, miembro de la Comisión. (EN) Gracias por esta pregunta tan importante, señora Kratsa-Tsagaropoulou. De hecho, hablo mucho con el Gobierno turco, algunas personas en Europa piensan que demasiado. Pero en la época de crisis política o constitucional que Turquía ha sufrido y, en mi opinión, que va a sufrir durante esta fase crítica, es especialmente importante que mantengamos un canal de comunicación y hablemos profusamente con el Gobierno turco y con todos los agentes relevantes de la sociedad turca para dejar claro cuáles son las expectativas de la Unión Europea, si Turquía quiere llegar a ser miembro de la Unión Europea. Por supuesto, la primacía democrática en las relaciones entre civiles y militares es una de las piedras angulares.

Tal y como indicó la Comisión a principios de mayo, tras mi declaración sobre la intervención política de los militares turcos en la tensa situación, la Unión Europea se fundamenta en los principios de libertad, democracia, respeto de los derechos humanos y libertades fundamentales, el Estado de Derecho y la supremacía del poder civil democrático sobre los militares. Si un país quiere llegar a ser miembro de la Unión, necesita respetar esos principios. Este es el eje central de los criterios de Copenhague para la adhesión a la UE. Esto se ha dejado muy claro al Gobierno turco, así como a los políticos en general y a los ciudadanos turcos a través de los medios de comunicación turcos. No creo que sirva de mucho subir el volumen. En su lugar necesitamos claridad y precisión y, con respecto a nuestra declaración, ninguna puede ser más clara que la del 2 de mayo.

 
  
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  Konstantinos Hatzidakis (PPE-DE).(EL) Señor Comisario, yo no soy de los que quieren que Turquía sea una potencia incontrolada en la región. Por otro lado, me pregunto qué tribunal constitucional de un país democrático, en Europa o en cualquier otra parte del mundo, es capaz de decidir que hace falta un quórum de dos tercios para elegir al presidente de la república.

Con ello se da a la oposición un medio para controlar la elección del presidente de la república en cualquier país.

La Comisión ha dicho en su declaración que respeta el Estado de Derecho y sus normas, y que no desea intervenir en Turquía. Pero ¿hay allí Estado de Derecho? Yo no creo que la declaración de la Comisión haya sido ecuánime.

 
  
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  Olli Rehn, miembro de la Comisión. (EN) Gracias por esta pregunta complementaria, señor Hatzidakis, y por su propia pregunta, donde califica la declaración de la Comisión de «demasiado indulgente». Además, reclama usted un mensaje más explícito.

Debo decir que, en calidad de Comisario, como he dicho antes, no creo en una diplomacia estridente o de megafonía. Creo en la claridad, precisión y coherencia. A este respecto creo que no estamos en desacuerdo con su Señoría, porque, como he dicho antes, hemos recalcado una y otra vez la importancia de la supremacía del poder civil democrático sobre el militar. Al mismo tiempo, también es importante que mantengamos vivas las negociaciones en torno a la adhesión y logremos avances prácticos en ellas, porque lo que realmente quieren los nacionalistas en Turquía es que se suspendan las negociaciones en torno a la adhesión. No quiero hacer ese regalo a los nacionalistas de Turquía. Es mucho mejor aspirar a la adhesión de Turquía a la UE, mantener el proceso vivo y luchar por el objetivo compartido, porque es la forma de que Turquía se convierta en un país más europeo, más democrático, donde se respeten el Estado de Derecho y las libertades fundamentales.

En cuanto a su referencia al Tribunal Constitucional, comprendo el razonamiento de su pregunta y también hemos tenido en cuenta la sentencia que emitió el Tribunal Constitucional. Quiero remitirme a lo que dijo el Colegio de Comisarios el 2 de mayo, cuando hablamos de esta cuestión y dejamos clara nuestra posición al Gobierno turco y al público turco. Dijimos que independientemente de los desafortunados acontecimientos que dieron pie a la sentencia, ahora todos los partidos deberían respetar esta resolución del Tribunal Constitucional, porque el respeto de las instituciones estatales es básico para garantizar la estabilidad política. Está bastante claro.

También señalamos que en esas circunstancias la Comisión Europea aplaude el anuncio de celebrar pronto nuevas elecciones parlamentarias a fin de garantizar la estabilidad política y el desarrollo democrático en Turquía. De nuevo, no se puede poner más claro.

 
  
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  El Presidente. Las preguntas que, por falta de tiempo, no han recibido respuesta oral, la recibirán por escrito (Véase el Anexo).

Con esto concluye el Turno de preguntas.

(La sesión, suspendida a las 20.05 horas, se reanuda a las 21.00 horas)

 
  
  

PRESIDENCIA DEL SR. SIWIEC
Vicepresidente

 

16. Composición de la Delegación Permanente EUROLAT: véase el Acta

17. Curso dado a las posiciones y resoluciones del Parlamento: véase el Acta

18. Estonia (debate)
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  El Presidente. De conformidad con el orden del día se procede al debate la declaración del Consejo y la Comisión relativa a Estonia.

 
  
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  Benita Ferrero-Waldner, miembro de la Comisión. (EN) Señor Presidente, celebro este debate sobre la reciente disputa entre Rusia y Estonia. Permítanme señalar de entrada que no se trata de un asunto de derechos humanos. El traslado de la estatua de bronce del soldado en Tallin y la exhumación de los restos de los soldados se llevaron a cabo respetando plenamente las obligaciones internacionales de Estonia, especialmente la Convención de Ginebra sobre las tumbas de guerra. Sin embargo, soy consciente de la delicadeza de este asunto, que tiene que ver con la interpretación de la historia.

Aunque en Rusia ha habido inquietud al respecto, en la última cumbre dejamos claro que esa inquietud debería abordarse a través del diálogo y no de una «diplomacia de megáfono». Lamentamos que las manifestaciones que tuvieron lugar en Estonia acabaran en saqueos y desórdenes públicos. Existe el derecho a manifestarse, que emana claramente de la libertad de expresión. Sin embargo, es inaceptable que condujera al asedio a la Embajada estonia en Moscú. Hemos expresado con claridad nuestros puntos de vista al respecto e inmediatamente se iniciaron gestiones en Moscú para recordar a Rusia sus obligaciones conforme a las Convenciones de Viena.

Nos preocupan los ataques cibernéticos contra los sitios oficiales estonios de Internet. Deben investigarse como es debido y los autores han de responder ante la justicia. Recordamos a Rusia nuestro compromiso común de cooperar en la lucha contra el cibercrimen en el contexto del Espacio Común de Libertad, Seguridad y Justicia y en virtud de la adhesión a la Convención del Consejo de Europa contra el Crimen Cibernético. Hoy la Comisión ha aprobado una Comunicación sobre los crímenes cibernéticos y sin duda nos esforzaremos por aplicarla.

También seguimos de cerca la situación del comercio entre Rusia y Estonia. En Rusia ha habido llamamientos al boicot comercial a los productos y servicios estonios y a la restricción de las operaciones de transporte. En un punto se impusieron restricciones a los camiones que cruzan el puente sobre el Río Narva y se redujeron los suministros de petróleo a través de Estonia. Nuestros últimos datos dicen que hoy se han celebrado conversaciones de expertos en relación con el puente y que se han reanudado los suministros a través de Estonia. Seguiremos de cerca la situación.

Espero que esta cuestión ya haya pasado el clímax y que las emociones se calmen. Lo hablamos en la cumbre UE-Rusia en Samara y también se planteó en la conferencia de prensa. El Presidente Putin incluso reconoció que por parte rusa podría haber habido alguna reacción exagerada y que lamentaba que el Embajador estonio hubiera tenido que abandonar Moscú. Yo comparto plenamente la petición de la Presidencia de un «diálogo desapasionado sobre la cuestión», abordando los problemas «con espíritu de entendimiento y respeto mutuo».

La cumbre de Samara se celebró en un momento crítico de las relaciones entre la Unión Europea y Rusia. Las conversaciones fueron abiertas y francas y los informes de los medios, por supuesto, han destacado los desacuerdos entre nosotros. Me parece muy importante el hecho de haber mantenido estas conversaciones sinceras: debemos hablar entre nosotros porque Rusia es un socio estratégico y un vecino importante. Al mismo tiempo, nosotros también tenemos que hablarles con franqueza.

La Unión Europea insistió mucho, como sabe en particular el señor Barroso, en la importancia de respetar la democracia y los derechos humanos, especialmente en la antesala de las elecciones. La detención de Garry Kaspárov en el aeropuerto de Moscú, impidiéndole asistir a la manifestación de Samara con motivo de la cumbre, fue especialmente lamentable y su objetivo era muy claro.

Sin embargo, permítanme recalcar que también hay una serie de cuestiones positivas que destacan de la cumbre. Yo diría que la imagen proyectada por la cumbre es ambivalente.

En primer lugar, sobre todo, a Rusia le quedó claro lo importante que es para nosotros la solidaridad dentro de la UE en nuestras relaciones con Rusia. En segundo lugar, la cumbre confirmó que la UE y Rusia están de acuerdo con respecto a la necesidad implícita de construir una futura cooperación estratégica entre la UE y Rusia. En tercer lugar, tanto la UE como Rusia reconocen que nuestros vínculos económicos y comerciales en particular son más amplios e intensos que nunca. De hecho, Rusia es nuestro tercer socio comercial y nosotros somos su principal socio comercial. Colaboramos para que Rusia entre en la OMC este año, que también será el año de la firma del acuerdo de sobrevuelo de Siberia, con toda probabilidad en noviembre. En cuarto lugar, la cumbre también ha reflejado que a pesar de nuestras dificultades, la cooperación va avanzando en varios ámbitos que abarcan los plantes de trabajo relativos a los cuatro espacios comunes acordados en 2005. Por ejemplo, el acuerdo sobre la facilitación de visados y readmisión entrará en vigor el 1 de junio de 2007.

En el ámbito de la educación tenemos el centro de estudios europeo en Moscú, donde cientos de alumnos estudian Derecho europeo. Europa ejerce una gran atracción sobre los estudiantes. Hay cuestiones, como el sistema de alerta rápida con respecto a la energía, con las que Rusia en principio estaba de acuerdo y que ahora tenemos que abordar, y, por último, una especie de diálogo sobre el clima inversionista y las inversiones en general.

Por tanto, tal y como he dicho, no me parece que la imagen sea en blanco y negro: hay una amplia gama de colores diferentes, desde matices cálidos hasta fríos.

(Aplausos)

 
  
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  Tunne Kelam, en nombre del Grupo del PPE-DE. – (EN) Señor Presidente, estoy totalmente de acuerdo con la declaración de la Comisaria de que no debemos ver la imagen en blanco y negro, pero por desgracia la situación en blanco y negro nos vino impuesta y a nosotros y a un Estado miembro por su gran vecino.

Sin embargo, quiero felicitar a la Comisión y a la Presidencia por su convincente demostración de solidaridad en Samara. Creo que habría que calificar de mensaje crucial la franca declaración del Presidente de la Comisión al Presidente ruso de que Estonia o Polonia son miembros de la Unión tan importantes como Portugal o Alemania. Creo que lo más importante en la situación actual es que nuestros interlocutores entiendan lo que significa la solidaridad para la Unión, una solidaridad basada en valores comunes.

Tal y como se formula en la propuesta de resolución sobre Estonia, entendemos que los ataques contra uno de los Estados miembros más pequeños ponen a prueba la solidaridad del conjunto de la UE, y todos los principales Grupos políticos han aceptado el texto de la propuesta de resolución conjunta sobre Estonia.

Creo que hay algunas cuestiones que tendrán que abordar ustedes colectivamente en el futuro. Es inaceptable interferir brutalmente en los asuntos internos de cualquier Estado, sobre todo de un Estado pequeño. Existe una diferencia crucial entre dos antiguos Estados totalitarios. La nueva Alemania democrática tiene por principio fundamental de su política exterior que nunca amenazará a ninguno de sus vecinos, lo que propició en gran medida un cambio positivo en la Europa de posguerra. Creo que debemos actuar juntos para ayudar a Rusia a adoptar una posición similar con respecto a sus actos imperialistas del pasado y ayudarle a llegar a conclusiones parecidas.

 
  
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  Jan Marinus Wiersma , en nombre del Grupo del PSE. – (NL) Señor Presidente, quisiera hacer dos observaciones iniciales. Estoy totalmente de acuerdo con la Comisaria cuando habla de una asociación estratégica y el valor que tiene, y cuando afirma que debemos mantener el diálogo con Rusia y ver qué podemos sacar de ahí partiendo de nuestros propios principios y valores.

En segundo lugar, yo soy neerlandés. No nací en Europa Oriental. Crecí en libertad y siempre he vivido en libertad. Para mí, como representante de lo que podemos llamar un antiguo Estado miembro, es extremadamente importante comentar lo que ha pasado con Estonia y cómo la ha tratado Rusia.

También es importante señalar que las cosas del pasado son siempre temas sensibles, para nosotros tanto como para cualquiera. Hay que ser cautelosos. Yo, como historiador, sé lo peligroso que es insuflar demasiada historia en la política. Aunque siempre aconsejo ejercer un cierto nivel de autocontrol, mi Grupo ya ha expresado su solidaridad con Estonia, y esta ha de ser la base de la actitud europea en el conflicto que ha surgido entre Estonia y Rusia.

El Presidente de la Comisión, el señor Barroso, dejó muy claro en Samara que este conflicto afecta no solo a Rusia, sino también a toda la Unión Europea. La Unión no ha intentado restarle importancia, y la reacción de Rusia ha sido inapropiada e inaceptable. Algunos Gobiernos y parlamentarios europeos han intentado interferir en los asuntos internos de un Estado miembro de la UE, lo cual no es de recibo.

Por otro lado está el hecho de que las autoridades rusas no hayan hecho nada por proteger el funcionamiento de la embajada estonia en Moscú, a raíz de lo cual puede decirse que el conflicto derivó en una crisis diplomática. A mi modo de ver (y así se ha expresado también en la resolución), las autoridades rusas, pero quizá también nosotros, deberían cambiar la retórica hostil por un intento de contribuir al diálogo, sobre todo entre las comunidades de los países en cuestión: Estonia y Letonia, y no sacar las cosas de quicio, porque este mismo diálogo también es necesario para generar relaciones dentro de los países que se ajustan a los valores europeos.

Espero que el mensaje de diálogo, de hablar del futuro y no solo del pasado, también se abra camino en Moscú.

 
  
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  Toomas Savi, en nombre del Grupo ALDE. – (ET) Señor Presidente, señora Comisaria, quisiera referirme a dos aspectos de las recientes relaciones entre Estonia y Rusia: la guerra informática y la campaña de desinformación emprendida por el Presidente Putin.

En primer lugar, después de todas las declaraciones de apoyo que ha recibido Estonia, Rusia no ha dado un solo paso para frenar los constantes ataques informáticos a los canales de información y comunicación oficiales de Estonia y a las páginas web del Gobierno estonio. La agresión propagandística por Internet y por mensajes de telefonía móvil apela, entre otras cosas, a la violencia y a la resistencia armada. Los mensajes se han difundido incluso por televisión y otros medios. Estonia es un país especialmente vulnerable a los ataques informáticos, pues cuenta con un gobierno electrónico y una administración electrónica y este año ha celebrado sus primeras elecciones por vía electrónica.

Los ataques cibernéticos que sufre Estonia deberían servir de aviso para toda Europa. En pleno siglo XXI, este peligro amenaza a todos los países. Tenemos que pensar muy seriamente en cómo defendernos, y debemos hacerlo juntos. Esta es la primera guerra cibernética de la historia, y está claramente dirigida a obstaculizar el funcionamiento de un Estado soberano de la Unión Europea.

En segundo lugar, en una rueda de prensa oficial en Samara, ante representantes de la prensa de todo el mundo, el Presidente ruso dijo las siguientes palabras textuales: «Lo que sucedió en Tallin no fue una simple dispersión de los manifestantes: uno de ellos murió. Además, no se trata solo de que ocurriera un accidente. Nos preocupa algo más: nos preocupa que aquella persona no recibiera ninguna asistencia cuando resultó herida». Según Putin, Ganin murió en presencia de la policía.

Señorías, esa es una desinformación deliberada. Es cierto que el joven de veinte años Dmitri Ganin resultó mortalmente herido durante los disturbios, pero tras su muerte se inició una investigación penal y en ella se demostró que el fallecimiento no tuvo que ver con la acción policial de pacificación en Tallin. Hacia la medianoche del 27 de abril, la policía encontró a Dmitri, que había sido herido por arma blanca, y a las 12.26 horas llamó a una ambulancia para que lo recogiera. La ambulancia salió un minuto después y llegó al destino a las 12.32, es decir, cinco minutos después. Dmitri fue hospitalizado a las 12.51 horas, fue operado y murió en el hospital a las 2.00 horas. Lo repito una vez más: la ambulancia llegó cinco minutos después de ser llamada por la policía, de modo que Dmitri no murió en presencia de la policía, sino en el hospital.

 
  
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  Konrad Szymański, en nombre del Grupo UEN. – (PL) Señor Presidente, señora Comisaria, las recientes tensiones con Rusia acerca de la discriminación comercial contra Polonia, y las injerencias de Rusia en los asuntos internos de un país independiente como Estonia constituyen quizá la mejor muestra de los verdaderos mecanismos y fuerzas en que se sustenta la cooperación europea en política exterior.

Era nuestra obligación moral mostrar solidaridad con Estonia, pero tal solidaridad también redunda en nuestro propio interés político. Los recientes incidentes entre la Unión y Rusia significan una gran inversión en el futuro de la Unión Europea, una inversión mucho más valiosa que cualquier cambio institucional.

La Unión Europea ha dado el do de pecho con la amplitud de miras mostrada por el Presidente de la Comisión y la Presidenta del Consejo. Estoy seguro de que hablo en nombre de muchos ciudadanos de Polonia y de Europa Central cuando doy las gracias de todo corazón al señor Barroso y a la señora Merkel.

 
  
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  Satu Hassi, en nombre del Grupo Verts/ALE. – (FI) Señor Presidente, Señorías, es importante distinguir entre la población rusa de Estonia y la política rusa. La población rusa de Estonia tiene los mismos derechos civiles y humanos que nosotros, pero los problemas y las discrepancias no dan legitimidad a Rusia para interferir en los asuntos de Estonia, como exigir la dimisión del Gobierno estonio. Nadie se cree que las autoridades de Moscú no pudieran evitar los sabotajes y la violencia contra el embajador estonio y el personal de la embajada cuando, como acaba de decir la señora Comisaria, se impidió que los activistas de la oposición llegaran a Samara para manifestarse. La polémica sobre la estatua ha sacado a la luz dos diferentes visiones de la historia. Aunque es cierto que el Ejército Rojo desempeñó un papel fundamental en la liberación de Europa del nazismo, tras la guerra ese mismo ejército se convirtió en una fuerza de ocupación en Estonia y en muchos otros países.

Los hechos han evidenciado claramente la escasa integración de la población rusa en la sociedad estonia. Es una tarea que compete al Gobierno y la sociedad de Estonia, y sé que no siempre es fácil hallar una forma constructiva de resolver los problemas. La policía tiene el deber de mantener el orden, pero las acusaciones de actuación policial desproporcionada deben ser investigadas imparcial y abiertamente. A Rusia parece costarle entender que Estonia y los demás países bálticos son ahora Estados soberanos. Tenemos que ser solidarios con Estonia. Los Estados miembros de la Unión Europea debemos ayudar a Estonia a averiguar quién o qué inició los ataques contra sus páginas web oficiales.

(Aplausos)

 
  
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  Eva-Britt Svensson, en nombre del Grupo GUE/NGL. (SV) Naturalmente, el Grupo Confederal de la Izquierda Unitaria Europea/Izquierda Verde Nórdica rechaza las desproporcionadas reacciones de Rusia y le exige que cumpla sus compromisos internacionales derivados de la Convención de Viena.

Pero, dicho esto, también queremos afirmar lo siguiente: a nadie le interesa una escalada del conflicto, que podría derivarse de ciertas actitudes o resoluciones y declaraciones simplistas. Es mejor tender puentes y el diálogo entre las partes que levantar muros y barreras. También resulta indiscutible que la discriminación y las restricciones de los derechos civiles que sufre la población rusa de Estonia son el caldo de cultivo para cualquier conflicto. La responsabilidad por el conflicto que nos ocupa también recae en el Gobierno estonio, que no respeta los derechos civiles de la población rusa. Es responsable porque, antes de la retirada del monumento, no hubo un diálogo previo con los habitantes de Tallin, y porque no se tuvo en cuenta el significado de la estatua para un gran número de personas, en recuerdo de quienes perdieron la vida en la lucha contra el nazismo y el fascismo.

Otros factores lamentables son la escalada del conflicto, en respuesta al hecho de que las autoridades estonias no permitiesen manifestaciones pacíficas, y la evolución posterior, consecuencia de la acción de la policía estonia contra los manifestantes. La decisión de retirar el monumento antinazi y los restos de los soldados que murieron en la guerra contra las tropas de Hitler ha sido considerada una provocación por todos los que creen que la lucha contra el nazismo debe ser objeto de recuerdo en el futuro. Nadie tiene derecho a reescribir la historia y las opiniones políticas no pueden impedir que haya análisis serios y un entendimiento de cómo surgen los conflictos. Solo con esos análisis y ese entendimiento podremos resolver los conflictos en el futuro.

 
  
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  Christopher Beazley (PPE-DE). (EN) Señor Presidente, no puedo estar de acuerdo con la interpretación que hace la última oradora del traslado de un monumento de guerra a un cementerio militar. Me parece que es absolutamente el procedimiento adecuado. El Gobierno estonio tiene derecho a tomar esa decisión, y ha servido de pretexto, no, señora Comisaria, como ha dicho usted, para provocar una disputa entre Rusia y Estonia, sino entre Rusia y la UE. El Presidente de la Comisión, el señor Barroso, puso los puntos sobre las íes en Samara expresando nuestra solidaridad absoluta con Estonia, así como con Polonia, la República Checa y, de hecho, con mi país, cuyo embajador también ha sido molestado por la organización Nashi, un grupo con respecto al cual el Presidente Putin hace muy poco por distanciarse.

Constantemente nos dicen que debemos rebajar la tensión, una tensión que no creamos nosotros. Me pregunto si sn su respuesta, señora Comisaria, puede usted extenderse sobre las negociaciones de la OMC que ha mencionado. ¿Es posible que podamos seguir negociando la adhesión con un país que aparentemente está implicado en la interrupción de las comunicaciones electrónicas, tal y como acaba de explicar el señor Savi, con el sistema bancario, con nuestra propia seguridad? Con toda seguridad es preciso enviar un mensaje claro al Presidente Putin diciéndole que por supuesto queremos mantener esas negociaciones, pero que no podemos hacerlo hasta que cesen los ataques cibernéticos.

 
  
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  Andres Tarand (PSE). (ET) Quisiera expresar mi sincera gratitud a los representantes de la Comisión y de todos los Estados miembros en esta Cámara por mostrar la solidaridad de sus países y su apoyo a Estonia.

No voy a reiterarme acerca de los acontecimientos de Tallin, ya descritos con detalle en la resolución, pero deseo subrayar la forma en que Rusia ha falseado con fines propagandísticos todo lo sucedido. Tal como ha señalado mi colega, la señora Savi, con respecto a la muerte del único joven que perdió la vida, supuestos testigos oculares difundieron a la mañana siguiente en Tallin la versión según la cual el joven había muerto frente al Teatro Dramático bajo las porras de los policías. Dado que el lugar fue mal identificado y la muerte en realidad vino de una herida de arma blanca, la versión de Moscú abandonó gradualmente la referencia a la culpa policial y el Presidente Putin denunció ante los dirigentes de la Unión Europea reunidos en Samara que la ambulancia deliberadamente no vino a asistir a la víctima. Yo mismo comprobé los hechos el domingo por la tarde, cuando hablé con el Ministro de Interior, quien me dijo que la ambulancia llegó al lugar en cinco minutos.

De este modo, la mentira ha sido rebatida dos veces en esta Cámara, pero he tenido que volver a recalcar los hechos, porque quizá mañana circulen películas espurias por este edificio. Un asunto totalmente nuevo, sin embargo, es el de la guerra informática, que tan amplia cobertura ha tenido en los medios de todo el mundo.

(El Presidente interrumpe al orador)

 
  
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  Georgs Andrejevs (ALDE). (EN) Señor Presidente, quiero llamar su atención sobre los antecedentes históricos de los recientes desórdenes y manifestaciones violentas en Estonia. La Unión Europea debería entender que durante 50 años de ocupación soviética, el régimen comunista cometió múltiples crímenes contra la población de los Estados bálticos. Trasladó a cientos de miles de trabajadores migrantes a los territorios de estos Estados ocupados, anteriormente soberanos, que eran miembros de la Sociedad de Naciones, creando la seria amenaza de que los estonios y letones se convirtieran en minorías dentro de sus propios países.

Tras fortísimas presiones por parte de la comunidad internacional, incluidas las instituciones europeas, Estonia y Letonia acordaron integrar a esos cientos de miles de no nacionales en sus sociedades. Sin embargo, la integración es un proceso de doble sentido, y los últimos acontecimientos en Estonia demuestran que existen tendencias contrarias. Los sentimientos de la época soviética han sido reemplazados por un nuevo enfoque imperialista de Rusia. Especialmente alarmante es el hecho de que la generación más joven, en la que se depositaban las mayores esperanzas de integración y lealtad, ha estado en el centro de los recientes sucesos violentos en Estonia, lo que debe hacernos reflexionar.

 
  
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  Inese Vaidere (UEN). (LV) Señorías, los acontecimientos en Estonia han evidenciado ciertos asuntos de importancia para Europa:

1) Rusia no ha cejado en sus planes para los países bálticos; es más: intenta aplicar el principio de «divide y vencerás».

2) Debemos recordar a Rusia la necesidad de reconocer la ocupación de los países bálticos, pues una interpretación diferente de la historia llevará inevitablemente a similares conflictos en el futuro.

3) Al igual que Finlandia en 1939, el pequeño país de Estonia no se arrodilló ante los ataques del «vecino oso», mantuvo su dignidad, triunfó y se ganó el apoyo de los países europeos.

4) Rusia solo entiende posiciones enérgicas y firmes. Las concesiones se conciben como signos de debilidad, por lo que agradezco a la Comisión y a la Canciller Merkel de Alemania, que ocupa la Presidencia, su comprensión ante los acontecimientos y su solidaridad al hablar a Rusia con una sola voz europea, y también quiero expresar mi convicción de que esta táctica nos traerá muchos éxitos en el futuro.

 
  
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  Tatjana Ždanoka (Verts/ALE). (EN) Señor Presidente, he escuchado con gran atención la intervención de la Comisaria, pero no estoy de acuerdo con que se trate de una simple disputa entre Rusia y Estonia. Además, me pregunto cómo el conflicto interétnico, las relaciones entre minorías y mayorías, una de las cuestiones cruciales de lo que es un enfoque diferente de la historia, se ha convertido ahora en materia de las relaciones entre la Unión Europea y Rusia.

Represento a la minoría rusoparlante de Letonia y he dicho en numerosas ocasiones que no queremos ser rehenes de juegos geopolíticos. Por desgracia, los rusoparlantes de Estonia, al igual que los de Letonia, fueron tratado como prisioneros de la primera Guerra Fría al serles negados sus derechos ciudadanos, al serles negado su idioma como lengua oficial en los países donde eran una minoría considerable. Ahora, por desgracia, nos toca ser los rehenes de la nueva Guerra Fría y vemos que en esta Asamblea se aboga por un comportamiento muy similar al de la Guerra Fría.

No puede haber solidaridad cuando se violan los derechos humanos. Una serie de organizaciones internacionales informan ahora de violaciones de los derechos humanos durante los recientes sucesos en Estonia.

 
  
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  Georgios Toussas (GUE/NGL). (EL) El conflicto entre Estonia y Rusia no es por una estatua de bronce: se trata de una insultante reinvención de la historia. Es un insulto a la memoria del millón de soldados desconocidos que dieron sus vidas en la lucha contra el fascismo.

El debate en el Parlamento Europeo durante el último período parcial de sesiones en Bruselas y la aprobación de la resolución que expresaba la solidaridad con el Gobierno estonio constituyen una política de apoyo consciente a la reescritura de la historia y a la resurrección del fascismo en los países bálticos y en otros lugares.

Hemos condenado repetidamente, con hechos por todos conocidos, que en Estonia, Letonia y Lituania, desde 1991, se ha hecho un esfuerzo metódico por rehabilitar a los colaboradores de las SS y del fascismo alemán. Al mismo tiempo, se han demolido monumentos al Ejército Rojo. En julio de 2004, el monumento al líder antifascista estonio Lembit Pärn fue derribado para erigir otro dedicado al comandante de las Waffen-SS Alfons Rebane.

En Letonia, el campo de concentración de Salaspils, donde fueron asesinados cien mil adultos y cuatro mil niños, fue rebautizado por el Gobierno con el nombre de «campo de reformación y trabajo». En Rumanía, el Primer Ministro Ion Antonescu, colaborador de la Alemania nazi, fue absuelto de sus cargos por crímenes de guerra.

Los asesinos y torturadores de las Waffen-SS reciben pensiones y son considerados libertadores en los países bálticos. El Consejo guarda silencio ante todas estas acusaciones y las preguntas de los diputados del Partido Comunista Griego al Parlamento Europeo.

Y no nos sorprende. El fascismo es consecuencia del capitalismo. No estamos de acuerdo con Putin, pero no nos explicamos que, después de matar a más de veinte millones de personas, se nos insulte y se pida el respeto a los tratados internacionales.

Por mucho que reescriban la historia, los hechos no cambian. Es una verdad histórica que el Ejército Rojo, con los comunistas, la Unión Soviética, estuvo en la vanguardia que aplastó al fascismo en Europa Oriental y Central e izó la bandera roja con la hoz y el martillo sobre el Reichstag.

Fue y sigue siendo la pesadilla permanente que siempre marcará la derrota de quienes soñaron con la soberanía mundial...

(El Presidente interrumpe al orador)

 
  
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  Charles Tannock (PPE-DE). (EN) Señor Presidente, lamentablemente Rusia no despertará a la nueva realidad geopolítica de que el llamado «extranjero cercano», donde ha ejercido, durante la mayor parte del siglo pasado, el poder absoluto, desde el Cáucaso hasta Ucrania, ha pasado a la historia. Ahora los Estados bálticos también son Estados miembros orgullosos e independientes, y es correcto y oportuno que la UE y la OTAN, de las que forman parte, se solidaricen al máximo con ello cuando Rusia intenta acosar al más pequeño de ellos, Estonia, en lo que es un asunto interno soberano de esta nueva república independiente.

Muchos pueden cuestionar la sensatez política que subyace al traslado de la estatua del llamado libertador soviético. Sin embargo, por suerte, procedo de un país que no ha experimentado nunca la brutal invasión y anexión estalinistas que han sufrido estos países. Debemos saber que la mayoría de los estonios no consideran a los soviéticos libertadores, sino tiranos, que acabaron con la independencia y la libertad de las que disfrutaban en el período de entreguerras.

El traslado de la estatua y de los soldados rusos caídos se llevó a cabo de acuerdo con el Derecho internacional y de ninguna forma justifica las resoluciones de la Duma que solicitan la dimisión del Gobierno estonio; las posteriores manifestaciones violentas; los ciberataques contra el sofisticado sistema estonio de gobierno electrónico; la indignante utilización de la Nashi, una organización nacionalista radical, para asediar la Embajada de Estonia, violando las Convenciones de Viena y siguiendo una estrategia similar que la que se lanzó contra el embajador británico, Anthony Brenton, quien asistió al mitin de Kaspárov del año pasado.

Si después de la cumbre quiere tener buenas relaciones con el conjunto de la UE y negociar un nuevo Acuerdo a Asociación y Cooperación, Rusia debe saber que ha de respetar a todos los Estados miembros de la Unión Europea por igual.

Los idílicos días bilaterales del ex Canciller Schröder, a quien el Presidente Putin ha premiado generosamente con un lucrativo puesto de trabajo tras su retiro, son agua pasada. Los nuevos líderes de la UE, como Sarkozy y Merkel, van a ser mucho más duros con Rusia en el futuro.

(Aplausos)

 
  
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  Katrin Saks (PSE). (ET) Señorías, gracias por su claro mensaje de que Rusia no puede tratar a Estonia como una provincia o república suya.

El soldado de bronce no fue más que un pretexto. Si no hubiera sido eso, habrían encontrado otra cosa, quizá en otra parte. Ha sido un intento de generar tensión no solo dentro de Estonia, sino en la Unión Europea; un intento de Rusia de crear inestabilidad que justifique una mayor injerencia y desvíe la atención de otros monumentos que ella misma retira.

Como antigua Ministra de Población y Asuntos Étnicos, puedo confirmar que este no era un conflicto étnico, es decir, entre estonios y rusos. Aunque en muchos aspectos tengamos diferentes puntos de vista sobre la historia y sus símbolos, les puedo asegurar que los pocos miles de jóvenes de la revuelta no representan a la minoría rusa de Estonia. Los que salieron a las calles gritaban: «Rusia, Rusia».

Estamos orgullosos de nuestros rusos, que ven Estonia como su hogar, y haremos todo lo posible por reinstaurar la paz. No podemos cambiar el pasado, y es poco probable que cambien las actitudes hacia él, pero podemos formarnos una visión común del futuro. Gran parte de la población ha adoptado actualmente la postura de «pasado diferente, futuro común».

 
  
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  Henrik Lax (ALDE). (SV) Los disturbios que siguieron a la retirada del soldado de bronce en Tallin fueron un duro golpe para todos los que se han esforzado por integrar a la población rusa en la sociedad estonia y por fortalecer los lazos entre los grupos sociales del país. Estonia necesita ahora el máximo apoyo y solidaridad de la UE y sus Estados miembros para poder salir de este atolladero, conseguir la armonía entre los grupos lingüísticos y estabilizar a toda la sociedad. Estonia no ha de tolerar la presión ilegítima ni la injerencia de Rusia. Esto es importante para toda la Unión Europea.

Estonia es un país que está orgulloso de sus tradiciones y cuenta con todos los elementos necesarios para el éxito. Desde 1920, la minoría rusa gozó de una posición muy favorable en la primera constitución estonia. Sería un paso muy positivo que en Estonia se creara un canal de televisión en ruso. Hoy en día, demasiados estonios rusoparlantes reciben información parcial sobre Rusia.

 
  
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  Wojciech Roszkowski (UEN). (PL) Señor Presidente, es preciso afrontar este problema con perspectiva. La reciente cumbre UE-Rusia en Samara ha conducido a un cambio de nuestra relación mutua, pues la solidaridad interna de la Unión se ha hecho visible para los nuevos Estados miembros. Hay que dar las gracias a la Presidenta del Consejo y al Presidente de la Comisión.

Puede parecer decepcionante que no se avanzara nada en las conversaciones, pero la cumbre de Samara merece una valoración positiva. El desarrollo de las relaciones entre la Unión y Rusia depende de que Rusia respete la soberanía de cada uno de los Estados miembros de la UE y abandone las tácticas que implican ejercer presión política mediante instrumentos económicos o el uso de tecnologías de la información.

Por desgracia, las autoridades rusas no han aceptado esta condición. Los ataques cibernéticos a Estonia no han cesado y prosigue el embargo a la carne polaca. El rastro de los asesinos de Alexander Litvinienko conduce hasta Moscú. Así, la Unión no puede sino mantener su presión.

No podemos comprender la Rusia contemporánea sin tener en cuenta su actitud en el pasado. Como requisito para una relación duradera y constructiva con Rusia, la Unión tiene que desarrollar una visión común del pasado. En este sentido, sería interesante crear algún tipo de «Carta de la Verdad y la Reconciliación».

 
  
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  Anna Ibrisagic (PPE-DE). (SV) Creo que está perfectamente claro para todos nosotros lo que ha sucedido en Tallin desde abril. Sin embargo, no estoy segura de que todos nos demos cuenta de su relevancia. Los anteriores debates en el Parlamento sobre este asunto reflejan que no todo el mundo entiende por qué algunos han reaccionado de forma tan violenta. Yo quisiera explicarlo.

Desde el mismo momento en que fue elegido presidente, el señor Putin afirmó que haría todo lo posible por recuperar la antigua fortaleza militar de Rusia y el poder que él cree que corresponde a Rusia. Si no recuerdo mal, solo un periódico, francés, llamó la atención claramente sobre lo que estaba sucediendo. A otros medios les pasó inadvertido. Pero los que, entre nosotros, hablan ruso y tienen la experiencia de haber vivido cerca de Rusia o bajo su yugo sí que lo entendían. Lo que sí ha quedado patente a lo largo de los años es que Rusia se mueve en la dirección equivocada en materia de derechos humanos, prensa independiente y libertad política. Otto von Habsburg, una de las figuras políticas más respetadas de Europa, lo ha calificado de regreso al estalinismo. Ahora cuenta noventa y cinco años: tiene una perspectiva de las cosas y tiene memoria. Otros, en cambio, parecen haber olvidado. En el Parlamento Europeo también hay diputados que parecen haber olvidado los arduos esfuerzos de los países de Europea Oriental en su camino hacia la libertad, la independencia y la autonomía. Parecen no recordar todas las amenazas, los boicots, la injerencia en los asuntos internos de otros países y el chantaje ejercido con los bloqueos energéticos. Muchos de estos acontecimientos son realmente recientes, incluso siguen sucediendo en algunos países que podrían designarse como la nueva Europa.

Pero desde la vieja Europa algunos parecen haber olvidado la lección histórica: solo es posible preservar la paz mediante una política exterior común, mediante la solidaridad y hablando con una sola voz. Y no se trata del monumento de Tallin. No se trata de Estonia. Se trata de Europa, de su soberanía y de su independencia.

 
  
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  Roberts Zīle (UEN). (LV) Señor Presidente, señora Ferrero-Waldner, antes que nada quisiera dar las gracias al señor Barroso por decir en Samara que cualquier problema que un Estado miembro tenga con Rusia, aunque sea el Estado más pequeño, es un problema de toda la UE con Rusia. Ha sido un espléndido apoyo para los Estados miembros, los nuevos Estados miembros, y especialmente para Estonia, pero también para los políticos a los que ahora se les han caído sus gafas de color de rosa en cuanto a sus relaciones con Rusia, y es fundamental comprender que seguirá habiendo intentos de demostrar que para Rusia aún existen la verdadera vieja Europa y los territorios cercanos a sus fronteras, y que estos, debido a distintas circunstancias, han pasado a formar parte temporalmente de la Unión Europea. Al mismo tiempo, la unidad de la Unión Europea sufrirá nuevas pruebas, algunas en forma de nuevas armas virtuales que pueden causar grandes daños a la sociedad moderna. Por lo tanto, la cuestión es si la Unión Europea va a esperar a que surjan nuevos problemas con alguno de los Estados miembros que pertenecieron al bloque soviético o si será capaz de exigir a Rusia que cumpla los requisitos que todo país debe cumplir si quiere ser democrático y aspira a formar parte de una sociedad. Gracias.

 
  
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  Ģirts Valdis Kristovskis (UEN). (LV) Señora Ferrero-Waldner, Señorías, para Europa es primordial no solo mostrar solidaridad, sino también reconocer las verdaderas razones de los conflictos acaecidos en Estonia. Europa debe comprender inexcusablemente que en Estonia han chocado dos ideologías: la democracia occidental y el viejo totalitarismo soviético. Al reconocer esto, Europa debe rechazar sin titubeos las interpretaciones históricas de la era totalitaria de la Unión Soviética. Europa debe promover la retirada de los símbolos soviéticos que ofenden a los habitantes de las naciones esclavizadas por la URSS. Debe participar en la renovación de la verdad histórica en los países bálticos ocupados y en los demás países de Europa Oriental. Esta es una condición imprescindible para la reconciliación de los representantes de las diversas ideologías y para la futura integración en los territorios antiguamente ocupados por los soviéticos. Y es un problema que afecta a toda Europa. Quiero subrayar especialmente que el Parlamento Europeo debe ser, en adelante, un participante activo en el logro de estos objetivos de la verdad y del Estado de Derecho. Gracias.

 
  
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  Benita Ferrero-Waldner, miembro de la Comisión. (EN) Señor Presidente, este debate ha demostrado claramente que la palabra clave es «solidaridad». Quiero dar las gracias a una serie de diputados por sus palabras de agradecimiento.

El señor Barroso, en particular, no podía haber sido más claro en este asunto. Muchos de ustedes saben lo que ha dicho. Ha dicho que la agresión a un Estado miembro, en este caso Estonia, constituye una agresión a toda la Unión Europea. Se trata de una declaración muy firme y demuestra asimismo que si Europa habla con una sola voz, una política de divide et impera no dará ningún resultado.

Estas han sido las principales cuestiones y lecciones de esas reuniones. Estas cuestiones ocuparon buena parte del tiempo en los debates que hubo durante nuestra reunión. Hicimos hincapié una y otra vez en que somos una Unión de 27 Estados miembros y en que mantendremos la solidaridad.

En cuanto a la adhesión de la OMC, las dos partes de Samara reconocieron que nuestros vínculos económicos y comerciales son mayores y más intensos que nunca y era alentador oír a la parte rusa decir que pretenden acelerar el proceso de su ingreso en la OMC. Es alentador porque nos interesa vincular a Rusia a un sistema basado en normas donde se le puede pedir responsabilidades. Esto es muy importante.

Respecto de los ataques cibernéticos, ahora corresponde al Consejo debatir la Comunicación de la Comisión, a la que hemos añadido un párrafo específico sobre el terrorismo cibernético. Veo que en general en esta Asamblea se acepta la importancia que tiene que nos basemos en esta cuestión de la solidaridad.

(Aplausos)

 
  
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  El Presidente. He recibido cuatro propuestas de resolución.

El debate queda cerrado.

La votación tendrá lugar el jueves 24 de mayo.

 

19. Informe anual 2005 sobre la PESC (debate)
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  El Presidente. De conformidad con el orden del día se procede al debate del informe (A6-0130/2007) del señor Brok, en nombre de la Comisión de Asuntos Exteriores, sobre el informe anual del Consejo al Parlamento Europeo sobre los principales aspectos y las opciones fundamentales de la PESC, incluidas sus implicaciones financieras para el presupuesto general de las Comunidades Europeas – 2005 [2006/2217(INI)].

 
  
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  Elmar Brok (PPE-DE), ponente. – (DE) Señor Presidente, señora Comisaria, Señorías, dado que hoy estamos debatiendo el informe del Consejo sobre la PESC sin la presencia del Consejo, quiero expresar mi gratitud a la Comisión y a la Comisaria Ferrero-Waldner por estar aquí con nosotros. Dice mucho de esta Cámara el hecho de que el único informe oficial elaborado sobre la Política Exterior y de Seguridad Común acabe siendo debatido de noche.

Creo que en los últimos años y, sobre todo, en el período de que estamos tratando, la cooperación con la Comisión en materia de Política Exterior y de Seguridad Común se ha desarrollado de manera muy positiva, y también con el Consejo en muchos aspectos.

En este tiempo hemos realizado un considerable progreso en la política de vecindad y en la política relativa a los Balcanes; también hemos mejorado nuestra capacidad de adoptar posiciones en relación con la política de seguridad y defensa, de manera que muchas de las funciones hoy asumidas por la Unión Europea habrían sido difícilmente imaginables hace cinco años. Por este motivo, debemos ver como un triunfo la capacidad sin precedentes que tiene actualmente la Unión Europea para atraer a otros países a su propia estrategia, ya sea en Oriente Próximo o en relación con Irán, combinando prevención, gestión de crisis civiles y capacidad militar, en lugar de basarse en la mera fuerza militar, lo cual yo resumiría en el concepto de «poder blando» de la Unión Europea como referente mundial.

Al mismo tiempo, tenemos que preguntarnos si, a pesar de todo el progreso realizado, podemos afrontar plenamente los retos a que nos enfrentamos. Les pido que tengan paciencia conmigo cuando digo que, precisamente en los asuntos que atañen a la política exterior y de seguridad, es fundamental, incluso para nuestra propia subsistencia, que el Tratado constitucional se haga realidad. Y pensando en esto, y sin olvidar tampoco que nos acercamos a la próxima Conferencia Intergubernamental, debemos dejar claro que este es uno de los componentes indispensables del Tratado constitucional, pues entre la Comisión y nosotros hay acuerdo en que es necesario organizar nuestras capacidades de forma más coherente.

Creo que es importante que demos ciertos pasos antes de dicha cita; por ejemplo, yo animaría a la Comisión a impulsar la expansión de sus delegaciones, ya presentes en ciento veinte países, de manera que las otras instituciones puedan aprovechar sus servicios aun antes de que esté en funcionamiento el servicio exterior previsto en el Tratado constitucional. Dado que el Consejo no está presente y no puede oír lo que decimos, puedo afirmar también que esta sería una magnífica ocasión para manifestar que dicho servicio exterior debería someterse, ahora y en el futuro, a la autoridad de la Comisión, y que no necesita ser una institución independiente. Obtendremos la máxima capacidad de actuación si adoptamos en este aspecto, desde ahora mismo, la sabia práctica de los hechos consumados.

La Unión Europea está representada en ciento veinte países mediante delegaciones de la Comisión, y es la mayor potencia comercial del mundo, con un 20 % del comercio mundial. Su producto interior bruto es mayor que el de los Estados Unidos de América –no per capita, es cierto, pero sí en cifras absolutas– y, si conseguimos traducir esto en lenguaje político –un lenguaje que, dicho sea de paso, refleja una actitud basada menos en el poder militar nudo y más en el «poder blando»–, entonces estaremos en condiciones de preparar la alianza transatlántica para la acción y de hacerlo en pie de igualdad, ejerciendo influencia de igual a igual, tal como hemos hecho recientemente con el Acuerdo Económico Transatlántico, que para nosotros ha supuesto un gran paso adelante en nuestras relaciones con los Estados Unidos, un país que es y seguirá siendo nuestro aliado y nuestro socio. No podemos ser equidistantes entre Rusia y los Estados Unidos, porque los Estados Unidos son nuestro principal aliado en cuestión de valores, y esto debe quedar totalmente claro cuando se hable de estos temas, a fin de evitar malentendidos.

(Aplausos)

Cuanto se trata de este tipo de asuntos, el estar de acuerdo o no con la actual política del Gobierno pasa a un segundo plano.

Pero al mismo tiempo debemos tener claro que solo tendremos esa capacidad de influencia si actuamos juntos. La solidaridad también significa solidaridad con el mundo exterior. Quiero dar las gracias al Presidente en ejercicio y a la Presidencia alemana en su conjunto por unirse a la Comisión y manifestar este hecho en Samara, donde no fue ninguna pérdida de tiempo dejar patente que entre esas dos instituciones no puede haber división. Del mismo modo que no aceptamos que los estadounidenses nos dividan entre la «vieja» y la «nueva» Europa, tampoco podemos permitir a nuestro vecino del Este que piense que caben diferencias regionales en materia de seguridad y que puede influir más en unas regiones que en otras. Todos los Estados de Europa y de todo el mundo deben ser libres para decidir por sí mismos a qué alianza y a qué comunidad desean pertenecer, y ningún vecino, por grande que sea, debe intentar hacerles cambiar de opinión: esta misma idea está en el corazón del Acta de Helsinki de 1975. Aun así, no debemos olvidar la importancia que tiene este gran vecino para nosotros en materia de energía y en otros aspectos, y por eso tenemos que hacer lo posible por desarrollar la asociación estratégica con Rusia, pues yo preferiría ver a una Rusia democrática de este tipo de nuestro lado que del lado de Irán.

(El Presidente interrumpe al orador)

 
  
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  Benita Ferrero-Waldner, miembro de la Comisión. (DE) Señor Presidente, Señorías, me complace tener la ocasión de discutir aquí el informe del señor Brok, aunque sea a una hora de la noche en que deberíamos estar más bien en la cama.

La Política Exterior y de Seguridad Común es un elemento crucial de la política exterior de la UE y para la cual los Tratados exigen que la Comisión se implique plenamente, participando en los debates en todos los planos de la estructura del Consejo, siendo un miembro permanente de la troika y gestionando y aplicando el presupuesto de la PESC. Asimismo, con todas las medidas amparadas en el primer pilar, también contribuimos a alcanzar los objetivos de política exterior de la UE, y es fundamental para nosotros que la UE disponga de un esquema de política exterior totalmente integrado, no solo en Política Exterior y de Seguridad Común, sino también en la dimensión comunitaria y, por ende, en las medidas adoptadas por los Estados miembros. Intentamos ser lo que podría llamarse los engranajes de una máquina bien engrasada.

Ahora quisiera aludir a algunos de los aspectos recogidos en este amplio informe.

En lo que atañe a la dimensión de la política exterior del Tratado constitucional, yo también creo que su puesta en marcha haría más eficaz, más coherente y más visible la PESC, pero de ahí no podemos concluir que las cosas, mientras tanto, no puedan mejorar o que no hayan mejorado.

Lo que importa a este respecto es lo que sucede y lo que se logra sobre el terreno, y en este sentido ha habido sustanciales progresos. Solo recientemente hemos logrado convencernos de que ha habido una mejoría en la cooperación entre el Consejo, los Estados miembros y la Comisión: en la coordinación de nuestra actuación y nuestras medidas respectivas al elaborar una solución para el problema del estatuto de Kosovo; en la potenciación de nuestros esfuerzos por fomentar el Estado de Derecho en Afganistán con medidas de tipo policial y judicial; allí, la policía es competencia del Consejo y de su secretariado, nosotros nos ocupamos del sistema judicial y la OTAN controla la labor militar. Podría citar los ejemplos del apoyo al proceso de paz de Oriente Próximo, donde la UE ha enviado una misión para ayudar en los controles fronterizos del paso de Rafah; el apoyo a la reforma del sector de la seguridad en la República Democrática del Congo, y también la financiación de las operaciones de paz en Somalia y Sudán mediante el Fondo de Paz para África, por no hablar de la operación de observación y seguimiento en Aceh.

Todas estas empresas, costosas pero de gran importancia política, exigen que para lograr nuestros objetivos dispongamos los recursos pertinentes no solo del presupuesto de la Política Exterior y de Seguridad Común, sino también de los instrumentos de la Comunidad, como el nuevo instrumento de estabilidad. Quisiera añadir que este instrumento está resultando muy flexible a este respecto, pues nos permite responder rápidamente a las crisis y constituir las capacidades necesarias.

Al cooperar en situaciones de crisis y hacer frente a otros retos de la política exterior, en realidad estamos ya allanando el camino de la aplicación de las disposiciones del Tratado constitucional en materia de política exterior, impulsando también el papel de la Unión Europea en el mundo, tal como desean sus ciudadanos. Y esto lo subraya muy acertadamente el informe.

El Parlamento Europeo desempeña igualmente un papel fundamental en la política exterior de la UE, motivo por el cual yo otorgo gran importancia a nuestros intercambios periódicos, ya sea en el pleno o en las comisiones, y ahí no debemos perder de vista nunca el reto común que se nos plantea: hacer que nuestra influencia se sienta de una forma más efectiva en todo el mundo.

Como bien se ha recalcado en el informe, es también de gran importancia que la Política Exterior y de Seguridad Común tenga una financiación adecuada, y por eso se han incrementado considerablemente los fondos para el nuevo período financiero, sobre todo en relación con otras áreas. En cuanto al presupuesto de 2007, todos sabemos que este año sufrirá una extraordinaria presión, sobre todo por Kosovo y por el proceso de paz de Oriente Próximo. En Kosovo, tan pronto como consigamos asegurar un acuerdo sobre su estatuto final y el Consejo de Seguridad de la ONU haya aprobado una resolución, se pondrá en marcha una gran operación de la PESC –quizá la mayor habida hasta ahora–, y la Comisión y el Consejo ya están trabajando duro en su preparación. Con respecto al proceso de paz en Oriente Próximo, tenemos que asegurarnos de que se mantenga la ayuda al pueblo palestino.

Si hicieran falta recursos adicionales para el presupuesto de la PESC, tendríamos que trabajar con esta Cámara para hallar una solución adecuada, teniendo en cuenta la necesidad de responder a crisis y emergencias imprevistas en otras áreas de la política exterior.

Ahora podría entrar en los asuntos concretos, pero creo que sus Señorías preferirán que interrumpa mi discurso y conteste después a algunas preguntas específicas tras el debate.

 
  
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  Antonis Samaras (PPE-DE), ponente de opinión de la Comisión de Presupuestos.(EL) Señor Presidente, como miembro de la Comisión de Presupuestos quiero expresar nuestra satisfacción por el refuerzo del capítulo de la Política Exterior y de Seguridad Común con cerca de 1 800 millones de euros para el período 2007-2013, lo que casi triplica los fondos de los siete años anteriores.

Sin embargo, creemos que, precisamente por eso, este hecho positivo debe ir acompañado de medidas que fomenten el control parlamentario y la cooperación entre nuestra comisión y el Consejo, tal como dispone el artículo 28 del Tratado de la Unión Europea. En consecuencia, me veo obligado a protestar por la injustificada ausencia del Consejo esta noche, con la que nos envía un mensaje muy negativo.

Nuestra postura es clara: no podemos aceptar informes anuales del Consejo que se limiten a una descripción a posteriori de las actividades de la PESC. Con la firma del nuevo acuerdo interinstitucional ha llegado el momento de que el Consejo nos facilite información antes de tomar sus decisiones definitivas.

Esta información financiera esencial solo la hemos obtenido recientemente, en relación con Kosovo, del embajador alemán competente, y debo agradecer su iniciativa, con la esperanza de que este buen precedente se haga habitual.

Otros dos comentarios. En primer lugar, nos preocupa que hasta ahora haya sido casi imposible valorar las llamadas «acciones mixtas de PESC», que implican un gasto derivado tanto de acciones civiles como de acciones de tipo militar y defensivo. Y, en segundo lugar, quiero recalcar que a nuestro juicio es necesario que los representantes especiales de la Unión Europea se financien con cargo al presupuesto de la PESC y, por lo tanto, es preciso fijar criterios para su nombramiento y evaluación.

 
  
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  Bogdan Klich, en nombre del Grupo del PPE-DE. – (PL) Señor Presidente, el informe del señor Brok se refiere al año 2005, pero lo que aquí estamos discutiendo es el futuro de la Política Exterior y de Seguridad Común. ¿Cómo será esa política?

Es obvio que, si la Unión Europea ha de ser una potencia activa para la paz, la estabilidad y la seguridad internacionales, debe disponer de las herramientas necesarias, es decir, unas instituciones políticas y sociales adecuadas. Tales herramientas están siempre a expensas de la voluntad política de los Estados miembros. El que tengamos o no más Europa ahora y en el futuro dependerá de la voluntad de los líderes políticos europeos. Análogamente, la Política Exterior y de Seguridad Común está a expensas de la voluntad política de nuestros dirigentes. ¿Cuáles son, entonces, los retos a que se enfrentan esos dirigentes en materia de PESC y del PESD?

En primer lugar, al margen de cómo resulte la reforma de los Tratados, creo que deben tenerse en cuenta, en el marco del proceso de reformas, las disposiciones del Tratado constitucional relacionadas directa o indirectamente con la PESC. Según ellas, la Unión Europea debe dotarse de personalidad jurídica y acabar con su estructura de pilares. Es preciso crear una nueva institución, el llamado Ministro Europeo de Asuntos Exteriores, además de un Servicio Europeo de Acción Exterior.

Es preciso mantener el principio general de unanimidad en materia de PESC, pero ampliando asimismo la regla de la mayoría cualificada.

Es muy importante introducir una cláusula de solidaridad para casos de amenazas o atentados terroristas, así como mantener el principio de asistencia mutua en supuestos de agresión armada en el territorio de algún Estado miembro, un principio que está consagrado en el artículo I-41 del Tratado constitucional.

Además, es esencial que continúe la cooperación estructural en el ámbito de las misiones, poniendo fin al mismo tiempo a su naturaleza exclusiva. Y también habría que incluir en el Tratado una lista más amplia de misiones de Petersberg. Es preciso fortalecer mediante el tratado la Agencia Europea de Defensa.

Y, en segundo lugar, hay que asegurar la efectividad de las misiones de paz. No me refiero solo a las actuales misiones en Bosnia y el Líbano, sino también a la próxima misión en Kosovo.

Por último, en el nuevo Tratado habría que incluir una cláusula de solidaridad energética. Con ello se respondería a las amenazas a la seguridad energética, que tienen cada vez mayor impacto en nuestros ciudadanos.

 
  
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  Helmut Kuhne, en nombre del Grupo del PSE. – (DE) Señor Presidente, los miembros del Grupo Socialista en el Parlamento Europeo respaldamos el informe del señor Brok, aunque nuestros puntos de vista difieren en algunos aspectos de medidas políticas concretas; por ejemplo, nosotros creemos que habría de prestar atención a la inquietud percibida en algunos Estados miembros de la Unión Europea ante la instalación del sistema antimisiles estadounidense y el peligro de que instigue una reedición de la carrera de armamentos. Quisiera añadir que los socialdemócratas nos alegramos de comprobar que algunas de las cuestiones que nos planteamos con respecto a este sistema surgen también en la Cámara de Representantes del Congreso de los Estados Unidos.

Entonces, ¿por qué apoyamos su informe? Lo apoyamos porque aparece en una situación muy concreta y ha sido respaldado por una amplia mayoría de la comisión, y la situación en que nos encontramos es la recta final de la creación de un nuevo fundamento jurídico de la Unión Europea y de la Política Exterior y de Seguridad Común. Los socialdemócratas estamos a favor de tal avance. Disculpe mi brusquedad si digo que quizá el día de mañana resulte que el apoyo es más decidido desde nuestras filas que entre algunos elementos de su propio Grupo.

Al tratar estos temas es cuando alguien debe poner los puntos sobre las íes. Usted lo ha hecho correctamente, y quiero subrayar una vez más sus palabras. Llegará el día en que no nos afecte a los que estamos hoy aquí, pero puede que sí afecte a nuestros nietos, en cuyos libros de historia leerán que, en 2007, los europeos volvieron a tener la ocasión de influir en el devenir de los tiempos y, una vez más, la desaprovecharon, y que la influencia en el mundo la compartieron desde entonces los Estados Unidos y China.

Si no queremos que eso suceda, el Parlamento debe respaldar este informe, en la situación en que estamos, y dar su apoyo a estas medidas, muchas de las cuales ha enumerado el señor Klich. Estoy de acuerdo con la descripción que ha hecho, que debería ser a partir de mañana la posición común de una amplia mayoría de esta Cámara.

 
  
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  Cem Özdemir, en nombre del Grupo Verts/ALE. – (DE) Señor Presidente, señora Comisaria, Señorías, probablemente les sorprenderá que mi Grupo, el Grupo de los Verdes/Alianza Libre Europea, no solo se una a los que acogen favorablemente el informe Brok, sino que lo respalde expresamente. Observo con interés y satisfacción la recién descubierta pasión del señor Brok por el «poder blando», cosa de la que no puedo sino alegrarme mientras espero impaciente ver en qué medida se traduce en la política de ampliación de la Unión Europea, en relación no solo con los Balcanes occidentales, sino también con Turquía. No voy a profundizar más ahora en este asunto, pero lo que no se puede permitir durante más tiempo es la actitud del Consejo hacia esta Cámara en materia de PESC y PESD, al informarnos siempre a toro pasado, según cuándo le parezca bien y cómo valore la situación. Esta es una práctica que merece toda nuestra crítica y que debe cambiar. También hay que decir, sin embargo, que lo que aquí se ha llamado Política Exterior y de Seguridad Común no siempre merece este nombre.

Lo demostraré poniendo el ejemplo de Kosovo. En los últimos años, los Estados miembros de la Unión Europea han enviado muchos soldados y voluntarios, además de gran cantidad de dinero, a las regiones en crisis, y ahora están sopesando implicarse en las labores policiales a gran escala y tener también una presencia civil. Considerando no solo la calidad, sino también la cantidad de nuestros servicios conjuntos, se diría que la Unión Europea sigue una política inequívoca, unitaria y común en Kosovo, pero, por lo que sabemos, la realidad es muy diferente, aunque el asunto haya sido ya discutido en el Consejo de Seguridad de la ONU. Y la cuestión que surge es si debemos esperar una vez más a que intervengan los Estados Unidos o si estamos en condiciones de resolver el problema nosotros mismos.

 
  
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  Tobias Pflüger, en nombre del Grupo GUE/NGL. – (DE) Señor Presidente, hoy quisiera comenzar refiriéndome a los puntos en que estamos de acuerdo. Es una falta de respeto mantener este debate a estas horas de la noche. El tema es demasiado importante para eso, y –tal como expresa el informe con sorprendente franqueza, sobre todo, en sus apartados 41, 42 y 43 y en otros muchos–, el Parlamento no ejercer un auténtico control sobre la política militar de la Unión Europea.

El Consejo debería tomar nota de una vez de la unidad real y completa que prevalece en el Parlamento Europeo en este punto. Queremos que haya un control parlamentario y que se consulte también a esta Cámara sobre las decisiones militares.

Pero para evitar que nos empachemos de consenso, aludiré ahora a los aspectos del informe en que no estamos de acuerdo. Tal como ha dicho antes el señor Brok, sin duda el Tratado constitucional está en el centro del debate y, como ha dicho la señora Comisaria, este Tratado traerá auténticos «avances» en cuestiones de política militar. Precisamente por eso, entre otros motivos, hemos rechazado el Tratado constitucional, y esperamos que pasajes como el apartado 3 del artículo I-41 desaparezcan del texto fundamental que está ahora en proyecto, aunque no confío mucho en ello. Da la impresión de que los diversos Gobiernos van a aprobar un tratado prácticamente igual, pero ya sin el nombre de «Tratado constitucional» y formalmente diferente.

Añadiré algo acerca de determinados puntos del informe. En términos muy claros se establece la centralidad de la cooperación estructural. Realmente, tiene que estar centralizada si se quiere que la Unión Europea sea una potencia militar. Nosotros no lo queremos, así que tampoco queremos esta cooperación estructurada. Y se formula muy claramente el mecanismo de Atenas, con el que se financian operaciones militares de la Unión mediante procedimientos espurios. Por ejemplo, con las llamadas «devoluciones» del Fondo Europeo de Desarrollo, algo que nos parece escandaloso. Hay que acabar con este juego sucio, y no debemos permitir que la Unión Europea se convierta en una potencia militar.

 
  
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  Gerard Batten, en nombre del Grupo IND/DEM. – (EN) Señor Presidente, este informe reclama un Ministro de Asuntos Exteriores de la UE, una política exterior común, un escaño común de la Unión Europea en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas y mucho más y, por supuesto, la consabida plena ratificación de la naufragada Constitución europea para que todo esto sea posible. Las partes que me han hecho más gracia han sido las que han pedido decidir una política exterior por mayoría cualificada y que los servicios de seguridad nacionales se sometan a la fiscalización democrática por parte del Parlamento Europeo.

La justificación de todo esto es que los ciudadanos europeos esperan eso de la Unión Europea. No sé con quién ha estado hablando el señor Brok, pero sin duda no eran británicos. La idea de que quieren ceder el control de su política exterior y de sus servicios de defensa y seguridad a la Unión Europea es ridícula. Lo terrible es que el señor Brok habla en serio.

 
  
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  Roberta Alma Anastase (PPE-DE). – (RO) La numai două săptămâni de la serbarea zilei Europei, la 9 mai, dezbaterea pe marginea raportului domnului Elmar Brok, consacrat politicii europene de securitate comună, este actuală şi necesară. Îi mulţumesc în acest sens raportorului pentru abordarea cuprinzătoare a acestei tematici, indisolubil legate de prezentul şi viitorul Uniunii Europene, precum şi pentru stabilirea, în interiorul raportului, a unor priorităţi necesare unei acţiuni eficiente în contextul european şi internaţional de astăzi.

În calitatea mea de raportor la subiectul cooperării cu şi în cadrul Mării Negre, am apreciat în primul rând poziţionarea tematicii consolidării relaţiei Uniunii Europene cu ţările acestei zone ca o prioritate pentru anul 2007. Nu mai puţin importantă este şi sublinierea necesităţii de a dezvolta dimensiunea cooperării regionale în cadrul politicii externe a Uniunii. Regiunea Mării Negre dispune, fără îndoială, de un potenţial bogat de dezvoltare; în egală măsură, ţările din zonă se confruntă şi cu provocări serioase în mai multe domenii. Stabilitatea, dezvoltarea şi prosperitatea în zona de vecinătate a Uniunii Europene, consolidarea relaţiilor Uniunii Europene cu ţările acestei regiuni, precum şi încurajarea cooperării intra-regionale este, în acest context, de o importanţă majoră. Reunind în cadrul său state membre ale Uniunii Europene şi vecini ai acesteia, regiunea Mării Negre poate şi trebuie să devină un spaţiu al cooperării pe baza valorilor şi principiilor europene. Trebuie însă să trecem de la vorbe la fapte, din plan teoretic în cel al măsurilor concrete şi eficiente, care să demonstreze implicarea Uniunii Europene în această regiune.

 
  
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  Libor Rouček (PSE).(CS) Señorías, a comienzos del siglo XXI los países europeos se enfrentan a toda una serie de nuevos retos. Entre ellos están la globalización, el terrorismo internacional, el control de armamentos y el desarme, el freno a la proliferación de las armas de destrucción masiva, la inmigración incontrolada, la dependencia energética y la seguridad del suministro energético, el cambio climático, el freno a la expansión de la pobreza en el mundo, etcétera. Son problemas que afectan a todos los países europeos, independientemente de su tamaño y su situación geográfica. Son retos, problemas y situaciones que ningún país europeo, ni el mayor de todos, puede resolver por sí solo.

Por eso necesitamos una Política Exterior y de Seguridad Común y debemos promoverla, al menos, en la medida propuesta por el Tratado constitucional. Sobre todo, es necesaria la institución del Ministro de Asuntos Exteriores, con cargo de Comisario y al frente de la Comisión de Asuntos Exteriores. Solo así podrá la Unión hablar por fin con una sola voz. Entre las muchas propuestas que contiene el proyecto de Tratado constitucional para la UE está la necesidad de forjar una auténtica actividad exterior europea, de fortalecer la cooperación estructural y de prestar ayuda humanitaria, todas ellas de gran importancia.

Casi igual de significativo es el hecho de que el proceso constitucional deba concluir en 2008. Me parece que esto es importante, no solo con respecto a la futura ampliación, en este caso con la adhesión de Croacia, sino también, como han dicho oradores que me han precedido, desde el punto de vista de la necesidad de hacer que la política exterior común y de seguridad y defensa se lo más eficaz posible. Sin esta política, Europa se estancará en su desarrollo político y, a la larga, también económico.

 
  
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  Nils Lundgren (IND/DEM). – (SV) El señor Brok insiste en la importancia de que la UE tenga un Ministro de Asuntos Exteriores y sus propios embajadores en todo el mundo. Observa que hasta ahora solo dieciocho países han ratificado el Tratado constitucional, y que «es necesario seguir trabajando por la plena ratificación». Presten atención a los términos: «es necesario seguir trabajando por la plena ratificación». Eso significa no aceptar la voluntad popular de dos de los Estados miembros fundadores de la UE. Así es como se hacen las cosas en Estrasburgo y Bruselas. Es la misma cantinela de siempre según la cual Europa debe ser capaz de hablar con una sola voz. Por lo tanto, hay que silenciar veintisiete voces. ¿Qué habrá de decir, entonces, esa única voz? Permítanme citar un ejemplo. La invasión de Iraq fue respaldada por una coalición de países voluntariosos: Reino Unido, Italia, España, Polonia, Países Bajos, Dinamarca, etcétera. Una UE con una sola voz probablemente habría aprobado la invasión, y se habría obligado a ir a la guerra a soldados alemanes, en contra de la voluntad expresa del Parlamento alemán. Piensen en esto, y piénsenlo dos veces. Hablar con una sola voz necesariamente implica que exista un pueblo con una sola identidad, pero los europeos tienen diferentes identidades.

 
  
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  Rodi Kratsa-Tsagaropoulou (PPE-DE).(EL) Señor Presidente, señora Comisaria, quiero felicitar al ponente, el señor Brok, y al ponente de opinión, el señor Samaras, por sus comentarios sobre las deficiencias y limitaciones de la PESC y por sus propuestas de potenciar la acción, mejorar la financiación y hacer un mejor uso de nuestras capacidades, de manera que podamos desempeñar un papel en el mundo y afrontar los problemas.

Sin embargo, vuelve a ser el momento de preguntarse: ¿Es suficiente con eso? ¿Obtendremos alguna vez los resultados deseados? Es una cuestión que nos plantean los ciudadanos de la Unión Europea y de otras partes del mundo, sobre todo aquellas en que estamos presentes pero sin suficiente eficacia.

Quisiera hacer referencia, como ya ha hecho el señor Brok, al Próximo Oriente, una región que en los últimos días ha conocido una situación especialmente preocupante. Esta situación constituye todo un reto para nosotros. Ofrecemos ayuda humanitaria y de desarrollo coordinada y permanente; mantenemos fuerzas de pacificación, como en el Líbano, y policiales, como en Rafah, y esperamos que los problemas se resuelvan por sí solos, que los resuelvan otros o que vayan por derroteros dictados por otros.

Aunque nos damos cuenta de que el principal problema es el de Palestina, nos limitamos a soluciones temporales en vez de hacernos con las riendas del destino para llegar a soluciones radicales que sean al mismo tiempo viables.

Ya es hora de que entendamos que es necesaria una estrategia europea más independiente y autónoma, que vea las cosas con mayor claridad y las llame por su nombre. Es la única forma de que seamos eficaces.

Señora Comisaria, reconozco sus esfuerzos continuados y efectivos, tanto en este terreno como en otros, pero creo que, antes del Tratado constitucional, que nos aportará un marco más coherente y responsable, hemos de asegurarnos de que haya una mejor cooperación con el Consejo. El Parlamento puede contribuir a esta visión más política y profunda de las cosas y trazar una estrategia.

 
  
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  Marianne Mikko (PSE).(ET) Señorías, es un gran paso adelante que se haya triplicado el presupuesto para la Política Exterior y de Seguridad Común. Sin embargo, los casi dos mil millones de euros repartidos a lo largo de los siete próximos años no consiguen satisfacer ni siquiera las necesidades más urgentes.

Esta situación, en la que la influencia de la Unión Europea en las relaciones internacionales es muy inferior a la de algunos Estados miembros, es intolerable. La descuidada clasificación de los asuntos que afectan a los Estados miembros como asuntos bilaterales es un golpe bajo para la credibilidad de la política exterior de la Unión Europea. Al mismo tiempo, nos debilitamos a nosotros mismos al permitir la doctrina rusa de vecindad por la cual se cierra la puerta a potenciales Estados miembros.

Sería bueno tanto para nosotros como para nuestros socios que habláramos con una sola voz en el mundo y con el mundo. Y debe ser la voz de un interés común, no la que convenga a las grandes potencias. El declive de la influencia de los Estados Unidos, las exacerbadas ambiciones de Rusia y las nuevas líneas de fuerza de la economía mundial nos obligan a demostrar e impulsar el potencial de la Unión Europea. Yo también suscribo la invocación del ponente a una mayor presencia de mujeres en cargos ejecutivos.

 
  
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  Hélène Goudin (IND/DEM).(SV) Tan solo deseo hablar de los excesos en el tiempo de intervención. Todos los oradores deben ser tratados por igual. Si se concede a todos los demás la ocasión de hablar, mi colega de mi izquierda también debe tenerla, aunque no sea de la misma opinión que el Presidente.

 
  
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  Jamila Madeira (PSE).(PT) Quiero felicitar de todo corazón al señor Brok por la clarividencia con que ha presentado las cuestiones al Parlamento y por la línea política que asume. Federalista convencido e incondicional defensor de la Constitución, ha puesto el dedo en la llaga aludiendo a las responsabilidades de la Unión Europea en el mundo actual.

No obstante, quisiera hablar sobre un punto de este informe que está directamente relacionado con el conflicto de Oriente Próximo y la pasividad de la UE ante tan desastrosa situación, pasividad que ha quedado patente esta tarde en el debate sobre Palestina. Este año, la UE debe centrarse en la situación palestina. Por eso estoy en contra de la actitud de la UE. Todos sabemos que el núcleo de los problemas y de la inestabilidad del mundo está en Oriente Próximo. Los retos que esta región plantea deben gozar de prioridad entre todas las responsabilidades de la UE en política exterior, si es que queremos una vida más segura y una sociedad en democracia y paz.

En el conflicto entre Israel y Palestina, la comunidad internacional y, en definitiva, todos nosotros, debemos apoyar la solución de dos Estados que convivan en la región, con las fronteras definidas en 1967.

 
  
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  Benita Ferrero-Waldner, miembro de la Comisión. (EN) Señor Presidente, de entrada quisiera dar las gracias al ponente, el señor Brok, por este importante informe, que llega en un momento crucial, en el que la Presidencia alemana trata de reactivar el Tratado constitucional, quizás sin llamarlo así. Lo importante es conseguir una mayor eficiencia.

¿Cómo podemos conseguir una mayor eficiencia en el futuro? No solo a través de las instituciones, sino también a través de la voluntad política de los Estados miembros. Contar con una Política Exterior y de Seguridad Común solamente será posible si hay unanimidad en nuestro actual sistema de votación. Por tanto, deberíamos ampliar las votaciones por mayoría cualificada en asuntos de política exterior común. Esto es muy complicado, pero creo que marcaría una verdadera diferencia.

También quisiera dar las gracias a nuestro ponente, especialmente por sus comentarios sobre las delegaciones. He comenzado a trabajar estrechamente con nuestro personal de cara a intensificar la formación, mejorar la comunicación política, sobre diplomacia pública y programas de intercambio entre los Estados miembros, el Consejo, la Secretaría del Consejo y nosotros mismos con el fin de conseguir –por ósmosis, como siempre digo– comprendernos mejor unos a otros y elaborar un enfoque cohesivo en el futuro.

Quisiera hacer un par de comentarios más, uno de ellos sobre Kosovo. Kosovo es un verdadero problema europeo que requiere una solución europea con el acuerdo de la comunidad internacional. La Unión Europea deberá asumir la responsabilidad sobre Kosovo una vez definido su estatuto. ¿Cómo podremos conseguirlo? Creo que esto se puede hacer estableciendo una oficina civil internacional, además de una importante misión para fomentar el Estado de Derecho y continuando con la creación de capacidad a gran escala, sobre la base, ojalá, de una resolución del Consejo de Seguridad.

También quisiera añadir que hoy ya hemos debatido extensamente sobre Oriente Próximo. Sabemos lo difícil que es la situación, pero considero que la Unión Europea ha desempeñado un papel muy importante y quiere seguir haciéndolo, particularmente en conjunción con otros miembros del «Cuarteto». Pese a que hoy la situación parece muy sombría, todavía esperamos poder reunir a ambas partes para en torno a un enfoque positivo en el futuro.

Quisiera mencionar que el mar Negro es una de esas nuevas regiones en las que hemos concentrado nuestros esfuerzos relativos a nuestra Política de Vecindad, ya que creemos que se trata de una zona nueva con nuevos Estados miembros, como Rumanía y Bulgaria, a la que nos hemos extendido y nos gustaría colaborar con Turquía y Rusia en esta región, tratando de abordar muchas de las cuestiones importantes.

Por último, con respecto a los contactos entre el Consejo y el Parlamento Europeo, actualmente existe un acuerdo interinstitucional, hay más contactos entre ambas instituciones sobre cuestiones de la PESC y creo que el representante especial del Secretario General, el señor Matthiessen, que se encuentra presente hoy aquí, sin duda también mencionará esta cuestión.

 
  
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  El Presidente. El debate queda cerrado.

La votación tendrá lugar el miércoles, 23 de mayo.

Declaraciones por escrito (artículo 142 del Reglamento)

 
  
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  Glyn Ford (PSE), por escrito. – (EN) Este informe del señor Brok constituye un importante paso adelante hacia una Política Exterior y de Seguridad Común europea. Con el desarrollo sucesivo de la Unión Industrial Europea, la Unión Social –como parte del modelo social europeo–, la Unión Económica y Monetaria y la adopción de la moneda única, Europa está ahora preparada y debe avanzar para desarrollar y proyectar una posición común en cuestiones de política exterior.

Esto está comenzando a suceder. Europa ha adoptado una postura diferenciada sobre el conflicto entre Israel y Palestina, Irán y la Península de Corea; a mi modo de ver, su compromiso con el diálogo y la colaboración crítica es mucho más adecuado que el enfoque agresivo y unilateral del Gobierno Bush.

Nuestra primera intervención amparada en la PESC en Asia ha sido un rotundo éxito, con el acuerdo de paz en Aceh, en el que ha mediado la UE y que ha sido supervisado por la misión conjunta de supervisión UE-ASEAN en Aceh, que observó la destrucción de armamentos, la reinserción de combatientes –de ambos bandos– y la retirada de tropas irregulares; todo ello dio lugar a las históricas elecciones del pasado diciembre, en las que fue elegido gobernador el ex combatiente del GAM y prisionero del Gobierno de Indonesia en Banda Aceh. Seguiremos ayudando y contribuyendo a este proceso de paz para poder consolidar este éxito.

Es hora de que Europa se exprese con mayor contundencia en la Península de Corea. (...)

(Declaración por escrito acortada de conformidad con el apartado 7 del artículo 142 del Reglamento)

 
  
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  Alexander Stubb (PPE-DE), por escrito. – (EN) Señorías, quisiera das las gracias a mi colega y amigo, el señor Brok, por su excelente informe sobre la PESC. Quisiera destacar tres cuestiones en particular.

En primer lugar, el informe expresa la necesidad de un enfoque común de las cuestiones de política exterior en tiempos de globalización. El informe menciona el cambio climático, la dependencia de la energía, los Estados desestructurados y el terrorismo internacional, por mencionar tan solo algunos ejemplos.

En segundo lugar, el informe destaca que el Tratado constitucional contempla las innovaciones institucionales necesarias, por ejemplo la figura del Ministro de Exteriores de doble cargo, para coordinar de modo más eficaz la política exterior común.

En tercer lugar, una política efectiva requiere fondos. El informe considera que «el importe total de 1 740 millones de euros asignado a la PESC para el periodo comprendido entre 2007 y 2013 es insuficiente para lograr las ambiciones de la Unión como agente mundial». Estoy de acuerdo.

Por tanto, quisiera expresar mi apoyo a este informe.

 

20. Aproximación de los tipos del impuesto especial sobre el alcohol y las bebidas alcohólicas (debate)
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  El Presidente. De conformidad con el orden del día se procede al debate del informe (A6-148-2007), de la señora Lulling, en nombre de la Comisión de Asuntos Económicos y Monetarios, sobre la propuesta de Directiva del Consejo por la que se modifica la Directiva 92/84/CEE relativa a la aproximación de los tipos del impuesto especial sobre el alcohol y las bebidas alcohólicas (COM(2006)0486 C6-0319/2006 2006/0165(CNS)).

 
  
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  László Kovács, miembro de la Comisión. (EN) Señor Presidente, como saben, la propuesta de la Comisión que estamos debatiendo sigue al informe presentado por la Comisión en mayo de 2004 y al posterior mandato del Consejo de 12 de abril de 2005 a la Comisión de presentar una propuesta para revalorizar los tipos mínimos del impuesto especial sobre el alcohol y las bebidas alcohólicas con el fin de compensar la inflación. Su único objetivo es mantener el valor real de los tipos mínimos; no se trata de una propuesta que pretenda una armonización ni la convergencia de tipos.

Para empezar, quisiera informar a sus Señorías de los debates que tuvieron lugar en el Consejo Ecofin en noviembre de 2006. En el Consejo hubo una fuerte resistencia por parte de varios nuevos Estados miembros, que decían que el punto de partida de 1993 para el cómputo de la inflación no les afectaba, ya que entonces no formaban parte de la Comunidad. Siento cierta afinidad con este punto de vista y por lo tanto he promovido un compromiso, oficialmente propuesto por la Presidencia finlandesa, en los debates con los Estados miembros.

Este compromiso toma como punto de partida el 1 de mayo de 2004, la fecha de la adhesión de los diez nuevos Estados miembros, y comporta una tasa de inflación mucho menor. El nuevo incremento propuesto de la tasa es de tan solo el 4,5 %, en lugar del 31 %. Lamentablemente esta propuesta de compromiso fue vetada por un Estado miembro, la República Checa; añadiré que este país no se vería afectado en absoluto por la revalorización del 4,5 %, ya que el impuesto especial que aplica actualmente es más alto. Sin embargo, confío en que cuando este asunto regrese próximamente al Consejo, la postura checa haya cambiado y en que haya unanimidad.

Está claro que el impacto de una revalorización del 4,5 % es mínimo, pero, incluso en ese caso, habrá periodos de transición disponibles para los Estados miembros afectados. En el caso de Bulgaria y Rumanía, cuya adhesión tuvo lugar el 1 de enero de 2007, estos períodos de transición serán muy generosos.

A continuación quisiera referirme al informe de la señora Lulling, que sin duda contiene algunas ideas bastante radicales. En primer lugar, reiterando lo que he dicho al principio, la propuesta de la Comisión no pretende una armonización ni la convergencia de tipos, sino simplemente una revalorización que, conforme al compromiso que he mencionado, tomará 2004 como punto de partida. En segundo lugar, rechazar la directiva y suprimir los tipos mínimos, tal como sugiere la señora Lulling, tendría consecuencias extremas. Por ejemplo, los Estados miembros no estarían en absoluto obligados a aplicar impuestos especiales sobre el alcohol, lo que a su vez crearía una mayor distorsión del mercado interior. La supresión de los tipos mínimos también podría cercenar la libertad de los viajeros, ya que los Estados miembros presionarían para que hubiese mayores restricciones sobre la cantidad de alcohol que los individuos pueden llevar de un Estado miembro a otro con el fin de detener la inevitable pérdida de ingresos. Estoy definitivamente en contra de restablecer fronteras en la UE para las bebidas alcohólicas y por lo tanto también estoy en contra de suprimir los tipos mínimos. Esto crearía asimismo un peligroso antecedente para los demás impuestos especiales, como sobre el tabaco y la energía, que también están sujetos a tipos mínimos, y a otros impuestos como el IVA. Los Estados miembros deben respetar ciertas normas relativas a los tipos impositivos. Esto también podría generar inquietudes en materia de salud.

Quisiera decir algo asimismo sobre el código de conducta propuesto, que introduce efectivamente un tipo positivo de impuesto especial sobre el vino. Como saben, en la actualidad el vino está sujeto a un tipo mínimo igual a cero, y así seguirá siendo conforme a la propuesta de la Comisión. Sin embargo, conforme al código de conducta propuesto, los 15 Estados miembros que no gravan en la actualidad el vino no solo necesitarían introducir un tipo positivo, sino que finalmente tendrían que dirigir su comercio hacia el promedio de la UE, que en la actualidad es de 48 euros por hectólitro. Estoy convencido de que el incremento propuesto del impuesto especial sobre el vino no concitaría un amplio apoyo de los ciudadanos.

En conclusión, espero sinceramente que sus Señorías rechacen la propuesta que se plantea en el informe y extiendan un dictamen que respalde las propuestas de la Comisión, modificadas, desde luego, por el compromiso del Consejo relativo concretamente a la fecha a partir de la cual se comenzará a contabilizar la inflación, el 1 de mayo de 2004, lo que daría lugar a un incremento de tan solo el 4,5 % del impuesto especial mínimo.

 
  
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  Astrid Lulling (PPE-DE), ponente. – (FR) Señor Presidente, señor Comisario, Señorías, en política a veces hay que dar muestras de coraje. Es lo que el Parlamento podría hacer votando mañana a favor de mi informe, que propone abolir los tipos mínimos sobre el alcohol y las bebidas alcohólicas. Esos tipos se fijaron en 1992 con el fin de aproximar los tipos aplicados en los distintos Estados. Dicha aproximación no se ha producido, ni mucho menos.

Ahora bien, no es culpa de los tipos mínimos, aunque no se hayan adecuado a la inflación desde hace quince años. Si los aumentáramos un 31 % –como propuso la Comisión en septiembre de 2006–, seguiría sin producirse una aproximación significativa. En efecto, la diferencia entre esos tipos mínimos, incluso adaptados, y los tipos sobre el vino, la cerveza y los licores practicados por los Estados miembros del norte de la Unión seguiría siendo enorme. Así lo demuestra, por ejemplo, el hecho de que el impuesto sobre un litro de cerveza es de 0,0936 euro en la República Checa y en Malta, frente a 1,43 euro por litro de cerveza en Finlandia.

Pese a las conversaciones mantenidas durante largos meses, el Consejo no consiguió ponerse de acuerdo sobre una adaptación de los tipos mínimos, por más mínima que fuera. Acaba de decidir pedir a la Comisión que lleve a cabo un estudio detallado de la fiscalidad del alcohol y las bebidas alcohólicas, en particular de las tendencias en materia de posiciones competitivas y niveles de precio.

Siendo las cosas como son, señor Comisario, es necesario con todo salir del atolladero en que se han metido la Comisión y el Consejo. Para hacerlo, solo hay una solución razonable, lógica, inteligente: hacer abstracción de tipos mínimos, que no tienen ya ninguna razón de ser, y ponerse de acuerdo sobre un código de conducta que ayude a los Estados miembros a hacer converger sus impuestos especiales dentro del respeto del principio de subsidiariedad, que ha olvidado usted mencionar. Es lo que le propone la Comisión de Asuntos Económicos y Monetarios en mi informe.

Por lo que respecta a las enmiendas presentadas en el Pleno por el Grupo Socialista en el Parlamento Europeo y el Grupo de los Verdes/Alianza Libre Europea, propongo decididamente rechazarlas. Las enmiendas socialistas conducirían a hacer chapuzas con el aumento de los tipos y el calendario. Pero lo que es más grave, prevén desde ahora adaptaciones automáticas al índice de precios europeo si este aumenta un 0,5 %, sin consulta al Parlamento y al Consejo. ¡Si recordamos nuestra lucha en el terreno de la comitología, semejante propuesta resulta folclórica! Proponer un tipo cero, como han hecho los socialistas, para los destiladores búlgaros que consumen su propia producción es un señuelo lanzado a los ciudadanos búlgaros antes de las elecciones europeas en Bulgaria del 20 de mayo. Esto es evidente, ya que los autores de la enmienda en cuestión saben muy bien que semejante exención sería impracticable y no existe ninguna posibilidad de que sea adoptada por unanimidad en el Consejo. Lo mismo sucedió con la retirada de mi informe del orden del día del periodo parcial de sesiones adicional del 9 de mayo, para evitar a los socialistas búlgaros mostrar su verdadero rostro antes del 20 de mayo: no ha servido de gran cosa, dado el resultado de los socialistas en Bulgaria, que me complace constatar que no ha sido tan maravilloso.

En cuanto a las enmiendas de los Verdes, debo constatar que ignoran que, afortunadamente, no es la Comisión sino el Consejo quien tiene que decidir en materia de fiscalidad. ¡Ignorar hasta tal punto el Tratado es bastante grave para un Grupo que no deja de dar lecciones a todo el mundo en esta Cámara! Si los Verdes no hubieran retirado, en el último minuto, sus enmiendas 24 y 26, que encargan a la Comisión que fije un tipo máximo, tendríamos que haberlas declarado inadmisibles por ser incompatibles con el Tratado.

Calificar el vino de sustituto de la cerveza, como hacen los Verdes en su enmienda 25, es absolutamente fantasioso y refleja una cultura gastronómica subdesarrollada. Los viñateros de Francia, Alemania y Luxemburgo no olvidarían, de aquí a 2009, que sus diputados verdes propusieron abolir el tipo cero para el vino, que es un producto agrícola de primerísima línea. Esos países, que han optado por aplicar el tipo cero, seguro que no están dispuestos a votar a favor de su abolición a partir de 2008.

Señor Comisario, ha defendido usted su posición, que ya ha muerto de muerte natural en el Consejo. Lamento que no haya aprovechado la ocasión que le ofrecemos en bandeja de plata de salir de este punto muerto sin perder la cara. ¡Es realmente una pena! Señor Comisario, sin duda conoce el dicho latino: errare humanum est, perseverare diabolicum [errar es humano, perseverar diabólico].

 
  
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  Piia-Noora Kauppi, en nombre del Grupo del PPE-DE. – (EN) Señor Presidente, ante todo quiero decir que aunque normalmente apoyo sin reservas las iniciativas de la Comisión en materia de tributación, especialmente la base imponible común para el impuesto de sociedades, en esta cuestión también respaldo a la señora Lulling y su excelente informe.

Todo informe que trate sobre alcohol y tributación corre el riesgo de afectar a numerosas sensibilidades nacionales, que es lo que le ha sucedido con este.

En 1992 –cuando esta cuestión se debatió en el Parlamento por última vez–, la Unión Europea era muy distinta. Estaba compuesta por tan solo 12 Estados miembros con un PIB per cápita relativamente similar. Entonces se suponía que la imposición de tipos mínimos del impuesto sobre el alcohol comportaría una convergencia de precios en todos los Estados miembros. Ahora sabemos que incluso si esto hubiese pasado con los 12 antiguos Estados miembros –lo cual no sucedió–, simplemente los cambios estructurales de nuestra Unión habrían impuesto la necesidad de un cambio. Estos tipos ya no están al día ni son beneficiosas para la economía europea en su conjunto.

Me complace que la señora Lulling haya llegado a la conclusión radical de suprimir todos los tipos mínimos del impuesto sobre el alcohol y en su lugar proponga un código de conducta. Esto es beneficioso en varios sentidos: elimina la necesidad de realizar constantes comprobaciones de la inflación y otorga a los Estados miembros el derecho a elegir el nivel de impuestos adecuado a sus condiciones económicas y culturales, que en la actualidad son muy diversas entre los 27 Estados miembros.

Comprendo la preocupación por cuál podría ser la próxima consecuencia en el Consejo. Es cierto que los Estados miembros podrían tratar de imponer algunas barreras nuevas, pero no somos partidarios de ello. Nos gustaría que los Estados miembros fuesen libres de tomar sus propias decisiones estúpidas, si eso es lo que quieren hacer.

Por lo tanto, quisiera destacar que el hecho de estar a favor del informe de la señora Lulling no contradice que algunos Estados miembros sigan cobrando impuestos más elevados sobre el alcohol. Este es el caso de los países nórdicos como Finlandia, por ejemplo, donde los impuestos más altos todavía se utilizan para financiar una serie de iniciativas y campañas sanitarias, entre otras cosas. Apoyo esta política de los países nórdicos, ya que en Europa no estamos preparados para tener tipos impositivos muy bajos sobre el alcohol. Quizás por eso seamos un país menos gastronómico, pero esto no contradice mi opinión de que mañana deberíamos aprobar el informe Lulling.

 
  
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  Pervenche Berès, en nombre del Grupo del PSE. – (FR) Señor Presidente, me figuraba que este debate sobre los impuestos especiales sería apasionado, y creo que hemos tenido un anticipo.

Nuestra ponente, que no obtuvo el apoyo del Grupo Socialista en el Parlamento Europeo en la votación en la Comisión de Asuntos Económicos y Monetarios, nos ha pedido que demos muestras de coraje y, según ella, el coraje consiste en borrar hoy el pasado. Reconozco aquí su talento luxemburgués, por lo que se refiere a los impuestos especiales en materia de alcoholes, pero permítanme que no la siga por ese camino y no me sume a su alegato a favor de la competencia fiscal o la libre circulación de los productos en un mercado interior que realmente no sería único.

Creo que su propuesta, señor Comisario, es buena. Creo que los elementos de compromiso que están hoy sobre la mesa del Consejo, que tienen en cuenta la realidad de la subida de los impuestos especiales a raíz de la ampliación de la Unión Europea, son buenos y deberíamos apoyarlos. Las enmiendas presentadas por mi Grupo apuntan en ese sentido y no tienen nada que ver con las chapuzas, y está claro que la señora Lulling no ha comprendido de qué tratan esencialmente.

La cuestión es saber avanzar en este terreno. Decir que lo mejor sería abandonarlo todo, so pretexto de que la tarea es difícil, no me parece una buena estrategia. Por lo que respecta a la renuncia a todo impuesto especial, me complace constatar que la señora Kauppi reconoce que los impuestos especiales pueden ser útiles, incluso para la salud pública, y que lo mejor es mantenerlos.

Más allá del problema concreto de nuestros amigos búlgaros, creo que aquí, como legisladores, debemos ser serios y coherentes y abogar por el mantenimiento de los instrumentos, débiles e insuficientes, de que hoy dispone la Comisión para que el funcionamiento del mercado interior implique ciertos aspectos fiscales. Señor Comisario, como sabe, puede usted contar con el pleno apoyo de mi Grupo en esta batalla.

 
  
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  Olle Schmidt, en nombre del Grupo ALDE. – (SV) Señora Lulling, su Señoría tiene muchas cualidades, pero a veces también va demasiado lejos, y es lo que ha hecho con este informe. Recomendaré a mi Grupo que rechace su propuesta en su totalidad, siguiendo así a la Comisión.

En un informe sobre los precios del alcohol, también hay que considerar la repercusión que tendría en la salud pública un incremento del consumo. Si embargo, nada se dice de la salud pública en su informe. La abolición del impuesto especial sobre el alcohol, incluida la cerveza, sería enviar un mensaje totalmente equivocado. Sabemos que el alcohol causa cada vez mayores daños, y que cada vez hay más jóvenes que beben literalmente hasta la muerte, y no solo en los países nórdicos.

Todos los días llegan a Suecia medio millón de latas de cerveza, 65 000 botellas de licor, además de vino, etcétera. Esto se debe a las grandes diferencias de impuestos sobre el alcohol. Unos impuestos especiales comunes y más altos en la UE podrían ayudar a resolver el problema. El margen de coste es un factor importante en este contexto, porque los consumidores de los que hablamos son muy sensibles a los precios.

La integración europea no puede realizarse mediante el turismo alcohólico. Yo no pido que la UE adopte el sistema impositivo sueco, nada más lejos de mi intención; lo que pido es consideración y solidaridad con otros países y sus habitantes. Por eso, los impuestos especiales sobre el alcohol deben armonizarse progresivamente.

Los europeos bebemos más alcohol que nadie en todo el mundo. El año pasado, la Comisión presentó una estrategia de reducción del daño causado por el alcohol. Si en esta Cámara queremos hacer nuestra la postura de la Comisión, no tenemos más que rechazar este informe.

 
  
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  Zdzisław Zbigniew Podkański, en nombre del Grupo UEN. – (PL) Señor Presidente, señor Comisario, Señorías, la propuesta de aproximar los tipos del impuesto especial sobre el alcohol y las bebidas alcohólicas ha suscitado un encendido debate y una fuerte controversia. En parte, esto se ha debido a la diversidad de tipos del impuesto entre los Estados miembros de la Unión y, en parte, al temor de que los que apoyan los cambios pretendan sustraer gradualmente la competencia sobre los impuestos a los Estados miembros en beneficio de la Unión. Se ha alegado que su fin último es un impuesto único sobre las personas físicas y jurídicas.

La inclusión de las enmiendas propuestas a la Directiva 92/84/CEE del Consejo reduciría la competencia y llevaría a una disminución en la calidad de los productos individuales y a favorecer el monopolio del mercado en manos de los grandes grupos empresariales.

En definitiva, este problema es más complejo de lo que les parece a los que han propuesto las modificaciones. Hace falta un análisis más profundo, más debate y más consultas a los Estados miembros.

 
  
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  Carl Schlyter, en nombre del Grupo Verts/ALE.(SV) Cualquiera que, en nombre de la subsidiariedad, desee abolir el impuesto mínimo sobre el alcohol habrá de estar de acuerdo, en nombre de ese mismo principio, en permitir la imposición de un límite a las importaciones privadas de alcohol. De lo contrario, los países con altos impuestos especiales se inundarán de licores baratos importados de forma privada, con el consiguiente coste para su salud pública. Si no se limitan las importaciones, el país con los impuestos más bajos estará imponiendo su política en materia de alcohol a los demás.

¿Qué clase de lógica permite atravesar las fronteras de los Estados miembros con 200 kg de vino, cerveza y licor, pero solo 15 kg de carne fresca? Además, es absurdo un tipo cero en el impuesto sobre el vino cuando hay impuestos sobre la cerveza y el licor. Y aún es más absurdo que Suecia sea demandada por favorecer, a juicio de la Comisión, al sector de la cerveza mediante los altos impuestos sobre el vino. La UE misma está distorsionando el mercado con su exención al vino. El alcohol no es un producto cualquiera. Considerar, como hace la comisión, este asunto como una cuestión de mercado interior sin tener en cuanta la salud pública es una irresponsabilidad y un disparate económico.

 
  
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  Gerard Batten, en nombre del Grupo IND/DEM. – (EN) Señor Presidente, el Consejo y la Comisión desean incrementar el tipo mínimo del impuesto especial sobre el alcohol, supuestamente para reducir la distorsión de la competencia y promover el mercado único. La ponente afirma que el tipo mínimo establecido en 1992 y aplicado por una minoría de Estados miembros no ha impedido que otros amplíen la diferencia al aumentar sus tipos. La conclusión es que no tiene sentido establecer tipos mínimos cuando los Estados miembros son libres de fijar tipos superiores y por tanto habría que abolir la directiva.

Sin embargo, la UE nunca renunciará al control sobre nada, por poco sentido que tenga, y algunos países verán cómo sus tipos aumentan cuando el tipo mínimo suba de acuerdo con la inflación. Esto al menos será una buena lección para los nuevos Estados miembros: la UE interferirá en aquello que más les importa y les costará dinero.

 
  
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  Jean-Claude Martinez, en nombre del Grupo ITS. – (FR) Señor Presidente, en 1990 se nos explicó que hacían falta horquillas de tipos. En 1992 se nos explicó que hacían falta niveles mínimos. Ahora se nos explica que hacen falta mínimos flotantes, y siempre por la misma razón: el eugenismo, la neurosis sanitaria de la Europa calvinista, que debería conducirnos a imponer derechos de aduanas interiores, a erigir barreras fiscales, hasta cerca de dos euros por litro de vino, como por ejemplo en Dinamarca y el Reino Unido. Pero si nuestros amigos ingleses, daneses y suecos quieren recaudar impuestos, ¡que lo hagan! Los países mediterráneos, Alemania y Luxemburgo aplican al vino impuestos especiales de tipo cero.

Cada cual es libre, si quiere, de drogarse en vez de beber, pero el problema de la droga no se resuelve con impuestos. Y no aseguramos la salud, si se me permite decirlo, con impuestos. ¡Déjenles beber, déjenles vivir! Hay límites máximos infinitos: ¡no necesitamos límites mínimos!

 
  
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  Roger Helmer (NI). no inscrito. (EN) Señor Presidente, ya estamos de nuevo: otro intento tímido y furtivo de la Comisión de introducir la armonización fiscal por la puerta de atrás.

En esta Cámara nos encanta hablar de la «competencia fiscal perjudicial», así que dejemos una cosa clara: no existe tal competencia fiscal perjudicial; toda competencia fiscal es buena. Cualquier esfuerzo de armonización representa un cártel de los Gobiernos en contra de los intereses de los ciudadanos. Al igual que todos los esfuerzos por armonizar los impuestos, esta propuesta tendrá el efecto de subir aún más los impuestos que gravan nuestras economías ya sometidas a una gran sobrecarga fiscal.

La propuesta de la Comisión tiene un defecto añadido: al tratar de aplicar un incremento porcentual común con carácter general, exacerba aún más la distorsión existente entre los tipos de bebidas, que es injustamente discriminatoria a favor del vino a costa de los licores tradicionales, como el coñac y el whisky. En este caso debo confesar cierto interés: en el pasado trabajé en el sector del whisky escocés; durante varios años fui Mr. Johnny Walker en Corea.

Sin duda, cualquier persona razonable estará de acuerdo en que la grave discriminación fiscal a favor del vino y en contra de la cerveza y los licores que consagran estas propuestas es totalmente inaceptable. No debemos permitir que las cosas sigan así. Por lo tanto, permítanme elogiar el trabajo de la ponente, la admirable señora Lulling. En esta Asamblea ha habido muy pocos informes que destilen tanto sentido común.

La medida de 1992 para armonizar los impuestos sobre el alcohol ha fracasado en sus objetivos. Los cambios propuestos por la Comisión también fracasarían. El importe del impuesto cobrado es reducido, en ocasiones demasiado bajo para justificar el coste de la recaudación. Los Estados miembros deberían ser libres de fijar los tipos adecuados a su pueblo y a su cultura.

La recomendación final de la señora Lulling es que debería abolirse la legislación comunitaria en esta materia. Permítanme felicitar a la ponente, la señora Lulling, por un trabajo bien hecho.

 
  
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  Мартин Димитров (PPE-DE). – (BG) Уважаеми г-н председател, уважаеми дами и господа, в аргументите, използвани от социалистите и от уважаемия комисар Kovács, има един голям проблем и той е следният: Те казват: „Когато акцизите се определят от Брюксел централизирано, няма проблеми със здравето. Обаче, когато се даде правото на всяка страна сама да определя своето акцизно облагане, тогава има големи здравни проблеми.“

Това е несъстоятелен аргумент, който е типичен за хората, които имат централизиран начин на мислене. Страните имат повече информация, по-добре познават своите проблеми и могат по-добре да се справят с определянето на акцизните ставки. Защо мислите, че когато Брюксел определя централизирани акцизи, нещата изглеждат по-добре? Тази логика не я разбирам.

Другото много важно нещо: здравните проблеми зависят от образованието, от информационни кампании и много по-малко от данъци. Разликата в доходите между Източна и Западна Европа е много голяма. Как при 10 пъти разлика в доходите да определите минимални акцизи, така че всички да са доволни? Това очевидно не може да стане. В страни като България и Румъния сегашното акцизно облагане представлява около 70 % от крайната цена заедно с ДДС, което създава огромен стимул за „сива икономика“, което означава производство, което не се отчита въобще от държавата. Тази „сива икономика“ ще навлиза и в други страни-членки на Европейския съюз.

Затова въобще не може да се говори и не трябва да се говори за увеличаване на акцизните ставки. Напротив, трябва да се даде право на всяка страна в зависимост от своите традиции, национални особености да определя акцизните ставки. Това е разумното, рационално предложение.

Напълно заставаме цялата българска делегация в Народната партия зад предложението на г-жа Lulling, което е изключително разумно. Това е едно законодателство, което 15 години не дава ефект. Очевидно е, че е излишно и ако имаме доблестта и смелостта, трябва да кажем: „Да, не върши работа.“ И трябва да бъде спряно. Неслучайно започна инициатива на Европейската комисия за премахване на тези директиви, които са излишни. Ето пример за излишна директива. Имате ли смелостта да я прекратите? Това е единственото решение.

 
  
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  Ieke van den Burg (PSE).(NL) Señor Presidente, discúlpeme si, al contrario de lo que aquí parece ser norma, no muestro una excesiva emoción por este tema. En primer lugar, deseo disculparme por la ausencia de nuestra ponente alternativa, la señora Gottardi, a quien en adelante sustituiré.

Debo decir que he observado con regocijo la forma en que la señora Lulling, como una moderna Marianne, ha encabezado esta batalla, esta rebelión contra la propuesta de Directiva y contra esta propuesta de incrementar los tipos mínimos del impuesto sobre la cerveza y el alcohol en función de la inflación. Es obvio que este tema puede dar un gran espaldarazo a la popularidad de cualquiera. Sin duda, los impuestos son muy impopulares, mientras que la cerveza y el alcohol son muy populares. Sea como fuere, nuestro Grupo no se ha dejado llevar hasta ese punto, porque nosotros, al igual que la señora Berès, nos sentimos responsables del mercado interior y de la libre competencia.

El único comentario negativo que quisiera hacer es que esta Directiva, elaborada a comienzos de los años noventa, constituye desde luego una normativa muy deficiente porque esgrime cifras absolutas. No es esta la manera de hacer las cosas, y menos si el tema exige unanimidad, porque así resulta prácticamente imposible cambiar esas cifras absolutas en un momento posterior.

Este es el motivo por el que me ha gustado tanto la propuesta favorable a una indexación automática, presentada por el Comisario Kovács junto con la Presidencia finlandesa. Creo que ha sido un gesto muy loable no comenzar tan alto como en la propuesta original, sino empezar más modestamente para ir subiendo más adelante.

Por eso, el Grupo Socialista en el Parlamento Europeo ha presentado estas propuestas, que actualmente se están discutiendo en el Consejo, en forma de enmiendas. Creo que sería muy inteligente y un síntoma de sensatez política que la mayoría del Parlamento votara a favor de ellas mañana.

 
  
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  Margarita Starkevičiūtė (ALDE). (LT) Señor Presidente, quiero expresar mi apoyo al informe de la señora Lulling, que me parece equilibrado y un buen ejemplo de política tributaria liberal.

Este debate de hoy no versa sobre el impuesto en sí, cuyo incremento a un ritmo del 1 % no cambiará nada, como ha dicho la Comisión, y la diferencia arancelaria entre, por ejemplo, Lituania y los países escandinavos seguirá siendo la misma. El debate versa sobre si queremos normalizar y armonizar las tarifas impositivas o si creemos que la diversidad de nuestros países ha de reflejarse en diferentes tarifas impositivas y sistemas tributarios. Es cierto que tenemos que fomentar el comercio entre los distintos países y que hay que crear un mercado interior común, pero podemos lograrlo, y tenemos planes para armonizar la base tributaria (el Parlamento ya ha aprobado un informe en este sentido). Las tarifas aduaneras tienen que reflejar la situación real de cada país y permitir que las empresas desarrollen sus iniciativas. En los países en que tales iniciativas no pueden apoyarse en una infraestructura adecuada, como sucede en los nuevos Estados miembros, deben apoyarse en tarifas tributarias diferentes. La competencia siempre es positiva, se mire como se mire. Resultan cómicas nuestras disputas internas en la UE sobre qué país es el más barato, porque donde de verdad es más barato el alcohol es en Rusia.

 
  
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  Hélène Goudin (IND/DEM).(SV) El consumo extensivo de alcohol tiene graves consecuencias sociales, o los llamados efectos externos negativos. Para entender mejor el problema debe establecerse un paralelismo con los impuestos del carburante para automóviles. Los combustibles están gravados con impuestos por los efectos nocivos sobre el medio ambiente. La recaudación del impuesto permite combatir el daño ambiental causado con su combustión. Así, el coste está internalizado y el que contamina, paga.

El mismo principio cabe aplicarlo a la venta de alcohol. Los sistemas sanitarios nacionales se sobrecargan debido a las enfermedades relacionadas con el alcohol. En este caso, el impuesto tiene dos efectos: por un lado, un consumo menor del producto gravado y, por otro lado, los ingresos por el impuesto contribuyen al tesoro público, y el dinero puede utilizarse para la atención de las personas con enfermedades relacionadas con el alcohol.

En lo que se refiere a los impuestos mínimos, creemos que allí donde existen es mejor mantenerlos que suprimirlos. No tendría que haber excepciones, como sucede ahora, para ciertas bebidas alcohólicas.

 
  
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  Petre Popeangă (ITS). – (RO) Din lipsă de timp, o să mă limitez la a expune doar câteva consideraţii privind efectele pe care le-ar produce în România modificarea directivei pe care o analizăm, consideraţii transmise de către o asociaţie de producători de bere pe care le împărtăşesc şi le susţin. Se apreciază că aplicarea unei asemenea măsuri este, în prezent, dăunătoare industriei berii din România, deoarece va declanşa o competiţie neloială între unităţile producătoare de bere şi cele producătoare de alte băuturi fermentate, determinată de faptul că prin egalizarea propusă se va provoca creşterea accizei la bere, în timp ce la alte băuturi fermentate va rămâne neschimbată. Consecinţa directă şi imediată a acestei modificări este scumpirea produsului, în condiţiile în care în România coeficientul putere de cumpărare pe produs intern brut/locuitor indică faptul că berea este deja cu 200% mai scumpă decât media preţurilor practicate la produsele similare din Europa 15. Creşterea preţului va determina în mod automat şi limitarea producţiei, ca una dintre consecinţele diminuării consumului, ceea ce va provoca şi scăderea numărului de salariaţi din acest sector, cu tot cortegiul de efecte sociale şi financiare ce ar rezulta din acest proces.

În sfârşit, dar fără a epuiza toate consecinţele pe care le-ar genera adoptarea unei astfel de decizii, se semnalează şi faptul că mărirea accizei la bere ar putea avea şi efecte inverse celor scontate, determinând per total o diminuarea a veniturilor bugetare ca urmare a scăderii vânzărilor şi diminuării personalului din acest sector.

 
  
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  Zsolt László Becsey (PPE-DE). (HU) Quiero felicitar a la señora Lulling por su informe y espero que el Parlamento le dé mañana el máximo apoyo posible. Es necesario un cambio de mentalidad en cuanto a los impuestos especiales, porque fijar un tipo mínimo en euros no aporta evidentemente nada a la mejora de la convergencia. En otras palabras: no logra el objetivo planteado.

Básicamente, en un sistema abierto por arriba y medido en euros no es posible una convergencia significativa. Además, con ello se podría causar un daño muy grave, pues en muchos Estados miembros, habitualmente los más pobres, el establecimiento de unos controles de precios que alegraría al propio Marx significaría imponer nuevas cargas inflacionistas a los Estados miembros cuyas cuentas públicas estuvieran en orden, limitando aún más su autonomía tributaria. Pero muchos de ellos ya han recaudado, o están recaudando, impuestos especiales por la fuerza, y, lo que es más, esos países penalizados podrían incluso superar el porcentaje máximo de ingresos, tal como indican los análisis económicos.

Con ello se darían argumentos a los que se oponen a introducir el euro en esos países –por ejemplo, los bálticos y los balcánicos–, supuestamente por motivos de inflación, pero con el objetivo de mantenerlos fuera de la zona del euro. En países como Bulgaria y Rumanía, con unos salarios de 100 ó 150 euros, ¿cómo podemos esperar que esto no degenere en economía sumergida, delincuencia y destilación ilegal? ¡Se trata de la salud pública! ¿Es que han de pagar la mitad de sus salarios en impuestos especiales?

Por no mencionar la ingeniosa idea formulada de someter al tipo mínimo también al vino, como producto sustitutivo de la cerveza, imponiendo una carga aún mayor a ese antiguo producto de la cultura europea. Si de verdad queremos convergencia, y en esto estamos de acuerdo en el terreno de la estrategia, tenemos que introducir un código de conducta –eso es lo que yo he recomendado, y que la Comisión ha aceptado– en que los Estados miembros que estén por encima o por debajo del tipo medio del impuesto acepten realizar los cambios solamente a fin de converger con la media y si lo permiten las circunstancias económicas.

Esta parece ser la única solución para la política del impuesto especial, pues no es posible recuperar las fronteras ni abolir dicho impuesto. Tras la ampliación, diversos Estados miembros en fases de desarrollo muy diferentes...

(El Presidente interrumpe al orador)

 
  
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  Antolín Sánchez Presedo (PSE). – (ES) Señor Presidente, queridos colegas, la aproximación de los impuestos sobre el alcohol y las bebidas alcohólicas, estableciendo niveles mínimos para los tipos impositivos, es un método válido para reducir distorsiones en la competencia y desajustes en el funcionamiento del mercado único y, al tiempo, respetar un espacio para el ejercicio de las competencias fiscales de los Estados miembros.

La revisión de los tipos, invariables desde 1992, es necesaria para evitar que el sistema se desfase y pierda su razón de ser. Es también una operación compleja, puesto que, aun cuando el esfuerzo de aproximación inicial se ha devaluado por el tiempo transcurrido, también se ha ampliado con la incorporación desde entonces, y en tres oleadas sucesivas, de quince Estados miembros con situaciones y culturas muy diferentes.

El abandono del acervo comunitario, como propone la ponente, es un paso hacia atrás que puede dar lugar a una dinámica desestabilizadora de indeseables consecuencias. Preservarlo no impide que los Estados miembros exploren y anticipen nuevos avances a través de fórmulas blandas como los códigos de conducta.

Según los cálculos, la propuesta de la Comisión de recuperar, a partir del 1 de enero de 2008, el 31 % del incremento de inflación producido entre 1983 y 2005 no producirá efectos sobre la mayoría de los Estados, que tienen tasas mínimas superiores, aunque puede suponer un alza brusca en otros y afectar negativamente a los productores, el empleo y el control de los precios.

Por todo ello, defiendo que, en la revisión, el vino permanezca exento, que los tipos propuestos se reduzcan, teniendo en cuenta la particular sensibilidad de la cerveza y los productos intermedios, y que se facilite una adaptación gradual a los nuevos Estados miembros, que parten de posiciones más divergentes.

En el futuro considero conveniente que se realicen revisiones periódicas, aunque la indexación automática podría desconectar este instrumento fiscal de la política económica en la Unión Europea.

 
  
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  Ivo Strejček (PPE-DE).(CS) Señor Presidente, señor Comisario, buenas noches. Señora Lulling, ha recibido usted hoy el elogio de algunos Grupos. Aparte de felicitarle por su informe, quisiera decir también que a mí me ha causado gran satisfacción, pues contiene al menos cuatro aspectos que yo quisiera poner de relieve.

En primer lugar, su informe se basa en la idea de que el comercio tansfronterizo, con la libre circulación de mercancías, es uno de los principios fundamentales de la integración europea. Los consumidores toman sus decisiones en función de los precios, es decir, de la relativa carga tributaria de los productos. Si algunos Estados miembros sobrecargan sus productos con altos impuestos, deben reajustar su política tributaria nacional en vez de esperar la salvación de la UE.

En segundo lugar, creo que uno de los puntos clave de su informe es que la competencia tributaria es positiva. La creación de lo que se conoce como mercado común con fronteras libres de impuestos no es sino una forma de proteccionismo moderno.

En tercer lugar, tal como se ha dicho ya varias veces, cada Estado miembro tiene derecho a seguir su propia política tributaria. Los impuestos y la gestión tributaria están en el núcleo de la competencia política. Como bien sabe la señora Lulling, yo represento en esta Cámara a la República Checa y sus intereses, y, dado que mi país es un célebre productor y exportador de cerveza, quiero hacer un comentario final: no hay un solo motivo para que los productores y los consumidores checos de cerveza paguen por la armonización de los impuestos al consumo.

 
  
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  Jan Andersson (PSE).(SV) Sinceramente, creo que la propuesta original de la Comisión, con un ajuste desde 1993, era la mejor, pero reconozco que, si queremos llegar a un acuerdo con el Consejo, la única opción es el ajuste desde 2004. ¿Por qué estoy a favor de la propuesta de la Comisión? Precisamente, por los argumentos que ya he expuesto: quiero que haya impuestos (es decir, impuestos mínimos) sobre toda actividad nociva para el medio ambiente, porque deseo que se reduzcan esas actividades.

Lo mismo sucede con el alcohol. El alcohol tiene un alto coste para la salud pública, y una forma eficaz de reducir su consumo es imponer un impuesto mínimo. En este debate se ha presentado un extraño argumento. Se ha dicho que el aumento moderado que se propone de los impuestos afectaría a la inflación. Para que eso sucediera en cada uno de los países, el consumo de alcohol y, por lo tanto, los problemas que genera tendrían que estar tan increíblemente extendidos que dicha subida de impuestos fuera ya de verdad una necesidad urgente.

 
  
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  László Kovács, miembro de la Comisión. (EN) Señor Presidente, quisiera dar las gracias a todos los oradores que han participado en este debate. Como he dicho en mi intervención inicial, rechazar la directiva y suprimir los tipos mínimos podría tener consecuencias extremas, y quisiera extenderme un poco más sobre esta cuestión.

Sin tipos mínimos no habría ninguna clase de obligación para que los Estados miembros aplicasen algún impuesto especial sobre el alcohol y, de hecho, dada la escasa importancia que algunos Estados miembros otorgan a este tipo de impuestos sobre el alcohol, reflejada en los bajos niveles del impuesto, esto debe considerarse una posibilidad real.

No dudo lo más mínimo que, en ausencia de tipos mínimos, algunos Estados miembros presionarían a favor de una mayor restricción de la cantidad de alcohol que las personas pueden llevarse de un Estado miembro a otro, con el fin de poner freno a la inevitable fuga de ingresos, y esto conllevaría una reducción de la libertad para los ciudadanos. También se ha sugerido que los tipos mínimos interfieren en la soberanía de los Estados miembros. De hecho ocurre todo lo contrario: respaldan la soberanía de los Estados miembros al permitirles aplicar sus propias políticas fiscales, sin la amenaza de que se vean socavadas por otros Estados miembros y, especialmente, por las compras transfronterizas y el contrabando.

Esto no significa que los tipos mínimos estén destinados a proteger a los Estados miembros con impuestos más altos. El hecho de que los tipos mínimos se fijen en un nivel bastante bajo y sigan siendo bajos incluso tras la revalorización del 4,5 %, deja a los Estados miembros un amplio margen de maniobra. Los que deseen fijar sus tipos nacionales en niveles cercanos al mínimo pueden hacerlo sin que nadie se lo impida. Del mismo modo, aquellos que quieran fijarlos por encima del mínimo son libres de hacerlo, pero deberán responsabilizarse de las consecuencias.

Quisiera confirmar una vez más que el objetivo de la propuesta no es la armonización, ni siquiera la aproximación. El objetivo de la propuesta es la revalorización. En lo que respecta a la posibilidad de que el aumento de los tipos mínimos del impuesto especial hayan generado inflación, no ha sido así en absoluto: se trata de una compensación por la inflación que ya se ha producido.

En respuesta al argumento de que puede potenciar la economía sumergida, quisiera decir que la ausencia o la abolición de los impuestos especiales puede generar contrabando y compras transfronterizas, lo cual no tiene en absoluto nada que ver con la libre competencia.

Por último, en lo que respecta a las fábricas de cerveza y los consumidores checos, estos no sufrirán, ya que en la República Checa el impuesto especial es actualmente mucho mayor de lo que será el nuevo tipo mínimo común tras la subida.

 
  
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  Astrid Lulling (PPE-DE), ponente. – (FR) Me gustaría intervenir, en calidad de ponente, como sucede en la mayoría de los Parlamentos nacionales. He estado en uno durante 25 años y los diputados pueden responder como ponentes. Quisiera decir, señor Comisario…

 
  
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  El Presidente. (EN) Discúlpeme, señora Lulling. Le daré un minuto para concluir y decir lo que considere más importante, ya que su intervención no estaba prevista. Dispone de un minuto.

 
  
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  Astrid Lulling (PPE-DE).(EN) Usted le ha dado tantos minutos al señor Comisario y no me permite responder. ¡Esto no es un debate! ¡Estamos en un Parlamento!

 
  
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  El Presidente. Así es, estamos en un Parlamento, y por eso estoy obligado a mantener cierto orden.

 
  
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  Astrid Lulling (PPE-DE).(FR) Estamos en un Parlamento, señor Presidente, y tengo derecho a responder al Comisario y a los diputados que han intervenido. Quisiera responder a la señora Berès, que me ha reprochado querer borrar el pasado aboliendo los derechos de aduana.

Señor Presidente, se ha comprendido muy mal mi propuesta. Quisiera rectificar esos malentendidos, porque se ha dicho que eliminábamos los impuestos especiales. ¡No! Abolir los tipos mínimos no significa eliminar los impuestos especiales: cada Estado miembro es libre de fijarlos, cada Estado miembro sigue siendo libre también de adaptarlos. No hay que decir aquí cosas totalmente descaminadas, permítanme la expresión. Si se mezcla el alcoholismo, la lucha contra el alcoholismo y los tipos, les diré que el alcoholismo es peor en los Estados miembros en que los tipos son más altos.

Lamento mucho, señor Presidente, que no me dé tiempo de responder, en particular, al señor Comisario, porque el Comisario ha querido dar a entender que nuestra enmienda a favor de un código de conducta conduciría a unos impuestos especiales sobre el vino de 48 euros/hl …

(El Presidente interrumpe a la oradora)

 
  
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  El Presidente. El debate queda cerrado.

La votación tendrá lugar el miércoles 23 de mayo.

 

21. Concesión de ayudas financieras comunitarias en el ámbito de las redes transeuropeas de transporte y energía (debate)
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  El Presidente. De conformidad con el orden del día se procede al debate de la recomendación para segunda lectura (A6-0169/2007), en nombre de la Comisión de Presupuestos, sobre la Posición Común del Consejo con vistas a la adopción del Reglamento del Parlamento Europeo y del Consejo por el que se determinan las normas generales para la concesión de ayudas financieras comunitarias en el ámbito de las redes transeuropeas de transporte y energía (17032/2/2006 C6-0101/2007 2004/0154(COD)) (ponente: señor Mauro).

 
  
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  Mario Mauro (PPE-DE), ponente.(IT) Señor Presidente, Señorías, en el contexto europeo es difícil imaginar un fuerte crecimiento económico con creación de empleo y riqueza sin una red de transporte eficiente y moderna.

La red transeuropea de transporte desempeña un papel crucial en el ejercicio de la libre circulación de personas y mercancías dentro del territorio de la Unión Europea y es uno de los factores decisivos para el logro de los objetivos de desarrollo económico de la Unión en materia de empleo, definidos en la Agenda de Lisboa. Esto cobra aún más relevancia en una Europa que, tras la ampliación, ha avanzado en dos direcciones: hacia Europa Central y Oriental y hacia el sur.

Por este motivo, mediante las RTE, la Unión Europea incluye entre sus objetivos la eliminación de los cuellos de botella en la red ferroviaria y la promoción de las rutas prioritarias, para que absorban los nuevos flujos de tráfico generados por la ampliación, sobre todo en las zonas fronterizas, y mejorando el acceso para las regiones más apartadas. De esta manera, las RTE pueden servir de punto de referencia para la legislación comunitaria destinada a promover el desarrollo económico y social y la cohesión territorial de los Estados miembros.

Como todos sabemos, la financiación de las RTE ha sufrido un recorte sustancial respecto a las previsiones iniciales: el plan para 2007-2013 reserva 8 000 millones de euros para las RTE, lo que representa una fuerte reducción frente a los 20 000 millones inicialmente reclamados por la Comisión, si bien es el doble de los fondos de que dispuso en el período 2000-2006.

Hemos aceptado este recorte y hemos presionado con todos los recursos en nuestras manos, y a lo largo de las largas negociaciones hemos perseguido cuatro objetivos básicos: 1) simplificación, para acelerar los trámites; 2) condicionalidad, para priorizar medios de transporte con menor impacto ambiental; 3) selectividad y concentración, a fin de concentrar los recursos en proyectos de alto valor añadido comunitario, y 4) proporcionalidad, con vistas a diferenciar el importe máximo de recursos comunitarios que se concedan en función del tipo de proyecto.

He mencionado solamente algunos de los objetivos alcanzados, para que queden perfectamente identificados los compromisos financieros: el incremento de las cuotas de cofinanciación hasta el 20 % para proyectos prioritarios y hasta el 30 % para el sector transfronterizo. Así, hay un claro aumento de la ayuda comunitaria a proyectos destinados a eliminar los cuellos de botella de las redes en las regiones menos favorecidas, lo cual ya es, además, objetivo de la Comisión en el proceso de revisión de las RTE.

También mencionaré la dedicación de hasta un 85 % de los recursos a proyectos prioritarios, una definición más clara de los cuellos de botella a fin de superar los obstáculos naturales y una nueva estructura del Sistema Europeo de Gestión del Tráfico Ferroviario, que ahora se beneficiará de una cofinanciación del 50 %. También hay nuevos e innovadores parámetros para los «instrumentos de garantía de préstamos» emitidos por el Banco Europeo de Inversiones, y nuevas medidas que permitirán las participaciones de capital de riesgo, con la posibilidad de implicar también a inversores privados.

Por último, quisiera aclarar el asunto de la comitología precisando el contenido del compromiso alcanzado: el procedimiento acordado sigue el artículo 5, y no el artículo 5 A, que, por un lado, habría sido la mejor opción para el Parlamento, pero, por otro, habría provocado un retraso aún mayor del trabajo, impidiendo la utilización de fondos comunitarios en 2007 y con gravísimas consecuencias para la realización del programa. Aunque se sigue el artículo 5, está previsto implicar estrechamente al Parlamento. Todas las propuestas serán enviadas al mismo tiempo tanto al Comité Regulador como al Parlamento, permitiendo a este efectuar sus propias evaluaciones con tiempo suficiente antes de la aprobación de las propuestas. Esto satisface plenamente la necesidad de mantener informadas a la Comisión de Presupuestos y a la Comisión de Transportes y Turismo.

Por otro lado, el Comisario Barrot, en su carta del pasado noviembre, prometió que se aseguraría personalmente de que se informara de todo cambio a los presidentes de esas dos comisiones parlamentarias. La carta se incluyó en el texto final del reglamento, garantizando así el compromiso de la Comisión con el Parlamento.

Personalmente estoy convencido de que el asunto de la comitología debe seguir siendo investigado y analizado para evitar futuros escollos. Este compromiso representa un caso aislado, producto de la necesidad de acelerar el proceso a fin de evitar un bloqueo de los fondos comunitarios para las RTE.

A la vista de esta aclaración, señor Presidente, quisiera pedir a todos los diputados presentes que voten en contra de las enmiendas presentadas. Dado que ha habido acuerdo sobre el texto en su totalidad, votar a favor de esas enmiendas sería renunciar a dicho acuerdo, reabrir de nuevo las negociaciones con el Consejo y echar por tierra los esfuerzos ya realizados, que comenzaron precisamente con la intención de desbloquear cuanto antes los fondos previstos para las RTE.

Terminaré dando las gracias a todos mis colegas, sobre todo a los ponentes alternativos de los otros Grupos, que han contribuido a la redacción del informe.

 
  
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  Jacques Barrot, Vicepresidente de la Comisión. (FR) Señor Presidente, hace un año la Comisión presentó al Parlamento Europeo y al Consejo un proyecto de reglamento que definía las normas generales para la concesión de ayudas financieras comunitarias en el ámbito de las redes transeuropeas de transporte y energía.

Hemos tenido que modificar la propuesta inicial de la Comisión de 2004, elaborada sobre la base de unos recursos presupuestarios más altos y más adecuados a las necesidades. La reducción del presupuesto de las redes transeuropeas de transporte y energía en el marco de las perspectivas financieras 2007-2013 nos ha obligado a revisar algunos principios de la cofinanciación comunitaria de los proyectos incluidos en dicha red.

A este respecto, señor Presidente, señor presidente de la Comisión de Transportes y Turismo, quisiera dar las gracias al Parlamento Europeo por haber estado dispuesto a aumentar 500 millones de euros este presupuesto. Sin este apoyo del Parlamento Europeo, el recorte presupuestario habría sido aún más importante.

El proyecto de reglamento se ha modificado en tres sentidos. En primer lugar, los fondos se centran más en las máximas prioridades, las que aportan más valor añadido; en segundo lugar, se insiste especialmente en nuevos instrumentos para promover, en particular, las cooperaciones público- privadas; y, en tercer lugar, se han reducido los niveles de ayuda de la Comunidad.

Estas nuevas condiciones nos llevan a buscar la mayor eficacia en la selección de los proyectos y a innovar lo más posible en materia de ingeniería financiera.

Me complace que el Parlamento y el Consejo hayan apoyado este enfoque y que no haya habido divergencias de fondo. Las instituciones europeas consideran unánimemente que es necesario un desarrollo continuo de la red transeuropea de transporte para alcanzar los objetivos económicos, sociales y ambientales de la Unión.

El nuevo reglamento establece, pues, una base clara para concentrar los recursos disponibles en las principales prioridades de las redes transeuropeas, es decir, las prioridades aprobadas por el Parlamento Europeo y el Consejo en 2004 en el marco de la decisión sobre las orientaciones de la red transeuropea de transporte.

Los tramos transfronterizos de los ejes prioritarios figurarán, evidentemente, a la cabeza de las prioridades de financiación comunitaria: pienso en el Brennero, pienso en el enlace ferroviario Lyon-Turín. Por otra parte, siguiendo con las prioridades, mencionaré el sistema de gestión del tráfico para todos los modos de transporte, en particular el sistema europeo de gestión del tráfico ferroviario, que permite la interoperabilidad de las infraestructuras; después, las infraestructuras fluviales, en particular los dos proyectos prioritarios; y también el transporte marítimo, con las autopistas del mar, así como los servicios de información fluvial y el sistema de gestión del tráfico de buques. Esas prioridades están en consonancia con la Comunicación de la Comisión sobre el fomento del tráfico fluvial y el tráfico marítimo y sobre el desarrollo del transporte sostenible en general.

Así, señor Presidente, la Comisión busca un enfoque eficaz contando con el compromiso de los Estados miembros. Es preciso que los Estados miembros también concentren sus inversiones en las prioridades establecidas en la Decisión sobre las directrices para las RTE y es necesario que los Estados miembros recurran a la cooperación público-privada.

Si el Parlamento está efectivamente dispuesto a aprobar este Reglamento financiero, sobre el que ha hecho un excelente informe el señor Mauro, la Comisión, por su parte, lanzará convocatorias de propuestas de proyectos al día siguiente de la aprobación de la posición del Parlamento.

Con esto les digo, señor Presidente, cuánto deseo que puedan confirmar el acuerdo negociado por las tres instituciones, tanto sobre el procedimiento como sobre el fondo. Este acuerdo es fruto de un compromiso, que se ha traducido ya en modificaciones de la propuesta inicial de la Comisión y de la Posición Común del Consejo.

Por mi parte, he cumplido los compromisos que había contraído en nombre de la Comisión al mantenerles informados al mismo tiempo que a los Estados miembros en cada etapa del procedimiento. Por supuesto, hace falta que los acuerdos celebrados se respeten. Así podremos adoptar rápidamente este Reglamento, en interés del desarrollo de los grandes proyectos de transporte europeos.

Agradezco al ponente, el señor Mauro, todos los esfuerzos que ha realizado. Hago mío su deseo de que el texto se adopte tal como está, sin modificaciones, y reafirmo, señor Presidente, mi compromiso de someter cualquier futuro proyecto de decisión en este ámbito a los presidentes de la Comisión de Transportes y Turismo y de la Comisión de Presupuestos. Les aportaré toda la información adicional que deseen obtener. Es un compromiso que he contraído, y que confirmo solemnemente esta tarde ante el Parlamento Europeo.

Señor Presidente, escucharé con atención a los oradores que van a intervenir sobre esta cuestión.

 
  
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  Georg Jarzembowski, en nombre del Grupo del PPE-DE. – (DE) Señor Presidente, señor Vicepresidente de la Comisión, quiero dar las gracias al Vicepresidente en nombre del Grupo del Partido Popular Europeo (Demócrata-Cristianos) y de los Demócratas Europeos por el papel desempeñado como mediador, que ha sido fundamental para alcanzar este compromiso. Pero también quiero expresar mi gratitud al ponente, el señor Mauro, y al anterior presidente, el señor Costa, siempre en plena actividad, así como al señor Lewandowski, por hacer posible este compromiso.

Asimismo, debo decir que el Consejo ha demorado el proceso durante meses y es el principal responsable de que, aún hoy, siga sin poder liberarse el dinero para los proyectos transeuropeos de 2007. No cabe duda de que la culpa es del Consejo, pues habría sido mucho mejor para nosotros haber tenido antes este Reglamento financiero y haber podido tomar ya una decisión.

El Comisario se ha comprometido a mantenernos plenamente informados y estoy seguro de que se comunicará no solo con los presidentes, sino también con las propias comisiones. Le ruego que al revisar estos asuntos sea tan estricto como nos ha prometido. No debería haber cuotas nacionales: hay que aprobar proyectos que sean importantes para Europa, no para tal o cual país.

En vez de andar con menudencias, deberíamos apoyar los proyectos realmente importantes; es decir, que no todo el mundo ha de recibir algo, sino que los proyectos que sean de verdadera importancia para Europa, previa consulta con esta Cámara y con la Comisión, deben ser ampliamente subvencionados.

El Grupo del Partido Popular Europeo (Demócrata-Cristianos) y de los Demócratas Europeos pide al Gobierno alemán que aclare este mismo verano la situación de dos grandes proyectos transfronterizos en Alemania; de lo contrario, la UE no podrá tenerlos en cuenta en su programa financiero. En primer lugar, debe presentar unos planes precisos para la profundización del Danubio entre Straubing y Vilshofen, a fin de hacer económicamente viable la navegación por el Danubio desde el mar Negro hasta el mar del Norte. Y, en segundo lugar, Alemania y Dinamarca deben llegar a un acuerdo acerca de la construcción y financiación de un enlace fijo sobre el estrecho de Fehmarn, proyecto que solo será incluido en el programa financiero cuando se haya acreditado la existencia de un acuerdo bilateral.

 
  
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  Herbert Bösch, en nombre del Grupo del PSE. – (DE) Señor Presidente, quisiera comenzar expresando, en nombre del Grupo Socialista en el Parlamento Europeo, nuestra profunda gratitud al ponente por la forma en que nos ha conducido por esta área temática no precisamente exenta de problemas.

Como ya han dicho anteriores oradores, el Consejo, en las reuniones ministeriales, tiende muy especialmente a deshacerse en sermones sobre su compromiso con los avances en este terreno, pero da mil excusas a la hora de los hechos, como pasa con la financiación y, en especial, con el impulso transfronterizo. Por eso estoy de acuerdo con el anterior orador en que tenemos que pasar esta pelota a los Ministros y Jefes de Gobierno de la UE.

Como bien saben sus Señorías, nos enfrentamos al reto de un presupuesto reducido casi a un tercio, cosa que, en palabras del señor Comisario, se debe únicamente a que esta Cámara, había batallado, en el debate sobre las perspectivas financieras, por conseguir algo más o menos razonable con este reducido presupuesto. Tomamos la decisión de concentrar y aportar criterios, y aquí es fundamental que la Comisión demuestre mucha más firmeza en el seguimiento que con las perspectivas financieras, en que adoptó una postura verdaderamente débil.

Sabiendo, como sabemos, que la Comisión no siempre está firme en su postura, hemos asegurado nuestros intereses creando una reserva del 100 % para los fondos de 2007, de manera que podamos estar seguros de que se hacen realidad las nuevas promesas realizadas hoy aquí.

 
  
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  Anne E. Jensen, en nombre del Grupo ALDE.(DA) Señor Presidente, yo también comenzaré dando las gracias al señor Mauro por su cooperación constructiva. En general he de decir que ha habido una cooperación muy constructiva entre la Comisión de Presupuestos y la Comisión de Transportes y Turismo. Ya era hora de que tuviéramos esta legislación. Al igual que el señor Jarzembowski, yo también señalaré que el acuerdo se alcanzó nada menos que en noviembre, y las cosas en ese momento no pudieron ir más rápido. Pero desde entonces los Ministros han disfrutado de muchísimo tiempo, incluso demasiado, y hasta marzo no se produjo la adopción formal del Consejo. A estas alturas, la Comisión ya debería haber avanzado en la elaboración de programas de trabajo e invitado a los Estados miembros a presentar solicitudes de proyectos.

Después de todo el proceso que hemos atravesado con esta legislación, me da la impresión de que la actitud de los Estados miembros es poco entusiasta con estas importantísimas inversiones en transporte. Y así lo reflejan también los drásticos recortes del Consejo en el marco presupuestario, en que los recursos para las redes transeuropeas se han reducido de veinte a ocho millones de euros. Estoy convencido de que harán falta más recursos y, cuando llegue la revisión intermedia en torno a 2009, habrá que facilitar más fondos no solo para el sistema Galileo, sino también para las redes transeuropeas.

También quiero expresar mi satisfacción por haber logrado incluir los nuevos instrumentos financieros en el Reglamento, como sucede con el puente del estrecho de Fehmarn, financiado con préstamos y sufragado por sus usuarios. Comisario Barrot, ha ofrecido usted en esta Cámara la posibilidad de asumir la financiación del puente en los primeros cinco años. Por eso, me parece positivo que el Banco Europeo de Inversiones también participe en el desarrollo de nuevos instrumentos financieros. Hacen falta mejores corredores transfronterizos en Europa, y si los recursos necesarios no están en los presupuestos de los Gobiernos, es importante encontrar nuevas formas de financiación.

El procedimiento de comitología ha sido motivo de desencuentro entre el Parlamento y el Consejo. La mayoría del Parlamento cedió, y yo quisiera agradecer al Comisario Barrot su promesa de implicar al Parlamento en la redacción del programa de trabajo. Espero que tengamos pronto un resultado, de manera que podamos liberar el presupuesto de este año –que está en la reserva– y así poder empezar a trabajar.

 
  
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  Sepp Kusstatscher, en nombre del Grupo Verts/ALE. – (DE) Señor Presidente, el presupuesto plurianual prevé un total de 8 000 millones de euros, pero los proyectos de RTE superan los 600 000 millones, con lo que lo que tenemos son solo modestos incentivos. La mayoría de los Estados miembros están tan endeudados que no tienen posibilidad de acceder a nuevos préstamos, y además están obligados a amortizar sus enormes deudas. Sin embargo, muchos de ellos sueñan con grandes proyectos transeuropeos.

Lo que propongo es que, en primer lugar, estudiemos cómo reducir el tráfico sin causar grandes inconvenientes, y cómo organizar el tráfico realmente necesario usando las actuales infraestructuras de una forma menos nociva para la sociedad y para el medio ambiente. Por muchos corredores de tráfico que se construyan, no se conseguirán resolver los problemas del transporte, y mucho menos los relacionados con la energía y el cambio climático.

 
  
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  Janusz Lewandowski (PPE-DE).(PL) Señor Presidente, a medida que nos acercamos al final del proceso –que dura ya tres años– de trazar un nuevo marco jurídico para la financiación de las políticas comunes de energía y transporte, nos damos cuenta de que llegamos tarde. También nos damos cuenta de las grandes expectativas y necesidades que hay en este terreno, que no se podrán satisfacer rebajando los fondos de 20 000 a 8 000 millones.

Como observador y neófito en este proceso, quisiera dar las gracias a los responsables del compromiso: el ponente, el señor Mauro; nuestros colegas de la Comisión de Transportes y Turismo, el Comisario Barrot y el Consejo.

En cuanto al Parlamento Europeo, este compromiso comporta cierto grado de concesión, a la que ya ha aludido el señor Mauro. Tiene que ver con la comitología, pues hay estudios jurídicos que aconsejan adoptar una postura más firme. Sin embargo, a la vista de las posibilidades, el señor Mauro y yo escribimos en diciembre de 2006 una carta conjunta a la Presidencia, entonces finlandesa, con la promesa de que, si el Consejo aceptaba el acuerdo sin enmiendas, haríamos lo posible por lograr lo mismo en el Parlamento en segunda lectura. Así sucedió, y la pelota está ahora en nuestro tejado. Propongo cumplir el trato, es decir, no retrasar un reglamento que Europa está esperando.

Se está abriendo un nuevo capítulo en los proyectos de financiación que afecta a un área en que Europa hasta ahora no ha tenido demasiado éxito. Aunque yo no menosprecio los problemas o conflictos de intereses que se plantean, creo que la consolidación de los sistemas de transporte es uno de los aspectos clave en la integración de este continente. Pero, tal como ha dicho antes el señor Jarzembowski, estamos hablando de verdaderos proyectos transfronterizos.

 
  
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  Gilles Savary (PSE).(FR) Señor Presidente, señor Comisario, en primer lugar quisiera felicitar a mis colegas, el señor Mauro y el señor Costa, por el excelente trabajo que han realizado. Nuestro deseo era que pudiera realizarse la convocatoria de propuestas y no se viera impedida o dificultada por la lentitud de nuestra labor parlamentaria. Creo que estamos muy cerca del objetivo si mañana, respetamos efectivamente la consigna de voto que nos ha dado el señor Mauro. Por mi parte, lo haré.

Quisiera decir que con este Reglamento hemos trabajado mucho sobre el fondo. Este reglamento es mucho mejor que el anterior en numerosos aspectos. Diría que es casi una pena que tengamos un instrumento tan bueno para gestionar una suma tan miserable de dinero. ¿Por qué es mejor? Porque mediante la concentración de los fondos, el aumento de los niveles y la creación de más tipos de financiación, hemos conseguido identificar prioridades genuinamente europeas. Tenemos los medios para favorecer proyectos europeos y, por tanto, no contentarnos con esparcir financiaciones en distintos Estados miembros en función de proyectos electoralistas. Creo que esto es muy importante y personalmente me complace.

Quisiera decir que, por lo que respecta a este Reglamento, que va a entrar en vigor muy pronto, todavía subsisten a mi entender dos dificultades. En primer lugar –lo digo aquí y lo veremos en la práctica–, me parece francamente que el BEI tiene un flagrante conflicto de intereses. En esta Cámara, en la que se nos pide permanentemente que alcemos murallas chinas para compartimentar las cuentas de las empresas, resulta que el BEI va a conceder préstamos garantizados por él mismo, gestionando incluso las bonificaciones de intereses. Esto me parece excesivo. Habrá que vigilar escrupulosamente todo esto, de forma que no se sirva a sí mismo los mejores trozos y deje los peores para los demás.

En segundo lugar, está el tema de la información a los diputados. Tenemos la palabra y la carta del Comisario y tendremos además, creo que muy pronto, los documentos necesarios. Tomo nota de ello. Por supuesto, habría preferido su inclusión en el cuerpo del texto.

Por último, una sombra planea sobre este proyecto y su programación, y esa sombra es Galileo. Creo que hay que ser claros a este respecto. Tenemos un excelente reglamento para la intervención, pero todavía tenemos que recuperar de 2 000 a 2 700 millones de euros y formulo el deseo de que, como sucedió con la financiación inicialmente prevista, se retire lo menos posible de los elementos de las perspectivas financieras asociados a las redes transeuropeas de transporte.

 
  
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  Paolo Costa (ALDE).(IT) Señor Presidente, señor Comisario, Señorías, mañana pondremos por fin a disposición del proyecto RTE 6 500, 6 800 u 8 000 millones. Por desgracia, esto es muy poco en comparación con los 240 000 ó 330 000 millones calculados para los proyectos prioritarios, o los 600 000 millones de toda la red. Pero corremos el riesgo de quedarnos incluso sin esta pequeña parte si no conseguimos garantizar que los Estados miembros hagan lo que les corresponde. Pero está claro que no podemos dejarlo en sus manos.

Por eso pido a la Comisión que asuma otra responsabilidad a partir de mañana, una responsabilidad totalmente conforme con el Tratado: que, en colaboración con los Estados miembros, adopte todas las iniciativas encaminadas a promover la coordinación de políticas en relación con la RTE. La Comisión ha de ser quien dirija las políticas de financiación de todo el proyecto y busque la forma de resolver los problemas. Uno de ellos es que 122 000 millones de los 240 000 calculados para los proyectos deberán ser financiados por países que, actualmente, no están cumpliendo o tienen dificultades para cumplir los criterios de Maastricht y a los que, en teoría, les hemos dicho que no habrá préstamos.

Este problema debe plantearse en el plano comunitario y resolverlo en él. Espero que la Comisión tenga en cuenta esta cuestión y la saque adelante.

 
  
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  Silvia-Adriana Ţicău (PSE). – (RO) Regretăm reducerea pentru perioada 2007-2013 a bugetului alocat reţelelor europene de transport şi energie de la 20 la 8 miliarde, sumă care, deşi este dublă faţă de bugetul alocat în perioada 2000-2006, reprezintă doar 1,3% din necesarul de finanţare de 600 de miliarde de euro până în 2020. Tocmai de aceea, regulamentul încurajează utilizarea parteneriatului public - privat şi introduce noi instrumente de finanţare precum garantarea împrumuturilor, împrumuturi europene şi un fond de bonificare a dobânzilor aferente. Cele 30 de proiecte de transport prioritare stabilite în 2004 vor beneficia de finanţare europeană în proporţie de 20%, excepţie făcând tronsoanele transfrontaliere, care beneficiază de finanţări în proporţie de 30%. Prin aderarea României şi a Bulgariei, Uniunea Europeană a dobândit vecinătatea cu Marea Neagră, iar aproape întreg cursul Dunării se află în interiorul său. Extinderea reţelei transeuropene de transport şi energie pentru a include în piaţa internă de transport şi ţările vecine Uniunii Europene face parte din politica de vecinătate a Uniunii Europene şi contribuie la realizarea sinergiei la Marea Neagră. Este important ca noile state membre să beneficieze de sprijinul necesar din partea Comisiei Europene pentru a-şi însuşi rapid procedurile necesare pentru a participa la dezvoltarea reţelelor transeuropene de transport şi energie. În acest context, dezvoltarea de parteneriate bilaterale şi multilaterale va facilita...

 
  
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  Jacques Barrot, Vicepresidente de la Comisión. (FR) Señor Presidente, Señorías, agradezco a la Comisión de Presupuestos que pida la aprobación de la Posición Común adoptada por el Consejo el pasado mes de marzo, porque su aprobación será la última etapa para establecer las normas generales para la concesión de ayudas financieras comunitarias en el ámbito de las redes transeuropeas de transporte.

Respondo a la pregunta de muchos oradores afirmando aquí que no quiero ceder a la tentación de esparcir ayudas, a la tentación de dispersar los créditos, lo que no redundaría realmente a favor de la realización de estos ejes, cuyo desarrollo es indispensable. Le confirmo, señor Costa, que la Comisión, en los próximos siete años, hará todo lo necesario por velar por la buena aplicación de esta nueva legislación comunitaria. La Comisión quiere, desde luego, garantizar unos resultados eficaces y palpables, que respondan a sus expectativas y a las de los ciudadanos y las empresas europeas, que aspiran a un sistema de tráfico eficiente y sostenible.

Puedo responder de nuevo, en particular al señor Savary, que he cumplido ya mis compromisos en materia de información al Parlamento, unos compromisos que reitero. Quisiera decir también a la señora Ţicău que no olvidaremos a los nuevos Estados miembros y que pondremos en ello mucho empeño. Quiero decir, con la señora Jensen, que es hora también de que presionemos a los Estados miembros para que se comprometan en este sentido.

Por otra parte, he tomado buena nota de lo que han pedido el señor Jarzembowski y el señor Bösch. Les agradezco su constructiva actitud durante todo el proceso legislativo. Señor Mauro, me dirijo a usted muy especialmente para darle las gracias, así como a los presidentes de las dos comisiones competentes –la Comisión de Transportes y Turismo y la Comisión de Presupuestos– y a todos aquellos de ustedes que han trabajado en este expediente. Trabajaré en un espíritu de estrecha cooperación con el Parlamento Europeo para ejecutar esos grandes proyectos, que exigirán de nuestra parte poner el interés general europeo por delante de cualquier otra preocupación.

Esto es lo que tenía que decir, señor Presidente, agradeciendo por adelantado al Parlamento que nos permita pasar ahora a la acción y poder lanzar así la convocatoria de propuestas para exigir a los Estados miembros respuestas que me permitan después lanzar operaciones este mismo otoño.

 
  
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  El Presidente. El debate queda cerrado.

La votación tendrá lugar el miércoles 23 de mayo.

Declaración por escrito (artículo 142 del Reglamento)

 
  
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  Nathalie Griesbeck (ALDE), por escrito. – (FR) El informe que se nos somete hoy formaliza nuestras exigencias para la financiación de las redes transeuropeas de transporte y energía (RTE), en el difícil contexto que vivimos, con unos recursos presupuestarios para las RTE que han pasado de los 20 000 millones de euros inicialmente anunciados para el período 2007-2013 a 8 000 millones.

Sin embargo, dichas redes son indispensables para el futuro de la Unión Europea, pues, por una parte, contribuyen a garantizar la movilidad a través del espacio europeo y, por otra, los flujos energéticos, garantes de nuestra independencia y solidaridad. Estos grandes proyectos deben contribuir asimismo a diversificar los medios de transporte y fomentar alternativas al transporte por carretera.

Lamento naturalmente esta drástica reducción del presupuesto, que nos ha obligado a modificar los criterios de acceso a la financiación. No obstante, hemos conseguido, y lo celebro, adaptar los mecanismos de financiación para garantizar el efecto palanca de la contribución comunitaria con la concentración de las financiaciones europeas en los tramos fronterizos, con el incentivo de la cooperación público-privada y con las financiaciones y garantías del Banco Europeo de Inversiones.

El Parlamento debe poder ejercer ahora plenamente sus prerrogativas de control para evitar que se dispersen las ayudas y asegurarse de la realización efectiva de las grandes infraestructuras que tanto necesitamos.

 

22. Orden del día de la próxima sesión: véase el Acta

23. Cierre de la sesión
  

(Se levanta la sesión a las 23.55 horas)

 
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