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Textos presentados :

O-0057/2007 (B6-0379/2007)

Debates :

PV 14/11/2007 - 9
CRE 14/11/2007 - 9

Votaciones :

Textos aprobados :


Acta literal de los debates
Miércoles 14 de noviembre de 2007 - Estrasburgo Edición DO

9. Estrategia del Consejo para la Conferencia de Bali sobre el Cambio Climático (COP 13 y COP/MOP 3) (debate)
Acta
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  Presidente. − El punto siguiente es el debate sobre

- la pregunta oral al Consejo, sobre la estrategia del Consejo para la Conferencia de Bali sobre el Cambio Climático (COP 13 y COP/MOP 3), de Guido Sacconi, en nombre de la Comisión Temporal sobre el Cambio Climático (O-0057/2007 - B6-0379/2007), y

- la pregunta oral a la Comisión, sobre la estrategia del Consejo para la Conferencia de Bali sobre el Cambio Climático (COP 13 y COP/MOP 3), de Guido Sacconi, en nombre de la Comisión Temporal sobre el Cambio Climático (O-0058/2007 - B6-0380/2007).

 
  
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  Guido Sacconi (PSE), autor. (IT) Señor Presidente, Ministro, Comisario, Señorías, estoy seguro de que no necesito recordarles la importancia de la Conferencia de las Partes de Bali que va a celebrarse inminentemente y en vista de la cual les hemos solicitado más información sobre su estrategia, sobre la línea que van a seguir.

Como Unión Europea, nos hemos comprometido a realizar individualmente un extraordinario esfuerzo, si me permiten expresarlo así, a pesar de que sabemos que no constituye la solución definitiva. Nuestro objetivo compartido es mantener el calentamiento global en el rango de dos grados con respecto a los niveles de la era preindustrial. Somos conscientes de que se trata de un umbral de alto riesgo y que en algunas parte del mundo, en algunas partes de Europa, será necesario elaborar disposiciones, tal y como estaba previsto, para crear una política de adaptación. Sin embargo, si realmente pretendemos conseguir esta difícil meta, sabemos que un nuevo tratado internacional es absolutamente esencial.

Como ya sabemos, la responsabilidad de la Unión Europea es limitada (el 14 % de las emisiones de gases de efecto invernadero). Necesitamos un nuevo tratado internacional que tenga en cuenta los cambios que se han producido desde Kyoto, en especial el extraordinario y explosivo crecimiento de los gigantes asiáticos. Bali es un paso esencial en esa dirección, y aunque no sea el lugar en el que se llegue a un acuerdo, será el lugar en el que se inicien las negociaciones y por lo tanto es muy importante llegar a Bali con un mandato de negociación claro, con plazos concretos, con la vista puesta en lograr una conclusión para 2009.

Durante los últimos meses el contexto mundial ha cambiado desde el punto de vista político, económico y cultural, desde los informes del Grupo intergubernamental sobre el cambio climático (IPCC), cuya síntesis final estará lista a finales de esta semana y se presentará en Valencia, hasta la concesión del premio Nobel a Al Gore y a los científicos del IPCC. Las cosas han cambiado mucho durante los últimos meses y por lo tanto podemos ser optimistas, aunque de un modo crítico y atento.

Así, deseo resumir el sentido de la resolución que hemos elaborado y que sin duda se aprobará mañana en esta Cámara por una amplia mayoría: se trata de una contribución, una contribución a los negociadores para ayudarles a adoptar una posición más firme cuando comiencen las negociaciones. Me gustaría darle las gracias a la señora Hassi quien, junto al resto de los ponentes, ha conseguido elaborar una síntesis consiguiendo evitar que la resolución se convirtiera en un árbol de Navidad con demasiados adornos. Se centra principalmente en esas negociaciones y así es como se lo presentamos.

 
  
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  Satu Hassi (Verts/ALE), autora. (FI) Señor Presidente, deseo agradecer los excelentes niveles de cooperación con los ponentes alternativos de los Grupos políticos en el transcurso de las negociaciones para elaborar esta resolución. El cambio climático se está produciendo en estos momentos y está avanzando a un ritmo más rápido del esperado. Una terrible prueba de este hecho es que, a finales del verano pasado, se derritieron un millón de metros cuadrados de hielo en el Océano Ártico, una extensión igual a la de Finlandia, Suecia y Noruega juntas. El mensaje que los científicos están enviando sobre el avance del cambio climático y la necesidad urgente de reducir las emisiones es cada vez más alarmante. Una situación que también se recoge en la información preliminar referente a la reunión del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático que se celebrará esta semana.

Es importante que no quede ningún vacío entre el Protocolo de Kyoto y el próximo acuerdo sobre el clima. Ése es el motivo por el que el tratado para el periodo posterior a 2012 debe estar listo como máximo en 2009. En Bali, la UE debe hacer todo lo posible para conseguir un mandato de negociación que permita mantener el calentamiento global por debajo de los dos grados. El papel de liderazgo asumido por la UE es esencial para lograrlo. Estamos marcando el camino a seguir con nuestras propias medidas para reducir emisiones, pero también coordinando las negociaciones internacionales. Resulta esencial conseguir que todos los países industrializados, incluidos los Estados Unidos, se impliquen, aunque esto no sea suficiente para solucionar el problema del clima. Lograr que los grandes países en vías de desarrollo, como China y la India, acepten límites al aumento de sus emisiones es igualmente importante. Probablemente éste sea el mayor reto en la historia de la diplomacia internacional. Hemos de entender que el hecho de que China, la India y otros países en una situación similar aceptaran límites a sus emisiones supondría un enorme cambio en su forma de pensar y actuar. Tenemos que estar preparados para darles algo a cambio. Dicho de otro modo, tenemos que proporcionar ayuda financiera para que se produzca un avance en el desarrollo de una tecnología limpia y respetuosa con el clima en estos países.

Me gustaría recordarles que Nicholas Stern calculó que será necesario invertir el 1 % del producto mundial bruto anual para proteger el clima. Después de la Segunda Guerra Mundial, los Estados Unidos donaron el 2 % de su PIB a la ayuda en forma de Plan Marshall. Después de la guerra era importante poner en marcha la reconstrucción, pero aún más importante es evitar una catástrofe comparable como resultado del cambio climático. Por lo tanto, debemos estar preparados para pagar por la protección del clima.

 
  
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  Manuel Lobo Antunes, Presidente en ejercicio del Consejo. (PT) Señor Presidente, Comisario, Señorías, ya se acerca el momento en el que la isla indonesia de Bali recibirá a los delegados de la decimotercera Conferencia de las Partes de la Convención sobre el Cambio Climático, a los que una vez más se les pide que recurran a su experiencia y sus habilidades de negociación para hacer historia.

A punto de iniciar el primer periodo de cumplimiento del Protocolo de Kyoto, que va desde 2008 hasta 2012, los preocupantes datos científicos que han aparecido mientras tanto sobre la reciente evolución del problema del cambio climático ponen de relieve la urgencia de encontrar una solución colectiva y eficaz a este reto ya que lo que está en juego es el futuro de nuestro planeta. En este contexto, Bali constituye la oportunidad final de iniciar las negociaciones sobre un completo acuerdo global para el régimen climático posterior a 2012. Somos conscientes de las dificultades de este proceso legal.

La Unión Europea acudirá a Bali con la misma intención que le ha servido de guía durante los últimos quince años, un periodo en el que hemos asumido de forma resuelta y clara la función de líderes de la comunidad internacional en este gran reto mundial. El principal objetivo de la Unión Europea en la Conferencia de Bali sobre el cambio climático estará vinculado al proceso mismo, es decir, será garantizar que se inicia un proceso de negociación integral a escala mundial.

Asimismo deseo informarles de que la UE considera que los siguientes aspectos son esenciales para crear un marco eficaz y apropiado para el periodo posterior a 2012: en primer lugar, continuar con el desarrollo de una perspectiva común sobre el problema de modo que podamos lograr el objetivo principal de la Convención; segundo, que los países desarrollados lleguen a un acuerdo sobre la adopción de compromisos más firmes en lo que respecta a la reducción de las emisiones mundiales; tercero, facilitar a terceros países la prestación de nuevas contribuciones justas y equitativas, entre las que se incluyen incentivos creados mediante nuevos tipos de compromisos flexibles para reducir la intensidad de las emisiones de gases de efecto invernadero asociadas al desarrollo económico; cuarto, ampliar el mercado del carbono, especialmente mediante el refuerzo de mecanismos innovadores y flexibles; quinto, reforzar la cooperación en los ámbitos de la investigación, el desarrollo, la divulgación, las previsiones y la transparencia en el sector tecnológico y, finalmente, intensificar los esfuerzos de adaptación, especialmente en lo referido a las herramientas de gestión de riesgo, a la financiación y a la tecnología.

Señor Presidente, Señorías, las cifras hablan por sí mismas. En Kyoto asumimos una posición de vanguardia al adoptar compromisos más amplios de lo que se nos pedía y hoy la UE y sus Estados miembros han definido claramente objetivos ambiciosos que de nuevo nos colocan a la cabeza de la lucha contra el cambio climático. Como el Presidente en ejercicio del Consejo Europeo enfatizó en Nueva York, ahora el cambio climático es sin duda uno de los mayores retos a los que se enfrenta la humanidad y ha pasado del ámbito de la teoría a convertirse en una preocupación real y extendida para la población del mundo entero.

Se trata de un reto mundial que requiere una respuesta mundial, cuya efectividad dependerá de la acción colectiva de la comunidad internacional. Ése es el motivo por el que insistimos en que deben hacerse todos los esfuerzos posibles para negociar un acuerdo mundial completo, como ya he dicho, al amparo de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, que constituye y debe seguir constituyendo la referencia central y esencial para todas las acciones e iniciativas emprendidas en este ámbito.

Por lo tanto, ya ha llegado el momento de que otros estados asuman sus responsabilidades y desempeñen una función real y proporcionada en la batalla mundial contra el cambio climático. Animados por el debate entre los jefes de Estado y de gobierno durante la reciente cumbre informal de Lisboa sobre Europa y la globalización, en la que se demostró claramente que el cambio climático es una prioridad de la UE, y también por las conclusiones de la Comisión de Medio Ambiente del 30 de octubre sobre la preparación de la COP 23, acudiremos a Bali decididos a contribuir activamente a la consecución de un resultado que pueda traducirse en un avance perceptible y concreto en el futuro régimen climático. Bali no constituye el final, sino el principio de un viaje, la «hoja de ruta» sobre la que tanto se ha hablado durante estos últimos años. Estamos ante un reto complejo y difícil, pero que es posible lograr y que no podemos abandonar. La UE, por su parte, está preparada para liderar este reto ya que así lo desea su población.

 
  
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  Stavros Dimas, Miembro de la Comisión. − (EL) Señor Presidente, le agradezco la oportunidad que nos ha brindado hoy de intercambiar opiniones sobre la postura de la UE en la Conferencia de la ONU de Bali que se celebrará el 3 de diciembre.

La Comisión y el Parlamento Europeo han hecho una contribución decisiva para lograr una ambiciosa política europea sobre el cambio climático. Hemos adoptado una posición de liderazgo en la escena internacional y una postura constructiva con respecto a nuestros principales socios tanto entre los países desarrollados como entre los países en vías de desarrollo. Deseo continuar esta estrecha y fructífera cooperación en Bali, donde el Parlamento contará con la representación de una sólida delegación.

La pregunta formulada por la Comisión Temporal sobre el Cambio Climático está relacionada con los aspectos más importantes a los que nos enfrentamos en Bali.

Uno de estos aspectos es cómo garantizar que nuestros principales socios apoyen el inicio de las negociaciones con la vista puesta en lograr un acuerdo internacional para asegurar que el calentamiento global se limita a 2ºC.

Sin duda alguna la Conferencia de Bali constituirá un hito en el empeño internacional de combatir el cambio climático. Bali constituirá la primera comprobación práctica de la determinación comunitaria para traducir las declaraciones políticas en acciones tangibles.

Existen muchos signos esperanzadores. El cambio climático es ahora una prioridad de la política internacional, es un tema que preocupa a los jefes de Estado y de gobierno de todo el mundo. Hace un mes, la primera reunión de este tipo, que fue convocada por el Secretario General de la ONU, Ban Ki-Moon, en Nueva York, supuso un mensaje muy claro: los líderes de todo el mundo reconocen ahora que el cambio climático requiere una acción rápida y decisiva por parte de la comunidad internacional.

La reciente reunión de Bogor también confirmó que cada vez un mayor número de países comparten la opinión de que es necesario alcanzar un acuerdo en Bali sobre el inicio de las negociaciones oficiales encaminadas a llegar a un acuerdo para el periodo posterior al año 2012 en lo referido al cambio climático.

Los debates celebrados hasta el momento también han demostrado que existe un acercamiento de posturas sobre los puntos principales que deberán incluirse en el acuerdo para el periodo posterior a 2012. Por supuesto, algunos preferirán paquetes (reducción, adaptación, tecnología, financiación) para determinar los principales puntos de acuerdo en Bali, que es precisamente la opinión que defiende la UE.

Sin embargo, es cierto que la UE ha conseguido fijar en gran medida la agenda para la Conferencia de Bali. La estrategia de la UE para el clima y la energía, aprobada por el Consejo Europeo en marzo de 2007 sobre la base de la propuesta de Resolución de la Comisión, ha tenido una repercusión decisiva en los objetivos y el grado de ambición de la Conferencia de Bali, además de en la estructura del acuerdo sobre el cambio climático para el periodo posterior a 2012.

La estrategia de la UE ha sentado la base para una serie de debates multilaterales y bilaterales. A finales de este mes, la UE debatirá el asunto del cambio climático como tema prioritario en las conferencias EU-China y EU-India de la cumbre. A nuestros socios de los países desarrollados les corresponde responder y cooperar con los objetivos impuestos por la UE, actuando siempre en virtud de los datos científicos.

Los países desarrollados deben seguir tomando la iniciativa mediante la aceptación de compromisos ambiciosos para reducir las emisiones en términos absolutos. Poseemos los medios técnicos y económicos para limitar las emisiones de gases de efecto invernadero. Si nosotros y el resto de los países desarrollados no damos los primeros pasos, ¿cómo podemos esperar que las economías emergentes que se están desarrollando rápidamente pasen a la acción, especialmente al nivel necesario?

Sin embargo, las previsiones de incremento de las emisiones en todo el mundo no dejan lugar a dudas con respecto al hecho de que los países en vías de desarrollo deben contribuir. En estos momentos no estamos pidiéndoles que se comprometan a reducir las emisiones en términos absolutos. No obstante, los países en vías de desarrollo deben reducir, con nuestra ayuda, el nivel de incremento de sus emisiones. De ese modo, en algún momento en los próximos diez o quince años, cuando hayamos alcanzado un pico en las emisiones de CO2 a escala mundial, éstas podrán comenzar a descender en términos absolutos.

Éste es el único modo de que podamos mantener el aumento de la temperatura media del planeta dentro del límite de los 2ºC. En este contexto, debemos centrarnos en propuestas específicas para reforzar la financiación, las inversiones en tecnologías limpias y la transferencia de esas tecnologías a los países en vías de desarrollo.

Por lo tanto, apoyamos la iniciativa de nuestros anfitriones indonesios de invitar a los ministros de economía a una reunión sobre cambio climático y financiación que se celebrará en Bali durante la conferencia.

Para mantener su posición de liderazgo internacional, la UE ante todo ha de lograr resultados dentro de su propio territorio. La Comisión aprobará el paquete de medidas sobre clima y energía a principios del próximo año y planificará las medidas necesarias para conseguir nuestras metas, concretamente una reducción unilateral de las emisiones de un 20 %, o de un 30 % si se llega a un acuerdo internacional.

Este paquete de medidas incluirá las propuestas sobre la asignación de responsabilidad y obligaciones entre los Estados miembros con el objetivo de mejorar el Régimen Comunitario de Comercio de Derechos de Emisión y lograr los objetivos referidos a las fuentes de energía renovable.

Las medidas a escala comunitaria también desempeñarán su función en la reducción de las emisiones. En este ámbito se encuentran por el ejemplo nuestras próximas propuestas sobre CO2 y vehículos a motor, tal y como se debatió en el Parlamento Europeo en la sesión plenaria de octubre.

La Comisión propondrá un marco legislativo para alcanzar el objetivo comunitario de 120 g/km para 2012. La Comisión también presentará el marco normativo para la captación y el almacenamiento de CO2, con las garantías necesarias de protección medioambiental.

Bali es solo el punto de partida del proceso de negociación, como ya ha dicho el Presidente en ejercicio del Consejo. Ahora debemos prepararnos y asegurarnos el mayor apoyo internacional posible para el camino que nos queda por recorrer y que ya hemos planificado.

La UE intensificará los contactos bilaterales con los principales socios y aprovechará al máximo las próximas cumbres, además del resto de importantes reuniones internacionales.

Como ya he dicho antes, a pesar de las esperanzadoras señales que podemos detectar a escala internacional, existen importantes diferencias de opinión. Por ejemplo, existen desavenencias sobre cómo combatir el cambio climático y, sobre todo, en lo referido al tipo y la naturaleza de los objetivos. Los Estados Unidos siguen oponiéndose a los objetivos obligatorios.

Las metas de este tipo tienen una importancia fundamental si deseamos garantizar la efectividad de nuestro acuerdo y reforzar el mercado mundial de CO2. Seguiremos cooperando con todas aquellas personas de los Estados Unidos que puedan contribuir a conseguir un cambio de actitud a nivel federal.

Dentro de los Estados Unidos se está desarrollando un debate muy intenso sobre la lucha contra el cambio climático. Desde distintos sectores de los Estados Unidos estamos recibiendo mensajes y solicitudes claras para emprender una acción decisiva durante el periodo previo a la Conferencia de Bali.

Contamos con el apoyo del Parlamento Europeo para la promoción de los ambiciosos objetivos de la UE con respecto al cambio climático gracias a sus diversos contactos con colegas de otros parlamentos de todo el mundo, con representante del sector industrial y de la sociedad civil.

Necesitamos este apoyo en nuestros esfuerzos de reforzar la cooperación internacional sobre el cambio climático.

(Aplausos)

 
  
  

PRESIDE: Martine ROURE
Vicepresidenta

 
  
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  Eija-Riitta Korhola, en nombre del Grupo del PPE-DE. (FI) Señora Presidenta, en primer lugar mi más sincero agradecimiento a la señora Hassi por su cooperación en esta resolución. Como es obvio puede que ésta sea una de las conferencias más importantes, si no la más importante, sobre el cambio climático. Por desgracia, en las últimas conferencias no se han logrado demasiados progresos. Ahora por fin ha llegado el momento de decidir medidas concretas para el periodo posterior a 2012.

Lo que han tenido en común las conferencias previas ha sido que, en lugar de legar verdaderos avances, se convirtieron en un escenario para felicitar a la UE por abrir el camino con sus acciones unilaterales y sus aspiraciones medioambientales y para despedirnos hasta el año siguiente. El problema es que necesitamos urgentemente medidas a escala mundial para este problema climático global, pero parece difícil conseguirlas. Por ejemplo, el año pasado en Nairobi no pudimos apreciar ningún indicio de que hubiera un compromiso por parte de ninguno de los nuevos países importantes para recortar las emisiones a partir de 2013. Por lo tanto, tuvimos que depositar nuestras esperanzas en que las negociaciones fuera del marco del Protocolo de Kyoto tuvieran éxito y consiguieran reducir las emisiones de los cuatro países más contaminantes del mundo: los Estados Unidos, China, la India y Rusia.

Quizás el reto más tangible para los países en vías de desarrollo es el concepto de solidaridad. Hubo un momento en el que nadie podía prever hasta qué punto iban a empezar a aumentar las emisiones y ahora aproximadamente la mitad de las emisiones proceden de países en vías de desarrollo, especialmente China y la India. Es obvio que sus ciudadanos tienen derecho al crecimiento económico, pero va en interés de todos que ese crecimiento sea lo más limpio posible. De ahí que las negociaciones sean delicadas, pero también tenemos que contar con la vertiente práctica. Para las empresas que operan en los mercados mundiales puede ser tentador invertir en lugares en los que aún no hay unas normas medioambientales adecuadas ni limites de emisiones. Sin embargo, para la población de los países en vías de desarrollo, que su medio ambiente resulte contaminado no es sinónimo de solidaridad. Además, desplazar las emisiones no es lo mismo que reducirlas. En ese caso el resultado es que tres de cada cuatro emisiones se incrementa rápidamente. ¿Cómo podemos salir de esta situación? ¿Llegará el momento de desvincular la producción industrial de las restricciones específicas de cada país y en su lugar elaborar un esquema mundial para el sector industrial y una economía internacional del carbono? Las prioridades deben ser el contenido energético, la eficiencia ecológica, la tecnología de bajas emisiones y su desarrollo.

 
  
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  Elisa Ferreira, en nombre del Grupo PSE. (PT) Presidente en ejercicio del Consejo, Comisario, Señorías, voy a comenzar expresando mi más sincero agradecimiento a la ponente, la señora Hassi, por su texto de presentación y por su capacidad para crear compromisos en este campo tan complejo.

El texto que se va a someter a votación refleja el esfuerzo real efectuado por los diferentes grupos políticos para enviar un mensaje claro y eficaz de movilización a Bali. Ésta es la única forma de garantizar las condiciones para lograr el objetivo básico, que es transformar la reunión de Bali en el punto de partida para que todos los socios internacionales asuman en 2009 una política clara y cuantificable de compromisos para combatir el cambio climático.

Todos hemos tenido que hacer sacrificios y ajustes. El objetivo se conseguirá si este texto recibe la aprobación mayoritaria del Parlamento. Este apoyo le conferirá legitimidad democrática al espíritu pionero de la UE en el ámbito del medio ambiente y el clima a ojos del mundo entero. Sin embargo, este espíritu pionero ha creado responsabilidades añadidas, especialmente en lo que respecta a la calidad de las propuestas concretas presentadas, que además han de incluir tanto reducciones como adaptaciones. Debemos tener en cuenta en concreto el hecho de que en estos momentos los mayores costes de adaptación están recayendo en las regiones más pobres del mundo, que son las que menos han contribuido al problema y las que están menos preparadas para resolverlo. Entre tanto, las propuestas deben garantizar que las distintas responsabilidades internacionales de reducción se distribuyen de un modo equitativo, proporcional y justo.

Los compromisos medioambientales tendrán que adaptarse al proceso de desarrollo al que tienen derecho los países y regiones más pobres, incluido el acceso a los niveles normales de bienestar y comodidad, ya sea para los países menos desarrollados o para la inmensa población de las economías emergentes. Aunque la iniciativa europea en este ámbito es un deber, también debe considerarse como una oportunidad para adquirir innovadoras ventajas comparativas y tecnológicas relacionadas con el medio ambiente. No obstante, éstas sólo podrán materializarse si las preocupaciones y compromisos medioambientales se convierten en la norma de funcionamiento de la economía mundial. En caso contrario, las buenas prácticas de la UE distorsionarán la competencia y decepcionarán a los ciudadanos.

En este contexto, la sugerencia práctica del Parlamento ha sido que las comisiones nacionales deberán complementarse mediante el análisis de compromisos sectoriales mundiales con el objetivo de crear criterios de referencia y buenas prácticas aceptadas a escala internacional para todos los sectores de la industria y los servicios implicados en la competencia internacional. Se trata de una agenda muy ambiciosa, pero la UE debe asumir las responsabilidades que le corresponden en función de su positivo papel de liderazgo, que resulta muy importante para la supervivencia del planeta.

 
  
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  Lena Ek, en nombre del Grupo ALDE. – (SV) Señora Presidenta, Ministro, Comisario, el inicio de las negociaciones para el instrumento que se convertirá en el nuevo Acuerdo de Kyoto en Bali el próximo diciembre es, sin duda, extremadamente importante. El Parlamento se está preparando mediante este debate y mediante una resolución y el Consejo también se ha preparado a través de una resolución. Aunque lo que falta, desde mi punto de vista, es una cooperación clara entre las distintas instituciones de la UE. En este ámbito la Presidencia Portuguesa asume una gran responsabilidad. La Unión Europea debe pronunciarse con una sola voz en Bali.

Un punto importante es cómo se gestionará la situación de los países en vías de desarrollo y cómo podrán combinar el desarrollo económico con una tecnología respetuosa con el medio ambiente. Necesitan nuestra ayuda. No sólo buenas palabras, sino dinero, desarrollo metodológico y acceso a las nuevas tecnologías. Tenemos que centrar nuestros esfuerzos en varios ámbitos políticos y modificar los programas de ayuda para que también sean respetuosos con el clima.

Parte de la solución también reside en el segundo punto que pretendo mencionar en este debate: los bosques. En estos momentos se están devastando grandes zonas y todos sabemos cuál es su repercusión en el clima. Pero también supone una catástrofe para la gente que vive en esas zonas cuando su medio de vida desaparece. Ha de desarrollarse un método de trabajo mediante el cual paguemos a los países en vías de desarrollo y a las familias que cuiden sus áreas forestales. La producción sostenible es de vital importancia. Un bosque totalmente virgen resulta positivo desde el punto de vista de la biodiversidad, pero un bosque lleno de podredumbre emite grandes volúmenes de gas metano. Lo que necesitamos son bosques que crezcan y cuyo producto final se use de tal modo que bloquee la emisión de CO2 y otros gases de efecto invernadero.

Bali será una reunión enorme, caótica y compleja. Lo mejor que podemos hacer es prepararnos bien para que el inicio real de las negociaciones sea positivo. Este debate constituye una excelente herramienta para ello, pero también debemos hacer preparativos junto con nuestros amigos mediante un sólido diálogo transatlántico y conversaciones con China y la India. Sabemos que veinticinco países emiten el 83 % de los gases que debemos evitar, Comisario, Ministro, un verdadero amigo es una persona que te pregunta cómo te va y que espera a escuchar la respuesta.

 
  
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  Liam Aylward, en nombre del Grupo UEN. – Señora Presidenta, yo también quiero felicitar a la señora Hassi por su trabajo y su contribución a este debate.

Quiero felicitar asimismo a Al Gore, el que fuera Vicepresidente de los Estados Unidos, por haber sido galardonado recientemente con el Premio Nobel de la Paz por su destacado trabajo para llamar la atención de la comunidad internacional sobre la necesidad de frenar el cambio climático.

Ese premio es el reconocimiento internacional de que el cambio climático ha pasado a encabezar la agenda política internacional. Lo que ahora se necesita es una actuación internacional, de manera que todos juntos podamos conseguir una reducción considerable de las emisiones de dióxido de carbono en un futuro próximo. Por tanto, apoyo plenamente los compromisos 20/20 y 50/50 de la UE para la reducción de emisiones de carbono.

Bali representa una oportunidad real de ponernos de acuerdo sobre un mandato y un marco oficial que nos permita garantizar unos compromisos internacionales claros y firmes para después de 2012.

En Bali empezaremos a sentar las bases de los componentes fundamentales y a perfilar el programa de trabajo, basándonos en una visión común; compromisos firmes de los países en desarrollo; el creciente uso de mercados del carbono; el refuerzo de la cooperación en investigación tecnológica y la reducción de la deforestación. No olvidemos tampoco que la UE tiene que cumplir sus promesas aquí en casa y servir de ejemplo.

Por tanto, espero con interés la propuesta del Presidente Pöttering en febrero sobre cómo esta Cámara, el Parlamento Europeo, puede contribuir reduciendo su huella del carbono.

 
  
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  Rebecca Harms, en nombre del Grupo Verts/ALE. (DE) Señora Presidenta, hablar del papel del liderazgo europeo en el esfuerzo internacional para combatir el cambio climático, algo que hoy ha vuelto a reiterar el Presidente en ejercicio del Consejo, se ha convertido en una práctica habitual en la Unión Europea. Si echo la vista atrás y recuerdo lo que pasó en marzo y las decisiones adoptadas en la cumbre de fijar como objetivos una reducción del 20 % en las emisiones de CO2, un aumento del 20 % en la eficiencia energética y un incremento del 20 % en la cuota de renovables para 2020, realmente parece que estamos hablando de un papel de liderazgo.

Creo que resulta muy lamentable que las negociaciones con los Estados miembros en lo que respecta al paquete energético no hayan progresado lo suficiente como para que podamos respaldar esas decisiones en Bruselas antes de la Conferencia de Bali. Si los países con los que la UE desea negociar en Bali revisan el panorama europeo y comprueban la compleja naturaleza de las negociaciones con los Estados miembros en lo referido a la eficiencia energética y a las renovables, se darán cuenta de que todo el proceso sólo puede calificarse de trágico. Considero que el hecho de que pidamos ingentes avances a escala mundial pero a nivel interior sólo estemos preparados para dar cautelosos pasitos al frente no presagia nada bueno. Nuestro problema no es la carencia de tecnología. Nuestro problema es que no tenemos la valentía política para aplicar a nuestras políticas de energía y recursos el cambio radical que se debatió en marzo.

Tengo que decir que cuando se aprobó el Informe Reul durante el último periodo parcial de sesiones plenarias, quedé totalmente horrorizada al comprobar que de nuevo estábamos volviendo a restringirnos únicamente al carbón y a las opciones nucleares y me llena de vergüenza el hecho de que ahora los europeos les estemos ofreciendo a los países africanos la energía nuclear como una solución para los problemas climáticos. Creo que algunos europeos han perdido el juicio.

 
  
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  Roberto Musacchio, en nombre del Grupo GUE/NGL. – (IT) Señora Presidenta, el texto que se presenta ante esta Cámara es el resultado del trabajo colectivo de la Comisión sobre el Cambio Climático. Dicha comisión, que se creo ad hoc y con un mandato de vital importancia, ha emprendido importantes iniciativas de consulta y debate y ha elaborado un instrumento que Europa puede utilizar para desempeñar una función esencial en la decimotercera Conferencia de las Partes de Bali.

La esencia de la propuesta política es clara y sólida. Lo que necesitamos es un enfoque político y multilateral basado en la ONU y que tenga en cuenta al IPCC y los importantes cambios que se producen no sólo en el campo tecnológico sino también en el modelo social. Necesitamos transferencias de tecnología, cooperación y una nueva estrategia medioambiental y de desarrollo. La propuesta del 3,20 % de la Comisión y el Consejo es sólo un punto de partida en ese sentido, pero resulta positiva. Nuestra forma de pensar ha de ser amplia de miras y progresista y, sinceramente, el futuro no puede pasar por volver a tecnologías del pasado que resultan obsoletas, peligrosas y controvertidas, como la tecnología nuclear.

También tenemos que empezar a considerar propuestas innovadoras que nosotros mismos hemos presentado en nuestro debate parlamentario y que ahora están siendo acogidas con mayor seriedad por personalidades importantes como la Canciller Merkel. Estoy hablando del cálculo per cápita de las emisiones, una propuesta que presentamos junto con el señor Prodi y que resulta muy importante en vista de la actual situación, en la que parece detectarse una desigualdad en las emisiones y que impone la necesidad de reducir las mismas de un modo equitativo.

 
  
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  Bastiaan Belder, en nombre del Grupo IND/DEM. (NL) Señora Presidenta, permítame abordar las siguientes cuestiones en nombre de mi colega Hans Blokland.

Para empezar, deseo manifestarle mi más sincero agradecimiento a Satu Hassi por el importante trabajo que ha realizado para conseguir la resolución que tenemos ante nosotros. Dada la proximidad de la Conferencia de Bali sobre el Cambio Climático, resulta importante registrar la postura del Parlamento Europeo sobre la política climática del modo más conciso posible, y eso es precisamente lo que ha logrado Satu Hassi.

Ahora que la Unión Europea está dedicando intensos esfuerzos a la política climática, ha llegado el momento de que otras partes del mundo sigan esa tendencia, incluidos aquellos países que aún no han ratificado el Protocolo de Kyoto. En Bali, la Unión Europea debe demostrar sus credenciales de líder y no de un modo paternalista, sino guiados por un espíritu de cooperación.

Considero que la Conferencia de Bali es una oportunidad perfecta para que todos nos sentemos y estudiemos cuáles son las acciones necesarias para la política climática posterior al año 2012. Para conservar la calidad de nuestro planeta y salvaguardar el futuro tendremos que hacer esfuerzos conjuntos a escala mundial.

 
  
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  Karl-Heinz Florenz (PPE-DE). - (DE) Señora Presidenta, permítame brindarle una calurosa bienvenida a Stavros Dimas. Estamos deseando que llegue el momento de debatir con usted en Bali la trayectoria que Europa desea seguir en el campo de la política climática.

Creo que la búsqueda de una política climática representa un reto para todos nosotros. Este asunto no es una preocupación exclusiva de ecologistas de mirada empañada ni de comerciantes liberales, sino un reto al que todos debemos responder unidos, y eso es precisamente lo que está comenzando a hacer la Comisión Temporal sobre el Cambio Climático. No todo el mundo se ha dado cuenta aún, pero sin embargo hemos tenido un buen comienzo.

Bali es un hito, no cabe duda. Un vacío post-Bali, que sería también un vacío post-Kyoto, constituiría un verdadero desastre, no sólo para el medio ambiente, sino también en términos de política económica, porque la industria no puede invertir sin datos sólidos y rápidos. También se trata de saber dónde estamos en estos momentos y qué tenemos que ofrecer realmente a Bali, porque debemos tener algo que ofrecer o de lo contrario no podemos esperar que otros continentes se unan a nosotros en un esfuerzo común por resolver el problema.

Ése es el motivo por el que resulta correcto que estemos dispuestos a hacer ofertas aquí. Tres objetivos del veinte por cierto para conseguir una gran meta, unos objetivos cuya consecución nos alegraría. Para ser sinceros, aún veo obstáculos en nuestro camino, pero podremos superarlos. Además, precisamente porque tenemos que dar un buen ejemplo, creo que tenemos que conseguir una política europea exterior en materia medioambiental que repercuta en la búsqueda de respuestas a preguntas como por qué en todo el planeta se producen esas inmensas conflagraciones que generan más CO2 que todas las centrales eléctricas de Europa juntas.

Creo que Europa tiene que implicarse en este tema y que estamos en el buen camino para lograrlo. Además, los estadounidenses recibirán —no necesariamente a través de su Gobierno— un estímulo positivo para avanzar. Ésa es precisamente la dirección que seguimos. Considero que el cambio climático es una excelente oportunidad económica. Si no la aprovechamos, otros lo harán.

 
  
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  Riitta Myller (PSE). - (FI) Señora Presidenta, en diciembre en Bali se evaluará la credibilidad del liderazgo demostrado por la Unión Europea en material de política climática. El resultado debe ser la voluntad mundial, plasmada en forma de mandato claro, de evitar que la temperatura ascienda más de dos grados. La Unión Europea ya ha tomado sus propias decisiones. Sin embargo, para lograr el objetivo será necesario el compromiso de todos los países industrializados, entre ellos los Estados Unidos y Australia, de recortar cuantitativamente sus emisiones.

No podemos permitirnos el lujo de seguir debatiendo como hasta ahora si esos objetivos deben alcanzarse mediante el desarrollo tecnológico o mediante la imposición de objetivos obligatorios. Los dos son necesarios. No obstante, sólo los objetivos obligatorios y unos adecuados objetivos estrictos de emisiones conseguirán que las empresas evolucionen a una tecnología más limpia y respetuosa con el medio ambiente. Hemos de recordar que, como ya se ha dicho aquí, el requisito para conseguir que todas las partes aprueben el tratado será la solidaridad, especialmente con los países en vías de desarrollo, que son los que se encuentran en la peor situación económica. No obstante, también necesitamos llegar a una clara postura de negociación con los países en vías de desarrollo, como China y la India, en lo que respecta a la reducción cuantitativa de emisiones en el futuro.

De nuevo deseo darles las gracias a todos los que han colaborado en la redacción de esta resolución para el Parlamento, especialmente a la señora Hassi y a los negociadores de los Grupos. Han hecho un excelente trabajo.

 
  
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  Vittorio Prodi (ALDE). - (IT) Señora Presidenta, Señorías, deseo darle la bienvenida al Comisario Dimas, que estará en primera línea en Bali. El calentamiento global es un problema urgente, muy serio y de carácter realmente mundial para el que se requiere imperiosamente consenso a escala internacional. Por lo tanto es necesario presentar inmediatamente propuestas de control de las emisiones de gases de efecto invernadero más justas y con una mayor aceptación que las que se propusieron en el Protocolo de Kyoto sobre la base del principio de «exención por derechos adquiridos», es decir, «el que más ha contaminado, puede seguir contaminando en la misma medida». Esto es inaceptable.

Por esa razón creo que debemos presentar una propuesta más audaz. He presentado una enmienda, sobre la que ya se ha hablado, que puede resumirse con el lema «una persona, un derecho de emisión» basándome en la sugerencia del profesor alemán Lutz y que ya ha sido acogida positivamente por la Canciller Merkel.

Para que a todas las personas se les conceda el mismo derecho de actuación y el mismo acceso a los recursos naturales, es importante que el Parlamento apoye este proceso que, desde el punto de vista del régimen de comercio de los derechos de emisión, puede aportar a los países en vías de desarrollo una cantidad de recursos de magnitud superior a la de la cooperación internacional y más fácil de controlar. Por otra parte esta iniciativa también requiere un compromiso de respetar los depósitos de carbono como los bosques ecuatoriales.

El principio de equidad proporcionará una base para una mejora gradual que ha de empezar desde una línea de partida para poder calcular las cifras de emisiones admisibles para 2050. Por lo tanto, resulta esencial reducir paulatinamente la «exención por derechos adquiridos». Precisamente la gravedad y urgencia del asunto implican la necesidad de comenzar con el proceso para poder lograr rápidamente esos objetivos finales.

 
  
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  Caroline Lucas (Verts/ALE). - Señora Presidenta, una de las estrategias más eficaces que la UE puede emplear en Bali es el liderazgo basado en el ejemplo. El primer instrumento de la nueva legislación europea sobre el clima que se decidirá en el Consejo de marzo es la inclusión de la aviación en el régimen de comercio de derechos de emisión. El resultado de ese Consejo tiene por tanto una importancia fundamental, no sólo por sí mismo, sino también por la señal que enviará a otros en la Conferencia de Bali sobre la seriedad de los compromisos de la UE con respecto al cambio climático.

De momento, la verdad es que las perspectivas son bastante sombrías. La propuesta inicial de la Comisión ha sido desesperadamente débil y el hecho de que el Consejo haya sido incapaz de establecer un mandato común para un acuerdo en primera lectura envía mensajes muy negativos. Así pues, pido tanto al Consejo como a la Comisión que eleven sus exigencias de forma considerable y cuanto antes.

El éxito en Bali depende también críticamente de que la equidad ocupe el centro de cualquier nuevo acuerdo. Por eso, las propuestas tienen que basarse en la convergencia hacia la igualdad de los derechos de emisión per cápita, como el enfoque conocido como «contracción y convergencia». Insto al Consejo y a la Comisión que adopten ese enfoque.

Por último, les recomiendo que no dependan en exceso de los mecanismos de compensación del carbono. Como ha hecho bien en recordar uno de mis colegas, las compensaciones de carbono son casi tan útiles como las campañas antitabaco en las que se paga a otros para que dejen de fumar en el mundo en desarrollo, mientras que uno mismo sigue alegremente dando caladas. Es irresponsable y críticamente ineficaz.

 
  
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  Dimitrios Papadimoulis (GUE/NGL) . – (EL) Señora Presidenta, Comisario, las atribuciones de la Conferencia de Bali consisten en promover un marco ambicioso y realista para el periodo posterior a 2012. No hay margen para más retrasos. El calentamiento global debe abordarse de un modo inmediato y drástico. La ecología y la economía pueden y deben coexistir.

Los beneficios resultantes superarán con creces los costes financieros. Sin embargo, esto requiere un amplio acuerdo, con compromisos concretos para reducir las emisiones y no meros deseos. Deben adoptarse compromisos para combatir las emisiones del transporte aéreo y el marítimo. Existe la necesidad de capturar los gases de efecto invernadero mediante una gestión sostenible del bosque y un cambio en los estándares de producción y consumo, además de mediante el uso del suelo.

No obstante, para lograrlo, la Comisión debe recordar objetivos olvidados relativos a la promoción enérgica de las fuentes de energía renovable. Debe fomentar objetivos más ambiciosos y demostrar una mayor voluntad política.

Eso es lo que esperamos, señor Dimas.

 
  
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  Romana Jordan Cizelj (PPE-DE). - (SL) La Unión Europea encabeza la lucha mundial contra el cambio climático y el desarrollo de nuevas tecnologías respetuosas con el medio ambiente. Pero, ¿hasta cuándo? La concienciación sobre la necesidad de reducir el impacto humano en el medio ambiente está creciendo en un gran número de países. Este hecho va acompañado de estrategias, planes y medidas incluso en países en los que hasta hace poco la protección medioambiental no era una prioridad.

Por ejemplo, China, un país al que recientemente acudió la Comisión Temporal sobre el Cambio Climático para familiarizarse con su situación. Aunque en virtud del Protocolo de Kyoto, China, como país en vías de desarrollo, no tiene que reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, está empezando a tomar conciencia del problema del calentamiento global y ya ha comenzado a emprender acciones. Ha aprobado un programa nacional para el cambio climático y, entre otras cosas, se ha marcado un conjunto de ambiciosos objetivos.

Todo esto demuestra que Europa no puede dormirse en los laureles si desea conservar su influencia mundial. Por lo tanto, le solicito a la delegación de Bali que presente la postura de Europa en la lucha contra el calentamiento global de acuerdo con estos principios y con una voz unánime. Desde mi punto de vista, sólo será posible reducir lo suficiente el calentamiento si conseguimos crear un mercado mundial del carbono. El precio, es decir, el dinero, es un mecanismo extremadamente eficaz para conseguir metas en una sociedad.

Mientras luchamos por la consecución de un acuerdo referente a medidas mundiales, no podemos olvidarnos de aplicar nuestros propios objetivos. Debemos desarrollar nuestras propias políticas de un modo constante y tenemos que seguir introduciendo innovaciones en materia energética, en el transporte y en otros sectores que también generan emisiones de gases de efecto invernadero. Sólo mediante una aplicación eficaz y exitosa a nivel interior podremos tener éxito en nuestras negociaciones y nuestra cooperación con terceros países.

Espero que la delegación de Bali tenga una visita muy provechosa y pueda presentar con éxito las posturas establecidas en nuestra resolución.

 
  
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  Dorette Corbey (PSE). - (NL) Señora Presidenta, el próximo mes en Bali la Unión Europea tendrá que recurrir a todo su peso político para que la conferencia sea un éxito. Para ello necesitamos el apoyo de los países en vías de desarrollo y también de países como China y la India. Hasta la fecha, esos países han contribuido muy poco al cambio climático, pero están viéndose gravemente afectados por sus repercusiones. Europa debe ofrecer ayuda a esos países y debe extenderles la mano para que puedan adaptarse al cambio climático. Además, hemos de invertir en la transferencia de tecnología.

Soy optimista y creo que en 2009 podremos dejarnos de rodeos y firmar un buen acuerdo al que los Estados Unidos también se adherirán. Pero si el resto del mundo no sigue el camino de Europa y no acepta objetivos obligatorios, necesitaremos un plan B e incluso un plan C.

El plan B sería fijar objetivos mundiales de reducción en todos los sectores industriales y, si éste no funciona, el plan C podría ser imponer gravámenes de importación a los productos procedentes de países que se nieguen a aplicar la política climática.

La resolución propuesta es positiva y merece nuestro total apoyo. Mis felicitaciones a Satu Hassi y a los ponentes alternativos.

 
  
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  David Hammerstein (Verts/ALE). - (ES) Señora Presidenta, se ha propuesto una media de emisiones per cápita para todo el mundo pero, atención, lo que puede ser socialmente justo podría acabar siendo ecológicamente imposible.

Hace falta integrar a países como China y la India, hace falta integrar la equidad en los objetivos ambientales. Pero la convergencia ambiental entre el Norte y el Sur debe ser rápida y de un nivel muy bajo en emisiones si queremos que sea eficaz y no un engaño.

Al mismo tiempo, deberíamos considerar medidas fiscales y comerciales para frenar el comercio con productos muy contaminantes y el comercio con productos que se han producido con una tecnología no limpia.

Esta protección exterior climática podría asegurar una respuesta de la Unión Europea al crecimiento de emisiones en nuestros propios productos que vienen de países del Sur y este dinero podríamos recogerlo para después invertir en tecnologías limpias y en el Sur.

 
  
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  Jens Holm (GUE/NGL).(SV) Pronto estaremos decidiendo cómo combatir el calentamiento global después de 2012 cuando expire el Protocolo de Kyoto.

Contamos con una base muy sólida. Necesitamos reducciones de hasta el 80 % para 2050, ayuda para que los países en vías de desarrollo reduzcan sus emisiones, medidas contra el sector cárnico, que es el responsable de casi una quinta parte de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero, una legislación de patentes más flexible que facilite la difusión de la tecnología verde, una certificación sobre biocarburantes para evitar que entren en conflicto con el suministro de productos alimenticios y la conservación de los bosques de todo el mundo. Así expresado, todo ello resulta maravilloso.

Lo que falta y lo que debemos hacer en el futuro es adoptar medidas contra el constante aumento del tráfico y de las subvenciones de la UE y contra el hecho de que el mercado tiende a tener prioridad cuando la UE legisla y aplica la legislación.

Se han expuesto once enmiendas y creo que la mayoría de ellas resultan positivas y refuerzan la idea central de la resolución: que el mundo rico es el responsable del cambio climático y por lo tanto debe asumir el liderazgo de las reducciones radicales.

Me preocupa la enmienda 7, que pretende utilizar la energía nuclear para combatir el efecto invernadero. No podemos sustituir un problema medioambiental por nuevos problemas.

 
  
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  Anders Wijkman (PPE-DE).(SV) Señora Presidenta, hace casi quince años que se firmó la Convención Marco sobre el Cambio Climático en la Conferencia de Río y la realidad es que las emisiones que afectan al clima están aumentando ahora más rápidamente que nunca. Este hecho demuestra lo inadecuada que ha sido la cooperación internacional hasta ahora.

La UE debe seguir asumiendo una responsabilidad importante mediante medidas a escala interior, desde requisitos más estrictos para los futuros automóviles hasta un incremento de la ayuda para fuentes de energía alternativas. Pero la «acción interna» no es suficiente. El señor Florenz ha preguntado qué podemos ofrecerle al resto del mundo. Ésa es una buena pregunta. Creo que podemos ofrecerle tres cosas. En primer lugar, una tecnología limpia respetuosa con el medio ambiente para todos los países que están en fase de modernización, no sólo China o la India. Tienen todo el derecho al desarrollo, pero no tienen por qué repetir nuestros errores. El suministro de ayuda en materia de tecnología y conocimiento debe ser prioritario en el presupuesto de la UE. Los demás se beneficiarán, pero también nosotros.

Para nosotros también es importante aceptar nuestra responsabilidad histórica y proporcionar ayuda para medidas de adaptación a todos los países con una renta baja que se verán afectado en gran medida por tormentas, inundaciones y grandes sequías. El dinero que hasta ahora se ha destinado a los distintos fondos de adaptación y la iniciativa que recientemente ha emprendido la Comisión, la «Alianza del Clima», no constituyen una ayuda suficiente. Se trata de un esfuerzo ridículamente pequeño. La necesidad real es cientos de veces superior.

En tercer lugar, como la señora Ek ha destacado, es importante prestarle atención a la función de los bosques, especialmente a la de las selvas tropicales. Debemos proporcionarles a los propietarios de los bosques un incentivo no para talar los bosques, sino para conservarlos.

La política climática no empieza y acaba en Bali, pero, obviamente, el éxito en Bali incrementará las oportunidades de lograr un acuerdo final en 2009. Para facilitar el proceso, asumo que la Comisión y el Consejo escucharán al Parlamento, especialmente con respecto a la necesidad de hacer mucho más en materia de cooperación técnica, medidas de adaptación y temas forestales.

 
  
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  Matthias Groote (PSE). - (DE) Señora Presidenta, Comisario, Señorías, en su cumbre de primavera los jefes de Estado y de gobierno adoptaron decisiones positivas sobre la lucha contra el cambio climático. Su decisión sobre los gases de efecto invernadero estipula una reducción del 20 % con respecto a los niveles de emisiones de 1990 en Europa para 2020. En la cumbre de primavera también se acordó que el objetivo de reducción se incrementaría hasta el 30 % si otras naciones industrializadas también se comprometían a reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero. Por lo tanto, la UE debe acometer cualquier esfuerzo que esté en su mano para animar a otras naciones industrializadas a firmar un acuerdo post-Kyoto.

Me gustaría mencionar otro aspecto concreto, el transporte, ya que es importante que consigamos garantizar la inclusión del transporte en el acuerdo post-Kyoto. Sólo en Europa el transporte genera el 21 % de todos los gases de efecto invernadero. En concreto la aviación internacional no se está incluida en el Protocolo de Kyoto ya que la OACI, la Organización de Aviación Civil Internacional, garantizó que se elaborarían planes para crear un sistema mundial. Esta promesa no se ha cumplido desde 1997 y me temo que aún estamos esperando a que la aviación se incorpore al Protocolo. Espero que este proceso pueda iniciarse en Bali.

 
  
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  Herbert Reul (PPE-DE). - (DE) Señora Presidenta, Señorías, nos enfrentamos a un grave problema climático. Nadie lo niega. Sin embargo, la cuestión política es cómo debemos canalizar nuestros esfuerzos para resolver el problema. Debo decir que el modo en que este informe aborda el problema nos ha planteado grandes dificultades.

Los problemas no se resuelven describiendo escenarios apocalípticos y hablando de violaciones de los derechos humanos o adoptando un tono desalentador en lugar de proponer soluciones. El propósito es buscar soluciones realistas y objetivas sopesando los distintos argumentos. A este respecto, creo que es lamentable que no estemos preparados para aceptar valoraciones divergentes sobre las causas de las tendencias y los cambios climáticos. Estoy a favor de la inclusión de objetivos ambiciosos, pero también resulta esencial garantizar que son metas alcanzables porque de lo contrario la política climática será inútil.

También es erróneo establecer tabúes y decir que el tema del carbón y el desarrollo de una tecnología limpia del carbón o que la posibilidad de la energía nuclear están fuera de los límites y que la única respuesta es la energía renovable. Ese enfoque no sirve para abordar el problema. Lo que necesitamos es un debate exhaustivo mediante el que se examinen detalladamente todos los aspectos y en el que todos estemos abiertos a considerar distintos instrumentos y a aceptar información de una amplia gama de fuentes.

Creo que también debemos tener en cuenta, como parte de ese debate, qué repercusión lograríamos con cada recurso. ¿Cómo podemos maximizar las repercusiones? También deberíamos reflexionar sobre los costes. Creo que no deberíamos centrarnos sólo en el modo en que se toman las decisiones políticas nacionales, sino también considerar, como me han comentado varios colegas, cómo se puede estimular y apoyar el desarrollo tecnológico. Creo que no tiene ningún sentido celebrar el debate de hoy y después, dentro de dos o tres horas o de dos o tres días, conversar sobre las estrategias de Lisboa y otros temas similares en esta misma Cámara. Estos dos debates deben unirse en uno sólo si queremos luchar contra el cambio climático y paliar sus consecuencias.

Desde mi punto de vista, la posibilidad de expresar aquí los comentarios críticos a los que dimos voz durante las deliberaciones de la comisión ha sido limitada. Espero que la próxima vez, cuando abordemos el informe completo de la Comisión sobre el Cambio Climático, tengamos la oportunidad de presentar un espectro más amplio de argumentos.

 
  
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  Karin Scheele (PSE). - (DE) Señora Presidenta, deseo unirme a las numerosas felicitaciones que hoy se han dirigido a la ponente por su excelente informe, presentado además de un modo objetivo, que también ha recibido el apoyo de una amplia mayoría de la Comisión Sobre Cambio Climático. No es necesario decir que esperamos resultados y un mandato claro para Bali. Éste debe incluir responsabilidades compartidas pero diferenciadas para las naciones industrializadas, los Estados con economías emergentes y los países desarrollados.

Esta resolución también indica claramente que esperamos resultados para 2009. Mediante los instrumentos legales que aprueba el Parlamento Europeo —y los ponentes ya se han referido hoy a la inclusión de la aviación en el sistema de comercio de derechos de emisión, además de a las emisiones de CO2 de los vehículos a motor— debemos enviar mensajes políticos claros al resto del mundo, a otros continentes. Ésta es una condición esencial si queremos que todos los países se embarquen en esta iniciativa.

 
  
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  Katerina Batzeli (PSE). – (EL) Comisario, permítame en primer lugar felicitarle por los esfuerzos que ha realizado en este importante ámbito internacional del cambio climático.

Señora Presidenta, la lucha contra el cambio climático debería inspirar la creación de un nuevo modelo de desarrollo. Este modelo redefinirá las políticas existentes orientándolas en la dirección de la protección medioambiental, vinculando la actividad económica con el respeto por los recursos naturales y el bienestar social.

La UE debe desempeñar un papel de liderazgo y garantizar que las negociaciones no finalizan en la ampliación de los flexibles mecanismos del Protocolo de Kyoto. El objetivo de Bali es lograr un acuerdo con una perspectiva medioambiental. Dicho acuerdo también deberá aprovechar las oportunidades de innovación tecnológica, desarrollo económico y creación de empleo.

Por ejemplo, la transición a una economía mundial con bajos niveles de carbono, mediante la vinculación de los mercados de carbono a los sistemas de comercio de derechos de emisión, sería un buen paso en la dirección correcta.

La Conferencia de Bali será una oportunidad para formular una propuesta global para el periodo posterior a 2012 con objetivos obligatorios a largo plazo.

 
  
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  Manuel Lobo Antunes, Presidente en ejercicio del Consejo. (PT) Señora Presidenta, Comisario, Señorías, éste es un debate de incuestionable importancia que ya se ha producido en otras ocasiones en el Parlamento Europeo. El tema del cambio climático y los preparativos de la Unión Europea para la Conferencia de Bali ha sido recurrente durante las sesiones mensuales a las que he asistido. Este hecho destaca con total claridad la importancia que el Parlamento le concede tan acertadamente. Esta misma mañana el cambio climático estaba en otro punto del orden del día, concretamente en nuestro debate sobre la globalización.

En mi discurso de apertura me he referido a los seis objetivos fundamentales que la Unión Europea tiene en la Conferencia de Bali. Se trata de objetivos claros y definidos que creo que se comprenden perfectamente y reciben un apoyo total y, obviamente, nuestro propósito es lograr la consecución de todos ellos. No obstante, también he expuesto claramente que éste es un proceso complejo, difícil y delicado desde el punto de vista político, aunque, por supuesto, haremos todos los esfuerzos que estén en nuestra mano para llegar a un acuerdo.

Algunos diputados al PE han sugerido que la UE podría no ocupar una posición tan clara de liderazgo en este proceso como ella misma ha afirmado en reiteradas ocasiones. No puedo compartir esta opinión ya que si hay un bloque, organización o entidad que haya demostrado de un modo práctico que posee objetivos ambiciosos, que desea ir más allá y que muestra una verdadera preocupación por un problema que afecta a nuestros ciudadanos, esa entidad es la Unión Europea. Hemos determinado nuestras propias metas de reducción de emisiones, unas metas que no pueden y no han sido igualadas en ninguna parte del mundo, y también hemos hecho importantes esfuerzos para ahorrar energía, invertir en energía renovable, etc. Por lo tanto, debemos estar orgullosos de nuestros esfuerzos y de nuestro trabajo y no debemos reducirlos.

Finalmente, también me gustaría decir que he tomado nota de las recomendaciones y sugerencias que se incluyen en la resolución de la señora Hassi. La señora Ferreira ha mencionado aquí algunas de esas sugerencias y sin duda alguna el Consejo las tendrá en cuenta.

 
  
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  Stavros Dimas, miembro de la Comisión. − Señora Presidenta, antes de nada quiero dar las gracias a los oradores que han intervenido en el debate de hoy por sus positivas contribuciones.

Existe un consenso cada vez mayor en torno a la necesidad de una intervención mundial para ganar la batalla contra el cambio climático y de que en Bali se establezca el proceso y el contenido del acuerdo climático posterior a 2012.

La Unión Europea intensificará sus contactos bilaterales con socios clave para conseguir que apoyen esta línea de actuación. No obstante, tenemos que mirar también más allá de Bali. No olvidemos que Bali marca justo el inicio de un proceso de negociación. En Bali, por supuesto, es fundamental asegurarnos de tomar el camino correcto. Pero tendremos que redoblar nuestros esfuerzos por adoptar visiones comunes y encontrar soluciones comunes con todos nuestros socios en los próximos meses y años.

Las cumbres UE-China, UE-India y UE-Asia, todas ellas celebradas este mes de noviembre, son los pasos siguientes para conseguir una convergencia aún mayor y dar el impulso político necesario para alcanzar un acuerdo internacional sobre el clima posterior a 2012.

En cuanto a los Estados Unidos y Canadá, será fundamental mantener los contactos con el Gobierno Federal, pero ir también más allá de esos contactos. La Asociación Internacional para la Acción contra el Carbono (ICAP) con estados americanos y provincias canadienses, que firmé en nombre de la Unión Europea en Lisboa el 29 de octubre, reúne a socios que están tratando activamente de crear mercados del carbono mediante la imposición de límites obligatorios y sistemas de comercio de derechos.

Espero proseguir este debate con los diputados al Parlamento Europeo en vísperas de la conferencia de Bali y muchas gracias por su apoyo.

Tengo que destacar que, sin el apoyo continuo del Parlamento Europeo, no habríamos tenido un paquete sobre la energía y el cambio climático a principios de este año y sin su apoyo no tenemos ninguna esperanza de conseguir un mejor resultado en Bali. Les ruego, por tanto, que acudan a Bali con grandes ambiciones y traten de ayudarnos como ustedes saben hacerlo.

 
  
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  Presidenta. – Para concluir el debate, he recibido una propuesta de Resolución,(1) de conformidad con el apartado 5 del artículo 108 del Reglamento, en nombre de la Comisión Temporal sobre el Cambio Climático.

Se cierra el debate.

La votación se celebrará mañana jueves.

 
  

(1)Véase el Acta.

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