OCUPA LA PRESIDENCIA: Hans-Gert PÖTTERING Presidente
1. Apertura de la sesión
(Se abre la sesión a las 9.05 horas)
2. Lucha contra el terrorismo (debate)
Presidente. − El siguiente punto es el debate conjunto de las siguientes preguntas orales:
– Pregunta oral O-0046/2007, presentada por Manfred Weber, en nombre del Grupo del Partido Popular Europeo (Demócrata-Cristianos) y Demócratas Europeos, Martine Roure, en nombre del Grupo Socialista en el Parlamento Europeo, Alexander Alvaro, en nombre del Grupo de la Alianza de Liberales y Demócratas por Europa, y Cristiana Muscardini y Roberta Angelilli, en nombre del Grupo de la Unión por la Europa de las Naciones, al Consejo, sobre la lucha contra el terrorismo (B6-0139/2007).
– Pregunta oral O-0051/2007, presentada por Manfred Weber y Joseph Daul, en nombre del Grupo del Partido Popular Europeo (Demócrata-Cristianos) y Demócratas Europeos, Martine Roure, en nombre del Grupo Socialista en el Parlamento Europeo, Alexander Alvaro, en nombre del Grupo de la Alianza de Liberales y Demócratas por Europa, y Cristiana Muscardini y Roberta Angelilli, en nombre del Grupo de la Unión por la Europa de las Naciones, a la Comisión, sobre la lucha contra el terrorismo (B6-0313/2007).
Kathalijne Maria Buitenweg (Verts/ALE). – Señor Presidente, me gustaría pedir que no comenzáramos hasta que el Consejo esté aquí; me parece extraño que tengamos preguntas orales para el Consejo y para la Comisión y que sólo estemos debatiendo esta cuestión con la Comisión. No tiene sentido. Quisiera pedir que nos detengamos hasta que el Consejo esté presente para escucharnos.
Presidente. − Discúlpeme, señora Buitenweg, pero, teniendo en cuenta que no sabemos cuándo llegará el Presidente en ejercicio del Consejo, no creo que sea oportuno hacerlo. Podríamos estar esperando tanto tiempo que no nos sería posible celebrar el debate. Además, el debate se abre con los discursos de los portavoces de los grupos políticos. Por lo tanto, propongo que empecemos con ellos.
¿Está de acuerdo el Parlamento?
(El Parlamento decide dar comienzo al debate)
Joseph Daul, autor. – (FR) Señor Presidente, Presidente de la Comisión, señoras y señores, la lucha contra el terrorismo es un área en la que Europa debe pasar de lo virtual a lo real. La dimensión mundial del terrorismo exige una respuesta mundial. La construcción de una Europa política requiere la capacidad de erradicar el terrorismo; todavía estamos lejos de dar en el blanco. Nuestro Grupo ha tomado la iniciativa de debatirlo porque creemos que Europa todavía no se ha dado cuenta completamente de la magnitud de los peligros que la acechan.
En primer lugar, existe la amenaza inmediata a nuestra seguridad cotidiana que imponen los islamistas y otros grupos terroristas, como ETA en España. Lo vemos cada día, Comisario. La segunda amenaza, que es igualmente preocupante, es la de las redes potentes que podrían secuestrar la cultura política de las democracias europeas y menoscabar nuestros valores básicos y reemplazarlos por sus principios religiosos. Debemos asegurarnos de que nuestros Estados miembros cooperen en la lucha contra el terrorismo internacional. La dimisión del señor de Vries, Coordinador de la lucha contra el terrorismo de la UE, y la imposibilidad de reemplazarlo hasta la fecha muestran cuánto trabajo queda por hacer. Es cierto que el señor de Vries dimitió por razones personales, pero es bien sabido que la falta de adecuación de los recursos que se le habían asignado le impidieron concluir la difícil tarea que le había sido asignada.
Solicitamos al Consejo, que no está presente, a su Presidente y también al Alto Representante de la PESC, el señor Solana, y al Presidente de la Comisión, el señor Barroso, que cumplan sus obligaciones y nombren a un nuevo Coordinador de la lucha contra el terrorismo de la UE a quien se dote de los recursos apropiados, tan pronto como sea posible.
Señoras y señores, la lucha contra las organizaciones terroristas exige la mayor firmeza y no se puede permitir que se produzcan negociaciones o se hagan concesiones. Las organizaciones terroristas no son grupos centralizados tradicionales que se puedan vencer mediante operaciones militares convencionales. Funcionan como redes y emplean las tecnologías más sofisticadas para llevar a cabo sus acciones criminales. Únicamente tendremos una oportunidad de neutralizar dichas redes si seguimos uniendo nuestros recursos financieros, humanos y de información. Si nos respetamos mutuamente, garantizamos la aplicación de las leyes y las libertades públicas, reafirmamos nuestro concepto de lo humano y la vida en la sociedad, si actuamos juntos, pondremos fin al terrorismo que, si bien emplea los medios del siglo XXI, está inspirado por prejuicios y emplea métodos de los peores momentos de la humanidad.
No se trata, como dice la gente a menudo, de un choque de civilizaciones, sino de una confrontación entre aquéllos que dan el valor máximo al respeto de los seres humanos y el pluralismo y aquéllos que, en nombre de la Jihad, eliminarían a todos los que no piensan como ellos o tienen otras creencias. Las víctimas del 11 de septiembre, a quienes se recordará dentro de unos días, seis años después de los horribles acontecimientos de Manhattan, así como las víctimas del 11 de marzo en Madrid y las de los ataques en Londres, exigen que tomemos medidas decididas. Los europeos necesitan seguridad laboral, seguridad de suministro energético y seguridad alimentaria. Lo mínimo que podemos hacer por Europa, tras haber garantizado la paz, es hacer todo lo posible por asegurar la más básica de las seguridades: la seguridad personal.
Martine Roure (PSE), autora. – (FR) Señor Presidente, Presidente en ejercicio del Consejo, Comisario, los Estados miembros han introducido muchos instrumentos europeos para luchar contra el terrorismo. Sin embargo, muchos países europeos siguen afrontando una amenaza terrorista importante y, por consiguiente, es adecuado que, tras varios años de vigencia de dichos instrumentos, se evalúe la eficacia de la aplicación de la legislación europea en esta área.
A pesar de las medidas de fomento del intercambio de información entre las autoridades nacionales responsables de la lucha contra el terrorismo, es patente la necesidad de que haya una mayor confianza mutua. Para permitir que la lucha contra el terrorismo sea realmente eficaz, no debemos seguir añadiendo más legislación, sino que debemos comprobar si los Estados miembros aplican la legislación existente correctamente. Opino que deberíamos centrarnos, particularmente, en la mejora real de la cooperación entre los Estados miembros.
La realización de una evaluación también nos permitiría revisar los reglamentos pertinentes. Me parece necesario que, en dicho proceso, se restaure el equilibrio entre las necesidades de nuestros ciudadanos en materia de seguridad y la garantía de su derecho a la protección de la vida privada. Se han adoptado ciertas medidas que restringen mucho las libertades de nuestros ciudadanos y ahora podemos comprobar, con cierta perspectiva, que algunas de tales medidas no han producido los resultados que esperábamos y que, por el contrario, podrían dar una falsa impresión de seguridad.
La lucha contra el terrorismo exige, asimismo, una mayor cooperación entre la Unión Europea y sus socios de todo el mundo. En el ámbito de nuestras relaciones transatlánticas, por ejemplo, deberíamos insistir en la importancia de diseñar una estrategia común de lucha contra el terrorismo que respete los derechos fundamentales y la vida privada. La Unión Europea debería adoptar un enfoque mundial de dichas cuestiones, con objeto de establecer los principios generales del intercambio de información con nuestros socios estadounidenses y de la protección de los datos intercambiados.
Por último, cabe señalar que, a menudo, se ha apartado al Parlamento Europeo de los debates del Consejo en materia de terrorismo. Opino que es importante que celebremos un verdadero debate que propicie el mejor control democrático por parte del Parlamento Europeo y los parlamentos nacionales.
Alexander Alvaro (ALDE), autor. – (DE) Señor Presidente, de 2001 a 2007 han transcurrido seis años de lucha política contra el terrorismo. Lo único que hemos visto en esos seis años ha sido la búsqueda de una respuesta política a cada una de las medidas adoptadas. Lo que no parece vislumbrarse, en cambio, es ninguna estrategia relativa al desarrollo de la política antiterrorista europea en un contexto mundial. ¿Qué papel estamos desempeñando? ¿Qué papel queremos desempeñar a escala mundial? ¿Tenemos algún plan estratégico?
Hasta la fecha, no he visto ningún plan ni ningún documento de la Comisión ni del Consejo —ni tampoco de ningún Estado miembro— en el que se proponga una estrategia de lucha contra el terrorismo a corto, a medio y a largo plazo. Hemos puesto en marcha medidas efectivas a corto plazo para frenar los flujos financieros, y ha sido magnífico. Hemos adoptado medidas para luchar contra el terrorismo a corto plazo mediante la incorporación de datos biométricos en los documentos de identidad; un método que, si bien fue aprobado por una mayoría política, en mi opinión, no es el adecuado.
En cuanto al futuro a largo plazo, no se aprecia ningún progreso ni ningún movimiento en el ámbito de la ayuda al desarrollo, que se puede entender en el sentido de la política de seguridad. Tampoco se observa ningún movimiento desde el punto de vista del respeto por las culturas en que se supone que puede surgir el terrorismo; es decir, en lo que respecta a nuestros esfuerzos por adaptarnos a una existencia globalizada y convivir todos respetuosamente en un mundo globalizado, en lugar de tratar de trasladar nuestra sociedad al resto del mundo. La cuestión es, por tanto, la siguiente: ¿qué papel asumirá Europa?
Desde el 11 de septiembre de 2001, la respuesta ha sido emprender múltiples acciones: cada vez que ha habido un atentado, los Gobiernos han tratado de tranquilizar a la población poniendo en marcha medidas a corto plazo; como en el caso de Gran Bretaña y su vehemencia a la hora de hacer aprobar la conservación de datos tras los trágicos atentados de Londres o en el de Alemania y sus esfuerzos por hacer que se aprobaran los registros en línea. Carecemos de un plan estratégico. El problema no se resolverá a fuerza de vulnerar los derechos fundamentales, como en los tiempos de las leyes de excepción. Si queremos tener éxito en la lucha contra el terrorismo, debemos definir el papel internacional que le corresponde asumir a Europa en esa lucha, en lugar de reivindicar unas acciones nacionales que sólo se acaban poniendo en práctica en Europa.
Cristiana Muscardini (UEN), autora. – (IT) Señor Presidente, señoras y señores, el mero hecho de que, después de haber aplazado este debate de julio a septiembre, se esté celebrando en las circunstancias actuales, sin que el Presidente en ejercicio del Consejo esté presente para debatir las cuestiones que deseamos tratar, ya demuestra que Europa no está preparada para abordar el problema del terrorismo con firmeza y en profundidad y que, por desgracia, este Parlamento sigue siendo demasiado débil desde el punto de vista político.
Antes había grupos terroristas en las distintas naciones de la UE, había problemas internos; Europa ya estaba en buena parte unida y ya se hablaba de una estrategia común que nunca llegó a materializarse. Llegamos a 2001 y descubrimos que el terrorismo es un fenómeno internacional y que no consiste en una organización piramidal, sino que está formado por células interrelacionadas, fundamentalmente a través de Internet y de los sistemas informáticos más avanzados; unas células establecidas por todo el mundo que pueden actuar como quieran y cuando quieran.
A pesar de ello, la Unión Europea no cuenta con ninguna política para controlar Internet ni para garantizar unas normas de seguridad definitivas a unos ciudadanos que no entienden qué medidas ha adoptado la UE ni cuáles tiene previsto adoptar en un futuro próximo. La medida más importante es la de exigir responsabilidades a quienesquiera que suministren espacio en servidores para hospedar sitios web que promuevan, apoyen o justifiquen las actividades terroristas; por ejemplo, mediante la exclusión obligatoria de aquellos sitios web que conduzcan directa o indirectamente a personas que preconicen y justifiquen la violencia o que inciten a ella. Suiza lleva mucho tiempo haciéndolo, mientras que Europa sigue vacilando y hablando de ello sin hacer nada.
No hay ninguna posición común relativa al control de falsos lugares de culto e imanes que —como también acaba de suceder en los Países Bajos y en Italia— utilizan templos que deberían estar dedicados a la oración para sembrar el odio y planear atentados, incitando a la violencia contra Occidente, la democracia y los derechos humanos, incluidos los derechos de la mujer; unos atentados que se ejecutarán en nuestras ciudades.
Señor Presidente, ya no basta con hablar de una estrategia común contra el terrorismo; necesitamos ser fuertes y lo suficientemente valientes como para tomar decisiones y actuar, por un lado, para impedir futuros atentados y, por otro, para neutralizar esas células ocultas que ganan adeptos sirviéndose de nuestros valores de libertad, libertad de culto y de expresión, para atentar contra la propia libertad.
Los arrestos que acaban de efectuarse en Dinamarca por la supuesta maquinación de un atentado con explosivos ponen de manifiesto que no es el momento de bajar la guardia y que la legislación antiterrorista de Dinamarca no sólo está surtiendo efecto, sino que ha sembrado la alarma en toda la Unión Europea. No podemos permitirnos seguir dependiendo exclusivamente de la eficacia de las legislaciones nacionales y de la eficiencia de los cuerpos de investigación de cada país; necesitamos más coordinación.
Muchas veces la corrección política no hace sino ocultar una incapacidad o una falta de voluntad para tomar decisiones. La democracia, la libertad y el derecho de las personas a vivir en paz y libertad están en peligro, y la libertad se consigue a fuerza de normas. Debemos hacer cuanto sea oportuno desde el punto de vista político para proteger no sólo a nuestros ciudadanos, sino también a aquellos ciudadanos de todo el mundo que respeten sus derechos y sean conscientes de sus obligaciones. Cuanto más tardemos, más cómplices del mal seremos.
Concluyamos el debate de hoy con el compromiso compartido de adoptar medidas inmediatas; no movidos por supuestas posiciones de izquierdas o de derechas, sino fuertes y unidos. Ese sería el mejor homenaje que podríamos rendir al recuerdo de las vidas que, desde el 11 de septiembre hasta la fecha, han sido segadas por la barbarie. Que el terrorismo siempre sea para todos nosotros un crimen contra la humanidad.
Kathalijne Maria Buitenweg (Verts/ALE), autora. – (NL) Señor Presidente, lo que desearía preguntar al Consejo es, ante todo, si se considera infalible. ¿Cabe la posibilidad de que el Consejo se equivoque de vez en cuando o acaso es omnisciente? ¿Cree el Consejo que las medidas de lucha contra el terrorismo adoptadas en los últimos años han sido adecuadas? ¿Realmente se puede afirmar con certeza que no haya tenido lugar ninguna vulneración desproporcionada de los derechos civiles? Si el Consejo es infalible, se supone que no hace falta llevar a cabo ninguna evaluación; pero si cree que puede afinar su criterio, la evaluación se hace necesaria. Me gustaría que el Consejo nos hiciera saber durante el debate si, en su opinión, hace falta alguna otra medida en particular, alguna medida que considere necesaria ahora y que aún no haya sido adoptada. Es más, ¿hay alguna medida prevista en estos momentos? La legislación europea permite la vulneración de los derechos civiles; aunque ésta sólo estará justificada si se ajusta a los criterios de necesidad, proporcionalidad y eficacia y en caso de que las personas puedan defenderse de cualquier práctica abusiva. Desearía ver una evaluación por parte del Consejo de todas las medidas adoptadas en los últimos años y un análisis de la observancia de los citados criterios. ¿Podría el Consejo adquirir hoy ese compromiso con nosotros?
Permítame destacar algunos aspectos que requieren una evaluación exhaustiva. En primer lugar, la cuestión de las prácticas abusivas. ¿Acaso no cabe la posibilidad de que los ciudadanos se conviertan en víctimas involuntarias? Me gustaría poner como ejemplo la creación de las listas de presuntos terroristas. En este sentido, la cuestión no es sólo cómo pasan a formar parte de estas listas las personas y las organizaciones, sino también cómo consiguen borrarse de ellas. Supongamos que nuestros nombres figuran en estas listas. Nos congelarían todos los activos y los depósitos bancarios, pero no seríamos encausados de forma inmediata. Esto quiere decir que no habría ningún procedimiento judicial en el que aportar pruebas. Se ha sacrificado el principio de presunción de inocencia mientras no se demuestre lo contrario. Además, me imagino que los depósitos bancarios se bloquearán antes de que el hecho se dé a conocer; de lo contrario, el dinero iría a parar a la otra punta del mundo en un abrir y cerrar de ojos. Sin embargo, no puedo imaginarme que aceptemos que se mantenga a las personas en las listas y que, por tanto, se las siga castigando sin que se haya probado su culpabilidad. Se trata de una inversión de la carga de la prueba en el contexto del Derecho penal. El Tribunal de Primera Instancia ha declarado en varias ocasiones que el procedimiento se debe modificar. De acuerdo con las resoluciones judiciales del 11 de julio, tanto la Fundación Al-Aqsa como José María Sison habían sido incluidos injustamente en las listas. Me gustaría saber qué conclusiones ha sacado el Consejo de estas sentencias y si está dispuesto a modificar o evaluar el proceso de decisión relativo a la composición de este tipo de listas, así como a estudiar cómo garantizar la justicia a las personas.
En cuanto al aspecto de la eficacia, ¿son eficaces las medidas? Me gustaría poner como ejemplo el caso de las medidas adoptadas en materia de líquidos. Más de un millón de personas que viajan por Europa se siguen viendo obligadas a perder el tiempo con bolsas de plástico antes de embarcar, llenándolas obedientemente con botellas de 100 ml, que muchas veces acaban en la papelera porque los pasajeros se han olvidado de la norma. En este caso, no se aprecia ninguna vulneración excesiva de los derechos civiles ni ninguna práctica abusiva. No obstante, ¿se trata de una medida eficaz? ¿Está dispuesto el Consejo a estudiarlo a partir de datos científicos?
Esto me lleva a la cuestión de la proporcionalidad: ¿son proporcionadas las medidas? Se trata de otro aspecto importante que se debe evaluar. Permítame poner como ejemplo el caso de los datos de las personas transportadas y el acuerdo con los Estados Unidos. Mi Grupo también puede entender perfectamente que los países deseen saber quién entra en su territorio. El problema fundamental no radica en que se solicite una cantidad de información excesiva, sino más bien en que los datos se pueden solicitar con una infinidad de propósitos. El Consejo siempre justifica esta medida alegando que es necesaria para lucha contra el terrorismo. Sin embargo, según el acuerdo, los datos también se pueden utilizar con otros objetivos «con arreglo a la legislación estadounidense». Por lo tanto, teóricamente cabe la posibilidad de que el objetivo no sea sólo luchar contra el terrorismo, sino también combatir el robo de bicicletas o el fraude bancario. ¿Se considera proporcionado el hecho de darle este uso a la información? ¿Está dispuesto el Consejo a revisar el acuerdo a tenor de los motivos aducidos?
Por último, la cuestión de la necesidad. Pondré como ejemplo el caso del almacenamiento de datos de tráfico durante un período máximo de dos años; una medida a la que mi Grupo se opuso, pero que fue apoyada por la mayoría en el Parlamento. Sin embargo, a la luz de toda la información que he comprobado hasta la fecha, los datos más útiles y necesarios son los que, como máximo, llevan tres meses almacenados. ¿Está dispuesto el Consejo a estudiar si realmente se están utilizando los datos almacenados desde hace más de tres meses? En definitiva, ¿está dispuesto a llevar a cabo una evaluación atendiendo a los criterios de eficacia, proporcionalidad y necesidad, así como a estudiar la posibilidad de combatir las prácticas abusivas?
El último aspecto que se debe evaluar es la posición del Consejo respecto a la violación de los derechos humanos en territorio de la Unión Europea, con relación a las actividades de la CIA. El Parlamento Europeo las ha investigado lo más exhaustivamente posible, y, en mi opinión, resulta escandaloso que el Consejo aún no se haya pronunciado. Podría decir qué opina al respecto, con qué puntos del Informe Fava está de acuerdo y con cuáles no y qué tipo de medidas pretende adoptar. ¿Está dispuesto el Consejo a ofrecer una respuesta al citado Informe o seguirá guardando silencio?
Giusto Catania (GUE/NGL), autor. – (IT) Señor Presidente, señoras y señores, estamos constantemente afirmando que la lucha contra el terrorismo es una cuestión prioritaria e invocando nuevas iniciativas políticas y legislativas.
En mi opinión, primero deberíamos evaluar las decisiones que se han tomado en los últimos años y plantearnos algunas preguntas. En primer lugar, ¿qué efecto han tenido nuestras iniciativas legislativas en el terrorismo? ¿Lo han fortalecido o lo han debilitado? Y en segundo lugar, ¿hemos contribuido expresamente al desarrollo de nuestra cultura jurídica y nuestros valores, o les hemos dado la espalda amparándonos en la crisis del terrorismo?
Creo que es fundamental que respondamos estas dos preguntas, porque, al hacerlo, descubriremos que muchas de las medidas urgentes adoptadas no han sido adecuadas y que las listas de organizaciones terroristas son imprecisas y, en numerosas ocasiones, no responden a la amenaza real de las organizaciones, sino más bien a motivos políticos. Hemos nombrado un Coordinador para la lucha contra el terrorismo, y, posteriormente, hemos descubierto, sin ningún motivo en particular, que podemos prescindir de las funciones desempeñadas por esta persona. Por lo tanto, ruego al Consejo que no se nombre otro Coordinador para la lucha contra el terrorismo, porque en los últimos meses nos hemos dado cuenta de que podemos prescindir de él.
Hemos repetido en numerosas ocasiones, y lo hemos hecho con firmeza, y creo que deberíamos volver a hacerlo en esta Cámara, que el terrorismo es el enemigo de nuestra civilización, el enemigo de la democracia: el terrorismo es una barbarie. Los atentados terroristas constituyen un retroceso del Estado de Derecho a un Estado primitivo. Todo esto es cierto, pero, en lugar de centrar el debate en la reinstauración de las normas democráticas, hemos optado por abordar el problema mediante la restricción de las normas de convivencia cívica. Hemos decidido luchar en el terreno de nuestro adversario, competir con él en la violación de los derechos humanos, en el control militar de la población y en la negación de los principios básicos de la democracia.
Las imágenes de Abu Ghraib y la base de Guantánamo son un símbolo de la victoria de la cultura del terrorismo sobre nuestro Estado de Derecho y sobre los principios fundamentales de nuestra cultura jurídica. Otro símbolo análogo son los vuelos y secuestros de la CIA en Europa, con la participación explícita de los Gobiernos europeos. El silencio que se guarda en relación con estos incidentes resulta vergonzoso. Al igual que los demás diputados, insto al Consejo a que se pronuncie sobre este asunto. El lamentable silencio actual está en boca de todos. El Parlamento ha hablado de las responsabilidades de la CIA, los Gobiernos europeos y nuestros servicios de inteligencia. La Comisión ha hablado de ello y el Consejo de Europa también lo está haciendo. Los únicos que guardan un silencio que resulta deplorable y, en mi opinión, inaceptable son los Gobiernos europeos. Esperemos que el Consejo exprese hoy su opinión al respecto.
Por desgracia, la excepción se ha convertido en la norma en Europa, y ahora debemos mantener un debate claro sobre las consecuencias de nuestras decisiones legislativas: los datos biométricos de los pasaportes y visados, el sistema de control de datos personales, las bases de datos sobre llamadas telefónicas, las bases de datos sobre pasajeros de líneas aéreas, los Acuerdos PNR, el sistema SWIFT, el sistema de conservación de impresiones dactilares e incluso las normas relativas a los líquidos, cuyo rechazo clamoroso —que esperamos que se produzca hoy— daría a entender a la Comisión que debemos tomar decisiones proporcionadas al objetivo de nuestra lucha.
Creo que podemos afirmar categóricamente que, en nuestra lucha contra el terrorismo, no hemos optado por la salvaguardia del Estado de Derecho sino por una distorsión autoritaria del Estado de Derecho. No se sabe a ciencia cierta —y ya termino, señor Presidente— qué ha sido más peligroso para los ciudadanos europeos en los últimos años: el terrorismo o las medidas adoptadas para luchar contra él. Citando a una escritora feminista norteamericana: «Cuando los responsables de nuestros problemas son quienes nos ofrecen soluciones, deberíamos ponernos en guardia.» En mi opinión, deberíamos estar en guardia.
Manuel Lobo Antunes, Presidente en ejercicio del Consejo. − (PT) Señor Presidente, señoras y señores, en primer lugar, me gustaría disculparme por haber llegado un poco tarde al Parlamento; simplemente creía que habría menos tráfico entre el hotel y el Parlamento.
Desearía asimismo saludar al Comisario Frattini, quien nos acompaña hoy, e intentaré responder las preguntas planteadas por los diputados, con la esperanza de ofrecer todas aclaraciones que se le han pedido al Consejo.
No cabe duda de que los recientes acontecimientos de Londres y Glasgow, así como los de la frontera entre España y Portugal y el atentado de Yemen han confirmado que el terrorismo constituye una amenaza importante tanto para la seguridad de Europa como para los valores de nuestras sociedades democráticas, sobre todo, para los derechos y libertades de los ciudadanos europeos.
Por lo tanto, no hay duda de que los Estados miembros deben seguir cooperando en la intensificación y aplicación de las medidas antiterroristas, sin dejar de respetar los derechos humanos y las libertades fundamentales; es decir, los valores fundamentales de nuestras sociedades, cuya protección y defensa contribuirán a la prevención del terrorismo.
La batalla contra el terrorismo ha de librarse tanto en el ámbito nacional como en el internacional. La cooperación internacional es una herramienta esencial para que la lucha contra el azote del terrorismo sea eficaz, tanto a escala nacional como multilateral. Sabemos que el terrorismo constituye una amenaza mundial y, por tanto, requiere una respuesta coordinada a escala internacional, que implicará, forzosamente, la intensificación del flujo y el intercambio de información, la coordinación interna de posiciones, la coordinación y asociación con terceros países, la puesta en práctica de una Estrategia mundial de lucha contra el terrorismo, en la que las Naciones Unidas tendrán un papel destacado, y la estrecha colaboración con diversas organizaciones regionales e internacionales, activas en la lucha contra el terrorismo.
La acción de la Unión Europea se ha intensificado desde el 11 de septiembre de 2001 y desde los terribles atentados de Madrid y de Londres, que tuvieron lugar posteriormente, en 2004 y 2005 respectivamente. El Consejo adoptó la Estrategia de la UE de Lucha contra el Terrorismo en diciembre de 2005. En virtud de ella, la Unión se compromete a luchar contra el terrorismo a escala mundial y a respetar, al mismo tiempo, los derechos humanos, a fin de que los ciudadanos puedan vivir en un espacio de libertad, seguridad y justicia.
En la Estrategia de la UE de Lucha contra el Terrorismo se distinguen cuatro vertientes de trabajo: prevención, protección, persecución y reacción. La Presidencia confirma que, en efecto, el Consejo lleva a cabo evaluaciones semestrales de la aplicación de la Estrategia de la UE de Lucha contra el Terrorismo, así como de la Estrategia contra la financiación del terrorismo, además de una evaluación anual de la aplicación de la Estrategia para luchar contra la radicalización y la captación de terroristas. El Consejo también lleva a cabo evaluaciones semestrales del Plan de acción contra el terrorismo y una evaluación anual del Plan de acción para luchar contra la radicalización y la captación de terroristas. Este seguimiento le permite determinar con exactitud cuáles de las medidas propuestas en el ámbito de la UE no se han adoptado o no han sido aplicadas correctamente por parte de los Estados miembros, y también le brinda la oportunidad de impulsar ciertas políticas, como cuando la Presidencia decidió acelerar el trabajo en el ámbito de los explosivos.
La adopción de ciertas medidas relativas a la cooperación policial y judicial en materia penal se ha visto ralentizada por la unanimidad requerida en este ámbito. La adopción y aplicación de medidas antiterroristas se verán impulsadas por la ratificación del Tratado que deberá ser aprobado por la Conferencia Intergubernamental en virtud del mandato adoptado por el Consejo Europeo en su última reunión de junio.
En lo referente a la necesidad de una cooperación más estrecha entre las fuerzas y cuerpos de seguridad y los servicios de información de seguridad, los servicios de seguridad de los Estados miembros mantienen actualmente una colaboración estrecha y eficaz en el marco del Grupo antiterrorista. Europol ha desarrollado unos ficheros de análisis muy efectivos que cada vez se nutren de más información, facilitada por las fuerzas y cuerpos de seguridad de los Estados miembros. No cabe duda de que es preciso seguir trabajando. El Parlamento Europeo mantiene un diálogo político constante y directo con el Consejo y con la Comisión.
El 16 de mayo de 2007, el Presidente en ejercicio del Consejo, el Vicepresidente de la Comisión Europea y el Presidente de la Comisión de Libertades Civiles, Justicia y Asuntos de Interior se reunieron para analizar las diversas políticas de lucha contra el terrorismo, así como para evaluar la aplicación de la Estrategia de la UE de Lucha contra el Terrorismo. Estas sesiones semestrales son sumamente útiles para llegar a un acuerdo sobre las políticas que se deberán desarrollar en el ámbito de la lucha contra el terrorismo. En cuanto a la figura del Coordinador de la UE para la lucha contra el terrorismo, el Secretario General y Alto Representante ha comunicado a los Estados miembros que está estudiando —en estrecha colaboración con la Presidencia— la mejor forma de coordinar el trabajo en materia de lucha contra el terrorismo en el seno del Consejo. En cuanto a la relación entre el Coordinador de la UE para la lucha contra el terrorismo y el Centro de Situación, SITCEN no participa en la elaboración de la política antiterrorista de la UE ni en la coordinación del trabajo llevado a cabo por el Consejo en el ámbito de la lucha contra el terrorismo y tampoco lleva un control del seguimiento de las decisiones del Consejo.
Sus competencias en materia de lucha antiterrorista se limitan a la presentación ante el Consejo de evaluaciones estratégicas de amenazas terroristas, llevadas a cabo a partir de la información recibida de los servicios nacionales. También sirve de apoyo para el mecanismo de coordinación de emergencias y crisis de la UE, que podría ponerse en marcha para ayudar a coordinar una respuesta en el ámbito de la UE ante cualquier crisis grave que pudiera implicar la perpetración de atentados terroristas. Se trata de una función mecánica de difusión de la información, provisión de instalaciones para reuniones y apoyo a los mecanismos de toma de decisiones de las Instituciones. No se trata de un papel de coordinación. No obstante, la evaluación de la amenaza terrorista llevada a cabo por SITCEN fue lo que llevó al Consejo a aprobar recomendaciones de políticas en varios ámbitos, como el de los explosivos, en este caso, para impedir un uso ilícito por parte de los terroristas.
La Presidencia está convencida de que sus iniciativas en materia de lucha contra el terrorismo cuentan con el apoyo de los ciudadanos europeos, quienes, por otra parte, han demostrado plenamente su solidaridad con las víctimas de los atentados, así como su deseo de contar con una respuesta de la UE. Para la elaboración de tal Estrategia de lucha contra el terrorismo, la Presidencia cuenta con el apoyo de sus socios, quienes aportan sus ideas en las reuniones de alto nivel, y el Parlamento Europeo, en particular, desempeña un papel fundamental.
La observancia del artículo 6 del Tratado de la Unión Europea es primordial para el Consejo, así como también lo es el cumplimiento de lo dispuesto en los demás artículos de los Tratados. La cooperación y el diálogo con terceros países son los pilares de la Estrategia de la UE de lucha contra el Terrorismo. Sólo en este primer semestre está previsto que se mantengan diálogos a tres bandas con Rusia, los Estados Unidos de América, Argelia y Marruecos; una prueba del deseo de potenciar el diálogo con estos países. La Unión Europea también mantiene un diálogo en materia de lucha antiterrorista con otros países y organizaciones internacionales.
Por otro lado, en lo que se refiere a nuestros socios mediterráneos, celebraremos nuestra habitual reunión ad hoc euromediterránea de expertos sobre el terrorismo, que nos brindará la oportunidad de mantener con nuestros socios mediterráneos una conversación más exhaustiva acerca de esta cuestión, primordial para la zona, y que se centrará en la aplicación de los aspectos prioritarios del Código de conducta euromediterráneo para la lucha contra el terrorismo.
Con relación a los Estados Unidos de América, cabe señalar que la Presidencia mantiene conversaciones periódicas con varios órganos y a los niveles más diversos sobre la lucha contra el terrorismo, en las que se abordan cuestiones como la radicalización y la captación de terroristas, además del uso de Internet por parte grupos extremistas, el análisis de la amenaza terrorista, la cooperación en foros internacionales y las asociaciones públicas y privadas para la lucha contra el terrorismo, concretamente en los ámbitos de la seguridad en materia de explosivos, la protección de infraestructuras críticas y la financiación del terrorismo, así como otras formas de cooperación entre las autoridades civiles y las policiales.
La Presidencia portuguesa tiene previsto organizar con los Estados Unidos un seminario sobre la aplicación de sanciones financieras contra el terrorismo. Ambas partes han sacado a colación, en varias ocasiones, la cuestión del respeto a los derechos humanos en la lucha contra el terrorismo, y la Presidencia considera que se trata de un diálogo fundamental para ambas partes en el que se ha de perseverar a toda costa.
Para terminar con este punto, señalaré que la consolidación de la libertad, la seguridad y la justicia con arreglo al Programa de la Haya y a su correspondiente Plan de acción es una de las principales prioridades del Programa común de dieciocho meses de la Presidencia alemana, la portuguesa y la eslovena. La lucha contra el terrorismo es uno de los principales retos que se plantean en ese sentido: las tres Presidencias mencionaron entre sus objetivos una mayor cooperación en la lucha contra el terrorismo mediante la aplicación de la Estrategia de la UE de Lucha contra el Terrorismo.
A continuación, si el señor Presidente me lo permite, desearía contestar la pregunta oral O-0053/07. También me gustaría comunicar al Parlamento que el Consejo de la Unión Europea lleva a cabo una evaluación periódica —como ya he dicho anteriormente— de la lucha contra el terrorismo; además, llevamos a cabo una evaluación anual de la Estrategia y el Plan de acción para luchar contra la radicalización y la captación de terroristas, así como evaluaciones semestrales de la Estrategia contra la financiación del terrorismo. El Consejo presentará en breve, por primera vez, un informe sobre la aplicación de la Estrategia de comunicación destinada a los medios de comunicación que fue aprobada en julio de 2006. Con arreglo a lo establecido en la Estrategia de Lucha contra el Terrorismo, durante cada Presidencia, se ha de celebrar una reunión de alto nivel sobre la lucha contra el terrorismo entre el Consejo, la Comisión y el Parlamento Europeo. Estas reuniones ya se han celebrado durante dos Presidencias: la austriaca y la alemana. El papel de los Parlamentos nacionales se verá reforzado por el nuevo Tratado que actualmente se está debatiendo en la Conferencia Intergubernamental. La aplicación de las medidas que ya han sido adoptadas es la principal cuestión prioritaria. El Consejo emplea varios mecanismos de evaluación, como la evaluación paritaria de las medidas antiterroristas nacionales por parte de la UE, la evaluación de la aplicación de la orden de detención europea, la evaluación del intercambio de información entre Europol y los Estados miembros y entre los Estados miembros, etc.
Ya se están analizando otras medidas, como el Programa europeo de protección de infraestructuras críticas, medidas relativas al Programa tecnológico para la biopreparación, etc. El Consejo ha organizado la evaluación del intercambio de información entre Europol y los Estados miembros y entre los Estados miembros. El Secretario General del Consejo, Javier Solana, está estudiando cómo la Secretaría General podría abordar esta evaluación del mejor modo posible. El mandato y las competencias del posible nuevo Coordinador también están siendo estudiadas.
Como todas las Instituciones, el Consejo debe atenerse al artículo 6 del Tratado de la Unión Europea, en el que se establece que la Unión se basa en los principios de libertad, democracia, respeto de los derechos humanos y de las libertades fundamentales y el Estado de Derecho. La promoción de esos valores es una de las prioridades de la UE. La Carta de los Derechos Fundamentales de la Unión Europea también recoge el compromiso de los Estados miembros con el respeto de los derechos fundamentales. Además, los Estados miembros de la Unión Europea, como miembros del Consejo de Europa, deben cumplir las obligaciones que dimanan del Convenio Europeo de Derechos Humanos.
La Agencia de los Derechos Fundamentales de la Unión Europea refuerza la capacidad de control y recopilación de datos de la UE y así potencia el máximo respeto de los derechos fundamentales. Los Estados miembros deben asegurarse de que las medidas que adopten para luchar contra el terrorismo sean coherentes con las obligaciones que hayan asumido en virtud de la legislación internacional, especialmente, la legislación internacional en materia de ayuda humanitaria, derechos humanos y refugiados.
Teniendo en cuenta que el Estado de Derecho, el buen gobierno y la protección de los derechos fundamentales son herramientas para la lucha contra el terrorismo, la Presidencia opina que la batalla antiterrorista debería librarse de tal forma que se respeten los derechos humanos. Se trata de un principio fundamental de la Estrategia de Lucha contra el Terrorismo que, como bien saben, el Consejo adoptó en diciembre de 2005.
A continuación, hablaré sobre la sentencia del Tribunal de Primera Instancia de las Comunidades Europeas de 12 de diciembre de 2006, a la que se alude en la pregunta. En primer lugar, me gustaría señalar que la sentencia en el asunto T-228/02, de 12 de diciembre de 2006, denominado «asunto OMPI» (Organisation des Modjahedines du Peuple d’Iran contra Consejo de la Unión Europea), no permite concluir que las prácticas de la UE relativas a las listas de terroristas violen la legislación comunitaria. De hecho, el Tribunal no falló en contra de las prácticas relativas a las listas de terroristas, sino que se limitó a considerar que algunos derechos y garantías fundamentales —entre ellos, el derecho de defensa, la obligación de motivación y el derecho a la tutela judicial efectiva— son plenamente aplicables, en principio, en el contexto de la adopción de una decisión comunitaria para la congelación de fondos en virtud del Reglamento (CE) nº 2580/2001.
En segundo lugar, se sabe que el Consejo ya había llevado a cabo sistemáticamente la debida revisión de sus procedimientos con relación a la lista de personas y entidades a la que es aplicable el citado Reglamento. El Consejo adoptó, concretamente, las siguientes medidas necesarias para la ejecución de la sentencia T-228/02: informó de la posibilidad de impugnar la decisión del Consejo ante el Tribunal de Primera Instancia de las Comunidades Europeas; señaló la posibilidad de remitir al Consejo una solicitud de revisión de la decisión de inclusión o mantenimiento en la lista, acompañada de los documentos justificantes pertinentes (las solicitudes son estudiadas en cuanto se reciben); comunicó a todas las personas, grupos y entidades a que fue posible los motivos de la decisión (en los demás casos, se informó a las personas, grupos y entidades interesadas mediante un anuncio publicado en el Diario Oficial de la Unión Europea) y, por lo menos una vez al semestre, lleva a cabo una revisión general de la lista, de acuerdo con los procedimientos descritos con anterioridad y teniendo siempre en cuenta cualquier información complementaria facilitada.
El Consejo también decidió crear un nuevo Grupo de trabajo —el Grupo «Posición Común 931»—, al que asignó el cometido de atender las solicitudes de inclusión en la lista y de exclusión de ella y preparar las revisiones periódicas de la lista por parte del Consejo. El mandato, los procedimientos prácticos y los métodos de trabajo de este nuevo Grupo de trabajo figuran en un documento público aprobado por el Consejo. Tal como se desprende de la respuesta anterior, todas las personas y entidades que figuran en la lista a la que es aplicable el Reglamento (CE) nº 2580/2001 reciben el mismo trato. El cometido y las competencias de las Instituciones son los establecidos en los Tratados. El Consejo adopta las medidas necesarias para la ejecución de las sentencias del Tribunal de Justicia, con arreglo a lo dispuesto en el artículo 233 del Tratado constitutivo de la Comunidad Europea. En cuanto al control del Parlamento sobre sus decisiones, el Consejo siempre sigue los procedimientos establecidos en los Tratados.
Cabe destacar que el Parlamento Europeo, con arreglo a lo dispuesto en el artículo 308 del Tratado constitutivo de la Comunidad Europea, fue consultado en el momento de la adopción del Reglamento (CE) nº 2580/2001. Muchas gracias por su atención.
(Aplausos)
Franco Frattini, Vicepresidente de la Comisión. − Señor Presidente, la Comisión sigue plenamente comprometida con la aplicación de la Estrategia de Lucha contra el Terrorismo de la UE, el Plan de acción, como acaba de decir el Consejo, aprobado en 2005. Nuestro objetivo político sigue siendo conseguir el equilibrio adecuado entre el derecho fundamental a la seguridad de los ciudadanos, que es, ante todo, el derecho a la vida, y los otros derechos fundamentales del individuo, como el derecho a la intimidad y los derechos procesales. Todas las fuentes indican que la amenaza de nuevos atentados terroristas sigue siendo grande. Las autoridades de nuestros Estados miembros han sido capaces de prevenir algunos atentados, algo por lo que tenemos que estarles muy agradecidos. Me refiero a España, Italia, Bélgica, Reino Unido y Alemania. Ayer, las autoridades danesas desmantelaron un grupo de terroristas jóvenes, también de nacionalidad danesa, que estaban preparando un atentado con bomba. El Ministro Espersen ha dicho que es el caso más grave de terrorismo en Dinamarca.
Esta mañana, hemos sabido que se ha detenido en Frankfurt a varios presuntos terroristas que, según el Ministro de Defensa alemán, iban a cometer un atentado inminente.
¿Creen ustedes que en todos estos casos no se han conseguido resultados? ¿No creen que detener en el último momento un atentado terrorista no es, en sí mismo, un resultado fantástico para Europa? Mi respuesta es «sí».
(Aplausos)
Así que no hay cabida para la complacencia, ni podemos bajar la guardia. Antes de nada, quiero aprovechar esta excelente oportunidad para informarles de un paquete de medidas que están preparando mis servicios y que será aprobado por la Comisión este otoño en estrecha cooperación con la Presidencia portuguesa. Estamos trabajando en el terreno de la prevención y la acción judicial. Este paquete estará constituido por un plan de acción europeo sobre la seguridad de los explosivos, una propuesta de modificación de la Decisión marco sobre el terrorismo, una serie de medidas para abordar el uso indebido de Internet con fines terroristas y una propuesta de política europea sobre registros de nombres de pasajeros. Además, incluirá un informe de evaluación de la aplicación de la Decisión marco sobre terrorismo por parte de los Estados miembros.
Haré un breve comentario acerca de cada uno de estos elementos.
El Plan de acción europeo en materia de explosivos es una continuación de la Comunicación de la Comisión en 2005 sobre el tema, y pretende responder a los reiterados llamamientos del Consejo Europeo y del Consejo de Ministros de Interior para mejorar la situación de los explosivos en Europa.
Recordarán, sin duda, que los atentados de Madrid se cometieron utilizando explosivos y detonadores que estaban a la venta en el mercado, lo que llevó a pedir una actuación de la UE en ese ámbito. Celebro poder informarles de que nuestros servicios han hecho un buen trabajo conjuntamente con muchas otras partes interesadas, entre ellos representantes del sector privado. He recibido lo que creo que será un informe pionero elaborado por un grupo de expertos del sector público y privado creado por mí, y que contiene en torno a 50 recomendaciones concretas para mejorar la seguridad de los explosivos, precursores y detonadores en toda la UE. Estas recomendaciones constituirán la base del Plan de acción europeo que debe aprobarse, como ya he dicho, antes de noviembre.
Algunas de las medidas que se propondrán en él son, por ejemplo, la creación de una base de datos europea de explosivos en Europol con enlaces a todos los servicios responsables en los Estados miembros, así como un sistema de alerta precoz, de manera que éstos últimos sean informados muy rápidamente, por ejemplo, cuando se roben explosivos o se descubra un nuevo modus operandi terrorista a través de fuentes fiables de información de los servicios de inteligencia.
Esto me lleva a pensar en Internet y en el uso indebido que los terroristas hacen de esta herramienta, que ha traído a nuestro mundo unas ventajas asombrosas. Todos sabemos que los terroristas disfrutan de las mismas ventajas de Internet que están a disposición de los ciudadanos de la calle, aunque en su caso, por ejemplo, para planificar los atentados o para divulgar mensajes que inciten expresamente a cometerlos.
Las ventajas del aprendizaje por Internet tampoco han escapado a la atención de los terroristas. Hay sitios web, por ejemplo, con información detallada e instrucciones de todo tipo sobre tácticas terroristas, incluida la producción de explosivos. La propuesta que acabo de mencionar se dirigirá a garantizar que estos tipos de conducta negativa y criminal se persigan en toda la UE.
Otro elemento de este paquete de medidas hace reerencia a la idea de la disponibilidad de una política europea sobre los registros de nombres de pasajeros. Se sigue reflexionando sobre los detalles de esta propuesta, pero la principal intención de la Comisión es conseguir que todos los Estados miembros creen tales registros, los traten y, cuando proceda, los intercambien con otros Estados. Hasta ahora, estos registros se han puesto en relación casi siempre con el mantenimiento de negociaciones para garantizar el correcto tratamiento de los datos de los ciudadanos europeos por parte de nuestros socios y aliados, sobre todo los Estados Unidos.
Creo que ha llegado el momento de cambiar en parte ese enfoque y dedicar recursos a la seguridad de la Unión Europea. La Unión Europea es un objetivo potencial de un atentado terrorista tanto como lo son los Estados Unidos y el uso y análisis del registro de nombres de pasajeros es una herramienta importante para vigilar la aplicación de la ley y proteger a nuestros ciudadanos, que merecen la misma protección que los ciudadanos de los Estados Unidos.
El elemento último del paquete es el segundo informe sobre la aplicación de la Decisión marco sobre la lucha contra el terrorismo. En él se incluirá también información sobre la situación en los nuevos Estados miembros que no estaba disponible en 2004 y comprenderán ustedes por qué.
Esto me lleva a la cuestión más general de la evaluación detallada y completa de todas las medidas de lucha contra el terrorismo aprobadas hasta ahora. Por supuesto, estoy a favor del principio de evaluación de la eficacia de las políticas. En el ámbito de las políticas de justicia, libertad y seguridad, en particular, puede que conozcan los trabajos en curso sobre el desarrollo de mecanismos de evaluación global. Yo estoy dispuesto a cooperar, como ya he hecho con el Parlamento Europeo y, en particular, con la Comisión de Libertades Civiles, Justicia y Asuntos de Interior, para evaluar las medidas existentes, como los acuerdos internacionales y europeos con nuestros socios internacionales. Pero permítanme dejar claro que mi objetivo es reforzar, no debilitar, nuestra capacidad de prevenir el terrorismo y juzgar a los terroristas con una mayor eficacia.
En cuanto al intercambio de información entre los Estados miembros y las instituciones europeas, estoy plenamente de acuerdo con que se trata de un aspecto fundamental de la lucha contra el terrorismo. Como saben, yo he trabajado en este ámbito. En los últimos años, he propuesto una serie de medidas relacionadas con la protección de datos en el tercer pilar, el principio de disponibilidad y la conservación de los datos de las comunicaciones electrónicas. Lamentablemente, salvo en lo que respecta a esta conservación de la información, todavía no se ha podido llegar a un acuerdo sobre tales propuestas en el Consejo, en particular en lo que atañe a la protección de datos en el tercer pilar. Pero seguiré tratando de que se aprueben y con la propuesta portuguesa hemos logrado, en principio, un acuerdo para tratar de conseguir la aprobación final de la decisión marco sobre protección de datos en el tercer pilar de aquí a diciembre.
Se dice a menudo que hace falta confianza mutua para una cooperación efectiva, sobre todo en la lucha contra el terrorismo. Mi opinión es que podemos promover la confianza principalmente de dos maneras. Primero, asegurando la existencia de un marco jurídico claro y adecuado que inspire confianza en que la información proporcionada será tratada de manera apropiada y, en segundo lugar, promoviendo el mayor número posible de experiencias internacionales compartidas, como actividades de formación conjuntas, para que las personas que trabajan sobre el terreno se conozcan y aprecien mutuamente.
En cuanto al Centro de Situación («SITCEN»), debo decir que ha ofrecido al Consejo, desde luego, un valioso análisis estratégico de la amenaza terrorista, y yo he conseguido establecer, con la cooperación con el señor Solana, una relación de trabajo muy estrecha en este campo. Ahora bien, no veo qué función cumple el SITCEN en el ámbito de la cooperación operativa; desde luego, no es una herramienta de coordinación de las investigaciones, puesto que su mandato se limita al tratamiento de datos no personales. Es ésa más bien una tarea propia de Europol y Eurojust. Creo que estas organizaciones deberían estar mejor dotadas para acometer esas tareas.
No debemos olvidar que la gran mayoría de nuestros ciudadanos – el 84 % según la última encuesta del Eurobarómetro − está claramente a favor de la acción de la UE en la lucha contra el terrorismo y la delincuencia organizada. Así que reforcemos Europol y Eurojust basándonos en ello.
Naturalmente, cualquier medida que adoptemos tiene que respetar el acervo en materia de derechos fundamentales y lo dispuesto en el artículo 6 del Tratado. Tengo la intención de remitir a los Estados miembros un cuestionario sobre las medidas antiterroristas que han adoptado, su eficacia y su relación con el marco de los derechos humanos. Estoy dispuesto a compartir con ustedes los datos y resultados de esta iniciativa.
Para terminar, creo que nuestra labor en la lucha contra el terrorismo requiere claramente una acción conjunta y la total dedicación del Consejo, el Parlamento y la Comisión. Estoy dispuesto a responder una vez más positivamente a las posibles invitaciones futuras de este Parlamento y de la Comisión de Libertades Civiles, Justicia y Asuntos de Interior, como he hecho desde mi nombramiento como Comisario.
(Aplausos)
OCUPA LA PRESIDENCIA: Manuel António DOS SANTOS Vicepresidente
Manfred Weber, en nombre del Grupo del PPE-DE. – (DE) Señor Presidente, señoras y señores, en su anterior intervención, el señor Catania afirmaba que los ciudadanos europeos temen que el Estado de Derecho se esté desintegrando. Los ciudadanos europeos leen en los periódicos de hoy la noticia del arresto en Dinamarca de unos terroristas que tenían previsto cometer atentados concretos. Alemania se ha despertado con la noticia de que tres terroristas habían estado planeando atentar contra el aeropuerto de Fráncfort del Meno. La población tiene miedo y está preocupada. El terrorismo ha provocado muertes y mucho sufrimiento en Europa. Nuestro cometido como políticos europeos es garantizar a los ciudadanos la seguridad que esperan.
¿Cuál ha sido la respuesta de Europa? Después de haber escuchado al Presidente en ejercicio del Consejo, he llegado a la conclusión de que nos encontramos en una situación de estancamiento y parálisis. Me siento decepcionado. Como bien sabemos, la red del terrorismo se ha extendido por toda Europa. La cooperación de las células se desarrolla a través de Internet y de diversos métodos. Los Ministros del Interior se ocupan de lo suyo a escala nacional y creen que tienen controlada la situación.
Yo también estoy a favor de llevar a cabo una evaluación y de poner a prueba las medidas que hemos aplicado hasta ahora, pero también necesitamos un nuevo impulso. Aún no hemos ganado la lucha contra el terrorismo. Tenemos que empezar de nuevo. Por eso, el Grupo del Partido Popular Europeo (Demócrata-Cristianos) y Demócratas Europeos apoya las iniciativas de la Comisión.
Teniendo en cuenta que el terrorismo atenta contra nuestra forma de vida, me gustaría subrayar que la lucha contra él constituye un desafío cultural. Por ejemplo, Europa defiende la igualdad de género; de ahí que en Europa no se toleren los matrimonios forzosos. Quienquiera que obligue a una joven a contraer matrimonio deberá ser castigado. Europa también defiende la tolerancia, y, por eso, no admitimos preconizadores del miedo ni su censura de las demás religiones. Soy partidario de expulsar de Europa a ese tipo de personas. Lo que yo les diría es que ningún dios está de acuerdo con el asesinato.
Ruego que aprovechemos el debate de hoy para brindar nuestro apoyo al Consejo y, sobre todo, a la Comisión, que ha presentado buenas propuestas, a fin de imprimir un nuevo impulso.
Jan Marinus Wiersma, en nombre del Grupo del PSE. – (NL) Señor Presidente, creo que es importante que hoy entablemos este debate. También es importante que el Parlamento formule preguntas acerca de los progresos de la cooperación entre los Estados miembros en la lucha contra el terrorismo, un asunto de enorme prioridad. Existen ciertas dudas acerca de si esa cooperación ha sido siempre satisfactoria o si la respuesta del Consejo ante la amenaza, que tantas veces se ha descrito hoy, ha sido siempre adecuada. Se ha hecho patente una falta de urgencia con respecto a los progresos del Consejo en una serie de cuestiones. Es asimismo importante la cuestión de la persona que sucederá a Gijs de Vries en el cargo de Coordinador para la lucha contra el terrorismo, que lleva varios meses vacante. También nos queda por saber qué ha sucedido con la respuesta del Consejo al Informe Fava, el exhaustivo informe del Parlamento acerca de la CIA y de ciertas prácticas que se han utilizado en la lucha contra el terrorismo. La cooperación no ha sido siempre como debería haber sido, a pesar de la formidable dedicación —debo insistir en ello— del Comisario Frattini, quien nos acaba de obsequiar con otra muestra de su enérgico planteamiento. Aunque, lógicamente, sus deseos y su capacidad de actuación están condicionados en parte y en última instancia a lo permitido por el Consejo.
Hoy me gustaría destacar una cuestión importante, a la que se han referido tanto el Comisario como el Presidente en ejercicio del Consejo; a saber: la radicalización y la captación. Debemos hallar la mejor manera de luchar contra la radicalización —esté motivada por la religión o por el extremismo de derechas— a escala europea, por medio de la cooperación entre los Estados miembros. Para ello, es importante que averigüemos cómo llegar a los jóvenes propensos a este tipo de radicalización. Se trata de un asunto prioritario tanto para el Consejo como para la Comisión, y el Parlamento también lo debatirá con mayor detalle dentro de poco.
Debemos intentar averiguar qué mueve a los jóvenes que, una vez radicalizados, a veces son captados para participar en actividades terroristas. Algunos motivos son la insatisfacción con su situación, el descontento con la coyuntura política internacional o con la polarización de su sociedad, la necesidad de una razón de ser y la frustración por la política mundial. La pobreza también puede ser un motivo. El análisis de todos esos motivos es fundamental para la adopción de una estrategia eficaz. La motivación de los jóvenes que han perpetrado atentados en Marruecos suele ser completamente distinta de la de aquéllos que lo han hecho en los Países Bajos, como, por ejemplo, el hombre que asesinó a Theo van Gogh. Debemos unir nuestros esfuerzos para encontrar argumentos disuasorios de la radicalización eficaces, así como para mejorar la situación, a fin de que los jóvenes no sean tan susceptibles de ser incitados a la radicalización y la violencia.
El primer reto sería conseguir que no aumentase el número de jóvenes radicales. Una política de represión sería idónea para este caso; a saber: enfrentarse a los instigadores a la violencia; hacer frente a las redes virtuales de Internet que incitan a los jóvenes al extremismo y contener las actividades de los grupos mediante una política preventiva. Si bien empezaría a aplicarse a escala local, también podría llevarse a la práctica a escala nacional y europea. Me gustaría destacar, a este respecto, las nuevas iniciativas anunciadas por el Gobierno neerlandés, a las que también se ha destinado una cantidad de fondos importante. Se emplearán a escala local, en los barrios, para hallar una estrategia de identificación de jóvenes propensos a la radicalización y a cuanto pudiera derivarse de ello.
Desearía sugerir que la Comisión se centrara en la experiencia de los Países Bajos y en la manera de extrapolar tal experiencia a otros Estados miembros. Cabe la posibilidad de que el Fondo comunitario para la integración también pueda utilizarse para promover algunas de estas actividades, para aportar a este ámbito el valor añadido de un planteamiento europeo. Me gustaría volver a preguntar al Comisario si él también podría estudiar la posibilidad de aplicar la experiencia de los Países Bajos a otros Estados miembros que se enfrentan a los mismos problemas, sobre todo en las grandes ciudades.
Graham Watson, en nombre del Grupo ALDE. –Señor Presidente, si nos remontamos apenas 2 000 años en el tiempo, recordaremos que en el otoño de 68 a. de JC., la única superpotencia del mundo sufrió un atentado terrorista cometido por una banda de piratas mal organizados y, presa del pánico, el Senado Romano concedió a Pompeyo, al menos según Plutarco, «autoridad absoluta y un poder ilimitado sobre todos» con la promulgación de la Lex Gabinia. Recurriendo al truco más viejo conocido, los militares acabaron con la libertad, la democracia y la Constitución de los asustados ciudadanos de Roma, con su consentimiento, y tuvieron que transcurrir 1 800 años para que resurgiera una democracia madura en Europa.
Ahora, una vez más, corremos el riesgo de que unas leyes que nos quitan nuestras libertades se nos cuelen por la puerta de atrás. Acojo con satisfacción las preguntas orales que han presentado hoy sus Señorías, incluyendo cuestiones muy concretas dirigidas al Consejo y a la Comisión.
No sostengo que las leyes contra el terrorismo sean innecesarias. La detención ayer de tres personas en Alemania y la detención esta mañana de otras tres en Dinamarca demuestran la amenaza constante que los terroristas representan para nuestra sociedad. Mi Grupo está unido en la creencia de que necesitamos una mayor cooperación judicial para que Europol y Eurojust sean lo más eficaces posible.
Hemos apoyado plenamente la orden de detención europea, confiando en que el Consejo establezca las garantías procesales mínimas. Nosotros somos partidarios de una FBI europea. Los Liberales y Demócratas no son blandos con la delincuencia. De hecho, nos asombra que el Consejo, dominado por el ala derecha, no haya sabido adoptar un enfoque coherente de una cuestión que es de orden público. Lo que nosotros decimos es que las leyes tienen que ser proporcionadas a las amenazas.
Y, en efecto, si la amenaza es tan grande, ¿por qué el Consejo no ha nombrado un nuevo Coordinador de la UE para la lucha contra el terrorismo desde que el anterior abandonó su puesto en marzo?
Señor Presidente en ejercicio, nos ha dicho usted que «está reflexionando sobre la mejor forma de garantizar la cooperación». Pues bien, los terroristas han tenido seis meses mientras usted reflexionaba. Nos ha dicho usted que «los Estados Unidos asumen un papel de liderazgo en la lucha contra el terrorismo». Nosotros queremos que la Unión Europea establezca su propia política. Nos ha dicho usted que el Parlamento Europeo desempeña, y cito textualmente, «un papel primordial», pero ese papel primordial resulta ser una reunión de cortesía celebrada una vez cada seis meses con el presidente de nuestra comisión.
Celebro que el Comisario Frattini se haya comprometido hoy a evaluar con el Parlamento la eficacia de la política de la Unión Europea y espero que la Presidencia del Consejo le acompañe en ese debate.
Desde el 9/11, hemos tenido una Estrategia de Lucha contra el Terrorismo, un Plan de acción, una Decisión marco y una serie de iniciativas para mejorar la cooperación. Ninguna de ellas han sido evaluadas a fondo y abiertamente, sobre todo por las instituciones democráticas de Europa. El Consejo y la Comisión deben implicar al Parlamento en una evaluación completa de todas las medidas adoptadas hasta la fecha.
Aquí, en el Parlamento, debemos insistir en que se introduzcan cláusulas de extinción para las leyes antiterroristas, de manera que la legislación que pueda favorecer los abusos no se mantenga más tiempo del necesario en el Derecho escrito vigente.
Ahora vamos a aprobar el tercer y último acuerdo sobre el registro de nombres de pasajeros, acuerdo que concede a perpetuidad ciertos derechos a cambio de unos beneficios inciertos. Mi Grupo pregunta si la seguridad exige realmente que el Gobierno de los Estados Unidos conozca nuestras preferencias dietéticas.
Comisario Frattini, nos ha dicho que el 85 % de los ciudadanos está claramente a favor de una acción europea. Señor Lobo Antunes, nos ha dicho usted que la Presidencia no duda de que estas medidas cuentan con el respaldo de los ciudadanos. ¿Es que ninguno de ustedes ha pasado por un aeropuerto este verano? ¿Es que no han oído a las mujeres jóvenes preguntar por qué se les tiene que confiscar la barra de labios antes de subir a un avión? ¿No han oído lamentarse con frustración a las señoras mayores cuando se les confisca el cortauñas? ¿No han oído comentarios irritados sobre cómo se están utilizando las leyes contra el terrorismo para obtener una ganancia comercial? El aeropuerto de mi localidad cobra ahora a cada pasajero 50 peniques por una bolsa de plástico en la que tienen que introducir la pasta de dientes. Algunos electores de mi circunscripción me han escrito contándome lo que les cobran por el agua embotellada en la zona de operaciones de los controles de seguridad.
La Lex Gabinia es un ejemplo clásico de una norma de consecuencias imprevistas, dados el grave perjuicio que causó a las instituciones que se suponía que debía proteger. Espero que las leyes antiterroristas de Europa no terminen haciendo lo mismo.
Karl Popper dijo en cierta ocasión: «Tenemos que pensar en la libertad y no sólo en la seguridad, por la sencilla razón de que sólo la libertad puede asegurarnos la seguridad».
(Aplausos)
Konrad Szymański, en nombre del Grupo UEN. – (PL) Señor Presidente, tras los trágicos acontecimientos de Nueva York, Madrid y Londres, nuestra capacidad de cooperación en materia de lucha antiterrorista ha aumentado, tanto en el contexto de la UE como en el transatlántico. Deberíamos seguir avanzando en esta dirección.
Nuestra preocupación por la intimidad y los derechos de los ciudadanos no debería utilizarse para justificar la paralización de medidas efectivas. Es un precio que hay que pagar por la seguridad en este ámbito. Lo que nuestros ciudadanos desean, por encima de todo, es seguridad.
También hace falta modificar el Derecho internacional. El terrorismo moderno ha dado pie a la aparición de un fenómeno desconocido hasta ahora: el del soldado apátrida. Su condición de apátrida dificulta la aplicación de los Convenios de Ginebra. Hemos de reconocer asimismo que no tiene sentido otorgar a los terroristas los derechos procesales propios de los procesos penales europeos y que eso resta eficacia a nuestra lucha contra este fenómeno.
Cem Özdemir, en nombre del Grupo Verts/ALE. – (DE) Señor Presidente, como ya se ha señalado repetidas veces, hoy hemos recibido la noticia del arresto de unos presuntos terroristas en Dinamarca y en Alemania. Esta noticia demuestra que la cuestión que nos ocupa no es un problema teórico, sino real. Por lo tanto, nuestro lema en este ámbito no puede seguir siendo «cuanto más, mejor», sino que debemos sustituirlo por medidas específicas coordinadas por toda Europa que, ante todo, den resultados y resulten útiles.
Esto me lleva al primer punto; a saber: la urgencia de un análisis global de las medidas que los Estados miembros han adoptado hasta la fecha. Celebro que, tal como ha anunciado el Comisario, se vaya a elaborar un cuestionario. Necesitamos esta evaluación, precisamente porque queremos convencer a los ciudadanos de la necesidad de adoptar medidas para luchar contra el terrorismo. No obstante, para poder hacerlo, tenemos que demostrar que son realmente eficaces.
Después de todo, queremos saber qué se ha conseguido hasta ahora en el ámbito de la lucha contra el terrorismo. En este sentido, nos interesa asimismo la lamentable negativa —mantenida hasta ahora— a adoptar una posición con respecto a los secuestros ilegales perpetrados por la CIA en Europa. También necesitamos respuestas al respecto. Me gustaría que quedase clara una cosa: las cárceles y extradiciones secretas a terceros países en los que se infligen torturas también están relacionadas con la lucha contra el terrorismo, concretamente, con su dimensión ética. No se debe descuidar la dimensión ética de la lucha contra el terrorismo, puesto que también debemos imponer ese aspecto si queremos tener éxito.
Algunos oradores han señalado la importancia de la participación del Parlamento Europeo en este debate. En mi opinión, la Presidencia del Consejo debe entender que la participación de los representantes del pueblo, libremente elegidos, es indispensable a efectos de aceptación. Desearía que la Presidencia del Consejo hiciera hincapié en este punto del debate. Como bien sabe el Presidente en ejercicio del Consejo, el Tribunal de Justicia de las Comunidades Europeas ha fallado en repetidas ocasiones que la lista de organizaciones terroristas de la UE viola tanto el Derecho comunitario como el internacional. Celebro los comentarios que hoy ha hecho al respecto. Sin embargo, también desearía saber si las evaluaciones anuales de las que ha hablado se facilitarán al Parlamento y a la Comisión de Libertades Civiles, Justicia y Asuntos de Interior. Al fin y al cabo, son necesarias para nuestro trabajo, para que podamos juzgar con rigor qué sucede con esta «lista de terroristas», en qué medida están garantizados el Estado de Derecho y el control parlamentario y hasta qué punto se puede garantizar que quienes figuren injustamente en la lista sean retirados de ella lo antes posible.
La cuestión del Coordinador de la UE para la lucha contra el terrorismo ya ha sido planteada. Queremos saber qué se pretende hacer con esta figura en el futuro. En principio, mi Grupo no está en contra de este tipo de coordinación europea. En teoría, tiene sentido consolidar las competencias en este ámbito y tratar de recopilar las experiencias adquiridas a escala nacional. No obstante, también queremos saber qué opina la Presidencia del Consejo sobre el trabajo realizado hasta la fecha por la unidad antiterrorista a escala europea. ¿Qué tipo de experiencias se han tenido? Mi pregunta para el Presidente en ejercicio del Consejo es, por tanto, la siguiente: ¿qué conclusiones ha sacado del trabajo realizado por el señor de Vries?
Tobias Pflüger, en nombre del Grupo GUE/NGL. – (DE) Señor Presidente, en mi opinión, este debate es sumamente importante para democracia en la Unión Europea. Merece la pena mirar atrás. Desde el 12 de septiembre de 2001, se está librando una «batalla» contra el terrorismo. Aquel día, la OTAN invocó la cláusula de defensa mutua, después de haber concluido erróneamente que los atentados de Nueva York y de Washington habían sido ataques militares. Quién sabe cómo se revoca ahora esa cláusula de defensa mutua. Ahora la «batalla contra el terrorismo» se está librando por todo el mundo, por ejemplo, en Afganistán, donde la situación cada vez se parece más a la de Iraq; y, entretanto, cada vez se invalidan más derechos fundamentales y civiles a escala nacional. En general, la situación podría describirse como un estado de excepción permanente.
La UE ha adoptado una Decisión marco sobre la lucha contra el terrorismo. En ella, se establece toda una serie de puntos que los Estados miembros de la UE y la propia UE están poniendo o van a poner en práctica.
Actualmente se observa una predisposición generalizada a la acción, sobre todo por parte del Ministro del Interior de Alemania, Wolfgang Schäuble, quien ahora todo lo califica de «terrorismo» y quien, a todas luces, está rebasando los límites de lo realmente necesario.
Después de lo sucedido en Londres, el escritor A.L. Kennedy hizo una observación sumamente interesante, que desearía repetir a continuación: «Nadie señala el hecho de que, por muy terrible que fuera el número de víctimas, en Bagdad se consideraría una cifra moderada la mayoría de los días. Nadie dice que, al decidir mandar a nuestros soldados a la guerra por intereses económicos, Tony Blair también puso en peligro a su país [...] Nadie hace notar que nuestros actos no han hecho sino incrementar el número y la intensidad de los atentados terroristas. Nadie advierte que incluso nosotros hemos justificado la tortura de presos alegando que es una forma de impedir atentados. Nadie señala que, para gran parte del mundo, nosotros somos los terroristas.» Eso es exactamente lo que se debe evitar; y, por eso, no se pueden seguir invalidando los derechos fundamentales y civiles.
Johannes Blokland, en nombre del Grupo IND/DEM. – (NL) Señor Presidente, me gustaría empezar expresando mi sincero agradecimiento al Presidente en ejercicio del Consejo y al Vicepresidente de la Comisión Europea por sus respuestas detalladas a nuestras preguntas. Me complace que este debate nos brinde la oportunidad de mirar hacia atrás para poder avanzar de nuevo. A la cabeza del debate se encuentra la cuestión de qué medidas se han adoptado para combatir el terrorismo y si han sido eficaces. La pregunta de si las medidas contradicen el Estado de Derecho democrático es si cabe más importante.
Hoy debemos votar sobre la modificación de las normas relativas al equipaje de mano en el transporte aéreo. El señor Watson ya ha hablado de ello. Esta votación pondrá fin —espero— a una medida controvertida. Las normas sobre los líquidos son ineficaces y provocan una gran oposición. Hemos de asegurar que la lucha contra el terrorismo no se convierta en una política de engaño. Desde el atentado de 2001 se ha recopilado una gran cantidad de información. Sin embargo, la recogida de datos debe llevar a un procesamiento de datos. Tras los atentados de Madrid y Londres, salió a la luz que los servicios de inteligencia sí que tenían datos a su disposición, pero no actuaron a tiempo. Puede que los datos estén disponibles, pero su aplicación sigue constituyendo un problema.
En los Países Bajos se ha publicado recientemente un libro sobre terrorismo y aquellos que lo combaten. Desde una perspectiva histórica, este libro justifica que la eficacia del terrorismo es limitada. Por otro lado, la lucha antiterrorista tiene en ocasiones unas repercusiones importantes en la sociedad y puede llegar a ser inconveniente. Los que combaten esta lacra pierden el apoyo moral de los ciudadanos en el transcurso de esta lucha, lo que repercute en beneficio de los terroristas. Por lo tanto, cuando adoptamos nuevas medidas, hemos de hallar un equilibro entre el Estado de Derecho y una lucha efectiva contra el terrorismo. La supervisión constituye un instrumento parlamentario legítimo a este respecto.
El ex-Coordinador de la UE para la lucha contra el terrorismo, Gijs de Vries, declaró que durante su experiencia ni un solo Estado miembro se mostró a favor de un cuerpo de policía o un servicio de seguridad europeos. Los Estados miembros desean que la seguridad siga gestionándose a nivel nacional. No obstante, todavía estamos tratando de organizar la cooperación europea. Un problema derivado de ello es la falta de control democrático de dicha cooperación. Los parlamentos naciones controlan sus propios servicios, pero no esta cooperación. ¿Qué piensa el Consejo sobre el hecho de informar coherente y regularmente al Parlamento Europeo? Con esto no me refiero a presentar sobre todo nuevas medidas para su aprobación, sino a contestar a las preguntas que se plantean ahora tan a menudo. Como ocurre con las comisiones parlamentarias de seguridad a escala nacional, debería permitirse que dichas reuniones tuvieran lugar a puerta cerrada. Me gustaría saber si el Consejo desea cooperar en ello.
Andreas Mölzer , en nombre del Grupo ITS. – (DE) Señor Presidente, los últimos informes de Dinamarca y Fráncfort del Meno en Alemania demuestran que la amenaza del terrorismo islamista no ha desaparecido. Sin embargo, estudios más recientes desvelan que tal amenaza viene menos de fuera —es decir, de Al Qaeda— que de jóvenes islamistas que viven en la propia Unión Europea y que son sensibles a la radicalización y, por consiguiente, susceptibles de convertirse en terroristas.
Los terroristas no aparecen de la nada; por eso, los potenciales perpetradores crecen en nuestras sociedades islamistas paralelas, con madrazas y predicadores que inculcan el odio, en particular, desempeñando un papel trascendental y catastrófico. Debido a la corrección política, a los pueblos indígenas de Europa se les etiqueta muy fácilmente de simpatizantes de la extrema derecha o incluso de racistas por el hecho de insistir en su cultura básica, mientras que los inmigrantes raramente se enfrentan a este problema. Con frecuencia se subestima a las sociedades islamistas paralelas que existen ahora en Europa.
El terrorismo suele tener sus raíces en los centros educativos. Luego continua en bandas juveniles y, tras esta radicalización, puede desembocar en ataques. Debemos limar las diferencias —diferencias provocadas por una tolerancia depositada en el lugar equivocado— en una sociedad como la nuestra en la que el terrorismo puede prosperar. Hemos de imponer límites; ciertamente no hay ninguna necesidad de que toleremos todo. Al cambiar nuestro estilo de vida tradicional y rechazar nuestra propia cultura, creamos el mejor caldo de cultivo para el terrorismo. Por consiguiente, es hora de que también Bruselas acepte que la visión multicultural está destruida y de que por fin vuelva a respaldar a la población indígena de Europa, en vez de desacreditarla constantemente bajo el pretexto de erradicar el racismo.
Jim Allister (NI). – Señor Presidente, me gustaría hacer simplemente dos observaciones en este importante debate. Primero, todos o casi todos nosotros podemos acudir a esta Cámara y deplorar y denunciar el terrorismo, por su carácter infame e injustificable en todas sus formas. ¿Pero hacemos siempre en la UE lo que predicamos?
Los acontecimientos de Frankfurt y de Dinamarca nos recuerdan que la amenaza del terrorismo está siempre presente. Si un Ministro de un Gobierno de la UE condenara las detenciones de esta mañana u otras futuras por oponerse a las consiguientes extradiciones, todos nos indignaríamos, porque el terrorismo es terrorismo y no se justifica con el paso del tiempo.
Aun así, en mi pequeño país, hace sólo unas semanas, pudimos ver cómo el Viceprimer Ministro, Martin McGuinness, que sabe más que nadie sobre la repugnante práctica del terrorismo, volvía a las andadas y atacaba con vehemencia la solicitud actual de extradición, cursada por el Gobierno alemán al amparo de una orden de detención europea, de un miembro del Ejército Republicano irlandés sospechoso de haber cometido un atentado con bomba hace mucho años en Alemania. Esa conducta es intolerable. Como lo fue la acogida por Irlanda de tres terroristas del IRA condenados en Colombia.
Por eso digo que a todos nos corresponde en Europa predicar con el ejemplo. No podemos quedarnos sólo con lo que nos guste en la lucha antiterrorista. Si estamos en contra del terrorismo, tenemos que estar en contra de todo él y actuar en consecuencia. Si estamos sinceramente a favor del Estado de Derecho, no podemos atacar y protestar contra los medios utilizados para garantizar la justicia internacional.
Mi segundo comentario es que la utilización del terrorismo activo por parte de ETA es un recordatorio oportuno de que rara vez el leopardo terrorista cambia sus manchas. Los que recurren al terrorismo tienen una forma de pensar amoral, capaz de cambiar por razones tácticas a un supuesto compromiso con los medios políticos si, en algún momento, eso sirve mejor a sus fines.
Todos debemos ser conscientes de ello y no cometer nunca el error de juzgar a los terroristas por el mismo rasero que nos aplicamos a nosotros.
Jaime Mayor Oreja (PPE-DE). – (ES) Señor Presidente, quiero comenzar diciendo que no se combate un fenómeno, el terrorismo. Se combate, en cada caso, una organización determinada, que tiene un proyecto político determinado y que tiene unos objetivos políticos concretos.
Por eso, hay que empezar sabiendo denominar la organización terrorista que uno tiene enfrente, y hoy la Unión Europea, fundamentalmente, como riesgo del futuro, tiene delante una organización terrorista yihadista, que no es un fenómeno, sino una organización que ya ha superado el temor y el miedo de realizar ataques y atentados en el seno de nuestro continente.
La diferencia entre esta organización y otras tradicionales que han golpeado, y golpean, la Unión Europea es que ésta sigue siendo una gran desconocida, porque desconocemos el ritmo de atentados y las razones de elección de los países, y porque tienen un sentido del tiempo marcadamente diferente del nuestro.
Por todo ello, y lo decía muy bien el Sr. Watson, la tarea de las instituciones de la Unión no es elaborar una relación exhaustiva de medidas, sino que es el momento de buscar los cimientos, los pilares e incluso el terreno de las instituciones europeas para desempeñar un papel en la lucha antiterrorista.
Hay que buscar la dirección. No se trata de enunciar medidas y más medidas en esta materia. Debemos entender que ese papel de las Instituciones de la Unión debe estar en lo que fundamentalmente necesitamos para combatir esta organización, que es inteligencia e información.
Por eso, antes que cualquier otra cosa, necesitamos un modelo europeo para combatir esta organización terrorista porque, de otra manera, en esa Europa de 2025, si la Unión Europea no es un valor añadido, no sirve y no es útil ni reconocible en su servicio a los europeos en esta lucha contra el terrorismo, éstos se preguntarán para qué sirve la Unión Europea.
Bárbara Dührkop Dührkop (PSE). – (ES) Señor Presidente, yo sí pienso que se ha dicho, hasta la saciedad, que el fenómeno del terrorismo —que, por cierto, son grupos clarísimamente reconocibles— no sólo es una cuestión europea, es una cuestión global, como ha dicho antes el Consejo, y necesitamos, sin lugar a dudas, respuestas globales y europeas.
Yo creo, y en vista de lo que ha dicho el señor Frattini sobre lo que ha pasado esta mañana en Fráncfort —lo he oído yo también—, que es el reto más importante, quizás, que tiene la Unión ante sí, porque afecta no sólo a la seguridad de los ciudadanos y su integridad física, sino que también pretende minar algo que es muy importante: pretende minar los valores de las sociedades democráticas. Y por ello es tan importante que la Unión Europea busque respuestas conjuntas.
Creo que esta pregunta oral del Parlamento demuestra el interés que tiene este Parlamento en progresar en esa lucha contra el terrorismo, pero también demuestra que tenemos inquietudes, porque el señor Watson ha dicho una gran batería de cosas que pueden ser aberraciones, dentro de las medidas que tomamos, porque ante todo tenemos también en esta lucha una responsabilidad democrática y de libertad que es muy importante y que no podemos olvidar.
Quería también decir que creo que las medidas son necesarias, así como todo lo que hemos hecho, y todo lo que el señor Frattini dice que nos va a venir, y la labor policial es efectivamente también muy importante, pero no es suficiente. Hay que reforzar también —opino— las políticas constructivas de integración y el diálogo entre diferentes culturas. La alianza de las civilizaciones creo que es un instrumento muy válido en la lucha contra el terrorismo.
Debemos seguir con las referencias que tenemos en Tampere y lo que hemos desarrollado después en La Haya para la consolidación de esto que decimos: el equilibrio entre libertad, seguridad y justicia.
El Parlamento Europeo, por ello, se apresuró a dar su voto positivo al Tratado de Prüm antes del verano. Esa posibilidad de intercambiar con agilidad y eficiencia información exacta es de capital importancia para lograr una cooperación internacional contra el terror.
Es verdad que decimos que hay que conciliar estos derechos de los ciudadanos y los humanos con la garantía de la seguridad. El Parlamento Europeo es determinante, pero, como dice el Consejo, efectivamente, hoy por hoy, este Parlamento no tiene ninguna palabra en todo lo que se hace en este ámbito.
Se toma la decisión en el Consejo por unanimidad o no se toma. Y por ello creo que esto debilita y frena el poder de la Unión Europea para poder responder a los nuevos desafíos. El Parlamento Europeo —y me parece que el señor Watson lo ha dicho con claridad— tiene sólo esa colaboración de cortesía y deberíamos ser la Asamblea democráticamente elegida los que tendríamos que tener posibilidades de tomar parte en las decisiones.
Nos felicitamos con la creación de la Agencia Europea para la protección de los derechos fundamentales y esperamos que esta Agencia pueda ejercer control justamente sobre todas las actividades de la Unión relativas a esta cooperación policial y judicial.
Quisiera aquí también subrayar que nuestro Grupo apoya al Coordinador de la Unión Europea para la lucha contra el terrorismo, sea quien vaya a ser, pero que sea pronto. Pero, eso sí, que no sea un tigre de papel, por favor, sino que tenga un mandato claro y reforzado.
Y, por último —y con eso termino—, creo que es de justicia señalar que la acción de la Unión Europea en la lucha contra el terrorismo y sus consecuencias debe incluir una dimensión esencial: el apoyo y la protección a las víctimas y a sus familias.
Sarah Ludford (ALDE). – Señor Presidente, siendo de Londres, no minimizo en modo alguno la amenaza terrorista. De hecho, los londinenses la hemos sufrido durante décadas, incluso en relación con el terrorismo del Ejército Republicano irlandés financiado en parte por Estados Unidos. La razón moral es un terreno precario.
Europol nos dice que el año pasado se cometieron en la UE casi 500 atentados terroristas. Por supuesto que se trata de una importante amenaza criminal, pero también lo son el narcotráfico, la trata de seres humanos y la corrupción. ¿Dónde está la acción del Consejo para insistir en que todos los Estados miembros firmen y ratifiquen el Convenio europeo sobre la lucha contra la trata de seres humanos? ¿Donde estuvo la protesta del Consejo cuando el Gobierno británico concluyó una importante investigación en enero de un caso de corrupción en el que estaba implicado el principal fabricante nacional de armas, BAE?
Sólo porque los Liberales cuestionemos la eficacia de la prohibición de llevar líquidos en los aviones frente a las molestias que ello ocasiona, o porque nos opongamos a la recogida masiva de datos personales, no significa que seamos blandos con el terrorismo. Ningún ámbito de la política debe escapar a la responsabilidad democrática.
Tuve el honor de ser Vicepresidenta de la Comisión de Investigación del Parlamento Europeo sobre las Entregas Extraordinarias y comparto la indignación que otros han expresado por el total silencio del Consejo ante nuestra conclusión de que muchos Estados miembros han sido cómplices de abusos masivos de los derechos humanos, de secuestro y de tortura.
El Consejo haría bien en poner orden en su propia casa antes de recortar las libertades civiles de los ciudadanos de la Unión. Los diputados al Parlamento Europeo no han sido informados sobre la aplicación de la Decisión marco sobre el terrorismo que se aprobó hace cinco años. ¿Hay algún Estado miembro que la haya incorporado plenamente a su legislación nacional? ¿Cuántos casos ha habido? ¿Cuántas investigaciones o condenas se han registrado? Sabemos que los distintos organismos, incluso dentro de un mismo Estado, no compartirán la información por problemas de celos, de luchas de poder y de guerras de influencias, por no hablar de la cooperación transfronteriza. ¿Por qué no hacemos que eso sea una prioridad, en lugar de legislar frenéticamente para arrebatarnos en todo momento la intimidad?
Hay también mucha incoherencia en la lucha contra el radicalismo. Este es un tema importante, que implica además la integración de la gran mayoría de musulmanes moderados, y todavía hay partes de la UE en las que existen grandes dificultades para la construcción de mezquitas. ¿Por qué no pensamos en eso?
El señor Szymański ha expresado una opinión propia de la extrema derecha y es que no podemos pagar un precio demasiado alto por la seguridad. No podría estar más en desacuerdo con eso. ¿No es lo que dijeron los comunistas para justificar su represión? En lugar de cambiar demasiada libertad por seguridad, fijémonos en lo que realmente da resultado: unas investigaciones bien enfocadas y una vigilancia policial dirigida por los servicios de inteligencia. Esa es la forma de mantener la cooperación y la confianza de los ciudadanos.
Mario Borghezio (UEN). – (IT) Señor Presidente, señoras y señores, el 11 de septiembre muchos movimientos democráticos con una base católica o cristiana organizaron en Bruselas una manifestación en contra del terrorismo islamista y en memoria de las víctimas del 11 de septiembre, pero el Alcalde socialista de Bruselas la prohibió por razones deleznables relacionadas con la política interior.
Esto envía señales negativas sobre el terrorismo. Sin embargo, es aún más grave que un Primer Ministro, Romano Prodi, y un Ministro de Asuntos Exteriores, el señor D’Alema, se manifiesten a favor de los terroristas de Hamás. En lugar de eso, las señales políticas enviadas por Europa deberían estar unidas contra el terrorismo islamista y nosotros deberíamos oponernos conjuntamente a aquellos que predican en las mezquitas contra nosotros y nuestra seguridad.
Acojo satisfactoriamente la declaración del Comisario de que los ciudadanos europeos han de estar más protegidos y sentirse seguros, al menos tanto como los de los Estados Unidos, y eso es, por tanto, necesario para reforzar las relaciones transatlánticas. A pesar de ello, le pregunto, señor Frattini, sobre el peligro inminente de los actos terroristas perpetrados haciendo uso de armas bacteriológicas, por ejemplo —Dios no lo quiera—, o nucleares: ¿estamos preparados? La Europa meridional resultó no estar preparada para la amenaza de los incendios; pero ahora me parece que debemos hacer más, mucho más. Le deseo éxito en su trabajo, señor Frattini.
Kyriacos Triantaphyllidis (GUE/NGL). – (EL) Señor Presidente, permítame comenzar señalando que los esfuerzos de años anteriores por que el terrorismo constituyera el tema de un proyecto clave y una prioridad para la Unión Europea han sido en vano.
Los servicios secretos de los Estados Unidos podrán controlar todas las llamadas telefónicas, la actividad en Internet y el correo electrónico de cualquier servidor con sede en los Estados Unidos sin restricción alguna. Esta iniciativa representa, sin embargo, otro intento por adquirir el control general y vigilar a los ciudadanos de todo el mundo, y desgraciadamente la UE lo ha consentido adoptando medidas que han resultado ser un estorbo para su propio desarrollo. Una gran parte del presupuesto comunitario se asigna al establecimiento y refuerzo de las agencias de policía, las operaciones militares, la creación de instalaciones para la detención de inmigrantes, etc.
Particularmente, desearía mencionar la recopilación de listas de terroristas. Dichas listas no están sujetas ni a un control legislativo democrático o institucional ni a un procedimiento de supervisión o recurso jurisdiccional. Incluso tras la resolución del Tribunal de Justicia Europeo de 12 de diciembre de 2006, en su sentencia acerca de la deficiencia de los controles y la inaplicación de las medidas necesarias para proteger los derechos humanos, la Unión Europea sólo introdujo cambios superficiales.
Los problemas fundamentales persisten. Los Estados miembros no están obligados a presentar pruebas con respecto a las personas que proponen incluir en la lista, mientras que —lo que es todavía más peligroso— la propia Comisión sigue encargándose de añadir y quitar nombres de personas u organizaciones de la lista. En otras palabras, señor Presidente, la Comisión sigue siendo juez, jurado y verdugo.
Koenraad Dillen (ITS). – (NL) Señor Presidente, constato, a mi pesar, que gran parte de los presentes en este hemiciclo está rehuyendo, una vez más, llamar a las cosas por su nombre. Aunque no nos guste, la incómoda realidad es que el terrorismo internacional es pura y llanamente una guerra que los extremistas islámicos han declarado a Occidente y a Europa. Hemos de tener el valor de reconocer que el enemigo ya está dentro de nuestras murallas. Las redes de la Yihad están operando en Europa y las mezquitas están llamando a los fieles a la Guerra Santa contra nuestra sociedad abierta. Ayer justo recibimos otra ilustración al respecto de Dinamarca. Por lo tanto, la necesidad de medidas globales contra el caballo de Troya islámico nunca ha sido mayor. Después de todo, tenemos el derecho y la responsabilidad de defender los valores de nuestra sociedad abierta.
Pero ¿lo estamos haciendo? Como mi colega, el señor Borghezio, acaba de decir, una expresión típica de la cobardía europea es la decisión de Freddy Thielemans, el Alcalde socialista de Bruselas, de prohibir la marcha en contra de la creciente islamización de Europa prevista para el martes 11 de septiembre, argumentando que podría percibirse como un desaire al electorado cada vez mayor perteneciente a la comunidad islámica. Europa trata de extender los valores de una sociedad abierta —principalmente la libertad de expresión— por todo el mundo, mientras que amordaza a los defensores de los mismos valores en su propia capital oficial. Esto dice mucho de este Parlamento, que no adopta ninguna posición clara en este sentido.
Timothy Kirkhope (PPE-DE). – Señor Presidente, este debate trata de la seguridad de nuestros ciudadanos y del mantenimiento de nuestro modo de vida, nuestra democracia liberal, el Estado de Derecho y la defensa de la libertad.
El terrorismo ataca al mismo corazón de cada una de estas cosas. En todas sus formas, el terrorismo se define como la lucha entre el bien y el mal, y hemos de permanecer alerta. En Gran Bretaña tuvimos que abordar el problema del IRA durante tres decenios. Más recientemente, sufrimos los ataques suicidas y los intentos de matanza en Glasgow.
Mis colegas de España luchan contra la fatídica campaña de terror de ETA. Tienen todo nuestro apoyo en su valiente respuesta. Abordar la radicalización constituye un reto importante, pero vivimos en un mundo donde la amenaza terrorista está constantemente cambiando y haciéndose cada vez más sofisticada. Las democracias del mundo han de permanecer alerta, compartir la información más eficazmente y estar preparados para pasar a la acción dura.
El terrorismo es un acto de guerra contra el tejido de nuestra sociedad a manos de criminales y asesinos que detestan nuestra democracia liberal y libertad. Los grupos terroristas han de ilegalizarse y debería perseguirse a aquellos que comenten actos violentos, inciten al terrorismo o socorran a los terroristas. Por lo que se refiere a las medidas que los Estados miembros de la UE pueden adoptar juntos, el pasado fin de semana vimos cómo se arrestaba a fabricantes de bombas de ETA. Esto demuestra que la investigación conjunta constituye un valor añadido para la lucha antiterrorista.
Hoy votamos sobre las restricciones de la UE a los líquidos que pueden llevar los pasajeros en los aviones. La seguridad de los ciudadanos que se desplazan ha de ser nuestra principal preocupación —la nuestra propia, la de los gobiernos, los operadores de los aeropuertos y las compañías aéreas—. Sin embargo, como ocurre con toda la legislación, las mejoras pueden aplicarse a la luz de la experiencia y yo considero que ha llegado el momento de proceder a una revisión de cómo está funcionando.
Al mismo tiempo, deberíamos confiar fundamentalmente en la información disponible para asistir a legisladores como nosotros en la determinación de la naturaleza y el alcance de la amenaza actual. Aplaudo las propuestas del Comisario Frattini, que son positivas en ese sentido.
Constato que hay un equilibrio delicado, pero, en cualquier caso, debemos hacer todo lo que esté en nuestras manos por proteger a los ciudadanos del mal y de los intentos homicidas del terrorismo.
Claudio Fava (PSE). – (IT) Señor Presidente, señoras y señores, en mi opinión, este debate nos está permitiendo, en efecto, hacer balance, pero también superar algunos errores peligrosos, un primer error. Estamos debatiendo una Estrategia de Lucha contra el Terrorismo, no contra el Islam, y limitar las causas del terrorismo simplemente al fundamentalismo islámico sería una solución bastante superficial, una interpretación bastante simplista. Del mismo modo, algunas expresiones que acabo de escuchar me preocupan: ¡las mezquitas traen la guerra a nuestras sociedades! Se trata de opiniones muy generalizadoras, violentas y groseras. Imagínense que mañana en Turquía un diputado se levantara en el Parlamento turco y dijera: «las iglesias cristianas traen la guerra a nuestra sociedad» —¿cuál sería la reacción indignada de este Parlamento?—.
También me gustaría formular una sugerencia al señor Frattini: sabemos que la represión es absolutamente fundamental, al igual que la prevención. Sin embargo, pienso que los cálculos han de efectuarse sobre la base no de presuntos terroristas, sino de verdaderos terroristas declarados culpables. Resultaría útil que se controlara o realizara algún trabajo de reconocimiento sobre cuántos terroristas sospechosos se han arrestado a lo largo de los últimos años en nuestros países y posteriormente han sido puestos en libertad.
Hemos recibido varias reacciones del Consejo, pero algunas de ellas eran respuestas parciales. Desearía centrarme aquí en tres puntos que necesitamos estudiar más a fondo: nos parece que no está muy claro cuál debería ser el papel de este Parlamento y cómo deberá relacionarse íntimamente con esta Estrategia comunitaria. Consideramos —y esto ya lo han señalado otros diputados— que una reunión semestral entre el vicepresidente y el presidente de la Comisión de Libertades Civiles, Justicia y Asuntos de Interior y el Consejo es insuficiente. Consideramos igualmente que se requiere una calidad y nivel de consenso que no puede limitarse a estas reuniones formales y ritualistas.
Tampoco parece que esté claro qué pasará con las funciones del Coordinador de la UE para la lucha contra el terrorismo. Se nos ha explicado que esta función está vinculada primordialmente a la elaboración de evaluaciones estratégicas y a la divulgación de información. Cuando nuestra comisión tuvo la oportunidad de hablar con el señor de Vries, se nos admitió que dicha función estaba totalmente desprovista de contenido e instrumentos. En ese caso, opino que nada puede resultar más perjudicial que una función institucional que no cuenta con los instrumentos con los que ejercerse o dar cuenta de sí misma.
Por ultimo, señor Presidente, no está tampoco claro qué posición adoptará la Presidencia portuguesa sobre la cooperación euro-atlántica. Me gustaría volver a la muy simple y sincera petición contenida en nuestra pregunta. La pregunta era si la cooperación se llevará a cabo con métodos que respeten el artículo 6 del Tratado, como recomendó este Parlamento al término de la investigación sobre la CIA. Necesitamos una respuesta clara. Una Estrategia conjunta tendrá sentido si incluye el pleno respeto a los derechos fundamentales de los ciudadanos, pero éste no ha sido siempre el caso.
Acogemos positivamente la iniciativa del Vicepresidente Frattini sobre una encuesta que se distribuirá entre los Estados miembros para averiguar de qué instrumentos han dispuesto y qué resultados se ha obtenido con ellos, incluido en lo que se refiere al respeto de los derechos fundamentales de los ciudadanos. Sin embargo, sobre este punto querríamos hacerle saber que este Parlamento pretende promover un seguimiento de las conclusiones de la comisión de investigación sobre la CIA y plantear la pregunta oficial: ¿qué medidas han adoptado el Consejo y la Comisión con respecto a las numerosas peticiones realizadas en estos informes?
Señor Presidente, en conclusión, considero que puedo decir que combatir el terrorismo requiere un alto grado de consenso social y que hemos de estar alerta en lo referente a los principios expuestos en el artículo 6 del Tratado. La única forma de garantizar este consenso es evitando los abusos y la simplificación.
Sophia in 't Veld (ALDE). – (NL) Señor Presidente, la democracia, los derechos civiles y el Estado de Derecho son cosas que aprecio en gran medida, como lo son mi propia vida y la de mis conciudadanos europeos. Hablar de sacrificar una cosa por otra constituye un sinsentido peligroso. Debemos oponernos a los enemigos de la democracia; con ello me refiero a los terroristas, pero también a la amenaza de la democracia que supone un poder estatal excesivo y la exclusión del control democrático. Una y otra vez oímos al Consejo, y en menor grado a la Comisión, hablar de los derechos fundamentales, los derechos humanos y la democracia, pero todo esto suena a falso cuando nos enteramos de que el control público sobre los ciudadanos está aumentando rápidamente. Ahora se conoce cada íntimo detalle de nuestras vidas privadas. Por el contrario, los ciudadanos tienen cada vez menos control sobre el Estado.
Lo que es peor, las autoridades nacionales y el Consejo se niegan a responsabilizarse de ello. Me gustaría que el Consejo nos explicara, por ejemplo, cómo están las cosas con respecto al Grupo de Contacto de Alto Nivel que se ocupa de las negociaciones con los Estados Unidos en lo relativo a la transferencia de nuestros datos personales. Siempre nos cuentan que se trata de conversaciones exploratorias, pero parece que los EE.UU. piensan que ya estamos preparados para firmar un acuerdo. ¿Cuál es la verdadera situación, señor Presidente en ejercicio del Consejo? ¿Cuál es el mandato de los negociadores? Y ¿cuál es el tema de las negociaciones? Esto se debatió en Lisboa el 19 y el 20 de julio. ¿Por qué no se está informando sobre esto a los parlamentos nacionales y al PE, que representa a los ciudadanos europeos?
Otro ejemplo es la reciente Foreign Intelligence Surveillance Act (Ley de vigilancia de la información exterior estadounidense). El señor Watson y yo hemos planteado varias preguntas al respecto. Es una ley que permite a los EE.UU. controlar prácticamente todas las comunicaciones, llamadas telefónicas y mensajes electrónicos intercambiados dentro de Europa. ¿Por qué dice el Consejo que esto no tiene nada que ver con él? ¿No tiene el Consejo ninguna responsabilidad en relación con la protección de la intimidad de los ciudadanos europeos?
El tercer ejemplo es el registro de nombres de los pasajeros. Ya hemos debatido este tema miles de veces. La tinta apenas se había secado cuando los EE.UU. retiraron el único elemento positivo del acuerdo: la aplicación de su Privacy Act o Ley de confidencialidad a los ciudadanos europeos. La Comisión dice que se va a introducir un sistema europeo de registro de nombres de los pasajeros, pero ¿se ha realizado ya una evaluación de los resultados del programa estadounidense en cuestión? Me complace que el Comisario diga que se efectuará una evaluación que cubra no sólo la aplicación, sino también los resultados de la política antiterrorista y las repercusiones sobre los derechos fundamentales, ya que hace mucho que se precisa.
Resulta interesante cómo, cuando uno critica o plantea cuestiones críticas sobre la política antiterrorista, a menudo se encuentra con que se le tilda de antiamericano. Sin embargo, en realidad son los propios estadounidenses quienes plantean las preguntas críticas y quienes han llevado a cabo evaluaciones globales en los últimos meses y están cuestionando la eficacia de estas medidas. Por lo tanto, en vez de imitarles adoptando la mala política de Estados Unidos, Europa ha de formular una política correcta y unirse a ellos para considerar qué es necesario y qué no.
Paul Marie Coûteaux (IND/DEM). – (FR) Señor Presidente, es obvio que no estoy en contra de las letanías de buenos sentimientos, encantamientos y deseos píos que dominan este debate, pero no veo que éstas contengan el tipo de objetividad que creo que es necesaria para comprender un fenómeno que ha pasado a ocupar nuestras mentes muy abruptamente; tan abruptamente que ni nos molestamos en determinar sus causas y sus consecuencias. Señoras y señores, ¿qué es la política, si no la determinación paciente de las causas y las consecuencias de los acontecimientos inmediatos?
Se están instalando horribles sistemas de videovigilancia en todas partes, en lugares públicos e incluso en las calles. ¿Por qué? Para luchar contra el terrorismo. Recopilamos fichas de nuestros ciudadanos, desarrollamos los servicios policiales e, incluso, a veces, la policía secreta. ¿Por qué? Para luchar contra el terrorismo. Volvemos a instaurar la tortura. ¿Por qué? Para luchar contra el terrorismo. Modificamos las leyes y, cada vez más, las desobedecemos, desobedecemos incluso los derechos fundamentales de los ciudadanos, que se supone que han sustituido a la Biblia. ¿Por qué? Para luchar contra el terrorismo. Instalamos barreras antimisiles en todas partes, incluso en países como la República Checa, para el disgusto de sus ciudadanos que, de todas maneras, nunca han sufrido el terrorismo, todo ello en nombre de la lucha contra el terrorismo. En pocas palabras, dividimos a las naciones, creamos desconfianza entre los pueblos y, principalmente, los atemorizamos, que es lo que ha ocurrido en las naciones europeas, desgraciadamente, tanto en la Europa oriental como en la occidental. ¿Por qué? Para luchar contra el terrorismo.
Señoras y señores, aceptemos que no es el terrorismo la cuestión que ocupa nuestras mentes, sino la lucha contra el terrorismo. Es un velo insidioso que cubre nuestra visión, y ni siquiera alcanzamos a verlo. Por supuesto, no niego la vileza de los ataques ocurridos en nuestros países, en España y el Reino Unido. Sin embargo, estos ejemplos son muy elocuentes; el terrorismo atacó en estos países porque habían apoyado un acto de guerra: la invasión de un Estado soberano. Además, no temo decir que lo que ocurrió en Irak no fue tanto una respuesta al terrorismo como otra forme de terrorismo secular y bárbaro que hizo aumentar aún más la tensión internacional.
Ciertamente, el terrorismo es la consecuencia del gran desequilibrio existente en el mundo, que está dominado por un imperio que, al igual que todos los imperios del mundo, niega las fronteras y a las personas con la finalidad de crear, en todas partes, un mundo unidimensional, uniforme, concentrado obsesiva y únicamente en el valor de las mercancías. Un mundo tan sofocante y violento para la diversidad de los diferentes pueblos que sólo permite otra respuesta violenta, igualmente inaceptable: el terror.
Debemos tener la valentía de pensar realmente en ello. El terrorismo quizás sea principalmente la consecuencia de este nuevo imperativo categórico impuesto por las fuerzas del mercado y que está contenido en su lógica: la eliminación de las fronteras. No es únicamente la abolición de las fronteras, la moda de lo transfronterizo, lo que está borrando la diversidad del mundo y enfureciendo a las personas que quieren mantenerla, sino que la propia desaparición de las fronteras favorece las maquinaciones de las bandas. Señoras y señores, tal vez deberíamos incluir este punto en el debate sobre la lucha contra el terrorismo.
Ryszard Czarnecki (UEN). – (PL) Señor Presidente, la realidad de la antigua Europa era Aníbal ante portas. La realidad de la Europa moderna es el terrorismo ante portas o a las puertas. Ya hace un año que el Parlamento Europeo entabló formalmente un debate interinstitucional. Esto es positivo, especialmente porque Europa sigue verdaderamente sufriendo los ataques terroristas y sin duda seguirá haciéndolo en el futuro. Estamos hablando de imponer límites reales a la posibilidad de que estos ataques se perpetren.
Por lo tanto, es acertado que queramos saber qué Estados miembros no han introducido las medidas antiterroristas, medidas que se establecieron previamente. Esto ha de estar claro con el fin de asegurar que las sociedades no se despiertan conmocionadas justo después de que se haya producido un ataque en sus países. Del mismo modo, deseamos conocer las razones reales de la dimisión del Coordinador de la UE para la lucha contra el terrorismo, el señor de Vries. ¿Estuvo motivada por las disputas sobre competencias?
El terrorismo no es una abstracción, sino algo muy real. Hablo en calidad de representante de un país cuyas fuerzas armadas están involucradas en las Guerras de Iraq y Afganistán. Para mi país, que no cuenta con experiencia en ataques terroristas, el terrorismo representa, sin embargo, un reto.
OCUPA LA PRESIDENCIA: Luisa MORGATINI Vicepresidenta
Miguel Portas (GUE/NGL). – (PT) Tras haber escuchado atentamente las palabras del Consejo y la Comisión, he de decir que estoy convencido de que volveremos a tener este debate —con exactamente los mismos términos que en éste— en el plazo de pocos meses porque, a los ojos del señor Lobo Antunes y del Comisario Frattini, todo lo que se ha hecho, se ha hecho bien; no se ha cometido ningún error y ninguna evaluación revelará lo contrario. Seguimos escuchando lo mismo una y otra vez; éste es el principal problema: ¡están equivocados! Mientras que se continúe abordando el terrorismo como un problema que entra dentro del ámbito de competencia de la policía y los servicios de información, nos estaremos desviando del asunto central.
Hoy en día el terrorismo está íntimamente relacionado con los principios políticos simétricos que fomentan la lucha entre civilizaciones y la guerra, y, en este sentido, nuestro silencio resulta ensordecedor. Por ejemplo, el Comisario Frattini está anunciando medidas para el control de explosivos justo en el momento en el que la Guerra de Iraq se ha convertido en un negocio privado por valor de millones de dólares y cuando los Estados Unidos están externalizando la recopilación y el procesamiento de información clasificada.
¿Controlar los explosivos? Yo conozco una forma: nacionalizando su fabricación y comercio. Es la única manera de evitar que el terrorismo y el antiterrorismo se conviertan en dos caras de la misma moneda: hacer de la vida y la muerte un negocio.
Viorica-Pompilia-Georgeta Moisuc (ITS). – (RO) Señora Presidenta, el terrorismo constituye un fenómeno complejo con una larga historia, que se plasma en varias formas: desde los movimientos subversivos que aspiran a suprimir la soberanía de los Estados y el orden interno desencadenando guerras civiles, a los atentados, asesinatos y pogromos. Ésta es la razón por la que este asunto debería abordarse de un modo realista con responsabilidad; especialistas de diversos ámbitos deberían participar en los debates relacionados.
En los atentados terroristas del 11-S, las decenas de miles de víctimas y el inmenso daño provocado instan a la sociedad, las instituciones y los Estados europeos a adoptar medidas concertadas, sistemáticas y permanentes en varios ejes, algunos de los cuales me gustaría recordarles:
1. buscar objetivamente las causas de este fenómeno y su mejora constante;
2. descubrir los recursos financieros para los actos terroristas y las redes financieras y políticas transnacionales;
3. determinar la relación entre el terrorismo per se, la política de armas y las guerras para captar fuentes de materias primas estratégicas, con el pretexto de luchar contra el terrorismo.
Ningún planteamiento unilateral de este asunto del terrorismo contribuye a averiguar la verdad sobre ello y a erradicar este fenómeno transnacional tan peligroso.
Antonio Tajani (PPE-DE). – (IT) Señora Presidenta, señoras y señores, combatir el terrorismo debe seguir siendo una de las principales prioridades de la Unión. No hay duda de que necesitamos medidas eficaces, persistentes y coordinadas para evitar y luchar contra el terrorismo y por eso son bienvenidas las propuestas presentadas por el señor Frattini en esta Cámara.
En primer lugar, no deberíamos cometer el error de bajar la guardia cuando el terrorismo internacional golpea lejos de Europa. Desgraciadamente, la amenaza del fundamentalismo islamista no ha disminuido, incluso cuando los ataques tienen lugar lejos de nuestras fronteras.
Las acciones coordinadas implican, sobre todo, cooperación dentro de la UE, al igual que unos vínculos fuertes con los Estados Unidos: cortarlos en la lucha contra el terrorismo sería un error extremadamente grave, que causaría un gran daño a la población de la Unión Europea en su conjunto. Sin embargo, también se deberían entablar vínculos con los países árabes moderados, incluidos aquellos en el punto de mira de Al Qaeda.
Europa ha de adoptar un papel protagonista en estas medidas para evitar y combatir el terrorismo, pero debe garantizar que una acción significativa prevalezca sobre las maniobras burocráticas. Desgraciadamente es más fácil establecer controles estrictos sobre los botes de desodorante que no se transportan dentro de bolsas de plástico apropiadas que sobre los terroristas que se han infiltrado como inmigrantes ilegales. Por lo tanto, reitero que una acción fuerte por parte de la Comisión Europea y el Consejo será acogida de buen grado.
No obstante, la lucha contra el terrorismo también debería llevarse a cabo a través de iniciativas políticas con objeto de obtener por fin una solución a la crisis israelopalestina, que implique el nacimiento del Estado palestino y la seguridad garantizada para el Estado de Israel, sin concesiones de por medio a las organizaciones fundamentalistas disfrazadas de grupos políticos —me refiero a Hamás y a Hezbolá—.
Sin embargo, en la lucha contra el terrorismo no deberíamos olvidar que en Europa, junto con los peligros del elemento islamista, existe una peligrosa red de grupos armados asociados a movimientos políticos internos y separatistas. Europa —y concluyo aquí— tampoco ha de bajar la guardia en este frente. Los acontecimientos que tuvieron lugar en España nos demuestran que cada vez que la bajamos o elegimos el camino de la negociación, el terrorismo vuelve al ataque.
Michael Cashman (PSE). – Señora Presidenta, apruebo las respuestas del Comisario Frattini y del Presidente en ejercicio del Consejo. La realidad es que en esta Cámara nos permitimos el lujo de hablar por hablar, pero, en efecto, tanto en el Gobierno como en la Comisión, ustedes han de tomar medidas, medidas para evitar los atentados terroristas: ataques terroristas inimaginables, que son reales y que se están planeando actualmente. La realidad de la política es que si no tomaran medidas, los mismos diputados de esta Cámara que les critican por actuar, les criticarían por no hacer nada.
Por consiguiente, acojo con satisfacción la Estrategia y el hecho de que la revisaremos. Además, lo que tenemos que hacer, como se ha dicho antes, es atacar las raíces del terrorismo, que residen en la desesperanza y la desesperación, en la pobreza y en la predicación del odio. Permítanme decir de un modo bastante claro e inequívoco que aquellos que propugnan una causa, una tradición o una religión para justificar sus actos terroristas socavan su ideología, religión, causa y tradición.
Ahora necesitamos ante todo actuar como 27 Estados miembros —no separadamente— y junto a nuestros aliados, incluidos los Estados Unidos, que no suponen un problema. Los ataques a ese país no ocurrieron el 11 de septiembre, sino antes, y un ataque a uno de los nuestros podría decirse que es un ataque a todos nosotros.
Ignasi Guardans Cambó (ALDE). – Señora Presidenta, todos reconocemos la amenaza terrorista y debemos seguir reaccionando ante ella, sin traicionar a quienes y lo que somos. Somos una sociedad democrática, que se rige por el Estado de Derecho. Como tal y sólo como tal, debemos actuar en contra de los actos criminales y apoyar la prevención ante posibles ataques en el futuro. Sin embargo, nos adentramos en un camino muy peligroso donde todo parece permitirse con la excusa de la prevención. Estamos sujetos al chantaje psicológico de aquellos que dicen: si cuestiona esta medida, nos está poniendo en peligro —aunque la medida en cuestión sea abusiva o completamente inútil—.
Todo esto resulta inaceptable. Sin embargo, es de lo que algunos funcionarios de la Comisión nos acusan a algunos cuando, por ejemplo, cuestionamos las medidas en la seguridad de los aeropuertos o criticamos un reglamento que hace varios días evitó que un grupo de peregrinos católicos que volvían de Lourdes en un avión del Vaticano pudiera traerse agua bendita, porque se consideraba un amenaza para la seguridad. Tenemos el derecho de criticar esta estúpida ley y de no aceptar el chantaje de ser considerados amigos de los terroristas cuando estamos cumpliendo con nuestras responsabilidades.
Señor Frattini, se trata de un ámbito —y siento decir esto— en el que está evitando sus responsabilidades y donde ha dejado la legislación antiterrorista en manos de un grupo de fanáticos de la Comisión, que aplican anónimamente la legislación en secreto.
Su responsabilidad, como Vicepresidente de la Comisión con competencia en estos asuntos —para este ámbito—, es evitar que esto ocurra o siga ocurriendo. Hoy tendrá la legitimidad de una votación del Parlamento que le proporcionará los medios para formular algunas exigencias a su colega responsable del transporte en la Comisión. Esa es su responsabilidad; esperamos mucho de usted.
Los discursos sobre los derechos fundamentales son descaradamente contrarios a la legislación secreta y se oponen en gran medida a las restricciones arbitrarias sobre la confidencialidad y la libertad individual.
Por otro lado, todavía no se han aplicado medidas mucho más eficaces ya aprobadas. Haga el ejercicio que usted bien sabe hacer: señale y denuncie. Señale y denuncie a los Estados miembros que no están aplicando las medidas sobre la cooperación jurídica y política, y obtendrá todo nuestro apoyo para ello.
Mirosław Mariusz Piotrowski (UEN). – (PL) Señora Presidenta, hasta el momento, el concepto del terrorismo no se ha definido adecuadamente y eso es más que un problema verbal. Es un asunto de aplicación práctica de una Estrategia para combatir una de las mayores amenazas del mundo moderno, una de las preocupaciones del ciudadano de a pie.
Un tema importante de la estrategia europea contra las organizaciones terroristas reside en la cooperación transatlántica. Los EE.UU. han llevado la carga más pesada al abordar este grave fenómeno. Hasta ahora algunas instituciones, como el Consejo de Europa y, tristemente, el Parlamento Europeo, han puesto en marcha medidas inútiles como el nombramiento de comisiones extrañas para tratar de encontrar presuntas cárceles de la CIA en Europa. El trabajo realizado por estos órganos no ha contribuido a la cooperación transatlántica; de hecho, ha estimulado los sentimientos antiamericanos y, por consiguiente, ha debilitado significativamente el sistema de la lucha contra el terrorismo.
Hemos de expresar nuestra esperanza de que el debate de hoy sea el comienzo de un verdadero compromiso por parte del Parlamento Europeo para crear una Estrategia de Lucha contra el Terrorismo, y no sólo el acuerdo simbólico que hemos visto hasta ahora; ha de ser una Estrategia que se dirija verdaderamente a la promoción de la seguridad para todos nuestros ciudadanos.
Mihael Brejc (PPE-DE). – (SL) Es apropiado… el modo en que se frustra el terrorismo y, en este sentido, apoyo plenamente al señor Frattini y las medidas adoptadas por la Comisión. No obstante, también nos parece apropiado responder a la pregunta de por qué nos está pasando esto y quién está planteando la amenaza.
El año pasado la Comisión propuso que no empleáramos términos como «yihadismo islámico» y similares y que, en vez de eso, a esas personas se las nombrase —cito— «terroristas que utilizan la religión para sus actividades». Considero esencial que reconozcamos que el fenómeno debería llamarse por su nombre correcto. Y, a mi ver, el nombre correcto es «terrorismo yihadista» porque esas personas son fundamentalistas que comparten su odio por una sociedad democrática y pluralista. Su ideología es diametralmente opuesta a las democracias convencionales y su intención es crear un califato. El yihadismo se considera a veces como una religión que rivaliza con otras y como una ideología que busca su lugar en el mundo, pero es incorrecto. El yihadismo no está motivado económicamente ni es capaz de rivalizar con otras religiones: es una ideología dirigida a destruir otras ideologías.
Por lo tanto, es necesario que, tanto en el Parlamento Europeo como en todas las instituciones europeas, se creen las condiciones necesarias para expandir la democracia en el mundo —un plan de acción quizá— y se refuerce la cooperación político-económica con los países islámicos.
En el mundo islámico existen fuerzas democráticas capaces de enfrentarse con otras fuerzas. Dichas fuerzas democráticas pueden recibir apoyo en diferentes formas, digamos que financiando canales de servicios televisivos y de radiodifusión, propagando ideas democráticas y destapando los actos de terrorismo. También deben crearse las condiciones necesarias para abordar las diversas interpretaciones y establecer debates, foros y páginas Web dirigidos a musulmanes de pensamiento libre. Los ciudadanos de Europa deben también hablar más sobre terrorismo.
Por ultimo, es del mismo modo importante que se reconozca que en la lucha antiterrorista la UE ha de ser consciente de sus valores y defenderlos sin miedo y sin preocuparse por las tácticas.
Dan Mihalache (PSE). – (RO) Este debate reviste extrema importancia porque nos brinda la oportunidad de examinar la consistencia y la coherencia de nuestras políticas antiterroristas. Hoy contamos con suficientes datos analíticos como para decir que el éxito de estas políticas reside en la estrecha relación entre los diferentes elementos principales.
Por un lado, están las medidas sobre seguridad y justicia en la UE, la proporción correcta entre estas medidas y el respeto de los derechos humanos fundamentales y, por otro, está la política exterior de la UE y la lucha contra la exclusión social y las causas sociales del terrorismo.
En mi opinión, no basta con actuar sin prevenir; las medidas nacionales no resultan suficientes sin un diálogo externo coherente. Su adecuada combinación debería constituir la base de un modelo europeo para combatir el terrorismo, que podría garantizar la seguridad de los ciudadanos de la UE y sus derechos fundamentales respectivamente.
Hemos de admitir que se acusa una deficiencia en la relación entre el Parlamento Europeo, su poder legislativo y el ámbito de la lucha antiterrorista, y esto desencadena una deficiencia democrática. Con el fin de desempeñar un papel eficaz en el proceso de toma de decisiones a nivel europeo, necesitamos la plena intervención del Parlamento en el procedimiento de codecisión.
Me gustaría hacer un llamamiento al Consejo para que acelere el procedimiento de elección de un nuevo Coordinador de la UE para la lucha contra el terrorismo, con mayores competencias por lo que se refiere a las estrategias acordadas.
Anneli Jäätteenmäki (ALDE). – (FI) Señora Presidenta, la nueva Estrategia de Lucha contra el Terrorismo de la UE es la apropiada, pero no es gracias a los nuevos funcionarios, órganos u organizaciones. La primera responsabilidad de combatir el terrorismo reside en los gobiernos nacionales y en los Estados miembros individuales. Sin embargo, para que la lucha antiterrorista a nivel nacional tenga éxito, ahí la cooperación europea e internacional basada en la confianza ha de ser ampliamente eficaz. Como dijo el Comisario Frattini, la confianza es una condición previa para la cooperación. Tal confianza depende de una legislación europea clara y precisa, de formas de cooperación igualmente claras y del respecto por los derechos humanos.
La lucha antiterrorista en los aeropuertos ha alcanzado proporciones ridículas, por ejemplo, con la confiscación de los pintalabios. Al mismo tiempo, la UE y muchos Estados nación han olvidado que los desastres naturales también pueden evitarse.
(La Presidenta interrumpe a la oradora)
Jan Tadeusz Masiel (UEN). – (PL) Señora Presidenta, en el ámbito de la medicina, cuando se intenta combatir una enfermedad, no nos centramos tanto en los síntomas como en sus causas más profundas y ocultas. Del mismo modo prácticamente, cuando luchamos contra el terrorismo, no sólo debemos centrarnos en algunos agentes kamikaze que colocan bombas, sino también en las razones por la que lo están haciendo.
El terrorismo es un acto ciego de violencia destinado a satisfacer sus propias demandas y a infligir sufrimiento en aquellos de su alrededor, y está claro que debe eliminarse. Es una forma inaceptable de satisfacer necesidades que se basan en una cierta jerarquía. No se trata de actos de agresión desinteresados. Es un comportamiento que nos disgusta, pero que tiene su propio sentido. ¿Cómo podemos mostrar a los musulmanes en este momento que nuestra jerarquía de necesidades es mejor que la suya? Es imposible, porque se trata de un problema ético complejo, pero hemos de empezar por alguna parte. Sugiero que empecemos dando mayores muestras de respeto a las necesidades de los musulmanes en su territorio con objeto de disminuir su efecto en el mundo occidental.
Barbara Kudrycka (PPE-DE). – (PL) Señora Presidenta, en la guerra internacional contra el terrorismo, el único modo de garantizar que mueran menos personas a manos de asesinos ideológicos es mediante la correcta identificación y evaluación de amenazas terroristas. Para ello necesitamos una buena Estrategia antiterrorista que sea factible. La clave para esta Estrategia es, en mi opinión, la creación de un código europeo del procedimiento antiterrorista. Por lo tanto, acojo con satisfacción la iniciativa del Consejo al respecto.
Dicho código es necesario por razones que van más allá de la simple armonización de las medidas adoptadas por los Estados miembros. También debería definir claramente qué medidas resultan aceptables en la lucha para prevenir actos terroristas. Entonces lo que precisamos es la determinación y la especificación detallada de situaciones en las que la amenaza terrorista ha de tratarse como una situación de emergencia, y el acuerdo mutuo sobre el uso de ciertas medidas concretas y jurídicas, que desgraciadamente restringirán los derechos y las libertades de los ciudadanos en algunos aspectos. La restricción justificada de las libertades de los ciudadanos es necesaria porque, sin ella, estaríamos diciendo a los terroristas ahora mismo que nos preocupamos más de sus derechos y libertades que de los derechos de los ciudadanos que están matando en sus ataques.
Es así mismo importante que se defina el papel del Coordinador de la UE para la lucha contra el terrorismo. Debemos escoger: seguir en la vía de la intensificación de la competencias administrativas y la coordinación de las capacidades, como en la época del señor de Vries —aunque esa vía requiere que emprendamos una seria reflexión y extraigamos conclusiones de lo que ha sucedido en los últimos cuatro años— o considerar el refuerzo del perfil político de quien ocupe ese puesto. No obstante, se plantea el asunto de la competencia con el señor Solana. De un modo u otro, la decisión que adoptemos al respecto no puede basarse simplemente en opiniones personales.
Csaba Sándor Tabajdi (PSE). – (HU) Los disturbios acontecidos en los suburbios franceses y las sangrientas atrocidades terroristas en Londres, cometidas por musulmanes jóvenes de tercera generación que hablaban con acento de Yorkshire, subrayan la crisis en la integración de las minorías de inmigrantes en Europa occidental. Un ejemplo de ello lo encontramos en los Países Bajos, que solía ser uno de los países más tolerantes de Europa, pero que ahora está, en efecto, afrontando una crisis en la coexistencia entre etnias.
Incluso cuando tratamos de abordar las raíces del problema en la lucha antiterrorista aquí en Europa, se hace necesario, como muchas personas lo han sugerido, que volvamos a examinar el asunto de la integración de las minorías. Europa no ha afrontado esta cuestión sin ambages. Ni en el Consejo Europeo ni en toda la Unión Europea se dispone hasta ahora de un instrumento de derecho indicativo sobre el problema de las minorías de inmigrantes o —como yo mismo propuse en el Consejo Europeo, y se aceptó— sobre el de las nuevas minorías, aunque sabemos que, en lo que se refiere al problema de las minorías, sólo la aceptación de dos o más identidades puede ser una garantía. El mejor ejemplo para las minorías autóctonas es, en efecto, el del Tirol Meridional, cuyos habitantes tienen doble identidad; pero pueden citarse muchos otros.
Europa no avanzará si, en este ámbito de la política sobre las minorías, no adoptamos tal instrumento.
Presidenta. − Se me ha señalado que nunca digo «el señor o la señora «x» tiene la palabra, gracias». Eso no es por grosería, sino por respeto a su tiempo de palabra, ya que no quiero ocuparlo. De ahí que les pida que se ciñan al tiempo establecido o sino, nunca terminaremos.
Marian-Jean Marinescu (PPE-DE). – (RO) El terrorismo constituye una amenaza continua en una Europa donde el extremismo islamista opera con frecuencia. La Unión Europea ha de tomar las medidas adecuadas y establecer una Estrategia coherente, que sea común a todos los Estados miembros. Las futuras propuestas legislativas de la Comisión que se relacionen indirectamente con este fenómeno deberían incluir disposiciones que contribuyan a la prevención de la propagación e intensificación de los atentados terroristas. Un ejemplo de ello constituye el paquete legislativo sobre la inmigración legal e ilegal.
Las instituciones europeas competentes tienen que hallar, sin más tardanza, una forma eficaz de cooperación basada en la confianza y el intercambio de información. La acción adecuada de un Centro Europeo de Información dependerá de la confianza mutua de los Estados miembros.
Aparte de las medidas adoptadas a nivel europeo, cada Estado debe contribuir a la eficacia de la acción conjunta para luchar contra todas las formas de terrorismo. Estados miembros como Rumanía, donde el terrorismo islamista no se considera un peligro, deberían estar tan alerta como otros que hacen frente a esta amenaza.
Esos países deberían recibir información y participar en programas europeos conjuntos que ayuden a prevenir tanto las causas como las situaciones que desencadenan actos terroristas. No ha de bastarnos con prevenir o descubrir actos terroristas, hemos de determinar y luchar contra los factores que favorecen fenómenos tales como la pobreza, la exclusión social o el extremismo.
El diálogo interreligioso puede aportar una contribución significativa y decisiva a la reducción del terrorismo. Los líderes religiosos deben considerar esta cuestión como una prioridad e intervenir con el fin de asegurar la paz y la estabilidad de las comunidades de las que son responsables. Un buen ejemplo de ello es la Asamblea Ecuménica Europea que tiene lugar estos días en Sibiu (Rumanía).
Los ciudadanos europeos han de ser conscientes del peligro que supone el terrorismo. Una campaña informativa y una presentación de todos los asuntos conflictivos deberían provocar la participación de los ciudadanos, junto con las instituciones, al objeto de erradicar este fenómeno.
Genowefa Grabowska (PSE). – (PL) Señora Presidenta, el terrorismo es un mal evidente, pues sacude la vida y la salud de los ciudadanos y transmite una amenaza a las naciones atacando los cimientos de su funcionamiento democrático. Sin embargo, hasta el momento, los terroristas han tomado la delantera en el juego, golpeando sin avisar y desgraciadamente consiguiendo a menudo lo que persiguen. Sólo después de tales ataques adoptamos medidas y, por tanto, actuamos a posteriori. Los ejemplos de Dinamarca y Alemania que ha citado hoy el Comisario constituyen excepciones encomiables a esto. Enhorabuena a sus servicios, aunque se trataba de acciones nacionales. Mi pregunta al Comisario es la siguiente: ¿qué pasa con la prevención a nivel europeo? ¿Contamos con un sistema de intercambio de buenas prácticas en la lucha antiterrorista? ¿Cómo funciona?
La Unión Europea está adoptando nuevas medidas antiterroristas y estableciendo instituciones especializas: ahora tenemos Europol y Eurojust, así como el Centro Conjunto de Situación para el Análisis de la Inteligencia, pero ¿cooperan eficazmente entre ellos? Y, más específicamente, ¿intercambian información? En este contexto de las instituciones, tengo una pregunta más para el Comisario: a su juicio, ¿no sería mejor que FRONTEX, la agencia responsable de vigilar las fronteras de la Unión, se utilizara y participara en la Estrategia antiterrorista? Tengo igualmente la impresión de que el plazo para la introducción del SIS II está debilitando ampliamente dicha Estrategia. Parece que el Schengen de segunda generación reviste importancia no sólo para los ciudadanos de los nuevos Estados, sino también en el marco de la guerra contra el terrorismo para la seguridad de la Unión en su conjunto.
Bogdan Klich (PPE-DE). – (PL) Señora Presidenta, los arrestos del lunes en Copenhague demuestran que el terrorismo es todavía una amenaza real en Europa. Los informes de Europol desvelan que durante el pasado año se encontraba a un alto nivel. Basta con decir que ese año se registraron 498 actos terroristas.
Es cierto que esta amenaza no se distribuye uniformemente —con 294 casos que han tenido lugar en Francia y 145 en España—, pero en tiempos de globalización, la totalidad del territorio de la UE es de interés para los terroristas. Además, esto no se ve alterado por el hecho de que una mayoría significativa de dichos actos sea de naturaleza separatista (algo a lo que Europa ha tardado decenios en acostumbrarse), como el terrorismo vasco o corso, o el movimiento anarquista de izquierdas en Grecia.
¿Significa este proceso de acostumbrarse al terrorismo que en Europa estamos bien preparados para combatirlo? Estoy convencido de que la respuesta sigue siendo «no». La aplicación de los documentos conceptuales básicos, incluso algo tan esencial como la Estrategia antiterrorista o los instrumentos legislativos en forma de Decisión marco de junio de 2002, deja mucho que desear.
La coordinación de la prevención y la reacción a los actos terroristas también resulta insatisfactoria. A este respecto, hay una necesidad urgente de actualizar dicha cooperación, especialmente la de tipo operativo y el intercambio de información entre los Estados miembros. Necesitamos intensificar las capacidades de Europol y Eurojust. Necesitamos —y esto es algo que seguimos pidiendo— reforzar la protección de la infraestructura básica, en particular para el transporte y la energía. Asimismo, hemos de insistir en que la cláusula de solidaridad que se recogió en el anterior proyecto de Tratado Constitucional se incluya en el nuevo Tratado y en que se incorpore una cláusula antiterrorista en acuerdos con terceros países; mi informe lo exigía antes de las vacaciones.
Ana Maria Gomes (PSE). – (PT) (inaudible)… la renuencia del Consejo a la hora de conceder fuerza institucional, legal o financiera —que podría transformar los vínculos ad hoc en una verdadera estrategia de cooperación antiterrorista— a Europol, Eurojust, el Coordinador de la UE para la lucha contra el terrorismo y el Centro de Situación de la UE. Incluso varios Estados miembros todavía no han ratificado los principales convenios internacionales en este ámbito.
Al Qaeda y ETA no respetan fronteras o soberanías nacionales, pero nuestra policía y servicios secretos aún están obstaculizados por barreras inadecuadas. Europa ha de ser no sólo más eficaz, sino también más estricta, porque el planteamiento de «todo vale» constituye precisamente la forma en la que piensan los terroristas y, de hecho, el terrorismo internacional no hizo sus progresos en Nueva York, Bali, Madrid, Londres o incluso Bagdad. Su gran triunfo, que cada día le aporta más adeptos, fue conseguido por los gobiernos democráticos, gracias a la facilidad con la que sacrifican sus valores, derechos y garantías fundamentales: los pilares de la democracia y la civilización.
Europa ha de limpiar su nombre, miserablemente mancillado por la colaboración sistemática de los gobiernos europeos con la Administración de Bush en el rapto, la detención ilegal y la tortura de terroristas sospechosos. El Parlamento está aún esperando explicaciones de estos gobiernos. Europa ha de ser más eficaz en la cooperación estratégica, tanto dentro de la UE como con sus aliados, a fin de vencer el terrorismo y hacerlo mediante ideas políticas y la ley.
La Presidencia portuguesa, bajo un Gobierno socialista, tiene la obligación de intentar marcar la diferencia.
Hubert Pirker (PPE-DE). – (DE) Señora Presidenta, señor Comisario, el terrorismo constituye un crimen contra la humanidad, además de representar la mayor de las amenazas a nuestra sociedad, y desgraciadamente ha adquirido una dimensión europea. La pregunta es: ¿ha tomado medidas la UE? La respuesta es un claro «sí» y los éxitos demuestran que las medidas adoptadas han sido positivas. Gracias a Dios se han producido arrestos en Dinamarca y Alemania. Le estoy agradecido al Comisario Frattini por su compromiso al respecto; demuestra que la Comisión está en la buena vía.
Sin embargo, también necesitamos examinar si nuestras medidas son eficaces, qué medidas lo son y cuáles nuevas se requieren. También deberíamos preguntarnos si nuestra Estrategia general resulta suficiente. En todo caso, deberíamos seguir trabajando en dicha Estrategia a partir del mencionado examen. Esta Estrategia se hace indudablemente necesaria antes de que podamos decidir si tiene que haber un nuevo Coordinador de la UE para la lucha contra el terrorismo. Del mismo modo, hemos de dejar claro con antelación a los Estados miembros que, si tuviese que haber otro Coordinador, éste debería poseer las competencias y responsabilidades necesarias, porque, si no, no sería en absoluto necesario.
Coincido con muchos otros en que, en cualquier caso, hemos de reforzar y servirnos de Europol y Eurojust. Estos órganos son eficaces y tienen los instrumentos a su disposición. Hemos adoptado decisiones como la de ayer sobre las normas aplicables a los ficheros de análisis de Europol y va a crearse una base de datos de explosivos. Sin embargo, el problema reside en la transmisión de datos por parte de los Estados miembros. Le ruego, señor Presidente en ejercicio del Consejo, que presione a los Estados miembros para que proporcionen los datos a tiempo.
Señor Presidente en ejercicio del Consejo, usted dijo que se estaban manteniendo conversaciones regulares con los Estados Unidos. Esto es acertado y tiene sentido, pero le suplicaría que aprovechara cualquier oportunidad para hacer que la cooperación sea fructífera, en interés de ambas partes. En otras palabras, le pediría que negociara para que, en el momento que surgiese una sospecha de terrorismo, los Estados Unidos se vieran obligados a…
La Presidenta interrumpe al orador)
Libor Rouček (PSE). – (CS) Señorías, el terrorismo representa una grave amenaza para la paz, la estabilidad y la prosperidad de Europa.
Como ya se ha mencionado, el terrorismo también representa un ataque a los valores fundamentales que constituyen la base de la integración europea: los derechos humanos, el Estado de Derecho, la libertad y la democracia. Por eso, considero que la respuesta de la Unión Europea y los Estados miembros a las amenazas del terrorismo debe ser radical e inequívoca. Sin embargo, esta respuesta decisiva no debería consistir meramente en medidas de seguridad represivas. Debería centrarse en la prevención y en las medidas preventivas más de lo que se ha hecho hasta ahora, tanto dentro de los Estados miembros como en el exterior en las relaciones con nuestros vecinos de los territorios de ultramar.
El objetivo de nuestra política exterior y de seguridad común debería consistir en reforzar el desarrollo económico y social, apoyar la sociedad civil y el concepto de derechos humanos, luchando por una solución pacífica para resolver los conflictos internacionales, incluido el conflicto palestino-israelí. En mayor medida, nuestra política exterior y de seguridad común debería asimismo concentrarse en apoyar el desarrollo de la cooperación regional en el marco de la Política Europea de Vecindad y el Proceso de Barcelona.
Por último, aunque no menos importante, señora Presidenta, Comisario, deberíamos redactar junto a nuestros amigos de los Estados Unidos y otros países un convenio completo de la ONU en contra del terrorismo.
Herbert Reul (PPE-DE). – (DE) Señora Presidenta, Comisario, Señorías, hemos sido testigos de los trágicos atentados de Madrid y Londres. Hemos sido testigos de atentados frustados de resultas, por ejemplo, del descubrimiento o de la detonación fallida de maletas bomba, como sucedió en Alemania. Además, en los últimos días hemos vuelto a ser testigos del eficaz trabajo policial a la hora de interceptar a tiempo ataques tal y como recogen las noticias de hoy de Alemania. Esto pone de manifiesto, por supuesto, que el terrorismo es un peligro real e importante y de que, sin duda, constituye una de nuestras tareas clave como políticos proteger a los ciudadanos, proteger las vidas humanas.
Muchos de mis colegas diputados han argumentado hoy que alguna de las medidas resulta dudosa, así como que debemos considerar si representa una amenaza excesiva en contra de los derechos civiles y fundamentales. Creo que se trata de un argumento válido y estoy de acuerdo en que debe examinarse de forma concienzuda pero este examen no debe llevarse a cabo hasta que las medidas potenciales necesarias se debatan hasta la saciedad. Considero que tenemos la responsabilidad de proteger a los ciudadanos y la vida humana y que esto es lo más importante. Se trata de nuestra prioridad principal y, por tanto, pido a nuestros dirigentes políticos que defiendan las medidas necesarias en lugar de debatirlas hasta la saciedad o, por ejemplo, se olviden de todas las críticas para ganarse a los ciudadanos, porque para ellos no existe alternativa.
No me queda tiempo para hablar de aquellas aportaciones al debate que compensan, por así decirlo, cualquier comportamiento de los Estados Unidos o de otros países a este respecto. No lo entiendo. Es nuestra obligación proteger la vida humana y aplicar las medidas necesarias y me siento obligado con el Comisario con respecto a las propuestas específicas que ha realizado hoy. Estoy obligado con aquellos que han declarado que debemos evaluar si nuestras medidas realmente hacen lo que deberían hacer. Me muestro totalmente a favor de los que defienden una revisión exhaustiva sobre la necesidad de las nuevas instituciones y de si estas tareas no podrían ser llevadas a cabo por las instituciones actuales.
La lucha contra el terrorismo desempeña una función fundamental y así tiene que ser. Casualmente, en el futuro, si el acuerdo regulador se aplica, tendremos...
(El Presidente interrumpe al orador)
Proinsias De Rossa (PSE). – Señora Presidenta, apoyo plenamente la demanda de una seguridad eficaz, eficiente, equilibrada y responsable a escala europea e internacional en la lucha contra el terrorismo.
Si no queremos alimentar la amenaza, la responsabilidad democrática es esencial para asegurar el equilibrio y la proporcionalidad. Pero una respuesta de seguridad, por muy eficaz que sea, no es suficiente. Tenemos que hacer frente a las injusticias internacionales, políticas y económicas que algunos demagogos están utilizando para atraer a una juventud ávida de justicia.
Su atractivo se basa en una historia de tabloide, una política de tabloide que niega los matices y las contradicciones que forma parte integrante de todas nuestras tradiciones políticas y religiosas.
La batalla para ganar los corazones y las mentes nos lleva a no demonizar a comunidades enteras de creyentes religiosos. Exige el diálogo abierto, no la confrontación; requiere que tengamos en cuenta la desconexión real y percibida que experimentan algunos jóvenes. La idea europea de la «unidad a través de la diversidad» podría ayudar, pero para ello hace falta un liderazgo político valiente que, lamentablemente, no existe en el Consejo.
Por último, quiero hacer un llamamiento por lo menos a los ciudadanos, a los representantes en esta Cámara, para que eviten un lenguaje falto de rigor, que implica un pensamiento poco riguroso. Equiparar el fundamentalismo automáticamente al terrorismo es pensar con poco rigor. Hay miles de millones de católicos, protestantes, judíos y musulmanes que creen al pie de la letra en el Antiguo Testamento, en el Nuevo Testamento y en el Corán, pero que no son terroristas. El número de personas que hacen una lectura literal de su religión y que están implicadas en el terrorismo es muy pequeño. Tenemos que averiguar por qué se dan esos casos.
Charlotte Cederschiöld (PPE-DE). – Señora Presidenta, el terrorismo es una amenaza para todos los Estados y todos los pueblos: constituye una grave amenaza para nuestra seguridad, para los valores de nuestras sociedades democráticas y para los derechos y libertades de los ciudadanos.
Evidentemente, las nuevas medidas han aumentado la eficiencia de la lucha contra el terrorismo, pero hay que hacer más. Tenemos que demostrar que las medidas creativas protegen realmente a los ciudadanos y que son proporcionadas a la infracción en la esfera personal. Tengo ciertas dudas de que el control de los líquidos en los aviones sea una medida proporcionada al fin perseguido. Algunas personas inocentes pierden medicamentos importantes, por no mencionar las toneladas de champú, barras de labios, etc. que se confiscan.
Si con esto se consigue plena seguridad, será aceptado, pero los ciudadanos cuestionan la manera de hacer las cosas, que probablemente se puede mejorar. Para conseguir el equilibrio adecuado, hay que adoptar medidas antiterroristas, combatir la delincuencia y proteger los derechos fundamentales en una sociedad democrática basada en el Estado de Derecho. Y antes de firmarse ningún acuerdo entre Europa y los Estados Unidos, el Parlamento Europeo debe ser informado. En este sentido, confiamos plenamente en el Comisario Frattini y en la Comisión.
Para conseguir legitimidad en este ámbito, tenemos que aumentar el control democrático por medio de la codecisión y los ciudadanos europeos deben participar más en el proceso de toma de decisiones; necesitamos más transparencia y más legitimidad democrática. El Consejo tiene que explicar públicamente sus medidas a escala europea. Tenemos que mejorar también las relaciones transatlánticas.
Por último, hacen falta medidas duras contra el terrorismo.
(El Presidente interrumpe a la oradora)
Giulietto Chiesa (PSE). – (IT) Señora Presidenta, Señorías, la reciente Cumbre celebrada en abril entre la Unión Europea y los Estados Unidos fue una oportunidad perdida. A la luz de los resultados de la Comisión Temporal Sobre la Presunta Utilización de Países Europeos por la CIA para el Transporte y la Detención Ilegal de Presos del Parlamento Europeo, debería haberse dicho claramente que el progreso en la cooperación trasatlántico en la lucha contra el terrorismo sólo puede fundamentarse de conformidad con el artículo 6 del Tratado de la UE y el pleno respecto de los derechos humanos.
No se hizo: eso significa que, no sólo no se reforzará la lucha contra el terrorismo sino que se debilitará porque, como este mismo Parlamento ha dicho, además de ser contraproducente, es inadmisible combatir el terrorismo mediante métodos terroristas ilícitos.
Los Estados miembros que se sometieron a la presión de los Estados Unidos para usar estos métodos no sólo violaron los principios fundamentales de la UE sino que también iniciaron un camino hacia la ilegalidad, exponiendo a Europa a mayores riesgos de represalias terroristas. Preparar el camino de la lucha contra el terrorismo significa, sobre todo, hacerlo cumpliendo íntegramente la ley.
Maria da Assunção Esteves (PPE-DE). – (PT) El terrorismo constituye un reto para nuestra sociedad libre y abierta. A veces, incluso nos lleva a sentirnos tentados a crear una legislación de seguridad que debilita muy de cerca los valores de nuestra civilización.
Por tanto, la Unión Europea debe elaborar urgentemente un código conjunto en el que se establezcan claramente sus principios y métodos.
En primer lugar, debe garantizar los principios de la dignidad humana y el Estado de Derecho en todos los aspectos dirigidos a combatir el terrorismo. No podemos menoscabar los fundamentos morales de una democracia que se basa en dichos valores. Como dijo Simone de Beauvoir, no debemos permitir que nuestros verdugos nos acostumbren mal.
En segundo lugar, debe crearse una legislación uniforme para los Estados miembros. Unión debe significar en este sentido Unión. La lucha contra el terrorismo necesita urgentemente la aplicación de normativas que sean uniformes y coherentes, que no puedan dejarse a manos de los impulsos de cada Estado miembro y la opinión pública del momento.
En tercer lugar, debemos alentar el trabajo como una red de trabajo y promover el consenso a través de la aprobación de medidas en el Parlamento Europeo y en los Parlamentos nacionales.
En cuarto lugar, la Unión Europea necesita trabajar hacia la creación de un mecanismo internacional de la ONU para realizar un seguimiento de la legislación y los procedimientos de urgencia. Esta lucha contra el terrorismo es a gran escala y no se refiere meramente a Europa o al eje euroatlántico.
Por último, con el fin de combatir el terrorismo necesitamos trabajar para crear una comunidad internacional más equilibrada y justa; necesitamos identificar las causas y las fisuras, promover una cultura de derechos que incluya a todos los pueblos y trabajar duramente para promover el diálogo entre civilizaciones. El terrorismo es un fenómeno complejo. No podemos responderle con una interpretación simplista.
Ioannis Varvitsiotis (PPE-DE). – (EL) Señora Presidenta, permítame que, en primer lugar, plantee dos cuestiones fundamentales al Consejo: en primer lugar, ¿por qué el escaño del señor de Vries sigue todavía vacío después de tanto tiempo? ¿Tiene el Consejo intención de ocuparlo? ¿Lo considera útil el Consejo? ¿Sí o no?
En segundo lugar, ¿por qué las medidas antiterroristas aprobadas no han sido aplicadas correctamente por los Estados miembros?
De mayor importancia todavía resulta la cuestión de si, en nuestro esfuerzo por combatir el terrorismo, hemos dado pasos sólo como una reacción a la actividad terrorista. ¿Estamos siguiendo una estrategia integrada inteligente a la hora de combatir las causas del terrorismo? No deberíamos perder de vista esto en ningún momento. El temor por nuestra propia seguridad con frecuencia nos lleva a adoptar estrategias que crean un falso sentido de la seguridad.
He declarado aquí en repetidas ocasiones que la protección de la seguridad pública es nuestro objetivo común manifiesto. Sin embargo, nuestro método constituye la prueba de la madurez de nuestra civilización. El respeto a nuestros derechos no es sólo inalienablemente nuestro, sino que es nuestro camino hacia el bienestar y la seguridad.
Creo que no sólo necesitamos evaluar la eficacia de todas las medidas antiterroristas hasta la fecha, sino también hacer un balance cuidadoso de nuestro progreso, el cual no debe reducirse a una serie de reacciones a la actividad terrorista.
Por tanto, deben intensificarse los debates celebrados entre el Consejo, la Comisión y el Parlamento. La cooperación de los Estados miembros es de vital importancia. Por último, creo que debería intensificarse el diálogo con los terceros países. Considero que es esencial, puesto que hemos visto lo útil que ha resultado la cooperación con los Estados Unidos
Józef Pinior (PSE). – (PL) Señora Presidenta, el debate de hoy se refiere a la guerra del terror, la cuestión de la seguridad, el Estado de Derecho y las libertades personales, o lo que es lo mismo, los principales valores del sistema de la UE. El Parlamento Europeo está presentando una serie de cuestiones al Consejo y a la Comisión, cuyas soluciones son vitales para la seguridad de los ciudadanos, el respeto del Derecho y las libertades de la condición de los ciudadanos.
Deseo ocuparme aquí de la cuestión de la transparencia de la estrategia antiterrorista de la Unión Europea. El control democrático en este ámbito y, sobre todo, la función del Parlamento Europeo y los Parlamentos nacionales, garantiza la observancia de los derechos fundamentales consagrados en el Tratado de la Unión Europea. Permítanme recordarles que la Resolución del Parlamento Europeo sobre la supuesta utilización de países europeos, por parte de la CIA, para el transporte y la detención ilegal de presos recomienda el uso de métodos que respeten el artículo 6 del Tratado de la Unión Europea.
Geoffrey Van Orden (PPE-DE). – Señora Presidenta, acabo de llegar de una rueda de prensa en la que se ha pedido la aplicación rigurosa de sanciones económicas contra el régimen iraní, un conocido promotor del terrorismo en todo Oriente Próximo y otras regiones.
Estoy seguro de que todos acogemos con satisfacción unas medidas que realmente ayudan a combatir el terrorismo, pero me pregunto qué parte de la larga lista de actividades de la UE de la que hemos oído hablar esta mañana está dentro de esta categoría.
La UE sabe muy bien ampliar sus competencias y aumentar su aparato burocrático, pero tiene poco que enseñar en cuanto a actividad y gasto.
Hemos tenido alguna discusión con el Coordinador de la Unión Europea para la lucha contra el terrorismo. Su cargo denota una especie de función supervisora que es totalmente inadecuada. En mi opinión, la persona que ocupe ese cargo debe centrarse en los trabajos de la UE y en ámbitos limitados en los que la acción conjunta proporcione un claro valor añadido.
Siento un gran respeto por el Comisario Frattini, pero la UE no puede atribuirse en realidad el mérito de las acciones de nuestros servicios nacionales de policía y seguridad. Sería conveniente realizar una auditoría independiente de las llamadas medidas de lucha antiterrorista de la UE.
La lucha antiterrorista tiene que seguir siendo una responsabilidad nacional y un asunto de cooperación internacional. La UE debe centrarse en la manera de apoyar esa lucha antiterrorista librada a escala nacional.
Una de las dificultades serias con que nos encontramos en nuestros esfuerzos por proteger a los ciudadanos es el de la falta de control en nuestras fronteras; los terroristas entran y salen y el flujo constante y no controlado de inmigrantes constituye un obstáculo importante para la correcta integración de los que residen en nuestro territorio. Este tiene que ser un elemento clave en cualquier estrategia de lucha contra el terrorismo.
Este problema cuestiona también el propio principio de la libre circulación de las personas, otro ámbito que debe ser examinado de nuevo por un órgano independiente.
He mencionado la responsabilidad de nuestras autoridades nacionales en estos asuntos. Lamento decir que las autoridades británicas han fracasado estrepitosamente en el control de nuestras fronteras. No sólo tenemos poca idea de quién entra y sale de nuestro país, sino que existen serias dudas sobre la actuación de la Agencia de Fronteras e Inmigración, que es la encargada de realizar los controles.
Me alarma leer que una mujer que conocía desde hacía muchos meses a los presuntos terroristas actualmente procesados por delitos de este tipo en Glasgow, y que aparentemente no informó de sus actividades, trabaja ahora en inmigración como ...
(El Presidente interrumpe al orador)
Marianne Mikko (PSE) – (ET) Señorías, en el debate sobre la lucha contra el terrorismo me gustaría centrarme en el artículo 6 del Tratado de Maastricht que se refiere a los derechos y libertades fundamentales.
Mi trabajo como jefe de la delegación a Moldova y como socialdemócrata se ha dedicado a la seguridad de Europa, a través de la salvaguardia de nuestros valores y del fomento de los mismos en los países de nuestra política de vecindad. Deseamos que en los países vecinos de la Unión Europea reine la estabilidad y la paz. Para combatir el terrorismo necesitamos asimismo el apoyo de países como Pakistán, Rusia e incluso Irán.
El éxito de la defensa de nuestros valores depende en gran medida del modo en el que podamos implicar a nuestros socios. Todo recorte de los derechos y libertades de la Unión Europea lo reflejan multiplicado por quince los quince países que integran la política de vecindad, por no hablar de Rusia y China. Los terceros países observan lo que hacemos, no lo que decimos.
La Comisión y el Consejo deben entender que el apoyo de nuestros propios ciudadanos en la lucha contra el terrorismo se esfumará si no somos capaces de respetar algunos de los derechos fundamentales consagrados en nuestros tratados constitutivos.
Jana Hybášková (PPE-DE). – Señora Presidenta, no voy a participar en este estúpido debate sobre los líquidos. Las únicas personas que pueden hacerlo son los expertos técnicos y en seguridad. Si ellos llegan a conclusiones claras, nuestra única obligación es reaccionar inmediatamente. Nada asusta más a los terroristas que nuestra capacidad de reacción.
La amenaza del terrorismo se basa en nuestra rigidez – la rigidez de unos sistemas consolidados y conservadores − y nuestra incapacidad para adaptarnos a las nuevas dimensiones en la comunicación, en los flujos de información, en las transferencias de dinero y en los flujos de personas. Lo único que se pueda hacer es crear estructuras flexibles y equipos especiales, hacer un uso compartido de información horizontal e interoperativa, promover la cooperación entre agencias y Estados y ampliar las competencias de Europol y Eurojust. La renuncia del señor de Vries ha sido una señal claramente muy mala. Ha sido la confirmación de que la UE es incapaz de abandonar un concepto estúpido, obsoleto y nacionalista de la seguridad. Lamentablemente, es un síntoma de la incapacidad para compartir información y poner las decisiones en práctica. El Tratado de Reforma, en cambio, envía una señal buena y positiva.
Las reglas mínimas en materia de cooperación policial, la aproximación de los códigos penales y civiles, el reconocimiento mutuo de los procesos penales y civiles, así como la protección europea de las pruebas, las víctimas de delitos y los propios delincuentes, son medidas que indican que, con mucha energía, dinero y sufrimiento político, podremos combatir el terrorismo y servir de ayuda a los ciudadanos europeos de Londres, de Glasgow y de otras poblaciones amenazadas.
Señor Comisario, los Estados miembros tienen hasta diciembre de 2007 para incorporar a su legislación nacional la tercera Directiva sobre el blanqueo de dinero. Pido a la Comisión que sea clara y decisiva en sus esfuerzos por promover la adopción de las medidas de seguridad necesarias para controlar el blanqueo de dinero y la financiación del terrorismo. Eso nos ayudará a nosotros y nosotros tenemos que ayudarles a ustedes. Entonces podremos decir claramente que estamos preparados para luchar y vencer.
Paulo Casaca (PSE). – (PT) El 12 de diciembre de 2006 constituye una fecha histórica porque el Tribunal de Justicia de las Comunidades Europeas falló a favor del argumento que, hace años, defendí ante esta misma Cámara, en contra del Consejo y de la Comisión, sobre el derecho a ser informado sobre una acusación de terrorismo. Sin embargo, no se hará justicia y no se combatirá realmente el terrorismo mientras siga habiendo víctimas inocentes en esa lista, tales como la de los Muyahidines del Pueblo de Irán, y mientras la principal organización terrorista del mundo —la Guardia Revolucionaria de Irán y todas sus organizaciones satélites de Iraq, Líbano, el Golfo y de todo el mundo— siga actuando con impunidad, porque las instituciones europeas temen enfrentarse a la bestia terrorista.
Hago un llamamiento a las instituciones para que hagan lo que, de hecho, se les pide que hagan.
Manuel Lobo Antunes, Presidente en ejercicio del Consejo. − (PT) Señora Presidenta, Comisario, Señorías, creo que éste ha sido un debate muy útil, interesante y conveniente, sobre todo, a la luz de los recientes acontecimientos sucedidos en Dinamarca y Alemania, como ya he dicho anteriormente.
Transmitiré muchas de sus sugerencias, preocupaciones y consejos al Consejo —como es mi obligación— y me gustaría asegurarles que la Presidencia está, evidentemente, abierta a la cooperación y el diálogo con el Parlamento, con respecto a las disposiciones legislativas por las que se rigen.
Se trata, evidentemente, de un debate complejo y difícil. Algunos consideran que deberíamos ir más lejos; otros, creen que hemos ido demasiado lejos y que quizás deberíamos retroceder un paso. Algunos critican, mientras que otros aplauden; algunos condenan y otros alientan. Sin embargo, todos, evidentemente, estamos de acuerdo en que debemos mantener una lucha firme y decidida contra este nuevo azote conocido como terrorismo y que no debemos de ningún modo aceptar treguas en esta lucha. Esto representa también para nosotros un proceso de aprendizaje, un proceso continuo de mejora. Se trata de una nueva amenaza desconocida hasta ahora y a la que no estábamos acostumbrados a combatir y atacar. Por tanto, necesitamos, evidentemente, mejorar constantemente, aprender y obrar activamente para garantizar que no se repitan ataques tales como aquéllos de los que hemos sido testigos.
Hemos trabajado duro y, muy acertadamente, cooperado y colaborado ampliamente con terceros países. Esto es una lucha internacional. Ningún Estado miembro que permanezca solo podría hacer frente de forma efectiva a la lucha o a la amenaza que tenemos delante ni tampoco podría hacerlo ninguna organización ni grupo de países que estén solos. Necesitamos una cooperación internacional muy sólida.
Durante la preparación de este debate, tomé nota de la creación de medidas y acciones que hemos adoptado en el ámbito de la prevención, protección, persecución y respuesta a los ataques terroristas. Llegué a la conclusión de que, a pesar de que todavía queda mucho por hacer, ya se ha hecho mucho y de que tendremos que intentar mejorar en aquellos aspectos en los que no lo hemos hecho tan bien como deberíamos. En este sentido, resulta fundamental mencionar los mecanismos de evaluación que hemos establecido de forma específica para nos permitan que, una vez que las medidas hayan sido puestas en funcionamiento durante algún tiempo, podamos elaborar conclusiones que nos ayuden a mejorar las medidas adoptadas.
Me gustaría decirle a la Presidencia portuguesa y al Consejo que la lucha contra el terrorismo sólo puede ser sostenida y sólo será sostenida, puedo asegurárselo, dentro del marco del respeto de nuestros valores y principios fundamentales, los principales puntos que se encuentran en peligro en nuestra lucha contra el terrorismo: es decir, la defensa de dichos principios y dichos valores. No lo conseguiremos rechazando u obviándolos en nuestra lucha contra el terrorismo. La Presidencia portuguesa prestará especial atención a este punto y no habrá cesiones.
Por último, me gustaría decir que —este punto ha acaparado una gran atención aquí y yo mismo me referí a él en mi primera intervención— la Presidencia está trabajando en estrecha coordinación con el Secretario General del Consejo en el análisis de la cuestión del Coordinador para la lucha contra del terrorismo, es decir, en la forma de ampliar sus poderes y capacidades para que pueda desempeñar de forma eficiente la función para la que originariamente fue concebido. Soy consciente de que es posible que este aspecto se retrase. La Presidencia portuguesa se compromete a agilizar el debate con los órganos del Consejo y, llegado el momento, anunciar la designación de un nuevo Coordinador para la lucha contra el terrorismo.
Como ya dije, trasladaré, evidentemente, los consejos, sugerencias y preocupaciones manifestadas en este debate. No somos, y nunca seremos, indiferentes a sus puntos de vista; no aseguramos, ni nunca aseguraremos, ser perfectos ni declararemos que todo lo que hemos hecho estaba bien hecho, resultaba irreprochable ni abierto a críticas. Por el contrario, nuestros esfuerzos siempre se dirigirán a mejorar con el fin de garantizar que nuestras sociedades sigan siendo siempre sociedades libres, abiertas y democráticas, destacando entre aquellas sociedades que no desean que así sea. Muchas gracias.
Franco Frattini, Vicepresidente de la Comisión. − (IT) Señora Presidenta, Señorías, me gustaría dar las gracias a todos aquellos que han intervenido en este debate tan importante. Algunos han declarado que el terrorismo persigue una estrategia política. Estoy de acuerdo con esto, señor Mayor Oreja. El terrorismo debe abordarse con una estrategia política global.
Usted ha hablado mucho sobre la prevención y la lucha contra la radicalización violenta. En mi introducción propuse algunas indicaciones específicas sobre algunas propuestas. Puedo asegurarle que existe una iniciativa importante sobre la radicalización violenta.
Dentro de poco más de un mes, el 16 y 17 de octubre, se celebrará por primera vez una conferencia europea sobre la función de la educación y los colegios en la erradicación de la radicalización violenta entre los integrantes más jóvenes de la sociedad. Hemos convocado al mundo de la educación de Europa y, evidentemente, yo invito a que también lo hagan los observadores del Parlamento Europeo que estén interesados en participar. Será una oportunidad de decir claramente que deseamos sustituir la cultura del mal y la violencia por una cultura de tolerancia y cooperación.
Estamos diseñando todas las iniciativas lanzadas en los Estados miembros para combatir la radicalización y prevenir el reclutamiento de terroristas. Los resultados y las buenas prácticas que revela esta planificación se pondrán a disposición del Parlamento, evidentemente.
Hemos hablando mucho sobre la difusión e intercambio de datos e información. Señorías, a menudo disponemos de muchos datos, de hecho, tenemos una sobredosis de datos, pero no un análisis adecuado de los mismos. Por esto, necesitamos conferir a Europol una función más contundente. Manifiesto mi agradecimiento a todos aquellos que respaldaron el fortalecimiento de Europol, incluido el señor Pirker. El pasado diciembre presenté una propuesta al Consejo sobre esta materia y confío en que la Presidencia portuguesa apruebe la adopción de una función más analítica de Europol antes de finales de año.
En julio, se presentó una iniciativa sobre bioterrorismo. Explicamos con gran claridad cuáles son los sectores más vulnerables y en los que se requiere una mayor cooperación europea —me dirijo al señor Borghezio, que planteó la cuestión—. Algunos diputados han hablado sobre los errores de los Estados miembros a la hora de actuar. Estoy a favor de los ejercicios de «denuncia nominal». El pasado junio publiqué un documento en el que se destacaba muy claramente qué Estados miembros no están ni siquiera aplicando la legislación en vigor en materia de lucha contra el terrorismo. Ello demuestra, y me refiero en concreto al señor Guardans Cambó, que estoy dispuesto a señalar las responsabilidades, pero tal ejercicio sólo será útil si todos los Estados miembros y el Consejo consideran una declaración de su inacción como sugerencia e incentivo para avanzar.
Muchos de los oradores se han referido a las relaciones trasatlánticas. Considero, Señorías, que se precisa una mayor colaboración con los Estados Unidos y que, al mismo tiempo, necesitamos una mayor participación por parte de Europa. Me gustaría dar las gracias, entre otros, al señor Cashman por haber manifestado este principio. No nos parece lógico ser lentos en la elaboración y desarrollo de un modelo europeo y, al mismo tiempo, reprochárselo a los Estados Unidos porque, de hecho, ellos sí tienen un modelo. Creo que se necesita una mayor aportación comunitaria y una mayor colaboración con los Estados Unidos, pero no es necesario decir que el problema de Europa son los Estados Unidos. El problema son los terroristas y sus actividades en el centro de Europa. Esto es lo que tenemos que tener en cuenta.
(Aplausos)
Un último comentario: Estoy convencido de que el nuevo Tratado europeo nos concederá mejores instrumentos, nos proporcionará un instrumento con el que poder trabajar conjuntamente con el Parlamento para finalmente crear una corresponsabilidad entre las tres instituciones. Esto nos dará una mayor fuerza en la Comisión y en el Consejo. Creo que, entonces, todos los ciudadanos podrán comprender y ver, de forma transparente, quién se ha equivocado, quién ha actuado correctamente y quién no ha actuado cuando debería haberlo hecho. Por tanto, la esperanza subyace en que este tratado se haga realidad y que finalmente se adopte y que este Parlamento se convierta, con nosotros, en un actor institucional de pleno derecho en la lucha contra el terrorismo.
(Aplausos)
El Presidente. − Gracias, señor Frattini. Le pido disculpas por el ruido, pero no se trataba de una falta de respeto hacia usted.
Se cierra el debate conjunto.
La votación tendrá lugar el 11 de octubre.
Declaraciones por escrito (Artículo 142)
Pedro Guerreiro (GUE/NGL), por escrito. – (PT) Al igual que en anteriores debates, la mayoría del PE, la Comisión y el Consejo ha evitado profundizar e incluso realizar un análisis más serio sobre el terrorismo —en todas sus formas, incluido el terrorismo de Estado— o de la lucha contra el terrorismo; está claro que están intentado hacer sacar del contexto constantemente el análisis del terrorismo con el fin de correr un tupido velo sobre cuáles son las causas más profundas del terrorismo y las políticas que engendran el terrorismo.
Dicho conducto es el más grave y significativo desde el punto de vista político cuando resulta cada vez más evidente en la lucha contra el terrorismo —en la que los EE.UU. y la UE desempeñan una función de liderazgo— que los ciudadanos del mundo se enfrentan a un instrumento que no respeta la soberanía del Derecho internacional, contraviene la soberanía de los pueblos y pone en peligro la independencia de los Estados a través del fomento de la intervención, la agresión y la guerra, ya sea en Afganistán, Irán o Palestina, con cientos de miles de víctimas.
A pesar de que algunos oradores han repetido hasta la saciedad la cuestión de la salvaguardia de los derechos humanos en esta lucha contra el terrorismo y en la ofensiva de medidas de seguridad reafirma dicha lucha, cada vez más situaciones y hechos ponen de manifiesto la falta de respeto a las libertades, derechos y garantías fundamentales de los ciudadanos.
Alexander Stubb (PPE-DE), por escrito. – La UE persigue ante todo la libre circulación de personas, bienes, servicios y capitales. Los obstáculos que se interponen a esa libre circulación tienen que tomarse en serio. La importancia de la lucha contra el terrorismo como parte de la delincuencia internacional no debe subestimarse.
El terrorismo es, no obstante, un tema delicado. No podemos olvidar nunca que todas las políticas antiterroristas tienen que basarse en el respeto de los derechos fundamentales y de la dignidad humana.
Las medidas tienen que ser además eficaces y proporcionadas a la mejora de la seguridad. Dudo, por ejemplo, que las nuevas restricciones sobre el transporte de líquidos en los aviones cumplan estos criterios.
Globalmente, todos los esfuerzos por mejorar la coordinación entre los Estados miembros, y entre ellos y las instituciones comunitarias, deben ser acogidos con satisfacción. Después de la renuncia del señor de Vries, debe nombrarse lo antes posible un nuevo Coordinador de la UE para la lucha contra el terrorismo.
PRESIDE: Luigi COCILOVO Vicepresidente
Sophia in 't Veld (ALDE). – (NL) Señor Presidente, me gustaría destacar únicamente que en el transcurso del debate se plantearon al Presidente en ejercicio del Consejo —que ya se ha marchado— y a la Comisión algunas cuestiones precisas que no han obtenido respuesta. Me gustaría obtener una respuesta escrita del Consejo y la Comisión a mis preguntas relativas al Grupo de contacto de alto nivel sobre protección de datos y sobre la Ley de Vigilancia del Espionaje Exterior de los Estados Unidos.
El Presidente. − Procederemos conforme al Reglamento, así como sobre la base de la petición realizada.
3. Composición del Parlamento: véase el Acta
4. Orden de los trabajos: véase el Acta
Richard Howitt (PSE). – Señor Presidente, por una cuestión de observancia del Reglamento: ¿Puedo pedir una intervención urgente del Presidente del Parlamento para exigir la protección de una delegación de Colombia que visitó nuestro Parlamento los días 27 y 28 de junio y cuyos miembros han recibido esta semana una amenaza pública de muerte por haber defendido aquí la propuesta de un intercambio humanitario de presos en el conflicto colombiano?
La acusación de que los miembros de la delegación, entre ellos Yolanda Pulecio de Betancourt, madre de la que fuera candidata a la Presidencia colombiana, Monseñor Luis Augusto Castro, cabeza de la Iglesia católica en Colombia, y el Dr. José Noé Ríos, secretario general del Partido Liberal Colombiano, apoyan al movimiento de la guerrilla colombiana es descabellada y pone a todo el grupo en grave peligro.
Sólo por motivos humanitarios, pido al Presidente que haga todo lo posible por exigir su seguridad.
(Aplausos)
5. Turno de votaciones
El Presidente. − De conformidad con el orden del día, se procede a la votación.
(Para los resultados de las votaciones y otros detalles sobre las mismas: véase el Acta)
5.1. Equilibrio sostenible entre la capacidad pesquera y las posibilidades de pesca (votación)
El Presidente. − Una delegación del Parlamento sudafricano se encuentra en la galería de nuestros visitantes oficiales. Me gustaría darle la más cálida bienvenida a la delegación de África del Sur que se encuentra aquí para participar en la décima Reunión interparlamentaria entre África del Sur y el PE que se celebrará del 5 al 6 de septiembre.
(Aplausos)
7. Turno de votaciones (continuación)
(Antes de la votación)
Gary Titley (PSE). – Señor Presidente, en relación con las declaraciones de interés, ¿podría explicarme si, en la votación de los siguientes tres informes sobre la leche, los que seamos productores lácteos debemos declarar un interés y abstenernos en la votación?
(Aplausos)
El Presidente. − Evidentemente, señor Titley, procederemos conforme a las declaraciones suscritas por los diputados al Parlamento Europeo con referencia a los conflictos de interés en el momento de la asunción del mandato y con referencia a los procedimientos parlamentarios individuales.
7.1. Leche conservada deshidratada destinada a la alimentación humana (modificación de la Directiva 2001/114/CE) (votación)
Geoffrey Van Orden (PPE-DE). – Señor Presidente, como tenemos en la tribuna de invitados una delegación del Parlamento de Sudáfrica, ¿podemos pedir a sus componentes que se lleven de esta Cámara un mensaje de condena del régimen de Mugabe en Zimbabue y de esperanza en que Sudáfrica adopte las medidas oportunas para favorecer un cambio positivo en ese país?
(Aplausos)
El Presidente. − Tomo nota de su petición, la cual acojo con satisfacción personalmente, e intentaremos tratarla conforme al Reglamento parlamentario cuando llevemos a cabo las votaciones.
7.4. Restricciones de la UE a los líquidos que pueden llevar los pasajeros en los aviones (votación)
Pedro Guerreiro (GUE/NGL), por escrito. − (PT) Consideramos que la sostenibilidad de los recursos pesqueros es fundamental para la continuidad de la actividad pesquera y la viabilidad del sector pesquero, pero no aceptamos una política de gestión de flotas —como se aprobó en la UE— o una reducción de la flota, cuyas principales consecuencias sean una reducción significativa de los medios de producción y una drástica pérdida de puestos de trabajo.
Para poder lograr el objetivo de un equilibrio sostenible entre la capacidad pesquera y las posibilidades de pesca debe tenerse en cuenta la situación económica y social del sector pesquero mediante la aplicación de mecanismos de subsidio o compensación de los pescadores afectados por las consecuencias económicas de una actividad pesquera respetuosa del medio ambiente y mediante medidas para reducir la pesca, sobre todo, en aquellas regiones menos favorecidas que dependen del sector pesquero.
De igual modo, el esfuerzo pesquero debería ajustarse a los recursos existentes y a la protección del medio marino —que llevaría al mismo tiempo a promover la pesca costera a pequeña escala y la pesca no industrial, así como a salvaguardar las comunidades pesqueras—. Resultaría especialmente útil en dicho contexto aumentar las zonas de pesca exclusivas de los Estados miembros de las 12 millas náuticas actuales a 24 y, para las regiones ultraperiféricas, de las 100 millas náuticas a las 200 millas náuticas.
Robert Navarro (PSE), por escrito. – (FR) He votado a favor el informe de mi colega, el señor Casaca, porque subraya claramente los efectos perversos del sistema actual, que, a veces, provoca que se adopten decisiones que no toman en consideración las realidades locales.
Tomemos el ejemplo de la pesca conocida como «thonaille» en el Mediterráneo. Los que la practican se han esforzado por hacer evolucionar su método de pesca, pero la legislación que se ha adoptado hace poco les impone restricciones desproporcionadas que pueden provocar su desaparición. De hecho, están confrontados a la competencia desleal de sus colegas del Atlántico oriental, tanto españoles como franceses. De conformidad con las propuestas del informe, un enfoque por zona geográfica y la consideración de las características específicas de las técnicas empleadas habrían posibilitado que se asegurara una distribución más justa del esfuerzo de la pesca, permitiendo así un equilibrio sostenible entre la capacidad y la posibilidad de pescar.
Glyn Ford (PSE), por escrito. − Apoyo el informe Elles sobre el proyecto de presupuesto rectificativo nº 5/2007. Con ello, quiero llamar la atención sobre un problema particular de mi propio país que podría mitigarse si se aprueba un gasto adicional.
El problema que tiene Gran Bretaña es que Margaret Thatcher, con su Acuerdo de Fontainebleau de 1984, dejó una píldora envenenada a los futuros Gobiernos británicos. Fontainebleau devuelve a Gran Bretaña una cantidad equivalente a dos tercios de la diferencia entre nuestras contribuciones anuales y lo que se recibe anualmente de la UE. Así pues, cualquier nuevo programa de gasto le cuesta a Gran Bretaña el doble; primero pagamos nuestro 50 % y luego perdemos dos tercios de la contribución de la UE, reduciéndose únicamente en nuestro caso la contribución de la UE del 50 % a menos de l7 %. Teniendo en cuenta que las contribuciones de Gran Bretaña no llegan al 15 % del presupuesto total, cualquier nuevo proyecto por el que Gran Bretaña reciba menos de un tercio de los beneficios le costará dinero.
Pedro Guerreiro (GUE/NGL), por escrito. − (PT) El informe afirma que cada año se transportan unos 110 000 millones de toneladas/kilómetro de mercancías —peligrosas para la población y el medio ambiente —dentro de la UE, lo que supone casi un 8 % del transporte total de mercancías. De éstas, el 58 % se transporta por ferrocarril, el 25 % por transporte aéreo y el 17 % por vías navegables interiores.
El transporte internacional de mercancías peligrosas está regulado por acuerdos internacionales.
En dicho contexto, consideramos que la cooperación práctica y necesaria debe salvaguardar la plena soberanía de los Estados miembros por lo que respecta al transporte de mercancías (peligrosas) dentro de su territorio, por ejemplo, a través del derecho a regular, emitir autorizaciones individuales y prohibir el transporte de sustancias peligrosas, sobre todo, por motivos de seguridad nacional o protección medioambiental.
Se trata de un asunto de principio que adquiere mayor importancia en el contexto de la liberalización desenfrenada del transporte promovida por la UE.
Dieter-Lebrecht Koch (PPE-DE), por escrito. − (DE) La propuesta de la Comisión sobre la simplificación y unificación de la legislación comunitaria sobre el transporte de mercancías peligrosas debería apoyarse íntegramente, incluidos los intereses de una reglamentación más adecuada.
El pasado del 31 de agosto de 2007 visité las sedes de gestión del tráfico de siete túneles, entre los cuales se encontraba el más largo de Alemania, y fui consciente de la necesidad de la armonización, sobre todo, de las disposiciones relativas al transporte de mercancías peligrosas en túneles.
El transporte, no sólo de las mercancías en sí, sino también de las mercancías peligrosas, está creciendo rápidamente a escala mundial, por lo que el aumento ya no puede ser absorberlo un único modo de transporte. Por tanto, resulta lógico adoptar las normativas pertinentes para el transporte no sólo por carretera o ferrocarril sino también por vías navegables interiores. Esto mejora las posibilidades de aplicar el enfoque comodal al problema de nuestras necesidades de transporte. Merece la pena destacar especialmente, por lo que respecta al entendimiento de nuestros ciudadanos, que la actual legislación tiene en cuenta no sólo las recomendaciones específicas de las Naciones Unidas, sino también los requisitos de subsidiariedad de los Estados miembros. El hecho de que la Directiva compendie cuatro directivas antiguas y ahorre 2 000 páginas de texto legislativo constituye un ejemplo de reducción burocrática en acción.
Los Estados miembros mantienen el derecho a regular, o incluso prohibir, el transporte de determinadas mercancías peligrosas dentro de su territorio, por ejemplo, por motivos de seguridad nacional o de protección del medio ambiente. En el análisis final, los ciudadanos pueden esperar que esta Directiva contribuya a mejorar la seguridad del transporte y la seguridad del medioambiente.
Fernand Le Rachinel (ITS), por escrito. – (FR) Por una vez, la propuesta de la Comisión dirigida a armonizar las normas de transporte de las mercancías peligrosas supone un paso adelante en la buena dirección. De hecho, el texto propuesto tiene la finalidad de simplificar y unificar la legislación comunitaria existente.
Actualmente, al menos cuatro directivas y muchas decisiones de la Comisión rigen el transporte de las mercancías peligrosas por vía terrestre (ferrocarril, carretera) y fluvial. Este conjunto disparatado pone de manifiesto que las normas son demasiado complejas, difíciles de transponer a las legislaciones nacionales y que, a menudo, están obsoletas.
Esta cuestión es muy importante, ya que el volumen del transporte interior en la UE no deja de aumentar, así como el volumen de mercancías peligrosas. Cada año, se transportan en la UE casi 110 000 millones de toneladas/km/año de dichas mercancías, lo que equivale al 8 % de todas las mercancías transportadas. Debido a su posición estratégica en las encrucijadas de Europa, las redes de carreteras, ferrocarriles y fluviales francesas se encuentran a menudo congestionadas y están especialmente sujetas a accidentes de transporte.
Es hora de que eliminemos el exceso de legislación periférica de la UE en esta área para permitir que los diferentes operadores y las autoridades nacionales puedan garantizar y reforzar plenamente la seguridad de este tipo de transporte.
Andreas Mölzer (ITS), por escrito. − (DE) Dado el continuo aumento del transporte de mercancías, el catastrófico incendio del camión del túnel de Gotthard y otros sucesos similares probablemente no sean las últimas historias terroríficas de accidentes de camiones. Éste es precisamente el caso puesto que los camiones protagonizan de forma desproporcionadamente frecuente los accidentes de las autovías y puesto que los períodos de descanso a menudo no se respetan debido a los márgenes cada vez menores y la presión competitiva cada vez mayor. Las carreteras antiguas y la formación de caravanas también incrementan el riesgo potencial de accidentes.
Si un vehículo que transporta mercancías peligrosas se ve envuelto en un accidente de este tipo, las consecuencias son, evidentemente, muy graves. Además, una y otra vez, la mercancía radioactiva, corrosiva o explosiva se transporta de forma ilegal, poniendo en peligro de muerte a los servicios de urgencias cuando se producen los accidentes. Resulta justo y conveniente actualizar los requisitos de seguridad por lo que yo también voté a favor del informe, aunque también creo que deberían reforzarse los controles convenientemente.
Luís Queiró (PPE-DE), por escrito. − (PT) Una de las obligaciones y responsabilidades básicas de la UE consiste en crear condiciones de vida seguras para los ciudadanos comunitarios. El volumen del transporte de mercancías en el interior de la UE aumenta constantemente y, en consonancia con dicho aumento, el volumen de las mercancías peligrosas transportadas también ha ido aumentando.
Por tanto, necesitamos garantizar que la legislación aplicable al transporte de mercancías peligrosas se simplifique y aclare. La intención de incluir en una sola Directiva el transporte de mercancías peligrosas por ferrocarril, carretera y vías navegables interiores podría incentivar el enfoque comodal y, mediante la aplicación de normas establecidas, mejorar la seguridad y velocidad basadas en la adopción de nuevos criterios sobre la entrega rápida de mercancías y la provisión de los servicios pertinentes. Un requisito previo para ello es, por tanto, una mayor seguridad en el transporte por el territorio de la UE, incluido el transporte de mercancías peligrosas. Creo que será posible con la aplicación de las medidas incluidas en esta Directiva.
Andrzej Jan Szejna (PSE), por escrito. − (PL) Voto a favor del informe de Bogus³aw Liberadzki sobre el transporte interior de mercancías peligrosas.
El profesor Liberadzki es un especialista de primera línea en el ámbito del transporte. El informe que presenta está escrito de forma profesional y ofrece un análisis profundo del problema planteado.
Una de las prioridades de la Unión Europea es, sin duda, garantizar que los ciudadanos europeos gozan de unas condiciones de vida seguras. Esto también incluye la seguridad del transporte a través de la Unión y, sobre todo, el transporte de mercancías peligrosas. El aumento de la circulación de mercancías y servicios ha llevado a un aumento del transporte por carretera, por ferrocarril y fluvial. Por eso, apoyo la iniciativa de unificar estas formas de transporte en una única Directiva. Considero que a escala comunitaria deberíamos luchar por establecer una legislación con el mayor valor añadido posible para los ciudadanos de la UE. El hecho de condensar las normativas en un único documento comunitario mejorará la transparencia y accesibilidad así como la eficacia de su aplicación.
Andreas Mölzer (ITS). − (DE) Señor Presidente, voté a favor de los informes Jeggle porque confío en que faciliten la supervivencia de nuestros productores de leche. Al fin y al cabo, hubo un tiempo en el que los productores de leche podían vivir de lo que producían. Actualmente, los precios de los alimentos suben constantemente pero, aunque las grandes empresas se benefician de esto y obtienen grandes márgenes de beneficios, los simples agricultores se ven, cada vez más, obligados que desempeñar el papel de suplicantes. A menudo, los pequeños agricultores necesitan una fuente de ingresos adicional para sobrevivir y el amor por la naturaleza es la única y primordial razón de que muchos asuman esta doble carga. La cifra de quienes arrojan la toalla es cada vez mayor, sin embargo, lo que ha dado lugar a una dependencia de las importaciones en el ámbito de la producción de frutas, verduras y alimentos.
Desde la adhesión a la UE, más del 50 % de los agricultores austriacos ha abandonado sus explotaciones, es decir, han dejado de producir leche. De este modo, nos estamos acercando rápidamente al punto en el que la autosuficiencia de leche fresca y derivados de leche fresca se encuentra amenazada.
Hynek Fajmon (PPE-DE). – (CS) Señor Presidente, Señorías, en el transcurso de la votación de hoy de los tres informes de la leche manifesté mi apoyo a las propuestas de la Comisión puesto que considero que constituyen pasos en la dirección correcta.
El exceso de regulación del sector de la leche y los productos lácteos para beber leche en la UE es innecesario y carece de sentido y, como resultado, tanto los consumidores como los productores se ven perjudicados. Por tanto, es conveniente que las normativas actuales se liberalicen. Es digno de elogio el hecho de que, además de las tres categorías de leche existentes, se permitan otras categorías de leche de consumo con otro contenido calórico. En consecuencia, los consumidores y los productores tendrán una amplia oferta para elegir. Dicho avance sólo puede ser acogido con satisfacción.
De hecho, la Comisión debería perseguir con denuedo la liberalización del sector de la leche de consumo porque el sistema actual de cuotas lecheras está anticuado y no es funcional. No hay motivo para continuar imponiendo sanciones a los productores por producir grandes cantidades de leche. Ahora, en un momento en el que la demanda de leche y de la leche de consumo está aumentando en el mundo, se está demostrando que las cuotas lecheras constituyen un obstáculo en el desarrollo del sector de la leche en la UE.
Liam Aylward (UEN), por escrito. − La fortaleza actual del sector lácteo está creando un gran optimismo entre los productores de Europa. La creciente demanda de productos lácteos en Asia, la progresiva disminución de la producción europea y el creciente uso de las tierras de labor en Estados Unidos para la producción de biocombustibles atribuyen a que el precio de la leche suba hasta niveles históricos.
Como diputado al Parlamento Europeo en representación de la Irlanda rural, celebro que los productores lácteos estén disfrutando del descanso que se merecen, aunque los costes de producción sigan aumentando y haciendo más difícil la supervivencia, sobre todo de las explotaciones lácteas más pequeñas.
Un cambio en los mecanismos de gestión del mercado comporta inestabilidad. Con la supresión de las cuotas de leche prevista para 2015, es preciso adoptar medidas para absorber la volatilidad del mercado. La reacción de los productores se desconoce. El aumento de la producción láctea hará que bajen los precios. Los mecanismos de salvaguarda permitidos en el marco de la OMC serán cruciales para la estabilidad.
En la actualidad se aplica un tipo cero a las restituciones a la exportación, debido a la fortaleza de los mercados lácteos internacionales. Nosotros debemos asegurar que se mantengan como mecanismos que puedan introducirse en una fecha posterior.
El cambio es inevitable en el sector lácteo, pero la transición tiene que gestionarse correctamente para ofrecer a los productores europeos un futuro estable y brillante.
Ilda Figueiredo (GUE/NGL), por escrito. − (PT) Estamos de acuerdo con la línea adoptada en el informe que es importante para dar un impulso fundamentalmente cualitativo al programa de distribución de leche en las escuelas. No obstante, lamentamos que en su forma actual, con la filosofía de gestión adoptada y con los recursos asignados actualmente, este programa en muchos casos se haya convertido en un incentivo para dejar de tomar leche dada la poca calidad y la naturaleza insatisfactoria de los productos ofrecidos con respecto a los gustos de los alumnos de los primeros ciclos de enseñanza secundaria.
Por tanto, estamos de acuerdo con la idea de que la gama de productos que se pretende incluir en este programa sea ampliada, tanto por lo que respecta a la diversidad como por lo que respecta a las consideraciones nutricionales y la racionalización dietética. No obstante, debemos recordar que necesitamos solucionar urgentemente cuestiones básicas tales como la falta de redes de refrigeración porque eso impide que muchos colegios y muchos estudiantes portugueses tengan acceso a otro tipo de leche que no sea la UHT.
El valor nutricional de la leche es de todos conocido y somos conscientes de que necesitamos promover el consumo de leche. Sin embargo, para poder lograrlo, se necesita ayuda para contribuir a producir leche de calidad y la clave está en los numerosos hatos de pequeño tamaño. Las principales explotaciones agrícolas pequeñas, a través de la explotación diaria no intensiva, mantienen las comunidades rurales vivas y las zonas rurales pobladas.
Hélène Goudin y Nils Lundgren (IND/DEM), por escrito. − (SV) Los informes sobre los productos lácteos de la Comisión de Agricultura son heterogéneos. La Lista de Junio apoya a la Comisión con respecto al punto según el cual debe permitirse y vender leche de consumo que no esté clasificada en ninguna de las tres categorías pertinentes en este momento. Dicha liberalización resulta positiva y facilita las cosas para Suecia, que desde 1995 ha tenido problemas para adaptar las tradiciones suecas a las estrictas normativas de la UE sobre los productos lácteos.
Los otros dos informes sobre la leche se basan en la Política Agrícola Común de la UE y la Lista de Junio los rechaza. La producción de leche debe ser un asunto para el mercado libre, sujeta a los controles alimentarios ordinarios según las normas de la salud pública.
Las enmiendas de la Comisión de Agricultura presentadas en el informe (A6-0283/2007) por el que se establece la organización común de mercados en el sector de la leche y de los productos lácteos son, sencillamente, absurdas. Proponen que los ahorros presupuestarios realizados se distribuyan en los mercados de la leche y que se cree un programa de reestructuración de los fondos destinados a los productos lácteos, que se ofrezca apoyo a aquellos del sector de la leche que se vean afectados por la liberalización creciente del sector, el refuerzo de las medidas destinadas a promover la comercialización y a informar sobre la alimentación en el sector de la leche, que se ofrezca apoyo a la producción de la leche en las zonas de montaña y que se refuerce el régimen de distribución de leche en las escuelas.
Nos oponemos rotundamente a estas propuestas. La Lista de Junio quisiera plantear que también es justo que el Parlamento no tenga poderes de codecisión en la política agrícola de la UE porque, entonces, la Unión caería en una trampa de proteccionismo y de fuertes subsidios para cada uno de los distintos grupos del sector agrícola.
Christel Schaldemose (PSE), por escrito. − (DA) Los miembros daneses del Grupo Socialista en el Parlamento Europeo —el señor Rasmussen, la señora Thomsen, la señora Schaldemose, el señor Jørgensen y el señor Christensen — no sólo han votado en contra de las propuestas de la Comisión sino también de las enmiendas del Parlamento. A juicio de la delegación, es necesaria la reforma del régimen de distribución de leche en las escuelas, pero la propuesta no va lo suficientemente lejos. La delegación considera que debería suprimirse completamente el apoyo a la leche entera, mientras que la leche «saludable» debería recibir el mayor apoyo.
Sin embargo, la delegación desea manifestar su apoyo a la reforma del respaldo de la agricultura de la UE en el sentido de una orientación del sector más amplia y la política agrícola de la UE debería estar vinculada a la política medioambiental y las iniciativas de salud pública, entre otras cosas.
Catherine Stihler (PSE), por escrito. − Para garantizar la integridad de este Parlamento, todos los diputados que tengan un interés económico en el sector lácteo deberán declararlo en estas votaciones.
Hubert Pirker (PPE-DE). − (DE) Señor Presidente, voté a favor de esta Resolución, porque creo que es hora de revisar esta medida y valorar si es realmente adecuada y eficaz. Si no es eficaz, la aboliremos. Si sólo es parcialmente eficaz y adecuada, tendrá que ser modificada en consecuencia. En cualquier caso, no obstante, deberíamos trabajar para lograr una normalización de la aplicación —es decir, garantizar la uniformidad de los controles— para poner fin de una vez por todas a todas las vejaciones que estamos sufriendo en los aeropuertos.
John Attard-Montalto (PSE). – (MT) Me gustaría aclarar que no debería existir ningún compromiso por lo que respecta a la seguridad. Tenemos que apreciar que cuando se trata de las restricciones de líquidos en un avión, aunque es cierto que se trata de una molestia, que es indignante tener que tirar lo que se lleva, por otro lado, la seguridad es primordial. La seguridad es el mejor medio.
Si los servicios secretos británicos nos están diciendo que todavía existe amenaza, entonces, es que todavía existe. No podemos llegar a ningún acuerdo y por eso tenemos que ser muy cautos a la hora de adoptar resoluciones y aprobar propuestas sobre esta materia de forma que no demos la sensación de ser débiles o flojos en nuestra actitud.
Zita Pleštinská (PPE-DE). – (SK) Durante mis frecuentes viajes de negocios soy testigo de los problemas indignantes a los que se enfrentan los pasajeros que llevan líquidos en su equipaje de mano en los aeropuertos comunitarios. Los pasajeros deben desprenderse de sus cosméticos. Afortunadamente, pueden apañárselas para beberse una botella de medio litro de agua mineral pero el aftershave o el champú cuya cantidad exceda el límite permitido acabará en un contenedor.
Los pasajeros consideran estos estrictos controles aeroportuarios como una violación de sus derechos. No saben por qué tienen que hacerlo y están furiosos con la Unión, con sus normas burocráticas. La finalidad de su vuelo es diferente y, por tanto, no comprenden por qué tienen que deshacerse de sus productos básicos de higiene. Tampoco los empleados tienen tiempo o la deferencia necesaria para justificar los estrictos controles que se llevan a cabo como mecanismo antiterrorista.
Voté a favor de la propuesta de resolución que propone terminar con las controvertidas medidas que afectan a los pasajeros del transporte aéreo y hace hincapié en la necesidad de estudios de investigación para encontrar herramientas eficaces para la detección de explosivos en líquidos. Creo que la Comisión Europea revisará concienzudamente la prohibición de llevar líquidos a bordo de una aeronave y —si no se descubren más datos— abolirá esta polémica medida.
Gerard Batten, Derek Roland Clark, Nigel Farage, John Whittaker y Thomas Wise (IND/DEM), por escrito. − Aunque el UKIP apoya, por principio, la derogación de cualquier legislación comunitaria, esta vez se trata de una cuestión de seguridad nacional y, por tanto, el partido no puede apoyar una medida que podría poner en peligro a los pasajeros y a la tripulación. Como ha dicho el Gobierno británico, el terrorismo sigue siendo una amenaza grave e incesante.
Graham Booth (IND/DEM), por escrito. − Aunque el UKIP manifiesta su apoyo, por principio, a la derogación de cualquier legislación comunitaria, esta vez se trata de una cuestión de seguridad nacional y, por tanto, el partido no puede apoyar una medida que podría poner en peligro a los pasajeros y a la tripulación. Como ha dicho el Gobierno británico, el terrorismo sigue siendo una amenaza grave e incesante.
La opinión del Gobierno británico es la siguiente:
El Gobierno británico celebra que en la resolución de la Comisión TRANS se reconozca la necesidad que tiene Europa de un alto nivel de seguridad en la aviación. El terrorismo sigue siendo una amenaza grave y continua. En la actualidad no se puede analizar más que una pequeña proporción de los líquidos que los pasajeros desean llevar consigo. Así que los controles provisionales, hasta que se encuentre una solución más cómoda basada en la tecnología, son en la actualidad la única forma de garantizar debidamente la seguridad de los pasajeros.
Glyn Ford (PSE), por escrito. − He votado a favor de esta resolución sobre todo porque en ella se pide una revisión de la eficacia y la equidad del Reglamento (CE) nº 1546/2006 (introducción de líquidos en las aeronaves). Lo que me parece más absurdo es que yo pueda volar a Europa con líquidos comprados en tiendas libres de impuestos − alcohol, perfumes o alimentos comprados fuera de la UE −, que las autoridades me confiscarán si tengo que hacer escala y coger otro avión en la UE.
¿No se le ocurre a la Comisión que posiblemente los terroristas conozcan mejor el Reglamento que los pasajeros europeos normales y que, por tanto, actúen en consecuencia? Implica, asimismo, que la seguridad en todos los aeropuertos extracomunitarios es inferior a la del peor aeropuerto de la UE. Como pasajero habitual, eso me parece difícil, si no imposible, de creer.
Pedro Guerreiro (GUE/NGL), por escrito. – (PT) Por lo que respecta al Reglamento sobre las restricciones de la UE a los líquidos que pueden llevar los pasajeros en los aviones, creo que la adopción de la enmienda —que también fue presentada por nuestro Grupo parlamentario— que invita a la Comisión Europea a que revoque dicha Reglamento, constituye un paso positivo puesto que nunca ha habido ninguna prueba de que sea eficaz desde el punto de vista de la seguridad, ni se han producido hechos conclusivos, como se había prometido, a través de un informe público exhaustivo. Además, se hizo hincapié en que si la Comisión tiene intención de presentar un Reglamento de este tipo en el futuro, primero debe elaborar un informe que demuestre que dicha medida será efectiva.
Me gustaría destacar que, aunque el actual Reglamento se está aplicando, la Comisión ni siquiera ha publicado ni ha puesto a disposición del público una declaración específica de las prohibiciones o restricciones a las que podría estar sujeto, una lista de excepciones a dichas normas ni las razones de haber adoptado dicha medida. La Comisión tampoco garantizó que se informara completa y correctamente a los pasajeros de los vuelos de sus derechos, sobre todo, por lo que respecta a los casos de abuso de poder en la aplicación de las normas de seguridad.
Ian Hudghton (Verts/ALE), por escrito. − Apoyo las modificaciones para revisar las restricciones actuales sobre la cantidad de líquidos que los pasajeros pueden llevar a bordo de los aviones en la UE. He votado a favor de la resolución que pide a la Comisión Europea que revise las restricciones y se asegure de que son proporcionadas a los riesgos.
Necesitamos restricciones que sean realistas y además proporcionadas a la amenaza potencial. Todos nos tomamos muy en serio la necesidad de protegernos frente a las amenazas terroristas, pero nuestra respuesta tiene que ser proporcionada y justificada.
A todos los partidos les preocupa que las restricciones actuales impuestas por la Comisión Europea produzcan unos costes y unas molestias desproporcionadas. Me gustaría que se revisara la situación y, si se decide que esas restricciones tienen que continuar, que la Comisión explicara con claridad y precisión por qué son necesarias.
Timothy Kirkhope (PPE-DE), por escrito. − Los conservadores británicos apoyan plenamente una revisión del Reglamento que regula los líquidos que los pasajeros pueden llevar a bordo de los aviones. La aplicación de este Reglamento en la UE ha variado, dando lugar a incoherencias e injusticias manifiestas, por lo que cualquier revisión que se haga ha de tener en cuenta este aspecto con carácter urgente. Sin embargo, no consideramos conveniente solicitar la derogación del Reglamento en este momento, ya que, por principio, no se debe prejuzgar el resultado de una revisión realizada por expertos, y lo más importante es la protección de los ciudadanos.
Roger Knapman (IND/DEM), por escrito. − El UKIP apoya la derogación de toda la legislación de la UE. Ahora bien, esta es una medida especial que pondría a los pasajeros y a la tripulación en situación de riesgo y que, por tanto, no podemos apoyar.
David Martin (PSE), por escrito. − He votado en contra de esta Resolución con la que se trata de derogar el Reglamento vigente, introducido el año pasado, que impone restricciones a la introducción de líquidos en las aeronaves. Me preocupa que los eurodiputados británicos liberales y verdes hayan planteado ahora la posibilidad de derogar esa disposición aunque tanto los Servicios de Seguridad como el Departamento de Transporte hayan recomendado encarecidamente su mantenimiento. Estoy de acuerdo con que se revise la legislación cada cierto tiempo, pero es prematuro y peligroso derogar este Reglamento en la actualidad.
Luís Queiró (PPE-DE), por escrito. – (PT) Creo que la amenaza contra la seguridad del transporte aéreo es real y que los riesgos que entraña son enormes. Por tanto, considero que las molestias que se ocasionen a los pasajeros son proporcionales al riesgo frente al que los estamos protegiendo y que la cuestión no constituye de ningún modo una violación de derechos, libertades o garantías, sino una mera medida técnica que ha demostrado ser efectiva. Considero, por tanto, que el Parlamento Europeo se ha precipitado y ha pedido demasiado rápido que no se aplique el Reglamento sobre la introducción de líquidos en aeronaves si no se obtienen nuevas pruebas que respalden la aplicación del mismo.
El principio de precaución sugeriría que es mejor sufrir una ligera molestia antes que un desastre. El principio de seguridad dictamina que no deberíamos facilitar las cosas si no estamos seguros de los riesgos que se corren.
En consecuencia, voté en contra de la propuesta de resolución por la que se establecen las medidas para la aplicación de las normas comunes de seguridad aérea (introducción de líquidos en las aeronaves).
Frédérique Ries (ALDE), por escrito. – (FR) En este momento en el que muchos veraneantes van a volver al trabajo, vale la pena considerar algunas de las normas de seguridad a bordo de las aeronaves y en los aeropuertos.
A modo de recordatorio, más de 16 millones de pasajeros transitan por el aeropuerto nacional de Bruselas cada año y, desde noviembre del año pasado, han estado sujetos a la prohibición de transportar líquidos en su equipaje de mano.
Para mí, no es cuestión de disminuir la seguridad. Sin embargo, muchísimos pasajeros se han quejado por la manera en que se aplica la prohibición en los diferentes aeropuertos europeos: en algunos, pueden transportar en su equipaje de mano los productos adquiridos en el propio aeropuerto, mientras que en otros no es posible.
Además, es difícil imponer este tipo de medida a los pasajeros cuando su valor añadido en lo que se refiere a la seguridad no se ha probado de manera indiscutible, y éste no parece ser el caso.
Por lo tanto, me parece razonable solicitar a la Comisión que demuestre la validez de esta medida y, en caso de que sea apropiada, que disponga una aplicación uniforme y completamente transparente. Así, los pasajeros sabrán por fin a qué atenerse.
Peter Skinner (PSE), por escrito. − He votado en contra del informe porque, aunque tiene todo el sentido que se evalúe el efecto de esta medida, es importante que no se derogue. Los pasajeros que viajan a través de aeropuertos europeos como Gatwick, en mi región, suelen sentirse confusos y molestos con la aplicación del Reglamento. En particular, por la forma en que deben entregar los líquidos que han comprado en tiendas «libres de impuestos» del aeropuerto a las autoridades que inspeccionan el equipaje de mano. El problema parece estar con los pasajeros en tránsito que compran en el aeropuerto de «tránsito» y que luego tratan de pasar por controles de seguridad para acceder a su siguiente vuelo. Me opongo a una derogación total, porque sigue habiendo problemas legítimos de seguridad que tienen que ser nuestra máxima prioridad. Existen también alternativas a una derogación simple que pueden causar menos molestias a los pasajeros y seguir manteniendo la seguridad.
Geoffrey Van Orden (PPE-DE), por escrito. − Las medidas de seguridad actuales y desmesuradas en los aeropuertos y aeronaves son un recordatorio desgraciado y constante del terrorismo. No inspiran confianza a los ciudadanos. Tiene que haber controles de seguridad, tanto en lo que respecta al público como a los aeropuertos. Pero esos controles deben estar justificados y ser flexibles. Y, sobre todo, deben orientarse más eficazmente a sus fines. Ello implica una «elaboración de perfiles», medida clave que se evita por miedo a una acusación de «discriminación».
Es curioso que la Comisión Europea piense que tiene que dar luz verde a nuevas medidas de seguridad para los aeropuertos de Europa. Los gobiernos de los países de la UE deben coordinar sus respuestas, lo cual no tiene que ser una excusa para ampliar las competencias de la Comisión a nuevos ámbitos. Ciertamente, el Gobierno británico tiene que resistirse a cualquier nuevo intento de suprimir nuestro veto nacional sobre los asuntos judiciales y policiales. La Organización Internacional de la Aviación Civil, dado su ámbit mundial, es el órgano adecuado para garantizar que los aeropuertos de todo el mundo satisfagan las necesidades de seguridad. Me he abstenido en la votación de esta resolución.
Jean-Pierre Audy (PPE-DE), por escrito. – (FR) He votado a favor del informe de mi colega, la señora Ayala Sender, en respuesta a la comunicación de la Comisión sobre la logística del transporte de mercancías en Europa y la movilidad sostenible. Esperamos con impaciencia el informe de la Comisión acerca de un plan de acción para la logística del transporte de mercancías en otoño de 2007. No obstante, en lo que respecta a la logística, empieza a ser urgente que se entable un debate sobre la ambiciosa política de desarrollo del territorio europeo, basada principalmente en la financiación de infraestructuras (autopistas, ferrocarriles, aeropuertos, puertos, nuevas tecnologías, satélites, etc.), apoyándose en el efecto de apalancamiento de la deuda mediante, por ejemplo, la mayor utilización del Banco Europeo de Inversiones (BEI), que podría poner a disposición casi 1 billón de euros de potencial de inversión en un período de 10 años, las asociaciones público-privadas, etc. Una política ambiciosa de desarrollo del territorio europeo que se base en las inversiones a gran escala es uno de los prerrequisitos necesarios para que los operadores logísticos hagan bien su trabajo con la mayor eficiencia en cuanto a costes y con respeto del medio ambiente.
Hélène Goudin y Nils Lundgren (IND/DEM), por escrito. (SV) − Existe una buena razón para trabajar conjuntamente en la tarea de crear un sistema de transporte que funcione correctamente entre los Estados miembros con vistas a promover el mercado interior. Sin embargo, nos cuestionamos muchos aspectos concretos de este informe. No compartimos la idea de que la política comunitaria de transporte no esté financiada lo suficientemente y de que la UE deba invertir más recursos en este ámbito. Nos planteamos la necesidad de establecer normas comunes de formación para el personal implicado en el transporte y en logística puesto que tenemos plena confianza en la capacidad de cada Estado miembro para gestionar este ámbito de forma satisfactoria. Por último, creo que los Estados miembros deben decidir de forma independiente si pueden permitirse los vehículos de mercancías de 60 toneladas. Teniendo en cuenta estas críticas hemos decidido votar en contra del informe.
Pedro Guerreiro (GUE/NGL), por escrito. – (PT) Aunque hay muchos otros aspectos que merecen ser mencionados con respecto a este informe, nos gustaría destacar en esta explicación de voto que no podemos entender por qué fue rechazada nuestra enmienda propuesta, dirigida a incluir una mención de las regiones de ultramar —tales como las Azores y Madeira— dentro de la definición de las prioridades para la logística del transporte.
Nuestras enmiendas, que fueron rechazadas, hacían hincapié en:
- la importancia estratégica de los servicios públicos y su contribución al sector público en la promoción de la cohesión económica, social y territorial, y las críticas de las políticas que afrontan el reto del Estado como proveedor de servicios públicos.
- el efecto de incentivo de las inversiones públicas cofinanciadas por los Fondos Estructurales conforme a la cohesión política que atraen la inversión pública y la posibilidad de usar la financiación comunitaria para financiar inversiones privadas cuando no exista una estrategia de inversión pública.
El rechazo de estas enmiendas es significativo puesto que el informe observa que la logística es primordialmente una actividad empresarial; considera, no obstante, que las autoridades públicas pueden desempeñar un papel y actuar como facilitadoras, y pide la difusión de las mejores prácticas en financiación de la logística como parte del Plan de acción, por ejemplo, varias iniciativas con uso de cofinanciación pública-privada.
Un aviso a los prudentes...
Dieter-Lebrecht Koch (PPE-DE), por escrito. − (DE) Voté a favor de esta Directiva porque aumenta la conciencia pública del sector del transporte en concreto. Al fin y al cabo, la logística del transporte es un factor crucial en el desarrollo del crecimiento económico, la competitividad y la calidad de vida a escala comunitaria y también reduce el impacto medioambiental.
No obstante, en mi opinión, las declaraciones sobre la autorización de «megatráileres» están fuera de lugar en esta Directiva, ya que se quedan cortas y no llegan lo lejos que deberían. Voté a favor de la Directiva sólo con la esperanza de que la Comisión se ocupara de este asunto en el futuro inmediato y regulara este ámbito de forma independiente, para lo cual es preciso tener en cuenta los aspectos de seguridad, medio ambiente, transporte y logística. Deberá emplearse la tecnología punta, así como las posibilidades de los políticos para establecer un marco que regule el uso de dichos vehículos. Esto podría incluir normativas sobre el uso de los sistemas de asistencia al conductor tales como sistemas auxiliares de frenado, sistemas de advertencia de salida de carril, sistemas de control de navegación adaptables y monitores de cámaras o normas sobre ejes de dirección y la distribución de la fuerza de conducción sobre varias ruedas. Por último, no debemos asociar automáticamente el término «megatráiler» a un peso máximo autorizado de 60 toneladas. Debería tenerse en cuenta que los megatráileres de peso máximo autorizado de 44 toneladas realmente reducen la congestión en carretera y aportan enormes beneficios a la economía, el transporte y el medio ambiente sin perjudicar a los ferrocarriles que ni siquiera pueden absorber el crecimiento de la demanda de los servicios de transporte.
Robert Navarro (PSE), por escrito. – (FR) Si bien me complace la adopción del informe de la señora Ayala Sender sobre la logística, elaborado por iniciativa propia, en el que se subraya la importancia de la intermodalidad para un transporte más limpio y sostenible, lamento la adopción del párrafo 21, contra el que ya voté en la Comisión de Transportes y Turismo.
Voté contra dicho párrafo porque los camiones de 60 toneladas, a los que este párrafo abre la puerta, son peligrosos para el medio ambiente y para los usuarios de nuestras carreteras, que no fueron construidas para soportar tales cargas. Los argumentos del lobby del transporte por carretera son falacias: las capacidades de carga de los transportes pesados están infrautilizadas, por lo que la reducción de las emisiones de gases contaminantes con las que nos intentan engañar bajo el pretexto de «menos vehículos que transporten más mercancías» es, simplemente, una engañifa. Por lo que respecta al impacto de estos mastodontes en nuestras infraestructuras, finalmente recaerá sobre las espaldas de los contribuyentes, ya que será como una explosión en los presupuestos de renovación de las carreteras.
Por último, en lo que respecta a la seguridad vial, además de los riesgos que suponen los daños a las infraestructuras, la propia talla de estos monstruos de la carretera representa un peligro para los demás usuarios.
Brian Simpson (PSE), por escrito. − Aunque voy a votar a favor del informe Ayala Sender porque contiene algunas sugerencias buenas y constructivas sobre los aspectos técnicos de la logística del transporte de mercancías, tengo algunas reservas.
Me preocupa la posibilidad de introducir vehículos muy pesados de 60 toneladas por toda Europa, que estimo un concepto desacertado e inadecuado cuando el transporte ferroviario está de capa caída. Además, cuando las infraestructuras nacionales no pueden soportar vehículos pesados de 60 toneladas, me parece una locura sobrepasar los límites de peso actuales. Tengo entendido que algunos países ya tienen camiones de 60 toneladas, razón por la cual hay que dejar que los Estados miembros decidan por sí mismos cuál debe ser su límite de peso nacional. No obstante, esto no debe entenderse en el sentido de que se dé luz verde a los camiones de 60 toneladas per se, ni tampoco como el principio de muchos otros males.
Lamentablemente, el excelente informe de la señora Ayala Sender ha tenido una presentación injusta, porque los diputados y los medios de comunicación han destacado sólo una sección del mismo: la de los vehículos pesados de 60 toneladas. Por tanto, conviene reiterar una vez más que no se impondrá a los Estados miembros la obligación de introducirlos en sus redes nacionales.
Andrzej Jan Szejna (PSE), por escrito. − (PL) Voto a favor del informe de Inés Ayala Sender sobre la logística del transporte de mercancías en Europa —la clave para la movilidad sostenible—.
La señora Ayala Sender ha presentado un excelente informe que proporciona un análisis profundo de esta importante cuestión. Sin un sector de logística eficaz, los objetivos relativos al crecimiento, el empleo y el aumento del atractivo de la Unión Europea para inversores y empleados —dicho de otro modo, los principales pilares de la Estrategia de Lisboa— no pueden conseguirse. La logística es un elemento importante en el desarrollo de Europa y su competitividad en el escenario internacional. Las actividades de logística en conjunto constituyen un 13 % del PIB de la UE.
Deberíamos asimismo tener en cuenta el gran impacto que las soluciones logísticas adecuadas tienen en la restricción de la contaminación medioambiental y el modo en el que contribuye a reducir el consumo energético.
A mi juicio, deberíamos apoyar un informe dirigido a contribuir al desarrollo de un plan de acción en el ámbito de la logística a escala comunitaria.
Jean-Pierre Audy (PPE-DE), por escrito. – (FR) He votado a favor de la propuesta de resolución por parte de la Comisión de Empleo y Asuntos Sociales, en la que se afirma que la red de los Servicios europeos de empleo (EURES) debería convertirse en una importante plataforma de comunicación sobre el mercado de trabajo europeo y una ventanilla única para la movilidad geográfica y laboral de los trabajadores. Dicha ventanilla única debería tener la finalidad de suprimir los obstáculos, en particular los que se derivan de las cuestiones en materia de seguridad social relacionadas con el trabajo, y ampliar el conocimiento de todos los trabajadores sobre sus derechos individuales. La movilidad geográfica y laboral es un instrumento esencial para el éxito de la Estrategia de Lisboa renovada y, de manera más general, para el funcionamiento correcto del mercado interior en el contexto de la economía social de mercado. Constituye un reto importante para la introducción de los enfoques de «flexiguridad» del empleo, es decir, los enfoques que permiten una mayor flexibilidad en la gestión de los recursos humanos y que, a su vez, fomentan la seguridad laboral que esperan nuestros conciudadanos.
Françoise Castex (PSE), por escrito. – (FR) He votado a favor de la resolución sobre el informe sobre las actividades EURES en el período 2004-2005: «Hacia un único mercado de trabajo europeo».
Opino que la movilidad geográfica y laboral es un instrumento crucial para el éxito de la Estrategia de Lisboa renovada.
A este respecto, considero que la Comisión Europea debería promover más la movilidad geográfica y laboral de los trabajadores valiéndose del incremento de la línea presupuestaria correspondiente en 2007, con objeto de apoyar proyectos en el ámbito de la contratación transnacional y la asociación transfronteriza.
Ilda Figueiredo (GUE/NGL), por escrito. − (PT) La red EURES se presenta como una posible plataforma de comunicación sobre el mercado laboral comunitario, es decir, como un factor que podría contribuir a la movilidad geográfica y profesional de los trabajadores. Debería asimismo ayudar a abordar las actuales deficiencias por lo que se refiere a la información suministrada con el fin de evitar las terribles situaciones a las que se enfrentan los trabajadores en algunos de los países a los que tienen que desplazarse para trabajar, generalmente, debido a la falta de empleo en su propio país, como es el caso de los trabajadores portugueses.
Debemos mejorar la información sobre la seguridad social y los derechos de los trabajadores con respecto a las vacaciones, los subsidios por enfermedad, las ayudas para la vivienda y las ayudas para educación y formación. Necesitamos garantizar que se mantienen y reconocen los derechos de los trabajadores que se desplazan a trabajar a otro país. Una cuestión grave que necesita ser abordada es la ausencia de controles. De todos es sabido que a menudo se exige a los trabajadores que trabajen durante muchas horas sin un alojamiento adecuado, incluso sin contrato de trabajo, y se les paga mucho menos de lo que se acordó en un principio.
Deben tratarse estas cuestiones si pretendemos lograr una verdadera movilidad laboral sin problemas.
Zuzana Roithová (PPE-DE). – (CS) Respaldé el informe dirigido a contribuir a la reducción del consumo de alcohol en aquellos casos que resulte excesivo y peligroso. Apoyo asimismo el límite del 0,00 %, aunque únicamente para los conductores profesionales.
Estoy en contra de que se usen de forma indiscriminada etiquetas de advertencia, puesto que considero que es una medida evasiva, aparte de que queda fuera de la competencia de la UE. Creo que es responsabilidad de los Parlamentos nacionales adoptar dichas medidas, que no deben ser aplicadas de forma indiscriminada, con fines populistas o evasivos, sino que más bien deben estar dirigidas a educar grupos de riesgo concretos, que se encuentran bajo la amenaza del consumo de alcohol excesivo.
Erna Hennicot-Schoepges (PPE-DE). – (FR) Señor Presidente, la presentación del informe del señor Foglietta, elaborado por iniciativa propia, ha provocado comentarios que podrían sugerir que todos los diputados del Grupo del Partido Popular Europeo (Demócrata-Cristianos) y de los Demócratas Europeos subestiman el grave problema del alcoholismo. No puedo aprobar la ligereza con que se disimulan los problemas de la dependencia del alcohol como reverencia a los productores de bebidas alcohólicas y a sus grupos de presión. La protección de los jóvenes merece mucha más atención, así como el tratamiento del alcoholismo, una enfermedad grave que afecta a todas las personas que están alrededor del enfermo. A este respecto, este informe elaborado por iniciativa propia no contribuirá a cambiar la situación real.
Jan Andersson, Göran Färm, Anna Hedh e Inger Segelström (PSE), por escrito. − (SV) Hemos decidido respaldar el informe en la votación final. No obstante, habríamos preferido ver disposiciones más contundentes sobre las advertencias de las botellas de bebidas alcohólicas y los riesgos que conlleva el consumo de alcohol para las mujeres durante el embarazo. Resulta lamentable que el Parlamento no fuera capaz de apoyar en el Pleno las enmiendas y las partes del texto existente que recogían estos aspectos.
Jean-Pierre Audy (PPE-DE), por escrito. – (FR) He votado a favor del informe del señor Foglietta, elaborado por iniciativa propia, sobre una estrategia de la Unión Europea para ayudar a los Estados miembros a reducir los daños relacionados con el alcohol. La Comisión acierta al publicar una comunicación sobre el consumo peligroso y nocivo de alcohol y sus consecuencias nefastas para la salud. Apoyo las recomendaciones, en el respeto del principio de subsidiariedad, a favor de objetivos generales ambiciosos para los Estados miembros, con la finalidad de reducir el consumo peligroso y nocivo de alcohol, especialmente en los grupos sociales más vulnerables, como los niños, los jóvenes y las mujeres embarazadas. Me complace que los diputados al Parlamento Europeo, con sensatez, reconozcan que el consumo de productos alcohólicos puede considerarse como parte del patrimonio cultural y el modo de vida europeos, y que el consumo de alcohol en cantidades bajas (10 gramos al día) puede, en ciertas circunstancias, ayudar a prevenir algunas enfermedades.
Liam Aylward (UEN), por escrito. − Después del tabaco y la hipertensión, el abuso del alcohol es la tercera causa de problemas de salud y mortalidad prematura en la UE y cuesta millones a nuestro servicio de salud. Los accidentes de tráfico siguen cobrándose vidas, mientras que los delitos de orden público relacionados y el consumo de alcohol en menores de edad están aumentando en toda Europa.
La herramienta más eficiente para reducir los daños causados por el alcohol es una verdadera sensibilización, sumada a la vigilancia policial. Una educación eficaz en la familia y en la escuela desde la enseñanza primaria tiene la máxima importancia.
Hombres y mujeres deben estar mejor informados de los riesgos del alcohol durante el embarazo y, en particular, del síndrome del alcoholismo fetal (SAF), y yo apoyo el texto original del informe que insiste en la inclusión de la correspondiente advertencia sanitaria en el etiquetado de las bebidas alcohólicas para evitar que las mujeres beban alcohol antes y durante el embarazo. Insto al Gobierno irlandés a que examine el etiquetado obligatorio de las bebidas alcohólicas con relación a este síndrome.
Estoy totalmente a favor de pedir a la Comisión que adopte las medidas necesarias para facilitar un estudio independiente de la utilización de medios de comunicación innovadores, entre ellos el etiquetado, como una forma de reducir el consumo peligroso y nocivo de alcohol.
Jens-Peter Bonde (IND/DEM), por escrito. – (DA) El Movimiento de Junio está a favor de las etiquetas de advertencia respecto de las bebidas alcohólicas. Una vez que estas propuestas vuelvan al Parlamento, trabajaremos para lograr unas normas mínimas sobre el etiquetado de forma que los Estados miembros puedan legislar según el principio de precaución.
Françoise Castex (PSE), por escrito. – (FR) En mi opinión, los problemas asociados con el abuso de alcohol están tomando proporciones preocupantes en todos los Estados miembros de la UE.
Aparte del consumo tradicional social, que varía de región en región y de Estado miembro en Estado miembro, es necesario recordar que el consumo habitual y excesivo de alcohol tiene efectos nocivos para la salud y consecuencias directas y graves: accidentes en las carreteras y comportamientos antisociales.
Consecuentemente, debemos recordar urgentemente sus responsabilidades a los productores y distribuidores de alcohol, exigir a los operadores del sector que proporcionen el apoyo necesario, hacer participar a las escuelas y las familias, transmitir un mensaje que proporcione ejemplos positivos a los jóvenes y concienciar de los riesgos a los sectores más vulnerables de la sociedad.
Ilda Figueiredo (GUE/NGL), por escrito. − (PT) El informe únicamente amplía, sin profundizar, la cuestión central de las razones subyacentes al abuso del alcohol y, por tanto, tiene el defecto de que adopta lo que podríamos denominar como un enfoque cognitivo/represivo del proceso de evaluación del equilibrio entre riesgo/amenaza/castigo.
Debería tenerse en cuenta que cualquier droga que cree adicción y cualquier comportamiento adictivo tiene unas características propias. El informe menciona la necesidad de que se extraigan unas conclusiones efectivas basadas en los datos recopilados, pero parece embarcarse en un camino que conduce a una conclusión prevista.
Antes de abordar la gran cuestión del «alcohol y el lugar de trabajo», deberíamos hacer hincapié en la importancia fundamental de los modelos de funciones en la formación de valores y actitudes de los jóvenes. Incluso la salud profesional que debería desempeñar una función fundamental en este sentido en cuanto a la prevención y a la orientación terapéutica, se considera como una ampliación del brazo represivo/explotador del empleador y no como un mecanismo independiente para prevenir los problemas sanitarios y promover la salud.
Debería crearse un elemento presupuestario para financiar programas que apoyen a los trabajadores que sufren estrés en el lugar de trabajo, cargas de trabajo excesivas, desempleo e inestabilidad laboral destinada a identificar y tratar la dependencia del alcohol y a mejorar las condiciones de trabajo, prevenir la enfermedad y promover la salud.
Hélène Goudin y Nils Lundgren (IND/DEM), por escrito. − (SV) La Lista de Junio ha decidido votar en contra del informe y de algunas de las enmiendas. La política sobre el alcohol debe ser un asunto nacional y, por tanto, no puede diseñarse a escala de la UE. Cada Estado miembro tiene su propia cultura sobre el alcohol la cual debe constituir la base para la forma en la que sus ciudadanos reducen el daño causado por el alcohol.
Se están consiguiendo progresos internacionales en este ámbito, como en casi en todo, cuando los países descubren su propio modo de hacerlo a través de diversos caminos. A través de las lecciones aprendidas de las experiencias de otros países, cada país puede desarrollar su propia estrategia del alcohol del mejor modo posible. Dicha competencia institucional entre países es el motivo de los logros históricos de los países comunitarios en prácticamente todos los ámbitos. El Parlamento no debe obstaculizar dicha competencia mediante la homogenización a escala de la UE.
Françoise Grossetête (PPE-DE), por escrito. – (FR) He votado a favor del informe, que presenta propuestas concretas para prevenir el abuso de alcohol por parte de los grupos vulnerables, como los jóvenes y las mujeres embarazadas.
El informe no demoniza el consumo moderado de vino (excepto en el caso concreto de las mujeres embarazadas), que forma parte de nuestra cultura y nuestras tradiciones, sino que se centra en el abuso de alcohol.
También me complacen las medidas propuestas para proporcionar más información a las mujeres embarazadas sobre los riesgos asociados con el consumo de alcohol durante el embarazo.
El consumo de alcohol, incluso en pequeñas cantidades, es dañino para el feto. Anomalías faciales, microcefalia, problemas neurológicos, problemas de comportamiento, problemas cognitivos e, incluso, retraso mental: éstos son algunos de los riesgos que corre el feto.
Por último, estoy satisfecha de la propuesta de poner en marcha una comunicación apropiada dirigida a las mujeres embarazadas a través de los servicios de sanidad.
Astrid Lulling (PPE-DE), por escrito. – (FR) A todos nos gustaría combatir el consumo peligroso y dañino de alcohol, especialmente por parte de los jóvenes, cuyo último exceso a la moda es lo que los alemanes llaman Koma-Saufen, un término que se entiende bien en mi país.
Reconozco la competencia de la Unión Europea en la gestión de los problemas de salud pública y la función que debe desempeñar para fomentar el intercambio de información y las mejores prácticas entre los Estados miembros.
Desgraciadamente, la resolución sólo hace hincapié en las consecuencias dañinas del alcohol y no en los beneficios del consumo moderado. De hecho, está probado científicamente que el consumo moderado de vino previene las enfermedades cardiovasculares, el cáncer y la demencia. No obstante, los reglamentos europeos prohíben incluir esta valiosa información en las etiquetas.
¿Por qué razón prevenir a las mujeres antes y durante el embarazo e ignorar los efectos del alcoholismo en los hombres que procrean? ¿Por qué recomendar mayores impuestos para las bebidas alcohólicas cuando está claro que el alcoholismo es más grave en los países que tienen impuestos muy altos?
Me gustaría destacar el hecho de que no se trata de establecer un nivel máximo de alcohol en sangre en la UE para todos los conductores. La tolerancia cero con los conductores que delinquen, ebrios o no, sería más eficaz en la lucha contra el aumento del número de víctimas de los accidentes de tráfico.
Mairead McGuinness (PPE-DE), por escrito. − He votado a favor del informe y celebro la inclusión de una enmienda en el apartado 16, que ha contado con mi apoyo, insistiendo en el peligro que entraña el consumo de alcohol durante el embarazo.
En la actualidad, los Estados miembros pueden utilizar el etiquetado para informar a los consumidores sobre los posibles efectos negativos del consumo de alcohol, y esto es algo que el Gobierno irlandés debe considerar ciertamente. Sin embargo, se necesita un cierto grado de armonización comunitaria en este ámbito para conseguir progresos adecuados en materia de etiquetado.
Espero con interés la publicación del estudio de la Comisión sobre la utilización de medios innovadores de comunicación para reducir el consumo nocivo y peligroso de alcohol antes del 1 de enero de 2010, como se propone en el informe.
David Martin (PSE), por escrito. − Apoyo este informe y me alegro de que ahora se realice un verdadero esfuerzo para hacer frente al consumo de alcohol compulsivo y en menores de edad. Apoyo la recomendación también de que el límite de alcohol en sangre sea lo más cercano posible al 0,00 %, especialmente para los nuevos conductores, aunque soy consciente de que un límite del 0,00 % es imposible. Creo que los refrescos con alcohol tienen que estar separados de las bebidas sin alcohol en los supermercados y me alegro de que el informe insista en eso.
Jean-Claude Martinez (ITS), por escrito. – (FR) Es muy adecuado legislar sobre la leche, su distribución en las escuelas o en el Ejército, o sobre la creación de una categoría nueva, pero el sector de los productos lácteos es otra cosa.
En la década de 1980, la Comisión, desde Bruselas, nos dijo que había lagos de leche y montañas de mantequilla. Al igual que para los cereales, se introdujo una política de «burocracia maltusiana». Con el ímpetu del Ministro de agricultura francés, Michel Rocard, se inventaron las cuotas de leche. Es decir, el racionamiento, la fabricación deliberada de la escasez. Por primera vez en la historia de la humanidad, el hombre se prohíbe a sí mismo producir, el hombre rechaza las riquezas que le proporciona la naturaleza. Lo que es peor, para asegurarnos de que lograríamos la escasez, llegamos a dar primas ridículas por el sacrificio del ganado.
Ha ocurrido lo que era de esperar. Los obstáculos a la producción han limitado la producción. De los lagos de leche al Mar Aral de la leche. Hay escasez de mantequilla. Los precios aumentan. La escasez fue organizada, al igual que ocurre con el trigo.
Catherine Stihler (PSE), por escrito. − El síndrome del alcoholismo fetal (SAF) y los trastornos del espectro del alcoholismo fetal (TEAF) tienen que abordarse en serio y con urgencia. Las advertencias sanitarias sobre el SAF en los productos con alcohol, similares a las que existen en Estados Unidos, junto con una campaña de educación sanitaria de los ciudadanos, son una forma eficaz de concienciar del peligro de consumir alcohol durante el embarazo. No existe ningún nivel seguro de consumo de alcohol durante el embarazo y las mujeres tienen que saberlo. La industria alcohólica tiene que actuar con urgencia.
Asimismo, todos los diputados que tengan algún interés económico en la industria del alcohol deben declararlo.
9. Correcciones e intenciones de voto: véase el Acta
(Se suspende la sesión a las 12.55 horas y se reanuda a las 15.00 horas)
PRESIDE: Marek SIWIEC Vicepresidente
10. Aprobación del Acta de la sesión anterior: véase el Acta
11. Inestabilidad financiera e impacto sobre la economía real (debate)
El Presidente. − El siguiente punto es el relativo a las declaraciones del Consejo y la Comisión sobre la inestabilidad financiera e impacto sobre la economía real.
Manuel Lobo Antunes, Presidente en ejercicio del Consejo. – (PT) Señor Presidente, Comisarios, Señorías, como podrán imaginar, todavía es demasiado pronto para evaluar las recientes turbulencias de los mercados financieros. Debemos esperar datos económicos más específicos y, como saben, el Consejo no se ha reunido desde el pasado julio, pero estoy de acuerdo con el señor Jean-Claude Juncker, Presidente del Eurogrupo, cuando afirma que por el momento no hay un impacto perceptible en conjunto en las previsiones de crecimiento de la zona del euro.
La economía europea ha seguido demostrando un gran crecimiento basado en sólidos fundamentos. De hecho, este año ha demostrado tener resultados muy positivos por lo que se refiere a la reducción de déficits presupuestarios, la estabilidad del euro, el crecimiento económico y el empleo.
Debemos ver la reciente turbulencia financiera que mencionaba anteriormente con respecto a los antecedentes. Es todo lo que tengo que decir al respecto por el momento. Estoy convencido de que la reunión informal de los ministros Ecofin que se celebrará los días 14 y 15 de septiembre en la ciudad portuguesa de Oporto, analizará con mayor detenimiento, como suele hacerse en estas reuniones del Consejo, la situación económica y financiera de la Unión Europea basándose en datos mucho más completos y actualizados.
Me gustaría asimismo garantizarles que la Presidencia portuguesa continuará la tarea de consolidar el mercado único para los servicios financieros. De igual modo, la continua inversión elevada en convergencia de las prácticas de supervisión y la mejora constante del marco prudente demuestra claramente que no hemos subestimado la importancia de un marco que promueve la estabilidad financiera.
Por último, en términos generales, la Presidencia está decidida a continuar la aplicación de la Agenda de Lisboa. La aplicación de dicha Agenda es la mejor contribución que podemos hacer para reforzar el potencial para el crecimiento de la economía europea y mantener unos fundamentos sólidos y la Presidencia portuguesa sigue firmemente comprometida en dicho ámbito.
Joaquín Almunia, Miembro de la Comisión. − (ES) Señor Presidente, señorías, los mercados financieros han conocido, durante las últimas semanas, serias turbulencias, originadas, en primera instancia, por el deterioro del mercado estadounidense de hipotecas de alto riego, las conocidas como «subprime mortgages».
Este deterioro se trasladó al conjunto de los mercados financieros por la vía de obligaciones y productos financieros respaldados por dichas hipotecas que, en estos últimos años, han sido adquiridos en grandes cantidades por entidades financieras en casi todo el mundo.
Si nos fijamos en la corrección de los índices bursátiles durante estas semanas, ésta no ha sido mayor que otras habidas en los dos últimos años; sin embargo, lo ocurrido durante este período reciente tiene la particularidad de haber generado una crisis de liquidez en los mercados interbancarios, lo que ha obligado a los bancos centrales a inyectar grandes cantidades de dinero. Los problemas de liquidez tienen clara conexión con una degradación de la confianza ante la falta de información sobre la exposición global de los operadores del mercado a los productos ligados a las hipotecas de alto riesgo norteamericanas.
El impacto de estas turbulencias pudiera ir más allá de lo ya conocido hasta ahora y, por lo tanto, exige toda nuestra atención y justifica plenamente el debate que hoy mantiene este Parlamento. Aún es pronto para cuantificar las consecuencias de esta crisis sobre la economía real.
El impacto final dependerá principalmente de tres factores. Primero, habrá que ver cuál es el impacto directo de la degradación del sector de la vivienda norteamericano sobre el conjunto de la economía de ese país, aunque no cabe duda de que, en todo caso, ese impacto será negativo y el crecimiento americano será más bajo del que se había previsto hasta ahora. Dado el peso de la economía estadounidense sobre el conjunto de la economía mundial, la ralentización del crecimiento en Estados Unidos tendrá algún impacto sobre el resto de las economías y, en particular, sobre las economías europeas. Este impacto debiera ser, en principio, limitado, en nuestro caso, puesto que la actividad económica exterior de los países de la Unión Europea se realiza esencialmente a nivel intracomunitario y, además, la economía mundial sigue conociendo un ritmo de crecimiento elevado, gracias al dinamismo de los países emergentes, entre otros. Países emergentes, por cierto, que se han visto poco afectados por esta crisis.
El segundo factor relevante, a la hora de evaluar el posible impacto de las turbulencias financieras, es la evolución de las condiciones de financiación de empresas y familias. Ya se observa una reevaluación de las primas de riesgo más acorde con la valoración real de dicho riesgo, lo cual viene a corregir una situación en que la abundancia de liquidez había conducido a una cierta relajación de la apreciación de los riesgos. Y ello tiene aspectos positivos, pero, si las condiciones de financiación se endurecieran más allá de ciertos límites, la actividad económica se vería, sin duda, afectada por la menor disponibilidad de capital.
El tercer factor, y probablemente el más importante y más difícil de predecir, será el impacto sobre la confianza. La confianza es un motor clave de las decisiones de inversión y de consumo, pero, al contrario que los factores anteriores, es un valor subjetivo que se construye sobre el conjunto de los mensajes, de las percepciones y de las informaciones que reciben los agentes económicos; entre otros, de los mensajes de las autoridades públicas, ya sean los Gobiernos nacionales, los representantes parlamentarios o las organizaciones internacionales.
Por ello, este debate de hoy me parece una buena ocasión para, además de analizar las consecuencias directas de lo sucedido en los mercados en estas últimas semanas, recordar y subrayar que la economía europea sigue teniendo, como acaba de decir el representante del Consejo, unos fundamentos sólidos, que no debieran verse afectados significativamente por las recientes turbulencias y que, por lo tanto, nuestra economía está en buenas condiciones para superar las incertidumbres que se han generado.
Como he dicho antes, la economía mundial mantiene un fuerte dinamismo, gracias al cual el sector exterior de nuestra economía sigue conociendo un excedente comercial, como demuestran los últimos datos publicados por Eurostat. También la inversión, y en particular la inversión en bienes de equipo, sigue en niveles altos, que sostienen la actividad económica actual y auguran futuras mejoras de productividad. El consumo privado se beneficia de una creación de empleo continua, que nos permite reflejar en nuestras estadísticas últimas una tasa de desempleo en la zona euro y en la Unión Europea en límites casi comparables con los mínimos históricos: en el caso de la zona euro, un nivel de paro por debajo del 7 %. Y la inflación se mantiene estable.
Gracias a todo ello, las empresas realizan unos resultados muy positivos, que les debieran permitir afrontar un eventual endurecimiento del crédito sin tener que revisar seriamente sus planes de inversión y de crecimiento. En definitiva, señorías, no cabe duda de que, al materializarse uno de los riesgos a la baja, que veníamos advirtiendo desde hace tiempo, al publicar nuestras previsiones económicas, riesgos consistentes en la degradación del mercado hipotecario estadounidense y su repercusión sobre la economía norteamericana, el crecimiento de este año y del siguiente, en la Unión Europea y en la zona euro, no va a superar las previsiones que anunciamos en mayo de este año.
Aun así, existen buenas razones para expresar un voto de confianza en los fundamentos de la economía europea y en su capacidad para superar las turbulencias actuales. El próximo martes, día 11, haré públicas, en nombre de la Comisión Europea, las previsiones intermedias de crecimiento para el año 2007 en la eurozona y en la Unión Europea, lo cual nos dará una primera indicación del eventual impacto de la crisis.
Ese mismo día, tendré ocasión de presentar estas previsiones a sus señorías en mi comparecencia ante la Comisión de Asuntos Económicos y Monetarios de este Parlamento. Las previsiones para el año 2008 y siguientes, como saben ustedes, tendrán que esperar, como es habitual, hasta la publicación de nuestros pronósticos económicos el próximo mes de noviembre.
Charlie McCreevy, miembro de la Comisión. − Señor Presidente, la crisis de las hipotecas de alto riesgo en Estados Unidos y su posible repercusión en Europa han atraído nuestra atención en las últimas semanas. El mercado hipotecario europeo tiene características diferentes al de Estados Unidos, así que es menos probable que en Europa nos encontremos con problemas a una escala ni remotamente similar en un futuro próximo. Las hipotecas de alto riesgo en la Unión Europea están muy limitadas en comparación con Estados Unidos y nosotros tenemos salvaguardas, como las normas que regulan los préstamos y los límites en el principal del préstamo sobre el valor del activo.
Sin embargo, las recientes turbulencias han demostrado claramente la interconectividad y globalización de los mercados financieros. Los riesgos se han repartido sabiamente. Eso es positivo. Pero el contagio es un problema. Algunos bancos europeos y fondos de activos están expuestos a productos financieros ligados a hipotecas de alto riesgo. Han surgido algunos problemas reales, sobre todo por la retirada de liquidez en los mercados de papel comercial respaldado por activos.
¿Qué puede aprender Europa de esta crisis? Es demasiado pronto para extraer conclusiones en firme, ya que existe demasiada incertidumbre en el mercado. Es también importante reaccionar con prudencia y tomarse el tiempo necesario para evaluar la situación. Una reacción política precipitada será probablemente una mala reacción.
En una reflexión preliminar, nos planteamos las siguientes cuestiones:
Primero, la interconectividad de los mercados demuestra lo importante que es un modelo de regulación convergente en todo el mundo, con unas reglas sensatas y prudenciales y unas normas adecuadas de protección de los inversores. Hace que sea todavía más importante el diálogo sobre temas de regulación entre la Comisión y Estados Unidos y otros países. Se necesita una regulación estricta de todos los mercados financieros mundiales, dados sus efectos externos.
En segundo lugar, es inevitable plantearse cuestiones relacionadas con los créditos hipotecarios en Estados Unidos. Aunque yo apoyo la idea de facilitar el acceso al mercado de la vivienda a personas que normalmente no podrían adquirirla, con el tiempo se debatirá inevitablemente la idoneidad de la regulación y la protección del consumidor. Ya se está reparando la situación, pero el problema tardará algún tiempo en resolverse.
Una de las lecciones que pueden extraerse de la crisis es la relativa a la importancia de la educación financiera de los ciudadanos a lo largo de toda su vida, al mismo tiempo que se garantiza una concesión responsable de préstamos. En la Unión Europea estamos ya examinando estas cuestiones en el marco de nuestros trabajos sobre los créditos al consumo y los créditos hipotecarios y la educación del consumidor.
Tercero, la transferencia a terceros de los créditos hipotecarios y de sus riesgos ha estado en el centro de esta crisis. En ocasiones, estos riesgos han vuelto al banco original cuando sus vehículos financieros no han podido liquidar o financiar los valores emitidos.
Desde luego que tenemos que examinar a fondo los mecanismos que están en juego; es decir, el papel de los corredores y los vehículos con fines especiales, y su relevancia para los bancos europeos.
Hay que analizar también los problemas que plantean la valoración de productos complejos garantizados y los mecanismos de equilibrio del mercado en situaciones difíciles. La reciente crisis del mercado ha puesto de manifiesto la importancia de los riesgos de prestigio – así como de liquidez − como importantes factores para evaluar debidamente la exposición de los bancos al riesgo de transacciones complejas.
Cuarto, ¿qué decir de Basilea II, la nueva Directiva sobre los requisitos de capital para los bancos? Basilea II ofrece mejores oportunidades a los bancos y a las sociedades de inversión para evaluar correctamente los riesgos y para calibrar bien su capital reglamentario. Lo mismo hará Solvencia II, que es, en términos generales, el equivalente de Basilea para el sector de los seguros.
Sin embargo, esto no significa que debamos confiarnos demasiado. Habrá efectos que los organismos reguladores tendrán que examinar en profundidad. Por ejemplo, habrá que trabajar más en la calibración del capital de productos complejos y en la capacidad de los bancos para identificar problemas potenciales en situaciones de crisis, como la posible concentración de riesgos en algunas zonas.
Quinto, muchos fondos de alto riesgo han sido especialmente activos en los mercados de créditos estructurados. Muchos de esos fondos y sus acaudalados inversores privados o institucionales pueden haber incurrido en pérdidas – a veces cuantiosas – en los últimos meses. Así funcionan los mercados.
Los sofisticados inversores en fondos de alto riesgo lo saben. Los mercados financieros funcionan con riesgo. No critico a los que hacen fortuna en tiempos de prosperidad; pero tampoco voy a llorar ahora que tienen pérdidas. Lo importante es que las pérdidas de los fondos de alto riesgo no parecen haber afectado a todo el sistema financiero. Han funcionado las normas de los fondos de inversión. Nuestro marco prudencial y los controles del riesgo bancario han evitado, tal como esperábamos, que los fondos de alto riesgo tuvieran un efecto más generalizado.
Por mucho que algunas personas quieran demonizar a los fondos de alto riesgo, éstos no son la causa de las dificultades que atraviesa el mercado. No olvidemos dónde tiene sus raíces la crisis actual: préstamos de baja calidad, respaldados por vehículos fuera de balance, cuyo riesgos asociados pocos entienden. Estas son cuestiones que en el futuro tendrán que abordar las autoridades prudenciales y las autoridades de supervisión.
En sexto lugar, ¿cuál ha sido el papel de las agencias de calificación crediticia en esta crisis? Ya he criticado antes lo lentas que estuvieron en bajar sus calificaciones crediticias para financiación estructural respaldada por préstamos de alto riesgo. ¿Utilizaron una metodología sólida? ¿Fueron adecuadas las limitaciones en las calificaciones de productos estructurales, en comparación con las calificaciones normales de las empresas, y se explicaron y entendieron bien?
Los posibles conflictos de interés de las agencias de calificación crediticia plantean otro problema: por una parte, porque estas agencias aconsejan a los bancos sobre cómo deben estructurar sus ofertas para conseguir la mezcla óptima de calificaciones; por otro, porque muchos inversores confían en sus calificaciones. Son también importantes para los organismos reguladores, dada la importancia del cálculo de los requisitos de capital de los bancos.
Se ha dicho que las calificaciones de los productos estructurales se inflaron injustificadamente. El papel de las agencias de calificación crediticia tiene que definirse con más claridad: lo que hacen y lo que no hacen, la confianza que pueden o no inspirar. Estoy haciendo un seguimiento de estas cuestiones con el Comité de responsables europeos de reglamentación de valores (CERV) y pretendo examinarlas también con nuestros socios internacionales.
Lo que necesitamos son unas reglas metodológicas claras y firmes y unos principios que se apliquen con rigor, así como un conocimiento mucho más profundo de los inversores sobre los usos y limitaciones de las calificaciones, así como sobre su fiabilidad. Se tiene que evitar con firmeza la posibilidad de que surjan conflictos de intereses que influyan en las calificaciones. Por supuesto, es también fundamental que otros agentes del mercado hagan las debidas diligencias. ¿Por qué no se hicieron? ¿Evaluaron las empresas y los profesionales a su servicio de una manera constante y objetiva la calidad de los instrumentos que estaban comprando y vendiendo y las implicaciones de riesgo de las estructuras de esos instrumentos, o sólo la estaban asumiendo? ¿Se pararon a considerar la viabilidad de los activos subyacentes, los riesgos de fraude, el historial de los ordenantes y las tendencias en los mercados? ¿Cuestionaron ellos mismos las calificaciones y tuvieron acceso a los datos necesarios, tanto cualitativos como cuantitativos, para hacerlo?
Espero que los consejos de administración de todas las empresas financieras examinen sus acciones y extraigan las debidas conclusiones. Creemos que una regulación con mano suave y basada en principios es la mejor estrategia para el sector financiero, y ya ha demostrado su valor. Pero tenemos que seguir vigilando y extraer conclusiones. Todas las partes tienen que asumir su responsabilidad y tomársela en serio.
John Purvis, en nombre del Grupo del PPE-DE. – Señor Presidente, cuando el Consejo no se había reunido, al menos el Banco Central Europeo estaba trabajando y creo que se le puede atribuir parte del mérito de haber frenado una posible propagación de la infección en Europa. Esperemos que siga desempeñando ese papel tan prudente, razonable y sensato.
Pero con demasiada frecuencia parece un hecho inevitable de la vida financiera que el afán por conseguir una ventaja competitiva dé lugar a excesos y que esto, a su vez, produzca una crisis previsible. Estas presiones son, en gran medida, responsables también del interés por desarrollar los instrumentos financieros innovadores que el señor McCreevy ha descrito y que están detrás de la crisis del mercado estadounidense de las hipotecas de alto riesgo y su consiguiente transmisión a Europa.
No me parece que esta situación justifique una caza de brujas contra los fondos de alto riesgo. En cierta medida, puede que hayan sido sofisticadas, o ingenuas, víctimas de las alquimias de moda. Del mismo modo, los bancos, normalmente conservadores pero ingenuos, se han visto tentados por los tipos de interés más altos pagados por esos instrumentos supuestamente bien valorados para apostar por lo que al final, obviamente, ha resultado demasiado bueno para ser verdad.
Parece ser que pocos operadores en los mercados financieros, entre ellos probablemente pocos organismos reguladores, conocen lo bastante bien esos instrumentos, esos derivados de créditos, estas obligaciones de deuda garantizada. Pero todavía entienden menos los riesgos potenciales y sus implicaciones. Así que las autoridades de Estados Unidos y de Europa – me alegra ver que el señor McCreevy va a tomarse tan en serio este aspecto en particular – tienen que ocuparse de que todos conozcan más a fondo estos mecanismos, con su estructuración y su segmentación, cómo se califican, valoran y contabilizan esos segmentos, con su marketing, su liquidez y su comerciabilidad.
La innovación es tan deseable en los mecanismos financieros como en cualquier otra parte. La innovación no tiene que verse inhibida, pero cuando es probable que surjan problemas de esta gravedad, es fundamental que los administradores y reguladores compartan sus responsabilidades, para asumirlas plenamente y, en caso necesario, introducir limitaciones en los requisitos.
Robert Goebbels, en nombre del Grupo del PSE. – (FR) Señor Presidente, el coste de las turbulencias de agosto en los mercados financieros todavía no se ha dejado sentir. La Comisión —lo acabamos de oír— espera un impacto negativo en el crecimiento. Las pérdidas reales sufridas por los bancos y otros actores financieros se dejarán ver cuando se elaboren las cuentas anuales.
Según el Comisario Almunia, todavía no disponemos de información sobre la exposición real y global de todos los actores. El que aquéllos que asumieron riesgos demasiado grandes sean los que paguen la cuenta es un buen principio saludable, pero detrás del activismo especulativo del mundo financiero hay víctimas: las familias atrapadas en la tela de araña de los créditos hipotecarios basados en la promesa de un crecimiento ilimitado del mercado inmobiliario y los pequeños inversores animados a aceptar riesgos infravalorados por aquéllos que viven de las grandes comisiones, incluidas las agencias de calificación crediticia.
El Grupo socialista ha solicitado desde hace años que se realice una mayor supervisión de los fondos especulativos y de todos los instrumentos especiales que multiplican sin cesar los mercados. Como sostiene Carlo Ciampi, el desarrollo tumultuoso de los productos derivados no está sujeto a ningún tipo de control. Incluso los directores de los bancos principales no entienden ya estos instrumentos opacos. Los riesgos reales, por ejemplo los préstamos hipotecarios, se laminan al máximo, se incluyen hasta la extenuación en los productos de los fondos de inversiones y los instrumentos de la Bolsa, de manera que nadie pueda ubicar el riesgo inicial.
El mercado espera que los bancos centrales vengan al rescate de los especuladores. De hecho, el BCE lo hizo, como prestamista en última instancia. Nos podríamos preguntar por qué el BCE ha tenido que inyectar más capital que la Reserva Federal en un mercado que súbitamente dejó de tener liquidez, a pesar de que la crisis de los préstamos de alto riesgo vino de los Estados Unidos. ¿Los bancos europeos fueron más crédulos? ¿Las autoridades encargadas de la supervisión no hicieron bien su trabajo? El Grupo socialista exige a la Comisión que aprenda las lecciones del mercado financiero, que se ha vuelto demasiado opaco y, por lo tanto, demasiado peligroso para la economía real.
(Aplausos)
Margarita Starkevičiūtė, en nombre del Grupo ALDE. – (LT) En primer lugar, me gustaría responder a la pregunta del señor Goebbels sobre por qué el Banco Central Europeo asignó más fondos que la Reserva Federal de los EE.UU. Ello se debe a que la economía de la UE es actualmente la mayor del mundo. Se trata de un gran reto para todos nosotros. El hecho de que la OCDE y la Comisión Europea evaluaran los resultados potenciales de los problemas financieros del mercado de forma diferente el mismo día me sorprendió y entristeció. Esto significa que la Comisión Europea probablemente debería ajustar sus modelos económicos de evaluación, máxime ya que es probable que se basen en métodos matemáticos. Resulta preocupante, puesto que la previsión de la política económica es un asunto complicado y los instrumentos empleados deben ser flexibles.
¿Qué deberíamos hacer ahora que nos enfrentamos a nuevos retos? No me gustaría comentar aquí los problemas que surgen, ya que mis colegas diputados lo han hecho de forma excelente. Me gustaría únicamente hacer hincapié en un solo punto. En primer lugar, la crisis surgió como consecuencia de la agresiva política europea practicada dentro de las fronteras de la UE cuando se intentó solucionar los problemas de la burbuja de Internet. Por tanto, no podemos influir en las distintas decisiones de terceros países. Podemos reforzar el diálogo y la cooperación con órganos supervisores pero la Unión Europea se enfrenta a un dilema: actualmente se está produciendo una fusión de instituciones financieras y es posible que ya no tengamos un mercado único. Tendremos un mercado trasatlántico en el ámbito de los valores, tal vez algún otro mercado en el ámbito de los seguros. Esto significa que necesitamos decidir si consideramos que Europa debe ser un mercado único y exigir todos los acuerdos que deban ser alcanzados a escala comunitaria. ¿Podemos aceptar proyectos piloto cuando uno de nuestros mercados entra en el panorama internacional de forma independiente? Necesitamos llegar a un acuerdo en este sentido. De no ser así, resultará muy difícil gestionar esta crisis.
Me gustaría destacar otro aspecto. Los mercados financieros están en reconstrucción. Nosotros mismos asumimos la función de instituciones no bancarias en la Directiva sobre la SEPA. Necesitamos admitir que están surgiendo diversos bancos y fundaciones islámicos y, por último, que ciertas redes de comercio están entrando en el mercado financiero. Por tanto, resulta asimismo necesaria la regulación de las instituciones no bancarias —reglamentación comunitaria encargada de establecer unas normas del juego que sean iguales tanto para las instituciones bancarias como para las no bancarias—. Es la realidad de hoy.
La tercera cuestión que me gustaría destacar se refiere a que me preocupa que sólo usemos modelos de riesgo como base. El principio de la evaluación de riesgos ha resultado ser muy subjetivo y, por tanto, tengo dudas sobre las Directivas Solvencia II y Basilea II. No podemos fiarnos de las agencias de calificación crediticia, podemos criticarlas pero el problema seguirá existiendo. Deberíamos fiarnos de los instrumentos del mercado, es decir, liquidez. Si no podemos vender valores particulares en el mercado, o si apenas se comercia con ellos, ninguna agencia de calificación crediticia puede evaluarlos. Esto debería entenderse correctamente y necesitamos reducir la dependencia de nuestra legislación de los dictámenes de las agencias de calificación crediticia.
Para concluir, me gustaría decir que, evidentemente, no hay necesidad de rescatar instituciones financieras. Puedo afirmar desde mi propia experiencia tras la crisis financiera de Lituania que cuando los banqueros pasan un par de semanas en la cárcel, enseguida aprenden a gestionar los bancos.
(El Presidente interrumpe al orador)
Brian Crowley, en nombre del Grupo UEN. – Señor Presidente, quiero pedir a los Comisarios una respuesta.
Los sucesos producidos en agosto en el mercado de las hipotecas de alto riesgo han puesto de manifiesto una serie de cuestiones que nos atañen a todos. Primero, la naturaleza globalizada de los mercados financieros de los que nos estamos ocupando ahora, y la cuestión de la rapidez con que la regulación o supervisión puede adaptarse a la forma en que se desarrollan productos nuevos y surgen ideas nuevas. Pero me trae también a la memoria algo que un viejo agricultor de West Cork, en el sudoeste de Irlanda, me dijo en cierta ocasión: no hay ningún ungüento que haga crecer el pelo, y pido disculpas a los que tienen problemas de alopecia en esta Cámara; no hay gafas que permitan ver a través de la ropa y todos los días nace un tonto. La realidad es que los productos ofrecidos tenían un elevado riesgo y, digan lo que digan, la idea del caveat emptor tendría que haber estado en el centro de cualquier decisión tomada en relación con los bancos o con los fondos que íbamos a invertir en esos productos de alto riesgo. Esto se contradice claramente con el papel de las agencias de calificación crediticia y con su responsabilidad, no sólo en lo que respecta a las recomendaciones que formulan, sino sobre todo a su obligación de informarnos con transparencia sobre si ellas mismos representan a esos fondos o si sus recomendaciones son claras e independientes.
Sus Señorías recordarán que hace unos años debatimos una directiva sobre créditos al consumo, y un elemento fundamental fue todo el aspecto de la transparencia y de un asesoramiento independiente a los consumidores. Ahora, es gracioso que algunas de las mayores instituciones financieras del mundo − algunas de ellas, europeas −, que tanto dinero gastan en adquirir conocimientos especializados y en decirnos en Europa cómo debemos administrar nuestras economías, puedan verse atrapadas por su mala política inversora.
Felicito al Comisario McCreevy por estar dispuesto a ocuparse de esta cuestión y abordar algunos de sus aspectos. Pienso también que es fundamental hacerlo ahora, no sólo para examinar a las agencias de calificación crediticia, sino también por el riesgo al que están expuestos los bancos europeos por las políticas de algunas de estas inversiones, y la semana que viene ...
(El Presidente interrumpe al orador)
Alain Lipietz, en nombre del Grupo Verts/ALE. – (FR) Señor Presidente, Comisario, señoras y señores, la crisis exige que se destaquen tres puntos.
En primer lugar, procede de los apuros y privaciones que atraviesan los funcionarios nacionales estadounidenses. Se debe comprender que todos los funcionarios de los EE.UU. tienen déficits graves, descritos por lo que denominamos el doble déficit estadounidense. Tenemos la presente crisis, tendremos otras, bien de las grandes empresas de los EE.UU., de los estados de los EE.UU. o, incluso, del Gobierno Federal. Cabe esperar crisis aún más graves de los EE.UU. en los próximos años.
En segundo lugar, la crisis ocurrió en los EE.UU. en marzo. Se extendió a todo el mundo mediante los fondos especulativos, de los cuales los dos primeros quebraron en junio. La crisis afectó a los bancos europeos a finales de julio y principios de agosto. Tuvimos tiempo de darnos cuenta de que las llamas se estaban extendiendo. La señora Merkel, nuestra Presidenta en ejercicio en el momento del G8 nos aconsejó tomar medidas en relación con los fondos especulativos y nadie la escuchó. Lo que es aún peor, los Países Bajos están elaborando una política para liberalizar la implantación de fondos especulativos en el país. Al mismo tiempo que se pronuncia en contra de los fondos especulativos, la Unión Europea fomenta su desarrollo en su propio territorio, lo que demuestra el fracaso de la Unión Europea a la hora de imponerse a sí misma medidas de supervisión y normas cautelares.
En calidad de antiguo ponente a favor de las normas cautelares y la supervisión de los conglomerados financieros, vivo esta situación como un fracaso personal. Les recuerdo que fue necesaria más de una legislatura parlamentaria para redactar el prospecto simplificado para la emisión de títulos en Europa. Y, hoy en día, un banco puede no ser capaz de entender el complejo prospecto publicado por otro banco acerca del contenido de los fondos que vende. A esto hemos llegado.
El tercer problema, como ya dije al Banco Central hace algunos años, es que no se puede regular el sistema monetario únicamente con medidas dirigidas al tipo de interés deudor. Opino que la crisis en Europa se ha precipitado como resultado del aumento de los tipos de interés que ha aplicado el Banco Central Europeo a finales del último trimestre. No creo que sea suficiente decir que se debería reducir el tipo en un 0,5 %, ni mantener el mismo tipo, ni siquiera aumentarlo en un 0,5 %. El verdadero problema que tenemos entre manos es la reintroducción de una política selectiva de crédito, de manera que el tipo de interés se pueda establecer en el 0 % para las inversiones necesarias, como la lucha contra el cambio climático, y en tipos mucho más altos para los préstamos dirigidos a la especulación.
Godfrey Bloom, en nombre del Grupo IND/DEM. – Señor Presidente, quiero dirigir mis comentarios a la tribuna de invitados, que está mucho más llena de lo que está el hemiciclo. Espero que tengan puestos los auriculares, porque hoy están tomando aquí decisiones personas que no tienen ni idea de finanzas internacionales.
Yo he trabajado 40 años en servicios financieros; soy economista de profesión. Estamos hablando de fondos de alto riesgo, estamos hablando de moneda internacional. Si quieren consultar los libros y ver qué conocimientos tienen los diputados al Parlamento Europeo, creo que se sentirán amargamente decepcionados. Pero aquí estamos, tomando decisiones para las finanzas mundiales. El 40 % del PIB británico está en la City de Londres. Tenemos entre nosotros a representantes de Polonia, la República Checa y Letonia que no tienen absolutamente ningún conocimiento de este tipo de cosas y que están decidiendo qué dirección vamos a tomar en el futuro en finanzas internacionales.
(Protestas)
No entienden de estas cosas. No saben nada de esto, como tampoco saben de política agrícola ni de política pesquera, pero aquí les tenemos.
Señoras y señores presentes en la tribuna, si quieren saber lo que son las finanzas internacionales, vayan a Dubai, a Nueva York, a Los Angeles, a las Bermudas. Desde la tribuna pueden observar a las personas que están aquí abajo; mírenlas. Ninguna de ellas ha tenido un verdadero trabajo en toda su vida. Esta es una Asamblea de Mickey Mouse, y vamos a perderlo todo.
El Presidente. − Permítanme que llame su atención sobre el hecho de que cuando intervienen en el Hemiciclo, se dirigen al Presidente y a los diputados, mientras que el público lo constituyen quienes participan en la sesión. Les ruego que respeten a quienes tienen el respeto de escucharles.
(Aplausos)
Luca Romagnoli, en nombre del Grupo ITS. – (IT) Señor Presidente, Señorías, el colapso del mercado de los EE.UU. en los créditos de alto riesgo ha originado un revuelo que todavía se percibe en los mercados financieros y que ha llevado a los especuladores y ahorradores a una grave crisis.
Lo que hicieron los operadores inmobiliarios de los EE.UU. es de sentido común: ofrecían créditos, que no eran pagados, a clientes de alto riesgo, de modo que no sólo dieron lugar a una crisis de los productos financieros sino también a la de muchos bancos. Este año un alto porcentaje de prestatarios ha dejado de pagar las cuotas que debían por lo que todo el sistema se ha visto abocado a una crisis.
En Italia, además de los movimientos del mercado financiero, parece que la crisis sólo ha tenido un leve efecto en el sistema bancario estatal porque los bancos italianos, aparentemente, no están expuestos directamente a las hipotecas subprime. No es el caso de muchos bancos de Alemania, Reino Unido y Francia y por eso estamos celebrando este debate hoy. Por tanto, lo mínimo que podemos esperar es el inicio de una investigación de la función que han desempeñado en estos hechos las principales agencias de calificación crediticia internacionales y, de este modo, emprender medidas con respecto a la inestabilidad económica y el impacto en la economía real.
Señorías, permítame referirles lo que pasa en Italia —porque los créditos y la compra de viviendas en mi país son importantes— y permítame recordarles lo que una publicación semanal italiana, L'Espresso, expuso a propósito de la ética de algunos políticos italianos (quienes, por cierto, también han sido colegas nuestros) a la vista de los sufrimientos de muchos ahorradores y de quienes se esfuerzan para pagar créditos, cuando de hecho una simple institución como el crédito social podía haber logrado que tener una casa se hiciera realidad. A la vista de todo esto, escuchen lo que L'Espresso revela sobre algunos políticos de izquierdas —un hecho sobre el que merece la pena hacer hincapié— así como sobre algunas figuras centristas, pero, sobre todo, sobre los de izquierdas.
Estos caballeros cuyos nombres y apellidos y direcciones figuran en la lista, se beneficiaron de ventajas excepcionales por la compra de propiedades en Roma. Las recomendaciones, puede que digan, son una práctica, tal vez una práctica aceptada y, tal vez, una práctica antigua, en mi país —y no sólo en Italia, sino quizás en todo el mundo—. Sin embargo, cuando se pide una recomendación y el favor se obtiene de un banco o una compañía de seguros, me pregunto, ¿qué se le da a cambio a quienes se encuentran en el poder?
Según la revista, el señor Veltroni, sucesor del señor Prodi, la señora Cossutta, hija de uno de los comunistas más radicales y comprometidos, el señor Violante, Ex Primer Ministro y uno de los más conocidos defensores de la ética ajena, así como el señor Marino, el señor Mancino, el señor Mastella, el señor Casini, el señor Proietti y el señor Baccini, compraron viviendas en Roma de hasta 25 y 30 habitaciones, en algunas ocasiones, por un cuarto, si no menos, del precio del mercado, dadas las condiciones especiales de los propietarios que, curiosamente, son bancos y compañías de seguros.
La democracia tiene su precio, pueden decir, y como el proletariado tuvo sus costes, también lo tiene hoy el socialismo progresista que ha heredado de sus predecesores la capacidad de ser específico en la búsqueda de sus propios intereses. Si su hipoteca le asfixia mes tras mes, como a mí y, como yo, tiene la buena suerte de sentirla un poco menos gracias a su escaño en el Parlamento y al trabajo de su esposa que ahora contribuye a la misma, es culpa de los comunistas, de los nuevos y de los antiguos que han decidido liberar la licencias de los taxis y el horario comercial de los peluqueros y vender medicamentos en los supermercados pero que han permitido que los bancos decidan libremente cuáles son los sacrificios que hay que imponer a sus familias, para hipotecar sus futuros y sus vidas.
Los únicos culpables son ustedes, ciudadanos italianos y comunitarios, si han decidido hacer algo más que perseguir una carrera en uno de los partidos italianos que gobiernan o han gobernado ciudades, regiones y naciones y que, a la hora de gobernar, son gobernados por los bancos.
Cristobal Montoro Romero (PPE-DE). – (ES) Señor Presidente, señores Comisarios, señor Representante de la Presidencia del Consejo, en primer lugar, lo que quiero es agradecer las palabras de nuestras autoridades, en relación con mantener una posición optimista ante la crisis que estamos viviendo.
Pero, al tiempo, también quiero dotarles del mayor realismo posible en este debate, puesto que ocultar la gravedad de los hechos no lleva sino a la confusión a la hora de provocar soluciones.
En primer lugar, estamos ante una crisis anunciada. No estamos ante una crisis sorpresiva. Se sabía que esto iba a ocurrir por lo menos un año antes y ha faltado cintura, ha faltado capacidad de reacción.
En segundo lugar, estamos ante una crisis grave. El propio Presidente del Bundesbank lo decía hace poco más de tres días. Podemos estar en la antesala de una crisis bancaria clásica de retirada de confianza.
En tercer lugar, el contagio europeo viene precisamente de instituciones financieras colocadas en países que, al no encontrar rentabilidad porque sus economías estaban relativamente estancadas, han buscado rentabilidades más arriesgadas y, en ese sentido, también ha habido —digamos— un fallo por parte de las autoridades de supervisión, de los autoridades prudenciales europeas, a la hora de prevenir este planteamiento.
Y, por ello, es el Banco Central Europeo el primero que interviene en la crisis, el que más dinero inyecta, precisamente porque es en Europa, en el corazón de Europa, que ahora se está recuperando en términos económicos, donde realmente puede ser más grave esta crisis. Y, a esos efectos, necesitaríamos más claridad a la hora de conocer cuál es la auténtica repercusión, la auténtica intensidad de esta crisis.
La cuarta, sin duda alguna, característica de lo que estamos viviendo, de la circunstancia que estamos viviendo, está en definitiva en la reacción de nuestras autoridades monetarias, en la reacción del Banco Central Europeo.
En mi opinión, ha actuado correctamente cuando ha hecho estas inyecciones de liquidez, porque estábamos ante una retirada de la liquidez. Pero también es verdad que es paradójico que esto se produzca precisamente cuando en Europa están subiendo los tipos de interés para restringir la liquidez del sistema, para restringir el crédito. Eso es una gran paradoja que hay que explicar bien y no con la confusión que se ha derivado de esas explicaciones durante todo el mes de agosto.
La clarificación es fundamental porque estamos hablando del endeudamiento de millones de familias y estamos hablando del endeudamiento de millones de pequeñas y medianas empresas, que dependen de los tipos de interés variables en Europa y, por tanto, clarificar ese escenario de tipos de interés, pedir prudencia a las subidas de tipos de interés en Europa es fundamental, a la hora de reforzar el crecimiento económico y la creación de empleo que tanto necesitamos en esta etapa de construcción de la Unión Europea.
Pervenche Berès (PSE). – (FR) Señor Presidente, comisarios, señoras y señores, debemos ser realistas: a pesar de ser el potente órgano legislativo europeo que somos, no podremos hacer nada acerca del origen de esta crisis. No disponemos de poder alguno frente a una legislación estadounidense que no toma en consideración la protección del consumidor en los préstamos hipotecarios, por parte de los bancos u otras instituciones.
Seamos realistas: nos enfrentamos a una crisis cuyos efectos debemos corregir urgentemente, si bien también debemos sacar conclusiones para el largo plazo.
Seamos claros: los ciudadanos europeos están preocupados, con razón, por las consecuencias de esta crisis de financiación de la economía real. Seamos claros: nuestros conciudadanos no comprenden que, para hacer frente al riesgo tomado por algunas personas, cuyo método de remuneración no sigue lógica económica alguna, las instituciones públicas, como el Banco Central Europeo, se vean finalmente obligadas a intervenir para garantizar la liquidez del mercado.
Debemos estar a la altura de la situación. Debemos estar donde debe estar Europa: asentada en el realismo y las propuestas. Al final, el Banco Central ha desempeñado su función: la de ser prestamista de última instancia. No obstante, como órgano de supervisión, no puede hacer nada por conocer la realidad de los riesgos asumidos por los actores del mercado. Debemos mejorar la capacidad de supervisión de las autoridades europeas y, Comisario, es su obligación actuar activamente en esta área.
Debemos hacer frente a esta situación: hace muchos años que hablamos del «valor justo», que, precisamente, es el que ha hecho empeorar las condiciones de valoración de los préstamos de alto riesgo.
Debemos hacer frente a esta situación: en lo que respecta a las agencias de calificación crediticia, el código de conducta de la OICV no responde a las exigencias de la situación actual. Necesitamos que nuestro mercado sea realmente competitivo, que no haya en él conflictos de interés y que se caracterice por una mayor transparencia.
Por último, seamos utópicos y esperemos que la utilización de la burbuja financiera que se ha creado de esta manera empiece a liberar los fondos necesarios para las inversiones que Europa debe realizar a largo plazo para abordar los retos del clima y la energía. A veces, la utopía puede ser el mejor realismo.
Andrea Losco (ALDE). – (IT) Señor Presidente, Señorías, una vez más nos encontramos en este Parlamento enfrentándonos a un problema al que ya nos enfrentamos en julio. En esa época, se manifestaron algunas dudas con respecto a la crisis que estaba a punto de estallar en la zona del euro. Se trataba de una crisis vaticinada, como lo indicaban las noticias procedentes de los EE.UU.
Ya había quedado claro durante algún tiempo que los precios de la propiedad en EE.UU. estaban excesivamente inflados y que el sistema de los EE.UU. permitía la concesión de créditos demasiado fácilmente a personas insolventes o se concedían a tipos de interés demasiado elevados y la turbulencia resultante en el mercado global era inevitable.
¿Quién ha participado en este juego? Inversores, ciudadanos, fundamentalmente de los EE.UU. pero también de Europa, están sufriendo este impacto negativo; ciudadanos e inversores, ahorradores. Por tanto, la cuestión es si esta Cámara y las instituciones en general, se preocupan por la protección de los ahorradores. Proteger a los ahorradores significa comprender el papel desempeñado por el resto de operadores de este marco o de este escenario, la función de las compañías de calificación crediticia que, a menudo, demuestran una gran incoherencia y tienen conflictos para los que no tienen respuesta. Creo que estas reglas y normas deberían aplicarse a todo esto.
La crisis también ha puesto de manifiesto la contradicción en un momento en el que el BCE ha sido forzado a realizar movimientos financieros en el mercado y, al mismo tiempo, a subir los tipos de interés para abordar el riesgo de la inflación. Confiemos que esta situación no persista.
Sin embargo, el hecho de que esto esté sucediendo, implica que debemos preguntarnos de qué forma las normas que gobiernan a las personas en el panorama mundial —puesto que es una crisis que una vez más ha destacado el aspecto de la globalización— deberían definir la conducta de cada persona.
Guntars Krasts (UEN). – (LV) Señor Presidente, la actual inestabilidad financiera no debería habernos sorprendido, pero cuando se materializó, todo el mundo se escandalizó. El consumidor inseguro y los créditos hipotecarios dieron lugar a una creciente demanda de liquidez. Las correcciones del mercado se están produciendo porque durante mucho tiempo el dinero ha sido demasiado caro y esto ha menoscabado las normas que evalúan las inversiones. Una falta de confianza en el mercado ha perjudicado incluso a los activos atractivos que no deberían haber estado sujetos a la corrección de precios a la baja. Ahora podemos estar seguros de que el dinero barato accesible fácilmente no crea un crecimiento estable. El fundamento de un crecimiento estable es la reforma proactiva de los sistemas, inversiones efectivas y mercados que operen con mayor libertad y transparencia. Actualmente los principales temores giran en torno a la crisis de la liquidez que se convierten en una crisis de insolvencia. La inestabilidad que arranca en forma de crisis de liquidez puede degenerar en una crisis de insolvencia, puesto que los participantes del mercado, convencidos de que su grado de conocimiento es inadecuado, pueden no estar dispuestos a hacer préstamos recíprocamente. La crisis de la propiedad puede crear complicaciones serias en varios Estados miembros de la UE, no sólo en los Estados Unidos. Los inversores y los depositarios no recuperarán la confianza en el mercado financiero hasta que no estén convencidos de que las evaluaciones son correctas. Esto significa que las primas de riesgo pueden aumentar y, como resultado, el consumo de las empresas y los hogares decrecerá. Esto podría reducir los movimientos de inversión o, en algunos casos, incluso detenerlos. Los encargados de elaborar la política fiscal y monetaria de Europa deben estar preparados para esto. La principal responsabilidad de estabilizar la situación recaerá en los responsables de las políticas fiscales. En la esfera de la política monetaria, cabe esperar que bajen los tipos de interés, lo que representa el deseo de numerosos políticos europeos. Al mismo tiempo, el mercado no debería albergar la creencia errónea de que persistirán las inversiones de riesgo. Tanto los tipos de préstamo como las demandas de garantías deberían reducir el daño moral que dicha creencia podría crear. A la larga, los bancos centrales necesitan mejorar los mecanismos reguladores de los mercados financieros para establecer una mayor claridad y seguridad entre ellos. Gracias.
Karsten Friedrich Hoppenstedt (PPE-DE). – (DE) Señor Presidente, Comisario, Señorías, todavía no está claro el alcance total de la inestabilidad percibida en los mercados financieros mundiales. Los puntos flacos de las finanzas globales son la escasa fiabilidad de los usuarios del mercado hipotecario de los EE.UU. y los errores cometidos en la evaluación de los riesgos crediticios de los activos y en la auditoría de los mismos. Podríamos preguntarnos qué sucedió con Basilea II en esta fase en los Estados Unidos. Soy consciente de que todavía no ha sido planteado, pero habría resultado útil.
En Estados Unidos, hasta ahora se ha procedido al ajuste de un volumen hipotecario de 120 000 millones de dólares estadounidenses. Sólo este hecho ha desencadenado un escándalo de ajustes de tipos de las dimensiones que ya sabemos. Durante los próximos dos años se van a ajustar un volumen adicional de hipotecas valorado en torno a 700 000 millones de dólares . El aumento de la sensibilidad del inversor ha exacerbado el problema con la reducción de la confianza y del deseo de inversiones de alto riesgo. Incluso los consejos directivos de los bancos admiten ahora que no sabían lo que estaban haciendo. Actualmente, la falta de confianza del inversor y las evaluaciones realistas están impidiendo una vuelta a los niveles normales —un proceso que, sin duda, llevará algún tiempo y que ni siquiera eximirá a los profesionales de los órganos supervisores de los bancos—.
La confianza no puede expresarse de un modo estadístico a través de fórmulas matemáticas. No obstante, la transparencia crea y mantiene la confianza y facilita el control de los riesgos. Comisario, ha hecho referencia a Solvencia II. Los riesgos de los fondos de cobertura y de las hipotecas subprime han tendido a ser bajos hasta la fecha en el sector de los seguros, y así deberían seguir. Por eso, Solvencia II está destinada a proporcionar los puntos de partida y los incentivos adecuados.
De acuerdo con las propuestas actuales, inversiones alternativas tales como los fondos de cobertura y los valores adosados a un activo, que a menudo se exponen también a los riesgos subprime, estarán cubiertos un seguro del propio capital del 45 % de resultas de la aplicación ordinaria de Solvencia II. A primera vista, esto puede parecer atrevido, pero ofrece un claro incentivo para que las empresas insten a un fondo de cobertura específico a que revele al inversor las inversiones efectuadas. En mi opinión, aquí se aplica un principio que consiste en que sólo aquellos que cuenten con los conocimientos necesarios deberían hacer inversiones de capital de alto riesgo.
Durante mucho tiempo el Parlamento Europeo ha pedido transparencia en productos y mecanismos financieros específicos. Ha pasado el plazo de que la Comisión ofrezca una respuesta con respecto a la creación de normas más transparentes para los más 9 000 fondos de cobertura existentes. Se necesitan asimismo normas de transparencia para las agencias de calificación crediticia. Ambos se beneficiarían de una evaluación más realista del riesgo de los créditos globales.
En los últimos años, los presupuestos comunitarios y la economía han contraído múltiples deudas. El pecado de retirar préstamos a atractivos tipos bajos de interés produce automáticamente desequilibrios entre el rendimiento monetario y el de la economía real.
Ieke van den Burg (PSE). – Señor Presidente, hay mucho que decir sobre esta crisis financiera, pero utilizaré mis dos breves minutos para centrarme en tres aspectos en los que creo que debemos actuar.
El primero es el de la falta de regulación. Algunos diputados ya lo han dicho. Un elemento fundamental de esta crisis es la existencia de productos nuevos y complejos y, sobre todo, la diversificación y titulización de los riesgos. Se nos vendió como un método perfecto para eliminar los riesgos, pero ahora está claro que la diversificación ha supuesto también una proliferación de los riesgos y de la inseguridad que ha llegado a todas partes.
El segundo aspecto hace referencia a que estas operaciones tienen lugar, en su mayor parte, fuera del mercado regulado: actividades extrabursátiles y fondos de alto riesgo, como ya se ha mencionado aquí. Creo de verdad que tenemos que investigar hacia dónde nos están llevando estos puntos ciegos. Sé que el señor McCreevy no está de acuerdo, pero creo que ya es realmente hora de que analicemos las posibilidades de regulación; no para regular en exceso, no para que cunda el pánico, sino para hacer de verdad un estudio en serio. Eso es lo que debería hacer la Comisión.
Otro elemento concierne a la falta de información y de transparencia. Algunos lo han mencionado. Quiero hacer referencia también a las agencias de calificación, y a las reglas contables que la señora Berès ha mencionado, la cuestión del valor razonable. Esto enlaza con el tercero aspecto que quiero comentar, que es de la falta de coordinación y cooperación. Se trata de un aspecto que hemos observado ahora en las medidas adoptadas por el BCE, que ha hecho bien en inyectar liquidez, pero que no tenía ni la información ni tiene las herramientas para castigar a los causantes de la crisis. Ha de haber una relación mucha más estrecha entre el BCE y sus conocimientos y las autoridades de supervisión. Son muy importantes la cooperación y el fortalecimiento y refuerzo de la supervisión a escala europea, que realmente controla estos fenómenos a la cabeza del mercado.
He dicho ya en varias ocasiones que esa supervisión a escala europea es necesaria. Hay quien me responde, incluso estando de acuerdo conmigo, que hay que esperar a que se produzca una crisis, porque no hay sensación de urgencia. Creo que ahora es el momento oportuno y que la crisis está ahí, así que ahora es cuando debemos actuar.
PRESIDE: Miguel Ángel MARTÍNEZ MARTÍNEZ Vicepresidente
Olle Schmidt (ALDE). – (SV) Señor Presidente, el malestar financiero de este verano demuestra claramente lo estrechamente vinculados que se encuentran los mercados. El mercado financiero global funciona, literalmente, día y noche, con millones de transacciones que nos afectan a todos. Las nuevas tecnologías dan lugar a condiciones totalmente distintas. La posibilidad de crear mejores perspectivas para el desarrollo de la inversión ha aumentado considerablemente. El acceso al capital de riesgo resulta vital en este sentido. Muchos instrumentos financieros nuevos, que algunos han cuestionado hoy, han resultado ser muy positivos y han aumentado asimismo la liquidez y las oportunidades de inversión.
Durante las turbulencias acontecidas en las últimas semanas en los mercados financieros se ha demostrado la conveniencia de que Europa cuente con un banco central sólido. El BCE pudo actuar más rápidamente que su homólogo de Washington y pudo tomar medidas rápidas para apaciguar los mercados. Por eso, el BCE merece un reconocimiento.
Todavía no sabemos el alcance de la crisis hipotecaria de los EE.UU. El otoño será fundamental para saberlo cuando surjan nuevas estadísticas. Con suerte, habrá un ajuste normal de los mercados sin mayores convulsiones que podrían afectar a las economías regionales, lo cual es muy saludable dentro de la Unión Europea. Confío —a diferencia de algunos de mis colegas diputados de esta Cámara, evidentemente— en que en Europa no reaccionemos de forma exagerada y creamos que la solución exige siempre una mayor regulación y decisiones adoptadas demasiado apresuradamente, como el señor McCreevy afirmó. A pesar de la Ley Sarbanes-Oxley de los Estados Unidos, que establece una exhaustiva reglamentación, las hipotecas de riesgo no fueron detectadas a tiempo. Un mercado financiero que funcione correctamente exige un enfoque equilibrado y un espacio que permita nuevos métodos junto a una legislación que refuerce los intereses de los consumidores. Creo que la MiFID constituye un buen ejemplo en este sentido.
Para mí, como liberal, la apertura y la transparencia constituyen la clave de los mercados financieros. Me gustaría asimismo poder ser testigo de una mayor cooperación entre las autoridades financieras de la UE para combatir las situaciones de crisis y ofrecer una respuesta rápida.
Señor Presidente, Comisarios, me veo obligado a hacer un comentario: cuando la situación estalla en el mundo, está claro que una moneda modesta y un mercado pequeño como el de Suecia se ven afectados a la velocidad del rayo. Los hechos acaecidos durante el verano me han dado más motivos para respaldar la entrada de Suecia en el euro.
Mario Borghezio (UEN). – (IT) Señor Presidente, Señorías, el grave espectro de la debacle derivada de las hipotecas subprime también flota en los mercados europeos. Muchos de sus fondos de gestión se rellenaron de forma irresponsable con productos derivados. Existe un riesgo grave de contagio a través del capital de inversión. Los bancos han obrado de manera irresponsable al endosar obligaciones hipotecarias a los inversores institucionales y, de este modo, asimismo a los ahorradores, y presentarlas como inversiones de categoría AAA —teóricamente libres de riesgos, como los bonos del estado— en lugar de cómo inversiones de elevado riesgo de mora, como los valores líquidos negativos.
La especulación, que puede campar libremente en el mercado financiero globalizado, ha llevado a los pequeños ahorradores a creer que los derivados son la piedra filosofal del tercer milenio. Nada más lejos de la realidad. Esta cadena de sucesos no ha terminado y los verdaderos responsables siguen impunes —los planificadores de las altas finanzas—. Aquí, los oradores se han limitado a apuntar con el dedo a las agencias de calificación crediticia, pero, ¿por qué hemos permitido que se confíe la evaluación y control de los riesgos de los productos financieros a empresas estrechamente vinculadas al interés en el crecimiento de un mercado que se encuentra sometido a la perjudicial influencia de la especulación?
Les ruego que tengan el valor de afrontarlo claramente: no sólo resulta perjudicial el uso inadecuado de productos derivados sino que los productos derivados son perjudiciales en sí mismos. Los productos derivados son para la economía real como la usura a los ahorros y a la economía productiva, como un gran poeta americano, Ezra Pound, decía en su canto: Con usura no tiene el hombre casa de buena piedra con bloques bien cortados y dispuestos de modo que el diseño lo cobije, con usura no se ve el hombre Gonzaga, no se pinta un cuadro para que perdure ni para tenerlo en casa sino para venderlo y pronto con usura, pecado contra la naturaleza. Pietro Lombardo no vino por usura, Duccio no vino por usura ni Piero della Francesca, ni Zuan Bellini; ni por usura se pintó «La Calunnia». No vino por usura Fra Angélico. Usura oxida el cincel, oxida la obra y al artesano. Usura mata al niño en el útero, no deja que el joven corteje, ha llevado la sequedad hasta la cama, y yace entre la joven novia y su marido. La usura no es el modo de gobernar el mundo, de proteger los intereses generales de la gente honrada que trabaja, produce y ahorra.
(El Presidente interrumpe al orador)
Poul Nyrup Rasmussen (PSE). – Señor Presidente, esta crisis financiera es una primera llamada de advertencia a todos nosotros y también al Comisario McCreevy. Hace sólo unos meses, el señor McCreevy nos aseguró que todo lo que se decía de riesgos financieros y crisis era pura teoría y que nunca volveríamos a tener más burbujas. Ahora nos acabamos de encontrar con una, que tiene graves consecuencias, según el Financial Times de hoy, la OCDE y otras instituciones cualificadas.
Tengo cuatro preguntas para el señor McCreevy.
Primero, en relación con los derivados – derivados de créditos, mercado crediticio −, ustedes culpan a las agencias y dicen que no son suficientemente buenas; yo digo que no sabemos nada de lo que está ocurriendo. ¿Están dispuestos ahora a proponer una clasificación pública de los derivados complejos de tal forma que las agencias públicas y privadas puedan orientarnos sobre el riesgo que entrañan? Porque eso es imposible hoy.
Mi segunda pregunta se refiere a los conflictos de intereses. Si pensamos en los agentes de bolsa, los fondos de riesgo y los fondos de capital propio, vemos que en ellos se mezclan una compleja serie de intereses: obtienen ingresos unos de otros, comercian unos con otros y nosotros no sabemos lo que hacen. ¿Están dispuestos ahora a introducir normas sobre la transparencia, la divulgación de información y la exigencia de responsabilidades que nos den una oportunidad real de regular el mercado?
Mi tercera cuestión se refiere a los fondos de pensiones. Sabemos que los asalariados y los trabajadores están teniendo pérdidas relacionadas con inversiones especulativas en fondos de riesgo en este mercado de derivados. ¿Están ustedes dispuestos a introducir normas que protejan a los fondos de pensiones y a las compañías de seguros que tratan de administrar el dinero de los trabajadores en el futuro, de manera que éstos tengan un interés en ahorrar sabiendo que las pérdidas son limitadas?
Mi última pregunta es: ¿cómo pueden defender el argumento de que los fondos de alto riesgo, el capital de riesgo y los bancos de inversión son el último recurso en los mercados internacionales y financieros sin ninguna regulación? Tenemos la costumbre de regular los bancos y las mutualidades: ¿por que tienen que ser los otros – fondos de alto riesgo, capital propio, bancos de inversión – el último recurso? Yo no lo puedo explicar, ustedes tampoco. Es hora de que antepongamos el interés común y por eso necesitamos una regulación.
(Aplausos)
Antolín Sánchez Presedo (PSE). – (ES) Señor Presidente, después de la tormenta producida, los cielos todavía no están despejados. Y, en paralelo a la incertidumbre, existe una demanda de estabilidad económica, seguridad financiera y crecer y crear empleo.
La crisis es una gran oportunidad para actuar en cuatro grandes líneas.
Primero, para limitar su impacto sobre el conjunto de la economía. El mercado ha reaccionado con turbulencia bursátil y un endurecimiento de las condiciones financieras. La respuesta del Banco Central Europeo de proporcionar liquidez ha sido positiva.
Las entidades financieras han aumentado ya los tipos de interés a sus clientes, anticipando los que se preveían para dentro de algunos meses, teniendo en cuenta la positiva evolución de la economía y los propios anuncios del Banco Central Europeo. Espero que el Banco Central Europeo actúe con equilibrio y prudencia por nuestra economía.
En segundo lugar, para mejorar la gestión de riesgos y la gobernanza económica. Existe una simetría entre un mercado global de servicios financieros y un sistema de regulación y supervisión nacional. Si la Unión Europea no promueve estos objetivos de forma integrada en su interior, no podrá plantearlos a escala global y no protegerá a sus ciudadanos ni defenderá sus intereses.
En tercer lugar, para dotar al mercado de más transparencia. La diversificación y centrifugación del riesgo puede ser positiva si no impide el control de los riesgos en el mercado. Hay que adoptar medidas para conocer el mapa de riesgos financieros.
Y, finalmente, para que los operadores sean más responsables. Atrapar a deudores de escasa capacidad con hipotecas de precios muy elevados, incluso predatorios, en una fase de alza de tipos de cambio y de fin de la tendencia alcista en el mercado inmobiliario, es una fuente generadora de problemas.
Los bancos que relajaron la concesión de las hipotecas ante la posibilidad de transferirlas, las agencias de calificación que no alertaron sobre la calidad de los títulos, los inversores que los adquirieron imprudentemente y las entidades que los financiaron sin garantías adicionales tienen una responsabilidad, y hay que asegurar que esto no vuelva a ocurrir.
Peter Skinner (PSE). – Señor Presidente, el proceso de los préstamos de alto riesgo ha sido, claramente, un enorme problema causante de las turbulencias financieras que vimos este verano. Eso estaba claro, pero lo que está menos claro es la identidad de los inversores y contrapartes que estén y vayan a seguir estando bajo presión, y es fundamental que aclaremos esa identidad.
Esto se debe en gran medida, como hemos escuchado hoy, a la sofisticación de los instrumentos financieros, que algunos han equiparado a la alquimia. Sin embargo, tenemos que pensar con cautela y prudencia en qué hacer con estos instrumentos y con los efectos causados por las turbulencias. Una reacción desmesurada puede ser también perjudicial, como ya ha ocurrido y ha sido la causa de que suba el precio de los créditos. Debemos recordar que eso no es bueno para el Proceso de Lisboa.
¿Qué ha sucedido, pues, en Estados Unidos para que se haya cerrado la puerta a algunas de estas cuestiones? Si dijéramos que se ha cerrado la puerta del establo mientras el caballo estaba en el campo, estaríamos diciendo la verdad. En todo caso, en términos generales, el ámbito de los créditos hipotecarios de alto riesgo no estaba regulado. Este es un hecho del que nos hemos ocupado ahora muy directamente con las iniciativas reglamentarias y legislativas que, según me han informado, ya se han emprendido. Al mismo tiempo, se ha creado un grupo de trabajo de alto nivel bajo los auspicios de la Casa Blanca para examinar las agencias de calificación crediticia y los vehículos financieros sofisticados.
Lo que podemos extraer de todo esto es que es fundamental trabajar estrechamente con Estados Unidos y otros mercados globales, puesto que compartimos las mismas conclusiones sobre la transparencia en ellos. Si no lo hacemos, al estar tan interconectados los mercados globales nos arriesgamos a perder gran parte del beneficio adicional de las conclusiones que tendríamos que compartir.
¿Qué ha sucedido en la UE y qué ha sucedido en Estados Unidos? Comparto ahora algo de confianza con la Comisión y, por supuesto, con el BCE y con la Reserva Federal en Estados Unidos, en lo que han hecho. Han ayudado a estabilizar los mercados, que era exactamente lo que teníamos que hacer.
Pero estoy de acuerdo con algunos de los oradores que han intervenido hoy para pedir respuestas proporcionadas y puedo decirlo así por la confianza que tengo. Creo que la titulización y los vehículos con fines especiales, que van a ser controlados conjuntamente con las agencias de calificación crediticia, necesitan efectivamente un mayor control y transparencia; eso está claro, como acaba de decir la señora Berès. Pero digamos claramente que muchos de nosotros no entendemos bien la sofisticación de los instrumentos financieros y que el papel de las agencias de calificación crediticia está abierto.
(El Presidente interrumpe al orador)
Udo Bullmann (PSE). – (DE) Señor Presidente, como europeos, la cuota de inversión en el mercado que debatimos hoy se sitúa en torno al 10 %, o en torno a unos 300 000 millones de euros. Desconocemos qué proporción exacta de estos 300 000 millones de euros consta de riesgos perjudiciales, pero 300 000 millones de euros no es una cantidad menospreciable: supone casi tres veces el presupuesto anual de la UE y el impacto de la crisis actual ya puede percibirse. En mi país, Alemania, la economía más importante de la Unión Europea, nuestras expectativas con respecto a las condiciones empresariales futuras han sido revisadas a la baja. Los fondos a tres meses se han encarecido significativamente, lo que significa que las empresas que están sanas pero requieren una financiación intermedia pueden prever dificultades.
Me gustaría saber qué lecciones hemos aprendido de ese asunto. La mayoría de los oradores de este debate han hecho referencia a las agencias de calificación crediticia. Como ciudadano preocupado por la situación de este debate, encontré lo siguiente en Internet, referido al discurso que el Comisario McCreevy pronunció en Dublín el 5 de abril de 2005:
«Las agencias de calificación crediticia no estarán sujetas por ahora a regulación en la UE, declaró Charlie McCreevy, Comisario de Mercado Interior, en un discurso pronunciado en Dublín el 5 de abril de 2005. El Comisario McGreevy dijo que no pretendía que hubiera una regulación específica de las agencias de calificación crediticia, aunque esa posibilidad sería objeto de una «revisión continua». Advirtió que había puesto al sector «en vigilancia».
(DE) Comisario, una vez que concluya esta fase de observación estaremos listos para actuar ¿Cuándo estaremos en posición de arrojar algo de luz sobre la caja negra de las agencias de calificación crediticia, de modo que podamos elaborar un cuadro de indicadores sobre su rendimiento y sus errores? Nuestro sistema es autorreferente, ineficaz y constituye, claramente, una herencia de tiempos pasados. Me gustaría obtener una respuesta sincera. No podemos presentarnos frente al público en las próximas elecciones de 2009 y decir: tuvimos una Comisión que se pasó cinco años haciendo un gran trabajo de observación del problema.
Harald Ettl (PSE). – (DE) Señor Presidente, ha sido un mensaje bastante claro para la Comisión. Ya podemos prever que la crisis hipotecaria de los EE.UU. tendrá repercusiones negativas considerables aquí también. El volumen de los créditos hipotecarios pendientes ya supera la deuda pública de los EE.UU. Incluso la especulación basada en la futura apreciación inmobiliaria y en los tipos de interés bajos en los créditos hipotecarios han demostrado ser una burbuja. Ahora, en los Estados Unidos se escuchan cada vez más fuerte los temores de la recesión. Al fin y al cabo, ocho de cada diez recesiones comienzan por una crisis inmobiliaria. Ahora sabemos que la crisis era previsible pero que las agencias de calificación crediticia no ejercieron su función de guardianas. Las formas de capital de alto riesgo pueden dañarnos considerablemente, a nosotros y a la economía, y, por tanto, no podemos dejar que se las arreglen solas ni tampoco dejarlas en manos de los especuladores. Deben garantizarse los principios de transparencia y la obligación de publicidad, así como los controles pertinentes. Es preciso que la Comisión presente ahora sus propuestas al respecto.
Benoît Hamon (PSE). – (FR) Señor Presidente, esta crisis es la tercera por orden de importancia en los últimos 10 años. ¿Se podría haber evitado? El señor McCreevy nos dice que sí. Para evitarla, haría falta enseñar a las personas pobres que no pueden pedir dinero prestado si no son solventes.
¿Cuál es la realidad? Los organismos estadounidenses de préstamos hipotecarios especulativos son los principales responsables y actores en esta crisis. Con la finalidad de aumentar su beneficio, se dirigieron a las familias que padecían grandes dificultades financieras. En 2006, la mitad de los préstamos se concedieron sin haber verificado los ingresos. Los prestamistas han ganado dinero con préstamos que no hubieran debido conceder nunca. Recibieron el apoyo de sus bancos; sin embargo, dichos bancos están controlados por su consejo de administración, sus auditores y sus autoridades de reglamentación, lo que no ha evitado que los bancos hayan prestado dinero a las agencias de crédito ni que hayan vendido a sus clientes productos financieros lucrativos aunque muy arriesgados además de estos créditos hipotecarios.
Estos títulos, respaldados por el mercado de los préstamos de alto riesgo, fueron comprados de manera masiva por fondos especulativos domiciliados en paraísos fiscales, que escapan a toda reglamentación. Por lo tanto, ha fallado toda la cadena de control y supervisión.
Mi pregunta es simple. ¿Qué iniciativas serias va a adoptar la Comisión para evitar que el entusiasmo de los mercados financieros por el mercado inmobiliario estadounidense se dirija a otros activos en el día de mañana, lo que tendría los mismos resultados: una crisis de la Bolsa y la consiguiente pérdida de crecimiento?
Elisa Ferreira (PSE). – (PT) Señor Presidente, Comisario, Señorías, las crisis financieras nunca se reducen a la esfera financiera. La crisis actual dará lugar a una posterior restricción de créditos y a la subida de precios anticipada que ya se ha producido, independientemente de la decisión que el Banco Central tome mañana.
La confianza de los operadores económicos también ha caído considerablemente y, a pesar del optimismo del Comisario Almunia, el crecimiento económico no está ni generalizado ni garantizado. Existen muchas regiones con graves dificultades económicas.
Hoy es difícil, pero me gustaría saber cómo explicar a los ciudadanos que el aumento alarmante de la deuda doméstica, la falta de incentivos para la inversión pública, la sobreestimación de la exportación de los productos en Europa debido a la gestión de los tipos de interés, entre otros factores, son sacrificios inevitables. Ése era el remedio tradicional para controlar la inflación no existente. Hoy día las opciones son más limitadas a la hora de tratar los resultados perfectamente previsibles de los excesivos riesgos asumidos por los operadores financieros y que no pudimos o no supimos regular a tiempo.
Creo que podemos extraer dos conclusiones. En primer lugar, existe una necesidad de mejorar la regulación, la transparencia y la cooperación de los mercados financieros, como ya se ha dicho anteriormente. En segundo lugar, hay una necesidad acuciante de revisar la relación entre la política monetaria y su impacto en la economía real, las familias, la inversión y el empleo.
Manuel Lobo Antunes, Presidente en ejercicio del Consejo. – (PT) Señor Presidente, Señorías, seré muy breve, sobre todo porque ya he manifestado la posición básica del Consejo con respecto a este asunto en mi primera intervención.
Me gustaría ahora dar las gracias a todos los presentes por todas las intervenciones y sugerencias realizadas y decir que he tomado nota de las mismas, así como de sus inquietudes, sobre todo, de aquellas que yo denominaría de mayor índole social, es decir, las posibles consecuencias que las recientes turbulencias financieras podrían tener para los ciudadanos. No olvidaremos este aspecto ya que ha sido una preocupación manifestada por varios diputados.
Me gustaría volver a afirmar que nosotros, al igual que la Presidencia y el Consejo, seguiremos trabajando en la convergencia de las prácticas de control, así como en los esquemas y mecanismos que permitan mejorar constantemente el marco prudencial.
Tanto el Consejo como la Comisión han mencionado aquí que todos los datos disponibles en estos momentos señalan que hemos logrado nuestros objetivos económicos y financieros: los déficits, el crecimiento económico y el empleo también están en crecimiento. Sin embargo, nos mantenemos en una posición totalmente realista —ya que se ha mencionado aquí el realismo— y me gustaría decir que la Presidencia y el Consejo serán realistas. Prestaremos atención a todos estos asuntos, a los avances que podría traer el futuro y a la Presidencia y al Consejo, puesto que les corresponde a todos hacerlo cuando corresponda, no dejarán de adoptar las medidas e iniciativas adecuadas para dar respuesta a cualquier duda y problema que pudiera surgir.
Joaquín Almunia, Miembro de la Comisión. − (ES) Señor Presidente, en relación con el impacto de las turbulencias —o de la crisis, si así quieren llamarla— en los mercados financieros estas últimas semanas sobre la economía real, repito, según nuestras primeras estimaciones —y vamos a publicar previsiones el próximo martes—, pero, según también opiniones que se están haciendo públicas por parte de otros organismos e instituciones públicos y privados, repito, el impacto de estas turbulencias sobre la actividad económica, sobre el crecimiento económico, sobre el empleo en las economías europeas en este año 2007 existirá, pero será, en todo caso, muy reducido.
Buena parte de los resultados del año 2007 ya están garantizados por los resultados habidos en los dos primeros trimestres, por la información disponible acerca de lo que está sucediendo en la actividad de nuestras economías en este tercer trimestre y por la inercia positiva de una recuperación económica basada en buenos fundamentos, en sólidos fundamentos, que hemos heredado del año 2006.
Los riesgos serán más evidentes mirando hacia 2008. Ya en nuestras previsiones de mayo las tasas de crecimiento para 2008 se veían afectadas por una maduración del ciclo económico y por el impacto de las decisiones adoptadas en materia de política monetaria por los Bancos Centrales. En Europa y fuera de Europa esta crisis financiera, estas turbulencias financieras y el endurecimiento de las condiciones de crédito subsiguiente, van a acelerar o están acelerando esos riesgos a la baja de los resultados 2008, pero todavía yo creo que es pronto para hacer un análisis definitivo, para establecer unas conclusiones definitivas al respecto.
Hay que esperar que, en la medida en que buena parte de los elementos que han estado alentando las turbulencias de las últimas semanas tienen que ver con la confianza, si recuperamos la confianza y si todos contribuimos con una visión rigurosa y un diagnóstico riguroso de la situación a la mejora de la confianza, o al asentamiento de la confianza, los resultados en 2008 sean mejores o menos preocupantes de lo que algunos imaginan.
Creo que hay un diagnóstico en la mayoría de las intervenciones bastante coincidente acerca de las razones que han llevado a esta mayor volatilidad y a las turbulencias en los mercados financieros y creo que también hay coincidencia en que hay que encontrar soluciones. Pero las soluciones no son simples y no conviene sobreactuar.
Igual que los buenos actores en el teatro, los buenos políticos no deben sobreactuar en momentos de turbulencia. Hay que profundizar en el análisis, en la compresión de los asuntos, y hay que tratar de buscar soluciones eficaces para desafíos que están ahí y que son evidentes y que no hemos descubierto ahora.
Si repasamos los debates en este Parlamento o los informes sobre estabilidad financiera del Fondo Monetario o del Banco Central, los propios análisis de la Comisión Europea, nuestras propias intervenciones en el pasado reciente, no sabíamos cuándo, no sabíamos dónde, pero sí sabíamos que turbulencias de esta naturaleza se podrían producir, dada la evolución de los mercados financieros, la sofisticación de los instrumentos y las técnicas empleadas por las instituciones financieras.
Repito lo que he dicho al principio: la economía europea sigue asentada sobre fundamentos sólidos. El euro nos protege. Una vez más ha demostrado su capacidad para proteger y para absorber de forma positiva shocks que en otras circunstancias, antes del lanzamiento del euro, nos hubiesen creado dificultades mucho mayores, tanto desde el punto de vista monetario o financiero como en nuestra economía real, y —última palabra— el Banco Central Europeo, en el ejercicio de sus responsabilidades, creo que ha actuado con sensatez y acierto en el mes de agosto.
Charlie McCreevy, miembro de la Comisión. − Señor Presidente, voy a ser muy breve. Estoy totalmente de acuerdo en que no podemos contentarnos con los problemas de supervisión que nos plantean unos productos financieros cada vez más complejos y unos vehículos fuera del balance. Tampoco podemos ser ingenuos y creer que Basilea I, Basilea II y Solvencia II vayan a resolver esos problemas. Se pueden sacar lecciones importantes, que analizaré con todos los afectados en el tiempo que nos queda.
Como dije en mi primera intervención, creo que el mejor enfoque es el de una regulación de mano suave y basada en principios. Estoy convencido de que una regulación más enérgica ahora sería lo peor que podríamos hacer por los mercados financieros. En cualquier caso, no creo que se necesite más regulación. Puede que el señor Rasmussen se sorprenda al saber que estoy de acuerdo con algo que él ha defendido: más tranparencia. Sin embargo, hay otras formas de conseguirla que no pasan necesariamente por la regulación.
El Presidente. − Se cierra el debate.
Declaraciones por escrito (artículo 142 del Reglamento)
Ilda Figueiredo (GUE/NGL), por escrito. – (PT) Este debate pretendía aclarar la cuestión esencial del momento, es decir, la causa de esta situación de inestabilidad financiera. No basta con identificar el problema una vez que ya es evidente. Resulta aún menos útil proponer remedios que en la práctica sólo sirven para aliviar determinadas consecuencias en el momento pero, que a corto o medio plazo, no cambiarán nada.
Todos sabemos que la economía real se basa en la producción, la distribución y el consumo de bienes de acuerdo con las necesidades de los ciudadanos, independientemente de que dichas necesidades sean reales, imaginadas o creadas por la publicidad. Eso implica que el dinero en circulación debería ajustarse a dicha economía real y, sin embargo, el ansia de quienes desean ganancias aún mayores ha conducido a la creación de mercados de valores y beneficios especulativos en una especie de economía de casino que relega al sector de la producción en segundo lugar y alienta la «financialización» del sistema.
Ése es el origen del problema actual que los bancos centrales están intentando aliviar poniendo aún más dinero en circulación o subiendo los tipos de interés. Estos procesos tienen sus limitaciones y corren el riesgo de crear nuevas burbujas de especulación o de perjudicar aún más la economía real y así incrementar los costes para las familias.
12. Convenio de Lucha contra la Desertización (debate)
El Presidente. − El punto siguiente es el debate sobre
- la pregunta oral al Consejo sobre los Objetivos de la Conferencia de las Partes del Convenio de Lucha contra la Desertización en Madrid los días 3 a 14 de septiembre de 2007, de Miroslav Ouzký, en nombre de la Comisión de Medio Ambiente, Salud Pública y Seguridad Alimentaria (O-0049/2007 - B6-0140/2007), y
- la pregunta oral a la Comisión sobre los Objetivos de la Conferencia de las Partes del Convenio de Lucha contra la Desertización en Madrid los días 3 a 14 de septiembre de 2007, de Miroslav Ouzký, en nombre de la Comisión de Medio Ambiente, Salud Pública y Seguridad Alimentaria (O-0050/2007 - B6-0312/2007).
Miroslav Ouzký (PPE-DE), autor. – (CS) Señor Presidente, en primer lugar, me gustaría pedir disculpas a los intérpretes por no haber preparado nada por escrito por lo que no pude ofrecerles previamente un texto escrito sobre mi aportación. No obstante, haré todo lo posible para hablar lentamente y de forma concisa, puesto que la cuestión que voy a tratar es, en sí, clara.
Como Presidente de la Comisión de Medio Ambiente, Salud Pública y Seguridad Alimentaria, me gustaría elogiar a la Presidencia portuguesa por haber establecido como uno de los objetivos principales de su programa la cuestión de la desertificación y la escasez de agua. Por eso, también acojo con especial satisfacción la futura conferencia mencionada anteriormente.
Ustedes son conscientes del hecho de que este Parlamento y la UE hayan adoptado en conjunto el cambio climático como uno de los principales retos para el período que se avecina y de todos es sabido que la escasez de agua y la desertificación galopante son consecuencias indiscutibles del cambio climático.
Soy de los que están convencidos de que deberíamos prepararnos para el impacto del cambio climático, en lugar de intentar desesperadamente detenerlo, porque nuestros esfuerzos en ese sentido es probable que fracasen. Hoy tenemos la seguridad de que Europa, sobre todo en las regiones meridionales, tendrá que enfrentarse a la escasez de agua y al deterioro del suelo.
Los debates climatológicos nos demuestran que la pérdida de agua atmosférica provoca una mayor desertificación que, a su vez, es responsable de un mayor calentamiento climático. Será muy difícil romper este círculo vicioso. Mi pregunta a la Comisión y al Consejo en nombre de mi comisión es la siguiente: ¿cuáles son las medidas prácticas que la Comisión y el Consejo tienen intención de adoptar? ¿Está claro ahora lo que puede hacerse en el ámbito de cada Estado miembro y lo que puede hacerse a escala comunitaria?
Manuel Lobo Antunes, Presidente en ejercicio del Consejo. – (PT) Señor Presidente, Señorías, señor Ouzký, me gustaría en primer lugar agradecer la referencia hecha al programa de la Presidencia portuguesa sobre el medio ambiente, sobre todo, en cuestiones relativas a la sequía y a la desertificación. Es realmente una de las prioridades de la Presidencia portuguesa y me gustaría ahora destacar los resultados obtenidos en dicha área en el Consejo informal de Ministros de Medio Ambiente, celebrado recientemente en Portugal.
No voy a leer todos los aspectos de las conclusiones de la Presidencia al respecto. Sin embargo, las considero muy interesantes e importantes y, por tanto, les rogaría que prestaran atención especial a dichas conclusiones, en concreto, por lo que se refiere a la lucha contra la sequía y la relación entre la sequía y el medio ambiente y las medidas que podríamos y deberíamos adoptar con el fin de abordar este problema creciente.
Me gustaría asimismo mencionar con mayor detenimiento la Conferencia de las Partes de la Convención de las Naciones Unidas de Lucha contra la Desertificación, que también constituye un punto destacado de esta sesión. Dicha Conferencia, como saben, se está celebrando en estos momentos en Madrid, entre los días 3 y 14 de septiembre.
El 23 de julio el Consejo aprobó las conclusiones que establecían las prioridades de la Unión Europea —aquellas que la UE debe mantener en la Conferencia de las Partes, que es la octava conferencia desde que se aprobó la Convención—. Ustedes sabrán que el Consejo apoya la adopción mediante esta octava Conferencia de las Partes, del Plan Estratégico decenal y del marco reglamentario destinado a mejorar la aplicación de la Convención de las Naciones Unidas, elaborados por el Grupo de trabajo intergubernamental entre periodos de sesiones, y estamos impacientes por ver su aplicación.
Somos conscientes de que la sociedad civil debe desempeñar una función importante en este sentido, sobre todo, a escala local, y estamos a favor de que así sea. Por tanto, debemos alentar una mayor participación por parte de todos los agentes de la sociedad civil en la aplicación o en el proceso de la Convención de las Naciones Unidas de Lucha contra la Desertificación.
También sabrán que la Conferencia de las Partes va a hacer hincapié en la relación existente entre la pobreza y la desertificación para precisar de qué modo la Convención podría contribuir a combatir la pobreza en estrecha colaboración con otros actores mundiales y regionales pertinentes. El Consejo considera que es importante llegar a un consenso sobre un sistema mejor para el seguimiento de la Convención basado en normas para la conservación, la gestión y el uso sostenible de las zonas áridas. Dicho sistema permitirá evaluar los progresos actuales y pasados.
La Comisión de Ciencia y Tecnología debe desempeñar una función importante para mejorar la base del conocimiento de la Convención y permitir adoptar medidas y decisiones sobre un fundamento más responsable. El Consejo de la Unión Europea considera que los retos de la desertificación, el cambio climático y la biodiversidad son complementarios entre sí y deben abordarse de forma coordinada con políticas adecuadas para desarrollar sinergias y conseguir que sean más eficaces. El Consejo considera asimismo que otros factores de vital importancia son la disponibilidad de recursos financieros adecuados, la gestión eficaz y la financiación de iniciativas para combatir la desertificación así como una Secretaría de la Convención activa y eficaz.
La sequía, al igual que la desertificación, constituye también un motivo grave de preocupación. El Consejo está totalmente convencido de que dichas amenazas —sequía y desertificación— pueden abordarse de forma eficaz sólo a través de la cooperación internacional estrecha. La Unión Europea, por tanto, persigue sus objetivos en este ámbito en colaboración con terceros países. Me gustaría recordarles en este sentido que, en su reunión anual celebrada el 25 de mayo de este año, el Consejo de Ministros ACP-UE aprobó una declaración conjunta sobre la lucha contra la sequía y la desertificación.
La declaración conjunta de los países ACP y la Unión Europea admite la importancia del Convenio de las Naciones Unidas de Lucha contra la Desertificación para reducir la pobreza y perseguir los Objetivos de Desarrollo del Milenio establecidos por la Naciones Unidas.
La declaración también apoya la adopción de la Conferencia de las Partes del Plan Estratégico de diez años e insta a todas las partes a trabajar conjuntamente para conseguir que el Convenio de las Naciones Unidas resulte más eficaz. Por tanto, consideramos que es muy importante establecer una serie de prioridades por lo que respecta a la aplicación seleccionada sobre la base de datos científicos y del uso de indicadores para evaluar el progreso realizado.
A nuestro juicio, una mayor participación por parte de la sociedad civil, por otra parte, y una mejor comunicación y un diálogo más extenso entre los actores también contribuirán —y de forma significativa— a la eficacia del Convenio de las Naciones Unidas de Lucha contra la Desertificación.
Joaquín Almunia, Miembro de la Comisión. − (ES) Señor Presidente, señorías, desde su firma, en el año 1994, la Comunidad Europea ha otorgado una gran importancia al papel del Convenio de las Naciones Unidas de Lucha contra la Desertificación en la atenuación de la pobreza. El Convenio se desarrolló como herramienta principal para contribuir al objetivo de utilización sostenible del suelo, con el fin de luchar contra el hambre y la pobreza.
La Comisión sigue considerando este Convenio como una pieza clave en la lucha conjunta contra la pobreza y la desertificación; el Convenio sigue siendo un foro único, con la competencia y experiencia necesarias para aprender lecciones y diseñar nuevos planteamientos en el modo de abordar la degradación del suelo; ha alcanzado grandes logros, pero, como todos reconocen, todavía queda mucho trabajo por hacer.
El trabajo actual, en el seno del Convenio, se está orientando hacia cuestiones clave en la puesta en práctica de las actuaciones, tales como la integración y la coherencia de las mismas, dentro de marcos estratégicos de cooperación. Los países afectados, así como los países donantes, necesitan asegurarse de que el desarrollo del Convenio esté estrechamente ligado a otras iniciativas claves de desarrollo y, en particular, necesitan asegurarse de que el país concernido haga suyo el proceso y lo conduzca él mismo.
En lo que se refiere a los objetivos de la Unión Europea para la conferencia que está teniendo lugar en Madrid, en primer lugar, la Comisión está particularmente satisfecha de que cuatro miembros del Parlamento Europeo sean parte de la delegación comunitaria que asiste a la conferencia. El Convenio está iniciando su segunda década y necesita adaptarse para responder a los nuevos desafíos y aprovechar las nuevas oportunidades. Esto significa revisar la acción a través del Convenio, con el fin de maximizar la eficacia y la eficiencia de nuestro trabajo al combatir la degradación de los suelos y la pobreza.
En este sentido, el objetivo principal de la Unión en la conferencia de Madrid es la adopción del plan estratégico a diez años para reforzar la aplicación del Convenio, un plan elaborado por un grupo de trabajo de acuerdo con las conclusiones de la última conferencia de las partes, que tuvo lugar en 2005. Este plan, que es apoyado enérgicamente por la Unión Europea, representa la visión común y renovada de las partes sobre la dirección estratégica a seguir en los próximos diez años. Si esta visión común, como esperamos, se adopta, necesitaremos elaborar un marco eficaz de aplicación para maximizar la eficacia del trabajo de la Secretaría del Convenio y de sus demás Instituciones.
Finalmente, este paquete de reforma vendrá acompañado por un presupuesto realista y aceptable por todas las partes, estableciendo una previsión de gastos en consonancia con las actividades programadas, cumpliendo normas muy rigurosas de transparencia y claridad. El pasado mes de julio, como ha dicho el representante del Consejo, el Consejo de Asuntos Generales y Relaciones Exteriores aprobó, en sus conclusiones, el planteamiento global al que me he referido.
Cristina Gutiérrez-Cortines, en nombre del Grupo PPE-DE. – (ES) Señor Presidente, siento orgullo de que en el Parlamento hayamos sido capaces de hacer una resolución, que vamos a presentar en la próxima convención, que se está ya celebrando en Madrid, organizada por la ONU, y de que, además, –acabo de recibir la noticia de que el Parlamento español nos ha dado su autorización, algo completamente excepcional, que le agradezco al Sr. Marín, Presidente del Congreso español– tengamos voz y también la vayamos a presentar en la sesión plenaria del Parlamento español.
Sin embargo, soy bastante escéptica respecto al tema de la desertificación. Los propios documentos de la Comisión Europea muestran que las ayudas que ha habido estos años y la política que se ha emprendido no han dado los resultados requeridos. ¿Por qué? Porque la política de desertificación requeriría unos sistemas integrales y un acercamiento desde todos los puntos de vista y, desgraciadamente, las administraciones funcionan por separado: agricultura no funciona con medio ambiente, la política de aguas funciona por su lado y, realmente, los problemas de desertificación —por ejemplo, del gran territorio que está siendo abandonado, sin actividades, en el caso del Mediterráneo— son extraordinarios.
La misma política agraria europea está provocando un abandono de tierras en el sur, y en toda Europa, y la PAC va a tener un primer impacto en la desertificación. Por no hablar del cambio climático, un tema, por ejemplo, donde no se está tratando el problema de la escasez de agua y el del deshielo de los glaciares que ya se está produciendo y que va a afectar de una manera absoluta a la situación del suelo.
Por tanto, desde aquí quiero llamar la atención de los países para que, en lugar de hacer observatorios, tomen políticas concretas e implementen los programas, porque realmente es una cuestión de proyectos integrales en que los Estados deben abordar políticas integrales y políticas activas. Creo que se sabe todo sobre la desertificación, pero se actúa muy poco.
Ése es el mensaje que vamos a llevar, ayudar desde Europa a esta política conjunta.
María Sornosa Martínez, en nombre del Grupo PSE. – (ES) Señor Presidente, señor Comisario, señorías, según el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente, la desertificación amenaza a la cuarta parte de las tierras del planeta, así como a doscientos cincuenta millones de personas y al sustento de más de mil millones de habitantes de cien países, a causa de la disminución de la productividad agrícola y ganadera.
La pobreza, la inestabilidad política, la deforestación, el pastoreo excesivo y las malas prácticas son factores que deterioran la productividad de las tierras. Por ello, espero que en Madrid, y tras más de trece años desde que nació el Convenio de la Lucha contra la Desertificación de la ONU, la comunidad internacional debata una reforma de la propia Convención, con el fin de incluir medidas que hagan más efectiva la lucha contra este fenómeno, en especial el proyecto del plan estratégico a diez años que se está debatiendo.
La erosión del suelo, el urbanismo descontrolado, la pérdida de tierras fértiles, los incendios, la deforestación, así como la sobreexplotación de los recursos hídricos, son algunas de las causas que explican la depauperación de muchos suelos áridos, semiáridos o secos; causas que nos están llevando inexorablemente a una creciente desertificación del planeta, que debemos intentar atajar por todos los medios.
En este sentido, debemos recordar también que la desertificación contribuye, tal y como han dicho los colegas que me han precedido, al cambio climático, ya que provoca la degradación del suelo y la pérdida de vegetación, que está relacionada con el aumento de las emisiones, por lo que sería muy interesante apoyar políticas de reforestación, para restablecer y cambiar las condiciones de las zonas áridas.
En cuanto a la propia Unión Europea, creo que es imprescindible el establecimiento urgente de un observatorio europeo para la sequía, cuestión que ya hemos planteado varias veces en esta Cámara, como centro de conocimiento, mitigación y seguimiento de sus terribles efectos, sobre todo en el sur de Europa. Desgraciadamente, en el sureste español conocemos bien este problema, por lo que propongo que dicho observatorio pudiera ubicarse en el centro temático del suelo de la Agencia Europea de Medio Ambiente existente en Barcelona, tal y como ha propuesto la Ministra de Medio Ambiente, Cristina Narbona, o en el Centro de Estudios Medioambientales del Mediterráneo o el Centro de Investigación de la Desertificación, ambos situados en Valencia, y que han concentrado sus actuaciones multidisciplinares en áreas temáticas relacionadas con la desertificación y donde se dispone de una amplia experiencia internacional.
Considero urgente una mayor implicación de las Instituciones comunitarias en materia de desertificación, para conseguir que la Unión Europea consiga un liderazgo semejante al que viene desarrollando en la lucha contra el cambio climático.
Me gustaría acabar diciendo que luchar contra este problema supone un gran desafío, no sólo desde la óptica medioambiental sino también desde el punto de vista de las personas, de los derechos humanos: muchas de ellas huyen de sus tierras por el hambre y la pobreza causadas, en gran parte, por la desertificación.
Satu Hassi, en nombre del Grupo Verts/ALE. – (FI) Señor Presidente, Señorías, mi agradecimiento se dirige al señor Ouzký y al resto de participantes en la propuesta de resolución.
Según las Naciones Unidas, la desertificación afecta directamente en la actualidad a entre 100 y 200 millones de personas. Representa una amenaza potencial para más de mil millones de personas e incluso, probablemente, para más de dos mil millones. No se trata únicamente de una ampliación del Sáhara y otros fenómenos similares. La desertificación, la desaparición de las capas fértiles del suelo y la vegetación están sucediendo en todo el mundo, desde las costas españolas hasta las llanuras chinas. Casi un tercio de la superficie terrestre el globo se encuentra en peligro de desertificación. Un 40 % del terreno cultivable se encuentra ahora en malas condiciones. La situación es peor en Asia Central donde tres cuartas partes del suelo no son fértiles.
El cambio climático está agravando la desertificación, aunque hasta ahora haya sido principalmente la actividad local la que lo ha perjudicado, con actividades tales como la tala de árboles y el cultivo inadecuado, el riego y los métodos de alimentación del ganado. Aunque el cambio climático está agravando la desertificación, la desertificación está agravando el cambio climático porque una menor absorción de carbono a través del suelo puede dar lugar, a la larga, a que el carbono se libere a la atmósfera. Si no actuamos de forma inteligente, coherente y pronta, podemos crear un círculo vicioso.
Combatir la desertificación conlleva la prevención del hambre y, por tanto, la prevención de conflictos. El pasado junio la ONU advirtió de que en los próximos diez años la desertificación podría echar a 50 millones de personas de sus casas, sobre todo, en el África subsahariana y en Asia Central. Esto también implicaría que habría más personas que intentarían entrar en Europa de forma ilegal.
La crisis de Darfur se ha descrito como el primer conflicto del cambio climático. La escasez de agua es sólo un aspecto de la crisis. Es más que sabido que la escasez prolongada de agua y el declive de la productividad de la tierra han contribuido al conflicto del combustible.
Como se afirma en la Resolución, es preciso invertir en el uso sostenible de la tierra. Las medidas para prevenir la desertificación serán mucho más baratas que sus consecuencias. Un ejemplo preventivo a pequeña escala lo constituye la Isla de Pascua. En una época había cultivos fructíferos pero cuando se talaron los bosques el suelo se empobreció, la tierra de isla se convirtió en pastizales secos y una cultura próspera se vino abajo en un breve espacio de tiempo. Si actuamos de forma inteligente, coherente y decidida, podemos impedir que toda la humanidad tenga el mismo destino.
Roberto Musacchio, en nombre del Grupo GUE/NGL. – (IT) Señor Presidente, Señorías, esta octava conferencia sobre la desertificación representa una oportunidad de gran importancia, en un foro adecuado como es el de la ONU, pero también requiere respuestas específicas a una situación dramática.
El cambio climático está acelerando procesos que ya están afectando a áreas muy frágiles tales como África, pero que tampoco eximen a nuestro continente. El hambre y la enfermedad, las migraciones de dimensiones bíblicas y los incendios son nuestro futuro, pero también nuestro presente.
Por tanto, necesitamos elecciones sólidas y claras. La primera es, evidentemente, aplicar Kyoto y suscribir, por fin, el acuerdo para el período posterior a Kyoto, un acuerdo multilateral que proporcione el marco de referencia para un futuro diferente. También serán necesarias otras soluciones que podamos adaptar para proteger nuestras vidas. Hay una tragedia real: se llama agua. El derecho al acceso al agua ya está siendo denegado y es probable que siga siendo denegado cada vez para más millones de personas.
Por este motivo, deberíamos oponernos a los procesos dirigidos a privatizar este recurso que es vital para la vida. Debería garantizarse el acceso al agua y debería convertirse en un verdadero activo comunitario que pertenezca a la humanidad, incluida una declaración solemne por parte de la UE que, en consecuencia, debería permitir poner en práctica las políticas públicas para garantizar dicho derecho.
Es asimismo necesario para la lucha contra la desertificación dirigir las políticas financieras sobre el clima. Por ejemplo, deberían promoverse y alentarse todas las buenas prácticas que permiten la captura de CO2 a través de la agricultura y la silvicultura. Esto debería también conducir a una revisión de las elecciones tales como las relativas a la política agrícola común, que han incentivado una disociación de actividades productivas con un riesgo de desertificación y de incendios. También deberían reconsiderarse elecciones tales como la producción intensiva de biomasa para la generación de energía.
En Europa es asimismo necesario aplicar una política sólida específica relativa al suelo, al agua y al aire. Por dicha razón, no debemos levantar obstáculos, como se ha hecho en este Parlamento por parte de un sector del Partido Popular Europeo sino que, en su lugar, debería acogerse con satisfacción la Directiva que reglamenta la protección del suelo presentada por la Comisión. En ella se dispone que el suelo debería formar parte de la política sobre el cambio climático. La desertificación también la origina la sequía política. Debemos combatirla con una buena política.
Johannes Blokland, en nombre del Grupo IND/DEM. – (NL) Señor Presidente, existen zonas en el interior de la Unión Europea que son víctimas de prolongados períodos de sequía y de su impacto devastador cada año, o cada pocos años; por lo tanto, es favorable que ello se tenga en cuenta en la formulación de las políticas. De hecho, existen dos causas de desertización: una natural, y otra producida por el hombre. La sequía es una causa natural que puede provocar la degradación del suelo, en particular cuando se combina con causas producidas por el hombre, como una gestión deficiente de la tierra de cultivo, de los bosques y del agua. Como resultado, el riesgo de desertización se incrementa de manera acelerada, en especial en las regiones europeas del Mediterráneo. Ahora que muchos climatólogos predicen un incremento de las temperaturas, con un mayor riesgo de sufrir sequía extrema, conviene tomar medidas preventivas para limitar el impacto de la sequía, incluida la desertización.
En mi opinión, las políticas deben ir dirigidas a combatir las causas de la desertización, tanto de origen natural como producidas por el hombre. Por lo que respecta a las causas naturales, es importante utilizar el agua disponible de manera tan eficiente como sea posible; debe conservarse el agua donde resulte factible y resguardar al suelo de la aridez. Una manera de conseguirlo es asegurar una adecuada ordenación forestal, e igualmente importante es una adecuada ordenación de los recursos hídricos.
También puede aplicarse aquí la legislación existente sobre el agua. Mi país natal, los Países Bajos, cuenta con un centro de coordinación nacional que entra en acción tan pronto como existe amenaza de sequía, y pone en práctica medidas a escala regional. Pueden establecerse marcos a escala europea o de la ONU, pero la puesta en práctica debe tener lugar, principalmente, a escala nacional y regional.
Las asociaciones voluntarias establecidas entre las zonas donde surge el problema, con vistas a abordarlo mejor, me parecen otro medio eficaz; pueden adoptar la forma de una plataforma de conocimiento a la que se realicen aportaciones tanto políticas como científicas. Tales iniciativas existen también en relación con la puesta en práctica de la Directiva relativa a la evaluación y gestión de los riesgos de inundación, y parecen estar teniendo unos efectos positivos.
Roberta Alma Anastase (PPE-DE). – (RO) Señor Presidente, Señorías, el calentamiento del planeta constituye una amenaza cuyos efectos a largo plazo son devastadores. Este verano pudimos observar los efectos de la ola de calor en Grecia y en otros países europeos, las inundaciones en el Reino Unido y las sequías extremas en Rumanía.
Los efectos del calentamiento del planeta se hicieron cada vez más patentes para Rumanía en Dobrogea, en los campos meridionales o en las tierras arenosas occidentales. Como consecuencia del calentamiento, Rumanía estará, junto con España, Grecia e Italia, entre los países que afrontarán el cambio climático, a más tardar, para el año 2015. Casi un cuarto del territorio de Rumanía se tornará árido en los próximos veinte años, y muchas especies vegetales desaparecerán.
Los efectos de la desertización ya son visibles. La situación de Rumanía no es única en la Unión Europea, y por esa razón tenemos que actuar conjuntamente basándonos en el principio de solidaridad sobre el que se fundamenta el proyecto europeo.
Las evaluaciones realizadas diez años después de la entrada en vigor de la Convención de las Naciones Unidas para la Lucha contra la Desertificación indican un incremento en la tendencia del proceso de desertización, mientras que se echa en falta la reacción de los Estados. Si no se toman medidas para eliminar los factores negativos, la desertización persistirá siempre, o bien los costes de la recuperación medioambiental serán incalculables.
Estimados colegas, prevenir la desertización es más sencillo que subsanarla. Una gestión eficaz de los cultivos, una mayor atención a los sistemas de regadío y el desarrollo de estrategias para velar por la creación de puestos de trabajo en sectores diferentes del agrario para los habitantes de las zonas áridas podrían representar algunas soluciones para impedir la desertización.
Con el fin de asegurar la eficacia de los esfuerzos destinados a combatir la desertización, necesitamos sistemas de desarrollo integrado a escala nacional, regional e internacional. Mientras tanto, la puesta en práctica del Convenio debe estar estrechamente relacionada con los esfuerzos destinados a reducir la incidencia del cambio climático.
Habida cuenta de los puntos mencionados, quisiera formular una pregunta a la Comisión: en la Conferencia de Madrid, ¿anunciará un cambio o un giro en la estrategia, y asumirá nuevas obligaciones en nombre de la UE respecto al Convenio, teniendo en cuenta la adhesión más reciente de nuevos países?
Edite Estrela (PSE). – (PT) El Libro Verde sobre adaptación al cambio climático centra la atención sobre los fenómenos naturales agravados por el cambio climático.
Se espera que el cambio climático conlleve una reducción de las precipitaciones, un aumento de las temperaturas y una mayor incidencia de olas de calor y períodos de sequía que agraven la desertización. A diferencia de otros desastres naturales, el impacto de la sequía no afecta a las infraestructuras, sino a la producción y al medio ambiente, así como a la vida de los habitantes locales.
Una de las consecuencias graves de la sequía es la dificultad para suministrar agua potable a la población. Las investigaciones muestran que las sequías y las inundaciones ocasionan más muertes que ningún otro desastre natural; además, ocho millones de personas mueren cada año por enfermedades relacionadas con el consumo de agua en mal estado, como la disentería, el cólera y la fiebre tifoidea.
La escasez de agua potable ocasiona el 80 % de las enfermedades y muertes en los países en desarrollo. Más de 4 500 niños mueren cada día debido a enfermedades ocasionadas por la escasez de agua. No fue casualidad que la reunión informal de ministros de Medio Ambiente, celebrada en Lisboa hace unos días, estuviera dedicada a los problemas de la escasez de agua y de la sequía, que es, además, una de las mayores preocupaciones y prioridades del Programa de la Presidencia portuguesa para el medio ambiente, como ha mencionado ya el Secretario de Estado. Se espera que la Conferencia de las Partes tomará las decisiones oportunas para combatir la sequía y la desertización, y que las instituciones europeas realizarán también su particular contribución.
En conclusión, quisiera recapitular las propuestas que propongo en el informe sobre las catástrofes naturales, en particular las adoptadas por el Parlamento Europeo: el establecimiento de un observatorio europeo de la sequía y la desertización para recopilar información y asegurar una respuesta más eficaz, así como la puesta en práctica de medidas preventivas en el ámbito de la gestión del riesgo de sequía, que incluyan estrategias para minimizar los impactos resultantes y que se incorporen a las estrategias de gestión de las cuencas fluviales.
Kyriacos Triantaphyllides (GUE/NGL). – (EL) Señor Presidente, es una de esas ironías de la vida que este debate tenga lugar tras los trágicos acontecimientos de este verano en el sur de Europa. Lamentablemente, estos desastres desempeñarán un papel considerable en la transformación del paisaje y en la creación de futuros problemas medioambientales.
La desertización no es un problema nuevo, pues ha coexistido con nosotros durante decenios. En el pasado, el deterioro gradual del suelo fértil ha sido un proceso complejo, que tiene múltiples causas y avanza a ritmos oscilantes en función de las divergencias climáticas.
Por ejemplo, la desertización podría intensificar la actual tendencia climática general hacia una aridez mayor, o podría surgir inicialmente de un cambio en el clima local. Cabe destacar que la presencia de un desierto cercano no guarda relación con la desertización. Lamentablemente, no es hasta que el proceso de desertización se encuentra muy avanzado cuando una zona que lo está experimentando capta la atención del público.
A menudo, la información que indique el estado previo del ecosistema o su grado de degradación suele ser muy escasa; por lo tanto, tenemos que ser especialmente cautelosos sobre lo que debe hacerse con la tierra que se ha quemado en la Europa meridional: existe peligro de cambio climático en un futuro próximo, que perfectamente podría ocasionar desertización en las regiones afectadas.
Asimismo, los científicos están investigando si la desertización es un factor permanente en el proceso del cambio global, y cómo y cuándo puede detenerse o invertirse, lo que constituirá uno de los temas de debate en la Conferencia Internacional de las Naciones Unidas.
Un uso más eficiente de los recursos hídricos existentes y el control de la salinización son herramientas eficaces para las zonas áridas, y existen también modos de emplear los recursos hídricos superficiales, como el agua de lluvia.
Además de la ciencia, la política también puede ser considerada como una herramienta útil para combatir la desertización. Si nos disponemos a detener y a invertir el proceso de degradación del suelo árido y en parte baldío, debemos entender cómo y por qué el ritmo del cambio climático, el crecimiento poblacional y la producción de alimentos afectan a estos entornos.
La intervención más eficaz no parte exclusivamente de un uso juicioso de la información más idónea. Como conclusión a este debate, se ha presentado en la Conferencia de las Naciones Unidas una resolución sobre los objetivos de la Unión Europea.
Permítanme hacer hincapié sobre dos puntos que considero de la mayor importancia. Primero, ha llegado el momento de que la UE comience a desembolsar si verdaderamente desea denominarse «Unión Europea»; debe asignar financiación legalmente vinculante a aquellas acciones dirigidas a combatir la desertización. Segundo, la UE no debería quitar a unos para pagar a otros: no puede presentarse a sí misma como protectora del medio ambiente, habiendo fracasado en promover reglamentos generales de obligado cumplimiento que prohibieran la importación a su territorio de madera ilegal que no ha sido talada de manera sostenible.
De hecho, la desertización incumbe no sólo a la Unión Europea, sino a todo el planeta. Así pues, si lo que la UE desea es hacer sentir su presencia, debe dar los pasos apropiados, y no acudir a Madrid en calidad de mera observadora.
Manuel Lobo Antunes, Presidente en ejercicio del Consejo. – (PT) Creo que he percibido en este debate cierta tristeza, cierta consternación y, quizá, algo de escepticismo por parte de algunas de sus Señorías en cuanto a lo que podemos hacer de ahora en adelante para combatir la sequía y la desertización, teniendo en cuenta lo que hemos hecho hasta la fecha en este ámbito.
Sin embargo, creo que el contexto y los factores condicionantes han cambiado significativamente desde 1994, especialmente en los últimos años. Creo que la creciente concienciación entre los Gobiernos, los políticos en general, la sociedad civil y la opinión pública acerca de los problemas que afectan al cambio climático, los retos medioambientales a los que nos enfrentamos y, en concreto, la lucha contra la desertización, el cambio climático y la escasez de agua, nos ayudará a avanzar con confianza, optimismo e ímpetu renovado para combatir los graves problemas medioambientales que tendremos que afrontar cada vez con mayor frecuencia.
Tenemos también razones para mantener cierta confianza y optimismo cuando vemos al Consejo de la Unión Europea adoptar compromisos importantes, incluso diría extremadamente importantes, así como asumir un liderazgo internacional al anunciar medidas para combatir el cambio climático y proponer que se conviertan en normas y objetivos que alcanzar por la totalidad de la comunidad internacional.
Portugal, en su Presidencia de la Unión Europea, tendrá sin duda que desempeñar un importante papel también en este ámbito, pues lideraremos la Unión Europea en la Conferencia de Bali que, como saben, preparará las decisiones que deberemos tomar en dicha área con posterioridad a Kyoto 2012.
Creemos que la Conferencia de las Partes del Convenio de Lucha contra la Desertización, en Madrid, podría, de hecho, brindar una oportunidad para renovar y adaptar los compromisos adquiridos en 1994, y así lo esperamos. Tenemos tres o cuatro prioridades que pensamos que convendría alcanzar.
En primer lugar, pensamos que las Partes del Convenio deberían mejorar su coordinación interna por lo que respecta a la lucha contra la desertización, adoptando un enfoque más integrado hacia este problema en su conjunto. Como su Señoría ha mencionado, los ministros de los diferentes sectores adoptan a menudo medidas internas, sin haber acordado previamente los objetivos que deben alcanzarse, por lo que la toma de decisiones se realiza de una manera bastante ad hoc y aleatoria. Por lo tanto, a escala nacional, la coordinación entre los diversos departamentos con responsabilidades en este ámbito ha de ser, realmente, más eficiente y eficaz.
Se ha mencionado en esta Cámara, como también lo hice yo en mi primer discurso, que es muy importante para la sociedad civil sentir una mayor participación en la aplicación de las medidas necesarias para combatir la desertización. Muchos de los problemas tienen un carácter específico y localizado, surtiendo un profundo efecto sobre la población local, y sería importante que existiera en esta lucha cierto sentido de «pertenencia», o de tomar como propias las políticas necesarias para combatir la desertización.
Debemos potenciar también los mecanismos institucionales para la puesta en práctica del Convenio. Asimismo, creemos que es importante, a escala regional e internacional, intensificar dicha cooperación, además de la existente para combatir la desertización. Con frecuencia, las Partes del Convenio tienden a considerar sus propios problemas desde un punto de vista exclusivamente nacional, mientras que se trata de un ámbito en el que nos parece, por la propia naturaleza de los problemas que incluye, que la cooperación regional e internacional resulta particularmente adecuada.
Para concluir, se ha mencionado aquí la cuestión del presupuesto —las dotaciones presupuestarias—. Es un punto importante; naturalmente, debemos asignar también recursos financieros suficientes para posibilitar que estos mecanismos cubran las necesidades identificadas.
Se ha mencionado el establecimiento de un observatorio europeo de la sequía; de hecho, fue uno de los puntos tratados y debatidos en la reunión informal de los ministros de Medio Ambiente en Portugal, y de dicho debate podría extraerse que consideran el establecimiento de un observatorio europeo de la sequía como una medida importante tanto para atraer la atención sobre los problemas relacionados con la sequía, como para desarrollar el modelo necesario para las medidas que deben, o pueden ser, puestas en práctica para combatir la sequía. Por consiguiente, ésta es, como he dicho, una medida que los ministros de Medio Ambiente observan con interés y entusiasmo.
Esperemos, entonces, que la Conferencia de Madrid produzca resultados acordes con nuestras expectativas.
El Presidente. − Estimados colegas, ha sido un debate muy interesante en el que yo quiero destacar que han intervenido cinco colegas femeninas y tres colegas masculinos. Me parece que es muy importante y que demuestra una sensibilidad muy particular de nuestras compañeras ante un tema tan fundamental.
Para cerrar el debate se han presentado siete propuestas de resolución(1) de conformidad con el apartado 5 del artículo 108 del Reglamento.
Se cierra el debate.
La votación tendrá lugar mañana a las 12.00 horas.
(La sesión, suspendida a las 17.15 horas a la espera del turno de preguntas, se reanuda a las 17.30 horas)
OCUPA LA PRESIDENCIA: MANUEL ANTÓNIO DOS SANTOS Vicepresidente
Presidente . Pasamos al turno de preguntas (B6-0138/2007).
Se han presentado al Consejo las preguntas siguientes:
Pregunta nº 1 de Manuel Medina Ortega (H-0517/07)
Asunto: Enfoque global en materia de inmigración
Teniendo en cuenta las conclusiones del Consejo de Asuntos Generales celebrado en Luxemburgo los pasados 17 y 18 de junio, sobre la ampliación y el reforzamiento del enfoque global en materia de inmigración, y las dificultades que plantea a este respecto la puesta en marcha de mecanismos de cooperación permanente a escala intergubernamental, ¿qué medidas cree posible adoptar el Consejo para el desarrollo de políticas más eficaces de la Unión en la materia y, en particular, con la atribución de poderes eficaces de decisión a la Comisión o a Frontex en materias como la puesta en marcha de proyectos pilotos de asociación?
Manuel Lobo Antunes, Presidente en ejercicio del Consejo. – (PT) Las instituciones de la UE aplican una serie de medidas previstas en las conclusiones del Consejo de fecha 18 de junio de 2007, dentro de los límites de las competencias que les han sido conferidas en virtud del Tratado, en cooperación con los Estados miembros y, siempre que resulte oportuno, con los terceros países en cuestión.
La responsabilidad del control y la vigilancia de las fronteras exteriores recae sobre los Estados miembros. Sin embargo, es del interés de todos los Estados miembros pertenecientes al Acuerdo Schengen, y no únicamente de los que tienen fronteras exteriores, velar por la eficacia de los controles en dichas fronteras exteriores; por consiguiente, se han adoptado ciertas medidas para promover la solidaridad y la cooperación en este ámbito entre los Estados miembros.
La creación de una Agencia Europea para la gestión de la cooperación operativa en las fronteras exteriores de los Estados miembros de la Unión Europea, conocida comúnmente como Frontex, por el Reglamento (CE) nº 2007/2004 del Consejo, fue un paso importante para promover dicha solidaridad.
Del mismo modo, las capacidades de la Agencia Frontex se vieron fortalecidas con la adopción, el 12 de junio de este año, de la propuesta de Reglamento del Parlamento Europeo y del Consejo por el que se establece un mecanismo para la creación de equipos de intervención rápida en las fronteras, así como con el establecimiento, durante el año 2007, del Registro centralizado del equipo técnico disponible —conocido como «caja de herramientas»— que mantienen los Estados miembros y que puede ponerse a disposición de otros Estados miembros.
Mediante un acuerdo de los Estados miembros en cuestión pueden lanzarse operaciones conjuntas y proyectos piloto. Los equipos de intervención rápida en las fronteras se establecen en respuesta a una solicitud presentada por uno o más Estados miembros; Frontex coordina dichas actividades.
Por el momento no hay planes para extender el alcance de la competencia decisoria de la Comisión o de Frontex en este contexto. Además, la adopción de la Decisión nº 574/2007/CE del Parlamento Europeo y del Consejo que establece el Fondo para las Fronteras Exteriores para el período 2007-2013 como parte del Programa general «Solidaridad y Gestión de los Flujos Migratorios» es otro paso importante para la promoción de la solidaridad, y establecerá un nuevo medio de extender la prestación de ayuda financiera a aquellos Estados miembros que apliquen las disposiciones de Schengen sobre sus fronteras exteriores.
Manuel Medina Ortega (PSE). – (ES) Señor Presidente, muchas gracias por la información que me suministra. Soy consciente de las limitaciones constitucionales para el desarrollo de estos mecanismos de cooperación y también de la resistencia de muchos Estados para asumir mayores compromisos, pero corremos siempre el peligro de que las palabras de la Unión Europea no sean confirmadas por los hechos, y, concretamente, en el funcionamiento del mecanismo de Frontex; a consecuencia del carácter estrictamente intergubernamental y voluntario de la cooperación, muchas veces las palabras de la Unión Europea se quedan en el aire, es decir, que empieza a funcionar un programa y se interrumpe porque, o bien los Gobiernos no han suministrado los medios materiales, o bien, después de haberlos ofrecido, los retiran, con lo cual nos encontramos con repetidas declaraciones que desilusionan mucho a la opinión pública, de anuncio de retirada de efectivos, una vez empezada la operación o tras períodos muy limitados y muy cortos.
Espero que, desde la Presidencia del Consejo, se aliente la consolidación de un sistema que permita mantener con mayor permanencia este tipo de operaciones.
Manuel Lobo Antunes, Presidente en ejercicio del Consejo. – (PT) Comprendo su preocupación. En cualquier caso, creo que debemos, también aquí, considerar positivamente el avance conseguido. Si tenemos en cuenta de dónde partíamos y dónde nos encontrábamos, la creación de la Agencia Frontex constituye ya, en mi opinión, un avance y un paso adelante hacia la cooperación en el seno de la Unión Europea sobre cuestiones relativas a la gestión de las fronteras exteriores.
Como usted afirma, podríamos desarrollar las capacidades y competencias de Frontex, si así lo desean los Estados miembros. Sin embargo, creo que resulta de aplicación también aquí una palabra, y no se trata de una palabra intergubernamental, sino de una palabra fundamental, una palabra, diría yo, sobre la que se fundamenta nuestra Unión: se trata de la palabra «solidaridad».
Debemos confiar, también aquí, en dicha solidaridad, solidaridad con los Estados miembros que pudieran, en un momento u otro, tener necesidad de ella. Esa palabra —insustituible— es una palabra que denota no una situación intergubernamental sino, más bien, una unión.
Hubert Pirker (PPE-DE). – (DE) Señor Presidente en ejercicio, quisiera concretar más. La idea de Frontex es excelente, pero su puesta en práctica es insuficiente. Una razón para ello es que los Estados miembros no están proporcionando el personal o equipo que prometieron. El señor Frattini ha advertido que únicamente se ha proporcionado un 10 %. Quisiera que indicara —a mí y al Parlamento— qué proporción del personal y el equipo técnico prometidos por los Estados miembros se ha suministrado realmente hasta la fecha, y cuál queda por suministrar, así como qué acción prevé usted para asegurar que todos los Estados miembros proporcionen, finalmente, lo que han prometido para posibilitar que Frontex lleve a cabo sus funciones durante todo el año.
Manuel Lobo Antunes, Presidente en ejercicio del Consejo – (PT) Comprendo también la pregunta de su Señoría. Debemos tener en cuenta los compromisos que hemos adquirido en el ámbito de Frontex, ya sea en relación con el equipo, la financiación o el personal, y debemos atenernos a nuestros compromisos; quisiera también señalar que la Presidencia no ha omitido llamar la atención sobre dichos aspectos.
Si no estamos consiguiendo alcanzar los compromisos, debemos poner solución con carácter urgente; es la única manera de permitir que la Agencia Frontex ejercite de manera eficaz el papel y las competencias que tiene atribuidas.
Paul Rübig (PPE-DE). – (DE) Me interesaría escuchar si se ha considerado la participación de las pequeñas y medianas empresas —después de todo, contribuyen sustancialmente al empleo en Europa—. Quisiera también saber hasta qué punto —como se ha visto en los Estados Unidos— el empleo femenino, concretamente, ha aportado medidas que añadir a la agenda de Lisboa. ¿Ha tomado el Consejo las precauciones oportunas para la integración adecuada de los trabajadores?
Manuel Lobo Antunes, Presidente en ejercicio del Consejo. – (PT) Quisiera manifestar, por lo que respecta a la gestión de la Agencia Frontex y a la cuestión, más general, de la inmigración, que los objetivos básicos de la Presidencia portuguesa consisten en combatir la inmigración ilegal de manera más eficaz y mejorar la adaptación, la integración y la calidad de vida de quienes trabajan entre nosotros y contribuyen legalmente a nuestro desarrollo económico y social.
La Presidencia portuguesa tiene varias iniciativas a la vista respecto a esta cuestión y tendremos en cuenta las medidas que resultan fundamentales y esenciales en este ámbito respecto a nuestras relaciones con terceros países. La inmigración figurará siempre en la agenda de la Presidencia y del Consejo en su diálogo con terceros países.
Presidente .
Pregunta nº 2 de Marie Panayotopoulos-Cassiotou (H-0520/07)
Asunto: Actualización de la legislación laboral con referencia a la igualdad de género
¿Qué diferencias de trato entre hombres y mujeres constata el Consejo en el ámbito del empleo remunerado?
¿Cuál es el reparto geográfico de las discriminaciones en los Estados miembros?
¿Cómo se propone contribuir el Consejo a que, en el marco de los debates sobre la actualización de la legislación laboral, se aborde el trato discriminatorio, para que hombres y mujeres tengan acceso a un trabajo de calidad con flexibilidad y seguridad?
¿Es posible la codecisión de salvaguardias con miras a la protección de la maternidad y a la conciliación del trabajo y la vida familiar en el sector privado?
Manuel Lobo Antunes, Presidente en ejercicio del Consejo. – (PT) Por lo que respecta a las diferencias de trato entre hombres y mujeres en el ámbito del empleo remunerado, ya ha sido aprobada una legislación básica que incluye ciertas directivas que estipulan la igualdad de trato en cuanto al salario, al acceso al empleo, a la formación profesional y a las condiciones de trabajo.
Además, la Comisión y Eurostat asumen la responsabilidad de realizar un seguimiento de la situación en este sector en diversas partes de la Unión Europea. Resulta evidente que, para formular políticas, existe una necesidad básica de recopilación de datos de la mayor calidad que abarquen la totalidad de la Unión Europea. En este sentido, me causa gran satisfacción recordar el acuerdo alcanzado recientemente entre el Consejo y el Parlamento para el establecimiento del Instituto Europeo de la Igualdad de Género, que ejercerá sus funciones precisamente en dicho ámbito.
En cuanto a la actualización de la legislación laboral, el Consejo puede emprender acciones sólo sobre la base de una propuesta legislativa de la Comisión. No obstante, el Consejo está aplicando también un mayor número de métodos abiertos para la coordinación en virtud de la estrategia europea de empleo. En este ámbito político, nuestra atención se centra en la actualidad en la reciente comunicación de la Comisión sobre flexiguridad, que menciona específicamente la igualdad de género como uno de los posibles principios comunes sobre los que alcanzar un consenso a escala de la Unión Europea.
Asimismo, recibimos con satisfacción el hecho de que el Consejo Europeo de primavera de 2007 acordara establecer una «Alianza a favor de las Familias» que sirviera de plataforma para el cambio de impresiones y conocimientos sobre las políticas favorables a la familia.
Por lo que respecta a la pregunta sobre la introducción de salvaguardias para la protección de la maternidad y de la conciliación del trabajo y la vida familiar en el sector privado, me complace mencionar las importantes directivas que se han adoptado ya en el ámbito del permiso por maternidad y protección de la maternidad, y de los recién nacidos en el lugar de trabajo.
Marie Panayotopoulos-Cassiotou (PPE-DE). – (EL) Señor Presidente, quisiera agradecer al Presidente en ejercicio del Consejo por reiterar las medidas que, como sabemos, se han adoptado a favor de la igualdad. Mi pregunta se refiere a la discriminación positiva en la legislación de algunos Estados miembros. Por ejemplo, a las madres se les facilitan umbrales más bajos en las pensiones; ¿va a condenar hoy esta práctica la Comisión Europea, que está llevando a dichos Estados miembros ante el Tribunal de Justicia de las Comunidades Europeas? ¿Va el Consejo a decidir a favor de tal discriminación positiva?
Manuel Lobo Antunes, Presidente en ejercicio del Consejo. – (PT) La lectura detenida de los programas de las Presidencias alemana, eslovena y portuguesa muestra que las cuestiones sociales, en concreto las relativas a igualdad de género y protección de la familia, ocupan uno de los primeros lugares en nuestra lista de preocupaciones.
En cooperación con la Comisión, y dentro de nuestras respectivas esferas de responsabilidad, presentaremos, no cabe duda, medidas que pueden ser más favorables y que pueden, de hecho, reflejar nuestra preocupación sobre las cuestiones sociales, que son fundamentales en una sociedad moderna como la de la UE, teniendo en cuenta las competencias respectivas de la UE y de los Estados miembros.
Permítanme asegurar a su Señoría que los problemas sociales, y concretamente los que afectan a la protección de la familia, tienen carácter prioritario para las tres Presidencias y, en este caso en concreto, para la Presidencia portuguesa. Espero que, para diciembre, no le hayamos decepcionado en este ámbito.
Danutė Budreikaitė (ALDE). – (LT) Remontándonos hasta 1975, la Unión Europea adoptó entonces actos jurídicos que prohibían la discriminación salarial y exigían que los hombres y las mujeres recibieran idéntico salario por idénticos puestos de trabajo. Han transcurrido ya treinta años y, sin embargo, estos actos jurídicos no han sido todavía llevados a la práctica. Quisiera solicitar al Consejo que expresara su opinión. ¿Pueden los Estados miembros decidir por sí mismos qué actos pondrán en práctica y cuáles no? ¿Cuál es la situación en Portugal?
Manuel Lobo Antunes, Presidente en ejercicio del Consejo. – (PT) De nuevo, quisiera destacar aquí lo que es competencia de la UE, principalmente la política y la legislación, y lo que es responsabilidad de los Estados miembros —no lo olvidemos—, y quisiera decir que la igualdad de género es una cuestión de suma importancia para Portugal.
Debo decir también que en la UE y, en este caso concreto, en el nuevo Tratado de Reforma —como ya ha quedado reflejado en el Tratado Constitucional—, para nosotros la igualdad es una cuestión básica y fundamental en la integración europea y forma parte del acervo de aquellos principios fundamentales que sin duda ocuparán siempre un primer plano entre nuestras preocupaciones.
Presidente . –
Pregunta nº 3 de Chris Davies (H-0523/07)
Asunto: Palestina
¿Cuál es la actual posición del Consejo con respecto a la comunicación directa con los representantes electos del pueblo palestino que se ocupan de la administración de Gaza?
Manuel Lobo Antunes, Presidente en ejercicio del Consejo. – (PT) Recordaría a la Cámara que el Consejo, en sus conclusiones de 23 y 24 de julio de 2007, reiteró su pleno apoyo al Presidente Abbas y al Gobierno encabezado por el Primer Ministro Fayyad.
El Consejo reafirmó su posición sobre los acontecimientos ocurridos en Gaza: el único modo de alcanzar los objetivos nacionales de Palestina por medios pacíficos, legales y democráticos pasa por la reconciliación y la unidad nacional basadas en el programa de paz concebido por el Presidente Abbas.
El Consejo manifestó también que la UE se opone a toda división de los territorios palestinos y confirmó que la UE está dispuesta a colaborar con todos los partidos palestinos cuya política y acciones reflejen los principios del Cuarteto.
La UE ha restablecido las relaciones con las instituciones de la Autoridad Palestina; hemos comenzado a proporcionar ayuda directa, financiera y técnica al Gobierno palestino. En sus conclusiones de los días 23 y 24 de julio de 2007, el Consejo reafirmó su compromiso de ayudar a establecer las instituciones y la economía del futuro Estado palestino y recalcó la necesidad de desarrollar plenamente la economía en los Territorios Palestinos ocupados, lo que incluye promocionar la cooperación con el sector privado palestino.
El Consejo confirmó su apoyo a la política civil palestina al volver a movilizar la misión de la EUPOL COPPS; asimismo, la Comisión hizo un llamamiento a Israel para que facilitara las condiciones necesarias para tal misión.
Chris Davies (ALDE). – La política de la Unión Europea ha consistido, desde las elecciones palestinas, en negarse a hablar con representantes electos vinculados a Hamás. Cada vez que Hamás ha dado un pequeño paso que pudiera interpretarse que iba en nuestra dirección, le hemos dado con la puerta en las narices.
Por las conversaciones que he mantenido con algunos de los colegas del Presidente en ejercicio en Lisboa, sé que hay miembros de su Gobierno que creen que esta política ha sido un fracaso estrepitoso. Pero, en este caso, su trabajo consiste en representar al Consejo y defender lo indefendible. ¿Puede explicar a la Cámara por qué cree el Consejo que su política ha sido un éxito?
Manuel Lobo Antunes, Presidente en ejercicio del Consejo. – (PT) Quisiera señalar que el Cuarteto para la paz en Oriente Próximo se reunió recientemente en Lisboa. Creemos y confiamos en que seremos capaces de concebir medidas dentro de las posibilidades del Cuarteto, así como de la Unión Europea, que puedan contribuir a realizar avances en el proceso de paz en Oriente Próximo. Durante muchos años, la situación mantenida allí no ha cambiado, y sabemos que es una situación compleja y delicada, que no puede solucionarse de un día para otro.
Sin embargo, creemos que ahora podrían concurrir las condiciones políticas que nos permitieran realizar avances positivos. La Presidencia portuguesa desea trabajar en ese sentido, como también el Consejo de la Unión Europea.
Tenemos que aprovechar el momento y no dejar pasar la oportunidad. Debemos sacar el máximo partido del contexto político y del carácter de urgencia, de cuya existencia creo que somos conscientes, para resolver este problema en relación con el proceso de paz en Oriente Próximo. Debemos ser realistas y, sin embargo, mostrar confianza y no pensar en darnos por vencidos.
David Martin (PSE). – Permítanme que reformule la excelente pregunta del señor Davies. ¿Cree el Consejo que podremos hacer algún progreso en Oriente Próximo sin contar con Hamás? Mientras Hamás no participe en las negociaciones, el Cuarteto podrá reunirse todas las veces que quiera, pero no habrá solución. ¿Acepta el Consejo que algún día tendrá que sentarse con Hamás para resolver esta situación?
Manuel Lobo Antunes, Presidente en ejercicio del Consejo. – (PT) Como ustedes saben, el Consejo acordó los principios y la línea política que pretende mantener para el proceso de paz en Oriente Próximo; cree en dichos principios y en dicha línea política que modelan su acción política, y tiene la intención de mantenerse fiel a los mismos.
Presidente . − La pregunta nº 4 decae al estar ausente su autor.
Pregunta nº 5 de David Martin (H-0526/07)
Asunto: Ayudas para el comercio
Conviene felicitar a las Presidencias finlandesa y alemana por la prioridad asignada a las ayudas para el comercio.
¿Qué medidas adoptará la Presidencia portuguesa para velar por que el gasto en las ayudas relacionadas con el comercio por parte de la Comisión y, en particular, de los Estados miembros siga la trayectoria adecuada para alcanzar el objetivo de 1 000 millones de euros anualmente antes de 2010? ¿Proyecta asimismo la Presidencia aclarar cuál es el compromiso financiero de cada país para alcanzar ese objetivo de 1 000 millones de euros?
¿Cómo velará la Presidencia portuguesa por que los Estados miembros y la Comisión presten una asistencia adecuada en los aspectos de las ayudas para el comercio identificados en 2006 por el grupo de trabajo de la OMC sobre las ayudas para el comercio como los ajustes y la infraestructura relacionados con el comercio, pues no están incluidos en la definición de asistencia relacionada con el comercio y, por lo tanto, se encuentran al margen del objetivo de 2 000 millones de euros?
Manuel Lobo Antunes, Presidente en ejercicio del Consejo. – (PT) La Presidencia portuguesa tiene la firme determinación de continuar el trabajo emprendido con éxito por las Presidencias finlandesa y alemana, y de poner en práctica las conclusiones sobre ayudas para el comercio adoptadas por el Consejo el 15 de mayo de 2007; en concreto, por lo que respecta a la conclusión de la estrategia de ayuda al comercio de la UE a tiempo para su inclusión en la próxima evaluación global de la ayuda al comercio de la OMC, que tendrá lugar en noviembre de 2007.
Realmente, uno de los objetivos de la Presidencia es alcanzar un acuerdo sobre la estrategia de la UE de ayuda al comercio en el Consejo de Asuntos Generales y Relaciones Exteriores de octubre, que incluya un esbozo de las medidas específicas previstas para alcanzar la asistencia relacionada con el comercio, acordada en 2 000 millones de euros antes de 2010, principalmente los 1 000 millones de euros procedentes de los Estados miembros para satisfacer las necesidades identificadas por los países en desarrollo.
La Presidencia confía en que se alcance. La estrategia pretende también realizar una contribución a la agenda de ayuda para el comercio, más amplia, y a la definición de las medidas que poner en práctica.
Por consiguiente, el 5 de julio de 2007, la Presidencia portuguesa presentó un proyecto de estrategia de la UE de ayuda para el comercio que está siendo debatido en las formaciones pertinentes del Consejo. El proyecto de estrategia debería considerarse en el contexto de la puesta en práctica de las recomendaciones propuestas en 2006 por el Grupo de Trabajo sobre ayuda al comercio de la OMC.
David Martin (PSE). – Me ha animado mucho la respuesta del Presidente en ejercicio y le deseo suerte en la reunión de octubre. Espero que consiga un buen paquete.
Si lo hace, ¿considerará la publicación a finales de este año de la contribución de cada Estado miembro a las ayudas relacionadas con el comercio? Sabemos que los 1 000 millones de euros de la Comisión son muy transparentes y se sabe perfectamente en qué se gastan. Pero no está tan claro de qué Estados miembros proceden esos 1 000 millones de euros, si es cierto que se están aportando y de quién proceden. ¿Consideraría el Consejo su publicación en noviembre o diciembre?
Manuel Lobo Antunes, Presidente en ejercicio del Consejo. – (PT) Agradezco a su Señoría sus palabras de aliento y confianza. La Presidencia y el Consejo emprenderán las acciones oportunas en esta materia, de acuerdo con las prácticas, las condiciones y las disposiciones legislativas aplicables.
Presidente . –
Pregunta nº 6 de Esko Seppänen (H-0527/07)
Asunto: Política relativa a la dimensión septentrional
La Presidencia portuguesa del Consejo ha anunciado su intención de promover la cooperación de la UE con los países mediterráneos. Dado que la UE tiene también una dimensión septentrional, ¿puede indicar el Consejo cómo tiene previsto fomentar, al mismo tiempo, la política relativa a la dimensión septentrional de la UE y su ejecución?
Manuel Lobo Antunes, Presidente en ejercicio del Consejo. – (PT) Desde que comenzó el año, hemos venido ejecutando la política relativa a la dimensión septentrional sobre la base de dos documentos adoptados en la Cumbre sobre la Dimensión Septentrional, celebrada en Helsinki en noviembre de 2006.
El documento marco sobre la política y la declaración política adoptados en Helsinki representan un punto de inflexión para la dimensión septentrional, en la medida en que transforman la política en una política conjunta, compartida por todos los partícipes en la dimensión septentrional; esto es, la UE, Rusia, Noruega e Islandia. La aceptación conjunta de la nueva política es un objetivo clave e incluye la plena participación de Rusia en todas las estructuras y actividades de la dimensión septentrional.
Los restantes participantes y actores principales de la dimensión septentrional, concretamente, los Cuatro Consejos Regionales del Norte y las instituciones financieras internacionales, también tomarán parte en el proceso. La dimensión septentrional representa ahora una plataforma permanente para el debate de las cuestiones y las preocupaciones septentrionales.
Ciertamente, la Presidencia portuguesa avanzará el trabajo en este ámbito. Se prevé la reunión de un Grupo rector para finales de septiembre o principios de octubre, en Reikiavik, que pretende proporcionar una continuidad entre las reuniones ministeriales y las de los altos funcionarios. Durante la Presidencia portuguesa hay programada una reunión de altos funcionarios, que debe celebrarse el próximo 21 de noviembre, en Rusia.
Tratándose de un país mediterráneo, Portugal quisiera asistir a un debate político más intenso y amplio con nuestros socios de las orillas meridionales del Mediterráneo en el contexto de Euromed, pues la UE y los países de Euromed comparten intereses comunes y afrontan problemas similares.
Redunda en nuestro propio beneficio ampliar la cooperación de la UE con dichos países, especialmente con vistas a abordar los flujos migratorios y el desarrollo social. Al mismo tiempo, continuaremos trabajando en la ejecución de la nueva política relativa a la dimensión septentrional; como en el caso de Euromed, podrían alcanzarse logros considerables por medio de la cooperación práctica basada en la buena vecindad, la cooperación equitativa, la corresponsabilidad y la transparencia.
Esko Seppänen (GUE/NGL). – (FI) Señor Presidente, Presidente en ejercicio del Consejo, Rusia desempeña un papel decisivo en el desarrollo de la dimensión septentrional, por lo que las relaciones de la Unión Europea con Rusia son importantes a este respecto. ¿Tiene intención la Presidencia de promover negociaciones con Rusia este otoño sobre el Acuerdo de Asociación y Cooperación?
Manuel Lobo Antunes, Presidente en ejercicio del Consejo. – (PT) Como ustedes saben, durante su mandato, la Presidencia portuguesa va a organizar una cumbre con Rusia que se celebrará en Mafra, ciudad no muy distante de nuestra capital, Lisboa. Durante dicha cumbre, esperamos considerar todas las cuestiones pertenecientes a la cooperación y a las relaciones UE-Rusia en los ámbitos económico, científico y cultural, así como en otros ámbitos directamente relacionados con la libertad de circulación de las personas en el territorio europeo.
Consideramos el carácter importante y estratégico del establecimiento de una relación en provecho y beneficio mutuo con Rusia, basada en principios y valores compartidos.
Presidente . −
Pregunta nº 7 de Bernd Posselt (H-0530/07)
Asunto: Frontex
¿Qué experiencias ha adquirido el Consejo con Frontex en los últimos meses? ¿Qué opinión le merece la idea de hacer de Frontex una auténtica policía de fronteras europea según el modelo de la Policía Federal de Fronteras alemana?
Manuel Lobo Antunes, Presidente en ejercicio del Consejo. – (PT) La Agencia Europea para la gestión de la cooperación operativa en las fronteras exteriores de los Estados miembros de la Unión Europea, conocida como Frontex, creada por el Reglamento (CE) nº 2007/2004, que he mencionado anteriormente, pretende mejorar la gestión integrada en las fronteras exteriores de la UE.
El cometido y las funciones de la Agencia Frontex se establecen en el Reglamento, que tiene en cuenta el hecho de que los Estados miembros mantienen la responsabilidad del control y la vigilancia de las fronteras exteriores. Las facultades de la Agencia Frontex fueron reforzadas recientemente con la adopción, en fecha 12 de junio de 2007, de la propuesta de Reglamento del Parlamento Europeo y del Consejo por el que se establece un mecanismo para la creación de equipos de intervención rápida en las fronteras.
El Consejo Europeo, en sus conclusiones de junio de 2007, recibió con satisfacción el acuerdo alcanzado sobre los equipos de intervención rápida en las fronteras, el lanzamiento de la Red Europea de Vigilancia y la creación de una «caja de herramientas» centralizada de equipo técnico a disposición de los Estados miembros.
Por el momento no hay otras propuestas para modificar el Reglamento Frontex. El Programa de La Haya, que refuerza la libertad, la seguridad y la justicia, invita a la Comisión a que presente al Consejo una evaluación de la agencia hacia finales de 2007. Dicha evaluación debería analizar las funciones de la Agencia e indicar si debería asumir otras responsabilidades relativas a aspectos de gestión de las fronteras.
Bernd Posselt (PPE-DE). − (DE) No me ha preocupado tanto la reglamentación como la visión. En 1998, presenté ante esta Cámara un informe sobre ampliación y seguridad interna, en el que proponía un servicio de fronteras europeo. La Cumbre de Tampere abordó esta idea, junto con la de la Escuela Europea de Policía. Frontex se creó como un primer paso en esa dirección. ¿Comparte la Presidencia del Consejo la visión de un mayor desarrollo de Frontex y de las agrupaciones tácticas hacia un verdadero servicio fronterizo europeo para la protección común de nuestras fronteras exteriores?
Manuel Lobo Antunes, Presidente en ejercicio del Consejo. – (PT) Creo que la Agencia Frontex desarrollará y ampliará sus responsabilidades de acuerdo con las necesidades y, ciertamente, la voluntad de los Estados miembros.
Presidente . –
Pregunta nº 8 de Sarah Ludford (H-0533/07)
Asunto: Mejora de la cooperación policial
¿Cuáles son las intenciones de la Presidencia portuguesa respecto al progreso de dos importantes propuestas de la Comisión dirigidas a aumentar la seguridad de los ciudadanos de la UE contra la delincuencia y el terrorismo, a saber: COM(2005)0317 final, sobre la mejora de la cooperación policial entre los Estados miembros de la Unión Europea, en especial en las fronteras interiores, y COM(2005)0490 final, sobre el intercambio de información en virtud del principio de disponibilidad?
Dado que no todos los elementos de estas dos propuestas han sido incorporados a la Decisión «Prüm», ¿no está de acuerdo la Presidencia en que el hecho de que los Estados miembros no hayan llegado a un acuerdo al respecto constituye una mala señal acerca de la importancia y urgencia con la que tratan el desafío de la aplicación de la ley a través de las fronteras?
Manuel Lobo Antunes, Presidente en ejercicio del Consejo. – (PT) La Presidencia está de acuerdo en que la mejora de la cooperación transfronteriza a efectos del cumplimiento de la ley es no sólo una cuestión importante y apremiante, sino también un reto.
El proyecto de decisión del Consejo sobre la intensificación de la cooperación transfronteriza, en particular para combatir el terrorismo y la delincuencia transfronteriza —la conocida Decisión «Prüm»— sobre la que el Consejo alcanzó un acuerdo político en junio de 2007, representa un avance considerable en la puesta en práctica del principio de disponibilidad y del refuerzo de la cooperación policial transfronteriza, en particular por medio de operaciones conjuntas y de la provisión de asistencia para acontecimientos masivos, desastres y accidentes graves.
La Presidencia mantiene la opinión de que la Decisión «Prüm» debería ponerse en práctica lo antes posible con el fin de velar por que se alcancen resultados tangibles. Por lo tanto, la Presidencia pretende concentrar sus esfuerzos en comprobar que se produce dicho avance durante los próximos meses sobre el proyecto de decisión del Consejo para la puesta en práctica de la Decisión «Prüm».
La Presidencia se muestra de acuerdo con su Señoría en que no todos los puntos de las dos propuestas de la Comisión —una sobre mejora de la cooperación policial, y la otra sobre el principio de disponibilidad— se incluyen en la Decisión «Prüm»; sin embargo sí que abarca una parte considerable de la propuesta de la Comisión sobre cooperación policial, y la Presidencia no tiene motivos para pensar que la reapertura del debate sobre las otras partes conduciría a un resultado diferente del alcanzado en abril de 2006.
Mientras que la propuesta de la Comisión sobre el principio de disponibilidad establece principios generales y cubre seis tipos de datos, la Decisión «Prüm», de hecho, incluye sólo datos sobre el ADN, las huellas dactilares y matrículas de vehículos. La Presidencia cree que la puesta en práctica por fases del principio de disponibilidad es el más realista y práctico, y está también entre los enfoques más probables de alcanzar resultados prácticos a corto plazo para la cooperación policial diaria y la mejora de la seguridad de los ciudadanos de la UE.
La Presidencia cree que dichos resultados prácticos emitirían una sólida señal respecto a la importancia y la urgencia conferidas a la cooperación transfronteriza, demostrando así que la cooperación práctica es posible y que se ha llevado a cabo, aunque sólo sea de manera parcial. Ello no significa que no debamos persistir en nuestros esfuerzos por alcanzar una cooperación todavía más estrecha para el cumplimiento de la ley, en particular por medio de los elementos contenidos en las propuestas de la Comisión.
Sin embargo, se espera que esto pueda realizarse sobre la base de los resultados obtenidos hasta la fecha, así como de los que resulten de la puesta en práctica de la Decisión «Prüm».
Sarah Ludford (ALDE). – Señor Presidente, ¿puede el Consejo confirmar, por tanto, que se han suspendido los debates sobre el principio de disponibilidad y sobre la medida de cooperación policial? Usted ha reconocido que la Decisión Prüm es menos ambiciosa que cualquiera de esas dos, así que, ¿se han suspendido? ¿Cómo puede seguir legislando el Consejo aspectos que invaden la intimidad personal y en cambio no puede llegar a la raíz de la cooperación policial? Uno de los impedimentos es, por supuesto, la falta de un marco general de protección de los datos. La Presidencia alemana nos prometió que tal instrumento se aprobaría este año. ¿Está la Presidencia portuguesa progresando activamente en este terreno y cuáles son los principales impedimentos? El Consejo y los Estados miembros tienen que estrechar la cooperación policial práctica en un marco de estricta protección de los datos.
Manuel Lobo Antunes, Presidente en ejercicio del Consejo. – (PT) La Presidencia portuguesa está ejerciendo sus funciones en este ámbito de manera ambiciosa, pero también realista. A la hora de considerar las medidas adoptadas, o las que nos proponemos adoptar, miramos siempre hacia el punto de partida y hacia el que pretendemos llegar y, de hecho, en esta cuestión de la cooperación policial, creo que hemos conseguido avances significativos y considerables en relación con nuestro punto de partida. Quizá no todo el avance que muchos hubieran preferido ver, pero algo se ha conseguido y se está consiguiendo, siempre que los Estados miembros lo deseen así.
Por lo tanto, la Presidencia portuguesa apoyará, desarrollará y pondrá en práctica las medidas que se acordaron y que, en nuestra opinión, representan un avance positivo en la cooperación policial respecto a la situación anterior.
Presidente . –
Pregunta nº 9 de Dimitrios Papadimoulis (H-0536/07)
Asunto: Carácter ecuménico del Patriarcado de Constantinopla
Cabe citar una serie de hechos que reflejan el intento de las autoridades turcas de cuestionar el carácter ecuménico del Patriarcado de Constantinopla. Más concretamente, el Ministro de Asuntos Exteriores excluyó de forma explícita en unas declaraciones recientes que el Gobierno turco reconozca el carácter ecuménico del Patriarcado de Constantinopla. Aún más, se prohibió a funcionarios turcos la asistencia a una recepción ofrecida por el Patriarcado, porque en la invitación se aludía al carácter ecuménico del Patriarca. Asimismo, la nueva doctrina de seguridad nacional de Turquía hace referencia a que deben obstaculizarse los intentos de superar el estatuto vigente del Patriarcado y, por último, el Tribunal Supremo de Apelación de Turquía sostenía, en una sentencia reciente (26.6.2007), que el Patriarcado de Constantinopla carece de dimensión ecuménica y que el Patriarca es cabeza de la comunidad ortodoxa griega de Estambul.
¿Puede indicar el Consejo si la posición de las autoridades turcas frente al Patriarcado de Constantinopla es acorde con los criterios políticos de Copenhague y las obligaciones asumidas por Turquía en el marco de su proceso de preadhesión? ¿Qué gestiones se propone emprender de inmediato ante las autoridades turcas?
Manuel Lobo Antunes, Presidente en ejercicio del Consejo. – (PT) El Consejo ha destacado reiteradamente la importancia que otorga a la cuestión de la libertad religiosa en Turquía. Las minorías y las comunidades religiosas continúan hallando dificultades relacionadas con la personalidad jurídica, los derechos de propiedad, las escuelas, la gestión y la formación internas, los permisos de residencia y de trabajo que afectan a miembros del clero turco y no turco, y además con la posibilidad de que los miembros extranjeros del clero sean elegidos como líderes de sus respectivas comunidades religiosas.
Los problemas específicos que afronta el Patriarca ortodoxo, en particular el uso del título eclesiástico de Patriarca ecuménico, deben examinarse igualmente en dicho contexto. Dicha situación no debería afectar a los derechos garantizados por el Convenio Europeo de Derechos Humanos. La libertad religiosa es un ámbito fundamental en el que debe realizarse un avance tangible con carácter urgente; requiere también una acción específica para la adopción y puesta en práctica de la legislación oportuna, de acuerdo con el Convenio Europeo de Derechos Humanos y con la jurisprudencia del Tribunal Europeo de Derechos Humanos.
Más concretamente, una de las prioridades a corto plazo en las relaciones entre la Unión Europea y Turquía es la adopción de una legislación que guarde conformidad con las normas europeas pertinentes y que proporcione una respuesta a todas las dificultades que afrontan las minorías y las comunidades religiosas no musulmanas. Igualmente, debe desarrollarse la tolerancia social.
En dicho contexto, puedo asegurarle a su Señoría que el problema de la libertad religiosa seguirá siendo objeto de estrecha vigilancia como parte de las negociaciones de adhesión en el contexto del Capítulo 23, sobre Sistema judicial y derechos fundamentales, y del proceso en curso de reformas en Turquía, y será abordado a todos los niveles siempre que sea pertinente. Así fue en la última reunión de la troika ministerial entre la Unión Europea y Turquía, celebrada en Ankara el 4 de junio.
Dimitrios Papadimoulis (GUE/NGL), por escrito. – (EL) Señor Presidente, Presidente en ejercicio del Consejo, en los dos minutos y medio de su intervención, ha confirmado el problema que le planteé en mi pregunta, pero no ha adoptado una posición clara.
El 22 de agosto, el Comisario Rehn intervino en nombre de la Comisión y manifestó que el Patriarca y el Patriarcado debían disfrutar de plena libertad para utilizar el título de «Ecuménico», a lo que añadió que Turquía debía velar por que las comunidades de religión no musulmana pudieran adquirir un estatuto jurídico.
¿Comparte el Consejo esta posición inequívoca adoptada por la Comisión? Si es así, ¿por qué no lo manifiesta con claridad? Si no es así, ¿cuáles son las razones? ¿Quién le ha hecho tan reticente?
Manuel Lobo Antunes, Presidente en ejercicio del Consejo. – (PT) Señor Papadimoulis, creo que, en cuanto a las cuestiones que afectan a los derechos humanos en nuestras relaciones con Turquía, la Presidencia y el Consejo han sido claros, exigentes y firmes, tanto ahora como en el pasado, y así lo serán también en el futuro; por consiguiente, creo que quizá resulte inadecuado expresar dudas, reserva o escepticismo en esta cuestión.
Mantendremos nuestra posición en las negociaciones con Turquía, principalmente en el proceso de las negociaciones relativas a su adhesión a la UE.
Bernd Posselt (PPE-DE). − (DE) Hemos debatido este punto con anterioridad en numerosas ocasiones durante el turno de preguntas, y quisiera saber cuándo se adoptará realmente la legislación turca sobre religión. Hace un año se nos aseguró que se haría así, pero nada ha cambiado. Se trata de un punto muy concreto, relevante no sólo para las negociaciones de adhesión del país, sino también para su conformidad con los criterios políticos de Copenhague. El Estado no tiene derecho para interferir en los asuntos internos de una iglesia y de privarla de cualquier estatus legal de manera arbitraria.
Manuel Lobo Antunes, Presidente en ejercicio del Consejo. – (PT) Como su Señoría sabe, existe un modelo de revisión anual del proceso de adhesión de Turquía a la UE. Dicha revisión, o «inventario» del proceso, tiene lugar durante la segunda mitad de cada año e implica un análisis y debate de todas estas cuestiones basado en los informes de la Comisión.
Este año se realizará de nuevo durante la Presidencia portuguesa y proporcionará una oportunidad adecuada; es más, la oportunidad indicada, para que dichas cuestiones se debatan —y así se hará— en el Consejo.
Presidente . – La pregunta nº 10 decae al estar ausente su autor.
Pregunta nº 11 de Mairead McGuinness (H-0540/07)
Asunto: Resultados de la cumbre UE-Brasil
¿Puede el Consejo dar a conocer su evaluación de los resultados de la cumbre UE-Brasil celebrada el 4 de julio de 2007, en particular en lo relativo a las relaciones económicas y comerciales?
Manuel Lobo Antunes, Presidente en ejercicio del Consejo. – (PT) Como ustedes saben, la cumbre UE-Brasil se celebró en Lisboa el 4 de julio con vistas al lanzamiento de una asociación estratégica bilateral para potenciar la cooperación entre las dos partes en una amplia gama de ámbitos de interés común.
Se adoptó una declaración conjunta que cubría diversas áreas en las que deberían reforzarse nuestras relaciones bilaterales, y se acordó que esta asociación con Brasil debería tener un carácter operacional y prospectivo. La UE y Brasil trabajaron conjuntamente para confeccionar un plan de acción que contuviera propuestas prácticas, conjuntas y coordinadas sobre cuestiones que contribuirán a formular una agenda común.
El interesante debate abarcó las relaciones bilaterales entre la Unión Europea y Brasil, cuestiones regionales, en particular los progresos en Europa y América Latina, pero también cuestiones del ámbito mundial como la Agenda para el Desarrollo de Doha, el multilateralismo efectivo, el cambio climático, la lucha contra la pobreza y la exclusión social, además de otras cuestiones en relación con la energía.
Por lo que respecta a las relaciones comerciales, aunque la cumbre de Lisboa no era el foro más apropiado para las negociaciones técnicas, hubo ocasión de un interesante intercambio de puntos de vista. El Comisario de Comercio Exterior, Peter Mandelson, reiteró que la obtención de resultados positivos en la Ronda de Desarrollo de Doha era, y seguiría siendo, una prioridad para la UE.
Pese a los decepcionantes resultados de la reciente reunión del grupo G4 en Potsdam, las negociaciones prosiguieron en Ginebra y nadie quiso desaprovechar la oportunidad de alcanzar un acuerdo ambicioso, equilibrado y exhaustivo.
Brasil consideró que las dos posiciones negociadoras no se encontraban tan distantes; el debate continuado y la coordinación estrecha posibilitarían alcanzar un acuerdo. Ambas partes coincidieron en que alcanzar un acuerdo en Doha ayudaría a concluir un acuerdo entre la UE y Mercosur.
Sobre las cuestiones del cambio climático y la energía, ambas partes hicieron referencia a la Conferencia Internacional sobre Biocombustibles, celebrada los días 5 y 6 de julio en Bruselas, como un paso en la dirección adecuada para esclarecer las críticas relativas al uso supuestamente nocivo de los biocombustibles.
En este contexto, el Presidente de la Comisión, José Manuel Barroso, mencionó tres áreas fundamentales: el establecimiento de normas técnicas conjuntas para un mercado internacional sostenible en el ámbito de los biocombustibles, los biocombustibles como medio para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, y la consecución de la seguridad del suministro alimentario.
A su vez, el Presidente Lula relacionó el debate sobre el cambio climático con la reducción de la contaminación, manifestando que el enfoque de las energías combinadas que se ha seguido en Brasil durante los últimos veinte años ha demostrado ser más respetuoso y responsable con el medio ambiente que los motores de alta tecnología de la UE. Asimismo, refutó las acusaciones de amenaza para el bosque amazónico y para la seguridad del suministro alimentario.
Mairead McGuinness (PPE-DE). – Muchas gracias por su detallada descripción de los diferentes intereses que se debatieron. Está claro que los de la agricultura fueron uno de esos intereses, ¿pero puedo preguntar si se ha planteó la polémica cuestión de las exportaciones de vacuno de Brasil a la Unión Europea y de los problemas con las normas reguladoras de esas exportaciones, y si existe una base común en la OMC – la Ronda de Doha − entre las dos partes? ¿Se planteó durante las conversaciones la cuestión del doble rasero, es decir, de la existencia de unas normas más estrictas en la Unión Europea que en otros países y, concretamente en este caso, en Brasil?
Manuel Lobo Antunes, Presidente en ejercicio del Consejo. – (PT) Como se ha mencionado aquí, la cumbre fue una iniciativa de la Presidencia portuguesa; fue la primera cumbre celebrada con Brasil y esperamos que resulte en el desarrollo de relaciones estratégicas con dicho país.
Fue una primera iniciativa. Su objetivo era identificar las áreas y los sectores en los que nos gustaría estrechar relaciones con Brasil. Se abordaron cuestiones económicas, pero comprenderá que lo fueron en un contexto más general y estratégico que se centró, en concreto, en cuestiones que se encuentran en el orden del día y en el ámbito de las negociaciones del proceso de Doha.
Evidentemente, las cuestiones más específicas tendrán que abordarse a una escala más técnica y adecuada. Entre tanto, las cuestiones generales relativas al comercio, así como las inquietudes de la UE y Brasil al respecto fueron tratadas con gran sinceridad y franqueza, con la expresión de los puntos de vista de cada una de las partes y de la esperanza de que el proceso negociador de Doha pueda concluir satisfactoriamente.
Jim Allister (NI). – Entiendo esa respuesta como un «no» a la pregunta de la señora McGuinness; es decir, que no se molestó en presionar a las autoridades brasileñas por los lamentables niveles sanitarios de sus exportaciones de vacuno y por la total falta de trazabilidad de sus cabañas ganaderas.
Los agricultores y consumidores de toda Europa se sentirán decepcionados porque, cuando tuvo la oportunidad, no supo presionar en una cuestión de tanta importancia como ésta.
¿Cuando va a despertar el Consejo para darse cuenta de las consecuencias que eso tiene para la salud de los ciudadanos de Europa y va a presionar a Brasil para que garantice una verdadera trazabilidad de su ganado?
Manuel Lobo Antunes, Presidente en ejercicio del Consejo. – (PT) Creo que con el lanzamiento de esta iniciativa por parte de la Presidencia portuguesa se dan ahora todas las condiciones para un debate franco y abierto con Brasil sobre todas las cuestiones que pudieran interferir en nuestras relaciones bilaterales, pero también sobre todas las que pudieran desarrollar y fortalecer dichas relaciones.
Creo también que en las cuestiones en las que la UE y Brasil pudieran mantener puntos de vista divergentes, la cumbre y la iniciativa de la Presidencia portuguesa constituyen una herramienta extremadamente útil para entablar y ampliar el diálogo sincero, necesario en cuestiones en las que las posiciones de ambas partes quizá no coincidan plenamente.
Presidente . –
Pregunta nº 12 de Marianne Mikko (H-0542/07)
Asunto: Ayuda comunitaria a Estonia en relación con los acuerdos concluidos con Rusia para la explotación de los recursos pesqueros del lago Peipsi
Como el Consejo sabe, 126 kilómetros de la frontera entre la Unión Europea y Rusia discurren por el lago Peipsi. En los acuerdos bilaterales Estonia-Rusia se han coordinado las medidas de protección del delicado ecosistema del lago y de sus poblaciones de peces. Sin embargo, se acumulan las pruebas de que Rusia incumple los acuerdos y de que dichas poblaciones de peces corren peligro.
En particular, las embarcaciones rusas emplean la red de tiro danesa durante casi todo el año, en vez de limitarse al breve período acordado. En los mercados rusos hay pruebas fehacientes de que las medidas oficiales aplicadas por Rusia resultan inadecuadas para proteger a los peces de talla inferior a la reglamentada en el caso de distintas variedades que viven en el lago Peipsi.
La parte rusa ha retrasado con distintos pretextos las negociaciones para la temporada de otoño de 2007.
¿Qué piensa hacer el Consejo para prestar ayuda a Estonia, Estado miembro de la UE, en lo que son, esencialmente, negociaciones entre la UE y Rusia sobre cuotas de pesca y sobre la futura gestión de las mismas?
Manuel Lobo Antunes, Presidente en ejercicio del Consejo. − (PT) En respuesta a la pregunta de su Señoría acerca de las negociaciones entre la UE y Rusia sobre cuotas de pesca y su futura gestión, el Consejo quisiera hacer hincapié en que, aunque la política pesquera común abarca, de manera expresa, la conservación, gestión y explotación de los recursos acuáticos vivos, el Reglamento (CE) nº 2371/2002 del Consejo, de 20 de diciembre de 2002, sobre la conservación y la explotación sostenible de los recursos pesqueros en virtud de la política pesquera común define los «recursos acuáticos vivos» como «las especies marinas acuáticas vivas, disponibles y accesibles, incluidas las especies anádromas y catádromas durante su vida marina».
Asimismo, el 28 de julio de 2006 la Comunidad Europea y el Gobierno de la Federación de Rusia iniciaron un acuerdo bilateral de cooperación en materia de pesca y conservación de los recursos marinos vivos en el Mar Báltico, acuerdo que ha de firmarse y entrar en vigor en breve, tan pronto como la Federación de Rusia haya completado sus procedimientos internos para la firma.
Dicho acuerdo incluye todas las aguas del Mar Báltico y sus estrechos, pero excluye las aguas internas. A pesar del área geográfica de aplicación del acuerdo, el artículo 13 dispone que las partes podrán acordar ampliar la cooperación en materia de gestión de las especies anádromas y catádromas, pero excluyendo las especies de este tipo que pasan todo su ciclo vital en aguas interiores.
En consecuencia, como dispone la ley comunitaria, el Consejo puede únicamente recomendar que su Señoría dirija su pregunta a la Comisión Europea para que se plantee la cuestión en el contexto del acuerdo bilateral entre la Comunidad Europea y el Gobierno de la Federación de Rusia, tan pronto como dicho acuerdo entre en vigor.
Marianne Mikko (PSE). – (ET) A pesar de ello, la respuesta en relación con el lago Peipsi no me satisface enteramente: en cuanto a dimensiones, es el tercero más grande de la Unión Europea y el único en el que se explota una industria pesquera profesional. No se trata de una masa de agua interior perteneciente a Estonia, sino de un lago fronterizo con un tercer país, Rusia. Cuando se trata de explotar las reservas pesqueras de un modo equilibrado Estonia, Estado miembro de la Unión Europea, está haciendo todo lo que está en su mano para velar por la conservación de las reservas pesqueras del lago Peipsi; sin embargo, no puede decirse lo mismo de Rusia.
Por lo tanto, quisiera escuchar del Presidente en ejercicio, cómo propone el Consejo incitar a Rusia para la conservación de las reservas pesqueras del lago Peipsi tal como Estonia lo está haciendo. ¿Qué tipo de responsabilidad propia concreta puede usted proponer hoy aquí en su calidad de Presidente de la Unión Europea? Usted ha mencionado a la Comisión, pero la respuesta proporcionada guarda mayor relación con los mares. Peipsi es un lago fronterizo cuya situación es muy concreta, no se trata de una masa de agua interior.
Manuel Lobo Antunes, Presidente en ejercicio del Consejo. – (PT) Su Señoría desea que su pregunta siga en pie, y yo, lamentablemente, he de decir que mi respuesta también sigue en pie. Recomendaría, como ya lo hice al finalizar mi intervención anterior, que su Señoría dirigiera su pregunta a la Comisión Europea.
Presidente . –
Pregunta nº 13 de Brian Crowley (H-0547/07)
Asunto: Relaciones UE-Bosnia
¿Puede efectuar el Consejo una declaración en la que haga balance de las actuales relaciones políticas entre la Unión Europea y Bosnia?
Manuel Lobo Antunes, Presidente en ejercicio del Consejo. – (PT) La situación política en Bosnia y Herzegovina se encuentra en una fase muy delicada.
La sentencia del Tribunal Internacional de Justicia en el caso planteado a finales de febrero por Bosnia y Herzegovina contra Serbia y Montenegro relativo a la aplicación de la Convención para la Prevención y la Sanción del Delito de Genocidio, hizo aflorar los antagonismos que parecían haberse soterrado, hasta cierto punto, tras el establecimiento del Consejo de Ministros de fecha 9 de febrero.
La UE manifestó a las autoridades bosnias su temor de que se produjera un deterioro del clima político en el país, el retorno a la retórica nacionalista y la falta de voluntad política para alcanzar un acuerdo, que amenazaran el proceso de reforma. Bosnia y Herzegovina debe operar eficazmente como un espacio económico y administrativo único con el fin de asegurar el progreso para sus ciudadanos sobre la senda hacia la adhesión a la UE.
En cuanto a las relaciones con la UE y el proceso de estabilización y asociación, las negociaciones técnicas sobre el Acuerdo de Estabilización y Asociación concluyeron en diciembre, con el pleno apoyo de todos los Estados miembros al resultado de las negociaciones técnicas de dicho acuerdo el 3 de mayo. La conclusión de las negociaciones sobre el Acuerdo de Estabilización y Asociación se está viendo retrasada debido a la falta de un avance tangible en la reestructuración policial.
Miroslav Lajèak, Alto Representante/Representante Especial de la UE, nombrado recientemente y que asumió su cargo a principios del mes de julio, estableció como sus prioridades iniciales e inmediatas, en línea con las inquietudes de la Junta Directiva del Consejo de Aplicación de la Paz y del Consejo de la Unión Europea, la creación de un clima político constructivo y la reestructuración de las fuerzas policiales. En dicho contexto, el Alto Representante/Representante Especial de la UE se muestra confiado en que puedan lograrse avances a finales de este mes.
Brian Crowley (UEN). – Agradezco al Presidente en ejercicio su respuesta. En lugar de tratar una por una todas las cuestiones, me centraré en la reforma de la policía, por ser ahora el asunto más urgente. ¿Hay alguna propuesta del Consejo para la creación de un equipo de facilitadores que consiga agrupar las diferentes tradiciones en Bosnia-Herzegovina a fin de que aprueben una norma común o un código común sobre el modo de trabajar las fuerzas policiales? Ya existe en el ámbito de la protección de las fronteras, pero no en el de la acción policial.
Manuel Lobo Antunes, Presidente en ejercicio del Consejo. – (PT) Gracias por su pregunta, su sugerencia y opinión. Naturalmente, esperamos con gran interés escuchar las propuestas que presentará el nuevo Representante Especial sobre esta cuestión de reforma de la fuerza policial en Bosnia y Herzegovina en virtud de este capítulo de cooperación policial. En caso de que adoptaran la forma de una cuestión planteada por el Representante Especial con el Consejo y de una solución o sugerencia del Alto Representante —que se encuentra trabajando directamente en este caso que, como usted ha manifestado con acierto, es fundamental para la estabilidad de Bosnia y Herzegovina— y si tal propuesta fuera realizada y se nos presentara, el Consejo la consideraría sin duda.
Creemos que deben tenerse en cuenta cualesquiera sugerencias, medios y propuestas que pudieran ayudar verdaderamente a alcanzar el objetivo último y fundamental de estabilidad y progreso en Bosnia y Herzegovina.
Presidente . − Se han retirado las preguntas nos 14, 15 y 16.
Presidente. – La pregunta nº 17 decae al estar ausente su autor. Pregunta nº 18 de Lidia Joanna Geringer de Oedenberg (H-0559/07)
Asunto: Tribunal de Cuentas Europeo
El Tratado de Maastricht de 1992 modificó considerablemente el marco institucional de la UE, en el que incluyó al Tribunal de Cuentas Europeo (artículo 7 del Tratado). Al convertir éste en una de sus instituciones fundamentales, la Unión puso de manifiesto la importancia que concedía a la transparencia y la necesidad de mejorar su trabajo.
El Tratado por el que se establece una Constitución para Europa(1) también modificó el marco institucional, del que se excluía al Tribunal de Cuentas, que pasó a figurar en «otras instituciones y órganos consultivos de la Unión», en el capítulo II del título IV de la parte I del Tratado.
Los trabajos que se están llevando a cabo sobre un nuevo Tratado no prevén la modificación del «marco institucional», de donde resulta un deterioro de la situación de la auditoría externa de las instituciones europeas. Dado que la Unión debería mejorar su responsabilidad frente a los ciudadanos, ¿puede explicar el Consejo su decisión de rebajar el nivel estatutario del Tribunal de Cuentas?
Manuel Lobo Antunes, Presidente en ejercicio del Consejo. – (PT) Esta pregunta recibirá, probablemente, la respuesta más breve de la sesión porque, de hecho, entre las funciones del Consejo no se incluye la de realizar comentarios sobre el trabajo de la Conferencia Intergubernamental para la reforma de los Tratados que, como sabemos, comenzó el 23 de julio de 2007.
Lidia Joanna Geringer de Oedenberg (PSE). – (PL) Señor Presidente, a mi entender, ésta es verdaderamente una pregunta que debe plantear el Consejo, especialmente cuando estamos hablando de un nuevo Tratado que se dispone a revolucionar a la nueva Unión Europea, y situar al Tribunal de Cuentas en el artículo correspondiente a «otras instituciones y órganos consultivos» constituye un claro deterioro de la situación de esta institución en cuanto a la percepción que tienen de ella los ciudadanos.
La función de control del Tribunal de Cuentas no se basa únicamente en controlar los gastos y comprobar si nuestros fondos comunes —los fondos públicos de la Unión Europea— han sido distribuidos adecuadamente; es el órgano de control de la disciplina presupuestaria en toda la Unión Europea, lo que incluye en el Consejo, el Parlamento y la Comisión Europea. Sus recomendaciones y dictámenes nos ayudan a todos en nuestra labor. La posición de dominio del Tribunal de Cuentas debe ser manifiesta y evidente para todos los ciudadanos de la UE, pues es también la institución que confirma la confianza que los ciudadanos depositan en la UE en su conjunto.
Si usted considera que esta cuestión no es de la incumbencia del Consejo, entonces me gustaría saber a quién incumbe, puesto que el ámbito de competencia del Consejo —y la competencia del trabajo realizado actualmente— incluye también la cuestión de situar al Tribunal de Cuentas en su justo lugar, y en mi opinión dicho lugar es donde pueden hallarse la totalidad de las instituciones de mayor importancia de la UE (me refiero al nuevo Tratado cuyo proyecto nos ocupa actualmente).
Manuel Lobo Antunes, Presidente en ejercicio del Consejo. – (PT) Naturalmente, atiendo a sus inquietudes y comentarios, pero me encuentro aquí en calidad de representante del Consejo que, como tal, no está facultado para realizar comentarios sobre la Conferencia Intergubernamental, en la que los Estados miembros se sientan a debatir determinadas cuestiones, precisamente en su calidad de Estados miembros; esto es, Estados soberanos e independientes que actúan con total independencia en calidad de tales. Por consiguiente, el Consejo no tiene competencia para comentar acerca de esta cuestión. Sin embargo, la Conferencia Intergubernamental sí que cuenta con sus propios organismos, sus propias estructuras y presidencia y, naturalmente, se tomará debida cuenta, si usted así lo desea, de toda sugerencia, crítica o consejo que desee ofrecer para agilizar el trabajo en la Conferencia Intergubernamental. Sin embargo, el Consejo de la Unión Europea como tal no está facultado, como digo, para realizar comentarios sobre el trabajo de la Conferencia Intergubernamental a la vista de la naturaleza jurídica de cada Conferencia.
Presidente . – Las preguntas nos 19 y 20 decaen al estar ausentes sus autores.
Pregunta nº 21 de Marian Harkin (H-0566/07)
Asunto: Fronteras entre Estados miembros y no miembros del espacio Schengen
Teniendo en cuenta las declaraciones efectuadas por el Taoiseach irlandés Bertie Ahern y por el Primer Ministro británico Gordon Brown, en las que ambos políticos afirmaron que sus dos países necesitaban acabar con las fronteras que separan a los Estados miembros de los Estados no miembros del espacio Schengen, así como las prioridades de la Presidencia portuguesa con respecto a dicho espacio, ¿puede indicar el Consejo de qué forma se propone reducir los controles y reforzar la cooperación entre Estados miembros y no miembros del espacio Schengen antes de que finalice la actual Presidencia?
Manuel Lobo Antunes, Presidente en ejercicio del Consejo. – (PT) En su reunión de los días 12 y 13 de junio de 2007, el Consejo solicitó a la Presidencia portuguesa que siguiera escrupulosamente el calendario fijado para las visitas de evaluación del Sistema de Información de Schengen, con vistas a la adopción, en noviembre de 2007, de las decisiones a las que hace referencia el artículo 3(2) del Acta de Adhesión respecto a aquellos Estados miembros que se integraron en la Unión Europea en 2004 y que tenían de plazo hasta finales de diciembre de 2007 para eliminar los controles fronterizos en las fronteras interiores terrestres y marítimas, y hasta marzo de 2008 a más tardar para las fronteras aéreas, tan pronto como se dieran todas las condiciones. Con respecto a Irlanda y el Reino Unido, el artículo 4 del Protocolo 2 del Tratado de Ámsterdam que integra el acervo de Schengen en el marco de la Unión Europea, manifiesta que Irlanda y el Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte, que no están vinculados por el acervo de Schengen, podrán solicitar en cualquier momento participar en algunas o en todas las disposiciones de dicho acervo. Hasta la fecha, dichos Estados miembros no han solicitado la aplicación de las disposiciones del acervo de Schengen relativas a la abolición de controles sobre las personas en las fronteras interiores. Puesto que Irlanda y el Reino Unido no lo han solicitado así, la Presidencia del Consejo poco puede hacer al respecto.
Marian Harkin (ALDE). – Gracias por su respuesta. Tanto el Primer Ministro británico, Gordon Brown, como el Primer Ministro irlandés, Bertie Ahern, han declarado que los dos países necesitan derribar las fronteras que separan a los Estados Schengen de los no pertenecientes a Schengen. Sin embargo, en su respuesta ha dicho usted que no se ha recibido ninguna petición formal de ninguno de los dos países. ¿Ha habido alguna petición informal o algún acercamiento del Reino Unido o de Irlanda para que se trate esta cuestión, y puede explicar, si es posible, cómo se aplica sólo una parte del acervo de Schengen y no la totalidad del mismo?
Manuel Lobo Antunes, Presidente en ejercicio del Consejo. – (PT) No puedo añadir nada más a lo que manifesté en mi primera intervención sobre esta pregunta. Naturalmente, el Acuerdo de Schengen contiene sus propios artículos y disposiciones sobre la aplicación y el alcance del mismo, los cuales debemos acatar.
Presidente . –
Pregunta nº 22 de Proinsias De Rossa (H-0568/07)
Asunto: Creación de una subcomisión de derechos humanos UE-Israel
En noviembre de 2005, la Subcomisión de Diálogo Político y Cooperación UE-Israel creó un Grupo de trabajo UE-Israel sobre Derechos Humanos.
¿Piensa el Consejo estudiar la posibilidad de convertir el citado grupo de trabajo en una subcomisión de derechos humanos, que podría reunirse con más regularidad que el grupo de trabajo (que hasta febrero de 2007 se había reunido únicamente en dos ocasiones) y que podría celebrar consultas regulares y sistemáticas con la sociedad civil en Israel, en los territorios palestinos ocupados y en la Unión Europea, para evaluar la situación de los derechos humanos en Israel y en los TPO?
Manuel Lobo Antunes, Presidente en ejercicio del Consejo. – El Grupo de trabajo UE-Israel sobre Derechos Humanos, creado en la reunión de la Subcomisión de Diálogo Político y Cooperación UE-Israel el 21 de noviembre de 2005, es la plataforma que posibilita realizar un análisis regular, sistemático y profundo, así como un debate entre ambas partes de las cuestiones relativas a los derechos humanos, como su Señoría desea, y como el propio Consejo desea.
Aún más, los derechos humanos son tema constante en todos los niveles del contacto político actual entre la UE e Israel. Las organizaciones de la sociedad civil, como su Señoría menciona en su pregunta, contribuyen ya a tales intercambios.
Proinsias De Rossa (PSE). – Sinceramente, eso no es una respuesta. He preguntado si el grupo de trabajo, que sólo se ha reunido en dos ocasiones desde 2005, podría convertirse en una subcomisión de derechos humanos.
Después de 40 años de ocupación de los territorios palestinos, es incuestionable que se producen violaciones constantes de los derechos humanos de los palestinos como resultado de la ocupación israelí de territorios palestinos.
Pido al Consejo que explique lo que piensa sobre la posibilidad de convertir el grupo de trabajo sobre derechos humanos en una subcomisión, que podría reunirse periódicamente e imponer algún tipo de presión a las autoridades israelíes para que respeten los derechos humanos, algo que esperamos de todas las democracias y sociedades civilizadas.
Manuel Lobo Antunes, Presidente en ejercicio del Consejo. – (PT) Quisiera decirle a su Señoría, como ya manifesté, que el respeto por los derechos humanos y su protección son temas constantes en el diálogo entre la UE y terceros países.
Es una de las inquietudes del Consejo, y un actual y constante motivo de preocupación para las presidencias sucesivas del Consejo, lo que se aplica también a la Presidencia portuguesa. Por sus propias razones históricas, Portugal muestra especial atención hacia los derechos humanos; sin ir más lejos, ayer mismo tuve oportunidad de señalar aquí a algunas de sus Señorías que, al haber sufrido en nuestras propias carnes una dictadura en Portugal hasta 1974, somos particularmente susceptibles hacia todo lo relacionado con la democracia, el Estado de Derecho y los derechos humanos. Dichas materias nos afectan con especial profundidad y, por lo tanto, caracterizan nuestro diálogo con terceros países, entre los que se encuentra Israel; son puntos que incluiremos siempre en el diálogo regular que mantenemos con las autoridades israelíes.
Presidente . –
Pregunta nº 23 de Johan Van Hecke (H-0572/07)
Asunto: Situación en Zimbabue
Al parecer, la situación política y económica ha cobrado unas proporciones fatales. La policía ha detenido a más de 1 300 tenderos y jefes de empresa que se negaban a reducir el precio de sus productos en el 50 %, como exigía el Gobierno del Presidente Mugabe. Las reducciones a la mitad de los precios han provocado el pánico en las compras en las grandes cadenas de almacenes. Los productos primarios, como azúcar, aceite y pan, sólo se pueden conseguir en el mercado negro. Las gasolineras están secas. Según unos testigos oculares, los militantes del partido gubernamental han saqueado muchos comercios. La inflación, la más elevada del mundo, es consecuencia de la constante emisión de dinero con el que el Gobierno paga a los funcionarios, agentes y soldados. Según el partido de la oposición MDC, el Gobierno intenta asegurarse del voto de los pobres nueve meses antes de las elecciones presidenciales. Según parece, los representantes del partido gubernamental Zanu-PF han rechazado una solicitud del Presidente sudafricano Mbeki para viajar a Pretoria.
¿Cuál es la posición del Consejo? ¿Va a pedir al Gobierno que asuma en mayor medida su responsabilidad en la crisis?
Manuel Lobo Antunes, Presidente en ejercicio del Consejo. – (PT) El Consejo está siguiendo muy de cerca la grave situación política y económica de Zimbabue, que debatió en su reunión de 23 de abril de 2007, y obtuvo mayor información sobre el problema en su reunión de 22 de julio; es decir, muy recientemente.
La estrategia del Consejo ha sido de conocimiento público desde el mismo momento en que se introdujeron las primeras medidas restrictivas. En 2002, el Consejo decidió introducir medidas restrictivas contra los líderes de Zimbabue declarando que, mientras continuaran violándose los derechos humanos, el Consejo consideraría necesario mantener las medidas restrictivas contra el Gobierno de Zimbabue y contra los responsables de dichas violaciones, así como por la violación del derecho de libertad de opinión, asociación y reunión pacífica. Además, el Consejo manifestó que tales medidas serían revocadas únicamente cuando se dieran las condiciones que garantizaran el respeto de los derechos humanos, los principios democráticos y el Estado de Derecho.
Como respuesta a los recientes actos violentos y a la violación de los derechos humanos, el 23 de abril el Consejo decidió ampliar la lista de prohibiciones de visado. Desde la introducción de las medidas restrictivas, el Consejo ha tratado de lograr la participación de las instituciones multilaterales africanas y ha incluido en la agenda, de manera sistemática, la cuestión de Zimbabue durante todas las reuniones ministeriales organizadas con la SADC desde la introducción de dichas medidas. Asimismo, la UE planteó la cuestión de Zimbabue ante la Comisión de Derechos Humanos de la ONU.
El Consejo alabó, en particular, la iniciativa de la SADC y el mandato otorgado al Presidente Mbeki para facilitar el diálogo entre el Gobierno y la oposición, así como el nombramiento del señor Kikwete como presidente del órgano de la SADC. El Consejo espera ver los primeros resultados de estas iniciativas africanas; cuando sea oportuno, revisará su posición en consecuencia.
Johan Van Hecke (ALDE). – (NL) Señor Presidente, la situación en Zimbabue se está tornando progresivamente desesperada —por no calificarla de algo peor—. Lamentablemente, la comunidad internacional, la UE incluida, se mantiene vanamente al margen.
Quisiera presentar al Consejo una breve pregunta adicional, pues la Presidencia portuguesa está organizando una Cumbre UE-África en Lisboa los días 8 y 9 de diciembre, algo que no había sido posible en los últimos años, ya que no pudo alcanzarse un acuerdo sobre la cuestión de si debía invitarse o no al Presidente Mugabe. Mi pregunta es muy concreta, y espero una respuesta de concreción similar: ¿Tiene la Presidencia intención de invitar al Presidente Mugabe a Lisboa en diciembre? En segundo lugar: ¿De qué modo espera el Consejo plantear la situación de Zimbabue en dicha Cumbre?
Manuel Lobo Antunes, Presidente en ejercicio del Consejo. – (PT) Como ya he dicho, la UE ha estado siguiendo de cerca la situación de Zimbabue y ha adoptado las medidas que considera más apropiadas al respecto. Por su parte, el Consejo Europeo siempre ha dejado entender en las conclusiones de sus reuniones que para la Unión Europea es de importancia estratégica mantener un diálogo global, exhaustivo y pormenorizado con África en su conjunto.
Es ese mandato que recibimos del Consejo Europeo, que refleja el interés y el compromiso por este diálogo global, el que debemos mantener con los países africanos, puesto que con África tenemos muchas cuestiones sobre las que debatir, pero también sobre las que cooperar. Es con ese objetivo y con esa intención que la Presidencia portuguesa está determinada a llevar a cabo la segunda Cumbre UE-África en Lisboa el próximo mes de diciembre. Estamos convencidos de que dicha Cumbre redunda en nuestro propio interés y en el del resto de Estados miembros, de la UE, y también de África.
Tenemos que debatir con África cuestiones como inmigración, economía, comercio, energía, clima, y también, naturalmente, derechos humanos y buena gobernanza; temas que ya hemos estado debatiendo y que fueron debatidos también en la primera Cumbre celebrada en El Cairo en el año 2000 durante la anterior Presidencia portuguesa.
Es un objetivo que establecimos para nuestra Presidencia, y un objetivo hacia el que tratamos de seguir trabajando en estrecha cooperación con nuestros socios, tanto de la UE como de África.
Presidente . –
Pregunta nº 24 de Danutė Budreikaitė (H-0575/07)
Asunto: Gasoducto del Norte
Durante la Presidencia alemana de la UE, el representante de la misma declaró que el «Nord Stream» era un proyecto desarrollado por empresas privadas sobre el que la UE no ejercía ninguna influencia.
El 15 de julio de 2007, el Ministro alemán de Asuntos Exteriores Frank-Walter Steinmeier declaró, en una entrevista dada a la televisión lituana, que el «Nord Stream» no era ni un proyecto alemán ni un proyecto ruso, sino un proyecto transeuropeo y que la UE estaría en contra de dicho proyecto si perjudicaba los intereses energéticos y ecológicos de Lituania.
¿Qué posición defiende la Presidencia portuguesa sobre esta cuestión? ¿Es el «Nord Stream» un proyecto privado o un proyecto de la UE? ¿Qué lugar ocupará en la futura política energética común de la UE?
Manuel Lobo Antunes, Presidente en ejercicio del Consejo. – (PT) Respecto a las cuestiones planteadas por su Señoría y en cuanto a la primera pregunta, el Consejo señalaría que no realiza comentarios sobre informes en los medios de comunicación.
En segundo lugar, y en respuesta a la segunda pregunta, el Consejo quisiera recordar a su Señoría que el proyecto «Nord Stream» es un proyecto privado llevado a cabo por «Nord Stream AG» como empresa en participación. Además, como ya mencionó el Consejo en su respuesta a la pregunta H-0121/07 formulada por Nils Lundgren sobre el gasoducto germano-ruso del Mar Báltico, la construcción de un gasoducto entre Rusia y Alemania a través del Mar Báltico fue declarado un proyecto de interés europeo en la Decisión nº 1364/2006/CE del Parlamento Europeo y del Consejo. Para una explicación más detallada de dicha declaración, el Consejo referiría a su Señoría a la respuesta dada a dicha pregunta.
Respecto a la tercera pregunta, el Consejo señalaría que la construcción de un nuevo gasoducto en el norte de Europa a lo largo de dicha ruta guarda conformidad con el objetivo de la Unión Europea relativo a la política energética de mejorar la seguridad del abastecimiento de la Comunidad. La diversificación eficaz de las fuentes de energía y de las rutas de transporte se mencionó en el plan de acción del Consejo Europeo de marzo de 2007 como uno de los medios de mejorar la seguridad del suministro. El acervo comunitario será siempre de aplicación en su totalidad cuando sea necesario, lo que incluye, en concreto, la legislación comunitaria sobre el medio ambiente para aquellas partes del gasoducto construidas en el territorio de los Estados miembros de la UE.
Danutė Budreikaitė (ALDE). – (LT) Me resulta difícil entender si se trata de un proyecto privado o de un proyecto de la UE. El gasoducto se extiende a través del Mar Báltico y no es sólo uno, sino varios países los que se encuentran en sus proximidades. Existe un grave peligro de desenterrar armamento que yace en el lecho marino. Ni tan siquiera se ha puesto en marcha el proyecto y, sin embargo, Rusia y Alemania ya han modificado la ruta.
Quisiera decir que es difícil entender en este momento a quién pertenece el proyecto. ¿Se trata de un proyecto privado o de un proyecto de la UE? El gasoducto se extiende a través del Mar Báltico y no es sólo uno, sino varios países los que se encuentran en sus proximidades. Existe un grave peligro de desenterrar armamento que yace en el lecho marino. Ni tan siquiera se ha puesto en marcha el proyecto y, sin embargo, Rusia y Alemania ya han modificado la ruta porque se descubrió que existe una ingente acumulación de armamento que data de la Segunda Guerra Mundial en las cercanías de Dinamarca, Finlandia, Estonia y Suecia. ¿Puede ser un proyecto privado cuando origina, no sólo un problema de suministro de energía —esto es, un problema de suministro de gas— para los países vecinos, sino también un problema ecológico en el Mar Báltico?
Manuel Lobo Antunes, Presidente en ejercicio del Consejo. – (PT) En relación con esta pregunta, no tengo mucho más que añadir a lo manifestado en mi primera respuesta, que es, en concreto, reiterar nuestra promesa de que se aplicará el acervo comunitario en su totalidad siempre que resulte necesario y siempre que entren en juego cuestiones medioambientales. Por lo tanto, espero que nuestra declaración despeje y proporcione una respuesta a las preocupaciones expresadas por su Señoría.
Presidente . –
Pregunta nº 25 de Luisa Morgantini (H-0576/07)
Asunto: Mordechai Vanunu condenado a seis meses de cárcel
El 2 de julio de 2007, el Tribunal de la Magistratura de Jerusalén condenó a Mordechai Vanunu, pacifista desde hace más de veinte años y antiguo técnico nuclear, a seis meses de cárcel porque, según las autoridades israelíes, no habría cumplido una orden administrativa que limita su libertad de expresión y movimiento.
Vanunu fue secuestrado en Roma y llevado a Israel, en donde fue encarcelado y acusado de alta traición por haber informado al Sunday Times del armamento nuclear que tenía Israel. Fue juzgado a puerta cerrada y condenado a 18 años de cárcel, 11 de los cuales los pasó en régimen de aislamiento total. Salió de la cárcel en 2004 pero, en virtud de dicha orden administrativa, con grandes restricciones a su libertad en particular, la imposibilidad de mantener contactos con ciudadanos de otros países distintos de Israel, acercarse a embajadas y consulados, tener un teléfono celular, acceder a Internet o salir del país.
¿Qué medidas adoptará el Consejo contra las autoridades israelíes en reacción a esta violación flagrante de los derechos fundamentales de expresión y movimiento?
Manuel Lobo Antunes, Presidente en ejercicio del Consejo. – (PT) Como puede comprobarse en nuestras respuestas a las preguntas H-0577/04, H-0302/05, P-1687/05 y E-3413/05, el Consejo está siguiendo con interés el caso de Mordechai Vanunu, especialmente su situación con posterioridad a su puesta en libertad en 2004, que su Señoría ha mencionado en su pregunta.
Presidente . –
Pregunta nº 26 de Richard Howitt (H-0578/07)
Asunto: Progresos en la elaboración de la Directiva sobre las condiciones de trabajo de los trabajadores cedidos por empresas de trabajo temporal
¿Cuáles son los resultados de las consultas iniciales emprendidas por la Presidencia portuguesa con miras a llegar a un acuerdo sobre el proyecto de Directiva relativa a las condiciones de trabajo de los trabajadores cedidos por empresas de trabajo temporal (COM(2002)0701 final)?
¿Tiene previsto el Presidente en ejercicio someter a votación en el Consejo la propuesta modificada de Directiva en el curso de la actual Presidencia? ¿Qué calendario ha fijado para las negociaciones formales e informales en relación con este asunto?
Manuel Lobo Antunes, Presidente en ejercicio del Consejo. – (PT) Quisiera decirle que, como resultado de las consultas preliminares con los Estados miembros, la Presidencia portuguesa decidió reanudar los debates sobre la propuesta de una directiva relativa a los trabajadores de las agencias de trabajo temporal, que considera un elemento importante en el debate sobre flexiguridad.
Puesto que el Consejo no ha examinado este informe desde 2004, es importante hacer balance del estado de la situación actual y reflexionar sobre los posibles cursos de acción que cabe seguir. La Presidencia adoptará medidas próximamente con dicho fin.
Richard Howitt (PSE). – Agradezco al Presidente en ejercicio sus amables palabras. Es cierto que la flexiguridad es un buen principio, como hemos defendido en esta Cámara y en las instituciones europeas. Ahora bien, son muchas las personas que dicen que hay mucha flexibilidad, pero preguntan dónde está la seguridad. La Directiva relativa a las condiciones de trabajo de los trabajadores cedidos por empresas de trabajo temporal sigue siendo una prueba real de la necesidad de este aspecto de la seguridad. Me pregunto qué bloqueos cree el Presidente en ejercicio que existen al respecto en este momento en el Consejo de Ministros. A pesar de los buenos oficios de la Presidencia, ¿hasta qué punto confía en que el Consejo pueda llegar a un acuerdo durante el mandato de nuestros colegas portugueses?
Manuel Lobo Antunes, Presidente en ejercicio del Consejo. – (PT) Agradezco a su Señoría la pregunta formulada. Como he indicado ya, éste es un informe sobre el que la Presidencia portuguesa desea trabajar, además de hacer progresar. Siempre hemos mantenido que el éxito de una presidencia depende, en primera instancia, de la presidencia en sí, pero que debe también descansar en el compromiso, la cooperación y la voluntad de avance de todos los Estados miembros. Éste es uno de esos casos en los que, probablemente, no podríamos llegar a buen puerto, por decirlo así, sin el apoyo de todos los Estados miembros.
Nos complacería que al menos pudiéramos, durante la Presidencia portuguesa, realizar un avance significativo, aun cuando no podamos alcanzar un acuerdo pleno. Trabajaremos en esa dirección con la esperanza, como he dicho, de que nuestros socios sean capaces de aceptar nuestras sugerencias y propuestas, al tiempo que adoptar un enfoque realista hacia esta materia, puesto que sabemos que es un debate complejo y una cuestión delicada, como muestra la trayectoria de esta Directiva.
Por lo que respecta a la flexiguridad, puedo decirle que para Portugal y para esta Presidencia portuguesa, la flexiguridad significa flexibilidad, pero también seguridad, y que para nosotros las dos van unidas. Muchas gracias.
Presidente . – Las preguntas que, por falta de tiempo, no han recibido respuesta oral, la recibirán por escrito (Véase el Anexo).
Así concluye el turno de preguntas.
(Se suspende la sesión a las 19.00 horas y se reanuda a las 21.00 horas)
OCUPA LA PRESIDENCIA: LA SEÑORA ROTHE Vicepresidenta
14. Funcionamiento de los diálogos y consultas sobre derechos humanos con terceros países (debate)
Presidenta . − El siguiente punto es el informe (A6-0302/2007) de la señora Valenciano Martínez-Orozco, en nombre de la Comisión de Asuntos Exteriores, sobre el funcionamiento de los diálogos en materia de derechos humanos y de las consultas sobre derechos humanos con terceros países (2007/2001(INI)).
Elena Valenciano Martínez-Orozco (PSE), Ponente. – (ES) Señora Presidenta, la Unión Europea nace inspirada por valores irrenunciables. Del mismo modo que vigilamos estrechamente que nuestros Estados miembros no vulneren el derecho a la libertad, o a la vida, o a la democracia, debemos influir decisivamente, a través del diálogo, para que aquellos países con los que mantenemos relaciones políticas, comerciales, económicas, de partenariado, etc., sean también respetuosos con los derechos humanos.
Dentro de la complejidad y la magnitud de las relaciones exteriores de la Unión, el espacio que ocupan el diálogo y las consultas de los derechos humanos con terceros países puede llegar a pasar inadvertido o quedar en un segundo plano. De ser así, y nosotros permitirlo, estaríamos cometiendo un gravísimo error.
Este informe aborda los aspectos necesarios para mejorar una tarea que es obligación de la Unión Europea, según su artículo 11, y que se inscribe además en el ámbito de la ética política. Los derechos humanos deben llegar a ser el estandarte de la política exterior europea y la Unión debe valerse de su capacidad de influencia para mejorar las condiciones de vida de las personas de aquellos países con los que mantenemos relaciones. Ésta es una de las claves políticas de este informe.
Cuando nos sentamos a negociar acuerdos económicos o comerciales con un país en el que se vulneran los derechos fundamentales, no podemos poner sobre la mesa cifras, acuerdos y contratos mientras vergonzantemente escondemos bajo la alfombra la situación por la que atraviesa su ciudadanía.
Si dejamos los derechos humanos fuera de la sala de negociaciones, estaremos cayendo en el cinismo más macabro. Además, debemos dedicar una mirada atenta al papel que desempeñan la sociedad civil y los defensores de los derechos humanos, voces sensibles e imprescindibles para el avance de todas las sociedades oprimidas.
El informe que hoy debatimos evalúa uno de los principales instrumentos de que dispone la Unión Europea para los objetivos que he mencionado y también para definir claramente el papel que queremos desempeñar en el orden mundial. Sólo a través del respeto y la reciprocidad podemos avanzar en la tarea de promover los derechos humanos.
No se trata, en absoluto, de actuar por medio de imposiciones o de paternalismos. No estamos en condiciones de dar demasiadas lecciones a nadie, pero sí estamos obligados a mantener la coherencia en nuestra acción exterior y a favorecer las relaciones con aquellos países que van avanzando, evitando desequilibrios y recetas a la carta que minan nuestra credibilidad.
El informe que hoy presento en esta Cámara reclama una actuación a tres niveles: más coherencia en el desarrollo de los diálogos y las consultas, para lo que será necesaria una mayor coordinación entre Consejo —al que echo de menos en este debate—, Comisión y Parlamento, utilizando algún mecanismo que facilite la comunicación fluida y que evite contradicciones entre las distintas Instituciones comunitarias. Se trata de que hablemos de verdad con una única y nítida voz.
También, la transparencia en la gestión de los diálogos y consultas que, en materia de derechos humanos, debería ser un principio y no una excepción. La flexibilidad y el pragmatismo necesarios para alcanzar resultados concretos no deben llevar aparejada una opacidad en cuanto a la agenda, los objetivos o el resultado del diálogo.
Reclamamos el refuerzo del papel del Parlamento Europeo, que es, Señorías, el gran ausente en la gestión de este instrumento, sin que exista, por cierto, ninguna justificación jurídica ni formal para ello.
El Parlamento Europeo está preparado para actuar responsablemente en el ámbito de sus competencias exteriores. Esta Cámara se ha consolidado como la institución europea de referencia en el ámbito de los derechos humanos, colocándolos en su centro de atención y está resuelta a emplear todos los métodos a su alcance para hacer valer su función de garante político de la acción exterior de la Unión.
Desde el Parlamento Europeo instamos a la Comisión y al Consejo a que escuchen y pongan en práctica las recomendaciones que se recogen en este informe, ampliamente consensuado por todos los Grupos políticos de esta Cámara.
La voz del Parlamento, Señorías, debe ser escuchada. Sabemos que lo que pedimos requerirá un gran esfuerzo y, por ello, contemplamos la necesidad de ampliar los recursos dedicados a las unidades de derechos humanos, tanto de la Comisión como del Consejo, ausente este último de este debate.
Sin embargo, éste es el mínimo exigible a una Unión Europea que pretende defender ante el mundo que los derechos humanos son un valor europeo irrenunciable. Si queremos ser creíbles, tenemos que trabajar juntos en esta dirección.
Joe Borg, miembro de la Comisión. − Señora Presidenta, el informe elaborado por la ponente, señora Valenciano Martínez-Orozco, y la resolución presentada al Parlamento tratan de un instrumento muy importante, pero también cada vez más complejo, de la política exterior de la Unión Europea sobre los derechos humanos.
La Comisaria Ferrero-Waldner (que lamenta no poder asistir a este debate hoy) dio a sus servicios las debidas instrucciones para que ofrecieran pleno apoyo a la ponente en su difícil tarea de controlar el funcionamiento de los diálogos y consultas sobre los derechos humanos con terceros países.
El informe es un elemento más del destacado trabajo realizado por el Parlamento Europeo para evaluar el conjunto de instrumentos de la Unión Europea en materia de derechos humanos a través de sus informes anuales periódicos, del informe Agnoletto sobre las cláusulas de derechos humanos, del estudio del Centro Interuniversitario Europeo sobre la repercusión de las actividades del Parlamento en el ámbito de los derechos humanos, así como del estudio sobre las directrices en materia de tortura. Es también un complemento útil de la revisión periódica de los diálogos y consultas sobre derechos humanos realizada por el Consejo y la Comisión.
La Comisión desea felicitar a la ponente y al Parlamento por su informe y por el detallado análisis y las recomendaciones formuladas con relación al diálogo y las consultas de la Unión Europea sobre derechos humanos.
La Comisión considera que, de todos los instrumentos que tenemos a nuestra disposición en materia de derechos humanos, el diálogo es el que probablemente ofrece la mejor posibilidad de conseguir unos resultados positivos a largo plazo para promover la defensa de los derechos humanos en todo el mundo, siempre que estemos dispuestos a invertir suficiente tiempo y esfuerzo en él.
Creemos firmemente que la Unión Europea puede tener éxito en la mejora de la situación de los derechos humanos en terceros países si desarrolla un trabajo paciente de establecimiento de relaciones y de persuasión, no sólo en sus relaciones bilaterales, sino también en el marco de los organismos multilaterales, como demuestra lo sucedido en el Consejo de Derechos Humanos.
La gran variedad y número de diálogos y consultas sobre derechos humanos con terceros países – que cada vez son más − hace muy difícil una evaluación global.
Diálogo estructurado, como el mantenido con China; diálogo basado en acuerdos, como el desarrollado con muchos países vecinos; consultas con socios afines, como los Estados Unidos y Canadá, o diálogo de la troika con países que presentan diferencias en cuanto a la periodicidad, al nivel político, al tipo de interlocutores, a la profundidad de los debates o al hecho de que unos se combinen con iniciativas de la sociedad civil y otros no.
Lejos de operar como una limitación del instrumento, la Comisión piensa que esa diversidad demuestra el dinamismo y el potencial del diálogo y un activo que debe protegerse. Las directrices europeas sobre el diálogo en materia de derechos humanos y el Acuerdo de Cotonou (ACP-UE) insisten ambos en la importancia de la flexibilidad para tener en cuenta las diferentes situaciones de cada país, su evolución en el tiempo y sus relaciones dinámicas con la Unión Europea.
Por consiguiente, aunque se establezcan unas líneas y unos objetivos básicos comunes para el diálogo, no sería recomendable alinear estrictamente todas sus modalidades. Para que este instrumento sea eficaz, tiene que ser flexible y adaptable a unas circunstancias cambiantes.
Hay que tener también en cuenta que el diálogo y las consultas se encuentran en diferentes etapas de maduración. El diálogo con China o las consultas con países afines han desarrollado modalidades más o menos consolidadas a lo largo de varios años y, por tanto, permiten un debate más intenso y profundo.
En otros casos, como el del diálogo con países vecinos, seguimos mejorando el instrumento y estamos en la etapa de inspirar la confianza necesaria para permitir intercambios realmente fructíferos.
Por tanto, estamos seguro de que, también en estos casos, aspectos como la participación deseable de representantes de los ministerios concernidos, la participación de la sociedad civil o la consideración de casos individuales terminarán siendo posibles una vez que el instrumento encuentre su propio terreno sólido.
Por último, pueden estar seguros de que las recomendaciones dirigidas a la Comisión serán examinadas con detenimiento, y pueden contar con nuestro compromiso de mejorar la información al Parlamento para permitir una mayor transparencia de los diálogos y consultas sobre derechos humanos.
Feleknas Uca (GUE/NGL), ponente de opinión de la Comisión de Derechos de la Mujer e Igualdad de Género. – (DE) Señora Presidenta, Señorías, quisiera comenzar expresando mi sincero agradecimiento a la ponente por su informe. Me complace que haya tenido debidamente en cuenta la recomendación que realicé en mi opinión en nombre de la Comisión de Derechos de la Mujer e Igualdad de Género. Debe prestarse particular atención al papel de la mujer en los diálogos sobre derechos humanos mantenidos con terceros países a los que incumbe su salud y seguridad. Los derechos humanos incluyen el derecho de la mujer a decidir sobre sus vidas y en materia de reproducción sin ser objeto de discriminación, coacción o violencia. Lamentablemente, los diálogos sobre derechos humanos no toman debida cuenta de ello.
Roberta Alma Anastase, en nombre del PPE-DE. – (RO) Señora Presidenta, en nombre del Partido Popular Europeo, recibo con satisfacción la confección de este informe, que es de importancia trascendental para el futuro del diálogo y las consultas de la UE con terceros países y para el cometido del Parlamento Europeo.
Ante todo, la Unión Europea es una unión de valores democráticos que promueve la paz, la tolerancia y el respeto por los derechos humanos. Por consiguiente, es crucial que cualquier diálogo que se emprenda y se lleve a cabo con terceros países se centre en la necesidad de garantizar y proteger libertades fundamentales y derechos humanos, no sólo en Europa, sino en el mundo entero.
Este informe pretende proponer una solución para mejorar el funcionamiento del diálogo y las consultas de la UE con terceros países en el ámbito de los derechos humanos. Así pues, el informe se centra en tres conceptos para mejorar la eficacia: coherencia de los diálogos y las consultas, transparencia, y visibilidad.
La participación más activa del Parlamento Europeo en este proceso resulta igualmente importante. Creo que el Parlamento Europeo tiene un derecho legítimo de tomar parte en este diálogo para llevar a cabo el escrutinio democrático que los ciudadanos europeos le han asignado.
Quisiera agradecer a la ponente la gentileza de analizar en el informe el diálogo con países vecinos orientales de la UE. Una de las mayores prioridades de la política exterior de la Unión Europea es la creación de un área realmente democrática en nuestra frontera oriental, y para tal fin, el diálogo sobre los derechos humanos debería considerarse un instrumento sumamente relevante. La formación de subcomisiones mixtas para los derechos humanos sería un paso importante, también para los países vecinos, donde tiene lugar un constante deterioro de los derechos humanos.
Quisiera centrarme en una cuestión, aun cuando no forme parte de la política de vecindad. Rusia es otro socio oriental que debería aceptar definitivamente que un diálogo directo en el ámbito de los derechos humanos no puede ocasionar sino una mejor calidad de vida para sus propios ciudadanos.
No quisiera concluir sin mencionar cuán satisfactoriamente se ha cubierto el tema de los derechos de la mujer en este informe.
Véronique De Keyser, en nombre del Grupo del PSE. – (FR) Señora Presidenta, el informe de la señora Valenciano se ocupa de un aspecto fundamental de los valores europeos: el diálogo en materia de derechos humanos. Dicho diálogo, que se menciona en los varios acuerdos concluidos con muchos países y en instrumentos diversos, es, de alguna manera, la firma del poder blando de Europa.
El informe ha sido objeto de un amplio consenso. Hoy, las únicas enmiendas que quedan son las presentadas por el Grupo Identidad, Tradición, Soberanía de la extrema derecha. Es curioso constatar que todas las enmiendas están firmadas por mis compatriotas diputados del partido Vlaams Belang. ¿Qué es lo que quiere este Grupo, que recientemente se retrató muy bien apoyando una manifestación contra el Islam en Bruselas, que fue prohibida por las autoridades? Es muy interesante.
En primer lugar, quieren restringir los derechos humanos a los derechos civiles y políticos y desean eliminar del texto los derechos sociales, medioambientales, económicos y culturales. Cuando invocan el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, no dicen que, a la vez, la misma Asamblea General de las Naciones Unidas votó a favor del Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales, que ellos olvidaron rápidamente.
En segundo lugar, proponen relacionar la mutilación genital, el matrimonio precoz, y el tráfico de seres humanos con las prácticas religiosas —sin lugar a dudas, con el Islam—, una relación insultante. ¡De ninguna manera! Dichas prácticas son condenables; tal vez sean culturales, quizás tribales, pero constituyen un delito y no son, de ninguna manera, religiosas.
En tercer lugar, por último, el Grupo ITS se deja llevar contra Turquía en un ataque al partido de los señores Erdogan y Gül que destaca por carecer de base alguna.
Para concluir, deseo manifestar que el informe de la señora Valenciano es muy destacable: es abierto a la vez que firme. Es todo menos angelical. Lean el párrafo 22, en el que se expone que el diálogo en materia de derechos humanos siempre debería recibir el respaldo de la presión diplomática en todas las esferas, y me estoy dirigiendo al Consejo. Es una lástima que ciertos grupos extremistas lo empleen como tribuna de su intolerancia y su odio.
Anders Samuelsen, en nombre del Grupo ALDE. – (DA) Señora Presidenta, Señorías, en primer lugar, quisiera elogiar el informe de la señora Valenciano, perfectamente equilibrado, y agradecerle la gentileza de haber incorporado muchas de las enmiendas presentadas por nuestra comisión. El resultado es un informe lúcido y concienzudo, que incluye numerosas recomendaciones acertadas para el fortalecimiento de los diálogos de la UE con terceros países sobre los derechos humanos y para la promoción de los derechos humanos y de la democracia.
La UE debe potenciar su papel de agente anticipatorio en la promoción de los derechos humanos, y por ello me complace que el Consejo haya tomado la iniciativa de incorporar los derechos humanos a la política de la UE. Es positivo que el Parlamento Europeo abogue por la inclusión sistemática de las cuestiones relativas a los derechos humanos en la agenda de los diálogos políticos de la UE y de la política exterior. Es tan sólo sistematizando los diálogos como podemos mejorar el uso de los valores de referencia y aportar coherencia a los esfuerzos encaminados a promover los derechos humanos. No obstante, la UE no debería establecer requisitos tan rigurosos que, por la necesidad de informar sobre la conformidad con los indicadores, alejaran el diálogo de sus objetivos originales; el diálogo debe emplearse para establecer un espacio político sugestivo que infunda confianza y que, antes de identificar únicamente las violaciones cometidas, identifique también los avances en el ámbito de los derechos humanos.
Debemos reconocer que los diálogos sobre derechos humanos se enfrentan a desafíos considerables, pues la situación en este ámbito es motivo de preocupación en numerosos países. Es decisivo para las relaciones de la UE con importantes socios comerciales que otorguemos una mayor importancia a la vinculación de las relaciones comerciales con las reformas en materia de derechos humanos. Los acuerdos de comercio con terceros países deberían considerarse como una herramienta cuyas consecuencias sobrepasan lo puramente económico. Las cuestiones medioambientales y de derechos humanos deben incorporarse desde el primer momento y colocarse en pie de igualdad con las cuestiones económicas. El diálogo con terceros países debe contribuir a reforzar los derechos democráticos, sociales, políticos y medioambientales y, por consiguiente, debería aclararse también que los acuerdos comerciales han de contener un mecanismo inequívoco sobre cómo y cuándo pueden suspenderse dichos acuerdos en caso de que un socio comercial incumpla las cláusulas relativas a la democracia o a los derechos humanos; sin embargo, no cabe duda de que los mayores avances se alcanzan proporcionando a los terceros países un incentivo para cumplir con los requisitos políticos y económicos que forman parte de los acuerdos. Debemos hallar un equilibrio en los diálogos bilaterales, por el cual podamos seguir ejerciendo presión pero sigamos manteniendo la reciprocidad y el diálogo genuino como piedra angular.
Hélène Flautre, en nombre del Grupo Verts/ALE. – (FR) Señora Presidenta, creo que la señora Valenciano ha mostrado muy claramente en su excelente informe que tenemos muchas propuestas concretas que, sin lugar a dudas, serán muy útiles para la Presidencia portuguesa, que ha manifestado su objetivo de lograr resultados tangibles en materia de derechos humanos y democracia. Desde hace algún tiempo, venimos pidiendo más coherencia, transparencia y resultados en nuestros debates con países terceros, conjuntamente con la Comisión y el Consejo. Lo único que falta es pasar de las palabras a los hechos.
Estoy convencida de que saben ustedes tan bien como yo que basta sistematizar para hacer más eficaz el diálogo en materia de derechos humanos, más allá de su diversidad. En primer lugar, se deben establecer objetivos públicos claros y asignarlos a cada diálogo, a fin de propiciar una estrategia coherente y compartida y asumida desde las esferas más altas.
En segundo lugar, se deben elaborar indicadores para permitir la evaluación adecuada de los resultados logrados mediante un diálogo y comunicarlos a los diputados al Parlamento Europeo para que, por ejemplo, cuando una delegación visite el país, pueda comprobar los avances logrados y debatirlos con la sociedad civil y los activistas de los derechos humanos, con la finalidad de interpelar mejor a los socios acerca de los compromisos adquiridos en el marco del diálogo. A este respecto, seguimos esperando que se nos informe de los indicadores que se deberían emplear para evaluar el diálogo que se ha entablado recientemente con Uzbekistán.
En tercer lugar, se debe garantizar que los derechos humanos se toman en consideración en todas las políticas exteriores de la UE, incluidas la política comercial, migratoria y la lucha contra el terrorismo. Lo que está en juego es nuestra credibilidad en materia de diálogo sobre los derechos humanos. Por ejemplo, ¿alguien puede explicar cómo es posible que estemos discutiendo acerca de la aplicación de las directrices contra la tortura con Jordania en la Subcomisión de Derechos Humanos, la primera subcomisión creada en virtud de la política de vecindad, actualmente contemplada como modelo, cuando sabemos que los Estados miembros de la UE han encubierto la subcontratación de la tortura por parte de la CIA? ¿Cómo podemos discutir sobre la tortura y la lucha para erradicarla en dicha subcomisión?
Nuestra primera obligación, en calidad de diputados al Parlamento Europeo, es evaluar la pertinencia de la acción de la UE y, para hacerlo, se puede confiar en las delegaciones, las comisiones y la totalidad del Parlamento, que seguirá luchando por su aplicación en todas las etapas, aunque esto implique iniciar, reorientar o, de ser necesario, detener un diálogo.
Luisa Morgantini, en nombre del Grupo GUE/NGL. – (IT) Señora Presidenta, Señorías, quisiera agradecer profundamente a la señora Valenciano el hecho de que una de las cuestiones que su valioso informe destaca sea la relativa a las acciones que la Unión Europea todavía debe emprender en las consultas sobre derechos humanos, de lo que se desprende que esta labor continúa abierta para todos nosotros.
Creo que su petición de una mayor coherencia y transparencia para todos es vital, así como la mayor participación de la sociedad civil en la política exterior. Especial importancia reviste la confirmación del final, y no el comienzo, de una política que, en muchos casos, se basa en la duplicidad de normas. La señora Flautre, por ejemplo, hizo referencia a la cuestión de la tortura.
Asimismo, me parece muy importante planificar una mayor coordinación entre los diversos organismos y crear subcomisiones y, sobre todo, incrementar la cooperación con los parlamentos nacionales y las delegaciones de la Comisión Europea en todo el mundo.
No obstante, considero que en la cuestión de duplicidad de normas, lo importante es el hecho de que incluso nosotros, actuando como Unión Europea, no pongamos en práctica los acuerdos que firmamos. Estoy pensando, por ejemplo, en el artículo 2 de los acuerdos de asociación. Sin embargo, sí admito un punto señalado por la señora De Keyser sobre las enmiendas presentadas. Agradecemos a la señora Valenciano que haya aceptado muchas de nuestras enmiendas. Las que se han presentado son negativas, con la excepción de una enmienda, que fue presentada no por un grupo sino por la señora Flautre, relativa al incremento del seguimiento y una mayor presencia y coherencia en las fases postelectorales.
Creo también, como dice la señora Valenciano, que la Comisión y el Consejo deberían incrementar la participación del Parlamento en el proceso del diálogo político, tener en cuenta nuestra opinión y proporcionarnos mayor información y de manera más coherente, tanto durante como tras las negociaciones con terceros países, como disponen, en cualquier caso, los artículos 21 y 24 del Tratado.
Creo también que, en general, la respuesta a esta cuestión debe incluir no únicamente el anuncio de acciones, sino también una inversión en personal, algo extremadamente importante. Por ejemplo, recuerdo con pesar una pregunta formulada no hace mucho por el Parlamento Europeo: la Conferencia de Presidentes rechazó la petición de contar con una comisión sobre derechos humanos con plenos poderes, lo que considero que fue un error, porque hubiera sido una oportunidad excelente para corroborar y poder formarse una idea de la fuerza y la capacidad de integración.
Bastiaan Belder, en nombre del Grupo IND/DEM. – (NL) Señora Presidenta, la ponente ha presentado un informe revelador. La promoción de los derechos humanos en países con los que la UE mantiene relación es una labor que debe llevarse a cabo con responsabilidad. Los diálogos estructurados sobre derechos humanos son, realmente, de gran importancia a este respecto; precisamente por ello, y en relación con este informe, es lamentable observar la suspensión de la sesión del seminario de expertos que debía celebrarse en mayo con China.
Sin embargo, el mantenimiento de las buenas relaciones sino-europeas requiere el compromiso por ambas partes. Los alarmantes informes emitidos recientemente por organizaciones como Amnistía Internacional, Psy, Human Rights en China y Compass Direct me dan motivos para cuestionar este compromiso. Se recluye a los «adversarios», entre los que se incluye a las minorías religiosas y a los periodistas, en instituciones psiquiátricas con fines políticos, y el tristemente famoso sistema Ankang es una realidad en China, particularmente durante el período previo a los Juegos Olímpicos. Verdaderamente lamentable.
Por lo tanto, pediría al Consejo y a la Comisión que se mantuvieran en todo momento al corriente de la situación relativa a los derechos humanos en China. El mantenimiento de relaciones armoniosas con el socio estratégico que constituye la República Popular de China es importante, pero no a toda costa, y así teoría y práctica irían de la mano respecto a las siguientes palabras del informe: «Considerando que los diálogos sobre derechos humanos […] constituyen una parte esencial de la estrategia global de la UE de fomento del desarrollo sostenible, la paz y la estabilidad».
Irena Belohorská (NI). – (SK) En primer lugar, también quisiera agradecer a mi colega, la señora Valenciano, su trabajo sobre una cuestión que representa la herramienta más importante de los derechos humanos y, como tal, es muy delicada; lamentablemente, a menudo no recibe la atención que merece. Por esa razón, coincido con el punto de vista expresado en este informe; esto es, que debería prestarse más atención a las reformas efectuadas por los Estados socios en materia de derechos humanos y democracia. Creo que la Unión Europea tendrá que hacer todo lo que esté en su mano para desarrollar una respuesta más eficaz y unánime en el ámbito de la cooperación internacional y del diálogo con terceros países.
Me complace que el informe defienda y apruebe la integración sistemática de la protección de los derechos de las mujeres y los niños en todos los diálogos y las consultas sobre derechos humanos entre la Unión Europea y terceros países. En calidad de ponente de la Subcomisión de Derechos Humanos, estoy trabajando en una estrategia relacionada con los derechos de los niños; en mi informe, hago hincapié en la necesidad de que las disposiciones individuales sobre los niños en los conflictos armados se complementen unas a otras, así como en la necesidad de tener en consideración los compromisos de París para proteger a los niños del reclutamiento ilegal o de ser utilizados por fuerzas o grupos armados.
Quisiera hacer hincapié en la necesidad de incrementar los controles sobre la asistencia proporcionada por la Unión Europea, por ejemplo, como parte de la ayuda humanitaria, con el fin de evitar la posibilidad de que los fondos proporcionados por la Unión Europea destinados a la educación o a la atención médica infantil se empleen en adquirir pequeñas armas ligeras que pueden utilizar los niños. El diálogo no debe limitarse únicamente a cuestiones de democracia o protección de los derechos cívicos y políticos; debe abarcar también aquellas cuestiones que afectan directamente a la Unión Europea, como el medio ambiente o la protección de la salud. Es importante establecer criterios definidos para la puesta en marcha, suspensión o conclusión de un diálogo político, así como para definir los objetivos que deseamos alcanzar.
Con el fin de alcanzar nuestros objetivos, debemos entablar el diálogo y no limitarnos a emitir dictados a terceros países de manera unilateral; debemos esforzarnos por establecer una cooperación constructiva y colaborar con las organizaciones locales de derechos humanos y con las organizaciones no gubernamentales que operan en los países en cuestión. La UE debe proporcionar apoyo financiero adicional, que deberá estar condicionado al respeto por los derechos humanos: debe cesarse o suspenderse el pago de fondos a los países donde no se respetan los derechos humanos.
Charles Tannock (PPE-DE). – Señora Presidenta, el informe Valenciano Martínez-Orozco sobre la promoción de los derechos humanos y la democracia sigue siendo un pilar fundamental de la UE y de los valores comunes que unen a los 27 Estados miembros. Es también un componente clave externo en nuestras alianzas estratégicas con terceros países, en el Consejo de Europa ampliado a 47 Estados miembros, en nuestra alianza transatlántica en la OTAN y con países afines en el marco de las Naciones Unidas.
Inevitablemente, a medida que la Unión ha ido celebrando acuerdos de cooperación comercial y política cada vez más formales, hemos tratado de imponer a nuestros socios globales una cierta condicionalidad en materia de derechos humanos fundamentales – aunque, en el mejor de los casos, haya sido con fines específicos e incoherente – con la ayuda de un instrumento concreto, el Instrumento Europeo para la Democracia y los Derechos Humanos, y el apoyo, en caso necesario, del diálogo y las consultas sobre derechos humanos.
La Política Europea de Vecindad (PEV), de la que soy coponente en el Parlamento, trata de establecer un círculo de amigos vecinos comprometidos con un espacio común de paz, estabilidad, seguridad, pleno respeto de los derechos humanos y de la democracia, libertad de expresión, independencia del poder judicial, Estado de Derecho y prosperidad. Los planes de acción de la PEV se basan en los marcos contractuales ya existentes y legalmente vinculantes de conformidad con el Tratado – acuerdos de asociación con los países del Mediterráneo o acuerdos de asociación y cooperación con los antiguos Estados soviéticos – que incluyen característicamente cláusulas de respeto de los derechos humanos y de la democracia cuyo cumplimiento se vigila para que, cuanto más afín sea el país socio en cuanto a los valores compartidos, mayor sea la ayuda y la cooperación comercial de la UE. Estos planes de acción son vigilados por subcomités como parte de un diálogo continuo.
En teoría, al menos, las consideraciones geopolíticas no deberían importar, pero lo cierto es que la realpolitik suele prevalecer en la práctica. ¿Quién, por ejemplo, se atrevería a amenazar a la República Popular de China, como ha mencionado mi colega, señor Belder, por el grave deterioro de la situación existente en materia de derechos humanos y democracia, con el mismo tipo de sanciones que a Uzbekistán? Ésta es mi opinión.
(Aplausos)
Józef Pinior (PSE). – (PL) Señora Presidenta, permítame comenzar felicitando a mi colega, la señora Elena Valenciano Martínez-Orozco por la preparación del informe sobre el funcionamiento de los diálogos en materia de derechos humanos y de las consultas sobre derechos humanos con terceros países. El informe de hoy guarda relación con una de las políticas más importantes de la Unión Europea y, por lo que respecta al Parlamento Europeo, la política de derechos humanos es el sello característico de la política europea. El informe que hoy nos ocupa aborda este ámbito de un modo excepcionalmente profundo y concienzudo.
Deseo llamar la atención sobre las recomendaciones que realiza el informe al Consejo y a la Comisión. En primer lugar, estamos destacando la necesidad de una mayor coherencia interinstitucional para hallar maneras de mejorar la coordinación entre las diversas instituciones de la UE (Consejo, Comisión y Parlamento Europeo). La política de derechos humanos realmente debe coordinarse a escala general de la UE. Debemos poner fin a la práctica por la cual cada una de las instituciones más importantes de la UE actúa en este ámbito en cierto sentido, si se me permite utilizar la expresión, por su propia iniciativa.
El diálogo y los objetivos de las consultas deberían basarse en el principio de universalidad, indivisibilidad e interdependencia de los derechos humanos. Recomendamos que los criterios que se establezcan abarquen no únicamente derechos civiles y políticos, sino también económicos, sociales, medioambientales y culturales.
El informe hace hincapié en el refuerzo del papel del Parlamento Europeo en la política de derechos humanos de la UE, petición reiterada en cada informe aceptado por esta Cámara en el ámbito de los derechos humanos. La petición es clara —el Parlamento Europeo debe ocupar el lugar central en el sistema de instituciones europeas más importantes, donde se concentra la política de la UE sobre derechos humanos, pues es la institución resultante de elecciones democráticas y posee un derecho moral político para adquirir una participación fundamental en esta materia—.
Asimismo, consideramos esencial que se refuerce el papel de las Asambleas Interparlamentarias y de las Delegaciones Interparlamentarias en los diálogos y consultas sobre derechos humanos.
Finalmente, insistimos en que los derechos de la mujer forman parte intrínseca de los derechos humanos, e instamos a la Comisión a que, de forma sistemática y explícita, incluya el fomento y la protección de los derechos de la mujer en todos los ámbitos en relación con los derechos humanos que entran dentro de la esfera de competencia de la Unión Europea.
Lydie Polfer (ALDE). – (FR) Señora Presidenta, en primer lugar, me gustaría felicitar a la señora Valenciano por su informe, en el que se combinan valentía y ambición, y deseo señalar que apoyo todas sus propuestas. De hecho, en el informe se reafirma la universalidad de los derechos humanos, que se establecen como principios fundamentales de las relaciones de la Unión Europea con los países terceros.
Sin embargo, si bien es importante afirmar y reafirmar la universalidad de los derechos humanos hoy en día, es igualmente importante, y ya es hora, de librarse de otro dogma de la política internacional, una ilusión que empleamos muy a menudo para darnos confianza: la ilusión de que el desarrollo económico conducirá a la democratización y la protección de los derechos humanos. La imagen que arroja la evolución de las últimas décadas es muy diferente. De hecho, debemos constatar que está en marcha una evolución de dos velocidades: por un lado, constatamos la rápida mundialización en el plano económico y, por el otro lado, el impulso de la democratización, que ha propiciado la aparición de democracias en Europa, América Latina y Asia oriental al final de la Guerra Fría, parece ahogarse. En cambio, debemos observar que, en todo el mundo, el crecimiento económico y los regímenes autoritarios van a menudo cogidos de la mano. Por el contrario, el rápido crecimiento económico incluso parece legitimar dichos regímenes y contribuir a la estabilización de su poder.
Hoy, de manera acertada, centramos nuestro interés y nuestras preocupaciones en la situación de los derechos humanos en los grandes países emergentes, como China y Rusia. Pero no nos engañemos: en algunos de los países que se cuentan entre los más desarrollados del mundo —incluidos algunos que son nuestros aliados económicos— no se respetan los derechos fundamentales de los ciudadanos. Me refiero especialmente a Singapur, un país que cuenta con una economía moderna y próspera, cuya población se beneficia de todas las ventajas de un país desarrollado, excepto en lo que atañe a las libertades políticas y, más concretamente, a la libertad de expresión y reunión.
Señora Presidenta, en el caso de que faltara alguna prueba, la ha aportado clarísimamente el comportamiento de las autoridades de Singapur hacia una delegación de diputados de mi Grupo de la que yo formaba parte en abril de este año. Las autoridades locales non impidieron hablar en una reunión con miembros del partido liberal de Singapur bajo amenaza de detención.
Esta experiencia, aunque fue perturbadora, fue también muy reveladora y, una vez más, me sirvió de confirmación de que la protección de los derechos humanos no va necesariamente de la mano del desarrollo económico y que la Unión Europea, en estos casos, no puede contentarse con un enfoque puramente económico hacia estos países. Por el contrario, la Unión Europea debería seguir desempeñando su función de defensa de los derechos humanos y recordar constantemente a los líderes extranjeros que los derechos humanos son para todos los seres humanos de todo el mundo.
Marek Aleksander Czarnecki (UEN). – (PL) Señora Presidenta, el fomento de los derechos humanos es el pilar esencial de la política exterior de la Unión Europea. Estoy de acuerdo con la ponente en que el Consejo y la Comisión deberían incorporar sistemáticamente aspectos sobre los derechos humanos en el programa de la Unión Europea para el diálogo político con terceros países.
También sería una buena idea que los derechos humanos se incluyeran más a menudo en todos los ámbitos de la política exterior de la Unión, incluidos los aspectos externos de su política interna. Deberían utilizarse todos los instrumentos disponibles para conseguir tal objetivo. A este respecto, creo que sería positivo hacer un mayor uso del Parlamento Europeo. Por ejemplo, el Consejo podría enviar al Parlamento y a la comisión pertinente evaluaciones semestrales sobre cada diálogo y consulta mantenidos, junto con una explicación que destacara las tendencias en la evolución del trabajo y no únicamente los resultados concretos.
También podría resultar apropiado que se creara una sesión de consultas rutinaria en la que participaran los diputados del Parlamento Europeo después de cada ronda de diálogo y de consultas. De este modo los diputados tendrían la oportunidad de implicarse en las decisiones clave relacionadas con el mantenimiento o la suspensión de un diálogo concreto. También creo que sería una buena idea incluir a los diputados en el proceso de toma de decisiones cuando se inicien nuevos diálogos e informarles sobre el objetivo y las formas o procedimientos para su institución.
También opino que, para que sus actuaciones sean más eficaces, el Consejo y la Comisión deberían incorporar las recomendaciones y conclusiones de las resoluciones del Parlamento, especialmente de resoluciones sobre derechos humanos, en sus agendas de diálogo.
Raül Romeva i Rueda (Verts/ALE). – (ES) Señora Presidenta, quisiera, en un minuto y medio, resumir algunas de las ideas fundamentales que nos han llevado no solamente a apoyar, sino a defender claramente esta iniciativa y felicitar, lógicamente también, a Elena Valenciano por el trabajo y por la capacidad de consenso que ha demostrado.
Quiero saludar también la presencia y el interés del Sr. Borg, así como la presencia del Sr. Mattisen, pero lamentar, al mismo tiempo, que los dos primeros escaños, los dos primeros sillones del Consejo, estén vacíos. Creo que este tema no se merecía esta ausencia y hay que decirlo y, como ya se ha dicho, hay que reiterarlo.
Los tres temas que creo es importante, en todo caso, destacar y que a mí me gustaría señalar son, en primer lugar, la necesidad, no lo diremos nunca suficiente, de reforzar la coherencia de estos instrumentos, de reforzar el hecho de que no podemos, por un lado, lamentar ciertos hechos y, al mismo tiempo, callarlos cuando ello nos conviene a partir de nuestros intereses.
El segundo elemento que me parece importante, y también se ha dicho, pero lo reitero, la necesidad de que haya una mejora, transparencia, en relación a ese tipo de mecanismos y ello implica necesariamente una mayor participación de parte de este Parlamento. Se ha dicho muchas veces que estamos completamente, digamos sorprendidos, por decirlo de forma suave, ante la ausencia que tienen muchos de esos debates, no solamente en la simple participación, sino en la información que muchas veces requerimos.
Y la última, pero no por ello menor, el importante papel que tienen en este informe los catorce párrafos dedicados al papel de la mujer en el tema de los derechos humanos, y aquí, como Vicepresidente de la Comisión de Derechos de la Mujer e Igualdad de Género, celebro que se hayan incorporado muchas de las enmiendas que, en su momento, aprobamos y discutimos en nuestra comisión.
(Aplausos)
Erik Meijer (GUE/NGL). – (NL) Señora Presidenta, el énfasis en los derechos humanos, que recibe un apoyo tan mayoritario, es relativamente nuevo. Antes, este énfasis procedía principalmente de ideologías socialistas o liberales. La izquierda se preocupaba esencialmente del derecho a la vivienda, a unos ingresos, a los servicios, a la codecisión, a un entorno saludable, a la paz y a la liberación de la ocupación colonial; y no sólo para aquéllos que ya disfrutaban de esos derechos, sino en especial para los que aún no tenían la posibilidad, o una posibilidad insuficiente, de ejercerlos. Los liberales se centraban esencialmente en las libertades individuales y en el derecho a las iniciativas empresariales. Para algunas otras fuerzas políticas, los derechos humanos eran menos importantes.
Incluso ahora que hay un mayor consenso que antes sobre la importancia de los derechos humanos, aún existe una brecha entre los ideales y la realidad. Los países más ricos y más democráticos actúan basándose en sus propios intereses y tienden a dar prioridad al apoyo a los regímenes que garantizan los suministros de gas y petróleo y a nivel interno intentan destruir los movimientos que más entran en conflicto con los intereses occidentales. Aplicar un doble rasero es una invitación a desacreditar críticas justificadas a otros países y conseguir que éstas se consideren interferencias inútiles y arrogantes.
El Informe Valenciano Martínez-Orozco señala acertadamente que mantener diálogos interminables sobre derechos humanos con gobiernos reticentes no es un objetivo válido y que no debe permitirse que dichos diálogos caigan en la falta de transparencia y control democrático. Este informe goza de un amplio consenso: las enmiendas que se ha propuesto proceden principalmente de los tres diputados flamencos al Parlamento Europeo del Grupo Identidad, Tradición y Soberanía. Las deficiencias que han identificado son en su mayor parte correctas, pero las formulaciones y supresiones que proponen dan la impresión de que no se trata de buscar soluciones sino de resignarse a la falta de resultados. Creer que para Europa sería mejor aislarse del resto del mundo para de ese modo conseguir paz, tranquilidad, prosperidad y seguridad en su propio territorio no es más que una ilusión. Las enmiendas que no contribuyan a la igualdad y la democracia para todos y a la solidaridad con los pobres y hambrientos del mundo no tendrán nuestro apoyo.
Kathy Sinnott (IND/DEM). – Señora Presidenta, en la UE damos gran importancia a los derechos humanos. Tratamos de alentar a las naciones con las que mantenemos alguna relación para que consigan también un buen nivel de derechos humanos. El diálogo es un punto de partida importante, pero en ese diálogo tenemos que estar dispuestos a arriesgar incluso la ventaja económica para poder hablar con valor y sinceridad.
China aparece en este informe; conocemos casos graves de persecución política y religiosa en ese país. Hace dos años, conocí en China a un psiquiatra que era presidente de una organización de discapacitados. Orgulloso, me contó que en su ciudad, de más de 10 millones de habitantes, no había nadie con síndrome de Down, porque no se les dejaba vivir.
Esta discriminación contra las personas discapacitadas exige un diálogo inmediato, al margen de las relaciones económicas entre la UE y China.
En cuanto a las relaciones comerciales, cuando presionamos a un país para que mejore la situación de los derechos humanos, tenemos que estar dispuestos a emprender acciones decisivas, pero con cuidado de que estas acciones no empeoren aún más la situación de los más pobres en el país.
Laima Liucija Andrikienė (PPE-DE). – Señora Presidenta, considero que el informe Valenciano Martínez-Orozco es muy completo y trata claramente de reforzar y mejorar la extensa acción de la Unión Europea en materia de diálogo y consultas sobre derechos humanos con terceros países.
Esta noche estamos hablando de uno de los instrumentos más importantes que la Unión Europea tiene para promover los derechos humanos en nuestras relaciones con terceros países. Agradezco la forma crítica, pero también constructiva, con que la ponente aborda los desafíos que plantea el funcionamiento del diálogo sobre derechos humanos con respecto a la perspectiva general y la cooperación interinstitucional.
Apoyo plenamente la mayoría de las recomendaciones contenidas en el informe y la resolución. Quiero llamar especialmente su atención sobre la necesidad de aumentar la transparencia y adoptar indicadores para algunos parámetros de referencia con el fin de conseguir resultados prácticos que puedan ser apoyados por otras herramientas de política exterior de la UE.
Apoyo plenamente la recomendación de controlar los objetivos específicos del diálogo UE-China sobre derechos humanos, así como las consultas UE-Rusia, esperando que den paso lo antes posible a un diálogo estructurado para evaluar la utilidad de los diálogos sobre derechos humanos.
Es también importante aplicar y usar los resultados del diálogo sobre derechos humanos en proyectos que se encuadren en la Iniciativa Europea para la Democracia y los Derechos Humanos y vincular sistemáticamente esas dos herramientas.
Apoyo plenamente la recomendación de que, en el futuro, se refuerce en esos países el papel y la participación del Parlamento Europeo en las asambleas interparlamentarias en el diálogo sobre derechos humanos.
Por último, pero no menos importante, los derechos humanos tienen que ser el pilar de nuestro mensaje político, y es de crucial importancia que nuestro mensaje refleje la coherencia, la transparencia y el firme compromiso político de todas las instituciones europeas y los Estados miembros.
Evgeni Kirilov (PSE). – Señora Presidenta, ahora que ha finalizado el largo duelo de ocho años por las enfermeras búlgaras y el médico palestino en Libia, creo que necesitamos urgentemente una evaluación seria de la situación de los derechos humanos en ese país.
En el informe Valenciano Martínez-Orozco se menciona la necesidad de iniciar un diálogo sobre derechos humanos con Libia. Apoyo la necesidad de tal diálogo en el marco del proceso de Barcelona. Sin embargo, digamos claramente que no podemos olvidar ni tolerar que ciudadanos europeos hayan sido secuestrados, torturados (como reconoció incluso el hijo del Coronel Gaddafi), encarcelados durante ocho años y sometidos a un proceso judicial que fue una farsa, para luego portarse como si les tuviéramos que estar agradecidos, o como si tuviéramos que recompensar a la parte libia por haberles liberado al final.
Ya se ha reflejado vivamente en los medios de comunicación europeos que esto podría convertirse en un estudio de caso para cualquier dictadura que quiera llamar la atención y establecer relaciones con la Unión Europea. Es más, Libia inició una campaña contra el Presidente de Bulgaria por haber perdonado a las enfermeras después de su regreso a su país, como si esperara que las fuéramos a mandar directamente del aeropuerto a la cárcel.
En virtud del acuerdo de la Comisión Europea con Libia, Bulgaria tuvo que suscribir 56 000 millones de dólares de deuda libia para el fondo de Benghazi. Otros países de la UE gastarán aún más. Pero una vez más, digamos claramente que esta ayuda humanitaria está siendo utilizada políticamente por el régimen libio para ocultar la verdad y culpar a Occidente de un complot para infectar deliberadamente a niños árabes. Esa absurda acusación está aún viva.
Libia no ha mostrado todavía ninguna intención de reforma y nosotros no debemos crear la impresión de aplicar un doble rasero sólo porque haya tanto petróleo y gas en ese país.
Se trata de una situación que pone a prueba la credibilidad de la legislación de la Unión Europea en materia de derechos humanos.
Sarah Ludford (ALDE). – Señora Presidenta, el excelente informe Valenciano Martínez-Orozco hace un análisis exhaustivo del potencial, utilizado y no utilizado, del diálogo de la UE en materia de derechos humanos. Exigimos una acción del Consejo, lamentablemente ausente esta noche. La estrategia de la UE en materia de derechos humanos no conseguirá nunca resultados óptimos si no se organiza de una forma sistemática y coherente, con transparencia y revisiones periódicas.
Por supuesto, nuestra credibilidad en materia de derechos humanos depende de que hagamos lo que predicamos. ¿Cómo podemos pedir a países como Jordania, Egipto, Libia, Marruecos o Argelia que pongan fin a las torturas, cuando sabemos que los Estados Unidos subcontratan la tortura con esos países y los Estados europeos lo consentimos? En lugar de ser creíbles, nos hacemos hipócritas. Nuestra propia Cámara tiene que limpiarse. El silencio del Consejo, desde nuestro informe en febrero sobre el transporte y la detención ilegal de presos, no ha pasado por alto.
Uno de los diálogos más estrechos que deberíamos estar manteniendo es el relativo a los países afines, y por eso acojo con satisfacción los apartados 115 y 116, que instan a la UE a buscar sinergias y experiencias compartidas, al tiempo que se abordan problemas de derechos humanos con Estados Unidos, Canadá, Japón y Nueva Zelanda.
Ahora bien, en los últimos seis años, aunque la mayoría de los ciudadanos europeos han compartido su preocupación por la guerra contra el terror, no hemos visto ninguna acción decisiva de la UE para garantizar el respeto transatlántico de los derechos fundamentales y del Estado de Derecho.
Por supuesto, no digo que los Estados Unidos sea el peor defensor de los derechos humanos en el mundo. Pero podría ser el modelo de excelencia en este ámbito y lo malo es que la UE no le está presionando en esa dirección. Las directrices sobre tortura del Consejo dicen que la UE hará gestiones y declaraciones públicas pidiendo a terceros países que adopten medidas eficaces contra la tortura y los malos tratos. ¿Qué gestiones ha habido? ¿Qué declaraciones públicas ha habido sobre secuestros, sobre torturas, sobre la bahía de Guantánamo? Sólo hay un silencio vergonzante.
Quizás la clave esté en un artículo publicado esta semana por la revista Economist. Bajo el titular «Los mejores, los checos», explica cómo la República Checa, en sus tres años de adhesión a la UE, ha conseguido prestigio por promover siempre que ha podido los derechos humanos. ¡Estupendo! ¡Genial! ¡Brindemos por ello! Pero, al seguir leyendo, me enteré de que, en la maquinaria de la política exterior de Bruselas, tal interés irrita. Los diplomáticos de la UE dicen de la República Checa que «está en el limbo», o incluso que « es poco profesional», sin duda, el insulto más desdeñoso en el arsenal de un diplomático. ¡Estos tontos y jóvenes checos! Creen en la retórica de que la UE es una comunidad de derechos humanos. Se han creído que los artículos 6 y 7 del Tratado de la UE, en los que se establecen nuestros valores de democracia, derechos fundamentales y Estado de derecho, ¡están ahí realmente para aplicarlos! Pero los viejos cínicos de la Oficina de Asuntos Exteriores y la Commonwealth o el Quai d´Orsay les explicarán la verdad.
Yo estoy de acuerdo con el Ministro checo de Asuntos Exteriores, Karel Schwarzenberg, quien no ve contradicción alguna entre ser amigo de Estados Unidos y criticar sus violaciones de los derechos humanos. Se opone tanto al embargo de los Estados Unidos sobre Cuba, como a la bahía de Guantánamo. «Estoy en contra de Guantánamo porque creo que es una violación de los derechos humanos», ha dicho tajantemente.
Mikel Irujo Amezaga (Verts/ALE). – (ES) Señora Presidenta, quisiera hacer referencia a tres aspectos de este magnífico informe. En primer lugar, al papel de este Parlamento en el control democrático de los documentos estratégicos relativos a los instrumentos financieros para ayuda exterior.
En el pasado Pleno debatimos y criticamos una vez más el incumplimiento por parte de la Comisión del compromiso de transparencia y control parlamentario, en el marco del instrumento de financiación de la cooperación al desarrollo. Espero que sea algo que no se repita en esta materia.
En segundo lugar, desearía que se solicitase a la Comisión que, lo antes posible, comunicara a este Parlamento cuándo y cómo propone la realización del mecanismo de protocolo postelectoral, en el marco de las misiones de observación electoral, que propone este informe.
Y, en tercer y último lugar, el informe pide al Consejo y a la Comisión que analicen, apoyen y coordinen el establecimiento de valores de referencia para el diálogo de la Unión Europea con acciones de otros donantes y otras organizaciones internacionales, especialmente en los mecanismos existentes en las Naciones Unidas.
Mañana se debate en esta Cámara una Resolución de urgencia sobre la financiación del Tribunal especial que juzga crímenes de guerra en Sierra Leona, creado por las Naciones Unidas. Considero que es un ejemplo de la falta de coordinación que existe hoy en día entre la Unión y los organismos internacionales y un buen ejemplo del trabajo que queda por hacer.
Espero, pues, que este informe sea un paso adelante para lograr esta coordinación.
Bernd Posselt (PPE-DE). – (DE) Señora Presidenta, hoy un grupo de kurdos yazidíes se manifiestan fuera de esta Cámara y yo quiero unirme a ellos, junto con la señora Uca y otros diputados. Esta manifestación de los representantes de un grupo perseguido por el terrorismo y amenazado por el genocidio es otra muestra más de la inmensa esperanza depositada en esta Cámara con respecto a asuntos relacionados con los derechos humanos. Ésa es la razón por la que resulta tan importante que nuestro trabajo en el ámbito de los derechos humanos se lleve a cabo de un modo sistemático y sostenible y evitando cometer determinados errores.
El primer error grave es hacer una distinción entre países grandes y pequeños cuando se trata de derechos humanos, juzgando con severidad en el caso de los países pequeños y cediendo ante los países grandes con los que compartimos importantes intereses económicos y estratégicos. Eso es algo que hacen muchos de nuestros gobiernos de todas las tendencias políticas, pero que este informe evita. En concreto, el informe apunta con valentía a los temas de China y Rusia, y estoy obligado a dirigirme a la señora Merkel y decirle claramente sobre su reciente visita a China y sobre la visita que hizo hace algún tiempo a Rusia que en ambos casos es posible perseguir intereses y a pesar de ello, o precisamente por esa razón, plantear el tema de los derechos humanos en términos claros.
El segundo error que no debemos cometer es el siguiente. Un escritor austriaco, Gerd-Klaus Kaltenbrunner, dijo una vez que hay dos tipos de comunidades oprimidas y víctimas individuales: unas con atractivo y otras sin él. Las primeras acaparan atención durante un tiempo, mientras que a las segundas se les ignora. Los derechos humanos deben aplicarse a todo el mundo, independientemente de si en ese momento son o no objeto de un interés especial por parte de la comunidad internacional.
El tercer error que debemos evitar —y este aspecto también resulta esencial— es introducir la política partidista en este asunto. Ése es el motivo por el que lamento el discurso del señor Meijier, a quien, por lo demás, tengo en gran estima. Pregunten al señor Kelam o al señor Landsbergis, que sufrieron la amenaza de la persecución soviética, quién denunció su caso entonces, en la década de los ochenta: si fue nuestro grupo o el del señor Meijer. En todos sitios encontramos desequilibrios y la tendencia a abusar de los derechos humanos con fines políticos. Debemos evitar esta orientación en favor de aquélla que se recoge en el excelente informe de la señora Valenciano y crear una política de derechos humanos que aplique normas objetivas y supere las divisiones políticas y que merezca la gran tradición de derechos humanos de esta Cámara.
Katrin Saks (PSE). – (ET) Me gustaría dar las gracias a la ponente por su buen informe y por el alto nivel de trabajo en equipo. Deseo destacar dos puntos relativos a nuestro diálogo sobre los derechos humanos con terceros países. De hecho, voy a reiterar lo que ha comentando el anterior ponente, porque lo considero tan importante que merece la pena repetirlo.
En primer lugar, el punto relativo a los conflictos de intereses y valores, que para mí también es esencial. No es un secreto que en la carrera hacia el mundo globalizado hemos tratado de dar preferencia a nuestros propios intereses y valores. Si no hacemos referencia a nuestros valores ni los proclamamos allí donde nuestros intereses ejercen una presión, los olvidaremos paulatinamente. Agradezco la flexibilidad del ponente: hemos presentado propuestas conjuntas de enmiendas relativas a Rusia y Asia Central. En estas regiones, a menudo priman los intereses y se dejan a un lado nuestros valores.
La Unión Europea debe recordar a sus socios los acuerdos y compromisos internacionales que éstos han adoptado. Como ponente del Consejo Europeo, tengo la certeza de que los intereses son lo primero en el caso de los países grandes y al mismo tiempo estamos siempre dispuestos a señalar a las naciones pequeñas. Sin embargo, los criterios deberían ser los mismos para todos.
En segundo lugar me gustaría referirme a un aspecto menos importante: nuestro comportamiento en las relaciones con terceros países y cómo repercute este aspecto en los derechos humanos y los objetivos asociados en los países de acogida. Siempre debemos dar esperanzas y no hacer justo lo contrario, es decir, quitárselas. Cada uno de los pasos que damos para tratar de solucionar el origen de los problemas se vigila con atención. Por ejemplo, creo que el apoyo occidental fue importante y necesario para los países bálticos, para sus ambiciones, y considero que la ausencia real de ese apoyo resulta deprimente. También en relación a este tema, debemos reiterar a nuestros socios que han de cumplir sus obligaciones.
Finalmente, desearía volver a repetir que el informe aborda estos puntos y darle de nuevo las gracias a la ponente por su alto nivel de trabajo en equipo.
Hannu Takkula (ALDE). – (FI) Señora Presidenta, en primer lugar deseo dar las gracias a la ponente, Elena Valenciano Martínez-Orozco, por su excelente informe, que además está perfectamente enfocado. Es muy importante que este foro europeo, el Parlamento Europeo, se ocupe de los derechos humanos. Concuerdo plenamente con la ponente cuando afirma que los derechos humanos deberían ser la esencia de la política externa de la UE.
Cuando hablamos de derechos humanos, tenemos que recordar que no deben convertirse en mera retórica o en simples palabras usadas en discursos políticos y en ocasiones especiales. Deben ser una realidad habitual tanto en el seno de la Unión Europea como en nuestras relaciones con otros países.
¿Qué representan exactamente los derechos humanos en todos sus aspectos? En mi opinión, los derechos humanos son derechos inalienables que un ser humano posee desde su nacimiento hasta su muerte y éstos incluyen los derechos de los niños no nacidos y los ancianos. Asimismo incluyen los derechos de las mujeres, como ya se ha dicho aquí, y los derechos de los niños, pero también los derechos de los discapacitados, los enfermos, los ancianos, los de todas las personas. Tenemos que recordar que todas las vidas son valiosas y únicas. Incluso diría que todas las vidas son sagradas y que nadie puede quitarle su vida a otra persona: despojarle de sus derechos humanos.
Si en la Unión Europea pudiéramos compartir con los demás la idea de que el valor humano y los derechos humanos siempre prevalecen por encima del valor mercantil, estaríamos en el buen camino, en la dirección correcta. Sin embargo, desafortunadamente, parece que demasiado a menudo permitimos que el valor mercantil sustituya a los derechos humanos. China proporciona muchos ejemplos a este respecto y todos ellos nos resultan evidentes en la actualidad. Además, ahora tenemos que tener en cuenta la situación de Rusia, por ejemplo. ¿Qué son los derechos humanos en Rusia? Los vemos, conocemos los casos por su nombre, como el caso Hodorovski, entre otros. ¿Qué hemos conseguido como comunidad europea de valores? Obviamente, estamos en una comunidad europea de valores y la Unión Europea tiene que poner en práctica aquello que proclama y defender los derechos y valores humanos en todas partes, dentro de la Unión pero también en sus relaciones con terceros países y con países en desarrollo.
Francisco José Millán Mon (PPE-DE). – (ES) Señora Presidenta, en la segunda mitad del siglo XX, y en especial, en las últimas tres décadas, la democracia y el respeto de los derechos humanos han progresado enormemente, pero todavía queda mucho por hacer.
Hace unos meses en Berlín, en la Declaración adoptada con ocasión de los 50 años de la firma del Tratado de Roma, las Instituciones de la Unión manifestaron solemnemente el deseo de promover la libertad y la democracia en el mundo.
En esta política debemos partir abiertamente de los principios de que el respeto de los derechos humanos afecta a toda la comunidad internacional y de que éstos son universales. Estas dos ideas están expresamente recogidas en el documento final adoptado en la Cumbre de Nueva York de 2005.
En efecto, no es aceptable la tesis de que hay partes del mundo que, por una u otra razón, están exentas de la observancia de los derechos humanos. Esto es, que hay regímenes a los que no se les puede reclamar el respeto de las libertades.
Quiero recordar aquí los brillantes ensayos del Premio Nobel Amartya Sen sobre las raíces globales de la democracia y la democracia como valor universal. En suma, la promoción de los derechos humanos debe ocupar un papel muy relevante en las relaciones de la Unión con todos los países terceros.
Uno de los instrumentos es la vía de los diálogos, por eso me parece bien la elaboración de un informe que contribuye a ordenar y sistematizar los diálogos sobre derechos humanos que la Unión Europea efectúa con otros países.
Celebro que el apartado 31 del informe pida al Consejo que la iniciación de un diálogo o su suspensión obedezca a criterios claros y que se exija además una evaluación previa de impacto. Comparto igualmente que el diálogo no debe constituir un fin en sí mismo.
Y quiero terminar esta intervención haciendo una breve referencia a Cuba, que no es citada en el informe y donde, desgraciadamente, derechos humanos y libertades básicas siguen sin respetarse. Sin embargo, el Consejo ha decidido recientemente proponer el inicio de un diálogo global con Cuba que incluye estos derechos.
Es bien conocida la postura de la mayoría de este Parlamento, que no comparte la política, un tanto errática, que el Consejo está siguiendo en los últimos tres años con el régimen castrista. En efecto, para nosotros, la cuestión prioritaria debiera ser, antes de cualquier otra iniciativa, insistir firmemente en la liberación de los presos políticos.
Ana Maria Gomes (PSE). – (PT) Deseo felicitar a mi colega, la señora Valenciano, por su importante informe, que presenta propuestas concretas para implicar al Parlamento en los diálogos políticos sobre derechos humanos que tienen lugar en el Consejo y en la Comisión.
No se trata simplemente de reforzar a la UE como actor global a escala interinstitucional. Se trata de intentar aprovechar los beneficios del valor añadido que podría suponer la participación del Parlamento Europeo para la esencia de esos diálogos y para los resultados prácticos en un ámbito en el que la insensibilidad y el retraimiento de varios gobiernos europeos y otras instituciones provoca un desafortunado contraste con el compromiso y liderazgo histórico del Parlamento Europeo, el órgano que es la voz de los ciudadanos de Europa.
Ha de admitirse que existen muchos casos de incoherencia que restan credibilidad a Europa. Sin ir más lejos, esta mañana durante el debate sobre el terrorismo he criticado la colaboración de los gobiernos europeos con el programa de comercio asociado a la tortura del Gobierno de Bush.
Pero veamos la política de desarrollo europea, que se supone promueve las buenas formas de gobierno y, por tanto, los derechos humanos. La actual Presidencia portuguesa está incluso intentando reforzar las relaciones europeas con África en este contexto. ¿Por qué la Comisión y el Consejo no son capaces de utilizar ni de la forma más básica los instrumentos de los que ya dispone, como el Acuerdo de Cotonú, que incluye cláusulas específicas sobre el tema de los derechos humanos?
Hoy está claro para setenta y siete millones de etíopes y otros muchos millones de africanos que la UE no se toma el Acuerdo de Cotonú en serio. Treinta y ocho diputados electos al parlamento, periodistas y activistas encarcelados en Etiopía tras las elecciones de 2005, controladas por una misión de la Unión Europea, han sido liberados recientemente gracias a la reiterada presión de este Parlamento y ante un incomprensible silencio por parte del Consejo.
Sin embargo, otros, como Netsanet Demissie y Daniel Bekele, siguen encarcelados. ¿Podrán alguna vez creer en el Acuerdo de Cotonú y en la UE? Son muchos los ejemplos de inmovilismo o incluso de repugnante postración por parte de representantes de la UE en todo el mundo, desde Addis Abeba a Pekín, de Moscú a Riad y de Teherán a La Habana.
Esperemos que los informes de que un Comisario europeo se ha disculpado recientemente ante el Gobierno de Sudán para evitar la expulsión de los delegados locales de la Comisión no sean ciertos.
Anna Ibrisagic (PPE-DE). – (SV) Señora Presidenta, en un mundo en el que los derechos humanos y la democracia no siempre resultan evidentes —entre nuestros vecinos y en ocasiones en ciertos países que, aunque no sean miembros de la UE, son parte de nuestra Europa—, las relaciones de la UE con el mundo que le rodea cobran una importancia aún mayor. Cada una de esas relaciones, ya sea en forma de reunión, diálogo o acuerdo, es una oportunidad para reivindicar nuestros valores e imponer exigencias a aquellos países que aún no viven de acuerdo al significado de las palabras humanidad, derechos humanos y democracia.
El informe que hoy estamos estudiando es esencialmente positivo. Pone de manifiesto algunas de las dificultades que surgen cuando se trata con distintas formulaciones y enfoques de los derechos humanos, pero aún así creo que debería haber sido más crítico con respecto a nuestra actitud hacia China o Rusia, por ejemplo. Nuestro deber es ser críticos con los países que no respetan los derechos humanos y que no son democráticos, pero es absolutamente esencial criticar a los países que se consideran democracias; no sólo por el bien de nuestra propia credibilidad sino también por las personas que viven en esos países y que no tienen ni siquiera la oportunidad de expresar sus críticas.
La democracia y los derechos humanos son un hecho en la UE, por eso a veces pensamos que siempre han existido, que existen y existirán. Pero aquéllos que nacimos en regímenes dictatoriales sabemos que debemos luchar día a día por la democracia y los derechos humanos. Decir que se está trabajando en los derechos humanos y que las cosas están mejorando no es suficiente. Aún queda mucho por hacer, como se suele decir. Cuando entablemos diálogos debemos ser mucho más claros y específicos, tanto en nuestras críticas como en nuestras exigencias, y debemos empezar a hablar de las cosas tal como son si queremos dejar un mundo mejor a nuestros hijos.
Pierre Schapira (PSE). – (FR) Señora Presidenta, siendo ya tarde, se han dicho ya muchas cosas; aún así me gustaría dar las gracias a la señora Valenciano por su informe, que representa un importante paso adelante en el proceso de hacer que la política europea de desarrollo sea más transparente y eficaz en lo que respecta a los derechos humanos.
También aprovecho la ocasión que me brinda este debate para solicitar a los representantes del Consejo y la Comisión que mejoren la cooperación interinstitucional. De hecho, es esencial que se instaure un diálogo entre el Consejo, la Comisión y el Parlamento para que las medidas que se adopten en el área de los derechos humanos se puedan coordinar mejor y para evitar que las contradicciones y la duplicación interfieran con el mensaje que se transmite al resto del mundo.
Desgraciadamente, es una cuestión permanentemente de actualidad. A modo de ejemplo concreto, nuestra política respecto de Birmania es indescifrable desde el exterior. Los miembros de la UE se han comprometido a mantener una posición común a favor de la reconciliación nacional, la democracia y los derechos humanos, si bien, en la práctica, los Estados miembros de la UE están divididos, lo que resulta en una posición débil e ineficaz que no tiene ningún efecto sobre el régimen de Birmania.
La Unión Europea no tiene una estrategia política clara. Nos concentramos únicamente en la ayuda humanitaria, lo que, claramente, es esencial, aunque no basta. No hemos adoptado una posición acerca de cómo el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas debería abordar la situación en Birmania, lo que no ofrece apoyo alguno a una resolución. Además, la Comisión ha reducido la cuantía de los subsidios asignados a los proyectos dirigidos a promover los derechos humanos y la democracia en Birmania. La Unión Europea no ha utilizado su influencia de manera positiva y eficiente para promover y respaldar la democracia y los derechos humanos en dicho país.
Una prueba de ello es el fracaso de nuestra reciente petición de que se liberara a la Premio Nobel de la Paz birmana, la señora Aung San Suu Kyi, a la que, sin embargo, el Parlamento había otorgado el Premio Sájarov en 1990. Este ejemplo ilustra a la perfección el hecho de que nuestras tres instituciones deben actuar juntas para presentar una política coherente e inteligible que defienda los derechos humanos.
Luís Queiró (PPE-DE). – (PT) Señora Presidenta, Señorías, el informe que estamos debatiendo merece nuestro apoyo en primer lugar porque analiza ampliamente y con detalle un tema que es de gran importancia para la dimensión exterior de la Unión Europea y por lo tanto, me gustaría felicitar a la ponente.
Lo peor que le podría pasar al compromiso de la Unión Europea con la promoción internacional de los derechos humanos fundamentales sería convertirse en un tema asilado que se abordara individualmente. La alternativa, en mi opinión la mejor opción, es considerar que la promoción de los derechos humanos es tanto una obligación ética, por motivos evidentes, como un interés de la UE, dado que la inestabilidad, los flujos migratorios y las tensiones políticas y militares vinculadas a las violaciones de los derechos humanos generan crisis que convierten el mundo en un lugar más peligroso.
Por todo ello estoy de acuerdo con la cuestión esencial, aunque creo que es necesario analizar el aspecto del método. Si la UE sólo mantuviera relaciones con los países que respetan los derechos humanos tal como nosotros los defendemos, entonces nuestras relaciones sólidas se extenderían tan sólo a unos poco países. Y a la inversa, si la Unión Europea optara siempre por la realidad de los intereses económicos, energéticos, geoestratégicos y de otra naturaleza, pronto descubriría que en lugar de defender ventajas inmediatas en realidad está creando peligros aún mayores para el futuro.
Lo que debemos esperar es una estrategia coherente de la UE que incluya la promoción tangible y cuantificable de los derechos humanos en su agenda política exterior. Asignar fondos presupuestarios sin evaluar los resultados de su aplicación o financiar propuestas cargadas de buenos propósitos que nunca se materializan no es la solución.
A este respecto, la próxima Cumbre UE-África es una oportunidad que no debemos desaprovechar. Si deseamos ayudar a África y a los africanos —y lo deseamos— debemos ser generosos y exigentes en la misma medida. Como ya he dicho, no podemos engañarnos a nosotros mismos y pensar que podemos entablar relaciones sólo con países que respeten los valores fundamentales, pero tenemos que mantener la convicción de que la agenda de derechos humanos es parte de nuestra política con esos países. De lo contrario estaríamos cediendo ante la fuerza de algún dictador y ofreciendo una señal, no de nuestra buena voluntad sino de nuestra falta de capacidad política y de fortaleza en las negociaciones.
Señora Presidenta, un mundo mejor es un mundo más seguro y Europa no puede confundir el poder simbólico de su diplomacia con un poder imaginario o, lo que es peor, con la ausencia total de poder.
Csaba Sándor Tabajdi (PSE). – (HU) Felicito afectuosamente a la señora Valenciano por su excelente informe; ha presentado algunas propuestas muy importantes. Al mismo tiempo, me gustaría señalar varias lagunas, de las que no se puede culpar a la ponente, pero que representan las deficiencias conceptuales del Parlamento Europeo y de la Unión Europea.
Tomemos como ejemplo el caso de China. Acertadamente protestamos contra la violación de los derechos humanos o la restricción de la libertad religiosa pero nunca mencionamos a los setecientos millones de personas que viven en pueblos y no tienen derecho a la seguridad social ni a las pensiones. Me gustaría preguntar si éste no es un derecho humano importante. Podría continuar. En todo el informe no hay ni una sola mención al tema de las minorías nacionales en China.
La Unión Europea se ha dado cuenta finalmente del hecho de que, ya sea en los Balcanes Occidentales o en cualquier otra parte del mundo, si desea mantener la estabilidad, tendrá que ser honesta en sus negociaciones con respecto al tema de las minorías y las minorías nacionales. ¡El Parlamento Europeo ha tenido que asistir a varios seminarios sobre la construcción del Consejo de Europa para darse cuenta por fin de que los derechos humanos y los derechos de las minorías son dos cosas completamente distintas!
Resulta inaceptable que en todo el informe no haya ni una sola mención al tema de las minorías, ni al asunto de las minorías inmigrantes o al de las minorías inmigrantes de Europa Occidental cuando hoy mismo, en esta Cámara, he afirmado que en Francia, el Reino Unido y los Países Bajos la integración de las nuevas minorías está en crisis. Por tanto, si el Parlamento Europeo y la Unión Europea no cambian sus enfoques, serán incapaces de gestionar los problemas y conflictos internacionales y no tendrán la suficiente capacidad moral para juzgar a China con legitimidad. Debemos poner orden en nuestra propia casa, con nuestros propios problemas insolubles de minorías, aquí en Europa.
Tunne Kelam (PPE-DE). – Señora Presidenta, no ha habido coherencia suficiente en el diálogo sobre derechos humanos con terceros países y esa situación puede debilitar la propia credibilidad de la política de la UE en esta materia. Esas son dos de las conclusiones del informe.
Por tanto, nuestro mensaje a la Comisión y al Consejo es muy claro: las cuestiones de derechos humanos tienen que integrarse en la elaboración de políticas prácticas. En otras palabras, no deben supeditarse a intereses estratégicos o geopolíticos.
El gran reto sigue siendo el establecimiento de esos nobles objetivos en nuestras relaciones actuales. Existe claramente un conflicto de intereses y opiniones en las relaciones de la UE con la dictadura kazaka. En el caso de China y Rusia, al tiempo que expresamos la preocupación que lógicamente nos produce la situación allí, debemos preguntar también si el diálogo, tal como se ha mantenido hasta la fecha, ha conseguido una mejora real de la situación.
Asimismo, hablando de Rusia, este país debe dejar de decir que la asociación UE-Rusia se fundamenta en unos valores comunes. En la situación actual, suena bastante irónico. Tenemos que llamar a las cosas por su nombre, porque la Rusia de Putin está probablemente donde la Alemania de Hitler estaba a mediados del decenio de 1930.
Si no hacemos frente a estas realidades con todo el poder y la autoridad que la UE nos confiere, compartiremos la responsabilidad de la brutal violación de los derechos humanos en Rusia.
Al mismo tiempo, el señor Schröder ha pedido a la UE que no imponga a Rusia demandas exageradas sobre los derechos humanos y la democracia allí. Lamentablemente, lo cierto es que la UE sigue sin tener un verdadero control mientras trata, con la mejor de las intenciones, de lograr un equilibrio entre los derechos humanos y sus intereses económicos y estratégicos.
Justas Vincas Paleckis (PSE). – (LT) Nunca se le presta demasiada atención al diálogo sobre los derechos humanos, por lo que deseo dar las gracias a la ponente que ha presentado múltiples sugerencias y valoraciones. El Parlamento Europeo desea, y puede, participar más activamente en el diálogo del Consejo y de la Comisión con terceros países sobre el tema de los derechos humanos porque posee el potencial y la experiencia necesarios. La creatividad y la independencia de los diputados al Parlamento pueden complementar el realismo de la Comisión y el Consejo. Tenemos que levantar aún más la voz para hablar de la situación de los defensores de los derechos humanos y el entorno en el que trabajan y también de los derechos humanos ecológicos, sociales y económicos. Aunque las relaciones entre la UE y los Estados Unidos se hayan vistos ensombrecidas por la Guerra de Iraq y por Guantánamo, son sólidas debido a que tenemos valores comunes. La UE y Rusia están unidas mediante oleoductos y gaseoductos, pero los intereses mercantiles y energéticos no pueden debilitar el diálogo de los derechos humanos en Rusia. Este país grande e importante está buscando una idea nacional y un camino especial. Puedo mencionar aquí un comentario que se escucha en Moscú: antes, en Rusia pensábamos erróneamente que seguíamos el camino adecuado, ahora nos equivocamos al pensar que seguimos un camino especial. Nadie está en contra del derecho de Rusia de seguir una ruta específica si es lo que desea la mayoría de sus ciudadanos. Sin embargo, se trata de algo completamente distinto si este proceso va acompañado de restricciones de la libertad de expresión, de la actividad de la prensa y las ONG o de excepciones para determinados partidos. No se está buscando un diálogo sobre los derechos humanos con Belarús, aunque creo que no sólo los defensores de los derechos humanos de este país están interesados en ello, sino también los de la UE. La razón por la que criticamos enérgicamente a Belarús también se aplica a determinados países de Asia Central y del sur del Cáucaso que ni siquiera participan en la Política Europea de Vecindad. Sin embargo, un mayor índice de pérdidas y el olor del gas y el petróleo no deberían ablandar las actitudes ante la violación de los derechos humanos.
Geoffrey Van Orden (PPE-DE). – Señora Presidenta, tengo que decir que éste no ha sido un informe fácil de vadear. Era excesivamente largo y repetitivo, pero trata de un tema importante.
Yo soy un firme defensor de los derechos humanos genuinos. Pero confieso que tengo dificultad con la ampliación del concepto para abarcar casi cualquier aspecto concebible de la actividad humana: derechos sociales, medioambientales, económicos y culturales, por nombre sólo algunos a los que se hace referencia con frecuencia.
El abuso de los derechos humanos en todo el mundo no ha recibido nunca tanta atención como hoy, pero paradójicamente eso no ha mejorado la situación en muchos países donde se cometen los peores abusos. La UE tiene el importante papel de promover el Estado de derecho y el respeto de los derechos humanos, pero su tendencia a saltarse sus propias reglas no ayuda nada a favorecer una reforma en los peores regímenes. Aquí pienso sobre todo en Zimbabue y en Myanmar, en relación con los cuales se ha ignorado en varias ocasiones y por motivos injustificados la prohibición misma de viajar o las sanciones especiales de la UE. ¡Y nos preguntamos por qué nuestras medidas son ineficaces y los tiranos se ríen de nosotros!
Muchos países africanos no han respondido a sus obligaciones de garantizar una buena gobernanza. No es sorprendente, si los interlocutores de la UE no envían un mensaje claro en ese sentido.
Llevamos años tratando de conseguir que otros países africanos nos ayuden a mejorar la situación en Zimbabue, pero sin éxito alguno. Mientras tanto, ese país se hunde en un caos económico y millones de personas se mueren de hambre y viven en la más absoluta indigencia con la arrogante dictadura de Mugabe.
Ahora parece que existe la posibilidad de que la UE vuelva a incumplir sus propias reglas e invite a Mugabe o a otros ministros de Zimbabue que tienen prohibida su entrada a la cumbre UE-África que se celebrará en Lisboa en diciembre.
El 3 de junio escribí una carta al Primer Ministro de Portugal sobre esto. Aún no he recibido respuesta alguna. Puesto que el Consejo no está presente aquí ahora, ¿quizás la Presidencia pueda averiguar qué pretende hacer al respecto? Ayer me enteré de que la señora Ferrero-Waldner, Comisaria de Relaciones Exteriores, ha dicho que ¡posiblemente inviten al Ministro de Exteriores en el lugar de Mugabe! Pues bien, su asistencia también está prohibida; su nombre aparece en el número 83 de la lista. ¿Nos pueden decir, pues, qué se va a hacer a este respecto?
Gabriela Creţu (PSE). – (RO) Señora Presidenta, estimados colegas, afirmar que los derechos de la mujer forman parte de los derechos humanos podría considerarse una tautología porque éstos son inherentes. La realidad nos demuestra que simplemente se ignoran. Recientemente hemos inventariado los retrasos en la consecución de los Objetivos de Desarrollo del Milenio, en los que las mujeres son un grupo destinatario pero también un factor esencial para el proceso de aceleración.
En el excelente informe de Elena Valenciano, se solicita a la Comisión y al Consejo que tengan en cuenta la dimensión de género en el diálogo con los países socios. Sin embargo, en un diálogo hay al menos dos partes involucradas y nosotros representamos a una de ellas. Creemos que la efectividad de las medidas para promover y defender los derechos de la mujer así como el control de su aplicación también depende de los partidos europeos, de las instituciones y de la sensibilidad de nuestros gobiernos con respecto a los aspectos de género. Está supeditado al logro de sus propios objetivos establecidos en la hoja de ruta para la igualdad de género.
No tenemos que inventar sofisticados indicadores para darnos cuenta de que en la Unión Europea hay gobiernos en los que no hay ninguna mujer y otros que defienden sin ningún sentido crítico tradiciones y prácticas que violan los derechos de la mujer. Todos sabemos que la decisión de iniciar un diálogo sobre los derechos humanos se ha adoptado sobre la base de varios criterios establecidos por el Consejo cuando determinadas situaciones en un país socio se consideran preocupantes.
Incluso en el caso más optimista de que todos los miembros del Consejo defendieran los derechos de la mujer, me pregunto qué clase de ejemplo estamos dando a un país al que se le piden medidas de representación en las estructuras políticas. Desafortunadamente, este comentario también puede aplicarse al Parlamento Europeo, en el que existe una gran reticencia a que la reforma de nuestras propias estructuras incluya un enfoque de género equilibrado.
Pedimos que haya coherencia entre las afirmaciones y las actuaciones de las instituciones europeas y de los Estados miembros. Es necesario mantener la coherencia entre las políticas de la Comunidad y los instrumentos de modo que no repercutan negativamente en las medidas de capacidad de las mujeres en los países socios. Hablar sobre las mujeres es importante pero es aún más importante permitirles hablar para mejorar el clima político y los procesos de paz y para reducir la corrupción en todo el mundo.
Bogusław Sonik (PPE-DE). – (PL) Señora Presidenta, el informe que se ha presentado tiene todo mi apoyo, especialmente porque está vinculado a uno de los problemas más acuciantes a los que se enfrenta no sólo la Unión sino el mundo entero. La calidad del diálogo y de las consultas a terceros países en el ámbito de los derechos humanos depende básicamente de la coherencia y la transparencia de las actuaciones. Me gustaría subrayar que el camino para conseguir los máximos beneficios del diálogo es el refuerzo de la cooperación, especialmente cuando entra en juego el triángulo de la toma de decisiones de la Unión. Debemos determinar con precisión cuáles son los objetivos que esperamos conseguir.
El sugerido incremento de la coherencia debe aplicarse también a la práctica común de separar el diálogo sobre derechos humanos de otras relaciones bilaterales. Hay que reconocer que el informe reitera la necesidad de eliminar este tipo de hipocresía en el caso de China. Sin embargo, su redacción no es suficientemente enérgica cuando se refiere a las relaciones con Rusia. Los criterios que aplicamos en el tema de los derechos humanos deben estar claramente definidos para todos los países y, lo que es más importante, deben ser los mismos.
Siento tener que decir que esta regla se rompe a menudo. Los criterios aceptados universalmente se aplican de forman selectiva, en función de la recompensa que puede obtenerse de cada tipo de actuación. Ésa es la situación en el caso de Rusia dado que, como ya he mencionado, la Unión Europea es el principal socio comercial de Rusia. Sin ninguna duda, de este hecho se derivan beneficios para ambas partes. Sin embargo, no podemos permitir que se relativicen los derechos humanos debido a unas buenas relaciones comerciales. Espero que no sea necesario recordar que en la Federación de Rusia es habitual el uso de la tortura y la persecución por origen racial, como en el caso de Chechenia, y que la organización Reporteros sin Fronteras sitúa a este país en el puesto 147 de la clasificación mundial de libertad de prensa, una posición que se acerca peligrosamente a la de países como China o Corea del Norte.
El resultado de lo que estoy comentando también puede aplicarse a Cuba, sobre la que, por cierto, no aparece ninguna mención en este informe. Como en el caso de Rusia, la Unión Europea, en calidad de principal socio comercial, parece hacer oídos sordos a lo que está pasando en este país. A pesar de la resolución de junio, no se ha adoptado ninguna actuación concreta. De cuando en cuando leemos que el Parlamento Europeo ha solicitado tal o cual cosa o que condena determinado aspecto pero, ¿reflexionamos sobre las consecuencias? Aún no se les ha concedido el Premio Sájarov a las Damas de Blanco de La Habana.
Otro aspecto muy importante en el ámbito de los derechos humanos es la necesidad de mejorar el instrumento que regula la búsqueda y distribución de ayuda financiera a la oposición en los países con un nivel insuficiente de democracia. Me gustaría destacar especialmente lo importante que resulta identificar correctamente las necesidades. Los grupos opositores se caracterizan a menudo por un escaso nivel de formalización. Debemos hacer todo lo que esté en nuestra mano para garantizar que el dinero llega a las personas correctas y no a aquéllos que forman parte de las autoridades. Tengan en cuenta mi opinión ya que conozco esta situación de primera mano, para estas personas las actuaciones concretas tienen mucho más valor que las resoluciones y las garantías.
Me gustaría aprovechar este debate sobre los derechos humanos para llamar la atención sobre la situación de los cristianos en los países del Medio Oriente. Estamos recibiendo información alarmante sobre este tema. En agosto, dos activistas cristianos de la Asociación Cristiana del Medio Oriente fueron arrestados y acusados de difundir agresivos mensajes en contra del Islam. En Argelia, el Gobierno ha restringido la libertad religiosa de los no musulmanes y este hecho ha tenido una repercusión directa en los cristianos que viven en el país. La represión de musulmanes cada vez más radicales también está afectando a los cristianos en países como Iraq, Egipto y el Líbano.
Joe Borg, miembro de la Comisión. − Señora Presidenta, agradezco los intercambios de opiniones sobre el informe, que demuestran el compromiso del Parlamento con la causa de los derechos humanos.
Inspirado por el debate, quiero transmitir los comentarios de la Comisión sobre las recomendaciones para aumentar la transparencia del diálogo y la participación del Parlamento Europeo y las organizaciones de la sociedad civil en todos los aspectos del diálogo y la consulta, cuestión mencionada en algunas de las intervenciones.
Aunque algunas de las recomendaciones del informe forman ya parte de la práctica normal, como las relativas a la organización de sesiones informativas iniciales y finales, las tres instituciones deben considerar atentamente las diferentes sugerencias y encontrar soluciones, teniendo en cuenta el marco jurídico de la UE y los acuerdos entre el Parlamento y la Comisión, previstos en el acuerdo marco de mayo de 2005.
En esto, debemos ser pragmáticos. Por una parte, esto significa no esconderse detrás de reglamentos ni de excusas de «hacer las cosas como siempre» y, por otro, hay que evaluar en profundidad la oportunidad política y las consecuencias de la creciente transparencia para la eficacia del diálogo y la disposición de terceros países a iniciar el diálogo desde un principio.
Las consecuencias del diálogo real y las relaciones con terceros países deben sopesarse con cuidado, para no privar a la Unión Europea de un instrumento eficaz.
En todos los casos, estoy seguro de que lograremos alcanzar los acuerdos necesarios para atender la necesidad de información y preservar y aumentar la eficacia del instrumento.
Respecto a la cuestión planteada sobre la inclusión de los derechos humanos en los acuerdos comerciales y sectoriales, la Comisión considera que no existe necesidad alguna de replicar la cláusula sobre derechos humanos contenida en los acuerdos de asociación, los acuerdos de asociación y cooperación o los acuerdos sectoriales.
La ausencia de una cláusula de este tipo en los acuerdos sectoriales no nos impide realizar consultas sobre derechos humanos con el país en cuestión, ni utilizar alguno de los instrumentos del arsenal de la Unión Europea en materia de derechos humanos.
En cuanto a los programas de cooperación a favor de la democracia y los derechos humanos, la Comisión quiere recordar al Parlamento que el nuevo instrumento, la Iniciativa Europea para la Democracia y los Derechos Humanos, destinará fondos específicos a proyectos desarrollados en países difíciles como Cuba y Birmania/Myanmar, mencionados en este debate.
En cuanto a la cuestión de la universalidad de los derechos humaos, permítanme que insista en que la Unión Europea suscribe el principio de la universalidad, indivisibilidad, interdependencia e interrelación de todos los derechos humanos.
Según este principio, proclamado por la Conferencia Mundial sobre Derechos Humanos celebrada en Viena, los derechos humanos se enfocan a escala mundial de una manera justa y equitativa, en igualdad de condiciones para todos y con el mismo hincapié. Por supuesto, esto no excluye que, en una sesión, algunos derechos reciban una especial atención por los acontecimientos sobre el terreno o por la mayor disposición de nuestros socios en el diálogo a abordar unas cuestiones en lugar de otras.
La Comisión celebra, en particular, que el informe dedique varias recomendaciones a los derechos de la mujer y a su inclusión en el diálogo. No debemos olvidar tampoco otros derechos y grupos que merecen atención.
En cuanto a la cuestión de las misiones de observadores electorales, la Comisión está de acuerdo en que el diálogo político, y sobre todo el diálogo sobre derechos humanos, ofrece la oportunidad de pedir a los países socios el seguimiento de las recomendaciones para las misiones de observadores electorales de la UE. En este contexto, la Comisión ha defendido también la implicación en todo momento del Responsable de Misiones de la Unión Europea.
Este seguimiento debe centrarse en acciones de las autoridades políticas y electorales concernidas y en un papel activo para la sociedad civil y la defensa de la democracia, incluida la reforma electoral.
La Comisión no está convencida de la necesidad de establecer para ese fin un mecanismo de protocolo postelectoral específico y distinto. La Comisión considera que existen mecanismos de asistencia, instrumentos de diálogo y vigilancia para asegurar estrategias postelectorales y apoyo a la democracia, y que esos mecanismos deben seguir utilizándose.
Con respecto a la pregunta específica del señor Van Orden, transmitiré su preocupación y pregunta a la Comisaria Ferrero-Waldner, quien sin duda alguna le proporcionará una respuesta.
Para terminar, permítanme decir que he tomado buena nota de muchos de los otros comentarios específicos que se han hecho sobre situaciones particulares. Les aseguro que transmitiré esos comentarios a la Comisaria Ferrero-Waldner, quien desde luego los considerará debidamente.
Presidente. − El debate queda cerrado.
La votación tendrá lugar el jueves 6 de septiembre de 2007.
Declaraciones por escrito (Artículo 142)
Alessandro Battilocchio (NI), por escrito. – (IT) Deseo expresarle mi más sincero agradecimiento a la ponente por su trabajo ya que creo que adoptar una política europea coherente sobre los derechos humanos y la democracia cuando se participa en diálogos internacionales es de vital importancia. De hecho, demasiado a menudo los argumentos basados en intereses económicos y estratégicos prevalecen sobre las buenas intenciones y los valores europeos proclamados en esta Cámara. Especialmente cuando se trata de acuerdos comerciales con terceros países o de negociaciones de la OMC, en ocasiones la UE no le presta la suficiente atención a los derechos de los trabajadores, de las minorías, de las mujeres y de los niños fuera de las fronteras de la UE, lo que le convierte en cómplice tácito de atrocidades criminales y prácticas intolerables. Una política energética, económica y social europea que consiga que la UE sea más independiente en términos de recursos humanos y energéticos también contribuiría a que Europa se liberara de las ataduras sociopolíticas que en algunos casos le obligan a mantenerse en silencio con respecto a los derechos humanos. Finalmente quería señalar que a menudo se hace caso omiso de muchas resoluciones y declaraciones del PE: es importante que tanto el Consejo como la Comisión presenten más atención a las solicitudes de los diputados al PE, que dan voz a las peticiones de personas o grupos étnicos que de otro modo quedarían excluidos de cualquier forma de comunicación.
Hanna Foltyn-Kubicka (UEN), por escrito. – (PL) Entre las muchas cosas positivas que se incluyen en este informe, merece la pena destacar especialmente el hecho de que solicite al Consejo y a la Comisión una mayor implicación del Parlamento en la preparación y seguimiento de los diálogos con terceros países. Al fin y al cabo, la opinión del Parlamento Europeo sobre temas de derechos humanos goza de una gran consideración en todo el mundo.
Sin embargo, no debemos olvidar que el diálogo con países que no pertenecen a la Unión no debe convertirse en un fin en sí mismo. Debe afirmarse categóricamente que los derechos humanos no pueden desempeñar una función en ningún tipo de negociación con una base económica o diplomática. La violación de estos derechos no puede tolerarse y la Unión Europea, junto con sus agencias, debe defender este principio sin reservas teniendo en cuenta los valores morales, culturales e históricos que le sirven de guía.
Lo que debemos hacer fundamentalmente es ejercer una influencia constante y coherente sobre países como Rusia o China, con los que ya hace tiempo que se mantiene un diálogo institucionalizado. Es esencial hacer un seguimiento de los resultados de los acuerdos y obligaciones que éstos hayan contraído en las sucesivas rondas de consultas ya que es el único modo de conseguir un progreso real. En este contexto, resulta muy grato que el informe mencione los ámbitos en los que a estos países aún les queda mucho por hacer. Aunque, desgraciadamente, todavía existe una gran cantidad de problemas como éstos.
15. Aplicación de la sostenibilidad de la pesca a través del rendimiento máximo sostenible (debate)
Presidente. − El siguiente punto es el informe (A6-0298/2007) de la señora Fraga Estévez, en representación de la Comisión de Pesca, sobre la aplicación de la sostenibilidad de la pesca en la UE a través del rendimiento máximo sostenible (2006/2224(INI)).
Carmen Fraga Estévez (PPE-DE), Ponente. – (ES) Señora Presidenta, permítame decir, en primer lugar, que, en el día de hoy, se ha producido un naufragio de un buque pesquero español frente a las costas andaluzas, en el que han fallecido tres personas y cinco se encuentran, en este momento, desaparecidas. Pido a este Parlamento que se una al dolor de las familias y al deseo del rescate de los marineros desaparecidos.
Y con esto, paso al informe que nos ocupa en el día de hoy. Lo primero que me gustaría destacar, como la propia Comisión reconoce y este Parlamento ha expresado en numerosas ocasiones, es el rotundo fracaso del sistema comunitario de gestión pesquera que, a lo largo de sus muchos años de vigencia, ni ha garantizado la sostenibilidad de los recursos, ni mucho menos, ha respaldado un sector pesquero eficiente y rentable.
Paradójicamente, el sistema de gestión es el único que no ha participado a fondo de la gran reforma del año 2002 y, por ello, la Comisión tiene que estar parcheando ahora aquí y allá, afrontando descartes insostenibles, inventando cada día medidas de control e instaurando planes de recuperación, pero sin abordar el fondo del asunto: la definición de un marco coherente y actualizado del modelo de gestión pesquera.
En este contexto, nos llega la Comunicación de la Comisión, que opta por el rendimiento máximo sostenible como punto de referencia para la explotación pesquera a largo plazo, un modelo teórico que busca compaginar la explotación más eficaz de una especie, garantizando a la vez la sostenibilidad biológica. El problema es que el rendimiento máximo sostenible —que, como concepto intelectual y teórico puede ser irreprochable— ha desvelado tener no pocas contradicciones en su aplicación práctica y, de hecho, gran parte de la comunidad científica lo considera ya ampliamente superado.
La cuestión sería, por tanto, redefinir el modelo de manera que permita adaptarlo a la realidad de las pesquerías comunitarias. Y aquí es donde se plantean una serie de interrogantes sobre cómo hacerlo, que el informe que hoy presentamos ha intentado poner de relieve y a los que, de ninguna manera, responde la Comunicación de la Comisión, muy ambigua y con una gran indefinición.
Quede claro que no estamos criticando aquí la intención de la Comisión de imponer un nuevo modelo de gestión sino su incapacidad de explicarnos cómo va a superar las dificultades de ponerlo en práctica y de salvar los escollos que el propio rendimiento máximo sostenible contiene en su propia formulación. Entre ellos, sabemos que el rendimiento máximo sostenible necesita de series largas de datos científicos fiables y precisos, mientras que, para la inmensa mayoría de las especies, tal grado de certeza no es posible.
Por otro lado, el modelo fue creado basándose en la explotación de una única población, mientras que la gran mayoría de las pesquerías comunitarias son multiespecíficas, lo que significa sobreexplotar o subexplotar a muchas de ellas, algo evidentemente contrario a la propia definición de rendimiento máximo sostenible. Tampoco sirve para las especies pelágicas, y también sabemos hoy día que, en el estado de las poblaciones, influyen otros factores, como fallos en el reclutamiento o factores ambientales, que pueden conducir a definiciones erróneas del rendimiento máximo sostenible.
Lo que sí es seguro es que una aplicación estricta del rendimiento máximo sostenible resultará, a corto plazo, en una disminución, a veces drástica, de las posibilidades de pesca y, por tanto, de la actividad, los ingresos y el empleo de la flota comunitaria.
Señora Presidenta, permítame agradecer las contribuciones de todos mis colegas y solicitar la aprobación de un informe mediante el que la Comisión de Pesca quiere pedir a la Comisión Europea que despeje primero todas estas incertidumbres antes de implantar manu militari a algunas especies de gran importancia económica la versión de un modelo cuya eficacia para muchas pesquerías está científica y económicamente en cuestión; que aborde antes seriamente un sistema de gestión pesquera claro, con un enfoque ecosistémico, y que decida entonces la adaptación de los puntos de referencia y el modelo elegido, sea basado en el RMS o en otro, y no sin antes — insisto en esto— acompañarlo de un análisis socioeconómico sobre las repercusiones de su implantación y las medidas para contrarrestar su impacto, cuestiones todas ellas que son, ahora mismo, la gran preocupación de nuestros sectores y la nuestra propia.
Joe Borg, miembro de la Comisión. − Señora Presidenta, antes de nada quiero dar las gracias a la ponente, señora Fraga Estévez, y a todos los miembros de la Comisión de Pesca, por su detallado informe sobre la aplicación de la sostenibilidad de la pesca a través del rendimiento máximo sostenible (RMS).
Celebro ver que existe entre nosotros un consenso general, sobre todo sobre la necesidad de avanzar de la toma de decisiones anual a un enfoque más gradual y una mejor planificación del sector. Un enfoque a más largo plazo permitirá también una mayor estabilidad y sostenibilidad en la explotación de los recursos pesqueros.
Estoy convencido de que coincidimos en los objetivos de adoptar urgentemente medidas para mejorar la mala situación de los recursos pesqueros en Europa con el fin de permitir que las poblaciones alcancen niveles sostenibles, mejorando al mismo tiempo la rentabilidad de las industrias pesqueras a largo plazo.
Aparte de los beneficios para la industria, existe un compromiso político internacional que debemos respetar. En particular, agradezco y comparto la opinión de la Comisión de Pesca de que la política pesquera común necesita un nuevo modelo de gestión para la creación de oportunidades de pesca, la recuperación de poblaciones agotadas y la adaptación de los niveles de actividad pesquera a unos niveles sostenibles y rentables.
Asimismo, y muy importante, la principal medida que se puede tomar para reducir los descartes en aguas europeas es ajustar la actividad pesquera a los niveles del RMS.
Soy consciente de que hay también problemas. Comparto la preocupación por muchos de esos problemas y sé que tendrán que abordarse. En primer lugar, sé que la evaluación del RMS no es un asunto sencillo. Existen incertidumbres científicas y el asunto se complica por los efectos en los ecosistemas y las cuestiones relacionadas con las pesquerías mixtas.
La ciencia de la pesca no es capaz todavía de predecir con exactitud cuál será el RMS de una cierta población o mezcla de poblaciones. Pero no debemos quedarnos sólo con las dificultades. La ciencia puede decirnos en qué dirección debe avanzar la pesca para mejorar los rendimientos y reducir los costes. Aunque el destino sea impreciso, la dirección se conoce muy bien.
Debemos empezar a movernos en la dirección correcta y evaluar y revisar progresivamente los puntos de referencia del RMS a medida que se desarrollen las pesquerías.
Se tiene que estudiar en profundidad la situación de las pesquerías mixtas y encontrar las mejores soluciones posibles en relación con el rendimiento potencial de todo el sistema de pesquerías.
Este enfoque progresivo permitirá explorar aspectos medioambientales, económicos y sociales. Es también el enfoque que se ha adoptado en el plan a largo plazo para la platija y el lenguado en el mar del Norte, que se aprobó el año pasado y que a mí me parece un buen modelo para la aplicación de este enfoque. Como se insiste en su informe, es urgente que empecemos a movernos en la dirección correcta.
Permítanme insistir aquí en que los planes de gestión a largo plazo en términos prácticos hacen avanzar la gestión de la pesca en la dirección correcta: es decir, la alejan de la sobreexplotación y no necesariamente hacia un objetivo fijo de RMS.
Estos planes prevén una revisión periódica de objetivos que permita la adaptación de los objetivos de RMS cuando sea necesario; por ejemplo, cuando se produzca un cambio en el medio natural o cuando se revise el asesoramiento científico.
En segundo lugar, estoy de acuerdo en que es importante abordar las cuestiones relacionadas con la pesca a escala local e implicar a las partes interesadas en las decisiones importantes referentes a la definición de objetivos, la velocidad a la que debemos avanzar hacia el logro de dichos objetivos y la combinación adecuada de medidas para realizar adaptaciones fiscales, administrativas y técnicas.
La Comisión elaborará únicamente planes para obtener el RMS a escala regional y sólo después de una consulta detallada con los sectores afectados. Los consejos consultivos regionales desempeñarán un papel importante en esto y su trabajo ya ha empezado. Los análisis económicos y sociales son también importantes en este proceso y la Comisión acompañará todas las propuestas de planes de gestión con evaluaciones de impacto, que analizarán aspectos económicos, sociales y medioambientales de las propuestas.
Una parte necesaria de la elaboración de planes para obtener el RMS es el aumento de las ayudas para la investigación pesquera. Los programas marco, el trabajo del Comité Científico, Técnico y Económico para la Pesca y el apoyo del Consejo Internacional para la Exploración del Mar serán todos ellos importantes en este contexto, que será un área prioritaria en los próximos años.
El viraje a una pesca basada en el RMS exigirá, en muchos casos, ajustes en la capacidad de la flota y reducciones en la actividad pesquera. El Fondo Europeo de Pesca se creó para que los Estados miembros puedan planificar el desarrollo de la capacidad de la flota nacional y utilizar la cofinanciación del presupuesto comunitario para ajustar el tamaño de la flota dependiendo de los objetivos a largo plazo y teniendo en cuenta las necesarias medidas sociales y económicas.
Quiero decir también algunas palabras sobre las tres enmiendas propuestas por el señor Schlyter. La Comisión cree que un enfoque gradual para avanzar hacia las condiciones del RMS debe ser, efectivamente, la regla general. No es necesario en todos los casos hacer un viraje radical hacia el RMS. En cuanto a la metodología científica para alcanzar el RMS, la Comisión pedirá asesoramiento científico caso por caso. No debemos prejuzgar el debate científico prejuzgando qué métodos pueden ser mejores que otros.
Por último, como ya he dicho, es correcto decir que el Fondo Europeo de Pesca ofrece a los Estados miembros recursos para que puedan conceder ayuda pública a la reestructuración de las flotas pesqueras en línea con las estrategias del RMS. Pero esto no debe verse como una compensación, porque el sector pesquero será el beneficiario último de la nueva política, sino como un incentivo económico para hacer la transición.
La Comisión continuará el diálogo con el sector de la pesca y empezará a considerar planes específicos a largo plazo para algunas pesquerías desde la perspectiva del RMS. La puesta en práctica de esos planes mejorará la estabilidad y la productividad de las poblaciones y de la industria.
Espero debatir con ustedes esos planes en el futuro, cuando la Comisión haya realizado evaluaciones de impacto, consultado al sector y preparado nuestra propuestas. Queda mucho trabajo por hacer y les agradeceré mucho su ayuda para desarrollar este ámbito de la política.
Avril Doyle, en nombre del Grupo del PPE-DE. – Señora Presidenta, he acogido con satisfacción el informe de la señora Fraga Estévez y, sobre todo, su insistencia en los problemas que plantea la propuesta de la Comisión, porque yo también tengo serias reservas sobre las propuestas del Comisario de adoptar un modelo basado en el rendimiento máximo sostenible (RMS) como punto de referencia para la gestión de las poblaciones de peces.
El año 2015 es una fecha política, no científica. Es demasiado pronto para algunas poblaciones y demasiado tarde para otras en el contexto de la sobrepesca. Aunque la propuesta pretende maximizar el rendimiento económico de una pesquería, y mantener también la capacidad de la población para producir un rendimiento máximo sostenible a largo plazo, me temo que, lejos de reducir los niveles de capturas descartadas, algunas deficiencias críticas en el modelo pueden causar sobreexplotación, ya que los supuestos básicos utilizados para calcular los niveles de capturas se basan en especies únicas y en la pesca en aguas poco profundas, sin tener en cuenta la diversidad geográfica y biológica.
Aplaudo el objetivo de aumentar la eficiencia en la protección de las especies de peces, como tenemos que hacer todos. Pero creo que la Comisión no ha investigado suficientemente este punto. No se ha realizado una evaluación en profundidad de los riesgos de error en el modelo del RMS. Además, para la gran mayoría de los científicos y también para la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación, el modelo tradicional del RMS ha sido sustituido por enfoques más modernos que abarcan el ecosistema en su conjunto, en lugar de aplicar un concepto obsoleto de dinámica de las poblaciones animales.
El RMS es un instrumento claro, basado en el logro de una producción excedente durante la etapa de alto crecimiento de la población antes de que ésta alcance la capacidad de regeneración. Pero es un instrumento que puede llevar a la sobreexplotación cuando se aplica a pesquerías multiespecíficas, ya que no se pueden obtener unos niveles óptimos de todas las especies al mismo tiempo, o cuando se aplica a especies pelágicas que viven en mares profundos y aguas abiertas como en el mar del Norte y el Atlántico.
Si se adopta este modelo, producirá al mismo tiempo el agotamiento de las poblaciones y el hundimiento del mercado. Pido al Comisario que adopte un enfoque sensato, científico y basado en pruebas. Usted mismo ha dicho, señor Comisario, que no debe prejuzgarse el debate científico. Estoy de acuerdo con usted. Adoptemos un enfoque científico y basado en pruebas y volvamos a examinar esta propuesta en lugar de − con todo respeto − limitarnos a bailar, aunque sea con retraso, al son que nos marque el Consejo Internacional para la Exploración del Mar.
Paulo Casaca, en nombre del Grupo PSE. – (PT) Señora Presidenta, Comisario, Presidente de la Comisión de Pesca, desearía comenzar felicitando a la ponente por su excelente trabajo y también a la Comisión por su comunicación, que responde a una de las exigencias que ella misma aprobó en la Cumbre de Johannesburgo de 2002 y que también corresponde al primero de los ocho objetivos perfilados en aquella conferencia. Sin duda la Comisión Europea ya ha conseguido múltiples logros en el ámbito de estos ocho objetivos, pero quisiera recordar al Comisario que estamos en 2007 y tenemos objetivos para 2015 fijados en una Cumbre que tuvo lugar en 2002. El hecho de que aún estemos debatiendo esta comunicación en este punto no parece constituir una respuesta suficientemente rápida ante la magnitud de los retos a los que nos enfrentamos.
Me han resultado muy gratas las palabras del Comisario sobre la necesidad de adoptar un nuevo modelo de gestión y, dado que la propuesta enfatiza el concepto de gestión del ecosistema, creo que vamos por el buen camino. Sin embargo, si consideramos que el concepto de rendimiento máximo sostenible es algo radicalmente nuevo, estamos cometiendo un error, ya que este concepto, que es un concepto teórico, ha sido siempre el elemento subyacente de la fijación de todas las cuotas y los totales admisibles de capturas (TAC), que sólo pueden determinarse sobre la base de este concepto. El problema es que la aplicación de este concepto implica múltiples problemas, problemas que han descrito a la perfección nuestra ponente y nuestra colega, la señora Doyle, y no podemos basar nuestras actuaciones simplemente en una aplicación a ciegas del concepto, sino que debemos intentar mejorar su eficacia, comprobando en qué falla y en qué puntos genera resultados positivos. Sinceramente, no creo que sea esto lo que consigue esta comunicación y por eso debemos utilizar todos los demás medios adicionales para avanzar.
Ése es ahora el desafío al que se enfrenta la Comisión, de la que esperamos tener buenas noticias próximamente.
Chris Davies, en nombre del Grupo ALDE. – Señora Presidenta, lamento que ésta sea una de esas ocasiones en que me alegro de que el Parlamento tenga tan pocos poderes en este ámbito, especialmente dada la posibilidad real de que este informe sea aprobado en la votación de mañana.
Si se aprueba, puede que algunos digan: «Bien, el Parlamento ha pedido a la Comisión que reconsidere sus propuestas». No me gustaría que se hiciera ese gesto de relaciones públicas; quiero que la Comisión sepa que existen al menos algunos diputados en el Parlamento Europeo que discrepan totalmente de lo que se está proponiendo aquí.
El informe elaborado por la Comisión en 2006 fue poco convincente y no mereció la pena haberlo escrito. Se propusieron planes y más planes, pero pocas acciones. Sin embargo, lo que ahora propone aquí la ponente – en nombre del Parlamento – me parece aún peor. Me fijo sobre todo en un apartado: «Entiende, en consecuencia, que una propuesta para la implantación del rensimiento máxio sostenible (RMS) no está lo suficientemente madura». Aparentemente, necesitamos más análisis. Así que, mientras la Comisión quiere planes, nosotros simplemente queremos seguir hablando de planes. ¿Cuándo se va a hacer algo? Si esto es aprobado mañana por el Parlamento, espero que la Comisión lo rechace en su totalidad, porque me parece una irresponsabilidad absoluta.
Hay una pregunta, una pregunta legítima, sobre la metodología que debe aplicarse para conseguir el estado del RMS. Francamente, nosotros sabemos lo que se necesita; la mitad de las veces se juega con las palabras. Si dos tercios de las poblaciones de peces se pescan por encima de unos límites biológicos seguros, hay que poner fin a la pesca; hay que apacar las flotas, hay que dejar a los pescadores sin trabajo, posiblemente con alguna indemnización, hasta conseguir que se recuperen las poblaciones y demos a todos la oportunidad de un futuro saludable a largo plazo. Tenemos que permitir que las poblaciones de peces se recuperen.
Sinceramente, podemos discutir los detalles de cómo conseguir la perfección en el estado del RMS cuando hayamos conseguido los niveles de pesca firmemente garantizados a largo plazo.
Señor Comisario, siento el mayor de los respetos por usted; desde que nos conocimos por primera vez, me ha gustado lo que usted dice. ¿Puedo añadir dos cosas? Primero, creo que su labor es demasiado discreta; creo que su gabinete le retiene en reuniones de trastienda. Creo que Europa necesita un adalid de la pesca y, de la misma forma que usted tiene que resolver algunos problemas, también tiene que ponerse delante de las cámaras de televisión de Europa y explicar lo que hay que hacer.
Segundo: han transcurrido ya tres años de los cinco de su mandato. Se han propuesto muchas ideas buenas, pero no se han puesto suficientemente en práctica. Me gustaría que usted escribiera un capítulo importante en la historia de la Unión Europea sobre la deplorable política pesquera común y su reforma. Así que, por favor, ¡deje de pensar en usted mismo como una nota a pié de página y salga ahí fuera y actúe!
Hace cinco años estuve en Johannesburgo, donde la Unión Europea aprobó el principio de garantizar el estado de rendimiento máximo sostenible antes de 2015. No hablamos de introducir una política en 2015; hablamos de conseguir la recuperación de las poblaciones de peces hasta esos niveles en 2015. No tendría que haber sido una medida aislada; tiene que ser más que eso.
Si queremos conseguir eso en ocho años, es probable que ya sea demasiado tarde. Tenemos que empezar a cumplir lo prometido y, hasta entonces, todos los días que pasen tendrá usted que considerarse a sí mismo un fracasado.
No escuche al Parlamento; no escuche a los Ministros que tratan de entorpecer, y entorpecen, su labor todo el tiempo – simplemente empiece a cumplir lo prometido.
Carl Schlyter, en nombre del Grupo Verts/ALE. – (SV) Señora Presidenta, estoy de acuerdo con gran parte de lo que ha dicho el señor Davies. ¡La pesca está agonizando! Cuando muera, los pescadores dejarán de tener ingresos. Por eso es mucho más inteligente invertir en el futuro determinando ahora rendimientos máximos sostenibles que utilizar un rendimiento máximo disponible, que es lo que se ha hecho hasta ahora en virtud de la política adoptada por la Unión hasta el momento. ¡Es totalmente insostenible!
Podemos debatir sobre los vacíos científicos de los métodos y sobre el hecho de que quizás es un instrumento general. Pero la UE también ha determinado que la inflación baja sea un objetivo global de la política económica, lo que constituye un instrumento realmente general, y este hecho no ha recibido las mismas críticas. En estos casos es un instrumento mucho más definido y eso es algo que quiero agradecer al Comisario. Se ha dado cuenta de que la política es totalmente errónea, un verdadero fracaso, y ahora está intentando corregirla.
Después debatiremos el problema de los descartes y quizás el comienzo para resolver los problemas sea una combinación de medidas. Pero cuando hablemos sobre valoraciones socioeconómicas, deberemos tener una perspectiva a más largo plazo. Ésa es la idea central de mi enmienda. Sin ella, podría afirmarse que: «¡En este momento los pescadores no quieren hacer nada!».Eliminar el trabajo de los pescadores de futuras generaciones, resulta, en todo caso, una valoración socioeconómica muy pobre.
Pedro Guerreiro, en nombre del Grupo GUE/NGL. – (PT) Como comentario general a los puntos fundamentales incluidos en el informe que estamos debatiendo, que tiene una importancia vital para el sector de la pesca, consideramos que es importante señalar las diferencias entre la aplicación a corto y a largo plazo del principio de sostenibilidad en este ámbito. Es decir, los planes a largo plazo pretenden definir objetivos o metas para conseguir una situación estable tras un periodo relativamente largo de tiempo, mientras que las medidas a corto plazo se basan en propuestas elaboradas anualmente cuyo objetivo es rectificar, en un breve periodo de tiempo, los índices de mortalidad por pesca hasta que se alcance el nivel propuesto como objetivo a largo plazo.
En cuanto al objetivo a largo plazo para la pesca, se puede aceptar el objetivo principal definido en Johannesburgo, es decir, la obtención de una captura máxima sostenible en los caladeros. Sin embargo, es importante destacar que, para fijar el objetivo de rendimiento máximo sostenible es esencial aplicar análisis científicos para determinar el índice de mortalidad por pesca que garantice la captura máxima que los recursos pesqueros pueden proporcionar de un modo sostenible. Para ello es fundamental tener en cuenta las características naturales de cada recurso pesquero, además de conocer la naturaleza y el tipo de los métodos de pesca. Para evaluar el nivel de pesca adecuado para el objetivo a largo plazo, es necesario comprobar las previsiones elaboradas por los científicos, lo que implica que dichas previsiones deberán basarse en información fiable, deberán ser adoptadas por los gestores y aceptadas y obedecidas por los pescadores y deberán preservar siempre, y deseo enfatizar el «siempre», la situación socioeconómica del sector de la pesca y de las comunidades pesqueras.
En la práctica, el objetivo es calcular las capturas a largo plazo y los índices de mortalidad por pesca correspondientes. Para conseguirlo debemos seleccionar un criterio de sostenibilidad y determinar el nivel de pesca que genere el máximo nivel de captura sostenible. Aquí es donde comienza el verdadero debate.
Se han propuesto distintos valores de los índices de mortalidad por pesca para la gestión a largo plazo de los caladeros en las zonas económicas exclusivas de los Estados miembros. Algunos científicos opinan que es preferible fijar un índice de mortalidad por pesca de F0.1 en lugar de, por ejemplo, FMSY, un valor que consideran menos apropiado. Debemos señalar que no ha de confundirse el FMSY, que es un valor del índice de mortalidad por pesca, con el MSY, que es el nivel de capturas.
Finalmente, estoy de acuerdo en que es esencial que las medidas de sostenibilidad vayan acompañadas por una evaluación de las consecuencias y los costes socioeconómicos derivados de su puesta en práctica.
Thomas Wise, en nombre del Grupo IND/DEM. – Señora Presidenta, no es frecuente que un miembro del UK Independence Party felicite a un ponente en esta Cámara. En este caso, haré una rara excepción.
La Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación ha estimado que la captura del 70 % de especies de peces en este planeta ha alcanzado o superado ya el rendimiento máximo sostenible (RMS). La política pesquera común, con el lamentable problema de los descartes que origina, ha realizado una importante contribución a lo que puede ser un grave desastre ecológico, sobre todo en el mar del Norte.
En el decenio de 1980, el Gobierno canadiense fue advertido por los pescadores de la peligrosa sobrepesca del bacalao. El Gobierno ignoró las advertencias y, en 1992, las poblaciones de bacalao se agotaron totalmente. En aguas europeas parece estar produciéndose ahora una situación parecida.
La ponente hace referencia a un análisis deficiente y a las soluciones inadecuadas que se ofrecen en la Comunicación de la Comisión, que ella tacha de simplistas. La Comisión ha sido criticada recientemente por la forma de recabar e interpretar estadísticas sobre cuestiones marítimas. En un informe reciente, el Gobierno británico hace referencia a «la ausencia de datos necesarios sobre cuáles deben ser los objetivos adecuados». La interpretación que la Comisión hace del RMS se basa en modelos desfasados y en conceptos ecológicos dogmáticos. Demuestra claramente su deseo de ampliar a toda costa sus competencias.
La pérdida de nuestras poblaciones de peces es un precio demasiado alto y agradezco a la ponente por haber sido sincera en sus críticas a la Comunicación de la Comisión. Es desde luego significativo que el Grupo eurófilo del PPE-DE esté haciéndose eco de la postura del UKIP. ¡Pero bueno, antes o después todos llegamos a ese mismo sitio!
Jean-Claude Martinez, en nombre del Grupo ITS. – (FR) Señora Presidenta, Comisario, los informes de nuestros dos colegas, incluido el de la señora Fraga, están relacionados con el problema irresoluble de la pesca; irresoluble porque las poblaciones de peces son limitadas y la demanda crece constantemente. La política en materia de pesca no es la PAC.
Desde 1968 y Sicco Mansholt, la Comisión lleva cometiendo un error estratégico durante los últimos 40 años con la PAC, que equivale a un crimen contra la humanidad: la humanidad necesita cereales y leche, y existe escasez de oferta, como demuestran los aumentos de los precios.
Lo que ocurre con la política en materia de pesca es diferente. Los errores de la Comisión se derivan de sus pecados habituales y tecnocráticos, no de un crimen estratégico. La gestión de las poblaciones de peces mediante TAC, cuotas, IFOP y POP ha fracasado. La Comisión ha legislado en todas las áreas: redes, arqueo, la potencia de la flota, número de unidades y, al final —como señala la ponente— hay menos pecadores, menos bacalao, e incluso menos atún rojo en el Mediterráneo, motivo de la furia de los pescadores en junio y julio. En mi región, por ejemplo en el puerto de Sète o Le Grau-du-Roi, los pescadores que emplean el método de «thonaille», es decir, la pesca tradicional costera con pequeñas redes, protestaban porque no podrían pescar a partir de julio.
Sin embargo, a pesar de todas las comprobaciones, toda la destrucción, todas las sanciones —quizás un día se pongan pulseras electrónicas a los pescadores para supervisar sus movimientos— la ponente nos dice que las poblaciones están amenazadas. La política pesquera común no ha funcionado, ¿por qué? Porque el problema es de ámbito mundial: China, Indonesia, Filipinas y Perú pescan. Al igual que ocurre con las vides, que nosotros arrancamos mientras que el resto del mundo las planta, estamos desmantelando nuestros barcos mientras que los EE.UU. construyen más y Rusia, Islandia y Noruega aumentan la potencia de los suyos.
Se pueden inventar indicadores, una especie de rendimiento máximo sostenible pero, si el vecino pesca más, el hecho de que nosotros pesquemos menos no mejorará el estado de las poblaciones. Además, como la cría, es decir, la acuicultura, tampoco supone una solución real a causa de las harinas de pescado, la pesca es, por lo tanto, la demostración perfecta de que el ámbito comunitario es demasiado alto cuando se trata de la pesca costera y la decisión debería ser local, y demasiado bajo cuando la pesca se realiza en alta mar. En estos casos, o bien ascenderemos rápidamente a escala mundial con la ayuda de los científicos o, si no, a finales del siglo XXI iremos al cine a pescar los últimos Nemos.
Jim Allister (NI). – Señora Presidenta, acojo con satisfacción y apoyo este informe y felicito a la ponente por su elaboración. Llevamos años hablando de pesca sostenible, tantos años como llevamos soportando los controles burocráticos. Pero las poblaciones de peces no se han recuperado en general, y los pescadores son cada vez menos y mucho más pobres. Es difícil no llegar a la conclusión de que la política de pesca ha sido, hasta la fecha, un fracaso estrepitoso.
Los pescadores llevan años diciéndolo, pero hasta ahora la Comisión no les había escuchado – ni tampoco, según parece, el señor Davies, quien parece querer más del mismo fracaso. Los totales admisibles de capturas (TAC) y las cuotas como instrumento fundamental de control han sido un desastre, produciendo el escándalo de los descartes y condenando a muchos pescadores a la pobreza. Pero, dentro del nuevo modelo propuesto del rendimiento máximo sostenible, seguimos teniendo ese solapamiento negativo del régimen de TAC y cuotas con el régimen de esfuerzo pesquero. Estos dos regímenes deben separarse. No podemos tener las dos cosas. Todos queremos una pesca sostenible, pero eso significa también sostenibilidad para los pescadores. Significa desincentivar los descartes. Significa simplificar las medidas técnicas y apostar por la flexibilidad. Lleguemos allí lo más deprisa que podamos.
Rosa Miguélez Ramos (PSE). – (ES) Señora Presidenta, creo que es muy tarde, estamos todos ya muy cansados y creo que un tanto conmocionados por esa terrible noticia de la muerte de tres pescadores y la desaparición de cinco más en aguas gaditanas —el barco pertenecía a la flota de Barbate— y pienso que a todos nos deberían hacer reflexionar noticias como ésta, que dan prueba de las dificultades de una profesión que, aún a día de hoy, puede llevarse a ocho hombres de un solo golpe.
En ese sentido, creo, señor Comisario, que uno de los principales problemas que plantea esta Comunicación es que, al pretender actuar sobre los recursos restringiendo únicamente las actividades pesqueras, sin obligar al resto de los actores económicos con actividades ligadas al ecosistema marino, pierde —y perdemos todos— legitimidad política, sobre todo porque la Dirección de la Comisión encargada de pesca es también responsable de los asuntos marítimos.
La segunda de mis preocupaciones, o de mis interrogantes, es saber cómo la Comisión entiende la aplicación del RMS desde el punto de vista práctico, y es que todo indica que se plantean problemas, y problemas serios, sobre todo en el caso de las pesquerías mixtas en las que las diferentes especies actúan entre ellas y la tasa de captura que determina el nivel de esfuerzo no corresponde al RMS de cada especie individualmente. Otro problema que tenemos también es con aquellas poblaciones para las que no disponemos de ningún tipo de evaluación.
Lo cierto es que los profesionales del sector están preocupados y tienen razón cuando dicen que los huecos que deje la flota comunitaria para responder al RMS, a este compromiso político del RMS, esos huecos van a ser inmediatamente ocupados por empresas de terceros países, ya que el mercado pesquero está condicionado por la necesidad de garantizar un aprovisionamiento continuo.
Ian Hudghton (Verts/ALE). – Señora Presidenta, a lo largo de los años no siempre he estado de acuerdo con nuestra ponente, señora Fraga Estévez, pero hoy sí lo estoy con gran parte de su informe. Dice que el sistema comunitario ha dificultado los controles y favorecido los descartes. Dice que acoge con satisfacción la Comunicación de la Comisión en la que se reconoce el fracaso de la política actual de gestión pesquera. Dice que será difícil aplicar el modelo de rendimiento máximo sostenible a pesquerías multiespecíficas, que son la mayoría de las pesquerías donde faenan los pescadores escoceses. Advierte que el modelo no es adecuado para las especies pelágicas.
Discrepo con las palabras «elimine las discriminaciones» y mañana pediré una votación por partes para suprimirlas, porque sé por algunas conversaciones que he tenido con nuestra ponente que ésta es la clave para atacar la relativa estabilidad que, mientras que tengamos una política pesquera común, tiene que existir. Pero estoy también de acuerdo con los comentarios anteriores del Comisario, cuando ha dicho que tenemos que empezar a movernos en la dirección correcta. Después de tres años de sufrir las consecuencias negativas directas de la política pesquera común, tendríamos que haber avanzado ya mucho más.
Urszula Krupa (IND/DEM). – (PL) Señora Presidenta, dado que mi tiempo se limita a un minuto, me han pedido que tome la palabra en nombre de los pescadores polacos, que desean señalar que la normativa que se ha presentado en referencia a la prohibición de la pesca del bacalao discrimina a los pescadores polacos, especialmente en vista del amplio conocimiento sobre las capturas de otros países.
Los pescadores esperan que la formulación de la normativa se deba a que la Comisión Europea ignora el verdadero nivel de pesca en el mar Báltico de cada país. Solicitan que se revoque la normativa y que se nombre una comisión independiente especial auspiciada por el Parlamento Europeo para investigar y explicar los principios y el método de los números del recuento pesquero en el mar Báltico tras la ampliación de la Unión en 2004 y para conocer el alcance de las irregularidades.
Catherine Stihler (PSE). – Señora Presidenta, pocos de nosotros cuestionaremos la importancia de garantizar la sostenibilidad a largo plazo de las poblaciones de peces con interés comercial. La UE ha ratificado el compromiso contraído por la Cumbre Mundial sobre el Desarrollo Sostenible celebrada en Johannesburgo en 2002 para conseguir el rendimiento máximo sostenible (RMS) en las pesquerías en 2015 como muy tarde.
Es fundamental que iniciemos ahora un debate sobre el modo de cumplir el objetivo de reducir la presión pesquera sobre especies vulnerables, y este informe de la señora Fraga Estévez es una parte importante de ese proceso.
Las ventajas de pescar con unos bajos niveles de mortandad de los peces y conseguir una población reproductora más robusta se consideraron también en el Informe sobre Beneficios Netos elaborado por la unidad estratégica del Primer Ministro británico.
Como escocesa, yo también conozco muy bien las presiones que soportan poblaciones de peces vulnerables como las del bacalao en el mar del Norte, y sobre todo las dificultades prácticas que plantea la aplicación de planes de gestión en zonas de pesquerías mixtas, como las que existen frente a las costas escocesas. Pero las dificultades no eximen de la obligación de actuar.
Celebro que la Comisión haya reconocido la necesidad de implicar a la partes afectadas y que los consejos consultivos regionales (CCR) se incluyan en el proceso propuesto para avanzar en esta cuestión. Algunos de los CCR han empezado ya a considerar la gestión a largo plazo y la cuestión del RMS, y será importante que la estrategia se desarrolle en colaboración con las parte afectadas.
En este momento, no debemos desviar demasiado nuestra atención hacia aspectos técnicos de qué es, en realidad, el RMS y cómo debe aplicarse. Un enfoque más importante consiste en equilibrar mejor las oportunidades de pesca con las poblaciones disponibles para un futuro más sostenible.
Marianne Mikko (PSE). – (ET) Señorías, hace cinco años, en la cumbre del desarrollo sostenible de Johannesburgo, adoptamos el compromiso de conservar los caladeros y devolverlos rápidamente al nivel necesario para garantizar el rendimiento máximo sostenible. El cambio del sistema administrativo que se está diseñando fija objetivos mucho más ambiciosos que el nivel de seguridad y el principio de precaución actuales. Sin embargo, han de estudiarse detenidamente los pros y los contras de dicho cambio.
La Unión Europea necesita un sistema flexible para gestionar los caladeros y las instalaciones para reaccionar con rapidez. También es necesario que en los planes a largo plazo se prevea la posibilidad de incluir ajustes anuales razonables y flexibles. La Comisión Europea asume que el principal factor que influye en los caladeros son las capturas, pero la climatología, los depredadores, las especies procedentes de otras zonas y los problemas provocados por el hombre también tienen repercusiones importantes en ellos. Aún no se ha evaluado la repercusión que tendrá el gaseoducto entre Rusia y Alemania en el medio ambiente del Mar Báltico, a pesar de que ya se ha iniciado su construcción.
Me preocupa en gran medida el banco de medusas que se ha avistado recientemente en el mar Báltico, ya que esta especie, originaria de América, estuvo a punto de destruir los caladeros del mar Negro en la década de los ochenta y ahora está causando grandes destrozos en el mar Caspio. Dentro de un año se habrá extendido desde la costa de Suecia hasta el centro del mar Báltico. No podemos quedarnos de brazos cruzados hasta que los caladeros del mar Báltico también hayan sido destruidos.
Por lo tanto, las consecuencias del nuevo sistema administrativo deberían estudiarse básicamente a escala regional y no a nivel europeo, ya que la flota pesquera de cada Estado miembro posee sus propias características distintivas. Resulta extremamente importante implicar a las entidades consultivas regionales si vamos a poner en práctica una política pesquera progresista. El cambio del sistema administrativo requiere una reducción de la flota pesquera y de sus cargas y por tanto implica grandes pérdidas para nuestras explotaciones pesqueras. El Fondo Europeo de Pesca obviamente no tiene suficientes medios para hacer frente a esas enormes pérdidas.
(La Presidenta interrumpe a la ponente)
Joe Borg, miembro de la Comisión. − Señora Presidenta, antes de nada permítanme que me refiera al accidente que han mencionado la señora Fraga Estévez y la señora Miguélez Ramos. Comparto su preocupación y tristeza por la pérdida de vidas y espero que los pescadores desaparecidos terminen por encontrarse sanos y salvos.
Permítanme que resuma algunos de los puntos que se han planteado durante el debate, que ha resultado bastante variado, por no exagerar: polos opuestos de cómo avanzar. Pero una vez dicho esto, el debate ha dejado claro que compartimos la opinión común de que la pesca tiene que alcanzar niveles sostenibles lo antes posible. Eso no significa que estemos proponiendo una intervención drástica e inmediata. Por el contrario, nos estamos fijando a nosotros mismos el objetivo de conseguir el rendimiento máximo sostenible (RMS) de una manera gradual y flexible. En cada etapa volveremos a considerar y evaluar los objetivos fijados y, en caso necesario, los adaptaremos a situaciones cambiantes.
En otras palabras, el enfoque del RMS nos marca una dirección y no necesariamente con un objetivo fijo. Repito, el enfoque del RMS hace avanzar la gestión pesquera en la dirección correcta, alejándola de la sobreexplotación y acercándola a unos niveles más altos y estables de capturas, con unos costes más bajos.
Este enfoque debe ser flexible, de manera que cuando sepamos más – o cuando cambien las condiciones del medio ambiente o del ecosistema –, podamos aplicar los nuevos conocimientos al enfoque.
Se ha dicho durante el debate que el RMS no ha funcionado, que no es adecuado para las poblaciones pelágicas y que es un concepto obsoleto. Permítanme decir que algunas estrategias de gestión pesquera que se han aplicado en Europa y en otras partes del mundo han tenido éxito. Aunque el concepto no sea nuevo, no significa que esté obsoleto. Lo importante es que, mientras defina un camino para la gestión pesquera y sea suficientemente flexible como para permitir revisiones periódicas, tendrá grandes posibilidades de éxito.
Se pueden encontrar buenos ejemplos de cierto éxito en poblaciones como las del pez carbonero, la gallineta del mar del Norte y el jurel, cuyos niveles de pesca se aproximan al RMS y que generalmente son estables y rentables.
Permítanme insistir en un punto. El objetivo de esta propuesta no es penalizar a los pescadores, quienes, reconozcámoslo, tienen que hacer una serie de ajustes, sino más bien alcanzar un objetivo y embarcarse en una dirección que permita al sector operar en un entorno más estable y más rentable. Como ya dije en mi primera intervención, el Fondo Europeo de Pesca permite a los Estados miembros adoptar medidas relacionadas con ajustes de la capacidad y el esfuerzo pesquero en el contexto de unos planes a largo plazo, entre ellas medidas sociales y económicas que garanticen la correcta administración de los fondos públicos en sus programas operativos.
Otro punto planteado guarda relación con el hecho de que el RMS no funcionará en las pesquerías mixtas, porque si se aplica el RMS de una población al resto, puede llegarse a la situación de infraexplotación de esas otras poblaciones de la pesquería mixta. Creo que tenemos que ser realistas sobre la situación de la mayoría de las pesquerías mixtas. Las poblaciones afectadas son también explotadas a unos niveles no sostenibles. Está claro que la aplicación del enfoque del RMS a las pesquerías mixtas será difícil y tendrá que estudiarse caso por caso. Sin embargo, el problema de las pesquerías mixtas existe y, si no lo abordamos, no podrá haber mejoras ni podrán darse pasos en la dirección correcta.
En cuanto a la consulta, permítanme decir que la Comisión se ha comprometido a implicar y consultar a las partes afectadas. Se han celebrado ya numerosas consultas desde que se aprobó el objetivo del RMS en la Cumbre de Johannesburgo. Estas consultas han tenido lugar con Estados miembros, científicos y los consejos consultivos regionales, que están estudiando nuestra propuesta también y que tratan de asesorarnos sobre la mejor forma de avanzar. Los planes se debatirán en una etapa posterior, cuando hayamos realizado evaluaciones de impacto, consultado al sector y elaborado nuestras propuestas específicas. Espero seguir manteniendo un diálogo con ustedes sobre estos planes.
Presidente. – Se cierra el debate.
La votación tendrá lugar el jueves 6 de septiembre de 2007.
16. Orden del día de la próxima sesión: véase el Acta