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Procedimiento : 2007/2094(INI)
Ciclo de vida en sesión
Ciclo relativo al documento : A6-0278/2007

Textos presentados :

A6-0278/2007

Debates :

PV 27/09/2007 - 3
CRE 27/09/2007 - 3

Votaciones :

PV 27/09/2007 - 9.7
Explicaciones de voto

Textos aprobados :

P6_TA(2007)0422

Acta literal de los debates
Jueves 27 de septiembre de 2007 - Estrasburgo Edición DO

3. Aplicación del principio de igualdad de trato de las personas independientemente de su origen racial o étnico (debate)
Acta
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  Presidente. − De conformidad con el orden del día, se procede al debate del informe de Kathalijne Maria Buitenweg, en nombre de la Comisión de Libertades Civiles, Justicia y Asuntos de Interior, sobre la aplicación de la Directiva 2004/43/CE, de 29 de junio de 2000, relativa a la aplicación del principio de igualdad de trato de las personas independientemente de su origen racial o étnico (2007/2094(INI)) (A6-0278/2007).

 
  
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  Kathalijne Maria Buitenweg (Verts/ALE), ponente. – (NL) Señor Presidente, para empezar debo dar las gracias a mis numerosos colegas que han contribuido a este documento. Hace siete años fui coponente de la Directiva y ahora estamos debatiendo el informe relativo a su aplicación. La postura del Parlamento ha sido totalmente unánime, aparte de uno o dos disidentes, que, como verán ahora, han presentado enmiendas. El debate ha sido largo y, en ocasiones, encarnizado por lo que respecta al reparto de la carga de la prueba, por ejemplo, aunque afortunadamente nunca hemos perdido de vista el objetivo común y espero que vean este informe también como un compromiso común.

En 2000 votamos por una amplia mayoría a favor de la Directiva, que se puede describir ciertamente como revolucionaria. La discriminación se prohibió en toda Europa, en el empleo, en la seguridad social y la vivienda, y la igualdad de trato pasó a ser obligatoria. Me sentí y todavía me siento enormemente orgullosa de ello. La Comisión, el Consejo y el Parlamento Europeo hicieron un buen trabajo en ese sentido. Sin embargo, eso no significa, por supuesto, que las cosas hayan cambiado mucho en ese ámbito. Todavía existe mucha discriminación.

De hecho, en los últimos años los casos de discriminación y racismo han aumentado, tanto en número como en intensidad. En la mayoría de los países, el desempleo es notablemente superior entre los inmigrantes que entre el resto de la población activa. Existe más violencia por motivos raciales. La legislación es muy importante para hacer frente a la discriminación, porque establece la norma. Dice a las personas lo que defiende la Unión Europea, cómo deberíamos comportarnos con los demás y lo que no se puede tolerar. La legislación también ofrece a las personas un medio de obtener reparación por la discriminación.

La Comisión Europea está ahora ocupada en comprobar si los Estados miembros han transpuesto convenientemente las normas europeas a sus legislaciones nacionales. He hablado sobre esta cuestión esta misma semana con el Comisario Špidla y está claro que las intenciones de la Comisión son buenas en este sentido: está muy interesada en garantizar, con los Estados miembros, que se aplique la legislación. Quiero felicitar a la Comisión por ello.

No obstante, no puedo evitar pensar que necesita algo más de energía, un poco más de brío. Se supone que estas leyes se tendrían que haber aplicado en 2004. Se habló mucho acerca de los detalles delicados y difíciles, pero cuando la actual Comisión comenzó su mandato anunció que las medidas para combatir la discriminación serían esenciales en su política y ya han superado la mitad de este período. Admiro mucho lo que han hecho hasta ahora, pero espero que le aprieten las tuercas a los Estados miembros un poco más. Eso es fundamental.

Menos de la mitad de todos los Estados miembros ha aplicado la Directiva plenamente. En mucho de ellos, la definición de discriminación directa e indirecta, intimidación y la carga de la prueba no se han transpuesto correctamente. Hay algunos Estados miembros que ciertamente prohíben la discriminación en el empleo, pero que consideraron excesivo prohibirla en el suministro de bienes y servicios. Sin embargo, esos son precisamente los ámbitos en los que hay muchos problemas.

Tomemos la educación como ejemplo. Según la Agencia de los Derechos Fundamentales de la Unión Europea, los niños de las familias romaníes están siendo inadecuadamente asignados a colegios para niños disminuidos psíquicos. Por lo que respecta a la vivienda, los apartamentos se anuncian de forma rutinaria con el comentario de que la urbanización está «libre de extranjeros». Esto es inaceptable.

La prohibición de la discriminación, en otros ámbitos además del empleo, debe ser efectiva de inmediato. Una ley solamente es efectiva, señor Presidente, si las personas conocen sus derechos, pero según el Eurobarómetro solamente el 35 % de los encuestados cree que en su país existen leyes contra la discriminación. Son todavía menos los que afirman saber qué hacer si ellos mismos fuesen víctimas de la discriminación. ¿Cómo va a garantizar la Comisión que la ley se convierta en una realidad en las vidas de las personas? Informar a las personas es una obligación recogida en la Directiva, pero ¿cómo tiene previsto la Comisión garantizar que se cumpla esa obligación?

Señor Presidente, aun cuando las personas sí saben que existe una ley, su camino puede continuar plagado de obstáculos, porque en ocasiones hay requisitos y normas problemáticos. En algunos países, el período para presentar una denuncia es muy breve, tan breve como 30 días, por ejemplo. Por lo contrario, el resto del procedimiento puede ser absurdamente largo y complicado. La violación de las leyes contra la discriminación debe afrontarse con sanciones efectivas, proporcionadas y disuasivas. Esto se recoge con gran acierto en la Directiva; todos estábamos de acuerdo con ello. Sin embargo, son muy pocos los países que cuentan con sanciones adecuadas.

Tal vez sea ahora el momento de mirar el lado positivo. Lo bueno es que prácticamente todos los países ya cuentan con organismos de promoción de la igualdad. Esto es un logro importante y en muchos países estos organismos se encargan ellos mismos de la discriminación por motivos raciales y también de la discriminación provocada por otras causas. Acojo esto con satisfacción. Sin embargo, lamentablemente, no todos los organismos cuentan con los fondos necesarios para cumplir su cometido. Por lo tanto, quiero pedir a la Comisión que analice ese punto también en su evaluación relativa a la aplicación de las leyes contra la discriminación. ¿Puede comentar algo la Comisión al respecto?

Para terminar, señor Presidente: estoy orgullosa de la legislación. Se ha progresado en la transposición, aunque todavía no es suficiente. Muchos países todavía no la han transpuesto por completo. No obstante, incluso en los casos en los que la hayan transpuesto al pie de la letra, debemos asegurarnos de que las personas sean convenientemente informadas de sus derechos, porque si desconocen esos derechos no pueden ejercerlos, y eso es sumamente importante por lo que respecta a la lucha contra la discriminación.

 
  
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  Louis Michel, Miembro de la Comisión. − (FR) Señor Presidente, señora Buitenweg, diputados de la Cámara, la Comisión acoge con satisfacción este informe sobre la aplicación de la Directiva 2000/43/CE, de 29 de junio de 2000, relativa a la aplicación del principio de igualdad de trato de las personas independientemente de su origen racial o étnico.

La Comisión toma nota de las diversas preocupaciones que ha expresado el Parlamento y quiere llamar su atención sobre una serie de puntos. Con respecto a la supervisión de la aplicación de la Directiva por parte de los Estados miembros, a finales de junio la Comisión inició procedimientos de infracción contra 14 Estados miembros por no haber transpuesto la Directiva a la legislación nacional. Quiero añadir que algunos Estados miembros ya han modificado su legislación en respuesta a las preocupaciones de la Comisión o han indicado que están dispuestos a hacerlo.

Con respecto a la información detallada relativa a la transposición de la Directiva por parte de los Estados miembros, como ya señalamos en nuestra Comunicación «Estrategia marco contra la discriminación y por la igualdad de oportunidades para todos» de 2005, publicamos el informe exhaustivo del grupo de expertos jurídicos cada año y los informes nacionales individuales están disponibles en línea.

La señora Buitenweg señala con acierto que los organismos responsables de promover la igualdad desempeñan un papel fundamental para combatir la discriminación. Esa es la razón por la que financiamos la red Equinet, que facilita los intercambios de experiencias y buenas prácticas entre los organismos de promoción de la igualdad de los Estados miembros.

Como señala el informe, la recogida de datos es una cuestión delicada. Sin embargo, sin ella resulta imposible evaluar el alcance de la discriminación o saber si las medidas que se han tomado son efectivas. Dado que gran parte de la información recogida puede clasificarse como datos personales delicados, relativos a los orígenes étnicos o raciales de las personas, o incluso a sus creencias religiosas o vidas sexuales, es necesario procesarla de conformidad con las disposiciones aplicables de la Directiva 95/46/CE de protección de los datos personales.

Esta Directiva impone una prohibición general sobre el procesamiento de datos personales delicados. No obstante, prevé una serie de excepciones a la norma, en particular si los individuos en cuestión han dado su consentimiento explícito o cuando —y cito textualmente— el tratamiento sea necesario para respetar las obligaciones y derechos específicos del responsable del tratamiento en materia de Derecho laboral.

Los Estados miembros también están autorizados para dictar excepciones —sujetas al establecimiento de las salvaguardias adecuadas— por razones de interés público importante. Así pues, le corresponde a los Estados miembros decidir si deben recoger o no datos acerca del origen étnico, al objeto de elaborar estadísticas con vistas a combatir la discriminación, sujetos a la aplicación de las salvaguardias que exige la Directiva de protección de datos.

El estudio del Eurobarómetro relativo a la discriminación en la Unión Europea ha demostrado que, por lo general, muchos ciudadanos europeos están dispuestos a facilitar información personal de forma anónima en el contexto de un censo, al objeto de combatir la discriminación. Tres de cada cuatro estaban dispuestos a facilitar información personal acerca de su origen étnico, su religión o creencias.

Esta información es particularmente importante en el contexto de la acción positiva para aliviar la discriminación y factores de desventaja profundamente arraigados. El pasado mes de febrero la Comisión publicó una guía europea relativa a la recogida de datos en materia de igualdad, con el objetivo de ayudar a los Estados miembros a mejorar sus prácticas en este sentido.

El mismo estudio del Eurobarómetro de enero de 2007 reveló que la población se siente poco informada acerca de sus derechos como víctimas de la discriminación. A pesar de que el nivel de conocimiento variaba considerablemente —entre Finlandia, por ejemplo, donde el 65 % de los encuestados afirmaba conocer sus derechos, y Austria, donde esta cifra ascendía tan solo al 17 %—, el hecho de que la media fuese solamente del 32 % demuestra claramente que, como ustedes han afirmado, las actividades de concienciación son más necesarias que nunca.

No me cabe duda de que nuestras actividades actuales, respaldadas por el Año Europeo de la Igualdad de Oportunidades para Todos en 2007, que incluyó unas 430 actividades a nivel de los Estados miembros, y la campaña europea «Por la Diversidad. Contra la discriminación» ayudarán a hacer frente a esta falta de conocimiento.

Quiero hacer una mención especial aquí a los programas de formación que financiamos para las ONG, los sindicatos, los abogados y empresas.

La Comisión está dispuesta a utilizar todas las herramientas disponibles para mejorar la situación de la población romaní en la Unión Europea. Concretamente, esto significará garantizar que se aplique la Directiva 2000/43/CE, utilizando los Fondos Estructurales comunitarios, en particular el Fondo Social Europeo, y aumentando la concienciación tanto entre la propia población romaní como entre el público en general acerca de sus derechos y obligaciones.

Un grupo consultivo de alto nivel para la integración social y profesional de las minorías étnicas, incluida la población romaní, presentará su informe con una serie de recomendaciones a comienzos de diciembre. El grupo pretende identificar las barreras para la integración y fomentar buenas prácticas aplicadas por las autoridades públicas y empresas.

En este contexto, acogemos con satisfacción el interés del Parlamento Europeo en la cuestión de la discriminación múltiple, y sin duda estoy muy interesado en leer, a finales de este año, las conclusiones de un nuevo estudio que va a realizar la Comisión. Claramente, la ausencia de discriminación no basta por sí sola para conseguir la igualdad de oportunidades para determinados grupos socialmente más desfavorecidos que otros: así pues, la Comisión ha solicitado un análisis en profundidad de las buenas prácticas aplicadas en los Estados miembros, en particular por lo que respecta a la política de empleo.

La Comisión también considera que es muy importante que los Estados miembros apliquen sus propias leyes convenientemente, aunque la legislación en sí es claramente insuficiente. Tenemos previsto reforzarla a través de la investigación, la concienciación, la formación y los intercambios de buenas prácticas, para prevenir la discriminación en la medida de lo posible y, cuando no sea así, ofrecer reparaciones adecuadas a sus víctimas.

 
  
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  Patrick Gaubert, en nombre del Grupo del PPE-DE. – (FR) Señor Presidente, Señorías, quiero dar las gracias a la señora Buitenweg por el trabajo que ha realizado, que es de gran calibre. El informe realiza una serie de comentarios justos y equilibrados, además de cubrir exhaustivamente los principales problemas relacionados con la aplicación de la Directiva.

Es cierto que son muy pocos los ciudadanos que conocen claramente sus derechos cuando son víctimas de la discriminación. Por lo tanto, parece fundamental garantizar una difusión más efectiva de la información pertinente, particularmente porque este es el Año Europeo de la Igualdad de Oportunidades para Todos. Concretamente, apoyo la idea de conceder suficientes recursos a los organismos responsables de promocionar la igualdad. Ellos tienen un papel fundamental en este ámbito, como señala el informe con acierto, y es imprescindible que se mantengan independientes.

No obstante, el comentario más preocupante realizado se refiere al hecho de que ciertos Estados miembros no han transpuesto la directiva o no lo han hecho completamente. Sin duda debemos tomar medidas para garantizar que todos los Estados miembros promulguen las leyes necesarias para que cada individuo, independientemente de su país de residencia, pueda disfrutar de un nivel esencial de protección.

Con respecto a la cuestión más delicada tratada, concretamente la recogida de datos, el informe es prudente al estipular que se debe llevar a cabo respetando la privacidad personal y exclusivamente al objeto de detectar formas de discriminación que pueden sufrir las minorías. No debe desviarse nunca hacia el peligroso territorio de la elaboración de perfiles étnicos, aunque en última instancia debe proporcionar la información necesaria para medir el alcance de la discriminación y generar soluciones adecuadas.

Cuando se trata de un principio de tal importancia como es la igualdad de trato, Europa no puede darse por satisfecha simplemente con defender sus ideales de boquilla, Europa no puede darse por satisfecha con promulgar la legislación indispensable y Europa no puede darse por satisfecha con ser un mero observador. Necesitamos mantenernos atentos, pero también nos corresponde a nosotros actuar, liderar el camino y asegurarnos de que Europa dé ejemplo: cuánto más hagamos esto, menos expuestos estaremos a los reproches.

 
  
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  Martine Roure, en nombre del Grupo del PSE. – (FR) Señor Presidente, señor Comisario, en primer lugar permítanme dar las gracias a la señora Buitenweg por el excelente trabajo que ha realizado. Su informe cuenta con todo nuestro apoyo. Lamentablemente las estadísticas recientes demuestran que la discriminación continúa siendo un problema importante y vigente en muchos Estados miembros.

El primer informe de la Agencia de Derechos Fundamentales de la Unión Europea, de agosto de 2007, registró un aumento del crimen racista en al menos ocho países de la Unión. Esto es particularmente preocupante, dado que la Unión Europea cuenta con una legislación muy desarrollada contra la discriminación. No obstante, estoy de acuerdo en que se ha producido una mala transposición de la legislación y que los Estados miembros solo la han aplicado parcialmente. La población de Europa no está bien informada y, en particular, no es consciente de que puede emplear la legislación para hacer valer sus derechos cuando son víctimas de la discriminación.

Como ponente para el Año Europeo de la Igualdad de Oportunidades para Todos y la decisión marco sobre la lucha contra el racismo y la xenofobia, creo que los Estados miembros tienen que trabajar más para garantizar que la legislación europea se aplique convenientemente. También hay que divulgar más los textos que hemos elaborado, para que la población europea pueda identificarse con los mismos.

Invertir la carga de la prueba es el mayor avance que ha producido esta Directiva sobre la igualdad de trato. Por lo tanto, debemos insistir en la puesta en práctica de medidas para garantizar este avance en todos los Estados miembros de la Unión Europea.

En conclusión, creo que debemos reforzar el marco jurídico europeo para combatir la discriminación, mediante la adopción de una directiva general que cubra todas las formas de discriminación mencionadas en el artículo 13 del Tratado, y quiero preguntar a la Comisión qué progresos se han realizado en el estudio de la viabilidad de una directiva así.

 
  
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  Sophia in ’t Veld, en nombre del Grupo ALDE. – (NL) Señor Presidente, aquí en el Parlamento Europeo, elaboramos leyes, pero las leyes por sí solas no pueden eliminar el racismo y la xenofobia. Las declaraciones de los políticos y otros líderes de opinión ayudan a fomentar un clima de odio e intolerancia en el que la discriminación es algo normal, de forma que las leyes siguen siendo palabras vacías.

Me gustaría ver realmente a la Comisión Europea atacando la discriminación en Europa de forma tan sistemática como ataca los incumplimientos de las reglas del mercado, por ejemplo. Deberíamos proteger el capital humano en Europa de forma tan vigorosa como el capital financiero. Si podemos enfrentarnos a Bill Gates, sin duda podemos enfrentarnos a las empresas y autoridades que discriminan. Sabemos que 14 gobiernos todavía no han cumplido la Directiva relativa a la igualdad de trato de las personas independientemente de su origen racial, pero parece que la Comisión no tiene mucha prisa en ejecutar las normas y está concediendo a los Estados miembros demasiado tiempo para adecuarse a la normativa. Esta ley se debería haber aplicado hace años; no deberíamos haber dejado que Bill Gates se saliese con la suya.

Por otra parte, para combatir el terrorismo y la delincuencia, no debemos permitir que se cambien las reglas del juego. Algunas medidas se aplican solamente a ciertos grupos y parecen legitimizar la discriminación. Tomemos como ejemplo, las prácticas de registro, los métodos de elaboración de perfiles y un largo etcétera. En ocasiones las medidas de integración también pueden ser discriminatorias y me satisface comprobar, por ejemplo, que el último Gobierno de mi propio país intentó introducir medidas de integración que posteriormente fueron rechazadas por los tribunales, porque eran, en efecto, discriminatorias.

De las diversas enmiendas, una en particular, la enmienda 4, ha llamado mi atención. Afirma que la protección de las minorías y el cumplimiento de la legislación contra la discriminación son asunto de los Estados miembros individuales. No obstante, si hay una cosa que no es nacional, son nuestros valores comunes europeos y, por lo tanto, es una importante responsabilidad europea el hecho de garantizar la igualdad de trato para todos los ciudadanos europeos, porque ese es el objetivo de la integración europea y el mercado es simplemente un medio para conseguir ese fin.

Finalmente, la libertad religiosa es un derecho importante y fundamental, pero no se debe abusar del mismo para justificar la discriminación de origen étnico. Por ejemplo, un colegio católico no debe utilizar la libertad religiosa como pretexto para excluir a los niños de determinados orígenes étnicos, cuando lo que realmente pretende es tener solamente niños caucásicos. Por otra parte, criticar el Islam no es una actitud automáticamente racista.

Finalmente, señor Presidente, las leyes son importantes y es extremadamente positivo que contemos con esta ley, pero todos estamos interesados en mantener un clima en el que no exista la discriminación.

 
  
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  Roberta Angelilli, en nombre del Grupo UEN. – (IT) Señor Presidente, Señorías, en primer lugar quiero dar las gracias a nuestra colega por su trabajo. Como ponente del Parlamento Europeo en materia de los derechos de los menores, quiero concentrarme en una parte importante del informe, que es la que se refiere a los niños romaníes. Me gustaría recordar a todos los presentes que son los niños los que sufren los problemas más graves de discriminación y exclusión social.

En Europa hay muchos, demasiados niños en las calles, a menudo de origen romaní, que no tienen futuro, porque no han recibido una educación escolar apropiada y, en muchos casos, son totalmente analfabetos. Estos niños no reciben una atención sanitaria adecuada ni las vacunas necesarias. Como consecuencia, son niños que no tienen un futuro, porque se les ha negado su infancia y porque a menudo se ven obligados a mendigar, a pedir limosna, casi siempre durante el horario escolar, o realizar trabajos ilegales.

Como también dice el informe, los Estados miembros tienen que comprometerse a introducir políticas positivas contra la discriminación. En este caso en particular, políticas que garanticen el derecho de los niños a una educación y que exijan a las familias de estos niños romaníes que se aseguren de que asistan al ciclo de estudios obligatorios. También es necesario organizar las campañas adecuadas para fomentar que los ciudadanos trabajen con los colegios para prevenir los casos de discriminación, explotación y exclusión social entre niños.

Quiero terminar diciendo que es inaceptable que demasiados Estados miembros, lamentablemente, incluido mi propio país, Italia, todavía no hayan transpuesto convenientemente las disposiciones de la Directiva a su legislación nacional.

 
  
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  Tatjana Ždanoka, en nombre del Grupo Verts/ALE. – Señor Presidente, quiero dar las gracias a la señora Buitenweg por este informe, que llama la atención sobre una de las cuestiones más graves del problema europeo de la discriminación de origen racial y étnico.

Señor Comisario, en mi opinión la Comisión debería ser más activa para fomentar la transposición de la Directiva relativa a la igualdad de trato de las personas independientemente de su origen racial. Cada día surgen muchos casos que hacen necesaria una correcta transposición para proteger a las víctimas. Me gustaría mencionar también que algunas prácticas relacionadas con la política lingüística pueden ser consideradas discriminación indirecta en virtud de la Directiva. Por ejemplo, en mi país, Letonia, así como en la vecina Estonia, países que cuentan con una elevada proporción de minorías étnicas, existen criterios lingüísticos desproporcionados para el empleo, así como requisitos relativos al uso de una sola lengua en la comunicación con las autoridades. Creo que si estas prácticas se traducen en una representación inferior de las minorías raciales y étnicas en diferentes ámbitos de la vida social, los estados miembros tienen la obligación de desarrollar políticas al objeto de garantizar la igualdad de acceso y evitar la discriminación.

Hay otro motivo de preocupación. En ocasiones el hecho de dar un trato diferente por motivos de la nacionalidad se puede considerar una discriminación étnica indirecta. Esto ocurre cuando la política en materia de ciudadanía tiene por objeto excluir a las personas pertenecientes a minorías, romaníes o rusos, por ejemplo.

Espero que los tribunales europeos, así como el Tribunal Interamericano de Derechos Humanos, que afirmó que no debería existir discriminación racial o étnica por lo que respecta al acceso a la nacionalidad, no sean menos progresistas y que vigilen cuidadosamente el impacto de la política en materia de nacionalidad sobre las personas que pertenecen a diferentes grupos étnicos.

 
  
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  Vittorio Agnoletto, en nombre del Grupo GUE/NGL. – (IT) Señor Presidente, Señorías, a pesar de que la Directiva contra la discriminación es muy positiva y tiene un gran valor ético, algunos países europeos están haciendo muy poco o nada en absoluto para trasponer la Directiva y su contenido a la legislación nacional y, en la práctica, el abuso racial y étnico está a la orden del día. Italia, por ejemplo, se enfrenta a procedimientos de infracción iniciados por la Unión Europea debido a que no ha transpuesto esta Directiva.

La Unión Europea sostiene, en particular, que Italia no ha transpuesto la noción de acoso racial a la legislación nacional, carece de una ley que invierta la carga de la prueba y no tiene ninguna disposición específica de protección frente al abuso de origen racial y étnico. El pasado mes de diciembre, en Opera, un municipio cercano a Milán, un grupo de ciudadanos dirigido por los líderes de la Lega di Alleanza nacional literalmente dio caza y prendió fuego a las carpas que albergaban a unos treinta niños romaníes. En Pavía, docenas de romaníes fueron ahuyentados con gritos de «cámaras de gas». A las afueras de Roma, hace tan solo unos días, 40 encapuchados armados con palos, cuchillos y cócteles Molotov atacaron un campamento romaní en Ponte Mammolo durante la noche.

En Italia, casi todos los días uno o más campamentos itinerantes son desalojados por las autoridades locales, sin que la población romaní disfrute de los derechos más elementales. ¿Es esta la especial protección social que pide el informe, especialmente tras la ampliación, para la población romaní? Me gustaría subrayar que las sanciones aplicables a los incumplimientos de las disposiciones nacionales adoptadas de conformidad con la Directiva deben ser efectivas, proporcionadas y disuasorias. También quiero señalar que el 25 de abril aprobamos...

(El Presidente interrumpe al orador.)

 
  
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  Frank Vanhecke, en nombre del Grupo ITS. – (NL) Señor Presidente, me temo que mis opiniones con respecto a este informe están en desacuerdo con lo que se ha dicho en la Cámara hasta ahora, porque creo que este informe es extraño, extraño también para una institución que se autodefine como democrática, porque sobre la base de una Directiva altamente cuestionable se están realizando recomendaciones que, en mi opinión, son contrarias a los derechos y las libertades fundamentales y, en algunos aspectos, a los principios fundamentales del Estado de Derecho.

Lo cierto es que la discriminación real contra las minorías en Europa o el racismo real es, afortunadamente, un fenómeno muy marginal que ya se está combatiendo de forma muy adecuada y conveniente. Este informe trata de algo muy diferente. Lo que tenemos ante nosotros es un enésimo intento de introducir normas que continuarán amordazando a las personas y poniendo en peligro la libertad de expresión, creando un clima de creciente terror mental en el que las personas nativas de un país acaban viéndose obligadas a discriminar positivamente a favor de las no nativas. Solo se trata de otro informe que discrimina a los no inmigrantes.

Por lo tanto, en particular, considero que la inversión de la carga de la prueba en materia de discriminación y litigios, especialmente en los casos relacionados con el empleo, es algo totalmente censurable en los países basados en el Estado de Derecho donde uno es considerado inocente hasta que se demuestra su culpabilidad.

En definitiva, este informe no se refiere a la discriminación; es una especie de legalización de la corrección política.

 
  
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  Anna Záborská (PPE-DE). – (SK) Para empezar, permítanme dar las gracias a la señora Buitenweg por el trabajo que ha realizado con este informe. Permítanme también analizar esta cuestión desde otra perspectiva.

La creciente movilidad de las personas nos está obligando a estar más abiertos a las personas que llegan a nuestros países. No obstante, esto comienza con la educación familiar. Es en la familia donde los niños tienen más probabilidades de aprender a respetar a los demás. La familia es la primera comunidad que debería enseñar lo que es la apertura, el respeto y la solidaridad. La educación contra la intolerancia racial y étnica debe convertirse en un pilar visible de todos los aspectos de la educación y la formación, tanto en el colegio con en la sociedad en general. La formación y educación debe concentrarse en las bases éticas que refuerzan la unidad familiar.

Por esta razón, el problema de la interacción entre culturas, como la paz y el respeto de la diversidad, se ha convertido ahora en un problema político y de seguridad de gran importancia. La lucha contra la discriminación racial se concentra principalmente en la manera en la que deseamos garantizar la coexistencia de pueblos y naciones a comienzos del nuevo siglo y del nuevo milenio. Naturalmente, alguna legislación es necesaria, pero nuestra sociedad debería hacer frente a la discriminación racial y étnica de forma que evaluemos con sinceridad el pasado y busquemos un futuro para todo ser humano en el que se respete la dignidad y los derechos intrínsecos de cada persona.

 
  
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  Magda Kósáné Kovács (PSE). – (HU) Gracias, señor Presidente. Si el 60 % de las personas encuestadas considera que está sujeto a algún tipo de discriminación injusta, entonces esto supone una advertencia para los Estados miembros y una advertencia para Europa.

La discriminación de origen étnico o racial continúa existiendo y me temo que continuará siendo así durante mucho tiempo, porque Europa es cada vez más diversa y las diferencias étnicas resultan ahora más visibles, e incluso los países que se consideran más «monoétnicos» albergan cada vez culturas más diversas.

El excelente informe de la señora Buitenweg ofrece una oportunidad para la valoración y la reflexión. Mientras tanto, hoy la Comisión nos ha presentado una promesa de progreso en este sentido, dado que si varios países no han aplicado la Directiva convenientemente, entonces la advertencia está justificada y la ayuda es muy necesaria. Casi todos mis colegas diputados han dicho que si los ciudadanos desconocen su derecho a la protección frente a la discriminación, entonces no podrán ejercerlo.

La discriminación de origen racial o étnico plantea problemas también en un contexto más amplio, dado que pertenecer a una minoría étnica es principalmente una cuestión de identidad. En Europa Central y del Este no hemos tenido una experiencia muy positiva por lo que respecta a la voluntad de suministrar datos, hasta el punto de que una persona es «gitana» si su entorno así lo considera, y esto tiende a ser una cuestión de estilo de vida más que de verdadera identidad racial. La Agencia de Derechos Fundamentales de la Unión Europea podrá hacer mucho por mejorar esta situación.

Tengo otros dos comentarios. En primer lugar, la aplicación de la Directiva puede suponer un gran avance para garantizar que la comunidad romaní no migre fuera de Europa. En segundo lugar, con los nuevos Estados miembros, han surgido nuevos bloques étnicos en el mapa de la historia europea. El hecho de que continúen existiendo contradicciones es un lamentable legado del siglo XX y las dos guerras mundiales, y las heridas todavía no han cicatrizado. Todos somos responsables. Gracias, señor Presidente.

 
  
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  Sarah Ludford (ALDE). – Señor Presidente, acojo con satisfacción la decisión de la Comisión de incoar procedimientos por infracción contra 14 Estados Miembros por no haber aplicado la Directiva debidamente.

Lamentablemente, reconozco que mi propio Estado, el Reino Unido, figura dentro de la lista. Una de las cuestiones en el caso de mi país es que la definición de discriminación indirecta no se cumple. Está claro que no hay lugar para la complacencia, incluso aunque se trate de un país que ha tenido una ley en contra de la discriminación racial durante más de 40 años.

Será necesaria una firme voluntad política para hacer frente a este asunto, y me decepciona ver que el Consejo no ha considerado esta cuestión lo suficientemente importante como para hacer acto de presencia en el debate.

Me resultó muy interesante escuchar la estadística que ha citado el Comisario Michel según la cual tres de cada cuatro europeos están dispuestos a ofrecer datos sobre su origen étnico de forma anónima, y me complace que la Comisión haya trabajado mucho en este ámbito en los últimos años y haya elaborado una guía de buenas prácticas. Hemos recorrido un largo camino desde 1999, en que me atreví a añadir las palabras «seguimiento étnico» en mi proyecto de informe sobre el Año Europeo contra el Racismo, obteniendo todo tipo de objeciones.

Estoy obviamente de acuerdo con el señor Gaubert en que tenemos que examinar con atención que los datos étnicos y raciales que se han recabado para poner de manifiesto la discriminación y luchar contra ella no se conviertan en un instrumento de discriminación mediante la elaboración perfiles delictivos en función de la raza o etnia.

Aparte de la cuestión de las salvaguardias de protección de datos, me gustaría preguntar al Comisario hasta qué punto las operaciones policiales —que, evidentemente, constituyen una prestación de servicios— entran dentro del ámbito de aplicación de la prohibición de la discriminación, como, por ejemplo, cuando se realizan operaciones de detención y práctica de registros. Como empleadores, los cuerpos de policía se incluyen claramente en este ámbito de aplicación, pero nunca he sabido de forma inequívoca hasta qué punto la Directiva se aplica a las operaciones policiales.

(El Presidente interrumpe al orador)

 
  
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  Marek Aleksander Czarnecki (UEN). – (PL) Señor Presidente, analizando la situación relativa a la aplicación de las Directivas de la Unión Europea, incluida la Directiva sobre el principio de igualdad de trato de las personas independientemente de su origen racial o étnico, he descubierto, al igual que la ponente, que muchos Estados miembros han adoptado esta Directiva en gran medida, yendo incluso más allá de su ámbito de aplicación. Con insignificantes excepciones, los Estados miembros han prestado mucha atención a todos los tipos de igualdad de trato entre personas. Siguen existiendo algunas lagunas y descuidos que exigen un trabajo adicional. En ocasiones, los reglamentos están incluidos en diversos actos legislativos, pero esto no debería suponer un obstáculo para la aplicación de la ley a nivel nacional.

Creo que el marco legislativo en la Unión Europea tiene un buen nivel. Lo que sí es un problema es la conciencia de la gente que se permite discriminar a terceras partes. No obstante, en estos momentos debemos encontrar una respuesta a la siguiente cuestión: ¿cómo podemos desarrollar la conciencia de la gente y sensibilizarla en nuestro mundo global? En un mundo en el que, por muchas razones diferentes, las personas cambian constantemente sus lugares de residencia....

(El Presidente interrumpe al orador.)

 
  
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  Philip Claeys (ITS). – (NL) Señor Presidente, el problema con un informe como el de la señora Buitenweg es que uno parte de principios respetables y buenas intenciones, pero lamentablemente hay un enorme golfo que los separa de la realidad. Por supuesto, la discriminación por motivos raciales o étnicos es censurable. La cuestión es si esa discriminación está tan extendida como la gente siempre nos hace pensar. El último informe anual del Observatorio Europeo del Racismo y la Xenofobia habla de un aumento del fenómeno, aunque no puede dar cifras concretas que respalden esta afirmación. El Observatorio no puede siquiera ofrecer una definición generalmente aceptada de la discriminación:

Con demasiada frecuencia se asume que prácticamente todos los problemas que afectan a los inmigrantes son resultado de una supuesta discriminación contra ellos. Esto tiene efectos desastrosos, porque esto exime a grupos de población enteros de la responsabilidad personal. Esta política de sobreprotección y la cultura del victimismo solamente han servido para empeorar el problema, por lo que me satisface adoptar la postura minoritaria expresada por Koenraad Dillen.

 
  
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  Roberta Alma Anastase (PPE-DE). – (RO) Señor Presidente, Señorías, en primer lugar, permítanme expresar mi agradecimiento por la coherencia y la calidad de este informe, así como señalar la importancia del tema para mejorar la vida de las personas y el desarrollo de comunidades. En mi discurso, quiero llamar la atención sobre la importancia de la educación para la aplicación de los principios y las disposiciones europeas en materia de igualdad de trato para las personas.

El informe hace hincapié con acierto en el hecho de que las leyes son efectivas solamente cuando los ciudadanos conocen sus propios derechos. Sigue siendo un requisito informar a los ciudadanos, pero también educarlos para que reaccionen; de hecho, para que se puedan defender. Solamente cuando las personas tienen la valentía de hablar, escribir y recurrir a sus derechos, es posible limitar el fenómeno de la discriminación.

Al mismo tiempo, la educación para la tolerancia es sumamente importante para la supervivencia de cualquier comunidad. Aprender a vivir con otras personas, a aceptar las diferencias no como una fatalidad, sino como una oportunidad para crear un conjunto, es el camino correcto para erradicar este tipo de fenómenos.

 
  
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  Genowefa Grabowska (PSE). – (PL) Señor Presidente, la Unión Europea tiene leyes positivas, ha establecido normas contra la discriminación y está elaborando directivas. Quiero felicitar a mi colega por el informe que ha presentado hoy. A su vez, los Estados miembros introducen lo que se decide aquí. Los Estados cuentan con cláusulas contra la discriminación en sus constituciones y con secciones enteras de leyes que se supone que protegen a los ciudadanos de la discriminación. Entonces, ¿por qué es tan mala la situación actual? ¿Por qué se dan todavía tantos casos de discriminación, a los que somos incapaces de hacer frente?

Me parece que el problema reside en dos niveles. En primer lugar, la información y, en segundo lugar, el cumplimiento de obligaciones. Me gustaría concentrarme en la información. La información no es solamente responsabilidad de los gobiernos. Da la casualidad de que los gobiernos no ofrecen mucha información al ciudadano de a pie acerca de la naturaleza de la discriminación. En mi opinión, este papel debería ser asumido en mayor medida por organizaciones no gubernamentales, que están en buenas condiciones para dirigirse a ámbitos específicos de la sociedad, grupos específicos de ciudadanos, y para facilitarles información acerca de lo que significa la inmigración. Basta con preguntar a los inmigrantes, a las mujeres mayores o a las mujeres solteras si se sienten discriminadas. Ellos dicen: «No, simplemente es nuestro destino. Es sólo mala suerte». Necesitan ayuda para encontrarse a sí mismos; necesitan ayuda con los procedimientos y las autoridades apropiadas.

También me gustaría que el Parlamento Europeo participase en la elaboración de un código de práctica que sería entregado a diferentes organizaciones. Me gustaría decir una última cosa. Espero que el proyecto de la Comisión Europea en el que participa el camión amarillo que viaja por toda Europa con una exposición contra la discriminación y el Año Europeo de la Igualdad de Oportunidades para Todos no representen todo lo que podemos hacer. Debemos hacer algo más para ayudar a las víctimas de la discriminación.

 
  
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  Wiesław Stefan Kuc (UEN). – (PL) Señor Presidente, la introducción de un principio como el de la igualdad de trato entre las personas independientemente de su origen racial o étnico, e independientemente también de su color de piel, credo o religión, implica, por lo general, una constante e incesante actividad. Cualquier progreso hacia el objetivo se puede considerar un gran éxito. No podemos esperar cambiar las actitudes de todos de la noche a la mañana, que todos se libren de su condición natural, que es la de mejorar sus vidas y luchar contra lo que podría poner en peligro esta mejora. No obstante, debemos hacer todo lo posible para eliminar los obstáculos jurídicos, sociológicos y económicos, ofrecer educación, crear las condiciones para una coexistencia armoniosa y cambiar nuestras actitudes negativas con otras personas, independientemente de lo que las diferencie de nosotros. Finalmente, quiero decir que estoy totalmente en desacuerdo con la afirmación realizada por el señor Vanhecke con respecto a las actitudes.

 
  
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  Neena Gill (PSE). – Señor Presidente, aunque acojo con satisfacción esta Comunicación de la Comisión, lamento decir que a pesar de la elaboración de este texto y otros actos legislativos, la discriminación en la Unión Europea no ha disminuido, sino que ha aumentado drásticamente.

Me gustaría responder a aquéllos de la extrema derecha que cuestionan este hecho. Permítanme decir que solamente este año he conocido a alrededor de unas 500 personas de la comunidad sij de Francia, Bélgica, Italia y Alemania que han sufrido episodios vergonzosos de discriminación por su apariencia externa por llevar un turbante.

Desde 2004, se han dado diversos casos de chicos de la comunidad sij que han sido expulsados de las escuelas en Francia por no haberse quitado el turbante. Como estos, existen casos similares en Bélgica y Alemania.

A pesar de que el Tribunal Supremo francés dictaminó que los hombres sij podían llevar turbante en la foto de su permiso de conducir, el Ministerio francés, en las 24 horas que siguieron al veredicto, lo prohibió expresamente.

En el aeropuerto de Bruselas, a los hombres sij se les pide que se quiten el turbante, algo que la comunidad sij considera un insulto grave.

Además, todas las semanas recibo llamadas desde Italia de personas que no pueden dedicarse a sus actividades cotidianas porque son sij. Estos son sin duda ejemplos claros de violación de todo lo que este informe pide y todo lo que la Comisión está difundiendo al respecto.

Por consiguiente, quisiera preguntar al Comisario qué es lo que él y la Comisión están haciendo para luchar contra estos casos de discriminación. No podemos hablar de unidad y diversidad e ignorar al mismo tiempo las prácticas de los gobiernos de muchos Estados miembros.

Asimismo, me gustaría felicitar a la señora Buitenweg, la ponente de este informe, por haber aportado una serie de medidas que espero ofrezcan alguna vía de recurso a aquellos que viven marginados debido a la ignorancia y la falta de conciencia y respeto de la cultura de otras personas.

Por último, espero realmente que en este año de igualdad de oportunidades, y próximo año del diálogo intercultural, tengamos la voluntad de asegurar que nuestros actos reflejen nuestras palabras.

 
  
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  Jan Tadeusz Masiel (UEN). – (PL) Señor Presidente, está claro que, en el siglo XXI, nadie puede hacer nada sino apoyar la lucha contra la discriminación. Yo también estoy a favor de este informe, aunque creo que los prejuicios se basan en la cultura, en la civilización y la religión, más que en la raza o la etnia. Me gustaría añadir, por cierto, que sería más fácil para nosotros en Europa respetar los principios contra la discriminación si introdujésemos unas políticas de inmigración controlada para las personas que queremos en nuestros países, dado que, en principio, nadie actuará de forma agresiva y poco amistosa con los compañeros que uno mismo elige.

Este informe habla básicamente de los derechos de los inmigrantes. No obstante, también debemos tener en cuenta sus responsabilidades. Sería más fácil no discriminar a los extranjeros y a las personas de otras culturas, si estos demostraran un respeto por la cultura y las tradiciones de las personas del país al que han llegado y si demostraran una voluntad de integrarse, sin crear un Estado dentro de un Estado de nuestra Europa, que tiene, y debemos afrontar los hechos, sus raíces en el cristianismo.

 
  
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  Emine Bozkurt (PSE). – (NL) Señor Presidente, estoy agradecida a la señora Buitenweg por el destacado trabajo que ha realizado con este informe. La discriminación y el racismo en todos los frentes, sea en el mercado laboral, en los clubes deportivos o colegios, suponen un ataque para los valores que apreciamos en Europa. Lo que necesitamos es un planteamiento combinado a todos los niveles: local, nacional y europeo. Los legisladores, políticos y las propias víctimas de la discriminación tienen un importante papel que desempeñar en este sentido. Debemos informar a los ciudadanos europeos de sus desechos y de los medios de que disponen para exigir esos derechos.

Insto a la Comisión a que actúe conforme a sus responsabilidades y a que se asegure de que la Directiva relativa a la aplicación del principio de igualdad de trato de las personas independientemente de su origen racial o étnico se aplique de forma rápida y oportuna. La Directiva es un paso en la dirección correcta, pero su eficacia depende de que los Estados miembros la apliquen convenientemente. También insto a la Comisión a que demuestre el liderazgo moral que el propio Barroso anunció en 2004 y que es tan necesario. La discriminación sigue siendo algo habitual en Europa en 2007, el Año Europeo de la Igualdad de Oportunidades para todos. Ahora sobre todo, en un momento en el que algunos grupos están pasando realmente un mal momento —y me refiero en particular a la postura de los musulmanes en Europa—, necesitamos personas que luchen contra la discriminación y den la cara por sus principios en todos los ámbitos.

También me gustaría que la Comisión extendiese sus medidas contra la discriminación a todas las formas de discriminación imaginables.

 
  
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  Justas Vincas Paleckis (PSE). – (LT) Señor Presidente, quiero felicitar a la ponente por haber elaborado un informe que espero que ayude a proteger a las personas frente a la discriminación de origen étnico y racial, así como a obtener más fácilmente una reparación legal.

Tenemos mucho trabajo que hacer para intentar una aplicación efectiva de las directivas en materia de igualdad étnica y en el empleo. Los ciudadanos de los Estados miembros de la Unión Europea (especialmente los nuevos) todavía desconocen sus derechos; o bien no tienen suficiente tiempo, o bien les resulta imposible, desde el punto de vista económico, defender sus derechos. En la mayoría de los países, las víctimas de la discriminación no consiguen unir fuerzas y designan a asociaciones más poderosas para que defiendan sus derechos colectivos. Es difícil recopilar información acerca de estas cuestiones espinosas para identificar la discriminación indirecta o evaluar el alcance de la discriminación en la sociedad. Por lo tanto, la Comisión Europea tiene problemas para supervisar la aplicación de las directivas y determinar las razones de las tristes situaciones en las que existe discriminación.

Apoyo las recomendaciones de mis colegas de que se asignen más recursos a las organizaciones no gubernamentales que informan a los ciudadanos y ofrecen ayuda jurídica a las víctimas de la discriminación. El papel de los medios de comunicación también es muy importante.

Por lo tanto, me gustaría dirigirme a mis colegas. Todos nosotros tenemos oficinas en los países en los que somos elegidos. En ellas podríamos ofrecer y financiar consultas jurídicas iniciales durante las que la gente podría ser informada acerca de los actos jurídicos que prohíben la discriminación y sobre las posibilidades de ejercer el derecho a la reparación. En definitiva, podríamos ayudar a las personas directamente.

Podríamos movilizar de forma más activa la voluntad política de reforzar la lucha contra la discriminación racial y la desigualdad en el empleo.

 
  
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  Louis Michel, Miembro de la Comisión. − (FR) Señor Presidente, Señorías, permítanme comenzar asegurándoles que, por supuesto, transmitiré a mi colega Vladimir Špidla los comentarios ampliamente positivos que he escuchado con respecto a sus esfuerzos. Creo que el agradecimiento está justificado y sin duda se lo transmitiré. También le comunicaré obviamente los comentarios del Parlamento Europeo así como sus peticiones urgentes o expectativas con respecto al trabajo que queda por hacer.

Me gustaría dejar clara una cosa desde el principio. Ciertamente no comparto —y la Comisión no comparte— algunas opiniones expresadas que reflejan una tendencia a la excusión y me satisface decir que son marginales. De igual modo, me siento obligado a comentar la afirmación de que existe el riesgo de crear un Estado dentro del Estado cristiano o dentro de la Europa cristiana. Sobra decir que respeto plenamente a los ciudadanos individuales que piensan así, pero también me siento obligado —y lo considero una obligación— a recordarles simplemente que Europa no habla con una única voz, ni desde el punto de vista religioso, ni desde el filosófico o el político. Creo que decir cosas tan obvias como esta en ocasiones vale la pena.

(NL) La señora Buitenweg y la señora In ’t Veld han señalado con acierto un problema fundamental: concretamente la transposición de las directivas a la legislación nacional. La Comisión es plenamente consciente de que necesitamos mantener la presión sobre los Estados miembros que todavía no han cumplido la legislación europea. La Comisión comparte esta preocupación con los organismos que supervisan estas importantes cuestiones en los Estados miembros; como saben, por supuesto, ofrecemos un apoyo firme y voluntarioso a los organismos y organizaciones que promocionan la igualdad.

(FR) Con respecto a la nueva iniciativa, estamos evaluando su impacto en estos momentos: el proceso de análisis de sus efectos sobre la discriminación ya ha comenzado. Obviamente necesitamos conocer el alcance del problema. Se están llevando a cabo consultas con el público en general, con las ONG y los interlocutores sociales, dentro de las empresas y en el Parlamento Europeo. Si todo va bien, tendremos un informe acerca de la evaluación del impacto en enero de 2008. El siguiente paso será la consulta interservicios en marzo y abril de 2008. La iniciativa se incluirá en el programa de trabajo de 2008 de la Comisión, que está siendo estudiado en estos momentos y se publicará a finales de octubre o a comienzos de noviembre. Si se adopta tal y como se ha propuesto, la Comisión recibirá una propuesta en junio de 2008 y el procedimiento seguiría entonces su curso.

Por lo tanto, ahí lo tenemos: sobra decir que nuestras ideas y nuestro análisis son muy similares a las de los diputados que han intervenido en el debate —o, al menos, de la mayoría de ellos— y me gustaría, en nombre de la Comisión, felicitar a la señora Buitenweg por su excelente trabajo. Creo que lo que hemos visto aquí es solo un ejemplo de lo fundamental que puede ser el papel del Parlamento en la promoción de una Europa basada en los derechos que respete a sus minorías y, en efecto, a todos sus ciudadanos.

 
  
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  Presidente. − Se cierra el debate.

La votación se celebrará hoy, 27 de septiembre de 2007.

Declaraciones por escrito (artículo 142 del Reglamento)

 
  
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  Lívia Járóka (PPE-DE), por escrito. – (HU) Quiero felicitar a mi colega la señora Kathalijne Buitenweg por el informe que ha elaborado y, al mismo tiempo, hacer hincapié en una serie de problemas importantes.

El conocimiento de la ley por parte de los ciudadanos europeos es bastante limitado y las numerosas personas que son víctimas de una discriminación injusta, es decir las minorías étnicas —y particularmente la población romaní— desconocen casi por completo las disposiciones legales o estructuras que les ofrecen protección legal. Esta es la razón de que se lleven tan pocos casos de discriminación ante los tribunales de la Unión Europea. Por otra parte, las sanciones económicas impuestas en estos casos son extremadamente bajas, en comparación especialmente con procedimientos similares que tienen lugar en los Estados Unidos. Los Estados miembros deberían tener la responsabilidad y la obligación de informar y educar al público, al objeto de asegurarse de que el mayor número posible de ciudadanos de la sociedad conozca sus derechos y posibilidades.

Los organismos que promueven la igualdad operan a distancia de los ciudadanos; no sería una exageración decir que solamente operan sobre el papel, sin una participación activa por parte de los afectados. Otro problema es que, para poder operar, estos organismos dependen en gran medida de los gobiernos de los Estados miembros en términos de financiación, infraestructura, recursos humanos y política.

Necesitamos establecer un sistema de responsabilidad y control eficiente a nivel Europeo, y elaborar los informes anuales de forma más sistemática, para que nos permitan comprobar si los organismos que promueven la igualdad funcionan independientemente.

 
  
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  Véronique Mathieu (PPE-DE), por escrito. – (FR) El informe sobre la igualdad entre mujeres y hombres en 2007 brinda una oportunidad, en primer lugar, de elogiar el compromiso de la Unión Europea en favor de los derechos de las mujeres, que se remonta a 1957. No obstante, como demuestran las estadísticas recientes, recopiladas cuando Rumanía y Bulgaria se unieron a la Unión, difícilmente podemos estar contentos con la situación actual.

En primer lugar, el acceso al mercado laboral y la situación en el mercado laboral siguen siendo, para demasiadas mujeres, ámbitos llenos de aspiraciones. Treinta y dos años después de la Directiva del Consejo por la que se establece que hombres y mujeres deben percibir la misma remuneración por el mismo trabajo, la diferencia sigue siendo demasiado grande, un 15 % de media.

En segundo lugar, conseguir la igualdad de género exigirá más esfuerzos para combatir la exclusión y el trato desigual, especialmente en las zonas rurales donde las mujeres que trabajan con los agricultores —como compañeras colaboradoras— pueden sufrir graves injusticias en caso de divorcio o en relación con la herencia de la propiedad o el acceso a la propiedad. Estas mujeres tampoco son tenidas en cuenta en los análisis estadísticos.

Necesitamos, con carácter de urgencia, poner en práctica varios textos legislativos. Parte del papel de la Unión Europea en esta lucha tan importante consiste también en garantizar, mediante la concienciación y una prevención más efectiva, que las culturas nacionales evolucionen y converjan.

 
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