El Presidente. – De conformidad con el orden del día se procede al debate de la recomendación para la segunda lectura de la Comisión de Medio Ambiente, Salud Pública y Política del Consumidor respecto de la Posición Común del Consejo con vistas a la adopción de la Directiva del Parlamento Europeo y del Consejo por la que se modifica la Directiva 76/769/CEE del Consejo en lo relativo a las restricciones a la comercialización de determinados aparatos de medición que contienen mercurio (05665/1/2007 – C6-0114/2007 – 2006/0018(COD)) (Ponente: María Sornosa Martínez) (A6-0218/2007).
María Sornosa Martínez (PSE), ponente. – (ES) Señor Presidente, señor Comisario, señorías, en esta Cámara todos compartimos la idea de que es necesario reducir la demanda de mercurio en la fabricación de productos y acelerar su sustitución.
Conviene introducir a escala comunitaria restricciones a la comercialización de aparatos de medición y control que contengan mercurio, destinados al uso de particulares, con algunas excepciones en el sector sanitario.
Queremos evitar que cantidades considerables de mercurio entren en el flujo de residuos. De este modo contribuiremos a garantizar un mayor nivel de protección del medio ambiente y de la salud humana, así como a la preservación del mercado interior, de conformidad con el artículo 95 del Tratado.
El mercurio y sus componentes son extremadamente tóxicos para los seres humanos, los ecosistemas y la naturaleza. La contaminación por mercurio, que empezó considerándose un difuso problema local hace tiempo, se reconoce ahora como un problema mundial, crónico y grave.
En cuanto a la posibilidad de prohibir totalmente el uso de mercurio en todos los aparatos de medición objeto de esta propuesta, hay que destacar que los expertos consultados han llegado a la conclusión de que los hospitales necesitan aparatos muy precisos para tratar afecciones potencialmente mortales, como la hipertensión, la arritmia y la preclamsia.
Los esfignomanómetros de mercurio garantizan la precisión y fiabilidad necesarias para preservar la seguridad del paciente, por lo que, por el momento, en esta propuesta abogamos por exceptuar estos instrumentos de la prohibición hasta que haya garantías totales sobre el funcionamiento de posibles instrumentos alternativos.
Por otro lado, quiero recalcar de nuevo a la Comisión la necesidad de que adopte medidas a corto plazo que garanticen que todos los productos que contienen mercurio, y que se encuentran actualmente en circulación, sean recogidos separadamente y tratados de forma segura, ya que, de lo contrario, esta Directiva perdería eficacia en la práctica.
Sobre la producción de nuevos barómetros tradicionales con mercurio, que ha sido el elemento de mayor controversia en este Parlamento, propusimos un acuerdo de que hubiese un periodo transitorio de dos años para los fabricantes con el fin de que se adecuaran a las nuevas normas. Lamentablemente, no todos los Grupos políticos lo han suscrito, aunque creo que en esta Cámara tendremos mayoría suficiente para aprobarlo.
En cuanto a los fabricantes de estos barómetros, quisiera decirles que van a contar con este periodo transitorio de dos años para que dejen de utilizar el mercurio en sus procesos industriales, cuestión que no les comportará ninguna desventaja competitiva ni perjuicio económico, ya que nos consta que hace tiempo que están fabricando este tipo de barómetros sin utilizar el mercurio.
Es necesario recordar a nuestros ciudadanos que estos aparatos pueden suponer un peligro para la salud y el medio ambiente, ya que pueden romperse con facilidad y acabar en los vertederos, o, peor aún, al incinerarse, se dispersa el mercurio en la atmósfera, contaminando el aire, el suelo, el agua. De este modo, el mercurio entra en la cadena alimentaria, principalmente en los peces, y después en nosotros, los humanos.
Como bien sabe esta Cámara, la Comisión de Medio Ambiente ha rechazado mayoritariamente, en esta segunda lectura, las enmiendas presentadas para que se puedan seguir fabricando nuevos barómetros de mercurio.
Considero que sería irresponsable por nuestra parte acceder a dicha petición y por ello pido el voto negativo a todas sus señorías, tal y como también proponen el Consejo y la Comisión Europea, a los que agradezco todos sus esfuerzos para evitar una posible conciliación.
Por último, pido de nuevo a la Comisión que sensibilice a las poblaciones, organizando campañas informativas sobre los riesgos sanitarios que entraña la exposición al mercurio y los problemas ambientales que puede provocar esta sustancia, ya que temo que los ciudadanos y ciudadanas, desgraciadamente, todavía no están suficientemente informados sobre su toxicidad.
Agradezco, en suma, a la Comisión su trabajo y la posibilidad de llegar a un acuerdo en segunda lectura. Gracias igualmente al Consejo y a los Grupos políticos que han apoyado esta propuesta.
Günter Verheugen, Vicepresidente de la Comisión. (DE) Señor Presidente, Señorías, quisiera comenzar expresando mi sincero agradecimiento a la ponente, señora Sornoza Martínez, por la labor que ha realizado en torno a esta propuesta. Esta noche debatimos una Directiva sumamente importante. Es una parte importante de nuestra estrategia para eliminar el mercurio de nuestro entorno para siempre, una estrategia que apoya desde hace mucho tiempo el Parlamento Europeo.
El mercurio y sus compuestos son sumamente tóxicos para la salud humana y el medio ambiente. Por ello, la Directiva supondrá un importante paso adelante al limitar la comercialización de determinados dispositivos de medición que contienen mercurio y, de este modo, evitará que unas 30 toneladas de mercurio anuales acaben en el medio ambiente a través de los residuos.
La propuesta de Directiva tiene por objeto reducir al mínimo el uso de esta sustancia peligrosa en los instrumentos de medición y contempla excepciones únicamente cuando los riesgos son insignificantes o no existen sucedáneos. Así, por ejemplo, se prohibirá totalmente la comercialización de termómetros para uso humano que contienen mercurio, y se evitará la venta de todos los demás instrumentos de medición que contengan mercurio al público en general. Me parece correcto que se prevea una excepción para los medidores de presión sanguínea del sector sanitario y para los instrumentos de medición antiguos. Estas propuestas se basan en una evaluación de riesgos y en una minuciosa evaluación de impacto que fueron realizados en el marco de la estrategia para el mercurio.
Esta Directiva no solo protegerá la salud humana y el medio ambiente, sino que también servirá para mantener el mercado interior, ya que introducirá normas armonizadas para la comercialización de dispositivos de medición que contengan mercurio en toda la Comunidad.
La ponente recomienda que se apruebe la Posición Común del Consejo sin más enmiendas. La Comisión está completamente de acuerdo, pues la posición común ya incorpora algunas de la enmiendas que presentó el Parlamento en su primera lectura y representa un compromiso equilibrado entre el esfuerzo para prohibir el uso del mercurio en la mayor medida posible a fin de proteger la salud humana y el medio ambiente, por un lado, y garantizar la seguridad de los pacientes del sector sanitario, por el otro. Tengo que confirmar lo que ya ha dicho la ponente: la mayoría de los expertos consideran que los medidores de presión sanguínea que contienen mercurio, los esfigmomanómetros, son indispensables para el tratamiento de determinadas enfermedades peligrosas para la salud humana. No obstante, tendremos que estudiar esta cuestión. Si existen alternativas seguras a estos instrumentos, también se prohibirá el uso de mercurio en ellos. Por ello, la Comisión revisará esta excepción dentro de dos años.
Otra excepción contempla la posibilidad de vender instrumentos de medición antiguos, es decir, aquellos con más de 50 años de antigüedad. La Comisión pudo aceptar esta excepción porque los instrumentos antiguos son sobre todo objetos de colección que, debido a su valor, son manipulados con mucho cuidado y se comercializan tan solo en pequeñas cantidades. La Comisión estima, sin embargo, que no se justifica una excepción sin reservas para que se sigan vendiendo barómetros de mercurio nuevos a los consumidores. Puesto que existen alternativas a los barómetros de mercurio que son tan decorativas y fiables, no hay necesidad alguna de utilizar esta sustancia peligrosa en su fabricación.
Una excepción sin reservas para estos instrumentos sería totalmente contraria a la posición que adoptó el Parlamento Europeo en materia de sustancias altamente peligrosas a la hora de aprobar la nueva legislación REACH sobre sustancias químicas. La Directiva contempla ahora un periodo transitorio de dos años que es perfectamente suficiente para que los pocos fabricantes de barómetros de mercurio que quedan introduzcan alternativas. En todo caso, muchos de esos fabricantes, si no todos ellos, ya ofrecen productos alternativos. Por consiguiente, la Comisión no aceptará en caso alguno las enmiendas presentadas para obtener excepciones permanentes para los barómetros.
Pido encarecidamente el apoyo de sus Señorías a la Posición Común para que la Directiva pueda ser aprobada ahora en segunda lectura.
Martin Callanan, en nombre del Grupo del PPE-DE. – (EN) Señor Presidente, ya hemos tratado de estos temas en diversas ocasiones, así que seré lo más breve posible. El único asunto pendiente de resolver, tal como han señalado el señor Comisario y la señora Sornosa Martínez, es el de los barómetros. He de decir que estoy profundamente convencido de que ni la Comisión ni el Consejo, ni tampoco algunos diputados al Parlamento, han entendido en absoluto la cuestión. No existe justificación alguna para prohibir los barómetros. El único motivo por el que se les ha prestado atención es porque hay un número relativamente pequeño de empresas que los fabrican en Europa y para la Comisión son un blanco fácil para hacer creer que realmente se está haciendo algo en cuanto al mercurio. Pero nadie se mete con las grandes fuentes de liberación de este metal (centrales eléctricas, crematorios, etc.), porque hacerlo sería muy costoso para los Gobiernos de los Estados miembros y para las autoridades locales.
Este Parlamento aprobó una enmienda para eximir a los fabricantes de barómetros en primera lectura en la Comisión de Medio Ambiente, Salud Pública y Seguridad Alimentaria. El Consejo la rechazó, si bien con un período transitorio de dos años. Lamentablemente, la Comisión de Medio Ambiente esta vez no ha respaldado la enmienda, pero yo la he vuelto a presentar para dar al Parlamento una nueva oportunidad de decidir al respecto y, como sin duda sabrán sus Señorías, se está llevando a cabo una activa campaña por numerosos operadores independientes y distribuidores por toda Europa.
Es totalmente ilógico decir que se eximirá a los instrumentos antiguos pero se prohibirán los nuevos. Probablemente circulan y se introducen en el mercado europeo más instrumentos antiguos que los instrumentos nuevos que se fabrican. Se trata de un mercado especializado muy pequeño y minoritario, y Europa pierde credibilidad al deslegitimar, prohibiendo y forzando el cierre de empresas, a un pequeño número de emprendedores y hábiles artesanos. Se les puede controlar mediante un régimen adecuado de permisos e inspecciones, que ellos han manifestado que están dispuestos a costear. Esta sería, con diferencia, la solución más sensata, y no una prohibición total que obligaría a muchas pequeñas empresas a abandonar su actividad, con la consiguiente pérdida de una técnica y unas tradiciones que existen desde hace siglos en Europa.
Dorette Corbey, en nombre del Grupo del PSE. – (NL) Señor Presidente, estoy en deuda con la señora Sornosa Martínez, que cuenta con nuestro apoyo sin reservas. El mercurio, y en particular los compuestos de mercurio y sus vapores, son tóxicos. El mercurio puede acumularse en los tejidos cerebrales y en el sistema nervioso, donde puede causar graves daños. Esta acumulación puede a su vez mermar la inteligencia. Por ello, una política inteligente debe prohibir el uso del mercurio en las aplicaciones innecesarias. Habida cuenta de que existen alternativas, cabe felicitarse de que los termómetros de mercurio sean cosa del pasado.
Los barómetros son objeto de un acalorado debate. En los Países Bajos, el uso del mercurio está prohibido desde 2003, pero los barómetros estuvieron exentos hasta 2005, y desde entonces, a la espera de las nuevas normas europeas, hasta el 1 de enero de 2006. Estamos dispuestos a prorrogar el periodo de excepción durante otros dos años para los barómetros tradicionales, que son, como ya he dicho, objetos exquisitos. Como de este modo el plazo se prolonga hasta el 1 de enero de 2010, existe tiempo suficiente para desarrollar alternativas, muchas de las cuales ya existen, como acaba de confirmar el Comisario.
Aunque puedo imaginarme que esta medida resulta difícil para los productores de barómetros, si deseamos eliminar totalmente el mercurio, tenemos que prohibir en todo caso los productos de consumo que lo contienen. Los barómetros pueden romperse o tener fugas, con lo que el mercurio acaba de todas maneras en el medio ambiente.
Por ello estoy de acuerdo con los productores de barómetros en que el uso de mercurio en las bombillas de bajo consumo resulta igualmente muy dañino. Por ello es una buena idea pasar a las luces de diodos luminiscentes lo antes posible, pero esta Directiva trata acerca del mercurio de los dispositivos de medición y no acerca de las bombillas de bajo consumo. Por lo tanto quiero manifestar mi firme apoyo a la señora Sornosa Martínez, que en mi opinión ha elegido una muy buena línea de ataque.
Marios Matsakis, en nombre del Grupo ALDE. – (EN) Señor Presidente, deseo felicitar a la señora Sornosa Martínez por su excelente informe.
Este informe legislativo sigue el informe estratégico sobre el mercurio aprobado por esta Cámara el año pasado. Con él se pretende restringir la comercialización de nuevos aparatos de medición que contengan mercurio. La señora Sornosa Martínez coincide acertadamente con lo fundamental de la propuesta que tenemos ante nosotros, reservándose solo algunas excepciones en casos en que no se disponga aún de alternativas viables.
Mi Grupo respalda plenamente esta propuesta y considera útiles y adecuadas las enmiendas de la ponente. Globalmente, la propuesta cuenta con el respaldo de una amplia mayoría del Parlamento, con la salvedad del único y bien conocido asunto de los barómetros. Como sus Señorías saben, la diferencia es que el Consejo ha aceptado la propuesta de compromiso de conceder una moratoria de dos años tras la entrada en vigor de la Directiva para un pequeño número de productores de barómetros tradicionales que se fabrican hoy día. A nuestro parecer, esta es una solución razonable que da a esos productores tiempo para introducir alternativas libres de mercurio en sus productos.
Pero algunos diputados no están de acuerdo, pues defienden la opinión, expresada en las enmiendas 1 y 2, de que la excepción para los barómetros tradicionales debería ser permanente. Realmente, el asunto no es de gran relevancia, pues la cantidad de mercurio utilizada en esos instrumentos es mínima, y los propios fabricantes ya toman medidas de seguridad adecuadas. Sin embargo, por una cuestión de principio no conviene estipular una excepción a largo plazo, pues los productores tienen suficiente tiempo para adaptarse, en caso de elementos químicos alternativos seguros, sin necesidad de introducir un peligroso precedente en una directiva de seguridad.
Por desgracia, el asunto ha sido magnificado en exceso por una parte de la prensa nacional, que lo presenta como un ejemplo de la despiadada y burocrática intromisión paternalista de la UE en contra de los pobres y honrados fabricantes de instrumentos tradicionales, tratando de destruirlos. Como sus Señorías saben, eso no es cierto.
La postura de mi Grupo es la de la lógica científica, y no la de aceptar excepciones permanentes para los barómetros. Pero, en consideración a la firme convicción de algunos diputados, no seremos demasiado estrictos con los miembros de mi Grupo que decidan no seguir la disciplina del Grupo, aunque siempre existe el riesgo de que la enmienda de los barómetros acabe menoscabando toda la propuesta. Esperemos que no sea así.
Leopold Józef Rutowicz, en nombre del Grupo UEN. – (PL) Señor Presidente, la Directiva del Parlamento Europeo y del Consejo relativa a las restricciones a la comercialización de determinados aparatos de medición que contienen mercurio constituye un importante documento, pues limita la cantidad de mercurio que se libera en el medio ambiente. El mercurio entra en la cadena alimenticia en forma de metilmercurio en un entorno acuático que afecta a los peces, las frutas, las hortalizas y, finalmente, a los seres humanos. Se acumula en nuestros organismos y nos intoxica.
Cada año entran en circulación 33 toneladas de mercurio en nuevos equipos y 27 toneladas en equipos usados. Los avances técnicos han reducido el uso del mercurio en la industria y los productos manufacturados. Para hacer frente al peligro que representa el mercurio es necesario recuperarlo de los equipos usados y reducir drásticamente las importaciones de dichos equipos de países extracomunitarios. Todos los Estados miembros de la Unión Europea deberán imponer una prohibición de este tipo tras la modificación de la Directiva del Consejo 76/769/CEE en lo relativo a las restricciones a la comercialización de determinados aparatos de medición que contienen mercurio.
Quiero dar las gracias a la señora Sornosa Martínez por su labor.
Carl Schlyter, en nombre del Grupo Verts/ALE. – (SV) Yo solía jugar con mercurio cuando era niño. Esperamos que con esta Directiva las generaciones futuras de niños no lo hagan. Hemos llegado a un compromiso con el Consejo y es el momento de aceptarlo. Sabemos que el mercurio es dañino tanto para los seres humanos como para el medio ambiente, y que casi siempre puede ser sustituido por sustancias menos peligrosas. El compromiso alcanzado en el Consejo de Ministros es equilibrado y llega catorce años después de que Suecia prohibiera a nivel nacional los termómetros de mercurio. No hay tiempo que perder.
Aquellos que estudian la posibilidad de votar a favor de una propuesta sin justificación técnica avanzada por el grupo de presión de los fabricantes de barómetros deberían saber que la prohibición en su conjunto correría peligro de volver a retrasarse y de resultar más difícil de aplicar si se aprueba dicha propuesta. Sería irresponsable aprobar dicha propuesta. Los dentistas, laboratorios y hospitales han eliminado gradualmente el mercurio. Medir la presión atmosférica sin mercurio no representa problema alguno. Los nostálgicos de los viejos barómetros podrán comprarlos. Incluso con esta prohibición –que no se aplica a las antigüedades– seguirá siendo legal hacerlo en el mercado interior.
Urszula Krupa , en nombre del Grupo IND/DEM. – (PL) Señor Presidente, desde hace mucho se sabe que los compuestos de mercurio son perjudiciales para los seres humanos y el medio ambiente. El mercurio se introduce con facilidad en la cadena alimenticia. Los grupos de mayor riesgo son los niños, incluidos los nonatos, y las personas que están en contacto directo con el mercurio. El mercurio daña el cuerpo humano al afectar al sistema nervioso, la coordinación e incluso la vista, lo que tiene consecuencias negativas para la salud y el medio ambiente. Por ello es justo y necesario introducir disposiciones que limiten el uso del mercurio en determinados dispositivos de medición.
Sin embargo, es necesario retirar gradualmente del mercado los dispositivos médicos que contienen mercurio, sobre todo en los nuevos Estados miembros, cuyos sistemas de salud solo cuentan con escasos recursos. Así, por ejemplo, se calcula que el gasto público adicional que conllevará la prohibición del uso de termómetros de mercurio será aproximadamente de tres millones de zlotys al año. La súbita retirada de los dispositivos de medición que contienen mercurio no solo será muy costosa, sino que también podría hacer que algunas personas no se midan la temperatura y la presión sanguínea. Esto sería sumamente grave, ya que los dispositivos electrónicos de bajo precio no son muy precisos.
Hemos propuesto extender el periodo transitorio, lo que reduciría notablemente los costes. También creemos que la prohibición no debería incluir los termómetros para bebés prematuros, debido al rango específico de medición, su fiabilidad y precisión, así como los termómetros de ovulación que se emplean para diagnosticar irregularidades y para la reproducción como parte del método de planificación familiar natural básico. Además, los termómetros veterinarios se necesitan para el diagnóstico de enfermedades de animales.
Por último, me gustaría decir que estos cambios tan apresurados de la legislación suelen despertar sospechas de que existen intereses creados. En este caso, es posible que la retirada de equipos que contienen mercurio no se deba exclusivamente al deseo de proteger la salud y el medio ambiente.
Thomas Ulmer (PPE-DE). – (DE) Señor Presidente, señor Comisario, Señorías, esta Directiva relativa a los dispositivos de medición tiene por objeto retirar de la circulación unas 30 toneladas de mercurio, que no es mucho, pero sí una cantidad apreciable. Los peligros del mercurio son bien conocidos y nadie pone en duda su neurotoxicidad. Creo que cuando la salud corre peligro es necesario aplicar estrictamente el principio de sustitución. En los casos en que el mercurio es absolutamente necesario y no existen alternativas, se podrá seguir utilizando en condiciones rigurosas.
Por lo tanto, las excepciones se permiten únicamente cuando no existen riesgos importantes o no existen todavía alternativas. Entre las excepciones se encuentran los esfigmomanómetros para aplicaciones especiales y los instrumentos de medición antiguos, y no hace falta decir que el número de instrumentos de medición antiguos irá disminuyendo de forma natural. Creo que el periodo transitorio de dos años para los barómetros es totalmente suficiente. En mi opinión lo decisivo es la armonización del mercado interior, que de este modo dará un paso más. Estoy de acuerdo con la posición común.
Åsa Westlund (PSE). – (SV) Resulta sorprendente que nos veamos obligados a celebrar este debate. El mercurio es una de las sustancias más tóxicas y peligrosas de nuestro entorno. Y lógicamente no debería utilizarse a menos que sea absolutamente necesario. Me asombra que alguien pueda creer que es más importante seguir fabricando barómetros y termómetros de estilo antiguo que proteger la salud pública.
Estoy embarazada y conozco muy bien todos los riesgos que entraña el mercurio. Sé que nadie que vaya a dar a luz debe comer pescado, como lo hice yo y otras personas como yo durante todo el periodo de crecimiento. ¿Es así como deben ser las cosas? ¿No deben comer las mujeres jóvenes alimentos normales? ¿Deben preocuparse las mujeres embarazadas de que sus hijos sufran en el vientre daños causados por el mercurio debido, por ejemplo, a productos que contienen innecesariamente esta sustancia?
Antes de este debate recibimos cartas en la que se nos pedía que protegiéramos la fabricación de barómetros tradicionales. Esto me parece realmente lamentable. ¿Cómo puede alguien creer que concedo más importancia al placer que pueda dar poseer un barómetro que al riesgo que representa el uso del mercurio para las futuras generaciones? Espero que sus Señorías voten mañana contra todas las enmiendas destinadas a mantener el uso del mercurio, mostrando así lo vergonzosas que son esas cartas y demostrando que asumimos seriamente nuestra responsabilidad por el medio ambiente y la salud pública.
Holger Krahmer (ALDE). – (DE) Señor Presidente, señor Comisario, Señorías, estoy de acuerdo, el mercurio es altamente tóxico. Es perjudicial para el medio ambiente, para los animales y, a través de la cadena alimenticia y otras vías, para los seres humanos.
Este elemento debe sustituirse en todos los casos en que sea posible y es conveniente hacerlo, pero no siempre a cualquier precio y no por las propiedades de la sustancia misma, sino cuando su uso represente realmente una amenaza para el medio ambiente. En todo caso, no podemos sacar completamente el mercurio de la circulación, ya que de hacerlo tendríamos que despedirnos de otro producto que aprecian muchas diputadas y diputados a esta Cámara. La bombilla de bajo consumo, que muchos quisiéramos imponer legalmente a fin de proteger el medio ambiente, también contiene mercurio. Si todos utilizásemos bombillas de bajo consumo tendríamos al menos tanto mercurio en nuestro hogar como con los barómetros tradicionales.
No creo que sea muy sensato prohibir el mercurio y mañana toda una serie de empresas artesanales del mercado comunitario y al mismo tiempo pretender conectar bombillas de mercurio en nuestros portalámparas. Me gustaría saber lo que el Comisario tiene que decir respecto a este conflicto.
Miroslav Mikolášik (PPE-DE). – (SK) El mercurio se emplea en numerosos dispositivos de medición, termómetros y barómetros. El mercurio se ha utilizado sin grandes repercusiones para la salud en odontología, en los empastes de amalgama.
Sin embargo, sabemos que en ciertos casos el mercurio es perjudicial y puede acumularse en los organismos vivos, entre ellos el organismo humano. Todos sabemos que la Posición Común del Consejo incluye la mayoría de las enmiendas que el Parlamento Europeo adoptó el 14 de noviembre de 2006. Este hecho se refleja en el texto, donde la ponente y los ponentes alternativos coinciden en casi todo, de modo que estábamos a punto de ultimar el proceso legislativo durante la primera lectura.
No obstante, la principal diferencia entre el Consejo y el Parlamento se refiere a la producción de dispositivos que utilizan mercurio, en particular los barómetros. Como sabemos, el Parlamento votó a favor de una exención total, mientras que el Consejo propone una exención limitada a dos años, que parece adecuada. La prohibición se aplicaría a los barómetros de mercurio nuevos, pero parece conveniente aceptar los barómetros de segunda mano, lo que permitiría que continuase su venta, reparación y mantenimiento.
En tanto que ciudadano y consumidor apoyo el compromiso que respalda la ponente, que no pondrá en peligro la salud del público en general y permitirá que los fabricantes de barómetros convencionales se adapten con mayor rapidez a la nueva situación.
Linda McAvan (PSE). – (EN) Señor Presidente, deberíamos recordar que esta es parte de una estrategia más amplia para eliminar el mercurio. No se ha prestado especial atención a ningún sector –ni termómetros ni barómetros– porque va a haber un amplio abanico de medidas a lo largo de muchos años. Creo que el señor Ulmer ha dado en el clavo: en la Directiva REACH acordamos que si había una alternativa segura a los elementos químicos peligrosos, deberíamos seguir esa alternativa. Todos estuvimos de acuerdo en esta Cámara, y todos los grandes Grupos políticos suscribimos REACH. Decir en este momento «hagamos una excepción con los barómetros» es totalmente incoherente con la Directiva REACH. Es más: esta Directiva se aplicaría también a los barómetros.
Hay una enmienda sobre la autorización de los barómetros. Con ella no se resuelve el problema de los derramamientos, los daños accidentales, la eliminación de residuos, los vertederos y la incineración. En los Estados Unidos, el pasado mes de mayo, alguien encontró un barómetro roto en el armario de un almacén de una escuela. Hubo que cerrar el centro durante una semana. Toda la escuela fue evacuada y el coste de la depuración ascendió a miles de dólares. Dieciséis Estados de los Estados Unidos están en trámites de prohibir el mercurio en los barómetros y otros utensilios. De hecho, van mucho más allá de lo que hoy nos propone la Comisión Europea. De modo que quienquiera que hable de una Europa paternalista está totalmente equivocado respecto del asunto de los barómetros.
El Grupo del PSE ha apoyado la moratoria de dos años para la industria de los barómetros. Sabemos que se trata de pequeñas empresas y que supondrá alguna dificultad para ellas, pero estoy seguro de que saben que la Directiva REACH se cruzará antes o después en su camino, y considero que este compromiso es sensato.
Por último, el señor Schlyter ha contado cómo solía jugar él con mercurio cuando era niño. Muchos otros me han dicho lo mismo durante este debate. Jugábamos con mercurio en el pasado. A mí me gusta recordar que también conducíamos sin cinturones de seguridad, respirábamos gasolina con plomo y, en Navidades, nuestros calcetines se llenaban de cigarrillos dulces. Algunas cosas tienen que cambiar, y este es el momento de hacerlo.
Günter Verheugen, Vicepresidente de la Comisión. (DE) Señor Presidente, Señorías, es para mí un placer clarificar una vez más la política de la Comisión respecto a la manipulación de sustancias de alta toxicidad demostrada en nuestro entorno. No podemos excluir riesgos en nuestra sociedad, pero cuando existan las condiciones para la sustitución, esta debe tener prioridad. No puedo comprender cómo alguien puede tener una opinión diferente. Si no es necesario trabajar con sustancias de gran toxicidad en nuestro entorno, simplemente no debemos hacerlo.
Otro tanto sucede con las bombillas de bajo consumo que ha mencionado el señor Krahmer, que de hecho contienen pequeñas cantidades de mercurio. Actualmente no existen sucedáneos para ello. Pero es necesario trabajar en ello y apenas se encuentren sustitutos, debe preferirse su fabricación sin mercurio también en este caso.
Permítanme finalizar hablando una vez más de los barómetros. Nadie aprecia tanto los hermosos instrumentos antiguos como yo, soy un gran admirador de los métodos tradicionales de producción, de las sociedades tradicionales, en especial de las pequeñas. Y nadie pretende expulsar a una sola pequeña empresa tradicional del mercado europeo. Aquí tengo un catálogo de uno de estos fabricantes. No cabe duda de que incluso ahora ofrecen hermosos barómetros que no muestran la menor diferencia exterior con los barómetros fabricados anteriormente, pero ya no contienen mercurio. Incluso el famoso barómetro Príncipe de Gales, una copia del barómetro real de John Russel, que cuesta 795 libras esterlinas, puede adquirirse sin el menor rastro de mercurio.
Así pues, el argumento de que se obligaría a algunas empresas a salir del mercado simplemente no es correcto. Por ello puedo decirles con toda claridad que no trabajamos a favor de los intereses de estas pequeñas empresas si evitamos que hagan lo necesario para dar un futuro a sus productos. Y estos barómetros tradicionales solo tendrán un futuro si se fabrican sin mercurio.
El Presidente. – El debate queda cerrado.
La votación tendrá lugar mañana, 11 de julio de 2007.
Carl Schlyter (Verts/ALE). – (EN) Señor Presidente, ¿podría usted comprobar que la interpretación ha sido correcta? He dicho que yo jugaba con mercurio de niño, y espero que las generaciones futuras no estén expuestas a ese peligro. Solo quería que quedase perfectamente claro.
El Presidente. – Así es como yo lo he entendido, señor Schlyter: le aseguro que yo he hecho lo mismo y espero vivir mucho tiempo.