El Presidente. – De conformidad con el orden del día, se procede al debate del informe de la señora van den Burg, en nombre de la Comisión de Asuntos Económicos y Monetarios, sobre la política de los servicios financieros 2005-2010 – Libro Blanco (2006/2270(INI)) (A6-0248/2007).
Ieke van den Burg (PSE), ponente. – (EN) Señor Presidente, en el curso de la elaboración de este informe para el Parlamento Europeo he felicitado de todo corazón al Comisario McCreevy y a su predecesor, el señor Bolkestein, por el éxito de la regulación de los mercados financieros y por la labor ejecutiva de la Comisión Europea al respecto. No hay discrepancias en este punto. Pero sí diferimos en relación con la valoración de los pasos posteriores y las prioridades para la continuación.
Creo que esto se debe a una diferencia de perspectiva. Para mí no es suficiente atender solo al éxito de este sector financiero como tal. A mi juicio se trata de un sector instrumental, y quiero comprobar si aporta la infraestructura adecuada para el crecimiento económico, la riqueza y el bienestar. Por eso, en mi informe me centro, antes que nada, en la cuestión estratégica de quién se beneficia de este éxito.
¿Se están beneficiando los usuarios finales tanto como los pocos grandes conglomerados financieros que han adquirido posiciones dominantes a la cabeza de los mercados financieros? ¿Quién es el que más se está beneficiando de la mayor liquidez de los mercados? ¿Son KKR, Blackston y los demás fondos de inversión privados que hacen operaciones de miles de millones de dólares, o son las empresas cuyas deudas han de ser garantizadas porque sus calificaciones crediticias están por los suelos? ¿Se atreven a invertir los empresarios en proyectos a largo plazo de investigación y desarrollo para sacar nuevos productos y servicios innovadores, o se ven sometidos a la presión de unos ciclos cada vez más breves de planificación y contabilidad? El acusado incremento de los complejos productos financieros derivados de los bonos y acciones tradicionales, ¿conduce realmente a una mejor asignación del capital o contribuye más bien a aumentar los beneficios especulativos de los fondos de cobertura que dominan las normas del juego piramidal? ¿Están mejor ahora los ciudadanos de los nuevos Estados miembros, con la invasión de compañías de seguros y bancos extranjeros en sus países, o vuelven a encontrarse con estructuras monopolísticas que solo les suministran mediocres productos estándar a unos precios superiores a los que rigen en los países donde tienen sus sedes principales?
Estas y otras cuestiones me parecen fundamentales para responder a la pregunta de qué tipo de seguimiento hace falta, y, así, el primer mensaje preliminar de mi informe es la necesidad de un análisis económico más profundo.
Ahora me referiré a las prioridades esbozadas en mi informe. El primer mensaje trata de una de mis mayores preocupaciones: la gran concentración en la gama alta del mercado, con treinta o cuarenta grandes operadores financieros internacionales y una alta concentración en algunos Estados miembros. En el informe sobre la competencia que aprobamos en el último período de sesiones expresamos nuestras preocupaciones y sugerimos que la Comisaria Kroes añadiese en su lista de posibles consultas y futuras investigaciones las actividades en la cúspide del mercado financiero de bancos de inversión, agencias de calificación crediticia, empresas de contabilidad, etc. La semana pasada le reiteramos esta propuesta.
El segundo asunto son los riesgos para la estabilidad financiera de estas nuevas formas de inversión alternativa: fondos de cobertura y fondos de capital riesgo. No hace falta que entre aquí en detalles, porque los periódicos muestran cada día que actualmente hay más inquietud por los acontecimientos. Son preocupaciones expresadas también por supervisores prudentes, bancos centrales, el BCE y nuestros homólogos de los Estados Unidos, a quienes visitaremos la próxima semana, y creo que ya es hora de que nos ocupemos de esos riesgos.
El tercer asunto son los mercados minoristas. Mi respuesta a la falta de integración de este mercado no es solo una revisión de este sistema y la apertura de las fronteras, sino una estrategia con una orientación más precisa, sobre todo para los usuarios de telefonía móvil, que tienen auténticas necesidades de acceder y trabajar con proveedores de servicios en diferentes Estados miembros, y esto podría estimular aún más los productos financieros paneuropeos, como el producto de pensiones que fue presentado hace algunas semanas por la Federación Europea de Banca.
La demanda de microcréditos es un asunto importante, y lo son también los sistemas de pensiones, el acceso a los servicios básicos, la educación financiera y el fomento de la contribución de los usuarios, así como, por último, una mejor regulación y la futura arquitectura de supervisión. A este respecto, creo que la principal diferencia es que su lema es, como dijo la semana pasada, «menos es más». Creemos que hace falta una regulación bien enfocada. En cuanto a la estructura de supervisión, en otoño será el momento de discutir la futura arquitectura, en vez de limitarnos a esperar para ver lo que sucede, a pesar de que hay numerosos cambios positivos.
Charlie McCreevy, miembro de la Comisión. (EN) Señor Presidente, quiero felicitar a la Comisión de Asuntos Económicos y Monetarios y, en especial, a la ponente, la señora Van den Burg, por su iniciativa y por el gran esfuerzo que ha dedicado a su informe.
No es tarea fácil tratar en un solo informe del amplísimo campo político de los servicios financieros, que abarca desde la banca hasta la compensación y liquidación, pasando por los fondos de cobertura y los sistemas de pago. En definitiva, el informe es toda una proeza en ese sentido.
También quiero expresar mi satisfacción al observar tan clara convergencia de puntos de vista en muchos aspectos de esta política. Aunque en algunas ocasiones veamos las cosas desde diferentes prismas, es alentador saber que, por lo general, coincidimos.
El Parlamento Europeo y la Comisión están juntos en su deseo de que los mercados financieros europeos conquisten cada vez mayores éxitos. Todos queremos unos mercados financieros extensos, líquidos y dinámicos que actúen como auténticos catalizadores de la inversión y del crecimiento para que, en última instancia, se beneficien todos nuestros ciudadanos. También queremos que nuestros sistemas de regulación y supervisión sean estables, justos y eficaces, y queremos que Europa ocupe una posición más fuerte en el plano financiero mundial. Es crucial que sigamos avanzando hacia esas metas.
Acojo con gran satisfacción la gran atención prestada en el informe al asunto de la supervisión. Esta es una absoluta prioridad para la Comisión en 2007. Estamos trabajando intensamente en nuestras propuestas para fortalecer el proceso de Lamfalussy, que vence el próximo otoño, y compartimos la opinión del Parlamento Europeo acerca del reparto de las cargas entre las autoridades de control de los países de origen y de acogida.
Con respecto al mercado minorista de servicios financieros, casualmente muchos de los puntos aludidos en este informe están incluidos en la consulta sobre el Libro Verde sobre los servicios financieros minoristas, que concluye esta semana. Sin embargo, quisiera señalar que no debemos limitarnos a buscar soluciones para el «usuario de móvil». Nuestras políticas tienen que marcar la diferencia para todos los usuarios, aun aquellos que siguen consumiendo de forma local. Celebro el apoyo que el informe presta a las iniciativas sobre cultura financiera, asunto sobre el cual la Comisión está elaborando una Comunicación que será aprobada hacia finales de año.
Reconozco la preocupación que expresa el informe con respecto a las inversiones alternativas, como los fondos de cobertura y los de capital riesgo. Tal como he dicho en otras ocasiones, creo que ya contamos con las salvaguardias legales necesarias, pero estoy de acuerdo en que es fundamental una vigilancia constante. También celebro algunas iniciativas recientes de la industria para desarrollar pautas voluntarias de buenas prácticas en evaluaciones, divulgación y gestión de riesgos.
Son comprensibles, asimismo, las inquietudes acerca de la concentración del mercado en algunos campos específicos, pero aún no hay señales de distorsión del mercado en la banca de inversión. Se está trabajando por mitigar algunos de los posibles problemas; por ejemplo, mediante el Código sobre Agencias de Evaluación del Crédito de la Organización Internacional de Comisiones del Mercado de Valores, que nosotros supervisamos estrechamente. Son iniciativas que necesitan tiempo para demostrar su eficacia. Sería mucho peor reaccionar de forma poco meditada ente un problema que aún dista mucho de haberse manifestado.
Agradezco el apoyo del Parlamento Europeo a nuestros diálogos sobre regulación con socios internacionales clave. En asuntos de contabilidad mundial hacen falta medidas, en particular mediante la creación de grupos de trabajo del Grupo Consultivo Europeo sobre Estados Financieros, para hacer que las posturas y aportaciones europeas influyan más en el debate mundial sobre contabilidad, algo que no puedo sino aplaudir.
Sin embargo, no podemos perder de vista el objetivo final: la continuación del proceso de convergencia entre los GAAP estadounidenses y las Normas Internacionales de Contabilidad. Confío en que podamos contar con su constante apoyo durante este proceso.
En resumen, tan solo me queda repetir que, en lo que respecta a la política de servicios financieros, pese a una o dos notas discordantes, sin duda estamos siguiendo el mismo cantoral.
Jean-Paul Gauzès (PPE-DE), ponente de opinión de la Comisión de Asuntos Jurídicos. – (FR) Señor Presidente, señor Comisario, Señorías, estoy de acuerdo con las prioridades de la Comisión Europea en relación a la política de los servicios financieros hasta 2010. Efectivamente resulta necesario consolidar los progresos realizados hacia un mercado financiero europeo integrado abierto y competitivo, así como eliminar los últimos obstáculos de importancia económica para que el capital pueda circular libremente en toda la Unión Europea, con el menor coste posible y con un nivel adecuado de supervisión prudencial, con el fin de garantizar la estabilidad financiera.
También es esencial mejorar la cooperación y la convergencia en materia de supervisión en la Unión Europea e intensificar las relaciones con otros mercados financieros globales. Considero fundamental seguir impulsando la consolidación del sector de los servicios financieros y, más concretamente, la integración de los mercados minoristas. Cuanto mayor sea el número de mercados financieros integrados, que desempeñan un papel importante para el buen funcionamiento de las economías modernas, más eficaz será la distribución de los recursos económicos y mejores los resultados a largo plazo.
Por lo que respecta al sector minorista, es necesario avanzar más con el fin de impulsar la integración. Tenemos que considerar ante todo el tema de la armonización de las normas nacionales de protección de los consumidores. Hay que hacer un seguimiento de las actuaciones. El sector de los servicios financieros de la Unión Europea encierra un potencial considerable de crecimiento económico y empleo que todavía no se ha explotado plenamente. El mercado interior de servicios minoristas dista mucho de haberse completado; un mercado de capital riesgo más eficaz resulta esencial para promover nuevas empresas innovadoras y consolidar el crecimiento económico.
En relación con lo anterior, quisiera destacar la importancia de fomentar la competitividad de la banca europea respecto de sus competidores, en especial los bancos estadounidenses. Por último, es importante garantizar que se establezcan estructuras comunitarias en materia de regulación y supervisión. La fragmentación de la supervisión preventiva constituye uno de los mayores obstáculos para la consolidación del sector financiero. Por eso es necesario reforzar los requisitos en materia de cooperación y de intercambio de información entre las autoridades de supervisión. Asimismo debemos garantizar la seguridad de la cooperación en situaciones de crisis.
Othmar Karas, en nombre del Grupo del PPE-DE. – (DE) Señor Presidente, señor Comisario, señora ponente, sí, tenemos que seguir consolidando el mercado financiero. El plan de acción para los servicios financieros hasta 2004 contribuyó al desarrollo de un mercado de capitales europeo con un funcionamiento integrado y fluido que se ha convertido en líder mundial, no en último lugar por la solidez y sensatez de su reglamentación. Pero la tarea no está concluida ni mucho menos, como pone de manifiesto el presente informe. La ponente había contemplado en principio 43 apartados, a los que se presentaron 217 enmiendas. Junto con los ponentes alternativos –permítanme que excuse la ausencia del señor Hoppenstedt– se elaboraron 35 enmiendas de compromisos y se celebraron 141 votaciones en comisión.
En este asunto, todos nos movemos en la misma dirección, ya que necesitamos un mercado financiero interior más fuerte. CERV, CECB, CESSPJ y principal autoridad supervisora son todos términos que representan la búsqueda de una estructura ideal para la supervisión de los mercados financieros europeos. La última simulación de crisis para verificar la estabilidad en la Unión Europea ha demostrado claramente que seguimos teniendo deficiencias.
Se precisa una mejor coordinación entre los organismos de supervisión competentes con el fin de garantizar una gestión adecuada y, con ella, la estabilidad financiera en tiempos de crisis. Está previsto realizar una simulación análoga para 2009. Lo que todas las variantes de la UE poseen en común es que la supervisión continúa centrándose en las distintas instituciones más que en el grupo institucional. Por consiguiente, necesitamos estructuras de supervisión que sigan desarrollándose. Necesitamos una mayor coordinación entre las autoridades de supervisión nacionales. No necesitamos una supervisión centralizada, sino promover la cultura supervisora dominante que se caracterice por la identidad de objetivos y valores.
Pervenche Berès, en nombre del Grupo del PSE. – (FR) Señor Presidente, señor Comisario, como es sabido, para mi Grupo, el mercado no constituye un fin en sí mismo, sino que debe financiar una estrategia. La Unión Europea acaba de renovar excepcionalmente esta estrategia el 9 de marzo, en torno a lo que yo llamo la estrategia del 20: en 2020, el 20 % de..., etc., no voy a continuar la enumeración. Por eso es necesaria la integración de un mercado financiero coherente.
Ya se ha hecho mucho, pero aún queda mucho por hacer. Entre lo que aún queda pendiente figura, por supuesto, el asunto de los mercados minoristas. En relación con este tema, consideramos que la estrategia de la Comisión debe incluir como aspecto central un enfoque muy particular. Desde luego, va a ser necesario promover la formación financiera, que casi se ha convertido en un tema de moda y pueden contar con el apoyo de mi Grupo para desarrollar este tipo de formación. Sin embargo, tal como apuntamos cuando examinamos la Directiva relativa a los mercados de instrumentos financieros (DMIF), también es necesario investigar las condiciones en las que se ofrecen los productos financieros a los inversores, consumidores y pequeños ahorradores; debemos analizar con mayor detenimiento las condiciones en que se comercializan los productos financieros.
Queda el debate, que se acaba de iniciar con gran revuelo bajo la Presidencia alemana, sobre los fondos alternativos, los fondos de cobertura. El hecho mismo de que se haya pensado en un código de conducta a escala internacional revela lo mucho que ha evolucionado este debate. Por todo ello, quienes participan en este mercado se benefician de las oportunidades que crea la integración. Eso les impone ciertas responsabilidades y obligaciones. Desde este punto de vista, pienso que mi Grupo no comparte el punto de equilibrio alcanzado. Si queremos garantizar la seguridad del sistema, tenemos que llevar el debate más lejos, incluido el examen de las condiciones en las que los principales intermediarios son a la vez juez y parte en el asunto.
Luego está la cuestión de las estructuras del mercado. La legislación que vamos a adoptar tendrá una repercusión en las estructuras de mercado y no podemos ignorarla. A medida que vamos definiendo nuestra normativa segmento a segmento, tenemos que tener una idea clara del mercado financiero que deseamos con objeto de poder responder mejor a las necesidades de financiación de la economía europea. ¿En verdad deseamos un mercado financiero cuyos principales beneficiarios son los grandes bancos de inversión ubicados fuera de la Unión Europea? No lo creo. Tenemos que estructurar una estrategia que permita que cada participante encuentre su lugar dentro de un equilibrio general.
Por último, el tema principal que tenemos sobre la mesa es, evidentemente, el de la supervisión. Comparto plenamente las opiniones de la ponente al respecto. Es necesario reforzar el poder y la legitimidad de los comités de nivel 3, los supervisores; cada supervisor nacional debe tener una obligación en relación con la convergencia europea. De esta forma, garantizaremos la seguridad del sistema y podremos utilizar esa supervisión integrada como un instrumento más adecuado para establecer un mercado europeo.
Margarita Starkevičiūtė, en nombre del Grupo ALDE. – (LT) Como ya han expresado otros colegas, el mercado financiero europeo es líder en el mundo y deberíamos seguir aplicando políticas que permitan que Europa siga siendo el primer mercado mundial. ¿En qué tipo de políticas estamos pensando, colegas liberales? En primer lugar y ante todo, necesitamos una política que sea eficaz y que esté abierta a la innovación y a los nuevos productos. Debe concederse prioridad a los mecanismos de autorregulación sin crear barreras a la introducción de nuevos productos financieros. La regulación se aplica con el fin de poder garantizar la igualdad de condiciones competitivas tanto para las grandes como para las pequeñas empresas. Quisiera hacer especial hincapié en las palabras «pequeñas empresas». Con excesiva frecuencia, la Comisión únicamente tiene en cuenta los intereses de las grandes empresas.
Queremos asimismo una supervisión adecuada. Supervisión adecuada no significa una supervisión minuciosamente pormenorizada; sino una supervisión conforme a determinados principios. Para que dichos principios se apliquen de manera uniforme en los diversos países, desearíamos que los Gobiernos nacionales y también la Comisión y los diputados al Parlamento Europeo, dedicaran mayor atención a garantizar que los órganos de supervisión nacionales cooperen más ampliamente entre ellos y con otros órganos del sector financiero.
También desearíamos que se analizaran los retos de la consolidación del mercado financiero y los riesgos sistemáticos, de manera que los consumidores tengan claro quién va a acabar pagando si una u otra institución, una gran institución europea, no funciona satisfactoriamente. Desearíamos asimismo un mercado financiero que tenga en cuenta los clientes minoristas, los intereses de un millón de residentes corrientes de la UE.
¿Qué tipo de mercado debería ser ese? En el ámbito minorista, el mercado tiene que contar con una estructura abierta que permita el acceso a una amplia diversidad de productos financieros y se debe evitar una situación en la que en determinados países solo se ofrezcan los productos de un banco, de manera que la población de todos los países tenga las mismas oportunidades de beneficiarse de la diversidad y el potencial innovador del mercado de la UE. Desearíamos que la creación de determinados productos sea posible en toda la UE, de manera que los trabajadores puedan desplazarse libremente de un país y otro. También se habla de una diversidad de productos en el ámbito de las pensiones y los créditos hipotecarios.
Por último, también queremos un mercado eficiente desde el punto de vista de los costes. ¿Qué se entiende por costes adecuados para un consumidor minorista? Ello no significa regulación, sino transparencia. La estructura de costes de los servicios financieros debe ser clara, de manera que todo consumidor minorista pueda elegir un paquete apropiado de acuerdo con sus circunstancias y con lo que pueda pagar, y esperamos que de esta forma el mercado financiero europeo continúe siendo el más competitivo del mundo.
Sahra Wagenknecht, en nombre del Grupo GUE/NGL. – (DE) Señor Presidente, Señorías, la sección del informe sobre «Instrumentos alternativos de inversión», menciona entre otros los fondos de cobertura y los fondos de capital riesgo, respecto de los cuales esta Asamblea tiene que adoptar una decisión clara. Los fondos de cobertura son conocidos en todo el mundo por su política agresiva de explotación de los trabajadores, saqueo de empresas y destrucción de empleo sin miramientos, y se los compara, con toda razón, con las plagas de langostas.
El texto del informe dista mucho de responder a estos peligros. Necesitamos definiciones claras e inequívocas. Las directrices para los fondos de cobertura y los fondos de capital riesgo tienen que regular lo siguiente: requisitos mínimos para el capital de inversión de dichos fondos, todas las ganancias deben estar sujetas en el momento de su disposición al impuesto sobre la renta y sobre los beneficios en el país donde la compañía gestora tenga su sede principal, obligación de estar registrados, obligación de hacer pública su estructura de activos, la estructura de la propiedad y las transacciones en curso, y muchas cuestiones más.
Nuestro Grupo ha presentado varias enmiendas con este objeto y espera que las tengan en cuenta a la hora de votar.
PRESIDENCIA DE LA SRA. MORGANTINI Vicepresidenta
John Whittaker, en nombre del Grupo IND/DEM. – (EN) Señora Presidenta, el plan de acción de servicios financieros es un gigantesco y complejo cuerpo legislativo. En el vano intento de armonizar los productos financieros y legislar sobre el riesgo, lo único que vamos a conseguir es ahuyentar los negocios fuera de la Unión Europea. La misma ciudad de Londres se está dando cuenta ahora de que los costes de cumplir la Directiva de Mercados e Instrumentos Financieros son mucho mayores que los beneficios de un mayor acceso al mercado. Por no hablar de los indeseados efectos secundarios. La ponente lamenta que no se esté haciendo suficiente por el usuario final de los servicios financieros. Dice que son necesidades básicas de todo ciudadano el acceso a una cuenta bancaria, transferencias a bajo precio y la posibilidad de ahorrar o pedir préstamos. Pero el mayor obstáculo a la banca minorista son los burocratizados trámites de conocimiento del cliente que deben seguir los bancos a raíz de la normativa comunitaria sobre blanqueo de dinero. En mi país esto se llama tirar piedras contra el propio tejado.
Petre Popeangă, în numele grupului ITS. – (RO) Consider că o lucrare având ca obiectiv stabilirea unei politici pe termen mediu în domeniul serviciilor financiare este una a cărei necesitate şi importanţă nu pot fi puse la îndoială.
Concentrarea pieţei, mijloacele alternative de investiţii, accesul la finanţare în sectorul cu amănuntul, riscurile sistemice, îmbunătăţirea prevederilor legale şi altele reprezintă categorii importante de activităţi a căror aplicare la nivel naţional, ca şi impactul acestora la nivel global, justifică asemenea acţiuni iniţiate şi la nivelul Uniunii Europene.
Necesitatea unui asemenea demers rezultă în primul rând din necesitatea asigurării unei transparenţe sporite şi a unui spaţiu de acţiune uniform pentru concurenţă, dar şi din necesitatea separării diferitelor servicii furnizate consumatorului şi, nu în ultimul rând, de gama limitată a produselor cu amănuntul oferite de către grupurile financiare care operează pe pieţele naţionale.
Cantonându-mă din lipsă de timp doar la domeniul protecţiei consumatorului, menţionez că, deşi acesta este considerat la nivelul Uniunii Europene ca fiind una din activităţile prioritare, practica demonstrează că în anumite zone nu se ridică la cotele necesare fie datorită insuficienţei prevederilor legale, fie din lipsa unor garanţii certe că furnizorii de servicii sunt organisme fiabile şi solide din punct de vedere financiar.
Cu aceste câteva precizări, menţionez că susţin aprobarea propunerii raportorului privind Carta Albă a Comisiei referitoare la politica serviciilor financiare în perioada 2005-2010, ca şi a propunerilor referitoare la organizarea de dezbateri pe tema fondurilor speculative, puncte de vedere care constituie, de altfel, şi poziţia autorităţii competente din România faţă de problematica pieţelor de instrumente financiare.
Gunnar Hökmark (PPE-DE). – (EN) Señora Presidenta, comenzaré dando las gracias a la ponente.
Hay una cuestión que debemos plantearnos antes de continuar con los servicios financieros y el proceso de reformas: ¿Queremos que los merados financieros europeos sean activos y dinámicos y que estén en el centro del desarrollo financiero mundial? La respuesta solo puede ser afirmativa.
Sin embargo, también tenemos que asegurarnos de que sean interesantes para todo el mundo y atraigan capitales y actividad. Eso nos marca ciertos objetivos, porque debemos contar con unas normas que garanticen transparencia y credibilidad, evitando regular la competencia, los productos y los servicios. Ha de ser lo contrario. Tenemos que asegurarnos de disponer de unas reglas básicas comunes aquí, en Europa, que allanen el camino a unos servicios financieros orientados al futuro. Este es el equilibrio, y yo quisiera que el informe definitivo tuviera una mentalidad más abierta, que fuera una clara apuesta por la competencia. Quiero recalcar que en el sector financiero europeo no cabe ningún tipo de patriotismo; lo contrario dificultaría el dinámico desarrollo y el crecimiento de los mercados financieros europeos. En cuanto al futuro de los servicios financieros en Europa, deberíamos seguir el lema de la Revolución Francesa: liberté, égalité, fraternité. Eso significa competencia y generación de dinamismo en los mercados financieros europeos.
Harald Ettl (PSE). – (DE) Señora Presidenta, un mercado de capitales integrado que funcione correctamente constituiría una base importante para la economía europea en el clima actual de rápida globalización. Deberíamos dar las gracias a la ponente por haber centrado la atención no solo en el éxito económico de los mercados europeos de capitales, sino también en la distribución y las ventajas resultantes, así como en los riesgos potenciales.
Los servicios financieros son beneficiosos cuando satisfacen las demandas de la sociedad y la benefician, pero eso exige unos mayores controles. Dejar que el mercado actúe por su cuenta favorece los abusos. Aun cuando los fondos de cobertura y los fondos de capital riesgo han hecho posible la diversificación del mercado, el peligro de riesgos sistemáticos con impactos excesivamente negativos, debido a fallos en la gestión de activos, por ejemplo, encierra un potencial incontrolable de crisis. Por ejemplo, las prácticas empresariales de los fondos de cobertura cambian con rapidez. Incluso las autoridades del mercado financiero de Londres están detectando un número creciente de casos de incumplimiento de los requisitos de publicidad.
Los participantes avispados en el mercado buscan continuamente nuevas formas de enmascarar sus actividades, como se nos informa con frecuencia en el Neue Zürcher Zeitung. El resultado es alguna inteligente táctica de absorciones de empresas por sorpresa. Los trabajadores, que son los responsables últimos del mantenimiento del valor de las economías nacionales, acabarán convirtiéndose cada vez más en juguetes en manos de los intereses del capital. Para evitarlo sin poner en peligro el progreso del mercado y conseguir una mejor distribución de los beneficios, necesitamos recibir más información de los comités competentes. La economía no debería decidir por sí sola lo que más le conviene, sino que los políticos tienen que regularla y controlarla para que la sociedad de la Unión Europea salga beneficiada de manera duradera a largo plazo.
Sharon Bowles (ALDE). – (EN) Señora Presidenta, quisiera decir tres palabras de cautela o hacer tres comentarios sobre nuestro informe. En primer lugar, en lo que menos de acuerdo estoy con el informe es en lo relativo al tema de moda, donde parece de rigor criticar los fondos de capital riesgo y, aún más, los fondos de cobertura. Puede ser bueno estudiar, analizar y debatir, pero no lo es prejuzgar, solo por seguir la moda, aquello que es un resultado necesario del proceso.
En segundo lugar, en el apartado 6 se hace referencia a la concentración de los servicios financieros prestados por una larga lista de empresas. Puede ser apropiado mencionar a este respecto a las empresas de auditoría, pues su consolidación nos ha dejado con tan solo unas pocas que puedan hacer grandes auditorías. Sin embargo, no es correcto sugerir que los bancos de inversión estén en una concentración similar, pues ninguno de los tres más grandes cuenta con una cuota del 10 % del mercado. De hecho, visto así, la mención a los bancos de inversión diluye la verdadera atención que nos merecen las empresas de auditoría.
En tercer lugar, en cuanto a la supervisión, es un tema muy interesante, pero la cooperación y los cambios ya han comenzado. Es precisa una detenida revisión de los niveles 2 y 3. ¿Cómo podemos evaluar la siguiente fase sin conocer el resultado de la anterior?
Alexander Radwan (PPE-DE). – (DE) Señora Presidenta, señor Comisario, ante todo quiero manifestar mi más sincero agradecimiento a la ponente por su trabajo, con el que ha logrado poner de acuerdo a un amplio espectro político en el Parlamento Europeo.
El mercado único de servicios financieros en la UE ha sido una historia de éxito. Las recomendaciones de la Comisión, su ejecución por el Parlamento y el Consejo y en los Estados miembros se traducirá en que el mercado financiero europeo resulte gradualmente más atractivo que el mercado financiero de los Estados Unidos. Así lo ilustrar también el hecho de que los estadounidenses estén copando las Bolsas europeas, con el fin de asegurarse su influencia sobre ellas. Esto ha generado nuevas tendencias y nos obliga a preguntarnos cómo debemos enfocar los nuevos acontecimientos en el mercado.
Un aspecto central es el futuro de los controles en Europa. Un ejemplo pertinente es el del desarrollo de los bancos transfronterizos. Solo mencionaré UniCredito, el HypoVereinsbank con sede en Baviera y Bank Austria. También hemos debatido los casos de ABN Amro y del Banco de Santander, que fue adquirido en Gran Bretaña. Tenemos que garantizar que las autoridades de supervisión vigilen estos acontecimientos, de manera que no tengamos un solo supervisor en cada Estado miembro, sino una cooperación a escala de toda Europa. No pedimos con ello un supervisor europeo, pero tenemos que prestar más atención a la evolución a escala europea.
El Convenio de Basilea II y el supervisor principal constituyeron el primer paso en esta dirección. Apoyo plenamente a la Comisión para que adopte un enfoque valiente en relación con Solvencia II. Espero que los supervisores nacionales y los ministros de Finanzas nacionales se muestren más cooperadores a este respecto y manifiesten un mayor apoyo a las enmiendas del que les han dado hasta ahora.
También tenemos que reflexionar un poco sobre cómo vamos a plantear la relación transatlántica en el futuro. En las circunstancias actuales, la SEC –la Comisión de operaciones bursátiles estadounidense– siempre ejerce una influencia indirecta sobre la regulación del mercado europeo. Eso no debería ocurrir. Necesitamos una respuesta europea a la SEC que procure evitar que eso suceda. Cito el ejemplo de un banco austriaco que tuvo que prescindir de sus clientes porque iba a ser adquirido por un fondo estadounidense y los clientes eran cubanos.
Señor Comisario, la Comisión se ocupa regularmente de los bancos regionales y eso está muy bien. Señor Bowles, no deseo adelantarme al resultado del debate, pero tenemos que debatir abiertamente sobre los fondos de cobertura. No podemos eludir el tema porque temamos el resultado.
Antolín Sánchez Presedo (PSE). – (ES) Señora Presidenta, los servicios financieros son una fuente estratégica de eficiencia y de prosperidad en una economía globalizada. Quisiera felicitar a la ponente, Ieke van den Burg, por su informe, que supone una reflexión profunda y una valiosa contribución al futuro de la política de servicios financieros, al establecer importantes pautas para aprovechar sus potencialidades:
En primer lugar, aumentando nuestros puntos fuertes, siguiendo la línea de la resolución de marzo de eliminar obstáculos para facilitar las adquisiciones transeuropeas y las adquisiciones de acciones en banca, seguros y empresas de inversión, a fin de que nuestros operadores aprovechen el mercado interior y se preparen para competir con motores globales.
En segundo lugar, reduciendo debilidades. Hay un ejemplo claro en las actividades de calificación en las que existe esta debilidad como consecuencia de un vacío regulatorio y la ausencia de operadores europeos. El informe propone un tratamiento adecuado en ambos casos.
En tercer lugar, controlando los riesgos, tanto los que afectan a la estabilidad financiera general como los operativos que resultan de las distorsiones o el mal funcionamiento del mercado y las prácticas desleales o la información privilegiada, o aquellos que resultan de la excesiva concentración de algunas actividades de servicios financieros de segmento alto en las grandes compañías, como las agencias de calificación, las grandes auditoras y los bancos de inversión.
El tratamiento es igualmente correcto: por una parte, la estrecha vigilancia por parte de las autoridades de la competencia para evitar abusos y barreras a nuevos entrantes, por otra parte, reclamar que la Comisión, siguiendo su enfoque de estudios sectoriales, examine exhaustivamente la situación y, finalmente, avanzar en la integración de la supervisión financiera europea.
Con relación a la arquitectura de la supervisión financiera, aunque el actual sistema no es perfecto está funcionando razonablemente bien y merece un tratamiento evolutivo como el que propone la ponente. Es necesario reforzar la cooperación entre las autoridades supervisoras y esto solo será posible con una perspectiva europea, es decir, avanzando hacia una cultura europea común y mediante prácticas que permitan que los supervisores nacionales no solamente tengan prácticas similares sino competencias y mandatos que hagan posible usar nuevas técnicas e instrumentos.
Charlie McCreevy, miembro de la Comisión. (EN) Señora Presidenta, como ya he dicho, el informe a debate demuestra la armonía que hay en el pensamiento del Parlamento y de la Comisión acerca de cuestiones clave de los servicios financieros. Nuestras dos instituciones tienen la mente puesta más allá de 2010, que es la fecha en que se fija nuestra política actual. Somos conscientes de las posibles novedades y riesgos que nos aguardan, y estamos trabajando por mejorar el funcionamiento de nuestras estructuras de supervisión. Estamos forjando fuertes relaciones con nuestros socios reguladores de otras jurisdicciones, sabiendo que nuestros vínculos recíprocos solo pueden aumentar.
Buscamos constantemente formas de asegurar que nuestros mercados financieros trabajen en beneficio de todos los ciudadanos.
Dada la positiva colaboración entre las instituciones, estoy seguro de que lo lograremos.
La Presidenta. El debate queda cerrado.
La votación tendrá lugar el miércoles 11 de julio de 2007.
Declaraciones por escrito (artículo 142 del Reglamento)
Gábor Harangozó (PSE), por escrito. – (EN) En primer lugar, quiero felicitar encarecidamente a la ponente, la señora Van den Burg, por su excelente informe sobre el Libro Blanco relativo a la política de servicios financieros 2005-2010. Este informe y el Libro Blanco revisten sin duda la máxima importancia, pues es evidente que la creación de un auténtico mercado de capitales europeo de primera categoría mundial, con arreglo a los objetivos de la Agenda de Lisboa depende, totalmente de la viabilidad y la coherencia de las normas financieras de la Comunidad. Junto a la viabilidad de las normas financieras con arreglo a los objetivos de «legislar mejor», es necesario impulsar la transposición del Derecho comunitario por los Estados miembros, que permita lograr una eficaz y minuciosa puesta en marcha de Plan de Acción de Servicios Financieros (PASF). Por supuesto, será necesario evaluar los verdaderos efectos de la aplicación del PASF para sus beneficiarios; en este sentido, doy todo mi apoyo a la ponente cuando pide que se haga un análisis más profundo de los efectos económicos de las medidas del PASF a la luz de la Estrategia de Lisboa. La aplicación coherente y la continua evaluación de las normativas financieras son, sin duda, elementos básicos para lograr un mercado de capitales europeo dinámico y de primera categoría mundial.
Piia-Noora Kauppi (PPE-DE), por escrito. – (EN) Esta pasada primavera ha sido un excelente momento para debatir el futuro de la política de servicios financieros en la UE. Se están sucediendo cambios muy profundos, tanto de índole legislativa como en el propio desarrollo de los mercados. Pocas veces pasa una semana sin un acontecimiento significativo, con repercusión directa en el funcionamiento de los mercados financieros europeos y en la forma en que los legisladores debemos afrontarlos.
Probablemente, lo más llamativo es el creciente número de fusiones entre bolsas. En un momento en que los bancos y otros foros de comercio atraen grandes volúmenes de actividad, es lógico que las bolsas traten de unir sus fuerzas. La actualización y modernización de nuestra infraestructura mercantil beneficiará a los inversores e impulsará la innovación en los instrumentos financieros.
Ahora, la principal cuestión se refiere a la supervisión. No podemos enfocarlo solamente desde la perspectiva de la peor hipótesis. Es cierto que hay motivos para la inquietud con respecto a la regulación de diversos fondos de capital privados, y tampoco está claro qué puede pasar si las cosas se tuercen. Pero por ahora debemos trabajar hacia una convergencia de las prácticas en los comités de nivel 3. A largo plazo, el mensaje del Parlamento es su voluntad de una mayor unidad en Europa en materia de supervisión.