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Procedimiento : 2006/0197(COD)
Ciclo de vida en sesión
Ciclo relativo al documento : A6-0293/2007

Textos presentados :

A6-0293/2007

Debates :

PV 25/09/2007 - 14
CRE 25/09/2007 - 14

Votaciones :

PV 26/09/2007 - 6.1
Explicaciones de voto

Textos aprobados :

P6_TA(2007)0409

Acta literal de los debates
Martes 25 de septiembre de 2007 - Estrasburgo Edición DO

14. Instituto Europeo de Tecnología (debate)
Acta
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  Presidente. − El siguiente punto es el informe de Reino Paasilinna, en nombre de la Comisión de Industria, Investigación y Energía, sobre la propuesta de Reglamento del Parlamento Europeo y del Consejo por el que se crea el Instituto Europeo de Tecnología (COM(2006)0604 - C6-0355/2006 - 2006/0197(COD)).

 
  
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  Ján Figeľ, Miembro de la Comisión. − Señor Presidente, estoy encantado de estar hoy aquí para dar un paso muy importante no sólo con la aprobación de sus Señorías, sino con su compromiso para proponer y crear un Instituto Europeo de Tecnología (IET).

Como sus Señorías saben, se ha avanzado enormemente durante el último mes en relación con esta importante propuesta gracias a los esfuerzos comunes realizados. Me gustaría dar las gracias especialmente al ponente, señor Paasilinna, a la presidenta de la Comisión de Industria, Investigación y Energía, señora Niebler, a la señora Hennicot-Schoepges de la Comisión de Cultura y Educación, y también al señor Böge de la Comisión de Presupuestos, por su incansable esfuerzo y sus valiosísimas aportaciones. Sin su contribución nunca hubiésemos logrado llegar a la situación en la que nos encontramos ni los resultados que posiblemente alcancemos.

El informe aprobado por la Comisión de Industria y el texto del planteamiento general aprobado por el Consejo van claramente en la misma dirección. Pienso que esto es muy importante. Sin duda facilita la elaboración de un texto de transacción. El IET ofrecerá un entorno en el que los socios del ámbito empresarial, académico y de la investigación, excelentes en sus respectivos campos de trabajo, podrán colaborar y materializar su potencial de innovación.

Hemos acordado que el IET debería desarrollarse de forma gradual. Se crearán entre dos y tres comunidades del conocimiento y la innovación en el marco de la denominada fase de inicio. En una segunda fase se desarrollarán otras comunidades sobre la base de la evaluación de las actividades del IET y de las propias comunidades. El Parlamento y el Consejo ofrecerán actividades estratégicas a largo plazo y orientaciones políticas a través de la adopción de una Agenda de Innovación Estratégica.

El informe del Parlamento contiene modificaciones útiles que enriquecen de forma evidente la propuesta y les doy las gracias por ello. Entre otras, me congratulo por la propuesta de informar al Parlamento Europeo y al Consejo acerca del proceso de selección de los miembros del Consejo de Dirección, para garantizar que tal selección se realiza de forma transparente. También se presenta una propuesta para modificar el nombre del IET por el de «Instituto Europeo de Innovación y Tecnología», pero manteniendo la conocida denominación «IET».

También acojo con satisfacción las modificaciones dirigidas a simplificar la gestión financiera del IET aclarando que el procedimiento establecido en el apartado 47 del acuerdo interinstitucional se aplica a la creación del Instituto.

La Comisión también puede apoyar muchas de las modificaciones aportadas por sus Señorías, tanto su letra como su espíritu, en caso de que sea necesario adaptar la formulación. No obstante, albergamos ciertas dudas en relación con algunas de las modificaciones presentadas por la Comisión de Industria. En este sentido, examinaré aquí cuatro cuestiones principales.

En primer lugar, los aspectos educativos. Debemos ser muy cuidadosos para evitar diluir el aspecto educativo del IET, una de las piedras angulares de la propuesta, así como una de sus características más innovadoras. Compartimos el punto de vista del Parlamento de que la movilidad de los investigadores y de los estudiantes sería extremadamente útil y, por consiguiente, se debería hacer hincapié sobre tal movilidad. Pero creo firmemente que la formulación relativa a las titulaciones y diplomas debería permanecer inalterada.

En segundo lugar, la presentación del IET se ha establecido sobre la base de una fase piloto. Creo que todos estamos de acuerdo con la necesidad de que el IET se desarrolle progresivamente y se someta a una evaluación continua. No obstante, no deberían existir dudas sobre la visión y el compromiso a largo plazo de la Unión Europea en relación con esta iniciativa. La posible incertidumbre que pudiese existir al respecto —y especialmente al principio— pondría en peligro la viabilidad del proyecto en su conjunto.

En tercer lugar, la participación de terceros países. Compartimos plenamente la idea de facilitar la participación de terceros países en el IET, de hecho se trata de una de las condiciones principales. Sin embargo, tal participación se debe acompañar del principio de la preferencia de los Estados miembros de la UE. El IET es y debe seguir siendo una iniciativa europea.

En cuarto lugar, en lo que se refiere a la participación del IET y las comunidades del conocimiento y la innovación en los programas comunitarios, no se debería albergar ningún tipo de duda al respecto. El IET en sí no participará en los programas comunitarios ni financiará sus costes administrativos. Las comunidades del conocimiento y la innovación, por otra parte, podrán solicitar fondos pero en ningún caso beneficiarse de un acceso privilegiado ni de un trato preferente. Para que todo esto esté perfectamente claro creo que sería conveniente que las instituciones elaborasen una declaración política a tal efecto y la adjuntasen en forma de anexo a la propuesta.

La financiación del IET es actualmente la cuestión principal. Como saben, la semana pasada la Comisión adoptó una propuesta para la revisión del marco financiero plurianual para satisfacer las necesidades tanto de Galileo como del IET. Espero que ello ofrezca una base sólida para los debates y que se alcance un acuerdo en el seno de la autoridad presupuestaria antes de finales de año. El Consejo Europeo de junio pidió que así fuera.

Espero con impaciencia el comienzo del debate.

 
  
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  Reino Paasilinna (PSE), ponente. – (FI) Señor Presidente, el Instituto Europeo de Tecnología se ha estado preparando durante más de un año, y ha llevado tiempo porque la propuesta original de la Comisión requería mejoras considerables. Las Comisiones del Parlamento, encabezadas por la Comisión de Industria, Investigación y Energía, han estado reelaborando la propuesta para darle un nuevo aspecto. Se ha garantizado al Parlamento y al Consejo más capacidad de intervención en la materia, sin perjudicar la autonomía del IET. La elección de la Junta de Gobierno del IET se parecerá mucho a la forma en que elige al Consejo Europeo de Investigación, y por eso la comunidad científica ha estado discutiendo el procedimiento. Se ha intentado aumentar las posibilidades de participación de las PYME. Es aquí precisamente donde los efectos sobre el empleo son mayores, y donde encontraremos la flexibilidad necesaria para aplicar rápidamente la innovación.

El Instituto Europeo de Innovación y Tecnología, como su nombre indica, se centrará en la innovación. Los otros dos elementos del ‘triángulo del conocimiento’, la educación y la investigación, se mantendrán, pero la innovación es claramente la cúspide del triángulo y la prioridad. Hay que prestar atención especial a la innovación porque es el talón de Aquiles de Europa.

Es increíble que los norteamericanos registren un tercera parte más de solicitudes de patente en la Oficina Europea de Patentes, en nuestra propia oficina de patentes, que nosotros mismos. Es un buen sitio para comenzar. Los escépticos preguntarán si la Unión no puede ser competitiva sin innovación o sin una mayor innovación. Lo cierto es que estamos hablando de inventos y procesos que pueden ser aplicados ampliamente en el mundo de la empresa. ¿Es que acaso no necesitamos más? Más vale que nos pongamos en movimiento, porque los Estados Unidos siguen avanzando y China nos pisa los talones. La Estrategia de Lisboa también nos pide celeridad. ¿Por qué ni siquiera confiamos en nuestras propias decisiones estratégicas?

La investigación y desarrollo representa un porcentaje del PIB de la Unión cada vez menor en comparación con otras potencias económicas del mundo. Dedicamos a ello menos del 2 %, mientras que los Estados Unidos invierten casi el 3 %, y tan sólo Suecia y Finlandia invierten casi el 4 %.

A pesar de nuestros elevados niveles de educación, formación e investigación, se producen muy pocas aplicaciones comerciales, o no se aplican en Europa sino sobre todo en los Estados Unidos. El problema tiene obviamente muchos aspectos y está parcialmente relacionado con la disposición de las universidades y escuelas superiores para colaborar con las empresas, además del hecho de que nuestro sistema de patentes es complicado, etc.

Naturalmente, el IET no eliminará estos problemas, pero en cierta medida los aliviará. La fuga de cerebros es algo que debería tomarse en serio. ¿Cómo es posible? ¡Pretendemos convertirnos en la economía basada en el conocimiento más avanzada del mundo y los cerebros se están fugando!

El IET ofrecerá al sector privado un nuevo tipo de contacto con la comunidad educativa e investigadora. Contribuirá a crear oportunidades para la explotación comercial de los resultados de la investigación y para reforzar la cooperación en ambas direcciones. El Instituto no será una superuniversidad que arrebate a las principales universidades sus mejores investigadores y científicos. Las enmiendas del Parlamento lo evitarán. El IET ofrecerá a las mejores universidades y escuelas superiores una oportunidad nueva y duradera para trabajar estrechamente con las empresas que busquen la innovación. Ayudará a las universidades prestigiosas a atraer a los estudiantes, científicos e investigadores más capaces para que puedan desarrollar y utilizar la investigación y la innovación, así como sus procesos y métodos de gestión, trabajando junto con las principales empresas.

No se puede negar que la propuesta incluye áreas de coincidencia con instrumentos ya existentes. Las plataformas tecnológicas del Séptimo Programa Marco y de las ITC de escala más amplia, en la medida en que se pongan en práctica, se basan en buena parte en los mismos principios definidos para el IET. Lo mismo vale para el Programa Marco de Competitividad e Innovación.

Puede haber un cierto grado de solapamiento, pero Europa no se enfrenta con un exceso de innovación sino con la falta de ella, de forma que hay margen para la competencia. Se trata de saber encajar al IET dentro del actual rompecabezas. Yo creo que puede integrarse en el paisaje de la investigación europea sin desentonar con el mismo. Hemos añadido una fase de prueba que incluye evaluaciones del proyecto, y hemos incrementado las facultades del Parlamento.

Hace una semana la Comisión anunció una propuesta para retirar fondos de la burocracia administrativa y de las ayudas agrícolas, como si dijéramos del vino y de las patatas, dedicándolos a la innovación. ¿No es esto lo que deberíamos hacer? Es una idea interesante. Para el destino del IET será decisiva la disposición de los Estados miembros a financiarlo, de unos Estados miembros que no están invirtiendo lo suficiente.

¿Todos nosotros respaldamos los objetivos de Lisboa? Aquí tendremos la prueba. El IET puede producir más valor añadido para lograr los objetivos de Lisboa, siempre que no canibalice el resto de los programas. Señorías, la Unión necesita innovación. La gente la necesita; nuestro futuro la necesita. ¿No vamos a apoyar lo que es una necesidad?

 
  
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  Nina Škottová (PPE-DE), ponente de opinión de la Comisión de Presupuestos. (CS) Señor Presidente, Señorías, la Comisión presenta su propuesta para crear el Instituto Europeo de Tecnología como un proyecto con el que se establece una importante institución europea que integrará la investigación, la educación y la innovación y que ayudará a transformar los descubrimientos innovadores en oportunidades comerciales.

En consecuencia, la Comisión de Presupuestos ha examinado el proyecto de presupuesto con suma atención. Por desgracia hemos comprobado que el proyecto de presupuesto combinado presenta numerosos problemas y ambigüedades. El principal problema es que no se ha incluido explícitamente la financiación en el marco financiero plurianual para el período 2007-2013: el importe correspondiente asciende a 308 millones de euros. Existen dudas acerca de otros 1 500 millones de euros, visto que se propone financiar el Instituto con fondos de otros programas, en particular de los Fondos Estructurales y del Séptimo Programa Marco de Investigación.

Aunque hemos mantenido diversas conversaciones tanto con la Comisión como con el Consejo desde que la Comisión de Presupuestos aprobó su dictamen, la cuestión de la financiación del Instituto no se ha resuelto de forma satisfactoria. Sin embargo, como ya se ha mencionado, los fondos adicionales solamente podrán surgir como resultado de una revisión del marco financiero.

Naturalmente no podremos conocer la eficacia y éxito del IET hasta que se haya creado. No obstante, tendrá que demostrar su viabilidad atrayendo fondos también del sector privado, tal como propone igualmente la Comisión. Esto solamente se logrará si los proyectos son de actualidad, si tienen una gran calidad y si los resultados son positivos. Confío en que el Instituto tenga éxito en estos cometidos.

 
  
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  Umberto Guidoni (GUE/NGL), ponente de opinión de la Comisión de Control Presupuestario. (IT) Señor presidente, Señorías, en su informe sobre las estrategias políticas para 2007, el Parlamento Europeo manifestó su escepticismo en relación con el Instituto Europeo de Tecnología, resaltando el riesgo de duplicación de las estructuras existentes y expresando el temor de que pudiera competir por unos fondos para la investigación que ya son de por sí limitados.

Existe ciertamente la necesidad de mejorar los esfuerzos comunitarios relativos a la investigación, innovación y educación, de crear asociaciones entre entidades públicas y privadas y, sobre todo, de facilitar el acceso a los nuevos conocimientos de las pequeñas y medianas empresas. Sin embargo, no podemos ignorar la manera apresurada en que el Instituto ha sido creado, y que tiene consecuencias a largo plazo. Éstas son más evidentes aún si se tiene en cuenta la puesta en marcha simultánea de nuevos instrumentos estratégicos, como el Consejo Europeo de Investigación.

También hay que señalar que los recursos financieros del Séptimo Programa Marco se recortaron en el 30 % a raíz del acuerdo sobre las perspectivas financieras. Ante las limitaciones impuestas a la investigación a nivel europeo, tenemos que vigilar para que el Instituto Europeo de Tecnología no absorba recursos destinados a otras actividades del sector. La financiación debería añadirse como complemento a las actuales perspectivas financieras, y los nuevos recursos deberían provenir de distintas fuentes – comunitarias, nacionales, regionales y privadas.

En primer lugar es preciso garantizar un proceso de selección transparente para el Comité Ejecutivo, en el que la Comisión, llegado el momento, debería consultar con las restantes instituciones. Además de esto, el Parlamento Europeo y el Consejo deberían poder expresar su acuerdo en relación con las prioridades estratégicas del Instituto Europeo de Tecnología antes de su aprobación definitiva por la Comisión.

Por último, las cuentas del Instituto deberían ser completamente accesibles para el Parlamento Europeo y para el Tribunal de Cuentas. Creo que sólo después de una revisión exhaustiva de un programa piloto basada en una auditoría externa independiente será posible determinar si conviene o no crear el Instituto Europeo de Tecnología como organismo comunitario permanente o si Europa podría beneficiarse más canalizando la financiación hacia otras actividades comunitarias relacionadas con la investigación y el desarrollo.

 
  
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  Erna Hennicot-Schoepges (PPE-DE), ponente de opinión de la Comisión de Cultura y Educación. – (FR) Señor Presidente, es una lástima que la Comisión haya puesto en marcha el proyecto del Instituto Europeo de Tecnología sin haber garantizado primeramente su financiación. La Comisión de Cultura y Educación ha aprobado la propuesta después de aclarar algunos puntos, como la concesión de títulos educativos. Esto seguirá siendo, de hecho, competencia de los Estados miembros y de las instituciones de enseñanza superior asociadas. Estos títulos educativos llevarán el nombre IET como una marca de excelencia europea, aunque se intentará tener en cuenta la diversidad del panorama de la educación superior dentro de la Unión Europea.

Por otro lado, la IET debe contribuir positivamente a la movilidad de los estudiantes. A este respecto, está pendiente de resolver aún el problema de la transferibilidad de las becas. Pido a los señores diputados que voten a favor de la enmienda 36 para estimular la movilidad de los estudiantes. ¿Sabían ustedes que tan sólo el 3 % de los estudiantes universitarios europeos se han beneficiado de la movilidad?

El IET es un fascinante proyecto de cooperación, innovación e investigación cara al futuro, y el sector privado contribuirá a lograr que se involucren las instituciones de enseñanza superior. Esto será un auténtico desafío para el porvenir de la competitividad europea. Quisiera felicitar a nuestro ponente, señor Paasilinna, así como a la Comisión y a la Presidencia alemana, que fueron de gran ayuda para hacer avanzar el texto.

 
  
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  Lidia Joanna Geringer de Oedenberg (PSE), ponente de opinión de la Comisión de Asuntos Jurídicos. (PL) Señor Presidente, la idea lanzada en 2005 de crear un Instituto Europeo de Tecnología merece por completo nuestro apoyo. La estructura propuesta de la red de comunidades de conocimiento e innovación tiene la posibilidad de llegar a ser un propulsor excelente de la innovación en toda la UE.

Como ponente encargado del dictamen de la Comisión de Asuntos Jurídicos, mi prioridad ha sido que el Instituto cuente con una base jurídica adecuada y con la consiguiente financiación permanente. En este contexto es de la máxima importancia conferir al Instituto la condición de agencia basándose en el Acuerdo Interinstitucional del 17 de mayo de 2006, y específicamente en su parte C y en su artículo 47, e igualmente la propuesta de la Comisión relativa al incremento del margen en la sección 1A del presupuesto para 2007-2013, garantizando al Instituto 309 millones de euros.

El nacimiento de la IET es especialmente importante para la comunidad científica de la parte nueva de la Europa unida, la cual posee un vasto potencial propio que hasta ahora está sin explotar. Por consiguiente, apoyo calurosamente la decisión de las autoridades de Wrocław que aspiran a conseguir que la Junta de Gobierno o alguna de las comunidades de conocimiento instale su sede en esta ciudad, que cuenta con 140 000 estudiantes.

Para terminar permítanme transmitir mi felicitación y agradecimiento cordiales a Reino Paasilinna por la excelente cooperación y por su soberbio informe.

 
  
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  Romana Jordan Cizelj, en nombre del Grupo del PPE-DE. – (SV) Señor Presidente. Nuestra intervención comenzó con el informe de Wim Kok. El mensaje era claro. Teníamos la responsabilidad de conducir la Estrategia de Lisboa hacia sus objetivos más importantes y de darle los contenidos adecuados. Juntos diseñamos el Séptimo Programa Marco y el Programa Marco para la Competitividad y la Innovación, dando una dimensión europea a la investigación y a la empresa.

Sin embargo, no estábamos seguros de que esto fuera suficiente para aumentar la innovación en Europa. Sabíamos que existía un déficit de alrededor de 100 000 ingenieros e investigadores en Europa y que no podíamos estimular la innovación como tal basándonos únicamente en incentivos y proyectos directos. Carecíamos de conexiones con las universidades, y por ende de la gestión de los recursos humanos.

Esta deficiencia ha sido cubierta con el IET. Su valor añadido es el vínculo que establece entre el sector de la investigación y el mundo académico y empresarial. Los grupos investigadores y académicos que se convertirán en miembros de las comunidades de conocimiento e innovación dentro del IET tendrán que demostrar su excelencia. Por lo tanto, la marca IET que podrán utilizar los participantes será un refrendo externo a la calidad del grupo. Espero que los participantes la utilicen en su beneficio como marca de calidad.

Al mismo tiempo, esta marca IET debería servir para ayudar a los potenciales clientes empresariales. Deben proporcionar la masa crítica de colaboradores adecuadamente formados y responder a los problemas del corto y del largo plazo mediante proyectos de investigación y desarrollo. La marca IET facilitará la selección de asociados y de directivos para estos proyectos.

La disponibilidad de financiación adecuada para el funcionamiento del IET ha sido un punto conflictivo en las anteriores negociaciones. Creemos que podremos conseguir financiación pública, pero ésta es solamente una pequeña parte. Pronto les tocará a las empresas del sector privado responder a la globalización con el mismo compromiso que hemos demostrado nosotros.

 
  
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  Hannes Swoboda, en nombre del Grupo PSE.(DE) Señor Presidente, señor Comisario, antes que nada quisiera, naturalmente, felicitar a mi colega el señor Paasilinna, por su arduo trabajo. Realmente ha sido un parto muy difícil – no sólo el informe a este Parlamento, sino el Instituto como tal.

De hecho, es una pena que el IET haya iniciado una labor tan importante con tan poco entusiasmo, es especial por parte de algunos miembros del Consejo y quizás también por parte de la Comisión. Estoy plenamente de acuerdo con lo esencial de los comentarios del Comisario, también por lo que se refiere a las CIC. Como ha propuesto también el señor Paasilinna, a quien felicito cordialmente por su trabajo, necesitamos un número reducido de programas piloto para que sean eficaces. Esto es absolutamente cierto. Espero que los programas rindan frutos positivos.

También estoy de acuerdo en lo referente a la financiación. Ha sido una frivolidad lo que han dicho algunos miembros del Consejo: si queréis hacer algo nuevo, adelante, pero no habrá más financiación. Utilizad el dinero que tenéis disponible en el presupuesto. No puede haber frivolidades cuando se trata de crear algo nuevo.

El hecho de utilizar básicamente los fondos destinados a la investigación es completamente aceptable, pero también lo es buscar nuevas oportunidades de financiación, tanto para este proyecto como por ejemplo para Galileo, en parte mediante el superávit presupuestario, los fondos no utilizados, y en parte mediante nuevos compromisos de los Estados miembros individuales.

Un punto importante – que también ha planteado el señor Paasilinna – es que el IET y las CIC nos ayudarán a conservar y a recuperar para Europa colaboradores de gran calidad. Sabemos por muchos estudios que muchos se van no necesariamente por falta de financiación, sino por la falta de oportunidades. Si podemos volver a crear oportunidades a través de estas instituciones, de tal forma que los colaboradores de calidad permanezcan en Europa o regresen de los Estados Unidos o de otros países, habremos realizado una contribución esencial a que Europea sea nuevamente un centro de irradiación de nuevas tecnologías.

 
  
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  Jorgo Chatzimarkakis , en nombre del Grupo ALDE.(DE) Señor Presidente, primeramente quisiera felicitar al señor Paasilinna por su eficaz cooperación. Ha sido un trabajo muy difícil, pero siempre ha estado dispuesto a cooperar. También quisiera agradecer al señor Comisario la tenacidad que ha demostrado durante largos meses y su lealtad hacia el proyecto. Señor Comisario, verá cómo su perseverancia al final rendirá sus frutos, a pesar de todas las resistencias encontradas desde el principio, especialmente por parte de la comunidad científica.

Desde que el Presidente Barroso sembró la idea de crear un instituto europeo de tecnología, inspirándose obviamente en el MIT, esta idea, este proyecto se ha transformado. Hoy tiene un aspecto distinto de la versión original. Y así está mejor, porque al principio había algunas vaguedades en cuanto a su estructura. Ahora ha surgido un proyecto europeo con un desarrollo nuevo. Somos un continente de ideas, y lo sabemos. Somos buenos en investigación, en las ciencias, pero tenemos dificultades para transformar en productos tangibles estas ideas maravillosas que han revolucionado el mundo. Ése es nuestro problema.

Por consiguiente, cuando se define la investigación como inversión financiera en conocimiento, la innovación debería ser el proceso inverso. Del conocimiento salen los productos, licencias, patentes que pueden ser convertidos nuevamente en dinero. Éste es nuestro punto débil en Europa y aquí es precisamente donde el IET, el Instituto Europeo de Tecnología, puede ser de utilidad. Evidentemente el texto de este reglamento no es precisamente un rotundo éxito. Esto es algo que debemos decir sin ambages. Pero es un buen compromiso, y ahora nos toca a nosotros explicárselo al público y especialmente clarificarlo con las personas implicadas.

Los ponentes han hecho un buen trabajo juntos. No deberíamos perder de vista el gran objetivo en su conjunto, porque la audiencia destinataria de este IET son específicamente las pequeñas y medianas empresas. El objetivo es además acercar el conocimiento a las instituciones universitarias, pero principalmente se refiere al proceso de creación de redes, algo que no solemos hacer bien.

Me gustaría comentar algunos puntos controvertidos. La Comisión propone que sea ella la que defina la agenda estratégica del IET, y yo digo que esto no debería ser así. Debe haber autonomía como en el Consejo Europeo de Investigación. De otro modo el sector privado no tendrá apenas oportunidades.

El problema de la propiedad intelectual debe tratarse de tal forma que la participación en el IET resulte atractiva para una empresa pequeña o mediana. Es evidente que necesitamos un IET, que es una marca y un nombre comercial. Necesitamos un IET fuerte y no sólo un proyecto piloto, porque eso desalentaría a muchos inversores, y nos hacen falta.

Permítanme que diga algo acerca de la financiación. Desde hace algún tiempo me ocupo personalmente de la ‘lisboización’ de nuestro presupuesto. Esto significa que podemos ‘lisboizar’ el gran presupuesto que tenemos en el sector de la política agrícola y regional, y evidentemente estamos hablando de agrupar Galileo y el IET. Esto ya es acercarse bastante a la ‘lisboización’, en el sentido de que invertimos en innovación.

Por lo tanto, sigamos adelante con ello. Pido al Parlamento que refrende este compromiso mañana con una gran mayoría. Felicitaciones nuevamente, señor Paasilinna, por su trabajo.

 
  
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  Konrad Szymański, en nombre del Grupo UEN. (PL) Señor Presidente, es estupendo que, a pesar de las dudas iniciales, tengamos ahora la oportunidad de hacer comentarios constructivos en el Parlamento sobre la creación del Instituto Europeo de Tecnología. Me gustaría mucho que esta iniciativa fuera auténticamente europea.

Creo que deberíamos insistir en el principio de un reparto geográfico equitativo de las comunidades del conocimiento y de la información. Deberíamos tratar de conseguir que la financiación europea de este proyecto sea una prioridad por una serie de motivos, especialmente por la débil protección de las patentes que existe en Europa. No podremos trasladar esta carga a las empresas privadas.

Europa necesita esta institución. La mejor prueba de ello es la viva respuesta de los empresarios, de las autoridades locales y de la comunidad científica de la Baja Silesia. Antes incluso de completar el correspondiente procedimiento legislativo, ya hemos creado una empresa, EIT+, especialmente para este fin, ya hemos manifestado nuestra disposición a utilizar fondos estructurales, ya tenemos cartas de intención de las principales empresas de la Baja Silesia, y ya tenemos además 35 000 firmas de personas de esta región que piden que el Instituto o los organismos que los forman se establezcan en Wrocław.

 
  
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  David Hammerstein, en nombre del Grupo Verts/ALE. – (ES) Señor Presidente, de verdad lo sentimos, pero este proyecto no es serio. Otra vez Europa quiere pero no puede. Los Verdes estábamos a favor del proyecto del Instituto, pero de un proyecto de verdad, y las propuestas que están sobre la mesa son raquíticas e incoherentes.

Después de las negociaciones, la cuestión de la financiación continúa sin resolverse. La propuesta europea de 308 millones de euros es claramente insuficiente y, además, es una cifra muy, pero muy inferior, a lo que la propia Comisión Europea había propuesto en su día según sus estudios. Entonces, estamos ante una invitación a fagocitar y debilitar otros proyectos europeos como el Séptimo Programa Marco Investigación.

Si la Comisión Europea quiere de verdad crear el Instituto, como nosotros, se deberán abrir de nuevo las negociaciones sobre las perspectivas financieras y crear un presupuesto de verdad, un presupuesto amplio de más de dos mil millones de euros, que es lo que hace falta. Porque, en definitiva, si queremos fomentar la investigación, la tecnología, hace falta apostar, no podemos dar carne de cañón a los euroescépticos, como hacemos con este proyecto tan poco coherente.

Y sobre el contenido también hay problemas. Hemos eliminado el tope de gastos administrativos; hemos exigido en todos los proyectos un tope, pero lo hemos eliminado aquí. Hemos eliminado, además, uno de los temas principales de la vida en general –el cambio climático–, que iba a ser uno de los temas, de los primeros quid, ha sido eliminado. Esto es muy chocante, muy chocante. Pero, en definitiva, estamos ante un proyecto que no tiene obviamente ambición, no tiene dinero detrás y no tiene un proyecto coherente, y esto lo lamentamos profundamente.

 
  
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  Derek Roland Clark, en nombre del Grupo IND/DEM. – Señor Presidente, la creación de un instituto de tecnología que coexista con las universidades es una buena idea, pero no es esto lo que se ofrece. Se propone la creación de una institución en la que la Comisión podrá ejercer su derecho de veto en relación con el Consejo de Dirección, que elegirá los centros del conocimiento y la innovación con los que trabajará en primera instancia y que luego, con el tiempo, absorberá. Además, ofrecerá titulaciones con el logo de la UE y sin ninguna referencia a las universidades que ha utilizado. Ciertamente, se trata de desarrollar innovación, pero no se puede innovar sólo con el deseo de hacerlo. Una actividad que menoscaba la labor de las universidades sofocará el espíritu emprendedor en lugar de promoverlo.

Si se quiere fomentar la innovación, se debe atender a las personas que pasan por la universidad y a las que trabajan en las PYME, y ofrecer recursos para ayudar a estas personas a desarrollarse y promover sus ideas. Si acaso está sugiriendo la creación de una red que refuerce y difunda las ideas, no es necesario que se moleste. Esta Comunidad ya se comunica con todo el mundo. Las buenas ideas pronto se hacen internacionales. Por favor, ceje en su intento por armonizar las universidades y considere el valor de las diversas contribuciones que realizan estas diferentes instituciones.

Si aún le sobra dinero, gástelo en apoyar a los que innovan. Trabajan solos o en pequeños equipos. Europeos como Arquímedes, Newton, Pasteur, Ehrlich, Röntgen, Fermi, Teller o Watson-Watt no fueron educados en un instituto. Simplemente necesitaban tiempo y espacio para pensar y llevar a cabo sus investigaciones.

 
  
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  Lydia Schenardi, en nombre del Grupo ITS. – (FR) Señor Presidente, Señorías, uno de los pocos ámbitos en los que reconocemos que la Unión Europea puede aportar auténtico valor añadido en comparación con las iniciativas nacionales es la investigación. Por eso estamos a favor de crear un Instituto Europeo de Tecnología.

También compartimos las preocupaciones y las preguntas del ponente. El futuro IET debe ser complementario y no competir con las iniciativas ya emprendidas a nivel europeo en el terreno de la investigación y de la innovación. Sobre todo, no debe absorber el presupuesto asignado al Séptimo Programa Marco de Investigación y Desarrollo Tecnológico – que ya es bastante escaso – sino recibir financiación adicional.

A la vista de su diseño, que consiste en reunir a socios públicos y privados, sería preferible que sus recursos procedieran principalmente de la financiación privada y de sus ingresos operativos. Esto sería un indicador de su utilidad y eficacia.

Por otra parte, la Unión Europea debería proporcionar el impulso, en lugar de crear otra organización burocrática que sea una carga para los contribuyentes europeos.

Por estos motivos, parece que la marca IET es una idea mejor que la posibilidad de que el Instituto emita sus propios títulos y diplomas. También en este punto la UE debería ofrecer valor añadido y no tratar de sustituir lo que ya existe.

Por último, este temor de una duplicación sin sentido, además de la competencia financiera y funcional con otros programas, nos ha llevado a apoyar que la evaluación se efectúe en una fase más temprana que la propuesta por la Comisión, aunque la frecuencia de las evaluaciones posteriores, ampliada a una cada siete años, nos parece demasiado baja. Si nuestros temores resultan ciertos, tendremos que actuar rápidamente para realizar los ajustes necesarios o incluso cambios sustanciales en el Reglamento. Como alternativa, aunque no es ésta la norma europea, tendremos que poner fin a los experimentos.

 
  
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  Roger Helmer (NI). – Señor Presidente, volvemos a lo de siempre: volvemos a adoptar una pose que no nos corresponde y a intentar emular a los Estados Unidos. Los Estados Unidos tienen el dólar, así que nosotros debemos tener el euro; los Estados Unidos tienen el sistema GPS, nosotros debemos tener Galileo; los Estados unidos tienen el MIT, nosotros tenemos que contar con el IET. Tal vez hemos olvidado que el MIT recibe financiación privada, no pública, uno de los principales motivos de su éxito.

Las grandes instituciones académicas crecen de abajo arriba, y no de arriba abajo. No surgen de la nada completamente formadas o gracias a la escritura de la pluma de un burócrata.

Nadie cuestiona la necesidad de innovación e investigación que existe en Europa, pero éste no es el camino adecuado. Las soluciones impuestas desde el sector público no funcionarán. El IET propuesto duplicará y entrará en conflicto con los programas comunitarios existentes, como el programa marco de investigación, el programa para la competitividad y la innovación y el programa de formación continua.

Esta propuesta no se enmarca en las actuales perspectivas financieras y su financiación no está en absoluto garantizada. No es de extrañar que unas instituciones europeas excelentes y bien asentadas manifiesten su preocupación por la posible pérdida de financiación, personal clave y proyectos de investigación, que irían a parar al IET.

Puedo entender la posición del Presidente Barroso, que piensa en su legado, pero no debemos dejar que su legado perjudique a las universidades y centros de investigación de Europa.

 
  
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  Gunnar Hökmark (PPE-DE). – Señor Presidente, necesitamos apoyar la innovación y la investigación en toda Europa. Se trata de una labor fundamental para el sector empresarial, las universidades y los centros de investigación, los Estados miembros y la Unión. Requerirá mucha más financiación para la investigación y la innovación. Por consiguiente, desearía subrayar algo que el Comisario ha mencionado antes, a saber, que, en relación con el IET, la cuestión principal ahora es la financiación. Ello es así porque necesitamos garantizar no sólo la financiación del IET, sino también que tal financiación no proceda de fondos que habrían financiado otros proyectos y programas de investigación e innovación.

Creo que debemos insistir sobre este punto, ya que la financiación del IET debe proceder de otras partidas presupuestarias y no de las que actualmente contribuyen a financiar la innovación y la investigación en el Séptimo Programa Marco, el Programa marco para la innovación y la competitividad (CIP) u otras partidas de la rúbrica 1a.

Si logramos esto, entonces podremos también lograr que se inviertan recursos adicionales en la innovación y la investigación en Europa y podremos contribuir a crear innovación. En nombre de mi grupo, desearía subrayar que se trata de la prueba de fuego de la Comisión y que necesitamos que ello sea así porque, de este modo, podremos contribuir a la creación de una mayor y mejor innovación en Europa. Si tenemos éxito en este sentido, habremos logrado el éxito en el ámbito de la innovación.

 
  
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  Robert Goebbels (PSE). – (FR) Señor Presidente, la razón de ser del Instituto Europeo de Tecnología es correcta: que la investigación es fundamental para cualquier desarrollo económico. La investigación depende de los científicos formados en las mejores universidades. Y las universidades deben disponer de una financiación pública y privada importante y previsible.

La Unión Europea está retrasada en todos estos ámbitos. Los recursos destinados a la investigación en el conjunto de la UE están muy por debajo de los presupuestos para investigación públicos – y especialmente privados – del Japón y de los Estados Unidos. La UE, con una población de 500 millones, emplea a 1,2 millones de científicos. Los Estados Unidos, cuya población es de 300 millones, cuenta con 1,3 millones. La financiación de la enseñanza superior pública y privada representa de promedio en Europa el 1,3 % del PIB, comparado con el 3,3 % en los Estados Unidos. Europa invierte menos de 10 000 euros por estudiante, los Estados Unidos más de 35 000. Sin embargo, no todo es de color de rosa al otro lado del Atlántico. De las 2 500 universidades, solamente unas 100 son realmente excelentes y disponen en total de 32 000 millones de euros anuales para financiar la investigación. Esta cifra la deberíamos comparar con las mezquinas dotaciones propuestas para el IET. Si nuestros gobiernos no destinan más dinero a la investigación, el IET y otros programas se quedarán a medio camino. Cada año los Estados Unidos producen unos 40 000 doctores. Una tercera parte proceden del resto del mundo. En las ciencias físicas y de la vida, la proporción de no estadounidenses es superior al 50 %.

¿Por qué ocurre esto? Porque los Estados Unidos creen todavía en el progreso científico. Mientras que los europeos enseguida perciben riesgos y se escudan tímidamente en el principio de cautela, los norteamericanos ven nuevas oportunidades. Esto se aplica a las biotecnologías, a las nanotecnologías, también cuando se trata de combatir el cambio climático. Mientras Europa se dedica a lamentarse, los Estados Unidos ensalzan el progreso científico y técnico. El miedo al futuro y al progreso es la raíz de los fracasos de Europa. Si no cambia la actitud, señor Presidente, el IET no hará que cambien las cosas.

 
  
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  Grażyna Staniszewska (ALDE). – (PL) Señor Presidente, quisiera expresar mi esperanza en que las comunidades del conocimiento y de la innovación que integran el Instituto Europeo de Tecnología se distribuyan uniformemente por toda la Unión Europea. Esto es especialmente importante, porque el Instituto debería ser un instrumento para movilizar por igual el conjunto de la Comunidad, impulsando la competitividad y el progreso tecnológico, con el corolario del desarrollo económico para toda la Unión Europea y no sólo para los antiguos Estados miembros.

Quisiera aprovechar igualmente esta oportunidad para apoyar firmemente la propuesta polaca de establecer la sede de la Junta de Gobierno del Instituto en Wrocław. Es una ciudad en rápido desarrollo en la divisoria entre la vieja y la nueva Europa, en la frontera de cuatro Estados: Polonia, Alemania, Austria y la República Checa. Posee algunos centros de enseñanza superior excelentes y cerca de 150 000 estudiantes. Tanto las autoridades nacionales polacas como las autoridades locales de Wrocław y el mundo académico polaco están plenamente preparados para llevar a cabo esta tarea.

Quisiera insistir en que la ubicación de la Junta de Gobierno del Instituto y de la comunidad del conocimiento y de la innovación en Wrocław no está reñida con el criterio fundamental del IET, el criterio de excelencia, sino todo lo contrario. El sector académico y de la investigación de Polonia tiene un alto nivel dentro de Europa, y en muchos casos está entre los mejores del mundo.

El Instituto debe convertirse en un instrumento que fomente unos niveles de innovación más elevados en toda la Unión Europea. Ésta es la única forma de que podamos enfrentarnos a los desafíos de una economía global basada en el conocimiento.

 
  
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  Ryszard Czarnecki (UEN). – (PL) Señor Presidente, antes siquiera de que haya nacido el Instituto Europeo de Tecnología, se ha cambiado su nombre por el de Instituto Europeo de Innovación y Tecnología. Si con esto se le ayuda a nacer, desde luego no seré yo quien ponga ninguna objeción.

Vale la pena señalar que, en paralelo con los trabajos realizados por la Comisión de Industria, Investigación y Tecnología, en nuestra Comisión de Presupuestos hemos examinado algunos temas importantes relacionados con el Instituto Europeo de Innovación y Tecnología. Se ha acordado reservar para esta finalidad unos 400 millones de euros durante el próximo año, y en 2013 el presupuesto será seis veces superior a esta cantidad. Sin embargo, el problema es de dónde lo quitamos para dárselo al Instituto, ya que no se ha previsto nada en el presupuesto de los siete años, ni se ha asignado un solo euro. Es como si se pensara que la Estrategia de Lisboa, de la que se supone que este Instituto constituye un aspecto importante, fuese únicamente un pedazo de papel más, y que se trata tan sólo de cuentos de hadas políticos. Quiero decir que la Comisión comunicó previamente al Parlamento, formal o informalmente, su intención de crear el Instituto, pero a pesar de ello no le hemos dedicado ni cinco euros. Esto demuestra una cierta incongruencia, o incluso una especie de esquizofrenia.

Mi ciudad de Wrocław cumple todos los criterios para ser la sede de la Junta de Gobierno del Instituto Europeo de Tecnología. La Comisión Europea debería adoptar una decisión sobre esto lo antes posible.

 
  
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  Alyn Smith (Verts/ALE). – Señor Presidente, ciertamente en la política moderna una de las cosas más difíciles que debe decir un político, aparte de «me he equivocado», es «detengámonos y volvamos a reflexionar». Nosotros podemos hacer esto último en este debate. Soy el primero en reconocer el enorme trabajo, en esta Cámara y en otros lugares, que ha costado elaborar esta propuesta y este informe, y lamento enormemente que el resultado realmente no justifique el esfuerzo realizado.

Es una gran lástima para mí personalmente porque inicialmente era muy entusiasta en relación con esta propuesta. Yo mismo vendí esta idea a las universidades escocesas, nuestras PYME y otros interesados, y he visto con mis propios ojos cómo esta propuesta se empobrecía, se diluía, se hacía cada vez más precaria y cada vez recibía menor financiación.

Ciertamente, todos estamos de acuerdo en esta Cámara en afirmar que Europa no comercializa su investigación lo suficiente. Hemos convenido en la necesidad de hacer algo, pero «debemos hacer algo; esto ya es algo, por tanto debemos hacerlo» es un mal razonamiento, que resultará en una iniciativa comunitaria artificial, negativa y debilitada que no satisfará nuestras expectativas. Así que vamos a comportarnos correctamente y vamos a empezar de nuevo, vamos a crear un mejor y más innovador IET que apoye la investigación que Europa necesita para su futuro.

 
  
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  Angelika Niebler (PPE-DE).(DE) Señor Presidente, señor Comisario, Señorías, ante todo mi sincero agradecimiento a nuestro ponente, mi colega el señor Paasilinna, y a todos los ponentes alternativos y colegas de las Comisiones que han debido dictaminar, los cuales han trabajado de forma muy constructiva durante los últimos meses para dar al IET la forma sobre la que podremos decidir mañana por gran mayoría.

El Instituto Europeo de Innovación y Tecnología tiene la posibilidad y el potencial para convertirse en un faro de Europa. Estoy firmemente convencida de ello y lamento que hayamos organizado el debate sobre este importante proyecto a una hora tan tardía. Este asunto realmente merecería ser debatido por la mañana. Sin embargo, tengo una gran esperanza en que las enmiendas a la totalidad de la propuesta de la Comisión no obtengan mañana la mayoría.

Siempre hemos sido unánimes en cuanto al objetivo del Instituto Europeo de Tecnología: queremos fortalecer la capacidad de innovación de Europa. También tenemos que mejorar la transferencia de la tecnología y de los conocimientos técnicos desde la investigación y la educación hasta la industria y la economía – también en este punto hemos sido siempre de la misma opinión. La pregunta crucial siempre ha sido: ¿puede el Instituto Europeo de Tecnología contribuir positivamente a esto?

Creo que el IET, en la forma descrita en el informe del señor Paasilinna, tiene realmente la capacidad para realizar este trabajo y para generar valor añadido europeo. No hemos querido hacerlo a la manera norteamericana, creando un instituto dotado de autonomía y de grandes recursos financieros. No, lo haremos a nuestra propia manera, a la manera europea, creando un estructura en red y fomentando y apoyando las universidades, centros politécnicos, institutos de investigación e instituciones de enseñanza ya existentes. Es de esperar que así crearemos valor añadido europeo mediante esta estructura de red inteligente.

Tengo la seguridad de que el IET será un éxito y me alegro de poder aportar mi contribución al mismo. No voy a hablar ahora en favor de Múnich, que naturalmente aspira también a ser la sede del IET. Es importante que mañana demos nuestro beneplácito al proyecto con una amplia mayoría.

 
  
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  Gyula Hegyi (PSE). – Señor Presidente, según cuenta la leyenda, los científicos de Los Álamos que desarrollaron la bomba atómica en el Proyecto Manhattan en los EE.UU. durante la Segunda Guerra Mundial hablaban en húngaro entre sí. Cambiaban al inglés sólo en presencia de Robert Oppenheimer. En efecto, Edward Teller, E. P. Wigner y Leo Szilard nacieron en Hungría y estudiaron en Budapest.

Los húngaros pertenecemos a una nación relativamente pequeña, pero nos sentimos orgullosos de contar con 50 ganadores del Premio Nóbel, principalmente en el campo de las ciencias naturales. Como nuestra lengua nos aísla, muchos jóvenes húngaros con talento a los que atraen las ciencias naturales buscan desarrollar sus actividades sin barreras lingüísticas.

Nuestros científicos y jóvenes investigadores, principalmente en matemáticas, física, química y ciencias de la vida, son muy respetados en todo el mundo. Éste es el motivo por el cual mi país, mis compatriotas y yo mismo estamos encantados de ofrecer Budapest como sede del Consejo de Dirección y del Instituto Europeo de Tecnología (IET). Así, insto a que se tome una decisión sobre la sede del IET lo antes posible.

En calidad de nuevo Estado miembro, que no es sede de ninguna de las instituciones comunitarias, por una parte, y dotado de experiencias extremadamente ricas en el campo de las ciencias naturales, por otra, Budapest sería la sede ideal para el IET.

Apoyo completamente el informe del señor Paasilinna. No necesitamos una enorme organización burocrática, sino únicamente una red de comunidades del conocimiento. Un procedimiento de selección abierto y transparente basado en la competitividad de tales comunidades también revestiría una enorme importancia. Los centros universitarios de investigación y las empresas deberían colaborar y debemos hacer todo lo posible para lograr la participación de las empresas en el trabajo del IET. Hacer del IET un instituto visible mediante el reconocimiento de las titulaciones que añadirían las comunidades del conocimiento probablemente aportaría mayor valor añadido.

En lo que respecta a la financiación, no estoy de acuerdo con la idea de financiar el IET con cargo al fondo de la PAC, ya que nadie puede prever cómo irán las cosechas en los próximos años.

 
  
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  Kyösti Virrankoski (ALDE).(DE) Señor Presidente, antes que nada quisiera felicitar al señor Paasilinna por un informe excelente. La idea de un Instituto Europeo de Tecnología surgió en la Comisión cuando el marco financiero pluriuanual ya había sido aprobado. Éste es el motivo por el que su financiación ha sido irregular y su definición de objetivos vaga. Después del debate del Parlamento la propuesta ha mejorado considerablemente, aunque todavía queda mucho por aclarar.

La financiación de la UE sigue siendo problemática. Como acaba de decir la señora Škottová, se supone que la mayor parte de la financiación deberá provenir de los fondos estructurales y de los programas de investigación de la UE. Sin embargo, esto no es algo obvio, porque los Estados miembros deciden sobre la utilización de los fondos estructurales de acuerdo con sus propias prioridades. El grueso de los fondos destinados a la investigación se concede por motivos de competencia. A pesar de las promesas de la Comisión, el principio de justa competencia puede ser difícil de cumplir cuando el solicitante sea la ‘propia criatura’.

También la financiación de las redes del IET formadas por las comunidades del conocimiento y de la innovación (CCI) está pendiente en principio. Si los fondos han de proceder de programas de la UE, los CCI deberán igualmente buscar su propia financiación. Los recursos presupuestarios de la UE no pueden emplearse para esto, tienen que provenir de otra parte. Pero tampoco está claro cómo se va a hacer. Las modificaciones de las perspectivas financieras propuestas por la Comisión la semana pasada son una solución parcial a estos problemas. Esperemos que las cosas mejoren.

La transformación del IET en una institución europea viable llevará mucho trabajo, y no se podrá conseguir únicamente con dinero. Por eso le deseo al proyecto éxito en el futuro.

 
  
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  Vasco Graça Moura (PPE-DE).(PT) En marzo de 2006, el Consejo reconoció que el Instituto Europeo de Tecnología propuesto por el Presidente Barroso supondría un paso importante para superar el desfase entre la enseñanza superior, la investigación y la innovación. Esto es comprensible. Puesto que es notorio que la investigación e innovación europeas son inferiores a las de los Estados Unidos, resulta apropiado diseñar instrumentos que nos permitan competir eficazmente con los Estados Unidos en este terreno.

Todos sabemos que los investigadores disfrutan de mejores condiciones de trabajo y salarios en los Estados Unidos, y también que las inversiones en el sector público, en particular el relacionado con la industria de defensa, en las universidades y en el sector privado son incomparablemente superiores a las de Europa. Por consiguiente, para ser capaces de competir necesitamos un auténtico motor europeo capaz de alcanzar esta meta, y este motor tiene que disponer de suficiente combustible, es decir, de suficientes recursos presupuestarios. El plan consistía por lo tanto en identificar y seleccionar inversores públicos y privados, con una parte de la financiación procedente de los propios recursos de la UE, pero el Parlamento se asustó ante esta sugerencia. Dejó de tener presentes los objetivos fundamentales y centró su atención en este extremo, poniendo de algún modo el carro antes de los bueyes. Lo que deberíamos hacer es ceder al Consejo la responsabilidad de suministrar al IET los recursos precisos en lo relativo a la contribución de la Unión. La timidez presupuestaria y probablemente determinados intereses académicos envenenaron todo el debate. Si los problemas básicos relacionados con la puesta en marcha del MIT se hubieran tratado del mismo modo, hoy no existiría el MIT.

Así pues, mucho me temo, señor Presidente, que cuando la Comisión propuso un Ferrari de altas prestaciones, el Parlamento le dio únicamente un triciclo de pedales. Votaré a favor de la resolución porque es la única que tenemos, porque es la única que queda, pero lamento que no hayamos ido más lejos, lo que además habría supuesto un valor añadido especial para nosotros, Señorías, ya que el edificio donde celebramos nuestras sesiones se convertiría en la sede del IET, acabando de una vez por todas con la aberración política, judicial, funcional y financiera de tener que acudir a Estrasburgo todos los meses para estas sesiones plenarias.

 
  
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  Jerzy Buzek (PPE-DE). – (PL) Señor Presidente, espero que podré hablar dos minutos. Felicito al ponente por un informe equilibrado y agradezco al señor Comisario los dos años y medio de duro trabajo. Este proyecto ha cambiado bastante respeto a lo que era inicialmente, y los cambios han sido muy positivos. La competitividad y la innovación europeas han sido quizás los problemas más importantes de las sucesivas presidencias en los últimos tiempos. Y de lo que estamos hablando es precisamente de la futura competitividad europea, que la creación del Instituto Europeo de Tecnología está destinada a reforzar. Tengo que hacer cuatro comentarios sobre este tema.

En primer lugar, la Unión Europea ya tiene un Centro de Investigación Conjunta, ya tiene su propio Consejo de Investigación, y actualmente está promoviendo iniciativas tecnológicas conjuntas. Es muy importante que no consintamos la fragmentación del mercado europeo de la ciencia y de la innovación. Estas instituciones no deben comenzar su trabajo de forma independiente y aislada. También ésta es una tarea muy importante para la Comisión Europea.

En segundo lugar, debemos tener en cuenta que las instituciones a las que me he referido no pueden borrar las diferencias que existen entre ellas. Por eso no nos debemos olvidar que el Instituto Europeo de Tecnología está destinado a servir todo el triángulo del conocimiento. Hay que hacer hincapié en la cooperación en materia de educación/innovación, dado que de hecho ninguna institución europea está trabajando en este terreno. Esto significa que tenemos que fomentar la educación para la innovación, ya que después de todo no se requiere investigación para cada innovación específica. A veces todo lo que se necesita es un buen ingeniero.

En tercer lugar, aunque apoyo la creación de un instituto, estas instituciones de investigación y desarrollo no serán capaces de resolver todos los problemas, porque su única finalidad es la de inyectar innovación en la economía. Es preciso procurar que este mecanismo actúe de modo distinto, lo que dependerá de la apertura de nuestros mercados, de que las ayudas públicas sean razonablemente limitadas. Dicho de otro modo, dependerá del funcionamiento de un mercado europeo común y libre.

Y en cuarto lugar, la ciencia, los intercambios de estudiantes, de ingenieros competentes y de innovaciones han sido siempre la base para la integración de pueblos y países. Lo mismo debería suceder ahora, y por este motivo las instituciones vinculadas al Instituto Europeo de Tecnología deberían ubicarse en los nuevos Estados miembros. Reclamo urgentemente que se haga así.

 
  
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  Teresa Riera Madurell (PSE). – Señor Presidente, enhorabuena, señor Paasilinna, por su excelente trabajo. No ha sido fácil. Se ha hecho un gran esfuerzo para diseñar un Instituto viable, inspirado en otros modelos de excelencia, pero con la necesaria adaptación a la complejidad y a la diversidad europea.

El resultado me permite hoy manifestarme a favor del IET, en la medida que constituye un instrumento nuevo y prometedor, para integrar los tres ejes del conocimiento: educación, investigación e innovación, y que esperamos represente además un valor añadido sobre los instrumentos ya existentes.

El IET debe ser también un foco de excelencia, en base a un modelo de integración de las instituciones de investigación con las empresas, que esperamos sirva de catalizador para una cultura de innovación tan necesaria para mejorar nuestra competitividad.

La financiación del IET es todavía nuestro gran acuerdo pendiente. Comparto la consideración de que la financiación inicial y la de su estructura de gobierno provenga del presupuesto comunitario, y que tanto las contribuciones públicas de los Estados miembros como las privadas sirvan para el desarrollo de aquellas comunidades de innovación y conocimiento que estén en línea con las prioridades del Instituto.

 
  
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  Lambert van Nistelrooij (PPE-DE).(NL) Señor Presidente, en la Comisión de Industria, Investigación y Energía hemos añadido, gracias a un alto grado de colaboración y de consultas, la palabra innovación a la actual denominación del Instituto Europeo de Innovación y Tecnología, lo cual es excelente. El Comisario Figel me ha dado a entender que también la Comisión estaría dispuesta a aprobarlo. En efecto, de lo que se trata es de fomentar (a) la educación, la formación de científicos e ingenieros y (b) la innovación generada por las instituciones y empresas científicas en el mercado. La cadena del conocimiento, tecnología y negocio se enfrenta a una competencia mundial cada vez más fuerte y requiere de una organización aún más inteligente. Tenemos que colmar este déficit europeo con la innovación, y no quedarnos atascados en la educación exclusivamente. El señor Paasilinna cautivó nuestra atención con su entusiasmo al tratar este punto.

Otra observación es que no me parece negativo que nos estemos decantando ahora por una organización y una base financiera limitadas. Si la fórmula funciona y obtiene el respaldo de la comunidad empresarial, veremos cómo el sector público comunitario comenzará a proporcionar también financiación mediante los fondos estructurales u otras ayudas, en unión del sector público de los Estados miembros. La marca IET es conveniente. En este caso, ‘excelencia’ equivale a ‘líder mundial’. Ahí es donde queremos estar y eso es lo que se quiere apoyar. Si escuchan a las universidades, a la industria de la nanotecnología y al sector medio ambiental emergente, comprobarán que el apoyo es amplio. Después de escuchar los numerosos argumentos a favor de Wrocław, yo también quisiera preguntar si se ha efectuado ya la elección del emplazamiento de la sede principal en una localidad adecuada de Europa Central. He oído decir que existe interés por parte de muchas ciudades.

Por último, señor Presidente, existe un auténtico hueco, un vacío entre el contenido de los instrumentos anteriores y los programas educativos, y entre los distintos programas. Tenemos que colmarlo con audacia y ambición. Se necesita un líder fuerte. Es preciso que esto funcione realmente, para que en 2010 podamos decir: desde luego, fue una buena iniciativa. Las inversiones se rentabilizan con el tiempo.

 
  
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  Silvia-Adriana Ţicău (PSE). – (RO) Señor Presidente, señor Comisario, ante todo quiero felicitar al ponente señor Paasilinna, quien volvió a redactar casi por completo el documento de la Comisión dándole más funcionalidad.

El triángulo del conocimiento – innovación, investigación y educación – formado por las universidades, centros e institutos de investigación y las empresas es indispensable para alcanzar los objetivos de la Estrategia de Lisboa, es decir, invertir en investigación el 3 % del producto interior bruto, y que dos tercios de esta inversión procedan del sector privado. Las comunidades del conocimiento y de la innovación tenderán un puente entre el sector privado y la comunidad académica e investigadora.

Considero que los proyectos piloto propuestos por el señor Paasilinna son necesarios, y espero que alguno de ellos se lleve a cabo también en Rumanía. Se necesitan inversiones durante todo el proceso, desde la producción a la difusión y a la aplicación de los resultados de la investigación y de la innovación. La financiación de este instituto es el primer paso, pero también necesitamos inversiones en el ámbito de las empresas pequeñas y medianas y en el sector privado, porque disponen de las personas y de los recursos para cofinanciar los proyectos de investigación.

Tiene que ser una estrategia a largo plazo. La propiedad intelectual es importante, pero tenemos que obrar con cautela para que esta iniciativa no se solape con las iniciativas conjuntas, con las empresas comunes. Espero que este instituto trabaje más intensamente en el campo del cambio climático, la sociedad de la información y las nanotecnologías.

 
  
  

PRESIDE: Luisa MORGANTINI
Vicepresidenta

 
  
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  Józef Pinior (PSE). – (PL) Señora Presidenta, señor Comisario, el proyectado Instituto Europeo de Tecnología, al que se suele denominar el buque insignia de la innovación europea, reúne los tres elementos del triángulo del conocimiento: innovación, investigación y educación. La clave del éxito de esta empresa es, en mi opinión, la buena cooperación entre los centros académicos y el mundo de la empresa. El Instituto Europeo de Tecnología debe ser capaz ante todo de conseguir grandes volúmenes de financiación privada.

Hoy quisiera llamar la atención del Parlamento Europeo sobre los preparativos que está haciendo Wrocław para convertirse en sede del Instituto, o alternativamente de uno de los centros de sus comunidades del conocimiento y de la innovación. Wrocław podría ser el símbolo de la historia europea; a menudo se dice de ella que es la Estrasburgo de la Europa Central y Oriental. Actualmente hay allí más de 140 000 estudiantes; la ciudad es uno de los principales centros de investigación de Polonia. En ella se fundó el Centro IET+ de Innovación y Tecnología, que aspira a que el Instituto se instale en Wrocław. Y un último comentario: a lo largo de los últimos diez años, Wrocław se ha convertido en una ciudad de modernos servicios financieros que atrae capital de todo el mundo, en un emblema de la energía creadora y del desarrollo europeos, y en un símbolo positivo de la globalización.

 
  
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  Dorette Corbey (PSE).(NL) Señora Presidenta, otro instituto más. Esta podría ser perfectamente la conclusión de esta noche. Además del Consejo Europeo de Investigación y de las plataformas tecnológicas, de las iniciativas tecnológicas conjuntas, de Eureka, del CIP, del Séptimo Programa Marco y de las CCI, ahora tenemos un nuevo centro científico. El valor añadido consiste en la innovación, porque esto es lo que nos falta en comparación con los Estados Unidos, Japón y China. La idea detrás de todo esto es que existen bastantes buenas ideas y conocimientos científicos en Europa, pero que no se transforman en productos concretos. La cuestión es obviamente si un nuevo instituto puede ayudar en este proceso. La cuestión es también si las PYME podrán aclararse con todas estos institutos del conocimiento y de la investigación. La falta de innovación quizás pueda atribuirse a la compleja legislación que impide la innovación, antes que a una falta de institutos. A pesar de todo, el nuevo instituto y sus comunidades del conocimiento y de la innovación pueden contribuir con su aportación, y espero que el IET pueda hacerlo y que sobresalga en el ámbito de las estrategias relacionadas con el clima, porque se trata de un área donde se necesitan urgentemente muchas reformas e innovaciones. A pesar de mis dudas, deseo que el IET tenga un comienzo excelente y un próspero futuro.

 
  
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  Ján Figeľ, Miembro de la Comisión. − Señora Presidenta, le doy las gracias no sólo por haberme cedido la palabra, sino por la posibilidad de participar en este interesante debate, ya que, cuando volvemos la mirada a la situación de hace un par de años, e incluso de hace un año y medio, nos damos cuenta de la gran diferencia que existe. Me gustaría responder a algunas de las cuestiones suscitadas y hablar de una mayor cooperación, porque aún no hemos llegado al final del proceso. Aún estamos lejos de la creación definitiva, pero lo que hemos logrado a día de hoy en el Consejo y el Parlamento es algo verdaderamente muy significativo.

En primer lugar, una de las cuestiones más breves, suscitada por algunos de los colegas del Grupo Verts/ALE: según el señor Hammerstein se ha dejado a un lado el cambio climático. Nosotros no pensamos lo mismo. En la versión actual de la propuesta, se da cabida, entre otros, al sector de las energías renovables y el cambio climático. No queremos insistir ni reducir demasiado el ámbito de aplicación, ya que la decisión y definición últimas atañerán al Consejo de Dirección. Pero la necesidad de abordar los desafíos y cuestiones de extrema importancia que se plantean a escala mundial y a los que nos enfrentamos actualmente constituye uno de los motivos por los que estamos hablando del IET, ya que debemos reunir los recursos y las fuerzas necesarios para responder de algún modo.

Señor Smith, visité la Royal Society de educación superior de Edimburgo, ante la que pronuncié un discurso, y donde se suscitó un debate muy intenso e interesante acerca del IET que resultó recíprocamente inspirador. No me dejaré desalentar por los mensajes procedentes de Edimburgo o de los rectores con los que me encontré, pero, ciertamente, el régimen se encuentra en estado de preparación. La participación es voluntaria y creo que deberíamos considerarlo una responsabilidad común, aunque somos completamente libres de adoptar la posición que creamos conveniente.

En relación con el contenido general, quisiera hacer hincapié en cuatro aspectos. En primer lugar, muchas gracias por la postura innovadora adoptada en este Parlamento; como algunas de sus Señorías han manifestado, se trata de innovación y debemos empezar a innovar abordando el modo en que tratamos la innovación. La innovación no se logra únicamente a través de la tecnología. En primer lugar se debe adoptar un nuevo planteamiento, un modo nuevo de comunicar y reunir a las instituciones, las condiciones de movilidad, el reconocimiento de las titulaciones, etc. y, por supuesto, los fondos necesarios, pero éste no es el elemento más importante. En todo caso no es el primero. Lo primero es la mentalidad, el planteamiento, por supuesto junto con una financiación razonable.

Desde la primavera de 2005 hemos ido pasando de las ideas a los conceptos y de ahí a las propuestas, con la participación constante de los miembros de esta Cámara. No se trata únicamente de la Comisión y una serie de burócratas, es un trabajo común, y éste es el motivo por el cual debemos ser conscientes de que si tratamos de lograr algo juntos tendremos mucho más éxito del que lograríamos sin un planteamiento comprometido como el que vemos aquí.

Si se acuerdan, hace dos años en los medios de comunicación se hablaba de Estrasburgo o de algo falso, no acerca de un auténtico compromiso europeo por la innovación. Ahora contamos con muchos y muy serios candidatos. Esta tarde, se ha hablado de Wroclaw, Budapest, Múnich y muchos más, no quiero olvidar a ninguno de ellos. He recibido muchos más mensajes de diferentes universidades. Esto está muy bien, porque demuestra que ahora al menos creemos en la idea o queremos ofrecer algo muy serio. Esto es lo que Europa necesita. No somos los «Estados Unidos de Europa». Esto no es Massachusetts. Estamos hablando del modo en que podemos reunir las mejores condiciones y presentar un proyecto concreto para lograr una Europa más innovadora. El IET no es la única respuesta. Es sólo una de las respuestas. Algunos han dicho que se trata del buque enseña. Diría que es más bien el rompehielos hacia una Europa más innovadora, hacia la creación de mejores condiciones para la propiedad intelectual —todos ustedes saben lo largo que es el procedimiento y lo débiles que somos— y una mejor aceptación y reconocimiento de los diplomas y titulaciones, etc. —muchas cuestiones—.

Si las tres ciudades mencionadas no son al final la sede del IET, al menos deberían ser comunidades del conocimiento y la innovación. Pero quiero añadir que no estuvo bien que al principio se afirmase que se trataba de una cuestión de dinero y de sede. No, ambas cosas forman parte de la propuesta, pero no son el elemento más importante. La respuesta vendrá dentro de doce meses, cuando hayamos acordado definitivamente los detalles del establecimiento. Me complace enormemente que ahora existan candidatos muy válidos, pero la decisión se tomará cuando hayamos acordado el fundamento jurídico. El Consejo tratará de elegir el mejor de los serios candidatos que se presentan.

En segundo lugar, acerca del dinero: la semana pasada proponíamos el modo en que podríamos llegar al punto definitivo en que pudiéramos determinar no sólo el dinero que hace falta, sino también la fuente de financiación del órgano hasta 2013. Se trataría de fondos para operaciones básicas pero, tal como muchos de ustedes han dicho, se deberían movilizar muchos más fondos. Diría que no resulta decisivo en términos del volumen general, sino como contribución creíble de la Unión. No podemos esperar que se nos entregue un cheque en blanco o se nos hagan promesas si no somos capaces de presentar algo creíble. Existen muchas respuestas concretas, intenciones de inversión incluso por parte de empresas y asociaciones de empresas, pero debemos completar nuestras propuestas.

Acerca de lo que el señor Buzek comentaba sobre las iniciativas o las iniciativas tecnológicas, redes y plataformas comunes, la propuesta no invade el terreno de otras actividades. Se trata de una propuesta complementaria a las políticas e iniciativas existentes y podemos imaginar que algunos de los modelos de cooperación existentes reforzarán la intensidad de la cooperación y se unirán a otros socios, tanto del mundo universitario como empresarial, para pedir que se les dé cabida en el IET. De modo que creo que para las plataformas, las iniciativas y las redes, la inclusión en una asociación integrada constituye un cambio razonable del modo en que innovamos.

Por ultimo, desearía mencionar el paso que hemos dado hacia una nueva cultura de la innovación. Éste es el planteamiento adecuado. El IET no tiene tanto que ver con el lugar, la sede y el Consejo de Dirección como con una nueva y mejor cultura de la innovación en Europa. Creo que esto es todo lo que podría o desearía aportar a las cuestiones planteadas en mi respuesta, y les agradezco enormemente el clima extremadamente positivo y constructivo que ha reinado en este Pleno. Y gracias también al ponente, el señor Paasilinna, nuevamente, porque sé que no ha sido fácil, y sigue sin serlo, y no hemos llegado al final. Pero podemos concluir la propuesta. Espero que así sea.

(Aplausos)

Posición de la Comisión sobre las enmiendas del Parlamento

Informe Paasilinna (A5-0293/2007)

La Comisión puede aceptar las enmiendas 3, 12, 14, 18, 20, 23, 38, 44, 45, 46, 48, 49, 50, 63, 64, 65, 66, 67, 68, 72 y 73.

La Comisión puede aceptar las enmiendas 7, 16 y 28 de forma sustancial.

La Comisión puede aceptar las enmiendas 2, 15, 17, 26, 39, 29, 30, 32, 36, 37, 41, 42, 43, 51, 52, 53, 54, 56, 57, 59, 60, 61, 62, 70 y 74 con sujeción a una nueva redacción.

La Comisión se reserva su posición sobre la enmienda 21 sobre los aspectos financieros a la espera de un acuerdo sobre la financiación.

La Comisión no puede aceptar las enmiendas 1, 4, 5, 6, 8, 9, 10, 11, 13, 19, 22, 24, 25, 27, 31, 33, 34, 35, 47, 55, 58, 69, 71, 75, 77, 78 y 79.

 
  
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  Presidenta . Se cierra el debate.

La votación tendrá lugar el miércoles.

Declaraciones por escrito (Artículo 142)

 
  
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  Monica Maria Iacob-Ridzi (PPE-DE), por escrito.(RO) El Instituto Europeo de Tecnología tiene la posibilidad de reducir los desfases en materia de innovación entre la Unión Europea y sus competidores externos, y también de captar el interés de millones de jóvenes investigadores de toda Europa. Para poder alcanzar estos objetivos es esencial garantizar la viabilidad del proyecto.

El IET, en la forma propuesta por la Comisión, utilizará más de 1 200 millones de los fondos destinados a la política de cohesión y absorberá recursos de programas que funcionan correctamente en aplicación de la estrategia de Lisboa. Esto equivaldría a centralizar los fondos de investigación en un único proyecto europeo y reducir las posibilidades de financiación abiertas a las empresas privadas. El IET debería ser una institución de innovación complementaria dentro de Europa, no un sustituto de los pequeños centros de investigación y desarrollo. Por este motivo debemos encontrar juntamente con el Consejo otra fórmula de financiación para este proyecto.

Uno de los apartados del informe indica la necesidad de que el instituto se instale en un país de la Unión Europea donde existan «centros prestigiosos de excelencia académica europea». Como país que cuenta con una importante tradición de investigación y de innovación, Rumanía posee importantes centros académicos y de un gran número de titulados en disciplinas tecnológicas perfectamente cualificados. La elección de Rumanía como país anfitrión del Instituto Europeo de Tecnología estimularía el desarrollo económico de toda la región y contribuiría a equilibrar las disparidades que aún existen en la Unión Europea.

 
  
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  Alexander Stubb (PPE-DE), por escrito. – La educación, la investigación y la innovación son ventanas abiertas al futuro. Son la columna vertebral de lo que se ha dado en denominar el «triángulo del conocimiento». Debemos ser competitivos. El triángulo del conocimiento es uno de los elementos principales. Por consiguiente, veo el Instituto Europeo de Tecnología (IET) como una inversión de futuro.

Se ha manifestado un cierto escepticismo sobre el valor añadido que el IET podía ofrecer. La estructura en red propuesta por el señor Paasilinna en su informe será una buena solución. La experiencia descansaría en las universidades participantes y las instituciones de educación secundaria. Por consiguiente, más que el «buque enseña» de la investigación europea, como el Presidente Barroso lo ha denominado, el IET intentará constituir la marca distintiva de la investigación en Europa. Apoyo esta idea.

Los recuerdos que guardo de mis años académicos me hacen apoyar la idea del informe en relación con la dotación de autonomía a las comunidades del conocimiento y la innovación del IET. De este modo las comunidades del IET podrán ofrecer un mejor impulso a la innovación europea.

 
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