2. Transmisión por el Consejo de textos de Acuerdos: véase el Acta
3. Acuerdo PNR con los Estados Unidos de América (propuestas de resolución presentadas): véase el Acta
4. Presentación del programa de la Presidencia portuguesa (debate)
El Presidente. Es un placer dar la bienvenida al Presidente en ejercicio del Consejo, el Primer Ministro portugués, José Sócrates, al Parlamento Europeo.
(Aplausos)
Como siempre, también es un placer contar con la presencia del Presidente de la Comisión, José Manuel Durão Barroso.
(Aplausos)
Como pueden observar por los nombres, tenemos una constelación muy especial. Portugal ocupa el centro de la Unión Europea. Es un gran placer invitar al Presidente en ejercicio del Consejo Europeo, el Primer Ministro José Sócrates, a que tome la palabra.
José Sócrates, Presidente en ejercicio del Consejo. (PT) Señor Presidente, estimado señor Poettering, estimado señor Barroso, Señorías, al comienzo del semestre de la Presidencia portuguesa, en presencia de los representantes legítimos de los ciudadanos de Europa, quiero reafirmar el gran principio rector de esta Presidencia: construir una Europa más fuerte para un mundo mejor.
Para ello asumimos un compromiso claro: haremos todo lo posible por dejar atrás el periodo de dudas e incertidumbres sobre el rumbo que debe seguir el proyecto europeo. Nos gustaría pedir a todos los diputados, aquí en la sede de la democracia europea, que nos apoyen en este objetivo común.
Es bien sabido que Portugal no fue un país fundador de las Comunidades Europeas. Sin embargo, cuando restauramos la democracia en nuestro país en 1974, después de 48 años de régimen autoritario, nuestro principal objetivo fue unirnos a las Comunidades Europeas, como se llamaban en aquel entonces. Logramos ese objetivo en 1986. Al asumir la Presidencia del Consejo de Ministros de la Unión por tercera vez, me gustaría reafirmar la firme voluntad del Gobierno portugués y su compromiso de defender y reforzar la paz, la libertad, la solidaridad y la prosperidad, valores que inspiraron a los miembros fundadores en 1957; estos valores que nosotros, ahora 27 Estados miembros y casi 500 millones de ciudadanos, reafirmamos el pasado mes de marzo en Berlín.
Estoy convencido, Señorías, de que este semestre marcará la salida de la parálisis y del bloqueo que persisten desde hace demasiado tiempo en el proyecto europeo. El ejemplo del proyecto de integración europea está motivando a muchas personas y países en distintas partes del mundo, que son los primeros en pedir que la Unión Europea desempeñe un papel más activo en los asuntos mundiales y les resulta difícil entender nuestras vacialaciones.
Siempre he considerado, y lo sigo haciendo, que el proyecto europeo es uno de los más nobles y generosos proyectos políticos de nuestro tiempo. La construcción de Europa es importante para la economía europea, para la promoción de los valores europeos y para los ciudadanos europeos. Sin embargo, la construcción de Europa es igualmente importante para hacer frente a los desafíos globales, para aprovechar las oportunidades de estos tiempos de cambio y para construir un mundo más estable y más desarrollado. No son solo los pueblos de Europa los que necesitan una Europa fuerte. Es el mundo el que necesita una Europa que se muestre activa.
Señor Presidente, Señorías, creo que estarán de acuerdo conmigo cuando digo que el éxito de una Presidencia depende siempre de la claridad de su programa. Nuestras prioridades para los próximos seis meses están bien definidas: la reforma de los Tratados, una agenda de modernización de las economías de Europa y de las sociedades europeas y el refuerzo del papel de Europa en el mundo.
Nuestro reto principal consiste, claro está, en retomar el proceso de reforma de los Tratados sobre la base del mandado adoptado en el último Consejo Europeo. Tengo el gusto de alabar el mérito de la estrategia y la negociación llevada a cabo por la Canciller alemana Angela Merkel, a quien siempre hemos apoyado en los últimos seis meses. También me gustaría agradecer la claridad de las posiciones de este Parlamento, en la Resolución que aprobó sobre la base del informe Barón Crespo-Brok, que dio pie a un acuerdo entre los Estados miembros que preservó los objetivos esenciales del Tratado Constitucional y que fue capaz de incorporar las señales dadas por los referendos francés y neerlandés.
El avance registrado en el último Consejo Europeo solo fue posible gracias al impulso dado por el Parlamento Europeo, que siempre mantuvo, en esta materia, una posición fuerte, coherente y constructiva, sin resignarse nunca al punto muerto en el que nos encontrábamos.
El acuerdo alcanzado en el Consejo Europeo de los días 21 y 22 de junio se tradujo en un mandato claro y preciso, como Portugal siempre ha considerado necesario. Ahora estamos en condiciones de avanzar.
Quiero dejar claro al Parlamento que existe un punto en el que no tengo dudas. Un momento decisivo se produjo en octubre de 2006, cuando los Jefes de Estado o de Gobierno de los tres países que formaban el trío de Presidencias –Alemania, Portugal y Eslovenia– acordaron dar prioridad en su programa conjunto la resolución del bloqueo institucional. En aquel entonces, en octubre de 2006, pocos creían que este objetivo fuera posible. La verdad es que ese objetivo está ahora a nuestro alcance.
Partimos, por tanto, para esta tarea con confianza y tendríamos que acabarla transformando el mandado en nuevo Tratado. Sé que tenemos por delante un trabajo de negociación y de concertación difícil y exigente. Por supuesto, estoy preparado para afrontar los problemas que siempre surgen, en especial en la fase final de los procesos de negociación. Pero sé que podemos hacerlo. Una cosa para mí está clara: nuestro mandato es no cambiar el mandato, nuestro mandato es transformar este mandato en un Tratado.
El mandado, además, es claro. Está claro qué partes del Tratado Constitucional anterior debemos abandonar, qué hay que retener en el Tratado de reforma y qué nuevos aspectos innovadores debemos añadir al Tratado de Niza.
Señorías, lo mejor que podemos hacer es aprovechar la dinámica política. Tenemos que movernos deprisa. Por esta razón, decidió convocar la Conferencia Intergubernamental el próximo 23 de julio, al margen del Consejo de Asuntos Generales y Relaciones Exteriores de la Unión Europea. Ese mismo día distribuiremos un proyecto de Tratado elaborado sobre la base de las instrucciones detalladas que constan en el mandato.
Durante la misma semana convocaremos reuniones de expertos jurídicos para analizar el texto e identificar eventuales dificultades. La reunión informal de los Ministros de Asuntos Exteriores de los días 7 y 8 de septiembre servirá para hacer recuento del progreso de los trabajos. Nuestra intención es trabajar activamente para que sea posible un acuerdo en torno al Tratado durante el Consejo Europeo informal de los días 18 y 19 de octubre, en Lisboa. Este es nuestro objetivo y creo que todos estarán de acuerdo cuando digo que este calendario es lo que mejor corresponde al espíritu y la voluntad de todas las instituciones europeas y también el que mejor sirve a los intereses de la Unión.
Para lograr este objetivo cuento con el Parlamento Europeo. Por este motivo, he defendido que el Parlamento Europeo esté representado en la Conferencia Intergubernamental por tres representantes, y no solo por dos, como en ocasiones anteriores, permitiendo de este modo una mayor representatividad de esta Cámara.
Por este mismo motivo también voy a proponer que cada vez que la Conferencia Intergubernamental se reúna en el nivel de Jefes de Estado o de Gobierno, el Parlamento Europeo esté representado por su Presidente.
Sé que puedo contar con la aportación de todas las instituciones. Agradezco a la Comisión Europea y al Banco Central Europeo la emisión rápida de sus dictámenes.
Agradezco al Parlamento Europeo el esfuerzo que ha hecho para que también su dictamen pueda ser aprobado hoy, completando así las condiciones necesarias para la apertura de la Conferencia Intergubernamental durante este mes.
Cuento también con la voluntad y el empeño de todos los Estados miembros. Este es un momento de convergencia en el que todas las instituciones se unen para que una decisión rápida sobre el Tratado pueda constituir una señal clara de confianza y de determinación de Europa por avanzar en su proyecto de Unión.
Señora Presidenta, Señorías, la reforma de los Tratados apenas constituye una parte de las tareas a las que se enfrenta la Unión en los próximos seis meses y quiero dedicar algunos minutos a hablar de otros asuntos internos en la Unión sumamente importantes. Aparte de las cuestiones institucionales, los ciudadanos europeos exigen respuestas a las cuestiones directamente relacionadas con su vida cotidiana, en las que reconocen que Europa tiene que producir resultados concretos que marquen la diferencia y contribuyan a mejorar sus condiciones de vida. Creo que nadie duda de que Europa tenga que invertir más que nunca en modernización.
Hace poco más de siete años, el entonces Primer Ministro de Portugal, António Guterres, vino a esta Cámara a presentar la Estrategia de Lisboa, que hasta hoy ha sido la guía para la modernización de la economía y la sociedad europeas.
Por tanto, me complace especialmente decir que la «Estrategia de Lisboa» volverá a ocupar de nuevo el centro de nuestras preocupaciones. La estrategia definida en 2000 de cara a reforzar la competitividad y la cohesión social mediante la apuesta por el conocimiento y la innovación, sigue siendo el camino correcto y sigue contando con el apoyo de las principales fuerzas políticas europeas.
Lo que vamos a hacer es contribuir activamente a un nuevo ciclo de la agenda de Lisboa que será aprobado en la primavera de 2008 durante la Presidencia eslovena. Prepararemos este nuevo ciclo manteniendo el equilibrio entre los tres componentes de esta agenda, a saber el económico, el social y el ambiental.
La revisión del mercado interior permitirá hacer hincapié en la competitividad de las empresas, en la apertura de los mercados y la eliminación de los costes contextuales, así como en el papel que los sectores culturales pueden desempeñar para la creación de empleo, el crecimiento económico y la innovación.
El próximo semestre será también particularmente relevante en lo que respecta a las opciones de política energética y ambiental, y, en esta materia, el objetivo de Europa solo puede ser uno: mantener el liderazgo en el terreno ambiental y, en particular, en la lucha contra el cambio climático.
Por tanto, cumpliremos los objetivos de promover el debate sobre un plan de acción tecnológico en materia energética y ambiental, y también subrayaremos el papel de los biocarburantes, en especial en el marco del informe de la primera cumbre entre la Unión Europea y Brasil.
Queremos dar a la dimensión social de la «Estrategia de Lisboa» la visibilidad y la relevancia que merece. Diez años después del lanzamiento de la «Estrategia de Empleo Europea», nos parece esencial alentar un debate sobre la mejor forma de coordinar las políticas de empleo, con vistas a fomentar la creación de empleos sostenibles en un contexto de competencia mundial. Esta línea de acción que sigue la Presidencia portuguesa está estrechamente vinculada a la formación de los recursos humanos, la conciliación de la vida laboral y familiar y la lucha contra la pobreza y la exclusión.
El modelo social europeo, con su bien conocida diversidad, nos obliga a reflexionar conjuntamente sobre la sostenibilidad del sistema de pensiones y de jubilación, y también a identificar las reformas que son necesarias en los mercados de trabajo y sistemas de protección contra los riesgos sociales. En este contexto, el objetivo de nuestro debate sobre la llamada «flexiguridad» debería ser encontrar soluciones integradas y equilibradas, que deberían traducirse en la práctica en principios generales y comunes a escala europea que tengan en cuenta la diversidad de las realidades sociales en los distintos Estados miembros de la Unión Europea.
Señorías, para la Presidencia portuguesa uno de los valores centrales básicos del proyecto europeo radica en el binomio libertad-seguridad. En este contexto, una de las prioridades de la Presidencia será fortalecer la cooperación en materia policial y judicial en la lucha contra el terrorismo y la delincuencia.
El terrorismo sigue siendo una de las amenazas más grandes para la paz y la seguridad internacionales. Las democracias no tienen miedo al terrorismo y saben cómo mostrarse firmes ante esta amenaza. Un buen ejemplo de esa firmeza lo proporcionó la semana pasada el Gobierno británico, al que quiero transmitir mi solidaridad y la de todos los países de la Unión.
Por tanto, la lucha contra el terrorismo debe seguir siendo un objetivo común para todos los Estados miembros, porque solo a través de la cooperación europea será posible evitar, protegernos y luchar contra el terrorismo.
La Presidencia portuguesa se esforzará por poner en práctica iniciativas en curso en el marco de la estrategia de la UE en la lucha contra el terrorismo, el plan de acción antiterrorista y la continuidad de la aplicación de la estrategia para evitar la radicalización y el reclutamiento de terroristas, que se revisará durante los próximos seis meses.
Por tanto, consideramos urgente encontrar un sustituto para el señor De Vries y definir los recursos y el mandado que permitan cumplir su mandato con eficacia.
Señorías, la historia nos ha enseñado que no hay libertad sin seguridad. Por este motivo, la política de seguridad de la Unión es también esencial para preservar el carácter abierto y tolerante de las sociedades europeas.
Por tanto, es motivo de orgullo para mí decir que fue Portugal quien propuso, y también fue una empresa portuguesa la que diseñó, el SIS-ONE4ALL, la solución tecnológica para que los nuevos Estados miembros pudieran adherirse plenamente al espacio Schengen y para que las fronteras con esos países puedan desaparecer al final de la Presidencia portuguesa.
De esta forma, daremos satisfacción a uno de los mayores deseos de estos ciudadanos: la libre circulación de personas en el territorio de la Unión.
Señorías, también me gustaría decir algunas palabras sobre la política de inmigración. Prestaremos especial atención a esta cuestión durante nuestra Presidencia. Europa es actualmente una zona que acoge a millones de inmigrantes que viven, trabajan y educan a sus hijos aquí, y cuya contribución es esencial para el crecimiento económico europeo.
Por tanto, debemos elaborar una política europea de inmigración basada en la prevención de la inmigración ilegal, pero que también incluya e integre a los inmigrantes legales y que establezca una cooperación eficaz con sus países de origen, una política que pueda regular los flujos migratorios en nuestro beneficio mutuo.
Solo una política eficaz en el país de origen y en el país de destino, una política que aborde tanto las causas como los efectos, será capaz de encarar este fenómeno de tal magnitud de una forma que sea compatible con nuestros valores y responsabilidades.
Señor Presidente, Señorías, la actual situación internacional está creando responsabilidades especiales para la Unión Europea y me gustaría hablarles de la agenda en materia de política exterior de la Unión Europea durante la Presidencia portuguesa. Los ciudadanos de Europa son inequívocos en su exigencia de que adoptemos un papel activo en la escena internacional, basado en los valores del Derecho internacional, el respeto mutuo, el diálogo y la cooperación. Del mismo modo, la comunidad internacional espera que la Unión desempeñe un papel comprometido y coherente en las principales cuestiones internacionales.
En el segundo semestre de 2007 hay decisiones sobre cuestiones mundiales delicadas que no pueden ser aplazadas: el futuro de Kosovo, el expediente nuclear sobre Irán, la crisis humanitaria en Darfur. Se van a celebrar varias cumbres bilaterales especialmente importantes con la India, China, Rusia y Ucrania. Las relaciones con los Estados Unidos, en el contexto definido por la Cumbre de Washington, que se celebró durante la Presidencia alemana, serán objeto de un control como el que cabe esperar de unas relaciones estratégicas tan importantes.
En todos los casos, asumiremos las responsabilidades inherentes a la Presidencia y colaboraremos estrechamente con Javier Solana, Alto Representante de Política Exterior, y la Comisión Europea.
Me gustaría llamar su atención sobre tres iniciativas con las que estamos estrechamente vinculados y que merecen ser especialmente destacadas: la cumbre UE-Brasil, que ya se ha celebrado, la Cumbre UE-África y la Cumbre Euromediterránea.
En esta primera semana de nuestra Presidencia ya hemos celebrado la cumbre con Brasil con el objetivo de avanzar en las relaciones hacia un mayor nivel de entendimiento mutuo y de colaboración estrecha en todos los niveles. Esta iniciativa tiene un valor especial para los portugueses, ya que compartimos nuestro idioma y gran parte de nuestra cultura e historia con Brasil. Queremos crear las condiciones políticas que permitan, como está ocurriendo con otras nuevas potencias económicas, establecer una relación formal de beneficio mutuo para Europa y Brasil, que, a su vez, nos ayude a lograr el tipo de relaciones que nos gustaría mantener con toda América Latina.
Unos vínculos más estrechos con Brasil también aportarán resultados prácticos desde el punto de vista de nuestra respuesta a los retos mundiales. La cumbre de la semana pasada con el Presidente Lula también ha hecho posible mantener abierta una ventana de oportunidad, que ahora debemos aprovechar al máximo en las negociaciones de la ronda de Doha y haremos todo lo posible por apoyar a la Comisión Europea en ese contexto. Me cuento entre los que consideran que las negociaciones de la Ronda de Doha representan un factor importante para regular la globalización y que su conclusión será muy positiva. Esto debe seguir siendo una prioridad para las instituciones europeas.
Las reuniones ministeriales Euromed forman parte de una serie de negociaciones, entre las que se incluyen el llamado Proceso de Barcelona y la Nueva Política de Vecindad. Estos encuentros sirven para destacar la importancia que conferimos al resurgir del debate político fundamental con nuestros socios al sur del Mediterráneo. Compartimos preocupaciones comunes y hacemos frente a retos relacionados con el desarrollo y la cohesión social que resaltan la creciente interdependencia de las dos orillas del Mediterráneo y estamos convencidos de que podemos ayudar a superar determinados obstáculos en ámbitos esenciales como la gestión de los flujos migratorios y la posible contribución de las diásporas a sus países de origen, con el apoyo y el compromiso de los países europeos y las instituciones internacionales pertinentes.
Por último, proponemos celebrar una segunda cumbre UE-África, tras la cumbre anterior de El Cairo en 2000, que, como todos recordarán, se celebró durante una Presidencia portuguesa. Sin obviar algunas dificultades que habrá que superar, estamos convencidos de que nada puede justificar que desde hace más de siete años no se haya celebrado una cumbre de este tipo al máximo nivel, cuando se trata de dos continentes que mantienen vínculos históricos tan estrechos y que son tan interdependientes en el mundo actual.
Portugal se encuentra en una buena posición para asumir esta responsabilidad y confía en buena medida en la Unión Africana y en todos los países europeos y africanos para garantizar que esta cumbre ofrezca una oportunidad para retomar el diálogo y la cooperación en cuestiones del máximo interés. Por tanto, asumiremos la tarea de definir una nueva asociación estratégica entre la Unión Europea y África, destinada al desarrollo sostenible, garantizar la paz, luchar contra las enfermedades endémicas y mantener una asociación equilibrada en la gestión de los flujos migratorios, para nuestro beneficio mutuo.
Señor Presidente, Señorías, este es nuestro programa, que les he descrito brevemente. Soy consciente de que asumimos la Presidencia en un momento en el que la situación internacional es extremadamente delicada y que hemos sido ambiciosos a la hora de definir nuestros objetivos. Sabemos que las Presidencias por sí solas no resuelven todos los problemas que surgen, pero también sabemos que podemos marcar la diferencia si adoptamos objetivos claros, si somos humildes a la hora de perseguirlos y si mostramos voluntad para alcanzar el consenso necesario.
Muchos filósofos europeos definen el mundo de hoy con el prefijo «pos» –posdemocrático, posmoderno o posindustrial–; para ellos es un «pos» mundo. Todo este concepto realmente significa que estamos viviendo en un mundo de cambio, de cambio acelerado, y todavía no entendemos plenamente lo que vemos que sucede.
Sin embargo, entre todas estas incertidumbres y factores desconocidos, algo es cierto: en un mundo que cambia el peor error es quedarse quietos. Se trata de un error que Europa no debe cometer. Señorías, nuestra firme propuesta es garantizar que Europa no se quede quieta y que avance en el proyecto europeo, en la causa de crear un mundo mejor.
(Aplausos)
El Presidente. Señor Presidente en ejercicio del Consejo, gracias por la presentación de su programa. El aplauso demuestra la buena recepción que ha tenido en el Parlamento Europeo. Sobre todo, me gustaría darle las gracias por dejar claro que el Parlamento Europeo estará representado en todos los niveles en la Conferencia Intergubernamental. Usted personalmente siempre ha apoyado ese enfoque, que garantiza que el Parlamento Europeo pueda dar su consentimiento a la convocatoria de una Conferencia Intergubernamental. En el Parlamento Europeo también tenemos grandes expectativas con respecto a nuestro trabajo con la Secretaria General del Consejo.
Ahora quiero invitar al Presidente de la Comisión, José Manuel Durão Barroso, a que se dirija a la Cámara.
José Manuel Barroso, Presidente de la Comisión. (PT) Señor Presidente, señor Primer Ministro, Señorías, en primer lugar quiero dar muy especialmente la bienvenida al Primer Ministro de Portugal al comienzo de la Presidencia portuguesa. El programa esbozado para la Presidencia portuguesa es ambicioso y exigente y, como es lógico, la Conferencia Intergubernamental ocupará un lugar prominente, en particular hasta la reunión del Consejo Europeo en octubre, pero la Presidencia portuguesa supone más que la importantísima cuestión del Tratado. Otras tareas complicadas son las relaciones exteriores, con la celebración de cumbres importantes con muchos de nuestros socios, el relanzamiento de la Agenda de Lisboa para el crecimiento y el empleo, y la innovación.
Ayer, la Comisión adoptó su opinión para la Conferencia Intergubernamental (CIG). Como ya he dicho en esta Cámara, la CIG que está a punto de empezar será distinta de las anteriores. Gracias al trabajo que ya se ha hecho, a los esfuerzos, en particular, de la Presidencia alemana, a la que me gustaría felicitar, y al hecho de que hayamos podido realizar un progreso tan evidente, podemos decir que el nivel de detalle de este mandato no tiene precedentes. Nunca antes una CIG ha comenzado con un mandato tan preciso. En algunos ámbitos, de hecho, el mandato adopta la formulación de la CIG de 2004, mientras que en otros utiliza un lenguaje jurídico y técnico muy avanzado. A resultas de este grado de precisión, ahora podemos decir que la cuestión central ya no es de fondo político, ya que esto se resolvió básicamente en la reunión del Consejo Europeo, sino que más bien se trata de mantenerse fieles al contenido del mandato.
Por tanto, tenemos que ser claros al respecto. Quiero dejar clara la posición de la Comisión: apoyamos plenamente el mandato y consideramos que no hay que volver a discutirlo. El quid de la cuestión, como nos ha dicho el señor Sócrates, es transformar el mandato en un Tratado. No es crear un nuevo mandato. Esto sería dar marcha atrás y, en mi opinión, sería inconcebible desandar lo que hemos acordado por unanimidad. Sería una señal de falta grave de confianza si ahora intentáramos renegociar un mandato con el que todo el mundo está de acuerdo. Resulta imposible crear una Europa fuerte sin confianza en el valor de los compromisos que hemos contraído.
También es cierto que, desde el punto de vista de la Comisión, el mandado no es ni ideal ni perfecto. En muchos puntos habríamos sido más ambiciosos. A nadie le parece que el mandato sea absolutamente ideal y así es cómo funciona el proyecto europeo y cómo siempre ha funcionado. Desde 1957, nuestro proyecto de integración siempre ha avanzado hacia delante mediante el compromiso político y no con soluciones ideales. Y así será una vez más. Tampoco deberíamos olvidar que el acuerdo que alcanzamos en el Consejo Europeo fue complicado, porque se basaba en un delicado compromiso político. Nuestra responsabilidad es mantener ese compromiso en la CIG, hasta la ratificación final.
La Comisión apoya plenamente la intención de la Presidencia portuguesa de celebrar una CIG breve y condensada. Comenzará el 23 de julio y, si todo va bien, haremos todo lo que esté en nuestra mano para garantizar que concluya en el Consejo Europeo informal de octubre. Sin embargo, la Comisión se reserva el derecho a expresar su opinión sobre las posiciones y propuestas de los Gobiernos de los Estados miembros durante la CIG y, en particular, nos mostraremos vigilantes para garantizar el debido cumplimiento del mandato. Creemos que esta también es nuestra obligación.
Señor Presidente, señor Primer Ministro, Señorías, como ya he mencionado, la Presidencia portuguesa va más allá de esta cuestión vital del Tratado y me complace señalar que el Primer Ministro y Presidente del Consejo tiene intención de prestar una atención especial a la Estrategia de Lisboa. La Estrategia de Lisboa para el crecimiento y el empleo, que conjuntamente relanzamos en 2005, ofrece ahora algunos resultados alentadores. El desempleo en la Unión Europea ha caído del 10 % a mediados de los noventa hasta el 7 % del pasado junio.
Nuestros análisis demuestran que el desempleo estructural también está cayendo, lo que es bastante alentador para Europa a medio y largo plazo. Nuestros datos también muestran que ha habido un aumento del 50 % en el empleo femenino. Estas cifras son bien acogidas en una Europa que queremos hacer más competitiva, más justa y más integradora.
El crecimiento económico también ha alcanzado sus niveles máximos desde 2000, en un contexto de gran potencial y crecimiento de la economía europea, que nos lleva a creer que el reciente crecimiento es estructural y no meramente cíclico. Es justo decir que este progreso se debe en buena medida a las reformas inspiradas por la Agenda de Lisboa para el crecimiento y el empleo que se relanzó en su día. El hecho es que, al otorgar a los distintos Gobiernos de los Estados miembros un marco de reformas común, Europa facilita, apoya y consolida precisamente ese movimiento de reforma que, aunque a distintas velocidades y con distinto alcance, todos los Gobiernos europeos están aplicando de un modo u otro.
Por tanto, conviene destacar aquí que la tan criticada Estrategia de Lisboa constituye un factor crucial en la modernización económica y social de Europa. Sin embargo, el hecho es que no hay lugar para la complacencia. Todavía hay mucho que hacer para que la economía europea sea más competitiva y la sociedad europea sea más justa. En particular, debemos aumentar la contribución de la innovación al crecimiento económico. Sé que esta es una de las prioridades de la Presidencia portuguesa y es algo que aplaudo. La innovación es la fuerza motriz que subyace al triunvirato del Plan de Tecnología Energética, el Instituto Europeo de Tecnología y la primera Comunidad de la Innovación y la Tecnología, que tenemos intención de dedicar específicamente a las cuestiones energéticas y a la lucha contra el cambio climático, y que esperamos que se lancen durante la Presidencia portuguesa. Este es el ejemplo más claro de que la Estrategia de Lisboa relanzada pretende conectar todos los diferentes aspectos, como este aspecto fundamental de la lucha contra el cambio climático y la seguridad energética. Para lograr buenos resultados en este terreno debemos hacer más en el campo de la innovación y, por ese motivo, me complace observar que la Presidencia portuguesa tiene intención de incluir la innovación como un tema esencial en el Consejo Europeo de diciembre. La educación, la investigación científica y la innovación son elementos esenciales de la sociedad europea que queremos construir en respuesta a las preocupaciones y los retos más acuciantes planteados por este nuevo siglo.
Para lograr los objetivos que hemos fijado en el contexto de la política europea en materia de energía y clima, hemos preparado una estrategia ambiciosa y coherente para garantizar la sostenibilidad, la seguridad del abastecimiento y la competitividad europea. Sin embargo, cabe subrayar que para que la estrategia tenga éxito, debemos acoger las conclusiones del Consejo Europeo de marzo, que marca un punto de inflexión en la historia de la energía y la lucha contra el cambio climático.
A fin de lograr resultados, debemos acelerar nuestros esfuerzos en investigación científica, desarrollo tecnológico e innovación. El plan tecnológico en el ámbito de las tecnologías energéticas limpias es una piedra angular de esta estrategia. La creación del Instituto Europeo de Tecnología, que tan buen recibimiento ha tenido en el Parlamento Europeo, también constituye un medio esencial de incrementar la competitividad europea movilizando esfuerzos a escala europea y una mejor conexión entre conocimiento e innovación.
Señor Presidente, señor Primer Ministro, Señorías, como manifiesta la Comisión en el dictamen adoptado ayer, el Tratado de reforma reforzará la capacidad de acción de la Unión en las relaciones exteriores, lo que es muy simbólico: dos de los pilares centrales de la Presidencia portuguesa son la reforma institucional y las relaciones exteriores de la Unión. La cooperación activa entre la Presidencia y la Comisión en este último campo es obvia. La semana pasada, el señor Sócrates y yo asistimos a la sesión final de la Cumbre de la Unión Africana en Accra y al día siguiente asistimos a la primera cumbre UE-Brasil.
Con Brasil, nuestro socio estratégico más reciente, compartimos una ambiciosa agenda que incluye la energía, en concreto los biocarburantes, que queremos que sean sostenibles, la lucha contra el cambio climático y las relaciones comerciales. En el caso del comercio internacional, hemos lanzado un llamamiento muy firme al Presidente Lula para llegar a un acuerdo en las negociaciones de Doha. La Comisión recalca la importancia comercial de Doha, porque el comercio mueve el crecimiento económico y el desarrollo. El comercio ha sacado a millones de personas de la pobreza en Asia y puede seguir haciéndolo, no solo en los países asiáticos, sino también en Sudamérica y África.
Sin embargo, el comercio internacional debe basarse en normas e instituciones multilaterales y la Unión Europea tiene un papel vital que desempeñar en la consolidación de las normas internacionales y la gobernanza. Por tanto, Doha es una cuestión esencial. No solo tiene que ver con el comercio, aunque este es importante en sí mismo; tiene que ver con nuestra visión multilateral. No podemos apoyar activamente el multilateralismo y luego defender el unilateralismo al habar de comercio. También tenemos que avanzar en esta cuestión, porque no solo se trata de un programa de trabajo para el comercio, sino de un programa de trabajo para el desarrollo social, un programa de trabajo que puede fortalecer nuestros vínculos con los países en desarrollo.
En el caso de África, la asociación estratégica entre Europa y África también es esencial para la estabilidad internacional. La UE es la principal fuente de ayuda financiera, económica y técnica para África. Europa es el principal socio comercial del continente africano, importando más que los demás países del G-8 juntos. Desde el principio de su mandato, la Comisión que tengo el honor de presidir ha hecho de las relaciones con África una de sus prioridades más urgentes. Por ejemplo, la Comisión ha abierto el primer colegio de la historia de la UE fuera de Europa en Addis Abeba, donde celebramos una reunión de trabajo con la Comisión de la Unión Africana. Sin embargo, todavía queda mucho por hacer en las relaciones entre europeos y africanos. La inminente cumbre UE-África, que se celebrará durante la Presidencia portuguesa, es una oportunidad única para fijar un programa de trabajo ambicioso, con inclusión de cuestiones prácticas como la energía, la inmigración, la lucha contra el cambio climático y, desde luego, la democracia y los derechos humanos. Tenemos la obligación de hablar con nuestros socios africanos sobre cuestiones de democracia, derechos humanos y gobernanza. Hemos hablado con el resto del mundo, sería incomprensible que no habláramos con África. Hay que admitir que existen algunos problemas políticos y diplomáticos que hay que resolver, pero estos problemas, cuya importancia tenemos que reconocer, no pueden y no deben devenir obstáculos para una asociación estratégica esencial para el futuro de la globalización. África y Europa tienen que trabajar juntas.
He dicho más de una vez que la UE tiene una misión para el siglo XXI, a saber, la promoción de la justicia, la libertad y la solidaridad en todo el mundo. La UE no puede y no debe ser un grupo de países dedicados a mirar para sí mismos. Puede y debe ser una fuerza para la reforma y la estabilidad en el mundo y para la defensa de los intereses europeos y la promoción de los valores europeos. Somos una comunidad de valores, particularmente los valores de la libertad y la solidaridad. El continente africano es, sin duda, una región que necesita nuestro apoyo y compromiso. La Unión Europea no puede cerrar los ojos al drama que se está desarrollando tan cerca.
Antes de terminar, me gustaría desear al Gobierno portugués todo lo mejor y reafirmar la completa disposición de la Comisión para trabajar con la Presidencia. Quiero decir que tengo plena confianza en la capacidad de Portugal –un país que ha demostrado su compromiso con Europa–, del Gobierno y de las autoridades portuguesas y de todas las fuerzas políticas nacionales para trabajar por Europa. Compartimos con la Presidencia portuguesa el excelente lema que ha elegido para este periodo: una Europa más fuerte para un mundo mejor. Juntos conseguiremos trabajar en ese sentido.
(Aplausos)
Joseph Daul, en nombre del Grupo del PPE-DE. – (FR) Señor Presidente, señor Sócrates, señor Barroso, Señorías, mi Grupo acoge con satisfacción el ambicioso lema de la Presidencia portuguesa: «Una Unión más fuerte para un mundo mejor». Al poner en el centro de su mandato una voluntad constructiva, la Presidencia portuguesa sigue la senda de la Presidencia alemana. Y al capitalizar el dinamismo de los logros de la señora Merkel, usted, señor Sócrates, mostrará que el éxito de su Presidencia depende de su firme voluntad política y de una estrategia de convergencia en materia de prioridades ambiciosas, pero realistas.
Su éxito también dependerá de su cooperación con este Parlamento. Asócienos estrechamente a su trabajo y a su toma de decisiones.
Para el Grupo del Partido Popular Europeo (Demócrata-Cristianos) y de los Demócratas Europeos, la reforma institucional, la seguridad de nuestros conciudadanos, la realización del mercado interior y la consolidación del crecimiento son los aspectos cruciales de su Presidencia. El acuerdo alcanzado los días 21 y 22 de junio recoge gran parte de los logros contenidos en el texto anterior. Si los Estados miembros lo ratifican antes de la primavera de 2009, Europa podrá finalmente tomar decisiones eficaces, transparentes y democráticas en ámbitos como la seguridad, el crecimiento, la energía, el cambio climático y la demografía.
Dar marcha atrás en los compromisos supondría considerar la Unión Europea como un castillo de naipes: una carta menos y toda la casa se viene abajo. Para mi Grupo –y en particular para el señor Brok, que lo representará–, la Conferencia Intergubernamental debe dedicarse a la ultimación jurídica de los tratados revisados y debería concluir, como es su deseo, señor Sócrates, a tiempo para el Consejo Europeo de otoño.
Señor Sócrates, aunque una Unión más fuerte para un mundo mejor es el lema de su trabajo, no puede pasar por alto la seguridad de nuestros conciudadanos; antes ha hablado usted largo y tendido de esta cuestión. Los atentados terroristas en el Reino Unido y en otros lugares de Europa y la ruptura del alto el fuego por parte de ETA nos preocupan y apelan a una coordinación paneuropea de la lucha contra el terrorismo. Señor Sócrates, soy consciente de la reticencia de los Estados miembros a cooperar en esta materia. Hay que erradicar el principio de «cada uno por su cuenta»; debe prevalecer la seguridad de los ciudadanos de Europa. Enfrentados a la delincuencia internacional, a células terroristas, a la complejidad de las redes y a la sofisticación de los métodos empleados, por no hablar de la inmigración, corremos el peligro de vernos atrapados y tenemos la obligación de actuar de inmediato. Qul puesto del coordinador de la lucha antiterrorista de la UE siga vacante es inaceptable. Gracias por su compromise.
Señor Sócrates, mostremos la misma firmeza en la cuestión de nuestra seguridad que en el terreno del cambio climático y la energía. Las víctimas de los atentados terroristas nos piden unidad. Bajo su liderazgo, esperamos más cohesión y más implicación de los Estados miembros en un modelo eficaz de coordinación de la lucha antiterrorista.
Con respecto a las demás prioridades, como la realización del mercado interior y la consolidación del crecimiento, nuestros ciudadanos solo se adherirán al ideal europeo si pueden ver que nuestro modelo social, la libre circulación no solo de las personas, las mercancías y el capital, sino también de los servicios, y el fomento de la educación, la formación y la innovación se ven reflejados en numerosas mejoras tangibles en su vida diaria.
Para convertirnos en la región económica más avanzada del mundo necesitamos voluntad política y coraje. Portugal tuvo la audacia de dotarse de la Estrategia de Lisboa. Tiene la oportunidad de prestar el mejor servicio «posventa». Apreciamos la dimensión social y económica de la integración europea.
Señor Sócrates, esperamos, como usted, que se avance con África en las cuestiones de inmigración y que se consoliden nuestros vínculos con Brasil y los países emergentes. Como usted, también consideramos las relaciones transatlánticas una de nuestras prioridades. En los últimos meses, nuestra asociación ha dado un gran paso adelante en términos cualitativos; ahora debe avanzar. Nuestras relaciones de vecindad con los Balcanes, Ucrania, Belarús y, por supuesto, Rusia deben guiarse por la firmeza en relación con el respeto de nuestros valores y el diálogo constante.
Señor Sócrates, el Grupo del PPE-DE le desea lo mejor con esta Unión más fuerte para un mundo mejor que tan honestamente desea. Contará con nuestro apoyo cuando se trate de defender los valores de paz y solidaridad, coraje y responsabilidad.
(Aplausos)
Martin Schulz, en nombre del Grupo del PSE. – (DE) Señor Presidente, señor Presidente en ejercicio del Consejo, hace casi exactamente un año, el 1 de julio del año pasado, se celebró un excelente partido de fútbol que Portugal ganó en la tanda de penaltis. Fue un partido memorable. Los portugueses mantuvieron la calma y marcaron cada penalti. Ahora el balón esta colocado para que lancemos el penalti. Usted ha dicho todo lo que hay que decir sobre la Conferencia Intergubernamental. Ahora tiene que meter el balón en la portería. De su intervención de esta mañana sospecho que usted comparte los nervios de acero de su selección nacional. Si consigue marcar esta vez, en octubre ganará la copa.
(Aplausos)
Somos realistas, Primer Ministro Sócrates: el mandato no contiene todo lo que nos habría gustado, pero reconocemos que en las negociaciones no se pudo conseguir más. Sin embargo, hay mucha enjundia en el mandato. Tiene usted que dejar claro a todos los participantes en la Conferencia Intergubernamental que no puede haber marcha atrás sobre lo acordado.
Quiero hacer un comentario a mi colega Joseph Daul a este respecto. He observado que esta es la posición del Grupo del Partido Popular Europeo (Demócrata-Cristianos) y de los Demócratas Europeos, y espero que todas las secciones del Grupo del PPE-DE, hasta los presidentes de comisión de su Grupo, adopten esta posición.
(Aplausos)
Porque cuanto más alta la comisión, más dudas tengo.
Señor Presidente, Señorías, ¿qué ocurriría si damos marcha atrás? Volveríamos a encontrarnos en otra situación de crisis como la que acabamos de superar. Y si nos encontramos en una crisis, señor Presidente en ejercicio, entonces los nobles objetivos que acaba de describir volverían a escapársenos de las manos. ¿Cómo podemos realmente aplicar una Estrategia de Lisboa coherente con una Europa a dos velocidades? Ambas cosas se excluyen mutuamente.
Tiene usted razón: necesitamos insuflar aire nuevo a la Estrategia de Lisboa. Hace tres años se tomó la decisión de revitalizar la Estrategia de Lisboa. Tres años después, no hemos avanzado mucho. Es bueno que diga como Presidente en ejercicio del Consejo que vamos a ponernos manos a la obra y acelerar las cosas. Hay dos motivos para acelerar las cosas: tiene usted mucha razón cuando dice que queremos centrarnos en las cualificaciones. Si queremos convertirnos en el continente más competitivo basado en el conocimiento, tenemos que centrarnos en las cualificaciones. Lo que queremos de la Estrategia de Lisboa, por encima de todo, es estabilidad social.
Si tenemos un mayor crecimiento económico –como está ocurriendo, pues hay más puestos de trabajo y las reformas están siendo efectivas, de hecho gracias al Gobierno de Gerhard Schröder ya están dando frutos en mi país–, si tenemos más puestos de trabajo, entonces hay algo que necesitamos particularmente: que ese crecimiento sea sostenible y genere estabilidad social sostenible. De lo contrario, la Estrategia de Lisboa no vale nada.
Si buscamos, como ha dicho usted con acierto, señor Presidente en ejercicio, un tema que nos obligue a actuar como Comunidad, una Comunidad de 27, y que cuente con un apoyo popular masivo, la protección del clima es nuestro tema. El concierto Live Earth de la semana pasada nos mostró con claridad el entusiasmo con que los jóvenes defenderán una causa. Aprovechemos ese entusiasmo. Estos jóvenes van al concierto y cuando termina, preguntan: ¿y ahora qué?
Bono y Herbert Grönemeyer no tienen la solución. Pueden abanderar una solución, pero es tarea nuestra plantearla a base de medidas prácticas. Pero si ofrecemos esa solución, si aplicamos realmente los ambiciosos objetivos, entonces estoy seguro de que los ciudadanos de Europa nos apoyarán, y esto es exactamente lo que necesita el proyecto europeo.
Cuando hablo de protección del clima, señor Primer Ministro, le estoy muy agradecido por su estrategia sobre África y América Latina, porque la protección del clima solo será viable sin implicamos a África y América Latina. En el caso de África tenemos que reconocer la amarga verdad de que el continente es el más afectado por el calentamiento global, a pesar de que es el que menos contribuye al mismo. Este es un factor significativo de las dificultades de los africanos.
También le estoy muy agradecido por su posición sobre América Latina: las relaciones transatlánticas de la Unión Europea van más allá de nuestra relación con los Estados Unidos de América. En particular, nos compete apoyar a América Latina a encontrar soluciones multilaterales a los conflictos internacionales, en la reforma de las Naciones Unidas y en la lucha contra las crisis financieras desencadenadas por los mercados financieros. ¿Qué países fueron los más afectados? Argentina, y también Brasil. Es vital que en Europa trabajemos con los latinoamericanos. Mi Grupo apoyará esta iniciativa en otoño y le agradecemos mucho que organice usted esta cumbre.
En esta Cámara hay personas que enseguida se ponen un poco nerviosas si hay dos oradores consecutivos del mismo país. Señor Presidente, hoy hemos visto a un Presidente en ejercicio del Consejo portugués de izquierdas y a un ex Presidente en ejercicio de derechas trabajando juntos por Europa. Creo que merece la pena señalarlo. Superar las cuestiones que nos dividen en nuestros países de origen para trabajar juntos por una Europa para todos, este sentido de pertenencia común, de apartar nuestras diferencias, es lo que define la noción de Europa. Esto es exactamente lo que necesitamos para construir una Europa más fuerte, porque tiene mucha razón cuando dice que, no solo Europa, sino también el resto del mundo, necesitan una Europa fuerte y unida. Esto solo puede lograrse resolviendo nuestras diferencias y centrándonos en lo que nos une. Le deseo todo lo mejor para su Presidencia.
(Aplausos)
Graham Watson, en nombre del Grupo ALDE. – (EN) Señor Presidente, señor Presidente en ejercicio, el programa que ha presentado usted combina objetivos claros con una gran ambición. El éxito no es inmanente, pero los liberales y demócratas tienen grandes esperanzas de un doble acto de la Unión Europea con los dos Josés. En efecto, parecen ustedes competir por los laureles del liberalismo económico. Como diría el periódico británico Daily Mirror, «¡Es el único camino, José!»
¿Quién, si no ustedes dos, podría convencer a los Gobiernos de Europa de la belleza de Lisboa y de la importancia de su agenda? Vuelvan a situar a Lisboa en primera línea: la necesidad de consolidar las finanzas públicas, la defensa de la disciplina financiera y la gestión de la deuda, el deseo de completar y fortalecer el mercado único. Sí, incluso frente a la oposición populista de sus propios partidos. No solo en Asia ha sacado el mercado libre a millones de la pobreza, sino que ha hecho lo propio con 50 millones de personas en la UE tan solo en los últimos 10 años. Sobre todo, hace falta una recuperación económica sostenible en Europa, basada en la creación de empleo, y no amañar el tipo de cambio para potenciar el crecimiento impulsado por la exportación. Por tanto, mi Grupo celebra en particular su iniciativa de abrir el debate sobre la flexiguridad. Debemos modernizar la protección social y los sistemas de prestaciones a fin de afrontar los desafíos de un mercado mundial. Protejamos a los trabajadores, no los puestos de trabajo poco competitivos. Nuestra red de seguridad social no debería proteger a las empresas que fracasan, sino a quienes están dentro de ellas, ayudándoles a encontrar nuevas oportunidades de empleo. El único modelo social europeo que me importa es el que conserva nuestra prosperidad preparando a nuestros ciudadanos para el futuro.
Sí, si hablamos de futuro, no olvidemos la lucha contra el cambio climático. Miremos cómo podemos fusionar las agendas de Gotemburgo y Lisboa y utilizar la innovación en tecnologías verdes para ayudarnos a ser más innovadores, crear más puestos de trabajo y liderar el mundo en la definición del programa contra el cambio climático.
Señor Presidente en ejercicio, tiene usted razón al hacer hincapié en África, ese continente descubierto, explotado y después abandonado por los europeos. El hecho de que haya convocado usted la primera cumbre UE-África en siete años lo dice todo. Ha sido el continente olvidado durante demasiado tiempo. África necesita a Europa y Europa necesita a África si queremos abordar con éxito la migración, la enfermedad y el cambio climático.
China ofrece dinero a cambio de recursos naturales y armas a cambio de dinero. Ese es el camino del colonialismo económico del siglo XXI y es el camino equivocado para África. Pero Europa debe evitar hablar de dimensiones imperiales. Aprendamos del pasado y forjemos una asociación nueva y generosa.
En cuestiones de justicia y asuntos de interior, agradecemos que su Presidencia vaya a centrarse en una serie de medidas que fortalecen el espacio de justicia en la Unión Europea. Tras los comentarios reveladores del Ministro de Interior alemán, el señor Schäuble, mi Grupo estará en guardia frente a la erosión de las libertades civiles que sustentan nuestra sociedad.
(Aplausos)
Queremos que la decisión marco sobre salvaguardias de procedimiento adoptada en el Consejo sea una medida de acompañamiento necesaria para la orden de detención europea. Y nos oponemos a una respuesta al terrorismo que altere la naturaleza de nuestra sociedad encadenando las libertades por las cuales lucharon ustedes en la Revolución de los Claveles.
Hace dos semanas, esta Asamblea aplaudió al Consejo por acordar un mandato para la CIG, pero la semana pasada supimos por algunos de sus colegas del Consejo que eran palabras huecas. Así que fue una victoria bastante efímera. Cuando insisto en que no se deshaga el paquete acordado en la cumbre de junio, creo que hablo no solo en nombre de mi Grupo, sino también en el de numerosos colegas de esta Cámara.
Gracias a una escuela de la península de Sagres, su país ganó fama mundial como país de navegantes. Como Presidente en ejercicio precisará usted aquellas habilidades para navegar a través de las peligrosas aguas de las negociaciones del Consejo.
Le deseamos buena suerte y viento favorable. Boa sorte!
(Aplausos)
PRESIDENCIA DEL SR. DOS SANTOS Vicepresidente
Brian Crowley, thar ceann an Ghrúpa UEN. – (GA) A Uachtaráin, is í an aidhm is mó a bheidh ag an Uachtaránacht seo a chinntiú go síneoidh ceannairí an Aontais Eorpaigh Conradh nua an Aontais Eorpaigh níos déanaí sa bhliain. Tháinig na ceannairí ar shocrú ginearálta polaitíochta ag an gcruinniú mullaigh deireanach ach tá obair mhór fós le déanamh sula mbeidh an conradh cinntithe go hiomlán. Beidh an Phortaingéil i mbun cruinnithe mullaigh go hidirnáisiúnta leis an mBrasaíl, le ceannairí na hAfraice agus le rialtais Mheiriceá, na Síne agus na hIndia.
– (EN) Y en particular cuando hablamos de África, todos nosotros hemos visto las dificultades y preocupaciones que han sacado a colación numerosos colegas con respecto a la asistencia de ciertas personas a esa conferencia. Quizá pudiera ser esta una oportunidad para nosotros, en lugar de gritar «no» desde las líneas de banda, de animar a otros países africanos a cooperar entre sí, a utilizar el método abierto de coordinación de lo que deberían ser controles democráticos y procedimientos apropiados para los derechos y libertades de las personas cuando nos reunamos en esta cumbre africana.
A menudo se menciona Darfur, pero rara vez con verdadera sustancia, y la cumbre africana nos brinda otra oportunidad para reunir a las partes y elementos dispares en conflicto a fin de asegurar que podamos encontrar un buen método para avanzar.
En cuanto al Tratado de la reforma –como ha señalado usted correctamente, el mandato para la CIG está redactado en términos muy específicos–, en muchos aspectos, a pesar de lo que puedan pensar otras personas, deberíamos ampliar o cambiar esos términos. Lo mejor es que nos ocupemos de lo que tenemos ante nosotros y lo que han acordado los 27 Gobiernos.
Si pudiera resumir en una expresión el contenido del Tratado de la reforma, diría que se trata de darnos la libertad que buscamos, que no es la libertad de hacer lo que queramos, sino la libertad de conseguir lo que deseamos. Concretamente, cuando hablamos de esa libertad hemos de tener en cuenta nuestro clima y, en particular, nuestro cambio climático. Tal y como dije en Lisboa, aplaudo que la Cumbre de Brasil nos brinde la oportunidad de llevar adelante toda la idea de las energías renovables y de buscar la manera de crear una nueva organización mundial del comercio y una asociación con el mundo en desarrollo y, sobre todo, de garantizar que nuestros ciudadanos tengan el derecho y la libertad de prosperar en Europa.
Monica Frassoni, en nombre del Grupo Verts/ALE. – (PT) Señor Presidente, una Europa más fuerte para un mundo mejor.
en nombre del Grupo Verts/ALE. (IT) Señor Presidente, Señorías: «una Europa más fuerte para un mundo mejor». A mi Grupo y a mí nos gusta mucho este lema, y creo que la Presidencia debería hacer tres cosas para asegurarse de que en los próximos seis meses recordemos esta Europa más fuerte.
Respecto de la Conferencia Intergubernamental, no debe tolerar a los que quieren deshacer los acuerdos alcanzados, sino que debe encontrar espacios para posibles mejoras, por ejemplo en el ámbito del cambio climático, e intentar promover y permitir la apertura de la Conferencia Intergubernamental al Parlamento Europeo y al debate público. Para nosotros, estas son las condiciones para una reforma exitosa de los Tratados. Esta reforma no será la última, porque esta Cámara se ha comprometido a reiniciar la batalla a favor de la Constitución Europea.
Sobre la Estrategia de Lisboa, creemos que no se avanzará a menos que, durante los próximos seis meses, ustedes sean capaces, junto con la Comisión y el Parlamento, de reforzar la agenda del cambio climático, puesto que no puede separarse de la agenda de Lisboa. Tras las decisiones adoptadas durante la Presidencia alemana, ha llegado la hora de actuar, de rechazar los intentos de muchos Estados miembros de hacer tejemanejes, en los que cada una de las partes tiene como objetivo reducir al mínimo sus compromisos.
Por esa razón queremos relanzar –y les insto a que lo tengan en cuenta– la idea de un pacto sobre cambio climático y seguridad energética basado en el objetivo de limitar la subida de las temperaturas a 2 °C con respecto al nivel preindustrial y en instrumentos que incluyan mecanismos para imponer sanciones, igual que en el Pacto de Estabilidad. Tiene que haber tres líneas de acción, en relación con las cuales queremos ver resultados concretos dentro de seis meses y sobre las que les pido que respondan ahora mismo, en este debate: la cuestión del ahorro energético; el transporte, que sorprendentemente quedó fuera de los acuerdos alcanzados en primavera, pero que es responsable del 30 % de las emisiones; y las energías renovables, respecto de las cuales la Comisión Barroso, lamentablemente, todavía no ha hecho nada, en especial en lo que se refiere a la Directiva sobre los sistemas de climatización.
Señor Presidente, la cuestión de las energías renovables me permite llamar su atención sobre el tema de los biocarburantes y las relaciones con Brasil. Estamos preocupados: no nos gusta la visión mística y el significado milagroso del que el Presidente Lula reviste a los biocarburantes, a los que califica de nuevo «oro verde»; tampoco nos gusta nada que se hayan excluido de la agenda las cuestiones de la deforestación, la importación ilegal de madera, la seguridad alimentaria y la contribución europea al desarrollo de tecnologías innovadoras para las energías renovables.
Quiero hacer una observación análoga sobre el tema de África. Las bonitas palabras de los Presidentes Sócrates y Barroso tienen una implicación concreta que resulta preocupante, y le pido que la tenga en cuenta: la presión que la Unión Europea ejerce sobre varios países africanos para que firmen el acuerdo de asociación económica a finales de año. La Comisión está usando dinero del Fondo de Desarrollo para convencer a esos países, en muchos de los cuales la sociedad civil se opone al acuerdo, porque en última instancia lo único que conseguirá la apertura total de sus mercados es reducir y restringir su capacidad de integración en el mercado internacional.
Señor Presidente, me habría gustado decirle muchas otras cosas, pero no dispongo de tiempo. Espero tener otras oportunidades de hacerlo.
(Aplausos)
Ilda Figueiredo, en nombre del Grupo GUE/NGL. – (PT) Señor Presidente, lo que acabamos de oírle decir al actual Presidente del Consejo demuestra que esta va a ser otra oportunidad perdida para poner sobre la mesa algunos de los graves problemas socioeconómicos que exigen cambios políticos y respuestas de las instituciones comunitarias: por ejemplo, la distribución desigual de los ingresos, el aumento de la inseguridad laboral y la pobreza en la que viven cerca de 80 millones de personas, incluidos cada vez más trabajadores con salarios bajos y menos derechos, personas mayores con pensiones míseras y mujeres y niños a los que se les niegan los derechos humanos fundamentales.
En lugar de dar prioridad al cambio de los objetivos y los estatutos del Banco Central Europeo para exigir su control democrático, contener el aumento de los tipos de interés e impedir que se sigan agravando las injusticias sociales, insiste en su obsesión con las principales propuestas contenidas en el proyecto neoliberal y militarista del Tratado Constitucional y en una mayor concentración del poder en las grandes potencias de la Unión Europea. En lugar de luchar por la retirada, o al menos por una revisión radical del Pacto de Estabilidad y la Estrategia de Lisboa, para relanzar la inversión en el sector público y las PYME, detener la liberalización y la privatización de los sectores fundamentales y los servicios públicos, con el fin de crear más empleo con derechos y disminuir la pobreza y la exclusión social, hace hincapié en la sacrosanta competencia para aumentar el poder de los grupos económicos y financieros. En lugar de proponer medidas que respeten la dignidad de los trabajadores, que alivien la situación cada vez más precaria de millones de trabajadores, en particular mujeres y jóvenes, como exigieron varios miles de personas en la manifestación convocada por la CGTP el pasado 5 de julio en Guimarães, se pone el acento en la flexiguridad, que sobre todo significa flexiexplotación de los trabajadores.
Por eso insistimos en la necesidad de un cambio de rumbo por parte de la UE, y por eso decimos que es hora de escuchar las demandas de los ciudadanos, de ampliar la democracia, y de comprometernos con una Europa social más justa caracterizada por el progreso y por una distribución más equitativa de los ingresos; es hora de respetar el principio de unos Estados soberanos con los mismos derechos, de reforzar la cooperación y la solidaridad internacionales, de comprometernos firmemente con la paz, ya sea en Oriente Próximo, Palestina, Irak, Afganistán o África.
Reafirmamos nuestro desacuerdo con un proyecto de Tratado llamado reformador que, en la práctica, no es más que una reproducción del Tratado Constitucional mediante una gran cortina de humo diseñada para sortear los referendos y para reducir la democracia y la capacidad de intervención de los ciudadanos y las instituciones nacionales, por temor a un debate pluralista y a la opinión pública de nuestros países. Por eso queremos un referendo en cada Estado miembro, como exige la opinión pública de nuestros Estados.
Patrick Louis, en nombre del Grupo IND/DEM. – (FR) Señor Presidente, Señorías, un periódico polaco publicó hace poco el siguiente chiste: ¿Cuándo se celebró el primer referendo europeo? Respuesta: cuando Dios, después de crear a Eva, dijo a Adán: «escoge a tu mujer».
La imagen es acertada. Hoy, lejos del Jardín del Edén, la Presidencia portuguesa ha tomado el relevo de la Presidencia alemana. Esta última ha estado caracterizada por sus artimañas, y ha intentado imponer a los franceses y neerlandeses un texto, apenas maquillado y reducido, que antes habían rechazado por referendo. Este mini-tratado no es más que la Constitución disfrazada. Hace algunos años, el señor Padoa-Schioppa, padre del euro, escribió un artículo en un periódico francés en el que decía que la integración europea desciende del despotismo ilustrado más que de la democracia. Hoy tenemos un vívido ejemplo con esta repugnante manipulación. ¿Cómo se puede afirmar que el nuevo texto corresponde al deseo expresado por los franceses y los neerlandeses en los referendos si este no se somete a un nuevo referendo?
Si me lo permite, señor Presidente, quisiera expresar un deseo en esta Cámara en los inicios de la Presidencia portuguesa: si no queremos que los pueblos de Europa den definitivamente la espalda a la clase política, la Presidencia portuguesa tiene que romper totalmente con los métodos obsoletos y llevar a cabo la única reforma europea que los ciudadanos esperan: menos tecnocracia, más democracia.
Bruno Gollnisch, en nombre del Grupo ITS. – (FR) Señor Presidente, permítame que aproveche esta oportunidad para volver a expresar nuestra gratitud por la magnífica acogida que brindaron usted y su Gobierno a los presidentes de los Grupos parlamentarios recientemente en Lisboa, que da fe de su voluntad de trabajar en serio con esta Asamblea.
Solo podemos aprobar algunos de sus objetivos, cuya ambición no nos sorprende. Estos incluyen la ayuda para la resolución de los problemas en África, problemas que no han hecho más que agravarse desde la marcha de los países europeos, contrariamente a lo que algunos quieren hacernos creer. También un esfuerzo dirigido a Latinoamérica, y en particular a Brasil, país muy querido y cercano a ustedes; todo eso es comprensible. Como ya he tenido ocasión de decirle, creo que la única manera de que la política internacional europea que usted desea desarrollar sea legítima y transparente es que se distinga de la superpotencia hegemónica en que se han convertido los Estados Unidos.
Me temo, señor Presidente, que mi colega, señor Watson, y muchos otros como él confunden dos cosas: por una parte, la necesaria restauración de las libertades económicas dentro de una nación o de un ámbito donde los parámetros en materia de protección social sean prácticamente los mismos y, por otra parte, una forma de «libremercadismo» incontrolado que se refleja en una competencia francamente desleal basada en el dúmping social. Lo cierto es que, al principio, una economía solo se desarrolla dentro de un marco protector y así ha sucedido en el caso de los grandes participantes en el mercado mundial que actualmente son Japón y China.
Por último, en lo que respecta a la Conferencia Intergubernamental, tendrá que aplicar la hoja de ruta que le han propuesto y que es un verdadero manual para engañar al electorado. En efecto, mantenemos el contenido de fondo de una constitución que fue rechazada, como se acaba de recordar, y cambiamos el vocabulario. Es cierto que se han suprimido las palabras «constitución», «Ministro de asuntos exteriores» y «legislación marco», que en el texto no se menciona la Carta de los Derechos Fundamentales y que este solo se publicará en el Boletín Oficial. Pero se mantiene la ampliación de las competencias de la Unión, la votación por mayoría y una presidencia única, lo cual nos privaría hoy de su presencia si estuviera en vigor. Mantenemos todo lo que los ciudadanos no apoyaban y que seguramente rechazarían si estuviesen debidamente informados.
Señor Presidente, usted es el representante de una nación pequeña, pero gloriosa desde el punto de vista de su inmensa historia. Esa gloria solo fue posible gracias a la constante batalla que Portugal siempre ha librado, desde su nacimiento y a lo largo de toda su historia, para defender su independencia. Se lo ruego, no sea cómplice de la desaparición del bien más valioso de su nación y de todas las naciones: nuestra independencia nacional.
Gianni de Michelis (NI). – (IT) Señor Presidente, Señorías, señor Sócrates, acogemos con satisfacción la presentación de las directrices que Portugal va a seguir durante los próximos meses: por supuesto, estamos de acuerdo en la prioridad de la Conferencia Intergubernamental y le deseamos que logre el objetivo de transformar integral y fielmente el mandato en un nuevo Tratado.
Como usted ha dicho, la Presidencia tendrá más compromisos durante los próximos meses. Acogemos con satisfacción la lista de prioridades que han elaborado y entendemos las razones por las que Portugal se mostrará especialmente comprometido con algunas de ellas: Lisboa, África, Brasil. Al mismo tiempo, queremos subrayar que, para hacer realidad su lema y demostrar que una Europa más fuerte puede conducir a un mundo mejor, no solo necesitamos buenas intenciones sino hechos, que no elegimos nosotros, sino que se derivan de las circunstancias en que nos encontramos.
En este contexto, quiero llamar su atención y la de su Presidencia sobre la prioridad más urgente: una región cercana, junto al Mediterráneo, Oriente Próximo, respecto de la cual Europa puede y debe hacer más. Dicha región no ha tenido mucha presencia en el pasado reciente, pero ahora que los peligros se han acentuado y en consecuencia las oportunidades son mayores, Europa tiene que demostrar que sabe ser más fuerte para contribuir a un mundo mejor.
João de Deus Pinheiro (PPE-DE). – (PT) Señor Presidente, Primer Ministro, seguramente habrá notado, igual que yo, la gran expectativa y simpatía que ha despertado su presencia en toda la Cámara, y tiene que haber alguna razón para ello. Esta es, por supuesto, la decisión y firmeza con que ha rechazado cualquier interferencia con las decisiones adoptadas en la reunión del Consejo Europeo de junio. Siga manteniendo esa línea y seguramente tendrá un apoyo más fuerte tras la reunión informal del Consejo Europeo de septiembre.
También ha mencionado la Estrategia de Lisboa y la necesidad de un nuevo ciclo. Todos estamos de acuerdo con ello. No obstante, debemos tener en cuenta que una de las razones del fracaso de la primera Estrategia de Lisboa fue el pecado de no haber otorgado a la Comisión la responsabilidad de liderar esa estrategia, una tarea para la que el modelo intergubernamental ha demostrado ser inadecuado.
En los últimos años, el Presidente de la Comisión –y merece nuestro reconocimiento por ello– ha intentado aprovechar los intersticios para hacer avanzar esa estrategia. No obstante, el Consejo debe aceptar que la Comisión tiene que emplearse todavía más a fondo para lograr los ambiciosos objetivos a los que usted, Primer Ministro, ha hecho referencia en su intervención.
En cuanto a las relaciones exteriores, hay que decir que han comenzado con buen pie. La Cumbre con Brasil fue un éxito inequívoco, como puedo confirmar por los comentarios del Presidente Lula en la Conferencia de Presidentes en Bruselas.
También quiero decirle que Robert Mugabe no puede chantajear a nadie, ni en África ni en Europa. Digámoslo claro. La cumbre tiene que centrarse en el debate y no en ese tema único o principal. Hay muchas otras cuestiones a las que ha hecho referencia, que tienen que ser objeto de nuestro debate y nuestro diálogo y asociación con África.
Solo una última consideración, señor Presidente. En el caso de las relaciones con Rusia, usted ha tenido el valor de visitar al Presidente Putin en un ambiente que sabía que le sería adverso. Ahora debe intentar convencer a sus colegas de que es preciso implicar a Rusia en los problemas internacionales, porque Rusia tiene que ser parte de la solución y no del problema.
Primer Ministro, tiene el apoyo de esta Cámara, tiene sin duda el apoyo del Grupo del Partido Popular Europeo y de los Demócratas Europeos para el ambicioso programa que ha presentado. Estoy de su lado y le deseo lo mejor.
Edite Estrela (PSE). – (PT) Señor Presidente, al escuchar al Presidente del Consejo y al Presidente de la Comisión me he sentido inmensamente orgullosa de ser portuguesa. Este es un momento que pasará a la historia de las instituciones europeas.
Es la primera vez que el diálogo europeo al más alto nivel se desarrolla en portugués en este Parlamento. En el pasado, el idioma portugués dio la vuelta al mundo. Además, fue la primera lengua europea que estableció un diálogo entre Este y Oeste. Actualmente más de 220 millones de personas hablan portugués en los cinco continentes. Como dijo el poeta portugués Antonio Ferreira: «Dejad que el portugués florezca: hable, se cante y se oiga, y viva la lengua portuguesa».
La Presidencia portuguesa acaba de tomar el relevo y ya ha dejado una marca indeleble. La primera cumbre EU-Brasil ha sido un éxito. Era urgente incluir la B de Brasil en las asociaciones estratégicas de la UE con los países BRIC (Brasil, Rusia, India y China). Ahora se ha hecho. Se han mejorado las condiciones para que Europa dé un nuevo impulso a las relaciones con Mercosur y las negociaciones de Doha. Por tanto, la Presidencia portuguesa ha comenzado de la mejor manera posible. Deseo que tenga un éxito similar con sus otras prioridades, incluida la aprobación del nuevo Tratado y de la segunda Cumbre UE-África. El diálogo con África es esencial en la lucha contra la inmigración ilegal y el cambio climático.
En cuanto al Tratado, el mandato del Consejo era, como nos ha dicho el Primer Ministro, preciso y claro: nada está abierto a debate. La esencia está acordada, solo falta la formulación concreta. Mi deseo es que no haya obstáculos en el camino. No queremos una Europa paralizada por tropezar con una coma o con una palabra. Sería una pésima señal para los ciudadanos de Europa y del mundo en general.
Los europeos necesitamos una Europa fuerte y unida, capaz de responder a los retos de la globalización. Una Europa más fuerte y un mundo mejor y, como diría Cardoso Pires: E agora, José? (¿Y ahora, José?). Es hora de ponerse a trabajar. Le deseo mucha suerte, porque una Presidencia portuguesa será el éxito de Europa.
Annemie Neyts-Uyttebroeck (ALDE). – (NL) Señor Presidente, señor Presidente en ejercicio del Consejo, señor Presidente de la Comisión, quiero felicitar a Portugal por su Presidencia y darle las gracias por su compromiso de trabajar en estrecha colaboración con esta Cámara. Puede estar seguro, señor Presidente, de que le tomamos la palabra.
Acogemos con satisfacción su intención de organizar una Cumbre UE-África y una Cumbre UE-Brasil. Pero en relación con la Cumbre UE-África, tenemos que dejar claro que las sanciones de la UE durante su Presidencia no pueden ser simplemente académicas. Hablando sin rodeos: en una cumbre de ese tipo no tienen cabida dirigentes que han reducido a su propio pueblo a la miseria y el hambre y que siguen haciéndolo. Aunque una posición tan clara no se lo pone fácil, señor Presidente, esta es el producto de un sistema que introdujimos en su momento. Le deseo suerte en la Cumbre con Brasil. Brasil es un país importante y debemos acoger con satisfacción la consolidación de los vínculos entre la UE y América Latina y Centroamérica.
También quisiera hacerle una pregunta. Según un folleto que he leído sobre su Presidencia, tienen la intención de contribuir al desarme y la no proliferación de armamento. Me gustaría que ampliara un poco esta cuestión.
Por último, quiero mencionar un asunto que no se ha planteado antes. Está claro, señor Presidente, que en los próximos seis meses usted también tendrá que enfrentarse a todas las crisis que puedan ocurrir en cualquier parte del mundo. Hay una que sin duda será de máxima prioridad y sobre la que, de hecho, vamos a debatir esta tarde: la crisis en Oriente Próximo y Palestina. Espero que también pueda hacer una contribución positiva con respecto a esta cuestión.
Mirosław Mariusz Piotrowski (UEN). – (PL) Señor Presidente, las prioridades presentadas por el Presidente del Consejo que han comenzado con la Presidencia portuguesa nos dan esperanzas. Es particularmente importante reforzar las relaciones transatlánticas, no solo en lo que respecta a la guerra contra el terrorismo internacional, sino también en el ámbito de las relaciones económicas y la investigación.
La Presidencia ha hecho asimismo unas declaraciones igualmente valiosas sobre la estabilización de los Balcanes Occidentales y sobre la elaboración, junto con los socios africanos, de una estrategia para el desarrollo de dicho continente. También nos alegraría que en la cumbre Unión Europea-Ucrania se aprobara un esbozo de las perspectivas de adhesión de Ucrania a la UE.
Lamentablemente, la Presidencia portuguesa también ha heredado el llamado «nuevo Tratado constitucional». Esperemos que este molesto legado no haga sombra a los ambiciosos objetivos que la Presidencia se ha fijado, que son muy importantes para el futuro de Europa y del mundo.
PRESIDENCIA DEL SR. POETTERING Presidente
Alyn Smith (Verts/ALE). – (EN) Señor Presidente, vengo de Escocia, un pequeño país marítimo del Atlántico, y quiero felicitar a nuestros colegas portugueses y agradecer al señor Sócrates el entusiasmo, el realismo y la ambición de que ha hecho gala hoy. Solo deseo que mi país, Escocia, pueda ocupar su lugar natural como Estado miembro constructivo y entusiasta, pero estamos avanzando, ya que tenemos mucho en común. Queremos realismo; queremos dinamismo; queremos reformas; queremos progreso; y en el Tratado de la reforma tienen ustedes la oportunidad de darnos todo esto.
A fin de cuentas, mi partido decidió que no podríamos recomendar el anterior proyecto de Constitución a nuestros electores, pero eso es pasado, y ahora observamos sus esfuerzos con el corazón abierto y actitud constructiva. Les deseamos lo mejor. La Unión Europea está lejos de ser perfecta, pero hay que conservar y promover lo que tenga de bueno. Si es posible, aprovechen los logros y eliminen lo que no funciona, como este edificio, quizá. Espero poder felicitarles también en diciembre.
Miguel Portas (GUE/NGL). – (PT) El Primer Ministro Sócrates dice que ha recibido un mandato claro y preciso. Estoy de acuerdo. Sabe que los Gobiernos de España y Luxemburgo defenderán que el nuevo Tratado es igual al anterior y exigirán su ratificación parlamentaria. También sabe que los Gobiernos de Francia y los Países Bajos dirán exactamente lo contrario para defender lo mismo: que no haya referendo para nadie. Me pregunto por qué no ha dicho nada al respecto. ¿Tendremos seis meses de doble moral o tendremos la visión política de incluir a los ciudadanos en la decisión?
También me extraña que no haya dicho nada sobre otras cuestiones. Europa no tiene una política con respecto a Iraq; ¿es preciso que Washington decida llamar a sus chicos de vuelta a casa para que la tengamos? Europa tiene dos políticas en relación con el programa nuclear iraní; ¿tendrán que caer bombas en Irán para que nos demos cuenta de que tendríamos que haber impedido la escalada? Europa tiene una política irresponsable en Palestina y el Líbano; en un caso, siempre ha apoyado a su Presidente sin reconocer a los Gobiernos, y en el otro, apoya al Gobierno y se opone al Presidente. ¿Es preciso que todo vaya mal para que comprendamos que nuestro papel ha de ser el de favorecer los acuerdos internos? El verano pasado hubo una guerra imprevista. Un año después, la amenaza se repite. Señor Sócrates, solo la evitaremos si tenemos la voluntad de hacerlo.
Nigel Farage (IND/DEM). – (EN) Señor Sócrates, usted forma parte de este gran engaño: intentar engañar a británicos, franceses y neerlandeses para que acepten un tratado sin que haya un referendo. El otro día dijo usted que este tratado era menos federalista. Mi pregunta es: ¿menos federalista que qué? Realmente no sabría usted qué hacer con todo esto.
Por suerte, algunas voces de la UE son sinceras y nos dicen que se mantiene el fondo de la Constitución y que todo lo que se ha hecho ha sido cambiar la terminología. Otros dicen que se mantiene el 90 % o el 99 % de lo que había al principio.
Tanto si jugamos al mismo juego que ustedes como si somos sinceros, todos conocemos la verdad, y no es otra que si los británicos hubiéramos celebrado un referendo a este respecto, el 70 % o quizá más habríamos dicho «no». Me pregunto si no sería mejor para todos que los británicos no formáramos parte de esta Unión Europea. ¿Por qué no arreglamos un divorcio rápido? Lo podemos hacer muy rápidamente; dejemos a los abogados fuera; establezcamos un acuerdo de libre comercio; mantengamos una relación como con Suiza. Creo que todos seríamos mucho más felices, por lo menos la mayoría.
Mientras tanto, no puedo limitarme a escucharle a usted y al señor Barroso parlotear sobre África y sobre lo que tenemos que hacer para ayudar a sus ciudadanos. Un buen comienzo sería que impidiera usted al señor Mugabe asistir a la cumbre de diciembre: sería un buen mensaje.
No obstante, le plantearé un desafío de verdad, algo positivo que podría hacer usted. Ayer, el señor Barroso habló de que la Unión Europea es un imperio y, cuando se trata de África, le aseguro que lo es. Le insto a que detenga los tratos de pesca con África Occidental. Detenga su propia flota. Impida que la flota española saquee los recursos africanos, que mate a los pescadores africanos. Sí hace eso durante su Presidencia de seis meses, entonces habrá hecho algo positivo por África. ¡Haga algo!
Irena Belohorská (NI). – (SK) A pesar de que la Presidencia portuguesa se está enfrentando a muchos retos, uno de los cuales es la organización de una conferencia intergubernamental para negociar el proyecto de Tratado constitucional, me complace que también aborde otras cuestiones.
La cuestión principal se refiere a las estrategias en sectores que corresponden al ámbito de los Estados nacionales, por ejemplo el sector sanitario. Esta semana, los días 12 y 13 de julio, el Ministro de Sanidad celebrará una Mesa Redonda dedicada a las estrategias sanitarias en Europa y tendré el honor de participar en los debates. La reunión abordará cuestiones como las discrepancias entre los sistemas sanitarios de los Estados miembros, la legislación en el ámbito de los servicios sanitarios, el problema de la creciente incidencia del cáncer en la Unión Europea y la movilidad de los pacientes y de los profesionales de la salud. Agradezco que las conversaciones también incluyan la participación de representantes de Eslovenia, que hace algún tiempo anunciaron que la lucha contra el cáncer sería una de las máximas prioridades de su Presidencia.
Primer Ministro, le deseo lo mejor.
Timothy Kirkhope (PPE-DE). – (EN) Señor Presidente, señor Sócrates, señor Barroso, esta Presidencia entra en funciones en un momento importante para la Unión Europea. Me complace que mi país y el suyo compartan el mismo santo patrón, San Jorge, conocido por luchar contra de dragones y por enfrentarse a problemas difíciles. Espero que eso es lo que haga también esta Presidencia. Me complace que haga usted hincapié en los asuntos de África. La difícil situación del continente y la lucha contra la pobreza mundial son asuntos que preocupan mucho al Partido Conservador británico.
Sin embargo, también debo presionarles, creo, para garantizar que la cumbre UE-África se celebre sin la presencia de Robert Mugabe. Mis colegas y yo, incluido Geoffrey van Orden, llevamos un tiempo haciendo hincapié en este asunto porque me parece intolerable que nuestra Unión dé la bienvenida a un tirano así en Europa en un momento en que es evidente el sufrimiento de su pueblo, lo que tendríamos que tener muy presente.
En cuanto al proyecto de mandato para la CIG, puede ser muy preciso, pero no necesariamente correcto. Creemos firmemente que cualquiera que sea la forma de esta constitución, debería celebrarse un referendo, al menos en el Reino Unido. En efecto, creemos que la promesa expresada por nuestro Primer Ministro saliente, ahora ex Primer Ministro, el señor Blair, de convocar a los ciudadanos británicos a un referendo sobre esta cuestión, debería mantenerla y llevarla a cabo su sucesor, Gordon Brown.
Hay otras cuestiones que nos preocupan: el mantenimiento del compromiso a favor de la libre competencia, la legalidad de la llamada exclusión voluntaria británica de la Carta de los Derechos Fundamentales y la caída del tercer pilar, pero espero que se celebre un debate positivo durante la CIG con respecto a estos asuntos.
Por último, quiero mencionar la resolución de hoy sobre la CIG, que planteará la cuestión de incluir en el mandato las dos plazas del Parlamento. Me parece una oportunidad perfecta para demostrar que Europa escucha a los ciudadanos. El enorme gasto continuo de los desplazamientos entre Bruselas y Estrasburgo socava el prestigio de nuestro Parlamento y es preciso resolver pronto esta cuestión.
Enrique Barón Crespo (PSE). – (PT) Señor Presidente, señor Barroso, señor Presidente en ejercicio del Consejo, apoyo el programa de la Presidencia portuguesa porque, señor Presidente, peor que quedarse parado es ir hacia atrás.
(ES) En este momento estamos haciendo un ejercicio de realismo político. No estamos encantados con el mandato, pero nos parece que es una muestra de realismo político.
Nosotros, el Parlamento Europeo, y muchos ciudadanos –la mayoría– queríamos el Tratado Constitucional, pero aceptamos encontrar esa salida en un mandato que es muy claro pero que creo que es el mandato en la historia que tiene la mayor cantidad de notas a pie de página. No hay que olvidar eso.
Y todos sabemos la habilidad que pueden tener los expertos legales para resolver problemas. Por ejemplo –hay algunos temas que llaman la atención–, estamos reunidos aquí con la bandera europea. ¿Qué vamos a hacer, señor Presidente? ¿Vamos a retirar la bandera o va a ser considerada esta reunión como una reunión ilegal? Este es un punto importante, que tiene un aspecto en cierto modo humillante.
También hay otro problema importante y es cómo vamos a explicar esto a los ciudadanos. Vamos a tener unos Tratados de 1 500 páginas, como la guía de teléfonos. Es decir, tenemos que encontrar la manera de explicar las cosas que estamos haciendo y tenemos que hacerlo defendiendo los avances, la personalidad jurídica, la extensión de la mayoría cualificada y de la codecisión, los avances en política exterior...
Todo eso tenemos que explicarlo, pero no va a ser nada fácil y, desde luego –como el diablo está a los detalles–, hay que mirar muy cuidadosamente cómo se concreta el mandato. Creo que el Parlamento Europeo y también los Parlamentos nacionales y la sociedad civil van a vigilar estrechamente.
Señor Presidente, dicho esto, yo deseo que haya un Tratado de Lisboa como conclusión de la Presidencia portuguesa. Ahora bien, deseo que sea un Tratado de reforma y no de contrarreforma.
Bronisław Geremek (ALDE). – (PL) Señor Presidente, señor Presidente en ejercicio del Consejo, he escuchado atentamente su discurso de hoy y he leído el discurso que pronunció en la Asamblea de la República en Lisboa. Veo que ha preparado un amplio programa para la Presidencia portuguesa y le deseo lo mejor. No obstante, quisiera exponer mi interpretación personal de su programa y hacerle tres preguntas fundamentales.
La primera y más obvia se refiere al nuevo Tratado constitucional. La Presidencia alemana hizo algunos progresos y logró un compromiso difícil. Es posible que ahora los Estados miembros sientan que han perdido algo en el proceso de negociación; en eso consiste el compromiso. Pero Europa ha ganado la oportunidad de reforzar su unidad. El mandato, que se aprobó por unanimidad, tiene que aplicarse y no se debe permitir que ningún país, incluido el mío, se retracte de sus compromisos. La Presidencia portuguesa tiene la difícil tarea de crear el consenso necesario para que se apruebe el Tratado. También hago un llamamiento, como ha hecho Barón Crespo, para que se intente redactarlo de forma que resulte lo más claro posible para el ciudadano europeo.
El segundo punto es crear una política de solidaridad europea, como puede ser el caso de la política energética común, que demuestre que Europa se ha unido de forma profunda e irreversible desde el histórico año 1989. Otro ejemplo de política de solidaridad es la idea histórica de la libre circulación de personas dentro de la Unión Europea, lo que significa la plena apertura del espacio de Schengen a los nuevos Estados miembros. Solo una Europa sin fronteras interiores puede ser una comunidad verdaderamente unida.
Y la tercera tarea es cumplir los compromisos de Europa con el resto del mundo. Portugal ha señalado la importancia de Brasil, que tiene vínculos tradicionales con Europa y también un vasto potencial de desarrollo. No obstante, el programa de la Presidencia también incluye un diálogo renovado con África. Se trata de una tarea muy importante, pues se deriva de la responsabilidad histórica de Europa hacia ese continente con recursos naturales no explotados, pero que actualmente está carcomido por la pobreza, las enfermedades y la violencia étnica.
Estos son los retos de nuestra época, que pueden y deben impulsar el proceso de integración europea.
Mario Borghezio (UEN). – (IT) Señor Presidente, Señorías, la Presidencia portuguesa hace bien en dedicarse al diálogo con África, donde lo más necesario es tal vez, por ejemplo, la presencia de un ejército de pequeñas y medianas empresas europeas que creen y den forma a una economía sana en esas regiones, en lugar de una invasión de chinos o de multinacionales que no siempre actúan inspirados por criterios humanitarios. Pero es igualmente importante excluir de esa Cumbre a un dirigente como el señor Mugabe, a quien Europa debe condenar no solo por sus iniciativas y actos antihumanitarios, sino también por su racismo antiblanco y antieuropeo, pues el racismo debe condenarse en todas partes.
Nos preocupa, en cambio, la actitud del señor Manuel Lobo Antunes a favor de una apertura extremadamente rápida de la cuestión turca: no es necesario ir tan rápido, por muchas razones. La principal es que aún existe el riesgo de admitir en Europa a un país en el que sigue en vigor la sharía. Son cuestiones muy preocupantes de naturaleza geopolítica; por ejemplo, señor Presidente, no queremos que Europa acabe lindando con Iraq, Irán y otros países por el estilo.
Jana Bobošíková (NI). – (CS) Señor Presidente, la Presidencia portuguesa desea concluir el Tratado Europeo y, al mismo tiempo, abordar los retos de la competencia a escala mundial. Debo señalar que son procesos totalmente incompatibles y contradictorios. El nuevo texto deja claro que el Tratado intenta preservar sistemas sociales excesivamente costosos e ineficaces. También deja claro que los dirigentes de los Estados miembros de la UE creen en una fantasía bolchequive de precios estables y pleno empleo. La Unión ha vuelto a distanciarse de su principio fundador de libre competencia económica sin barreras, que sencillamente se ha eliminado del nuevo Tratado.
Señor Presidente, tengo que volver a señalar que negar que la libre competencia económica sea la fuerza motriz de la economía europea constituye un serio aviso para todos los ciudadanos con conciencia democrática. Del pisoteo de las libertades en el ámbito de los negocios al pisoteo de los derechos humanos y las libertades fundamentales solo hay un pequeño paso. El objetivo principal de los políticos democráticos debe ser volver a incorporar de inmediato la libre competencia económica al Tratado.
Elmar Brok (PPE-DE). – (DE) Señor Presidente, señor Presidente en ejercicio del Consejo, señor Presidente de la Comisión, Señorías, permítanme que haga algunos comentarios. Solo algunos, porque estoy de acuerdo con lo que han manifestado tanto el Presidente de la Comisión como el Presidente en ejercicio del Consejo sobre la Conferencia Intergubernamental. La tarea de la misma consiste en hacer lo menos posible. Su papel es cumplir el mandato recibido, no desarrollar nuevas ideas. Se me ocurren muchas cosas que también deberían incluirse en un Tratado como este. Sé que se han suprimido algunos elementos que figuraban en la Constitución, pero se trata de un momento histórico en el que lo que se ha acordado tiene que transformarse en un documento jurídicamente vinculante. Por eso, creemos que debemos apoyar a la Presidencia en su claro compromiso con el mandato para que la tarea se complete lo más pronto posible.
Aunque creo que se han perdido símbolos y muchos otros elementos –especialmente la transparencia– desde la Convención, que también recibió aportaciones de los representantes de los Parlamentos nacionales, en cambio ha mejorado la democracia y la eficacia. La eficacia ha mejorado a través de la votación por mayoría, de las normas sobre política exterior y de seguridad y en algunos otros ámbitos. Aún hay posibilidades de mejorar, pero esto es mejor que la situación actual.
Cuando se aplica la votación por mayoría, el Parlamento Europeo tiene el poder de codecisión. Si este Tratado se hace realidad, el Parlamento Europeo tendrá poderes de codecisión en el 90-95 % de los casos.
Se han olvidado algunas cosas: en el futuro, el Consejo Europeo, sobre la base de una mayoría cualificada, propondrá a un candidato como Presidente de la Comisión a la luz de los resultados de las elecciones europeas y después de consultar con el Parlamento Europeo. Esto aumentará los derechos de los ciudadanos que, a través del Parlamento, tendrán línea directa con la Comisión, lo que generará una legitimidad considerable. Esto supone un importante paso adelante y coincide con la Carta de los Derechos Fundamentales. Si defendemos ciertos valores en todo el mundo, también tenemos que aplicárnoslos y hacerlos jurídicamente vinculantes. Por eso una Carta de los Derechos Fundamentales es tan importante para los derechos de los ciudadanos. Los únicos que han salido perdiendo son los ciudadanos británicos.
Klaus Hänsch (PSE). – (DE) Señor Presidente, en alguna ocasión he oído decir que esta Conferencia Intergubernamental solo tratará de los aspectos técnicos del Tratado. ¡No es cierto! Usted, señor Presidente en ejercicio, ha demostrado que la importancia política de la Conferencia Intergubernamental radica en que mantendrá todo el mandato y nada más que el mandato. La importancia política radica en la clara determinación de concluir las negociaciones en octubre y en el intento de convencer a los 27 Estados miembros de que ese es el camino adecuado para Europa en este momento histórico. No me cabe duda de que lo conseguirá, dada la claridad de su programa y su firme voluntad política.
El presidente de mi Grupo ha dicho que solo tiene que marcar el penalti. ¡Martin, no olvidemos que esto no es una tanda de penaltis, sino un penalti a medio partido! El partido continuará. Aún nos queda toda la segunda parte, o sea, el proceso de ratificación. La experiencia pasada ha demostrado que pueden surgir algunos problemas. Así que creo que sería positivo, señor Presidente en ejercicio, que intentara convencer informalmente a sus colegas del Consejo sobre la necesidad de una rápida ratificación en los próximos doce meses. Sería positivo que los Países Bajos y Francia, que votaron «no», fueran los primeros en ratificar. También sería positivo, señor Presidente en ejercicio, que intentara convencer al nuevo Primer Ministro británico, Gordon Brown, de que no cierre el paso al proceso de ratificación, sino que lo encabece. Eso transmitiría un mensaje claro a toda Europa.
Simon Busuttil (PPE-DE). – (MT) Gracias, señor Presidente. La semana pasada tuve la oportunidad de visitar uno de los cuatro centros de detención en Malta en compañía del presidente de nuestro Grupo, señor Daul. En la actualidad, esos centros de detención acogen a más de 1 400 personas. Todos son inmigrantes que corrieron graves peligros para cruzar el Mediterráneo. De hecho, nuestro equipo maltés de rescate marítimo les salvó de morir ahogados. Hablé con uno de los inmigrantes de Nigeria, un país que presuntamente posee abundantes recursos naturales. Con lágrimas en los ojos, ese joven de 17 años insistía en que quería ir a Europa. No obstante, afirmaba que estar detenido era mejor que verse obligado a volver a Nigeria. Esto demuestra que nuestra política de desarrollo del continente africano ha fracasado hasta la fecha. Es esa política la que puede reducir, a largo plazo, el flujo de inmigrantes a Europa. No obstante, dicha política también tiene que ir de la mano de otras, que exigen una atención inmediata y urgente si queremos agilizar la lucha contra la inmigración ilegal y, en particular, contra las redes de delincuencia organizada que hay detrás y que están explotando la desgracia de esas personas. Vimos algunos de los barcos utilizados por los inmigrantes para cruzar el Mediterráneo. Todos son del mismo tamaño, tienen el mismo motor y se encuentran en un estado lamentable. Normalmente acomodan a unas 30 personas, lo que basta para que comiencen a llenarse de agua y a hundirse en cuanto hay viento o marejada. No es de extrañar que, antes de salir de Libia, se les informe de que su viaje les llevará a Italia o a Malta o bien morirán ahogados. Cada persona paga 1 000 dólares por el trayecto; un total de 30 000 dólares, que se traduce casi todo en beneficios. Quién sabe, quizás ese dinero esté financiando el terrorismo. Gracias.
Martine Roure (PSE). – (FR) Señor Presidente, señor Sócrates, me alegro de que la justicia y los asuntos de interior constituyan una de las prioridades de su Presidencia. Compartimos una visión global y común de la inmigración. Es cierto que tenemos que aplicar una verdadera política de cooperación con los países de origen, que debe estar basada en el respeto de los derechos fundamentales, pero también es esencial abrir vías legales de inmigración a escala europea y esperamos un debate constructivo con la Presidencia sobre la definición de los derechos comunes de los nacionales no europeos que trabajan legalmente en Europa.
Huelga decir que las declaraciones de buenas intenciones de los Consejos europeos sobre el tema de la solidaridad europea en relación con la gestión de las fronteras y los flujos migratorios tienen que ir acompañadas de medidas concretas. Por eso es urgente –y subrayo este punto– que el Consejo revise el Reglamento Dublín II. Además, confiamos en que la Presidencia portuguesa inste al Consejo a que alcance un acuerdo sobre la Directiva sobre el «retorno» que respete el derecho de asilo y el principio de no expulsión.
(Aplausos)
Luís Queiró (PPE-DE). – (PT) Señor Presidente, la Presidencia europea que comenzó hace algunos días se enfrenta a unos retos que exigen capacidad negociadora, voluntad política y visión estratégica.
En primer lugar, la cuestión institucional. Ahora que se ha aprobado el mandato de la Conferencia Intergubernamental –preciso, como se pedía–, esperamos que el Gobierno portugués pueda negociar una reforma de los Tratados con el alcance necesario para superar el bloqueo institucional. Entre otras enmiendas significativas, la Unión Europea dejará de tener presidencias rotativas, como la suya, y un Comisario por Estado miembro. En cuanto se hayan suprimido esos elementos nacionales, en nombre de la eficacia, la mayor responsabilidad será reducir la distancia entre los ciudadanos y la UE, y la mejor manera de hacerlo es construyendo una Europa que resuelva las preocupaciones de los ciudadanos, como son la economía y el empleo.
En ese sentido, recientemente hemos estado hablando de la «flexiguridad». Creemos que, sin empleo, no hay modelo social que defender y que el empleo se protege con empresas competitivas y ágiles que se adapten continuamente al mercado. La única respuesta no es flexibilizar el régimen laboral, que tampoco el único camino para lograr la sostenibilidad económica que defendemos.
Europa tendrá éxito si tenemos la voluntad política de invertir en sus potencialidades específicas y, al mismo tiempo, en investigación, innovación y visión a largo plazo. Un ejemplo es la nueva Estrategia Marítima Europea, a la que el Parlamento Europeo va a hacer una importante contribución en la votación de hoy. Necesitamos respuestas nuevas y globales con respecto a la explotación de recursos, el transporte, el comercio, el medio ambiente, la investigación científica, el apartado dedicado a la protección contra las catástrofes ambientales, y también contra las prácticas ilegales y la delincuencia,. Esperamos que la Presidencia portuguesa dé un impulso decisivo a esa estrategia en el momento adecuado.
A ese respecto, quisiera hacer una última observación. Preocupaciones como la paz, la seguridad, la lucha contra el terrorismo, el desarrollo económico en nuestros países vecinos, la prevención de la inmigración ilegal y el abastecimiento energético son cuestiones que se beneficiarán de un enfoque que consiga aliados e incluya a los socios del sur. Además, hay una creciente necesidad de una nueva asociación para el Mediterráneo y la Presidencia portuguesa está en posición de promover un relanzamiento del diálogo estratégico para la Unión Europea.
Señor Primer Ministro, le deseamos buena suerte y mucho éxito en los próximos seis meses. Sabemos que si a usted le va bien, a Europa también le irá bien.
Jan Marinus Wiersma (PSE). – (EN) Señor Presidente, me gustaría comenzar por un asunto urgente. Acabo de recibir la noticia de que en Libia ha sido confirmada la sentencia de muerte que pesa sobre las enfermeras búlgaras. Me gustaría apelar directamente al señor Sócrates para que actúe en nombre de la Unión Europea a fin de garantizar que se aplique una medida gracia o que haya contacto directo con el señor Gadafi para que no se ejecute esta sentencia.
(Aplausos)
Nos ha sorprendido que los tribunales de Libia hayan confirmado las penas de muerte al personal europeo, que deberían quedar en libertad y poder volver a sus casas en Bulgaria. Señor Primer Ministro, le insto a que haga todo lo posible por aclarar a las autoridades libias la opinión del Parlamento Europeo y de la Unión Europea en general.
Me gustaría conocer sus opiniones sobre asuntos de política exterior: qué le parecen las últimas novedades con Rusia; la preparación de un acuerdo de asociación y cooperación; qué pasos podrá usted dar para garantizar que en esta segunda mitad de 2007 podamos desarrollar un mandato para reanudar y entablar negociaciones sobre el nuevo acuerdo de asociación y cooperación. Es muy importante celebrar estas conversaciones con los rusos sobre relaciones más transparentes en materia de energía, sobre los problemas en nuestro vecindario común, pero también poder reiniciar el diálogo sobre derechos humanos, el debate sobre democracia entre Rusia y la Unión Europea, y, asimismo, poder desarrollar nuestro programa de trabajo multilateral, ya se refiera a Irán, al futuro del sistema de las Naciones Unidas, a Kyoto, etcétera.
En segundo lugar, me gustaría conocer su opinión sobre el futuro del Kosovo, asunto que también está relacionado con nuestras relaciones con Rusia. Nos alegramos de que ahora haya un período de tres o cuatro meses que dé pie a más conversaciones, especialmente con el nuevo Gobierno, que apoyamos totalmente, dado el importante papel del partido democrático en dicho Gobierno. ¿Qué puede hacer usted para garantizar que, al final, haya un resultado aceptable, quizá no totalmente aceptable, pero sí más aceptable, para Serbia, y que cuente con el apoyo de Rusia en el Consejo de Seguridad y que también mantenga unida a la Unión Europea? Las propuestas del señor Ahtisaari deberían constituir una base, pero, además, deberíamos contar con una resolución de la ONU como base para el funcionamiento futuro de la Unión Europea. Esperamos que al final Kosovo defina su estatuto.
(Aplausos)
El Presidente. Gracias, Jan Marinus Wiersma. Con su permiso, comentaré el asunto de las enfermeras más tarde, cuando se haya llenado el hemiciclo y antes de la votación.
Othmar Karas (PPE-DE). – (DE) Señor Presidente, señor Presidente en ejercicio del Consejo, Señorías, nos han dado deberes, y vamos a transmitir los mensajes adecuados a África y Latinoamérica. La Conferencia Intergubernamental tiene que debatir los detalles técnicos y aplicar la esencia del Tratado y las decisiones adoptadas en la Cumbre, no negociar un nuevo Tratado.
Hoy habrán podido comprobar que el problema no es el Parlamento Europeo, ni la Comisión, ni los ciudadanos europeos. El único problema es la vanidad de algunos jefes de Estado y de Gobierno y de los Estados miembros del Consejo. Por lo tanto, les digo: asegúrense de que durante su Presidencia todo el mundo cumpla lo que se ha acordado, mantenga sus promesas, sus compromisos financieros –me refiero a Frontex–, y asuma la responsabilidad de hacer en casa lo que prometieron a nivel europeo: que desarrollen proyectos reales y respeten las normas en lugar de presentar interpretaciones ingeniosas, en particular Francia. Si se aseguran de que lo que se acordó se haga realidad, generarán un nuevo impulso en la Unión Europea y tendrán menos problemas.
Bogusław Sonik (PPE-DE). – (PL) Señor Presidente, cada presidencia de la UE supone nuevos retos, nuevos objetivos y nuevas oportunidades, pero también nuevos errores y reveses potenciales. He leído con atención las entrevistas que el Primer Ministro portugués concedió a la prensa sobre la política oriental de la Unión Europea, y lo que he leído me ha preocupado mucho.
Usted ha dicho, y cito: «… al negociar con Rusia no solo debemos resaltar nuestras diferencias, sino también nuestras similitudes...» Es una declaración sorprendente que puede interpretarse como un cambio de tono en la política oriental de la UE para adoptar un tono muy aquiescente y, me atrevo a decir, tranquilizador.
La Unión Europea debe seguir el rumbo de la Presidencia alemana, que es el de la solidaridad y la unidad. Solo la solidaridad nos permitirá actuar con eficacia en nuestras relaciones con Rusia. La falta de coherencia solo será interpretada como debilidad por nuestro socio oriental.
Hay que abordar muchas cuestiones: la disputa no resuelta sobre las exportaciones de alimentos polacos a Rusia, y la necesidad de aplicar una política de solidaridad energética para impedir que Moscú presione a Estados miembros concretos.
José Sócrates, Presidente en ejercicio del Consejo. (PT) Señora Presidenta, Señorías, quiero comenzar dándoles las gracias por sus comentarios en este debate, y por sus críticas a mi intervención y a los planes de la Presidencia. Quiero que todos sepan que esos comentarios y críticas me resultan muy útiles en las tareas que tengo que desarrollar en mi calidad de Presidente del Consejo. Creo que también es justo decir que, por lo que he escuchado, los comentarios de sus Señorías sobre las tareas de la Unión para los próximos seis meses coinciden en gran medida con el programa que les he presentado aquí. Me complace ver que existe un amplio consenso en cuanto a lo que tenemos que hacer durante los próximos seis meses. Esto es muy importante para Europa.
Además, no ha sido difícil identificar esas prioridades, porque todos sabemos una cosa muy sencilla: lo que Europa espera –lo que la economía europea, la sociedad europea y el mundo esperan– es que esta vez Europa resuelva su crisis institucional de una vez por todas, porque durante los últimos dos años la idea de que estábamos reflexionando se ha interpretado como una situación de crisis institucional que Europa era incapaz de resolver. La señal clara que tenemos que transmitir al mundo y a los europeos es que vamos a superar esa crisis y a salir del punto muerto. Por eso me complace escuchar en todas las intervenciones de los diputados la idea de que nuestra prioridad debe ser concluir el Tratado lo antes posible.
No sé si será un penalti, pero el hecho es que necesitamos marcar ese gol lo más pronto posible. También me complace que los diputados apoyen la opinión de la Presidencia de que, para obtener un Tratado, también es necesario aprovechar la actual situación política, el actual clima político, la actual convergencia política, con el fin de transformar el mandato en un Tratado lo más rápidamente posible. Por tanto, me complace ver que el calendario que he presentado, la idea de que tenemos que actuar con rapidez, también se corresponde con un consenso político. Además, no hay razón para no hacerlo. Como digo, es lo que la economía europea espera, lo que otras instituciones europeas esperan y lo que el mundo espera: dicho de otro modo, se trata de que avancemos deprisa.
El consenso final, el acuerdo, el compromiso mutuo que estamos alcanzando es tan claro y preciso que nadie espera que nos perdamos en discusiones interminables, sobre todo porque esas discusiones se desarrollan a puerta cerrada. Así pues, me complace que todos estemos de acuerdo en la idea de dar prioridad a la traducción del mandato en un Tratado. Por supuesto, he abordado la cuestión del mandato y he dicho que lo que no ha recibido la Presidencia es un mandato para reabrir o alterar el mandato recibido. Esto reviste la máxima importancia y me parece que es la cuestión central. Nadie lo espera y estoy seguro de que todos los Estados miembros presentes aquella noche y que asumieron el compromiso de un acuerdo firme son plenamente conscientes de lo que significaría en términos de descrédito de las instituciones y de la propia Europa. Por eso tengo la certeza de que ningún Estado miembro y ningún dirigente político defienden esa posibilidad, y que me apoyarán cuando digo que nuestro deber es cumplir el mandato y traducirlo en un Tratado.
También quiero decir lo obvio: que esta Unión depende de todos, y que todos somos necesarios. Soy perfectamente consciente de la tarea a la que se enfrenta la Presidencia: que sea posible alcanzar un acuerdo entre los 27, no los 26, los 25 o los 24, sino los 27. Además, eso es lo que distingue una unión de una alianza. No somos una alianza, somos una Unión, y puesto que somos una unión todos somos imprescindibles y todos debemos estar «a bordo». Por eso digo que haremos cuanto podamos para avanzar lo más rápido posible con el fin de conseguir lo que todos deseamos, que es que en octubre, a la primera oportunidad, no a la última, sino a la primera, Europa sea capaz de ofrecer a los europeos y al mundo una señal clara de que ha superado su crisis institucional.
Quisiera decir algunas palabras sobre la ratificación del Tratado. La ratificación a escala nacional es un problema de los Estados miembros, no un problema europeo. En este momento, después de escuchar lo que he escuchado, quiero señalar que, en las democracias liberales, en ningún lugar del mundo se considera la ratificación parlamentaria como una ratificación ilegítima o incompatible con los mejores valores de las democracias modernas. Creo que el intento de desvalorizar la ratificación parlamentaria no honra a la democracia representativa. Entiendo plenamente que haya quien defienda los referendos y la democracia directa en determinados momentos. Creo que es muy positivo y que los referendos y la democracia más participativa enriquecen la democracia. Pero nunca, nunca, bajo ninguna circunstancia, he defendido que dicha democracia más directa y participativa pueda usarse en contra de la democracia representativa. Creo que es un argumento falaz y quiero dejarlo claro. Los Parlamentos tienen legitimidad para aprobar tratados y para hacerlo en nombre del pueblo. Eso es lo que nos enseña la teoría de la democracia, y he vivido con esos valores durante tanto tiempo que no estoy dispuesto a renunciar a ellos, sobre todo en este momento.
Un segundo punto sobre al que quisiera referirme, Señorías, es el de la política exterior, que será una de nuestras prioridades. Y lo será porque no puede ser de otro modo. Si analizamos la política exterior de la UE, es fácil ver que existen algunas lagunas. Por supuesto queremos colmar esas lagunas. Ya hemos llenado una, la de Brasil.
Lo cierto es que la UE había celebrado cumbres con China, India, Rusia pero no con Brasil, el otro país BRIC. Esto no se había hecho pero se tenía que hacer, porque dicha Cumbre da coherencia a nuestras políticas con respecto a las potencias económicas emergentes y otorga una mayor importancia a las relaciones entre Europa y América Latina. Esas relaciones estratégicas son muy importantes para abordar cuestiones de gobernanza mundial. Creo que Europa está es mejor posición de influir en los asuntos políticos mundiales después de haber iniciado una asociación estratégica con Brasil.
De una cosa no me cabe duda. La política exterior europea se ha enriquecido como resultado del acuerdo alcanzado en la Cumbre con Brasil. Queda por ver, pero tengo muchas esperanzas de que esa Cumbre haya ayudado a crear un mejor clima de diálogo entre Europa y Brasil, lo que a su vez ayudará a proseguir la Ronda de Doha y las negociaciones para un acuerdo sobre comercio mundial. Tengo muchas esperanzas y soy de los que creen en las ventajas del éxito de la Ronda de Doha y de un acuerdo en ese marco para todo el mundo, para la regulación de la globalización y también para la promoción de una mayor libertad de comercio y más desarrollo, en particular en los países menos desarrollados.
Una palabra también sobre África. Lo que quiero decir es que también necesitamos una política específica con respecto a África. Europa tiene que decidir si quiere avanzar o quedarse como está, y ya hemos estado así durante los últimos siete años. Hay que hacer algo y quiero recordarles que ya hicimos esa elección hace nueve meses por lo menos. El Consejo Europeo ya decidió celebrar una Cumbre y en las últimas tres reuniones se declaró que esta debía celebrarse este año, durante la Presidencia portuguesa. Por tanto, el momento de pensar en una Cumbre se acabó. Ahora toca celebrarla.
Quisiera decir algo con respecto a la Cumbre UE-África. En primer lugar, creo que Europa no puede seguir pagando el precio de no tener un diálogo estructurado, institucional y estratégico con África. Es un error que ya estamos pagando muy caro. Pagamos un precio en Europa, pero los africanos también están pagando el precio, y hay personas cuya vida es peor porque no tenemos ese diálogo con África. Si pensamos en derechos humanos y hambre, también debemos pensar que celebrar una cumbre con África no solo ayudaría a resolver los problemas del hambre en África, sino también a responder mejor a los problemas de gobernanza y derechos humanos de los países africanos.
Así es como veo esta cuestión. La mejor manera de no contribuir en nada a la solución de los problemas es quedarnos como estamos: sin hacer nada. Creo que es la opción equivocada. A propósito de África también quiero decirles, Señorías, que he recibido con tristeza la noticia sobre las enfermeras búlgaras, como han mencionado otros oradores. También quiero que sepan que hemos estado supervisando ese caso durante mucho tiempo. Como saben, Portugal es uno de los países que tiene mejores relaciones con los países del Norte de África, incluida Libia, y hemos estado siguiendo la cuestión de cerca. Hace mucho tiempo que hablamos con las autoridades libias al respecto. Ahora tenemos más responsabilidad durante estos seis meses y somos concientes de la importancia del caso. Estamos trabajando en ello y así lo hice recientemente junto con el Presidente de la Comisión, cuando estuvimos en Accra. Haremos todo lo posible para que el caso tenga un final feliz. Aún se puede apelar la decisión. Como he dicho, estamos siguiendo el caso y espero que entiendan que se trata de un asunto delicado desde el punto de vista diplomático. Nuestro objetivo es que el caso tenga un final feliz. Como supondrán, la retórica política no siempre ayuda, pero todos saben que estamos comprometidos con la resolución del caso.
Dos comentarios más. Primero, respecto del cambio climático, solo quiero decir que he sido Ministro de Medio Ambiente, he pasado una legislatura como Ministro de Medio Ambiente, y recuerdo la dificultad que tuvimos en el año 2000 para hablar del cambio climático. Esa dificultad pertenece al pasado. La situación actual es totalmente diferente y creo que todos nos hemos dado cuenta de que la síntesis operativa entre la innovación y la energía es el cambio climático. En varios sectores existe un gran deseo de que se pase rápidamente a la acción, pero creo, y todos estarán de acuerdo, que las decisiones que adoptamos en el último Consejo Europeo de la primavera pasada fueron absolutamente esenciales para dar credibilidad a Europa en ese ámbito y para dotar a Europa de las condiciones políticas para poder liderar, para poder estar en la vanguardia y dar una respuesta política a este problema global.
Vamos a supervisar este tema muy de cerca. Voy a estar personalmente en Bali –si puedo incluirlo en mi agenda, aunque esa es mi intención–, en representación de la UE, para hacer un discurso que exprese la voluntad de la Unión de liderar el marco post-Kyoto y la respuesta del mundo al cambio climático. No obstante, quiero dejar claro que tenemos una agenda interna que debemos cumplir y que incluye el Plan Tecnológico para la Energía, que abordaremos junto con la Comisión, y la creación del Instituto Europeo de Tecnología, que apoyamos firmemente y que va a poner en marcha su primera KIC (Comunidad del Conocimiento y la Innovación), y esa primera iniciativa tiene justamente como tema –también simbólicamente– el cambio climático.
Por última, una palabra sobre los biocarburantes: no hay soluciones mágicas, pero los biocarburantes son actualmente la vía más eficaz para reducir el CO2 en el ámbito del transporte. No tengo la más mínima duda al respecto. Y si existe un camino para avanzar, una solución adecuada que contribuya a dicha reducción, creo que no tenemos derecho a ignorarla, aunque solo sea porque naturalmente tiene repercusiones poco favorables en otros ámbitos. Creo que el balance de los biocarburantes es muy positivo y debe animarnos a seguir.
Por último, la inmigración. Quiero dejar claro que el tema de la inmigración será uno de los más importantes durante nuestra Presidencia. Prestaremos mucha atención a esta cuestión. Europa necesita definir un pensamiento claro en materia de inmigración. Creo que la única manera de tener una política de inmigración que esté a la altura del problema y también de nuestros valores es definir una política basada en tres pilares. El primero es la prevención de la inmigración ilegal, el fortalecimiento de la seguridad fronteriza, y la lucha contra ese crimen que atenta contra la dignidad humana. El segundo es la lucha por una política inclusiva y humana. Europa es actualmente un continente que acoge a muchos millones de inmigrantes, que también quieren una definición de la inmigración. El tercer pilar es una política concertada con los países de origen, que permita regular los flujos migratorios en beneficio mutuo. Estos son los tres pilares que deben constituir la política europea, pero estos se deben formular en documentos y, por tanto, durante los próximos seis meses, organizaremos conferencias y seguiremos trabajando junto con la Comisión y el señor Frattini para que sea posible estructurar y publicitar una política de inmigración europea coherente y exhaustiva que esté a la altura de la respuesta que exige el problema.
Señora Presidenta, Señorías, quiero volver a darles las gracias por todos sus comentarios y deseo concluir como sigue: tenemos nuestro plan, nos hemos embarcado en estos seis meses con confianza, con la energía y la voluntad de los líderes políticos que, durante su vida política, siempre han creído en el proyecto europeo. Ya he dicho varias veces que nací en 1957, el Año de Europa, y fui elegido al Parlamento un año después de nuestra adhesión a Europa. Soy un político europeo y, por tanto, cuando vengo aquí, lo hago con el gran honor de quien tiene la oportunidad de servir a Europa en este lugar. Así pues, empezamos con confianza, la confianza de alguien que está muy familiarizado con el proyecto europeo. Tenemos un plan, pero un plan solo es un plan. Por supuesto que surgirán imprevistos, situaciones que no estaban en el plan, acontecimientos que nos cogerán por sorpresa, y está bien que la política sea así, porque si no lo fuera no sería una cuestión para los políticos, ya que los políticos se ocupan de los imprevistos. El plan nos guía en nuestras acciones y, si ocurren imprevistos y acontecimientos inesperados, allí estaremos, armados con lo que es importante para un político: el conjunto de valores, principios y directrices que siempre nos han guiado en la construcción de una Europa más fuerte al servicio de un mundo mejor.
El Presidente . – Gracias, señor Presidente.
El Presidente. Señor Presidente en ejercicio, confiamos en usted. El Parlamento Europeo estará a su lado para asegurarse de que tenga éxito. Si lo tiene, la Unión Europea también lo tendrá. Nuestros mejores deseos para la Presidencia.
José Manuel Barroso, Presidente de la Comisión. (PT) Señor Presidente, señor Primer Ministro, Señorías, en primer lugar quiero aprovechar esta oportunidad para expresar nuestra solidaridad con las enfermeras búlgaras y sus familias y también con el médico palestino, tras la preocupante noticia que hemos recibido. Nos han disgustado enormemente esas decisiones, pero también quiero decir que confío en que se encuentre una solución. En particular, quiero asegurar a las enfermeras búlgaras y a sus familias que la Comisión Europea, junto con el Presidente del Consejo y los Estados miembros, hará todo lo posible por salvaguardar su derecho a la vida y la libertad.
Señor Primer Ministro, el debate ha demostrado claramente que el Parlamento apoya las prioridades de la Presidencia portuguesa del Consejo. Como ha dicho el señor Schulz, las diferentes áreas políticas y los diferentes sectores ideológicos han enviado un mensaje de apoyo al proyecto europeo. El proyecto europeo no puede considerarse propiedad de uno u otro sector político o ideológico. Debe unir fuerzas políticas que tienen el objetivo común de crear una Europa más fuerte, una Europa que responda a las aspiraciones de sus ciudadanos. Esto es lo que hoy hemos visto aquí. Estamos totalmente de acuerdo con el análisis sobre la necesidad de resolver la cuestión institucional. Lo cierto es que el hecho de que no estuviera resuelta ha proyectado una sombra de duda, de escepticismo, de negatividad y a veces incluso de cinismo sobre todo lo que ha hecho Europa.
Europa no ha estado en un punto muerto. En los últimos años –y la cooperación entre las diferentes instituciones ha sido importante en ese sentido– hemos conseguido abordar cuestiones difíciles, hemos aprobado un presupuesto para los próximos siete años, hemos conseguido un consenso sobre una cuestión que divide tanto como es la Directiva sobre los servicios, en el Consejo Europeo de marzo conseguimos aprobar el paquete de medidas más ambicioso hasta ahora presentado en materia de lucha contra el cambio climático, la Estrategia de Lisboa renovada ha dado su fruto gracias a un nuevo sistema de gobernanza. Lo cierto es que, en general, en este momento Europa está atravesando un buen momento; tenemos un crecimiento económico que nos da nuevos motivos de esperanza, estamos creando más empleo que nuestros socios estadounidenses y los resultados del Eurobarómetro confirman que tenemos el nivel más alto de confianza en Europa de los últimos ocho años. Por tanto, estamos en un buen momento.
No obstante, lo cierto es que hasta que la cuestión institucional se resuelva, la duda siempre está presente y, en particular cuando viajamos fuera de Europa, nos enfrentamos con preguntas a las que tenemos que dar la debida importancia. Nos preguntan cómo es que los europeos quieren liderar al mundo en la lucha contra el cambio climático, cómo pueden garantizar la seguridad energética, cómo es que quieren transformar su economía en una de las más justas, inclusivas y competitivas del mundo, cuando son incapaces de decidir el funcionamiento de sus instituciones y el modo de tomar decisiones.
Es, por tanto, una cuestión de credibilidad. Por eso es absolutamente necesario que resolvamos la cuestión institucional y el Primer Ministro, el Presidente en ejercicio del Consejo se irán hoy de aquí con el apoyo claro tanto del Parlamento como de la Comisión, para encontrar una solución que respete el mandato, en el Consejo Europeo de octubre si es posible. Ese debe ser nuestro objetivo y tiene todo nuestro apoyo, señor Primer Ministro.
Por último, quiero decir que hemos tomado buena nota de las prioridades establecidas en el Consejo Europeo de diciembre: la inmigración y las cuestiones relacionadas con la nueva Agenda para la Seguridad, la Justicia y la Libertad en Europa. Una de las mejoras introducidas en el Tratado es aumentar nuestra capacidad de adoptar medidas en materia de justicia, libertad y seguridad. Como han mencionado otros oradores antes que yo, las cuestiones de la inmigración son cruciales desde un punto de vista humano, son dramas humanos que tenemos que afreotar–. En lo que respecta a la Agenda de Innovación, el Primer Ministro acaba de aprovechar la oportunidad de apoyar de manera clara e inequívoca la creación de un Instituto Europeo de Tecnología, la puesta en marcha de la primera Comunidad de Conocimiento e Innovación –innovación centrada precisamente en el cambio climático– y todo aquello que podamos hacer para dar un nuevo impulso a la Agenda de Innovación. Esta es una de las cuestiones en que Europa no puede quedarse rezagada ni perder terreno, no solo en relación con sus socios estadounidenses sino también con respecto a otras potencias emergentes; Europa tiene que hacer un esfuerzo más decidido en ese ámbito. Creo que si logramos estos objetivos podremos sentirnos orgullosos.
Por último, respecto de África, un problema que se ha debatido aquí, Señorías, no podemos aceptar que nuestras relaciones con un continente como África dependan de uno u otro dictador, sea quien sea. Lo cierto es que Europa tiene relaciones de asociación al más alto nivel con Asia, donde hay dictadores, y con Latinoamérica, donde algunos países tampoco son democracias. Es más, algunas capitales europeas reciben a algunos de esos dictadores con alfombra roja. Por tanto, no comprendo por qué no tenemos una relación de alto nivel con África, mientras mantenemos la puerta abierta para quienes a veces dificultan el desarrollo democrático de África, porque de algún modo somos rehenes de uno u otro dictador.
Por eso apoyamos esta prioridad de la Presidencia portuguesa, y es cierto que los objetivos o uno de los objetivos de la cumbre es debatir sobre la democracia, la libertad, los derechos humanos y la necesidad de desarrollar nuestras relaciones a favor de una buena gobernanza en África, y en todos los ámbitos de las relaciones entre nuestros continentes respectivos. Si lo hacemos, creo que podremos estar satisfechos con esta Presidencia porque estamos seguros de que, durante estos seis meses, seguiremos avanzando hacia una Europa más fuerte para un mundo mejor; una Europa donde queda demostrado en la práctica que solo trabajando juntos podemos ofrecer resultados al servicio de los ciudadanos europeos.
(Aplausos)
El Presidente. El debate sobre la Presidencia portuguesa queda cerrado.
Declaraciones por escrito (artículo 142 del Reglamento)
Alessandro Battilocchio (NI), por escrito. – (IT) La energía será al mismo tiempo el negocio y el problema del futuro, como permite apreciar también la alarma ante el inminente consumo total de las fuentes de energía no renovables y los compromisos del Protocolo de Kyoto. Solo con una independencia adecuada de los proveedores exteriores podremos asegurar que Europa tenga un papel de liderazgo en la economía mundial a largo plazo, así como una posición más fuerte en la escena geopolítica, y que no esté sujeta a amenazas externas. Es una condición esencial para promover la estabilidad, la democracia y el respeto de los derechos humanos en el mundo. Por tanto, centremos nuestra atención, energías y recursos en lo que ya tenemos, que es la energía nuclear, y en lo que podemos tener, que son las fuentes de energía renovables, promoviendo la investigación, la cofinanciación de los Estados miembros y del sector privado, la intervención en la fiscalidad, la reforma del sector del transporte, y un llamamiento a los expertos europeos que se han ido al extranjero por falta de oportunidades.
Margie Sudre (PPE-DE), por escrito. – (FR) La Presidencia portuguesa tiene que centrarse en el objetivo prioritario de la firma por parte de los 27 de un nuevo Tratado institucional, el próximo octubre en Lisboa, sobre todo porque el mandato confiado a la Conferencia Intergubernamental por el último Consejo Europeo es claro y preciso.
La inauguración de una nueva ronda de la Estrategia de Lisboa para el crecimiento y el empleo es una oportunidad para conferir a la dimensión social la importancia y visibilidad que se merece, sobre todo a través de una mejor coordinación de las políticas de empleo y del desarrollo de la «flexiguridad», con el objetivo de reconciliar a nuestros conciudadanos con su modelo económico reformado.
Estoy segura de que la Presidencia portuguesa prestará especial atención a las regiones ultraperiféricas de la UE –cuyas circunstancias conoce muy bien– junto con Madeira y las Azores, a fin de dar un nuevo impulso a las medidas comunitarias que las benefician, sobre todo las relativas a la política de vecindad y los costes adicionales generados por las regiones ultraperiféricas.
Es imperativo que la última cumbre de Bruselas tenga consecuencias beneficiosas y sea testigo de que el renovado espíritu europeo es más fuerte que los intereses nacionales. Espero sinceramente que la Presidencia portuguesa consiga aprovechar al máximo el gran impulso político constatado al final de la Presidencia alemana.
5. Convocatoria de la Conferencia Intergubernamental (debate)
El Presidente. De conformidad con el orden del día, se procede al debate del informe (A6-0279/2007) de Jo Leinen en nombre de la Comisión de Asuntos Institucionales sobre la celebración de la Conferencia Intergubernamental: la opinión del Parlamento Europeo (artículo 48 del Tratado UE)
Manuel Lobo Antunes, Presidente en ejercicio del Consejo. (PT) Señor Presidente, Señorías, han pasado dos años desde que el rechazo de la Constitución en dos Estados miembros ensombreciera las actividades de la Unión. Tras un año de reflexión, la Presidencia alemana recibió un mandato, en junio de 2006, para encontrar una solución que nos permitiera salir de ese punto muerto y, en nombre de mis colegas, quiero felicitar a la Presidencia alemana por haber obtenido un amplio acuerdo en el Consejo Europeo. Creo que todos tenemos motivos para estar agradecidos a la Canciller Merkel por su compromiso personal para conseguir la votación de este acuerdo.
Como han dicho otros oradores, el acuerdo alcanzado en el Consejo Europeo significa que se elaborará un nuevo Tratado reformado que abra el camino hacia una rápida celebración de una Conferencia Intergubernamental con vistas a permitir que el nuevo Tratado entre en vigor a tiempo para las elecciones al Parlamento en 2009. Les invito sinceramente a todos a apoyarlo.
Es obvio que muchos de ustedes encontrarán partes del acuerdo que les parecerán menos satisfactorias. Ninguno de nosotros puede pretender que sea exactamente el mandato que habríamos formulado si hubiésemos tenido total libertad para hacerlo. Desde el comienzo, la Presidencia alemana se enfrentó a la difícil tarea de reconciliar opiniones muy diferentes sobre el camino que debíamos seguir. Los que ya habían ratificado la Constitución deseaban, y es comprensible, mantener el texto existente bajo una forma lo más parecida posible a la original, mientras que otros pedían un texto nuevo lo más diferente posible del proyecto de Tratado constitucional. Así pues, el texto es un compromiso entre estas dos posiciones. Todos han tenido la oportunidad de evaluar el resultado y por tanto no me extenderé en los detalles. Estoy convencido de que se trata de un texto equilibrado y que no habría sido posible alcanzar un acuerdo mejor.
El acuerdo alcanzado en el Consejo Europeo confiere a la Presidencia portuguesa un mandato que, dado su carácter global y exhaustivo, permitirá que la Conferencia Intergubernamental (CIG), encargada de transformar totalmente el mandato en el texto de un Tratado, complete su trabajo con la mayor celeridad posible. El Parlamento participará plenamente en el trabajo de la CIG y el Consejo ha aceptado una propuesta portuguesa para que el Parlamento tenga tres representantes en la Conferencia.
Conociendo el compromiso de esta Cámara de garantizar que la Unión pueda actuar en el futuro con la mayor eficacia y legitimidad democrática, me alegro de esta representación reforzada. Por supuesto, el Parlamento ha sido consultado durante todo el proceso que culminará con la CIG. Sé que Presidencia alemana apreció la contribución de los diputados, y que la tuvo en cuenta al formular el mandato.
Señor Presidente, Señorías, el Consejo ha invitado al Parlamento a presentar su opinión sobre la celebración de la CIG y sus debates de hoy en esta Cámara están dedicados a esa opinión. Les insto a que presenten su opinión lo antes posible para que el trabajo de preparación de la CIG pueda empezar antes de las vacaciones de verano. Esa es nuestra firme intención. Espero que estén de acuerdo conmigo cuando digo que ese objetivo redunda en interés de todos.
Sin duda tendrán observaciones detalladas que hacer y me gustaría que se tuvieran en cuenta en la CIG, pero espero que colectivamente puedan dar un amplio apoyo al mandato heredado por esta Presidencia. Es la única manera de garantizar el éxito del trabajo de la CIG y de ayudar a que la Unión salga de su punto muerto.
Margot Wallström, Vicepresidenta de la Comisión. (EN) Señor Presidente, hace tan solo unos meses no había muchos observadores que estuvieran plenamente convencidos de que el Consejo Europeo pudiera relanzar con éxito el proceso de revisión del tratado. La opinión en toda Europa no era sólida y había divergencias, pero gracias a la admirable firmeza de la Canciller Merkel y a la Presidencia alemana, y a un verdadero esfuerzo colectivo de los Estados miembros y nuestras instituciones, el Consejo Europeo llegó el mes pasado a un acuerdo en torno a un mandato claro y delimitado para una nueva CIG, y es importante que hoy reconozcamos este éxito.
Ayer, la Comisión adoptó su dictamen sobre la CIG y hoy debaten ustedes el dictamen del Parlamento. Este proceso permitirá a la Presidencia portuguesa convocar la Conferencia Intergubernamental este mismo mes, pero nuestras instituciones no solo caminan juntas en lo que atañe a la definición del calendario. También lo hacemos con respecto al fondo, lo que es más importante.
La Comisión comparte la evaluación globalmente positiva del mandato de la CIG que recoge el informe del señor Leinen. El mandato contiene varios elementos positivos que deben acogerse con satisfacción. Al igual que cualquier texto de compromiso, se trata también de un equilibrio cuidadosamente elaborado entre distintos intereses, entre la ambición y el realismo político, y ello significa que no se han mantenido algunos cambios acordados en la CIG de 2004. También es el motivo por el que se han concedido una serie de derogaciones a determinados Estados miembros.
Expondré cuatro motivos por los que la Comisión cree que este mandato nos permitirá en la CIG dotar a la Unión Europea de la sólida base institucional y política que precisamos para satisfacer las expectativas de nuestros ciudadanos y hacer frente a los desafíos de nuestras sociedades.
En primer lugar, el mandato sentará las bases para unas instituciones más responsables y modernas para la Unión ampliada. Acogemos con sumo agrado las disposiciones que renovarán y reforzarán la legitimidad democrática de la Unión Europea, un papel más sólido y amplio para el Parlamento Europeo, la transparencia de las deliberaciones del Consejo, más codecisión, más decisiones adoptadas por mayoría cualificada, una división más clara de las competencias.
Los Parlamentos nacionales tendrán una mayor oportunidad de participar en las labores de la Unión Europea, respetando al mismo tiempo plenamente el papel de las instituciones europeas. Asimismo, nos complace comprobar que se han salvaguardado las innovaciones de las constituciones con respecto a la participación democrática, incluida la iniciativa ciudadana.
En segundo lugar, la Unión contará con una Carta de los Derechos Fundamentales para proteger a los ciudadanos, que no será una simple declaración de principios, sino que tendrá fuerza de ley. Los ciudadanos podrán reclamar ante los tribunales los derechos consagrados en la Carta. La Carta será vinculante para las instituciones europeas y para los Estados miembros cuando apliquen la legislación de la Unión Europea, aunque no sea aplicable a todos ellos.
En tercer lugar, la Unión podrá hablar con una sola voz en el escenario mundial y podrá proteger mejor los intereses europeos. Si realmente queremos hacer frente a la globalización y abordar los problemas que nos preocupan a todos en materia de desarrollo sostenible, cambio climático, competitividad y derechos humanos en el mundo, la Unión debería utilizar todo su gran potencial para actuar colectivamente.
Mi cuarta observación se refiere a los ámbitos políticos, porque el mandato desarrolla la capacidad de la Unión para adoptar decisiones más rápidas y coherentes en el ámbito de la libertad, la seguridad y la justicia. Además, refuerza el fundamento jurídico para hacer frente a los desafíos de la política energética y el cambio climático.
¿Cómo podemos valorar estos cambios? En nuestra opinión, el equilibrio general es positivo: la desaparición de algunos elementos, incluidos algunos de carácter simbólico, así como los cambios que reducen la legibilidad del texto, formaban parte de un acuerdo de conjunto que pudieran suscribir todos los Estados miembros. Sin un esfuerzo por comprometer a todos los implicados, el éxito no habría sido posible.
El tren europeo está de nuevo en la vía, pero todavía no estamos al final del viaje y los ciudadanos deben estar a bordo. El mandato todavía no es el producto final. Canalizar este nuevo consenso hacia una CIG exigirá grandes esfuerzos a la Presidencia portuguesa, los Estados miembros y nuestras instituciones. En particular, celebramos la decisión del Consejo Europeo de fortalecer la participación del Parlamento Europeo en la CIG.
Sin embargo, nuestros esfuerzos de negociación colectivos no bastarán por sí solos. Todos nosotros –la Comisión, los Estados miembros y el Parlamento– deberíamos extraer algunas lecciones del proceso anterior de ratificación y de la fase de escucha del Plan D. Me complace ver que el Consejo Europeo ha reconocido la importancia de la comunicación con los ciudadanos, de facilitarles toda la información sobre la UE y hacerles participar en un diálogo permanente. Esto debería ser aún más importante a la luz de los cambios que han reducido la legibilidad del texto del tratado.
En los próximos meses, la Comisión presentará algunas ideas sobre cómo podría organizarse durante el período de ratificación un debate en torno al Tratado reformado. Queremos colaborar estrechamente con ustedes en el Parlamento Europeo, todos los Estados miembros y otras instituciones. Juntos deberíamos aprovechar esta oportunidad; juntos deberíamos emprender este nuevo proceso sin demora y con toda nuestra energía.
(Aplausos)
Jo Leinen (PSE), ponente. – (DE) Señor Presidente, señor Primer Ministro, señora Vicepresidenta, Señorías, este debate en el pleno ha comenzado a las 9 de la mañana y aún no ha terminado. Quizá hubiera sido mejor vincular el debate sobre la Presidencia portuguesa a nuestra opinión sobre la Conferencia Intergubernamental, puesto que esta es el eje central de la Presidencia portuguesa y su éxito o fracaso dependerá de que en Lisboa se consiga un Tratado o no.
El mensaje que queremos transmitir en nuestra opinión es que el Parlamento Europeo da luz verde a la celebración de la Conferencia Intergubernamental. El plazo para las consultas ha sido muy ajustado y muchos colegas diputados han criticado la coordinación, pero hemos superado todos los impedimentos y no queremos poner obstáculos en su camino. No queremos poner obstáculos porque a nosotros también nos interesa que esta Conferencia Intergubernamental se celebrar y concluya rápidamente. Esperamos que la Cumbre de octubre dé resultados. Esto es posible porque el mandato es muy específico y tenemos una propuesta textual. Así que habrá mucho trabajo para los expertos legales pero no tanto para los políticos, si todo el mundo cumple con el acuerdo alcanzado en el Consejo de Bruselas.
Lo que me lleva a mi primer llamamiento a la Presidencia portuguesa: sean firmes, coherentes, no dejen que los Estados miembros se salten las normas, no permitan que se añadan nuevos puntos a la agenda, ni peticiones adicionales porque alguien diga que no entiende algo que entendió perfectamente el día anterior. Sean estrictos, cíñanse a los términos precisos del mandato, y entonces tendrán éxito.
Somos conscientes de que ha habido algunas pérdidas. Hay que pagar un precio y no solo con la pérdida de elementos simbólicos. El Tratado reformado es conceptualmente diferente de la Constitución original. En gran medida, se ha perdido la idea de una Europa de ciudadanos y Estados, no simplemente una Europa de Estados. El artículo 1 ha desaparecido y el Tratado dice sencillamente: «Las Altas Partes Contratantes han acordado» y ya no se hace referencia a «reflejando la voluntad de los ciudadanos y Estados de Europa». Esto puede parecer una minucia, pero es una señal de erosión que puede resultar perjudicial. Queremos subrayar este punto.
También nos preocupa el creciente número de cláusulas de exclusión. Plantea la cuestión de si queremos una Europa. ¿Aún existe la voluntad política de una mayor integración o estamos hablando de dos grupos de países que solo quieren permanecer en la UE sobre el papel? Debemos hacernos esta pregunta. El Parlamento es muy crítico con la cláusula de exclusión del Reino Unido de la Carta de los Derechos Fundamentales.
La UE quiere convertirse en una comunidad de valores. Hablamos en todo el mundo a favor de los derechos humanos, de los derechos fundamentales. Ya puedo oír exclamarse al señor Putin o al Primer Ministro chino: ¡pero si ni siquiera pueden ponerse de acuerdo entre ustedes sobre los derechos fundamentales! Es un golpe para la credibilidad de la UE en su conjunto, y también constituye una discriminación en contra de los ciudadanos residentes en el Reino Unido, incluidos los ciudadanos europeos que viven y trabajan allí. En nuestra opinión, pedimos a las instituciones y a los Gobiernos que vuelvan a hacer todo lo posible por conseguir la igualdad en la protección de los derechos fundamentales: ¡puede funcionar!. El Tribunal de Justicia puede desempeñar un papel fundamental.
La Constitución fue elaborada por una Convención. Ahora tenemos una Conferencia Intergubernamental que usa métodos diferentes pero, señor Presidente en ejercicio del Consejo, aún puede optar por la máxima transparencia. Publique los documentos que se presentan a debate; trabaje con nosotros y la Comisión para diseñar una estrategia de diálogo con la opinión pública y los ciudadanos.
Por desgracia, el llamado Tratado simplificado será un tratado complicado. También necesitamos una versión consolidada antes de concluir la Conferencia Intergubernamental y no, como en el caso de Ámsterdam, un año después. Necesitamos un texto legible cuando concluya la CIG. Quizá también sería útil acompañar el texto con una explicación que establezca los elementos clave y los principales mensajes para los ciudadanos.
Por supuesto, acogemos con satisfacción los progresos realizados. Queremos dar otro gran paso adelante, preferiblemente antes de las elecciones europeas, para poder centrarnos en otras cuestiones durante la campaña a las elecciones de 2009. Así que queda mucho trabajo por hacer, pero con determinación y compromiso lo lograremos. El Parlamento apoya a la Presidencia portuguesa.
(Aplausos)
Íñigo Méndez de Vigo, en nombre del Grupo del PPE-DE. – (ES) Señor Presidente, para el Grupo del Partido Popular Europeo (Demócrata-Cristianos) y de los Demócratas Europeos era bueno que el Consejo Europeo llegara a un acuerdo y, por eso, esta mañana, en la resolución que vamos a votar dentro de unos minutos, mi Grupo va a votar favorablemente para que la Conferencia Intergubernamental, de acuerdo con el artículo 48 del Tratado, pueda reunirse.
Pero ahora lo importante es que ese acuerdo, el acuerdo resultante en la Conferencia Intergubernamental, sea bueno. Entiéndaseme bien: nosotros lo que le decimos a la Conferencia es «¡adelante!», pero juzgaremos a la Conferencia Intergubernamental por sus resultados.
Y quiero decir también que para mi Grupo, que estará representado por el señor Brok en esa Conferencia Intergubernamental, será una cuestión política importante el hacerse guardián de la Constitución. Nosotros queremos que el contenido, que la sustancia, que el acuerdo del Consejo Europeo esté presente en el acuerdo final del Tratado resultante después de la Conferencia Intergubernamental.
Una cuestión que ha sido evocada por el señor Sócrates es la de los referenda. Mire -ahora que no nos oye nadie-, déjeme que le diga una cosa: no se fíen de los partidos que están en la oposición y piden referenda. Y no se fíen tampoco de aquéllos que piden referenda para votar que no, porque esos quieren destruir Europa. Unos quieren destruir al Gobierno de turno y otros, a Europa.
Y, por tanto, me parece que las palabras del señor Sócrates de esta mañana son determinantes. Ningún país puede crear un lío al resto de los países y, en estos momentos, todos tenemos que apuntar en la misma dirección para sacar a Europa del impasse.
Ese primer acuerdo del Consejo Europeo es el primer paso y ahora creo que todos tenemos que ponernos a trabajar, por un lado, en lograr un buen acuerdo y, por otro lado, en empezar, una vez que nos hemos quitado esa hipoteca del impasse constitucional, a trabajar.
Porque a mí lo que me ha preocupado de verdad, señor Presidente, es el clima de recelo, de desconfianza en Europa, que he visto en el último Consejo Europeo. Y eso es algo que debe preocuparnos a todos y algo contra lo que todos tenemos que luchar juntos.
(Aplausos)
Richard Corbett, en nombre del Grupo del PSE. – (EN) Señor Presidente, el Grupo Socialista acoge con agrado la convocatoria de la CIG, acepta el mandato y apoya el calendario.
Muchas personas han comentado que este mandato mantiene el 90 % del contenido del Tratado Constitucional, lo que ha dado pie a muchos comentarios. Pero sabrán ustedes también que una reciente investigación científica demuestra que los seres humanos y los ratones son genéticamente idénticos en un 90 %. Sin embargo, la diferencia del 10 % es bastante importante. Por tanto, también en este mandato la diferencia del 10 % es bastante importante.
La pérdida de la designación constitucional del Tratado, la renuncia a sustituir el nombre del Alto Representante por el de Ministro de Asuntos Exteriores, la ausencia de toda mención en el Tratado de la supremacía del Derecho comunitario, el abandono de los símbolos y las numerosas derogaciones y exclusiones voluntarias para determinados Estados miembros suponen que para esos Estados miembros el porcentaje –sea del 90 % u otro– es incluso menor. Todo ello lo convierte en un tratado diferente del Tratado Constitucional.
Esto será motivo de lamento en esta Cámara y en la gran mayoría de los Estados miembros. Sin embargo, estos cambios posibilitarán, facilitarán la ratificación del Tratado en todos los 27 Estados miembros, y esto es un aspecto crucial que debemos reconocer.
Andrew Duff, en nombre del Grupo ALDE. – (EN) Señor Presidente, mi Grupo acoge con satisfacción la perspectiva de una CIG rápida y eficaz que despeje la ambigüedad que nos ha dejado el período de reflexión, que garantiza la seguridad jurídica y que crea un sólido consenso en torno al Tratado de la reforma. Por supuesto, es muy conveniente que el Parlamento intente defender, en el seno de la CIG, aquello que pretendía conseguir en el Tratado de 2004. Pero también deberíamos estar seguros de que el número creciente de exclusiones voluntarias y acotaciones minimalistas no contaminen la integridad del la legislación europea y la jurisdicción de los tribunales. Lucharemos por impedir todo contagio a partir del protocolo del Reino Unido relativo a la Carta; una cosa es un Consejo estratificado, pero el Parlamento no puede tolerar una ciudadanía de primera y de segunda.
Deberíamos luchar contra la sospecha popular de que la CIG tan solo es un gran ejercicio de oscurantismo concebido para salvar a ciertos Estados de las promesas que hicieron de celebrar referendos, y me complace sobremanera que el Primer Ministro Sócrates esté decidido a que no se organicen plebiscitos para oponerse a los Parlamentos. Es deseable la máxima transparencia, y a ella contribuirán tanto el papel más importante que asume el Parlamento, su refuerzo y su presencia más pluralista en la CIG.
Konrad Szymański, en nombre del Grupo UEN. – (PL) Señor Presidente, me parece que, por lo menos por lo que respecta al Tratado, a esta Cámara no le gusta o no conoce el compromiso. En mi opinión, la crítica a los mandatos del informe es muy injusta. Mi país, Polonia, ha demostrado una gran flexibilidad y voluntad de compromiso a este respecto, y por eso me preocupa leer los duros términos del informe, que no quiere reconocer el obvio éxito del mandato.
Contrariamente a lo que dice el informe, una nueva onomástica, los símbolos de Europa en el Tratado solo provocarían incomprensión, y sugerirían que la Unión Europea está entrando en una nueva fase de seudoestados. La flexibilidad del mandato con respecto a la exclusión es una expresión de sabiduría y realismo, no de debilidad. Lo mismo puede decirse de la Carta de los Derechos Fundamentales.
Una cosa sobre la que sin duda estaremos de acuerdo: hay muchas cosas que se tendrán que revisar durante los próximos diez años, incluido el sistema de votación. La Conferencia Intergubernamental también se enfrenta a algunas decisiones detalladas sobre esta cuestión. Sin ellas corremos el peligro de llegar a un punto muerto en la ratificación.
Johannes Voggenhuber, en nombre del Grupo Verts/ALE. – (DE) Señor Presidente, desde el Consejo Europeo de Bruselas parece reinar un sentimiento de satisfacción melancólica. Quizá sea solo porque estamos a punto de irnos de vacaciones. De hecho, cuando uno examina el mandato para esta Conferencia Intergubernamental, resulta tentador decir que Europa ha sido castigada con poca severidad, pero me temo que no sea tan sencillo. No son los Estados miembros los que han sufrido un duro golpe. Todos tienen la mirada clavada en el otro, todos protegen celosamente su soberanía. La pregunta es si le han puesto el ojo morado a Europa, o si Europa está ciega de un ojo, porque los ciudadanos ya no pueden ver la verdadera naturaleza de esta Unión.
Por supuesto, el mandato salvaguarda los principales logros de la Constitución, pero el mandato también nubla la verdadera naturaleza de Europa, esconde a Europa y ensombrece la idea de la integración europea. Señor Barón Crespo, no creo que se trate de un ejercicio de realismo político. Lo que tenemos aquí es nacionalismo puro y duro, con Gobiernos provincianos que van a la suya.
¿De verdad solo es un cambio cosmético cuando ya no se hace referencia a la Unión de los ciudadanos, y volvemos a la Unión de Estados? ¿Era esto lo que querían los ciudadanos cuando votaron «no» en Francia y los Países Bajos? ¿Qué ha ocurrido con las peticiones de una Europa social y una mayor democracia? ¿Es eso poco realista? ¿No es necesario? ¿Seguro que este es el papel de Europa? ¿Cuándo hemos intentado usar un lenguaje claro que sea fácilmente comprensible en esta Constitución, para producir un documento inteligible? Los Gobiernos solo han tenido un objetivo durante los últimos meses: producir un Tratado oscuro, enigmático, incomprensible, ilegible, que los ciudadanos no puedan leer.
La exclusión de la Carta de los Derechos Fundamentales no es solo una derrota para Europa, es un asalto a nuestra autoimagen como comunidad de valores. ¡Es inaceptable que la Unión se describa como una comunidad de valores mientras permite que algunos de sus ciudadanos queden excluidos de esos valores!
(Aplausos)
Francis Wurtz, en nombre del Grupo GUE/NGL. – (FR) Señor Presidente, puede entender que los dirigentes de la UE estén entusiasmados con la idea de ver resucitada su vieja Constitución, aunque se vea privada de algunas de sus ventajas. En ese sentido, estoy de acuerdo con lo que acaba de decir el señor Voggenhuber. Lo que me cuesta entender es por qué, en un momento en que esos mismos dirigentes parecen tan convencidos de estar respondiendo a los más caros deseos de nuestros conciudadanos, se esfuerzan tanto por evitar que los ciudadanos se acerquen demasiado a este ovni institucional.
¿Cómo podemos interpretar si no la forma muy particular de democracia que caracteriza el proceso en marcha? Hay un mandato de negociación totalmente ilegible para los no iniciados, una aceleración sospechosa del calendario y, sobre todo, un pánico a la idea de los referendos. En el fondo, nuestros dirigentes se dicen sin duda que el hecho de cambiar las palabras –constitución, Ministros, ley– y de eliminar las referencias al himno y a la bandera no tendría mucha importancia frente a las preocupaciones de los ciudadanos sobre el actual modelo europeo si, por casualidad, resurgiera un debate público del nivel y la fuerza del que sacudió a una parte de la Unión hace dos años, y con razón.
En el futuro Tratado, las estructuras económicas liberales no sufrirán prácticamente ningún cambio, independientemente de que afecten al Banco Central Europeo, a la competencia, al libre comercio o al movimiento de capitales. La Carta de los Derechos Fundamentales, a la que se acaba de hacer referencia, no solo conservará sus graves lagunas, sino que se espera que apoye una situación que contradice totalmente todo lo que defiende, que apoye una excepción, en este caso una excepción británica, o si lo prefieren, el derecho a la discriminación, el derecho a los privilegios. Por último, las nuevas disposiciones sobre la política de seguridad y defensa, que en muchos ámbitos habían suscitado numerosas dudas y miedos, se han reconducido. No hay que buscar muy lejos las dificultades obvias a las que se enfrentan nuestros respectivos Gobiernos.
En España y Luxemburgo van a explicar que es innecesario celebrar un nuevo referendo municipal puesto que la esencia del Tratado ya ratificado se ha preservado en su totalidad. En Francia y Suecia, por otra parte, el Gobierno sugerirá que un referendo no es relevante puesto que la naturaleza del texto ha cambiado profundamente. En cuanto a Dinamarca y Portugal, donde se había previsto una votación, la operación cosmética realizada en el Tratado de 2004 puede justificar una renuncia cobarde a esta prueba de la verdad. Hoy, igual que ayer, el referendo solo es fundamental en Irlanda.
Por eso, respetando plenamente las diferencias de opinión y las situaciones nacionales específicas, mi Grupo mostrará la misma determinación que en el pasado reciente y hará un gran esfuerzo para dar información, clarificar las cuestiones en juego y comparar ideas sobre el contenido del futuro Tratado con la misma exigencia democrática: que se consulte en la práctica a los ciudadanos europeos. Dentro de unos días, la Conferencia Intergubernamental comenzará su trabajo, pero en vista de la experiencia, estoy convencido de que la suerte no está echada: pronto lo estará.
(Aplausos de la izquierda)
Bernard Wojciechowski, en nombre del Grupo IND/DEM. – (EN) Señor Presidente, el nuevo Tratado es un cebo para la aplicación del anterior Tratado constitucional. El informe subraya que el mandato salvaguarda el fondo del Tratado constitucional. Dos países han dicho «no». Por tanto, es poco más que un intento chapucero de federalizar la Unión a cualquier precio. También señala que el Parlamento reafirma su intención de mantener un diálogo abierto.
Este Parlamento se ha vuelto tan arrogante que si no fuera tan patético sería gracioso. Decir que mantenemos un diálogo abierto con alguien no es más que un chiste. El apoyo al Tratado constitucional no ha crecido. Los académicos y los políticos lo declaran un fracaso rotundo. Un nuevo Tratado debería tener en cuenta los siguientes aspectos.
En primer lugar, el producto final deberá ser ratificado en todos los Estados miembros en virtud de las disposiciones constitucionales y deberían repetirse los referendos. Intentar resolver las cuestiones de la integración sin tener en cuenta a la sociedad civil es inaceptable.
En segundo lugar, el Tratado constitucional consagraba un compromiso entre los Estados miembros y los sistemas políticos. El Tratado revisado no superará los acuerdos recogidos en ese Tratado. Se convertirá en un Tratado constitucional eclipsado.
En tercer lugar, el intento de elaborar otro tratado causa una demora considerable en esta fase de la reforma política de la UE. La reforma es posible, pero, por algún motivo, no se lleva a cabo. Los cambios del primer pilar son viables en los ámbitos que contempla el TCE. Las reformas aplicadas en este procedimiento pueden incluir el ámbito intergubernamental, básicamente el segundo y el tercer pilar.
Existe la posibilidad de regular varias cuestiones basadas en acuerdos internacionales concluidos por los Estados miembros. En lo tocante al tercer pilar, también se puede lograr el fortalecimiento de las estructuras de cooperación judicial y policial. Es posible asegurar la legitimación democrática de la UE mediante la celebración de reuniones públicas del Consejo, el refuerzo de los Parlamentos nacionales, la posición consultiva y la dotación a este Parlamento del poder de designar al Presidente de la Comisión.
Las prisas por tener un nuevo Tratado no tienen ningún sentido. No se puede aplicar un documento nuevo a través de algún conducto trasero. Esto sería contrario a la voluntad de los ciudadanos. Las peticiones de una personalidad jurídica, de la moneda única o el sistema rotatorio en la Comisión son extremas, aunque en los dos últimos años ningún país europeo ha expresado este deseo.
El Presidente. Señor Wojciechowski, antes de criticar a otros, por favor, asegúrese de que usted también respeta el tiempo de uso de la palabra.
Philip Claeys, en nombre del Grupo ITS. – (NL) Señor Presidente, solo puedo concluir que, en un informe oficial, esta Cámara también admite abiertamente lo que todos han podido comprobar tras la Cumbre Europea de Bruselas: que la Constitución Europea, que fue rechazada por los neerlandeses y los franceses y que, a consecuencia de ello, desde una perspectiva estrictamente legal nunca podría volver a entrar en vigor, se mantiene y se reintroduce casi en su totalidad a través de artimañas político-jurídicas.
Las múltiples tácticas para hacer entrar por la puerta trasera partes de dicha esta Constitución, que se impusieron incluso después de los referendos francés y neerlandés –piensen en la Carta de los Derechos Fundamentales que se hizo vinculante a pesar de que el documento no es vinculante– se vuelven a adoptar ahora en la política europea oficial. Este Parlamento no sería este Parlamento si no distinguiera, de acuerdo con tradiciones antiquísimas, entre los llamados «buenos» Estados miembros, aquellos que glorifican el credo federal y caminan incondicionalmente por la senda federal, y los llamados «malos» Estados miembros.
Pero el colmo del cinismo es por supuesto el llamamiento de esta Cámara –y cito– «a volver a implicar al ciudadano europeo en la continuación del proceso constitucional». En realidad, lo que esta Cámara ha hecho en muchos informes, comenzando con el infame informe Duff-Voggenhuber, es barrer el resultado de los referendos francés y neerlandés. A esta Cámara no le importa nada lo que quiera la opinión pública, las personas a las que afirma representar. Esta Cámara se está convirtiendo poco a poco en lo opuesto a cualquier cosa que tenga que ver con la democracia real.
(Aplausos de la derecha)
Jim Allister (NI). – (EN) Señor Presidente, pretendemos estar del lado de los ciudadanos, pero presentamos un informe que evita manifiestamente la defensa de la ratificación popular de esta constitución refundida. De hecho, tan grande es la voluntad de aprobar este informe a toda prisa que abandonamos el debido procedimiento de esta Cámara hasta tal punto que haría enrojecer a un déspota.
Pedimos a los Estados miembros que acaten el mandato de la CIG, pero declaramos nuestra intención unilateral de ir más allá del mismo utilizando la bandera y el himno europeos. Expresamos nuestra firme voluntad de que nada más lograr estos cambios constitucionales pediremos más. Esta es la gran trampa de este acuerdo, porque permite la autoenmienda, que para la mayoría equivaldrá a no tener que consultar nunca más a los ciudadanos sobre qué categoría constitucional vamos a cambiar.
(Aplausos de la derecha)
Maria da Assunção Esteves (PPE-DE). – (PT) Europa dio un paso adelante en la última Cumbre de junio. No perdió la esperanza durante la crisis, y no excluyó a nadie de esta búsqueda compartida de una sociedad cosmopolita basada en el Estado de Derecho. Es cierto que no es fácil lograr el consenso en una Europa ampliada, pero Europa es un proyecto moral, un proyecto de razón, un proyecto vencedor. El único camino es la unidad y el único destino la justicia global.
Europa se va construyendo en capas de ajuste estructural: el Tratado de Roma y la quiebra del mito de las fronteras, el Tratado de Maastricht y la ciudadanía europea, el Tratado de Niza y la ampliación, y ahora el Tratado reformado y la integración política en una democracia en gran escala. El Tratado reformado aún no abre las puertas de una Europa constitucional –aún nos deja, en gran medida, en una Europa de Gobiernos– pero acaba con la falacia de razonar por contraposición y con el error de contraponer una Europa de resultados a una reforma institucional de Europa.
La Conferencia Intergubernamental exigirá buena fe por parte de los Gobiernos, la implicación de los Parlamentos y una política de verdadera comunicación. Pero no nos engañemos: un referendo no hará que la comunicación funcione, ni legitimará el nuevo Tratado de la Unión. En muchos casos, los referendos están asociados con una tendencia populista que no tiene nada que ver con la base racional de las democracias. La legitimidad de Europa solo puede construirse en un proceso político de comunicación constante, que anteponga la política a la burocracia, que valore el escrutinio de los Parlamentos nacionales, que promueva la implicación de la sociedad civil, que refuerce el liderazgo, que publique el trabajo de las instituciones y base sus políticas cotidianas en una cultura de derechos y humanidad. Esa es la Europa legítima.
Harlem Désir (PSE). – (FR) Señor Presidente, Europa es algo más que sus Tratados; sus dificultades no son solo –ni siquiera principalmente– de naturaleza institucional, y el relanzamiento de Europa tendrá que pasar por las políticas, por los proyectos europeos, por el presupuesto de la UE. No obstante, es cierto que el bloqueo de la reforma de las instituciones, el fracaso de la ratificación de la Constitución en varios países y los procesos de no ratificación en otros han dejado estancada a Europa, la han sumido en una crisis y han puesto a prueba su unidad.
De hecho, el compromiso alcanzado para convocar la Conferencia Intergubernamental y el mandato con vistas al futuro Tratado modificado no suscitan entusiasmo. Todo es complicado en este acuerdo, que contiene muchas notas a pie de página, hasta tal punto que el futuro Tratado no será en absoluto simplificado y resultará poco legible para los ciudadanos.
La exclusión que se ha concedido a la Carta de los Derechos Fundamentales es verdaderamente lamentable por parte de quienes la han pedido. Al menos dicha Carta se aplicará en los otros 26 países de la UE y eso les honra. No obstante, por lo menos este acuerdo es un acuerdo y ha llegado en un momento en que Europa necesitaba afirmar su unidad.
Creo que tenemos que darle una oportunidad a la Conferencia Intergubernamental y, sobre todo –y en este punto en particular quiero responder a las observaciones de mi colega, señor Wurtz– el mandato de convocatoria de la Conferencia Intergubernamental tiene al menos un mérito: el de basar su trabajo en las innovaciones institucionales que, en su mayor parte, estaban incluidas en la primera parte del proyecto de Constitución europea. Se trata de un punto clave, puesto que la primera parte de la Constitución apenas se cuestionó, incluso por los partidarios del «no», los que afirman apoyar la integración europea en todo caso, los países donde se celebraron referendos.
Por tanto, el futuro Tratado debería retomar los elementos sobre los que hay consenso entre todos los europeos sinceros, independientemente de que votaran «sí» o «no» a la Constitución: refuerzo de los poderes del Parlamento Europeo y de los Parlamentos nacionales, una Presidencia del Consejo estable, voto por mayoría doble, menos minorías de bloqueo, menos decisiones adoptadas por unanimidad, sobre todo en relación a la cooperación judicial y policial, refuerzo de la política exterior y de seguridad común, cooperación reforzada y estructurada en materia de política de defensa, que será más fácil de aplicar, y nuevas competencias en materia de energía y cambio climático.
Además, también hay dos puntos que estaban en la tercera parte pero que todos los progresistas querrán proteger: la cláusula social horizontal y un artículo que permite proteger los servicios de interés económico general y, por tanto, adoptar una directiva a favor de los servicios públicos. Espero que, si la Conferencia Intergubernamental retoma todos esos puntos, todos los defensores de Europa, independientemente de que votaran «sí» o «no» a la Constitución, apoyarán el futuro proyecto de Tratado.
(Aplausos)
Anneli Jäätteenmäki (ALDE). – (FI) Señor Presidente, quiero plantear una cuestión muy importante. Pido a los diputados al Parlamento Europeo que apoyen la enmienda 1, que pide que se amplíe el mandato de la Conferencia Intergubernamental para incluir la transferencia de la sede del Parlamento Europeo de Estrasburgo a Bruselas. Mi Grupo apoya esa decisión.
Se trata de una cuestión menor pero muy importante. Una sede reforzará la legitimidad de la UE. Hace un año más de un millón de personas firmaron una petición a favor de una sede, y la CIG es el lugar donde debe debatirse y decidirse esta cuestión. El Parlamento decidirá hoy si quiere debatir la cuestión de tener una sede o seguir como antes. Si estamos a favor de tener una sede votaremos a favor de la enmienda 1.
Inese Vaidere (UEN). – (LV) Señorías, como la única institución de la Unión Europea que es elegida por los ciudadanos, el Parlamento Europeo tiene el deber de procurar que sus decisiones sean comprensibles. Quiero subrayar que no se han analizado con la suficiente profundidad las razones por las que el Tratado constitucional se rechazó en dos Estados miembros y fue impopular en otros. En mi opinión, el escepticismo se debió en gran parte a que los ciudadanos observan una concentración de toma de decisiones, arrogancia por parte de las autoridades y alejamiento de los ciudadanos, así como excesiva burocracia. Son razones suficientes para que los ciudadanos se opongan a una mayor integración. Nuestro deber es promover la participación de los ciudadanos en la toma de decisiones, en lugar de tomar las decisiones en su lugar. Tenemos que hablar con los ciudadanos en un lenguaje comprensible, no en la jerga especializada de los funcionarios. La Conferencia Intergubernamental debe tener esto en cuenta. Al mismo tiempo, es importante seguir desarrollando el principio de solidaridad en la toma de decisiones, por ejemplo en el importante ámbito de la energía. Tenemos que hablar con los países terceros con una sola voz, para impedir que se chantajee a países concretos. Quiero hacer hincapié en el hecho de que, dejando de lado los errores y las deficiencias, la Unión Europea es un proyecto exitoso.
Gérard Onesta (Verts/ALE). – (FR) Señor Presidente, pido a la Comisión, en primer lugar, y al Consejo, en particular, que muestren un poco de decencia y modestia en esta cuestión, pues el magnífico éxito que están intentando vendernos no consigue esconder una regresión.
Pasaré por alto la vergonzosa conducta de algunos jefes de Estado y de Gobierno, que se han retractado de su palabra oficial y solemne sobre la Carta, como el señor Blair, y sobre los votos en el Consejo, como los hermanos Kaczynski. Pasamos de tener una Constitución, que estamos perdiendo –las palabras tienen un significado–, una constitución que es una señal de confianza en nuestros valores y perspectivas comunes, a tener un Tratado llamado simplificado. ¡Simplificado, menuda broma! Las notas a pie de páginas son más largas que el propio Tratado. Por tanto tenemos que enfrentarnos a una señal de desconfianza mutua y generalizada, y los bloqueos son numerosos: la exclusión sobre la Carta, que va a crear ciudadanos de segunda categoría; bloqueos respecto de los votos en el Consejo hasta 2007 y más allá con el compromiso de Ioannina; y diplomacia, que sin duda está incluida, pero que pronto se verá obstaculizada.
Está claro que hay que otorgar un mandato a esta CIG. Cualquier cosa menos el Tratado de Niza, porque el Tratado de Niza equivale a la muerte. No obstante, quiero decirles a quienes se avergüenzan de Europa: no se construye nada sólido sobre la desconfianza, sobre todo cuando se dirige a los ciudadanos, pues ni siquiera nos molestamos en trabajar juntos, en codecidir en el Parlamento –este debate es un caos–, en ganarnos la aprobación de los ciudadanos o en educar. Es cierto que hay que actuar rápido para esconder el hecho de que las políticas ya no están sobre la mesa, sino bajo la alfombra. Por desgracia, un día tendremos que pagar el precio.
Señor Presidente, para concluir, y puesto que gobernar significar anticipar, frente a la incapacidad de la Comisión y del Consejo para pensar en el próximo paso, pido al Parlamento que pase a la acción y confirme con su voto su intención firme de utilizar su poder futuro para modificar el Tratado en un esfuerzo de relanzar verdaderamente el motor de Europa.
(Aplausos del Grupo de los Verdes/Alianza Libre Europea)
Maciej Marian Giertych (NI) – (PL) Señor Presidente, hoy es un día negro para la Unión Europea y para la democracia. Las elites políticas de la UE, incluida esta Cámara, la Comisión Europea y los Gobiernos de los Estados miembros, están intentando engañar a su electorado y a sus ciudadanos. Se espera que apoyemos una constitución europea que ya ha sido rechazada por el electorado.
El eslogan de hoy son las palabras de Angela Merkel: usar palabras diferentes preservando la esencia jurídica, como el nombre del Tratado, los nombres de los instrumentos jurídicos de la Unión Europea, o del Ministro de Asuntos Exteriores de la UE. Esto es exactamente lo que se ha hecho.
Estamos debatiendo un documento con un nombre diferente y formulado en términos diferentes, pero que en esencia es el mismo. Evidentemente, se trata de un documento de menor nivel, para impedir que se someta a referendo. Es un intento de engañar a nuestro electorado, a nuestra propia gente. Hoy es un día negro, un día vergonzoso.
Alexander Stubb (PPE-DE). – (EN) Señor Presidente, quiero decir al señor Giertych que he oído muchas tonterías en esta Asamblea, pero que esa ha sido probablemente la mayor de todas.
Quisiera insuflar un poco de espíritu positivo a esta Asamblea. Suena como si estuviéramos en una especie de funeral con el nuevo Tratado. En realidad, no creo que estemos entrando en una nueva fase.
Me gustaría hacer tres observaciones. En primer lugar, tengo plena confianza en la Presidencia portuguesa. Recuerdo cuando preparamos el pretratado de Niza bajo la Presidencia portuguesa, con el señor da Costa y el señor Lourtie. Siempre hacen un trabajo fantástico. Sin embargo, quiero darles un consejo: tengan cuidado con la Secretaría del Consejo, porque el diablo está en los detalles y Jean-Claude Piris es muy bueno con los detalles.
El segundo comentario es que creo que la política y la economía van de la mano. Hoy y muy a menudo en esta Asamblea hemos oído que solo queremos una Unión económica o que solo queremos una Unión política. Yo soy de los que pienso que necesitamos ambas: necesitamos una competencia libre y sin distorsiones y también necesitamos una Unión política, y este Tratado realmente nos da ambas cosas. No me preocupo demasiado por las excepciones, porque la historia nos demuestra que siempre ha habido excepciones, al final gana la sabiduría y todos se suben al tren.
Mi última observación es que deberíamos ver el lado bueno. Hemos de pasar página. Tenemos un Tratado o un proyecto de Tratado sobre la mesa. Seamos positivos: utilicemos la personalidad jurídica que ya tenemos, utilicemos el voto por mayoría cualificada que ya tenemos, utilicemos la codecisión que ya tenemos, utilicemos al Presidente, utilicemos al Ministro de Asuntos Exteriores. Todo lo que digo hoy es que este es un nuevo comienzo, tenemos un Tratado fantástico, convivamos con él y sigamos nuestro camino.
(Aplausos de la derecha)
Genowefa Grabowska (PSE). – (PL) Señor Presidente, el informe que estamos debatiendo es bueno y equilibrado y voy a votar a favor. Envía a los Gobiernos de los Estados miembros, a los Parlamentos nacionales y a los ciudadanos de la UE un mensaje claro: la Unión Europea se reformará y la reforma va por el buen camino.
También es un intento de restaurar la confianza pública en la Unión Europea y sus instituciones. Y en este contexto, en el contexto de la confianza, las voces de algunos Estados miembros que tienen reservas sobre la naturaleza vinculante de la Carta de los Derechos Fundamentales, son motivo de gran preocupación. Me pregunto cómo explicarán esos Gobiernos a sus ciudadanos que no pueden usar uno de los logros fundamentales de la democracia europea y que no quieren darles los derechos de los que disfrutan sus vecinos europeos.
¿La oposición a la Carta de los Derechos Fundamentales conducirá a una nueva división de Europa en ciudadanos de primera y de segunda, en la que los ciudadanos mejores disfruten de toda la gama de derechos consagrados en la carta, derechos que se negarán a los ciudadanos de segunda? ¿Deberíamos aceptar tales divisiones en el siglo XXI? Yo digo que no, sobre todo si queremos, como propone la Presidencia portuguesa, una Europa más fuerte en un mundo más fuerte.
(Aplausos)
Bogdan Pęk (UEN). – (PL) Señor Presidente, este Tratado no reforma nada, simplemente pone un parche a las grietas. Es un Tratado cuyo objetivo es esconder la verdad sobre sí mismo.
Siempre que pueden, la Unión Europea y las respetables personas que se sientan en esta Cámara hablan de justicia y de los valores en los que se basa la Unión Europea. En el mundo moderno, en la historia de la humanidad, ¿hay mayor virtud que la verdad? No.
Este Tratado es una corrupción de la verdad, porque bajo la cobertura del Tratado reformado, se esconde un intento extremadamente engañoso de imponer el Tratado constitucional que los ciudadanos rechazaron. Es un camino que no lleva a ninguna parte.
Señor Presidente, hoy ha vuelto a demostrar en esta Cámara que es capaz de interrumpir a los oradores que no están de acuerdo con el Tratado, mientras que concede casi un minuto más de tiempo a los que están de acuerdo con usted. Ese es su particular concepto de la equidad.
(Aplausos)
El Presidente. Señor Pęk, usted tenía un minuto de tiempo de uso de la palabra. Ha hablado durante un minuto y 23 segundos. Ha sobrepasado su tiempo, y el Presidente ha sido muy tolerante. Quizá podría ser razonable y aceptarlo.
Manuel Lobo Antunes, Presidente en ejercicio del Consejo. (PT) Ya hace bastante rato que debatimos la cuestión del Tratado –desde la 9 de la mañana, como ha señalado un orador– y por tanto creo que ya se han hecho las observaciones y comentarios más importantes, muchos de los cuales han sido sin duda interesantes, y de los que la Presidencia portuguesa sacará sus propias conclusiones.
Fui miembro de la Convención Europea, junto con varios diputados presentes en esta Cámara y también tomé parte en la Conferencia Intergubernamental de 2004. No diré que entre 2004 y ahora no haya tenido motivos de aprehensión e incluso para la incredulidad, pero siempre he sabido que el motor de Europa es el compromiso y la voluntad de avanzar. Hoy puedo decirles que esa voluntad de avanzar, esa voluntad de compromiso, de alcanzar acuerdos ha vuelto.
No podíamos permitirnos fracasar en el Consejo Europeo y no fracasamos, así que transmitamos una señal inequívoca a Europa, a sus ciudadanos y al mundo de que este es un proyecto de futuro, un proyecto que sirve a los europeos, un proyecto que sirve al mundo. Por supuesto, es posible que no todos estemos satisfechos con el mandato aprobado por el Consejo Europeo, pero que nadie dude de que este mandato nos dará un Tratado con instituciones más eficaces, un proceso más democrático de toma de decisiones y respuestas más adecuadas tanto a los problemas internos de la Unión como a los problemas externos que tiene que abordar.
Este es y será el mandato que necesitábamos. Vamos a tener el Tratado que los ciudadanos de Europa tanto han deseado. Como el Primer Ministro de Portugal ha dicho aquí: «tenemos el mandato, no tenemos el Tratado», y el mandato que hemos recibido no es para cambiar ese documento sino para crear el nuevo Tratado. Ese es nuestro objetivo y lo haremos con toda nuestra energía y nuestra convicción.
El plazo que nos hemos fijado para concluir esa tarea es octubre y espero que en octubre podamos anunciar la buena noticia de un nuevo Tratado para nuestra Unión. Por tanto, no permitiremos ninguna falta de disciplina, como ha sugerido un diputado. También quiero asegurarles que todas las Presidencias portuguesas se caracterizan por la transparencia, la comunicación con los ciudadanos y la comunicación con las instituciones. Por supuesto, seguiremos por ese camino y puedo asegurarles que este es uno de los compromisos de la Presidencia portuguesa.
Como he dicho, espero tener buenas noticias para ustedes en octubre.
(Aplausos)
Margot Wallström, Vicepresidenta de la Comisión. (EN) Señor Presidente, Señorías, tiene que haber una posición intermedia entre Pangloss y su optimismo exacerbado y el burro Igor que piensa que todo es inútil. En política es muy poco habitual tener una segunda vida, y no me refiero a los juegos de rol en Internet. Recuerden que hace menos de un año el Tratado constitucional o la idea de tener un nuevo Tratado se consideró muerta, en coma o mantenida en vida artificialmente. Y ahora estamos hablando de un procedimiento de ratificación que se avecina.
Creo que entrar en un juego de acusaciones no nos ayudará nada y, como broche final a este debate, quiero decir dos cosas. Primero, con respecto a la Carta de los Derechos Fundamentales, la Comisión Europea no es amiga de las exclusiones voluntarias. Habríamos preferido que no hubiera exclusiones voluntarias. Pero, ¿cuál era la verdadera alternativa política en esta cuestión? Una Carta debilitada sin fuerza de ley o una Carta jurídicamente vinculante para las instituciones de la Unión Europea con una exclusión voluntaria, o la conservación del texto completo de la Carta. Por tanto, prefiero tener una Carta jurídicamente vinculante, y una exclusión también puede ser una inclusión, ya que esto no es inamovible.
Mi segundo comentario es que supongo que los diputados al Parlamento no consideran que la ratificación parlamentaria es menos legítima desde el punto de vista democrático que los referendos.
(Aplausos)
Algunos euroescépticos, por supuesto, esperan que el escollo de informar a los ciudadanos e implicarlos en una cuestión tan compleja como un Tratado pueda convertirse en un arma que acabe con la ulterior integración europea. Pero no creo que debamos permitrlo.
(Aplausos)
Asimismo, al margen del método de ratificación que elijan los Estados miembros, todos estamos obligados a informar, a invitar a participar, a debatir, a discutir con los ciudadanos de toda Europa, y eso es a lo que tenemos que comprometernos ahora, a hacerlo juntos, en plena cooperación y de forma planificada. Así es también cómo contribuiremos por parte de la Comisión. Así que pronto volveré a esta Cámara con esta especie de plan para un procedimiento de ratificación correcto, democrático, abierto y transparente.
Con esto también deseo a la Presidente portuguesa mucha suerte en la apertura de la CIG.
(Aplausos)
El Presidente. El debate queda cerrado.
Se procede a la votación.
Declaraciones por escrito (artículo 142 del Reglamento)
John Attard-Montalto (PSE), por escrito. – (EN) Los dos últimos años del proceso de reforma del Tratado no han sido una pérdida de tiempo. Se han identificado los cinco siguientes pasos y su ejecución se ha iniciado:
1. Siguiendo el mandato de junio de 2006, la Presidencia alemana ha elaborado un informe.
2. El Consejo Europeo ha acordado convocar una Conferencia Intergubernamental.
3. Como la batuta de la Presidencia del Consejo se pasa ahora a los portugueses, se ha convertido en su prioridad redactar un proyecto de Tratado.
4. Se prevé que la CIG complete su trabajo antes de finales de este año.
5. Está previsto que la ratificación se produzca antes de las elecciones europeas de 2009.
En realidad, se está dando un enfoque más cauteloso: el aspecto constitucional del tratado ha sido reestructurado para mitigar su carácter anticonstitucional. Por otro lado, han sobrevivido innovaciones sustanciales que originalmente se habían propuesto en el Tratado Constitucional, y lo más importante es que la UE tenga personalidad jurídica.
Jean-Pierre Audy (PPE-DE). – (FR) Durante el último Consejo Europeo de junio de 2007, los jefes de Estado y de Gobierno alcanzaron un buen compromiso para avanzar hacia una Europa política. Lamento que nuestros amigos del Reino Unido hayan vuelto a distinguirse por su rechazo a la aplicación de la Carta de los Derechos Fundamentales y a la cooperación total en materia judicial y policial. Aunque se han mantenido en términos materiales, lamento que los símbolos de la UE (la bandera, el himno y el lema) hayan desaparecido del texto oficial. Aunque me opongo a una Unión Europea federal debido a mi firme convicción sobre la utilidad de las naciones para el bienestar de los pueblos, creo que los ciudadanos necesitan algunos puntos de referencia con los que identificar a la Unión política. Espero que regresemos a ese punto. Por último, la eliminación de la referencia al concepto de «competencia libre y no distorsionada en el seno del mercado interior» nos permitirá, en el contexto de lo que se ha convertido en una competencia mundial compleja, hacer un mejor uso de la fuerza de la Unión Europea al servicio de los productores, y no solo de los consumidores. Acojo con satisfacción la acción del Presidente de la República francesa, señor Sarkozy, que ha sabido usar todo su talento para promover una Europa fuerte y unida.
Pedro Guerreiro (GUE/NGL), por escrito. – (PT) En 200 palabras:
1. El mandato para la CIG recupera la esencia del contenido del Tratado rechazado en 2005.
2. Lo que pretenden las fuerzas que están detrás de la integración capitalista europea es reinstaurar, por la puerta trasera, el salto cualitativo federalista, neoliberal, y militarista consagrado en la «Constitución Europea» rechazada;
3. Esto supone una grave falta de respeto a la voluntad de los franceses y neerlandeses expresada en sus referendos.
4. Si, en relación con las cuestiones institucionales, Portugal solo toma el mandato como base, al mismo tiempo que las grandes potencias aumentan su peso en el proceso de toma de decisiones de la UE, él país perderá:
- en la ponderación de los votos en el Consejo;
- el derecho de veto;
- soberanía;
- diputados al Parlamento Europeo;
- un Comisario permanente.
5. El mandato reafirma la base de las políticas neoliberales de la UE, que son la causa de los graves problemas socioeconómicos que afectan a Portugal.
6. El mandato institucionaliza la militarización de la UE.
7. Esto significa que solo el contenido del mandato bastaría para justificar la celebración de referendos nacionales vinculantes sobre el seudonuevo proyecto de Tratado y esa exigencia es legítima puesto que la cuestión es la imposición inaceptable del contenido esencial de un Tratado que ya fue rechazado.
Monica Maria Iacob-Ridzi (PPE-DE), în scris. – (RO) Mandatul Consiliului European depăşeşte impasul constituţional în care Uniunea Europeană se află de mai bine de doi ani, dar în acelaşi timp sacrifică unele prevederi esenţiale.
Consiliul European a decis ca simbolurile europene să fie excluse din viitorul tratat; consider acest lucru ca fiind regretabil şi susţin modificarea Regulamentului de procedură al Parlamentului pentru a adopta în mod oficial steagul şi imnul Uniunii Europene. Cetăţenii europeni respectă aceste simboluri, pe care le consideră familiare şi apropiate, după cum indică cel mai recent Eurobarometru. În România, 76% dintre cetăţeni asociază simbolurile UE cu un sentiment de încredere; de aceea, sunt convinsă că steagul Uniunii Europene va fi şi în continuare arborat cu mândrie în ţara mea.
Mandatul defineşte, de asemenea, stabilirea unei noi componenţe a Parlamentului European. Ca singurul organ ales al Uniunii şi cel care este menit să reprezinte cel mai fidel cetăţenii, consider că Parlamentul European trebuie să respecte întru totul principiul proporţionalităţii în desemnarea numărului de europarlamentari din fiecare stat. Reprezentarea fiecărei ţări nu trebuie să fie stabilită prin negocieri politice, ci trebuie să reflecte mărimea populaţiilor statelor membre.
Nu în cele din urmă, consider esenţială includerea clauzei de solidaritate în domeniul energetic. Aceasta va asigura cadrul legislativ pe baza căruia Uniunea Europeană îşi va putea proteja mai bine interesele şi întări independenţa energetică.
6. Declaración de la Presidencia
El Presidente. Hoy el Tribunal Supremo de Libia ha confirmado la sentencia de muerte dictada contra las cinco enfermeras búlgaras y el médico palestino arrestados en Libia desde 1999. Se les acusa de infectar deliberadamente a cientos de niños libios con el virus VIH. Me preocupa mucho esta noticia, que nos aflige a todos, especialmente, por supuesto, a las enfermeras y al médico, así como a sus familiares y amigos.
En abril me reuní con sus familiares y quiero transmitirles nuestra solidaridad y apoyo en estos momentos difíciles. También quiero enviarles un mensaje de esperanza. El procedimiento todavía no ha llegado a su fin. La cuestión se remitirá ahora al Alto Consejo Judicial libio. Creemos que las autoridades libias adoptarán las medidas necesarias para revisar y anular la pena de muerte, allanando de este modo el camino para una solución rápida de esta situación.
Una vez más, reiteramos nuestra oposición fundamental a la pena de muerte, que es contraria a la dignidad humana. Expresamos nuestra solidaridad con las víctimas de la infección por el virus VIH/sida en el hospital de Bengasi. Pedimos a las autoridades libias que tengan clemencia y liberen a las cinco enfermeras búlgaras y al médico palestino.
(Aplausos prolongados)
7. Turno de votaciones
El Presidente. De conformidad con el orden del día, se procede al Turno de votaciones.
(Para los resultados sobre la votación y otra información relativa a la votación: véase el Acta)
Robert Atkins (PPE-DE). – (EN) Señor Presidente, es una situación ridícula empezar a las 12.40 con 48 páginas de votaciones. Ha sabido usted organizar muy bien al Parlamento para que votemos en el debido momento a fin de tramitar todas estas largas listas de votaciones. Deberíamos haber empezado a las 11, no a las 12.40. Le insto a que recupere la tradición y se asegure de que esto no vuelva a suceder.
(Aplausos)
7.1. Calendario 2008 (votación)
7.2. Convocatoria de la Conferencia Intergubernamental (votación)
Jo Leinen (PSE), ponente. – (DE) Señor Presidente, en esta opinión hemos dado luz verde a la celebración de la Conferencia Intergubernamental. Teníamos un plazo muy ajustado para la presentación del informe y la celebración de las consultas. No había alternativa, aunque algunos diputados lo hayan criticado. Hay dos opiniones minoritarias anexas a la opinión: una de Marco Cappato y la otra de Bernard Wojciechowski, pero como he dicho, teníamos poco tiempo.
Las circunstancias excepcionales exigen un mayor grado de flexibilidad, y quiero aprovechar esta oportunidad para dar las gracias a los miembros de mi comisión por sus contribuciones constructivas, por los debates sobre la propuesta y por dar su apoyo el lunes por la noche. Hemos respetado el Reglamento, así que hoy podemos votar.
Marco Cappato (ALDE). – (IT) Señor Presidente, Señorías, agradezco al señor Leinen que haya destacado la presencia de las opiniones minoritarias. El artículo 2 de nuestro Reglamento afirma que los diputados al Parlamento Europeo no estarán sujetos a instrucciones ni a mandato imperativo alguno. Esto se aplica a los contenidos y, en mi opinión, también a los métodos. Un sistema en el que, en relación a una decisión que tendrá consecuencias durante los próximos años o décadas, hayamos tenido una hora y media para presentar enmiendas a las versiones originales, y ni siquiera ese tiempo en comisión, es una especie de mandato vinculante que no se debatirá, que el Parlamento ha recibido sobre esta importante cuestión.
No es una mera formalidad: puesto que la opinión de este Parlamento es obligatoria, podríamos haber usado dicha obligación para ejercer una influencia positiva en las decisiones durante la apertura de la Conferencia Intergubernamental. En cambio, hemos renunciado a ello, igual que hemos renunciado a ser un Parlamento y a ejercer los poderes de que disponemos. Esta es la razón de la opinión minoritaria.
– Antes de la votación sobre la enmienda 1:
Alexander Alvaro (ALDE). – (DE) Señor Presidente, puesto que varios diputados se han dirigido a mí antes de la votación, quiero aprovechar esta oportunidad para volver a subrayar que muchos diputados han apoyado la propuesta de que se incluya la cuestión de la representación del Parlamento Europeo en el mandato de la Conferencia Intergubernamental. Así que, si esta es una señal que quiere transmitir, ahora tiene la oportunidad de hacerlo.
– Antes de la votación sobre la enmienda 9:
Monica Frassoni (Verts/ALE). – (EN) Señor Presidente, quiero proponer una enmienda oral a esta enmienda para añadir la palabra «europeo» antes de «referendo», para que entonces ponga «referendo europeo».
(El Parlamento rechaza la enmienda oral)
PRESIDENCIA DEL SR. VIDAL-QUADRAS Vicepresidente
7.3. Fusiones y escisiones de las sociedades anónimas (votación)
Charlie McCreevy, miembro de la Comisión. (EN) Señor Presidente, la Comisión quiere hacer la siguiente declaración antes de la votación.
«La Comisión espera que hoy sea posible llegar a un compromiso aceptable en todas las instituciones con respecto a la importancia de adoptar lo antes posible un programa financiero de justicia civil. Ya llevamos retraso. Si hoy no se encuentra una solución aceptable, es evidente que el programa de justicia civil no se aprobará a tiempo para su ejecución en 2007, lo que traerá consecuencias muy negativas.
Sin este programa financiero, la Comisión no podrá apoyar a asociaciones ni a otros agentes de la sociedad civil, como tampoco los estudios y proyectos que son fundamentales para el desarrollo de las políticas de justicia civil.
La Comisión podría apoyar el compromiso contemplado en la enmienda 2, que añade un considerando a la Posición Común del Consejo que especifica el derecho del Parlamento a ser informado de acuerdo con el apartado 3 del artículo 7 de la Decisión 1999/468/CE y, más concretamente, a recibir el proyecto del programa anual relativo al programa financiero de justicia civil cuando se presente al comité de gestión. Asimismo, el Parlamento debería conocer los resultados de las votaciones y el resumen de las actas de la reunión del comité de gestión.
Además, la Comisión confirma su compromiso de transmitir directamente a la presidencia de la comisión parlamentaria competente –la Comisión de Libertades Civiles, Justicia y Asuntos de Interior– el proyecto del programa anual y de informar al Parlamento sin demora sobre todas las modificaciones efectuadas.
Por último, la Comisión confirma, tal y como declara firmemente en las cartas dirigidas por el Vicepresidente Frattini a la Comisión de Libertades Civiles, Justicia y Asuntos de Interior, su disponibilidad para asistir a la comisión parlamentaria competente si así se lo pide, a fin de facilitar a todos sus miembros toda la información necesaria sobre el proyecto del programa anual».
7.5. Política de aguas (competencias de ejecución atribuidas a la Comisión) (votación)
Brian Simpson (PSE). – (EN) Señor Presidente, le ruego compruebe si la parte correspondiente de la enmienda 64 es compatible con la enmienda 62, que ha sido aprobada.
El Presidente. Esto es justo lo que vamos a hacer.
7.11. Normas comunes para la explotación de servicios aéreos (votación)
- Después de la aprobación de la propuesta de la Comisión
Pervenche Berès (PSE). – (FR) Señor Presidente, solo quiero llamar la atención de los servicios de traducción sobre la calidad de la traducción francesa. La palabra francesa para supervisión es supervision, y no contrôle o surveillance, fondos alternativos es fonds alternatifs y comisión parlamentaria es commission parlementaire.
El Presidente. Tomamos buena nota de estas precisiones en aras de la pureza de la lengua francesa.
Ieke van den Burg (PSE), ponente. – (EN) Con respecto a este apartado, propongo retirar las enmiendas orales, pero pregunto al Grupo del PPE-DE si puede aceptar que tanto su enmienda 5 como la enmienda 17 del Grupo ALDE son compatibles y podemos votar ambas a la vez. En este caso votaré también a favor de su enmienda. De lo contrario, votaré en contra de ella y, entonces, podré retirar mi enmienda 23.
– Antes de la votación sobre el apartado 34:
Ieke van den Burg (PSE), ponente. – (EN) Simplemente quiero añadir «Grupo» al apartado 34, para que diga «Grupo del Banco Europeo de Inversiones» en lugar de solo el banco.
(El Parlamento admite la enmienda oral)
7.13. Reforma del Derecho laboral de cara a los retos del siglo XXI (votación)
Jacek Protasiewicz, (PPE-DE), ponente. – (PL) Señor Presidente, solo quiero explicar a mis colegas diputados que las enmiendas 11 y 12 no son textos anexos, sino apartados existentes que se han cambiado de sitio. Como uno de los Grupos ha pedido una votación nominal, quiero informarles que votar en contra no cambiará el hecho de que este texto permanezca en el informe, pero figurará en un lugar diferente, menos adecuado. Por eso les pido que voten a favor de la enmienda 12.
– Antes de la votación sobre el apartado 3:
Jacek Protasiewicz, (PPE-DE), ponente. – (PL) Señor Presidente, otra clarificación: solo porque ahora votemos por separado los apartados 3 y 4, ello no significa que las enmiendas anunciadas por la Comisión de Derechos de la Mujer e Igualdad de Género vayan a excluirse. El texto se incluirá en otro lugar bajo la forma de enmiendas 20 y 21. Así pues, no se eliminarán del informe, sino que sencillamente cambiarán de sitio.
– Antes de la votación sobre el apartado 4:
Luigi Cocilovo (ALDE). – (IT) Señor Presidente, Señorías, aunque he escuchado la explicación del ponente, quiero decir que si aprobamos el apartado 4, sobre el que estamos a punto de votar, debemos tener en cuenta que el texto de la enmienda 21 es exactamente el mismo que el de dicho apartado 4. Así que el texto del informe estará repetido dos veces. Si deseamos cambiar el texto, tenemos que rechazar el primer apartado y luego aprobar la enmienda.
El Presidente. (ES) Señor Protasiewicz, despeje las dudas del señor Cocilovo.
Jacek Protasiewicz, (PPE-DE), ponente. – (PL) Señor Presidente, el señor Cocilovo tiene razón. Votar en contra de la supresión de los apartados 3 y 4 significa que si se vota sobre las enmiendas 20 y 21, estaremos tratando el mismo asunto. Por eso pido a la Cámara que ahora votemos en contra, y luego votemos a favor de las enmiendas 20 y 21, lo que significa que el texto seguirá siendo el mismo, pero solo se cambiará a un lugar más adecuado en el informe.
– Antes de la votación de la enmienda 37
Astrid Lulling (PPE-DE). – (FR) Señor Presidente, por favor, ¿podría decirle a la cabina francesa que estamos hablando de apartados, no de considerandos?
El Presidente. – Desde luego, hoy hay una defensa cerrada de la lengua francesa en la Cámara. Está muy bien.
- Antes de la votación de la enmienda 21
Jacek Protasiewicz, (PPE-DE), ponente – (PL) Señor Presidente, quiero señalar que como resultado de la votación sobre el apartado 3, que no se ha eliminado, y de la enmienda 20, que hemos aprobado, ahora tenemos dos apartados en el informe que dicen lo mismo. Por tanto, les pido que voten en contra de la enmienda 20, pues anteriormente dejamos ese texto en su lugar.
Nikolaos Sifunakis (PSE). – (EL) Hoy no le reconocemos, sus reacciones son algo lentas.
El Presidente. Muchas gracias por esta inyección de moral que me da usted, señor Sifunakis.
7.14. Desplazamiento de los trabajadores en el marco de la prestación de servicios (votación)
Philip Bushill-Matthews (PPE-DE). – (EN) Señor Presidente, quiero hacer un breve comentario con respecto a la enmienda 10. Al parecer, la enmienda original se tradujo mal al alemán y el significado que se le dio era justo el opuesto al del inglés, porque el texto en esta lengua era ambiguo. Por tanto, se trata de eliminar la ambigüedad. Lamento que no haya tiempo para aclararlo con todos los Grupos políticos, pero espero que lo apoyarán porque no se pretende cambiar el texto. Simplemente se trata de aclarar y eliminar la ambigüedad.
Pervenche Berès (PSE). – (FR) Señor Presidente, creo que es humanamente razonable interrumpir esta votación, aunque tengamos que recomenzarla mañana a las 11.30 horas.
(Aplausos)
Hannes Swoboda (PSE). – (DE) Señor Presidente, apoyo el comentario. Tenemos que interrumpir la votación ahora. No sería razonable seguir votando ahora, sobre todo dada la longitud de los informes. Si es necesario, tendremos que reducir los tiempos de uso de la palabra mañana o ceñirnos estrictamente a ellos, para poder comenzar a votar a las 11.30 horas.
El Presidente. Atendiendo a su solicitud, interrumpimos aquí el turno de votaciones.
8. Explicaciones de voto
- Calendario de los períodos parciales de sesiones del Parlamento Europeo - 2008
Jan Andersson, Göran Färm, Anna Hedh, Inger Segelström y Åsa Westlund (PSE), por escrito. (SV) Aunque nos oponemos a que el Parlamento celebre períodos parciales de sesiones en Estrasburgo, hemos decidido votar en contra de la propuesta de que se suprima la sesión del jueves de los períodos parciales de sesiones de Estrasburgo. Queremos que las actividades del Parlamento se trasladen a Bruselas, pero un cambio que se limita a eliminar la sesión del jueves solo disminuirá la eficacia del trabajo del Parlamento. El ahorro que comporta dicho cambio es marginal y las ventajas ambientales inexistentes, puesto que se transportará la misma carga y en el futuro también se necesitarán las mismas instalaciones.
Queremos un verdadero cambio: una única sede y lugar de trabajo para el Parlamento en Bruselas, algo que también propusimos en el informe Leinen sobre la Conferencia Intergubernamental.
Glyn Ford (PSE), por escrito. (EN) He votado a favor de todas las enmiendas al calendario que reducían el tiempo que el Parlamento Europeo pasa en Estrasburgo. La ciudad es preciosa y sus ciudadanos maravillosos. Pero tenemos que poner fin a este circo ambulante que cuesta hasta 400 millones de libras esterlinas al año a los ciudadanos de Europa y que, a su vez, es un obstáculo para la eficiencia del trabajo de la Unión. Este Parlamento necesita un único lugar de trabajo por motivos políticos y económicos. Tenemos que hacer todo lo que haga falta para lograrlo.
Timothy Kirkhope (PPE-DE), por escrito. (EN) Mis colegas conservadores británicos y yo creemos que el Parlamento Europeo ha de contar con una sede permanente: en Bruselas. Durante muchos años hemos pedido que se pusiera fin a la existencia de dos sedes y al coste de 200 millones de euros al año que supone para el contribuyente y los millones de libras que cuesta al contribuyente británico. Además, nos preocupa mucho el impacto ambiental de la existencia de dos sedes por las emisiones de carbono.
Hemos apoyado una enmienda al calendario para 2008 que pretende eliminar las sesiones de los jueves en Estrasburgo. Esta no es, en absoluto, una alternativa a la posición de principio que sosteníamos, consistente en poner fin a las sesiones de Estrasburgo, sino un reconocimiento de que actualmente los Tratados exigen que 12 periodos parciales de sesiones se celebren en Estrasburgo. Pedimos al Consejo Europeo que incluya esta cuestión en el mandato para la CIG, el único foro donde puede resolverse.
Hannu Takkula (ALDE). – (FI) Señor Presidente, es obvio que la toma de decisiones en la Unión tiene que clarificarse. No obstante, eso no significa que la Unión tenga que convertirse en una federación con poder concentrado. He votado a favor de que el poder siga residiendo ante todo en los Estados miembros y la Unión solo pueda ejercer el poder que los Estados miembros independientes estén dispuestos a otorgarle.
Respecto de la votación sobre si la Conferencia Intergubernamental debe abordar la cuestión de la sede del Parlamento, creo que no es apropiado incluirla en la agenda de la CIG. No obstante, si se aborda la cuestión, y si decidimos tener una sola sede, lo que sería una solución razonable, creo que Estrasburgo es el mejor lugar, porque es la verdadera capital europea. Pero no creo que sea realista.
Jan Andersson, Göran Färm, Inger Segelström y Åsa Westlund (PSE), por escrito. (SV) Hemos votado a favor del informe, aunque no compartimos la opinión de que sea lamentable que símbolos como la bandera y el himno se hayan eliminado del nuevo proyecto de Tratado. Tampoco creemos que el proyecto de Tratado dé una impresión de desconfianza en relación a la Unión ni que envíe señales equivocadas a la opinión pública.
Es positivo que se mantenga el contenido principal del proyecto de Constitución original. Es particularmente importante que se facilite la ampliación, que se refuercen los convenios colectivos y el derecho a adoptar medidas laborales de conformidad con la práctica nacional y que mejore la transparencia de la UE.
Johannes Blokland (IND/DEM), por escrito. (NL) Hace un momento he votado en contra de la resolución del señor Leinen sobre la CIG porque me opongo a su celebración, pues apoyo la introducción de un nuevo tratado.
La razón de mi «no» es que, en demasiados casos, la resolución sigue haciendo referencia a ciertos elementos del Tratado Constitucional, como el uso de la palabra «constitución» y los símbolos de la Unión. Por otra parte, me siento aliviado de que el nuevo Tratado se haya despojado de este simbolismo constitucional, una posición que, de hecho, también comparte el Gobierno neerlandés. En consecuencia, la UE se ha visto despojada de parte de sus aspiraciones.
Tampoco me identifico con las duras palabras que se han dirigido a los Estados miembros que han conseguido asegurarse la exclusión de la Carta. Aunque no se haga mención explícita a ella en el nuevo Tratado, la Carta sigue siendo jurídicamente vinculante. Siendo así, se trata sobre todo de una cuestión de simbolismo.
He votado en contra de la resolución precisamente porque valora mucho esas aspiraciones constitucionales de la Unión. El Parlamento Europeo debería imitar al Consejo y adoptar un cierto grado de sentido común y de realismo respecto del nuevo Tratado.
Jens-Peter Bonde (IND/DEM), por escrito. (DA) El informe se apresura a aprobar la celebración de una Conferencia Intergubernamental, que trabajará en secreto durante el verano para evitar la publicidad y el debate con el electorado.
En cambio, el Movimiento de Junio propone una convención abierta y elegida democráticamente con la tarea de elaborar un nuevo documento que se someta a referendo en todos los países de la UE.
El 23 de junio de 2007, la cumbre de Bruselas aprobó un texto en el que las obligaciones legales de los ciudadanos y los Estados miembros son idénticas a las de la Constitución rechazada.
La palabra «Constitución» se tira por la ventana, pero se reintroduce legalmente a través de un reconocimiento expreso de la interpretación del Tribunal Europeo de Justicia del sistema jurídico de la UE como un sistema constitucional.
No aparece ninguna mención a la bandera, el himno o el día nacional, pero siguen ahí, inalterables.
El Ministro de Asuntos Exteriores recibe un nuevo título, pero es tan largo que la prensa le llamará Ministro de Asuntos Exteriores. Sigue teniendo los mismos poderes. El único cambio real es el aplazamiento de siete a diez años de la votación por doble mayoría, lo que da mucho más poder a los países más grandes, en especial a Alemania, y quizás a Turquía.
Las obligaciones legales siguen siendo las mismas, y los referendos deberían, como mínimo, celebrarse en los países que habían decidido celebrarlos.
Lo más sencillo sería celebrar un referendo el mismo día en todos los países de la UE. De ese modo conoceríamos la opinión de los ciudadanos, y estamos en esta Cámara para servirles. El 77% de los ciudadanos de la UE quieren un referendo, solo se opone el 20%.
Por tanto, el Movimiento de Junio apoya la campaña de firmas.
Edite Estrela (PSE), por escrito. (PT) He votado a favor del informe Leinen sobre la celebración de la Conferencia Intergubernamental porque estoy convencida de que el trabajo conjunto del Parlamento Europeo, la Comisión Europea y el Consejo Europeo, bajo la Presidencia portuguesa, nos permitirá encontrar una solución a los bloqueos y obstáculos que persisten en el proyecto europeo y para construir «una Europa más fuerte en un mundo mejor».
Ilda Figueiredo (GUE/NGL), por escrito. (PT) Al votar a favor del informe y del punto 8 del mismo, la mayoría del Parlamento acaba de reconocer y de acoger con satisfacción el mandato del Consejo Europeo a la Conferencia Intergubernamental y el hecho de que «garantiza gran parte de la sustancia del Tratado Constitucional».
A pesar de una campaña masiva para ocultar el verdadero ámbito de aplicación y los objetivos del mandato, cada vez está más claro que en «este gran cambio» todo ha seguido igual, es decir, el objetivo es eludir el rechazo legítimo del llamado Tratado Constitucional por los ciudadanos de Francia y los Países Bajos, e impedir que los ciudadanos de todos los Estados miembros expresen libremente su opinión sobre un «nuevo» Tratado.
La mayoría del Parlamento quiere avanzar todavía más. Lamenta la pérdida de ciertos puntos importantes acordados durante la Conferencia Intergubernamental de 2004, y afirma su «firme resolución de presentar, después de las elecciones de 2009, nuevas propuestas sobre otro acuerdo constitucional para la Unión».
Queremos afirmar una vez más que es hora de escuchar las demandas de los ciudadanos, de reforzar la democracia, de comprometernos con una Europa más justa, con el progreso social y con una mejor distribución de los ingresos. Es hora de respetar el principio de los Estados soberanos con igualdad de derechos, de reforzar la cooperación y la solidaridad en el ámbito internacional y de realizar un compromiso firme con la paz.
Glyn Ford (PSE), por escrito. (EN) Me ha decepcionado que esta Cámara haya rechazado la enmienda 1 del señor Alvaro y otros que habrían añadido al mandato de la posterior Conferencia Gubernamental sobre la revisión del Tratado la cuestión de fijar una única sede en Bruselas para el Parlamento Europeo. Es algo que escapa a mi comprensión que 380 de mis colegas apoyen el mantenimiento de esta farsa continua que todos sufrimos.
Existen otras cuestiones en este informe que me impedirían votar a favor del mismo. Sin embargo, el mero hecho de no abordar la cuestión de la sede única me impide siquiera considerar la posibilidad de votar a favor.
Robert Goebbels (PSE), por escrito. – (FR) Me he abstenido de votar sobre la resolución acerca de la próxima Conferencia Intergubernamental porque creo que la última cumbre europea fracasó en su objetivo de revivir Europa. En el mejor de los casos, contaremos con un tratado minimalista que, sin duda, permitirá que se progrese en cierta medida, pero que dejará al Reino Unido nuevas oportunidades de exclusión temporal. Eso es especialmente cierto en lo que respecta a la Carta de los Derechos Fundamentales. ¿Cómo puede el Tribunal de Justicia de las Comunidades Europeas aplicar esta Carta cuando no será válida en el Reino Unido?
Hélène Goudin (IND/DEM), por escrito. (SV) He votado en contra de este informe porque creo que está totalmente divorciado de la realidad. En realidad, las poblaciones de Francia y los Países Bajos rechazaron el proyecto de Constitución de la Unión Europea en referendos. Si también se hubieran celebrado referendos, por ejemplo, en Suecia, Dinamarca y el Reino Unido, la mayoría de los votantes de estos países también lo habría rechazado. Ahora la cumbre ha retirado los símbolos y ha rechazado las propuestas de un himno y una bandera de la Unión Europea. No obstante, cuando se trata de los futuros poderes legislativos de la Unión Europea sobre los Estados miembros, no hay distinción entre el proyecto de Constitución rechazado y la propuesta actual.
También es interesante advertir cómo ahora, en la propuesta de informe, la mayoría federalista del Parlamento Europeo está intentando conseguir el rechazo del himno y de la bandera.
He votado a favor de la ampliación del mandato de la Conferencia Intergubernamental para que sea posible desplazar la sede del Parlamento Europeo de Estrasburgo a Bruselas.
Con respecto a la cuestión de los referendos sobre el nuevo Tratado, creo que cada país debe decidir por sí mismo organizar o no un referendo. Creo que deberían hacerlo, pero el Parlamento Europeo como institución no debe interferir en esta cuestión.
Pedro Guerreiro (GUE/NGL), por escrito. (PT) El verdadero ámbito de aplicación de las continuas maquinaciones en torno al llamado «nuevo» Tratado se refleja en la resolución que hoy ha adoptado la mayoría del Parlamento.
Deben subrayarse dos aspectos:
- Confirma que el deshonroso (y falso) «periodo de reflexión» apenas se ha utilizado para llegar a la conclusión de que el contenido del Tratado rechazado debe conservarse. Ahora dicha confirmación está consagrada en el mandato para la «nueva» reforma de los tratados;
- El increíble despliegue de cinismo e hipocresía por parte de la mayoría del Parlamento que, debe subrayarse, incluye las fuerzas políticas que dominan los distintos Gobiernos de los países de la Unión Europea, y que, al haber rechazado las propuestas de enmienda que solicitaban la celebración de referendos sobre el llamado «nuevo» Tratado, «solicita a la Conferencia Intergubernamental y a la Comisión que presenten propuestas concretas para implicar de nuevo a los ciudadanos europeos (...) en un diálogo en la continuación del proceso constitucional».
Es vital condenar una operación diseñada con el fin de imponer el ímpetu esencial de un Tratado que ya ha sido rechazado, disfrazándolo para intentar impedir la celebración de referendos nacionales vinculantes. Por ese motivo votamos para rechazar el mandato a la Conferencia Intergubernamental y esta decisión por parte del Parlamento.
Marian Harkin (ALDE), por escrito. (EN) No estoy de acuerdo con esta enmienda porque insiste en la necesidad de celebrar referendos en todos los Estados miembros en que sea posible. Se trata de una interferencia directa con el principio de subsidiariedad y es competencia exclusiva de los Estados miembros tomar la decisión de si deberían celebrar o no un referendo.
Anna Hedh (PSE), por escrito. (SV) No creo que el nuevo proyecto de Tratado sea muy distinto del anterior, y por ello no puedo apoyar el informe. Se presentaron a votación enmiendas que exigen que se celebren referendos antes de realizar cualquier cambio en los tratados. Aunque personalmente estoy a favor de un referendo en Suecia sobre el nuevo Tratado, creo que sería un error que dicho referendo se exigiera en el ámbito de la Unión Europea. No es tarea del Parlamento Europeo decidir si los Estados miembros deben celebrar referendos o no.
Timothy Kirkhope (PPE-DE), por escrito. (EN) Mis colegas conservadores británicos y yo hemos votado en contra de este informe ya que estamos en franco desacuerdo con el proyecto de mandato para la Conferencia Intergubernamental. Creemos que el texto del proyecto de mandato para la CIG acordado en el Consejo Europeo de junio de 2007 es, en todo menos en el nombre, la Constitución europea que rechazaron los ciudadanos de Francia y los Países Bajos en sus referendos de 2005.
Además, queremos dejar claro que desde que el Gobierno del Reino Unido prometió firmemente a los ciudadanos británicos un referendo sobre esa Constitución Europea, tiene la obligación moral y el deber democrático de someter cualquier nuevo tratado que resulte de la CIG que transfiera poderes de Gran Bretaña a la Unión Europea.
Marie-Noëlle Lienemann (PSE), por escrito. – (FR) Considero inaceptable que el Parlamento Europeo rechace la solicitud de referendo sobre el nuevo tratado institucional.
De hecho, el voto negativo emitido por el pueblo de Francia y de los Países Bajos sobre el antiguo proyecto de Constitución subrayó una diferencia enorme entre la expresión del pueblo y la de los líderes y representantes elegidos, tanto nacionales como europeos. Por lo tanto, únicamente podemos legitimar este nuevo tratado consultando una vez más a los ciudadanos. Sería mejor si este referendo fuera europeo.
El Parlamento Europeo no debe sorprenderse de haber quedado desacreditado a los ojos de los ciudadanos con este tipo de informes.
David Martin (PSE), por escrito. (EN) Estoy muy de acuerdo con la convocatoria de la CIG, aunque el presente informe contiene varios elementos que van más allá del mandato acordado por el Consejo y, por tanto, no he podido apoyarlo. Sin embargo, sinceramente espero que la CIG logre acordar un Tratado de reforma.
Andreas Mölzer (ITS), por escrito. (DE) A fin de conceder las mínimas posibilidades posibles a los ciudadanos de la Unión Europea para criticar o incluso objetar a la nueva versión de la Constitución de la Unión Europea, se está introduciendo a empujones con un procedimiento por la vía rápida. No obstante, los ciudadanos nos acallarán inmediatamente si intentamos convencerlos de que se trata de un documento nuevo, aunque la mayor parte de la sustancia sigue siendo la misma y solo ha cambiado el paquete. Al mismo tiempo que hablamos sobre un nuevo Tratado, también se nos asegura que no serán necesarios nuevos referendos. Y lo cierto es lo contrario.
Este enfoque no acercará más la Unión Europea de los ciudadanos, y tampoco lo hará el hecho de que se hayan traspasado más competencias a Bruselas, puesto que hemos desperdiciado otra oportunidad para definir nuestras fronteras y no hemos hecho uso de los frenos en nuestras negociaciones con Turquía. Necesitamos una Europa federal en la que la población soberana pueda ejercer de nuevo más sus derechos de participación. Solo entonces estaremos sobre una ruta viable hacia adelante; el resto son castillos en el aire de una élite aislada de la Unión Europea. Esa es la razón por la que he votado en contra del informe.
Cristiana Muscardini (UEN), por escrito. (IT) Quisiera afirmar mi acuerdo con la convocatoria de la Conferencia que, en el marco de las conclusiones del Consejo Europeo de 21-22 de junio de este año, redactará enmiendas a los tratados en vigor. Esto pondrá fin a la larga fase de transición durante la cual la Unión ha experimentado, además de ilusiones perdidas, reafirmación de ideales y renovación de esperanzas. Una cosa es cierta: el intento de romper el monopolio sobre la legitimidad política de los Estados nación –un legado del Tratado de Westfalia del siglo XVII– ha fracasado. La Europa que puede avistarse –la de los eurorrealistas– debe ser capaz de demostrar que una Unión de Estados soberanos es capaz de actuar de manera efectiva mediante la expresión de una voluntad común. Si no es así, Europa tendrá que abandonar durante bastante tiempo sus esperanzas de desempeñar un papel importante en las relaciones internacionales y en el equilibrio entre las principales potencias.
Acojo con satisfacción el refuerzo de los modos en los que nuestra Asamblea participa en el trabajo de la Conferencia y espero que, en aras de la transparencia, los resultados de ese trabajo se publiquen, también en forma de versión provisional consolidada de los tratados. La Europa de los pueblos y de las naciones está tomando forma. Mi firme deseo es que, con este futuro en perspectiva, la conferencia no nos decepcione.
Athanasios Pafilis (GUE/NGL), por escrito. – (EL) El informe sobre la opinión del Parlamento Europeo con respecto a la convergencia y el contenido de la Conferencia Intergubernamental sobrepasa incluso el acuerdo reaccionario del Consejo de la Unión Europea sobre el «tratado de reforma», como ha sido bautizada la versión resucitada pero peor de la «Constitución Europea». Los conservadores y los demócrata-sociales –incluido todo el cuerpo de eurodiputados de PASOK y de Nueva Democracia– y los liberales y los Verdes han acogido con gran entusiasmo el acuerdo para codificar y modificar para peor el reaccionario Tratado de la Unión Europea. Incluso sobrepasando al Consejo, solicitan cambios reaccionarios todavía más avanzados, como la introducción de una orden constitucional comunitaria que establezca la precedencia de la legislación comunitaria sobre las legislaciones nacionales de los Estados miembros y refuerce más la soberanía de la construcción supranacional de la Unión Europea, a la que se cederá casi la totalidad de los derechos soberanos de los Estados miembros.
Al mismo tiempo, estas fuerzas rechazaron en masa la propuesta para que el nuevo Tratado fuera sometido a la aprobación de los pueblos de Europa en referendos celebrados en los Estados miembros. Por lo tanto, están demostrando su total ignorancia de la voluntad de los pueblos europeos, especialmente aquellos que rechazaron la «Constitución Europea» en sus referendos, su verdadero miedo de las personas y el uso del Parlamento Europeo como organismo para la legitimación pseudodemocrática de todas las políticas reaccionarias en contra de la clase obrera de la Unión Europea.
Marco Pannella (ALDE), por escrito. (IT) Señor Presidente, miembros del Consejo y de la Comisión, lamentablemente y proféticamente, ya en 1942 el Manifiesto Ventotene denunciaba su Europa de las naciones como el principal peligro que se oponía a los Estados Unidos de Europa, o la tierra madre europea. El 14 de febrero de 1984 el Parlamento Europeo superó esta letal política. Ahora, a modo de venganza, el Consejo Europeo ha lanzado un verdadero ataque relámpago, al estilo del General Erwin Rommel, para imponernos obediencia –una obediencia que ahora de repente se ha proporcionado vergonzosamente– como «Parlamentos» de la década de los 30, fascistas o comunistas o como cobardes continentales.
Tienen miedo de nuestras palabras; de nuestro himno, de nuestro símbolo, nuestro nombre, de las «leyes» –pero este es un término prohibido, prefieren llamarlas «directivas». Esos días pertenecen al pasado: ahora, de repente, es la hora de la Gran Francia, de la Fuerte Alemania, del partido clerical y autoritario, si no racista, de Polonia, de una Italia que no sirve para nada, es decir, para todo. Tienen miedo del mismo modo que los poderosos y los dominantes lo tienen. Lucharemos contra esta desgracia: como europeos federalistas, en nombre de aquellos a quienes ustedes traicionan: Spinelli, Adenauer, Schuman, De Gasperi, Monnet. Como federalistas radicales del Partido Transnacional y Transpartido Radical No Violento, y como miembros del Grupo de la Alianza de los Demócratas y Liberales por Europa, que nos tememos que hoy esté cometiendo un error. Espero que el error sea nuestro, pero lamentablemente, estoy convencido de que no lo es. ¡Larga vida a la tierra madre europea! ¡Voto «No»!
Tobias Pflüger (GUE/NGL), por escrito. (DE) ¿Por qué voy a votar contra el Tratado de la reforma de la Unión Europea y el mandato de la Conferencia Intergubernamental?
El Primer Ministro de Irlanda, el señor Ahern, ha dicho que aproximadamente el 90 % del paquete central de la Constitución Europea permanece intacto. Matemáticamente es verdad, pero los ciudadanos de Francia y los Países Bajos han sido engañados.
«El segundo capítulo incluye las disposiciones del Título V del Tratado de la Unión Europea existente, modificado en la Conferencia Intergubernamental de 2004 (incluido el Servicio de Acción Externa Europea y la cooperación estructurada permanente en el campo de la defensa).» (mandato CIG)
Por lo tanto, todas las normas de la Constitución en materia de defensa se incluirán en el nuevo Tratado de Reforma de la Unión Europea. En la práctica, eso significa que el Tratado incluirá lo siguiente:
1. Compromiso de la Unión Europea para aumentar las capacidades militares;
2. La Agencia de Armamento de la Unión Europea (actualmente en el Tratado);
3. Nuevas opciones de intervención militar como las «medidas de desarme», para las que existe el desarme por la fuerza;
4. Apoyo militar para los terceros países «en la lucha contra el terrorismo en su territorio»;
5. Estrecha cooperación entre la UE y la OTAN;
6. Ausencia de poderes de escrutinio del Parlamento Europeo para la política exterior y de seguridad común;
7. El TJCE no tendrá poder para emitir sentencias en cuestiones de política exterior y de seguridad;
8. Cláusula de solidaridad militar en la lucha contra el terrorismo;
9. Grupos de batalla de la Unión Europea para las intervenciones militares rápidas de la UE en todo el mundo (actualmente incluidas en el Tratado);
10. Cooperación militar estructurada. Cada uno de los Estados miembros puede presionar con la política de defensa;
11. Provisión de un presupuesto independiente de la UE en materia de defensa, además de los presupuestos de defensa nacionales.
El armamento y la militarización de la UE se han acelerado. El sector de defensa era la columna vertebral de la Constitución. El Tratado de Reforma previsto también es un tratado militar.
Konrad Szymański (UEN), por escrito. – (PL) Al contrario de lo que dice el informe, una nueva onomatología, los símbolos de Europa en el Tratado, únicamente ocasionarían incomprensión, y sugerirían que la Unión Europea está entrando en una fase de pseudoestado.
La flexibilidad del mandato en cuanto a la exclusión voluntaria es una expresión de sabiduría y no de debilidad. Lo mismo puede decirse de la Carta de los Derechos Fundamentales. La fuerte reacción a la carta confirma únicamente la sospecha de que sus defensores apenas la consideran un medio para ampliar la competencia jurídica de la Unión Europea mediante la puerta trasera.
Las críticas al mandato en el informe Leinen son excesivas, y dificultan el compromiso sobre la reforma. Por esta razón voy a votar en contra del informe.
Jean-Pierre Audy (PPE-DE), por escrito. – (FR) He votado a favor del informe de la señora Kauppi sobre la propuesta de Directiva del Parlamento Europeo y del Consejo que modifica la Directiva 78/855/CEE del Consejo, relativa a las fusiones de las sociedades anónimas, y la Directiva 82/891/CEE del Consejo, referente a la escisión de sociedades anónimas, por lo que respecta al requisito de presentación de un informe de un perito independiente en el caso de fusión o escisión.
Es normal que se examine periódicamente la utilidad de las obligaciones que han de cumplir los órganos corporativos, especialmente en relación con las tarifas administrativas derivadas de dichas obligaciones. No obstante, se aconseja examinar cuidadosamente, además de los intereses de la entidad jurídica, los intereses de terceras partes, tanto si se trata de accionistas, empleados, proveedores, banqueros, autoridades sociales y fiscales, etc. Además, habría valido la pena completar los puntos presentados por la Comisión con un análisis de las prácticas internacionales en este campo.
Zuzana Roithová (PPE-DE). – (CS) Yo también he votado hoy a favor de conceder a la Comisión poder para flexibilizar las enmiendas a los anexos, con el fin de establecer una serie de normas y requisitos técnicos para las comprobaciones de vehículos en la Unión Europea. Dichas normas y requisitos implican medidas que no están relacionadas con los elementos fundamentales de la directiva, pero no obstante quiero decir que la retirada de vehículos más viejos debería acelerarse, no solo en vista de las cuestiones de seguridad sino también por la cantidad de contaminación del aire que ocasionan. Por una parte, estamos encareciendo cada vez más la producción de nuevos vehículos mediante normas de emisión cada vez más estrictas, para que sea más difícil comprar vehículos para aquellos de nuestros ciudadanos menos potentados, y por otra parte, esto ocasiona un número cada vez mayor de vehículos más viejos en las carreteras, que emite residuos perjudiciales. Insto a la Comisión a que adopte un plan que apoye una sustitución más rápida de vehículos en la Unión Europea.
Carlos Coelho (PPE-DE), por escrito. (PT) Esta iniciativa forma parte de los nuevos instrumentos financieros en el ámbito de la justicia, la libertad y la seguridad para el periodo 2007-2013, sobre el que hemos logrado un acuerdo con respecto a la mayoría de nuestros programas. No obstante, en cuanto a los programas concretos «Justicia Civil» e «Información y prevención de las drogas», sigue habiendo cierto desacuerdo entre el Parlamento, por una parte, y el Consejo y la Comisión, por otra parte, en cuanto al proceso de comitología que debe aplicarse.
Me complace que finalmente hayamos logrado alcanzar un acuerdo entre las tres instituciones, proporcionando así una respuesta a la necesidad de la aplicación continua de los nuevos programas financieros, que están diseñados para cofinanciar proyectos y realizar acciones de interés general en esos ámbitos.
Sin duda, cualquier retraso adicional tendría un impacto altamente perjudicial en este ámbito, y para sus beneficiarios; los retrasos perjudicarían la preparación de un marco de referencia en ámbitos como la ley europea de contratos y afectarían al trabajo continuo de la red judicial europea.
Algunas de estas actividades ya tendrían que haber recibido el beneficio del apoyo financiero desde principios de 2007, pero no lo han obtenido porque este programa no ha sido adoptado, como en el caso de la red judicial civil y comercial.
Jean-Pierre Audy (PPE-DE), por escrito. – (FR) He votado a favor del informe de la señora Lienemann sobre la propuesta de Directiva del Parlamento Europeo y del Consejo por la que se modifica la Directiva 2000/60/CE por la que se establece un marco comunitario de actuación en el ámbito de la política de aguas por lo que se refiere a las competencias de ejecución atribuidas a la Comisión. También he votado a favor de la serie de enmiendas de carácter técnico presentadas por 6 grupos políticos, incluido el Grupo del Partido Popular Europeo (Demócrata-Cristianos) y de los Demócratas Europeos, destinadas a especificar que la enmienda de esta Directiva entra dentro del marco de la Declaración conjunta del Parlamento Europeo, la Comisión y el Consejo relativa a la Decisión 2006/512/CE sobre la introducción de un procedimiento de reglamentación con control para una serie de actos de base, siendo esta propuesta de directiva uno de ellos. No obstante, es lamentable que la Comisión no se esfuerce más cuando edita sus textos para tener en cuenta el acuerdo de comitología, obligando al Parlamento a estar atento a la división de poderes. La Comisión debería tener cuidado de la imagen que transmite de querer, a menudo, aumentar sus poderes. Este comportamiento de la Comisión exaspera a los ciudadanos.
Jean-Pierre Audy (PPE-DE), por escrito. – (FR) He votado a favor del informe del señor Florenz sobre la propuesta de Directiva del Parlamento Europeo y del Consejo por la que se modifica la Directiva 2000/53/CE relativa a los vehículos al final de su vida útil, por lo que se refiere a las competencias de ejecución atribuidas a la Comisión. También he votado a favor de la serie de enmiendas de carácter técnico presentadas por 6 grupos políticos, incluido el Grupo del Partido Popular Europeo (Demócrata-Cristianos) y de los Demócratas Europeos (PPE-DE), destinadas a especificar que la enmienda de esta Directiva entra dentro del marco de la Declaración conjunta del Parlamento Europeo, la Comisión y el Consejo relativa a la Decisión 2006/512/CE sobre la introducción de un procedimiento de reglamentación con control para una serie de actos de base, siendo esta propuesta de directiva uno de ellos. No obstante, es lamentable que la Comisión, que tiene el monopolio de la iniciativa legislativa, no se esfuerce más cuando edita sus textos para tener en cuenta el acuerdo de comitología (aplicación de textos por la Comisión), obligando al Parlamento a estar atento a la división de poderes. La Comisión debería tener cuidado de la imagen que transmite de querer, a menudo, aumentar sus poderes. Este comportamiento de la Comisión exaspera a los ciudadanos.
Richard Seeber (PPE-DE). – (DE) Señor Presidente, considero vital la liberalización de los servicios postales. Sin embargo, también es importante que hayamos retrasado la totalidad del proceso dos años y la liberalización del mercado vaya a producirse en 2011.
Es correcto introducir una mayor competencia en los servicios postales. Será ventajoso para la economía y los consumidores, pero únicamente si las condiciones subyacentes son las adecuadas. Tiene que haber una garantía de que las entregas postales mantendrán la calidad a un precio razonable. Ese aspecto ha de ser factible incluso en zonas remotas como las regiones montañosas y las islas. La totalidad de la carga del paquete de liberalización no debe ser soportada por los trabajadores de los servicios postales. Por eso he votado a favor del paquete.
Sylwester Chruszcz (NI). – (PL) Señor Presidente, como eurodiputado polaco, apoyo todas las soluciones a favor de un mercado libre y la libre provisión de servicios. Pero quisiera señalar que la rápida liberalización del sector postal que se ha forzado hoy puede causar más perjuicios que beneficios, puesto que a largo plazo llevará a la liquidación de las compañías postales nacionales, como la Oficina de Correos polaca, y las entregará a peces gordos europeos como DHL, también conocido como Deutsche Post. Por ese motivo he votado en contra del informe Ferber.
Los consumidores tienen derecho a la libre competencia, pero la apertura del mercado postal no debe realizarse con celeridad, a expensas de compañías más débiles que no tienen por qué estar preparadas para la competencia radical, y a expensas de miles de empleos en Polonia y otros países de la Unión Europea.
Zsolt László Becsey (PPE-DE). – (HU) Yo mismo apoyo la dirección del compromiso logrado en la cuestión de la liberalización de los servicios postales. No obstante, me he abstenido en una sección, y les diré por qué. El punto 7a menciona aquellos Estados que han recibido un periodo de transición hasta 2013. Me he abstenido porque considero inaceptable que ciertos grupos de Estados, en bloque, sin un escrutinio caso por caso, estén recibiendo este periodo de transición. Entre ellos se encuentran los nuevos Estados miembros, y por ese motivo lo considero ofensivo, puesto que relega a mi país y el resto de Estados miembros nuevos al estatuto de Tercer Mundo. Después de todo, no hemos examinado individualmente quién recibiría esto y por qué motivos.
Del mismo modo, encuentro inaceptable decir, descuidadamente, que los Estados pequeños deberían recibir periodos de transición en ciertas cuestiones; ¿para qué cuestiones? Por lo tanto, debemos proceder con más precisión, definir con mayor precisión sobre quién hablamos. Espero que esto se haga en la segunda lectura.
Zuzana Roithová (PPE-DE). – (CS) Señor Presidente, este compromiso es una contradicción total de términos. Estamos liberalizando los servicios postales para que la competencia proporcione una gama más amplia de servicios a los consumidores, al igual que una mejor calidad y unos precios más bajos, pero al mismo tiempo tememos que los servicios universales se derrumben en un entorno de mercado, y en consecuencia, se regulará la liberalización. Como abogado de la competencia justa, he votado a favor de la enmienda 2 para que las mismas obligaciones que se aplican a los servicios universales sean vinculantes para todos los actores del mercado único. Sin duda esto no gusta a aquellos que tienen una actitud selectiva, que han presionado con tanta vehemencia en contra de la propuesta. La enmienda 6 fue esencial para una responsabilidad transparente, para que los gastos de los productos rentables de las compañías no se incluyan en los gastos de los servicios universales. Las nuevas tecnologías están compitiendo con los servicios postales, pero no los están obligando a retirarse del mercado. Aunque la entrega de cartas esté en declive, la entrega de paquetes es esencial para el desarrollo de las compras por Internet. Por lo tanto, dejar a los servicios postales a su suerte sin nada sobre lo que apoyarse no redunda en interés de los consumidores o de las empresas.
Miroslav Mikolášik (PPE-DE). – (SK) Acabamos de aprobar una directiva del Parlamento Europeo y del Consejo por la que se modifica la directiva 97/67/CE relativa al establecimiento pleno de un mercado interior para los servicios postales en la Comunidad.
La nueva directiva envía muchas señales positivas sobre la calidad de los servicios en el ámbito de la Unión Europea, como la disponibilidad, y sobre todo, la pérdida del monopolio que disfrutan los operadores nacionales sobre los artículos postales cuyo peso no sobrepasa los 50 gramos. Yo estaba a favor de una solución que no terminase con el monopolio hasta diciembre de 2010, es decir, dos años después de la fecha propuesta por la Comisión. La idea es, y a este respecto estoy de acuerdo con algunos de los Miembros de la Comisión Parlamentaria principal sobre Transporte y Turismo, que ciertas partes de la Unión Europea que necesitan más tiempo para entregar los artículos postales en sus destinos en toda la Unión Europea dispongan de precios más asequibles.
Para los nuevos Estados miembros, incluida Eslovaquia, la fecha de la liberalización debería ser el 31 de diciembre de 2012, con el fin de garantizar que se pueda encontrar el método más apropiado para proporcionar servicios universales postales. Creo que hemos resuelto las disputas en torno a las fechas y a la financiación de manera equilibrada y para el beneficio de los ciudadanos en todos los Estados miembros.
Zita Pleštinská (PPE-DE). – (SK) La liberalización de los servicios postales que está desarrollándose actualmente significa que este sector se está abriendo a muchas partes interesadas.
Estoy convencida de que también los ciudadanos de a pie podrán disfrutar de los cambios positivos, puesto que una competencia más fuerte trae consigo mejores servicios y el desarrollo de productos innovadores para los consumidores, que podrán seleccionar y escoger entre una variedad de productos y precios, según sus necesidades individuales. Por estos motivos, he votado a favor del informe del señor Markus Ferber, a través del cual el Parlamento Europeo ha dado el paso final para desmantelar el monopolio relativo a la entrega de artículos postales cuyo peso no sobrepasa los 50 gramos. Lo cierto es que el cambio en el sector postal no puede implementarse de la noche a la mañana. Por este motivo, el Parlamento Europeo ha redactado la directiva sobre la liberalización de los servicios postales de manera intuitiva y responsable, con el fin de no poner en peligro estos servicios en cualquier parte de la Unión Europea.
Gracias a las enmiendas presentadas por los eurodiputados de los nuevos Estados miembros, será posible, sujeto a condiciones concretas, que los nuevos doce Estados miembros de la UE y los Estados con un gran número de islas continúen eximiendo estos servicios y sus proveedores hasta el 31 de diciembre de 2012, hasta el punto que sea necesario para conservar un servicio universal. El Parlamento Europeo no ignoró a las personas discapacitadas en su informe. La enmienda 47 instruye a los Estados miembros a que garanticen la provisión de servicios postales gratis para las personas ciegas o visualmente impedidas.
Czesław Adam Siekierski (PPE-DE). – (PL) Señor Presidente, hemos adoptado el informe del señor Ferber sobre la aplicación plena del mercado interior de servicios postales. Creo que todos los ciudadanos de la Unión Europea deben tener libertad para escoger los servicios que pueden utilizar para enviar una carta, una postal o un paquete.
La apertura del mercado proporcionará beneficios a los consumidores y a los usuarios de los servicios postales, y para el sector postal, concretamente en los nuevos Estados miembros, significará una reestructuración adicional, un recorte de gastos, innovación, la introducción de nuevos servicios, incluidos los servicios electrónicos, y la capacidad de competir y de mantenerse a flote en el mercado postal.
Esperemos que la apertura del mercado de servicios postales ocasione un incremento del nivel de servicios ofrecidos, así como una mayor atención al cliente. Un mayor número de operadores en el mercado postal supone una mayor competencia, unos precios más bajos y una mayor selección de servicios.
Saïd el Khadraoui (PSE). – (NL) Señor Presidente, junto con los socialistas flamencos, hemos votado a favor de todas las enmiendas, incluidas las enmiendas de compromiso, que representan progreso si las comparamos con la propuesta original de la Comisión.
No obstante, al final decidimos rechazar la propuesta con el fin de enviar un mensaje contundente de preocupación continua. En realidad, los Estados miembros recibieron muchos deberes para garantizar que la liberalización se lograría con éxito. Tendrán que garantizar la aplicación de sus leyes sociales a todos los operadores, y que para 2010 puedan demostrar cómo financiarán la provisión universal de servicios en un mercado competitivo. Tal y como lo vemos nosotros, habría sido preferible esperar antes de tomar una decisión final.
Kader Arif (PSE), por escrito. – (FR) La nueva directiva postal contra la que he votado es un caso de libro cuando se trata de estudiar la tenacidad ideológica de la Comisión. Eliminar la zona reservada para el correo cuyo peso no sobrepasa los 50 gramos equivale a firmar la orden de ejecución del servicio postal público.
La Comisión y ciertos diputados de este Parlamento quieren hacernos creer que el «servicio postal universal» queda salvaguardado por esta directiva. Al rechazar la zona reservada como método de financiación, nos enfrentamos a una ecuación imposible: los Estados miembros –cuyos presupuestos ya son limitados– deberían financiar el servicio universal. No hay motivos económicos ni racionales por los que la «zona reservada» debería excluirse de los posibles métodos de financiación, excepto para minar el servicio postal universal.
La inseguridad laboral, la reducción del número de oficinas de correos, el incremento en las tarifas para el correo personal, el fin de la normalización de las tarifas, y por tanto de la igualdad de acceso al servicio postal; eso es lo que se acaba de votar. Sigo convencido de que los servicios públicos pueden funcionar en una red que se extienda por toda la Unión Europea. Esto es posible y deseable si queremos crear una verdadera Comunidad Europea.
Esta directiva nos hace renunciar a la propia función de la política: la de regular y gestionar la actividad económica y el mercado a fin de lograr objetivos relacionados con la gestión de los terrenos, la solidaridad, el desarrollo, etc.
Jean-Pierre Audy (PPE-DE), por escrito. – (FR) He votado a favor del excelente informe del señor Ferber relativo a la plena realización del mercado interior de servicios postales. En primer lugar, celebro que la apertura gradual y controlada del mercado se esté realizando de acuerdo con la Resolución del Consejo Europeo de 1994, a la vez que se garantiza la sostenibilidad del servicio postal universal. Existe un compromiso político bueno y equilibrado entre el Grupo del Partido Popular Europeo (Demócrata-Cristianos) y de los Demócratas Europeos, el Grupo Socialista en el Parlamento Europeo y el Grupo de la Alianza de los Demócratas y Liberales por Europa. La fecha de 31 de diciembre de 2010 propuesta por el Parlamento es más realista que la del 1 de enero de 2009 propuesta por la Comisión.
He votado a favor de varias enmiendas destinadas a garantizar que la financiación del servicio universal esté controlada en todo momento en un mercado postal completamente liberalizado y, en relación con la definición de este servicio universal, que debe garantizar la recogida y la entrega en los hogares o instalaciones de toda persona natural o jurídica, todos los días laborables, inclusive en zonas aisladas o poco pobladas. Además, los Estados Miembros deberían garantizar que se establezca un número adecuado de puntos de acceso en las zonas rurales y poco pobladas.
Bernadette Bourzai (PSE), por escrito. – (FR) He votado contra el proyecto de Directiva Postal porque las enmiendas presentadas por el Parlamento sobre la propuesta de la Comisión, a favor de la total liberalización del sector postal el 1 de enero de 2009, y en concreto el aplazamiento de dos años, me parecen poco satisfactorias.
Paradójicamente, esta nueva fase de liberalización va a ocasionar un gasto público adicional porque al mismo tiempo la Comisión está obligando a los Estados miembros a elegir un método para financiar las obligaciones universales del servicio.
En realidad, las tres opciones de financiación propuestas ya se han probado en algunos Estados miembros y han ocasionado disputas importantes. Además, la idea de mantener la zona reservada (o el monopolio residual para el correo cuyo peso no sobrepasa los 50 gramos) no se ha adoptado, a pesar de que la zona reservada representa una de las opciones de financiación más eficaces y transparentes. El mantenimiento de la zona reservada es una opción política que cuenta con mi apoyo pero que la Comisión, al igual que la mayoría de eurodiputados hoy, rechaza.
No creo que los objetivos de la Comisión de mejorar el servicio –la calidad, el precio y la elección– y de liberar el potencial de crecimiento del sector puedan lograrse de este modo. Al contrario; me temo lo peor cuando se trata del futuro de las zonas rurales, las regiones montañosas y las islas.
Françoise Castex (PSE), por escrito. – (FR) He votado en contra de la liberalización de los servicios postales. Además, he apoyado la petición de rechazar esta directiva por razones de que las motivaciones para esta propuesta son contradictorias e inalcanzables en cuanto a la garantía de la universalidad del servicio, cuyos métodos de financiación no garantizan el derecho de todos los ciudadanos europeos a que se recoja y se reparta su correo diariamente.
Es más, creo que, en principio, establecer una fecha límite para la expiración de la directiva 97/67 no está en línea con los resultados de la consulta de los actores sociales implicados y de los Estados miembros. Han indicado la necesidad de mantener las garantías del servicio universal de manera uniforme, proporcional y justa.
Por lo que a mí respecta, esta propuesta no ofrece garantías a la hora de tratar en serio los aspectos sociales de esta liberalización, a fin de prevenir la competencia en el mercado laboral y el dumping social.
Charlotte Cederschiöld, Christofer Fjellner, Gunnar Hökmark y Anna Ibrisagic (PPE-DE), por escrito. (SV) En la votación final del informe Ferber sobre la liberalización de los servicios postales, hemos optado por apoyar el compromiso adoptado.
Así apoyamos el modo más rápido posible de lograr la liberalización total de los servicios postales en Europa. Al mismo tiempo, lamentamos que exista una oposición contundente para el logro de los objetivos anteriores de alcanzar la liberalización antes de 2009. La decisión de hoy es un paso en la dirección adecuada, aunque esperábamos haber logrado desregular los servicios postales durante el periodo de diez años establecido para utilizar el proceso de Lisboa para hacer de la Unión Europea la economía más competitiva del mundo.
Robert Goebbels (PSE), por escrito. – (FR) La abolición del monopolio final postal no era en modo alguno necesaria para garantizar un mercado interior que beneficiara a los consumidores. La Comisión redactó dichas propuestas basándose en motivos puramente ideológicos, a instancia de países como Reino Unido, Países Bajos y los países escandinavos, es decir, los campeones del mercado libre desenfrenado. No es ninguna coincidencia que los mismos países se opongan a una integración más política de Europa. Incluso en los Estados Unidos, el US Postal Service (Servicio Postal de los Estados Unidos) mantiene la distribución final en el sistema público por razones obvias de protección de empleo. Aunque el Parlamento Europeo ha proporcionado a algunos países, incluido el mío, cierto respiro, esta liberalización no beneficiará al ciudadano común.
Bruno Gollnisch (ITS), por escrito. – (FR) El informe del señor Ferber sobre la liberalización del sector postal no soluciona ninguno de los problemas que plantea el texto de la Comisión: la financiación de las obligaciones universales del servicio –sobre todo las que no se mencionan en la directiva y que existen de manera especial en Francia, como la distribución de periódicos con gastos reducidos, la gestión del terreno, la entrega seis días de cada siete, los servicios bancarios para todos– el cuestionamiento implícito de la tarifa única y de las tarifas normalizadas mediante la obligación de reflejar costes, la implicación (práctica o financiera) de los operadores privados en términos de cumplir con las obligaciones públicas del servicio, etc.
Basado como está en un estudio incompleto, que se equivoca en ciertos puntos y que deja de mencionar los resultados reales de 10 años de servicios postales parcialmente liberalizados, este texto solo puede ser perjudicial, y el compromiso frágil. Es una fuente de inseguridad jurídica y amenaza social. Como resultado, el verdadero objetivo de la Comisión aparece más claro que el agua. Como suele ocurrir en este tipo de cuestiones, no se trata tanto de hacer más eficaces y menos costosos los servicios proporcionados al público y a las autoridades como de romper los monopolios públicos y permitir que los operadores privados –preferiblemente las multinacionales– se queden con los mercados rentables.
Hélène Goudin (IND/DEM), por escrito. (SV) Generalmente soy escéptico con respecto a las consecuencias que ha tenido la desregulación de los servicios postales para el consumidor medio, especialmente en distritos escasamente poblados.
He votado a favor de todos los proyectos de enmienda del Parlamento Europeo. No obstante, también he apoyado importantes enmiendas que establecen, por ejemplo, que el correo debe recogerse y distribuirse a todas las residencias o locales de las personas físicas o jurídicas todos los días entre semana, y que en un mercado desregulado expuesto a la competencia, debe existir la obligación de poner servicios gratuitos a disposición de los invidentes y los impedidos visualmente. También he votado a favor de una serie de propuestas que conceden a los Estados miembros una mayor libertad para elegir el modo de conseguir un equilibrio entre la desregulación de los servicios y el mercado postal que beneficie a la totalidad de la sociedad.
Pedro Guerreiro (GUE/NGL), por escrito. (PT) Una vez más, la mayoría del Parlamento anima a la total liberalización de un servicio público, en este caso, los servicios postales, poniendo así en peligro los derechos e intereses de las personas y de los trabajadores de dicho sector.
Lamentamos mucho la no adopción de nuestra propuesta para rechazar esta iniciativa de la Comisión, que pretende completar la liberalización de los servicios postales a través de la Unión Europea y fomentar la competencia en este mercado interior supranacional.
También lamentamos el rechazo de las enmiendas en las que hemos argumentado que los Estados miembros deben retener los derechos exclusivos en una zona reservada y garantizar los derechos sociales y laborales del sector, incluida la adherencia a las condiciones de empleo y los sistemas de seguridad social establecidos por ley o por acuerdos colectivos.
Aunque se han mejorado ciertos aspectos en comparación con la propuesta original de la Comisión, el informe confirma la liberalización total del servicio postal, aplazándola únicamente hasta el 31 de diciembre de 2010, logrando así el objetivo expuesto originalmente por la primera directiva de 1997, que es el desmantelamiento de un sector público rentable –el sector postal– y su posterior traspaso a intereses privados.
Este aspecto, en crudo relieve, es política de la Unión Europea, a la que los trabajadores y los ciudadanos de los distintos Estados miembros de la Unión Europea deben responder de manera apropiada.
Marian Harkin (ALDE), por escrito. (EN) Apoyo totalmente la enmienda 63, que garantiza el establecimiento de puntos de acceso y contacto suficientes para responder a las necesidades de los usuarios de zonas rurales y poco pobladas. Es apropiado que los Estados miembros determinen el número mínimo de puntos de acceso y contacto para poder garantizar el servicio universal. La cohesión económica y social es uno de los objetivos de la política de la Unión Europea y esta enmienda contribuirá a garantizar este objetivo concreto. Es crucial que al abrir el mercado de los servicios postales mantengamos un servicio suficiente para todos los usuarios.
Stanisław Jałowiecki (PPE-DE), por escrito. – (PL) Lamentablemente, no puedo apoyar el informe del señor Ferber. A veces ocurre que en una propuesta totalmente decente de la Comisión Europea, tras el trabajo de la Comisión Parlamentaria, hay cosas que uno no puede aceptar. Este es uno de esos casos.
En primer lugar, las enmiendas votadas en la Comisión de Transporte y Turismo no representan esencialmente ningún tipo de compromiso. Se trata de una victoria decisiva para los monopolios estatales que se resisten al cambio. Pueden estar seguros de que los años adicionales que se les permiten no producirán las reformas necesarias, y que dentro de algunos años tendremos de nuevo manifestaciones fuera del Parlamento.
En segundo lugar, me preocupa el hecho de que los argumentos de los representantes de los «antiguos» Estados miembros sigan infiriendo que los «nuevos» Estados miembros no están listos para la liberalización. Esos «defensores» de las oficinas de correos polacas, húngaras o checas realmente defienden los intereses de las industrias de los monopolios franceses, belgas o luxemburgueses. Eso no es jugar limpio.
Y por último las fechas, estableciendo el 31 de diciembre del año anterior en lugar del 1 de enero del año siguiente. Se trata de una táctica de marketing, del mismo modo que es más fácil vender algo que cuesta 9,99 euros en lugar de 10. ¿A esto hemos quedado reducidos por ganarnos la confianza pública en nuestra política?
Gracias por su atención.
Fernand le Rachinel (ITS), por escrito. – (FR) En Francia, La Poste no es una compañía normal; es una empresa estatal dirigida por sindicalistas revolucionarios. Se trata de un servicio público que está bajo el puño de intereses corporativistas del sector privado.
¿Por qué esforzarse por proteger el servicio público proporcionado por La Poste cuando en realidad no lo es? El cliente no tiene nada que decir y los sindicatos afirman que actúan en su interés. El jefe (el Estado) y los accionistas (todos los ciudadanos de Francia) están petrificados por la idea de que el sistema se encuentre mantenido por ciertos trabajadores representados por sindicatos omnipotentes y totalitarios.
Ninguna de las fuerzas de oposición está tomando medidas para equilibrar los derechos y poderes que estos trabajadores se han concedido a sí mismos, y son los intereses generales los que están siendo objeto de desprecio.
¿Debe liberalizarse La Poste? ¿Debe perjudicarse este sistema totalmente corrupto, diseñado no para satisfacer a los consumidores, sino simplemente para convertirse en parte del sector privado, demostrando los llamados beneficios «adquiridos» y exigiendo que dichos beneficios se mantengan?
La respuesta es, categóricamente, sí, y rápido. Ahora La Poste debe realizar grandes esfuerzos para compensar sus obstáculos principales, que son: sus enormes gastos salariales, su carga de pensiones y su compleja, engorrosa, costosa y deficiente organización.
Jörg Leichtfried (PSE), por escrito. (DE) Voy a votar a favor del compromiso conjunto sobre la competencia plena con respecto a los servicios postales de la Unión Europea el 1 de enero de 2011.
No obstante, debo decir que lo hago únicamente porque de otro modo la equivocada legislación habría ocasionado una liberalización plena en 2009, de acuerdo con los deseos de la Comisión.
Es vital que la directiva garantice la plena cobertura del servicio. Esto significa que todos los usuarios deben tener acceso a unos servicios mínimos de calidad a unos precios asequibles. El llamado servicio universal también tiene que garantizar una recogida o entrega todos los días laborables, incluso en zonas alejadas o escasamente pobladas. Los Estados miembros deben establecer y aplicar sanciones apropiadas para los proveedores de servicios que no cumplan con este requisito.
También cabe subrayar que todas las disposiciones de las directivas sobre las condiciones de trabajo y sobre la distribución del tiempo de trabajo, las vacaciones para los trabajadores jóvenes, los salarios mínimos y la salud, la seguridad y la higiene en el lugar de trabajo todavía se siguen aplicando. La directiva tampoco afecta a la relación entre los interlocutores sociales (como el derecho a convenios colectivos, el derecho a la huelga y a la adopción de medidas de protesta).
Por último, quiero explicar que voy a votar a favor de la ampliación del plazo para los llamados nuevos Estados miembros de la Unión Europea en dos años porque creo que vivimos en una Europa única, no en una Europa dividida.
Marie-Noëlle Lienemann (PSE), por escrito. – (FR) No puedo aceptar esta desregulación o eliminación de la «zona reservada» de los Estados miembros para las misiones postales.
Esta apertura general a la competencia perjudica a la tarifa única, a la igualdad de trato para las regiones y a la presencia de los servicios postales en los sectores en desventaja. Incluso en los Estados Unidos, la competencia no es obligatoria para el correo ordinario –cuyo peso no sobrepase los 50 gramos–, que es distribuido por una agencia federal.
Sin duda, los métodos para financiar la compensación del servicio universal, reducido como lo está a su mínima expresión, no garantizarán de ningún modo el servicio público, y ampliar el plazo de aplicación de esta liberalización en realidad no resuelve nada.
El Consejo de Ministros Europeos acaba de decidir la creación de un «protocolo sobre servicios públicos en apoyo del Tratado».
Sería bastante normal suspender cualquier apertura a la competencia de estos servicios.
Dimitrios Papadimoulis (GUE/NGL), por escrito. – (EL) He votado en contra del informe Ferber porque refuerza el enfoque dogmático neoliberal del vital sector de interés público de los servicios postales. La Comisión Europea ha insistido de manera intransigente en sus propuestas iniciales, a pesar de las críticas reacciones de diez proveedores tradicionales de servicios universales, incluidas las Oficinas de Correo Helénicas, las peticiones de miles de ciudadanos y las advertencias de la Confederación Europea de Sindicatos y la Federación de Trabajadores Postales. Al mismo tiempo, no han concluido los estudios necesarios sobre el impacto de la liberalización del mercado sobre los 27 Estados miembros.
Con la precipitada apertura del mercado y, a efectos prácticos, la abolición del «principio del servicio universal», es predecible que se pierdan miles de puestos de trabajo, y que al mismo tiempo se restrinja el acceso de los ciudadanos a unos servicios postales de calidad baratos. Las consecuencias serán todavía más graves para los residentes de las zonas montañosas o islas inaccesibles o alejadas, que no serán rentables para las compañías.
El aplazamiento de la entrada en vigor de la nueva directiva solo tiene una importancia mínima, porque simplemente retrasa las consecuencias negativas dos años.
Además, la experiencia hasta la fecha en los países en los que ya se ha liberalizado totalmente el mercado ha sido de todo menos positiva.
La demanda de la liberalización de los servicios postales «porque sí» probablemente esté creando más problemas que soluciones.
Luís Queiró (PPE-DE), por escrito. (PT) Una Europa que pueda proporcionar soluciones a los problemas cotidianos de sus ciudadanos debe armarse únicamente de los mejores documentos y ejemplos. Por lo tanto, con respecto a la legislación sobre la conclusión del mercado de servicios postales, no vemos ningún motivo para destruir sistemas que han funcionado de manera eficaz, con una base económica sólida, junto con el beneficioso desarrollo del mercado y las garantías de mantenimiento del servicio universal.
Aunque en principio no me opongo a la liberalización de los servicios postales, considero que este es el foro apropiado para reiterar mi opinión de que no existe argumento económico o racional alguno para aparcar la «zona reservada» de posibles modos de financiar los servicios postales generales. La financiación a través de la zona reservada es transparente y neutral, no conlleva ayuda estatal, implica unos gastos de gestión reducidos, así como pocas disputas, y cuenta con la validación de la teoría económica.
Pueden encontrarse pruebas de esto en Portugal, donde todos los servicios están liberalizados o preparados para la liberalización, pero eso no perjudica la financiación de los servicios públicos universales a partir de los recursos de la zona reservada. No podemos ignorar la importancia de la zona reservada para la cohesión territorial y social y para la prevención de la desertificación en las zonas más remotas e inaccesibles.
Frédérique Ries (ALDE), por escrito. – (FR) Al igual que la gran mayoría de mis colegas diputados, he votado a favor del informe Ferber, es decir, a favor de la liberalización plena y controlada de los servicios postales el 1 de enero de 2011.
De hecho, el compromiso aprobado hoy responde a dos dinámicas que me parecen satisfactorias, como liberal que soy: la de una economía de mercado abierta que es incompatible con los monopolios construidos de facto y de jure, y la de los intereses concretos de los consumidores, que deben beneficiarse de una competencia genuina y justa, principalmente en cuanto a precios, pero también en otros aspectos.
Porque hay otro elemento importante: la dimensión humana. Acojo con satisfacción el hecho de que, este mediodía, la votación haya tenido en cuenta la dimensión humana mediante la introducción de una cláusula de reglamento social, la reafirmación del papel crucial desempeñado por los servicios postales en cuanto a cohesión social y territorial y el hecho de que se haya dejado la última palabra en manos de los Estados miembros en lo que respecta a la financiación del servicio universal.
Hay numerosas señales positivas que deben tranquilizar a los trabajadores europeos de las oficinas de correos, y que también logran disipar la confusión hábilmente mantenida por ciertos diputados de la izquierda: la liberalización de un sector no significa su privatización; esta directiva europea no implica el cierre de las oficinas de correos.
Martine Roure (PSE), por escrito. – (FR) El objetivo de esta propuesta de la Comisión es la apertura plena a la competencia de los mercados de los servicios postales de la Unión Europea para 2009, de acuerdo con el plazo especificado en la actual Directiva Postal. En este contexto, la Comisión Europea ha presentado un texto diseñado para garantizar la financiación del servicio universal poniendo fin a la «zona reservada» y sustituyéndola con nuevas herramientas de financiación.
Estoy en contra de la liberalización total de los servicios postales. Sin duda, las oficinas de correos cumplen con una misión pública que debemos mantener. Por ese motivo he co-presentado y he votado a favor de una enmienda que solicite la reintroducción de la «zona reservada» como uno de los métodos de financiación de los servicios universales. De hecho, actualmente, ningún motivo económico justifica la abolición de la «zona reservada». Este método de financiación, que de momento funciona muy bien, debe ser una de las opciones que se ofrezcan a los Estados miembros.
En vista del hecho de que esta opción no ha sido acogida en la sesión plenaria del Parlamento Europeo, he votado en contra del texto final para dejar patente mi oposición a esta liberalización sin justificación.
Peter Skinner (PSE), por escrito. (EN) Puedo apoyar el enfoque general surgido de los compromisos logrados por los colegas del PSE y otros de la Cámara. En particular, me parece interesante que haya garantías sobre la prestación de servicio universal y su financiación. Para medir el impacto que tendrá esto en nuestras comunidades, es vital que se aborden directamente dos aspectos. En primer lugar, que se mantengan las condiciones de trabajo, y, en segundo lugar, que se abastezcan tan satisfactoriamente como hasta ahora las zonas rurales y periféricas. Estos son algunos de los desafíos que deben tenerse en cuenta para tomar en serio el informe como algo que beneficia a todos los ciudadanos europeos.
Bart Staes (Verts/ALE), por escrito. (NL) El informe Ferber es otro informe sobre la liberalización de los servicios universales que está ignorando la enorme oportunidad de garantizar, además del ideal de libertad, el principio de igualdad en una Europa social.
No hay nada que objetar con respecto a que los servicios postales compitan entre ellos, pero está por ver si la calidad mejorará y los precios se reducirán como consecuencia de esta competencia. Tal y como yo lo veo, es irresponsable que la nueva directiva no ofrezca garantías claras con respecto a la calidad de la llamada «zona reservada», que la financiación de dicho servicio siga siendo ambigua y que los acuerdos sociales incluidos en los convenios de trabajo colectivos no tengan que ser respetados obligatoriamente. Cuando el mercado se abra plenamente en 2009, no se sabe si las zonas más alejadas recibirán el mismo nivel de servicio al mismo precio, en comparación con las zonas que cuenten con una población densa. La capacidad de enviar y recibir cartas a precios razonables es un derecho fundamental.
Además, los proveedores de servicios postales harán todo lo posible por minimizar los gastos a fin de competir entre ellos. Los puestos de trabajo permanentes se verán sustituidos por trabajos inseguros, a tiempo parcial. Los carteros recibirán un sueldo insuficiente, muchos serán despedidos, un número todavía mayor de oficinas de correos correrá el riesgo de desaparecer y pronto tendremos buzones azules, amarillos y verdes, además de los rojos. No apoyo el informe.
Konrad Szymański (UEN), por escrito. – (PL) La burocracia que se enfrenta a que las compañías desplacen a los trabajadores dentro del mercado europeo no es sino una forma moderna de proteccionismo, dirigida principalmente a los nuevos Estados miembros, como demuestran los ejemplos de los casos Vaxholm y Viking Line.
Esta resolución únicamente refuerza esta tendencia, que amenaza los principios de un mercado común, de la competencia y de la igualdad de derechos. Por ese motivo he votado en contra de esta opinión.
Marc Tarabella (PSE), por escrito. – (FR) La votación sobre la liberalización de los servicios postales que se ha celebrado hoy es fruto de un compromiso entre el Grupo del Partido Popular Europeo (Demócrata-Cristianos) y Demócratas Europeos y el Grupo Socialista del Parlamento Europeo. No obstante, este compromiso implica claramente la liberalización definitiva del último sector de actividad postal gestionado por las autoridades públicas, sin garantía alguna con respecto a la financiación de los servicios universales y la continuidad del empleo del 1,6 millón de trabajadores de oficinas de correo de Europa. Como miembro del Grupo del PSE y como ponente alternativo de la Comisión de Mercado Interior y Protección del Consumidor, solo puedo votar en contra de esta luz verde a la liberalización, a pesar de la mejora realizada con respecto a la propuesta inicial de la Comisión.
Georgios Toussas (GUE/NGL), por escrito. – (EL) La decisión de hoy del Parlamento Europeo sobre la liberalización de los servicios postales por parte de los eurodiputados del Grupo del Partido Popular Europeo (Demócrata-Cristianos) y Demócratas Europeos, los demócrata-sociales, los liberales y otras fuerzas políticas es un duro golpe para los trabajadores del sector y también en general.
La propuesta prepara el camino para la transferencia de infraestructuras y del sector público de los servicios postales en su conjunto a grupos empresariales para que incrementen sus beneficios.
El argumento sobre la reducción de los precios como consecuencia de la competencia es un mito, porque con los acuerdos propuestos para abolir la uniformidad de precios y las condiciones en las que se va a mantener el servicio postal universal, sufriremos incrementos de precios y el deterioro de los servicios postales proporcionados.
Los derechos laborales y sociales de los trabajadores se colocarán en un lecho de Procrustes, con la extensión de formas flexibles de empleo, el golpe asestado a los convenios colectivos, etc.
Hay dudas sobre la confidencialidad de las comunicaciones, que están garantizadas constitucionalmente, puesto que la correspondencia se desplazará por parte de los individuos privados, sin garantías y con facilidades mínimas para comprobar si se están garantizando la confidencialidad de la correspondencia y la protección de los datos personales.
Los servicios postales son un bien social.
El Partido Comunista Griego ha votado contra la propuesta sobre la liberalización de los servicios postales.
Bernadette Vergnaud (PSE), por escrito. – (FR) Mediante la abolición de la «zona reservada», que posibilitó la financiación del servicio universal –esa garantía de servicio público de calidad para todos– y mediante la creación de disonancias entre los métodos de financiación sobre los que cada Estado miembro decidirá, la liberalización plena de los servicios postales tendrá como consecuencia la pérdida de solidaridad entre las regiones urbanas y rurales, el enriquecimiento de los accionistas y un incremento de la deuda pública de las autoridades locales. Por lo tanto, he votado a favor de la enmienda dirigida a la reintroducción de la zona reservada, que satisface a más del 70 % de los europeos. Como miembro del Grupo Socialista de la Unión Europea, estoy a favor de una Europa «postal» que cuente con servicios públicos modernos, pero no a expensas de la pérdida de empleos y de la solidaridad humana y regional.
Lo paradójico de esta propuesta es que, sin una nueva directiva, la liberalización entrará en vigor el 1 de enero de 2009. Una enmienda que rechaza el texto propuesto por el Grupo Confederal de la Izquierda Unitaria Europea/Izquierda Verde Nórdica hace que esta liberalización entre en vigor el 1 de enero de 2009 porque en este momento se aplica la directiva de 2002, y solo esa, motivo por el cual no he apoyado esta enmienda. No obstante, he votado a favor de la enmienda que rechaza el texto que, además, eliminaba la fecha del 1 de enero de 2009. Obviamente, he votado en contra del texto final.
Dominique Vlasto (PPE-DE), por escrito. – (FR) Quería votar a favor del compromiso redactado por el señor Ferber porque mejora ciertos puntos de la propuesta inicial de la Comisión Europea.
Concede a las oficinas de correos de Europa un tiempo adicional durante el cual pueden prepararse para abrirse a la competencia, un evento que se ha retrasado hasta el 1 de enero de 2011 en lugar de 2009, como planeó inicialmente la Comisión.
También he apoyado el compromiso porque protegerá las condiciones en las que trabajan los empleados de las oficinas de correos. La liberalización del mercado no puede tener lugar a expensas de los trabajadores, aunque la liberalización beneficie a los consumidores.
Nuestro voto también proporciona garantías con respecto a la cohesión territorial. De hecho, se garantiza a todos los usuarios que su correo será recogido y distribuido en toda la Unión Europea al menos cinco días a la semana.
No obstante, todavía queda una dificultad importante, que será la cuestión que se trate en segunda lectura. Me refiero a la financiación de los servicios universales. Necesitamos disponer de mecanismos de financiación que sean legalmente seguros y permanentes. Se trata de un requisito previo esencial para los operadores económicos del sector, un requisito previo sin el cual no podré comprometerme con la liberalización plena del sector.
Colm Burke, Avril Doyle, Jim Higgins, Mairead McGuinness y Gay Mitchell (PPE-DE), por escrito. (EN) Hemos votado en contra de las enmiendas 58 (artículo 14bis (nuevo)), 59 (artículo 15 (nuevo)) y 61 (apartado 2bis (nuevo)).
Creemos necesario examinar los aspectos sociales del empleo en el transporte aéreo, lo cual debería llevarse a cabo siguiendo los principios de «legislar mejor», incluyendo la debida investigación y las consultas apropiadas. La Comisión Europea ha emprendido este estudio. Por tanto, conviene esperar a las conclusiones de dicho estudio para ver qué medidas, en su caso, considera la Comisión que son necesarias a escala comunitaria.
Christine De Veyrac (PPE-DE), por escrito. – (FR) Este informe es importante porque actualiza la ley del mercado único en materia de transporte aéreo, y lo hace concretamente con el propósito de garantizar la aplicación uniforme de la legislación comunitaria en todos los Estados miembros y de crear una igualdad de condiciones para todas las líneas aéreas.
Me complace especialmente que las enmiendas 35 y 61, que recibieron mi voto a favor, hayan sido apoyadas por una gran mayoría. La primera enmienda exige que se aclaren las disposiciones relativas a la legislación aplicable a los trabajadores que están contratados en un país distinto al de la línea aérea para la que trabajan.
La segunda enmienda exige que la Comisión presente una legislación clara en este ámbito.
De hecho, creo que es importante que, en el contexto actual en el que el transporte aéreo está en continuo desarrollo y las líneas aéreas están abriendo instalaciones en distintos países de la Unión Europea, se establezca de manera clara la legislación aplicable a los empleados de estas instalaciones.
Pedro Guerreiro (GUE/NGL), por escrito. (PT) Lamentamos el rechazo de nuestras enmiendas, que:
- subrayaban «que la desregulación ha tenido un impacto negativo sobre la calidad del empleo y las condiciones de trabajo, y que deberían evaluarse sus verdaderos efectos sobre cuestiones de seguridad y sobre el mantenimiento de una flota de calidad»;
- garantizan el respeto de los derechos de los trabajadores y de los convenios colectivos:
«Los contratos y las condiciones laborales de las tripulaciones aéreas se regirán por la legislación, los convenios colectivos y todos los derechos relacionados del país en el que el trabajador realice normalmente sus funciones y al que vuelva al concluir su actividad, aunque el trabajador en cuestión esté desplazado temporalmente en otro país»;
«Los Estados miembros garantizarán la correcta aplicación de la legislación comunitaria y nacional y de los acuerdos colectivos en cuanto a los empleados de una línea aérea comunitaria que realice servicios de transporte aéreo desde una base operativa situada fuera del territorio del Estado miembro en el que dicha línea aérea comunitaria tenga su sede principal»;
Otra de nuestras enmiendas garantizaba la implicación de organizaciones de representación de trabajadores en decisiones relativas al sector del transporte aéreo.
Jörg Leichtfried (PSE), por escrito. (DE) Voy a votar a favor de una mayor transparencia de los billetes de avión.
Hasta ahora, los precios de los vuelos se han publicado en su mayoría sin ningún tipo de información sobre los distintos factores de coste. En el futuro, los pasajeros deben recibir información sobre el verdadero precio del billete y todos los gastos adicionales como impuestos, impuestos de aeropuertos y tasas de reserva cuando realicen la misma, ya sea en línea o en una agencia de viaje. Se trata de una medida importante para impedir que se tiente a los consumidores mediante anuncios engañosos e información confusa sobre precios para que adquieran billetes aparentemente baratos cuyo precio se ve incrementado posteriormente.
Los consumidores deben estar informados sobre el nivel exacto y el uso previsto de la información de seguridad. Los impuestos y tasas de seguridad deben ser transparentes y únicamente pueden utilizarse para cubrir gastos incurridos por los aeropuertos y durante el vuelo.
David Martin (PSE), por escrito. (EN) He votado a favor de este informe, que aborda la publicidad y la información engañosas dirigidas a los pasajeros. En particular, celebro el hecho de que ahora deban publicarse todas las tarifas aéreas con impuestos, tasas y cánones incluidos, añadidos al precio del billete y dados a conocer en el momento de la publicación de la tarifa aérea. Creo que ese informe mejorará mucho los derechos del consumidor.
Marianne Thyssen (PPE-DE), por escrito. (NL) Señor Presidente, Señorías, al ver los anuncios de los billetes de avión, uno tiene la impresión de que es posible volar por Europa por apenas un puñado de euros. El momento de la desilusión llega cuando viene la hora del pago. De repente, se añaden todo tipo de gastos adicionales al precio del billete en forma de aranceles, sobrecargos e impuestos. Actualmente el Parlamento está comprobando estas perversas prácticas. Se trata de un avance satisfactorio, por lo que el informe de la Comisión de Transporte y Turismo cuenta con mi apoyo incondicional. El consumidor de servicios aéreos tiene derecho a un precio justo y transparente sin ningún tipo de sorpresas perjudiciales. Tras la introducción de derechos de protección adicionales para los pasajeros en caso de overbooking, cancelación o retraso de sus vuelos, el Parlamento Europeo de nuevo ha tomado las riendas en la protección de los pasajeros de las líneas aéreas. Lo que es importante es que los Estados miembros cuenten con sanciones eficaces con rapidez en caso de que no se cumplan las nuevas disposiciones. La confianza es buena, pero el control es mejor.
Silvia-Adriana Ţicău (PSE), în scris. Am votat pentru raportul DeGutis privind „Regulile comune în domeniul aviaţiei civile” deoarece textul asigură reprezentarea tuturor punctelor de vedere exprimate. Consider pozitiv faptul că va fi asigurată nediscriminarea bazată pe locul de rezidenţă a operatorului de turism sau a pasagerului, deşi regret că nu s-a aprobat nediscriminarea pe baza canalelor de distribuţie. Astăzi, este posibil ca un bilet de avion Bucureşti-Bruxelles pentru acelaşi zbor operat de aceeaşi companie aeriană să coste diferit dacă biletul este cumpărat la Bucureşti, faţă de preţul biletului cumpărat la Bruxelles.
De asemenea, un pas important este protecţia ce va fi asigurată pasagerilor, prin noul text, în caz de faliment al operatorului aerian, situaţie care devine din ce în ce mai posibilă într-o epocă a operatorilor mici.
În altă ordine de idei, din păcate, chiar dacă există reguli privind protecţia pasagerilor în situaţii de întârzieri sau chiar anulări de zboruri, aceştia nu îşi cunosc drepturile şi implicit nu şi le pot apăra. Noi, deputaţii europeni, reprezentăm cetăţenii Europei şi iată că prin acest regulament se asigură condiţii mai bune pentru pasagerii ce utilizează transportul aerian. Avem datoria să ne asigurăm că pasagerii îşi cunosc drepturile şi implicit şi le pot apăra.
Jean-Pierre Audy (PPE-DE), por escrito. – (FR) He votado a favor del informe de propia iniciativa de la señora van den Burg en respuesta al Libro Blanco de la Comisión sobre la política de los servicios financieros 2005-2010. Me complace que este informe felicite a la Comisión por sus prioridades de consolidación del mercado financiero europeo, supresión de los obstáculos a la libre circulación de capitales y mejora del control de los servicios financieros. Los riesgos de concentración, la atención a los nuevos instrumentos financieros alternativos, el acceso a la financiación, concretamente a los microcréditos, el análisis de los riesgos sistémicos de una crisis financiera grave, etc. son áreas en las que los ciudadanos esperan una mejor seguridad, a través de la regulación y el control de estas actividades. La inadecuada cultura financiera de los ciudadanos también es motivo de preocupación.
Quisiera felicitar a mi colega, el señor Gauzès, ponente de opinión de la Comisión de Asuntos Jurídicos, por su trabajo. Tiene razón al subrayar la importancia de las evaluaciones de impacto para la legislación europea completamente nueva, o para las enmiendas legislativas significativas, realizadas de forma insatisfactoria por la Comisión.
Ilda Figueiredo (GUE/NGL), por escrito. (PT) Las dos tendencias principales de los mercados financieros han sido la concentración de los mayores operadores financieros y el crecimiento exponencial de las llamadas «actividades alternativas de inversión», o dicho de otro modo, los mercados derivativos y de fondos de cobertura.
Actualmente, casi treinta interlocutores internacionales importantes controlan todos los negocios y dominan el mercado en todo el mundo. La concentración de operaciones financieras en el ámbito nacional continúa rápidamente, con el dominio de los mercados periféricos y de pequeña escala por parte de grandes operadores extranjeros, en los nuevos Estados miembros y en los países meridionales como Portugal.
La utilización de instrumentos financieros encaminados a la mera especulación, que concentran grandes sumas de dinero, como por ejemplo los paraísos fiscales, la desregulación de los mercados principales y el ulterior desorden legal de las transacciones de capital del mundo implican riesgos sistémicos y operativos que ocasionan crisis económicas y financieras.
Los únicos beneficiarios de este proceso son las grandes compañías multinacionales, con la asistencia del plan de acción de los servicios financieros en Europa.
Todavía no se nos ha explicado por qué no se eliminan los paraísos fiscales y por qué no se aplican impuestos a los movimientos de capital.
Marian Harkin (ALDE), por escrito. (EN) Apoyo la eliminación de la palabra «impuestos» del apartado 22 porque no creo que la Comisión deba encargarse de preparar un marco adecuado y viable de regulación y supervisión con respecto a los impuestos.
Eoin Ryan (UEN), por escrito. (EN) Apoyo en general el Libro Blanco de la Comisión sobre los servicios financieros.
Apoyo las medidas encaminadas a hacer frente a los obstáculos al desarrollo del mercado de servicios financieros de la Unión Europea. No obstante, me parece difícil apoyar la idea de que es necesario sustentar sobre una base fiscal armonizada un marco legislativo para las pensiones. Sería insensato que el Parlamento apoye esta idea sin las conclusiones del análisis técnico pormenorizado, acordado en el último Consejo Ecofin. No hay pruebas para decir que sea bueno para el sector de las pensiones vincular las pensiones a una base fiscal armonizada.
No es competencia de la Comisión estudiar la viabilidad de un marco legislativo para los impuestos. Los impuestos son competencia de los Estados miembros individualmente.
Por último, la estabilidad financiera de la Unión Europea no está amenazada por los vehículos de inversión alternativos: fondos de cobertura y de inversión privados. No creo que se precise legislación en este sector. Creo que es necesario prestar atención al cumplimiento de las normas vigentes, a la disciplina del mercado y a la supervisión continua por parte de los reguladores bancarios de este sector. Celebro el paso dado por el sector de establecer un código de conducta voluntario en la reciente reunión del G-8.
Andrzej Jan Szejna (PSE), por escrito. – (PL) Voy a votar a favor del informe de Ieke van den Burg sobre la Política de Servicios Financieros (2005-2010) – Libro Blanco.
La ponente aborda cuestiones importantes relacionadas con la provisión adecuada de servicios financieros sobre el mercado de capital europeo. Señala la falta de integración de los mercados de servicios financieros minoristas, la necesidad de subrayar los requisitos transfronterizos de los usuarios de móviles y los proyectos piloto para servicios financieros en toda Europa como pensiones, hipotecas o productos de seguros concretos.
Como muy bien afirma la ponente, es importante hacer accesibles los servicios básicos a todos los ciudadanos. Tampoco debemos olvidarnos de incrementar la educación financiera e implicar a los usuarios en el proceso político, así como fomentar los conocimientos y la educación financiera para los consumidores.
El informe dedica una gran atención a las estructuras reglamentarias y de supervisión, subrayando que la visión actual de algunos productos nuevos y completos y sus interacciones y efectos a nivel macro pueden resultar insuficientes.
Hubert Pirker (PPE-DE). – (DE) Señor Presidente, en su informe, el ponente ha realizado propuestas que combinan una mayor flexibilidad y el máximo grado de seguridad, que redundan en el interés de trabajadores y empresas. Su propuesta está diseñada para proporcionar seguridad laboral a los trabajadores y garantizar el futuro de las compañías y la competitividad en Europa.
No obstante, debo señalar que la seguridad laboral ya no significa un trabajo de por vida, sino poder encontrar un empleo en todo momento. Eso conlleva la creación de las condiciones adecuadas, desde el aprendizaje a lo largo de la vida hasta la creación de unas condiciones de trabajo positivas que permitan un equilibrio saludable entre el trabajo y la vida.
La asociación social es vital para la aplicación efectiva de estas estrategias. Aunque a nivel nacional está bien y funciona de manera satisfactoria, hay que ponerse al día en muchos aspectos en el ámbito europeo.
Creo que el informe en su conjunto es excelente, por lo que he votado a favor del mismo.
Lena Ek (ALDE). – (SV) Apoyo el informe, pero quiero abordar tres cuestiones de principio que no ha sido posible votar en plenaria.
La primera es la visión de las pequeñas compañías. Está muy claro que podemos avanzar hacia una mejora de la seguridad para los trabajadores y un incremento de la flexibilidad y seguir contando con normas más sencillas para las pequeñas compañías. El informe no ha tenido en cuenta este hecho, y es algo que lamento profundamente.
La segunda cuestión que quiero abordar es el enfoque escandinavo, o como se formula en el informe, la situación escandinava. No obstante, existen diferencias muy significativas entre los países escandinavos. El anterior Gobierno demócrata-social sueco no hizo suficiente trabajo en materia de flexibilidad ni de seguridad, lo cual ha ocasionado que nuestra situación en Suecia sea totalmente distinta a la de Dinamarca. Eso se aplica especialmente al desempleo juvenil, que en Suecia es más de tres veces mayor que en Dinamarca.
La última cuestión que quiero abordar es la visión de la posición de las mujeres en la vida y en el trabajo, sobre la que el informe expresa una visión increíblemente anticuada de la igualdad de género.
Avril Doyle (PPE-DE). – (EN) Señor Presidente, el crecimiento sostenible con más y mejores puestos de trabajo es el meollo de la Estrategia de Lisboa. La modernización del Derecho laboral constituye un factor clave para el éxito y la capacidad de adaptación de los trabajadores y las empresas, y pone de manifiesto la necesidad de promover la flexibilidad del mercado laboral al tiempo que se respeta la seguridad del empleo.
Aunque he apoyado este informe, al mismo tiempo he señalado que la modernización del Derecho laboral no se presta a un enfoque de «talla única» y que merece atención especial el estudio de las consecuencias de la normativa para las PYME, incluidas las cargas administrativas innecesarias. Considero también que el Libro Verde se centra innecesariamente en los contratos laborales «normales» y subestima tanto las diversas condiciones de trabajo atípicas acordadas entre trabajadores y empresas, como el consiguiente valor que tienen para ambas partes. El informe tampoco nos dice el motivo por el que esta flexibilidad no fue recogida ya en la Directiva relativa al trabajo de duración determinada, la Directiva relativa al trabajo a tiempo parcial y la Directiva relativa al desplazamiento de los trabajadores, que constituyen la base de la protección que brinda la UE en todos los Estados miembros que han transpuesto por completo estas directivas.
Ante todo, cualquier reforma del Derecho laboral debe centrarse en las consecuencias tanto en el empleo como en la productividad.
Koenraad Dillen (ITS). – (NL) Señor Presidente, aunque mi Grupo comparte la opinión de que la flexibilidad no debería lograrse a expensas de la mejor protección posible de los empleados en un contexto laboral y legal, dondequiera que estén contratados, se opone totalmente a la idea de que esta protección social deba desarrollarse en el ámbito europeo. Las referencias en el informe al principio de subsidiariedad y al método de coordinación abierta son meros pretextos. Por este motivo afirmamos claramente en esta plataforma que cualquier aparición de la protección social en el ámbito europeo está reñida con el principio de subsidiariedad, y que esto desviará más a la Unión Europea a su camino hacia un superestado centralista. El principio de subsidiariedad significa que la Unión Europea puede actuar únicamente con el fin de promover la movilidad laboral transfronteriza.
Las interferencias de esta Cámara se ilustran de manera adicional en su llamamiento a los Estados miembros para que dejen de proteger sus mercados laborales y los abran plenamente a los empleados de los nuevos Estados miembros. Por lo tanto, decimos «sí» a la flexibilidad y «sí» a la protección social, pero «no» a un superestado europeo que intente una vez más entrometerse en el acto.
Carlo Fatuzzo (PPE-DE). – (IT) Señor Presidente, Señorías, ¿han visto cómo todos nuestros colegas han huido a la hora de comer? Solicitaron una suspensión, la exigieron y se fueron corriendo a comer. ¿Por qué no pasamos sin la comida? Una comida al día es suficiente... Si pasáramos sin ella, los eurodiputados que se fueron corriendo sabrían cómo viven los pensionistas en Europa. No pueden comer más de una vez al día, puesto que las pensiones, que también se derivan del trabajo del que ha hablado el señor Protasiewicz, son tan reducidas que no permiten más de una comida al día.
Actualmente en Italia todos los periódicos hablan de aumento de las pensiones, aumentos que son minucias. Por ello espero que en el futuro se elimine una comida para los eurodiputados, y las pensiones aumenten en toda Europa, aunque no sea tarea de Europa incrementar las pensiones.
Jean-Pierre Audy (PPE-DE), por escrito. – (FR) He votado a favor del excelente informe del señor Protasiewicz relativo al Libro Verde de la Comisión sobre la reforma del derecho laboral, que es esencial para lograr el objetivo de la Estrategia de Lisboa, concretamente alcanzar un crecimiento sostenible con más y mejores puestos de trabajo. Es imprescindible que reconciliemos la flexibilidad –que es un requisito vital para la adaptación a la volatilidad de los mercados, siendo ésta una mera consecuencia de la volatilidad de los consumidores– con la seguridad, que es un valor central del modelo social europeo.
Resulta sorprendente el hecho de que la Comisión pueda considerar que el contrato por tiempo indefinido está anticuado. Me complace que el Parlamento haya reafirmado que el contrato por tiempo indefinido y a tiempo completo constituye el tipo de relación de trabajo habitual y se considera el punto de referencia.
Por último, es necesario subrayar continuamente el papel que desempeñan las organizaciones de interlocutores sociales en la reforma de los mercados laborales y en la innegable utilidad de los convenios colectivos en la reforma del derecho laboral. Desde este punto de vista, las organizaciones de interlocutores sociales deben hacer un mayor uso de las posibilidades jurídicas que ofrece el tratado actual.
Ilda Figueiredo (GUE/NGL), por escrito. (PT) Como esperábamos, en esta votación, el Grupo del Partido Popular Europeo (Demócrata Cristianos) y Demócratas Europeos ha conseguido impulsar algunas de sus propuestas dirigidas a conseguir una mayor flexibilidad y menos derechos para los trabajadores. Por ese motivo, y de acuerdo con nuestra postura en la Comisión de Empleo y Asuntos Sociales, hemos votado en contra de este informe.
Nos preocupa muchísimo que el Parlamento esté adoptando una vez más un enfoque neoliberal, y en respuesta a las demandas de las grandes compañías, esté recomendando desregulaciones adicionales de la legislación laboral.
Las premisas establecidas en el Libro Verde de la Comisión, que no niega este informe, representan un grave ataque sobre los derechos que se han ganado los trabajadores tras siglos de lucha. A pesar de algunas contradicciones, fomenta el uso y la ampliación de contratos de empleo flexibles, con reducciones de salario y derechos sociales, más horas de trabajo y el deterioro de la seguridad social y las condiciones de las pensiones de los trabajadores.
También nos preocupa muchísimo el claro intento de engañar a los trabajadores utilizando todo lo que no está actualmente en vigor, presentando la legislación laboral a modo de justificación de este ataque. Se trata de un intento de legalizar algo que actualmente es ilegal.
Los ciudadanos y los trabajadores lo saben todo acerca de esta situación, tal y como demuestran las distintas manifestaciones celebradas en contra de estas políticas, como la que ha tenido lugar recientemente en Guimarães por parte de miles de trabajadores.
Hélène Goudin (IND/DEM), por escrito. (SV) El proyecto de informe incluye bastantes puntos de vista interesantes. En primer lugar, el considerando N afirma que: «cientos de miles de mujeres no tienen otra opción que aceptar condiciones irregulares de empleo, porque son trabajadoras domésticas fuera de su casa o tienen la responsabilidad de cuidar a miembros de la familia ancianos».
Los países escandinavos se ponen como modelo doblemente, demostrando cómo un gran nivel de protección contra el despido y de normas de empleo es totalmente compatible con un crecimiento elevado del empleo (apartado 13) y cómo el derecho ejercido por algunos países nórdicos a tomar medidas colectivas es compatible con el Tratado de la CE; un derecho que tiene que ser respetado por la Comisión (apartado 18).
Solo quiero señalar que la situación del mercado laboral para las mujeres es muy distinta en cada Estado miembro. El modo de organizar el cuidado de los niños y de los ancianos en los distintos Estados miembros es algo que se determinará sobre la base de debates y de los resultados de las elecciones generales en todos y cada uno de los Estados miembros. Personalmente, creo que Suecia ha progresado satisfactoriamente en el camino hacia una sociedad equitativa y en el diseño de un modelo que conceda a las mujeres una oportunidad para introducirse en el mercado laboral. No obstante, corresponde a los votantes de cada Estado miembro decidir el modelo que quieren apoyar en sus propios países.
Marie-Noëlle Lienemann (PSE), por escrito. – (FR) No he apoyado el informe que, en nombre de la modernidad, pretende embarcarse en una nueva fase de flexibilidad en el lugar de trabajo, poniendo de color de rosa una forma de flexiguridad en la que lamento decir que prácticamente no existe la dimensión de la seguridad.
Lo inmediato y definido es la flexibilidad general, y lo raro, indefinido y retrasado hasta una fecha posterior es la seguridad. Al informe no se le escapa nada: distribución del tiempo de trabajo, salario, garantías, condiciones de trabajo. Estamos a años luz de proteger un modelo social europeo. Si queremos avanzar en la dirección de la flexiguridad, empecemos con una mayor seguridad, porque se impone demasiada flexibilidad sobre los trabajadores.
David Martin (PSE), por escrito. (EN) He votado a favor de este informe porque, más que proteger determinados empleos, se centra en la seguridad del empleo a lo largo de la vida del trabajador. Creo que es importante que dentro de la UE resulte más fácil encontrar un trabajo y cambiar de trabajo.
Dimitrios Papadimoulis (GUE/NGL), por escrito. – (EL) Me he negado a votar a favor del informe Protasiewicz sobre la flexiguridad, al igual que todo el corpus de la izquierda europea, porque la protección del empleo estable y la seguridad de los trabajadores está siendo diluida en nombre de la flexibilidad de las relaciones laborales. El neologismo de la flexiguridad está siendo utilizado para intentar ocultar una ambición neoliberal. En nombre de la competitividad y del beneficio de las compañías, ahora los despidos serán más sencillos y «gratis» para las compañías, y el gasto de la protección de los jóvenes desempleados se transferirá plenamente al conjunto de la sociedad.
La responsabilidad de las compañías para con los trabajadores se está remodelando como la responsabilidad de la sociedad hacia los desempleados. Las negociaciones colectivas y el papel de los sindicatos se están diluyendo de manera drástica en el marco del nuevo modelo. Los contratos individuales tienden a convertirse en norma, cediendo a las empresas el poder para despedir con más facilidad, sin dar motivos, y la facilidad de organizarse en sindicatos también se está diluyendo de manera radical. La izquierda europea, en colaboración con los sindicatos, con sus propuestas, tanto en la Comisión de Empleo y Asuntos Sociales y en plenaria, está buscando la cobertura para todos los trabajadores, independientemente del contrato con el que estén empleados.
Mantiene que el derecho a tomar medidas colectivas forma una parte importante de la legislación laboral. Se solicita que los Estados miembros promuevan el empleo estable y regular y que garanticen y mejoren los derechos de los trabajadores, los estándares de empleo y un alto nivel de protección social.
Carl Schlyter (Verts/ALE), por escrito. (SV) El contenido político del informe es, por lo general, constructivo, pero lamentablemente se aborda una parte excesiva del derecho laboral en el ámbito de la Unión Europea. A largo plazo, este hecho corre el peligro de minar el derecho laboral nacional y el modelo sueco, porque se centra en el mercado y por el dominio de la Derecha. Por lo tanto, no puedo votar a favor del informe y me abstengo en la votación.
Olle Schmidt (ALDE), por escrito. – (SV) Apoyo el informe, pero quiero abordar tres cuestiones de principio que no ha sido posible votar.
La primera es la visión de las pequeñas compañías. Está muy claro que podemos avanzar hacia una mejora de la seguridad para los trabajadores y un incremento de la flexibilidad y seguir contando con normas más sencillas para las pequeñas compañías. El informe no ha tenido en cuenta este hecho, y es algo que lamento profundamente.
La segunda cuestión que quiero abordar es el enfoque escandinavo, o como se formula en el informe, la situación escandinava. No obstante, existen diferencias muy significativas entre los países escandinavos. El anterior Gobierno demócrata-social sueco no hizo suficiente trabajo en materia de flexibilidad ni de seguridad, lo cual ha ocasionado que nuestra situación en Suecia sea totalmente distinta a la de Dinamarca. Eso se aplica especialmente al desempleo juvenil, que en Suecia es más de tres veces mayor que en Dinamarca.
La última cuestión que quiero abordar es la visión de la posición de las mujeres en la vida y en el trabajo, sobre la que el informe expresa una visión increíblemente anticuada de la igualdad de género.
Bart Staes (Verts/ALE), por escrito. (NL) Europa no es una Europa social a menos que consiga establecer un sistema de normas sociales mínimas que se apliquen a todo tipo de empleados en un mercado unificado con libre circulación. De hecho, estas también son las líneas generales del Libro Verde de la Comisión sobre la modernización de la legislación laboral. El informe Protasiewicz afirma que todas las reformas de la legislación laboral deberían tener en cuenta los principios como la igualdad de género y la no discriminación, el trabajo decente, la protección de todos los empleados (independientemente de su tipo de contrato) y el papel necesario de los interlocutores sociales y otras organizaciones representantes de la sociedad civil al establecer la legislación laboral.
La legislación laboral mejorada puede adaptarse al cambio, proteger a los empleados y limitar la inseguridad. Si la legislación laboral quiere enfrentarse a los retos del siglo XXI, necesitaremos instrumentos fuertes que puedan poner coto a la creciente economía informal y a la explotación. El informe también presiona para lograr una mayor convergencia entre los Estados miembros, para que la seguridad jurídica aumente, por ejemplo, con respecto al empleo transfronterizo.
Voy a apoyar el informe, aunque lamento la ausencia de referencias a un salario igual por un trabajo igual, y a pesar de que a algunos apartados les falta el impulso necesario, por ejemplo, en cuanto a horas de trabajo, formación (acceso a la formación en lugar de derecho a la misma) y a la relación entre la legislación laboral y el aprendizaje a lo largo de la vida y la educación.
Konrad Szymański (UEN), por escrito. – (PL) El informe sobre la aplicación de los cambios de la Comisión de Empleo y Asuntos Sociales que no fueron rechazados por el Parlamento Europeo tiene como fin ampliar unas soluciones de legislación laboral excesivamente rígidas. Dichas soluciones dificultarán la creación de nuevos lugares de trabajo y condenará a una gran parte de los ciudadanos al desempleo.
También transpone esta experiencia negativa a países con un mercado laboral más competitivo.
Por ese motivo no he podido apoyarlo en la votación en el Plano.
Georgios Toussas (GUE/NGL), por escrito. – (EL) El informe es el producto de otro compromiso político de la ahora familiar coalición de los representantes políticos de la plutocracia europea: el Grupo del Partido Popular Europeo (Demócrata-Cristianos) y de los Demócratas Europeos, los socialdemócratas y los liberales, y avanza en una dirección totalmente reaccionaria y antiobrera. Este informe:
Considera necesarias las reformas reaccionarias del derecho laboral, con el fin de ayudar a lograr los objetivos de la Estrategia de Lisboa.
Anuncia que para los trabajadores es más importante tener seguridad durante su vida laboral que protección del empleo.
Acepta y reconoce la necesidad de acuerdos flexibles en cuanto a la distribución del tiempo de trabajo para satisfacer las «necesidades de compañías y empleados».
Promueve la percepción de la cooperación de clases entre los «interlocutores sociales» en aras de mejorar la competitividad de las empresas.
Pretende transformar los acuerdos colectivos de una herramienta para defender los intereses de la clase trabajadora en una «herramienta para promover las asociaciones sociales».
El informe apoya la filosofía central de la «flexiguridad», la lógica básica y las ambiciones del Libro Verde.
El Partido Comunista Griego ha votado en contra del informe y condena el peligroso esfuerzo por parte de los portavoces políticos de los monopolios, que se está fomentando en detrimento de la clase trabajadora y de los trabajadores en general.
Hubert Pirker (PPE-DE). – (DE) Señor Presidente, la integración europea supone la creación de cooperación económica, que a su vez conlleva un incremento y una libre circulación genuina de trabajadores. La Directiva sobre el desplazamiento de trabajadores que se está debatiendo es el instrumento adecuado para prevenir el dumping de salarios por una parte y las distorsiones de competencia por otra. Lamentablemente, la revisión de la Comisión de la aplicación de la directiva ha revelado problemas con los controles en los Estados miembros. Aun así, la directiva sigue siendo positiva y eficaz si los mecanismos de control necesarios funcionan de verdad en el ámbito de los Estados miembros y existen sanciones.
Si tras su revisión, la Comisión decide reducir o simplificar dichos controles, sería algo equivocado, y deberíamos rechazar dicha propuesta. Por el contrario, insto a la Comisión a que garantice que los controles verifican el cumplimiento de los acuerdos y convenios colectivos, así como las normas salariales nacionales.
Françoise Castex (PSE), por escrito. – (FR) He votado a favor de la propuesta de resolución sobre el desplazamiento de los trabajadores en el marco de la prestación de servicios.
Estoy convencida de que la aplicación plena de la directiva 96/71/CE es vital para lograr un equilibrio justo entre la libre provisión de servicios y la protección de los trabajadores, sobre todo contra el dumping social.
Creo que sería buena idea que, en los Estados miembros en los que la directiva se implemente mediante acuerdos colectivos, los interlocutores sociales tuvieran acceso directo a la información sobre las compañías que trasladan trabajadores, a fin de realizar un seguimiento efectivo de la situación.
Por último, pido a los Estados miembros que piensen sobre una futura revisión de su legislación sobre definiciones e instrumentos, para que puedan luchar contra las compañías de «Apartado de Correos» y contra el falso empleo por cuenta propia.
Ilda Figueiredo (GUE/NGL), por escrito. (PT) Mientras aumenta el número de casos en los que los trabajadores, especialmente los temporales, son objeto de explotación en varios países de la Unión Europea, es decepcionante que el Parlamento no haya enviado una señal clara a la Comisión, que actualmente no está exigiendo el final de este fenómeno, y tampoco exige claramente el cumplimiento de las normas mínimas básicas de protección del trabajador y las condiciones de empleo de los trabajadores desplazados.
Con respecto a ciertas cuestiones, el texto aprobado no llega al nivel del texto que recientemente pudimos aprobar –el informe Schröder– sobre el desplazamiento de trabajadores. Por lo tanto, vamos a votar en contra del mismo.
Estamos sumamente decepcionados por el rechazo de nuestras propuestas, especialmente las siguientes propuestas: que la compañía que contrata tenga un representante legal en el país anfitrión; que la documentación necesaria se conserve en el lugar de trabajo; que en caso de medidas ilegales, se ponga en marcha una investigación para determinar la responsabilidad y que se luche contra la contratación de trabajadores con falsos pretextos.
Condenamos vehementemente el hecho de que la Comunicación de la Comisión ni siquiera sea ecuánime, dado que considera desproporcionadas las medidas de protección del trabajador, pero no considera desproporcionadas, y ni siquiera examina la aplicación insuficiente de la directiva a raíz de un seguimiento poco adecuado en ciertos Estados miembros.
Marian Harkin (ALDE), por escrito. (EN) La correcta aplicación de la Directiva relativa al desplazamiento de los trabajadores asegura cierto nivel de protección para los trabajadores desplazados. Sin embargo, algunos informes de la Comisión han señalado que, en muchos casos, la Directiva apenas se ha cumplido y los trabajadores no reciben la protección a la que tienen derecho de acuerdo con la Directiva. Esto ha dado lugar a fenómenos de dúmping social y a una «carrera a la baja». Así las cosas, los Estados miembros deberían poder exigir una declaración previa por parte del prestador de servicios que les permitiera comprobar el cumplimiento de las condiciones de empleo.
José Albino Silva Peneda (PPE-DE), por escrito. (PT) Apoyo la propuesta porque estoy de acuerdo en que existe la necesidad de promover la movilidad de los trabajadores en la Unión Europea. Una mayor movilidad ayudará a fomentar el mercado único, lo cual, a su vez, logrará un crecimiento económico mayor y un mayor número de empleos.
El mercado interior de la Unión Europea sigue contando con un gran potencial de desarrollo en una serie de ámbitos, especialmente en el de la libre circulación de trabajadores. Teniendo en cuenta las situaciones económicas y sociales tan dispares de los distintos Estados miembros, creo firmemente que no es posible ni deseable armonizar la legislación laboral.
No obstante, considero que deben realizarse esfuerzos en todo el territorio de la Unión para lograr un acuerdo sobre la definición del estatuto de «trabajador» y «trabajador autónomo». También es necesario garantizar la aplicación correcta de las distintas directivas europeas que ya están en vigor, especialmente en cuanto al desplazamiento de trabajadores.
En concreto, es importante mejorar la coordinación y el intercambio de información entre Estados miembros sobre la base de unos criterios transparentes.
Georgios Toussas (GUE/NGL), por escrito. – (EL) La directiva 96/71/CE relativa al desplazamiento de trabajadores en el marco de la prestación de servicios y las comunicaciones de la Comisión Europea (COM(2006)0159 de 4 de abril de 2006 y COM(2007)0304 de 13 de junio de 2007) se están utilizando por parte de los monopolios en el marco de la política antiobrera de la Unión Europea y los Gobiernos de los Estados miembros para minar los acuerdos colectivos y los salarios y derechos sociales de los trabajadores en general, en un intento de maximizar los beneficios del capital.
Consideramos que las propuestas incluidas en la propuesta de resolución en cuestión sobre el desplazamiento de los trabajadores no solo no consiguen poner fin a esta política antisocial, sino que los monopolios la utilizan para ampliar un «salario desigual por un trabajo igual» mediante el desplazamiento de trabajadores. Por ese motivo el Grupo del Partido Comunista Griego del Parlamento Europeo ha votado contra la propuesta de resolución sobre el desplazamiento de trabajadores.
El Presidente. Con esto concluimos las explicaciones de voto.
9. Correcciones e intenciones de voto: véase el Acta
(La sesión, suspendida a las 14.25 horas, se reanuda a las 15.05 horas)
PRESIDENCIA DEL SR. POETTERING Presidente
10. Aprobación del Acta de la sesión anterior: véase el Acta
11. Informe anual 2007 sobre la zona del euro - Banco Central Europeo (2006) (debate)
El Presidente. De conformidad con el orden del día se procede al debate conjunto de
- el informe (A6-0264/2007) del señor Rosati, en nombre de la Comisión de Asuntos Económicos y Monetarios, sobre el informe anual 2007 sobre la zona del euro (2007/2143()INI) y
- el informe (A6-0266/2007) del señor Mitchell, en nombre de la Comisión de Asuntos Económicos y Monetarios, sobre el informe anual 2006 del Banco Central Europeo (2007/2142(INI)).
Me complace mucho dar la bienvenida al Presidente del Eurogrupo, el Primer Ministro y Ministro de Hacienda de Luxemburgo, Jean-Claude Juncker. También estoy encantado de dar la bienvenida al Presidente del Banco Central Europeo, Jean-Claude Trichet, al Parlamento Europeo. Permítanme también extender mi más calurosa bienvenida al Comisario Joaquín Almunia.
Dariusz Rosati (PSE) , ponente. – (EN) Señor Presidente, me complace presentar el segundo informe en toda la historia del Parlamento Europeo en respuesta al Informe Anual de la Comisión Europea sobre la zona del euro. El informe de la Comisión presenta la situación económica de la zona del euro en 2007.
Los resultados del informe son motivo de satisfacción. El ritmo del crecimiento económico en la zona del euro aumentó hasta el 2,7 %, el mejor resultado desde 2000, mientras que el desempleo se redujo hasta el 7,6 %, la cifra más baja en quince años. Al mismo tiempo, la zona del euro se ha convertido en un factor cada vez más importante para la estabilidad de la economía mundial.
No obstante, esta visión generalmente optimista no debe esconder ciertos aspectos negativos, y en ellos nos centramos en nuestro informe. En primer lugar, el tipo de adaptación fiscal, especialmente en países con elevados déficit presupuestarios, es demasiado lento, teniendo en cuenta que el Pacto de Estabilidad y Crecimiento obliga a los Estados miembros a mantener un presupuesto lo más equilibrado posible a medio plazo. Eso implica construir un superávit presupuestario en los periodos positivos para disponer de una reserva financiera en tiempos de recesión. En este contexto, criticamos el comportamiento de algunos Estados miembros que no están haciendo uso del actual periodo de crecimiento para implementar los recortes necesarios del gasto público.
En segundo lugar, el Parlamento señala que el promedio de resultados positivos para la totalidad de la zona del euro abarca diferencias sustanciales en la situación económica de un Estado miembro a otro. Resulta especialmente preocupante la competitividad internacional en declive por parte de las economías de ciertos países, con frecuencia debido a los aumentos salariales por encima del incremento de la productividad.
En tercer lugar, solicitamos la continuidad de las reformas estructurales exigidas por las directrices de la nueva Estrategia de Lisboa. Tenemos que incrementar la velocidad a la que se eliminan las restantes barreras de los mercados de productos y servicios, y ayudar a una mayor integración de los mercados laborales y financieros, que se convertirán en un elemento importante para el funcionamiento adecuado de la zona del euro. En concreto, queremos llamar la atención sobre la rápida implementación de la Directiva de servicios, que ha producido un crecimiento acelerado de la productividad laboral y ha recortado la inflación del sector de servicios. Esto es especialmente importante, puesto que los servicios constituyen el 70 % del PIB de la zona del euro.
En cuarto lugar, el Parlamento subraya la importancia de ampliar todavía más la zona del euro para reforzar la unión económica y monetaria y la divisa común. Nos complace la decisión de aceptar la inclusión de Chipre y Malta en la zona del euro, y esperamos que otros Estados se unan a ella en un futuro no muy lejano. Queremos señalar que el proceso para establecer la preparación de los países que solicitan ser incluidos en la zona del euro debe ser transparente y debe estar basado en criterios uniformes que no dejen dudas abiertas sobre la filosofía económica y la importancia política.
A este respecto, solicitamos a la Comisión y al Consejo que comiencen un debate serio sobre los criterios de convergencia nominales.
Por último, me gustaría recalcar la importancia de la buena gobernanza y la coordinación política intensificada en la zona del euro. Las necesitamos si queremos hacer un uso pleno de las oportunidades proporcionadas por la divisa común. Me complace la decisión tomada por el Eurogrupo en abril de este año para adoptar criterios para las políticas fiscales de los Estados miembros. Esperamos que se realice un seguimiento de cerca de la implementación de estas decisiones. Quisiera aprovechar esta oportunidad para asegurarle al señor Juncker que cuenta con el apoyo pleno del Parlamento en este asunto.
Quisiera felicitar también al Comisario Almunia por preparar el segundo informe de la Comisión sobre la situación económica de la zona del euro y expresar el deseo de que los informes que se preparen en años venideros traigan tan buenas noticias como este.
Gay Mitchell (PPE-DE), ponente. – (EN) Señor Presidente, me complace que este informe sea debatido junto con el informe sobre la zona del euro. Permítame añadir que el informe que voy a presentar fue aprobado por unanimidad por la Comisión de Asuntos Económicos y Monetarios.
Comenzando por la situación económica, en 2006 la recuperación económica de la zona del euro ha pasado a ser un proceso autosostenido en el que la demanda interna es el motor principal. En 2006 se crearon dos millones de puestos de trabajo y el desempleo se redujo del 8,4 al 7,6 %. En el contexto de esta recuperación, quisiera destacar los principales aspectos de este informe. Sobre el telón de fondo de la recuperación reciente, toda subida ulterior de los tipos de interés debería realizarse con cautela a fin de no poner en peligro el crecimiento económico. Es esencial que el aumento de los salarios sea coherente con la productividad, a fin de conservar la competitividad en los Estados miembros y contribuir a la creación de empleo en un entorno no inflacionista. El saneamiento presupuestario resulta clave, e incluso más necesario en tiempos de bonanza, para lograr un crecimiento a largo plazo.
El informe observa que, desde la creación de la zona del euro, el comportamiento de las pequeñas economías ha sido mejor que el de las economías más grandes, en términos de crecimiento; especialmente Irlanda, Finlandia, Grecia, Luxemburgo y España han registrado tasas medias de crecimiento superiores al promedio de la zona del euro, y a nuestro juicio podrían extraerse lecciones instructivas de este fenómeno. El informe expresa su preocupación por la continua apreciación del euro frente a la mayoría de las principales divisas europeas. El artículo 111 del Tratado confiere al Consejo la responsabilidad de la política de tipos de cambio, sin especificar, no obstante, a través de qué medios han de materializarse estas competencias.
El informe pide al Eurogrupo, al Consejo y al BCE que ejerzan sus respectivos poderes y competencias de forma totalmente coordinada. El informe insta también al BCE a que vigile de cerca la evolución del uso del euro como moneda de reserva por los bancos centrales, y que, en el marco de su informe anual sobre el papel internacional del euro, cuantifique y analice los efectos de esto, en particular en materia de tipos de cambio. El señor Trichet será consciente de que cada vez que ha comparecido ante la Comisión de Asuntos Económicos y Monetarios del Parlamento en los últimos dos años, le he planteado el problema de los precios de la vivienda. Y sigo teniendo esta misma preocupación. Por tanto, el informe insta a que el BCE siga de cerca esta evolución, que podría afectar a la economía real. El informe pide que el BCE presente soluciones con sus respectivas ventajas, como la inclusión de los bienes inmuebles en el Índice Armonizado de Precios de Consumo, crear un tipo específico de indicador o proponer la toma de medidas concretas que serían aplicables a escala nacional debido a la heterogeneidad de los mercados nacionales.
Más adelante voy a hacer referencia a la fórmula de la Reserva Federal. Tal vez sea el momento de desarrollar una fórmula del BCE para prever el posible efecto de las subidas de los tipos de interés sobre el precio de la vivienda. Mi informe también plantea la cuestión de los denominados préstamos de alto riesgo e indica que la Unión Europea debe aprender la lección de las posibles dificultades para le economía estadounidense de dichos préstamos.
Quisiera hablar un momento de una cuestión que afecta especialmente a Irlanda, pero que podría interesar a los demás miembros de la zona del euro. El año pasado, la inmobiliaria Hook and McDonald pronosticó un aumento del precio de la vivienda del 9 %; Sherry Fitzgerald, un aumento de entre el 8 y el 10 %; y Friends First e IIB, del 7 %. Mientras tanto, Allied Irish Banks pronosticó una subida de entre el 3 y el 6 %. El reciente índice de Irish Permanent TSB/ESRI señala que en realidad los precios han bajado un 2,1 % entre enero y mayo de 2007, y se espera una caída mayor en Irlanda. Se prevé que los préstamos de alto riesgo, es decir, los préstamos a las personas más pobres, que tienen ingresos irregulares o han tenido en el pasado dificultades para devolver créditos, crezcan este año hasta alcanzar los 4 000 millones de euros en Irlanda. Si el préstamo medio ha sido de entre 200 000 y 400 000 euros, tan solo en Irlanda existen entre 10 000 y 20 000 préstamos de este tipo. Las entidades que ofrecen préstamos de alto riesgo son relativamente nuevas en el mercado irlandés y suelen cobrar alrededor del doble del tipo hipotecario vigente, para «compensar» así, según dicen, a las entidades por el mayor riesgo en que incurren. En un caso una entidad hipotecaria que opera en Irlanda desde 2005 ya ha recuperado la posesión de 30 viviendas.
También hay señales de inquietud en Gran Bretaña por los préstamos de alto riesgo. Desde hace algún tiempo sabemos que existe una fórmula de la Reserva Federal de Estados Unidos. La fórmula creada por la Reserva Federal estadounidense, según uno de sus antiguos economistas, indica que, normalmente, cuando los precios de la vivienda han sido impulsados al alza durante varios años por los bajos tipos de interés, cuando suben los tipos de interés, los precios empiezan a bajar entre 18 meses y dos años más tarde. Creo que el BCE debería utilizar esta fórmula y desarrollar una fórmula del BCE, ya que en la actualidad estamos dejando que los pronósticos los hagan personas que trabajan en el sector, y estas personas, instituciones financieras y otras, son las que más tienen que ganar.
El informe insta a la Comisión a que evalúe la calidad de la supervisión y las sedes extraterritoriales de los fondos de cobertura. Reitera aspectos señalados en el pasado sobre el control democrático y la necesidad de publicar actas resumidas. Llama la atención sobre el hecho de que los tipos de interés correspondientes a los descubiertos en cuenta en la zona del euro varían entre el 7 y el 13,5 %, y pide al BCE que lo evalúe.
Concluye señalando que el año pasado el número de billetes en circulación era de 11 300 millones, por valor de 628 200 millones de euros, pero muestra su preocupación por el aumento del número de billetes de 50, 100 y 500 euros. Los billetes de 500 euros, por ejemplo, han aumentado un 13,2 %. Mi informe, con el apoyo de la Comisión de Asuntos Económicos y Monetarios, indica la posibilidad de que estos billetes grandes se estén empleando en actividades delictivas, y requiere la realización de nuevos estudios por parte del BCE. Espero que el señor Trichet esté en condiciones de responder a este informe, y especialmente que tome en consideración, no hoy, pero sí quizá dentro de un tiempo, mi sugerencia de una fórmula del BCE similar a la fórmula de la Reserva Federal, para que pueda haber una medición verdadera y precisa del probable efecto dominó de las subidas de los tipos de interés en el precio de la vivienda en los Estados miembros de la zona del euro.
Jean-Claude Juncker, Presidente del Eurogrupo. – (FR) Señor Presidente, señor Comisario, señor Presidente del Banco Central Europeo, señora Presidenta de la comisión, señores ponentes, Señorías:
En Europa hemos sustituido el debate fundamental por palabras sencillas. Se nos invita al Parlamento –apenas veo esta situación– en sesión plenaria, como se denomina, y hablamos, tal y como observo, de las condiciones de vida cotidianas de los europeos, algo que sin duda refuerza la credibilidad de nuestras instituciones.
Especialmente esta semana, los periódicos europeos informan sobre las palabras que se han intercambiado durante un Eurogrupo reciente, con un visitante vespertino del que hemos tenido el honor de ser anfitriones. He leído un resumen de estos largos debates en editoriales que apenas ocupan veinticinco líneas, y nos quejamos de que los europeos están poco informados de lo que realmente ocurre en Europa. Qué le vamos a hacer.
Por otra parte, me complace observar que, al margen de uno o dos matices, hay muy pocas diferencias entre la sustancia del informe de nuestro amigo, el señor Rosati, y nuestra consideración conjunta, la del Eurogrupo, puesto que nuestros resultados conjuntos indican que el crecimiento en Europa está al alza de nuevo, se está expandiendo, continúa aumentando, y todo descansa en nuestro conocimiento de que, en cuestión de unos meses, podremos ver si esta recuperación prolongada, este crecimiento renovado en Europa nos permite afirmar que el potencial de crecimiento de la Unión Europea, y de la zona del euro en concreto, ha aumentado de manera sustancial. Estamos de acuerdo en nuestras conclusiones al efecto de que los niveles de subempleo, de desempleo, están descendiendo. Ahora tenemos el nivel de desempleo más bajo en mucho tiempo. No cabe duda de ello. No obstante, la realidad sigue siendo que hay que subrayar que la Unión Europea, que se supone que es un modelo para el mundo pero que sigue teniendo una tasa de empleo estructuralmente superior al 7 % no tiene motivos para buscar aplausos de otros o para proclamarse victoriosa sobre el fenómeno del desempleo en nuestro continente.
Los déficit están descendiendo. Hemos sido testigos de un repunte en la situación de las finanzas públicas de Europa durante el periodo 2005-2006. Esto es cierto, sobre todo por lo que respecta al déficit. Su nivel del 2,5 en 2005 descendió hasta un 1,6 en 2006, lo cual demuestra claramente que el brazo correctivo del reformado Pacto de Estabilidad y Crecimiento ha demostrado ser válido, y esto, a pesar de las advertencias generalmente pobres que se nos proporcionaron cuando modificamos el Pacto.
Es verdad que, por lo que respecta al brazo preventivo del Pacto, luchamos para conseguir los mismos éxitos que hemos logrado conseguir con la recuperación de las finanzas públicas en su parte correctiva. Los miembros del Eurogrupo –actualmente somos 13 y seremos 15 a partir del 1 de enero– seguimos comprometidos con la eficacia de las políticas que deben aplicarse a fin de desarrollar verdaderamente el brazo preventivo del Pacto para que despegue de verdad.
Cuando la economía va bien, cuando las tasas de crecimiento proporcionan tantos motivos de satisfacción, cuando el crecimiento económico vuelve a encauzarse, está claro que este periodo –que en franglés llamamos buenos tiempos– debe convertirse en cuentas positivas para que los déficit estructurales de nuestras finanzas públicas puedan reducirse. De ahí la enorme importancia que concedemos al logro del objetivo a medio plazo con rapidez, algo que requiere que los Estados miembros de la zona del euro redupliquen sus esfuerzos para lograr su objetivo a medio plazo a tiempo.
No se les habrá escapado que, sobre esta cuestión, la reunión informal del Eurogrupo que se celebró en Berlín el 20 de abril tomó una decisión que implica un compromiso, puesto que dijimos que todos los Estados miembros deben cumplir el objetivo a medio plazo en 2008 y 2009. Algunos de ellos consiguieron retrasarlo hasta 2010 sin que se aclararan sus casos. Nunca se cuestionó la posibilidad de no cumplir con el objetivo hasta 2012. Sin duda, este fue el principal tema de debate cuando, recientemente, a principios de semana, nos reunimos con el Presidente francés, que vino –y debemos acoger este hecho con satisfacción– a explicarnos a nosotros, al Eurogrupo, las nuevas secciones y los nuevos objetivos de la política económica y presupuestaria de Francia. Aprobamos sinceramente el conjunto de reformas que están realizándose, porque se trata de reformas estructurales deseadas por el Gobierno francés y el Presidente francés, pero subrayamos lo que esperamos y exigimos de Francia: al igual que el resto de Estados miembros de la zona del euro, debe cumplir con el objetivo a medio plazo que nos hemos fijado el 1 de enero de 2010. Se trata de una observación que se aplica a Francia; fácilmente puede aplicarse a los países más al sur, y de modo ecuménico, a todos los Estados miembros de la zona del euro. No obstante, se nos han proporcionado garantías con respecto a una reducción del déficit en 2008, en comparación con 2007, con respecto al principio, que ha sido aceptado por las autoridades francesas, de distribuir todos los beneficios de los ingresos conseguidos en relación con las previsiones presupuestarias, en la medida en que los ingresos sean ingresos a corto plazo y con respecto a la reducción del déficit y de la deuda.
Puesto que se trata de un tema suscitado por la prensa, tanto en Francia como más allá de la frontera con Alemania –después de todo, nos encontramos en Estrasburgo–, todos creemos que el pasado lunes ningún país intentó, en ninguna de las lenguas oficiales de la Unión Europea, durante el establecimiento del Eurogrupo, cuestionar la independencia del Banco Central Europeo. Es más, si alguien fuera a tomarse la libertad de hacerlo, no les bastaría con expresarse mediante un pensamiento engañoso, porque todavía hay que seguir mostrando respeto hacia los Tratados. Queríamos un Banco Central independiente; tenemos in Banco Central independiente. Sin duda, seguirá siendo una autoridad monetaria central independiente.
(Aplausos)
La fuerza del euro es otro tema que suscita debate. No obstante, no vemos a los Ministros del Eurogrupo, en las circunstancias actuales –ni siquiera hoy– afirmar que un euro fuerte es responsable de perjudicar el crecimiento económico en la zona del euro. En cambio, creemos que los Estados miembros que se inquietan por esta fuerza de la divisa europea en relación con el exterior –una fuerza que refleja la solidez de la recuperación económica de Europa– deben garantizar, en el seno de sus países y mediante la introducción de las reformas estructurales necesarias, que sus sistemas económicos nacionales, es decir, sus sistemas bajo la zona del euro, se hagan más competitivos.
Me he mostrado sensible a las observaciones realizadas por su ponente en su informe sobre el hecho de que ciertos elementos de la política salarial sean objeto de descarrilamiento. Se está concediendo a un gran número de gerentes de empresas beneficios que de ningún modo corresponden a las solicitudes realizadas una y otra vez tanto por el Banco como por el Eurogrupo con respecto a una política de moderación salarial que se entienda de manera adecuada, es decir, una moderación salarial que esté en línea con el incremento de la productividad. No debería sorprendernos que los trabajadores europeos ya no puedan manejar una Europa en la que algunos ganan una fortuna sin trabajar, cuando uno ve el volumen de trabajo que eso requiere, y los otros tienen que resignarse a aceptar esto, a ser objeto de las solicitudes que les lanzamos para animarlos a que apoyen la moderación salarial.
(Aplausos)
Ahora es la injusticia económica y social la que se está asentando. Y debemos reaccionar ante ella.
Estoy de acuerdo con su ponente en que, cuando se ve desde fuera, la zona económica debe representarse como algo más sólido, más como una entidad única, pero no puedo decir que entienda todo el ámbito de aplicación de su ambición cuando aboga por una representación única de la zona del euro en el ámbito internacional.
A pesar de sus cualidades, el señor Trichet no conseguirá que me retire de la escena europea. Estoy aquí y aquí me quedo. Y por lo que a mí respecta, carezco de ambiciones, de deseos vagos que me hagan obligar al otro Jean-Claude a retirarse. Además, ¿quién de nosotros podría tener la idea de eliminar a la Comisión de la representación exterior de la zona del euro? Puede que la zona del euro esté representada externamente por una parte, aunque seamos tres, siempre que exista un acuerdo entre los tres socios que representan la zona del euro de cara al exterior. Y ese acuerdo existe. No se le habrá pasado por alto a nadie que, con respecto a los puntos clave de la política monetaria, ya sea política interior o exterior, compartimos exactamente las mismas ideas y convicciones.
Señor Presidente, he restringido mis observaciones a los puntos clave, porque así nos lo exige su Reglamento, que considero especialmente estricto cuando el objetivo es hablar de manera más intensa sobre las cuestiones cruciales y, como el Parlamento dice a menudo, sobre los problemas cotidianos de los europeos.
Jean-Claude Trichet, BCE. (FR) Señor Presidente, Señorías, tengo el honor de presentarles hoy el informe anual del Banco Central Europeo para 2006. Se trata de una herramienta importante para proporcionar información a los ciudadanos de Europa, a sus representantes electos, al Parlamento, sobre la política monetaria y sobre nuestras actividades en nuestras áreas de responsabilidad.
BCE. – (DE) Me gustaría comenzar ofreciendo un breve resumen de los acontecimientos económicos y monetarios de 2006 y explicando las decisiones políticas monetarias tomadas por el BCE. Después quisiera decir unas palabras sobre la estabilidad financiera y sobre la cuestión de los sistemas de pago.
BCE. (EN) Voy a empezar hablando de los asuntos económicos y monetarios. En 2006, la política monetaria del BCE seguía manteniendo unas expectativas de inflación a medio y largo plazo en niveles compatibles con la estabilidad de precios, reflejando de la credibilidad del BCE en la dirección de su política monetaria. Como ya ha expresado de forma muy elocuente el ponente, en 2006 la economía de la zona del euro se expandió con la mayor tasa de crecimiento desde el año 2000. A pesar de las consecuencias de un precio del petróleo alto e inestable, el PIB real creció un 2,9 %, frente al 1,5 % de 2005. La recuperación económica se generalizó paulatinamente durante 2006 y la expansión se tornó cada vez autosostenida, actuando la demanda interna como el principal motor. Los últimos datos y estudios hechos públicos han sido generalmente positivos y han respaldado la opinión de que la actividad económica de la zona del euro siguió expandiéndose a buen ritmo en el segundo trimestre de 2007. Mirando al futuro, las perspectivas a medio plazo de la actividad económica siguen siendo favorables y se dan las condiciones para que la economía de la zona del euro siga creciendo a un ritmo sostenido.
Con respecto a la evolución de los precios, la inflación media anual IAPC de 2006 fue de un 2,6 %, la misma tasa que la del año anterior. Con esto supera el objetivo del BCE de mantener la inflación a medio plazo por debajo, aunque cerca, del 2 %. Aunque este resultado refleja principalmente las alzas de precios del petróleo y las materias primas, y aunque la inflación se ha mantenido ligeramente por debajo del 2 % durante la primera mitad del 2007, no ha lugar a la complacencia.
Las previsiones sobre la estabilidad de precios a medio plazo siguen reflejando riesgos de subida. Dado que la utilización de la capacidad en la economía de la zona del euro es alta y los mercados laborales mejoran paulatinamente, surgen dificultades que podrían dar pie en particular a un aumento de los salarios más fuerte de lo esperado. Además, en un entorno de este tipo puede que aumente la capacidad de fijar precios en segmentos de mercado en que la competencia es escasa. Nuestra evaluación de que persistían los riesgos de subida para la estabilidad de los precios se ha confirmado durante el periodo que va del comienzo de 2006 a mediados de 2007, al contrastarlo con los análisis monetarios. El destacado dinamismo del crecimiento monetario y crediticio en 2006 y 2007 reflejaba la continuación de una persistente tendencia alcista del ritmo subyacente de expansión monetaria, que contribuye más a la acumulación de liquidez.
A fin de hacer frente a los riesgos alcistas para la estabilidad de precios que se desprenden de los análisis económico y monetario del BCE, el Consejo de Gobierno ha ajustado la política monetaria, como saben, de forma gradual en ocho ocasiones desde finales de 2005. Como dije el pasado jueves al explicar la evaluación del Consejo de Gobierno, tras los ajustes en los tipos de interés la política monetaria del BCE continúa en una posición cómoda, con unas condiciones financieras favorables, un enérgico crecimiento monetario y crediticio y una amplia liquidez en la zona del euro. Sigue estando justificada la acción firme y oportuna para garantizar la estabilidad de precios a medio plazo. El Consejo de Gobierno seguirá muy de cerca todos los acontecimientos para asegurar que no se materialicen los riesgos a medio plazo.
Con respecto a las políticas fiscales, el BCE comparte la opinión expresada en el proyecto de resolución de que el saneamiento presupuestario es clave y más necesario que nunca en tiempos de bonanza para lograr el crecimiento al largo plazo. Para el Consejo de Gobierno, tal como han afirmado de forma muy elocuente tanto el ponente como el Presidente del Eurogrupo, es importante que todos los Gobiernos cumplan las disposiciones del Pacto de Estabilidad y Crecimiento relativas al saneamiento presupuestario y que todos los países cumplan los compromisos contraídos en la reunión del Eurogrupo celebrada en Berlín del 20 de abril de 2007. Como se acordó en Berlín, sacar ventaja de las condiciones cíclicas favorables permitirá a la mayoría de los países de la zona del euro lograr sus objetivos a medio plazo para 2008 o 2009, y todos ellos deberían cumplirlos a más tardar para 2010.
He de señalar que a nosotros también nos parece bien el énfasis que ha puesto el Consejo Ecofin en las medidas de mejora de la calidad y la eficiencia de las finanzas públicas.
Pasando a las políticas estructurales, la propuesta de resolución aprobada por la Comisión de Asuntos Económicos y Monetarios se refiere varias veces a las divergencias económicas en la zona del euro. Permítanme destacar primero que, en general, las diferencias de inflación entre los distintos países de la zona del euro se han reducido y en la actualidad son muy limitadas en comparación con el pasado. La magnitud de la inflación actual y los diferenciales de producción en el momento en que hablo es similar a las que se han producido en regiones y Estados de los Estados Unidos de América, una vasta economía continental de magnitud y dimensión del mismo orden que la nuestra. Dicho esto, una moneda única implica una política monetaria única y un tipo de cambio único con respecto a otras divisas. Por tanto, es tremendamente importante asegurarnos de que todos los mecanismos de ajuste de choque nacionales funcionen perfectamente. El funcionamiento eficiente y sin fisuras de los ajustes económicos dentro de la zona del euro exige la eliminación de los obstáculos institucionales al funcionamiento de mecanismos flexibles de fijación de salarios y precios, así como la consecución del mercado único y por tanto la mayor competencia transfronteriza. De hecho, la ejecución por parte de los Gobiernos nacionales de las reformas estructurales bien planificadas ejecutadas por los Gobiernos nacionales es fundamental para mejorar el funcionamiento de los mercados de producción, laboral y financiero, así como para reforzar la competitividad.
También creemos que una competencia libre y no distorsionada promueve el crecimiento económico y la creación de empleo a largo plazo y facilita el mantenimiento de la estabilidad de precios en la zona del euro.
Permítanme que dedique unas palabras ahora a la estabilidad financiera, ya que sé que es un asunto muy importante para el Parlamento. Hemos de reconocer el papel positivo que desempeñan los fondos de cobertura al contribuir a impulsar la eficiencia y la liquidez de los mercados financieros. Sin embargo, deberíamos ser conscientes de que los fondos de cobertura pueden suponer también una fuente de riesgo para la estabilidad del sistema financiero. Sobre este telón de fondo, acogemos con agrado el informe publicado en mayo de 2007 por el Foro de Estabilidad Financiera a petición del G-8 sobre las instituciones muy endeudadas. El informe contiene varias recomendaciones que comparto totalmente, dirigidas a los supervisores, las contrapartes y los inversores de los fondos de cobertura, y al propio sector de los fondos de cobertura. Por lo que respecta al papel que desempeña el sector, más que nunca apoyaremos la propuesta de que el sector de los fondos de cobertura se esfuerce por conseguir mejores prácticas y que para lograr este objetivo los índices de referencia del sector serían una herramienta útil. En este sentido, la reciente iniciativa emprendida por el sector de crear un grupo de trabajo que revise las mejores prácticas es un hecho positivo y deseamos poder ver los resultados de ese trabajo.
Mis últimos comentarios se refieren tal vez a la integración de los sistemas de pago en Europa. He comprobado con satisfacción que el enfoque de la zona única de pagos para el euro y el proyecto TARGET 2 son muy positivos y continuaremos desempeñando nuestro papel en el Eurosistema a este respecto.
En lo tocante al T2S, hemos puesto en marcha un modelo de gobernanza para la fase de desarrollo con el fin de agrupar a todas las partes interesadas mediante la creación de un grupo asesor sobre T2S en el que estén bien representados todos los operadores del mercado. En abril de 2007 iniciamos una consulta pública oficial sobre los principios y las propuestas que forman la base del Proyecto T2S. La primera evaluación preliminar de estos comentarios muestra que las impresiones han sido generalmente positivas. De 67 propuestas hemos obtenido un total de 3 200 comentarios de 56 instituciones y hemos comprobado que el 60 % de estos 3 200 comentarios reflejan un pleno acuerdo con las propuestas, mientras que solo el 6 % expresan un total desacuerdo. Todas las opiniones recibidas han sido publicadas y se examinan con gran detenimiento.
Muchas gracias por su atención.
Joaquín Almunia, miembro de la Comisión. (ES) Señor Presidente, señor Presidente en ejercicio del Consejo, señor Presidente del Banco Central Europeo, señoras y señores diputados, creo que es un hecho muy positivo el que, por primera vez, este debate sobre la situación de la zona del euro –que es el segundo que celebramos, después del primero como consecuencia del primer informe de la Comisión sobre la zona del euro y del informe sobre el Banco Central Europeo– lo celebremos simultáneamente, procediendo a una reflexión global sobre la situación de la zona del euro, sobre el funcionamiento de la Unión Económica y Monetaria y sobre las perspectivas de futuro.
Debo agradecer tanto al señor Rosati como al señor Mitchell los magníficos informes que nos presentan y a la Comisión de Asuntos Económicos y Monetarios el trabajo que ha realizado en el debate de las propuestas que hoy estamos tratando aquí.
El buen funcionamiento de la zona del euro es una cuestión de vital importancia para nuestros ciudadanos. Aunque debo decirles, de entrada, que me preocupa que muchos ciudadanos europeos, que tienen en sus bolsillos y que pagan todos los días en euros, no muestren una excesiva satisfacción con la moneda única, en unos momentos en que la economía de la zona del euro se encuentra en una clara recuperación, en que el crecimiento económico está por encima de nuestro potencial -por encima del de los Estados Unidos también-, en que la zona del euro se beneficia de una recuperación, como ha dicho el señor Trichet, basada en la demanda interna, lo que no era el caso hace todavía pocos años.
Es una recuperación con una inversión que crece de forma muy satisfactoria y que es anuncio de futuras mejoras en nuestra economía y con una economía que está ayudando a generar -el año pasado- dos millones de puestos de trabajo en los países de la zona del euro. Y todo ello con una balanza comercial prácticamente equilibrada, con una tasa de inflación en estos momentos por debajo del 2 % y con una estabilidad que para sí la quisieran el resto de las áreas económicas del mundo.
Creo que todos, la Comisión, desde luego, pero también el Consejo y, en particular, el Eurogrupo, el Banco Central Europeo y el Parlamento Europeo, tenemos sobre nuestros hombros la responsabilidad de explicar a nuestros ciudadanos que esta apuesta europea está en estos momentos, ocho años después de su creación, produciendo muy buenos resultados. Creo que este debate debe servir para ello.
Pero debe servir también para aprender de la experiencia, saber cuáles son los elementos de la Unión Económica y Monetaria que no funcionan como habíamos imaginado que debieran funcionar hace ocho años, y poner en marcha las adaptaciones o las decisiones políticas necesarias para que el futuro sea mejor que el presente, aunque el presente sea positivo. Un presente positivo que, desde la reunión del Ecofin de ayer, van a compartir más europeos. Ayer, el Ecofin adoptó formalmente las últimas decisiones necesarias para confirmar que la zona del euro se amplía, el 1 de enero de 2008, a Malta y Chipre. El 1 de enero de este año se amplió a Eslovenia. El próximo año ya serán tres los nuevos Estados miembros que forman parte también de la Unión Económica y Monetaria, que comparten con otros 318 millones de europeos la moneda única.
Creo que es un elemento muy positivo que ayer fue debatido y acordado con plena satisfacción, no solo por los 15 miembros de la zona del euro, sino también por los otros 12 Estados que todavía no comparten la moneda única y creo que merece la pena que sea también resaltado en este momento.
En lo relativo a la situación económica, no me voy a referir en los detalles a ella, puesto que ya lo han hecho tanto el señor Juncker como el señor Trichet.
En cuanto a la aplicación del Pacto de Estabilidad y Crecimiento, que creo que tiene que ver con esta mejoría de la situación económica y con esta estabilidad económica de la que estamos disfrutando en la zona del euro, debo decir, como ha dicho ya el señor Juncker, que la aplicación de la parte correctiva del Pacto de Estabilidad revisado, la aplicación de los procedimientos de déficit excesivo, está siendo muy positiva. Hemos derogado en este año tres procedimientos de déficit excesivo relativos a tres miembros de la zona del euro, entre ellos las dos principales economías de la zona, Francia y Alemania, que ya no están en déficit excesivo.
También hemos derogado el procedimiento de déficit excesivo contra Grecia. Son dos en estos momentos los países de la zona que todavía están incursos en el procedimiento de déficit excesivo, Italia y Portugal. Si las cosas siguen como hasta ahora, Italia a final de año habrá corregido su déficit excesivo y lo situará claramente por debajo del 3 % y, si las cosas siguen como hasta ahora, si no es este año, será el próximo cuando Portugal corrija, tal como se lo pidió el Consejo, antes del final de 2008, el déficit excesivo.
Por lo tanto, en lo que respecta a la zona del euro, la aplicación de ese elemento del Pacto, que es el más conocido, que es el más llamativo y que es el que tiene instrumentos más fuertes y más poderosos en manos de la Comisión y del Consejo, se está realizando satisfactoriamente.
La parte preventiva es lo que nos ocupa y nos preocupa ahora. Lo debatió el Eurogrupo el lunes, lo debatió ayer el Ecofin. Es el debate más actual y más difícil en los buenos momentos económicos, porque en los buenos momentos económicos es más difícil, no en términos económicos, pero sí en términos políticos, seguir consolidando las finanzas públicas y los instrumentos en manos de la Comisión y del Consejo para ayudar a esa corrección de las finanzas públicas más allá de los límites del 3 %, hacia ese objetivo a medio plazo del equilibrio en términos estructurales. Son instrumentos más débiles desde el punto jurídico y se deben basar en el consenso político, en la presión de los pares y en la convicción de que esa es una condición necesaria para que el crecimiento sea sostenido.
Hemos debatido recientemente -esta misma semana- de nuevo la situación de Italia, que está en déficit excesivo, pero que ya tiene que estar planteándose, y se lo está planteando con muchas dificultades, cómo progresa su proceso de consolidación. Tenemos la suerte de tener que debatir menos la situación alemana, porque se ha avanzado mucho en la consolidación fiscal en Alemania. Y hemos empezado a debatir la situación de Francia.
Les voy a decir, añadiendo y complementando lo que ha dicho el señor Juncker, mi opinión sobre el debate del lunes en el Eurogrupo. Hay un hecho muy positivo: el Presidente francés se ha comprometido ante los Ministros de Finanzas de la zona del euro y del Presidente del Banco Central Europeo y de la Comisión a impulsar un muy serio programa de reformas que nos va a detallar de aquí a septiembre.
Citaré un segundo hecho muy positivo: se ha comprometido a asignar todos los excedentes de ingresos por encima de los presupuestados a la consolidación fiscal y a la reducción de la deuda. Y, algo nuevo, en la reunión del Eurogrupo ha dicho «si puedo ajustar el déficit en 2010, quiero ajustar el déficit en 2010», cosa que no estaba clara antes de la reunión en el Eurogrupo. Es verdad que también ha añadido «si no puedo, tendré que hacerlo en 2012».
Pero esa explicación no acabó el lunes pasado, porque otro elemento de esa reunión que considero muy importante es que el debate sobre la estrategia presupuestaria francesa, como el debate sobre la estrategia presupuestaria de cualquier otro país, se hará, igual que se ha venido haciendo hasta ahora, en el marco del Pacto de Estabilidad y Crecimiento, presentando Francia un programa de estabilidad revisado, que será analizado por la Comisión y por el Consejo y serán los Ministros, reunidos en Consejo, en Eurogrupo y también en Ecofin, quienes dirán cuál es su opinión sobre el programa de ajuste y de consolidación fiscal que presente Francia.
Creo que esto hay que ponerlo de relieve porque hay quien ha interpretado lo sucedido en días pasados como la segunda muerte del Pacto -que algunos habían dicho ya que estaba muerto en 2003-. Yo creo que está bien vivo, lo que pasa es que es difícil aplicarlo en los buenos momentos del ciclo, sobre todo en algunos países. Pero para eso están los instrumentos del pacto: para ayudar a superar esas dificultades.
Y quiero brevemente hacer un último comentario, señor Presidente, relativo a la importancia que tendrá el nuevo Tratado, cuando entre en vigor, para dar más capacidad institucional al Eurogrupo, para mejorar la gobernanza de la Unión Económica y Monetaria, donde, tanto en el aspecto exterior, como en el aspecto interior, todavía hay mucho camino por recorrer. Yo espero que la Comisión, en el próximo debate, pueda presentarles a ustedes un análisis completo de cómo está funcionando y cómo debiera funcionar la Unión Económica y Monetaria, aprovechando el décimo aniversario de la decisión de lanzar el euro, en mayo de 2008.
Andreas Schwab, en nombre del Grupo del PPE-DE. – (DE) Señor Presidente, señor Comisario, permítame comenzar dando las gracias a los ponentes, el señor Mitchell y el señor Rosati, por su trabajo. Con la política monetaria única establecida por el BCE y el euro como divisa única, los Estados miembros de la zona del euro han logrado el nivel de integración más alto posible en el área de política monetaria. A diferencia de la política monetaria común, la política económica no se establece en el ámbito comunitario, por lo que las decisiones de política económica siguen estando en manos de los Parlamentos y Gobiernos nacionales.
Un alto nivel de convergencia económica a largo plazo en los países de la zona del euro es condición previa para una divisa europea estable y fuerte. Por ello, me complacen las palabras que hoy han pronunciado el señor Juncker y el señor Trichet. Se ha publicado mucho en la prensa en las últimas semanas, incluso a principios de esta semana. Todo ello puede resumirse en una línea: parecía que se iba a decir más de lo que se dijo.
Me complace que haya sido tan claro y firme en sus afirmaciones, pero creo que se seguirá debatiendo el modo en el que el euro y los criterios que le dan forma se desarrollarán en el futuro. Este debate exigirá que todos los participantes estén firmes en sus puestos.
Como representante de la generación más joven, insto a todos los Estados miembros de la zona del euro a que no cesen en sus esfuerzos por consolidar y aplicar la disciplina presupuestaria en sus presupuestos nacionales. En este contexto, quisiera citar a Montesquieu, que dijo que lo que cuenta es aplicar «el espíritu de la ley». Los términos del Tratado sobre la unión económica y monetaria deben respetarse, aunque hayan cambiado los Gobiernos. A este respecto, el excelente consejo de Montesquieu sin duda debe aplicarse de cabo a rabo. Por ejemplo, si un Estado miembro que ha producido una gran cantidad de material inflamable en las últimas semanas fuera a realizar un cambio, otros Estados miembros más al norte le seguirían, lo cual tendría resultados desastrosos para la política presupuestaria y la consolidación de la Unión Europea.
Por ese motivo, señor Juncker y señor Trichet, les insto a que sean fuertes y se muestren firmes: no permitan que nadie altere su rumbo en los próximos años.
El Presidente. Señor Schwab, sin duda es especialmente apropiado citar a Montesquieu en este caso.
Benoît Hamon, en nombre del Grupo del PSE. – (FR) Señor Presidente, señor Comisario, Señorías, no puedo resistirme a la necesidad imperiosa de reaccionar a las observaciones realizadas por el señor Juncker y su visitante vespertino, recomendando en primer lugar que no debería dejar que este visitante vespertino se aprovechara de él, especialmente en cuanto a la naturaleza de los déficit que está examinando de cerca en Francia. Dicho eso de pasada, estos déficit no tienen nada que ver con nuevas inversiones en investigación, desarrollo e innovación, como sugiere la Estrategia de Lisboa, sino que básicamente se deben a una reducción fiscal de 14 000 millones de euros, destinada a los ciudadanos más adinerados de Francia, una reducción que suscita que la mayoría de economistas se pregunten sobre su supuesto efecto potenciador positivo sobre el crecimiento de la Unión Europea. No voy a divagar más.
Actualmente, quisiera dar las gracias al señor Mitchell por su informe y el trabajo que ha realizado a este respecto en el seno de la Comisión de Asuntos Económicos y Monetarios. Este informe realiza ciertos avances y progresos importantes, sobre todo en cuanto a la transparencia en el trabajo y las decisiones del Banco Central Europeo y en cuanto a la democratización de los procedimientos de nombramiento. Este texto también exige una mayor precaución con respecto a un posible aumento de los tipos de interés a fin de no perjudicar el crecimiento; también exige precaución en cuanto a los fondos de cobertura, para fomentar la vigilancia y la regulación en aras de la transparencia y la estabilidad financiera. Por último, podemos estar satisfechos con el consenso que la Comisión de Asuntos Económicos y Monetarios ha logrado alcanzar sobre la necesidad de invertir grandes cantidades en investigación, educación y formación.
Habiendo dicho eso, vuelvo a la cuestión de los tipos de cambio, porque al contrario que el fatalismo y el existente ultraconservadurismo, queremos señalar que los instrumentos con los que podemos tomar medidas existen. El artículo 111 del Tratado apenas estipula que, y cito, «en ausencia de un sistema de tipos de cambio en relación con una o más divisas no comunitarias (...) el Consejo, actuando por mayoría cualificada bien sobre una recomendación de la Comisión y tras consultar al BCE o sobre una recomendación del BCE, podrá formular orientaciones generales con respecto a la política de tipos de cambio en relación con estas divisas». Eso es lo que les pedimos, señor Juncker, señor Trichet y señor Almunia: orientaciones generales para la política de los tipos de cambio en relación con las divisas de nuestros principales socios y competidores, en lugar de una política general de laissez-faire y unas declaraciones no muy creíbles sobre la falta de impacto económico de un euro sobrevalorado en gran medida.
Por último, quisiera decir algunas palabras sobre una cuestión con respecto a la que existe un desacuerdo importante entre las dos partes de esta Cámara: la política salarial. Al igual que usted, señor Juncker, observamos que la proporción de los salarios en el PIB de la zona del euro sigue descendiendo, y que al mismo tiempo, los salarios, los contratos blindados y otras opciones sobre acciones de directores y gerentes de grandes compañías suponen una verdadera provocación para los trabajadores europeos, cuyo poder adquisitivo se está debilitando.
Al igual que usted, señor Almunia, solicitamos un salario mínimo legal en todos los países de la Unión Europea, o al menos en la zona del euro. Animar a los interlocutores sociales a ponerse de acuerdo sobre unos incrementos salariales significativos, como han hecho los interlocutores sociales de la industria metalúrgica de Alemania, no solo supone aspirar a una mejor distribución de los frutos del crecimiento, sino también, en nuestra opinión, ayudar a perpetuar el crecimiento concediendo más confianza a los hogares e incrementando el consumo.
12. Orden del día
El Presidente. En vista del gran volumen de trabajo que tenemos esta semana, y puesto que no hemos podido concluir las votaciones de hoy, declaro que la sesión de mañana por la mañana comenzará a las 9:30 horas y el turno de votaciones empezará a las 11:30 horas.
(El Parlamento da su aprobación)
13. Informe anual 2007 sobre la zona del euro - Banco Central Europeo (2006) (continuación del debate)
El Presidente. De conformidad con el orden del día, se procede a la continuación del debate sobre la zona del euro 2007 y el informe 2006 del Banco Central Europeo.
Andrea Losco, en nombre del Grupo ALDE. – (IT) Señor Presidente, señor Comisario, Presidente Trichet, Presidente Juncker, Señorías, el Parlamento Europeo puede afirmar con satisfacción que la zona del euro es un factor fundamental para la estabilidad en la economía global.
Como ya han explicado brillantemente los ponentes, el señor Rosati y el señor Mitchell, en este segundo informe, el Parlamento puede comparar la incuestionable mejora de la economía en 2006, que produjo un cambio positivo en términos de crecimiento económico, especialmente de empleo, con la creación de dos millones de empleos nuevos, como ya se ha señalado. Se trata de una tendencia positiva que los Estados miembros de la zona del euro han podido lograr gracias a una política fiscal prudente y saludable y a los esfuerzos realizados para llevar a cabo las reformas estructurales necesarias, que también son fruto de un grado mayor de interdependencia exigido a los Estados miembros por la zona del euro.
No obstante, tenemos que hacer algunas preguntas, y la principal ya ha sido planteada en el informe por el Comisario Almunia: ¿cómo perciben los europeos esta situación económica favorable? ¿Cuáles son los beneficios para los ciudadanos individuales? Lamentablemente, por encima de los datos oficiales, los efectos tangibles todavía no han sido reconocidos por el público. Debemos observar que, de hecho, las repetidas peticiones de moderación salarial, bajo ciertas condiciones que cuentan con una base sólida desde el punto de vista económico, se alejan de la vida cotidiana de los ciudadanos, por lo que está claro que, de momento, algunos Estados miembros, incluida Italia, que está experimentando graves tensiones sociales, están teniendo verdaderas dificultades para canalizar todos los ingresos adicionales hacia la reducción de la deuda.
Por lo tanto, creo que a la vez que cumplimos con los compromisos realizados a medio plazo, debemos responder a un reto: ¿cómo podemos compatibilizar las rígidas reglas de la economía con las peticiones de justicia social?
Zbigniew Krzysztof Kuźmiuk, en nombre del Grupo UEN. – (PL) Señor Presidente, al hacer uso de la palabra en este debate, quisiera plantear dos cuestiones.
En primer lugar, debemos observar con satisfacción que 2006 fue un año inusualmente positivo para los países de la zona del euro. El PIB aumentó en un 2,7 %, en comparación con un 1,4 % en 2005, y el desempleo se situó en un 7,6 %, la cifra más baja en quince años. Estos resultados se lograron con un tipo de inflación que ha permanecido en un 2,2 % desde 2005, así como un déficit fiscal reducido. No obstante, es extraño que estas cifras sean peores que las cifras de crecimiento, desempleo, inflación y déficit presupuestario en tres países fuera de la zona del euro, como lo son Reino Unido, Suecia y Dinamarca. También están a la zaga de las cifras anuales alcanzadas por la economía de los Estados Unidos.
En segundo lugar, ambos informes están llenos de cifras, y nos hemos concentrado en ellas. No obstante, parece que no todo el mundo considera que las cifras tienen la máxima importancia. El recién elegido presidente francés dijo en una entrevista que el crecimiento económico y el pleno empleo son tan importantes que los Jefes de Estado deberían abordarlos directamente, y también que la excesiva fuerza del euro, ocasionada por los últimos incrementos de los tipos de interés por parte del Banco Central Europeo, perjudica a los exportadores europeos. Además de este diagnóstico, el Presidente francés también quiere reducir los impuestos e incrementar el déficit presupuestario para incrementar el crecimiento económico y reducir el desempleo en el futuro.
Casi he terminado. Pero no he escuchado ninguna crítica, ni del Presidente de...
(El Presidente interrumpe al orador)
Alain Lipietz, en nombre del Grupo Verts/ALE. – (FR) Señor Presidente, quisiera comenzar diciéndole al señor Juncker que no debería tomarse a mal el reducido número de diputados presentes en esta Cámara. Yo también me habría quedado de buena gana en mi oficina para haberle podido ver tranquilamente y de cerca en mi pantalla de televisión. Las condiciones de debate en esta sala son bastante difíciles.
Ante todo, quiero expresar mi emoción al ver la coincidencia del informe Mitchell con los debates que toda la Comisión de Asuntos Económicos y Monetarios lleva celebrando varios años ya. Por primera vez tenemos un informe relativamente unánime, que nos permitirá lograr acuerdos sobre cuestiones que solían dividirnos.
En primer lugar, está la idea de que las reformas estructurales pueden implementarse y pueden aumentar la tasa de crecimiento potencial en comparación con la que tuvimos en la década de los 90, y que puede que ya la hayan incrementado.
En segundo lugar está lo que es, en resumen, la afirmación explícita de que las reformas del mercado laboral no están relacionadas con ninguna moderación salarial incondicional, sino más bien, tal y como ha dicho el señor Juncker, con una moderación cualificada mediante la proporcionalidad con el crecimiento de la productividad y que este crecimiento se crea mediante un capital humano mejorado, mediante la formación y la investigación y no mediante la reducción de las garantías sociales.
El tercer avance importante del informe del señor Mitchell es que la cuestión del apartado 111 del Tratado por fin se ha abordado de manera adecuada. Corresponde al Consejo establecer una política de tipos de cambio. Al señor Juncker le diría que también debe escuchar lo que ha dicho el señor Gallois sobre la competitividad del Airbus. No podemos decir que exista un país concreto que tenga dificultades para adaptarse a los tipos de cambio actuales.
En el apartado 10 de la resolución del señor Mitchell, pedimos al señor Juncker que esté de acuerdo con el señor Almunia, y esto es algo que debe acogerse con satisfacción.
PRESIDENCIA DE LA SRA. KRATSA-TSAGAROPOULOU Vicepresidenta
Jacky Henin, en nombre del Grupo GUE/NGL. – (FR) Señora Presidenta, no es gobernanza lo que necesita la Unión, sino medidas políticas para sus economías a fin de promover una forma de crecimiento que cree empleo estable, y sobre todo, bien pagado. El Banco Central Europeo es perjudicial porque su único objetivo es conseguir la tasa mínima de inflación posible, cuando debería incluir elementos de política estructural como el crecimiento, como lo hace la Reserva Federal de los Estados Unidos.
La creación del euro sin la implementación, al mismo tiempo, de un presupuesto federal a nivel de los Estados miembros implicados ha ocasionado la desaparición del instrumento de devaluación, sin que se hayan proporcionado otros métodos de protección alternativos. La infravaloración del dólar es, desde este punto de vista, un arma para la destrucción masiva de las capacidades industriales de Europa, y sus discursos autosuficientes no pueden disfrazar esta realidad del gasto exorbitante y excesivo de la sobrevaloración del euro. Los trabajadores y ciudadanos de Europa están pagando un precio muy alto por este error.
La zona del euro no puede seguir funcionando del modo en que lo hace actualmente; debemos recurrir urgentemente a un cambio del estatuto del Banco Central Europeo y de la propia organización del euro. Debemos recurrir urgentemente a la protección de las aduanas. Es hora de implementar políticas laborales que garanticen la protección de los intereses vitales de los ciudadanos de Europa y que permitan la creación de empleos y la protección de los intereses comunes de los trabajadores europeos.
John Whittaker, en nombre del Grupo IND/DEM. – (EN) Señora Presidenta, el crecimiento económico aumenta, el desempleo desciende, el déficit público se reduce, pero ahora se expresa la preocupación de que este crecimiento pueda verse amenazado por la fortaleza exterior del euro. Aunque el señor Juncker no comparte esta preocupación, el señor Sarkozy y otras personas han venido pidiendo una gestión activa del tipo de cambio. El informe del señor Mitchell nos llama la atención sobre los reglamentos que confieren a los Estados miembros las competencias sobre la política de tipos de cambio e insta a los Ministros de Hacienda de la zona del euro a que coordinen con el Banco Central Europeo su influencia sobre el tipo de cambio.
El informe señala a continuación que esta acción no debería socavar la independencia del BCE para usar sus tipos de interés para combatir la inflación. No parece que entendamos cómo funciona esto. La forma de conseguir que el valor del euro descendiera sería que el BCE redujera los tipos de interés. Pero en ese caso tendría que abandonar su objetivo de inflación. En estos tiempos de libre circulación de capitales no es posible controlar al mismo tiempo la inflación y los tipos de cambio.
Hay otra forma, por supuesto, que consiste en imponer el control de cambios. Quizá sea esto realmente lo que tenemos en mente. Encajaría perfectamente con las declaraciones del señor Sarkozy, en las que defiende el proteccionismo francés, y sería a su vez desastroso para las economías de mercado de la zona del euro.
Sergej Kozlík (NI). – (SK) Quisiera subrayar que las variaciones de la tasa de inflación son, en gran medida, consecuencia de factores estructurales, no de políticas poco sólidas.
Se ha producido un incremento de los salarios a dos bandas en los nuevos Estados miembros de la Unión Europea, y el porcentaje de producción intensiva de energía y de materias primas en estos países es mayor que en los Estados más desarrollados de la zona del euro. Al mismo tiempo, se destina una parte considerable de la producción intensiva de energía y materias primas a la zona del euro. Por esas razones, los nuevos Estados miembros son más susceptibles de sufrir fluctuaciones en los precios de la energía y de las materias primas; por la misma razón, sirven de tampón, para absorber los impactos de los precios sobre los Estados de la zona del euro. No obstante, las presiones inflacionarias en los nuevos Estados miembros también pueden deberse a un elevado crecimiento, al aumento de la productividad y al ponerse a nivel de las normas de los países más desarrollados.
Después de todo, este es uno de los objetivos de la pertenencia a la Unión Europea.
Por lo tanto, apoyo la petición de revisión de los criterios de convergencia, especialmente con respecto a la inflación, para que no se conviertan en instrumentos para crear nuevas divisiones en Europa.
Cristóbal Montoro Romero (PPE-DE). – (ES) Señora Presidenta, señor Comisario, señor Presidente del Banco Central Europeo, señor Presidente del Eurogrupo, quisiera, en primer lugar, felicitar al señor Rosati y, también, de forma muy especial, al señor Mitchell, por la calidad de sus informes.
Entiendo que estamos viviendo en Europa un momento económicamente prometedor. Tenemos por fin un incremento de producción y de la actividad económica. Eso se está traduciendo en nuevas oportunidades de empleo y todo ello con una inflación moderada.
Ahora bien, la gran cuestión es confirmar este crecimiento económico, de cuyo logro van a depender también nuestros problemas institucionales. La duda, que está presente en los informes, es si estamos ante una recuperación de carácter coyuntural o si estamos ante un movimiento económico más de fondo.
En ese sentido, no nos tenemos que conformar con que Europa tenga un crecimiento potencial del 2 %. Tenemos que seguir sincronizando nuestros ritmos de crecimiento entre los países y tenemos, en definitiva, que conseguir que haya más creación de empleo y más pequeña y mediana empresa.
En ese terreno, el Banco Central Europeo debe seguir también las recomendaciones del informe del señor Mitchell: prudencia en la subida de los tipos de interés, porque no debe anticiparse a lo que deben ser las decisiones de los Gobiernos, decisiones de reforma y decisiones mucho más decididas para luchar contra el proteccionismo. El gran problema que realmente tenemos en esta Europa es ese discurso proteccionista que va en contra de lo que es el espíritu de integración de Europa.
Tenemos, en una palabra, un momento económico positivo que tenemos que ayudar entre todos a traducirlo, esto es, a conseguir que ese crecimiento continúe y ayude, en definitiva, a que los ciudadanos europeos identifiquen al euro como una de sus fuentes de bienestar, de prosperidad y, sobre todo, de nuevas oportunidades de empleo.
Ieke van den Burg (PSE). – (EN) Señora Presidenta, en este breve espacio de tiempo que me corresponde quisiera expresar, en nombre del Grupo del PSE, nuestro pleno apoyo al Pacto de Estabilidad y Crecimiento, y lo diré tantas veces como sea necesario, y en especial, a la reforma del pacto. Lo hemos dotado de mayor sofisticación, de manera que tenga en cuenta el ciclo económico y los hechos. Esto debe aplicarse como es debido y no deliberadamente, como sucede ahora. Por consiguiente, valoro positivamente las palabras del señor Juncker y del señor Almunia, y he de reiterar que hablo en nombre de mi Grupo político.
Quisiera llamar la atención sobre dos asuntos concretos, y me gustaría escuchar la respuesta de ustedes tres, a quienes me complace verles juntos en este debate. El primero es la moderación salarial. Apoyamos el principio de que la moderación salarial debería mantenerse dentro de los límites del aumento de la productividad, y así ha sucedido durante más de diez años. Sin embargo, ahora es el momento de pensar en reequilibrar los frutos del crecimiento, y, allí donde se aprecie que los salarios se quedan a atrás y constituyen una pequeña parte del PIB, es ahora el momento de reequilibrar esto. Me gustaría escuchar algunas opiniones al respecto. Ya sé que tanto el señor Juncker como el señor Almunia también las han expresado así. Quisiera invitar especialmente al Presidente del BCE a que dé su opinión sobre este asunto.
El otro asunto del que quería hablar no es solo el de los fondos de cobertura, sino también el apartado 19 del informe Mitchell sobre la reestructuración de la deuda de las empresas. Se trata de una preocupación muy importante para la estabilidad financiera y quisiera pedirles también que lo valorasen e indiquen cómo se puede solucionar.
Olle Schmidt (ALDE). – (SV) Quiero comenzar dándoles las gracias a ambos ponentes por su constructiva labor. El Banco Central Europeo está haciendo un buen trabajo cumpliendo sus funciones. Aunque el debate se acalore en ocasiones, el señor Trichet siempre logra calmar a la gente utilizando un lenguaje que podría ser de un diplomático. El BCE se ha hecho considerablemente más abierto y transparente de lo que era, pero las demandas del Parlamento para que se publiquen las actas siguen estando ahí. Ese sistema funciona bien en otros bancos centrales y reforzaría el BCE a la vez que aumentaría su reputación. También expresamos de nuevo nuestro deseo de un procedimiento más abierto para las elecciones al Consejo Ejecutivo del BCE.
Es extremadamente importante garantizar la independencia del BCE y apoyar el objetivo de la estabilidad de precios. El Grupo de la Alianza de los Demócratas y Liberales por Europa presta su pleno apoyo al BCE, a Jean-Claude Trichet y a Jean-Claude Juncker en lo que respecta a esta cuestión crucial. Sabemos que contar con una política de estabilidad firme es una condición básica para una Europa en crecimiento.
Lamentablemente, a muchos de nosotros nos preocupa que sigan los tonos estridentes de la campaña de las elecciones presidenciales francesas. La reunión del lunes en Bruselas no hace nada para reducir esta preocupación. Esa preocupación también está presente en la comisión, aunque el señor Juncker trate de tranquilizarnos, y puede escucharse en el amplio debate de hoy en esta Cámara. Hay frases en el informe que podrían tomarse como pretexto para cuestionar la independencia del BCE y permitir que interfiera políticamente en mayor medida. Esas son medidas que rechazamos. Quisiera señalar el texto del apartado 10, que a su vez se refiere específicamente, como lo ha hecho el señor Hamon, al artículo 111 del Tratado. Sería extremadamente lamentable que se considerase de algún modo que nuestro informe cuestiona al BCE.
Wiesław Stefan Kuc (UEN). – (PL) Señora Presidenta, los positivos resultados macroeconómicos de los países de la zona del euro confirman el enorme impacto que la unión económica y monetaria tiene sobre los resultados, que de hecho fue el objetivo de la introducción de una divisa común en la Unión Europea. Los niveles de integración más elevados en distintas zonas posibilitan el aumento del desarrollo y del progreso. No obstante, los problemas con la Constitución Europea, la votación y la fuerza de ciertos Estados miembros están impidiendo actualmente una mayor integración.
Lamentablemente, la Europa de dos velocidades predicha por el Presidente Prodi se ha hecho realidad. También es evidente en la introducción del euro en los Estados miembros. La introducción del euro en uno, incluso dos Estados en un periodo de tres años no puede considerarse como un éxito contundente. Debemos reforzar y acelerar estas actividades, puesto que permitirán un desarrollo más rápido y una mayor integración. Aprovechemos esta oportunidad.
En conclusión, permítanme extender mis más sinceras felicitaciones a ambos ponentes.
Hélène Goudin (IND/DEM). – (SV) No han transcurrido ni siquiera cuatro años desde que Suecia celebró un referendo sobre el euro y, con gran mayoría, rechazó la introducción del euro como divisa. Había y hay muchos argumentos en contra de formar parte de la zona del euro. Por un lado, se trata de un proyecto político muy poco estable; por otro, para un país es extremadamente problemático no poder controlar sus propios tipos de interés a fin de responder a los ciclos comerciales. Estos miedos han demostrado estar justificados, y ahora vemos cómo todo esto afecta a países que han cambiado sus divisas por el euro.
Entonces ¿Suecia ha salido perdiendo al mantener la corona? Estudios recientes demuestran que el comercio se ha visto afectado, pero de manera insignificante. Lo que Suecia ha ganado al no introducir el euro es mucho más valioso. Estamos en una situación muy distinta para controlar nuestro desarrollo, porque los tipos de interés pueden adaptarse a las condiciones que prevalecen en Suecia sin que el Banco de Suecia tenga que tener en cuenta la situación del comercio en otros países. Por ello, creo que, al contrario de lo que ha dicho el Comisario Almunia en esta Cámara, el voto negativo de Suecia debe respetarse, y también ha de proporcionarse a Suecia una exención formal de tener que unirse a la zona del euro, como es el caso de Dinamarca y el Reino Unido. Cualquier otra actitud sería extremadamente poco democrática.
Zsolt László Becsey (PPE-DE). – (HU) Me alegra que este debate se celebre ahora, lo cual me permitirá llamar la atención sobre algunas consecuencias de la ampliación, con referencia a algunos aspectos comunes a ambos temas. En primer lugar, me complace que, además de los países candidatos a integrarse en la zona del euro y del ponente, también el colega alemán, señor Schwab, haya advertido el problema derivado de que la perspectiva que se aplica para determinar el país de referencia en relación con el criterio de inflación para la admisión en la zona del euro –o sea, la totalidad de los Estados miembros– es distinta de la que aplicamos al fijar el objetivo del BCE, que implícitamente se aplica a sus trece Estados miembros.
A pesar de la carta de respuesta que nos hizo llegar ayer el señor Almunia, el Parlamento debe continuar insistiendo en que la reforma del Tratado debería incluir una rectificación, que se desprende lógicamente de la creación de la zona del euro. Además, ¿no es acaso un doble rasero no aplicar medidas contra la inflación excesiva a los Estados miembros de la zona del euro y, en cambio, establecer expectativas antiinflacionistas más rigurosas para quienes quieran incorporarse a ella?
Quisiera señalar que, mientras el criterio de referencia para el euro se basa en los 27 Estados miembros, en el Consejo de Dirección del BCE, la misma definición se aplica solo a 13 Estados, puesto que no tengo noticia de que los ciudadanos de los Estados que no forman parte de la zona del euro desempeñen ningún papel en dicho órgano. Por consiguiente, me parece que la expresión del Tratado «los Estados miembros de la Unión Europea» tiene una doble lectura.
Escuchamos muchas declaraciones retóricas sobre la solidaridad, pero esta no se manifiesta en relación con el uso de los billetes denominados en euros. De hecho, el billete de menor valor, el de 5 euros, tendrá un valor varias veces superior al del billete de menor valor de las monedas nacionales de los nuevos Estados miembros, lo cual obligará a los residentes en estos últimos a pasearse por la calle con bolsas llenas de monedas. Al mismo tiempo, el billete de mayor valor, el de 500 euros, en muchos casos equivale al valor de la pensión de medio año en dichos países. Yo mismo no he tenido ocasión de usar ese billete para pagar nada aquí en Estrasburgo o en Bruselas durante varias semanas. Si alguien pudiera cambiármelo, se lo agradecería. ¿Qué podría hacerse entonces con él en Riga?
Quiero añadir que el señor Rosati ha hecho una observación muy considerada sobre la ampliación de las cuatro libertades fundamentales al mercado interior. Sin embargo, también tengo un interrogante al respecto: ¿cómo es posible que quienes participan actualmente en la integración monetaria puedan bloquear la libre circulación de trabajadores por temor al dumping laboral eslovaco? ¿Cómo es posible que los reglamentos de la UE excluyan indirectamente la actividad intensiva en mano de obra de la prestación de servicios?
Muchas gracias, señora Presidenta, y espero que la ampliación de la zona del euro hacia el Este, hacia la antigua zona de influencia soviética, también se inicie pronto.
Pervenche Berès (PSE). – (FR) Señora Presidenta, señor Juncker, señor Trichet, señor Almunia, creo que esta es una buena semana para el euro. En primer lugar, porque es la primera vez que el diálogo macroeconómico sobre la zona del euro se celebra aquí, en el Parlamento Europeo. Espero que esto marque el inicio de una buena costumbre; el euro adquiere visibilidad en el Parlamento en el marco del presente debate y me congratulo por ello.
Además, también esta semana, un Presidente de la República recién elegido consideró que debía justificar ante el Eurogrupo lo que iba a proponer a su país. Pienso que esto no habría sucedido hace algunos años en ese país, que consideraba la estrategia presupuestaria como un asunto de competencia nacional. El debate colectivo sobre en qué consiste la gestión del euro ha avanzado y esto me alegra. Han pedido que se les permita evaluar la eficacia de los 13 000 millones de euros en beneficios fiscales propuestos y no puedo dejar de apoyar su propuesta.
Sin embargo, con vistas al futuro, les invitaría a ir aún más lejos. En primer lugar, porque creo que hacer uso de la vertiente preventiva del Pacto de Estabilidad y Crecimiento no permite aplicar las medidas que se requieren, a saber, una coordinación ex ante destinada a organizar las futuras inversiones estratégicas de forma coordinada y que permita anticiparse, conjuntamente, a los efectos de las reformas estructurales, puesto que las que se llevan a cabo en un país tienen repercusiones sobre todos los demás.
Y por último quisiera invitarles a abrir el debate sobre el tema del tipo de cambio. El artículo 111 del Tratado les permite abordar este asunto, también en el ámbito del Consejo. Este se debe considerar asimismo de interés común, tal como les insta a considerarlo el artículo 99 del Tratado.
Vladimír Železný (IND/DEM). – (CS) Señora Presidenta, se suponía que la introducción de la moneda única iba a crear un mercado interior único. Sin embargo, la Unión Europea, en lugar de establecer las libertades económicas que en 1957 contribuyeron a poner los cimientos del mercado común y que aún no se han hecho realidad, actualmente es esclava de un concepto de integración política rígido y de la creación de un superestado con exceso de regulación. El hecho de que no se consiguiera aprobar la Directiva Bolkenstein en su forma original, la existencia de obstáculos al libre traslado de la producción a zonas más eficientes de la Unión y las restricciones a la libre circulación de trabajadores de los nuevos Estados miembros, junto con otras restricciones proteccionistas y reglamentarias a la libertad del mercado común, están convirtiendo al euro en una moneda artificial. Como resultado, tenemos una moneda única en un mercado que no es único. Un ejemplo característico de ello es la imposición brutal, por un lado, de concesiones en el marco del Pacto de Estabilidad de las que algunos grandes Estados miembros decidieron que no podían prescindir, y por el otro lado, las condiciones absurdas y hace tiempo desfasadas que se imponen a los nuevos Estados miembros para su incorporación a la zona del euro, sin tener debidamente en cuenta los niveles de inflación necesarios y otros indicadores, que no son más que manifestaciones periféricas e incidentales de unas economías muy dinámicas que presentan una tasa de crecimiento superior a la media de la UE. La estrechez de miras de la zona del euro y el hecho de que las libertades económicas no se cumplan en un mercado injusto y no unificado están convirtiendo al euro en una moneda insegura y pusilánime.
(EN) Señora Presidenta, permítame hacer un comentario técnico. En el panel que está encima de usted y en la pantalla, mi nombre aparece a menudo escrito incorrectamente desde hace varios meses. Falta la «ý» al final de mi apellido. Le ruego que tome nota.
Othmar Karas (PPE-DE). – (DE) Señora Presidenta, por mi parte también acojo con satisfacción el trébol de tres hojas del euro.
El euro ha sido un éxito: es la mejor respuesta de la UE a los retos a escala mundial. El euro y las cuatro libertades son las piedras angulares de un mercado interior fuerte. A mi entender, los criterios de Maastricht y el Pacto de Estabilidad y Crecimiento son los principios reguladores más importantes que ha conseguido establecer la Unión Europea. A partir del 1 de enero de 2008, el Eurogrupo tendrá mayoría absoluta entre los miembros de la UE. Esto es una buena noticia y queremos dar una cordial bienvenida a Malta y Chipre.
Me llama la atención que se arme tanto revuelo porque un jefe de Estado haya prometido hacer los deberes. Estos se tienen que hacer. Es necesario que se respeten las normas, en lugar de interpretarlas en un sentido proteccionista.
Nos alegra que se hayan obtenido beneficios económicos y pedimos que estos se utilicen para reducir los déficit en la balanza comercial y los déficit públicos, permitiendo al mismo tiempo que los trabajadores participen en los beneficios.
No cuestionamos la independencia del Banco Central Europeo. Este garantiza el buen funcionamiento del euro. Sin embargo, un BCE independiente y unas relaciones exteriores unificadas para la zona del euro no son mutuamente excluyentes. Que la zona del euro hable con una sola voz en el ámbito de las relaciones exteriores no guarda relación alguna con el hecho de que esos tres caballeros puedan influir sobre los tipos de cambio. El mercado determina el tipo de cambio y el Banco Central Europeo decide los tipos de interés. Quiero aclarárselo a la izquierda.
Ahora entonamos alabanzas al euro y a los datos económicos, pero hemos olvidado que este también se debería considerar beneficioso para los ciudadanos de Europa y esto se les debería hacer ver. Tenemos que destacar lo mucho que estamos ahorrando en costes cambiarios. Tenemos que destacar la influencia del euro sobre la estabilidad de la zona del euro y del mercado interior. No debemos olvidar que en estos momentos nos va mejor que al dólar y esto es indicativo de un éxito real. Es lo que deseaban los ciudadanos cuando introdujimos el euro.
Robert Goebbels (PSE). – (FR) Señora Presidenta, tengo la sensación de estar participando en un debate decepcionante: para nuestros invitados, que se han encontrado con un hemiciclo vacío, y para la derecha, cuyos diputados están alterados por la pérdida de independencia del BCE, cuando este es y seguirá siendo independiente. Francia modificó su Constitución con objeto de que el BCE pudiera ser independiente. Para modificar el estatuto del BCE se requeriría un acuerdo entre 27 Gobiernos y 28 Parlamentos, incluido el nuestro. ¡Es un cometido imposible!
Además, el BCE está desarrollando una labor bastante buena; el euro es la segunda moneda de reserva internacional y, desde 2000, se ha apreciado alrededor de un 25 % frente al dólar. Nos cuesta menos comprar materias primas, petróleo y gas. La inflación en la zona del euro es más baja que en los Estados Unidos y en el Reino Unido. Si tengo alguna crítica contra el BCE, es que está demasiado obsesionado con la inflación. Esta es perjudicial, sobre todo para los económicamente débiles, pero actualmente la presión inflacionaria es limitada y el Banco podría apoyar más la política económica de la UE.
El poder adquisitivo de muchos europeos ha disminuido, pero eso no impide que el BCE siga propugnando la moderación salarial. Espero que el señor Trichet también recomiende moderación al Presidente Sarkozy, que está renunciando a los compromisos adquiridos por Francia para ofrecer regalos fiscales a los ricos.
El último desengaño es el siguiente: ¿de qué nos sirve una Carta de los Derechos Fundamentales si esta no se aplica en toda la Unión? ¿Cómo puede aplicarla el Tribunal de Justicia Europeo, si no se aplica en el Reino Unido? Esta última pregunta va dirigida a mi compatriota y gran europeo, el señor Juncker.
Jean-Paul Gauzès (PPE-DE). – (FR) Señora Presidenta, señor Juncker, señor Trichet, Señorías, no es una paradoja ni una contradicción apoyar las conclusiones de los excelentes informes presentados y apoyar a la vez la actuación valiente y decidida del Gobierno francés para llevar a cabo las reformas necesaria y fomentar el crecimiento. No es paradójico ni contradictorio porque Francia ha vuelto a ocupar su lugar en Europa. Con la solemne declaración de su compromiso a favor de la integración europea, el Presidente de la República Francesa ha contribuido de manera importante a la revitalización de Europa y a sacarla del punto muerto en que se encontraba. El acuerdo alcanzado durante la Cumbre de Bruselas, gracias a los esfuerzos de la Canciller Merkel, constituye el primer ejemplo práctico de ello.
Uno de los objetivos es mejorar el funcionamiento de la zona del euro. El Pacto de Estabilidad y Crecimiento, que desde 1999 ha constituido un marco para los presupuestos de los países de la zona del euro y que define la disciplina presupuestaria que deben observar los Estados miembros con el fin de evitar que se generen déficit excesivos, se debe aplicar de forma sistemática, ya que contribuye a la estabilidad monetaria. A pesar de lo que se ha dicho, está muy claro que Francia no está poniendo en entredicho las normas del Pacto de Estabilidad y Crecimiento, que siguen siendo fundamentales. Sin embargo, necesitamos cumplir sus criterios sin perder de vista el objetivo del crecimiento. El Pacto se debe aplicar de manera inteligente y dinámica.
Con este espíritu, el Presidente de la República Francesa quiso ofrecer las explicaciones necesarias con respecto al ambicioso programa de reforma estructural que se dispone a aplicar. El fructífero diálogo iniciado ha permitido clarificar las posiciones. El señor Sarkozy ha ratificado su compromiso de hacer todo lo posible para cumplir el objetivo en 2010, si el impulso al crecimiento que espera de las medidas citadas da los resultados previstos en materia de ingresos fiscales. Francia ya se ha comprometido a reducir su déficit público al 2,4 % a partir de 2007. No se abandonarán los esfuerzos para consolidar el presupuesto con el fin de reducir el endeudamiento público.
Me cuento entre quienes creen que es preciso fortalecer el papel del Eurogrupo. Dotado de un Presidente estable y de calidad, este debe seguir procurando lograr unas políticas económicas nacionales coherentes y coordinadas. Finalmente, de este modo, con el debido respeto a la independencia del Banco Central Europeo, el Eurogrupo podrá actuar como un útil contrapeso frente al desarrollo de políticas económicas orientadas hacia el fomento del crecimiento y el empleo.
Vladimír Maňka (PSE). – (SK) La semana pasada asistí a un encuentro en el Ministerio de Finanzas de Dublín.
La economía irlandesa ha registrado la notable tasa de crecimiento media del 6 % durante los últimos diez años. EL PIB per cápita es un 40 % superior a la media de la UE. El desempleo se sitúa en un 4,2 % y es evidente que los irlandeses conseguirán alcanzar el objetivo de la Estrategia de Lisboa en ese aspecto. Sin embargo, su preocupación es que la inflación alcanzará el 5 % este año. Si Irlanda no formara parte de la zona del euro, en este momento no podría incorporarse a ella conforme a las normas actuales. En este contexto, quisiera recordar que la inflación estructural es más alta en las economías con un crecimiento rápido. Esta situación forma parte integrante de la Unión monetaria.
La inflación forma parte del proceso, especialmente en los nuevos Estados miembros que están intentando emular a los países más desarrollados. El Consejo y la Comisión deberían elaborar, por tanto, nuevos análisis y revisar los criterios de convergencia. Es esencial que prosigan las conversaciones políticas sobre la aplicación de dichos criterios a los futuros miembros de la zona del euro.
Jean-Claude Juncker, Presidente del Eurogrupo. (FR) Señora Presidenta, tomo la palabra al final del debate para hacer algunas observaciones adicionales con respecto a lo que se ha dicho o no se ha dicho.
Voy a empezar por referirme a la política salarial, ya que es un tema del que me estoy ocupando y que me preocupa. Sigo estando convencido de que, si se siguen impulsando las políticas actuales, es decir, las políticas consistentes en continuar ensanchando la brecha que separa a quienes trabajan de quienes dicen que crean empleo, estamos abocados al desastre. Los europeos, sobre todo los europeos corrientes y modestos, que no son menos inteligentes que los demás, no entienden esta brecha, que crece día a día, entre los que tienen y los que aspiran a tener.
(Aplausos)
Creo que varios lo hemos dicho, incluido el Presidente del Banco Central Europeo, quien recientemente manifestó su oposición a unas diferencias cada vez más amplias. Por mi parte, creo que debemos seguir manteniendo el principio de la moderación salarial. Creo que este se puede explicar de un modo sencillo: mientras los salarios evolucionen a la par con los aumentos de la productividad, la moderación salarial no provocará una pérdida de competitividad ni tampoco una inflación excesiva. En cambio, si los salarios se desvían del camino que les marca el desarrollo de la productividad, podríamos tener un problema y sin duda lo tendremos. Creo que tenemos que explorar una forma moderna que permita que el mayor número posible de personas participen en los beneficios. No todo depende del aumento de los salarios nominales. Tenemos que considerar las posibles formas de participación de los trabajadores; tenemos que contemplar formas de participación en los beneficios; tenemos que considerar otras formas de formación de los trabajadores que permitan que el mayor número posible de personas participen en los frutos del crecimiento económico, el cual, cabe añadir, no se debe vilipendiar ni criticar por principio, como se tiende a hacer desde ciertos sectores. Al contrario, se debe ver como un instrumento que permitirá aumentar la tasa de participación de la zona del euro y de la Unión Europea en los mercados laborales y reducir, por extensión, su tasa de desempleo con respecto a la que estamos registrando en la actualidad. Queremos el crecimiento porque queremos puestos de trabajo; no queremos que sea un objetivo en sí mismo.
Por lo que respecta a la libre circulación de trabajadores en la zona del euro, quiero decir –al igual que el Presidente del Banco Central Europeo, podría añadir, cosa que demuestra cuán absolutamente coincidentes son nuestras posiciones– que, en efecto, existe una contradicción entre el hecho de formar parte de la misma zona monetaria y no participar a la vez plenamente en las cuatro libertades. Por lo tanto, estoy de acuerdo con quienes afirman que los trabajadores eslovenos, por ejemplo, deberían poder circular libremente en la zona del euro. Sin embargo, no encontrarán en el Tratado, ni tampoco en los acuerdos de adhesión, ninguna disposición que nos permita afirmar que los trabajadores eslovenos en efecto deben poder circularmente libremente en el territorio de los doce miembros de la zona del euro pero no en el de los demás Estados miembros, como tampoco encontrarán disposiciones que nos permitan afirmar que los trabajadores checos, eslovacos y polacos no pueden desplazarse, que eso solo les está permitido a quienes pertenecen a la zona del euro. No redacté todos los artículos del Tratado y ni siquiera una parte ínfima del mismo, pero todos esos textos resultan a veces inevitablemente farragosos. Es decir, que es necesario que discutamos esa cuestión, pero es preciso comprender que esta no se puede resolver exclusivamente en el ámbito de la zona del euro, sino que en realidad se tendrá que resolver a escala de toda la Unión Europea.
Se ha hablado mucho de la persona a la cual me referí como «nuestro visitante de esta noche» el lunes pasado, en la reunión del Eurogrupo. Se trata, además, señor Hamon, de una expresión que he tomado de un período de la historia del palacio del Elíseo que no se corresponde exactamente con la actual, pues otros también tenían la costumbre de recibir visitas nocturnas, antes de que lo hiciera el Presidente del Eurogrupo. Eso solía ocurrir sobre todo en la década de 1980 en Francia. En Europa es una costumbre bastante reciente y ya veremos si marca el inicio de una gran tradición o si se queda solo en el epifenómeno que fue.
Dicho esto, quisiera reseñar brevemente los compromisos adquiridos por Francia. En primer lugar, Francia no ha acabado con la consolidación presupuestaria, Francia no ha empezado a abandonar su esfuerzo de consolidación financiera. En segundo lugar, el déficit de 2008 …
(Se dirige al señor Goebbels, que le ha interrumpido)
... Si, en efecto, señor Goebbels, ya lo veremos. No soy responsable de la política presupuestaria francesa; por lo tanto, ya lo veremos... Finalmente, quisiera decirle, apreciado señor Goebbels, que si las finanzas públicas francesas fuesen tan saneadas como las del país del que soy responsable, no estaríamos desarrollando este debate y no habríamos recibido a nuestro visitante el lunes por la noche.
(Risas)
Dicho esto, el compromiso de Francia es total; Francia hará todo lo posible para cumplir el objetivo en 2010, igual que nos comprometimos todos en abril de este año. Francia no es el único país que tiene problemas para cumplir el objetivo dentro del plazo establecido. Vamos a examinar con el mismo rigor e insistencia los resultados de otros países, que quizás no consigan cumplir el objetivo en el plazo deseado bajo las condiciones establecidas; sin embargo, el Eurogrupo espera que todos los Estados miembros que forman parte del mismo cumplan su objetivo a medio plazo para 2010, como muy tarde. Francia, por su parte, nos presentará un programa de estabilidad actualizado en septiembre con objeto de que la Comisión y el Eurogrupo puedan examinar conjuntamente las posibilidades de que las reformas estructurales emprendidas por el Gobierno francés consigan el resultado deseado, esto es, la recuperación de un crecimiento francés positivo y la garantía de la viabilidad de las finanzas públicas francesas a más largo plazo. Me remito al Pacto de Estabilidad y Crecimiento en su forma modificada.
Por lo que respecta a la ampliación de la zona del euro y con independencia del debate que podamos mantener sobre los criterios de adhesión, quisiera repetir ante esta Cámara que la zona del euro y el Eurogrupo no son, evidentemente, una zona ni un club excluyentes. Todos los Estados miembros que cumplan los criterios de adhesión no solamente pueden incorporarse a la zona del euro, sino que deben hacerlo. Ningún miembro de la zona del euro, sea un Estado o un político, puede rechazar una solicitud de adhesión. Los Tratados son de una claridad meridiana al respecto.
Evidentemente podemos discutirlo y sin duda lo haremos, pero tenemos que hacerlo con detención y sin eludir la pregunta fundamental, a saber: ¿los criterios se deberían basar más en los datos nominales, tal como requieren los Tratados, o deberíamos considerar, por el contrario, la convergencia real? Ya he advertido a los nuevos Estados miembros –una expresión que sigo detestando– de que deben tratar con cautela el concepto de convergencia real. En realidad, los Estados miembros, los llamados nuevos Estados miembros, no tienen nada que ganar con que apliquemos análisis basados más en la convergencia real que en los datos nominales; pero podemos seguir debatiendo esta cuestión durante los próximos meses.
No he acabado de entender la pregunta que me ha hecho el señor Goebbels al final de su intervención, cuando me ha preguntado por la Carta de los Derechos Fundamentales en Europa. Francamente, no veo qué relación guarda con el debate que estamos celebrando, a menos que se trate de insinuar que no existe mayor motivo para que el Reino Unido solicite una cláusula de exclusión de la Carta de los Derechos Fundamentales, y que tampoco existe motivo para que siga insistiendo en pedir a toda costa una cláusula de exclusión de los asuntos monetarios. Por mi parte, pienso, además, que el Reino Unido acabará aplicando algún día la declaración de los derechos fundamentales en su territorio –porque llegará un momento en que deseará hacerlo, ya que no es posible desafiar de forma permanente al sentido común– antes de haber introducido la moneda única.
La unión virtuosa de la declaración de los derechos fundamentales y la del Consejo de Europa relativa al mismo tema dará lugar, por lo tanto, a una solución que, mediante la combinación de ambas fuentes de Derecho, permitirá que el Tribunal de Justicia de las Comunidades Europeas garantice que, en este aspecto como en otros, el Derecho pretoriano acabe demostrando que a veces se anticipa a la realidad que están configurando quienes desean más Europa y quienes, lamentablemente, desean menos. La gran aportación del Parlamento Europeo a nuestros debates reside en que, por regla general, se encuentra alineado con quienes desean más Europa. No ganaremos nada con el deseo cotidiano de menos Europa y entregando por partes la Europa que tenemos a quienes desearían desmantelar un proyecto que no ha dejado de crecer y de impresionar al mundo desde que empezamos a trabajar en él.
(Aplausos)
Jean-Claude Trichet, Presidente del BCE. (EN) Señora Presidenta, voy a hacer cinco observaciones en respuesta a la pregunta. En primer lugar, quisiera volver a señalar que los informes del señor Rosati y del señor Mitchell son extraordinarios y contienen muchas ideas y recomendaciones importantes.
Primero, con respecto a los comentarios del señor Schwab: está claro que se trata de una cuestión de filosofía institucional. Hay 13 democracias políticas ejemplares en la zona del euro, y a partir del próximo enero habrá 15. En el futuro, puede que haya 25 o incluso más. Es inconcebible que se produzcan cambios tres o cuatro veces al año debido a los cambios derivados del normal funcionamiento de nuestra democracia. Está claros: o se cumplen los compromisos contraídos dentro del Eurogrupo o no se cumplen. Si no se cumplen, entonces es imposible que el Eurogrupo tenga autoridad, como sin duda es el deseo y la voluntad de todos los países afectados.
Mi segundo comentario se refiere al empleo. Las cifras son las cifras. A menudo oigo decir que el euro no está concebido para generar empleo, que tenemos un problema con el crecimiento y el empleo, etcétera. El euro fue creado sobre la base de una filosofía compartida en todo el mundo: que la estabilidad de precios y la credibilidad a la hora de garantizar la estabilidad de precios son requisitos fundamentales para un crecimiento y una creación de empleo sostenibles. Esta es la decisión que tomaron los europeos, y están en buena compañía, porque es fruto del consenso. ¿Cuáles son las cifras? Desde la introducción del euro se han creado más de 12 millones de empleos, repito, más de 12 millones; dos millones de ellos, tal como ha expuesto el ponente de forma muy elocuente hace un momento, se crearon en 2006. Desde la introducción del euro hemos creado incluso más empleo que los Estados Unidos. Tenemos la tasa de desempleo más baja de los últimos 25 años. No estamos satisfechos, y tenemos motivos para no estarlo, porque tenemos que hacerlo mucho mejor. Sin embargo, que no se diga que el euro juega en contra de la creación de empleo. Sencillamente no es verdad, y podemos demostrarlo.
Con respecto a la obsesión que tal vez tengamos con la estabilidad de precios, ya he mencionado que se trata de un requisito imprescindible del crecimiento sostenible y de la creación de empleo sostenible. Permítanme decir también que esta opinión la comparten por completo nuestros ciudadanos. Todos los estudios demuestran que están claramente a favor, con una diferencia increíble, de la estabilidad de precios, y que no necesariamente están plenamente satisfechos con la situación actual; nos alientan a ser tan creíbles como podamos. Aunque actualmente tengamos un tipo a 50 años del 4,67 % y un tipo a 30 años del 4,65 % (el tipo a 50 años se refiere a Francia, donde se emiten bonos a 50 años, y el de 30 años a Alemania), estas cifras son todavía mucho más bajas que el tipo a 10 años de los Estados Unidos. ¿Por qué son tan bajos? Porque somos creíbles cuando garantizamos la estabilidad de precios a 30 años e incluso a 50 años. Esta es la contribución de nuestra credibilidad a Europa.
Permítanme mencionar la cuestión de los tipos de cambio, que es muy importante. En primer lugar, las reglas están claras: son las que establece el Tratado. Son exactamente las mismas reglas que regían en Alemania desde la fundación del Bundesbank después de la Segunda Guerra Mundial. Son exactamente las mismas que las del sistema francés introducido en enero de 1994, cuando el Banco de Francia consiguió su independencia, tal y como las recogió el Tratado de Maastricht y fueron acordadas de forma unánime por la derecha y la izquierda francesas, quienes decidieron, como señala el señor Goebbels, cambiar la Constitución de la V República para dotar de independencia al banco central.
Por tanto, las reglas están claras. Son las mismas que en otros países. En la práctica, como ha expresado aquí de forma muy elocuente una de sus Señorías, esto significa que estamos en un sistema de tipos de cambio flotantes y que contamos con un foro para tratar estos asuntos: el G-7. Según recuerdo, Jean-Claude Juncker y yo firmamos la declaración del G-7, junto con nuestros socios estadounidenses –la Reserva Federal y el Secretario del Tesoro–, con nuestros socios japoneses y nuestros demás socios, el Reino Unido y Canadá.
Así es cómo hemos tratado estos asuntos desde la creación del sistema de tipos de cambio flotantes. Y esto no significa que la situación sea fácil o cómoda, pero seamos tan responsables como podamos en las circunstancias actuales y garanticemos este diálogo, entre nosotros y también, desde luego, con nuestros socios. Es inconcebible que pudiéramos hacer cosas contradictorias con los deseos de nuestros socios. No funcionará.
Señora Presidenta, no quisiera aburrirles repitiendo lo que ya hemos dicho, pero juntos estamos diciendo a China que no estamos satisfechos con la situación actual. Sin duda nos hacemos eco de lo que ya ha dicho nuestro amigo japonés, que los mercados no reconocen plenamente sus indicadores fundamentales actuales y, con respecto a los Estados Unidos, ya expresamos juntos que tomábamos nota de que el Secretario del Tesoro y la autoridad monetaria habían expresado que les interesaba un dólar fuerte frente al euro. No voy a decir nada más al respecto, pero hemos de saber exactamente cuál es la situación.
Y ahora me refiero al último punto, que también es importante: la independencia. He tomado nota con gran atención que todos los Gobiernos europeos han dicho que respetarían plenamente la independencia del Banco Central. Jean-Claude Juncker, en nombre del Eurogrupo, ha dicho hace un momento: la independencia está en el Tratado y es la clave absoluta de la credibilidad. ¿Cómo podríamos resultar creíbles durante los próximos 50 años si no se nos considera independientes por parte de todos aquellos que toman decisiones, ya sea aquí en Europa, en Nueva York, en Tokio, en Singapur, en Hong Kong y en otros lugares? Confían en nosotros porque somos independientes, pero la independencia no solo se basa en el pleno respecto del Tratado por parte de nuestros socios, los brazos ejecutivos, sino que depende también de nosotros. Quisiera decirlo en nombre del Consejo de Gobierno, y me gustaría poder decirlo en varias lenguas para asegurarme de que se entienda bien. –
BCE. (FR) Voy a mantener con toda firmeza la independencia del BCE bajo todas las circunstancias. Junto con mis 18 colegas, tenemos la intención de atenernos rigurosamente al Tratado en este aspecto y también en todos los demás. Nos remitiremos al Tratado, a la totalidad del Tratado y nada más que al Tratado.
BCE. (DE) En mi calidad de Presidente, sostengo el firme compromiso de mantener la independencia del BCE en todas las circunstancias. Junto con mis 18 colegas, tenemos la intención de atenernos rigurosamente al Tratado, a la totalidad del Tratado y nada más que al Tratado.
Joaquín Almunia, miembro de la Comisión. (ES) Señora Presidenta, muy brevemente, para concluir este debate, que creo que ha sido muy interesante, quiero hacer un comentario sobre la aplicación del Pacto de Estabilidad y Crecimiento, porque en este debate –como en otros muchos que hemos tenido ya dentro y fuera de este Parlamento– hay quien pide a la Comisión y al Consejo –en particular a la Comisión, y con razón, además– firmeza en la aplicación del Pacto. Y yo estoy totalmente de acuerdo.
La Comisión y yo mismo intentamos proponer al Consejo una aplicación del Pacto tal cual es, tal cual ha sido acordado. Por lo tanto, sin excepciones, sin ruptura de reglas, una aplicación firme, lo cual no quiere decir una aplicación rígida. Hubo malas experiencias cuando se confundió firmeza con rigidez. La firmeza no quiere decir rigidez. La firmeza quiere decir rigor, y el rigor, cuando se encuentra con situaciones distintas y difíciles, exige combinar firmeza con flexibilidad si se quieren obtener los resultados de la disciplina presupuestaria, que es una condición necesaria para el crecimiento económico.
La segunda consideración que querría hacer es la siguiente: se han referido algunas de sus Señorías a otras tareas que tenemos pendientes para sostener el crecimiento y para prolongar el crecimiento y el empleo. Tenemos que continuar desarrollando el mercado interior y va a haber un debate antes de final de este año al respecto.
La Comisión se ha comprometido ante el Consejo a presentar un análisis acerca del funcionamiento del mercado interior y cómo creemos que debe seguir desarrollándose. Es un debate importante que va a prolongar debates como los que se han celebrado en este Parlamento y en el Consejo sobre la Directiva relativa a los servicios, que ahora hay que ver cómo se aplica, que es un debate que conecta con la integración creciente de los servicios financieros, que es un tema clave para mejorar el funcionamiento de la zona del euro, muy en particular.
Tenemos que seguir hablando de la Estrategia de Lisboa y vamos a discutir en los próximos meses la revisión de las orientaciones integradas, de las grandes orientaciones de política económica, de las orientaciones de empleo.
Las reformas estructurales en el ámbito de la Estrategia de Lisboa empiezan a dar resultados. Los buenos resultados, los magníficos resultados en términos de empleo que acaba de citar el Presidente del Banco Central Europeo no serían explicables sin las reformas del mercado de trabajo que se han incluido en el marco de la Estrategia de Lisboa, igual que tampoco creo que van a poder explicar en el futuro –aunque todavía no tenemos todos los elementos analíticos en nuestra mano– algunas de las mejoras de productividad que están teniendo lugar en estos últimos trimestres sin ponerlas en conexión no solo con el ciclo económico sino también con algunas reformas en los mercados de productos, en los mercados de servicios, con algunos procesos de modernización en el funcionamiento de sectores muy importantes de nuestra economía, o sin la aplicación, de nuevo, firme, rigurosa, pero no ciega, de las reglas de la competencia que la Comisión tiene que vigilar muy en especial.
Mi último comentario, que ha sido mencionado en varias ocasiones y al cual ha respondido ya Jean-Claude Juncker, es la cuestión de los salarios. Yo he hecho mención a ella en varias ocasiones aquí, en el Parlamento, y en discusiones fuera de él.
Estoy totalmente de acuerdo con la posición expresada por Jean-Claude Juncker. Los salarios deben evolucionar en línea con la productividad. En la medida en que hay mejoras de la productividad, dichas mejoras deben reflejarse en la evolución de los salarios. No se puede recomendar la negociación de salarios en línea con la productividad cuando la productividad no crece y olvidarse de esa recomendación cuando la productividad aumenta.
Pero mi impresión es que a la vez tampoco podemos olvidar la necesidad de moderar la evolución de los salarios, no perder competitividad o, en el caso de la zona del euro, analizar muy en serio las razones y las alternativas a la evolución divergente de los costes laborales unitarios entre Estados miembros de la zona del euro que pueden llegar a crear problemas importantes de funcionamiento a los países que están perdiendo competitividad a través de esa vía. Por lo tanto, yo sugiero que este debate lo ampliemos algo más. No nos fijemos solo en los salarios sino que hablemos de la evolución de las desigualdades porque –y conecto con la última idea que quiero dejar en este debate– la percepción del euro es una parte importante de la percepción que los ciudadanos tienen sobre Europa, sobre la idea europea.
La percepción del euro se ve afectada sin duda por la percepción que los ciudadanos tienen sobre la evolución económica, y debemos decirles la verdad: cuando la economía va mal, hay que decírselo, pero cuando la economía mejora, también hay que transmitírselo. No hay que olvidar que ahora que la economía mejora también hay que transmitir esas mejoras a los ciudadanos que, quizás, no tienen capacidad de percibir a través de su situación económica individual el conjunto de la evolución de nuestras economías.
Pero, en esa percepción de la situación económica, del efecto de la integración europea, de la integración monetaria y económica sobre las economías individuales, pesan también factores de incertidumbre ante el futuro, factores de incertidumbre ante el futuro de los sistemas de protección social, de incertidumbre ante las consecuencias de la globalización y del envejecimiento de la población, y tenemos que dar respuesta a esas incertidumbres sin poner en peligro los fundamentos, las bases de la Unión Económica y Monetaria que hoy hemos estado analizando.
La Presidenta. – El debate queda cerrado.
La votación tendrá lugar mañana, jueves 12 de julio de 2007.
14. Palestina (debate)
La Presidenta. – De conformidad con el orden del día, se procede a las declaraciones del Consejo y de la Comisión sobre Palestina.
Manuel Lobo Antunes, Presidente en ejercicio del Consejo. (PT) Señora Presidenta, Señorías, quiero decirles que el Consejo desea sinceramente debatir con el Parlamento los dramáticos acontecimientos ocurridos en Gaza el mes pasado, tal como solicitaron ustedes en su sesión del 19 de junio.
El Consejo y la Comisión reaccionaron con presteza, como quedó claro en las conclusiones del Consejo del 18 de junio, donde manifestamos que no abandonaremos a las personas corrientes de Gaza. Se están haciendo todos los esfuerzos posibles para garantizar la llegada de apoyo humanitario a Gaza, concretamente mediante nuestros esfuerzos para ofrecer apoyo financiero y conseguir por medios políticos que Israel permita el acceso de los convoyes humanitarios a dicho territorio. Nuestra misión de asistencia transfronteriza en Rafá también se mantiene preparada. Si todas las partes consiguen llegar a un acuerdo para la reanudación de la misión y si las condiciones sobre el terreno lo permiten, la Unión Europea continuará apoyando de nuevo el funcionamiento adecuado de dicho paso fronterizo entre Gaza y Egipto.
Apoyamos al Gobierno de emergencia del Primer Ministro Salam Fayad. Las relaciones entre el Gobierno de la Autoridad Palestina y la Unión Europea se normalizaron de inmediato. Israel también tiene obligaciones específicas. Debe actuar del mismo modo y poner finalmente a disposición todos los impuestos y derechos de aduana palestinos recaudados; también debe facilitar el acceso a Cisjordania y Gaza y la circulación en su interior para que los palestinos puedan desarrollar su actividad comercial. Sobre todo, Israel debe contribuir al proceso de paz creíble en cuyo desarrollo están trabajando dirigentes palestinos como el Presidente Abbás y el Primer Ministro Fayad. Esto sería de enorme ayuda.
El nombramiento de Tony Blair como nuevo enviado del Cuarteto pone de manifiesto sin lugar a dudas que la comunidad internacional continúa ocupándose activamente de este asunto. Estamos muy satisfechos de que el ex Primer Ministro británico se haya ofrecido para dicha tarea y esperamos sinceramente que su trabajo contribuya a consolidar el papel de la UE en el proceso de paz.
PRESIDENCIA DEL SR. COCILOVO Vicepresidente
Benita Ferrero-Waldner, miembro de la Comisión. (EN) Señor Presidente, desde el último debate celebrado en esta Cámara, la situación en los territorios palestinos ocupados ha cambiado radicalmente.
Se han producido varios acontecimientos que deberíamos acoger con satisfacción. Israel ha reanudado finalmente la transferencia de los ingresos fiscales y aduaneros, la Unión Europea ha decidido normalizar sus relaciones con la Autoridad Palestina y ya hay un nuevo Gobierno palestino encabezado por el Primer Ministro Salam Fayad. Tras una interrupción de tres meses se han reanudado las reuniones bilaterales entre Abbás y Olmert. Finalmente, como a tantas otras personas, me alegró enormemente saber que el corresponsal de la BBC, Alan Johnston, había sido liberado después de más de tres meses de cautiverio.
Por otra parte, después de la toma de Gaza por parte de Hamás, existe actualmente un grave riesgo de fragmentación del territorio palestino. La población de Gaza está siendo aislada del resto del mundo y las tensiones entre las distintas facciones palestinas nunca habían sido tan fuertes. La creación de un Estado palestino viable está, como mínimo, en tela de juicio.
Hemos de seguir esforzándonos por desarrollar unas perspectivas políticas que traigan la paz y la prosperidad a la región. Espero que la próxima reunión bilateral entre el Presidente Abbás y el Primer Ministro Olmert, que se espera que tenga lugar el 16 de julio, contribuya a formular unas perspectivas políticas creíbles para el pueblo palestino y que allane el camino a la reunión conjunta con el «Cuarteto» más adelante.
Confío en que el «Cuarteto» prosiga su cooperación con los socios árabes y espero con interés su próxima reunión, que muy probablemente tendrá lugar la semana que viene, y en ella podremos tratar todas estas cuestiones. Acojo de buen grado el nombramiento de Tony Blair como Enviado Especial del «Cuarteto», que con toda seguridad dinamizará nuestra contribución al proceso de paz en Oriente Próximo. Puede convertirse en un nuevo vector del progreso, junto a la Iniciativa de Paz árabe. Sin duda alguna, le prestaré toda la ayuda que pueda, como hicimos con Jim Wolfensohn, incluido el personal para su equipo en Jerusalén.
En cuanto a la ayuda, la Comisión ha reaccionado con rapidez ante la nueva situación. He recibido una carta del Primer Ministro Fayad en la que expone sus necesidades prioritarias. Estamos dispuestos y desde luego ya estamos movilizando nuestra ayuda para ofrecer apoyo al nuevo Gobierno. El «Cuarteto» y los Consejos de Asuntos Generales y de Asuntos Exteriores han respaldado la prórroga del Mecanismo Internacional Provisional (MIP) hasta finales de septiembre. Con el fin de financiar las operaciones del MIP durante el tercer trimestre, hemos presentado a la autoridad presupuestaria la solicitud de una transferencia de 80 millones de euros. Me complace mucho, y quisiera darles las gracias por ello, que la Comisión de Presupuestos haya dado su visto bueno a esta transferencia. Ahora sí que podemos prestar apoyo, por medio del MIP, hasta el final de esta prórroga. La ayuda financiera directa a la Autoridad Palestina ya está preparándose en forma de un mecanismo de reembolso de atrasos al sector privado, tal como nos ha pedido Salam Fayad. Esto tendría un doble efecto positivo tanto en la situación financiera de la Autoridad Palestina como en el sector privado palestino. Ya estamos designando fondos para ello.
La Comisión ha retomado sus ya tradicionales esfuerzos por construir las instituciones del futuro Estado palestino. También ofrecemos asistencia técnica al Ministerio de Hacienda. Acaba de comenzar un proyecto para asistir al Ministerio de Hacienda en el ámbito de la auditoría y control internos, e iniciaremos dos más dentro de poco. Uno trata de la gestión de aduanas y el otro de la gestión de los ingresos fiscales.
Por último, quisiera dedicar algunas palabras a Gaza. Está claro que no vamos a abandonar a la población de Gaza ni el objetivo de un Estado palestino viable. Estamos facilitando ayuda humanitaria y de emergencia a la población de Gaza, y los socios de ECHO están trabajando sobre el terreno. El MIP presta asistencia social y combustible. Sin embargo, la situación puede deteriorarse aun más, ya que el acceso a la Franja de Gaza sigue siendo un problema. Por tanto, hemos de seguir trabajando con egipcios e israelíes para lograr que se abran los pasos fronterizos de Rafah y Karni. La perpetuación del cierre impide el paso efectivo de la ayuda y el personal humanitarios, y ojalá esto no tenga consecuencias devastadoras para la economía de la Franja.
Finalmente, los pasos fronterizos deben abrirse tanto para el acceso humanitario como para el comercio. Si la economía se va a pique, habrá graves consecuencias para la seguridad del conjunto de la región, para el futuro del Estado palestino y, por supuesto, para el presupuesto de la Comisión. No deberíamos permitir que la población de Gaza dependa al 100 % de la ayuda exterior.
José Ignacio Salafranca Sánchez-Neyra, en nombre del Grupo PPE-DE. – (ES) Señor Presidente, el Parlamento Europeo aprobará mañana una nueva resolución consensuada, sobre la base de los procedimientos habituales, sobre la situación en Oriente Próximo.
Pero, más allá de ese hecho, señor Presidente, yo creo que hay dos datos sobre los que me gustaría detenerme en mi intervención. Uno, la designación del ex Primer Ministro británico, Tony Blair, como enviado especial del Cuarteto. Aparentemente, y es una pregunta que quisiera dirigir a la Presidencia en ejercicio del Consejo, ese mandato tiene por cometido velar por una correcta aplicación de los fondos de la comunidad internacional a la región.
El segundo elemento al que quisiera referirme, señor Presidente, es la carta firmada por 10 Ministros de Asuntos Exteriores y, entre ellos, por el Ministro portugués a quien corresponde la Presidencia en ejercicio de la Unión, y que ha sido criticada de forma bastante clara por el Alto Representante para la Política Exterior y de Seguridad Común.
En esa carta se dice que la Unión Europea ha adolecido de una falta de convicción en su política sobre Oriente Próximo, que la Hoja de Ruta –haciendo un pronunciamiento muy contundente– está terminada, y que está terminada sobre la base de una responsabilidad compartida, y que las condiciones que ha impuesto la Unión Europea, y la comunidad internacional en general, han agravado la situación.
Quisiera preguntarle a la Presidencia en ejercicio del Consejo si comparte estas afirmaciones -entiendo que sí-, si han sido hechas a título individual, como Ministro portugués, o si se han hecho en nombre de la Unión Europea.
Y, por último, señor Presidente, me gustaría también preguntar acerca de las propuestas que se hacen en esa carta: la celebración de una próxima conferencia internacional sobre la situación en Oriente Próximo y la movilización de una fuerza internacional, tipo OTAN o al amparo del capítulo VII de la Carta de las Naciones Unidas, tendente a garantizar la paz y a mantener un eventual alto el fuego.
Hannes Swoboda, en nombre del Grupo del PSE. – (DE) Señor Presidente, señor Presidente en ejercicio del Consejo, señora Comisaria, se han derramado muchas lágrimas de cocodrilo por la situación en Oriente Próximo. Sin embargo, deberíamos haber sabido que esta podía desembocar con gran facilidad en el punto actual. Desde luego, era imposible predecir hasta qué extremo se adentrarían las fuerzas políticas palestinas por el camino de la autodestrucción, pero ¿qué apoyo ha manifestado Israel al Presidente Abbás durante los últimos años? ¿Cuándo protestamos por la falta de apoyo al señor Abbás? ¿Dónde estaba la estrategia independiente y con visión de futuro de la Unión Europea? ¿Y por qué, señor Presidente en ejercicio del Consejo, señora Comisaria, nos hemos limitado a ignorar las críticas del señor de Soto contra la política del Cuarteto? ¿Es debido a que tenemos mala conciencia? ¿A que algo ha ido muy mal allí? Porque desde luego, señor Salafranca, tenemos que reconocer que algo ha ido muy mal.
No obstante, no quiero remover el pasado porque es necesario que miremos hacia el futuro. ¿Qué hay que hacer? Mi Grupo político celebró hace poco una conferencia sobre Oriente Próximo, presidida por Pasqualina Napoletano, y alcanzamos resultados parecidos a los de los diez Ministros de Asuntos Exteriores que manifestaron recientemente su posición en un artículo. Por mi parte, habría deseado que todos los Ministros de Asuntos Exteriores hubieran participado en el mismo. Es necesario que apoyemos activamente al Gobierno de Abbás y Fayad, al menos de momento. Pero no debemos pensar que ese apoyo, por importante que sea, resolverá los problemas con Hamás, ni tampoco, como creen algunos, que estos se puedan resolver por medios militares, esto es, armando a las tropas del Presidente Abbás. Desde luego, esa no es la manera de conquistar el corazón y la voluntad de los votantes de Hamás.
Como punto de partida para las negociaciones, Israel debe reconocer por fin las fronteras de 1967, aunque es preciso admitir que esto retrasará algunas cosas. Es necesario abordar exhaustivamente todos los temas, desde el retorno de los exilados hasta el muro. La solución de estas cuestiones no será fácil, pero es necesario hablar de ellas abiertamente y con sinceridad. También es necesario incorporar la Iniciativa de Paz árabe, si queremos conseguir una paz auténtica entre Israel y sus vecinos árabes.
Nuestro objetivo debe ser evitar la violencia, pero tenemos que ser imparciales. Si exigimos a una parte que renuncie a la violencia, tenemos que pedirle lo mismo a la otra parte, lo cual no se ha hecho durante los últimos meses.
Permítanme que añada unas palabras con respecto a Tony Blair y su misión. Preferiríamos que Tony Blair hubiese seguido una política activa, progresista y con resultados positivos en Oriente Próximo durante sus diez años de Gobierno. No vimos muestras de ella. Quizás ahora se libere de las ataduras que le tenían maniatado –transatlánticas y de otro tipo– y pueda asumir un papel distinto. Será motivo de gran satisfacción si es así. Le deseamos mucho éxito en sus esfuerzos a favor de la región, pero tendrá que poner un gran empeño en seguir una nueva política distinta.
Annemie Neyts-Uyttebroeck, en nombre del Grupo ALDE. – (NL) Señor Presidente, señor Presidente en ejercicio del Consejo, señora Comisaria, las intervenciones anteriores ya han puesto de manifiesto claramente que nuestras actitudes con respecto a la situación en Oriente Próximo, en general, y al problema de Israel–Palestina, en particular, se han modificado bastante.
Por mi parte, también voy a demostrarlo, pero, en cambio, a diferencia de otros, no voy a distanciarme de dichas actitudes, puesto que, en nombre de mi Grupo, en realidad me considero parcialmente responsable de todo lo que ha ocurrido –o no ha ocurrido, según los casos– hasta la fecha. Sería demasiado sencillo decir: es cosa de ellos o de los otros y nosotros somos los buenos, porque sabemos qué se debería hacer de ahora en adelante. Creo que todos somos parcialmente responsable del curso que han seguido los acontecimientos, de que algunos países no hayan actuado u otros lo hayan hecho demasiado tarde.
Como quiera que sea, lo ocurrido en Gaza parecía una situación sin salida alguna, pero al mismo tiempo ha dado lugar a una serie de cambios que representan ventanas abiertas, por decirlo así. Entre estas figuran la posición valerosa adoptada por el Presidente y el Primer Ministro de la Autoridad Palestina, el hecho de que se hayan reanudado las conversaciones con Israel, la liberación de Alan Johnston, que evidentemente es motivo de regocijo, y la liberación de una serie de prisioneros palestinos. Aun cuando desearíamos que se libere a un mayor número de personas.
Otras señales igualmente esperanzadoras incluyen la iniciativa renovada de la Liga Árabe, que es fundamental, y las pruebas de la voluntad de Egipto, Jordania y otros países árabes de aumentar considerablemente su grado de compromiso y participar mucho más activamente en ulteriores conversaciones. Lo cual, evidentemente, no significa que la situación en Gaza no sea espantosa para los afectados. Por esto acojo con satisfacción las iniciativas renovadas de la Comisión, así como el hecho de que Israel haya empezado a transferir efectivamente a la Autoridad Palestina el dinero pagado por los contribuyentes, pese a la demora excesiva.
Permítanme que acabe –porque deseo acatar, señor Presidente, su petición de que respete el tiempo de uso de la palabra– con un llamamiento dirigido a todos nosotros, a saber, que entre todos hagamos acopio del valor político necesario para trabajar con ahínco a favor de la solución que todos conocemos bien: dos Estados viables que convivan en paz dentro de unas fronteras reconocidas internacionalmente. Si todos conseguimos demostrar ese valor político y dejar de lado nuestras pequeñas y a veces grandes diferencias, el sol seguirá alboreando en Oriente.
Liam Aylward, thar ceann an Ghrúpa UEN. – (GA) A Uachtaráin, cuirim fáilte mór roimh an sceál gur scaoileadh an t-iriseoir, Alan Johnson, ón BBC saor ó Gaza tar éis dó a bheith gafa le ceithre mhí anuas. Tá áthas ó chroí orm go bhfuil sé saor agus go bhfuil sé sa bhaile anois lena mhuintir agus lena chairde. Cuirim fáilte freisin roimh shocrú rialtas Iosrael an deireadh seachtaine seo caite 250 príosúnach a scaoileadh saor. Ach tá cúrsaí daonnachta in Gaza dona go fóill. Caithfear ord agus eagar a chur ar an soláthar bia atá ag dul isteach go muintir na Palaistíne. Níor cheart cead a thabhairt d'údaráis Iosrael cosc a chur ar an mbia ag teorainn Gaza agus Iosrael.
– (EN) El mayor problema al que se enfrenta la población de Gaza es de carácter humanitario. El hecho de que Hamás controle ahora Gaza y que Al Fatah controle Cisjordania no ayuda ni lo más mínimo a la causa palestina. Básicamente, esto significa que se puede acusar a los palestinos de hablar en dos direcciones distintas al mismo tiempo. En otras palabras, Israel puede escudarse en el hecho de que los palestinos estén divididos y que no hablen con una sola voz. Creo además que la Unión Europea está en muy bien situada para actuar como mediador honesto en muchos problemas políticos de Oriente Próximo. De hecho, Europa debe comprometerse políticamente mucho más para evitar una guerra civil.
Hélène Flautre, en nombre del Grupo Verts/ALE. – (FR) Señor Presidente, señor Antunes, usted ha solicitado, junto con nueve colegas, un nuevo planteamiento con respecto a Palestina. Es un buen punto de partida. El informe del señor de Soto, Coordinador especial de las Naciones Unidas, critica rotundamente la estrategia del Cuarteto y resulta poco favorable para la reputación de la propia UE. La estrategia de la Unión no ha conseguido promover la normalización de Hamás en el terreno político, ni que Israel cumpla sus obligaciones internacionales, ni tampoco un esfuerzo a favor de la unidad por parte de los palestinos. Actualmente, el desastre es humano; es económico y social; es político. ¿Qué nuevo planteamiento se debería desarrollar entonces?
La Unión Europea no es una organización caritativa, señora Comisaria. Tiene que comprometerse políticamente y ofrecer, en primer lugar, una perspectiva creíble de que el conflicto se va a resolver de una vez para siempre. Con este objeto, es preciso aprovechar plenamente el potencial del plan de paz presentado por la Liga Árabe. La Unión debe comprometerse a promover una conferencia internacional de paz en la que participen todas las partes interesadas. Tiene que hacerlo con decisión, aunque ello suponga coger con firmeza las riendas del Cuarteto. La Unión debe utilizar todos los conductos para conseguir que las autoridades israelíes se muestren dispuestas a cumplir sus obligaciones internacionales y obtener resultados tangibles en el terreno jurídico, en beneficio de la población civil palestina. La Unión debe asumir sus responsabilidades en el paso fronterizo de Rafá y denunciar, públicamente si es preciso, los obstáculos que le impiden desarrollar su misión de control. Se debe levantar el bloqueo de la franja de Gaza, que crea unas condiciones propicias para una explosión de violencia y que ha estado seguido de una demostración de fuerza por parte de Hamás. Se debe restablecer la circulación de personas y mercancías entre Gaza y Cisjordania y entre Gaza e Israel.
Para acabar, señor Presidente, quiero decir que, ante un caso como el que nos ocupa, la Unión debería proponer a sus socios que consideren la oportunidad de contar con una fuerza internacional, con el fin de conceder todas las oportunidades a la paz.
Luisa Morgantini, en nombre del Grupo GUE/NGL. – (IT) Señor Presidente, Señorías, espero sinceramente que Tony Blair haya entrado en una fase de redención, tras los pecados cometidos en relación con la guerra de Iraq, y que pueda contribuir a llevar la paz y la justicia a los palestinos y la paz a los israelíes. Por esto agradezco de verdad la aportación de los diez Ministros de Asuntos Exteriores que indicaron al señor Blair cuatro asuntos fundamentales sobre los que debería trabajar. Se trata de cuestiones urgentes y verdaderamente trágicas.
Para ayudar a Mahmud Abbás, al pueblo palestino y a Israel, me parece verdaderamente esencial negociar un acuerdo de resolución y poner fin a la brutal ocupación militar que se ha prolongado más de 40 años. Esto es fundamental, pero también lo es la crisis.
Como Unión Europea, tenemos responsabilidades: volver a abrir el paso fronterizo de Rafá, donde hay más de 6 000 personas sin cobijo y sin nada, que no pueden regresar a sus casas. Tenemos que garantizar que la Misión de Asistencia Fronteriza de la Unión Europea funcione. Por lo que respecta a los presos políticos, la liberación de Gilad Shalit es absolutamente esencial pero también la de los presos políticos palestinos, entre ellos Maruan Barguti, que podrían constituir un elemento de unidad tanto desde un punto de vista político como a favor de la paz en Oriente Próximo.
Jana Hybášková (PPE-DE). – (EN) Permítanme expresar mi satisfacción personal y la de nuestro Grupo con la propuesta de resolución que vamos a votar mañana.
Nos complace que no critique al «Cuarteto» como pretendían algunos Grupos políticos. Al contrario, expresa su apoyo a la intensificación de su acción en el futuro. La propuesta de resolución expresa claramente su pleno apoyo y comprensión a las extraordinarias decisiones tomadas por Mahmud Abbás. La resolución tomará nota de las conversaciones de creación de confianza entre el Gobierno de Salam Fayad y el Gobierno israelí, así como la renovación de la cooperación en materia de seguridad.
Acogemos con satisfacción la decisión sobre los impuestos y los ingresos, así como la liberación de los primeros presos políticos por parte de Israel. Sin embargo, Mahmud Abbás debe apostar por una democracia real, por un congreso de partidos políticos y por el trabajo con la joven Al Fatah.
Israel debería considerar seriamente el cese de los bloqueos de carretera, de forma que se vuelva a la situación de diciembre de 2000, y debería detener la expansión de los asentamientos. Egipto debería ser parte de la solución del problema de Gaza.
El envío de fuerzas internacionales a Gaza supondría un enorme riesgo para todos nosotros, y para la Unión Europea la composición de la conferencia internacional propuesta debería ser un asunto de máximo interés. Siria debería responsabilizarse de su acción exterior. Solo entonces podría formar parte del diálogo y de la solución.
Intentamos ayudar tanto como podemos a quienes se encuentran en Cisjordania, los palestinos, ofreciendo asistencia financiera y de otras muchas maneras. Sin embargo, el 90 % de las personas que viven en Cisjordania son campesinos, los felahín. Dependen de las exportaciones agrícolas. Pedimos a Israel que reestablezca el tránsito de mercancías, y mi pregunta es: ¿cómo funciona nuestra hipocresía agrícola? ¿Estamos dispuestos a abrir nuestros mercados a los productos agrícolas palestinos de Cisjordania?
Alyn Smith (Verts/ALE). – (EN) Doy las gracias a la Comisaria y todos los diputados de esta Cámara por el apoyo que han mostrado a Alan Johnston, a quien nos complace ver libre y a salvo en su domicilio, en mi circunscripción de Escocia. Sin embargo, es una gota de alivio en un mar de dolor y hemos de reconocer nuestro papel en ese fracaso.
Coincido con la Comisaria en que puede que por fin haya algún motivo para el optimismo. Sin embargo, cuando la señora Morgantini, otros diputados y yo visitamos Cisjordania y Gaza el año pasado, quedó claro entonces que la política de UE es un parche, no una cura.
A los ojos de gran parte del mundo árabe, el «Cuarteto» está desacreditado. Sin duda lo está para muchos palestinos. La UE debería echar toda la carne en el asador, ejercer el liderazgo auténtico y mostrar manos limpias.
Me hago eco del escepticismo de algunos colegas con respecto al nombramiento de Tony Blair como enviado. Hablando por una vez como parlamentario británico, me aterra la idea de que ese personaje tan profundamente comprometido pueda representar creíblemente la paz a los ojos de Oriente Próximo. Esto es importante, porque solo hay que fijarse en los atentados fallidos de Glasgow y Londres para comprobar que las consecuencias, directas o indirectas, de nuestro continuo fracaso en Palestina nos afectarán a todos.
Kyriacos Triantaphyllides (GUE/NGL). – (EL) Señor Presidente, lamentablemente no disponemos de tiempo para analizar la situación en Palestina. Estamos en el Parlamento Europeo y debemos ofrecer respuestas inmediatas a un problema sumamente urgente y complejo.
Por lo tanto, voy a limitarme a comentar cuatro aspectos importantes.
En primer lugar, la Unión Europea es responsable de la situación actual por no haber apoyado al Gobierno de unidad nacional.
En segundo lugar, las soluciones y actuaciones que hemos presenciado recientemente por parte del Cuarteto y de Israel pueden dar una impresión superficial de apoyo al Presidente Abbás, pero le ponen más obstáculos para alcanzar una solución viable del problema de la partición de facto de Palestina.
En tercer lugar, insto a todas las partes a que trabajen con ahínco a favor de la unidad, puesto que es el único camino que permitirá salir de la crisis.
En cuarto y último lugar, está el tema de la situación humanitaria, que es trágica tanto en Gaza como en Cisjordania. Especialmente en Gaza, se deben adoptar medidas inmediatas a favor de la viabilidad económica y social de sus habitantes.
Finalmente, antes de acabar, quisiera formular una petición al Consejo y a la Comisión: en algún momento, aunque se consiga la unidad entre Hamás y Fatah, deberán tomar una decisión sobre la futura política de la Unión en ese ámbito, en el que no se deben repetir los errores del pasado, cuando la Unión negoció selectivamente con la mitad del Gobierno mientras ignoraba deliberadamente a la otra mitad, aunque el Gobierno entero fuera resultado de unas elecciones libres y democráticas.
Eugen Mihăescu (ITS). – (FR) Señor Presidente, Señorías, los habitantes de la aldea global de Europa expresamos hoy nuestro malestar, porque cerca de nuestras fronteras los seres humanos se degüellan en la plaza pública. En vez de actuar, nos lamentamos y exclamamos como ancianas. Esto se llama denegación de auxilio a una persona en peligro y es un delito punible por ley. Un gran sabio dijo en cierta ocasión que los santos y los profetas valen más que los artistas, los hombres de letras, los estadistas, los militares y los comerciantes. Pero ¿dónde están ahora los hombres sabios y los profetas?
Necesitamos un nuevo san Francisco de Asís. También él vivió en un tiempo de cruzadas, pero se interesó por los otros, contra quienes luchaban los cruzados. Hizo todo lo posible para ir a verles. Finalmente, durante la Quinta Cruzada –durante el sitio de Damietta en Egipto–, entristecido por la conducta de los cruzados, declaró: «He visto el mal y el pecado.» Profundamente alterado por la visión de los muertos en los campos de batalla, san Francisco cruzó la línea del frente. Fue capturado, encadenado y conducido en presencia del sultán Saladino, que había nacido en Tikrit. Debió de ser un encuentro muy especial pues, tras una conversación que se prolongó hasta entrada la noche, el sultán permitió que san Francisco regresara la mañana siguiente, sano y salvo, al campamento de los cruzados.
Confío en que cada uno debió de explicar sus razones al otro, san Francisco hablaría de Cristo, el sultán leería algunos pasajes del Corán y, finalmente, llegarían a un acuerdo sobre el mensaje que el pobre san Francisco de Asís solía repetir en todas partes: «Amarás al prójimo como a ti mismo.»
Tony Blair fue uno de los cruzados en Iraq. ¿Podrá convertirse en el san Francisco que Europa necesita en Oriente Próximo?
Edward McMillan-Scott (PPE-DE). – (EN) Señor Presidente, el problema palestino y las relaciones de Palestina con Israel, no solamente dividen a familias, sino también a Grupos políticos en esta y otras Cámaras de todo el mundo e incluso a instituciones. Uno de los dilemas actuales es el de las propias instituciones a las que representamos aquí, así como nuestra participación en el «Cuarteto» en los últimos años. Algunos esperan que el nombramiento de Tony Blair, con su papel muy concreto con respecto al pueblo palestino, pueda revitalizar ese proceso. No lo sé. Creo que lo importante es que los valores que originaron la propia Unión Europea continúen inspirando a la gente en todo Oriente Próximo, y especialmente en Palestina e Israel.
Como otros oradores, celebro la liberación Alan Johnston. Soy patrono del BBC World Service Trust. Él era corresponsal en Gaza cuando se celebraron las elecciones que dieron la victoria a Abu Mazen en enero de 2005, seguida en enero de 2006 de la elección de un Gobierno palestino con Hamás al frente. El dilema para los países democráticos, lo que solíamos denominar «Occidente», era si se reconocía o no al Gobierno de Hamás. Bien, ya sabemos lo que ocurrió y las consecuencias a las que nos enfrentamos todavía hoy. Me pregunto si la Unión Europea puede sentirse verdaderamente satisfecha de haber desempeñado un papel adecuado durante este tiempo.
Me complace que el Parlamento Europeo esté debatiendo ahora la constitución de un grupo de trabajo en la Comisión de Asuntos Exteriores, cosa que propuse hace ahora dos años y medio. Me alegra que vayamos a celebrar una Conferencia de las Naciones Unidas a finales de agosto, pero aun así creo que queda trabajo por hacer, un trabajo intenso por parte de los parlamentarios de Europa, trabajando junto con los parlamentarios elegidos del mundo árabe, entre los que están algunos con los que normalmente no queremos hacer tratos. En el futuro hemos de hacer frente a las cosas de forma distinta.
Geoffrey van Orden (PPE-DE). – (EN) Señor Presidente, se ha dicho que existen cinco crisis interrelacionadas en Oriente Próximo. Podemos apreciar que Irán tiene metida la mano en todas ellas. Puede que Gaza esté bajo control de Hamás, pero Hamás no es su propio amo: hay un veto en Teherán. Por tanto, quizá sea más exacto decir que existe solo un conflicto en Oriente Próximo, y es el que enfrenta a extremistas y moderados. Tenemos la obligación de alentar y apoyar a los moderados.
Existe el peligro de que algunos consideren a Hamás una especie de servicio social interesado. Esto sería un grave error. Hamás es esencialmente una organización terrorista. Su poder procede de la intimidación y el asesinato, y desea imponer su propia visión distorsionada del Islam a una población amedrentada. Me acuerdo perfectamente de la súplica realizada por una palestina de fama internacional, la doctora Hanan Ashraui, con motivo de las elecciones legislativas hace 18 meses. Dijo: «Debemos derrotar a las fuerzas de la oscuridad.»
Los ciudadanos de Gaza no pueden expresarse con verdadera libertad. Mientras tanto, Israel es atacado constantemente, y ayer se lanzaron obuses desde Gaza sobre el cruce de Kerem Shalom, una ruta empleada para el suministro de ayuda humanitaria de Egipto a Gaza.
No olvidemos que aunque nos llena de alegría y alivio la liberación de Alan Johnston, el cabo Shalit fue secuestrado hace un año y no tenemos noticia alguna de su situación. Sus familiares visitaron ayer el Parlamento.
¿Con qué debemos quedarnos entonces de toda esta maraña confusa y peligrosa? Por su parte, Israel ha actuado con compostura: ha reconocido al Gobierno de Salam Fayad, ha liberado a cientos de presos palestinos, está transfiriendo alrededor de 400 millones de dólares estadounidenses de los impuestos pagados por los palestinos y participa activamente en conversaciones con los líderes de la Autoridad Palestina. Sin embargo, será necesaria una tercera parte, ya sea árabe o europea, para conseguir un avance de verdad. La Iniciativa de Paz árabe de 2002 sigue siendo el camino hacia delante más prometedor, y estoy seguro de que Israel lo reconoce así. Del mismo modo en que debemos apoyar a las fuerzas de la moderación y oponernos a los terroristas, los Gobiernos árabes moderados deben estar dispuestos a participar de forma más activa y flexible en el proceso de paz: desde el punto de vista político, económico y financiero. Que lo hagan nos interesa tanto a nosotros como a ellos.
Philip Claeys, en nombre del Grupo ITS. – (NL) Señor Presidente, le agradezco su comprensión. La Unión Europea tiene que apoyar a las fuerzas pragmáticas dentro del campo palestino, lo cual significa que se deben enviar ayuda y recursos a la Autoridad Palestina en Cisjordania, pero no al Hamastán de Gaza.
También tenemos que insistir para que las autoridades israelíes transfieran a la Autoridad Palestina en Cisjordania todos los ingresos procedentes de derechos de aduana y para que se suavicen todo lo posible las restricciones a la libre circulación de personas entre Cisjordania e Israel. Es verdaderamente muy importante que se limite la influencia de Irán.
Manuel Lobo Antunes, Presidente en ejercicio del Consejo. (PT) Señor Presidente, ante todo quiero saludar a la señora Ferrero-Waldner y también llamar la atención sobre su primera intervención, que ha sido muy clara e ilustrativa con respecto a las acciones que está emprendiendo la UE en Palestina, bajo la autoridad de la Comisión, y que por mi parte le agradezco mucho.
Quisiera referirme brevemente a dos preguntas que ha planteado el señor Salafranca, la primera relativa al nombramiento de Tony Blair como enviado del Cuarteto y la segunda relativa a la carta firmada por diez Ministros de Asuntos Exteriores de la UE.
Creo que deberíamos estar encantados con el nombramiento del señor Blair; en primer lugar, porque es europeo; en segundo lugar, porque ha sido Presidente del Consejo Europeo; y en tercer lugar porque es un político con una experiencia extraordinaria en asuntos internacionales y en parte también porque es un hombre de convicciones. Por lo tanto, considero que el Cuarteto, la UE y todos nosotros en nuestra calidad de europeos podemos salir beneficiados con dicho nombramiento y deberíamos prestarle todo el apoyo posible. Su mandato es definido y está bien documentado, y naturalmente el señor Blair actuará dentro de los límites de dicho mandato. Desde luego esperamos que su trabajo redunde a favor del proceso de paz en Oriente Próximo y le deseamos mucho éxito en su misión.
Por lo que respecta a la carta citada, debo decir que esta se redactó y se firmó en el contexto de un grupo informal concreto de Ministros y el Ministro de Asuntos Exteriores portugués la firmó precisamente en calidad de tal. Si leen la carta, verán que no dice Luis Amado, Ministro de Asuntos Exteriores de la Presidencia del Consejo de la Unión, sino Luis Amado, Ministro de Asuntos Exteriores de Portugal, y la carta se firmó exclusivamente conforme a dicho principio.
Podremos estar o no de acuerdo con su contenido o sus palabras, pero a mi parecer es importante hacer una consideración. Al menos en su espíritu, la carta llama la atención sobre la urgencia, la complejidad y la necesidad de que la UE desempeñe un papel central en la resolución de este conflicto que se inició hace cuarenta años, respondiendo así al llamamiento formulado por muchos diputados a esta Cámara para pedir que la UE haga todo lo posible para desempeñar un papel decisivo en este asunto. Señorías, quiero manifestar que durante nuestra Presidencia procuraremos trabajar todo lo posible, en colaboración con la Comisión como es natural, para conseguir resultados y garantizar que el proceso de paz en Oriente Próximo avance y logre progresos positivos.
Benita Ferrero-Waldner, miembro de la Comisión. (EN) Señor Presidente, voy a ser muy breve. Debemos extraer los aspectos positivos de este debate en torno a este proceso de paz tan difícil y tratar de completar el rompecabezas juntos para poder dar un paso adelante.
Espero que este paso adelante se dé en la próxima reunión del «Cuarteto», en la que creo que al menos se empezará a mencionar el horizonte político y el acuerdo político.
En segundo lugar, quisiera señalar las mejoras diarias para los palestinos: la movilización de la ayuda internacional, las necesidades institucionales y gubernamentales del Estado palestino y los planes para promover el desarrollo económico palestino. A este respecto, estamos también dispuestos a reavivar nuestro Acuerdo de Asociación provisional con la Autoridad Palestina, que entre otros aspectos prevé la importación de productos agrícolas de Palestina, aunque basándose por supuesto en el sistema de cuotas.
Todos tratamos de hacer lo mejor que podemos, pero depende también de la voluntad política de ambas partes, cosa que, desafortunadamente, no podemos suplir.
El Presidente. He recibido seis propuestas de resolución(1), de conformidad con el apartado 2 del artículo 103 del Reglamento.
El debate queda cerrado.
La votación tendrá lugar el jueves 12 de julio de 2007.
El Presidente. De conformidad con el orden del día, se procede a las declaraciones del Consejo y de la Comisión sobre la situación en Pakistán.
Manuel Lobo Antunes, Presidente en ejercicio del Consejo. (PT) Señor Presidente, Señorías, acojo con satisfacción la oportunidad de intervenir ante ustedes para hablarles de Pakistán, un país sin duda muy importante que, de hecho, no siempre recibe la atención que merece. Sé que algunas de Sus Señorías consideran que el tema de las relaciones con Pakistán reviste especial interés y, por lo tanto, es una satisfacción poder exponerles la posición del Consejo con respecto a dicho país y escuchar sus opiniones.
La situación en Pakistán está evolucionando rápidamente en la fase que culminará con la celebración de las elecciones y esperamos que la cooperación con el Parlamento Europeo continúe siendo buena durante los próximos meses. La UE tiene una larga historia de relaciones con Pakistán, que se remonta a 1976, cuando se estableció nuestro primer Acuerdo de cooperación.
Lamentablemente, por diversos motivos que se han mantenido a lo largo de los últimos años, las relaciones no han sido tan estrechas como habríamos deseado una y otra parte. Por esta razón, la UE emprendió en 2005 una revisión de su política con respecto a Pakistán, toda vez que el Consejo reconocía que algunas cuestiones relacionadas con dicho país planteaban un reto. También hubo un firme acuerdo en que la única política eficaz sería mantener resueltamente contactos periódicos con Pakistán. Como resultado de dicha decisión se emitió la Declaración conjunta de la Unión Europea y Pakistán, adoptada el 8 de febrero en Berlín. Con ella, quedó formalizado el diálogo político y el camino expedito para desarrollar plenamente el Acuerdo de cooperación de 2004, descrito también como un acuerdo de tercera generación.
Como resultado, las relaciones entre la UE y Pakistán se han desarrollado sobre nuevas bases desde principios de este año. Esperamos que esto contribuya a un mejor entendimiento entre ambas partes. Constituye un paso adelante dentro de un proceso a largo plazo encaminado a establecer una cooperación, que esperamos sea fructífero. También es un reconocimiento de la importancia que la UE atribuye a Pakistán como socio.
Al mismo tiempo, aunque se ha definido la orientación a largo plazo, hay asuntos que es preciso tratar a corto plazo. Sabemos que el Parlamento tiene algunas inquietudes, que compartimos en parte, en relación con los acontecimientos recientes en dicho país. La semana pasada toda nuestra atención estuvo concentrada en los combates en torno a la Mezquita Roja de Islamabad. No quiero entrar en un debate sobre el origen de la situación actual. Al contrario, quiero elogiar la decisión del Gobierno de plantar cara a quienes predican la intolerancia. Naturalmente, todos habríamos deseado un desenlace pacífico tras el punto muerto al que se había llegado, pero el hecho de que el Gobierno se posicionara frente al extremismo radical es importante. Se debe establecer una distinción entre quienes predican la violencia y quienes se manifiestan pacíficamente.
La violencia que estalló en Karachi en el mes de mayo suscitó una gran preocupación en el Consejo. Es esencial que se haga todo lo posible para evitar que pueda volver a repetirse. El Consejo sigue atentamente la situación en Pakistán a través de sus contactos permanentes con las embajadas de la UE en Islamabad. Esperamos que todas las partes actúen con moderación y, en especial, que las fuerzas del orden actúen de forma proporcionada y hagan el menor uso posible de la fuerza frente a la población civil.
El Consejo también sigue atentamente el caso del Presidente del Tribunal Supremo Iftikhar Chaudhry. Es importante que las actuaciones legales contra el señor Chaudhry se desarrollen con imparcialidad, sin interferencias indebidas. Los medios de comunicación también deben poder desarrollar libremente su cometido de informar sin sufrir intimidaciones. En general, la UE desea que Pakistán continúe avanzando hacia una moderación informada, respetando las normas internacionales en cuanto afecta a los principios democráticos y al Estado de Derecho. Nuestras relaciones se basan en este acuerdo. Como declara el artículo 1 del Acuerdo de Cooperación de 2004, el respeto de los derechos humanos y los principios democráticos constituye un elemento esencial del Acuerdo. Nos proponemos trabajar a partir de ese fundamento.
Las elecciones generales significan que Pakistán deberá tomar una decisión en 2007. La UE apoya plenamente todos los progresos realizados en el camino hacia una democracia sostenible en Pakistán, la consolidación de sus instituciones democráticas y el buen gobierno del país. Por consiguiente, la UE considera importante que las próximas elecciones paquistaníes sean libres e imparciales. Asimismo consideramos igualmente importante que el próximo presidente de Pakistán se elija conforme a la ley. Lo más destacable es que el Gobierno debe ser fuerte en virtud de su legitimidad democrática. Esto es necesario para que pueda responder a los numerosos retos con que se enfrenta Pakistán.
Benita Ferrero-Waldner, miembro de la Comisión. (EN) Señor Presidente, todos hemos sido testigos, tal y como acaba de decir el Presidente del Consejo, de los hechos acontecidos en la Mezquita Roja de Islamabad, y las últimas informaciones indican que la mayor parte del complejo ya ha sido desalojado y que la operación se encuentra en su fase final. Espero sinceramente que no haya más muertes. Me ha sobrecogido ver esas escenas en el mismo corazón de la capital paquistaní y que han implicado a cientos de hombres y mujeres. Es muy lamentable que aquellos que continúan resistiéndose no aceptaran, como ha apuntado el señor Lobo Antunes, la solución pacífica.
Aprecio mucho la paciencia mostrada por el Gobierno al tratar de alcanzar una solución negociada para evitar un baño de sangre, especialmente cuando se había obligado a niños a quedarse en la mezquita contra su propia voluntad y la de sus padres. Lo que ha demostrado este hecho claramente a la población de Pakistán y al resto del mundo son los peligros que el fundamentalismo religioso y la intolerancia suponen para nosotros y para lo que constituye esencialmente una sociedad moderada y pacífica.
Durante los últimos dos meses o así, los estudiantes y los clérigos de la Mezquita Roja habían tratado efectivamente de tomarse la justicia por su mano. Creo firmemente que no es el camino por el que los ciudadanos de Pakistán desearían que su país avanzara. El Gobierno tiene razón en enfrentarse a este fenómeno con decisión. Otros hechos, incluidos los recientes atentados con bomba en la provincia fronteriza del noroeste y el supuesto atentado del pasado viernes contra el avión del Presidente Musharraf muestran claramente que Pakistán tiene que estar al acecho y decidido a garantizar que el terrorismo y el extremismo no triunfen.
La política de la UE es colaborar constructivamente con Pakistán. Los objetivos fundamentales de nuestro compromiso son la promoción de la estabilidad interior y regional, alentar la democratización y apoyar a Pakistán para consolidar su posición como Estado musulmán moderado. Me complace comunicar al Parlamento que el 24 de mayo celebramos la primera Comisión Conjunta en el marco del Acuerdo de Cooperación de «tercera generación» en Islamabad. La reunión fue una oportunidad muy útil para abrir nuevas vías de cooperación con Pakistán; por ejemplo, el establecimiento de un subgrupo sobre gobernanza y derechos humanos como foro para desarrollar un diálogo más intenso en este terreno.
También hemos aumentado considerablemente el volumen de nuestra cooperación con Pakistán, hasta alcanzar los 200 millones de euros durante los próximos cuatro años, especialmente en las áreas de desarrollo rural y educación. Con ello, nuestro objetivo es contribuir a un Pakistán más próspero y estable.
El entorno político de Pakistán se caracteriza actualmente por la incertidumbre. En el país abundan los rumores sobre posibles escenarios electorales. Uno consistiría en el anunciado plan del Presidente Musharraf de hacerse reelegir por las asambleas en sesión plenaria antes de las elecciones parlamentarias. Otro sería un posible acuerdo entre el Presidente y los partidos de la oposición, que podría conducir a unas elecciones al Parlamento anticipadas y la posible reelección de Musharraf por parte de las nuevas asambleas.
A medida que se acercan las cruciales elecciones parlamentarias de este mismo año, considero que es necesario seguir insistiendo en la importancia de fortalecer las instituciones democráticas y la construcción de un proceso político más integrador. Como saben, Pakistán es un país prioritario para una posible misión de observación electoral de la UE. Evaluaré de forma muy cuidadosa los resultados de la misión de exploración enviada el mes pasado y tomaré entonces una decisión sobre la posibilidad de enviar una misión en el momento oportuno.
Creo que hay serias dudas sobre la forma en que se han elaborado los censos electorales. Al parecer han desaparecido varios millones de votantes de la lista y urge tomar medidas en serio para corregir esto.
En conclusión, tenemos que valorar cuidadosamente si sería recomendable desplegar una misión de observación electoral en un contexto en el que se dan las diversas dudas que he señalado con respecto a las condiciones para unas elecciones democráticas, y hemos de seguir de cerca el desarrollo de los acontecimientos en las próximas semanas y meses.
Charles Tannock, en nombre del Grupo del PPE-DE. – (EN) Señor Presidente, desde hace algún tiempo soy crítico con el Gobierno de Pakistán. Desde la tolerancia de la proliferación nuclear por parte de A.Q. Kahn hasta el espantoso trato que reciben las minorías religiosas. También me he sentido a veces escéptico con respecto a la verdadera voluntad del Presidente Musharraf, que es aparentemente nuestro aliado en la guerra contra el terrorismo, de expulsar realmente a los yahadis islamistas radicales e impedir que se eduque a jóvenes, entre los que hay también ciudadanos de la UE, en la línea dura de las madrazas deobandis.
Ahora somos testigos del sangriento asalto de la Mezquita Roja, donde se habían refugiado islamistas armados con mujeres y niños. Musharraf ha dicho que los militantes estaban vinculados a Al Qaeda. ¿Por qué entonces se ha dejado que este tema degenerara desde enero mientras las fuerzas de seguridad ignoraban la ocupación ilegal del suelo, el almacenaje de armas y el secuestro de mujeres en el complejo de la mezquita? ¿Era para tramar un enfrentamiento sangriento? ¿O para poner de manifiesto el riesgo que plantean los extremistas y demostrar la postura antiterrorista del Presidente a los occidentales, que últimamente han sido más críticos y afirman ahora que la todopoderosa agencia pakistaní de inteligencia militar (ISI) ha estado ayudando secretamente a las fuerzas talibanes a reagruparse en las zonas fronterizas con Afganistán?
También se supone que Abdul Asís, el clérigo que dirige de los militantes de la Mezquita Roja, tenía vínculos familiares con la agencia ISI. Con toda seguridad, esta crisis es una distracción muy oportuna para el Presidente Musharraf, que se encuentra presionado por haber destituido al presidente del Tribunal Supremo del país en un intento de justificar cinco años más en el poder y desea, por supuesto, mantener la omnipresente influencia del ejército paquistaní.
La UE tiene motivos justificados para temer la inestabilidad en un Estado islámico que dispone de armas nucleares, y ahora pido al Presidente Musharraf que permita a dos ex Primeros Ministros laicos y civiles que vuelvan del exilio y participen en la campaña para unas elecciones democráticas contra extremistas peligrosos y ayuden a construir un país tolerante y democrático que pueda sobrevivir al Presidente Musharraf.
Robert Evans, en nombre del Grupo del PSE – (EN) Este debate es importante y oportuno. Es interesante que haya tres oradores británicos, pero esto es un reflejo de las comunidades que representamos. Sabemos que en toda Europa muchas personas están preocupadas por la situación de Pakistán y la incertidumbre que rodea al Presidente Musharraf en estos momentos –su futuro–, y admitimos que esto tiene mucho que ver con el futuro de su país.
No pretendo ser tan crítico como el doctor Tannock, pero la propuesta de resolución que hemos presentado está redactada con un tono de preocupación porque muchos de nosotros hemos visitado el país –nos hemos reunido con el Presidente tanto aquí como en Pakistán– y deseamos el bien para Pakistán. Reconocemos las verdaderas dificultades a que se enfrenta Pakistán, sobre todo en la muy dura tarea de hacer frente al terrorismo en el propio territorio. Respetamos el papel internacional que ha desempeñado en la lucha contra el terrorismo mundial. Apreciamos lo que ya ha hecho y pedimos que apoye nuestros esfuerzos en el futuro.
Pero la lucha contra el terrorismo no se puede utilizar como pantalla de humo para encubrir negligencias y malas prácticas. La señora Comisaria ha hablado del grave incidente de la Mezquita Roja, al igual que lo ha hecho el doctor Tannock, que se ha referido a la suspensión del presidente del Tribunal Supremo, el señor Chaudhry, y a las posibles consecuencias.
Quiero comentar el tema de las elecciones, que la señora Comisaria y el señor Lobo Antunes han mencionado también. El representante del Consejo ha dicho que apoyamos los pasos hacia una democracia sostenible, y desde luego que lo hacemos. Reconozco y acojo con satisfacción el compromiso de la Comisión de crear un subgrupo sobre gobernanza y derechos humanos en Pakistán.
Hoy quiero instar al Presidente Musharraf a que se asegure de que esas próximas elecciones no solamente tengan lugar, sino que además lo hagan en un ambiente que permita que toda misión de observación internacional que esté presente certifique su limpieza, tanto si la envía la Unión Europea como cualquier otra entidad. Es vital para la credibilidad de cualquier Presidente de Pakistán, o de cualquier Gobierno, o, en realidad, de cualquier Gobierno de cualquier país.
Concretamente, espero que los preparativos de esas elecciones garanticen que se lleven a cabo de forma adecuada, y eso incluye permitir que se presenten a las elecciones más mujeres. Como ha dicho la Comisaria, el censo electoral no solo debe superar el escrutinio, sino que también debe evitar dar la impresión a algunos de haber sido dejados de lado.
En unas elecciones hace falta una prensa libre y abierta, que los periodistas se sientan seguros para decir y escribir lo que quieran. Espero que en este período intermedio, mientras se celebran las elecciones, el Gobierno provisional sea verdaderamente neutral.
Pakistán es un país grande con un pueblo orgulloso y una historia demasiado turbulenta. Estoy seguro de que hablo en nombre de toda esta Cámara cuando digo que el Parlamento Europeo está dispuesto a hacer todo lo que pueda por ayudar a Pakistán en los momentos difíciles, para que pueda crecer, y apoyarlo como una democracia plenamente operativa y pacífica.
Sajjad Karim, en nombre del Grupo ALDE. – (EN) Los trágicos acontecimientos que tuvieron lugar en la Mezquita Roja de Islamabad demuestran que Pakistán se enfrenta a una clara amenaza por parte de la ideología extremista. Son un peligro para la mayoría de los ciudadanos paquistaníes moderados y para las fuerzas de la OTAN estacionadas en Afganistán. Las repercusiones que han tenido esos acontecimientos en Peshawar, Baloquistán, Waziristán y Bajor ilustran que los extremistas tienen ahora puntos de apoyo en muchas partes del país.
Pero la condena popular por parte de la mayoría de los pakistaníes de la violencia de los militantes demuestra que el extremismo sigue siendo una actividad minoritaria en Pakistán. Es este núcleo moderado mayoritario el que el Gobierno debe abrazar si quiere conseguir un consenso político amplio.
La relación de la UE con Pakistán se basa en un compromiso con la democracia, la paz y la estabilidad, el comercio y el desarrollo y el respeto de los derechos humanos. Este año, el Consejo y la Comisión han tomado medidas importantes para reforzar esa relación y debemos seguir ejerciendo nuestra influencia como principal donante de la región, con el fin de mejorar la vida del pueblo pakistaní.
La UE debe seguir ofreciendo ayuda en los proyectos sanitarios y de educación de Pakistán, de modo que las personas más pobres tengan una auténtica alternativa a las madrazas. Debemos insistir en que el Gobierno respete la independencia del poder judicial, el Estado de Derecho y los derechos humanos del pueblo pakistaní a medida que el país avanza hacia unas elecciones democráticas. Debemos condenar todos los intentos de eliminar la libertad de expresión y de prensa y expresar nuestra solidaridad con toda la profesión jurídica de Pakistán cuando deploramos la destitución del presidente del Tribunal Supremo, el señor Chaudhry.
En definitiva, la Unión Europea debe enviar un claro mensaje al Presidente de que la transición a un régimen civil mediante unas elecciones libres y justas es…
(El Presidente interrumpe al orador)
PRESIDENCIA DEL SR. SIWIEC Vicepresidente
El Presidente. – He recibido seis propuestas de resolución(1), de conformidad con el apartado 2 del artículo 103 del Reglamento.
El debate queda cerrado.
La votación tendrá lugar el jueves, 12 de julio de 2007.
Declaraciones por escrito (artículo 142 del Reglamento)
Neena Gill (PSE), por escrito. – (EN) Estoy muy preocupada porque la frágil democracia de Pakistán está en peligro. La destitución del presidente del Tribunal Supremo de Pakistán y la consiguiente represión de los medios de comunicación no son un buen augurio para unas elecciones libres y justas. Hay muchos informes de actos de intimidación oficiales y no oficiales contra miembros de la comunidad jurídica y de abuso de la Ley Antiterrorista para perseguir a los oponentes políticos.
Ciudadanos pakistaníes me han informado de que se margina a los partidos políticos moderados, a los periodistas y a la sociedad civil, mientras los grupos extremistas tienen cada vez mayor influencia sobre su sociedad.
Lamento en gran manera los recientes disturbios que han ocasionado la muerte de civiles e insto al Presidente Musharraf a garantizar que las autoridades pakistaníes respeten totalmente los derechos humanos. Además, quiero pedir al Presidente que cumpla las garantías que dio a la delegación del Parlamento Europeo durante la visita de diciembre de 2006 a Pakistán, respecto a la transición a un régimen civil y a un acuerdo sobre la creación de instituciones democráticas, y, sobre todo, las garantías que nos dio respecto a la libertad de los medios de comunicación. Quiero pedir al Consejo y a la Comisión que insistan ante Pakistán en la necesidad de restaurar la democracia y respetar los derechos humanos.
El Presidente. – De conformidad con el orden del día, se procede a las declaraciones del Consejo y de la Comisión relativas al futuro acuerdo sobre Kosovo.
Manuel Lobo Antunes, Presidente en ejercicio del Consejo. (PT) Señor Presidente, Señorías, una breve declaración sobre Kosovo. En los últimos años se han logrado, sin duda, progresos significativos en relación con la estabilización de la zona de los Balcanes occidentales. No obstante, todavía queda pendiente un reto fundamental para la consolidación de esos progresos: la conclusión del proceso de determinación del estatuto futuro de Kosovo y la aplicación del resultado con un objetivo estratégico.
Se requiere una resolución a tiempo y sostenible, que establezca los cimientos de un Kosovo democrático y multiétnico, comprometido con la implantación del Estado de Derecho y el fomento de la estabilidad regional, junto con la perspectiva europea de la región. La determinación del estatuto de Kosovo es un requisito previo fundamental para consolidar la estabilidad de la región. La UE ha invertido mucho en los Balcanes, tanto en el aspecto económico como en el político, y por consiguiente no deseamos que la región se vuelva a desestabilizar.
Puesto que se trata de una región de Europa, la Unión Europea debería situarse en la vanguardia de los intentos de resolver los asuntos relativos a Kosovo. Por consiguiente, es necesario encontrar rápidamente una solución por intermedio del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas. El statu quo no se puede seguir sosteniendo.
Conforme a la Declaración del Consejo de Ministros de Asuntos Exteriores de la UE del 18 de junio, en Luxemburgo, el Consejo confirma su apoyo al enviado especial Martti Ahtisaari y reitera su posición en el sentido de que su Propuesta Amplia constituye la base para resolver la cuestión del estatuto mediante una nueva resolución del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas.
La Unión Europea mantiene su absoluto compromiso de garantizar que el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas adopte oportunamente dicha resolución, que también servirá de fundamento para la presencia internacional y de la UE. Además de un planteamiento firme y coherente con respecto a Kosovo, para alcanzar el objetivo citado también será fundamental que los Estados miembros mantengan una posición unida de forma continuada. El Consejo también reafirmó su convicción de que la resolución de este asunto es absolutamente singular y no sienta precedente.
La UE mantiene su disponibilidad a desempeñar un papel importante en la aplicación de la resolución sobre el estatuto futuro de Kosovo. La planificación sobre el terreno ya está muy avanzada y se ha realizado sobre la base del planteamiento global adoptado por el Consejo en diciembre de 2006 y a partir del supuesto de que el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas va a adoptar una nueva resolución que otorgue un mandato claro a la UE.
Estamos decididos a garantizar una transición exitosa y hemos estado trabajando con este objeto en estrecha colaboración con la Misión de las Naciones Unidas en Kosovo, que nos ha dado garantías de que mantendrá todo su potencial operativo hasta que expire su mandato.
Olli Rehn, miembro de la Comisión. (EN) El futuro estatuto de Kosovo es el último estatuto que queda pendiente después de la división de Yugoslavia. Es vital que el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas dé ahora un paso adelante. Los miembros del Consejo de Seguridad deben asumir su responsabilidad para resolver el estatuto de Kosovo y crear un marco multilateral que otorgue a toda la región una salida sostenible.
Pido a Serbia que desempeñe un papel constructivo en la siguiente fase del proceso. Pido a todas las personas implicadas que no tomen medidas unilaterales, ya sean declaraciones o amenazas de veto, que no harían más que perjudicar los intereses de todos nosotros en una región estable que puede convertirse en parte integrante de la Unión Europea.
En marzo el Parlamento Europeo aprobó una resolución sobre Kosovo. En mi opinión, nuestras instituciones comparten muchos objetivos comunes. Sus Señorías opinaron que la única solución sostenible es una solución que respete a todas las comunidades, que ayude a la recuperación económica de Kosovo y proporcione una presencia internacional para salvaguardar los intereses de todas las comunidades étnicas.
En junio, el Consejo confirmó el apoyo de la UE al Enviado Especial de las Naciones Unidas, Martti Ahtisaari, y a su propuesta global como base para resolver el estatuto de Kosovo y una nueva resolución del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas.
Apoyamos la propuesta como el mejor compromiso posible que puede asegurar que todas las comunidades tengan un futuro en Kosovo, donde la democracia y el Estado de Derecho puedan arraigar firmemente.
Los principales elementos de esta propuesta son los bloques básicos de toda sociedad moderna. Incluyen la protección de los derechos de las comunidades, la protección del patrimonio cultural y religioso y las disposiciones constitucionales básicas y de seguridad. Todo ello es vital para un Kosovo democrático y multiétnico.
En resumen, ahora debemos hacer tres cosas. Primero, debemos resolver el estatuto de Kosovo sin más demoras innecesarias. Segundo, debemos preservar la esencia de la actual propuesta de resolución; y tercero, debemos seguir apoyando las aspiraciones europeas de Kosovo y su progreso hacia la Unión Europea.
Como Comisario ya he abierto varios instrumentos al amparo del proceso de estabilización y asociación. La Comisión se compromete a mantener un diálogo regular sobre las reformas. Prestamos una ayuda generosa. Realizamos un seguimiento del progreso sobre la base de la asociación europea, y hemos iniciado actividades de cooperación regional con Kosovo.
Retrasar el proceso porque sí puede ser peligroso. Difícilmente haría que convergieran las posturas diametralmente opuestas sobre el estatuto y, en cambio, podría aumentar el riesgo de inestabilidad sobre el terreno.
Por eso, debemos demostrar a los kosovares que hay movimiento y que habrá una solución. No debemos permitir que la línea dura se imponga. Los Balcanes y Europa sufrirían las consecuencias.
Kosovo es, en efecto, una cuestión profundamente europea. Nos afecta muchísimo la consecución de una solución sostenible. Como decían en su resolución de marzo, encontrar una solución basada en la propuesta del señor Ahtisaari reviste la máxima importancia para la estabilidad y el desarrollo de toda la región. Tanto Serbia como Kosovo están destinados a formar parte de la UE, al igual que sus vecinos, dado que el futuro de los Balcanes Occidentales reside en la UE.
De hecho, ni Rusia ni los Estados Unidos están tan directamente afectados como los europeos por lo que ocurra en los Balcanes. Es Europa la que pagaría el precio más caro si fracasara el proceso estatutario y, por lo tanto, el estatuto de Kosovo no debe resolverse mediante declaraciones unilaterales o amenazas de veto unilaterales, sino a base de un multilateralismo efectivo y responsable. En realidad, la mejor manera de alcanzar una solución sostenible pasa por un proceso gestionado y multilateral.
Permítanme terminar reiterando que el retraso del proceso estatutario sin motivos que lo justifiquen no nos llevará a ninguna parte. Solo hará que haya riesgo de inestabilidad en Kosovo, se prolongue la agonía en Serbia y se retrase el avance de la región hacia la Unión Europea.
Por lo tanto, ha llegado el momento de que Europa, la UE y sus Estados miembros, muestren su capacidad de liderazgo y ayuden a encontrar una solución sostenible para Kosovo. Se lo debemos a Kosovo. Se lo debemos a los Balcanes y se lo debemos a Europa.
Bernd Posselt, en nombre del Grupo del PPE-DE. – (DE) Señor Presidente, quiero agradecerle al señor Comisario que haya hablado tan claro. El nuevo Secretario General de las Naciones Unidas también destacó ayer que la incapacidad continuada de resolver la cuestión del estatuto constituye una seria amenaza para la paz. Si Kosovo, con un 90 % de población albanesa, no consigue por fin lo que se merece, esto es, la independencia bajo supervisión internacional, ello podría desembocar en una inestabilidad económica e intranquilidad política. Ya va siendo hora de que adoptemos un planteamiento pragmático.
El 75 % de esta Cámara votó a favor de Plan Ahtisaari. Dejamos claro que estamos a favor de la independencia bajo supervisión internacional. La Comisión, la mayor parte de los Estados miembros y los Estados Unidos han adoptado la misma posición. Por lo tanto, ya es hora de que acabemos con el punto muerto en el que se encuentra el Consejo de Seguridad. No se puede permitir que el nacionalismo ruso y serbio continúe retrasando una solución pacífica que otorgará a los serbios de Kosovo amplios derechos, garantizados internacionalmente, muy superiores a los que se conceden a otras minorías étnicas en otros Estados de la Unión.
Ha llegado el momento de impulsar una solución, no en último término porque, si queremos evitar que se nos vea como una fuerza ocupante, la misión vital de la UE necesita un fundamento jurídico internacional estable y también una amplia aceptación entre los kosovares. Por lo tanto, es esencial que sigamos adelante, con el objetivo de alcanzar una solución política que ya se ha retrasado demasiado.
Señor Presidente, quiero dejar claro que no estamos dispuestos a permitir que Occidente caiga en la trampa de permitir que la Constitución serbia incluya reivindicaciones territoriales sobre Kosovo y que los rusos declaren que vetarán todas las resoluciones mientras no cuenten con el acuerdo de Serbia, lo cual será imposible a causa de la Constitución aprobada en un referendo dudoso. Se está creando una barrera artificial que representa una grave amenaza para la paz.
Hannes Swoboda, en nombre del Grupo del PSE. – (DE) Señor Presidente, Señorías, el debate no se va a acabar tan pronto como algunos desearían. Aprecio el riesgo que ha mencionado el señor Comisario, pero también lo valoro como una oportunidad. Deberíamos aprovecharla, en vez de fijar siempre la mirada en el aspecto negativo. ¿Qué es lo que queremos? En primer lugar, queremos transmitir un mensaje a Serbia, por medio de un Acuerdo de estabilización y asociación y de una reducción de las restricciones de visados –con la condición de que Serbia coopere con el Tribunal para Crímenes de Guerra en la Antigua Yugoslavia (ICTY)–, que indique que el país será bienvenido en la Unión Europea y que deseamos que deje atrás su constante autoflagelación y su complejo de inferioridad.
En segundo lugar, deseamos un nuevo estatuto para Kosovo sobre la base de la propuesta de resolución del señor Ahtisaari. No digo que no estemos dispuestos a aceptar algunas modificaciones, pero eso requiere conversaciones y los representantes serbios y kosovares deben mostrarse dispuestos a dialogar. No creo que lo acepten, pero al menos deberían clarificar todos los aspectos que sea posible aclarar. Ambas partes necesitan actuar de forma responsable, puesto que van a tener que seguir conviviendo en la misma región en el futuro, sobre todo si desean formar parte de Europa. Un riesgo para la estabilidad no tiene cabida aquí.
Por lo tanto, estoy absolutamente de acuerdo con el señor Comisario en que no podemos aplazar las cosas sin motivo; al contrario, debemos aprovechar bien el tiempo. Me alegra mucho que el Primer Ministro de Kosovo haya manifestado que no desea adoptar ninguna medida unilateral durante los próximos meses. Es más de lo que han dicho algunos oradores en esta Cámara. También me alegra mucho la noticia, si es cierta, de que los Estados Unidos no apoyarán ninguna medida de ese tipo, ya que la Unión Europea sería la primera víctima. Pedimos a Rusia que renuncie al veto y al bloqueo de la resolución. Rusia no puede conseguir nada para Abjazia y el Transdniéster que no haya obtenido ya por medio de la fuerza militar.
Lo que ahora intentamos hacer es asegurar una transición pacífica. Si se compromete a Serbia lo más estrechamente posible con el nuevo estatuto y se le transmitirle una señal clara desde Europa, ello redundará también en interés de Kosovo y de Albania. Albania y los albaneses de Kosovo no pueden pedir más.
Ignasi Guardans Cambó, en nombre del Grupo ALDE. – (ES) Señor Presidente, no he podido escuchar la intervención del señor Comisario porque estaba en otras actividades parlamentarias pero, por lo que estoy oyendo, comparto claramente la idea de que aquí no sobra tiempo y que, al mismo tiempo, no tenemos esa sensación de presión de que, si no tomamos una decisión hoy, tendremos un conflicto violento a las puertas de Europa, que es el mensaje que algunos nos han intentado dar. En ese sentido, las declaraciones del Primer Ministro de Kosovo son muy positivas y han de ser valoradas positivamente.
En primer lugar, creo que hay que hacer un esfuerzo, el de ponerse en el lugar de Serbia y lanzar un mensaje a Serbia de respeto. De respeto a su historia, a su presente y a su futuro. Es obvio que hay que exigirle a Serbia una cooperación muy estrecha con el Tribunal, pero es obvio también que algunos mensajes que se reciben desde Serbia corren el riesgo de no ser recibidos como muestras de suficiente respeto por parte de la Unión Europea.
En segundo lugar, hay algo que sigo echando de menos por parte de la Unión Europea y de todos los actores que están tratando el futuro jurídico y político de Kosovo: la realidad económica de Kosovo.
Da la sensación, escuchando algunos discursos, de que la sola declaración de independencia, prácticamente la sola resolución de las Naciones Unidas que declare el futuro jurídico de Kosovo, va a crear riqueza en Pristina, va a dar ocupación a los miles de personas que están ahí con una tasa de paro que supera de lejos el 50 % de la población y va a crear una estabilidad económica que va a traer inversiones.
Eso no es verdad. Hace falta un plan económico para Kosovo. Un Kosovo sin viabilidad económica, arruinado y con una desocupación del 70 % seguirá siendo un drama para todos nosotros. Ahora es cuando hay que pensar en eso, ahora que todavía podemos influir, no digo de forma condicionada para esa independencia, pero sí con una capacidad de incidir en las estructuras económicas de Kosovo, que no tendremos el día en que Kosovo sea independiente. Esa responsabilidad la tiene la Unión Europea y creo que no la está ejerciendo.
Brian Crowley, en nombre del Grupo del UEN. – (EN) Quiero dar las gracias al señor Comisario y al Presidente en ejercicio por sus comentarios.
Martin Luther King dijo: «La verdadera paz no es solamente la ausencia de violencia, sino también la presencia de justicia.» Si pensamos en la trágica historia del conjunto de la región de los Balcanes, uno de los aspectos que ha estado ausente durante mucho tiempo es esta idea de justicia. No puede haber paz sin justicia.
Con las propuestas de Martti Ahtisaari tenemos una oportunidad de dar un gran paso, de dar el salto para encontrar no solo la paz, sino también la justicia en su interior. En un mundo ideal tendrían que haber sido las propias personas interesadas quienes resolvieran el problema, pero en su momento no pudieron reunir fuerzas para juntarse y encontrar la solución, de modo que ha habido que proponerles una. Esta es nuestra mejor oportunidad para intentar encontrar una solución pacífica, duradera y justa entre las diferentes tradiciones y los diferentes pueblos.
Es esencial que, al presentar una nueva oportunidad para Kosovo, también tengamos en cuenta las preocupaciones particulares y especiales de Serbia. Es importante que mantengamos un diálogo no solo con Kosovo, sino también con Serbia, para animarles a avanzar y encontrar una nueva vía en el proceso de construcción de un país.
Al mismo tiempo, por mi propia experiencia en Irlanda en los últimos diez años, el elemento esencial para superar los conflictos, la discriminación y el odio es el diálogo. Hagamos que las partes hablen, que sigan hablando. Por muy lento y difícil que sea, es la única forma de encontrar la solución justa a este problema.
Joost Lagendijk, en nombre del Grupo Verts/ALE. – (NL) Señor Presidente, señor Comisario, Señorías, quienquiera que haya seguido atentamente las recientes declaraciones de los representantes de la UE en Kosovo, en particular las relativas al futuro papel de la Unión, por fuerza ha de sentirse confuso.
Evidentemente, todo el mundo está intentando acoplar las diferentes piezas del rompecabezas en Nueva York: ¿cómo podemos conseguir una resolución del Consejo de Seguridad? Dicho de otro modo, ¿cómo podemos evitar un veto de Rusia? Evidentemente, todo el mundo está haciendo todo lo posible para preservar la unidad en la Unión Europea y, evidentemente, pedimos a los kosovares que mantengan la calma. Hasta aquí, todo está claro.
Pero ¿qué papel va a desempeñar exactamente la UE en el futuro próximo y cuándo va a cumplirlo? Una selección al azar de las noticias publicadas en la prensa estos últimos días me indica que, según Cristina Gallach, portavoz del señor Solana, la UE asumirá su responsabilidad y adoptará una decisión con respecto a Kosovo si Rusia sigue manteniendo su negativa. En otras palabras, la Unión Europea va a actuar si no se consigue una resolución. El 10 de julio, el señor Solana declaró que es imposible enviar una misión sin un mandato y por eso esperamos una resolución. Según declaraciones de un diplomático anónimo de la UE en la misma fecha, la UE confía en que la nueva resolución de las Naciones Unidas permita enviar una misión amplia, aunque el futuro de la provincia siga sin estar claro. En otras palabras, se otorgará un mandato, pero de momento no es necesario decir nada con respecto a la independencia.
Señor Comisario, señores del Consejo, les insto a que por fin nos digan cuál debería ser el contenido mínimo de una resolución para que la UE se anime a enviar una misión a Kosovo en un breve plazo. En realidad, ¿cuándo vamos a debatir sobre el envío de una misión? Inicialmente, la intención era enviarla cuatro meses después de que se hubiera aprobado la resolución. ¿La UE está dispuesta ahora a enviar una misión aunque todavía no se sepa nada con respecto a la independencia? Les agradecería un poco de claridad al respecto; nos la deben y también a los votantes.
Tobias Pflüger , en nombre del Grupo GUE/NGL. – (DE) Señor Presidente, para ser totalmente sincero, está bastante claro que hemos llegado a un punto muerto. Serbia y Rusia han declarado que no están dispuestas a aceptar una independencia impuesta y el señor Bush ha manifestado con posterioridad su deseo de que Kosovo declare unilateralmente su independencia. Por lo tanto, a la Unión Europea le corresponde un papel fundamental en la presente situación.
Sin embargo, se están produciendo una serie de intervenciones poco útiles, como los comentarios del señor Barroso en los que comparaba a la UE con un «imperio». Algunos elementos tal vez justifiquen la comparación, pero esta ayuda poco en la situación actual. La UE también es parte interesada y desea convertir a Kosovo prácticamente en un protectorado de la UNMIK. Está bastante claro que el Plan Ahtisaari original no se cumplirá y todo el mundo tiene que respirar hondo y aceptarlo. Se requiere una solución internacionalmente válida, que Serbia también acepte en su totalidad.
En el Parlamento Europeo necesitamos conocer urgentemente los detalles de la misión del Alto Representante de la PESC prevista en Kosovo. Aún no hemos recibido esa información y la necesitamos con urgencia.
Sylwester Chruszcz (NI). – (PL) Señor Presidente, hoy se debate el tema de la integridad territorial de Serbia y el futuro de la región de Kosovo, donde a diario se están violando derechos humanos fundamentales. La población serbia se enfrenta al riesgo de una crisis humanitaria, mientras el patrimonio cristiano común de Europa es objeto de destrucción sistemática por parte de los terroristas islámicos. Me sorprende la frecuencia con que los acontecimientos y la situación actual en Kosovo se presentan a la opinión pública internacional de una forma sesgada que resulta lesiva para los serbios. El plan sin precedentes de conceder la independencia a Kosovo equivale a destruir la integridad territorial de Serbia y provocar una nueva escalada del conflicto. La decisión de separar a Kosovo de Serbia pone en peligro la estabilidad en todo el continente europeo, con un posible efecto dominó en muchas otras partes del mismo que son objeto de disputas étnicas.
Lo que me preocupa es que las autoridades de la Unión Europea deseen tomar partido en este conflicto de los Balcanes sin que les asista el derecho a hacerlo y sin disponer de un mandato para ello. Es evidente que los Estados y los pueblos soberanos deben decidir sobre el futuro de Europa y del mundo en foros internacionales como el de las Naciones Unidas. Por esto, doy las gracias a Rusia y a los demás países del foro del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas que se oponen al desplazamiento de fronteras en Europa. Muchas gracias.
Árpád Duka-Zólyomi (PPE-DE). – (SK) La comunidad internacional se enfrenta con una tarea sumamente importante. Es preciso adoptar una decisión sobre el futuro de Kosovo y la coexistencia de las diferentes comunidades en la región, sobre la base de los principios de igualdad. Los ocho años de estabilización y la búsqueda de la solución más apropiada han culminado con la propuesta exhaustiva del señor Ahtisaari, que ofrece una oportunidad de un futuro pacífico para Kosovo.
Esto requiere, empero, un enfoque unificado de toda la Unión. Obstaculizar la solución podría generar tensiones peligrosas o incluso una guerra en la región, algo que nadie desea. Somos perfectamente conscientes de que la soberanía controlada de Kosovo con una presencia internacional permanente solo se puede establecer al amparo de una decisión definitiva del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas. La actitud despectiva de Serbia, con el apoyo obstinado de la Federación de Rusia, no debe minar nuestra determinación. En la situación existente, siempre debemos actuar sobre la base de una evaluación racional de las causas de este problema complejo, que se remontan a ocho años atrás, cuando las fuerzas internacionales se hicieron cargo de la administración de ese territorio tras los sucesos sangrientos ocurridos allí.
Esa situación concreta y la posterior evolución de los acontecimientos han demostrado que la integración de Kosovo en Serbia no es una opción realista. Serbia ha perdido de facto cualquier derecho sobre ese territorio. A pesar de la preocupación de algunos políticos europeos y algunos Estados miembros de la Unión, como por ejemplo la República de Eslovaquia, donde se ha creado un estado de opinión esquizofrénico en relación con el problema de Kosovo, tengo el convencimiento de que dicha solución no sentará un precedente para otros países. La situación inicial en Kosovo era atípica y fuera de lo común. Un componente muy importante para la estabilidad en la región es la creación de una comunidad de ciudadanos iguales, que otorgue a las comunidades minoritarias un sistema jurídico que les permita conservar y desarrollar su identidad. En el caso de la comunidad serbia, esto significa una amplia autonomía.
Es esencial agilizar el proceso de adopción de una decisión en las Naciones Unidas. Solo la estabilidad y la paz en la región podrán garantizar la perspectiva de integración de los Balcanes y de Serbia y Kosovo, en particular, en la Comunidad Europea.
Jan Marinus Wiersma (PSE). – (NL) Señor Presidente, suscribo lo que ya ha dicho el señor Swoboda. Pienso que el aplazamiento acordado con el Consejo de Seguridad ofrece la posibilidad de volver a intentar alcanzar un acuerdo en su seno. De hecho, un acuerdo de esas características constituye el fundamento para todo lo demás: para la unidad en el seno de la Unión Europea, para la futura operación de la UE en Kosovo, pero también para mantener unida a la región de la antigua Yugoslavia.
En ese sentido, también es importante indicar a los serbios –aunque apoyemos las propuestas del señor Ahtisaari, que constituyen el eje vertebrador de lo que deseamos que consiga Kosovo– que estamos dispuestos a volver a sentarnos para discutir seriamente con ellos qué se puede modificar aún, qué tipo de concesiones son aún posibles. No debemos dejar marginado al nuevo Gobierno serbio, pues sigue siendo importante mantener buenas relaciones con ese país.
Aun cuando acojo con satisfacción los progresos conseguidos en las últimas semanas por el Comisario Rehn en sus contactos, relaciones y negociaciones con el nuevo Gobierno, es importante no confundir los progresos en las relaciones con Serbia con la cuestión de Kosovo. En resumen, se requiere un esfuerzo máximo para intentar alcanzar aún un consenso y quizás al final podamos llegar a un acuerdo razonable de discrepancia con nuestros socios serbios en la región.
Erik Meijer (GUE/NGL). – (NL) Señor Presidente, en otoño de 2006, ya quedó claro que el Informe Ahtisaari sería favorable a la independencia, con medidas especiales de protección para los serbios y otras minorías. También quedó claro que Serbia se negaría a aceptarlo y que contaba con el veto de Rusia en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas.
Desde entonces, se ha planteado la posibilidad de que dicho veto condujera al reconocimiento unilateral de Kosovo como estado por parte de otros Estados, incluidos los Estados Unidos y los Estados miembros de la UE. Es el mismo modelo controvertido en virtud del cual Alemania reconoció, en 1992, la independencia de Eslovenia y Croacia antes de que se hubiera adoptado ninguna decisión europea o internacional.
¿Dan por sentado que, en caso necesario, se volverá a aplicar dicho modelo? ¿Se podría evitar la aplicación de ese modelo controvertido si se devolviera a Serbia la región de Mitrovica, en el norte de Kosovo, donde se concentran los habitantes serbios de Kosovo? ¿Podría conseguirse aún el beneplácito de Serbia y de la Federación de Rusia en tal caso?
Doris Pack (PPE-DE). – (DE) Señor Presidente, Señorías, esperábamos sinceramente que a estas alturas Kosovo ya no sería un problema internacional y los políticos habrían conseguido asumir esa responsabilidad.
Lamentablemente, el legado del Presidente Miloševic ha sobrevivido a su muerte y está sometiendo a grandes tensiones al Gobierno democrático de Serbia. En 1996, me manifesté contra Miloševic en Belgrado junto con los miembros del Gobierno actual y lo mejor que podría desear sería que dicho Gobierno condujera a Serbia a la adhesión a la Unión Europea. También viví la experiencia del apartheid que Miloševic impuso en Kosovo desde 1989 hasta la intervención de la OTAN. Me entristece que el nacionalismo esté aún excesivamente presente en los debates que se desarrollan en Serbia. Belgrado aprobaría el plan del señor Ahtisaari si le preocupase realmente la calidad de vida de los serbios residentes en Kosovo y no la pérdida de territorio. Dicho plan ofrece a los serbios de Kosovo un grado de autodeterminación al que solo pueden aspirar en sueños las otras minorías de Serbia y de los Balcanes.
Si la UNMIK se marcha ahora y no podemos llenar el vacío creado por la ausencia de una resolución del Consejo de Seguridad, nos encontraremos ante una situación desesperada. Señor Comisario, no nos ha dado ninguna respuesta en relación con este capítulo. Como ha ocurrido tan a menudo en el pasado, Europa en realidad no parece estar dispuesta a emprender las acciones necesarias en los Balcanes.
Esta indecisión es un gran problema y creará enormes dificultades. No nos interesa posponer la cuestión de Kosovo para más adelante. Los daños colaterales de nuestra inacción serán enormes.
Rusia, como muchos otros Estados, formaba parte del Grupo de Contacto. Por lo tanto, sabe perfectamente que no ha habido conversaciones entre Belgrado y Pristina. Es poco realista pedir negociaciones ahora, después de haber rechazado la propuesta del señor Ahtisaari y haberse negado a adoptar una resolución en el Consejo de Seguridad. Por lo tanto, insto a la Asamblea a que siga el ejemplo del Comisario y haga todo lo posible para dar cabida a los intereses de Rusia –que no tienen nada que ver con Kosovo ni con Serbia–, de manera que se pueda resolver este asunto.
Csaba Sándor Tabajdi (PSE). – (HU) Un arreglo que recompense a los albaneses y solo castigue a los serbios no será duradero. La UE está cogida en una trampa, es rehén de las malas relaciones ruso-estadounidenses y de la creciente política de poder de Rusia. No podemos ceder al chantaje de Rusia, pero ninguna solución será buena ni duradera sin su participación. Tampoco podemos ceder al chantaje de Albania, puesto que Kosovo no será viable como país independiente sin la ayuda de la UE.
Serbia ha ido dejando de ser merecedora de confianza a lo largo de las últimas décadas, dejó de serlo con su actuación contra los albaneses de Kosovo y, como resultado, la independencia de Kosovo es inevitable. No obstante, es necesario considerar más detenidamente el asunto; debe evitarse a toda costa adoptar medidas unilaterales. El Plan Ahtisaari es adecuado en parte, pero no suficiente. La parte dedicada a las minorías es buena y también la relativa a la autonomía territorial, pero al mismo tiempo toda Europa tiene una responsabilidad por no haber aclarado durante décadas las cuestiones relativas a la autodeterminación nacional y la autonomía territorial. Es preciso dejarlas claras.
Manuel Lobo Antunes, Presidente en ejercicio del Consejo. (PT) Señor Presidente, ante todo quiero saludar al señor Rehn, puesto que no tuve ocasión de hacerlo en mi primera intervención.
Quisiera hacer cuatro o cinco observaciones breves. La primera tiene por objeto reafirmarme en lo que he manifestado en mi primera intervención, a saber, que no es sostenible seguir manteniendo simplemente el statu quo en Kosovo; tenemos que conseguir progresos. Estamos convencidos de que mantener el statu quo sería un error enorme que pagaríamos muy caro.
En segundo lugar, como ya han manifestado muchas de Sus Señorías, es fundamental que la Unión Europea mantenga una posición unida; en otras palabras, los Estados miembros deben mantenerse unidos en relación con la cuestión de Kosovo. Hemos formulado un llamamiento en este sentido en varias ocasiones en nuestra calidad de Estado miembro y ahora, naturalmente, lo reiteramos bajo nuestra Presidencia. No deseamos volver a ver dividida a la UE, especialmente en relación con un asunto fundamental que, por añadidura, se desarrolla en territorio europeo. Por esto siempre hemos instado a la UE y a sus Estados miembros a mantenerse unidos en la búsqueda de una solución para el punto muerto en que se encuentra la cuestión de Kosovo.
En tercer lugar, consideramos que debemos continuar haciendo todos los esfuerzos posibles en el frente diplomático, junto con el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, con el fin de conseguir una nueva resolución del Consejo de Seguridad sobre Kosovo. Dicha resolución, como he dicho, servirá de fundamento para la presencia internacional y de la Unión Europea en Kosovo. Tenemos que intensificar nuestros esfuerzos y la Presidencia, en el ámbito de su competencia, continuará trabajando activamente para conseguir un acuerdo en el Consejo de Seguridad sobre esta nueva resolución.
Finalmente, tenemos muy claro que debemos ofrecer a los países de los Balcanes occidentales y a Serbia, en particular, una perspectiva auténticamente europea, puesto que Serbia cumple todos los criterios y condiciones requeridos para ello. Acogemos con satisfacción la decisión de reanudar las negociaciones con Serbia con vistas a un Acuerdo de Estabilización y Asociación con la UE. Consideramos que se trata de un paso fundamental. Asegurar una perspectiva europea a Serbia es de vital importancia puesto que se trata de un factor esencial para la estabilidad de toda la región de los Balcanes.
Olli Rehn, miembro de la Comisión. (EN) Comenzaré hablando de Serbia. Serbia tiene una perspectiva europea evidente, con el objetivo final de adherirse a la UE cuando cumpla todas las condiciones para la adhesión. Este es nuestro punto de partida en nuestras relaciones con Serbia.
Después de que se formara el nuevo Gobierno democrático –favorable a la reforma y a Europa– y de que este nuevo Gobierno se comprometiera claramente a cooperar con el Tribunal Penal Internacional para la antigua Yugoslavia y llevara a cabo acciones eficaces y prácticas para cumplir ese compromiso, hace aproximadamente un mes pudimos reanudar las conversaciones sobre el AEA con Serbia. Vale la pena recordar que el Acuerdo de Estabilización y Asociación, aparte de ser un acuerdo importante, sobre todo en las relaciones económicas y comerciales, es también una vía de acceso, el apeadero que conduce al estatuto de candidato a la Unión Europea. Lo he repetido en numerosas ocasiones en el debate público serbio y seguiré haciéndolo, demostrando que Serbia tiene un futuro europeo, siempre y cuando este país quiera cumplir las condiciones que ese futuro exige.
No podemos esperar que haya ningún comercio de concesiones en torno a Kosovo debido a la aproximación de Serbia a Europa, pero podemos esperar que el debate político en Serbia avance finalmente de un pasado nacionalista a un futuro europeo. Lo que podemos esperar es que, si hay nuevas conversaciones durante un período limitado de tiempo, Serbia debería adoptar una actitud constructiva y un enfoque realista en esas conversaciones, en vez de repetir la misma retahíla de frases que hemos estado oyendo en los dos últimos años.
Otra cosa que quiero comentar es que durante algún tiempo será necesaria en Kosovo la supervisión internacional sobre cuestiones políticas y de seguridad. Su objetivo debe ser claro: supervisar la implementación de una resolución estatutaria que garantice los derechos de todas las comunidades y el desarrollo sostenible de Kosovo. Para ello necesitamos una resolución del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas. Es difícil, francamente, trabajar en esas condiciones de incertidumbre política mientras sigue su curso el proceso en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas.
Tenemos todo el derecho del mundo a esperar que todos los miembros permanentes del Consejo de Seguridad comprendan su responsabilidad sobre la futura seguridad y estabilidad de Europa. Tenemos todo el derecho a esperar que todos los miembros del Consejo de Seguridad comprendan la gran responsabilidad que tienen.
En la Comisión nos esforzamos por garantizar que la UE pueda desplegar misiones civiles para supervisar la implementación de la solución estatutaria. Será una misión diferente de la UNMIK y necesitamos un fundamento jurídico sólido en forma de resolución del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas para garantizar el éxito de esta misión.
Para terminar, en resumidas cuentas, Kosovo y el proceso estatutario de Kosovo son una prueba de lo mucho que necesitamos los mejores mecanismos de coordinación y seguimiento que la reforma del Tratado finalmente debería proporcionarnos. En efecto, es hora de crear instrumentos más efectivos y eficientes para establecer la Política Exterior y de Seguridad Común de la UE.
El Presidente. – El debate queda cerrado.
Declaración por escrito (artículo 142 del Reglamento)
Alexander Stubb (PPE-DE), por escrito. – (EN) La cuestión del futuro de Kosovo es una de las secuelas de las horribles guerras de los Balcanes. Estamos hablando de una región situada en el corazón de Europa. Retrasar esta cuestión no es una opción.
Citando al presidente Ahtisaari, que ha dirigido durante 14 meses las negociaciones entre serbios y kosovares, «una solución no solo beneficiará al pueblo de Kosovo, sino que es también de vital importancia para la paz y la estabilidad de la región».
Es difícil no estar de acuerdo. En marzo pasado concluyó que no era posible que las partes llegaran a un acuerdo. Después propuso la independencia de Kosovo.
El plan cuenta con un amplio apoyo internacional. Ha llegado el momento de mirar adelante, sin olvidar, por supuesto, los derechos de la minoría serbia en Kosovo.
Eslovenia fue el primero de los Estados de la antigua Yugoslavia que se unió a la UE. Macedonia es un Estado candidato. Los demás hacen cola.
Es de esperar que todos acaben siendo miembros de la UE y que las fronteras del pasado pierdan importancia. A veces primero hay que dibujar fronteras para poder borrarlas después. Parece que este ha sido el caso de Kosovo.
Según el Comisario Rehn, la Comisión apoya el plan del presidente Ahtisaari. Creo que nosotros deberíamos hacer lo mismo.
17. Informe de progreso 2006 relativo a la Antigua República Yugoslava de Macedonia (debate)
El Presidente. – De conformidad con el orden del día, se procede al debate del informe (A6-0214/2007) del señor Erik Meijer, en nombre de la Comisión de Asuntos Exteriores, sobre el Informe de progreso 2006 relativo a la Antigua República Yugoslava de Macedonia (2006/2289(INI)).
Manuel Lobo Antunes, Presidente en ejercicio del Consejo. (PT) Señor Presidente, Señorías, como ustedes saben, en diciembre de 2005, el Consejo Europeo decidió otorgar el estatuto de país candidato a la Antigua República Yugoslava de Macedonia, atendiendo sobre todo a los progresos significativos realizados por el país por lo que respecta al cumplimiento del marco jurídico incluido en el Acuerdo marco de Ohrid y a su compromiso de aplicar el Acuerdo de Estabilización y Asociación.
El Consejo también destacó en aquel momento la necesidad de fijar nuevas etapas para el cumplimiento de algunas de las condiciones establecidas en sus conclusiones. Un año después, en diciembre de 2006, el Consejo elogió los progresos realizados, a la vez que lamentaba que las reformas hubiesen avanzado con mayor lentitud aquel año. Dadas las circunstancias, el Consejo Europeo de diciembre de 2006 pidió que se agilizara el proceso de reforma en algunos ámbitos esenciales y que se identificaran los aspectos prioritarios de la Asociación Europea que se deberían desarrollar para poder avanzar hacia la adhesión.
La próxima reunión del Consejo de Estabilización y Asociación con la Antigua República Yugoslava de Macedonia, que está previsto que se celebre el 24 de julio en Bruselas, será una ocasión para analizar la aplicación del Acuerdo de Estabilización y Asociación y examinar algunos temas importantes que se han planteado en el contexto de dicho Acuerdo, junto con todos los demás asuntos bilaterales e internacionales que puedan ser de mutuo interés.
A partir de los informes anuales de la Comisión, el próximo de los cuales se debe presentar en otoño, el Consejo procederá a evaluar más a fondo los progresos realizados por la Antigua República Yugoslava de Macedonia en relación con el cumplimiento de las condiciones y requisitos establecidos por la UE
Por lo que respecta a la situación interna del país, la UE concede una enorme importancia a la existencia de instituciones democráticas estables que funcionen y a un diálogo político efectivo. Estos elementos son esenciales para el proceso de preparación para la adhesión a la UE. En este contexto, quiero elogiar el acuerdo alcanzado el 29 de mayo de 2007 por los partidos EVMRP, DPMNE y DUI con el fin de avanzar en relación con ciertos asuntos de interés mutuo; posteriormente el DUI ha regresado al Parlamento. El Consejo espera que el diálogo político sobre cuestiones internas de una importancia fundamental continúe ahora entre todos los partidos políticos con representación parlamentaria y entre todas las instituciones políticas legítimas interesadas.
Para que el país pueda concentrarse en las reformas esenciales que son necesarias para ir avanzando en el camino hacia la adhesión a la UE, es preciso que se mantenga un clima político constructivo. Entre los aspectos que requieren especial atención figuran la consolidación de la administración pública, la primacía efectiva de la ley, la reforma judicial, la lucha contra la corrupción y la aplicación continuada del Acuerdo de Estabilización y Asociación.
También merece la pena recordar en este contexto el Acuerdo marco de Ohrid, cuya total ejecución continuada constituye un elemento esencial de los criterios políticos y seguirá siendo fundamental para avanzar hacia la adhesión a la UE. En relación con el mismo, es importante que se mantenga toda la confianza con respecto a la aplicación del Principio Badinder. También esperamos que se siga avanzando en ámbitos como los de la descentralización y una representación equitativa. Las reformas de Ohrid deben continuar sobre la base de un acuerdo lo más amplio posible y que se atenga fielmente al espíritu y las condiciones del Acuerdo Marco.
Olli Rehn, miembro de la Comisión. (EN) Señor Presidente, Señorías, permítanme en primer lugar dar las gracias a la Presidencia portuguesa y al señor Lobo Antunes por la prioridad que otorga la Presidencia portuguesa a la perspectiva europea de los Balcanes Occidentales, como hemos visto hoy de nuevo. Esto es muy importante para el futuro de Europa.
El informe del señor Mejier aborda muchos de los temas que constituirán un obstáculo para la Antigua República Yugoslava de Macedonia en su camino hacia la Unión Europea, sobre todo en el ámbito político. Confío en que la adopción de una resolución por parte del Parlamento sea una aportación importante al proceso de integración de ese país en la UE.
Me complace la gran importancia que se otorga en la propuesta de resolución a la implementación del acuerdo marco de Ohrid de 2001. Este acuerdo no ha sido una mera promesa de reconciliación y estabilidad: también ha sido un ejemplo significativo del difícil pero gratificante arte de conseguir compromisos para el bien común.
La Antigua República Yugoslava de Macedonia se convirtió en un modelo en la región al promover una sociedad multiétnica en un estado democrático unitario y al definir unos mecanismos que permiten un enfoque consensuado de las cuestiones interétnicas. Este enfoque fue realmente crucial para que en diciembre de 2005 la UE decidiera conceder al país el estatuto de candidato. Será esencial que siga la misma línea a lo largo de todo el proceso de adhesión. En este contexto, la Comisión agradece el progreso conseguido en el diálogo político entre el Gobierno y parte de la oposición.
El diálogo es verdaderamente esencial para garantizar la estabilidad y el funcionamiento de las instituciones, así como para asegurar que el proceso de implementación de las reformas sea lo más inclusivo posible.
Ahora esperamos que este diálogo continúe. También esperamos que se intensifique, sobre todo en el Parlamento, y comporte resultados reales, prácticos. Es esencial que el acuerdo político conseguido entre el VMRO y la DUI se aplique ahora debidamente.
Otros retos decisivos incluyen una implementación efectiva de la reforma policial y judicial, además de la lucha contra la corrupción y el crimen organizado.
Su informe reconoce el papel positivo que ha desempeñado y sigue desempeñando la Antigua República Yugoslava de Macedonia en la región. Sin embargo, vemos la necesidad de seguir animando al país en sus esfuerzos a favor de la cooperación regional y unas buenas relaciones de vecindad.
La Comisión evaluará el progreso realizado por el país en su informe anual, cuya adopción está prevista para el 7 de noviembre de este año. También presentaremos la propuesta de una nueva asociación, con un plan de trabajo para las reformas que hacen falta en el país en los próximos años.
En general, el país todavía tiene mucho trabajo por delante y el progreso en su ruta hacia Europa se verá condicionado por su capacidad de cumplir los criterios políticos.
Para terminar, quedan muchos obstáculos que hay que superar. El progreso en el proceso de integración en la UE está en manos de los líderes del país. Confío en que el Gobierno y el Parlamento de la Antigua República Yugoslava de Macedonia tengan en cuenta las sólidas y firmes sugerencias y recomendaciones de esta propuesta de resolución.
Erik Meijer (GUE/NGL), ponente. – (NL) Señor Presidente, la antigua República Federal de Yugoslavia se ha dividido en seis Estados reconocidos internacionalmente y parece que Kosovo se añadirá dentro de poco a la lista. Lo que llama la atención es que la Unión Europea haya elegido enfocar de manera distinta el caso de cada uno de esos siete Estados.
Eslovenia es miembro de la UE desde hace más de tres años, se están desarrollando con éxito negociaciones con Croacia y Macedonia goza desde 2005 del estatuto de país candidato sin que ello haya ido acompañado de ningún tipo de negociaciones. En el caso de las demás regiones, solo se ha hablado de estabilización y asociación, cuestiones respecto de las cuales Serbia y Bosnia han incurrido en importantes retrasos al no haber cumplido las correspondientes condiciones.
Todo lo cual contrasta fuertemente con la admisión simultánea en 2004, por un lado, de Estonia, Letonia y Lituania, que hasta 1991 estuvieron ocupadas por la Unión Soviética, y por el otro lado, de la República Checa y Eslovaquia, que hasta 1993 formaban un Estado común. Siempre he argumentado a favor de que, como mínimo, se permita que los procesos de adhesión de Croacia y Macedonia coincidan en la mayor medida posible, y lamento que debido al retraso de las negociaciones Macedonia vaya ahora dos años por detrás de Croacia.
Lo cual no significa que considere que Macedonia está completamente preparada para la adhesión. La grave contaminación del medio ambiente y el estatuto complejo de los sindicatos no se adecuan a las normas europeas. Tampoco se han resueltos problemas en materia de corrupción y de jurisdicción, identificados asimismo en otros países candidatos a la adhesión. Aun no se ha aclarado el papel del Estado en el secuestro de un ciudadano alemán y su entrega a interrogadores estadounidenses. En su fase inicial, el Gobierno actual ejerció una presión desproporcionada a favor del crecimiento económico y, entre otras cosas, estableció unos impuestos exageradamente bajos que podrían arruinar al país. Estos problemas y otros más se tendrán que resolver en el curso de los próximos años.
No obstante, otras dos cuestiones han ocupado un lugar predominante para la opinión pública y el mundo de los medios de comunicación, tanto dentro como fuera de Macedonia, a saber, la relación entre los diferentes grupos de población de dicho país y la relación con los países vecinos, especialmente Grecia. Otros Estados miembros, en particular Bélgica y Suiza, pero también España, Italia y Finlandia, han demostrado que es posible establecer condiciones de igualdad para todos los residentes a pesar de las importantes diferencias lingüísticas y culturales existentes en dichos países. Durante los primeros años de su independencia, se creó de manera demasiado apresurada la impresión de que Macedonia es ante todo el Estado de quienes hablan la lengua macedonia, que está emparentada con el búlgaro y, en menor medida, con el serbio. Entre tanto, afortunadamente, ha llegado a ser un hecho generalmente reconocido que la educación y la administración en su propia lengua son fundamentales para el gran grupo de población albanesa, mayoritario en el noroeste del país.
También, se aspira a establecer relaciones más estrechas con el futuro vecino Kosovo, un país con el que muchos residentes mantienen lazos familiares. Los acuerdos recientes entre el principal partido del Gobierno y el mayor partido de los residentes albanoparlantes, que había venido boicoteando las sesiones parlamentarias durante meses, ofrecen la esperanza de una reconciliación y una posición cada vez más equivalente de la población albanesa. Además, los miembros de otros grupos de población mucho más reducidos, los más conocidos de los cuales son los gitanos y los turcos, también tienen derecho a la igualdad de trato, a participar en la toma de decisiones y a ocupar cargos públicos. Macedonia se presenta ahora como un Estado multiétnico, lo cual genera obligaciones.
El nombre de Macedonia designa a una región geográfica con una larga historia de movimientos de población, algunos de cuyos habitantes pertenecen ahora a Grecia y Bulgaria. El uso del mismo nombre para designar a un Estado que comprende una parte de esa región ha generado contradicciones. Bulgaria, el Estado que en 1878 se vio obligado a devolver a Turquía una gran parte de Macedonia que ya se había asignado a su territorio, y que posteriormente tuvo que asistir a la anexión de dicha zona por Serbia, se ha reconciliado con los vecinos que accedieron a la independencia y fue el primero en reconocer el nombre constitucional de República de Macedonia.
En cambio, la vecina Grecia se ha opuesto firmemente a dicho nombre constitucional desde que Macedonia accedió a la independencia en 1991. Actualmente, la posición griega considera aceptable el nombre de Macedonia, siempre que se le añada una frase que deje claro que solo se refiere a una parte del territorio histórico de Macedonia. El uso de dicho nombre sin prefijos, sobre todo cuando va acompañado de de símbolos procedentes de la historia grecomacedonia, suscita en Grecia la sospecha de que se está reivindicando el territorio de las tres provincias del norte de Grecia que llevan el mismo nombre.
No me sorprenden las invitaciones que he recibido en mi calidad de ponente para que optase unilateralmente por una de las posiciones enfrentadas de ambos países vecinos. Por mi parte, sigo manteniéndome neutral y considero que ambas partes debería encontrar conjuntamente lo más pronto posible una solución que permita acomodar su prolongada discrepancia de manera constructiva, incluidos acuerdos que permitan evitar y excluir la posibilidad de cualquier provocación en relación con los símbolos o los mapas. Aunque apele al orgullo nacional de sus políticos, la opinión pública de uno y otro lado de la frontera también desea tranquilidad y cooperación. Sin acuerdos adecuados, se corre el riesgo de que la adhesión de Macedonia a la Unión Europea se retrase innecesariamente, pese a que la opinión pública nacional y también la griega la desean.
Anna Ibrisagic, en nombre del Grupo del PPE-DE. – (SV) Siempre que hablamos de un país y de sus relaciones con la UE, el debate desemboca a menudo en una enumeración de lo que consideramos positivo del país en cuestión o de los aspectos que deseamos criticar. Muchas veces olvidamos el contexto amplio y la perspectiva más general. Cuando hablamos de la UE y de la ampliación, nos referimos con demasiada frecuencia a la cooperación económica, el dinero y los costes de la ampliación. En cambio, muy pocas veces consideramos la ampliación desde la perspectiva de la política de seguridad y la cooperación europea, desde la perspectiva de la paz. A la vista de su nueva aproximación a la UE, Macedonia constituye un ejemplo de manual, que nos enseña lecciones que a veces olvidamos, aunque la historia de los Balcanes de vez en cuando nos las recuerda. Por su situación geopolítica, Macedonia constituye un recurso valioso que puede contribuir mucho a la seguridad de la región. No obstante, la misma situación geopolítica conlleva asimismo una serie de retos y a veces también considerables tensiones para el país. Por eso es sumamente importante que ofrezcamos a Macedonia perspectivas claras de adhesión a la UE, como de hecho se hace en el informe. Dichas perspectivas –no solo para Macedonia sino para toda la región– pueden marcar la diferencia entre un camino de retorno a los conflictos del pasado o un camino que incluye un futuro de libertad y democracia. Las perspectivas de adhesión a la UE también implican, no obstante, una serie de obligaciones, Se debe continuar luchando contra la corrupción. Se debe consolidar la cooperación entre la mayoría y las minorías de diverso tipo y se deben emprender una serie de reformas. Sin embargo, creo que los macedonios ya tienen presentes dichas obligaciones y el trabajo que aún queda por hacer, puesto que ya han introducido diversas reformas necesarias para que el país se pueda reunir lo más pronto posible con su familia europea. Digo «reunir» porque Macedonia ya es parte de Europa y siempre lo ha sido. Sin una Macedonia segura no habrá seguridad en los Balcanes, y sin paz y seguridad en los Balcanes, tampoco conseguiremos una Europa segura.
PRESIDENCIA DE LA SRA. MORGANTINI Vicepresidenta
Józef Pinior, en nombre del Grupo del PSE. – (PL) Señora Presidenta, el informe de Erik Meijer sobre el informe de progreso relativo a la Antigua República Yugoslava de Macedonia evalúa positivamente los progresos realizados por dicho país desde que expresó su voluntad de adherirse a la Unión Europea. El Grupo Socialista en el Parlamento Europeo coincide en señalar la importancia del presente informe.
Quiero recordar los progresos realizados por Macedonia en relación con el cumplimiento de los criterios políticos de Copenhague y la puesta en práctica de las recomendaciones de la Asociación Europea de 2005, el Acuerdo de Estabilización y Asociación. Entre ellos destaca especialmente la correcta aplicación del Acuerdo de Ohrid por parte de las autoridades macedonias, que se ha llevado a cabo en estrecha cooperación con la Unión Europea y que garantiza los derechos políticos y civiles de todos los ciudadanos, cualquiera que sea su origen étnico. El Acuerdo de Ohrid ha reformado Macedonia mediante el pleno reconocimiento de su carácter multiétnico, multicultural y multirreligioso. En este contexto, conviene destacar la política exterior responsable que ha desarrollado la Antigua República Yugoslava de Macedonia y su actuación a favor de la seguridad y la paz internacionales. Finalmente, quisiera destacar el buen nivel de cooperación mantenido entre las autoridades de la Antigua República Yugoslava de Macedonia, en particular el Ministerio de Asuntos Exteriores de dicho país, y el Parlamento Europeo.
La coexistencia pacífica en igualdad de condiciones en el seno de la sociedad macedonia, el cumplimiento de la letra y el espíritu del Acuerdo de Ohrid, influirán de manera destacada sobre las expectativas de adhesión a la Unión Europea de dicho país. Quisiera volver a hacer hincapié en la conclusión política del informe: la Antigua República Yugoslava de Macedonia ha llevado a cabo unas reformas que deberían dar paso a la futura adhesión de dicho país a la Unión Europea.
István Szent-Iványi, en nombre del Grupo ALDE. – (HU) Macedonia ha sido candidata oficial a la adhesión desde hace dos años y tiene claras perspectivas europeas. Aun así, todavía no sabemos cuándo se van a iniciar las negociaciones para la adhesión. Los liberales y demócratas desearíamos que dichas negociaciones se iniciasen ya el año próximo, pero esto depende en gran parte de Macedonia.
Macedonia ha realizado un esfuerzo significativo durante los dos últimos años y ha conseguido resultados apreciables, pero aún queda mucho por hacer. Se requieren reformas en la administración pública, en el sistema judicial y en la policía. Y también se debe intensificar la lucha contra la corrupción.
Lamentamos tener que constatar que las reformas han perdido impulso tras las elecciones de junio del año pasado. Instamos a nuestros amigos macedonios a que continúen preparándose para la adhesión con renovada energía. Consideramos importante que se aplique plenamente el Acuerdo marco de Ohrid, dado que desearíamos que las negociaciones se inicien cuanto antes.
Es motivo de gran satisfacción que el mayor partido de la oposición haya vuelto al Parlamento tras medio año de boicot. En una democracia, un partido democrático debe defender los intereses de los votantes en el Parlamento y por esto aplaudimos y celebramos su retorno.
Consideramos que la cuestión del uso del nombre constitucional de Macedonia es un asunto bilateral. Esta cuestión no resuelta no debe ser un obstáculo para la adhesión de Macedonia; al mismo tiempo esperamos que, con la mediación de las Naciones Unidas, las negociaciones obtengan pronto un resultado satisfactorio para todos. Deseamos que se alcance un resultado positivo.
Finalmente, acogemos con satisfacción que hayan concluido con éxito las conversaciones sobre la suavización de los requisitos para la obtención de un visado. Nos parece muy importante que a partir del 1 de enero a los ciudadanos macedonios les resulte mucho más fácil acceder al territorio de la UE, pero consideramos que solo se trata de un primer paso. Nuestro objetivo principal es que dentro de poco tiempo, en un futuro previsible, todos los macedonios puedan entrar en el territorio de la UE sin necesidad de visado.
Hanna Foltyn-Kubicka, en nombre del Grupo UEN. – (PL) Señora Presidenta, Macedonia es sin duda un país cuyo lugar está dentro de una Europa unida y estoy profundamente convencida de que, en un futuro no demasiado lejano, se adherirá a la Unión Europea, como un miembro comunitario en igualdad de condiciones.
Sin embargo, antes de que esto suceda, el país aún tiene por delante numerosos retos. Debe mejorar la protección del medio ambiente y debe continuar la reforma económica y administrativa, Lo más importante será, sin embargo, que se desarrolle la confianza y se garantice una verdadera igualdad entre todos los grupos étnicos.
El Acuerdo marco de Ohrid representa un paso muy importante en esa dirección. El informe del señor Meijer también señala aquellos ámbitos en los que Macedonia ha realizado progresos significativos al trasladar a la práctica muchos de los puntos del Acuerdo de Estabilización y Asociación, y también en lo que respecta al cumplimiento de los criterios de Copenhague. Es preciso procurar apoyar todo lo posible a las autoridades macedonias durante este proceso y que se inicien cuanto antes verdaderas negociaciones con vistas a la adhesión.
Hermanos macedonios, os estamos esperando.
Angelika Beer, en nombre del Grupo Verts/ALE. – (DE) Señora Presidenta, en nombre del Grupo de los Verdes, quisiera dar la bienvenida a los colegas de la delegación del Parlamento macedonio que han viajado hasta aquí para asistir al presente debate del Parlamento Europeo. Es una buena señal. Estábamos muy preocupados por el boicoteo del partido albanés DUI al Parlamento durante los últimos meses. Ahora han acudido todos juntos a esta Cámara, en un gesto que indica que se ha superado el atolladero en el que se encontraba el proceso de reforma.
Señor Comisario Rehm, antes se ha referido usted a la Cumbre de la reforma y es justo reconocer que la señora Merkel se apuntó un verdadero éxito durante su Presidencia de la Unión Europea. Ya no tenemos un problema de absorción –ese debate ha quedado atrás– y ahora serán las reformas en los países candidatos las que determinen si podemos admitirlos.
Permítanme que añada algunas palabras sobre la posición de la UE en la presente coyuntura. Quisiera preguntar a la Unión Europea cómo podemos pedir con credibilidad reformas de gran calado a los países candidatos cuando un Estado miembro, como es el Reino Unido, quiere negar los derechos fundamentales a sus ciudadanos. A la Unión Europea le corresponde resolver este problema de credibilidad, no a los países candidatos. No podemos aceptar cláusulas de exclusión en relación con los derechos fundamentales en Europa.
Macedonia ha realizado enormes progresos y estamos a favor de su rápida adhesión a la UE. En consecuencia, quiero pedirle algo al siguiente orador: dispone de un minuto que puede dedicar a retirar las enmiendas con las que intenta boicotear continuamente el acuerdo entre Macedonia y Grecia y frustrar de ese modo una solución pacífica.
Georgios Karatzaferis, en nombre del Grupo IND/DEM. – (EL) Señora Presidenta, evidentemente la Antigua República Yugoslava de Macedonia tiene que integrarse en Europa. Nadie lo pone en duda. Sin embargo, no debemos subestimar algunos problemas, como han hecho tanto el Consejo como la Comisión, si bien el ponente se ha referido a las relaciones entre la Antigua República Yugoslava de Macedonia y Grecia.
Grecia no puede dejar de oponerse a dicho país mientras este reivindique derechos irredentos. Incluso formulan su reivindicación territorial por medio de su Constitución. En sus libros de texto actuales enseñan que Grecia ocupa territorio de la Antigua República Yugoslava de Macedonia.
¿Comprenden lo que esto significa? Si mañana apuntalan esa arrogancia, estarán instalando un nuevo polvorín en los Balcanes.
La Antigua República Yugoslava de Macedonia debe comprender que todo eso, la apropiación de la historia de otro país, de un nombre que no les pertenece –hasta 1945 el suyo era Vardaska–, pone en grave peligro a esa zona. Grecia no cederá si Skopie no da muestras de moderación y de una actitud conciliadora en relación con dichas pretensiones.
Димитър Стоянов, от името на групата ITS. – (BG) Първо към г-н комисаря, искам да кажа, че Македония отдавна не е унитарна държава.
Македония стана жертва на една терористична банда, на един международен заговор срещу нея, на една банда от наркотрафиканти, подкрепени от международната общност, които веят знамето на великоалбанския шовинизъм и на радикалния ислям.
На Македония с т.нар. Охридско рамково споразумение й беше наложен един диктат, който не съществува никъде другаде в момента в никоя демократична държава, нито в този парламент, нито никъде, слава Богу. Диктат на една малка общност над волята на многото в тази държава.
Освен това искам да обърна една забележка към господин докладчика. За съжаление, трябва да се постараете малко повече да се запознаете с историята, защото в Македония, получили сте някаква представа, но в Македония не се говори македонски език.
И това ще го обясня с факта, който споменахте, че през 1878 г. 85 % от населението се е определяло като българи. Македония трябва да дойде в Европейския съюз. Аз подкрепям нейното присъединяване, за да получи някаква справедливост в крайна сметка.
Giorgos Dimitrakopoulos (PPE-DE). – (EL) Señora Presidenta, en primer lugar quiero agradecer al ponente, señor Meijer, la cooperación mantenida durante todo este tiempo para formular algunas enmiendas.
Evidentemente, por mi parte también estoy a favor de una perspectiva y un futuro europeos para la Antigua República Yugoslava de Macedonia. Sin embargo, justamente porque se trata de una perspectiva y un futuro europeos, la Antigua República Yugoslava de Macedonia no debe olvidar que el estatuto de país candidato no solo genera derechos sino también obligaciones, una de las cuales es mantener buenas relaciones de vecindad y encontrar soluciones compartidas aceptables para los contenciosos existentes con los países vecinos, tal como prevé la Declaración de Salzburgo y naturalmente también el Proceso de Estabilización y Asociación.
Tampoco debe olvidar que, por lo que respecta a la cuestión del nombre, es evidente que se deben reanudar las negociaciones bajo los auspicios de las Naciones Unidas y que la Antigua República Yugoslava de Macedonia debe acudir a la mesa de negociación con buena fe, buena voluntad y una actitud constructiva. Esta ha sido siempre la posición de la comunidad internacional.
Asimismo, no debemos olvidar que últimamente se han observado algunos comportamientos por parte de la Antigua República Yugoslava de Macedonia, como por ejemplo el cambio de nombre del aeropuerto, que ha pasado a llamarse Aeropuerto Alejandro Magno, y una reciente declaración del Ministro de Transportes de la Antigua República Yugoslava de Macedonia, en la que afirmaba que no va a cambiar ese nombre, comportamientos que son contrarios a la letra y al espíritu del Acuerdo temporal de 1995, que se basa en el principio de unas buenas relaciones de vecindad.
Este tipo de comportamientos deben cesar. Para acabar, se han presentado muchas enmiendas, entre las cuales figuran, por ejemplo, algunas destinadas a mejorar los apartados relativos a los pasaportes, que se deben aprobar, mientras que hay otras relativas al tráfico aéreo, como la enmienda 12…
(La Presidenta interrumpe al orador)
Panagiotis Beglitis (PSE). – (EL) Señora Presidenta, hemos apoyado de manera consecuente las perspectivas europeas de la Antigua República Yugoslava de Macedonia y hemos contribuido a la reconstrucción económica y a la democratización de las instituciones.
Grecia, en particular, ha sido durante los últimos años y tras la firma del Acuerdo temporal el país con la presencia económica e inversora más importante en Skopie y ha contribuido a la creación de millares de puestos de trabajo. Simultáneamente, hemos trabajado de manera realista para intentar encontrar una solución comúnmente aceptable para el problema aún pendiente del nombre.
Este no es asunto bilateral entre Grecia y la Antigua República Yugoslava de Macedonia. Las decisiones del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, el Acuerdo temporal y las decisiones pertinentes de la Unión Europea han definido el marco para una solución.
Todos los que se apresuraron a reconocer a la Antigua República Yugoslava de Macedonia con su nombre constitucional, sin respetar el marco institucional de las Naciones Unidas y la Unión Europea, están haciendo un mal servicio a los esfuerzos para encontrar una solución de compromiso honorable para el nombre internacional (quiero destacar esto último) y alimentando la intransigencia y el clima nacionalista entre los dirigentes políticos de ese país vecino nuestro.
Estamos de acuerdo en la necesidad de que se supere este punto muerto.
Bogusław Rogalski (UEN). – (PL) Señora Presidenta, la República de Macedonia obtuvo en 2005 el estatuto de país candidato a la adhesión a la Unión Europea. La integración de Macedonia en nuestras estructuras debe ir precedida de un acuerdo interno que regule la cuestión de la coexistencia de los diversos grupos étnicos del país sobre una base democrática y de igualdad. Este criterio se debe cumplir antes de que Macedonia pase a formar parte integrante de la UE. El país debe establecer un sistema de administración pública y educativo cohesivo que tome en consideración las diferencias lingüísticas y étnicas de un modo que permita la coexistencia armoniosa de los diferentes grupos étnicos y minorías nacionales.
El país también debe llegar pronto a un acuerdo con Grecia en relación con su nombre. Grecia debería admitir una mayor flexibilidad en este aspecto, dado que la cuestión del nombre no se ha de poder usar bajo ninguna circunstancia para obstaculizar el inicio de negociaciones y la adhesión de Macedonia a la Unión Europea.
En relación con Macedonia no nos guían las emociones, sino los criterios de Copenhague.
Doris Pack (PPE-DE). – (DE) Señora Presidenta, Macedonia ya ha avanzado mucho hacia la adhesión a la UE y actualmente es un país candidato. Ha firmado el Acuerdo de Estabilización y Asociación con la UE, si bien esta es la parte más fácil: los políticos macedonios tienen aún mucho trabajo por delante.
La transposición del Acuerdo a la legislación práctica será una tarea dura, pero que se debe abordar con dinamismo; en el ámbito de la justicia, por ejemplo, en la administración pública, en la economía, en la política financiera y muy especialmente en el ámbito de la lucha contra la delincuencia y la corrupción. Esta es la tarea más urgente que tienen por delante el Gobierno y el Parlamento.
Macedonia ha conseguido poner fin con éxito a un conflicto sangriento, con la ayuda de la comunidad internacional, y ahora tiene que poner en práctica urgentemente el Acuerdo de Ohrid. La Comisión Badinter es un instrumento útil para los asuntos relacionados con el grupo étnico albanés. Sin embargo, no se debe permitir que impida promulgar la legislación necesaria y no se debe considerar como una guía para la formación del Gobierno.
Es una lástima que la relación de Macedonia con su vecina, Grecia, que invierte mucho allí, tal como acabamos de escuchar, siga viéndose empañada por el contencioso del nombre. Las declaraciones nacionalistas por ambas partes no ayudan a resolverlo. La relación conflictiva ha llegado hasta el extremo de que Grecia emita dos visados para los macedonios. Evidentemente, este problema bilateral no resuelto no impedirá la adhesión de Macedonia a la UE, pero una pronta solución beneficiaría a ambas partes y debería ser posible con el apoyo del mediador de las Naciones Unidas.
El estatuto ambiguo del vecino Kosovo ha inducido a un excombatiente rebelde albanés, que actualmente es diputado macedonio, a ofrecer la participación de 10.000 combatientes albaneses de Macedonia en la lucha por la independencia de Kosovo.
Insto a la población albanesa a que se concentren en sus asuntos en Macedonia y dejen la cuestión de Kosovo en manos de los correspondientes representantes elegidos.
Кристиан Вигенин (PSE). – (BG) Уважаеми колеги, днес обсъждаме напредъка на Република Македония в една по-оптимистична атмосфера: Европейският съвет вече отвори пътя за институционалната реформа, която е задължителна предпоставка за всяко бъдещо разширяване.
За периода на краткото си съществуване като държава Македония премина през различни кризи и много трудности, но запази стабилността си и възможностите си за развитие и просперитет. Именно тази жизнеспособност и перспективите за бъдещето трябва да бъдат източник на самочувствие за македонските граждани, а не подправената история или присвоените чужди исторически личности и символи.
За Македония са особено важни добросъседските отношения със страните-членки на Европейския съюз - България и Гърция. Има какво да се желае в тази посока и аз обръщам внимание на няколкото колеги от фракцията на "зелените", че борейки се за правата на несъществуващо македонско малцинство в България например, всъщност дават "храна" на националистите и от двете страни на границата и влошават перспективите на страната. За европейските социалисти е особено важно да се съхрани междуетническият диалог, а така също приоритетно да се решават проблеми като безработицата, остарялата инфраструктура и регионалните дисбаланси.
В заключение искам да подчертая, че ние ще подкрепяме реформите в Република Македония и се надяваме страната да стартира преговорите за присъединяване към Европейския съюз още в първата половина на 2008 г.
Manuel Lobo Antunes, Presidente en ejercicio del Consejo. (PT) Señora Presidenta, muy brevemente, como ya he dicho, creo que la reunión el Consejo de Asociación con la Antigua República Yugoslava de Macedonia del 24 de julio nos permitirá obtener una idea más clara de los progresos realizados en dicho país, como parte de su candidatura a la plena adhesión a la UE. Naturalmente, estamos a la espera del informe de progreso sobre la evolución de la candidatura de la Antigua República Yugoslava de Macedonia que debe presentar la Comisión en otoño
La Presidencia y los Estados miembros otorgarán, sin duda, una gran importancia a la opinión de la Comisión al respecto. Una vez que dicho país cumpla los criterios para el inicio de negociaciones, estas se pondrán en marcha, como es lógico.
También se ha mencionado varias veces la cuestión del nombre o la denominación del país. Durante la primera Presidencia portuguesa, en 1992, formé parte –junto con Lord Carrington y el embajador José Cutileiro– del equipo encargado del tema de la antigua Yugoslavia y entonces ya se planteó esa cuestión. Veo que al cabo de quince años el problema aún subsiste. Espero sinceramente que las partes se puedan sentar a negociar y que consigan alcanzar una solución mutuamente aceptable.
Olli Rehn, miembro de la Comisión. (EN) Señora Presidenta, quiero darle las gracias por este debate tan enjundioso y responsable. Estoy totalmente de acuerdo con la señora Ibrisagic, que ha subrayado el aspecto de la seguridad en la ampliación de la UE. Muchas veces hablamos solo de la capacidad de integración, pero por suerte el Consejo Europeo de diciembre del año pasado pudo renovar nuestro consenso en torno a la ampliación, con el apoyo del Parlamento y por iniciativa de la Comisión.
Este consenso renovado sobre la ampliación incluye las dos caras de la moneda: la importancia estratégica de la ampliación para la seguridad y la estabilidad y para mejorar nuestros valores de democracia y derechos humanos, y la combinación de todo esto con la capacidad de integración de la Unión. Ambas vertientes son esenciales y son importantes para un proceso de adhesión a la UE bien gestionado.
En este sentido, la Antigua República Yugoslava de Macedonia es todo un ejemplo. En 2001, el país estaba al borde de la guerra civil. En 2005, el país consiguió el estatuto de candidato. En este sentido es una historia ejemplar.
El año pasado vimos un progreso más lento en las reformas, pero es una razón de más para que 2007 sea el año en que el país vuelva a la vía de la ruta europea, gracias a las reformas decididas que den lugar a resultados prácticos. Por lo tanto, el Gobierno y todos los partidos políticos no deberían centrarse en las fechas de inicio de las negociaciones de adhesión a la UE, sino más bien en proseguir el proceso de reforma con decisión y resultados prácticos.
Las reformas son el viaje que llevará al destino del inicio de las negociaciones y algún día a la conclusión de esas negociaciones. Para ello, el objetivo de adhesión a la UE no debe ser como un encuentro de fútbol entre partidos políticos: todos los partidos deben estar unidos para conseguir este objetivo y fomentar un clima político que lleve a la adopción efectiva de las reformas necesarias.
Por este motivo, la misión de los representantes de la delegación parlamentaria del país, hoy aquí en Estrasburgo, tiene gran importancia, y confío en que se llevarán consigo este importante mensaje de vuelta a Skopje.
Finalmente, la Comisión observa que recientemente no ha habido avances en la cuestión del nombre, como ha dicho el señor Lobo Antunes. Esta situación perdura casi 15 años. La Comisión espera que ambas partes puedan renovar sus esfuerzos, con un enfoque constructivo para encontrar una solución mutuamente aceptable y negociada sobre la cuestión principal bajo los auspicios de las Naciones Unidas, contribuyendo así a la cooperación regional y a unas buenas relaciones de vecindad.
La Presidenta. – El debate queda cerrado.
La votación tendrá lugar el jueves 12 de julio de 2007.
18. Acuerdo sobre los ADPIC y acceso a los medicamentos (debate)
La Presidenta. De conformidad con el orden del día, se procede al debate sobre las preguntas siguientes:
- pregunta oral al Consejo de Gianluca Susta y Johan Van Hecke, en nombre del Grupo de la Alianza de los Demócratas y Liberales por Europa, Kader Arif, en nombre del Grupo Socialista en el Parlamento Europeo, Georgios Papastamkos, en nombre del Grupo del Partido Popular Europeo (Demócrata-Cristianos) y de los Demócratas Europeos, Vittorio Agnoletto y Helmuth Markov, en nombre del Grupo Confederal de la Izquierda Unitaria Europea/Izquierda Verde Nórdica, Carl Schlyter, en nombre del Grupo de los Verdes /Alianza Libre Europea y Cristiana Muscardini, en nombre del Grupo Unión por la Europa de las Naciones, sobre los ADPIC y acceso a los medicamentos (O-0036/2007 B6-0130/2007)
- pregunta oral a la Comisión de Gianluca Susta y Johan Van Hecke, en nombre del Grupo de la Alianza de los Demócratas y Liberales por Europa, Kader Arif, en nombre del Grupo Socialista en el Parlamento Europeo, Georgios Papastamkos, en nombre del Grupo del Partido Popular Europeo (Demócrata-Cristianos) y de los Demócratas Europeos, Vittorio Agnoletto y Helmuth Markov, en nombre del Grupo Confederal de la Izquierda Unitaria Europea/Izquierda Verde Nórdica, Carl Schlyter, en nombre del Grupo de los Verdes /Alianza Libre Europea y Cristiana Muscardini, en nombre del Grupo Unión por la Europa de las Naciones, sobre los ADPIC y acceso a los medicamentos (O-0037/2007 - B6-0130/2007)
Gianluca Susta (ALDE) , autor. – (IT) Señora Presidenta, Señorías, quiero agradecer a los ponentes alternativos y a la secretaría de la Comisión de Comercio Internacional la ayuda que me prestaron en la presente tarea. Consideramos prioritario el acceso de los países más pobres a los medicamentos y esto incluye los aspectos en los que hemos asumido compromisos internacionales. Por lo tanto, no nos podemos contentar con aceptar ciegamente los protocolos del Acuerdo sobre los ADPIC y pensar que con ello queda resuelto el asunto.
Comisarios, miembros del Consejo, los compromisos sobre medicamentos genéricos ya no son suficientes. La Unión Europea puede y debe hacer más, y si no parece realista sugerir una renegociación del Protocolo, si el Consejo desea obtener el consentimiento del Parlamento Europeo, deberá comprometerse firmemente a declarar que el compromiso establecido por la Decisión de la OMC de 30 de agosto de 2003 constituye solo una pequeñísima parte de la solución del problema. Esto supone garantizar que los Estados miembros puedan recurrir al artículo 30 del Acuerdo sobre los ADPIC en su legislación nacional sobre patentes, con el fin de autorizar la producción y exportación para atender a las necesidades de la salud pública en los países miembros importadores.
Supone restringir el mandato de la Comisión en la negociación de los acuerdos de asociación económica con los países más pobres, de forma que estos no incluyan disposiciones que vayan más allá de lo establecido en el Acuerdo sobre los ADPIC. Supone el apoyo a los países en desarrollo que hacen uso de las flexibilidades incluidas en el Acuerdo sobre los ADPIC para ofrecer medicamentos esenciales a precios razonables. Supone apoyar estrategias conjuntas de abastecimiento destinadas a obtener economías de escala en la producción de medicamentos genéricos a precios asequibles y estimular la inversión directa en plantas de producción locales.
Supone el apoyo activo al Grupo intergubernamental de trabajo sobre salud pública, innovación y propiedad intelectual de la Organización Mundial de la Salud. Supone reconocer que la Unión Europea debe adoptar con urgencia medidas adicionales para estimular la transferencia de tecnología, la investigación, el refuerzo de desarrollo de la capacidad productiva y de mecanismos de suministro locales en apoyo de las regiones más pobres del mundo. Supone garantizar un nivel específico de financiación que permita mejorar o construir plantas de fabricación de productos farmacéuticos de propiedad regional en los países en desarrollo y aumentar la financiación agregada destinada a colaboraciones público-privadas dedicadas a la investigación y desarrollo de medicamentos especialmente importantes para los países en desarrollo.
Por consiguiente, consideramos que debemos contribuir de manera activa a esta cuestión, cuya urgencia queda patente en las imágenes que nos llegan de las zonas más pobres del mundo. El balón está ahora en el campo del Consejo y de la Comisión, y si recibimos con prontitud respuestas precisas y no solo generalidades, el Parlamento Europeo otorgará sin demora el consentimiento solicitado.
Kader Arif (PSE), autor. – (FR) Señora Presidenta, Señorías, hemos querido formular hoy esta pregunta al Consejo y a la Comisión porque el consentimiento que se nos pide para la modificación del Acuerdo sobre los ADPIC, con objeto de dar un carácter definitivo a la solución transitoria de agosto de 2003, plantea muchos interrogantes. En efecto, tras el debate celebrado en la comisión parlamentaria sobre este mecanismo, todos los expertos consultados coincidieron en criticar dicha solución, que solo resuelve una pequeñísima parte de los problemas con que se enfrentan los países que carecen de capacidad de fabricación de productos farmacéuticos y las consiguientes dificultades que encuentra su población para acceder a la atención sanitaria.
Aunque su finalidad era ofrecer una respuesta rápida y eficaz, el citado mecanismo se considera complejo e incluso ineficaz. A pesar del compromiso adquirido por el Consejo y la Comisión ante el Parlamento, no se ha realizado ninguna evaluación. Por tanto, persisten las dudas al respecto. «No se ha evaluado porque no se ha aplicado nunca» dice la Comisión, que asegura que eso no significa que sea ineficaz. Un bello ejercicio retórico basado en una inversión del razonamiento lógico, pero que no constituye en absoluto una respuesta razonada. Los diputados al Parlamento Europeo formulamos las siguientes preguntas: ¿por qué no se ha aplicado nunca esa solución? ¿Esta está a la altura del problema que se plantea? Si no es así, ¿qué nuevas medidas debería adoptar la Unión para conseguir el objetivo declarado? No puede haber discrepancias entre lo que decimos que vamos a hacer y lo que efectivamente hacemos.
En sus declaraciones, la Unión apoya la Declaración de Doha, las flexibilidades del Acuerdo sobre los ADPIC y a los Estados miembros que recurran a ellas. También se compromete a no pedir que se someta a los países en desarrollo a nuevas normas en materia de propiedad intelectual más estrictas que las establecidas por la OMC, dado que ello repercutiría negativamente sobre el acceso efectivo al tratamiento. Sin embargo, esas declaraciones no se han trasladado a la práctica.
Para empezar, conviene aclarar cómo las entendemos. Por ejemplo, ¿qué entendemos por flexibilidad? A nuestro entender, dicho concepto incluye todas las flexibilidades y no solo la solución de 2003. Sin embargo, en sus declaraciones, la Comisión se refiere únicamente a esta última. ¿Cómo definimos las normas en materia de propiedad intelectual que van más allá del Acuerdo sobre los ADPIC? ¿Identificamos todos las mismas? En sus declaraciones, la Comisión evita recurrir a dichas normas, pero las negociaciones desarrolladas no siempre reflejan ese compromiso. Los representantes de la Comisión incluso han llegado a justificar a veces el recurso a dichas normas con el fin de combatir las falsificaciones, pero esto es tema de otro debate completamente distinto. Por último, es preciso brindar un apoyo político claro a cualquier país que recurra a un instrumento de flexibilidad, del tipo que sea, cosa que no sucede en la práctica.
Pedimos transparencia y una correspondencia entre el discurso público y las negociaciones que se desarrollan a puerta cerrada. Estamos convencidos de que el problema que se plantea va más allá de la simple aceptación de un protocolo internacional. Se trata de un problema político y humanitario de gran alcance que requiere una sincera voluntad política que esté a la altura del reto que ello plantea. Deseamos unos compromisos claros y sobre muchos aspectos, todos los cuales figuran en la resolución que se va a someter a votación mañana. Esta depende de que se emita una declaración política conjunta con el Parlamento antes de la votación. No vamos a contentarnos con celebrar otro debate sin ningún compromiso concreto. Queremos una declaración solemne del Consejo y de la Comisión que garantice que Europa se va a ocupar más activamente de buscar nuevas soluciones y que procurará hacer lo que nuestros ciudadanos desean y situarse en la vanguardia de los esfuerzos para garantizar el acceso a medicamentos a precios asequibles para todas las personas del mundo.
Georgios Papastamkos (PPE-DE), autor. – (EL) Señora Presidenta, agradezco la cooperación de los honorables colegas, que nos ha permitido formular la presente propuesta de resolución común.
Como ustedes saben, la Unión contribuyó de manera decisiva a conseguir el acuerdo que ahora se debate en el marco de la OMC. Es uno de los pocos miembros que ha adoptado normas de aplicación internas. Evidentemente, reconocemos que el mecanismo previsto no se ha utilizado hasta la fecha.
Las dudas con respecto a la eficacia del mecanismo previsto en el Protocolo del Acuerdo sobre los ADPIC son razonables. La modificación del Acuerdo sobre los ADPIC fue, sin embargo, el resultado de prolongadas y laboriosas negociaciones en el marco de la OMC. El resultado de una renegociación, aun suponiendo que sea factible, es incierto.
La Unión debe poner en práctica el mecanismo en cuestión por todos los medios a su disposición. Al mismo tiempo, es preciso estimular la transferencia de pericia y de tecnología y la investigación en los países en desarrollo.
La concesión de licencias obligatorias es solo un aspecto de los problemas que afectan a la salud pública en los países en desarrollo. Simultáneamente, también se requieren medidas encaminadas a mejorar los sistemas e infraestructuras sanitarios. La ayuda al desarrollo de la Unión vinculada a unos fines concretos puede cumplir un papel importante en ese sentido.
Quisiera destacar asimismo la importancia de las salvaguardias contra la desviación del comercio. Los medicamentos deben beneficiar a la población de los países para los que se creó ese mecanismo y deben permanecer allí. Por mi parte, considero que la Unión Europea debe aceptar tan pronto como sea posible la modificación del Acuerdo sobre los ADPIC.
Para acabar, quisiera añadir que se requiere un enfoque global que incluya tanto la prevención como el tratamiento.
(Aplausos)
Vittorio Agnoletto (GUE/NGL), autor. – (IT) Señora Presidenta, Señorías, el mecanismo de exportación previsto en la Decisión de 30 de agosto de 2003 ha incorporado tantas restricciones y obstáculos técnico-administrativos que, como señala Médicos sin fronteras en una publicación de septiembre de 2006, jamás se ha utilizado hasta la fecha En su resolución del 2 de diciembre de 2004, el Parlamento pidió a la Comisión y al Consejo un compromiso concreto.
El 30 de noviembre de 2006, el Parlamento Europeo adoptó nuevamente una posición decidida en relación con el tema del acceso a los medicamentos en el sur del planeta y adoptó por unanimidad una resolución que pedía a la Comisión, cito literalmente, «que reconozca, cinco años después de la aprobación de la Declaración de Doha, que su aplicación ha sido un fracaso, en la medida en que la OMC no ha recibido notificación alguna de ningún país exportador o importador de medicamentos obligatorios, ni tampoco en aplicación de la Decisión de 30 de agosto de 2003 del Consejo General de la OMC sobre la aplicación del apartado 6 de la Declaración de Doha». En segundo lugar, el Parlamento pedía que se realizasen «las gestiones necesarias en el seno de la OMC, en cooperación con los países en desarrollo, para modificar el Acuerdo ADPIC y sus disposiciones basadas en la Decisión de 30 de agosto de 2003… especialmente para abolir los complejos y morosos trámites para la autorización de licencias obligatorias».
Hasta el momento, al cabo de seis meses, ni el Consejo ni la Comisión se han dignado responder al Parlamento Europeo, pese a habérselo solicitado todos los Grupos parlamentarios. Defender a ultranza un mecanismo como el del 30 de agosto de 2003, reproducido literalmente en la modificación del Acuerdo sobre los ADPIC que la UE quisiera ratificar, constituye una toma de partido clara: significa alinearse con las grandes multinacionales farmacéuticas y abandonar a millones de pacientes de los países pobres a la merced de enfermedades que en su caso son mortales, como el sida, la tuberculosis, la malaria y docenas de otras enfermedades desatendidas, sin investigación ni tratamiento. Una elección que esta Cámara, convencida de la primacía de los derechos humanos para todos frente a los beneficios de unos pocos, no puede aceptar.
Carl Schlyter (Verts/ALE), autor. – (SV) Imagínense que cuando van al médico, para recibir tratamiento, se vieran obligados a pagar la totalidad de su salario familiar anual. Imagínense que cuando van al médico, se vieran obligados a elegir entre obtener medicamentos para ustedes y dejar sin alimentos a sus hijos, o alimentar a los hijos pero quedarse sin medicamentos. Millones de personas se enfrentan actualmente con esa elección. Hace dos años participé en la puesta en marcha de la Iniciativa sobre Medicamentos para Enfermedades Desatendidas. Muchos diputados al Parlamento tomamos la iniciativa de elaborar ese informe y mantuvimos una excelente colaboración. Entre nosotros existe un gran acuerdo sobre estas cuestiones. Quisiera destacar ante la Comisión que el Parlamento se toma muy en serio la necesidad de unas normas que garanticen el acceso a los medicamentos. Actualmente, 12 millones de personas mueren cada año debido a la falta de medicamentos, sobre todo los destinados a combatir enfermedades tropicales. Los pacientes son pobres y no resulta rentable investigar para ellos; por eso no contamos con nuevos medicamentos. En consecuencia, tenemos que resolver, en primer lugar, el problema del acceso a los medicamentos existentes y, en segundo lugar, el de la investigación de nuevos medicamentos y el desarrollo de los mismos, porque esos países nunca conseguirán dejar atrás la pobreza mientras su población permanezca en casa enferma. Los acuerdos ADPIC+ no se deben incorporar de ningún modo a los acuerdos de cooperación económica y socavar la capacidad de esos países para proporcionar medicamentos a su población.
El tiempo de uso de la palabra que se me ha asignado no me permite enumerar siquiera todas las formas en que la Comisión está intentando imponer la inclusión de los diversos aspectos relacionados con las patentes en las negociaciones de los acuerdos de cooperación económica. Les pedimos que dejen de hacerlo.
En lo que respecta a la investigación, necesitamos disponer de un fondo de ámbito europeo o de un impuesto mundial sobre los beneficios de las empresas farmacéuticas. De lo contrario, jamás se producirán los medicamentos que permitirían sacar de la pobreza a esas poblaciones. El derecho a sobrevivir está por encima de cualquier otro.
Cristiana Muscardini (UEN), autora. – (IT) Señora Presidenta, Señorías, doy las gracias al señor Susta y a todos los colegas diputados que han facilitado el desarrollo de este trabajo, que abarca numerosos ámbitos, y que han hecho posible esta iniciativa política destinada a garantizar a los habitantes de los países más pobres del mundo el acceso a los medicamentos a un precio razonable y asequible. La pobreza extrema constituye por sí sola un horrible mal desde el punto de vista social. Pero si además, como suele ocurrir, se presenta acompañada de graves enfermedades, se convierte en un sufrimiento absoluto: este es el mensaje principal que queremos transmitir.
El acuerdo alcanzado en el seno de la OMC, que probablemente sea el único instrumento jurídico práctico en el contexto del multilateralismo destinado a facilitar el acceso a los medicamentos a precios reducidos, genera una enorme confusión en varios sentidos. Aunque las intenciones que han inspirado la adopción del mecanismo de exención son encomiables, este no se ha aplicado aún por diversas razones: las cláusulas restrictivas que lo acompañan, las numerosas y complejas formalidades administrativas que dificultan su puesta en marcha y la incapacidad de algunos países que se cuentan entre los beneficiarios potenciales para acceder a las ventajas de dicho mecanismo en la práctica.
Hasta la fecha, son pocos los países que lo han ratificado y, lo que resulta aún más preocupante, ninguno ha solicitado aún el apoyo de este instrumento. Es necesario examinar con calma qué es lo que no funciona y, a continuación, hacer todo lo posible para remediarlo. Debemos tener el valor de profundizar en este tema y reconocer que el acuerdo de minimis solo es una solución parcial al problema fundamental, lo cual pone en duda la efectividad de las normas multilaterales de la OMC. Tenemos que presentar medidas de ámbito comunitario que vayan más allá de lo establecido en dicho acuerdo y que puedan contribuir de manera sólida al acceso a los medicamentos a precios asequibles y a salvar, así, numerosas vidas humanas.
Tenemos que fomentar las transferencias en materia de investigación y tecnología con vistas a facilitar la producción de medicamentos en los países pobres. Debemos mantenernos alerta –esta es la tarea de la Comisión– porque con demasiada frecuencia se envían medicamentos falsificados a esos países. Por este motivo, debemos actuar, además, con decisión para combatir esta distorsión del comercio internacional. Pero sobre todo, tenemos que mantenernos alerta para evitar que los ciudadanos de los países pobres tengan que sufrir, además, esa afrenta.
Manuel Lobo Antunes, Presidente en ejercicio del Consejo. (PT) Señora Presidenta, Señorías, el 6 de diciembre de 2006, el Consejo solicitó al Parlamento la aprobación, en virtud de los artículos 133 y 300 del Tratado constitutivo de la Comunidad Europea, de la propuesta de Decisión del Consejo por la que se acepta, en nombre de la Comunidad Europea, el Protocolo por el que se modifica el Acuerdo sobre los ADPIC, firmado en Ginebra el 6 de diciembre de 2005.
La Comunidad desempeñó un papel fundamental desde el punto de vista político en el desarrollo y la negociación de dicho Protocolo, cuyo objetivo es mejorar el acceso de los países en desarrollo a los medicamentos a precios asequibles. Este fue uno de los mayores éxitos del período previo a la Conferencia Ministerial de la OMC celebrada en Hong Kong en diciembre de 2005.
El hecho de que en dicho foro sobre las normas del comercio internacional se abordara un asunto de tanta importancia para los países en desarrollo constituye una aplicación concreta de los principios de coherencia de las políticas para el desarrollo establecidas en el Consejo Europeo, acordado en 2005 entre el Parlamento, el Consejo y la Comisión. Asimismo, representa un significativo paso práctico de cara al cumplimiento del sexto Objetivo de Desarrollo del Milenio relativo a la lucha contra el VIH/sida, la malaria y otras enfermedades.
Algunos miembros de la OMC, incluidos los Estados Unidos, ya han ratificado el Protocolo. Sería conveniente que la Comunidad, como principal defensora de la medida, siguiera su ejemplo antes de diciembre de 2007 a más tardar, una vez completados los procedimientos internos en la Comisión, el Consejo y el Parlamento.
Por lo que respecta a las preguntas técnicas y otras de más amplio alcance formuladas por sus Señorías, no es responsabilidad del Consejo valorar la efectividad técnica del mecanismo creado en virtud de la decisión de la OMC de 30 de agosto de 2003. El Consejo reconoce la complejidad del asunto, pero subraya al mismo tiempo la importancia política fundamental que reviste la ratificación del Protocolo para los países en desarrollo. Esta institución no tiene intención de modificar el mandato otorgado a la Comisión en relación con los acuerdos de asociación económica, dado que estos se encuentran en sus últimas fases de negociación.
En la reunión de los Estados miembros con la Comisión en el Comité del Fondo Europeo de Desarrollo se tratará de garantizar que se destine una cantidad suficiente de recursos al cumplimiento del sexto Objetivo del Milenio, en particular en lo que respecta a los países ACP. El Consejo aprovecha esta oportunidad para instar al Parlamento Europeo a que desempeñe el papel institucional vital que le corresponde, de forma que la Comunidad Europea pueda aprobar este importante Protocolo y las normas de comercio se puedan modificar para servir del mejor modo posible a los intereses de millones de seres humanos en los países en desarrollo.
Olli Rehn, miembro de la Comisión. (EN) Señora Presidenta, la Comisión comparte la opinión del Parlamento de que el acceso a los medicamentos para los países pobres en desarrollo es una cuestión de gran importancia política y humanitaria, y la Comisión ha tomado ya varias iniciativas para facilitar el acceso a medicamentos para los países pobres en desarrollo a través de programas existentes.
Desde el principio, la Comunidad Europea ha sido pionera en el debate sobre los ADPIC y el acceso a los medicamentos. En la OMC hemos desempeñado un papel activo en el acercamiento de posturas casi irreconciliables. Los países en desarrollo agradecieron a la Unión Europea su papel de intermediario honesto.
El debate que tuvo lugar en la OMC comportó primero la adopción de la declaración de Doha en noviembre de 2001. Esta declaración reafirma el derecho de los miembros de la OMC a aprovechar al máximo las cláusulas de flexibilidad contenidas en el Acuerdo sobre los ADPIC, incluida la adjudicación obligatoria de licencias. Para aquellos países que no tienen capacidad de fabricación en el sector farmacéutico y que no podrían hacer uso de la adjudicación obligatoria de licencias según el Acuerdo sobre los ADPIC, en agosto de 2003 se adoptó una exención temporal de las reglas normales de la legislación sobre patentes.
El Parlamento, junto con el Consejo, puso en práctica esta decisión de exención aprobándola en primera lectura –Reglamento (CE) Nº 816/2006– para permitir a los fabricantes de fármacos genéricos producir medicamentos patentados para exportar a los países necesitados que no tienen capacidad suficiente para producirlos.
El protocolo que modifica el Acuerdo sobre los ADPIC pretende transformar esta decisión en una solución permanente y jurídicamente segura. Esta flexibilidad, que se introducirá en el Acuerdo sobre los ADPIC, puede ayudar a salvar vidas sin deteriorar el sistema de patentes, que es uno de los principales incentivos para la investigación y el desarrollo de nuevos medicamentos.
Ahora nos encontramos ya en el final de este proceso de la OMC. El último paso es la aceptación de la modificación de los ADPIC.
Hablaré ahora de las cuestiones específicas que plantea la pregunta oral; he discutido esas respuestas con mi colega, el señor Mandelson, que se encarga de la política comercial en la Comisión.
Quiero hacer tres comentarios concretos y concisos. Primero, el mecanismo creado por la decisión de la OMC de agosto de 2003 y el Protocolo sobre los ADPIC son fruto de largas y difíciles negociaciones entre casi 150 países. Representa un equilibrio que fue muy difícil de conseguir. Este mecanismo debe considerarse en el marco de la cuestión más amplia del acceso a medicamentos asequibles para los países en desarrollo, que va mucho más allá de la legislación sobre patentes.
Segundo, la Comisión puede confirmar que la Comunidad Europea se ha comprometido a no incluir, en los acuerdos de asociación económica y en otros acuerdos futuros bilaterales o regionales con los países pobres en desarrollo, ninguna de las disposiciones ADPIC+ que podrían afectar al acceso a los medicamentos o deteriorar la flexibilidad del Acuerdo sobre los ADPIC contenida en la Declaración de DOHA sobre los ADPIC y la sanidad pública.
Tercero, la Comisión anima a las compañías farmacéuticas a adoptar programas, como los precios escalonados, que permitan vender medicamentos en los países pobres y en desarrollo a unos precios notablemente más bajos que en los países desarrollados.
Cuarto, la Comisión apoya la capacidad de producción local. La producción local puede promover la competencia y hacer que los productos farmacéuticos sean más asequibles. También es importante fomentar la transferencia tecnológica para asegurar que los productos farmacéuticos producidos localmente puedan satisfacer las normas acordadas internacionalmente.
Para terminar, espero que el Parlamento se haya convencido de que el acceso a los medicamentos sigue siendo una prioridad para la Comisión. Ahora que el Parlamento Europeo tiene todos los elementos en sus manos para tomar una decisión bien informada, y dado el papel que ha desempeñado la Comunidad Europea en la modelación de esta solución permanente, sería lamentable que la Comunidad Europea no lo aceptara a tiempo. Es esencial que el Parlamento y la Comisión sigan cooperando estrechamente para facilitar el acceso a los medicamentos de los países pobres en desarrollo.
Margrietus van den Berg, en nombre del Grupo del PSE. – (NL) Señora Presidenta, seis millones de personas mueren cada año de sida, malaria o tuberculosis. Cada año, millones de personas, especialmente en África, no reciben el tratamiento que podría salvar sus vidas. Y no porque este no se encuentre disponible, sino porque no resulta asequible. Sea cual sea el motivo exacto, se trata, sin duda alguna, de un total y absoluto escándalo.
Desde 2003, se encuentra en vigor un reglamento temporal de la OMC dirigido a los países que no disponen de capacidad suficiente para producir sus propios medicamentos baratos para sus ciudadanos. El Comisario tiene razón, en Doha conseguimos una gran victoria en 2003 con el importantísimo paso dado en esa dirección. Es algo que hay que agradecer enormemente a la Unión Europea. Aunque se podrían debatir las causas ad infinitum, el problema radica en que dicho reglamento sigue careciendo de eficacia práctica y esos millones de personas no han recibido los medicamentos necesarios, tal como deseamos vehementemente que suceda. No en vano, ese fue el motivo por el que celebramos dicha medida en su momento.
Ahora solicitan el consentimiento del Parlamento para que el acuerdo pase a ser permanente. Huelga decir que, antes de que esta Asamblea pueda suscribir ese reglamento, cuyo funcionamiento no se ha demostrado hasta la fecha por diversas causas y dificultades, exigimos unas garantías sólidas. La Comisión y el Consejo han intentado realizar algunos comentarios al respecto.
En primer lugar, es esencial que se aplique un reglamento práctico, lo cual requiere mucha más asistencia – práctica, jurídica y política – por parte de los países implicados. Sabemos que muchos de ellos lo consideran demasiado complejo como para poder aplicarlo en la práctica. Sugiero que repitamos lo que ya hicimos durante las negociaciones comerciales: crear un equipo europeo de medicamentos baratos, el «Equipo A» de la Unión Europea, que permita ofrecer una ayuda directa, por decirlo así. No solo en forma de fondos, sino también de información y de asesoramiento jurídico.
En segundo lugar, tengo entendido que desde la Comisión Europea se han comprometido no incorporar ningún ADPIC+ a los acuerdos bilaterales. Esto sería muy importante, siempre y cuando el Consejo lo confirme con claridad por el Consejo.
En tercer lugar, la solución a largo plazo pasa por permitir a los países en desarrollo que se centren en la producción propia, lo cual, por supuesto, incorpora la perspectiva del desarrollo a la ecuación. La experiencia está ahí. Países, como Tanzania, lo están logrando. Creo que ese mismo Equipo A europeo podría volver a conseguirlo sin problemas. Si se disponen a avanzar en esa dirección, podremos firmar sobre la línea de puntos.
Sharon Bowles, en nombre del Grupo ALDE. – (EN) Señora Presidenta, la modificación del Acuerdo sobre los ADPIC está pendiente desde hace tiempo y a la vez se ha adelantado. Está pendiente porque desde hace tiempo existe la necesidad de dar a los países más pobres un acceso asistido a los fármacos. Se ha adelantado porque la ampliación de los regímenes de patentes para que abarquen los fármacos en la India y otros países en 2005 aún no se ha hecho sentir. Hacen falta años para que un fármaco pase de la fase de desarrollo a los ensayos clínicos, y solamente después de estos puede entrar en juego la modificación. Pero podría entrar en juego antes si la oficina de patentes india no se empeñara en rechazar patentes para pequeños cambios introducidos en fármacos antiguos.
Ahora la modificación por sí sola no puede resolver el problema de que los fármacos genéricos disponibles hasta la fecha no sean asequibles, pero establecerá en el Acuerdo sobre los ADPIC que la producción para la exportación llegue legítimamente mediante la adjudicación obligatoria de licencias y, por lo tanto, también relaja la limitación de los intereses legítimos del titular de la patente en otros artículos, al menos en relación con el territorio.
Vittorio Agnoletto, en nombre del Grupo GUE/NGL. – (IT) Señora Presidenta, Señorías, me pregunto si la Comisión y el Consejo han venido a tomarnos el pelo. Quiero preguntar a la Presidencia si puedo disponer de una grabación de este período parcial de sesiones, porque creo que su reproducción en África explicaría del mejor modo posible la total y absoluta indiferencia del Consejo y la Comisión Europea con respecto al problema del acceso a los medicamentos.
Todos los Grupos han planteado la misma pregunta en relación con un reglamento que ha estado en vigor durante tres años y que no se ha aplicado ni una sola vez. ¿Van a responder que este reglamento permitirá el acceso de los países en desarrollo a los medicamentos? ¡Si no lo ha hecho en tres años! ¿Acaso tienen una varita mágica? Hasta aquí mis comentarios en lo que respecta al Consejo.
La Comisión dice que han trabajado muy duro para llegar a este acuerdo. No obstante, si no ofrece resultados –independientemente de que los esfuerzos hayan sido mayores o menores– habrá que modificar dicho acuerdo o, en cualquier caso, buscar otros medios para conseguir avanzar.
La Comisión y el Consejo también hablan de pedir a las empresas farmacéuticas que reduzcan los precios para el Hemisferio Sur, lo cual equivale a decir: «Dejemos que las empresas farmacéuticas hagan su buena acción, porque nosotros somos del todo incapaces de garantizar un derecho». Asimismo, hacen referencia al incremento de la capacidad de producción local en el Sur del planeta. Pero, ¿cómo se ha de incrementar? Se habla sin cesar de la transferencia de tecnologías, pero no se transfiere absolutamente nada al Hemisferio Sur. ¡Estos reglamentos suponen un obstáculo a la producción!
No son más que buenas palabras y, aun así, se presentan aquí para afirmar que con ello se están consiguiendo los Objetivos de Desarrollo del Milenio. Me parece que la falta de interés de la Comisión y del Consejo en lo que respecta a la cuestión planteada es absoluta.
David Martin (PSE). – (EN) Señora Presidenta, la Comisión y el Consejo tienen razón al recordarnos que la exención de 2003 fue muy bien acogida en esta Cámara como un gran avance desde el punto de vista del acceso a la medicina, pero creo que este Parlamento tiene razón al recordar a las otras dos instituciones que, cuatro años después, no se ha suministrado ni un solo fármaco a ni un solo paciente. Como otros han dicho, los motivos son muy complejos. En parte es debido a los gastos de utilizar la exención, en parte a la complejidad del mecanismo en sí y en parte a la presión económica que otros países y las grandes empresas farmacéuticas ejercen sobre determinados países.
La Comisión tiene razón al decir que no podemos volver atrás y renegociar esta exención. Fue un trato complejo el que se consiguió y no es eso lo que pedimos. Lo que decimos es que si debemos dar nuestro consentimiento a esta exención, queremos que la Comisión se comprometa a ofrecer ayuda técnica, financiera y política a los países en desarrollo para que puedan utilizar el mecanismo. Los cuatro puntos que ha presentado el Comisario Rehn son muy válidos y los acogemos con agrado, pero tiene que ir más allá de esos cuatro puntos y dejar claro que ofrecerá el apoyo que los países en desarrollo necesitan para acceder a los medicamentos hoy, no dentro de 10 o 20 años.
Johan Van Hecke (ALDE). – (NL) Señora Presidenta, gracias a mi informe de diciembre de 2005 se alcanzó un compromiso en primera lectura sobre un reglamento que garantiza la aplicación uniforme en la Unión Europea de la decisión de la OMC de 30 de agosto de 2003.
Casi cuatro años después esta decisión parece haber quedado, no obstante, en agua de borrajas. Se han hecho realidad los temores de entonces. El sistema es demasiado complejo y no funciona. Comparto la consternación del señor Agnoletto en relación con la respuesta del Consejo, que se las ha arreglado para eludir las preguntas o las preocupaciones expresadas por esta Asamblea.
La ratificación del Protocolo sobre los ADPIC debería llevar a la Unión Europea a reflexionar más profundamente y, sobre todo, a elaborar una política más coherente que permita a los países más pobres desarrollar sus propias capacidades de producción de esos fármacos fundamentales. Sin una señal clara en esa línea, no estoy seguro, señora Presidenta y señor Susta, de que debamos firmar una exención de ese tipo.
Manuel Lobo Antunes, Presidente en ejercicio del Consejo. (PT) Señora Presidenta, Señorías, como he dicho antes, la Comunidad desempeñó un papel fundamental desde el punto de vista político en relación con el desarrollo y la negociación de dicho Protocolo, cuyo objetivo es mejorar el acceso de los países en desarrollo a los medicamentos a precios asequibles.
Asimismo, el señor Rehn ha dejado claro que esto se logró tras una serie de largas y complicadas negociaciones. Dadas las circunstancias, creo que se trata de un resultado equilibrado. Por tanto, solo me resta volver a pedir al Parlamento que apruebe este importante Protocolo con objeto de que las normas de comercio se puedan modificar para servir del mejor modo posible a los intereses de millones de seres humanos en los países en desarrollo.
Olli Rehn, miembro de la Comisión. (EN) Señora Presidenta, gracias por este debate tan responsable sobre un tema tan importante. Quiero responder a una cuestión que han planteado el señor Martin y algunos otros oradores sobre lo que hace la Comisión para apoyar las transferencias de tecnología que permitirían la fabricación local de productos farmacéuticos asequibles. La cuestión se refería también a lo que hacemos en el ámbito de la prevención, el tratamiento y la atención en relación con el VIH, la malaria y la tuberculosis.
Ese es uno de los objetivos de una iniciativa específica dedicada a la ayuda para las enfermedades relacionadas con la pobreza en los países en desarrollo que en los dos últimos años ha ofrecido un importe total conjunto de 81,2 millones de euros. La Unión Europea también es una importante fuente de ingresos para la investigación farmacéutica y clínica orientada a la salud, que incluye investigación en sistemas sanitarios y creación de capacidad en varios países subsaharianos a través de la asociación de Europa y países en desarrollo para la realización de ensayos clínicos. Además, durante el período de implementación del Sexto Programa Marco de Investigación, la ayuda de la UE para la I+D destinó a las enfermedades relacionadas con la pobreza más de 455 millones de euros. Durante el mismo período, la cooperación científica internacional invirtió un importe adicional de 78 millones de euros en diversos proyectos que incluyen los campos de las enfermedades infecciosas desatendidas, de la investigación de políticas de sistemas sanitarios y de la salud reproductiva.
Como pueden ver, la Comisión está haciendo mucho por ayudar a los países en desarrollo, en concreto a los países menos avanzados, a mejorar su acceso a medicamentos asequibles, incluida la capacidad de producción local.
¿Basta con eso? Seguramente no. ¿Está la Comisión dispuesta a hacer más? Sí, siempre que tengamos los recursos necesarios. Y este es un ámbito en el que el Parlamento puede desempeñar un papel esencial.
Se ha planteado otra cuestión importante en relación con el hecho de que aún no se haya utilizado el mecanismo, insinuando que no funciona. Es importante entender cómo funciona la adjudicación obligatoria de licencias. El mecanismo puede funcionar sin que realmente se conceda ninguna licencia obligatoria. La utilidad de las licencias obligatorias viene principalmente del impulso que dan a los países en desarrollo en las negociaciones de precios con compañías farmacéuticas. En otras palabras, las licencias obligatorias pueden proporcionar los resultados esperados, es decir, que los medicamentos sean más asequibles sin que realmente se concedan licencias.
Por último, espero que el Parlamento se haya convencido de que el acceso a los medicamentos sigue siendo una gran prioridad para la Comisión y la Unión Europea. Esperamos que el Parlamento dé su consentimiento al protocolo lo antes posible. El mundo exterior no entendería un retraso o una negativa de la Unión Europea. Perjudicaría la credibilidad de la UE en su conjunto en este terreno y como socio internacional en general.