3. Mejora del método de consulta al Parlamento Europeo en los procedimientos relativos a la ampliación de la zona del euro - Adopción por Chipre de la moneda única el 1 de enero de 2008 - Adopción por Malta de la moneda única el 1 de enero de 2008 (debate)
La Presidenta. De conformidad con el orden del día se procede al debate conjunto de
- las declaraciones del Consejo y de la Comisión sobre la mejora del método de consulta al Parlamento Europeo en los procedimientos relativos a la ampliación de la zona del euro,
- el informe (A6-0244/2007) del señor Werner Langen, en nombre de la Comisión de Asuntos Económicos y Monetarios sobre la propuesta de Decisión del Consejo, de conformidad con el artículo 122, apartado 2, del Tratado, relativa a la adopción por Chipre de la moneda única el 1 de enero de 2008 (COM(2007)0256 – C6-0151/2007 – 2007/0090(COD)), y
- el informe (A6-0243/2007) del señor Werner Langen, en nombre de la Comisión de Asuntos Económicos y Monetarios sobre la propuesta de Decisión del Consejo, de conformidad con el artículo 122, apartado 2, del Tratado, relativa a la adopción por Malta de la moneda única el 1 de enero de 2008 (COM(2007)0259 – C6-0150/2007 – 2007/0092(COD)).
Günter Gloser, Presidente en ejercicio del Consejo. (DE) Señora Presidenta, señor Comisario, Señorías, al comenzar este debate, que trata de cuestiones de procedimiento, en primer lugar no deberíamos olvidar las gratas conclusiones de los informes de convergencia publicados por la Comisión y el Banco Central Europeo sobre Chipre y Malta. La Presidencia está encantada de que la Comisión haya podido constatar que Chipre y Malta han alcanzado un alto grado de convergencia duradera y de que sobre esta base haya podido presentar propuestas para la introducción del euro en estos dos países.
En la reunión del Consejo de Economía y Hacienda el día 5 de junio de 2007, los Ministros refrendaron la evaluación de la Comisión en el sentido de que Chipre y Malta cumplen los requisitos para la introducción del euro.
Por ello, la Presidencia acogería con gran satisfacción que el éxito de Chipre y Malta no se viera enturbiado por cuestiones de procedimiento y que el Parlamento Europeo, la Comisión y el Consejo llegaran a una solución amistosa.
A todos nos interesa evitar que se produzcan retrasos o se generen incertidumbres con respecto a los preparativos técnicos y jurídicos de Chipre y Malta para la introducción del euro. Quiero dar las gracias expresamente al Parlamento Europeo por su voluntad de colaboración.
La Presidencia comprende el deseo del Parlamento Europeo de tener más tiempo para examinar los informes de convergencia y las propuestas de Decisión del Consejo relativas a la introducción del euro.
No obstante, el Consejo y la Presidencia deben atenerse al procedimiento establecido en el Tratado CE. En lo esencial, el calendario viene determinado por las disposiciones del Pacto de Estabilidad y Crecimiento, incluido el Reglamento de notificación de los criterios de Maastricht.
La obligación que tiene el Consejo de consultar al Parlamento Europeo sobre las propuestas para la introducción del euro en los Estados miembros figura en el apartado 2 del artículo 122 del Tratado CE. La Presidencia considera que el Consejo ha respetado las disposiciones del Tratado CE en el caso de Chipre y Malta.
El Consejo recibió las dos propuestas de decisión del Consejo los días 21 y 22 de mayo de 2007, en tres versiones lingüísticas. Las demás versiones lingüísticas le fueron transmitidas a lo largo de las dos siguientes semanas. El Consejo consultó el 25 de mayo al Parlamento Europeo sobre las dos propuestas de la Comisión.
En su petición de consulta, el Consejo señalaba que sería conveniente que el Parlamento Europeo adoptase su dictamen sobre las propuestas de la Comisión durante el pleno de los días 18 al 21 de junio. De este modo, estos dictámenes estarían a disposición del Consejo, reunido en la cumbre de Jefes de Estado o de Gobierno del 21 de junio de 2007.
Aunque no es una condición jurídica, la Presidencia celebraría que la declaración de los Jefes de Estado o de Gobierno pudiera tener en cuenta la posición del Parlamento Europeo. En todo caso, los dictámenes del Parlamento Europeo son necesarios para que el Consejo pueda adoptar estas dos Decisiones sobre la introducción del euro.
La Presidencia apoya en principio las propuestas formuladas por el Presidente Barroso en su respuesta del 13 de junio de 2007 a la carta del Presidente Pöttering. La Presidencia estima –como expuso la Presidenta del Consejo, la señora Merkel, en una carta al Presidente del Parlamento Europeo remitida el 19 de junio– que este asunto atañe en primer lugar a la Comisión y al Parlamento Europeo.
Joaquín Almunia, miembro de la Comisión. (ES) Señora Presidenta, Señorías, ante todo quiero agradecer a la Comisión de Asuntos Económicos y Monetarios de este Parlamento y al ponente, señor Langen, la rapidez con la que han examinado los informes de convergencia sobre Chipre y Malta aprobados el 16 de mayo por la Comisión Europea y por el Banco Central Europeo.
El Consejo Europeo debatirá mañana, en Bruselas, la ampliación de la zona del euro a estos dos países y todos confiamos en que el 10 de julio, después del acuerdo positivo del Consejo Europeo de mañana, el Ecofin tome la decisión legal definitiva para la ampliación de la zona del euro a estos dos países.
Tanto este Parlamento como el Consejo Ecofin del pasado 5 de junio coinciden con el análisis de la Comisión y del Banco Central en cuanto al cumplimiento por parte de Chipre y Malta de los criterios de convergencia establecidos por el Tratado.
En la reunión mantenida con los coordinadores de la Comisión de Asuntos Económicos y Monetarios del Parlamento el pasado 7 de junio, tuve ocasión de explicarles que en la Comisión hemos dispuesto, a la hora de elaborar los informes de convergencia, de datos presupuestarios completos y fiables por parte de estos dos países.
Hay una confusión en algunos documentos que acompañan al proyecto de resolución porque se confunden unos datos relativos a las cuentas trimestrales financieras con los datos que en el procedimiento de déficit excesivo son notificados dos veces al año por los países, datos relativos al déficit y a la deuda. Debo reiterar ante este Pleno del Parlamento que, en relación con la información necesaria para tomar decisiones sobre procedimientos de déficit excesivo, no hay ningún tipo de reserva por parte de la Comisión sobre la calidad de los datos enviados por Malta y Chipre. Ningún tipo de reserva.
En lo que respecta a Malta, la Comisión emitió un juicio sobre el criterio de sostenibilidad de las finanzas públicas, condicionado a la aprobación por parte del Consejo Ecofin de la anulación del procedimiento de déficit excesivo que se había abierto a este país en el año 2004 y el Ecofin del 5 de junio ha confirmado este punto, poniendo fin al procedimiento de déficit excesivo con respecto a Malta.
Hay también precedentes respecto a una aprobación condicionada en el informe de convergencia al cumplimiento de condiciones, ya sea en cuanto a la estabilidad del tipo de cambio o a la declaración de déficit excesivo. Por lo tanto, en relación con el cumplimiento por parte de Malta de este criterio no hay ningún tipo de excepción o de situación particular. Se ha aplicado el procedimiento general que se ha aplicado en otros muchos casos a otros muchos países anteriormente.
En las próximas semanas y una vez confirmada la decisión positiva del Consejo en cuanto a la ampliación de la zona del euro a Chipre y a Malta, la Comisión emitirá sendos informes sobre el estado de preparación para el paso al euro por parte de ambos países. También me consta la preocupación de algunas de sus Señorías sobre este particular. Ese informe sobre el grado de preparación para el cambio de monedas y billetes no es propio de los informes de convergencia, no es un criterio de convergencia y, regularmente, la Comisión publica, como lo haremos en las próximas semanas, informes y comunicaciones precisamente enfocados sobre ese tema.
En estas condiciones, Señorías, podemos augurar que el próximo 1 de enero de 2008 la zona del euro pasará a contar con quince Estados miembros con la adhesión de Chipre y Malta. Es un hecho sumamente positivo para esos dos países, para la zona del euro y para el conjunto de la Unión Europea. El euro es, sin duda, uno de los mayores logros de la integración europea y, cuantos más ciudadanos disfruten de sus ventajas, mayor será el reconocimiento de la capacidad de la Unión para ofrecer a todos sus ciudadanos mayores garantías de prosperidad y bienestar social.
Señorías, con este debate sobre la solicitud de Chipre y Malta para ingresar en la zona del euro, es la cuarta vez que las instituciones europeas se pronuncian sobre la composición de la zona. La primera de ellas tuvo lugar en 1998 y tuvo por objeto determinar qué países formarían parte inicialmente de la zona del euro el 1 de enero de 1999. En aquel entonces se decidió el ingreso en la zona de once Estados miembros. Dos años más tarde, en 2000, se analizó la solicitud de Grecia y se aprobó que Grecia podía formar parte de la zona del euro a partir del 1 de enero de 2001. El año pasado, todas las instituciones europeas debatimos y acordamos que Eslovenia formaría parte de la zona del euro a partir del 1 de enero de 2007 y, por fin, llega esta solicitud de Chipre y Malta, que espero que sea definitivamente aprobada por el Consejo Europeo y por el Ecofin del 10 de julio.
Por lo tanto, no puede decirse en absoluto que la zona del euro, como alguna vez se ha dicho, es un club cerrado. Es un club totalmente abierto a todos los miembros que quieren pertenecer a él y que están preparados y cumplen las condiciones para llegar a ese punto.
Tras estos cuatro procedimientos de constitución o de ampliación de la zona del euro, esta va a contar a partir del próximo año con quince Estados miembros, hay otros dos que tienen cláusula de «opt-out» (Reino Unido y Dinamarca) y quedan otros diez Estados miembros que aún no pertenecen a la zona y que espero que lo hagan en los próximos años.
Sin hacer ningún pronóstico sobre cuándo podrán cumplir todas las condiciones para integrarse en la zona del euro, creo que se puede decir ya que, prácticamente, durante los próximos años, año tras año, las instituciones europeas vamos a tener que pronunciarnos sobre nuevos ingresos en la zona en cumplimiento del Tratado que proclama el euro como la moneda oficial de los Estados miembros de la Unión.
El Tratado fija, también, en sus artículos 121 y 122, con arreglo a qué criterios se determina si un Estado miembro cumple las condiciones para adoptar la moneda única y fija el procedimiento a seguir por las instituciones europeas. Y en la medida en que sus Señorías han preparado un proyecto de resolución sobre estos procedimientos de consulta al Parlamento para la ampliación de la zona, quiero referirme en la segunda parte de la intervención a ese aspecto.
Según lo dispuesto en el Tratado, en el procedimiento deben intervenir cinco actores: la Comisión, el Banco Central Europeo, el Parlamento, el Consejo Europeo y el Consejo Ecofin. Pero el Tratado no contiene ninguna disposición específica en cuanto a los plazos en los que cada una de las instituciones debe pronunciarse.
En las cuatro ocasiones en las que nos hemos pronunciado, se sigue un calendario similar: primero, la solicitud de ingreso en la zona por parte del Estado o Estados miembros, que en general se suele presentar a principios del año anterior al año en que se desea formar parte de la zona del euro; en segundo lugar, la evaluación por parte de la Comisión y del Banco Central Europeo del cumplimiento o no de los criterios, que se realiza en primavera; en tercer lugar, la decisión definitiva del Consejo, que tiene en cuenta la opinión del Parlamento y el debate en el Consejo Europeo, que suele tener lugar a mediados del año anterior a la introducción y, finalmente, la adopción del euro por el Estado o Estados miembros el 1 de enero del año siguiente.
Hay una serie de condicionantes en estos pasos, y me quiero referir a ellos porque nos afecta a todas las instituciones. En primer lugar, ¿por qué el euro se introduce el 1 de enero? Dadas las enormes implicaciones jurídicas, económicas, fiscales, contables y prácticas del cambio de moneda es absolutamente desaconsejable contemplar una fecha distinta a la del 1 de enero para la adopción del euro y creo que ahí hay un acuerdo general por parte de todos.
En segundo lugar, hay un plazo que conviene otorgar al Estado miembro para que lleve a cabo de manera ordenada y eficaz los preparativos del paso al euro y, disponiendo de la experiencia con la que ya contamos en anteriores ampliaciones, se puede afirmar que, en interés de los ciudadanos del país concernido, que son los primeros que sufrirían las consecuencias de una adopción del euro mal preparada, es deseable finalizar el proceso de toma de decisiones por parte de las instituciones europeas con varios meses de antelación a ese 1 de enero en el que se introducen los billetes y monedas y entra en vigor el tipo de cambio irrevocable en el país que forma parte del euro.
Estos son los condicionantes de carácter práctico y, por supuesto, ninguno de los dos está en manos de la Comisión. Lo que sí depende de la Comisión, en coordinación con el Banco Central Europeo, es la adopción del informe de convergencia acerca del cumplimiento o no de los criterios. Y la fijación de la fecha en la que la Comisión tiene que adoptar el informe de convergencia está determinada, en primer lugar, por el momento en que el Estado miembro presenta la solicitud –la Comisión no puede decidir en nombre del Estado miembro cuándo se presenta la solicitud– y, en segundo lugar, por el momento en que la Comisión puede disponer de datos fiables y rigurosos para poder efectuar una valoración adecuada, rigurosa y correcta acerca del cumplimiento o no de esos criterios de convergencia.
Por lo tanto, la fecha del informe de convergencia de la Comisión depende, por un lado, de cuándo el Estado miembro presenta la solicitud y, en segundo lugar, de cuándo la Comisión puede disponer de los datos adecuados, rigurosos y preciosos para efectuar la valoración.
En los años 1998 y 2000, la Comisión aprobó los informes de convergencia, con carácter general, a principios de mayo. En los años 2006 y 2007, la aprobación se realizó a mediados de mayo debido a que, a partir de 2005, se ha aplazado un mes, del 1 de marzo al 1 de abril, el plazo límite para que los Estados miembros transmitan los datos sobre su situación presupuestaria. Esto se ha hecho para poder obtener datos ciertos y rigurosos acerca de cuál ha sido la ejecución presupuestaria del Estado candidato a ingresar en la zona del euro el año anterior. La experiencia nos decía que las notificaciones el 1 de marzo no incluían todos los datos precisos para poder tener una idea adecuada de cómo se había cerrado el ejercicio presupuestario del año anterior.
En estas condiciones, si tenemos en cuenta que Chipre y Malta cumplieron con el criterio de estabilidad del tipo de cambio el 2 de mayo de este año, la Comisión ha dispuesto de dos semanas, lo mismo que sucedió el año pasado en el caso de Eslovenia, para acabar de elaborar y adoptar los informes de convergencia. Lo que les quiero decir con esta exposición, quizá demasiado detallada, es que todas las instituciones tenemos una compresión de plazos en los cuales tenemos que tomar decisiones en este procedimiento.
El plazo disponible para el Parlamento viene determinado, por un lado, por la aprobación del informe de convergencia por parte de la Comisión y del Banco Central Europeo, pero también, por otro, por las fechas que el Consejo decide para su procedimiento de toma de decisiones, tanto en el Consejo Europeo como en la reunión del Consejo Ecofin, y eso, evidentemente, no está en manos de la Comisión.
En todo caso, el Presidente de la Comisión, el señor Barroso, ha escrito una carta al Presidente Pöttering mostrando la disponibilidad de la Comisión para explorar el modo de permitir que cada institución ejerza de la mejor manera posible las competencias que nos confiere el Tratado en este procedimiento y la Comisión quiere reiterarles hoy, quiero reiterarles hoy personalmente, en respuesta al proyecto de resolución de este Parlamento, nuestra voluntad de encontrar la forma, el procedimiento, un acuerdo entre las tres instituciones para mejorar el modo en que trabajamos, dadas las limitaciones objetivas con las que tenemos que hacerlo para tomar decisiones en esta materia.
En todo caso, Señorías, la Comisión de Asuntos Económicos y Monetarios sabe perfectamente, y lo deben saber todos ustedes, que la Comisión y yo personalmente estamos, por supuesto, a su entera disposición para todo lo que tenga que ver con información disponible antes de que estos plazos venzan –acerca de la situación económica de los países candidatos, del grado de cumplimiento de los criterios de convergencia–, antes incluso de que los Estados miembros presenten sus solicitudes.
Werner Langen (PPE-DE), ponente. – (DE) Señora Presidenta, señor Ministro de Estado, señor Comisario, permítanme hacer algunas observaciones sobre el euro antes de abordar el tema de Malta, Chipre y el procedimiento. No cabe duda de que el euro ha sido un proyecto de gran éxito, pues goza de estabilidad, tanto en el interior como en el exterior. No deberíamos olvidar esto en el debate de hoy. En el interior tenemos unos tipos de interés bajos; en el exterior, el euro se ha convertido en la segunda divisa del mundo y es sumamente estable respecto al dólar. Todo esto no es fruto de la casualidad, sino el resultado de una estructura en la que la principal responsabilidad corresponde a los Estados miembros y a la Comisión: los criterios de Maastricht en el Pacto de Estabilidad y Crecimiento –que por supuesto ya ha sido flexibilizado bajo el liderazgo del Comisario Almunia–, el procedimiento de déficit, la claridad de los datos estadísticos y la independencia del Banco Central Europeo. Únicamente si coinciden todos estos factores, el euro seguirá siendo a la larga una divisa estable. Digo esto como observación previa, ya que aún tengo que hablar del procedimiento.
El Tratado, desde luego, es claro, pero también estipula que hay que consultar al Parlamento Europeo. Señor Comisario, se lo digo con toda franqueza: no permitiremos que nuestra función se reduzca a un mero complemento opcional. Acabo de escuchar que la Comisión ha hecho todo correctamente y que el Parlamento debe crearse su propia oportunidad. Si este es el caso –y esto es lo que decimos en la propuesta–, entonces, si no se llega a un acuerdo interinstitucional que contenga los puntos que vamos a probar posteriormente por amplia mayoría, la próxima vez suspenderemos nuestras consultas, como lo hemos hecho en la política agrícola. Entonces no aprobaremos las cosas con tanta rapidez como se nos pide ahora por tercera vez. Lo digo con toda claridad: El Parlamento no será tratado como un complemento opcional, por nadie.
Paso ahora a Chipre y Malta. Me alegro de que podamos aprobar una ampliación de 13 a 15 Estados miembros. Malta y Chipre solicitaron en el mes de febrero un informe de convergencia en virtud del artículo 121 con el objetivo de ingresar en la zona del euro. Al examinar los datos presentados –y el Comisario ya ha expuesto los problemas que sin duda existen con estos datos– observamos lo siguiente: Chipre forma parte desde hace mucho tiempo del Mecanismo de Cambios II, cumple desde el 5 de mayo los requisitos en materia de tipos de interés a largo plazo, tiene una renta per cápita igual al 75 % de la media de la UE y da muestras de una gran convergencia, pero tenía un problema con los datos, en particular con las cuentas financieras trimestrales. Esta cuestión también se debatió el 3 de mayo.
Deberíamos examinar la precisión de los datos, incluso por lo que respecta a la responsabilidad de la Comisión. No basta con que la Comisión diga que depende de los datos que le facilitan los Estados miembros. La Comisión tiene la responsabilidad de que estos datos sean correctos. El caso de Grecia es un ejemplo de ello: la Comisión no llevó a cabo un examen suficiente en el caso de este país y seis meses después recibimos una fea sorpresa.
Chipre cumple las condiciones y ha adaptado la ley sobre su banco emisor –y ha sido criticada a este respecto–, aunque mucho después de solicitar el informe de convergencia, a saber, el 15 de marzo, es decir, un mes más tarde. Sin embargo, ahora esta ley ya ha sido modificada, la inflación es baja, la deuda pública sigue siendo superior al 60 %, pero evoluciona en la dirección correcta. Así pues, podemos decir hoy en día que aprobamos sin reservas el ingreso de Chipre. Estoy seguro de que eso es lo que hará el Parlamento Europeo.
En el caso de Malta sucede algo similar, aunque con una excepción. Apoyamos el ingreso de Malta. La Comisión de Asuntos Económicos y Monetarios se pronunció el lunes por una amplia mayoría –en el caso de Malta por 39 votos a favor y en el de Chipre por 38 votos a favor–, casi por unanimidad, a favor del ingreso de estos dos Estados miembros. Pero en el caso de Malta se presentaba el problema de que en el momento en que se presentó el informe de convergencia aún no había concluido el procedimiento de déficit. Así pues, la Comisión presentó un informe de convergencia que no se ajusta a lo dispuesto en el artículo 2 del Protocolo sobre los criterios de convergencia, que establece que el procedimiento de déficit debe haber concluido en el momento del examen. Eso es un hecho. No obstante, aceptamos el informe, pero la Comisión no puede decir aquí que ha hecho todo correctamente y que este Parlamento se dedica a perturbar sus consultas con el Consejo.
Por último, en relación con nuestra propuesta de resolución, hemos recibido los informes y las cartas del Presidente Barroso y de la señora Merkel. La señora Merkel tiene que llevar a cabo un procedimiento difícil. Tiene que escuchar a los 26 Estados miembros restantes. El señor Barroso tan solo necesita una decisión de la Comisión. Estoy de acuerdo en que decidamos a pesar de que no se hayan satisfecho ni de lejos nuestros deseos, pero por ello exigimos un acuerdo interinstitucional. En este acuerdo, que debería adoptarse antes de que finalice este año, pedimos al Consejo y a la Comisión que sean más flexibles con el calendario. De lo contrario, la próxima vez –que previsiblemente será el turno de Eslovaquia– insistiremos en nuestro derecho a contar con un periodo de al menos dos meses para nuestra consulta. La próxima vez no aceptaremos el calendario al que hoy nos sometemos por tercera vez.
Teniendo esto presente nos complace que Chipre y Malta puedan ingresar a la zona del euro, pero pedimos a la Comisión y al Consejo unas condiciones de consulta razonables para el Parlamento Europeo.
PRESIDENCIA DEL SR. ONESTA Vicepresidente
David Casa, en nombre del Grupo del PPE-DE. – (MT) Señor Presidente, no puedo empezar sin expresar antes mi agradecimiento a la población de Malta y Gozo por los grandes avances que ha conseguido durante los tres años transcurridos desde que Malta se convirtió en miembro de la Unión Europea. Han sido tres años difíciles que han presentado numerosas dificultades. En esos tres años los malteses han demostrado que son capaces de adaptarse al futuro. Ha sido un período de gran importancia para mi país, y puedo afirmar rotundamente que empiezan a verse los resultados. La introducción del euro en enero próximo lo confirma.
Malta ha demostrado claramente que es capaz de cumplir los criterios necesarios para asegurar que esta importante transición tenga lugar sin problemas. Esta transición reforzará la economía del país y, a su vez, la competitividad. Los cambios nunca son fáciles. Pero creo que Malta está totalmente dispuesta a hacer frente a este nuevo reto en enero. Debemos tener en cuenta que se concedió a Malta un período de tiempo restringido para adaptarse a las medidas necesarias para que tuviera lugar este cambio, y adoptarlas. En menos de tres años, Malta ha reducido su tasa de inflación al 2,2 % y la proporción de la deuda nacional respecto al producto nacional bruto disminuye y va acercándose al índice de referencia del 60 %. Ha habido una reducción considerable del déficit presupuestario, que ahora es de menos del 3 %, y hay que tener en cuenta también que, desde que Malta entró en el programa ERM2, la lira maltesa no ha sufrido ninguna devaluación y en ningún momento ha habido indicios de inseguridad en el país. Como ha dicho el Comisario Almunia, Malta ha conseguido un alto nivel de sostenibilidad y convergencia. Malta y los malteses están habituados a hacer frente y superar sus retos, unos retos que, en el pasado, no fueron precisamente pequeños y, sin embargo, los éxitos se han encadenado a lo largo de nuestra historia. Este es un momento histórico para la Unión Europea, porque comportará que la zona del euro sea más amplia, que incorpore más países y más personas. También es un momento histórico para Malta porque contribuirá a una mayor integración de sus ciudadanos en la Unión Europea.
También quiero dar las gracias al ponente por su trabajo sobre este tema, que ha demostrado ser muy útil.
Dariusz Rosati , en nombre del Grupo del PSE. – (PL) Señor Presidente, en primer lugar quiero decir que me complace que, el 1 de enero de 2008, la zona del euro tenga dos nuevos miembros, Chipre y Malta. Ambos países han cumplido los criterios de convergencia estipulados en el Tratado. Quiero felicitar sinceramente a nuestros colegas chipriotas y malteses.
Ampliar la zona del euro es un proceso importante que fomenta una integración más profunda en la Unión Europea. Este proceso también ha tenido un efecto positivo en los países candidatos y la posición económica de la zona del euro. Los países que se preparan para unirse a la zona del euro se desarrollan a un ritmo mucho más rápido que los que ya pertenecen a ella. Su situación macroeconómica también es mejor, sobre todo desde el punto de vista de la deuda pública y del déficit presupuestario. Los nuevos miembros consolidarán el conjunto de la zona y la moneda única.
Al mismo tiempo, quiero decir también que no me complace el hecho de que se esté ejerciendo una gran presión sobre el tiempo que el Parlamento invierte en su trabajo para valorar la adhesión de estos nuevos países a la zona del euro. Nuestro programa de trabajo actual no permite que el Parlamento elabore una opinión adecuada. Por este motivo, la resolución, que espero que se adopte hoy, pretende iniciar un debate sobre un acuerdo interinstitucional que, en el futuro, facilitará un análisis eficiente y eficaz de los informes de convergencia.
Acojo con satisfacción la postura abierta y constructiva que el Presidente Barroso y el Comisario Almunia han declarado, en nombre de la Comisión. Señor Gloser, espero que la postura del Consejo sea también constructiva. Cuento con la creación de un mecanismo eficiente para una ampliación sin problemas de la zona del euro en el futuro
En el debate sobre la ampliación de la zona del euro, debería resaltarse que algunos de los criterios de Maastricht obligatorios no se aplican a la situación actual. Concretamente es el caso de la inflación. En primer lugar, no parece adecuado que los criterios de adhesión a la zona del euro se definan según la tasa de inflación media de países que no pertenecen a dicha zona.
En segundo lugar, el criterio actual no tiene en cuenta el hecho de que el rápido crecimiento económico de los nuevos Estados miembros se traduce naturalmente en una mayor tasa de inflación, que no es en absoluto un signo de debilidad económica. De hecho, es precisamente todo lo contrario. Refleja la realidad de que los nuevos Estados miembros se están poniendo al día con las economías desarrolladas de la vieja Unión.
En tercer lugar, quiero llamar su atención sobre el hecho de que la definición de estabilidad aplicada por la Comisión y el Banco Central Europeo en los informes de convergencia es distinta de la definición de estabilidad de precios que utiliza el Banco Central Europeo en el ámbito de la política monetaria. En cambio, el texto del Tratado solo contiene una definición de estabilidad de precios, y no podemos tener dos interpretaciones distintas de este término.
Los criterios de inflación actuales implican que algunos de los nuevos Estados miembros no puedan unirse a la zona del euro durante muchos años. Esto divide permanentemente a los Estados miembros en dos categorías, es decir, los países de la zona del euro y los que quedan fuera de ella. Esta situación es una amenaza para la cohesión de la Unión y contradice el espíritu del Tratado. Los criterios de convergencia se elaboraron hace 16 años en circunstancias totalmente distintas. Deberían adaptarse a la situación actual. Pido que se abra un profundo debate sobre este tema.
Donato Tommaso Veraldi, en nombre del Grupo ALDE. – (IT) Señor Presidente, Señorías, en primer lugar quiero dar las gracias al señor Langen, el ponente, por el excelente trabajo que ha conseguido a pesar del breve plazo de tiempo disponible.
En realidad, el 16 de mayo de 2007 la Comisión adoptó su informe de convergencia sobre los criterios para que Malta y Chipre se unieran a la moneda única, y el 25 de mayo el Parlamento Europeo era invitado a expresar su opinión sobre la propuesta de Decisión del Consejo respecto a la adopción de la moneda única por parte de Chipre y Malta el 1 de enero de 2008. Dado el poco tiempo disponible, el Parlamento no pudo realizar una valoración profunda de la situación de esos países y de los informes presentados por la Comisión.
Sin embargo, quiero expresar una opinión favorable respecto a la adopción de la moneda única por parte de Chipre y Malta, dado que se han cumplido los criterios de convergencia. De hecho, en relación con Malta, en los últimos 12 meses la tasa de inflación ha sido del 2,2 %, que es inferior al valor de referencia del 3 %. El déficit excesivo se ha corregido mediante una reducción sostenida del déficit presupuestario por debajo del límite del 3 % del PNB y el porcentaje de la deuda está bajando, acercándose al valor de referencia del 60 % del PNB. Hasta marzo de 2007 el tipo de interés medio a largo plazo de Malta era del 4,3 %, que está por debajo del valor de referencia del 6,4 %. La economía maltesa está muy integrada en la Unión Europea y el déficit de la balanza de pagos bajó hasta el 6,3 % en 2006, en parte gracias a las inversiones extranjeras directas.
En cuanto a Chipre, en los últimos 12 meses el índice de inflación ha sido del 2 %, que es inferior al valor de referencia del 3 %. Para 2007 las previsiones de la Comisión en primavera de este año eran de un déficit invariable del 1,4 % del PNB. Desde su entrada en el ERM II, el mecanismo de tipos de cambio europeo, la libra chipriota ha cotizado de forma estable a un tipo de cambio satisfactorio. En los últimos 12 meses, el tipo de interés medio a largo plazo era del 4,2 % que está por debajo del valor de referencia del 6,4 %. La economía chipriota está muy integrada en la economía de la Unión Europea. La Comisión considera que se ha conseguido la integración económica a pesar de un aumento del déficit de la balanza de pagos.
Con el fin de evitar que en el futuro siga habiendo problemas con los calendarios de procedimiento, conviene mejorar el método de consulta al Parlamento Europeo, estableciendo una cooperación interinstitucional entre el Parlamento y la Comisión. Así se podrá disponer del tiempo necesario para realizar una valoración adecuada de las propuestas de la Comisión y del Banco Central Europeo. Dicho esto, creo que el intercambio de opiniones con el Comisario Almunia y la respuesta del señor Barroso, presidente de la Comisión a la carta que le envió el señor Pöttering, Presidente del Parlamento, fueron francamente positivos. La Comisión debería notificar al Parlamento con la máxima antelación todas las solicitudes de informes de convergencia presentadas por los Estados miembros y las decisiones sobre el calendario del procedimiento debería tomarlas conjuntamente con el Parlamento y el Consejo.
Zbigniew Krzysztof Kuźmiuk, en nombre del Grupo UEN. – (PL) Señor Presidente, al tomar la palabra en el debate sobre la ampliación de la zona del euro para incluir a Chipre y a Malta, quiero llamar su atención sobre las siguientes cuestiones. En primer lugar, la Comisión nos recuerda una vez más la necesidad de que los nuevos Estados miembros deben cumplir todos los criterios de Maastricht antes de unirse a la zona del euro. Al mismo tiempo, cierra los ojos ante el hecho de que cuando se introdujo el euro, muchos de los antiguos Estados miembros no cumplían esos criterios.
En segundo lugar, a pesar de la revisión del Pacto de Estabilidad y Crecimiento, la Comisión se ha mostrado muy indulgente con los Estados miembros más grandes en relación con su cumplimiento de los criterios de Maastricht. En el pasado, la Comisión ha tolerado, y parece que aún tolera, déficit presupuestarios importantes y, en concreto, un nivel de deuda pública que a menudo sobrepasa el 60 % del PNB. Las estadísticas lo confirman. En 2006, la deuda pública en los países de la vieja Unión Europea era del 63,3 % del PNB y nada menos que en la mitad de los países de la zona del euro esta deuda sobrepasaba el 60 % del PNB.
En tercer lugar, la actitud de la Comisión respecto a los países que desean adherirse a la zona del euro varía en gran manera. Hace muy poco tiempo, se rechazó la solicitud de Lituania de unirse a la zona, a pesar de que había cumplido los criterios de Maastricht, y su índice de inflación apenas superaba en un 0,1% el valor de referencia.
De modo que el hecho de que la Comisión haya aceptado tan rápidamente la adhesión de Chipre y Malta a la zona del euro podría parecer sorprendente teniendo en cuenta que la deuda pública de ambos países supera claramente el 60 % del PNB. En 2006, la deuda pública de Chipre era nada menos que del 65,3 % y la deuda de Malta era de un 66,5 % del PNB. Además, ambos países están teniendo dificultades para proporcionar a Eurostat estadísticas referentes a su situación financiera.
A pesar de las dudas que acabo de expresar, quiero felicitar tanto a Chipre como a Malta por su adhesión a la zona del euro.
Cem Özdemir, en nombre del Grupo Verts/ALE. – (DE) Señor Presidente, señor Presidente del Consejo, señor Comisario, Señorías, tanto Malta como la parte griega de Chipre cumplen los criterios de Maastricht. Por tanto, es lógico que se extienda la zona del euro para incluir a estos dos países. A mí y a mi Grupo nos gustaría que otros Estados miembros de la Unión Europea ingresaran en la zona del euro, siempre que cumplieran los criterios, pues esto solo puede ser bueno para la Unión Europea.
Sin embargo, este acontecimiento está teñido de tristeza y me gustaría explicar por qué: desgraciadamente, en Chipre se perdió una oportunidad de incorporar las dos partes del país en la zona del euro, enviando así una señal a favor de la reunificación de la isla de Chipre sobre la base de dos comunidades y dos zonas. Todo ello resulta muy lamentable, ya que con ello la división de Chipre se reforzará en vez de debilitarse.
Andreas Mölzer, en nombre del Grupo ITS. – (DE) Señor Presidente, Señorías, al parecer los expertos económicos están de acuerdo en que la zona del euro experimenta una coyuntura económica favorable. Hablan incluso de una tendencia positiva sostenida en materia de empleo. Sin embargo, me parece que muy a menudo se registra tan solo un aumento del empleo a tiempo parcial –o de las nuevas formas de empleo, como las llaman ahora con un eufemismo–, que no puede compensar la pérdida de puestos de trabajo a tiempo completo. En estas condiciones no debemos sorprendernos de que descienda el índice de natalidad. Nadie puede alimentar una familia con un «empleo basura». Hablar de coyuntura económica favorable es una bofetada en la cara de los millones de desempleados en la UE. Es burlarse de los millones de personas que se denominan trabajadores pobres.
Nos enfrentamos a un problema que no debemos subestimar: las divergencias dentro de la zona del euro se amplían, ya que, por ejemplo, los países del sur de Europa asisten a un continuo deterioro de su competitividad. El ejemplo del Reino Unido viene a demostrar que el euro no es una panacea. Como es sabido, la economía británica está en buena forma, incluso sin el euro. El sector de fabricación británico ocupa el sexto lugar del mundo y su sector de servicios el octavo. Aunque solo sea por esta razón, en mi opinión no debería obligarse a ningún Estado miembro de la UE a introducir el euro. Es necesario tomarse en serio los temores que despierta la cesión de derechos de soberanía al Banco Central Europeo, así como la subida de precios que teme la población. Muchos millones de ciudadanos consideran que el euro ha provocado una subida de precios de los productos de primera necesidad. Ni las estadísticas oficiales ni las campañas de imagen modificarán esa percepción. Cualquier país que se plantee introducir el euro debería dejar siempre, por regla general, a mi juicio, que decida el poder soberano, es decir, el pueblo.
Panayiotis Demetriou (PPE-DE). – (EL) Señor Presidente, señor Comisario, Señorías, en primer lugar quiero dar las gracias al ponente, el señor Langen, y a los miembros de la Comisión de Asuntos Económicos y Monetarios, por su informe positivo sobre la adhesión de mi país, Chipre, y por supuesto también de Malta a la zona del euro. También quiero dar las gracias al señor Almunia por la ayuda que ha prestado a Chipre durante todo este tiempo para lograr dicho objetivo. A pesar del ajustado plazo de tiempo concedido al Parlamento por la Comisión y de las reacciones suscitadas, el señor Langen ha mostrado un enorme sentido de la responsabilidad, ha sorteado las cuestiones de procedimiento y, repito, ha demostrado su capacidad para llegar al fondo del asunto cuestión en su informe positivo. Vuelvo a darle las gracias.
Hoy el Parlamento Europeo recompensa los esfuerzos a largo plazo de Chipre para poner en orden su economía y converger con los indicadores de la Unión Europea. El Parlamento Europeo está dando la tercera luz verde institucional a la adopción del euro en Chipre. Esta llevará el euro a Oriente Próximo y creará un vínculo monetario entre Europa y Arabia a través de Chipre. La zona monetaria de la Unión Europea se extenderá desde Bruselas hasta los confines del Mediterráneo oriental. Chipre siempre ha tenido una economía fuerte; incluso durante los difíciles años que siguieron a la invasión militar y la ocupación del norte de Chipre por Turquía y la pérdida de sus recursos económicos básicos, consiguió desarrollar una economía sólida. En consecuencia, pueden tener la seguridad de que Chipre hará antes del 1 de enero de 2008 todo lo necesario para lograr una integración económica y una convergencia plenas. Por lo que respecta al comentario de Eurostat sobre la aportación de datos imperfectos, nos damos por satisfechos con la aclaración del señor Almunia.
Confío en que el 1 de enero de 2008 se habrá creado la base necesaria para una resolución adecuada del problema de Chipre y para su reunificación política, social y económica, de manera que el euro pase a ser la moneda de todos los chipriotas, tanto de los griegos como de los turcos. La Unión Europea tiene la obligación de tomar la iniciativa en ese sentido.
Pervenche Berès (PSE). – (FR) Señor Presidente, señor Gloser, señor Comisario, de hecho es la cuarta vez que se le pide al Parlamento Europeo que tome una decisión sobre la zona del euro, en su composición inicial o con ocasión de sus ampliaciones. El tema del euro no es un asunto insignificante para nuestros conciudadanos: en sus manos, constituye uno de los activos más valiosos de la Unión Europea.
No obstante, desde el año pasado, desde que se inició el debate sobre la adhesión de Lituania, tenemos la impresión de que se ha convertido en un debate del que hay que eliminar cualquier cuestión política y en el que solo pueden plantearse argumentos exclusivamente técnicos.
En este debate, el Parlamento Europeo pide que se le permita llegar a una decisión de esa clase de la forma habitual. Y para ello necesita tiempo, como cualquier otra institución. Tal es el espíritu de la carta remitida por nuestro Presidente a los Presidentes de las otras dos instituciones. La respuesta recibida del Presidente de la Comisión está inspirada por un espíritu de cooperación y de conciliación, cosa que agradecemos. Por parte del Consejo, se trata de un proceso en curso. Tenemos que ir más allá, señor Gloser. Tenemos que manifestar el mismo espíritu de consulta y conciliación que ha manifestado la Comisión, de lo contrario nos va a ser difícil seguir adelante.
Más allá de los argumentos técnicos, no desearía que el conjunto del debate se desarrollara sin que en algún momento planteemos los problemas de la gobernanza de la zona del euro. En fin de cuentas, ¿cuál es la situación actual, con dos países con una cláusula permanente de exención y países que tienen que adherirse a la zona sin que en ningún momento nos planteemos la cuestión de su gobernanza?
Pronto tendrá lugar la rotación de las autoridades del Banco Central Europeo (BCE). Es un mecanismo que hemos criticado desde aquí, desde esta Asamblea, y que seguimos criticando. También consideramos que el funcionamiento del Eurogrupo no es satisfactorio y que aún se tendría que mejorar.
Mañana tendremos la adhesión de Eslovaquia y luego, hasta 2012, nuestro calendario estará claramente menos cargado. Aprovechemos ese tiempo para mejorar la gobernanza de la zona del euro, de lo contrario nuestros conciudadanos dejarán de confiar en su propia moneda, cuya extensión geográfica se amplía sin mejorar primero su funcionamiento.
Con su permiso, señor Presidente, voy a añadir una observación final sobre el criterio de inflación. Sé que ese criterio se definió en 1992, en un momento en que Europa era muy diferente. Pero si queremos revisar los criterios de Maastricht desde una perspectiva estrictamente económica, independientemente de cualquier condición política que permita reabrir el debate, entonces también se deberían revisar otros aspectos de los criterios de Maastricht.
Marios Matsakis (ALDE). – (EN) Señor Presidente, la zona del euro es otra institución importante, que acerca a las naciones de Europa y que conecta el bienestar y las perspectivas de nuestros ciudadanos en el futuro común de una Europa unida.
Por este motivo, los ciudadanos a los que represento como diputado chipriota al Parlamento Europeo están satisfechos con la decisión de la Comisión de Asuntos Económicos y Monetarios de aprobar la propuesta de la Comisión para proceder a la adopción del euro por Chipre el 1 de enero de 2008.
Por supuesto, lamento que el apartado 7b de la exposición de motivos del informe indique de forma equivocada que el Gobierno chipriota ha incumplido las disposiciones del Reglamento (CE) nº 501/2004 de 10 de marzo de 2004 al no proporcionar a Eurostat toda la información sobre las cuentas financieras públicas.
Ayer escribí al Ministro de Finanzas de Chipre y a la Comisión a este respecto. Aplaudo la rápida rectificación realizada por el Comisario Almunia, tanto a mí por escrito como hoy aquí esta mañana. Me pregunto si también sería posible una rectificación y aclaración adecuadas en el informe, aunque sea algo tarde. Apreciaría la ayuda del ponente a este respecto.
La adopción del euro por parte de Chipre tendrá, aparte de todo lo demás, otros dos efectos beneficiosos. Primero, acercará Turquía a Europa, dado que, en la práctica, el euro sustituirá a la lira turca como moneda usada en la parte septentrional de Chipre, ocupada por Turquía.
Segundo, acercará a Europa al Reino Unido, dado que el euro será la moneda que usará la población civil que vive en las dos colonias británicas en Chipre, Akrotiri y Dhekelia. En estas zonas, la libra –aunque se trata de la libra chipriota, una versión colonial de la poderosa libra británica– será sustituida por el euro. Estas colonias serán el primer territorio oficial británico en el que el euro será la moneda de uso general. En el futuro, el euro podría extenderse gradualmente de las colonias al Reino Unido, sin duda para regocijo de todos los diputados británicos a esta Cámara, de los que, por cierto, no veo a muchos.
En conclusión, pido a mis colegas que apoyen este informe y aprovecho esta oportunidad para hacer extensiva una invitación a todas sus Señorías para que visiten Chipre en 2008, que disfruten de la hospitalidad chipriota y se gasten sus euros libremente al sol.
Alexander Radwan (PPE-DE). – (DE) Señor Presidente, Señorías, hoy me limitaré a hablar del procedimiento y no abordaré las numerosas otras cuestiones que se han planteado. En la cuestión de fondo coincido plenamente con la evaluación que hace el señor Langen de Malta y Chipre y sus comentarios sobre la aprobación del Parlamento.
Por consiguiente, me concentraré en el procedimiento. Para ello partiré simplemente de las palabras del Ministro de Estado, el señor Gloser, quien ha dicho que no deberíamos centrarnos sobre todo en el procedimiento. Se ha hablado de simpatía, peticiones y consideración. Me gustaría decir que para el próximo procedimiento consideraremos con simpatía las peticiones del Consejo y la Comisión de que tomemos nuestras decisiones rápidamente. Pero la próxima vez también utilizaremos el procedimiento que prevé la intervención del Parlamento en estas materias. Comprendemos perfectamente la presión que impone el calendario de reuniones al Consejo. También la presión que supone para la Comisión el plazo del 1 de enero; el Parlamento entiende todo eso. Pero si no se entiende, a la inversa, que en el Parlamento también tenemos un procedimiento particular y que ahora no podemos, y no es la primera vez, cumplir debidamente una de las normas fundamentales de este procedimiento, por ejemplo los plazos de traducción, la próxima vez habrá consecuencias.
Por tanto, tan solo podemos insistir en que se llegue a un acuerdo entre las instituciones en esta materia. De lo contrario, el Consejo tendrá que hacerse cargo de que el Parlamento dejara de ser consultado en el futuro. Se ha señalado, por supuesto, que este procedimiento está consagrado en el Tratado vigente, y si está consagrado en el Tratado, entonces hay que respetarlo. El Ministerio de Asuntos Exteriores alemán y todos los Ministros de Exteriores europeos han hecho repetidos intentos de impedir que el Parlamento adquiera demasiada fuerza, pero esto se refiere a otros ámbitos.
Ahora bien, un ámbito que me parece sumamente importante es la aportación de datos. Por eso en el Parlamento queremos tener tiempo suficiente para tratar esto. Hemos visto lo que pasó en Grecia y en Hungría. La Comisión es responsable de garantizar que los datos en los que se basa la decisión de ingreso se comprueben también lo más estrictamente posible, de modo que podamos considerarlos correctos. Me remito al Ministro de Hacienda húngaro, que tras lo sucedido en su país se puso a filosofar en público sobre las diversas posibilidades que tiene el Ministro de Hacienda a la hora de enviar datos a Bruselas. Incluso el Presidente del BCE, el señor Trichet, ha señalado que la recogida de datos en la Unión Europea es problemática.
Para nosotros es crucial que la Comisión no escurra el bulto y nos remita a Eurostat en estos casos, sino que se responsabilice ella misma. No obstante, también queremos reforzar a la Comisión frente a los Estados miembros. No es de recibo que la Comisión deba cumplir las exigencias correspondientes, pero que los Estados miembros sigan limitando por todos los medios los poderes de supervisión de la Comisión en aquellos ámbitos en que realmente es necesario ejercerlos.
Joseph Muscat (PSE). – (MT) Gracias, señor Presidente, la votación de hoy es significativa para Malta, porque aparte de los argumentos importantes y legítimos que se han presentado sobre cuál sería el mejor momento para la adopción del euro, también existe un consenso y un compromiso político para que el cambio se realice el 1 de enero de 2008. En cuanto la Comisión Europea haya aceptado las estadísticas y la metodología presentada por las autoridades maltesas, estas serán aceptadas por todas las autoridades europeas cuando los sucesivos Gobiernos apliquen el mismo criterio.
En los próximos años habrá que dedicar un esfuerzo considerable a la sostenibilidad de las finanzas públicas para poder cumplir los criterios de Maastricht. Como han manifestado tanto la Comisión como el Banco Central Europeo, hasta ahora el Gobierno maltés ha recurrido a la venta de activos públicos, mientras que seguía intensificando la presión fiscal, especialmente sobre los trabajadores y la clase media. Esto no se puede sostener. La Comisión Nacional está haciendo un buen trabajo de preparación de la transición al euro, pero hay que dedicar un mayor esfuerzo a promover la participación directa de los representantes de los consumidores en la tarea de combatir la percepción de que con el euro va a aumentar el coste de la vida. Hay que ofrecer más información básica, incluida la información sobre los tipos de interés. Acogemos con satisfacción la iniciativa «FAIR», que permite que las empresas lleguen a un acuerdo sobre los precios duales. No obstante, en la actualidad poco más de la mitad de las empresas maltesas y gozitanas han participado en dicho programa. Invito a las empresas que aún no se han sumado a la iniciativa a que lo hagan sin más dilación.
Consigamos que la transición al euro sea un éxito, aunque no podemos engañarnos pensando que va a resolver los problemas económicos del país. La solución depende de nosotros. En los últimos años, el PIB de Malta ha descendido del 78 % al 71 % de la media europea. El progreso registrado durante este período procedió sobre todo de los beneficios de los grandes bancos y los proyectos gubernamentales con gasto directo. Esta clase de política se verá muy limitada dados los criterios de convergencia. Mientras tanto, los sectores que tendrían que ser los motores de nuestra economía, como el turismo y la manufactura, han caído en picado. Así lo demostró claramente la conmoción económica y social que sufrió ayer nuestro país, en la que 570 personas perdieron su empleo en un día debido al cierre de la fábrica VF. Por eso se requiere un esfuerzo nacional que favorezca la competencia en esos ámbitos.
Ieke van den Burg (PSE). – (EN) Señor Presidente, tengo que disculparme ante mis colegas chipriotas y malteses por arruinar este momento histórico que constituye la adhesión a la zona del euro con este debate sobre nuestros problemas institucionales a la hora de afrontar las cuestiones relativas a la adhesión. Sin embargo, esto no merma lo más mínimo nuestro apoyo a su adopción del euro y a ambos informes del señor Langen.
No queríamos ensombrecer la adhesión de estos dos países con la cuestión del futuro procedimiento, pero espero que podamos llegar a un acuerdo con la Comisión y el Consejo hoy para que, en el futuro, el procedimiento sea mejor y el Parlamento pueda expresar su opinión de manera más seria sobre esta cuestión.
Por este motivo, hemos elaborado una propuesta de resolución no legislativa sobre el procedimiento. Nos gustaría que nos inviten a reunirnos con las otras dos instituciones para llegar a un acuerdo interinstitucional sobre varias cuestiones, que se enumeran en nuestra propuesta de resolución. Este texto defiende un sistema de comunicación previa, por el que los Estados miembros que deseen adherirse nos lo notifique por adelantado para que podamos empezar a estudiar la situación, y esto también se refiere a la evaluación de la calidad de las estadísticas y datos facilitados.
Mi último punto se refiere a la planificación de las fechas para el procedimiento formal. Reconocemos que todo se ha producido en muy poco tiempo. Sin embargo, si estamos mejor preparados, tendremos una mejor oportunidad para celebrar un debate serio.
El Comisario ha dicho que está deseando sentarse con nosotros para concluir un acuerdo interinstitucional de este tipo. Me gustaría que el señor Gloser contrajera también este compromiso, en nombre del Consejo, la Presidencia alemana y las futuras Presidencias.
Antolín Sánchez Presedo (PSE). – (ES) Señor Presidente, señor Comisario, Señorías, la solicitud de Chipre y Malta para que se examine su estado de convergencia se presentó antes de cumplirse dos años de su participación en el mecanismo de tipos de cambio, que data del 2 de mayo de 2005, y los informes del Banco Central Europeo y de la Comisión se han presentado siguiendo las pautas de los solicitados por Grecia, Lituania y Eslovenia.
Aunque siempre es útil perfeccionar los procesos de ampliación de la zona del euro y mejorar la intervención del Parlamento Europeo, mi mensaje central se dirige a nuestros conciudadanos chipriotas y malteses, para que conozcan nuestra posición de que Chipre y Malta pueden ingresar en la zona del euro y deben poder disfrutar de todas las ventajas de la unión monetaria desde principios del próximo año.
Esta ampliación de la zona del euro será un paso importante en el proceso de integración europea. Por primera vez desde la reunificación, la mayoría de los Estados miembros de la Unión Europea formarán parte de la zona del euro.
Günter Gloser, Presidente en ejercicio del Consejo. (DE) Señor Presidente, señor Comisario, Señorías, quiero darle las gracias, señor Langen, por las dos partes de su intervención, pues se ha pronunciado a favor de acoger a Malta y Chipre en la zona del euro, a pesar de las objeciones respecto a los plazos que expone en la segunda parte de sus observaciones. Es muy importante que podamos llevarlo a cabo antes de que expiren los distintos plazos, como acaba de señalar el Comisario Almunia. Ambos países necesitan cierto tiempo para prepararse para dar este paso, a fin de que los ciudadanos de Malta y Chipre no salgan perjudicados en última instancia debido a la excesiva lentitud de los preparativos.
Quisiera referirme expresamente a que el Consejo Europeo ha comunicado al Presidente del Parlamento Europeo que existe una situación difícil y que posiblemente no haya suficiente tiempo. Permítanme hablar también de lo que es factible, de lo que se puede hacer antes de que expiren determinados plazos oficiales. Los calendarios ya han sido acordados. No podemos desviarnos de ellos porque tienen que ver con disposiciones del Tratado CE. La otra cuestión consiste en saber hasta qué punto reciben ustedes, en las consultas entre el Ecofin y su comisión, las informaciones que necesitan para hacer un seguimiento continuo de la situación y así estar preparados. Otra cuestión es hasta qué punto reciben ustedes ejemplares adelantados de los informes de cada uno de los países que ha presentado una solicitud de ingreso.
Permítanme asimismo decir esto en respuesta a diversas cuestiones planteadas en el debate: por un lado, muchas cosas están prescritas, pero en aquellos ámbitos en que existen posibilidades de modificación –y esto lo expone la señora Merkel en su carta al señor Pöttering y también lo ha mencionado el Presidente de la Comisión–, si queremos reconocer estas posibilidades debemos mantener el debate a través de las correspondientes propuestas de la Comisión. En todos los demás aspectos es cuestión de esperar acontecimientos. Por ello pido a sus Señorías que comprendan que hoy no puedo hacer promesas en este punto en nombre del Consejo.
Joaquín Almunia, miembro de la Comisión. (ES) Señor Presidente, señor Presidente del Consejo, Señorías, quiero reiterar en esta última intervención en el debate mi felicitación personal y la de la Comisión a Chipre y Malta por el esfuerzo que han hecho para llegar hasta aquí y por el esfuerzo que están haciendo para introducir el euro con éxito, tanto para su economía como para sus ciudadanos.
Creo que esto demuestra, una vez más, que la zona del euro no es un club cerrado y que el ingreso en el euro no solo es una obligación de los Estados miembros, sino que es una buenísima oportunidad tanto para quienes quieren compartir la moneda única con otros 318 millones de europeos como para los países que ya pertenecen a la Unión Económica y Monetaria.
Creo que es, por lo tanto, una buena decisión apoyar, como hace el informe del señor Langen, el ingreso de Chipre y Malta en la zona del euro.
Dos comentarios sobre el cumplimiento de los criterios: en la intervención del señor Langen se ponía en duda el modo en que Chipre y Malta cumplen los criterios o la manera en la que en el informe de convergencia de la Comisión se ha evaluado el cumplimiento de estos criterios.
Debo decir que la derogación del procedimiento de déficit excesivo en el que estaba incursa Malta, derogación que tuvo lugar en el último Consejo Ecofin a propuesta de la Comisión, es una condición necesaria para que Malta cumpla el criterio de Maastricht en este punto y lo que ha dicho el informe de convergencia de la Comisión el 16 de mayo, es decir que, si el Consejo Ecofin aprobaba la derogación del déficit excesivo, Malta cumplía. Y lo hemos hecho para no retrasar el informe de convergencia, porque si no hubiésemos tenido que esperar hasta el 5 de junio para publicar el informe de convergencia y ustedes hubiesen tenido todavía menos tiempo para debatirlo.
Por lo tanto, esa valoración del cumplimiento condicionado a la aprobación definitiva es para favorecer el trabajo del Parlamento y del Consejo, no para perjudicarlo.
Las cifras: las cifras de Chipre y Malta relativas al déficit y la deuda notificadas en el marco de los procedimientos de notificación del déficit excesivo, que tienen lugar dos veces al año, el 1 de abril y el 1 de octubre, son tan fiables –una vez que Eurostat las ha analizado y ha publicado su opinión el 23 de abril– como las de los demás Estados miembros. No hay ninguna reserva por parte de Eurostat con respecto a las cifras notificadas con relación al déficit y la deuda.
No hay ninguna base para poner en duda las cifras de Chipre y Malta y no poner en duda las cifras de Francia, Italia, España, Portugal, Alemania, Suecia, Dinamarca o cualquier otro Estado miembro. Ninguna base.
Hay otras dificultades con otras cifras: las hay con las cifras trimestrales de cuentas financieras en las cuentas nacionales, con las estadísticas de desempleo en este momento de la encuesta sobre la fuerza de trabajo alemana o con las cifras francesas, pero ese es el trabajo estadístico de todos los días, y si el Parlamento quiere darle más recursos a Eurostat, bienvenidos sean. Si el Parlamento quiere apoyar el trabajo de Eurostat, saben sus Señorías que yo, como responsable de Eurostat en la Comisión, siempre agradezco el apoyo del Parlamento, a la Comisión y a Eurostat, pero no quiero que haya ninguna duda sobre la validez, la calidad de las cifras con arreglo a las cuales estamos valorando si Chipre y Malta cumplen los criterios de convergencia.
En cuanto a los procedimientos, señor Langen, quería dirigirme directamente a usted en este punto. No hay ninguna marginación, ninguna voluntad de marginación, ninguna razón por la cual la Comisión quisiese marginar al Parlamento o dificultar el trabajo del Parlamento en este debate. Todo lo contrario, y he manifestado, y también lo ha hecho el Presidente Barroso en la carta, la plena disponibilidad de la Comisión y del Comisario de Asuntos Económicos y Monetarios.
Quiero que me escuche, señor Langen, porque le estoy diciendo que –repito lo que ha dicho el Presidente de la Comisión en la carta al señor Poettering y lo que dije el 7 de junio en la Comisión ECON a los coordinadores en su presencia– estamos totalmente dispuestos a compartir con ustedes información, a anticipar la información disponible. Pero lo que no pueden pedir a la Comisión es que considere que un país cumple definitivamente el criterio de déficit cuando el Consejo aún no ha derogado el procedimiento de déficit excesivo. Y el año que viene, si Eslovaquia presenta una demanda, vamos a tener también ese problema, porque Eslovaquia está hoy incluida en un procedimiento de déficit excesivo que solo podrá ser derogado –en el caso de que se pueda derogar– una vez que las cifras definitivas del presupuesto 2007 hayan sido validadas por Eurostat.
Por lo tanto, no vamos a poder anticipar, ni el Consejo Ecofin va a poder anticipar, las decisiones sobre derogación del procedimiento de déficit excesivo de Eslovaquia antes de las fechas en las que este año se ha derogado el procedimiento de déficit excesivo de Malta.
Podremos anticipar el informe de convergencia diciendo que, si el Consejo Ecofin aprueba la derogación, Eslovaquia cumple el criterio. Es una hipótesis. Pero no podremos decir en febrero que Eslovaquia cumple el criterio de déficit cuando la derogación solo podrá ser aprobada en mayo o junio del año que viene. Igual que no podremos hacer una valoración rigurosa –y hacen bien ustedes en pedirnos que hagamos una valoración rigurosa– sobre si los países cumplen los criterios de Maastricht, los criterios de convergencia, antes de conocer en mayo de 2008 las previsiones económicas de primavera, que no podrán aprobarse antes ni ser publicadas antes por la Comisión y sus servicios, porque si anticipamos las previsiones de primavera serán previsiones de invierno y no valdrán para saber cuál es la situación económica y los datos económicos de primavera.
Por lo tanto –quiero ser claro ante este Parlamento–, el informe de convergencia del año que viene no podrá anticiparse antes de mayo. A partir de ahí tenemos que hablar, tenemos que acordar entre Comisión, Parlamento y Consejo el modo en que podemos trabajar de forma rigurosa, de forma coherente y de forma cooperativa para llegar a unas decisiones acertadas que nos permitan a todos trabajar con rigor y tomar las decisiones en el momento oportuno para que los ciudadanos de los próximos países que vayan a unirse a los 13 actuales miembros de la zona del euro no sufran las consecuencias de una decisión tardía y de una mala preparación de la introducción de las monedas y los billetes de euro.
Esta es la actitud y esta es la convicción de la Comisión, el acuerdo entre las tres instituciones. Es deseable. No tiene sentido que en cada ampliación de la zona del euro estemos debatiendo aquí, no sobre los países que entran y las consecuencias beneficiosas para sus ciudadanos, sino sobre procedimientos. Tenemos que resolver este problema, pero solo lo resolveremos manteniendo una actitud cooperativa entre las tres instituciones y teniendo en cuenta las limitaciones objetivas con la que las tres instituciones tenemos que tomar esta decisión.
Werner Langen (PPE-DE), ponente. – (DE) Señor Presidente, tengo que volver sobre las últimas declaraciones del Comisario Almunia. Me decepciona la forma en que me ha interpretado sin reproducir realmente lo que he dicho.
En primer lugar, no he dicho que los datos de Chipre y Malta sean peores que los de otros países. Pero en los casos de Portugal, Hungría y Grecia, la Comisión nos vendió datos malos como si fueran buenos. Esto es un hecho. En segundo lugar, no se trata de atacar a determinados países, sino de que la Comisión asuma su responsabilidad. En tercer lugar, la Comisión presentó el 3 de mayo de 2007 el documento COM(2007)0230, es decir, el informe de calidad al Parlamento Europeo y al Consejo sobre las cuentas financieras trimestrales de las administraciones públicas. En dicho informe se plantean problemas con Eslovenia, Malta y Chipre. En la exposición de motivos de mi informe no consta nada más y nada menos que esto.
Joaquín Almunia, miembro de la Comisión. (ES) Señor Presidente, señor Langen, en cuanto al último aspecto, vuelvo a repetir que es evidente que, sobre esas cuentas trimestrales, la Comisión y Eurostat piden a una serie de países, entre otros Chipre y Malta, que suministren información, que la mejoren o que la completen. Pero, repito, esas estadísticas no son relevantes a la hora de valorar si un país cumple o no cumple los criterios de convergencia. Hay miles de estadísticas, muchas series estadísticas que los países deben enviar a Eurostat, que forman parte del aparato estadístico del sistema europeo de estadísticas. Pero esas estadísticas, que son incompletas o deficientes en el caso de Chipre y Malta, no son las estadísticas que hemos utilizado y que debemos utilizar para la valoración de los criterios de convergencia. Son diferentes.
En cuanto a su observación anterior: Portugal, Italia, Francia, Grecia, Hungría y tantos otros países han recibido de Eurostat revisiones de las cifras del PIB o del déficit o de la deuda o de otros aspectos. Pero, en particular, estamos hablando de déficit y deuda, sin duda alguna.
Pero usted, señor Langen, y cualquiera de sus Señorías, sabe que esas revisiones han tenido lugar y sabe que ahora las cifras que estamos utilizando gracias al trabajo de Eurostat y de la Comisión, trabajo que ha mejorado considerablemente en los últimos tres años, son más realistas y más acordes con la realidad. Ustedes han aprobado junto con el Consejo un Reglamento que da mejores instrumentos y más posibilidades para revisar las cifras que Eurostat recibe de cada Estado miembro. Les agradecemos el apoyo que Eurostat ha recibido y que está permitiendo que pueda hacer un trabajo de más calidad que el que hizo anteriormente, y si yo, como Comisario responsable de Eurostat, necesito nuevos instrumentos legislativos para mejorar la calidad de trabajo, se los pediré.
Hoy le puedo decir que si comparo la credibilidad y la calidad de las cifras de presupuesto, de déficit y de deuda de los países miembros con las que yo tenía que trabajar hace tres años, la mejora cualitativa y la mejora en cuanto a la credibilidad es evidente, y por esto nos debemos felicitar todos. No culpen a la Comisión de que la Comisión haga bien su trabajo ofreciéndoles a ustedes y a todos los demás mejores cifras de déficit y de deuda.
Pervenche Berès (PSE). – (FR) Señor Presidente, invito al señor Langen y a todos sus colegas a que participen tan activamente como hoy en el debate de la Comisión de Asuntos Económicos y Monetarios, cuando procuremos mejorar el funcionamiento de Eurostat, en el marco del debate en curso, y aprobemos los textos a los que acaba de referirse el señor el Comisario, que deberían permitir mejorar la gobernanza de Eurostat. En esos momentos, no les veo.
Quisiera preguntarle al señor Gloser si está dispuesto a comprometerse, en nombre del Consejo y en el espíritu de la respuesta del señor Barroso al señor Pöttering, a sentarse con nosotros para llegar a un acuerdo sobre un calendario común para las tres instituciones cuando llegue el momento de examinar una nueva solicitud de adhesión a la zona del euro.
Günter Gloser, Presidente en ejercicio del Consejo. (DE) En el debate hemos escuchado las alternativas que existen. El Comisario y el señor Barroso han formulado propuestas. Ahora es necesario que nos sentemos juntos y aclaremos qué es todavía posible con arreglo a las disposiciones vigentes del Tratado. Debemos aprovechar el tiempo disponible con este fin.
El Presidente. – He recibido una propuesta de resolución(1), presentada sobre la base del apartado 2 del artículo 103 del Reglamento.
El debate queda cerrado.
La votación tendrá lugar mañana jueves, 21 de junio de 2007.
Louis Grech (PSE), por escrito. – (EN) El apoyo del público maltés también dependerá del impacto de la adhesión a la zona del euro en los ciudadanos de a pie, la comunidad empresarial y la propia economía. Sobresalen tres factores principales. El primero es el éxito de la transición. Después de un inicio quizás flojo, parece que los preparativos están cogiendo ritmo y, sin duda, es imprescindible que consumidores y operadores controlen de cerca el proceso.
Hasta ahora hemos solido escuchar solo las ventajas, es decir, los beneficios para los consumidores malteses cuando viajen al extranjero, la mejora de la competitividad de Malta como destino turístico, un coste más bajo de las transacciones para las empresas que participan en el comercio intracomunitario, etcétera. Pero hemos escuchado muy poco sobre las posibles desventajas.
Por una parte, Malta debe adaptarse a las políticas, los mecanismos de ajuste y las medidas tomadas por el Banco Central Europeo, en relación con los tipos de interés y la oferta de dinero, que tendrán una fuerte influencia en nuestro destino. Por otro lado, el cumplimiento por parte nuestra de los criterios de adhesión no puede basarse en los resultados de una dieta de choque económica, sino que debe apoyarse en políticas económicas sostenibles que garanticen que respetemos las reglas.
Richard Corbett (PSE), por escrito. – (EN) Me interesa ver que cada vez más países –los últimos por ahora son Chipre y Malta– deciden unirse a la zona del euro, lo que hace que la postura británica llame cada vez más la atención.
Teniendo en cuenta que el euro se establece rápidamente como la divisa más fuerte del mundo y que ya ha desplazado al dólar estadounidense como principal denominación del comercio mundial, con un 45 % del mercado mundial en comparación con el 37 % del dólar, es cada vez más evidente que para el Reino Unido mantenerse fuera significa perder.